Inés María Flores Tapia[1].
Sebastián Martín Ruano[2].
INTRODUCCIÓN
Villa del Rey es uno de los pueblos más pequeños de Extremadura. Está situado al oeste de la provincia de Cáceres. Su población actual apenas sobrepasa los 100 habitantes. Hace unos años asumimos el reto de elaborar su recorrido histórico. Aparentemente un pueblo pequeño no tiene historia y apenas había nada tratado sobre la misma. El difícil buceo en numerosos archivos nos mostró la importante trascendencia que la villa ejerció sobre el territorio en que se asienta[3]. El patrimonio histórico-artístico de Villa del Rey es enorme. Sus espacios naturales son de una gran riqueza y diversidad biológica.
Un detenido paseo por sus campos nos revela numerosos rastros de las civilizaciones que por aquí pasaron. La revolución neolítica aporta importantes dólmenes, alguna pintura rupestre, cazoletas y grabados rupestres. De finales del Bronce hasta la Edad del Hierro se localiza el castro del Castillejo, uno de los más importantes de los estudiados en esta zona de riveros del Tajo y afluentes. Los restos romanos son frecuentes en todo el término municipal. Se encuentran en las villae que se establecieron para explotar los ricos recursos naturales que proporcionaba el entorno, en tégulas o tejas romanas, sillares, presas olearias, minerales fundidos, significativas aras votivas. Por aquí se trazaba una importante red de caminos que conducían hasta el puente de Alcántara. Del paso de los musulmanes por estas tierras se mantienen algunos usos culturales en comidas, dulces, aljibes, molinos o cultivos. También transitaron por Villa del Rey los judíos que marcaron sus casas con numerosas cruces para destacar su condición de cristianos nuevos.
En la Edad Media, Villa del Rey, entonces Aldea del Rey, es una de las aldehuelas que se sitúan en el entorno de Alcántara. En 1233 se fecha el primer documento que sitúa la villa en la historia. Se trata de una concordia, conservada en la catedral de Coria entre el obispo y cabildo de Coria de una parte y el maestre y freires de Alcántara de la otra sobre jurisdicción y diezmos en la tierra de la orden de Alcántara. Desde sus inicios la existencia de Aldea del Rey va a estar unida al impulso de la Orden de Alcántara. El fluir de la vida en la villa estará determinado de forma sustancial por los imperativos de la Orden. Aquí la Sacristanía Mayor acumula un importante patrimonio (las mayores dehesas, casas principales, hornos de pan cocer y de fabricar teja y ladrillos, muro de colmenas, cercas, huertas, pajares y tierras de pan llevar) que aportarán importantes dezmatorios.
Durante el siglo XVI, el tiempo del imperio global, Aldea del Rey cuenta con 100 vecinos. Es a principios del siglo XVII (mayo de 1600) cuando la población se independiza de Alcántara y adquiere el importante villazgo con término propio pasando a ser Villa del Rey. Como en todo el país, son años de decadencia. Al ser zona fronteriza, las sangrientas guerras con Portugal arrasan el territorio y arden los archivos municipales. Una documentación que bien nos habría servido para fundamentar el desarrollo de la Aldea del Rey y los primeros años de Villa del Rey.
Este repaso histórico ha de ser breve a la fuerza. Aunque no tengamos datos al respecto sí hemos de poner de manifiesto que para que las sucesivas culturas pervivieran siempre existieron personas que enseñaban, maestros o preceptores en Villa del Rey. Hubo quien instruyera en la difícil tarea de diseñar la orientación cosmológica de los dólmenes, los trazos de los grabados, la escritura de las aras romanas, cómo escribir los numerosos documentos que generaba la orden de Alcántara, …
EL SIGLO XVIII. EL TIEMPO DE LOS INTERROGATORIOS
El siglo XVIII es el tiempo de los interrogatorios que se llevan a cabo por todo el reino con intenciones de conocimiento y recaudatorias. En ellos se pide una exhaustiva información a los núcleos habitados. En Villa del Rey estos cuestionarios dan una valiosísima información que refleja la realidad social de la villa por vez primera de forma global. En el aspecto que determina nuestra comunicación tienen una gran importancia pues nos van a dar los primeros datos concretos sobre cómo se establece la educación en la localidad.
