Oct 011975
 

Resúmenes 1975

ABAD PÉREZ, Antolín.
«UN EXTREMEÑO POR TIERRAS DE ULTRAMAR: FR. JOSÉ DE TRUJILLO»

La misión franciscana de Extremadura nace a la vida bajo la instancia de Francisco de Sande, un extremeño que daría el nombre de la patria chica a la capital de los Camarines -Nueva Cáceres- donde mejor y más profundamente se había de desarrollar la acción apostólica franciscano-alcantarina.

Otro extremeño, Pedro de Chaves con su mujer Ana de Vera, regalaron los terrenos para la construcción de la iglesia y convento de Sampaloc, que a través de vicisitudes varias, aun subsiste. Había sido el conquistador y pacificador de los Camarines, el defensor de Manila en el ataque del pirata Li-mahong, y finalmente Alcalde de Manila.

Un extremeño fue el adelantado y educador de Filipinas -P. Plasencia- como otro extremeño -P. Juan de Garrovillas- el animador de toda empresa grande tanto en el archipiélago magallánico como luego en el país del loto y crisantemos.

Y un extremeño -nuestro P. Trujillo- sembraría la palabra evangélica en los reinos de Manados y Moiucas cuando ya la acción española declinaba en aquellas partes. Su línea misional estaba inspirada en las normas que trazara Plasencia: fundación de pueblos en terrenos llanos, cerca de las playas, donde se les podía reunir y catequizar; pero la situación se deterioraba rápidamente y no favoreció sus planes. El inquieto misionero no gustaba de la paz de un convento; y aunque retornó a Manila, su ansia evangelizadora y anhelo del martirio le hacen embarcarse de nuevo para Méjico, donde espera alcanzar lo que le negaron los moros de Manados. Y todo porque la Madre Magdalena de la Cruz le había dicho que es allí -Méjico- donde verá coronados sus deseos de martirio y triunfo.

De vuelta en Méjico se alistó para las misiones de Nuevo Méjico, esa frontera difícil de los años 1667, y en la rebelión de los indios de 1680 fueron martirizados 21 religiosos franciscanos, entre ellos nuestro P. Trujillo alanceado.

Nacido en vuestra ciudad, vistió e) hábito en la Provincia de los Ángeles y pasó a Nueva España, incorporado a la del Santo Evangelio; hacia 1645 por Acapulco hizo tránsito a Filipinas, de donde en 1654 le enviaron a las Moiucas, para cumplido el tiempo de los 10 años en Extremo Oriente, tornarse a Méjico.

BIBLIOGRAFÍA:
1) Betancourt,  Agustín de. OFM. «Teatro Mexicano, IV». 228-232.
2) Huerta  Félix de. OFM. .Estado geográfico, etc.». Binondo, 1865. 406.
3) Maas, Otto. «Documentos sobre las Misiones de Nuevo Méjico». AIA. XX-XXI. 1923-1924.
4) Pérez,  Lorenzo. AF/H., Vil, 1&14, 650-51.
5) Platero,  Eusebio. OFM. «Catálogo biográfico». Manila, 1880.250-261.

ARROYO MATEOS, Juan Francisco.
«EXTREMADURA DESCUBRE O DESCIFRA UN NUEVO MUNDO DE NATURALEZA MORAL O ESPIRITUAL»

DE LA BANDA Y VARGAS, Antonio
«ESTUDIO ARTÍSTICO E ICONOGRÁFICO DE LA VIRGEN DEL ROSARIO DE MALCOCINADO»

La presente comunicación tiene por objeto ofrecer, a los estudiosos del arte extremeño, el análisis artístico e iconográfico de una pequeña, pero interesante, imagen de la Virgen con el Niño, actualmente advocada del Rosario, que se venera en la Parroquia de Malcocinado y que recientemente ha sido restaurada, gracias al celo del Párroco don Francisco Trapero, por el escultor sevillano don José Ribera.

El referido análisis arroja el resultado, desde el punto de vista iconográfico, de ser la imagen una de las típicas representaciones del tema de la Maternidad Divina tal y como lo concibieron nuestros artistas del manierismo bajo renacentista; mientras que, desde el artístico, es una prueba más, lógica por el emplazamiento geográfico del pequeño pueblo donde se halla, de la expansión de la escuela de escultura sevillana por el territorio de la Baja Extremadura, ya que la misma responde totalmente a la estilística de dicha escuela en la aludida cronología.

Otro aspecto a destacar, es el de la concienzuda restauración de que ha sido objeto, por parte del aludido escultor, que le ha devuelto su factura primitiva, muy alterada por el lamentable estado en que seencontraba, y ha efectuado su policromía de acuerdo con las tonalidades y procedimientos del momento en que fue esculpida ya que, por fortuna, en medio de tantos repintes posteriores se encontraban trozos del estofado y policromado original los cuales han servido al artista, que ha efectuado el trabajo con auténtico rigor arqueológico, de base para realizar el feliz trabajo que, por lo óptimo de sus resultados, nos ha permitido recuperar para el acervo artístico extremeño esta preciosa imagen, a punto de haberse perdido por diversos motivos, que, por otra parte y gracias al celo del Párroco, se ha convertido en el centro de la piedad mariana local.

CALLEJO SERRANO, Carlos
«LAS INSCRIPCIONES TURGALENSES DE ALDEHUELA DE MORDAZO»

El inagotable venero arqueológico de Trujillo no cesa de proporcionar brillantes muestras de su remoto pasado, y esto no sólo es debido a que estas muestras existen sino a que hay personas entusiastas que las descubren y prospectan, permitiendo su estudio e incorporación al acervo científico de nuestra patria.

En el trabajo que tengo el honor de presentar a estos Coloquios se estudian las inscripciones de cuatro lápidas romanas procedentes de Aldehuela de Mordazo, que me fueron mostradas por su actual poseedor don Francisco Conde y fueron descubiertas o al menos prospectadas por mi buen amigo José María Muñoz Claro.

Las cuatro lápidas son interesantes. Tres de ellas son estelas sepulcrales magníficamente grabadas, pero desgraciadamente cercenadas por arriba o por abajo. La cuarta es un ara votiva de desusadas características. Doy aquí una corta referencia de las inscripciones, que en el trabajo se estudian con todo detalle, se razona su interpretación y se ilustran con fotografías obtenidas por mi en la primavera de este año.

La primera, de escritura capital cuadrada de la mejor ley tiene cortada una línea, probablemente la segunda de arriba. Con paciencia se leen en la misma las letras L.LIB. PRIM. que con el resto de la lectura IGENIUS AN/L.H.S.E. SÓRORES ET CALLIOP E/F.C. nos dicen que se trata del epitafio de un personaje para nosotros innominado, pero del que sabemos que fue liberto de Primigenio y al que dedicaron una lápida sus hermanas y una mujer llamada CALIOPE (como una de las nueve Musas) que probablemente era su esposa o concubina legal.

La segunda estela también está cortada por arriba, lo que ha hecho desaparecer todo dato del difunto, tanto su nombre como su filiación, no quedando más que la inscripción (muy perfecta también) que dice H.S.E.S.T.T.L/PETRONIA/MARCELLA/ PATRI F.C. que traducida nos da «Xxxx aquí yace. Séate la tierra leve. Petronia Marcela dedicó este monumento a su padre». Los nombres Petronia y Marcela son de distinguido abolengo romano.

