José Abril Torres.
Introducción:
En estos momentos en los que existe un gran debate sobre la organización territorial del Estado, debemos hacer notar nuestra presencia individual y colectiva para que dicho debate, tenga como fin una nueva idea de España, y no cuestionar el propio ser de España.
La historia mas reciente de España, es la búsqueda y construcción de un proyecto de unidad, compatible con el respeto a la identidad de todas sus partes.
Para que esto sea real, debemos olvidar las estigmatizaciones sufridas por todos los españoles a lo largo de la historia, y no hacer caso a los tribalismos obsoletos que sólo buscan la confrontación.
Debemos dar confianza a nuestros políticos, para que hagan las reformas necesarias, y podamos entender que dentro de su complejidad, España, tiene una base histórica importantísima para la unidad de sus ciudadanos en un proyecto común.
Recordar, a los detractores de esa historia que, hace 10000 años, posiblemente tuviéramos un lenguaje común, y nuestros antepasados fueron de la misma etnia.
GARCIAZ:
Municipio de la provincia de Cáceres, partido judicial de Trujillo, a 84 Km. de la capital y 33 de Trujillo. El pueblo se sitúa a 670 metros sobre el nivel del mar, en una depresión de la Sierra de Pollares, rodeada de montes que sobrepasan lo 1220 metros (hoja 706 del MNT).
El territorio de Garciaz, se localiza sobre el bloque desnivelado de Pedro Gómez, en la divisoria de las aguas del Tajo-Guadiana, en la unidad que recibe el nombre de Sierra de Guadalupe. El bloque se halla disecado por los ríos Garciaz y La Hornilla, que llevan sus aguas del Tajo a través del Almonte (Enciclopedia Extremeña, 5).
Las gráficas ombro-térmicas, dan una media entre los 669.5 mm. y los 1021 mm, y, entre los 15.4° y los 15.7 °, respectivamente, lo que las sitúa en el piso del clima mesomediterráneo (Rivas Martínez 1985).
Por el Oriente, linda con Caballerías, que dicen de la Hornilla y de Garciaz; por el Levante, con Caballerías, que dicen Las Paredes, Cañejal, Potrón y El Zorro; por el Ocaso, con dehesas, que dicen Fuentes Frías, Campos de Portera y Alcornocalejo, y por el Norte, con dehesas, que denominan Valdepuercas, Valdeagudo, Valbutrero y La Butrera.
Confina por el Oriente con la villa de Berzocana, a una distancia de tres leguas; por el Norte, con Aldeanueva de Zentenera, a dos leguas; por Poniente, con la villa de la Calzada (Herguijuela) a distancia de dos leguas; por el Sur, con el lugar de Zorita, que dista tres leguas (Interrogatorio de la Real Audiencia, Extremadura en los tiempos modernos. Partido de Trujillo, Tomo I de 1791, Edición de 1996).
He encontrado muy poca bibliografía de Garciaz; algún trabajo sobre su iglesia, algunas citas de sus ermitas, y un estudio de una villa romana, y, en sus inmediaciones, los restos de una iglesia visigótica, en la que aún se mantiene en pie un santuario con cabecera rectangular, cubierta de una bóveda de medio cañón de herradura, y recubierta por una moldura de mármol. Puede fecharse en el siglo VII o principios del VIII (E. Cerrillo. Las ermitas de Portera y Santa Olalla. P. Ibérica Zephyrus XXXIII-XXXIV, 1979). También existen restos de una ermita dedicada al culto de San Sebastián, mártir visigodo. En una dehesa, llamada Las Corraladas, existe una lápida funeraria romana, que está partida en dos por lo que es muy difícil su identificación. Dicha lápida, sirve de soporte al dintel de una pequeña portada del horno de un tejar árabe, que se conserva en muy buen estado.
La romanización debió ser escasa, ya que, aparte de los restos antes mencionados, se hallaron gran cantidad de monedas romanas en un solo enterramiento, y de poco valor, por lo que podría pensarse que fueron el botín del robo del salario de las legiones romanas.
El difícil acceso a la zona, y su déficit minero, debieron ser las causas del escaso contacto con otras etnias de cultura superior, quedando sus habitantes relegados a una vida sin cambios profundos, y por tanto, conservando unas costumbres y un lenguaje de épocas muy antiguas.
