Nov 142024
 

 

 

Soledad Ucedo Villa

 

Extremadura en los años 1873 y 1874, sufrió con dureza la inestabilidad política, social y económica que se estaba viviendo en España, que ocasionó se proclamara la I República. Dicha inestabilidad se iniciaba por el año 1860, cuando tenía que reinar Isabel II, pero como era una niña, regentó su madre María Cristina, que representaba un régimen constitucional y su gobierno fue atacado por los carlistas y progresistas, ocasionando conflictos bélicos que le obligó a entregar el gobierno a los moderados, pero no solucionó, ni mejoró la situación por lo que se obligó a declarar mayoría de edad, a los 13 años, a Isabel, que dio el poder a los moderados sin éxito, así es que los progresistas buscaron rey para España. Prim impuso a Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia que supuso un descontento para el pueblo, hasta tal punto que Prim fue asesinado antes que llegara Amadeo a España. Éste aquí reinó desde el 1871 a 1873. El nuevo rey puso de su parte cuanto pudo por restablecer el orden, pero atacado por los republicanos, carlistas y alfonsinos, abdicó después de dos años intensos de esfuerzo por el bien de España, según algún historiador, más por agotamiento que por la propia fuerza política de los republicanos. Se disuelven las Cortes y se proclama la I República que duró apenas dos años. [1] En concreto, las Cortes proclaman la I República el 11 de febrero de 1873, cuya forma de gobierno fue una República Federal y finaliza en diciembre de 1874, se cumple este 2024, 150 años, acontecimiento histórico que acogen los Coloquios Históricos de Extremadura para dedicar su LIII edición.

Fig. Nº 1

República significa democracia, laicismo, descentralización, cultura cívica frente a la militar y aspiraciones sociales de las clases populares frente el dominio de las clases medias y altas.

El corto período de tiempo que duró fue como consecuencias de contar con cinco presidentes en tan poco tiempo.

 

CUADRO Nº1 PRESIDENTES I REPÚBLICA

          AÑO       PRESIDENTE DEL PODER EJECUTIVO

 

        1873

 

                Estanislao Figueras
        1873

 

                Francisco Pi y Margall
        1873

 

                Nicolás Salmerón
     1873/1874

 

                Emilio Castelar
         1874

 

                Francisco Serrano

 

Esta situación ocasionó la debilidad del régimen que no logró estabilizarse, ni siquiera constitucionalizó y además fue acentuada por el aislamiento internacional. Tan solo Estados Unidos, Costa Rica, Guatemala y Suiza reconocieron la República. Por lo que concierne a otras potencias, éstas lo miraron con recelo invencible.

El primer gobierno de Estanislao tuvo que afrontar un déficit presupuestario de 566 millones de pesetas; 153 millones en deudas de pago inmediato y 32 millones por cubrirlas. La situación económica ocasionó un aumento de paro entre jornaleros y obreros, desembocando, sin más remedio, en huelgas, marchas, concentraciones de protesta y ocupación de tierras abandonadas.

Ante esta situación, aumenta también el problema del campo extremeño y se producen manifestaciones generalizadas de ocupación de tierras. La I República tuvo como proyecto remediar la situación e inició una reforma agraria que calmara las agitaciones campesinas. Pretendieron modificar la legislación desamortizadora evitando la venta de bienes del Estado y facultando a los jornaleros el acceso a la propiedad por censo reservativo. Pero la brevedad del período republicano impidió que fructificase el intento, a pesar que la idea era buena para beneficio de los agricultores extremeños. [2]

El ministro de gobernación, Francisco Pi y Margall, intentó restablecer el orden y en una reunión manifestó que sería conveniente convocar elecciones, pero no era posible por el clima de violencia imperante lo que ocasionaría más desavenencias, incompatibles con la firma de este ministro, el día 14 de febrero, de la Circular del Ministerio de la Gobernación que decía de forma literal: “Orden, libertad y justicia, tal es el lema de la República”.

