Marcela Martín Jiménez.
Que manera mas brutal
Para conocer tu fallecimiento
No lo podía creer, no era verdad,
Aunque era evidente…., era cierto.
XXX Coloquios Históricos de Extremadura en homenaje póstumo
No me cabía duda, allí estaba tu retrato,
Y esas letras que casi no me atrevía a leer
Me lo dijeron bien claro …..
Has muerto pero no para quienes nos negamos a aceptarlo,
Te consideramos vivo y así nos recreamos
Hablando contigo, entrañable amigo.
No dejes de ayudarnos,
No te separes ni un instante
De estos XXX Coloquios ni de los de aquí en adelante.
JUAN ANTONIO DE LA CRUZ MORENO
DIRECTOR DEL C.I.T. Y DE LOS XIX COLOQUIOS HISTÓRICOS DE EXTREMADURA
Así estaba tu nombre escrito cuando recibí por primera vez la invitación para participar en los Coloquios. Me animó a ello José Antonio Ramos con el que había empezado una amistad al solicitarle datos del Colegio donde dio clases mi padre, Tomás Martín Gil en Trujillo. Se casó y vivieron ahí en esa entrañable ciudad. Hasta me enviaron José Antonio y Mª Teresa una fotografía en la que estaban alumnos y profesores y, allí estaba él. Esos datos que yo le pedía era porque estaba escribiendo sobre él. Quería traerlo al recuerdo de todos, porque él se lo merecía, por su incansable estudio de todo lo de Extremadura. Yo he visto pasados los años que muy pocas personas se hacían eco de sus dotes especiales en las distintas ramas del saber. Nosotros sus hijos, teníamos el pudor de no ir diciendo: mi padre era…. no queríamos que pudieran pensar que queríamos sacar ventaja de ello.
En 1968 se publicó Motivos Extremeños, libro en el que se encuentran recogidos artículos de periódicos o revistas donde había escrito él. Se consiguió algo interesante y útil para los extremeños.
Yo os agradecí Juan Antonio, vuestra acogida al presentar uno de estos “motivos extremeños” en los citados XIX Coloquios Históricos de Extremadura. Su título era llamativo “El Oro”. Es un escrito sencillo ameno y esclarecedor de lo que siempre anda en boca de muchos españoles. Es lo suficientemente profundo para aprender cosas como que en Extremadura desde la prehistoria había minas de Oro y magníficos orfebres que lo trabajaban. No estábamos por lo tanto necesitados de él. Queda bien claro que los extremeños no se trajeron el oro como otros nos achacan. Si fuéramos muy dados al oro el Tesoro de Aliseda no estará en Madrid en la Sala Áurea, sino en Aliseda, Extremadura.
Juan Antonio, no sabes bien lo que me costó ir y verme rodeada de tantas personas preparadas, donde yo me encontraba como esa pequeña gota de agua que casi no se ve, pero de repente y antes de empezar mirándote vi que me decías con la mirada, venga, adelante, y, como te digo, eso me hizo reaccionar pensando que a veces, solo una sola gota, llena algún recipiente y que debía hacerlo por vosotros, por vuestra gentileza. Leí emocionada el trabajo y al darme cuenta del silencio que me rodeaba comprendí que estaba resultando interesante. Si que fui consciente en todo momento que yo le prestaba la voz a mi padre para trasmitirlo a todos.
Se han ido sucediendo año tras año otros Coloquios y gracias a Dios y a vosotros no he faltado a ellos. Luego mas adelante preparaba trabajos propios y siempre he procurado documentarme bien.
En mas de una ocasión hablé del Caribe, de Trujillo, de Honduras C.A. Y trataba de revivir mi estancia por aquellas tierras por las que sin duda pasearon nuestros paisanos, incluido el fundador del Trujillo hondureño, que fue un trujillano español.