De la tercera inscripción que inversamente, está cortada por debajo sabemos lo principal, pues puede leerse muy bien, aunque con caligrafía menos bella lo siguiente:
PHOEBILLUS/L.AT.HO.SER. AN/XXVíl. H.S.T.L. VENUSTA (en una línea que falta o quizás dos diría el parentesco de esta Venusta con el difunto). Se trata de la tumba de un esclavo llamado PHOEBILLUS, en castellano Febilo, diminutivo de «Phoebus==Febo».

El nombre del dueño o patrón viene en abreviatura L. AT. HO. Repasada la onomástica lusitana y nacional, me inclino a interpretar estas siglas como Lucius Attius Honoratus. Venusta; no sabemos por faltar la última línea si era su mujer, su madre o su hija.

La cuarta lápida es el exvoto de un esclavo llamado Quinto o Quintio en acción de gracias por su liberación, sin saberse a qué deidad está dedicada.

DIEGUEZ LUENGO, ELÍAS
«UN ÍDOLO PREHISTÓRICO EN VALENCIA DE ALCÁNTARA»

Breve exposición de la riqueza dolménica del oeste cacereño.
Teorías sobre la erección de los dólmenes.
Construcción de las losas dolménicas.
Ajuares neolíticos inéditos.
Presentación documental y fotográfica del único ídolo prehistórico encontrado hasta la fecha en Valencia de Alcántara.
Material empleado, técnica, similitud con otros Ídolos de la época.
Consecuencias.

FERNANDEZ SÁNCHEZ, Teodoro.
«SÍNTESIS HISTÓRICA DE LA DIÓCESIS DE CORIA-CACERES»

FERNANDEZ SERRANO, Francisco.
«LOS ÚLTIMOS DEANES DE LA CATEDRAL DE PLASENCIA. PINCELADAS BIBLIOGRÁFICAS»

En el año 1896 publicó en Roma don José Benavides Checa «El Fuero de Plasencia», al que agregó numerosos apéndices de documentos y de sus elaboraciones personales. En este segundo grupo encaja su episcopologio placentino y su lista de deanes de la catedral, que llega hasta el año de 1896.

La obra de Benavides en este campo como en cualquier otro es siempre seria, fundamentada, indispensable, pero, como humana, también imperfecta. Hasta 1896 nadie puede prescindir de este decanologio placentino de Benavides, pero es necesario rellenar la laguna de casi ochenta años que han seguido a la publicación del «Fuero de Plasencia».

Los deanes que han presidido el cabildo placentino en esta última época, descontando las vacantes cortas o largas, fueron los siguientes:
1) Lic. don Eugenio Escobar Prieto (1898-1917).
2) Doctor don José Polo Benito (1918-1923).
3) Doctor don Miguel Julia Villaplana (1923-1928).
4) Doctor don Eduardo Leal y Lecea (1929-1936).
5) Doctor don Gabriel Palmer y Verger (1947-1949).
6) Lic. don Pedro Cancho Bernardo (1950-1960).
7) Lic. don Rafael García López (1965-1974).

Actualmente en 1975 el decanato de la catedral al igual que el episcopado placentino están vacantes.

Cada uno de estos deanes, tanto personal como bibliográficamente, son singulares sin hallar entre ellos conexiones o parecidos, como también son muy diversas sus procedencias.

El 1° es castellano de Castilla la Vieja, afincado definitivamente desde la juventud en Extremadura, en Coria y en Plasencia. Historiador de talla.

El 2.° es un salmantino que llega también en plena juventud a Extremadura, ya y maduro emigra a la imperial ciudad de Toledo. Publicista incansable.

El 3.° procede de Alcoy (Alicante) y ha recorrido no pocas catedrales. Plasencia es sólo una etapa en el largo peregrinar que le devuelve a través de León hasta Segorbe. Magnifico orador.

El 4.º nació en Bilbao y en Bilbao habría de morir el año 1936. Recorrió una serle de catedrales para morir siendo deán de Plasencia. Buen catequista.

El 5.° un mallorquín de corte y de diplomacia, que sólo en los últimos años de su vida llegó a residir sólo temporalmente en Plasencia. Diplomático.

El 6.° nace en Zorita, pero su vida se desenvuelve casi toda en la ciudad de Plasencia. Archivero catedralicio.

El 7° y último, nace en Plasencia vive luengos años en Trujillo, y termina su carrera y su vida siendo primero vicario general del obispo Zarranz y al fin deán de la catedral de Plasencia. Misterio o suma de misterios.

GUERIN BETSS, Patricio 
«UN TRUJILLANO CALATRAVO (D. Fernando Pizarro de Orellana)»

Se trata de un personaje de bastante relieve, que fue profesor de Derecho, juez en Sevilla y Granada, fiscal en Madrid, senador de las Ordenes Militares, etc. Una de sus facetas principales es la de escritor.

En nuestra comunicación a los Coloquios de este año 1975 creemos aportar un dato muy interesante para ustedes, ya que algunos bibliógrafos dudan, si era de Trujillo y por los datos del expediente de Calatravo hago ver cómo casi todos los testigos de Medina del Campo y del mismo Trujillo le reconocen como nacido en Trujillo.

Hay alguna contradicción entre estos datos y declaraciones del interesado en una de sus obras referente a sus antepasados. De cualquier manera parece cierto que es nieto o biznieto de Hernando Pizarro, hermano del marqués Francisco.

En 1624 el rey le concede la encomienda de Vétera, perteneciente a la Orden de Calatrava, con la condición de que defienda un pleito que sobre él había en el Consejo de Aragón.

Entre sus obras he examinado la que lleva por título: Varones Ilustres del Nuevo Mundo, descubridores, pacificadores de las Indias Occidentales, publicada en Madrid en 1639. Contiene las vidas de varios de ellos. El estilo es bueno para aquella época, la obra bien presentada. Una de las finalidades evidentes de ésta y de alguna otra época es conseguir una gracia o más bien la ejecución de ella, concedida a Hernando Pizarro y que se malogró en un principio por haber aquél ejecutado a Almagro.

Referente a las Ordenes Militares, también parece haber tomado el asunto con calor y desde luego tenia motivos para poder hablar con soltura. Su palabra sería casi oráculo. No dejo de indicar que esto personaje se merecía una tesis de tantas como hoy hacen los universitarios y algunos de ellos de gran mérito. En mi comunicación indico algunas de las fuentes que un tesista podría aprovechar. No se trataría solamente de la persona concreta y aislada de Fernando Pizarro de Orellana, sino de los miembros más influyentes de esa familia, que, al parecer, ya se distinguía en tiempos anteriores a la Conquista de América o a su participación en ella. Entre ellos el coronel Gonzalo de Pizarro, padre de estos bizarros.

GÓMEZ Y GÓMEZ, José 
«INVENTARIO ARTÍSTICO DIOCESANO 1975»

La manifestación más bella de la historia es el arte en sus múltiples facetas de arquitectura, pintura, escultura, orfebrería, etc. Muy indicado por consiguiente, la presentación en estos Coloquios Históricos de Extremadura en Trujillo del presente Inventario Artístico Diocesano, en su zona sur, que comprende el arciprestazgo de nuestra bella ciudad con los colindantes de Logrosán y Puerto de Santa Cruz.

