Ene 072014
 

  Manuel Rubio Andrada

   II LOS GRABADOS RUPESTRES DEL COLLADO DE S. CRISTÓBAL ZARZA DE MONTÁNCHEZ (CÁCERES)

 1.      LOCALIZACIÓN Y GENERALIDADES

        El conocimiento de estos monumentos fue debido a la visita que realizamos desde el cerro Blanco, donde se encuentra la estación de radar, al cerro próximo hacia el sur señalado en el mapa topográfico 1/25000, hoja número 730-III, latitud 39º 12´ 18´´ y de longitud 6º 02 ´ 24´´, con los restos de la ermita de S. Cristóbal, intuíamos que tal vez allí habría un nuevo poblamiento. Transcurrimos hacia el S pared abajo; llegamos al collado y comenzamos después a ascender hacia el cerro de S. Cristobal, por la derecha del muro de linde; pasados unos 50 pasos del collado observamos a la izquierda la tierra removida y excavada con precipitación en torno a unos bloques de granito, especialmente en sus caras este, nos acercamos y vimos que contenían los grabados que ahora presentamos. Continuamos el paseo y llegamos al cerro que contenía restos de un castro, ruinas de un edificio –posiblemente una ermita- y otro grabado.

       En sentido amplio este lugar comunica las dos partes de la Submeseta Sur. Por el N la penillanura Cacereño-Trujillana y por el S el valle del río Guadiana a la altura de Valdemorales y Almoharín. Es un amplio paso de terrenos esencialmente graníticos que presenta ondulaciones suaves alternadas con algún picacho más elevado. El cultivo preferente actual es el olivo; la ganadería es poco numerosa siendo la ovina, bovina y la caprina las observadas; actualmente la caza escasea.

       Los picos más destacables son el de Montánchez en el W, con sus 994 m y el del Cancho Blanco, en el E del puerto, con 953 m. El pico de S. Cristóbal llega a los 845 m observándose desde él hacia el S toda la margen derecha de las Vegas Altas del río Guadiana; hacia el E y W la visión es más reducida por el relieve y por el N es francamente limitada.

 2. EL SOPORTE

    Están formados por granitos distribuidos en formas prismáticas irregulares formando series concatenadas y paralelas de dirección W-E; sus cortes longitudinales indican con bastante precisión la dirección N-S –no magnéticos-. Por lo general la parte superior presenta una ligera inclinación W de 10º – 15º con respecto a la vertical y, tanto sus caras E como la W tienen superficies mayores de tendencia rectangular. No destacan  del resto de las formaciones graníticas en cuanto a textura, composición, coloración y distribución; esporádicamente presentan salientes de unos 2 m de altura afloran unos 2 m hasta crestear con mayor afloramiento.

3. METODOLOGÍA

    Para la descripción nos situamos en la parte E de las superficies que es por lo general la excavada y por ello damos frente al W. La enumeración se hace de arriba a abajo y de izquierda a derecha.

4. LOS GRABADOS  

CONJUNTOS I Y II

    Hemos dicho que, en general,  las rocas que sirven de soporte se encuentran distribuidoas en formas prismáticas alineadas de W a E, siendo las del W algo más elevadas decreciendo en los 3 o 4 m que tienen de extensión hacia el E; sus superficies superiores suelen ser irregulares aunque no faltan las perfectamente lisas de tendencia horizontal y rectangular. En una de las más elevadas -unos 2 m del suelo-, por tanto situada más al W y sirviendo de base al muro de piedras que separa las fincas se realizaron estos dos conjuntos (Fig 1. Lám I y II).

      El conjunto I está formado por la figura 1, grabada en tosca V de ancho irregular -hasta 5,5 cm-; su profundidad ronda llega a los 4,5 cm. Se formó un cruciforme compuesto cuyos brazos, bastante regulares, miden 26,5 cm, y de alto tiene 35,7 cm; en la parte inferior del trazo vertical de la cruz se realizó un círculo de 13,8 cm de diámetro; esta figura está bien centrada en un espacio de tendencia irregular de 35 cm de ancha y 44 cm de alta.

      El conjunto II se situó 17 cm a la izquierda del I y en una superficie de parecidas características físicas, está también bajo la linde de las fincas. Esta vez predomina el picado en gruesa U en su realización. Su única figura es un círculo que por su anchura puede considerarse una corona circular cuyos diámetros miden 7 cm el interior y 15 cm el exterior.

 CONJUNTOS III

       En una alineación granítica situada inmediatamente hacia el E, algo más baja y fuera ya del deslinde se situaron dos nuevos conjunto. El conjunto III ocupa la cara E de una superficie triangular irregular de tendencia isósceles, situada a la izquierda; la base de este triángulo se sitúa al N y mide unos 45 cm, su altura casi coincide con la horizontal y mide 88 cm. Las figuras parece que se realizaron por incisión en U muy débil y su grado de conservación es muy malo; están bien distribuidas centralmente en posición lineal horizontal (Fig 1. Lám II).

 Fig III-1 y 2.- Son las primeras por ese lado; la figura 1 nos muestra una corta línea de unos 4 cm, inclinada hacia la derecha con un ángulo superior de algo más de 45º. La segunda, muy dudosa, se trata de un círculo que se acercaría a los 8,5 cm de diámetro del que nos ha llegado solamente un pequeño arco de la parte superior izquierda; este trazo se confunde con un posible racheado natural de la roca.

Fig III-3.- Continuando la línea se observa una forma de U, cuyos brazos miden 11,5 cm de alto, la separación interna de los mismos es de 4 cm; el trazo es algo irregular, mide de ancho desde 1 cm a 2,5 cm y su profundidad está en torno a los o,5 cm.

Fig III-4.- Continuando hacia el mismo lado se observa un nuevo círculo de 12,6 cm de diámetro aunque la amplitud del trazado en U está en torno al centímetro y su profundidad tiene unos milímetros.

 Fig III-5.- Hacia la derecha se observa un ancho círculo de 5 o 6 cm de lado, su diámetro es semejante al anterior y la profundidad del trazo está en torno al medio centímetro.

CONJUNTO IV

        El conjunto IV se realizó en la continuación de esta superficie hacia el N, pasado un racheado natural de la roca. Este  espacio tiende a una forma rectangular de 65 cm de anho y 57 cm de alto. Consta de tres figuras centradas superiormente cuyo trazado en U, tosco e irregular, mide por lo general 6 cm de ancho y 4 cm de profundidad. La superficie presenta una rotura en la parte superior que afecta a la figura central (Fig 2. Lám I y II).

 Fig IV-1.- Es una forma en Z, realizada mediante piqueteado; está situada en la parte derecha del espacio ocupado; el trazo superior mide 3,5 cm, el central 14 cm y el inferior 6 cm.

Fig IV-2.- Corresponde a un antropomorfo en doble cruciforme; su trazo central mide 34,4 cm y sus brazos, 24 cm el superior y 30 cm el inferior; esta forma parece terminada en U por gruesa y profunda incisión aunque en ocasiones está presente el primitivo deslascado.

 Fig IV-3.- El espacio izquierdo comprendido entre los dos brazos, se aprovechó para representar un círculo de 14,5 cm de ancho.

      Este conjunto parece mostrarnos un antropomorfo en cuya mano derecha porta la representación de un rayo; va acompañado de la representación de un escudo en su parte izquierda; su distribución recuerda a la estela de Almoroquí (Beltrán, 1975 ).

CONJUNTO V

       Más hacia el E los prismas de granito son más bajos y su longitud está en dirección N-S; suelen presentar la parte superior plana y horizontal. Inmediatamente delante de los conjuntos anteriores hay un espacios rectangular que mide 100 cm de largo y 28 cm de ancho; esta superficie presenta en su parte inferior izquierda un pequeño hueco quizás piqueteado, tiene también un racheado en el segundo tercio derecho. Este plano se corta hacia el N con otro en ángulo inferior de unos 45º. Las figuras que contienen ambos espacios las consideramos en un mismo conjunto que dividimos en dos subconjuntos A y B, el A está ocupado por cazoletas y el B por trazos descendentes (Fig 3. Lám III y IV).

SUBCONJUNTO A

Fig V-A-1 y 2.- Son dos cazoletas, muy próximas, situadas en la parte superior izquierda del espacio estudiado. La realizada a la derecha está algo más elevada llegando escasamente a 1 cm del límite superior; ambas miden  2,4 cm de diámetro y menos de1 cm de profundidad.

Fig V-A-3.- Siguiendo en la parte superior, unos 5 cm a la derecha de la segunda forma descrita hay otra cazoleta de características semejantes.

 Fig V-A-4 y 5.- Unos 3 cm bajo las cazoletas 1 y 2 hay realizada otra algo mayor, de unos 4 cm de diámetro aunque de profundidad parecida.. Tiene muy próxima en su parte inferior derecha una de 9,2 cm de diámetro y más de 2 cm de profundidad.

Fig V-A-6 y 7.- Inferiormente, a 6,3 cm a la derecha se observan dos más; la primera tiene 5,3 cm de diámetro y la segunda 5,2 cm; sus profundidades están próximas al centímetro.

Fig V-A-8.- En la parte media derecha, a 5 cm de la cazoleta 7 hay una de 3,3 cm cuya profundidad es de 0,5 cm.

Fig V-A – 9 – 10 – 11 y 12.- Superiormente a la derecha de la anterior cazoleta, a 7,6 cm, hay realizado otro grupo de cuatro figuras semejantes cuyos diámetros miden 6,6 cm – 3,5 cm – 1,2 cm y 3,8 cm; sus profundidades oscilan desde 0,3 cm de la inferior a algo más del centímetro la de mayor tamaño.

Fig V-A-13.- Pasado un racheado que divide la roca de E a W continúan  las cazoletas. Hacia el N. La primera que puede ser doble, dista del mismo 6,5 cm, se realizó en la parte inferior derecha y a 3,3 cm del límite inferior de la roca; miden 5,2 cm de diámetro y la profundidad es próxima al centímetro.

 Fig V-A-14.- La número 14 está situada superiormente a 8 cm del rachón y 4 cm del límite superior; su diámetro tiene 5,6 cm y la profundidad es de 1,2 cm.

 Fig V-A-15.- Esta cazoleta está 3,8 cm a la derecha de la anterior en realidad son dos cazoletas unidas por un corto pero grueso trazo situado en la parte inferior derecha de la primera y unida a la situada inferiormente por su parte superior izquierda; sus diámetros están en 7,2 cm; la profundidad pasa del centímetro.

 Fig V-A-16-17 y 18.- Entre la cazoleta número 13 y el trazo que une la compuesta número 15 hay otras tres situadas a  3 – 1,7 y 0,7 cm una de otra; sus diámetros miden 4,5 – 4 y 3 cm y las profundidades se sitúan próximas al centímetro.

 SUBCONJUNTO B

Fig V-B-1 y 2.- La cazoleta número 15 fue realizada muy próxima al límite N de la superficie, ya hemos dicho que hacia esa parte el prisma presenta una cara inclinada con un ángulo próximo a los 45º, en ella se realizaron bastante centrados, dos trazos paralelos, fig 1 y 2,  cuyos extremos superiores apuntan las cazoletas y los inferiores el suelo; sus longitudes están en los 16 y 17 cm y la anchura en los 4 cm; la profundidad es escasa, solamente unos milímetros.

 CONJUNTO VI

   Este conjunto se realizó en un nuevo volumen semejante al anterior,  algo adelantado a los descritos y separado 1 m hacia el S. En esta forma prismática se aprovecharon las caras superior y E para realizar un nuevo conjunto de cazoletas y trazos que hemos dividido en dos subconjuntos A y B según la cara que ocupen. La superior mide 63 cm de larga y unos 25 cm de ancha y está dividida por un rachón a los dos tercios de su límite N; la cara que da al E tiene una longitud semejante y su altura es de unos 65 cm. Ambas forman un ángulo de 90º (Fig 4. Lám V).

 Fig VI-A-1.- Es la situada más al S y corresponde a una gran cazoleta oval cuyos ejes miden 14 cm y 22,5 cm, su profundidad es de 9 cm.

 Fig VI-A-2.- Continuando 5,5 cm a la derecha está esta nueva cazoleta que es circular y se realizó con un diámetro de 15 cm siendo su profundidad de 9 cm. A su derecha, en la parte inferior hay una pequeña oquedad de unos milímetros de profundidad y solamente 3 cm de diámetro que podría corresponder a otra forma semejante aunque bastante más irregular; no la reseñamos como figura por no tener seguridad.

 Fig VI-A-3.- Pasado el racheado hay otra cazoleta circular, algo más pequeña; mide de diámetro 9 cm y solamente 2,5 cm de profundidad.

SUBCONJUNTO B

Fig VI-B-1 a 18.- La cara E del prisma está ocupada por trazos pulidos de tendencia vertical que ocupan toda su extensión y están escasamente separados unos de otros. El número de trazos es de dieciocho, divididos por el racheado en dos grupos de catorce y cuatro; su ancho es bastante regular oscilando entre 2,5 cm y 3 cm; las longitudes de izquierda a derecha son: 24,5 – 35,6 – 45,5 – 22,3 – 14 – 48 – 52 – 51,5 – 54,5 – 22,5 – 51 – 59 – 45,5 – 26,6 – 30 – 36 – 40 y 20 cm. Hay que destacar que los números 9 – 10 11 y 12 llegan hasta la arista superior, el resto queda a no más de 5 cm y también la unión intencionada con dos cortos trazos horizontales y próximos situados en la mitad inferior de los números 12 y 13.

 CONJUNTO VII.-  Continuando hacia el N un metro y delante del conjunto V, encontramos un nuevo volumen de granito; como el anterior tiene forma de prisma irregular aunque de marcada tendencia rectangular con sus caras mayores al E y W. La superficie superior mide  aproximadamente 1 m de larga y 13 cm de ancha y en ella se realizaron numerosas cazoletas que pertenecen al subconjunto I; el espacio que mira al E mide algo más del metro de longitud ya que la cara N dobla en plano inclinado de unos 55º; su altura es de unos 55 cm. Se ocupó con trazos – subconjunto B- semejantes a los del conjunto anterior pero en esta ocasión varios se unieron a una cazoleta de la parte superior (Fig 3. Lám III y IV)

SUBCONJUNTO A

      Como ya se ha mencionado está formado por unas dieciseis cazoletas que nos han llegado con una profundidad casi perdida, en torno a 0,5 cm.  Están distribuidas sin orden aparente en el espacio superior; éste se encuentra dividido hacia su mitad por una profunda hendidura en V desde la parte W que llega hasta su centro, siete de ellas se trazaron en el espacio de la izquierda y diez en su derecha.

Fig VII-A-1 a 7.- Las medidas de los diámetros de las cazoletas de S a N y según la numeración del gráfico son: 3 – 5 – 4,5 cm; la cuarta cazoleta es doble y los diámetros de las cazoletas que la forman están en los 3,5 cm; los demás miden 2,5 – 5,5 y 3 cm.

 Fig VII-A-8 a 16.- Las cazoletas situadas a la derecha de la hendidura central, según su número en el gráfico, miden de diámetro 6,5; la novena y la decima están muy próximas y tienen 4 – 4,5cm;  igualmente próximas están la undécima y duodécima de 1,5 y 2 cm; continúan las siguientes con 4 – 3,5 – 4,5 y 4,5 cm.

 SUBCONJUNTO B

     En la cara E se distribuyeron regularmente por toda la superficie trazos rectos de tendencia vertical semejantes a los descritos en el conjunto V y VI; su ancho oscila entre 2,5 y 3 cm; su profundidad media actual es de 0,7 cm y la separación entre ellos oscila entre 6,5 y 1 cm.

    Por razones de orden en la descripción enumeramos primeramente los trazos que están a la izquierda de la hendidura de la superficie superior.

Fig VII-B-1-2-3-4-5-6-7 y 8.- Estos ocho primeros trazos miden de izquierda a derecha: 51,5 – 51 – 28 – 27,5 – 43 – 49,5 – 45,6 y 41 cm; van unidos a la cazoleta superior que los corresponde mediante una prolongación en esa cara los números 1 –2 – 6 y 7; el número 8 se prolongó por la cara superior hasta el vértice de la hendidura.

Fig VII-B-9–10–11–12–13–14 y 15.-Esta númeración comprenden siete trazos situados continuando hacia la derecha hasta una forma arqueada que describiremos más adelante; sus longitudes son: 41,5 – 39,5 – 36,5 –39 – 38 – 35,3 y 28,5 cm; los tres primeros de ellos terminan en el espacio superior aunque sin formar claramente una cazoleta; el cuarto y el quinto rematan en ese tipo de figuras mediante una prolongación.

Fig VII-B-16.- Continuando 2 cm a la derecha se realizó con el mismo acabado una forma porticada realizada con el contorno incompleto de un trapecio de 20 cm de altura, cuya base mayor mide 13,6 cm y superiormente la inferior, que no se trazó, mide 12 cm; en los extremos de está, se realizó un arco carpanel de 5 cm de alto. La figura representa el contorno de una puerta con acabado superior circular.

 Fig VII-B-17-18-19 y 20.- Hacia la derecha de la forma anterior, pasada la forma porticada, hay otros trazos de ejecución y disposición semejantes aunque más cortos; el primero mide de largo 23 cm, los otros tres nos es imposible reseñar sus medidas dado el alto grado de deterioro, pero por lo observado debían ser semejantes.

CONJUNTO VIII

     Este conjunto ocupa un volumen de granito menor y más irregular que los anteriores situado unos decímetros hacia el N, en él solamente se grabó la cara E; ésta se encuentra dividida por un fino racheado desde la parte superior a la inferior, hacia su centro (Fig 2).

Fig VIII–1-2-3-4 y 5.- En la superficie descrita se realizaron cinco trazos de características semejantes a los anteriores aunque más separados. Los dos primero miden de longitud 41 y 44,5 cm y se situaron a la izquierda del racheado; los tres restantes lo hacen a la derecha y se distribuyeroncon tendencia formar una flecha con sus prolongaciones superiores; miden 39,5 – 43,5 y 44 cm.

 CONJUNTO IX

    El soporte lo forma una roca de igual material que presenta dos caras relativamente planas: una hacia el E en forma de trapecio cuya base inferior mide 90 cm,  la superior unos 35 cm y su altura no pasa de los 30 cm; la otra hacia el N es inclinada formando un ángulo de unos 45º (Fig 2).

 Fig IX-1-2-3-4-5 y 6.- En esa cara se encuentran grabados igualmente en U seis trazos , separados como los anteriores y verticales; miden 14 – 18,2 – 19 – 15,2 – 7 y 7 cm.  

 Fig IX-7.- En la cara inclinada que da al N se realizó marcando su altura un único trazo de 37 cm y de características semejantes a los demás.

5. RELACIONES

      La figura correspondiente al conjunto I tiene una gran semejanza con algunos grabados peninsulares y extrapeninsulares (Martínez, 2003), el parentesco más cercano conocido por nosotros esté en algunos petroglifos gallegos, destaquemos los de Eira dos Mouros, en San Xurxo de Sacos, Cotobades, Pontevedra, fig 5  (García, 1963) donde pierde su individualidad pues está acompañado de cruciformes de igual longitud de brazos,  otros de forma latina con círcunferencias en su base, numerosos cuadrados etc, todo ello en yustaposición desordenada. También puede considerarse relacionable con el realizado en Petra Escorregadeira da Reposeira, en Campo, fig 6 (Sobrino, 1935), donde se encuentra acompañado de circunferencias y cuadrados de vértices redondeados con cruces griegas inscritas.

     La única figura del conjunto II encuentra también paralelismos en tierras gallegas donde acompaña a variadísimos motivos: trazos, cruciformes, laberintos, círculos concéntricos, svásticas, estelares, serpentiformes etc, vale como ejemplo el grupo I de Portela da Laxe, Viascón en Cotobade, Pontevedra, fig 6 (García, 1963). Igualmente ocurre con las circunferencias de tamaño semejante aunque de línea más estrecha y otras, con marcado punto central; a nuestro entender pueden considerarse simplemente una variedad del mismo signo y según las formas a las que acompañen  pueden tener un significado u otro aunque también pueda tratarse de un solo contenido con diferentes matizaciones. Según lo señalado no ayuda a fijar una cronología por su diverso y largo empleo.

    El conjunto III, realizado con orden lineal, tiene mayor variedad de signos. Los dos primeros nos han llegado muy deteriorados por lo que no se pueden relacionar; el tercero es una forma en U y también tiene su paralelismo entre los trazos gallegos, concretamente en uno de los grabados de Borna, Santa Olalla de Meira en Moaña, Pontevedra donde se asoció a cruciformes y puntuaciones, fig 6 (García, 1963).

      Continuamos hacia la derecha con dos signos circulares que hemos visto como por el momento sus contenidos son imprecisos. Parte de sus variadísimas relaciones las hemos enumerado al tratar la única figura del conjunto II, en el caso que nos ocupa, su asociación al signo U implica una nueva relación y por ello debemos alejarle de los trazos similares que acompañan a algunos serpentiformes realizados en ortostatos dolménicos; por esto su cronología debe ser mucho más reciente.

      Inmediatamente a la derecha está la roca que contiene en su cara E al conjunto IV; recordemos que estaba constituido por un doble cruciforme centrado con una forma en Z en la extremidad superior derecha y un círculo entre los trazos superior e inferior de su parte izquierda. El conjunto, a primera vista, puede considerarse una nueva versión de las estelas del SW ya que representa a un guerrero con sus armas; es comparable a la que descubrimos en Almoroquí (Beltrán, 1973), sin embargo algunos detalles técnicos nos hacen desechar  que pertenezca a ese grupo de monumentos. Le alejan el soporte, la tosquedad y la profundidad de su grabado. La distribución centrada en la superficie que ocupa es solo comparable a la mencionada estela de Madroñera, Cáceres –también discordante de las demás en este sentido-; el arma que porta es un claro símbolo que posiblemente represente al rayo, cuestión insólita en aquellos monumentos; tampoco el esquema utilizado para la representación humana, doble cruciforme es propio de esas estelas; ni la representación del escudo es tan simple ya que se suelen grabar varias circunferencias concéntricas frecuentemente acompañadas de escotadura en V. Como hemos apuntado, a pesar de todo esto, no deja de ofrecer algunas dudas debido a que el contenido general que muestra es propio de la mayoría de las estelas del SW: guerrero, arma ofensiva y arma defensiva.

         Los conjuntos restantes realizados en este collado están formados por diferentes cazoletas y los trazos a ellas asociados para los que hemos encontrado paralelismos localizados en dos zonas: una, no muy amplia, del centro-este de Extremadura; la otra, en plenos Pirineos, no nos es conocida de primera mano por lo que no debemos realizar su estudio (Abelanet 2003) y (Canturri 2003).

        Su forma de múltiple representación tiene gran semenjanza con el conjunto II del grabado de Boticijos en Torrecilla, presentado por esta razón en este mismo trabajo; también ofrecen relación con aquellos otros en los que estos signos –cazoletas y trazo asociado- están presentes aunque sea de forma testimonial; el mismo Boticojos ofrece otros conjuntos con esta característica, también Tejadilla XI en Aldeacentenera y Valdehonduras en Santa Marta de Magasca (Rubio, 2000 y 2001).

     No podemos olvidar la representación en forma de puerta que nos ofrece la figura 16 del conjunto VII, introduce un tema novedoso y en cierto aspecto discordante con los otros conjuntos que nos tienen acostumbrados a la representación de algún tipo de primitiva arma metálica, lo que facilita su cronología.

6. EL ENTORNO ARQUEOLÓGICO

     Hacia el W, pasado el murete que deslinda las fincas, hay restos caracterizados por un gran amontonamiento de piedras relativamente pequeñas que no parecen indicar orden ni estructura alguna pero que por su gran cantidad y volumen denotan falta de naturalidad en el contexto y pienso que deberían ser objeto de un primer estudio.

        Más arriba en el cerro, se encuentran los restos de un poblamiento. No hemos tenido suerte a la hora de observar en él cerámicas que presenten marcadas carácteristicas de una época determinada; se encuentran en bastante número en su ladera N y alguna de ellas pueden apuntar incluso un pasado neolítico, en el resto predominan las escasamente tipificables que, se confunden incluso con las de épocas históricas faltando los fragmentos de borde y decorados lo que indica una ausencia anómala..

        Algo alejado hacia el N está la cueva de Atambora  en Zarza de Montánchez, que arroja escasas pero muy interesantes cerámicas del Bronce (González 1985). En la misma dirección pero más al E se encuentra el poblado del Bronce Final de Robledillo de Trujillo con indudables muestras de cerámica de esa época (Calzado, s/f). Hacia el W, en el batolito montanchego hay numerosos restos prehistóricos esparcidos en abrigos poco profundos y poblamientos al aire libre (González 1985). Hacia el S son varios los restos calcolíticos esparcidos en las Vegas Altas (Enríquez, 1990).   Es también una zona donde están presentes las estelas del SW con ejemplares cercanos en Almoharín, Zarza de Montánchez e Ibahernando entre otros.

      En resumen, a pesar de no existir estudios profundos de los yacimientos cercanos, se puede afirmar que estos grabados ocupan un lugar geográfico situado en una zona privilegiada arqueológicamente hablando y que, desde el Neolítico hasta época histórica, este espacio presenta numerosos restos con los que poder relacionarlos.

 7. CONCLUSIONES Y CRONOLOGÍA

        En un intento de adentrarnos en los contenidos de estos monumentos diremos que por las relaciones aportadas son al menos de dos épocas. Como se ha visto, los conjuntos I, II, III y IV presentan unos signos facilmente asociables con algunos petroglifos gallegos y alguno de ellos están presentes a veces en conjuntos con ambiente cristianizante. Es cierto que los cruciformes, círculos y algunas asociaciones de formas a ellos próximas pueden ser también propios de la pintura esquemática o del megalitismo pero la asociación al signo en U en el collado y éste a cruces latinas latinas en los gallegos dejan pocas dudas sobre su interpretación y cronología histórico-cristiana (García, 1963). Iguales conclusiones pueden servirnos para el resto de los trazos que les acompañan en esos conjuntos.

       Una atención especial merece el conjunto IV. De todo lo enumerado sobre él se deduce que lo más probable es que esta representación, situada en un lugar algo más elevada que las anteriores por su elevación, no se corresponda con la cronología de las estelas del SW a pesar de tener su mismo contenido general. Un guerrero eminente que, en nuestro caso es dominador del rayo, lo que le confiere un carácter sagrado; la representación del círculo de la derecha tal vez al Sol aluda al Sol como escudo completando así el más potente armamento imaginable. Ciertamente parece la representación de un Dios guerrero, portador de un arma potente y letal: el rayo y protegido por un impenetrable escudo: el disco solar.

         Estas cuestiones no son extrañas a las pasadas oraciones cristianas, llamadas Trisagios, sobre todo en ambientes rurales cristianos Hace 50 años debían rezarse cuando había tormentas, en ellas se invocaba a Dios como señor de esos fenómenos naturales. Recordemos como las coronas radiantes que ornamentan determinadas imágenes son una directa alusión solar.  

      Como ya se ha apuntado, debemos suponer una imprecisa época histórica cristiana para  momentáneamente ir fijando su cronología.   

      A los conjuntos formados por cazoletas y trazos rectos asociados les venimos dando contenidos cósmicos relacionados con el mundo estelar del que los trazos serían una proyección terrestre. En el caso del conjunto VII la representación de la puerta podría indicarnos idealmente la entrada y salida a un volumen hueco -una vez más simbólico-; en la parte superior del mismo están los cuerpos representados por las cazoletas de las que se desprende –¿alguna forma de energía?- hasta llegar a la Tierra. Con esta interpretación toda esta pequeña roca debía adquirir para sus coetáneos el valor, tan actual, de vivienda terrestre globalizada. 

         Cronologicamente debemos situarlos en un abanico que iría desde el Calcolítico Final hasta el Bronce Medio; dentro de este periodo de tiempo nos inclinamos por una época temprana debido a la ausencia de representación de armas de bronce, sobre todo hojas y alabardas que acompaña al resto de los grabados en que estos motivos están presentes -Boticojo, Valdehonduras y Tejadilla XI-. Los ahora estudiados serían los más antiguos del grupo. 

         Obsérvese que no existe un intento de destrucción de los signos primitivos y por lo tanto debemos suponer un respeto hacia sus misteriosos contenidos, tal vez por que eran sabedores o al menos intuía aspectos poco dispares en los mismos.

 APÉNDICE GRÁFICO  II, COLLADO DE SAN CRITÓBAL

 1lam1

Lámina I.- Collado de San Cristóbal, conjuntos I al IV

1lam2

Lámina II.- Collado de San Cristóbal, conjunto VII

1lam3

Lámina III.- Collado de San Cristóbal, conjunto VI

Collado de S Cristóbal Fig 1

Figura 1.- Collado de San Cristóbal, conjuntos I, II y III

Collado de S Cristóbal Fig 2

Figura 2.- Collado de San Cristóbal, conjuntos IV, VIII y IX

Collado de S Cristobal Fig 3

Figura 3.- Collado de San Cristóbal, conjunto VII

Collado de S Cristóbal Fig 4

Figura 4.- Collado de San Cristóbal, conjunto VI

Collado de San Cristóbal Fig 5

Figura 5.- Grabados de Eira dos Mouros, San Surxo de Saco, Cotobade y de Borna, Santa Olalla de Meira, Moaña (Galicia)

Collado de San Cristóbal Fig 6

Figura 6.- Collado de San Cristóbal.- Detalle del grabado de Laxe, Viacón, Cotobade, Galicia y grabado de la Petra Escorregadeira da Reposeira, Campo (Galicia)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ene 052014
 

     Manuel Rubio Andrada.

 LOS  GRABADOS  RUPESTRES  DE  BOTICOJO, TORRECILLA  DE  LA  TIESA (CÁCERES)                                                                   

      El conocimiento de este monumento y su posterior estudio ha sido posible gracias a las facilidades que nos han proporcionado los señores D. José Durán y Sra, actuales dueños de la finca donde se encuentra el monumento, les expresamos con estas líneas nuestro agradecimiento.

1. LOCALIZACIÓN Y GENERALIDADES

     Estos grabados están en el término de Torrecilla de la Tiesa y se sitúan  en el mapa 1/50000, hoja número 680, denominada Aldeacentenera, 1ª edición del Instituto Geográfico y Catastral, Madrid; en un punto muy próximo al formado con una latitud de 39º 33´ 40´´ y 2º 01´ 45´´ de longitud W con respecto al meridiano de Madrid.

     Los grabados de Boticojos están situadas en la margen derecha de un pequeño arroyo, muy cerca de su nacimiento, junto con otros cursos próximos forman el  del Charco de las Lavanderas, afluente del río Tozo en el que desemboca poco antes de llegar a la autovia de Extremadura. Su distancia a esa población es de 1,7 km y se sitúa a unos 200 m  de la carretera, en su parte izquierda y en sentido de la Aldeacentenera.

     El terreno en general es muy plano y poco profundo; está formado por pizarras y arcillas –propio de la penillanura Cacereño- Trujillana-; no obstante, en las proximidades del arroyo, se observa una mayor profundidad y tonalidad ligeramente rojiza, son también abundantes las rocas de cuarzo muy fragmentadas. Actualmente se encuentra desforestado siendo explotado con agricultura de secano y pastoreo; la caza escasea y es notable la presencia temporal de avutardas en las inmediaciones.

2. El SOPORTE

      La roca que les sirve de soporte es una pizarra de color gris oscuro bastante dura; en el E ofrece superficies lisas y discontinuas en diferentes planos que se sitúan a derecha e izquierda, de una mayor rectangular. Esta mide 73 cm de ancha y 100 cm de larga y es bastante irregular en su límite exterior; el plano que ofrece está inclinado de E a W con un ángulo de unos 30º con respecto a su lado mayor.

       La apariencia externa de la roca, toda ella cubierta de líquenes de variados tonos grises, poco destaca de las demás del entorno; ofrece, como las otras, superficies picudas trucadas en su mayoría; a veces en el límite del suelo o cerca de él hay este tipo de superficies planas, posiblemente logradas por el desprendimiento de la parte superior de un racheado natural que en posición natural,  a veces presenta la roca.

3. METODOLOGÍA

        La naturaleza de los trazos, en general rectas y semiesferas, facilita su descripción; la dificultad surge al intentar describir su situación en el plano ya que, al no corresponderse su distribución con las coordenadas geográficas habituales debemos recurrir a otras. Para fijar estas debemos  intentar acercarnos a las  que el autor utilizó en el ordenamiento de su trazado ya que al realizar los necesarios movimientos de vaivén se colocó en general, dando su frente a los lados mayores –E y W- del conjunto mayor, la línea correspondiente a este movimiento es nuestro eje vertical y la perpendicular a éste trazada en la base es la otra coordenada. Prescindimos de este eje horizontal en la enumeración pues no nos sirve de mucho ya que no necesitamos situar las formas matemáticamente en el plano pues los dibujos y fotografías nos facilitan seguir y completar la descripción.

      Por simplificar, los trazos que parten de las cazoletas los denominamos maestros enumeramos con el mismo dígito que éstas;  los trazos próximos a ellos nos ha llevado a considerar un apartado en cada figura que denominamos “trazos accesorios ” por dar la impresión que dependen de los primeros.

 4. LOS GRABADOS    

 4.1 CONJUNTO I

      En general los trazos utilizados son pulidos en V. Se situó en la parte izquierda del conjunto mayor a 1,55 m y ocupa una pequeña superficie lisa que allí ofrece la roca. Consta de tres figuras agrupadas y próximas (Fig 3).

Fig I-1.- Es la primera por la izquierda y corresponde a un ángulo algo mayor de 90º con abertura superior izquierda; el lado de esa parte pasa ligeramente de la vertical W-E unos 15º,  se encuentra grabado con intensidad y mide 10 cm ; el otro lado del ángulo es más fino y tiene 14 cm de longitud. Próximo a la bisectriz aunque ligeramente elevado hay otro de 7 cm.

FIG I-2.- Hacia el centro del espacio angular inferior que determina la bisectriz, hay  dos nuevos ángulos rectos adyacentes con abertura hacia la parte superior izquierda; están formados por una línea de 6 cm y la perpendicular a ella de sólo 2,5 cm y trazada a 1 cm de su extremo derecho.

 FIG I-3.- Hacia el E, a 33 cm, hay  una línea de 12 cm cercana a la posición N-S.

 4. 2. CONJUNTO II

Corresponde al realizado en el mayor espacio rectangular casi todo él con trazos de tendencia recta y cazoletas; estas últimas se realizaron por lo general en la parte E, en un plano horizontal, cerca del límite normal de la roca aunque hay algunas que se desplazaron hacia el centro del espacio. Éste se encuentra dividido de este a oeste por un tosco racheado  que divide las formas en dos subconjuntos bien delimitados (Fig 1. Lám I).

 SUBCONJUNTO II-A. Hacia esa parte izquierda, en la superficie que encierra el  racheado, se encuentran grabadas tres cazoletas acompañadas de trazos, algunos parecen partir radialmente de ellas y otros completan el espacio sin otra relación que la dirección y proximidad a las formas mencionadas.

 Fig II-A-1.-   Corresponde a una cazoleta situada en la parte central derecha de este espacio; tiene de diámetro 4,5 cm y su profundidad es de 0,5 cm. De ella sale con un ángulo de unos 25º, un trazo de 12,5 cm hacia la parte opuesta al observador.

Trazos accesorios a la figura II-A-1

Fig II-A-1-a.Hacia la izquierda del trazo enumerado se realizó otro de 16 cm confluyendo con el anterior en su extremo superior, el otro extremo fue realizado a 5,5 cm de la cazoleta.

Fig II-A-1-b. Otro segmento de 8 cm se situó entre ambos y ocupa una posición muy próxima a la bisectriz; su extremo superior se detiene a unos milímetros del vértice. Entre estos tres trazos se puede observar el contorno de una alabarda reforzada.

Fig. II-A-2.- Esta cazoleta mide 4 cm de diámetro y 0,5 cm de profundidad; está situada en la parte inferior izquierda del espacio.

     En su parte superior hay realizados cinco trazos. El primero por la izquierda mide 18 cm de largo y marcha en sentido superior desviado hacia la izquierda unos 20º, llega hasta la zona media de este espacio. El segundo por esa parte mide 36 cm, es más grueso y profundo; su extremo inferior parte de la cazoleta con un ángulo de unos 10 o 15º, hacia la mitad del espacio dobla hacia la derecha con el fin de confluir superiormente con los trazos de la cazoleta anterior II-A-1 deteniéndose como ellos unos milímetros. Continúa inmediato por la derecha un tercer trazo vertical de 21 cm, su extremo inferior parece detenerse unos centímetros antes de coincidir con el segundo al salir la cazoleta. El cuarto y quinto trazos miden 16 y 12 cm de largo y sus extremos inferiores salen unidos del cuadrante superior derecho de la cazoleta; el situado más a la izquierda parece vertical y su compañero se desvía superiormente a la derecha con un ángulo de unos 20º.

 Fig II-A-3.- Tiene esta cazoleta de diámetro 2,5 cm y de profundidad 0,3 cm; se situó en la parte inferior derecha de este espacio.

       Dos nuevos trazos parten hacia la zona superior. El situado más a la izquierda mide 20 cm, es el más grueso y profundo, se dirige hacia la parte superior izquierda en un ángulo de cerca de 40º. El segundo trazo mide 14 cm, es próximo a la vertical y su extremo superior fue desviado unos milímetros para no cortar a la parte derecha de la cazoleta superior.

 Trazos accesorios a la figura II-A-3

Fig II-A-3-a.- Es un trazo de 9 cm situado en posición paralela del trazo izquierdo de esta cazoleta y a 2,5 cm de su zona media superior.

 Fig II-A-3-b.- Corresponde a un trazo  fino de 5 cm, paralelo al segundo de la cazoleta número 3 y situado a 1,5 cm de su parte superior izquierda.

 Fig-II-A-3-c.- Mide 11 cm, se dispuso en posición vertical y se situó en la zona media, a la derecha.

 Fig II-A-3-d.- En la mitad del espacio situado entre las cazoletas 2 y 3 fue realizado con una inclinación derecha de unos 15º un trazo que mide 9 cm; parte inferiormente de la misma base que sirvió de referencia para realizar la mayoría de las cazoletas.   

 SUBCONJUNTO II-B

Está situado a la derecha del anterior sobre una superficie completamente lisa, pasado el racheado natural que sirve de separación de estos dos subconjuntos –ya mencionado-. Un fino racheado la divide de izquierda a derecha cerca de su zona media aunque no llega al extremo de esa parte, éste no ha influido aparentemente en la distribución de las formas por lo que puede suponerse originado por algún movimiento orogénico posterior. Comenzamos su catálogo desde la parte superior a la inferior y de izquierda a derecha.

Fig II-B-1.- Esta figura está formada por una cazoleta muy superficial, de tendencia oval, situada cerca del límite derecho de su zona media; mide de diámetro unos 4,5 cm y su escasa profundidad esta cerca de 0,3 cm.

     De su parte superior salen dos trazos que traspasan el racheado mencionado; el situado más a la izquierda tiene 26 cm de largo y se realizó con un ángulo superior izquierdo de unos 20 º; el otro, de igual longitud, comienza más a la derecha y ronda la vertical. La cazoleta posee inferiormente otro trazo de 10 cm, realizado a partir de su zona inferior derecha con un ángulo de unos 30º en la parte superior izquierda.

 Trazos accesorios a la figura II-B-1

Fig II-B-1-a.- Es un segmento de 14,5 cm situado a 5 cm del límite izquierdo superior del conjunto y paralelo, a 7 cm, del trazo mencionado en esa misma parte de esta figura.

 Fig II-B-1-b.- Corresponde a un trazo de 11 cm paralelo al anterior y situado 4 cm a su derecha; tiene el extremo superior muy cerca del fino racheado central.

 Fig II-B-1-c.- Este nuevo trazo tiene 8 cm y se situó 2 cm a la derecha del realizado en la misma parte superior de la cazoleta; fue trazado con un ángulo superior de unos 20º  y está a 4,3 cm del trazo maestro; el inferior roza la parte superior del racheado central.

 Fig II-B-2.- Esta nueva cazoleta mide 3,5 cm de diámetro y su profundidad es escasa, 0,2 o 0,3 cm y presenta un mal acabado; se situó a un par de centímetros a la derecha de la anterior, algo elevada hacia el E. Posee en su parte inferior un trazo de 12 cm realizado con un ángulo superior izquierdo de unos 20º.

 Fig II-B-3.- Corresponde a una cazoleta de unos 4 cm de diámetro y 0,3 cm de profundidad situada en la zona media y a unos 5 cm del límite izquierdo.

     Tiene dos trazos maestros en su parte superior: el mencionado anteriormente cuyo extremo superior parte de la cazoleta B-2 y otro de 31,5 cm que parte a la derecha de aquel en una posición cercana a la vertical. Inferiormente tiene otro de 10 cm, situado hacia la derecha y con un ángulo superior izquierdo quizás menor de 20º; su extremo inferior termina en una pequeña cazoleta secante de otra por su derecha.

 Trazos accesorios a la figura II-B-3

Fig II-B-3-a-b-c-d y e.-  La línea a está situada en la parte inferior derecha de este gran espacio, a 4 cm de su límite izquierdo y mide 5,5 cm de larga; su posición es ligeramente inclinada hacia la izquierda con un ángulo superior de unos 20º. La b mide 11 cm y es paralela a 1,4 cm a la derecha de la anterior. La línea  c mide 4,3 cm y se situó a su derecha; el extremo superior está muy próximo a la zona media del trazo b. Hacia la derecha superior continúa una zona en la que se ven peor los trazos, el d mide 9 cm y su extremo superior dista 2,5 cm del extremo de esta parte del b, su ángulo de trazado es algo mayor rondando los 40º. A su derecha está el e, también de 9 cm y algo más elevado que el anterior, su extremo superior está a 4 cm del d y el inferior a 3 cm siendo el ángulo superior algo inferior. Le trazo e mide 12,5 cm y está en la parte superior, escasamente a 1 cm a la derecha del trazo vertical de la cazoleta y muy cerca del extremo W de la superficie; mide 12,5 cm

Fig II-B-4.- Corresponde a una cazoleta que tiene de diámetro 3 cm y 0,8 cm de profundidad, está aislada muy cerca del límite E de la roca y a 11 cm del S.

 Fig II-B-5.- Esta figura está compuesta por dos cazoletas unidas longitudinalmente, la situada a la derecha mide de diámetro 2,5 cm y de profundidad 0,3 cm; la de la derecha es algo ovalada y tiene un eje mayor de 4,5 cm y 0,3 cm de profundidad.

     De la cazoleta enumerada en primer lugar parte un trazo maestro hacia la número 3 – ya descrito-; de la oval sale otro de 31,5 cm en posición próxima a la vertical y hacia su mitad sufre una ligera flexión hacia el lado derecho.

Trazos accesorios a la figura II-B-5

Fig II-B-5-a-b-c-d-e-f y g.- La línea a es un grueso trazo de 8 cm de longitud realizado con un ángulo hacia la izquierda próximo a los 20º, fue situado superiormente a 5,7 cm de la unión de las cazoletas. La forma b es una línea  de 5,5 cm, paralela a la anterior y situada superiormente a la misma; los extremos inferiores de ambas distan del trazo superior de la cazoleta, aproximadamente 0,5 cm. El trazo c mide 24,3 cm, es de tendencia vertical aunque la parte correspondiente a la zona superior del fino racheado  se realizó algo desviada hacia la derecha; dista del trazo de la cazoleta un par de centímetros. Este trazo tiene muy cerca de su extremo superior, en la parte derecha y verticalmente, otro muy fino de 7,4 cm, es la figura d. Las formas e y f  son dos paralelas horizontales de 2 cm, muy tenues, situadas  2,5 cm una encima de la otra y muy próximas al extremo superior de la línea d. El trazo g tiene unos 28 cm y es paralelo por la derecha -a 1,7 cm- del trazo que sale directamente de la cazoleta número 3.

 Fig II-B-6.- Corresponde esta figura a una doble cazoleta, la de la izquierda se une en el cuadrante inferior izquierdo de la derecha. La izquierda tiene 4 cm de diámetro y 0,5 cm de profundidad, la formada a la derecha es algo mayor ya que tiene 4,5 cm de diámetro y 1 cm de profundidad.

 De la enumerada en primer lugar sale un trazo en sentido izquierdo con una ángulo superior próximo a los 35º, mide 42 cm de largo; a los 17 cm dobla hacia la vertical. La otra cazoleta, la mayor, presenta en su cuadrante superior izquierdo dos trazo: uno de 13 cm en sentido parecido al mencionado aunque con un ángulo próximo a los 45º; otro, el trazo mayor, mide 57 cm de largo, 3 cm de ancho y 2 cm de profundidad, fue realizado en la parte central superior de la cazoleta y sale con una desviación izquierda de 35º pero, hacia su mitad se curva, parece que con la intención de lograr la vertical cuestión que alcanza en los últimos centímetros.

 Trazos accesorios a la figura II-B-6

Fig II-B-6-a-b-c y d.- El trazo a mide 7,5 cm y está situado 2,5 cm a la derecha del primer trazo de la izquierda. Entre los trazos central y derecho hay uno, el b, de 5,5 cm con una inclinación izquierda de unos 40º; su extremo superior se detiene unos milímetros antes de llegar al central, exactamente a 4 centímetros de su extremo superior. El trazo c tiene 16,5 cm, parte de la zona media central y continúa con tendencia paralela al trazo mayor -el situado a la derecha-, su extremo superior corta al izquierdo pocos centímetros antes de llegar al fino racheado de la zona media superior. El segmento d es muy fino y solamente tiene 3,5 cm, su extremo inferior está situado en la zona media, a la derecha del c, y el superior a 0,5 cm del gran trazo.

 Fig II-B-7.- Esta figura presenta diversas excepciones a tener en cuenta: una característica es su pequeñez, tiene 1 cm de diámetro y  sólo 0,3 cm de profundidad; otra es su situación ya que está próxima al límite W -solamente a 9 cm-. La distancia al  trazo maestro por la derecha de la gran cazoleta B-6 es de 1,8 cm.

     Sale de esta cazoleta en su parte inferior dos trazos, el situado más a la izquierda tiene 26 cm y lo hace con un ángulo superior izquierdo de unos 20º para doblar en sus 5,5 cm inferiores hacia la derecha en ángulo próximo a los 45º. Más a la derecha la pequeña cazoleta tiene otro trazo de 14,5 cm y se dirige en dirección parecida ya que su ángulo es de 30º.

 Trazos accesorios a la fig II-B-7

Fig II-B-7-a-b-c-d-e y f.- La línea a corresponde a un trazo de 6 cm que ocupa la zona central del espacio situado entre el gran trazo de la figura II-B-6 y el situado más a la izquierda de la figura II-B-7; su ángulo de inclinación superior izquierda es de unos 25º. El trazo b es muy fino, tiene 7,5 cm y se situó unos milímetros a la derecha del segundo de la cazoleta B-II-7. El c mide 6 cm y es igualmente fino, está situado 1 cm a la derecha siendo paralelo al b. El trazo d es más grueso y también paralelo a los dos anteriores; mide 8,7 cm y se separó 1,5 cm; su extremo superior se realizó a la misma altura que la pequeña cazoleta. El segmento e mide 5,5 cm y se hizo superiormente a los mencionados con un ángulo superior izquierdo de 45º. El trazo f mide 28 cm, sus 16 cm inferiores parten en sentido vertical después flexiona hacia la izquierda para terminar en ángulo de 15º con la vertical. Su extremo superior dicta 5,5 cm del límite E de la superficie y 8 cm a la derecha del gran trazo de la fig II-B-6.

 Fig II-B-8.- Esta figura está formada por una gran cazoleta de 4,5 cm de diámetro y 1,5 cm de profundidad; se situó en la parte superior derecha, a 3,3 cm de la anterior.

        En su límite superior central la cazoleta tiene dos trazos separados unos 36º. Ambos tienen una angulación superior cercana a los 15º pero en sentido diferente; el de la izquierda mide de 10 cm y se inclinó hacia esta parte; el de la derecha tiene 43 cm y se hizo hacia ese mismo lado, éste último es también muy ancho y profundo, ambas medidas están próximas a los 2 cm.

 Trazos accesorios a la figura II-B-8.

Fig II-B-8-a-b-c-d-e-f-g y h.- El trazo a mide 22 cm y se realizó muy cerca del extremo superior del trazo descrito en primer lugar en la fig B-II-8, se extiende hacia la parte superior derecha en ángulo superior de  unos 20º. El b tiene 12 cm y es paralelo al primer trazo maestro mencionado en la cazoleta. El c es paralelo al a y situado en la zona media entre éste y el segundo de la cazoleta, mide 15,5 cm y tiende a equidistar de ambos. El segmento d tiene 13,6 cm y se realizó superiormente con un ángulo  izquierdo de unos 40º. El e tiene unos 6 cm y es perpendicular por el centro izquierda al d confluyendo en ese punto también con el a y formando además con él otros dos ángulos adyacentes. El f  tiene 5 cm, es de tendencia paralela a la derecha del a  y corta al e no perpendicularmente formando inferiormente dos nuevos adyacentes. La figura g es una forma triangular de marcada tendencia isósceles ya que sus lados mayores miden 6 y 5,7 cm, ambos forman un ángulo próximo a los 23º en disposición SW; el tercer lado mide poco más de los 2 cm; se situó a 6,2 cm del límite W de la superficie.

Fig II-B-9.- Esta cazoleta se situó a 9,8 cm del límite E y a 5,3 cm a la derecha de la cazoleta B-II-8. Tiene 3,55 cm de diámetro y 1 cm de profundidad.

     En su cuadrante inferior izquierdo se realizaron dos trazos: el situado superiormente a la izquierda, mide 7 cm de largo; el que ocupa el lugar inferior tiene 9 cm y ambos presentan una angulación de 45º.

 Trazos accesorios a la fig II-B-9

Fig II-B-9-a y b.- En la zona central comprendida entre los extremos inferiores de los dos trazos descritos se realizaron dos pequeños perpendiculares: el trazo a mide 5 cm es de tendencia vertical y está situado a la izquierda;  en su centro por la derecha corta al b que mide 3,2 cm, ambos forman dos adyacentes.

 Fig II-B-10.- Esta figura está formada por una cazoleta que mide de diámetro 3 cm y tiene una profundidad de 0,9 cm; se situó 2,8 cm a la derecha de la cazoleta B-II-8. Tiene un trazo de 31,5 cm realizado en posición vertical en el centro de su parte superior.

 Fig II-B-11.- Corresponde a una cazoleta de 3 cm de diámetro y 0,9 cm de profundidad, está situada en la parte superior derecha a 2,7 cm. Un trazo de 31 cm fue realizado en su límite superior, éste es paralelo al realizado en la B-II-10 en sus 18 primeros centímetros para ambos doblar levemente hacia la convergencia superior con el segundo de la cazoleta II-B-8.

 Trazos lineales anexos a la fig II-B-11

Fig II-B-11-a-b-c-d y e.- Estos trazos son muy finos y se situaron en la parte superior derecha, a 1 cm, del trazo mencionado en esta cazoleta, justo donde el mencionado segmento dobla a izquierda; a excepción del situado más a la derecha, son paralelos al mismo y por tanto también entre ellos; la distancia que los separa es de un par de milímetros. El primero por la izquierda es el a que mide 3 cm; le siguen el b y el c con 1 cm; el d tiene unos 6 cm y continúa unos milímetros más a la derecha; finalmente el segmento  e está inclinado hacia la izquierda unos 20º y mide 3 cm; su extremo superior roza por el centro derecha al d a 3 cm de su extremo superior.

 Fig II-B-12.-Corresponde a una pequeña cazoleta de poco más de 1 cm de diámetro y escasa profundidad, situada a 3 cm del extremo superior derecho del trazo correspondiente a la cazoleta B-11.

 Fig II-B-13.-Esta cazoleta fue realizada a 2,3 cm a la derecha de la número B-II-10; mide de diámetro 4 cm y 0,7 cm de profundidad. Tiene un trazo de 39,5 cm en la parte superior siendo paralelos a los maestros realizados en las B-II-10 y B-II-11; su extremo superior dobla ligeramente hacia la izquierda los últimos centímetros.

 Fig II-B-14.- Esta nueva cazoleta nos ha llegado muy tenue, tiene 2,5 cm de diámetro y unos milímetros de profundidad; se situó 2,3 cm inferiormente a la B-II-13. Esta  cazoleta se acompañó de un pequeño trazo de 5 cm desprendido inferiormente con un ángulo de 45º hacia la parte inferior izquierda.

Fig II-B-15.- Es la última cazoleta descrita en este subconjunto; mide 4 cm de diámetro y 0,8 cm de profundidad, se situó a 1,3 cm en la parte superior derecha del trazo correspondiente a la cazoleta B-II-13 y a unos centímetros del límite N de este espacio.     Un trazo de 33,3 cm fue realizado en su parte superior, también de tendencia paralela a los de las B-II-10 – 11 y 13; sus 12 últimos centímetros de la parte superior doblan hacia la izquierda.

 Trazos lineales anexos a la figura II-B-15

Fig II-B-15-a-b-c-d-e-f y g.- El trazo a es de tendencia vertical y paralela al anterior, mide 12 cm y se situó 1,2 cm a su derecha en el comienzo de la mitad superior. El b se situó 1,6 cm a la izquierda del trazo maestro, en la zona central alta y mide 9,5 cm. El segmento c es muy fino y tiene 6 cm, se situó a 3 cm de la parte superior de la cazoleta cazoleta cortando al segmento maestro, fue realizado con un ángulo superior izquierdo de unos 75º. El d mide 6 cm, fue realizado con un ángulo izquierdo de unos 45º y se situó próximo por la derecha del maestro. En la parte inferior derecha de la cazoleta se trazaron los tres trazos que restan. El e mide 8 cm, su extremo superior está a 1,4 cm a la derecha de la cazoleta siendo paralelo a los mencionados en las cazoletas de esta parte. Bajo él está el f que mide 9 cm y trazado con una angulación superior derecha de unos 38º; su parte izquierda central está a escasamente 1 mm del extremo inferior del e. Finalmente el g mide 8 cm y fue realizado con un ángulo superior de unos 15º; está situado unos milímetros a la derecha de los dos anteriores.

 4. 3. CONJUNTO III

   Este nuevo conjunto se situó en una pequeña superficie contigua por la derecha inferior, en el mismo plano horizontal que se realizaron las cazoletas. Esta nueva superficie presenta también tendencia rectangular, tiene de largo 25 cm y de ancho 15 cm estando igualmente alisada y limitada por rachones naturales; su sentido longitudinal está próximo al N-S (Fig 3. Lám II).

 Fig III-1.- Este número corresponde a un trazo de 4 cm realizada con un ángulo superior derecho de nos 40º; se situó a 1 cm del límite S de esta superficie.

Fig III-2-3-4-5-6 y 7.- El número 2 es otro trazo de 9,5 cm, realizado en dirección próxima a la vertical y cuya zona central esta situada un par de milímetros a la derecha del extremo superior del trazo 1. El número 3 mide 9 cm, fue realizado con tendencia paralela 0,7 cm a la derecha del anterior estando sus extremos superiores al mismo nivel. La línea número 4 mide 13,4 cm, tiene un ancho de 1 cm y una profundidad semejante y esta situada 1 cm a la derecha de las anteriores siendo también paralelas; comienza 2 cm por encima de las dos anteriores. Continúa a la derecha un nuevo segmento, el número 5, que mide 5 cm y es también paralelo. El trazo número 6 mide 10 cm y es igualmente vertical. El 7 mide 7 cm y se realizó inclinado hacia la izquierda con un ángulo de 45º, parte del extremo superior del trazo anterior y forma con él un ángulo de unos 45º en la parte inferior derecha.

 Fig III-8.- Esta figura es un cruciforme cuyo grueso brazo vertical mide 7,8 cm y el horizontal 8,2 cm, ambos se cortan a 2,2 cm del extremo superior. En los dos ángulos inferiores que determinan se realizaron cuatro segmentos de 7 , 5, 5,5 y 6,2 cm que tienden a determinar cuatro ángulos agudos de unos 20º.

Fig III-9.- Esta figura corresponde a una pequeña cazoleta de 3 cm de diámetro y 0,3 cm de profundidad, fue situada 1 cm más abajo del extremo inferior del cruciforme.    Un trazo de 6,2 cm fue realizado desde el cuadrante inferior izquierdo de la cazoleta formando un ángulo con la vertical próximo a los 45º.

 4.4. CONJUNTO IV

    Fue realizado en una superficie contigua por la derecha a la utilizada para realizar el conjunto II; el plano resulta elevado en unos 18 cm del anterior y se extiende hacia el lado derecho unos 20 cm y otros tanto hacia la parte inferior donde también desciende otro escalón; la parte E –posición del observador- tiene la roca elevada e irregular (Fig 2. Lám III).

 Fig IV-1.- La primera figura está situada a la izquierda de esta superficie en el límite de la roca. Es una cazoleta claramente elíptica cuyo eje mayor mide 7,5 cm y 6,5 el menor; el primero se realizó en dirección NW-SE..

   Esta figura tiene en su parte inferior tres trazos equidistantes, bien centrados y de tendencia radial. El primero por la derecha, el más superior; mide 12 cm y tiene adosada en su extremo inferior otra pequeña cazoleta de 3 cm de ancha y  0,5 cm de profundidad. El trazo central mide 16 cm y tiene hacia su parte central una cazoleta de 2,4 cm y 0,4 cm. El tercer segmento es de 15 cm y tiene en su extremo inferior una cazoleta de 3,5 cm de diámetro y 0,3 cm de profundidad.

 Fig IV-2.- Corresponde a una nueva cazoleta situada escasamente 1 cm a la izquierda de la última descrita en la figura anterior; mide de diámetro 3 cm y es 0,3 cm su profundidad.

Fig IV-3.- Este número corresponde a una figura algo más compleja. Una cazoleta IV-3-a, de 3 cm de radio y 0,4 cm de profundidad, fue situada  10,5 cm a la derecha de la cazoleta elíptica. De ella salen tres trazos: el primero parte de la parte derecha, tiene unos 12 cm, es convexo hacia el W y termina en horquilla; otro sale de la parte central de su cuadrante inferior izquierdo y señala la dirección NW-SE, mide 22,3 cm y corta en su parte media inferior a los tres segmentos radiales de la fig IV-1; el tercero segmento mide 12,5 cm y sale de la parte inferior derecha de la cazoleta reseñada; de su extremo parte un trazo perpendicular al segundo –central- de la última cazoleta que completa con los anteriores una forma triangular de alabarda; hay otra cazoleta, la IV-3-b, de 3 cm de diámetro y 0,5 cm de profundidad, cuya posición apunta la unión de estos últimos segmentos pero no llegando a ellos.  En la parte derecha de la cazoleta IV-3-b, se realizó otro de 19 cm que corta también de forma perpendicular al segundo trazo central de la cazoleta IV-3-b y termina en los extremos de la forma de horquilla mencionada al describir el primero de estos trazos. Parecen hacer alusión a un arco rudimentario –forma arqueada en la parte superior derecha- que lanzaría una alabarda sin refuerzo central.

 4.5. CONJUNTO V

    Este nuevo conjunto se grabó en un pequeño plano liso situado a la derecha del número IV, tras ascender un escalón de 3,5 cm hacia el N; el pequeño espacio en su zona E está algo deteriorado por lo que no se puede precisar si en él hay algún tipo de realización (Fig 3).

Fig V-1 y 2.- Corresponden a dos trazos de 3 y 5,2 cm y se realizaron hacia el centro de la zona. El 2 ocupa una posición horizontal y el número 1 fue realizado superiormente.

Fig V-3.- Es un trazo de 6,5 cm realizado 3 cm bajo la parte derecha del número 2 su posición se logró con un ángulo superior izquierdo de unos 15º.

 Fig V-4.- Este nuevo segmento mide 6,4 cm; se realizó 1 cm a la derecha del extremo inferior del número 3 y con un ángulo superior derecho de unos 15º; de su parte central derecha sale hacia la parte inferior un trazo de 4,3 cm logrando con él una forma horquillada de unos 15º.

 Fig V-5.- Un nuevo trazo de 3 cm fue situado 2,5 cm a la derecha de la zona central del anterior siendo paralelo al mismo.

 Fig V-6.- Ya cerca del límite derecho inferior de este espacio se observa una línea fina de 4,4 cm cuyo extremo izquierdo está a 1 cm de la zona media superior del número 5; presenta una angulación hacia la derecha de unos 75º.

 4.6. CONJUNTO VI.- Este conjunto se realizó próximo al extremo derecho de la roca. Para su trazado el autor debió cambiar de posición y, por lo general, colocarse en el lado N ya que los  la mayoría de los trazos cambian de dirección pasando de estar próximos a la E-W a indicar el N-S; de esto se desprende que por lo general las figuras obtenidas pasan a tender a la horizontalidad con respecto al observador situado como antes en el E (Fig 2. Lám III).

        La superficie sobre la que se realizó este conjunto salva un pequeño escalón superior de 0,8 cm y tiene las mismas características naturales que los anteriores ocupando los líquenes cenicientos su superficie; ellos dificultan la visión de los grabados pero también les protege.

Fig VI-1.- Esta figura corresponde a una cazoleta situada en la parte superior, tiene 2,5 cm de ancha y 0,8 cm de profundidad; en su parte izquierda se realizó un trazo de 9 cm con tendencia horizontal.

Fig VI-2.- Fue situada 3 cm más abajo del extremo izquierdo de la figura 1. Corresponde a una forma lanceolada con refuerzo central, su ancho máximo tiene 6 cm y el largo es de 16,8 cm; la hoja comienza a 4,2 cm del extremo izquierdo, su sentido es el N y la posición es horizontal con respecto al observador que debe seguir en el lado E. La parte inferior de esta figura tiene peor un acabado titubeante y más impreciso.

 Fig VI-3-4 y 5.- Corresponden a tres trazos cuyas medidas comenzando por la izquierda están próximas a los 3,8 – 5 y 1,6 cm; fueron situados muy próximos, formando un desligado y ligero zigzag escasamente situadas un par de centímetros bajo la forma lanceolada.

Fig VI-6.- Esta figura es compuesta, está formada por un trazo de 14,5 cm realizado 1,8 cm bajo los anteriores y en posición horizontal. Bajo él, a 2 cm hay otro paralelo de 13,6 cm. Del extremo izquierdo del primero y cortando al segundo se observa otro de 8 cm que forma dos ángulos con los anteriores de 45º hacia la parte inferior derecha.

Fig VI-7 y 8 .- En un pequeño espacio que hay entre estas figuras y el límite izquierdo de la roca se realizaron dos trazos de 4 y 6 cm, fueron ejecutados tendiendo a indicar un ángulo agudo de unos 30º de abertura superior.

Fig VI-9.- Corresponde a un trazo de 15,5 cm realizado en la parte inferior de todos los anteriores, construido con un ángulo de unos 45º, su extremo derecho corta a los dos paralelos de la figura número 6.

   Bajo esta última figura hay un espacio algo deteriorado que pudiera haber contenido alguna figura actualmente se observan solamente con claridad uns finos racheados de apariencia natural.

Fig VI-10.- Esta figura se realizó 3,8 cm a la derecha de la número 9, es una forma de ángulo agudo de unos 35º, adosada por la derecha a un fino racheado resultando una forma triangular.

 Fig VI-11.- Es otra gruesa línea de 13,5 cm realizada 1,2 cm bajo la forma anterior y ocupa el centro de la superficie siendo la disposición parecida a la número 9.

Fig VI-12.- Un nuevo trazo de 7 cm fue realizado a unos 2 cm bajo el anterior y en ángulo superior derecho de unos 15º.

   A 5 o 6 cm hacia la parte derecha de este segmento quizás pueda reseñarse una cazoleta pero su superficialidad nos impide ofrecer dimensiones con claridad.

 4.7. CONJUNTO VII.- Este conjunto presenta escasa figuras y fueron realizadas de forma discontinua, hay que trasladarse hacia la derecha a unos 30 cm y a la misma altura de la figura 1 del conjunto VI. La superficie es menos lisa (Fig 4).

 Fig VII-1.- Es una figura angular semejante a la número 10 del conjunto VI, los lados miden 7 y 7,4 cm siendo ligeramente cóncavos hacia el exterior, también se dispusieron adosados a la izquierda a un fino racheado que allí presenta la roca.

 Fig VII-2-3 y 4 y 5.- Corresponden a cuatro trazos de tendencias horizontal y paralela; de arriba abajo miden 3,5 – 9 – 6 y 9,8 cm; se dispusieron muy cerca del extremo natural de la roca y 25 cm bajo la figura 1.

4.8. CONJUNTO VIII

       El conjunto se realizó en una roca situada un par de metros hacia el E, algo alisada por el centro donde se encuentran los trazos(Fig 4. Lám IV).

