Ene 042018
 

Domingo Quijada González.

 

Es habitual en España que se ensalce a ladrones, terroristas y asesinos. Sobre todo en el pasado, con el tema de los bandoleros. Pero también existen ejemplos recientes, dependiendo de qué personaje se trate.

Centrándonos en el tema de los malhechores, son múltiples los casos en que las leyendas y escritos que emanaban de ellas los encumbraban y mostraban como auténticos héroes, luchadores contra las injusticias y dadivosos con los pobres a costa de los acaudalados[1]. Todo ello, fruto de la leyenda, como ocurre con otros casos y épocas.

 

“La vida de un bandolero que robaba a los ricos para paliar el hambre de los pobres».

“Por dónde pasa Simón

el terrateniente tiembla,

y el hambriento lo bendice

porque alivia su miseria.

 

Simón “Jarero” le llaman

a ese bandolero audaz,

Extremadura lo admira

por su generosidad.

El trabuco de Simón

nunca se manchó de sangre,

el lo uso muy pocas veces

y sólo disparó al aire”.

 

Pero la historia demuestra que esa idea se hallaba muy alejada de la realidad: secuestraban pidiendo rescates, cobraban impuestos a los lugareños como auténticos mafiosos, atemorizaban a quienes osaban enfrentarse a ellos o hablaban con la autoridad, les exigían alimentos y refugio, etc.

Muchos de ellos surgieron tras diversos conflictos bélicos, cuando gente acostumbrada a la lucha armada prefería continuar con esa actividad antes que regresar a la penosa vida laboral; o porque se les perseguía por haber cometidos graves delitos, que llevaban aparejadas encarcelaciones o ajusticiamiento.

Sus inicios no son diferentes a los de otros muchos que se tiran al monte por diferentes cuestiones, desde porfías rurales rematadas a golpe de faca o trabuco, que obligan a vivir al margen de las leyes; hasta hijos del infortunio que huyen, hacia adelante, de la pobreza y la hambruna a la que el sistema de propiedad de la tierra les condena. Muchos se curtieron en la guerra contra los franceses, que les unió para siempre a una actividad de la que solo les rescató el doliente patíbulo; otros –o los mismos– lo hicieron años después, tras las “Guerras Carlistas”.

Los caminos para llegar al bandolerismo fueron muchos y no siempre coinciden con la visión romántica que autores imprimieron de ellos que, en algunos casos, mostraron unos grados de crueldad que nada tenían que ver con ese enfoque social y justiciero. Fueron un mal endémico y un auténtico drama para comerciantes, ganaderos, pastores, carboneros o viajeros que sufrieron la inseguridad, desolación y muerte que las partidas de bandoleros imponían en los caminos.

En la primera mitad del siglo XIX, sólo en la provincia de Cáceres, saltaron a la fama nombres como “Los muchachos de Santibáñez”, “Los hermanos Cuesta”, Melchor González o Merino.

 

Pero hoy nos vamos a centrar en otro de ellos, el extremeño Simón Jiménez (o Giménez) Alcón, más conocido como Simón Jarero. Según unos era natural de Zarza de Granadilla (Cáceres), de donde le viene el apodo: por la Sierra de la Jara. Otros se inclinan porque nació en La Alberca (Salamanca, cuyo Teatro lleva su nombre…), aunque no es cierto: su relación con ese pueblo salmantino se debía a la procedencia de un amigo y miembro de su cuadrilla. Incluso hay quien asevera que era de Montehermoso (Cáceres).

De él se han escrito numerosos trabajos (incluso libros) sin rigor científico, sino más bien basados en las leyendas (que tanta aceptación tienen entre el vulgo), según hemos expuesto antes. Se ha escenificado su vida y obra. Y se ha bautizado con su nombre un lugar de cultura como es un teatro por Ayuntamientos demócratas que tal vez ignoren que su ideología era la carlista, absolutista, con rasgos muy parecidos a los denominados hoy fascistas o totalitaristas…; sin contar los asaltos, secuestros, robos y asesinatos cometidos. A otros –caso de los citados “Hermanos Cuesta”– se les han dedicado calles en su pueblo natal (Torrecillas de la Tiesa).

 

Los antecedentes políticos

 

  1. El Liberalismo y la Primera Guerra Civil Carlista (1833-1840)Más que un pleito dinástico, fue un conflicto ideológico en el que los tradicionalistas (que eran ultraconservadores) luchan contra la revolución liberal. Conozcamos ambos bandos:
  • Acaudilla el movimiento tradicionalista, o carlista, Carlos Mª Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII, que reivindica sus derechos dinásticos frente a su sobrina Isabel. Recordemos que Fernando deroga la Ley Sálica (que impedía a las mujeres acceder al trono) mediante la Pragmática Sanción.
  • El carlismo era partidario del realismo exaltado, del absolutismo y del Antiguo Régimen; del integrismo religioso y la defensa de los Fueros (con régimen jurídico y administrativo particular, como la exención del régimen fiscal ordinario y de las quintas, lo que atrae a navarros y vascos).
  • Un grupo importante de la sociedad urbana, y sobre todo rural, apoyó al bando carlista. Los que más apoyaron a éstos fueron los religiosos de las órdenes afectadas por las desamortizaciones liberales, una parte menos numerosa del clero secular, miembros no destacados del ejército, nobles provincianos (viejos hidalgos-propietarios) y parte del campesinado que sufría desde comienzos del siglo XIX un retroceso en sus condiciones de vida.
  • Isabelinos, o cristinos: seguidores de Isabel II y de su madre, María Cristina de Borbón. Pretendían liquidar el Antiguo Régimen y la implantación de un sistema político liberal (aunque con tendencias diversas).   2.- Extensión del conflicto (1835-37): se inician expediciones al sur del Ebro, donde se puso de manifiesto el escaso apoyo al carlismo, que no era capaz de cohesionar territorios, fracasando en la toma de Madrid y Bilbao (defendida por el general Espartero). Por cierto, en esta fase hubo sucesos en nuestra comarca.
  •          El final de la guerra significó el triunfo del liberalismo. Y lugares como Navarra y País Vasco, que conservaban sus Fueros a pesar de los Decretos de Nueva Planta, sufrieron la restricción foral.
  • 3.- Victoria liberal: ante la imposible victoria, el carlismo se dividió en facciones: una derecha intransigente, reacia a la rendición o pacto; y un sector moderado o transaccionista, que con Maroto a la cabeza firmó la Paz o Convenio de Vergara (1839); mientras otro general, Cabrera, continuó la Guerra en el Maestrazgo hasta 1840.
  • 1.- Etapa de iniciativa carlista (1833-35): el foco principal estuvo en el País Vasco y Navarra, pero hubo otros en Aragón, Cataluña, Valencia y las dos Castillas. Los liberales frenan a los carlistas en las ciudades: en una de ellas, Bilbao, murió el general carlista Zumalacárregui.
  • La guerra estalló el 1-X-1833, y finalizó en 1840. Se desarrolló sobre todo en dos áreas: el territorio vasco-navarro y el Maestrazgo, aunque las correrías afectaron a todo el país. Las fases fueron éstas:
  • b) Desarrollo y etapas de la guerra
  • La mayoría de la población defendió la legalidad vigente, pero destacaban en el bando isabelino la mayor parte de los cargos de la administración y de la burocracia provincial y municipal, los miembros del ejército, clases medias, financieros y comerciantes, los de profesiones liberales, alta nobleza, gran parte del clero secular y la mayoría de los sectores populares.

El carlismo perdió fuerza en 1840, pero no desapareció y esporádicamente rebrotaría, obstaculizando la política del reinado de Isabel II.

 

  1. En 1846 surge la 2ª Guerra Carlista (1846-1849) cuando el hijo de Carlos María Isidro, Carlos Luis de Borbón y Braganza pretende contraer matrimonio con la adolescente Isabel II.Los carlistas o montemolinistas intentan romper el acuerdo pactado, y muchas de esas partidas vuelven o intensifican sus hechos delictivos. Aunque sólo hemos hallado una crónica de esa etapa que relacione a Jarero con los Carlistas: concretamente la de El Clamor público (Madrid). 13/5/1847, página 2, que veremos después.
  2. Y es en esta fase cuando entra en acción El Jarero y su cuadrilla que, por los datos emanados de las crónicas periodísticas que vamos a ver, pertenecían al bando carlista: que tuvo muchos seguidores en la tierra de Plasencia y su entorno, encabezados por su propio obispo (Cipriano Sánchez Varela), así como en la comarca de Coria.
  3. Habrá una 3ª Guerra Carlista (1872-1876) cuando Carlos VII (Carlos de Borbón y Austria-Este reclama el reino a Alfonso XII). Pero ésa no afectó al tema que tratamos hoy.Veamos lo que dicen los periódicos madrileños existentes en la Biblioteca Nacional acerca de los hechos que estamos analizando hoy:El Heraldo (Madrid). 22/4/1847, página 4.Dicen de Plasencia con fecha 16 del actual: «En esta mañana y hora de las nueve entró montado a caballo un malhechor llamado Mateo, compañero de Simón (a) el Jarero, en el inmediato pueblo de Valdeobispo, y apeándose y dejando el caballo en un cercado que se halla en el mismo, se dirigió hacia varias mujeres con intención de burlarse de ellas, principalmente a una que se hallaba en cama recién parida. A las voces de las mujeres salieron algunos hombres a dar cuenta al alcalde, mas este se hallaba ausente: como se observase por el Mateo que el pueblo estaba alborotado, se salió a pie, y aunque los vecinos vieron que con el trabuco que llevaba amenazaba a quienes se le presentaban, se decidieron cuatro o cinco buscarle y ver si podían prenderle, pues le conocieron; y habiéndolo buscado, le halló uno que se asomó a pared de un cercado, tendido, quien al momento echó mano al trabuco para defenderse. En el momento se echó sobre el vecino, y con una navaja le dio la muerte antes que el ladrón se la diera a él y a otras dos que llegaban por otro lado: se ha formado la correspondiente sumaria.La misma noticia es publicada por El Español (Madrid). 12/5/1847, n.º 884, página 1; y El Espectador (Madrid), 13/5/1847, página 3.El Clamor público (Madrid). 13/5/1847, página 2.
  4. —MUERTE DE UN FORAJIDO.—

Existe indudablemente un plan de alzamiento montemolinista en el valle de Tornavacas, Vera de Plasencia y valle del Tiétar, incluso el Campo Arañuelo. Estaba combinado con el de Calvente en las sierras de Ávila y con el de Peña García (Portugal) por un antiguo y desacreditado partidario de don Carlos. El alzamiento debió efectuarse a principios de abril, y para ello vino a Majadas a la sazón el jefe que debía ser, con otros seis oficiales de reputación todos en la pasada lucha por sus atrocidades en la Mancha. El alzamiento empero se frustró, porque el comisario de Plasencia salió inmediatamente en seguimiento de los cabecillas hasta fuera de su distrito, sin poderles dar alcance por la delantera que le llevaban de dos días; pero a su regreso puso presos a disposición del juzgado competente muchos de los espías, encubridores y guías, muy convictos y algunos confesos.

Con este plan vasto tiene relación una terrible y numerosa partida de latro-facciosos, parte ya echados al monte y parte que permanecen en sus casas esperando la ocasión oportuna. En los primeros se halla el jefe Simón Jiménez (a) Jarero, con tres forajidos que tienen de tributarios suyos desde el año 40 todos los pueblos adyacentes a los montes de Cáparra y río Alagón[2].

De los segundos se cuentan hasta 15 ó 20 entre la sierra de Francia en la provincia de Salamanca, las Jurdes y este partido de Granadilla, con no pocos del de Plasencia. Las hazañas y conducta del Jarero son admirables. Robando a todo el país, todos le encubren y protegen mientras que entreteniendo a las autoridades superiores con solicitudes de indulto y grandes ofertas forma una riqueza que toca ya en la opulencia.

En esta partida de latro-facciosos[3] él es el alma. Sus subordinados robarían a todo el mundo, cuando viese la alarma después de recogido el fruto, entregaría o asesinaría a los malhechores ejecutores, y se lavaría las manos haciendo méritos para el indulto[4], si es que antes no se-presenta ocasión de que, según sus esperanzas, venzan los montemolinistas y por sus méritos éstos le indulten. Pero no contaba el Jarero que tiene una autoridad muy activa y resuelta que le sigue muy de cerca. Este es el comisario de Plasencia, que acaba de someter a este juzgado de Granadilla cinco latro-facciosos de las Jurdes y Aceituna con sus armas, y anteayer 6 salió con cuatro guardias civiles[5] de caballería recorriendo los montes de la Nava en busca de los cuatro: Jarero, Chiclanas, Cubín y Castillo, que andaban por aquellas inmediaciones y alcanzó y mató por resistírsele al Manuel Morales (á) Castillo. E1 comisario no cree al Jarero y hace muy bien. La muerte del Castillo, apodo muy adecuado a su humanidad y fuerzas, es justo castigo de un atrocísimo asesinato, en que cooperó en el pueblo de Montehermoso, y se cometió en un anciano respetable con 27 puñaladas todas mortales: por su fuga le reclama el juzgado de Plasencia en el Boletín oficial de la provincia.

 

Detención, encarcelamiento y fuga de Jarero

 

En ese contexto histórico, fueron detenidos el Jarero y su banda, y encarcelados en Cáceres. Dicha acción fue protagonizada por el comisario de policía del distrito de Plasencia, don Nicolás Pérez de Tocino, que los envía a la cárcel de Cáceres. Sin embargo, por causas desconocidas (aunque culparán al propio directos del penal), se fugan de la misma la noche del 7 de marzo de 1849. Se inicia la persecución de los mismos, como vemos en la prensa del momento:

 

El Clamor público. 14/3/1849, página 2.

EXTREMADURA. El día 11 del actual no había sido aún capturado ninguno de los once presos que se fugaron en la noche del 7 de la cárcel de Cáceres. Todas las diligencias practicadas para saber su paradero habían sido infructuosas, lo que tenía en gran pena y sobresalto a muchas familias que deben temer las venganzas de algunos de los fugados. Nuestro corresponsal se expresa en estos términos: «Todavía no ha podido traslucirse cómo el funestamente célebre Simón Jarero, que era el terror[6] de todos los pueblos en la derecha del Tajo, se ha fugado de la cárcel de esta audiencia con sus compañeros, teniendo para ello que violentar hasta ocho puertas. Lo que pueda haber sucedido para preparar y para llevará efecto su fuga de la cárcel en que se hallaban, y a la cual habían sido trasladados; para afianzar más su seguridad, se halla encubierto en el misterio, y acaso no pueda nunca llegarse a averiguar. La autoridad sigue instruyendo él oportuno sumario, y tiene preso y asegurado al alcalde de la cárcel, encargado de su custodia. Los males que puedan ocasionar en la provincia estos once presos fugados, no hay necesidad de encarecerlos y encomiarlos. Ya continúen juntos, ya se hayan separado, los desastres que ocasionen tienen que ser graves, tan graves y de tanta intensidad e influencia, como extraordinaria ha sido también la alarma general que su excarcelación ha difundido.

Esto es lo único que faltaba en una provincia, agobiada con tantos pechos y tributos, amenazada por la frontera de Portugal y por la de la Mancha con facciones montemolinistas, que dificultan sus relaciones agrícolas y comerciales y que ponen a saco su riqueza; y que mira con dolor por la falta de la lluvia, disipadas sus esperanzas agostadas y secas sus mieses en el mes de marzo, interrumpidas sus faenas y labores del campo, escuálida y casi exánime su granjería, y sin los elementos y los recursos que son necesarios para poder atravesar-el sombrío porvenir que se presenta».

 

El Observador (Madrid). 15/3/1849, n.º 355, página 1. Publica lo mismo

 

El Católico (Madrid). 9/8/1849, página 7.

EXTREMADURA.— CÁCERES 4 de agosto.—

Anteayer por la larde salieron algunas fuerzas de infantería de las que guarnecen esta capital. Tomaron desde luego la dirección del Casar, desde donde se ha sabido que pasaron a Garrovillas y desde allí á Portaje, que se halla a la derecha del Tajo. Noventa y tantos hombres, con la correspondiente dotación de oficiales, han tocado en este último punto, y todavía no se sabe ni se ha podido traslucir hacia dónde y con qué objeto se podrán dirigir desde allí. Si llevan por objeto la persecución y exterminio de la cuadrilla de malhechores que se ha organizado por aquella parte de la provincia bajo el mando y funesta dirección del tristemente célebre Simón Jarero, uno de los presos que se fugaron de la cárcel de esta audiencia territorial, aplaudiremos tan buena medida y daremos gracias muy cumplidas a las autoridades provinciales por el celo y por el interés que despliegan en favor de sus administrados; y todavía las aplaudiremos más, y nuestras gracias serán más sinceras, si su objeto se llega a realizar. Según dicen algunos trajineros que han tenido la desgracia de caer en las garras de tan terribles forajidos, parece que no puede ser más oportuna su persecución, por la división e incomodidad que advirtieron entre ellos mismos; y que se pudiera concluir inmediatamente y aun sin grandes sacrificios, con toda la cuadrilla, siempre que las autoridades y los jefes de la tropa tuviesen todo el tino que es necesario para explotar aquel germen de desunión y el principio de escisión y de rompimiento con que se encuentran.

 

La misma noticia se publica en La Época (Madrid). 9/8/1849, n.º 113, página 3. Así como en El Observador (Madrid). 10/8/1849, n.º 463, página 1. Y El Popular (Madrid). 13/8/1849, pág. 2.

 

La Época (Madrid). 17/8/1849, n.º 120, página 3.

De Cáceres nos ruegan desmintamos las noticias dadas por varios periódicos de grandes excesos cometidos por los presos que se fugaron de aquellas cárceles. Algunos han sido capturados, otros abandonaron aquel suelo, merced a una activa persecución, y sólo quedaba el Jarero, a quien se buscaba sin descanso.

 

Fin de las andanzas de Simón Jarero

 

En los últimos días de agosto de 1849 muere Simón Jiménez, Jarero. Se ignoran los hechos con precisión, por lo que volvemos a recurrir a la prensa del momento.

 

El Heraldo (Madrid). 26/8/1849, página 3.

Pues bien, hoy puedo asegurar a Vds., refiriéndome a personas que conocen bien aquel país, que viven allí, y que allí tienen grandes relaciones, que la cuadrilla se halla disuelta, y que ha sido exterminada completamente. Por supuesto que el cabecilla Jarero ha sucumbido, inclinándose aquellas personas a creerlo así por el mucho tiempo que trascurre sin que trasluzca su paradero; y por la facilidad además con que se aprestan hoy a descubrir y a revelar a la autoridad sus guaridas y la dirección que han tomado, lo mismo los pastores que los labradores, hortelanos y demás que habitan en el campo.

En lo que no están de acuerdo es en si ha muerto de un trabucazo a manos de su compañero el Resmellado, otro de los que se fugaron de la cárcel de corte de esta capital (Cáceres), o si ha concluido con él un vecino de Montehermoso que le tenía buenas ganas, y que parece que para ello estaba de acuerdo con el Resmellado[7].

Pero sea de la una o de la otra manera, y a manos de ese o da aquel, lo cierto es que ha desaparecido, y que a juicio de sus habitantes del país ha muerto, que la cuadrilla se ha deshecho, que uno de los que a ella correspondían recibió dos balazos a la salida del pueblo de Aceituna, y después fue preso por los civiles en medio de un monte, y que el Resmellado ha huido, y se presume ha trasladado el teatro de sus iniquidades a la parte izquierda del Tajo. Que no se duerman las autoridades, y tantos y tantos como hay encargados en la protección y seguridad pública, a quienes sirva esto de aviso.

 

Lo mismo publica El Observador (Madrid). 27/8/1849, n.º 477, página 1.

 

El Observador (Madrid). 17/9/1849, nº 495, página 1.

Recuerdo muy bien haber dicho a vds. en aquella fecha que el Resmellado, uno de los que más figuraban en la cuadrilla de Jarero, y de los que se habían fugado de la cárcel de Corte de esta capital, había huido de aquel país, y que se presumía hubiera trasladado el teatro de sus rapiñas o iniquidades a la parte izquierda del Tajo, con cuyo motivo deberían vivir las autoridades muy sobra aviso. Y can este aviso, y aun sin él, esa gavilla, que todavía se ignora quién la capitanea, pero que deberá ser el mismo Resmellado, no se hubiera llegado nunca a organizar, y nunca habría llegado a tener nueve hombres a caballo como desde luego ha presentado si la fuerza de la guardia civil y demás que sostiene la nación se retirase de las poblaciones para vigilar y afianzar en los caminos la seguridad pública y personal, o cuanto menos si alternara y distribuyera su servicio entre las poblaciones y los campos. Mucho ha de tardar la disolución de esta cuadrilla si desde luego no te destinan en su persecución fuerzas bastantes y no se procura interesar a los pueblos para que contribuyan a este fin con cuanto esté de su parte, armándolos, municionándolos y poniéndoles al abrigo da cualquier acontecimiento por parte de los ladrones, y especialmente a los pueblos pequeños. Se nos ha venido el otoño encima con un tiempo templado, y con unas aguas templadas también y seguidas, que hacen presagiar muy bien para la granjería, para labor y para toda clase de arbolado. Únicamente el fruto de bellota puede que llegue a padecer algo con las aguas y con el temporal, criando lo que se llama melocilla, que facilita su caída y que impide su aprovechamiento para el ganado; pero en cambio los campos, vestirán con anticipación y asegurando al ganado mayor y menor el invierno por este medio, y los frutos que hay qua recolectar y toda clase de plantas y arbolado mejorarán considerablemente.

 

Si recurrimos a la leyenda que se forjó en torno a él (en la que preferimos no entrar, por lo adulterada y subjetivada que está), finaliza con la muerte del bandido a manos de sus propios compañeros y del entierro de Simón en el paraje o dehesa de La Atalaya (Montehermoso), en las inmediaciones del arroyo Casillas, hoy llamado el arroyo de Simón Jarero.

 

Para finalizar, exponemos la opinión de dos historiadores –doctores– expertos en el tema:

 

Juan Pedro Recio Cuesta (Cronista Oficial de Tornavacas): Entre la anécdota y el olvido, la 1ª Guerra Carlista en Extremadura. Colección Luis Hernando de Larramendi. Editorial: Editorial Actas, 2015

 

“Si tenemos en cuenta los datos recopilados sobre Simón Jarero, principalmente también procedentes de la consulta en la Hemeroteca de la BNE, tan sólo uno, de 1847, lo relaciona con el bando carlista (en el marco de lo que sería la Segunda Guerra carlista, entre 1846-1849). El del Jarero, bajo mi punto de vista, es uno de los muchos casos confusos, ya que se movió en la dinámica general del bandolerismo puro y duro, pero también aprovechó las guerras carlistas (1833-1840 y 1846-1849) como pretexto para seguir con sus correrías. Ni las mismas autoridades sabían si era bandolero o carlista, y mi opinión personal, tras lo visto y leído, es que no se trató de un carlista al uso, sino un simple bandolero que se aprovechó de las circunstancias históricas para ejecutar sus tropelías sin tener una motivación, política o ideológica, alguna”.

 

Fernando Flores del Manzano (Cronista Oficial de Cabezuela del Valle): El bandolerismo en Extremadura, Universitas Editorial, Badajoz, 1992.

 

La estampa del bandolero extremeño resulta cruda, sin ropajes ni adornos que lo descentren de lo que en verdad es un criminal sin ambages, un bandido auténtico.

El bandolero extremeño se nos ofrece más bien como el resultado de una serie de circunstancias convergentes de índole diversa: política, socioeconómica, ambiental, etc.

Aprovechando los conflictos políticos (muchos surgen cuando la Guerra de Independencia), es más que probable que sujetos pocos escrupulosos enrolados en la guerrilla –ante la idea de enrolarse en una vida cotidiana de escaso futuro– prefiriesen prolonga –ahora al margen de la Ley– un sistema que tantas compensaciones les deparaba: vida fácil, libertinajes, venganzas y mucho dinero… El bandolerismo debió perfilarse como una cómoda salida para muchos desharrapados guerrilleros.

En cuanto al perfil humano del bandolero extremeño podríamos caracterizarlo:

  • Baja extracción social.
  • Carencia de educación y rudeza de modales.
  • Medianamente disciplinado, pues con frecuencia ha pertenecido al ejército, aunque sólo sea como guerrillero.
  • Historial delictivo y experimentado en cárceles antes de integrarse en las cuadrillas.
  • Ambición ilimitada: quiere salir del entorno miserable a costa de lo que sea.
  • Falto de escrúpulos y sensibilidad, sanguinario, cruel.
  • Carente de generosidad y estímulos políticos.

 

  • Normalmente, quienes les ayudaban lo hacían movidos por razones económicas, tal vez por temor, y algunos por simpatía.

Apéndice fotográfico

Fig 1. Dibujo del siglo XIX

Fig 2. Pintura de un enfrentamiento con una partida de bandoleros

 

 

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Fig 3. Recreación de una pareja de bandoleros

Fig 4. Montehermoso. La Atalaya desde el castillo

Bibliografía

[1] SÁNCHEZ LÓPEZ, Paquita: Simón Giménez Alcón, el bandolero Extremeño. 2015

[2] En este apartado se refleja bien que, aunque cesó la Primera Guerra Carlista, Jarero y otros permanecen en el monte subyugando a los pueblos de su entorno.

 

[3] Para el periodista no existen dudas: le aplica el calificativo de latro-faccioso

 

[4] Como leemos, no dudaban a asesinar a compañeros, sobre los que hace recaer el delito.para acogerse a los posibles indultos.

 

[5] Por primera vez aparece ya recorriendo los campos extremeño el benemérito cuerpo de la Guardia Civil, fundado con este fin –y otros– el 13 de mayo de 1844. A partir entonces y gradualmente, el bandolerismo irá desapareciendo.

 

[6] Esta expresión contradice la opinión romántica de sus defensores…

[7] Como en casos anteriores, ahora es él quien es ejecutado por miembros de su propia banda para que, como en los ejemplos anteriores, puedan acogerse a los indultos. O por diferencias entre ellos.

Dic 312017
 

Guadalupe Rodríguez Cerezo.

 

El recuerdo que tengo de algunos esgrafiados que fueron destruidos en la iglesia de San Juan Bautista de Madrigalejo, junto con el hallazgo, no hace muchos unos años, de otros que permanecen ocultos en el mismo edificio, me llevaron a plantear la ejecución del presente trabajo.

Como soy totalmente profana en la materia, la primera tarea que realicé fue la de buscar información sobre esta técnica artística y sobre los esgrafiados que hubiera en el entorno más cercano, entre los que hubiera podido existir cualquier tipo de influencia. Durante siglos, Madrigalejo fue parte integrante del territorio que pertenecía a la jurisdicción de Trujillo y, por tanto, los contactos con esta ciudad fueron continuos en todas las realidades y circunstancias del devenir cotidiano. Por ello busqué trabajos que abordaran el tema en Trujillo y sus alrededores. De esta forma me topé con la comunicación presentada en los Coloquios Históricos de Extremadura de 2006 por Francisco Sanz Fernández, Miguel Sanz Salazar y Juan de Orellana-Pizarro, titulada “La decoración y articulación de paramentos arquitectónicos en la ciudad de Trujillo: los esgrafiados a la cal”[1]. La lectura de este interesante trabajo y la denuncia que en él se expone del escaso respeto que se está teniendo con las obras realizadas con esta técnica artística, habida cuenta de que son obras que forman o han formado parte de nuestro patrimonio, me animaron a escribir la presente comunicación, tomando el citado trabajo como referencia.

Además, he contado con el asesoramiento técnico de Jonatan Carranza Sojo, aparejador y artista, que me ha aclarado conceptos y ha evitado que cometa más errores de los que pudieran aparecer a la vista.

Pero el trabajo no habría sido posible si no hubiese contado con las imágenes que nos proporcionan las fotografías, tanto de aquellas que nos llevan a tiempos pasados como las que han sido tomadas más recientemente.

Con todo ello, intentaré dejar constancia de que los esgrafiados han estado muy presentes en la iglesia de Madrigalejo.

 

 

QUÉ ES UN ESGRAFIADO Y QUÉ FINALIDAD TIENE:

 

Antes de continuar, es necesario saber qué es un esgrafiado y conocer algunos conceptos relacionados con esta técnica artística, así como cuál es su finalidad.

La técnica del esgrafiado consiste en trasladar el dibujo realizado en una plantilla a una superficie constituida por la superposición de varias capas de revoques con distinto color, cada una de las cuales tiene una denominación determinada. Un paramento con un acabado irregular se cubre, en primer lugar, con el enfoscado, que consiste en aplicar una capa de mortero para tapar, de manera grosera, los desperfectos del muro y alisarlo. A su vez el enfoscado puede estar formado por dos capas diferenciadas por la granulometría del material, una granulometría que se va rebajando en todas las capas del proceso, desde la interior hasta la más superficial. A continuación viene el enlucido, para conseguir una superficie más lisa y uniforme. Después se pasa el dibujo a la superficie, es lo que se llama estarcido. Y, por último, llegamos al rascado, que consiste en eliminar todo lo que es ajeno al dibujo, quedando de este modo a la vista una composición en dos tonalidades diferentes. Para conseguir que resalte más el dibujo, se puede añadir una lechada de cal o yeso y, de esta forma, quedar rematada la obra.[2]

El esgrafiado es una técnica barata y de rápida ejecución, por lo que sirve para ahorrar costes en el acabado de una obra. Además, protege los muros de la degradación que pudieran sufrir a causa de los distintos agentes atmosféricos. Y, como es una técnica de decoración que busca un acabado estético, también tiene por finalidad cubrir los paramentos que hayan sido fabricados con materiales pobres, mejorando de esta forma el aspecto arquitectónico del edificio.[3]

 

PARA CUBRIR LOS MUROS DE MAMPOSTERÍA:

 

Como una de las finalidades de los esgrafiados era cubrir los pobres materiales con los que estuvieran construidos los paramentos y, de esta forma, adecentarlos, y además, que con mucha frecuencia, se intentaba disimular, con esta técnica, la carencia de materiales nobles imitando muros de sillares rectangulares[4], recordé haber visto en fotografías antiguas (FIG. 1 y FIG. 2) que, en tiempos pasados, el acabado del interior de la iglesia de Madrigalejo emulaba ser de sillería. Me pregunté entonces si se trataba de esgrafiados.

Fg. 1. Interior de la iglesia de San Juan Bautista

Fig. 2. Altar lateral desaparecido

Y es que la iglesia de San Juan Bautista de Madrigalejo es un edificio del S. XVI, construido en su mayor parte de mampostería, a excepción de los contrafuertes, los esquinazos, las portadas, sus escasos vanos y los arcos torales, que son de sillares de granito. El aspecto deslucido que la mampostería aportaba al edificio invitaba a que sus muros, tanto en el interior como en el exterior, fuesen adecentados con la técnica del esgrafiado, que era bastante usual en la época. Y así se hizo en los paramentos y bóvedas del interior, mientras que, en el exterior, la mampostería, tal como se puede observar hoy, quedaba a la vista.

En 1964, el edificio fue objeto de una importante restauración. Eran tiempos nuevos que traían nuevos aires a la Iglesia; eran los tiempos de las grandes transformaciones que se removieron en el Concilio Vaticano II. La Iglesia debía despojarse de la riqueza de la que había hecho ostentación en los siglos precedentes, y por eso, de la mano de estos postulados, se cometieron grandes barbaridades contra el patrimonio, de las que no escapó la iglesia que estamos tratando. Fue entonces cuando se perdieron cinco altares con sus respectivos retablos; tres de ellos eran de estilo barroco (vendidos por 50.000 pesetas), y los dos restantes, de menor valor, habían sido construidos a principios del siglo XX[5]. Junto a ellos, entre las pérdidas de aquella reforma, también debemos incluir a aquellos esgrafiados que, imitando sillares de granito, cubrían sus muros y sus bóvedas. Hoy, el aspecto que presenta el edificio en su interior es totalmente diferente, pues está todo cubierto por una pintura blanca.

Bien es verdad que también se eliminaron algunos aditamentos que habían ido surgiendo en el exterior del templo a lo largo de los años, de tal forma que, después de estas obras restauradoras, la construcción quedó totalmente exenta, ganando así en empaque, al mismo tiempo que se abrieron puertas que hasta entonces habían permanecido cerradas. Uno de aquellos elementos añadidos era un arco de ladrillos superpuesto sobre la puerta del mediodía, sin duda construido para protegerla de las inclemencias del tiempo en una época bastante más tardía que el conjunto del edificio. Este arco ya desaparecido se puede ver en algunas fotografías antiguas (FIG. 3), donde se aprecia que los ladrillos fueron recubiertos también por un esgrafiado que imitaba el acabado de sillares de granito. Este es el único ejemplo del que tenemos constancia del empleo de esta técnica en el exterior de la iglesia de Madrigalejo, aunque, eso sí, eran más tardíos que los del interior del edificio.

Fig. 3. Puerta de mediodía. 1960.

ESGRAFIADOS FIGURATIVOS PERDIDOS:

 

Pero, sin duda, los esgrafiados más interesantes son los que se van a detallar a continuación.

Cuando en las obras de restauración de 1964 se retiraron los retablos que se encontraban en la nave, a ambos lados del presbiterio, salieron a la luz unos esgrafiados que, durante siglos, habían permanecido ocultos tras ellos. Ocupaban el espacio interior de sendos arcos que descansaban sobre los altares laterales, y que “debía tratarse de los primitivos altares de la iglesia madrigalejeña”, dice L. Rodríguez Amores[6].

Es evidente que, gracias a aquellas reformas realizadas en el templo, tuvimos la oportunidad de contemplar una obra estética con varios siglos de antigüedad. Aunque fue por poco tiempo, ya que desaparecieron igual que aparecieron, de nuevo debido a otra remodelación, la llevada a cabo entre 1992 y 1994. Desgraciadamente, a pesar de los avisos “para que se respetasen por ser obra muy antigua»[7], en aquel momento, se consideró oportuno destruir los esgrafiados en lugar de proceder a su restauración. Y ya solo podemos aportar el testimonio de su existencia gracias, otra vez, a la fotografía, junto con el recuerdo que guardamos de ellas.

Aparte de su antigüedad, aquellos esgrafiados eran interesantes porque eran obras figurativas, en las que estaban plasmadas las representaciones iconográficas de la Adoración de los Pastores y la Asunción de la Virgen María.

Fig. 4. Escena de la Adoración de los Pastores

En el altar del lado de la epístola, un templete de columnas corintias cobijaba la escena de la Adoración de los pastores (FIG. 4). En primer plano, las figuras de San José y de la Virgen María flanqueaban al Niño Jesús, colocado en el suelo y envuelto en pañales. Detrás de la Virgen, asomaban las cabezas de la mula y del buey. Por cima de José y María, y de menor tamaño, estaban dispuestas las figuras de dos pastores, intentando dar, de esta forma, profundidad a la escena. Uno de los pastores tocaba un instrumento musical. Y todo el espacio restante, que es el central, se encontraba ocupado por cabezas de angelotes alados, ovejas y lo que parece ser pequeñas nubes, siguiendo una disposición de horror vacui propio del siglo XVI.

En el lado del evangelio, estaba representada la Asunción de la Virgen María (FIG. 5). A través de las fotografías, se puede apreciar que esta obra se retocó bastante cuando fue descubierta en 1964, lo que nos da indicios de que la zona inferior debía estar muy deteriorada a causa de la humedad y del abandono[8]. Por este motivo, se distinguen dos estilos totalmente distintos: el tercio superior es la parte que pudo ser rescatada de la obra original, mientras que los dos tercios restantes corresponden a lo realizado por una mano en el S. XX.

Fig 5. La Asunción de la Virgen María

El centro de la escena lo ocupa una figura femenina, la Virgen María, que es izada por dos ángeles, y que aparece rodeada, en horror vacui, por cabezas de angelotes y nubecillas, siguiendo el mismo esquema que en la Adoración de los Pastores. En la zona reconstruida, se alargó el cuerpo de la Virgen hacia abajo y, alrededor suyo, se dibujaron, de manera dispersa y a imitación de la parte superior, pequeñas nubes, cabezas de angelotes, el sol personificado y la luna menguante sobre un conjunto montañoso.

Tanto la Adoración de los Pastores como la Asunción de la Virgen María reflejan la estética propia del estilo renacentista y debieron ser ejecutadas al mismo tiempo que se finalizaban las obras del templo o inmediatamente después. De esta forma se rematarían muy dignamente esos espacios frontales, con un bajo coste, en un momento en que las arcas de la parroquia estarían vacías por el gran desembolso que debió suponer la construcción de la iglesia, a la vez que ofrecían un relato catequético para los fieles, que en su mayoría serían iletrados.

Sobre su autoría nada se sabe, aunque Lorenzo Rodríguez Amores, en la obra ya citada, se atreve a apuntar un nombre: Juan de Bonilla, natural de Madrigalejo, que en el primer cuarto del S. XVI trabajaba la técnica de esgrafiado para el Monasterio de Guadalupe. ¿Podría ser el autor de los esgrafiados de su pueblo? [9].

 

ESGRAFIADOS OCULTOS:

 

Y la iglesia de San Juan Bautista de Madrigalejo todavía nos ofrece alguna sorpresa más. El muro frontal del presbiterio está ocupado por el retablo mayor, una interesante obra renacentista con decoración plateresca, realizado en madera estofada y dorada. En él aparecen plasmadas las armas del obispo don Gutierre de Vargas Carvajal, quien fuera prelado de la diócesis placentina entre 1523 y 1559, hecho que nos facilita su datación junto con las características estéticas de la obra, con mucha probabilidad, en torno a 1550[10].

A comienzos del siglo XXI, era imprescindible realizar una buena restauración en el retablo mayor, debido al polvo y al humo de las velas que se habían ido acumulando a lo largo de siglos y a las agresiones que, sin tener en cuenta su valor, se habían cometido en esta obra en otros tiempos[11]. Con el patrocinio de la Junta de Extremadura, la empresa Talleres de Arte Grandra fue la encargada de llevarla a cabo en 2008 y, durante seis meses, dos restauradores estuvieron trabajando en el retablo. Sin duda, desarrollaron una excelente labor[12], aunque en ella no nos vamos a detener porque sobrepasa el tema que se está tratando. Pero sí es de gran interés para este trabajo dar cuenta de lo que descubrieron detrás del retablo, ya que, en el muro, encontraron unos esgrafiados[13], de los que nada se sabía hasta entonces. De este hallazgo dejaron material fotográfico en la parroquia[14] y del que estamos haciendo uso en la presente comunicación.

Estos esgrafiados ocupan el paramento frontal y parte de los laterales, todo lo que se encuentra detrás del retablo, lo que nos da pie a pensar que, con mucha probabilidad, se extenderían por todo el presbiterio, incluida la bóveda.

Fig. 6.  Retícula

Según se aprecia en las fotografías, la mayor parte de la superficie de los muros estaba decorada con dibujos geométricos, compuestos por una retícula de elementos cuadrangulares de doble encintado con rosetas en su interior (FIG. 6). Francisco Sanz Fernández, Miguel Sanz Salazar y Juan de Orellana Pizarro[15] exponen que este tipo de esgrafiados geométricos formando malla cuadrangular beben de la tradición mudéjar y suele ser un repertorio habitual en la zona trujillana a finales del S. XVI y principios del S. XVII. El relieve de estos dibujos de retícula con la flor inscrita aún es perceptible en un pequeño espacio en la bóveda junto al muro del fondo, tras el retablo; eso sí, hay que fijarse bien para verlo, pues está blanqueado y en un lugar poco accesible.

                                                                                  Fig. 7. Detalle del friso vegetal

Fig. 8. Detalle del friso. Ser fantástico sujetando un roleo

Fig. 9. Ser fantástico sujetando un roleo

A lo largo del muro frontal y de los laterales, horizontalmente, discurre un friso con motivos vegetales y medallones intercalados, que son portados por seres fantásticos, mitad humano, mitad vegetal (FIG. 7, FIG. 8 y FIG. 9). En el interior de los medallones puede observarse el busto de algún personaje, y uno de ellos puede ser identificado con San Juan Bautista (FIG. 10), santo titular de la Parroquia, que lleva el cayado terminado en cruz sujeto en el brazo izquierdo, mientras que, con el dedo índice de la mano derecha, señala hacia abajo, lugar donde se supone que estaría el Cordero de Dios.

Fig. 10. San Juan Bautista

No hay duda de la estética italianizante de este friso, pues utiliza motivos propios de la decoración plateresca, muy similares a los que están tallados en el retablo que los oculta. Según hemos podido conocer a través del trabajo de investigación que estamos siguiendo[16], existen buenos ejemplos de esgrafiados con la temática renacentista en la comarca de Trujillo y, apuntan sus autores que, en la segunda mitad del S. XVI, debió haber en Trujillo y en Plasencia importantes cuadrillas de artífices conocedores de esta técnica y de los motivos decorativos italianizantes[17]. Y encontrándonos en la zona de influencia en la que trabajaban, con mucha probabilidad, algunos de ellos pudieron haberse trasladado hasta Madrigalejo para rematar con esta técnica el presbiterio de la iglesia que se acababa de construir.

Es evidente que estos esgrafiados tuvieron que ser realizados antes de que fuese colocado, en el mismo presbiterio, el retablo mayor, también de estilo renacentista con decoración plateresca, y que, como ya se ha dicho, está datado a mediados del S. XVI.

Se ha indicado más arriba que todo el presbiterio podría estar decorado con esgrafiados. Esta afirmación es fruto de ciertos indicios, como el pedazo de retícula en relieve que se aprecia en la bóveda tras el retablo y el hecho de que, tanto el friso como la decoración geométrica, no terminen en el muro frontal, sino que se extiendan a los laterales. De nuevo echamos manos de fotografías antiguas para reafirmar lo dicho. Sin embargo, en ellas, lo que se aprecia es una decoración en estuco que imita una construcción de sillares de mármol (FIG. 11). Precisamente este tipo de decoración con estuco de acabado marmóreo puede contemplarse aún en el interior de algunas viviendas de finales del S. XIX y principios del XX, que fueron construidas, de nueva planta, alrededor de la iglesia por la oligarquía terrateniente de la localidad. Por tanto, no es descabellado pensar que, en esta misma época, los esgrafiados del presbiterio que quedaban visibles delante del retablo mayor pudieron ser picados y sustituidos por estuco, que era una técnica decorativa de moda en aquellos años y para la que tenían la oportunidad de contar con artífices expertos en la materia trabajando en las inmediaciones.

Fig. 11. Retablo mayor antes de 1964

CONCLUSIONES E INTERROGANTES:

 Todo lo expuesto anteriormente nos lleva a varias conclusiones y también a algunos interrogantes:

A pesar de que actualmente, en la iglesia de San Juan Bautista de Madrigalejo, no haya a la vista ningún vestigio de esgrafiados, esta técnica fue muy empleada en el edificio, tanto para adecentar con bajo coste los paramentos de mampostería, como para decorar con cierto ornato las zonas más nobles del templo, una vez terminadas las obras.

Precisamente por estar en las zonas nobles, las obras más interesantes ejecutadas con esta técnica se ocultaron detrás de hermosos retablos, cuando la parroquia tuvo posibilidad de adquirirlos. Los esgrafiados que decoraban el presbiterio debieron estar a la vista durante un corto espacio de tiempo, ya que la coincidencia de su estilo con el del retablo mayor así lo evidencia.

De sus artífices nada se sabe, aunque con mucha probabilidad debieron ser ejecutados por artesanos de la zona, bien de Guadalupe, bien de Trujillo. Hay que recordar que Madrigalejo pertenecía administrativa y jurídicamente a la ciudad de Trujillo y que el Monasterio de Guadalupe era el gran hacendado del lugar, que gestionaba sus propiedades desde la Casa de Santa María, última morada del rey Fernando el Católico. Además, existen indicios de que, en la Casa de Santa María, también fue empleado el esgrafiado como técnica decorativa[18].

Sobre su datación, parece justificado que los esgrafiados del presbiterio y de los altares laterales debieron ser obras del S. XVI; pero son los expertos quienes tienen que decir la última palabra.

Aunque la intención de las remodelaciones y restauraciones responden a la idea de procurar la consolidación y mejora de las obras, sus criterios no siempre obedecen al principio de conservación de aquello que pudiera ser interesante desde el punto de vista histórico o artístico, sino que, con frecuencia, influyen modas y no están dirigidas por profesionales. Y así hemos podido observar que, junto a buenos logros en las obras de restauración, también se han producido grandes atropellos que han hecho desaparecer parte de nuestro patrimonio y, de esto, no hace mucho tiempo. Por lo que, para evitar este tipo de pérdidas, las restauraciones siempre deberían estar en manos de profesionales.

Y, para terminar, es justo señalar la importancia que tiene la fotografía a la hora de intentar recomponer y estudiar el patrimonio. El presente trabajo sólo ha sido posible a partir de las imágenes, tanto antiguas como actuales, que nos ha proporcionado la fotografía.

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

-FRANCISCO SANZ FERNÁNDEZ, MIGUEL SANZ SLAZAR Y JUAN DE ORELLANA-PIZARRO: “La decoración y articulación de paramentos arquitectónicos en la ciudad de Trujillo: los esgrafiados a la cal”. Coloquios Históricos de Extremadura. Año 2006.

– J. R. PANIAGUA: Vocabulario Básico de Arquitectura. Ediciones Cátedra S.A. Madrid, 1998.

– L.RODRÍGUEZ AMORES: Crónica lugareñas. Madrigalejo. Tecnigraf S.A. Badajoz, 2008. Pág. 293.

– A. LORO CARRANZA y G. RODRÍGUEZ CEREZO: “Estudio del retablo de la iglesia de San Juan Bautista de Madrigalejo”. IX Jornadas Comarcales de SISEVA. Madrigalejo octubre 2016.

Iglesia en Plasencia. (Publicación quincenal de la Diócesis), nº 295, 9 de noviembre de 2008.

 

 

FUENTES:

 

-Fotografías antiguas.

-Material fotográfico recogido en las labores de restauración del retablo mayor.

 

[1] FRANCISCO SANZ FERNÁNDEZ, MIGUEL SANZ SLAZAR Y JUAN DE ORELLANA-PIZARRO: “La decoración y articulación de paramentos arquitectónicos en la ciudad de Trujillo: los esgrafiados a la cal”. Coloquios Históricos de Extremadura. Año 2006.

[2] Ibidem, y J. R. PANIAGUA: Vocabulario Básico de Arquitectura. Ediciones Cátedra S.A. Madrid, 1998. Para poder asimilar los conceptos técnicos he contado con la gran ayuda de Jonatan Carranza Sojo.

[3]FRANCISCO SANZ FERNÁNDEZ, MIGUEL SANZ SLAZAR Y JUAN DE ORELLANA-PIZARRO: “La decoración y articulación de paramentos arquitectónicos en la ciudad de Trujillo… Op. cit.

[4] Ibidem.

[5] L.RODRÍGUEZ AMORES: Crónica lugareñas. Madrigalejo. Tecnigraf S.A. Badajoz, 2008. Pág. 293.

[6]L.RODRÍGUEZ AMORES: Crónica lugareñas. Madrigalejo. Op. cit., pág. 295.

[7] Ibidem.

[8] Ibidem, pag. 296.

[9] Ibidem.

[10] A. LORO CARRANZA y G. RODRÍGUEZ CEREZO: “Estudio del retablo de la iglesia de San Juan Bautista de Madrigalejo”. IX Jornadas Comarcales de SISEVA. Madrigalejo octubre 2016.

[11] L. RODRÍGUEZ AMORES: Crónicas lugareñas… op. cit., pág. 290.

[12] Iglesia en Plasencia. (Publicación quincenal de la Diócesis), nº 295, 9 de noviembre de 2008, pág. 2.

[13] Ibidem.

[14] Tengo que agradecer al párroco que entonces ejercía su ministerio en la iglesia de San Juan Bautista de Madrigalejo, D. Alfonso Raúl Masa Soto, que me facilitara este material y, gracias a él, es posible realizar este trabajo.

[15]FRANCISCO SANZ FERNÁNDEZ, MIGUEL SANZ SALAZAR Y JUAN DE ORELLANA-PIZARRO: “La decoración y articulación de paramentos arquitectónicos en la ciudad de Trujillo: los esgrafiados a la cal”. Coloquios Históricos de Extremadura. Op. cit.

[16] Ibidem.

[17] Ibidem.

[18] Jonatan Carranza Sojo ha visto restos de esgrafiados en una de las paredes de la Casa de Santa María.

Dic 302017
 

Dr. Juan Carlos Rodríguez Masa.

juancarlosrm@unex.es

  • Introducción

 

El siglo XVIII es el “siglo de la Razón” o “siglo de las Luces”, la época de la “ilustración”, porque una explicación racional del mundo venía a “iluminar” las sombras heredadas de la tradición. La prueba es que, en la historia general de España, el siglo XVIII es considerado un periodo de crecimiento demográfico, de reformas políticas y de expansión económica, donde se llevaron a la práctica, con la finalidad de reformar el Estado, nuevas organizaciones territoriales.

La llegada de los Borbones al trono español conllevó cambios sustanciales en la sociedad española, pues con Felipe V de Borbón (1700-1746) se inició una intensa centralización que marcó nuestra organización territorial, prácticamente, hasta la actualidad, aunque este centralismo no terminó con la diversidad existente en los diversos lugares peninsulares. Desde el punto de vista económico, las reformas de Felipe V tuvieron efectos positivos, ya que algunos núcleos de población emprendieron un “despegue económico”. Pero estas zonas fueron escasas en comparación con el resto península, eminentemente agraria, que permaneció basando su economía en la tierra[1]. La actitud reformista era patrimonio de una minoría (grandes pensadores, literatos y artistas) y sus planteamientos llegaron muy desdibujados al mundo rural extremeño.

Efectivamente, el conjunto de las ideas ilustradas circularon, inicialmente, entre unas élites reducidas; sólo sabían leer los sacerdotes, los clérigos y los sectores más acomodados de la burguesía de las ciudades. La nueva dinastía borbónica propició importantes cambios en la estructura del Estado y favoreció un proceso renovador, imbuido por el espíritu ilustrado, procedente de Europa. Las reformas borbónicas pretendieron colocar a España, lógicamente, en la órbita de influencia francesa. Los Borbones introdujeron varios cambios importantes respecto a sus predecesores: “abrieron” el país al comercio internacional y facilitaron la inclusión de extranjeros. Estas tímidas medidas de modernización, inspiradas por los reformistas ilustrados españoles, impulsaron el deseo de conocer en profundidad la realidad histórica del territorio español, y por consiguiente, del extremeño: abundaron las descripciones de viajeros (españoles y extranjeros), se elaboraron censos generales de población (Censo del Conde de Aranda, Censo de Floridablanca, etc.,) y se articularon interrogatorios o cuestionarios (Interrogatorio del Marqués de la Ensenada, Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura, etc.,) que ofrecieron una útil y completa muestra de la realidad nacional, regional o local, puesto que examinaron todos los “órdenes de la vida”: el económico, político, social y cultural. El Interrogatorio proporcionaba un conocimiento en profundidad de la estructura del territorio, abarcando a todas las poblaciones y aldeas del territorio nacional, incluso las de menor entidad[2]. Entre estas localidades se encontraba el Lugar de Navalvillar de Pela, aldea de la ciudad de Trujillo desde el siglo XV al XIX.

El presente artículo pretende reconstruir la realidad histórica del pueblo de Navalvillar de Pela durante la segunda mitad del siglo XVIII, en base a las informaciones del Interrogatorio del Marques de la Ensenada (1753) y el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura (1791). Efectivamente, el presente trabajo se sustenta principalmente sobre fuentes primarias, documentos que contienen la voz de las personas en el pasado, a las que de una manera u otra “hemos entrevistado” a través de los textos generados por ellos.

La historia de Navalvillar de Pela, y su jurisdicción, transcurre paralelamente al devenir histórico extremeño y por extensión al español. Conocer su historia nos permite entender lo que sucedió en el pasado, con el propósito de encontrar respuestas en el presente.

 

  • Luces y sombras en la Extremadura del siglo de la Razón

 

El acceso de la Casa de Borbón a la Corona de España iba a suponer un cambio fundamental en el país, pues con la venida de la nueva dinastía borbónica, la idea de sentar sobre nuevas bases la administración comenzó a concretarse. Así, en 1718, el territorio español se dividió en unidades administrativas, primero denominadas “intendencias” y luego, “provincias”. Hasta el siglo XVIII no quedó definida Extremadura como entidad administrativa. A ello contribuyó la creación de la Intendencia de Extremadura (1720) con capital primero de Mérida y, poco después, trasladada a Badajoz. Tras una fase de adaptación, el sistema de intendencias fue reajustado en 1749, durante el reinado de Fernando VI (1746-1759), con una reforma de límites territoriales, lo que conllevó a la creación de la Provincia de Estremadura, cuya capital era Badajoz [3].

La Extremadura de mediados del siglo de la Razón (siglo XVIII), era un mosaico de jurisdicciones confusas, de infraestructuras administrativas dominadas por señores feudales. La agricultura y la ganadería constituyeron las fuentes indispensables de riqueza que articularon la vida social, política y económica de sus habitantes. Los señoríos eran muy numerosos, las percepciones de derechos feudales muy frecuentes, el control de los vasallos muy importante y la confusión jurisdiccional un verdadero problema[4]. Estos rasgos permitieron definir Extremadura como tierra de frontera, como un territorio deprimido, atrasado y escasamente poblado que conduce a la sociedad que se asienta aquí a la emigración[5]. Para dar una cierta unidad a la olvidada Extremadura fue fundamental la creación de la Real Audiencia. En efecto, el monarca Carlos IV, por Real Pragmática de 30 de mayo de 1790, decidió dotar a la Provincia de un tribunal superior para impartir justicia y estableció una Audiencia Real en la ciudad de Cáceres[6]. El ámbito de su jurisdicción coincidió, salvo pequeñas modificaciones, con el de la actual comunidad extremeña. El 27 de abril de 1791, en el discurso que sirvió para la apertura de la Real Audiencia de Extremadura, Juan Meléndez Valdés, desgranó la situación social y el atraso secular de su tierra amada: “…Extremadura ha sido hasta aquí, en el imperio español, una provincia tan ilustre y rica como olvidada (…). Todo está por crear en ella, y se confía hoy a nosotros: sin población, sin agricultura, sin caminos, industria ni comercio, todo pide, todo solicita y demanda la más sabia atención, y una mano reparadora y atinada para nacer á su impulso, y nacer de una vez sobre principios sólidos y cierto, que perpetúen por siempre la felicidad de sus hijos, y con ella nuestra honrosa memoria…”[7].

Una vez constituida la corporación y configurados los partidos judiciales, que en un principio fueron nueve (Trujillo, Cáceres, Alcántara, Plasencia, Coria, Badajoz, Mérida, Llerena y La Serena)[8], se encomendó a los magistrados que recorriesen, personalmente, sus partidos judiciales con visita a todos sus pueblos[9]. Con la fundación de la Real Audiencia de Extremadura llegó a estas tierras un grupo de profesionales e intelectuales cuyas funciones no se limitaron exclusivamente al conocimiento de los partidos que recorrieron, sino que desplegaron un fuerte compromiso social que se tradujo en la propuesta de soluciones para hacer frente a los problemas que, heredados de siglos, acuciaban a la Provincia y a cuantos aquí habitaban[10]. Para tal fin se elaboró un interrogatorio (Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura) de 57 preguntas, que habrían de contestar las autoridades civiles y eclesiásticas de cada localidad.

Además de los visitadores de la Real Audiencia, un gran número de viajeros extranjeros, movidos por diversas razones, recorrieron la heterogénea geografía extremeña en todas direcciones durante el siglo XVIII. Estos viajeros ofrecieron una visión de Extremadura dominada por un tono más bien triste y favorecieron la “construcción de estereotipos” sobre un supuesto carácter específico y los hipotéticos “rasgos particulares” de sus habitantes: los extremeños. En este sentido, la mayor parte de los viajeros hicieron alusión a una alegórica singular desunión, al ancestral individualismo, salvajismo y paganismo[11], y a la imagen de perezosos y atrasados[12]. Así lo recogió, a finales del siglo XVIII, el ilustre clérigo de Jaraicejo (Cáceres), Francisco Gregorio de Salas, quien dedicó a sus paisanos la siguiente Décima a Estremadura:

“Espíritu desunido

anima á los Estremeños;

jamás entran en empeños,

ni quieren tomar partido:

cada cual en sí metido,

y contento en su rincón,

aunque es hombre de razón,

vivo ingenio y agudeza,

vienen a ser por pereza

los indios de la nación”.[13]

En la memorable Décima, del sacerdote jaraicejano, se encuentran (en un contexto jocoso) buena parte de las ideas, reales o tópicas, así como los estereotipos y prejuicios que circularon sobre los extremeños en la España de finales del siglo XVIII[14]. Por otra parte, en el retrato de Extremadura que brotó de la pluma de estos viajeros no imperó únicamente ese tono oscuro y sombrío que se pueda pensar[15]. En esas pinceladas y rasgueos de la pluma, que dibujaron la región extremeña durante el siglo de la Razón, existieron algunas zonas que cautivaron la atención de los visitantes por su singular colorido, belleza y riqueza natural[16]. Esto ocurrió en el territorio ocupado por la comarca que, peyorativamente, recibió el nombre de “Siberia Extremeña”, tradicionalmente olvidada y marginada, cuyo nombre ha dado lugar a todo tipo de conjeturas[17].

A principios del siglo XIX, las tierras de la Siberia Extremeña, cuyos límites geográficos e históricos son imprecisos[18], formaban parte del Arzobispado de Toledo y de la zona oriental del partido de Trujillo. Un amplio territorio fraccionado en enormes latifundios[19] y sembradas de coladas, veredas, cordeles y cañadas reales que los poderosos señores de la Mesta utilizaban para el tránsito de sus rebaños. La división provincial de España (1833) incorporó todos los pueblos de esta comarca, La Siberia, a la provincia de Badajoz, cuya división provincial se completó con la subdivisión en partidos judiciales de 1834. Desde ese año, las poblaciones de esta comarca fueron integradas en los partidos de Herrera del Duque y de Puebla de Alcocer. Así, sus municipios quedaron enlazados por un sentimiento de pertenencia a la misma comunidad y cada partido llegó a convertirse en una referencia no sólo judicial sino también administrativa, electoral, recaudatoria e incluso comercial.

  • Navalvillar de Pela: aldea trujillana (1418-1834)

 

En la puerta de entrada a la Siberia Extremeña, se encuentra el municipio de Navalvillar de Pela, localidad objeto de estudio. Los diversos hallazgos arqueológicos de distintas épocas encontrados de forma diseminada en las inmediaciones, ninguno de ellos, invita a pensar que el origen de Navalvillar de Pela sea anterior al periodo de repoblación que siguió a la conquista de Trujillo en 1232 en forma de núcleo poblacional organizado[20].

Al sur y hasta donde llegaban los límites jurisdiccionales del territorio trujillano, parece posible que fuese en un inicio un espacio débilmente poblado y con una escasa afluencia de efectivos poblacionales[21]. El poblamiento de esta zona, muy lento, se impulsó en las décadas finales del siglo XV, como ponen de manifiesto el proceso de repartimientos encaminados a hacer atractivo el asentamiento de los hombres en las tierras trujillanas del sureste, al tratarse de un espacio aislado, mal comunicado y escenario, a finales del siglo XIII, de las correrías de los Golfines[22]. La pretensión del Concejo de Trujillo, tendente a asegurar el control y poblamiento de estas tierras, acuerda el 18 de marzo de 1418 el Amojonamiento y Deslinde del ejido de Navalvillar para aumentar su población[23], cuya carta fue escrita en pergamino y signada por el escribano Blasco Domínguez[24].

El lento proceso de crecimiento de población del concejo de Trujillo[25] a lo largo del siglo XV, especialmente la zona situada al sur del territorio, parece acelerarse en los últimos veinte años del mismo, así lo reflejaron las licencias concedidas en ese periodo, donde apreciamos que el Lugar de Navalvillar fue uno de los lugares más solicitados para las mismas[26].

En enero de 1628, don Fernando Pizarro y Orellana[27] presentó en el Consejo de Hacienda un memorial por el que solicitó la compra-venta de la jurisdicción del Lugar de Navalvillar de unos trescientos vecinos y una legua de término. El proceso de venta de resultó complicado, ya que concedida la solicitud, don Fernando Pizarro y Orellana renunció a tal adquisición y traspasó a su hermano, Juan de Orellana Pizarro, sus derechos sobre el Lugar de Navalvillar[28]. Por Cédula Real, fechada en Madrid el 10 de enero de 1629, se ratificó la compra del Lugar de Navalvillar a Don Juan Orellana Pizarro[29].