El trabajo fue idea de don Juan Pedro, fallecido obispo de Plasencia, cuya sensibilidad artística le caracterizaba. De todos es bien conocido, cómo en sus visitas pastorales tomaba buena cuenta de los objetos de arte que encontraba en nuestros templos diocesanos. Y así en 1970 manifestó a tres de sus diocesanos el deseo de que con el mayor detalle posible se catalogase todo cuanto mereciera conservación o restauración, tanto de lo expuesto al culto divino, como de lo retirado en sacristías, coros y cuartos trasteros. La operación se llevó a efecto con ilusión, encargándose cada sacerdote de la zona señalada por el prelado: norte, media y sur, esta última comprendiendo desde Trujillo a Don Benito. La tarea resultó para los tres de un verdadero deleite y, según nos iban permitiendo nuestras obligaciones pastorales, recorrimos en poco más de un año, el campo señalado.

TRUJILLO será siempre sorprendente e inagotable, por lo que habría que ampliar la catalogación del 1970. Sus fotografías, como verán, muy poco profesionales, retienen la mayor cantidad de objetos y detalles artísticos que muestran el buen gusto y refinamiento de aquellos hombres de su historia.

Sus pueblos limítrofes de tan bella ciudad, conservan también piezas de gran valor: imágenes, retablos, custodias, cruces parroquiales que en la actualidad cuidan como a verdaderas joyas. Sus clérigos y muchos feligreses lamentan los tiempos no muy lejanos en que por descuidos o falta de aprecio de estos valores acumulados en sus templos, no supieron imponerse al expolio de vivos y chamarileros.

Quien examine estas CARPETAS INVENTARIO que junto a los libros históricos se exponen con motivo de estos V COLOQUIOS en Trujillo, tendrá la sensación de lo que yo llamaría «operación tarjeta postal» a la que tantas veces hemos recurrido cuando caemos en un país o ciudad desconocido y deseamos despertar en nosotros el interés para proceder al recorrido y admiración de sus bellezas y tesoros.

HURTADO DE SAN ANTONIO, Ricardo 
«LA ESTELA ANTROPOMORFICA DEL CASAR DE CÁCERES»

El hallazgo en la localidad del Casar de Cáceres de una Estela antropomórfica celtibérica, enriquecida con una inscripción prerromana, viene a corroborar la presencia y pujanza del elemento celtibérico bajo el dominio romano, incluso en zonas plenamente romanizadas.

Desgraciadamente, a pesar dé los intensos estudios en el campo de las lenguas prerromanas, los textos son intraducibles.

La inscripción que motiva la presente comunicación, encuadrada en el torso y piernas de un extraño ser antropomorfo tallado en relieve, esté redactada en lengua indígena, pero valiéndose de letras latinas.

La Sala de Estelas del remozado Museo Provincial se vería prestigiado con la presencia de esta singular pieza.

LOZANO RAMOS, José 
«HERÁLDICA TRUJILLANA»

El trabajo que presentamos a esta V edición de los Coloquios Históricos de Trujillo intenta ser, más que un estudio de heráldica, una inventario que recoja las armas de las familias trujillanas y de las instituciones relacionadas de alguna manera con la ciudad.

Las obras de don Clodoaldo Naranjo y don Juan Tena, aunque tocan el tema y nos han sido muy valiosas, no lo hacen sistemáticamente. Las Crónicas trujillanas del siglo XVI tampoco intentan ser exhaustivas; recogen unos cuarenta escudos.

Hemos dado a nuestro trabajo la estructura de una trilogía:

Recogemos en una primera parte la relación, no podemos decir hasta qué punto completa, de escudos existentes en fachadas, portadas, torres, etc., es decir, en exteriores. Hemos llegado a fichar unos ciento cincuenta ejemplares distintos y muchos repetidos.

Reúne la segunda, que junto con la anterior se presenta en estos Coloquios, mes de un ciento, entre armas de apellidos ilustres e instituciones. Se anota brevemente el origen y los personajes célebres así como un pequeño comentario y el dibujo y descripción de las armas.

Por último, en un tercer trabajo que, D.m., presentaremos el próximo año haremos el inventario de los blasones existentes en interiores, para concluir con un apéndice en el que se anoten los escudos desconocidos y los apellidos de los que consta tuvieron residencia en la ciudad y cuyos escudos no han llegado a nosotros.

Dos ideas nos han guiado en nuestra labor: De un lado, proporcionar a los trujillanos una «guía de heráldica local»; de otro, aportar datos por si personas con más conocimientos que nosotros se deciden a iniciar un estudio serio sobre heráldica trujillana.

LUENGO BLAZQUEZ, José 
«INVENTARIO DE LOS RESTOS ARQUEOLÓGICOS HALLADOS EN LA VILLA ROMANA DE ALDEHUELA DE MORDAZO EN EL AÑO 1973»

En la finca «Aldehuela de Mordazo, propiedad de don Francisco Conde y Hermanos, perteneciente al término de Trujillo y situada en los puntos de latitud 39° 25′ 12″ y de longitud 2° 11′ 00″, la cual dista de Trujillo por la carretera Nacional V con dirección a Badajoz 6 Km., por la Cañada Real 4,15 Km. y por la calleja de aguas Viejas 3,5 Km. se encontró, próxima a la orilla izquierda del río Magasca, el día 20 de febrero de 1973, cuando se hallaban arando dicha finca para una futura siembra, una villa romana.

Estos restos romanos fueron muy visitados por los aficionados, pero solamente se ocupó de su recogida, en lo que les fue permitido, el grupo arqueológico Alta-mira de la Organización Juvenil Española, labor en la que no faltó el apoyo y asesoramiento de algunos investigadores trujillanos.

Según se realizaban los trabajos de arado en la finca se pudo ir observando cómo salían a la luz grandes sillares de granito, de un metro de longitud aproximadamente, formando hileras en las que se podía apreciar claramente las habitaciones y perímetros de las casas. Algunos de estos sillares representaban una moldura que prueba debió existir algún monumento clásico.

Al pasar una de las veces, el arado levantó una pizarra apareciendo una tumba, en la cual se encontraron varios utensilios tales como parte de una copa de bronce, varios clavos, cerámica, etc. También salieron a la luz varias estelas. En una de ellas conservada en muy mal estado debido a la poca calidad de la piedra y que habiéndosenos permitido recoger trasladamos al depósito arqueológico municipal, se puede leer: CEITENVS ECANDI F. HIC. S.E.

Las inscripciones que se citan a continuación se encuentran en mejor estado, aunque no enteras, y se conservan en la finca Aldehuela de Mordazo.

1.º …IGENIVS AN.L.H.S.E. SÓRORES ET CALLIOPE F. C.
2.º …H.S.E.S.T.T.L. PETRONA MARCELLA PATRI F. C.
3.º PHOEBILUJS L.A.HO.SER.AN.XXVII. H.S.E.S.T.L. VENVSTA
4.º LÍBER LIBI O C EX V.

Aparecieron entre otras piezas un sarcófago de niño, un ladrillo de grandes dimensiones, varias piezas de cerámica en forma de medios círculos, tégulas, cerámicas y varios fragmentos de térra sigílala, primera que se encuentra en la zona trujillana.

De propósito nos limitamos a la realización del inventario, dejando a personas más autorizadas el estudio e interpretación de los hallazgos.

