
Álvaro Meléndez Teodoro.
Resumen:
Dispone la Cofradía de Nª Sª de la Soledad de un amplio, documentado y bien organizado Archivo. Lo que presento en estas líneas son informaciones y opiniones reflejadas en la prensa cotidiana de la ciudad de Badajoz. Mucha de la información, claro está, es información que aparece, también, en los Archivos cofrades, pero otra mucha, tipo crónicas de sociedad, críticas y crónicas, son redactadas “al pie de la noticia” y no aparecen por tanto allí.
La información es muchísima, y muy desconocida, por lo que hube de reducir/seleccionar la misma; así y debido al espacio disponible en estos Coloquios, me centro en las fechas 1860 a 1902 y seleccioné, con mi mejor intención y disposición, aquellas informaciones que más pueden aportar al conocimiento de esta Institución desde puntos de vista desconocidos.
La cofradía.- Pontificia y Real Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, Santísimo Cristo de la Humillación Ecce-Homo y Nª Sª de la Soledad Coronada (Patrona de Badajoz).
Fundada el 1 de abril de 1664, a impulso de la devoción del Duque de San Germán, por entonces Capitán general de Extremadura.
Nª Sª de la Soledad es una obra italiana del siglo XVII, encargada por el Duque de San Germán para la fundación de la Cofradía. La imagen fue coronada canónicamente en 8 de junio de 2013.
La Ermita.- La primitiva ubicación de la ermita, muy cercano al actual, fue en la esquina de la calle de Francisco Pizarro con la plaza de la Soledad, donde posteriormente se levantó el establecimiento comercial La Giralda. Actualmente su dirección es Plaza de la Soledad nº 3, Badajoz. Por diversas circunstancias administrativas y de ampliación de calles con el nuevo Plan de Urbanismo, a finales de los años veinte hubo que dejar este primer emplazamiento.
El primer proyecto para levantar esta nueva ermita dedicada a la Virgen de la Soledad está firmado en julio de 1928 por el arquitecto Javier Turull y acompaña a una instancia que firma el Mayordomo de la Hermandad Fulgencio Trujillo Campos. La ubicación prevista era la original, en la esquina de la calle Francisco Pizarro y la plaza de la Soledad. Aunque autorizada la obra por el Ayuntamiento este proyecto no se ejecutaría y sería en noviembre de 1931 cuando Martín Corral Aguirre firma el proyecto que se llevaría a cabo casi en su totalidad y en el lugar que ahora ocupa, esquina a calle Duque de San Germán, Gabriel Rodríguez Barrientos era el presidente de la Hermandad. El edificio se articula en semisótano, tres plantas y terraza rematada por un templete.
Este solar había sido adquirido, hacia 1870, por Roque Acosta que edificó la casa en parte del terreno que antaño había ocupado el Palacio de los Fonseca, marqueses de La Lapilla.
En 1951 se hace cargo de la obra el arquitecto Pedro Benito Wateler que introduce ligeras modificaciones en lo proyectado por su antecesor, como la nueva portada de acceso[1] o la disminución de elementos decorativos previstos; hay que tener en cuenta la penuria en que se encontraba la Hermandad y que el monto de lo presupuestado alcanzaba las novecientas mil pesetas sumando a ello el encarecimiento de materiales ya que en 1955 aún no se había ejecutado nada[2]. Las obras finalizarían en 1987 bajo la dirección del también arquitecto Manuel Casado.
Por el Diario HOY, en 1955, conocemos el motivo de la actual ubicación de la Ermita …su primitivo templo situado …venía arruinándose por el paso del tiempo y estaba amenazado de expropiación por el Ayuntamiento a fin de ensanchar el primer tramo de la calle Francisco Pizarro retranqueando su fachada lateral como se hizo a su derribo. Así las cosas una señora muy devota de la Virgen, doña Joaquina Acosta Méndez otorgó escritura de donación “mortis causa” a favor de la Hermandad, en octubre de 1929, siendo objeto de la donación la casa de su propiedad en cuyo solar se construyó la ermita actual… entre la imposiciones del testamento figuran la obligatoriedad de comenzar las obras dentro del año siguiente a la muerte de la donante o la de finalizar la obra, quedando techada y en culto, dentro de los cuatro siguientes años ya que de lo contrario se restituiría el solar y lo construido a los herederos testamentarios…
Es de señalar que las referencias reflejadas en el Diario HOY se hacían con motivo de la Junta general convocada, por la directiva de la Hermandad, a fin de solucionar el problema de espacio -y de finalización de la obra exterior de templo- y que se manejaba seriamente la posibilidad de edificar otra ermita en lugar más a propósito y con instalaciones de mayor capacidad.
De las últimas obras en este templo destacamos, en 2020, la inauguración de un columbario.[3]
Reseñas de prensa:[4]
Sección religiosa.-… En la Soledad predicará todos los sábados por la noche el Sr. D. Eugenio Morlanes, Mayordomo de S. S. I.[5] …En la Santa Iglesia de la Soledad [sic] San Andrés y Santa María (vulgo San Agustín), se predicarán a la vez Pláticas doctrinales los lunes, miércoles y viernes por la noche y los domingos habrá sermón en la Misa Mayor… (EAB, 19 febrero 1863)
…Entre las varias procesiones merece especial atención la del Martes Santo, de la que ya hablamos en nuestro número anterior; además de esta han tenido lugar la del Señor amarrado a la columna el Jueves en la tarde, el Viernes la del Santo Entierro y por la noche el Rosario de la Soledad.
A cerca de estas vamos a dirigir dos palabras a las autoridades. Hemos observado que en las filas van mezclados indistintamente hombres y mujeres, lo que no solo da lugar a muchos abusos sino que no es posible se pueda conservar el orden, la compostura y la armonía que deben reinar en actos tan solemnes; en todas partes hemos visto asistir mujeres[6] a las Procesiones, pero estas forman después de la Autoridad; y esta medida que, podemos decir es general, ha sido dictada por la prudencia que aconseja evitemos en tales actos todo lo que pueda dar lugar a escándalos y profanaciones, y de aquí que estas dos Procesiones a que nos referimos no llamen ni puedan llamar la atención… (EAB, 5 abril 1863)
Redacción.- Llegada la época de celebrarse la Novena a la Santísima Virgen de la Soledad, nos ha parecido conducente regalar una estampa de dicha imagen a nuestros suscriptores, esperando también de su piedad y devoción contribuirán con la limosna que tuvieren por conveniente para ayudar a sufragar los gastos de estos religiosos cultos.
Sin necesidad de hacer comentarios sobre esta Novena para explicar la grande devoción que profesa este pueblo a la Santísima Virgen de la Soledad, basta observar que, sin embargo de leerse a coro por las mañanas después de la misa cantada, por la tarde antes de la plática y por la noche después del Santo Rosario, desde las cinco de la mañana que se abre la Iglesia hasta las diez de la noche, se encuentra siempre el templo lleno de gente, haciendo cada uno en particular o con su respectiva familia, los mismos ejercicios.
