Oct 012001
 

Gregorio Carrasco Montero.

Denuncia

El pueblo está ubicado en la segunda altura geográfica de la provincia cacereña. Sus paisajes enverdecidos son variadísimos. Van desde las cimas montañosas pobladas de robledales y faldas tupidas de castaños hasta los miles y miles de olivos retorcidos y grises en el suroeste y sureste de su término municipal.

Los variados verdes de viñedos, tipo minifundio, prados y huertas, frutales, desde las humildes higueras hasta los altivos nogales, chopos que se disparan hacia el cielo o copudas acacias, olímpicos laureles y reptantes hiedras, zarzamoras y endrinas, jaras y tomillos se acercan y rodean el caserío que, renovado o ampliado, sin orden ni concierto, ha perdido prácticamente sus características construcciones acabando con su primitiva fisonomía.

Con ello ha desaparecido casi todo su patrimonio popular: ventanas y portadas de granito con dinteles y jambas trabajados y adornados con diversas labores o con muescas en las que se colocaban varales de castaños de los que pendían colgajos de pimientos y guindillas picantes.

Hace años, por cuatro pesetas, se llevó un intuitivo y avispado mercader de antigüedades toda una enigmática ventana con las figuras talladas en bulto, conocida como la “Escarrapachá del Teso”, situada en una casa de la actual calle Cervantes.

Casi siempre que se empieza una obra desaparecen dinteles con inscripciones realizadas por encargo de los dueños y por los maestros del granito que dejaron en ellos leyendas de diverso tipo. Frecuentemente alabanzas a la Concepción Purísima de María y al Stmo. Sacramento. O, simplemente, como certificados de la fecha de ejecución de la casa.

Han desaparecido -no creo que queden media docena- los balcones de madera en los que se colgaba las mazorcas de maíz, por corrupción allí se llama mazarocas de millo.

Nadie ha protestado de la lenta desaparición del Viacrucis del mismo granito, de la ermita de Ánimas, y de cosas parecidas. ¿Dónde están, o para qué sirven, las Concejalías de Urbanismo? ¡Menos mal que hasta ahora se han respetado las muestras de heráldica! Y en la casa número doce de la calle Darío Bacas el tríptico con dos Obispos visigóticos a uno y otro lado de un S. Sebastián asaeteado que tuvo culto allí, quizá uno de los más primitivos de la villa, también culto perdido.

El pueblo es Villamiel en el noroccidente de la provincia cacereña.

Situación dramática

Las circunstancias higiénicas y sanitarias de las gentes y animales en Kalendas de mil seiscientos y otras centurias antes y después funcionaban bajo mínimos. Infecciones de diverso tipo con el nombre común de peste acababan con centenares de vidas humanas y de animales. Abandonados estos últimos a los carroñeros eran, a su vez, origen de otras epidemias.

Muy temida y célebre fue la conocida como Peste Negra, epidemia de peste bubónica. Después de asolar Asia invadió Europa entre los siglos XIV y XV. Tuvo una virulencia desatada entre los años 1347-1351. Sus repercusiones llegaron hasta el siglo XVI. Murió tal cantidad de gente que influyó en los descensos demográficos comprobados en naciones de ambos continentes.

Cuando calamidades de este tipo llegaban a algunos de nuestros pueblos de cortos vecindarios se notaban sobremanera los efectos. Desbordados los médicos fallaban, tantos los medios científicos como los remedios caseros. Se sentían golpeados debatiéndose entre la impotencia y la responsabilidad y también en el miedo.

Impregnados de profundo sentido religioso, no obstante los denuestos inferidos a la religiosidad popular por algunos autores modernos, antirreligiosos y anticlericales, nuestras gentes volvían los ojos y dirigían su súplica al Dios Poderoso y Misericordioso; a María que siempre tuvo corazón desbordado de dulzura y mirada llena de misericordia; al santo constituido por el fervor popular en patrono al que se acude con cuitas de todo tipo: personales, familiares, enfermedades, desgracias, epidemias de humanos o animales y de cosechas, soportes de la economía familiar.

A los abogados e intercesores celestiales, a diferencia de los de la tierra, se les presenta todas las necesidades y problemas que estrujan al ser humano.

Difícil y complicada situación vivía la Villa de Villamiel en los últimos años de la centuria de 1600. Los documentos la llaman Epidemia con mayúscula.

Sus gentes lo reseñaron para la posteridad, tanto en la elección del patrono y modo de la elección, como del voto a que se comprometía este pueblo con el intercesor que saliera por suerte y lo mismo con la constitución de una Cofradía para encargarse de rendirle culto.

Ofrecemos de todo ello los textos y citas oportunas llegados hasta nosotros.

Respuestas a las convocatorias

Indicamos ya que en los documentos se entremezclan los hechos. Reiteran en los mismos, causas y consecuencias que a ellos no les cansan. Más bien parecen necesitar de tal reiteración y desean que las futuras generaciones conozcan las causas y se abran a la gratitud.

Como en otras graves ocasiones, a campaña tañida y otros medios, se convocó al pueblo entero hasta el punto que se “juntaron y congregaron en la Iglesia Parroquial y Sacristía”. Todo lleno. Pero ¿para qué? Hablan los documentos, respetamos la ortografía. Señalamos diversos puntos:

1º) … “considerando el azote que Dios Nuestro Señor por sus santos y justos juicios ha sido servido de enviar a esta Villa con las muchas muertes que naturalmente a avido desde mediados del mes de Jullio hasta oy; pues pasa de ciento cuarenta personas grandes (-¿cuántos niños habrían muerto que no se citan?-) y que assí oy no cessa dicha Epidemia, a conferir y tratar que medio Espiritual se pueda buscar respeto de que aunque se han hecho muchas rogativas y novenarios a Dios por la intercesión de algunos de sus Santos, no ha sido Dios servido de que cesse dicho azote y Epidemia de común assenso de sus Mercedes y de algunos Ecclesiásticos y Seculares que asistieron a dicha función, se resolvió el que se prometiesse a Dios Nuestro Señor el observar y guardar por día de fiesta el que tocasse por suerte a el Santo o Santa de los que nuestra Santa Madre la Yglesia en el discurso del año manda que se reze; y assí mismo el que se prometa a Dios en él Abstinencia de su Vigilia ayunando dicha Vigilia, y que una y otra promesa se aya de cumplir y guardar paª siempre jamás por los que oy son y en adelante fueren Vezinos de esta Villa”.

2º) Era muy importante hacer un voto. Sabían los fieles que ello cargaba sus conciencias y más aún los responsables por lo que acordaron: “y para que esta promessa y voto que se ha de hazer a Dios, en la forma referida se haga con la mayor y madura deliberazión de forma que siempre sea firme y valedera acordaron assímismo se difiera el hazerla para el Miércoles que se contarán veinte y siete de el corriente y en él entretanto venga lo dicho a noticia de todos los Vezinos y moradores de esta Villa los quales se mandan congregar y juntar en la Yglesia Parroquial de esta Villa, para que estando juntos vean si se consiente y vienen en que se haga dicho voto y promessa a Dios y Santo cuya zédula saliere por suerte”.

3º) Esto no se hizo, como vemos, manipulando el dolor de muchas familias, tampoco utilizando el temor tremendamente reverencial a Dios, que se sintió ante tanta muerte. Primeramente el Lizenciado y Beneficiado de la Parroquia D. Luis Sánchez de Recalde advierte a todos las consecuencias y responsabilidad moral que llevaba consigo el compromiso de voto apuntado y otro tanto de constituir la cofradía.

Por eso antes de que se votase o se asumiese el voto propuesto el “dicho Señor Beneficiado en altas e inteligibles voces por dos y tres veces se le dio a entender a el Pueblo la resolución del voto y promessa que se pretendía hazer a Dios y al Santo que saliesse por suerte por la causa referida, y que viessen y dixessen si querían y venían con plena y madura deliberación a hacer dicho voto y promessa por sí y sus subcessores para siempre jamás con la circunstancia de Abstinencia de carnes, y ayuno la Víspera del Santo que saliesse en la forma que nuestra Madre la Yglesia (hace) en las Vigilias de otros; a (lo) que siempre el pueblo respondió, que sí: y assí lo prometían y votaron como mejor podían y devían y les era permitido”.

Por otra parte quería el pueblo que actuase quien tenía carisma de discernimiento para que se viese si era o no correcto el voto hecho por el mismo, que además entraría como una de las exigencias claves de la Cofradía que se intentaba constituir. Sólo podía ser en la Diócesis el Obispo titular de ella. Por la misma razón sigue el texto: “y se pidiesse a su Señoría Illustrísima en nombre de esta Villa y sus vezinos confirmación de dicha promessa y voto y que se pusiesse conforme huviere lugar a su voluntad”; “que todo se prometía observar y guardar según su Illustrísima lo dispussiese”.

4º) Los documentos certifican la presencia del pueblo a todas las convocatorias. La Epidemia o azote hirió a los componentes de aquella ya, en el tiempo, alejada comunidad. Se puede afirmar que no se libró ni una casa sin su visita. Por lo mismo: “y aviendo passado lo referido se hicieron Cédulas de todos los santos que en el discurso del Año zelebra y de que manda rezar nuestra Santa Madre la Yglesia y a vista de todo el pueblo se entraron en una pequeña arquilla que se colocó en parte delante y fuera del Altar Mayor adonde después se celebró Missa solemne delante del pueblo para que su Magestad … Que también estaba patente se dignasse de que saliese por su intercessor y Abogado en la presenta necesidad de esta Villa el Santo que fuesse de su mayor agrado y servicio y aviéndosse celebrado dicha Missa todo el pueblo puesto de rodillas se cantó por el Estado Ecclesiástico el Hymno que comienza, Veni Creator Spiritus, el qual fenecido se puso dicha Arquilla sobre el Altar Mayor de donde la tomó dicho Sr. Beneficiado y rebolviéndola bien la abrió; y mandó a un Niño de tres o quatro años sacasse la zédula del Santo a quien se avía hecho el voto en la forma referida, y aviéndola sacado delante de todo el pueblo la desdobló delante del pueblo diciendo SAN PEDRO CELESTINO y luego se llamaron dos Notarios, de los quales y a el presente fin el uno para que se viesse, leiesse y se le pidió de ella diesse fe y testimonio como se prometió dar; y esto fecho el pueblo postrado de rodillas por el estado Ecclesiástico se entonó y cantó el Hymno que comiença TE DEUM LAUDAMUS, a cuyo tiempo se mandaron tocar las campanas y de nuevo el pueblo confirmó la promessa y voto hecho a Dios y por lo que toca al Santo a S. Pedro Celestino, y luego en hacimiento de gracias se hizo processión general por toda la Villa llevando a su Majestad en la Custodia y sin haber faltado a esta solemne función persona que no estuviesse impedida quedando todos muy gustosos y contentos confiando en Dios que mediante la intercessión de dicho Santo su Majestad ha de ser servido de levantar el castigo y azote de los vecinos y moradores de esta Villa que piden y suplican con todo rendimiento a su Señoría Illustríssima se sirva confirmar dicho voto y promessa como mejor haya lugar…”

5º) Los notarios son los responsables en grado sumo. Certifican de aquello a lo que están presentes y “leímos la que salió por suerte de la Arquilla donde estaban metidas las Cédulas de los Santos y Santas que reza nuestra Madre la Yglesia en este Obispado, según dijeron los Señores Sacerdotes que presentes se hallaron a leerlas, publicarlas, doblarlas y entrarlas en dicha Arquilla, la cual dicha zédula decía SAN PEDRO CELESTINO”.

Atención porque lo que sigue es un gesto puramente teológico. Sabe el Sr. Beneficiado que sin Cristo, “sin mí, dijo Él, no podéis hacer nada”. Tampoco los santos. Continúa la crónica y este es el dato “y luego por el Sr. Beneficiado se fixó en la peana de la Custodia donde estaba el Stmo. Sacramento, y se entró en el Sagrario; y en todo lo demás se hizo, obró, y executó según dicho es en estos autos. Y para que de ello conste damos a su Señoría Illma. el Sr. Obispo de Ziudad Rodrigo, el presente en esta Villa de Villamiel en quatro días del mes de Febrero del año de Mill y Setecientos. Y en fee de ello lo signamos y firmamos. En testimonio de verdad, Domingo Martín Galván, Notario Apostólico. En testimonio de verdad Miguel Hernández Vaile de Obregón”.

6º) Se tienen y ejecutan las formalidades todas con seriedad, a las que se añaden simultáneamente la devoción al mismo, “y firmaron los que de sus Mercedes supieron de dichos el Beneficiado, Alcaldes, Regidores y Procurador General por sí y en nombre de los demás de sus Estados: Juan de Elvira, Francisco Obregón y Agüero, Francisco Estévez Callejo, Domingo Galván, ante mí Miguel Hernández Vaile de Obregón”.

7º) Relacionado con el número anterior añadimos este séptimo apartado para resaltar esa importancia y seriedad con el correspondiente certificado de este tenor:“Nos, los Notarios que abajo signamos y firmamos hacemos fee y verdadero testimonio como lo contienen en las diligencias antecedentes pasó, según y como en este se contienen y menciona, y a todos ellos fuimos presentes y leímos la zédula que salió por suerte de la Arquilla, etc…”.

8º) ¿Qué es lo que originó esta elección?

a) El voto. En el texto comienza así:

“En la villa de Villamiel en los veinte y siete días del mes de Henero de mill y setecientos, en cumplimiento de lo acordado y resuelto por sus Mercedes los Señores Beneficiado, Alcaldes y Regidores, Procurador Síndico General de esta Villa y otras personas Ecclesiásticas y seculares de ella se juntaron dicho día veinte y siete a la hora de la missa de Tercia en la Yglesia Parroquial de esta Villa sus Mercedes de dicho Señor Beneficiado y demás personas Ecclesiásticas, y dicho señores Alcaldes, Regidores y Procurador Síndico General con el demás resto y Vezinos de ella”.

Como recuerdo y acción de gracias hasta la década de los cincuenta se celebraba Misa cantada el veintisiete de cada mes en el Altar del Santo Patrón desaparecido en una de las últimas malhadadas reformas del Templo Parroquial.

Como ha quedado expuesto lo del voto no lo repetimos.

b) Cofradía. Se creó para encauzar todo lo que exigía la vivencia del voto aludido y el culto originado por la elección del Patrono.

El Acta de Constitución de la Cofradía de S. Pedro Celestino abre su primera página en la parte superior con un recuadro octogonal muy adornado con flores y figuras vegetales. Dentro de él muy bien encuadrada, a la alabanza o doxología Trinitaria que hasta el mismo pueblo recitaba en latín: Gloria Patri et Filio et Spiritu I Sancto. Amén. Repite en él las autoridades pero con sus nombres y apellidos, títulos y cargos que omitimos por no ampliar excesivamente esta comunicación.

Si queremos recordar que debajo del referido recuadro, que ocupa aproximadamente un tercio del folio inicial, el Acta que refiere las noticias de la nueva Cofradía empieza con una artística E sobre fondo ajedrezado que muestra el olfato y gusto de miniaturista del ejecutor.

Esta y la otra narración habla de la convocatoria y concentración que tuvo lugar siete años después y que es distinta de la tenida para buscar remedio a la epidemia.

Se demuestra así que al pueblo se le ayudaba a madurar en sus compromisos.

Igualmente se manifiesta la impregnación religiosa que respiraba la masa en general. Podemos decir que sabía la Teología que le hace falta a la masa de hoy. De lo contrario Calderón de la Barca, Lope de Vega, el Comendador Tirso de Molina y otros muchos no hubieran escrito las piezas teológicas que nos dejaron para el teatro como vehículo de la enseñanza religiosa de ese pueblo.

Así añade: “en la villa de Villamiel a veintiquatro días de junio de mil setecientos y siete años estando al frente el Liz. D. Luis Sánchez de Recalde, Beneficiado Rector de la misma, Liz. D. Juan de Valencia Ribero, abogado de los Reales Consejos, varios presbíteros, Alcaldes ordinarios, Regidores, Procurador General de ella, dan testimonio y firman los correspondientes autos tenidos antes con todos sus detalles Domingo Martín Galván, Notario Apostólico. En testimonio de verdad Miguel Hernández Vaile, Notario”.

Todo lo cual indica la seriedad con que se trataba y discernimiento que se tenía.

9º) AUTO DE APROVACIÓN.

Todo lo deliberado, a grandes voces advertido por dos y tres veces, y aceptado por escrito y de palabra por las gentes que llenaban una Iglesia, Sacristía, Coro, Capillas tenía que ser aprobado por el que tenía autoridad:

“En la Ciudad de Ciudad Rodrigo a ocho días del mes de Febrero de mill y setecientos, visto por su Señoría Illustríssima el voto que la Villa de Villamiel de su Obispado auía hecho a S. Pedro Celestino, de guardarle su día por fiesta de precepto y ayunarle su vigilia, por ante mí su Secretario dijo su Señoría Illustrissíma que confirmaba y confirmó dicho voto y mandaua y mandó que de aquí adelante El Beneficiado o Theniente de dicha villa todos los años publique por día de fiesta de precepto el de San Pedro Celestino, y assí mismo su Vigilia por de ayuno y uno y otro voto. Y deseando su Señoría Illustríssima concurrir de su parte a veneración tan justa y para que vaya en aumento la devoción de los fieles concedía y concedió cuarenta días de Yndulgencia a todos los fieles que guardasen dicho voto y rogaren a Nuestro Señor que por la intercessión de S. Pedro Celestino conceda la Estirpación de las heregías, salud de su Santidad, y nuestra, paz y concordia entre los reinos cristianos, buenos sucessos de esta Monarquía, salud de las autoridades y de los Vezinos de dicha Villa, y en cuanto al rezo que se ha de rezar al dicho Santo dijo su Señoría Illustríssima que adelante se rezasse en dicha Villa doble de segunda Classe y octava para mover más la devoción de los fieles. Y por este su Auto assí lo proveió y firmó su Señoría Illustríssima, Francisco, Obispo de Ciudad Rodrigo. Ante mí Fr. Juan Cano, Secrt.”

10º) En cuanto a la Cofradía, como no podía ser de otra manera, fue Cofradía con las puertas abiertas para todos, pues todos los domicilios, ya con niños, ya con mayores, habían sido visitados por la epidemia.

En las “ORDENANZAS GENs”, por eso se dice: “Lo primero ordenan que dicha Cofradía sea abierta y que en ella sean cofrades todos los Vezinos y moradores de esta Villa que tengan Casa aparte y viuan de por sí; y que dicha Cofradía se aya de seruir, y sirua en el Altar Mayor de la Parroquial de esta Villa en cuyo Retablo está la Ymagen de Señor S. Pedro Celestino al lado del Evangelio como se hizo dicho voto”.

11º) Si en la actualidad tiene buenos y cotizados vinos muchos mas debieron existir y ser por el seiscientos y setecientos a tenor de lo que sigue: “Lo otro que para el gasto y necesidades de dicha Cofradía cada uno de los Vezinos de esta Villa dé en cada un año por la Cosecha del vino media cántara de mosto de limosna; el qual se aya de vender y venda como el de las demás Cofradías a quenta y riesgo de los Mayordomos que fueren de esta dicha Cofradía”.

12º) La obra de misericordia de enterrar a los muertos con todos los sufragios posibles y la escenografía externa era clave en todas las Cofradías. A ello dedica una ordenanza bien detallada que tiene este contenido:

“Lo otro, toda la vez que muriere algún Cofrade ha de tener obligación dicha Cofradía de darle una docena de Cirios para su Entierro y armar el pendón negro que a él se ha de lleuar y además le ha de decir una Missa por el Ánima de dicho difunto, y si no huviere dado la media cántara de mosto por la Cosecha, si no después, ha de pagar de pena doce reales, y de este privilegio de Cofrade ha de gozar la muger primera que tuviere; y si la segunda quisiere gozar luego que se case ha de pagar de entrada quatro reales. Pero si a algún Cofrade se le muriere algún hijo que tenga devajo de su patria potestad sólo se ha de dar el pendón negro y dos Cirios para su Entierro y si quisiere Missa ha de pagar de limosna a dicha Cofradía quatro reales para el pago de la Missa y hachas y velas para decirla.”

13º) No eran ajenas aquellas gentes a la cultura y diversiones. Hay tiempo para todo y con orden así lo encontramos. Las diversas Cofradías organizaban obras de teatro, Autos Sacramentales, había tiempo para el culto y gozo festivo. Encontramos citados hasta los toros. Los toros, que serían en el Barrero también finiquitado, tuvieron raíces antiquísimas. Aún recordamos aquellas capeas mañaneras con el ganado del pueblo, traído y cerrado por los mozos y por la tarde los toros con morlacos de siete años como los del tío Felipe de Trevejo, por ejemplo. Así reza esta ordenanza:

“Lo otro que si los Mayordomos que fueren de esta Cofradía quisieren hacer fiestas de Comedias y Toros que puedan hacer pidiendo primero licencia a la Justicia de esta Villa y consiguiéndola puedan gastar dichos Mayordomos del caudal de esta Cofradía trescientos reales de vellón, cuia cantidad se le ha de tomar en data al tiempo que den cuenta de sus officios”.

14º) Las obligaciones fueron muy sopesadas y los votos bien meditados lo que suponía para cada vecino apechar con las cargas y oficios. “Cuando se rechazaban tenía sus penas exigiéndose para imponerlas la actuación del Juez Eclesiástico o la Justicia de la Villa”. Por ello esta otra Ordenanza:

“Lo otro, que las personas que fueren nombradas por Mayordomos de esta Cofradía assí de un estado como de otro, tenga obligación a azeptar dichos officios pena de una arroba de Cera para dicha Cofradía, y que de ella se le haga cargo a los Mayordomos que fueren en dicha ocassión y que luego otro, o otros Mayordomos se pongan en lugar del que no quiso azeptar. Pero esto ha de ser después de auer cobrado dicha pena y de su Execución ha de ser por ante el Señor Iuez Ecclesiástico, o Iusticia de esta Villa”.

15º) El acontecimiento debió llamar la atención en pueblos circunvecinos, hasta en la misma capital diocesana. Es un honor para la Cofradía del señor S. Pedro el tener la lista de cofrades encabezada por el mismo Sr. Obispo Titular de la Diócesis, así: “El Illustríssimo y Rmo. Sr. El S.D. Fco. Manuel de Zúñiga Sotomayor y Mendoza, Obispo de Zd-Rº primero Cofrade de esta Cofradía por ser así su voluntad. Igualmente estaría el “Yllmº y RRmº Sr el Sr. Dn. Fr. Gregorio Téllez Obispo de Zd-Rº pidió y mandó se asentase por Cofrade dl Sr. Sn. Pº Zelestino que hize en 18 días del mes de abril de 1723 aos.”

La lista la engrosaron también con canónigos y otros presbíteros nativos del pueblo. Como por ejemplo en la primera lista es segundo, uno de los muchos que de este pueblo han pertenecido a diversos cabildos catedralicios de España.

“Es el Lizdº D. Blas Assº de Grado y Mateos, canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Zd. Rodrigo y natural de esta Villa”. Siéndolo primero y provisor de Plasencia, donante de la Custodia que posee ahora la Parroquia.

Otro fue el Doctor D. Francisco Ortiz Cosca, canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Ciudad Rodrigo que fue tenido por cofrade el día catorce de agosto de mil setecientos veinticuatro.

16º) Todo lo anterior nos lleva a admirar profundizando en el alma de aquellas gentes y en el poso profundamente religioso de una sociedad empapada de lo espiritual. Igualmente nos lleva a preguntarnos ¿quién era el personaje que la suerte les deparó a los villamelanos y con el que se comprometieron?

UN PAPA QUE RENUNCIÓ

Como Papa es el V de los que se auto impusieron el nombre de Celestino. Allá por los primeros lustros del s. XIII nació en los Abruzos, reino de Dos Sicilias.

De sus padres, Angelerio y María, se decía que “eran justos a los ojos de Dios y alabados de los hombres”; que “daban limosna y acogían a los pobres en su casa; que tuvieron doce hijos y pedían que alguno sirviese a Dios”.

Pedro nació el penúltimo de los doce. Su maestra espiritual fue su misma madre. Más de una vez se le oía lamentarse: “¡Tantos hijos y ninguno es siervo del Señor!”. Pedro comenzó a decir: “Quiero ser un buen siervo de Dios.”

Viuda la madre contra el parecer de los otros hijos y con grandes sacrificios lo puso a estudiar. Con veinte años marchó de su casa a Roma. Quería ser anacoreta e iba a discernir con la jerarquía. Otro joven del pueblo salió con él pero pronto volvió la vista atrás. Continuó él el camino y ríos desbordados obstaculizaron su marcha. Esto contribuyó a descubrir un anacoreta en aquellos montes. Con dos panes y algunos peces subió, encontró la cueva y su morador. Se quedó entregándose a intensa vida de oración y no menos austeridad.

Allí llegaron gentes atraídas por su fama y lo quisieron sacerdote. Partió para Roma y volviendo sacerdote ya encontró otra cueva donde se quedó. Cinco años de pruebas en torno a la celebración de la Misa. Se sentía indigno de celebrarla. Temía a la gente: le haría perder la soledad y con las limosnas dificultarían su pobreza.

Resuelto a consultar todo en Roma se le apareció en sueños el Abad que le dio el hábito. Le animó a celebrar, porque digno no es nadie. Consulta al confesor y acabó la prueba a la que estuvo sometido.

Su fama crece y vienen discípulos a quienes rechaza por sus pocos conocimientos para guiarlos. Pero al final se imponía su caridad, los acogía y así empezó la congregación de los Celestinos aprobados por Gregorio IX.

Sus milagros bajaron de los montes a las gentes de pueblos y ciudades. El Cardenal Arzobispo de Lyon llegó con noticia sorprendente: Ha sido elegido Papa el cinco de julio de mil doscientos noventa y cuatro. Aceptando Pedro hubo alegría y paz, pues la Iglesia llevaba más de dos años sin Papa.

Desde Áquila hizo un viaje triunfal recibiendo la obediencia de los cardenales. Ordenado Obispo se le coronó Papa. Pronto llegaron las dificultades. El sentido eremítico de su vida, sencillez y desconocimiento de las cosas públicas, sin entender de negocios de gobierno resintieron su situación. Quiso compaginar los deseos de soledad haciéndose en el palacio pontificio una cabaña a la que se retiraba largas horas de oración. Desconocía por completo la diplomacia. Así al crear los primeros doce cardenales, siete eran franceses, tres napolitanos y dos para el resto de Europa, lo que creó tensiones en los gobiernos de las otras naciones.

Celestino V vivió y sufrió la situación de la Iglesia falto de mano izquierda. Despegado de toda clase de honores planteó su renuncia mandando estudiarla a una comisión de teólogos y recibida respuesta positiva declaró en Bula que el Papa podía renunciar e incluso a veces sería obligado en conciencia por el bien de la Iglesia.

Revestido de pontifical el 13 de diciembre de 1294 se presentó al Colegio Cardenalicio, prohibió que le interrumpieran y leyó la Bula de renuncia. Salió del recinto y poco después regresó vestido de monje y se despidió. Cinco meses ejerció como Papa. Para vivir la soledad quiso huir a la Dalmacia. El nuevo Papa mandó recogerlo en el castillo de Monte Fumone donde aseguró su ansiada, oración y penitencia hasta su muerte el diecinueve de mayo de 1296.

APÉNDICES

El pasado cinco de mayo se cumplían ciento cuarenta y tres años de un desgraciado suceso ocurrido en el Templo Parroquial de Santa María Magdalena de Villamiel. Quizá por descuido por lámparas o velas se incendió el retablo del que no quedó absolutamente nada y desapareció la imagen del Santo Patrono Pedro Celestino, talla de comienzos del s. XVIII.

Lo narran bien las Actas e informe que firmaron Alcalde y Concejales y el Párroco de Trevejo, encargado de Villamiel, por la reciente muerte del Párroco D. Luis Antonio Jiménez, que lo fuera de esta Villa.

Con tres Actas y un informe redactado todo por el Sr. Secretario del Ayuntamiento tenemos narración clara y detallada de lo ocurrido. Y de lo llamativo o extraño, como dicen, por no atreverse a llamarlo milagro. Convertido estaba todo en cenizas, entre ellas solo quedó el hueso reliquia del Santo traído de Roma y salvado no se sabe cómo.

Dos elementos son destacables de entre las noticias que aportan estos documentos.

El primero es el sentido ético que tuvieron aquellas autoridades -“bajo de su honor y conciencia informaron”- además llama la atención la preocupación por cualquier tema que afectase al vecindario a quien representa también en este asunto.

Como segundo es reseñable que, careciendo en aquel momento la villa de sacerdote propio, ayuden en todo al encargado que tiene que venir de fuera. El Ayuntamiento en pleno realiza las gestiones en orden a adquirir una nueva talla, la actual, que va a cumplir los ciento cuarenta y tres años.

Aunque el castellano ha evolucionado seguimos respetando la ortografía y expresiones que encontramos en las tres Actas e informe que siguen.

PRIMER ACTA

“En la Villa de Villamiel día seis de mayo de mil ochocientos cincuenta y ocho sus Mecdes los Sñores D. Bernardino Bustamante, Alcalde por S.M. (q.D.g.) y demás individuos del Ayuntamiento que suscriben, por ante mí el Srio. dijeron: “que en el día de ayer fue abrasado completamente por algún descuido que no ha podido descubrirse, el retablo y la imagen de S. Pedro Celestino, Compatrono de esta Parroquia, salvándose de la voracidad del incendio un hueso del cuerpo del Santo, que se custodiaba en un sagrario, construido para este objeto en el retablo indicado; y siendo tan extraño acontecimiento merecedor de ser transmitido a la posteridad qe debe mirarse la conservación de la reliquia como un beneficio muy especial, qe la Divina Providencia se ha dignado dispensar a este vecindario, sabedores de que D. Pablo Vergas Robledo, Cura Párroco de Trebejo y encargado de esta Parroquia, vacante por fallecimiento de D. Luis Antonio Giménez, el L.D. Cipriano Valiente y Dionisio Enrique, de esta vecindad fueron los primeros que entraron en el Templo, y los autores de tan feliz hallazgo, acordaron se prevenga a estos tres sujetos que se sirvan estender a continuación informe, bastante espresivo de lo ocurrido, reservando esta corporación tomar las medidas que conceptúe más oportunas y conducentes para el remedio del daño ocasionado. Así lo acordaron dichos Sres en espresado día, mes y año firmando conmigo el Srio, de que certifico.”

Firmaron: Bernardino Bustamante, Manuel Talabán, Manuel Herrera, Agustín Asensio, Francº Baile, Marcelino Montero, Valentín Churro, Fernando López y Ramón Pereria. Srio.