(NOTA: En otro lugar de este mismo programa puede verse el resumen del estudio realizado por don Carlos Callejo Serrano sobre las inscripciones romanas de la Aldehuela de Mordazo, que representa su aportación a estos Coloquios).

MORENO LÁZARO, Juan 
«UNA SUGERENCIA SOBRE EL PALACIO DE LA CONQUISTA»

Testamento en que se dispone el emplazamiento del edificio Fecha de la ejecución de las obras Vicisitudes de la construcción del hermoso monumento Importancia histórico-artística de esta reliquia
El monumento actualmente deshabitado
Consecuencias a deducir de su visita
La cesión del dueño en favor del Ministerio de Educación y Ciencia
Necesidad de poner remedio a la actual situación
Obligación de Trujillo de velar por su conservación
El cumpleaños
Proposiciones que me permito sugerir
Sobre la inmediata continuación de las obras de restauración
Su habilitación para dedicarlo a fines culturales
Que el año 1976 se incluya el edificio como tema especial para los VI Coloquios, a fin de divulgar el conocimiento del mismo, y despertar en las altas esferas el necesario interés por su necesaria y urgente restauración, o su aplicación a fines culturales si la restauración se hubiera conseguido para fines del año 76.

MUÑOZ CLARO, José María 
«EVOLUCIÓN URBANÍSTICA DE TRUJILLO. APORTACIONES DEL SIGLO XIX»

Es claro que Trujillo debe en gran parte su peculiar fisonomía a los edificios singulares que levanta el siglo XVI. Esto es, sobre todo, evidente en la zona extramuros. Sin embargo, el siglo XIX va a introducir en el Conjunto urbano, por unos motivos o por otros, y a veces con gran fuerza modificadora, numerosos cambios, creando el ambiente o entorno en que contemplamos los elementos destacados.

Hacia el año 1600 Trujillo es todavía una ciudad pujante a la que puede asignarse una población que sobrepasa las seis mil almas. A partir de aquí las propias vicisitudes nacionales y muy señaladamente las guerras con Portugal, de 1640 en adelante, van a provocar un franco decaimiento y la ausencia de un gran número de vecinos. El casco urbano va a quedar estabilizado por espacio de más de doscientos años. Las edificaciones arruinadas en este periodo llegarán a preocupar seriamente al Municipio al finalizar la guerra de la Independencia.

En 1818 la población de Trujillo, incluidos los arrabales, había bajado a unos tres mil quinientos habitantes, de ellos unos 2.500 en el casco urbano y en éste más de 300 edificios inhabitables. Pero la segunda mitad del siglo conoce un formidable crecimiento demográfico: en 1897 se han sobrepasado los 12.500 habitantes. Este hecho da lugar, en principio, a la puesta en condiciones de habitabilidad de todos los edificios de la población y, al no ganar el casco urbano en extensión de la superficie edificada, origina un crecimiento en alturas. El Municipio toma cartas en el asunto, a través de diversas ordenanzas de la construcción, fijando modelos de fachadas y ordenando el revoco y blanqueo de las que no tuvieran especial mérito artístico. Al paso del aumento de población surgen espacios ajardinados de uso público y diversas mejoras en la infraestructura y servicios.

Lamentable, desde el punto de vista estético, la impasibilidad ante la demolición de elementos arquitectónicos valiosos que debieran haberse conservado.

NAHARRO RIERA, Alfonso 
«JUEGOS PREHISTÓRICOS O ACASO MÁGICOS RECINTOS»

Cuando hace unos años en nuestro deambular campestre arqueológico, localizábamos aquel primer y extraño grabado en un sillar granítico del viejo poblado de la sierra de Santa Cruz, no podíamos ni imaginar las vueltas y revueltas que se le darían para poder sacar una consecuencia clara; tampoco sabíamos que el grabado en cuestión acarrearía ningún tipo de polémica. La tesis que presentamos en la primera publicación en la prensa regional, soltando la idea de una especie de juego de las tres en raya, fue discutida en la revista Alcántara (año XXX n.° 175) por don Elías Diéguez Luengo que defendía una nueva posibilidad y abría un nuevo camino a la investigación de los grabados de «triple recinto» (así los definía el señor Diéguez); para don Elías los grabados de triple recinto encerraban un motivo mágico religioso: «las tablillas con recintos cuadrangulares eran usadas en Asiria para que el dios de la salud, el dios Marduk, el dios de la vida, se detuvieran, es decir, permanecieran en las moradas donde las tablillas estaban colgadas, impidiendo con ello que entrase el Mal»; posteriormente «serviría a los cristianos perfectamente para expresar la Redención. La Cruz que aparece, atraviesa, para salvarlos, los dos recintos exteriores: El Mundo Terrenal y el Mundo Astral (por si hubiera habitantes en otros astros). Pero no atraviesa el recinto interior, es decir, el Mundo Angélico o Divino, QUE NO TIENE NECESIDAD DE REDENCIÓN..

Cuando leímos las teorías del señor Diéguez en Alcántara, yo personalmente sentí esa sensación de frío, algo así como una ducha, máxime teniendo en cuenta el gran respeto que siento por este gran estudioso de la historia, del que todos hemos aprendido mucho; nuestra teoría hacia agua. Pero el espíritu dialéctico que nos inunda y, por qué no, la defensa de nuestra tesis, nos hizo seguir la investigación en la misma línea comenzada; analizamos los hechos:

Un Grabado en la Sierra de Santa Cruz, en un sillar o bloque de granito, apareció entre las ruinas del poblado (zona de poniente).

Otro Grabado entre los sillares de la plaza de toros de Trujillo.

Uno más entre las piezas recogidas en el patio del Ayuntamiento(desconocemos su procedencia).

En una roca plana y horizontal, junto al molino del río Magasca por la finca de Casa Casco (a su lado hay otro grabado diferente, semejante a un tablero de ajedrez con 16 cuadros).

Varios en los sillares de la romana puerta de Corla en Cáceres.

En las piedras del Barcino romano (Barcelona), debajo de la Catedral y con el dato cronológico del siglo II de nuestra era.

Fuera de las murallas del castro de Villavieja (Trujillo, Azuquen), de forma horizontal y en gran cantidad numérica.

Museo Arqueológico de Badajoz, en un bloque de mármol y con dibujos grabados en los bordes (la pieza se cita como visigótica), al lado del juego hay una cazoleta con cabida para colocar fichas. Este es el más claro y a nosotros no nos ofrece dudas.

En una iglesia de Valencia de Alcántara (lo cita el señor Diéguez en la revista «Alcántara»).

En la citada revista se publica también una fotografía de un tapiz del museo del Louvre, se puede observar a un personaje que porta un tablero con este grabado.

Actualmente sabemos que en toda Europa occidental (Escandinavia, Países Bajos, Alemania, etc.) se juega en un tablero idéntico con el nombre de juego del molino y tiene gran aceptación en los medios rurales; para ellos es algo así como nuestras ?tres en raya? que de pequeños hacemos con una tiza o un trozo de cerámica dibujando en el suelo.

De todos estos datos y con todos los grabados que citamos, salvo el de Valencia de Alcántara, Puerta de Coria en Cáceres, (so pena que no se aprovecharan para este uso posteriormente), y los de Barcelona, con la misma salvedad de los de Cáceres, se pueden usar para este juego. Por tanto, y unido a la tradición existente en Europa al juego del Molino, no sería nada extraño que las invasiones célticas en la península Importaran este juego que se pierde en la prehistoria.