El catastro de Ensenada[4] lo ordena Fernando VI, a propuesta del ministro marqués de la Ensenada, a partir de 1749. El instrumento para recabar la información fue un cuestionario de 40 preguntas. En las cuestiones relacionadas con la educación en la villa se contesta que:
. De los propios de la villa se pagan cada año 20 reales al alcaide de la cárcel por su salario, 150 al maestro de niños.
. Hay un maestro de niños llamado Domingo Paredes que cobra 240 reales que le da la villa. Otras utilidades le producen en cada año 500 reales.
La Real Audiencia de Extremadura se funda en Cáceres en 1790. El año siguiente se manda un interrogatorio[5] a las localidades para un conocimiento exhaustivo de la realidad social y cultural de la región extremeña por vez primera en la historia. En 1791 hasta tres documentos responden en Villa del Rey a la pregunta 27 que interroga sobre la particular realidad educativa de cada población. Hay bastante acuerdo en las respuestas:
. En el pueblo hay escuela de primeras letras con 50 ducados de dotación que costea el Ayuntamiento.
. Pagan los padres una libra de pan a la semana.
. La renta es tan corta que el maestro debe ocuparse en otras cosas. Si solo se dedicaran a la escuela los niños podrían aprovechar mejor.
EL SIGLO XIX. EL TIEMPO DE LAS DESAMORTIZACIONES
A principios del siglo XIX Villa del Rey sufrió notablemente los efectos de la guerra contra los franceses por su cercanía a la importante plaza de Alcántara. Es el tiempo de las desamortizaciones en el término municipal, un importante proceso por el que las numerosas tierras pertenecientes a la iglesia y a los fondos de comunes y propios salen al mercado pasando a manos de particulares terrenos que secularmente habían sido aprovechado por agricultores y ganaderos de la localidad.
Los interrogatorios nos siguen proporcionando información sobre el desarrollo de la educación en la Villa. Así, El diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar[6] es una magna obra publicada por Pascual Madoz entre 1845 y 1850 aportando importantes datos del pueblo de Villa del Rey a mediados de siglo. Allí se dice que el pueblo tiene en 1849 159 vecinos y 549 almas. A nivel educativo se aporta el importante dato de que en la villa hay una escuela dotada con 1.100 reales de los fondos públicos a la que asisten 45 niños de ambos sexos. Esta reseña pone de manifiesto que a mediados del siglo XIX la educación estaba institucionalizada en Villa del Rey siendo sostenida con fondos que provenían de las arcas municipales. El siglo XIX es la ordenación de la educación en Villa del Rey.
A la educación se da gran protagonismo en la constitución progresista elaborada en Cádiz en 1812. Allí se dispuso su universalización en todo el país con la generalización de las escuelas de primeras letras. En 1836 hay 275 escuelas en la provincia de Cáceres y 179 en la de Badajoz. Hacia la mitad de 1850 la situación de los locales escolares era calamitosa en toda España y en particular en la región extremeña de tan mal dotados como estaban, con deficientes medios materiales y personales. La urgente necesidad de que niños y niñas se incorporasen a labores productivas en las maltrechas familias producía un gran absentismo escolar entre los colegiales. La escasa asistencia a las clases estaba muy condicionada por el trabajo infantil en el campo, por lo que las escuelas funcionaban con más alumnado en el invierno, tiempo en el que las labores agrícolas se atenuaban. En Extremadura el analfabetismo rondaba el 80% de la población en el siglo XIX. Así las cosas, se necesitaba una ley general que considerara la educación como un fenómeno global inscrito en la realidad social del país. De ello se encargó la ley Moyano, publicada en 1857, que promulgó la obligatoriedad de la enseñanza entre los seis y los nueve años y la necesidad de promover escuelas de párvulos y de adultos.
Si bien en el siglo XVIII había escuela de niños en Villa del Rey como desvelan los interrogatorios, es a partir de 1850 cuando empieza a ser abundante la documentación sobre la situación educativa en la localidad. Es el momento en que podemos disponer de las actas municipales y otros originales relacionados con la vida municipal como instrumento de investigación[7]. Así, una minuciosa indagación nos ha ido aportando referencias sobre la actividad educativa en Villa del Rey.