INFORME

D. Pablo Vergas Robledo, el L. D. Cipriano Valiente y Dionisio Enrique, de esta vecindad, en cumplimiento de lo prescrito en el Acta que precede, bajo de su honor y conciencia informaron:

“Que a las cinco de la tarde, poco más o menos, del día cinco del presente mes, noticiosos de que estaba abrasado el retablo y la imagen de S. Pedro Celestino, volaron al templo siendo los primeros que entraron, de los muchos, que fueron concurriendo después, llevados de la novedad. En efecto, había desaparecido ya el Retablo con la Imagen y hasta una lámpara de hoja de lata destinada al culto del Santo, cuya materia estaba reducida a menudos trozos carbonizados y liquidado su vaso. Sobre la mesa o altar, en la que se celebra el Santo Sacrificio de la Misa, había un grandecimiento de ascuas sumamente candentes cuyo calor se hacía sentir bastante molesto a alguna distancia. Arrostrando, pues, por la incomodidad, que es de presencia, se propusieron ver si hallaban algunos residuos o fragmentos del relicario de plata, en que se custodiaba la reliquia, de que se hace mérito en el Acta anterior y encontraron, en efecto, varios trozos de la misma requemada e inservibles y otros liquidados y reducidos a una pasta informe sufriendo esta última suerte el cristal de su viril, el cual encorvado y hecho una rosca tenía abarcado y dentro de sí el hueso del Santo, que el Sr. Cura procuró despegar con el mayor cuidado; hecho lo cual vieron con grande admiración que se hallaba en el mismo ser y estado que tenía antes del incendio, sin haber sufrido calzinación, ni lesión de ninguna otra clase. Esto es lo que vieron y lo que informan asegurándolo por cierto y verdad bajo la protesta, hecha en la cabeza de este informe, firmando hoy siete de mayo del año mencionado.”

Firmaron: Bernardino Bustamante, Cipriano Valiente de Valencia, Manuel Herrera, Manuel Talabán, Balentín Churro, Pablo Vergas Robledo.

SEGUNDO ACTA

“En la villa de Villamiel a ocho del mes y año espresados sus mrces los Sres. de Ayuntamiento referidos, por ante mí su Srio, dijeron: No pudiendo, ni debiendo carecer esta parroquia de una imagen de su Compatrono, de cuya mano ha recibido este vecindario tantos beneficios entre los cuales son fáciles de recordar los de estos últimos veinte años en cuyo período le ha librado por tres veces de epidemias asoladoras que cubrían de luto las familias en algunos pueblos inmediatos, no debía omitirse medio para reemplazarla con otra, dirigiéndose a un artífice de acreditado mérito; y pues que ni en la Iglesia ni en la villa hay fondos de que disponer para los gastos que han de ocasionarse, reúnanse a los mayores contribuyentes en la Casa Consistorial con asistencia también de D. Pablo Vergas Robledo y se les invitara a una suscripción voluntaria, proporcionada a los posibles y devoción de cada uno, con cuyo ascendente se hará una cuestación por el vecindario, el cual, no duda esta Corporación, se esforzará para la reunión de caudales suficientes, pues todo es de esperar de su piedad y cordial devoción a su Compatrono; y al efecto nombraron depositario a dho D. Pablo Vergas. Así lo acordaron referidos sres firmándolo conmigo el srio de que certifico”.

Firmaron Bernardino Bustamante, Manuel Talabán, Manuel Herrera, Francisco Baile, Agustín Asensio, Balentín Churro, Fernando López, Marcelino Montero, Ramón Pereira srio.

TERCER ACTA

“En la referida villa a doce de diciembre del año espresado habiéndose recibido ya la Efigie de S. Pedro Celestino que fue encargada a Madrid y ha salido de un mérito artístico nada común, se reunieron los Sres de Ayuntamiento, D. Ángel López, Cura Ecónomo, para acordar el aparato con que ha de ser recivida en ella, y día en que haya de verificarse y dijeron que habiendo sido el veinte de Enero el día en que se reunieron en la Iglesia el Clero, Ayuntamiento y otras personas en el año de 1700 para deliberar sobre la calamidad que afligía a esta población, designaban el mismo día 20 de Enero para la solemnidad. En el anterior 19, se cantarán vísperas solemnes, y en ella se hará la bendición de la imagen; por la noche el repique de campanas, tamboril, luminarias y fuegos artificiales anunciarán la fiesta del siguiente día, a la cual se dará principio sacando la imagen en procesión, cuya carrera estará colgada de antemano; desps se celebrará misa solemne, estando manifiesto el Santísimo Sacramento aceptando sus mrcdes como aceptan con la debida gratitud la propuesta que les ha dirigido D. Pablo Vergas Robledo ofreciéndose a predicar; se concluirá con un solemne Te Deum y por fin se dará a besar la reliquia a todo el pueblo; y pues aquel día será de vacante o festivo, por la tarde habrá Rosario con letanía y Salve cantadas. Así lo acordaron y dijeron dhos Sres firmándolo conmigo, el Srio, de que doy fe”.

Firmaron: Bernardino Bustamente, Manuel Talabán, Manuel Herrera, Balentín Churro, Agustín Asensio, Francisco Baile, Marcelino Montero Ángel López, Ramón Pereira srio.

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Iciar Cantos San José.

Licenciada en Geografía

La legislación de espacios naturales ha estado relacionada, en un principio, con los montes. Los bosques eran el espacio natural más importante ya que proporcionaba unos recursos naturales indispensables por lo que regular su aprovechamiento y conservación era una cuestión de necesidad.

En 1916 se publica la primera ley de creación de Parques Nacionales, reflejo de una nueva preocupación por el mantenimiento de espacios en su estado natural, por su belleza. A partir de ese año la política en materia de Espacios Protegidos ha sufrido altibajos. Pese a que en un principio se establecieron de forma adecuada a la época, la ley y el organismo encargado de llevarla a cabo, después comenzaron a haber otras prioridades por lo que la preocupación por los espacios protegidos casi desaparece.

A partir de 1968 hay un cambio de esta tendencia que comienza reorganizando la representación que tenían los Parques Nacionales dentro de la administración y tiene su reflejo con la publicación de la ley de 1975.

1- Disposiciones en materia de espacios naturales (del Fuero Juzgo a la Novísima recopilación)

Aunque, como ya hemos señalado la legislación en materia de espacios protegidos no apareciese hasta 1916, se pueden encontrar interesantes normas relacionadas con la conservación de la naturaleza en diversos códices españoles.

El primer códice que refleja la preocupación que se tenía de la protección de recursos naturales es el Fuero Juzgo (s.VI) o libro de los Jueces. En el libro VIII De las fuerzas, et de los dannos, et de los quebrantamientos se establecen una serie de penas en materia de montes De las qvemas y de los qvemadores (título II)

Se establecen penas por quemar el monte de otra persona. De los omnes que queman monte (ley II). Si algun omne enciende monte aieno, ó árbores de qual manera quier, préndalo el ivez, é fagal dar C. Azotes, é faga emienda de lo que quemó, cuemo asmaren omnes buenos. E si el siervo lo fizo sin voluntad de so señor, reciba C. E L. azotes, hy el señor faga emienda por él, si quisiere; é si non quisiere, hy el danno fuere dos tanto, ó tres tanto que el siervo non vale, dé el siervo por el danno, é sea quito.

Además da algunos consejos para impedir que le fuego se propague, tan de actualidad en los meses de verano. De los que van carrera, é facen fuego (ley III). Quien anda por camino, si quere fazer fuego en algún campo por cozer de comer, ó por se calentar, ó por otra cosa, guárdese que el fuego non vaya mas adelante que faga nemiga. E si prendiere en restrojo ó en paia seca, mátelo, que non cresca mas. E si por ventura el fuego creciere mas, é quemare mies, ó era, ó vinna, ó casa, ó vergel, ó otra cosa, aquel que lo encendió, porque se non guardó, peche tanto quanto valia la cosa que quemó.

En el Fuero también hay una preocupación por la tala “indiscriminada” de árboles estableciéndose diferentes multas por manzanos, olivar, etc.

En el Fuero de Castilla existe una preocupación por el medio ambiente. De los daños que ficiceren en Castiella (libro II, título V). No existe ninguna norma relacionada con las quemas y los quemadores, como ocurría con el Fuero Juzgo, aunque si será más estricto en lo referente a los árboles estableciendo multas, no sólo por la tala de árboles, sino incluso por el corte de ramas. También dedica dos de las cinco leyes que componen el Titulo V estableciendo multas por matar o lisiar aves como halcones, gavilanes, etc.

En el Fuero Real o Fuero de las leyes (s. XIII) sólo nos encontramos una ley relativa a los incendios, Libro IV, título V De las penas, la ley XI. Qué pena ha el que quemáre mieses, é otra cosa. Esta ley establece penas más duras para el infractor.

Todo home que á sabiendas quemáre mieses agenas, ó pan en eras, ó casas, ó monte, quemen á él por ello, é peche todo el daño que ende viniere, por prueba, ó por jura de aquel que lo recibió el daño.

En las siete partidas de Alfonso X El Sabio (s.XIII) empezaremos analizando, al igual que hemos ido haciendo con los anteriores Fueros, las sanciones que se establecen por los daños realizados. De los daños que los omes, o las bestias fazen en las casas de otro de qual natura quier que sean (Sétima partida, título XV), se puede apreciar la preocupación por los incendios (ley X) estableciendo las precauciones que deben de tenerse al quemar rastrojos […] como el que enciende fuego en tiempo de vento cerca de paja, o de madera, o de mies o de otro lugar semejante es tenudo de pechar el daño que ende viniere.

También establece penas para quien corten a mala intención árboles, o viñas, o parras. Si el daño se hace en árboles frutales debe pagar el doble del daño ocasionado aunque si se hace en vides o parras puede tratársele como a un ladrón, es decir Si el daño fuere grande o desaguisado, deue morir por ende el que lo fizo.

En la tercera partida, Alfonso X establece una serie de hermosas definiciones sobre la posesión de todas las cosas. Primero diferencia entre la posesión privada y el patrimonio universal: Como ha departimiento en las cosas deste mundo, que las unas pertenecen a todas las criaturas e las otras non. (ley II) Departimiento hay muy grande entre las cosas deste mundo. Ca tales y ha dellas que pertenecen a las aues, e a las bestias e a todas las criaturas que biuen, para poder vsar dellas tambien como a los omes.

En la siguiente ley especifica que considera patrimonio universal: Quales son las cosas que comunalmente pertenecen a todas las criaturas. Las cosas que comunalmente pertenecen a todas las criaturas que biuen en este mundo son estas, el ayre, e las aguas de la lluuia, e la mar, e su ribera. Ca qualquier criatura que biua, puede vsar de cada vna destas cosas segund quel fuere menester

Las leyes relacionadas con la conservación de la naturaleza de La Nueva Recopilación, sancionada por el rey Felipe II en 1567, fueron posteriormente recopiladas en la Novísima recopilación, sancionada por Carlos IV por Real Decreto el 2 de junio de 1805, por lo que pasaremos directamente a analizar ésta última.

La Novísima recopilación supone un aumento considerable de las leyes en materia de montes dedicando todo el título XXIV (libro VII), De los montes y plantíos, su conservación y aumento.

Ley I (1496) Conservación de los montes y plantíos para el bien común de los pueblos. Mandamos que agora y de aquí adelante todos los montes, huertas, viñas, […] los conserven para el bien y pro comun dellas, y no las talen ni decepen, ni corten, ni derruequen […] no los cortando por pie, salvo por rama, y desando en ellos horca y pendon por donde puedan tornar á criar. Esta ley se mando extender a los dueños particulares de montes en 1632

En la Ley II (1518) formación de nuevos plantíos de montes y arboledas, y de ordenanzas para conservar los viejos y nuevos, hay una preocupación por la tala y destrucción del monte por lo que mandan a todas las Justicias de las dichas ciudades, villas y lugares de mis reynos y señoríos, y á cada una en su jurisdicción. Esta preocupación por la repoblación de los montes no es una inquietud medioambiental, se debe a la necesidad de mantener un equilibrio para asegurar el abastecimiento de madera, lo que hoy llamaríamos desarrollo sostenible o sustentable.

Su interés porque se repueblen los montes le lleva a disponer qué tipo de árboles hay que plantar y donde, se plantarán montes y pinares […]en la parte donde hobiere mejor disposición se pongan y planten luego montes de encinas y robles y pinares, las que vieren que con vienen, y son necesarios de se poner y plantar, según lo que sufriere la calidad de la tierra […] y que ansimismo hagan poner en las riberas […] salces y alamos […]y en los lugares, do no hobiere disposición para plantar montes, hagan que se pongan y planten salces y álamos y otros arboles. Además de regular su plantación manda que se guarden y conserven, y que no arranquen ni talen, ni saquen de cuajo

Establece la creación de puestos de guardas para vigilar los montes y que las Justicias y Concejos puedan establecer penas por no cumplir esta ley.

Siete años más tarde, ante el poco éxito obtenido con la ley anterior, en parte por su ambigüedad a la hora de establecer exactamente quien debe llevarla a cabo y porque tampoco se especifican cuales serán las consecuencias en caso de no cumplimiento, determina que serán los Corregidores y establece una multa de un tercio de su salario. Serán los jueces quienes informen y castiguen a los Corregidores que no cumplan la ley. A partir de esta fecha se suceden toda un serie de disposiciones que intentan que se haga cumplir la ley de 1518: Cargo que ha de hacerse á los corregidores por los jueces de residencias sobre el cumplimiento de la conservación y plantío de montes(1548), Observancia de las leyes sobre la conservación de montes y plantíos (1609), Cuidado de los corregidores y Justicias en la conservación y aumento de los montes y plantíos generales (1708), Observancia de las leyes y autos acordados que tratan del plantío de montes(1716).

Debido al escaso éxito obtenido con las anteriores leyes, y porque la conservación del monte era una cuestión de necesidad, se publica una Real Ordenanza para el aumento y conservación de montes y plantíos (1746). Alfonso VI establece una serie de puntos que definen cómo y quien tiene la obligación de cumplir esta disposición. Encargará a los corregidores el cumplimiento de esta ordenanza quienes deberán nombrar a personas expertas que realicen una especie de censo de montes, define los modos de conservación de los montes, las penas para los que corten algún pie de árbol sin licencia, etc.

Ese mismo año, encarga la conservación de montes y plantíos a dos ministros del consejo. A partir de esta fecha aumentaron considerablemente las denuncias en materia de montes, teniéndose que adecuar la legislación a esta nueva circunstancia publicándose nuevas disposiciones en 1755, 1769, 1770, 1774, 1782…

Esa preocupación por los montes hace a Alfonso VI redactar otra disposición Ordenanza para la conservación y aumento de los montes de Marina. Estarán a cargo de los intendentes de Marina los montes situados en las inmediaciones de la mar y ríos navegables. Esta ley será modificada en 1751 nueva instrucción adicional a la anterior sobre la conservación y aumento de montes en la provincia de la marina. En 1801 establece los métodos y reglas que han de observarse en los montes sujetos al conocimiento de la marina.

En 1762 nombra visitadores de montes y plantíos, serán elegidos por el rey con sueldo del erario real. Hay una clara diferencia con las anteriores disposiciones en las que determinaba la obligación, no el medio de cumplirlas.

En 1788 se permite a los dueños y arrendatarios de tierras que cerquen los plantíos de olivares, o viñas con arbolado para que no sean destruidos por el ganado.

Existen dos disposiciones relacionadas con los montes de Extremadura como son:

Prohibición de entrar los ganados á pacer en los montes que se quemaren para el aumento de ellos y su pasto, sobre todo en Andalucía y Extremadura ya que provoca que los ganados destruyan todo tipo de vegetación que impide la regeneración del monte

Aprovechamiento de los montes de Extremadura y fomento de su plantío, estableciendo la regulación del monte cuando el suelo pertenece a particulares y el arbolado y su fruto a Propios obligando al arrendatario a que limpie, cuide y plante los árboles que se necesiten de acuerdo con la ordenanza de montes.

A parte de la conservación de los bosques, los Cotos Reales son un antecedente claro de la política conservacionista en nuestro país. Felipe II firma una Real Cédula, el 1 de mayo de 1579, prohibiendo la caza y la pesca en el Real Bosque de Balsaín y años más tarde, en 1647 y 1654 Felipe IV firma Reales Cédulas en las que se extremaban las sanciones para tales normas. Carlos III reiterará en 1774 tales normas.

2- Legislación en materia de espacios protegidos (desde la ley de 1916 hasta 1975)

La primera ley de protección de espacios naturales española data de 1916. Había comenzado una nueva corriente de protección de la naturaleza. Gracias a esta ley, España se encontraba dentro de los países pioneros en este tipo de protección.

La ley de 1916 apareció publicada en La Gaceta de Madrid el día 8 de diciembre de 1916 por el Ministerio de Fomento, fue sancionada por el rey Alfonso XIII.La ley por la que se creaban los Parques Nacionales es realmente sencilla, consta solamente de tres artículos: en el primero se crean los Parques Nacionales, en el segundo se definen: “son Parques Nacionales aquellos sitios o parajes excepcionalmente pintorescos, forestales o agrestes del territorio nacional que el Estado consagra, declarándoles tales, con el exclusivo objeto de favorecer su acceso por vías de comunicación adecuadas, y de respetar y hacer que se respete la belleza natural de sus paisajes, la riqueza de su fauna y de su flora y las particularidades geológicas é hidrológicas que encierren, evitando de este modo con la mayor eficacia todo acto de destrucción, deterioro ó desfiguración por la mano del hombre” y en el tercer artículo determina que será el Ministerio de Fomento quien cree los Parques Nacionales de acuerdo con los dueños de los sitios, reglamente los que vaya creando y consigne en sus presupuestos las cantidades necesarias para vías de comunicación y sostenimiento de todos ellos.

El Real decreto por el que se adoptan las medidas para cumplir esta ley se publicará unos meses más tarde, el 24 de febrero de 1917. Se establece que serán los Ingenieros Jefes de los distritos forestales quienes realicen, en el plazo de dos meses, una relación de sitios notables, una relación de aquellas particularidades o curiosidades naturales extraordinarias que merezcan también una protección especial y una relación de árboles notables. Deberán puntualizar la razón que justifique especial protección, la entidad propietaria de los sitios, las vías de comunicación, sus condiciones generales, historia, frecuencia con que son visitados, etc.

Este Real Decreto establece tres categorías diferentes de paraje: los sitios notables que deberán ser catalogados para ser protegidos, los sitios sobresalientes que deberán llevar la denominación de Sitios Nacionales y se declararán por Real orden y los parajes excepcionales que serán declarados Parques Nacionales por Real decreto.

Se crea una Junta Central de Parques Nacionales encargada de examinar las relaciones o propuestas de protección, de estudiar y proponer los medios convenientes para asegurar su conservación y de proponer al gobierno la declaración de un nuevo Sitio Nacional o Parque Nacional.

Una figura importante dentro de esta Junta central es la del Comisario. No se podía declarar ningún sitio sin él determinase los límites, reglamento, presupuesto y personal de guardería que habían de ser aprobados por el gobierno previo informe de la Junta Central. Una vez declarado Parque Nacional se nombrará una junta destinada a cooperar con el Comisario y el Jefe del distrito forestal. El Comisario no tenía que estar vinculado con la administración por lo que todo lo relacionado con los Parques Nacionales gozaba de suficiente independencia.

El “éxito” de este real decreto, o mejor dicho de su cumplimiento, trajo consigo una enorme cantidad de peticiones de espacios que merecían una protección especial. Lo que motivó que en febrero de 1927 se ampliase el número de figuras de protección con los Sitios de interés nacional definidos como los parajes agrestes del territorio nacional aun cuando su extensión sea reducida, que, sin reunir las condiciones necesarias para ser declarados Parques nacionales, merezcan, sin embargo, ser objeto de especial distinción por su belleza natural, lo pintoresco del lugar, la exuberancia y particularidad de la vegetación espontánea, las formas especiales y singulares del roquedo, la hermosura de las formaciones hidrológicas o la magnificencia del panorama y del paisaje y los Monumentos naturales de interés nacional definidos como los elementos o particularidades del paisaje en extremo pintoresco y de extraordinaria belleza o rareza, tales como peñones, piedras bamboleantes, árboles gigantes cascadas grutas, desfiladeros, etc. aunque su carácter será meramente honorífico. Se crea una Comisión ejecutiva con funciones inspectoras que estará compuesta por los dos vocales de la Junta Central y el Comisario. Tendrán la misión de realizar los estudios y trabajos previos a la declaración de Sitios y Monumentos y la divulgación y publicidad de los catálogos de los espacios declarados.

Mediante Real Decreto El 26 de julio de 1929 se reorganizará la Junta Central de Parques Nacionales. Se cierra la posibilidad de nuevas declaraciones de Parques Nacionales ya que se entendía que se había cerrado el ciclo.Una vez estudiada la relación de todos los parajes sobresalientes del territorio se habían declarado Parques Nacionales todos los sitios que reunían las características exigidas por lo que no era posible que surgiesen, en un espacio de muchos años, las cualidades que se requieren en los parajes que no las poseen. Prueba de ello es que Covadonga y Ordesa se declaran en 1918 y hasta 1954 no se volverá a crear otro Parque Nacional (Teide y la Caldera de Taburiente)

Se establece que la propiedad de los montes que formaban los Parques Nacionales pasen al poder del estado y se declaren de utilidad pública, a efectos de expropiación forzosa, cuando se estime que pueden desaparecer o desmerecer las condiciones naturales en que estriba la belleza del paraje.

Las modificaciones de la Junta Central son muy importantes, desaparecen los dos senadores y los dos diputados a Cortes y se añade un representante de obras públicas, un ingeniero de montes que será el jefe del servicio técnico y tres ingenieros más de libre elección del Ministro. Al Comisario se considerará director de los Parques Nacionales y se encargará del nombramiento del personal de guardería, de redactar el reglamento de cada Parque, etc.

La Junta deberá estudiar y poner en práctica los medios pertinentes a la protección y conservación de los espacios protegidos, proponer declaraciones de Sitios y Monumentos naturales de interés nacional. Para declarar Parques Nacionales se necesitará la creación de un expediente y se hará por ley. La Junta facilitará la publicidad de los parajes, publicará los catálogos de los espacios protegidos, etc.

El decreto de 7 de junio de 1931 intenta reducir la burocracia existente en la Junta por lo que crea la comisaría de Parques Nacionales que dependerá de la Dirección general de montes. La comisaría será regida por una junta que tendrá la función de formar el catálogo de sitios o parajes establecido en la ley de 1916, velar la conservación y facilitar el acceso por vías de comunicación adecuado

Mediante decreto de 13 de abril de 1934 se publica el Reglamento de la Comisaría de Parques Nacionales que estará regida por una Junta. Las atribuciones de la junta son las de proponer la declaración de espacios protegidos, redactar los reglamentos, nombrar al personal auxiliar, aprobar las cuentas, etc. funciones que recuerdan a las que tenía el Comisario en el decreto de 1917.

Aparece la figura del Delegado de Sitios y Monumentos naturales de interés nacional que tendrá como cometido el de realizar el estudio de los parajes que se propongan, también se encargará de dirigir la publicación de libros, guías e itinerarios. Otra novedad es que crea y regula los planes de aprovechamiento y mejora que serán redactados y ejecutados por los distritos forestales, la comisaría sólo podrá contribuir de forma económica.

Un año antes, mediante ley de 13 de mayo de 1933 de Defensa, conservación y acrecentamiento del patrimonio histórico-artístico nacional se incluía a los parajes pintorescos dentro de las competencias de la Dirección General de Bellas Artes que deberá incluirlos en un catálogo. Lo curioso de la ley es que no establece mucho más en relación con estos parajes, ni siquiera el decreto de 16 de abril de 1936 de aplicación de la anterior ley amplia mucho más al respecto. Con esta ley se abrirán expedientes de declaración y se declararán algunos Parajes Pintorescos. Esta dualidad, tener dos leyes para espacios naturales, se intentará solucionar mucho más adelante con la creación del instituto nacional para la conservación de la naturaleza y la promulgación de la ley 15/75 de espacios protegidos.

En el periodo 1940-1955, la legislación de espacios protegidos se limita a la regulación y organización del Consejo Superior de Pesca, Caza y Parques Nacionales.

Mediante la ley de 4 de junio de 1940 se reorganiza el consejo y con la Orden de 21 de diciembre del mismo año se aprueba el Reglamento. La consecuencia más importante de esta reorganización es la supresión de la Comisaría de Parques Nacionales creada en 1931. La representación de los espacios protegidos en el Consejo será escasa “un ingeniero representante del Ministerio de Agricultura, conocedor en sus distintos aspectos de los montes españoles que deban ser declarados Parques Nacionales y Sitios de Interés Nacional”, el presidente será el Director general de Montes, Caza y Pesca Fluvial, los Parques Nacionales ni siquiera aparecen en el nombre de su cargo. Dentro de las competencias del Consejo se encuentra la de “coadyuvar a la formación del Catálogo de los Parques y Sitios naturales de interés nacional ya declarados y proponer los que deban serlo; velar por su más integra conservación, imponer el respeto debido a su belleza y riquezas naturales, evitar todo acto de destrucción, deterioro o desfiguración, así como difundir su conocimiento”.

Esta ley de 1940 será derogada mediante la ley de 30 de diciembre de 1944. El decreto de 3 de marzo de 1945 establecía el funcionamiento del Consejo y la orden de 13 de julio de 1946 dictaba normas complementarias. El nuevo Consejo pasa a denominarse Consejo Superior de Caza y Pesca Fluvial y se dividirá en dos secciones una de caza y otra de pesca. Todo lo relacionado con los Parques Nacionales desaparecerá del nombre e incluso de las funciones del consejo.

Las cuestiones relativas a los Parques y Sitios Nacionales deberían regularse mediante decreto especial pero, al no estar representado en ningún organismo oficial, nunca se llegó a publicar.

Casi al mismo tiempo se organizan los Servicios de la Dirección General de Montes, Caza y Pesca Fluvial mediante Orden de 7 de septiembre de 1945 por la que se adscriben al Servicio Nacional de Pesca Fluvial, mientras que no se constituyan las organizaciones especiales correspondientes a los asuntos de Caza, Cotos y Parques Nacionales. Mediante decreto de 21 de diciembre de 1951 se organiza dicho Servicio pasándose a denominar Servicio de Pesca Fluvial y Caza que seguirá teniendo a su cargo todo lo relacionado con los espacios protegidos

Tiene que llegar el año 1953 para que se vuelva a reorganizar el Consejo pasándose a denominar Consejo de Pesca Continental, Caza y Parques Nacionales. Se dividirá en dos secciones una de Pesca Continental y otra de Caza y Parques Nacionales. Aunque entre los miembros del consejo no se encuentre ninguno relacionado directamente con los espacios protegidos, si hay un representante del Consejo Superior de Montes y otro del Patrimonio Forestal del Estado. Entre las funciones del consejo no hay ninguna relacionada expresamente con los Parques Nacionales excepto la de informar al régimen fiscal del estado.

En 1957 se derogará la ley de 1916 por la que se creaban los Parques Nacionales mediante la ley de 8 de junio de Montes por lo que los espacios protegidos vuelven a estar vinculados al sector forestal. Si analizamos las anteriores disposiciones en materia de montes podemos darnos cuenta que históricamente ha habido una preocupación por su conservación. Después de las ordenanzas de montes y plantíos y de los montes de la marina, ya comentadas, en 1748, se suceden las ordenanzas generales de montes durante la regencia de la Reina Gobernadora Mª Cristina de Borbón en 1833 y la ley del 24 de mayo de 1863 y su reglamento de 1865 que estará vigente hasta 1957.

Mediante Real Decreto de 20 de septiembre de 1896 se declaran Montes de Utilidad Pública a los incluidos en el Catálogo creado en el Catálogo de 1859 por lo que hacía mucho tiempo que se estaba considerando a algunos montes como espacios protegidos estableciendo planes para su regulación mediante la figura de Montes Protectores.

La ley de 1957 de Montes dedica 2 artículos (capítulo I, titulo V) a los Parques Nacionales. Al igual que la ley de 1916 es realmente sencilla, en el primer artículo se definen copiando dicha definición de la anterior ley y en el segundo se establece que la declaración de Parque Nacional lleve aparejada la de utilidad pública a efectos de expropiación forzosa y se haga por decreto. Será el Consejo de Pesca Fluvial, Caza y Parque Nacionales quien se encargue de los asuntos referentes a los parajes protegidos.

Esta nueva preocupación por los espacios protegidos se verá reflejada en la nueva estructura del Servicio de Pesca Continental, Caza y Parques Nacionales creado por decreto de 6 de junio de 1968. Dicho servicio funcionará como organismo autónomo de la administración del estado, estando integrado en el Ministerio de Agricultura y será dependiente de la Dirección General de Montes, Caza y Pesca Fluvial.

Se encargará de la conservación, mejora, uso y disfrute de los Parques Nacionales y de los Sitos Naturales de Interés Nacional, habrá una sección para los Parques y Reservas Nacionales. Uno de sus órganos informativos será el consejo de Pesca Continental, Caza y Parques Nacionales cuyas funciones están determinadas por decreto de 11 de agosto de 1953. También se establecen las funciones de los Patronatos de los Parques Nacionales.

Cinco años más tarde se publicará el reglamento de montes en el que se define y regulan los Parques Nacionales, los Sitios y Monumentos naturales de interés nacional.

Hasta 1971 no se creará el Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza, se suprimirán tanto el Patrimonio Forestal del Estado y el Servicio de Pesca Continental, Caza y Parques Nacionales. Serán competencia del ICONA la creación y administración de los Parques Nacionales y Sitios Nacionales de Interés Nacional, la protección, conservación, fomento y ordenado aprovechamiento de las riquezas piscícola continental y cinegética y la aplicación de las medidas conducentes a la conservación de estos fines.

Para el mejor cumplimiento de los fines encomendados habrá cuatro subdirecciones generales: Recursos Patrimoniales y Repoblación Forestal, Recursos en Régimen especial, Recursos naturales renovables y Protección de la Naturaleza.

La estructura orgánica del ICONA, regulada por Orden de 27 de marzo de 1972, establece que en la Subdirección General de Recursos Naturales Renovables habrá un Servicio de Parques y Reservas del que dependerán la Sección de Parques Nacionales, y la Sección de Reservas y Cotos especiales. En el seno del Consejo de dirección además, se constituirán tres comisiones una de las cuales se encargará de los Espacios Naturales Protegidos y del Paisaje.

Se comenzaba de nuevo a dar la importancia adecuada a los Espacios Protegidos. El Reglamento de Montes de 1962 no resultó suficiente por lo que se modificarían los artículos referentes a los Parques Nacionales, Sitios y Monumentos naturales de interés nacional mediante decreto de 23 de diciembre de 1972. La novedad es que los Parques Nacionales podrán adoptar diversas modalidades según se trate de espacios naturales cuya protección obedezca a razones conservacionistas de carácter general o de carácter especial y restringido, pasándose a denominar Reserva Geológica, Paisajística, etc. Si se trata de ríos o montes acogidos a esta protección se denominarán ríos o montes de interés nacional.

Se crean los Patronatos para la figura de Parque Nacional mientras que para los Sitios y Monumentos naturales de interés nacional será una Junta Consultiva cuyos fines serán similares a los del Patronato, también se crea la figura de Conservador para cada espacio.

El ICONA realizó un estudio sobre toda la problemática de los Parques Nacionales y otros espacios protegidos junto con un programa sobre su posible actuación. Este programa pretendía crear y mejorar espacios naturales para conseguir el 1% del territorio nacional, muy por debajo de otros países. Para que se pudiera llevar a cabo se necesitaba, aparte de los medios económicos y administrativos necesarios, la promulgación de una nueva ley de creación y conservación de Espacios Naturales lo que dio lugar a la publicación de la ley 15 de 2 de mayo de 1975.

Se establecen cuatro categorías de espacios:

– Reservas integrales de interés científico: son espacios de escasa superficie que por su excepcional valor científico sean declarados con el fin de proteger, conservar y mejorar la plena integridad de su gea, flora y fauna evitándose cualquier acción que pueda entrañar, destrucción, deterioro, transformación, perturbación o desfiguración de lugares o comunidades biológicas. Podrán ser Reservas Botánicas, zoológicas o geológicas.