Nada más comenzar la I República, 18 de febrero de 1873, los republicanos abolieron Las Quintas, sistema de rendimiento forzoso de jóvenes para el ejército de España no remunerado, vigente desde mitad del siglo XVIII, que tantas veces habían intentado eliminar durante el sexenio democrático, que comenzó en 1868 hasta el 1874. Acontecimiento que en Extremadura, se pensaba, podría ser beneficio para los jóvenes, por ejemplo, en Navalmoral de la Mata con el alcalde Ángel Custodio Oliva López, los chicos, que hubieran cumplido 20 años en enero, podrían ser soldados voluntarios durante tres años retribuidos con 2 ptas diarias, así tuvieron la esperanza de mejorar su situación económica, pero no tuvo la aceptación que se pensaba, ni en España, ni en Extremadura, a pesar que la cantidad era superior al salario de un jornalero agrícola.  Era tal la expectativa que hasta se oían coplas:

                                         Si la República

                                         viene

                                         no habrá Quintas

                                         en España

                                         Por eso hasta

                                         la Virgen

                                         se hace republicana.

 

A nivel nacional ofertaron 48.000 plazas y sólo se cubrieron 10.000 con lo que fue un fracaso y en muchos municipios extremeños, como Navalmoral de la Mata, nunca llegaron a ponerse en marcha.[3]

Siguen las movilizaciones y el 24 de febrero se enfrentan en el Congreso de los diputados de Madrid los radicales y republicanos.

Fig. Nº 2

Ante tantas revueltas, el 23 de abril se intentó un golpe de Estado dirigido por los radicales, pero fracasó y se convirtió en un golpe de Estado republicano. Pi disuelve la Comisión Permanente cuestionada por los republicanos federales moderados encabezados por Emilio Castelar y Nicolás Salmerón  y convocan elecciones a Cortes Constituyentes, cuyos comicios tuvieron lugar los días 10,11,12 y 13 de mayo de 1873 rebajando la edad de votar de 25 a 21 años, con el fin de asegurar votos para los republicanos federales porque los jóvenes eran los que más simpatizaban este régimen, así los republicanos federales obtuvieron 343 escaños y 31 escaños, el resto de fuerzas políticas. Con el resultado continuaban los republicanos federales, pero siempre con dificultades.

Hay que decir, que además de los cinco presidentes en tan poco tiempo, tuvieron lugar tres conflictos simultáneos que también entorpecieron el avance de la República:

  • La guerra de los diez años cubana.
  • La tercera guerra carlista.
  • La sublevación cantonal.

 

El cantonalismo, sistema político que aspiraba a dividir el Estado en cantones. Se trataba de establecer una serie de ciudades independientes que se federarían libremente, al estilo de las polis griegas, ciudades-estados independientes surgidas desde el siglo VII a. C y denominadas sinecismo, que significa “juntar las casas” o “habitantes estar juntos”. Esta rebelión, a primero de julio de 1873, obliga a dimitir a Pi y Margall y el 18 de julio de dicho año, las Cortes eligen a Nicolás Salmerón como tercer presidente de la República Española, durando su mandato sólo dos meses, que gobierna como sucesor presidente del Poder ejecutivo, Emilio Castelar desde el 7 de septiembre hasta el 3 de enero de 1874, que finaliza la rebelión cantonal.

En concreto, la Rebelión cantonal o Revolución cantonal fue una insurrección que tuvo lugar durante la Primera República española entre julio de 1873 y enero de 1874, seis meses. Sus dirigentes fueron en muchos casos los republicanos federales «intransigentes», que querían instaurar inmediatamente la República Federal sin esperar a que las Cortes Constituyentes elaboraran y aprobaran la nueva Constitución Federal; esta posición defendían los sectores «centrista» y «moderado» del Partido Republicano Federal (también conocidos en su conjunto como «benevolentes» por oposición a los «intransigentes»), pero los «intransigentes» dudaban de su compromiso con La Federal.  En realidad, fue un fenómeno de la pequeña burguesía, que además tuvo una gran influencia sobre el naciente movimiento obrero y constituyó un precedente para el anarquismo en España, ya que su objetivo, como hemos dicho, era establecer una serie de ciudades o confederaciones de ciudades (cantones) independientes que se federarían libremente, por lo tanto esta rebelión cantonal fue considerada como un movimiento separatista. Los primeros cantones se formaron en Cartagena, el 12 de julio tras la retirada de los federales intransigentes de las Cortes el 1 de julio y se extendió enseguida por otras regiones como Valencia, Murcia y Andalucía.