Desde la fundación de la ermita y cofradía de la Santísima Virgen; debida a los piadosos y religiosos sentimientos del Teniente General de Artillería, D. Juan Martín Ruano, y once vecinos más de esta ciudad en el año de 1664, con la debida aprobación del Ilmo. Obispo que entonces era de esta Diócesis, D. Frey Gerónimo Rodríguez de Balderas [sic][7], y del Real y Supremo Consejo de Castilla, la devoción siempre fue en aumento a esta Sagrada Imagen, estendida [sic] hasta el inmediato reino de Portugal, de donde vienen con frecuencia a este Santuario a derramar sus ofrendas con sus corazones, alistándose en su cofradía las principales personas y honrados labradores de esta ciudad, de cuya manera se comprende el que se consiguiese bien pronto la construcción de una ermita, aunque pequeña, en uno de los mejores sitios de la población, y en la que la Santísima Imagen se halla dignamente colocada en un suntuoso retablo de piedra de jaspe, con cuatro altares colaterales perfectamente construidos y adornados. Los señores suscritores a El Avisador que quieran hacerse de la estampa de la imagen de Nª Sª de la Soledad, en seda o papel de marca, pueden remitirlo a la Redacción, aprovechando la ocasión de estarse haciendo una tirada en beneficio de tan augusta Señora. (EAB, 27 agosto 1863)
Última hora.- En la noche del día de ayer, de ocho a nueve de la misma, se presentó en el casco de la población una fuerte tormenta que tenía en una continua consternación a sus habitantes, sin que hasta la fecha se tenga que lamentar desgracia alguna personal; sin embargo en la calle de San Atón, núm. 66, cayó una exhalación rompiendo la pared del corral y techumbre donde descansaban en un profundo sueño dos niños, quedando ilesos del meteoro, recibiendo estos una pequeña contusión en la cabeza de los escombros del techo, llamando principalmente la atención la de una estampa de Nuestra Señora de la Soledad que estaba pendiente en la cabecera de la cama de dichos inocentes, habiendo sido consumido por el fuego los dos laterales del marco de referida estampa, quedando intacto el retrato de esta milagrosa Señora. Esta fe que tenemos en referida Señora alienta a los hijos de esta capital como protectora de los infortunios que puedan aquejar a la misma. (EAB, 13 septiembre 1863)
El diez y ocho de Agosto del que rige, principia la Novena de Nª Sª de la Soledad en su propia hermita [sic]; todos los días a las ocho de su mañana se celebrará Misa cantada con Nuestro Dios Sacramentado, después de la cual se rezará la novena; por la tarde, a las siete y media de la misma, se efectuará la Novena con el Señor Manifiesto, plática, coplas y Salve por la Orquesta del Hospicio. El 26 a las nueve de la mañana, será la función solemne: Oradores.- 1º El Sr. Cura de San Juan, 2º D. Francisco Garay, 3º Federico Gómez, 4º D. Francisco González, 5º D. Francisco Campanón, 6º D. Vicente Rodríguez, 7º D. José Rodrigo, 8º D. Valentín Cuéllar, 9º La función del Sr. Cura de la Concepción y por la tarde D. Casimiro Fernández. (EAB, 16 agosto 1866)
…Velada.- La de la Virgen de la Soledad, que tuvo lugar en la noche del domingo, llevó a la plazuela de aquel nombre una numerosa concurrencia. Las músicas del Hospicio y del batallón de Voluntarios estuvieron tocando hasta las once. (LC, 3 septiembre 1873)
Gacetillas. Velada.- La de la Virgen de la Soledad, que se celebró el Domingo, estuvo concurridísima. Hubo fuegos artificiales y la música del Ayuntamiento, que cada día se hace oír con más gusto, gracias a los esfuerzos de su Director, tocó algunas piezas que hicieron más agradable la velada. (LC, 3 septiembre 1874)
Velada.- La de la Virgen de la Soledad, que se celebró el Domingo anterior, estuvo concurridísima. Hubo fuegos artificiales, y las músicas del Ayuntamiento y del Hospicio entretuvieron al público tocando piezas agradables. (LC, 3 septiembre 1875)
Gacetillas.-…y por si todas estas diversiones no fueran bastantes, pronto tendremos la velada de la Soledad, lo que ya me anuncia la casa de madera que se ve frente a la Ermita y que debiera sustituirse con una elegante tienda de campaña… (LC, 23 agosto 1877)
…La velada de la Virgen de la Soledad se celebró, como de costumbre, el día 26 con fuegos artificiales, música, etc.
La concurrencia fue tan numerosa que era muy difícil transitar por la plazuela de tal nombre.
Los cacos, que nunca faltan allí donde hay barullo, escamotearon el reloj a un concejal del Ayuntamiento. (LC, 28 agosto 1877)
Una pregunta sobre indumentaria. ¿Quién de nuestros lectores es capaz de decirnos a qué nación o provincia pertenece el traje que lleva uno de los ‘judíos’ que van azotando a Jesús en un paso de la procesión del Jueves santo? Porque no sabemos si ese flamante traje es de judío aragonés, catalán o maragato. Sobre todo, nuestras cavilaciones aumentan al ver un ‘judío’ con calzón y chaleco con solapas encarnadas. (LC, 5 abril 1882)
El Domingo anterior tuvo lugar en esta población un suceso que tal vez habrá pasado desapercibido para muchos de nuestros lectores, no es extraño, pues destituido de la pompa y aparato con que se verifica en la Corte, y celebrándose con la sencillez que en esta población se hace todos los años, nada más natural que muchos no se den cuenta de él, ni tengan la menor noticia. ¿Pero que suceso es este? ¿Qué ocurrió digno de llamar la atención en ese día? Podría preguntar alguno de nuestros lectores: pues es ni más ni menos que la publicación de la Bula de la Santa Cruzada.
El acto tuvo lugar del modo siguiente:
Próximo a comenzarse la Misa mayor en la Catedral, el clero de la parroquia del Sagrario revestido de capa pluvial y dalmáticas blancas, en unión de los capellanes de coro de la Catedral, y precedidos de cruz y ciriales se dirigieron a la Iglesia de Nª Sª de la Soledad donde estaba ya prevenida la Bula que había de servir para este acto, colocada sobre damasco carmesí y adornada de flores. El sacerdote que presidía la procesión tomó en sus manos la bula y se dirigieron todos, cantando Salmos, a la Santa Iglesia Catedral; un alegre repique de campanas anunció al Cabildo la llegada de la comitiva portadora de la Santa Bula y, abandonando el coro, se dirigieron todos los Sres. Capitulares a las puertas del templo a recibirla; manifestando de este modo el respeto y reverencia que les merece la Santa Bula y el agradecimiento al Pontífice[8] que por ella concede a los españoles multitud de gracias y privilegios que no se han concedido a las demás naciones de la tierra…[9] (EAB, 25 enero 1883)
Solemnes cultos.- El Sábado próximo, al toque de Oraciones, principia en la Hermita (sic) de Nª Sª de la Soledad, la solemne novena, que la hermandad del Señor de la Paciencia, anualmente le consagra. Predicarán los señores siguientes: día 1º D. Joaquín Olivera[10]; día 2º D. Antonio González; día 3º D. Federico Liñán[11]; día 4º D. Vicente Rino[12], día 5º D. Wenceslao Mauricio[13]; día 6º D. Juan Disols; día 7º D. Vicente Rino; día 8º D. Wenceslao Mauricio; día 9º D. Federico Liñán.
El Domingo 18, último día de novena, será a las diez y media la función principal, predicando el Sr. Penitenciario[14] de esta Santa Iglesia Catedral. (EAB, 8 febrero 1883)
El Sábado próximo, al toque de Oraciones, dará principio la Novena de Nuestra Señora de la Soledad, en la forma de años anteriores. Todas las noches estará de manifiesto S. D. M., y habrá Plática. La función principal el Domingo 26, predicando el Sr. Canónigo Doctoral[15] de esta Santa Iglesia. (EAB, 16 agosto 1883)
El viernes de la semana anterior fue administrado el Santo Viático al Sr. D. Félix Lopo, que se encuentra gravemente enfermo. Para una familia cristiana es este acto un motivo de consuelo, que templa las amarguras y dolores que se sufren en estos críticos instantes de la vida; y por eso lejos de recibir la visita del Rey de los Cielos de una manera vergonzante, debe hacerlo con toda la solemnidad y pompa que sea posible. Así lo hizo la familia de Lopo. Un lucido acompañamiento compuesto de las Hermandades de la Soledad, de las Mercedes y del Santo Patriarca, con sus respectivas insignias y numerosos fieles con hachas encendidas acompañó a S. D. M. desde la Capilla de la Soledad a la casa del enfermo. Hallábase ésta iluminada con profusión de luces y con ellas en las manos aguardaban sus dueños al divino Huésped y cuantas personas se encontraban allí.
El acto fue solemne y conmovedor. D. Félix recibió el Santo Viático con gran fervor, rodeado de su esposa e hijos. Después hemos sabido con grande satisfacción que el enfermo sigue mejor.