Recuerdo Juan Antonio que te pregunté si podía hablar de D. Francisco Pizarro y me dijiste que si; yo creía fácil la tarea, pero al empezar a hacerlo me di cuenta que era importante contar algo nuevo ya que todo o casi todo estaba dicho y por ello me leí unos cuántos libros, consulté otros y llegué a la conclusión que lo que yo debía hacer era saber lo que cada autor nos quería decir y sobre todo tratar de conocerlo por dentro. Me sorprendió que siendo un personaje de esa talla solo hablaban de él en algunos libros, unas líneas sobre su gesta, otros una página…. pero tuve suerte, encontré lo suficiente para llegar a conocer parte de sus sentimientos, de su nobleza y de su manera de ser, entre líneas se pueden leer muchas cosas. Además tuve la suerte de recibir, desde Perú, Lima, una documentación muy importante de la versión americana de tan ilustre persona. Entonces hablé contigo y me dijiste que enviara cuanto antes esa segunda Ponencia por lo interesante de sus datos.
El día 18 de Junio de 1995 te escribía una carta para felicitarte porque te habían nombrado “Trujillano del Año” y te decía: “¿En quién podría recaer mejor, tal galardón? Mi enhorabuena mas sincera y mis mejores deseos en este año en el que se te consideran tus valores. Siempre gusta saber que te reconocen tus méritos”.
Precisamente ese mismo año 1995 decidisteis hacer los XXIV Coloquios Históricos de Extremadura en Homenaje a mi padre (q..e.p.d.) Tomás Martín Gil. Mantuvimos asidua relación para los detalles que vosotros creísteis que eran necesarios para dicho homenaje. Hablaste con el Sr. Alcalde de Cáceres para pedirle inaugurasen la Plaza que iba a llevar el nombre de mi padre en la semana de los Coloquios. Vuestra decisión me emocionó mucho al saberlo y os di las gracias, gracias en nombre de mi familia y en el mío propio.
Recuerdo con gran claridad la preocupación vuestra para que todo saliera bien, gracias a Dios todo fue muy hermoso, todos sabemos como fue pero creo que hay algo que no llegó a todos porque a Cáceres a la inauguración de la Plaza solo fuimos unos pocos desde Trujillo. Al acto asistieron la Presidenta de la Diputación Provincial doña Pilar Merchán y el Sr. Alcalde de Cáceres D. José María Saponi que fueron los encargados de retirar la cortina que cubría el nombre de mi padre y luego unas palabras del Sr. Alcalde en las que elogió su valía. A continuación fuiste tú Juan Antonio el que dijo:
“Dice el refrán que nunca es tarde si la dicha es buena. Por eso, estos momentos nos llenan de satisfacción, Don Tomás Martín Gil recibe el homenaje que su hacer merece.
Hoy, el Ayuntamiento de Cáceres, al descubrir la placa que dará nombre a esta calle, honra la memoria de un hombre que donó a su tierra la herencia cultural invalorable, de la que todos los extremeños debemos sentirnos orgullosos.
Coria, Casar de Cáceres, Trujillo, Cáceres…… han tenido la gran suerte de formar parte del corazón de Don Tomás Martín Gil. Y aunque no todos los presentes tuvimos la oportunidad de conocerlo, sabemos de él por sus hijos, sus amigos – que nunca le perdonarán que los abandonara tan pronto-y sobre todo por su trabajo.
Hombre bueno, de conducta intachable, magnifico profesor, profesional responsable, serio investigador que gustó, estudió y buceó en todas las facetas relacionadas con el saber, es hoy, una vez mas reconocido por sus paisanos.
Nosotros como trujillanos, nos sumamos de todo corazón a este homenaje.
Gracias Sr. Alcalde por hacerse eco de la propuesta que formuló el Centro de Iniciativas Turísticas de Trujillo.”
Si he podido leer tus palabras Juan Antonio ha sido porque me entregaste el escrito que ahora tengo entre las manos y del que adjunto fotocopia para conservar unas notas que escribiste de tu puño y letra.
El resto de los Coloquios fue bonito, presentó un Ponencia D. José Pablo Blanco Carrasco titulada: Tomás Martín Gil y la Historia de la Demografía Extremeña. Sentí no escucharla porque estábamos en Cáceres a la inauguración de la Plaza.
Estuvimos la familia casi al completo porque hasta mi hermana la Misionera, que vive por cierto en Trujillo de Honduras C.A., tuvo permiso para venir a presenciar los Coloquios y la inauguración de la Plaza.
Nuevos Coloquios y me he sentido apurada, pero lo que si he querido es decirle al extremeño que siempre podemos decir o hacer algo por Extremadura, nuestra querida tierra.