Fig VIII-1.- Corresponde a una línea en posición horizontal, de unos 12 cm, situada cerca del extremo W de la roca.

Fig VIII-2.- Bajo la figura anterior, pasado unos 20 cm de un racheado,se realizó con el mismo tipo de incisión un ángulo agudo de unos 45º; sus lados miden 10 cm y el superior es de tendencia horizontal.

Fig VIII-3.- Unos 20 cm a la izquierda de los extremos de los lados de la figura anterior y cerca del límite de la roca se observa finamente trazada una forma de flecha con peciolo central rematado por la izquierda con una pequeña cazoleta; toda la figura mide unos 12 cm.

 Fig VIII-4.- Corresponde esta numeración a un trazo horizontalde unos 16 cm realizado inferiormente a la izquierda a unos 30 cm de la figura anterior y cerca del límite E de la roca.

 5. El ENTORNO ARQUEOLÓGICO

       El E de la penillanura no ofrece restos arqueológicos destacables en las inmediaciones. Tenemos noticias de una azuela pequeña de cuarzo común rosado, pulimentada, hallada en un impreciso lugar de una finca próxima llamada Vallispedro, hoy este material se halla en paradero desconocido.

        Hay que separarse unos 7 u 8 km para encontrar los poblados de Almoroquí y El Tercio-La Coraja. El primero no ha sido excavado y tanto las cerámicas como la inscripción del SW, halladas en superficie, nos remiten a un particular comienzo de la Edad del Hierro. La estela de guerrero y la inscripción del SW pueden remitirnos a épocas  próximas (Beltrán 1973).

      El poblado del Tercio-La Coraja ha sido excavado muy parcialmente y no se ha publicado una memoria completa de los numerosos materiales encontrados. Solamente existen estudios parciales  referentes a la Edad del Hierro. Sin embargo este asentamiento posee datos suficientes para saber que su existencia debe remontarse a épocas muy anteriores: la alineación de ortostatos desmontados y reubicados en su interior, una punta de flecha de silex observada por nosotros en los residuos superficiales procedentes del cribado, algunas cerámicas pulidas cuya tradición se puede remontar a la Edad del Bronce, la potencia de varios metros de espesor en la parte central del yacimiento… A nuestro juicio este poblado merece un estudio mucho más profundo. (Redondo 1987; Civantos 1988; Esteban 1993).

       Algo más distantes, entre 10 y 12 km, están los grabados del río Tejadilla (Rubio 2000) y a mayor distancia aún los del Cándalo (Rubio 1999 y 2000), Valdehonduras (Rubio 2001) y Collado de S. Cristóbal, Zarza de Montánchez (Rubio 2003) -presente en este mismo trabajo por los grandes paralelismos que tiene con el de Boticojos; con el resto de grabados mencionados se pueden establecer relaciones mas distantes.

       Finalmente la punta de alabarda o puñalón de cobre endurecido hallada en el berrocal trujillano (Rubio 1992) y un número de pulimentados no elevado encontrados en esa misma zona así como sus poblamientos Calcolíticos y de primeras fases del Bronce (Rubio 1998 y 2003) completan el panorama arqueológico que en general es común a todas estas series de grabados.

6. RELACIONES

     Todos estos monumentos y algunos más del N de la provincia, en la comarca de Hurdes -al menos los de Puerto del Gamo en Casar de Palomero y Peña Rayá en Huetre (Sevillano 1991)-, tienen en común la presencia de trazos, cazoletas, ángulos…, en ellos también se representaron armas de metal por lo general del Bronce Inicial y Medio, desde luego anteriores a la Edad del Hierro. Pero debemos señalar que solamente presentan trazos unidos a cazoletas los grabados denominados Tejadilla XI, Valdehonduras y los del collado de S. Cristóbal.

      En Tejadilla XI lo veíamos al menos en tres ocasiones, en concreto los  números 40 del conjunto IV; el 3 del conjunto III y el número 5 del conjunto V, en ésta con cazoleta oval. Valdehonduras ofrece numerosos ejemplos de esta relación aunque en él, a veces, las conexiones entre las dos formas es más compleja. Como veremos el collado de S. Cristóbal ofrece entre sus grabados una numerosa representación con la misma siplicidad que en Boticojos y, por lo general, a cada cazoleta le corresponde un trazo descendente, cuestión que no queda convenientemente expresada en su representación en los demás grabados apuntados por estar realizados en un solo plano.

      No conocemos relaciones intermedias peninsulares y hemos de marchar al Pirineo para encontrar unas series de grabados que guardan cierta semejanza en cuanto a las cazoletas asociadas a trazos profundos en forma de carena de barco, unas están en los Pirineos Catalanes y otras fueron ejecutadas en los valles de Andorra (Abelanet 2003), (Cantauri 2003).

 7. CONCLUSIONES Y CRONOLOGÍA

       Los grabados realizados en Boticojos se distribuyeron intencionadamente en varios conjuntos y la temática que encierran debe ser variada. El primer conjunto poco puede aportar dada la escasez de trazos. El segundo está dividido en dos partes y ocupa dos planos que se cortan en ángulo obtuso –cuestión poco común- pero que también ocurrirá en el collado de San Cristóbal. Denotan una temática relativa al significado de la cazoleta con trazo concatenado descendente, sin que intervengan otro tipo de realizaciones que pudieran interferir lo expresado; la amplitud del espacio utilizado en relación con el total disponible de éste nos informa del valor e importancia de esta comunicación. Ésta se repite entre 15 y 20 veces substancialmente de forma machacona por lo semejante pero también indicando una gran pluralidad de objetos aunque es verdad que cada grupo de figuras tiene su matización.

       Deben ser tomado como signos y con ellos hacer mención a algúnos cuerpos de forma circular –expresado mediante las cazoletas-, que llenan de momento aquí, un doble espacio –ya veremos como en el collado de S. Cristobal se completan las tres dimensiones que indican una representación en volumen-. Deben ser numerosos y tener energía para que de ellos  se desprenda individualmente hacia una parte inferior -las cazoletas ocupan la parte más alta del espacio y los trazos descienden hacia la más baja-, estos, aquí en Boticojos, alcanzan su plenitud en profundidad y grosor en una distancia indeterminada de la zona central.

       El conjunto III parece hacer mención al único elemento humano, radiado en su parte inferior, esto le puede comunicar un carácter sagrado, de alguna manera con parentesco solar tal y como apuntamos en los contenidos del conjunto XI de Tejadilla. Su representación es coincidente con la forma estelar radiada del conjunto IV, sin que podamos añadir más dado la simpleza de los demás trazos. Debemos mencionar también la cazoleta con trazo adherido tal y como ocurría en Tejadilla, aquí en lugar próximo al sexo. Parecen hacer alusión a una jefatura sacralizada con algúna relación solar que era patente en el S peninsular en épocas pretartesicas y que en nuestra zona se comienza a percibir por estos grabados mucho tiempo antes.

     El conjunto IV ofrece en el W la única cazoleta oval de este grabado y por los tres radios que emite hacia el saliente parece aludir, con poca dudas, a una representación astral, apunta con claridad al Sol. El resto de los trazos y cazoletas, por su complejidad, nos acerca a algunos del grabado de Valdehonduras, en síntesis hace una nueva referencia sideral y armamentista introduciendo un arco novedoso y posiblemente ideal. Su composición no tan simple, ni repetitiva como en el conjunto II.

       Pasamos al conjunto VI dado que el V presenta unos cuantos trazos lineales que poco pueden aportar. En el conjunto la cazoleta con trazo parece presidir la escena -si nos situamos en el E-, el resto de trazos amplía algo más el relato. En él se realizó con claridad una hoja de lanza cuya tipología es muy amplia como vimos al estudiar el grabado del Cándalo, el resto de representación de armas que la acompañan en los conjuntos II-A, II-B, VII y VIII nos hace asegurar una fecha de ejecución durante la Edad del Bronce Inicial o Medio.

      Finalmente en los conjuntos VII y VIII se incluyeron formas angulares unidas a un fino racheado de la roca que indica con claridad formas de alabarda sin refuerzo central semejante a la representada en el subconjunto B del conjunto II y una forma de flecha cuya cazoleta indica el punto donde la fuerza la impulsa, posición que denota energia, entendida ésta como capacidad de realizar  fuerza.

     Si tomamos la figura angular con bisectriz realizada en el subconjunto A del conjunto II comouna representación de alabarda reforzada es este figura quién principalmente debe marcar la cronología, ella apunta en este entorno una fecha de comienzos del Bronce Medio el resto de las formas armamentistas pueden señalar tiempos ligeramente anteriores.

 APÉNDICE GRÁFICO 1: BOTICOJO 

Boticojo Fig 1

                                    Figura 1.- Grabado de Boticojos, conjunto 2

Boticojo Fig 2

Figura 2.- Grabado de Botijos, conjunto III

Boticojo Fig 3

 Figura 3.- Grabados de Boticojos, conjuntos I – III y V 

Boticojo Fig 4

Figura 4.- Boticojos, conjuntos VII y VIII

2lam1

Lámina I.- Boticojos, conjunto 2

2lam2

Lámina II.- Boticojos, conjunto III

2lam3

Lámina III.- Boticojos, conjuntos IV y VI

 

 

 

Dic 292013
 

Luis Vicente Pelegri Pedrosa.

Un día otoñal de 1551. Una adolescente de apenas 17 años se apresta entre la garúa del puerto del Callao a embarcar con dos hermanastros y varios allegados, casi más que familiares, hacia la primavera española. Su historia podría ser la de cualquier criolla, fruto del mestizaje de dos culturas: la hispánica y la incaica, sin embargo es nada menos que doña Francisca Pizarro Yupangui,  la  primera mestiza del Perú, hija y única heredera del conquistador, capitán general y gobernador del territorio, Francisco Pizarro, y de una joven princesa inca, doña Inés Huaylas Yupanqui, llamada la «pizpita», o pajarillo, por el propio Francisco. Inés fue la princesa y gran señora de Hatum Huaylas, hija del inca Huayna Cápac y de la coya, o esposa principal, Cóndor Huacho. Doña Inés y su madre tuvieron un destacado protagonismo en la resistencia de Lima contra el ataque incaico. La azarosa y prolongada vida de doña Francisca para su época (1534-1598),  puede resumirse en cuatro etapas: peruana, vallisoletana, trujillana y madrileña.

Francisca nació en Jauja, primera capital del Perú, hasta que su ilustre padre trasladó la cabecera del territorio  a la costera Ciudad de los Reyes, donde fue bautizada. Curtida y madurada en comprometidas situaciones. Vivió los duros años que sucedieron a la ejecución del último emperador inca Atahualpa, la conquista del Tahuantinsuyo, la  rebelión inca y las guerras civiles entre españoles. Separada de su madre a los tres años; huérfana de padre a los siete, cuando aquel fue asesinado por las huestes de Diego de Almagro «El Mozo», el domingo 26 de junio de 1541; expulsada de su propia tierra con 17.

Pizarro dejó a su madre doña Inés por doña Angelina, una hija principal de Huayna Cápac que estuvo destinada a ser la coya de Atahualpa, cuyo nombre de ñusta, o princesa,  fue Cuxirimay Ocllo. Aun así el gobernador dejó a doña Inés bien dotada y casada con otro español, Francisco de Ampuero, servidor suyo que llegó a Perú con Hernando Pizarro. Tal vez este cambio de compañera se debiera a un intento Francisco de prestigiar aún más su posición ante los señores incas y garantizar la obediencia de éstos, o al prosaico motivo del carácter de doña Inés, por la crueldad que demostró  con su medio hermana la coya Azarpay, a la que mandó ejecutar.

Diez años después del asesinato de su padre, y ante el malestar que provocaba la presencia de los herederos del conquistador, y más tras la derrota y ejecución de su tío Gonzalo Pizarro, la Corona obligó a su expatriación. Doña Francisca viajó a España acompañada de un numeroso séquito de parientes y sirvientes. La Corona española había reconocido su noble condición: nieta de inca, hija de inca, sobrina de inca e hija de doña Inés Huaylas Yupanqui, princesa y señora del Hatum Huaylas.  Era, además, la heredera directa de la enorme fortuna y propiedades de su padre, Francisco Pizarro, y como tal vivió rodeada de lujos y de una refinada educación, y más para una mujer de su tiempo, pues aprendió a leer y escribir, supo ejecutar los bailes de salón de su época y tocaba el clavecín. Además, tuvo a su servicio cuatro esclavas blancas y numerosa servidumbre indígena

Doña Francisca fue criada en el hogar de su tío Martín de Alcántara, hermano por parte de madre de Francisco Pizarro,  y su esposa Inés Muñoz, una española de origen campesino que vio morir a sus dos hijos españoles en el duro viaje hacia Perú, y que adoptó a doña Francisca y su hermano Gonzalo. Con ellos viajó a España. Allí la esperaba con grandes planes el verdadero cerebro económico de la empresa conquistadora de los Pizarro, Hernando, el único hijo legítimo e hijodalgo de los cuatro hermanos del clan. Existen pruebas de que, ante la persecución emprendida por los funcionarios reales para acabar con el poder de los Pizarro en Perú, Hernando y  Gonzalo habían tratado de la salida hacia España de Francisca y de los hijos supervivientes de los  hermanos conquistadores.

Hernando se encontraba preso en el castillo de la Mota de Medina del Campo. El joven príncipe de Asturias, futuro Felipe II, mantenía en jaula de oro al viejo conquistador, cuyas relaciones y poder en ultramar no convenía dejar operar en libertad, pero tal vez el reconocimiento del príncipe y una posible simpatía por el viejo conquistador nos ayuden a entender su destino. Hernando desde su prisión siguió manejando hilos a través de testaferros, y a costa de litigar con la Corona y con particulares salvó parte del imperio peruano del que repatrió una importante fortuna invertida sobre todo en su solar trujillano. Hernando Pizarro culminaba así su carrera militar, cumpliendo el anhelo de regresar como rico señor a su tierra, a la que siempre pensó en volver como demuestran sus tempranas inversiones desde América. Todo ello permitió al futuro rey Prudente extirpar del Perú el peligro de posibles revueltas en torno al clan conquistador, proscrito así para siempre de la Nueva Castilla.

Como colofón al salvamento de bienes y propiedades Hernando contrajo matrimonio con su sobrina doña Francisca, hacia 1552, se unían la sangre y la fortuna del clan Pizarro. Durante una década, convivieron los cónyuges en Medina del Campo, hasta que el ya rey Felipe II dio la libertad definitiva al viejo militar. El maduro conquistador y la joven princesa mestiza forjaron un linaje al que trasmitieron su estirpe gracias a un mayorazgo fundado en 1578, año de la muerte de Hernando.

Pero las disposiciones del hermano superviviente de la Conquista fracasaron en parte con las aspiraciones de su joven viuda. En 1581,  doña Francica contrajo segundas nupcias con don Pedro Portocarrero, hijo de los condes de Puñonrrostro, de más abolengo que fortuna, que saneaban gracias a su enlace con la rica criolla. Don Francico Pizarro y Pizarro, uno de los tres hijos que tuvo con su tío, casaría a su vez con una hermana de don Pedro. Por tanto, madre e hijo pasaban a la  vez a ser concuñados. La nueva estirpe indiana añejaba así también su nueva nobleza emparentando con un linaje castellano. Como no podía ser menos para una noble con aspiraciones, la pareja residió en Madrid, con casas en la Calle Relatores y la calle del Príncipe. Los dispendios obligados por el tren de vida cortesano comenzaron a menguar la fortuna de la refina mestiza. Así, en compañía de un hombre más joven que ella y en medio de boato para el cual fue educada, vivió doña Francisca los últimos veinte años de su etapa madrileña.

La vida de doña Francisca, en suma, fue la de una mujer refinada y educada, pero templada en mil adversidades, que recoge la herencia de dos mundos y  funda una estirpe que, junto a otras, son el origen de un grupo social que podríamos llamar la “aristocracia indiana en España”, formada por indianos retornados y por criollos, que, provenientes de esta nueva élite mestiza, dejaron huella de su fortuna, como fue el caso de los Moctezuma, herederos de la princesa azteca Isabel de Moctezuma,  e incluso en la cultura, con el gran Garcilaso de la Vega. Un capítulo esencial para entender la obra de España en América y el origen de una cultura común.

Dic 272013
 

Francisco Rivero Domínguez.

Y Cervantes escribió en La Galatea:

 Aunque el ingenio y  elocuencia vuestra

Francisco Sánchez, se me concediera,

Por torpe me juzgara, y poco diestra

Si a querer alabaros me pusiera

 

Lengua del cielo, única y maestra

Tiene de ser la que para la carrera

De vuestras alabanza se dilate

Que hacerlo humana lengua es disparate

El Brocense en Internet

Este año de El Brocense se ha de hacer cualquier cosa con el fin de divulgar su obra. Esa es una responsabilidad de todos los broceños. Una idea de darla a conocer más es bucear en Internet, aprovechando las nuevas tecnologías de la información. De ahí que una tarde me dedicase por completo a ver qué dice Internet de nuestro personaje.

Lo primero que se me ocurrió fue entrar en el buscador www.altavista.com Una vez que entré en él, solicité, a través de la palabra “Brocense” en todos los idiomas y me dio que había encontrado 163 páginas. Rehice la búsqueda sólo en español y se redujo a 136, contando un total de 619 veces la palabra Brocense. Vi, de alguna manera, que gentes de otros idiomas estaban tratando de dar a conocer a nuestro gramático en otras lenguas. Entre ellas vi que se trataba, además del español.

Lo primero que me llamó la atención es que la primera página no trata directamente del gramático Francisco Sánchez de las Brozas, sino del embalse de abastecimiento de El Brocense, www.cotosdepesca.com/lugares/   o lo que es lo mismo, la charca de Brozas, dando cuenta al corresponsal electrónico de que se trata de una laguna de libre regulación para los pescadores y que puede capturar un máximo de 20 tencas desde el 4 de abril al último domingo de octubre.

La segunda búsqueda fue más acertada, ya que se trata de la Institución Cultural El Brocense, la institución que coordina toda la actividad cultural de la provincia desde la Diputación. www.bme.es/brocense/. Desde este artículo una sugerencia a los redactores de la entidad: Deberían explicar quien fue El Brocense, pues muchas personas de todo el mundo puede entrar a consultar y no saber quien fue el personaje que da nombre a la institución Cultural. Gracias anticipadas.

En la biografía elaborada por Osvaldo A. Rodríguez Soto sobre la vida de don Miguel de Cervantes se cita, en dos ocasiones, dentro del contexto histórico de la vida del autor de El Quijote, ocasiones a nuestro biografiado. La primera cuando 1562 publicó su trabajo “Latinae institutiones”. Y la segunda en 1574 cuando realiza los comentarios de Garcilaso de la Vega. www.cervantes.alcala.es/. Se trata del centro de estudios cervantinos de la Universidad de Alcalá. De aquí me nace una sugerencia. ¿No podría encargarse alguien de divulgar a través de Internet, la vida y obras de El Brocense?. El reto está ahí y yo me ofrezco a ayudar en lo poco que pueda aportar.

Y después viene una cita internacional. La Universidad de California  (San Diego) publicó en 1925 el libro “Francisco Sánchez, el Brocense”, cuyo autor fue el hispanista Aubrey Fitz Gerald (1882-1950), quien también escribió en 1922 un libro sobre Galicia. Esto da importancia de la obra de este pensador renacentista, nacido en un pueblo extremeño y que ha interesado a estudiosos de nuestro tiempo. La ficha bibliográfica del libro es:

Francisco Sánchez de las Brozas, Editorial: Oxford University Press, (Londres) 1925, Serie. Hispanic notes and monographs, Coeditado por Hispanic Society of America, XII páginas de comentarios y 166 de textos.

Su dirección en Internet es: www.roger.ucsd.edu/search/dbroadsides+scotla…1,-1,0,B

Historia del idioma español

La página www.el-castellano.com/evolucio.html está dedicada a la historia del idioma español, y la firma Sergio Zamora, quien en un largo artículo sobre la evolución del idioma español en los últimos cinco siglos comienza con lo siguiente. “La publicación de la primera gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija en 1492, fecha del descubrimiento de América y de la toma de Granada por los Reyes Católicos, establece la fecha inicial de la segunda gran etapa de conformación y consolidación del idioma. A esta época pertenece el cambio de las consonantes que altera y consolida definitivamente el sistema fonológico del español”.

Continua citando a El Brocense: “Desde el punto de vista del léxico, el español adquirió una gran cantidad de neologismos, pues a estos momentos correspondió la expansión de Castilla y, por lo tanto, el contacto con otras culturas. Consiguió consolidarse como lengua dominante frente a otros dialectos peninsulares al llevarse a cabo la unidad política de Castilla y Aragón y ser el castellano la lengua de los documentos legales, de la política exterior y la que llegó a América de la mano de la gran empresa realizada por la Corona de Castilla, ya fijada en la gramática normativa de Nebrija. A partir de los primeros momentos del siglo XVI se prefirió la denominación de española para la lengua del nuevo imperio, y la preocupación de los intelectuales del momento se refleja en la enorme tarea de sistematizarla, analizarla y divulgarla. Lo demuestran la publicación del gran Diccionario de Alcalá, obra de la Universidad Complutense creada por Cisneros; la aparición de la Minerva de Francisco de las Brozas, conocido por El Brocense, que es una gramática normativa y descriptiva más moderna que la realizada por el grupo francés de Port Royal, y, a principios del siglo XVII, la publicación del Tesoro de la lengua castellana o española (1611) de Sebastián de Covarrubias, primer diccionario de la lengua, que contiene cuanta información histórica y sincrónica había disponible en el momento de su publicación”.

La “Página del idioma español”   www.el-castellano.com/index.html   fue creada en abril de 1996 con el propósito de contribuir a la preservación, unidad y pureza de nuestra lengua. Busca sumarse así a otras iniciativas dirigidas a abrir en la Internet nuevos y más amplios espacios a la comunidad de 400 millones de hispanohablantes. Es editada por Ricardo Soca, periodista uruguayo radicado en Río de Janeiro. La Página del Idioma Español y no atiende consultas, pero puedes buscar aquí mismo los foros adecuados para ello.

La biblioteca de la Universidad de Cambrigde   www.alfa.lib.cam.ac.uk tiene entre sus fondos varias obras que estudian a El Brocense. Entre ellas, las siguientes:

“Comentarios de Garcilaso de la Vega (1503-1536), y de El Brocense(1523-1600)”, Fernando de Herrera, Tamayo de Vargas y Azara.  Introducción y notas son de Antonio Gallego Morell, 699 páginas. Universidad de Granada 1966.

* El mismo libro fue editado por la Editorial Gredos. Madrid 1972.

Por otra parte, la Universidad estadounidense de Michigan  www.emich.edu/~linguist/issues  estudia la máxima obra de Francisco Sánchez, la Minerva: “ Sanchez, Francisco de las Brozas, El Brocense (1562) Minerva, seu, De causis linguae latinae commentarius. In Spanish: Minerva o la propriedad de la lengua latina. (Trabajo mencionado por Ana Teresa Pérez-Leroux).

“From Ana Teresa Perez-Leroux The only description I have read of this in regards to Romance comes from the Rennaissance grammairian Sanctius ( `El Brocense’), who believed that optional intransitives had implicit direct objects, and used the cognate object examples to make his point. I have read him in Spanish but I believed the original examples were Latin. (PC: the reference I dug up for El Brocense is included in the references section above – I hope this is the relevant work. El Brocense alias de Francisco Sánchez de las Brozas).

Se trata de un trabajo realizado en diciembre de 1998 para la Universidad de Michigan por Anthony Rodrigues Aristar  aristar@linguistlist.org

Por último, para descargar una página ligera realizada por “El Brocense”:

www.members.xoom.com/elcabezon/index2.htm.

Dic 272013
 

Miguel Sanz Salazar/ Arquitecto. Francisco Sanz Fernández / Universidad de Extremadura Juan de Orellana-Pizarro / Documentalista e investigador.

«Aún no es tarde para escuchar los ecos apagados del color de la ciudad; percibir la huella del tiempoen los deslustres de sus calles; degustar el olor a mazarrón, azurita y carbón de encina de sus piedras…»

Francisco Sanz Fernández

En Septiembre de 2005, durante la celebración de los XXXIV Coloquios Históricos de Extremadura, Juan de Orellana Pizarro, Miguel Sanz Salazar y quien suscribe estas letras iniciamos una compleja y no siempre gratificante investigación – conforme avanzábamos comprendíamos la pérdida irreparable de elementos patrimoniales singulares a que había sido sometida la ciudad los últimos años- sobre el patrimonio trujillano, centrando nuestros esfuerzos especialmente en la catalogación – estudio documental, fotográfico e iconográfico; análisis físico-químicos, etc.- de aquellos inmuebles que, a pesar de conservar algunas de las señas de identidad – esgrafiados, policromías, conjuntos cerámicos, … – que hicieron de Trujillo una ciudad arquitectónica de primera magnitud en el contexto peninsular, se hallaban en peligro de ruina; abandonados o sencillamente eran demolidos por la incuria y ceguera de sus gobernantes y ciudadanos’.

Llegados a este mes de septiembre de 2007, nuestro atrevimiento ha servido de muy poco, pues más allá del reconocimiento puntual que nuestra investigación ha tenido entre todos los amigos que hacen posible estos coloquios, el abandono, la ruina y el olvido siguen amenazando a multitud de inmuebles y áreas urbanas de la ciudad.

Dando término a nuestro compromiso -en realidad seguiremos denunciando con la palabra cuanto perjudique a la conservación del legado artístico, cultural, paisajístico, arqueológico y antropológico que hemos recibido–, les hablaremos en esta ocasión del color en la arquitectura -de esa epidermis tan frágil que siempre ha estado a merced de los cambios de gustos y de tendencias y que al menor problema o desconchón se prefiere tapar o picar antes que restaurar-; de la escenografía pigmentada con óleos, temperas y vidriados cerámicos que ha acompañado al paisaje urbano trujillano desde la Edad Media a nuestros días.

Para ello traemos a estas páginas el análisis de un conjunto de edificios históricos o de partes de ellos, en los que el color fue o sigue siendo cualidad esencial de su apariencia. También, una suerte de documentos -una veintena-, inéditos en su mayoría, que se remontan a los años finales del siglo XV y hasta los primeros decenios del siglo XVII, en los que será fácil comprobar: que los sentidos del viajero curioso, que mira y observa, que percibe restos de color y policromía aquí y allá, no han sido engañados. Antes bien, estas históricas letras -acuerdos municipales, protocolos, cuentas de fábrica, etc.- desvelan algunos lugares de Trujillo que otrora se disfrazaban de rojo, azul o verde. También, los nombres de los artistas -los llamados pintores a lo morisco- que hicieron posible esta explosión de color.

Pátinas y recubrimientos históricos. El color como recurso para la conservación y como referente estético.

Es fácil imaginar o evocar cuando nos perdemos entre las calles, plazas y rincones de una ciudad medieval y renacentista como Trujillo, bien es cierto que casi siempre auxiliados de inexactas guías turísticas, determinados acontecimientos históricos -entradas reales, lecturas de capitulaciones, conmemoraciones de batallas, procesiones, sesiones abiertas del concejo, enfrentamientos bélicos, la «primera azada» de un templo, etc.- o escenas románticas-el cortejo de una dama, un lance entre espadachines, … -; estas últimas percepciones alimentadas desde la literatura y el cine.

En cambio, pocas veces detenemos nuestra mirada en un detalle concreto, a veces menor, como las jambas de la fachada de una iglesia, un escudo, o la forja oxidada de una balaustrada, pues la mayoría de nosotros no ha sido educado para percibir las ciudades históricas con una mirada curiosa, con un ojo inquieto, o a través de un libro o artículo científico.

Por ello pasamos por alto en cada paseo y visita multitud de matices y detalles que explicarían mejor que cualquier imagen novelada, a veces también que muchos textos arquitectónicos y artísticos positivistas, la escenografía urbana que tuvo esa ciudad en otro tiempo.

Históricamente, en los edificios públicos se ha realzado siempre el color natural de los materiales mediante pinturas e incrustaciones de otros materiales: oro, bronce, esmaltes, cerámica, mosaicos, etc. buscando un efecto de contraste con la masa del edificio, subrayando entradas, pórticos, para ser identificados desde fuera, como puntos de referencia en la ciudad»

Pero el uso de pigmentos y colores, ya fuesen aplicados al óleo y aglutinados con aceites, ya mezclados con lechadas de cal o de cal y yeso -trabadillos-, no se debió exclusivamente a una tendencia estética o a una voluntad decorativa, sino que también tuvo la utilidad de servir como barniz transpirable y protector de materiales pétreos, de madera o ladrillo.

Enumerar aquí in extensus todas y cada una de las técnicas y procedimientos históricos empleados para el recubrimiento de fachadas o la ornamentación de arquitecturas seria tarea que desbordaría los límites prudenciales de este artículo. No obstante, centraremos nuestro esfuerzo en proponer cómo, en qué zonas del edificio y por qué se aplicaba color sobre una arquitectura en la ciudad de Trujillo. Por último, a qué debemos esa tradición cromática, que, nos gustaría avanzar ya, en Trujillo siempre bebió de una diversidad de lugares y culturas: pues debemos considerar que a las prácticas hispano-musulmanas –esgrafiados, yeserías, cerámica, etc.- se sumaron las fórmulas decorativas pleno medievales -pensemos en los restos de color aún visibles en las portadas de la iglesia de Santa María-, del último gótico –en las que el peso de lo flamenco y brabanzón fue importantísimo-, italianas -ya a finales del siglo XVI­Y también de la América prehispánica, pues el palacio de la Conquista’, por ejemplo, es un canto teñido de mestizaje. Allí, el color del escudo, de estancias interiores y forjados se deben a la cultura cromática del pueblo Inca, del que doña Francisca Pizarro Yupanqui, su propietaria, era princesa y divinidad-hija de Inti-.

Sirva como primer ejemplo, así, el maderamen de numerosos forjados de palacios trujillanos del siglo XVI: frecuentemente coloreados con brea, mazarrón o dorados para protegerlos mejor frente a la humedad y el ataque de insectos xilófagos y hacerlos también más suntuosos y luminosos.

El color de la ciudad

El color fue uno de los recursos principales que contribuyó a resaltar la escenografía urbana y arquitectónica de la España renacentista y de centros menores como Trujillo, no sólo, como podría suponerse en su significación más compleja y alabada en forma de repertorios y programas iconográficos, sino, principalmente, como parte indivisible de los componentes de los morteros de cal, lechadas y esgrafiados que servían de acabado para arquitecturas civiles, religiosas o de utilidad pública – puentes, aljibes, pozos de nieve, embalses, etc. –4. En sus muy diversas y posibles aplicaciones, el color contribuía a redefinir las relaciones de masa y volumen del proyecto, así como a consolidar la profundidad y perspectiva de espacios interiores y ornamentos de fachada.

Estos trabajos, de cuyos resultados debía ser responsable el arquitecto, como nos sugiere Sebastiano Serlio en la edición de su tratado publicada en Toledo el año 1552 en el taller de Iván de Ayala, cuando afirma: » … que el arquitecto, no solamente debe ser curioso en los ornamentos que han de ser de piedra y mármol, pero también lo debe ser en la obra y pintura de pincel para adornar las paredes y otras partes de los edificios, y, principalmente, le conviene ser, él mismo, ordenador de todo, como superior de todo lo que se haya de hacer en las obras … «5, no se deben exclusivamente a la moda llegada de Italia, como podría sugerirse tras analizar brevemente algunos de los conjuntos españoles más conocidos como el Viso del Marqués, el Hospital de Santa Cruz de Toledo u otros edificios de la nueva Castilla, sino que, sobre todo, forman parte de los muchos influjos mudéjares y brabanzones que dominaban todavía la escena artística peninsular: así al menos se deduce de la técnica -morteros de cal grasa, esgrafiados a uno o dos tendidos y capas de sacrificio para los paramentos; recorte y cuenca y arista para la cerámica- ; los motivos ornamentales -falsas sillerías o tramas geométricas romboidales en losanges como la del Monasterio de Yuste (Cáceres)-; y lugares elegidos -tiros de chimeneas turriformes de influencia franco-flamenca e italiana, trasdosados de bóvedas y copulines como las del palacio de los Chaves-Orellana o del templo de San Martín, ambos en Trujillo, torres merlonadas como las de Guadalupe o balcones y escudos de fachada, en Trujillo, Cáceres, Granada, … 6-.

No debemos olvidar que la tradición castellana y aragonesa de policromar las bóvedas de crucería, responsiones, sepulcros de lucillo y portadas de sus parroquias y monasterios -un simple vistazo a la pintura hispano-flamenca de los maestros Bermejo o Gallego resulta ilustrativa- se debió en gran parte a la tradición flamenca y germana consolidada durante la dinastía de los Trastámara, del mismo modo que los numerosos ejemplos de ornamentaciones cerámicas del Monasterio de Guadalupe o las yeserías de Toledo, Guadalajara y Granada fueron consecuencia de una continuidad en las fórmulas decorativas de tradición islámica.

De este modo, el eclecticismo ornamental y espacial de los primeros años de nuestro Renacimiento afectará también a las artes del color, hasta el punto de que, llegado el momento de mayor asimilación del arte italiano, éstas se mantendrán o solaparán, como respuesta técnica a los motivos iconográficos al romano. Es decir, llegados al último tercio del siglo XVI, veremos cómo los consejos estéticos y las fórmulas decorativas que Serlio aporta para policromar interiores de palacios y arquitecturas civiles, que incluyen la contaminación de muros con cartelas en «Ces» y escenas enmarcadas en quadri riportati, conviven con motivos geométricos esgrafiados de técnica hispano-musulmana y coloraciones al óleo de relieves platerescos – pensemos en el escudo del balcón del palacio de la Conquista7-.

El color de una ciudad como Trujillo, levantada sobre un batolito de granito herciniano y aflorado, es el de un pardo-grisáceo con destellos de cuarzo. También el blanco sucio, apagado y sin brillo, de la cal, que mezclada con arena del berrocal exorna los muros y paredes de templos, alcázares, palacios y casas solariegas que rítmicamente se deslizan por las faldas de la alcazaba.

Pero a estos colores naturales han de añadirse otros: de igual procedencia, como los verdes y marrones de las dehesas –de propios y comunales- o los azules y rojos embarrados de charcas y estanques -San Lázaro, Albuera, La Magdalena, los Barreros-; artificiales, como los buscados intencionadamente por el hombre como contraste a esa uniformidad cromática -policromías de escudos, claves de bóveda, puertas y forjados de madera, cubiertas de edificios, etc.-; o adquiridos, como las pátinas, por el deslustre y el paso del tiempo, cual sería el caso del marrón rojizo de los líquenes que animan los muros de la iglesia de San Martín.

Nuestra investigación se centrará únicamente en aquellos buscados, ansiados y aplicados directamente por la mano del hombre como acabados para arquitecturas.

El color de la arquitectura

El color y la policromía en los espacios interiores. Parroquias de Santa María y San Martín. Conventos de San Francisco y la Encamación. Ermitas de San Lázaro y Santa Ana.

Las capillas mayores o funerarias de no pocos edificios religiosos trujillanos de los siglos XV, XVI y XVII, siguiendo una tradición medieval perceptible en otras zonas extremeñas, peninsulares y centroeuropeas, eran frecuentemente decoradas con escudos de armas, retablos e imágenes saturadas de color. A través del oro, el bermellón o la azurita los comitentes buscaban realzar la percepción y profundidad del relieve -la decoración de ornamentos vegetales, geométricos, heráldicos y figurativos-, al tiempo que conferían una imagen de opulencia, poder, nobleza y riqueza a sus realizaciones, ya fuesen de uso personal -un enterramiento o capilla- o de carácter filantrópico -un Altar Mayor-. También lo fueron los nervios y las claves de numerosas bóvedas de crucería, los escudos de enterramientos, rejas, relojes, puertas de iglesia, jambas, etc. Veamos algunos ejemplos.

Comencemos refiriéndonos a una de las capillas más antiguas y que mejor ha llegado a nosotros: la capilla funeraria del Canónigo Blázquez, situada en el templo parroquial de Santa María la Mayor (ss. XIII-XVI). Erigida en forma de sepulcro de lucillo sobre el lado de la epístola la primera mitad del cuatrocientos, consta de dos arcos ojivales doblados y recercados por un alfiz. Sobre éste puede leerse la inscripción: «ESTE ARCO SEPULTURA MANDO HACER GONZALO BLAZQUEZ­CANONIGO EN LA EGLIADE PLASENCIAARCIPRESTE DE TRUJILLOLA CUAL HIZO EN EL AÑO DE MILLQUATROCIENTOSXLVITh>8. En el arcosolium interior se observar otra leyenda que reza: «ACABOSE AS DE HENERO DE 1581». Una y otra nos permiten discernir que la capilla fue objeto de, al menos, dos intervenciones entre 1448 y 1581. También, dado que son visibles los repintes y modificaciones efectuados en esta última intervención, el color que animaba la capilla desde el momento primero de su construcción: verdes, rojos, negros y amarillos.

En la misma parroquia encontraremos también la capilla funeraria de los Bejarano, obra de 1522, debida a don Diego García de Orellana. Se trata de un ejemplo todavía gótico situado junto al arco triunfal, cabe la nave del evangelio. Aunque debió estar policromada desde su misma construcción, lo que ha llegado a nosotros es un conjunto heráldico con las armas de los Barrantes coronadas de un yelmo y rodeadas de lambrequines vegetales. El rojo que perfila un alfiz trilobulado, el verde y rosa de la flora o los amarillos de la bordura de las armas Bejarano, son un buen ejemplo de policromía sobre piedra del último tercio del siglo XVI.

También en Santa María, flanqueando el altar Mayor, hallaremos las capillas funerarias de los Barrantes-Cervantes y de los Altamirano, ambas, debidas al arquitecto trujillano Garci Carrasco». Fueron levantadas a finales del siglo XVI sobre el espacio hasta entonces destinado a guardar el Sagrario -capilla de los Barrantes-, y sobre la antigua capilla de Hernando Alonso Altamirano'», siguiendo las pautas del incipiente manierismo que dominaba la escena arquitectónica peninsular aquellos años. Se hallan policromadas en una diversidad de tonalidades amarillas, verdes, azules, blancas, rojas y negras, que exornan los relieves de la heráldica de los promotores – penachos, lambrequines, yelmos, roleos, barras atragantadas, … – y los triglifos, metopas, volutas, frontones y claves de los arcos y entablamentos que articulan el espacio en lucillo dedicado a sepulturas. La capilla de los Altamirano fue policromada de nuevo en 1709, según reza en una cartela situada bajo el frontón: «RENOVOSE SIENDO EL ACTUAL POSEEDOR DE LA S. DON JUAN JOSE DE SOTO ALTAMIRANO, EN 2 DE DIC DE MDCCIX ».

Finalmente, en Santa María, se hallan policromadas también la capilla funeraria de los Torres, cuya cronología habríamos de remontar a la segunda mitad del siglo XV, y la de los Loaisa. Esta última, recientemente restaurada -limpieza, consolidación y recuperación de la policromía oculta-, fue edificada circa 1574 por Alonso de Loaisa y su mujer María de Ayala11. Concebida como un arco triunfal, cabe el presbiterio y la ya glosada capilla del canónigo Blázquez, aloja en su interior un sepulcro granítico de hechura renacentista policromado en oro, rojo, azul y verde. En el tímpano del frontón triangular que corona el enterramiento, sobresale un escudo con cinco rosas dispuestas en sotuer -Loaisa- y timbrado con capelo de obispo. En las obras de recuperación han aparecido bajo un repinte contemporáneo una pareja de angelotes tenantes que lo asían en otro tiempo.

Pero no solamente Santa María contó con oratorios, capillas, bóvedas, puertas y laudas policromadas. Al contrario, otras fábricas religiosas, como las parroquias de San Martín, Santo Domingo, San Clemente -luego convento de Santa Clara-; los conventos de San Francisco, San Pedro y la Encarnación; o las ermitas de San Lázaro y Santa Ana, por citar tan solo algunas, hicieron de color una seña de identidad.

En la placera parroquia de San Martín, resultan especialmente llamativos el sepulcro en lucillo de Luis de Camargo y la capilla de Pedro Suárez de Toledo. El primero, situado bajo la tribuna que el obispo don Gutierre de Vargas Carvajal mandase construir al maestro de canterla trujillano Sancho de Cabrera (ca. 1529) tiene el honor de ser el primer enterramiento de arquitectura, traza y ornato renacentista erigido en Trujillo, ya en 1530. Pero lo que nos interesa aquí no es su hechura sino los restos de oro que aún pueden verse entre las letras del epitafio:

Del oratorio-enterramiento de Pedro Suárez de Toledo, situado junto al altar Mayor en lo que más tarde fuera capilla de la Cofradía de las Ánimas, podríamos señalar su construcción en un momento ante quem a 1552, año en que el sobrino de los condes de Oropesa protocolizaba la escritura de su mayorazgo junto a su esposa doña Juan Picolomini de Aragón'», a la cual queda aquél anexado. La capilla, estrecha y poco profunda, se cierra con un tramo oblongo de cruceria con ligaduras y combados, ricamente policromado en verde, rojo, oro, gris y negro con rosetas y tallos de flor.

También en San Martín debemos detenemos, siquiera brevemente, en otras zonas igualmente policromadas como la laudatoria del Cardenal Gaspar Cervantes de Gaete, con filete de oro y azurita, cabe el presbiterio; la clave de la bóveda del coro bajo, en que aparece efigiado el patrón del edificio, San Martín de Tours; la pila bautismal, magnífico ejemplar románico policromado en rojo; el zócalo que recerca de negro todo el perímetro de la nave; los tondi renacentistas de San Pedro y San Pablo situados en el altar Mayor; o, en fin, la capilla del Corpus, hoy parcialmente cegada, bajo el coro, en la que se conserva una magnífica grisalla de dos ángeles simétricos que han emprendido el vuelo asiendo un cáliz de oro.

En el convento de San Francisco, encontramos también numerosos y destacados restos de policromía, como corresponde a las prácticas decorativas seguidas por la orden, que sepamos al menos desde finales del siglo XVI -véanse las pinturas de los conventos franciscanos observantes de Cáceres, San Antonio de Papua en Garrovillas, Nuestra Señora de la Moheda, etc.-13: entre las claves de la bóveda de la nave principal, en las que la ciudad ordenó poner las armas del rey Felipe II como testimonio del patronato que había ejercido en las obras’? el año 1587, hallaremos restos de azul, rojo, oro,… En la llamada capilla de San Ildefonso de las reliquias o de Alonso Mendo, capitán de los tercios de Juan de Austria en Frisia y Flandes, de cuyas riquezas y justa fama daba noticias el cronista de la orden franciscana J. de Santa Cruz15, todavía hoy puede verse una de las bóvedas de crucería más ricamente ornamentadas que se conservan en Trujillo -con nervios en oro y azul y plementos con roleos y flora entrelazada en rojo, blanco y amarillo–. También en la bóveda de la sacristía, policromada con un medallón, en el que aparecen la cruz de la orden con nimbo y un marco de volutas y palmetas barroco; o en la cúpula del crucero, hoy enjalbegada, pero en la que los desconchones dejan ver los gallones de un trazado de placados geométricos como los de la capilla de las Injurias del convento de Garrovillas.

En el convento de dominicos de la Encarnación, fundado a finales del siglo XV, hallamos pintada la cúpula del crucero de su iglesia. La pintura reproduce en dos tonos -tierra y blanco– unos gallones, así como en la base las armas del obispo placentino Lasso de la Vega, que financió la reforma parcial del edificio la primera mitad del siglo XVIII.

Así mismo, cabría citar también la iglesia de Jesús (s. XVII), perteneciente al Hospital de la Caridad, en que son visibles restos de pintura en sus bóvedas y muros; las ermitas de San Lázaro y Santa Ana con abundante policromía barroca de motivos vegetales y geométricos; o la parroquia de Santo Domingo (s. XVI), obra del trujillano Francisco Becerra, en una de cuyas hornacinas de la cabecera puede verse, perfilado en rojo y naranja, un cielo rodeado de querubines y la paloma del Espíritu Santo, y una figura humana.

Ahora bien, la mayoría de las policromías de interior señaladas hasta el momento recrean motivos florales, heráldicos u ornamentales. Por ello es necesario recoger también aquéllas otras, sin duda más importantes, dada la riqueza iconográfica que encierran, donde la figura humana cobra vida como vehículo de transmisión de determinados episodios bíblicos, históricos o hagiográficos.

Uno de los espacios renacentistas más singulares de Trujillo es la llamada Capilla o Sala Alta del antiguo Ayuntamiento, edificada en 158416, entre otros, por los maestros de cantería trujillanos Francisco Sánchez y Garci Carrasco17 con la finalidad de servir para la celebración del culto religioso, cuyo desarrollo litúrgico acompañaban un maestro organista, un maestro cantor -generalmente un tenor-, varios mozos de capilla -niños con voz de tiple-, ministriles -que tañían instrumentos de cuerda-, trompetas y atabaleros -tamborileros-18; y como lugar en que ayuntarse o reunirse el Corregidor y los regidores para la toma de decisiones que afectaban al buen gobierno de la ciudad.

La originalidad de este espacio, empero, no reside exclusivamente en la bipolaridad de estos usos -civiles y religiosos-, pues era práctica común entre los cabildos de la época ayuntarse bien es espacios abiertos a la comunidad, como el atrio de una iglesia -en Trujillo no son conocidos los ejemplos de Santa María, Santiago y San Martín-, bien en lugares cerrados o «casas del concejo», donde casi siempre existía un capilla-sala de juntas. Antes bien, se encuentra en la distribución y abovedamiento de su perímetro y en el color y la iconografía que animan sus muros y paredes.

La primera cualidad que interesa destacar de este lugar se refiere pues a la forma y distribución de su planta y alzado, pues se trata de una de las pocas arquitecturas trujillanas de la Edad Moderna concebidas a partir de un esquema espacial centralizado -tan solo el desaparecido humilladero de San Lázaro, un tholos monóptero y octóstilo, podría sumarse a esta lacónica lista 19-. Sin embargo, esta sensación de centralidad no emana directamente de la forma geométrica de la planta, pues es rectangular, sino del alzado de los dos tramos cuadrangulares en que se divide la capilla, cada uno de los cuales fue cubierto con una bóveda vaída'» o hemiesférica sobre la que más tarde se pintó el trompe-l ‘oeil de una cúpula sobre pechinas. Recurso que permitió al arquitecto destacar la supremacía jerárquica y espiritual de la forma circular de la bóveda y de la base cuadrangular del tramo de capilla -la cuadratura del círculo– sobre la más imperfecta y longitudinal apariencia del trazado rectangular de la planta.

La segunda, como decíamos, se refiere a la riqueza cromática que ornamenta la capilla, y que nos ilustra no sólo acerca de la cultura del color que animaba a las ciudades y arquitecturas castellanas del siglo XVI –el color en la arquitectura puede servir para favorecer, destacar, disimular y aun ocultar; para crear una sensación excitante o tranquila; para expresar temperatura, tamaño, profundidad o peso, y, como la música, puede ser utilizado deliberadamente para despertar un sentimiento-, sino también de la intención espiritual y temporal que aquélla tenía, pues al ciclo de virtudes cardinales y alegorías del buen gobierno se suman una imagen sobre lienzo de la Asunción de la Virgen y un frontal del Altar de cerámica de Talavera con el escudo de armas de la ciudad que preside la Virgen de la Victoria.

De modo que el «decoro» renacentista de la sala, la adecuación del espacio arquitectónico al doble uso a que ésta se dedicaba, queda desvelado y perceptible al espectador a través del programa iconográfico de las pinturas y los dos tramos abovedados -uno para uso del concejo, otro para el culto litúrgico- en que aquélla se dividía.

Volviendo a las pinturas y al color, objetivos primeros de esta investigación, la Sala Alta del Ayuntamiento viejo de Trujillo se halla policromada, no al fresco como se ha dicho sino al óleo, desde la mitad superior de los muros perimetrales -a la altura de los arcos formeros- hasta las bóvedas. Quedando, en un primer momento, el espacio restante reservado para la colocación de tapices», cuya temática desconocemos, pero que seguramente completaban el programa iconográfico representado en las bóvedas y lunetos. En todo caso, aportarían una nota de color verdigris frente al rojizo predominante en los muros.

La temática de las pinturas se refiere según nos recordaba Ordax «a la exaltación de las virtudes, y su ejemplificación en singulares hechos históricos, tanto de la Biblia, como de la época romana»22. Su intencionalidad no era otra que la de transmitir al observador erudito los valores elevados con que los regidores trujillanos gobernaban la ciudad; o en su defecto, recabar la atención de éstos para que ejercieran sus cargos con el decoro debido.

Las bóvedas, según se ha dicho vaídas, fueron policromadas con la tríada de colores suntuosos -rojo, oro y azul- reservada para contadas ocasiones -miniaturas, representaciones de la Virgen, … – en las que se quería transmitir una imagen de jerarquía o un mensaje metafísico asociados a la condición divina o a la temporalidad del poder terrenal. Para su elaboración, el concejo mandó traer de Sevilla y Toledo diez mil panes de oro, cantidad que da una idea del coste de las obras y de la magnitud del proyecto: «Octubre, 21de1585. Este día se acordó que para dorar la obra de la Sala del Ayuntamiento se envíe a Sevilla por ocho mil panes de oro, que dicen serán necesarios, y sea por orden del señor Don Juan de Herrera, que los haga traer buenos y con la menos costa que sea posible, y si juese necesario algunos dineros de presente, se den por cédula de dicho comisario y la cédula sea en Diego Pizarra, comisario del pan». Un nuevo acuerdo de noviembre siguiente añade: «Diez mil panes de oro, traídos de Sevilla los ocho mil,}; los restantes en 18 de noviembre, de Toledo, se gastaron en el decorado de esta sala» 3.

Su autor nos es desconocido, si bien sabemos que era o se hallaba afincado en Cáceres y que llegó a Trujillo por mandato del Concejo en octubre de 158524. Andrés Ordax y Pizarro Gómez lo han relacionado, no obstante, con el mismo pintor que decoró el palacio cacereño de los Toledo Moctezuma25; particular que no podemos confirmar. Sea como fuere, lo cierto es que se trata de un artista que dibuja, modela y proporciona el cuerpo humano según la moda manierista del momento con figuras desproporcionadas de cuello, tronco y extremidades alargadas -Prudencia, Guzmán el Bueno-. Lo mismo puede decirse de escenas como Crucio arrojándose a la sima del foro para salvar a su patria o Mucio Escévola quemando su brazo por errar el golpe contra Posena, en las que el escorzo de los caballos encabritados de primer plano, las diagonales forzadas de ciertos personajes, la arquitectura anticuaria de los planos al fondo, las armaduras al romano, la ampulosidad y calidad de las telas y la estudiada anatomía de los cuerpos nos remiten a un artista muy capaz y formado en el gusto romanista del último Renacimiento.

Otro tanto podría decirse del «soporte engaño» o «ventana abierta a la historia» que sirve de marco a las escenas representadas en los lunetos -a las ya citadas habrían de unirse Guzmán el Bueno en Tarifa y El juicio de Salomón-, el llamado quadri riportati, y de la decoración de cueros recortados, cartelas en «Ces», animales-garzas, monos, lechuzas, peces, … – y seres fantásticos -putti, quimeras, … – que campean cual marginalias de una miniatura en derredor de los lunetos: todos ellos recursos típicos de una escena manierista.

Es en la composición, disposición de las figuras y en los recursos perspectivos empleados donde el artista se muestra, sin embargo, dubitativo y contradictorio; allí donde con el brillo y transparencia de una veladura revela que ha sido incapaz de salvar la distancia entre las fórmulas nórdicas y flamencas del último gótico -empleo aleatorio de la línea y el punto en los trazados geométricos de pavimentos de las escenas de la Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templaza; líneas que se interrumpen bruscamente en los telones de fondo, que, cierto es, ya no son dorados ni presentan brocados o picados de lustre, pero interrumpen igualmente la perspectiva y conmensuración de la escena- y la complejidad espacial de las descentralizadas composiciones manieristas. De modo que escenas como el Juicio de Salomón, cuidada y estudiada del primer plano al último, contrastan por la forzada y violenta actitud de sus protagonistas frente a aquellas otras, como la de Mucio Escévola: resuelta en una diversidad de planos y acciones secundarias desordenadas, típicas de un paisaje hispano-flamenco.

En cuanto a la paleta empleada por el maestro cacereño, cabe añadir a los ya citados oros, azules y rojos que dominan la casi totalidad de los muros, otros verdes, tierras y amarillos, especialmente en las escenas históricas de los luneto. Colores poco degradados que aplica ayudado de una línea de contorno negra y muy pronunciada. Frecuentemente abusa del blanco de plomo o albayalde en las telas para ahondar así en el volumen de las figuras y mejorar la luz de la escena.

Con todo, resulta obligado añadir que estas pinturas murales fueron «retocadas» y erróneamente restauradas a finales del siglo XIX por el pintor Francisco Ruiz de la Hermosa, de tal manera que, hoy, no resulta fácil discernir la originalidad o contemporaneidad de los colores que percibimos. Estamos, no obstante, seguros de que se hallan repintados la heráldica dibujada en las pechinas de las bóvedas, y el arco perpiaño que las separa en tramos. Las armas de Alfonso XII que decoran una de estas falsas pechinas son impronta inequívoca de esta intervención y del momento histórico en que se hizo26.

Pero no todo el cromatismo de esta monumental estancia se debe a las pinturas murales sobre cantería y ladrillo de muros y bóvedas. También el altar presenta una exquisita decoración y un destacado contraste cromático. Concebido como un edículo u hornacina porticada, pues se abría y cerraba según las necesidades gracias a unas puertas de madera hoy desaparecidas, aloja en el interior un retablo renacentista – apilastrado y coronado por un frontón curvo- trazado y ejecutado por el entallador y escultor Joanes de la Fuente. El dorado corrió a cargo del pintor placentino Miguel Martín27, que decoró además los restantes huecos de la exigua capilla con florones y casetones de oro perfilados en negro. Una pintura sobre tabla de la Asunción de María, obra de Pedro de la Mata, preside la mazonería; otra del Padre Eterno ocupa la totalidad del tímpano. Por último, un frontal de altar de cerámica de Talavera hecho con azules y amarillos y presidido por una cartela de fondo blanco sobre la que destaca una imagen mariana, la de María de la Victoria.

Otro de los conjuntos pictóricos renacentistas sobre muro que ha llegado a nosotros es el de la capilla de la villa suburbana conocida como «Palacio Viejo». Un cortijo agropecuaria de principios del siglo XVI situado en el arrabal de Belén (a 3 km de Trujillo) que añade a las estructuras dedicadas a tal uso, otras residenciales, más confortables y lujosas, que revelan el hedonismo y placer con que vivían unos cuantos privilegiados -como Diego García de Paredes; su tercera esposa, Juana de Torres o sus hijos… – en el Trujillo del aquel tiempo.

Se ha dicho de Palacio Viejo que pudo ser una antigua villa romana, dado que se han hallado en sus cercanías una calzada, restos cerámicos y sillares ciclópeos del Bajo Imperio. No podemos confirmar este particular, sí, en cambio, que la estructura del edificio, abaluartada, con elementos defensivos como aspilleras, y precedida de un patio abierto porticado y coronado de merlones piramidales, recuerda a la de otras villas de los alfoces trujillano y cacereño como Provisora, Burdallo, Casillas, la Quinta de la Enjarada, Magasquilla, el Carrascal o el Carneril, construidas a finales del siglo XV o durante la primera mitad del siglo XVI.

Muchas de estas casas han llegado a nosotros en un estado de conservación óptimo, dado que su abandono en períodos prolongados y la pérdida de la costumbre romana y renacentista de habitar el campo con toda suerte de lujos y comodidades, ha permitido que sufrieran pocas e imperceptibles reformas. Son, por tanto, una fuente de información precisa y exacta que nos permite comprobar cómo, tras los muros impenetrables que articulan su perímetro, se esconden delicados espacios exornados con esgrafiados, pinturas, escudos, suelos de cantería o rollo, forjados de cintas y saetinos, chimeneas serlianas, etc.

El conjunto de Palacio Viejo, en otro tiempo conocido como Palacio de la Cadena, acaso porque tuviera derecho de asilo, ha sido objeto de interés para investigadores como Andrés Ordax, Pizarro Gómez y, más recientemente, Maldonado Escribano28. Todos han destacado la importancia y excelencia de este conjunto arquitectónico, deteniéndose, aunque con parquedad, en las pinturas de la capilla, que analizaremos seguidamente.

La capilla-oratorio de Palacio Viejo es un volumen de medianas dimensiones (aprox. 40 m2 de superficie por tres de altura) con planta rectangular y cabecera semicircular situado fuera de los límites cuadrangulares del recinto residencial (en el extremo meridional del ala oeste), pero unido a éste por el muro perimetral y merlonado que se abre a la derecha de la puerta principal de acceso al conjunto. Se trata pues, de una estructura anexada con posterioridad que gravita en uno de los extremos del palacio, lo que evidencia una cronología más tardía, quizás cercana al último tercio del siglo XVI; momento en que se ejecutaron las pinturas interiores que adornan el cuarto de esfera del ábside y la bóveda de arista sin perpiaños ni tramos de la nave.

El programa iconográfico de aquéllas gira en tomo a una temática religiosa basada en episodios novo testamentarios -Bautismo de Cristo, Oración en el Huerto, Juicio Final- y representaciones alegóricas -Iglesia encarnada en una mujer que porta como atributos una cruz y cáliz con la Sagrada Forma; y a un conjunto humanístico que pretende constatar y ensalzar los valores morales de los promotores del proyecto – pertenecientes al antiguo linaje trujillano de los Paredes- a través de la personificación en imágenes de algunas virtudes como la Fortaleza, la Templanza o la Justicia. De manera que unas y otras comparten ciertas similitudes iconológicas con las pinturas de la ya mencionada capilla de la Sala Alta del Ayuntamiento «viejo» -las dos se construyen sobre el concepto bipolar de oponer a una serie de escenas o imágenes bíblicas y cristianas, otras paganas y moralizantes-. Semejanzas que afectan también al estilo pictórico de ambas capillas, cercano a una estética manierista, y a la paleta cromática, en la que el rojo sobre un fondo amarillento de falsos dorados domina la casi totalidad de las escenas.

Conviene añadir también que una y otra capilla adolecen de parecidos recursos decorativos manieristas -cartelas en «Ces», cueros recortados, cuernos de abundancia, angelotes, decoraciones vegetales y bestiarios-; también, que fueron pintadas por sendos artistas adheridos todavía al gusto flamenquizado de nuestra pintura de la primera mitad del siglo XVI -ya dijimos que el «pintor de Cáceres» que elaboró la capilla del Ayuntamiento construía frecuentemente el espacio pictórico a partir de fórmulas geométricas nórdicas y flamencas; y el desconocido artista que ejecuta las de Palacio Viejo recurre normalmente a imágenes medievales sacadas de grabados neerlandeses y alemanes-; por último, que el tratamiento corporal de las figuras, es decir, del volumen y la anatomía, es similar, pues ambos autores se recrean con sutileza y elegancia en el modelado de ropajes y músculos.

No obstante, el anónimo pintor de Palacio Viejo se distancia sutilmente de su oponente cacereño en la proporción y el canon de las figuras, menos alargadas y amaneradas, también en el análisis psicológico de la mirada de sus personajes -Cristo, ángeles, virtudes, … -, que transmiten una impresión de grazia y decoro, tomando el término de Varchi y Vasari29, de la que carecen las pinturas de la Sala Alta del Ayuntamiento trujillano.

Concretemos, ahora, cuáles son las escenas e historias de pincel que adornan la capilla de Palacio Viejo:

Junto a la puerta de entrada a la capilla, en la primera de las bóvedas de arista, encontramos cuatro imágenes similares de una mujer joven que flota sobre una masa vaporosa de nubes. Viste con amplios y voluptuosos ropajes; su cabello es rubio y la tez blanquecina. Representan tres alegorías de las virtudes cardinales -justicia, fortaleza y templanza- y una de las virtudes teologales -la caridad-. En los plementos de la izquierda hallaremos la Templanza, que trae como atributos un cáliz en la mano izquierda y unos frenos de caballo en la diestra; frente a ella, la Fortaleza, que rodea con su cuerpo y sus manos una columna recién fragmentada. En los plementos de la derecha, la Caridad, mostrando generosos senos que amamantan un nutrido grupo de jóvenes desnudos; finalmente, la Justicia, que sujeta la balanza de la equidad y alza una espada amenazante. En los plementos axiales encontraremos un escudo silente, en blanco, esto es, sin heráldica alguna, rodeado de una filacteria en la que puede leerse: «SOLIDEO HONORE ET GLORIA>>, es decir, «Sólo a Dios Honor y Gloria»3º; y una representación del Juicio Final31 que ocupa la totalidad de la zona central de la capilla, es decir, el centro de ambas bóvedas de arista.

Los restantes elementos de esta última bóveda fueron decorados: con dos nuevas alegorías encarnadas en una joven mujer de rasgos similares a la que simbolizaba las citadas virtudes. La primera, referida a la Iglesia, sigue fielmente la iconografía medieval, de manera que toma como atributos una cruz y un gran cáliz sobre el que se eleva una Sagrada Forma; de la segunda, cuyo significado desconocemos, pues carece de atributos y no parece representar a la Sinagoga, poco podemos decir. También, con un conjunto de ángeles, tritones o querubines músicos y pescadores rodeados de motivos vegetales y cueros recortados. Por último, el plemento axial que da paso al arco triunfal y a la capilla Mayor se timbra con un escudo de armas en blanco y una filacteria que repite la jaculatoria anteriormente citada.

Ya en el Altar, encontramos el cuarto de esfera de la bóveda exornado con un trompe­/ ‘oeil de casetones que, cual pequeñas ventanas, nos asoma a un paisaje o bóveda celeste poblado de querubines, rosetas y aves -jilgueros, gorriones, garzas, … -. Un Padre Eterno se abre paso entre una nube, arriba, en la clave central. Lleva en su mano izquierda el orbe o bola del mundo.

En los muros laterales: la Oración en el Huerto y el Bautismo de Cristo. Ambas escenas, seguramente, copiadas de grabados alemanes o flamencos, acaso de Schongauer [Bartsch 9 (124) o Lehers 25], Durero [Bartsch 594]32, ¿ … ?

Finalmente, nos gustaría añadir que las bóvedas de la nave presentan en los arranques un conjunto de doce personajes, uno de ellos desnudo y mostrando sin pudor las posaderas, acaso Judas el traidor, que podrían encarnar a los doce Apóstoles.

El último de los grandes conjuntos pictóricos sobre muro del siglo XVI que ha llegado a nosotros se encuentra en las pandas del claustro del convento de San Antonio -hoy hotel Meliá- que las Descalzas Reales fundaron en Trujillo el año 157333. No hemos podido hallar entre los fondos del Archivo de Protocolos de la ciudad dato alguno referido al autor o al periodo en que se ejecutaron las pinturas. No obstante, su estilo e iconografía nos remiten a un momento cercano a la última década del quinientos.

Sea como fuere, la calidad técnica de las pinturas, elaboradas también al óleo sobre un muro de mampostería de granito y ladrillo previamente enlucido e imprimado, y la originalidad de los temas elegidos, amen de la Oración en el Huerto que ya encontramos en la capilla de Palacio Viejo, hacen de este espacio devocional -no olvidemos que los claustros de catedrales, abadías y monasterios jugaban un papel exponencial en la vida espiritual de clérigos, sacerdotes y monjes- un ejemplo único y de inestimable valor entre el patrimonio trujillano.

Es muy probable que en un primer momento fuesen algunos más los temas desarrollados, pues únicamente cuatro -una Sagrada Familia, una Oración en el Huerto de los Olivos, un Cordero Místico acompañado de San Juan y Santa Catalina y un San Miguel que abraza y protege a quien suponemos fue una religiosa de la comunidad- han sobrevivido a los avatares del tiempo y se hallan diseminados sin orden aparente entre la primera y planta baja del claustro o en las estancias inmediatas a éste.

El color y la policromía en fachadas y exteriores.

Ya se ha dicho que en los siglos XV, XVI, XVII y XVIII no solamente se buscaban efectos de contraste y matiz de forma artificial aplicando color -pigmentos al óleo, capas de sacrificio, conjuntos cerámicos, esgrafiados- a los muros, bóvedas, escudos o sepulcros de arquitecturas interiores. Antes bien, artistas y promotores gustaban reflejarlos en determinadas zonas exteriores de casas principales, conventos, iglesias, etc. Bien es cierto, sin embargo, que si el color de esos espacios interiores ha llegado mayoritariamente a nuestros días en un estado de conservación óptimo, la policromía aplicada sobre un soporte condenado a sufrir los rigores del clima y la continua acción del agua, se ha perdido, oxidado o contaminado.