En sesión de 18 de abril de 1852, la Comisión local de instrucción primaria pide al ayuntamiento el establecimiento de una escuela pública de niñas en la localidad. Desde la administración se contesta a la petitoria alegando que el pueblo no se halla en la escala necesaria y no hay persona apta para el desempeño de esta labor, aunque dos niñas se están formando con el profesor de instrucción primaria para este menester a distintas horas que los niños. Se prevé que las futuras maestras se pasarán a otro pueblo para prepararse en las labores propias de su sexo al lado de una maestra acreditada para después dedicarse a la enseñanza de las niñas en el pueblo.
El 15 febrero 1857 hay un acuerdo en el pleno municipal sobre las escuelas, informando que el Gobernador provincial pide cuenta de los recursos que tiene el Ayuntamiento para la habilitación de las escuelas públicas. Se informa que no hay medio alguno en las arcas municipales por hallarse la población en miseria por el año tan calamitoso con unas condiciones climatológicas tan adversas que han ocasionado una gran mortandad de ganados y familias.
El 20 de mayo de 1857 la depositaría del Ayuntamiento hace relación de gastos destinados a la instrucción pública:
. Satisfecho a D. Salvador López, maestro de educación primaria por su asignación del año y alquiler de la casa escuela, 1.875 reales.
. A doña Mauricia Sánchez, maestra de niñas por cuenta a su asignación y otro año, 41,40 reales.
En 1864 Jacinto Romero, maestro de niños y Manuela Escamilla y Calonge, maestra de niñas, dan relación al Ayuntamiento del menaje o material adquirido para el correcto funcionamiento de la escuela ya que era el propio Ayuntamiento el que proporcionaba el dinero para su compra. Entre otro material inventariado podemos citar: útiles de limpieza. pizarrines, tinta, tintero, sillas, reloj de pared, catecismos, libros de gramática, aritmética, lectura, escritura, fábulas de Samaniego, libro de economía doméstica, cartilla agraria, papel de pauta, crucifijo, aguja e hilos para las niñas pobres, correspondencia, …
En 1860 haciendo el presupuesto de los gastos de los empleados del Ayuntamiento se asignan para la escuela de agricultura local 171 reales.
En el año de 1860 en un documento municipal se determina la relación de los sueldos de los maestros para el año 1861:
El maestro por su dotación, 2.500 reales.
Para casa habitación, 400.
Para menaje de la escuela, 629.
Dotación de la maestra, 1.667.
Para casa habitación, 390.
Para menaje de la escuela, 417.
El 8 mayo 1860 se informa que el distrito universitario de Salamanca traslada a D. Jacinto Romero y Téllez desde la escuela de niños de Herreruela a la de Villa del Rey que tiene igual clase y categoría que la plaza originaria ya que se había originado una vacante por traslado del maestro que la desempeñaba.
El 7 de julio de 1861 se lee acta de instalación de la Junta Local de Instrucción Pública en la villa para examinar las cuentas del material de las escuelas y el libro de registro de gastos e ingresos que deben llevar los profesores. Para presenciar los exámenes mensuales y para las visitas de los dos establecimientos se designa al vocal Andrés Cancho. Las Juntas Locales de Primera Enseñanza están reguladas en el artículo 287 de la Ley Moyano de 1857. Se conciben como órganos colegiados que son establecidos para administrar y fomentar la enseñanza primaria en cada localidad española. Estaban compuestas por el alcalde de la localidad, un regidor, un eclesiástico designado por la respectiva diócesis y tres padres de familia. En el archivo municipal de Villa del Rey encontramos algunas actas de las visitas de este organismo a las escuelas de la localidad en un aceptable estado de conservación que nos proporcionan una buena visión de cómo se desarrolló la educación en el pueblo.
Así, el 14 de julio de 1861 en el pleno municipal se lee el relato de la junta sobre una inspección llevada a cabo en las escuelas donde se refleja el tristísimo estado de los locales de las escuelas de niños y niñas que hay en el pueblo ya que no reúnen las mínimas condiciones higiénicas y pedagógicas. El inspector que preside la visita propone un expediente para que se construya un edificio y casa habitación en buenas condiciones de habitabilidad para los maestros. Incide que asistan todos los niños y niñas del pueblo de seis a nueve años y que se obligue a los padres bajo multa de 20 reales a los que falten a clase.