Por entonces, tanto Salmerón como Emilio Castelar no eran partidarios de la formación de cantones y se dedicaron durante todo el tiempo de su mandato a detenerlo sin éxito, ya que se extendió muy rápido por muchas regiones españolas. [4]

Extremadura al igual que en el resto de España vio una solución a las dificultades esta insurrección y el 23 de julio de dicho año en Hervás, Plasencia y Coria se intentó la formación de cantones, justificando su creación, al igual que en otros municipio, como Andalucía, diciendo que no se trataba de hacer la revolución social, ni atentar contra los intereses económicos, ni inculcar los sentimientos morales o religiosos,… sino tratar de fundar el derecho a la libertad y, ante todo, afirmar el orden y el respeto. Citamos algunos objetivos comunes a toda sublevación:

*  Sustituir todo tipo de autoridades gubernativas o jurisdiccionales.

* Abolir impuestos especialmente impopulares.

* Secularizar las propiedades de la Iglesia y hacer reformas sociales favorables a la gran masa de desposeídos que no tenían otro bien que su fuerza de trabajo.

* Indultar por delitos políticos.

* Hacer desaparecer el ejército regular y sustituirlo por tropas milicianas.

* Crear juntas y comités de salud pública locales, como órganos de gobierno de naturaleza popular.[5]

 

La formación de estos cantones extremeños, se publicó en el periódico “El Cantón Extremeño”, en cuyas páginas se animaba a la creación del cantón ligado a Lusitania y se instaba a los lectores a tomar las armas, de ser necesario, para defender los ideales, ya que, los republicanos extremeños no escribieron su historia, para rastrearla es preciso acercarse a la prensa periódica que gran parte no se conserva y lo poco que encontramos son referencias aisladas. Los dos periódicos republicanos fueron: “El Faro del Pueblo” y “El Cantón Extremeño”, que pasamos a analizar.

Fig. Nº 3

EL FARO DEL PUEBLO, periódico que se publicó en la primera etapa de su existencia, entre los años 1870 y 1874. Fundado por Juan Guillén Barroeta, regente de imprenta y presidente del comité republicano cacereño, que en un principio se le conoció con el título de El Faro de Cáceres. Con el cambio de nombre hubo un parón en su publicación, pero se reanuda en abril de 1871 con el nuevo nombre “El Faro del Pueblo”. Salía miércoles y sábados de cada semana, y finalmente, solo los sábados. Aunque el periódico estaba dedicado a la propaganda y defensa de los principios republicanos, no desatendió los temas provinciales, ni los literarios, de aquí su campaña en contra de la supresión de la Audiencia de Cáceres, asunto de gran trascendencia para la ciudad. [6].

Fig. Nº 4

 

DESCRIPCIÓN HEMEROGRÁFICA

Subtítulo: DIARIO POLÍTICO DE CÁCERES /PERIÓDICO REPUBLICANO FEDERAL DE CÁCERES

Periodicidad: diario / 2 veces a la semana / semanal

Fecha de inicio: 07/1870

Fecha de cese: 10/1874

Localidad de edición: Cáceres

Formato: 430×320 mms. 4 p. 3 c.

Difusión: provincial

Suscripción: Suscripción mensual: 4 reales

RESPONSABLES Y COLABORADORES

 

Colaboradores

 Barrantes y Moreno, Vicente
 Concha y Cano, Antonio María
 Díaz y Pérez, Nicolás
García García, Luisa Beatriz
González Hernández, Juan
González Villa-Amil, Antonio
 Paredes Guillén, Vicente
Rubio Gil de Roda, Manuel
Verdugo y Barbadillo, José

 

Redactor
Becerra y Ladrón de Guevara, Juan

 

Editor
 Guillén Barroeta, Juan

 

Director
 Guillén Barroeta, Juan

 

Administrador
Jiménez Rodríguez, Nicolás María

 

FONDOS

Achivo y Biblioteca del Monasterio de Guadalupe

Biblioteca Pública de Cáceres, Antonio Rodríguez-Moñino y María Brey
 Enlace a la publicación

Biblioteca de Extremadura

 

IMPRENTA

 IMPRENTA DE D. NICOLÁS M. JIMÉNEZ

Fig. Nº 5

EL CANTÓN EXTREMEÑO, periódico fundado por Juan González Hernández (1826-1871) periodista y político español. Nacido en Plasencia en 1826, fundó los periódicos extremeños “El Valle”,1855, “La Gaceta Agrícola”, 1867 y además colaboró en “El Regenerador Extremeño” y “El Faro del Pueblo”. En Madrid fue redactor o colaborador de “El Municipio Soberano”, “La Democracia” y “La Voz del Pueblo”. Diputado a Cortes durante una temporada.