Del mismo modo, y como era habitual, se ofreció a los vecinos acudir al tanteo pudiendo hacerse con su jurisdicción en un plazo aproximado de sesenta días. No esperaron a la finalización del plazo, ya que el 29 de enero de 1629, los vecinos negociaron el “tanteo” y ofrecieron más de la cantidad acordada por don Juan de Orellana para impedir la compra del lugar por este caballero trujillano[30]. El Consejo de Hacienda aceptó el acuerdo y el comisionado despojó a Don Juan de Orellana Pizarro de su posesión y condición, tan brevemente disfrutada, como primer señor de la villa de Navalvillar de Pela[31].

Navalvillar de Pela gozó y disfrutó del estatus de villa independiente y de realengo durante cuatro años, ya que en 1633 perdió su condición de villa exenta, libre e independiente (de por sí y para sí), debido a que Trujillo consiguió satisfacer lo prometido a la Corona y reclamó la devolución de su antigua aldea. En poco espacio de tiempo, Navalvillar de Pela pasó de ser aldea de la ciudad de Trujillo a villa de señorío, villa eximida de realengo y nuevamente aldea trujillana hasta la división territorial (provincial y regional) de 1834, que se integró al Partido judicial de Puebla de Alcocer (Badajoz).

 

 

 

 

3.1. El Lugar de Navalvillar de Pela según el Interrogatorio del Marqués de la Ensenada (1753)

El 10 de octubre de 1749 se promulgó el Real Decreto, expedido por Fernando VI[32] al Marqués de la Ensenada[33], que ordenaba realizar una magna averiguación, con la intención de racionalizar el complicado e injusto sistema tributario vigente en aquella época, para la puesta en práctica de una Única Contribución (Catastro)[34]. Para ello, se envió a todos los municipios de la Corona de Castilla un cuestionario impreso de cuarenta preguntas, el denominado Interrogatorio del Marqués de la Ensenada. Los datos recopilados supondrán una fuente documental de incalculable valor para el conocimiento de las provincias de la Corona de Castilla y su población, pues era la más exhaustiva y minuciosa averiguación disponible sobre las 22 provincias de Castilla[35].

Los datos obtenidos del Catastro de la Ensenada (1750-1754), es documentación primaria, ya que se trataba de repuestas de “personas de prestigio” de cada localidad (cura, alcalde, regidores y escribanos) que “bajo y cargo de juramento” de decir la verdad, respondieron a las cuarenta preguntas del Interrogatorio. Casi todos los aspectos del municipio dejaron su huella en el Catastro, se examinaron todos los “órdenes de la vida”: el económico, político, social y cultural ofreciendo una completa y útil muestra de la realidad local.

Las autoridades locales de Navalvillar de Pela contestaron al Interrogatorio el 8 de agosto del mil setecientos cincuenta y tres[36]. Entre las respuestas generales encontramos datos demográficos[37]. En este sentido, hacemos un inciso para aclarar que todos los censos anteriores al de Aranda (1768-1769) no cuentan el número de habitantes sino el de vecinos, es decir, los vecinos eran las unidades de producción y consumo, el pequeño grupo humano que contribuía como unidad de cargas financieras y militares del Estado, apareciendo el problema del coeficiente para hallar un número multiplicador y convertir los vecinos en habitantes[38].

De igual modo, en el cuestionario encontramos datos referentes a la situación puntual de cada lugar acompañado de planos de los territorios, quizás para paliar la falta de cartografía[39]. Así, el Catastro de Ensenada nos describe los tipos y calidades de tierra, así como, los productos que se obtienen de ella[40].

3.1.1. La agricultura como base de la economía

La propiedad de la tierra de Navalvillar de Pela, en el siglo XVIII, estaba estrechamente relacionada con su explotación. La tierra, constituía la principal fuente de riqueza de la localidad, pues se trataba de un municipio eminentemente agrícola, donde existía una gran dependencia del Sector Primario, que era el eje fundamental del desarrollo y base de la estructura económica. Igualmente, mediante otra de las respuestas del Interrogatorio podemos conocer los tipos de frutos: “…11ª A la undécima pregunta dijeron que en este termino se cogen los frutos de trigo, cebada, avena, centeno, aceite, vino, miel, cera y frutas…”[41].

La actividad ganadera del Lugar de Navalvillar era básicamente extensiva, encontrándose caracterizada por una baja productividad y rentabilidad económica, debido posiblemente al bajo grado de transformación de productos que se obtenían de la misma. En respuesta a la pregunta veinte del Catastro nos encontramos con las especies de animales existentes en el lugar[42]. La cabaña ganadera suponía para Navalvillar de Pela una considerable fuente de ingresos, no obstante, debemos diferenciar entre el ganado estante (permanece dentro de los límites jurisdiccionales) y ganado trashumante (ganado que emigra de otros territorios aprovechando los pastos del término). El ganado estante, servía de sustento y trabajo a los vecinos de la localidad, ya que les aportaba diversos recursos como: fuente de alimentación en el consumo, medio de transporte de personas y mercancías, fuerza de tiro para labrar la tierra y labores de trilla del cereal, transformación de la lana y piel, abono de las tierras (estiércol), etc. Mientras que el ganado trashumante, se trataba de grandes rebaños mesteños que, organizados a través de las cañadas, venían a pastar y a pasar el invierno en la zona, el aprovechamiento de los suelos se hacía previo arrendamiento, que enriquecía a los propietarios de los terrenos arrendados.

En definitiva, podemos resaltar como el ganado estante tenía una trascendental importancia, puesto que constituía un complemento básico de la agricultura (estiércol, fuerza de tiro, etc.) y de la economía familiar, pues posibilitaba la obtención de productos para el consumo, como podría ser la leche, lana, miel, etc. Pero sería el ganado trashumante, ganado ovino en concreto, el que generaría los más significativos y cuantiosos ingresos[43]. No obstante, dentro del sector primario, recalcamos la actividad de la apicultura[44], sobrepasando las mil doscientas noventa colmenas en la localidad[45].

3.1.2. La industria y el comercio

Las actividades pertenecientes al sector secundario, también afloraron en el Catastro, donde observamos la existencia de varias industrias transformadoras, entre las que se encontraban diversos molinos harineros, un molino de aceite y dos tejares[46]. Además de las industrias referidas de transformación de productos agrarios, aparecen reflejados diversos oficios artesanos, caracterizados por el predominio absoluto de la producción de subsistencia, donde su marco económico, principalmente era un pequeño taller artesanal. En un repaso a los oficios nos encontramos con un herrero, un alarife o albañil, un carpintero, dos sastres y dos zapateros[47]. Para el abastecimiento, los peritos y autoridades de Navalvillar ponen de manifiesto la existencia de una taberna y un abastecedor o almacén de jabón[48].

En el sector terciario, observamos una característica a enfatizar como fue la ausencia de tratantes y comerciantes[49]. Del mismo modo, se describen los entresijos, perfectamente estipulados, de la compra-venta de ganado, ya que sus precios estaban claramente establecidos dependiendo de la especie, sexo y edad[50].

            En lo referente a Sanidad, Educación y Administración Pública, comprobamos que la atención cotidiana estaba en manos de dos cirujanos o sangradores que curraban las enfermedades. La educación estaba a cargo de un maestro, y la Administración Pública del Ayuntamiento, quedaba compuesta por los diversos funcionarios de justicia y profesionales del derecho como regidores, alcaldes y notario[51].

3.1.3. Las finanzas municipales y las fiestas

Los ingresos y gastos de la localidad aparecen reflejados en las Repuestas Generales dos, veintitrés y veintiocho. Aquí podemos comprobar como los vecinos pagaban anualmente, por razón de alcabalas, cinco mil cuarenta Reales[52]. En lo que respecta a las fiestas, en el Catastro menciona, únicamente, las fiestas del Corpus. Asimismo, en la respuesta a la pregunta número veinticinco del Catastro, encontramos una de las primeras referencias escritas que relaciona el nombre de San Antón Abad con Navalvillar de Pela: “…a la Demanda de Sn Antón Abad de Salamanca, y costo que haze la persona que biene a su Cobranza Veintey siete Rs…”[53]. Estos demandadores o bacinadores de limosnas de San Antón, eran los monjes de la Orden Hospitalaria de San Antón, estos monjes, bajo la protección del Santo, eran los encargados de curar en sus casas-hospitales la enfermedad denominada Ignis Sacer, fuego de San Antonio, o mal de los ardientes, para ello, recorrían la zona que constituía la jurisdicción de su encomienda, provistos de bacines y una campanilla para hacerse notar. Los monjes antonianos llevaban una T (Tau) bordada en su hábito, curaban con “vino milagroso” y ponían campanas a los cerdos que pertenecían a sus hospitales para conseguir alimentos para ellos, una práctica ritual muy difundida en diversas poblaciones de España y que procuraba, cada año, un cerdo para ser criado y mantenido por la comunidad y luego ser subastado o rifado el día de la fiesta del Santo, 17 de enero.

Las fiestas en honor a San Antonio Abad son de singular importancia en la historia local de Navalvillar de Pela, consideradas en la actualidad de carácter oficial e institucional, teniendo un particular protagonismo al tratarse de la fiesta mayor de los peleños, gentilicio local. Efectivamente, San Antonio Abad o San Antón, como es popularmente conocido, estaba incluido en el abigarrado santoral católico y su devocionismo popular estaba presente desde tiempos inmemoriales entre los peleños, tal vez, por su patronazgo sobre los animales y las enfermedades de la piel.

3.2. El Lugar de Navalvillar de Pela según el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura (1791)

Los manuscritos originales de las respuestas dadas por el Lugar de Navalvillar de Pela al Interrogatorio se encuentran en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Asimismo, estas respuestas se hallan transcritas dentro de la obra dirigida por Miguel Rodríguez Cancho y Gonzalo Barrientos Alfageme, y patrocinada por la Asamblea de Extremadura en 1995.

Las cincuenta y siete preguntas del cuestionario de la Real Audiencia de Extremadura, que los propios funcionarios realizaron personalmente a las autoridades civiles y eclesiásticas de la localidad, encierran en sus respuestas las preocupaciones y los intereses más diversos: entorno, sociedad, política, economía y religión.

3.2.1. El entorno

En respuesta a la primera pregunta conocemos los límites jurisdiccionales de la aldea de Navalvillar[54] a finales del mil setecientos: “…este lugar es aldea de la ciudad de Trujillo, su capital y dista de ella diez leguas…”[55]. En lo que refiere al paisaje, acentuamos la Sierra de Pela[56] (la cual daba nombre al Lugar de Navalvillar), dónde se criaba la grana o pelotilla, de la mata de coscoja, que los propios valencianos recolectaban para sus tintes[57].

La información que recibió la Administración sobre el estado de las calles era poco halagüeña, pues las calles de Navalvillar de Pela estaban mal empedradas, eran de regular extensión y permanecían a falta de limpieza[58]. El Teniente Cura narraba así el estado de las calles: “…en este pueblo las más de las calles son anchas, aunque ai dos o tres angostas, estan aseadas según lo permite su configuración, que se allan desempedradas en la mayor parte, estando las mas llanas y algunas pendientes…”[59]. Otro de los elementos que ayudaron a definir el urbanismo de los municipios era la presencia de posadas y hospitales. Navalvillar de Pela contaba con una posada para el hospedaje de camineros o arrieros y un hospital[60]. Igualmente, el Teniente Cura reflejó la existencia de una posada y de un hospital[61].

3.2.2. La sociedad

            En 1791, el Lugar de Navalvillar contaba con 360 vecinos (equivalente a unos 1440 habitantes), de ellos 150 eran jornaleros, 120 labradores, 42 ganaderos y 10 artesanos[62]. Idénticamente, el Teniente Cura puntualizaba el número de vecinos, así como la existencia de otros profesionales: cuatro sastres, cinco zapateros, dos albañiles, dos cirujanos y un boticario, también nos informa de que los profesionales no constituyen gremio alguno[63].

Del mismo modo, se nombraba la existencia de una fuente de agua potable donde se surtían los vecinos, especialmente en verano, pero la falta de limpieza de la misma causaba muchas enfermedades entre el vecindario[64]. Por ello, el Teniente Cura recomendó encañar el agua de esta fuente[65].

Otra de las cuestiones importantes radicaba en conocer la realidad de las escuelas de primeras letras, centros, que como su propio nombre indica, se dedicaban a enseñar los conocimientos básicos. Navalvillar de Pela disfrutaba de una escuela y un maestro de primeras letras[66]. Dicha escuela era pagada por los vecinos del lugar y quedaban sin enseñanza los niños de las familias más pobres[67].

 

 

3.2.3. La política

La justicia era uno de los elementos claves del Interrogatorio. El Lugar de Navalvillar quedaba englobado en materia de justicia a la Audiencia de Cáceres y en lo eclesiástico al Obispado de Plasencia[68]. En relación con el Ayuntamiento, era importante analizar los cargos locales, su número y composición. El Interrogatorio constataba que en Navalvillar de Pela había dos alcaldes, tres regidores, dos diputados de abastos y un procurador[69]. Para articular la política local se intentaba conocer la existencia de casa consistorial. En este sentido, figuraba en la población un ayuntamiento con cárcel[70]: “…en este pueblo ai casas de ayuntamiento y carzel de corta estension y estado, y no ai otro edificio ni archivos publicos ni oficios de hipotecas…”[71].

3.2.4. La economía

Las cuestiones económicas eran, sin duda alguna, las que encerraban las respuestas de mayor interés para la Administración Central. Las actividades agropecuarias constituían la fuente principal de subsistencia de los habitantes de Navalvillar de Pela a finales del mil setecientos. Así, las cosechas recogidas en el municipio eran, principalmente, las de trigo, cebada y centeno[72].

Los diezmos[73] de lo cosechado lo percibía el Obispo y Cabildo de Plasencia, la fábrica y el cura de la iglesia, y el Real Monasterio de Guadalupe. Efectivamente, la agricultura suponía el sustento económico más importante de la localidad, pues la tierra cultivada se dedicaba a necesidades humanas. Los cereales, labrados por bueyes y yuntas, constituían la base alimenticia de la población[74]. Los cultivos de regadío eran exiguos, ya que los vecinos reconocían la existencia de pocas huertas en el término, donde se cultivaban productos hortícolas como lechugas, tomates, pimientos[75]. Igualmente, el Teniente Cura habló del escaso número de huertas y de la variedad de frutos que de ellas se recolectaban[76]. En lo que se refiere al paisaje adehesado, Navalvillar de Pela poseía una dehesa boyal de pasto y labor[77].

Por otra parte, con la finalidad de incrementar los terrenos dedicados a cultivos, los habitantes de Navalvillar de Pela transformaban el paisaje mediante la quema y la roza del monte[78]. Otra de las realidades que afectaban al municipio era la escasa extensión de sus territorios cultivados debido a la existencia de terreno montuoso en el lugar, donde habitaba multitud de caza que amenazaba los cultivos y las reses de sus vecinos, por ello, la caza de fieras estaba premiada en el municipio[79].

Otro aspecto interesante, vinculado a las explotaciones agropecuarias, tenía que ver con el sector ganadero. En Navalvillar de Pela existía un predomino del ganado cabrío, después el ovino y, consecutivamente, el porcino[80]. Indistintamente, se aludía al predominio de unas 1.200 colmenas en el término[81].

En lo referente al apartado de fiscalidad y recursos municipales, la primera actividad a tratar será el abastecimiento de la población. En este sentido, los abastos existentes en Navalvillar eran de carne, vino y jabón[82]. Otro aspecto era el referido a las ferias y mercados, según sus vecinos no se celebraba ninguno de estos eventos: “…a la dezima dijeron: que no ay en este pueblo ferias ni mercado alguno, ni nezesidad de ellos por causa de haverlos ymediatos, que no ay comerzio de generos ni frutos…”[83].

En el apartado dedicado a la industria, el primero de los aspectos a analizar serían las fábricas, y comprobamos que en Navalvillar existía una fábrica de lino[84]. Así lo describía el Teniente Cura: “…a la undecima se responde: no ai fabrica en este pueblo, a escepcion de la de lino que se usa labrada por mugeres, par el consumo del pueblo y aun de algunos otros, e ignoro las proporciones para establecerelas…”[85]. Igualmente, el Teniente Cura mencionó la existencia de un molino de aceite[86]: “…a la quadrajesima dixeron: que en este pueblo ay un molino solo de azeite y no ay machina alguna especial para trillar, no otra que fazilite el benefizio de la cosecha…”[87].

3.2.5. La religión

La religiosidad constituye una de las características principales que impregnan numerosas actividades del hombre. Por lo que respecta a la iglesia, como centro de concurrencia habitual para las gentes, llegó a ser costumbre (en siglos pasados) de servirse del templo para los más variados menesteres. En 1791, Navalvillar de Pela presentaba una parroquia, Santa Catalina, que era aneja a la de Orellana la Vieja, con dos tenientes curas que proveía el Obispo de Plasencia[88]. Otras edificaciones religiosas de interés, por sus características (como hitos particularizados) o por su incidencia sobre la organización morfológica de las poblaciones, eran las ermitas que proliferaban tanto en el interior de los núcleos, como en sus alrededores. De ordinario, cada población contaba con varias ermitas. En el caso concreto de Navalvillar de Pela su número ascendía a tres[89]. No obstante, el Teniente Cura citó, únicamente, dos ermitas: Nuestra Señora de la Caridad y de San Sebastián[90].

Otro elemento a analizar en el Interrogatorio fueron las cofradías y las finalidades de su fundación, puesto que los elementos más interesantes de las cofradías eran los fondos que poseían, su institución y el número de hermanos. La fundación de cofradías constituía una práctica muy habitual, sobre todo a lo largo de la Edad Media, como institución que servía para encauzar la devoción laica[91]. Las cofradías fueron diseñadas para transmitir la doctrina cristiana mediante la presencia social y la exaltación religiosa. Por este motivo, los cofrades participaban activamente en los cultos básicos de la iglesia como misas, bautismos, procesiones, etc., y especialmente en la celebración religiosa de la advocación bajo cuyo nombre se hallaba la cofradía. Además, estas asociaciones generalmente realizaban prácticas benéfico-asistenciales para atender a una sociedad desprotegida, en situaciones de enfermedad, orfandad, viudedad, auxilio de muerte, etc[92].

En 1791, el número de cofradías en Navalvillar de Pela era de dos: una denominada del Señor o El Santísimo, cuyos fondos ascendía a 1.730 reales, con 130 cofrades, y la segunda cofradía de Nuestra Señora de la Caridad, con 1.007 reales de fondos y 120 cofrades[93]. Igual respuesta corroboraba el Teniente Cura[94].

Otro aspecto tratado fue el relacionado con los cementerios, debido a su vinculación directa con la religión. El cementerio, al igual que la iglesia, era escenario del quehacer cotidiano, realizándose en él las prácticas colectivas más diversas, desde la celebración de concejos a la venta de productos o la acogida de ganado, hasta su utilización como ámbito de esparcimiento en el que se celebraban las actividades lúdicas o festivas. Por su parte, a la Administración le interesaba esta cuestión por temas sanitarios, puesto que en muchas localidades los enterramientos seguían realizándose en el interior de las iglesias y Navalvillar de Pela no constituía una excepción a dicha realidad. Por ello, los vecinos advirtieron de la necesidad de construir un cementerio[95].

También hemos de referirnos a las mentalidades colectivas sobre la muerte, con especial referencia a las disposiciones testamentales sobre el lugar de inhumación de cadáveres, pues la práctica común era depositarlos en interior de iglesias, conventos o ermitas[96]. La iglesia era un centro de reunión de la comunidad en sentido amplio, pues en ella se integraban el mundo de los vivos y de los muertos. Así, mientras que los vecinos con menos recursos quedaban desplazados al recinto exterior inmediato al templo o cementerios, en su seno interior ofrecía su última morada a los difuntos más adinerados mediante la creación y mantenimiento de una serie de fundaciones piadosas, conocidas como capellanías para: “…salvar sus amas, descargar conciencias, asegurar su ida cielo y encontrar el perdón de sus pecados para ir al regazo de Jesús…”[97]. La creación de capellanías constituyó uno de los pilares básicos de la economía de la Iglesia[98].

Por todo ello concluimos este epígrafe puntualizando que en Navalvillar de Pela existían, a finales del siglo de la Razón, un total de dieciséis capellanías: “…20 Se responde: que no ai beneficios en este pueblo y si hay diez y seis capellanías…”[99].

 

  1. Conclusiones

Llegados a este momento no nos queda otra tarea que la finalizar el presente trabajo, al menos por el momento, y en este sentido se nos manifiesta la necesidad de expresar que en el Lugar Navalvillar de Pela, durante “el siglo de la Razón”, apenas se detectaron síntomas de cambios en sus estructuras sociales, políticas y económicas que pretendieron los reformistas lustrados.

El sector primario era la base de la estructura económica de la localidad, según los datos obtenidos de las fuentes documentales primarias (Interrogatorios), donde gran parte de su superficie la ocupaban los cultivos de cereales y los pastizales, y, junto con ello, encinares y matorral. Los cereales, la vid y sobre todo el olivo (para la obtención del aceite de oliva), fueron sus principales recursos. También las colmenas constituyeron una importante fuente de ingresos. En definitiva, tierra de secano y agricultura con bajos rendimientos. De la misma forma, la ganadería tenía notable importancia en la economía local, ya que la ganadería lanar era, casi con toda seguridad, el principal recurso económico en la localidad durante “el siglo de las Luces”, debido a que se trataba de un lugar de cruce y de llegada de rebaños mesteños.

Un aspecto a matizar es el incremento de la población, llegando a duplicarse por dos el número de vecinos en el paso de siglo XVIII al XIX, debido probablemente a que mermaron las grandes catástrofes demográficas producidas por hambrunas y epidemias que afectaron a toda la Nación. Este crecimiento de población debía conllevar una ampliación de las superficies de cultivo, pero la tierra, que alcanza gran valor, estaba mal repartida y era poco productiva. Consecuentemente, este crecimiento demográfico favoreció el rejuvenecimiento de la población de la localidad y contribuyó, junto con otros factores ideológicos y económicos, al deterioro de las estructuras sociales que habían permanecido en los últimos siglos.

En definitiva, el Lugar de Navalvillar de Pela responde globalmente a las características de otros municipios extremeños del Antiguo Régimen. Del mismo modo, no presenta síntomas que vaticinen el derrumbamiento del sistema estamental y una evolución de su actividad económica en el tránsito del siglo XVIII al XIX. Sin duda, las mayores trasformaciones, aquí como en otras poblaciones extremeñas, se produjeron un siglo después (siglo XX) con los nuevos adelantos técnicos como el ferrocarril o la incipiente energía eléctrica.

 

[1] “…En una sociedad tan eminentemente agraria como era la España del siglo XVIII, la formación de un mercado único dependía de la constitución de un sistema de intercambios masivos y sistemáticos de los productos agrícolas, y más concretamente de los cereales panificables, a escala nacional. Este sistema no existía, ni siquiera llevaba trazas de estarse…”. Carreras Albert y Tafunell Xavier. Historia Económica de la España Contemporánea. Ed. CRÍTICA. Barcelona, 2007. Página 17.

[2] Rodríguez Cancho. M. “Interrogatorios del siglo XVIII. Estudio Comparativo”. Norba. Revista de arte, geografía e historia. Nº 2. 1981. Página 223.

[3] “…En 1718, por obra del cardenal Alberoni, se introdujo el sistema de intendencias. Dos años después se creaba la de Extremadura, con capital primero de Mérida y, poco después, trasladada a Badajoz. Tras una fase de aclimatación y con resultados poco brillantes, el sistema sería reorganizado en 1749, con una reforma de límites, lo que significó su definitivo asentamiento. Cada provincia tendría su intendente. De esta forma, a mediados de aquella centuria, la existencia de una provincia de Extremadura era lugar común. En 1756 un mapa, muy elemental, de un juvenil Tomás López, el gran cartógrafo español de la Ilustración, caracterizaba a la provincia de Extremadura, cuya capital era Badajoz, de una forma muy simple…”. Sánchez Marroyo, Fernando. “Estructura político-institucional de Extremadura (1808-1874)” Revista de Estudios Extremeños. Tomo LXIX. Nº I. Badajoz, 2013. Páginas 149 y 150.

[4] “…desde el punto de vista de la administración civil, Extremadura no era más que un conglomerado inorgánico de ciudades y villas realengas y de extensos señoríos eclesiásticos y seglares…”. Domínguez Ortiz, Antonio: Sociedad y Estado en el siglo XVIII español. Ariel, Barcelona, 1976. Página 205.

[5] “…Extremadura, región fronteriza con Portugal, perjudicada por las guerras y el contrabando, era en las últimas décadas del siglo XVIII un territorio deprimido, atrasado y escasamente poblado (11 h/km², la mitad de la media nacional), anclada en la tradición, la rutina y la pobreza, una parte considerable de cuyos pastos controlaba la Mesta, una estructura de la propiedad desigual e injusta…”. López Casimiro, Francisco. “Reformismo e Ilustración en la Baja Extremadura. Fuente del Maestre en la segunda mitad del siglo XVIII”. Revista de Estudios Extremeños. Vol. 62, Nº 1. Badajoz, 2006. Página 291.

[6] López Casimiro, Francisco. “Reformismo e Ilustración en la Baja Extremadura. Fuente del Maestre en la segunda mitad del siglo XVIII”. Revista de Estudios Extremeños. Vol. 62, Nº 1. Badajoz, 2006. Página 290.

[7] Meléndez Valdés, Juan. Discurso de Apertura de la Real Audiencia de Extremadura (27 de abril de1791). Ed. de M.A. Lama Hernández. Mérida, 1991. Páginas 63 y 64. “Discurso sobre los grandes frutos que debe sacar la provincia de Extremadura de su Nueva Real Audiencia, y plan de útiles trabajos que ésta debe seguir para el día solemne de su instalación y apertura, 27 de abril de 1791”.

[8] “…A fines del siglo XVIII, el territorio extremeño estaba articulado en torno a nueve Partidos Jurisdiccionales: Trujillo, Cáceres, Alcántara, Plasencia, Coria, Badajoz, Mérida, Llerena y La Serena…”. Corrales Álvarez, Álvaro. “La villa de Fuente de Cantos a finales del Siglo XVIII. Análisis histórico a partir del Interrogatorio de la Real Audiencia”. VII Jornada de Historia de Fuente de Cantos. Organizada por “Lucerna”, Asociación Cultural de Fuente de Cantos en colaboración con el Excmo. Ayuntamiento de Fuente de Cantos. Diputación de Badajoz. Badajoz, 2007. Página 147.

[9] Rodríguez Amores, Lorenzo. Crónicas Lugareñas Madrigalejo. Tecnigraf, S.A. Badajoz, 2008. Página 335.

[10] Melón Jiménez, Miguel Ángel. “Extremadura a finales del Antiguo Régimen”. Actas de las Jornadas de historia de las Vegas Altas «La batalla de Medellín» (28 de marzo de 1809). Medellín-Don Benito, 26 y 27 de marzo de 2009 / coord. por José Angel Calero Carretero, Tomás García Muñoz. Badajoz, 2009. Página 29.

[11] “..Hay un aspecto, en la región extremeña, que puede resultar de gran interés y que sería el tema de las Hurdes, a las que Sir John Talbot Dillon se refiere como tierras de salvajismo y paganismo entre sus habitantes, de desdicha y miseria. Todo ello va a formar parte de la leyenda, mantenida por diferentes autores hasta bien entrado el siglo diecinueve, acerca del atraso y barbarie de los hurdanos…”. Rol Jiménez, Jennifer y Alonso Sánchez, Ángela. “Extremadura, la mirada de una tierra por el paso de los viajeros durante los Siglos XVIII, XIX y XX”. XXXIV Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo, 2005. Página 624.

[12] “…Rasgos positivos sencillos, francos, sacrificados, hospitalarios y gentes de honor y probidad. Rasgos negativos: aislados, taciturnos, indolentes, atrasados, individualistas…”. Marcos Arévalo, Javier. La construcción de la Antropología Social Extremeña (cronistas, interrogatorios, viajeros, regionalistas y etnógrafos). Universidad de Extremadura. Servicio de Publicaciones. Cáceres, 1995. Página 176.

[13] Gregorio de Salas, Francisco. Colección de los epigramas y otras poesías críticas, satíricas y jocosas. Tercera Edición. Imprenta de Don Mateo Repullés. Madrid, 1816. Páginas 40 y 41.

[14] “…la mayoría identifica a Extremadura con una unidad territorial definida, que cobra personalidad propia, se articula o define en contraste con Portugal, Andalucía y Castilla. Unos pocos perciben variaciones internas (Hurdes, Gata, Comarca de Guadalupe), y menos son los que plantean la diversidad intrarregional. En casos aislados llegan a escribir sobre pobladores paganos y salvajes, y acerca de razas y pueblos diferentes, interiores…”. Marcos Arévalo, Javier. La construcción de la Antropología Social Extremeña (cronistas, interrogatorios, viajeros, regionalistas y etnógrafos). Universidad de Extremadura. Servicio de Publicaciones. Cáceres, 1995. Páginas 176 y 177.

[15] Rol Jiménez, Jennifer y Alonso Sánchez, Ángela. “Extremadura, la mirada de una tierra por el paso de los viajeros durante los Siglos XVIII, XIX y XX”. XXXIV Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo, 2005. Página 618.

[16] “…Al oeste, se ve una bella panorámica de la montaña de Naval Villar una hermosa masa que se parece a los montes Albanos, cuya forma es igualmente buena y muy similar en la delineación, pero ésta es considerablemente de más grandes dimensiones y mejor desarrollada en este lado que como se veía desde Logrosán cuando la contemplé por primera vez. Inmediatamente después de dejar este oasis, entramos en un extenso xaral, el más bello y extenso que haya atravesado jamás…”. Martín Calvarro, Jesús A. Viajeros Ingleses por Extremadura (1760-1910). Volumen II. Diputación de Badajoz. Badajoz, 2004. Página 70.

[17] “…Algunas conjeturas atribuyen el nombre, Siberia Extremeña, al alejamiento de la comarca y a la carencia de vías de comunicación. Para otros, tiene que ver con algunas imágenes de la gran región asiática relacionadas con su aislamiento, lo extremoso del clima, lugar de destierro de personajes de la corte, etc. Después, algunos viajeros representantes de comercio y otros visitantes habrían propagado su nombre…”. Camacho Cabello, José. “La Siberia extremeña. Marco geográfico y desarrollo histórico” Revista de Estudios Extremeños. Vol. 55. Nº 3. Badajoz, 1999. Páginas 955-956.

[18] “…Su accidentada orografía por encuadrarse en el extremo nororiental de la provincia de Badajoz en la estribaciones de los Montes de Toledo que a su vez marcan el curso del Guadiana y del Zújar…”. González Ledesma, Cándido. “La cabaña ganadera de la Siberia Extremeña a mediados del siglo XVIII”. Actas de los IV Encuentros Comarcales. Estudios Comarcales Vegas Altas, La Serena y la Siberia. Siruela, 8 y 9 de abril de 2011. Diputación de Badajoz. Badajoz, 2012. Página 247.

[19] “…En la Meseta sur, Extremadura y Andalucía predominaban los latifundios, pertenecientes a la nobleza…”. Carreras Albert y Tafunell Xavier. Historia Económica de la España Contemporánea. Ed. CRÍTICA. Barcelona, 2007. Páginas 12 y 13.

[20] “…al menos desde finales del siglo XII era éste un terreno poco o nada poblado, situado en medio de una extensa franja fronteriza cuyos límites fueron traspasados frecuentemente por cristianos y musulmanes en continuas incursiones de reconocimiento y saqueo…”. Adámez Díaz, Antonio. Opus cit. Páginas 26 y 27.

[21] “…al sur y hasta donde llegaban los límites jurisdiccionales del alfoz, es posible que solamente estuviera poblada la aldea de Orellana la Vieja en los albores del siglo XIV. La colonización de esta parte de la penillanura y de la llanura aluvial de la margen derecha del Guadiana se produjo a lo largo del siglo XIV con distintas alternativas y desiguales resultados. El único poblamiento agrupado por la dos Orellanas, Acedera y Navalvillar, se ordena alrededor de la sierra de Pela en el extremo sur… ”. Bernal Estévez, Ángel. Opus cit. Páginas 115 y 116.

[22] “…Esta zona era de pastos y de tránsito de ganados trashumantes, resultaba peligrosa por su despoblación y lejanía y era objeto de frecuentes ataques de las bandas de golfines que merodeaban por sus parajes…”. Bernal Estévez, Ángel. Opus cit. Página 116.

[23] “…Si al lugar de Navalvillar, que es en termino de Trujillo, fuese dado término para que viviesen los que agora en el moran, que se vendrian a bivir a el de mas de los que agora en el moran, otros muchos asi de tierra de Toledo como de otras partes por que la Tierra de Trujillo fuese mejor poblada ellos acordaron de dar termino a el dicho Lugar…”. Bernal Estévez, Ángel. Opus cit. Página 116.

[24] “…Amojonamiento y Deslinde del ejido de Navalvillar por sentencia del bachiller en leyes Bartolomé Rodríguez el 16 de diciembre de 1418”. En Navalvillar, a 18 de marzo de 1418, ante el escribano Blasco Domínguez. El primer mojon es en la fuente de Ruyo eluego en su derecho va adar ala majada del mesto edonde asu derecho ala cabezuela edonde como va a dar en el resto de la Jara e dehay huesas e en su derecho de navamojada quedando lanave en el Exido e donde ayuso en su derecho como va adar su el Aguila de la pedriza edonde en su derecho como va adar enla huerta del membrillo edonde isu derecho como va al camino que va dela Parrilla a Navalvillar ederecho como da por la linde y mojones de entre ambas pelas edonde su derecho tomando al primer mojon fincando a salvo de los q parecieren a Navalvillar…”. A.M.T. Amojonamiento y deslinde del ejido de Navalvillar por sentencia del bachiller en leyes Bartolomé Rodríguez el 16 de diciembre de 1418. En Navalvillar, a 18 de marzo de 1418, ante el escribano Blasco Domínguez. Legajo 2, carpeta 4. Folios 1r-2r. Legajo 3. Folios 258r-259v. Se hizo un segundo amojonamiento por el corregidor de Trujillo, Álvaro Porras, en Acedera, a 16 de octubre de 1492, ante Alfonso Rodríguez de Almazán. Legajo 2, carpeta 4. Folios 2r-4r. Legajo 3. Folios 259v-262r. Hay un segundo cuadernillo que contiene un traslado de 15 de febrero de 1629 y una copia del acta de restitución que se hizo a la ciudad de Trujillo de un pedazo del ejido de Navalvillar. En Navalvillar, a 3 de mazro de 1418. Legajo 2, carpeta 4. 13 folios.

[25] “…Navalvillar estaba encontrando tantísimas dificultades para poblarse que en 1418 el concejo se ve obligado a concederle término propio para facilitar la atracción de nuevos pobladores, en medio de un mar de dudas sobre sus posibilidades de supervivencia, finalmente despejadas hacia finales de este siglo cuando se produce un intenso movimiento roturador, documentado a través de 23 licencias de rompimiento de terrenos en el breve transcurso de 6 años…”. Bernal Estévez, Ángel. Opus cit. Página 114.

[26] “…Aunque tardía en su origen y más aún en su poblamiento, esta zona marginal y extrema del término de Trujillo logró crear una red de núcleos poblados con tendencia al agrupamiento (entre 5 y 9 Km de distancia entre sí), donde vuelven a repetirse dos elementos casi constantes, la presencia del relieve accidentado y la repetición del binomio tierra de extremos (…). Esta zona era de pastos y de tránsito de ganados trashumantes, resultaba peligrosa por su despoblación y lejanía y era objeto de frecuentes ataques de las bandas de golfines que merodeaban por sus parajes…”. Bernal Estévez, Ángel. Opus cit. Página 116.

[27] “…Don Fernando Pizarro y Orellana, Comendador de Bétera, regidor perpetuo de Trujillo y del Consejo de Órdenes, inicia las gestiones para convertirse en señor de Navalvillar…” Sánchez Rubio, Mª Ángeles y Sánchez Rubio, Rocío. “Jurisdicciones en venta. La Tierra de Trujillo en los siglos XVII y XVIII”. La Tierra de Trujillo: desde el Barroco al Neoclasicismo (Siglos XVII y XVIII).Actas del Congreso. Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes. Trujillo, 2007. Página 31.

[28] “…Don Juan de Orellana Pizarro adquiría el 6 de diciembre de 1628 el señorío de Navalvillar, de unos 300 vecinos y una legua de término, con la condición expresa de que dicho señorío sería firme sólo en el caso de que la ciudad no pudiera satisfacer la cantidad prometida a cambio de cesar las ventas y, puesto que dicho pago podría dilatarse, se procedería a dar la posesión del lugar a su nuevo señor…”. Sánchez Rubio, Mª Ángeles y Sánchez Rubio, Rocío. “Jurisdicciones en venta. La Tierra de Trujillo en los siglos XVII y XVIII”. La Tierra de Trujillo: desde el Barroco al Neoclasicismo (Siglos XVII y XVIII).Actas del Congreso. Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes. Trujillo, 2007. Página 43.

[29]“…La jurisdicción y señorío y vasallaje del lugar de Navalvillar jurisdicción de la ciudad de Trujillo el cual declaró tendría doscientos vecinos y una legua de termino y que pagaría su precio a diez y ocho mil ciento y treinta maravedís siente mil doscientos y cincuenta ducados por legua (…) consintió que la dicha venta se hiciese con don Juan de Orellana Pizarro caballero de la orden de Santiago…”. Díaz Ramírez, Segundo. En busca de la historia de Navalvillar de Pela. Don Benito (Badajoz), 1988. Páginas 60 y 62.

[30] “…Sepan quantos esta carta de poder vieren como nos, el conçejo, justicia y regimiento del lugar de Navalvillar de Pela, jurisdiçion de la çiudad de Trujillo, estando juntos en nuestro conçejo y ayuntamiento, hvienéndose para ello tocado la campana como es costumbre, coviene a saber, Andrés Moreno de Juan Alonso y Lucas Fernández de la Sierra, alcaldes ordinarios de este lugar pos Su Magestad, y Juan Arias y Bartolomé Sánchez Gutierre y Miguel Hernández Ramos, regidores del conçejo de dicho lugar, en voz y en nombre deste dicho conçejo y sus veçinos y por lo que toca al bien e derecho deste dicho lugar, dezimos que por quanto a la nuestra notiçia ha venido que don Juan de Orellana, veçino de la çiudad de Trujillo, para sí mimo o para don Fernando Piçarro su hermano o para don Juan Pizarro, veçino y regidor de dicha çiudad, quieren comprar la jurisdiçion deste dicho lugar y quitarla de la dicha çiudad de Truxillo que la tiene, y ser esto en gran daño y perjuiçio de los vezinos deste dicho lugar por salir del señorío de su rey y señor natural y pasar a la de un cavallero (…) y para no reparar y remediar, usando de lo que el derecho nos conzede y con comun consentimiento de la gran parte de los veçinos deste dicho lugar, otorgamos nuestro poder cumpido como de derecho se requiere a Juan Moreno y Alonso Gonzáles de la Sierra y Pedro Garçia Ximeno, vecino de dicho lugar, y a Bartolomé Álvarez de Prado, procurador en los Reales Consejos (…) para que por nosotros y en nuestro nombre y del dicho conçejo y lugar y sus vezinos y república, puedan contradezir la dicha venta o enagenaçión y suplicar y supliquen a Su Magestad y señores de sus Reales Consejos se le dé a este dicho lugar y sus veçinos por el tanto la jurisdiçion y señorío que tiene comprada el dicho don Juan de Orellana o el dicho don Fernando o don Juan Pizarro o otra qualquiera persona de qualquier estado o calidad que sea. Que este lugar y conçejo y sus veçinos ofrezen de servir a Su Magestad con la misma cantidad y en la misma forma y manera que los susodichos (…) y para la paga y cumplimiento dello puedan obligar y obliguen al dicho lugar y conçejo y sus vienes propios y rentas presentes y futuros; sobre lo qual puedan otorgar y otorgen todas y cualesquiera escritura o escrituras (…). En el lugar de Navalvillar a veinte y nueve días del mes de henero de mil seisçientos veinte y nueve años….”. Sánchez Rubio, Mª Ángeles y Sánchez Rubio, Rocío. Opus cit. Página 92.

[31] “…Antes de marcharse se llevó un famoso reloj que aún se conserva en una de las torres del Palacio en Orellana la Vieja, debajo del mismo hay una inscripción que dice: aunque me ves que aquí estoy del Valdelapeña soy…”. Díaz Ramírez, Segundo. Opus cit. Página 73.

[32] Fernando VI de Borbón (Madrid, España, 23 de septiembre de 1713 – Villaviciosa de Odón, provincia de Madrid, 10 de agosto de 1759), llamado el Prudente o el Justo, rey de España desde 1746 hasta 1759, cuarto hijo de Felipe V y de su primera esposa María Luisa Gabriela de Saboya. Se casó en la Catedral de San Juan Bautista de Badajoz con Bárbara de Braganza en 1729, que fue Reina de España hasta su muerte en 1758.

[33] Zenón de Somodevilla y Bengoechea, marqués de la Ensenada (1702-1781), fue un estadista y político ilustrado español. Llegó a ocupar los cargos de secretario de Hacienda, Guerra y Marina e Indias. Nació en Hervías o en Alesanco, ambas en la actual comunidad autónoma de La Rioja (España), probablemente el 20 de abril (día de san Zenón) de 1702, y murió en Medina del Campo, actualmente en la provincia de Valladolid (España), el 2 de diciembre de 1781.

[34]“…Con Fernando VI, bajo administración del Marqués de la Ensenada, se adoptan en 1740 instrucciones para formalizar un Catastro General a fin de crear un nuevo sistema tributario y establecer la Única Contribución. Para obtener los datos necesarios se plantea un Interrogatorio de 40 preguntas, dirigidos a los diversos pueblos de la Corona de Castilla que sirva para confeccionar el libro de Repuestas Generales de la jurisdicción, diferentes a las Respuestas Particulares o conjunto de declaraciones sobre patrimonio individuales…”. Rodríguez Cancho. M. “Interrogatorios del siglo XVIII. Estudio Comparativo”. Norba. Revista de arte, geografía e historia. Nº 2. 1981. Página 223.

[35] “…Sucesivos ministros de Hacienda de Felipe V y Fernando VI acariciaron la idea de establecer para toda España la “única contribución”, a la vista de que en Cataluña se daba la feliz conjugación de aceptación social del tributo y altos ingresos para el erario con un fuerte resurgimiento económico. Uno de esos ministros, el marqués de la Ensenada, convenció al monarca de la bondad del proyecto. Se puso en marcha mediante la promulgación de un decreto en 1749 que mandaba confeccionar un catastro de la riqueza de las provincias de Castilla (…). En un lapso de tiempo breve (dados los medios de la época) fue compilada toda la información que podía recabarse públicamente sobre las propiedades y los ingresos del conjunto de la población…”. Carreras Albert y Tafunell Xavier. Opus cit. Página 11.

[36] “…Don Diego Sánchez Ramiro cura teniente de la Parroquia de Santa Catalina (…) Juan Martín Almohalla y a Juan Mayor, Alcaldes pedáneos de primero y segundo voto uno y otro del estado General, Diego Miguel, Pedro Gimeno y Bartolome Nogales, Regidores, Juan Muñoz Parralejo, Procurador Síndico, Juan Bernal y Pedro de Masa, escribanos del Concejo que todos juntos componen Ayuntamiento que concurrieron con dicho cura, y en compañía de Ambrosio Nogales, Cristóbal Ramiro y Alonso García Redondo vecinos de este lugar…”. Ibídem. Folio 107v.

[37] “…21ª A la vigésima prima dijeron que este pueblo se compone de trescientos sesenta y cuatro vecinos y que no hay en su término ningunas casas de campo ni alquerías y responden. 22ª A la vigésima segunda dijeron que este pueblo tiene trescientas diez casas habitables, veinte y siete inhabitables y tres arruinadas y responden (…) 36ª A la trigésimo sexta dijeron que en este pueblo hay cincuenta pobres de solemnidad, y responden (…) 38ª A la trigésimo octava dijeron que en este pueblo hay seis eclesiásticos incluso los tenientes de cura y responden. 39ª A la trigésimo novena dijeron que en este pueblo no hay convento alguno y responden…”. Ibídem. Folio 118v.

[38] “…Durante mucho tiempo, durante todo el XIX y buena parte del XX, se han estado utilizando coeficientes muy altos en parte para estar compensar las ocultaciones de los vecindarios. Pero tras los estudios de Bustelo se ha reconducido el tema y se utilizan coeficientes muchos menores en torno a 3,5-4. Nosotros creemos que el coeficiente de conversión de vecinos en habitantes para la tierras de la Submeseta Sur se mueve en una banda comprendida entre 3,5 y 4,2 siendo su valor más probable algo inferior a 4 a mediado del siglo XVIII, 3,8 para los vecindarios del Catastro…”. Camacho Cabello, José. “La población de la Siberia Extremeña. Siglos XVI, XVII y XVIII”. Revista de Estudios Extremeños. Tomo LVI. Nº 1 Enero-Abril. Badajoz, 2000. Página 210.

[39]“…3ª A la tercera dijeron que a juicio prudente les parece tendrá este término desde Levante a Poniente una legua, y del Norte al Sur otra con poca diferencia, y que el circuito tendrá tres leguas y media (…) por el L linda este término con el da la ciudad de Trujillo, por la dehesa que llaman de Alcornocalejo (…) por P con alijares comunes que están en el termino de dicha ciudad, por el N con tierra y dehesas de Ntra. Sra. de Guadalupe, que están en dicho término de la referida ciudad, y con la caballería de ella que llaman el Guijo y por el S con la dehesa que llaman de Pela, propia del Conde del Real (…) y con el alijar de la contienda ciudad contigua la dehesa de los Cogolludos, propia del Marqués de San Juan y de Orellana la Vieja…”. A.G.S. Catastro de Ensenada, Respuestas Generales de la aldea de Navalvillar de Pela, 8 de agosto de 1753. Folio 109 r.

[40] “…4ª A la cuarta pregunta dijeron que todas las tierras y terreno del término son de secano a excepción de algunas que hay de regadío para hortaliza en huertos que estas producen en los sitios de Valdelapeña y Valdemenbrillo, siendo todas las demás de secano de tierras muradas de viñas, olivares, frutales, tierras de labor, dehesa boyal de pasto, ejido, baldíos, bosques y matorrales (…) 5ª A la quinta que todas las tierras de labor del termino declaradas son de primera, segunda y tercera calidad y las de pasto solo de segunda y tercera y la que ocupa la hortaliza en huertos de regadío de primera, la de frutales de primera y regada la de viñas solo de segunda, y la que ocupan los olivares de primera, segunda y tercera, responden 6ª A la sexta dijeron que los plantíos de árboles que se hallan en las tierra declaradas de este término son olivos, viñas, cereales, higueras, melocotones, granados y algunas encinas (…) 10ª A la decima pregunta dijeron que en el término de este pueblo, a juicio prudente, les parece ocupará en sembradura seis mil y trescientas fanegas de trigo (…) de riego fanega y media de primera calidad, en viñas dos fanega y media de segunda, en frutales de primera y segunda veinte fanegas de por mitad en olivos ciento y dieciocho fanegas, las diez y ocho de primera calidad, cincuenta y cuatro de segunda y lo restante de tercera; en tierra de labor de particulares doscientas setenta y cuatro de primera calidad, cincuenta de segunda y cuatro de tercera, ciento treinta y seis fanegas y lo restante inútiles por desidia…”. Ibídem. Folio 109v

[41] Ibídem. Folio 112r.

[42]“…a la vigésima dijeron que en este pueblo hay las especies de ganado vacuno de bueyes, vacas, ovejas, carneros, cabras, machos, cerdos, caballos, mulas, mulos, jumentas, jumentos y que no hay quien tenga en él cabaña ni yeguada que pasten en su término, ni hay caballos de regalo, ni mulas de coche, responden…”. Ibídem. Folio 118r.

[43] “…Cuyos ganados lanares trashumantes son propios del Marqués de Belamazán y Gramosa, vecino de la villa de Agreda en Castilla la Vieja…”. Ibídem. Folio 118r.

[44] La apicultura es la actividad agropecuaria dedicada a la crianza de abejas y a prestarles los cuidados necesarios con el objeto de obtener y consumir los productos que son capaces de elaborar y recolectar.

[45] “… 19ª A la decima novena dijeron que es este término hay mil doscientas y noventa y seis colmenas regular crian entre tres un enjambre, considerando su valor anualmente, por un quinquenio, siete reales, a cada una la consideran media libra de cera en rama a tres reales, la libra de miel cuartillo y medio, a real y medio el cuartillo, que junto todo de enjambre, miel y cera, hecha la cuenta queda una utilidad al año a cada colmena siete reales y medio y a cada una regulan su valor en catorce reales…”. A.G.S. Catastro de Ensenada, Respuestas Generales de la aldea de Navalvillar de Pela, 8 de agosto de 1753. Folio 117r

[46] “…17ª A la décima séptima dijeron que en este término hay tres molino harineros, uno al sitio del arroyo Gargáliga distante del pueblo media legua de dos paradas, propio de Don Antonio Nogales presunto residente en Indias en la ciudad de Puebla de los Ángeles que hoy administra su madre, Ana Murillo, vecina de este lugar, viuda de Bartolomé Nogales (…), otro molino de una parada en la misma ribera de Gargáliga y la misma distancia , propio de Ambrosio Nogales y Juan Martín Arroyo, vecinos de este lugar (…) y otro de una parada al sitio del arroyo Hermoso distante del pueblo un cuarto de legua, propio de Don Joseph Muñoz de Nogales capellán de menores, residente en la villa del Alcázar de San Juan, provincia de la Mancha, el que administra Juan Muñoz Parralejo, su padre (…). Asi mismo hay un molino de aceite de una viga dentro del pueblo al sitio de la ladera, propio de Ambrosio Nogales (…). Un tejar al sitio de Santa Ana distante del pueblo doscientos pasos, propio de Pedro Gallardo (…) otro al dicho sitio y distancia al que regulan de utilidad sesenta reales, que es propio del concejo de este lugar…”. A.G.S. Catastro de Ensenada, Respuestas Generales de la aldea de Navalvillar de Pela, 8 de agosto de 1753. Folio 114r.

[47]“…33ª A la trigesima tercia dijeron que este pueblo hay un alarife o albañil llamado Joseph Pino (…), un herrador o albertar (…), un herrero que lo es Pedro Broncano (…), hay dos zapateros que son Martín Fabero y Antonio Gomez (…), dos sastres que lo son Juan Beato y Pedro Pacha…”. Ibídem. 125r

[48] “…29ª A la vigésima novena dijeron que en este pueblo hay solo una taberna pública que al presente mantiene vende por mayor o por menor Bartolomé Sánchez Hidalgo, vecino de él al que regulan por este trato de utilidad anual seiscientos Reales por sí, y saben que el Concejo tiene ajustados los derechos sisa en novecientos Reales al año, con más siete arrobas de vino para sus gastos; hay también un Abasto de Jabón el que al presente mantiene Simón Fernández, vecino de Orellana la Vieja, con la obligación de pagar el cuarto en libra a su Majestad en la ciudad de Trujillo…”. Ibídem. Folio 122v

[49] “…31ª A la trigesima prima dijeron que en este pueblo no hay tratante, ni comerziante alguno, que por sí, ní otra persona administre su caudal…”. Ibídem. 123v.

[50] “…18ª A la decima octava dijeron que el esquilmo animal de las ovejas de la tierra considerando la lana, borrego y queso, producen en esta forma entre nueve ovejas regular una arroba de lana, y esta por su valor cuarenta reales, entre tres crian un borrego y esta al destete le regulan vale ocho reales, de queso a cada una le consideran una libra a real y medio cada una, la cuenta viene a dar de esquilmo cada una anualmente ocho reales y veinte maravedís y medio, una borrega de año regular vale catorce reales y de dos años que hace ya de oveja diez y ocho reales (…), al cabrio entre dos cabras regular crian un chivo, que este al destete le consideran siete reales de valor, a cada una de queso la regulan dos libras (…). A cada vaca de vientre la regulan criando entre tres un becerro, que este al destete le dan de valor cincuenta reales (…) a cada puerca de cria la regulan crian dos lechones, al destete consideran cada uno de valor de doce reales, queda de utilidad veinte y cuatro reales, de marranillo vale veinte y cuatro reales, de marrano de dos años cincuenta, y de tres años arriba que es puerco setenta reales y si este se engorda podrá llegar, unos años con otros, en un quinquenio de siete arrobas, regulando cada una a trece reales (…). Una jumenta consideran cada tres años una cria y esta al año, de macho o hembra, la regulan valer sesenta reales, en que viene a quedar de utilidad anualmente veinte reales; siendo de dos años el jumento vale cien reales, de tres años arriba que hace de burro para poderse trabajar con el, le regulan en ciento y cincuenta reales, siendo hembra de dos años vales noventa reales y de tres arriba que es burra para criar ciento y treinta reales…”. Ibídem. Folio 195r.

[51] “…a Juan Nicolás González sacristán y organista, por su oficio incluso los emolumentos le regulan novecientos Reales al año; a Juan Martín Almohalla y a Juan Mayor, Alcaldes les consideran de utilidad, por las dependencias que se ofrecen al Común de vecinos fuera de lo que tienen por el Concejo, treinta Reales a cada uno, a los regidores Diego Miguel, Pedro Ximeno, Bartolomé Nogales por lo mismo y por las posturas y remates doce Reales a cada uno, además de lo que tienen por el Concejo a Juan Bernal del número de Ayuntamiento la regulan de utilidad, además del salario que le da el Concejo y rebajados los ochenta Reales que paga de pensión al convento de Guadalupe, por dependencias sueltas, y asistimiento al Pósito trescientos y ochenta Reales, así mimo le regulan por Notario Apostólico cuarenta Reales, a Pedro de Masa, escribano de la otra escribanía de número, y Ayuntamiento se le regulan de utilidad por la misma razón trescientos y ochenta Reales, por no ser notario; a Juan Sánchez Orzio por su oficio de cirujano, sangrador y barbero se le regula de utilidad al año novecientos Reales, a Joseph Adame por lo mimo mil Reales a Pedro Francisco Javier, maestro de primeras letras en atención a los cortos muchachos le consideraron doscientos cincuenta Reales, el que no tiene salario por el Concejo…”. Ibídem. Folio 195v.

[52] “…2ª A la segunda que este pueblo es aldea de la ciudad de Trujillo, con jurisdicción pedánea, cuyo Corregidor aprueba y confirma anualmente Alcaldes, Regidores, Procurador, Ministro y demás justicia que le proponen los que cumplen, y que saben y les consta, por estar así encabezado, pagan los vecinos de este pueblo anualmente a su Magestad, en sus arcas Reales de dicha ciudad por razón de alcabalas cinco mil cuarenta Reales (…). 23ª A la vigésima tercia dijeron que este Pueblo y su Concejo goza y tiene por suyo propio una casa de Ayuntamiento con su Cárcel inclusa en ella, el Pósito de granos y contiguas a ella las casas Carnicería en el sitio de la Plaza pública; tiene así mismo un hospital sin renta para albergue y recogimiento de pobres al barrio de la Caridad…”. Ibídem. Folios 108v, 118v y 122r.

[53] “…25ª A la vigésimo quinta dijeron que este Concejo paga anualmente por fiestas del Corpus cincuenta y tres reales (…) A la Demanda de San Antonio Abad de Salamanca, y costo que hace la persona que viene a su cobranza, veinte siete reales; del hospital de locos de Valladolid, seis reales; a la Casa Santa de Jerusalén, seis reales (…) 26ª A la vigésima sexta dijeron que este Concejo tiene contra si tres censos impuestos con facultad real redimibles, que el uno es de mil y quinientos reales de réditos anuales que se pagan a la obra pía que en la villa de Orellana la vieja fundó Don Jacinto Ruiz, Arcipreste que fue de la de Santa Olaya, en el arzobispado de Toledo, los que se pagan a Don Francisco Leal cura rector de este pueblo, y residente en la villa de Orellana la Vieja, como administrador de dicha obra y su Principal es de cincuenta mil Reales…”. Ibídem. Folio 120r.

[54] “…A la primera dixeron: que este lugar es aldea de la ciudad de Truxillo y que esta en su capital, y dista de ella diez leguas. Y su situación por los quatro vientos es la siguiente: por la parte del sur esta situado al sopie de la sierra nominada Pela y constituido en terreno pedregoso y parte de planicie pendiente de la sierra, dista de la villa de Cáceres quince leguas. Tiene de extensión el termino de lebante a poniente una legua, de norte a sur otra; confina por parte de lebante con termino de la villa de las Casas de Don Pedro, de la que dista tres leguas, por la del sur con villa de Orellana la Sierra y dista una legua, por poniente con el lugar de Acedera distante una legua, y por la del norte con deesas del Monasterio de Guadalupe. Todos estos pueblos estan comprehendidos en el termino de la nueba Audiencia de Cazeres; este lugar, el de Orellana la Sierra y Azedera son del Obispado de Plasencia, y el de las Casas de Don Pedro a el Arzobispado de la ciudad de Toledo…”. Barrientos Alfageme, Gonzalo y Rodríguez Cancho, Miguel. Interrogatorio de la Real Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido de Trujillo. Tomo II. Asamblea de Extremadura. Badajoz, 1996. Página 347.

[55] “…A la primera se responde: que este lugar es aldea de la ciudad de Trujillo, su capital y dista de ella diez leguas; su situación por los quatro vientos es como se sigue: por las del sur esta situado al sopie de la sierra nominada Pela, su termino parte de planicie y parte pendiente de dicha sierra, y dista de la villa de Cazeres quince leguas. Tiene su termino de extensión desde levante a poniente una legua y dede el norte al sur otra con corta diferencia. Confina por la parte de levante con terminos y jurisdiccion de la villa de la Puebla de Alcocer y con los de las Casas de Don Pedro, la distancia a estos al primero dista tres leguas y al segundo dos, y por la poniente con terminos del lugar de Azedera y dista de esta una legua, por la parte del sur con termino y jurisdiccon de la Villa de Orellana la Sierra y dista de ella una legua, por la del norte con termino o deesas del Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe y termino y jurisdizion del lugar de Logrosan; y este pueblo es de la jurisdizion desta nueva Audienzia y este pueblo es del Obispado de Plasencia…”. Ibídem. Página 356.

[56] “…43. Se responde: que en la sierra referida en la repuesta a la pregunta quarenta y una hay muchos azebuches, olivos silvestres, que se pueden enxertar, pero este terreno ni el de sus faldas no es facil dividirse suertes entre los vecinos por sus muchas pendientes, piedras y maleza, pero es conveniente que desde el camino de San Andres y el de Azedera para arriba se de facultad al vecino que quisiese hazer heredad para hacerla, señalando antes la justicia terreno y poniendo el muro correspondiente para defensa de los arboles (…) 44. Se responde: que en los terminos de este pueblo hay una sierra poblada de charnecas y de toda especie de monte pardo, cuia cavida desde el camino de San Andres por una parte y por la otra desde el camino de Azedera es extensa, no puedo individualizarla, me remito a lo que la señora justicia ha ynformado sobre este particular; se halla inculta a causa de sus pendientes y muchas piedras…”. Ibídem. Página 365.

[57] “…A la quadrajesima quarta se dice: que en el termino no ai mas arboles que algun alcornoque y mui rara encina, y no se aprovecha su fruto por estar entre monte feroz y bravios. Y no ai noticia de yerbas medicinales y en la sierra suelen cogerse la grana o pelotilla de la mata llamada coscoja para el tinte en grana y suelen venir los valencianos a por ellas…”. Ibídem. Página 354

[58] “…A la octava dixeron: que las calles de este pueblo las unas son anchas y angostas, y las mas de ellas tienen poca pendiente, y aunque estan limpias no tienen el correspondiente aseo por no estar empedradas la mayor parte de ellas…”. Ibídem. Página 349.

[59] Ibídem .Página 358.

[60] “…A la novena dixeron: que ay una casa de posada en que voluntariamente recojen algunos camineros o arrieros, de corta capazidad su estension. Que ay un camino real que confina con la deesa boyal de este lugar, llano y espazioso, sin transitos peligrosos y que solo an conzido en el dos desgracias que fueron causales, pero no por defecto del camino (…). A la vijesima prima dixeron: que ay un solo hospital y que este no tinene mas dotazion que la de diez y seis maravedies que contribuie cada vezino difunto y este se administra por la justizia, distribuiendolo en sus reparos y aseos…”. Ibídem. Página 349.