– Parques Nacionales: son espacios de relativa extensión poseen ecosistemas primigenios que no hayan sido sustancialmente alterados por la penetración, explotación y ocupación humana y donde las especies vegetales y animales, así como los lugares y las formaciones geomorfológicas tengan un destacado interés cultural, educativo, recreativo o en los que existan paisajes naturales de gran belleza. El Instituto para la Conservación de la naturaleza fijará mediante un plan director las actuaciones y medidas necesarias para salvaguardar las características y valores que motivaron su creación, facilitar el acceso para su uso y disfrute, contemplación y aprovechamiento adecuado de sus producciones e impedir los actos que puedan producir su destrucción, deterioro o desfiguración.

– Los Parajes naturales de interés nacional son aquellos espacios, simples lugares o elementos naturales particularizados de ámbito reducido declarados por sus excepcionales exigencias cualificadoras de sus concretos y singulares valores y con la finalidad de atender a la conservación de su flora, fauna, constitución geomorfológica, especial belleza u otros componentes de destacado rango natural.

La declaración de estas tres figuras de protección se realizará por ley.

– Parques Naturales: son aquellas áreas que tengan unos valores naturales cualificados y se declarará mediante decreto.

Corresponde al ministerio de agricultura, a través del ICONA, velar por el cumplimiento de las finalidades recogidas en la declaración de espacios protegidos así como la aprobación de los planes de conservación, fomento, mejora y disfrute de dichos espacios.

Se mantendrá la figura de los Patronatos y Juntas Rectoras para cada espacio protegido que colaborarán con el Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza. La declaración llevará aneja la de utilidad pública a efectos de expropiación.

Se establece que en plazo de un año el Gobierno dicte o proponga a las Cortes las disposiciones precisas para incorporar al régimen que de acuerdo con esta ley corresponda, los terrenos que actualmente gozan de la consideración de Parques Nacionales, Sitios Naturales de Interés Nacional, Monumentos Naturales de Interés Nacional y Parajes Pintorescos.

Mediante esta disposición final se intenta unificar todos los espacios protegidos, tanto los declarados por la ley de Montes como los Parajes Pintorescos que, como recordaremos, estaban a cargo de la Dirección General de Bellas Artes.

En el reglamento de aplicación de esta ley, Real decreto de 4 de marzo de 1977, se establece que para los espacios declarados por ley se creará una Patronato mientras que en los Parques Naturales será una Junta Rectora. En lo referente a los Parajes Pintorescos, se establece que se recalifiquen de acuerdo con la nueva ley de Espacios Naturales Protegidos.

Conclusiones:

La política de conservación de espacios naturales, en nuestro país, ha estado relacionada siempre con los bosques. En los códices antiguos se refleja la preocupación por el mantenimiento de sus características, el monte era una fuente de recursos muy importante proporcionando leña, madera, alimento para el ganado, frutos, etc. Se necesitaba que hubiese un aprovechamiento racional de sus recursos por lo que se intentaba regular mediante diferentes disposiciones.

Aunque pueda parecer una contradicción, proveniente del gusto de los reyes por la caza, se regularon normas aplicables a los Cotos Reales por los que se prohibía la caza en ellos.

1916 supuso el comienzo de la legislación de espacios protegidos con la ley de creación de los Parques Nacionales. Hay que destacar que nuestro país fue uno de los pioneros en este tipo de protección sólo superado por Estados Unidos, Suecia, Rusia y Suiza. La creación de una Junta Central suponía por una parte, una autonomía importante de todo lo relacionado con los espacios protegidos y por otra, una clara desvinculación de la política forestal. Con las sucesivas modificaciones de esta Junta se pierde independencia a la hora de tomar decisiones y se bloquea la posibilidad de nuevas declaraciones. A partir de esa fecha la preocupación por los espacios protegidos decae, de tal modo que desaparecerá de la administración todo organismo encargado de los Parques Nacionales. En estas circunstancias se derogará la ley de 1916 mediante la ley de Montes de 1957. La legislación de espacios protegidos vuelve a estar vinculada con la administración forestal.

A partir de 1968 se aprecia una nueva preocupación por los Parques Nacionales incluyéndolo en una sección dentro del Servicio de Pesca Continental, Caza y Parques Nacionales. En 1971, con la creación del ICONA se confirma esta tendencia que llega a su momento culminante con la publicación de la ley 15/75 de creación y conservación de espacios naturales.

La legislación actual de espacios protegidos es un claro reflejo de su historia. Se ha ido perfeccionando y ampliando por lo que sólo daré unas leves pinceladas. La ley 4/89 de conservación de los espacios naturales y de la fauna y flora silvestres derogará a la ley 15/75. Esta ley se ampliará con el Real decreto 1997/95 por le que se establecen las medidas para contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres que representaba la transposición de la Directiva de Hábitats a nuestra legislación. La ley 4/89 se modificará y ampliará en 1997.

Como órganos consultivos o gestores se encuentran la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza, el Organismo Autónomo de Parque Nacionales, el Consejo de la Red de Parques Nacionales, los Patronatos, los Directores-Conservadores… cómo instrumentos de gestión tenemos el Plan Director de Parques Nacionales, los Planes Rectores de Uso y Gestión… Sin tener en cuenta convenios internacionales como el celebrado en Ramsar, la legislación comunitaria como la Directiva de Aves o la legislación extremeña.

BIBLIOGRAFÍA:

  • Boletín Oficial del Estado
  • Códigos antiguos de España (1885): Colección completa de todos los códigos de España desde el fuero juzgo hasta la novísima recopilación. Administración, arco de santa maría
  • JAQUENOD DE ZSÖGÖN, S (1999) Iniciación al derecho ambiental. Ed. Dykinson
  • LA GACETA DE MADRID

REPERTORIO DE LEGISLACIÓN:

Ley 8 diciembre 1916 de creación de los Parques Nacionales.

  • Real decreto 23 de febrero 1917 de regulación de los Parques Nacionales
  • Real Orden de 15 julio 1927 de ampliación de la ley de Parques Nacionales
  • Real decreto de 26 de julio de 1929 de reorganización de la Junta Central de Parques Nacionales
  • Decreto 7 junio 1931. modificación de la Junta Central de Parques Nacionales
  • Ley 13 mayo 1933. defensa, conservación y acrecentamiento patrimonio histórico-artístico nacional.
  • Ley 8 junio 1957. Ley reguladora de montes.
  • Decreto 22 febrero 1962. Reglamento de Montes
  • Ley 2 mayo 1975. Espacios Naturales protegidos
  • Real decreto 4 marzo 1977. Reglamento de la ley 2 de mayo 1975
Oct 012001
 

Francisco Vicente Calle Calle.

A la memoria del doctor Don Marceliano Sayáns Castaño

Dos manuscritos medievales y la quema del “Judas” en Cabezuela del Valle.

Aunque el título de este artículo pueda parecer de entrada un tanto sorprendente, pues no en vano no deja de ser curiosa la relación que pueda existir entre dos antiguos manuscritos, uno escrito en francés y el otro en latín, y la quema del “Judas” en Cabezuela del Valle, queremos señalar que tal relación existe, en la medida en que ambos manuscritos van a servirnos para entender una parte del rito de la quema del “Judas”, hasta ahora inexplicada: la cancioncilla que la chiquillería canta la mañana del Sábado de Gloria por las calles del pueblo mientras se pasea de forma ignominiosa a un pelele llamado “Judas”, alque se quemará por la noche en medio del estruendo ensordecedor de decenas de cohetes y petardos.

Dicha cancioncilla dice así: “Judas Iscariote, mató a su padre con un garrote”.

Al mismo tiempo que trataremos de explicar el porqué de la cancioncilla, nos adentraremos en algunas características de la Semana Santa cabezueleña y en los orígenes de la quema del Judas.

Antes de seguir más adelante, conviene recordar qué es el “Judas”. Si buscamos en el diccionario la palabra “Judas” hallamos la siguiente definición:

Judas. (Por alusión a Judas Iscariote, por quien Jesús fue vendido a los judíos.9 m. Fig. Hombre alevoso, traidor. / 2. fig. Gusano de seda que se engancha al subir el embojo y muere colgado sin hacer el capullo. / 3. fig. Muñeco de paja que en algunas partes ponen en la calle durante la Semana Santa y que después lo queman. / 4 n. p. V. Alma, beso, mano, pelo de Judas. / Estar hecho o parecer, un Judas. Fr. Fig. y fam. Tener roto y maltratado el vestido, ser desaseado[1].

La acepción que nos interesa es la tercera: “Muñeco de paja que en algunas partes ponen en la calle durante la Semana Santa y que después lo queman”. Se trata de una antigua tradición que no sólo existe en Cabezuela del Valle sino también en otros pueblos de Extremadura como Garganta la Olla o Torremenga y de otras provincias españolas como Guadalajara o Toledo.[2]

Por lo que se refiere a Cabezuela del Valle, tenemos que decir que hoy día, y desde el punto de vista turístico, la quema del Judas es quizás el acontecimiento más importante dentro de las tradicionales fiestas de Semana Santa. Pero hace algunos años, el Judas no era más que uno de los episodios y rituales que tenían lugar dentro de lo que se llamaba la “mayordomía”.

El mayordomo o los mayordomos eran los encargados de organizar las fiestas pascuales. Estos se elegían de la siguiente manera: para adjudicar las mayordomía del Jueves y del Viernes Santo, el sacristán iba por las casas del pueblo diciendo: “¿Recibes al Señor o lo echas a la calle? La primera persona que lo recibía se convertía en el mayordomo del Jueves Santo y la segunda en el del Viernes Santo.

Después de haberse adjudicado las mayordomías, el día de Reyes, el mayordomo del Jueves Santo cubierto con una capa negra y acompañado por su hijo mayor o por su padre, que portaban una vela, tenía que sacar en procesión dentro de la iglesia una cruz. La capa negra era un símbolo de fiesta puesto que el mayordomo llevaba a Cristo. Desde ese mismo día de Reyes tenía la obligación de atizar la lámpara y de cuidar los paños del altar en el que se encuentra el paso de Semana Santa que representa la Oración en Getsemaní, popularmente conocido como “El paso de la Oliva”. El mayordomo del Viernes Santo, a su vez se encargabadel cuidado del altar del “Sepulcro”[3]. El mismo día de Reyes, ambos mayordomos ofrecían unos dulces y vino a familiares y amigos.

Llegadas las fiestas de Semana Santa, el Jueves Santo el mayordomo recibe al cura y los monaguillos con dulces, leche y refrescos. El mayordomo se encuentra acompañado por sus familiares y allegados. Una de las personas del entorno lleva una palangana y un jarrón con agua bendita para lavar los pies a los doce adoradores elegidos por el cura y rememorar así el pasaje evangélico del lavatorio de los pies (Jn., XIII, 1-17). El último de los adoradores al que el sacerdote lavaba los pies era el que representaba a Judas. A continuación se celebraba la misa y el sermón que daba paso a la procesión. Ésta la abría el mayordomo que de nuevoportaba la capa negra y la cruz. A ambos lados de la cruz, portando velas, iban el hijo mayor o el padre y el mayordomo del Viernes Santo.

Los diferentes pasos eran sacados a hombros por los primos hermanos del matrimonio y al lado iban los tíos carnales alumbrando con velas. La única excepción la constituye el ya mencionado paso de la Oliva, que era sacado por los adoradores. Las personas que llevaban los pasos iban vestidas con túnicas de diferentes colores dependiendo del paso al que acompañaran[4].

Después de la procesión había un banquete con dulces típicos y refrescos para los familiares, amigos y personas que habían aportado alguna ayuda económica.

El mayordomo del Viernes Santo tenía las mismas obligaciones que el mayordomo del Jueves Santo pero había algunos cambios dentro de los ritos. Así, las mujeres encargadas de llevar la leche, los bombones y los refrescos iban vestidas de negro, de luto, puesto que era el día de la muerte del Señor. El mayordomo en vez de llevar la cruz llevaba una bandera negra que hacía ondear antes de depositarla sobre el altar del Sepulcro. Si la bandera quedaba extendida era buena señal, si quedaba liada era señal de mal presagio.

Después salía la procesión con nuevos pasos. Acabada la misma había otro banquete que cerraba los actos oficiales del día. Pero el mayordomo todavía tenía que pagar una vela para los entierros que hubiera durante el año y preparar el Judas para el día siguiente.

El Judas era un simple muñeco hecho con ropas viejas y alambre, relleno de paja, escobas y diferentes explosivos como petardos, cohetes y fulminantes. Su cabeza estaba hecha con trapos o con una calabaza en la que se pintaban de manera grotesca los rasgos de la cara. En ocasiones, se solía cubrir con un sombrero viejo y roto. En una de sus manos se le ataba una bolsa con treinta monedas que simbolizaban el dinero que Judas Iscariote recibió por traicionar a Jesús.

El muñeco, que también llevaba colgado al cuello un cartel con una leyenda condenatoria[5], era paseado durante toda la mañana del Sábado de Gloria por el pueblo. Durante este paseo, que normalmente se hacía a lomos de un burro, era abucheado y escarnecido por la gente y sobre todo por los niños que no paraban de entonar la ya mencionada cantinela: “Judas Iscariote mató a su padre con un garrote”.

Una vez terminado el “paseo”, el Judas era conducido al lugar donde va a ser quemado, sobre las doce de la noche, al término de la Vigilia Pascual y de la procesión del Encuentro[6].

Todo este proceso de la mayordomía que acabamos de explicar hoy casi ha desaparecido, aunque algunos elementos como las vestimentas de los que participan en las procesiones o la misma procesión del Encuentro que, por fortuna, se han recuperado.

El rito de la quema del Judas también ha sufrido algunos cambios: ya no se pasea al muñeco a lomos de un burro sino en un tractor, se ha adecuado un sitio para la quema ya que el número de personas que acude al festejo ha aumentado considerablemente, se ha mejorado la confección del muñeco que hoy día es realizado, no ya por el mayordomo, sino por un grupo de personas enamoradas de la fiesta a las que además subvenciona el Ayuntamiento.

Sin embargo, hay otros elementos como la cancioncilla que acompaña al pelele durante el paseo que siguen inalterados. A fuerza de oírla año tras año, nos obsesionamos con intentar descubrir su origen. Juan García Atienza en su libro Fiestas populares e insólitas, (p. 307) recoge una variante de la cancioncilla cabezueleña pero con algunos versos más:

Judas Iscariote
Mató a su padre
Con un garrote
Y a su madre con una espada.
Calle usted, padre,
Calle usted, madre,
Que no ha sido nada
.

Según este autor, “[…] generalmente, estas canciones poco o nada tienen que ver con el personaje evangélico que dicen representar, sino con un villano de romance de ciego” (p. 307)

No estamos de acuerdo con esta opinión. Nosotros sí creemos que la canción se refiere al apóstol traidor y vamos a tratar de demostrarlo. La explicación la hemos encontrado de forma casual gracias a una investigación sobre el Diablo y los seres diabólicos en la Edad Media.

En dicha investigación tropezamos con una edición de un manuscrito del siglo XV que se halla en la Bibliotèque Nationale de París (mas. Anc. Fonds 181, B.N., París, fol. 177-sq) en el que se recoge la leyenda titulada La vengeance de la mort de Jesús-Christ, en la que también aparece una versión de la vida de Judas Iscariote[7]. No vamos a transcribir aquí toda la leyenda pues tanto ésta como su traducción al castellano pueden verse al final del artículo. Nos vamos a limitar a presentar un resumen de la misma haciendo hincapié en los puntos que más nos interesen.

Resumen de la Vida de Judas Iscariote que se halla dentro de la leyenda titulada La vengeance de la mort de Jesús-Christ.

Judas fue nativo de la ciudad de Jerusalén y fue hijo de un rico judío llamado Rubén y de una mujer llamada Ciboria. Mientras Ciboria estaba embarazada soñó que su hijo iba a ser una muy mala persona y que antes de morir sería la causa de la destrucción de la Ley y del pueblo judíos.

Pasado el tiempo dio a luz un niño muy bonito. Y cuando se hubo recuperado del parto volvió a acordarse del sueño y habló varias veces de él a su marido y acabó por convencerle de que debían matar al niño. Sin embargo, no fueron capaces de hacer semejante acto y decidieron construir un cestillo de madera en el que arrojaron al niño al mar.

Este cestillo llegó cerca de una isla llamada Iscariote en el preciso momento en que la señora de aquella tierra se bañaba en la orilla del mar. Vio el cestillo con el niño y lo recogió pensando que era un niño enviado por Dios, pues hacía bastante tiempo que estaba casada y no tenía hijos.

Una vez hecho esto se lo enseñó a su esposo; éste se puso muy contento y decidieron adoptarlo poniéndole por nombre Judas. Ella le cuidó y le educó como si fuera su propio.

Al poco tiempo la dama se quedó embarazada y tuvo un hijo. Judas y él fueron educados como si fueran dos hermanos. Tenían la costumbre de pelear juntos, pero Judas que era mayor y de mala naturaleza e inclinación, siempre acusaba algún daño a su compañero que era cortés y noble. Y a menudo le hacía llorar y gritar. La dama no estaba muy contenta. Un día en el que la dama vio cómo Judas pegaba a su hermanastro no pudo contenerse más y en un ataque de ira le reveló la verdad sobre su origen. Cuando Judas oyó lo que su madrastra acababa de decirle le entró mucha. Entonces, lleno de mala voluntad y de malos pensamientosdecidió dañar a los que con tanta dulzura le habían educado y criado. Una noche se acercó al lecho donde dormía su compañero y con su navaja le degolló. Después marchó en secreto y se embarcó en un navío que lo llevó hasta Jerusalén.

Allí, gracias a su ingenio, consiguió convertirse en uno de los servidores de Poncio Pilatos quien por entonces era gobernador. Pilatos se encariñó con él y lo convirtió en gobernador de su casa y de su familia.

Entre tanto, un día ocurrió que Pilatos vio desde una ventana de su casa un huerto en el que había un manzano cargado de muy ricas manzanas y sintió muchas ganas de comerse algunas. Llamó a Judas y le preguntó cómo podía obtener aquellas manzanas. Judas, que quería complacer a su amo, le dijo que él se las procuraría. Bajó del piso y rápidamente escaló la tapia del huerto y entró dentro. El huerto pertenecía a Rubén, el padre de Judas. Ocurrió que en el momento en que Judas estaba en el huerto de su padre cogiendo las manzanas, Rubén entró en el mismo y sorprendió a Judas cogiendolas manzanas de su propiedad por lo que se enfureció e insultó a Judas, quien, a su vez, hizo lo mismo. Al final llegaron a las manos y Judas clavó su puñal a su padre. Después salió del huerto como había entrado y llevó las manzanas a Pilatos. Entonces le contó lo que había ocurrido. Cuando corrió la noticia de que Rubén había sido hallado muerto en su huerto, Pilatos hizo correr la voz de que Rubén se había suicidado.

Una vez que Pilatos hizo creer que Rubén se había suicidado, confiscó sus bienes y se los dio a Judas a quien casó con Ciboria. Así fue como Judas mató a su padre y se casó con su madre.

Una noche estando acostada junto a Judas, Ciboria comenzó a suspirar y éste le preguntó por qué suspiraba tanto. Ella le contó la historia del niño abandonado en el canastillo.

Cuando Judas oyó esto de labios de su propia madre, a la que había conocido carnalmente por inadvertencia como a su propia mujer, pensó en lo que le había dicho ya hacía tiempo la señora de la isla de Iscariote y se dio cuenta de que era él mismo el niño que fue puesto en un canastillo de madera en el mar. Por consiguiente se dio cuenta de que había matado a su padre y de que se había casado con su madre. Y pensando en esto se arrepintió de sus pecados, descubrió a su madre la verdad y para lavar sus culpas, siguiendo el consejo de su madre, se unió a nuestro Señor Jesucristo.

El resto de la historia es más o menos conocido.

Una vez vista la leyenda apócrifa de la vida de Judas Iscariote no nos es difícil descubrir en alguno de sus episodios reminiscencias de otras historias famosas como la de Edipo o Moisés. Aunque los motivos del incesto y del parricidio aparezcan en todas las culturas y en todas las épocas, una gran parte de los críticos que las han estudiado piensa que la mayoría de las historias de incestos y parricidios de la Edad Media tienen como base la historia de Edipo. Por lo que se refiere a la historia de Judas parece ser que pudo ser inventada por un monje a partir de la historia de Edipo en el siglo XI o en la segunda mitad del siglo XII.

También parece claro que el episodio en el que la madre de Judas mete al niño en la cesta y lo echa al mar está inspirado del episodio bíblico de Moisés.

El hecho de que Pilatos mande a Judas a buscar las manzanas, cuya consecuencia inmediata es el asesinato de Rubén por su hijo, nos hace pensar en le episodio bíblico de la viña de Nabot (I Reyes, 21-ss). Como sabemos el rey Ajab deseaba la viña de Nabot, que estaba al lado del palacio real. Como Nabot no quería vendérsela al rey, éste, ayudado por su mujer Jezabel, se las ingenió para que Nabot fuera condenado a muerte por la asamblea de ancianos. Hecho lo cual, se apropió de la viña.

El análisis de la leyenda de la Vida de Judas Iscariote nos ha permitido conocer que Judas mató a su padre aunque con una navaja o un puñal pero no con un “garrote”. ¿Dónde está el garrote? Éste se encuentra en otro manuscrito del siglo XIII, escrito en latín que recoge otra variante de la leyenda de la Vida de Judas Iscariote[8]. Los hechos vienen a ser los mismos aunque más resumidos. Sin embargo en el momento del parricidio se producen algunos cambios pues el texto dice que Judas mata a su padre con un palo: “Iudas ut leo frendens nil id tale promeritum senempatrem suum fuste percussit (…)[9]”. He aquí su traducción en castellano: “Judas como un león que rechina los dientes golpeó a su anciano padre con un palo (…)”.

Según el profesor Paull Franklin Baum que ha estudiado las leyendas medievales de Judas Iscariote, las versiones latinas de la misma pronto fueron traducidas al francés, al inglés, al provenzal, al catalán, etc. Curiosamente P. F. Baum no menciona ninguna traducción al castellano, lo cual no quiere decir que no hayan existido. Creemos que los versos que componen la cantinela cabezueleña bien pueden provenir de una de estas Vida de Judas, quizás hoy perdida en su totalidad.

Por otra parte, el hecho de que Judas mate a su padre con garrote y no con un palo no es más que una simple cuestión de rima entre “Iscariote” y “garrote”. Juegos lingüísticos próximos a éste aparecen en otras leyendas. Así, “la leyenda hebrea de que Caín mató a Abel con una vara se basa en la semejanza del Kain hebreo con la palabra que significa vara keneh[10].

Para acabar este análisis sobre la quema del Judas vamos a tratar de explicar cuál es el significado del Judas de Cabezuela.

Según Fernando Flores del Manzano: “Una lectura lineal y de superficie del rito nos conduciría al Apóstol Traidor, Judas, el que vendió al Maestro. Pero cabe una lectura simbólica del ritual cabezueleño, que lo relacionaría con la permanencia del sustrato hebraico en la localidad del Jerte. Más concretamente, con los judeoconversos y la Inquisición. La animadversión cabezueleña a los hebreos –por razones históricas (…)- se personificarían en el “Judas”, expresión suprema y simbólica de los atávicos defectos de su raza (apego al dinero, traición, enemigos de Jesús, etc.).Pero, además en el “Judas” se cumplen todos los pasos del ritual inquisitorial, de los “sambenitos”: representación en efigie de los reos del santo tribunal, paseos burlescos para exponerlos a la vergüenza pública, carteles que contienen la sentencia condenatoria, bandos explicatorios de los delitos, etc. El “Judas” acabará en la hoguera al igual que los peleles condenados por la Inquisición[11]:

No estamos en contra de esta explicación, pero creemos que no hay porqué ahondar tanto en las resonancias judeo-inquisitoriales puesto que la quema del Judas se realiza como ya hemos indicado en otros puntos de España y de Europa[12].

Para nosotros, al igual que para otros estudiosos como Juan García Atienza o Fulgencio Castañar[13] , al Judas habría que emparentarlo en un principio con lospharmakoi del mundo clásico, aquellos individuos que eran culpados y vejados como responsables de los males de un pueblo que acaban siendo sacrificados para conseguir el remedio a la situación por la que atravesaba la comunidad. Con el paso del tiempo y con el cambio de mentalidad, el ser humano es sustituido por un muñeco que sigue realizando la misma función catártica o purificadora. El siguiente cambio sería la integracióndel rito dentro de la religión cristiana, al igual que ocurrió con otros muchos ritos y fiestas paganas[14]. Aquí se produciría lo que el profesor Rodríguez Adrados llama “el proceso de historización”[15]. Puesto que el sentido original del rito se ha perdido o se ha ocultado por la nueva religión, se busca uno nuevo, en el que el pelele anónimo se convierte en una personalidad histórica. En este caso la de Judas, el apóstol traidor. De esta manera el pueblo descarga su odio contra él intentado vengar la muerte de Jesús. Además, con la muerte de Judas la noche delSábado santo, tras la resurrección de Cristo, se cierra de una manera simbólica el ciclo de Pascua, en el que le Mal ha sido completamente aniquilado por el Bien mediante el fuego purificador.

El paso siguiente sería la transformación del ritual en la manifestación antisemita de la que habla Frenando Flores del Manzano. Esto pudo ocurrir como en el caso del Peropalo de Villanueva de la Vera en un momento indeterminado de finales de la Edad Media, en el que la animadversión hacia los judíos alcanzó cotas altísimas[16]. Tras la expulsión de los judíos el rito volvió a perder parte de su sentido, reduciéndose hoy día a una mera representación del ajusticiamiento simbólico de Judas, el apóstol traidor.

Así concluye nuestro intento de aclarar el porqué de este rito y el porqué de aquella cantinela que tanto nos obsesionó desde pequeños. Esperamos haberlo conseguido.

ANEXOS

ANEXO 1.

A continuación transcribimos dos de los últimos ejemplos de leyendas condenatorias que se han colgado a Judas. Como se verá, su estilo es claramente popular:

Año tras año este pueblo
Con alegría y buen humor
Celebramos esta fiesta
Que es nuestra por tradición

Y la misma lleva en sí
Un gran valor y sentido
Perseguir al malhechor
Después darle su castigo

Persigamos a estos “Judas”
Con justicia y con rigor
Pues así conseguiremos
Que exista un mundo mejor

Y con todas nuestras fuerzas
Y unidos en el amor
Evitemos tantas guerras
Muerte, dolor, destrucción

De esta forma cumpliremos
Ese mandamiento
que Jesucristo nos dio

Haciendo honor a su historia
El pueblo de Cabezuela
A Judas traidor y perverso
Quiere llevar a la hoguera

A las doce de la noche
Se cumplirá la sentencia
En este pueblo famoso
De la región extremeña

Hombres, mujeres y niños
Visitantes de estas tierras
A todos abre sus brazos
El pueblo de Cabezuela

Que paséis buena jornada
Disfrutando de la fiesta
Y llevéis a todas partes
El amor de nuestra tierra

En este Sábado Santo
Agradecen su presencia
Y se sienten orgullosos
De que estés en Cabezuela.

ANEXO II

Traducción española y texto francés de la leyenda sobre la Vida de Judas.

Aquí se nos habla del nacimiento de Judas, de su vida, de sus aventuras y de su final maldito. Y gracias a esta materia y por algunas escrituras aclaramos más largamente la historia de Judas, discípulo de Nuestro Señor, el cual por su mala avaricia consintió la muerte de Jesucristo, su señor y maestro.

[Judas] fue nativo de la ciudad de Jerusalén, y fue hijo de un rico judío llamado Rubén, que tuvo como mujer una noble matrona llamada Ciboria. Y sucedió que, llegado el tiempo, Rubén tuvo con su mujer un hijo llamado después Judas. Y mientras Ciboria estaba embarazada del tal Judas ocurrió que, una noche, ella soñó que su hijo iba a ser una muy mala persona durante toda su vida, y que antes de morir sería la causa de la destrucción de la ley y del pueblo judíos. Ciboria se despertó pensando en lo dicho y estuvo aterrada y tuvo mucho miedo del maravilloso sueño que había soñado. Y con gran congoja contó asu marido Rubén lo que había acontecido tan pronto como éste se levantó. Rubén no le dio demasiada importancia. Dijo a su mujer que no pensara más en ello pues seguramente se trataba de una ilusión provocada por un mal espíritu. La mujer no osó volver a hablar del tema. Pero pasado el tiempo dio a luz un niño muy bonito. Y cuando se hubo recuperado del parto volvió a acordase del sueño maravilloso y habló varias veces de él a su marido. Y tanto insistió que acabó por convencerle de que debían matar al niño y enterrarlo secretamente en el jardín de su casa. Sin embargo sintieron horror y piedad pues la belleza del niño y las leyes de la naturaleza impidieronmatarlo. Pensaron entonces qué podían hacer con él. Por fin, de mutuo acuerdo, decidieron construir un cestillo de madera de una talla conveniente, bien calafateado con brea y estopa. Metieron en él al niño bien arropado y lo llevaron al mar, donde lo arrojaron encomendando el niño a Dios. Hecho lo cual se volvieron a su casa.

Cómo Judas niño llegó a la isla de Iscariote y cómo fue bien acogido y bien educado en ella.

Cuando Judas fue abandonado por su padre y su madre, como hemos dicho más arriba, Dios quiso que su cestillo llegara cerca de una isla llamada Iscariote en el preciso momento en que la señora de aquella tierra se recreaba al sereno a la orilla del mar. Intrigada de que aquel canastillo hubiera venido desde lejos flotando sobre las aguas, quiso saber qué podía ser. Y envió una barquita para saber qué podía contener en su interior. Cuando se enteró de que era un niño muy hermoso se puso muy contenta y pensó que era un niño enviado por Dios, pues hacía bastante tiempo que estaba casada y no tenía hijos. Entonces mandó coger alniño, al que llenó de besos, y muy secretamente ordenó que lo llevaran a su palacio y pidió a sus gentes que nadie hablara de él, si en algo apreciaban sus vidas. Cuando ella llegó a su palacio ordenó que limpiaran y asearan al niño. Una vez hecho esto se lo enseñó a su esposo y señor diciéndole la verdad; éste se puso muy contento. [La reina] para mejor engañar a su pueblo permaneció durante un tiempo sin salir y sin mostrarse, como si estuviera esperando un hijo. Y la voz corrió por todas sus tierras y todas sus gentes estaban muy contentas por la noticia. Una vez hecho esto le dio el nombre de Judas, y no tuvo después ningún otro [hijo]. Ella lo cuidó ylo educó como si fuera su propio hijo y todo el pueblo pensaba que Judas era hijo de aquel señor y de aquella señora y lo trataban como a tal. Pero las cosas duraron así poco tiempo porque la señora volvió a quedarse encinta y tuvo oro niño muy hermoso de su señor, por lo cual todos estaban muy contentos. Y cuando Judas y él supieron hablar y caminar fueron educados juntos como si fueran dos hermanos.

Cómo se enteró Judas de que no era hijo de la señora de Iscariote y cómo asesinó al hijo de la noble dama.