En la reconquista cristiana, primero perteneció al Alfoz cristiano de Trujillo. Fue Felipe II quien, previo pago de seis mil quinientos maravedíes por cada uno de sus ochocientos vecinos, le concedió autonomía y el título de villa. Posiblemente esa cantidad fue pagada, al menos en parte, por las familias nobles, propietarios de gran parte de las dehesas del término.
Debido a esa propiedad privada y el agravante de la trashumancia, el pueblo sigue empobreciéndose, y en 1791 sólo tiene ciento doce vecinos.
La historia empieza con el ser humano. Él es el primero en concebir la idea del tiempo y el espacio; que son los fundamentos que dan origen a los hechos históricos, y, a su transformación y sucesión. («Memoria de España» – Fernando García de Cortázar – Dir).
En primer lugar tengo que realizar una sinopsis de la Prehistoria, para poder situarnos en la época en que ocurren estos hechos, aunque también es verdad, que cada día, en las nuevas investigaciones, la Prehistoria se va uniendo con la Historia, o al revés.
Todos los historiadores coinciden en que las fechas y los hechos no tienen un tiempo estricto de aparición, ni que aparecen en todos los sitios al mismo tiempo.
Fechas aproximadas y hechos humanos más relevantes:
- Paleolítico inferior:
- 6 millones (aparición del primer homínido en África) – 95000 años.
- Aparición del Homo erectus.
- Yacimiento de Dolina (800.000 años).
- Yacimiento de Atapuerca (300.000 años).
- Control del fuego.
- Carroñeros.
- Paleolítico medio:
- 95000-35000 años.
- Aparición del hombre del Neardental. (muy corpulentos).
- Periodo extraordinariamente frío.
- Paleolítico superior:
- 35000-12000 años.
- Aparición del Homo sapiens, sapiens. (menos robusto que el Neardental)
- Pinturas rupestres.
- Epipaleolítico o Mesolítico:
- 12000-7500 años.
- Paso de la piedra tallada a la pulimentada.
- El hombre emigra desde las riberas del mediterráneo hacia gran parte de Europa, aprovechando la retirada del hielo de la última glaciación (Glaciación de Wurm).
- Tránsito de la economía depredadora a la productora.
- Neolítico:
- 6000-2500 años.
- Aparición de la Agricultura.
- Aparición de la cerámica.
- Aparición de monumentos megalíticos (Dólmenes).
- Calcolítico (edad del cobre, Cultura de los Millares):
- 2500-1700 años.
- Comienzan los enterramientos individuales.
- Aparece el uso del vaso campaniforme.
- Vida suprafamiliar en poblados.
- Edad del Bronce (Cultura del Argar):
- 1700-1300 años.
- Campos de túmulos. (Cistas = foso revestido de lanchas planas)
- 8. Edad del Bronce Tardío – Edad del Hierro:
- 1300-500 años
- Cultura de los tartessos (siglo VIII-V a de C).Primer Estado conocido.
- Comienzan los contactos con los fenicios (s. X-VIII a de C.) y los griegos (630 a.C., fundación de Ampurias).
- Cultura de los campos de urnas (comienzan la cremación de los cadáveres y el enterramiento de las cenizas en urnas, paso del bronce al hierro).
- Colonización de las oleadas de los indoeuropeos y la formación de las tres grandes Áreas Peninsulares:
- Área ibérica
- Área de Influencia ibérica
- Área Celta (Indoeuropea)
- Asentamientos cartagineses procedentes de Cartago (Túnez) .Cartagena fundada en el 277 a.C.
Nos situaremos en la que hemos llamado Epipaleolítico. Periodo en que el hombre pulimenta las piedras y crea un lenguaje silábico, con el nombre de ríos, montes, animales, etc., y se desplaza de las riberas del Mediterráneo hacia el resto de Europa, siguiendo la retirada de los hielos de la última glaciación o glaciación de Wurm.
Siguiendo los estudios del profesor Sánchez-Salor, la historia de un pueblo es lo que son los monumentos que de si mismo ha dejado ese pueblo, y monumentos, etimológicamente, es el recuerdo que advierte de la existencia en el pasado de alguien o de algo, y los nombres de los lugares son monumentos en ese sentido, en el de que son recuerdos que advierten de la existencia, en el pasado, de ese lugar, de alguien o de algo.