¡Que la Santísima Virgen de la Soledad, de la cual es este fervoroso devoto, consiga de su Divino Hijo el completo restablecimiento del paciente, llevando el consuelo a su atribulada familia! (EAB, 27 marzo 1884)
El Jueves Santo…a las cuatro y media de la tarde, saldrá de la Ermita de Nª Sª de la Soledad, la procesión de Ntr.º Señor amarrado a la columna, predicando momentos antes el señor Cura Vicario de la Purísima Concepción… (EAB, 9 abril 1884)
El 25, día de la Encarnación, terminaron dignamente los piadosos ejercicios de cuaresma, que el Rev. P. Heredero, de la Congregación del Inmaculado Corazón de María, ha dirigido en la S. I. C. de esta Ciudad… En la tarde del mismo día tuvo lugar la procesión para trasladar desde la Catedral a su propia Capilla a la veneranda imagen de Nª Sª de la Soledad. A quien se habían consagrado los piadosos cultos, asistiendo a ella además del Ilmo. Prelado[16] el clero catedral, alumnos del Seminario y Hermandad de la Virgen, un número crecido de fieles. La Ciudad de Badajoz ha dado en estos días un público testimonio de su catolicismo, y como la sociedad actual está tan necesitada de estas manifestaciones del espíritu religioso, nosotros, constantes defensores de la fe católica y de los buenos ejemplos, nos complacemos en consignar estos hechos como merecido elogio al pueblo pacense. (EAB, 27 marzo 1884)
El Domingo se publica la ‘Bula de la Santa Cruzada’. Habrá procesión a las nueve, desde la Ermita de Nª Sª de la Soledad a la Sta. Iglesia Catedral, predicando después en la función de esta última el Sr. D. Luis Pons y Astorga[17]. (EAB, 29 enero, jueves, 1885)
Sección Local. – Desgraciadamente la funesta epidemia del cólera sigue extendiéndose por la península, respetando hasta ahora nuestra provincia que, gracias a Dios, se conserva tranquila a pesar de haber circulado algunos siniestros rumores con relación a un pueblo del partido de Mérida. Nuestro Ilmo. y Rvdo. Prelado, intérprete fiel de los deseos Clero y fieles, tuvo la consoladora idea de hacer un solemne Septenario a la Stma. Virgen de la Soledad, patrona y paño de lágrimas de este pueblo de Badajoz. Al efecto, fue trasladada la venerada imagen a la Iglesia catedral, el lunes pasado a las seis de la tarde, rodeada de todo el esplendor que reviste el culto católico en sus manifestaciones.
Un gentío inmenso cubrió instantáneamente las calles de la carrera, y multitud de señoras llevando con el mayor recogimiento un cirio en la mano, precedía al Clero que presidía el Ilmo. Sr. Obispo; cerrando la procesión comisiones de la Hermandad de la Stma. Virgen, las autoridades y la banda de música del Excmo. Ayuntamiento... (EAB, 9 julio 1885)[18]
Una novedad ofreció el día de anteayer que prueba plenamente que la Iglesia se vale de los procedimientos modernos, que abomina y censura cuando no sirven a sus fines, y que emplea en caso contrario.
A grito destemplado de pregonero, es decir, a voz en cuello, se anunció anteayer la traslación de la imagen de la Soledad, desde la Catedral a su habitual morada, como se anuncia generalmente la venta de comestibles y se interesa la busca de las cosas perdidas. La traslación a la Catedral de la citada imagen, se anunció por medio de los prospectos a estilo de los revendedores de quincalla y los sacamuelas.
Todo lo daríamos por bien empleado si en el caso desgraciado de que llegara la epidemia, los que han rogado porque no se presente, se constituyeran en Junta de socorros y auxiliaran a sus semejantes de un modo práctico y positivo. Allá veremos y así lo esperamos.
Creemos que la Iglesia tiene dos medios eficaces para congregar a los fieles. Uno el llamamiento por medio de las campanas; otro la excitación desde la cátedra del Espíritu-Santo; por eso nuestra extrañeza al oír el pregón. En cuanto a la procesión muy lucida, pero obstruyendo a intervalos la vía pública. (DB, 15 julio 1885)
Promovido por varias Sras. de esta capital, se ha llevado a cabo un solemne Triduo para dar gracias a S. D. M. por habernos librado del cólera. A este fin, se trasladó en la tarde del domingo último, la sagrada imagen de Nª Sª de la Soledad, desde su santuario a la Iglesia Catedral.
Concurridísima y lucida estuvo la procesión. La carrera adornada con vistosas colgaduras y llena por una inmensa concurrencia que, en actitud reverente, acompañó a la Patrona de Badajoz hasta la Iglesia matriz.
El pueblo estuvo representado por el Sr. Alcalde, D. Gerónimo Castro[19], y un concejal. Lamentamos la ausencia de los demás individuos del Ayuntamiento que, al obrar así, se ponen en desacuerdo con el pueblo cuya representación ostentan.
Este acontecimiento tiene de mal humor al ‘interfecto’[20]que se desahoga con unos cuantos respingos. Por separado le aplicamos la medicina. (EAB, 29 octubre 1885)
A las cuatro y media la procesión del Señor amarrado a la columna, que saldrá después del sermón, de la Ermita de la Soledad. (EAB, 22 abril 1886, jueves)
El viernes de la semana última llegaron a esta ciudad, según lo teníamos anunciado, los Padres de la Compañía de Jesús, Merlín y Seguí, predicando el último el sábado por la noche en la Iglesia de San Agustín, como fin de la Novena de San José y preparación para la santa misión.
El domingo a las cinco de la tarde salió de nuestra catedral el clero y seminario para trasladar la imagen de los Dolores, de tanta devoción en Badajoz, desde su capilla de la Soledad hasta la S. I. C. habiendo sido la procesión bastante concurrida, a pesar de la amenaza de la lluvia -que por fin mojó a los devotos- y la humedad y lodo de las calles. Depositada en lugar conveniente la sagrada imagen, dio principio la misión con regular concurso, que fue aumentando después y en las noches sucesivas, hasta llenarse por completo la Iglesia. ¡Quiera el Cielo bendecir a los PP. Misioneros y al pueblo católico de Badajoz para que sean abundantes los frutos de la misión! (EAB, 24 marzo 1887)
…El próximo domingo, a las cinco de la tarde, se trasladará procesionalmente la imagen de Nª Sª de la Soledad desde su iglesia hasta la de la Santa Iglesia Catedral, donde dan comienzo, en dicho día, los ejercicios de la Santa Misión… Esperamos que este católico vecindario dará, con motivo de estos cultos, una prueba más de su amor a su Santa Patrona y de sus sentimientos religiosos… (EAB, 17 marzo 1887)
Hoy jueves saldrá a las cinco la procesión del Señor de la Humildad y la Paciencia de la ermita de la Soledad. Predicará el Sr. D. Federico Liñán…
El viernes a las nueve de la noche, la procesión de Nuestra Señora de la Soledad…
El viernes de Dolores fue por fin trasladada a su capilla la venerada imagen de la Virgen de la Soledad con el mismo orden con que fuera conducida a la Catedral. Solamente añadiremos que acaba de estrenar una magnífica corona imperial de plata sobredorada y trabajada con mucho arte, regalo de los señores D. Benito Crespo y su piadosa consorte doña Dolores Garrido… (EAB, 7 abril 1887)
El Jueves predicará el Sr. D. Gregorio Gómez[21] el sermón del Mandato en la Santa Iglesia Catedral. A las cuatro y media del mismo día saldrá la procesión del Señor de la Humildad y Paciencia, predicándose media hora antes, en la Ermita de Nª Sª de la Soledad.
El Viernes a las cinco tendrá lugar la procesión del Santo Entierro y terminada, saldrá la de la Soledad. (EAB, 29 marzo 1888)
Sección Local.- La procesión verificada el jueves estuvo muy lucida. Concurrieron a ella todas las autoridades civiles, militares y eclesiásticas, comisiones del Municipio, de la Diputación y Audiencia y numeroso gentío. Las calles del tránsito animadísimas. (EAB, 7 junio 1888)
Sección Local y Religiosa.- Ayer 8, para conmemorar el establecimiento de la unidad católica en nuestra patria y pedir al cielo nos la restituya, hubo una misa en el Seminario a las seis, comulgando la comunidad y rezando las letanías; otra en la Soledad a las ocho y otra, a las diez, en la Catedral con solemne Te Deum. Varios fieles recibieron la sagrada comunión con el mismo fin. (EAB, 9 mayo 1889)
Otro Motín.- También en Badajoz hemos tenido otro motín, y mayúsculo. Como que se promovió contra los curas, nada menos. Ya verán ustedes si fue seria la cosa.
Comenzó en la plaza de la Soledad; pero la calle del Granado fue el foco de la conjura. No se levantaron en ella por fin barricadas, más, nos lo temimos: porque entre nueve y diez de la mañana, era tal el número de “tías” allí insurrectas, y tales las voces, el escándalo y la gritería, que hacían imponente y temeroso el tumulto.