Cuando supieron hablar y caminar se mostraron como dos niños bellos y fuertes y crecieron juntos. Tenían la costumbre de pelear juntos, pero Judas, que era mayor y de mala naturaleza e inclinación, siempre causaba algún daño a su compañero que era cortés y noble. Y a menudo le hacía llorar y gritar. Por lo que la noble dama no estaba muy contenta. Y para intentar corregir a Judas y hacerle olvidar sus iniquidades le corregía con reprimendas y a menudo con amenazas y golpes. Pero a pesar de los golpes y de las amenazas, Judas no dejaba de hacer daño a su compañero. La señora estaba muy triste pues pensaba en todo el bien que había hechoa Judas. Finalmente, un día en el que la señora vio como Judas pegaba a su único hijo, no pudo contenerse más y le reveló la verdad sobre su origen. Y muy enfadada le llamó expósito y abandonado y le dijo:

-“Cierto, tú no eres mi hijo, ni nada mío, porque cuando no tenías todavía dos meses de edad mis hombres y yo misma te encontramos una tarde en un canastillo de madera flotando en el mar, y yo quise saber qué había dentro; y allí te encontramos. Y por compasión mi señor y yo desde entonces te hemos alimentado y educado como si fueras nuestro propio hijo. Y veo que cada día no haces más que darnos disgustos”.

Cuando Judas oyó lo que la señora acababa de contarle le dio mucha vergüenza y le entró una gran rabia, y se volvió avergonzado y pensativo. Entonces, lleno de mala voluntad y de malos pensamientos decidió dañar a los que con tanta dulzura le habían educado y alimentado. Y esperó una noche en que el tiempo y la hora eran propicios para llevar a cabo su malvado plan; y así se acercó al lecho donde dormía su compañero y con su navaja le degolló. Una vez hecho esto se marchó en secreto de la casa del señor y caminó durante toda la noche hasta llegar al mar.

Como Judas llegó hasta Pilatos, y como mató a su propio padre llamado Rubén.

Cuando Judas llegó al puerto de mar de aquella tierra ya era la hora de nona. Allí encontró un gran navío cargado de gentes y de mercancías que iba a partir hacia Jerusalén. Se embarcó en él con los demás y así llegó en breve espacio de tiempo a Jerusalén. De esta manera se libró de una muerte segura. Pues cuando se hizo de día y la señora de la isla de Iscariote vio que contrariamente a la costumbre, su hijo y Judas no se levantaban y venían a la sala, envió un criado a despertarlos, el cual encontró al joven muerto con la garganta cortada y ningún rastro de Judas. El criado empezó adar grandes voces y la señora y su séquito llegaron, vieron la escena y comenzaron también a lamentarse. Y ordenaron buscar a Judas por todo el territorio, pero no lo encontraron , ya que si lo hubieran hecho su vida no hubiera valido nada. Pero Judas se hallaba ya navegando hacia Jerusalén, donde llegó rápidamente. Con gran celeridad y gracias a su ingenio, consiguió convertirse en uno de los servidores de Poncio Pilatos quien por entonces era gobernador de Jerusalén. Y así como naturalmente cada criatura ama a su semejante, Pilatos se encariñó con Judas, ya que tenían las mismas costumbres y aficiones. Y entonces Pilatos le nombró gobernador de su casa y de su familia.

Entre tanto, un día ocurrió que Pilatos vio desde una ventana de su casa un huerto en el que había un manzano cargado de muy ricas manzanas y sintió muchas ganas de comerse algunas. Llamó a Judas y le preguntó cómo podía obtener aquellas manzanas. Judas, que quería complacer a su amo le dijo que él se las procuraría. Bajó y rápidamente escaló la tapia del huerto y entró dentro. El huerto pertenecía a la casa de Rubén, el padre de Judas. Pero como ya dijimos, Judas no sabía dónde estaba ni sabía quiénes eran su padre y su madre, de lo que estaba muy disgustado. Ocurrió queen el momento en que Judas estaba en el huerto de su padre cogiendo las manzanas, Rubén entró en el mismo y sorprendió a Judas cogiendo contra su voluntad las manzanas de su propiedad por lo que se enfureció e insultó a Judas, quien, a su vez, hizo lo mismo. Se insultaron tanto que al final llegaron a las manos. Se golpearon duramente y Judas, que era joven y fuerte, lleno de rabia, clavó su puñal a su padre, que era anciano. Una vez hecho esto, cogió las manzanas y salió del huerto sigilosamente como había entrado y llevó las manzanas a Pilatos al que contó cómo el amo del huerto le había sorprendido, cómo pelearon entre sí y cómo le había matado sin que nadie lehubiera visto. Cuando corrió la noticia de que Rubén había sido hallado muerto en su huerto, Pilatos hizo correr la voz de que Rubén se había suicidado. Así pues solamente Pilatos y Judas sabían que había sido Judas el asesino, de lo cual estaban bastante contentos.

Cómo Judas supo que su mujer era su madre y que había matado a su propio padre, así como su verdadera historia. Su arrepentimiento.

Una vez que Pilatos hizo creer que Rubén se había suicidado, confiscó todos sus bienes y se los dio a Judas. Y después que Ciboria, la mujer de Rubén, cumplió el luto, la casó con Judas. Y así fue como Judas mató a su padre y se casó con su madre, hecho horrible y maravilloso.

Una noche estando acostada junto a Judas, Ciboria comenzó a suspirar y éste le preguntó por qué suspiraba tanto. Ella le dijo así:

Hoy soy la mujer más desgraciada y más desdichada del mundo-.

-¿Y porqué?- le preguntó Judas.

-Porque, amor mío, hace tiempo que consentí que un hijo que tuve se ahogara, cosa a la que mi marido también accedió. Pues nosotros lo llevamos hasta el mar en un canastillo de madera y lo dejamos flotando sobre las aguas a la buena de Dios. Y esto lo hicimos porque yo había tenido un sueño maravilloso mientras estaba embarazada de mi hijo. Y mucho tiempo después, durante el cual no he vuelto a sentir placer, encuentro a mi marido muerto en el huerto y no sé quién lo ha asesinado. Además Pilatos me ha casado con quien ha querido, y yo he accedido a tal petición para poder conservar los bienes de mi esposo que me habían confiscado trassu muerte-.

Cuando Judas oyó esto de labios de su propia madre, a la que había conocido carnalmente por inadvertencia como a su propia mujer, pensó en lo que le había la señora de la isla de Iscariote y se dio cuenta de que era él mismo el niño que fue puesto en un canastillo de madera en el mar. Por consiguiente se dio cuenta de que había matado a su padre y de que se había casado con su madre, cosa que le maravilló muchísimo. Y pensando en esto se arrepintió de sus pecados,

Y dijo a su madre sin explicarle nada de lo que pasaba:

Querida amiga, no lloréis más, puesto que es vuestra voluntad, no me volveré a acercar a vos-.

Ella se alegró sobremanera. Después descubrió a su madre la verdad y para lavar sus culpas y encontrar perdón a sus pecados que eran muy grandes, siguiendo el consejo de su madre, se unió a nuestro Señor Jesucristo.

Cómo Judas se unió a nuestro Señor Jesucristo, quien le aceptó y lo nombró su procurador. Cómo lo traicionó y cómo se ahorcó.

Como hemos podido escuchar, Judas se unió a Jesucristo y a sus apóstoles para hacer penitencia, y fue elegido por nuestro Señor para formar parte de sus doce apóstoles. Y siempre se le llamó Iscariote, como dijimos al principio. Y nuestro Señor le honró mucho metiéndolo a procurador. Y Judas llevaba la bolsa en la que metía el pecunio que daban a nuestro Señor. Pero como estaba lleno de avaricia siempre se quedaba a escondidas con algo de lo que le daban cada día. Y finalmente por esta avaricia traicionó a su Maestro y lo vendió por treinta denarios de plata. Y cuando se dio cuenta del gran mal que había cometido, se arrepintió ydevolvió a los judíos las treinta monedas que había recibido por aquel cambio. Y viendo que no las aceptaban, renunció a la misericordia y a la gracia de Nuestro Señor, y desesperado, cogió un gran trozo de cuerda y fue a colgarse de la rama de un árbol en un huerto cercano a Jerusalén, y allí el desgraciado fue encontrado, como ya hemos indicado más arriba.

Versión francesa de la Vida de Judas que aparece en un manuscrito del siglo XV (Bibliotèque Nationale de París, mas. Anc. Fonds 181, B.N., París, fol. 177-sq) tal y como podemos encontrarla en el artículo de Paul Franklin BAUM sobre las leyendas medievales sobre Judas Iscariote titulado “The Mediaeval Legend of Judas Iscariot”, Publication of the Modern Language Association of America, (PMLA), Sept., 1916, vol. XXXI, nº 3, pp. 536-541.

Cy nous dit de la naissance de Iudas, de sa vie, de ses aventures dont il fut, et de sa maulditte fin… Et pour cest matiere declairer plus au long lentrenne par aucunes escriptures que Iudas disciple a nostre seigneur, lequel par sa mauuaise connoitise consentj a la mort de Ihesu crist son seigneur et maistre, fut natif de la cite de Iherusalem, et fut filz de ung riche Juif nomme Rubem, qui eut a femme une noble matrosne nommee Ciboree. Et il aduint par temps conuenable que Rubem eust de sa femme ung fils nomme depuis Iudas. Et ainsi que Cyboree estoit enchamte de ce Iudas il aduint que une nuit songa que son filz seroit une tres mauuaise personne tout son temps, et que auant quil morust il seroit cause de la destruction de la loy et du poeuple des Iuifsentierement. Incontinent que dame Cyboree fut esueilliee pensant a ce que dit est elle fut toute espouentee et eut moult grant paour pour le merueilleuz songe quelle ainsi auoit songie. Et en moult grant esbahissement le racompta a Rubem son mari si tost quil fut esueillie. Lequel nen tint pas grant compte et ne si arresta point. Ainchois respondi a sa femme quelle ny pensast plus, car ce nestoit fors illusion daucun mauuais esperit, si nen oza la dame pour lors plus parler. Laquele au chief de temps conuenable enfanta ung moult beau fils. Et quant elle fut bien reuenue de son enfantement il luy a la souuenir de ce merueilleux songe dont de rechief elle parla a Ruben son mary, et par plusieurs fois. Et tant fist par remoustrances deuers luy-que tous deux furent en doulente de le tueret de lenfouir secretement en leur iardin. Toutefois ilz en eurent orreur et pitie aucunement pour tant que lenfant innocent leur sembla moult bel, et aussi nature y contredisoit fort. Maiz ilz penserent longue que de cel enfant ilz pourroient faire. Et en la fin par accord et dun consentement ilz charpenterent secretement une laye de-bois et de conuenable grandeur, et bien poyce et estoupec. Ilz couchierent lenfant dedens bien et nettement enueloupe, et puis ilz porterent et misrent icelle laye en la mer, en le recommandant a dieu; et eulz attendant a lui uil dispo disposast a son noble plaisur de leur enfant sen retournement a maison.

Comment Iudas enfant arriua en lisle de Scarioth et comment il y fut le bienuenu et doulcement esleue.

Quant Iudas fut comme dit est habandonne de pere et de mere ainsi comme dieu le voult il aduint que icelle laye arriua pres de terre en ung ysle de mere nomme Scarioth, et a celle propre heure que la dame de celle contree sesbaioit au serain sur la riue de la mer. Et incontinent que icelle laye fut venue de assez loing flotant sur leaue la dame voult sauoir que ce pouoit estre. Et par ung botequin lenuoia querir et regarder dedens. Et quant elle sceut que cestoit ung si bel enfant masle moult en fut ioieuse et bien lui fut aduis que dieu de sa grace luy auoit enuoye pour tant que desia longuement estoit mariee. Et si nauoit encoires nulz enfans. Adont elle fist prendre lenfant quelle balsa moult de fois et tres secretement le fist porter en sonmanoir et commanda a ses gens que a personne nulz nen parlast tant chier quilz amoient leur vie. Et quant elle fut venue a son hostel tantost fist lenfant aisier et mettre a point. Et ce fait le print et moustra a son seigneur et mary en racomptant a la verite ce quelle en sauoit, dont il fut moult ioieulx. Et pour mieulz contentar son poeuple elle se tint tres coiement et solitaire en son manoir ung temps comme selle portast enfant. Et en aprez la voix couru generalement par toute celle terre entre ses hommes quelle auoit. Jeu de celluy enfant: de quoy tous et toutes eurent tres grant ioie. Ce fait elle donna a cel enfant a nom Iudas; et neut oncques depuis aultre. Toutefuoies elle le fist moult doulcement esleuer et nourrir comme son propre enfant-et de fait cuidoittout ce poeuple que ludas fust filz de leur seigneur et de leur dame; pourquoy ilz le honnouroient comme en tel cas appartient. Maiz gaires ne demoura apres ces choses quant la dame se retrouua enchainte, et eut ung, moult beau filz de son seigneur -dont ils furent tous ioieulz. Et lors que ils sceurent Iudas et lui aler et parler ilz furent longuement nourriz et esleuez ensemble comme se ilz feussent deux freres germains.

Comment uidas sceut quie pas nestoit filz a la dame de Scariot. Et comment il murtry le propre filz de la noble dame.

Quant les deux ieunes enfans parlerent et alerent tous deux estoient beaulz et bien venans et fort se prindrent a eroistre. llz sesbatoient par coustume ensemble, mais Iudas qui estoit aisne et de mauuaise nature et inclination tousiours faisoit grief et iniure a son compaignon qui estoit de sa nature courtois et debonnaire. Et de fait souuent la faisoit cryer et plourer. De quoy la noble dame estoit la fois mal contente. Et pour amender Iudas et oster ses iniquitez elle souuent le corriga par remoustrer et aultrement per menaces et batures. Mais pour chastoy ne pour remoustrer iamaiz ne cessoit de greuer et fouler son compagnon. Et la noble dame pensant a la grant courtoise dont elle vsoit enuers Iudas et comment venu luiestoit dauenture moult grant dueil en auoit. Finablement la dame voiant ung iour comment Iudas fouloit son seul enfant se courrouca oult fort a lui, ne plus ne lui voult celer son estat. Et par grant courrouz le appella trouue et lui dist: “Certes tu nes pas mon enfant, ne tu ne mes rienicar lors que tu nauoies encours deux mois de age mes gens et moy veismes a ung serain une laye de bois flottant sur la mer, si enuoiay sauoir que ce pouoit estre; et tu fus trouue dedens. Et lors par pitie mon seigneur et mon mary et moy te auons jusques a present fait rourrir et esleuer comme si tu estoies nostre propre filz. Et ie trenne iournellement que tu ne nous fais fora corrouz et deplaisir. Quant Iudas ait entendu ce que dit est, moult grantdespit en ot et vergougne, si sen retrouua tout honteuz et pensif. Adont comme remply de mauuaise voulent et de villain courage se pensa que briefment il feroit grant deplaisir a tous ceulz qui tant doulcement lauoient esleue et nourry. Et aduisa une nuit entre autres que temps et heure prospice estoit pour accomplir son tres dempne vouloir; et de fait approchia le ieunecel son compaignon qui se dormoit et de son couteau taillepain lui coupa la geule. Ce fait il party secretement de la maison du seicneur comme aduise se son fait, et se mist toute nuit au chemin par deuers la mer.

Comment Iudas fut a Pylate. Et comment il tua son propre pere nomme Ruben.

Quant Judas fut venu au port de mer dicelle terre il éstoit ia heure de none. Si trouua illec ung groz bateau chargie de gens et marchandises qui vouloient estre en Iherusalem; si entra sur mer auec les autres et vint en brief terme en Iherusalem; et fut par telle aduenture preserue de mort. Car quant il fut a ce matin grant iour et la dame de lisle de Scariot vey que leure accostumee passoit, que son filz et Iudas ne se leuoient et venoient en sale, elle enuoia en leur chambre ung seruiteur pour les faire leuer, si trouua la tres piteuse aduenture du ieunencel qui auoit le garge coppee, et de Iudas ne scauoit nouuelle; si se print au crier tout hault tant que la dame et les meismes y accoururent, qui de ce meschief demenerent grantdueil. Et demandans apres qui ne se trouuoit point fut quis et demande par toute la terre. Car sil fust adont trouue de sa vie, nestoit riens. Mais il nagoit tant quil pouoit vers Iherusalem. ou en briei terme il arriua. Et assez tost par son engien il trouuá les manieres destre lun des seruiteurs de Pylate, qui pour lors estoit preuost de lherusalem de par lempereur de Rome et le senat. Et ainsi comme naturellement chanc creature aime son semblable Pilate print Iudas grandement en son amour pour tant que Iudas assez le ressembloit de meurs et conditions. Et lors que Pilate le eut ainsi prins en sa grace il le ordonna tout gouuerneur de son hostel et de sa famille. Entre ces choses aduint ung iour que Pylate dune fenestre de sa chambre regardoit sur ung iardinqui seoit dempres sa maison, si percheu (?) en ce iardin ung pommier chargie de moult belles pommes, dont il ot tres grant desir et voulente den mengier; et fist appeller Iudas, auquel i1 demanda comment il pourroit auoir de icelles pommes. Adont Iudas qui grant desir auoit de complaire a son maistre lui respondj que íl len feroit auoir; si descendj en bas et incontinent ala monter par dessus le mur du iardin et entra dedens. Or estoit ce iardin tenant et appartenant a la maison de Rubem pere de Iudas qui le demouroit. Mais comme dit est devant, Iudas ne seauoit dont il estoit ne qui estoit son pere ne sa mere, dont il estoit moult desplaisant. Si aduint que a icelle heure que Iudas estoit ou iardin son pere et que il cueilloit des pommes Ruben qui en fut aduerty entrade sa maison en son iardin, si trouua Iudas qui cueilloit son fruit oultre son gre et larchineusement sans congie, dont il fut mal content et en reprinst et dist villonie a Iudas et Iudas a luy; et tellement respondj a Ruben que par leurs paroles ilz vindrent a la dure meslee. Car ilz se entreferirent de poings bien longuement et monta leur hutin en si grant mal talent et yre que Iudas qui estoit moult fort et ieune et son pere ia tout anchien, que de son coustel il tua Ruben son pere. Ce fait, prist des pommes et puis se party tout quoiement du iardin ainsi comme il y estoit entre et porta les pommes a Pylate et en les lui baillant dist comment le maistre du gardin lui estoit venu courir sus et en soy deffendant lauoit abatu par terre, puis sen estoit reuenu et que de ce fait nulz rienne scauoit. Quant les nouuelles coururent aual la cite de Iherusalem que Rubem si auoit estre trouue mort en son iardin, incontinent Pilate mist sus et imposa au dit Rubem que lui meismes sestoit desespere et oceis. Car pour lors nulz fors lui et Pilate ne sauoit quy ce murdre auoit commis, dont ilz estoient bien contens.

Comment Iudas sceu que il auoit sa mere a femme et que il auoit occis son propre pere et qui il estoit Et de sa repentance.

Quant Pilate eut ainsi a Rubem impose sa mort il apprehenda toute sa ceuance per confiscation. Et comme a lui confisques il la donna Iudas. Et puis fist tant par deuls Cyboree, la femme de Rubem, quelle prent Iudas a mary. Et par ainsi doncques Iudas oceist son pere et eut sa mere a femme, qui fut une chose trop horrible et esmerueillable.-Or aduint une nuyt ainsi comme Cyboree souspiroit forment elle estant en son lit Iudas la ouy souspirer et dont lui demanda quil lui faissoit et pouruoy elle souspiroit. Et elle lui respondj moult forment plourant et dist: “Certes ie me retreuue auiourdhuy la plus maleureuse et la plus fortunee de totites femmes du monde”. “Et pourquoy” dist Iudas. “Certes,mon ami, -dist elle-, pour tant car fa pieca ie fus consentantt que ung beau filz que iauoie fust noye, et le pere mon mary si accorda. Car nous le, portasmes a la mer en une laye de bois, et la le boutasmes sur leaue, ou il demoura a lauenture de dieu. Et ce feismes nous pour le mieulz et pour cause dun trop merueilleuz songe que ie songay de mon enfant lors que ien fus enchainte. Et en apres long temps durant lequel ie ne euz oncques puis plaisir iay trouue mon mary murdry en mon iardin, et si nay peu sauoir qui ce dangier ma fait. Dautrepart Pilate ma voulu marier a son plaisir; et si nen auoie point de voulente, mais ie luy ay aceorde pour demourer en mes biens lesquelz il auoit confisques par la mort de mon mary, quil disoit soy estre desespere etoncques my pensa. Quant Iudas eust ouy et entendu sa propre mere ainsi parler, laquelle il auoit cogneue charnellement par inaduertence comme sa propre femme, il entendj assez par la deposition ia picca a lui faite par la dame de lisle de Scariot comme dit est: que il estoit lenfant meismes qui par la mere fut miz en la laye de bois sur la mer. Et par consequent il sceut que lui meismes auoit murdry son pere et prins sa mere a femme, dont il sen trouua tout esmerueillie. Et en pensant a ces choses il le prinst moult fort a repentir de ses pechies, et dist a sa mere sans plus la infourmer de la besoigne: Ma bonne amie, ne vous desconfortez point, car puisque vostre plaisir est tel iamaiz plus ne quier de vous approchier, dont elle fut bien ioieuse. Et lors Iudas en pensant aces choses et pour trouuer pardon de ses pechies, qui estoient moult grans. Et meismement par le conseil de sa propre mere a qui depuis il se descouury, il se mist en la compaignie de nostre seigneur Ihesucrist.

Comment Iudas se mist en la compagnie de nostre seigneur qui leslut a disciple et le fist son procureur. Comment il le trahy, et comment il se pendj.

Comme entendre pouez se mist Iudas en la compaignie des appostres de Ihesucrist pour y faire sa penitance, et fut par nostre seigneur esleu et retenu lun de ses douze appostres. Et tous iours fut surnomme Scariot, ou, comme dit est, il demoura premierement. Et luy fist nostre seigneur tant dhonneur que il le constituya son procureur; et portoit Iudas la bourse ou len mettoit la peccune que len donnoit a nostre se¡gneur pour son viure. Mais par la grant conuoitise dont il estoit plain il larchineusement en retenoit tous iours apart quelque chose. Et finablement par son grant auarice il trahi son maistre et le vendj pour trente deniers dargent. Et quant il considera le grant mal quil auoit fait il se repentjaucunement et rendj aux juifs les trente deniers quil auoit recheuz de celle marchandise; et il voyant quilz les reffuserent se desfia de la misericorde et grace de nostre seigneur, et comme tout desespere de iamaiz auoir tant les tenoit a grans et enhormes, il prist ung tronchon de corde et se ala pendre a la branche dun arbre en ung grant iardin non pas moult loing, de Iherusalem et la fut trouue le maleureuz comme cy dessus est plus au long declaire.


NOTAS:

[1] Diccionario de la Lengua Española de la R.A.E., 21, Madrid, 1992.

[2] A este respecto ver, Juan GARCÍA ATIENZA, Fiestas populares e insólitas. Costumbres y tradiciones sorprendentes de los pueblos de España, Barcelona, 1997, Martínez Roca, S.A., La Fontana Fantástica. pp. 306-308. De la quema del Judas en Toledo tenemos un testimonio literario interesante recogido por Gustavo Adolfo Bécquer en su leyenda La rosa de Pasión, ambientada en Toledo. El texto dice así: “[El Sábado Santo] (…) las campanas de la catedral sordaban los aires tocando a gloria y los honrados vecinos de Toledo se entretenían en tirar ballestazos a los Judas de paja, ni más ni menos que como todavía lo hacen en algunas de nuestras poblaciones”. Gustavo Adolfo BÉCQUER, Leyendas, ed. de Pascual Izquierdo, Madrid, 1986, Cátedra, Letras Hispanas, 244, p. 372.

[3] “El Sepulcro” es el nombre que recibe un Cristo yacente de estilo barroco de la escuela castellana.

[4] Uno de los pasos es el llamado de “los Azotes”. Representa la flagelación de Cristo. Hacemos aquí una mención especial de este paso debido a la importancia que tiene dentro de la cultura tradicional cabezueleña ya que existe una frase típica que dice: “Eres más feo que los Azotes”. Esto es debido a la fealdad de los sayones que flagelan a Jesús. Por otro lado, desde siempre nuestras madres nos enseñaron que aquellos hombres eran los judíos que mataron al Señor y que eran muy malos. Con esta nota queremos empezar a señalar algunos de los rasgos antijudíos de la sociedad cabezueleña que ampliaremos más adelante.

[5] Ver anexo 1.

[6] Hace ya varios años que esta tradición del “Encuentro” se ha recuperado para la Semana Santa cabezueleña. Como su nombre indica consiste en un “encuentro” entre la Virgen de los Dolores que se halla en la iglesia parroquial cubierta con un velo negro y el Hijo resucitado, conocido popularmente como el “Aleluya”, cuya imagen se encuentra en la ermita del Cristo de la Paz o del Humilladero, cerca del puente sobre el río Jerte. El “Encuentro” tiene lugar en la “Plaza”. El hijo y la Madre, llevado a hombros por la multitud se saludan varias veces. El saludo consiste en la inclinación hacia delante de las andas de ambos pasos como si se estuvieran haciendo reverencias. Una vez hecho este saludo, se quita el manto negro a la Virgen que regresa a la iglesia seguida por su Hijo.

[7] Dicha edición parece recogida en un artículo de Paul Franklin BAUM sobre las leyendas medievales sobre Judas Iscariotes titulado “The Mediaeval Legend of Judas Iscariot”, Publication of the Modern Language Association of America, (PMLA), Sept., 1916, vol. XXXI, nº 3, pp. 481-632. La versión que nos ocupa se encuentra en las páginas 536-541.

[8] Esta versión de la Vida de Judas está sacada de la colación que el profesor P. F. Baum hizo de tres manuscritos latinos, dos del siglo XIII y uno del siglo XIV, escritos todos ellos en el noroeste de Francia. Cf. Art. Cit, p 501. Los manuscritos son los siguientes: Ms Hr (s. XIII): Reims 1275. Fol. 2. Cf. Catalogue Général des Manuscrits des Bibliothèques Publiques. Départements, XXXIX, Reims; Ms Hb (s. XIII): British Museum, Additional 15404, fol. 19 procedente de la abadía cisterciense de Sainte-Marie de Camberon (Hainault); Ms Hd (s. XIV), Douai 847, fol 182v. Cf. Catalogue Général des Manuscrits des Bibliothèques Publiques. Départements, t. VI. P. 593.

[9] Cf. Art. Cit., p. 506.

[10] Meyer SCHAPIRO, “La quijada de Caín, con la que se cometió el primer asesinato”, en Estudios sobre el arte de la Antigüedad tardía, el Cristianismo primitivo y la Edad Media, Madrid, 1987, Alianza Editorial, Alianza Forma, 59, p. 233.

[11] Fernado FLORES DEL MANZANO, “Manifestaciones religiosas en el Valle del Jerte” en VIII Centenario de la diócesis de Plasencia (1189-1989). Jornadas de estudios históricos, Plasencia, 1990, p. 72.

[12] A este respector ver la obra de Claudine Fabre-Vassas, La bête singulière, Les juifs, les chrétiens et le cochon, Paris, Gallimard, 1994. Citamos a continuación un texto en el que se explica la destrucción de Caramentran, un muñeco de paja y petardos como el Judas, que es quemado en numerosos pueblos de Francia. Si citamos aquí este ejemplo es para mostrar la universalidad de este tipo de ritos. “Caramentran est presque partout en France représenté sous l’aspect d’un mannequin bourré de paille ou de pétard qui est executé à l’issue d’un procès burlesque qui lui intente la communauté villageoise. Le mannequin était promené par les rues de la localité à dates variables selon les agglomérations. Généralement le défilé avait lieu à Mardi Gras, et son exécution le soir de ce jour. Bouc émissaire, Carnaval est rendu responsable de toutes les fautes et de tous les scandales de la communauté. On l’accuse, en outre, de paillardise, de gloutonnerie et de paresse. Aussi est-ce dans la liesse générale que la sentence de mort est prononcée par un tribunal parodique. Avec la mort de Carnaval prennent fin la période de licence, le désordre, l’abondance alimentaire; l’hiver semble s’être allé, le printemps s’annonce, mais, entre-temps, il faut passer Carême et son jeûne de quarante jours». Cf. L’Europe. Mythes et traditions, sous la direction d’André Akoun, Turnhout, (Belgique), 1990, Brepols, (Collection Mythes et croyances du monde entier, 1), p. 346.

[13] Cf. Juan García Atienza, Op. Cit., p. 308; Fulgencio Castañar, El Peropalo. Un rito de la España mágica, Salamanca, 1986, Editora Regional de Extremadura, pp. 74-75.

[14] Cf. Fulgencio Castañar, Op. Cit., pp. 49-64.

[15] Cf. F. Rodríguez Adrados, Fiesta, Comedia, Tragedia, Barcelona, 1972, Planeta, pp. 573-574. Citado por Fulgencio Castañar, Op. Cit., p. 176, n. 7.

[16] Cf. Fernando Flores del Manzano, Art. Cit., p. 70; Fulgencio Castañar, Op. Cit., pp. 131-142.

Oct 012001
 

Diego Blázquez de Yáñez.

HERALDO DE BADAJOZ
AÑO DE 1.896

NOTAS:

ENTRADILLA

  1. Empezó el año 1895 con AÑO I
  2. El 20 de Enero 1896, ya consta el AÑO II
  3. El 7 de Octubre 1897, ya consta el AÑO III.
  4. Desde el principio empieza con el título: HERALDO DE BADAJOZ
    Subtítulo: HOJA DIARIA
  5. El 20 de Enero 1896 – AÑO II, con el título: HERALDO DE BADAJOZ
    Subtítulo: PERIÓDICO LIBERAL DINÁSTICO
  6. 1º de Agosto 1896 AÑO II, con el título HERALDO DE BADAJOZ
    Subtítulo: DIARIO LIBERAL DINASTICO
  7. 7 de Octubre 1897 AÑO III, con el título: HERALDO DE BADAJOZ
    Subtítulo: DIARIO LIBERAL DINASTICO, ES EL DIARIO MAS BARATO Y DE MAYOR CIRCULACIÓN EN BADAJOZ Y SU PROVINCIA.
  8. Empieza imprimiéndose: Huceda y Hermanos
  9. Redacción y Administración: Francisco Pizarro, II
  10. Suscripción al periódico y a las hojas de “La bordadora” -Una peseta al mes –

· 3 de Enero de 1896:

– Una sola hoja de 47 x 33 cm. a gran formato y tres columnas. El envés de la hoja, dedicada a anuncios.

– Charla en confianza: 1896 (reencuentro preconcebido con ese año).

– De la provincia: (Los escándalos de la Serena)

– De la localidad: (Los trabajos y el municipio)

– El hundimiento del túnel que conduce las reses al matadero municipal.

– Última hora: telegramas desde Cuba.

· 4 de Enero:

– Más sobre los escándalos de La Serena. (Y se continuará)

– Buena vocación al teatro y a la zarzuela: La Sociedad del Liceo de Artesanos estrena en el López de Ayala. Y la Sociedad Teatro “Espronceda” surge también para poner en escena a autores dramáticos: El día 12 del corriente en su local estrena a D. Joaquín Dicenta, “Juan José”.

· 7 de Enero de 1896:

– El ayuntamiento en su sesión aprueba: reformar la alameda de eucaliptos de Puerta de Palmas, ensanchar este puente, reformar también su salón de sesiones y abrir las puertas laterales a la de Palmas.