Esos hombres de lugares, que estudia la toponimia es el monumento esencial para conocer aquellos pueblos que, de las riberas del Mediterráneo (Norte de África, sur de Europa y Oriente próximo) se asentaron por gran parte de Europa. Se les conoce como Preindoeuropeos.
Fue Hans Krahe en 1950, quien basándose en que los nombres de algunos ríos, se repetían con mucha frecuencia en distintos lugares de Europa, propuso su “Old European Hidronymy”. También intuyó que esta hidronimia era testimonio de una lengua que hablaron los grupos étnicos distintos a los indoeuropeos. Tovar realizó una serie de mapas hidronímicos, que representaba una amplia zona que va desde España a las islas Británicas, y desde Italia a Escandinavia y el Báltico.
Vennerman concluye, algo más tarde, que esta hidronimia es preindoeuropea, por lo tanto, anterior al II a C. Estas lenguas que trajeron aquellas oleadas de las riberas del Mediterráneo, se hablaban desde hace 10.000 años. Dichas lenguas, con un tronco común, dejarían en los asentamientos un embrión que lugar a algunos idiomas de la actualidad, el vasco, bereber, ligur, y noticias de que es el lenguaje en el que se expresaban los antiguos íberos con los que se encontraron los otros colonizadores griegos, fenicios e indoeuropeos.
Posiblemente esos grupos étnicos, con un tronco lingüístico común, preindoeuropeo, fueron todos los habitantes de la Península hasta la llegada de los nuevos colonizadores, los indoeuropeos.
1º.- Tarteso supone la aparición del primer Estado conocido en la Península. Aparece un grupo social que se sustrae de las tareas productivas para dedicarse al control de lo que otras producen.
Esta aparición del Estado marca, la transformación social entre la historia y la prehistoria.
De forma aproximada podemos situar a los tartesos, las actuales provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, así como parte de las de Córdoba y Málaga.
Su capital la sitúan unos en Huelva y otros en Cádiz. La Biblia viene a complicar, más aún, la ubicación de dicha capital que aparece con la denominación de Tarsis. Lo único que nos aclara la Biblia es que los fenicios navegaban hacia Occidente con anterioridad al reinado de Salomón. (siglo X a.C.).
El alemán Schulten, emitió una teoría en donde había un parentesco entre los tartesos y los etruscos, descendientes de un antepasado oriental común. Todo es una especulación, lo único cierto es que la Tarses de la Biblia estaba hacia Occidente en el Mediterráneo, y que los fenicios comerciaban con aquel lugar en la primera mitad del siglo X a.c.
2º.- Fenicios. Animados por el beneficio que reportaba el comercio con Tarteso, los fenicios fundan Cádiz (800 a.c.).
Si los fenicios proporcionaban tecnología, la aristocracia tartésica disponía de los trabajadores necesarios para generar una riqueza hasta entonces insospechada por las comunidades humanas de la Península.
3º.- Los Griegos. Tarteso se habría hecho famosa en el mediterráneo oriental conforme llegarán los barcos fenicios cargados de metales preciosos.
Es posible que se haya descubierto un santuario griego en el Centro de Huelva, pero ni aún así podemos asegurar la presencia colonial griega.
En el año 600 a.c., los griegos fundan Ampurias en la ruta para dirigirse a Tarteso.
Además de Ampurias, los griegos fundaron Salor, Sagunto, Denia, Santa Pola y Alicante (refundada por los cartagineses).
4º.- Oleadas de los indoeuropeos- Dichos pueblos indoeuropeos introducen el hierro, y su lengua. Dicho impacto cultural indoeuropeo, fue diferente en distintos sitios de la Península, según el dominio de una cultura sobre la otra. Para simplificar determinaremos tres áreas:
a.- Área Ibérica. Que incluye levante, Cataluña, Andalucía Oriental y una parte del valle del Ebro.
Pronto el lenguaje formal orientalizante va siendo sustituido por el griego, desarrollando un sistema de escritura propio, basados en los alfabetos fenicios y griego, y aún no descifrada. Pero si su lenguaje sigue siendo enigmático no lo son sus famosas esculturas: La Dama de Elche y la Dama de Baza).
b.- Área de influencia Ibérica – Los celtíberos. Comprendía un espacio entre el Ebro medio, el Sistema Ibérico y el Alto Duero. Hablaban una lengua de tipo indoeuropea.
c.- Área Indoeuropea- Que tiene un claro predominio indoeuropeo tanto en la forma de expresión cultural como lingüística.