El 1 de febrero de 1863 en el acta de instrucción primaria el cura párroco de la localidad solicita que los profesores cumplan los actos religiosos obligatorios de asistir con su alumnado.
El 3 de mayo de 1866 se lee en pleno municipal la queja al rector de la universidad de Salamanca por el abandono tan grande en que se encuentra el pueblo con respecto a la enseñanza elemental de los niños por la prolongada ausencia de las personas que tienen a su cargo a los alumnos y por la negligencia e incumplimiento de los deberes de la religión.
Con fecha de 18 de junio de 1864 el profesor Jacinto Romero presenta en cuenta general de los ingresos (2343,7 reales de vellón) que ingresa el ayuntamiento para el menaje de su escuela durante ese año y los gastos o data. Entre los artículos que se compran para el normal funcionamiento de la escuela podemos citar material de limpieza, 18 pizarrines, tintero, reloj de pared, 12 catecismos, libros diversos, papel pautado, 12 catones, fábulas de Samaniego, cartilla agraria y 6 litografías.
El 3 marzo de 1867 se vuelve a rogar a los maestros que acudan a los actos religiosos obligatorios.
En el acta de la visita del inspector D. Francisco Pizarro llevada a cabo el 10 de marzo de 1867, éste manifiesta:
. Que la escuela de niños a cargo de D. Salvador López ofrece buenos resultados y regulares en la de niñas que desempeña Dña. Manuela Escamilla Calonge.
. Que la asistencia de alumnos es mediana y la de niñas extremamente reducida.
. Que los útiles de enseñanza y menaje de la escuela son insuficientes y se hallan deteriorados en su mayor parte.
El inspector reclama la gestión del ayuntamiento para el pronto pago de los atrasos que se adeudan a los maestros y que se les faciliten los recursos necesarios para surtir a las escuelas de los enseres y útiles más indispensables para dar con fruto la enseñanza. También se requiere al ayuntamiento promover la creación de una escuela nocturna para la enseñanza de los adultos que recibirán las lecciones durante la temporada de invierno bajo la dirección del profesor de la escuela pública de niños.
En el acta de la junta local de instrucción primaria reunida el 11 marzo 1869 se cesa al maestro Gabriel López y Garay por no tener la titulación necesaria para el cumplimiento de su cargo.
El 25 noviembre 1869 tras la visita del inspector a las escuelas públicas se hacen los siguientes ruegos al pleno municipal:
. Que asistan periódicamente a la escuela los niños y niñas que se hallen en la edad reglamentaria, lo que será justificado por el maestro.
. Que se incremente la cantidad que se da al maestro y a la maestra en concepto de retribuciones (diez y cinco escudos respectivamente) por ser claramente insuficientes.
. Que siendo los locales escolares alquilados y no reuniendo las condiciones necesarias, se pide a la corporación haga las resoluciones necesarias para la construcción de otros locales que reúnan las condiciones de capacidad, decencia y salubridad que contemplan las disposiciones vigentes.
Tras la visita a la escuela del inspector D. Salvador López, en la junta local de enseñanza de 11 de diciembre de 1871, se hacen las siguientes advertencias:
. Que es bastante reducida la proporción de los niños que concurren a la escuela.
. Que hay muchas faltas que el profesor achaca a que, por ser la localidad de carácter agrícola, emplean los padres a los niños en las faenas del campo.
. El número de niños asistentes a la escuela el día de la visita fue de 28.
. Los niños contestaron satisfactoriamente a las preguntas de Doctrina Cristiana, Lectura y Gramática Castellana.
