Skip to content
CHDE Trujillo
CHDE Trujillo

Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura

  • INICIO
  • Convocatorias
  • Archivo
  • Nosotros
  • Contacto
  • ¡Hazte Socio!
CHDE Trujillo

Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura

Nuevas pruebas sobre el origen barcarroteño de Hernando de Soto

Posted on 1 octubre, 200822 agosto, 2013

Esteban Mira Caballos.

  1. 1.  INTRODUCCIÓN

Hernando de Soto pasa por ser uno de los conquistadores de origen realmente noble de los que participaron en la conquista de América. Sus antepasados, al menos los de su línea materna, eran hidalgos reconocidos desde tiempo inmemorial y además gozaban de una buena situación económica.

A muy temprana edad decidió buscar fortuna en las Indias, pues el mayorazgo familiar estaba destinado a su hermano mayor. Siendo todavía un adolescente de unos 14 años no dudó en embarcarse en la gran armada de Pedrarias Dávila que zarpó del puerto de Sanlúcar de Barrameda el 11 de abril de 15141. En dicha expedición viajaron un buen grupo de futuros conquistadores, como Diego de Almagro, Pascual de Andagoya, Sebastián de Belalcázar o Hernando de Luque, dirigiéndose nada más y nada menos que a Castilla del Oro. Un nombre muy elocuente que muestra claramente la imaginación áurea de estos hombres que decidieron dejar su terruño en busca de un futuro más prometedor.

Desde su llegada a Tierra Firme el extremeño se destacó por su arrojo y valentía, así como por su destreza con el caballo. Por ello, el viejo gobernador, Pedrarias Dávila, no tardó en nombrarlo como uno de sus capitanes de la caballería. Sometida la región de Panamá fue, por encargo del propio gobernador,

 

… debido a lo extenso de este artículo, se ha procedido a convertirlo en archivo para descargarIcono pdf