PARRÓN FERNANDEZ, Felipe
«LA INDEPENDENCIA DE UN PUEBLO»

Aldeanueva de la Vera, en nuestros días, no es más que una villa con 4.000 habitantes escasos, aunque en realidad, cuenta con más de 8.500 nacidos en ella. Esta villa, hasta el año 1802 ha sido anexa a la ciudad de Plasencia; pero lo curioso de este caso es que la independencia solicitada el mencionado año, la había solicitado el año 1497, a los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel.

En el año 1802, el Rey Carlos IV, quien regia por entonces los destinos de nuestra nación, le concede la independencia solicitada, en el mes de septiembre, mediante una carta al concejo de la villa, en el que imponía condiciones e hipotecas, por un valor de doscientos doce mil reales, justamente cincuenta y tres mil pesetas, en caso de no pagar en dos plazos de quince años cada uno la cantidad de tres millones ochocientos ochenta y cinco mil maravedíes; para lo cual el concejo del pueblo reunió a trescientos dieciocho de los vecinos más pudientes, haciéndoles pagar cada uno siete mil quinientos maravedíes.

Habla Carlos IV, en el mencionado documento, de las condiciones de servicio de millones que corrían en aquellas fechas no muy lejanas; quedó reservado que el señor Rey don Felipe IV, se pudiese valer de los millones de ducados por una vez, en ventas de oficios y otras gracias y el Reyno junto en cortes por acuerdo suyo de veintitrés de diciembre de mil seiscientos cincuenta y seis, y prestó de nuevo su consentimiento, para que además de los otros dos millones, se pudiese S. M. valer de otro millón y medio de ducados, en ventas de jurisdicciones y oficios también a su disposición. Todo ello para suplir parte a los grandes e inexcusables gastos que tuvo en defensa de esta Monarquía y de nuestra sagrada religión, por haberse codigado tantos tras ella, sustentando por esta causa a un tiempo gruesos ejércitos y mandar dispensado en todo con las dichas condiciones de millones que prohíben semejantes ventas usando ahora del referido consentimiento, y por que se han continuado los mismos gastos y aumentados en estos tiempos con el propio motivo y así mismo porque por parte de vosotros la justicia, regimiento y común de vecinos del lugar de Aldeanueva de la Vera, de la jurisdicción de la ciudad de Plasencia, provincia de Extremadura, me fue hecha relación, que teniendo solamente la jurisdicción pedánea, por corresponder la ordinaria a la ciudad, son tales los perjuicios que se os originan en las demandas y demás procedimientos judiciales que no podéis tolerarlos sin un notable deterioro en vuestras labores, por la distancia de ocho leguas de una a la otra población.

Datos tomados del archivo municipal de Aldeanueva de la Vera, en el año 1974.

PAULE RUBIO, Ángel 
«PINCELADAS HISTORICAS-GEOGRAFICAS DE LA TRANSIERRA»

Tomando como centro Vlllanueva de la Sierra, quisiera aportar en mi artículo, algunos datos sobre Villanueva y sus relaciones con los pueblos de su alrededor.

Por mi escrito desfilarán paisajes, ríos, riquezas, reconquista, adentrándome en las tierras hurdanas, donde por razón históricas-geográficas tenemos de común. Mis notas hablarán en lo posible de pueblos que hollaron nuestro suelo.

Será una síntesis de todos los factores que influyen en un reducido estudio sobre la vida e historia de un pueblo y sus colindantes.

RODRÍGUEZ CEREZO, Josefi
SÁNCHEZ RODILLA, Magdalena 
(Trabajo en colaboración)
«MUJERES DE LAS CRÓNICAS TRUJILLANAS»

Al tener conocimiento de la convocatoria de los «V COLOQUIOS HISTÓRICOS» y recordar las jornadas vividas en nuestra anterior actuación, no hemos resistido la tentación de volver a acudir, con este humilde trabajo. Nuestros conocimientos y medios no nos permiten, que nuestra labor investigadora raye a la altura, que ya es tradicional en los «Coloquios de Trujillo».

Conocemos a nuestros personajes femeninos, por la publicación de don Miguel Muñoz de San Pedro «Crónicas Trujillanas del Siglo XVI». Nosotras hacemos un análisis de las situaciones en que se ven envueltas la del sexo «débil». Adjetivo muy discutible en estas trujillanas.

Son las «Crónicas Trujillanas» del señor Muñoz de San Pedro, transcripción -como su autor nos dice- de cuatro manuscritos de la época escritos por los hijos de la ciudad de Trujillo Diego y Alonso de Hinojosa, que por cierto son los que más noticias nos dan, recargando las buenas virtudes sobre todo en las de su linaje. Chaves, se refiere a las que contraen matrimonio con sus antepasados. El de Tapia, posee el valor inapreciable de darnos a conocer el tremendo caso de la heroína «Barca», más conocida por «María la viuda», por el drama de Marquina.

RUBIO ANDRADA, Manuel 
«ESTUDIO HISTÓRICO DE LA ERMITA DE LA CORONADA DE TRUJILLO»

Al presentar en los próximos Coloquios este trabajo, nuestra idea era haber hecho un estudio total y profundizando en las causas evangelizadoras, que pudo tener en un principio.

Pero al comenzar el estudio de la Ermita, hoy en ruinas, que en un principio nos pareció poco complicado, vimos que los restos artísticos, arqueológicos y arquitectónicos, nos enmarañaban la labor, pudiendo, en superficie, observar hasta cinco momentos, en los que la ermita ha sufrido notables modificaciones; hasta es posible que, para la fecha de los coloquios, podamos señalar un momento mes, si nuestras consultas técnicas tuviesen esos resultados.

Nuestras visitas al yacimiento han sido innumerables, algunas veces acompañados de inteligentes colaboradores, cuyas sugerencias nos abrían camino; pero cada vez éste nos resultaba menos apartados de complicaciones.

De aquí que presentemos, en esta parte primera de nuestro estudio una documentación fotográfica y planimétrica, de los restos por nosotros encontrados, por si algún «ave de rapiña» o simplemente el tiempo lo hiciese desaparecer.

Naturalmente acompañaremos la situación geográfica, comarcal, etc. que puede servir a cualquier estudioso en la materia, de bastante interés a nuestro juicio.

Sólo agradecer a todos los que desinteresadamente me han ayudado.

SANABRIA ESCUDERO, Manuel 
«MERIDAS AMERICANAS»

SÁNCHEZ ALEGRÍA. Eleuterio 
«UN MISIONERO CLARETIANO MUY POPULAR EN TIERRAS DE EXTREMADURA»: P. ELEUTERIO ALEGRÍA. (1909-1956).

SÁNCHEZ MORALES, Narciso 
«COLON, ¿JUDIO?»

SOLANO GARCÍA, Juan 
«APORTACIÓN AL ESTUDIO DEL CAMPO DE LOS NORBANOS»

Puntos que comprende:

  1. Poblados romanos en la margen derecha del rio Salor, desde su nacimiento hasta Cáceres.
  2. Noticia concreta sobre 4 de estos poblados, con referencia de los vestiglos que lo acreditan.
  3. Lápida funeraria de uno o varios Norbanos, que sorprende por la simplicidad de su composición, ofreciendo dificultad, para la interpretación correcta de la misma.
  4. Posible relación de uno de estos poblados con la Mansión AD SÓRORES de la llamada VÍA DE LA PLATA.