[61]“…9. Se responde: que en este pueblo ai solo una casa de posada, en la qual se recojen algunos arrieros. Y ai solo en este termino un camino real, en el cual no hay paso peligroso y si solo se a adbertido en dos o tres desgracias en la entrada de lo confines de la villa de las Casas de Don Pedro (…). 21. Se responde: que en este pueblo hay solo un hospital y no tiene otra dotacion que diez y seis maravedies de cada difunto, se administra por la justicia actual y su limosna se emplea en repartos y aseos…”. Ibídem. Página 358.

[62] “…A la tercera dixeron: que este pueblo tiene trescientos sesenta vecinos, y de estos son ciento y veinte labradores y peujaleros, ciento y cinquenta jornaleros, quarenta i dos de oficio de ganaderos, diez artesanos, cinco empleados en el travaxo de artes liberales, y treinta i tres viudas, no ai gremio con ordenanzas algunas. Y las dibersiones mas comunes son el calva, varra y caza, y no se nota vicio alguno con esceso, ni los jornaleros abusan en el modo ni oras de trabajo, y se les pago de jornal lo siguiente: en la sementera dos reales, en recolecion de frutos a quatro reales…”. Ibídem. Página 348.

[63] “…A la tercera se responde: que tiene este pueblo de vecindad trecientos sesenta vecinos, y son aplicados a la lavor y usan de ella con corta diferencia ciento treinta vecinos, y cinto i quince poco mas o meno estas sirbiendo de ganaderos, unos en el Monasterio de Guadalupe i otros en este pueblo i en los inmediatos, los demas restantes son artesanos, y ai de oficio de sastre quatro, cinco zapateros, dos albañiles, dos cirujanos, un boticario; que no ai gremios algunos. Y la diversión mas comun entre los moradores es la barra y juego de calva, y cazar fieras, conejos y perdices; y no se nota especial inclinacion a vicio alguno, ni abuso en los oficiales i jornaleros en el modo u horas de sus trabajos, ni en el precio de sus jornales, siendo el corriente en este pueblo en la sementera dos reales y en la recoleccion de mieses quatro reales…”. Ibídem. Página 356.

[64] “…A la trijesima octava dixeron: que ay en este pueblo una fuente con abundanzia de agua de buena calidad, y en el término ay algunas de corto mineral. Y los rios mas ynmediatos son las Gargaligas, que pierden la corriente en tiempo de estio y de ynvierno mantienen alguna pesca de pezes medianos, pero de buena calidad y se aprobechan sus aguas en alguna tablas ondas para los ganados de todas espezies. Y no se conoze ayga aguas minerales ni uso de ellas…”. Ibídem. Página 353.

[65] “…38. Se responde: que en este pueblo (hay) una fuente con mucha abundancia de superior calidad, he tomado informes de los cirujanos en orden a la mayor utilidad de ella y me afirman y aseguran que limpiandola todos los años se nota mucho alivio en las enfermedades y aumento del gentio, como se a esperimentado principalmente en las quartanas y tercianas. Es cierto que depende tambien este quebranto de estar abierta y hechar muchas inmundicias, por lo que mi parece era el ponerla en medio del pueblo con cañeria y caños por ser facil su execucion y ser utilisimo al pueblo por estar muid estante de el, y en tiempo verano van las señoras mugeres por agua cometiendo mucho excesos. Tambien hay otras en el dicho termino, aunque suelen secarse en el estio. Hay un rio nominado Gargaligas, que tambien pierde su corriente en el verano y solo quedan en el estio algunos charcos profundos, donde mantiene alguna pesca de buena calidad y se aprovechan sus aguas por los ganados de estos vecinos. No hay sitio comodo para habrir canal o zequia para riego y se experimenta grande necesidad de agua en el estio y no hallo remedio para reparar este daño que en aumento y extensión de las lagunas del termino. No hay minerales de que se pueda usar…”. Ibídem. Página 364.

[66] “…a la vijesima septima dixeron: que ay maestro de niños de primeras letras, sin dotación alguna, pagando cada niño al maestro un solo real al mes y cada semana ocho maravedies en el dia sabado. Y que no ay estudio de gramatica e ygnoran el medio para establezerle…”. Ibídem. Página 352.

[67] “… 27. Se responde: que en este pueblo hay un solo maestro de primeras letras, sin dotación fija y contribuie cada un niño con un real cada mes y diez y seis maravedies a la semana; este pueblo por ser mui numeroso y por instantes aumentarse, pues de treinta años a esta parte hay seiscientas personas mas y ser mui notable el perjuicio de la poca solicitud en esto, soy de parecer que convenia que huviese dos con alguna dotacion del fondo, de donde ha de salir lo ignoro. Y no hay estudio de gramatica e ignoro el medio de establecerle a causa de los cortos propios y rentas de este concejo…”. Ibídem. Página 363.

[68] “…NAVALVILLAR DE PELA, L. de España, provincia de Estremadura, partido de Trujillo, obispado de Plasencia. A.P., 512 vec., 2,388 habitantes, I parr, I pósito. Situado en la falda N. de las sierras de su nombre, con buenas aguas y clima, cercado de tierras de labor, olivares y viñas en la parte de la sierra, y en todo lo demas monte bajo…”. Miñano, S. Diccionario geográfico y estadístico de España y Portugal. Tomo VI. Imprenta de PieratPeralta. Madrid, 1827. Página 228.

[69] “…A la segunda dixeron: que este lugar no es de señorío particular, no ai mitad de oficios, y la elección de sujetos de justica se hace por los vocales que salen cumplido el año, y aprobandola el corregidor de la capital y no abiendo padecido antes contradicción de los vecinos, a quienes se hace saber. Y el numero de estos sujetos se comprende de dos alcaldes, el uno que es de primer voto es presidente de la junta de propios y el otro lleba el gobierno del posito con los interbentores de el, ai tres regidores, dos diputados de abastos y un procurador personero, haciendo la eleccion de estos tres ultimos por votos de los veinte quatro electores que nombra todo el cumun de los vecinos, con arreglo a la real ynstruccion y ordenes comunicadas a este fin. Los alcaldes son pedaneos y solo conocen de las causas que no esceden de la cantidad de dos mil maravedies por mas o menos. No ai abogado ni procurador en este pueblo y si ai dos escribanos nuemerarios y ambos de ayuntamiento, i son las suficientes para este vecindario, tienen de salario anual cada un quatrocientos reales que se pagan del caudal de los propios y arbitrios aprovados por el reglamento, y se guarda el arancel de la Real Pragmática de mil setezientos veinte i dos…”. Barrientos Alfageme, Gonzalo y Rodríguez Cancho, Miguel. Interrogatorio de la Real Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido de Trujillo. Tomo II. Asamblea de Extremadura. Badajoz, 1996. Páginas 347 y 348.

[70] “…a la quinta dixeron: que ay casas de ayuntamiento, con su carcel de mediana estension y una panera para el trigo del posito, que no ay archivos publicos ni ofizios de hipotecas…”. Ibídem. Página 348.

[71] Ibídem. Página 357.

[72] “…a la trigésima quinta dixeron: que en este termino se crian trigo, zevada, avena, zenteno, pero con escasez a causa de ser terreno poco fértil. Y que se cria el fruto de azeituna de buena y mediana calidad, por ser el terreno acto para ello. Y tambien se crian buena peras, granadas y algunas ciruelas, y de todo esto se paga diezmo. Y todas estas especies se consuelen en el pueblo, sin que se verifique aiga sobrante, a escepcion de que algunos años le aiga de azeite y suele ser el precio por quinquenio a treinta i seis reales. Los diezmos de granos los perciben sus interesados en esta forma: el Señor Obispo de Plasenzia percibe dos partes, el cavildo de dicha ziudad dos partes, y la fabrica una, el señor cura tres partes, y la yglesia de ese lugar un noveno, y el Real Monasterio de Guadalupe un noveno y dos tercios. Y en estos referidos frutos no se nota aumento especial ni considerable, ni disminución. Tambien se coje algun lino…”. Ibídem. Página 364.

[73] “…Junto a la relación espiritual de la Iglesia con el pueblo, existió otra materia, económica, que permitía la financiación eclesiástica a través de la contribución de los fieles. Nos referimos a los diezmos y primicias, que habían de ser entregados cada año en señal de acatamiento al domino de Dueño Soberano…”. Pérez-Coca Sánchez-Matas, Carmen. “Tributación eclesiástica en la diócesis de Plasencia. Siglos XV-XVI. Anuario de la Facultad de Derecho. Nº 5. Universidad de Extremadura. 1987. Página 123.

[74] “…A la trijesima sextima dixejon: que se acostumbra en este pueblo cultibar las tierras con reja y azada, tirando la reja los bueyes mas comúnmente y algunas yuntas de jumentos…”. Barrientos Alfageme, Gonzalo y Rodríguez Cancho, Miguel. Interrogatorio de la Real Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido de Trujillo. Tomo II. Asamblea de Extremadura. Badajoz, 1996. Página 353.

[75] “…A la trijesima sesta dixeron: que solo en este pueblo ay dos guertas de riego, en la una se crian diferentes legumbres, como sin verzas, lechugas, tomates, pimientos; y esta arboleda de castaños, granados, higueras y algunos naranjos, duraznos. En la otra se suele plantar las mismas legumbres dichas y esta arbolada de olibos, granados y melocotones y higueras. Los referidos frutos son de mediana calidad. Asimismo ay otras guertas diferentes con pie de agua e yncultas a causa de confinar con terreno montuoso y recibir notable daño de la caza…”. Ibídem. Página 353.

[76] “…36. Se responde: que en el termino de este lugar hay dos o tres huertas de riego y se crian en ellas legumbres, a saber: brezas, lechugas, tomates y pimientos. Estan arboleadas, la una de castaños, higueras y algunos naranjos, granados y perales, que producen medicinalmente fruta de buena calidad; en la otra se plantan y crian las legumbres referidas y estan arboleadas con arboles de las referidas especies, a escepcion de los castaños. Hay quatro valles abundantes de aguas mui afables, para que si los vecinos tuvieran medios y mas aplicacion fuera un remedo de la Vera. Tambien impide mucho la inmediación de los montes feraces con quienes confinan, criandose en estos diversidad de caza, que las destruie y perjudica…”. Ibídem. Página 364.

[77] “…A la duodécima dixeron: que este lugar ay propios y arbitrios en esta forma: los propios valen setecientos diezisiete reales de la renta de un juro que este lugar tiene a su favor, y los arvitrios que consisten en el sobrante de yerbas de la deesa boyal y yerbas comunes del ejido, que valen por quinquenio dos mil y novecientos reales; y no ai mas caudales publicos que los referidos, los que se invierten con arreglo al reglamento aprobado con el Consejo…”. Ibídem. Página 349.

[78] “…46. Se responde: que se suelen quemar los montes el año que se sacan en labor de roza, repartiendo entre los vecinos labradores por suertes y aunque se hecha raya para defender los arboles utiles, se queman algunos con riesgo y peligro de pagar el daño que se juzga por los comisionados para el zelo deste ramo…”. Ibídem. Página 354.

[79] “…48. Se responde: que los vecinos deste pueblo tienen grande nezesidad de tierras y con este motivo an sacado algunos particulares algunas eredades en sesmos montuosos y algunas de tierra rasa sin monte, y esta de corta cavida, una estan ya desquajadas y otras no, se discute tendran facultad para aberlo ejecutado y el remedio que allamos para que los vecinos que no an tomado parte alguna de tierra no tengan perxuicio, es que la justicia les de permiso para sacar igual parte en terreno montuoso i de igual calidad (…) 44 “…Se responde: que en este termino hay pocos arbole utiles, a excepcion de los olivos. No hay noticia que se crien en el yervas medicinales (…) 49. Se responde: que este pueblo no tiene mas que la deesa boyal, que tiene de estension o de cavida setecientas i cinquenta fanegas, y no tiene sin monte, sino es de algunas cañadas y lo demas terreno esta cubierto de monte pardo, como son caharnecas, lentiscas y jaras; esta de puro pasto y se a labrado una o des veces con facultad real, y rozandola el monte y quemandolo después (…). 53. Se responde: ai caza de todas las especies con abundancia de la menuda y reses montunas, como son jabalíes, venados, gamos y muchos lobos, y toda ella ocasiona notables daños la caza en las sementeras y los lobos en los ganados. Se sale a matar dichas fieras tres o quatro veces al año y se premia cada caveza de lobo en quatro ducados y la de la loba ocho ducados, y de zorra en diez reales, y suelen matarse por año cinquenta o sesenta de todas clases…”. Ibídem. Páginas 366 y 367.

[80] “…55. Se responde: que ai cria de ganados de lana y cabrio y de zerda, y de todas clases ai corto numero; ai quatro o cinco vecinos que comercian en ganado cabrio y abra de esta especie, inclusas las cabras, dos mil cabezas por mas o menos; y el numero de el lanar asciende a mil y quinientas, inclusas las escusas de los ganaderos de Guadalupe; el nuecero de zerda sera de mil y doscientas…”. Ibídem. Página 355.

[81] “…54. Se responde: que ai colmenas y se crian y conserban en corchos, su número al presente asziende a el de mil y doscientas poco mas o menos, se alimentan de la flor del romero, jara, lentisca y madroñera y otras diferentes; y se ignora la cogida de la miel y cera por ser mui variable e incostante, y hace muchos años que dan poco fruto, pero el año que estan regulares suele dar cada una dos quartillos de miel y media libra de cera. No se esfuerzan los vecinos a esta granjería por los muchos animales que las devoran….”. Ibídem. Página 355.

[82] “…A la quarta dixeron: ai en este pueblo tres avastos publicos, que son vino, carne y javon, y estos se rematan sacandose a publica subasta en el mejor postor, y el importe se incluye en los repartimientos de las reales contribuciones. Y los pesos y medidas de que se usa en este pueblo estan arreglados al mardo de Abila y son conformes con los que los pueblos inmediatos. Y hace falta carnicería por no haver sitio para la matanza, ni despacho y siguiendose perjuicio al publico…”. Ibídem. Página 348.

[83] Ibídem. Página 349.

[84] “…A la oncena dixeron: que no ay fabricas de ninguna espezie ni tintes y si solo se fabrica el lienzo que se consume en el pueblo labrandose por solo mujeres…”. Ibídem. Página 349.

[85] Ibídem. Página 358

[86] “…40. Se responde: en este pueblo hay solo un molino de azeyte y no hay maquina especial que facilite el beneficio de la cosecha…”. Ibídem. Página 365.

[87] Ibídem. Página 354.

[88] “…A la dezima octaba dijeron: que en este pueblo ay solo una parroquia nominada Santa Cathalina, y que hinoran su dotacion y emolumentos; y que hay dos curas thenientes y estos los nombra el Ylustrisimo Señor Obispo de Pasenzia, y que el cura rector reside en la villa de Orellana la Vieja, a quien esta aneja esta parroquia…”. Ibídem. Página 350. “…16. Se responde: que no hay en este pueblo catedral alguna y solo hay dos curas thenientes, teniendo cada uno de renta fixa ochocientos reales, que les paga el cura rector de Orellana la Vieja, a quien esta anexa esta parroquia. Asimismo hay dos sacerdotes, cuia renta se espresara en la razon que se de las capellanias de este pueblo (…). 18. Se responde: que en este pueblo hay solo una parroquia nominada Santa Catalina y su dotacion y emolumentos consisten en el producto de un noveno que tiene a su favor de todos los granos y frutos, que suelen valer por un quinquenio seiscientos reales cada año; asimismo tiene a su favor escrituras de censos, cuios reditos anuales juntos en una suma componen la cantidad de cinquenta y seis reales y seis maravedies; ydem tiene a su favor el rompimiento de sepulcros, cuio producto regulado por un quinquenio quinientos y cincuenta reales; de modo que resulta ser su dotación anual la de mil doscientos y seis reales y seis maravedies poco mas o menos. Nombra los parroquos de esta yglesia el Ylustrisimo Señor Obispo de Plasencia…”. Ibídem. Página 359.

[89] “…A la vijesima terzia dijeron: que en este pueblo ay tres hermitas, una de Nuestra Señora de la Caridad, otra de San Sebastian y otra de Santa Ana, y que se concurre a ellas celebrando fiesta y prozesion, sin que por este motibo se aya notado ser ocasion de quimeras. Que no tienen rentas fixa alguna y suele recojer limosnas voluntarias y no fixas de quarenta reales a zinquenta reales, los que recojen sus respectivos mayordomos, dando quenta de ello al señor juez eclesiastico en su visita y no residen en ella hermitaño alguno…”. Ibídem. Página 351.

[90] “…23. Se responde: en este pueblo hay dos hermitas, la una de Nuestra Señora de la Caridad (esta intramuros), y la otra de San Sebastian (extramuros), en ambas se celebra procesión en su dia y no se ha notado hayan sido ocasión de quimeras. No tienen mas renta que las limosnas voluntarias, que ascienden por quinquenio a ciento y treinta reales a corta diferencia. No hay en ellas hermitaño…”. Ibídem. Página 362.

[91] “…La cofradía es una institución con personalidad jurídica propia que nace de la asociación de fieles que se unen para cumplir diversos fines: sociales, caritativos, piadosos, penitenciales e incluso festivos, y que se rige por una normativa interna contenida en sus Estatutos. Atendiendo a la finalidad religiosa de las cofradías, el derecho eclesiástico las define como “reuniones de fieles que, con aprobación del ordinario, se erigen a veces en las iglesias para auxiliar al clero en el sostenimiento del culto”…”. Castro Pérez, Candelaria, Calvo Cruz, Mercedes y Granado Suárez, Sonia. “Las cofradías en la institución parroquial, siglos XVII-XVIII: una aplicación al señorío episcopal de la Villar de Agüimes, Canarias (España)”. Procesos históricos: revista de historia, arte y ciencias sociales. Nº 13. Universidad de los Andes. Venezuela, 2008. Página 3.

[92] “…Existe una vida después de la muerte y para alcanzarla es necesario morir en la gracia de Dios, la obligatoria asistencia en el momento de fallecimiento de uno de sus miembros. De esta forma, el cofrade se aseguraba un entierro digno y un cierto número de misas por el sufragio de su alma…”. Ibídem. Página 5.

[93] “…A la vijesima segunda dixeron: que solo existen en este pueblo dos cofradias, la una del Señor y la otra de Nuestra Señora de la Caridad, y que ygnoran sus cofrades e instituto, y si saben que cuida de su cumplimiento el juez eclesiastico…”. Barrientos Alfageme, Gonzalo y Rodríguez Cancho, Miguel. Opus cit. Página 351.

[94] “…22. Se responde: que existe en este pueblo dos cofradias, la primera del Santisimo, cuyo fondo actual asciende a mil setecientos treinta reales y el numero de cofrades a ciento y treinta; la Segunda de Nuestra Señora de la Caridad, tiene de fondo mil y siete reales. El numero de cofrades asciende a ciento y veinte, su instituto es asistir los cofrades el dia de la Asuncion a la funcion eclesiastica…”. Ibídem. Página 362.

[95] “…a la dezima nona dixeron: que no ay zementerio en este pueblo y no falta lugar donde comidamente se pueda hazer, y ay nezesidad de diho zementerio por ser pequeña la yglesia…”. Ibídem. Página 360.

[96] “…La razón de querer ser inhumados en lugar sacralizado o lo más cerca del mismo, se basaba en la creencia fuertemente arraigada de que sería más fácil acceder a la salvación de las almas…”. Cantero Muñoz, Antonio. La Semana Santa en Trujillo durante la Edad Moderna. Edita: D. José María Pérez de Herrasti y Narváez. Indugrafic, S.L. Córdoba, 2006. Página 26.

[97] Santos Torres, Ángela Patricia. “Una aproximación económica y religiosa al funcionamiento de las capellanías de misas en la ciudad de Vélez 1720-1750. Anuario de Historia Regional y de las Fronteras. Volumen 17. Nº 1. Escuela de Historia de la Universidad Industrial de Santander. Colombia, 2012. Página 47.

[98]“…Las capellanías son fundaciones perpetuas hechas con la obligación aneja de cierto número de misas u otras cargas espirituales que debe cumplir el poseedor en la forma y lugar previstos por el fundador…”. Castro Pérez, Candelaria, Calvo Cruz, Mercedes y Granado Suárez, Sonia. “Las capellanías en los siglos XVII-XVIII a través del estudio de su escritura de fundación”. Anuario de Historia de la Iglesia. Nº 16. Universidad de Navarra, Facultad de Teología. Navarra, 2007. Página 336.

[99] Barrientos Alfageme, Gonzalo y Rodríguez Cancho, Miguel. Opus cit. Página 360.

Dic 292017
 

Miguel Ángel Rodríguez Plaza. Provisional.

 

La proliferación de ermitas en los alrededores de la villa de Cáceres ha estado en consonancia con el arraigo popular en sentido religioso, desde tiempos pretéritos.

Las noticias sobre las ermitas cacereñas del pasado están recogida en los trabajos de varios autores:

Benito Boxoyo[1] en 1794 aporta datos de ellas, con conocimiento de causa por su cargo de presbítero. Realiza en su obra un recorrido recopilatorio de las existentes en su época, e incluso hace reseñas de las que ya habían desaparecido.

Publio Hurtado[2] en 1915, al escribir sobre las parroquias de Cáceres, narra detalles de las ermitas que son, o fueron antes de su desaparición, filiales de dichas parroquias.

Lozano Bartolozzi[3] publica en 1980 un estudio de las 24 ermitas que había en el casco de la población en el siglo XVI. Nos señala que en los dos siglos siguientes existían 23. En el XIX, indica que había 24, si bien, varias de ellas inhabilitadas a causa de la Desamortización de Mendizábal.

Campesino Fernández[4], en una publicación dos años después, muestra la misma relación que Lozano Bertolozzi. En cuanto a las existentes en el siglo XVI, nos habla de las que desaparecen en los siglos posteriores.

Corrales Gaitán[5] realiza un trabajo monográfico en 1998 sobre las ermitas ya no existentes, las transformadas y las actuales.

Sobre la desaparecida de Santa Gertrudis, en el presente trabajo recopilatorio, sacamos a la luz noticias que nos aportan información del pasado cacereño.

En las primeras reseñas que tenemos al respecto, observamos que se la cita como San Bartolomé, más tarde la leemos dedicada a ambos santos, San Bartolomé y Santa Gertrudis, siendo una más de las que formaban parte de las existentes en la periferia de la villa cacereña.

Su situación estaba próxima a otra ermita de la zona, los Mártires, desaparecida cuando se construyó la plaza de toros. Entre ambas no había mucha distancia y en el trecho de separación existía una charca, zona ocupada actualmente por el espacio ajardinado del Colegio Público Delicias. Ésta fue cegada al poco de ser construido el coso taurino.

Santa Gertrudis, en época previa a su desaparición, se encontraba ubicada entre las proximidades del Cerro del Teso, Peña Redonda, calle de Barrio Nuevo y la fuente de Aguas Vivas. En cuanto a esta última, el camino pasaba inmediato a la ermita.

Hoy el espacio que ocupó la ermita de Santa Gertrudis, está integrado en el Colegio de San José, junto a lo que actualmente es capilla de dicho centro docente.

Para introducirnos en su historia, recurriremos a las citas de autores de trabajos precedentes.

Juan Sanguino Michel en su artículo Noticiario de Cáceres[6], nos dice al respecto:

 

“En 22 de Agosto de 1671 se vendició (sic) la ermita de Sº San Bartolome, por haberse caido, y D. Juan de Carvajal y Sande fue quien la mandó reedificar…”

 

En la recopilación de Juan Martínez Quesada[7] en su libro Extremadura en el Siglo XVIII, trata de las contestaciones al interrogatorio realizado por la Real Audiencia de Extremadura en el año 1790. En la respuesta que hace el Ayuntamiento al tratar sobre las ermitas de la villa, la cita dedicada a San Bartolomé.

El presbítero e historiador Simón Beníto Boxoyo en su manuscrito Noticia historica de la M.N. y L. Vª de Cáceres provincia de Extremadura monumentos de la antigüedad q. conserva: Por un Presbitero Secular de dicha Villa: A. D. M. D.C.C.XC.IV. [8], nos manifiesta lo siguiente:

 

“106. La de San Bartolomé y Santa Gertrudis, esta fuera de la población, tiene un solo altar con estos santos, y su cofradía celebra sus respectivas festividades. En 1565, existía en Cáceres la cofradía de San Bartolomé, de los zapateros, ignoro si es la misma o aquella se extinguió”.  

 

De fecha 28 de agosto de 1798, existe una solicitud de terreno al Ayuntamiento[9], petición realizada por Manuel Andrés Fernández y su padre José Benito Fernández “en el sitio que se nomina Santa Gertrudis o San Bartolomé, en el ejido de esta villa, tras su ermita y corral”.

Desean, como especifica, un pedazo de terreno de unas 56 vara de largo y 36 de ancho, para construir dos o tres casas con sus corrales, mirando sus portadas hacia la charca o cerro del Rollo. Se le responde de forma positiva por el Ayuntamiento tras reconocimiento del terreno, advirtiéndole la obligación a quedar una calle de diez varas de ancho, arrimada al corral de dicha ermita para el paso de gentes, caballerías y carros. Como condición también se le impone que deben allanar el camino que viene del matadero “que va a juntar con el de Casar y Huerta de la Granja”, quitando la piedra necesaria a pico. Para ello se le da un plazo de dos años para la conclusión de lo solicitado.

El perímetro cacereño en 1800, por la zona de la ermita de Santa Gertrudis, llegaba hasta el barrio de Luna. Por ello en los listados de vecindario de ese año, así como en 1803, los moradores vienen registrados en “Barrio de Luna de Santa Gertrudis”. En 1818 el cuaderno de vecindario aporta la diferenciación entre el barrio de Luna y el “Barrio de la calle de Santa Gertrudis” y el de 1820 simplemente específica barrio de Santa Gertrudis.

En el Archivo Cartográfico del Centro Geográfico del Ejército, perteneciente al Ministerio de Defensa en Madrid, se conserva un plano geométrico de Cáceres realizado por J.J.M. Baier[10] que está fechado el 20 de marzo de 1813, donde se puede apreciar la ermita, junto al camino que se dirigía hacia la charca de los Mártires para continuar al Casar. Se la ve exenta de construcciones en sus alrededores, lo más cercano son las casas pertenecientes a los actuales números impares de la calle Barrio Nuevo, desde la esquina de la calle Barrio de Luna.

También se conserva un plano en el Archivo del Museo Provincial de Cáceres, que aunque está ejecutado por Julián Perate en 1901 por encargo de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos Artísticos de Cáceres, pone en él que es una fiel reproducción del plano realizado por Vicente Maestre. Puede observarse aun la solitaria ermita de Santa Gertrudis, cercana a la otra ya comentada y desaparecida ermita de los Mártires, junto a la antigua charca. Maestre realizó el plano en octubre de 1845. Observamos que no hay indicio de edificios en las cercanías de la ermita.

Publio Hurtado en su libro “Ayuntamiento y familias cacerenses”[11], aporta poco más:

 

“Santa Gertrudis.- Ermita situada al N.E. de la población en el Barrio de Santa Gertrudis, edificada a finales del siglo XVII y cerrada al culto a principios del XIX, cuyas imágenes se trasladaron a la parroquia de San Juan, a la que antiguamente pertenecía el santuario, y donde permanecieron muchos años, hasta que en 1889 se rehabilitó y abrió al culto, instalándose en ella la comunidad de las Amantes de Jesús (vulgo Concepcionistas) dedicada a recoger niñas pobres y desvalidas que educan, procurando hacer de ellas buenas sirvientas y buenas madres de familia. Tiene un solo altar con una efigie moderna de la santa y culta abadesa de Nivelle, y en la actualidad corresponde a la jurisdicción parroquial de Santa María. El Recogimiento se denomina Asilo de San José”.

 

El investigador Serafín Martín[12] nos refiere que también sirvió de polvorín en época de la Guerra de las Naranjas, cuando desde la cercana ermita de los Mártires se traslada la pólvora a ella. Igualmente durante la Guerra de la Independencia hay documentos que en dicha ermita se almacenaba munición.

Algo que pudo ser y quedó en posibilidad, lo encontramos en el libro de acuerdos municipales del año1813. Se trata en una sesión sobre hacer un cementerio provisional. Su fin era por razones higiénicas al evitar las inhumaciones en las iglesias. Con fecha 14 de diciembre queda reflejado que entre los terrenos elegidos para tal posibilidad, sea reconocida la “hermita de Santa Gertrudis y su cerca”, así como la ermita del Espíritu Santo con las cercas inmediatas[13].

Definitivamente el lugar elegido en sesión de fecha 24 de diciembre, fue el Espíritu Santo. Por los datos que se aportan, sabemos que la costumbre para los entierros era que se salía de la iglesia y acompañando al difunto iba el cura párroco o uno de los tres beneficiarios y en la última casa del pueblo se hace el responso que antes “se echaba en la casa del doliente”.

Los datos más interesantes al respecto de la ermita, los encontramos en el expediente de compraventa de los restos que de ella quedaban y del terreno que le pertenecía.

La compra la realiza Juan de Dios Barquero. Los testimonios están recogidos en el libro de protocolos del escribano Antonio Borrega Rincón[14] y del mismo transcribo el desarrollo de los acontecimientos.

Con fecha 10 de febrero de 1836, encontramos la solicitud al obispado por parte de la Cofradía, para poder vender las ruinas de Santa Gertrudis, ya que existe un comprador que les ofrece 400 reales:

 

“Ylusmo. Señor.

Miguel Ojalvo vecino de esta villa y Mayordomo actual de la Cofradía de N.Sª Santa Gitrudis y Sr. Sn. Bartolomé exsistente en la parroquia del Sn. Sn. Juan Bautista de esta dicha villa con todo respeto a su Señoria Yllumª hace Presnte: Que en los años transcurridos y epoca desgraciada de la desastrosa Guerra de la Independencia, fue destinada la ermita como hotras varias le sucedió en los extramuros de esta dicha villa en tal estado de ruina susisten siendo el amparo y abrigo de personas contra los sagrados dogmas de nuestra Stª Religión, por cuyo concepto se me a mandado por algunos Ayuntamientos que se caiga del todo dicho edificio para evitar tan escandalosos acontecimientos. Por tanto y por tan justas razones como llevo manifestadas y de haberse presentado persona que lo compre ofreciendo la cantidad de Quatrocientos reales y veinte maravedíes A.S.S.Y.L. Rendidamente suplica se sirva aceder a la enajenación de su solar tan perjudicial como infructuoso o bien sea con la cantidad de censo o carga que S.S.Y. estime conveniente”.

 

La solicitud está escrita y firmada por Andrés Polo a ruego de Miguel Ojalvo que no sabe escribir ni firmar.

El cura párroco de la parroquia de San Juan, en una nota añadida, dice ser cierto lo que manifiesta el Mayordomo, pero cree conveniente “no en venta por una vez, si no previa tasación del solar dada a Ley de Censo afianzado con la misma Hipoteca después de reedificada…”.

Con fecha 11 de febrero, el obispo Ramón Montero da conformidad al informe de dicho párroco, otorgándole poder para que lleve a efecto la escritura competente, previa las formalidades que indica.

El día 20 de febrero contesta el cura con una nota, en la que manifiesta que el Arquitecto acepta la tasación del terreno.

El 22 del mismo mes, por el arquitecto Fermín Yera es reconocida y medida la propiedad perteneciente a la ermita y lo que dicen fue corral. Esta cerca al no disponer de vestigios del lindero, ha tenido que valerse de personas ancianas para que lo demarcasen. Sus medidas y ubicación se pueden discernir del informe:

 

“…la mencionada hermita con su corral forman de esterior un poligono irregular de onze lados el primero que es donde estaba el portico de la capilla consta de cuarenta y cinco pies de longitud y linda por M con el camino de la fuente de Aguas Vivas, el segundo perpendicular al primero mira al N. y consta de veinte y cinco pies, el tercero paralelo al primero de veinte y siete y medio el cuarto perpendicular al ¿anterior? de treinta, el quinto que lo es al cuarto de nueve y medio, el sesto y setimo que forma angulo recto con lado dos perpendicular y paralelo al ¿anterior? (o ¿ante dicho?) tienen de longitud dieciocho pies cada uno: el octavo que forma un angulo obtuso con el septimo y es uno de los tres lados del corral tiene de longitud noventa y siete pies y linda por N. y O con la vereda que desde la charca va por O de la hermita al camino de Santa Gertrudis: el noveno lado linda con valdios de esta Villa y consta de ciento veinte y tres pies: el decimo que sigue la dirección del mencionado camino de Santa Gertrudis consta de ciento vente y seis pies: y el undecimo que es el costado derecho del portico tiene de largo catorce pies. El mencionado poligono consta de trece mil seiscientos noventa y cuatro pies cuadrados superficiales que hacen dos ¿? fanega del ¿? R que por su situacion topografica la tasa en la cantidad de mil doscientos sesenta y seis reales y vente y cuatro maravedíes advirtiendo que de esta cantidad ¿deve vajarse? cualquiera carga que sobre si tenga lugar tasado ¿ha gracia? ¿? vien y fielmente según su leal saber y entender y con arreglo al arte que profesa y lo firmó con dicha seña doy fe” [15].

 

El definitivo documento de compra venta se ejecuta en 1.266´24 reales. Es el siguiente:

 

“En la Villa de Cáceres a veinte y seis de Febrero de mil ochocientos treinta y seis ante mi el Escribano y testigos infrasquitos D. Blas Gómez Duran Cura Rector de la Iglesia parroquial de San Juan Bautista de esta misma Villa y Miguel Ojalvo Mayordomo de la Cofradía de Santa Gertrudis y San Bartolomé de esta vecindad dijeron, que por hallarse arruinada la hermita, solicitaron del Excm. e ilustrísimo Sr. Arzobispo obispo de esta Diócesis para su venta quien se sirvió concederla según resulta de las diligencias que para su unión e inserción en esta Escritura me entregan a mi el Escribano, y asi lo hago, cuyo tenor es el siguiente.

                                         Aquí las Diligencias

Y en uso de las facultades que le estan conferidas otorgan que por si y a nombre de los Cofrades y Mayordomos que en todo tiempo fueron de mencionadas Cofradías de Santa Gertrudis y San Bartolomé, venden y enagenan perpetuamente a ley de Censo reservativo al quitar a Juan de Dios Barquero y su mujer de esta vecindad, conviene a saber el terreno que queda deslindado en la diligencia de tasación practicada por el Arquitecto y consta de las diligencias insertas el cual pertenece a dicha Cofradía y se lo venden con todas sus ruinas materiales y demas que le pertenezca y por precio de mil doscientos sesenta y seis reales y veinte y cuatro maravedíses en que ha sido tasado, empezando su redificación en el termino de un año, cuya cantidad de mil doscientos sesenta y seis reales y veinte y cuatro maravedises mediante no parecer de presente, ni haverla entregado los compradores a los otrogantes queda reservado sobre el terreno y demas que en el se edifique, con obligación de pagar al actual mayordomo y demas que en todo tiempo fuere de espresada Cofradía treinta y siete reales y veinte y cuatro maravedises de reditos anuales al tres por ciento interin no satisfaga los mil doscientos sesenta y seis reales y veinte y cuatro maravdis de que han de constituir Censo reservativo redimible declarando que la referida cantidad es el justo precio y verdadero valor de dicho terreno, sin que valga mas ni haya habido quien tanto haya dado por el, y si mas vale o valer puede del esceso en mucha o poca suma, hacen a favor de los compradores gracia y donacion pura, perfecta e irrevocable que en derecho se llama intervivos con insinuacion y demas firmezas legales y renunciacion de la ley del ordenamiento real establecido en cortes celebradas Alcala de Henares que trata de los contratos de venta, trueque y otros en que hay lesion en mas o menos de la mitad del justo precio y los cuatro años que prefine para poder su rescision o suplemento a su justo valor, los que dan por pasados a uso si efectivamente lo estuvieran, y desde hoy en adelante para siempre desapoderan a enumerada Cofradía la desisten quitan y apartan del dominio propiedad posesion titulo, voz, recurso y otro cualquier derecho que le competan tercero pues todo ello le ceden renuncian y traspasan con las acciones reales personales utiles mistas directas y ejecutivas en dichos compradores y en quien lo representa para que lo posean, gocen tambien enagenen usen y disponga de el a un arbitrio como de todo lugar adquirido legítimamente pero con la carga de este Censo confiriendoles poder irrevocable con libre franca general administración para que de su autoridad o judicialmente entren y se apoderende dicho terreno y de el tomen y emprendan la real tenencia y posesion que por derecho le compete y para que no necesiten tomarla me piden de mi el Escribano les de copia autorizada de esta escritura con la que sin otro acto de aprehension ha de ser visto haberla tomado aprendidoy transferidoseles y en el interin constituyen a espresada Cofradía por su inquilina tenedora y precaria poseedora en legal forma como obligación a que dicho terreno será cierto y efectivo a dichos compradores y nadie les inquietara ni morerá pleyto sobre su propiedad posesion goce y disfrute ni contra el aparecera gravamen alguno y ni se le inquietara moviere o parareciera luego que el Mayordomo y Cofradía fueren requeridos conforme a derecho saldran a su defensa y lo seguirán a sus espensas en todas instancias y Tribunales hasta ejecutoriarlo y dejar a los compradores en su libre uso quieta y pacifica posesion y no pudiendo conseguirlo le restituiran la cantidad por que le há vendido con las mejoras utiles y voluntarias que a la razon tenga el mayor valor y estimacion que con el tiempo adquiera y todas las Costas demas intereses que se le inquieren e irrogaren si estuviere pagado y redimido el censo que en la Aceptación de esta Escritura ha de constituir pues si no lo está nada mas se le ha de devolver que las mejoras daños intereses y menoscabos que se les inquieren e irrogaren por todo lo cual se ha de poder ejecutar solo la virtud de esta Escritura y juramento del que la posea en que defieren su importe relevandole de otra prueba y estando presente el enunciado Juan de Dios Barquero enterado de esta Escritura y aceptado como acepta en todo la venta que por ella se le hace otorga que por si y a ¿? de sus herederos y sucesores vende larga funda y constituye a favor de enunciada Cofradía treinta y cinco reales y veinte y cuatro maravedíes de renta, Censo y tributo anuales que ha de empezar a correr desde este dia y cumplir en otro igual dia del año que vendra de mil ochociento trenta y siete y asi sucesivamente año en pos de año hasta la redencion de este censo por precio de los mil doscientos y sesenta y seis reales que según la valuación hecha vale el terreno que se le acaba de vender y recive a censo reservativo alquitar del cual se da por enterado a involuntad como renunciacion de las leyes de la entrega y su recibo declarando asi mismo no vale menos de los dichos mil doscientos sesenta y seis reales y en el caso de que menos valga de la mucha o poca suma hace a favor de referida Cofradía igual gracia y donacion que le queda hecha a cuyo fin renuncia la misma ley de ordenamiento ¿? obligandoles a empezar a edificar sobre el terreno en el termino de un año como tambien a satisfacer en cada año los reditos de este Censo hasta que se redima pena de egecución decima y costas que se causen en su cobranza y para la mayor seguridad del Censo y su redito lo funda generalmente sobre todos sus bienes y sin que la obligación general derogue ni perjudique la especial ni por el contrario si no que por el contrario si no que antes bien se ha de poder usar de ambas al arbitrio del Censualista la impone y constituye sobre lo que edifique en el terreno que se le acaba de vender y se desiste quita y aparta y a sus herederos y sucesores de la Real tenencia y posesion que por derecho les compete la cual con las acciones reales personales utiles mistas directas y egecutivasles cede renuncia y traspasa en dicha Cofradía y su mayordomo a quien confiere poder irrebocable con libre franca general administración para que de su propia autoridado judicialmente tomen y aprendan la real tenencia y posesion que en virtud de esta Escritura le corresponde percibiendo y cobrando de la hipoteca de este censo los reditos que se le donan, legan y disponga de el como suyo propio y para que no necesiten tomarla me pide a mi el Escribano le de copia autorizada con la cual sin mas acto de aceptacion ni apremios ha de ser visto haberla tomado y transferidosele y con el interin se constituye por su inquilino tenedor y precario poseedor en legal forma con obligación de satisfacer los reditos de este censo en los plazos estipulados sin descuentos y sin mover pleyto ni pedir cosa alguna sobre lo que queda elegido a todo lo cual se ha de poder egecutar solo en virtud de esta escritura y juramento del que la posea la cual ha de tener vigor cuarenticio. con cuyas cualidades y condiciones y con las demas regulares de los censos alquitar que los otorgantes dan aquí por insertos imponen y fundan este y cumplimento y observancia obligan todos sus bienes presentes y futuros y dan poder a las justicias y jueces de S.M. competente para que a su observancia las apremien por todo rigor de derecho y como si fuere por sentencia definitiva pasada su Autoridad de cosa juzgada y conesntida que por tal la reciven con renunciacion de todas las leyes fueros y derechos de su favor con la general y sus prohibiciones en forma. Habiendose advertido por mi el Escribano que de esta Escritura por medio de su traslado se ha de tomar razon en el oficio de hipotecas de esta Villa en el termino señalado por Real prasmatica de S.M. del año pasado de mil setecientos sesenta y ocho bajo la pena que contiene y para el pago de medio por ciento según lo ultimamente mandado con cuya advertencia asi lo digeron juzgaron y firmaron los que supieron…”

 

Desde su adquisición, Juan de Dios Barquero hace uso de las ruinas de la antigua ermita como tinado, ya que dispone de ganado, animales de carga y carro de transporte. En cuanto al corral, conocemos que mientras se construía la plaza de toros en la era de los Mártires, la empresa encargada de la obra se lo solicita en marzo de 1844, como se puede leer en el libro de actas de la sesión municipal del día 4:

 

“El Ingeniero que ha de dirigir la construcción de la plaza de toros debe llegar a esta capital dentro de diez o doce días; y que para trazar aquella hermita se le de el terreno expedito, había pedido a Juan de Dios Barquero el competente permiso para que interinamente le cediese el corral que tiene en Santa Gertrudis con destino a acorralar cualquier clase de ganado mientras se construía el otro que está fabricando la empresa, todo lo que ponía en conocimiento de la Municipalidad para que diera esta determinación la publicidad devida a los efectos oportunos”.

 

En el libro de sesiones de acuerdos municipales de fecha 26 de enero de 1847, leemos que Juan de Dios solicita al Ayuntamiento licencia para construir tres casas en dichos terrenos.

En un manuscrito de 1850 realizado por Vicente Maestre[16], recogido en el Archivo del Museo Provincial de Cáceres, también observamos datos de edificaciones en la zona. Cuando el autor hace mención del Barrio de Santa Gertrudis, aparece la siguiente referencia:

 

“5 casas con un tinado de Juan de Dios Barquero en 1845 al 48 construido sobre la dicha hermita y sus ayacencias”.

 

Proliferan nuevas construcciones en los alrededores de la antigua ermita convertida en tinado, que configurará un nuevo barrio. El área sigue conservando el nombre de la santa, con dos calles como ejes, Santa Gertrudis Altas (posteriormente rebautizada como Martín Cerezo) y Santa Gertrudis Bajas.

Para hacer un seguimiento de lo que fue la antigua ermita y ubicar su localización, debemos tener como puntos de referencias los datos notariales de las viviendas que la rodeaban, al ser estas adquiridas por los sucesivos propietarios.

Juan de Dios Barquero y su esposa tuvieron que enajenar el tinado y dos casas construidas por ellos en la misma zona, al no poder devolver un préstamo y tenerlo puesto como aval.

En la documentación se especifica que el tinado se entrega con todas las pertenencias, lindando este: “por uno y otro lado con casas del otorgante cuyas fincas él mismo construyó de nueva planta y por este concepto le corresponde en propiedad…”.

Esto sucedía en 1858. En el protocolo notarial observamos la identificación de la nueva propietaria:

 

“Trataron de su enajenación mas no encontrando otra persona que ofrezca mas por ella que Mª Collazos, quien cubre las dos terceras partes de su valor, 14.200 reales de los que han de descontarse 1.250 reales de un capital de censo que sobre el local de Santa Gertrudis, comprendido hoy en el tinado, existe a favor de la Corporación de dicho nombre con los réditos anuales de treinta y siete reales y medio que quedando por consiguiente líquidas 12.950 reales, han acordado la enajenación a su favor, contando cocitando con el José Enciso, quien por su parte había la hipoteca…”

 

María Collazos[17], según escritura ante el notario Saturnino González Celaya de fecha 26 de enero de 1867, permuta el tinado con una casa propiedad de Manuel García Aguilera.

La escritura del intercambio aporta los siguientes datos:

 

“María Collazos es dueña de un tinado sin número que fue ermita de San Bartolomé y Santa Gertrudis, sito en la calle Santa Gertrudis Alta de esta capital que linda entrando en él por la derecha con casa de la misma interesada y otras de los herederos de D. Víctor Izquierdo que dan al mismo por sus traseras y por la izquierda con otra casa de la misma interesada y corral de Concejo y por la espalda con calle de Santa Gertrudis baja”

 

Al fallecer el propietario del tinado en 1871, lo adquiere en 1875 Francisco Javier de la Rosa, marido de una de las hijas del fallecido.

El siguiente propietario, por compra, es Julián Iglesias Iglesias, del que lo hereda en 1892 su hija Paula Iglesia Caldito.

Según escritura de compraventa de fecha 28 de noviembre de 1894, esta y su marido Francisco Javier Acedo Cillero, lo venden por 3.000 pesetas al Obispo Ramón Peris Menchata.

Como Prelado de la Diócesis la adquiere para la Santa Iglesia Católica “con objeto de restablecer el Sagrado Culto en la antigua hermita de San Bartolomé y Santa Gertrudis para que con facilidad sean atendidas las necesidades espirituales de los fieles habitantes de aquellos barrios hoy muy poblados y distantes de los distintos templos y demás santuarios de la población”.

A la hora de citar los lindes, difiere con relación a las anteriores citas. Posiblemente por la transformación paulatina de esa zona urbana:

 

“Tinado sin número con corral extenso con varias edificaciones dentro de él, que todo constituye un solo predio de ignorada extensión superficial que fue ermita de San Bartolomé y Santa Gertrudis, sito en la calle alta de Santa Gertrudis de esta ciudad, lindante por la derecha entrando en él con carretera de la Ronda, por la izquierda con casa de Don Eduardo Rodríguez y corral de Concejo y por la espalda con calle Baja de Santa Gertrudis”.

        

Desde hacía poco tiempo, lindantes a ese terreno, estaban instaladas en el barrio las monjas Concepcionistas[18]. Su finalidad era ejercer la piadosa atención de huérfanas pobres.

Esta comunidad tuvo su asentamiento en un principio en la calle de Santa Gertrudis Bajas, extendiéndose posteriormente a Santa Gertrudis Altas (actual Martín Cerezo). Su capilla, construida junto al espacio que ocupó la anterior ermita desaparecida, siguió conociéndose popularmente con ese nombre, reminiscencia del pasado, aunque su advocación posterior fue San José, a la que está dedicada por ser el patrón de su congregación.

Tratar de esta comunidad en el presente trabajo, se justifica por el asentamiento circunstancial en el espacio que ocupó la antigua ermita de Santa Gertrudis, tener vecindad con las calles del mismo nombre y por la fecunda labor que realizaron en el barrio que menciona a la santa.

A su llegada a Cáceres, tras una breve estancia en el antiguo barrio monumental, con la ayuda de familias hacendadas consiguieron comprar la casa nº 5 de la calle Santa Gertrudis Baja.

Su vendedor fue Antonio Santillana Valiente, pero a causa de enfermedad de este, no se realizó ningún documento público[19]. Fallece el 26 de noviembre de 1894 y para regularizar la situación se formaliza la escritura con fecha 4 de agosto de 1896[20] ante el notario José Castellano Fernández, interviniendo la viuda, Amalia González Álvarez y las receptoras Sor Manuela Díaz Parejo, Sor María Herrero y Martínez y Sor Petra González y Cardenal.

Según datos del documento, vemos que la tasación fue de 1.750 pesetas. Lindaba por la derecha entrando en ella, con la nº 7 propiedad de Antero Santillana y Cecilio Ulecia, por la izquierda con la ermita de Santa Gertrudis (ya estaba construida la actual capilla) y por la espalda con corral tinado de José de la Rosa, y como se especifica en dicha escritura, “hoy pertenece a la ermita”.

En el tiempo transcurrido entre la adquisición por el obispado del espacio donde estuvo la antigua ermita y la regularización de la escritura de adquisición por la congregación concepcionista de lo que fue su primera casa, se realizó la construcción de la actual ermita.

El obispo Don Ramón Peris a fin de facilitar la instrucción religiosa de las niñas pobres de la ciudad, especialmente las que habitan en ese barrio, el 19 de marzo de 1895, festividad de San José, favorece a la comunidad con la concesión en usufructo de la capilla de Santa Gertrudis y una casa de dos pisos adosada a ella, mientras estén instaladas en la casa contigua.

Le permite que la entrada principal a la vivienda de las monjas, sea a través de la que le dona el Prelado. También les cede la utilización en usufructo del solar o corral con los tinados de la mencionada capilla.

En el escrito de concesión se especifica que es “sin perjuicio del derecho que sobre la capilla, casa, corral y tenados tiene la Diócesis y nos conservamos el derecho de disponer de los mencionados locales para establecer Escuelas Dominicales u otra obra que juzguemos provechosa al fin que nos propusimos al adquirir la precitada propiedad[21].

En la documentación que conserva la congregación[22], se encuentran los recibos de pagos de las obras que éstas realizan en el sitio que ocupan. Estos comienzan en diciembre de 1894 y duran hasta abril de 1895.

La comunidad pasó por malos momentos, como podemos leer en el periódico Eco de la Montaña del día 29 de agosto de 1895, que inserta el siguiente texto:

 

“Las pobres y humildísimas religiosas Concepcionistas nos manifiestan con la mayor pena, que han tenido que suspender las obras emprendidas en la casa que edifican en Santa Gertrudis por falta de fondos, y que además deben las maderas y todo lo de ferretería, que caritativamente han tenido la amabilidad de adelantarle los almacenes”.

 

Las obras se reinician en octubre de ese año y finalizan en marzo de 1896. Todo salió adelante ya que en abril del año siguiente, se inauguró en dicha capilla la Escuela Dominical, quedando abierta desde ese día la escuela para niñas externas. Aunque el fin era dar gratuita educación a todas las niñas pobres que lo soliciten, aceptan que los padres que puedan, contribuyan con algo mensualmente.

Con fecha 24 de febrero de 1900[23], la comunidad religiosa adquiere por 800 pesetas la casa nº 14 de la calle Santa Gertrudis Alta, hoy Martín Cerezo, propiedad de Dorotea Diez Canseco.

Por los datos aportados en la escritura, podemos conocer que dicha casa lindaba por la derecha entrando en ella, con la de María Collazos y por la izquierda con la nº 16. Esta última a su vez por la izquierda entrando en ella lindaba con el corral de Concejo y ambas por la espalda con tinado de los herederos de Manuel García Aguilera.

La vendedora la había adquirido junto con la nº 16 a los antiguos propietarios Martín Plasencia según escritura de fecha 29 de enero de 1892 ante el notario Alonso Martín González[24] y este a su vez las compró a los herederos de Juan de Dios Barquero, que fue quien las construyó junto a las ruinas de la antigua ermita de Santa Gertrudis y que usó como tinado.

También compra la comunidad por 500 pesetas la casa nº 12 de la misma calle a Eduardo Rodríguez Redondo, militar retirado, hijo político de la anterior. Dicha vivienda linda entrando por la derecha y espalda con tinado de los herederos de Manuel García Aguilera, “hoy asilo de niñas huérfanas” y por la izquierda con nº 14. La había adquirido a María Rodríguez Rincón según escritura de 24 febrero 1890 ante el notario José Enciso Parrales.

La compra de ambas fincas por las religiosas, está reflejada en escritura ante el notario José Castellano Fernández, con la particularidad que en ella se halla la firma de sor Matilde, fundadora de dicha comunidad.

Respecto a estas dos viviendas, Sor Mariana del Niño Jesús, superiora del Asilo de huérfanas, solicita al Ayuntamiento con fecha 27 de marzo de 1900, poder derribar las fachadas, hecho que le fue aceptado[25].

Todo este conjunto de casas son las que en la actualidad forman el Colegio San José.

Datos relativos a esta congregación en los años finales del siglo XIX, disponemos de dos documentos en el Archivo Municipal que proceden de 1896 y 1897. El primero se refiere a una solicitud de la superiora Sor Isabel del Carmen, para que el Ayuntamiento le preste los días 19 de cada mes, para conmemorar a su santo patrón San José, el armonio con que la Corporación dotó a la escuela de párvulos. El otro documento es la petición de la superiora Sor Mariana del Niño Jesús, para que le construyan un depósito de agua, ya que las internas deben ir a por ella para su abastecimiento a la fuente de Agua Vivas[26].

En la sacristía de la actual ermita hay una lápida de mármol con la siguiente inscripción:

 

Todos los Domingos y días festivos se celebrará una

Misa en esta Capilla por la intención del Sr. Dº Die-

go Carvajal y Pizarro y dos novenas al año, una a

  1. José y otra a la Virgen.

El encargado de hacer cumplir la voluntad del fi-

nado es el Ilmº. Sr. Obispo de Coria a cuyo efecto

ha recibido de los herederos del Sr. Carvajal capi-

tal bastante para con su renta atender a estos su-

fragios según escritura otorgada en esta Capital

     el 27 de diciembre de 1898.

 

La explicación la encuentro en el libro de protocolos del notario José Castellano Fernández[27] en la escritura citada.

Diego Carvajal y Pizarro hizo testamento el 9 de junio de 1885 ante Alonso Martín González. El día 22 de octubre de 1885 fallece y el día 27 de diciembre de 1898, para tratar el cumplimiento se reúnen las siguientes personas:

Representantes:

José Roldan Martín párroco de Santa María.

Gonzalo Carvajal Arce.

Josefa Carvajal Arce, casada con Adolfo López Montenegro que asiste en representación de Ana y Dolores Carvajal Arce.

Sor Hortence Agustine Rebin, hermana de la caridad, superiora del Asilo de Ancianos.

Entre otras determinaciones a ejecutar, es la de cumplir que se digan en el oratorio de la casa vivienda, misa semanal y dos novenas al año dedicadas a la Santísima Virgen de la Montaña y al patriarca San José en beneficio de su alma, la de su esposa y la de sus padres, como había expresado en el testamento.

Para ello lega el corral llamado de Santa Gertrudis con todas sus dependencias, y con sus productos se atienda dichos actos. Si sus hijos no pueden encargarse de ello, pase el dominio pleno del expresado corralón, sus dependencias y todo lo que existe en el oratorio y con el fin de que trasladándolo al de esta comunidad (asilo de ancianos), pueda cumplirse lo que deja establecido. Si ello no pudiera, lo realice el cura.

En la hipótesis de que por cualquier causa o motivo se procede a la venta del referido corralón y sus dependencias, los que adquieran dicha finca por cualquier título, quedan obligados al pago anual de la suma de dos mil reales para atender con ella a los actos del culto referido.

La situación de la propiedad es la siguiente: “Una casa-cochera y corralón sin número en el barrio de Santa Gertrudis de esta población inscrito a nombre de Josefa Carvajal que linda por la derecha entrando con calle llamada Peña Redonda, por la izquierda con la ronda del mismo nombre y por la espalda con acera de tierra de Doña Isidora Izquierdo”.

Acuerdan Josefa Carvajal y demás hermanos que para llevar a cabo la petición de su padre, solicitan la conmutación de la expresada carga piadosa al Obispado de la Diócesis “por títulos de la deuda perpetua al cuatro por ciento interior, suficiente a producir una renta fija con que sufragarla; y la traslación a la Hermita de Santa Gertrudis de esta capital, a cargo hoy de las Religiosas Concepcionistas o asilo de Niñas huérfanas que carece de dotación fija para el culto y en su defecto a la iglesia parroquial de Santa María, de las expresadas misas y novena, ampliando aquellas a todos los días festivos del año”.

El obispo accede disponiendo que bajo las bases de las festividades del año corriente y de 10 reales de limosna por cada misa y 20 reales por cada novena se verifique la capitalización.

Por el Padrón de 1898 tenemos conocimiento de las hermanas que componen la comunidad:

Sor Mariana del Niño Jesús. 38 años de Madrid.

Sor Cruz de Santa Teresa. 44 años de Bejar (Salamanca).

Sor Lorenza de la Encarnación. 36 años de Don Benito (Badajoz).

Sor Manuela de las Cruces. 27 años de Don Benito (Badajoz).

Sor Matilde del Sacramento. 24 años de Bejar (Salamanca).

Sor Consuelo de Jesús. 20 años de Cáceres.

En el libro se citan los nombres y naturaleza de 17 asiladas.

Puede más el entusiasmo de esta congregación, que los recursos económicos. Así lo vemos con fecha 20 de abril de 1900, en una instancia de Sor Mariana solicitando al Ayuntamiento para el Asilo de Huérfanas pobres, ayuda económica con el objeto de ampliar el local que ocupan: “con gran estrechez, apenas pueden contener a las siete religiosas y diez y nueve asiladas en el que vivimos”. Se aprueba la concesión de 125 pesetas en sesión celebrada del 25 de abril de dicho año[28].

A través del libro de vecindario de 1901[29] vemos los nombres de las siete hermanas de la comunidad:

Sor Mariana del Niño Jesús. 40 años de Madrid.

Sor Petra del Rosario. 33 años de Don Benito (Badajoz).

Sor Cruz de Santa Teresa. 46 años de Bejar (Salamanca).

Sor Consuelo de Jesús. 22 años de Cáceres.

Sor María del Carmen. 24 años de Bejar (Salamanca).

Sor Corazón de María. 58 años de Alicante,

Sor María de los Ángeles. 19 años de Almendralejo (Badajoz).

En la misma relación se citan las diecinueve huérfanas por ellas atendidas, procedencia y edad.

Respecto a vicisitudes en el transcurrir de los años, tenemos que con fecha 7 de mayo de 1921 hay una solicitud de las Concepcionistas que nos aporta datos sobre su capilla con el nombre de Santa Gertrudis. Piden al Ayuntamiento autorización para la apertura de un hueco en la iglesia de la comunidad por la calle Santa Gertrudis Baja, lucir la fachada y hacer varios reparos en el interior.

Acompaña a la solicitud un croquis que nos manifiesta las medidas, en él se puede observar que la fachada tenía 6 metros de alto por 7 de ancho. La superiora era en esas fechas Sor María del Carmen y ruega al alcalde las dispensen los derechos de obras, por tratarse de una congregación y asilo de huérfanas pobres. La concesión está sujeta a que la escalera que se debe realizar para salvar el desnivel, debe ser de dos tramos de 30 centímetros cada uno.

Con fecha 20 de agosto de 1929 existe otra petición, en esta ocasión exponen que desean convertir un portado de 2´60 por 1´63 en ventana de 1´40 por 0´85, en la fachada de la calle Santa Gertrudis Alta y una ventana de 1´35 por 0´ 85 en portado de entrada de 2´10 por 1´20 en la fachada de Santa Gertrudis Baja, quedando los huecos a reformarse a eje con las del piso superior y conservado los ejes propios[30].

En tiempos del recordado obispo Don Manuel Llopis Iborra, con fecha 30 de abril de 1953, se otorga a favor de esta congregación religiosa escritura de compraventa del terreno colindante denominado Corral de Concejo, propiedad de la Mitra de Coria[31].

Lo que comenzó siendo en su día un asilo de niñas huérfanas, con el transcurrir del tiempo y tras las correspondientes obras de ampliaciones y rehabilitación, se ha hecho posible que hoy sea el Colegio de San José.

 

Apéndice fotográfico

  1. Año 1813 plano de J.J.M. de Bair, copiado en 1822 por Antonio Talladó.

2. Año 1845. Plano conservado en el Museo provincial de Cáceres.

3. Mediados del siglo XIX. Plano de Francisco Coello.

4. Plano del año 1940.

5. Plano del año 1960.

6. Zona actual donde estuvo la ermita de Sta Gertrudis

7. Plano de la ermita y corral, febrero de 1836. Medición en pies.

 

Bibliografía

[1] CERRILLO MARTIN DE CACERES, E. Simón Benito Boxoyo. Noticias históricas de Cáceres y monumentos de la antigüedad que conserva. 1794. Cicón Ediciones. Cáceres 2009. Pág. 61-68.

[2] HURTADO, P. Ayuntamiento y familias cacerenses. Cáceres. Tip., Enc. y Lib, de Luciano Jiménez Merino – Portal Llano 19. Año 1915. Págs 29 y 49.

[3] LOZANO BARTOLOZZI, Mª del M. El desarrollo urbanístico de Cáceres (Siglos XVI-XIX). Cáceres 1980. Págs. 166-192.

