Francisco Rivero.
Cronista Oficial de Las Brozas
El pasado 3 de septiembre se han cumplido los 500 años desde que los Reyes Católicos nombraran al brocense Nicolás de Ovando primer Gobernador español en la isla de la Hispaniola, lo que hoy conforman dos naciones: República Dominicana y Haití. Con él comenzó el Imperio español.
El ejercicio de su función como representante de los monarcas hispanos en América fue de siete años, ya que comenzó a ejercer en 1502 y concluyó en 1509. Durante esa temporada realizó una labor inmensa y muy agradecida por los soberanos. Para concretarla en hechos: Durante su mandato se fundaron las siguientes ciudades: Santo Domingo, Puerto Plata, San Juan de la Maguana, Azúa de Compostela, Cotuy, Salvaleón de Higüey, Concepción de la Vega, Villa Jaragua, Santa Cruz de Barahona, Jaquimo, Lares de Guahabá, Santa María de la Vera Paz (hoy Puerto Príncipe, la capital de Haití), Salvasierra y Puerto Real. Las más conocidas por los turistas españoles que ahora van de vacaciones a la República Dominicana: son Puerto Plata y Santo Domingo.
Trasladó la ciudad de Santo Domingo desde la orilla derecha del río Ozama a la izquierda, donde mandó diseñar un urbanismo que aún se conserva y construir una fortaleza, declarada monumento nacional. Es el único castillo medieval en el Nuevo Continente. Asimismo se guarda con esmero el que fuera su palacio, convertido en hostal, algo así como un parador de turismo español. Otra buena labor de Nicolás de Ovando fue poner paz entre los españoles, unos partidarios de Cristóbal Colón y otros de su sucesor, el comendador de la Orden Militar de Calatrava, Francisco de Bobadilla, pues un funcionario medio Francisco Roldán, que había viajado con Colón en su segundo viaje como proveedor de la armada y llegó a ser alcalde mayor de la primera ciudad en el Nuevo Mundo, la Isabela, se insubordinó contra el gobierno del adelantado Bartolomé Colón en ausencia del titular el almirante Cristóbal Colón. Para atraerse a Roldán y sus numerosos seguidores, el comendador Ovando les permitió en 1502 ir al oeste de la isla de Santo Domingo y fundar una villa en las cercanías del Golfo de Gonave. Esa villa fue bautizada con el nombre de Santa María de la Verapaz; actualmente es Puerto príncipe, capital de Haití.
Celebrar el V Centenario
Desde esta plataforma de los Coloquios Históricos de Extremadura, en la ciudad de Trujillo, el cronista oficial de Las Brozas sugiere que para el próximo año, con motivo del V centenario de la llegada de Ovando a América y el comienzo del imperio español, Extremadura se debería volcar con este personaje. Para ello se sugiere convocar unas jornadas de Historia de América en Las Brozas, y estudiar la relación de la Orden de Alcántara con el Nuevo Continente, así como el hermanamiento de esta villa cacereña con cualquiera de las ciudades que el brocense fundó allí
Biografía
Según Miguel Muñoz de San Pedro, Conde de Canilleros, Ovando fue de noble cuna: hijo del Capitán Diego de Cáceres e Isabel Flores, nació en 1451 en el palacio que la familia Flores poseía en Las Brozas. Este palacio aún se conserva, convertido en Casa de Cultura, centro médico, biblioteca municipal, lugar de domicilio social de distintas asociaciones locales, etc. No sería mala idea, con ayudas de todos y de las instituciones, rehabilitarlo e inaugurar allí el museo Nicolás de Ovando, el forjador de la conquista y descubrimiento de América.
Amigos de los Reyes Católicos su padre, y el mismo, los soberanos le encomendaron que fuera ayo y educador del Príncipe de Asturias, el príncipe Juan. Al morir el sucesor, Nicolás vuelve a integrarse a la Orden Militar de Alcántara, pero con el tiempo, los Reyes le confían la gobernaduría del Nuevo Mundo, donde había un peligro de enfrentamiento entre los españoles a favor de Colón y de su sustituyo, Francisco de Bobadilla.