SOLIS RODRÍGUEZ. Carmelo 
«EL ROLLO DEL CAMPILLO»

La presente comunicación ofrece sintetizada la historia del «Rollo» trujillano, acompañada de una veintena de documentos procedentes del Archivo Municipal de la ciudad. Queremos llamar la atención sobre este curioso ejemplar, que compite con los mejores existentes en España (Villalón, Cebreros, Madridejos…) y corre en estos días el riesgo de ser trasladado de lugar con evidente perjuicio para su integridad.

1.- Con toda certeza podemos afirmar que el «Rollo» fue levantado en 1497 y su primitivo emplazamiento fue la plaza mayor, donde además de testimoniar la calidad realenga de la ciudad, servia para la ejecución de la justicia y para otros servicios del mercado, pues en él se colocaban las medidas oficiales del trigo, la cebada, la cal, la sal… etc.
Desconocemos en cambio el nombre del artista que lo diseñó. No obstante, su autor habrá que buscarlo entre los maestros canteros activos durante finales del siglo XV en Trujillo: Alonso Veren, Hernando Davales, Diego de Nodera, Juan Méndez, Alonso Blasco… y particularmente Reduan de Piedrahita, alarife moro, a quien por aquellos años el concejo trujillano confió obras de cierta calidad, como la capilla del caño o el puente sobre el Tamuja.

2.- Sobre los sucesivos emplazamientos del «Rollo» apuntamos los siguientes datos:
1541, 29 de julio: El cabildo acuerda mudar el rollo, por los inconvenientes que de su situación -en el medio de la plaza- se derivan para las fiestas y juegos de cañas y toros.
Llaman a varios notables de la ciudad para dar su parecer sobre el particular, indicando éstos que no se mude.
1543, julio: Los regidores platican sobre el sitio donde ha de colocarse el rollo (fuera o dentro de la plaza), sin llegarse a un acuerdo.
1548, octubre; Está derribado el rollo y se elige lugar para su emplazamiento: «…frontero de la Encarnación en el campo…»
No obstante el nuevo emplazamiento, se erigió un rollo «chico» en la plaza según consta en el acuerdo de 4 de febrero de 1549.
1566, 7 de enero: A instancias del padre Felipe de Meneses, prior de la Encarnación, el Ayuntamiento acuerda mudar el rollo a la plaza del Campillo, donde se encuentra en la actualidad. El maestro cantero Antonio de Solis fue el encargado de realizar la obra, recibiendo 56 ducados.
1864: Reparación a cargo de Juan Lozano, maestro alarife de la ciudad.

3.- Aunque no acometemos el estudio comparativo del rollo trujillano con otros queposiblemente pueden guardar con él cierto parentesco, indicamos sus características más señaladas. Estimado por los trujillanos (el Ayuntamiento tuvo siempre conciencia de poseer una obra de arte estimable), el rollo del Campillo ha sido estudiado por autores tan prestigiosos como Molida, Iñiguez Almech… Una copia exacta preside el muro del embalse de Entrepeñas y Buendía, testimoniando así el interés despertado por el monumento trujillano, que en la encrucijada de las carreteras de Madrid y Guadalupe saluda a los visitantes a su paso por nuestra ciudad.

SORIA SÁNCHEZ, Valentín 
«NUEVAS NOTAS SOBRE ARQUEOLOGÍA EXTREMEÑA»

VALVERDE LUENGO, Francisco de Jesús 
«GALISTEO, VILLA HISTÓRICA Y ARTÍSTICA»

La histórica villa de Galisteo se encuentra en una meseta, perfectamente delimitada por su perímetro de murallas, que se alza a orillas del río Jerte, en su último tramo a escasa distancia de su desembocadura en el Alagón. Yendo desde Plasencia y traspasando las suaves lomas de la zona sur de la sierra Berenguer, aparece Galisteo recortándose en el horizonte con su inconfundible perfil de murallas y torre de lo que fue antiguo Palacio o Alcazaba. Según nos vamos acercando una vez atravesada la Vía de la Plata, se manifiestan claramente sus almenas y varias espadañas, asi como la mole de su iglesia parroquial.

Afortunadamente las modernas edificaciones no proliferan en la villa, lo que permite contemplar su limpio perfil de localidad medieval. La entrada se efectúa normalmente por la puerta del Rey pero posee otras dos, la de Santa María, encima de la cual se levanta la espadaña que hace de campanario y la de la Villa, puerta sumamente estratégica por estar emplazada en ángulo. Es de suponer que el palacio tuviese directamente un portillo como parecen demostrar unos restos de dintel que se encuentran en aquella zona, pero por ser la parte más deteriorada de la muralla me es difícil confirmarlo. Una vez dentro de la villa, completamente llana con ligera pendiente hacia la zona alta donde se encuentra el solar ocupado antaño por el Palacio, es fácil ver casas con dinteles graníticos en los que se leen las fechas de su construcción. En la plaza se conservan, en un lateral, típicos y antiguos soportales.

De lo que fue admirado Palacio de los Señores de Galisteo, queda un solar convertido en corralón y la impresionante torre rematada por una cúpula picuda de base octogonal. Dada la altura que alcanza sobre el suelo y la situación en la zona más al alta respecto al río, hacen de ella un maravilloso mirador y perpetuo vigilante del puente sobre el Jerte, único lazo de unión de ambas orillas durante siglos. Este puente fue levantado por don García Fernández Manrique de Lara en el 1546. La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción tiene un valioso ábside mudejar y en su interior numerosas lápidas sepulcrales, procedentes de la capilla del desaparecido convento de Fuensanta, levantado por el mencionado señor, III Duque de Osorno y de Galisteo y donde recibieron sepultura la mayoría de los que fueron señores de la villa. En la parte exterior de la muralla es digno mencionar una especie de rollo o picota con un sillón labrado en cantería.

Valga esta sucinta descripción de la villa extremeña que más completo tiene su perímetro de murallas; murallas de típico sabor árabe y construidas con cantos rodados.

VERA CAMACHO, Juan Pedro 
«EL CAMINO POÉTICO DE LA VÍA DE LA PLATA»

La Vía de la Plata, que iba de Mérida a Astorga, fue, como el Camino Francés de Santiago, que en Astorga convergía con el primero, camino de cultura y poesía. De ahí una estrechísima relación cultural entre León y Extremadura, a pesar de su lejanía geográfica. Es curioso, para empezar este estudio poético, que yo, extremeño, oyera en una bodega del Bierzo leonés esta redondilla, cuando era muchacho: «Este vino es tan sutil/ que por las venas se mete/ y de una luz hace siete/ y de siete, siete mil»… y que a través de ella, tuviera yo conocimiento por primera vez de que existía Almendralejo, de donde provenía el vino a que aludimos.