[4] CAMPESINO FERNANDEZ, A. J. Estructura y paisaje urbano de Cáceres. Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura. Delegación de Cáceres 1982. Pág. 71.

[5] CORRALES GAITÁN, A. J. Ermitas cacerenses. Servicio de publicaciones de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Cáceres. 1998.

[6] SANGUINO MICHEL, J. Revista de Extremadura 1909, artículo Noticiario de Cáceres, “Libro de algunas cosas dignas de contar que han acaecido desde el año 32, en la Noble y Muy Leal Villa de Cáceres, yo Bartolomé Sánchez anoté y firmé como se verá …”, Pág. 531.

[7] MARTÍNEZ QUESADA, J. Extremadura en el Siglo XVIII. Obra Cultural de la Caja de Ahorro y Monte de Piedad de Cáceres. 1965. Pág. 111.

[8] CERRILLO MARTIN DE CACERES, E. Noticias Históricas de Cáceres…op. cit., p. 64.

[9] Archivo Histórico Municipal de Cáceres, Caja 18/87.

[10] CERRILLO MARTÍN DE CÁCERES, E. Para entrar y salir de Cáceres: las comunicaciones en el Mapa geométrico de Cáceres y la Montaña, de J.J.M. Baier (1813). Cartografía y paisaje urbano de Cáceres. Concejalía de Cultura. Excmo. Ayuntamiento de Cáceres. 2012.

[11] HURTADO PÉREZ, P. Ayuntamiento y familias…op.cit., pág. 180.

[12] MARTÍN NIETO, S. XXXVII Coloquios Históricos de Extremadura. La Guerra de la Independencia y los institutos religiosos de la villa de Cáceres. Parte I (1808-1809). Trujillo 2008, pág. 198.

[13] Archivo Histórico Municipal de Cáceres, libro de acuerdos municipales año 1813.

[14] Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Protocolos, Legajo 2841.

 

[15] Un pie corresponde a 0´2786 metros. Ateniéndonos a ello, el primer lado donde estaba el pórtico, consta de 12´537 metros y linda por “Mediodía”, con el camino de la fuente de Aguas Viva. El segundo lado que dice mirar al Norte mide 6´965 metros, el tercero mide 7´661, el cuarto 8´358, el quinto 2´656, el sexto y séptimo 5´014, el octavo 27´024 y puntualiza que linda por Norte y Oriente, o sea el Este con vereda que desde la charca va por Oriente (Este) de la ermita al camino de Santa Gertrudis. El noveno lado consta de 34´267 metros, el décimo 35´103 y por último el undécimo, que es el costado derecho del pórtico, mide 3´900 m. El mencionado polígono tiene una superficie de 1.062´900 metros cuadrados.

[16] MAESTRE, V. Libro de edificios urbanos de la Vª de Cáceres que comprende sus casas, Combentos, Parroquias, Establecimientos publicos, Hermitas, Labaderos, Fuentes, Colmenares, Hornos de cal, Tenerias, Batanes, Iglesias,Derechos del Ayuntamiento, Ganados, Caballerias, Yuntas de Bueyes, Colmenas, Olibares, Tierras blancas, Huertos, Viñas, Fincas sueltas, Contribuciones, Producciones del Termino de Cáceres.

[17] Su nombre completo es María Encarnación Collazos Cerro, natural de Talavan donde nació el día 2 de abril de 1815. En diversas documentaciones se la identifica como propietaria.

[18] Congregación de religiosas cuya fundación se debe a Matilde Téllez Robres (Robledillo de la Vera 30-V-1841, fallecida en Don Benito el 15 de diciembre de 1902, Beatificada en 2004). El origen se remonta al 19 de marzo de 1875 día de San José denominándose Amantes de Jesús e Hijas de María Inmaculada siendo el hábito de color azul. Tras el Concilio Vaticano II, cambian su denominación por Hijas de María Madre de la Iglesia.

Las primeras monjas que profesaron votos (Don Benito 29-VI-1884) fueron, además de la fundadora, Mª Briz Manzano, Juana de la Orden Manrique, Feliciana García Gallardo, Joaquina Trejo Álvarez y Mariana Fernández Oviedo.

[19] Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Legajo 5561, folio 441v.

Esta propiedad le había llegado procedente de su tía Juana Valiente Pozo, esposa de José Román Téllez que habían fallecido sin descendencia (Legajo 4686, folio 250 y Legajo 4722, folio 187).

[20] Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Legajo 5562, folio 972 y Legajo 4797, folio 2635v.

[21] Archivo Diocesano de Coria-Cáceres.

[22] Atención que debo agradecer a Sor Margarita, perteneciente a dicha comunidad religiosa.

[23] Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Legajo 5573, folio 314.

[24] Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Legajo 5623.

[25] Archivo Histórico Municipal de Cáceres, Caja 20/44 expediente nº 4.

[26] Archivo Histórico Municipal de Cáceres, Caja 19/180 expediente 17 y 19/55 expediente nº 40 y 41.

[27] Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Legajo 5569, folio 1981.

[28] Archivo Histórico Municipal de Cáceres, Caja 20/427. Expediente nº 10.

[29] Archivo Histórico Municipal de Cáceres.

[30] Archivo Histórico Municipal de Cáceres, Caja 20/55, expediente 25 y 20/71 expediente nº 35.

[31] La escritura otorgada a favor de la Congregación de Religiosas Amantes de Jesús e hijas de María Inmaculada está ejecutada ante el notario Juan Zancada del Río y comprendía a la finca nº 7.047 del Registro de la Propiedad de Cáceres.

Dic 232017
 

 Fernando Moreno Domínguez, Francisco Pérez Solís y Alberto Durán Sánchez. Provisional.

 

INTRODUCIÓN

Presentamos este año, siguiendo la línea de años anteriores, una serie de hallazgos inéditos en Trujillo y en su antigua comarca.

No pretendemos con esto un trabajo exhaustivo sobre cada elemento, nuestra intención es darlo a conocer para que interesados o profesionales del tema puedan, si así lo desean, profundizar en la materia, sin menoscabo de que aportemos nuestra opinión sobre cada elemento.

Esta colección es fruto de muchas horas de prospección, una afición duradera en el tiempo, de mucha ilusión y deseos de sensibilizar sobre la importancia que tienen pequeños hallazgos, en principio de escaso valor arqueológico, pero con un apreciable sentido histórico en el contexto: unas simples cazoletas no aportan ninguna novedad, pero si las ubicamos en el casco histórico y aledaños de la ciudad de Trujillo sí que adquieren un sentido histórico destacado. Esta recopilación es, sobre todo, el resultado de una labor de constante búsqueda, que se convierte en pasión, siempre con la pretensión de poner en valor nuestro patrimonio.

Somos aficionados a la historia y a la arqueología, amantes de la historia de estas tierras, por eso nuestro esfuerzo es notorio a la hora de realizar estos trabajos y sólo pretendemos, repetimos, dar a conocer estos hallazgos y poner en valor nuestra historia desconocida.

1 ESTELA DE GUERRERO DEL SUROESTE EN VILLAMESIAS

Las estelas de guerrero del suroeste, que genéricamente se datan en el Bronce Final y Hierro I, por su iconicidad, su carácter simbólico, y el hecho de representar una forma de reproducir los valores sociales de una sociedad autóctona que empieza a recibir influencias precoloniales, constituyen una apasionante fuente de estudio de esas sociedades.

Están datadas más de 300 estelas de este tipo. Incluso la comarca de Trujillo –Sierra de Montánchez constituye un grupo especial de estudio, con lo que esta nueva aportación contribuye a este aspecto.

Se trata de una estela de guerrero del suroeste, inédita, sita en la finca Las Caballerías Grandes, de Villamesías, Cáceres, reubicada en el cerramiento de una casa. Está partida y durante mucho tiempo estuvo de poyete o asiento en la entrada de la casa de los pastores, por eso está muy desgastada y pulida. Ha resultado por ello difícil su interpretación.

Cuenta el personal de la finca que cree que proviene de unos montones de piedra próximos a la casa. Ellos la denominaban “la piedra del indio”

DESCRIPCIÓN

Se trata de una representación muy esquemática de guerrero con arco, la cabeza es una cazoleta algo ovalada, con fondo bien pulido. Cuello y cuerpo se resuelven con una sola línea, ligeramente curvada en tórax y abdomen. Los hombros no tienen continuidad clara con la línea del cuerpo. Las manos enormes resueltas en 5 líneas que convergen hacia la muñeca. Resalta el medio perfil del personaje con pies pequeños escorados a derecha. Parece que en las rodillas se han ensanchado, a modo de calzas.

El arco y la flecha están muy claros. La cuerda del arco tiene algo de tensión. Ocupa toda la parte derecha de la estela, mide 34,5 cm, que frente a los 33,5 cm que mide el guerrero, pudiera significar que el arco tiene tanta importancia o más que el propio guerrero. Quizás por este motivo las manos son tan exageradas.

A la derecha, y junto a la cabeza, aparece una fíbula, un tanto borrosa, y en su esquina inferior derecha parece que hay una forma redondeada, como si la fíbula tuviese una vuelta.

Encima, entre cabeza y fíbula, hay una cazoleta, bastante pulida, que no sabemos cómo interpretar.

Bajo la fíbula hay un peine con sus púas en vertical. Sólo se aprecian las púas, se intuye lo que sería el cuerpo del peine.

A la derecha del guerrero, bajo su mano izquierda, hay lo que parece un espejo, pero en esta zona se ven restos de trabajos de desbaste, por ello se descarta.

Debajo de ambas figuras principales, y bajo el pie izquierdo de nuestro guerrero, hay tres esbozos de líneas casi horizontales, una línea perpendicular y, al lado derecho, líneas arqueadas, lo que pudiera ser un carro de dos ruedas tirados por caballos. Así lo sugiere una línea que se asemeja a las líneas dorso cervicales que representan caballos en otras estelas; la posible línea dorso cervical inferior está incompleta. No podemos dar seguridad de este elemento, pero por inspección ocular, fotos con luz rasante, y técnica de calco en “frotage” más inversión de color, así lo creemos.

Parece que la técnica de grabado ha sido por incisión y luego pulido el fondo. El grosor máximo es de 1,5 cm y la profundidad no supera 1 cm. Con luz rasante se aprecian los trabajos de desbaste de la piedra por cincelado, como trabajo previo al grabado. La sección de los grabados es en U, que en ocasiones se transforma en V más cerrada, y en la cazoleta encima de la cabeza, y en la propia cabeza, se aprecia un pulido fino que recuerda a las cazoletas por abrasión. El soporte es un granito bastante fino, con alguna veta de color rojizo, abundante en la zona.

Medidas: 48cm x 38 cm. Verdaderamente es una de las estelas de guerrero más pequeñas.

Pero no son raras las de este tamaño, un 13% de las estelas conocidas están en este rango de medidas, (Díaz-Gurdamino 2010)

Toda interpretación está supeditada al hecho de que está cortada, es probable que falten elementos de la parte perdida, pero a tenor de lo que estimamos que está presente en la estela podemos resaltar algunos aspectos que detallaremos.

Desde luego en esta comarca son frecuentes estas estelas de la misma época: Ibahernando, Trujillo, Benquerencia, Zarza de Montánchez, Robledillo de Trujillo, Santa Ana, Salvatierra de Santiago y Almoharín. Todas ellas como grupo representan una transición entre las estelas del Guadiana y el Guadalquivir, por un lado, y las del Tajo y norte de la provincia de Cáceres, por otro. El hecho de que estas Sierras sean frontera natural y pasos obligados hacia el norte avalan tal cantidad de estelas.

La predominancia del arco en el campo de la estela es notoria. Teniendo en cuenta que se han clasificado las estelas por la predominancia del escudo sobre la figura del guerrero (Celestino Pérez, 2001), en este caso único, figura y arco comparten protagonismo, o incluso predomina el arco. Esta quizás sea su mayor singularidad, desde el punto de vista comparativo con las estelas en general. Si contamos con el arco como protagonista se explica muy bien el tamaño exagerado de las manos, que desde el punto de vista visual es el elemento más llamativo de la composición.

Hasta ahora, y analizando la situación que ocupan los arcos de todas las estelas conocidas, en el conjunto de la composición vienen ocupando un lugar cercano al guerrero junto a la mano izquierda en Torrejón El Rubio I, Alamillo y El Viso VI. Cuando el arco aparece en estelas de una sola figura humana suele estar alejado de ella, en la parte superior o inferior´, como quitándole importancia al propio arco a favor de otros atributos del guerrero y quizás darle más importancia a atributos de cazador. Esta es pues otra singularidad que nos viene a decir que es el arco la pieza clave del mensaje que esta estela quiere transmitir. Podría interpretarse que la presencia del arco sugiere aspectos menos guerreros y más cazadores.

En las estelas de la zona de Gata el arco está ausente. Hasta ahora en las estelas de la zona de Valle del Tajo- Sierra de Montánchez sólo se conocían tres :Torrejón el Rubio, y en Portugal San Marinho I y II. En las estelas de la zona geográfica del Guadiana-Zújar, 6 casos: Olivenza, Zarza Capilla I, El viso I y VI (Córdoba), Capilla II y Alamillo (Ciudad Real). En la zona del valle del Guadalquivir está presente el arco en 5 casos. Nuestra estela, pues, parece más afín a las sureñas.

No olvidemos que aunque estemos en la provincia de Cáceres, en la Sierra de Montánchez, las aguas del paisaje donde se encuentra esta estela son de la cuenca del Guadiana: Arroyo de Aguas Viejas, Arroyo del Infierno, Rio Burdalillo, Rio Búrdalo, Guadiana). El paraje donde se haya está dominado por valles y llanos suaves al sur de la sierra de Montánchez y de modo equidistante al oeste está La Sierra de San Cristóbal y, al este, la Sierra de Santa Cruz. Toda esta zona es de pastos muy apreciados y aptos para la labor.

Destacar que la estela está junto al camino natural prehistórico que en dirección sureste-noroeste conectaba Cancho Ruano con Villas Viejas del Tamuja por el puerto Viejo, que luego en época romana conectaría Corduba y Bracara Augusta, (F Moreno Domínguez: La calzada romana del Puente de Alcántara. Coloquios Históricos de Extremadura. 2011)

No son raras las explotaciones mineras en la zona: Botija, Plasenzuela, Robledillo de Trujillo, Ibahernando etc.

Fotografía 1,1.- Estela de guerrero de la Edad del Bronce

 2 GRABADO DEL MATADERO VIEJO DE TRUJILLO

Su importancia es notoria por tratarse de grabados con posible datación en bronce- hierro, en el casco histórico de Trujillo, enfrente de la puerta del Matadero Viejo, Calle Matadero. En relación con los orígenes de la ciudad de Trujillo, es importante este documento.

Se trata de un grabado realizado a base de cazoletas y canalillos. Consta de tres canalillos tallados que acaban cada uno en una pequeña cazoleta, a esto se le añade otra cazoleta menor que está unida a un rebaje hecho en la propia roca, que hace una forma redondeada hacia el canalillo más alejado, dándole la forma de una mano con cuatro dedos.

Es típico, tanto en grabados como en pinturas, representar manos, así como pies, pero en este caso particular tiene el añadido de que es una mezcla de canales y cazoletas, además del rebaje de la roca que, de forma natural por esa zona, tiene más altura, por lo que le da un sentido ritual mágico-religioso, en cuyo lugar podrían llevarse a cabo ciertos ritos.

Existen una serie de cazoletas aisladas en las inmediaciones, divididas en varios conjuntos. Alguno de ellos representa patrones de constelaciones, por lo que conecta directamente con la cueva de Altamirano y sus posibles patrones estelares, ya sea por el tipo de representaciones de sus alrededores como por su cercanía.

También puede estar conectado con la cueva larga del Pradillo, que tiene pinturas rupestres, y otros conjuntos del batolito trujillano (Cerca enfrente del Convento de la Magdalena, cercado del Terrero y otros).

Fotografía 2,1.- Grabado del matadero viejo. Trujillo.

 

  1. UMBRAL FUNERARIO ROMANO DEL CONVENTO DE LAS JERÓNIMAS, TRUJILLO

Esta pieza está empotrada en el muro del Convento de las Jerónimas que da a la calle Alhamar.

Medidas: 96 cm de largo, 33cm de ancho y el morro o remate de 20 cm

El umbral funerario es típico de la cultura funeraria de la Lusitania, adoptado por los romanos en varias zonas (en la provincia de Cáceres y en Portugal) que formaron parte de esta provincia romana. Su uso en el culto funerario estaba relacionado como una entrada o umbral al otro mundo, colocándose del mismo modo que aparece en la foto, delante de la tumba. Éste presenta como puede observarse una acanaladura idéntica a los encontrados en Idanha a Vella. Este ejemplo es una muestra de la adaptación romana a algunos cultos y costumbres indígenas de cada zona, adoptando incluso algunas deidades.

Fotografía 3,1.- Umbral funerario romano del convento de las Jerónimas, Trujillo

ESTELAS ROMANAS

Os mostramos una serie de estelas de origen romano de Trujillo (en su casco urbano y alrededores) y de algunos pueblos de la zona, todas inéditas hasta ahora y que tienen ciertas características que las hacen muy interesantes, aparte de su traducción, que no daremos (esto lo dejamos en manos de los epigrafistas) ya que este trabajo trata de hacer una pequeña catalogación que estará a disposición de quien quiera estudiarlas y traducirlas.

  1. ESTELA MILITAR EN TRUJIILLO

Creemos que se trata de una estela funeraria romana, probablemente de un militar.

Se halla previa al umbral de la portada de entrada del palacio de los Chaves-Mendoza (antiguo Hospital)

.Medidas: largo 1,20 y ancho 48 cm.

Granito muy fino, casi arenisca. Está muy deteriorada, pero se intuyen restos de inscripción y lo que es más significativo, un águila militar romana de 30×30 cm.

Por comparaciones con otras estelas de Hispania, creemos que es la estela de un militar sepultado en Trujillo, lo que demuestra la gran importancia desde tiempos antiguos de la ciudad, siendo un enclave estratégico, militarmente hablando, y que dio lugar a que desde época prerromana fuera una población a tener en cuenta y que, con la llegada de los romanos, sirviera de lugar de control de la zona, por lo que probablemente hicieran varios campamentos y más tarde se instalara una población romana en el propio Trujillo, formando parte de ésta un destacamento militar.

Se encuentra en el suelo de la calle, expuesta a pisadas y rodadas de coches. Creemos que merece una reubicación más digna.

Fotografía 4,1.- Estela militar en Trujillo

 5. PAREJA DE ESTELAS INEDITAS EN MADROÑERA

Esta pareja de estelas, inéditas, están situadas en una ventana de la calle Encina, de Madroñera (Cáceres).

La estela superior tiene como curiosidad la media luna sostenida con dos pies

Medidas:

Estela superior: 95 cm de largo, 30 cm de ancho y 24 cm de fondo.

Estela inferior: 76 cm de largo, 30 cm de ancho y 22 cm de fondo.

Este es otro claro ejemplo de reutilización de elementos de otras épocas, en este caso estelas romanas. En estas reutilizaciones les llamaban la atención las piedras y las ponían de tal forma que se vieran las inscripciones y símbolos, por suerte para todos nosotros.

Fotografía 5,1.- Pareja de estelas inéditas en Madroñera (Cáceres).

  1. ESTELA EN MOLINO DEL MAGASCA Y ESTELA DE PLASENZUELA

 

ESTELA DEL MOLINO DEL MAGASCA

Ubicada en la finca de Casa Casco, y en el molino corriente abajo al puente medieval, en una ventana situada al oeste.

Sus medidas son de largo 37 cm, de ancho 40 cm y de fondo 14 cm

La estela conserva poco de su inscripción ya que está partida y reutilizada en una de las ventanas del molino, que seguramente esté hecho sobre otro más antiguo y muchas de sus piedras sean reutilizaciones del yacimiento próximo que coincidiría con el actual palacio (muy clara la fórmula DMS, consagrado a los dioses manes).

 

ESTELA DE PLASENZUELA

Esta estela se encuentra en el patio interior de la casa número 5 de la Plaza de España, en Plasenzuela (Cáceres).

La pieza está incompleta, es inédita y solo se ve parte de su inscripción. Ha sido reutilizada en la vivienda, como parte de la ventana. No se han tomado medidas exactas porque estar partida de forma irregular por lo que solo tenemos unas medidas aproximadas.

Una curiosidad sobre esta estela es el nombre de la difunta, que se llamaba “Vernacia”, nombre que se repite en otra estela que hay en el castillo de Trujillo, registrada con el número 20324 del archivo epigráfico.

El nombre de Vernacia y la sencillez de la estela nos hacen pensar que se trataría de una sierva o liberta, pero no podemos asegurarlo porque está incompleta y también carece de apellidos (nomen y cognomen romanos).

Fotografía 6,1.- Estela en el molino del Magasca y estela de Plasenzuela

  1. ESTELA-LAPIS DE MADROÑERA

Como puede apreciarse se trata de una estela funeraria, que posteriormente es convertida en lapis de lagar. Hoy está como dintel de la casa.

Localización: se encuentra en Madroñera (Cáceres), en la calle Trujillo Nº 15.

Por su ubicación en una calle que es prolongación del camino que lleva a Trujillo y por cercanía, creemos que quizás proceda del yacimiento de la Mohadilla, Madroñera.

Medidas: largo 178cm, ancho 27 cm y fondo 26.

Su lectura es muy difícil por los diferentes usos que ha tenido: estela, lapis y dintel. A pesar de ello creemos que la pieza está entera.

Aparte de sus múltiples reutilizaciones, lo curioso de esta estela no es que haya acabado siendo parte de una vivienda más moderna, formando el dintel de la puerta de entrada, sino que la cronología de la cultura romana en la zona ha sido tan amplia que, incluso elementos propios como una estela funeraria romana, haya sido reutilizada como un lapis de un lagar, también romano, pero de época más moderna, seguramente tardorromana. Sus diferentes usos: primero funerario, después como parte del artilugio de un lagar y más tarde como dintel de la puerta de una casa, hacen que esta pieza sea digna de un estudio y puesta en valor, dada su amplia cronología.

Fotografía 7,1. Estela-lapis de Madroñera

  1. LAPIS DE LAGAR EN PLAZUELA DE SANTIAGO (TRUJILLO) – CONTRAPESO DE LAGAR EN PALACIO DE LUIS CHAVES EL VIEJO (TRUJILLO)

Con estas dos piezas que se muestran a continuación tenemos una prueba clara de que la economía de la zona estaba relacionada con el uso agrícola-ganadero, en estos dos casos particularmente para la producción de aceite y muy posiblemente de vino, ya que ambas piezas pertenecen a artilugios de prensado de los lagares; añadiendo a todo esto que las características naturales de la zona son ideales para el cultivo de olivares y viñedos.

Una característica de la zona trujillana es la escasa presencia de lagares rupestres, y la gran cantidad de “lapis” y “contrapesos”, lo que hace pensar que los lagares estaban construidos a base de piedra, ladrillo y cal, y que su tamaño y producción era mayor que los de los lagares rupestres.

Su cronología es muy extensa y normalmente se datan desde época romana (se le dio mucha importancia al olivo y la vid) hasta casi nuestros días, pasando por un importante auge en época medieval a raíz de la Reconquista, y sin apenas cambios en su tipología y funcionamiento.

– LAPIS:

Ubicado en esta plazuela, empotrado en la pared del alcázar de Luis de Chaves el Viejo, colegio Sagrado Corazón.

Medidas: Largo 125cm y 34 cm de ancho

El lapis es una pieza perteneciente al artilugio que formaba parte de los lagares, en la cual se ponían dos postes que sujetaban la viga del lagar, que estaba unida al contrapeso mediante un tornillo. Dicha pieza estaba en el extremo opuesto del contrapeso. Lo más probable es que sea de época romana, momento en el que era muy típico el uso de esta pieza; lo que indica que en el lugar donde se encuentra, o en las cercanías, debió de haber un lagar romano para la extracción de aceite o de vino, y que con el paso del tiempo acabó siendo reutilizado para formar parte de las paredes de una edificio más moderno.

 

– CONTRAPESO:

Se encuentra ubicado en el jardín del palacio de Luis Chaves el Viejo, hoy colegio Sagrado Corazón

Medidas: alto 60 cm, y diámetro, en su parte más ancha, 75cm.

Por cercanía, creemos que pudiera tratarse del mismo lagar del que hemos referido el lapis anterior; aunque lo más probable, y por su forma, tamaño y conservación, este contrapeso sea más moderno, posiblemente de época medieval, y que pertenezca al mismo lagar romano al que pertenecía el lápis anteriormente expuesto, que fue reutilizado durante siglos y que se encontraba en el mismo lugar, es decir en los terrenos del palacio.

En época medieval era muy típico que los palacios y casas fuertes de familias nobles, aun dentro dentro del casco urbano o recinto amurallado, tuvieran su propio horno, lagar, incluso su propio ejército privado, por lo que no es de extrañar que el palacio de Luis Chaves el Viejo tuviera un lagar en los terrenos del palacio, a donde traían toda la aceituna que sacaban de los olivares de las tierras que le pertenecían, así como la uva de sus viñedos. Así se aseguraba de que no se perdía parte de la producción y tenía su negocio controlado ya que seguramente, al ser un lagar dentro de la ciudad, muchos otros pequeños propietarios llevaban sus productos a este lagar. Todo esto en una época en la que el cultivo del olivar y el viñedo tuvo un auge que no había tenido desde época romana en la zona.

Fotografía 8,1. Lapis de lagar en la plazuela de Santiago, Trujillo. Contrapeso de lagar en el palacio de Luis Chaves, el Viejo, Trujillo

 

9 ESTELA ROMANA- ALQUERQUE MEDIEVAL – ALQUERQUE DE NUEVE EN LA CRUZ DE LOS ANGELES

– ESTELA ROMANA – ALQUERQUE MEDIEVAL

Está situada en la jamba izquierda de la portada de la entrada al cortijo de Las Carboneras, término municipal de Madroñera, por la carretera de esta localidad a Santa Cruz de la Sierra.

Es una curiosa estela que, aparte del epitafio sepulcral, sirvió posteriormente de base para la talla de un alquerque de nueve, con sus correspondientes ficheros para depositar las fichas de juego (trebejos),por lo que sabemos que estuvo en época medieval en posición horizontal y que más tarde fue reutilizada como parte de la portada, por lo que ha tenido tres usos.

Hasta ahora no se conoce en la zona ninguna estela que haya sido reutilizada como tablero de juegos posteriormente en época medieval. Constatar que más abajo de donde se encuentra existe un cercado llamado del Oro, que probablemente se trate de la necrópolis, pues de allí sacaron otras que se encuentran en Madroñera.

Sus medidas son 1,20 metros de largo, 46 cm de ancho y 21 cm de fondo.

La segunda fotografía muestra el calco tras invertirle el color con el programa de Windows Paint.

– ALQUERQUE DE NUEVE EN LA CRUZ DE LOS ANGELES

Está situado en un canchal, junto al cordel que se dirige a Huertas de Ánimas, a mano derecha, frente a la Barriada de Juan Fernández Paredes.

Creemos que está relacionado con el ocio de los canteros que trabajaban en la antigua cantera donde se sitúa. Sus medidas son 34 X 30 cm.

Fotografía 9,1. 1 estelaromana – alquerque medieval de Las Carboneras. 2 estela romana– alquerque medieval de Las Carboneras, Calco. 3Alquerque de nueve, Cruz de los Ángeles.

10 GRABADOS PREHISTORICOS  DEL CAÑEJAL

Fotografía 10,1. Roca soporte con los grabados

Descripción:

Se trata de dos grandes paneles tallados en dos pizarras apenas separadas por 5 metros, con grabados de varias épocas prehistóricas, con gran variedad de estilos y de técnicas de ejecución, de complejidad enorme. Su estado de conservación no es del todo bueno.

El Paisaje:

El Cañejal ocupa la vertiente sur de la Sierra de Guadalupe, al cobijo del Pico Venero, que domina estos paisajes. Los grabados están en la zona baja, entre grandes cerros y un arroyo que incluso en el mes de agosto sigue corriendo. Se trata, por lo tanto, de una zona especial, tanto para un asentamiento como para lugar mágico-religioso. Sumando a todo esto podemos decir que se encuentra a unos tres kilómetros al sur de los grabados del Cándalo.

La finca está situada en la carretera de Trujillo a Guadalupe, entre las localidades de Zorita y Logrosán, a la altura del km 35, a mano izquierda, pasada la casa y a la derecha del cobertizo.

La zona es considerada de muy buenos pastos y cuenta con varios referentes en minería prerromana, como el propio cerro de San Cristóbal en Logrosán. Aspecto este que la hace muy importante en estas Edades de los Metales, ya sea para la cultura Atlántica del Bronce o el mundo Tartésico.

Se trata de un conjunto de grabados rupestres excepcional en Extremadura: hay varios tipos de grabados de diferente antigüedad y con diferentes técnicas, entre las que sobresale la del piqueteado. También hay grabados lineales, cazoletas y otros que han sido pulidos y no se les nota el piqueteado. Dadas estas características, dichos grabados pueden iniciarse incluso desde el Calcolítico en adelante. La mayoría de los grabados se pueden datar en el Bronce Medio y Final.

Está compuesto por dos peñas: una horizontal, de la cual mencionaremos algunos de sus grabados, y otra vertical, más importante, con el grueso total de grabados y tipologías, por lo que será ésta en la que más nos centremos.

Las medidas de las diferentes peñas con sus grabados son:

Peña vertical: 9 metros de largo y 1,10 metros de alto aproximadamente. Estado de conservación aceptable.

Peña horizontal: 12 metros aproximadamente de largo, su altura es mínima al estar a ras del suelo.3 metros de ancho. Su estado de conservación no es bueno ya que hoy está en los aledaños de un cobertizo, como cerca anexa a las instalaciones ganaderas de esta finca.

Lo más destacado de todo el conjunto, tanto por su número como por su tipología, son la gran cantidad de círculos grabados. La mayoría tienen círculos concéntricos o una cazoleta o circunferencia en medio. Entre las dos peñas se pueden contar bastante más de cincuenta círculos, teniendo la peña vertical más del noventa por ciento de ellos. Pensamos que podría tratarse de representaciones de escudos formando parte de un ejército, ya que muchos parecen estar en formación, unidos unos con otros. Unos de mayor tamaño que otros (lo que demostraría mayor estatus social). También hay algunos más separados, que parecen estar en solitario. Estas representaciones de escudos se relacionan con otras representaciones que se dan en la roca tales como antropomorfos, ídolo y carro.

Lo más parecido que hemos podido encontrar son los grabados de la Hoya del Caño, en la sierra de Jaén, donde hay un conjunto de unos treinta círculos prácticamente iguales a los del Cañejal junto a otros grabados; y en Montoro, Córdoba, donde hay una representación similar y con la misma técnica en una estela. En El Madroño, Sevilla, en La Cueva de los Pobres, también hay grabados similares. Las mejores referencias aparecen en los grabados de Galicia y en otros países del norte de Europa.

La peña vertical tiene representaciones en varios paneles. A continuación iremos explicando los más representativos:

– PANEL CENTRAL DEL GUERRERO

Este panel puede ser de los más importantes de todo el conjunto por su contenido, ya que junto a los círculos anteriormente descritos también se representan otros elementos muy importantes. Creemos que por sus intenciones narrativas puede considerarse como un precursor de las estelas del Bronce Final, pero tallado en la roca. En este panel contamos con la representación de un guerrero, su escudo, lanza y espejo, todo realizado con la técnica del piqueteado. También aparece debajo una representación de un carro, aunque nos da la impresión de que es una superposición de elementos y este carro pudo ser posterior y unido al conjunto de escudos en formación del panel que lo sigue. Cuando decimos posterior es por cómo se han conservado y el terminado que tienen el grabado del carro y escudos, mucho mejor acabado y pulido, aunque pensamos que también se utilizó la técnica del piqueteado, a diferencia del guerrero y sus armas, que está en la parte superior del panel y que está piqueteado pero sin pulir, peor conservado, peor definido y con una pátina diferente .Esto os lleva a pensar que pudiera tratarse de representaciones de diferentes épocas, pero muy próximas entre sí; aunque también depende de lo que haya afectado la climatología y el paso del tiempo a las diferentes partes de la roca. Lo destacable de este panel, aparte de los círculos concéntricos, es que estamos ante un prototipo de estela de guerrero de la Edad del Bronce, es decir, una proto-estela del Bronce, donde aún eran representados estos guerreros en las rocas y no en estelas hechas en piedras separadas de la roca madre. Por lo que tenemos ante nosotros una representación de un guerrero, que nos une al inicio de nuestro trabajo con la estela de Villamesias, y un conjunto de carro y escudos, también de la misma época, pero que no tiene relación con la anterior y que bien pudieran representar un ejército en formación.

Fotografía 10,2. Panel central del Guerrero

– PANEL DEL ÍDOLO

En este panel tenemos representado lo que podría ser un ídolo, que nos recuerda a los de algunos grabados en conjuntos gallegos, representado entre dos grandes escudos, y que están relacionados con la guerra. Parece un alto cargo, miembro de la élite, jefe, rey o incluso uno de sus dioses relacionados con la guerra. En el mismo panel hay algunas cazoletas (o restos del centro de escudos) y otros escudos, más pequeños y de diferentes tamaños, dando a entender que son guerreros, de estatus inferior a la representación principal y más sobresaliente que es el ídolo y los dos escudos. La forma del ídolo, con el pequeño escudo central, nos recuerda a las famosas figuras de guerreros galaicos, mucho más modernas pero que también debieron de tener un inicio parecido a las estelas del Bronce y pasaron de ser representaciones simples en la roca madre a estar mejor acabadas y exentas.

Fotografía 10,3. Panel del Ídolo

 – PANEL DEL ANTROPOMORFO

En este panel tenemos representado una figura antropomorfa, al estilo de las pinturas rupestres esquemáticas, al lado de un escudo o círculo mayor y otros más pequeños que también parecen estar en formación, lo que nos hace pensar en otra representación de un guerrero, con su escudo. Al lado de este panel hay otro en el que se representa una forma rectangular dividida en dos por una línea, que nos recuerda a un carro, por lo que parece ser que se repiten las representaciones en varios paneles de la misma peña. Aunque no todos estén juntos, sí forman todos parte del conjunto en general, el cual representa guerreros, escudos, algún carro. Todo nos da a entender que podrían estar contándonos la historia de personajes importantes, cada uno en su época, no muy lejana unos de otros. En este conjunto en especial destaca en tamaño la figura antropomorfa sobre los escudos, teniendo a su lado un escudo de mayor tamaño, y con dos círculos concéntricos, que le hace superior al resto, excepto a otro escudo que hay un poco más alejado y que forma parte del conjunto de escudos que parecen estar en formación. Como hemos comentado en los paneles anteriores, estas representaciones posiblemente sean proto-estelas del Bronce, pertenecientes a una época en la cual no se representaban exentas de la roca madre.

Fotografía 10,4. Panel del Antropomorfo

– GRABADOS LINEALES Y CAZOLETAS

En el conjunto del Cañejal hay otros tipos de grabados: los grabados lineales y las cazoletas, dos tipos de grabados muy antiguos y que están extendidos mundialmente. Creemos que son más antiguos que el resto de grabados descritos anteriormente y que aún así, en el caso de las cazoletas, se siguieron utilizando durante milenios, mientras que otros evolucionaron hacia otro tipo de grabados e incluso dentro del concepto simbólico, como es el caso de los grabados lineales.

Hay un conjunto de unas once cazoletas en la peña vertical. Se ha trabajado la parte superior de la peña, por encima del panel del ídolo, allanándolo para después hacer las cazoletas, las cuales tienen la característica de estar hechas con la técnica del piqueteado, pero que no fueron pulidas después, como es típico encontrar en este tipo de grabados. El conjunto no forma un patrón común con otros conjuntos. Su uso debió de ser para algún tipo de rito religioso. Hay que tener en cuenta que estos lugares se utilizaban para el mismo fin desde milenios, y que, en muchos casos, incluso en la actualidad, muchos lugares religiosos están sobre zonas que fueron ya usadas incluso en la prehistoria para la realización de ritos religiosos. Hay otras cazoletas en el conjunto pero forman parte de las otras representaciones, de algún escudo borrado y que solo se aprecia la cazoleta central o de la representación de los guerreros.

Creemos que los grabados lineales son los más antiguos de todo el conjunto. Están por todos los alrededores inmediatos, si nos alejamos hacia los cerros ya apenas hay. También hay algunos en la peña vertical, pero donde destacan por su gran cantidad y variedad es en la peña horizontal, que está prácticamente llena, excepto en las zonas donde se realizaron círculos y otros grabados y en las cuales prepararon la roca para la realización de dichos grabados, por lo que los lineales fueron borrados. La erosión y el paso de animales también han dañado algunos provocando que apenas se vean o haciéndolos desaparecer. Aclarar que para la realización de grabados lineales había una preparación de la roca antes de hacerlos. Se pueden observar muchas líneas en todos los sentidos, se ven símbolos que se repiten en otros lugares de la Península como por ejemplo las X y las Y, y alguna figura cuadrada o una especie de cruciforme, pero no llegan a repetirse y a representar formas tan claras como los de la Serena o los del Cándalo.

Fotografía 10,5. Grabados lineales y cazoletas

 OTROS GRABADOS

Aquí mostramos otros grabados que se dan en las dos rocas y que suelen estar en solitario, son diferentes, otra técnica. Son figuras que nos llaman la atención pero que no sabemos que pueden significar. Así tenemos, por ejemplo, lo que podría ser un carro, la forma de una cabeza solamente perfilada, representaciones de círculos, con varios círculos concéntricos y de mayor tamaño de los que denominamos escudos, que quizás sean representaciones de guerreros en solitario, algo que se podría hacer para tener buena suerte en la batalla. Otros escudos están solapados y hay alguna representación que recuerda a formas ovoidales, tal vez alguna representación femenina.

Fotografía 10,6. Otros grabados

Destacamos la importancia de estas repeticiones de círculos concéntricos, que nos sugieren influencias atlánticas, y por su rareza en estos lares nos parece de notoria importancia. De igual modo las figuras humanas y otros elementos evocan las influencias mediterráneas. Creemos que estos grabados reflejan las mismas inquietudes narrativas que luego desarrollaron las estelas de guerreros del suroeste, exentas del Bronce Final.

Los escudos sin escotadura en V nos pueden aproximar cronológicamente a periodos entre el Bronce Medio y el Bronce Final

Ampliando el punto de vista sobre este periodo histórico y teniendo en cuenta publicaciones sobre este periodo y de esta zona, el trabajo ya citado de Manuel Rubio Andrada y Vicente Pastor González, El Grabado del Cándalo, Garciaz (Cáceres) 1991, donde se hace mención a escudos sin escotadura en V y a formas estelares, fijas en la roca madre, a apenas 3 ó 4 km de distancia hacia el Norte.

No menos importante son los trabajos sobre la Estela de Logrosán I, que han investigado varios trabajos (Alvarado y González Cordero, 1991;Celestino Pérez, Sebastián, 2001, nº 23;Díaz-Guardamino Uribe, Marta, 2010,nº 318; Galán Domingo, Eduardo, 1993, nº 28; quien la atribuye al lugar o finca El Cañejal, como lugar de aparición, y da las coordenadas del centro de la finca (39º 21´00” Lat. N, 5º 34´46” Long W). Esta información puede resultar muy interesante, máxime si esta estela tiene un escudo sin escotadura en V, extraordinariamente significativa; pero por varias razones hay que ser cautos: primero porque es el único autor que ubica su lugar de procedencia, la estela original está en casa del Sr Rodríguez Pazos, de Cañamero, Cáceres. Y, segundo, porque la finca con ese nombre hoy tiene varias divisiones que en conjunto suman unas 1000 has. Tampoco podemos descartar esta relación entre esa estela “móvil” Logrosán I y nuestros grabados, esteliformes.

Creemos que estas sierras pueden aportar en un futuro, cuando se realicen trabajos más profesionales, importantes avances en cuestiones como las influencias acaecidas en estas artes plásticas con vocación de narrar los hechos que identifican a un grupo social, quizás como fundacional, expresado a través de la idealización de sus jefes/élites. Quizás se pueda intuir en estos grabados de este estudio que el propio hecho de grabar en la roca sea un hecho ritualizado en sí mismo.

Otras referencias cercanas son la magnífica Estela de Solana de Cabañas, Roso de Luna, 1898, y la estela del Moroquil, o de Madroñera, hacia el Norte, que también representa un escudo sin escotadura; y hacia el Sur, todos los grabados rupestres de la zona de la Serena.

 

La importancia de estos grabados, en el conjunto del arte rupestre en Extremadura, es extraordinaria y única, al darse una combinación de elementos galaicos y elementos más sureños. De algún modo representan la combinación de elementos atlánticos y elementos mediterráneos que ha hecho de las estelas algo tan singular e importante a la hora de comprender como fluyen las influencias en estas sociedades. Influencias que aquí parece que se dan la mano. Por su complejidad, su rareza, y cantidad, creemos que son excepcionales.

 

BIBLIOGRAFÍA

-“Corpus de arte rupestre en Extremadura, Vol. II Arte rupestre en la Cepa de la Serena” (Hipólito Collado Giraldo y José Julio García Arranz)

– “Lagares rupestres, aportaciones para su investigación” (Margarita Contreras y Luís Vicente Elías)

– “Motivos de fauna y armas en los grabados prehistóricos del continente europeo” Fernando Javier Costas Goberna y José Manuel Hidalgo Cuñarro

– ”Paleoetnología del área extremeña” (Sebastián Celestino Pérez, Juan J Enríquez Navascués, Alonso Rodríguez Díaz)

– ”Las estelas decoradas en la Prehistoria de la Península Ibérica”, tesis doctoral de Marta Díaz Guardamino Uribe, bajo la dirección del doctor Martín Almagro Gorbea,2010

– ”Grabados prehistóricos del río Tejadilla, Madroñera, Garciaz y Aldeacentenera” Manuel Rubio Andrada y Vicente Pastor González, Coloquios Históricos, 2013.

– ”El grabado de El Cándalo, Garciaz, Cáceres. Universidad de Salamanca, Manuel Rubio Andrada y Vicente Pastor González.

– ”Petroglifos gallegos y arte esquemático”. Richard Bradley, Ramón Fábregas Valcarce, Complutum Extra, 6 (II) 1996,103-110)

– ”Los petroglifos gallegos, grabados rupestres prehistóricos al aire libre”(Uniliber)

– ”Historia de España(vol II). Protohistoria y Antigüedad en la Península Ibérica. La Iberia Prerromana y la Romanidad” (F.Sánchez Moreno-Joaquín L. Gómez-Pantoja)

– ”Epigrafía romana y cristiana del Museo de Cáceres”(Julio Estaban Ortega-José Salas Martín)

– ”Lagares Rupestres, aportaciones para su investigación”(varios autores-ADRA)

– ”Patrimonio histórico español del juego y el deporte: los juegos de tablero en la iconografía de la península ibérica medieval” (Miguel Fdez. Pérez y otros…2012)

– ”El alquerque de 9 o la danza de los nueve hombres”(Arqueovigo-José M.Jesús Sánchez)

– «Estelas de Guerreros y Estelas diademadas». 2001. Sebastián Celestino Pérez.

– «Estelas, paisaje y territorio en el Bronce Final de la Península Ibérica» . 1994. Eduardo Galán Domingo.

Dic 202017
 

Martiria Sánchez López.

Profesora-Cronista Oficial

Jaraíz de la Vera (Cáceres)

 

Índice

El Pimentón y sus consecuencias sociales y económicas a través de la historia (II Parte)

I.- Introducción

II.- El Pimentón en el segundo tercio del s. XX

  1. a) Características generales
  2. b) Extensión de los regadíos y sistemas de cultivo
  3. c) El sistema de explotación: El Medierismo
  4. d) La propiedad de la tierra
  5. e) El Sindicato “Unión de Productores del Pimentón”
  6.  f) El Gremio de Productores
  7.   g) La crisis de los años sesenta

III.- El Pimentón en el último tercio del s. XX

  1.    a) Características Generales
  2.     b) El sistema de cultivo y su evolución
  3.    c) El sistema de explotación de la tierra y los cambios de la propiedad
  4.    d) La comercialización

IV.- La lucha por la calidad

  1.  a) Introducción
  2.    b) La lucha por la calidad en el primer tercio del s. XX
  3.     c) La lucha por la calidad en el último tercio del s. XX: “Denominación de Origen”

 

 

 

I.- Introducción:

Como ya advertimos en los pasados Coloquios, debido a la extensión del tema, hemos creído conveniente fraccionarlo en dos partes. En la primera parte estudiamos los orígenes, la decadencia de los cultivos tradicionales de La Vera y los inicios del cultivo del pimiento para la elaboración del pimentón, la revolución agraria en la Comarca y la expansión que tuvo este cultivo en el primer tercio del s. XX, así como el paso de la industria artesanal a la industria moderna y su comercialización.

En esta parte del trabajo nos centraremos en el cultivo, producción y comercialización del pimentón en los últimos dos tercios del siglo XX, y sus consecuencias sociales y económicas. La lucha por la calidad será también objeto de estudio.

 

II.- El Pimentón en el segundo tercio del siglo XX

  1. a) Características Generales

Este período se extiende, aproximadamente, desde la Guerra Civil hasta la década de los setenta. Se caracteriza por ser una época de expansión del cultivo del pimiento en las décadas de los cuarenta y cincuenta, y acaba con un periodo de recesión, en el que entra en crisis el sector, al ser sustituido por el cultivo del tabaco, que irá desplazando al pimiento hasta convertirse, en los últimos años del siglo XX, en el producto estrella de La Vera, cuya producción se eleva a las dos terceras partes del total nacional, siendo la primera zona tabaquera del país.

Este periodo se va a diferenciar por una serie de transformaciones en diversos aspectos: el sistema de cultivo, los cambios de propiedad, el sistema de explotación, entre otras. También se crearán dos asociaciones de productores de pimentón: el Gremio de Exportadores y el Sindicato de Productores de pimentón.

 

  1. b) Extensión de los regadíos, sistemas de cultivo y producción

Antes de terminar la Guerra Civil, comenzaron a ampliarse de manera espectacular las zonas de regadío del Valle del Tiétar en su margen derecha, que es la que pertenece a la Comarca de La Vera. Las grandes dehesas de encinas y pastos pasaron a ser campos de cultivos regados por las aguas del río en las décadas de los cuarenta y cincuenta.

Estos campos de regadíos aumentaron cuando se construyó el pantano del Rosarito por los años sesenta, ya que gracias a él se convirtieron también en regadíos las tierras de la margen izquierda del Tiétar, que formaban una parte ya del Campo Arañuelo. La mayor parte de éstas comenzaron a ser compradas y explotadas también por los empresarios pimentoneros veratos. Solamente en el término municipal de Jaraíz se contaba ya, por los años sesenta, con más de 1.600 Ha de regadío, así que el montante en toda la comarca de hectáreas regadas era ya importantísimo.

Los primeros regadíos se llevaron a cabo mediante la instalación de los famosos motores eléctricos y de Diesel en los márgenes del Tiétar. A estos motores se les adicionaban las bombas centrífugas para el bombeo del agua. Las había de diversos tipos: las motobombas y las electrobombas. En Plasencia era donde se encontraban las empresas especializadas en estos proyectos, siendo uno de los instaladores más acreditados los “Talleres Beites”.

Con la construcción del Pantano del Rosarito desapareció el sistema de regadío por motores, en 1964 y se estableció un sistema de canalización adecuado a las necesidades, con acueductos, registros, canales principales y secundarios …etc, cuyas redes se extendían por ambas márgenes de río, ampliándose así la extensión de tierra de regadío cultivada.

Los avances técnicos y la mecanización de la agricultura durante este periodo fue escaso, debido a que los propietarios invertían poco en la modernización de sus fincas, pues estaban más interesados en adquirir y explotar nuevas fincas para convertirlas en tierras de regadíos, puesto que la producción la tenían asegurada con el sistema de “aparcería” del que hablaremos a continuación: el Medierismo.

El sistema de riego seguía siendo tradicional, basado en la distribución del agua por los “surcos” y “canillas”, previamente preparados, y que pasaba de una a otra después del labrado y abonado de la tierra.

El utillaje también seguía siendo el tradicional: la azada y el arado de vertedera. La prensa de los años cincuenta sigue hablando de los “peones” o jornaleros cargados con sus azadas cuando iban a trabajar los campos bajo la dirección de los medieros, así como también de los arados de prolongados timones; solo en algún caso excepcional se usaba el tractor.

Los abonos poco a poco se van seleccionando y junto a los abonos naturales adquieren ahora mucha importancia los minerales y químicos. En cuanto a los insecticidas también se percibió un avance y comenzaron a aparecer instrumentos para su aplicación, como el aparato para curar las plantas mediante el espolvoreo del producto, llamado “Matador” que aparece anunciado en alguna revista de la época.

El secadero, imprescindible para el primer proceso de manufacturación del Pimentón, seguía siendo igual que en épocas anteriores y en muchos casos con doble función: vivienda de los medieros y jornaleros durante todos los meses que duraba el cultivo y la recogida del pimiento y, lógicamente, secadero del pimiento a base del secado a humo. Era un edificio de forma rectangular dividido en dos plantas separadas por un enrejillado en donde se depositaba el pimiento para su secado; en la planta baja se situaba el centro de la lumbre u hoguera, a base de la quema de leña de encina, para producir el humo que secará el pimiento; éste se extendía en el enrejillado, situado en la parte alta hasta su completa deshidratación.

Con respecto a la industrialización y comercialización se produjo también una expansión. En los años sesenta, solamente en Jaraíz existían 82 molinos con una capacidad de molturación de 31.500 kg cada uno en 24 horas y funcionaban unos tres meses al año; estos molinos jaraiceños no sólo atendían a la demanda del pimiento del pueblo sino también a gran parte de la zona, molturándose cada temporada en ellos casi tres millones de kg. Los tipos de pimentón obtenidos seguían siendo dulce, picante y agridulce.

Por la década de los sesenta la mayoría de los antiguos molinos eléctricos se habían renovado por otros de técnicas más avanzadas y perfeccionadas.

Los nuevos molinos fueron llamados “Molinos Beites”, con patente 253000, de gran perfección en la molienda. Los había de dos tipos: los que contaban con piedras de 60 cm, cuya capacidad de molturación era de 1.000kg en 24 horas, y otros de mayor potencia con piedras de 80 cm con una capacidad de molturación de 2.000 kg en 24 horas.

 

  1. c) El sistema de explotación: los Medieros

En este aspecto también se produjo un gran cambio. Hasta ahora la mayoría de las tierras pertenecían a pequeños y medianos propietarios, que explotaban directamente sus fincas, ayudándose de criados y jornaleros, principalmente en las temporadas de “postura” o plantación y en la época de recolección. Solamente en algunos casos los cultivaban los llamados “medieros”. Los medieros eran trabajadores del campo cuyas condiciones de trabajo se remonta a la Edad Media y que en la comarca se había mantenido de una manera residual. Estos medieros o aparceros eran cultivadores de tierra ajena que percibían por su trabajo una parte de la cosecha, que solía ser la mitad.

A partir de los años cuarenta, las enormes extensiones de regadíos que comienzan a cultivarse van a ser explotadas por el sistema de aparcería o medierismo. Los medieros serán los cultivadores de las grandes fincas de la comarca, cuyos dueños las parcelaban para distribuirlas entre estos hombres que las cultivaban con la ayuda de sus familias, pasando a vivir casi nueve meses en las vegas del Tiétar. En los primeros años vivían en unas condiciones infrahumanas en los mismos secaderos de pimiento, sin servicios, luz eléctrica, ni ningún otro tipo de comodidad e higiene, hasta que poco a poco se van a ir construyendo las viviendas que mejoren sus condiciones de vida.

Pero quizás uno de los mayores problemas que se les planteó a estas familias, fue la educación de sus hijos, ya que solo podían recibir enseñanza los tres meses que estaban en los pueblos. En alguna finca se crearon escuelas a fin de paliar el problema, pero fueron totalmente insuficientes, bajando mucho el nivel cultural de la población. Esto se resolverá en el último tercio del siglo XX con la creación del transporte escolar y de escuelas-hogares, donde los niños podían permanecer internos para poder recibir la educación adecuada, mientras los familiares permanecían en los campos.

A los medieros se les debe, en gran medida, el desarrollo económico de la zona, ya que eran expertos y eficaces cultivadores del pimiento primero y después del tabaco.

 

  1. d) La propiedad de la tierra

Las pequeñas y medianas propiedades, tan características de la comarca, van a ir disminuyendo a favor de los grandes propietarios, cuyos capitales les permiten comprar y explotar nuevas tierras de regadíos que hasta ahora estaban destinadas a pastos, dehesas de encinas o cultivos de cereales, con lo que el aumento de su patrimonio fue considerable.

Así, va a surgir una nueva clase de propietarios-fabricantes-exportadores de pimentón que controlan todo el proceso pimentonero: producción, la fabricación y comercialización. Son los llamados, por una revista de prensa de los años cincuenta, “Millonarios” de La Vera, donde se comenta que sólo en Jaraíz había “treinta y un millonario”. Esto tuvo un gran eco en la región y en el país, con comentarios de todo tipo.

No obstante, hay que admirar y reconocer la valentía y tesón de estos hombres de mediados del siglo XX que explotaron tantas tierras, convirtiendo en regadíos tantas hectáreas de secano casi improductivas, que no solo produjeron un gran desarrollo económico en La Vera sino en otras zonas extremeñas y de otras provincianas, como Ávila o Toledo en los campos de Talavera de la Reina.

Hay, además, otro factor que hay que tener en cuenta y que jugó también un papel importantísimo en esta expansión económica: la Banca. Tanto el Banco Hispano Americano como el Banco Español de Crédito estuvieron siempre al pie de las tierras de regadío.

Sin este factor económico, las instalaciones y demás inversiones en la explotación y ampliación de los regadíos y en la compra de nuevas fincas, hubiera sido imposible, puesto que esta nueva clase de propietarios-fabricantes-exportadores, provenía en su mayoría del artesanado, del pequeño comercio o habían sido pequeños propietarios; pero todos, en general, con pocos recursos económicos cuando comenzaron la gran aventura de sus explotaciones agrícolas.

Por estas circunstancias hay que admirar más y reconocer la valentía, el tesón y el esfuerzo de estos hombres: propietarios-fabricantes-exportadores del Pimentón de la Vera.

  1. e) El sindicato “La Unión de Productores de Pimentón”

En torno al año 1936, se crearon en La Vera dos organismos asociacionistas: el Sindicato o la Unión de productores de Pimentón y el Gremio de Exportadores.

Pero el asociacionismo jaraiceño se concretó en un organismo con nombre propio cuando en 1914 fue creado el Sindicato Católico, por el párroco de San Miguel, D. Marcelo Giraldo. Este sindicato nació con el objetivo de proteger a los pequeños propietarios mediante la obtención de créditos baratos para sus inversiones y compra de maquinaria, entre otras medidas protectoras. Tuvo una vigencia de unos diez años, pero va a ser de una importancia trascendental, ya que será la base de la cooperativa “Unión de Productores de Pimentón”, que se creó en 1937.

El Sindicato estaba formado por pequeños y medianos cosecheros que se unieron a modo de cooperativa para fabricar y comercializar el pimentón procedente de sus cosechas.

Hasta ahora, los exportadores compraban a estos agricultores sus cosechas, en muchos casos a precios con los que no estaban de acuerdo, pero no tenían otra salida. Primero se denominó “Sindicato de Productores de Pimentón” C.N.S. Después se llamó “Unión de Productores de Pimentón Cooperativa del Campo”

En el año 1937 el Sindicato comienzó a construir una fábrica con sus naves y correspondientes dependencias para la instalación de molinos y demás maquinaria de envasado. En el 1938 fue nombrado Gerente del mismo un intelectual salmantino, D. Eduardo Jiménez del Rey, que de una manera eficiente puso en marcha esta cooperativa en sus distintas facetas, con fabricación, envasado y comercialización del producto ampliando y perfeccionando sus redes poco a poco.

La cooperativa “Unión de Productores de Pimentón” ha desempeñado un papel de primer orden en la economía jaraiceña, rompiendo el oligopolio de los exportadores. Además, los cooperativistas pudieron disponer, desde el primer momento y todos los años, del dinero suficiente para las inversiones de sus tierras, dinero que, lógicamente, se les descontaba en sus liquidaciones anuales, prestándoselo sin ningún interés. También se les facilitan abonos a precios reducidos, entre otros servicios. El Sindicato, en 1965, contaba con 500 socios que cultivaban 2.000 ha.

Esta cooperativa ha sido caso único en La Vera, adelantándose muchos años a los movimientos cooperativistas que se han ido produciendo en la Comarca y en toda Extremadura posteriormente, dando lugar a un gran número de cooperativas que han reactivado las economías extremeñas y veratas en las distintas facetas.

  1. f) El gremio de exportadores

Este movimiento asociacionista surgió en la Vera en diciembre de 1936 y agrupó a los Fabricantes-exportadores de pimentón de la Vera y de otras poblaciones de la Alta Extremadura, como Plasencia o Aldeanueva del Camino, entre otras. Se denominó “Gremio Oficial de Exportadores de Pimiento Molido de la Provincia de Cáceres”. Su objetivo fue defender los intereses de los asociados. En el año 1952 se creó el “Consorcio de Exportadores” que dependía del “Gremio” y era el que dictaba las normas a que tenían que atenerse los asociados, especialmente la fijación del precio máximo de compra del pimiento en rama y el precio mínimo de venta del pimentón, considerando falta grave la infracción de estas normas que, generalmente, ninguno las cumplía. Los nuevos estatutos denominaron a la asociación “Exportadores de Pimentón de la Provincia de Cáceres” y sus órganos de gestión estaban formados por una asamblea general y una junta directiva con su presidente y demás cargos.

La crisis pimentonera de los años 80 también afectó al gremio de exportadores, reduciendo su número en gran medida al tener que cerrar sus industrias después de ver arruinados sus negocios. Muchos de los actuales fabricantes-exportadores vieron reconocido su trabajo y el de sus padres por la Cámara de Comercio e Industria de la provincia de Cáceres, al otorgárseles la “Medalla del Honor”, cuyo requisito imprescindible era el haber tenido funcionando su industria al menos 50 años.

Todos los fabricantes-exportadores tenían sus marcas registradas, todas ellas muy interesantes por lo que significaban y expresaban. En el año 1943 eran ya famosas, entre otras, las siguientes marcas:

M.R. “Adelantado de la Florida” D. Antonio Jabón Muñoz.

“El Galgo” M.R de D. Manuel Fernández de Breño.

“El Caballo de Oros” M.R. de D. Pedro Sánchez López

La M.R. de D. Justo Benito Mayor “La Guinda”

De hijo de Teodoro Amor Alegre “Virgen de Guadalupe” M.R.

“Pimentón la Dalia” M.R. de D. Valeriano Hernández.

“Virgen del Salobrar” M.R. de D. Francisco Gil Bote.

“Nuestra Señora del Prado” M.R. de D. Rafael García.

Los pioneros del gremio de fabricantes-exportadores, que iniciaros su andadura por los años veinte, en su mayoría instalaron sus industrias en Plasencia, como Don Felipe López, cuya marca registrada era “La Casa”, Don Germán Gómez con M.R. “El Pensamiento”,    D. Julio García Plazas y D. Delfín Conejero, entre otros. Este fue nombrado “Proveedor de la Real Casa” a raíz de la visita de Alfonso XIII a Jaraíz.

  1. g) La crisis de los años sesenta

Esta crisis afectó a todos los sectores económicos de la comarca. Muchas pequeñas industrias y comercios cerraron sus puertas debido a la despoblación que supuso la emigración, con lo que el paro estacional se acentuó. Además, la falta de mecanización reducía los beneficios potenciales en un 25%, según los expertos.

Pero los principales problemas fueron los derivados del pimentón que se habían ido acentuando en esta década. En el año 1965 se produjo un stock de pimentón en la zona de cinco millones de kg que no pudieron ser vendidos ni en el mercado nacional ni internacional. Las causas de este stock son analizadas por el prestigioso periodista D. Eduardo Jiménez del Rey, primer gerente de la Cooperativa de Pimentón. En el periódico de Madrid “Día” del 15 de Julio de 1965, en una entrevista, manifiesta las causas que afectan al sector: “Producción y comercio sin organizar; fuerte competencia extranjera; aumento del nivel de vida de los españoles; exceso de individualismo en los cultivadores”.