Navegación de entradas

Previous post
Next post

Related Posts

D. Manuel González Garrido, un boticario extremeño al servicio de Fernado VI y Carlos III.

Posted on 1 octubre, 200822 agosto, 2013

José Luis Barrio Moya. Durante la baja Edad Media la ciencia farmaceútica en España funcionaba de manera diferente en los distintos reinos peninsulares. Así en la corona de Aragón la farmaciaquedaba al margen de las otras ramas de la sanidad. Por el contrario en el reino de Castilla, y al parecer desde el siglo XIV, la farmacia estaba supeditada a la medicina a través deunos representantes conocidos con el nombre de protomédicos. Con la unión dinástica de Castilla y Aragón porel matrimonio de los Reyes Católicos, aquellos monarcas trataron deunificar las diferentes lesgislaciones médicas de sus reinos, creando para ello el Tribunal del Protomedicaro1. En 1477 los Reyes Católicos dictaron unas ordenanzas en las queestipulaban “… que por los protomédicos y alcaldes examinadores que de nos tubieren poder, lo sean de todos nuestros reynos y señorios  que agora son o fueren de aquí en adelante para examinar los físicos y cirujanos y ensal- madores y boticarios y especieros, hervolarios y otras personas que en todo o en parte usaren deestos oficios, y en oficios a ellos, y a cada uno de ellos anexo….. para que si los hallaren idóneos y pertenecientes les den carta de examen y aprobación, y liciencia para que usen los dichos oficios libres y des- embargadamente”2. Según se desprende de aquellas ordenanzas tanto los pro- tomédicos como losalcaldes ordinarios, que asimismo eran médicos, podían examinar a los boticarios. Pero esto planteó desde el principio un agudo pro-   1   El Tribunal del Protomedicaro estaba formado por toda una serie de profesionales que tenían como misión examinar a todos aquellos que deseaban dedicarse a cualquier rama del arte de curar asi comoconceder las licencias oportunas para ejercerlas. La bibliografía sobre aquella institución es abundante, destacándo los trabajos de Pascual Iborra.- “Memoria sobre la institución del Real Protomedicato premiadaen el concurso de 1884” en Anales de la Real Acedemia de Medicina, Madrid 1985-1986.- María Soledad Campos Díaz.- El Real Tribunal del Protomedicato castellano (siglos XIV-XIX), Cuenca, Universidadde Castilla-La Mancha, 1999. 2  Cit. por Guillermo Folch Jou: Historia de la Farmacia, 3ª edic., Madrid 1972, pág. 161.       blema puesto que los médicos conocían la teoría farmaceútica, pero la práctica quedaba en manos de los boticarios, y ello creaba dos opciones contradicto- rias.En 1588 FelipeII decidió poner fin a aquel estado de cosas, promulgando una prágmatica en la que establecía que los aspirantes a boticarios fueran exa- minados por profesionales de aquellaespecialidad asi como que tenían que ser menores de 25 años, contar con cuatro años de práctica junto a un boticario examinado y aprobado y conocer obligatoriamente lalengua latina. Esta última exigencia no se debía, como en el caso de los cirujanos, “… a una pretensión de elevar el nivel de formación , sino más bien a la necesidad de entenderperfec- tamente las recetas de los doctores en medicina redactadas en aquel idioma”3. También quedaba estipulado las revisiones periódicas de las boticas a traves de lasvisitas que, en la Corte y cinco leguas alrededor de la misma estaban a cargo de los miembros del Tribunal del Protomedicato, mientras que en los demas territorios de lamonarquía era tarea de los corregidores y regidores a quienes tenían que acompañar un físico aprobado. Uno de los inspiradores de aquella prágmatica fue el burgalés Francisco Valles, famoso médico de Felipe II y protomédico de Castilla. Fue Valles “… quien organizó lavisita de las boticas situadas en su radio de acción como protomédico, visita que sería problemática desde sus inicios y cuyos resultados finales nadie habría sido capazde vislumbrar” 4. Ello fue debido a lo que en un principio iba a ser una tarea rutinaria acabó con un violento enfrentamiento entre el protomédico y los boticarios, contrariosestos últimos a las diferentes medidas que Valles quería imponerles a la hora de elaborar sus compuestos, sobre todo en lo referente a la forma de destilar las aguasmedicinales que se vendían en los boticas. Los boticarios, una vez finalizados sus estudios y aprobado el correspon- diente examen podían iniciar su carrera perofesional, tanto en las ciudades co- mo en hospitalesy monasterios de todo el reino, aunque para la inmensa mayo- ría de ellos sus máxima aspración era la de entrar al servicio del rey. Con res- pecto a esto último hay que subrayarque Felipe II acordó que en el Alcázar de Madrid funcionasen dos boticas. Una dedicada exclusivamente a los miembros de la familia real y otra para los criados y servidores depalacio.El personal de ambas instituciones estaba formado por un boticario mayor a cuyas órdenes trabajaban tres ayudantes, otros tantos mozos y dos encargados de lalimpieza, un destilador y varios profesionales encargados de recoger hierbas medicinales.    …

Read More

La Guerra de la Independencia y los Institutos Religiosos de la Vvilla de Cáceres. Parte I (1808-1809)

Posted on 1 octubre, 200822 agosto, 2013

Serafín Martín Nieto. LA IGLESIA CACEREÑA EN LOS PRELUDIOS DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA A finales del siglo XVIII, las arcas del Estado estaban completamente ex- haustas Las guerras que se sucedieron a lo largo del siglo, salpicaron también a nuestra región, por su proximidad a Portugal, sempiterno aliado…