Desde el 1869 “El Cantón Extremeño” fue director y propietario Evaristo Pinto Sánchez.

En 1873 se declaró periódico republicano federal. Sufrió dificultades, interrupciones y cambios de título a causa de la censura; el tesón de Pinto Sánchez y el apoyo de sus suscriptores, fueron las únicas ayudas económicas con que se contaba, lo que permitió su permanencia. En un principio publicó dos números semanales; en 1870 era semanal. Ocupaban sus páginas la información doctrinal, cuestiones de la actualidad política, comentarios sobre la actividad política de los comités republicanos de Cáceres, temas de ámbito nacional, provincial y local, algunos poemas, sueltos y publicidad. Contó con colaboradores reconocidos por sus «ideas avanzadas» y reconocimiento profesional y cultural.

DESCRIPCIÓN HEMEROGRÁFICA
Subtítulo: PERIÓDICO REPUBLICANO FEDERAL Y DE INTERESES MATERIALES DE PLASENCIA
Periodicidad: diaria

Fecha de inicio: 07/1869

Fecha de cese: 1879

Localidad de edición: Plasencia

Formato: 430×310 mms. 4 págs. 3 cols.

Difusión: comarcal

Precio: 0.25 ptas.

Suscripción: Suscripción mensual: 0.50 ptas.

RESPONSABLES Y COLABORADORES

Colaboradores
Becerra y Ladrón de Guevara, Juan
 Díaz y Pérez, Nicolás
 García García, Luisa Beatriz
 García Monje y Jiménez, Godofredo
 García Mora, José
 Ginar de la Rosa, Rafael
 Hernández Arias, Antonio
 Matías Gil y Domínguez, Alejandro
Paredes Guillén, Vicente
 San José Herreros, Mariano

 

Redactores
 González Hernández, Juan
 Gutiérrez Muñiz, Ramón
Sánchez Jiménez, Tomás

 

Editor
 Pinto Sánchez, Evaristo

 

Director
Pinto Sánchez, Evaristo    [7]

 

CUADRO Nº2. CIUDAD CANTÓN EN MUNICIPIOS CACEREÑOS

 

MUNICIPIOS     TIEMPO PERSONAS ACONTECIMIENTO
 

PLASENCIA

 

 

23 julio 1873 hasta 3 de enero 1874

(Seis meses)

Evaristo Pinto Sánchez.

Urbano González Serrano.

Periódico;” El Cantón Extremeño”. Alcalde.

Alumno de Salmerón

 

HERVÁS

 

 

 

 

23 julio 1873 hasta 3 de enero 1874

(Seis meses)

 

Tomás González Sánchez

 

Traslado de los juzgados de Granadilla a Hervás

 

 

CORIA

 

 

 

23 julio 1873 hasta 3 de enero 1874

(Seis meses)

 

Laureano García Camisón Domínguez

Diputado en el Congreso en diez ocasiones, elegido siempre por los distritos de Hoyos y Coria.

Durante la Primera República Española, se constituyó  la ciudad placentina Cantón en el transcurso de la revolución cantonal, favoreció su formación la influencia de Urbano González Serrano, nacido en Navalmoral de la Mata (1848-1904) fue catedrático en el Instituto San Isidro de Madrid en 1873. Se integró en ambientes republicanos, discípulo de Nicolás Salmerón, que le llegó a sustituir en la cátedra de Metafísica en la Universidad Central de Madrid, y con ideas cantonalistas escribió algunos artículos y participó en la redacción del periódico “El Cantón Extremeño” que dirigía Evaristo Pinto Sánchez.