En anteriores trabajos hicimos ya hincapié en la importancia que para el color de la ciudad tuvieron las chimeneas esgrafiadas de los palacios de la Conquista y de Carvajal Vargas o el conjunto cerámico de la torre del alfiler. Por ello nos centraremos en esta ocasión en recuperar el color perdido de otras fábricas históricas.

Comenzaremos en esta ocasión con la torre del reloj de la ya mencionada parroquia de San Martín, en la plaza Mayor. Todavía hoy puede percibirse en ella una nota de color blanco y azul, la del mosaico de cerámica de Talavera que teja su chapitel. Sin embargo, muchos trujillanos recordarán que esta azulejería fue asentada la octava década del siglo XX. ¿Qué aspecto tuvo entonces la torre en el siglo XVI, cuando fue levantada? La respuesta es sencilla, no muy distinto, aunque, sin duda, más llamativo, pues la variedad de colores que la exornaban no se reducían al blanco y azul. Muchos de ustedes pensarán que estamos locos si afirmamos que aquella torre-reloj se parecía aquel siglo a cualquiera de las muchas y multicolores que animaban las plazas de otras ciudades europeas como Bruselas, Venecia o Chester. Y, sin embargo, así fue, como seguidamente demostraremos.

La primera prueba que aportamos es un acuerdo municipal fechado en octubre de 1555, es decir, un año después de que Sancho de Cabrera terminase la construcción de la torre: » … dieron medio concierto con Juan Barragán, pintor, vecino de Jaraicejo, para que haga e pinte en el reloj tres cuadras del dicho reloj: en la de en medio pintado el sol con sus rayos e letras dorado; y al derredor un letrero de lo que se mande poner. Todos los blancos, azules y el sol y letras y rayos e pintados de oro e todo al óleo … e las armas reales de la misma suerte e pintura». Tiempo después, en 1595, el concejo ordenaba a un miembro del cabildo ir a comprar cerámica a Talavera para el chapitel del reloj: «cómo ha enviado a Talavera a hacer los azulejos para el chapitel del reloj de S. Martín y que envió el modelo para ello; y cometiéndole que prosiga en la dicha comisión hasta que se traigan los azulejos y se asienten?», En las sesiones concejiles de los días 11, 13 y 15 de diciembre del mismo año se acordaba asimismo redorar el círculo de la mano del reloj de San Martín y que las letras «se pinten y doren, y se pregone, y el comisario de la obra de dicho reloj lo haga pregonar con el remate de arriba del chapitel y que asimismo se dore «35. Un año más tarde, el 19 de enero, Diego del Saz, comisario de la obra del Chapitel del reloj, hizo relación «cómo está casi acabada su comisión y lo que estaba asentado y que para el ornato y bien parecer es necesario jaspear las columnas; que la ciudad provea lo que convenga, y se acordó que se pregone para que se haga como conviene en el más bajo precio … «36. Así pues la primitiva torre se hallaba policromada en rojo -las cuatro columnas del templete-, oro -el reloj- y azul y blanco -el chapitel y los tondi del friso-. De nuevo en 1607 se doraban las planchas del reloj, en esta ocasión lo hacía el pintor Gabriel de Miranda que recibió diez ducados por su trabajo»; circunstancia que ilustra a la perfección el rápido deterioro que sufrían estos dorados a la intemperie -que sepamos las manijas del reloj fueron doradas al menos en tres ocasiones entre los años de 1555 y 1607-.

Especialmente llamativo debió resultar también el color con que fue decorada la fachada del templo conventual de San Francisco. Sabemos que el cimborrio estuvo, aún puede verse, esgrafiado con una trama geométrica de doble lazo y rosetas; las bóvedas interiores pintadas al óleo, como también varias capillas, la sacristía o el escudo real del refectorio. Pero además, la fachada estuvo esgrafiada con un encintado simple que imitaba sillares; la portada de acceso al templo con un nuevo esgrafiado que recorría la totalidad del alfiz que la recerca. Más aún, el portón de madera estuvo dorado: Pedro de Mata recibe veintidós ducados «por lo que pintó en la puerta de San Francisco «38. También los escudos de Felipe II y la ciudad alojados bajo el alfiz:

Alonso Sánchez, cantero, recibe ocho ducados «por los andamios que puso para dorar escudos de la puerta de la iglesia de San Francisco «39.

Otro edificio que destacaba por su color y pintoresquismo dentro de la ciudad, o mejor dicho en sus límites suburbanos, fue el llamado Humilladero de San Lázaro, hoy desaparecido. Un templete circular situado en el camino Real a Sevilla, cerca y junto a las ermitas de los Santos Mártires y de San Lázaro. Fue construido por el maestro de cantería Juan Martín a finales del siglo XVI. Un acuerdo municipal de 1592 recoge que en veintiuno de agosto, estando la obra muy adelantada, «Antonio Sánchez de Paredes y Vasco Calderón, dieron razón de la obra del Humilladero y se les cometió hagan como tienen comenzado que se traigan tejas vidriadas de la Puente para tejarle «4º. Este tipo de teja vidriadas, ya fuesen verdes, blancas o azules, era muy utilizado en aquel tiempo como recurso barato y efectivo. Todavía hoy pueden verse en los tejados del Monasterio de Guadalupe; en numerosas casas de Toledo, Talavera de la Reina; etc.

Entre las arquitecturas civiles y residenciales han llegado a nosotros restos de color -verdes, azul de azurita y de ultramar, rojos, negros, grises- de las fachadas de los palacios de Chaves-Orellana, Carvajal-Vargas y La Conquista. De éste último ya hemos hablamos en otras ocasiones en este mismo foro; baste recordar, por tanto, que los análisis químicos realizados en 2003 revelaron restos de lapislázuli, rojo, azul de azurita, y blanco de plomo sobre los sillares del relieve historiado y el balcón que ordenan la esquina del edificio. Debió ser, sin duda, el edificio trujillano del XVI con mayor colorido.

Del palacio de Diego de Carvajal y Vargas digamos que todavía hoy pueden verse con la luz estival de medio día restos de un pigmento gris azulón, acaso cal mezclada con carbón de encina, alrededor de los rostros de varios personajes de la familia que aparecen retratados en los intercolumnios de la puerta principal.

De las casas principales de los Chaves-Orellana, cuyo primitivo alzado (s. XVI) reproduce la vista urbana de Laborde, se ha conservado encastrado a capón en la actual fachada (s. XIX) una pareja de putti tenantes cuyos rostros y cabellos fueron acabados en rojo y negro.

Por último, nos gustaría recoger aquí tres monumentales escudos de fachada que en otro tiempo animaban con ricos contrastes el paisaje placero de Trujillo. De un lado, el llamado escudo de la ciudad, reproducido también en otra vista de Laborde. Destruido en algún momento de la segunda mitad del siglo XIX, estaba situado en las cubiertas del llamado soportal del lienzo. Fue esculpido por los maestros de cantería Francisco Sánchez y García Carrasco y pintado y dorado por Juan Jiménez en 1585:

«Este día se mandaron librar a Juan Jiménez pintor trescientos reales a cuenta del dorado del escudo de la plaza’:», En la casas de fieles y veedores (2/2 s. XVI), en la que hasta hace muy pocos años existía una droguería, todavía hoy campea en su fachada un escudo con las armas de la ciudad. Despojado de su color hacer menos de una década estaba policromado en rojo, negro, … ; colores que todavía hoy conserva el escudo de igual tema alojado en la «zapatería Trenado» en la calle Sillerías.

Los artistas. Pintores «a lo morisco» y doradores activos en Trujillo durante el siglo XVI.

Cuando hablamos de pintores conviene aclarar, en primer lugar, que con este término a finales de la Edad Media y durante el siglo XVI no se designaba exclusivamente a una persona dedicada a plasmar sobre un soporte de madera o lienzo imágenes con volumen, escenas que fingían con recursos más o menos conmensurativos la tercera dimensión, o historias de pincel basadas mayoritariamente en los evangelios sinópticos y apócrifos. Tampoco a retratistas, pintores de cámara o iluminadores. De igual modo, no todos aquellos que hacían del pincel su instrumento de trabajo tenían conciencia de ser artistas o pretendían elevar su oficio al más ideal escalafón de las artes liberales. Antes bien, la mayoría de estos pintores, especialmente aquellos que ejercían su profesión en centros artísticos pequeños como Trujillo, Cáceres o Plasencia eran artesanos dedicados a policromar escudos; muros de piedra; techumbres, portones y forjados de madera; dorar esculturas y retablos; o pintar sargas y telas para estandartes, ajuares o determinadas festividades como el Corpus.

Las Ordenanzas que el gremio de pintores de la ciudad de Córdoba tuvo desde 1493 constituyen un documento de gran interés para distinguir esta variedad de actividades, así como para documentar los apellidos que unas y otras añadían al común calificativo de pintores. Así, quienes se dedicaban a pintar arquitecturas o partes de edificios eran llamados pintores «a lo morisco», denominación que refiere explícitamente los lazos cromáticos y culturales compartidos secularmente entre la comunidad hispano-musulmana y la cristina; los que trabajaban telas, «pintores de sargas»; quienes aplicaban pan de oro, hacían picados de lustre o inventaban brocados eran «doradores»; por último, aquéllos que policromaban imágenes y narraban historias de pincel eran conocidos como pintores «imagineros o de retabloso»,

Las tres primeras ocupaciones -pintor de arquitecturas, telas y dorados constituían muchas veces el sustrato o primer escalón del oficio para quienes ansiaban dedicar su inspiración a la más elevada actividad de representar al óleo el teatro de los misterios, modelar hagiografías o retratar a miembros destacados de la corte. Circunstancia que explica que no pocos de los artistas más reputados de aquel siglo se iniciasen en el oficio dorando retablos o policromando casetones; también que, una vez habían logrado fama no hiciesen asco a este tipo de encargos «menores». El propio Fernando Gallego -por citar a uno de los más afamados pintores hispano-germano- flamenco activos en la Alta Extremadura-, bien es cierto que ya al final de su vida, pintaba en 1504 los artesones y las vigas de la tribuna de la universidad de Salamanca junto a Pedro de Tolosa. Y su hermano Francisco, colaborador de Fernando en numerosos trabajos de primer nivel, se empleaba en las mismas labores poco después en el hospital de los RR. CC. de Santiago de Compostela 43.

En lo que a Trujillo se refiere, sabemos poco o casi nada de las obras, mayoritariamente religiosas, que sobre lienzo y tabla se pintaron para exornar arquitecturas conventuales, parroquiales o civiles. Las referencias puntuales de la historiografía y la ausencia de una investigación sistemática, sumados a la pérdida mayoritaria de las obras por circunstancias tan dispares como la Invasión Francesa -no sólo por el robo gabacho sino también por la ulterior venta de aquéllas que se salvaron para sufragar los gastos de reconstrucción de casas y conventos-, la acción desamortizadora, cambios de moda, hurtos contemporáneos, etc., han impedido reconocer, concretar y valorar la calidad de esas pinturas o el estilo de sus autores.

Los datos referidos a nombres de pintores activos en la ciudad desde finales del siglo XV y a sus trabajos como pintores de arquitecturas, de sargas o doradores son, en cambio, suficientes para hacernos comprender la importancia que tenían estas labores aquellos años en el contexto de la escenografía urbana: las primeras como recurso para el modelado y la percepción de un edificio; las siguientes porque formaban parte de la decoración urbana que animaba determinadas efemérides como entradas reales, fiestas religiosas, proclamación y muertes de monarcas, etc.; por último, los dorados de esculturas y espacios sagrados o de titularidad municipal en tanto artificio llamado a comunicar a devotos y ciudadanos un mensaje metafísico de poder.

El primer pintor trujillano mencionado en las fuentes documentales, a saber, es Jean Felipe, que colaboró con Fernando Gallego en la elaboración de varios retablos, hoy perdidos, para la catedral de Plasencia en 146744. No sabemos nada acerca de su particular estilo -aunque es seguro que se acercaría al de otros miembros de la escuela castellana influidos por una paleta nacional enriquecida por los brillos flamencos; que cultivaría el paisaje germano; y bebería de fuentes iconográficas grabadas neerlandesas y nórdicas- , de su procedencia, pues de su nombre podría deducirse un origen flamenco; y por supuesto, tampoco de otros encargos, si bien, como ya apunté en mi obra Fernando Gallego y su taller…45, pudo ser uno de los autores o colaboradores del maestro Gallego en la elaboración del retablo Mayor de la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Trujillo. En todo caso, se trata de un pintor de retablos del que ignoramos también si llegó a realizar decoraciones arquitectónicas, lo que no sería de extrañar habida cuenta la organización jerárquica y gremial ya glosada para la Edad Media.

En 1484, Juan Bejarano y Rodrigo Sevillano aparecen como testigos en un documento del Archivo Municipal de Trujillo fechado en doce de noviembre y relacionado con ciertas disputas habidas entre el concejo trujillano y el monasterio de Guadalupe por la villa de Madrigalejo. No hemos hallado dato alguno referido a su tarea como pintores», por lo que ignoramos a qué actividad concreta, dentro del oficio, se dedicaron.

Por esos mismos años trabajaron en la ciudad un gru¡o de artistas -Alonso González47, Albar Ponce, Muriel Solano y Sancho Casco» – que, a instancias del concejo, se ocupan de pintar varios «retablos» para las principales puertas de acceso a la alcazaba -de Santiago, Vera Cruz, Fernán Ruiz, Coria, San Juan y Alba- y la calleja de Martín Alonso -bóveda del llamado «cañón de la cárcel»-. Labor que, si bien se refiere a una actividad figurativa y con seguridad sometida a los dictados de una iconografía religiosa o heráldica, supone uno de los primeros ejemplos de ornamentación sobre soporte pétreo o arquitectónico documentados en Trujillo. Con anterioridad, es indudable que templos pleno medievales como Santa María la Mayor, se hallaban policromados en muy diversas zonas -puertas de acceso, donde son aún visibles restos de rojo; pilares, claves de bóveda, capiteles, artesones, etc.49-, pero no existen documentos escritos que lo acrediten.

De entre estos últimos autores, nos parece interesante destacar la figura de Sancho Casco, pues además de trabajar como «pintor a lo morisco», parece probado, a tenor de la documentación municipal, que ejerció su oficio decorando sargas para las fiestas del Corpus de 1505: «Un libramiento de Sancho Casco, pintor, de dos mil mrs. porque hizo e ordenó los oficios del día del Corpus «50. Ese mismo año elaboraba también un cuadro de Nuestra Señora para el concejo: «Que parece que pagó por otro libramiento a Sancho Casco, pintor, por una figura que hizo de nuestra señora, cincuenta mrs. «51.

Pero Casco no será el único artista-artesano que ejerza su oficio en la ciudad estos años adaptándose a la variedad de encargos que le proponen -sobre tabla, tela o piedra; figurativo, decorativo; etc. -. Antes bien, este fenómeno caracterizará la producción de esta y otras profesiones -son numerosos los ejemplos documentados de carpinteros, albañiles y canteros que se intitulan indistintamente como tales en función de los encargos que reciben-52. Nos encontramos pues ante un período donde será frecuente la ejecución de trabajos de muy diversa factura y técnica por un mismo artista.

Desconocida nos es también la obra y la figura de Alonso Villalobos, cuyo origen trujillano discutió Benavides Checa -lo cree paisano de Plasencia-53, y del que hoy sabemos con certeza que trabajó para el concejo entre 1509 y 1514 haciéndose cargo de labores de decoración y ornamentación de telas y estrados para las solemnidades del Corpus54.

Juan Notario y Antonio Torino ejercieron de imagineros en 1531 al ocuparse de policromar de oro y azul la imagen de la patrona de Trujillo -la virgen de la Victoria-, que poco antes había esculpido el cantero Diego Durán55 . Esta misma imagen era años después (1547) depositada en la nueva capilla que el maestro de Cantería Sancho de Cabrera construía entre las torres del alcázar hispano-musulmán, en cuya bóveda pintaba un artista desconocido el año 1623: «un cielo [de azul y estrellas doradas J a la imagen de Nuestra Señora de la Victoria «56.

Juan Sánchez, imaginero y pintor de retablos, trabaja en 1583 en la reprolicromía de la citada imagen de la Virgen de la Victoria», así como en la mejora de las tablas que el pintor de Almaraz, Alonso Gallego, había realizado para la capilla vieja del Ayuntamiento en 152058.

Diego Muriel Solano, quien a finales del siglo XVI -1583- pintaba y doraba la imagen de San Gregorio que, para la capilla del Ayuntamiento, había esculpido Joanes de la Fuente un año antes», aparece además como fiador del afamado arquitecto trujillano Francisco Becerra en el contrato de obras que éste firma, junto a los también canteros Pedro Hemández, Francisco Palomo y Francisco Sánchez «el viejo», con el obispo de Plasencia Pedro Ponce de León para ejecutar ciertas obras en la iglesia de Orellana la Vieja60.

Otro tanto puede decirse de Miguel Martín, imaginero, dorador y pintor de esculturas y retablos, bien es cierto que de origen placentino, quien en 1586 se ocupaba de dar pan de oro y color al retablo nuevo que Joanes de la Fuente había trazado y ensamblado para la lujosa capilla alta del Ayuntamiento: «Octubre 20 de 1586. Este día se mandaron librar a Miguel Martín, vecino de Plasencia, ciento diez ducados por la pintura y dorado del retablo del Ayuntamiento de esta ciudad, conforme la escritura que se fijó «61.

Otros nombres, como Juan Cristóbal, Juan Jiménez, Pedro de Mata o Gabriel de Miranda, nos interesan especialmente porque figuran en no pocos documentos concernientes al pago de trabajos de ornamentación de arquitecturas – portadas, escudos, bóvedas de capilla, puertas de madera, etc.-, es decir, porque se refieren a artistas que ejercieron su oficio, no siempre62, como «pintores a lo morisco». Alguno de estos autores podría ser, con certeza, responsable de las obras de dorado y policromía de las ventanas, los forjados de cintas y saetines y el escudo en esquina del palacio de la Conquista, construido en su mayor parte entre la sexta y octava década del quinientos.

Juan Jiménez, hermano del también pintor Francisco Jiménez que había retocado las tablas pintadas por Femando Gallego para el Altar Mayor de Santa María63, se ocupaba en 1585 de dorar el nuevo escudo de la ciudad'» que Francisco Sánchez y García Carrasco habían labrado como coronamiento para los recién terminados soportales del costado oriental de la plaza Mayor.

Pedro de Mata y Gabriel de Miranda65 se ocupaban de dorar y policromar la fachada del convento de San Francisco, trazada por el insigne Pedro de Ibarra con posterioridad a 156466, entre 1595 y 1596 en que al primero se le pagan veintidós ducados «por lo que pintó «67; y al segundo otro tanto por «las demasías y dorado de la puerta de San Francisco «68. De este último sabemos también que policromó la imagen de Nuestra Señora que se alojaba en la hornacina de la puerta de Hernán Ruiz el año 1601, así como doró las planchas del reloj de San Martín y el Humilladero de la Piedad el año 160159.

Por último, debemos mencionar a Juan Cristóbal, que en 1588, una vez se había rematado la primera de las capillas o tramos de la nave central de la iglesia conventual de San Francisco, fue comisionado por el concejo para pintar y dorar toda la bóveda, incluidos los escudos que la ciudad había entregado y mandado colocar como testimonio de su patronato sobre el templo (70).

Así mismo tenemos constancia de otros trabajos como decorador realizados, ya en 1600, para la Parroquia de Santa María la Mayor en la misma ciudad, donde «se ocupó veinte días en reparar y pintar el túmulo que se compró de las honras del Rey, para el monumento de este año de 1600 y pintar los frontispicios y otras cosas que se hicieron para su perfección, y lo firmó en Trujillo a primero de abril de 1600». A.C.P. 1/4/1600.

Fig 1

Figura 1.- Detalle de la capilla del Ayuntamiento Viejo

Fig 2

Figura 2.- Oración en el huerto. Capilla del Palacio Viejo

Fig 3

Figura 3.- Pinturas del claustro del convento de San Antonio

ABREVIATURAS DE ARCHIVOS. A.P.T. Archivo de Protocolos de Trujillo A.M. T. Archivo Municipal de Trujillo A.P.SM. Archivo Parroquial de Santa María A.P.SM. Archivo Parroquial de San Martín. A.C.P. Archivo Catedralicio de Plasencia A.H.P.C. Archivo Histórico Provincial de Cáceres

1 En aquella ocasión nos comprometimos a presentar, bajo la estructura de una trilogía, la investigación que estábamos realizando sobre el patrimonio trujillano perdido, olvidado o en peligro de desaparición. Véanse: SANZ FERNÁNDEZ, F., SANZ SALAZAR, M., y DE ORELLANA-PIZARRO, J., «Trujillo. Espacios perdidos, patrimonios olvidados. La memoria robada», XXXIV Coloquios Históricos de Extremadura, Trujillo, 2005, pp., 527-54. «La decoración y articulación de paramentos arquitectónicos en la ciudad de Trujillo: los esgrafiados a la cal», XXXV Coloquios Históricos de Extremadura, Trujillo, 2006, en prensa.

2 LENCLOS, J. F., et alter, El Color en la arquitectura tradicional Valenciana, Colegio Oficial de arquitectos de la Comunidad Valenciana, Valencia, 1998. Cfrs. etiam: THEOPHlLUS, De dibersis artibus, Dover Publications, Nueva York, 1979. CENNINI, C., JI libro dell’Arte, Neri Pozza, Vicenza, 1971. MA YER R., Materiales y técnicas artísticas, Hermann Blume, Madrid, 1988.

3 El documento cromático de origen del palacio de la Conquista estuvo fundamentalmente concentrado, a saber, en las fachadas: allí encontramos restos de capas de sacrificio ocre-amarillento empleadas para homogeneizar la distinta coloración entre los granitos empleados; de pigmentos al óleo aglutinados con aceite de linaza, aplicado en varias capas de color sobre una preparación de calcita, cuarzo, arcilla y negro carbón en balcón esquinado y el escudo; y oro sobre las ventanas que articulan la proyección vertical del palacio. En el interior encontramos restos de almagre y brea en los forjados más sencillos y una rica coloración de oros, bermellones, azules y verdes aplicados al temple con cola en las alfarjías de cinta y saetino de las estancias nobles y privadas; revocos de cal y yeso -trabadillos- decorados al temple con motivos geométricos cuadrangulares -rojos y verdes- en la antesala del primer soleador; y una rica decoración de esgrafiados compuesta por una base de color negro de dos capas y una fina lechada de temple animal blanca -que perfila los motivos decorativos-, pobre en cola, rica en calcita y muy resistente frente a humedades, en los salones inferiores.

4 GÁRA TE ROJAS, I., Artes de la cal, Instituto Español de Arquitectura-Universidad de Alcalá, Munilla­Lería, Madrid, 2002.

5 SERLIO BOLOÑES, S., Tercero y qvarto libro de architectura, Toledo, en casa de Iván de Ayala, 1552, Biblioteca Nacional de Madrid, R/ 1024, Libro IIIl, capítulo XI, f., 144. En término muy similares se expresaba Cennino Cennini en el capítulo CLXXIV de su obra, ya citada, cuando afirma: «Acontece al artista tener que saber trabajar enteramente todo, especialmente en aquelas obras que le reportan honra; y, por tanto, aunque no sea costumbre pero como yo lo he experimentado te lo enseñaré. Caerá en tus manos una figura de piedra, grande o pequeña, y tendrás que (pintarla] … ». CENNINl, C., JI libro de// … , op. cit.

6 Véase sobre este particular nuestro trabajo: SANZ FERNÁNDEZ F., SANZ SALAZAR, M., DE ORELLANA-PIZARRO, J., «La decoración y articulación … «, art. cit. Cfrs. etiam: VASAR!, G., Le vite de’ piit eccellenti architetti, pittori et scultori (lntroduzione Cáp. XXVI Pittura, «De gli Sgraffiti delle case, che reggono l’acqua; quello che si adoperia fargli e come si lavorano le grottesche nelle mura»), Torino, Einaudi, 1991, pp., 72-73. Acerca del esgrafiado italiano véanse: SARTOR, A., «Il rilievo delle pareti grafitte», in Disegnare idel tnmagini, nº 12, Anno VII, p., 25-ss. ERRICO-STELLA, V. M., FINOZZI, S., GIGLIO, l., «Ricognizione e schedatura delle facciate affrescate e graffite a Roma nei secoli XV e XVI», in Bo/letino d’Arte, nº. 33-34, 1985. BALDI, P., CORDARO, M., MORA, P., MORA, L., «Arqnitecture-Coleur», ICCROM, Roma, 1981, p., 133-ss.

7 PARRA CREGO, E., Análisis químico y estudio de Ja superposición de capas de mortero y pintura de las antiguas casas principales de Hemando Pizarro en Trujillo (Cáceres), Laboratorio de análisis para la restauración y la conservación de obras de arte, Villanueva de la Cañada, 2003, p., 3.

8 Hemos tomado la trascripción de: GODOY BARRADO, J., «Obra retablistica, pictórica y escultórica documentada en los Libros de Fábrica de Santa María la Mayor de Trujillo, XXIX Coloquios Históricos de Extremadura, Trujillo, 2000, pp. 109-142.

9 Sobre la obra de este maestro cantero trujillano véanse entre otros trabajos: LOZANO BARTOLOZZI, M» M., «Los conventos de Mérida en la historia moderna Fundaciones, supervivencia, transformación ruina o reutilización», Norba Arte, XVII, 1997, p., 138. lEJADA VIZUETE, F., Fuentes documentales para el estudio de la arquitectura de Jos siglos XVII y XVIII en Mérida y su entorno, Junta de Ext:remadura, Badajoz, 2004. BENA VIDES CHECA, J., Prelados placentinos, op. cit., p., 203. MORA ALISEDA, J., y SUÁREZ DE VENEGAS SANZ, J., Don Benito, tomo II, Editora Regional, 1995, pp., 555-558. SANZ FERNÁNDEZ, F., «El palacio de los Barrantes-Cervantes. El diálogo arquitectura­ciudad entre dos proyectos diacrónicos» en Trujillo desde el Barroco al Neoclasicismo, Real Academia de Ext:remadura de las Letras y las Artes, Badajoz, 2004, pp., 317-354

10 A.P.SM». Libros de Fábrica II, 1583-1625, f. 30. Cfrs. etiam: BARRIOCANAL LÓPEZ, Y. y GALLEGO DOMÍNGUEZ, O., «La capilla funeraria … «, art. cit., pp., 30-31. «Más me hago cargo de doscientos mil mrs. que el licenciado García Cervantes de Gaete dio por el sitio del sagrario viejo q. está a la mano derecha del Altar Mayor para hacer en el su entierro y capilla» A.P.SM8., Libros de Fábrica Il, 1583-1625, f. 30

11 En 9 de junio de 1574 se firmó, ante el escribano Pedro de Carmona, la escritura de transacción y trueque de la Capilla de Santa Ana y la iglesia de Santa Maria. La familia Loaisa se comprometió a pagar a la Iglesia 7.500 maravedises de renta de juro de a 20.000 maravedises cada millar, de los 40.000 maravedises que tenían de renta sobre las alcabalas de ganados, heredades y carnícerias de esta ciudad. También fundaron una Capellanía en su Capilla de Santa Ana A.P.T Pedro de Carmona 1574-1575, 9/6/1574, Caja nº 6.

12 » … Queremos e mandamos que la Capilla e enterramiento que tenemos en la Iglesia del Señor San Martín en la Capilla Mayor de la dicha Iglesia ande junta con todo ello por Mayorazgo … «. La trascripción de este documento la hemos tomado de la obra de Juan Tena, quien a su vez refiere haberlo leído en el archivo particular de la familia trujillana Núñez Secos. Ésta es propietaria, todavía hoy, de la villa de campo que Pedro Suárez de Toledo tenía entre Trujillo y Monroy. Es de suponer que Tena leyó el protocolo original salido de la escribanía de Francisco de Villatoro entre los restos del archivo de los Orellana Toledo guardado en la citada villa campestre; particular que no hemos podido confirmar. Tampoco el Archivo de Protocolos de Trujillo conserva documentos notariales firmados por Villatoro con anterioridad a 1574. TENA FERNÁNDEZ, J., Truji/lo … , op. cit., p., 341.

13 DÍEZ GONZÁLEZ, M». C., Arquitectura de los conventos franciscanos observantes en la provincia de Cáceres, Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, Cáceres, 2003.

14 En 1587 se remata la primera nave-capilla, cabe el crucero, y la ciudad ordena encalarla y poner las armas del rey Felipe. La documentación dice muy claramente que se entregan «los dos escudos en alto» para la clave de la dicha capilla A.M.T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 6/11/1587, f., 341. En junio de 1588 el albañil Pedro Martín recibe 30 ducados como pago por el encalado (previsiblemente con esgrafiado o cantería falsa) de la bóveda A.M.T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 20/6/1588, f., 422; y un mes después, Juan Cristóbal recibía 20 ducados por pintar y dorar la bóveda A.M. T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 2217/1588, f., 427.

15 «Volviendo de aquellas partes [Frisia y Flandes] el capitán Mendo trajo muchas y diversas reliquias en cajas y bultos de preciosidad, y curiosidad para que se colocasen en su capilla … se colocaron [allí] el mismo día de su vocación, que es de San Ildefonso, a veinte y tres de enero del año de mil e seiscientos e dos». DÍEZ GONZÁLEZ, M». C., Arquitectura de los conventos franciscanos … , op. cit., p., 348.

16 «Acordase que el señor Rodriga de Sanabria sea comisario con el señor Gómez de Salís para la obra de la capilla de esta sala de ayuntamiento y se haga de la traza y como les pareciere y como quede muy buena y muy pulida y como conviene al culto divino». A.M.T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 29/10/1584, f., 134.

17 La obra de albañilería-bóvedas vaídas- de la sala alta del Ayuntamiento viejo fue hecha en 1585 por Juan de Vargas, maestro de obras de Plasencia: «Julio doce. Se cometió al Señor Melchor González, comisario de la obra de la sala del Ayuntamiento, que escriba a la ciudad de Plasencia para que den licencia que Juan de Vargas, maestro de obras, venga a ver esta obra de la sala del Ayuntamiento y a dar orden cómo se asienta el ladrillo en las bóvedas y se envíe persona que con el dicho Juan de Vargas, e con otro buen oficial lo trate y concierte el salario que se le ha de dar». A.M.T. Actas de Acuerdos 1583- 1590, 12/7/1585.

Francisco Sánchez y un oficial que trajo de Plasencia, hicieron la obra de cantería «Julio, de 1585. Libramiento. Que se libren a Francisco Sánchez, cantero, y al oficial que trajo de Plasencia para la obra de la sala del Ayuntamiento, cuatro mil y novecientos y cincuenta y cuatro maravedises de sus salarios y otros derechos». A.M T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 7/1585.

En los trabajos de cantería intervino también García Carrasco, probablemente en la traza y ejecución de la portada-capilla que alojaba el altar: «Mayo 26 de 1585. Este día se libró a García Carrasco, cantero, la mitad del tercio postrero por la obra de la sala, digo de la capilla del Ayuntamiento alta. A.M T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 26/5/15&5.

18 A.M.T. Cuentas de Propios 1506-1518,1511, f., llOr. Cuentas de Propios 1505-1519, 1518, f., 210r. Real Provisión de Felipe II al concejo de la ciudad de Trujillo para que pueda dar cada año 30.000 maravedíes como salario a un maestro y mozos de coro. Despachada en Madrid, a 16 de febrero y refrendada de Juan Gallo de Andrada, legajo 40, carpeta 2, 2 folios. Real Provisión despachada en Madrid, a 14 de diciembre y refrendada de Lucas de Camargo, para que Trujillo pueda dar a 5 ministriles 38.750 maravedíes y 24 fanegas de trigo hasta el 12 de agosto de 1588 y de allí en adelante por tiempo de 6 años 125.000 maravedíes y 30 fanegas de Trigo, legajo 59, carpeta 23.

19 «Camino de Santa Cruz se llega a corta distancia al Humilladero, que es un templecito redondo sobre tres gradas, con ocho columnas y cúpula encima de muy buena traza, y el cual se terminó de hacer, según un letrero, en el 1596. En medio hay un Crucifijo con una colwnna de orden corintio». PONZ, A, Viaje por Extremadura ( 1778), Tomo 1, Biblioteca Popular Extremeña, Salamanca, 1983.

20 Es importante señalar que este tipo de bóvedas no se hacían en Trujillo, ni de cantería ni de ladrillo, a pesar de ser uno de los modelos característicos de nuestro Renacimiento. Como prueba de ello baste mencionar el acuerdo municipal porque el que se mandaba venir de Plasencia a un maestro albañil que supiese hacerlas: » … que escriba a la ciudad de Plasencia para que den licencia que Juan de Vargas, maestro de obras, venga a ver esta obra de la sala del Ayuntamiento y a dar orden cómo se asienta el ladrillo en las bóvedas … «. A.M.T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 12/7/1585.

21 «Seis mil doscientos e sesenta mrs. a Juan Átvarez, tendero, de los tapices [para el Ayuntamiento]». A.M.T. Cuentas de Propios 1505-1519, 1519, f., 234v

22 ANDRÉS ORDAX, S., y PIZARRO GóMEZ, F. J., El patrimonio artístico de Trujillo (Extremadura), Editora Regional de Extremadura, p., 153.

23 A.M.T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 26/5/1585~ 21/10/1582.

24 «Octubre 11 de 1585. Comisión sobre pintura de la Sala. Cometióse al señor Melchor González, comisario de la obra de la sala alta del Ayuntamiento, envíe a llamar al pintor de Cáceres para tratar con él la pintura de la dicha sala». El 26 de este mismo mes de octubre ya estaba el pintor de Cáceres en Trujillo, pues se trata del concierto de su trabajo en el siguiente acuerdo: «Octubre 26 de 1585. Este día se cometió a los señores Hernando de Ore/lana y Gómez Salís que concierten con el pintor de Cáceres la pintura y dorado de Ja sala del Ayuntamiento, dándole el salario que parezca ser justo e de manera que les parezca mejor como quiera la ciudad». A.M.T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 11 y 26/10/1585.

25 ANDRÉS ORDAX, S., y PIZARRO GóMEZ, F. J., El patrimonio … , op. cit., p., 153.

26 «Habiéndose terminado la restauración de las pinturas del Salón Consistorial encomendada al artista, Don Francisco Ruiz de la Hermosa, por acuerdo del día treinta y uno de mayo último, contenido en el particular quinto del acta del expresado dia, se dispone que con cargo al capítulo de imprevistos del Presupuesto Municipal vigente, se le pague Ja cantidad de mil novecientos veinte reales a que asciende la obra hecha, y como quiera que además del trabajo anterior se Je haya encomendado también pintar un cuadro al óleo que represente a S. M el Rey de España, Don Alfonso XII, se tenga en cuenta esta obligación contraída antes de expirar el presupuesto vigente, para poder pagar el importe de dicho cuadro durante los tres meses de ampliación con cargo al capítulo de imprevistos de dicho presupuesto». A.M.T. Actas de Acuerdos 1875, 28/6/1875.

27 A.M.T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 30/5/1586; 20/10/1586.

28 ANDRÉS ORDAX, S., y PIZARRO GóMEZ, F. J., El patrimonio … , op. cit., p. 139. VV.AA, Trujillo Crisol de Culturas, Lunwerg, Barcelona, 1995, pp., 59-60. MALDONADO ESCRIBANO, J., «Palacios, cortijos y casas de campo en las dehesas de Trujillo (Cáceres), XXXIV coloquios Históricos de Extremadura, Trujillo, 2005, pp., 382-386.

29 MONTIJANO GARCÍA, J. M., Giorgio Vasari y la formulación de un vocabulario artístico, Universidad de Málaga, Málaga, 2002, p., 300.

30 Es evidente que la ausencia de las armas de los promotores -las estrellas de los Paredes- como fondo del escudo y estas palabras responden a la voluntad de ensalzar la fe en Dios y su gloria y perfección por encima del honor y la vanidad terrenales que representaban blasones y divisas.

31 Quizás la imagen más impactante y elaborada de todo el conjunto a través de la cual el anónimo autor de las pinturas demuestra una gran pericia y capacidad compositivas. Clodoaldo Naranjo se refirió a ella en su obra Trujillo y su tierra Historia monumentos e hijos ilustres. en la que recoge la trascripción de las dos sentencias que ilustran los libros portados por dos ángeles: «las almas de los justos están en la mano de Dios y no los tocará el tormento de la muerte». «Los justos vivirán por siempre y junto al Señor está su recompensa». NARANJO ALONSO, C., Trujillo y su tierra. Historia, monumentos e hijos ilustres, tomo II, Trujillo, 1922, pp., 156-157. C.frs. etiam: MALDONADO ESCRIBANO, J., «Palacios, cortijos… «, art. cit., p., 385.

32HUTCHISON, J. C., The J/lustrated Bartsch, New York, Abaris Book, 1980. IruIDOBRO SALAS, C., «Catálogo de grabados alemanes de la Biblioteca Nacional», en AA W., Grabados alemanes de la Biblioteca Nacional, Ministerio de Educación y Cultura, Electa, España, Madrid, 1997, pp., 338 y 575. SANZ FERNÁNDEZ, F., «Ecos de Rogier de la Pasture, Dierick Bouts, Hans Memling y Martín Schongauer en las composiciones de Femando Gallego», XXXIII Coloquios Históricos de Extremadura, Trujillo, 2005.

33 «Salió electo por décimo provincia/ el R.P.F Alonso Altamirano, natural de Trujil/o, de la familia de este apellido, varón muy docto … Fundase en su tiempo el Convento de San Antonio de Religiosas Descalzas de la primera Regla de Santa Clara, en la ciudad de Trujillo, primera planta del monasterio Real de las Descalzas de Madrid, de donde vinieron las fundadoras, y entraron en la nueva fundación el año de mil y quinientos y setenta y cuatro … «, SANTA CRUZ, J. de, 0.F.M., Crónica de la Santa Provincia de San Miguel, facsímil de la edición única de 1671, Col. Crónicas Franciscanas de España, Vol. XIX, Ed. Cisneros, Madrid, 1989, Cap. XVIII, p., 50. TENA FERNÁNDEZ, J. Trujillo Histórico … , op. cit., p., 38.

34 A.M.T. Actas de Acuerdos, 1590-1596, 15/9/1595.

35 Mandáronse librar cinco mil seiscientos ochenta y nueve maravedises de las cosas de hierro labrado, grapas, tarugos y barras para el reloj de San Martín y quinientos noventa y ocho reales y catorce maravedises que costaron la compra y acarreo de los azulejos. A.M.T. Actas de Acuerdos 1590-1596. 11,13 y 15/12/1595.

36 A.M.T. Actas de Acuerdos 1590-1596, 19/1/1596.

37 A.M.T. Actas de Acuerdos 1602-1610, 1607, f., 312r.

38 A.M.T. Libros de Acuerdos, 1583-1590, f, 211. A Gabriel Miranda, pintor, «por las demasías y dorado de la puerta de San Francisco». A.M T. Libros de Acuerdos 1590-1596, 18/3/1596, f., 67.

39 A.M T. Libros de Acuerdos 1590-1596, 21/1/1596, f., 55v.

40 A.MT. Actas de Acuerdos 1590-1596, 21/8/1592.

41 A.M.T. Actas de Acuerdos, 1583-1590, 14/10/1585, f., 209. Vid. etiam notanº 64.

42 BRUQUET AS GALÁN, R. et alter, «Los retablos. Conocer y conservar», Revista del Instituto del Patrimonio Histórico Español, nº 2, 2003. ECHEVERRÍA GOÑI, P. L., Policromía renacentista y barroca, Cuadernos de Arte Español, nº 48, historia 16, Madrid, 1992. GÓMEZ ESPINOSA, T., «Policromía del gótico final. El retablo Mayor de la Catedral de Toledo y obras burgalesas de Gil de Siloé», Congreso Internacional Gil de Si loé y la escultura de su época, Burgos, 1999. C.frs. etiam: SANZ FERNÁNDEZ, F., Fernando Gallego y su taller en el Altar Mayor de Santa María de Trujillo (ca. 1490). Trabajo de Grado defendido en la Universidad de Extremadura en septiembre de 2006, inédito.

43 El mismo Fernando, los años finales de su vida, quizás cuando su estilo había sido superado en Salamanca por la introducción de una corriente renovada y más italianizante -pensemos en Juan de Borgofia que en junio de 1504 era llamado por la Universidad para «tomar la pintura del retablo» de la Capilla del Estudio– retomó sus trabajos de juventud como pintor a lo morisco, si tornamos la denominación de las ordenanzas de Córdoba de 1493, ya citadas, ejecutado junto a Pedro de Tolosa en 1507 los artesones y las vigas de la tribuna de la capilla de la Universidad. Véase: GóMEZ MORENO, M., «La Capilla de la Universidad de Salamanca», B.S.C.E., VI, 1913, pp., 321-329. Cfrs. etiam: SILVA MAROTO, P., Fernando Gallego, Caja Duero, Salamanca, 2004, pp., 51 y 430.

44 BENA VIDES CHECA, J., Prelados Placentinos, Sandoval, Plasencia, 1999, pp., 83-84.

45 SANZ FERNÁNDEZ, F., Femando Gallego y … , op. cit., p., 40.

46 A.M.T. 12/11/1484, legajo 4, carpeta 9. Doc. cit. por SÁNCHEZ RUBIO, M» de los A., Documentación Medieval. Archivo Municipal de Trujillo (1256-1516), Parte 1, Instituto Cultural «El Brocense», Cáceres, 1992, p., 119.

47 De este pintor conocemos muy poco, a penas el dato ya referido. No obstante, aparece como testigo de cargo en el juicio inquisitorial seguido contra el trujillano Pérez Jarada «Alonso González, pintor, vecino de Trujillo, dijo que puede haber tres años, poco más o menos, que estando este testigo en la plaza, vio como don[. .. ] Cohen enviaba un cuarto de carnero con un mozo suyo a Gonzalo Pérez ]arada. Y el mozo lo llevaba en la mano de fuera, e como lo vio el amo que lo llevaba así, llamo/e e riñó con él e hizo/e que lo cubriese, e luego lo se lo llevó a su casa … » A.H.N. Proceso contra Gonzalo Pérez Jarada, Regidor de Trujillo. Causas de la Inquisición. Judíos. Toledo. 1489-1490, 29/1/1490, legajo 175, nº 662, f., 20r. Doc. cit., en: BEINART, H., A Jewish community in Extremadura on the eve of the expulsión from

48 ¡ain, The Magnes Press, The Heb~w University, Jerusalén, 1980, p., 292. A.M.T. Actas de Acuerdos, legajo 8, carpeta 24, ff., 48 y 88. Cfrs. etiam: TENA FERNANDEZ, J., Historia de Santa María de la Victoria, Serradilla, 1930, pp., 53-ss.

49 Especialmente importante son los restos hallados durantes las obras de consolidación, limpieza y restauración del retablo Mayor del templo. Entonces, se descubrió que los listones verticales o pies derechos que sustentan la estructura se reaprovecharon de una armadura policromada de aproximadamente el siglo XIV. Así mismo, fue durante el transcurso de estas obras, en 2003, cuando ararecieron varias piedras románicas policromadas en verde, negro y rojo en el bajo cubierta del ábside.

50 A.M T. Cuentas de Propios 1505-1518, 1505, legajo 8, carpeta 24, f., 15v.

51 A.MT. Cuentas de Propios 1505-1518, 1505, legajo 8, carpeta 24, f., l0v.

52 Así se desprende de los asientos contables del libro de Cuentas de Propios de 1505-1518, ya citado. Un ejemplo interesante será el de Alonso Casco, probable hermano del pintor homónimo, que se intitula tanto carpintero como entallador; también el del morisco Gutierre de Soto, que aparece como albañil cuando se ocupa de la pavimentación de calles: «Cuatro mil mrs. que dio a Diego de Ore/lana y Gutierre de Soto, albañiles, porque mudaron la calzada de la puerta de Fernán Ruiz»; y como carpintero allí donde ha de colocar, por ejemplo, un portillo: «Este día, diez y seis de octubre de mil quinientos e ocho años, ante Los dichos señores, pareció presente Juan de Ve/asco e Alonso Cervantes e Diego de Orellana e Gutierre de Soto, carpinteros, vecinos de La dicha ciudad de Trujillo e dijeron que ellos tomaban a hacer las cuatro puertas que se han de hacer a las puertas de San Juan e Santiago e Santa Cruz y de Hernán Ruiz». A.M T. Cuentas de Propios 1506-1519, 8/5/1508, legajo 8, carpeta 24, f., 60r. A.M.T. Actas de Acuerdos 1507-1509, 16/10/1508, legajo 9, carpeta 1, f., 53r.

53 BENA VIDES CHECA, J., Prelados … , op. cit., p., 138.

54 «A Villalobos, pintor, seis mil mrs de Los oficios del día del Corpus». AM.T. Cuentas de Propios 1505- 1519,1509, legajo 8, carpeta 24, f., 95r. «Seis mil mrs. a Alonso de Villalobos, pintor, por las cosas que hizo para la fiesta del Corpus Cristi». AM.T. Cuentas de Propios 1505-1519, 26/4/1511, f., 112r. «A Villalobos, pintor, por la fiesta del Corpus de 1514, cinco mil mrs.». A.M.T. Cuentas de Propios 1505- 1519, 1514, f., 160v.

55 A.MT. Actas de Acuerdos 1530-1533, 21/4/1531, Legajo 19, Carpeta l.

56 A.M T. Actas de Acuerdos 1619-1630, 1623, f., 202r.

57 TENA FERNÁNDEZ, J. Trujillo Histórico y Monumental, Trujillo, 1988, p., 414.

58 «Octubre 3 del J 583. Libramiento -retablo- Ayuntamiento. Este día se mandaron librar a Juan Sánchez, pintor, veinte ducados para cuenta de los sesenta en que está obligado a pintar y dorar el retablo de la sala alta del Ayuntamiento de esta ciudad, está obligado ante Bartolomé Diaz, escribano». A.M.T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 3/10/1583. Vid etiam: A.M.T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 11/6/1583, f., 82.

59«Diciembre 6 de 1582. Libramiento. En este día se mandaron librar a Joanes de la Fuente, diez ducados para la hechura de una imagen de San Gregario que hizo para La sala del Ayuntamiento».

60 A.P.T. Pedro de Carmona 1570-1571, 27/7/1570, Caja nº 5, ff., 210r-210v. 61 A.M.T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 30/5/1586 y 20/10/1586.

61 A.M.T. Actas de Acuerdos 1576-1583, 6/12/1582. «Se libró a Muriel Solano catorce ducados por pintar y dorar la imagen de San Gregario de la capilla del ayuntamiento». A.M.T. Actas de Acuerdos 1576- 1583, 18/4/1583.

62 Pedro de Mata, por ejemplo, doraba la imagen de San Andrés del Ayuntamiento en 1593. «Enero 20 de 1593. Libramiento de San Andrés. Este día se mandó librar a Pedro Mata, pintor, veinte y dos ducados porque pintó a S. Andrés». A.M.T. Actas de Acuerdos 1590-1593, 20/1/1593.

63 SANZ FERNÁNDEZ, F., Fernando Gallego… , op. cit., p., 90.

64 «Este día se mandaron librar a Juan Jiménez pintor trescientos reales a cuenta del dorado del escudo de la plaza» A.M.T. Actas de Acuerdos, 1583-1590, 14110/1585, f., 209.  Este escudo, bien es cierto que sin color, puede imaginarse y percibirse en el dibujo que el taller de Laborde hizo de la plaza Mayor de Trujillo a comienzos del siglo XIX, poco después de la invasión napoleónica. Y más recientemente en la veduta histórica que Miguel Sanz Salazar, coautor de esta investigación, ha realizado del mismo recinto.

65 De este autor, afirma Benavides Checa que fue responsable de las pinturas del Altar Mayor del templo trujillano de San Martín, cuya mazoneria había realizado Francisco Rodríguez en 1572: «se leyó una petición que el Cura y Beneficiados de la Iglesia del Señor San Martín dieron, suplicando a esta Ciudad haga alguna limosna a la dicha Iglesia para ayuda al retablo que para ella se hace, y esta Ciudad acordó que trayendo facultad de S. M para ello, se le señale y dará de limosna por esta vez cien mil maravedises». A.M.T. Actas de Acuerdos 1569-1576, 8/2/1572. Cfrs. etiam: BENA VIDES CHECA, J., (1907). Prelados … , op. cit., p., 137. A.P.SM. Cuentas de Fábrica 1538-1590.

66 Una vez el concejo se aseguró el patronato de la Capilla Mayor que le habían discutido Diego de Vargas y Hernando Pizarro, como demuestran las armas de la ciudad que aloja el alfiz. Véanse: AM.T Conventos, 6/10/1562, leg. 34, carpeta, 2. AM T. Libro de traslados, leg. 4, carp. 4, ff., 238-240. AH.P.C. Protocolo de Cristóbal de Cabrera, 3/2/1564, leg., 4.419, ff., 62-66. Doc. cit. en DÍEZ GONZÁLEZ, M». C., Arquitectura de los conventos … , op. cit. Cfrs. etiam: Crónica de la Provincia de San Miguel de la Orden Franciscana, escrita por Fray José de Santa Cruz, 1671, p., 369-370.

67 AM.T. Actas de Acuerdos 1590-1596, 4/12/1595, f., 485v.

68 A.M.T Actas de Acuerdos 1590-1596, 18/3/1596, f., 67. «Por dorar los escudos de la puerta de la i§lesia de San Francisco … «, Cuentas de Propios 1593-1611, f., 126.

69 AM.T. Actas de Acuerdos 1596-1602, 1601, f., 478r. Actas de Acuerdos 1602-1610, 1607, ff., 311 r .. 312ry319v.

70 AM.T Actas de Acuerdos 1583-1590, 6/11/1587, f., 341. A.M.T. Actas de Acuerdos 1583-1590, 22/7/1588, f., 427.

 

Dic 252013
 

Antonio Hidalgo Mateos.

Introducción

Cuando el hombre explota la naturaleza extrayendo la biomasa para satisfacer sus necesidades alimentarias, energéticas, de vestimenta, hogar, etcétera, desvía parte de los excedentes de la biomasa en su propio beneficio, impidiendo un aumento de la complejidad natural. Los sistemas poco complejos, como los pastizales y cultivos, proporcionan mayores cantidades de excedentes que son fácilmente transformables en alimento sin que por ello se produzcan grandes cambios en su estructura, ya que están adaptados a que, periódicamente, se extraiga parte de su biomasa.

Las sociedades, a través de la historia, han simplificado los ecosistemas naturales invirtiendo el proceso natural de recambio sucesional. Por medio de la simplificación se obtienen recursos más productivos, pero ello suele llevar implícita una pérdida de la estabilidad y de los valores que son naturales y que caracterizan a los ecosistemas poco alterados. Esta situación de alta rentabilidad es inestable y su mantenimiento continuado requiere de un cierto control por parte del hombre por medio de roturaciones, laboreo, fertilización, eliminación de malas hierbas, incendios, etcétera, todo con el fin de frenar la tendencia natural de cambio de los ecosistemas hacia situaciones de mayor complejidad.

Para explicar la sobreexplotación de los sistemas naturales hay que tener en cuenta dos factores fundamentales que van a determinar la intensidad de las modificaciones: el crecimiento de la población y la capacidad de actuación que sobre el medio puede efectuar el hombre en relación a los medios tecnológicos disponibles. El crecimiento de la población es la principal fuerza de presión sobre el uso del suelo, determinando la conversión de extensas áreas forestales en cultivos y pastos para la producción de alimentos. Por otro lado, la introducción de nuevas tecnologías incide en el establecimiento de sistemas cada vez más eficientes de control y manipulación del paisaje, ya que los medios de actuación sobre la naturaleza han variado sustancialmente a lo largo de la historia. Pero, con el tiempo, el aumento progresivo de la capacidad de transformar la naturaleza ha puesto a disposición del hombre mayores cantidades de recursos, lo que ha desencadenado tanto el crecimiento demográfico como la modificación a gran escala de la naturaleza.

Hasta mediados del siglo pasado, las únicas fuentes de energía de las que dispuso el hombre fueron el agua, el viento, la gravedad y la muscular, limitando en gran medida la capacidad para actuar sobre los ecosistemas, siendo el fuego el principal agente de deforestación. Entre las causas de la deforestación habría que incluir la demanda de suelos para establecer agrícolamente a una población cada vez mayor, a los privilegios mantenidos por los ganaderos trashumantes a través de la Mesta, así como a la presión que el abasto de leña para usos domésticos, pese a ser escasa en la mayoría de los pueblos, ejerce, cuando es desmedida, sobre el entorno natural.

La transformación de los ecosistemas naturales los aleja cada vez más de sus características naturales. Desde el bosque, que permite casi exclusivamente actividades de caza o recolección, se va pasando progresivamente a formaciones cada vez más abiertas con capacidad para sostener un sistema ganadero. Pero, en el proceso de simplificación del entorno natural, hay situaciones intermedias que representan un compromiso entre la explotación  y la conservación de la naturaleza, esto es, sistemas en los que se complementan elementos  propios de la madurez (árboles y arbustos) con otros de mayor simplicidad (pastizales, cultivos, animales domésticos) que representan los componentes productivos del sistema. Así, van a coexistir vestigios del ecosistema original, con una matriz formada fundamentalmente por comunidades seminaturales favorecidas por el hombre. En tal entorno, aparecen unas relaciones de alta dependencia que se van a traducir en el desarrollo y mantenimiento de la estabilidad, así como de la persistencia del conjunto, compatibilizando la supervivencia de elementos del bosque con un uso sostenido de los recursos.

Tal es el caso de las formaciones adehesadas, ya que, si en su origen pudieron estar relacionadas con procesos naturales, el hombre ha sido, en gran medida, el responsable de la creación y extensión de este tipo de paisajes. La reticularización de estos entornos en grandes áreas fue el resultado de la progresiva acomodación a lo largo de los siglos entre la actividad tradicional continuada del hombre y los elementos naturales. La acción humana ha contribuido a ello con procesos de selección, tanto directamente como a través del ganado, así como con la creación de estructuras en el paisaje que han condicionado en gran medida su evolución futura (muros, edificaciones, abrevaderos, puntos de sal, etcétera), pero en la dehesa se nos presenta la forma más característica dentro de la Península Ibérica de una actuación respetuosa del hombre  sobre la naturaleza. Este es mi postulado de partida, el análisis de la configuración del entorno adehesado en Talayuela a través de los datos de las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada y la influencia entre los distintos medios naturales resultantes de la actuación del hombre.

 

Elementos estructurales y funcionales de la dehesa en Talayuela

Para definir la dehesa hemos de partir de la sucinta definición dada por González Bernáldez, según el cual, «originalmente representó una reserva o porción segregada del régimen común de pastos, que se cercaba y defendía para uso de un propietario, para mantener el ganado de labor (dehesas boyales) o para reservar pastos para los ganados que iban extremos». Esta definición propone un determinado tipo de utilización ganadero extensiva –que no la única– pudiendo abarcar situaciones con o sin arbolado.

En nuestro caso vamos a considerar el término dehesa para aquel supuesto en el que se va a desarrollar un único sistema agrosilvopastoril, esto es, de uso múltiple, que presenta un paisaje heterogéneo donde va a destacar la existencia de un arbolado disperso, principalmente de las especies del género Quercus. Como sistema de explotación diversificado, la dehesa se fundamenta en el aprovechamiento de tres fuentes principales de producción primaria y que se engarzan de una forma bastante compleja entre sí: monte, labor y pasto.

En 1751, la villa de Talayuela, a tenor de los datos extraídos de las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada[1], ocupaba una extensión de cinco leguas[2] de levante a poniente y cuatro leguas de norte a sur, con la forma que se puede apreciar en el Mapa I. Limitaba por levante con tierras del término pertenecientes a la jurisdicción de Oropesa, así como con el partido de Ávila, mientras que por poniente lindaba con el término de Casatejada; por el norte con el río Tiétar, y por el sur con las heredades de Navalmoral de la Mata.

Con una superficie total de 43.962 fanegas, aproximadamente unas 26.377 hectáreas, estaba conformada por once unidades diferentes, de las cuales seis eran dehesas propiamente dichas, con una superficie en conjunto de 33.932 fanegas, otras tres baldíos con dedicación a pastos, que bien podemos considerarlos adehesados, con una superficie de 7.500 fanegas, así como un ejido de 1.200 y, por último, la dehesa boyal de 1.330 fanegas; de ello se desprende que, respecto a la superficie total antes citada, el territorio adehesado representa un 77%, frente al 17% del baldío dedicado a pastizal, así como el 3% del ejido y de la dehesa Boyal, con lo que tendríamos un 97% del territorio disponible ocupado por dehesas.

Las 33.932 fanegas de territorio adehesado se dividen en seis dehesas que varían en su superficie, desde las 700 fanegas de la dehesa Barquilla a las 19.682 de la dehesa de San Benito Roblealto, pasando por las 4.000 de la dehesa de Seminejo, las 1.100 de la Dehesilla de los Gallegos, las 4.100 de la dehesa de Zentenillo o las 4.350 fanegas de la dehesa de las Lanas. Por otro lado, también nos encontramos con una superficie de unas 7.500 fanegas de tierra registradas como baldíos de pasto y bellota, superficie dividida en tres unidades de extensión variable, tal es el caso de baldío de Miramontes con una superficie de 5.500 fanegas, las 1.200 del baldío del Turuñuelo o las 800 de baldío de Valdiguelo. Finalmente se nos describen, por un lado el Ejido, con una superficie de  1.200 fanegas y, por otro, la Dehesa Boyal, con una superficie de 1.330 fanegas de extensión (ver Mapas II y III).

Una vez definidas a grandes rasgos las diferentes dehesas y su extensión, es del todo indispensable pasar a analizar de una forma más pormenorizada la dedicación que se le dan a las tierras así como la calidad de cada una de las unidades productivas que van a configurar el paisaje de Talayuela y que nos servirán para definir, en el caso de que se diera, la racionalidad ecológica en la producción de una dehesa, determinando las relaciones de la comunidad con respecto al medio natural.

 

 

El monte

El monte representa el sistema más maduro, en alguno de los casos son los restos del bosque original. Por norma general se encuentra asociado a las zonas más altas y escarpadas, allí donde el acceso es más difícil a los ganados, o bien donde los suelos son más pobres, alcanzando su mayor desarrollo en sierras, crestones, rañas y zonas elevadas de la ladera. Estas formaciones leñosas en los territorios van a cumplir una doble función: por un lado aminoran los procesos erosivos del suelo y, por otro, actúan como elementos de captación de nutrientes desde las zonas más profundas del subsuelo. Estas áreas, por lo común, dentro de las dehesas no suelen presentar estructura de bosque, tal y como concebimos éste, sino que en la mayoría de los casos suele venir asociado como formaciones arbustivas; ello hace que, en aquellos lugares de suelos erosionables o mal drenados den lugar a manchas de monte mediterráneo de gran diversidad arbustiva (carrascas, madroños, brezos).

En algunos casos, este tipo de matorral se asocia a determinados ciclos de mantenimiento de los pastos, como las roturaciones itinerantes, aunque no sea el caso de Talayuela, ya que no se hace ninguna mención a tal respecto en el interrogatorio. De lo que sí, efectivamente, se hace eco la documentación del Catastro, es de la existencia de un área de pinares bastante extenso, sobre todo si tenemos en cuenta que el sistema de producción predominante en todo el término es el dependiente de las dehesas. Es por esta razón que, en la esquematización del presente trabajo he querido diferenciar de manera clara el área de bosque de aquella de arbolado en la que trataré sobre el papel principal de la encina en el complejo, a la par que completo, mundo de la dehesa.

Así pues, comentaba la existencia de un área de pinar (Mapa IV) con una extensión de unas 523 fanegas, lo que representa un 1% de la extensión del territorio. Independientemente de la configuración de la propiedad de los mismos, la mayoría de ellos son propios de la ciudad de Plasencia, se encuentran repartidos en cuatro lugares diferentes, pero todos ellos conforman un extenso área con cierta uniformidad, así en la dehesa Barquilla hay 33 fanegas, y junto a ella, más a poniente, están las 250 de la dehesa Zentenillo, que, junto a las 40 fanegas de la dehesa de las Lanas, algo más a norte, conforman una de las áreas de distribución del pinar que viene a ser delimitado en el norte por el río Tiétar; la otra área se encuentra como a dos leguas hacia el sur, se trata del baldío del Turuñuelo que tienen unas 200 fanegas de pinares; tanto unos como otros ocupan siempre tierras de primera calidad.

Cultivos

Los cultivos pueden llegar a ser las zonas más intervenidas por el hombre, aunque en este caso no llegan a representar, con 714 fanegas destinadas al mismo, más que el 2% del total de la tierra. Son predominantemente de secano y se seleccionan para ello los mejores suelos: fondos de valle y áreas aluviales. La capacidad agrícola de estos suelos varía desde las tierras de prado, que no se llegan a labrar y que dan fruto anualmente, pasando por las de primera calidad que son cultivadas cada año, las de segunda calidad que se cultivan cada dos años o las de tercera, que se cultivan cada tres o cuatro años, si es que no son destinadas a pastos. El cultivo principal es el de los cereales, trigo y cebada, aunque en corta proporción también el mijo, los garbanzos, así como hierbas forrajeras (heno fundamentalmente) y centeno, principalmente en terrenos desmontados de matorral, con lo que se intenta aprovechar la fertilidad aportada por la mineralización de la materia orgánica, y que será consumido de manera directa por el propio ganado. Por otro lado, en las zonas de regadío siembran hortalizas y frutales con una productividad anual.

En Talayuela se distribuyen en un área próxima a la localidad, y nunca llegan a estar a más de dos leguas del área de habitación humana (Mapa V). Corresponde el 25% del área de labor, esto es 182 fanegas, a las tierras de 1ª calidad; el 10% del área cultivada, unas 73 fanegas, es de 2ª calidad, mientras que el 57% de la superficie, unas 400 fanegas, es de 3ª calidad que por tener mayor beneficio de estiércol se sembraban anualmente de forraje; sólo un 8%, unas 59 fanegas, corresponden a tierras de regadío que estaban dedicadas a hortalizas y frutales de mayor calidad, incluyendo en las mismas ciertos prados de heno en tierras de 1ª calidad que producían con una periodicidad anual sin necesidad de sembrar (Gráfico I). Hay que destacar, como se puede apreciar en el mapa adjunto, que la distribución de las tierras de regadío van a estar próximas al cauce del río Tiétar, algo más al norte.

 

Los pastizales

En una situación intermedia entre el área de bosque y los cultivos se encuentran los pastizales, aunque no por ello dejan de ser el recurso más importante de la dehesa. El espacio destinado en Talayuela  a pasto y bellota, como así aparece anotado, ocupa unas 35.131 fanegas, esto equivale al 80% de las 43.962 que ocupa el término de Talayuela. Estas 35.131 fanegas se dividen a su vez en tres categorías diferentes, en función de la calidad de su tierra, de tal forma que las de 1ª calidad ocupan el 15% del total de las tierras de pasto, esto es unas 5.149 fanegas; el pasto de 2ª calidad, con 16.609 fanegas, representa un 47% del pastizal; y, por último, están los pastizales de 3ª calidad que con 13.373 fanegas ocupan el 38% del mencionado espacio (Mapa VI).

Bajo las cifras anteriores se engloban una gran variedad de comunidades herbáceas en directa relación con la mayor o menor calidad de los suelos, la fertilidad de los mismos, así como de la disponibilidad de los recursos hídricos. Es por ello que nos encontremos que en las zonas más pobres, las tierras de 3ª calidad, se establecen los pastizales de efímeras o posíos, que suelen ocupar, por regla general, la mayor superficie de la dehesa, variando mucho su productividad de unos años a otros en función de la meteorología. En las tierras de 2ª calidad están las majadas, esto es, los pastizales por excelencia de la dehesa; conforman un modelo ejemplar de las interacciones que se establecen entre la vegetación herbácea y los herbívoros domésticos (sobre todo ovejas), situándose en zonas de querencia del ganado, así como en las proximidades de los pueblos, y se caracterizan por el hecho de que reciben el aporte continuado de la fertilidad de las deyecciones de los ganados cuando se da una fuerte presión del pastoreo. Por último, en las tierras de 1ª calidad están los vallincares, zonas fértiles y húmedas caracterizadas por los valores más altos de producción; en Talayuela aparecen gestionados como prados de siega, henificándose y ensilándose como reserva para épocas desfavorables. Una variable de los vallincares la constituyen los denominados bonales, cuando a los anteriores se les somete a encharcamiento temporal en superficie, principalmente en las zonas más húmedas como los fondos de los valles, vaguadas o navas, configurándose como prados semiagostantes.