En efecto, países como Rumanía y Yugoslavia habían comenzado a exportar pimentón más barato a los países como Alemania y a los americanos, especialmente a Estados Unidos, desplazando al español que, aunque de mejor calidad, era más caro. Además, el consumo en el país descendió, debido al aumento del nivel de vida; ya no era imprescindible la “matanza” para la alimentación de las familias durante todo el año y por lo tanto bajó el consumo de pimentón para los derivados del cerdo: chorizos, morcillas o lomo embuchado. Sin embargo, poco a poco comienzan a crecer las fábricas de embutidos, que serán las grandes consumidoras de este producto.

Ante esta crisis, economistas y expertos intentaron dar solución a la problemática planteada en la zona. La mayor parte de ellos hablaban de la diversificación de cultivos, coincidiendo en la necesidad del incremento de frutales y otros productos horto-frutícolas, con la creación de industrias de transformación y plantas de congelación con los sistemas modernos de envasados para su comercialización.

Pero quizás lo que más necesitaba el campo verato fuera convertir su agricultura tradicional en una agricultura moderna, mecanizada y con directivos técnicos que iniciaran a los agricultores en técnicas agrícolas actualizadas, selección de semillas, abonado correcto según la composición de las tierras, etc.

La industrialización de la comarca fue otra de las soluciones que se intentó promover para salir de la crisis, y así evitar el paro y la emigración.

Pero será D. Manuel Bermejo, doctor ingeniero agrícola, el que, en un artículo publicado por el diario “Hoy” de 1967 titulado “Futuro Agrícola de la Vera” dé las claves para modernizar la producción del pimiento y su comercialización , con los siguientes puntos:

1º.- Estudio de suelos, selección de variedades y resistencia a enfermedades. 2º.- Control de producción. 3º.- Mejoras de técnicas de cultivo y recolección. 4º.- investigación técnica y económica de sistemas de secado. 5º.- Modernización de plantas industriales de fabricación. 6º.- Aprovechamiento industrial de vitaminas y colorantes. 7º.- Creación de un tipo único de pimentón con denominación de origen (tipo Vera). 8º.- Amplia comercialización basada principalmente en la exportación.

Como podemos comprobar, estos puntos aportados por D. Manuel Bermejo son la base de la producción del pimentón en la actualidad, incluyendo la “Denominación de Origen”.

 

III.- El pimentón en el último tercio del siglo XX

  1. a) Características generales

En el último tercio del siglo XX hubo una transformación espectacular en el campo extremeño y, lógicamente, en el campo verato. Hay que tener en cuenta que los acontecimientos políticos del país incidieron de una manera muy positiva en la economía. El paso a la democracia con la creación de las autonomías, por una parte, y la entrada de España en la Comunidad Europea, por otra, han influido en gran medida en su desarrollo económico con la modernización de la agricultura y de los demás sectores económicos, debido fundamentalmente a los apoyos recibidos. Sin esta modernización no hubieran podido competir los productos extremeños en el mercado, puesto que la producción agrícola de los países de la comunidad va dirigida a un mercado de productos de calidad a precios competitivos y relativamente estables.

La política agraria comunitaria tiende a asegurar a los agricultores de los países miembros una renta equivalente al que se obtiene en otros sectores, por lo que ha fomentado la agricultura intensiva que requiere mano de obra, técnicas avanzadas e inversiones para obtener productos de calidad, destinados a la demanda exigente de la población de los países ricos de Europa. Por este motivo, conceden ayudas a las regiones menos desarrolladas, se conceden créditos ventajosos a los agricultores, se otorgan primas a las producciones y aseguran precios interesantes para los productos. En los años 1998 y 1999 se le concedió a La Vera a través del Programa Operativo de Desarrollo y Diversificación Económica de Zonas Rurales (PROOER) 675 millones de pesetas.

Por otra parte la Consejería de Agricultura de la Junta se interesó por el campo verato y, de una manera especial, por el cultivo del pimiento y la producción del pimentón, apoyándolo de una manera eficiente hasta conseguir la Denominación de Origen como ya veremos en el capítulo siguiente.

La modernización agrícola de la Vera fue una realidad y ha traído como consecuencia un cambio sorprendente en todos los aspectos agrarios de la comarca: mecanización, sistemas de explotación, estructura de la propiedad, etc.

  1. b) El sistema de cultivo y evolución

El sistema de cultivo difiere completamente del periodo anterior. Frente al sistema tradicional se implantó en toda la comarca la mecanización de la agricultura, alcanzando un gran nivel tecnológico; poco a poco fue apareciendo el tractor y toda la demás maquinaria agrícola moderna.

En la actualidad, se utilizan los abonos según la composición de los suelos; se seleccionan las semillas a fin de conseguir plantas más resistentes y más aptas para la recolección de los frutos, mediante las más avanzadas técnicas genéticas. En los semilleros se está aplicando las técnicas de la agricultura hidropónica bajo invernaderos con unos resultados muy positivos.

También se está aplicando para la selección de las plantas, los métodos más avanzados de manipulación genética, para que estas sean más resistentes a las enfermedades y las plagas; pero últimamente se están haciendo investigaciones en este sentido a fin de obtener una planta de pimiento cuya floración se produzca al mismo tiempo para que su fruto madure por igual, con el fin de aplicar máquinas recolectoras para su recolección.

También es importante el uso de productos químicos y plaguicidas, de los que hay una gran variedad: herbicidas, fungicidas, nematicidas, insecticidas, abonos foliares…

La maquinaria agrícola cada vez es más variada y más tecnificada, como se aprecia en la diversidad de tipos de tractores, en las máquinas abonadoras y en las máquinas recolectoras y plantadoras de pimiento.

Los sistemas de regadío se han modernizado casi en su totalidad. El más empleado en la Vera para el pimiento es el riego por “aspersión”. El riego por “goteo” también se ha introducido en la comarca, pero en mucha menor proporción, debido a la abundancia de agua por una parte y al mayor coste de instalación por otra.

Sin embargo, el secado o deshidratación del pimiento sigue siendo tradicional y artesanal. Los secaderos deben seguir con el mismo sistema de secado a humo para que el pimentón conserve las excelentes calidades de siempre: su bouquet, sabor y color.

En los años 60 se instalaros algunos secaderos eléctricos pero no tuvieron éxito y fueron abandonaron ya que con ello el pimentón perdía las características específicas del pimentón verato, y pasaba a ser como el de otros países y otras zonas. Por tanto, el primer proceso de transformación sigue siendo artesanal, con todo lo que conlleva de trabajo, esfuerzo y gastos de secado a humo.

No obstante, también se están haciendo experiencias para modernizar estos secaderos de humo. Una de estas experiencias consiste en la aplicación de un ventilador eléctrico para que se remueva constantemente el humo mediante la corriente de aire producida por el ventilador. Con la aplicación de los ventiladores se puede conseguir menos tiempo de secado y menos gasto de leña sin afectar a la calidad.

Las plantas industriales se están adaptando para poder cumplir con las normas de la Comunidad Europea. Algunas, como la “Fábrica Carlos I” de D. Orencio Hoyos en Cuacos de Yuste, cuentan con toda la técnica moderna en molinos, envasadoras y demás maquinaria. En Jaraíz, tanto “Pimentón La Dalia” como la “Cooperativa “cuentan con las más avanzadas tecnologías en sus plantas industriales.

La evolución del cultivo del pimentón en el último tercio del siglo XX pasó por distintas fases, como veremos a continuación. Después de la crisis de los sesenta, de nuevo comenzó a reactivarse la producción llegando a su punto álgido por el 1978 con una extensión de cultivo de 3800 ha. A partir de esta fecha comenzó a decaer, pasando en los años ochenta a cultivarse solamente 1000 ha.

Una serie de causas que explicaban este descenso: el costoso proceso que suponía el secado del pimiento a humo, la subida de los jornales, las fluctuaciones de los precios, las dificultades de comercialización, las ventajas y seguridad que ofrecía el cultivo del tabaco a pesar de su reconversión.

Pero quizás, la causa fundamental del descenso del cultivo del pimiento fue la importación masiva de pimiento en rama, más barato, de países africanos y americanos como Marruecos, Sudáfrica o Chile. Este pimiento importado se mezcló con el de la Vera, para vender esta mezcla como pimentón verato. La mezcla resultante del pimentón autóctono y del importado fue desastrosa para los mercados. La calidad bajó mucho, los productos obtenidos no eran los mismos y los embutidos en muchos casos se estropeaban; esta y otras circunstancias produjeron una gran incertidumbre en los mercados y en el sector.

Fue entonces cuando comenzó a temerse por la desaparición del cultivo más emblemático de la comarca. Ante este problema se solicitó la ayuda a los organismos correspondientes de la Junta de Extremadura y gracias a su apoyo se consiguió la obtención de Denominación de Origen, como veremos en el capítulo siguiente.

Ya desde la obtención de la “Denominación de la Calidad” en 1991 comenzó una reactivación del producto con una ampliación de las zonas de cultivo. Se logró, por tanto, no solo parar la recesión sino la ampliación de las zonas de cultivo.

  1. c) El sistema de explotación de la tierra y los cambios de la propiedad

Las profundas transformaciones producidas en el campo verato en el último tercio del siglo XX no sólo afectaron a los sistemas de cultivo y de la producción, sino también a la explotación de la tierra y a las estructuras de la propiedad.

El hecho más significativo con respecto al periodo anterior fue la desaparición del Medierismo, por lo que la explotación de la tierra se hará directamente por sus propietarios. Este sistema medieval no podía subsistir en un país moderno que estaba en trámites de ingresar en la Comunidad Europea y que lo consiguió de pleno derecho en la última década del siglo XX. Por este motivo, serán las autoridades preautonómicas y autonómicas las primeras interesadas en que desaparezca. El sistema del “medierismo” comenzó a ser criticado por escritores, políticos, periodistas y demás clases influyentes, sobre todo a partir de la instauración de la Democracia y de las Autonomías.

Quizás el libro más crítico contra el Medierismo haya sido el publicado en 1987 por el Presidente preautonómico de Extremadura D. Manuel Bermejo Hernández, cuyo título es “Los Medieros”. El libro fue presentado por D. Juan Carlos Rodríguez Ibarra en el Parador de Jarandilla. En su discurso de presentación se pudo observar cómo el sistema medieval del Mediterráneo estaba llegando a su fin. El libro y sus críticas tuvieron mucho eco en los ambientes intelectuales, políticos y económicos de la Comarca y de la Región.

Por otro lado, con la llegada de la Democracia y la creación de los sindicatos U.G.T. y C.C.O.O. surgió de nuevo, en los ambientes más populares, el slogan que dice “la tierra es para quien la trabaja”. Con esto se fue preparando el cambio de mentalidad en las nuevas generaciones de medieros. Estos trabajadores del campo ya no iban a consentir el seguir dependiendo del amo, como habían dependido sus padres, sino que aspiraban a tener otras condiciones de trabajo. Aunque muchos de los hijos de medieros emigraron, los que han seguido en el campo, lo son ya como propietarios de sus parcelas o como arrendatarios, hasta el acceso a la propiedad.

Uno de los apoyos fundamentales para este acceso a la propiedad fue el de los organismos autonómicos y la política agraria comunitaria mediante la concesión de ayudas a las regiones menos desarrolladas, como era el caso de la región extremeña. Con motivo de la reconversión del tabaco, muchos medieros quedaron en paro por lo que se les dieron concesiones de tabaco y créditos fáciles y baratos con el fin de que consiguieran el acceso a la propiedad. En efecto, pudieron comprar parcelas de 8 o 10 Ha que en muchos casos fueron ampliando.

Por otra parte, los antiguos propietarios dividieron sus grandes fincas por las leyes de herencia. Muchos de ellos, al no poderlas cultivar, vieron una satisfactoria salida de sus patrimonios al poder vender sus fincas a unos precios muy razonables, debido a la revalorización de las tierras.

Todo esto supuso un gran cambio también en la estructura de la propiedad, con un aumento de la pequeña y mediana posesión. Estos cambios en la propiedad de la tierra podemos considerarlos como una silenciosa y profunda “Reforma Agraria”.

Pero en todos los casos, la explotación de la tierra fue de una manera directa, tanto entre los pequeños como los grandes propietarios; estos delegaron su dirección a ingenieros y personal cualificado, pero todos se interesaron por igual en la aplicación de las nuevas tecnologías.

Esto también fue una de las causas de la modernización de la agricultura. Todas las fincas se explotan con los sistemas más avanzados de cultivo haciendo grandes inversiones para ello, y empleando la maquinaria agrícola moderna: tractores, máquinas abonadoras, máquinas ponedoras, etc. y también instalando los nuevos sistemas de riegos y demás técnicas agrícolas modernas.

Los agricultores han preferido las subvenciones europeas para la modernización de sus fincas mejor que las de las rentas, previendo el momento en que estas dejen de llegar de la Unión Europea, por las ayudas a países menos desarrollados que han ingresado en la Comunidad. Hasta ahora, el sector agrícola que más ayuda ha recibido ha sido el sector tabaquero, con un 20% de las subvenciones. En el sector pimentonero las ayudas de Bruselas han favorecido el aumento del cultivo.

En la actualidad, la mayoría de jornaleros son emigrantes generalmente marroquíes, sin cuya mano de obra sería muy difícil llevar estas explotaciones agrarias de la comarca.

Con la obtención de la Denominación de Origen “Pimentón de La Vera”, este producto artesanal ha sido el más emblemático de la comarca, pues como dijo la Presidenta del Consejo Regulador, Dª Teresa Bartolomé García en su discurso de presentación de la Denominación de Origen: “El pimentón de La Vera es algo más que una producción agroalimentaria. El pimentón forma parte de la historia de sus pueblos, de sus costumbres, de su gastronomía, de su folclore y de su paisaje. No es sólo un medio de vida: es una forma de vida. Los campos de pimientos, con sus frutas de color intenso, los secaderos humeantes y el aroma procedente de los pimientos molturándose en las industrias de los pueblos veratos, forman parte del paisaje y del ambiente del otoño en La Vera”.

  1. d) La comercialización

La comercialización se ha adaptado a los nuevos tiempos, tanto en las técnicas comerciales y en los sistemas de envasado como en los medios de transporte y de venta.

Los circuitos comerciales se han ampliado tanto en el comercio interior como en el exterior. El mercado europeo y americano estaba controlado principalmente por el pimentón de Murcia, que exporta el 90% de su producción a países de la U. E. y norteamericanos. Pero desde la obtención de la “Denominación de Origen”, el pimentón de la Vera consiguió abrirse un lugar importante en los mercados de los países europeos como Alemania o Inglaterra y americanos como Canadá y E.E.U.U., así como también en los países asiáticos como Japón o China.

Por este motivo, el Consejo Regulador, que tiene también como objetivo la promoción del pimentón de La Vera, ha estado presente en Ferias Internacionales o en cualquier otro evento de este tipo donde pueda promocionar el producto. En el año 1998 el pimentón de La Vera estuvo presente en este tipo de acontecimientos en Méjico, en Estados Unidos, en Japón y en China. En 1999 tuvo su representación en la feria ANUGA de Colonia en Alemania y unos meses antes había estado en Canadá. El pimentón ha tenido gran aceptación en Salones Internacionales de productos alimentarios con Denominación de Origen, a escala nacional e internacional.

En el comercio interior se intensificaron sus redes en las fábricas de embutido de Castilla y León, en La Rioja, en Galicia, en Extremadura, entre otras Autonomías. Y para el consumo familiar o de restauración, el Pimentón de La Vera está presente en las grandes plantas comerciales del país: Hipermercados, supermercados y demás centros del pequeño y mediano comercio.

El envasado también se fue adaptando a las necesidades del mercado; de aquí que las fábricas de pimentón instalaran nuevas maquinarias de envase, tanto como para el envasado en sacos y en latas como en bolsas de plástico o de aluminio y botes pequeños de 100 gramos también de plástico. A parte de las latas grandes desde 1 kg hasta 12 kg, tienen mucho éxito las latitas pequeñas de ½ kg, de ¼ kg o de 1/8 kg.

IV.- La lucha por la calidad

  1. a) Introducción

En febrero del año 2000 se consiguió la “Denominación de Origen” del Pimentón de la Vera, constituyendo el reconocimiento de su extraordinaria calidad que lo acredita como único y mejor del mundo en los mercados nacionales e internacionales. Pero además significó para La Vera un premio a los esfuerzos de una comarca, de un pueblo que, durante todo el siglo XX, es decir, cien largos años, ha estado luchando por la pureza y calidad de este producto.

El hombre verato siempre se ha caracterizado por su buen hacer, por el sentido de responsabilidad que ha puesto en su trabajo y por el afán perfeccionista en todas sus cosas, de tal manera que a lo largo de la historia de La Vera distintos documentos nos han hablado de la calidad de los productos veratos.

Con respecto al pimentón, no podía ser de otra forma, y han luchado siempre para que el pimentón de La Vera sea el mejor y así sea reconocido a nivel nacional e internacional.

  1. b) La lucha por la calidad del pimentón en el primer tercio del siglo XX

A finales del siglo XIX y principios del XX, con el aumento de la demanda, algunos productores añadieron a la molienda los pezones y otros desperdicios del pimiento con el fin de aumentar la cosecha de pimentón, con el considerable deterioro de la calidad. Pero otros productores más responsables se dieron cuenta del perjuicio que esta alteración suponía, por lo que instaron a los ayuntamientos a que tomaran cartas en el asunto y promulgaran las medidas necesarias para evitar estos abusos. Este fue el motivo por el cual el Ayuntamiento de Jaraíz, en el año 1904, envió un escrito a los demás municipios veratos para que evitaran este fraude, con la amenaza de ponerles a disposición del Gobernador Civil para que les impusiera la multa pertinente. Así lo confirma el Acta Municipal de 1904: “Esta Corporación acuerda que se dirija una comunicación a los pueblos vecinos que cometen abusos moliendo pezones podridos y desperdicios de los pimientos, infringiendo la ley y quebrantando los precios…Se pondrá en conocimiento del Gobernador Civil para que imponga el castigo correspondiente”.

Todos estos trabajos y desvelos se verán premiados cuando en 1910 se obtenga el “Certificado de Calidad”.

Este Certificado costaba al cosechero cinco céntimos por arroba, según hemos comprobado en el Archivo Municipal, cuyo documento dice: “Se acuerda que se impongan los derechos de 5 Cts., para la revisión y expedición del Certificado de Calidad en cada arroba de pimentón que se expenda en esta Villa” (A.M.)

La lucha y el afán por la calidad será cosa de todos los veratos y harán todo lo posible por conseguirlo.

Pero iban a tener unos poderosos competidores en los pimentoneros de Murcia. Los murcianos mezclaban el pimentón con aceite de oliva para darle color y mayor peso, puesto que ellos lo secaban al sol, con lo que el producto perdía el color rojo intenso.

Estos pimentoneros murcianos impusieron en el mercado su criterio de mezclar el pimentón con el aceite de oliva, siendo admitido y reconocido por los organismos superiores de Sanidad. Así, la Real Academia de Medicina y el Real Consejo de Sanidad, no sólo lo aceptaron sino que quisieron imponerlo en las demás zonas del país y, por lo tanto, en la provincia de Cáceres.

Los extremeños no estaban dispuestos a perder la batalla, por lo que lucharon e intentaron demostrar una y otra vez que el aceite adulteraba el pimentón aunque produjera mayores beneficios. No obstante, no pudieron evitar que se publicara un Real Decreto que establecía la obligación de adicionar aceite de oliva al pimentón. Los veratos y todos los demás productores de la alta Extremadura siguieron dispuestos a luchar en todos los frentes hasta conseguir la anulación del decreto.

En 1928 se reunieron en Plasencia para conseguir su objetivo; en Jaraíz y en los demás municipios veratos se formaron comisiones para que representaran a los productores de cada pueblo en esta reunión, como lo expresa el Acta Municipal de 1928, que dice: “Esta Alcaldía entrega a la comisión una hoja por lo que los exportadores de pimentón de esta localidad de Plasencia, de Navalmoral, de Zarza de Granadilla y de Aldeanueva del Camino, se reunieron en Plasencia a fin de concretar las opiniones que han de formularse para la derogación del Real Decreto que establece la obligación de adicionar aceite al pimentón”.

En esta reunión quedó demostrado que el aceite de oliva alteraba la calidad del producto, que esta mezcla facilitaba la oxidación y el enranciamiento, que se engañaba al comprador porque el precio estaba en relación al color que aumentaba con el aceite, y además pesaba más…etc. También demostró que esto lo hacían los murcianos para darle color, ya que con el sistema de secado al sol, perdía su color rojo intenso.

Aunque la polémica continuó, el Decreto fue derogado y sólo se permitió mezclar un10 % de aceite siempre que constara en el etiquetado como “pimentón aceitado”.

La calidad del pimentón de La Vera fue reconocida a nivel nacional e internacional, como se demostró en las exposiciones universales de Barcelona y Sevilla de 1929 donde la marca jaraiceña “La Dalia S.L.” obtuvo medalla de oro y plata respectivamente. Este reconocimiento se extendió a la mayoría de las marcas de la comarca.

  1. c) La lucha por la calidad del pimentón en el último tercio del siglo XX. “Denominación de Origen”

Después de la Guerra Civil, la calidad del pimentón será controlada por los directivos de las dos grandes asociaciones pimentoneras que se crean en la zona.

El cultivo del pimiento y de la industria pimentonera siguió desarrollándose durante las décadas de los años cuarenta, cincuenta, sesenta y parte de los setenta, llegando a cultivarse por estas fechas 4000 Ha , exactamente 3900 en 1972. Pero a partir de entonces comenzó a descender de una manera alarmante.

Ya hemos dicho que la causa más importante de esta decadencia, fue la importación de grandes cantidades de pimientos baratos procedentes de otros países cuya mano de obra era mucho más económica: Marruecos, Sudáfrica, países Hispanoamericanos…etc.

Este pimiento de calidad distinta al de La Vera y no secado a humo, se mezcló con el pimentón verato, y bajó tanto la calidad que provocó un desconcierto en el mercado al observarse sus resultados, especialmente en la industria chacinera. Sin embargo, este fraude produjo gran rentabilidad económica a muchos empresarios.

Ante esto, muchos agricultores e industriales veratos, al darse cuenta del problema que esto suponía para el pimentón, decidieron buscar una solución al problema. Acudieron a las autoridades autonómicas para exponer el peligro en que se encontraba el cultivo y el sistema de elaboración del pimentón, el producto más emblemático de La Vera y de mayor peso económico-social de la comarca.

La acogida por parte de la Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura fue totalmente positiva. La Dirección General nombró una Comisión presidida por Dª. Teresa Bartolomé García para iniciar las gestiones para salvar y proteger nuestro producto.

Se fundó el Consejo Regulador del que Dª. Teresa va a ser el alma, ya que llevaron a cabo una ardua labor que, después de cinco años, dará sus frutos al reconocerse la “Denominación de Calidad” en el año 1991. El Reglamento de Consejo Regulador exigía unas características propias y singulares que definían al pimentón de La Vera como “El producto obtenido de la molturación de frutos secos del género Cápsicum y del tipo Ceratiforme o Longum, totalmente madura, libre de ataques de hongos e insectos, con el color característico de la variedad, recolectados con materia seca superior al 15 % y deshidratado con humo, por el sistema tradicional de La Vera”.

Unos años más tarde en 1998, después de la consolidación de la Denominación de Calidad , se conseguirá la “Denominación de Origen” con el apoyo de la Consejería de Agricultura y de Medio Ambiente y la Consejería de Economía, Industria y Comercio de la Junta de Extremadura, quien dio luz verde cuando la Consejería de Agricultura aprobó su reglamento, por considerar que cumplía con las características que le distinguían como “Producto singular, único en el mundo, con tradición y arraigo en la comarca de La Vera, producción limitada, por pocas industrias transformadoras, muchas de carácter familiar, y ámbito geográfico de producción muy localizado”.

Según Dª Teresa Bartolomé García, estas características hacen de la Denominación de Origen “Pimentón de La Vera” una D.O. de libro cuyos objetivos son:

  1. a) Garantizar el origen del pimentón producido en el ámbito geográfico que recoge el Reglamento.
  2. b) Defender el Pimentón de La Vera de posibles mezclas fraudulentas con otros pimentones procedentes de otras zonas de cultivo, nacionales e internacionales.
  3. c) Mantener e intentar incrementar la superficie de cultivo del producto final en los mercados nacionales e internacionales.
  4. d) Incentivar el consumo del Pimentón de La Vera mediante la realización de campañas de promoción y publicidad dirigida tanto a los fabricantes de embutidos como al ama de casa y restauración.
  5. e) Dar a conocer las ventajas de este condimento-colorante natural frente a otros de síntesis.

Lógicamente, la Denominación de Origen ha dado ya sus frutos, se ha ampliado la producción y se ha estructurado el sector consiguiendo contratos homologados entre los agricultores e industriales.

Esta “Denominación de Origen” estuvo pendiente de su ratificación por el Ministerio de Agricultura, acontecimiento que se produjo en el año 2.000.

La presentación de la “Denominación de Origen Pimentón de La Vera” tuvo lugar en Jaraíz de la Vera en Febrero de ese mismo año, y estuvo a cargo de la Presidenta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, Dª Teresa Bartolomé García. Al acto asistieron, además de los miembros del Consejo Regulador, agricultores e industriales, las autoridades locales y autonómicas con el Presidente de la Junta D. Juan Carlos Rodríguez Ibarra. La Sra. Presidenta, después de un elocuente discurso, terminó haciendo tres peticiones dos de ellas dirigidas a los agricultores e industriales para que siguieran por el buen camino en sus producciones y la tercera, la dirigió a las autoridades autonómicas.

El Sr. Rodríguez Ibarra prometió en su discurso seguir apoyando nuestro emblemático producto hasta poder llegar, como pretendía el Consejo Regulador, al reconocimiento de la Unión Europea a través de la “Denominación de Origen Protegida Pimentón de La Vera”.

El Consejo Regulador tiene su sede en Jaraíz de La Vera y su dirección está a cargo de D. Bonifacio Sánchez Cruz. Es el órgano que garantiza a sus clientes el auténtico pimentón que ha superado todos los controles, desde el proceso de su cultivo hasta su completa elaboración por el cumplimiento del Reglamento del Consejo Regulador. Este Consejo está formado por igual número de representantes de agricultores que de industriales, juntamente con delegados de Consejería de Agricultura y Comercio de la Junta, siendo su presidenta Dª Teresa Bartolomé y su director gerente D. Bonifacio Sánchez Cruz.

El Consejo Regulador tiene también otros objetivos, como son la promoción del pimentón de la Vera y la organización de toda clase de actividades que puedan beneficiar tanto al producto como al sector.

Por este motivo, está presente en ferias nacionales e internacionales o cualquier otro evento relacionado con su promoción.

 

 

 

 

Dic 152017
 

Álvaro Meléndez Teodoro, colmega@gmail.com

 

A MODO DE INTRODUCCIÓN.

El Tratado de Viena, 14 de octubre de 1809, deja las manos libres en Europa a Napoleón para ocuparse de España. Asestar un golpe definitivo al Ejército expedicionario británico en la península sería un logro para alcanzar la firma de un armisticio que ya era reclamado en Inglaterra merced al daño comercial que estaba causando el bloqueo continental.

Napoleón preveía trasladarse a España en la primavera de 1810. Su divorcio de Josefina y posterior boda con María Luisa de Austria, que se celebraría en abril de 1810, impedirían su estancia en esta campaña que encargaría al mariscal Massena.

En los inicios de este 1810 los franceses dominaban prácticamente toda la mitad norte de España. Extremadura estaba vigilada/amenazada por el VI Cuerpo de Ejército, mariscal Ney, desde la provincia de Salamanca y por el II Cuerpo, general Heudelet, desde la zona de Almaraz-Talavera de la Reina…las derrotas españolas en Ocaña, 19 noviembre 1809, y Alba de Tormes, 28 noviembre 1809, les habían dejado el camino prácticamente libre para invadir Andalucía y Extremadura.

En Extremadura, las cortas fuerzas del Duque de Alburquerque se extendían en la zona de la Serna, vigilando los pasos del Guadiana entre Mérida y Don Benito y el Duque del parque se halla refugiado en las lindes de Salamanca y Cáceres con las fuerzas del Ejército de la Izquierda, mal equipadas y alimentadas, dispersas tras la derrota de Alba de Tormes.

Si el Emperador preparaba la invasión de Portugal, con la idea de acabar con los británicos, el rey José ansiaba pacificar cuanto antes la península. Así reúne alrededor de 40.000 hombres en Ciudad Real y se dispone a avanzar hacia el sur. Los restos de los ejércitos españoles, alrededor de 23.000 soldados, se extienden por un frente de 200 kilómetros y apenas pueden presentar resistencia: Córdoba es ocupada el 26 de enero, Granada el 28 y Sevilla cae el 1 de febrero. El rey José legisla desde la capital andaluza toda una nueva administración para España.

El duque de Alburquerque, dejando en Badajoz las divisiones de los generales Senén de Contreras y Menacho, se mueve desde la Serena hacia el flanco derecho francés pero ve un sacrificio inútil presentar batalla con tal inferioridad y se dirige a Cádiz, donde organizará la resistencia de la plaza.

El 29 de enero se crea el Consejo de Regencia, como Gobierno de España, que sustituye a la Junta Suprema Central.

Ocupada Sevilla, el V Cuerpo de Ejército francés, mariscal Mortier, se dirige a Badajoz, para someter la Ruta de la plata enlazando con los franceses establecidos en la línea del Tajo. Hay un primer intento de ocupación de la plaza fuerte de Badajoz, combates los días 11 y 12 del mismo.

Ya desde finales de 1809, la Junta Suprema de Extremadura, ante la falta de efectivos del ejército regular, impulsa y organiza “partidas” de voluntarios, guerrilleros, encabezadas en ocasiones por algunos de los miembros de la misma, para entorpecer los movimientos de los franceses. Tras el ataque a Badajoz, señalado en los días 11 y 12 de febrero, la partida de don Antonio Morillo[1], vocal de la Junta de Extremadura, sorprende a un fuerte contingente francés en Valverde de Leganés, 18 de febrero, matando a un general y un centenar de hombres, se distingue en la acción Catalina Martín López de Bustamante…

El 7 de marzo el capitán general marqués de la Romana[2] entra en Badajoz con el Ejército de la Izquierda, que procedía de los acantonamientos de la Sierra de Gata: San Martín de Trevejo, donde estaba el cuartel general, Acebo, Hoyos, Villasbuenas, Eljas, Navasfrías, El Payo…

 

RESUMEN DE PRENSA:

 

DIARIO DE MADRID nº 11, 11 enero.[3]

Gran Cancillería de la Orden Real de España. En nuestro Palacio de Madrid a 7 de enero de 1810. Josef Napoleón por la Gracia de Dios y por la Constitución del Estado, REI de las Españas y de las Indias.

Oído el gran consejo de la Orden Real de España, hemos decretado, y decretamos, lo siguiente:

Artículo I. Quedan nombrados caballeros de la Orden Real de España los Señores:

…Aldamar (D. Joaquín), intendente de Extremadura…[4]

 

SEMANARIO POLÍTICO DE MALLORCA nº 23, 18 enero.

Jaén 24 de Diciembre:…La Junta de Badajoz escribe que aquella Provincia estaba toda levantada en masa y cada uno armado como le había sido posible; y que no baxarán de 80 mil hombres los fieles patriotas que, deseando liberar nuestra amada Patria del yugo francés, se han alistado en un Somatén general que por lo menos libertará aquellos pueblos de las incursiones del enemigo. Si todas las Provincias hicieran un sacrificio de esta naturaleza a imitación también de los valientes catalanes ¿Qué tardarían los franceses en ser aniquilados?

Se publica el decreto de la Junta Central y su Consejo de Guerra, exonerando de toda culpa al general José Heredia, que había tomado el mando accidental de los restos del Ejército de Extremadura en noviembre de 1809 tras la derrota de Gamonal.[5]

 

CORREO DE JAÉN, 21 enero.

…Jaén 21 de Enero. Parte del 16.-   …se sabe positivamente que Víctor con 20 mil hombres y un grande comboy de víveres se dirige hacia la Extremadura, sin duda con el objeto de impedir la reunión del exército del Duque del Parque al del Sr. Alburquerque, que ya no le será fácil.

Un soldado nuestro, que después de prisionero servía a un Coronel francés, y acaba de escaparse, ha manifestado también que el objeto de las fuerzas enemigas, que se han encaminado por nuestra izquierda, es el de dirigirse sobre Badajoz, y cada día que pasa se disminuye la probabilidad de que los enemigos intenten atacar unas posiciones de que no deberán apoderarse a no sacrificar mucha gente.

 

SEMANARIO POLÍTICO DE MALLORCA nº 25, 25 enero.

Sevilla…2 de Enero…La Junta Superior de Extremadura acaba de tomar las medidas más enérgicas, a fin de que toda la gente útil de la Provincia se levante en partidas sueltas y de toda arma, como el medio que la experiencia ha mostrado ser el más a propósito para frustrar los progresos del enemigo y aún aniquilarlo…

Siguen algunas de las particularidades resumidas del Acuerdo de la misma de 8 de diciembre de 1809.

 

DIARIO DE MALLORCA[6] nº 26, 26 enero.

 

…Cádiz 1 Enero.-…Se dice que mucha parte de la división de Mortier ha tomado su rumbo hacia a Castilla, y que este Mariscal con el resto se dirigirá a Talavera, tal vez con el objeto de reunirse a otras tropas y volver de nuevo a tomar las antiguas posiciones en los puentes de Almaraz y Arzobispo, para ver si pueden pasarlos.

…El quartel general del exercito de Extremadura subsiste en Don Benito y el del centro en la Real Carolina. Ambos siguen organizándose con la presteza que las circunstancias permiten. Los enemigos fueron nuevamente rechazados en Puertollano por la partida de D. Ventura Ximenez: parte de la división de Copons que se hallaba en Mestanza ha contribuido también a esta acción…

 

SEMANARIO POLÍTICO DE MALLORCA nº 28, 1 febrero, extraordinario

Sevilla…. 10 de Enero.- El exercito del Sr. Duque de Alburquerque guarda las posiciones de Don Benito, Medellín, Villanueva de la Serena, Truxillo y de los puentes de Almaraz y Arzobispo. Se halla completamente equipado y está lleno de ardor y disciplina.

Los exercitos del Sr. Duque del Parque y del Sr. Ballesteros, procediendo estos dos generales de acuerdo en sus planes, siguen marchando sin oposición y con entusiasmo a reunirse con el de Extremadura, para verificar la combinación de toda esta fuerza con el exercito nacional de la Mancha, obrar con fruto y dar principio a nuevos triunfos…

 

DM nº 44, 13 febrero.

Tras una fulgurante campaña, los ejércitos franceses han alcanzado Sevilla y se disponen a atacar Cádiz. Prácticamente toda la península está en manos de los ocupantes. El rey José, desde Sevilla, publica un bando exhortando a finalizar la resistencia.

…Orden general del Exército = Sevilla 1 de febrero.

La guerra que el Emperador acaba de terminar tan gloriosamente con el Austria había reanimado las esperanzas del gabinete inglés. Sus exercitos desembarcados en España debían conquistar a Madrid y hacer una poderosa diversión; pero escarmentados en Talavera no se han atrevido a volver a presentarse.

Las tropas de la insurrección, abandonadas por sus pretendidos aliados, intentaron el último esfuerzo en el momento de la pacificación de Viena. Ocaña confundió sus proyectos insensatos. Vosotros las mirasteis como a unos hermanos alucinados, conducidos al precipicio por un enemigo común. Vosotros quisisteis salvarlos, yo los recibí como hijos.

Franceses, este recuerdo jamás se borrará de mi memoria. Yo reinaré en España pero la Francia vivirá siempre en mi corazón.

Las barreras que la naturaleza ha colocado entre el norte y el mediodía de la España han sido allanadas. No habéis encontrado sino amigos de este lado de Sierramorena. Jaén, Córdoba, Granada, Sevilla han abierto sus puertas. Habéis recorrido estas provincias con el espíritu de paz y de orden, como si transitaseis por medio del Languedoc y de la Borgoña. El buen acogimiento de los habitantes, la abundancia y la paz han sido los resultados de vuestra conducta.

Soldados de Talavera, de Almonacid, del Arzobispo, de Ocaña, de Sierramorena ¿Cómo podré expresaros todo lo que os debo?

Yo os recuerdo a vosotros mismos vuestra propia conducta: el Emperador la sabrá.

El Rei de España quiere que entre las columnas de Hércules se erija otra tercer columna, que conserve a la posteridad más remota y a los navegantes de ambos mundos la memoria de los gefes y de los cuerpos que han rechazado a los ingleses, salvado a 30.000 españoles, pacificado la antigua Bética y reconquistado a la Francia sus aliados naturales.

Del Alcázar de Sevilla a 1º de febrero de 1810.

 

DM nº 46, 15 febrero.

Fechado en Sevilla, el 5 de febrero, publica un edicto en el que se responsabiliza a los pueblos de los atentados y crímenes llevados a cabo en su jurisdicción contra funcionarios, correos o soldados. Y en estos no solo se debe negar amparo a los “bandidos” sino perseguirlos y denunciarlos.

 

SEMANARIO POLÍTICO DE MALLORCA nº 32, 15 febrero.

Sevilla 8 de Enero.- Según avisos de Badajoz, el Quartel general del Lord Wellington ha salido ya de aquella ciudad y se establecerá en Ciudad Rodrigo.[7]

El exercito de Castilla se reúne a la división que hay en Extremadura y no hay duda que será mandado por el Sr. Duque del Parque…

Badajoz 9 de Enero.-…Publica noticias del Ejército de Galicia y sus operaciones.

 

DM nº 51, 20 febrero.

Decreto del rey José, Sevilla 7 de febrero, creando los batallones de “milicia cívica” en Córdoba, Jaén, Granada y Sevilla, con el fin de cuidar la tranquilidad interior de los pueblos. Trata de la organización, uniformidad etc.

 

DM nº 55, 24 febrero.

El general Kellerman, Valladolid 8 de febrero, publica un bando para Castilla la Vieja con medidas severas, y de corresponsabilidad de los pueblos, contra las guerrillas.

 

DIARIO MERCANTIL DE CÁDIZ[8], 26 febrero.

Desde el 21 de febrero la plaza de Cádiz había sido declarada, por el Consejo Supremo de la Guerra, en “Estado de sitio”. En adelante este diario, junto a las noticias que le llegan de toda España, relatará las vicisitudes del asedio y bombardeo a que será sometida la ciudad por el Ejército francés.

…Noticias de Cádiz. Día 25.- Por sugeto fidedigno llegado de Badajoz vemos confirmada la noticia de haber sido rechazada la división enemiga que se presentó intimando la rendición de aquella plaza, y que desapareció el 14 (Véase el diario del 24)

En toda Extremadura reina el mayor entusiasmo y patriotismo, y se toman eficaces providencias para poner el exercito de la izquierda en el pie más respetable: partidas de a 150 hombres recorren la provincia en todas direcciones para incomodar al enemigo y parece no debe ya dudarse que las tropas Anglo-Lusitanas al mando del Lord Wellington han hecho un movimiento combinado hacia Castilla…

 

DMDC, 27 febrero.

…Noticias del Reino.-…en confirmación de lo que acerca de Extremadura se insertó en el diario de ayer, copiamos lo siguiente del de Badajoz del 13 que acabamos de recibir:

“Entre nueve y diez de la mañana se avistaron y presentaron ayer algunas partidas enemigas a distancia de media legua de la ciudad en los sitios llamados los cerros de San Miguel, San Gabriel el Viejo, las Mayas y la Picuriña: al instante se dio y pasó orden a los respectivos cuerpos para que cada uno tomase el punto de defensa que con anticipación les estaba señalado. Salieron algunas partidas de guerrilla que al momento trabaron acción con los enemigos, que se habían aproximado hasta los olivares. Hubo gran tiroteo todo el día, y en él algunas desgracias, pero lo que jamás se podrá dignamente engrandecer y elogiar fue la intrepidez del paisanage, que sin conocer la cobardía y temor, se apresuró a buscar la vida o la muerte entre las partidas enemigas. Yo creo que si a su valor y atrevimiento se hubiese unido un poco de reflexión, y aquella exactitud y tino inseparables de la táctica militar, se hubiera llenado de mucha más gloria y el enemigo en su retirada hubiera contado con menos águilas, no siendo corto el número de las que se les desplumaron.

La muralla de quando en quando no dexó de anunciar con la agitación del plomo asolador los preparativos y funciones con que se preparaban a recibir tan estimables huéspedes.

La pérdida del enemigo, según nos informan, consistió en 16 hombres muertos y un caballo, y por nuestra parte hubo 6 heridos y de tres a quatro muertos…

 

SEMANARIO POLÍTICO DE MALLORCA nº 35, 1 marzo.[9]

Da cuenta de la derrota sufrida por el Ejército del Centro en las fronteras de Andalucía. Los franceses, con neta superioridad, lograron romper todas las defensas españolas y ocupar Jaén, el 23 de enero, Córdoba, el 26, Granada, el 28 y Sevilla, el 1 de febrero…solo podrán ser detenidos en Cádiz.

 

DIARIO DE BADAJOZ nº 61, 2 marzo.

Noticias diversas sobre Europa y la política francesa y la guerra en España.

…Después de la salida y evacuación de los enemigos de Talavera [la Real] hemos sabido por relación de los vecinos honrados de la misma, que el veinte y quatro habían conducido ocho carros de heridos y cincuenta muertos de los que habían salido a pedir raciones a Villar del Rey, añadiendo que había sido una partida muy crecida, y compuesta toda de dragones los más escogidos. = La división Soult, al mando de Merla[10] por no haber venido aquel, según informe que hemos recibido en este día de un soldado pasado a militar baxo nuestras banderas, solo constaba, cuando entró en esta Provincia de 6 mil hombres. Al Montijo, desde donde pudo verificar su fuga el mencionado soldado, solo conduxeron dos cañones de a 12 y dos obuses. = En la Roca [de la Sierra] nos cogieron siete soldados oyendo misa. Esto no nos debe escandalizar de unas gentes que ni tienen ni reconocen derecho ni sitio sagrado…

Rasgos patrióticos.- Don Manuel de Borja Acedo ha donado 2.200 reales en dinero y quarenta arrobas de aceite para las presentes urgencia.

Don Juan Acebedo, Guarda-Almacén ordinario de artillería, ha donado, en favor de las actuales circunstancias, una salvilla de plata, seis cubiertos completos de cuchara y tenedor, tres cuchillos con los cabos de plata y una caxa de lo mismo.

Nota.- La salida de los enemigos de Olivenza se verificó el 27, fue equivocación de imprenta poner el 27…

 

 

DB nº 62, 3 marzo.

Noticias de Europa y comentarios del redactor del Diario al respecto. Noticias de la campaña en la península.

…Las fuerzas enemigas que entraron en Talavera, desde el once hasta el día en que marcharon, solo ascendieron a 2.500 hombres, los 2.200 de infantería y 300 caballos. Éste no es cómputo racional sino razón tomada de varios testigos oculares que observaron y presenciaron la revista y fueron contando por compañías.= Antes de verificar su retirada de unos de los pueblos inmediatos a ésta, propagaron e hicieron correr la voz de que volverían contra Badajoz dentro de diez días, pues marchaban por artillería gruesa. Uno de los pocos, entre tantos malos que militan baxo las banderas del tirano, que tuvo mucha satisfacción con uno de los honrados vecinos del mismo pueblo, y que sus hechos manifestaron ser uno de aquellos a quien no han podido corromper las máximas de la impiedad, y que conservaba el amor a Dios y el respeto a sus misterios, y que solo militaba por el temor a los daños que precisamente se seguirían de no verificarlo, en su esposa y sus dos hijas; confidencialmente aseguró no ser verdad la voz que extendían…

 

DMDC, 4 marzo.

VARIEDADES. “El comandante de la partida principal de la Cruzada[11] de la ciudad de Truxillo:

Pueblos honrados y valientes del partido de Truxillo, vuestra patria peligra: la Iglesia se ve ultrajada en su cabeza, en sus templos y ministros, y el honor de vuestras esposas, hermanas e hijas, expuesto a la más negra de las afrentas. Vuestras haciendas y vuestras personas se hallan amenazadas de la insaciable voracidad y cruel tiranía del enemigo de la humanidad y de la religión; de esa furia del averno, que no se alimenta ni halla re`poso sino en la ruina, en la esclavitud y en la desolación universal. Pueblos descendientes de héroes y conquistadores ¿Seréis insensibles al clamor de vuestra afligida madre que por los estragos que ha padecido presiente los que sufrirá, si sus hijos la abandonan? ¿Renunciaréis al glorioso nombre de Cristianos y Españoles? ¿Queréis ser franceses, o por mejor decir esclavos de los Franceses y testigos de vuestro oprobio en el de vuestras mujeres e hijos? ¿Queréis ir encadenados a derramar vuestra sangre en climas remotos, haciendo el oficio de verdugos de naciones que no os han ofendido, para saciar la ambición del autor de vuestros males? Pues tal es la suerte que os espera si no oponéis vuestro valor a esas bandadas de ladrones y asesinos. Fixad por un momento la vista sobre vuestra capital y decidme si podéis mirar sin lágrimas sus edificios desechos, sus calle y plazas sin moradores, sus templos destruidos y `profanados, sus casas de religión arruinadas y yermas y las castas esposas del Cordero dispersas y fugitivas de la brutal lascivia y crueldad de esos monstruos. Vosotros no habéis nacido para sufrir tales infamias. Sois Españoles y los Españoles no pueden ser esclavos ni dexar de ser Cristianos, aunque el infierno entero se conjure en su perdición. Hijos predilectos de la religión, pelearemos hasta morir en su defensa, como lo hicieron nuestros mayores contra el poder de los Sarracenos. Para ello ha enarbolado nuestra provincia el glorioso estandarte de la cruz. Con esta señal venceremos a los enemigos del que en ella venció las potestades infernales. Él la hizo formidable a sus enemigos y siempre será la señal de nuestro triunfo y libertad. Volad pues a alistaros baxo esta ilustre bandera. Adornad vuestros pechos con esta honorífica divisa; pero guardaos de infamarla con la villana cobardía de los que huyen de una muerte gloriosa, abandonan la causa de su patria, afrentan con su fuga el nombre español y quieren que todos seamos esclavos. Lejos de nosotros estos infames. Muera todo el que prefiera la vida a la libertad y sea eternamente maldita su memoria. Ministros de la religión y soldados, os mostraré en los peligros como se pelea por ella y por la patria. Me veréis arrostrarlos el primero, veréis hacer lo mismo a los que con mi propio espíritu han abandonado su reposo y trocado sus hábitos por el uniforme de nuestra cruzada. Los soldados de esta no huyen porque no quieren ser esclavos y deshonrados. Seamos libres o muramos todos: Vencer o morir es nuestra divisa. = Celedonio Durán”[12]

Con referencia a cartas de Badajoz, fecha del 22 último, se asegura que una columna enemiga, compuesta de unos mil y quatrocientos hombres fue derrotada en Valverde por las tropas destacadas al intento desde dicha capital.

 

DMLL nº 65, 6 marzo.

…Badajoz 24 de Enero.- S. A. R. el Príncipe Regente de Portugal, entre tantos como ha dado a nuestra nación española, acaba de dar otro testimonio que más nos evidencia de su amor, y que hace más extensiva y firme y recíproca la unión y alianza entre ambas naciones. Éste se dirige a exceptuar de todos derechos los géneros que pasen de aquel Reyno al nuestro con destino y uso a nuestras tropas…

 

DMDC, 10 marzo.

Badajoz 16 de febrero.- Las avanzadas enemigas se presentaron el día 11 a vista de esta plaza y al momento fueron atacadas por las nuestras: la pérdida de los franceses, según nos informan, consistió en 16 muertos y un caballo: por nuestra parte hubo tres o quatro muertos y seis heridos. En los días 12 y 13 anduvieron más comedidos, pues no osaron avanzar hasta los puntos a donde llegaron el 11, a los que hoy se han estendido nuestras avanzadas.

El enemigo no ha podido dexar de confesar el destrozo que el 11 le hicieron los paisanos. En Talavera entraron 50 heridos y aseguraron a los habitantes haber sido igual el número de muertos. Son acreedores a los mayores elogios los artilleros portugueses, nuestros aliados, por su inteligencia, actividad y desembarazo. El llamado Josef Farinha se cubrió el día 12 de gloria y recibió las mayores demostraciones de amor en vivas y aclamaciones del público. Este distinguido soldado habiendo observado desde su baluarte una columna enemiga a una distancia proporcionada, hizo la puntería con tal acierto y tino que consiguió desbaratarla, quedando en el campo por despojo del metal asolador diez a doce enemigos (Fue ciertamente esta la granada que mató 7 dragones franceses) Casi igual efecto tuvo otro tiro que disparó en la tarde del mismo día. Estos hechos, dignos de trasmitirse a la posteridad más remota entusiasmaron de tal modo a los espectadores que, no satisfechos con celebrar a los artilleros con repetidas aclamaciones, los gratificaron en los términos que cada qual podía. El coronel D. Francisco Arenas tuvo la generosidad de gratificarlos con 400 mil reis. Tales son los heroicos sentimientos que animan los corazones de los dignos hijos de la patria y habitantes de Badajoz. No merece menor recomendación otro artillero de la misma nación y compañía, que desde el mismo baluarte consiguió destruir los reparos de un cañón enemigo, los dos caballos que lo tiraban y el artillero de la lanza (Véase el diario del 27 de febrero)

DMDC, 18 marzo.

Noticias del reino.- La junta de Extremadura, considerando que las circunstancias del día exigen providencias tan extraordinarias como enérgicas, ha declarado por acta de 20 de febrero la capital de Badajoz y su provincia en estado de sitio y su gobierno absolutamente militar, quedando todos los habitantes sujetos a la lei marcial, sin distinción de clase y exención de personas, ya a tomar las armas luego que sean llamados…

Después de haber evacuado los enemigos a Talavera, se supo por relación de los vecinos honrados que el 24 de febrero habían conducido 8 carros de heridos y 50 muertos de los que habían salido a pedir raciones a Villar del Rei, añadiendo que había sido una partida mui crecida y compuesta de dragones escogidos…

 

DMDC, 20 marzo.

Abre con una loa al Ejército expedicionario británico de un militar español, destinado en el Ejército de la Izquierda, por entonces aún acantonado en la Sierra de Gata y, de nuevo, a las órdenes del Marqués de la Romana:

Ingleses.- Vuestro voto en la causa de España, vuestro valor acreditado al lado de nosotros, vuestros intereses, vuestro poder marítimo y sobre todo el honor que caracteriza a vuestra grande nación, exigen imperiosamente de nosotros los más vivos recuerdos de gratitud, que la posteridad trasmitirá de siglo en siglo. Si, generosos británicos, nadie os puede quitar este galardón, por más que la tiranía de un déspota usurpador quiera decir sacrílegamente lo contrario. Conozco mi débil pluma, poco acostumbrada a establecer en público la diferencia de lo justo y lo injusto; pero tampoco ignoro que no faltarán en lo sucesivo elogios dignos de quantas empresas ha executado la Gran Bretaña en favor de la libertad de la Europa de plumas más ilustradas que la mía.

Cúbranse de vergüenza los franceses al ver qué han hecho desde el año de 1788. Regidios, homicidios, latrocinios, revoluciones y todo género de maldades las más execrables, coronando la más inaudita con la usurpación de nuestro joven monarca Fernando VII, la profanación y extinción de nuestra más augusta religión.

Sí, amados aliados, parangonando vuestros auxilios dados a la España, con los que ha dado la Francia, ¿A qual se debe más? Claro está adivinar. La posteridad lo reconocerá si volvieseis a pelear en España contra la canalla que nos quiere oprimir. Vivid seguros que vuestro valor ha dexado raíces en los campos de Talavera, Castilla y la inmortal Galicia. ¡Oh jornada memorable donde admiramos vuestro valor, vuestra constancia y serenidad! Vivid seguros, digo, de la estimación y aprecio que os tiene este exercito de la izquierda y su dignísimo caudillo, el Excmo. Sr. Marqués de la Romana, que vuelve a mandarlo.

Quartel general de San Martín de Trevejos a 15 de febrero de 1810 = Un militar español.

 

Otras noticias de la campaña en la península. Los ingleses suministran municiones a la Junta de Galicia.

 

DMDC, 22 marzo.

Publica el dictamen emitido por el Consejo Supremo de Guerra a cerca de la conducta mantenida, y posibles responsabilidades, por los jefes del Ejército español derrotado en la batalla de Ciudad Real, 27 de marzo de 1809.

 

DMLL nº 83, 23 marzo.

Noticias particulares: …Diario extraordinario de Valencia del viernes 16 de marzo de 1810.- La junta de Observación y defensa establecida en San Felipe me traslada las noticias siguientes: “Se confirma la derrota de 10 mil franceses en Extremadura por el Señor marqués de la Romana…

Se noticia al público para su satisfacción.- Josef Caro.”

 

DMLL Nº 88, 28 marzo.

…Proclama de la Junta de Extremadura a los Pueblos de Castilla.

Pueblos de Castilla: hasta el presente se ha visto entorpecida vuestra lealtad con la opresión tiránica de los pérfidos franceses, que han hollado impunemente vuestro fiel país por falta de un ilustre caudillo y un gobierno organizado que dirigiese vuestras operaciones, reuniese la fuerza de vuestros brazos y resucitase vuestros antiguos bríos, de que tantos y tan repetidos testimonios se encuentran en la historia de España, monumentos eternos de vuestra sumisión a los príncipes que hasta ahora os han gobernado. Alentaos, que el célebre y bien acreditado Marqués de la Romana pasa con sus aguerridas huestes a redimir vuestros males y a romper las negras cadenas que el tirano de la Francia ha intentado poner a vuestros pueblos. El capitán insigne, el español bizarro, el valiente Marqués de la Romana será el gefe de las invencibles tropas que le han de conducir a la victoria y a la gloria de vuestro país. Tened confianza, que la Junta de Extremadura le presta todos los auxilios de su provincia. Esta misma, que ha puesto en campaña lucidos y brillantes exercitos contra el común enemigo, os vuelve a formar baxo las banderas del héroe del Norte. Despertad del letargo en que os ha tenido adormecidos la malevolencia y la tiranía de Napoleón y sus satélites.

Esforzaos ilustres y leales Catellanos, que ya se acerca el tiempo de vuestra libertad. Sacrificad vuestros caudales, que son de la patria. Armad vuestros hijos, para que reunidos en invencibles escuadrones aterren la Francia, destruyan sus secuaces, tomen satisfacción de los agravios que han sufrido y desenvainando la espada vengadora de vuestras familias, nuestra religión santa y nuestro desgraciado Monarca, se restituya la pública tranquilidad, el sabio gobierno y la gloria de la nación española.

 

DMDC, 31 marzo.[13]

Proclama del General Mahy al tomar el mando del Ejército de Galicia y diversas noticias del extranjero. Los franceses del General Loisón frente a Astorga.

Badajoz 20 de marzo.- Con motivo de las ocurrencias del día, y a evitar perjuicios, acordó esta Junta en acta de 15 de febrero, que corran sin perjuicios de sus intereses los vales reales de la creación de enero, y en quanto a los anteriores que no hayan llegado renovados, servirá a los interesados el resguardo que tengan en su poder de comisionado de la consolidación, lo que se pone en noticia del público para su inteligencia y gobierno.[14]

 

DMLL nº 92, 1 abril.

…Noticias de Andalucía de 17 de Febrero.- Hemos sabido por conducto seguro que el Excmo. Sr. Marqués de la Romana se hallaba en zafra con su exercito y que amenazaba a las cuadrillas que han penetrado en el Reyno de Sevilla. No dudamos que tenga mucha probabilidad el rumor que ha circulado de que el exercito anglo-lusitano haya combinado su plan con el de este general para escarmentar la irrupción que cree establecerse en Andalucía…

En Extremadura brilla la actividad patriótica y los exercitos crecen diariamente con entusiasmo y los deseos de venganza…

 

GAZETA DE LA REGENCIA DE ESPAÑA E INDIAS[15], nº 11, 3 abril.

…Badajoz 7 de marzo.- Sabemos que el comisario de guerra francés, que se hallaba en Mérida a fines del mes pasado, despachó órdenes a todos los administradores de aquel distrito para que compareciesen a dar cuentas y entregar las existencias en dinero o en géneros; de manera que si permaneciese allí más tiempo quedaría totalmente arruinada la tierra.

Antes de ayer se presentaron al señor Marqués de la Romana, y a ésta suprema Junta, quatro religiosos agustinos calzados del convento de Xerez de los Caballeros, y conduxeron desde aquella ciudad a la de Yelves 21 prisioneros franceses, cogidos en Fuente de Cantos por una partida de nuestra caballería. Tanto el señor Marqués de la Romana como esta Junta manifestaron el mayor agrado a estos religiosos, beneméritos hijos de la patria, y en nombre de esta les dieron las debidas gracias por tan buenos servicios.

Las avanzadas que diariamente salen de esta plaza a las descubiertas no dejan de hacer algunos prisioneros.

 

…La Junta superior de gobierno y defensa de Extremadura, y la de Castilla la vieja, han reconocido con público aplauso y solemnidad la instalación y suprema autoridad del Consejo de Regencia de España e Indias en nombre de nuestro legítimo Rey y Señor Fernando VII, según se manifiesta en los dos oficios que aquí se insertan, y en el separado del General en xefe del exercito de la izquierda el Marqués de la Romana, fecho en Badajoz en 4 de marzo último:

1º.- “Señor: La Junta de Extremadura recibió el 23 del corriente la Real orden, que con fecha 16 del mismo le remite el Marqués de las Hormazas, comunicándole la instalación de V. M. en Consejo de Regencia. Ha tenido singular placer con esta noticia y a su consecuencia en acta de ayer ha admitido y reconocido a V. M., ha mandado se circulen las correspondientes órdenes a los pueblos de la provincia para lo mismo y en este día se ha cantado en esta santa iglesia catedral un solemne Te Deum, con misa de Espíritu Santo, en acción de gracias por tan plausible acontecimiento, a cuya función asistieron la Junta en cuerpo, el Marqués de la Romana, el Comandante de las armas, con los demás generales y oficiales que se hallan en esta plaza, su ilustre Ayuntamiento y un inmenso pueblo que ha manifestado igual satisfacción.-

Dios guarde a V. M. muchos años. Badajoz 27 de febrero de 1810.- Señor.- Francisco María Riesco.- Fructuoso Retamar y Olivas.- Vicente García Cavero.”

 

“Excmo. Sr.- En la noche y hasta la mañana del 23 al 24 del próximo anterior, tuve la complacencia de recibir los oficios de V. E. de 8, 9 y 17 del mismo, comunicándome la agradable noticia de haberse instalado, por Real decreto de 29 de enero último, un Consejo de Regencia, las justas formalidades y solemnidades con que se verificó este acto y la substitución del señor D. Esteban Fernández de León, uno de los vocales electos para componerlo en representación de las Américas (cuya qualidad renunció por las fundadas razones que se expresan) con el Señor D. Miguel de Lardizabal. Asimismo me manifestaba V. E. el nombramiento que había hecho el Consejo de Regencia para desempeñar la Secretaría de Estado y del Despacho de la Guerra en el Sr. D. Francisco de Eguía y la de Marina en el Sr. D. Gabriel Císcar, el reconocimiento de la Regencia hecho por el Supremo Consejo de España e Indias, por el Exercito, por la Ciudad y Consulado de Cádiz y demás autoridades, y las medidas y providencias tomadas por las mismas con relación al Gobierno del Estado y defensa de esos puntos: y que había merecido la general aceptación, así como la confianza de todos, el nombramiento de las cinco personas que componen el expresado Consejo de Regencia por sus notorias y distinguidas calidades.

Inmediatamente que recibí los dos primeros oficios los manifesté a esta Junta superior, con la qual me hallaba tratando varios asuntos urgentes del servicio. Y no debiendo dudar que tendría igual aviso, como sucedió con los pliegos que llegaron en la mañana del 24, me anticipé a hacerla partícipe de la satisfacción que me cabía por este feliz acontecimiento, que llenaba el deseo general de la nación, con el objeto de que se publicase, para que los fieles habitantes de esta noble y generosa provincia tuviesen el consuelo de ver que la Providencia, en las circunstancias más críticas y apuradas a que llegó nuestra suerte, nos había proporcionado el medio de asegurar enérgicamente nuestra unión y de alentar la esperanza de nuestra libertad.

Pasé luego también mis oficios al exercito, con copia puntual de todos los documentos que acreditaban la solemne instalación del Consejo de Regencia, para que se hiciese publicar por la orden general y al frente de las banderas y estandartes, a fin de que todos los generales, xefes y oficiales y demás individuos de las divisiones y cuerpos que lo componen quedasen enterados; y tuviesen igual parte en la misma satisfacción.