Su labor en la Hispaniola
La labor que hizo Ovando como gobernador en la isla de la Hispaniola fue muy grande: Pacificar la región, diseñar un nuevo urbanismo para la capital, Santo Domingo, fundar numerosas ciudades y llevar consigo a más de 2.500 hombres, en 32 barcos, con aperos y semillas y asentar la población española que vivía, hasta entonces, de lo que le ofrecían los indios.
La fecha de salida de la expedición fue el 13 de febrero de 1502, llegando al nuevo mundo el 15 de abril del mismo año. No sería mala idea gestionar que para esa fecha del próximo año, Las Brozas se hermanara con algunas de las villas o ciudades que nuestro paisano fundó en esta isla. Yo sé que ya se están realizando gestiones por parte del Ayuntamiento de Las Brozas, ayudado por la Asamblea de Extremadura, con gran empuje e ilusión de los máximos responsables, el alcalde de la villa y el presidente del Parlamento regional. Igualmente, la editorial Beturia me ha encargado una biografía de nuestro paisano que espero que para esta fecha vea la luz.
Como la inmensa mayoría de las 2.500 personas eran hombres solteros, muchos de ellos comenzaron a tomar mujeres entre las indias de las tribus taínas que poblaban la isla, por lo que la interrelación humana entre los dos mundos fue un hecho sin precedente en la historia de la Humanidad.
Las obligaciones del gobernador
Pero la idea fuerza de esta ponencia es la de dar a conocer parte de la gran labor desarrollada por nuestro paisano Nicolás de Ovando como gobernador en las Indias. Según el historiador dominicano “Lorenzo Rodríguez Martínez, en su obra “Panorámica colonial de la isla Hispaniola (Siglos XV y XVI), “la forma de gobierno es la primera institución que había de establecerse, en razón de que el gobernador era el representante directo del Rey, la primera autoridad, y entre sus obligaciones estaban: El mantenimiento del orden público, el control sobre los extranjeros, disponer de todo relativo al sofocamiento de rebeliones de indios y negros esclavos, así como de los propios españoles rebeldes; expulsión de los herejes, fundación y cambio de villas y pueblos; repartos de tierras y solares; supervisión de las entradas fiscales; imponer tributos con la aprobación del Rey; repartimientos de indios, control de la venta de negros esclavos, nombramiento de funcionarios o empleados con carácter de interinos hasta que el rey los confirmara. En caso de guerra ostentaba el título de Capitán General”.
Ovando tuvo que ser duro para calmar la desunión de los españoles. Tampoco fue aceptado por la población indígena, especialmente después de haberla vencido en el campo de batalla y mandar ajusticiar a la princesa Anacaona, por su levantamiento contra la autoridad. Su labor durante los siete años de su mandato fue enorme, como veremos a continuación y cuya influencia aún se nota en el diseño de las ciudades de los dos países que conforman la isla: La República Dominicana y Haití.
De sus recién creadas ciudades salían las expediciones que descubrían nuevos territorios y colonizaban toda América, al mismo tiempo que fundaban nuevas ciudades bajo su mandato. Así Diego Velázquez fue a Cuba; Ponce de León, a Puerto Rico; Francisco Pizarro, a Perú, Hernán Cortés, a México y otros muchos descubridores y colonizadores más partieron de la Isla de la Hispaniola. También mandó bojear; es decir voltear por mar las islas de Santo Domingo y de Cuba.
De acuerdo con los recursos que tenía, implantó la agricultura y la ganadería en la isla, con especies de porcino, bovino, caballar y mular, con el fin de poder abastecer a la población española que aumentaba y a cualquier otra expedición que saliera desde la Española, así como las ciudades que se iban a fundar por todo el territorio nuevo.
Hay dos asuntos que no están suficientemente documentados. Al final de su mandato mandó levantar un mapa de la isla de la Española, y que fue el primer mapa levantado en tierras americanas, lo que convierte a nuestro protagonista, además, en un cartógrafo El otro, la relación de memorias que dice escribió a su vuelta a España en 1509, pero que unos investigadores creen que no fueron autorizadas por la Corona, por lo que nunca vieron la luz. Sería interesante encontrar dichas memorias y ver la opinión de Ovando en unos años azarosos para su vida y para el Reino de España.