 

El arbolado

Una descripción profunda de los elementos de la dehesa no puede ser completa si no se considerara el arbolado que caracteriza el paisaje. El arbolado desempeña un papel primordial dentro del sistema, tanto por ser una buena fuente de recursos alimentarios como por su importancia en el mantenimiento de la estabilidad y productividad de todo el conjunto de la dehesa. La especie autóctona por antonomasia de la dehesa es la encina de bellotas dulces, pero en menor medida suelen aparecer en estos ecosistemas enebros, coscojas y alcornoques; en el caso de Talayuela documentamos, tanto por la respuesta seis,[3] «Si hay algún Plantío de Árboles en las Tierras que han declarado, como Frutales, Moreras, Olivos, Higueras, Almendros, Parras, Algarrobos, etc. A la pregunta seis dijeron: que en el término de esta villa hay como veinte y siete olivos de corta consideración, veinte y nueve de higueras y once morales; monte de encina, algún alcornoque, tres pedazos de pinar y no otros algunos, y responden«, como la siete[4], «En quáles Tierras están plantados los Árboles que declaren. A la pregunta siete dijeron: que los árboles que llevan expresados están plantados en la tierra de primera, segunda y tercera calidad, y las encinas, alcornoques y pinares en el monte, ejido, baldíos y dehesas, y responden«, la existencia de encinas y alcornoques, así como pinares, morales e higueras, estos últimos en menor consideración y asociados a áreas próximas al núcleo habitado así como en los márgenes de las piezas de tierra (huertas en mayor medida).

El arbolado cumple en la dehesa una función muy importante y diversa. Por un lado es el responsable de la creación de unas características edáficas propias; el potente sistema radical actúa como una impresionante bomba capaz de extraer de zonas muy profundas agua y nutrientes, haciendo que éstos se encuentren disponibles a través de la degradación de la hojarasca. Se debe considerar a los árboles, encinas principalmente, como auténticas islas de fertilidad en las cuales, bajo la frondosa copa de las mismas se acumulan grandes cantidades de materia orgánica, fósforo, potasio y nitrógeno.

Los encinares son, igualmente, los responsables de la creación de ambientes microclimáticos contrastados: por un lado modifican el régimen de radiación gracias a la sombra originada por su copa, por otro amortiguan las oscilaciones térmicas, factor de enorme importancia en las estaciones más desfavorables de Extremadura: el duro invierno y el tórrido verano; también son los responsables de la disminución de la velocidad del viento, así como de influir y alterar el régimen de distribución de las precipitaciones; son un importante elemento en la lucha contra la erosión y degradación de los suelos puesto que, debido a la gran envergadura de la copa, atenúan la fuerza del impacto de las gotas de lluvia al chocar previamente contra las hojas antes de impactar contra el suelo. El ambiente creado por el microclima de las dehesas no sólo va a influir en las características del sistema sino que, también, influye sobre el comportamiento de los animales silvestres y domésticos, encontrando en las mismas cobijo frente a las condiciones climáticas extremas, condicionando, de igual manera, sus desplazamientos y actividades. Ello tuvo que suponer una importante repercusión en todo lo referente a la gestión de las explotaciones agroganaderas del XVIII.

 

Los recursos económicos de la dehesa en Talayuela

Una de las esencias de la dehesa es la compleja estructura espacial que la define, creando un amplio abanico de recursos potencialmente utilizables, factor fundamental en determinadas situaciones ambientales, muy variables en el tiempo y en el espacio. Aunque la gestión de una dehesa va dirigida fundamentalmente hacia el aprovechamiento ganadero, hay otros muchos productos, como los procedentes del matorral y del arbolado, que representaron uno de los pilares básicos de la economía de la dehesa tanto en el siglo XVIII como en épocas precedentes; de ellos se aprovechaba la leña y sus derivados, el carbón vegetal en mayor medida, así como otros productos más variados como el corcho, la miel, el polen, la cera o los taninos.

La producción de leña se destina, principalmente a su transformación en carbón vegetal; así, podemos documentar en la dehesa de San Benito Roblealto (Mapa IV) unos ingresos anuales de 10.352 reales procedentes de una fábrica de carbón, carboneras (denominadas en algunos lugares boliches) conformadas por grandes túmulos de leña (de 5.000 a 70.000 kg.) cubiertos por una capa de tierra que permitía realizar una combustión incompleta. De estas carboneras obtenían, y aún hoy día lo siguen haciendo aunque utilizando métodos más modernos, distintos tipos de carbón vegetal: carbonilla[5], cisco, picón, etcétera, productos todos ellos destinados a abastecer el mercado doméstico local. Paralelamente, en esta misma dehesa de San Benito Roblealto se obtienen ingresos por otros conceptos; el total de los ingresos de la dehesa de San Benito Roblealto asciende a 99.202 reales, de los que 45.000 reales corresponden al pasto, otros 32.000 reales a la bellota, 1.700 reales por la Alcabala de la Feria que se celebra en ella el día de San Marcos, así como los ya mencionados 10.352 reales de la fabricación de carbón vegetal, los 100 reales de la corcha o los 150 reales de la leña seca. Destacar que los 100 reales procedentes de la venta de la corcha, casi con total seguridad, irían destinados a la fabricación de colmenas, a tenor de los datos obtenidos tras el análisis de la pregunta número once del Catastro de Ensenada, «Qué especies de Frutos se cogen en el Término[6]«. En ella se nos da cuenta de que uno de los frutos que se producen en las dehesas de Talayuela es la miel, siempre asociado a la existencia diseminadas colmenas en estos extensos encinares que llegaron a ocupar el 80% del total del territorio.

 

El gran recurso de la dehesa es, sin duda alguna, el pasto, ya sea en su forma de tapiz herbáceo (suelo) o bien por otros productos derivados del estrato arbóreo y arbustivo, bellota y ramón principalmente (vuelo). El pastizal presenta una importancia muy variable ya que la existencia de comunidades muy heterogéneas, asociadas a las diferentes potencialidades productivas del suelo, van a condicionar el establecimiento de una especie de mosaico variado de productividad con tres categorías diferentes, de tal forma que las de 1ª calidad, en los vallincares más ricos, ocupan el 15% del total de la tierras de pasto, esto es, unas 5.149 fanegas; el pasto de 2ª calidad, en los majadales, con 16.609 fanegas, representa un 47% del pastizal; y, por último, están los pastizales de 3ª calidad, los más pobres pastizales de efímeras, que con 13.373 fanegas ocupan el 38% del mencionado espacio.

Se puede apreciar de manera clara como, en función de las diferentes calidades de pasto arriba mencionadas, es bastante fácil sacar un gráfico con la productividad de cada fanega de pasto (Gráfico II); para ello hemos utilizado las variables de la renta obtenida por los pastos, tal y como nos indica el interrogatorio, desglosándola de la obtenida por la montanera y comparándola, a la vez, con la extensión de cada una de las unidades productivas. Analizando la serie obtenida para la productividad por fanega de pasto, hemos creado cuatro grupos; el primero de ellos está compuesto por aquellas propiedades que rentan menos de 1 real por fanega de pasto, y lo forman la dehesa Barquilla con 0,71 reales, la dehesa de Seminejo con 1 real, el baldío del Turuñuelo con 0,83 reales, así como el baldío de Valdiguelo con 0,94 reales; un segundo grupo lo forman aquellas propiedades que por cada fanega de pasto, obtienen unos ingresos que varían entre 1 y 2 reales, entre los que tenemos, la Dehesilla de los Gallegos con 1,82 reales, el baldío de Miramontes con 1,45 reales y la dehesa de Zentenillo, con 1,46 reales; el tercer grupo está conformado por las tierras cuyos pastos vale entre 2 y 3 reales por fanega, estando constituido únicamente por la dehesa de San Benito Roblealto con 2,29 reales; finalmente el cuarto grupo lo conforman aquellos pastos cuyo valor por fanega supera los 3 reales, valor que sólo lo llegan a alcanzar los pastos de la Dehesa de las Lanas con 3,45 reales la fanega (Mapa VI).

A grandes rasgos podemos deducir que el 16% del espacio dedicado a pastizales, unas 6.700 fanegas, está ocupado por dos dehesas y dos baldíos, y las cuatro forman parte del 1er grupo definido; al 2º grupo le corresponden el 26% del espacio dedicado a pastizal, que con 10.700 fanegas está constituido por dos dehesas y un baldío; el 48% que corresponde a los pastos incluidos en el 3er grupo son de una sola dehesa que ocupa unas 19.682 fanegas; por último, el 4º grupo, con 4.350 fanegas, representa el 10% del pastizal y corresponde, al igual que en el caso anterior, a una sola dehesa.

Pero si en la dehesa es importante la cantidad y calidad de los pastos, no menos lo es cuándo está disponible su producto: el pasto. La totalidad de las especies germinan en otoño, a favor de las primeras lluvias de septiembre-octubre y, si las condiciones de precipitación son apropiadas, los pastos se desarrollan lo suficiente como para poder ser consumidos  por el ganado en la denominada «otoñada». Durante el invierno, las bajas temperaturas impiden el desarrollo de los pastos de la otoñada, sobre todo fuera del área de arbolado que, como ya comentamos, crea un microclima especial que modera las temperaturas y suaviza el impacto de las heladas, pese a lo que las especies se mantienen inactivas. Ya en la primavera, cuando las temperaturas son benignas y las precipitaciones son lo suficientemente abundantes, se produce un rápido desarrollo de los pastos, originando en las zonas de tierras más propicias, aquel 15% que ocupaban los vallincares, unos excedentes que, incluso cuando el verano los seca y agosta, pueden ser aprovechados por el ganado en los duros meses del estío extremeño.

Como recurso complementario de la dehesa no se puede dejar de citar la importancia del ramón: conjunto de hojas y ramas finas. Gracias a él, la encina desempeña un relevante papel, sobre todo en invierno, cuando escasean las especies herbáceas, más aún en un área como la de Talayuela con un 80% de su superficie conformada como una explotación adehesada de pasto y montanera.

La bellota es otro de los recursos utilizados en las economías del Antiguo Régimen para alimentar a los ganados, y no sólo a los ganados puesto que en determinadas coyunturas adversas, el hombre ha podido subsistir gracias a éste preciado glande. Por término medio, en una explotación adehesada podían darse producciones muy inestables en función de variables tales como el arbolado o la densidad de la concentración de encinas, fluctuando de 200 a 700 kg. en situaciones de 30 a 60 árboles por hectárea. Como base en la alimentación del cerdo ibérico, la montanera, la bellota ha desempeñado desde la antigüedad hasta nuestros días un papel clave en la configuración de la dehesa y su explotación.

La explotación de la dehesa basada en la montanera ha sido la responsable, en gran medida, del mantenimiento de la fisionomía característica de las superficies adehesadas así como del nacimiento en los áreas rurales de una cultura tradicional vitalmente vinculada con las extensiones de arbolado y feroz defensora las mismas; defensa efectuada a lo largo de los siglos y no sólo fundamentada en el desarrollo de un amplio y complejo corpus legislativo que se proyecta sobre los Fueros y Actas Municipales, sino también, basado en el desarrollo progresivo de técnicas cada vez más refinadas, entre las que bien podríamos incluir los complejos sistemas de selección, tendentes a favorecer los individuos más productivos y de frutos más dulces, así como el mantenimiento de una relación apropiada entre los árboles portadores de flores masculinas y femeninas, al igual que la elección de determinados tipos de podas que incrementen la producción de bellotas, o la siembra selectiva de las especies.

Es común que las diferentes especies del género Quercus presenten un desfase fenológico en la maduración de los frutos. Las más tempranas, llamada «primerizas», «brevales» o «sanmigueleñas», maduran a principios de septiembre; en octubre o noviembre lo hacen las «segunderas» o «medianas»; las «tardías» o «palomeras» maduran hacia enero. De esta forma, mediante una distribución apropiada de las distintas especies, podían mantener unas condiciones apropiadas para la montanera durante 6 meses al año, lo que llevaría al hombre a seleccionar las especies remplazando en algunos lugares unas especies por otras.

Tal y como hemos analizado la productividad de la superficie de pasto, así procederé con la dedicada a bellota. Tomando como referencia la superficie catastrada para cada una de las dehesas y baldíos, he relacionado esta superficie con el valor que anualmente rentaba la bellota, también catastrado, con lo que hemos obtenido el rendimiento en reales de cada fanega dedicada a la montanera. Aquí he procedido de manera algo más sintética que con el análisis de la productividad de las tierras de pastizal, así he reducido a dos los grupos: por un lado, un primer grupo en los que se han incluido aquellas tierras que rentaban menos de 1 real por fanega al año; por otro lado, un segundo grupo configurado por aquellos espacios cuya renta anual era superior a 1 real por fanega (Gráfico II).

El primer grupo está compuesto por tres dehesas, la dehesa Barquilla con 0,29 reales, la Dehesilla de los Gallegos con 0,64 reales, y la dehesa de Seminejo de 0,20 reales por fanega, así como por otros tres baldíos como el de Miramontes de 0,18 reales, el del Turuñuelo de 0,42 reales, y el del Valdiguelo con 0,19 reales la fanega. Por su parte, el segundo grupo lo conforman tres dehesas, la Dehesa de las Lanas con una rentabilidad anual de 1,61 reales por fanega, la de San Benito Roblealto con 1,63 reales, y la de Zentenillo con 1,46 reales. Observamos, trabajando con los dos grupos creados, que el primer grupo, aquel de menor rentabilidad pero con mayor número de unidades productivas, representa un 32% de la superficie destinada a montanera, unas 13.300 fanegas, y el valor anual de las rentas obtenidas por tal concepto representan sólo el 7% del total de los ingresos de las nueve dehesas y baldíos analizados, unos 3.350 reales; por su parte, el segundo grupo, tiene en total una extensión de 28.132 fanegas, lo que representa el 68% del mencionado espacio, produciendo en conjunto unos 45.000 reales, lo que representa el 93 de los ingresos totales por bellota. Ello quiere decir que, pese a que el segundo grupo de dehesas tiene una mayor extensión, proporcionalmente tienen una mayor rentabilidad que las del primero, ya que éstas sólo produce un 7% teniendo el 32% de la superficie.

Conclusión

Las variaciones inherentes en la producción a lo largo del año, determinaron el establecimiento de un sistema productivo diversificado, a la vez que complementario de los recursos alimentarios, tanto para la manutención de los ganados como para la alimentación del hombre. Como se ha podido apreciar, en invierno adquirían especial importancia los productos procedentes de especies leñosas, con un papel fundamental la obtención de bellotas así como, en menor medida, el consumo del ramón. Ya en primavera, cuando las condiciones meteorológicas favorecían el desarrollo de los pastizales, la base de la alimentación estaba establecida en el pasto herbáceo. Con la llegada del verano, y con ello de las condiciones más duras en la dehesa extremeña, la disponibilidad de pastos naturales es muy escasa, limitándose a las hierbas secas y a algo de ramón de verano. Es en este momento cuando resultaban importantes los productos procedentes de las áreas de dehesa dedicadas al cultivo para su persistencia : rastrojos, paja, forrajes, etcétera.

Por todo ello, como creo haber demostrado, la dehesa en Talayuela en el momento de ser catastrada, necesitaba de la persistencia de un sistema de producción diversificado, y lo mantenía, en el que intervinieron de forma complementaria, tanto la doble dimensión del suelo y vuelo, como el trinomio fundamental: monte, labor y pasto.

La variedad, tanto geográfica, como ecológica, incluso biológica, es uno de los principales rasgos que se aprecian al profundizar en las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada de 1751 para la tierra de Talayuela; variedad entendida siempre como un hábil complejo y delicado mecanismo para reducir los riesgos para la comunidad. Ello es debido a que las estrategias multiuso que se aplican en este caso, tienden a conservar los recursos naturales manteniendo la diversidad medioambiental y biológica; racionalidad ecológica que aquí, efectivamente, se desarrolla, no sólo como una estrategia de subsistencia, sino también como consecuencia directa del proceso de apropiación de la naturaleza en una economía predominantemente dirigida a la población.

 


[1] Archivo General de Simancas. Sección Hacienda. Dirección General de Rentas. Serie I. Única Contribución. Respuestas Generales del Marqués de la Ensenada. Extremadura, Libro 151, rollo 11, pág. 556.

[2] Cada legua castellana equivale, aproximadamente, a unos cinco kilómetros.

[3]  Archivo General de Simancas. Sección Hacienda. Dirección General de Rentas. Serie I. Única Contribución. Respuestas Generales del Marqués de la Ensenada. Extremadura, Libro 151, rollo 11, pág. 556.

[4]  A. G. de Simancas. Sección Hacienda. Dirección General de Rentas. Serie I. Única Contribución. Respuestas Generales del Marqués de la Ensenada. Extremadura, Libro 151, rollo 11, pág. 556.

[5] La carbonilla se obtiene en polvo y, por lo general, se acumula en briquetas.

[6] A. G. de Simancas. Sección Hacienda. Dirección General de Rentas. Serie I. Única Contribución. Respuestas Generales del Marqués de la Ensenada. Extremadura, Libro 151, rollo 11, pág. 556.

Dic 132013
 

 

…sobre la ermita de San Lázaro de Trujillo a partir de 1630 y estatutos de su cofradía.

Antonio Cantero Muñoz.

1. INTRODUCCIÓN

La presente comunicación forma parte de un trabajo de investigación mucho más amplio, sobre manifestaciones de religiosidad popular en la localidad cacereña de Trujillo durante la Edad Moderna (1), y es un avance del que estoy realizando sobre las que tenían lugar en la ermita de San Lázaro, y se fundamenta en los siguientes testimonios hasta ahora inéditos (2):

– Contrato de patronato sobre la ermita San Lázaro, por parte de don Luís de Tapia Paredes y su esposa, fechado en 1630.

– Bulas Apostólicas confirmatorias de dicho patronato.

– Indulgencias y jubileos concedidos a los patronos y cofrades de San Lázaro y San Blas.

– Ordenanzas de la cofradía de San Lázaro y San Blas.

(1) En mi página web www.juanvalera.org se puede consultar todos los trabajos de investigación que he realizado sobre Trujillo, las localidades cordobesas de Baena y Doña Mencía, así como la granadina de Motril.

(2) Archivo Histórico Nacional. Consejos Libro 4094. Contrato de assiento del patronazgo de la Ermita de Señor San Lazaro de la ciudad de Truxillo, en fauor de los Señores don Luis de Tapia y Paredes Corajo, del Consejo Supremo de su Magestad, y doña Mencía de Herrera y Cardona su mujer, y sus sucessores. Bvlas Apostolicas confirmatorias del dicho Patronazgo, y de Indulgencias y Iubileos concedidos a los dichos Señores, y a los Cofrades de la Cofradia, sita en la dicha Ermita, y a las demas personas que se valieren della. Y ordenanzas hechas por autoridad de Su Santidad, para el gouierno y administracion de la dicha Cofradia: sacado todo de los originales que estan en el Archiuo del dicho Señor don Luis. Mientras que no hagamos cita expresa, me estoy refiriendo a esta documentación.

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2. CONTRATO DE PATRONATO SOBRE LA ERMITA DE SAN LÁZARO DE TRUJILLO POR DON LUÍS DE TAPIA Y PAREDES

 El punto de partida de nuestra exposición, es el contrato de patronato suscrito entre don Luís de Tapia y Paredes con la cofradía de San Lázaro de la ciudad extremeña de Trujillo, fechado el 3 de febrero de 1630, y del que ya da noticia don Juan Tena Fernández (3), que también reflejó la importancia social de don Luís de Tapia y Paredes Corajo, en razón de la nobleza de sus antepasados y las importantes responsabilidades políticas y administrativas que desempeñaba (4). Asimismo, debemos apuntar la relevancia de la cofradía de San Lázaro, pues como veremos más adelante, era de las más antiguas de la ciudad de Trujillo, y también se titulaba “de los caballeros”, reflejando de esta forma su carácter elitista.

Este importante testimonio nos hace saber la identidad de los miembros de la junta de gobierno de la cofradía: Gonzalo de Carmona, alcalde; Francisco Pizarro y Jerónimo García Jiménez, diputados; Juan Altamirano de Torres, mayordomo del arca y de la cera; Diego Sánchez Parejo, mayordomo de la ermita; Mateo Sánchez en calidad de escribano. Y para mayor seguridad jurídica y firmeza, el acuerdo fue suscrito en escritura pública otorgada ante el escribano Bartolomé Zorzo (5) conforme al testimonio de 12 de febrero de ese año, actuando como testigos Pedro González de la Rua, Gaspar Díaz y Juan de Zaldivar (6).

(3) TENA FERNÁNDEZ, J.: “Trujillo histórico y monumental” Salamanca 1988, pp. 103-104.

(4) CORDERO ALVARADO, P.: “Trujillo Guía Monumental y Heráldica”. Cáceres 1996, p. 137. Don Luís de Tapia y Paredes era caballero de Santiago, alcalde de Casa y Corte, consejero de Indias y Castilla.

(5) “En la ciudad de Truxillo a doze días del mes de Febrero de mil y seiscientos e treinta ñaos, yo Bartolome Zorço, escribano publico del numero, e jurisdicción de la dicha ciudad, por merced de su Paternidad Reuerendissima el Padre Prior e Conuento de nuestra Señora Santa Maria de Guadalupe, con aprouacion Real hize sacar y saque este traslado de las capitulaciones y condiciones originales de vn libro que me fue entregado en q se assientan las entradas de los hermanos que se reciben en la Cofradia de Señor Sant Lazaro desta dicha ciudad, donde esta escritas las dichas capitulaciones, el qual traslado va cierto e verdadero y concuerda con los originales donde se saco, que boluia a quien me las entrego, a que me remito, e fueron testigos a la ver sacar, corregir y concertar Pedro Sanchez Holguin y Alonso Fernandez, vezinos de dicha ciudad. Va entre renglones, y oficiales, baste, y obligaciones, y enmendado en el dicha vala. Va testado pro eron no vala. En testimonio de verdad Bartolome Zorço.”

(6) “assi lo dixeron y otorgaron, siendo testigos Pedro Gonçalez de la Rua notario, y Gaspar Diaz ensamblador, e Iuan de Saldiuar, vezinos de la dicha ciudad, e firmarolo los otorgantes, a los quales yo el escriuano doy fee conozco. Don Luis de Tapia e Paredes Corajo, Gonçalo Antonio de  Carmona, Geronimo García, Iuan Altamirano de Torres, Diego Sánchez Parejo. Passo ante mi Bartolome Zorco, escriuano publico del Numero y jurisdicción de la ciudad de Truxillo, por merced de Su Paternidad Reuerendissima el Padre Prior y Conuento de nuestra Señora Santa María de  Guadalupe, con aprouacion real presente fui, y en fee dello lo signe. En testimonio de la verdad. Bartolome Zorçco”.

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 Don Luís de Tapia Paredes, expuso que por la mucha devoción que profesaba a San Lázaro, su cofradía y ermita, y el haber formado parte de ella sus antepasados( 7), quería hacerse cofrade junto con su esposa doña Mencía de Cardona y Herrera, y constituirse en patrón perpetuo de su templo, que luego continuarían sus sucesores, ofreciendo a cambio una jugosa dotación económica, que incluía hacerse cargo de las obras de la fábrica del citado templo (8).

Dicha solicitud fue examinada por el alcalde y oficiales de la cofradía, que hicieron la correspondiente junta de hermanos en la ermita el 3 de febrero de 1630, una vez finalizada la misa que por costumbre antigua se oficiaba el primer domingo de cada mes (9). Y se acordó de forma unánime su aceptación, pero sujeta a las condiciones siguientes:

1.- Que don Luís de Tapia Paredes se convertía en patrono perpetuo de la ermita de San Lázaro, privilegio que luego disfrutarían sus herederos y sucesores. Asimismo, se le facultaba para agregar este patronato a su mayorazgo (10).

2.- Que don Luís de Tapia y Paredes y sus sucesores, tendrían derecho a poner a su costa en la ermita (tanto en su interior como exterior) los escudos de armas de los Tapias y Paredes “en piedras de cantería, laminas de hierro, o de metal, o pintura, y en casullas, o otros cualquier ornamentos que hizieren o dieren a la dicha Ermita”, así como los de su esposa don Mencia de Herrera y Cardona. Lo anterior, sin perjuicio de que cualquier persona aunque no fuera

 (7) “por la devoción que tiene al dicho Señor San Lázaro, y a su Iglesia, Ermita y Cofradía; y deseando como desea su aumento, por auer sido hermanos della sus passados”.

(8) “ofrece a la dicha Cofradía cinco mil marauedis de renta y censo en cada un año de a razón de a veinte mil marauedis el millar, y de situallos en bienes libres quantiosos, y dar poder en causa propia, para que se cobren de la renta dellos, y de reparar la dicha Iglesia y ermita de lo necesario”.

(9) “Gonçalo de Carmona Alcalde de la dicha Cofradía, Francisco Pizarro, y Geronimo Garcia Ximenez Diputados; Iuan Altamirano de Torres Mayordomo del arca y de cera, y Diego Sánchez Parejo Mayordomo de la dicha Iglesia y Ermita, y Mateo Sánchez Procurador y Escriuano de la dicha Cofradía, y Iuan de Herrera Daualos Clérigo presbytero y Capellán della, Francisco Gil Villegas, Iuan Pulido Regodón, Martín Fernánde Cabeçudo, Bartolomé Cabello, y Bartolomé López Leonardo, Diego Rebollo Cabeçudo, Pedro Gonçalez de la Rua, Blas de Valverde, y Pedro de Auiles, hermanos de la dicha Cofradía”

(10) “assi de mayorazgo regular de varones y hembras, y de masculinidad de varones, agregándole a otro qualquier mayorazgo feco o por hazer de agnacion por descendencia cotinuada de varones, sin mezclarse hembra, o disponiendo en qualquiera de las dichas formas, o en todos los casos que quisiere, o por bien touiere, o dexandole por bienes hereditarios a toda su libre voluntad; de manera que el dicho Patronazgo solo tenga dependencia del dicho Señor don Luis de Tapia Paredes Corajo, con q si dexare dos o mas herederos, en el uno solo aya de andar el dicho Patronzago; de manera q los oficiales de la dicha Cofradia no han de conocer, ni tener mas de un patron de la dicha Ermita”.

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cofrade, donara algún ornamento, sin estar obligado a poner los escudos de los patronos, pero sujeto a determinadas condiciones (11.)

3 En calidad de patrono, don Luís de Tapia y Paredes y sus sucesores, ostentarían una serie de privilegios, pues en todas las juntas y reuniones (tanto ordinarias como extraordinarias), ocuparán el lugar más preferente o importante, votando siempre en primer lugar. De igual forma, en caso de celebración de cabildo general, sería siempre avisado el patrono para que pudiera asistir, comprobando sí estaba en la ciudad, pues en caso contrario serían nulas y penados con 12 reales los oficiales que no cumpliera el mandato anterior. Lo dicho, no significada que el patrono y sus sucesores, pudieran impedir las elecciones de oficiales conforme a lo dispuesto en los estatutos, las fiestas de San Lázaro y Santa Inés, lo que acordase la cofradía, ni las juntas ordinarias ni extraordinarias. Pero siempre era preciso el previo aviso, aunque no estaba obligado a asistir a las referidas juntas.

4.- Que los sucesores en el patronato, pasaban a ser de forma automática cofrades de San Lázaro, “sin que sea necessario nueua elección y recibimiento, por quanto por este contrato queda fecho de todos, cada uno en su lugar, y successiuamente perpetuamente para siempre jamás, sin que aya de pagar cosa alguna”.

5.- Cuando falleciera don Luís de Tapia y su esposa doña Mencía de Herrera y Cardona, así como los sucesores en el patronato y sus legítimas esposas, la cofradía y sus miembros debían de acudir a la iglesia donde fueran enterrados con las insignias y cera, celebrando las misas cantadas y rezadas que conforme a la costumbre se oficiaban por los cofrades. Sí el entierro no tuviera lugar en Trujillo, serían avisados en forma el alcalde y mayordomo del arca, para que acudiera la cofradía, y se obtenían las gracias e indulgencias que tenía concedidas.

6.- Conforme a costumbre inmemorial, para ser miembro de esta cofradía le exigía realizar una información previa de limpieza de sangre12, y frente a esta regla genera ly con carácter

(11) “Pero sí alguna persona de la dicha Cofradía, o fuera della hiziere algun ornamento de oro, o plata, seda, o qualquier otra tela, y lo diese a la dicha Cofradia, Iglesia y Ermita, no tenga obligación a poner las dichas armas en los tales ornamentos, e pueda poner las que quisiere el que hiziere la tal donazion en altares particulares, que hagan con aquerdo de la dicha Cofradia, con que esto sea sin perjuyzio del dicho Patronazgo, y no en las partes comunes de la dicha Ermita, e Iglesias dellas, porque en estas el dicho Señor don Luis, y los dichos sucessores priuatiuamente han de poder poner las dichas armas, sin que se muden, quinte ni alteren por ningun caso puestas una vez.”

(12) “que por quanto esta Cofradia esta en costumbre inmemorial, de uno, diez, veinte, treinta, quarenta, cinquenta, e mas años a esta parte, y de tanto tiempo, que memoria de hombres no es en contrario, de que los hermanos y cofrades della, y sus ascendientes paternos e maternos in infinitum ayan de ser y sean, y ayan sido Christianos viejos, limpios de toda mala raça de iudios, moros, e nueuamente conuertidos a nuestra Fe Catolica, no penitenciados por el Santo Oficio de la Inquisición por causa de heregias o sospecha dellas, e para mayor conseruacion, firmeza y perpetuidad de la dicha costumbre, pretende la dicha cofradia hazer estatuto y ordenaca de limpieza, como va dicho”.

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excepcional don Luís de Tapia y Paredes practicaría esta diligencia en Roma. Además, las nuevas diligencias que sobre este particular se hicieren, la cofradía debería avisar o citar a don Luís de Tapia y Paredes, que estaba facultado para dar su parecer (13).

7.- Esta condición se refiere a la importante dotación económica que hizo don Luís de Tapia y Paredes para convertirse en patrón de la ermita, que alcanzaba la importante cantidad de 5000 maravedis de renta anuales en los siguientes términos:

“Impone y carga en fauor de la dicha Cofradía Alcalde, oficiales y cofrades  della, que son, e por tiempo fueren, cinco mil marauedis de renta de censo en cada vn año a razón de a veinte mil marauedis el millar redimibles, generalmente sobre todos sus bienes auidos e por auer, y en especial, y con hipoteca particular, e por vía de renta ordinaria del tal censo sobre las alcaualas de la vlla de Plasençuela, que el dicho Señor don Luis compró a Su Magestad en vn quent e nouecientas e tantas mil marauedis de suerte principal, por su priuilegio despachado en forma, y le pertenecen, y sobre la dehessa de Passauados, que está en eérmino desta ciudad, que compro de don Bernardino de Tapia y Solano en precio de quatro mil ducados, conforme a los títulos de la dicha ompañía, y sobre dos censos que le pagan, e tiene impuesto sobre sus bienes en fauor del dicho Señor don Luis los Señores don Miguel de Tapia y Eraso, y Doña María de Tapia Sotomayor su muger, el vno de treinta y siete mil y quinientos marauedis de renta en cada un año por cession que del le hizieron los Patrones de las memorias que fundó el Señor don Pedro Ponce de León, Obispo ue fue de Plasencia, y el otro de veinte y vn mil y ducientos y cincuenta e nueve marauedis de renta por la legítima de los Señores Gonçalo de Tapia, y oña María de Paredes sus padres, que los dichos don Miguel, y Doña María le vendieron e fundaron, conforme a los títulos y escrituras que dello ay con poder en causa propia, para que de todas las dichas rentas, y cada una dellas, y sus arrendadores y cogedores se puedan auer y cobrar en el ínterin que no se redima el dicho censo por el dicho Señor don Luis, o por quien causa suya ouiere”.

 (13) “el dicho Señor don Luis se ha de obligar y obligue a hazer diligencia en Roma e en parte competente para que se confirme la dicha ordenaça que se hiziere, y asimismo las demas que al dicha Cofradia tiene o hiziere de nuevo, y las unas y las otras se han de comunicar al dicho Señor don Luis, y ha de dar su parecer en ellas como cofrade, con la calidad de tercera condicion, aunque este ausente desta dicha ciudad, embiandose las escritas a la parte donde se hallare a la sazon, como sea dentro del Reyno; pero no queda obligado a conseguir la confirmacion, sino solo a hazer las diligencias”.

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 8 .- Cuando don Luís de Tapia procediera a redimir los 100.000 maravedís de la suerte principal del censo antes citado, o la parte que se quisiere de dicha cantidad, era obligatorio requerir al alcalde y oficiales de la cofradía de San Lázaro, con una antelación de tres meses, y poner ese dinero en manos del mayordomo del arca, que no estaría obligado a volverlo a emplear, sino que quedaba a cargo de la cofradía. En caso contrario, la redención no tendría eficacia, y la hermandad cobraría los réditos del censo como sino se hubiera redimido.

9.- Se establece que el pago de intereses se realice con moneda de vellón, y en ningún caso con plata y oro, pues este numerario no se utilizo en su imposición.

10.- Tanto don Luís de Tapia y Paredes como sus sucesores, estaban obligados a reparar a su costa la ermita (14), y se tenían que ejecutar las obras después del aviso que el mayordomo de la ermita diera al patrono, en diferentes plazos en función del lugar donde se encontrará este último: dentro de los 8 días siguientes en caso de residir en Trujillo; 40 días cuando estuvieran fuera de la ciudad pero en el reino; 8 días también cuando el patrono estuviera fuera del reino, sien do suficiente en este caso con avisar a sus mayordomos o administradores de bienes que estuvieran en Trujillo. Y en caso de incumplir lo indicado, el citado mayordomo haría los reparos a costa de don Luís de Tapia y sus sucesores en el mayorazgo (15).

11.- Los patronos estaban obligados a hacerse cargo de las reparaciones de la ermita, siempre que no fueran causados por dolo o culpa de los cofrades, o estos no avisaren en el término indicado en la condición anterior.

En virtud del testimonio documental que estamos analizando, el alcalde y oficiales de la cofradía de San Lázaro recibieron como cofrades a don Luís de Tapia y Paredes y doña Mencía de Herrera y Cardona, y el primero como patrono perpetuo de la ermita, privilegio que continuarían disfrutando sus herederos y sucesores.

Para perfeccionar el contrato y en cumplimiento de la condición 7ª, el 13 de febrero de 1631 don Luís de Tapia y Paredes abonó al mayordomo del arca de la cofradía la primera cantidad

(14) “han de tener obligación a mandar hazer reparar a su costa la dicha Ermita de todos los reparos mayores e menores que en qualquier tiempo tobiere necessidad”

(15) “y en lo que costare aya de ser y sean creídos por su juramento, o lo puedan cobrar de sus bienes, y el dicho auiso basta hazer de los oficiales, o Mayordomo de la dicha Cofradía, por carta que para ello escriua al Señor don Luis y a sus sucessores en el dicho Patronazgo, y en lo que compre haya de ser y ean creidos por su juramento, e lo puedan cobrar de sus bienes, y el dicho auiso basta hazer de los oficiales, o Mayordomo de la dicha Cofradia, por carta que para ello se escriua al  dicho Señor don Luis, o a sus sucessores en el dicho Patronazgo, y en lo que costaren ayan de ser y sean creídos por su juramento, y lo puedan cobrar de sus bienes, y el dicho auiso baste hazer de los  oficiales, o mayordomo de la dicha Cofradía, por carta que para ello se escriua al dicho Señor don Luis, o a sus sucessores en el dicho Patronazgo, e teniendo certificacion de auer recebido la dicha carta de auiso, ayan cumplido con la obligacion del”.

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 de dinero estipulada, que suponía un censo de 5000 maravedis de renta a razón de veinte mil el millar, hasta que el principal de dicho censo fuera redimido o pagado. Y dicho censo fue cargado sobre los bienes que a continuación se expresan:

“Primeramente sobre las alcaualas de la uilla de Plasençuela, que son suyas propias por venta que dellas le hizo Su Magestad, que le constaron un quento e nouecientos o tantas mil marauedis.Iten sobre la dehessa de Passauados, que tiene en término desta ciudad, que compró de don Bernardino de Tapia Solano ya difunto, vezino que fue della, en precio de quatro mil ducados. Iten sobre cincuenta y ocho mil y setecientos y cincuenta e nueve marauedis que debe pagar de renta y censo en cada un años don Miguel de Tapia y Erasso, Cauallero de la Orden de Calatraua y doña María de Tapia Paredes su muger, vezinos desta dicha ciudad, señores de las villas de Plasençuela, Guijo y Auililla por dos escrituras de censo que contra ellos tiene, la una de treinta y siete mil y quinientos marauedis y la otra de treinta y un mil y ducientos y cinquenta e nueue marauedis”.

Asimismo, la escritura de imposición de censo fijaba los condiciones requisitos:

1. Que los referidos bienes eran de don Luís de Tapia y Paredes y libres de cualquier carga (16), y cuando no fuera así se le podría cobrar al primer patrón y sucesores las cantidades estipuladas por vía ejecutiva de otros bienes de su propiedad.

2. Por responder los citados bienes del cumplimiento de la obligación dineraria, no se podían vender ni cambiar y tampoco enajenar de ninguna forma, hasta que el censo se quitara o fuera redimido, pues al estar hipotecados con dicho censo, cuando se vendieran no tendría valor ninguna la referida enajenación.

3. Cada nuevo sucesor en la titularidad de esos bienes, debía reconocer el referido censo, y pagar la cantidad anual antes indicada.

4. Que los bienes gravados con el censo no se podrían dividir ni partir, y sí así se procediera esa actuación sería nula y sin ninguna validez.

5. Tanto don Luís de Tapia y Paredes como sus sucesores estaban facultados para redimir este censo, pero con carácter previo pagarían a la cofradía de San Lázaro 100.000 maravedis de

(16)  “que los dichos bienes son suyos propios, e libres de otro censo e tributo, obligación, hipoteca, aniuersario, vínculo e mayorazgo, y de otra carga, y que cada y quando que lo contrario parezca sin perjuyzio del derecho criminal, se pueba cobrar de su merced, y de sus bienes e rentas dicho censo principal e reditos executiuamente”.

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principal en moneda de vellón, conforme lo dispone la octava condición y abonando también los réditos pendientes. Por el contrario, la cofradía estaba obligada a otorgar la redención de censo, quedando libres los bienes.

El 14 de febrero de 1630 don Luís de Tapia y Paredes tomó posesión del patronato sobre la ermita de San Lázaro de Trujillo en los siguientes términos:

«En la ciudad de Truxillo a catorze días del mes de Febrero de mil y seiscientos e treinta años, ante mi el escriuano público e testigos yuso escritos, estando en la Iglesia y Ermita de Señor Sant Lázaro de la dicha ciudad, estando presentes Gonçalo Carmona, Alcalde de la cofradía del bendito Sant Lázaro, y Gerónimo García Ximenez Diputado, e Ioan Altamirano de Torres Mayordomo del Arca, y el Licenciado Ioan de Herrera Clérigo presbytero, Capellán de la dicha Cofradía, el Señor don Luis de Tapia e Paredes del Consejo de Su Magestad en el Supremo de Indias, e Patrón de la dicha Iglesia y Ermita, por nombramiento que en el hiziero el dicho Alcalde y demás oficiales de la dicha Cofradía, por escritura que ante mi se otorgó en treze deste presente mes, dixo, que quería tomar y tomaua la possession del dicho Patronazgo, el qual se passeo por la dicha Iglesia y Ermita, y cerró y abrió las puertas della. Todo lo qual dixo hazia y hizo en señal de posession, y que protestaua e protesto de continuarla: y de como tomaua y tomo quieta e pacíficamente la dicha possession, y sin contradicción de nadie, lo pidió por testimonio, y de como el dicho Alcalde y oficiales de la dicha Cofradía que estauan presentes lo consistieron, e touieron por bien. E yo el escriuano doy fee, como el dicho Señor don Luis de Tapia e Paredes tomo la dicha possession del dicho Patronazgo en la firma dicha sin ninguna contradicion, de consentimiento de los dichos Alcaldes, y oficiales de la dicha Cofradía, a lo qual fueron presentes por testigos don Grabiel de Tapia Caruajal del Consejo de Su magestad, en el nueuo Reyno de Granada, en las Prouincias del Piru, estante al presente en esta Ciudad, y don Luis de Tapia Caruajal Cauallero del Abito de Santiago, y Miguel Carrasco Clérigo Presbytero, vezinos de la dicha ciudad. Passo ante mi Bartolomé Zorço.

 

3. BULA DE INDULGENCIAS DE LA ERMITA DE SAN LÁZARO

 Esta bula (17) fue dada por el Papa Urbano VIII el 5 de diciembre 163018, y fue traducida del latín al castellano por Alonso Gracián Berruguete el 31 de julio de 1631, concediendo los

(7) Bula es un documento pontificio relativo a materia de fe o de interés general, concesión de gracias o privilegios o asuntos judiciales o administrativos. Lo expide la Cancillería Apostólica y autorizado por el sello de su nombre u otro parecido estampado en tinta roja.

(18) “Dat en Roma en Santa maria la Mayor en el año de la Encarnacion del Señor de mil seiscientos y treinta, a cinco de Diziembre el año octauo de nuestro Pontificado. Lugar de la Bula de plomo pendiente”.

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importantes beneficios espirituales que vamos a mencionar.

1. En primer lugar indulgencia plenaria y el perdón de todos los pecados a todos y cualesquier fieles cristianos, hombres y mujeres, en los siguientes casos:

– Ingresar en la cofradía de San Lázaro, y el primer día de su entrada, contritos y confesados, recibieran el Santísimo Sacramento.

– A todos los cofrades que contritos, confesados y comulgados, en el artículo de muerte “inuocaren el nombre de Iesus con el coraçon, si no pudieran con la boca”.

– A todos los cofrades que contritos, confesados y comulgados, visitaren la ermita de San Lázaro el día de San Luís, “desde las primeras Visperas hasta ponerse el Sol del dicho día todos los años, y alli rogaren a Dios por la exaltacion de la Santa Madre Iglesia, por la extirpacion de las heregias, y por la paz y concordia entre los principes Christianos, y por a Salud del Pontifice Romano”.

 2. En segundo lugar, el perdón de siete años “y siete quarentenas de penitencias dadas o de qualquier manera no cumplidas”:

Cuando los cofrades que contritos, confesados y comulgados, visitaren la ermita en las estividades de la Natividad de la Virgen, Asunción de Nuestra Señora, Santiago Apóstol, y San Lázaro, y rezaren en cualquiera de estas cuatro celebraciones.

3. En tercer lugar, se perdonaban 60 días de penitencias dadas y en cualesquier manera no cumplida, en los supuestos a continuación expresados:

Los cofrades que estando presentes en los Santos Oficios a celebrar en la ermita, o reuniones publicas o secretas de la cofradía, ejerciendo alguna obra pía, procesiones de la cofradía, demás actos celebrados con licencia del ordinario, el enterrar a los muertos, acompañar al Santísimo cuando es llevado a los enfermos o impedidos, así como “quando oyeren la campanilla, rezaren de rodillas un Padre nuestro, y un Aue Maria por el tal enfermo, o albergaren, y dieren posada a los pobres peregrinos, o pusieren paz entre los enemigos, o reduxeren al camino de la saluacion a alguno que fuere apartado del, o enseñaren a los ignorantes los preceptos diuinos, y lo que conuiene para saluarse, por cada vez que hizieren cada una de las dichas obras pias”.

Asimismo, el documento pontificio señaló que esos beneficios espirituales eran perpetuos al no estar sujetos a término (19). Por último, contemplaba la posibilidad que la de San Lázaro se agregare a otra cofradía, en cuyo caso se seguirían obteniendo las citadas gracias cumpliendo

(19) “duren por todos los tiempos venideros”.

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 con lo expuesto (20). La licencia

para la obtención de las indulgencias contenidas en la bula anterior, fue dada en Madrid el 24 de julio de 1631 por fray Antonio de Sotomayor.

4. BULA DEL PATRONATO SOBRE LA ERMITA DE SAN LÁZARO

 Este documento pontificio es de Urbano VIII, y fechado el 23 de junio de 631, y también fue traducido al castellano por don Francisco Gracian Berruguete el 17 de abril de 1635. Valoraba especialmente, el importante desembolso económico que hizo don Luís de Tapia Paredes al convertirse en patrono de la ermita de San Lázaro (21), expresando que no era un templo colativo por no tener erigido ningún beneficio eclesiástico y ser propiedad exclusiva de la cofradía. A continuación repetía las once condiciones que hemos visto en el contrato de patronato, y mencionaba que don Luís de Tapia se había obligado a costear un retablo nuevo

(20) “empero queremos, que si la dicha Cofradia estuviere agregada, o en adelante se agregare a alguna Archicofradia, o en qualquier otra manera se uniere, o instituyere en ella, para conseguir sus indulgencias, o participar dellas, de ninguna manera le aprouechen, ni ualga las anteriores, o qualquier otras letras sobre ello alcançadas, sino es las presentes, antes desde entonces sean totalmente nulas coipso”.

(21) “Vrbano Obispo, sieruo de los sieruos de Dios, Al amado hijo el Prouisor del venerable Hermano nuestro el Obispo de Plasencia, Salud y bendicion Apostolica. La obligacion del oficio Pastoral, en que por la disposicion diuina presidimos, pide, que de buena gana nos conformemos con la voluntad deseos de todos los fieles Christianos, en particular de los que siendo de noble linaje piadosamente gastan sus haziendas en mantener, adornar y dotar Iglesias, Capillas y Oratorios de Cofradias, donde co mayor feruor y frequencia se alabe a Dios, y que haziendo especiales fauores y gracias a los tales fieles Christianos, les ayudemos en el exercecio destas obras pias, según saludablemente veemos conuiene en el Señor, considerada como se deue la calidad de los lugares y tiempos. Y por quato poco ha por parte del amado hijo y noble varon el Licenciado Luis de Tapia y Paredes Corajo, del Consejo Supremo de Inidas del carissimo hijo nuestro Felipe Rey Catolico de las Españas, y de la amada hija en Christo Mencia de Cardona y Herrera su muger de la ciudad de Truxillo, Diocesis de Plasencia de la Prouincia de Compostela, y de los amados hijos los Cofrades de la Cofradia de San Lazaro, canonicamente fundada en la Ermita de San Lazaro de la dicha ciudad, o su partido, se nos ha presentado una peticion, diziendo, que en tiempos passados los dichos Luis y Mencia, por la singular deoucio que tenia a la dicha Cofradia, les parecio assentarse por Cofrades en ella, y señalaron a la dicha Cofradia un censo de principal de cien mil marauedis, y de cinco mil marauedis de renta en cada vn año de moneda de aquellas partes, el qual se pudiese redimir de qualquier manera, impuesto sobre todos los bienes de los susodichos, y se obligaron a pagar el dicho censo, y a reparar la dicha Iglesia, y proueerla de lo q por tiepo huviesse menester. Ypor otra parte los dichos Cofrades estando cogregados en la forma acostumbrada, en memoria de ta grande beneficio como se les hazia, de comun consentimiento, y sin discrepar ninguno dellos, les concedieron a los dichos Luis y Mencia su muger ya Cofrades, para ellos, y para sus herederos y sucessores, empero vno despues de otro, y no muchos juntos, el titulos honoroso de Patrones perpetuos de la dicha Iglesia, que no es colatiua, ni esta recta en titulo de beneficio Eclesiastico, y de la qual los dichos Cofrades son libres y absolutos Patrones, y los pactos, conciertos, y capitulaciones echas, prometidas y juradas entre ambas las partes, para guardarse perpetuamente”. 

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para el altar mayor de la parroquia de Santiago22, y “el hazer donazion del (excepto de la Custodia del Santisimo Sacramento) a la dicha Iglesia de San Lazaro, y prometio de hazerle poner alli en el Altar mayor”.

Es indudable que la importante posición política que disfrutaba don Luís de Tapia y Paredes, le permitía importantes relaciones en distintos ámbitos, entre los que se incluiría el diplomático. Por lo que le sería fácil hacer las correspondientes gestiones ante la Santa Sede para que se sancionara canónicamente en las más altas instancias mediante esta bula, su patronato sobre la ermita de San Lázaro. Su deseo se vio cumplido como acredita el siguiente testimonio, sobre todo desde que la autoridad eclesiástica tenía constancia que se había efectuado el importante desembolso económico prometido (23):

Por Apostolicos escritos mandamos a vuestra discreción, que constandonos primero gítimamente, que el dicho censo esta assignado y donado verdadera, y real, valedera y perpetuamente, y que la dicha Iglesia no es colatiua,sino propia y absoluta de los dichos Cofrades, y no antes, ni en otra manera: Por nuestra autoridad perpetuamente aproueis y confirmeis la dicha donación del Patronazgo, y las dichas capitulaciones, y demas conciertos, decretos y establecimientos de auerse de guardar la costumbre sobre la dicha limpieza de sangre, y las escrituras de razo desto hechas, y todo lo en ellas contenido”.

 Otro aspecto destacable de esta bula, es que sanciona la exigencia de limpieza de sangre entre quienes quisieran ser cofrades de San Lázaro, cuestión que abordaremos con más detalle al estudiar sus ordenanzas sobre este particular. También que a cada uno de los cofrades y oficiales, debían tener conocimiento exacto del contrato de patronato.

5. ADJUDICACIÓN Y POSESIÓN CANÓNICA DEL PATRONATO

 Estando la silla episcopal del Tormes vacante24, las bulas antes estudiadas le fueron presentadas a don Antonio Braceros, arcediano de Trujillo, canónigo de la Santa Iglesia

(22)  MENDEZ HERNÁN, V y RAMOS RUBIO, J.A.: “El patrimonio eclesiástico de la ciudad de Trujillo” Cáceres 2008, p. 130.

(23) “los dichos Cofrades Luis y Mencia desean, que todo ello sea perpetuamente roborado con nuestro patrocinio y de la Sede Apostólica, suplicandosenos humildemente por parte de los dichos Cofrades Luis y Mencia, q intepusiessemos en todas las dichas cosas la fuerça de la confirmación Apostolica, y que por la benignidad Apostolica fuessemos seruidos de proueer en las dichas cosas como conuiniesse”.

(24)  Cuando la sede episcopal se halla vacante, son los miembros del cabildo catedralicio quienes ejercen sus funciones.

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 Catedral en calidad provisor y vicario general, pidiendo la autoridad vaticana que se recibiera información testifical sobre las ordenanzas de la cofradía, y el nombramiento como hermanos de don Luís de Tapia y su esposa como cofrades, y el cumplimiento de todas las condiciones recogidas en la bula del patronato, especialmente el de la dotación económica y exigencia de limpieza de sangre.

Cumplidos todos los extremos anteriores, también se le pidió que en su ejecución se le dieran a don Luís de Tapia y Paredes título de patrono perpetuo, que le fue dado el 12 de mayo de 1633, conforme al siguiente tenor literal:

“Adjudicaua, y adjudico, hazia, y hizo colacion, e institucion canonica a los dichos señor don Luis de Paredes y Corajo, y D. Mencia de Herrera y Cardona su muger, para ellos, y sus sucessores perpetuamente para siempre jamas del Patronazgo de dicha Iglesia y Ermita, para que le ayan y obtengan, y por tales sean auidos y tenidos, y puedan poner sus escudos de armas, y gozar de las exempciones y honras, que como tales le son y fueren deuidos, y pertenecientes,  según se estiende y acata en dicha Bula y letras Apostolicas. Y mandaua  mando a qualquiera de los Curas, o sus tenientes de las Parrochiales de dicha ciudad de Truxillo, y a otro qualquier Presbitero que sea requerido, les den, o a quien su poder ouviere, la possession real, actual, ciuil, natural, velquasi de dicho Patronazgo, y en ella les amparen y defiendan: y daua y dio licencia al Alcalde y Cofrades de dicha Cofradia, para que puedan otorgar, recebir, acetar las escrituras necessarias en razon de lo susodicho, con las clausulas que conuengan, a las quales su merced interpone su autoridad, y decreto judicial para su validacion, y mando se despache titulo en bastante forma para el resguardo y perpetuidad de dicho Patronazgo […] Y por nos visto mandamos dar las presentes, por las quales y su tenor, vsando de la autoridad Apostolica a nos concedida, al tenor, y según se acta y estiende en dichas Bulas, y letras Apostolicas, y en la mejor via y forma que podemos, y ha lugar de derecho, damos, adjudicamos, y nombramos por Patrones de dicha Iglesia y Ermita de Señor San Lazaro a los dichos Señor don Luis de Tapia Paredes y Corajo, y doña Mencia de Herrera y Cardona su muger, y despues dellos a sus hijos y sucessores en su casa y mayorazgos perpetuamente para siempre jamas, y dellos hazemos colacion canonica, y como tales Patronos puedan poner sus escudos de armas en la puerta principal, y demas partes de dicha Iglesia Ermita que les pareciere, y vsar del asiento, y lugar, gracias, honores, y exempciones que les fueren deuidas, y pertenezcan en qualquier manera, a los quales encargamos miren mucho por el aumento, amparo, lustre, y repardos de dicha Iglesia, de manera que siempre vaya en aumeto para mayor seruicio de nuestro Señor: y mandamos en virtud de Santa obediencia, y sopena de excomunión mayor trina canonica monitione en derecho premissa, al 

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 y Alcalde, oficiales, y Cofrades que son y fueren de dicha Cofradia, les reciban, ayan, y tengan por tales Patrones perpetuos de dicha Iglesia Ermita, y despues dellos a sus sucessores en su casa y mayorazgos; y so la dicha pena de excomunion mayor mandamos a qualquier Sacerdote que sea requerido por ante Notario, o Escriuano que dello dé fe, les de, o a quien su poder ouiere, la possession real actual, vel quasi del dicho Patronazgo, y en ella les amparen y defiendan; y ansimismo mandamos debaxo de dichas censuras, y de dozientos ducados que aplicamos para gastos de guerra contra infieles, que ninguna persona les inquiete, ni perturbe en dicha possession”

Por último, el 20 de mayo de 1633 se le otorgó a don Luís de Tapia y Paredes la posesión del patronato sobre la ermita, y se practicó esta diligencia en la persona de su apoderado Pedro González de la Rua, y actuando como fedatario don Francisco Gil Martínez, escribano del Rey y notario publico de la Audiencia Episcopal de Plasencia, estando presentes como testigos Francisco Bote Monroy, Alonso López Camargo, y Juan Sánchez (25).

6. ESTATUTOS DE LA COFRADÍA DE SAN LÁZARO DE TRUJILLO

 6.1. Fundación y carácter de la cofradía de San Lázaro. A partir de ahora nos vamos a centrar en el análisis de las ordenanzas de la cofradía de San Lázaro, lo que nos va a permitir conocer sus notas más relevantes (26): ser de gloria; no tener a su cargo ningún hospital o lazareto; la exigencia

(25) “Estando junto a la Ermita de Señor San Lazaro en el campo fuera de los muros de la ciudad de Truxillo en veinte dias del mes de Mayo de mil y seiscietos y treinta y tres años, Pedro Gonzalez de la Rua, vezino de la dicha ciudad en nobre de los Señores don Luis de Tapia Paredes Corajo del Consejo Supremo de Su Magestad, y D. Mencia de Cardona y Herrara su muger, y en virtud de su poder requirio a mi el Notario con el titulo de Patronazgo de suso, para que le de la possession del Patronazgo de dicha Iglesia y Ermita, e yo el Notario le asi por la mano, y meti en dicha Iglesia, y se passeo por ella, cerro, y abrio las puertas, y echo fuera a los que estauan dentro, y esparcio agua bendita, y toco la campana, todo en señal de possession de dicho Patronazgo: el qual pidió testimonio de como la ha tomado quieta y pacificamente, sin contradicion de persona alguna e yo el Notario doy fe no huuo contradicon y fueron presentes por testigos Francisco Bote de Monroy, vezino de don Benito, y Alonso Lopez Camargo presbytero, y Iuan Sanchez, vecinos desta dicha ciudad. Y en fe dello yo Francisco Gil Martinez Escriuano del Rey nuestro Señor, Notario publico Apostolico y ordinario de la Audiencia Episcopal de Plasencia descripto en el archiuo de la Curia Romana fue presente, y lo signe, y firme. En testimonio de verdad, Francisco Gil Martinez Notario”.

 (26) No podemos exponer de forma completa las ordenanzas de la cofradía de San Lázaro, por lógicas razones de limitación de la comunicación que presenta cada persona que participa en los Coloquios Históricos de Extremadura, por lo que más adelante abordaré su examen completo en un trabajo de la que esta exposición es un avance.

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 de limpieza de sangre para formar parte de ella; el no estar formada por personas que pertenecían a un mismo gremio (27).

En primer lugar, estamos en presencia de una cofradía que la podemos incluir dentro de la categoría de cofradía de gloria, que tienen por objeto venerar algún santo o santa específica o a la Virgen como reina gloriosa28, que en el presente caso su advocación titular sería el hermano de Marta y María y fue resucitado por Jesucristo (29).

Una duda que pretendo aclarar es sí tiene el carácter de hospitalaria, que eran aquellas que realizaban una labor caritativa en los establecimientos sanitarios y asistenciales que tenían a su cargo, en un momento histórico en que la asistencia social estaba exclusivamente en manos de instituciones religiosas. En Trujillo ya existían las de la Caridad y del Espíritu Santo, y esta cuestión deriva de la existencia de un lazareto junto a la ermita de San Lázaro30, lo que nos puede hacer pensar que era su oratorio, y que ambos estaban a cargo de la hermandad.

Del estudio de sus estatutos, que sin ningún género de duda son un testimonio documental de primera categoría, no aparece en ningún momento referencia alguna a asistencia hospitalaria de ningún tipo31, ni al referido lazareto, por lo que podemos afirmar que entre ambos no existía ninguna relación, salvo que estaban ubicados juntos en las afueras de la ciudad. Debemos tener muy presente cual es la relación de los lazaretos con la devoción a San Lázaro, que tiene su origen cuando los guerreros de Occidente fueron a Palestina a liberar los Santos Lugares a principios del siglo XII de la dominación musulmana, y crearon una orden religiosa militar bajo la advocación de San Lázaro para el cuidado de los leprosos, por cuanto los cristianos designaron a la lepra con el nombre de mal de San Lázaro, al creer que murió de esa enfermedad el hermano de María y de Marta resucitado por Jesús. Y al volver de Tierra Santa fueron

(27)  “Vrbano PP. VIII. Para perpetua memoria. Siendo assi según auemos sido infomados, que en la Iglesia o Ermita de San Lazaro de la ciudad de Truxillo, Obispado de Plasencia, de la Prouincia de Compostela, esta canonicamente instutuida vna pia Cofradia de fieles Christianos, hombres y mugeres, debaxo de la inuocacion del dicho San Lazaro (no empero para personas de vna misma arte, en especial)”.

(28) MORENO NAVARRO I.: “Las hermandades andaluzas, Una aproximación desde la antropología” 2ª edición Sevilla 1999 pp. 30-31. Otro tipo son las penitenciales centradas en algún momento de la pasión y muerte de Jesús o los dolores de la Virgen. El último son las sacramentales, dedicadas especialmente a la adoración de la Eucaristía.

(29) Evangelio de San Juan 11, 1-44.

(30) TENA FERNÁNDEZ, J.: “Trujillo histórico y monumental” Salamanca 1988, p. 103.

(31) Sólo en el preámbulo de los estatutos aparece la siguiente referencia: “que esta Cofradia de San Lazaro por la cortedad de su hazienda, no puede yo auer todos aquellos exercicios de piedad y caridad que ay en otras Cofradias; y Hospitales, instituidos a honra y gloria deste glorioso Santo”.

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 acogidos por el rey francés Luís VII que les concedió cerca de París una casa, y la transformaron en un lazareto (32). Por todo lo dicho, es fácil de deducir que existiendo en las afueras de Trujillo la ermita con esta advocación, cuando se construyó el lazareto se consideró que el lugar más apropiado era junto al templo, por estar en las afueras de la localidad y tenor cerca un edificio sacralizado que tenía una advocación con la que estaba muy relacionado. Todo ello sin perjuicio de las importantes funciones  asistencias que ejercía esta cofradía, como era habitual en este tipo de asociaciones durante la Edad Modern (33).

Para nuestra exposición vamos a utilizar las primitivas ordenanzas de la cofradía (34), junto con las importantes reformas adoptadas después que don Luís de Tapia y Paredes se convirtió en su patrono, fechadas el 10 de octubre de 1634 (35). A tal fin se reunieron los siguientes cofrades en la ermita de San Lázaro:

“Auiendonos juntando en esta Santa Ermita de Señor S. Lazaro extra muros desta muy noble y muy leal ciudad de Truxillo, el Alcalde, y oficiales, y cofrades desta Santa Cofradia, conuiene a

(32) Lazareto es un establecimiento sanitario donde se aislaba a los infectados o sospechosos de enfermedades contagiosas, así como un hospital de leprosos. Por esta razón estaban ubicados en las afueras de las localidades y tenían por objeto evitar los contagios.

(33) Por razones de espacio las omitimos en la presente exposición, y aparecen recogidas en los siguientes capítulos: Capítulo VII Que se velen los enfermos. Capítulo IX De los hermanos que murieren, de las misas que se han de dezir por cada vno. Capítulo X Como e han de enterrar los hermanos. Y del acompañamiento de los entierros. Capítulo XI Del entierro de los que mueren en casa de hermanos o hermana. Capítulo XII De los pobres que ha de enterrar la cofradía. Capítulo XIII Del acompañamiento en los entierros.

(34) “nos ha parecido valernos de las ordenanças antiguas y tomar dellas todas las que iran trasladadas a la letra como estan, para que de sus razones y palabras se conozca, por la mucha antigüedad de la Cofradia, la deuocion y piedad de sus primeros fundadores, que con ventaja de mucho tiempo antes precedieron a los que pusieron en forma las dichas ordenanças, añadiendo, o quitando como añadiremos, y quitaremos, lo que por la diferencia de los tiempos parece mas conueniente, e orden a lo qual, y en conformidad del assiento que tenemos tomado con el Señor don Luis de Tapia Paredes Corajo […] que remitimoa al dicho Señor don Luis en dias passados las dichas ordenanças antiguas, y las que de nuevo auemos hecho a la Villa de Madrid, donde esta firmado a Su Magestad, y recibimos su respuesta, y auemos visto las apuntamientos y aduertencias que le parecieron conuenir; y auiendo conferido y placticado sobre todo diuersas vezes, y estando de vn acuerdo y parecer, y precediendo el cumplimiento y execucion de todo, en virtud de letras Apostolicas de su Santidad le concedio confirmatorias de dicho Patronazgo, y faculta de hacer estas ordenanças, usando dellas, y de la expedición y despacho que de las dichas letras hizo el Señor Prouisor de Plasencia, a quien vinieron cometidas”.

(35) “Para firmeza de lo qual assi lo otorgamos ante el dicho Iua Pulido Regodo, escriuano de nuestra Cofradia, y en presencia de los testigos infraescritos, en la dicha ciudad de Truxillo estando en esta dicha Ermita en diez dias del mes de Otubre año del nacimiento de nuestro Saluador Iesu Christo de mil y seiscientos y treinta y quatro, siendo testigos Iuan Garcia, y Miguel Sánchez Baço, y Iuan Antonio de Paz escriuano de la dicha ciudad, y lo firmamos los que supimos, y por el que dixo no saber vn testigo. […] Passo ante mi Iuan Pulido Regodon”.