En consecuencia, pues, de mis oficios y de los de la Junta quedó reconocido el Consejo de Regencia con general consuelo de todos: y se ha invocado al Altísimo, pidiéndole conceda aciertos continuos para gobierno del Estado en el momento más crítico de su aflicción y calamidades. Así espero lo haga V. E. presente a S. M., asegurándole que este exercito, que tanta gloria ha sabido adquirirse está dispuesto a aumentarla, dando nuevas pruebas de su valor y constancia, y deseando siempre afianzar el timbre de tener una de las partes más activas en asegurar nuestra justa independencia y la libertad de nuestro amado soberano y de la Patria.

Dios guarde a V. E. muchos años.- Badajoz 4 de marzo de 1810.- Excmo. Sr.- El Marqués de la Romana.- Excmo. Sr. Marqués de las Hormazas.”

 

…Un sugeto de alto carácter, inteligente y fidedigno, escribe desde Badajoz con fecha del 3 y del 6 del próximo pasado a un amigo suyo lo siguiente: …

“…Acabo de oír del regente de la villa de Almendralejo, sugeto no iliterato y que entiende el francés, que llegaron hace tres días a dicho pueblo 150 franceses, únicos restos de cinco regimientos que habían entrado por Irún, pues todos los que les faltan, según ellos hablaban entre sí, fueron destruidos por nuestras guerrillas de Castilla, que pululan ahora con motivo de la diseminación de los enemigos”

 

SEMANARIO POLÍTICO DE MALLORCA nº 44, 3 abril, extraordinario

…Cádiz 5 de Marzo:…Se asegura que el Sr. Marqués de la Romana después de la derrota del Exercito francés en Extremadura se dirigió a Sevilla con el suyo, llevando hasta 60 piezas de artillería y que, unidos los Ingleses a los Españoles, después de haver intimado a la rendición sin fruto entraron a viva fuerza y destruieron toda la guarnición…

 

SEMANARIO POLÍTICO DE MALLORCA nº 45, 5 abril, extraordinario.

…Almería 14 de Marzo.-…Por carta de Estepona se sabe de la derrota y muerte de Ney por el Marqués de la Romana: en Olivencia [sic] han sufrido otra…

 

MEMORIAL MILITAR Y PATRIÓTICO DEL EXÉRCITO DE LA YZQUIERDA[16] nº 1, 6 abril.

…HISTORIA.- Quadro militar que presenta la España en las actuales circunstancias…

DIDÁCTICA.- Absoluta necesidad de la Teórica en el arte de la Guerra y ventajas que se logran con ella…

Aparece una nota final donde se señala que las suscripciones a este periódico han de hacerse en la casa de don Juan Patrón, frente a los Gabrieles, en Badajoz.[17]

 

DMLL nº 99, 8 abril.

Reproduce el parte de los combates en Badajoz el 11 de febrero, ya publicados en el Diario Mercantil de Cádiz de 27 de febrero.

 

DMLL nº 101, 10 abril.

Badajoz 13 de Febrero.- Jamás se podrán presentar a nuestra nación unos instantes más preciosos y coyuntura más esencial para arrancar de raíz el feo y horroroso lunar que amancilla toda la hermosura y brillantez de nuestro patrio suelo, que el estado y espectáculo que el mismo enemigo nos presenta y ofrece. Sus fuerzas, tan temibles en masa como débiles y cobardes divididas y separadas, se hallan en día en este último estado. Únanse todas las provincias, juren todas y cada una desplegar a un mismo tiempo y, si se puede, a una misma hora todos los recursos eficaces que la moribunda patria en sus últimas convulsiones nos está indicando y señalando, y al momento desaparecerá nuestro oprobio con la rapidez del rayo, que confunda la altivez de nuestro enemigo.

No creo se arruinarán las artes, se trastornarán las oficinas, ni los olivos ni tierras dexarán de dar su fruto, porque el que ayer los labraba y cultivaba ponga hoy, por unos cortos instantes, manos a la espada. Desengañémonos, esta guerra está en nosotros el que sea momentánea. Tomen todos, hasta el viejo trémulo y decrépito el arma, objeto único de nuestra esperanza. Si esta resolución se emprende no dexaremos ni aún reliquias que vayan a anunciar al crudo Emperador la ruina que el heroísmo de una nación noble ha causado en sus soberbias tropas; pero si cobardes, baxo la fe y deshonrosa cuchilla del miedo y del terror, permanecemos inertes y entregados a la apatía, sufriremos las cadenas más vergonzosas y seremos el oprobio y execración de todos los pueblo y la infamia de todos los siglos…

 

Real decreto del rey José Napoleón, Real Alcázar de Sevilla 17 de abril de 1810, por el que se dispone una nueva división administrativa del estado.

 

DM nº 123, 3 mayo.

A lo largo de estos meses el rey José napoleón ha organizado fuerzas militares en las zonas ocupadas de Andalucía, milicias cívicas. En este diario decreta la organización de fuerzas en todas las provincias que “reprimen los desórdenes públicos, proteja las comunicaciones de personas y bienes y asegure las propiedades y la quietud de todos”, tendrán la denominación de “cazadores de montaña de caballería o infantería”.

DM nº 128, 8 mayo.

Real decreto del rey José Napoleón, Real Alcázar de Sevilla 17 de abril de 1810, por el que se dispone una nueva división administrativa del estado. España, para su gobierno en lo civil, se dividirá en 38 prefecturas, una será Mérida y otra Cáceres. Cada prefectura se dividirá en subprefecturas cuyas capitales, en lo concerniente a Mérida serán Badajoz y Llerena y en lo tocante a Cáceres, Talavera de la Reina y Plasencia. Las subprefecturas se dividirán en municipalidades.

En los días siguientes aparece publicado el articulado organizativo.

 

DM nº 142, 22 mayo.

Real decreto del rey José Napoleón, Real Alcázar de Sevilla 23 de abril de 1810, por el que se dispone una nueva división militar del estado. España se organizará en 15 divisiones militares. Las prefecturas de Cáceres y Ciudad Rodrigo conformarán la 11ª y tendrá capital en Cáceres; Mérida, Sevilla y Córdoba conformarán 12ª división y tendrá por capital a Sevilla.

 

SEMANARIO POLÍTICO DE MALLORCA nº 46, 10 abril, extraordinario.

…Isla de León 1 de Abril.- Por Expreso llegado a la Isla el 26 de Marzo a las 12 del día, el Marqués de la Romana da parte al Consejo Supremo de Regencia, con fecha 21 del dicho, haber desalojado a los Enemigos de Zafra, Mérida y Santa Marta, habiendo perdido 3000 hombres en diferentes funciones; que el general Mendizábal ocuparía precisamente el 22 a Santa Olalla; que el general Mortier había hecho dos movimientos raros sobre Sevilla, pero que ya tenía a columnas en observación…

 

DMLL nº 103, 12 abril.

Noticias particulares. En el Manifiesto de la Junta Superior de Extremadura se halla el detall siguiente de la acción de Badajoz el 11 de Febrero.

El número de los enemigos que han entrado en esta provincia son el de cinco a seil hombres, y los que fueron a Ciudad Rodrigo el de seis a siete mil.

En la mañana del 11 del corriente se presentaron los enemigos sobre unas alturas inmediatas a Badajoz, y en el momento en que fueron vistos salieron como leones los paisanos y otras partidas de guerrilla a recibirlos provocándolos y desafiándolos con voces y otros ademanes, baxaron los franceses, se acercaron los valientes defensores de Badajoz y se trabó la lid, que duró hasta las oraciones, hora en que se retiraron los enemigos, dexando en el campo muchos muertos, tercerolas, fusiles y caballos: al día siguiente comenzó igual pelea a las ocho de la mañana, y estando en ella se presentó a la guerrilla más avanzada un parlamentario que traía dos pliegos, uno para la Junta y otro para el Gobernador, se dio parte de ello y respondieron éste y aquella que no querían oír las patrañas y embustes de los franceses y mandaron que no se les recibiesen los pliegos, que no se admitiese jamás parlamentario alguno y que si otra vez volvía presentarse se le recibiese a tiros; así se le contestó al parlamentario, oído lo qual se retiró, continuó el fuego, que duró hasta la noche por haberse también retirado los enemigos con igual pérdida que el día anterior: en la noche de éste día no pudiendo contenerse nuestras valientes guerrillas y esforzados paysanos, atacaron al enemigo en su propio campamento y lo hicieron huir vergonzosamente, dexando en él un botín que prueba hasta la evidencia lo precipitado de su fuga, pues entre otros muchos efectos se hallaron sombreros de oficiales, mantillas de caballos, bastones con puño de oro y una porción de caballerías atadas. Este es el hecho, la verdad y la resolución de los habitantes de Badajoz, que así se han defendido y hecho huir a los vencedores de Austerlitz, Jena y Marengo, y así lo serán siempre que vuelvan y mientras haya un viviente en esta plaza.

Badajoz 15 de Febrero.- merece la consideración y atención del público el heroísmo de valor y bizarría con que supo sostenerse, haciendo fuego sin cesar al enemigo en la función un soldado del regimiento de Mérida. Su situación era desde un chozo donde estaba reparado.

En los días 12 y 13 los enemigos han estado más comedidos, no atreviéndose a avanzar a los puntos que en día anterior. Prueba evidente de que no quedarían muy ufanos en las acciones del 11.

Del 16.- Los enemigos no han podido menos de confesar el destrozo que los paisanos le causaron el día 11. En Talavera entraron cincuenta heridos y otros tantos muertos aseguraron a los vecinos haber tenido.

Merece los mayores elogios la inteligencia, prontitud y actividad de los artilleros portugueses nuestros aliados. El 12 se llenó de gloria, y recibió las mayores demostraciones de amor en público, vivas y aclamaciones, uno de ellos llamado Juan Fariñas. Este distinguido soldado, habiendo observado desde su baluarte una columna enemiga a proporcionada distancia, puso la puntería con tal acierto y tino, que consiguió desbaratarla, quedando en el campo, hechos despojos de su plomo asolador de diez a doce hombres de los enemigos. Estos hechos, dignos de trasmitirse a la posteridad, entusiasmaron de tal suerte a los expectadores que, no contentos ni satisfechos con celebrarlo con las demostraciones naturales y comunes, le gratificaron con los intereses que cada uno podía según sus facultades. El Coronel D. Francisco Arenas tuvo la generosidad de excederse en la gratificación de mil reales de vellón. Estos son los heroicos sentimientos que animan y encierran en sus corazones los dignos hijos de la patria y habitantes de Badajoz.

Del 17 de ídem.- Los enemigos, según nos informan las partidas de información, aún permanecen extendiéndose entre Talavera, la Albuera y Valverde: es de sospechar que su objeto será reunir más fuerzas para volver de nuevo a incomodar y tentar el brío y fortaleza de los habitantes de ésta y su lucida y respetable guarnición.

Las partidas de guerrilla, compuestas de los célebres patriotas cuyos nombres hemos visto por todos los papeles del Reyno, se hallan batiendo frequentemente con el enemigo a una legua de Toledo. El día 3 mataron tres e hicieron prisioneros dos.

Sabemos que el célebre comandante, llamado vulgarmente el Empecinado, ha destrozado en los Caravancheles de Madrid doscientos franceses y que igualmente se dirige hacia aquella villa…Se concluirá…

 

DMLL nº 104, 13 abril.

Noticias particulares. Concluye el capítulo de Badajoz.

Del 18 de Febrero.- Ha entrado en esta plaza, entre otras, la división compuesta de los tres regimientos de infantería de Sevilla, Zafra y Osuna, al mando del Brigadier D. Rafael Menacho. Este digno General, luego que supo la proximidad del enemigo a ésta y recibió la orden de retrogradar su dirección, al momento lo executó, no obstante de hallarse todos los puntos y pueblos por donde había de verificar precisamente se marcha interceptados con considerable número de tropas enemigas, con quien ha tenido ligeras acciones y logrado de ellas, no solo abrirse camino sino es también hacerles perder mucha gente.

Nuestras avanzadas salen todos los días en prosecución y descubrimiento del enemigo. Este ocupa, según nos avisan, los mismos puntos que en el anterior hemos anunciado.

El día o noche que hay acción, nuestras tropas de descubierta no pueden ocultarlo en sus semblantes llenos de gloria. Ellos se burlan ya del aparato enemigo y no hay cosa que iguale a su intrepidez sino el gusto y satisfacción con que hacen estas salidas cantando la patria y el amor.

 

DMLL nº 105, 16 abril.

Gazeta extraordinaria de la Regencia de España e Indias de 27 de Marzo de 1810.

Extracto de los pliegos remitidos con fecha 21 del corriente por el general en Xefe del exercito de Extremadura.

De resultas de su infructuoso ataque contra la plaza de Badajoz los franceses se habían establecido en Mérida, Zafra y Santa Marta. Para incomodarlos mandó el Marqués de la Romana al mariscal de campo D. Carlos O’Donnell[18] comandante de la segunda división de aquel exército, situada en Alburquerque, que emprendiese paseos militares sobre Cáceres, Truxillo y todo el frente de su posición. Salió O’Donnell de Alburquerque a las 11 de la mañana del día 12 del corriente con varios cuerpos, que componían la fuerza de 2.500 hombres, de ellos 200 de caballería, y siguió su marcha en el mejor orden hasta el día 14, en cuya madrugada avistaron a las avanzadas enemigas en las inmediaciones de Cáceres y se rompió el fuego en la vanguardia. Los franceses, vista la buena disposición y valor de nuestra tropa, emprendieron su retirada por las alturas, tomando posiciones de las que eran al instante desalojados por nuestras guerrillas de infantería y caballería. Llegados a la sierra de San Benito quisieron hacer alto pero, notando que la caballería española iba a tomarles la espalda y cortarles la retirada, volvieron a ella descendiendo de la sierra y atravesando la gran llanura que hay hasta el Puente de salón, que pasaron con grande dificultad, perseguidos de nuestras guerrillas que siempre les fueron haciendo fuego hasta Aldea del Cano, distante de Cáceres tres leguas y media.

No creyó prudente O’Donnell empeñarse en aquella llanura, recelando que los enemigos recibiesen socorros de caballería y se volvió por Malpartida y Arroyo a Alburquerque, a donde llegó toda la división el día 15, después de haber andado 32 leguas en tres días y medio. Los franceses no pararon hasta Mirandilla, distante 9 leguas del punto de donde salieron por la mañana; y se sabe por noticias posteriores que han abandonado a Mérida, zafra y Santa Marta. Su pérdida debe haber excedido el número de 150 hombres, pues aunque usaron de la precaución acostumbrada de retirar los heridos, y aún todos los muertos de graduación (entre ellos el comandante de su caballería), dexaron 47 cadáveres en el campo y en el día inmediato entraron en Mérida 11 carros de heridos de gravedad, en cuyo número iban varios oficiales. Nuestra pérdida consiste en 2 hombres muertos, 38 heridos, los más ligeramente, 8 contusos; un caballo muerto y diez heridos.

Elogia mucho el comandante de la división la disciplina que observó toda ella en su marcha, la unión y el orden que conservó la infantería de línea persiguiendo al enemigo y la interpdez y arrojo de nuestras guerrillas.

Se cree que de resultas de este suceso los nuestros deben haber entrado en Santa Olalla el día 22, a donde se dirigía el mariscal de campo D. Francisco Ballesteros para cargar la retirada de los franceses…

…La Junta de Sevilla, desde Ayamonte con fecha del 24, participa al Consejo de Regencia que acaba de recibir la agradable noticia de venir batidos los enemigos de toda Extremadura, perseguidos por el general Ballesteros, que el 22 llegaba a Santa Olalla, y los enemigos dispersos se dirigían unos a Sevilla y otros a la Sierra…

 

DMLL nº 107, 19 abril.

Lisboa 9 de Marzo…El día 7 por la noche llegó a Lisboa el correo del sur de Portugal, a pesar de continuar todavía un tiempo muy tempestuoso. Por él hemos recibido diarios de Badajoz hasta 5 del corriente, cuyas principales noticias son las siguientes:

El enemigo se retiró el 28 del pasado de los pueblos de Talaverilla, Albuera, Valverde y Montijo; unos retrocedieron a los Santos de Zafra y otros a Mérida. Juzgamos que su intención será tomar los unos los puntos de Almaraz y puente del Arzobispo y los otros las alturas de Santa Olalla y otros sitios, en donde se hallaban colocadas antes nuestras baterías. Después de la salida de los enemigos de Talaverilla refieren los habitantes de aquella tierra, que aquellos conduxeron allí ocho carros de heridos y 50 muertos de los que fueron a pedir raciones a Villar del Rey, que había sido una partida considerable de dragones escogidos.

La fuerza del enemigo que baxó por el puente del Arzobispo era, según informes puntuales, de 4000 infantes y 600 caballos, mandada por el general de división Merlé y por los de brigada Grandoche y Soult, quien se conservaba el día 5 en Mérida, donde tiene fortificado el edificio llamado el Conventual. El general Mortier tenía su quartel general en Zafara, de donde mandó tropas hasta Albuera el día 2 del corriente.

El exercito del marqués de la Romana asciende actualmente a 24000 infantes y 2000 caballos disponibles. Hay dentro de Badajoz 11000 hombres, más de 6000 en Campo-mayor y el resto en Alburquerque…

 

MMPEI nº 5, 20 abril.

…POLÍTICA.- ¿Qué vale más, morir libre con las armas en la mano o vivir entre los hierros de la esclavitud?

DIDÁCTICA ESTRATÉGICA.- Concluye el artículo 1º…

NOTICIAS OFICIALES.- … El General Andrés de Herrasti, Gobernador de Ciudad Rodrigo, informa al Marqués de la Romana de acciones contra los franceses efectuadas por la partida de Don Julián Sánchez.

 

MMPEI nº 6, 24 abril.

…POLÍTICA.- Sobre el Ejército napoleónico.

DIDÁCTICA ESTRATÉGICA.- Artículo 2º. Lineas de operaciones. Modos de elegirlas. Su importancia y utilidad en la guerra ofensiva y defensiva…

NOTICIAS OFICIALES.-… Parte de José Balladares, desde el castillo de las Guardas, referente a los combates sostenidos los días 11 y 12 por la fuerzas de la División del General Ballesteros. Interviene el Provincial de Trujillo al mando del Teniente coronel Cristóbal del Solar de Celis, destacan el Cadete Joaquín Garay y el Soldado Juan Rasero.

 

SEMANARIO POLÍTICO DE MALLORCA nº 48, 25 abril, extraordinario.

…Badajoz 16 de Febrero.- Penetrada esta Suprema Junta de que en la actualidad depende la salvación de la patria de su energía y patriotismo, atendida la situación en que se halla después de ocupada la Andalucía y la estrecha obligación que le imponen sus deberes y cumplimiento de los solemnes votos que hizo en su creación y deseando dar para ello un público testimonio de su constante disposición a sostener la gloriosa causa que la anima, habiendo precedido la más seria premeditación en materia tan importante, decreta los artículos siguientes:

  1. No se reconoce por único y legítimo Soberano del Reyno de Francia y sus pertenencias a otro que al Conde de Provenza, como sucesor inmediato de los derechos de la casa de Borbón en aquellos dominios, con dictado de Luis XVIII.
  2. Declara que Napoleón Bonaparte es un intruso usurpador de aquella antigua y recomendable Monarquía, tirano de la Nación francesa, perturbador de la tranquilidad de la Europa y ambicioso anhelador a poseer y dominar las Potencias del continente, llegando su iniquidad a lo sumo de la perfidia en el execrable engaño que hizo con el incauto y desgraciado Monarca el Sr. D. Fernando VII nuestro amado Soberano, por lo qual le condena esta Suprema Junta a que en todos los papeles públicos, instrumentos, inscripciones y demás parages en que sea necesario expresar su nombre, sea con la nota del mayor malvado de todos los mortales y que debe ser arrojado y expulsado de la sociedad humana.

III. Que Josef Napoleón, figurado Rey en los delirios de su hermano, se ha intrusado en España violentamente a sorprehender y encadenar la Nación más generosa, ultrajar la Religión santa que profesamos y hollar los sagrados derechos de la misma y los de propiedad y legítimas adquisiciones de los ciudadanos.

  1. Ratifica y renueva la guerra que tiene declarada esta Suprema Junta y de nuevo declara contra los dos hermanos y toda su execrable familia, sus favorecedores, sequaces, receptores y auxiliadores, sin que en ningún tiempo puedan connaturalizarse ellos ni sus descendientes en los dominios de España, ni tener perpetuamente en ellos vecindad, propiedad ni adquisición alguna. (Se concluirá)

 

DMLL nº 114, 26 abril.

Badajoz 17 de Marzo.- El Mariscal de Campo D. Carlos O’Donnell, Comandante general de la segunda división del exercito de la izquierda, con fecha del día 14 del corriente, ha dado a su General en jefe, el Excmo. Sr. Marqués de la Romana el parte que sigue:

“Excmo. Sr. = Al amanecer de hoy han sido los enemigos atacados en Cáceres por las tropas de mi mando y, aunque estaban sin duda noticiosos de nuestra proximidad, y dispuestos a rechazarnos, les obligamos a abandonar la ciudad y sus inmediaciones: fueron perseguidos por espacio de dos leguas y media: dexaron muchos muertos, entre ellos el comandante y algunos oficiales en el campo, algunos caballos, otros se les cogieron, como también varias acémilas con carga. El número de sus heridos debe ser muy considerable, atendido el fuego incesante e inmediato que durante su retirada les hicieron nuestras tropas ligeras.

Nuestra pérdida consiste en 13 heridos, entre ellos un oficial de Voluntarios de Navarra. Las tropas ligeras y compañías de Tiradores de Toledo y Lobera, únicas que tomaron parte activa en la acción, se han conducido como siempre acostumbraron. El jefe de la vanguardia, que lo era el Coronel D. Carlos de España, a pesar de hallarse enfermo de gravedad, dirigió el ataque con un acierto, serenidad y valor dignos de la mayor recomendación: yo espero que V. E. tendrá presentes los méritos tan repetidamente contraídos por este bizarro Gefe. Los enemigos se han retirado hacia Mérida”

Se hace saber, para satisfacción del público y del General, gefes, oficiales y tropa que se han distinguido, escarmentando al enemigo en esta operación militar, tan bizarra como bien conducida: En su consecuencia ha acordado la Suprema Junta, con acuerdo del general en Gefe, se le expida el correspondiente título con el grado de Brigadier a D. Carlos de España, en atención a la bizarría con que se portó y a los servicios que anteriormente tiene contraídos con su batallón de Tiradores de Ciudad Rodrigo, del que es Comandante…

…La Junta de Extremadura pone en acción todos los resortes imaginables para burlar los planes del tirano. Al renovar en decreto del 16 de Marzo los solemnes votos, que a su instalación hizo ante la España toda, confirma los premios acordados en acta de 5 de abril próximo pasado en favor de los que se distinguieron en defensa de la provincia y su capital, ofreciendo además una de las mejores encomiendas de Santiago y Alcántara, que hay en su comprehensión en derecho de propiedad y sucesión a qualquier español o extranjero que entregue vivo o muerto a Napoleón Bonaparte o al intruso Josef; y un dictado decoroso que circunstancie en lo sucesivo la nobleza de su familia, una pensión de 4000 pesos anuales por dos vidas al que entregare vivo o muerto a cada uno de los malvados españoles que sostienen sus iniquas ideas desempeñando los empleos de su ministerio, y lo mismo por cada uno de los generales que mandan sus exércitos, 2000 pesos por cada uno de sus generales subalternos; 1000 por cada oficial, con la misma calidad de por dos vidas; y por los sargentos, cabos y soldados, a proporción del crédito que tengan cada uno, una porción de terreno fructífero en el pueblo de su respectiva naturaleza o en otro de la provincia, con la ayuda de 500 ducados para el establecimiento y derecho de propiedad perpetua, expidiéndose al intento los documentos necesarios que aseguren la propiedad de todas estas gracias en nombre del gobierno y la religiosidad de sus promesas.

 

MMPEI nº 7, 27 abril.

…POLÍTICA.- Sobre la Formación Militar de las Naciones y el espíritu militar de los Pueblos.

DIDÁCTICA.-Concluye el artículo 2º.

NOTICIAS OFICIALES.-… Informes del General Herrasti sobre acciones de Don Julián Sánchez.

 

GREI nº 18, 27 abril.

Reproduce los partes que el General Martín de La Carrera emite desde El Bronco, referentes a la acción sostenida, el 9 de abril, contra los franceses en Aldeanueva del Camino.

Badajoz 17 de Abril.- Parte que dan desde El Bronco, con fecha 9 del corriente, al mariscal de campo D. Martín de la Carrera, los comandantes de la expedición a Aldea-Nueva:

La gloria que acompaña siempre a las tropas de la vanguardia no nos ha abandonado en la acción de este día sobre Aldea-Nueva del camino, a dos leguas de Baños. Doscientos muertos, prisioneros, maletas, con muchas armas y caballos, todo es nuestro. La acción tuvo un éxito muy feliz. Emprendida más temprano hubiera sido completísima; pero V. S. sabe bien que se atraviesan mil insidentes que impiden verificar las acciones según se conciben en la mente de los que las proyectan.

A las 4 y media de la mañana de este día dimos sobre la avanzada enemiga, situada en el mismo camino, a un quarto de legua del pueblo, y parapetada del cortinal de un olivar. Habiéndola pasado a cuchillo, siguió la partida de caballería destinada a este objeto y al de formar en la plaza del pueblo su camino; más como la infantería marchaba con la viveza que prestan las alas de la gloria, llegó casi al mismo tiempo que la caballería y pidiéndole se apartase para poder con más desembarazo jugar los fuegos, lo hizo ésta, tomando otra calle. Los enemigos quisieron darnos la gloria, sosteniéndose con vigor, para que la que debió llamarse sorpresa se diga acción, a la que solo le ha faltado el requisito de la presencia de V. S. para que graduase su mérito; pero en los corazones y voces de la tropa, instruida al intento, no se oía más que Viva España, viva la Vanguardia y viva nuestro general La Carrera, que repetía el pueblo desde las ventanas, y los franceses también diciendo La Carrera, La Carrera, faltándoles esta adición: no nos dexa salir con la mayor decencia, pues hubo francés que huyó en camisa.

Si no fuese tan notoria a V. S. la bizarría del batallón de Lemus, sería preciso un volumen para explicar las acciones con que cada individuo particularizó su denuedo: soldado hubo que mató con su bayoneta 5 franceses y calculando la fuerza del batallón con la de los muertos, vendrá a deducirse que no habrá soldado que no tenga teñida la suya con la sangre en que deseamos bañarnos.

Concluida la acción y siendo forzosa la retirada para cumplir con las órdenes de V. S. se verificó ésta en el mejor orden, cubriendo la retaguardia la caballería, la qual ocupó todo el resto del día a Granadilla, punto interesante, y por la noche al Casar de Palomero, dexando siempre cubierto Granadilla, y la infantería se replegó al Aigal con el objeto de venir a pasar la noche a este pueblo. La pérdida que hemos tenido en esta gloriosa acción ha sido tan corta que no merece se haga mención de ella…

 

GM nº 118, 28 abril

Reproduce la información francesa, firmada en Montijo el 21 de abril, referente a los combates de la Roca los días 21 y 22 del mismo.

 

SEMANARIO POLÍTICO DE MALLORCA nº 50, 28 abril, suplemento al extraordinario.

Fin del decreto de la Junta Suprema de Badajoz:

  1. Confirma los premios acordados en acta de 5 de Abril anterior, a favor de los que se señalen en defensa de esta Provincia y su Capital: además ofrece una de las mejores encomiendas de las órdenes militares de Santiago y Alcántara que hay en la comprehensión con derecho de posteridad a sus sucesores perpetuamente a qualquiera exforzado Español o extrangero que en servicio de España, su libertad y Monarquía, entregue vivo o muerto a Napoleón Bonaparte o al intruso Josef su hermano, con un dictado decoroso que circunstancie y denote en lo sucesivo la nobleza de su familia…Continua con la tabla de recompensas que ya se reprodujo en el Diario de Mallorca de 26 de abril.

 

BIBLIOGRAFÍA:

AGUILAR OLIVENZA, Mariano,”Periodismo militar en la Guerra de la Independencia” en Revista de Historia Militar nº 44, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1978.

FREIRE LÓPEZ, Ana María, Índice bibliográfico de la colección documental del Fraile, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1983.

GÓMEZ VILLAFRANCA, Román, Extremadura en la Guerra de la Independencia, Badajoz, 1908, reedición y prólogo de Juan García Pérez, Editorial Renacimiento, Sevilla 2008.

MARABEL, Jacinto J. Damnatio Memoriae. Breve historia de los españoles, alemanes y portugueses relegados en el cerco que los aliados pusieron a Badajoz en 1812, Badajoz, Autoedición, 2017.

MARTÍN-LANUZA MARTÍNEZ, Alberto, Diccionario Biográfico del Generalato Español, reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid. FEHME, 2012.

MELÉNDEZ TEODORO, Álvaro Apuntes para la Historia Militar de Extremadura, Badajoz, editorial Cuatro Gatos, 2008.

“La Guerra de la Independencia en la prensa de la época. Julio-septiembre 1808” en IX Jornadas de Historia de Llerena, Guerra de la Independencia en Extremadura, Llerena, Sociedad Extremeña de Historia, 2008.

PULIDO, M., y NOGALES, T. Publicaciones periódicas extremeñas, 1808-1988, Badajoz, Diputación Provincial, 1989.

RINCÓN JIMÉNEZ, Jesús, Periódicos y periodistas extremeños, 1808-1814, Badajoz, editorial Vicente Rodríguez, 1915.

SARMIENTO PÉREZ, José, La Junta Suprema de Extremadura en la Guerra de la Independencia Española, Badajoz, Junta de Extremadura/Consejería de Cultura, 2008.

SERVICIO HISTÓRICO MILITAR, Guerra de la Independencia, volumen V, Madrid, 1981, dirigida por Juan Priego López.

 

[1] Vocal de la Junta Suprema de Extremadura a su fundación en 1808, en representación de los labradores. Encabezando una de las partidas levantadas por la JSE combatió en diferentes ocasiones a los franceses. Posteriormente se refugió en Portugal con su familia tras la ocupación de Badajoz.

[2] Pedro Caro y Sureda, III marqués de la Romana, Palma de Mallorca 1761-Cartaxo (Portugal) 1811, estudió en el Seminario de Nobles de Madrid y en Lyon (Francia). Oficial de la Marina de Guerra pasó al Ejército en la campaña de 1793, contra la Convención francesa. En 1808 mandaba una Unidad española en Dinamarca, como aliados de Francia. Al producirse el levantamiento logró escaparse con gran parte de sus hombres y llegar a España donde ocupó puestos muy relevantes en la lucha contra el invasor. En 1810 es nombrado Capitán general de Castilla la Vieja y jefe del Ejército de la Izquierda, con el que combate en Extremadura con suerte dispar. En octubre pasó a incorporarse a las fuerzas que mandaba Wellington en Portugal, donde moriría en enero de 1811.

[3] Este Diario está publicado, en este año, en el Madrid ocupado por los franceses. En adelante DM.

[4] Joaquín María Barroeta-Aldamar, prestó servicio al rey José desempeñando, entre otros, los cargos de Intendente de Asturias y Prefecto de Santander.

[5] José Heredia Velarde; Oviedo 1751-Madrid 1814. En noviembre de 1808 se le ordenó, con una pequeña fuerza, la defensa de los puertos de acceso a Madrid, Guadarrama y Navacerrada, y posteriormente que recogiera los dispersos restos del derrotado Ejército de Extremadura, batalla de Gamonal 10 de noviembre de 1808. Reunidas tan débiles y heterogéneas fuerzas volvió a Madrid, que ya había capitulado, por lo que se replegó a Talavera de la Reina, dando lugar esta retirada a algaradas y motines entre las tropas. Sería arrestado por la Junta Central y sometido a consejo de Guerra. Sería exonerado en 13 de noviembre de 1809.

[6] En adelante DMLL.

[7] El Ejército expedicionario británico saldría de Badajoz en diciembre de 1809, el general Wellington lo hizo el 28 del mismo.

[8] En adelante DMDC.

[9] En los primeros días de marzo el Ejército de la Izquierda se extiende por la Raya de Portugal, abandonando sus posiciones en la Sierra de Gata. Así, aunque la división del general Martín de la Carrera permaneció en la zona sur de Salamanca, como apoyo a la guarnición de Ciudad Rodrigo, la división del general Carlos O’Donnell se estableció en Alburquerque, la del general Losada con el Cuartel general en Badajoz y la del general Francisco Ballesteros en Olivenza.

Por su parte los franceses, general Reynier, se mueven a Trujillo para ocupar la zona y llegar a la frontera portuguesa, como apoyo previo a la invasión de Portugal desde Salamanca.

 

[10] Pierre Hugues Merlé, general francés, su nombre aparece en el arco del triunfo en París.

 

[11] La Junta Suprema de Extremadura ordena la organización y movilización de “Partidas de Cruzada” en 8 de diciembre de 1810.

El punto 1º del decreto organizativo dice: …Que se arme toda la gente útil de la Provincia, en partidas sueltas, como medio que la experiencia ha mostrado ser el más a propósito para incomodar y contener al enemigo…

Siendo los Partidos más amenazados los de la Serena, Trujillo y Mérida se comisionó al Capitán Gabriel Corrales, a Fray Antonio de Dios y a Fray Celedonio Durán como responsables de cada uno de ellos, para activar el reclutamiento.

 

[12] Fray Celedonio Durán. Dominico. Es nombrado por la Junta Suprema de Extremadura, en 8 de diciembre de 1809, para “alarmar” a los pueblos del partido de Mérida, respondiendo al levantamiento general y organización de “partidas de Cruzada”.

Es jefe de partida en 1810 y el 18 de junio es destacado, por el Marqués de la Romana, desde Badajoz sobre el camino real de Talavera, donde sostiene un encuentro con una patrulla francesa

 

[13] Este es el último ejemplar, de 1810, al que hemos tenido acceso.

[14] Los “vales reales” eran títulos de deuda pública emitida por el Estado para sufragar los inmensos gastos en que se vio envuelta España en los finales del XVIII y el XIX, con las diversas guerras mantenidas.

[15]  En adelante GREI.

[16]           En adelante MMPEI.

[17] Actual calle de San Juan. Frente a la Iglesia parroquial de la Concepción, antiguo Convento de franciscanos de San Gabriel. El solar de la imprenta es ahora el acceso a un aparcamiento público.

[18] Carlos Odonnell y Anetham, Cadiz 1772-Madrid 1830. En 20 de diciembre de 1809 se incorpora al Ejército de la Izquierda, para el mando de la División 2. Combate en Cáceres el 14 de marzo de 1810, en las barcas de Alconétar, 30 de julio y en Fuente de Cantos, 15 de septiembre, pasando luego con el marqués de la Romana a las Líneas de Torres Vedras en Portugal.

Dic 152017
 

Enrique Meléndez Galán. Provisional.

 

  1. Introducción

            El presente escrito forma parte de toda una serie de investigaciones relacionadas con la educación a lo largo de la Edad Contemporánea en Extremadura. Bajo el tema de las enseñanzas artísticas, se pretende seguir sumando piezas al puzzle que supone la educación de los pintores, escultores y dibujantes de la región. Tras haber trabajado en este mismo contexto acerca de las enseñanzas artísticas en Cáceres en general, y de la Escuela Municipal de Artes y Oficios en particular, con el presente estudio del Ateneo de Cáceres se busca continuar con una labor investigadora en estos Coloquios de Extremadura.

En este caso, se ha realizado la investigación a través del estudio de la prensa, principal medio difusor de las ideas culturales, ya que, como se verá, algunos redactores o directores de estos periódicos formaban parte de esta institución cacereña. Aunque también se ha trabajado con otras fuentes procedentes de bibliotecas y museos.

 

 

 

  1. “Predicar en el desierto”: diversos proyectos, demanda social y falta de materialización en los primeros años del siglo XX

           

“Se intentó crear un Ateneo, se habló de crear un Ateneo, se hicieron gestiones                                para crearlo, pero lo del Ateneo fue bulla”[1].

 

Con estas duras palabras recogidas en El Bloque, se ponía de manifiesto y resumen a la primera década del siglo XX y a los diferentes conatos por establecer en Cáceres un Ateneo. El interés por fundar en la ciudad de Cáceres una institución de este tipo, que siguiera el ejemplo de aquellos formados ya en Zaragoza, Madrid, Salamanca o Badajoz, se empieza a poner de manifiesto ya a finales del siglo XIX. Con un efímero centro en 1879 presidido por Eduardo Sánchez Cortés y del que fue parte el profesor de Dibujo José Losada y Turrientes[2][3], es en los últimos años del XIX cuando comienza nuevamente a gestarse esa idea. Es en el Periódico de El Partido Liberal donde se pueden extraer fragmentos que inciden en la creación de una de estas instituciones en la ciudad de Cáceres:

 

“Amantes como los que más de cuanto al progreso de nuestra ciudad se refiere,                             vamos a dar cuenta (…) del proyecto, ya casi realizado, de creación del “Ateneo Cacereño  Cacereño” (…)

Propónense crear un Centro que tenga su domicilio en el Instituto, donde                          además de las conferencias que se celebren en las sesiones ordinarias, sobre ciencias,                               artes, problemas sociales, etcétera, tendrán lugar conferencias dominicales para obreros;                       siendo el tema de éstas, puntos de ciencia físico naturales aplicadas á las artes y oficios,                  con lo que encontrando amenas estas reuniones, aumentará la ilustración en los obreros                              y disminuirá su afición á los templos de Baco”[4]

 

Este pequeño fragmento de prensa, permite entrever toda una serie de conceptos que conviene traer a colación para aprehender en su totalidad la importancia de este pensamiento extendido.

En primer lugar, cabe citar la sede del Instituto como lugar de asentamiento de esta institución. Lugar de referencia para la cultura en Cáceres, el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza fue sede para diversas Escuelas de Enseñanzas Artísticas, bien por accidente o porque desde un principio se concibió así[5]. Por otra parte, de lo que se menciona respecto a educación es a través de conferencia, siendo un lugar donde, además de realizarse reflexiones en torno a temas culturales, se realizarían respecto a temáticas sociales, será de los asuntos que más complejidad acabarán acarreando por el choque entre las ideas políticas y la manera de abordar esos temas.

Otro punto importante es la referencia a las artes y los oficios, una constante preocupación en la formación de los artesanos, derivado ello de todo el influjo de ideas que desde Inglaterra, llegaban a la Península. Estas Arts and Crafts, artes y oficios, será la adaptación de esta recuperación y preocupación por la artesanía en el ámbito formativo. Finalmente, y para cerrar este extracto, se hace referencia a la ilustración de los obreros como contrapunto a los vicios de la taberna. Con ello, se pretendía eludir los “garitos” como instrumento de distracción del obrero y que le puede llevar a malos hábitos en su vida. Un texto muy clarificador se recoge en la ciudad hermana de Badajoz en la misma época, donde desde el Ayuntamiento se pide una subvención para continuar con la Escuela de Artes y Oficios y se alude casi con idénticos argumentos a su importancia:

 

“Supongamos que nuestros sacrificios solo reportan la ventaja de arrancar á un                             individuo de las garras del vicio. ¿Habéis podido apreciar la importancia de haberos                    convertido en salvadores de un ser lanzado por su ignorancia del garito á la taberna, de                            esta á la cárcel, luego al presidio, y al fin al patíbulo? ¡Gran satisfacción la vuestra si                                entronizando la moralidad en la antigua Pax Augusta, habeis trazado un provenir                          brillante á los obreros, aumentando las fuentes de producción, y proveyendo de artistas                        eminentes á la que fué patria de muchos guerreros y sabios!”[6].

           

            Este primitivo Ateneo germinado en la Academia de San Luis Gonzaga, dirigida por el párroco Fernando Jiménez Mogollón, acabaría por ser una Institución Científico Literaria de la mano de Mariano Avellón, quien sustituiría al antiguo párroco al frente de esta entidad y quien quería que “el Ateneo de Cáceres fuese un centro en donde se rindiese, por igual, tributo a la Ciencia y a la Literatura”[7]. No obstante, y a pesar del interés puesto especialmente por parte del grupo de estudiantes universitarios que acudía a debatir diversos temas de actualidad[8], pasaría a suspender sus actividades a caballo entre 1902 y 1903, ya que contaría apenas con estos “tres ocuatro jóvenes de bríos”[9] y como explica García Domínguez, “arrastraba una mortecina vida” y de este modo esta Institución se desmaterializaba del panorama cultural cacereño[10]. Entre las causas que provocaron el cierre, además de la apatía de algunos sectores de la población, constante en cada una de las explicaciones que se verán, se encontraba el asunto de las sensibilidades políticas y religiosas. Uno de los socios fundadores, Diego Regidor, explicaba que el hecho de que el Ateneo trascendiese, como se ha visto, de los temas culturales, científicos, artísticos o literarios para debatir sobre fe, patria, ejército o sociedad provocó “desaliento” en algunas de las personalidades que optaron por abandonar este centro[11].

Sea como fuere, poco se tardó en acusar la ausencia de este centro y la Revista de Extremadura, en enero de 1903, reiteraba esa falta de Ateneo; institución cultural que había dejado un vacío en el panorama científico-literario cacereño que en mayor o menor medida, explicaban, se pretendía cubrir con la fundación del periódico El Adarve[12] por el que luego fuera Diputado Provincial y una de las principales figuras de la cultura cacereña, Luis Grande Baudesson.

            Quedaba de este modo Cáceres despojado de un Ateneo, mientras que en otras ciudades de Extremadura como Badajoz, Mérida, Plasencia o Logrosán se conformaban estos círculos culturales. Así, en 1904, un poema titulado Cáceres suicida del maestro de Eljas Ruperto Pavo Ramos mostraba su desasosiego por la situación cultural de esta localidad en el periódico La Asamblea:

 

“Que Cáceres, población

en que abundan los blasones,

á quienes sobran doblones,

no ponga nada en acción

ni á hacer nada se decida

á otros pueblos imitando,

no es un pueblo progresando

es una ciudad suicida.

 

Que los teatros cerrados

estén, y no tenga vida

el Ateneo que convida

á jóvenes ilustrados

y que en cambio tenga abiertas

ciento cincuenta tabernas,

madrigueras sempiternas

del vicio si á entrar aciertas

(…)”[13].

 

De este modo, se lamenta el poeta de la situación de Cáceres, mostrando un cierto retraso cultural frente a otros pueblos de Extremadura, condenando el vicio de la taberna ya comentado anteriormente. Existe, por tanto, una demanda social que se encarna en algunos proyectos que buscaban refundar nuevamente una Institución que tomara como ejemplo el Ateneo de Badajoz. Así, el periódico El Norte de Extremadura, recogía en septiembre de 1904, la iniciativa de un grupo de jóvenes “de fundar, durante el próximo invierno, un Ateneo á semejanza del ya existente en Badajoz”, idea que desde ese medio deseaban que “fructifique y prospere (…) a favor de la cultura cacereña”[14]. Con ello, se trataría de despertar ese antiguo Ateneo “de su letárgica vacación” como se exponía desde El Adarve[15]. A pesar de ese interés, no llegó a materializarse este Ateneo, algo de lo que se arrepentía en el mismo periódico el compositor Jacinto Cabrera Orellana:

 

“Quisimos los cacereños fundar un Ateneo, un Teatro, un Batallón Infantil (…)                              Triste es decirlo, pero si se formó algo de ésto fué para fracasar al poco tiempo ¿Por                     qué? Todo por ésta apatía abrumadora y la pereza irritante de este desdichado pueblo, y                           por ésto está y estará siempre, á la altura del peor lugarejo”[16].

 

Tras estos años sin iniciativas, nuevas demandas se elevaban desde la prensa para contar con un Ateneo en Cáceres, donde hubiera unas instalaciones adecuadas en las que impartir conferencias, ya que “conferenciantes no habían de faltar, y público mucho menos” como afirmaba el diario cacereño de El Noticiero[17]. Este interés social llevó al siguiente año, en 1908, a conformar una Comisión para la creación de esta institución en la capital cacereña. De la mano de León Leal Ramos, Enrique Montánchez, Alfredo Mateos y Joaquín Carrera se empezaron a estudiar las posibilidades de este centro. “¡Qué resulte!” animaba El Noticiero ante esta iniciativa[18]. Con gran interés fue creciendo este germen del que desde El Bloque se afirmaba que pondría “de manifiesto sin duda alguna el valor de la juventud cacereña” aunque aún con ciertas dudas acerca de su materialización que se vislumbraban en el mero título de la noticia con la palabra “Ateneo” entre interrogantes[19]. No iban mal encaminadas esas dudas, ya que dicha tentativa nunca llegó a cobrar forma y por ello se lamentaba El Norte de Extremadura, achacando nuevamente la culpa a la pereza, la apatía y la desidia de esta tierra y anunciando que mientras no se cambiase esta actitud, los diversos intentos serían “poco más que predicar en el desierto”[20].

 

  1. Entre el pesimismo y la esperanza: nuevas iniciativas y nuevos fracasos

De mano de particulares, como el abogado Joaquín Carrera, siguieron surgiendo iniciativas que del mismo modo que se había hecho anteriormente se animaba desde la prensa[21]. No obstante, el fracaso de cada vez más intentonas de esta índole iba generando un sentimiento de pesimismo que rápidamente se contagiaba entre los diferentes medios de prensa y de difusión cultural. De este modo, la Revista de Extremadura, ante la iniciativa recogida desde el diario Brisas Nuevas sobre la implantación de este “hogar de la intelectualidad” se aludía a las “impurezas de la realidad” para augurar el fracaso por diversos motivos; entre ellos, motivos pecuniarios, falta de ambiente cultural, y escaso interés de la gente pudiente. Muy duras fueron las palabras de Juan Sanguino que, bajo el pseudónimo de “Cálamo Curriente[22]” vertía en la Revista de Extremadura donde concluía con un “¡Ojalá nos equivoquemos!”[23]. De este modo, esta misión encabezada por Juan Luis Cordero no contaba con buenos augurios desde esa Revista ni tampoco desde El Bloque, quienes abrigaban “cierta desconfianza de que se lleve á cabo. Quisiéramos equivocarnos…[24]”.

No obstante, esos amagos de desconfianza no eran óbice para contar con el apoyo de ambas publicaciones e incluso otras tantas, sin ese pesimismo, como por ejemplo el periódico El Noticiero, que se sumaba a la iniciativa de la Revista Brisas Nuevas con el fin de engrandecer la cultura del pueblo extremeño[25] del mismo modo que hizo El Adarve[26]. Poco a poco, parecía que este centro iba sumado apoyos y adhesiones del mundo de la cultura[27] pero un año después, en 1911, continuaba en estado embrionario y no terminaba de cuajar la idea, por la cual se seguía peleando desde estos periódicos, con semanarios como La Crónica, que bajo el título “¿Siempre proyecto?” encabezaban el debate y el ánimo por la instalación del Ateneo. En concreto, el articulista que aludía a este texto de La Crónica, Julio Acha, exhortaba a ser “prácticos”, sin discutir y buscando no “reincidir” en los errores del pasado[28].

Otro pilar más en la búsqueda de este nuevo Ateneo fue el periódico Era Nueva, quien se adhería en la búsqueda de esta “idea tantas veces como nacida fracasada” y la cual criticaba el desánimo y el pesimismo generado respecto a esta institución. Lamenta, además, que por ello se haya perdido otra oportunidad más de configurar en Cáceres esta institución:

 

“…nosotros dejamos esta humilde siempreviva, ó por mejor decir, siempremuerta           siempremuerta, en el mausoleo que hemos erigido al pobre Ateneo, al que entre La                               Crónica, El Adarve y ERA NUEVA resucitamos y entre la general indiferencia murió.                              ¡Rogad por él”[29].

                                  

Realmente, la situación debió de sorprender a los diversos intelectuales, no sólo de Cáceres, sino también del resto de Extremadura y, de este modo, Enrique Segura, desde Badajoz, se sorprendía como con el nivel cultural de Cáceres y alrededores aún no existía la figura del Ateneo. Alude a García Plata de Osma, a Juan Luis Cordero, Publio Hurtado, Luis Grande Baudesson, Julio Acha, etc. hombres de letras e intelectuales que podían dar lugar a un buen espacio para las artes[30]. Esta situación de incertidumbre que no se llegaba a entender por parte de las élites culturales generó, entre otras respuestas, la de abogar por un entendimiento entre todas las personalidades de la cultura cacereña, con la prensa como apoyo. Se hizo este llamamiento por parte de Manuel de Mendoza en El Noticiero, buscando ser realista y abogando, nuevamente, por lo práctico. La solución pasaba por hacer un Ateneo acorde a las circunstancias cacereñas, sin grandes alardes, sin amplias aspiraciones: “y ya que no pudiera ser un Ateneo como es debido, y como son los demás, sería una humilde casa donde pudiéramos reunirnos á cultivar nuestras aficiones, esos pocos… decididos”[31].

            Uno de los personajes citados por Enrique Segura, Juan Luis Cordero, fue uno de los principales impulsores de esta última iniciativa y, ante el punto muerto en el que se encontraba el Ateneo cacereño, volvió a exhortar a sus compañeros para poder fundar esta institución augurando que acabaría por establecerse en la ciudad, tarde o temprano, y que lo único que hacía falta era “querer” fundarlo[32]. No tardaron en aparecer entonces las reacciones de compañeros del poeta, como Germán García Fernández, quien apoyaba plenamente la idea de la fundación, sumando al “querer”, el “deber” de aquellos que “pueden” “enseñar al que no sabe”[33] o el maestro Pozo y Moreno, quien se sumaba a la iniciativa del poeta como “simple soldado”[34], del mismo modo que lo hacía El Bloque[35]. Luis Grande Baudesson también respondió a las palabras de Cordero, sumándose a la idea pero siendo consciente del ambiente popular respecto a la cultura. Cita, para ello, el ejemplo de la Escuela Provincial Elemental de Artes e Industrias[36], la cual cerró sus puertas un año antes por el absentismo de los alumnos y que causó un particular dolor al joven político[37].

Poco a poco, la idea parecía ir cuajando y pese a algunos encontronazos de carácter político[38] o dependientes del reglamento por el que se iba a regir la institución[39], la idea de fundar un Ateneo en Cáceres iba siendo bien acogida, aunque eso también había ocurrido en las anteriores ocasiones. Juan Luis Cordero, a la cabeza del proyecto, afirmaba “Tendremos Ateneo” en El Noticiero, exponiendo con contundencia el no admitir medias tintas: o se estaba a favor del Ateneo, o se estaba en contra de los señores que quieren el Ateneo. Intentaba, además solventar las dudas que se habían generado sobre si iba a ser un “Ateneo Republicano” con lo que Cordero quiso eliminar todos los “motes” y “orientaciones” que pudiese llegar a tener, buscando el bien de la colectividad y contando con el apoyo de diputados, senadores, abogados, médicos, ingenieros, intelectuales, etc. Por tanto, y con vistas a una pronta fundación, se convocó una reunión en el Instituto a mediados de febrero de ese año de 1912, de la que saldría convocada la junta organizadora para los trabajos preliminares[40]. Lamentablemente, no debieron de llegar a buen puerto las negociaciones para conformar esta institución y las brechas ideológicas existentes entre los presentes debieron terminar por derrumbar las aspiraciones vertidas por el Ateneo. A los pocos meses ya se lamentaba Julio Acha nuevamente en El Bloque, exponiendo que se había sido incapaz de conseguir “uno de los fines más apetecidos por los mortales: hablar”, criticando duramente el ejemplo que se estaba dando con esta situación a la juventud cacereña[41].

 

 

 

  1. “¿Otra vez el Ateneo?”: la reapertura del debate y los mismos resultados

 

Se volvía al punto de partida a comienzos del año 1913, aunque ya con una mayor concienciación por parte de las élites intelectuales de la necesidad, si bien además de la cultura por orgullo patrio, de la fundación del Ateneo. De este modo lo exponía el conocido regionalista extremeño Antonio Elviro Berdeguer:

 

“La prensa, cuando unánime levanta su voz en demanda de cultura, vence.                    Nosotros unidos también, dejando á un lado antagonismos personales, obtendríamos el                            triunfo y éste cristalizaría en un Ateneo que serviría para escuchar á los intelectuales                    paisanos portaestandarte de una civilización regional que crece á paso de gigante.

(…) Dispersados estamos. Esto de sobre lo sabemos. Pero ya que conocemos el                              mal, poner los medios deberíamos para atajarlo de raíz y entonces la patria nos aplaudiría    aplaudiría frenética porque el alma regional viviría allí dentro y más dentro aún, el alma                   española daría fuerza y vigor á la expresión del cuadro”[42].

 

            Se volvía así a una situación de punto muerto que se mantuvo durante tres años, volviendo a recuperarse la idea en el verano de 1916, con una nueva concepción en el aspecto cultural contemplando la enseñanza para artesanos y obreros en el futuro Ateneo. Se extendió así una carta por la prensa que la suscribían más de treinta personalidades cacereñas ligadas a la cultura, entre los que se encontraban Manuel Castillo, Sebastian Gil Alberola o Luis Grande Baudesson[43]. Quedó así constituida, a mediados de julio, una comisión encargada de elaborar el Reglamento y conformada por Publio Hurtado, Luis Pérez, Luis Grande, Manuel Telo y Joaquín Mesonero[44].

Pero los conatos que esta vez parecían que iban a cuajar comenzaron a recibir algunas críticas desde sectores católicos de la región que temían la “intoxicación” de ideas anticlericales. El Ateneo que hasta entonces había ido cobrando forma, volvía a encontrarse inmerso en un debate sobre el enconsertamiento y legitimidad de sus debates, con personalidades como Romero de Mendoza defendiendo este círculo frente a los ataques recibidos desde la prensa religiosa[45]. Las contestaciones y los carteos no fueron pocos y así lo demuestran algunos periódicos como Diario de Cáceres o La Montaña, donde se intercambiaron respuestas a favor y en contra de la perspectiva liberal que defendía Romero de Mendoza y que provocaba una lluvia de críticas desde los sectores más conservadores, quienes enarbolaban que un centro cultural no debía preocuparse de debatir dogmatismos religiosos[46]. Finalmente, y como tantas otras veces, el Ateneo volvía a encontrar su final perdido en sí mismo y en debates internos que así se explicaban, un año después en El Bloque:

 

                                   “Por la dejadez de unos, la ceguera de otros y la callada oposición de un                          reducido grupo de suicidas, murieron en flor tan hermosa y cultas esperanzas”[47].

 

Mientras tanto, continuaban creándose Ateneos en la región, como el de Serradilla, en el verano de 1918, “sin aplausos de la prensa, sin la iniciativa de un poeta, sin el bombo que suele darse á todas las iniciativas” lo que hacía sentirse en evidencia a los intelectuales cacereños[48] que llegado el momento buscarían “amparo en la tribuna del Ateneo de Badajoz”[49]. De ese “ruidoso fracaso” que se había dado a lo largo de estos primeros años del siglo XX se pretendía aprender, buscando dejar a un lado las diferencias políticas, religiosas y centrarse en la cultura sin admitir debates entre deístas y ateos o entre signos políticos diferentes. “¿Otra vez el Ateneo?” rezaba la portada del llamamiento a la razón que hizo el maestro Juan del Sol Collazos[50].

 

 

  1. “Al fin, Ateneo”: la formación del Ateneo de Cáceres en 1925

 

                                   “Adelante con el empeño, que gota á gota se orada la piedra”[51].

 

            Con estas palabras se exhortaba en el año de 1909 a la creación del Ateneo y, como se ha visto, fueron no pocas las iniciativas que surgieron y emanaron desde el ámbito cultural cacereño que por diversas causas acabaron por finalizarse sin el ansiado propósito. Ahora bien, todo ello fueron gotas que sirvieron para ir concienciando a los intelectuales, estimulándoles el orgullo y animándoles en la decepción. Se llega así a mediados de los años veinte sin el Ateneo aún como lugar de cultura, y volvían a resonar las voces pidiendo esta institución. Uno de estos llamamientos fue el del doctor Corrales tras una conferencia en la que se ponía de manifiesto la falta de un Ateneo en Cáceres donde realizar estas charlas[52] y cuya utilidad serviría a un bien mayor “con o sin libertad de cátedra”[53]. Estas ponencias realizadas en el Ayuntamiento debieron de suponer un revulsivo para la cultura cacereña, que una vez más se movilizó para un proyecto, que esta vez si llegó a buen puerto.

El 9 de mayo de 1925, en el diario La Montaña, surgía un manifiesto en pro de la cultura cacereña y con un carácter integrador de “personas de cualquier tendencia política y que ha de ser ajeno al interés de cualquier partido”, con lo que demuestra que estaban presentes las problemáticas que habían detenido las iniciativas anteriores. Este manifiesto firmado por más de sesenta personas de las más relevantes en los aspectos culturales cacereños nacía con una fuerza que no habían sentido los otros. Entre ellos, Arsenio Gallego, quien sería director años después de la Escuela Elemental de Trabajo y Capataces Agrícolas; León Leal, quien había participado en iniciativas anteriores; Eulogio Blasco, artista y que sería maestro de las Bellas Artes en los diferentes centros de la capital cacereña; Tomás Martín Gil, hombre de letras y crítico de arte; Lucas Burgos, conocido caricaturista y también profesor de Dibujo en Cáceres; Antonio Silva, director de la Escuela Municipal de Artes y Oficios; o Juan Caldera, querido artista de la ciudad de Cáceres y que, como se verá, acabará haciéndose cargo de las clases de artes plásticas de este centro[54].

El 12 de mayo se reunieron las personas simpatizantes de esta idea en el Colegio Médico, situado entre las calles San Pedro y San Antón, y sacaron adelante el Reglamento y la Junta directiva, presidida por el veterano escritor Publio Hurtado y con Juvenal de Vega al mando de la secretaría. Con tres secciones dedicadas a Ciencias Morales y Políticas, Ciencias Exactas, físicas y naturales, y Literatura y Bellas Artes[55], hubo que esperar un par de meses más para constituir con carácter definitorio esta institución[56]. “Al fin, Ateneo” titulaba La Montaña una columna en la que se expresaba la alegría por contar en Cáceres con un centro de esta índole, “obra de unos cuantos soñadores, con cuya realización es verdad que no han de poder echar mucha carne en el cocido”[57]. Se ponía así fin a más de veinte años de debate, de desaliento y desilusión, y se daba una muestra más del “progreso del sentimiento artístico de Cáceres” en palabras del que posteriormente fue director de la Masa Coral Cacereña José Gómez Crespo[58].

Situado en un local de la calle Alfonso XIII[59], n.º 30, el primer acto oficial una vez constituido el Ateneo en julio fue el adherirse a la propuesta de homenaje a Publio Hurtado que el Ayuntamiento había acordado meses atrás[60]. Se establecieron así en unos locales que contaban con una sala de tertulia, un salón de visitas, una sala de lectura y biblioteca[61]. Esta última se componía de las donaciones de los socios y de todos aquellos que quisiesen aportar libros. En apenas unos meses, la biblioteca pasó a contar con más de trescientos volúmenes con grandes donativos por parte de Publio Hurtado, Tomás Pulido y Emilio Herreros[62], pero también de otros como Luis Grande Baudesson o incluso de la mano de sus autores como Rincón Jiménez o López Prudencio que seguirían ampliando en los siguientes meses las estanterías del Ateneo[63].

De este modo, y para festejar su apertura, se realizó una solemne inauguración el 12 de octubre de 1925 a las siete de la tarde con motivo del día de la Raza[64]. Amenizando la velada se encontraba la banda del Regimiento Segovia[65] y además se aprovecho para homenajear a Publio Hurtado, concediéndole su nombre a la plaza en la que vivía, con la medalla de la Diputación y desplegando una placa. Con la lectura de la memoria explicada en este acto, se hacia justicia, además, al valor de los intentos frustrados anteriormente con las palabras que a continuación se exponen:

 

“Lejanos están, si apuramos la investigación, los orígenes del Ateneo de                           Cáceres, porque, en distintas ocasiones, hace muchos años, surgieron nobles intentos,                        que no pudieron cuajar en realidades, para dotar a nuestra ciudad de ese centro de                     cultura. De aquellos intentos, para cuyos mantenedores quiero dejar consignado aquí mi                             aplauso cariñoso, quedó lo que siempre deja todo intento noble y honrado: la semilla                   fecunda, la inquietud inextinguible, esa llamita azul que luce en los espíritus cuyo lema                        es una constante superación; y esa semilla y esa inquietud vinieron recientemente a                  posarse en las almas de algunos jóvenes de la intelectualidad cacereña, Blázquez                           Marcos, Caldera, Romero Mendoza, Aranguren, Ruiz Morote, Pulido, Rodríguez Polo,                  Serrano Pacheco, Corrales, Pita, Martin de Cáceres, Delgado Valhondo, Martín Gil y                                otros, dando lugar a lo que podemos llamar orígenes inmediatos de nuestro Ateneo…”[66].