Fig. Nº 6

Con la formación del cantón en Plasencia hay que hablar de Evaristo Pinto Sánchez, muy ligado al periódico “El Cantón de Extremadura”, como venimos diciendo, periódico de intereses materiales y literarios, que se distinguió por su carácter librepensador, lo que le acarreó las censuras y críticas de Pedro Casas y Souto (1826-1906) natural de Orense y obispo de la diócesis placentina desde la época de la I República. Obispo que fallece en Plasencia y está enterrado en la catedral en la sepultura situada frente al altar de la Asunción en cuya lápida figura el epitafio: “Martillo del liberalismo”, ya que es como se le conocía en la ciudad, tanto, que el día de su fallecimiento se publicó en el diario “El Liberal” de forma literal el texto: “…su celebridad no provenía del saber, sino de la intransigencia con los liberales…”

Evaristo Pinto Sánchez nació en Cabezuela del Valle en 1843 y fallece en Plasencia en 1917. Tipógrafo, impresor, periodista y publicista español.

Se educó en la ciudad de Plasencia y estudió humanidades en Salamanca. Más adelante se dedicó en Madrid al arte tipográfico, hacia el que mostraba gran predilección, y logró establecerse con una imprenta en Plasencia en 1862. Su afición a los estudios políticos y sociales, la amistad que le unió con el diputado Juan González Hernández y la educación y prácticas liberales de su padre, médico en Plasencia, le inclinaron hacia posiciones demócratas. En 1863 se dio a conocer como secretario del comité democrático de Plasencia por los trabajos que prestara a la organización de su partido en los pueblos de la derecha del Tajo.

En 1865 era editor de “La Gaceta Agrícola” que, con El Boletín de Noticias de la misma, dirigía Juan González Hernández, placentino y diputado en el Congreso de los Diputados, escaño que obtuvo por el distrito de Plasencia y que perdió tras su fallecimiento. Dicha publicación terminó por la prisión de éste y la de Pinto Sánchez, en agosto de 1867, cuando fue transportado junto con su padre y otros liberales de Plasencia a Cádiz, con destino a las islas Marianas, aunque esto no llegó a efectuarse. Estuvieron presos por algunos meses en el castillo de San Sebastián. ​ En abril de 1869 fundó con el mismo González Hernández el periódico republicano federal “ El Demócrata”, que al siguiente mes cambiaron este título por el de “El Cantón Extremeño”, el cual administró y en cuya redacción también tomó gran parte, quedando al frente del mismo el 2 de octubre de 1870, en cuyo número publicó un artículo que fue denunciado, y condenado por el juez a 10 años de destierro, así como 10 000 reales de multa, pero continuó el sostenimiento y la dirección del periódico, que dejó en 1873.

Alcalde presidente del Ayuntamiento de Plasencia desde el 11 de febrero de 1873 hasta el 3 enero de 1874, que finaliza la sublevación cantonal. Se pretendía reivindicar la capitalidad sobre la provincia de Cáceres, rechazada anteriormente y que no se consiguió tampoco en este periodo reivindicativo.

Al finalizar la república fue nombrado concejal y escribió un Folleto – Memoria, que finalizó en 1880, sobre estudios sociales haciendo un análisis de la clase obrera placentina. La obra se la dedicó a Nicolás Salmerón y el prólogo lo realizó Urbano González Serrano.[8].

 

            Fig. Nº 7

 

Que Hervás se acogiera a la Revolución Cantonal, no es de extrañar, ya que, en años anteriores, había tenido experiencias separatistas. Por el año 1816 forma parte del ducado de Béjar, por tanto, pertenece a la provincia de Salamanca. En este momento al municipio de Hervás le interesa desde el punto de vista económico depender de Béjar por la fábrica de paños que prosperó muy rápido. Eugenio Larruga dice un siglo antes: “… Hervás ya tenía quince telares en los que se tejían paños y bayetas de buena calidad y para cuyo sostenimiento se emplearon novecientas noventa y ocho arrobas de lana…”

Es evidente que los telares de Hervás rendían muy bien con lo que consideraron que podían independizarse de Béjar y trabajar libremente, para ello, dada la proximidad a Plasencia, les interesaba formar parte de la provincia de Cáceres, se solicitó y fue concedida poco tiempo después, en 1833, junto con Baños de Montemayor y La Garganta, que ambos municipios pertenecían también a la provincia de Salamanca. Estas concesiones constaron noventa y nueve mil reales, dinero que se pagó en dos plazos. En primer lugar, se abonaron cuarenta mil y el segundo fueron cincuenta y nueve mil. A cada vecino le costó 7500 maravedíes.