-Pero, ¿qué ha sucedido?, preguntábamos. Difícil era que nadie nos contestara en los primeros momentos. Las voces que después oímos a la puerta de la lonja, casa número 19, y que claramente repetían: -A él, -Al cura, -Ahí está, -El matador, -El asesino, etc. etc., nos hicieron comprender bien, que se trataba de la perpetración de un grave crimen, de un asesinato cometido por un sacerdote.
Poco después conseguimos poner en claro que el sacerdote allí encerrado, a duras penas defendido por la fuerza municipal mandada por un alcalde, y a quien las amotinadas señalaban como reo, lo era el joven y virtuoso sacerdote, capellán de la Ermita de Nª Sª de la Soledad.
En igual sitio supimos también que el juzgado de instrucción actuaba y reconocía el (¿) cadáver de la pobre víctima en el Hospital provincial; y sin oír más, temblorosos, con el corazón comprimido y jadeante corrimos, deseosos de averiguar la verdad, al lugar mismo de la autopsia. Y… ¡¡¡¡Oh estupor!!!!
Allí, allí nos encontramos con un niño, como de diez años, con marcadas señales de… haber llorado; y el que, interrogado por la autoridad judicial, había contestado:
“ -Que encontrándose subido en una cornisa del patio de la Iglesia, al llegar a ella un anciano sacerdote le intimó éste a que se bajara;
-Que no queriendo obedecerle le trajo el mismo sacerdote una escalera con el fin de que lo hiciese sin peligro;
-Que persistiendo en su negativa le obligaran a ello empujándole con un palo; y
-Que, habiendo descendido en fin con felicidad, el dicho clérigo se tomó la libertad de darle dos azotes en el culo.”
Cosa averiguada y pública es, por último, que el capellán de la ermita no había ni siquiera presenciado el hecho. Esto es en sustancia lo ocurrido.
¡Díganme ustedes ahora, si en Cafrería podrán registrarse vergüenzas, ni aun parecidas, a las que con harta frecuencia presenciamos en este pueblo, que quiere pasar por civilizado! (EAB, 29 agosto 1889)
El apaleamiento del niño de la Soledad.- Muy pronto habrá de ser conocido lo que hay de verdad en este asunto de una manera auténtica y oficial, puesto que en él entienden, como es sabido, los Tribunales de justicia.
Entre tanto, con el respeto debido a la sumaria y porque creemos que los hechos públicos por nosotros recogidos para ilustrar la opinión tan extraviada sobre el particular en nada habrán de prejuzgar los del proceso que se forma, nos permitimos ampliar las noticias que ya dimos a conocer, con nuevos detalles que nos suministran personas de entero crédito, o que nosotros mismos hemos presenciado. Expongámoslos con sencillez:
No era un monacillo, como generalmente se ha creído: era un niño, al parecer, de once años, travieso como pocos y de descuidada educación, llamado José Quirico, pariente más o menos inmediato de una familia que hacía la esquina de la ermita de Nª Sª de la Soledad, en la plaza de este nombre, se dedica a vender higos, el que entrando y saliendo con más frecuencia que recogimiento en el santuario y sus dependencias, era constante objeto de la vigilancia de los empleados y Sacerdotes que al mismo concurrían.
Que el joven Quirico unía a las referidas condiciones de su edad y educación un temperamento nervioso e irascible hasta el punto de que al ser contrariado en sus caprichos, gritaba, se desesperaba y enfurecía hasta caer en un síncope y perder por completo, aunque momentáneamente la razón, es cosa que afirman cuantos le conocen: y los vecinos de la familia del niño en la calle de Morales, los vigilantes, los serenos y barqueros del Guadiana, cuentan multitud de casos que corroboran aquel aserto que suponemos esclarecido en el juzgado de instrucción.
Pues bien; el jueves 29 del pasado, entró, según costumbre, este niño, atravesando la Iglesia hasta el patio de la misma; el sacristán pudo observar que con inminente riesgo de su vida se había encaramado, el muchacho, sobre un saliente o cornisa, que deja en el espesor de la pared que le sostiene, y a tres o cuatro metros del suelo un balaustre o pasamanos de la escalera allí existente, para dar entrada a un desván. Alarmado y compadecido el sacristán, le intimó en balde a que bajase; comunicando en vista de ello el suceso a Sr. D. Antonio C. Vivas, quien se preparaba para celebrar a la sazón. Este le intimó, en efecto, el descenso con tanta energía como cariño; y más afortunado que otros, consiguió en verdad que el Quirico se levantara, y alzándose sobre la balaustrada, tomase la escalera del desván para llegar al patio.
Pero, aun no habría llegado el Sr. Vivas ya revestido al altar, cuando el muchacho ocupaba de nuevo el mismo peligroso sitio que acababa de dejar; el sacristán lo manifestó esta vez al presbítero D. Andrés Cereijo que, terminado el Santo Sacrificio, daba gracias en el altar.
Nada menos hizo este señor en un principio, que su anterior y digno compañero; pero quiso la suerte que sus prudentes advertencias, lejos de ser obedecidas fueran por el contrario contestadas con desaforados gritos y bruscos ademanes del chicuelo, que aumentando con el peligro el sobresalto, se revolvía con furor y ligereza sobre la estrecha rambla.
Una parienta, tía quizá del muchacho, llamada no sabemos por quién, se presentó en esta ocasión en el lugar del suceso, y después de mirarlo unos momentos, dijo con gran tranquilidad –“Dejadlo que se mate, poco se pierde”.
Más la caridad, que no la ira, inspiró entonces al virtuoso y septuagenario Sr. Cereijo, medios más eficaces para conjurar aquel peligro. Hizo en efecto acercar a la cornisa una escalera de mano, tomó luego una escoba por el extremo de su cabo y empujándole y forzándole con ella, consiguió al fin acercar el niño al extremo superior de aquella, donde lo recibió el sacristán, quien en brazos llevó y entregó a su familia, en las puertas de la Iglesia verdaderamente accidentado.
La inspección ocular, la opinión facultativa, el reconocimiento público que del cuerpo del niño hicieran luego el médico forense, el juzgado y otros espectadores, nos dirán más tarde las consecuencias y alcances de estas “violencias”. No interrumpamos ahora los sucesos:
Hemos dejado al niño accidentado en brazos de su familia; y este es el momento en que pasando por entre ella y gran número de curiosos que le rodean, llega a la Iglesia el Sr. Sordo Roso, su capellán. Como era su deber y a presencia de la alarma que pudo notar, quiso informarse, en la Iglesia, de lo ocurrido; pero el sacristán, joven tímido y pacato a quien pregunta, apenas puede contestar; más le dice con voz entrecortada y temblorosa: -“Huyamos que nos quieren matar” y el Sr. Sordo, que es un excelente sacerdote, sin que para ello le haga falta el valor personal, o el divino don de la fortaleza que en ocasiones produce indignaciones y arranques santos, al ver que la multitud invade el templo, cuyas puertas él intenta cerrar, se acelera y vuelve a la sacristía donde deja, desnudándose al Sr. Vivas, interrumpido en la celebración y, con paso no muy tranquilo quizá, sale por la puerta, calle de Aduana, hacia la Catedral.
¿Qué había pasado entre tanto que excitara hasta el fanatismo en la plazuela a los grupos que allí por momentos engrosaban? Las autoridades y sus agentes están obligados en primer término a llenar en los tribunales esta laguna, que nosotros debemos y queremos ahora saltar, sin perjuicio de poner a disposición suya los materiales y datos de que al efecto podemos disponer. Lo que sí debemos asegurar aquí es, que sin los esfuerzos e impulso poderoso de alguien que debiera ejercer influencia decisiva sobre aquellas pobres gentes, no se explica el atropello de que en las calles fuera luego objeto el Sr. Sordo, a quien perseguían enfurecidas y ganosas de dar alcance.
Ni los oficiales del zapatero Muñoz que abandonan el taller, ni el cortador Meléndez que deja su despacho, ni aquella bandada de mujeres desgreñadas, que corren con los pilluelos tras del indefenso e inocente sacerdote, como de seguro no lo hubieran hecho tras un verdadero asesino, pudieron moverse por mera oficiosidad: alguien, quizá aquellos mismos hh ::[22]caritativos que detrás de las esquinas azuzaban después con risa y sorna a los amotinados hasta pedir: -“que echaran por el balcón al cura”, pudieran ser los mismos que momentos antes les fanatizaban con la imagen terrorífica del espantoso crimen en su imaginación forjado.