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sauer, Pedro Gonçalez de la Rua, Alcalde, y Iuan de Nauas, y Blas de Valuerde Diputados, y Diego Blaco mercader, mayordomo del arca y de la cera, y Antonio Solis, mayordomo de la Iglesia y Ermita de Señor S. Lazaro de la dicha ciudad, y Iuan Pulido Regodon, Martin Fernandez Cabeçudo, Iuan Becerra de Aguilar, Iuan Gomez Aparicio familiar del Santo Oficio, don Iuan de Chaues Orellana, don Alonso de Mendoça, Adolfo Garcia Cabeçudo, Martin Fernandez Brabo, Pedro Manglano, Bartolomé Lopez Leonardo, Iuan de Nauas, Blas de Valuerde, Alonso de Solis, Francisco Hermandez de Viuar Clerigo, Christoual Garcia Villalon Clerigo, Francisco de la Cueua Altamirano Clerigo, Iuan Sanchez Auiles Clerigo, Alonso del Toril y Xara Clerigo, Diego Gonçalez Clerigo, Pedro de Auiles, Mateo Sanchez, Diego Rebollo Cabeçudo, Andres de Rosales Calderon, Iuan Altamirano de Torres, Iuan Xerez Clerigo, Francisco Piçarro, Antonio de Soto, y Martin Gonçalez Cabeçudo, todos cofrades de la dicha Cofradía, los quales prestaron voz y caucion por los ausentes, llamados para este efeto con la diligencia acostumbrada, y en presencia de mi Iuan Pulido Regodon escriuano desta Cofradia”

 Las reglas comenzaban con un preámbulo que expresaba la razón de crear  esta cofradía bajo la advocación de San Lázaro, y nos hace saber que por entonces ya existía la ermita36. La fecha de su fundación es la de 21 de enero de 1488,

(36 )En el nombre de Dios Padre, e Hijo e Espiritu Santo, q son tres personas, e una essencia, e un solo Dios verdadero, a cuyo honor y reuerencia se establecio y ordeno esta Cofradia del glorioso Martir Señor S. Lazaro, porque es cosa notoria a todos los fieles Christianos que trabajaron por dexar buena memoria, vnos haziendo Ermitas, e Casas de Oracion, e otros faziendo limosmas, e obras pias, e otros ordenando Cofradias a honor de los Santos, porque ellos sean interiores y rogadores para ganar la gloria del Paraiso, y glorificar la potencia-eternal, e para esforçar estas cosas dotaron muchas de sus haziendas, por que su buena obra, e deseo no pereciesse en este siglo para dar exemplo a los que despues dellos vinieren, y como según nuestra Santa Fe Catolica se halla en la Sacra Escriptura, que los Apostoles, e Martires, e Santos padecieron muchos, e diuersos martirios, por merecimiento de los quales ganaron, y alcançaron la gloria del Paraiso, y son muchos allegdos a Nuestro Señor, el qual por ruego, e intercession destos, nos da gracia para que nos saluemos, e para nos guardar de los peligros, e angustias, y en el otro colocarnos en la gloria del Paraiso para siempre jamas. Amen. Por ende establecemos, e ordenamos vna Cofradia, e Hermandad, a honor, e alabança del bienauenturado Señor S. Lazaro, al qual nombramos, e escogemos que sea nuestro abogado, e a cuya conmemoracion e vocacion se ordena esta Cofradia, y Hermandad en la Iglesia de Señor S. Lazaro, e porque todas las cosas en este mundo, que es perecible quieren buenas gouernaciones, por ene todos los que en esta Hermandad se trabajen por la lleuar adelante, e trabajar de la sustentar, e honrar en manera que Dios sea seruido, e el bienauenturado Señor S. Lazaro honrado, e alabado, como sea ensalçamiento de nuestra Santa Fe, e honra del Rey, e de la Reyna nuestros Señores, e de sus justicias, so el qual amparo ordenamos estas ordenanças, que adelante se seguiran, a las quales hemos de ser todos obedientes, so las penas en ellas contenidas.

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 y por ahora son las más antiguas que hemos documentado sobre la ciudad de Trujillo (37).

 

 6.2. Órganos de gobierno y administración 

En este apartado analizaremos cuales eran sus órganos de gobierno, competencias y forma de elección de sus responsables. El capítulo I establecía quienes gestionaban la cofradía38: el alcalde, escribano, dos mayordomos y dos diputados. El alcalde era la máxima autoridad al señalar “que a la obediencia del tal  Alcalde todos estemos a sus mandamientos”, y con carácter general en caso de desobediencia se le impondría al cofrade la pena de media libra de cera, sin perjuicio de otras para casos particulares. Con la modificación de las ordenanzas efectuada en 1634, se aumentó su cuantía a 2 libras de cera, y se anotaba en la entrada del referido hermano, quedando facultados los miembros de la junta de gobierno para ejecutarla, moderarla o remitirla.

Con respecto a los mayordomos, uno sería de la ermita, cuyas funciones eran las siguientes: cuidado de su adorno y aderezo, fábrica y reparos necesarios, conforme a la condición 10ª del contrato de patronato. De igual forma tenía a su cargo la cera, debiendo acudir con ella a los entierros y fiestas, cuidando de todos los ornamentos y servicios del altar, ermita y cofradía, llevando el correspondiente inventario. El otro mayordomo era del arca, responsable “del dinero y Hazienda de la dicha Cofradía”, y cuidaría cobrar lo que se le debiera, el pago de misas, oficios, u otros gastos.

El escribano daba fe de todas las actividades de la cofradía, cuidando de la redacción de los documentos. Sería nombrado por el alcalde y oficiales, y se le exigía que escribiera bien y diestramente, debiendo asistir a todos los cabildos, y estar presente en la toma de cuentas de los mayordomos.

Con respecto a los diputado , las ordenanzas antiguas les facultaban para comprobar, junto a los demás miembros de la junta de gobierno sí algún cofrade se consideraba agraviado por penas impuestas por el alcalde, competencia que seguían manteniendo, y podrían tratar de moderarla o no ejecutarla. Con la reforma debían “asistir juntamente con el Escriuano a nuestro Alcalde para   conferir y determinar cosas particulares, para cuya resolución no se juntare   Cabildo general”. Cada uno estaba obligado durante 6 meses a nombrar persona que pidiera limosna, conforme al uso y costumbre de la cofradía.

(37) La primera cofradía penitencial de la que tenemos documentada su existencia es la Vera Cruz que ya existía en 1518, y de las sacramentales la del Santísimo Sacramento en 1490.

(38) CANTERO MUÑOZ. A: “La Semana Santa en Trujillo durante la Edad Moderna”, Badajoz 2006. Estos cargos son los mismos que las cofradías penitenciales de Trujillo, y son comunes al resto de las hermandades de la localidad.

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 una vez recogida la debía entregar al mayordomo del arca, firmando su recibo. Cuando  l diputado se descuidare en su obligación, se le impondría la pena de 8 reales.

El capítulo XIX contemplaba la ausencia de los oficiales por cualquier necesidad, y las ordenanzas originales disponían que debían designar otro que lo sustituyese. Con la reforma, el alcalde era sustituido por uno de los diputados que él nombrare, y cuando estuvieran ausente, por uno de los mayordomos.

El capítulo XXI de las ordenanzas antiguas regulaba la elección de oficiales, exigiendo que lo fueran entre personas hábiles y suficientes. A partir de 1634, se acordó que tendría lugar durante la Cuaresma, concretamente el Domingo de Lázaro que era una de sus fiestas principales (39), reuniéndose el día anterior después de las Vísperas en la ermita los miembros de la junta de gobierno saliente para proceder a la designación en la siguiente forma:

Traten y confieran entre si, que personas seran mas a proposito para gouernar la Cofradía el año siguiente, jurando antes de la eleccio en manos del Alcalde, y este en las del Capellan, que la haran según todo su entender, como mas conuenga al seruicio de Dios, bien y vtilidad de la Cofradia, echando mano de personas horadas, y de conciencia, y no inquietas, ni reboltosas”.

Cuando no se pusieran de acuerdo, los miembros de la junta de gobierno escogerían otros tres hermanos para que también participara en la votación, y entre todos elegirían los que obtuvieran más votos. Los designados no podían excusarse bajo la pena de 2000 maravedis, salvo que ya fueran oficiales de otra cofradía.

Ese mismo día se elegían otras personas que aunque no formaban parte de sus órganos de gobierno, colaboraban con sus responsables, que eran el capellán, muñidor y ermitaño:

“El mismo dia se ha de elegir vn Capellan que diga las Missas votiuas de la Cofradia, y capitule y haga oficio en las Visperas de S. Lazaro, y Santa Ines, y por cada Missa rezada le daran dos reales, y por cada vna de las cantadas seis, buscando el por su cuenta vna de las cantadas seis, buscando el por su cuenta ministros que le siruan de Diacono y Subdiacono en las Missas cantadas de S. Lazaro, y Santa Ines. Tambien se ha de elegir vn muñidor que este a obediencia de nuestro Alcalde y oficiales en las cosas tocantes a la Cofradia, lleuando y recogiendo en las fiestas y entierros la cera que le entregare el Mayordomo de la Ermita. Tambien se ha de elegir vn Ermitaño, o Ermitaña que

 (39) Era una práctica habitual de las cofradías trujillanas el renovar sus oficiales el día de su fiesta principal o su víspera.

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 viua en la Ermita de S. Lazaro y sea mayor de edad, de buena vida y costumbres, y tenga cuidado con la limpieza, y aseo de la Ermita, y ha de pedir limosna para la lampara del Santo Christo, y de S. Lazaro, y de lo que juntare ha de tener cuidado de cerrar y encender las dichas lamparas, sin que dello se le pida cuenta”.

La referencia del anterior testimonio a la “lampara del Santo Christo” es muy importante, pues es una referencia expresa al Cristo de la Salud (40), y nos hace saber que en 1634 ya se le rendía culto en la ermita, aunque en las ordenanzas no hay más referencia que esta, lo que significa que no existía más vinculo que el mencionado.

 

6.3. Ingreso en la cofradía de San Lázaro

 El capítulo XVI se titulaba “De la entrada de los cofrades y sus calidades”, y en sus primeras reglas lo único que se exigía era pagar 300 maravedis y otras cantidades de dinero y alimentos (41).

A partir de la reforma de 1634, se entregarían 6 ducados y 2 libras de cera o 12 reales por ella. Además, el pretendiente comparecía ante el alcalde y diputados y les haría saber cual era su voluntad, y el primero avisaría a todos los cofrades para que se juntasen el primer domingo después de la misa de hermanos u otro día más conveniente, debiendo votar a favor dos tercios de los asistentes.

Mucho más importante era la exigencia de limpieza de sangre para quienes pretendían formar parte de la misma:

 “Las calidades de los q huuieren de entrar en la Cofradia, ha de ser de Christiano viejo, limpio de toda mala raza de Iudio, Moro, Turco, ni de los nueuamente conuertidos a nuestra Santa Fe Catolica, ni penitenciado por la Santa Inquisicion por delito de heregia, o dissonante de nuestra Santa Religion: ni han de ser esclauos, ni hijos de esclauos”.

(40) CANTERO MUÑOZ, A.: La devoción al Cristo de la Salud en tierras cacereñas: los casos de Trujillo, Aldea del Obispo y Garciaz. En Actas I Congreso Nacional Advocación de la Salud, Córdoba 2005 pp. 541-556.

(41) “que quando algun cofrade se recibiere en esta nuestra cofradia, de su entrada primeramente en dinero trescientos marauedis. Item que de de alça de las andas y ferramientas veinte y quatro maravedis. Item una hanega de harina. Item que de una arroba de vino o sesetna marauedis  porella. Item vn carnero, o ciento y sesenta marauedis, mas vna libra de cera”.

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 Y entre los requisitos formales que eran precisos para formar parte de la hermandad, se exigía practicar una información sobre las cualidades del pretendiente, y que tenía por objeto conservar la limpieza de sangre entre sus miembros:

“Han de ser naturales desta ciudad, y si alguno viniere a viuir a ella, y pretediere entrar en nuestra Cofradia, iran a su costa el Alcalde, o vno de los Diputados a hazer informacion de las dichas calidades. Y para que todos nuestros hermanos sepan, o se informen de las de los pretendientes de nuestra Cofradia, han de ser auisados, doze dias antes que se proponga la pretension: en que encargamos a todos los presentes, y que despues de nosotros vinieren, procedan prudente y chrstiana y desapassionadamente, como conuiene al seruicio de Dios, y reputacion de nuestra Cofradia, sin dissimular por ningunos respetos ninguna mala raza paterna, ni materna del que quisiere ser cofrade, por quanto conuiene a la reputacion y estimacion de la Cofradia, que no entre en ella persona que tenga alguna mala raza, o opiniendo della, especialmente estando confirmado este estatuto de limpieza de nuestra Cofradia”.

Marciano de Hervás explica con rigor la razón de ser de estas normas en los siguientes términos (42):

“En la sociedad del Barroco, no tenía validez el argumento de la judaización de los cristianos nuevo porque ya no judaizaban. Los descendientes de conversos se comportaban como cristianos temerosos de Dios. Así lo manifestaban en las cofradías y en las instituciones públicas. La única excusa esgrimida en la sociedad barroca era que sus antepasados habían sido judíos. Su único delito era que sus tatarabuelos habían nacido judíos. Con esta excusa, la comunidad cristianovieja ortodoxa, pues había un sector que participaba con la comunión de los neófitos, dirigió la batería estatutaria racial contra los descendientes de cristianos nuevos de raíz judía”.

Esta actitud discriminatoria también se da en las cofradías (43), e igual ocurre con varias de la ciudad de Trujillo, en concreto la del Santísimo Sacramento de Trujillo (44), y del Espíritu Santo (45). Marciano de

(42) MARCIANO DE HERVÁS: “Judios y cristianos nuevos en la historia de Trujillo” Badajoz 2008, p. 306.

(43) MARCIANO DE HERVÁS: “Judios y cristianos nuevos en la historia de Trujillo” Badajoz 2008, pp. 313-314.

(44) CANTERO MUÑOZ, A.: Ordenanzas de la cofradía del Santísimo Sacramento de Trujillo durante la Edad Moderna. En Actas de XXXVI Coloquios Históricos de Extremadura (en prensa). En la ciudad de Trujillo las cofradías penitenciales de la Vera Cruz, Nazareno y Soledad de Nuestra Señora no exigían limpieza de sangre. Sin embargo, en la del Santísimo Sacramento se excluía de forma expresa en su artículo 18º a los condenados por la Inquisición, o aquellos que fueran o hubiesen sido esclavos así como sus descendientes: “Ordenamos y mandamos que no se pueda Recebir  por Hermano desta sancta coffradia ninguno que aya sido penitenciado por el Sancto officio ni a sus descendientes ni ningún esclauo que actualmente lo sea o lo aya sido ni se pueda mandar por Herencia ni en otra manera y si algunos officiales lo Recibieren contra lo contenido en esta Hordenanca paguen de pena cada uno una arroua de cera para la dicha coffradia y lo executen los officiales que sucedieren so la misma pena y sea sin Remission”. Esa prohibición de volvió a repetir en los mismos términos en la ordenanza 51º que fue aprobada el 22 de enero 1664, pero ampliándola al incluir “a ningún negro linbo ni mulato, aunque sean ni ayan sido exclauos y sí de hecho fueren no ualgan ni sean tenidos por tales hermanos, y el alcalde y oficiales incurran en media arroau de cera, de pena cada uno, sí los recibieren”.

 

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Hervás también nos hace saber de la existencia de testimonios relativos a cumplimiento de trámites para acreditar la limpieza de sangre los cofrades de San Lázaro (46).

De lo expuesto, es fácil deducir que quedaban excluidos de forma expresa los grupos sociales marginados de la época, como los cristianos nuevos, moriscos o esclavos, que muchas veces utilizaban el ingreso y pertenencia en una cofradía, como único medio de integración social, en la sociedad estamental en la que ocupaban el lugar más bajo.

 

6.4. Funciones religiosas

El capítulo V se refería a las festividades más importantes que celebraba, y en las antiguas reglas disponían que todos los cofrades estaban obligados a ir a la ermita a vísperas y a la misa del señor San Lázaro en sus dos fiestas: una en Cuaresma que era el Domingo de Lázaro47, y otra en la víspera de Santa María de la O, es decir el 17 de diciembre que es su fiesta principal. Asimismo, a las misas de los Apóstoles en los doce primeros domingos de cada mes, conforme al orden siguiente: San Pedro, San Andrés, Santiago el mayor, San Juan; Santo Tomás, Santiago el menor, San Felipe, San Bartolomé, San Mateo, San Simón, San Tadeo, San Pablo. En caso de falta de asistencia a estas celebraciones, estando a una distancia de u a legua de la ciudad de Trujillo48, debían pagar un cuarterón de cera.

(45) MARCIANO DE HERVÁS: “Judios y cristianos nuevos en la historia de Trujillo” Badajoz 2008, pp. 313-314.

(46) MARCIANO DE HERVÁS: “Judios y cristianos nuevos en la historia de Trujillo” Badajoz 2008, p. 314.

( 47) El Domingo de Lázaro, es el quinto domingo de Cuaresma o Domingo de Pasión o Domingo de Ramos.

(48) La legua equivale a 5572,7 metros.

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 A partir de 1634 se mantuvo todo lo anterior, pero las misas de los Apóstoles serían rezadas y las de San Lázaro y Santa Inés cantadas con diácono y subdiácono, y se daría a los hermanos velas que tendrían encendidas:

“Desde Sanctus hasta que el Sacerdote consuma el Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Iusu Christo y hanse de dezir por el augmento y estado de nuestra Santa Fe Catolica, paz, y concordia de los Principes Christianos, y por los Señores Patrones passados, y presentes, y por los hermanos viuos, y difuntos, y bienhechores de la Cofradía, y al fin de cada Missa dira el Capellan un responso por los Señores Patrones, y hermos difuntos”.

La fiesta de Santa Inés era el 28 de enero, concurriendo en su víspera todos los oficiales y cofrades en la ermita, y tenía lugar en la siguiente forma:

“Y se se hallen presentes a las Visperas cantadas, y despues el dia de la fiesta a la Missa, que la ha de cantar nuestro Capellan con Diacono y Subdiacono, y darase a los hermanos las velas que encederan al tiempo que se canta el Euangelio, y acabado, se han de matar hasta que empiece el Sanctus Sanctus, y entonces boluerse a encender, hasta que el Sacerdote huuiere consumiso: y el hermano que faltare sin forçoso impedimiento, pague las penas referidas en la ordenança antigua, con declaracion, que la pena del quarteron de cera no se entienda con los ausentes, aunque esten dentro de una legua desta ciudad, sino con los presentes arriba a la villa, o abaxo , o en el barrio de Santo Domingo solamente: y la pena del quarteron de cera sea para la Cofradia, y assi en esta fiesta, como en la de S. Lazaro, el Mayordomo de la Ermita ha de tener cuidado de adornarla con colgaduras, lo mejor que pudiere, y ha de estas puesto el estandarte”.

 

7. INVENTARIO

 A continuación aportamos un testimonio documental muy relevante, como s el inventario de la ermita de San Lázaro, que tiene por fecha el 11 de octubre de 1783, y que sin perjuicio de que existan otros, en por el momento el más antiguo del que tenemos noticia:

Estando en la Hermita que dizen de Señor San Lazaro, Extramuros de esta Ciudad en onze dias del mes de octtubre de mill settezienttos ochentta y ocho, el Lizenziado Dn Agustin Marquez Vizioso, Abogado de los Reales Consejos Administrador nombrado de los efecttos, vienes y renttas de la 

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Cofradía de aquella, yo el Escriuano en uirtud de la Comision que se me confiere en el anttterior y hauiendo Joseph Prieto Hermitaño della y a cuio cargo estaban las llaues abierto sacristía, cajones y Lazenas que en ella ay, hize enttrega a dicho Dn Agustin de los efectos siguientes:

Primeramente un caliz Labrado a buri mui dezentte con cuchara= otro comun un ynzensario y nabetta con cuchara de plata= uinajeras y Plattillo de lo mismo= Un Misar nuebo= Otro biejo sirue diariamente= Cuatro paños de caliz de disttintos colores= Una Lampara de Platta= Tres zingulos con tres amitos finos= tres albas la una ina y las otras mas bastas= Un terno de damasco color blanco y campo uerde= una capa plubar del mismo color= un terno morado con zenefa bordada de plata compuesto de casulla y dos planetas= Otro encarnado Entero= Una capa morada= Una casulla encarnda de tapiz= una banda morada= una cortina de gassa nueba para el terno= cinco enaguettas de Su Magd y las que tiene puestas todas de telas ricas= una cortina de […] encarnada, dos bandas, una azul y otra morada de tafettan= Yd las vestiduras de las Ymagenes, mantteles de ttres alttares= Yd otro recado para la Misa= Yd unas andas, mesas y bancos que se hallan en la Hermitta= Yd ochenta y tres velas sin enzentar de tres en libra= Yd veinte y siete enzenttadas de la misma, y diferentes cabos= Yd, treze o cattorze libras mas de dicha nueba, labrada y pagada que se halla en poder de Paredes= Yd recados de dezir Missa con todos sus adornos= disttintas bolsas de corporales con ellos= en todos los cuales dichos uienes se ha dado pr entregado el menzionado Dn Agustin Marquez como tal Admor nombrado”.

 

9. CONCLUSIONES

Sin negar el fervor religioso de don Luís de Tapia y Paredes profesaba a San Lázaro, creo que al convertirse en patrono de su ermita, pretendía reflejar de forma perpetua su importancia social, utilizando los lugares que durante la Edad Moderna eran más emblemáticos, como eran los edificios religiosos de la ermita de San Lázaro y la iglesia de Santiago donde tenía su panteón familiar (49).

Este dato es muy relevante, pues pone de manifiesto como las linajudas familias trujillanas, reflejan sus prerrogativas sociales ostentando el patronato de altares, oratorios o ermitas de aquellas imágenes religiosas que gozan de gran devoción popular. De esta forma, se pone de manifiesto como la religiosidad expresa la apropiación simbólica del suelo por parte de la nobleza local, que proclama de esta forma su

(49) TENA FERNÁNDEZ, J.: “Trujillo histórico y monumental” Salamanca 1988, p. 376.

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 poder económico y social. Pero no solo es simbólica, pues como hemos visto este patronato quedaba agregado a su mayorazgo (50), siendo una más de las muchas propiedades de las que estaba formado.

De igual forma, hemos visto como conforme a la condición tercera del contrato de patronato, en todas las juntas y reuniones de la cofradía, tanto ordinarias como extraordinarias, ocuparán el lugar más preferente o importante, con lo que se reitera de forma pública el mantenimiento en los actos religiosos, del tejido social jerarquizado del Antiguo Régimen.

(50) El mayorazgo es una institución jurídica del Antiguo Régimen, que tenía por objeto evitar la prodigalidad de la nobleza. Lo podemos definir como un tipo de propiedad vinculada caracterizada en que un conjunto de bienes se convertían en unidades inalienables e indivisibles, que se transmitían de generación en generación. Como estamos viendo, esta masa patrimonial no se limitaba a bienes rústicos y urbanos, pues incluía cualquier tipo de propiedad, como el caso del patronato sobre la ermita de San Lázaro.

Dic 132013
 

…de la Guerra de la Independencia en Extremadura, 1808-1812.
Álvaro Meléndez Teodoro.

1. A MODO DE INTRODUCCIÓN

 El presente trabajo no pretende ir más allá de un mero ejercicio de recopilación y ordenación cronológica de los acontecimientos que conformaron la epopeya extremeña en la Guerra de la Independencia.

Lógico es significar que usar el término cronología es una pretensión vana, si tenemos en cuenta la cantidad de eventos a recoger y, además, el espacio al que debe reducirse esta comunicación.

Para la elaboración del presente escrito se ha partido de los Historiales de las diversas Unidades militares que tomaron parte en la campaña. Las Unidades militares deben recoger, al menos así se disponía en los reglamentos, todas las vicisitudes cotidianas para elaborar los preceptivos informes.

Los agobios de la campaña en Extremadura, los altibajos en los resultados de las operaciones, las derrotas estrepitosas y sangrientas en que se vieron envueltas, los movimientos continuos en persecución o huida y, en fin, los desastres todos de la guerra hacen que estos historiales hayan desaparecido en su mayoría, sean muy incompletos o, no es improbable, simplemente se encuentren traspapelados en algún perdido Archivo pendiente de la adecuada investigación.

Otro fondo muy interesante, y poco explorado en este tema, pueden ser los Archivos locales y regionales, como el Histórico Provincial de Badajoz. De reciente aparición es el libro del profesor doctor don José Sarmiento sobre la Junta Suprema de Extremadura, tema que no se había tocado, prácticamente desde los tiempos de don Román Gómez Villafranca allá por los eventos del I Centenario y por las fechas en que se redactan estas líneas comienzan a publicarse algunos trabajos más locales enmarcados en el “Premio José María Calatrava”.

He podido consultar, que no estudiar en profundidad, las dos obras fundamentales que sobre el aspecto militar de esta campaña se han publicado: la del general Gómez de Arteche, de la segunda mitad del siglo XIX, redactada a la vista de documentos originales, y la del Servicio Histórico Militar, dirigida por don Juan Priego López, de los años sesenta del pasado siglo, recientemente reeditada y corregida. Ambas son, al día de hoy, las obras que más se han ocupado de Extremadura durante la Guerra de la Independencia. Si, es cierto, en Extremadura, principalmente en su Universidad, se han desarrollado numerosos estudios sobre la sociedad, la economía y la política de la época, pero no s han llevado a cabo estudios en profundidad sobre el factor bélico-militar, lo que tratándose de una Guerra es, cuando menos, curioso.

No debemos olvidar, como fuente documental interesante, los trabajos publicados generalmente en prensa, en algunos momentos puntuales: el homenaje al General Menacho, muerto en la defensa de Badajoz en 1811, que se llevó a cabo en esta ciudad en 1893, los actos y convocatorias del I Centenario, de los que no podemos dejar citar los trabajos redactados para la Revista Archivo Extremeño o Extremadura y los premios convocados en 1811, I Centenario de la batalla de La Albuera, por el Ateneo de Badajoz.

El presente trabajo es ligero y eveneméntico. No pretende presentar un análisis de los hechos sino meramente su encuadre. En primer lugar, y casi único, porque los conocimientos del que escribe no alcanzan para afrontar tan compleja tarea, necesitada de un equipo multidisciplinar adecuadamente formado, preparado y dotado y además porque mi humilde objetivo es llevar estos “apuntes” a los historiadores e investigadores locales para que puedan investigar o enmarcar adecuadamente documentación localista o, simplemente, apuntarles acontecimientos desarrollados en sus pueblos.

A lo largo de la documentación y escritos estudiados hay una cosa que se ve muy clara: ningún pueblo de Extremadura se vio libre de esta terrible campaña. Si no fueron acontecimientos bélicos directos, batallas, encuentros, acciones diversas, fueron indirectos, represalias, saqueos, impuestos, alistamientos o requisas. En todos ellos hay materia para el estudio.

De muchos de ellos, y así aparecen en el texto, apenas nos ha llegado el eco de una referencia en un Historial de Regimiento o en una Hoja de Servicio de alguno de los protagonistas. Sería muy interesante saber que conocimiento hay en cada localidad de lo expuesto en el presente trabajo y me refiero, claro es, a las localidades menos conocidas, ya que en otras los acontecimientos ha sido, y están siendo, adecuadamente estudiados: batallas de Medellín, Albuera y Arroyomolinos, sitios de Badajoz y un muy corto etcétera. Por el momento.

2. AÑO 1808

 Mayo

2.- Levantamiento en Madrid. En la tarde de este día don Juan Pérez Villamil redacta el parte que firman los alcaldes de Móstoles, Andrés Torrejón y Simón Hernández, alertando al resto de España de los acontecimientos. Pedro Serrano, postillón andaluz, se ofrece a llevarlo a Extremadura y Andalucía. Sale a las siete de la tarde.

3.- En la mañana de este día alcanza Casas de Miravete y las autoridades lo remiten a las localidades limítrofes. El Corregidor de Trujillo, don Antonio Martín Rivas, alerta a 82 pueblos de su partido, mandando alistar hombres, armas y caballos preparados para emprender la marcha a Madrid.

4.- En la madrugada de este día el parte de los alcaldes de Mostoles llega a Mérida. El alcalde, Ciro Meneses Camacho, lo hace llegar a Badajoz, Almendralejo, Fregenal y Jerez de los Caballeros.

5.- El Capitán general interino, Mariscal de campo Toribio Gragera de Vargas, Conde de Torre del Fresno, redacta una proclama antifrancesa.(1).  Se considera la primera que una alta autoridad del estado emite contra los responsables de los sucesos madrileños y envía avisos de lo acontecido en Madrid al General Carrafa, Capitán general titular, que se hallaba en Lisboa en apoyo de las tropas del Mariscal Junot. El parte llega a Fregenal de la Sierra y las autoridades lo trasmiten a Higuera la Real, que a su vez lo pasará a Cumbre de San Bartolomé.

Ya desde estos primeros momentos hay en marcha una conspiración para acometer un levantamiento general. Son acontecimientos aún no suficientement estudiados y en los que participarán distinguidas personalidades civiles y militares, al igual que ocurría en otros puntos de Españas. Al parecer, para Extremadura, estaba previsto en los primeros días de junio.

6.- El bando de Móstoles llega a Guareña, procedente de Trujillo.

23.- Lunes. Tumulto popular en Badajoz, aplacado por el obispo y cabildo catedral, sin consecuencias

 (1) …Aunque las noticias no son del todo auténticas, deben ser suficientes para que los buenos españoles se armen y se dispongan a defender la Patria…Que todo ello se ejecute con la brevedad del rayo, para que el enemigo se convenza de que los españoles jamás conocen peligros cuando es preciso salvar y vengar al Rey, la Religión y la Patria…

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 24.- El obispo de Badajoz, Mateo Delgado y Moreno, designa al párroco de Talavera la Real, José Antonio Gallego, para que le represente en el Congreso de Bayona2, convocado por Napoleón para el 15 de junio.

25.- El Ayuntamiento de Badajoz designa para el antecitado Congreso a don Juan de Morales Guzmán, como éste se excusa por su avanzada edad se nombra a don Félix Ovalle.

29.- El Conde de Torre del Fresno recibe noticias de Sevilla informando de la constitución de una Junta de Gobierno y solicitando su apoyo. Torre del Fresno convoca una Junta de Autoridades para el día siguiente a fin de tomar postura (3).

30.- Un nuevo levantamiento popular en Badajoz, justificado en no haber disparado las salvas de ordenanza en la onomástica del Rey Fernando y en un supuesto “afrancesamiento” del Capitán general interino, concluye con el asalto a su palacio y la muerte de éste que había intentado refugiarse en el cuerpo de guardia de la Puerta de las Palmas.

Ese mismo día se reúnen las “fuerzas vivas” de la plaza para constituir la Junta Suprema de Extremadura. El General Galluzo es nombrado Presidente de la misma y Capitán general de la Provincia de Extremadura (4).

En Elvas, el General francés Kellerman5 se disponía a moverse contra Badajoz cuando recibe la orden de trasladarse a Lisboa, dejando una corta guarnición en la plaza, ante la amenaza de un desembarco inglés y en medio de la insurrección y fuga de las tropas españolas.

 Junio

3.- La primera providencia del Capitán general Galluzo es ordenar un alistamiento general, que será reiterado en 27 de junio y 11 de julio, con un cupo asignado a cada pueblo.

(2) Convocado para dar forma a una Constitución, Carta o Estatuto de Bayona, que legitimara la abdicación de Carlos IV en Napoleón.

(3) En su residencia de la Plaza de las Descalzas en Badajoz, luego Palacio de Capitanía General.

(4) De esta primera Junta formaban parte, entre otros, el obispo de Badajoz Mateo Delgado Moreno, el Brigadier Juan Gregorio Mancio, el Auditor de Guerra Gonzalo Hurtado Valdovinos, el Oidor de la Audiencia de Extremadura Francisco Carbonell del Rosal, el Canónigo de la Catedral de Coria Mateo Fernández de la Jara y el Subdelegado de Rentas de Trujillo José Tamayo y Vélez.

(5) Kellerman había entrado con el Mariscal Junot en el año anterior y era el mando militar del Alentejo. Desagradablemente sorprendido con la deserción de las tropas españolas que le auxiliaban, que mayoritariamente se refugiaron en Badajoz, decidió emprender una acción de castigo, con la finalidad, posiblemente, de hacerse con el control del puente de la ciudad, una importante vía de comunicación.

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 7.- Entre las primeras disposiciones de la Junta Suprema destaca la de levantar un Ejército, para ello se aumentarán y dotarán las Unidades existentes, se reorganizarán aquellas que van llegando, huidas, de Madrid o Portugal, y se levantarán Unidades propias extremeñas, aprovechando las buenas disposiciones mostradas por el pueblo y las autoridades en toda la región: Regimiento de Infantería de Línea 1º de Badajoz, Batallón Real de Zapadores y Minadores de Extremadura, Regimiento de Infantería Ligera Voluntarios de Plasencia, Regimiento de Infantería Voluntarios de Trujillo, 4º Batallón de Reales Guardias Walonas, Batallón de Cazadores de Llerena, “el leal”, Tiradores de Mérida, Voluntarios de Valencia y Alburquerque, Batallón de Infantería Cazadores de Alcántara, Batallón de Infantería Cazadores de Zafra, Batallón de Infantería Cazadores de la Serena, Tiradores de Badajoz, Partida de Caballería de Cáceres, Regimiento de Caballería Cazadores de Alcántara, Regimiento de Húsares de Extremadura y otros más que seguirán formándose posteriormente.

8.- Motín popular en Plasencia con detención de varios vecinos acusados de afrancesados o colaboracionistas.

9.- En Plasencia un nuevo motín acaba con el linchamiento de Jerónimo Baena.

11.- Aparece en documentos la primera referencia a la constitución de la Junta de Plasencia, entre sus componentes figura el general Antonio Vicente de Arce, como vicepresidente, y el Brigadier Vicente Vargas Laguna como vocal.

13.- En Plasencia son asesinados por la turbamulta Antonio Moreno e Isidro Clemente, detenidos el pasado día 8.

17.- Se publica, con el auspicio de la Junta Suprema, el primer número del “Diario de Badajoz”.

23.- Se aprueba el “Reglamento para gobierno de la Suprema Junta de esta Provincia”(6).

La insurrección es general en España y Portugal, Junot, mando supremo francés en Portugal, debe mover sus guarniciones constantemente para sofocar múltiples levantamientos populares y contrarrestar una posible amenaza inglesa por mar.

Julio

A lo largo de este mes recibirá su bautismo de fuego el Ejército de Extremadura. La región portuguesa del Alentejo, al mando del General Francisco de Paula Leite, se levanta tras la marcha de Kellerman y

(6) Redactado por Martín de Garay, Felix Ovalle y el Provisor de la diócesis de Badajoz Gabriel Rafael Blázquez Prieto.

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 ayudados por fuerzas dele jército de Extremadura, atacan a la guarnición de Elvas.

De Extremadura sale, en apoyo de la Junta alentejana, el Coronel Federico Moretti con unos 1.200 hombres de Húsares de María Luisa, granaderos provinciales, una llamada Legión Extranjera, formada en Juromeña con desertores portugueses y armados por los españoles, y alguna tropa de artillería.

23.- El Mariscal Junot dispone que el General Loisón avance contra Évora para sofocar la rebelión lusa en el Alentejo.

29.- Loisón alcanza Évora y, para su sorpresa, encuentra a las fuerzas insurrectas del Coronel Moretti y el General portugués Leite formadas para batalla campal, en número de unos 3 ó 4.000 hombres, mal instruidos y peor armados, que habrán de hacer frente a 7.000 experimentados franceses. El combate es rápido y feroz. Las fuerzas aliadas son desechas al primer intento y se retiran para intentar desesperadamente defenderse en la ciudad, que es asaltada sobre la marcha aqueada y sus defensores, casi todos, aniquilados sin cuartel.

 Agosto

 1.- El General francés Loisón sale de Évora para Elvas dispersando a su paso las partidas que cercaban la plaza. Nombra Gobernador de la misma al Comandante Girod de Novillars.

Comienza a desembarcar en la bahía del Mondego la expedición británica que ha de ponerse a las órdenes de Sir Hew Dalrymple.

4.- El General Loisón se dispone a atacar Badajoz pero recibe órdenes de retornar a Abrantes ante el desembarco de ingleses en Portugal.

17.- Combate de Roliça entre británicos y franceses. Los franceses han de ceder sus posiciones pero causan muchas bajas a sus rivales.

21.- Batalla de Vimieiro en la que los británicos derrotan a los franceses pero no rematan la acción permitiendo su retirada y reorganización. Poco después entrarán en conversaciones que finalizarán en la firma de un acuerdo de suspensión de hostilidades.

30.- Se firma el Convenio de Çintra, entre británicos y franceses, con la oposición de portugueses y españoles que ni siquiera fueron consultados, que permite la total evacuación de Portugal, con armas y bagajes, del Ejército francés del Mariscal Junot.

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 Septiembre

 Enterados los españoles y los insurrectos alentejanos de los acuerdos de Çintra, manifiestan su disgusto y oposición. Aprovechando la ocasión el General Galluzo decide tomar Elvas.

7.- Al mando del Mariscal de campo José de Arce, fuerzas españolas del Ejército de Extremadura atacan la plaza de Elvas y sitian a la guarnición francesa. El Comandante francés, Girod de Novilars, se atrinchera con sus 1.400 hombres en el Fuerte de Lippe, actual Fuerte de Graça. Al norte de la plaza. El sitio durará hasta el día 20. Toman parte, entre otros, el Regimiento de Infantería Badajoz y los Regimientos de Caballería 1º y 2º de Húsares de Extremadura.

8.- El General Gregorio Laguna (7) es comisionado por la Junta Suprema para dirigirse a Lisboa y organizar una División con la tropa española que allí había sido liberada por los británicos, que además habría de proporcionarle armamento y dinero para reforzar el Ejército de Extremadura. Cumplida la misión, el General Laguna será destinado, con toda la tropa y su material, a Cataluña según órdenes de la Junta Central.

20.- En estas fechas aparecen en Elvas las tropas británicas que, de acuerdo al Convenio de Çintra, han de hacerse cargo de la plaza y escoltar a las francesas que deben embarcar en Lisboa.

25.- El General Galluzo firma un “estadillo” de formación en el que se señala que el Ejército de Extremadura cuenta en sus filas con 6.020 hombres de Infantería de Línea, 5.050 de Infantería Ligera, 1.150 de Caballería, con 1.076 caballos, 500 hombres de Artillería a pie y 184 de Artillería a caballo, con 136 caballos. En total 12.904 soldados y 1.212 caballos (8).

En este día queda constituida la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino, instalada el Palacio Real de Aranjuez, contará con dos representantes de la extremeña: el Intendente Martín de Garay y el tesorero del Ejército de Extremadura Félix Ovalle.

30.- La Junta Suprema Central, Conde de Floridablanca, ordena a la de Extremadura aprestar su Ejército y moverlo a Castilla.

 Octubre

4.- El Teniente Jacinto Ruiz Mendoza, herido en la defensa del parque de Monteleón el 2 de mayo, presenta instancia a la Junta Suprema solicitando el Escudo de distinción a los fugados de Portugal

(7) Será nombrado Capitán general de Extremadura tras la guerra..

(8) En la época al hablar de “caballos” hay que entender “soldados de caballería”.

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 e incorporados al Ejército de Extremadura. La Junta contesta el mismo día de forma elogiosa concediendo el Escudo pero …le señala la misma Suprema Junta otro nuevo Escudo de distinción como premio del valor, del qual deverá usar antes de aquel. Este escudo será una Corona de Laurel y en la circunferencia dirá: Por Ferndº 7º y la defensa del Parque de Artª el día dos de Mayo de 1808…

 7.- El Ejército de Extremadura al completo, mandado por el General Galluzo, inicia su marcha hacia Madrid. Quedan encargados de reorganizar las reservas y nuevas Unidades el Marqués de Monsalud y el General Antonio de Arce.

18.- El Ejército de Extremadura alcanza Madrid. Galluzo será relevado del mando, al señalar carencias en el equipamiento e instrucción, que se le dará al inexperto Conde de Belvedere.

30.- El Gobernador de la plaza de Alcántara, Fernando de Manuel Villena, avisa al ayuntamiento de Zarza la Mayor la llegada en los próximos días de fuerzas expedicionaria británicas a las que deben acoger y suministrar.

Éste mismo día llegan también a Badajoz para marchar por el Camino Real a Madrid.

Noviembre

2.- Fuerzas británicas procedentes de Badajoz llegan a Talavera la Real, cuyo Ayuntamiento ha de pedir fondos para abonar los suministros que debe proporcionarles.

10.- Belveder con parte del Ejército de Extremadura, no esperó a tenerlo todo reunido y desplegado, planta batalla en Gamonal, inmediaciones de Burgos. La derrota de los españoles es aplastante y la ciudad de Burgos es saqueada. Tras la huida de Belveder el mando de los restos se le entrega al General José de Heredia,

 Diciembre

Las derrotas de Gamonal y Somosierra abren las puertas de Madrid a Napoleón. Los restos del Ejército de Extremadura, reagrupados en Talavera de la Reina, provocan un motín en el que resulta asesinado el General Benito San Juan y en el que toma parte el Regimiento de Húsares de Exttremadura. Galluzo  vuelve a tomar el mando e intentará cerrar los pasos del Tajo: Puente del Arzobispo del Conde, de Almaraz y del Cardenal. Fuerzas inferiores, desorganizadas y una mala dirección, no impedirán el paso de los franceses. El General Galluzo hace volar el puente de Almaraz9 y se retira hacia el sur. La Junta

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 Suprema le retira el mando y le abrirá una causa.

2.- La Junta Central, ante la ocupación de Madrid por los franceses, decide trasladarse a Extremadura, camino de Sevilla.

9.- La Junta Central está establecida en Trujillo, donde en esta fecha, y dado el desbarajuste introducido en las fuerzas españolas tras las derrotas de Gamonal, Espinosa de los Monteros, Somosierra y la cupación de Madrid, autoriza a todo Jefe militar de localidad o Ayuntamiento de la misma a imponer la pena máxima a desertores.

10.- Ante la aparición en las fronteras de Extremadura de partidas francesas la Junta Central decide continuar viaje a Sevilla y pide dinero para ello.

11.- El obispo de Plasencia, don Juan Francisco Marco y don Francisco de Sales Andrés proporcionan a la Junta Central 90.000 reales para su traslado. Ese mismo día emprenden la marcha.

En Fuente de Cantos un alboroto popular tilda de traidor al presbítero Juan José Fernández y asalta su casa tratando de matarlo.

12.- La Junta Central alcanza Miajadas.

13.- La Junta Central alcanza Mérida, donde la Junta Suprema extremeña pide a su Presidente, Floridablanca, que el General Cuesta, que marchaba en calidad de arrestado por desavenencias con la Central, pase a mandar el Ejército y la Capitanía de Extremadura.

Combates en defensa del puente de Almaraz, General Galluzo. Regimiento de Infantería Jaén, Regimiento de Infantería Voluntarios de Trujillo, Regimiento de Infantería Mallorca y Guardias Españolas de Infantería, entre otras.

16.- Nueva algarada callejera en Badajoz que termina en el asesinato de cinco personas: dos presos franceses, un colaboracionista portugués al que llaman Vasconcelos, el coronel Tiburcio Carcelén10 y el afrancesado Antonio Noriega de Bada (11), son linchados en su prisión de Puerta de Palmas. La tensa situación impone la creación de un tribunal militar, presidido por el Teniente

(9) No sería adecuadamente reconstruido hasta 1845.

(10) El Coronel Tiburcio Carcelén mandaba el Batallón I de la División 2 de Granaderos Provinciales de Castilla la Nueva, que había operado a las órdenes del General Carrafa en Lisboa, cuando la invasión de Junot. Se le había sustanciado causa por no haberse fugado de los franceses en junio, a pesar de habersele avisado por la Junta de Extremadura. Al parecer en la fecha en que fue asesinado la causa llegaba a su fin y podría salir con una sanción muy baja o libre de culpa.

(11) Político asturiano, adepto a Godoy y colaboracionista con el Rey José. Había sido Diputado en Cortes y Tesorero Real, su casa fue saqueada tras el motín de Aranjuez y él encarcelado, quedó y libre y fue detenido por una patrulla enviada por la Junta de Extremadura en julio. En octubre el Consejo de Castilla le exoneró de toda culpa y él se había dirigido en diversas ocasiones a la Junta Suprema pidiendo su puesta en libertad. Amigo y colaborador de Jovellanos, había sido retratado por Goya.

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coronel Mariano Ricafort, para calmar los ánimos. Son detenidos, y serán juzgados, varios de los responsables.

23.- Combates en el Puente de Almaraz. Toma parte el Regimiento de Infantería Badajoz.

24.- Encuentros armados en Valdelacasa en los que combate el Regimiento de Caballería Montesa.

25.- Combate en Trujillo en el que participará el Regimiento de Infantería Badajoz.

26.- Combates en el entorno del Puente de Almaraz en los que interviene el Regimiento de Caballería Montesa.

27.- La Junta Suprema pasa una circular a todas las localidades ordenando que se formen partidas con los cazadores y conocedores de la zona para incomodar al invasor.

Algarada popular en Usagre en la que mueren el Alcalde mayor y el padre del párroco.

28.- Los franceses pasan el Tiétar por La Bazagona y se dirigen a Plasencia donde montan el Cuartel general. Alrededor de 1.000 hombres de Caballería se establecen en Galisteo, desde donde ocupan Aldehuela, Carcaboso, Valdeobispo, Montehermoso, Mirabel y Torrejoncillo.

La Junta Central y Gubernativa del Reino aprueba el “Reglamento de Partidas y Cuadrillas” (Gazeta del 3 de febrero de 1809).

 3. AÑO 1809

Enero

1.- Alborotos populares en Santa Marta de los Barros con motivo de la elección de cargos concejiles.

Los franceses salen de Galisteo, Plasencia y Montehermoso en dirección al puerto de Baños.

19.- Combate de Deleitosa. Interviene el Regimiento de Infantería Badajoz. Los franceses entran en Trujillo. El General Foy monta su Cuartel general en el Palacio del marqués de San Miguel.

25.- Los franceses salen de Trujillo.

28.- Combates en el puente de Almaraz que es recuperado por los españoles. El General Henestrosa, Jefe de la Vanguardia del Ejército de Extremadur reorganizado a toda prisa por el General Cuesta, lleva el peso de la acción y es felicitado por la Junta Suprema que le obsequia

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 con un anteojo (catalejo). Toma parte el Regimiento de Caballería Montesa

Febrero

18, 19.- Los franceses saquean el Monasterio de Guadalupe.

20.- Combate de Valdelacasa.

26.- Combate de Jaraicejo donde interviene el Regimiento de Caballería del Infante.

Marzo

 La reacción de la Junta Suprema aprestando fondos y alistados al General Cuesta propicia una reacción inmediata que logra recuperar el terreno “perdido” por el General Galluzo, Por una momento parece que se ha expulsado a los franceses de nuestra región, pero se ha logrado rechazar a los elementos de exploración, En marzo comienza la ocupación, que culminará en la batalla de Medellín y el dominio francés de casi toda la ruta a Sevilla.

10.- Combate en el paso del río Ibor en él toma parte el Regimiento de Infantería Badajoz.

12.- Combates en el Tiétar en los que toma parte el Regimiento de Infantería Madrid.

13.- Fallece en Trujillo, donde será enterrado al día siguiente, el Teniente Ruiz Mendoza, “el tercer hombre del 2 de mayo” (12).

15.- Por un informe de este día, del Intendente interino del Ejército, conocemos los Hospitales militares establecidos: Badajoz, Alcántara, Cáceres, Llerena, Mérida Olivenza, Plasencia, Villanueva de la Serena y Trujillo.

Los franceses, con alrededor de 26.00 hombres, inician la ocupación de Extremadura por la zona del Puente del Arzobispo, en dirección al de Almaraz.

16,17.- Combates de Mesas de Ibor. Victoria y ocupación francesa. Combatirán el Regimiento de Infantería Badajoz. y el de Caballería del Infante. El Mariscal Víctor vence al Duque del Parque.

17.- Combate de Fresneda o Fresnedoso. Victoria francesa.

(12) Fue enterrado en la Iglesia de San Martín y en 1909 trasladados sus restos a Madrid. En la Sala del Estandarte del Regimiento de Infantería Castilla, en Badajoz, se conserva una pequeña urna de plata con restos de la tierra que cubrió su tumba, recuerdo de la escolta de honor que formaron en el traslado.

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 18.- Combate de los Callejones (Trujillo), Regimiento de Caballería del Infante y ataques al puerto de Miravete que han de desalojar los españoles el 19.

19.- El Cuartel general del General Cuesta se establece en Puerto de Santa Cruz.

21.- Combate de Miajadas. Victoria española sobre los franceses del 10º de Cazadores. Regimientos de Caballería del Infante y de Almansa. El general Henestrosa vence a Subervie y Bordesoulle.

29.- Batalla de Medellín. El Mariscal Víctor vence al General Gregorio de la Cuesta. Bien posicionados los españoles, en un primer momento, logran “encerrar” a las fuerzas francesas al sur del puente de Medellín. Los españoles, para su desgracia, formaron en una sola línea que cerró sobre el invasor que retrocedía sobre Medellín. Solo hizo falta que la caballería enemiga aprovechara el hueco dejado en uno de los flancos por la caballería española, que huyó de forma inexplicable, para logar romper el despliegue y envolver. En aquella llanura entre Don Benito y Mengabril más de 8.000 españoles fueron muertos por los franceses que no dieron cuartel. Nuevamente el Ejército de Extremadura era deshecho de un solo golpe.

Abril

 1.- En esta fecha la Junta Central, Real Alcázar de Sevilla, comunica a la de Extremadura la concesión de premios a los combatientes de Medellín: Cuesta obtendrá el grado de capitán general, los oficiales distinguidos obtendrán un grado, los Cuerpos distinguidos serán recompensados con un escudo de distinción y doble paga; los familiares de los muertos con las pensiones correspondientes  (13).

2.- El teniente general Arthur Wellesley es nombrado Jefe del Ejército expedicionario británico a Portugal.

3.- La Junta Suprema dispone a petición del Coronel Lope de Mesa la creación del Batallón de Reunión, con las partidas, dispersos y alistados que van concentrándose en Badajoz ante el avance francés.

5.- Ante la posible amenaza francesa se da la orden de evacuar , las tropas, la plaza de Olivenza y clavar la artillería. Ante el abandono manifiesto por parte de la Junta Suprema se suceden los alborotos populares y ataques a propiedades que se mantendrán hasta el día 16.

(13) Puede parecer paradójico, pero esta conducta de premiar a los combatientes incluso en las derrotas, que se mantendrá a lo largo de toda la campaña, redundará en los beneficios que supone mantener alta la moral y la capacidad de reaccionar y volver a rteorganizarse. Así, por ejemplo, tras la batalla de Medellín los restos se reorganizan en la zona de Monesterio y el 20 de abril ya hay Cuerpos dotados al completo de personal, que reaccionarán eficazmente y en julio, ayudados por los británicos, combatirán y vencerán en Talavera de la Reina.

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 6.- Los franceses ocupan sin resistencia Alcántara, abandonarán ese mismo día la plaza ante la posible llegada de fuerzas aliadas.

9.- El Batallón de Reunión, formado en esta fecha por 1 capitán, Miguel Méndez, 3 tenientes, Matías Chaparro, Antonio Izcar y José Zacares, 5 subtenientes, Santiago Gómez, José Campanón, Bernabé Santibañez, Juan Manuel Suero y Francisco Vigil de Quiñones, 12 sargentos, 1 tambor y 424 entre soldados y cabos es destacado a la plaza de Alcántara.

12.- Los franceses, en número de 7.000, ocupan la plaza de Alcántara, con leve resistencia del vecindario que apenas ha recibido refuerzos.

18.- La Real Audiencia de Extremadura se establece en Aliseda, donde permanecerá hasta el 30 de octubre.

20.- La Junta Suprema dispone …que los Cuerpos de paisanos para alarma general de toda la Provincia usen la Bandera negra con la Cruz roja y todas las disposiciones de las Cruzadas observadas en Europa contra los infieles y herejes… Será comisionado para esta organización don Juan Hernández.

22.- Wellesley desembarca en Lisboa. La Junta Suprema comisiona a don José Gallego y al Brigadier Federico Moretti.

25.- Don Juan Hernández, organizador de los Cuerpos de Cruzada, tiene establecido su puesto de mando en la plaza de Alburquerque. En este día recibe un mensaje del General francés Burgoigne, desde Casas de Don Antonio, reclamando 720 raciones de pan, la respuesta fue de los alburquerqueños fue…que estaban deseando dárselas con las bocas de los cañones…

 26.- La Junta Central aprueba las disposiciones de levantar Cruzada contra los franceses tomada por la Junta de Extremadura y anima a que se extienda en lo posible esta iniciativa. Combate de Villar del Rey. A las once de la noche del día 25 se presenta en dicha villa una partida francesa para recoger impuestos y provisiones, individuos de la población, capitaneados por el párroco don Francisco Sáez Valero, les hacen frente y causan algunas bajas …un sargento que hemos tirado a un regato para que se lo coman las fieras…

 27.- Los comisionados de la Junta Suprema presentan al Alto Mando aliado en Lisboa, General Arthur Wellesley, un plan de acción y necesidades de apoyo por parte de los británicos y portugueses. Wellesley responderá, en escrito del día 28, en el que expone la situación de sus fuerzas y no se compromete a nada hasta establecer contacto con el General Cuesta.

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 Mayo

2.- Segunda acción de Villar del Rey. En represalia a los ataques del día 26 una fuerte partida francesa se presenta en la localidad. Se planta batalla por los españoles, mandados por don Juan Hernández y el Brigadier Sociats, que son severamente derrotados. En la acción intervienen elementos de los Regimientos de Infantería Badajoz y Madrid.

Los franceses tienen en Fuente del Maestre 1.500 hombres de infantería y caballería con 2 obuses y 2 cañones de montaña; en Aceuchal 600 de caballería, en Villalba 90 de caballería …en un cañaveral que hay detrás del castillo… En anta Marta de 300 a 400 …dentro del pueblo y en unos olivares detrás de la Iglesia…En Almendralejo de 400 a 500 de infantería y 90 a 100 de caballería; en Mérida de 1.600 a 2.000 hombres…

3.- La Junta local de Mérida rinde pleitesía al Rey José, a quien dirigen en esta fecha una exposición de sumisión.

6.- Según parte del Marqués de Monsalud, desde su Cuartel general en Nogales, la villa de Feria se niega a pagar tributo a los franceses y pretende presentar resistencia si vuelven. Para ello han desenterrado un viejo cañón de hierro, del que solo disponen de cuatro disparos, y lo han montado sobre unas maderas a modo de cureña.

10.- Combate de Santa Marta. El marqués de Monsalud dirige tres pequeñas columnas, desde Nogales, contra esta localidad. En sus proximidades se traba combate en la tarde del día 7. Las fuerzas españolas la formaban algunos Húsares del 2º Regimiento de Extremadura, una compañía de Dragones 14 de Cáceres, Comandante Ventura Correges; otra de Cazadores de Zafra, Comandant José Álvarez; una partida montada de Escopeteros de la Cruzada, Teniente coronel José Berrio; y Lanceros.

Las columnas estaban mandadas por el Vocal de la Junta Suprema Juan Diego Pacheco, el Teniente coronel Santiago Porta y el Teniente coronel Antonio Díaz Ceballos. Las bajas atribuidas a los franceses hablan de 1 sargento y 8 dragones muertos y 1 sargento y 9 dragones heridos. Por parte española se reconocen 2 heridos y el Cadete, de Dragones de Cáceres, Antonio Mercado, que quedó prisionero.

12.- Los franceses desalojan todas las localidades ocupadas en la comarca de los Barros y se concentran en Mérida a fin de reorganizar sus fuerzas. En esta zona sostienen encuentros con elementos de los Regimientos de Infantería Badajoz y Madrid.

(14) Los Dragones son fuerzas de Caballería cuyo armamento e instrucción les permite combatir a pie, si es necesario. Son empleadas generalmente en misiones de vigilancia y control.

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 Combate de Brozas. Intervienen el Regimiento de Caballería nº 11 y la Leal Legión Lusitana de Portugal.

13.- Alcántara que, tras la ocupación francesa del pasado 12, había quedado prácticamente abandonada de sus vecinos, esquilmados primero por los franceses y pocos días después por las fuerzas aliadas que llegaron en su “ayuda”, es de nuevo sitiada por los invasores. En esta ocasión dirige la resistencia el Brigadie británico William Mayne que combatió toda esta jornada y la del 14, ayudado por las Milicias urbanas de la plaza. Tras su retirada en la tarde del 14 los franceses saquean la ciudad y causan numerosos daños en vidas y propiedades.

14.- Primer combate del Puente de Alcántara. Víctor se enfrenta a Mayne que manda tropas portuguesas. Interviene la Leal Legión Lusitana, portuguesa. Retirada de los aliados.

Bando emitido en Alburquerque, por el Brigadier Sociats y el Corregidor Modesto Galván, a fin de impedir la fuga de los vecinos ante la amenaza francesa de ocupar la plaza.

16.- Combate y ocupación, por los franceses del General Casagne, de Valencia de Alcántara. La Junta Suprema ordenó que se publicasen en el “Diario de Badajoz” los nombres de los clérigos distinguidos en la defensa de la plaza: Alvaro Higuero, Fernando Valverde, Diego Matos Granados, Matías Lozano, Juan Barriga, Simón Ganchoso, Fray Román de San Vicente, Fray Pedro de Brozas, y Fray Juan de San Antonio.

19.- Son ahorcados en Badajoz cinco de los responsables de los alborotos del pasado 16 de diciembre: Jacobo Perraso, Juan Maldonado, Francisco Ciriaco, Francisco López y Ramón Gómez.

22.- Convocatoria a Cortes por la Junta Central del Reino.

 Junio

 10.- Segundo combate del Puente de Alcántara. Intervienen la Leal Legión Lusitana, el Regimiento de Cazadores nº 5 y los Regimientos de Infantería nº 8, 6 y 18, de Portugal. El General Mayne ante su incompetencia para frenar la ofensiva francesa ordena volar el puente romano (15).

(15) No sería reconstruido definitivamente hasta 1862.

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 Julio

3.- El General Wellesley entra en España por Zarza la Mayor.

10.- La Junta Suprema de Extremadura acuerda pedir opinión, a Instituciones y personas destacadas de la provincia, acerca de las cuestiones relativas a la convocatoria de Cortes.

27.- Batalla de Talavera de la Reina, que finalizará al día siguiente. El General Cuesta manda las fuerzas de Extremadura. Aunque la victoria puede señalarse claramente a favor de los aliados, el exceso de prudencia de estos hace que no se explote el éxito adecuadamente persiguiendo y causando más daño al Ejército francés del Centro.

 Agosto

 1.- A fin de contrarrestar los efectos de la batalla de Talavera, y con la intención de cortar el retorno a sus bases portuguesas del Ejército aliado, las fuerzas francesas del Mariscal Soult penetran por el norte de Cáceres. En este día ocupan Plasencia, donde montarán el Cuartel general.

Los desmanes, exigencias y represalias francesas serán terribles en los pueblos de esta comarca. Entre otros varios Serradilla y Casatejada serán arrasados, saqueados y quemados. Wellesley, en adelante vizconde de Wellington por su victoria en Talavera,se repliega por la izquierda del Tajo en dirección a Badajoz. El paso de las fuerzas británicas por Extremadura, su aprovisionamiento y manutención, será el remate aciago para esta pobre región totalmente despojada de recursos.

12.- Presenta su dimisión el Capitán general de Extremadura, Gregorio García de la Cuesta.

Los franceses incendian el Monasterio de Guadalupe, desaparecen los Archivos, las provisiones de primera necesidad y casi todas las edificaciones.

29.- Es asesinado en Hoyos el obispo de Coria don Juan Álvarez de Castro.

 Septiembre

15.- El General Francisco de Eguía, ahora Jefe del Ejército de Extremadura,

sale con su Cuartel general de Trujillo en dirección a Miajadas.

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 Octubre

1.- Soult desaloja Plasencia y las fuerzas ocupantes se retiran a Castilla.

Noviembre

 6.- El Duque de Alburquerque toma el mando, en Deleitosa, del llamado Ejército del Tajo destinado principalmente a operar en La Mancha. Durante est mes se moverá por esta zona cacereña y a finales de año bajará a Villanueva dela Serena, Medellín y Don Benito.

12.- A propuesta del General Carlos de Witte, Gobernador de Badajoz, la Junta Suprema dispone que el Teniente coronel Félix Domínguez Torrado reorganice la Partida llamada “de los Mayas” que, a modo de policía, contribuya a limpiar de malhechores los caminos, a reunir dispersos y a detener desertores.

 Diciembre

 8.- La Junta Suprema dispone el alistamiento general en las “Partidas de Cruzada” (16).

24.- El Duque del Parque, Jefe del Ejército de la Izquierda, se establece en San Martín de Trevejo. Éste Ejército, disperso y fugitivo, tras la derrota de Alba de Tormes (28 de noviembre) se refugia en la Sierra de Gata intentando ponerse a salvo y reorganizarse. Las epidemias, el mal estado de la economía de la zona tras el paso de los franceses y las malas comunicaciones de la zona hacen casi imposible el suministro. A pesar de la falta de medios la Junta Suprema comisiona a don Luis Mendoza y al Conde de Casa Chaves para que reúnan provisiones en la zona de Plasencia y se les haga llegar.

 4. AÑO 1810

Enero

El Duque de Alburquerque, con el Ejército del Tajo, recibe la orden de moverse a La Mancha, para reforzar el Ejército del Centro y cerrar el paso a Andalucía. Ante la certeza de dejar

(16) Como hemos visto, ya anteriormente se habían organizado Unidades regulares de este tipo. Ahora para implicar a todos aquellos ciudadanos que por diversas razones, eclesiásticos los más, no eran entusiastas de someterse, de manera directa, a una organización reglada como la militar, se ofrecía la oportunidad de organizar o alistarse a alguna partida de este tipo.

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desguarnecida la provincia dispone que las Divisiones I y III, brigadieres Senén de Contreras y Rafael Menacho, retrocedan a Badajoz y Mérida.

En los últimos días de éste mes llega a Badajoz el Marqués de la Romana para recobrar el mando del Ejército de la Izquierda.

Solo con dos Divisiones, y en mal estado, se contaba para sostener a toda Extremadura, ya que los restos refugiados en Gata, bastante hacían con sobrevivir Se dispuso que la División Senén marchara a Llerena y Jerez de los Caballeros, para cerrar el sur y Menacho permaneciera en Olivenza atendiendo Badajoz.

29.- La Junta Central establece un Consejo de Regencia de 5 personas, entre ellas el General Castaños y el obispo de Orense Quevedo y Quintano, natural de Villanueva del Fresno.

31.- La Junta Suprema aprueba la petición del inglés John Downie, efectuada el día 29, de levantar, a su costa y en esta región, una fuerza armada denominada Leal Legión de Extremadura.

 Febrero

1.- Los franceses toman Sevilla y se dirigen rápidamente contra Cádiz.

2.- La Junta Suprema escribe a Wellington solicitando apoyos para la defensa.

Comienzan a llegar a Extremadura refugiados y huidos de Andalucía, que se procura desviar a Portugal.

5.- Los franceses llegan a Cádiz y comienzan sus ataques.

9.- Sin resistencia apenas, las fuerzas españolas de la zona están encerradas en Cádiz o dispersas tras los combates por Sevilla, las fuerzas francesas comienzan a entrar en Extremadura. En este día partidas de reconocimiento llegan hasta el puente de Mérida, sin entrar en la ciudad. Todas las localidades del Camino Real de Sevilla, Ruta de la Plata, estaban indefensas y controladas por fuerzas invasoras.

Se aceleran los trabajos de fortificación en Badajoz, siempre con graves carencias de material, personal técnico y combatientes. En éste día se informa que toda la pólvora y municiones de los polvorines de San Gabriel y Cerro del Viento ha quedado recogida en los sótanos de la Catedral.

11.- El General Mortier se presenta ante Badajoz y pide su rendición. Combate de San Roque (Badajoz). Un numeroso grupo de vecinos de Badajoz, organizados en la Milicia Honrada [Urbana], salen para enfrentarse a los franceses del general Mortier en los campos de San Roque

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 y son estrepitosamente derrotados. La Junta Suprema de Extremadura acuerda:

…Hoy 11 de febrero de 1810 = Se acuerda que las familias de los que hayan fallecido en este día en la gloriosa salida que ha hecho contra los enemigos n crecido número de vecinos honrados, se les consigne una peseta diaria que han de gozar de la Rl. Hacienda…

 Los fallecidos son enterrados en el convento de la Santísima Trinidad y conocemos algunos de sus nombres: Joaquín Ximénez, domiciliado en la calle de las Peñas nº 33, Francisco Sajara, cuñado del anterior, Manuel Aparicio, Juan Doncel, Francisco López, que habitaba en elCampillo, Juan Maldonado, Felipe Garaño y otros.

12.- Mortier se repliega con sus fuerzas a Llerena, perdiendo la oportunidad de apoderarse de la plaza de Badajoz, prácticamente indefensa.

Los franceses, 7.000 hombres de Infantería y Caballería con 17 piezas de artillería entran en Trujillo.

18.- Combate de Valverde de Leganés. El Comandante de partida Antonio Morillo señala la sorpresa que le dio al ocupante francés de la localidad al que causó más de cien bajas, entre ellas un general. Señala como destacada en la acción a Catalina Martín López de Bustamante. El parte lo firma en Salvaleón el 20 de febrero.