 

Nació así este centro de cultura, impulsado por 154 socios[67] y con una cuota de entrada de 10 ptas[68]. con las que se sufragarían algunos gastos como el alquiler del local, ornamentación, etc. Estos buscaban hacer de Cáceres un lugar de cultura, con múltiples iniciativas que velaron por la educación del pueblo como a continuación se verá, haciendo hincapié en el aspecto artístico.

 

  1. La vinculación del Ateneo con las artes plásticas: las clases y el revulsivo cultural.

            Respecto al aspecto de las Artes, al frente de la sección de Literatura y Bellas Artes quedó Ramón Segura de la Garmilla[69], quien rápidamente optó por proponer una exposición para la próxima Feria[70]. Éste era seguido de Gustavo Hurtado Muro como vicepresidente y los secretarios Tomás Pulido y Miguel Muñoz[71]. No obstante, Hurtado Muro no fue el único artista en preocuparse por sacar adelante el Ateneo Cacereño en los primeros momentos de su fundación. Junto al ya mencionado Juan Caldera, Conrado Sánchez Varona se comprometió a enviar obras, en calidad de depósito, para ir conformando una colección que luciese y ornamentase las diversas salas[72]. Del primero se contó con obras como La niña del geranio, El Arco del Cristo, Vendedora de Gallinas, Un rincón de Cáceres, La Moza del refajo y Vieja devota y del segundo Cumplimiento Pascual, autor este ultimo que también colaboraría en la realización de algunos diplomas honorarios[73]. Se sumó a ello, además, las fotografías de Tomás Martín Gil para complementar la adecuación del local[74].

En este sentido, la presencia de artistas plásticos fue una constante entre los muros del Ateneo. Un año después de su inauguración, el 2 de octubre de 1926 se inauguró una exposición de obras de Juan Caldera como daba cuenta Nuevo día[75] y en cuya invitación mandada a la prensa valorando la labor de este artista por encima de algunas decisiones de los jurados madrileños[76]. El siguiente artista en exponer, a los pocos meses, fue Eulogio Blasco, acordado por la Junta Directiva y remarcando el interés del Ateneo “de dar a conocer, de un modo periódico y constante la labor de nuestros artistas”[77]. Allí se pudieron ver toda una serie de esculturas, pinturas y repujados del artista cacereño[78].

También fue el Ateneo lugar de concursos de fotografía, cuya acogida fue exitosa y con representación de todo el panorama español en más de 331 fotografías recibidas y recogidas en el Catálogo de tal evento[79] y donde fue premiado el artista de D Benito Alfonso Trajano[80], que más tarde expondría también en este centro[81]. Incluso artistas menos conocidos como Fermín Sánchez Cantos, pero de gran valor en el campo del cartel, encontraron entre estas cuatro paredes lugar para exponer su obra[82].

Por otra parte, la labor educativa a la que se vinculó desde su nacimiento el Ateneo, generó el surgimiento, además de conferencias en las que podía acudir todo el público fuese socio o no[83], cursos y cursillos de temas legislativos o literarios, con carácter semanal y mensual[84] y, posteriormente, el inicio de clases, a modo de Academia, donde podían recibir formación únicamente los socios y los familiares de estos.

Una de las primeras clases que se impartieron fueron las de francés[85], a las cuales se les sumó, posteriormente, las de Mecanografía, Taquigrafía y Matemáticas[86]. A estas cuatro, habría que añadirle las de Solfeo y, finalmente, Dibujo, aunque varios años después, en 1929. Entre tanto, se fueron renovando algunos cargos; Hurtado Muro dejó la vicepresidencia de la sección de Literatura y Bellas Artes pero otro artista, Juan Caldera, entraría en la Junta Directiva ocupando la secretaria de esta sección pero también durante un breve periodo de tiempo. Algunos de estos cambios en la directiva supusieron algunos conflictos internos de los que se hizo eco el diario Nuevo Día[87] aunque no llegaron a mucho más, ya que las actividades continuaron con total normalidad. Estas clases de Dibujo dieron comienzo a partir del 15 de enero de 1929, en el nuevo local del Ateneo en la calle San Antón. La asistencia estaba restringida, únicamente, a los hijos de los socios de esta institución cacereña y los pupilos podían formarse en tres materias relacionadas con las Artes plásticas: Dibujo Artístico, Dibujo Geométrico y Pintura. Estas serían impartidas por Juan Caldera, destacado profesor y que el ambiente cultural tenía en gran estima[88].

Esta docencia se mantendría durante el final de los años veinte[89], aunque la gran revolución docente en el Ateneo se vivió a principios de los años treinta, cuando se ampliaron las materias impartidas. Para ese curso de 1930/31, pasarían a explicarse las clases de Aritmética general y mercantil; Álgebra; Geometría plana y del espacio; Trigonometría y topografía; Física y química; Mecánica general y aplicada; Mecanismos y máquinas; Electricidad; Motores hidráulicos, térmicos y eléctricos; Estereotomía y construcción, Monogramas; Francés, inglés, alemán e idioma auxiliar internacional Esperanto; Dibujos artístico, lineal, geométrico, arquitectónico e industrial; Pintura al óleo; Economía y legislación; Solfeo y música; Labores femeninas; y Taquigrafía y mecanografía. Del mismo modo, a Juan Caldera se le sumaba toda una serie de profesores como Ángela Capdevielle, Inés Ayarzábal, Tomás Martín Gil, Cándido Rodriguez, Rito Carrillo, José Díez Coronado o Sebastián Gil[90].

Se constituía, por tanto, un centro con un programa similar al que se podía encontrar en lo que serían las Escuelas Elementales de Trabajo de años posteriores. Se observa, por tanto, ese interés del centro por la educación de la masa obrera más allá de todas las conferencias que se habían estado impartiendo desde su fundación. Se evoluciona, así, desde esos primeros cursillos hacia un interés educativo pleno, ejemplificando además el aperturismo de la cultura hacia ambos sexo. El propio Publio Hurtado, fallecido unos años antes y cuya pérdida sintió con gran lástima el Ateneo, en el discurso inaugural decía así de esta situación:

 

“Al reclamar el apoyo de ambos sexos, pido y espero de las señoras que                           conviven con nosotros, que nos tiendan su mano y nos prodiguen sus gracias intelectuales       intelectuales; pues son del mismo solar en que nacieron la Galinda, La Sigea, Concepción        Concepción Arenal, Rosalía de Castro, la Avellaneda, la Coronado, la Pardo Bazán y                  otros talentos femeninos privilegiados, y no faltan entre nosotros otras damas que                   pudieran emularlas con sus destellos mentales.

Para el Ateneo sería un día de gloria aquel en que una hija de Eva ocupase su                                 tribuna…”[91].

 

No obstante, aún se apreciaban los convencionalismos propios de una sociedad patriarcal, ya que las asignaturas que se podían cursar se ligaban a esos oficios “propios de su sexo”. Con el añadido de la asignatura de Corte y confección en el curso de 1931/32, las mujeres podían acceder a ésta y a Labores de adorno, Bordado, Flores Artificiales “y otras propias de la mujer”.[92]

Bajo la nueva presidencia de Juvenal de Vega y del secretario Germán García, estas clases se continuaron en los años treinta, impartidas con carácter diario y así se enseñaba toda una suerte de asignaturas, continuando con la formación del Dibujo de la mano de Juan Caldera. Pero además, había otra serie de enseñanzas de carácter musical, como la ya vista de Solfeo y a la que se le añade Piano por Ángela Capdevielle o Violín dado por Gregorio Durán. Además, destaca la implantación de dos plazas gratuitas “para alumnos pobres”[93].

Este último hecho lleva a finalizar el escrito entendiendo que el Ateneo no solamente cumplía un papel cultural, sino también un fin social. Conscientes de la penurias por las que pasaban algunas familias, los colaboradores del Ateneo participaban en celebraciones como La Fiesta de los Reyes, donde se solidarizaban con los más pequeños y les hacían entregas de juguetes, desde el primer año de su fundación. Para ilustrar esto, las palabras de Miguel Ferrero Pardo clarifican esta labor:

 

“Éstos, que son los únicos Reyes que mis ideas admiten, siguen haciendo la                     buena obra de llevar todos los años un poco de ilusión a muchos hogares cacereños,                            patrocinados por dicha institución cultural”.[94]

 

            Esta labor se mantuvo hasta prácticamente su desaparición, a finales de los años treinta. La Guerra Civil, un sentimiento de conflictividad hacia este tipo de centros y condenas por impago a las que el Ateneo, que ya se encontraba desaparecido en 1940, no podía enfrentarse, fueron la puntilla para sus quince años de vida. Se extinguió tras esos años de defensa y promoción de la cultura en Cáceres[95], aunque esa visión no era precisamente la que se tenía de ella en los últimos años y lejos quedaban ya las palabras de admiración leídas a lo largo de este texto:

 

“¿Y sabe usted lo que son los Ateneos” Engendradores de malestar ciudadano,                              padrastros de la República, lugares de pomposa y ridícula inacción, circos científicos.                 Un Ateneo se forma siempre por la iniciativa de dos o tres señores que quieren  desembuchar sus dos o tres mal aprendidas y mohosas conferencias y que, luego,                          invariablemente, se repelen unos a otros impotentes de soportar la exhibición de sus                      propios ascos.

Algo hay que hacer en favor legítimo de Cáceres, extricta justicia nacional”[96]

 

Conclusión

            A lo largo de estas líneas se ha podido comprender como un centro de suma importancia como un Ateneo no llegó a fraguarse en Cáceres a pesar de los intentos por darle continuidad desde 1879. Aspectos políticos, conflictos personales, sentimientos religiosos, etc., conformaron un lastre para un centro que debía dedicarse a la cultura.

            No fue hasta que se dejaron de lado estas diferencias cuando, por fin, a mediados de los años veinte nació un centro cultural, donde las Bellas Artes jugaron un papel de suma importancia, no solamente en el aspecto expositivo, sino también educativo. Se entendió entonces al Ateneo como un complemento para la formación de los jóvenes artesanos que contaban en esos momentos con una Escuela Municipal de Artes y Oficios que gozaba de muy buena salud.

            No obstante, y a pesar de la fuerza que demostró durante sus quince años de vida, este centro acabó desapareciendo, pero en la memoria de la región extremeña aún resuenan los nombres de todas aquellas personas que “gota a gota” lucharon por la cultura: Publio Hurtado, Juan Caldera, Ángela Capdevielle, Juvenal de Vega, José Losada, Juan Luis Cordero… entre otros muchos, fueron personalidades a las que se les debe, por nuestras generaciones y las futuras, el conservar un pasado cultural digno de nuestra Extremadura.

  

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Redacción, “El doctor Corrales pone de relieve la urgente necesidad de depurar el agua que bebemos” en La Montaña, 14/02/1925.

 

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Redacción, “En la Alcaldía de Cáceres” en La Falange, 30/08/1937.

 

Redacción, “En la reunión de ayer se nombró Junta directiva y se aprobó el reglamento” en La Montaña, 13/05/1925.

 

Redacción, “Fallo del Jurado del Concurso Fotográfico” enNuevo Día, 20/06/1927

 

Redacción, “Hacia la instalación del local y organización de otros servicios” en La Montaña, 08/07/1925.

 

Redacción, “Ha quedado abierto a los socios el Ateneo de Cáceres” en La Montaña, 05/09/1925.

 

Redacción, “Inauguración de una exposición” en Nuevo Día, 15/11/1929.

 

Redacción, “Interesantes acuerdos de la Junta Directiva” en Nuevo Día, 01/12/1926.

 

Redacción, “La conferencia de anoche” en El Noticiero, 20/12/1907.

 

Redacción, “La Exposición de cuadros de Juan Caldera” en Nuevo Día, 01/10/1926.

 

Redacción, “La Exposición de Caldera” en Nuevo Día, 27/09/1926.

 

Redacción, “La inauguración del Ateneo” en La Montaña, 10/10/1925.

 

Redacción, “La organización del Ateneo Científico y Artístico Literario y la corrida de toros de Agosto de 1879” en Nuevo Día, 23/02/1928.

 

Redacción, “La vida en Cáceres hace 49 años” en Nuevo Día, 17/02/1928.

 

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[1]     H. de X., “Por las letras extremeñas” en El Bloque, 09/03/1909.

[2]     Redacción, “La organización del Ateneo Científico y Artístico Literario y la corrida de toros de Agosto de 1879” en Nuevo Día, 23/02/1928.

[3]     Redacción, “La vida en Cáceres hace 49 años” en Nuevo Día, 17/02/1928.

[4]     Redacción, “Notable Mejora” en El Partido Liberal: periódico político, 25/09/1898.

[5]     Enrique MELÉNDEZ GALÁN, «Las escuelas de enseñanza artística en Cáceres: notas para un recorrido en el tiempo» en Actas de los XLIII Coloquios Históricos de Extremadura, 2015, pp. 425-443.

[6]     “Carta de petición de subvención del Ayuntamiento de Badajoz” de 27/06/1896 en Para que se provean las diferentes necesidades de la Escuela de Artes y Oficios, Exp. 38, 1878-1927, 739, 3. 08 Educación, Expedientes, Centros Educativos, 739. Archivo Histórico Municipal de Badajoz.

[7]     Un Cacerense, “Crónica Regional” en Revista de Extremadura, Año II, n.º 8, 1900, p. 89.

[8]     Un Cacerense, “Crónica Regional” en Revista de Extremadura, Año I, n.º 1, 1899, pp. 73 y 74. ,

[9]     Un Cacerense, “Crónica Regional” en Revista de Extremadura, Tomo IV, Cuaderno XLII, 1902, p. 574.

[10]   Luis M. GARCÍA DOMÍNGUEZ, “Cultura burguesa y cultura obrera en la Extremadura de entre siglos. Contribución al estudio de un proceso de dinámica cultural” en Norba. Revista de Historia, vol. 16, 1996-2003, p. 590.

[11]   Diego B. REGIDOR, “El verdadero peligro” en El Tiempo, 15/12/1911.

[12]   Un Cacerense, “Crónica Regional” en Revista de Extremadura, nº V, Cuaderno XLIII, 1903, p. 43.

[13]   Ruperto PAVO RAMOS, “Cáceres suicida” en La Asamblea, 16/01/1904.

[14]   Redacción, “Noticias” en El Norte de Extremadura, 28/09/1904.

[15]   Diego M. CREHUET, “Certamen literario regional” en El Adarve, 20/10/1904.

[16]   Jacinto CABRERA ORELLANA, “Disolución del Orfeón” en El Adarve, 07/02/1907.

[17]   Redacción, “La conferencia de anoche” en El Noticiero, 20/12/1907.

[18]   Redacción, “Noticias” en El Noticiero, 16/01/1908

[19]   Redacción, “¿Ateneo?” en El Bloque, 21/01/1908.

[20]   C. “Predicar en el desierto” en El Norte de Extremadura. 22/08/1908

[21]   Redacción, “Noticias” en El Bloque, 06/04/1909.

[22]   Esteban CORTIJO y Nadia AIT, “La Revista de Extremadura (1899-1911). Una aventura intelectual extremeña” en Revista de Estudios Extremeños, vol. 54, n.º 3, 1998, pp. 1109-1132.

[23]   Cálamo Curriente, “Cronica Regional” en Revista de Extremadura, Tomo XII, Cuaderno XCCCIV, 1910.

[24]   Redacción, “Adelante! En El Bloque, 09/08/1910

[25]   Redacción, “Ateneo” en El Noticiero, 02/08/1910.

[26]   Redacción, “Obra de cultura” en El Adarve, 04/08/1910.

[27]   Redacción, “Ateneo” en El Adarve, 11/08/1910.

[28]   Julio ACHA, “¡Hay que realizarlo!” en El Adarve, 26/10/1911.

[29]   J. A., “Charlas semanales” en Era Nueva, 02/11/1911.

[30]   Enrique SEGURA, “Cáceres intelectual” en El Nuevo Diario de Badajoz a través de El Adarve, 30/11/1911.

[31]   Manolo DE MENDOZA, “Acerca del Ateneo” en El Noticiero, 30/11/1911.

[32]   Juan Luis CORDERO, “Por mi patria y por mi dama” en El Noticiero, 07/12/1911.

[33]   Germán GARCÍA FERNÁNDEZ, “Acerca del Ateneo” en El Noticiero, 13/12/1911.

[34]   R, POZO Y MORENO, “Siento plaza” en El Noticiero, 15/12/1911.

[35]   Redacción, “Por el Ateneo” en El Bloque, 19/01/1912.

[36]   Luis GRANDE BAUDESSON, “Nota de la semana. Por la cultura” en El Adarve, 14/12/1911.

[37]   Enrique MELÉNDEZ, “La Escuela Provincial de Enseñanza del Obrero: enseñanzas artísticas en Cáceres tras la Escuela de Artes Industriales” en Norba. Revista de Arte, N.º 36, 2016. pp. 259-264.

[38]   Julio ACHA, “El Ateneo” en Nueva Era, 23/12/1911.

[39]   Diego B. REGIDOR, “Sobre el Ateneo” en El Tiempo, 29/12/1911.

[40]   Juan Luis CORDERO, “Tendremos Ateneo” en El Noticiero, 16/01/1912.

[41]   Julio ACHA, “Al hilo de la actualidad” en El Bloque, 12/06/1912.

[42]   A. Elviro BERDEGUER, “Una idea. A los literatos cacereños” en El Bloque, 08/01/1913.

[43]   Lorenzo ALONSO, Manuel BRAVO et al., “Pro Ateneo” en El Bloque, 19/06/1916.

[44]   Redacción, “El Ateneo” en El Bloque, 26/07/1916.

[45]   P. ROMERO DE MENDOZA, “Sobre el Ateneo. Contestando á un artículo impugnativo” en El Bloque, 18/08/1916.

[46]   Simplicius Simplicissimus, “La cuestión del Ateneo” en Diario de Cáceres, 19/08/1916.

[47]   Cantarín Cautivo, “Hacemos algo?” en El Bloque, 29/05/1917.

[48]   Rafael ROLO RUEDA, “Haciendo patria” en El Bloque, 08/11/1918.

[49]   Gonzalo DE ALADARES, “Aspectos pacenses” en La Montaña, 02/01/1922.

[50]   Juan DEL SOL COLLAZOS, “¿Otra vez el Ateneo?” en El Noticiero, 15/11/1918.

[51]   Redacción, “Noticias” en El Bloque, 06/04/1909.

[52]   Redacción, “El doctor Corrales pone de relieve la urgente necesidad de depurar el agua que bebemos” en La Montaña, 14/02/1925.

[53]   Redacción, “Noble empeño” en La Montaña, 16/02/1925.

[54]   Arsenio GALLEGO, Eusebio PITA et al., “Hacia la creación del Ateneo de Cáceres” en La Montaña, 09/05/1925.

[55]   Redacción, “En la reunión de ayer se nombró Junta directiva y se aprobó el reglamento” en La Montaña, 13/05/1925.

[56]   Redacción, “Quedó constituido el Ateneo de Cáceres” en La Montaña, 17/07/1925.

[57]   Redacción, “Al fin, Ateneo” en La Montaña, 14/05/1925.

[58]   José GÓMEZ CRESPO, “Progreso del sentimiento artístico de Cáceres” en La Montaña, 26/05/1925.

[59]   Redacción, “Hacia la instalación del local y organización de otros servicios” en La Montaña, 08/07/1925.

[60]   Redacción, “Quedó constituido…op. cit.

[61]   Redacción, “Ha quedado abierto a los socios el Ateneo de Cáceres” en La Montaña, 05/09/1925.

[62]   Redacción, “Ateneo de Cáceres. Libros recibidos con destino a su biblioteca” en La Montaña, 14/09/1925.

[63]   Redacción, “Ateneo de Cáceres. Libros recibidos con destino a la Biblioteca” en La Montaña, 16/09/1925.

[64]   Redacción, “Ha quedado abierto a los socios el Ateneo de Cáceres” en La Montaña, 05/09/1925.

[65]   Redacción, “La inauguración del Ateneo” en La Montaña, 10/10/1925.

[66]   “Memoria del Secretario D. Juvenal de Vega y discurso del presidente D Publio Hurtado leídos en la solemne sesión inaugural de 12 de octubre de 1925”, Fondo Antiguo, Biblioteca Pública del Estado, “Jesús Delgado Valhondo”, 2/2817. p. 3

[67]   “Memoria del Secretario…op. cit. p. 6

[68]   Redacción, “Ateneo de Cáceres” en La Montaña, 25/10/1925.

[69]   Redacción, “En la reunión de ayer…op. cit.

[70]   Ramón. SEGURA DE LA GARMILLA, “La Feria y el Pueblo”, en La Montaña, 29/05/1925.

[71]   Redacción, “Quedó constituido…op. cit.

[72]   Redacción, “Ha quedado abierto…op. cit.

[73]   Redacción, “El señor Crehuet del Amo, presidente honorario del Ateneo” en Nuevo Dia, 18/11/1927.

[74]   “Memoria del Secretario…op. cit. p. 7.

[75]   Redacción, “La Exposición de Caldera” en Nuevo Día, 27/09/1926.

[76]   Redacción, “La Exposición de cuadros de Juan Caldera” en Nuevo Día, 01/10/1926.

[77]   Redacción, “Interesantes acuerdos de la Junta Directiva” en Nuevo Día, 01/12/1926.

[78]   “Díptico Exposición” en CD 466/06 Año de 1927, CPM 1044, Archivo XXIII, Archivo del Museo de Historia y Cultura “Casa Pedrilla”.

[79]   “Primer concurso fotográfico. Mayo 1927.” Fondo Antiguo, Biblioteca Pública del Estado, “Jesús Delgado Valhondo”, 2/11573.

[80]   Redacción, “Fallo del Jurado del Concurso Fotográfico” enNuevo Día, 20/06/1927

[81]   “El arte extremeño actual”, Cáceres, Tipografía “Exrtemadura”, 1929. Discurso de Tomás Martín Gil. Fondo Antiguo, Biblioteca Pública del Estado, “Jesús Delgado Valhondo, 2/11002(1)

[82]   Redacción, “Inauguración de una exposición” en Nuevo Día, 15/11/1929.

[83]   Redacción, “Ateneo de Cáceres. La conferencia de Diego M.ª Crehuet” en La Montaña, 29/10/1925.

[84]   “Memoria del Secretario…op. cit. p. 7.

[85]   Redacción, “Noticias” en Nuevo Día, 09/10/1926.

[86]   Redacción, “Nuevas Enseñanzas” en Nuevo Día, 19/907/1927.

[87]   Redacción, “Ateneo de Cáceres. Nueva Junta Directiva” en Nuevo Día, 26/10/1926.

[88]   Redacción, “Ateneo de Cáceres” en Nuevo día, 05/01/1929.

[89]   Redacción, “Ateneo de Cáceres. Clases de Dibujo y Pintura” en Nuevo día, 23/08/1929.

[90]   Redacción, “En el Ateneo. Las clases y el profesorado para el curso de 1930-31” en Nuevo día, 10/10/1930.

[91]   “Memoria del Secretario…op. cit.p. 18.

[92]   Redacción, “Ateneo de Cáceres. Está abierta la matrícula para el nuevo curso” en Nuevo día, 03/10/1931.

[93]   Juvenal DE VEGA y Germán GARCÍA, “Ateneo de Cáceres” en Cáceres, 23/09/1935.

[94]   “Cáceres, capital. Iniciativas y sugerencias relacionadas con las Exigencias de la capital”, Cáceres, Imprenta de la Dip. Provincial 1934. Conferencia de Miguel Ferrero Pardo. Fondo Antiguo, Biblioteca Pública del Estado, “Jesús Delgado Valhondo, 2/5233.

[95]   Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, “Juzgados”, 09/05/1940.

[96]   Redacción, “En la Alcaldía de Cáceres” en La Falange, 30/08/1937.

Dic 092017
 

María del Carmen Martín Rubio.

El emperador Carlos V y Francisco Pizarro fueron dos grandes caudillos del siglo XVI, un siglo en el que las naciones europeas buscaban su identidad mediante interminables luchas y en el que se comenzaba a colonizar el Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón apenas tres décadas antes, entonces llamado las Indias. Las crónicas coetáneas recogen que estos dos grandes caudillos se admiraron mutuamente en algunos momentos y que en otros se distanciaron. En las presentes páginas, junto con la descripción de algunos de sus más relevantes hechos, se trata de analizar si ese distanciamiento se produjo a nivel personal o sólo fue político.

Francisco Pizarro

Francisco Pizarro, con sólo diecisiete años, formó parte de los Tercios españoles que en 1495 luchaban en Italia a las órdenes del Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba. En 1502 se trasladó a las Indias y durante siete años trabajó en la isla Española, o Santo Domingo, como un soldado anónimo a las órdenes del gobernador Nicolás de Ovando. Al cabo de este tiempo, como la isla quedó pacificada, no tendría nada que hacer allí un hombre que durante toda su corta vida había sido militar, de ahí que el anónimo soldado decidiría enrolarse en la expedición que el navegante Alonso de Ojeda preparaba para explorar Veragua, territorio situado al este de la actual Colombia, donde había sido nombrado gobernador. Es muy conocido que Ojeda fue herido de gravedad por los aborígenes en el golfo de Urabá y que, no pudiendo curarse, hubo de regresar a Santo Domingo; mas no es tan conocido que antes de partir nombró a Pizarro jefe de la expedición con el grado de teniente y que, después de pasar muchas penalidades, los expedicionarios llegaron al golfo del Darién, donde el gobernador Enciso fundó la ciudad de Santa María del Darién[1].

El trujillano conoció allí al intrépido jerezano Vasco Núñez de Balboa y con él participó en el descubrimiento del Mar del Sur, luego llamado océano Pacífico, el 25 de septiembre de 1513 y, al recorrer parte de la costa norte del mar recién descubierto, oyó decir a los aborígenes que mucho más al sur había un reino muy rico. Francisco Pizarro no olvidó aquellas noticias y al corroborarlas en otras expediciones que, ya como capitán realizó por el Atlántico, sintió el anhelo de llegar al rico reino; sobre todo cuando años más tarde, viviendo en Panamá, tuvo acceso a un informe del inspector Pascual de Andagoya en el que el inspector verificaba que el rico reino existía y se llamaba Birú. Pero descubrir aquel reino no era fácil: los indios del Caribe eran muy belicosos, habían matado a muchos españoles en las exploraciones efectuadas hasta entonces, por aquellos parajes no había riqueza y se necesitaba un gran capital para preparar una expedición.

Por entonces Pizarro había llegado a ser alcalde de Panamá y compartía negocios de vacas y una encomienda con otro soldado llamado Diego de Almagro, que también soñaba con llegar al Birú, por tanto ambos disfrutaba de una buena posición social y de una economía holgada; pero con el dinero que generaban sus negocios no podían armar dos navíos y sufragar los gastos de la expedición. Tuvieron la suerte de que se interesara por el proyecto el clérigo Hernando de Luque, maestrescuela de la catedral de Santa María de la Antigua; un hombre culto que tenía muy buenas relaciones sociales, mediante las cuales consiguieron varios préstamos para iniciar la construcción de un navío. Seguidamente crearon entre los tres verbalmente la Compañía de Levante, con el fin de depositar en ella el dinero que obtuvieran y pagar las deudas contraídas. A Pizarro no le importó endeudarse, ni perder su cargo de alcalde; por el contrario, debió de sentirse muy feliz cuando, a sus cuarenta y seis años, el 24 de noviembre de 1524 iniciaba la navegación en busca del anhelado Birú[2].    .

El emperador Carlos V      

Si la vida de Francisco Pizarro fue complicada hasta 1524, por aquellas fechas no era menos la del emperador Carlos V. El emperador había llegado a España en 1517 y durante los tres años siguientes recorrió las ciudades de Castilla, Aragón y Cataluña para ser jurado rey, como Carlos I. En 1520 tuvo que viajar a los Países Bajos con el fin de ser coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y sus súbditos, especialmente los castellanos y valencianos, quedaron sumidos en un profundo descontento: no habían comprendido bien los afanes del monarca extranjero por conseguir la corona imperial, ni habían aceptado los nuevos tributos que por tal motivo había impuesto y mucho menos que sólo tuviera diecisiete años de edad y que hubiera llegado de Flandes rodeado de nobles flamencos a los que, sin conocer las características y costumbres del pueblo español, había entregado los cargos principales del gobierno. Tampoco entendieron que mandara a Alemania a su hermano Fernando, a quien por haberse criado en Castilla consideraban el verdadero sucesor de Fernando el Católico, y que al marchar hubiera dejado el reino en manos de su preceptor Adriano de Utrech; tan gran descontento había provocado revueltas aún antes de que Carlos saliera de España y, estando ya en los Países Bajos, desembocó en los movimientos llamados de las Comunidades en Castilla y de las Germanías en Valencia[3]. Además el joven monarca hubo de enfrentarse a otros graves problemas: convulsiones en Austria y el imparable avance de una nueva doctrina en Alemania, en contra de la religión católica, predicada por el fraile agustino Martín Lutero la cual, como paladín de la cristiandad desde que había sido elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, estaba obligado a frenar.

Carlos hizo frente a todos estos problemas desde Bruselas y aunque no le fue posible poner fin a la situación austriaca, ni pudo terminar con la doctrina de Lutero, en España consiguió vencer a los rebeldes estrechamente coordinado con el regente Adriano de Utrech, por lo que cuando volvió en 1522, convertido en emperador, dio un perdón general y, pese a que aún quedaban algunos rescoldos entre los agermanados valencianos y mallorquines, el reino quedó prácticamente pacificado. Sin embargo, el emperador no tuvo sosiego, ya que le asediaron nuevas guerras; la primera con Francia: el territorio navarro había sido invadido en 1521 por Francisco I y, aunque en 1522 en su mayor parte estaba recuperado, todavía permanecía en su poder la ciudad de Fuenterrabía. Carlos V, consiguió liberarla en 1524 tras una dura campaña en la que se halló presente, pero el monarca francés no conformándose con la pérdida de Navarra continuó su ofensiva bélica: ese mismo año derrotó en Marsella al ejército imperial y después dirigió sus tropas al norte de Italia con intención de apoderarse de aquellos estados y, además, a todas estas ofensivas bélicas, se unió la amenaza turca en el Mediterráneo y el descontento de los príncipes austriacos que no veían bien ser gobernados por su hermano Fernando[4].

Pero tan graves problemas no fueron óbice para que el emperador tuviera siempre muy presentes sus dominios indianos: ya en 1519 Fernando de Magallanes le propuso buscar un paso entre el océano Atlántico y el Mar del Sur descubierto seis años antes por Núñez de Balboa; Carlos aceptó su propuesta y puso a su disposición cinco naves que salieron del puerto de Sevilla el 20 de septiembre de ese mismo año y, aunque Magallanes murió durante aquella aventura, uno de sus compañeros, Juan Sebastián El Cano, tomó el mando de la expedición y consiguió regresar a San Lúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522 con tres grandes noticias: en el istmo de Panamá habían encontrado el paso que unía el océano Atlántico con el Mar del Sur, desde entonces conocido por océano Pacífico, paso al que emperador dio orden de estudiar en febrero de 1524, habían descubierto un conjunto de islas de hermosas playas, después llamadas Filipinas, y habían comprobado la esfericidad de la tierra. Asimismo Hernán Cortés, que en 1504 había salido hacia el Nuevo Mundo, en 1519 comunicó al emperador que al norte de Santo Domingo y Cuba había conquistado una serie de tribus entre las que se encontraban los tlaxcaltecas y los poderosos nahuatls o mexicas, y que en aquellos grandes territorios había fundado un reino al que llamó Nueva España; ante tan gran noticia, Carlos premió su hazaña en 1522 nombrándole gobernador y capitán general. A su vez, en 1523 Pedro de Alvarado, que junto con Hernán Cortés había participado en la conquista de Nueva España, incursionó al mando de un pequeño ejército en los territorios mayas y el 25 de julio de 1524 fundó la ciudad de Santiago de los Caballeros en Guatemala.

Como se ha visto el 24 de noviembre de en ese mismo año, Francisco Pizarro comenzaba a navegar desde Panamá con el fin de explorar la costa sur del océano Pacífico. Carlos V que, según el historiador García Mercadal[5], se hallaba entonces en Madrid para curarse, con su buen clima, de fiebres palúdicas contraídas en Valladolid, no supo nada de la aventura que iniciaba el intrépido trujillano; tardaría cinco años en enterarse, debido a que la exploración fue muy difícil y requirió mucho tiempo.

En busca del Birú

El capitán Francisco Pizarro y ciento doce expedicionarios que le acompañaban habían salido eufóricos del puerto de Panamá; daban por hecho que muy pronto iban a llegar al fabuloso reino mencionado por el inspector Pascual de Andagoya mas, a los pocos días de haber iniciado la navegación, su euforia se convirtió en un total desanimo ya que, conforme avanzaron, sólo encontraron tierras desérticas, pantanosas, sin vegetación, agua y comida. A principios de 1525 habían muerto muchos expedicionarios de hambre y por picaduras de mosquitos; los que quedaban estaban enfermos y hambrientos ya que, según el cronista Cieza de León, casi no tenían agua y sólo podían comer dos mazorcas de maíz por día y su situación aún fue peor unos meses más tarde, porque ni siquiera tenían maíz: sólo se podían alimentar con algún marisco, que encontraban en las playas, y plantas que sabían a ajo[6]. En esas circunstancias, un día los famélicos expedicionarios divisaron a lo lejos un fortín en lo alto de un cerro y vieron que estaba vacío por lo que entraron en las casas, comieron cuanto pudieron y decidieron pasar allí la noche; no habían llegado a sospechar que los nativos estaban muy cerca y que les habían tendido una trampa. Se apercibieron de madrugada cuando, de repente, cayó sobre sus cuerpos, sin corazas, una lluvia de lanzas, flechas y piedras. Aunque se defendieron, murieron muchos y la mayoría de los que quedaron con vida tenían graves heridas. El mismo Pizarro recibió siete, al decir del cronista Francisco de Jerez, tan profundas que los nativos, pensando que había muerto, le dejaron tirado en el suelo; pero el trujillano no estaba muerto y cuando los sobrevivientes pudieron huir, le recogieron y llevaron al navío, donde poco a poco le fueron curando las heridas.[7]

Diego de Almagro, que unos meses después salió de Panamá llevando setenta hombres de repuesto y alimentos, también fue atacado en el mismo lugar; no murió en el feroz ataque, pero para el resto de su vida quedó tuerto y sin tres dedos en una de sus manos. Sin embargo, cuando al fin se reunió con su socio, ninguno de los dos quiso abandonar la exploración, como pedían todos los expedicionarios ya que, al no poder pagar las deudas contraídas, en Panamá les esperaba la cárcel; por el contrario decidieron que Pizarro continuara explorando y que Almagro regresara en busca de nuevos hombres y alimentos. De ahí que mientras Almagro conseguía los nuevos refuerzos, Pizarro navegó durante otro año, tiempo en el que volvieron a morir muchos hombres por hambre, dolencias o ataques de los aborígenes: de los ciento ochenta y dos que habían formado la expedición, sólo cincuenta se hallaban con vida y muchos de ellos padecían enfermedades.

Almagro regresó en mayo de 1526 con otros ciento diez expedicionarios, entre los que se hallaba un piloto llamado Bartolomé Ruiz, y en junio, un poco repuestos con los víveres que llevó, todos juntos continuaron explorando en sus dos buques. Los primeros días volvieron a encontrar parajes de selva intrincada y ciénagas, pero, al fin, el 24 de ese mes llegaron al río de San Juan, en la parte central de la actual costa colombiana; allí las tierras eran algo más fértiles, pero sus belicosos pobladores les infringían continuos ataques y después huían; sin embargo, después de recorrer sus márgenes, pudieron asentarse en un pequeño poblado. Como para entonces habían vuelto a morir muchos expedicionarios y otros estaban heridos o enfermos, los dos socios convinieron en que no podían seguir navegando con tan pocos hombres, que Almagro volviera a Panamá en busca de refuerzos, que Pizarro se quedara atendiendo a los heridos y enfermos y que mientras tanto el piloto Ruiz continuara explorando la costa hacia el sur.

Pizarro y el pequeño grupo de expedicionarios se quedaron esperando setenta días en el río de San Juan; fue una espera muy dura pues, además de recibir feroces ataques de los nativos, las incesantes lluvias mojaban sus ropas y las cabañas donde se guarecían para evitar las grandes plagas de mosquitos que martirizaban sus cuerpos. Casi todos estaban enfermos y cansados, menos Pizarro que parecía de hierro y ayudaba a sus compañeros en cuanto podía.

Un día, cuando la desesperación del pequeño grupo era máxima, vieron que se acercaba un navío: era el del piloto Bartolomé Ruiz Estrada que volvía después de haber recorrido ciento cincuenta leguas. El piloto contó que durante el trayecto había visto muchos pueblos rodeados de tierras de cultivo y traía tres muchachos que había encontrado en una balsa de velas, la cual llevaba ricos objetos de oro, plata, tejidos y ovillos de lana para comerciar con aquellos pueblos. Los muchachos decían ser originarios de una gran ciudad llamada Túmbez y, por señas, hablaban de un lugar muy rico que se llamaba Q`osqo. Como es de suponer, ante la vista de los tumbecinos y de los ricos objetos que transportaban, a Pizarro no le cupo le menor duda de que habían encontrado su soñado Birú[8].

En febrero de 1527 nuevamente regresó Almagro con otros cuarenta hombres. No había podido reclutar más porque le Empresa de Levante, el nombre que tenía la expedición, estaba muy desprestigiada por tantas muertes como habían sucedido. Encontró que Pizarro y sus compañeros sólo tenían huesos pegados a la piel, que estaban amarillos, seguramente por tantas picaduras de mosquitos, y que todos querían regresar a Panamá: sin embargo, como él y su socio determinaron que debían seguir hacia adelante pues ya tenían muestras de la existencia del Birú, volvieron a navegar. Pasaron por varias islas sin detenerse por ser de tierra muy caliente y hallarse deshabitadas; al fin llegaron a una gran ciudad llamada Atacamez, en el actual Ecuador, y al ver que era muy grande y sus habitantes muy belicosos, decidieron que Almagro volviera a Panamá en busca de refuerzos y que Pizarro, con el pequeño grupo de exploradores que sobrevivía, ya que en el derrotero que acababan de efectuar habían muerto otros muchos, se quedara esperando en alguna de las islas que habían encontrado y eligieron una a la que por su forma llamaron del Gallo. En ella sucedió el famoso motín en el que todos los expedicionarios, excepto trece, abandonaron a Pizarro y regresaron a Panamá.

Los trece hombres, luego conocidos por “Los trece de la fama”, y el capitán Pizarro pasaron milagrosamente seis meses más en otra isla a la que llamaron Gorgona, ya que sólo podían alimentarse con cangrejos, monos, gatitos y carne de grandes culebras: el cronista Garcilaso de la Vega Inca dice que sobrevivieron milagrosamente y que se podía decir que Dios los sustentó[9]. Al cabo de ese tiempo Almagro, que había conseguido una nueva licencia del gobernador de Panamá para seis meses, envió al piloto Ruiz y a cuatro o cinco marineros con uno de los dos navíos de la Compañía de Levante y, aunque eran muy pocos hombres, Pizarro no dudó en continuar navegando con ellos. Pronto llegaron a la ciudad de Túmbez, donde fueron recibidos pacíficamente por sus habitantes; desde allí continuaron explorando por el litoral del sur y hallaron poderosas y ricas ciudades; al llegar a una llamada Santa, pensaron que se necesitaba mucha gente para poblar aquellos inmensos territorios y que debían de regresar a Panamá para reclutar a otros expedicionarios.

En septiembre de 1528, ante el asombro de los vecinos, el trujillano desembarcaba en la ciudad, cuatro años después de haber salido de ella, acompañado por los tres muchachos tumbecinos y de unas ovejas muy diferentes a las castellanas: las llamas y su asombro se convirtió en euforia cuando él y sus trece acompañantes contaron que habían descubierto ciudades de piedra, con torres cuadradas y gentes ataviadas con ropa de algodón adornada de oro y plata. Los tres socios, Almagro, Luque y Pizarro, se reunieron para acordar cómo debían de continuar el descubrimiento y poblar los territorios hallados, ya que al ser de tan gran magnitud iban a necesitar muchos hombres, navíos, caballos y víveres y al no contar con el capital necesario, ya que en la exploración realizada habían consumido todo el que tenía la Compañía de Levante e incluso más dinero prestado por algunos vecinos, decidieron hablar con el gobernador Pedro de los Ríos; pero éste, pese a que vio a los muchachos tumbecinos, las llamas y el oro y plata hallados, no quiso ayudarles. Ante su respuesta negativa, los tres socios convinieron en que alguien tenía que ir a España para que Carlos V conociera el descubrimiento y avalara la empresa y, tras acordar pedir el título de gobernador para Pizarro, el de adelantado para Almagro y el de obispo para Luque, encomendaron la misión al trujillano.

El encuentro entre Francisco Pizarro y Carlos V

El capitán Francisco Pizarro llegó a Sevilla en enero de 1529 y rápidamente fue apresado a causa de una demanda de deudas, de cuando había trabajado en Santa María de la Antigua del Darién con Vasco Núñez de Balboa, presentada por el bachiller Fernández de Enciso. Carlos V, al serle notificado el encarcelamiento, mandó ponerle en libertad y ordenó que se le facilitara viajar a Toledo, donde se hallaba desde el 16 de agosto de 1528 junto a la emperatriz Isabel y sus dos pequeños hijos Felipe y María; deseaba conocer personalmente el descubrimiento que su vasallo había realizado, del que ya había sido informado por el Consejo de Indias, y también el proyecto que tenía para colonizar aquellos territorios.

Pizarro inició el viaje el 6 de febrero acompañado por Pedro de Candia, uno de los Trece de la Fama, de los tres muchachos tumbecinos, con algunas llamas, telas y objetos de oro y plata. Sobre un mes después llegaron a la ciudad y según el contador López de Caravantes, el emperador les recibió enseguida. Es de suponer que ambos sentirían una gran curiosidad: el trujillano por conocer al monarca que dominaba casi toda Europa y el Nuevo Mundo y el emperador por ver a quien, según se decía, había realizado tan grandes hazañas. Por su parte, el César encontraría a un hombre mayor: Pizarro tenía entonces cincuenta y un años, lleno de cicatrices a consecuencia de tantas heridas como había recibido, pero de mirada penetrante e intrépida. A su vez Francisco Pizarro vería a un monarca de aspecto más maduro del que correspondía a sus veintinueve años; observaría que llevaba el cabello corto debido a los muchos dolores de cabeza que padecía, cuando la moda de entonces era llevarlo largo y, a pesar de que era feliz en su matrimonio y con sus dos hijos Felipe y María, en su rostro advertiría una sombra de amargura provocada por los ataques de gota que ya empezaba a sufrir y también por los muchos problemas que continuamente le acosaban.

Carlos V: el líder de Europa

En tal sentido recuérdese que Francisco I en 1525 intentó apoderarse de Nápoles, pero que había sido derrotado en la batalla de Pavía y hecho prisionero en Madrid, donde en 1526 consiguió su liberación tras la firma del Tratado de Madrid, en el cual se comprometía a entregar Borgoña al emperador y renunciaba a ocupar el Milanesado, a invadir, Flandes, Italia y Navarra. Pero muy poco después no cumplió el tratado y unido en la liga de Cognac a Enrique VIII de Inglaterra, al papa Clemente VII y a las repúblicas de Venecia, Milán y Florencia, declaró la guerra a Carlos V en forma de desafío personal. Consecuentemente, las tropas de la Liga entraron en Lodi, Lombardía, pero en julio de 1526 el ejército del emperador también llegó a Lombardía y venció al duque de Milán, quedando derrotados los franceses en el norte de Italia pero, como no hubo dinero para pagar a los soldados, éstos obligaron a su jefe, el duque de Borbón, a ir sobre Roma. Consecuentemente la saquearon a primeros de junio de 1527 y el papa Clemente VII tuvo que huir al castillo de Sant Angelo, donde permaneció prisionero durante seis meses. Aunque el emperador no había ordenado aquellos hechos, le acarrearon tan fuertes críticas en toda la cristiandad que le dejaron un tanto amargado por el daño causado a la sede del cristianismo y porque, además veía alejarse su sueño de ser coronado por el papa, al igual que Carlomagno. En los Países Bajos también tenía problemas: el 29 de agosto de 1526 Solimán el Magnífico había vencido a su cuñado Luis de Hungría en la batalla de Moacs y se había apoderado de gran parte de aquel reino. Por otro lado, Martín Lutero continuaba imponiendo su nueva doctrina y los turcos amenazaban con invadir ciudades en el Mediterráneo. Por si fuera poco, en 1527 un ejército francés sitió Nápoles, pero tuvo que retirarse por las enfermedades que contrajeron los soldados y el papa, que seguía ligado con Francisco I, hizo todo lo que pudo para resistir a Carlos, mas viendo su gran fuerza, en julio de 1528 abandonó a los franceses y le entregó Génova. Pero todos estos problemas no impedirían que, en la entrevista de Toledo[10]., el emperador viera en Francisco Pizarro al caudillo que había hecho grandes proezas: “… sin vestido, ni calzado, los pies corriendo sangre, nunca viendo el sol sino lluvias truenos y relámpagos, muertos de hambres, por manglares y pantanos, sujetos a la persecución de los mosquitos, que sin tener con qué defender las carnes, nos martirizaban, expuestos a las flechas emponzoñadas de los indios tres años por serviros, Majestad, por engrandecer vuestra corona por honra de nuestra nación”[11]. El encuentro debió de ser muy cordial: el emperador agradeció a su vasallo el servicio que había hecho, se maravilló ante la presencia de los muchachos tumbecinos y al ver sus raros objetos; sobre todo, le fascinó la descripción que Candia hizo de Túmbez; por todo ello, expresó su pesar ante el desinterés del gobernador Pedro de los Ríos, acogió muy bien que aquellas tierras pasaran a formar parte de su Corona, al igual que las de Nueva España, y prometió a Pizarro todo su apoyo y ayuda. Posiblemente[12]sería entonces cuando el trujillano pidió los cargos de gobernador, adelantado y obispo para él y sus dos socios.

A partir de ese momento, el emperador no volvió a ver a Pizarro ya que necesitaba preparase para ir urgentemente a Italia porque, aunque sus tropas habían obtenido algunos triunfos, temía perder aquellos territorios; de ahí que el 8 de mayo saliese de Toledo. Antes encargó al conde de Osorno, presidente del Consejo de Indias, que oficialmente realizara las gestiones con las que la Corona avalaría y daría luz verde a la Empresa de Levante y el día 24, desde Barcelona, aprobó todas las propuestas pedidas por Pizarro, incluso los cargos para los tres socios, y además ordenó concederle el hábito de la Orden de Santiago, lo que demuestra que el trujillano le había causado una gran impresión.


Las capitulaciones de Toledo

Sin embargo, como el Consejo de Indias tardó cuatro meses en realizar los trámites pertinentes, hasta el 26 de julio Pizarro no obtuvo autorización para continuar explorando y poblando los lejanos territorios que había descubierto. Por fin, ese día la emperatriz Isabel firmó las llamadas capitulaciones de Toledo; en ellas se le nombraba gobernador, adelantado y capitán general, a Diego de Almagro hidalgo y alcalde de la fortaleza de Túmbez, a Hernando de Luque obispo de la misma ciudad y a los Trece de la fama, se les daba el título de hidalgos. El Consejo de Indias estimando que no era conveniente nombrar gobernador y adelantado a dos personas distintas en una misma gobernación, acumuló los cargos en el trujillano, pero asimismo le señaló muchas obligaciones: debía contar con los navíos, aparejos, mantenimientos y otras cosas que fueren menester para el el viaje y población, más doscientos cincuenta hombres y todo ello debía de prepararlo antes de seis meses[13]. Seguramente que esta última condición sería el motivo por el que permaneció en Toledo otros tres meses reclutando gente y que sólo al cabo de ese tiempo pudiera ir a Trujillo, su tierra natal. Allí fue recibido como un gran héroe y se le unieron sus tres hermanos: Hernando, Juan, Gonzalo y algunos vecinos, pero como ni aún con ellos alcanzó el número de hombres asignado en las Capitulaciones, tuvo que permanecer otra larga temporada en Sevilla para reclutar más gente y como tampoco lo consiguió, en enero de 1530, desde la isla Gomera, inició furtivamente la navegación hacia Panamá.

El emperador en Italia y Alemania

Por su parte, Carlos V se hallaba un poco más tranquilo desde que salió de Toledo pues, a la pacífica actitud de Clemente VII, el 15 de junio de 1529 se unió la firma de un armisticio con Enrique VIII y el 29 del mismo mes consiguió otro por el que el papa le permitía ir a Roma para ser coronado. Aún continuaba la guerra con Francisco I en suelo italiano, pero como nuevamente había sido vencido por sus tropas, mientras que en Barcelona preparaba la flota que debía llevarle a Italia, encomendó a su tía Margarita de Austria que negociara la paz con Luisa de Saboya, la madre del monarca francés. Una vez dispuesta la flota puso rumbo a Génova, donde entró el 12 de agosto; para entonces su tía Margarita y Luisa de Saboya habían firmado la Paz de Cambray, o Paz de las Damas, por tanto, ya tenía cercana la ansiada coronación papal que refrendaría la de Aquisgrán de 1520. Pero de repente se vio amenazada con otros gravísimos problemas: Solimán el Magnífico había lanzado una gran ofensiva contra Viena y su hermano Fernando le pedía que fuera a defenderla; además Barbarroja había atacado Argel, amenazaba las plazas norteafricanas y las mismas costas españolas. Felizmente, ni Viena ni las costas españolas fueron atacadas y el 5 de noviembre Carlos pudo entrar en Bolonia donde le esperaba Clemente VII mas, como antes tuvo que conquistar y entregarle Florencia, firmar un acuerdo con Venecia y reponer en Milán a la familia Sforza, hasta el 22 de febrero de 1530 no fue cornado emperador.

A partir de ese momento Italia estaba pacificada, pero en Alemania problemas muy graves pedían su presencia: Viena continuaba en peligro de caer en poder de Solimán el Magnífico, y además había que impedir el avance de la doctrina de Martín Lutero e imponer la unidad cristiana. Por ello el 21 de marzo salió de Bolonia; dos meses después llegó a Augsburgo y tras escuchar la Confesión de los luteranos, en la que volvieron a afianzar su doctrina, el emperador convocó una Dieta e impuso un Interim conciliador, que tampoco fue aceptado. Un tanto decepcionado, se desplazó a Bruselas desde donde, junto con su hermana María, reorganizó el gobierno de los Países Bajos y en enero de 1532 volvió a Alemania porque los turcos nuevamente amenazaban a Viena con doscientos cincuenta mil combatientes. Aunque hasta entonces el ejército imperial no había dejado de luchar en todos los frentes abiertos, Carlos V se había dedicado a hacer una política de pactos con todos sus vecinos; sin embargo desde ese momento decidió entrar personalmente en los combates y, como dice Manuel Fernández Álvarez, fue entonces cuando “el estadista de Europa, daba paso al soldado” [14]

En efecto, a partir de 1532 el emperador acompañó a sus tropas en los campos de batalla, a pesar de que tuvo un mal comienzo porque de camino a Viena sufrió una caída del caballo que le produjo heridas en las piernas y una fuerte erisipela que le ocasionó grandes dolores y le mantuvo enfermo varios meses. Seguramente que durante aquellos días se daría cuenta de lo dura que era la vida del soldado y tal vez recordó las penalidades que había sufrido Francisco Pizarro en su recorrido por el Océano Pacífico. Pero todo ello no impidió que, una vez restablecido, mientras Andrea Doria atacaba a los turcos en el Mediterráneo, el 23 de septiembre de 1532 entrase en Viena capitaneando un gran ejército compuesto por unos cien mil infantes y veinte mil caballos, ante el que Solimán se retiró antes de atacar a la ciudad. Sin entrar en combate, el emperador había vencido a las tropas turcas.

Pero, aunque se vio inmerso en tan graves problemas, Carlos nunca se olvidó de sus dominios indianos, como lo demuestra el hecho de que desde Bruselas mantuviera comunicación con el Consejo de Indias en septiembre de 1531 y desde Ratisbona el 25 de junio de 1532 sobre asuntos concernientes a la colonización y evangelización de aquellos territorios y sobre problemas suscitados en Nueva España con el nombramiento de capitán general hecho al marqués del Valle, Hernán Cortés[15]. Sin embrago, en estas comunicaciones no se dice nada de Francisco Pizarro ¿qué había sucedido con el trujillano durante ese tiempo?

Francisco Pizarro en el Tahuantinsuyo.

El gobernador y capitán general de la Nueva Castilla había conseguido armar tres buques y en uno de ellos salió de Panamá el 1 de enero de 1531 hacia el sur de Océano Pacífico; su impaciencia por volver a explorar aquella costa no le permitió esperar a que se terminaran los preparativos en los otros dos buques. Muy pronto recaló en la isla de las Perlas donde, algunos días más tarde se le unieron sus compañeros y juntos navegaron hacia la ciudad de Túmbez. Durante la navegación encontraron pueblos en los que les hacía frente gente armada, pero un día llegaron a un pueblo llamado Coaque, actual Guaques en Ecuador, en el que sus habitantes no opusieron resistencia; como no tenían alimentos y había abundante comida, decidieron quedarse una temporada en él para reponer fuerzas. Los aborígenes no debieron de aceptar que se quedaran y se rebelaron mas, después de ser vencidos, el cacique les entregó quince mil pesos en oro, plata y esmeraldas, por lo que acordaron que Almagro y dos buques regresaran en busca de refuerzos a Panamá, llevando parte de aquel tesoro y que Pizarro esperara allí su vuelta con los demás expedicionarios. Consecuentemente esperaron durante cinco meses y en ese tiempo murieron sesenta hombres debido a las enfermedades que contraían por el insano clima de aquel lugar, las cuales en venticuatro horas les hacían perder la vida, y sobre todo por una epidemia de verrugas, tan grandes como huevos, que invadían sus cuerpos.

Durante ese tiempo llegó un pequeño navío con treinta hombres al mando del extremeño Sebastián de Benalcázar quien, al ver a tantos enfermos, debió de convencer a Pizarro para que abandonaran Coaque y continuaran navegando juntos. En septiembre iniciaron la navegación hacia la ciudad de Túmbez con la doliente tropa y, cuando después de pasar otras muchas penalidades la encontraron en mayo de 1532, hallaron que la ciudad había sido casi destruida por una etnia enemiga y que sus antiguos amigos ahora eran enemigos. En aquel trayecto Pizarro fundó en la zona de Piura una ciudad a la que llamó San Miguel y también en ese trayecto se les unió el capitán Hernando de Soto quien, con doscientos hombres, llegaba de Nicaragua; la presencia de aquel grupo constituyó un gran refuerzo, dado que quedaban pocos expedicionarios por las muchas muertes acaecidas. Al fin, después de pasar nuevas peligrosas jornadas, el 15 de noviembre de 1532, los ciento sesenta y ocho hombres, que se hallaban vivos, llegaron a Cajamarca, ciudad donde tras haber realizado algunos contactos, se iban a encontrar con Atahualpa, el monarca que en aquellos momentos regía el gran estado inca llamado Tahuantinsuyo. Es bien sabido que el encuentro se produjo al día siguiente y que el Inca fue vencido y capturado; que durante siete meses estuvo encarcelado y que el 25 de julio de 1533 fue juzgado y ejecutado.

Como, durante el tiempo en que Atahualpa estuvo prisionero, entregó un gran tesoro de oro y plata, el 8 de junio de 1533, Juan de Sámano, el secretario de Pizarro, escribió una carta a Calos V en la que le anunciaba que Hernando Pizarro, hermano del gobernador, estaba a punto de viajar a España para llevarle la parte que le correspondía del tesoro por sus reales quintos: doscientos sesenta y cuatro mil ochocientos cincuenta y nueve pesos y, en efecto, el 14 de enero de 1534, cuando el emperador se hallaba en Zaragoza, el tesoro llegaba a Sevilla. Mientras Hernando estaba en España, Pizarro siguió explorando el territorio andino y fundando ciudades: el 11 de agosto de 1533 salió de Cajamarca y el 11 de octubre llegó al valle de los huancas, donde fundó la ciudad de Jauja; el 14 de noviembre entró en Qosqo[16], Cusco, la capital del estado inca y el 24 de marzo de 1534 la refundó en ciudad española; después, tras volver a la costa, el 18 de enero de 1535 fundó la Ciudad de los Reyes o Lima, y el 5 de de marzo de 1535 Trujillo de la Nueva Castilla.

Recompensas de Carlos V

El emperador debió de quedar muy satisfecho con el tesoro recibido, porque en marzo de 1534 otorgó una real cédula a Pizarro por la que ampliaba su gobernación Nueva Castilla, con setenta leguas, y en 1537, tras regresar a España convertido en un auténtico soldado triunfador: había vencido en Túnez a Barbarroja, el general de la flota de Solimán el Magnífico, y a Francisco I en Provenza, debió de valorar muy positivamente que el trujillano hubiera liberado Cusco y Lima de las tropas de Manco Inca, ciudades que el monarca andino mantuvo sitiadas entre 1536 y 1537, y también debió de valorar muy positivamente la labor fundacional que estaba realizando, como se le había encomendado en las Capitulaciones de Toledo, porque el 10 de octubre de ese año, estando en Valladolid junto con su esposa Isabel y sus dos pequeños hijos Felipe y María, le recompensó con el título de marqués, título que aunque carecía de nombre por no conocerse el repartimiento al que se debía anexionar, se acompañaba de dieciséis mil vasallos.

Las dificultades del marqués

Sin embargo, por entones, el marqués tenía un panorama muy difícil; el dinero obtenido con los tesoros de Cajamarca y Cusco lo había gastado en la preparación de nuevas expediciones: además de San Miguel, Jauja, Cusco y Lima en 1536 había fundado San Juan de los Chachapoyas; sabía que debía de seguir explorando por el sur, pero no disponía de capital y la Compañía de Levante que, como se ha visto era propiedad suya y de Diego de Almagro, desde finales de 1535 también carecía de recursos económicos, ya que además de los gastos acarreados por las expediciones, el 1 de enero de 1535, estando en Pachacamac, habían tenido que entregar cien mil pesos al gobernador de Guatemala, Pedro de Alvarado, para que le vendiera su ejército y abandonara los territorios que había ocupado en la serranía de Quito aduciendo que no pertenecían a la Nueva Castilla y a tan difícil situación se unía el descontento que tenía la tropa, ya que la mayoría de aquellos hombres que habían ido al Nuevo Mundo en busca de una mejor vida, se hallaban pobres y únicamente les mantenía la esperanza de encontrar metales preciosos en otros lugares. Por todo ello, Pizarro necesitaba que el emperador siguiera valorando su empresa, de ahí que en diciembre de 1537 mandase de nuevo a su hermano Hernando, que había regresado de España, con otra remesa de metales preciosos correspondientes a los quintos reales de los tesoros hallados en Cusco y en su comarca; mas cuando ya estaba en camino, le hizo volver porque en aquellos momentos la tierra estaba muy alterada y necesitaba tenerle a su lado hasta que estuviera pacificada aunque, según el contador de la Real Hacienda, López de Caravantes[17] no dejó de mandar con otras personas, a buen recaudo, setecientos cincuenta y siete mil ciento cuarenta y cinco ducados.

Guerra con Almagro

Por su parte, Diego de Almagro intentando que los hombres que le seguían consiguieran alguna riqueza, después de reunirse con Pizarro en Cajamarca, organizó una expedición a Chile, pero fue un fracaso total ya que al encontrar solamente tierras estériles, los expedicionarios, entre los que se hallaban integrados los soldados de Pedro de Alvarado, regresaron todavía más empobrecidos por las deudas que habían contraído para participar en la expedición. Ante la dramática situación, sus capitanes optaron por apoderarse de Cusco el 8 de abril de 1537, alegando que la ciudad estaba dentro de la Nueva Toledo, la gobernación que Carlos V había adjudicado a su jefe, y según los cronistas quitaron sus casas y tierras a los vecinos, encarcelaron a las autoridades junto con los hermanos del gobernador: Hernando y Gonzalo y mataron a cuantos se les opusieron.