Ya lo sabremos.
Pudo por fin el atropellado capellán ponerse a salvo de las iras de aquel culto populacho, gracias a la generosa y noble acogida que encontró en la casa del Sr. Monterrey, quien con la entereza y dignidad que para el caso necesitaba supo hacer respetar la inviolabilidad de su domicilio, que las turbas más de una vez quisieron atropellar. Pero frente a ella, en la encrucijada de las calles Granado y Larga duró el tumulto por espacio de una hora. Allí se increpaba sin piedad al presunto e indefenso reo; se repetían improperios y horribles blasfemias contra los curas y los santos, y la actitud expectante de las autoridades y agentes de su mando ante el visible y público atropello de un inocente ciudadano, a su presencia perseguido, solo puede explicarse por el deseo de recoger en silencio hechos justiciales que castigar después, previniendo para lo sucesivo por el escarmiento del presente la repetición de sucesos que nunca debieran registrar las crónicas de un pueblo civilizado.
No faltó en este tiempo un sacerdote que, impulsado por justa indignación se presentara y hablase allí con energía, penetrando después en la reclusión provisional por la justicia del populacho preparad a su compañero; y dicho sea en honor a la verdad, nadie le interrumpió ni se opuso a la realización de su noble intento.
Entre tanto: el niño Quirico había sido llevado al Hospital: el aire y el movimiento de la traslación debieron sin duda influir en su estado hasta borrar en él toda huella del accidente o berrinche, y como la llegada del juzgado a aquel benéfico asilo coincidiera con el reconocimiento pericial; médico y juez, a la vez que un gran número de espectadores, pudieron examinar con propios ojos al muchacho, quien desnudo, robusto como es, sin un rasguño ni cardenal, en el pleno uso de sus facultades físicas e intelectuales se exhibía sano, como la manzana del cuento, en términos que saliendo del establecimiento en compañía del juzgado y del médico forense, paseó por las calles de la ciudad. El juzgado se dirigió a la calle de Granado y, ya era tiempo, el clérigo inocente fue puesto en libertad y acompañado a su casa.
Aquí daríamos punto al relato, sino se nos dijera a última hora que un médico de la capital se ha presentado al juzgado para declarar expontáneamente [sic], que el niño se encuentra grave.
No lo creemos. El Sr. D. Narciso Vázquez, a quien parece referirse la anterior noticia, no es posible que, en su discreción, haya podido dar tan arriesgado paso porque…O el estado del enfermo tiene relación con el supuesto apaleamiento que hace días sufrió el paciente; o no la tiene. Si lo primero; ¿Cómo el discreto Sr. Vázquez, vayan por donde quieran sus entusiasmos en este asunto, había de ponerse en pugna con un digno, o muchos dignos, compañeros?
Si lo segundo; tampoco. Vázquez, hombre de ciencia y de talento, si las hace alguna vez en su gimnasio acreditado; no hará “planchas” jamás en los juzgados. Quedamos, pues, en que el niño Quirico, presunto apaleado, continua hasta la fecha en perfecto estado de salud.
Los muertos que vos matáis, etc. (EAB, 5 septiembre1889)
Esta misma mañana dejó de existir el Presbítero Sr. Cereijo, Beneficiado de la Santa Iglesia Catedral, después de una rápida enfermedad. Dios tenga en el Cielo al virtuoso sacerdote, que tan atrozmente fue calumniado e insultado por el Diario (Diario de Badajoz) de esta plaza. Rogamos a nuestros suscriptores, pidan por su alma mientras a su familia desconsolada enviamos el sentido pésame. (EAB, 7 noviembre 1889)
Una sentencia reparatriz.- No habrán olvidado nuestros lectores el grave escándalo promovido por ciertas gentes en el día 29 del último agosto -con ocasión de una obra de caridad ejercida con un chicuelo- contra algunos señores sacerdotes de esta capital.
Ni tampoco se les habrá borrado de la memoria el masónico proceder del Diario y sus seides, insultando de la manera más descarada al caritativo sacerdote que libró de una muerte casi segura, o al menos de lesiones gravísimas, al incauto joven que fue causa ocasional de aquel escándalo. El Avisador, después de referir el hecho, tal cual había pasado y deshacer los embustes de la masonería, dijo que esperaba tranquilo el fallo del tribunal, que entendía en la causa. Este fallo ya se ha dado y por él verán nuestros amigos con cuánta razón sosteníamos nosotros, no solo la inocencia del acusado, sino lo meritorio de la obra porque se le acusaba.
Obra que no fue considerada como delito, ni siquiera como falta, según se desprende de la siguiente:
“SENTENCIA: En la ciudad de Badajoz, a 28 de Octubre de 1889, el Sr. D. Urbano Navascués, juez municipal suplente de esta capital, en funciones de juez por hallarse el propietario encargado del Juzgado de Instrucción, habiendo vistos estos autos seguidos de oficio, en averiguación de si hubo falta cometida por el presbítero D. Andrés Cereijo y Castro en el hecho de obligar al niño José Quirico Iglesias a que se bajase de una tapia o cornisa de un patio de la Iglesia de la Soledad, de esta población, en la que se encontraba subido en la mañana del 29 de Agosto del corriente año, y…
Primero: Resultando que el joven José Quirico Iglesias entró en la mañana de dicho día en la expresada ermita de la Soledad y pasando por la sacristía llegó al patio de dicha ermita y subiéndose a una tapia se colocó en un saliente o cornisa de la misma pared, corriendo el riesgo de resbalarse de ella, pudiendo ocasionarse grave daño, por la elevación en que se encontraba, cuyo hecho aparece justificado por todos los testigos presenciales del hecho.
Segundo: Resultando que reprendido el Quirico por el sacristán de dicha ermita y amonestado por el mismo para que descendiera del sitio peligroso donde se encontraba, y como no hiciera caso recurrió el dicho sacristán al presbítero don Antonio Vivas, el cual, mandando avisar a algunos individuos de la familia del Quirico que vendían frutas en las inmediaciones de la ermita, logró vinieran la abuela y tía del muchacho, sin que lograsen sacarlo del patio, aunque sí que descendiera de la tapia, cuyo hecho reconocen la dicha tía y abuela, así como el sacristán y otros testigos.
Tercero: Resultando que el presbítero Vivas se retiró del patio de la Soledad para preparase a decir misa, y en el mismo acto el José Quirico volvió a subirse en la misma tapia y cornisa de que antes descendiera, y a las voces del sacristán volvió a acudir el presbítero Vivas y el de igual clase D. Andrés Cereijo y Castro, y como todos rogaran al Quirico que se bajara y el chico se resistiera, advertido el D. Andrés Cereijo de que el muchacho padecía accidentes, temeroso de que si le daba alguno y caía desde aquel sitio pudiera ocasionarse lesiones graves, con el palo de una escoba, que en el patio se hallaba, comenzó a amenazar y empujar al Quirico para que descendiera de la tapia, y aun dándole ligeros golpes con la escoba y su palo sin conseguirlo, hasta que trayendo una escalera lo bajó el sacristán ayudado de D. Andrés Cereijo, no sin que el José Quirico diera grandes voces y llegado que hubo al patio se tendió en el suelo, resistiendo a salir, hasta que en brazos le sacaron el dicho sacristán y un hombre llamado por la familia del Quirico al efecto, cuyos extremos se justifican por la declaración de todos los que intervinieron en el hecho.
Cuarto: Resultando que bien porque José Quirico Iglesias fuera acometido por algún accidente, o ya por otra causa que no consta, el José Quirico fue conducido al hospital y, reconocido por el médico forense, resultó que no tenía lesión de ninguna clase, ni necesitaba asistencia facultativa, hecho que resulta probado por la declaración de dicho médico forense.
Quinto: Resultando que a virtud de partes dados por el profesor médico D. Narciso Vázquez, llamado por la familia del joven José Quirico para la asistencia de éste, volvió a reconocerse por tres profesores médicos en distintas ocasiones, que han informado unánimemente que el joven Quirico no ha sufrido ningún padecimiento que pudiera tener origen de golpes o malos tratamientos.
Sexto: Resultando que los testigos examinados en el acto del juicio han expuesto acerca de los hechos relacionados anteriormente consignando en sus declaraciones que las pequeñas violencias ejercidas por el Sr. Cereijo en la persona del joven Quirico no tuvieron más objeto que el de evitar a éste el mal que pudiera evitarle [sic, debe ser causarle] una caída del lugar peligroso en que se había colocado.