Santo Domingo, cuna de América
Santo Domingo es la primera ciudad europea del Hemisferio Occidental y preserva una importante parte de su patrimonio cultural entre los muros de la llamada Ciudad Colonial que bordea el Río Ozama. En 1992, la UNESCO la declaró Ciudad Patrimonio de la Humanidad, no en balde es la ciudad que ostenta la catedral primada de América, tiene el primer monasterio, el primer hospital, la primera universidad y la primera corte de leyes del Nuevo Mundo. Conservó su nombre hasta 1936 cuando le fue cambiado por el dictador Rafael Leónidas Trujillo por el de Ciudad Trujillo. Su verdadero nombre le fue restituido en 1961 y además se le concedió el título de Cuna de América.
La ciudad, con el nombre de Nueva Isabela, fue fundada por Bartolomé Colón en 1496 en la margen oriental del río Ozama. Arrasada por un ciclón, el gobernador Ovando la mandó reconstruir en la otra orilla con casas de piedra en lugar de madera. Estuvo protegida por una muralla en sus cuatro costados, la cual fue construida entre los siglos XVI y XVII para defensa de la ciudad y control de las entradas y salidas de barcos. Diseñada con calles en forma de cuadrícula, sus monumentos y edificaciones pertenecen al estilo gótico tardío con influencia renacentista. A Ovando se debe el trazado octogonal y su diseño urbano, similar a cualquier ciudad española del siglo XV, conservándose hoy interesantes palacios, casonas e iglesias del siglo XVI. Las calles adoquinadas y las fachadas de siglos de antigüedad de la Ciudad Colonial se han convertido en lugares donde el viajero puede recrearse en pintorescos cafés y bares, pequeños hoteles y conocidos restaurantes.
El Palacio de Ovando
Dos casas solariegas construidas en el siglo XVI para ser residencias del comendador Nicolás de Ovando y de Francisco Dávila, regidor, oidor y encomendero de la corona conforman desde los años 70 un magnífico y lujoso hotel, el “Hostal Nicolás de Ovando” similar a cualquiera de nuestros prestigiosos paradores de turismo. El pasado militar de Ovando, le llevó a pensar de manera práctica, directa y sin muchos enredos. Estas características se aprecian en la arquitectura de las quince casas que mandó construir en la nueva ciudad de Santo Domingo.
Francisco Dávila llegó a la Española formando parte de la corte de funcionarios traídos por el extremeño, a los que el pueblo les llamó brocenses o garrovillanos. Como se puede ver, por entonces ya se daba el enchufismo
Alguien que vaya a Santo Domingo pensará que la residencia del gobernador fue un gran palacio, pues se equivoca. Allí se muestra el talante humilde del comendador de Lares y después comendador mayor de Alcántara, nada dado al lujo, no en balde era un freyre soldado de una Orden Militar. Lo más destacado es su fachada, donde se muestra la única ventana gótica de toda América, ventana que se puede ver en el cuadro que pintó el pintor broceño Germán Díaz en un cuadro en el que retrata al colonizador español.
La entrada al edificio, hoy convertida en recepción del hotel, es muy simple comparada con otras del centro histórico de Santo Domingo. Allí se encuentra la única imagen que yo conocía del gobernador, pero más bien parece un cuadro del siglo XVII o XVIII, por los ropajes del retratado. Las paredes son de piedra viva, las escaleras y el techo en madera preciosa y el patio de las grandes arcadas hacen que quienquiera, el entrar, se sienta enseguida en sosiego y respira la verdadera historia.
Capilla de Los Remedios
Fue mandada levantar por el regidor Francisco Dávila en los terrenos de su mayorazgo. Tiene planta de cruz latina. El brazo sur fue reconstruido recientemente. El interior se caracteriza por su sabor mudéjar, definido por su bóveda nervada de ladrillos. Caracteriza su fachada una espadaña alta, realizada también en ladrillos, un nicho vacío que probablemente acogió en su época el escudo de los Dávila y, sucesivamente, los de las otras familias ricas del Santo Domingo colonial, a las que sirvió de capilla particular. En 1970 fue restaurada totalmente.