El Bierzo y Extremadura tienen afinidades geológicas ?Era Arcaica?, de clima y de cultivos ?Vera de Plasencia y Valle del Jerte? y hasta lingüísticas y poéticas ?Gabriel y Galán, el salmantino? extremeño utilizó en el 70 por 100 de sus

«Extremeñas» vocablos leoneses y hasta del bable asturiano. La Mesta fue vía de penetración de coplas populares que de León iban a nuestra tierra y de nuestra tierra a León. Ejemplo de lo primero es: «Ya se van los pastores/ A la Extremadura»… y de lo segundo el romance de las «Tres cautivas». La primera copla, aunque su difusión honre a los extremeños. NO ES extremeña, sino leonesa. Se dice «Ya se van los pastores/ A la Extremadura», es decir, la copla nació en la montaña leonesa.

Distinto sería si dijera: «Ya se van los pastores/ DE la Extremadura». Son raíces semánticas y filológicas incontrovertibles.

Por el contrario, Berrueta atribuye a los leoneses el romance de Las Tres Cautivas, por la cantidad de vocablos leonesistas del mismo, sin darse cuenta que en él se dice: «Debajo de las OLIVAS-, y en León no hay olivos, y sí exhaustivamente en nuestra tierra.

En Astorga se creó una Escuela Poética a la que pertenecieron los hermanos Leopoldo y Juan Panero «autor el primero de un bellísimo poema inédito sobre Trujillo», Luis Alonso Luengo, Dámaso Santos y el critico y poeta Ricardo Gullón, que en su libro «Conversaciones con Juan Ramón Jiménez», opina así del poeta extremeño Jesús Delgado Valhondo: «Aquí traigo un libro, LA ESQUINA Y EL VIENTO, de Delgado Valhondo, nutrido de la mejor poesía moderna»… La alabanza, por venir de quien venía e ir dirigida a nuestro Premio Nóbel, es digna de ser reseñada.

Otro poeta de La Bañeza, Marcelo Toral, que hizo la mili en Cáceres, a cuya ciudad llamó de las «torres y las veletas», escribió un romance sobre el encuentro que en Valencia de Alcántara tuvieron doña Berenguela de Castilla y doña Teresa de Portugal, esposas ambas de Alfonso IX de León «el que repobló con gente del Bierzo las Hurdes y con hombres de la Cabrera leonesa la Siberia Extremeña», a fin de que las coronas de León y Castilla recayeran en Fernando III el Santo, y evitar la guerra civil. Veamos unas estrofas de este romance: «De su castillo leonés/ un fría madrugada/ salió doña Berenguela/ para Valencia de Alcántara./ Los de la torre del Cubo/ que hacían vigilancia/ al divisar el cortejo/ en la desnuda explanada/, preparando las ballestas/ dieron las voces de alarma»…

Los poetas leoneses quizá por la soledad del páramo suelen ser contemplativos, mientras los extremeños son más amorosos y apasionados. Veamos cómo Celestino Vega Mateos, cacereño afincado en Don Benito, canta la imposibilidad de la vuelta al primer beso: «Es dulce, si, mujer, mas no es «aquello»/. El cántaro una vez sólo en la vida/ presta al agua sabor de barro nuevo»… Veamos cómo Fernández Jolis, de Murías de Paredes, canta la tierra, remedando a nuestro Gabriel y Galán: «Cuando subo al Tambaron/ y contemplo sus alcores/ mirando las rojas flores/ se me ensancha el corazón/; pues no hay mejor ocasión/ para con paz reposar/ que desde allí contemplar/ los crepúsculos del sol/ y entre su limpio arrebol/ amar al mundo, y soñar».

El poeta Espronceda, fue el que presentó en los medios artísticos de Madrid al poeta berciano Gil y Carrasco, y éste, en compensación, recitó el entierro de Espronceda un poema con tal sentimiento, que cayó desmayado al suelo mientras lo recitaba.

La conexión poética leonesa-extremeña es pues amplísima, y es lástima que la limitación de espacio no nos permita insistir más en ello. Y no sólo la poética, sino la artística. Justo es reseñar que el escultor Marino Amaya, nacido en Astorga, tuviera su ascendencia en Arroyo de la Luz, por citar sólo un caso. Sobre esta conexión tenemos escrito un libro. Porque Babianos, Cabreras y Luengos, son apellidos leoneses traspasados a Extremadura, con muchas cosas más, importantes todas, que debían ser más conocidas.

Oct 011975
 

Felipe Parrón Fernández.

Aldeanueva de la Vera, es un lugar aledaño a la ciudad de Plasencia quiere o pretende formar su propia justicia, haciéndose villa de por sí y sobre sí. El conseguir esta gracia le va a costar muchos años, tal vez, varios siglos; lo va a intentar por primera vez solicitando esta gracia a los Reyes Católicos Dona Isabel y Don Fernando, en el año 1.497, aproximadamente doscientos años después de ser fundada.

Tal vez nos conviene volver atrás para conocer por que el sobrenombre de la Vera: De los dieciocho pueblos que componen la comarca, es posible, y no solo eso, sino que lo afirmamos, que ninguno existiera en la fundación de la ciudad de Plasencia, y también es posible que muchos años después; todo esto por la siguiente razón; todos los territorios de esta comarca eran pertenecientes a la mencionada ciudad; pero al parecer, la evolución del tiempo, si es que así lo podemos decir, nos ha permitido apreciar en la historia antigua, recogida de archivos municipales, y otros que nos hayan guardado gran parte de ella, que esta comarca de la Vera. ha sido fundada por gente de la propia ciudad de Plasencia.

Los pueblos de esta comarca son los siguientes: Madrigal, Talaveruela,

Viandar, Villanueva, Valverde, Robledillo, Losar, Jarandilla, Guijo de Santa Bárbara, Aldeanueva, Cuacos de Yuste, Jaraíz, Garganta de la Olla, Collado, Torremenga, Tejeda del Tietar, Pasarón y Arroyomolinos; todos ellos con el sobrenombre de la Vera «La Vera de Plasencia», que en realidad, este último es el que mejor la va, o por el que debiera conocerse esta comarca, una de las más pingües de la provincia de Cáceres.

Volvamos de nuevo hacia atrás, una vez conocidos los pueblos pertenecientes a esta comarca; hemos de citar que Aldeanueva fue el último, en independizarse, pero en breve vamos a hablar algo curioso sobre Cuacos de Yuste: Este pueblo en sus primeros tiempos tenía el nombre de Villa Flor de la Cadena, y se comenta de que el Cesar Carlos I, fue quien lo cambió, bautizándolo con el actual, esto aún no está muy demostrado; aunque no contradecimos la idea, sí podemos decir que lo más lógico es que este nombre lo adquiriera en el momento de su independencia.

Entrando en definitivo con Aldeanueva de la Vera, vamos a dar a conocer una serie de problemas que empujaron a la gente de esta villa a solicitar la gracia de villazgo. Como hemos comentado al principio, Aldeanueva solicita por primera vez la independencia en el ano 1.497, a los Reyes Católicos Doña Isabel y Don Fernando. De esta solicitud, aún no hemos conseguido encontrar la menor respuesta, lo que hace suponer que estos reyes no se interesaron mucho por ello. Tampoco se ha conseguido encontrar nada sobre este tema, en los archivos municipales; que tenga relación con los reyes Juana, Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV, y los dos Carlos, II y III respectivamente; pero sí se han localizado tres concordias hechas por la justicia de Plasencia en el siglo XVI, que si tienen algo que ver con el tema que se está tratando; para mayor claridad conozcamos el contenido de las mismas:

«Memorial del consejo, justicia y regimiento del lugar de Aldeanueva de La Vera, jurisdicción de la ciudad de Plasencia, y del pleito que trata con el consejo y vecinos del lugar de Cuacos, jurisdicción de la ciudad, sobre la observancia de tres concordias hechas entre ambos consejos; una en el año 1.516, otra en el 1.537, y por último, la tercera en el 1.559, y otras cosas que aquí no mencionamos por carecer de importancia.