Lanzo un mensaje desde aquí para jóvenes que no han probado esto, que se sienten vacíos, cortada su libertad porque se les dice, estudia, ven a tal hora…. La libertad está en hacer algo que podamos realizar siempre que respetemos a los demás empezando por nosotros mismos. Ser libre no es entrar y salir cuando se quiere, es hacer aquello que crees que merece la pena, sobre todo algo que te llene, no lo que te vacía y te queda hueco. Disfrutas de un patrimonio que tenemos fantástico que no se puede comprar como una litrona o una jeringuilla y que a la larga te puede dar o producir sensaciones mas fuertes que lo anteriormente dicho. Me gustan los Coloquios porque venís muchos jóvenes, crecer animándoos unos a otros…. Juan Antonio, que Dios te bendiga, tanto a ti como a todos los que han hecho posible que esto sea una realidad.
Siempre dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer y en eso estarás de acuerdo conmigo que también se ha cumplido en ti. Pero me vas a permitir que te diga como lo veo yo, al lado de un gran hombre siempre hay una gran mujer.
En los XXIX Coloquios Históricos de Extremadura, sentí tu falta, no estabas allí, pensaba ir a saludaros con mi hija y mis nietos pero no fue posible, lo que sentí de verdad. Estoy segura que te hubiera gustado ver en los Coloquios a mis dos nietos, Pablo y Marta, de poca edad, pero que escucharon en silencio y estuvieron atentos a todo. Creo que así es como se comienzan las canteras, admitiendo a toda clase de público, por que no a los estudiantes por lo menos.
Podría pasar horas enteras hablando de los Coloquios de lo que para mí supone llegar y estar en contacto con mis paisanos y como la respiración se hace mas profunda, se llena de aires nuevos, mas puros, mas nuestros, hasta el sol es distinto y los campos son una explosión de belleza que no es fácil encontrar por otros sitios. Sentimientos como estos os los tengo que agradecer a vosotros, Juan Antonio a vuestras invitaciones para participar con trabajos sencillos pero llenos de mis mejores sentimientos.
De nuevo me atrevo a escribir desde la humildad más profunda y estoy segura que los demás te habrán hecho unos trabajos dignos de tu persona, este es con todos los respetos, afectuoso para un gran amigo.
Puedo asegurar Juan Antonio que tuviste una vida fecunda, fecunda en cuanto a tu familia a la que desde estas líneas saludo con un abrazo, a Maruja, tus hijos y nietos.
Aún no puedo olvidar el día que fuimos a tu casa, me acompañaban mis hermanos Sor Mª Josefa y Luis y quedamos asombrados por tus cuadros. Me gustaron mucho y así se lo dije a Maruja quien trataba de disculpar tantos papeles que lo llenaban todo, eran las ponencias que iban llegando. Yo me lo decía para mis adentro, ¡igual que yo¡ Enseguida pensé que me gustaba más ver aquello así que no en un orden perfecto que te da miedo hasta sentarte. Es mas hermoso un salón lleno del trabajo honrado y generoso que resultaban ser los adornos mas bonitos. Aquello estaba lleno de vida.
Tus actividades eran muchas y la llegada de los Coloquios ya desbordaba todo. Tú trabajo se multiplicaba y estoy segura que en algunos momentos llegaría a ser una carga.
Maruja y tú, Juan Antonio, habéis sido mis amigos, un poco desde la distancia porque Colmenar Viejo (Madrid) no está precisamente aquí al lado, pero sabíamos que estábamos ahí.
Cuando cada Septiembre pasee por las calles de Trujillo no voy a poder encontrarte, pero sé que no estarás lejos, que tú también pasearás por las calles.
FINAL DE UNA PONENCIA.
Con lágrimas mal reprimidas
Leí el anuncio de los XXX Coloquios Históricos de Extremadura
Como cristales a modo de lupa
Las letras aparecían distorsionadas o se iban.
Lo pasé muy mal porque llorar no quería
Era como traicionar la amistad
Era aceptar lo que aceptar no quería
Era todo un acto de rebeldía …..
Llamé a Maruja y el teléfono no me lo cogían
Luego lo hice a nuestra querida María Teresa
Y ella me informó de todo lo que yo saber quería.
Al final hablé con José Antonio y le decía:
No, no me lo puedo creer,
¡ yo, no lo sabía!