Éste día firman, en Medina de las Torres, un grupo de patriotas un escrito, dirigido a la Junta Suprema, para levantar una partida que ha de denominarse “Los Leones Irritados o Los Verdaderos Españoles”. La petición la signaban: Juan Lino Palacios, presbítero, Francisco Canseco Diosdado, Fernando de Vera, José Hermida y José Tinoco. Duró poco más de dos meses y, al parecer, fue disuelta por los conflictos generados con otras partidas y el mando militar.

20.- La Junta Suprema acuerda este día declarar el Estado de Sitio en la plaza de Badajoz.

Ante la falta de elementos de defensa en la región, toda la zona sur queda en poder de los franceses que acopian víveres, recogen impuestos y saquean donde no se les sirve bien.

Don Benito Boza pide permiso para armar una partida en Aracena.

 Marzo

Las fuerzas del Ejército de la Izquierda, en la Sierra de Gata, se reorganizan y aprestan dos Divisiones, al mando de los generales Martín de la Carrera y Francisco Ballesteros.

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 3.- La Junta Suprema dispone que la División del General Senén de Contreras -Batallón de Infantería Ligera Tiradores de Mérida, Batallón de Infantería Cazadores de la Serena y Batallones II y III de Leales de Fernando VII- marche a la zona de Jerez de los Caballeros.

El General francés Reynier llega a Trujillo para tomar el mando de aquellas fuerzas.

4.- El General Contreras emprende la marcha desde Badajoz con la misión de asegurar el territorio, reunir dispersos, requisa de caballos y armamento y reagrupar las partidas bajo su mando a fin de aprovechar bien los recursos militares. Establece su Cuartel general en Higuera de Vargas, desde donde observa la mucha fuerza de que disponen los franceses.

7.- La División Ballesteros, procedente de la Sierra de Gata, entra en Badajoz. La Junta dispone que se le entreguen 500 pares de zapatos y , algunos días  después, sesenta tiendas de campaña. Los vecinos de Olivenza hicieron para ellos, gratuitamente, 1.404 pares de pantalones y 652 pares de botines.

8.- En la noche del 8 al 9 las fuerzas francesas, en número cercano a los 4.00 hombres saquean Jerez de los Caballeros sin respetar casa ni mujer alguna, gran parte de la población se había dado a la fuga.

10.- El General Contreras se traslada a Alconchel.

12.- La División Contreras alcanza Jerez de los Caballeros.

13.- La Junta Suprema ofrece recompensas a quien presente, vivos o muertos, a Napoleón o al Rey José Bonaparte. La Junta Central calificó esta baladronada como …un rasgo de patriotismo excesivo…

 14 y 15.- Combates en Cáceres. Regimientos de Infantería Zamora, Sevilla y Navarra y de Caballería Reina, Borbón y Sagunto.

18.- Combates en Zafra en los que toma parte el Regimiento de Infantería Fernando VII.

22.- Partidas francesas entran en Cáceres.

30.- El General Contreras pasa a Cantillana. Durante algunos días había estado sometido a las órdenes del General Ballesteros, según disposición del Marqués de La Romana, y posteriormente, de nuevo al mando de su Unidad, muy mermada por bajas y tropas que se llevó Ballesteros, retoma su actividad.

31.- La División Contreras en Burguillos del Cerro.

 Abril

Ante la amenaza del Mariscal Massena, Wellington se refugia en las Líneas de Torres Vedras en torno a Lisboa. Se pierde toda esperanza de ayuda de los aliados de Extremadura que queda así

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 entre dos fuegos: Massena en Portugal y Soult en Sevilla, pendiente de reforzar a éste, según órdenes de Napoleón para aniquilar a los británicos. En su camino está Extremadura y la plaza fuerte de Badajoz.

1.- El General Contreras pasa a Burguillos y de aquí a Anadalucía, con diversas localizaciones hasta el funesto encuentro de Constantina el día 9, lo que le costará el mando, que la Junta y el Marqués de la Romana resolvieron encargárselo al Brigadier José Imaz.

6.- A instancias del Marqués de la Romana, en este día se publica el primer número del periódico “Memorial Militar y patriótico del Ejército de la Izquierda” que a los largo de su existencia sostendrá duras controversias con la Junta Suprema. Desaparecerá en enero de 1811, prácticamente con la muerte del Marqués de la Romana.

9.- Combate de Aldeanueva del Camino. El Batallón de Infantería Lemus (17), mandado por Antonio Ponce, 30 caballos al mando de Joaquín de Mera y la Primera Partida de Patriotas de Castilla (18), al mando de Isidoro Armengol, sorprenden a un batallón enemigo de 800 hombres, causándoles 200 bajas y apresando un vasto botín.

10.- En Aldeanueva de la Vera combate el Regimiento de Caballería Borbón.

13.- La Regencia confiere la Capitanía general de Extremadura y la Presidencia de la Real Audiencia al Teniente general Juan de Henestrosa y Horcasitas.

15.- Combate de Zalamea. El generalfrancés Mortier vence a Ballesteros.

Combate en Villamesias. Este Domingo de Ramos la partida de Manuel Ojeda y Cristóbal Pantigoso atacan a una columna francesa de 300 hombres y 60 carros, apoderándose de todo. Luego sostendrán una querella, ante la Junta Suprema, atribuyéndose ambos los méritos únicos de la victoria.

19 al 21.- Combates de La Roca de la Sierra. Toman parte tropas de los Regimientos de Infantería del Infante, Sevilla, Granada, León, Victoria, Fernando VII y Navarra y de Caballería Borbón.

29.- Combate de Garlitos. El Jefe de Partida Ventura Jiménez combate contra 600 infantes y 100 caballos que le obligan a retirarse dada la superioridad, no obstante logra herir al Jefe de los franceses.

(17) Así aparece en el libro consultado, pero es más probable que fuera el Batallón de LENA.

(18) Su denominación oficial era Primera Partida de Observación de Castilla la Vieja, había al menos diez. Su entidad era tipo compañía, unos 100 hombres y en documentos del Archivo Histórico Provincial de Badajoz consta, en 20 de mayo, que su Jefe, el citado Armengol, había resultado prisionero de los franceses. Bien pudiera haber sido en esta ocasión. Las mencionadas Partidas dependían de la División de Vanguardia, General Martín de la Carrera, del Ejército de la Izquierda, Marqués de la Romana.

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Mayo

 9.- Combate de Fuente del Maestre. El parte del combate lo firma el Capitán Jerónimo Henestrosa ese mismo día, remitido al General Pablo Morillo que lo pasa a la Junta Suprema.

A grandes rasgos el combate se desarrolla de la siguiente manera: el Capitán Henestrosa dispone de fuerzas de su Regimiento de Caballería del Infante al que se le unen 60 infantes del Batallón de Cataluña, mandados por el Capitán Benito Pals, y 40 caballos de la Cruzada de Alburquerque, al mando del Capitán Francisco Victorino.

Organiza tres columnas, una a las órdenes de su Teniente Francisco Mancha, otra a las del Alférez del 1º de Húsares de Extremadura Juan Calderón y la tercera a las del Capitán de Granaderos a Caballo de Fernando VII Tomás Montero.

Alcanzan al enemigo cuando salen de la localidad por el camino de Almendralejo y una vez en contacto siguen en alcance, obligándoles a formar el cuadro (19) repetidas veces y recuperando gran parte del botín e impuestos recaudados en Fuente del Maestre y otras localidades …incluso una mula del coronel del  15º de Infantería que conducía su ordenanza que murió… La persecución continuó hasta cerca de una legua de Almendralejo, causándole 11 muertos y apresando a un sargento, tres granaderos y un volteador (20). Sin bajas propias.

14.- Combates en Cáceres en los que toman parte los Regimientos de Infantería León, Victoria y Fernando VII y de Caballería de la Reina y Sagunto.

15.- “Sorpresa” de Trujillo. Intervienen el Regimiento de Infantería de la Victoria y el de Caballería del Infante.

18.- El Brigadier Isidoro Mir, jefe de partida, ataca a un destacamento francés que debe atrincherarse en la iglesia de la localidad. La llegada de refuerzos le hizo retirarse combatiendo a Escurial.

19.- El Regimiento de Infantería del Infante combate en la localidad de Feria. Tendrá nuevos encuentros, en esta misma villa, el día 25 y el 5 de junio

(19) Ante el ataque de caballería numerosa los infantes se agrupan, formando dos o tres filas según el personal, se relevan por por filas en la operaciones de cargar y disparar y con las bayonetas impiden el acercamiento del enemigo.

(20) Traducción directa de “voltigeur”, soldado francés de exploradores, tropas ligeras que en España se denominaban “cazadores.

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Junio

 Los franceses presionan constantemente en Extremadura. Reynier en el norte, extendiéndose en ocasiones al sur del Tajo, Mortier al sur con amagos para reunirse con Reynier y en el centro las partidas sueltas enemigas esquilmando el territorio con requisas e impuestos. Para ponérseles contábamos con Menacho en Olivenza, Carlos España en Alburquerque, Martín de la Carrera y O’Donnell en el norte y Senén de Contreras y Francisco Ballesteros en el sur.

En definitiva una situación altamente insatisfactoria para nuestro territorio que soportaba cargas imposibles. Los españoles, sin ayuda de los aliados, bien atrincherados en Torres Vedras, no cuentan con fuerzas y equipamiento suficiente para resolver la ocupación.

9.- A las once de la mañana una patrulla de caballería francesa, en una acción muy rápida, se acerca a los muros de Badajoz y roba un rebaño de ganado sin que la guarnición tenga tiempo para reaccionar.

18.- Acción del camino de Talavera, en las inmediaciones de Badajoz. La partida de Fray Celedonio Durán es destacada por el Marqués de la Romana ante la cercanía de exploradores franceses. Éste divide a su partida en dos grupos, el primero se dirige contra el enemigo que ocupa el camino alto, logra rechazarlo y rescata a un dragón del Regimiento de Caballería Lusitania que habían capturado.

Los franceses retroceden para unirse al resto de su Unidad, sobre el camino real, y desde allí sostienen el fuego. Fray Celedonio señala tres bajas del enemigo y soldado muerto, junto a él, de la partida, al que lleva a enterrar a Badajoz.

28.- Combates en Burguillos del Cerro, toman parte los Regimientos de Infantería del Infante, Victoria y Fernando VII.

29, 30.- Acción del fuerte de las barcas de Alconetar.

 Julio

5.- Combate en Jerez de los Caballeros. Toman parte los Regimientos de Infantería del Príncipe, Princesa, Navarra, Sevilla, León y Victoria.

9.- El Regimiento de Cabllería Borbón sostiene combates en la zona de Montijo-Pesquerito.

10.- El Mariscal Massena toma Ciudad Rodrigó, defendida heroicamente por el General Pérez de Herrasti, tras 25 días de brecha abierta y entra en Portugal.

11.- Combate de Berlanga. El Comandante de partida José Valladares informa a la Junta Suprema, el día 12, de que reunido con la partida del Comandante Bernabé Cabeza presentaron

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batalla a los franceses en la entrada del pueblo, en las alturas de la ermita, llegando la refriega hasta las calles de la localidad. Ha causado al enemigo 8 muertos y 6 heridos y ha tenido 3 muertos y 10 heridos. Señala como muy destacada al soldado Pablo Ortega que recibió siete heridas de un capitán francés al que logró dar muerte, en combate singular, delante de todo el pueblo, en el combate siguiente cayó del caballo y recibió un balazo en la pierna: …vive pero se duda de su curación

 14.- El Mariscal Soult es nombrado General en Jefe de Andalucía.

23.- Se celebra la sesión de la Junta Suprema en la que se eligen los diputados que Extremadura debe llevar a las Cortes.

25.- Desde Lisboa, don Pascual Tenorio de Moscoso hace llegar un informe a la Junta Suprema solicitando que se impida a los ingleses sacar más cabezas de ganado merino. El problema arrancaba del pago que exigían por los suministros, armamento o caballos, en ocasiones en dinero, o, mejor, en cabezas de ganado lanar. Lograron el permiso, los asentaron en su país y, dada la situación aótica de España, se estaban apoderando de todo el comercio y explotación de lana y carne.

27.- Elementos del Regimiento de Caballería Borbón sostienen encuentros con los franceses en la zona de Alconétar.

30.- Combate de Garrovillas en el que toma parte el Regimiento de Caballería Borbón.

 Agosto

5.- Las fuerzas del Marqués de la Romana salen de Badajoz en dirección a Zafra y Llerena, ocupados por la expedición del general francés Mortier.

11.- Batalla de Cantalgallo. El Marqués de la Romana intenta cortar el paso a las fuerzas francesas de Mortier que, al parecer, intentan alcanzar Portugal para cooperar con Massena. Los franceses ocupan las alturas, al oste de Villagarcía y los españoles la zona de Cantalgallo. Choque frontal y retirada ordenada de los españoles; la caballería del Brigadier Martín de la Carrera cubre el repliegue. Aunque puede considerarse una derrota de los españoles las fuerzas francesas, que saquearán los pueblos de los alrededores no continúan su marcha a Portugal. La Romana monta el Cuartel general en Almendralejo y, reforzado con la División portuguesa del General Madden, volverá a plantar batalla en Fuente de Cantos, a mediados de septiembre. Toman parte entre otros los regimientos españoles de Infantería Príncipe, Princesa, Navarra, Sevilla, León, Victoria, Cataluña y Fernando VII y de Caballería de la Reina.

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 26.- Real orden del Consejo Supremo de Regencia por el que se dispone que el número de vocales que han de constituir dicha la Junta de Extremadura queda establecido en nueve.

Septiembre

 8.- La Junta de Extremadura comunica a la Regencia que se ha cumplimentado la reducción del número de Vocales que la componen, quedando elegidos: Marqués de Monsalud, Francisco Romero de Castilla, Fructuoso Retamar, Vicente de Vargas, José Gallego, Andrés González Pacheco, Juan Cabrera de la Rocha, Manuel Madera y Luis María de Mendoza.

11.-Combates en Monesterio en los que intervienen elementos del Regimiento de Caballería Borbón.

14 y 15.- Combate de la dehesa del Campo (Fuente de Cantos). Intervienen los Regimientos de Infantería del Infante, Sevilla y Fernando VII, de Caballería Reina, Infante, Borbón y Sagunto, y de Caballería portuguesa nºs 3, 5 y 8, que forman la Brigada del General, inglés, Madden.

Choque con la caballería francesa y retroceso de la española que es reforzada por Madden y hace replegarse a los franceses a sus líneas. La gran cantidad de bajas españolas señalan , cuando menos, una victoria pírrica. Pocos días después el Marqués de la Romana, sin que nadie lo pidiera, acude a ayudar a los ingleses en Portugal, resignando el mando en el 2º Jefe Gabriel de Mendizabal.

16.- Orden del Marqués de la Romana, Cuartel general de Mérida, para que la Junta Suprema abandone Badajoz que, a su entender, debe considerarse como plaza sitiada.

20.- La Junta Suprema emprende la marcha de Badajoz, para establecerse en Valencia de Alcántara.

24.- Sesión inaugural de las Cortes de Cádiz. La representación extremeña, doce diputados, la forman: Pedro Quevedo Quintano, obispo de Orense y Presidente de la Regencia; José Casquete de Prado y Botello, obispo prior de San Marcos de León; Diego Muñoz Torrero, rector de la Universidad de Salamanca; Antonio Oliveros, canónigo en Madrid; Manuel Luján; Francisco Fernández Golfín, coronel; José María Herrera; Manuel María Martínez de Tejada; Juan Capistrano Chaves y Vargas; Gregorio Laguna, general, por la ciudad de Badajoz; Alonso María de la Vera y Pantoja, por la de Mérida y Francisco María Riesco por la Junta Suprema.

27.- Por decreto de la Regencia el General Menacho es ascendido a Mariscal de campo y designado gobernador de la plaza de Badajoz que debe considerarse en “estado de sitio” y, por

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 tanto, asume todas las competencias la autoridad militar.

Octubre

Establecida la Junta Suprema en Valencia de Alcántara, dispondrá la publicación de la “Gazeta de Extremadura” …a fin de que llevara sus órdenes a toda la provincia… En este mes sale su primer número, a cargo de don Ambrosio García Becerril, que en cierto modo es la continuación del “Diario de Badajoz”.

 Noviembre

1.- Jura en las Cortes de Cádiz su cargo como Diputado por la Provincia de Extremadura José María Calatrava, en sustitución del obispo de Orense Quevedo y Quintano que renunció a sus cargos políticos.

Diciembre

8.- Combate de Azuaga. Regimiento de Caballería del Infante.

10.- Por Real orden de este día el Ejército de Extremadura pasa a denominarse 5º Ejército.

31.- Soult parte de Sevilla contra Extremadura.

La marcha se ejecuta en dos columnas: A la derecha la mandada por Latour  Maubourg que avanza por Guadalcanal, Llerena, Usagre. A la izquierda la deSoult, con Mortier de segundo al mando por El Ronquillo, Santa Olalla, Monesterio.

La primera citada se compone de cuatro regimientos de Caballería del 1er cuerpo y la División de Infantería Girard, acantonada en Llerena desde otoño. La segunda compuesta por la División de Infantería Gazán -2ª del 5º Cuerpo- y la Brigada de Caballería Briche, da escolta al tren de sitio, 34 piezas de artillería y más de sesenta mil kilos de pólvora con 2000 bueyes de arrastre. Ambas columnas tienen previsto reunirse entre Los Santos de Maimona y Almendralejo.

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 5. AÑO 1811

Enero

 3.- La columna Latour encuentra en Usagre a la caballería del Ejército de Extremadura, que cubre la retirada de la División Mendizabal quien, por Mérida, cruza el Guadiana y no destruye el puente, como le había ordenado el Marqués de La Romana.

4.- Latour alcanza Almendralejo. En Calera de León fuerzas españolas de la División Ballesteros presentan resistencia a las fuerzas de Gazán y se repliegan a Fregenal, desde donde siguen amenazando el flanco francés. La columna de sitio de los invasores encuentra muchas dificultades en el camino y se halla muy retrasada y dispersa, cuando la cabeza alcanza Monesterio la cola se halla empantanada entre El Ronquillo y Santa Olalla.

Ballesteros, siguiendo órdenes, se dirigirá al condado de Niebla y el bajo Guadiana. Gazán le perseguirá inútilmente durante tres semanas, logrando así el general español dividir y distraer fuerzas importantes del escenario extremeño.

5.- La Brigada Briche alcanza Zafra.

6.- Briche se reúne con Latour.

7.- La caballería de Briche ocupa Mérida y explora la margen norte. Mendizábal se retira a la zona de Alburquerque. Latour toma posiciones en La Albuera para vigilar la guarnición de Badajoz y cubrir el movimiento contra Olivenza.

11.- Las fuerzas francesas llegan frente a Olivenza, plaza débilmente defendida, escogida como primer objetivo por Soult dada la lejanía de Gazán y el retraso de los trenes y bagajes.

Olivenza, mandada por el General Herck, no reunía condiciones de defensa, a pesar de lo cual Mendizabal, antes de su retirada, la había reforzado con una brigada lo que elevó el número de defensores a algo más de 4.000 hombres.

14.- El Marqués de la Romana ordena a la Brigada Carlos España, 1.500 hombres, que desde Abrantes marche a unirse a Mendizabal.

20.- El resto de fuerzas españolas en Portugal, Divisiones La Carrera y Carlos O’Donnell, parten de los alrededores de Lisboa hacia Badajoz.

23.- Se rinde, sin condiciones, Olivenza. Quedan prisioneros 4.000 hombres que serán conducidos a Córdoba. Muchos logran fugarse por el camino. La plaza es guarnecida por los franceses con un batallón de unas 400 plazas y un destacamento de zapadores encargados de reforzar las defensas.

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 Muere en Cartaxo (Portugal) el Marqués de la Romana Jefe del Ejército de Extremadura, se nombra para sustituirle al General Castaños y mientras se incorpora toma el mando el Teniente general Gabriel de Mendizabal.

Amplia reforma en éste 5º Ejército español:

El General Martín de la Carrera pasa a Jefe de Estado mayor del mismo, su División de anguardia la mandará el General Carlos España; el General Carlos O’Donnell es destinado a Cataluña y su División pasa al Mariscal de campo José Virués; la División Mendizabal la ocupará el Mariscal de campo Juan José García.

26.- Soult parte contra Badajoz y esa tarde alcanza la plaza. Se decide a sitiarla con tan pocas fuerzas -Gazán está en Huelva, dos batallones escoltan prisioneros, otro en Olivenza y el tren de sitio no acaba de llegar- ya que ha recibido órdenes del Emperador de mandar el Cuerpo de Mortier hacia el Tajo para cooperar con Massena en la invasión de Portugal. Piensa que amenazando Badajoz los aliados enviarán las fuerzas del Marqués de la Romana y alguna otra en su ayuda, descargando así la resistencia contra Massena.

En este día bloquea el sur de la ciudad y Latour, cruzando el Guadiana por Talavera la Real y el Gévora cierra por el norte.

28.- Comienzan por el cerro del Viento, al sur, las obras de sitio contra la plaza de Badajoz. La caballería francesa se apercibe de la presencia en Portalegre de fuerzas españolas.

29.- Las fuerzas españolas en Portugal alcanzan Elvas.

31.- Salida de los defensores de Badajoz contra las baterías del cerro del Viento, mueren el jefe de la fuerza española, Coronel Bassecourt, y el Comandante Cazín jefe francés. Toma parte el Regimiento de Infantería Sevilla

El Consejo de Regencia encomienda el mando del Ejército de Extremadura al General Castaños.

 Febrero

1.- Mendizabal, en Elvas, a donde llega con los restos de su División, la caballería de Butrón, procedente de Portalegre, y la portuguesa de Madden, venida de Campo Mayor, reúne cerca de 15.000 hombres.

3.- Gazán alcanza Valverde de Leganés, a donde ha llegado por Puebla de Guzmán, Cerro de Andévalo, Fregenal de la Sierra, Jerez de los Caballeros. Esa noche está en Badajoz, a tiempo para repeler una nueva salida de los españoles, por la Puerta de Palmas, contra las obras de aproche en la que participa el Regimiento de Infantería Sevilla y el de Caballería Sagunto.

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 4.- La artillería francesa abre el fuego contra la plaza de Badajoz. Muchos de sus habitantes la abandonan aprovechando que el sector norte no está suficientemente controlado.

5.- Ante el avance de fuerzas españolas la caballería francesa de Latour se repliega hasta Montijo, esa misma noche Mendizábal con sus 15.000 hombres acampa en Santa Engracia y rompe el bloqueo de Badajoz.

6.- Combate junto al puente del Gévora, en las inmediaciones de Badajoz. Intervienen los Regimientos de la Caballería portuguesa nº 3, 5 y 8.

7.- La guarnición de Badajoz, ampliamente reforzada, efectúa una salida contra las líneas francesas del cerro de San Miguel y el Almendro: la caballería portuguesa de Madden amenaza la izquierda francesa, por Puerta Palmas y cuatro batallones del General Carlos España salen por Puerta Trinidad hacia Picuriñas y el Almendro. Toman las posiciones enemigas aunque no pueden “clavar” toda la artillería; los franceses reaccionan con fuerzas superiores y en el repliegue los españoles sufren grandes pérdidas. Toman parte los Regimientos de Infantería Rey, Princesa, Sevilla y Cataluña y de Caballería Reina y Sagunto.

9.- Mendizábal retira de la plaza de Badajoz sus tropas y se establece de nuevo en las alturas de Santa Engracia.

10.- Reconocimiento armado sobre la cabeza de puente establecido por los franceses aguas arriba de Badajoz, toma parte el Regimiento de Infantería Princesa y el de Caballería Borbón.

11.- Los franceses toman por sorpresa el Fuerte de Pardaleras, inmediato y al sur de Badajoz.

13.- Soult bombardea desde el sur del Guadiana las posiciones españolas en Santa Engracia, éstas se alejan, perdiendo el apoyo, del Fuerte de San Cristóbal.

Operación de las tropas sitiadas en Badajoz contra un puente, levantado por los franceses, sobre el río Gévora. Intervienen los Regimientos de Infantería del Rey y del Príncipe.

Combates en Fregenal de la Sierra en los que toma parte el Regimiento de Caballería Santiago.

18.- Fuerzas de infantería francesa comienzan a pasar el río Guadiana, aguas arriba de Badajoz, para unirse a la caballería de Latour.

19.- Los franceses, mandados por Mortier, sorprenden a los españoles en las alturas de Santa Engracia. El Ejército de Extremadura, 5º Ejército español, sufre más de 800 muertos, 4.000 prisioneros, pierde la artillería y el bagaje… prácticamente desaparece. Entre otras Unidades destacan los Regimientos de Infantería Rey, Princesa, Zamora, Navarra, Sevilla, León, Victoria y Cataluña y de Caballería Santiago, Borbón y Sagunto.

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 Marzo

 2.- Salida de los defensores de Badajoz, tres compañías del Regimiento de Infantería del Príncipe, contra las posiciones francesas. Destruyen obras de aproche y recogen material de ingenieros.

El gobernador francés de Zafra, Coronel Niboyet, trás un juicio sumarísimo, sentencia a la pena de muerte al jefe de partida Manuel Rodríguez Mogena.

4.- Los franceses montan una batería de brecha contra la cortina del baluarte de Santiago, los defensores inician una nueva salida contra ella y el General Menacho, Comandante de la plaza que la dirigía desde la muralla, muere alcanzado por un grano de metralla en el vientre. Es relevado por el General Imaz. Toma parte en la salida el Regimiento de Infantería del Príncipe.

7.- La batería francesa de brecha inicia el fuego directo contra el muro de la plaza de Badajoz.

10.- En Badajoz el muro presenta una brecha de unos veinte metros. Soult intima a la rendición con condiciones honrosas.

11.- A pesar de la diversidad de opiniones entre la Junta de Jefes españoles, el general Imaz rinde a los franceses la plaza de Badajoz.

El Consejo de Regencia publica el “Reglamento provisional para el gobierno de las Juntas de Parovincia”.

14.- Soult, con ocho batallones de infantería y tres regimientos de caballería, sale de Badajoz para Sevilla. Mortier, Duque de Treviso, sale de Badajoz contra Campo Mayor. Latour Mabourg sale de Badajoz contra Alburquerque.

El Ejército de Extremadura queda prácticamente destruido y sus principales plazas fuertes neutralizadas. La frontera portuguesa queda de nuevo abierta para los franceses.

15.- Sin presentar batalla, el gobernador de Alburquerque, General José de Cagigal, capitula con sus 800 hombres del Regimiento de Infantería Fernando II y 17 piezas artilleras.

16.- Valencia de Alcántara es evacuada por las fuerzas españolas y ocupada por las francesas que toman la artillería y aportillan sus muros. La Junta Suprema se establece en Garrovillas.

21.- Tras seis días de dura resistencia capitula, con honores, la plaza de Campo Mayor.

22.- El Cuerpo aliado, al mando de Beresford, procedente de Abrantes alcanza Portalegre.

24 y 25.- Tras desmantelar las defensas de Campomayor los franceses conducen la artillería, 32 piezas de diversos calibres, y otros materiales, a Badajoz; son alcanzados por fuerzas británicas

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 y sostienen continuos enfrentamientos hasta llegar a dicha plaza con su botín.

27.- Los aliados ocupan Alburquerque donde se establecerá la caballería española de los Brigadieres Penne- Villemur y Pablo Morillo.

La caballería francesa del Barón de La Martiniére, con 1.500 caballos, ocupa Trujillo

28.- Los aliados recuperan Valencia de Alcántara.

La columna francesa de La Martiniére ocupa Miajadas y apresa a diversos alcaldes de la zona, exigiendo el pago de impuestos como rescate.

30.- Entrevista en Juromeña de los Generales Beresford y Castaños. Acuerdan combinar sus operaciones: Castaños ocupará Mérida y presionará en dirección sur y los aliados entrarán por el oeste, dirección Albuera Los Santos, Fuente de Cantos.

31.- La Junta Suprema acuerda pasar de Garrovillas a San Vicente de Alcántara.

 Abril

 1.- La caballería española del General Pablo Morillo alcanza Mérida, los franceses se repliegan a Almendralejo.

3.- Sobre un puente de circunstancias, levantado en la zona de Juromeña, las fuerzas aliadas comienzan a pasar el Guadiana.

7.- El General Castaños traslada su Cuartel general a la villa portuguesa de Vilaviçosa. Desde aquí desplegará una política amistosa y de estrecha colaboración con la Junta Suprema de Extremadura, todo lo contrario que su predecesor el Marqués de la Romana.

9.- Tras muchas dificultades, una vez completado el paso del Guadiana por los aliados, el General Beresford inicia su avance contra Olivenza, que quedará cercada este mismo día.

12.- Combates en Villafranca de los Barros en los que toman parte los Regimientos de Caballería de la Reina y Borbón.

14.- Reforzado el sitio de Olivenza con artillería y aportillada la muralla, los franceses deciden rendirse. Olivenza vuelve a ser española.

Fuerzas españolas de la División Ballesteros, que operaba en la zona de Niebla y bajo Guadiana, son empujadas por las francesas de Maransin que las derrotan en Fregenal de la Sierra, alcanzan Salvatierra de los Barros y entran en contacto con los aliados en Santa Marta.

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 16.- Combate de Los Santos de Maimona. Los regimientos portugueses de Caballería nº 1 y 7, se enfrentan a la retaguardia francesa de Latour., que se retirará a Sierra Morena, ocupando los españoles y aliados Zafra y Llerena en vigilancia de posibles contraataques.

18.- Desembarca en Ayamonte un cuerpo expedicionario que la Regencia envía en ayuda de Extremadura. Viene al mando del General Blake con las Divisiones Zayas y Lardizabal.

20.- El General Wellington llega a Elvas y al día siguiente se acerca a reconocer la plaza de Badajoz.

23.- Wellington dicta el plan de operaciones para el sitio de Badajoz y marca detalladas instrucciones a Beresford, en ellas le previene de que si Soult acude en ayuda de Badajoz puede plantarle batalla en Albuera o retirarse a Elvas o Portalegre.

La Junta Suprema, a instancias del General Castaños, sale para establecerseen  su Cuartel gneral de Santa de los Barros.

27.- La junta Suprema, procedente de San Vicente de Alcántara, se establece en santa Marta de los Barros. Estaba formada en aquellas fechas por: el marqués de Monsalud, Vicepresidente y Vocales, Marqués de la Alameda, Francisco Romero de Castilla, Fructuoso Retamar y Oliva, Juan Cabrera de la Rocha, Vicente de Vargas y Mateo Fernández Jara.

28.- El Regimiento de Caballería Borbón sostiene combates en la zona de Casas de Reina.

 Mayo

 5.- Los aliados establecen un puente de pontones sobre el río Caya para suministrar adecuadamente a las fuerzas que sitian Badajoz.

8.- Se abren las primeras trincheras contra Badajoz. La primera idea será atacar el Fuerte de San Cristóbal para dominar la margen derecha del Guadiana.

Tropas francesas se concentran en Sevilla para partir en ayuda de Badajoz.

10.- La columna del Mariscal Soult sale de Sevilla para Extremadura.

11.- El Ejército francés de Soult, en ayuda de Badajoz, alcanza Santa Olalla y entra en contacto con Latour Maubourg. Beresford manda avisos a Castaños y Blake para que se concentren en La Albuera como tenían previsto.

12.- Blake y su cuerpo expedicionario se encuentran en Barcarrota. Tras diversas tentativas, inútiles y con gran pérdida de vidas, contra Badajoz, Beresford decide levantar el sitio y enviar a Elvas la artillería y todo el material posible. Este “segundo sitio de Badajoz”, del 8 al 12 de mayo,

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 costó a los aliados más de 700 bajas.

La columna Soult alcanza Monesterio.

13.- Los franceses de Soult alcanzan Fuente de Cantos. La caballería aliada se repliega sin plantar combate, según instrucciones recibidas, pero sin perder el contacto a Fuente del Maestre y Santa Marta.

Beresford sale de Badajoz para Valverde de Leganés, donde conferenciará con Blake y trazará los planes de una posible batalla.

14.- La columna de Soult alcanza Fuente del Maestre y Villafranca de los Barros.

Blake se traslada de Barcarrota a Almendral.

15.- El ejército aliado se concentra en La Albuera, 35.284 combatientes. Los franceses ocupan Santa Marta y se extienden por el camino real hasta la margen derecha del arroyo Albuera, en las inmediaciones de la población, alrededor de 24.262 soldados.

16.- Batalla de La Albuera. El Ejército francés al mando de Soult acude en ayuda de la sitiada guarnición de Badajoz y las fuerzas aliadas les cortan el paso en dicha localidad, como tenían previsto. Choque frontal con cuantiosas bajas por ambos bandos que, de manera lógica, se atribuyen la victoria: los franceses no volverán a entrar en Portugal, a pesar de dominar Badajoz y sus almacenes, y los aliados no conseguirán recuperar dicha plaza hasta casi un año después.

Los aliados sufrieron 6.924 bajas y los franceses unas 7.900, La batalla dela Albuera fue la más sangrienta de la Guerra de la Independencia en proporción de los efectivos empeñados.

18.- El Ejército francés inicia su repliegue desde Albuera y débiles fuerzas aliadas le persiguen. Se combate en el bosque de La Natera, donde interviene, entre otros, el Regimiento de Infantería portugués nº 1. Los aliados retoman el cerco de Badajoz.

19.- Wellington, que se encuentra entre Nisa y Elvas de camino a Badajoz, recibe la noticia de la batalla de La Albuera.

20.- Soult alcanza Aceuchal y Solana de los Barros donde hay encuentros de retaguardia en los que. intervienen los regimientos de Caballería portuguesa nº 1 y 7.

21.- Soult alcanza Villafranca y Fuente del Maestre.

22.- Soult alcanza Usagre y Llerena. Deseando conocer la fuerza que le persigue destaca una gran fuerza de caballería, alrededor de 3.000 mandados por Latour Maubourg, para plantar combate.

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 25.- Fuerzas aliadas se establecen en las alturas de Santa Engracia para atacar el Fuerte de San Cristóbal de Badajoz.

25 y 26.- Combate de Usagre. Las fuerzas de Latour, tras rechazar diversas avanzadas españolas en Villagarcía alcanzan Usagre. Las fuerzas aliadas, al mando del General Lumley, de la que formaban parte los Regimientos de la Reina y Borbón, tres regimientos británicos, 3º de Dragones de la Guardia, 4º de Dragones y 13º de Dragones ligeros y cuatro regimientos portugueses, ocupan la orilla norte de un escarpado arroyo cuyo único paso estaba en la localidad, con un puente.

Sin haber reconocido adecuadamente el campo enemigo Latour comienza a atravesar y, cuando parte de sus fuerzas han ocupado la orilla opuesta, y sin tiempo a desplegar. son sorprendidos por la carga aliada que les causa, en muy poco tiempo 250 bajas entre muertos , heridos y prisioneros.

Latour desmonta a sus fuerzas y se atrinchera en el pueblo para cubrir el repliegue. En Usagre se mantendrá la línea de separación de ambos ejércitos durante cerca de un mes.

27.- Soult se detiene en Llerena y con su caballería cubre Usagre y Monesterio. La caballería aliada se establece en una línea entre Hinojosa y Fuente de Cantos aproximadamente. Soult pide a Marmont que baje de Salamanca, con el Ejército de Portugal, en ayuda de Badajoz.

Combate de Montemolín en el que toma parte el Regimiento de Infantería Cataluña.

Beresford cesa en el mando del ejército aliado en Extremadura, le sustituirá el General Hill.

28.- En esta fecha, siguiendo el Cuartel general del general castaños, la Junta Suprema esta asentada en Olivenza, donde comienza a publicarse la segunda época de la “Gazeta de Extremadura”.

31.- El General Hill alcanza Elvas, de camino a Almendralejo donde montará su Cuartel general.

 Junio

3.- Se abre el fuego de artillería de los sitiadores aliados contra Badajoz. Los objetivos en este tercer sitio de la plaza eran el Fuerte de San Cristobal y la Alcazaba, sector este.

Marmónt parte de Salamanca en dirección Extremadura.

5.- Marmont alcanza Ciudad Rodrigo.

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 6.- Asalto al Fuerte de San Cristóbal (Badajoz) saldado con un rotundo fracaso. Intervienen 180 voluntarios de los regimientos británicos 51º y 88º y portugueses del 7º, 17º y 19º.

9.- Segundo asalto contra el Fuerte de San Cristóbal. Toman parte 400 hombres de los regimientos 51º, 85º, Brunswick Oels y Cazadores Británicos y el 17º portugués. Fue rechazado con 54 muertos y 85 heridos.

La cabeza de la columna Marmont, General Reynier, atravesando por Baños y Béjar llega en este día a Plasencia.

10.- Ante el avance francés Wellington ordena levantar el sitio de Badajoz. En los dos días iguientes se efectuará una completa retirada de artillería, equipos y materiales.

11.- El General Reynier alcanza Almaraz.

13.- Desde el Sur, Soult ordena a sus fuerzas iniciar el movimiento hacia Mérida en dirección a Los Santos y Villafranca.

14.- El Regimiento de Infantería Murcia, muy destacado en la batalla de La Albuera, da escolta a la celebración del Corpus en Santa Marta cuando es sorprendido por una patrulla de caballería francesa con la que traba combate en las calles del pueblo hasta conseguir que se retire.

Marmont se incorpora a la retaguardia de su columna en Malpartida., cuando la cabeza de su columna, caballería ligera, entra en Trujillo.

La fuerzas francesas emprenden movimiento desde Llerena al norte.

16.- Fuerzas de Soult ocupan Villafranca de los Barros y Almendralejo.

17.- Las fuerzas de vanguardia del Mariscal Marmont alcanzan Mérida, que ya había sido ocupado por fuerzas del Mariscal Soult.

El ejército aliado al completo se retira a Portugal, a la línea Elvas-Campomayor-Ouguela.

El General Blake, con su cuerpo expedicionario, combatientes en La Albuera, atraviesa el Guadiana por Juromeña y se dirige al sur camino de Sevilla. La finalidad es amenazar la capital andaluza, Cuartel general francés, para hacer que Soult detenga su futuro avance hacia Badajoz y Elvas.

17.- Con toda precipitación la Junta Suprema abandona Olivenza para establecerse de nuevo en Valencia de Alcántara.

18.- Las fuerzas francesas en Mérida, alrededor de 60.000 hombres , inician el movimiento sobre Badajoz y La Albuera, esperando encontrar resistencia. Los aliados se han retirado y en la tarde del 19 alcanzarán Badajoz sin problemas.

20.- Marmont y Soult entran en Badajoz con todos los honores. Una columna se desplaza a Olivenza, que fue abandonada por los aliados el 17.

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 22.- Los franceses inician un reconocimiento general de las líneas aliadas en la margen derecha del Guadiana. El ejército aliado, unos 54.000 hombres, se encuentran bien asentados, en un frente de 32 kilómetros con tres fortalezas artilladas de apoyo y dispuestos a plantar batalla en un terreno muy favorable a la defensa. Los mariscales franceses renuncian a la iniciativa.

24.- Soult recibe noticias adversas de Andalucia y decide su regreso a Sevilla, dejando gran parte de sus fuerzas, al mando de Drouet, en ayuda de Marmont.

27.- Tras varios días de ocupación en espera de órdenes, la División francesa Godinot abandona Olivenza, volando sus muros, y se repliega a Valverde de Leganés.

28.- Godinot emprende la marcha al sur por Los Santos y Monesterio. Soult abandona Badajoz en dirección a Sevilla por el camino real.

 Julio

La primera quincena de este mes viene marcada por la labor, de las fuerzas francesas, de aprovisionamiento y municionamiento de Badajoz. Moviéndose en las comarcas limítrofes logran llenar los almacenes con víveres para seis meses para una guarnición de 4.000 hombres, que continuaría al mando del General Philippon.

11.- El Consejo de Regencia publica en Cadiz el “Reglamento para las partidas de guerrilla”.

12.- Combates en Arroyo de la Luz en los que interviene el Regimiento de Infantería León, son encuentros ligeros de patrullas.

15.- Marmont, que considera que Badajoz está suficientemente reforzada y las poblaciones de alrededor totalmente esquilmadas decide replegarse a diversos acantonamientos para facilitar su manutención. Establecerá una División en Trujillo, a mitad de la ruta entre el puente de Mérida y los pasos del Tajo. Drouet dejó la Brigada Briche, caballería ligera, en Santa Marta y se asentó con el resto de fuerzas en Mérida, Los Santos y Zafra. Los franceses quedan, pues, dueños de la “ruta de la plata” como vía principal de comunicaciones entre sus fuerzas.

18.- Los aliados, aquejados de los mismos problemas de suministro, tras su larga permanencia en la misma zona, que los franceses “rompen filas” para acantonarse. En la zona de Elvas, vigilando Badajoz, permanecerán la División 2 británica, en Vilaviçosa, y la División portuguesa Hamilton, en Fronteira.

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 Agosto

 28, 29.- Combates en Arroyo de la Luz en los que toman parte los Regimiento de Infantería León y Victoria y de Caballería Borbón.

30.- Patrullas del Regimiento de Caballería Borbón sostienen combates e Cáceres.

 Septiembre

 1 y 2.- Combates en Casar de Cáceres y Cáceres donde intervienen el Regimiento de Infantería de la Victoria y el de Caballería Sagunto.

14.- Combates en Cáceres donde toma parte el Regimiento de Infantería León.

17.- Combates en Montijo en los que interviene el Regimiento de Caballería Borbón.

Octubre

 Un verano muy caluroso y una sequía extrema, además de los movimientos de tropas en la primera mitad del año, habían dejado a los pueblos de Extremadura  n la última miseria, lo que impidió movimientos de tropas numerosas por la zona y una relativa calma, rota únicamente por ligeros encuentros de patrullas de reconocimiento o acciones de partidas guerrilleras.

Al comenzar octubre el Príncipe D’Erlon es el General en jefe de las tropas francesas del sur en la zona. Establece su Cuartel general en Almendralejo y el General Girard, con una Brigada y dos regimientos de caballería ligera domina Mérida y su puente.

La única zona donde podían conseguirse algunos suministros era en Cáceres y su comarca con sus cultivos de cereales y donde se aprovisionaban las fuerzas españolas del General Castaños, III Ejército, acantonados en torno a Valencia de Alcántara.

11.- Las fuerzas del general Girard salen de Mérida, 4.200 hombres de ellos 900 de caballería, con la finalidad de alcanzar Brozas y batir a las fuerzas españolas, principalmente de caballería mandadas por el Conde de Penne Villemur y establecerse en Cáceres para tomar todos los suministros de la zona. Est noche duermen en Montanchez.

12.- Las fuerzas españolas de Penne Villemur abandonan Cáceres, con dirección general a Salorino, tras reunirse con las tropas del Brigadier Morillo que desplegaba en Torremocha,

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sin presentar combate por inferioridad pero sin perder de vista a las fuerzas invasoras para informar de sus movimientos.

13.- La División francesa del General Girard ocupa Cáceres y avanza destacamentos a Malpartida, Casar de Cáceres, Arroyo de la Luz, donde combaten patrullas del Regimiento de Caballería de la Reina y otras localidades. Se traban diversos combates de patrullas y la falta de víveres hará que el saqueo por partede los invasores sea lo habitual.

El General Castaños que, estrechado en Valencia de Alcántara, había trasladado su Cuartel general a Alburquerque solicita el auxilio de los aliados.

15.- Fuerzas de caballería francesa sorprenden en Oliva de la Frontera a una partida de la milicia portuguesa escoltando una partida de ganado, 300 cabezas de vacuno y 2.500 ovejas, que le arrebatan y conducen a los almacenes de Badajoz.

22.- Las fuerzas aliadas, al mando del General Hill inician su movimiento en dirección Cáceres desde Portalegre.

23.- La columna del general Hill, por La Codosera, llega a Alburquerque.

24.- Las fuerzas aliadas se Hill se reunen en La Aliseda con fuerzas españolas mandadas por el General Pedro Agustín Girón.

25.- Informe de la Junta de Extremadura al Consejo de Regencia del estado calamitoso de diversas localidades del partido de Trujillo, con la finalidad d que se les considere como pago de impuestos reales todos los suministros efectuados a los ejércitos españoles. La regencia aprobará las decisiones de la Junta en 23 de noviembre. Pueblos arruinados: Trujillo, Casas del Puerto, Jaraicejo, Deleitosa, Campillo, Fresnedoso, Higuera, Romangordo, Mesas de Ibor, Castañar de Ibor y Villamesía.

Pueblos saqueados varias veces: Torrecillas, Aldeacentenera, Madroñera, Herguijuelas, Conquista, Santa Cruz, Puerto de Santa Cruz, Cumbre, Plasenzuela, Ruanes, Zarza de Montanchez, Salvatierra, Botija, Santa Ana y Garciaz.

Es ejecutado, en Valencia de Alcántara, Benito María de Ciria ·el Nerón de la Mancha”, gobernador josefino de Almagro, que había sido apresado el 29 de septiembre por una partida y conducido a Extremadura.

Combates en Arroyo de la Luz.

26.- Las fuerzas de Girad abandonan Malpartida, se reagrupan en Cáceres y por Torremocha retroceden sobre Mérida. El avance aliado es muy cauteloso y sus fuerzas no son apercibidas a pesar de mantenerse siempre a no más de una legua.

27.- Creyéndose Girad lo suficientemente lejos de Portugal hace noche en Arroyomolinos sin extremar las medidas de seguridad. Los aliados, por Aldea del Cano y Casas de San Antonio alcanzan Alcuéscar donde vivaquean.

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 28.- Batalla de Arroyomolinos. Las fuerzas aliadas, al mando del general  ritánico Hill, alcanzan en esta localidad a la División francesa de Girad que se replegaba a Mérida, su Cuartel general, desde Cáceres y su comarca. La derrota francesa es total y se le hicieron cerca de 1.000 prisioneros, entre ellos los generales Montbrun y Duque de Aremberg, se les tomó la artillería y el general Girard pudo huir a pie por las montañas. Intervinieron, entre otros el Regimiento de Infantería de la Victoria y el de Caballería Sagunto.

29.- Las fuerzas aliadas alcanzarán Mérida, de donde desalojan al General D’Erlon.

Poco después los aliados retornarán a sus bases en Portugal al no contar con fuerzas suficientes para una ocupación definitiva y los españoles volverán a sus bases en Cáceres y comarca.

 Noviembre

 1.- El General francés Demboski ocupa nuevamente Mérida y poco después se reocuparán Lobón. Talavera la Real y Arroyo de San Serván.

En esta fecha el General Girad, que había huido a pie, con 800 hombres, por Ibahernando, Zorita, Navalvillar y Orellana, entra en contacto con sus fuerzas.

 Diciembre

13.- Combate de Llerena. Encontramos algunos datos en el Historial del Regimiento de Caballería Algarbe:(21)

…No menos valientemente se porta este cuerpo en la toma de Llerena el trece de diciembre, si bien con la merma de tres soldados y el teniente, graduado de teniente coronel, comandante, D. Joaquín de Mera, uno de los oficiales más distinguidos en valor, talento y conducta. Pues apenas se presentó la partida de guerrilla enemiga, el comandante de ésta invita al español a un combate personal. Mera acepta el reto, y mandando uno y otro comandante hacer alto a  sus partidas, salen estos a medir el campo. Tenía Mera la desgracia de ser de  vista miope y por este defecto n  notó hasta pocos instantes de haber salido que  venía a su encuentro un soldado enemigo, el cual le disparó un pistoletazo en la  cabeza. Entonces los franceses ac meten para llevarse al herido; más los soldados algarveños al ver un hecho tan inicuo, los cargan con tal furor que haciendo morder la tierra al comandante contrario y a una porción

(21) Conde de Clonard, tomo XV.

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de individuos detropa, recogen a su desgraciado jefe que a poco tiempo espiró en brazos de sus valientes soldados. Esta muerte fue sentida no solo del general en jefe marqués de la Romana, que había vuelto a mandar el ejército, sino también de los demás generales, tropas y pueblos que conocían las relevantes prendas de Mera.

 En esta acción desgraciada fue hecho prisionero el capitán don Basilio  Cabaleri. Obligado por los enemigos a que declarase el número de tropas que tenía el ejército español, con expresión de cada arma, y que generales había, contestó que no podía satisfacer esas preguntas por hacer mucho tiempo se hallaba empleado en partidas avanzadas. Semejante respuesta no llenaba naturalmente os objetos del interrogatorio, y se le volvió a intimar que sería fusilado si no decía la verdad; pero el heroico Cabaleri replica con valentía: “hace o que queráis de mi; nada puedo añadir a lo que tengo dicho.” El enemigo ealizó su amenaza; Cabaleri fue pasado por las armas en diez y siete de mayo. Enterado el general en jefe marqués de la Romana por los desertores y prisioneros de un hecho tan cruel, de los doce sables de honor que recibió de la Regencia para distribuirlos a los que más se distinguiesen, destinó el primero al valiente y leal Cabaleri, mandando se entregara a un hermano suyo que era canónigo de Sevilla; y no habiendo podido recibirlo éste por haberlo llevado a Francia prisionero el gobierno intruso, se hizo cargo de este honroso premio, su anciana madre…

 16.- El General Ballesteros se apodera de los molinos que, en los alrededores de Llerena, trabajaban para los franceses destruyéndolos y apoderándose de toda la harina.

17.- El General Mendizabal se establece en Bienvenida. Los franceses desalojan Villagarcía y Llerena trasladándose a Azuaga. Combates de patrullas en Berlanga.

18.- El General Butrón con caballería española persigue a los franceses de Azuaga, donde se combate, aunque no logran desalojar al enemigo.

19.- Los franceses abandonan Azuaga en dirección a Guadalcanal.

27.- El General Castaños propone al Teniente coronel Carlos de Haro, Gobernador militar de la villa de Gata, como Vicepresidente de la Junta de Partido de las Sierras de Gata y San Martín.

29.- Combate de Membrío. El general francés Neveux vence al británico Hill.

31.- Combate de Mérida. Interviene el Regimiento de Caballería portuguesa nº 4.

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 6. AÑO 1812

Enero

En este mes toma el mando de la Capitanía general de Extremadura don Juan Nieto y Aguilar, II Marqués de Monsalud.

1.- Fuerzas francesas procedentes de Fuenteovejuna entran en Azuaga y Valverde de Llerena. Su objetivo es recuperar Llerena y sus almacenes de suministros.

Combate de Almendralejo. Intervienen los regimientos de Caballería portuguesa nº 4 y 10.

3.- Combate de Fuente del Maestre. Interviene el Regimiento de Caballería portuguesa nº 4.

19.- Las tropas aliadas toman la plaza de Ciudad Rodrigo (Salamanca).

31.- Acción del camino de La Albuera (Badajoz). Efectuada por la partidadel Comandante Joaquín Sierra, en el arroyo Mimbrero, junto al cortijo de Laguna, sobre el camino Real a Sevilla.

Con su partida embosca un convoy de suministros para el Badajoz ocupado.  En un primer ataque se apodera de 21 caballerías mayores y monta a su infantería, y él mismo, sobre los mulos para dar más sensación de fuerza. Los arrieros andaluces y la escolta le hacen frente, pero valiéndose de la sorpresa mata a uno de los arrieros y a siete granaderos de escolta.

La escolta reacciona y forma el cuadro protegiendo a cerca de 800 ó 900 caballerías y ante eso se retira al monte cercano, se reagrupa yse dirige a Valencia de Alcántara, donde firma el parte el 2 de febrero, señalando además que solo había recibido 1.000 cartuchos de los 2.000 que había pedido, que en la refriega le aprisionaron un hombre al que hubo de rescatar a viva fuerza porque lo pasarían por las armas …como el haría con los franceses…, que por el camino abandonó cuatro de las caballerías por no poder seguir el ritmo y que las otras las había vendido en la localidad para cubrir los gastos de caballería.

Febrero

La Junta Suprema acuerda suspender la publicación de la “Gazeta de Extremadura” debido a sus gastos. La publicación continuará merced al impulso del Marqués de Monsalud.

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 16.- Procedentes de sus posiciones en la zona de Ciudad Rodrigo, casi todo el Ejército de operaciones se encuentra en este día acantonado en la zona de Elvas (Portugal).

25.- Artillería británica llega a Elvas.

Marzo

 5.- Wellington sale de Freineda para la zona de Badajoz.

8.- El tren de artillería de sitio, del Ejército aliado y compuesto de 52 piezas, se encuentra reunido y aprestado en las inmediaciones de Elvas. Wellington dispone para su empleo de 300 artilleros ingleses y cerca de 600 portugueses. Al mando de la Artillería estaba el Mayor Alexander Dickson y como jefe de los Ingenieros se nombró al Coronel Fletcher

12.- Wellington establece su cuartel general en Elvas.

14.- El tren de sitio aliado inicia su movimiento desde Elvas contra Badajoz.

15.- Los aliados montan un puente de pontones sobre el Guadiana, unos 12 kilómetros aguas abajo, aproximadamente entre Telena y Albalá. Comienza el cruce de Unidades.

El General Hill reune sus fuerzas entre el río Zapatón y Alburquerque.

16.- Las Divisiones británicas 3, 4 y Ligera, cruzan el Guadiana e inician el cerco de Badajoz, en lo que será el cuarto sitio plantado contra esta plaza fuerte a lo largo de la Guerra de la Independencia.

El General Graham, con las Divisiones británicas 1, 6, 7 y la Caballería de Slade y Marchand, unos 19.000 hombres, toma el camino de Sevilla, por Santa Marta y Villafranca de los Barros, para dar cobertura a las fuerzas sitiadores por el sur del Guadiana. El General Hill, División 2 británica, División portuguesa Hamilton y Caballería de Long y Campbell, unos 14.000 hombres, avanza por Montijo y Mérida para dar cobertura por el norte del río.

17.- Hill ocupa Mérida y despliega unidades en los alrededores en persecución de los franceses.

Se completa el cerco sobre Badajoz y se inician los trabajos de aproche que, en un primer momento parten del Cerro de San Miguel, al sueste de la ciudad, contra el Fuerte de la Picuriña.

19.- Salida de los defensores franceses de Badajoz contra las obras británicas de cerco en el Cerro de San Miguel.

25.- En la noche de éste día los sitiadores aliados toman por asalto el Fuerte de la Picuriña en Badajoz.

27.- El General Graham alcanza Maguilla y Valencia de las Torres.

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 29.- Salida de los defensores de Badajoz contra los aliados en la margen derecha del Guadiana. Fue rechazada rápidamente.

31.- Hill detiene la persecución y se establece en Mérida.

 Abril

 1.- En Granja de Torrehermosa fuerzas francesas en retirada sorprenden a fuerzas de caballería británicas causándole diversas bajas.

2.- La columna de Graham recibe orden de establecerse en Fuente del Maestre, Almendralejo y Villafranca de los Barros, una División en cada localidad, deteniendo la persecución de las fuerzas francesas.

5.- Las brechas abierta en los baluartes de Trinidad y Santa María, en la  muralla sur de Badajoz se encuentran practicables según los sitiadores aliados. Los franceses las defenderán con toda clase de artificios explosivos y elementos varios que harán imposible su accesibilidad.

6.- A las 22 horas de este día se dispone el asalto general a la plaza de Badajoz. La columna Picton, División 3, atacaría por el sector este, hacia el castillo, más bien con finalidad de diversión. El ataque principal lo llevarían la División 4, Genera Colville, contra la brecha de la Trinidad y la División Ligera, a la izquierda, contra la brecha de Santa María. Por último la División 5, General Leith, se ocuparía del sector oeste atacando el baluarte de San Vicente.

El ataque principal sobre las brechas fue un sonoro fracaso por las acertadas disposiciones de los defensores, que produjeron una auténtica matanza entre los atacantes. Hubo de ser Leith el que penetrara por San Vicente, junto a la Puerta de las Palmas, girando a la derecha para coger de flanco a los defensores de la brechas el que ayudara a desenredar la situación. Picton ya hacía tiempo que había tomado el castillo, sorprendiendo a la débil defensa, y lo ocupaba sin poder salir de él.

El General Philippon al ver atacantes dentro de la ciudad, en varios puntos, decide retirarse al Fuerte de San Cristobal, donde se rendirá al amanecer del día

8.- El Mariscal Soult recibe en Villafranca de los Barros la noticia de la rendición de Badajoz, que durante varios días será saqueada por los asaltantes británicos, que causarían más daño en la población civil de los que habían provocado los ocupantes durante cerca de un año.

24.- Wellington ordena a Hill que se prepare para atacar “Lugar Nuevo”, en las proximidades de Almaraz.

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 Mayo

 Dueño Wellington de la frontera portuguesa decide asestar un golpe por la zona norte, Salamanca, lo que le permitiría penetrar en Castilla y cortar las principales vías de comunicación con Francia, quedando casi aislados los ejércitos franceses de Andalucía y del centro.

El llamado Ejército francés de Portugal, establecido en Salamanca y nortede Cáceres, era dueño del Camino Real de Madrid, lo que permitía una rápida reunión de éste ejército con el de Andalucía, como ya había sido probado anteriormente.

7.- Wellington despacha la orden de ataque a Lugar Nuevo, puente de barcas establecido y custodiado por los franceses en las inmediaciones del derruido puente de Almaraz.

El Mariscal francés Marmont ordena al General Foy, División 1, que refuerce la vigilancia de Lugar Nuevo.

11.- El general británico Hill parte de Almendralejo en dirección Mérida, donde ha de reunirse con nuevas fuerzas para dirigirse a Jaraicejo.

12.- El Regimiento de Infantería 2º de Jaén entra en Olivenza, donde permanecerá hasta el 20.

13.- Hill atraviesa el Guadiana por Mérida y toma el camino de Madrid, el

14 pernoctará en Villamesía y el 15 en Trujillo.

16.- Las fuerzas de Hill se establecen en un bosque cercano a Jaraicejo con la misión de sorprender al día siguiente a las guarniciones franceses en el puerto de Miravete.

17.- Las tropas del General Hill, divididas en tres columnas, dos para atacar la altura de Miravete y una para atacar lugar Nuevo son advertidas por los franceses, bien atrincherados en el castillo antiguo y otras obras controlan el paso.

18.- Al anochecer de éste día Hill con su columna de ataque inicia el avance por el Paso de la Cueva hacia La Higuera y Romangordo , para alcanzar su objetivo, Fuerte Napoleón, al amanecer del 19.

19.- El paso del río Tajo estaba custodiado al sur, margen izquierda, por el llamado Fuerte Napoleón, en una altura que dominaba el paso y una obra fortificada en la misma orilla, cabeza de puente, y por el norte, margen derecha, por una pequeña luneta y el llamado Fuerte Ragusa.

Hill despliega sus 3.000 hombres, sin ser notado, muy cerca de Fuerte Napoleón, defendido por unos 200 franceses. Al amanecer se inicia un ataque de diversión en las alturas de Miravete y poco después el asalto de unos 500 hombres contra el Fuerte Napoleón y la obra de la orilla, otros 500 soldados aliados, permaneciendo el resto como reserva en caso necesario. Tras una primera  resistencia francesa, muy dura, son superados y deben replegarse a la cabeza de

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puente, donde el pánico se apodera de la guarnición que incluso se arroja al río para escapar. Al norte Fuerte Ragusa intenta ayudar , con sus fuegos de artillería,pero al ver a los aliados atravesar el el Tajo se dan a la fuga sin combatir.

Los ingleses se apoderan de Lugar Nuevo y algunas patrullas llegan incluso a Almaraz, luego destruyen todas las obras y el puente de barcas, dejando imposible el paso del Tajo.

20.- Se retiran todas las fuerzas aliadas de la zona de Mirabete. Hill permanecerá dos días en Trujillo antes de alcanzar Mérida el 27.

21 y 22.- Escándalo en Valdefuentes donde un teniente del Batallón de Infantería de Mérida se conduce de manera violenta contra las autoridades reclamando diversas raciones de pan y carne.

24.- Los franceses reaccionan tarde ante esta sorpresa y, no pudiendo pasar el Tajo en este punto, el General Foy lo hará por el Puente del Arzobispo el 21. Alcanzan el 22 Bohonal y al día siguiente Romangordo. El 24 Jaraicejo y Trujillo el 25.

Coincidiendo con esta operación, el General Wellington encarga al Coronel Sturgeon y al Mayor Todd el arreglo del Puente de Alcántara.

28.- Tras dejar patrullas en el Puerto de Santa Cruz y Trujillo, el General Foy retrocede por la comarca de Guadalupe. Alcanza Torrecilla esta noche y Castañar al día siguiente.

 Junio

1.- El Regimiento de Caballería Sagunto sostiene combates en Santa Marta de los Barros.

5.- Combates en Usagre, donde toma parte el Regimiento de Caballería Sagunto.

10.- Combate de Berlanga. Interviene el Regimiento de Caballería Sagunto.

11.- El Puente de Alcántara queda practicable, incluso para la artillería, lo que significa una mejora de las comunicaciones norte sur de las fuerzas aliadas;que tiene mucho más valor al contar con la pérdida francesa del paso del Tajoen Lugar Nuevo.

Combate de Maguilla.

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 Julio

 24.- La Regencia confiere la Capitanía general de Extremadura y la Presidencia de la Real Audiencia al Marqués del Palacio, Domingo Mariano Traggia y Uribarri .

 Octubre

 24.- Se constituye la Diputación provincial de Extremadura y se disuelve la junta Suprema de Extremadura.

 

7. FUENTES DOCUMENTALES.

 ARCHIVO GENERAL MILITAR DE SEGOVIA, Hojas de servicio y expedientes personales.

ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE BADAJOZ, Colección Documental de la Junta Suprema de Extremadura, Comisión Militar,

 INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA MILITAR, Madrid, Colección documental del Fraile.

8. BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.

 – ALBA ABAD, J. Parte activa que tomaron las armas de Infantería y Caballería en los diversos combates que tuvieron lugar en la provincia de Badajoz con motivo de la Guerra de la Independencia, Badajoz, Ateneo, 1908 (22).

– CHABY, CLAUDIO DE, Excerptos históricos e collecçao de documentos…, Lisboa, Imprensa Nacional, 1875.

– CLONARD, Conde de, Historia orgánica de las Armas de Infantería y Caballería, Madrid, 1851-1859.

– FLETCHER, I. Badajoz 1812, Wellington’s bloodiest siege, Oxford, Osprey Publishing, 1999.

– FREIRE LÓPEZ, ANA Mª. Índice bibliográfico de la Colección Documental del Fraile, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1983.

– GÓMEZ DE ARTECHE, J. Guerra de la Independencia. Historia militar de España de 1808 a 1814, Madrid, Imprenta del Crédito Comercial, 1868.

(22) …Obra premiada por el Ateneo de Badajoz en el Concurso de 16 de Abril de 1908…

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 – GÓMEZ VILLAFRANCA, R. Extremadura en la Guerra de la Independencia Española, Badajoz, Tipografía Uceda Hermanos, 1908 (23).

– LAMARE, C. Relación de los sitios y defensas de Olivenza, Badajoz y Campo Mayor en 1811 y 1812, Badajoz, Tipografía La Alianza, 1934.

– LAMILLA PRÍMOLA, J. “La Guerra de la Independencia en Fuente de Cantos a  la luz de los Libros sacramentales” en VII Jornada de Historia de Fuente de Cantos, Badajoz, Diputación Provincial, 2007.

– MELÉNDEZ TEODORO, A. Apuntes para la historia militar de Extremadura, Badajoz, 4 Gatos, 2008.

– REGIDOR, DIEGO B. “Reseña de la batalla de Canta-Gallo (Llerena) aclarando a cual de los dos ejércitos beligerantes correspondió la gloria en aquella jornada” en Revista Archivo Extremeño nº 4, Badajoz, 25 mayo 1908, página 112.

– RINCÓN GIMÉNEZ, J. Periódicos y Periodistas Extremeños (De 1808 a 1814), Badajoz, Editor Vicente Rodríguez, 1915.

– SÁNCHEZ ALZÁS, CARLOS J. “La presencia francesa en Plasencia durante la Guerra de la Independencia (1808-1812)” en Revista Alcántara nº 59-60, Diputación Provincial, 2004.

– SAÑUDO, J. J. Base de datos sobre las Unidades militares en la Guerra de la Independencia española, Madrid, Minisdef/Instituto de Historia y Cultura Militar, 2007.

– SARMIENTO PÉREZ, JOSÉ, La Junta Suprema de Extremadura en la Guerra de la Independencia Española, Badajoz, Junta de Extremadura/Consejería de Cultura, 2008.

– SERVICIO HISTÓRICO MILITAR, Diccionario bibliográfico de la Guerra de la Independencia Española, Madrid, Talleres del Servicio Geográfico, 1944-47.

– SERVICIO HISTÓRICO MILITAR, Guerra de la Independencia, ponente Juan Priego López Madrid, editorial San Martín, 1989-2000.

(23)  Hay una reedición, solo de la 1ª Parte, en : … Badajoz, Muñoz Moya Editores Extremeños, 2004, impresa en Sevilla.

Dic 042013
 

Juan Antonio González Caballero. 