Considerando que al procurar el presbítero don Andrés Cereijo que bajara de la tapia o cornisa donde corría peligro de caer, lejos de maltratarle y no obstante su resistencia, se limitó a emplear medios adecuados para conseguirlo y que la violencia debió ser tan leve que no dejó huellas ni vestigios.
Considerando que, al procurar evitar un daño, empleando medios a propósito para conseguirlo y consiguiendo como resultado que no se produzca mal alguno, lejos de constituir falta es un acto digno de elogio y aprobación:
Oído el señor fiscal municipal y de acuerdo con su dictamen, por ante mí el infrascrito secretario, dijo S. S.:
Que debía absolver y absolvía libremente al D. Andrés Cereijo Castro de la falta que se persigue por este procedimiento, declarando de oficio las costas y sin que este procedimiento le perjudique en su buena opinión y fama, mandando que luego que sea ejecutoria esta sentencia, se dé cuenta del resultado de este juicio al señor juez de instrucción de este partido, según lo tiene mandado en su oficio de 14 del corriente. Así por esta sentencia lo pronunció, mandí y firma S. S. de que certifico. -Urbano Navascués – Francisco Díaz Ledesma – Es copia – Díaz.” (EAB, 14 noviembre 1889)
Ahora, para que se conozca y se aprecie debidamente la buena educación de la secta masónica y el odio reconcentrado que abriga en su seno contra todo lo que no sea ella, reparen bien los pacenses en el suelto que publica el Diario [de Badajoz] del 9, dando cuenta del fallecimiento del señor Cereijo, y cuando ya le debía ser conocida la sentencia. Escribe:
“Ayer tuvo lugar el sepelio del cadáver del que en vida fue beneficiado de esta iglesia catedral D. Andrés Cereijo. El finado había adquirido en los últimos meses gran celebridad, con motivo de la ‘tunda’ que propinó a un chicuelo monago de la ermita de la Soledad”
Hasta ahí llega la delicadeza de los masones, hasta insultar a un muerto, persistiendo en la infame calumnia con que le denigraran la vida. ¡Eso se llama caballerosidad! ¡Esa es la cultura de la masonería! ¡A eso vienen a parar sus adeptos, a perder todas las nociones de racionalidad y adquirir el feroz instinto de los tigres y las hienas! (EAB, 14 noviembre 1889)
…Nuestro apreciable amigo D. Aureliano Rodríguez, Capellán de la Iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, estrenó el domingo, en la misa, un precioso cíngulo que llamó la atención de cuantas personas lo vieron por ser una verdadera obra de arte admirablemente bordado por la señora Dª. Teresa Flores y regalo de dicha señora a nuestro amigo. El bordado es en oro sobre raso blanco, terminando las caídas por dos magníficas borlas de oro. (EO, 30 mayo 1891)
En 9 de febrero de 1894, es nombrado capellán de la Ermita de la Soledad, José Rubio Ferrera.[23]
Hemos oído lamentarse a muchas personas, de que el jueves por la tarde el Sr. Presidente del Ayuntamiento recorriera, antes de que lo hiciese la procesión, las calles y plazas por donde esta había de pasar, o al menos algunas de ellas, con el fin de encargar a los que encontraba en el trayecto que no dejaran de descubrirse.
Y la lamentación está justificada. Aun cuando grande sea el celo ‘religioso’ del señor Presidente, esto no justifica que obrara de aquel modo. ¿Acaso no cuenta con cerca de 50 agentes, entre municipales y serenos, que podían cumplir las órdenes que les diese don Luis[24] o, mejor dicho, el señor Presidente? (LRE, 24 marzo, sábado, 1894)
Crónica piadosa.- El día 2 de marzo, principia la novena del Santísimo Cristo de la Paciencia en la ermita de la Soledad; la Misa será todos los días a las nueve y el ejercicio de la noche al toque de oraciones. Las pláticas están a cargo de los Sres. siguientes: D. Nicomedes Claros, D. Aniano Moreno, D. Federico Cebrián, D. Manuel Ríos, D. Ricardo Vega, D. Manuel Hernández y D. José Rubio. El sermón de la función lo predicará D. Aniano Moreno. (BOOB, 28 febrero 1895)
¿Por qué en las procesiones se permite a algunas mujeres que vayan delante de las imágenes cantando ‘saetas’? Eso, en los pueblecillos puede tolerarse, pero aquí no debe suceder lo mismo… Anoche, cuando la procesión[25] de la virgen de la Soledad regresaba a la ermita de este nombre, y en los momentos en que unas mujeres cantaban las ‘saetas’, se le ocurrió a un chusco proferir la palabra ¡olé! Se le acercaron dos guardias municipales, unas cuantas señoras empezaron a retirarse más que de prisa, alguien parece que dijo: “¡Que roban la Virgen!”, no faltó quien exclamara: “¡Ahí va!”, varios agentes de orden público y serenos, sacando los chafarotes[26], rodean la imagen; principiaron las carreras, hubo sustos, caídas, apabullón [sic] de sombreros etc. Y hasta le dio un síncope a una señorita.
Como casi siempre que sale la procesión referida ocurren escenas por el estilo de las que hubo anoche, creemos que aquella no debiera verificarse.
Y en el caso de que no se siga este parecer nuestro, que es también el de muchas otras personas, se nos figura que la autoridad no obra bien ordenando a todos sus agentes que asistan a la procesión para abrir paso y conservar el orden. Los serenos deben estar en sus respectivos distritos donde, en la del Viernes Santo, hacen más falta que otras noches, pues los beodos abundan y además los cacos pueden hacer alguna de las suyas, apercibidos de que en muchas casas no se encuentran los que en ellas habitan, porque van a ver la procesión de la virgen. (LRE, 13 abril 1895)
Otro acontecimiento religioso de importancia fue la profesión solemne hecha el viernes en la Iglesia de la Soledad por tres jóvenes Siervas de María, ministras de los enfermos, a las que apadrinaron las Sras. Dª Consuelo Martínez de Albarrán, Dª Enriqueta Navarro de Páez de la Cadena y la esposa del Sr. Estévez Verdejo, Dª Dolores Castro. Bendijo los anillos el Ilmo. Sr. Obispo, cantó la misa el Sr. Arcediano, Dr. D. Mariano Gamero; ocupó la cátedra sagrada el Sr. Lectoral, Dr. D. Tirso Lozano, y antes del Te Deum dirigió el Rvdmo. Prelado una fervorosa exhortación a las nuevas religiosas, estimulándolas a la perseverancia y felicitándose de que Badajoz posea un instituto benéfico de tan grande importancia y utilidad.
La función terminó después de las once, y la concurrencia a ella fue tan numerosa como escogida. (LLC, 30 marzo 1896)
Acto religioso.- Ayer por la tarde, a la hora que anunciamos fue trasladada en solemne procesión a su Ermita la Virgen de la Soledad. Como esperábamos, y a pesar de que la tarde estuvo muy desapacible por el fuertísimo viento que sopló, la concurrencia de fieles fue numerosísima y una gran multitud acompañó a su parroquia a la Excelsa Patrona que tanto fervor religioso despierta en Badajoz.
Presidió el acto nuestro amantísimo Prelado, a quien acompañaban el señor Alcalde y los hermanos de la Cofradía señores López y Carbonell. El número de señoras que fueron alumbrando, como el otro día, fue crecido. La banda municipal acompañó a la procesión.
En todas las bocacalles de la carrera el público, como decimos, fue numeroso. El entusiasmo que producen estos actos nos satisface en extremo… La manifestación religiosa que ayer hizo una gran parte del pueblo de Badajoz a su Divina Patrona, fue digna de un pueblo católico. (HDB, 2 abril 1897)
Las procesiones.- La del Jueves resultó tan solemne y concurrida de fieles como otros años. La Excelsa Patrona de Badajoz, ya hemos dicho otra vez, que despierta mucho fervor religioso y así no es de extrañar que en la procesión fueran alumbrando muchos fieles. También asistió a ella un piquete de infantería con banda y música, y fue presidida por el Alcalde, con dos concejales y tres hermanos de la cofradía…
…Ayer por la noche[27], la Soledad de María verificóse con gran orden y recogimiento. Contra algunos que en otros años han consentido la irreverencia de producir escándalos, había en todas las bocacalles gran número de individuos de la benemérita y de agentes de orden público y municipales. (HDB, 17 abril 1897)
Una boda.- En la ermita de nuestra Señora de la Soledad, por la que tiene especial devoción la familia de los Sres. De Lopo, y en cuya Hermandad viene figurando, como Mayordomo o Presidente, nuestro cariñoso amigo D. Casimiro Lopo, se verificó ayer la ceremonia de unir con el indisoluble del matrimonio la distinguida y bella señorita Encarnación Lopo, con el joven doctor don Fernando Pinna Casas.