En 1868 se produce la revolución que se conoce por la del 68, la cual afectó a la villa de Hervás. Hervás tenía solicitado el traslado de cabeza de partido de Granadilla a ésta desde hacía unos veinte años. Los informes para el traslado eran favorables, pero sin llevarlos a ejecución. Con motivo de esta revolución, el pueblo de Hervás invitó a los pueblos de Granadilla a que entregasen el juzgado, y sin gran oposición y con el apoyo de Tomás González Sánchez, natural de Hervás (1825-1879) y desde su cargo en 1873 de Relator-Secretario y Magistrado de Audiencia en Madrid, logró el traslado, el 26 de junio de 1873, del juzgado de primera instrucción de Granadilla a Hervás, lo que supuso ser partido judicial trasladando el juzgado y el registro de la propiedad a este municipio, en el momento del inicio de la sublevación cantonal.

Fig. Nº 8

Tomás González Sánchez, prestó servicios particulares durante toda su vida en beneficio de los vecinos de su pueblo natal, sus paisanos, agradecidos, le homenajean poniendo su nombre a una calle de Hervás y su busto en el Ayuntamiento.

Fig. Nº 9

A finales de este siglo, Hervás sigue progresando y señalamos aquí la llegada del ferrocarril. En aquel momento, este medio de transporte, era sinónimo de progreso porque extendía puentes en los parajes más inaccesibles, perforaba túneles en las grandes montañas y llevaba sus vías desde la ciudad a los más alejados lugares. En el diseño del trazado Hervás hace valer su preponderancia industrial y oferta a la compañía el regalo de los terrenos por el que discurriría la vía para que el ferrocarril pasase por esta villa, aunque tenga que desviarse de su ruta natural haciendo una gran curva. La compañía lo aceptó y se hizo el trazado y la estación en Hervás configurando de manera importante su estructura productiva y urbana.

Otro avance en el año 1895 llegaría la Luz eléctrica a Hervás, mucho antes que en varias capitales de provincia, dos publicaciones El Ecol y El Ariete, una imprenta, luego otro periódico El Ambrot .Como muestra evidente de la bonanza y el desarrollo que adquirió esta villa en el siglo XIX vemos el surgimiento de una pequeña burguesía local, generalmente enfrentada a una masa proletaria industrial que, a través de sus reivindicaciones, estos movimientos obreros llegaron a convertirse en los precursores a nivel nacional de la defensa de los derechos sociales.[9]

 

Coria durante el sexenio democrático o revolucionario, 1868- 1874, fue consciente de la inestabilidad que se estaba viviendo en España por las causas que venimos diciendo en la comunicación, y estuvo muy pendiente de la evolución que iba tomando la situación por lo que se preocupó de la incautación o toma de posesión del Archivo de la catedral. El gobierno tomó medidas con el fin de proteger de la destrucción y venta del patrimonio nacional, en especial en los documentos guardados en los archivos de la iglesia y colegios, acogiéndose a un Decreto firmado en Madrid, por el ministro de Fomento. Con lo que convocó el alcalde de Coria una reunión inmediata con el presidente del cabildo catedralicio, cuya convocatoria se adjunta.

 

Reunidos el Deán de la catedral con la corporación municipal y pese al tirantez que existía entre el ayuntamiento y el cabildo catedralicio, por discrepar en ideas, se llega a un acuerdo de custodiar los documentos para su conservación, lográndolo en buen estado, durante todo este tiempo conflictivo.

Las dos instituciones durante este periodo unen fuerzas para aliviar la problemática, podemos citar la coordinación entre ambas cuando el asesinato del general Prim antes de que Amadeo de Saboya se hiciera cargo de la corona de España. Se reunieron de forma inmediata para protegerse [10].