El 22 de diciembre de 1871 la junta visita la escuela de niñas a cargo de Dña. Manuela de Escamilla y Calonge. En su informe se constata que se observó con disgusto que la asistencia de niñas era solo de 13 o 14 alumnas. Examinadas estas se observó que la mayoría no sabían persignarse, lo que la maestra achacó a la falta de asistencia de las niñas, pues faltaban más del doble de lo que asistían. La maestra expuso que, en el próximo curso, no puede dar la escuela en el local habilitado a propósito. La única casa en que puede vivir no tiene espacio suficiente para ella y su familia por lo que se busca un nuevo local para escuela de niñas. Hay que recordar que las dependencias donde vivía la maestra estaban en el mismo local en el que impartía sus clases. Era lo que en la terminología propia de la época se denominaba la oficina. No encontramos en la documentación consultada datos sobre la ubicación exacta de las mismas en la localidad.
El 25 febrero 1872 el presidente de la junta local de escuelas da cuenta de haber arrendado un local para la escuela de niñas, propio de D. Juan Gilete, en la cantidad de sesenta pesetas anuales.
El 30 de mayo de 1883 se lee acta de visita de inspección educativa a las escuelas públicas de la localidad, que en ese momento se hallaban a cargo de sus maestros titulares D. Salvador López y Dña. Manuela Escamilla (Anexo I). Según el informe que el inspector pone de manifiesto al pleno del Ayuntamiento:
. Las escuelas tienen locales de buenas condiciones, aunque bastante húmedos por lo que deben elevarse sus pisos.
. La de niños está poco concurrida y mal provista de enseres. A pesar de tales inconvenientes la enseñanza ofrece resultados más satisfactorios que la de niñas que está menos concurrida, hasta el extremo de ser imposible formar concepto de sus resultados.
. Se pide hacer cumplimiento de la legislación relativa a la enseñanza obligatoria aplicando medidas coercitivas contra los padres de familia que desatienden la educación e instrucción de sus hijos.
. Con respecto a la escuela de niñas se debe prestar la mayor atención e interés con el fin de que esté a la altura de los conocimientos que la ley exige.
El 13 de diciembre de 1883 se nombra a D. Adolfo de Sande Escamilla maestro accidental de la escuela pública de niños del pueblo con un sueldo de 695 pts. y demás atenciones señaladas en ley (Anexo II)
El 16 de mayo de 1884 firma contrato, solemne y legal, el profesor electo para la escuela pública de niños de la localidad D. Florentino Cascos que aspiraba al desempeño de la misma. Este maestro habría de tener una gran importancia en la vida cultural y social de Villa del Rey a finales del siglo XIX y principios del XX. En la actualidad una de las calles del pueblo se rotula con el nombre de este docente.
El 21 de julio de 1894 fue dada cuenta al Ayuntamiento del cese por real orden del cargo de maestra en propiedad de la escuela pública de niñas de Dña. Quintina Jabato y de que trataba la junta de nombrar interina, lo que no podía hacerse en tiempo de vacaciones.
El 2 de julio de 1899 se proponen para vocales de la junta local de instrucción pública a los vecinos de la villa y padres de alumnos Guillermo Meneses Jabato y Emilio Rivas.
1900-1931. LOS COMIENZOS DEL SIGLO XX
Los vaivenes del convulso siglo XX español determinaron la acción educativa en España. En los primeros años de la centuria continúan en todo el territorio nacional las catastróficas condiciones en los que se desarrollaba la educación en pueblos y ciudades: altos índices de analfabetismo, escuelas insalubres y mal dotadas, docentes mal pagados y a destiempo, … A pesar de que en las leyes educativas se van introduciendo algunas de las ideas progresistas que ya puso en marcha en el país la Institución Libre de Enseñanza durante el siglo XIX, la escuela tradicional (católica, fijista y patriótica) es la que predomina en la mayoría las instituciones educativas.
El nivel cultural extremeño en los principios de siglo XX continúa siendo deficiente. En 1900 el número de analfabetos, considerando así a los mayores de diez años, se sitúa en torno al 68 por ciento. Los docentes estaban económicamente muy mal dotados. En 1902 se hace cargo el Estado de pagar sus emolumentos. Es un paso muy importante para la dignificación de los y las enseñantes que, hasta entonces, dependían económicamente de las circunstancias particulares de las arcas municipales de la localidad en la que tenían a bien ejercer su labor, tantas veces deficitarias. En 1911 se reconoce a los maestros una especie de salario mínimo que se cifra en 1000 pesetas anuales. Los locales de las escuelas y los recursos educativos mantenían deplorables condiciones. La educación ni siquiera era una ilusión para buena parte de la población.