 

   ● Trayectoria vital hasta ser nombrado Diputado en las Cortes de Cádiz

 Nació Diego Francisco Muñoz Torrero en el municipio de Cabeza del Buey (Badajoz) el 21 de enero de 1761. Su familia era de origen modesto[2], pero cuando nació Muñoz Torrero, su familia pertenecía a la clase media[3] del municipio.  No poseían ningún título nobiliar, aunque esto no implicaba que la familia no hubiese ejercido algún cargo dentro de los oficios concejiles del municipio, al tiempo que por tradición familiar, varios de sus miembros se habían dedicado al oficio de la fe. El padre de Muñoz Torrero, Diego Antonio Muñoz Torrero, pertenecía a una de las familias acomodadas y de cierta influencia política dentro del pueblo, se había licenciado por la Universidad de Salamanca en la especialidad de Farmacia y en Cabeza del Buey ejercía de farmacéutico y de profesor de Latín, además de algún cargo dentro del ayuntamiento. La madre de Muñoz Torrero se llamaba María Francisca Ramírez Moyano y tenía veinte tres años de edad cuando se casó con Diego Antonio, tuvo dos hijos con éste, uno es el protagonista de esta comunicación y el otro es su hermana llamada María Ursula, ambos nacidos en un corto período de tiempo, lo que melló la salud de María Francisca de tal modo que falleció al poco de nacer su hija. 

 

Muñoz Torrero comenzó sus estudios en su pueblo, demostrándose muy pronto su buena aplicación e interés en los mismos. Su padre pronto lo encaminó por la vía de la carrera eclesiástica, una de las pocas opciones que podía tener Muñoz Torrero, como habitante del pueblo llano que era, para poder alcanzar cierto renombre y desahogo[4] vital. Esto no quita del hecho de que el propio Muñoz Torrero sintiera la llamada de la fe para dedicarse al oficio de la religión, hay que tener en cuenta que estamos en una sociedad, donde la religión era vivida con auténtica pasión y devoción. Al tiempo que parecía resolverse el futuro del joven, éste destacaba en los estudios de Latín impartidos por su padre, lo que le llevó a que a la temprana edad de once años[5], corría por tanto el año de 1772, le acompañara a la Universidad de Salamanca para que prosiguiera allí sus estudios, aunque no aparece constancia como registrado como estudiante en los archivos de esta institución hasta 1776[6].

 

Estos años son los años del reformismo de Carlos III que impregnan todos los ámbitos de la vida política, social, cultural y económica de la nación española. Por tanto la vetusta Universidad salmantina no iba a verse a salvo de tales reformas, dentro de ella se vivía un intenso debate entre diversas fuerzas sociales e intelectuales, unas mas apegadas al reformismo y a la luz de la ilustración y de la razón humana[7] y otros mas apegadas al conservadurismo y encajonados en los dictados bíblicos[8].Las materias impartidas, los libros y las Cátedras sufrieron una revisión profunda[9], al aprobarse en 1771 un nuevo Plan General de Estudios, que modernizaba la institución salmantina al acorde de los nuevos tiempos de la luz de la razón. En estos años en Salamanca se podía respirar por tanto un nuevo aire que impregnaba las viejas aulas universitarias, eran los aires de la ilustración y del primitivo liberalismo, un aire que venía de más allá de los Pirineos y que poco a poco se extendía por la Península. Ciencias como las matemáticas, la física, la medicina, las ciencias naturales o la jurisprudencia sufrían un renovado ímpetu acorde con los nuevos tiempos[10]. Por tanto, es plausible pensar que Muñoz Torrero se viera impregnado de este renovado e ilustrado ambiente cultural, matriculándose el 10 de enero de 1777, una vez demostrados sus conocimientos en lengua latina, gramática y retórica en la Facultad de Artes (Filosofía), pasando a residir en el Colegio Mayor Calatrava. Muñoz Torrero era un alumno aplicado y trabajador[11] quedando constancia de su buen espíritu y constancia de sus estudios en las notas  y citas que sus profesores hacían de él.  A finales de 1778 obtiene, previo examen, el título del Bachillerato en Artes, lo que le permitía el ingreso en cualquiera de las facultades mayores.

 

En lo siguientes años orientará su formación hacia los estudios teológicos y filosóficos, que le servirían de base para su carrera eclesiástica. El 11 de junio de 1783, con 22 años, se gradúa como Bachiller en Teología, prosiguiendo los estudios con el fin de Licenciarse. Sus notas, actitud y trabajo son de sobresaliente, lo que hace que sus profesores se fijen en él para nombrarlo en 1784 primeramente Catedrático de Filosofía en sustitución de un profesor convaleciente y dos años después Catedrático de Regencia de Artes. Durante este periodo de febril actividad académica, el joven Muñoz Torrero se decide definitivamente por la vida religiosa. Un par de años después consigue el grado de Licenciado en Sagrada Teología y es reconocido por el claustro de profesores como una persona de gran categoría intelectual y humana, lo que hace que, apenas transcurridas tres semanas desde su nombramiento como licenciado, sea elegido Rector. El cargo de Rector por esta época era detentado durante dos años y demuestra el alto grado de estimación al que había llegado el protagonista de este relato entre sus compañeros de carrera y profesores, y aunque su posesión estaba aparejada a numerosos gastos que corrían de la cuenta del titular, esto no achanto de ninguna forma a Muñoz Torrero, para ejercerlo. Con apenas 27 años ejercía de Rector, de la universidad española más importante de la época, el joven Muñoz Torrero, que declaro durante la presidencia de su primer Claustro:

 

Muy gozoso me hallo por la obtención de tan honrado empleo (…) ofrecía y dedicaba (su persona y empleo), desde luego, al servicio de la universidad, esperando que por ésta se le comunicasen las órdenes y preceptos necesarios para ponerlos en ejecución con toda puntualidad, exactitud y debido cumplimiento”[12]

 

Ejerció en su nuevo puesto de forma inteligente y cordial, entregado al trabajo que se le encomendaba y totalmente respetuoso con la tradición universitaria y con la institución a la que representaba[13]. Introdujo algunas novedades, que a su modo de ver podían hacer mejorar la investigación y el progreso de la docencia en el seno de la Universidad, pero del mismo modo, le toco el ejercicio de su cargo durante unos años difíciles, cuando el temor a la Revolución se extendía por toda Europa y las luchas dentro de la universidad a favor y en contra de las nuevas filosofías y conocimientos estaban a la orden del día. Además de estos “nuevos peligros” acordes con los acontecimientos históricos del momento, hay que señalar que en su conjunto la Universidad española estaba en clara decadencia, faltaban los medios y quizás los espíritus para renovarla y hacer que sus programas de estudios fueran mas acordes con los nuevos tiempos, dotándolos de la energía y de los medios para llevarlo a cabo.  A pesar de todas estas dificultades, Muñoz Torrero no desfalleció en su trabajo y siempre lucho por la calidad de los estudios universitarios impartidos en Salamanca. Durante su ejercicio como Rector llevó a cabo una serie de medidas que demuestran el alto grado de esfuerzo y valía personal que puso en su trabajo, entre otras medidas son a destacar las siguientes: la conservación de la colección de Yerbas existente en la Universidad; su particular interés por el incremento de los fondos existentes en la Biblioteca Universitaria; su actuación positiva para solventar los conflictos existentes entre las Facultades de Medicina y Artes por un lado, y las de Teología y Jurisprudencia por otro; el esfuerzo que le supuso la creación del Colegio de Filosofía; su preocupación por la reforma de los métodos de enseñanza en todos los centros universitarios, especialmente en Filosofía, Matemáticas y Medicina o la labor desarrollada en materia de cambio de planes de estudio, prácticas académicas y libros de textos; son todas estas acciones, ejemplo de la capacidad de trabajo y dedicación que Muñoz Torrero ejerció durante su rectorado de la Universidad. Durante los dos años de su rectoría, de noviembre de 1787 a 1789, además de llevar a cabo todos proyectos antes mencionados, dedicó Muñoz Torrero su tiempo libre a la lectura, sacando provecho de la rica biblioteca de la Universidad, donde sin duda consultaría no sólo obras de teología y filosofía, sino también toda producción extranjera novedosa sobre asuntos de reformas políticas y sociales, conociendo en profundidad los acontecimientos acaecidos en Francia y el sistema de gobierno inglés. Sin lugar a dudas, fue durante estos años cuando Muñoz Torrero fue configurando su personalidad, llenándola de valores políticos e intelectuales que tanto le iban a guiar en los futuros años, durante su actividad parlamentaria en las cortes gaditanas. También acudía durante estos años a las tertulias organizadas por el abogado Ramón de Salas en su casa o en su despacho, donde militares, juristas, estudiantes, nobles o filósofos intercambiaban ideas y opiniones, todas ellas encuadradas en el espíritu de los nuevos tiempos. Durante esta época trabó amistad con diversos personajes, que nutrirían posteriormente las filas del liberalismo, como el poeta Manuel José Quintana[14]. Concluido su ejercicio como Rector, decidió dedicarse en exclusiva al ejercicio de la vida religiosa, abandonando la Universidad.

 

Desde el abandono de la universidad hasta la primavera de 1808, las noticias sobre la  vida de Muñoz Torrero son escasas. Si hay constancia de que Muñoz Torrero se trasladó a finales de 1792 a Madrid, para opositar a una de las capellanías que se encontraban vacantes adscritas a la iglesia de San Isidro[15]. Quiso la historia que en esta misa época el también extremeño Manuel Godoy llegara a la calidad de Primer Ministro del Reino, aunque esta coincidencia de origen de poco sirvió a Muñoz Torrero para acceder a la capellanía que opositaba, pues a pesar de realizar brillantes ejercicios, al final la capellanía fue dada a uno de los adictos a Godoy. A pesar de esta injusticia, quiso la suerte del destino sino es mejor decir la valía propia de Muñoz Torrero, que el Marqués de Villafranca del Bierzo se fijara en su persona para concederle una canongía, como patrono que era de una Colegiata[16]. A partir de este momento las noticias sobre la vida de Muñoz Torrero son mayores, corriendo ya el año de 1808; permanecerá ocupando la canongía hasta su traslado a la Isla de León, a finales del verano de 1810, en la condición de diputado por la Provincia de Extremadura. Es a partir de estos años cuando Muñoz Torrero comienza a labrarse su puesto en la historia de España, al tiempo que los avatares de este personaje comienzan a entrelazarse con la patria a la que defendería en contra del invasor francés. Se suceden los acontecimientos de mayo de 1808 en Madrid, de los que no es ajeno Muñoz Torrero, pues es uno de los que arengan al pueblo madrileño en contra del invasor[17]; tras estos hechos, se dedica a organizar en la clandestinidad la resistencia patriótica y se pone en contacto con amigos y afines de la causa patriótica de Andalucía y Extremadura[18]. Testimonio excepcional de los acontecimientos de 1808 sobre suelo extremeño nos lo da José María Blanco White que en el momento del alzamiento se encontraba viajando por tierras extremeñas, pudiendo ver la “ciega ira del pueblo” contra todo aquel que fuera sospechoso de colaborar con los franceses y que en mas de una ocasión pusieron en serio peligro al escritor y sus acompañantes; algunas de su impresiones fueron:  “En muchos pueblos importantes, la capa de patriotismo había servido de excusa para entregarse a la desdichada propensión que tienen los españoles del sur a derramar sangre y que deslustra sus muchas buenas cualidades (…) la mayor parte de los asesinatos que nos contaron eran de españoles que con toda probabilidad debieron su triste suerte a envidias y venganzas particulares, y no a sus opiniones políticas” , en el pueblo de Almaraz sus habitantes declaraban a las autoridades: “queremos matar a alguien señor (…) En Trujillo han matado a uno; en Badajoz, a uno o dos; en Mérida a otro y nosotros no queremos ser menos. Señor, queremos matar a un traidor[19].”

 

            Muñoz Torrero añadió su granito de arena, con sus sugerencias y consejos a diversos personajes, para organizar las Juntas de Defensa contra el enemigo francés. Se ve pues en la actitud tomada por Muñoz Torrero, ante los acontecimientos extraordinarios por los que pasaba la nación, a un religioso con ideas políticas liberales, un liberalismo eso si, con carácter moderado, que defiende la independencia de su patria frente a la invasión extranjera y que defiende al mismo tiempo, el derecho y la soberanía del pueblo para defenderse contra la agresión llegada de allende de los Pirineos. A medida que se alargaba el conflicto contra el francés, aumento la opinión de que era necesario la convocatoria de Cortes, ante los continuos reveses militares, pues muchos eran de la opinión de que parte de estos desastres, se debía al echo de carecer de instituciones adecuadas, que hicieran frente a los acontecimientos tan extraordinarios por los que atravesaba el país[20]. Si la guerra contra Francia había contribuido decididamente a afirmar el concepto de nación española entre las gentes que se levantaban en armas[21], será bajo la supervisión de la burguesía revolucionaria auténticamente afrancesada, en Cádiz, cuando se de consistencia legal y constitucional a este concepto[22]. De todas formas, en opinión de diversos historiadores, las Cortes de Cádiz surgen y se desarrollan en base a un triple problema de legitimidad, de representación y de autoridad[23]. A la altura de 1809, un amplio sector de la opinión ilustrada estimaba que sólo unas Cortes estaban legitimadas para legislar[24]; como bien cuenta Jovellanos a su amigo Lord Holland, su convocatoria se convierte en “la grande affaire” y Alcalá Galiano ven en las mismas “el fiel traslado del estado de la nación”.

 

A Extremadura le correspondían, nueve representantes por la provincia, uno por la Junta superior de la misma y otro por cada una de las ciudades extremeñas, que lo hubiesen enviado a las Cortes de 1789, con lo cual ocupaba la posición octava dentro de las treinta y dos provincias o comarcas llamadas a constituir las Cortes[25]. Muñoz Torrero consigue el apoyo de sus correligionarios[26] para representar a su región en las Cortes, como diputado por la Provincia de Extremadura. Antes de su elección, el 23 de julio de 1810 se habían reunido en la ciudad de Badajoz los 24 electores de partido a quienes correspondía nombrar, de entre ellos, a los 12 representantes en Cortes por la provincia extremeña. Hubo diversas irregularidades durante la sesión, muestra del ambiente crispado de las discusiones es el hecho de que hasta las dos de la madrugada del día siguiente no se dio por concluido la reunión; la elección de Muñoz Torrero fue puesta en tela de juicio y recurrida ante la junta electoral[27] por varios personajes, como el Prior de Magacela, el Gobernador de Villanueva de la Serena y otros representantes parroquianos de la comarca, todos ellos se oponía a la elección de Muñoz Torrero como diputado en Cortes, por que veían en él a un individuo de marcada y reconocida tendencia liberal[28].

 

 

● Diputado en las Cortes gaditanas  

 

Los gaditanos esperaban con esperanza y expectación el inicio de las Cortes[29],  encontrándose Muñoz Torrero en la Isla de León (Cádiz) el 24 de septiembre en la apertura de las Cortes[30]. Los testimonios de aquel histórico momento, nos describen a Muñoz Torrero como un anciano venerable, que vestía el hábito sacerdotal, de reposado y majestuoso continente, de dulce, pero enérgica mirada y con un semblante austero y simpático. Pidió la palabra y todas las miradas de la sala volvieron sus ojos hacia el ángulo del salón de donde salía la voz de sacerdote extremeño, en tanto que éste, con tranquilo y reposado ademán, pero iluminado por la grandeza del momento, esperaba que la presidencia le concediese el uso de la palabra[31]. Y con gran valentía tomó la voz, “como movido por un designio misterioso de la providencia de los pueblos”[32], para dirigirse a los diputados y se puede afirmar que sus palabras no iban sólo dirigidas a éstos, sino a todos los habitantes de aquella España convulsionada, a los ejércitos ocupantes y a un Fernando VII ausente y mezquino.  Su voz, sus palabras, con su significado y trascendencia, formarían parte de la historia de España con letras de oro; sus palabras eran mas poderosas que mil bayonetas y demuestran que la voz y espíritu de un individuo antes anónimo, pueden cambiar el curso de la historia de los pueblos[33].  En aquel pequeño  punto de la geografía patria, resonó la voz de Muñoz Torrero, para dar aliento a aquellos que veían desvanecerse a la patria en el fuego de la guerra y para hacer frente a aquellos que se oponían a las Cortes o a los afrancesados que años después declararía en folletos:

 

“Esa Constitución, que habéis proclamado, ¿quién ha de establecerla? ¿para qué pueblo la habéis formado? ¿de donde os viene la misión para arreglar los derechos de una nación que esta bajo otro dominio? Esos títulos de regentes y representantes con que tan fastuosamente os decoráis, ¿qué significan?  ¿en nombre de quien intentáis gobernar, y a quién representáis? ¡Insensatos! El voto de una facción encerrada en el último punto de la monarquía no puede prevalecer contra todas las provincias, que no anhelan sino la paz que vosotros alejáis”[34]

 

Las crónicas de la época y los estudios históricos posteriores, destacan el carácter afable de Muñoz Torrero, unido esto al prestigio adquirido en Salamanca, a su edad superior a la de la mayoría de los diputados liberales y a su condición de sacerdote, tuvieron que señalarle como el mas idóneo para pronunciar aquel discurso inaugural y transcendental[35]. Y ante los diputados declaró:

 

…cuán conveniente sería decretar que las Cortes Generales y Extraordinarias estaban legítimamente instaladas; que en ellas reside la Soberanía; que convenía dividir los tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, lo que debía mirarse como fundamental, al paso que se renovase el reconocimiento del legítimo Rey de España, el Sr. Fernando VII, como primer acto de la Soberanía de las Cortes, declarando al mismo tiempo nulas las renuncias hechas en Bayona, no sólo por falta de libertad sino, muy principalmente, por la del consentimiento de la Nación…”[36]

 

La falta de taquígrafos nos impide leer de forma exacta su intervención, pero estas palabras, entre otras, fueron declaradas por Muñoz Torrero con serenidad y definen los principios fundamentales en que había de basarse el proceso revolucionario de Cádiz: Los Diputados allí reunidos, eran auténticos representantes de la Nación española, que se declaraban legalmente constituidos en Cortes Generales y Extraordinarias; que en ellas residía la Soberanía Nacional y, la necesidad y conveniencia de la separación de los poderes, como pilar básico donde se asentase el nuevo edificio constitucional. Las sentencias hechas por Muñoz Torrero fueron recogidas en una minuta[37], que fue discuta por los diputados, en una sesión que se prolongó hasta las 12 de la noche del mismo día[38], para ser aprobada posteriormente por unanimidad, tras acalorado debate, para ser publicada para conocimiento del público y ratificada por el Consejo de Regencia para darle validez legal y base jurídica para el futuro. La declaración decía así:

 

“Los Diputados que componen este Congreso y representan a la Nación española se declaran legítimamente constituidos en Cortes Generales y Extraordinarias, en las que reside la Soberanía Nacional”

 

Estas palabras, recogidas en el primer párrafo del documento significaban que las Cortes se constituían como un poder revolucionario, auténtico depositario de la soberanía y que las decisiones aprobadas por ellas, guardaban preeminencia sobre el resto de disposiciones de las Instituciones del Estado. Mas adelante afirmaba que:

 

Las Cortes generales y extraordinarias, conformes en todo con la voluntad general, pronunciada del modo más enérgico y patente, reconocen, proclaman y juran de nuevo como único y legítimo Rey al señor Don Fernando VII de Borbón, y declaran nula, de ningún valor ni efecto, la cesión de la Corona que se dice hecha en poder de Napoleón, no sólo por la violencia que intervino en aquellos actos injustos é ilegales, sino principalmente por haberle faltado el consentimiento de la Nación”

 

Estas afirmaciones declaraba nula la irregular cesión de los derechos de la Corona española hechas a Napoleón y por tanto se declaraba ilegítimo e ilegal el reinado de su hermano José Bonaparte. A los dos principios antes mencionados se unían otros, como el de la separación de poderes; el de la responsabilidad del poder ejecutivo ante el legislativo; el de designación parlamentaria del Gobierno, el de la inviolabilidad de los Diputados y el de que las Cortes serían competentes para el nombramiento y remoción de las autoridades de todo tipo. Con estos principios comenzaba su andadura una nueva concepción de Estado, que hacía entrar a España en la Historia Contemporánea y se ponía fin al poder arbitrario y absoluto del titular de la Corona. El Decreto de 24 de septiembre iba a significar la piedra angular sobre la que iba a basarse la Constitución que dos años mas tarde se juraría[39] y su transcendencia futura fue tal, que puede considerarse como el acta fundacional del partido progresista en España[40]. En los siguientes meses, Muñoz Torrero, se dedicó en cuerpo y alma a su oficio de Diputado, pasaba muchas horas en la Sala de las Cortes preparando las sesiones, discutiendo  en los pasillos o interviniendo en los debates parlamentarios. Fue Muñoz Torrero un orador de discursos cortos y concisos, prefería la brevedad al lucimiento personal con discursos retóricos, llenos de elementos estilísticos al que eran propensos otros diputados como Agustín de Argüelles o José María Calatrava. El objetivo final y deseado por Muñoz Torrero era la aprobación de un texto constitucional que sirviera de soporte para la España que él y muchos diputados imaginaban en su cabeza, una nación renovaba por los principios liberales y que sin duda, no sólo harían a esta nación vencer a sus enemigos actuales, las tropas invasoras francesas, sino que también servirían para acabar con los enemigos internos: el mal gobierno, el despotismo, la oscuridad de la religión y la falta de la luz de la razón y de la cultura entre el pueblo anónimo del que aquellos diputados eran representantes.

 

Las intervenciones de Muñoz Torrero eran seguidas por atención por los diputados y el público que asistía a las discusiones de las Cortes, pronto se gano fama de ser persona modesta y humilde y las palabras vertidas en sus discursos denotaban todo aquel saber acumulado por los años pasados en Salamanca. Participó en nueve comisiones creadas por las Cortes, para tratar diversos asuntos[41], presidió las mismas Cortes por algún tiempo y participó activamente en muy diversos debates, sobre todo aquellos en los que estaba en juego las doctrinas liberales a las que era tan apegado, tales como la Libertad de imprenta, la redacción del texto constitucional o la abolición del Santo Oficio. En palabras de Rafael María de Labra:

 

“su carácter y rasgo personal, su intervención en los actos y resoluciones más señaladas de las Cortes gaditanas, su posición o influencia dentro de ellas (…) le hacen muy superior a todos sus compañeros y le aseguran tal representación que no se puede hablar absolutamente de aquellas Cortes sin hablar de Muñoz Torrero”[42]

 

Además de la actividad parlamentaria, escribió artículos periodísticos para hacer conocer a un número mayor de público, todas aquellas discusiones y negociaciones que dentro de las Cortes ocurrían, para que el pueblo no fuera desconocedor de los asuntos tratados allí, además de servir como reflejo de las ideas que defendía. En las siguientes páginas analizaré con más detenimiento algunas de las intervenciones donde la figura de Muñoz Torrero tuvo especial relevancia durante estos años de Cortes:

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La Constitución. A finales de 1810 se planteaba dentro de las Cortes, la urgencia de redactar un texto constitucional; para recoger en él los principios en los que debía fundamentarse las acciones del nuevo Estado ideado por los diputados. Al poco tiempo se creaba una Comisión formada por trece diputados, entre los que se encontraba Muñoz Torrero, para que propusieran un Proyecto de Constitución Política de la Monarquía. La tarea de confección de dicho documento comenzó en marzo de 1811, fecha en la que también fue elegido Muñoz Torrero para presidir la Comisión[43], al tiempo que su participación dentro de dicha Comisión fue de mucha relevancia, pues parte de su ideario se vio traducido poco después en la elaboración de los artículos 1,2,3 y 13 del proyecto constitucional. En agosto de 1811 se presentaron ante el Congreso los resultados de la Comisión y al poco tiempo se iniciaron los debates acerca del proyecto, con lo que en palabras de su Presidente se colocaba:

 

“la primera piedra del magnífico edificio que ha de servir para salvar á nuestra afligida Patria y hacer la felicidad de la Nación entera, abriéndonos un nuevo camino de gloria”[44]

 

Muñoz Torrero participará activamente para defender o aclarar los numerosos artículos del texto constitucional, al tiempo que paradójicamente afirmaba que en él no se hallaban nada nuevo que no estuviese ya consignado en los diferentes cuerpos de la legislación española; lo que demuestra el intentó que hizo por unir los nuevos principios liberales con las tesis mas conservadoras que defendía la continuidad tradicional. El texto constitucional tuvo que ser defendido de aquellos diputados que lo acusaban de estar hecho en base de los principios revolucionarios franceses y de no respetar las antiguas leyes, que desde tiempos antiguos venían rigiendo los reinos que formaban España. Muñoz Torrero y los demás diputados liberales tuvieron que preocuparse por impedir que los principios liberales contenidos en el texto constitucional fueran modificadas y evitar que no fueran cambiados en el futuro cercano.

 

El principio de Soberanía Nacional. Ésta se hallaba depositada en las Cortes en su calidad de único órgano de representación y estaba recogido en el Título I, Capítulo I (arts. 2 y 3) del proyecto de Constitución. La cuestión de la Soberanía Nacional dividió a los diputados en dos grupos, para los absolutistas, ésta no existe si no es refiriéndose al monarca. Para los liberales, la nación se sitúa por encima del soberano, que se limita a ratificar y hacer ejecutivas las decisiones adoptadas por las Cortes, primera institución del reino. Muñoz Torrero defendió con verdadera pasión el principio de Soberanía Nacional defendido por los liberales, contra aquellos conservadores que arremetían contra él, pues representaba por escrito el pensamiento del diputado extremeño. Muñoz Torrero defendía que la Soberanía había residido siempre en la Nación, aunque fue despojada de ella por la actuación arbitraria y despótica de sucesivos Gobiernos tras la implantación de la monarquía absoluta. Los antiguos códigos legales de los diferentes reinos o provincias que componían la Península demostraban que, en otro tiempo, los reyes no habían tenido en exclusiva el poder de gobierno sobre sus vasallos y que sus actuaciones habían estado sometidas a las normas aprobadas por las Cortes.

 

El concepto de Nación. Establecido el concepto de Soberanía Nacional, éste va ligado al de Nación, que debía ser libre e independiente. La Nación era para los liberales gaditanos y por tanto para Muñoz Torrero, una e indivisible, se debía alcanzar la unificación legal de todos los territorios que la constituían, que debían ser divididos en provincias, eliminando de esta forma los diferentes fueros existentes en diversos territorios de la nación. Logrando estas premisas previas, se conseguiría un Estado independiente, fuerte y homogéneo. A nivel local, el ayuntamiento es más que un agente ejecutivo, pues sus actividades se rigen por reglas uniformes. El centralismo preconizado por los liberales gaditanos en nombre de la eficacia, se aplica también a las posesiones de ultramar, pues ven que los movimientos nacionalistas surgidos allá, llevan hacía el desmembramiento de la metrópoli.

 

La configuración del Estado liberal. Para la configuración del soñado Estado liberal se era necesario una división de poderes, que vendría a sancionarse en el título II, capítulo III (arts. 15, 16 y 17) del proyecto constitucional, donde se recogen las atribuciones y competencias de cada uno de estos poderes. Muñoz Torrero defendió esta división de poderes al tiempo que defendía las diferentes parcelas de poder acotadas a cada uno de ellos. Después se interesó por el papel que debía jugar la Corona dentro del nuevo Estado. Aunque la Constitución declaró que “la persona del Rey es sagrada e inviolable” Muñoz Torrero defendió que las atribuciones del Monarca debían ser reducidas a simple cabeza del poder ejecutivo, creándose por tanto como forma de gobierno en la nación española la Monarquía parlamentaria[45].  La Constitución de Cádiz restringe los poderes ejecutivos del Monarca después de haber suprimido sus poderes legislativos. El Rey debía estar asesorado por un secretario de Estado y un organismo consultivo: el Consejo de Estado. Entre el Rey y los ciudadanos se interponen los jefes políticos, dotados de amplios poderes, que preconizan a los poderosos gobernadores civiles de tiempos posteriores.

 

Los derechos individuales. El tema de los derechos individuales aparecen formalmente por primera vez durante la discusión del art. 5º del proyecto constitucional, por parte de los diputados. Posteriormente los derechos individuales vendrían recogidos también en los arts. 6, 8, 9, 10 y 247 del texto constitucional. Las palabras de Muñoz Torrero recogidas por el Diario de sesiones son que:

 

hay dos clases de derechos, unos civiles y otros políticos: los primeros, generales y comunes a todos los individuos que componen la Nación, son el objeto de la justicia privada y de la protección de las leyes civiles; los segundos pertenecen exclusivamente al ejercicio de los poderes públicos que constituyen la soberanía”[46]

 

Estas palabras de Muñoz Torrero denotan que los derechos civiles, aparecidos en el momento en que el individuo junto a otras personas forman una sociedad, deben ser defendidos, extendidos y conservados en todo momento y circunstancia por la justicia. En cambio, los derechos políticos podían cambiar y variaban en función con el sistema elegido como forma de gobierno por cada comunidad de individuos. La concepción de Muñoz Torrero era por tanto igual a la defendida desde tiempo atrás por los teóricos del liberalismo burgués, que defendían la trilogía clásica de: libertad civil, igualdad y propiedad. El individuo podía hacer uso de sus derechos políticos, participando en el poder legislativo o eligiendo a los representantes de los órganos de gobierno o de la gestión gubernativa. Una de las libertades fundamentales para Muñoz Torrero y que defendió con especial fuerza fue la de la Libertad de expresión. Los diputados liberales defendieron la libertad de imprenta, como una de las bases del mantenimiento de un régimen liberal de gobierno. Tengo que decir que, la prensa y su libre circulación había aumentando muchísimo debido a las excepcionales circunstancias por las que atravesaba la nación y por tanto los diputados congregados en Cádiz vieron necesario su regulación. Otra de las libertades esenciales era la de la igualdad legal entre los individuos, lo que se tradujo en discusiones entre diputados peninsulares y los americanos, que veían socavados sus derechos frente a éstos primeros. Muñoz Torrero defendió una nivelación, aunque con matizaciones, de los derechos individuales entre peninsulares y ultramarinos, pues ambos eran ciudadanos españoles. También no vio necesario la inclusión en el articulado de la futura Constitución un punto explicito que hiciera referencia al derecho de la igualdad legal entre los individuos.

 

Muñoz Torrero tomo una posición un tanto ambigua en la discusión llevada a cabo en relación con el intento de unidad de fueros para toda clase de personas, lo que se traducía por una igualdad civil. Se posicionó del lado de aquellos diputados que defendían una jurisdicción privativa para el estamento militar, pues veía que un reforzamiento de las prerrogativas militares, haría que el espíritu de estos aumentara y que sería beneficioso de cara a la tenaz guerra que estaban librando contra el francés. Quizás la actitud tomada por Muñoz Torrero en este punto se deba no tanto a una incoherencia con los principios liberales que tan bien había defendido anteriormente, sino que debido a la excepcional coyuntura bélica que atravesaba el país, tuvo la necesidad de dar su apoyo al estamento militar, para que éste se sintiera unido al proyecto que se intentaba sacar adelante en Cádiz y que al mismo tiempo, se pedía que defendiera con especial sacrificio contra la fuerza militar que invadía a la nación sobre la que se quería aplicar el compendio de leyes de Cádiz.

 

La reforma eclesiástica y las relaciones con la Iglesia. Muñoz Torrero fue quizás el más destacado partícipe en las cuestiones relacionadas con la religión discutidas en Cortes[47]. La aprobación por unanimidad del artículo XII de la Constitución, que dice así: “La Religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana, única verdadera” demuestra que, los diputados liberales más radicales se abstuvieron de atacar de frente a institución de la Iglesia. Muñoz Torrero subrayó que en la Constitución sólo se consideraba a Dios con respecto a la sociedad, es decir, se proclamaba que Dios es el origen y el fundamento de la sociedad[48]. Su condición de eclesiástico nunca se vio reñida con la defensa a ultranza de los principios políticos liberales, fue siempre una persona que compartió en su interior dos tipos de fe, uno dedicado a los principios religiosos católicos y otro a los de sus ideales liberales. Apoyo medidas encaminadas a suprimir varias prerrogativas de la Iglesia y que esta aumentara su contribución económica al esfuerzo de la guerra, pero del mismo modo que se puso de lado de los diputados liberales para estas medidas, se opuso con igual contundencia al cambio de principios en lo concerniente al principio de unidad religiosa y se mantuvo un tanto indeciso e incluso contrario, frente a las ideas defendidas por los diputados liberales mas exaltados que proponían la separación estricta entre Iglesia y Estado. La discusión sobre la supresión del Santo Oficio también copó los discursos de Muñoz Torrero, que junto a otros sacerdotes como Joaquín Lorenzo Villanueva o Antonio Oliveros, se enfrentaron a otros sacerdotes defensores del Santo Oficio, como el inquisidor Riesco. Desde años atrás la discusión sobre el mantenimiento de esta Institución venía caldeando el ambiente de las discusiones de los diputados gaditanos. Muñoz Torrero fue realizando un ataque contra el Santo Oficio de forma gradual, en un primer momento centró su ofensiva contra esta Institución demostrando que su pervivencia era incompatible con el funcionamiento del nuevo sistema de gobierno de principios liberales ideado por los constituyentes de Cádiz, mas adelante atacó a dicha institución basándose en principios de naturaleza teológica. Se desató un acalorado debate en contra y a favor del mantenimiento de la Inquisición, que se extendería durante los siguientes meses, para finalmente dar como resultado la supresión de tan vil Institución en 1813. Finalizados los debates concernientes a la Inquisición, bajaron las intervenciones de Muñoz Torrero dentro de las Cortes, aunque siguió asistiendo de forma permanente a las mismas. A finales de 1813 propuso el traslado de las Cortes, fuera de la ciudad de Cádiz, pues esta estaba sufriendo un despiadado brote de fiebre amarilla, después de esto, la pista de Muñoz Torrero se pierde por algunos meses, para volver a tener noticias suyas debido al hecho de la persecución que el absoluto rey Fernando VII había dado orden sobre los todos los defensores y padres del régimen liberal ideado en Cádiz.

 

● Martirio de un liberal: persecución y muerte

           

Muñoz Torrero se convierte en una sombra para la historia entre finales de 1813 y mayo del año siguiente; se desconoce si permaneció en Cádiz o si se encaminó a Madrid, donde se instalaron las Cortes Ordinarias[49]. El único dato cierto es que cuando Fernando VII vuelve a restablecer el Antiguo Régimen, declarando nulo todo lo dispuesto por las Cortes de Cádiz, el protagonista de esta historia ya se encontraba instalado en la capital. En la ciudad de Valencia, la población, reunida en la antigua Plaza de la Virgen de los Desamparados, arranca el letrero de la plaza que reza: “Plaza de la Constitución” y lo sustituye por el de “Plaza real de Fernando VII”; se quema el texto de la Constitución en Badajoz, Murcia, Zaragoza, Vitoria, lugares  donde el liberalismo tenía cierta impronta, por ser núcleos urbanos de cierta importancia[50]. Algunos constitucionales se pasan al lado de Fernando VII, conocido es la actuación de Espoz y Mina, futuro jefe de los liberales, que manda colocar el texto constitucional en una silla, frente a un pelotón de soldados y lo hace fusilar por los mismos.

 

La represión llevada a cabo por los dictados de Fernando VII fue brutal; es interesante recordar las palabras vertidas por Napoleón recogidas por Les Cazes  sobre este nefasto monarca español: “no lo acerté al secuestrar al joven rey (…) sino que debía haber dejado que todo el mundo le conociese para desengañar a los que interesaban por él. Cometí, sobre todo, el error de no consentir en su continuación en el trono. Las cosas hubieran ido, en España, de mal en peor”. El gobernador militar y político de Madrid, el general Eguía a través de sus subalternos[51] ejecutó las ordenes emanas desde el “deseado” rey. Se detuvo a todas aquellas personas que tuvieran algo que ver con la elaboración de la Constitución o la participación en las Cortes, se incautaron todos los papeles y escritos sospechosos de estar impregnados de ideología liberal y poco a poco todas las personas acusadas de liberal fueron acabando con sus huesos en la cárcel[52]. Del ambiente vivido en Madrid, sirvan de reflejo las palabras de Antonio Alcalá Galiano:

 

“Alborotose la plebe, siendo la madrileña a la sazón muy amante de su rey (…) desahogaron la rabia los sediciosos en insultos a los emblemas de las leyes derribadas, y rompiendo en gritos de muera contra las personas objetos de su odio, mostraron intentos de querer pasar de los dichos a los hechos, aunque se hubieron de contentar con la infamia no corta de proferir sus amenazas e insultos hasta delante de las rejas de las cárceles donde las recién encerradas victimas en la primer zozobra y congoja de su desdicha padecían la afrenta de oírse vilipendiar (…) mas de un día duraron tales desmanes, conteniéndose un tanto, pero no del todo, cuando el rey hizo su entrada solemne en la corte (…) nada hizo (Wellington) y nada dijo para mitigar el rigor de la persecución, o para indicar al gobierno una vía por donde caminase siguiendo el espíritu de su siglo”[53]

 

            Sirva también de ejemplo ilustrativo el recuerdo que tiene de aquellos aciagos días el diputado en las Cortes Extraordinarias Villanueva, que recogió en un libro los acontecimientos que rodearon la detención de los diputados liberales en Madrid:

 

“Amanecido el día 11 de mayo, comenzó a explicarse la ira por largo tiempo represada. Arrancada aquella mañana la lápida de la Constitución, se entregó a una porción de gente prevenida al intento, la cual la arrastró por las calles con algazara, prorrumpiendo en execraciones contra la Constitución, contra las Cortes y contra los presos (…) llevaron esta tumultuaria procesión por la calle escusada donde está la cárcel de la Corona, creciendo a la vista de ella con el ansia de los sediciosos, el clamor de los seducidos: algunos de ellos se propasaron a encaramarse hasta el cuarto principal, diciendo: “mueran los liberales” Dentro de la misma cárcel se oyó una voz que decía: “Lo que se hace con la lápida, debía hacerse con los autores de la Constitución” (…) Siguieron los insultos de esta facción en los días inmediatos. Viéronse varias de estas cuadrillas capitaneadas por eclesiásticos (…) Hasta por las noches iban a las cárceles a diferentes horas, tropas de mujeres cantando versos mezclados con insultos; en una de estas visitas se oyó que decía: “que nos los entreguen a nosotros, que pronto pagaran lo que merecen”. Fue esta una continuada y no reprimida sedición de días y de noches (…) Del plan completo de ella se vio una muestra en la siguiente copla, que se puso en boca de varios, al parecer para que se cantase después de consumado el sacrificio:

 

Mueran los liberales

 Murió la Constitución

           Porque viva el Rey Fernando

                                                  Con Patria y Religión

 

Por fortuna se canto esta copla estando vivos los que ella suponía muertos. (…) El día 12 presentó otra escena, si cabe mas horrible. La Nación y la Europa entera vieron los periódicos de la Corte y de algunas provincias, cuyos autores ocupados exclusivamente en fingir los mas execrables delitos, los imputaban a los presos con tanta seguridad, como si se les hubiesen legalmente probado. Anunciabanlos como enemigos, no solo de la soberanía, sino de la sagrada persona del Rey, como refractarios, de nuestra santa religión, como destructores del gobierno monárquico”[54]

 

Este fue el inicio de los siguientes seis  años de ignominiosa persecución de todo lo que significara ser liberal, con lo que se puede afirmar que Fernando VII ha sido el monarca español mas amado y odiado de la Historia de España[55]. Pero la llama del liberalismo no podía ser extinguida, como bien afirmaba Jose Maria Blanco White “el partido  liberal que había sido destronado, no podría ser extinguido porque cada generación que vaya apareciendo, la flor de los españoles que está creciendo ahora, se halla destinada por una necesidad inevitable a aumentar las fuerzas de aquel bando”.

 

Uno de los primeros en ser arrestado y en sentir la frialdad de la celda absoluta fue Muñoz Torrero, después fue acompañado en su reclusión por numerosos diputados y demás personas liberales, como Agustín Argüelles, Francisco Martínez de la Rosa, Pedro Agar, etc. El general Eguía transmitió a todos los detenidos que:

 

“se declaraba reos de lesa Majestad y, en consecuencia, incursos en pena de muerte (…) á todos cuantos de cualquier manera acatasen las Cortes y sus decretos”[56].

 

Las autoridades absolutistas fueron recogiendo muy diverso material con la intención de culpar a los liberales llegado el momento del juicio, al tiempo que la prensa absolutista y los adictos al nuevo régimen acusaban a los encarcelados de herejes, de jacobinos, de enemigos de Dios y de intentar atentar contra los derechos más sagrados y contra la persona del rey Fernando VII. Pero a pesar de estas arremetidas emanadas desde el trono, los jueces encargados de juzgar a los acusados de tan grabes acusaciones no podían hallar causa alguna de delito en la actuación de los inculpados por la ira real, pues no había precedentes en el registro judicial de los cargos y condenas a aplicar para los delitos por los que eran acusados aquellos personajes. Finalmente, el propio Monarca decidió juzgar, a través de una comisión dependiente de él, a todos los inculpados; esta actitud demuestra la arbitrariedad y la total falta de respeto a la división de poderes por parte del rey. A los encarcelados se le concedió la gracia de formar una comisión, entre cuyos personajes se encontraba Muñoz Torrero, donde recoger sus suplicas, que hipotéticamente serían llevadas ante el Monarca en propia persona. Pedían los detenidos que se les fuera restituido su honor, además de la libertad, previo pago de una indemnización por las penalidades pasadas desde su encarcelamiento. Finalmente esta y otras súplicas no fueron no solo escuchadas por el Monarca, sino que ante la tardanza de una resolución judicial, decidió condenar personalmente a los inculpados; su decisión fue por Real Decreto de 15 de diciembre de 1815, que los inculpados laicos cumplieran pena de prisión en las diversas cárceles del país  y que lo eclesiásticos fueran recluidos en diferentes conventos. La trascendencia de la decisión tomada por el rey, más que en la importancia de las penas reside en la arbitrariedad con que fueron atribuidas, desentendiéndose por completo de todo procedimiento legal tanto regular como extraordinario. Fernando VII afirmaba con total claridad su intención de gobernar personalmente, haciendo caso omiso de las decisiones y opiniones de los tribunales llamados a colaborar en la gestión de gobierno. El Monarca al erigirse en cabeza de un partido, se condenaba necesariamente a usar el poder del Estado contra los representantes de las posturas políticas vencidas.  La opinión de Wellesley refleja la visión de aquellos que, aunque simpatizantes con el régimen, no veían con buenos ojos lo desmedido de la represión,  en uno de sus despachos, con fecha de 6 de julio de 1814, decía: “Sigue prevaleciendo un gran descontento con motivo del retraso en llevar a cabo las intenciones del rey en su proclama de 4 de mayo, así como por el prolongado confinamiento de las personas arrestadas con ocasión de la entrada de S.M. en la capital”.

 

Muñoz Torrero, tras haber pasado dieciocho meses entre la cárcel de la Corona y otros calabozos, fue condenado a seis años de reclusión en el convento franciscano de Erbon, en Galicia. A principios de 1816 fue conducido Muños Torrero a este convento, perteneciente al municipio de Padrón, en A Coruña; solo llevaba con él sus hábitos, algún libro y unos cuantos enseres personales[57]. Su vida transcurrió en este monasterio, dedicando su tiempo entre la oración y la lectura, visitaba regularmente la biblioteca del convento para aprovisionarse de libros y pasó los siguientes cinco años totalmente ajeno a los acontecimientos políticos que ocurrían en el país, hasta el advenimiento del Trienio Liberal.  A principios de 1820 la noticia del levantamiento de Riego en Cabezas de San Juan se extiende por toda la Península y llega a oídos de Muñoz Torrero. El 21 de febrero se produce el levantamiento liberal en A Coruña y a finales del mismo mes le libera el coronel Félix Acevedo[58] de su reclusión. Muñoz Torrero se traslada a La Coruña para colaborar durante unos tres meses con la Junta Superior de Gobierno en la defensa del régimen liberal. Posteriormente es elegido diputado por Extremadura en las Cortes ordinarias del Reino, que se reúnen en Madrid; la prensa da a conocer su nombre como diputado de las nuevas Cortes, el 23 de mayo[59]. Dada la escasez de medios con los que contaba y su pobreza, pues acostumbraba de repartir entre los más necesitados sus escasos de por si recursos pecuniarios, debe ir cambiando su residencia en la capital cada poco tiempo, para finalmente instalarse en una pequeña habitación del convento de las monjas de Góngora.

 

En esta etapa, Muñoz Torrero se coloca, dentro de la que empezaba a ser la fragmentada familia liberal, entre los moderados, pues no eran de su agrado las medidas propuestas por los exaltados. Realiza como diputado el mismo tenaz trabajo y dedicación al que estaba acostumbrado desde que defendiera las ideas liberales en Cádiz, a pesar de contar ya con sesenta años de edad; quizás debido a esta edad y a la fama que acumulaba su persona, en numerosas ocasiones fue designado para formar parte de numerosas comisiones de tipo honorífico y protocolario. Pero Muñoz Torrero siguió participando activamente en la vida parlamentaria, sus palabras quedan recogidas en muy diversos debates en la Cámara, entre otros como el acaecido con la ley de libertad de imprenta, el Plan general de Enseñanza Pública o el Reglamento interior de las Cortes. Además de participar activamente en los debates parlamentarios, fue elegido Presidente de la Diputación Permanente de las Cortes a principios de noviembre de 1820, su actuación en éste órgano fue la de potenciar la concordia y la tolerancia entre las relaciones entre los diputados. Desde su puesto de autoridad se preocupó por apaciguar los disturbios callejeros en Madrid auspiciados por los liberales mas exaltados.

 

En enero de 1821, el Gobierno, a propuesta de las Cortes, solicitó a la Santa Sede la concesión de las Bulas preceptivas para la elevación de los eclesiásticos José Espiga y Diego Muñoz Torrero a las mitras del arzobispado de Sevilla y obispado de Guadix, respectivamente. El Nuncio Apostólico en España no puso obstáculo a la tramitación de dicha solicitud, dada la demostrada calidad como personas y carrera meritoria de ambos personajes propuestos. Pero, ante la sorpresa de los peticionarios españoles, ninguno de los dos personajes propuestos salieron elegidos para el puesto solicitado; esto provocó tensiones diplomáticas entre el Vaticano y el Gobierno español, que a punto estuvieron de provocar la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambas entidades e incluso un cisma dentro de la iglesia española. Las negociaciones del gobierno español siguieron pero de forma infructuosa, sin duda, esta actitud de cerrazón por parte de la máxima cabeza de la iglesia y sus ministros, debió de alguna formas afligir a Muñoz Torrero, una persona que desde su juventud se había dedicado a la práctica religiosa, que siempre había llevado una vida piadosa, que había repartido sus pocos bienes con los mas necesitados y a pesar de atender a su otra creencia, las ideas liberales, nunca había abandonado el ejercicio de la profunda religiosidad católica que profesaba. Sin duda su participación en la discusión a favor sobre la abolición del Santo Oficio, la reforma de regulares y la abolición del diezmo influyeron para que la jerarquía religiosa no le perdonase estas acciones como verdaderos  “pecados terrenales” merecedores con su oposición a su nombramiento como Obispo. Sobre este asunto, sirvan de reflejo las palabras de Carlos Le Brun que en una obra coetánea sobre los políticos partícipes en la revolución de España describe este asunto de la siguiente manera:

 

“Hubiera hecho este diputado el mejor obispo del mundo, si el Papa le hubiera confirmado el nombramiento que hizo en él Fernando para el obispado de Guadix, influenciado por los liberales. No le valió para eso ni su honradez, ni su buen corazón: en Roma no corre esa moneda sino unida a la metálica, o a las opiniones que la produzcan”[60]

 

A este revés en el ámbito religioso se suma el hecho de la pérdida de su acta como diputado, debido a las elecciones celebradas a finales de 1821 en Badajoz, donde fueron elegidos diputados de corte liberal exaltado. A mediados de febrero de 1822 tuvo que abandonar su puesto en las Cortes y con ello llegaba a su fin su carrera política, para dedicarse de nuevo en exclusiva al ministerio eclesiástico. Se dedicó al ejercicio como canónigo en la colegiata de Villafranca, durante el año corto que le quedaba de vida al régimen liberal; al tiempo que es nombrado en 1823 miembro de las Academia Nacional en la sección de Ciencias Morales y políticas. Caído el régimen liberal del Trienio, de nuevo llegó la persecución contra los liberales, con las acciones de las fuerzas contrarrevolucionarias diseminadas por el territorio nacional y con la llegada de las tropas del Duque de Angulema. El clima de represión fue mucho mas duro que en la primera etapa fernandina y el país se sumió en un verdadero “terror blanco” contra todos los liberales. Muñoz Torrero ante las noticias de tan dura represión y ante un aviso confidencial anunciándole su próxima detención[61],  decidió abandonar la capital para dirigirse a Badajoz, donde hallaría la protección de sus amigos y correligionarios políticos. En esta ciudad permaneció algún tiempo, pero ante el imparable avance de las fuerzas contrarrevolucionarias por territorio extremeño se decidió como única vía de escape, dirigirse a Portugal. En este país encontró refugio, pues no en vano, su gobierno era de índole liberal[62] y estableció su residencia en Campo Maior, donde permaneció durante los siguientes cinco años de forma anónima y pasando algunos apuros económicos. Ocupo su tiempo al ejercicio de la fe, a charlar con otros exiliados y a poner por escrito las ideas y las razones personales de su actuación durante las Cortes gaditanas y durante el gobierno liberal para que fueran de conocimiento del público.

 

Pero parece ser que el odio absolutista perseguía a este liberal a donde quisiera refugiarse de sus perseguidores; al poco de instalarse en Campo Maior se producía en suelo portugués el levantamiento del infante Don Miguel, que lideraba el bando de la contrarrevolución en tierras lusas. Esta situación hacía peligrar la vida de los emigrados españoles en tierras portuguesas; pronto el gobierno fernandino recibió informes sobre la situación de éstos en tierras del país vecino.  La situación empeoró a la muerte de Juan VI, cuando en Portugal estalló una dura guerra civil entre miguelistas (absolutistas) y partidarios de D. Pedro (liberales), éste último, desde Brasil había otorgado a Portugal una Carta Constitucional y nombrado en su ausencia, una regente en la persona de María II. Los absolutistas de España y Portugal estaban interesados por controlar los grupos de refugiados y guerrilleros liberales que pululaban a sus anchas en la raya[63] entre ambos países. Finalmente el gobierno español pasó a su homólogo portugués una lista negra sobre personajes de demostrado carácter liberal y que se encontraban refugiados en el país luso, para que el gobierno de éste mandase su detención, para un posterior traslado a España. La persecución de los liberales españoles en suelo portugués continuó e incluso se recrudeció a pesar del abandono por parte del gobierno fernandino del apoyo prestado hasta entonces a la causa absolutista en el reino vecino y el reconocimiento de la regencia constitucional.

 

La situación empeoró para los liberales instalados en suelo luso aún más, cuando Don Miguel se hizo con las riendas del poder en Portugal derribando al gobierno constitucional y se proclamó Soberano de Portugal.  Desde el nuevo ejecutivo absolutista se llevó a cabo una verdadera política de exterminio de todo aquel sospechoso de albergar ideas liberales; la persecución llegó hasta la comarca de Campo Maior, lugar donde hasta entonces se  había vivido casi al margen de estas disputas. Muñoz Torrero sufrió muy diversos atropellos, los agentes de D. Miguel no tuvieron en cuenta su condición de religioso para registrar su casa aleatoriamente, confiscarle el correo, para finalmente decidir el propio Muñoz Torrero su reclusión en su casa para evitar los atropellos que recibía en la calle por los adictos al régimen absolutista. Finalmente Muñoz Torrero agotado por estas penurias decidió abandonar Campo Maior y se dirigió a Lisboa, con la intención seguramente de embarcarse camino a un exilio mas tranquilo en tierras de Francia o Inglaterra. Pero apenas llegado a la capital portuguesa fue detenido por los miguelistas y recluido junto a otros liberales españoles en la torre de San Julián de la Barra, una vieja edificación militar situada a las afueras de Lisboa y habilitada en este tiempo como cárcel para liberales portugueses y españoles.

 

Muñoz Torrero era en 1829 un anciano que ya poco podía aguantar las penalidades de otra reclusión carcelaria. Su salud pronto se vio afectada por las torturas y el trato vejatorio al que era sometido por parte del responsable de la cárcel, un miguelista sin escrúpulos, llamado José Téllez Jordán, quede el nombre de esta vil persona impreso en este trabajo, como recuerdo de su ignominiosa actuación al frente del presidio de liberales. Apenas sobrevivió cuatro meses Muñoz Torrero a este trato, a finales de enero de 1829 sufría un primer ataque de apoplejía del que sólo pudo recuperarse gracias a los cuidados de José Fernández Ballesteros, uno de los compañeros de prisión. Muñoz Torrero mostró la determinación que le caracterizaba incluso en sus último días de vida; apeló a su condición de ex parlamentario y religioso para hacer llegar a las autoridades lusas una queja por el trato dispensado a su persona y a los allí recluidos, pero estas quejas cayeron en saco roto, e incluso provocaron que el trato hacia su persona fuera aún peor[64]. Muñoz Torrero consciente del abandono que de los allí recluidos hacían las autoridades españolas y lusas, dedicó su último aliento a aguantar con cristiana resignación los sufrimientos allí sufridos y a intentar ánimos a sus compañeros de reclusión. Los golpes sufridos por Muñoz Torrero hicieron que finalmente se cumplieran los propósitos de los mismos; sufrió una nueva apoplejía cerebral y quedó en estado agónico. Éste fue el momento que escogió José Téllez para acabar definitivamente con su vida:

 

“ordenando que ataran al mártir una soga á los pies y le bajaran arrastrando por una escalera de treinta y cuatro peldaños de madera, en cada uno de los cuales fue dando otros tantos golpes la venerable cabeza de aquel grande hombre (después) mandó envolver su cadáver en cueros, en una levita vieja, y ponerle unos zapatos de munición sin taloneras; y en esta guisa fue colocado en un hoyo inmediato á una tapia del castillo con la cabeza al Norte”[65]

 

Contaba a su muerte Muñoz Torrero 68 años de edad, siendo el 16 de marzo de 1829 la fecha de su muerte. José Téllez Jordán intentó incluso después de su muerte, seguir maltratando el cuerpo del finiquitado héroe liberal, impidiendo su entierro en sagrado, argumentando que era masón y que no había recibido los últimos sacramentos, esto último verdad por haberlo impedido él mismo. Como epitafio hay que decir que hasta el fin de sus días mantuvo sus creencias, tanto ideológicas como espirituales, llevó siempre una vida ejemplar y regida por unos principios humanos envidiables que sirven de ejemplo emulador a todo aquel que quiera seguir tanto en el pasado como en el presente alguna de las dos carreras en las que tanto destacó este extremeño sin par, la religión o la política. La figura de Muñoz Torrero aún tardaría algunos años en ser rescatada del olvido, se tendrían que producir en España el fin del gobierno fernandino y el advenimiento isabelino, que basó su llegada al trono en el apoyo de los liberales, al tiempo que en tierras lusas, se producía la derrota de los absolutistas. Sobre su personalidad y obra, vertieron opiniones muy diversos personajes, la gran mayoría de ellos, incluidos sus enemigos políticos, loaron la figura de este humilde hijo de Cabeza del Buey, prócer de la España contemporánea. Carlos Le Brun se refirió a él con estas palabras:

 

“El patriarca del partido liberal de las primeras Cortes y el presidente de la comisión de constitución. Bondad de corazón y desinterés los tenía por arrobas: ilustración e instrucción de gabinete…tal cual (…) La constitución la sabía por arriba y por abajo: la descomponía y volvía a componer en medio segundo; la reducía a sus solos principios en un abrir y cerrar de ojos, y la convertía otra vez en constitución con un soplo, como hacen los jugadores de manos, y sabía darle todas las formas, que se quería, sin que dejara de ser constitución. Su entusiasmo por ella le había facilitado su manejo, de modo, que la tiraba por alto de mil maneras y caía siempre en sus manos enterita, como está en el libro (…) se ha dicho de él, que es, como un buen libro, que no se puede aprovechar a si mismo, sino al que lo lea; y en verdad, que han tenido razón los que lo decían: en su cabeza está los principios incontestables verdaderos”[66].

 

Un pequeño folleto fechado en 1821, realizado por un cura perteneciente al arzobispado de Toledo, se refería a Muñoz Torrero:

 

“La ingenuidad, la imperturbabilidad y las virtudes mas sólidas se hallan en este digno eclesiástico extremeño; pregunten a los que le cuidaban en su prisión y responderán que se hallaba en la misma disposición  que le vemos en las Cortes cuando saca la caja para dar un polvo a sus dignos compañeros; su ciencia y erudición son bastísimas, y en una y otra legislatura habló poco, y decidió mucho; ni quiere mitras ni birretes aunque las merezca mejor que otro, y solo desea que le dejen quieto y con tranquilidad”[67]

 

            El escritor Evaristo Escalera, autor de una historia de la España del siglo XIX, le dedica un fragmento importante de su obra a la vida y obra de Muñoz Torrero. Cuando recuerda la figura de éste, se refiere a él como:

 

“uno de los primeros mártires del progreso, uno de sus mas decididos adalides, uno de sus mas ardientes soldados, y su recuerdo será siempre objeto de gratitud y veneración, para todos los que trabajan a favor del triunfo de las verdaderas doctrinas”[68]

 

Familiares de Muñoz Torrero y liberales españoles admiradores de la persona y de la obra de éste, se trasladaron a Lisboa para investigar sobre el paradero de los restos del fallecido. El 9 de octubre de 1834, D. Tomás de Comyn, Cónsul General de España y, durante su vida, amigo personal y admirador de la obra de Muñoz Torrero, pidió al gobierno luso los efectos personales del finado en el momento de su muerte. Meses después se localizó el cuerpo de Muñoz Torrero siendo nuevamente enterrado pero esta vez de forma más católica y honorífica en el cementerio de la villa de Oeiras, cercana a Lisboa. En 1864 sus restos mortales fueron trasladados a Madrid, para ser enterrados en el Mausoleo Conjunto, monumento hecho por suscripción popular, que se encuentra dentro del recinto del poco visitado y casi olvidado Panteón de Hombres Ilustres. Para muchos fue el padre de la Constitución de 1812[69], para los extremeños fue un insigne hijo de nuestra tierra del que sentirnos orgullosos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

1. FUENTES MANUSCRITAS

 

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– Expediente Personales. Diego Muñoz Torrero. Salamanca, 1776-1778.

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            Archivo del Congreso de los Diputados

-Actas electorales. Extremadura. Elecciones y poderes de los Diputados. Leg. 1, Exped. 11.

 

            Archivo Histórico Nacional

            Archivo Histórico Provincial de Badajoz

 

2. FUENTES IMPRESAS

 

            Biblioteca Nacional de España

            Biblioteca del Congreso de los Diputados

            Centro de Estudios Extremeños. Diputación Provincial de Badajoz

            Biblioteca Fondo  Antiguo de la Universidad  Complutense de Madrid

            Biblioteca de la Facultad de Geografía e Historia de la UCM

            Biblioteca del Centro Superior de Investigaciones Científicas en Madrid

           

2.1. FOLLETOS Y DIARIOS

 

            Biblioteca de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz

– Diario de las Sesiones de las Cortes Constituyentes, 1810-1814

 

2.2. LIBROS Y ARTÍCULOS

 

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[1] AUTOR: Juan Antonio González Caballero. Licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid, en la especialidad  de Historia Contemporánea. Actualmente ocupa el puesto de Language assistant de español en la Universidad de Kent en el Reino Unido y trabaja en diversos proyectos de investigación relacionados con la Guerra de Independencia española y americana, el primer liberalismo y las relaciones diplomáticas hispano-británicas en el siglo XIX.

[2] Para A. Fernández de los Ríos: “descendía de una familia oscurecida e ignorada que no podía ejercer ninguna influencia”. Cita de la pag. 6 de su libro Muñoz Torrero. Apuntes biográficos. Madrid, Impr. Las Novedades, 1864. También para J. Mª. Romero y Rizo en su obra Muñoz Torrero. Apuntes históricos-biográficos. Cádiz, Impr. De Manuel Alvarez Rodríguez. 1910. Página 31, Muñoz Torrero había nacido en el seno “de una familia modesta, sin gran posición social y sin riquezas”.

[3] Escalera, Evaristo: La España del siglo XIX: sus hombres y acontecimientos más notables. Madrid, Imprenta y Litografía de J. J. Martínez, 1864-1866, (IV vols.). I vol, pag. 240. 

[4] Como apunta Corona Baratech, C. E. en “Teoría y praxis del despotismo ilustrado”, en Menéndez Pidal, R (Dir), Historia de España, t. XXXI. La época de la Ilustración. El estado y la Cultura (1759-1808). Madrid, edit. Espasa-Calpe, 1987. En la p. 201 que muchos padres de la época dirigían la carrera de sus hijos hacia la carrera eclesiástica debido a que en ella “encontrarían un puesto, beneficio o capellanía cuyas rentas le permitirían vivir, con despreocupación de si tenían o no vocación para la vida religiosa”

[5] Entre otros, dice A. Fernández de los Ríos: “a los once años estaba el cursante en aptitud de poder emprender una carrera literaria, y su padre mismo le llevó a la Universidad de Salamanca”. Op., cit. Pag 6.  También cita este hecho Pérez Jiménez, N: Muñoz Torrero y su época (Historia general de la comarca de la Serena y particular de Cabeza del Buey). Badajoz, Tip. “La Económica de Pimentel, Corchero y Compañía”, 1888.  pag. 12.

[6] Archivo de la Universidad de Salamanca, Diego Muñoz Torrero. Expediente Personal. Salamanca, 1776.

[7]  Los conocidos como “golillas”, que venían profesionalmente del cuerpo de abogados.

[8]  Los privilegiados, pertenecientes a órdenes religiosas y colegiales.

[9] En los progresos de ese nuevo espíritu filosófico e ideas progresistas tuvo mucho que ver la lectura de numerosas obras impresas en Francia e Inglaterra que circulaban con fluidez en la Salamanca de aquellos años. Así lo refleja Jovellanos en sus Diarios, citado en la página 34 del libro Jovellanos de Valera, J. publicado en Madrid, en Alianza Editorial, 1988. Menéndez Pelayo, M. en su Historia de los heterodoxos españoles, t. VII. Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1932,  asegura que en la universidad salmantina era práctica corriente la lectura de libros de Voltaire, Rousseau, Young, etc.

[10]  En los progresos de ese nuevo espíritu filosófico e ideas progresistas tuvo mucho que ver la lectura de numerosas obras impresas en Francia e Inglaterra que circulaban con fluidez en la Salamanca de aquellos años. Así lo refleja Jovellanos en sus Diarios, citado en la página 34 del libro “Jovellanos” de Valera, J. publicado en Madrid, en Alianza Editorial, 1988.) Menéndez Pelayo, M. en su “Historia de los heterodoxos españoles”, (2ª edic. refundida), t. VII. Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1932,  asegura que en la universidad salmantina era práctica corriente la lectura de libros de Voltaire, Rousseau, Young, etc.

[11] En palabras de N. Pérez Giménez: “por su aplicación, su talento, su carácter y su irreprensible conducta, siendo celebrado tanto por sus maestros como por sus mismos condiscípulos, quienes veían en Muñoz Torrero al hombre pensador, al leal amigo, al joven virtuoso, al varón sincero y franco que se movía siempre con abierta intención y nunca con manto de la hipocresía”. Cita de la p. 12 de su libro Muñoz Torrero y su época (Historia general de la comarcar de la Serena y particular de Cabeza del Buey).  Badajoz, Tip. “La Económica de Pimentel, Corchero y Compañía”, 1888.

 

[12]  Libro de Claustros, 1787-1788. Claustro Pleno de 14 de noviembre de 1787. Lib. 244 bis, fol. 4 r y 4 v.

[13] FUENTES, Juan  Francisco: José Marchena. Biografía política e Intelectual. Barcelona, Crítica, 1989.  pag. 32

 

[14]  DÉROZIER, Alberto: Quintana y el Nacimiento del Liberalismo en España. Madrid, Turner, 1978.

[15]  PÉREZ GIMENEZ, N., op. cit., pag.16.