· 11 de Enero:

– Según el HERALDO DE MADRID la prensa madrileña está en crisis, y se acentúa más por la dimisión de Martínez Campos.

– Desde Sancti-Spíritus, una carta de Manuel Blázquez.

– Pésame a D. Felipe Checa, profesor de la Escuela municipal de Artes y Oficios, por la muerte de su hermano, D. Manuel.

– Una Comisión del ayuntamiento de Barcelona visita Badajoz para que los ganaderos extremeños concurran con sus ganados al mercado de Barcelona.

· 20 de Enero:

– En este número y en estas fechas, nos encontramos ya con el AÑO II.

– Como curiosidad histórica se nos marca la adaptación que hizo la noble villa de Olivenza en nombre de todo el Reino de Portugal, reconociendo por su legítimo Rey y natural Señor a la Majestad del Rey D. Carlos, nuestro Señor, primero de este nombre en aquel Reino.

– Alocución del gobernador general y de general en jefe, en Cuba, D. Arsenio Martínez Campos, a instancias del Gobierno de S.M.

· 27 de enero:

– El colegio de Segura de León (incorporado al Instituto) y su Director, el sacerdote, D. Ildefonso Serrano, gran intelectual y periodista, fundador de LUMEN.

– Una “monografía de la villa de Hornachos” escrita por D. Antonio Muñoz de Rivera (pgs. 78, excelente papel, elegante tipo, cubiertas en papel de hilo, Impr. Uceda Hnos.).

– El Liceo de Artesanos: Centro de ilustración y recreo.

· 4 de Febrero de 1896:

– EL GLOBO, periódico madrileño pasa a la propiedad de otra empresa, en la que figura el ex alcalde de Madrid, Conde de Romanones. Cambia también de ideología política: de republicano se convierte en monárquico. Su Director ahora: el Sr. Francos Rodríguez.

– Frente a la “memoria de Menacho” hay casas de tapado y en la noche de ayer, una de esas desdichadas mujeres ingresó en el hospital, herida de una puñalada grave.

– EL HERALDO DE BADAJOZ, recibe intercambio con LA MADRUGADA de Lisboa y con EL HERALDO DE CASTELLÓN.

– Toros en: Zafra, Llerena, Olivenza, Oporto, Lisboa y Madrid: Torea el hijo del antiguo banderillero, Bienvenida niño. En Cáceres: Guerra y Bombita

· 2 de Abril:

– Se reseña la semana santa de este año en Badajoz.

– Un paseo invernal en la memoria de Menacho, pero limpiando de casas prostíbulos aquel entorno.

· 14 de Abril:

– Elecciones, con el jefe nacional, D. Práxedes Mateo Sagasta que por la circunscripción de Badajoz, se eligió a D. Casimiro Lopo Molano frente al Marqués de Jerez, Albarrán y Martínez, y que triunfa por los liberales el primero, dándosenos las listas por pueblos y sus votos.

– En estas votaciones en Almendral surge un atropello por parte del alcalde y médico, D. Ángel Cerezo.

· 17 de Abril:

– Con motivo de las votaciones, el Sr. Juez de Instrucción se personó en el HERALDO para secuestrar los números sobrantes del día 15.

– La Concordia: Culta Sociedad de Cáceres, en la que se celebran fiestas.

– A los electores del distrito de Castuera.

· 18 de Abril:

– Más sobre las elecciones y la denuncia al HERALDO.

– El Sr. Alcalde de Badajoz, D. Francisco Páez de la Cadena, celebra el triunfo de las elecciones con una serenata de la banda municipal.

· 15 de Junio de 1896:

– Un editorial: “A los diputados por esta circunscripción”.

· 1 de Julio:

– La Escuela de Artes y Oficios: Viene a solucionar el estudio del Obrero.

– Se encuentra enfermo grave el Director del Instituto, D. Francisco Franco.

– Sociedad Espronceda.

– La Barriada de la Estación.

– Se inicia en Cáceres una suscripción para hacer un camino hacia la ermita de la Virgen de la Montaña, ya que la ascensión actual es muy penosa.

· 28 de Julio:

– EL NENE: Nuevo colega, humorístico, que se inicia en Fregenal. Poesía de Gabino Tejado.

AÑO DE 1.896 (II y el Nº 77)

· 1 de Agosto de 1896:

– La Redacción adquiere la propiedad del HERALDO, y desde ahora acomete unas reformas, y empieza convirtiendo LA HOJA en número completo.

– Una carta al niño Arturo Gazul y Solano, (se ha quedado huérfano) desde Calera de León y por Luciano Mateos.

· 16 de Agosto

– Extraordinario al HERALDO: Los toros de ayer (15 de Agosto).

– Un anuncio especial del HERALDO, en su nueva época.

– Vida religiosa: Jubileo de la Porcíncula en Badajoz.

· 26 de Agosto:

– Se dan los nombre de las candidaturas liberales en las elecciones provinciales: Badajoz-Olivenza, D. Luis Sánchez Rivera; Puebla de Alcocer, D. Francisco Sales Gutiérrez; Herrera del Duque, D. Escolástico Rubio y D. Ventura Márquez Cárdenas; Don Benito Villanueva, D. Diego Dávila Godoy.

– La estatua de Moreno Nieto.

· 14 de Septiembre:

– Toros en Barcarrota.

– “El que fue digno Prelado de esta Diócesis, Ilmo. Sr. D. Francisco Sáenz de Urturi, arzobispo de Santiago de Cuba viaja a Fuente del Maestre para saludar a su padrino de consagración, Sr. Marqués de Lorenzana”.

– Nuevo periódico: “Hemos recibido la visita del ARIETE, nuevo periódico de intereses morales y materiales que ha empezado a publicarse en Hervás.

· 25 de Septiembre:

– Reorganización del Partido Liberal Dinástico de la Provincia de Badajoz. Se da toda la nómina del Comité (interesante).

· 1 de Octubre de 1896:

– Para la inauguración de la estatua de Moreno Nieto, viene de Madrid, en representación de aquel Ateneo, D. José Canalejas a cuyo cargo correrá el discurso de inauguración.

AÑO DE 1.896 (Nº 126)

· 2 de Julio de 1896:

– En honor de Moreno Nieto: (Todo sobre la inauguración). Interesante.

· 3 de Octubre:

– Apertura del curso en el Instituto (interesante)

– Más sobre la inauguración de la estatua de Moreno Nieto.

· 22 de Octubre:

– En el Folletín del HERALDO, “La Conversión”, novela de D. José del Solar. Y más.

– D. José del Solar escribe a la muerte de Arturo Gazul.

– Una carta al alcalde para que suprima las casas de prostíbulos de la “Memoria de Menacho”.

· 25 de Noviembre:

– Despedida a las tropas que marchan a Cuba. (Muy interesante toda la descripción).

· 21 de Diciembre:

– Impuesto oneroso a los periódicos: 10 ct. diarios por la inserción de cada anuncio. Ya lo avisa hasta sin cesar el HERALDO a sus anunciantes.

– El HERALDO felicita a los heroicos soldados que defienden la integridad de la patria en Cuba y Filipinas.

– La Torre de “Espantaperros”: Se defiende su no derribo.

AÑO DE 1.897 (III AÑO Nº 201

· 1 de Enero de 1897:

– Despedida en un editorial al malhadado 1896 y bienvenida al 1897.

· 4 de Enero:

– Reunión el día de año nuevo de la Junta Directiva del Casino de Zafra y nómina de la nueva presidencia, que la preside el Conde de la Corte. Y se hace una suscripción para donativos a los soldados de Cuba.

– Mal anda la prensa: se denuncian y encarcelan a algunos redactores de EL HERALDO de Madrid, LAS DOMINICALES y EL PAÍS.

– Donativos a Tienda Asilo, a la Junta de Socorro y a la Conferencia de San Vicente.

· 5 de Enero:

– Reforma en Cuba y las Antillas.

– Ha fallecido en Almendral, a los 80 años, Dª María Romero de Becerra, hermana del eximio presbítero D. José, Rector que fue del Seminario Conciliar y de notoria ilustración, madre ella de Dª Soledad y Dª Milagros, casadas con D. Juan y D. Pedro Romero, hermanos de nuestro compañero en la prensa, D. Joaquín.

– Se encuentra enfermo el colaborador del HERALDO y escritor, D. José del Solar.

· 6 de Enero:

– El Campillo y sus veladas o la ilustración en los pueblos: Las conferencias del Casino, LA FRATERNIDAD, y su presidente, D. Juan Enciso, y D. Carlos Fernández Calderón.

· 7 de Enero:

– Fiesta en el Liceo de Artesanos, en el Gimnasio y en el Salón Cervantes y Espronceda.

– Nuevo servicio de la Compañía Real Portuguesa entre Badajoz-Lisboa, Lisboa-Badajoz; Badajoz-Valencia de Alcántara.

· 19 de Marzo de 1897:

– La empresa de viajeros de Jerez a Badajoz y pueblos limítrofes de los Sres.: Elías y Laureano Marqués, queda reanudada, por la adquisición de nuevas caballerías en Guareña. (Interesante).

· 13 de Abril:

– El futuro Congreso: Se dan los nombres de cada una de las provincias españolas y de todos los pueblos.

· 16 de Abril de 1897:

– Desde Don Benito: Maridos que matan y mujeres que perdonan.

· 18 de Abril:

– Se celebran bonitas zarzuelas en el Café Suizo.

– El torero, gran califa cordobés, viene de Lisboa y pasa por Badajoz a Sevilla.

– Una visita grata: el Sr. Obispo de Oviedo viene a Badajoz a bendecir las bodas de Dª Felisa Lopo con D. Jesús Rubio, joven notario.

– Hay autores teatrales en Badajoz: en El Fomento y en la Sociedad Espronceda se estrenan obras de autores pacenses-

· 20 de Abril:

– Notas de sociedad: “una boda”; (se refiere a la de la Sta. Felisa Lopo y D. Jesús Rubio. Viene el Obispo de Oviedo, D. Ramón Martínez Bigil, y de Badajoz, Sr. Torrijos).Todo muy interesante porque nos da una nómina muy extensa de personajes y sus regalos.

– Real Decreto del Presidente del Consejo de Ministros, D. Práxedes Mateo de Sagasta, de acuerdo y en sometimiento a la Reina: “De acuerdo con mi Augusto hijo el Rey, D. Alfonso XIII y como Reina Regente, María Cristina”. Se abre una suscripción nacional voluntaria para atender al fomento de la Marina y a los gastos generales de Cuba, Puerto Rico, Archipiélago filipino y posesiones españolas en África. Determina también quienes son las personas que han de componer las Juntas. En el Nº 25, se publica una carta del obispo de Badajoz, D. Ramón Torrijos, por la que se afirma su colaboración y la de los párrocos a la suscripción.

– La Romería de Bótoa.

· 21 de Abril:

– Siguen los regalos de la boda de Lopo-Rubio. Y más en siguientes números.

– Esquela mortuoria de D. Manuel Suárez Barcena, expresid. y fiscal de la Audiencia. Y siguen en números… Siguientes.

Oct 012001
 

Manuel J. Bazaga Ibáñez.

Para conocer algo sobre la Fundación de este Convento, hemos de trasladarnos a los siglos XI al XVI, en que la Ciudad tiene necesidad de expansionarse hacia lo que llamaron arrabal, ya que dentro de sus murallas, árabes, romanas ó cristianas, impedían cualquier desarrollo urbanístico, más el religioso por contar dentro de sus muros con Conventos y Parroquias que atendían las necesidades espirituales de los trujillanos: La Coria, Jerónimas de Santa Maria, Veracruz, Parroquia de Santa María la Mayor, antigua mezquita árabe, Santiago, Santo Domingo y la Coria. Buscando nuevos espacios ya que no bastaban lo señalados por las Ordenes citadas. La importancia de nuestra Ciudad atrajo a otras Comunidades y por ello se buscan lugares donde acoger a las Ordenes Religiosas que querían prestar su ayuda a los trujillanos, que de vuelta del Nuevo están dispuestos a prestarles el apoyo y ayuda económica que precisaban para sus fundaciones. Estos trujillanos, muchos de ellos famosos por sus hazañas guerrera o por la suerte en adquirir fortuna, y todos ellos dispuestos a perpetuarse en los palacios o conventuales que se levantaron a sus expensas, no dudan en encargar a los hábiles constructores, artífices en tratar la piedra que abundaba en los berrocales, en que les construyan sus casas solariegas, o colaboren en edificios conventuales que perpetúen a ellos y sus descendientes. Francisco Becerra, Sancho Cabrera, Marquina y otros muchos, se llegaron a contar hasta 50 maestros canteros, construyen sus pétreos edificios, sus elaboradas piedras cantan la destreza en Palacios o Conventos donde sus torres dan muestra de la fe de los que mandaron levantarlos.

Conventos de Religiosos: Franciscanos Conventuales u Observantes, Mercedarios, Dominicos, Conventuales de Madres Jerónimas, Dominicas, Clarisas Descalzas, o de La Coria levantan sus torres o campanarios que firmaron los canteros trujillanos, las bóvedas y ventanales de estos edificios dan muestra de buen hacer de estos artistas de la piedra, que cantan la devoción de los influyentes trujillanos, que acogieron a Reyes y Obispos, atraídos por la fe y la hombría de bien, del pueblo que los aclamaban sus defensores espirituales y materiales.

Entre los Conventuales vamos a detenernos en uno conocido como de Religiosas de la Inmaculada Concepción, de Santa Clara.

Esta Orden religiosa fue fundada por Beatriz de Silva y Meneses, dama de Isabel, esposa de Juan II, nacida en Campo Mayor (Portugal) en 1424. Esta señora se distinguió por su espiritualidad y deseos de servir a Dios, fue elevada a Santa y fundó la Orden bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, sometida a la Regla de San Francisco y Santa Clara. Varios fueron las casas que se erigieron bajo su patrocinio, entre otras la de Cabeza del Buey, en Badajoz. De este se disgregaron algunas Religiosas entre otras las que crearon el Convento de Trujillo. Dice el Padre Cruz en su libro de las Fundaciones Franciscanas:” a diez años de fundarse el Convento de Cabeza del Buey, ciertas desavenencias entre las monjas y disgustos de cosas en que no convenían bien, fue causa de que deseasen otra morada y bajo las ayudas recibidas de ciertos parientes trujillanos, decidieron trasladarse a Trujillo y fundar aquí otro Convento”

Los parientes de algunas de estas Religiosas, personajes de influencia las alentaron para que tratasen de venirse a esta Ciudad y con autoridad y diligencia movieron al Prelado Placentino a conceder la mudanza y nueva Fundación. De Cabeza del Buey ocho Religiosas vinieron a Trujillo en 10 de julio de 1533. Llegaron pues las monjas y al no tener casa propia, se acomodaron en unas pequeñas y pobres casas que había cerca de la Parroquia de San Clemente, en el arrabal de la Ciudad, y por una pequeña ventana que daba a la Iglesia Parroquial celebraban sus rezos, Coro y Oficios Divino, pero esta pequeña facilidad, no satisfacía los deseos de las Monjas. Tratan con el Párroco de la Iglesia de San Clemente, del arrabal trujillano y obtienen el uso de la Iglesia, pero considerando que en aquellos días sólo contaba con tres feligreses, logran las Monjas el uso de la Iglesia, autorizadas por el Canónigo de Sigüenza, Luis de la Cerda, bajo cuya autoridad pertenecía la Parroquia de San Clemente. El día 5 de enero de 1534, hizo escritura por la que reconocía el derecho a usar la Iglesia, ya que hasta entonces solo disfrutaban de uso a través de la pequeña ventana de la casa colindante. En estas circunstancias se tenía la Iglesia como cosa sin dueño y el solo uso causa inconvenientes a las monjas. Los tres fieles que quedaban se trasladan a la Parroquia de San Martín cercana a la que abandonaban espiritualmente. Conseguido el preliminar permiso del Obispo para la construcción de un convento en el que se incluía la Iglesia Parroquial. Compraron algunas de las pequeñas casas, que hasta entonces las habían acogido y conseguida la propiedad definitiva del Templo, por Bula del Papa Pío V, por la que también se las adjudicaba el edificio, campanas y algunas de las rentas, con la sola obligación de pasar alguna cantidad al Párroco de San Martín, encargado desde entonces de la atención espiritual del arrabal.

Estas Religiosas formadas bajo la Regla de San Francisco, visten el hábito de la Inmaculada Concepción y profesan sus actividades bajo la Orden que fundó la Santa Beatriz de Silva, que fue su protectora desde su elevación a los altares. Si como se dice pertenecen a las normas de la Regla Franciscana, se las conoce más por su afinidad con su devoción a Santa Clara, paisana de San Francisco y cofundadora de la Regla, conociéndose en Trujillo como Clarisas y a su Convento de Santa Clara, dándose el caso de que también los Superiores Eclesiástico, las tratan como del Convento de Santa Clara, tal sucedió con escrito del Cardenal Raynuncio, en 1548, que 15 años después de la Fundación del Convento trujillano se dirige a la Abadesa y Monjas del Convento del Monasterio de la Concepción de la Orden de Santa Clara.

Este Monasterio al igual que los otros que había en aquel entonces en Trujillo, recibieron ayudas de personajes ilustres, incluso los Reyes acudieron en diversas ocasiones a visitarlos y dotaron de importantes beneficios. Tanto los Reyes Católicos, como Felipe II. Felipe III y otros personajes ilustres, visitaron e incluso moraron en estos edificios. El Ayuntamiento trujillano también dotó con importantes cantidades a estos Monasterios, expresando así la espiritualidad del vecindario y sus deseos de obtener el perdón divino por medio de sus ofrendas.

El Convento de Santa Clara contaba con buenas rentas y beneficios, resaltando las ayudas de sus benefactores que permitió que relativamente en poco tiempo se levantara el edificio monacal. En este se incluyeron las casas que primitivamente acogieron a las Religiosas., permitiendo así construir amplio Monasterio destacándose de él el Patio de estilo renacentista, con doble columnata, la espadaña o campanario, de estilo plateresco con tres cuerpos. Tiene en su cripta de la Iglesia enterramientos de personajes ilustres y Monjas de probada virtud: Doña Maria Gutiérrez de Obando, natural de Cáceres, de la familia de los Obandos; Maria de Jesús de la Parra, que fue dos veces Abadesa. Parece ser que también estuvo allí enterrada Francisca Pizarro Sedeño, de la familia Sedeño. Otra que recibió allí sepultura fue la hija de Sancho de Cabrera, que en 1572 hizo sus votos en este Convento. Su padre la dotó en vida con cuantiosas cantidades, una cama, hábito y 6 ducados anuales y en su testamento la dejó 450 ducados y unos 168.750 maravedíes e importantes cantidades para el Convento.

También recibieron sepultura los restos de monjas, entre otras Sor Maria de Jesús de San Clemente, y Sor Inés de San Agustín.

Este Convento se libró de los efectos de la Ley promulgada por Isabel II en 1836, firmada por Mendizábal, por la que se apropiaba el Estado de los bienes de las Congregaciones Religiosas, gracias a la influencia de sus benefactores, pudiendo recoger en su muros a las últimas seis religiosas que quedaban en el Convento de San Antonio de Trujillo, pero no se pudo evadir de la rapiña y destrozos que originaron las tropas napoleónicas, en la Guerra de la Independencia a su paso por nuestra Ciudad.

Actualmente estas Religiosas se han trasladado a un edificio de nueva construcción, enfrente del antiguo convento que vendieron y allí está instalado un Parador Nacional de Turismo.

En su traslado poco fueron los bienes muebles que llevaron a su nueva casa, algún lienzo del siglo XVII, de regular valor y unas tallas del Crucificado, los ornamentos sagrados y alguna otras imagen de escaso valor artístico.

Oct 012001
 

José Luís Barrio Moya.

A pesar de los numerosos estudios que sobre la figura de Luís de Morales “el Divino” se han publicado desde hace ya bastantes años hasta nuestros días, la vida y la obra del pintor extremeño presenta todavía muchas lagunas y no pocos puntos oscuros. Estas carencias informativas se refieren tanto a su formación artística, que parece ser fue tan compleja como cosmopolita, como a las fechas del nacimiento y muerte del pintor, y que ni siquiera las apuradas investigaciones de Rodríguez Moñino han logrado aclarar.[1]

La bibliografía antigua sobre Morales la inicia el pintor y tratadista sevillano Francisco Pacheco, el que fue suegro de Velázquez, quien le cita en su famosa obra “Arte de la pintura”, publicada en su ciudad natal en 1649, para decir de él que era un pintor dulzón y almibarado.

Tras Pacheco es el cordobés Antonio Palomino, pintor de Cámara de Carlos II y de Felipe V, y asimismo notable tratadista, quien en su famoso “Museo Pictórico y Escala Óptica”, nos dejó una breve pero esclarecedora biografía del artista extremeño que ha servido de base para todos los posteriores estudios sobre Luis de Morales[2]. Aunque la información que Palomino tuvo de Morales fue más bien escasa, no llegó a conocer su nombre de pila, a él se debe “la consagración del calificativo de Divino que él recoge de una tradición imprecisa pero que contribuyó como ninguno a popularizar”[3]. Con respecto a esto queremos subrayar que el adjetivo de Divino aplicado a Morales ya lo utilizaban los tasadores de colecciones artísticas madrileñas del siglo XVII cuando registraban obras del pintor extremeño. El origen de este calificativo se debía a que el pintor extremeño se especializó en temas religiosos, efigiando con mucha frecuencia a Cristo y María en las más diversas advocaciones. También se debe a Palomino otras noticias sobre Morales, entre ellas que se formó en Sevilla junto al flamenco Pedro de Campaña y de un supuesto viaje a Madrid, llamado por Felipe II para trabajar en El Escorial, donde realizó para el monarca “varias tablas de su devoción, porque su habilidad no se extendía a mas, ni era para obras de magnitud”. La pintura de Luis de Morales no agradó de Felipe II, como ocurriría con la de El Greco algunos años mas tarde, por lo que el monarca recompensó con largueza al pintor extremeño, quien regresó a su Badajoz natal. Según Palomino, Luis de Morales falleció en 1586.

En 1800 Juan Agustín Ceán Bermúdez publicó su famoso “Diccionario de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España”, y en el tomo III dedica una extensa nota biográfica a Morales. Mejor informado que Palomino, sabe que su nombre es Luis y que contrajo matrimonio con Leonor de Chaves. Publica además la partida de nacimiento de su hijo Cristóbal y hace relación de las ciudades que en su tiempo contaban con obras de Morales: Toledo, Madrid, Sevilla, Valladolid, Ávila, Burgos, Granada, Higuera la Real, Arroyo de la Luz, Alcántara y Badajoz. Contradiciendo a Palomino, que sostenía la dificultad de imitar el estilo de Morales, Ceán Bermúdez, con una aguda intuición nos dice “que se debe advertir que ha habido y hay mucha facilidad en atribuirle todas las pinturas que representan Eccehomos, lánguidos, secos y descamados y Dolorosas exhaustas y denegridas, sin contar con que este maestro tuvo un hijo y varios discípulos que aunque procuraron imitarle no lo pudieron lograr, al contrario le desacreditaron con sus caricaturas horrendas”.[4]

La bibliografía antigua sobre Morales se cierra con el conde de la Viñaza, quien sólo aporta la noticia de que el pintor extremeño realizó un Cristo a la columna para los Capuchinos de Marchena, a la vez que menciona los cuadros del artista que se guardaban en el Museo del Prado.[5]

A comienzos del siglo XX la figura de Luis de Morales conoció un singular favor por parte de los historiadores del arte, como así lo demuestran los nombres de Elías Tormo, August L. Mayer, Enrique Lafhente Ferrari, Diego Angulo Iñiguez. Daniel Bejarano Escobar, Mariano

Padilla, Antonio Juez Nieto. Werner Goldschmidt. Valentín Sambricio y Elizabeth du Gué Trapier, entre otros muchos. Sin embargo los trabajos más completos sobre el pintor de Badajoz son los realizados por Juan Antonio Gaya Nuño[6] e Ingljald Bácksbacka[7]. Pero a pesar de los esfuerzos de todos aquellos historiadores siguen sin resolver muchas de las incógnitas que todavía envuelven la vida y la obra de Luis de Morales.

Según todos los indicios, Luis de Morales nació en la ciudad de Badajoz en año indeterminado pero que suele colocarse entre 1515 y 1 S20 Por lo que se refiere a su formación se está de acuerdo en que la inició en el taller del flamenco Pedro de Campaña, activo en Sevilla desde 1537. Sobre esa experiencia flamenco Morales sufrió una sutil influencia portuguesa, recibida a través de los pintores de la floreciente escuela de Évora, junto con otras procedentes del círculo toledano y de Alonso de Berruguete. Por otra parte el italianismo de que hace gala Morales en algunas de sus obras, que va desde sugerencias leonardescas hasta las de Sebastián del Piombo se relacionan con mas que un probable viaje a Italia, del que por desgracia no hay ninguna prueba documental. La utilización por parte de Morales de grabados flamencos, alemanes e italianos, de maestros tan prestigiosos como Durero, Zuccaro, Schóngaguer y Tiziano termina por dibujar las muy varias y dispares influencias que se advierten en las obras de Luis de Morales, lo que se va traducir en un estilo tremendamente personal y, lógicamente, muy complejo.

La primera obra conocida de Morales es la Virgen del pajarito, fechada en 1546 y realizada para la iglesia de la Concepción de Badajoz. Conservada durante mucho tiempo en la colección Moret en la actualidad se encuentra en la iglesia de San Agustín de Madrid. Un año más tarde estaba fechada una Crucifixión del convento de los Dominicos de Évora, hoy perdida, pero que se creía copia de un original de Miguel Ángel, propiedad de la familia Vimiozo.

Hacia 1550 Luis de Morales contrae matrimonio con Leonor de Chaves, naciendo de esta unión dos hijos Jerónimo y Cristóbal, este último siguió los pasos de su padre, dedicándose también a la pintura.

A partir de 1560 la actividad de Morales entra en una fase ascendente. En 1 563 contrata el retablo de la iglesia de la Asunción de Arroyo de la Luz, una de sus obras mas conocida y celebrada[8]. Pintor de Don Juan de Ribera, obispo de Badajoz, realizó diversos retratos y dos trípticos para el prelado. Trabajó asimismo para iglesias portuguesas de Évora y Elvas y para otras de Salamanca. Plasencia, Valencia de Alcántara y San Martín de Trebejo.[9]

Los últimos años de la vida de Morales fueron duros. Pobre, enfermo y agotado, así lo encontró Felipe II en 1581, cuando el monarca pasó por Badajoz camino de Portugal, por le que le concedió una pensión. Aunque no conocemos con exactitud el año de la muerte de Luis de Morales, tradicionalmente se sitúa en 1 586.

En este trabajo no vamos a analizar la abundante obra conservada de Luis de Morales sino dar a conocer varias pinturas del artista extremeño que aparecen registradas en inventarios madrileños del siglo XVII. Este hecho viene a demostrar que las obras de Morales eran muy estimadas por los coleccionistas de la época.

La primera mención conocida de una obra de Morales en una colección madrileña del siglo XVII data de 1644. En efecto el 20 de enero de aquel año, Don Jerónimo Morales de Prado, médico del rey Felipe IV, mandó hacer el inventario de los bienes de su esposa, Doña Isabel de Sandoval, fallecida unos días antes. Entre las pinturas que quedaron por la muerte de la citada señora se registraba “una imagen de pincel pintada en dos tablas de Nuestra Señora y Christo nuestro señor quando le bajaron de la cruz, original del Divino Morales con su marco”[10]. La descripción de la pintura es esclarecedora por dos razones, la primera por darnos la pauta de la temática cultivada por Morales y la segunda por informarnos de que en fecha tan temprana como 1644 ya se le aplicaba el calificativo de Divino.

Una nueva pintura de Morales se cita, el 1 de junio de 1662 entre las pinturas que Don Francisco Marchant de la Cerda donaba a su hijo Don José. Se trataba de“un cuadro de un Ecce omo con su marco negro de mano de Morales el de Vadaxoz”[11]. El Ecce Homo fue una iconografía muy cultivada por Luis de Morales, conociéndose muchos ejemplares con aquel tema. La indicación de ser obra de “Morales el de Vadaxoz”, parece indicar, de manera inequívoca, que el artista nació en aquella ciudad extremeña.

El” de julio de 1665 se realizó el inventario de los bienes que Doña Juana Velázquez de Guana, esposa de Don Bernabé de Gainza, aposentador de Felipe IV y entre ellos se contaba una pequeña colección pictórica, en la que se registraba “un medio cuerpo de retrato de tabla antigua, de Morales, pintor de Badajoz”.[12]

Aunque Luis de Morales cultivó casi exclusivamente la temática religiosa, hizo alguna pequeña incursión en el campo del retrato, realizando algunos de su protector Don Juan de Ribera, obispo que fue de Badajoz desde 1562 hasta su traslado a Valencia en 1568. Una efigie del que fue arzobispo y virrey del reino de Valencia se conserva en el Museo del Prado y es posible que el que poseyó Doña Juana Velázquez, aunque no se mencione quien era en el documento, representara a Don Juan de Ribera.

El día 20 de septiembre de 1674 Don Francisco González de Nájera, capellán de honor del rey Carlos II, legaba por una cláusula de su testamento a Don Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, “un Ecce omo original de Morales de Vadaxoz que tengo, con su moldura de evano y marfil y su cortina azul”[13]. El cuadro debió de tenerlo en mucha estimación el capellán real, puesto que tras la donación añade que “mego a su Illma me perdone que porque el cuadro es de toda satisfaçion y estimaçion me atrevo a emplearle en su Señoria Yllustrissima”.

El 27 de enero de 1671 Don Francisco González de Oviedo, caballero de la orden de Alcántara, 4eclaraba que Doña Ana Maria de Oviedo, su madre, le había entregado, entre otros bienes, “una pintura orijinal de Morales de Nuestra Señora y el Niño con una cruz en la mano”, la cual fue tasada en 400 reales de vellón.[14]

El día 11 de junio de 1693 moría en Madrid Doña Catalina Florentina de Alzola y Mucharaz, hija de Don Francisco Antonio de Alzola y Mucharaz, natural de la localidad vizcaína de Durango, y de Doña Maria de Parra y Vela, que lo era de Poza de la Sal (Burgos). Doña Catalina Florentina de Alzola había dado, antes de su fallecimiento, concretamente el 5 de junio de 1693 un poder para testar a favor de su esposo, Don Francisco Rodríguez de la Torre, secretario, de Carlos II y escribano mayor del Consejo de Hacienda, para que en su nombre otorgara su testamento y última voluntad[15]. En el mencionado documento Doña Catalina Florentina de Alzola pide ser enterrada, amortajada en el hábito carmelita “en el convento de Nuestra Señora del Carmen Calzado, en la boveda de la Capilla de Santa Teresa de Jesus”. Establece que se digan por su alma y por las de sus padres y abuelos, quinientas misas rezadas y que se entreguen a las mandas forzosas veinte y dos reales de vellón. Nombre por sus testamentarios a su esposo, a su madre y a Don José de Noriega y Arrieta, caballero de la orden de Santiago y regidor de la villa de Madrid, instituyendo por sus herederos a los diez hijos habidos en su matrimonio: Bárbara Maria. Juliana Melchora. Maria Antonia. Jacinta. Josefa. Teresa, Mariana, Catalina. Gertrudis y Pedro, mientras que a su esposo le legaba “un cuadro grande de la Virgen con el Niño, San Juan Bautista y San José en el taller, de Joseph de Ribera”.