La ceremonia revistió gran solemnidad, y a ella asistió una numerosa y distinguida concurrencia en la que tenía digna representación el bello sexo, a pesar de verificarse aquella a las cinco de la mañana, hora señalada por tener que salir enseguida los novios para Sevilla.
A dicha hora en punto, el Canónigo Maestre-Escuela, Ilmo. Sr. D. Francisco Javier Sancho, bendijo la unión de los contrayentes y celebró luego el acto de velarlos. Fueron padrinos, la respetable señora Dª Josefa Molano, representada por su nieta Pepita y el padre de la novia, D. Casimiro Lopo, asistiendo como testigos el veterano general Grajera, el Gobernador Civil Sr. López de Oyarzabal, y los Sres. D. Narciso Vázquez, D. José del Solar, D. Fernando Pinna, don Heliodoro Pinna, D. Juan Marzal y D. Pedro Barroso… (ELE, 12 octubre 1898)
No dejó de comentarse ayer en Badajoz, la noticia haberse quedado en suspenso el culto en la ermita de la Soledad. El ‘Nuevo Diario’, hablando de este asunto, dice que contra el auto del Sr. Provisor de la Diócesis, declarando disuelta la Hermandad de Nª Sª de la Soledad, se va a entablar por los que a ella pertenecían, el recurso que proceda ante el Tribunal competente.
Acerca de los motivos que haya tenido el Sr. Provisor para adoptar aquellas graves medidas nada dice el ‘Nuevo Diario’. (LRE, 25 noviembre 1899)
El motivo de haberse decretado por el Sr. Provisor de la Diócesis la disolución de la Hermandad de la Soledad es el de que algunos de los hermanos no cumplían con el precepto pascual. También le ha cabido igual suerte a la del Santo Entierro, y se funda la resolución en igual motivo. No sabemos el destino que se dará a los fondos, si los hay, de esas hermandades. (LRE, 1 diciembre 1899)
Todas las misas que mañana, día 17, se celebren desde las ocho de la mañana en la ermita de Nª Sª de la Soledad, serán aplicadas por el eterno descanso de D. Manuel Iglesias Suárez,[28] que falleció el 9 de los corrientes. El venerable prelado de la diócesis ha concedido 40 días de indulgencia, a los fieles de su jurisdicción que practiquen cualquier acto de piedad en sufragio del alma del finado. (NDB, 16 enero 1900)
En la Ermita de la Soledad se verificó anoche el enlace de la bella señorita Ramona Martínez con el joven D. Cayetano Pesiny. Deseamos a los recién casados una eterna luna de miel.
Al pasar anoche entre ocho y ocho y media por la plaza de la Soledad había reunidas en ella más de 800 personas. Las señoras estaban en mayoría. ¿Y para qué estaban reunidas allí tantas personas? Pues solo para ver a la señorita Ramona Martínez al salir de su casa y entrar en el coche que debía conducirla a la ermita de la Soledad, distante veinte pasos de dicha casa.
No faltaban tampoco –y esto mismo viene sucediendo en todos los casamientos que se verifican en la ermita mencionada- algunas docenas de chiquillos encargados de alborotar y hasta de silbar si les place. Mentira parece que tales cosas se consientan por las autoridades, en una población culta. Si no se trata de corregir aquellas, va a ser preciso efectuar los matrimonios en el domicilio de la novia o al amanecer. (LRE, 20 marzo 1900)
Cultos. Soledad.- Mañana empieza la Novena que, en honor del Señor de la Paciencia, celebra anualmente la Hermandad de Nª Sª de la Soledad. Todos los días, a las ocho y media de la mañana, habrá Misa rezada y, a continuación, se hará rezado el piadoso ejercicio de la novena.
Por las tardes, al toque de Oraciones, se expondrá S. D. M., rezando a continuación el Santo Rosario, letanía cantada, novena y plática, que predicará la primera noche el señor D. Aniano Moreno Mangas, capellán del Regimiento de “Gravelinas”.
El último día a las diez y media de su mañana será la función principal, estando en este día el sermón a cargo de D. A. Sócrates Gómez Jara, profesor del Seminario. (NDB, 22 febrero 1901)
La Hermandad de Nª Sª de la Soledad, que cada día adquiere mayor incremento, se ocupa en la organización de las procesiones que anualmente salen de su ermita la tarde del Jueves Santo y la noche del Viernes. A este efecto, en junta general extraordinaria acordó ayer poner en práctica todos los medios precisos a fin de que dichos actos religiosos resulten con la mayor solemnidad y esplendor posibles. En la procesión del jueves santo, los cofrades de Nª Sª de la Soledad, vestirán sus hermosas túnicas de nazareno, y en la del Viernes, la venerada imagen de la Patrona de Badajoz será conducida por los cofrades.
En ambas procesiones, el trayecto estará espléndidamente alumbrado con luz eléctrica, a no ser que surgieran dificultades. (NDB, 22 marzo 1901)
La Junta Directiva de la cofradía de Nª Sª de la Soledad advierte a todas las personas piadosas que hayan de concurrir a las procesiones que salen de la ermita en que se venera la Patrona de Badajoz, “que no se consentirá la colocación de nadie delante de los pasos, debiendo todos tomar puesto en las filas”. (NDB, 2 abril 1901)
Con la solemnidad propia del culto católico, se han celebrado este año las procesiones de Semana Santa. La cofradía de Nª Sª de la Soledad ha desplegado gran lujo, iluminando el trayecto que han recorrido las procesiones con potentes focos de luz eléctrica, como el año anterior.
La veneranda imagen de la Patrona de Badajoz fue llevada anoche por los cofrades, que vestían túnicas de nazarenos… (NDB, 6 abril 1901)
Dícese que la Hermandad de la Virgen de la Soledad, quiere dar una corrida de toros. (LRE, 13 agosto 1901)
No se realizará, al menos por ahora, el propósito de dar una corrida de toros por cuenta de la Hermandad de la Virgen de la Soledad.
La empresa actual, seguramente no subarrendaría la plaza con tal objeto, estando decidida, como decimos en otro lugar de este número, a dar por su cuenta una corrida el 8 de septiembre… (LRE, 16 agosto 1901)
En la Junta general efectuada el 20 de diciembre de 1901, para la elección/renovación de la mitad de la Junta directiva de la Hermandad, resultaron nombrados: Cayetano Pesini, Mayordomo; Julio Hurtado, Interventor; Isidro Romero, depositario; Felipe Cabañas, Secretario; Humberto Albarrán y Juan Francisco García.
Por determinación del venerable Prelado de la diócesis[29] y en virtud de las gestiones practicadas por el Mayordomo de la Soledad, el párroco de Santa María, ha hecho cesión perpetua a la citada hermandad, de una imagen del Resucitado, magnífica obra artística de indiscutible mérito, que se expondrá a la pública veneración en uno de los altares de la ermita. (NDB, 3 enero 1902)
El Ilmo. Prelado de la Diócesis, que muestra especial predilección por la cofradía de Nª Sª de la Soledad, defiriendo a las gestiones del mayordomo D. Cayetano Pesini, ha cedido a perpetuidad a dicha ermita una imagen de Jesucristo en su paso del Ecce Homo, que se veneraba en la iglesia de Santo Domingo y que perteneció a la disuelta hermandad de San Pedro. (NDB, 8 enero 1902)
Contraste.- La cofradía de la Virgen de la Soledad está rica. Pruébalo “el que prepara (Véase el Liberal Extremeño de ayer) las procesiones de este año con el mayor lujo y esplendor. Está organizando la del Jueves Santo con la misma solemnidad que en los años anteriores: la llamada de la Soledad de María, saldrá el vieres a las nueve de la noche, y el domingo por la mañana, a las siete, se verificará por primera vez la titulada del Resucitado” De suerte que a la Cofradía de la Soledad debemos que hay una procesión más este año.