[16] GIL NOVALES, Alberto: Diccionario Biográfico Español. 1808 -1832 (Personajes Extremeños). Mérida, Editora Regional de Extremadura, 1998. pag. 125

[17] La opinión de José Luis Majada Neila en la página 107 de su obra: Juegan blancas y ganan. Biografía cultural y política de un sacerdote maldito, debelador de la inquisición, Diego Muñoz Torrero (1761-1829). Madrid, Dirección General de la ONCE, 1998,  difiere sustancialmente de esta opinión generalizada al decir: “Aparte las descripciones fantásticas que nos muestran a Muñoz Torrero arengando a los madrileños el día 2 de Mayo y repartiendo sus bienes entre los huérfanos y las viudas de los combatientes –descripciones que yo no voy a negar, pero que me gustaría ver documentadas-“. Luis Cucalón y Escolano en la página 307 de su obra Panteón de los mártires españoles, sacrificados por la libertad e independencia. Madrid, Imprenta de D.E. Tamarit, 1848-1849, recoge la siguiente impresión sobre la participación de Muñoz Torrero en la jornada del 2 de mayo: “Muñoz Torrero socorría a los jefes de tropas con metálico y arengaba al paisanaje de continuo, remediando a las familias de los que perecían, y consolando a las de los que estaban ausentes”. Lo que le hizo ser conocido entre el pueblo y recordado a la hora de nombrar representantes para Cádiz.

[18]  En la ciudad de Badajoz, José Mª Calatrava junto a otros patriotas celebraron desde los primeros días de mayo, ante la mala gestión de las autoridades, diversas reuniones a fin de organizar el levantamiento general contra los franceses y probablemente todos estos personajes serían aquellas personas con las que Muñoz Torrero mantuvo contacto. El relato de los acontecimientos acaecidos en Badajoz, lo podemos encontrar en la obra de: García Pérez, J., Sánchez Marroyo, F. y Merinero Martín, Mª. J., Historia de Extremadura. IV. Los tiempos actuales. Badajoz, Universitat , 1985.

[19] BLANCO WHITE, José: “Cartas de España”. Madrid, Alianza, 1977. pags 312-313.

[20] De esta forma opina también Emiliano Fernández de Pinedo en su obra: Centralismo, ilustración y agonía del Antiguo Régimen. (1715-1833). Barcelona, labor, 1982 en la pag. 274.

[21]  González Antón, Luis: España y las Españas. Madrid, Alianza Editorial, 1997. p. 425.

[22] Esta es la idea defendida por Miguel Artola en su obra Los orígenes de la España contemporánea. Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1975-1976.

[23] FUSI, Juan Pablo y PALAFOX, Jordi: España 1808 – 1996. El desafío de la modernidad. Madrid, Espasa, 1998. pag. 22.

[24] AYMES, J. R: La Guerra de la Independencia en España (1808 – 1814). Madrid, Siglo Veintiuno de España, 1986.

[25] GÓMEZ VILLAFRANCA, R., Los extremeños en las Cortes de Cádiz. En Archivo Extremeño. Número 1. Badajoz, 1911. pag. 288.

[26]  Según palabras de Fernández de los Ríos, A.: “la ilusión, el patriotismo y las virtudes de Muñoz Torrero le habían granjeado ya una popularidad que le valieron el honroso cargo de representar al país”.op. cit., p. 9.

[27] Según estipula la Instrucción para las elecciones de diputados a Cortes, se debían cumplir los requisitos de tener 25 años cumplidos y estar avecindado con casa abierta en la provincia para poder ser admitido como elector y elegible.  Archivo del Congreso de los Diputados, “Acta de las elecciones de los Señores Diputados para las Cortes Generales por esta provincia de Extremadura”, en Actas electorales. Extremadura, Leg. 1, Exped. 11.

[28] Como apuntan el autor Emiliano Fernández de Pinedo. op. cit.  P. 267: “Pero también la Iglesia, incluso en España, tendrá una componente liberal y progresista, siempre minoritaria y silenciada por los poderosos de todos los tiempos, pero no por eso menos existente”.

[29] ALCALÁ GALIANO VILLAVICENCIO, Antonio: Memorias de D. Antonio Alcalá Galiano. Madrid, Imprenta de Enrique Rubiños, 1886. Pág. 268.

[30]  Es muy interesante el relato de los hechos acontecidos previos y durante la inauguración de las Cortes, contados en el libro de Toreno, José María Queipo de Llano y Ruiz de Saravia, Conde de, Historia del Levantamiento, Guerra y Revolución de España, Madrid, Atlas, 1953.

[31] ESCALERA, Evaristo: op. cit., pag. 239.

[32] FONTANA, Josep: “La época del liberalismo”, Volumen 6 de La Historia de España, Fontana, Josep y Ramón Villares (dir.). Barcelona, Crítica/Marcial Pons. 2007. Pág. 59.

[33]  Según Modesto Lafuente, D., en su Historia general de España. Edad Moderna. Tomo XXIV, cap. XII. Madrid, 1861: “El público aguardaba con impaciencia y ansiosa curiosidad el momento de ver cómo inauguraba sus tareas la nueva representación nacional. Tocó esta honra el diputado por Extremadura D. Diego Muñoz Torrero, venerable, docto y virtuoso eclesiástico, rector que había sido de la Universidad de Salamanca, el cual se levantó a proponer lo conveniente que sería adoptar una serie de proposiciones que llevaba dispuestas, y que con admiración y asombro general fue desenvolviendo y apoyando en un luminoso y erudito discurso, citando leyes antiguas y autores respetables, y haciendo aplicación a las circunstancias actuales del reino”

[34] El Traydor. Madrid (s.n.), 1812.  Folleto que forma parte de un volumen facticio conservado en la Biblioteca del Congreso de los Diputados de Madrid.

[35] VILCHES, Jorge: Liberales de 1808. Madrid, Editorial Fundación Faes, 2008.   Pág. 234.

[36] Diario de las Sesiones de las Cortes Constituyentes. Sesión de 24 de septiembre de 1810. 

[37] Conocida como el “Decreto de 24 de Septiembre” que iba a convertirse en el primer texto legislativo de las Cortes y pilar fundamental de todo el posterior proceso revolucionario. Diario de Sesiones de las Cortes Generales y Extraordinarias. Sesión de 25 de septiembre de 1810.

[38]  Escalera, Evaristo. op. cit., I vol, pag. 243.

[39]  FERNÁNDEZ ALMAGRO, Melchor: Orígenes del régimen constitucional en España. Barcelona, Labor, 1976. pag. 81.

[40] Esta es la opinión de María Cruz Romeo Mateo en su artículo “La tradición progresista: Historia revolucionaria, Historia nacional” p 81-113, en SUÁREZ CORTINA, Manuel (edit.): La redención del pueblo: la cultura progresista en la España liberal. Santander, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria: Sociedad Menéndez Pelayo, 2006.

 

[41]  Las  nueve comisiones eran: Alhajas de las Iglesias, Comisiones del Congreso, Constitución, Honor, Libertad de Imprenta, Lista de Empleados, Mensajes, Restablecimiento del Consejo de la Inquisición y Traslación de las Cortes.

[42] LABRA, R. Mª.: “Muñoz Torrero y las Cortes de Cádiz. Historia de la primera Asamblea constitucional”. Colección de conferencias históricas pronunciadas en el Ateneo Científico, Literario y Académico de Madrid acerca de “La España del siglo XIX” durante el curso 1885-1886. Madrid, Libr. De D. Antonio San Martín, 1886-1888. p.11.

[43]  Para F. Suárez, como director de la obra titulada: Cortes de Cádiz. Informes oficiales sobre las Cortes. Andalucía y Extremadura. Navarra, EUNSA, 1974, una de las dos aportaciones fundamentales que correspondieron a la Comisión, “Los Principios Generales de la Nación Española”, fue obra de Muñoz Torrero.

[44] Diario de las Sesiones de las Cortes Constituyentes. Sesión de 25 de agosto de 1811.

 

 

[45] Para Ignacio Fernández de Castro, en la página 35 de su libro De las Cortes de Cádiz al Plan de Desarrollo, Paris, Ruedo Ibérico, 1968; todas estas medidas forman “un simple programa anticipado para una revolución burguesa futura pero todavía irrealizable”.

[46] Diario de Sesiones de las Cortes Generales y Extraordinarias. Sesión del 6 de septiembre de 1811, p. 1790.

 

[47] GARCÍA PÉREZ, Juan: Diego Muñoz Torrero. Ilustración, religiosidad y liberalismo. Mérida, Editorial Regional de Extremadura, 1989.

[48] LA PARRA LÓPEZ, Emilio: “El primer liberalismo y la Iglesia”. Alicante, Instituto de Estudios Juan Gil-Albert: Diputación provincial, 1985. p. 37.

[49] Según lo recogido en la Constitución, el nombramiento de Muñoz Torrero como diputado en esta nueva reunión de Cortes resultada imposible debido a su participación en las Cortes Extraordinarias.

[50] AYMES, J. R. op. cit., pag. 107.

[51]  El general Eguía envió “ordenes reservadas” al ministro togado D. Francisco de Leiva y éste a su vez a otros ministros, en estas órdenes se declaraba que: “á los ministros togados Don José María Puig, Don Jaime Álvarez Mendieta y Don Antonio Galinano para que procedan al arresto de todas las personas y al recogimiento de sus papeles, á saber: de aquéllos que se crean á propósito para calificar después su conducta política (…) El Cuartel de Guardias y la cárcel de la Corona son lugares á propósito para la custodia de los más señalados. Y, respecto á que hay entre ellos algunos eclesiásticos, se impartirá el auxilio del Vicario de Madrid y, en todo caso, por nada se suspenderá el arresto…”. Recogido en la pág.  54 del libro de CASTRO, C: El Rey felón y los seis años inicuos. Rafael Caro Regio Edit, Madrid, 1929.

[52] Hay que apuntar que para la elaboración de las listas negras de personajes a detener, fue esencial la colaboración de numerosos delatores, algunos de ellos ex diputados de tendencia ultra conservadora como Andrés Lasauca, Blas Estolaza, Antonio Joaquín Pérez, etc.  

[53]ALCALÁ GALIANO VILLAVICENCIO, Antonio: Historia de España: desde los tiempos primitivos hasta la mayoría de la reina doña Isabel II: redactada y anotada con arreglo a la que escribió en inglés el doctor Dunham. Madrid, Imprenta de la Sociedad Literaria y Tipográfica, 1844-1846. Págs. 39 y 40.

[54] VILLANUEVA, Joaquín Lorenzo: Apuntes sobre el arresto de los vocales de cortes, ejecutado en mayo de 1814. Encerrados en la cárcel de la Corona. Madrid,  Imprenta de don Diego García y Campoy y compañía. 1820.

[55] Esta opinión es compartida por Manuel Moreno Alonso en la página 17 de su artículo titulado La “fabricación” de Fernando VII. p. 17- 41, en la revista Ayer, nº 41. Ramón Villares Cortina (Direct.)Editado por la Asociación de Historia Contemporánea Marcial Pons, Ediciones de Historia, S.A. Madrid. 2001.

[56]  CASTRO, C. op. cit., pag 55.

[57]  Muñoz Torrero se había caracterizado por su desprendimiento y generosidad lo que le había convertido en un hombre muy pobre de recursos. En el momento de su detención, dos años atrás, contaba uno de sus compañeros de presidio: “todo el capital con que contaba eran tres escudos de veintiuno y cuartillo, sin que, aparte algunos libros, dejara en casa bienes de mayor entidad, porque el dinero no tenía mucho más uso en su mano que el de pasarle á los que de él necesitaban para socorrer á sus desgracias. A tal punto llegó su escasez, que ya iba á tener por alimento el rancho de la cárcel cuando Álvarez Guerra tomó á su cargo enviarle la comida”. FERNÁNDEZ DE LOS RÍOS, A. op. cit. Pags. 12 y 13.

[58] GIL NOVALES, Alberto. op. cit., pag  125.

[59]  DÉROZIER, Alberto. op. cit., pag. 693.

 

[60]  LE BRUN, Carlos: Retratos políticos de la Revolución de España. Impreso en Filadelfia (EEUU), 1826. Pág. 43.

[61] CUCALÓN Y ESCOLANO, Luis. op. cit., pag. 325.

[62] En agosto de 1820, la Monarquía absoluta portuguesa había sido sustituía por un gobierno constitucional. Dos años después, el Rey Juan VI implantaba en el país un régimen liberal cuya actuación siguió muy de cerca el modelo de reformas recogidas en la constitución gaditana.

[63] Es como popularmente conocemos los extremeños a la frontera entre ambos países.

 

[64]  Recoge J. Mª Romero y Rizo en la pág. 86 de su libro antes citado: “El gobernador hizo entonces más horrible aún la situación del mártir; le separó de D. Francisco Calver y de D. José Castillejos, que le aliviaban en sus trabajos (…); le obligó á bajar á un pozo y á limpiar, por espacio de varias horas diarias, la inmundicia, arrancando con las manos los ásperos arbustos que había en las paredes; y no paraba aquí su bárbara inventiva, sino que hacía que desde arriba le tirasen algunas piedras, diciéndole, por vía de mofa, que buscase en el fondo del pozo la libertad que tanto ansiaba”

[65] ROMERO RIZO, J. Mª. op. cit. p. 88.

[66] LE BRUN, Carlos. op. cit. pags. 42 y 43.

[67] D. A. F. G: Verdaderas y genuinas semblanzas de los padres de la patria para la legislatura de 1820 y 1821. Madrid, editorial Espinosa, 1821.  Pag 23.

[68] ESCALERA, Evaristo: op. cit., pag. 240.

[69] BORDEJÉ Y MORENCOS, F. Fernando de: Galería de personajes españoles. Arganda del Rey (Madrid), Egartorre. 2007. Pág. 462.

Dic 042013
 
Jesús Barbero Mateos.

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

 La rebelión armada del 18 de julio de 1.936 supuso, para la educación, en general y para el magisterio, particularmente, un tremendo mazazo, por cuanto significó el retroceso en la formación de las sucesivas generaciones de españoles, a la vez que instauró un régimen de terror entre los docentes, al someterlos a un cruel y perverso proceso de depuración política, que debía determinara las adhesiones al nuevo “régimen” o, por el contrario, identificar a los maestros, “desafectos” al mismo, para aplicar sobre ellos ensañadas sanciones. Cerca de 1.200 maestros de la provincia de Cáceres, según la documentación obrante en el Archivo General de la Administración, padecieron el proceso, en el que presunción de culpabilidad era el principio rector en la tramitación de los expedientes, en una de las pocas acciones decididas en la política de los primeros tiempos del franquismo, en medio de la desidia administrativa general.

 

La Junta de Defensa Nacional no perdería el tiempo emitiendo, a propuesta del Rector de la Universidad de Zaragoza, “órgano superior de la enseñanza”, un Decreto[2] el día 19 de agosto de 1.936, con instrucciones que orientaban el procedimiento.

 

El día 26 de agosto de 1.936, Eduardo Málaga, Inspector Jefe de la provincia, concretó para los alcaldes y maestros, Instrucciones[3] relativas al comienzo del curso escolar. En ellas se establecía la necesidad de demostrar en las zonas ocupadas, la normalidad en el funcionamiento de los organismos oficiales, entre ellos la escuela, “como piedra fundamental del estado, que ha de contribuir a la españolización de las juventudes del porvenir, orientada en los últimos años en sentido inverso”.

 

Para ello se dotaba de poderes plenos a los alcaldes, que debían vigilar que la enseñanza impartida era la adecuada y exaltaba el “patriotismo sano”; informar “las debilidades y orientaciones opuestas” de los maestros y si sus conductas habían “perturbado las conciencias infantiles”, en cuyo caso, los Rectores ordenarían con toda urgencia su sustitución; y comunicar los maestros que se hubieran presentado el día uno, únicos a los que los habilitados estaban autorizados a pagar. En los pueblos donde no se hubiese presentado, el alcalde designaría a un sustituto interinamente, entre los maestros de la localidad o de localidades situadas a menos de 5 kilómetros. Si no se encontraban maestros, podría nombrarse a cualquier titulado universitario, eso sí, de reconocida moralidad y patriotismo.

 

Por su parte, el Gobernador Civil de Cáceres, mediante Circular[4] de 1 de  septiembre de 1.936, establecía que “la Guardia Civil, procederá a averiguar y formar relación de los maestros nacionales clasificados por ideas socialistas, comunistas y francamente izquierdistas, a fin de ordenar su destitución”.

 

Hasta aquí los prolegómenos del proceso. Pronto comenzaría a normalizarse el mismo en todo el territorio, con normas comunes.

 

El Decreto de 8 de noviembre de 1.936, creaba las Comisiones Depuradoras, al considerar que “la atención que merecen los problemas de la enseñanza, tan vitales para el progreso de los pueblos, quedaría esterilizada si, previamente, no se efectuase una labor depuradora en el personal que tiene a su cargo una misión tan importante como la pedagógica (…)”[5]. Las Comisiones Provinciales de depuración, supervisadas por la Comisión General Central de Depuración del Magisterio, solicitaban informes de los maestros en modelos normalizados, a las “personas de orden” de las localidades donde estaban ejerciendo: Guardia Civil, Alcalde, Juez, Cura, Jefe de Falange, cabezas de familia de acreditada moralidad, etc., a partir de los cuales proponían la absolución, o bien, imputaban cargos y proponían las sanciones que creían más adecuadas.

Una Orden de 7 de diciembre de 1.936, señalaba las sanciones a aplicar, que iban desde el traslado forzoso, a la separación definitiva del servicio.

El 18 de marzo de 1.939, otra Orden señalaba causa suficiente de sanción, la pasividad de quienes pudiendo haber cooperado con los sublevados, no lo hicieron.

 

Como colofón del proceso, el gobierno rebelde aprobó una Ley el 10 de febrero de 1.939, en la que se compilaban las normas depuradoras, tratando de actuar con rapidez para identificar y reintegrar a los afines y localizar y sancionar a los que “contribuyeron a la subversión y prestaron asistencia a quienes por la violencia se apoderaron de los puestos de mando de la Administración”.

La Disposición Adicional Segunda establecía: “La depuración del personal docente que depende del Ministerio de Educación nacional, se efectuará con arreglo a las normas especiales que al efecto se dicten”.

En todo caso, como este proceso “purificador” se extendió también a los maestros “no contaminados”, al terminar la guerra, los que pudieron probar su hostilidad a la República, tuvieron que superar unos exámenes y seguir unos cursos de orientación profesional, “para saturar su espíritu del contenido religioso y patriótico que informa nuestra cruzada”[6].

 

A continuación trataremos de arrojar un poco de luz sobre la depuración del magisterio que ejercía en el ámbito de lo que es hoy el CRA “Las Villuercas”, ocho localidades en total, pertenecientes a tres partidos judiciales. Para ello se han consultado y analizado los expedientes de los 17 maestr@s que ejercían en estos pueblos, obrantes en el Archivo General de la Administración, que acarrearon desiguales consecuencias, como veremos. Hemos agrupado la información obtenida en cuatro bloques, referidos a datos personales; características profesionales; aspectos socio-políticos y una cuestión abierta. Pondremos de manifiesto las principales características de los tres primeros bloques, centrándonos a continuación en los procesos seguidos a dos maestros, cuyas consecuencias fueron la destitución fulminante en un primer momento, y la sanción al finalizar la tramitación de sus correspondientes expedientes.

 

CARACTERIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN LAS “VILLUERCAS BAJAS”

 

Comenzaremos fijándonos en las personas que ejercieron la tarea de  informantes, para ubicarnos adecuadamente en las fuentes de que las que se nutría la administración, para conocer sobre el magisterio. Sus informaciones, según se desprende del análisis de los expedientes, están cargadas de subjetividad, por cuanto sobre un mismo maestro aparecen, en algunos casos, informaciones radicalmente opuestas entre unos informantes y otros, llegando, incluso, a advertir unos sobre las posibles inexactitudes aportadas por otros.

 Eran individuos que ocupaban puestos de responsabilidad local y que eran requeridos por la Comisión Depuradora, para informar y emitir juicios de valor sobre los maestros, cumplimentando un cuestionario elaborado al efecto.

Esta función fue desempeñada, en la práctica, por los estamentos a los que el régimen consideraba los pilares de la nueva sociedad: El Alcalde, el Cura, el Comandante de Puesto de la Guardia Civil, el Juez, el Jefe de Falange y “personas de orden” con reconocida moralidad e intachable conducta religiosa, política y social.

En las Villuercas Bajas, los informantes fueron:

 

 

Alcalde

(10)

G. Civil

(6)

Cura

(7)

Falangista

(4)

Juez Municipal

(3)

Otros

(4)

Campillo de Deleitosa

Jerónimo Rivero

Bernardino Coca

Ildefonso Díaz Astudillo

 

Antonio Salas Curiel

 

Deleitosa

Marcelino Soleto

Gonzalo Jiménez

Maximiliano Buenvarón

José Novoa Oropesa

Tomás Palacios Bañegil

Hilario Palacios Jácome

Manuel ¿?

Alejandro Izquierdo

Fausto Rodríguez

Navezuelas

Román Benito

Antonio Durán

Vicente Álvarez Alama (1º Tte.)

Evaristo Blázquez Maeso

Fernín Roa Alonso

José Blanco Gallego

 

 

Tomasa Porras Sánchez

Robledollano

A. Muñoz

José Novoa Oropesa

Melquíades García

Adolfo Carrasco

 

 

Roturas de Cabañas

Pedro González

Fermín Roa Alonso

Ezequiel Morcillo Cuadrado

Ciriaco Rodríguez López

 

Primitivo Araújo

 

Retamosa de Cabañas

José Novoa Oropesa

Evaristo Blázquez Marro

Ezequiel Morcillo Cuadrado

Inocencio Serrano Díaz

 

Cabañas del Castillo

José Novoa Oropesa

Francisco Fernández Estacio

 

 

Casas de Miravete

Ulpiano Domínguez

Eurico Gómez Rubio

 

 

Andrés Moreno

Eugenio Monroy

 

 

 

DATOS PERSONALES.

 

Maestros y Escuelas. De los diecisiete expedientes analizados, ocho son de maestras y nueve de maestros. En todo caso hay que aclarar que en la zona no hay, por ello, diecisiete escuelas, sino trece, ya que cuatro de ellos están sustituyendo a los titulares. En el caso de Deleitosa, por destitución gubernativa; en Campillo de Deleitosa, porque la maestra se había fugado con los “rojos”; en Retamosa, porque el maestro estaba en el frente; y en Navezuelas, el titular fue destituido y el sustituto se incorporó a filas, por lo que era el cura el que realizaba las funciones propias de maestro.

En todo caso, conviene aclarar que, administrativamente, diez maestros eran propietarios, cinco interinos, uno sustituto y otro del denominado grado profesional.

 

Estos profesionales atendían cinco escuelas unitarias de niñas, cinco de niñas y tres unitarias mixtas en Campillo de Deleitosa, Roturas de Cabañas y Cabañas del Castillo, atendidas por maestras.

 

Localidad

Tipo de escuela

Maestr@ titular

Maest@ sustitut@

Causa de la sustitución

Deleitosa Unitaria niños Evaristo Jiménez Sánchez    
Deleitosa Unitaria niños   Florián López Muñoz Destitución del titular
Deleitosa Unitaria niñas Eufemia Ramos Gil    
Campillo Unitaria mixta Manuela Alonso    
Campillo Unitaria mixta   Mª Luz Dguez. Expósito Fuga de la titular con los rojos
Roturas Unitaria mixta Ignacio Serrano Díaz    
Robledollano Unitaria niños Primitivo Martínez Flores    
Robledollano Unitaria niñas Lucila Carrasco Muñoz    
Casas Miravete Unitaria niños Alipio Vicente Rodríguez    
Casas Miravete Unitaria niñas Pilar García Peña    
Cabañas Unitaria mixta Ana Ruiz Barba    
Retamosa Unitaria niños Lorenzo Barrado    
Retamosa Unitaria niños   Tarsicio Chamorro Herrero Marcha del titular al frente
Retamosa Unitaria niñas Antonia Gallego Rodríguez    
Navezuelas Unitaria niños Jacinto Romero Pardo    
Navezuelas Unitaria niños   Gregorio Lirón Parra Destitución del titular
Navezuelas Unitaria niños   José Blanco Gallego (cura) Marcha al frente del sustituto
Navezuelas Unitaria niñas Casilda Avedillo Huertas    

 

De estos profesionales, trece eran de la provincia de Cáceres y los otros cuatro eran de las provincias de Toledo, Salamanca, Ávila y Zamora.

Sobre sus filiación personal, sabemos que el magisterio de la zona era mayoritariamente joven, con predominancia de la soltería y escasez de hijos, salvo el caso de una maestra que tiene cinco. En su mayor parte eran católicos practicantes.

Es significativo el hecho de su escaso tiempo de permanencia en las localidades de destino, lo que confirma que las escuelas de la zona, ya por aquellas fechas constituían un destino de paso para los docentes.

 

 

MAESTROS

MAESTRAS

Edad Menores de 25 años: 4

Entre 26-30 años: 2

Entre 31-35 años: 1

Mayores de 35 años: 2Menores de 25 años: 3

Entre 26-30 años: 2

Entre 31-35 años: 0

Mayores de 35 años: 1

Sin determinar edad: 2Estado CivilSolteros: 4

Casados: 5Solteras: 4

Casadas: 2

Sin determinar: 2Nº de hijosNinguno: 6

Un hijo: 1

Dos hijos: 2Ninguno: 4

Un hijo: 2

Cinco hijos: 1

Sin determinar: 1PermanenciaMenos de 1 año: 3

Entre 1-5 años: 4

Entre 6-10 años: 1

Entre 11-15 años: 1Menos de 1 año: 2

Entre 1-5 años: 3

Entre 6-10 años: 1

Sin determinar: 2CatolicismoBuen católico: 5

Sin religión: 3

Desigual: 1Buena católica: 6

Sin determinar: 2

 

La dedicación del tiempo libre resultaba netamente distinta para maestros y maestras, ateniéndose a los socialmente bien visto en la época. Mientras que las maestras fuera de la escuela, asumen todas las tareas domésticas, que como mujeres les asignaba la sociedad y participaban de las acciones caritativas, los maestros, en ningún caso las asumen. Por el contrario, los maestros disponen de elementos de ocio personales y participan activamente en la vida política de las localidades.

 

Estas son las principales dedicaciones señaladas:

 

 

Maestras

Maestros

Ocio

  Pasar ratos de recreo. Actividades y expansiones naturales. Caza. Pasear con su señora y vivir en familia. Poesía.

Laboral

Trabajos propios de su propio sexo. Bordar. Quehaceres domésticos  

Educativo

Formativo

Dar clases particulares. Dar clases particulares gratuitas. Estudiar. Enseñar instrucción militar a falangistas y niños.

Político

social

Enaltecer a la patria Hacer propaganda política del Frente Popular.

Asistir a reuniones comunistas, socialistas y revolucionarias. Asuntos de engrandecimiento de la patria como jefe de Falange. Hacer de vivo caballero ejemplar. Distracciones con funcionarios de mal proceder político.

Socio Religiosos

Hacer obras de caridad. Promover el celo católico. Orientar a los jóvenes por el bien. Actividades de Acción Católica. 

 

DATOS PROFESIONALES.

En el cuestionario se incluían cuestiones relativas al planteamiento, desarrollo e implicación de los maestros con su profesión, impregnadas de un marcado contenido socio-político, que aclarase la comunión o no del docente con el régimen en ciernes.

Las horas dedicadas a la escuela, pretendían saber, indirectamente, si dedicaba su tiempo a cuestiones “poco patrióticas”. Pues bien, siete maestros dedicaban seis horas diarias a la escuela, mientras que otros cinco, dedicaban cinco horas. De tres maestros se afirma que las horas dedicadas a la enseñanza eran las reglamentarias y del resto no se especifica esta información.

Sobre la implicación de los maestros con su labor, en nueve casos enseñaban bien y con entusiasmo; en dos, enseñaban regular y con entusiasmo; en otros dos, enseñaban mal y sin entusiasmo; y en los demás no se especifica.

 

También se solicitaba información sobre los juegos que los maestros aplicaban con los niños, por si éstos se estaban utilizando como forma de adoctrinamiento político o de entrenamiento bélico. En las escuelas de la zona tenemos: recreos, juegos infantiles propios de la edad y tradicionales del país, instrucción militar, juegos patrióticos basados en la educación física, juegos recreativos, morales, sanos, instructivos, pedagógicos y buenos, la peonza, el corro “dime niña”…

En cuanto a la simbología política, dos cuestiones se centraban en recabar información sobre su uso dentro de la escuela, haciendo hincapié, únicamente, en la de tendencia izquierdista. Tan sólo en un caso se afirma que se cantaba la internacional y se saludaba puño en alto.

 

DATOS POLÍTICOS.

El último asunto sobre el que se incide en la encuesta, quizás el más significativo en relación con su objetivo, trataba de localizar e identificar, para sancionar, a los maestros izquierdistas. Hacía referencia a las actividades políticas y asociativas. A raíz de las respuestas de los informantes, se iniciaron procesos civiles y penales contra los maestros, tres en el ámbito de la zona considerada, dos maestros y una maestra, de los trece maestros titulares, lo que supuso en torno al 23% de la plantilla.

En cuanto  la afiliación política, a tenor de las informaciones recogidas en los documentos, tenemos que tres maestros eran de la CEDA; dos eran de Falange, uno de ellos jefe en Roturas y uno era de Izquierda Republicana, presidente en Deleitosa.

Posteriormente se interroga sobre el carácter asociativo del magisterio. En total cuatro docentes estaban integrados en asociaciones: dos maestros pertenecían a la Asociación Provincial del Magisterio; una maestra a la asociación de estudiantes católicos y otra maestra a las cinco asociaciones religiosas había en la localidad.

Finalmente, se recogen las observaciones más significativas que realizaron los informantes, en el caso de algunos de los docentes de la zona. Son las siguientes:

Manuela Alonso, propietaria de Campillo, “se ha marchado con los comunistas a Mesas de Ibor. Su fe era casi nula y su hijo dijo que ir a misa era como ir al baile e día 20, patrón de la localidad”.

Mª Luz Domínguez Expósito, interina que sustituye a la titular de Campillo, “siempre ha sido de derechas, como su familia. Fue nombrada por el alcalde al irse la titular con los comunistas, sustituyendo a la fugada”.

Ignacio Serrano Díaz, propietario de Roturas, era el Jefe de Falange en la localidad.

Primitivo Martínez Flores, propietario de Robledollano, “en las clases nocturnas ensañaba a los adultos que no tenían que ir a misa los domingos, porque decía que la República había quitado tal obligación”. Alcalde y cura coinciden en que “es cumplidor y carente de vicio y merece el máximo respeto y consideración como maestro y como persona”.

Lucila Carrasco Muñoz, sustituta de Robledollano (nada se dice de que hubiese una propietaria), “merece el máximo respeto y consideración. Ha llevado en fila a los niños a misa y les ha enseñado cantos religiosos. La localidad está muy ilusionada con ella por su incansable labor profesional y elogiosa vida privada”.

Pilar García Peña, propietaria de Casas de Miravete, “da ejemplo con su intachable conducta, es católica y patriota, por lo que fue perseguida por las izquierdas del pueblo. Socorre a las familias necesitadas siguiendo el espíritu cristiano, aún en tiempos adversos. Durante unos mese dio clases a la hija de Isidoro Moreno Moreno, Alcalde, jefe del Partido Socialista y delegado de las organizaciones obreras del partido”.

Alipio Vicente Rodríguez, propietario de Casas de Miravete, “de conducta moral intachable, buen patriota al servicio de la causa de la nueva España. Ejemplar caballero católico”. Por otra parte, “no tiene condiciones para enseñar, pues se burlan de él los niños. Aunque es de derechas, convivió con las izquierdas cuando éstas se adueñaron del poder”.

Ana Ruiz Barba, interina de Cabañas del Castillo, es “ferviente católica y se ha visto perseguida por sus ideas derechistas”.

Tarsicio Chamorro Herrero, propietario de Retamosa, “está en el frente desde octubre de 1.936. Enseña doctrina de crudo materialismo monístico, como el origen simiano del hombre, conforme, totalmente, al evolucionismo de Darwin”.

 

Estas son las principales características de los maestros de la zona, durante el proceso de depuración política, que una vez puestas de manifiesto, nos llevan a centrarnos en dos de los maestros expedientados, cesados y sancionados injustamente, por el ensañamiento de los alcaldes de Deleitosa y Navezuelas, respectivamente.

Ante tamaña injusticia se rebelaron los vecinos y, también, las sucesivas autoridades de ambos pueblos, apostando por ellos y dejando en evidencia la falsedad de las acusaciones, que les acarrearon injustas sanciones profesionales y amargos trances personales, como veremos a continuación, al tratar las vicisitudes acontecidas a Evaristo Jiménez Sánchez, maestro de Deleitosa y a Jacinto Romero Pardo, maestro de Navezuelas.

 

LA REBELIÓN DE LOS JUSTOS

 

EVARISTO JIMÉNEZ SÁNCHEZ. Maestro de Deleitosa.

 

En primer lugar tratamos el caso del maestro de Deleitosa, Evaristo Jiménez Sánchez. Sobre él se ensañaron el cura y el alcalde de la localidad en los primeros momentos de la rebelión. La intervención de las autoridades y, sobre todo, del vecindario, aclarando las falsedades vertidas sobre el maestro, hicieron rectificar a la administración, aunque, se verá la amargura vivida por él y su mujer, así como las trágicas consecuencias del retraso en la resolución de su expediente.

 

El informe inicial. El alcalde de la localidad, Marcelino Soleto, remite dos documentos fechados el 10 de septiembre y el 9 de octubre de 1.936, al Gobernador Civil de la Provincia de Cáceres y al Rector de la Universidad de Salamanca, informando sobre el maestro Evaristo Jiménez Sánchez, al que acusa de tener avanzadas ideas comunistas, que procura exteriorizar en toda ocasión. Informa también que se marchó a Cebreros (Ávila) al principio de las vacaciones y no había regresado a la localidad.

 

La Destitución. Con esa información, el maestro es cesado de manera fulminante.

 

Informes solicitados por la Comisión Depuradora. A lo largo del mes de octubre se remiten a la comisión depuradora del magisterio de Cáceres, los informes cumplimentados por el alcalde, el brigada de la guardia civil de Trujillo, José Novoa Oropesa, el  cura, Hilario Palacios Jácome y dos personas de orden, Jacinto Robledo y Fausto Rodríguez, que aportan interesante información.

El maestro, de 57 años, natural de la provincia de Toledo, casado y sin hijos, llevaba 15 años en la localidad. No ejercía como católico y en su tiempo libre hacía propaganda extremista y revolucionaria del Frente Popular, asistiendo a reuniones políticas.

A la escuela dedicaba 5 horas diarias, enseñando mal y sin entusiasmo, saludando con el puño en alto y cantando la internacional, aunque el cura lo niega.

Desde el día 16 de febrero de 1.936 era presidente local de Izquierda Republicana, partido al que estaba afiliado desde el 14 de abril de 1.931. se le acusaba, además de masón. Había sido suspendido de empleo y sueldo.

Apostillan, para finalizar, que el maestro se encuentra en campo rojo desde que el movimiento se inició, en concreto, en Calera y Chozas (Toledo), donde fomentó y auxilió a la rebelión cuanto pudo junto con su sobrino, no presentándose a la apertura del curso escolar. Un evadido de Madrid informó que estaba en la capital.

Cura, Hilario Palacios Jácome: al principio se portó como católico perfecto, luego, aún antes de proclamarse la República, dejó las prácticas cristianas y terminó en estos últimos tiempos siendo ateo. Iba poco a la escuela. Un sobrino que vivía con él, que era comunista, pues aquí pertenecía a la juventud socialista y que mandaba blasfemar a los niños, era el encargado de ella, mientras él se dedicaba a la propaganda comunista. Cuando el jefe de los socialistas iba a la escuela, se saludaba con el puño en alto, salvo algunos de familias de derecha, que no lo hacían, exponiéndose a ser castigados. Asistía con los niños a las manifestaciones.

Antonio Floriano Cumbreño,  inspector de educación, resume estos informes el día 7 de abril de 1.937, haciéndose eco de las principales acusaciones que aportan, para constancia de la comisión depuradora provincial.

 

El pliego de cargos. La comisión, como siempre, sin mayor contraste, da por buenas las informaciones aportadas y, el día 3 de mayo de 1.937, acuerda imputar y remitir al maestro el siguiente pliego de cargos: Hacer ostentación de ideas izquierdistas. Cantar la internacional y saludar con el puño en alto en la escuela. Asistir con los niños a manifestaciones socialistas. Presidir Izquierda Republicana. Abandonar la escuela en manos de su sobrino de juventudes socialistas, que obligaba a los niños a blasfemar. Fomentar y auxiliar con entusiasmo la rebelión roja. Pertenecer a la masonería.

 

La imposibilidad de realizar los descargos. El pliego de cargos se remitió a Deleitosa, para que fuera entregado al maestro, pero como éste estaba ausente, e día 7 de mayo de 1.937, el alcalde lo devolvió a la Comisión que, una vez recibido, ordena, el 12 de junio de 1.937, la publicación de un requerimiento en el Boletín Oficial de la Provincia, instando al maestro a fijar residencia. El mismo se publica el 16 de junio.

 

Sanción. Agotados todos los tramites y no habiendo logrado la audiencia del maestro,, el día 20 de agosto de 1.937,  la comisión provincial depuradora eleva a la comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado, la propuesta de sanción: separación definitiva del servicio. La comisión asume la propuesta el 16 de noviembre y la amplía con la inhabilitación para cargos directivos y de confianza. La sanción es ratificada el 26 de octubre por la comisión superior dictaminadora, que la hace firme y se consuma con la Orden del Ministro de Educación Nacional, de 30 de diciembre de 1.939, que imponía al maestro la separación definitiva del servicio y baja en el escalafón.

 

Regreso del maestro a Deleitosa. Hasta aquí se extiende la primera parte del proceso a Evaristo Jiménez Sánchez, quien no es consciente de la situación administrativa por la que está pasando, al no encontrarse, no ya en la localidad, sino en el bando rebelde, cuyo gobierno le estaba depurando. Finalizada la contienda, el maestro regresa a Deleitosa y es informado de su situación de suspensión, encontrándose a cargo de la escuela el maestro interino, Florián López Muñoz, quien estaba en su puesto desde octubre de 1.936.

 

Solicitud de revisión del expediente. El maestro comienza las gestiones para que su expediente sea revisado, remitiendo al Ministro de Educación Nacional, el día 23 de enero de 1.940, una solicitud de revisión, en la que alega que no se encontraba en Deleitosa cuando estalló el Movimiento, porque se había ido el día 16 de julio de 1.936 a Madrid, para someter a sus esposa, anciana de 60 años, a un tratamiento médico. Había permanecido en zona roja hasta la total victoria de las armas Nacionales, concretamente en la parroquia de San Felipe Neri, de Alicante. Cuando se reintegró a su destino nuevamente, presentó declaración para su expediente, pero sin tiempo para acompañar documentos acreditativo de su conducta, los cuales había enviado con posterioridad. Prosigue, informando de que en los 32 años que lleva de servicio, 16 en Deleitosa, no ha tenido una sola nota desfavorable, pudiendo acreditar las autoridades locales y el vecindario su  buena conducta pública y privada, como ciudadano y como maestro. Se lamenta de que habiendo sido separado del magisterio, teniendo 62 años y enfermo con una afección cardiaca, que le incapacita para el trabajo corporal y que tanto él como su anciana esposa carecen de familiares que pudieran ampararlos, la sanción le condena a mendigar su sustento, llevando el estigma sobre la frente.

Finalmente, suplica la revisión de su expediente.

Nuevamente vuelve a remitir la solicitud al ministro el día 25 de febrero de 1.940, pero en esta ocasión, aportando cuatro documentos de aval, que considera de tremenda importancia.

El primero, fechado el 8 de febrero de 1.940 en Alicante y firmado por el párroco de San Felipe Neri, D. Manuel Arivente Aguilar, quien certifica que el maestro vivió en su casa desde primeros de noviembre de 1.936 hasta julio del año 1938, habiendo observado una conducta inmejorable, no interviniendo en política ni figurando en nada con los rojos.

El segundo documento, de 23 de febrero de 1.940, lo fieman en Deleitosa las autoridades locales, Alcalde, Comandante de Puesto, Juez, cura y Jefe de Falange, quienes ponen de manifiesto que antes de iniciarse el Movimiento, perteneció a un partido de izquierdas, en el que no consta que hiciera propaganda ni se ocupara en dar mítines, cumpliendo con sus deberes profesionales y particularmente hacía una vida conviviendo con todos los vecinos. Unos días antes del 18 de julio de 1.936, se ausentó de esta localidad y le sorprendió en movimiento en zona roja, donde permaneció hasta la victoria final, desconociéndose su actuación en dicha zona.

 

Explicaciones del maestro. El propio maestro redacta el día 24 de febrero una declaración jurada, en la que hace constar  que no ha pertenecido a ningún partido político ni ha ostentado cargo alguno, habiendo vivido para su profesión de maestro, como atestiguan los informes de autoridades padres y vecinos. Se sincera relatando sus avatares personales, para justificar su militancia en Izquierda Republicana: “Con motivo de tener a mi esposa enferma, en el año 32 me trasladé a Madrid, a que fuera reconocida por un especialista. Como este dijo que necesitaba ingresar en una clínica, careciendo de recursos para el sostenimiento de la misma, ya que su estancia en ella había de pasar de un mes y no conociendo a nadie a quien acercarme para que ingresara en un establecimiento benéfico, me acerqué, aunque sin conocerle, al entonces diputado por esta provincia, D. José Giral, a quien expuse mi situación y logré su ingreso, aunque no su curación.

Cuando llevaba en Deleitosa más de medio año de mi regreso de Madrid, me sorprendió un día el correo con una credencial de Jefe de Acción Republicana y una carta del Sr. Giral que, a cambio del favor que me hizo, me pedía lo aceptara. Con la República nefasta, este caso excepcional y fortuito me hizo pertenecer a un partido de izquierdas de hecho, no de derecho, del que no hice caso alguno, siguiendo las normas que me tracé al terminar mi carrera: enseñar y sólo enseñar en mi escuela, no asistiendo a acto político alguno que pudiera desdecir del papel que debe representar todo maestro en la sociedad”.

 

Primer aval del vecindario. El mismo día, ocho vecinos de la localidad, firman un aval al maestro, en el que aseguran que desde que fue destinado a esta escuela, observó “una conducta intachable moral y profesional, no se preocupó de otra cosa que no fuera enseñar, dando ejemplo de honradez y ciudadanía. Durante la nefasta república, perteneció a un partido de izquierda, pero no se le vio actuar en política, no acudiendo a mítines, reuniones ni acto alguno que pudiera estimular con su presencia a los demás. Al iniciarse el Movimiento estaba en Madrid, donde fue acompañando a su señora, que padeciendo una dolencia visual, necesitaba consultar a un especialista”. Firman: Casáreo Moreno, Benito Ciriero, Julián Durán, Apolinar Buenvarón, Aniceto Robledo, Bibiano García, Constantino Moreno y Francisco Buenvarón. El Alcalde, Gonzalo Jiménez, certifica las firmas.

 

Revisión del expediente e inicio de actuaciones. En compás de espera queda el asunto, hasta que la administración lo retoma dos años después. Mientras tanto, el maestro y su mujer vivieron de la caridad del vecindario, muriendo la esposa de pura inanición, según el testimonio de algunos vecinos, que vivieron la situación y recuerdan al maestro y las penalidades que hubo de pasar.

Pasados que fueron dos años desde la solicitud de revisión del expediente, el día 6 de febrero de 1.942, el ministro accede a lo solicitado por el maestro y ordena que se remita el expediente a la comisión Provincial, para que comience el trámite de comunicación de cargos y se dé audiencia al maestro, lo que se traslada a Cáceres el día 23 de febrero de 1.942.

 

Pliego de cargos. La comisión cacereña comunica al maestro el pliego de cargos el día 15 de mayo de 1.942, dándole diez días para que formule los descargos que estime oportunos y remita la documentación exculpatoria que crea de su interés para su defensa, plazo que empieza a corres desde el día 29 de mayo, cuando le es entregado al maestro.

 

Alegato de descargos. Evaristo Jiménez Sánchez, que cuenta ya con 63 años, contesta el día 4 de junio de 1.942 a los siete cargos, tratando de desmontarlos a base de testimonios y certificaciones.

No hizo nunca ostentación ni tuvo jamás ideas socialistas ni comunistas, siendo contrario a las mismas, no pudiendo persona alguna de esta localidad decir me viera asistir a reuniones socialistas ni oyera que en mi escuela se cantara nunca jamás la internacional, ni se saludara con el puño en alto, como igualmente que no asistí ni solo ni acompañado de los niños de la escuela a manifestaciones de ninguna clase.

Si bien es cierto que recibí nombramiento de presidente de Izquierda Republicana, con el cago de constituir partido en este pueblo, nadie puede decir que hice la menor gestión para reunir partidarios, haciendo constar que este nombramiento lo acepté y no devolví, en agradecimiento a favores recibidos de D. José Giral, tal como hice constar en el escrito de solicitud de revisión de mi expediente.

Nunca abandoné mi escuela, aunque mi sobrino, de 14 años, me ayudaba en la enseñanza de los pequeños, bajo mi exclusiva dirección, no siendo cierto que éste obligara a blasfemar a los niños.

Juro por mi honor que no fomenté ni auxilié a la rebelión roja, ya que siempre fui enemigo de este falso ideal; juro que ignoro lo que es la masonería y por tanto no podía pertenecer a esta organización.

Finalizaba instando a la comisión para que solicitara informes suyos a las autoridades y al pueblo en general, pues él no podía acompañarlos al expedirse éstos, únicamente, a requerimiento de la comisión.

Adjuntaba certificados de los curas de Garciaz, Deleitosa y San Felipe Neri, quienes certificaban que no había hecho ostentación de ideas izquierdistas, ni manifestado deseos de que triunfara la revolución roja. Era un hombre honrado y pacífico, de intachable conducta moral social y religiosa, que frecuentaba los sacramentos y asistía todos los días festivos a cumplir los deberes de buen cristiano. Asistía puntualmente a la escuela, cumpliendo bien con sus deberes profesionales.

 

Segundo aval del vecindario. Pocos día después, el 10 de junio de 1.942, el maestro remite a la comisión un nuevo escrito, para agregar un nuevo documento de descargo a su expediente. Se trata de un aval firmado por varios vecinos de Deleitosa, “personas de la mayor solvencia moral, de intachable conducta y de absoluta adhesión al Glorioso Alzamiento Nacional”, según sus propias palabras, que “hace caer como columna rota por su base, los infundados cargos que se me hacen”.

En el aval, firmado por 32 vecinos de la localidad, se hace constar que el maestro,  al que conocen desde hace diecinueve años, “tanto por su conducta pública, moral, como privada es un perfecto caballero, adornado de buenos sentimientos. Es un fiel cumplidor con los preceptos de la Iglesia, habiendo asistido asiduamente con los niños de su escuela, lo mismo al Santo Sacrificio de la Misa, cuanto a la práctica del Rosario. En el orden político, ignoramos el ideal que haya profesado, pero si ha pertenecido a algún partido, jamás se le ha visto hacer ostentación de ello, ni trabajar para sumar adictos a su causa. Firman: Constantino Romero, Marcos Muñoz, Bibiano García, Tomás Robledo, Ovidio García Soleto, Francisco Buenvarón, Apolinar Buenvarón, Adolfo Robledo, Daniel Jiménez, Julián Durán, Gonzalo Jiménez, Aniceto Robledo, Venancio Robledo, Anselmo Rodríguez, Guillermo Jiménez, Severiano García, Victoriano Barambones, Luis Robledo, Narciso Ruiz, David Carbonero, Cesáreo Moreno, Siro Vadillo de Vega, Balbino Montero, Calixto Barambones, Emilio Moreno González, José Cartagena Pacheco, José Moreno, Juan Palomo, Isidoro Luengo, Ramón Álvarez, Benedicto Ramos Gil y José Muñoz.

El alcalde, Maximiliano Buenvarón, certifica las firmas.

 

Nueva propuesta de sanción. La comisión provincial elabora la nueva propuesta de sanción definitiva el día 18 de junio de 1.942. en la misma se consideraba como única actuación sancionable al maestro, la presidir de su comité local de Izquierda Republicana. Por ello, se propone sancionarle “con la suspensión de empleo y sueldo por el plazo de dos años, para los que le servirá de abono el tiempo que ha estado separado de sus funciones; inhabilitación para cargos directivos y de confianza en instituciones culturales y de enseñanza y traslado forzoso fuera de esta provincia”. El día 30 de junio es remitido el expediente a Madrid, para su definitiva resolución. Allí se unen al mismo las consideraciones que sobre el asunto hace la Dirección General, para que sean tenidas en cuenta por el Juzgado superior de revisiones. Se considera que las nuevas informaciones aportadas, atenúan los cargos inicialmente imputados, aunque “lo de Presidente de Izquierda Republicana no hay quien se lo quite”. Por ello se estima procedente “dejar la última pena, como dice la Comisión, para casos más destacados.”

 

Sanción definitiva. Considerado ultimado el expediente, el día 18 de diciembre de 1.942, el juzgado superior de revisiones propuso anular la orden de 30 de diciembre de 1.939, así como imponer la suspensión de empleo y sueldo por dos años, con abono del tiempo haya permanecido en dicha situación, inhabilitación para cargos directivos y de confianza y traslado forzoso fuera de esta provincia, con prohibición de solicitar vacante por un periodo de cinco años.

Nuevamente la tramitación del asunto sufre un considerable retraso, pues no sería hasta dos años después, cuando el día 1 de diciembre de 1.944, el juez revisor solicitase a la unidad administrativa correspondiente de Cáceres la hoja de servicios del maestro, para ver la edad y los años de servicio.

 

Muerte del maestro. Para entonces ya era trágicamente tarde. La administración cacereña contesta al juez revisor el día 13 de diciembre, que el maestro había fallecido el día 20 de febrero de 1.944, cuando contaba con 64 años y 32 años de servicios. Ante tal eventualidad, el 18 de diciembre se ordena el archivo definitivo del expediente.

 

JACINTO ROMERO PARDO. Maestro de Navezuelas

 

El otro caso de ensañamiento de las autoridades ocurrió en la localidad de Navezuelas, recayendo las acusaciones sobre el maestro Jacinto Romero Pardo.

 

La acusación. El día 9 de septiembre de 1.936, el alcalde de Navezuelas, Román Benito, comunica al Gobernador Civil de Cáceres que el maestro Jacinto Romero Pardo “ha sido muy comunista”.

Destitución. Con esta información, el día 21 de septiembre de 1.936, el Gobernador destituye a maestro, a través del servicio de inspección.

El maestro se defiende. El día 7 de octubre, tras recibir la noticia de su cese, el maestro remite dos escritos y diversos certificados de conducta al inspector jefe, para que sean tramitados, así como otro escrito al gobernador, suplicando que le reponga en su cargo.

Alegaba que siempre había desempeñado su trabajo con convicciones católicas y que no había pertenecido a ningún partido político ni asociación, a la vez que estaba sumado al movimiento, afiliado a las milicias de su pueblo, Herreruela, donde le había sorprendido el Movimiento. “Asaltaron los rojos el cortijo donde con mis familiares me encontraba pasando las vacaciones, en las proximidades de Puebla de Obando (Badajoz), donde fui amenazado de muerte para que entregara las armas y, además, robado y maltratado”. Termina suplicando que se recaben informes suyos si alguno fue “equivocado” y adjunta uno sobre su personalidad, para que lo tenga en cuenta.

El segundo de los escritos, iba avalado por la firma de 314 cabezas de familia de Navezuelas, mayores de 25 años, personas de intachable conducta, en el que, habiéndose enterado de la destitución del maestro y “como personas interesadas en la enseñanza de los chiquillos, hombres del mañana de nuestro pueblo”, manifiestan su  profundo pesar, por tratarse de un funcionario competente. Suplican que sea repuesto en su cargo para, basado en los principios de religión y patria, dote a los niños de suficiente civilización y cultura; porque goza de la simpatía y afecto del vecindario, es digno del más entusiasta aplauso de los padres de familia, por su labor, en nada contraria al Movimiento Nacional.

Aporta varios certificados, fechados el 30 de septiembre en Herreruela y firmados por el alcalde, Tomás Bas Flores; el cura, Gregorio Rocha Fernández y el jefe de Falange, Urbano Chaparro Moreno. Todos ellos coinciden en afirmar que Jacinto Romero Pardo, al igual que su familia, es de conducta intachable moral y religiosa, es considerado como persona de orden y de derechas. Había llegado a Herreruela con sus padres a primeros de agosto, solicitando vigilancia armada, por huir de los rojos que habían asaltado el cortijo donde se encontraban. Desde entonces estuvo en las milicias patrióticas, prestando servicios de vigilancia.

Se recaban informes. Pero los trámites del proceso de depuración continúan de forma inexorable. En enero de 1.937 se remitieron a la comisión depuradora del magisterio de Cáceres, a requerimiento de ésta, los informes del maestro. Fueron dados por el Alcalde, Antonio Durán, el cura, José Blanco Gallego y el vecino Román Benito (que, como anterior alcalde, había informado negativamente sobre el maestro, por lo que éste fue destituido).

Según estos informes, Jacinto Romero Pardo, que llevaba más de tres años en la localidad, era natural de Herreruela, de 30 años, estaba casado y tenía dos hijos. Todos coinciden en que no era católico practicante, apuntando el alcalde que su familia sí lo era. Fuera de la escuela se ocupa de los asuntos de su casa, pasear con su familia y “distraerse con funcionarios de mal  proceder político”.

Dedica a la escuela las horas reglamentarias, con juegos tradicionales del país y de la edad. Enseñaba bien y con entusiasmo y estaba afiliado a la Asociación Nacional de Maestros de Primera Enseñanza, habiendo sido suspendido.

En las observaciones se señala que era apreciado por el vecindario y que tenía más amistades con los de izquierdas que con los de derechas. El cura profundiza con más detalles “se acompañaba del médico, don José Mateo y de otro maestro, Fernando Collado, sin cargo, que eran de mala conducta. Se dice de él que inspiraba en el socialismo al casero. Votaba a izquierdas, aunque en mis tiempos no se le vio haciendo mofa de los actos religiosos. Ahora cumplía y paseaba con el cura, antes nada de eso”.

Pliego de cargos. Con estas informaciones, la Comisión formula el pliego de cargos y se lo comunica al maestros el día 16 de mayo de 1.938. En el mismo se le acusa de hacer ostentación de ideas izquierdistas, socialistas y comunistas, votando al Frente Popular y teniendo sus amistades entre los elementos destacados de izquierdas.

Alegato de descargos. El día 28, desde Navezuelas, remite el maestro sus descargos y doce certificaciones de defensa a la comisión de Cáceres. Sabedor de su inocencia, en el escrito no profundiza mucho sobre su defensa, indica que como las certificaciones que deben obrar en poder de la Comisión y las que remite prueban suficientemente su ayuda moral, personal y económica desde el primer día al Glorioso Movimiento, así como su conducta moral, profesional y política y, sobre todo, “que no es cierto ninguno de los cargos que han motivado el expediente que se me instruye, prescindo de defenderme acusando y de hacer sucios retratos morales y políticos”.

De los doce documentos exculpatorios que remite, seis se emiten en Herreruela  por el Secretario del ayuntamiento, Pedro Holguera Chaparro; el comandante de puesto de la Guardia Civil, Diego Pérez Barra; el alcalde, Gerardo Gómez Pardo; el Juez municipal, Fidel Hidalgo; el cura de Herreruela, Gregorio Rocha Fernández y el jefe de Falange, Urbano Chaparro Moreno. Estos informes acreditan que el maestro había demostrado incondicional adhesión al movimiento, pertenecía a Falange, donde había desempeñado varios cargos: instructor de flechas, delegado sindical y delegado de prensa y propaganda; había prestado servicio en las milicias del pueblo, cumpliendo con lealtad y entusiasmo, contribuyendo con las suscripciones, demostrando patriotismo, de intachable conducta pública y privada, cumplidor como buen católico y apreciado por vecinos y autoridades.

Por su parte desde Navezuelas, el vecino Vicente Álvarez, además de afirmar que la conducta del maestro había sido siempre intachable, benéfica y justiciera, libre de rencillas, hace el siguiente relato: “el 21 de febrero de 1.936 por la tarde, como ciertos individuos socialistas insultaron y quisieron asesinar a los hijos del primer teniente de alcalde de entonces y ahora, D. Vicente Álvarez Alama, acertando a pasar por allá para ir a su casa, les afeó su pésimo proceder y sosteniéndoles con harto peligro de su vida, no tanto con razones, cuanto con su propio cuerpo, libróles a Pedro y Flaviano Álvarez Cortijo, hoy en los frentes de combate, de un atropello y muerte ciertas. Lo digo en nombre de mis hijos ausentes”.

La presidenta del Consejo local de Primera Enseñanza, Tomasa Porras Sánchez, certifica que ha desempeñado su labor admirablemente, ajeno a la política y con el aplauso de los vecinos, dando facilidades para que los niños pudieran santificar la fiesta. “No enseñó nada en contra de la patria, la moral o las buenas costumbres, ni en su escuela se cantó la internacional, marsellesa o himno de Riego”. Jamás vertió ideas izquierdistas ni se le vio en manifestaciones ni mítines del Frente Popular, ni estuvo en la casa del pueblo, ni promovió algaradas ni escándalos.

El cura matiza positivamente y rectifica parcialmente sus indicaciones iniciales. Ahora asegura que aunque no frecuentó la iglesia antes del alzamiento, “fue por miedo a perder su escuela, no por irreligioso. En ningún momento coartó la libertad de su familia, habiendo bautizado a sus hijos “y al que murió lo enterró cristianamente”. Tampoco había impedido a los niños de la escuela asistir a oficios religiosos y “si los monaguillos llegaban tarde, no les ponía mala cara”.

Las autoridades locales, junto al comandante de puesto de Berzocana, Evaristo Blázquez Maeso, también se implicaron a favor del maestro, asegurando que no había estado afiliado a ningún partido y que era incierto que manifestara ideas izquierdistas, dado mítines ni conferencias, pisado la casa del pueblo, o ido a manifestaciones. En la escuela estuvo alejado de la política y “no cantó internacional, marsellesa ni himno de Riego”, ni saludado. En las clases nocturnas explicó la constitución republicana, pero se resistió a poner la bandera tricolor. No votó las candidaturas de izquierdas.

Nuevamente, aporta un escrito firmado por 314 vecinos de Navezuelas, informando muy favorablemente sobre el maestro, en estos términos: “en la escuela su cumplimiento ha sido demasiado rigorista, invirtiendo más tiempo del mandado, tratando a niños y adultos por igual, no sembrando ideas contrarias a nuestra nación e historia y proporcionando a los escolares más material del presupuestado, abonándolo de su dinero y juzgando que a nuestros niños, dado su medio ambiente no se les podía pedir más erudición. Su conducta privada y pública ha sido digna de los mejores aplausos, siendo el verdadero maestro que enseña con el ejemplo. Jamás le hemos visto actuar en política ni asistir a manifestaciones o participar en actos perniciosos”.

Propuesta de sanción. Analizada toda la documentación por parte de la comisión, el día 20 de agosto de 1.938, se propone la sanción, al estimar completo el expediente. Por unanimidad se acuerda proponer la suspensión de empleo y sueldo por trece meses y un día, sirviéndole de abono el tiempo ya suspendido.

Sanción definitiva. Sería más de un años después, cuando el 26 de octubre de 1.939, la comisión superior propusiera al Ministro, sin atender en nada las verdaderas circunstancias del maestro, el traslado forzoso dentro de la provincia, con prohibición de solicitar cargos vacantes, durante un periodo de dos años e inhabilitación para el ejercicio de cargos directivos y de confianza en Instituciones Culturales y de Enseñanza.

Esta fue la sanción que debió sufrir el maestro, por las acusaciones, falsas a tenor de los informes aportados, del alcalde de Navezuelas, Román Benito, apoyado inicialmente por el cura de la localidad, José Blanco Gallego.

Se cierra el expediente de este maestro, como el de otros tantos miles en todo el territorio, con una injusta sanción, fundamentada en falsas acusaciones de las autoridades, en los primeros momentos de la rebelión.

 

En resumen, en el caso de Evaristo Jiménez Sánchez, la causa real de su acusación estuvo en que había acudido desesperado a Madrid para tratar de buscar curación a la enfermedad ocular de su mujer. Ante su falta de recursos, se dirigió al diputado por la provincia de Cáceres, José Giral, quien le ayudó, a cambio de su nombramiento como presidente de Izquierda Republicana en Deleitosa. El maestro aceptó el cargo, pero no lo ejerció.

Cuando se produjo el golpe de estado, el maestro se encontraba nuevamente en Madrid con su mujer, lo que fue aprovechado por el alcalde de Deleitosa para cargar contra él, acusándolo de comunista y de haberse fugado a zona roja.

Como los intentos de localización del maestro por parte de la comisión depuradora de Cáceres, para comunicarle los cargos, resultaron infructuosos, se le sancionó con la separación definitiva del servicio, mientras él se encontraba con su mujer en Alicante, a la espera de regresar a Deleitosa en cuanto le fuera posible.

A su regreso, enterado de su cese y con otro maestro ocupando su puesto, el maestro solicitó la revisión de su expediente, con el apoyo de vecinos y nuevas autoridades locales, revisión que fue concedida dos años después. Tras las correspondientes alegaciones a los cargos y presentación de avales, nuevamente de los vecinos y autoridades, transcurridos que fueron otros dos años, atendieron sus alegaciones y dieron por amortizada la nueva sanción, con el tiempo que había transcurrido sancionado desde 1.936. Sin embargo, el maestro no pudo disfrutar de su reintegración al magisterio. Ya había muerto, al igual que su mujer, que lo hizo años atrás, por pura inanición, a decir de vecinos de la localidad, que aún recuerdan tan amargo trance. La tramitación del expediente había durado la friolera de ocho años.

 

Consideraciones finales.

 

El análisis de los expedientes de depuración de los maestros Evaristo Jiménez Sánchez, de Deleitosa y Jacinto Romero Pardo, de Navezuelas, obligan a realizar algunas apreciaciones en torno a la consideración que de los maestros se tenía en el ámbito de las Villuercas Bajas.

De forma general, puede entenderse demostrado que, en los primeros momentos de la rebelión armada, se produjo un ensañamiento de las autoridades con los maestros, informando sobre falsedades en torno a los mismos al aprovechar la coyuntura de caos.

Tras realizarse las acusaciones, los maestros se ven imposibilitados para demostrar su inocencia, aún aportando informes y certificaciones de conducta muy favorables, de los propios elementos del régimen en ciernes. Resultan vanos todos los intentos de exculpación, ante la presunción de culpabilidad impulsadas por los alcaldes, con la aquiescencia de los curas.

A ello se une la tremenda lentitud en la tramitación de los expedientes, tres años en un caso y ocho años en el otro, que origina que los maestros sufran, de hecho, mayor sanción que la que definitivamente se les impondría. En el caso de Jacinto Romero Pardo, se le comunican los dos años de sanción, cuando llevaba suspendido más de tres. En el caso de Evaristo Jiménez Sánchez, los dos años de sanción se le imponen cuando llevaba ocho años suspendido y, lo que es más grave, cuando ya había fallecido.

Ello había originado en ambos casos una angustiosa situación personal, ante la falta de ingresos para sostener a sus familias. Especialmente en el caso de Evaristo Jiménez, cuya esposa, a decir de los vecinos de Deleitosa que recuerdan el caso, había fallecido de pura inanición.

Sin embargo de todo ello, un hecho positivo quedó claramente de manifiesto. El apoyo del vecindario de las localidades de Deleitosa y Navezuelas a su respectivo maestro hizo, aún en las peores condiciones políticas, que imperara su apreciación y criterio, desenmascarando a las autoridades que, valiéndose de sus cargos, habían cargado las tintas sobre los maestros que estaban tratando de ilustrar a sus vecinos más pequeños, los niños. Triunfaría de esta forma LA REBELIÓN DE LOS JUSTOS.


[1] La realización de este trabajo se ha hecho con las ayuda concedidas por la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, al amparo de las Órdenes por las que se convocan ayudas para la constitución de Grupos de Trabajo de Investigación sobre la Historia de la Educación en Extremadura.

[2] Archivo Histórico Provincial de Cáceres (AHPC). Legajo sobre Educación. Sin clasificar. Documento de fecha 19 de agosto de 1.936.

[3] AHPC. Legajo sobre Educación. Sin clasificar. Documento de fecha 26 de agosto de 1.936.

[4] AHPC. Legajo sobre Educación. Sin clasificar. Documento de fecha 1 de septiembre de 1.936.

[5] Citado por DOMÍNGUEZ LÁZARO, M. “La escuela en Plasencia en la primera parte del siglo XX”, en Revista ALCÁNTARA  12 (septiembre-diciembre. 1.987).

[6] AHPC. Legajo sobre educación. Sin clasificar. Orden Ministerial de 28 de diciembre de 1.939.

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