Tras la muerte de Doña Catalina Florentina de Alzola se procedió a la tasación de sus bienes[16], que se inició el 19 de junio de 1693 cuando Francisco Bezín“lencero” valoraba la ropa blanca. El 22 de junio de 1693 José Fernández de Coto “maestro hevanista” tasaba “las alaxas de madera”, entre las que destacaban las siguientes:

– dos scriptorios de concha y hevano con doze gabetas, asas y seis garras de bronze dorado, escudos y florecillas en las esquinas de lo mismo, corredores de bronze y dos pies de dichos scriptorios con yerros, cantoneras doradas, cubiertas de zedro o caoba con unas aletillas de guarniçion. 2500 rs.- una escaparate grande de varros, alto, de a veinte y ocho vidrios cristalinos, de concha y bronces con corredor enrexado con bufete del mismo genero y pies torneados, 1500 rs. – mas dos escaparates yguales del mismo genero con diez y seis vidrios christalinos cada uno y dos bufetillos del mismo genero de concha y bronce y pies torneados y un luzerico de lo mismo, 2500 rs.- mas dos urnas altas de concha y ebano y bronzes con bidrios cristalinos y pies altos de lo mismo, con pies torneados, 2900 rs.- mas dos niños Jesus y San Juan, de talla, con peana dorada, 300 rs.- dos urnas pequeñas de concha y bronzes y tres bidrios cristalinos cada una, 600 rs. – mas dos echuras de San Francisco y San Antonio de azavache con dichas urnas, 100 rs. – mas dos bufetillos de estrado y un luzerico de una piedra jaspe cada uno con pies de madera de broleta, 1000 rs.- otro urna con pies de pino cubierta de caoba y ebano y con bidrieras hordinanas en que esta Nuestra Señora, San Joseph y el Niño del nacimiento, 300 rs.- una cama de palo santo de Portugal, con cavezera y bronzes, torneada la madera, salomonica y lecho de caoba, 5500 rs.-otra cama antigua de palo santo y bronzes dorados, de dos cavezeras y remates, 800 rs.- mas un catre de palo santo y bronzes con una cavezera, 300 rs.- una arca grande de caoba con cantoneras y zebollas de pino teñido, de vara y tres quartas de largo y vara escasa de ancho, cantoneras y zerraduras. 550 rs. – una escribania de hebano y palo santo, 66 rs. – una arquita de zipres de vara escasa, 150 rs.- mas un scriptorio de Salamanca con pie y caxones, 1100 rs.- mas un brasero de palo santo en almenillas de bronze, treinta y dos berxuelas, dos aletillas y zebollas con garras de bronze, vazua paletilla y caxa. forrado en frisa, 2400 rs.- mas dos papeleras yguales cubiertas de zedro y voj con corredorzillos, dos puertas, quatro cajones y dos puertezillas, assas y pies de lo mismo. 12Q0 rs.- un baño grande de madera con dos aros y dos assones de yerro, 300 rs.- dos caxas con dos cavezas de zera de ynozentes y un bidrio cristalino y marco de peral labrado, 120 rs.- dos puertas de alcoba con ochenta bidrios cristalinos y los plomos dorados, 1000 rs.

El 23 de junio de 1693 Pedro del Campo “maestro sastre” tasaba “los estrados, colgaduras, bestidos y demas alaxas de rropa” y dos días mas tarde el platero Francisco de Ezcaray hacia lo propio con “lo tocante a su oficio”, entre los que se contaban relicarios, cálices, patenas, vinajeras, velones, ostiarios, platos, salvas, cazuelas, cofrecillos de filigrana, tembladeras, fuentes, saleros cucharas, pomos, perfumadores, candeleros, vasos, pimenteros y azafates. Sin embargo la pieza mas curiosa valorada por Francisco de Ezcaray fue “una oja de parra de plata sobre dorada con oxas y figuras de niños y en medio una sirena”, que alcanzó una tasación de 650 reales de vellón.

El 2 de julio de 1693 Francisco de Herrera “tapicero” valoraba los siguientes textiles:

– siete paños finos de Bruselas de la Ystoria de Jacob, de cinco anas de caida, 6748 rs. – yten cinco paños finos de Bruselas de la ystoria de David de cinco anas de caida, 5298 rs.- mas nuebe paños de arboledas y figuras mui hordinarias, desermanados y unos maiores que otros, 700 rs.- yten una alfombre turca de onze varas y quarta de largo y quatro varas menos tercia de ancho, blanco el fondo y de otros colores las labores, 1804 rs.- mas otra alfombra de Alcaraz que tiene ocho varas menos sesma de largo y quatro varas de ancho, 1034 rs. – mas otra alfombrilla muy maltratada, de quatro varas y tercia de largo y dos y tres quartas de ancho, 150 rs.- mas un tapetillo de la Yndia mui usado, de vara y media de largo, 30 rs.- mas otros dos tapices mui usados y viexos, 40 rs

El mismo día 2 de julio de 1693 Don Francisco Rodríguez de la Torre declaraba “que diferentes barros de Yndias, porzelanas y jicaras de la China que se allaron en los escaparates se baluaron por personas ynteligentes en quinientos reales”. Por su parte en la fecha arriba citada José Escriche “maestro de coches”, tasaba en 3500 reales “un coche con aderezos de ybierno con entrapada verde y de verano con cortinas de damasco y albornozes de varragan”.

El 4 de julio de 1693 Juan Ruiz “maestro herrador” valoraba tres mulas en la cantidad de 5500 reales de vellón, Juan Pérez “maestro latonero”, los utensilios de cocina y un anónimo maestro relojero, “una muestra de relox redonda con numeros de azreo”, en 750 reales.

El 9 de julio de 1693 el pintor Diego de Dueñas tasaba la colección artística de Doña Catalina Florentina de Alzola, que estaba compuesta por un total de setenta y dos pinturas y un biombo “de la China vaxo, de esotrado, bien tratado”. La temática de las pinturas era fundamentalmente religiosa, aunque también se registraban varios floreros y bodegones, una alegoría de los cinco sentidos dos curiosos cuadros con “las fabulas” de Neptuno y Orfeo y algunos paisajes “de sobre ventana”. Por lo que respecta a los supuestos autores de las pinturas, Diego de Dueñas menciona varias copias de Bassano así como originales de José de Ribera, El Greco, Eugenio Caxés, Mateo Cerezo, Juan de Arellano y Luis de Morales. Precisamente al pintor extremeño la adjudica Diego de Dueñas dos lienzos representando a Cristo a la columna con San Pedro lloroso y una Piedad, temas ambos muy tratados por Morales. La tasación se realizó de la manera siguiente:

– un lienzo de Nuestra Señora con el niño dormido en el regazo, San Joseph en el obrador y San Juan Bauptista de tres varas de caida y dos y quarta de ancho, original de Joseph de Ribera, con marco negro. moldura y cartelas doradas, 2200 rs[17].- otra pintura en lienzo de Nuestra Señora de la Contemplazion con el niño desnudo y en una mano el Santisimo, de bara y tercia en quadro, con molduras doradas y tarxetas talladas en su marco, 550 rs. – yten otra de San Pedro orixinal de Dominico Greco, de vara y quarta de alto y vara y quarta de ancho con marco negro y molduras y cartelas doradas, 660 rs. – un lienzo del Prendimento de nuestro señor, de tres varas de caida y tres quartas de ancho con marco negro llano, 1000 rs. – mas dos lienzos yguales de mano de Morales, uno de Nuestro Señora a la columna y San pedro lloroso y otro de Nuestra Señora al pie de la cruz con su hixo santisimo difunto en el regazo. 1100 rs.- mas otro de San Francisco de Asis de mano de Caxes. de tres baras escasas de caida y vara y media de ancho con marco negro, 660 rs.- otro lienzo de San Geronimo de mano de Zerezo, de vara y dos tercias de alto y vara y quarta de ancho con marco negro liso, 440 rs. – otro lienzo del triunfo de David, de vara y tres quartas con poca diferencia de calda, con mareo negro llano, 88 rs.- mas tres lienzos yguales copias del Vazan, de vara escasa de ancho y tres quartas de caida, con marcos negros lisos y molduras doradas, 600 rs.- otro del Desposorio de Santa Cathalina, de vara escasa de ancho y tres quartas de caida con marcos negros lisos y molduras doradas, 220 rs. – yten dos floreros de Arellano yguales, de media vara de ancho y una tercia de caida, con marcos negros y moldura dorada, 120 rs. – yten dos lienzos yguales, de vara y media de ancho y poco mas de vara de caida, el uno con marco liso negro de los cinco sentidos y el otro la fabula de Neptuno con el mismo marco, 550 rs.- otros dos lienzos yguales de Jhs. y Maria dolorosos, de tres quartas de caida y dos quartas de ancho con marcos negros, cartelas y molduras doradas, 220 rs.- un lienzo de Nuestra Señora con el Niño en los brazos de vara menos sexma de caida y dos tercias de ancho con marco negro, 66 rs.- otro del Bauptismo de Nuestro Señor del mismo tamaño y mareo que el antecedente, 66 rs. – otro lienzo de Nuestra Señora con el niño dormido en el regazo y San Juan a un lado, de vara menos sesma de caida y dos de ancho con marco negro y moldura y cartela dorada ~00 rs – yten dos sobre ventanas paises viexos y maltratados con marcos negros lisos, de vara y tercia de ancho y media vara escasa de calda, 24 rs.- un lienzo de Nuestra Señora de Velen, de vara y dos tercias de caida y vara y quarta de ancho, sin marco, 500 rs.- mas dos lienzos bodegones con marcos lisos yguales, de vara y quarta de ancho y bara escasa de caida, 88 rs.-otro de Orzeo con marco negro llano, de dos varas escasas de ancho y vara y terzia de caida, 88 rs. – ocho lienzos yguales vuexos, de vara escasa de ancho y media vara de caida, con marcos negros, 88 rs.- mas quatro lienzos fruteros biexos yguales, de media vara escasa en quadro con marcos negros, 40 rs.- un lienzo de Jhs. y San Juan, de vara y media de caida y vara de ancho con marco negro. 44 rs. – mas una tablita de unas peras con marco negro, 22 rs. – quatro lienzos floreros, de dos tercias de caida y media vara escasa de ancho, yguales, con marcos negros, 44 rs.- dos lienzos yguales de unas marinas, de vara escasa de ancho y dos tercias de caida con marcos negros, 66 rs.- otro lienzo de Nuestra Señora con el niño dormido, San Joseph y San Juan, de vara escasa de caida y dos tercias de ancho, con marco negro, 88 rs.

ORATORIO. –

– mas un lienzo de Nuestra Señora del Sagrario con marco ymitado a piedra azul, molduras y cartelas doradas, de vara de caida y tres quartas de ancho, 400 rs.- yten ocho laminas de cobre de diferentes misterios con marcos de ebano, yguales, de tercia de largo de caida y quarta de ancho, 704 rs. – mas dos pinturas de espejos, de Jesus y Maria, yguales, de tercia en quadro con marcos de ebano, 88 rs.- mas una pintura en miniatura de la Aszension de Nuestro Señor con un cristal delante y su marco de ebano, de tercia de alto y quarta de ancho, 120 rs.- un lienzo de San Pedro, de una tercia en quadro con marco negro y moldura dorada, 88 rs.- otro de una caveza de Ecze omo del mismo tamaño y marco, 36 rs.- dos lienzos yguales del Bauptismo de Nuestro Señor Jesuchristo y uida a Exipto, de tercia de ancho y quarta escasa de calda con marcos negros y molduras doradas, 132 rs. – tres laminitas de cobre yguales, con marcos negros, de quarta de ancho y media quarta de calda, 100 rs.- yten una lamina de San Francisco de Paula, de una quarta de caida, su marco negro de peral, con dos molduras ondeadas, 44 rs. – mas un lienzo del Santo Sudario, de media vara de ancho y quarta de calda, con marco negro y moldura dorada, 20 rs.-otro lienzo de Nuestra Señora de Velen con zerco de flores y marco dorado, de media vara en quadro con poca diferencia, 8 rs.- mas otro lienzo de Nuestra Señora de la Conzepcion, de tres varas y tetzia de caida y vara y tercia de ancho con marco negro, 200 rs. – yten un biombo de la China vaxo, de estrado, bien tratado, 250 rs.

Poco tiempo permaneció viudo Don Francisco Rodríguez de la Torre, puesto que el 19 de septiembre de 1694 volvía a casarse con Doña Feliciana Maria Franco, viuda a su vez de Don José Bruñón, caballero de la Orden de Santiago y “oficial mayor que fue de la Secretaria de Guerra, parte del mar”. Con ocasión de su nuevo enlace, Don Francisco Rodríguez de la Torre hizo inventario y tasación de los bienes que aportaba a su segunda unión[18]. De esta manera el 11 de octubre de 1694 Diego de Dueñas valoraba las pinturas, que eran las mismas que poseyó la primera esposa de Don Francisco Rodríguez de la Torre, más tres cuadros nuevos, dos de galenas y una del Hallazgo de Moisés por la hija del faraón, que Diego de Dueñas adjudica a Francisco Gutiérrez:

– dos lienzos galenas, de dos varas y media de ancho y yana y tres quartas de cayda con marcos negros, 100 rs.

– un lienzo de arquitectura original de Gutiérrez, de la hija del faraon quando allo a orillas del mar a Moyses en un cesto de mimbres, con marco dorado tallado, de tres varas de ancho y dos largas decayda 1200 rs[19].

Como se puede advertir, aunque Doña Catalina Florentina de Alzola solamente legó a su esposo el cuadro de Ribera, Don Francisco Rodríguez de la Torre logró hacerse con todas las pinturas de su difunta esposa, entre las que se incluían las dos tablas de Luis de Morales.

Don Francisco Rodríguez de la Torre conservó su colección artística hasta su muerte, acaecida en agosto de 1697. Tras su fallecimiento Diego de Dueñas volvió a ser llamado para valorar por tercera vez los mismos cuadros. Pero Don Francisco Rodríguez de la Torre en un gesto de generosidad legó las dos pinturas de Morales a otros tantos conventos madrileños, el Cristo a la columna con San Pedro llorando al de Santa Clara y el de la Piedad al de Santa Ana.

En este último monasterio vivían como religiosas profesas tres hijas del donante[20].

Ignoramos el posterior destino de las dos tablas de Morales. Ni Felipe de Castro ni Antonio Ponz las mencionan al describir los conventos de Santa Clara y de Santa Ana, lo que extraña en observadores tan meticulosos como aquellos dos ilustrados, aunque justo es suponer que tal vez se encontraran dentro de las clausuras. Sin embargo tanto el uno como el otro no olvidan registrar que en la sacristía de la iglesia de San Isidro, de la Compañía de Jesús, se encontraba una obra de Morales cuyo tema era el de Cristo a la columna con San Pedro llorando, así Felipe de castro menciona que en la sacristía del Colegio Imperial se hallaba “un Chnisto a la columna y san Pedro lloroso de Morales, de medio cuerpo, pintura de Morales”[21]. Por su parte Ponz vuelve a citar la pintura de Morales “en el relicario a los pies de la sacristia, figuras de menos de medio cuerpo, muy acabada y nbien pintada”[22].

La tabla de Morales citada pon Felipe de Castro y Antonio Ponz se conservo en la madrileña iglesia de San Isidro hasta 1936, cuando el templo jesuita fue incendiado durante la guerra civil.

La pintura media 0,73 x 0,55, y aunque en la que se cita en los inventarios mencionados no se indican sus dimensiones, creemos que era la misma que perteneció a Doña Catalina Florentina de Alzola y posteriormente a su esposo y al convento de Santa Clara por donación del mismo. Dentro de lo dramático de su perdida nos queda de la obra de Morales una antigua fotografía y la minuciosa descripción de Mélida, quien pudo estudiarla entes de su destrucción.[23]

Supuesto que la tabla de la iglesia de San Isidro fuese la misma que Don Francisco Rodríguez de la Torre legó en su testamento al convento de Santa Clara, ignoramos cuando y corno pudo llegar al templo de la Compañía de Jesús.

Digamos para concluir que nada sabemos de como llegaron a Madrid las obras de Morales registrados en los inventarios anteriormente citados. Ello debió ocurrir muy pronto, puesto que ya se registran en 1644, aunque es lógico suponer que se encontraran allí muchos años antes. Es posible que fueran encargadas al pintor extremeño pon coleccionistas cortesanos admiradores de su arte o que tal vez las realizara Morales en Madrid, puesto que según Palomino, Felipe II mandó llamar al artista a la Corte para trabajan en el monasterio de El Escorial. De esta estancia en Madrid no hay ningún testimonio documental, aunque para Gaya Nuño, que se incuria por este viaje, la sitúa en 1570.


NOTAS:

[1] Antonio Rodríguez Moñino.- El retablo de Higuera la Real, Badajoz 1936.- Idem. – El Divino Morales en Portugal (1564-1576), Lisboa 1944.- Idem.-“Primeras actividades del Divino Morales” en Alcántara. Cáceres 1944.-Idem. – “Los pintores badajoceños del siglo XVI” en Revista de Estudios Extremeños, Tomo XXIIX. Badajoz 1955.

[2] Antonio Palomino.- Museo Pictórico y Escala Óptica, Madrid, edit. Aguilar, 1947, págs. 800-801. Antonio Palomino publicó el primer tomo de su “Museo Pictórico y Escala Óptica” en 1715 y el segundo en 1724. En este último incluyó “El Parnaso Español Pintoresco Laureado”, colección de biografías de artistas españoles desde la Edad Media hasta fines del siglo XVII, así como las de otros notables artífices extranjeros que trabajaron en España, como Rubens y Lucas Jordán, entre otros.

[3] Alfonso E. Pérez Sánchez.- El retablo de Morales en Arroyo de la Luz, Madrid, Dirección General de Bellas Artes, 1974, pág. 3

[4] Juan Agustín Ceán Bermúdez. – Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España, Tomo III. Madrid, viuda de Ibarra, 1800, págs. 187-188.

[5] Conde de la Viñaza.- Adiciones al Diccionario Histórico de Don Juan Agustín Ceán Bermúdez, Tomo VI Madrid, Tipografía de los Huérfanos, 1894, pág. 107.

[6] Juan Antonio Gaya Nuño. – Luis de Morales, Madrid, Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1961.

[7] Ingjald Bácksbacka.- Luis de Morales, Helsinki 1962.

[8] Ciriaco Fuentes Baquero.- Arroyo de la Luz. Iglesia de la Asunción y los Morales, león, Edilesa, 1993

[9] AA.V.V.- Tablas de Luis de Morales en Valencia de Alcántara y San Martín de Trevejo, Badajoz. Junta de Extremadura, Consejería de Educación y Cultura, 1980.

[10] Mercedes Agulló.- Mas noticias sobre pintones madrileños de los siglos XVI al XVIII. Madrid. Ayuntamiento de Madrid, Delegación de Cultura, 1981. pág 09-2 10.

[11] Mercedes Agulló.- o. cit, pág. 215.

[12] Mercedes Agulló.- Noticias sobre pintores madrileños de los siglos XVI y XVII, Granada, Departamento de Historia del Arte de las Universidades de Granada y Autónoma de Madrid. 1978, pág.198.

[13] Mercedes Agulló.- o. cit (1978), pág. 199.

[14] Mercedes Agulló y Maria Teresa Baratech – Documentos para la Historia de la Pintura Española, Tomo II, Madrid, Museo del Prado, 1996, pág. 139.

[15] Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Protocolo 1 56 fol. 671-677 vlt.

[16] Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Protocolo = 12256, fol. 683 vlt-731 vlt.

[17] En el Museo de Santa Cruz de Toledo se guarda un lienzo cuyo tema coincide plenamente con el descrito entre las pinturas de Doña Catalina Florentina de Alzola, que fue el que la citada señora legó a su esposo por cláusula testamentaria. Aquella pintura, creída como autógrafa de Ribera por Mayen, hoy se la considera réplica del original que poseen los Caballeros de la Orden de Malta en Roma, y que es conocido como la Sagrada Familia del Carpintero. De esta pintura se conocen otras copias en el monasterio de El Escorial, en el Museo de Berlín y en colecciones particulares de Madrid y del Puerto de Santa Maria. El cuadro del Museo toledano mide 2.53 x 1,96 m., dimensiones que coinciden con el mencionado en el inventario. Aunque se desconoce su procedencia ya se encontraba en el Museo de Santa Cruz en 1 854. pensamos que podría tratarse del que poseyó Don Francisco Rodríguez de la Torre.

[18] Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Protocolo 12607. fol. 32 1-325.

[19] Fue Francisco Gutiérrez (hacia 1616-hacia 1670), un interesante pintor del siglo XVII que se especializó en “perspectivas”, es decir en escenas con las temáticas más diversas, encuadradas en complicadas arquitecturas, tomadas de grabados flamencos, donde se movían numerosas figuras, la mayoría de las veces con acertadas composiciones.

[20] Mercedes Agulló y Maria Teresa Baratech.- o. cit. (1996), págs. 28-29.

[21] José del Corral.- Una guía inédita del Madrid del siglo XVIII, Madrid, Aula de Cultura, 1979, pág. 46.

[22] Antonio Ponz.- Viaje de España, Tomo V, 3º ed., Madrid, viuda de Ibarra, 1793, pág. 93.

[23] José Ramón Mélida.- “Un Morales y un Goya existentes en la Catedral de Madrid” en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, 1909, págs. 1-8.

Oct 012001
 

José Luís Barrio Moya.

Durante el largo reinado de Felipe IV el ejercicio de la caza, practicado desde antiguo por los reyes de España, se convirtió en una de las aficiones favoritas tanto del monarca como de los nobles.

Felipe IV, tan apasionado por la pintura como por las mujeres, fue también un gran cazador y según cuenta Alonso Martínez de Espinar, su ballestero mayor durante mucho tiempo, las piezas cobradas por el monarca en sus excursiones cinegéticas fueron abundantes y variadas: jabalíes, ciervos, corzos, gamos y lobos. Pero además de hablarnos de las habilidades venatorias de Felipe IV, Alonso Martínez de Espinar confiesa que el monarca era “asimismo un gran ballestero del caballo y lazo, caza que ejerce con venados y gamos”[1]. Las aficiones cinegéticas de Felipe IV hicieron que pintores con Snyders, Velázquez y Martínez del Mazo representaran al monarca y a miembros de su familia vestidos de cazadores e inclusive en escenas más complejas, donde aparecían los reyes y toda la Corte en las llamadas cacerías del hoyo o del tabladillo[2]. Naturalmente todo ello dio por resultado que a lo largo del reinado de Felipe IV se publicaran en España dos importantes obras sobre el tema: el “Origen y dignidad de la caza”,de Juan Mateos (Madrid. 1634) y el “Arte de la ballestería y montería”, de Alonso Martínez de Espinar (Madrid. 1644).

Alonso Martínez de Espinar fue un hábil ballestero al servicio de Felipe IV, quien publicó en 1644, como ya se dijo, su “Arte de la ballestería y montera escrita con método para excusar la fatiga que ocasiona la ignorancia”. La obra, dedicada al príncipe Baltasar Carlos, tuvo una reedición en Nápoles en 1739[3].

Por lo que respecta a Juan Mateos, miembro destacado de una dinastía de ballesteros extremeños, al servicio de Felipe III, Felipe IV y Carlos II, había nacido en la localidad de Villanueva del Fresno (Badajoz) hacía 1575, siendo hijo de Gonzalo Mateos, ballestero mayor de Don Juan de Portocarrero, marqués de Villanueva del Fresno. Desde muy niño Juan Mateos acompañó a su padre en las excursiones venatorias de Don Juan de Portocarrero por los bosques de su propiedad, lo que hizo que rápidamente se familiarizara con el manejo de las armas. Singularmente con la ballesta. Juan Mateos fue ballestero mayor de la reina Margarita de Austria y de su esposo el rey Felipe III, pasando tras la muerte de aquellos monarcas al servicio de su hijo, Felipe IV, quien le apreció mucho. En 1634 Juan Mateos publicó en Madrid su “Origen y dignidad de la caza”, que el autor dedicó al Conde Duque de Olivares, favorito de Felipe IV y en donde recogió toda la experiencia que como cazador había acumulado a lo largo de su vida. Juan Mateos murió en Madrid el 15 de agosto de 1643[4].

Hermano de Juan Mateos fue Alonso Mateos quien asimismo fue ballestero de Felipe IV, el cual contrajo matrimonio con Jerónima Martínez de Espinar, hija de Alonso Martínez de Espinar. De esta unión nació un hijo, bautizado con el nombre de Gonzalo, quien continuando con la tradición familiar fue ballestero y montero mayor tanto de Felipe IV como de Carlos II.

Gonzalo Mateos nació en la ya citada población extremeña de Villanueva del Fresno, siendo hijo, como ya dijimos, de Alonso Mateos y de Jerónima Martínez de Espinar. Por los cargos que sus familiares ocupaban en la Corte, el joven Gonzalo debió entrar muy pronto al servicio de la Monarquía. La primera noticia documental que tenemos de Gonzalo Mateos en palacio data de mayo de 1640, ya que en esa fecha la Real Hacienda le paga “4380 maravedíes que huvo de aver en razon de un sabueso del dicho año de 1640 con que queda pagado enteramente del dicho año”[5].

La habilidad en su trabajo muy pronto le fue reconocida a Gonzalo Mateos y así en febrero de 1644 fue nombrado “theniente de alcalde de la Real Casa y Bosque del Pardo”, uno de los lugares cercanos a Madrid más frecuentados por Felipe IV a causa de su abundancia de caza.

El 4 de marzo de 1644 Don Andrés del Villar enviaba una nota al secretario Don Francisco Manzano en la que le informaba como “los señores de la Sala del Consejo de Hacienda que administra el derecho de la media anata en decreto de oy dia de la fecha que Gonzalo Matheos cumpla con pagar los veinte ducados de media anata por lo onorifico del titulo de theniente de alcalde de la Real Casa y Bosque del Pardo, que es la cantidad que vuestra merced a estimado lo onorifico del dicho titulo por no gozar con el gaxes ningunos, de que doy noticia a vm para que en esta conformidad se sirva disponer”.[6] Este nombramiento fue el primero de una serie de cargos y oficios que Gonzalo Mateos ocupó en la Corte de los últimos Austrias, cada uno de ellos más rentable y lucrativo. De esta manera el 15 de abril de 1649 el veedor de las obras reales recibió un escrito de Don Luis de Haro en el que le comunicaba que un día antes “Su Magestad (Dios le guarde) se a servido de hazer merced a Gonzalo Matheos de plaza de su vallestero y que goçe de todo lo que por ello le perteneze en esta conformidad, le ara vm el asiento en los libros de su ofizio, haciendo cumplir con el derecho de la media anata”.[7] Este cargo tenía de gajes “quince libras, onçe placas y seis dineros al mes”, así como dos celemines de cebada al día para el caballo y una saca y media de paja al mes, además de un vestido de paño “quando se da a la demas jenta de la cavalleriza”, casa de aposento, médico, botica y “una racion de comida para la casa”. Como se ve Gonzalo Mateos tenía la vida solucionada en el Madrid de la época

La muerte de Felipe IV en 1665, no trajo novedad alguna a Gonzalo Mateos puesto que continuó al servicio de su viuda, la reina Mariana de Austria y del joven príncipe heredero, el futuro Carlos II. El 16 de octubre de 1671, Mariana de Austria otorgó a Gonzalo Mateos “la plaza de aiuda de dar el arcabuz a Su Magestad en la misma conformidad que le tenia Juan de Zepeda, por que estava vaca, de que dio seguridad al derecho de la media anata como parte de los gajes que quedan dentro de este asiento, que con la dicha plaza de ayuda de dar el arcabuz a de gozar desde el dicho día 16 de octubre de 1671 lo siguiente: nueve plaças de gages al día pagados por el fuenier y medio bestido de mezcla quando se diera generalmente en la cavalleriza”.[8]

El 19 de enero de 1674 Don Andrés Díaz Román informaba al grefier que “en los libros de la raçon que se tiene con el derecho de la media anatta que estan a mi cargo que dan las prevenciones que en su virtud, de acuerdo de los señores del Consejo de Hazienda que administra este derecho a hecho en los suyos el señor Don Juan de Montufar, que sirve en el oficio de pagador de la Real Casa de Castilla y gremios de las Casas de volateria y montería para que de los primeros gaxes que hubiere de pagar a Gonzalo Matheos, le descontara veinte y nueve mil ciento y ochenta maravedis de vellon que esta deviendo al dicho derecho de la media anatta por la merced que Su Magestad le a hecho de que goze con la plaza de sotamontero de la Real Casa de Montería los gaxes de que goza el propietario y para que conste doy esta certificacion”.[9]

El 27 de mayo de 1674, Don Pedro de Roxas, grefler de Carlos II recibió una notificación en la que se le informaba como el rey había “echo merced a Gonzalo Matheos de una racion ordinaria, que es la que goça. Ademas de la de vallestero Alonso Martínez, que se la dio con el motibo que representa de dar el arcabuz a Sus Magestades, aunque no le toca por dicha raçon y vacando por el dicho Alonso Martinez a de quedar consumida a favor de la Real Hacienda, sin que sirve de exemplar a otro vallestero, y la que hace merced a Gonzalo Matheos la a de goçar desde luego por vía de alimentos, para que no pague media anata. Daresele el despacho necesario”.[10]

El 13 de diciembre de 1685, Gonzalo Mateos enviaba un memorial al conde de Monterrey en el que le informaba “que a sus antecesores se les daba por la Guarda Ropa de Su Magestad un bestido cada año, de precio de ochenta ducados y no se le a dado desde el año de 1682, se le estan deviendo tres. Suplica a Vª. Excª a sea servido de mandar se continue como a sus antecesores, como lo espera de sus grandeza dre Vª. Excª”.[11] El conde de Monterrey envió la petición de Gonzalo Mateos a Don Cristóbal Tenorio y Villalta para que le informara si era justo lo que solicitaba el ballestero extremeño. El 18 de diciembre de 1685 Don Cristóbal Tenorio comunicaba al conde de Monterrey “que por los libros de la secretaria de la Real Cámara de Su Majestad, que son a mi cargo parece que por resolución del señor rey Phelipe quarto (que esta en gloria) a consulta del excm. Señor Conde Duque, su Camarero Mayor, de veinte y cinco de septiembre de 1637 fue Su magestad servido de mandar que a Alonso Martinez se le continuase por la Guarda Ropa un bestido cada año, valorado en ochenta ducados, por la plaza que servia de su ballestero, en cuya conformidad la gozo hasta el año de 1682 en que murió”.[12]

Pero a pesar de las reiteradas peticiones de Gonzalo Mateos el prometido vestido no llegaba nunca, por lo que el 25 de julio de 1688 volvió a enviar un memorial al conde de Monterrey en el que exponía “en que por dicho oficio se le da por la Camara ochenta ducados cada año, como se le dava a Alonso Martinez y se le estan deviendo todos los años que a que Su Magestad le hizo merced de dicho oficio”.[13] Gonzalo Mateos terminaba su nueva solicitud pidiendo al conde de Monterrey que le mandase pagar los ochenta ducados “como lo espera de la grandeza de Vuestra Excelencia”.

No obstante y a pesar de sus continuas peticiones parece ser que Gonzalo Mateos no consiguió su propósito. La Hacienda Real de la época no estaba para gastos.