Durante el periodo de la dictadura de Primo de Rivera la enseñanza tuvo un carácter patriótico y religioso. Adquirió gran protagonismo la política de edificación de nuevos centros y creación de plazas docentes.
¿Cómo eran aquellos escolares que se educaban a principios de siglo en Villa del Rey? Apenas hemos encontrado testimonio o documento al respecto, pero podemos hacer el relato de los cercanos niños de Navas del Madroño como los vio Luis Bello (2004) en los años veinte en su importante libro sobre su visita a escuelas extremeñas. Dice Bello que en la calle principal de Las Navas está la escuelita de D. Manuel Medina con una matrícula de cincuenta o sesenta muchachos, aunque siempre faltan más de la mitad, pues van a cavar garbanzos, a segar hierba, a coger aceituna, a arrancar patatas, a cuidar las ovejas. Muchos viven largas temporadas en el campo. Los niños declaran jugar a los “bolindres”, al “guá”, a la pelota en el frontón de la iglesia, a las “tejas”, a la “coca-mosca”, al navero, al toro y, ¡claro está!, al picó, que en Toledo llaman clavoteo. A los sordos y mudos. A junta-ropa. Y ahora la moda de los chicos en Navas del Madroño es jugar a la furria con una bola de corcho. La furria es un juego antiquísimo, llamado en Castilla la gurria. Esa era la vida de los muchachos en Navas: juegos y trabajos. En cuanto pueden les enviaban sus padres a ganarse el pan. Muy parecida sería la vida de los niños y escolares villariegos según algunas afirmaciones de personas que todavía alcanzaron aquellos tiempos. El absentismo de las niñas era todavía mayor por el escaso valor que se confería a la educación femenina.
Seguimos recabando información sobre la educación en la villa.
El 6 de junio de 1901 en pleno municipal se acordó el traslado de la escuela pública de niñas de la villa al local de la sala de arriba del edificio del Ayuntamiento que estaba recién compuesta. Se alegaba para el cambio que en el local donde existía con anterioridad, que daba a la plaza pública, las niñas estaban siempre distraídas.
El 7 de noviembre de 1901 la profesora de la escuela de niñas Dña. María Díez dirige a la alcaldía un escrito pidiendo cite a la junta local para que esta gire una visita a su escuela y se entere personalmente si el local que ocupa la misma reúne las condiciones de capacidad e higiene y que, en función de su estado, administren justicia. En este pleno sobre la disposición del rector universitario (los docentes cacereños en este momento eran nombrados por la Universidad Literaria de Salamanca) relativa a la escuela de adultos se acuerda que del capítulo de imprevistos del Ayuntamiento se pague el gasto de material y demás utensilios que se necesiten para el normal funcionamiento de las clases, encargándose del local y luces la esposa del vecino Luis Moreno, Juana Ruiz, a la que se abonarán tres pts. Se indica que se vigilará que no se perturbe con escándalos dicha escuela. La clase de adultos estaba regida por el maestro D. Florentino Cascos con horario de seis a ocho de la tarde.
El 18 enero 1903 se acordó que miembros de la corporación municipal habrían de visitar mensualmente las escuelas públicas y que se tuvieran exámenes en junio y diciembre todos los años. Se registra la petición de la maestra de niñas para que se componga el tejado de dicha escuela.
Según el acta de la junta local de enseñanza de la reunión celebrada el 16 de julio de 1903 se pone de manifiesto que, terminados los exámenes de niños y niñas de las escuelas de la villa, examinadas las niñas de la escuela dirigida por la maestra superior Dña. María Díez López, se hace constar que a pesar de encontrar a las niñas en estado satisfactorio, la junta propone a la profesora que activara más la enseñanza de sus discípulas, a fin de elevar la instrucción de las que mañana han de ser madres de familia. Con respecto a la escuela de niños regida por el maestro superior D. Florentino Cascos Fonseca la junta considera que los encuentra a muy buena altura rogando al profesor continúe como hasta ahora cumpliendo su penoso deber.