Los historiadores les han dado distintos nombres según su ubicación, aunque casi se puede asegurar, que su lengua es un tronco común indoeuropeo; Galaicos, Vascos, Lusitanos, Turdetanos, etc.
Estos pueblos ocupan la actual Galicia, toda la cornisa Cantábrica, Norte y Centro de Portugal y parte de Extremadura.
Entre estas áreas y subáreas, no existe una delimitación tajante de cultura y lengua, sino unas zonas freáticas, entre ellas, pero si una característica común, el carácter indoeuropeo de su lengua.
Vuelvo nuevamente a los estudios hidronímicos de Hans Krahe y Vennerman. Pienso que, lo lógico es que primero sea el hidronímico y después el topónimo, y no al revés.
Partiendo de la raíz preindoeuropea KAR, que se halla en muchos orónimos con el significado de monte pedregoso, pero que también, en muchas ocasiones, nos la encontramos en hidrónimos con alusión a un río que nace en un monte pedregoso, que discurre por un monte pedregoso o que, en su lecho hay muchas piedras.
El paso de la K a la G, sería por influencia mozárabe, o por una mejor sonoridad. Por lo tanto, nada nos impide pensar que GAR, sería una variante de KAR, que se hace mas sonora con el cambio, y que, se refiere a un monte o pedregal elevado en donde nace un río.
El otro étimo que entraría a formar parte del hidrónimo, sería también de origen preindoeuropeo y que, aún existe en el Euskera, ARTZ, con el significado de OSO. Uniendo estos dos términos, quedaría GARARTZ que, posiblemente, para su mejor pronunciación derivaría a GARCIAZ.
Una vez puesto el nombre al río, darían nombre al pueblo y otras zonas del término.
J. Corominas, admite otra posibilidad para el antropónimo García; que la raíz preindoeuropea KAR pase al vasco como HARZE, que seguiría significando pedregal, y el otro étimo vasco ARTZ, de esta forma quedaría como HARZEARTZ.
Por todo lo anteriormente dicho sería ilógico querer hacer derivar Garciaz del heterónimo del antropónimo García.
¿No sería más lógico que primero fuera el hidrónimo y después el topónimo e, incluso el antropónimo? Sería demasiada coincidencia que existiera un García que diera nombre a varios pueblos de la Península; García en Salamanca, Garcíez en Jaén o Garcés en Lisboa.
Que es una raíz preindoeuropea se puede demostrar por la existencia dentro del término de otros orónimos con la raíz JAR. En primer lugar Vallenajarro, con un primer étimo inconfundible y otro con la raíz JAR a la que se le añade el afijo na para su mejor pronunciación, otra dehesa del término ALIJAR.
Por todo lo expuesto, ¿sería Garciaz-vs-Garartz?, ¿sería Harzeart-vs-Garciaz?. En los dos supuestos daría lugar a Río de Osos.
Que hubo osos en esta zona lo podemos verificar por el libro de Montería de Alfonso Onceno, en el que se refiere a Garciaz con los siguientes términos:
“Este libro mandamos facer nos el Rey de Castilla et de León…”
“Garcies, buen monte de Osso et de lobo…”
(Edición de Gonzalo de Argote de Molina, de 1582)
Posiblemente esas oleadas migratorias de las que he hablado al principio, llevarían esa raíz GAR, desde su lugar de nacimiento en la ribera mediterránea, hasta los sitios que fueron ocupando por la retirada del hielo.
Creo que nadie puede negar que nuestro humilde Garciaz, sea anterior al majestuoso río de Aquitania, el Garona.
Por último, y para terminar, ya en el siglo XIX, el explorador vasco Manuel Iradier, comprobó que en el Norte de África, había términos lingüísticos que tenían una misma raíz, igual sonoridad, e igual significado que algunas palabras vascas. Lo atribuyó a que hubiera existido, o existiera una comunidad que hablaba euskera pero ni la encontró ni nadie tenía conocimiento de que hubiera existido.