El día 29 de julio de 1689, Gonzalo Mateos otorgaba su testamento, documento muy interesante para conocer muchos datos sobre su vida y familia.[14] En el mencionado testamento declaraba el nombre de sus padres: Alonso Mateos y Jerónima Martínez de Espinar, su lugar de nacimiento: Villanueva del Fresno y sus cargos palatinos: ballestero principal y teniente de montero mayor de Carlos II en su Real Montería.

Pide ser enterrado, amortajado con el hábito de San Francisco, en la madrileña iglesia de San Marcos “ayuda de la parrochia de San Martin, en la sepultura que pareciere a mus testamentarios”, a cuya voluntad dejaba todo lo referente a su entierro. Quiere que el día de su entierro, si fuese hora y sino el siguiente, se le dijese una misa cantada de requiem, de cuerpo presente y quinientas más, estas rezadas, en los dias sucesivos, por su alma y la de sus familiares difuntos.

Declara que estuvo casado con Doña Francisca de Jáuregui. Con la que tuvo cinco hijos Cristóbal e Ignacio, ambos también ballesteros reales, José, teniente de capitán de caballos en Cataluña, Jerónima, la cual casó con Bartolomé Garrido, asimismo ballestero al servicio de Carlos II y Mariana, quien con el nombre de Sor Mariana de San Francisco ingresó en el monasterio madrileño de Santa Maria de los Angeles. A todos ellos instituye como herederos de todos sus bienes.

El 2 de agosto de 1689 Gonzalo Mateos otorgaba un codicilo en el que completaba y modificaba lo establecido en su testamento.[15] De esta manera declaraba que debía a Juan de Monasterio, tres mil reales de vellón y a Gabriel de Minchas, otros mil reales. Confiesa que a su hija Mariana, la había entregado 4000 ducados de vellón en el momento de su entrada como religiosa, por los que la excluye del derecho que tenía a su herencia. Por último pide a Carlos II “que en consideracion de sus servicios y de sus antepasados y de el mucho amor y cariño y asistenzia con que los a procurado hacer y ser la ultima cosa que pide, onrre y aga merced a Don Xptobal. Matheos su hixo, de la plaza de ballestero principal que oy sirve el dicho otorgante, que así lo espera de la mucha benignidad de Su Magestad”.

También en el ya citado día 2 de agosto de 1689, Gonzalo Mateos “ballestero principal del rey nuestro señor y theniente de montero mayor de su Real Montería” declaraba “para que en todo tiempo conste que los arcabuces que tiene en su poder, propios de Su Magestad (que Dios guarde) y para su Real Servicio son diez y ocho”.[16] Esta declaración de Gonzalo Mateos es sumamente interesante puesto que nos informa de los arcabuces que Carlos II y su madre, Mariana de Austria, utilizaban en sus actividades venatorias, interés que se acrecienta al dar Gonzalo Mateos los nombres de algunos de los artífices que los realizaron. De esta manera se citan llaves y cañones de Juan Belén y Juan Mirueña. También se cita a un Simón, que bien podría ser Simón Marquarte, maestro armero traído a España desde Augsburgo por Carlos V para enseñar a los arcabuceros hispanos las nuevas técnicas en el campo de la fabricación de arcabuces. Todas aquellas armas las entrego Gonzalo Mateos a su hijo Cristóbal, por ser este igualmente ballestero de Carlos II. La enfermedad del ballestero extremeño debía ser tan grave que no pudo firmar su declaración, haciéndolo en su lugar dos de los testigos.

Gonzalo Mateos murió en Madrid el 16 de agosto de 16X9 siendo enterrado en la madrileña iglesia de San Marcos, según había establecido en su testamento. Su partida de definición dice así: “Gonzalo Matheos de Espinar, vallestero mayor del rey nuestro señor. Murió en diez y seis de agosto de mill seiscientos y ochenta y nuebe, calle de San Marcos, casas de Doña Margarita de Eguia. Recivió los Santos Sacramentos. Testo ante Juan Garcia de Vega, escrivano real en 29 de julio de este año. Testamentarios Don Eugenio Marban, secretario de Su Magestad Don Xtobal Matheos su hijo y Antonio de Haro, criado de la reyna nuestra señora. Dejo quinientas misas a tres reales. Enterrose en San Marcos”.[17]

Digamos por último que el 23 de febrero de 1690, y ya muerto Gonzalo Mateos, la Real Hacienda pagaba a su hijo Cristóbal la cantidad de 16.474 maravedíes por quema de lo que se le adeudaba a su padre “por rata desde primero de henero de 1689 hasta 16 de agosto ynclusive en que murío”.[18]

APORTACION DOCUMENTAL –

Testamento de Gonzalo Matheos.
En 29 de julio de 1689.

En el nombre de Dios todo poderoso amen. Sepase como yo Gonzalo Matheos de Espinar, ballestero principal del Rey nuestro señor y theniente de Montero maior de su Real Monteria, natural que soy de Villanueba del fresno en Estremadura, hijo legitimo de Alonso Matheos, ballestero que fue de Su Magestad y de Doña Geronima Martinez de Espinar, su lexitima muger. Vezmos que frieron de la misma villa, ya difuntos e yo lo soy de esta villa de Madrid, estando enfermo en la cama y en mi buen juicio y entendimiento natural, creyendo como firmemente creo en el misterio de la Santísima Trinidad. Padre, hijo y espíritu santo, que son tres personas distintas y un solo Dios verdadero y en todo lo demas que cree y confiesa la Santa Madre yglesia catholica romana, en cuia fee y crehencia he vivido y protesto de vivir y morir como fiel y catholico xptiano, temiendome de la muerte que es cosa natural y tomando como tomo por mi abogada e yntercesora a la reyna de los Angeles nuestra señora y a los demas Santos de la Corte zelestial para que yntercedan con su divina Magestad sea servido de perdonarme mis culpas y pecados. Otorgo que hago y dispongo mi testamento y ultima voluntad en la forma siguiente:

– Primeramente encomiendo mi alma a Dios nuestro señor que la crio y redimio con su preciosa sangre y el cuerpo a la tierra de que fue formado.

– Mando que quando la voluntad de Dios nuestro señor fuere de llevarme desta presente vida, mi cuerpo sea enterrado con el avito de nuestro seraphica padre San Francisco en la yglesia de San Marcos, ayuda de la parrochia de señor San Martin desta villa, en la sepultura que pareciere a mis testamentarios, a la voluntad de los quales dejo la forma y disposizion para mi entierro, para que lo hagan como mejor les pareciere a combenir.

– Que el dia de mi entierro si friere a ora que se pueda decir misa y sino el otro luego siguiente se me diga una cantada de requiem y cuerpo presente como es costumbre y quinientas misas rezadas de alma por la mia y mi yntencion, pagando por la limosna de cada una a tres reales y sacada la quarta que toca a la parrochia las demas las repartan y haran decir mis testamentarios en los altares preyilegiados que les pareciere.

– A las mandas forzosas y acostumbradas a todas mando veinte reales de limosna por una bez, con que las desisto y aparto del derecho que tienen o puedan tener a mis vienes.

– Declaro que por librança de Su Magestad me estan librados mill ducados en la renta del año pasado de ochenta y ocho del servicio ordinario y extraordinario de la ciudad de Ahíla de los caballeros y para su cobranza otorgue poder a Antonio de Lezama, mercader de paños y le entregue con el los despachos necesarios y asta aora no me a dado cuenta de nada de ellos, es mi voluntad se le pida y ajuste con el y se cobre dicha cantidad si la hubiere cobrado.

– Declaro por mis hijos lexitimos, de lexitimo matrimonio de mi y de Doña Francisca de Jauregui mi mujer a Don Xtobai Matheo, ballestero de Su Magestad. a Don Joseph Matheos, theniente de capitan de cavallos en Cathaluña, a Don Ygnacio Matheos tambien ballestero de Su Magestad, a Doña Geronima Matheos muger de Bartholome Garrido, vallestero de Su Magestad y a Sor Mariana de San Francisco, religiosa profesa en el convento de Santa Maria la Real de los Angeles, orden de nuestro padre San francisco desta Corte, a los quales dejo e ynstituyo por mis unibersales herederos por higuales partes en el remanente que quedare de todos mis vienes muebles y raices y otros efectos y derechos avidos y por ayer para que subcedan en ellos y los lleven y hereden para si con la vendizion de Dios y la mía.

– Y para cumplir, pagar y ejecutar lo contenido en este mi testamento, dejo y nombro por mis albaceas y testamentarios a el señor Don Eujenio Marban y Mallea, cavallero del Orden de Santiago, del Consejo de Su Magestad. su secretario y ayuda de Camara y al dicho Don Xptobal Matheos mi hijo y a Antonio de Haro, criado de la reyna nuestra señora y a cada uno ynsolidum y les doy y dejo todo mi poder bastante, quanto puedo y de derecho es necesario para que luego que sea fallecido entre en todos mis vienes y los pidan y cobren en juicio y fiera del, vendan y rematen en publica almoneda o friera de ella y de su valor lo cumplan y paguen y hagan, obren y ejecuten todo lo demas que les toque y en esta raçon se ofrezca sin lirnitazion de tiempo ni otra cosa alguna.

– Revoco y doy por ningunos y de ningun valor ni efecto otros qualesquiera testamentos, cobdicilos, poderes para testar y otras disposiciones que hasta aora tenga fechas en qualquier manera, que solo quiero que valga este que es mi ultima voluntad y asilo otorgue en la villa de Madrid a veinte y nueve de jullio año de mill seiscientos y ochenta y nueve, siendo testigos el lizenciado Don Alonso Garcia, presbitero, Martin de Arpa, escudero de la guardia a cavallo de Su Magestad, Alonso Asenjo, mancebo de coches de Su Magestad. Bartolome del Corral y Pedro de San Vito, estantes en Madrid y por que el otorgante de quien doy fee conozco dijo no podia firmar por su enfermedad y ympedimento de un dedo, a su ruego lo firmaron dos testigos.

Alonso Garcia Martin de Arpa. Ante mi = Juan Garcia de Vega.

(Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Protocolo 8938, fol. 391-392 vlt.)


NOTAS:

[1] Cit, por José Deleito y Piñuela.- El rey se divierte. Madrid, Espasa Calpe, 1964. pág. 270.

[2] J. Evaristo Casariego.- La caza en el arte español, Madrid. cit., El Viso, 1982.

[3] Sobre Alonso Martínez de Espinar véase Miguel Lasso de la Vega, marqués de Saltillo. “Al margen de la Exposición de Caza. Alonso Martínez de Espinar” en Arte Español, Tomo XVHL. Madrid (1951), págs. 115-134.

[4] José Luis Barrio Moya. – “Aportaciones a la biografía de Juan Mateos, ballestero mayor de Felipe IV, retratado por Velázquez” en XXVII Coloquios Históricos de Extremadura, Trujillo. 1998 (en prensa).

[5] Archivo General de Palacio (A.G.P.).- Sección = Personal. Signatura = C-654-20.

[6] A.G.P.- Ibidem.

[7] A.G.P.- Ibidem.

[8] A.G.P.- Ibidem.

[9] A.G.P.- Ibidem.

[10] A.G.P.- Ibidem.

[11] A.G.P.- Ibidem.

[12] A.G.P.- Ibidem.

[13] A.G.P.- Ibidem.

[14] Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Protocolo = 8938, Fol. 391-392 viíta. Ver Aportación Documental.

[15] Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Protocolo = 8938, fol. 417-418 vito.

[16] Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Protocolo = 8938, fol. 419-419 vito. Los arcabuces que Gonzalo Mateos tenía en su poder y que eran propiedad de Carlos II frieron los diez y ocho siguientes: “los seis de ellos del maestro Juan Belén cañones y llaves = otro mas pequeño que es todo de Gaspar = otros dos también todos de Gaspar con rótulos en los cañones que dicen (los dos hermanos) de una misma munición otro arcabuz todos de Gaspar con rotulo en el canon que dice (para el Rey nuestro señor) = dos arcabuces rayados para la vala, los cañones de Mirueña y las llaves de Simon = quatro arcabuces del dicho Gaspar. los cañones y las llaves de Simon = dos arcabuces pequeños con que tiraba la revna madres nuestra señora con sus puntillas tambien de Gaspar cañones y llaves

[17] Archivo de la iglesia de San Martín. Libro 10 de Difuntos, fol. 3.

[18] A.G.P.- Ibidem.

Oct 012001
 

Jesús Barbero Mateos.

Sin entrar en acepciones temporales o históricas, la campana ha estado llamada en nuestra región, y particularmente en Serradilla, a ser el noticiero del vecindario -y en gran medida sigue siéndolo-. La hora, las circunstancias más destacadas e imprevistas, e incluso las puramente drásticas, pueden aún evidenciarse a través del sonido de la campana, cuyos toques recogen el eco social y anecdótico de la villa.

El alguacil, el sacristán, los monaguillos, la monjas y, últimamente, la electrónica, se aprecian como cabezas visibles del encargo, teniendo como misión utilizar las campanas en determinados momentos, para anunciar acontecimientos como el horario cotidiano, el inicio de los actos eclesiásticos, festivos, institucionales o los hechos imprevistos tales como óbitos, incendios,…

Todo ello estaba estipulado desde antiguo. El día 14 de Junio de 1.229 se aprobaron las Constituciones Sinodales que debían regir en todo el obispado de Plasencia, al que pertenece Serradilla, ordenadas por D. Domingo I, Obispo de la diócesis.

En la número 11 se establece que “(…) Cuando alguno o alguna muriere, el sacristán taña las campanas por el varón tres veces y por la mujer dos, no más. Si el sacristán errare en el servicio que a él pertenece, peche a los clérigos de la iglesia una cuarta de maravedí(…)”

Por su parte, la número 62 estipula que “(…) En la fiesta del patrón de cada una de las iglesias y de la invocación de las horas, la solemnidad con tañimiento de campanas sea celebrada desde las vísperas de la vigilia hasta las vísperas de la fiesta(…)”

Por otro lado, los tañidos de las señales horarias servían de orientación a los vecinos. En un medio, el rural en el que la medición del tiempo tenía su referencia en las luces y las sombras, se hacía necesario establecer unas señales convenientes que guiaran el devenir cotidiano. Con el alba comenzaba el nuevo día, entendiéndose por tal al despertar tras los toques de las campanas del Cristo o los de la Torre del Reloj en el Ayuntamiento.

Los Serradillanos dedicados a las tareas del campo, tenían muy presente el dicho popular “A quien madruga, Dios le ayuda”. En numerosas ocasiones celebraban el amanecer ya en el campo, sin dar tregua al patrón sol. Si bien en tiempo invernal, resguardados bajo el calor de las sábanas, no desdeñaban el que “No por mucho madrugar, amanece más temprano”.

También los actos institucionales requirieron secularmente del toque de las campanas. El día dos de diciembre de 1.557, Alonso Benito presentó a D. Pedro Zapata Osorio, Corregidor de Plasencia, un Poder en el que se afirma “(…) Sepan cuantos esta carta de Poder vieren, como NOS, el Concejo de la Villa de la Serradilla, estando juntos a Nuestro Concejo llamados a campana tañida, según que lo hemos de uso y costumbre de juntarnos y ayuntarnos para las cosas de Dios y para el bien y utilidad del dicho Concejo y vecinos de él (…)”.[1]

Hay referencias del uso institucional de las campanas, cien años después “ En la villa de la Serradilla y cuatro días del mes de septiembre, año de mil seiscientos sesenta y dos, el Concejo, Justicia y Regimiento de esta dicha villa, juntos y congregados en compañía de los curas thenientes de esta villa y demás eclesiásticos y demás vecinos, habiendo ante todas cosas tocado y hecho señal con la campana, para efecto de tratar en conferencia cosas tocantes al servicio de Dios y bien de su República(…)”.[2]

Las vísperas de grandes solemnidades se volteaban las campanas sin denuedo ni piedad, para manifestar la alegría, el descanso, el jolgorio, tras unas jornadas arduas. Bien es cierto que no sin riesgo. Atención a lo ocurrido “(…)El día 22 (de Diciembre de 1.917), se cayó de la torre de la Iglesia, despedido por la campana, el niño Juan Bautista Vega García (que por este hecho se quedó de por vida con el apodo de Tío Campanario), quedando sin sentido en el suelo, de donde le recogió D. Manuel Sánchez Mateos. A pesar de haberse fracturado un brazo y una pierna, se halla fuera de peligro.”[3]

El llanto de la campana, con sus notas lánguidas, anunciando la muerte, erizaban la piel.

Por su parte, la rápida tonada de la campana del Concejo, anunciaba que las llamas habían comenzado a actuar. Así ocurrió “(…)El día 9 (de Junio de 1.916), a las dos de la tarde, el toque arrebatado de la campana del Concejo, nos interrumpió la siesta, haciéndonos salir precipitados, a ver dónde era el fuego. Afortunadamente, éste no tuvo importancia(…)”[4]

Poco después, “A las ocho de la tarde del día 15 (de Diciembre de 1.916), sorprendió al vecindario el, siempre alarmante, toque a fuego de la campana del Concejo(…)”.[5]

Algunos de estos toques, con las innovaciones tecnológicas, han desaparecido ya de la idiosincrasia costumbrista serradillana, al haberse aceptado plenamente la evolución en la medición del tiempo. Un regeneracionismo que viene a sumir la imperancia ancestral, nuestro folklore, nuestro modus vivendi, nuestras costumbres, etc., en la desconsideración.

De todos modos, aún hoy tenemos los serradillanos la oportunidad de alegrarnos, asustarnos o entristecer, agitados por el tañir de nuestras campanas. Todavía son doce las campanas que podemos escuchar en diferentes ocasiones y con motivos diversos. De ellas vamos a dar cuenta a continuación.

Iglesia Parroquial “Nuestra Señora de la Asunción”.

Dispone de un esquilón y dos campanas. Sus tañidos pueden oírse anunciando actos litúrgicos: misas, bodas, bautizos, procesiones, funerales y entierros. El esquilón se encarga de dar el último aviso antes de su comienzo.

Respecto de su pequeña historia, se sabe que en 1778 Celedonio Pérez y su mujer, Mª Ángela Cerezo, vecinos de Puerto de Santa María, donaron un cercado sito en la calleja de “las Datas”, para que la parroquia lo utilizara como mejor creyera, “con el fin de poner una campana que alumbre el Santísimo Sacramento en dicha iglesia parroquial”[6]

Once años después, el 7 de Febrero de 1789, el Obispo de Plasencia, D. José González Laso, se desplazó hasta la Villa, donde, tras ser recibido por el párroco D. José Galo Herrera, procedió a consagrar la campana mayor de la iglesia, a la que puso el nombre de María de la Asunción.

Dotó a los vecinos de 40 días de indulgencias, debiendo rezar un Ave María cada vez que oyeran el sonido de la dicha campana, que debió fabricarse e instalarse en el intervalo de los once años que van, desde la cesión del cercado, hasta la consagración de la misma.

Como veremos a continuación, los materiales empleados o el sistema de fundición, no debieron ser los más idóneos, a juzgar por las veces que se ha fundido desde entonces la campana María de la Asunción, que así se llama.

Agustín Sánchez Rodrigo, relata así la fundición llevada a cabo en 1920: “(…)El lunes 26 de Julio, ante numeroso público, se subió a la torre de la Parroquia la nueva campana, fundida en los talleres del Sr. Ribera, en Montehermoso.

Ésta está refundida con el metal de la anterior, que se colocó el 9 de Abril de 1.885, y que como la de ahora, fue hecha en Montehermoso, siendo párroco D. Juan Bermejo Obispo y Alcalde D. Juan Sánchez Mateos. Entonces, al bronce de la campana que se quitaba, se agregaron seis o siete arrobas, costeadas con el legado del célebre Canónigo D. Manuel Fernández.

La campana que se quitó en 1.885, se había fundido a principios del siglo pasado (XIX), siendo Alcalde D. Juan Rodrigo Grande de la Vega.

Cuenta la tradición, que con el pretexto de la dificultad de traer la campana, por las malas comunicaciones, pero en realidad porque no se cambiara el metal por parte del fundidor, se obligó a éste a hacerla aquí, estableciéndose el taller en el corral de las casas de Mateo Rodrigo y Faustino Mateos, en la calle Blanca, que entonces era una sola finca.

Habiendo circulado la noticia de que cuanto más plata tuviera el metal de la campana, mejor sonaría, se entusiasmó el vecindario y fueron muchas las personas que aportaron diversos objetos de plata, y hasta monedas, para agregarlas a la fundición.”[7]

Efectivamente, en 1885 se fundió la campana mayor. Así consta en el Libro de Cuentas de Fábrica de la Parroquia:“(…)Tres mil seiscientos veintiséis reales, por fundir la campana mayor, hacer cabezas nuevas, atornillarlas y pintarlas, para lo cual autorizó el Sr. Obispo.”

Respecto a la que motivó este artículo de Agustín Sánchez, la que se instaló en 1920, en el contrato se establecen de forma detallada todos los pormenores del servicio a prestar por el campanero, Sr. Cesáreo Rivera.

“En la villa de Serradilla, a diez de abril de mil novecientos veinte, el Sr. Cura párroco de la misma, D. Francisco Cabello, de unas parte, y el campanero D. Cesáreo Rivera de la otra, vecino de Montehermoso, convienen en refundir, dicho campanero, la campana mayor de la parroquia de esta villa en las condiciones siguientes:

  1. La campana será refundida, ó sea que la nueva ha de ser del mismo material que tiene la actual.
  2. Serán de cuenta del Sr. Rivera todos los gastos de derribo y colocación de la campana vieja y nueva, poniendo el Sr. Cura a disposición del campanero un carpintero para que le ayude en estas operaciones, siendo de cuenta del Sr. Cura este operario.
  3. Los arrastres o portes de ida y vuelta de la campana serán de cuenta del campanero.
  4. La campana queda garantizada por diez años, a contar desde el día de su colocación. Y si en esos diez años se rompe, será refundida por el campanero a su costa, sin percibir retribución alguna, salvo en caso de fuerza mayor, como chispa eléctrica, caída del campanario o rotura intencionada.
  5. El Sr. Cura párroco abonará al campanero seis reales por cada quilo de peso que tenga la campana.
  6. La campana ha de quedar de cuarenta y cinco arrobas de peso y quedará colocada en todo el mes de junio próximo.

Y para que conste, firman el presente contrato en Serradilla a 10 de abril de 1.920.

Francisco Cabello(rubricado) Cesáreo Rivera(rubricado)[8]

El recibo firmado posteriormente por el campanero reza así, literalmente: “He recibido de D. Francisco Cabello, Párroco de Serradilla, la cantidad de dos mil quinientos veintinueve reales, importe total de la refundición de la campana mayor de su parroquia, y para que conste, firmo en Serradilla, a 29 de Julio de 1920”.[9] Rubricado.

Sabemos además que en la década de los 40 se volvió a fundir la misma campana, dado su estado de deterioro.

También los complementos de las campanas se deterioraban. Los estribos se arreglaron en 1895 y 1897. Se adecentaron o pusieron badajos nuevos en 1899, en 1900 (dos badajos) y en 1901. Tengamos en cuenta que el toque de campanas de la época se efectuaba volteándolas, por lo que el desgaste que sufrían era considerablemente mayor que el de épocas posteriores.

También la infraestructura que las alberga, el campanario y su torre, ha visto como el paso del tiempo iba deteriorando su estructura. Por ello, “(…)Dentro del proyecto de las obras que integraban los trabajos a realizar por la Escuela Taller de Serradilla, ha comenzado el 23 de Septiembre (de 1.991), (…)la instalación de puertas para los distintos accesos de la torre del campanario, y un tramo (el último), de las escaleras del mismo, que son de madera.

(…)Dentro de estas obras, la parte de mayor envergadura, será la total renovación del tejado del campanario, que hay que cambiar totalmente, debido al mal estado de las vigas que lo sustentan, que se encuentran bastante dobladas por el peso(…)”.[10]

Pero la tecnología llegó, y el clásico sonido fue sustituido por la emisión del toque a través de la megafonía, de una melodía que distaba mucho de la habitual. Hasta que por fin “(…)Las campanas de la Iglesia han vuelto a sonar en directo: a lo largo de la mañana del día 10 (de Febrero de 1.998), se llevó a cabo la conexión de las campanas de la torre, con un sistema electrónico, similar al instalado en el Cristo, para hacerlas tocar con sólo apretar un botón.

Así, las hemos vuelto a oír, tras de mucho tiempo de escuchar otras, grabadas en un casette, por los altavoces”.[11]

Santuario del Santísimo Cristo de la Victoria.

En él se sitúan otras tres . Dos en el campanario, y el esquilón. Las dos primeras, además de anunciar actos litúrgicos(con dos tipos de toque, según los caracteres de los mismos), anunciaban la medianoche y el alba. Pero “Hace unas cuantas semanas, los serradillanos nos vimos sorprendidos, porque las campanas del Cristo tocaban a todas horas, pero no con su clásico repicar de siempre, sino con campanadas sueltas.

Se trataba de que ahora, dan cada hora en punto sus correspondientes campanadas, y una en las medias horas (como el reloj de la Plaza). Pero no son las monjas las encargadas de estar pendientes de no descuidarse sino, como ellas mismas han informado, el <encargado>, es un sistema de ordenador programado para estos y otros toques, y que es el que hace funcionar las campanas cuando es necesario, precisando para ello de un sencillo manejo.”[12]

El esquilón llama también a los rezagados, haciéndoles saber la proximidad del comienzo de las celebraciones.

La torre del Ayuntamiento.

Cobija dos campanas, la del reloj, que da las horas y las medias y la del Concejo, encargada de transmitir avisos poco gratos, como los incendios; o largamente esperados, como el comienzo de los encierros de vaquillas y la salida de los toros, en las patronales Fiestas de San Agustín. Esta última, a decir de su inscripción, data de finales del siglo XVIII.

Por lo tanto debió ser protagonista en la Guerra de la Independencia. Durante su desarrollo, afirma Ezequiel García Morales, los vigilantes locales situados en la sierra, avisaban a las autoridades de la aproximación de tropas mediante caracolas. Por su parte, las autoridades anunciaban la alarma a los vecinos a través de toques de la campana del Concejo, que fue testigo y tomó parte activa en estos acontecimientos, para que se refugiasen en los aguardos habilitados al efecto.

Las demás campanas existentes hoy en Serradilla son:

  • Una en la ermita de San Antonio.
  • Una en la ermita de Santa Bárbara.
  • Una en la ermita de Santa Catalina.
  • Y una en la ermita de Santa Ana

Todas ellas callan durante el año, para retornar al sonido mientras se celebra el novenario y la fiesta del patrón o patrona de las ermitas que las albergan. Son de menor tamaño que las descritas anteriormente, aproximándose más al de los esquilones de la Parroquia y del Cristo.

Se sitúan en la espadaña enclavada en el tejado de su ermita, salvo la de Santa Ana, que por no tener esta infraestructura, solamente es sacada por los cofrades durante las celebraciones en honor a la Santa.

Reseñar, finalmente, la “paliza” que se lleva todos los lunes de Pascua la campana de la ermita de Santa Catalina. A la romería acude prácticamente todo el pueblo, incluidos los más pequeños. Parece como si existiese la obligación de que la campana de la ermita no dejase de sonar, porque lo cierto es que, durante todo el día, no deja de oírse ni un momento su tañir, que inunda el acogedor llano circundante y alegra a los romeros

Estas son las campanas que aún inundan nuestro ambiente, nuestra atmósfera, con sus tañidos, haciendo partícipe al vecindario de los principales acontecimientos que se dan en la villa, unos más alegres y esperados, otros más tristes e indeseados. En definitiva, el vivir cotidiano de los serradillanos.

Agradecimiento: a D. Primitivo Estévez, Cura-Párroco, por las facilidades dadas para la consulta del Archivo Parroquial.


NOTAS:

[1] Archivo Municipal de Serradilla. Carta Real por la que Serradilla se exime de la jurisdicción de Plasencia. 1.557.

[2] Archivo Parroquial de Serradilla. Libro de Becerro.

[3] SÁNCHEZ RODRIGO, A. El Cronista nº 49.

[4] Id. El Cronista nº 12.

[5] Id El Cronista nº 24.

[6] A.P.S. Libro de Becerro.

[7] SÁNCHEZ RODRIGO, A.. El Cronista nº 112.

[8] A.P.S. Libro de Cuentas de Fábrica.

[9] A.P.S. Id.

[10] MARTÍN DÍAZ, C.J. El Migajón. La Revista de Serradilla. Nº 9. 1.991.

[11] Id. nº 86, 1.998

[12] Id. nº 50, 1.995.

Oct 012001
 

Fernando Ayala Vicente.

El trabajo que presentamos hoy en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura, es el fruto de diez años de minuciosa y exhaustiva investigación, emprendida con el apoyo, al que reitero mi agradecimiento, del Doctor Fernando Sánchez Marroyo.

Iniciado con la ilusión del que emprende una fascinante aventura intelectual, muchos han sido los momentos de satisfacción, que han llenado de optimismo la dura tarea de recopilar datos, de fuentes muy variadas y dispersas, pero que nos han permitido ir completando, analizando e interpretando, la compleja imagen de una época, que presenta para la provincia de Cáceres algunas cuestiones originales, y por lo tanto, inéditas, que hemos tratado de desvelar.

Quisiera, en primer lugar, hacer mención especial, a la importancia de la tipología de la documentación consultada. Ésta ha estado determinada por las peculiares características de los archivos históricos visitados, tanto a nivel provincial, como en el plano nacional.

Junto a las fuentes tradicionales existentes en los archivos usuales, hay que resaltar la incorporación de acervos documentales hasta ahora vedados al historiador, y por ello escasamente utilizados, como son:

determinadas series procedentes del Gobierno Civil, del Ministerio del Interior o de archivos de partidos políticos.

Ciertamente es necesario reseñar la especificidad que ha conferido a nuestro trabajo la consulta de los fondos archivísticos originarios del Gobierno Civil de Cáceres y que nos han permitido incorporar una documentación en principio inexistente en archivos históricos de similares características. Todo ello ha hecho posible que esta investigación se enriquezca plenamente con el análisis de legajos de documentos que hacían principalmente referencias a:

– constitución y configuración de Sociedades (cargos directivos, fechas de presentación de Reglamentos…)

– orden público (conflictividad social, huelgas, manifestaciones, partes diarios de la Guardia Civil, correspondencia entre ministro y Gobernador…)

– administración local (vida cotidiana de los ayuntamientos, devenir de sus autoridades, trayectoria de comisiones y Gestoras…).

– Así mismo, hemos realizado un recorrido por las distintas convocatorias electorales (antecedentes, candidaturas, campañas, correspondencia, resultados…).

Aunque, si bien, parte de esta documentación proporciona una información habitualmente obtenida en archivos provinciales (como por ejemplo el de la Excma. Diputación), hay que precisar, que una vasta colección de documentos, con atención primordial a la conflictividad social en todo el período, aún sin catalogar, fueron analizados por primera vez durante varios meses en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres, pero que provienen del Gobierno Civil.

En el plano concreto de la lucha electoral hay que resaltar el hecho de haber encontrado una duplicidad de información referente a las elecciones de febrero de 1936, para las que, en atención a la trascendencia posterior, inducimos con gran sorpresa, que los resultados extraídos de dicha documentación no coincidían con los publicados oficialmente. Por lo tanto, pretendemos contribuir con el aporte de toda la información posible a la clarificación de dichos comicios, interpretando con los datos hallados lo que pudo suceder.