Read More

Manuel Amado, traductor del general Wellington

Posted on 1 octubre, 200822 agosto, 2013

Francisco Rivero Domínguez. 1.  INTRODUCCIÓN “Un día, en plena Guerra de la Independencia, un joven broceño, Manuel Amado Corchado, se encuentra, allá por 1811, a la salida de misa mayor de la iglesia de SantaMaría de Brozas al general jefe de la caballería inglesa, Sir Guillermo Erskine. Éste le pregunta al muchacho si es británico, pues por su aspecto lo parece. El joven lecontesta perfectamente en su idioma y se sor- prende que se hable el inglés en un pueblecito de Extremadura. Don Guillermo no sabía que el mozo había estudiado en Plasencia,además, portugués, fran- cés, italiano y alemán. Al saberlo el jefe de las tropas británicas en la Península Ibérica, Lord Wellington, le nombró su intérprete personal con el grado de capitán. Con el tiempo, este joven seordenó diácono en Portalegre (Portugal) y tomó el hábito de la orden dominica, siendo un gran predicador y un prestigioso escritor reli- gioso. Su breve biografía fue escrita en1901 por el deán de la catedral de Pla- sencia, Eugenio Escobar Prieto, y publicada en el libro “Hijos Ilustres de la Villa de Brozas”, sin que hasta la fecha se haya estudiado sufigura. En esta ponencia conoceremos sus obras, editadas en Madrid y conserva- das en las bibliotecas más prestigiosas del país. El padre Manuel Amado, una verdadera figura dela Iglesia Católica del siglo XIX, fue nombrado teólogo consultor del Sacro Colegio, por el papa Gregorio XVI, murió como ecónomo de la parroquia de Santa María en lacercana Garrovillas de Alconétar el 24 de septiembre de 1846”.     Esta historia comienza en una salida de la misa mayor del templo parroquia de Santa María de Las Brozas, uno de losa grandes templos de la diócesis de Coria Cáceres,construido en los siglos XVI y XVII bajo el mandato del arqui- tecto  Pedro de Ibarra, maestro de obras de la Orden Militar de Alcántara. Pues       bien, un día de 1811,a la salida de la iglesia, un inglés, el general Guillermo Erskine, (1770 – 1813) segundo Barón de Erskine of Torrie se acerca a un joven broceño unos 15años y le pregunta si es inglés, debido a la fisonomía de su cara. Éste le contesta correctamente en la lengua del extranjero pues se asombra de que en un pueblo de la lejanaExtremadura alguien hable con flui- dez la lengua de Shakespeare. El joven es Manuel Amado Corchado, un brocense, que se dedicó durante años a estudiar en Plasencia, gracias a la ayuda de una monja tía suya. Había nacido en 1796 enLas Brozas, pero a los ocho años, su tía quiso darle estudios y lo metió en el colegio dominico de San Vicente Ferrer en Plasencia, fundado por doña Leonor de Pimentel, comopromesa porque San Vicente había curado a su hijo Juan de Zúñiga, que con el tiempo sería el último maestre de la Orden Militar de Alcántara y cardenal de Sevilla. Estudió en estecolegio que era una verdadera universidad. Eugenio Escobar Prieto dice de él: “Los frailes de San Vicente de Plasencia, sin presumir de sabios, daban una enseñanza másamplia y sólida que muchas de nuestras universidades. Prueba de ello nos lo ofrece el padre Amado, quien estudió aquí de 1804 a 1809, quien aparte de los estudios clásicosse perfeccionó en el griego y aprendió portugués, inglés, francés, ale- mán e italiano”. Con el tiempo el joven aprendería además latín, caldeo y hebreo. El hecho de conocer bien los idiomas hizo que Erskine se lo recomendara a su jefe el Duque deWellington. Según los historiadores ingleses. Erskine se suicidó en Lisboa en 1813, arrojándose por una ventana por sus fracasos en diversas bata- llas durante la Guerra de laIndependencia, pero el que les habla ha localizado su lápida se encuentra en el castillo de Brozas, por lo que es probable que sus restos se encuentren enterrados en esta localidad cacereña.    …

Read More

Artículos publicados por años

1971 - 1972 - 1973 - 1974 - 1975 - 1976 - 1977 - 1978 - 1979 - 1980 - 1981 - 1982 - 1983 - 1984 - 1985 - 1986 - 1987 - 1988 - 1989 - 1990 - 1991 - 1992 - 1993 - 1994 - 1995 - 1996 - 1997 - 1998 - 1999 - 2000 - 2001 - 2002 - 2003 - 2004 - 2005 - 2006 - 2007 - 2008 - 2009 - 2010 - 2011 - 2012 - 2013 - 2014 - 2015 - 2016 - 2017 - 2018 - 2019 - 2020 - 2021 - 2022 - 2023 - 2024

Libros de los Coloquios

         

         

         
Copyright (c) 2025 - Coloquios Históricos de Extremadura