En cambio, la Hermandad del Santo Entierro se halla muy pobre; tanto que, según cuenta el Nuevo Diario [de Badajoz], en una reunión celebrada el sábado último, bajo la presidencia del mayordomo de ella, para tratar de la procesión que ha de verificarse el Viernes Santo por la tarde, se dio cuenta del estadio precario de los fondos de la referida hermandad “que cumple con grandes sacrificios el fin de su institución, por no ser suficientes las 125 pesetas con que contribuye, para los gastos de aquella procesión, el Ayuntamiento”.
Por esa escasez de fondos, la susodicha Hermandad del Santo Entierro dirige una súplica a las autoridades y al público en general, interesando el concurso de su óbolo, para sufragar los crecidos dispendios que supone la celebración de aquel acto religioso, y no duda que el vecindario sabrá dar muestra de su tradicional piedad, así como espera que la autoridad superior civil (Y ¿Por qué no el Sr. Obispo y los canónigos que cobran importantes asignaciones?) imitando la conducta de otros Gobernadores, prestará su apoyo para que se celebre la mencionada procesión.
Como temiendo que todas estas excitaciones no den el resultado apetecido, la hermandad, por conducto del Nuevo Diario [de Badajoz], ruega a todos los particulares de uno y otro sexo, que tienen la costumbre de asistir con velas a la repetida procesión, que procuren proveerse de las mismas a sus expensas, porque la cofradía solo podrá facilitarlas a las comisiones oficiales
Ahora bien: ¿No es algo extraño que la Hermandad de la Soledad nade en la abundancia y que la del Santo Entierro esté tan exhausta de recursos? Se nos dirá que la primera cuenta con mayor número de cofrades y por eso, o porque los que tiene dan cuotas más importantes, dispone de más dinero y puede tirar la casa por la ventana, como suele decirse.
Perfectamente, pero si el Santo Entierro y cuanto con él se relaciona, debiera ser para los católicos lo más interesante ¿No es raro que la Hermandad que está tan pobre, cuente con menos adeptos –paganos- que la de la Soledad? ¿No podrá esto atribuirse a que esta última cofradía se ha puesto así, como de moda, y que, por tal motivo, más que por espíritu religioso, pertenezcan a la misma no pocos de los que en ella figuran? Lo cierto es, que habiendo en Badajoz muchos fieles adinerados, llama la atención que la Hermandad del Santo Entierro tenga que pedir a las autoridades y al público en general que den su óbolo para sufragar los dispendios de la procesión del Viernes Santo. (LRE, 26 marzo 1902)
A modo de Conclusión.
Una pequeña muestra, del quehacer, social y pastoral, de esta entrañable Cofradía de Badajoz, y de la influencia en la ciudadanía, es lo que hemos pretendido divulgar. Evidentemente hay muchas más reseñas de prensa, como ya señalamos al principio, y que continúan hasta la actualidad; todas ellas quedan a disposición de aquellos interesados y espero, y deseo, que contribuyan, un poquito al menos, en el conocimiento de la Historia de nuestra Extremadura.
APÉNDICE FOTOGRÁFICO

Lámina 1. Ermita de Nª Sª de a Soledad

Lámina 2. Nª Sª de la Soledad
Notas
[1] Diario HOY, 22 abril 1962.
[2] De 16 de abril de 1956 es una instancia de la Junta de Gobierno de la Hermandad para solicitar ampliación del permiso de obras, ya que esta no pudo llevarse a efecto por diversas circunstancias, no especificadas en el documento, aunque conocidas por la prensa: falta de fondos económicos.
[3] MORENO, Casimiro, “El arzobispo bendice el columbario de la Soledad” en Diario HOY, Badajoz, 12 marzo 2020 (foto). ROMASANTA, A. M. “La apertura del columbario culmina la obra de la ermita de la Soledad” en La Crónica de Badajoz, 12 marzo 2020.
[4] Abreviaturas empleadas: EAB, El Avisador de Badajoz; DB, Diario de Badajoz; NDB, Nuevo Diario de Badajoz; HDB, Heraldo de Badajoz; LRE, La Región Extremeña; LLC, La Lid Católica (Villanueva de la Serena).
[5] Su Señoría Ilustrísima, el Sr. Obispo, en aquella fecha Pantaleón Montserrat y Navarro, que lo fue de 1862 a 1863.
[6] Aparece con la grafía mugeres.
[7] Errata por Valderas.
[8] León XIII, que extendió su pontificado de 1878 a1903.
[9] Entre otras muchas concesiones: …poder elegir confesor que pueda absolvernos de toda clase de censuras y pecados reservados al Papa, una vez en la vida y en el artículo de la muerte, fuera del crimen de herejía y otro referente a los eclesiásticos. La de conmutar votos y juramentos…la indulgencia plenaria que ella concede y las muchas parciales que se pueden elevar a plenaria recibiendo los Santos Sacramentos de confesión y comunión y, por último, el privilegio, que solo pueden gozar los españoles mientras residan en España que es el de poder comer carne en ciertos días prohibidos por derecho común eclesiástico fuera de los exceptuados en la misma Bula…
[10] Joaquín Olivera Dorado, presbítero. Beneficiado en el cabildo Catedral de Badajoz desde 1884, década en que predicó en varias ocasiones la Romería de Bótoa. Director espiritual del Colegio del Carmen en Badajoz, donde impartía, además, las asignaturas de griego e italiano. Falleció en agosto de 1900.
[11] En esta fecha era Fiscal eclesiástico del Obispado; en 1892 es nombrado párroco de San Andrés y poco después ganará la plaza de canónigo de Salamanca. En 1904 ostenta la plaza de Maestrescuela de la S. I. Basílica Catedral de Salamanca.
[12] Vicente Rino y Hurtado.
[13] Cura del Sagrario Catedral de Badajoz. Falleció en Alconchel en enero de 1900, en La Región Extremeña, Badajoz, 30 enero 1900.
[14] Canónigo Penitenciario: Miembro del Cabildo Catedral que tiene la facultad de absolver pecados en el sacramento de la penitencia, especialmente aquellos declarados reservado.
[15] Experto en leyes eclesiásticas, asesor jurídico. Debe estar titulado en Derecho canónico y ser experto en cánones.
[16] Era Obispo por entonces don Fernando Ramírez Vázquez, que lo fue entre 1865 y 1890. Había nacido en Salvatierra de los Barros (Badajoz) en 1807.
[17] Destacó por el impulso que, como Director Espiritual, dio a las Escuelas Dominicales, donde recibían instrucción las jóvenes, casi niñas, que servían en las casas particulares de Badajoz. Internas y sin días libres, esta obra, impulsada también por alguna importante señora de la ciudad les permitía un cierto “asueto” y formación cultural. Secretario del Vicario Capitular. En 1903 es nombrado párroco de Oliva de la Frontera (Badajoz). En 1906, a la creación de la Caja Rural de Ahorros y Préstamos, en Oliva, es nombrado Presidente Honorario de la misma.
[18]En torno a esta procesión continúan los “enfrentamientos”, con el “masón” Diario de Badajoz, en EAB 30 julio 1885.
[19] Gerónimo Castro y Pérez. Miembro del partido Liberal, designado alcalde el 1 de julio de 1885, periódico Crónica de Badajoz, del 3 del mismo. Presentó la dimisión en diciembre de ese mismo año, le sucedió José Vacas García, periódico Crónica de Badajoz, 19 diciembre 1885.
[20]Apelativo, peyorativo, que El Avisador de Badajoz aplica habitualmente al Diario de Badajoz, al que califica, y critica ferozmente, de masón.
[21]Gregorio Gómez Palacios, canónigo de esta S. I. C. falleció en Iglesuela (Toledo) el 29 de noviembre de 1902. (BOOB, 1 diciembre 1902)
[22] Con estas siglas de “hermanos” y tres puntos, a modo de triángulo, señalaba siempre El Avisador de Badajoz, a los masones, por entonces activos en Badajoz y “blanco” primordial de sus más aceradas críticas.
[23] BOOB, nº 4, 28 febrero 1894.
[24] Alcalde Luis Sánchez Rivera.
[25] Procesión del Viernes Santo.
[26] Sable corto, de un solo filo, de dotación en la guardia municipal de Badajoz finales del siglo XIX y principios del XX.
[27] Viernes Santo.
[28] Subinspector Farmacéutico del Hospital Militar de Badajoz.
[29] Obispo Ramón Torrijos Gómez, que dirigió la Diócesis de 1894 a 1903.