Hemos de destacar, por otra parte, la consulta de los archivos municipales de muchas localidades de la provincia, que nos han permitido reconstruir el devenir político de los ayuntamientos. Del mismo modo, a pesar, de que el núcleo central de nuestra investigación, han sido los temas electorales y la vida política, fue de gran utilidad tener acceso a documentación complementaria: estadísticas de población, cuestiones económicas… que conjugadas logran dar mayor entidad a nuestras tesis.

Por lo que respecta a los archivos nacionales, en particular el Archivo Histórico Nacional de Madrid, he de destacar la consulta dentro de los Fondos contemporáneos de una serie de expedientes policiales, provenientes de los Archivos Centrales de la Dirección General de Seguridad y de la Dirección Nacional de la Policía, que han resultado sumamente interesantes. En la documentación estudiada se puede describir la trayectoria política de un amplio abanico de personajes relevantes en la vida política cacereña durante la Segunda República, incluyendo en algunos casos sus antecedentes y un seguimiento posterior a 1936, información que no hubiera sido posible encontrar en archivos provinciales.

Otra parte importante consultada ha sido la documentación procedente del Ministerio de Gobernación, que hace especial referencia a la información enviada a Madrid desde la provincia sobre cuestiones electorales y orden público.

No podemos obviar las visitas al Archivo General de la Administración del Estado en Alcalá de Henares o al Archivo Histórico Nacional de Salamanca. En el primero resaltamos la amplísima documentación que existe sobre la Administración local y en Salamanca pudimos encontrar, entre otras muchas cosas, un variado repertorio epistolar de personajes cacereños. Destacamos la correspondencia a los ministros Giral y Lerroux, que, sobre todo, en el caso de Giral nos ha permitido reconstruir el entorno clientelar que había tejido en una buena parte de las poblaciones de la provincia, vertebradas fundamentalmente en torno a los profesionales del mundo sanitario, que por su dedicación tan bien conocía.

La consulta de archivos de instituciones o entidades como el de la Fundación Pablo Iglesias, hizo posible conocer los vericuetos internos del comportamiento de determinadas fuerzas políticas, que en muchos casos no se hacían de manera expresa públicos en la provincia. Fue muy interesante, por ejemplo el análisis de las Actas de la Ejecutiva Nacional del PSOE, ya que hizo posible que conociéramos todos los detalles del polémico debate dentro del partido, sobre las candidaturas a las elecciones generales de noviembre de 1933.

En el caso del Archivo del Partido Comunista de España, nos ha posibilitado un conocimiento, tomado con la prudencia que merecen este tipo de fuentes, de la significación cuantitativa y cualitativa del movimiento obrero durante estos años.

En el Archivo y en la Biblioteca del Congreso de los Diputados hemos accedido, por un lado, a la consulta de referencias sobre los resultados electorales, así como a las iniciativas presentadas por los diputados cacereños. Aunque la documentación de mayor relevancia ha sido el seguimiento que hemos realizado, de las intervenciones de los parlamentarios de la provincia en las Cortes, gracias al Diario de Sesiones. Esta información ha sido completada con documentación existente en el Departamento de Derecho Político de la Universidad de Extremadura, así como en la Hemeroteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la misma Universidad.

A todo ello unimos la indagación realizada en un amplio espectro de fuentes hemerográficas, algunas con colecciones prácticamente completas para toda la Segunda República, que desde muy diversos puntos de vista, nos han ayudado a interpretar numerosas variables. Unidos a éstas hemos procurado consultar un variado repertorio bibliográfico, incluyendo tanto obras clásicas sobre la temática y el período objeto de estudio, como una referencia nacional y regional, lo más actualizada que nos ha sido posible.

Evidentemente había que estructurar esta vastísima información, y nos pareció que la forma más adecuada, sería utilizar los instrumentos puestos a nuestro alcance por las nuevas tecnologías. De esta forma, iniciamos el proceso de creación de varias bases de datos, que conexionadas nos han posibilitado contar con una amplísima disposición de contenidos, de utilidad fundamental para la redacción de este trabajo. En este sentido es pertinente destacar el hecho de la elaboración de bases de datos relacionales que permiten tener permanentemente actualizada la información.

Así, tenemos información muy completa de cerca de 2.000 Sociedades, de los resultados habidos en todos los pueblos de la provincia en las convocatorias electorales, tanto municipales como generales, de datos estadísticos de población y de distribución de la riqueza o las aproximadamente 6.000 fichas de individuos que tuvieron una cierta trascendencia pública o significación política.

Para el tratamiento de la información, especialmente los resultados electorales, hemos confeccionado distintas hojas de cálculo, así como nos hemos servido de diferentes fórmulas matemáticas y programas de cálculo, para mostrar una serie de indicadores, coeficientes o índices que contribuyan a mejorar el entendimiento e interpretación de los comicios. Por otro lado, los aspectos gráficos presentados permiten reconstruir detalladamente el análisis de la realidad descrita. Por último hemos de resaltar el tratamiento de inmediatez dado a la imagen, aprovechando los recursos que ponen a nuestro alcance las nuevas tecnologías en el tratamiento de la información y que nos ha posibilitado una minuciosa reconstruccióncartográfica de la realidad política y social del periodo analizado.

La parte central de nuestro trabajo está dedicada a la vida política y a cuestiones electorales. Así hemos partido a la búsqueda de algunos objetivos como la interpretación, no únicamente del resultado final de una elección, sino también del proceso que lo ha desencadenado: alianzas de fuerzas políticas, tensiones internas, distribución de puestos y/o cargos, el papel del abstencionismo, la construcción de redes clientelares…

De la misma forma hemos intentado correlacionar el voto con determinados factores sociales, en el caso de la provincia de Cáceres nos hemos decantado por utilizar el número de jornaleros y el de mujeres para comprobar si existe una relación directa entre la participación de ambos y el voto a cada una de las fuerzas políticas o al menos demostrar si hay tendencias. En este sentido podemos decir que seguimos el modelo establecido por la escuela francesa de sociología electoral y que lo intentamos basar en la interdisciplinariedad, en la relación entre cuestiones íntimamente vinculadas al Derecho Político a las Ciencias Políticas y a la Sociología.

Las conclusiones obtenidas gracias a la utilización de esta metodología y a los instrumentos o herramientas de trabajo que pone a nuestro alcance la informática, ha desmontado en parte, y para la provincia de Cáceres, el tópico que vinculaba, por ejemplo, la incorporación del voto a la mujer en las elecciones generales de 1933 con la conservadurización de estos resultados, decantándose nuestra tesis por desconectar ambas variables.

Hemos procurado analizar un tipo de elecciones que han obtenido un tratamiento muy minoritario en la mayoría de los estudios consultados, como son las elecciones municipales de mayo de 1931(convocadas en 159 poblaciones, tras anularse las del 12 de abril) o las parciales que vinieron a continuación, haciendo especial mención a los ayuntamientos proclamados por el artículo 29 de la ley electoral y a la constitución de Comisiones Gestoras. También hemos pretendido sintetizar los resultados en la provincia de Cáceres de las elecciones para el Tribunal de Garantías Constitucionales del 3 de septiembre de 1933 y las elecciones de Compromisarios para elegir al Presidente de la República, el 26 de abril de 1936.

Si bien una buena parte de la provincia está considerada como zona eminentemente rural, no pueden tener la misma percepción de la vida política y de los fenómenos electorales núcleos con grandes disparidades en el número de habitantes o en las características económicas y sociales (latifundismo o minifundismo, distribución de la riqueza, estructura socio-profesional…), por lo tanto nos ha parecido interesante detenernos a diferenciar los comportamientos electorales de acuerdo a estos parámetros.

Con estos argumentos los planteamientos generales de la obra así como sus objetivos pretenden reconstruir a escala provincial en simetría con lo que era la circunscripción electoral, el devenir político en torno a abril de 1931 y julio de 1936.

Para ello comenzamos por analizar las características del marco espacial en el que nos vamos a desenvolver a través de sus bases demográficas y económicas, con una relación entre la población y la riqueza existente y la estructuración de las mismas. Todo ello imbricado en la comarca, espacio que hemos elegido para la parcelación de nuestro estudio, por entender que reúne condiciones similares en los núcleos que la componen, lo que permite la ponderación de las medias con unos resultados más satisfactorios y/o fiables. Dentro de esta primera parte, nos ha parecido interesante recordar cuáles fueron los antecedentes socio-políticos que se han utilizado como punto de partida.

Hemos analizado cómo se produce la llegada de la República comprobando las consecuencias del cambio de régimen y demostrando que, en consonancia con lo que sucede en el resto de España, se desarrolló en medio del júbilo popular y con escasos incidentes en cuanto al orden público.

Como hemos señalado, una parte prioritaria de nuestra investigación es el análisis de las fuerzas políticas. El objetivo principal que nos planteamos es el conocimiento de su importancia tanto en el número de efectivos como en el de comités locales y en significación de sus líderes. Hemos enfocado su estudio a través de dos apartados, por un lado las existentes antes de abril de 1931, viendo como afectó el fenómeno de la disolución de los viejos partidos dinásticos y en segundo lugar hemos tratado de analizar más profundamente la ideología, el proyecto político y la estructura provincial de aquellos que tuvieron repercusión en la vida pública cacereña durante la Segunda República. Para ello lo dividimos según el modelo propuesto por el profesor Miguel Artola (en su conocida obra: Partidos y programas políticos. 1808-1936. Aguilar. Madrid. 1974) en cuatro bloques: derechas, republicanos, regionalistas y nacionalistas y proletarios.

Un apartado con autonomía propia lo constituye el análisis de las peripecias políticas cotidianas, en este sentido, quisimos averiguar cómo se desarrolló la vida interna de los partidos, sus reuniones y debates políticos, su presencia en la escena pública. Toda esta información la insertamos en la celebración de mítines y manifestaciones, para culminar con un detenido estudio de la trayectoria municipal en las principales localidades de la provincia.

Otros temas que resaltamos son: el tratamiento dado por las autoridades y su aceptación o no por la población de cuestiones tan candentes como el paro obrero, el problema agrario, la cuestión religiosa, las obras públicas, la enseñanza, el regionalismo…, que en su conjunto nos deben llevar a comprender mejor una vida cotidiana tan intensa como la que se produjo en el período analizado.

La movilización de las masas, así como el impresionante interés por la ‘‘cosa pública’’ que se adquirió durante toda la II República en la provincia de Cáceres, es una muestra de lo apasionante que resultaron estos años, con una constante dinamización de la actividad política, social y cultural.

El orden público debido a su trascendencia con el consiguiente deterioro de las relaciones personales y el entorpecimiento continuo de la vida política, con sus constantes alteraciones, dio lugar a numerosos problemas. Nos planteamos comprender de una manera minuciosa la posible relación existente entre cambio político y desorden público o bien entre la acción de los distintos poderes y la aceptación o no por parte de los administrados. El resultado ha permitido aseverar que fueron los momentos de modificación de las estructuras de poder los que vieron incrementar el índice de conflictividad social. Asociado a este parámetro estaría el sello de interinidad e inestabilidad continua que vivieron las instituciones.

Un apartado importante lo constituye el análisis de la incidencia en la política nacional de los diputados cacereños, para ello hemos investigado cuáles fueron los cargos desempeñados por éstos durante su presencia en el Parlamento. Destacamos, por ejemplo, el paso por el ministerio de Marina de Gíral, o Pascual Cordero, que llegó a ser Subsecretario de Instrucción Pública, así como procedimos al pormenorizado estudio de cada una de sus intervenciones, viendo los temas más recurrentes y el tratamiento dado por diputados de distintas ideologías.

Evidentemente no todos tuvieron una similar presencia en la Cámara, dándose el caso de algunos a los que ni siquiera se les escuchó su voz, frente a otros, como Juan Canales o Díez Pastor, quienes adquirieron un inusitado protagonismo en los debates parlamentarios.

Para la comprensión de la dinámica política ha sido fundamental la consulta de la rica legislación producida durante toda la Segunda República y no sólo en lo concerniente a la temática electoral, con las variaciones producidas a lo largo del tiempo, sino también en lo referente sobre todo al orden público. Por ejemplo la promulgación de la Ley de Defensa de la República en octubre de 1931 o la Ley de Orden Público en julio de 1933. Que duda cabe que fueron de la misma forma fundamentales y en ocasiones determinantes para el normal desarrollo de la vida cotidiana en la provincia de Cáceres otro tipo de leyes como fue el caso de la de Reforma Agraria o la de Términos Municipales.

Como ya se ha apuntado, el estudio de los fenómenos electorales ha ocupado buena parte de nuestras pretensiones. Comenzamos con una tipificación de la legislación electoral para adentramos de lleno en el análisis en primer lugar de las elecciones municipales. Antes de indicar las consecuencias del cambio producido el 12 de abril de 1931 vimos la constitución de los ayuntamientos proclamados por el artículo 29 de la ley electoral y la constitución de Comisiones Gestoras, con la intención de demostrar si existía una gran desmovilización del electorado y en qué tipo de localidades era más frecuente la ausencia de listas alternativas a la única presentada.

El resultado ha sido francamente significativo, un elevadísimo número de ayuntamientos accedieron a estos comicios por el artículo 29 (tenemos documentado 94 localidades) y en gran parte de la provincia se tuvo que nombrar Comisiones Gestoras para velar por el correcto funcionamiento administrativo de sus poblaciones, precisamente en muchos lugares donde se dudaba de la pureza del proceso (hemos conseguido datos de un total de 138 pueblos).

Las elecciones tratadas son: en el plano municipal las del 12 de abril de 1931, las del 31 de mayo de 1931 y las parciales de 1932 y 1933 en algunas poblaciones. Por lo que se refiere a las generales: las de junio de 1931, las celebradas en octubre de 1931 para elegir una vacante, las de noviembre de 1933 y las de febrero de 1936. Por último otras elecciones analizadas fueron las celebradas para elegir a los miembros del Tribunal de Garantías Constitucionales el 3 de septiembre de 1933 y las de Compromisarios para elegir al Presidente de la República, el 26 de abril de 1936. Tanto un tipo de elecciones, municipales, como el otro, nacionales, han sido analizadas teniendo siempre como punto de referencia el contexto y la coyuntura de lo que sucedía en el resto del país, observando su discurrir, su evolución y llegado el caso su matiz diferenciador.

Con respecto a la evolución del voto a lo largo de las distintas convocatorias electorales vemos como se producen sustanciales transformaciones que en lo fundamental seguían la coyuntura vivida en el resto del Estado. Así, en las elecciones de junio de 1931 se produjo la llegada al poder de republicanos y socialistas con el estrepitoso fracaso de las derechas. En noviembre de 1933 asistimos a un espectacular cambio con el triunfo clamoroso de la CEDA coaligada con el PRR y el hundimiento de socialistas que sólo obtienen las actas de las minorías, mientras que los republicanos de izquierdas no consiguen representación parlamentaria.

Por último las elecciones de febrero de 1936 escenifican la polarización de la sociedad cacereña y española, con un equilibrio entre dos grandes bloques que sin embargo no se traduce, debido a la ley electoral, en simetría de fuerzas con presencia en las Cortes. Sobre estas elecciones parece demostrado que el FP consiguió la victoria honestamente en el conjunto de España, si bien y como hemos pretendido comprobar para las elecciones de Cáceres, aquí se produjo una modificación en los momentos del recuento que alteraría decididamente el resultado final.

En efecto, el factor relevante que determinó que hiciéramos hincapié en el estudio de las elecciones generales de febrero de 1936, fue el comprobar como desde un primer momento estuvieron sustentadas en la polémica. Así la discusión que en el Parlamento tuvo lugar sobre la idoneidad de las Actas, estaría precedida de un oscuro tratamiento de los resultados finales, en un reducido número de localidades de la provincia. Procuramos pues, exponer, como, al margen de las publicaciones oficiales, se extendió, razonablemente la sombra de la duda sobre la veracidad de los resultados. Mucho más cuando el sistema electoral permitía que por un estrechísimo margen se pudiera pasar de 7 diputados a 2. Todo ello unido con las disensiones internas de la candidatura oficialmente perdedora, uno de cuyos diputados electos retiró las protestas, enrareciendo la clarificación de los hechos. Sorprende, por consiguiente, al historiador descubrir los auténticos motivos para aceptar unos resultados que presumiblemente aparecían viciados.

Sobre la interpretación de estos cambios se han apuntado numerosas causas: desmovilización de las fuerzas de la derecha en 1931; incorporación del voto femenino en 1933 o el deterioro ocasionado por funestas prácticas en el poder por ejemplo el sucedido a los radicales en las elecciones de 1936. Si bien hemos de precisar que algunas de estas razones deberían justificarse con la suficiente profundidad, asunto en el que hemos pretendido avanzar algunas conclusiones. Por ejemplo con las correlaciones entre número de votos a determinadas formaciones políticas y número de mujeres o jornaleros en el censo electoral.

Para todas las convocatorias electorales hemos estructurado el análisis en varios bloques. En primer lugar el estudio de las candidaturas, su composición y cómo se llega en ocasiones a su proclamación. En segundo lugar el desarrollo de la campaña electoral: incidentes, mítines, mensajes más frecuentes… y por último los resultados, utilizando como ya indicamos un marco general de estudio, la circunscripción provincial, donde tratamos de ver los resultados desde distintos indicadores: la indisciplina, las diferencias de voto entre los miembros de una misma candidatura pero de diferente significación política, el abstencionismo encubierto, la competitividad electoral, los máximos y las medias de voto, las victorias de cada fuerza en las distintas localidades, la correlación entre voto y factores sociales…, para culminarlo con un estudio por pueblos según el número de habitantes y por último el análisis global por comarcas. Mención aparte merece el tratamiento dado a los resultados en la capital de la provincia.

El estudio de las élites políticas, ha sido posible con un repaso por la trayectoria de personajes político-sociales divididos en tres apartados:

anteriores a la Segunda República, personalidades sociales y políticos, éstos últimos subdivididos en: diputados, alcaldes y dirigentes de partidos y personajes de relevancia. Destacaron, por un lado, los diputados a Cortes que llevaron la voz de Cáceres al resto de España utilizando como plataforma el Parlamento; los gobernadores civiles que tuvieron un enorme papel protagonista en la escena política provincial y, junto a ellos, los presidentes de la Diputación provincial, los alcaldes y los líderes de las distintas formaciones, que con sus actuaciones e intervenciones en la escena pública contribuyeron a que el análisis del periodo republicano en la provincia de Cáceres presente un panorama sumamente rico para la interpretación histórica.

Todo ello permite completar la interrelación entre el espacio geográfico y el comportamiento de sus gentes, sobre la que se articuló el devenir y la acción política en la provincia, caracterizado desde el prisma de la variedad, si bien hacemos constar cómo por primera vez adquieren protagonismo un elevado elenco de personajes populares y de capas sociales tradicionalmente desfavorecidas.

La provincia de Cáceres presentaba en los albores de los años 30 un perfil predominantemente agrario, con un fuerte desequilibrio en la estructura de la distribución de la propiedad de la tierra y de la riqueza, que obviamente marcaron su posterior evolución y en cierto modo habían venido determinando su orientación política, al estar estrechamente vinculadas las opciones que resultaban triunfantes con una tupida red de clientelas.

En este sentido durante la Segunda República asistimos a un profundo cambio en el reparto del poder que tradicionalmente había dejado de lado a las corrientes y personajes más innovadores o progresistas y que ahora van a adquirir un rotundo protagonismo. A todo ello contribuyó el desmantelamiento, en buena medida, de la secular desmovilización social, que con las sucesivas emisiones del sufragio se manifestó y decantó por la demanda de cambios.

De todos modos apuntaremos que dicha dinámica de reivindicaciones superó enormemente las posibilidades del sistema legal, asistiendo a lo largo de todo el periodo, como hemos tratado de demostrar, a un incesante proceso de deterioro del orden público, que si bien iba en ocasiones al socaire de la coyuntura nacional (huelgas campesinas, revolución de octubre, levantamientos anarquistas….) en muchas otras adquiría una singularidad específica.

Por otra parte, es preciso señalar que los nuevos responsables políticos intentaron perpetuar, aunque ahora con otros mecanismos menos coercitivos, el sistema de redes clientelares, para garantizarse una base sólida de apoyo. Esta situación la vimos en el caso de Giral, que supo atraerse al personal sanitario, o bien lo apreciamos en el seguimiento de la vida municipal, donde las autoridades locales, que tanta influencia tuvieron sobre sus paisanos, iban en ocasiones en sintonía con los mandatarios provinciales. Por último, y como hemos observado en el seguimiento de las actas de votación, el ascendiente que muchos personajes públicos tuvieron sobre la zona donde habían nacido.

Un detalle significativo es que a pesar de la gran efervescencia política que se vivió durante aquellos años, existió un profundo desequilibrio entre el número de comités locales de los distintos partidos, algunos extendidos por toda la provincia, y el índice de afiliación que fue bajísimo, como prueba la documentación aportada por las memorias de los Congresos de algunos de ellos, por ejemplo el partido socialista (maticemos en este sentido que fue muy bien distinta la afiliación a las Sociedades obreras sindicales, donde fue mucho más numerosa) o el examen de las actas de reunión de otras.

La adscripción electoral fue, así mismo, objeto y fruto de un discurrir evolutivo paralelo a lo sucedido en el resto del Estado, si bien con las peculiaridades propias de la mentalidad profundamente rural cacereña (caracteres socio-económicos, importancia de las fuerzas en pugna, representatividad de sus líderes…). Todo ello dio como resultado una transformación de las jerarquías provinciales y locales, resultando complejo buscar una orientación de la tendencia, pues si en el primer bienio fueron republicanos de izquierdas y socialistas los predominantes, serían durante el segundo, conservadores y radicales (ahora muy moderados), para culminar en febrero de 1936 con una polarización de bloques de derechas e izquierdas en situación de gran equilibrio.

Para concluir queremos insistir en le hecho de cómo se frustró lo que apareció lleno de tantas expectativas. Un tapiz que comenzó repleto de ilusiones y de esperanzas y sobre el que se dibujaron numerosas deseos de mejora de las condiciones de vida de un pueblo que, como el cacereño, acostumbrado a vivir secularmente sometido a los tradicionales sistemas de dominación social, pugnaba por romper estas dependencias. El aprendizaje democrático, más en un curso tan acelerado como fueron los años republicanos, fue duro e intensivo. En su haber tenemos el adelanto en bienestar social que se alcanzó en muy poco tiempo (creación de escuelas, realización de obras públicas, incremento de la participación y de la organización de sus habitantes…); en su debe, el hecho de que por circunstancias muy ajenas a su voluntad, se viera truncado un proyecto que generó tantas adhesiones y que se vio plagado de una ingente cantidad de obstáculos por todas partes.

Oct 012001
 

Luis Andrada Aguilar.

En Trujillo, si partimos de la Iglesia de Santo Domingo, siglo XVI en ruinas, siguiendo una calzada empedrada que conduce a la Puerta Norte de la Villa, a la izquierda, próxima al Castillo, nos encontramos con una pequeña ermita, que hace siglos duerme, cubierta de abrojos, olvidada, la de Nuestra Señora del Oreto. Carente de todo valor artístico, es para nosotros una reliquia histórica por su devenir en los acontecimientos que aquí ocurrieron en el siglo XV.

img1De su origen no tenemos conocimiento. Los documentos consultados al efecto, nada nos dicen. Abierta al culto hasta 1835, en que por la Ley de Desamortización de Mendizábal, pasó a ser propiedad del Estado. En la actualidad son sus propietarios herederos de Don Zacarías González. Su nombre, para unos, del Oreto, otros del Loreto, no faltando quien se incline que por estar inclusos en las estribaciones de la Oretana, apueste por el primero.

¿Qué se fizo el Rey Don Juan…?
Los Infantes de Aragón………..
¿Qué se fizieron…………………….?

En el siglo xv, cuando los Infantes de Aragón, Don Enrique y Don Pedro, eran los dueños de Trujillo y sus entornos, mantenían una lucha a muerte contra su primo el Rey Don Juan II de Castilla, de la ermita del Oreto, había de salir el rebufo que daría sobre los Infantes, y conseguiría para Trujillo, una de las distinciones más honoríficas de la época: “MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD”. Posiblemente también “GRANDE, CELEBÉRRIMA Y HEROICA”, títulos que teniendo en cuenta las intrigas políticas de entonces, fueron borrados del pergamino, que hasta hace pocos años se ha conservado en el despacho del Alcalde, otorgado en 1.432, y destruido por un incendio.

En la contienda entablada entre el Rey y los Infantes, intervinieron, por lo que a este capítulo de la historia de Trujillo se refiere, los personajes siguientes:

  • Don Enrique, Infante de Aragón.
  • Benito Hernández Altamirano, Regidor de Trujillo.
  • Alonso García de Vargas, trujillano, miembro del Consejo Real.
  • Álvaro de Luna, Condestable del Rey Don Juan II.
  • Bachiller Quincoces, Alcaide del Alcázar de Trujillo.
  • Narrador.

DON ENRIQUE.- (Desde Jaraicejo a su secretario). Emplazad al Ayuntamiento de Trujillo, para que acate mi autoridad frente a la del Rey Don Juan II, ¡¡Voto a brios!!. Van a obligarme a hacer con la Villa un escarmiento como dueño de ella que soy.

BENITO HERNÁNDEZ ALTAMIRANO.- Trujillo tiene por costumbre estar firme en el servicio de sus reyes y si es necesario morir por ellos.

ALONSO GARCÍA DE VARGAS.- ¡¡ El Rey es nuestro gallo!!

ÁLVARO DE LUNA.- (En la Corte al Rey Don Juan II). Señor, sabido es porqué los caballeros de vuestra corte se excusan de fazer jornadas contra los Infantes de Aragón, unos los aman, otros los temen. Yo no amo ni temo sino a vos.

NARRADOR.- “En esta guisa aceptada por el Condestable la yda contra los Infantes, lo puso luego por obra, ca partió de la corte del Rey, e sacó consigo muy fermosa gente. E fueron con el Condestable, por entonces Alfonso Tenorio, adelantado de Cacorla, e Diego de Ribera, adelantado de Andalucía, e otros muchos Caballeros mancebos e de grandes estados de la casa del Condestable, los cuales él mucho apreciaba.

“Con esta gente que avemos dicho, movió el Condestable la vía de Trujillo;porque allí avía nuevas que los Infantes estaban por entonces. E como los infantes sopiesen de la su venida, acordaron de dexar bien proveída la villa e Castillo de Trujillo, e pasar ellos adelante e no les esperar allí; e así lo fizieron”.

“E como el condestable Don Álvaro de Luna llegase a la villa de Trujillo, falló aquella villa ocupada e tomada por la gente el Infante Don Enrique en ella avía dexado, la puso cerco. Eran los Alcaydes de la villa, el caballero Don Pedro Alonso de Orellana e del Alcázar el Bachiller Quincoces, este hombre bollicioso, grande cuerpo y non de pequeño esfuerco, muy arrebatado en la fabla”.

ÁLVARO DE LUNA.- (Tomando una cuerna de caza). ¡¡Defensores de Trujillo!! ¿Queréis fablar…?

BACHILLER QUINCOCES.- (Desde la Atalaya) “Si la fabla yendo tal, fuese servicio de mi señor el infante Don Enrique, la recibiría más non venía a ella savo junto a mi castillo, a las espaldas” “donde está más fuerte ,en el recuesto muy alto, donde tiene un postigo”.

NARRADOR.- Acordadas las medidas de seguridad por ambas partes, quedó señalado el día siguiente para venir a la fabla. “Nuestro capitán e Condestable, mandó en secreto aquella noche, poner fasta treynta hombres de armas, en UNA HERMITA, que por entonces estaba en aquella parte donde avía de ser la fabla, al pie de la cuesta del castillo”.

“E otro día armóse nuestro capitán de unas hojas ligeras, e tales que se podían bien encubrir con la ropa que llevaba vestida, e ciñose la espada, sin la qual e sin las espuelas nunca estaba desde que se levantaba fasta que se acostaba”.

“E mandó el Condestable una mula, e cabalgó en ella; ca non quiso ir a caballo por dar más seguridad de sí, nin quiso que otro le acompañase, salvo Juan Silva, al qual él avía criado de pequeñoen la su casa”.

“E salió el Alcayde del castillo con una espada de dos manos en la mano, demostrando mucha fiereza e valentía. E quando el Condestable fue subido a lo alto de la cuesta, ya cerca de la fortaleza, apeóse de la mula en que yba e llegó a fazer reverencia al Condestable”, acompañado también yba de su escudero.

ÁLVARO DE LUNA.- Bachiller Quincoces, entregad esta villa e castillo el Rey nuestro señor, yo faré lo que deba para que él os faga mercedes”.

BACHILLER QUINCOCES.- “Yo tengo esta villa e castillo por el infante mi señor, e para él la entiendo de guardar, e defenderla bien”.

ÁLVARO DE LUNA.- “Mirar debéis bien, alcayde e bachiller, en quánta culpa caéys, e quand gran yerro cometéis en defender al Rey, que es vuestro señor natural, la su villa e castillo, e no debéis querer dar de vos tanto feo exemplo; mayormente vos, que soys más tenudo a guardar las leyes”.

BACHILLER QUINCOCES.- “Guarden las leyes los que han gran miedo dellas. La villa e castillo se guardará para el infante, e aquí ha corazón para la defender”.

NARRADOR.- Entonces creció la yra al nuestro capitán, e la saña no le consintió esperar más razones.

ÁLVARO DE LUNA.- (Desnudando lentamente su espada) ¡¡Bellaco!!.. Vos entregaréys la villa e castillo queráys o no.

NARRADOR.- Los aceros se ligaron, sin ruydos, sin voces, redoblaban las estocadas a muerte. El Alcayde “como era valiente, hombre de mucha fuerza, sacudió rezio al Condestable, e dexóle las mangas de la ropa en las manos. Entonces el nuestro capitán dexóle por aquella parte que lo tenía e abracose con él, e vinieron amos a tierra. Como quiera que el alcayde tenía mucha fuerzca, el Condestable que era mucho mañoso, cayó encima dél; e el alcayde con la gran fuerca e valentía revolviéndose, venían amos rodando por el otero”. Juan Silva, cuando vido, acorrió lo más ayna que pudo, e los hombres de armas que estaban en la HERMITA no menos.

E quando los del castillo, que estaban mirando la fabla, vieron a su alcayde derribado y en las manos del Condestable, comiencan lanzar del castillo tantas piedras que parecían lluvia, e saetas “Mal lo hubiera pasado Don Álvaro, sin la proximidad de la Hermita, donde se refugió.

Prisionero el Bachiller Quincoces, fácil le fue la entrega al Condestable, de la villa y el alcázar de Trujillo, pues toda la nobleza estaba de la parte del Rey Don Juan II.

No demoró Don Álvaro, interesar del Rey, que premiase a Trujillo, la lealtad, buenos servicios y atenciones que había recibido. Don Juan II, ordenó a su chancillería en 1.430, que expidiese a favor de la villa los preciados títulos de “MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD”.

Según carta real, desde Toledo en 10 de Febrero de 1.446, Trujillo y su territorio fue cedido al Condestable Don Álvaro de Luna, primer Duque de Trujillo.

El papel que la Ermita de Nuestra Señora del Oreto, ha desempeñado en la historia de Trujillo, creemos que no ha sido tan insignificante, para que en estos tiempo de dinamización turística se la tenga olvidada.

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