La fortaleza Ozama
Con su genuina imagen medieval y su soberbia elevación de más de 18 metros, lo que le un aire medieval a esta zona de la ciudad dominicana, la torre del homenaje es uno de los monumentos coloniales más importantes de toda la isla. La imponente torre de piedra con su calabozo, fue construida entre 1505 y 1507, por orden del Gobernador General Frey Nicolás de Ovando, quien también escogió el estratégico lugar en que está ubicada, luego de haber tenido que abandonar la idea original de edificarla en la explanada donde se levanto después el reloj de sol. En 1990 fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
El Hospital San Nicolás de Bari
En plena ciudad colonial se hallan las ruinas de las que fue el primer hospital de América, el San Nicolás de Bari, mandado construir por nuestro biografiado en 1503. Fue el único edificio que respetó el pirata Francis Drake cuando sitió y arrasó la ciudad. Costumbre medieval, fue iglesia y centro de salud a la vez. Su origen se debe a la actitud piadosa de una mujer que, faltándole un hospital a la nueva ciudad, ofrecía atenciones de salud a los enfermos pobres en un bohío de su propiedad.
El edificio mandado levantar por el gobernador fue de madera y paja. Tuvo que ser la Cofradía de Nuestra Señora de la Concepción la que decidiera en 1533 que había que construir un edificio más sólido. El número de enfermos que podía atender era de 60, llegando a ocupar sus salas más de 700 al año. Pese a todo, el edificio es abandonado en el siglo XVIII y a comienzos del XIX es una ruina, como se puede ver hoy tras una reja. El ciclón San Zenón de 1930 lo arrasó por completo. Sus ruinas están consolidadas y forman parte de la historia de la ciudad.
Otras obras de Ovando en Santo Domingo
La primera obra hidráulica de América, es una de las primicias más interesantes de la ciudad de Santo Domingo. Fue diseñada y llevada a cabo por el mismo frey Nicolás de Ovando, en 1502. Su función fue desaguar la zona norte – noroeste, sustituyendo la cañada que bajaba de la iglesia de San Francisco al río Ozama, actualmente son los barrios de Santa Barbara y San Antón.
Calle Las Damas
Esta calle, primera de la ciudad de Ovando y por ende la más antigua de toda la Zona Colonial, fue bautizada con el nombre de las Damas en honor a las doncellas que como damas de compañía trajo consigo al nuevo mundo, doña María de Toledo, esposa del Virrey, don Diego Colón. Se dice que la virreina pasaba las tardes desandando lentamente su empedrado, de norte a sur y de sur a norte. Sus casonas de piedras seculares albergaron vecinos de alta alcurnia, flor y nata de la nobleza y oligarquía oficial de las indias occidentales. Su primer nombre fue el de Calle del Rey, porque por ella se llegaba al Alcázar.
Parque Colón
El origen de este parque se remonta al 1502, fecha en que el gobernador general de la isla, Nicolás de Ovando, decidió darle a Santo Domingo un moderno trazado rectangular y destinó en su diseño una área de 4500 metros cuadrados para la Plaza Mayor, que ubicó al centro de la ciudad, antes de llevar su actual nombre fue parque de las Armas y Plaza de la Catedral.
Las Casas Reales
Construidas entre en el primer cuarto del siglo XVI (1500 a 1525) es una de las obras de mayor importancia del período colonial. En una sola unidad arquitectónica reúne el palacio de los gobernadores generales, o Capitanía General, y el Palacio de la Real Audiencia, o Cancillería Real. El palacio de los gobernadores, construido en mampostería y piedra de primera calidad, de expresión sobria y severa, casi militar, donde se mezclan los estilos gótico isabelino y plateresco renacentista, ocupa la parte noroeste.