PRIMERA CONCORDIA

Supónese para este pleito que el día seis de Febrero de 1.516, entre ambos consejos hicieron concordia sobre los cotos del cerro «Las pájaras» «Cabeza Mesada» «Viñas del Rosal»; e hicieron mojoneras por tener diferencia entre ellos del modo que estaban los cotos y fue acabada la conformidad ante escribanos y testigos; la letra la sacaren adelante.

SEGUNDA CONCORDIA

En 27 de Mayo de 1.537, los dichos consejos, alcaldes y regidores, también hacen otra concordia en razón de la diferencia que tenían de castigar a los vecinos que hacen daño en el campo que pastan con sus ganados, sobre los límites y amojonamientos de los cotos que alindan de un consejo a otro; sobre ello acordaron que se viesen las escrituras y determinen las dudas; lo hicieron muy en forma, que también van sacando hacia adelante.

TERCERA CONCORDIA

En 29 de Agosto de 1.559, también se juntaron las justicias de ambos lugares, y algunos vecinos con el corregidor y un regidor de Plasencia, por comisión del ayuntamiento de la citada ciudad; pero no se conformaron las otras justicias y vecinos; con poder de ambos lugares hicieron concordia en razón de los agravios que a los de Aldeanueva hacían. Murgan juez de S. M. fue llamado para que los compusiese, y compuso; fueron viendo las mojoneras pasadas y las renovaron; en lo que hubo duda se declaró y dio sentencia para que con graves penas lo guardasen, y que de conformidad hiciesen la mojonera y visitas de allí en adelante; se hizo y de todo se sacó adelante en los números 2 y 15, en orden, en el número trece más en forma.

Con problemas cómo estos, si por el hecho de ser lugar y lugar, refiriéndose a Aldeanueva y Cuacos, se ha llegado a robos de términos, robos que a fin de cuentas se quedaron como en el principio; pero lo que sí debemos destacar es la desconocida destrucción de dos pequeños santuarios erigidos a los santos San Gil y San Bartolomé. De San Gil podemos citar su desaparición; fue nocturna, no se hizo de día debido a que los santuarios se encontraban en el término de Aldeanueva; lo que sí se puede decir es que este Santo se halla actualmente en el Santuario de Nuestra Señora de la Soledad de Cuacos de Yuste. Volvemos a repetir que se desconocen las causas de la desaparición de estos santuarios, ya que desde entonces a nuestros días, han sido numerosas las guerras acaecidas en nuestra nación.

Es de suponer que esta clase de problemas fue la que empujó a los vecinos de Aldeanueva, a solicitar de nuevo la independencia; no pudiendo obtener la menor contestación. Debemos hablar, y aunque quizás esto no sea de interés, es que ¿Les interesaría mucho a los reyes gobernantes en nuestra nación conceder una gracia tan deseada por unos poco más de mil vecinos, que eran los entonces componentes del lugar? Esta pregunta nos la hemos planteado muchas veces, aunque por fortuna, a medida que se van registrando los archivos, se van encontrando pequeños indicios que nos van ayudando a responder a la pregunta ya mencionada.

De aquí nos pasamos directamente a principios del siglo XIX, justamente al año 1.802; Aldeanueva de la Vera se puede sentir dichoso, podemos decir también dichosa, ya que en este año es villa. El consejo y vecinos de esta localidad, solicita en Septiembre del citado año de 1.802, al rey gobernante en España; entonces Carlos IV;… lo consigue, consigue por fin, lo que hacía nada más y nada menos que trescientos cinco años deseaba con tanto ardor.

Carlos IV, habla en su carta de concesión, de gracia, como la solicitada por Aldeanueva, de los problemas que tenían últimamente; al parecer, este rey menciona algo referente a los problemas o causas que motivaron a los reyes anteriores a él, a no interesarse bastante por ello; claro está que tampoco existen muchos documentos de petición, o al menos no se han encontrado aún. Pero volvamos un poco atrás; decíamos que el rey menciona algunos motivos por los que los demás desde los primeros hasta él, no habían podido hacer nada por Aldeanueva. Veamos un trozo de la carta de concesión: «Don Carlos IV, rey de todas las provincias españolas, con reinos en Indias Orientales y Occidentales, en Cerdeña, Córcega y Jerusalén; Islas y tierra firme del mar Océano; Por, cuanto por una de las condiciones de los servicios de millones que corren, quedó reservado que el señor Rey Don Felipe IV, que en gloria esté, se pudiese valer de los millones de ducados por una vez, en ventas de oficios y otras gracias, aún disposición, y el reino junto en cortes, por acuerdo suyo de veintitrés de Diciembre de mil seiscientos cincuenta y seis, prestó de nuevo su consentimiento, para que además de los otros dos millones, se pudiese valer su Majestad de otro millón y medio de ducados, en ventas de jurisdicciones y oficios también a su disposición. Todo ello para suplir parte a los grandes e inexcusables gastos que tuvo en defensa de esta monarquía y de nuestra sagrada religión, por haberse codigado tantos tras ella, sustentando por esta causa, a un tiempo gruesos ejércitos y mandar dispensando en todo con las dichas condiciones de millones que prohíben semejantes ventas, usando ahora del referido consentimiento, y porque se han continuado los mismos gastos, y aumentados en estos tiempos con el propio motivo, y así mismo porque por parte de vosotros la justicia, regimiento y común de vecinos del lugar de Aldeanueva de la Vera, de la jurisdicción de la ciudad de Plasencia, provincia de Extremadura, me fue hecha relación que teniendo solamente la jurisdicción pedánea, por corresponder la ordinaria a la ciudad, son tales los perjuicios que se os originan en las demandas y demás procedimientos judiciales que no podéis tolerarlos sin un notable deterioro en vuestras labores, por la distancia de ocho leguas de una a otra población, de no muy buen camino, por las gargantas ríos y arroyos, que se encuentran en su transito, especialmente las tres de Pedrochate, Arroyomolinos y Garganta, que con la mayor frecuencia impiden el paso en tiempos de invierno, y aún estando corrientes se ocupan por lo menos de dos o tres días para cualquier diligencia, de modo que muchas veces os veis obligados, los interesados a abandonar vuestros legítimos derechos y acciones».

Se han podido apreciar en este pequeño argumento, otras clases de problemas, que empujaron a la gente de Aldeanueva a solicitar la deseada gracia, problemas como de tener que desplazarse a tan larga distancia para poner en conocimiento de las justicias cualquier diligencia necesaria para disolver pleitos pendientes por las justicias del lugar.

Terminando este tema, solo nos queda poner como fin, que historias como estas, las tienen por lo general, todos los pueblos de la región extremeña; y lo único que se pretende es sacarlas a la luz del pueblo, ya que no merecen estar abandonadas en cualquier rincón del archivo, aunque lamentablemente son muy pocas las personas interesadas en llevar a cabo tal obra.

Fdo/ Felipe Parrón Fernández
Aldeanueva de la Vera

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