Pizarro no podía consentir que le arrebataran la gran ciudad del Cusco, porque estaba convencido de que se hallaba dentro de su gobernación, pero como sus límites eran imprecisos encargó determinarlos a varias autoridades e incluso se entrevistó con su socio en dos pueblos de la costa mas, Almagro y sus capitanes, que también querían apoderarse de la Ciudad de los Reyes, no llegaron a ningún acuerdo, por el contrario, se retiraron a Cusco y declararon la guerra. Ante ello, Pizarro preparó un ejército, que puso a las órdenes de su hermano Hernando, a quien había conseguido liberar en una de las entrevistas mantenidas en la costa; éste derrotó a Diego de Almagro el 26 de abril de 1538 en la batalla de las Salinas y le hizo prisionero. Seguidamente, tras ser acusado en un juicio de varios delitos, Hernando ordenó su ejecución el 8 de julio.

La actividad del emperador

Francisco Pizarro había hecho partícipe a Carlos V de aquellos hechos en varias cartas, pero el emperador nunca contestó, ni tampoco contestó para agradecer la gran suma de dinero que le había enviado en 1537. Es verdad que durante ese año estuvo muy ocupado en preparar la paz con Francia y que en 1538 también tuvo mucha actividad, ya que junto a su hermano Fernando, rey de Hungría y Bohemia, programó con Roma y Venecia una nueva cruzada contra los turcos, llamada Liga Santa, para rescatar Constantinopla, por lo que en junio hubo de viajar a Francia para entrevistarse en las cercanías de Niza con Paulo III y en las deltas del Ródano con Francisco I, lugar donde ambos monarcas acordaron una tregua de paz por diez años[18].

Repercusión de la ejecución de Almagro en España

Es de suponer que estos problemas no habrían impedido que el emperador se enterarse de la ejecución de Diego de Almagro a finales de 1538, ya que se hallaba en España cuando el capitán Diego de Alvarado llegó y denunció irregularidades cometidas por Hernando Pizarro en el juicio y en la ejecución de su jefe y también que Francisco Pizarro se había negado a entregarle la gobernación de Nueva Toledo a su pupilo Diego de Almagro el joven, a quien él representaba por ser aquel menor de edad. Seguramente que Carlos no aprobó la ejecución y tal vez temió que en Perú se complicara la situación como había sucedido en Nueva España, por ello, a partir de entonces, debió de cortar todas las comunicaciones con Pizarro y comenzó a preparar la ida de un inspector real para que aclarara lo sucedido.

Pizarro, que por entones ignoraba la repercusión que en la Península estaban teniendo aquellas denuncias, el 27 de febrero de 1539 escribía al emperador diciendo que hacía más de un año que le había concedido el título de marqués, pero que en todo ese tiempo no había sido anexionado a ningún territorio por lo que proponía anexionarlo a la región de los Atavillos y en la misma carta le decía que el territorio conquistado era muy grande y le suplicaba que lo dividiera en dos gobernaciones: que la suya se extendiera desde Túmbez hasta Charcas, incluyendo Arequipa, donde él tenía sus “granjerías” y repartimientos, y la otra, correspondiente a la provincia de Quito, que se la diera a uno de sus hermanos: Hernando o Gonzalo, por los muchos servicios realizados en el descubrimiento, colonización y conservación de aquellos territorios para su cesárea majestad. Y tal vez, para contrarrestar las denuncias formuladas en la corte por Alvarado y otros capitanes almagristas, al día siguiente, o sea el 28 del mismo mes, envió a la emperatriz Isabel seis esmeraldas desde Cusco y a mediados de aquel año también mandó con su hermano Hernando un abundante “donativo gracioso”, reunido entre los conquistadores para cumplir con una petición hecha por los oficiales reales en nombre del emperador. Pero, como a pesar de todo ello no llegaba ninguna respuesta sobre su marquesado, ni tampoco aprobación de la creación y adjudicación de las dos gobernaciones, Pizarro volvió a escribir a Carlos V quejándose del agravio que estaba cometiendo con él, pues había descubierto, conquistado y pacificado muy grandes territorios a su costa y los había puesto bajo su Corona. Sin embargo, pasó el tiempo y tampoco recibió ninguna contestación; fue a principios de junio de 1540 cuando le llegó información sobre las nuevas gobernaciones establecidas y con gran asombro comprobó que la suya no estaba en la zona de Charcas y Arequipa. Como no lo podía creer, a los siguientes seis días volvió a escribir al emperador y entre otras quejas le dijo: “…e a mí me abate y pone en el hospital cargado de deudas por sostener la tierra…”[19] pero tampoco esa vez obtuvo contestación a su carta.


Carlos V otra vez en guerra

Es muy posible que el emperador no llegase a tener noticias de aquellas cartas porque en 1539 Gante se había alzado en contra del gobierno de su hermana María de Hungría, debido a los muchos impuestos que había soportado en 1537 por la guerra con Francia y, al no poder admitir que se le rebelase la ciudad que le había visto nacer, resolvió castigarla personalmente; de ahí que en el otoño de 1539 iniciara el viaje hacia los Países Bajos. La paz con Francisco I le permitió atravesar Burdeos, Poitiers y Orleans y que el 19 de diciembre se dirigiese a París acompañado por el monarca francés, donde durante bastantes días fue obsequiado con cacerías, torneos, banquetes y bailes. Después, en enero de 1540 entró en los Países Bajos y para festejarlo también se le hicieron innumerables festejos, mas ello no impidió que, al mando de cinco mil mercenarios alemanes, llegase a Gante el 14 de febrero. Ya en la ciudad ordenó que los tribunales de justicia investigaran los hechos acaecidos e hizo ejecutar a los que habían participado en el motín; seguidamente la privó de libertades y privilegios, arrasó una de sus emblemáticas zonas y sobre sus ruinas mandó erigir un castillo para sujetarla. Una vez castigada Gante, el emperador se dirigió a Alemania con objeto de dar solución al problema religioso creado por los protestantes y con tal fin, a principios de abril de 1541 estableció conversaciones durante dos meses con sus representantes en Hagenau, Worms y Ratisbona pero, como no logró obtener ningún acuerdo, llegó a la conclusión de que los problemas religiosos debía tratarlos con la violencia y que tenía que empezar por dominar a los turcos. Consecuentemente, el 15 de octubre llegó a Palma de Mallorca y cinco días después estaba en África con el propósito de tomar Argel; sin embargo, aunque la sitió y sus tropas vencieron en algunas escaramuzas, no pudo apoderarse de la ciudad, porque una enorme tormenta destrozó su escuadra y no tuvo más opción que levantar el asedio y regresar a España. El 26 de noviembre de 1541 estaba en Palma de Mallorca y tras algunos días de camino llegó a Ocaña, donde estaban sus hijos, Felipe, María y Juana; su esposa, la emperatriz Isabel había fallecido el 1 de mayo de 1539[20].

Los días más amargos de Francisco Pizarro

Mientras el emperador protagonizaba estos hechos, Francisco Pizarro había continuado su labor descubridora y colonizadora por el sur del continente sudamericano, durante dieciséis meses más, fundando las ciudades de San Juan de la Frontera, La Plata y Arequipa. De regreso a Los Reyes, además de comprobar que Carlos V continuaba sin responder a sus cartas, fue informado de que había sido enviado un juez para que inspeccionara la situación existente en Perú y de que ya se hallaba en la isla Española. En efecto, el Consejo de Indias había enviado al licenciado Cristóbal Vaca de Castro con el fin de que pusiera orden en los lejanos territorios. Esas noticias causaron gran intranquilidad a Pizarro: sabía que su hermano Hernando, a consecuencia de las denuncias realizadas por los capitanes de Diego de Almagro, había sido desterrado a África y que en esos momentos le habían conmutado la pena y se hallaba preso en Madrid; tal situación, más las quejas que cuando llegase a la Ciudad de los Reyes le darían los partidarios de Almagro el Joven, le inquietaban; por ello el 15 de junio de 1541 escribió otra vez a Carlos V reiterando la necesidad de establecer las dos gobernaciones, como había expuesto en sus anteriores cartas, para el mejor gobierno de la tierra y para que Vaca de Castro las encontrara establecidas. Esta vez, su tono era exigente:”…yo he descubierto e pacificado e sustentado e pagado e gastado en ello toda mi hacienda e como a primer descubridor e poblador e sustentador Vuestra Majestad como señor agradecido tiene obligación a darme el galardón que se me debe…”[21]; pero tampoco obtuvo respuesta a esa carta y el juez no llegaba.

Vaca de Castro había salido de San Lúcar de Barrameda el 5 de noviembre de 1540, pero no pudo desembarcar en la Española hasta el 30 de diciembre debido a una gran tormenta y desde allí había pasado a Nombre de Dios y a Panamá, ciudades donde llevaba órdenes de crear audiencias. Terminada esta labor, en marzo de 1541embarcó hacia Perú mas, como también un fuerte temporal le impidió seguir navegando, hubo de proseguir el viaje por tierra desde Buenaventura y antes de llegar a Perú, en Popayán, fue informado de que el 26 de junio de aquel año de 1541, Francisco Pizarro había sido asesinado por los seguidores de Diego de Almagro “el Joven”.

Es de suponer que el licenciado notificaría la muerte del gobernador al Consejo de Indias lo antes que pudo pero que, como entonces las comunicaciones eran muy difíciles, quizás hasta dos o tres meses después, la noticia no se sabría en España y que seguramente Carlos V no la conocería hasta diciembre, cuando después de sufrir la derrota de Argel, llegó a Castilla. No se sabe qué sintió en aquel momento en que se hallaba deprimido: tal vez evocó la entrevista de Toledo y volvió a ver la imagen del maduro e intrépido soldado que le había enviado tan grandes cantidades de dinero y que sólo con sus propios medios había agregado a la Corona española más de cinco mil kilómetros. Ese sería su último encuentro.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

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Vega, de la Garcilaso: Comentarios reales de los Incas. Editorial Universo S.A. Lima. Perú.

 

 

 

 

 

 

[1]Martín Rubio, María del Carmen: Francisco Pizarro. El hombre desconocido, pg. 78. Ediciones Nobel. Grupo Paraninfo. Madrid 2014.

[2] Martín Rubio: Francisco Pizarro. El hombre desconocido, pg. 113. Ediciones Nobel. Grupo Paraninfo. Madrid 2014.

[3] Mexía, Pedro: Historia del emperador Carlos V. Edición Juan de la Mata Carriazo, pg. 263. Espasa Calpe Madrid 1945.

[4] Sandoval, fray Prudencio: Historia de la vida y hechos del emperador Carlos. Parte I. Edición Seco Serrano. Madrid 1955.

[5] García Mercadal, José. Carlos V y Francisco I, pg. 156. Librería General. Zaragoza 1943.

[6] Cieza de León: Descubrimiento y conquista del Perú, pg. 35. Editorial Dastin. Madrid 2001.

[7] Jerez, Francisco: Verdadera relación de la conquista del Perú, pg. 196. Biblioteca Peruana. Lima 1968.

[8] Jerez, Francisco: Verdadera relación de la conquista del Perú, pg. 199. Biblioteca Peruana. Lima 1968.

[9] Vega, de la Garcilaso: Comentarios reales de los Incas, t. III, pg. 46. Editorial Universo S.A. Lima. Perú.

 

[10] Fernández Álvarez: Carlos V. Un hombre para Europa, págs. 87- 92. Ediciones Cultura Hispánica. Madrid. 1976.

[11] Maticorena, Miguel. Información inédita de Francisco Pizarro. Diario El Comercio. Lima 19 I 1992.

[12] López de Caravantes, Francisco. Noticia general del Perú, pg. 29. Biblioteca de Autores Españoles. Madrid 1985.

[13] López de Caravantes, Francisco. Noticia general del Perú, pg.37. Biblioteca de Autores Españoles. Madrid 1985.

 

[14]Fernández Álvarez: Carlos V. Un hombre para Europa, pg. 107. Ediciones Cultura Hispánica. Madrid 1976.

[15] Martín Rubio. María del Carmen. Carlos V. Emperador de las islas y tierra firme del mar Océano, págs. 98-104. Ediciones Atlas. Madrid 1987.

[16] Busto, José Antonio del. Francisco Pizarro. El Marqués Gobernador, págs. 179- 191. Librería Studium. Lima 1978.

[17] López de Caravantes, Francisco. Noticia general del Perú, pg.53. Biblioteca de Autores Españoles. Madrid 1985.

 

 

[18] Fernández Álvarez, Manuel. Un hombre para Europa, págs. 133-134. Ediciones Cultura Hispánica. Madrid 1976.

 

[19] Martín Rubio, María del Carmen. Francisco Pizarro. El hombre desconocido, págs.323-326. Editorial Nobel. Grupo Paraninfo. Madrid 2014

[20] Fernández Álvarez, Manuel. Un hombre para Europa, págs. 141-146. Ediciones Cultura Hispánica. Madrid 1976

[21] Lhomann Villena, Guillermo. Francisco Pizarro. Testimonio, págs. 63-65. CSIC. Madrid 1986.

Dic 072017
 

Teodoro Martín Martín (UNED).

 

Introducción

 

Situado a la entrada de esta población del Campo Arañuelo por la carretera de Casas de Belvis, perteneció a la orden de Santo Domingo en su rama femenina. Fue fundado en la segunda mitad del siglo XVI y permaneció abierto hasta la exclaustración del siglo XIX.

Para su estudio nos hemos servido de las siguientes bases documentales:

  1. Fuentes:

.Archivo General de la Orden de Predicadores en Roma. Serie IX carpeta 60.

.Archivo Diocesano de Plasencia. Sección Pleitos civiles caja 418; sección Capellanías caja 833; sección Conventos exclaustrados: Relación de fincas del año 1847.

.A.H. N. Madrid. Clero regular, legajo 1404 expediente 2 (años 1495-siglo XVIII). Contiene información preferentemente económica.

.Lamentablemente hay bastante documentación de Santa Ana de Belvís dispersa por el territorio nacional. Sea una prueba de ello que en mayo de 2017 salió a la venta en una librería de antiguo en Madrid: “una escritura de convenio y concordia otorgada por Santa Ana de la villa de Belvís con fecha 30 de julio de 1660, 3 folios con un sello de 78 maravedís”. Al interesarme por el documento me dijeron que había sido adquirido por la Junta de Extremadura.

.Actas de los capítulos de la provincia de España (1595-1998).

.Biblioteca Nacional: Libro antiguo registro de la provincia de España. Orden de Predicadores 1758-1777, mss.7424.

.Bullarium Ordinis Fratum Predicatorum. Roma. 1729-1740. 8 volúmenes.

.Catastro de Ensenada. Respuestas Generales, pregunta 39 de Belvis de Monroy. Leg. 152 en A. G. Simancas.

.Catastro de Ensenada. Libro de propiedades de religiosos en Aldeanueva de la Vera, sito en el Archivo Parroquial de esta localidad de la provincia de Cáceres.

.Censos de población de España; de 1589 (obispos) y 1591 (millones).

.Contribución de los conventos de la provincia de España, Orden de Predicadores, a la aportación de 7 millones de reales en 1796. En Martín Martín Teodoro: El convento de Santa Catalina de la Vera. Ed. San Esteban, Salamanca 2002, apéndices.

.Hernández Martín Ramón: Libro registro de la provincia de España, orden de predicadores. En Archivo Dominicano (II). Salamanca 1981.

.Hernández Martín Ramón: Actas de los capítulos de 1581, 1585, 1587, 1591, 1593 y 1595. En Archivo Dominicano nº 35 y 36. Salamanca 2014 y 2015.

.Hernando del Castillo: Historia de Santo Domingo y su Orden de Predicadores. Valladolid 1612; 1ª y 2ª parte.

.Hoyos Manuel Mª de: Registro historial de la provincia de España. Orden de Predicadores. 3 vol. Madrid 1966-68.

.Hoyos Manuel Mª de: Registro documental de la provincia de España. Orden de Predicadores. 3 vol. Madrid 1961.

.López Juan: Historia de Santo Domingo y de su Orden de Predicadores. Valladolid 1621; 3ª 4ª y 5ª parte.

.Salvador y Conde José: Historia de la provincia dominicana de España. Ed. San Esteban. Salamanca 1991, 3 vol.

.Salvador y Conde José: Índice alfabético de los conventos dominicos que aparecen en las actas capitulares de la provincia de España de la orden de predicadores (1250-2000). Madrid 1998.

  1. Bibliografía

-Sobre Extremadura

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.Barrantes Vicente: Aparato bibliográfico para la Historia de Extremadura. Madrid 1875 3 volúmenes.

.Extremadura por don Tomás López. Año 1798. Edición de Gonzalo Barrientos. Mérida 1991.

.García Pérez José: La desamortización eclesiástica y civil en la provincia de Cáceres. El Brocense .Cáceres 1994.

.González García Francisco: Los obispos de Plasencia. Ayuntamiento de Plasencia. 2008.

.Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura. Partido de Plasencia. Edición de Gonzalo Barrientos. Mérida 1994.

.López Sánchez-Mora Manuel: Plasencia siglos XVI y XVII. Plasencia s. a.

.Martín Martín Teodoro: La reforma de conventos en Extremadura en el Trienio Liberal. XL Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2011.

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.Rodríguez Grajera Alfonso: La Alta Extremadura en el siglo XVII. Universidad de Extremadura. Cáceres 1990.

.Sánchez Loro Domingo: Historias placentinas inéditas. Cáceres 1982, 3 volúmenes.

.Timón García Francisco Javier: Belvis de Monroy: Señorío y villa. Ayuntamiento de Belvis de Monroy 1992.

.Timón García Francisco Javier: Don Manuel Talaván Mateos (1757-1813). El cronista accidental. XLIV Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo 2015.

.Velo y Nieto Gervasio: Castillos de Extremadura: Cáceres. Madrid 1968.

-General

.Adámez Antonio: El convento de San Benito de Orellana la Vieja. Historia de su fundación. Madrid 2008.

. Atienza López Ángela: Tiempos de conventos. Marcial Pons Madrid 2008.

.Barrado Barquilla José: Las dominicas de San Sebastián el Antiguo. Ed. San Esteban. Salamanca 2001.

.Casillas García José Antonio: El monasterio de San Blas de la villa de Lerma. Ed. San Esteban. Salamanca 2008.

.Duby Georges y Perrot Michelle: Historia de las mujeres en Occidente. Ed. Círculo de Lectores. Barcelona 1992, 5 volúmenes.

.Madoz Pascual: Diccionario Geográfico Estadístico de España. Madrid 1847, vol. IV.

.Martín Martín Teodoro: La desamortización textos jurídico políticos. Madrid 1973.

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.Miura Andrades José María: Milagros, beatas y fundaciones de conventos. En Religiosidad Popular. Antropos. Barcelona 1989, 3 volúmenes.

.Ponz Antonio: Viajes por Extremadura. Ed. Universitas. Badajoz 1983, Vol. I.

 

Orígenes y Fundación

 

La génesis de este cenobio, por los datos que nos proporcionan las fuentes consultadas, es producto de dos iniciativas: De una parte la existencia de un beaterio previo, de otra una fundación específica hecha por el abad de Cabañas, hijo del séptimo señor de Belvis y primer conde de Deleitosa.

El padre Alonso Fernández nos dice al respecto. “En tiempos del obispo Francisco Tello de Sandoval (1578-1580) se fundó en la villa de Belvis un monasterio de monjas de la orden de Santo Domingo, que se llamó Santa Ana. Fue patrón don Fernando de Monroy, hijo del primer conde de Deleitosa, don Francisco de Monroy y le dotó de su hacienda. Es bien edificado y acabado, con buena iglesia, oficinas, dormitorios, claustro y todo lo que un convento ha menester. Es grande la observancia con que viven las religiosas, y la clausura y encerramiento; y así tienen grande opinión y crédito de su santidad en toda aquella tierra. Ha sido priora doña Francisca Monroy y Zúñiga, hija del fundador, casi cuarenta años y de algunos años a esta parte es vicario de este monasterio el prior del convento de San Vicente de la orden de predicadores de Plasencia”.[1]

  1. J. Timón García, cronista de la villa, señala que el fundador era hijo natural de don Francisco de Monroy y Zúñiga, primer conde de Deleitosa. Fue creado en 1586 por testamento del ya citado don Fernando. Al morir este dejó como único heredero al convento.[2] Este autor lo localiza en los restos conocidos popularmente como La Henera, pues hoy mismo son utilizados como pajar o almacén de heno. Se conserva parte de una gran iglesia, a la que se accedía por un precioso arco de medio punto, formado por grandes dovelas, aún conservado. En la fachada aparecen restos de decoración esgrafiada. Este arco era la entrada principal a la nave de la iglesia, cubierta por un tejado a dos aguas, aunque de ella solo quedan algunos muros de mampostería más la fachada y arco referidos. La nave estaba separada del ábside por un arco de medio punto, hoy tapiado, siendo esta cabecera la parte mejor conservada. En su interior, y en el paño frontal, aparecen interesantes restos de decoración esgrafiada, distinguiéndose un guerrero armado bajo cuyos pies aparece otra figura. Esta parte estaba iluminada por una estrecha ventana lateral. Refuerzan el conjunto dos contrafuertes, uno a cada lado de la cabecera. En uno de ellos aparece el escudo de los Monroy. Las dependencias del convento estarían adosadas a este conjunto aunque ya han desaparecido.[3]

El padre Manuel Mª de los Hoyos también nos proporciona información sobre nuestro convento. Tras señalar que el fundador era hijo del conde de Deleitosa y señor de la villa de Belvis, nos recuerda que de esta dependían 5 aldeas: Mesas de Ibor, Valdecañas, Valdehúncar, Campillo y Casas de Belvis. “Don Fernando fue capellán mayor y testamentario de la princesa doña Juana de Austria, hermana de Felipe II. Posteriormente tras la muerte de ésta fue capellán del propio Rey. Consta la fundación por dos escrituras fechadas en Belvis, una el 7 de octubre de 1572, la otra el 21 de abril de 1586. Recabó autorización don Fernando del padre maestro general, fray Serafino Caballi y de los padres provinciales de España, Esteban Coello y Juan de las Cuevas. Tuvo así mismo el consentimiento del obispo de Plasencia y la licencia del nuncio Sega, como consta en un breve fechado en Madrid el 28 de abril de 1580, octavo año del pontificado de Gregorio XIII”.[4]

Es posible que una copia de la segunda escritura sea la que hemos hallado en la sección clero del A. H. N. de Madrid. Es un documento sin fecha y ante 13 monjas reunidas en capítulo, en el que el escribano Alonso Arias, les lee la dotación y donaciones que les hizo don Fernando de Monroy. Se testifica también ante los padres Diego de Contreras y Pedro Lozano, prior y vicario del convento de Santa Catalina de la Vera.[5] Todos ellos aceptan la fundación en nombre del padre Juan de las Cuevas, provincial de España. Están presentes como testigos dos criados de don Fernando y el citado escribano de la villa de Fresnedoso, sitos en la villa de Belvis. Las condiciones son 7.[6]

.Por costumbre las que profesaren serán limpias de sangre y no de moros o judíos, de buena fama y se haga información previa.

.No sean viejas y si lo son sean de gran calidad y linaje.

.El número de religiosas sea 33 y no más y lleven su dote cada una.

.Se reserva el fundador incorporar 2 monjas sin dote.

.Las monjas sin dotes las elegirá el fundador de donde quiera, pero que sean en este orden: de la Abadía de Cabañas de la Peña[7], Deleitosa, Fresnedoso y Belvis por este orden de pueblos.

.Nombra priora perpetua a Francisca de Monroy.

.El monasterio ha de estar y permanecer para siempre en Belvis y no puede ser trasladado; y si se destruyese fuere recuperado en el mismo lugar.

Fernando de Monroy vivía en Roturas y Berzocana y fue abad de Cabañas hasta su fallecimiento el 17 de abril de 1590. Le sucedió en la abadía entre 1591 y 1593 Juan del Castillo, obispo de Cuba.

Hemos señalado la existencia de un beaterio previo al convento fundado por el abad. Así lo manifiesta Vicente Barrantes cuando habla de la fundación del convento de Santa Ana, que dice fue promovido por la venerable Juana de San Francisco. Esta era de Casatejada y creó el cenobio que andando los días pasó a poder de las religiosas dominicas.[8] Pero es que además hemos hallado un manuscrito, en el legajo 1404 del A. H. N. que consta de tres páginas, en el que hace su ingreso como beata Francisca de Santa María, está fechado en Belvis el 7 de septiembre de 1579.[9]

Por esta carta de obligación la mencionada beata entrega todos sus bienes a favor “de la casa de señoras de Santa Ana y digo que por cuanto las demás beatas mis hermanas hicieron donación a este monasterio de señoras de Santa Ana de la orden de Santo Domingo con ciertas condiciones”. Una de las cuales es que si se muriese dentro de dos años, su marido disponga de ellos a no ser que hubiese muerto. Renuncia a todo tipo de derechos en favor del monasterio y lo firma en Belvis ante dos testigos y ante el escribano Juan de Ayala.

Estas referencias nos hacen pensar que en sus orígenes aquel fue un beaterio en el que profesaban, bajo ciertos votos, determinadas señoras de estos lugares y que lo que hace don Fernando de Monroy es integrarlas bajo una misma comunidad; pero ya como convento sometido a la segunda regla de la orden dominicana, que él dota y promueve. Ahora bien, previamente existía esta casa de señoras, también denominada Santa Ana.

“Los beaterios femeninos, caracterizados todos ellos por una extrema pobreza, tuvieron que enfrentarse al recelo de lo oficial, temerosos de fomentar en estas rebeldes nuevas experiencias religiosas susceptibles de escapar a una regularidad disciplinar”.[10] El mundo de los beaterios es muy complejo. No es cierto que en su totalidad se parecieran a los beguinatos de Bélgica. En su gran parte estos beaterios estaban dependiendo de órdenes religiosas, de concejos, incluso a veces eran independientes.[11]

La ofensiva enclaustradora postridentina fue realmente notable. En muchas casas de beatas se resistieron con mayor o menor empeño al encerramiento. Pero también hubo casos de beaterios que se presentan más espontáneos y naturales, y que no parecen condicionados por intervenciones de terceros, ni intermediaciones algunas. La diversidad marcó los comportamientos.[12] Pero también hay que señalar que con las reformas del Concilio de Trento los conventos se convirtieron en verdaderos institutos de perfección, alejados de injerencias familiares y sociales. Al desaparecer estos vínculos la función del confesor adquirió mayor protagonismo en la vida personal y comunitaria de los conventos. Sobre todo en la confesión y en la dirección espiritual.[13]

El 8 de septiembre de 1579 tomaron posesión del convento las religiosas, dice el padre Hoyos. Estas fueron las siguientes: Madre Francisca de Monroy y Zúñiga[14], religiosa profesa del convento de San Blas de Cifuentes, era de la casa del fundador y fue priora perpetua por condición impuesta por este. La madre Catalina de los Ángeles y la madre Ángela de Santa Ana para cantoras. Esta murió presto y vino en su lugar la madre María de Hermosilla. También entraron en dicho día, por petición de la condesa de Deleitosa, doña Beatriz, 14 beatas de la orden de San Francisco, que vivían en comunidad en una casa llamada de San Miguel de dicha localidad. Fueron admitidas al hábito conforme a la antigüedad que tenían en el beaterio.

En documento que se conserva en el Archivo General de Roma figuran los nombres y orígenes de estas primitivas religiosas. También se halla una enumeración completa de las reliquias que en el convento se guardaban, como igualmente una descripción del sepulcro del fundador, que desde luego no tenía apariencia de suntuoso, puesto que se hallaba a ras de tierra en el centro de la capilla mayor de la iglesia. Así mismo se conserva una lista de los vicarios primitivos que tuvo la comunidad. Se hace particular mención de una talla muy devota del Santo Cristo de los Dolores. Todos estos datos los especificó en 1668 el vicario del monasterio, padre Dionisio Ruíz. Se dice también que en las actas del capítulo provincial de 1581, celebrado en Valladolid, se encuentra por primera vez mencionado este convento con ocasión de asignarle un confesor que lo fue el hermano Juan Díaz.[15]

Comprobamos por otras historias de cenobios femeninos el paralelismo en la problemática de su fundación. Por ejemplo, las dominicas de San Sebastián el Antiguo de la capital donostiarra también fue iniciativa de unos fundadores y de la preexistencia de un grupo de beatas, mujeres sencillas, pobres, analfabetas, pero muy religiosas. Este será el embrión del convento.[16] Algún parecido en sus orígenes hallamos en otra institución dominicana de la rama femenina, véase al respecto el trabajo sobre el convento de Orellana la Vieja.[17]

 

Vida en común

 

La vida conventual se desarrolló a lo largo de casi tres siglos bajo la dirección de la priora, la cual regía la existencia religiosa en el interior del claustro y actuaba en los asuntos legales, económicos y de representación, siempre bajo la tutela de la Orden de Predicadores. Hemos hallado las siguientes prioras y subprioras en los distintos documentos utilizados: Francisca de Monroy y Zúñiga, desde 1579 es superiora casi cuarenta años a perpetuidad. Regía el convento en 1627 Isabel del Corpus Christy. En 1637 lo es María de San Francisco y como subpriora Benita de la Concepción. En 1669 lo era Catalina de San Raimundo, que muere con opinión de virtud. En 1689 muere la subpriora María de Santa Teresa. En 1690 es priora Magdalena de Santa Inés. En 1698 Francisca de San Jerónimo es priora y Ana Mª de Jesús subpriora. Ya a fines del siglo siguiente fue priora de 1798 a 1802 Mª de la Cruz de Santa Rita.

A son de campana se reunían los capítulos del convento. Además de la superiora y la subpriora había una depositaria y la maestra de novicias. Aunque no tenemos datos al respecto es de suponer que la vida interior del claustro se desarrollaría con sosiego y orden, salvo algún acontecimiento exterior o alguna rencilla, esto último inherente a toda vida en comunidad.

Estaba estipulado que el ingreso de las novicias tuviera lugar antes de los 19 años; la duración del noviciado era de 12 meses prorrogables. La toma de hábitos podía hacerse al empezar el noviciado, durante el mismo o el día de la primera profesión. En esta se prometía obediencia y consagración a Dios, con los votos correspondientes. Además eran figuras importantes en todo convento femenino:

  1. a) El vicario nombrado, a propuesta o con el visto bueno de la comunidad, en el capítulo provincial o por el provincial. Su duración era de dos años prorrogables. Su tarea era dirigir espiritualmente a las religiosas, trasmitir el espíritu de la orden y las orientaciones de los capítulos.
  2. b) El procurador que colaboraba con el vicario. Se ocupaba de la administración de los bienes materiales que estaban fuera de la clausura, los censos, propiedades, rentas, etc. y del trato con las gentes en toda clase de asuntos.
  3. c) El confesor dirigía la conciencia de cada una de las monjas. A veces este cometido lo desempeñaba el vicario. Poco a poco este personal se fue reduciendo e incluso algunos de ellos desaparecerán de los conventos.[18]

“La superiora era la imagen de autoridad suprema dentro del recinto claustral…Sin embargo ella es solo mera referencia, puesto que el convento femenino depende siempre de las comunidades masculinas de la misma orden. En el entramado de subordinación y obediencias debidas, la figura del confesor adquiere una importancia especial. Su papel no es el de mero veedor, ni vigilante, pero es indudable que se convierte en el eje del universo claustral femenino…Fueron muchas las mujeres que por consejo de sus confesores escribieron sus memorias y obras literarias…En síntesis podemos decir que la salud mental de la comunidad femenina pasa a depender, casi de forma directa, del confesor, que ayuda a paliar la rigurosa exigencia de clausura y encerramiento formulada por el Concilio de Trento”.[19]

Las actas de los capítulos de la provincia de España que hemos consultado nos proporcionan bastante información, sobre estos nombramientos de sacerdotes dominicos para colaborar con las comunidades femeninas. Hasta el capítulo de 1581, celebrado en Valladolid, no hallamos referencias a Santa Ana. Ese año se nombra como primer confesor del mismo a Juan Díaz, del convento de Atocha de Madrid. En el de 1585 se nombra confesor y también vicario a Pedro Lozano del convento de la Vera. Dos años después ambas responsabilidades recayeron en Juan de Manzaneda del convento de Cáceres.[20]

He aquí algunas muestras de nombramientos para Santa Ana, que hemos hallado en las actas de la provincia citada desde 1591:[21]

Año            Capítulo               cargo                    persona                 procedencia

1591           Burgos        Vicario y confesor    Domingo Salinas     Medina del Campo

1593         Ocaña                     Vicario             Juan Román             Ocaña

1595         Segovia                   Vicario             Domingo Salinas   Medina del Campo

1601         Madrid         Vicario y confesor     Martín de Ugarte   Azpeitia

1623         Burgos       Confesor y procurador Ildefonso Gómez   Plasencia

1625     Benavente   Confesor y procurador Ildefonso Gómez   Plasencia

1627           Toro         Confesor y procurador Gabriel González   Orellana

1629     Benavente   Confesor y procurador Luis de Escobedo   Yepes

1651           Toro               Vicario             Jacinto de Montemayor Potes

1653      Benavente           Vicario                Pedro de Salinas         Plasencia

1655           Toro                 Vicario             Francisco Gómez         Plasencia

1659           Toro               Vicario             Ambrosio de Spínola Monbeltrán

1681     Benavente           Vicario             Gaspar Vivas                Segovia

1681     Benavente       Procurador     Benedicto Gutiérrez      Segovia

1683           Toro               Vicario           Martín de León        Sto. Domingo Madrid

1683             Toro           Procurador     Benedicto Gutiérrez    Segovia

1695             Toro             Vicario           Andrés Gutiérrez           Valverde

1695             Toro          Procurador     Francisco Fernández       Mérida

1697     Benavente           Vicario         Gaspar Flóres                   Mérida

1707         Toledo               Vicario       Domingo Rubio              Salamanca

1707          Toledo           Procurador   Juan de Villaseñor        Valladolid

1709       Benavente         Vicario          Domingo Rubio              Valladolid

1709       Benavente     Procurador     Juan de Villaseñor          Valladolid

El libro Antiguo Registro de la provincia de España, orden de predicadores, se formó en 1777 y comprendía desde el año 1758. En él hemos hallado los siguientes datos de nombramientos para Santa Ana:[22]

En 1772 vicario a José Piqueras de Plasencia

En 1773 procurador a Pedro Sierra de Salamanca

En 1773 vicario a Manuel Vicente de Segovia

En 1775 vicario a Pedro Rodríguez Arroyo de Galisteo.

El último capítulo en el que se nombra vicario y confesor de Santa Ana es el de Toro de 1801, el cargo recae en Gabriel Toledo. A partir de entonces y en los sucesivos capítulos de Benavente, Valladolid, Trianos y Palencia (dos) no hay nombramientos para Belvis.

Sin embargo en la relación de miembros de la junta de Guerra de Belvis, creada el 26 de junio de 1808, aparecía como miembro de la misma el vicario del convento de Santa Ana, fray Miguel Martín de Plasencia. Y en 1810, según el libro de casados de la parroquial de Belvis, actuó como párroco fray Alonso Rodríguez Blanco de la orden de predicadores y vicario de las monjas de nuestro convento.[23]

Durante la guerra de la Independencia, Timón García nos señala que en diciembre de 1808 las monjas de Santa Ana huyeron y la soldadesca se acomodó en los conventos del pueblo. Este saqueo se repitió el 4 de agosto de 1809, tras la batalla de Talavera.

Las actas antes referidas nos señalan también el número de fallecimientos de monjas de Santa Ana y algunos rasgos de los mismos. Veamos algunas muestras: En 1629 2, en 1631 3, en 1633 1, en 1637 1, en 1646 2, en 1647 1, en 1651 2, en 1653 3, en 1655 3, en 1661 3, en 1662 3, en 1665 6, en 1669 4, en 1671 2, en 1673 1, en 1675 4, en 1677 3, en 1679 2, en 1681 3, en 1683 1, en 1685 2, en 1687 3, en 1689 1, en 1691 4, en 1693 2, en 1695 1, en 1697 3, en 1701 3, en 1703 1, en 1705 1, en 1707 2 y en 1709 2 religiosas.

Si bien el número de 33 religiosas era elevado en el siglo XVI, poco a poco va descendiendo hasta los 10 o 12 de media que había en el siglo XVIII. En el siglo anterior, el XVII, su media rondaría las 15 monjas. Teniendo en cuenta el posible índice de mortalidad que nos dan los datos de las actas, deduciríamos que el convento se mantuvo bastante poblado en aquella centuria. Los picos de mayor mortalidad se dieron en los decenios de los sesenta con 14 fallecimientos, seguido de los setenta con 12, los ochenta con 10 y así en línea descendente. Comprobamos como las crisis en el siglo del Barroco también tiene incidencia al menos numérica en los conventos femeninos.

En cuanto a la edad de los decesos algunas son jóvenes novicias, a veces llamadas laicas, pero la mayoría son de edad avanzada, unas septuagenarias otras octogenarias. Bastantes de las mismas “cum opinione virtutis”. Otras c. o. v. “quae mortem suam predixit”.

Cabe reseñar lo que se dice de una de las 4 que fallecen en 1691 Magdalena de Santa Inés: “Cum magna opinione virtutis. Nam septenio completo religionem imgressa, usque ad quinquagessimum secundum aetatis suae in quo vitam finivit, intra clautra vixit, & in statu religioso mirifice profecit. Nam regularis observantia exactissima custos religionis iura ad unguem usque fervavit: quim infirmitates, quibus continuo vexabatur illam a sequela Chori, aliisque pietatis operibus dimoverent. Immo illas ita constanter ferebat, ut inter maiores dolores illud crebius usurparet: Domine hic feca, hic non parcas ve in aeternum parcas”.[24] Que en síntesis viene a resaltar la observancia regular y continua que esta religiosa llevó a cabo en todas las actividades conventuales, coro incluido. También las muchas flaquezas y enfermedades que la atormentaron, las superó y probaron su amor y devoción por el Señor, el cual la premió con una muerte digna y el gozo de una resurrección eterna.

Las actas capitulares del siglo XIX apenas nos dan referencias de nuestro convento. Solo hemos hallado en las del capítulo de Valladolid de 1815 noticias del fallecimiento de 4 religiosas, dos octogenarias, una de 40 y otra de 34, esta era laica. Todas ellas cum opinione virtutis.

Las monjas de Santa Ana no estuvieron libres de pleitos. Por ejemplo en 1627 ingresa con una dote de 200 reales al año Ana Iñiga de Villagutierre, natural de Pasaron de la Vera. Así lo establece su padre Alonso Lázaro. Pues bien los herederos, a la altura de 1655, se niegan a pagar la dote y esta falta de pago ascendía en la dicha fecha a 1750 reales. La orden tiene que recurrir a la amenaza de excomunión ante la reiteración de no pagar hecha por los herederos del donante.[25]

 

 

 

Economía conventual

 

Los conventos de dominicas, al contrario que sus homónimos de hombres, tenían que tener un patrimonio económico, ya que no podían solicitar limosnas en las calles, ni obtener ingresos por oficios religiosos. La subsistencia económica de un monasterio se basaba mucho en el trabajo de las monjas dentro de la casa, pero sobre todo en las dotes de las que entraban, en las donaciones de diversa índole y en las limosnas, parcas o espléndidas. Unido a ello fue la austeridad de vida, el ahorro y una buena gestión administrativa lo que ayudó al colectivo a seguir adelante.[26]

No se conserva la escritura de donación que llevó a cabo el abad de Cabañas, don Fernando de Monroy. Por ello no podemos conocer de su patrimonio inicial, que entendemos no debió ser muy nutrido. Pero sí tenemos un estadillo de los censos que tenía el convento el 6 de marzo de 1696. En función del mismo Santa Ana ingresaba:[27]

Población                         Nº de Censos   Importe por réditos

———————————————————————————

Belvis                                       49                   1.685,24   reales

Casatejada                               24                   1.929       reales

Valverde de la Vera                   4                     638,10 reales

Puente del Arzobispo               3                     605,30   reales

Mesas de Ibor                                                     568,04   reales

Villanueva de la Vera                                        556,13   reales

Viandar de la Vera                                             536,30   reales

Almaraz                                       6                     513,31   reales

Navalmoral de la Mata             11                     454,15   reales

Le seguían 8 en Casas de Belvis, 6 en Saucedilla, 3 en Peraleda, 2 en Millares y otros en Torrijos, El Gordo, Calzada, Deleitosa, Valdecañas, Valdehúncar, Frenedoso, Castañar, Candeleda, Madrigal de la Vera, Robledillo, Cuacos, Aldeanueva de la Vera y otros lugares. Importaba el total de ingresos por censos 11.494 reales y 26 maravedís. Si tenemos en cuenta que la media de ingresos del convento a lo largo de estos años era de 15.000 reales de renta, deducimos que la mayor parte de los ingresos procedían de censos.

La época de esplendor de los censos se sitúa entre mediados del siglo XVI y los años cincuenta del siguiente siglo, cuando los tipos de interés eran altos. En el XVIII estos bajaron. Para muchos conventos de monjas la inversión en rentas mobiliarias, censos consignativos y títulos de la deuda, fue preferida a otras modalidades de inversión, dada su fácil administración y su aparente seguridad al llevar la garantía de un inmueble. La mayor parte de los censatarios de los conventos femeninos eran pequeños propietarios agrarios, como vemos por las localizaciones de los antes citados.[28]

Por todo ello deducimos que los excedentes de los conventos femeninos no debieron ser muy abundantes, no adquiriendo lógicamente nuevas propiedades y tendiendo a la supervivencia y mantenimiento exclusivo de la comunidad. No es cierto que los censualistas pretendieran apropiarse de los bienes territoriales hipotecados al suscribir el censo. En Extremadura, Rodríguez Grajera[29], señala que la cuantía de los préstamos dados al censatario era escasa y los réditos anuales muy bajos. El interés se mantuvo en el 5% (20.000 al millar). Un ejemplo puede ser ilustrativo. En el libro de propiedades de eclesiásticos del Catastro de Ensenada, en Aldeanueva de la Vera, Santa Ana tenía un censo. Era de 588 reales y 8 maravedís de principal que obligaba a Bernardo Fontiveros, vecino de la localidad, como censatario a pagar 17 reales y 22 maravedís al año.[30] Ello nos confirma lo diminuto de esta forma de préstamos a campesinos de las comarcas circundantes, Campo Arañuelo, la Vera, Ibor, etc.

Los problemas económicos de la comunidad se agudizaron en determinadas épocas. Por ejemplo el 21 de abril de 1766 piden y la orden les concede licencia al mes siguiente para obtener un censo de 10.000 reales para “atender a las necesidades inminentes del citado convento”.[31]

En 1798 la priora sor Mª de la Cruz de Santa Rita, hace un estudio de los ingresos del convento para el comisionado regio de la diócesis de Plasencia. De esta relación obtenemos el siguiente estadillo de sus posesiones: [32] Una heredad al Malagón de 20 fanegas con 45 olivos y morales, un aprovechamiento en los Melonares de la Vega que produce 1.802 reales, un olivar a los Mártires con 130 olivos y morales, otro al Cristo con 106 olivos, la huerta de la casa con 35 olivos, 11 heredades en distintos pagos, 5 prados y cercas, más 2 olivares y 2 viñas. Todo ello en Belvis y su tierra.

Poseía también 8 suertes de tierra en Campillo de Deleitosa y Fresnedoso, heredades en Millares, 3 castañares en Madrigal de la Vera, un cañal en la ribera del Tajo y un molino de aceite o lagar en Belvis que rinde al año 1060 reales.[33] Ahora bien, toda esta hacienda, señala la priora arriba citada, tiene contra ella 2 censos de 10.000 reales a favor de las agustinas de La Calzada y la Pía Memoria que en Trujillo fundó doña Jerónima de Monroy, que importaban 600 reales de réditos.

Señala también que es preciso deducir los gastos de 1.040 reales que importaban las 230 misas, que tiene de carga este convento, las 115 rezadas, más la limosna de 14 reales que debe abonar por compromiso previo. Todo ello hace que de la renta inicial de ingresos que asciende a 17.701,31 reales le deducimos 1.796,09 reales de gastos contraídos nos dan un líquido para aquel año de 15.905 reales y 26 maravedís. En nota marginal señala la religiosa: “He empleado en este inventario seis días”.

A lo largo de estos años la documentación empleada nos habla de la adecuación del patrimonio original a la nueva situación económica rentista. Por ejemplo el 30 de agosto de 1582 el convento vende una casa en Berzocana, donada por su patrón el abad de Cabañas, pero compra otra casa en 1622 en Belvis. En 1632 compra un olivar en Casatejada y un herrenal en Belvis. Dos olivares en esta población en 1637 y en 1698. Ya en 1786 adquieren un huerto y un herrenal a la Fuente de Zabayo en la misma villa. En 1798 venden parte de un batán en Jarandilla.

Los cambios son continuos; por ejemplo el 20 de abril de 1769 se dio licencia a la priora para vender dos herrenales en Fresnedoso, de una fanega y media de cabida, para comprar otro mayor en Belvis. El 22 de febrero de 1772 se otorgó autorización al convento para que hiciese un trueque con un vecino de Millares, dando la comunidad la hipoteca que tiene en dicho lugar y el sobredicho vecino la que tiene en nuestra villa, junto a la heredad de nuestro convento.[34] Este trasiego de propiedades tiene como meta acercar el patrimonio conventual a Belvis.

Las dotes de ingresos por profesión que llevarían las postulandas también serían objeto de adecuación, bien en forma de rentas dinerarias, las menos, o de tierras, las más. Respecto a los censos la tendencia en el siglo XVIII es asegurarse los más “vivos” o rentables. En una nota marginal la autora de uno de los escritos dejará esta frase: “No puedo escribir de tanto frío como tengo”. Este apunte es de 1698.

En el legajo 1404 hay también una relación de gastos de mantenimiento de comienzos del siglo de la Ilustración. El cual nos dice por ejemplo: por dos religiosas 2.200 reales, “por 21 monjas que hay hoy” 19.162,17 reales, por dos donadas 1.500. Al mayordomo cobrador se le dan 1.460, un ama y su muchacha 1.232,17 reales, un aperador 994,17 reales, un gañan 918, un carretero 670, un pastor 670, un muchacho guarda cerdos 522, un hortelano 912,17, un mozo para la huerta 533 reales y así sucesivamente.

Bien el fundador o posteriores concesiones regias otorgaron privilegios específicos a las religiosas de Santa Ana. Por ejemplo, una provisión real de 15 de noviembre de 1581 establece que en ninguna ciudad, villa o lugar puedan embargar o tomar por el tanto de trigo ni las demás cosas necesarias para el sustento de este convento. Disposición firmada por Pedro Zapata de la Cámara de Su Majestad. Otra disposición de 8 de septiembre de 1615 establecía que nuestro cenobio tiene el privilegio de no pagar la cuarta funeral por el maremagnum, dictaminado en el concilio de Trento, lo cual está rubricado y por escrito en los libros de privilegios.[35] Precisamente el privilegio que tenía el convento de estar exento de pagar las sisas municipales en las cantidades precisas para su manutención, hace que de 1694 a 1699 mantengan un pleito con el Ayuntamiento de Belvis. Este se zanjará por un auto de 1699 que reduce a 70 arrobas de vino y 40 de aceite lo exento por la llamada “moderación del señalamiento de la reflacción” de estos productos.[36]

 

Evolución histórica del convento

 

Como ya hemos señalado Santa Ana permaneció abierto como comunidad de dominicas hasta la exclaustración de 1836. Sin duda sus mejores años fueron los de la primera centuria en que las rentas ofrecidas por el fundador y las vocaciones colmaron las posibilidades del mismo. Los años de crisis de mediados del seiscientos hicieron meya en su vida. Aunque se observa un cierto renacer en la primera mitad del siglo XVIII la decadencia se vuelve a manifestar en los últimos años del siglo de la Ilustración y sobre todo en la centuria del liberalismo.

El censo de Castilla de 1591 nos da una población total para la villa de Belvis y Casas de 262 vecinos, de los cuales 244 eran pecheros, 6 hidalgos y 6 clérigos. El número de religiosas de Santa Ana era de 25.[37] Este era uno de los 116 conventos femeninos existentes en las cuatro provincias dominicanas españolas. La de España a la que pertenecía tenía 45, uno de ellos era el de Belvis.[38]

Las respuestas generales del Catastro de Ensenada de 1752 nos dan para esta villa los siguientes datos: Es una población de señorío perteneciente al condado de Oropesa. Tiene tres conventos, uno de franciscanos, otro de franciscanas y el de dominicas. “Este se llama de Santa Ana y se compone de 13 religiosas de coro, dos novicias, la una lega y dos legas profesas, con dos criadas para su asistencia, dos religiosos sacerdotes, el uno vicario el otro procurador. Cuyo convento no tiene número fijo de religiosas en su fundación.”[39]

En la visita de 1761-62 que hace el padre general Juan Tomás Boxadors se nos dice que en Santa Ana de Belvis viven 19 monjas, y que su renta asciende a 10.164 reales al año.[40] Antonio Pons en su viaje de España también menciona de pasada el convento pero nada nos dice sobre sus habitadoras y rasgos artísticos.[41]

En la distribución que la provincia hace en 1796 para colaborar en la guerra contra Francia, consistente en el reparto de 7 millones de reales entre los conventos de aquella, le correspondían pagar a Santa Ana 258 reales y 32 maravedís, ya que su renta o cantidad subsidiable se estimaba en 13.520 reales anuales. [42]

El Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura de 1791 nos indica que el convento tenía 10 religiosas de las 33 de su fundación, correspondiendo su mantenimiento de réditos de censos y fincas raíces de pan llevar, olivos y viñas, y una acción por vida de nuestro monarca el señor don Carlos IV de 7.500 reales anuales, en cuyo convento se paga de dote al recibir las monjas 800 ducados…En ninguno de los tres cenobios de la localidad se enseña pública ni privadamente, si no es en el de franciscanos del Berrocal, pero solo a sus estudiantes del curso de Moral. [43]

Por una nota advertencia firmada en Belvís de Monroy el 9 de septiembre de 1851 por el párroco Antonio Narciso Díaz, obtenemos la siguiente información: “Por disposición del gobierno las religiosas dominicas de Santa Ana se trasladaron al de la Encarnación Plasencia el año 1836. Todos los principales bienes del convento que son de bastante mérito los posee don Felipe Lozano, vecino de Navalmoral, a excepción de dos viñas que posee doña Camila Sánchez Yáñez de Casatejada, y algunas de inferior calidad que no se vendieron las posee la Nación”[44].

Sabemos de la exclaustración de las religiosas en 1836, no en anteriores épocas revolucionarias como el Trienio Liberal. Las leyes de Mendizábal expropiaron sus rentas y derechos, que pasaron a particulares. Sus bienes, en forma de pequeñas propiedades y censos, suponemos que serían compradas por pequeños propietarios locales de los pueblos comarcanos. Los grandes propietarios de la zona, el notario Urbano González Corisco, el XV duque de Frías, el Marqués de la Romana, don Pedro Caro, por poner algunos ejemplos, no creo que se beneficiaran del pequeño patrimonio de Santa Ana. Al menos nada hallamos en los trabajos hoy existentes sobre la desamortización en Cáceres.[45]

A la altura de 1847 quedaban por vender pequeñas propiedes de Santa Ana. Por ejemplo: Tres heredades en distintos pagos, más una casa habitación del vicario y un cañal de pesca sobre el río Tajo. También prados a la Carnicería, los Campillos, los Malagoncillos, las Hoyas, las Mondongalas, Pajonal, Cordova, El Tejar o la Risca entre otros. Al no ser vendidas en el año precitado salen en arriendo en subasta pública, varias de ellas no tuvieron ni siquiera oferta de arriendo.[46]

Pascual Madoz en su célebre Diccionario de 1849, ya tras la desamortización, en la voz Belvis nos dice lo siguiente: Existen dos conventos de monjas, uno de la orden de Santo Domingo, fundado por don Fernando de Monroy, y otro de San Francisco, ambos suprimidos y casi arruinados.[47]

Ya redactado este artículo he tenido conocimiento de la presentación en los XXIII Coloquios Históricos del Campo Arañuelo, en año 2016, de un artículo de Francisco Javier Timón García sobre nuestro tema. Su título es “Aproximación a la historia del convento de Santa Ana de Belvis (1586-1836)”. Desconozco su contenido, pero conste aquí su existencia como propuesta a tener en cuenta.

 

Coda

 

Por todo lo expuesto anteriormente, deducimos que las dominicas de Santa Ana en la villa de Belvis fue uno más entre los muchos conventos femeninos que inundaron la geografía española en el Antiguo Régimen. Su origen estuvo en un beaterio, al que se suma la fundación llevada a cabo por don Fernando de Monroy. La vida conventual se caracterizó por el silencio, la oración y una vida activa, en la que lo material siempre estaba sometido a la regla fundada por Santo Domingo de Guzmán y que se remonta al siglo XIII en Prulla.

Sus bases económicas estaban en una economía censal y algunas propiedades en Belvis y comarcas colindantes. Fueron desamortizadas en el periodo de Mendizábal y Espartero al no contar con 20 religiosas profesas.[48] La exclaustración de la misma época las alejó de su convento y éste, tras ser vendido en subasta pública, inició un lento pero progresivo deterioro. Su actual estado, dada su historia anteriormente expuesta, precisaría de una cierta protección histórico artística, que evite una mayor ruina y con ello la desaparición de la memoria de una institución importante en la historia de Belvis de Monroy.

 

 

 

[1] Alonso Fernández: Historia y anales de la ciudad y obispado de Plasencia. Plasencia 2006 pág. 233.

[2] Timón García F. Javier: Belvis de Monroy; señorío y villa. Belvis de Monroy 1992 pág. 57.

[3] Timón García F. Javier: Ob. Cit. pág. 57 y 58.

[4] De los Hoyos Manuel Mª: Registro historial de la provincia de España. Orden de Predicadores. Madrid 1966-68 Vol. II pág. 171-173.

[5] Sobre este convento véase la obra de Martín Martín Teodoro, publicada en Salamanca en 2002 por la editorial San Esteban.

[6] A. H. N. Madrid. Sección clero regular. Legajo 1404 expediente 2. Comienza “Mª de Santa María…”

[7] La Real Abadía de Cabañas la integraban las localidades de Solanas, Roturas, Retamosa y Cabañas, más otros pequeños núcleos. Agrupaba las iglesias de estas localidades. Fue del Patronato Real al que estaba agregada. El rey nombraba abad entre una terna propuesta por el obispo de Plasencia. A este abad correspondían los diezmos mayores y menores de este estado. La real abadía era de tipo religioso, los señores jurisdiccionales de Cabañas lo fueron los Monroy y luego los Oropesa. El censo de los obispos de 1589 daba a este territorio 6 pilas (parroquias) y 339 vecinos. Según Sánchez Loro Domingo, la abadía rentaba cada año 2.000 ducados de oro. Historias inéditas placentinas. Vol. A. Cáceres 1984 pág. 215.

[8] Barrantes Vicente: Aparato bibliográfico para la Historia de Extremadura. Madrid 1873. Vol. I pág. 336.

[9] A. H. N. Madrid. Clero regular. Leg. 1404 exp. 2. Comienza: “Sepan cuantos esta…”.

[10] Duby Georges y Perrot Michelle: Historia de las mujeres. Barcelona 1992. Vol. III pág. 581. Sobre este tema y el de los beguinatos europeos son interesantes los demás volúmenes de esta clásica obra.

[11] Atienza López Ángela: Tiempos de conventos. Marcial Pons. Madrid 2008 pág. 95.

[12] Atienza López Ángela: Ob. Cit. pág. 96.

[13] Duby G. y Perrot M.: Ob. Cit. Vol. III pág. 191.

[14] Esta religiosa, después de muchos años de regular observancia, fue escogida para ser la fundadora del convento de Belvis. Fue tenida siempre como modelo de superioras. Estaba en su punto siempre la observancia y el recogimiento. La pobreza era estrechísima. A ninguna permitía dádivas o distinciones. La jerga de sus hábitos se tejía en el monasterio de lana vasta. Los tocados eran gruesos y toscos. Se molía y amasaba el pan en el convento, trabajando las monjas en común. Así lo expresan Manuel Mª de los Hoyos y José Antonio Casillas García en las obras mencionadas en la bibliografía.

[15] Hoyos Manuel Mª de los: Registro historial de la Provincia de España. Orden de Predicadores. Madrid 1966-68. Vol. II pág. 171-173. La documentación de Santa Ana, sita en el convento de Santa Sabina de Roma, sede del Archivo General de la orden, se remonta a 1512, posible fecha del beaterio integrado en la fundación del posterior convento. Véase la reseña del capítulo de 1581 que hace Ramón Hernández Martín en Archivo Dominicano nº 35. Salamanca 2014 pág. 13.

[16] Barrado Barquilla José: Las dominicas de San Sebastián el Antiguo. Ed. San Esteban. Salamanca 2001.

[17] Adámez Antonio: El convento de San Benito de Orellana la Vieja. Madrid 2008.

[18] Salvador y Conde José: Historia de la provincia dominicana de España. Ed. San Esteban. Salamanca 1994. Vol. III pág. 61 y 62.

[19] Duby G. y Perrot M.: Ob. Cit. Vol. III pág. 575-577.

[20] Hernández Martín: Ramón: Actas capitulares de la provincia de 1581, 1585 y 1587. En Archivo Dominicano nº 35 pág. 13, 29 y 47.

[21] Actas de los capítulos de la provincia de España, Orden de Predicadores, que van de 1591 a 1998. Varios tomos. En Archivo del Convento de San Esteban de Salamanca. Agradezco al padre Lázaro Sastre la ayuda que me proporcionó en el citado centro documental.

[22] Libro Antiguo Registro de la Provincia de España, Orden de Predicadores. Biblioteca Nacional. Madrid mss. 7424.

[23] Timón García F. Javier: Don Manuel Talaván Mateos (1757-1813). El Cronista accidental. XLIV Coloquios históricos de Extremadura. Trujillo 2015. pág. 620 y 635.

[24] Actas del Capítulo de Toro de 1691 pág. 33.

[25] Archivo Diocesano de Plasencia. Pleitos civiles caja 418.

[26] Así se expresa el padre Barrado Barquilla en su obra antes citada, pág.73.

[27] A. H. N. Madrid Sección Clero Regular Leg. 1404 exp. 2.

[28] Martínez Ruíz Enrique: El peso de la Iglesia; 4 siglos de órdenes religiosas en España. Actas Editorial . Madrid 2004. pág. 346 y siguientes.

[29] Rodríguez Grajera Alfonso: La Alta Extremadura en el siglo XVII. Cáceres 1990 pág. 195 y siguientes.

[30] Archivo Parroquial de Aldeanueva de la Vera. Libro de propiedades de religiosos del Catastro de Ensenada pág. 134.

[31] Archivo Diocesano de Plasencia. Sección Pleitos civiles caja 418.

[32] A. H. N. Clero regular leg. 1404 exp. 2.

[33] La respuesta 17 del Catastro de Ensenada efectivamente nos dice que de los 5 molinos de aceite de una viga que existían en Belvis, uno de ellos era de Santa Ana, el cual muele 60 días al año y rentaba 1020 reales.

[34] Libro Antiguo Registro de la Provincia de España. Biblioteca Nacional mss. 7424.

[35] A. H. N. Clero regular leg. 1404 exp. 2.

[36] Archivo Diocesano de Plasencia sección Pleitos civiles caja 418.

[37] Censo de Castilla de 1591. I. N. E. Madrid 1984-86 2º volumen pág. 780.

[38] López Juan: Historia de Santo Domingo y de su orden de predicadores. 4ª parte. Valladolid 1615 pág. 988.

[39] Catastro de Ensenada. Respuestas generales de Belvis de Monroy. Legajo 152 pregunta 39.

[40] Archivo General de la Orden de Predicadores. Roma. Serie IX carpeta 60.

[41] Viajar por Extremadura. Editorial Universitas. Badajoz 1983, Vol. I pág. 86.

[42] Martín Martín Teodoro: El convento de Santa Catalina de la Vera. Ed. San Esteban Salamanca 2002. Apéndices.

[43] Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura. Partido de Plasencia. Ed. Asamblea de Extremadura. Mérida 1994 pág. 126.

[44] Archivo Diocesano de Plasencia. Capellanías caja 833.

[45] García Pérez José: La desamortización eclesiástica y civil en la provincia de Cáceres. El Brocense. Cáceres 1994. Sánchez Marroyo Fernando: Dehesas y terratenientes en Extremadura. Ed. Asamblea de Extremadura. Mérida 1993.

[46] Archivo Diocesano de Plasencia. Conventos exclaustrados. Año 1847.

[47] Madoz Pascual: Diccionario geográfico estadístico e histórico de España. Madrid 1847. Vol. IV pág. 149.

[48] Martín Martín Teodoro: La desamortización textos político jurídicos. Ed. Narcea. Madrid 1973 pág. 99 y siguientes.

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