FUNDACION DE OTRAS CIUDADES
Puerto Plata
Cristóbal Colón descubrió, al norte de la isla de la Española, el 12 de enero de 1493 una loma que estaba llena de nubes y la llamó Loma de Isabel Torres, pero al estar emblanquecida se la conoció como Monte Plata. Colón quería que esta zona se poblara por lo que mandó levantar muy cerca de allí la primera ciudad en América, a la que llamó Isabela, en honor de la Reina Isabel de Castilla. Hoy sólo se conservan unas ruinas históricas – un monumento nacional- que son visitadas por los turistas de la zona.
Fue en este lugar cuando en 1502, recién llegado de España, el nuevo gobernador mandó construir una ciudad a la que llamó San Felipe de Puerto Plata, que desde 1974 es un centro turístico internacional de primer orden. No fue hasta seis años más tarde cuando los Reyes Católicos le concedieron escudo, que cinco siglos más tarde sus habitantes aún conservan y muestran con orgullo. En él se ve un monte plateado en cuyas puntas superiores están grabados una F y una V, y al pie de la montaña unas ondas blancas y azules.
De mi visita por la ciudad, recuerdo que buena parte de ella está construida en casas de madera y en las afueras se conserva el Castillo de San Felipe, que es el único testigo de la ciudad del siglo XVI. Esta fortaleza fue construida de 1564 a 1577. El convento de San Pedro Mártir que estaba en pie en el momento de la segunda fundación cae en deterioro en los momentos de la ocupación haitiana.
Puerto Plata, a la que llaman “Novia del Atlántico” es una ciudad muy industriosa y comercial, llegando a estar poblada en el siglo XIX por comerciantes de España, Alemania, Inglaterra y todos los lugares de las Antillas. También hospedó a los independentistas cubanos y puertorriqueños, como Antonio Maceo y Eugenio María de Hostos. Desde su puerto salían por ferrocarril las mercancías hacia todos los lugares del país. Su vida actual discurre alrededor del parque central, donde se puede ver la Glorieta Victoriana, un quiosco bonito de 1880. Actualmente San Felipe de Puerto plata tiene unos 130.000 habitantes
San Juan de la Maguana
Esta ciudad se halla en el valle que ocupaba el cazicazgo de Maguana. El cacique más conocido fue Caonabo, un hombre fuerte que luchó contra los colonizadores españoles. (Caonabo quiere decir gran señor de la tierra).
El ingeniero Sinecio Ramírez profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y cronista oficioso de San Juan, en ausencia de un titular vacante, me indica lo siguiente sobre San Juan de la Maguana:
“Esta ciudad fue fundada por uno de los hombres de confianza del comendador Ovando, el capitán español Diego de Velázquez( luego conquistador y gobernador de Cuba), el 23 de junio de 1503 por su estratégica localización primero en el antiguo poblado o «Batey principal» del cacique Caonabo, hecho prisionero pocos meses antes por el osado capitán Alonso de Ojeda, la otra causa era, que está a medio camino entre La Nueva Isabela ( hoy Santo Domingo) y ese foco de conspiradores y sediciosos de Roldán en la ciudad de Santa María de la Verapaz, la actual Puerto Príncipe, capital de Haití).
San Juan de la Maguana era pues una escala obligada y con gente de confianza del gobierno central de la capital Insular. Hay quienes especulan que la fundación fue en 1504, pero las razones políticas de su creación se inclinan mas para 1503.
San Juan de la Maguana fue blasonada en 1508 por una real cédula, firmada en Sevilla, el 8 de noviembre se le concede un escudo de armas consistente en un águila heráldica, con el libro de los Evangelios (hay quienes creen que es el libro de los Proverbios), con cinco estrellas de fuego”.
Otra cosa que se hizo en tiempos del brocense (1502- 1509) fue llevar desde las islas canarias caña de azúcar. La sembró en los campos de la nueva villa de San Juan y se convirtió en una villa floreciente por la riqueza de su flora y la benevolencia de su clima. Los españoles poseyeron en principio cuatro «trapiches» para la explotación de la caña a los que los colonos llamaban «ingenios». El primero de estos trapiches estuvo instalado en el centro de la población.