Fig. Nº 10

 

Otra preocupación del municipio de Coria a lo largo de la historia es la conservación de la muralla romana, que con el mismo esfuerzo se mantuvo en buenas condiciones como patrimonio cultural.

Se declara cantón en Coria, como ciudad independiente que se federaría libremente, durante el tiempo que duro la insurrección cantonal.

Podemos citar en esta etapa en Coria a Laureano García Camisón Domínguez (1836 – 1910) médico y político español. Natural de Villanueva de la Sierra, estudió en Cáceres y Salamanca filosofía y medicina. Estuvo destinado como sanitario militar en Alicante y presenció los sucesos cantonales de Cartagena. Fue diputado a Cortes siempre por los distritos de la provincia de Cáceres. Político, formó parte del congreso en diez ocasiones, siendo elegido en todas ellas por el distrito de Hoyos y Coria.

Vinculado a Coria compró el palacio de los Duques de Alba de estilo gótico y renacentista. El palacio consta de una casa señorial con dos patios góticos y un jardín mirador renacentista. Como anécdota, decimos que Laureano no tuvo hijos y heredó dicho palacio su sobrino Rafael Sánchez Mazas, padre de Rafael Sánchez Ferlosio, escritor y premio Cervantes en el año 2004. Le unió gran amistad con Alfonso XII, al que, a pesar de su gran esfuerzo, no pudo curar su enfermedad de tuberculosis por la vida desordenada que éste llevaba y fallece joven, con tan solo 27 años.

La rebelión cantonal fue un fracaso y finalizó el 12 de enero de 1874 en Cartagena, donde inició, aunque en otros municipios se dio por terminada el día tres de enero. fue considerada como un movimiento «separatista» por el Gobierno de Emilio Castelar, una percepción compartida por las clases medias y altas, que resultó imposible recomponer el partido, el tiempo que duró abrió un enfrentamiento devastador y la decepción se apoderó de muchos republicanos, hasta tal punto que algunos sectores abandonaron el federalismo. La historiografía actual destaca que la rebelión únicamente buscaba reformar la estructura del Estado, sin querer en ningún momento romper la unidad de España por lo que tanto habían luchado los Reyes Católicos en el siglo XV. [11]

 

El tres de enero de 1874 se puso fin a la República Federal con el golpe de Estado del general Pavía e iniciándose la República Unitaria bajo la dictadura del general Serrano, líder del conservador Partido Constitucional, gobernando hasta el 29 de diciembre de 1874 cuando Martínez Campo disuelve las Cortes e inicia en Sagunto la restauración de la monarquía,  proclamando rey a Alfonso XII, hijo de Isabel II, la nación, deseosa de paz y cansada de tantos fracasos políticos, reconoció y aceptó al nuevo rey, que desembarcó en Barcelona el 14 de enero de 1875. [12]

 

FUENTES Y WEBGRAFÍA

 

[1] Víctor Chamorro. Érase una vez Extremadura…Sanmar Artes Gráficas, S.L. p. 357

[2] Aproximación a la historia de la agricultura en Extremadura Siglos XXVIII Y XIX. José Antonio Hernández y Francisco Pulido García. p. 238, 239 y 240

[3] Los Antecedentes Moralos Republicanos en el S. XIX. Domingo Quijada González. Apartados 3.4/ 4/ 4.1 y 5. Edita Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura 1994.

[4] Espasa Calpe, S.A. Madrid 1923. Enciclopedia Universal ilustrada. Tomo L y XI. p. 1056, 1057 y 1058. 278,279.

[5] https://revolucioncantonaldotnet.wordpress.com

[6] Crónica de Badajoz, 18 de abril de 1871, p.2

[7] Publicaciones periódicas extremeñas. sepuex.unex.es – el cantón- extremeño- 397

[8] m.wikipedia.org. Biografía Evaristo Pinto.

[9] trasuntosdehervas.blogspot.com

[10] Alejandro Valiente Lourtau, Breve historia de Coria. Primera edición Exmo. Ayuntamiento de Coria. p 115,118 y 119.

[11] Espasa Calpe, S.A. Enciclopedia Universal Ilustrada. Tomo XI  p.280

[12] Juan Blasco Cea. Historia 4º. Editorial Bruño p. 160

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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