En una de esas fincas nació Enriquillo, hijo de un cacique muerto en la matanza Jaragua, se levantó contra los españoles. Había sido educado en la nueva religión por los padres franciscanos. Fue encomendado al español Francisco de Valenzuela, dueño del caserío La Higuera, quien lo trató con bondad y dulzura. Pese al mal trato que daban los españoles a otros indios, Enriquillo se levantó en armas, simbolizando la primera gran batalla por la libertad en América, pero los españoles a hacerle firmar un tratado de paz con las fuerzas levantadas en armas, tratado que se llamó de «Barrionuevo”
Ya hacia el año 1550 la primera villa estaba casi desierta a causa de las incursiones de los llamados «negros cimarrones», quienes tomaron a San Juan, ocasionando daños en sus travesías. Estos negros cimarrones engrosaban continuamente las fuerzas de rebeldía encabezadas por Enriquillo. Finalmente, un gran terremoto puso fin a la primera villa de la Maguana, destruyéndola por completo. En las guerras de la Independencia contra los colonizadores haitianos, San Juan alcanzó el singular privilegio de servir de escenario para una derrota significativa al ejército invasor de ese país en la Batalla de Sabana de Santo Tomé escenificada el 22 de diciembre de 1855.
Jaquimo
El Padre Bartolomé de las Casas, nos dice por su parte, que «en 1504,-mandó el Comendador Mayor que se asentase y poblase allí en Xaragua una Villa, y llamóla de la Vera Paz(…), Diego de Velásquez constituyó también otra en la provincia de Heniguayagua, en la costa de la mar del sur, los indios lo llamaban Yaquino, la media sílaba breve y así llamó la Villa de Yaquino(…) Mandó ese mismo el comendador mayor edificar otra Villa treinta leguas de Xaragua y otras treinta o más de esta ciudad de Santo Domingo, entre los dos Ríos poderosos- llamados Neyba y Yaquí (Yaque), a que puso nombre San Juan de la Maguana, donde reinaba Caonabo (…). De allí, catorce leguas más hacía ésta ciudad, y veintitrés o veinticuatro de ella pobló otra que se llamó la Villa de Azua de Compostela, por un Comendador Gallego que allí estuvo antes que fuese pueblo”.
Azúa de Compostela
Con sus casas de madera colorada, esta ciudad pequeña, expresión de la cultura dominicana, todavía no tocada por la industria turística, es la puerta del sur – oeste del país.
Sus orígenes datan de 1504, cuando el gobernador español Nicolás de Ovando la fundó con el nombre de Compostela. Diego Velázquez y Hernán Cortés, ambos conquistadores, fueron respectivamente administrador y notario de la ciudad antes de empezar la conquista de territorios nuevos.
En diciembre de 1508, por real privilegio ordenado en Sevilla, le fue concedido el escudo de armas, compuesto por una estrella de plata en campo azul y, en su parte baja, ondas de plata y azul.
Destruida por un fuerte terremoto en el 1751, fue trasladada desde lo que hoy es llamado «el Pueblo Viejo» a las orillas del Río Vía. A mediados del siglo XIX, Azúa fue lugar de importantes batallas contra los haitianos (Tortuguero, Las Carreras, El Memiso, etc.); entre todos, sobresalen los combates del 19 de Marzo 1844, cuando los 2,500 soldados, hateros y monteros, que formaban el ejército de Pedro Santana enfrentaron les tropas del presidente haitiano Charles Herald. Cada día 8 de septiembre se celebra la fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes con juegos populares y actividades religiosas en honor a la patrona de la ciudad
Cotuí o Cotuy
La ciudad cabecera de la provincia Sánchez Ramírez es Cotuí, que debe su nombre a un cacique del cacicazgo de Maguá (Cacicazgo era la demarcación político – geográfica antes del 1492). Fue fundada en 1505 por orden del gobernador Nicolás de Ovando que creó la comunidad española donde estaba la comunidad indígena porque el subsuelo del ese lugar abundaba en oro y plata; acabada la explotación de las minas por los conquistadores, los cotuisanos, se fueron a otro lugar, cerca del río Yuna, donde fundaron la actual ciudad de Cotuí.
En la ciudad nació el Brigadier Juan Sánchez Ramírez que en el año 1808 al mando de un movimiento armado de criollos y españoles venció la batalla de Palo Incado contra los franceses.
Desde él es nombrada la provincia que fue constituida en el año 1952. En su territorio se encuentran guacaras (o cavernas) con importantes elementos arqueológicos de la cultura taína.
La fiesta patronal se celebra en honor de nuestra señora de Inmaculada Concepción el día 8 de Septiembre y dura nueve días.
OTRAS CIUDADES
Fundación de ciudades
Ovando fundó otras ciudades como Salvaleón de Higüey, que hoy se encuentra en la provincia de Altagracia. Nuestra Señora de Altagracia es la Patrona de la República Dominicana. La devoción a esta Virgen procede de Garrovillas de Alconétar, donde está su santuario.
Higüey, la ciudad cabecera, debe su nombre al antiguo cacicazgo que se llamaba «Guey» o «Huiou»; palabras, estas, que en el taíno, significan «sol». En el proceso de conquista y dominación de La Española, en el 1503, Juan de Esquivel, después de haber sometido a los indígenas de este cacicazgo, fundó una fortaleza la cual, en el 1506, por orden del gobernador Ovando, fue declarada Villa con el nombre de Salvaleón de Higüey. En 1508 obtuvo el Escudo de Armas por privilegio real y, aproximadamente en el 1514, recibió entre sus primeros pobladores, los hermanos españoles Alonso y Antonio de Trejo, gracias a los cuales empezó la veneración popular que ha llevado a Higüey a ser, hoy, centro mariano y el mayor lugar de culto en República Dominicana con una basílica que es una joya del arte moderno.
Otras ciudades fueron: Concepción de la Vega, en la provincia de La Vega; Villa Jaragua (en Bahoruco) y Santa Cruz de Barahona (Barahona), así como Salvasierra, Puerto Real y Lares, en la vecina isla de Puerto Rico, antes llamada Borinquén.
Sugerencias para celebrar el V Centenario
Desde esta plataforma de los Coloquios Históricos de Extremadura en Trujillo quiero lanzar una serie de ideas para conmemorar el V Centenario del nombramiento de frey Nicolás de Ovando como primer gobernador español en las Indias Occidentales.
- Hermanamiento de Las Brozas con algún pueblo o ciudad que fundó Ovando en la República Dominicana.
- Actividades escolares en el propio pueblo de Brozas para que los jóvenes conozcan en profundidad este hijo ilustre de la villa.
- Concierto de la Coral Polifónica “Hilario Moreno”, de Brozas, con obras de los siglos XV y XVI en el templo parroquial de Santa María la Mayor.
- Jornadas dedicadas a la Orden Militar de Alcántara y América y un curso de Verano de la Universidad de Extremadura.
- Exposición de la Junta de Extremadura en la sala El brocense de Cáceres.
- Museo permanente en las Brozas
- Publicación de artículos en publicaciones extremeñas y nacionales (diarios y revistas), como Hoy, El periódico de Extremadura, Alcántara; revistas de turismo e historia. Programas de radio y televisión y usar Internet para difundir su obra por todo el mundo.
- Y darlo a conocer a través de un sello postal de la Dirección General de Correos
Cronología de Ovando
- 1451 – Nicolás de Ovando nace en Las Brozas (Cáceres).
- 1501 – Bobadilla, primer gobernador de las Indias Occidentales, y preso por traición.
- 1501 – Nicolás de Ovando y nombrado gobernador de las Indias.
- 1502 – Ovando parte para La Españolacon la mayor frota de la historia, 30 barcas, 24 carabelas y 2.400 soldados.
- 1503 – 23 de junio, fundación de San Juan de la Maguana
- 1504 – La política agraria de Ovando garantía de la colonización de La Españolay enorme mortalidadde indígenas
- 1508 – Ovando dibuja el primer mapa de La Española.
- 1509 – A mortalidad indígena aumenta; el rey de España tiene que cesar a Ovando del cargo.
- 1509 – Diego Colón es nombrado el tercer gobernador de La Española
- 1511 – El 29 de mayo muere en Sevilla Nicolás de Ovando.