El 23 de octubre de 1908 el maestro de la escuela de niños D. Florentino Cascos informa que el local de su escuela es un cuadrilongo de ocho metros de longitud por cuatro de latitud y cuatro de altura y da una relación de los enseres de la escuela pública. Este documento es una referencia muy interesante para conocer aquellas escuelas. Citamos algunos de aquellos objetos que allí se atesoraban: un brasero de cobre, una escribanía de metal, 16 tinteros de plomo y metal, tres encerados para prácticas de Aritmética, un tablero contador, 12 pizarras Faber, un crucifijo, un cuadro de la Purísima, un cuadro de S. M., mapas murales, cuadros de historia sagrada y conservación de los pájaros, paquetes de polvos para tinta, resma de papel surtida, biblioteca con libros como Historia de España, fábulas de Samaniego, Cuentos del Abuelo, Catones, Catecismos, Matemáticas e Historia Sagrada … (Anexo III).
El 20 de mayo de 1909, tras las repetidas quejas del maestro de instrucción pública D. Florentino Cascos, se accede a colocar tres rejas en las ventanas de la escuela de niños.
El 26 de octubre de 1911, por la petición de la junta local de instrucción pública para que el Ayuntamiento pagara algo de la luz y calefacción de la escuela de adultos, se acordó abonar 30 pts. en este concepto.
El 18 de febrero de 1915 el inspector de primera enseñanza D. Idelfonso Ibáñez acompañado del alcalde gira visita a la escuela de niños regida por D. Florentino Cascos encontrándola en un estado satisfactorio de enseñanza, congratulándose del prestigio profesional que ha sabido conseguir el profesor en sus largos años de labor docente en la localidad. En la escuela de niñas que dirige Dña. María Ruiz López apunta el funcionario que la enseñanza tiene alguna deficiencia que espera se subsanen con las instrucciones dadas. Con respecto a los locales la escuela de niños considera el inspector que reúnen condiciones de luz y situación pedagógica, pero resulta de insuficiente tamaño para el alumnado. Apunta que el local de las niñas resulta irregular y pequeño por lo que debe buscar otro local más apropiado a las necesidades.
El 1 de octubre de 1923 el alcalde hace saber a los ediles que concurren al pleno que la maestra nacional de la escuela pública de niñas había solicitado la ayuda y cooperación de la corporación de un socorro con arreglo a las condiciones del Ayuntamiento para comprar algunas banquetas para asiento de las alumnas toda vez que su antecesora no había dado ninguna y ella no puede comprarlas con cargo al presupuesto de su escuela. Se conceden diez pts. para este fin.
El 12 de marzo de 1925 se lee en el pleno nota de la sección administrativa de la primera enseñanza de la provincia de Cáceres en la que se informa que, cumpliendo la edad de 70 años el día 14 de ese mes, el maestro de la escuela nacional de niños de la localidad, D. Florentino Cascos Fonseca, deberá cesar en el desempeño de su escuela.
El 2 de marzo de 1927 se trata sobre la construcción de escuelas. El alcalde da cuenta a la corporación del resultado de la asamblea de Ayuntamientos celebrada en Cáceres los días diez y once de enero bajo la presidencia del gobernador civil para tratar del problema de construcción de escuelas en la provincia, así como de las conclusiones redactadas para resolver el mismo. Se acuerda por unanimidad que se considera que los dos locales de escuelas que existen en la villa tienen suficiente capacidad para los niños y niñas y que a ellas pueden asistir y que reúnen inmejorables condiciones higiénicas y de saneamiento. A juicio de la corporación creen innecesaria la construcción de nuevos locales y que a los debidos efectos se traslade este acuerdo al patronato instaurado para la edificación de nuevas escuelas.
El 23 de agosto de 1927 hay un acuerdo en el pleno municipal sobre la fiesta del libro que se habría de celebrar en octubre. En colaboración con los profesores se acordó invertir la cantidad de 72 pts. de los fondos municipales en textos. Se pide que los mismos profesores facilitaran una lista de volúmenes necesarios y urgentes.
No obstante, a lo acordado en anterior pleno el 6 de abril de 1929 el arquitecto José Morcillo de la dirección provincial de educación manda planos y documentación sobre la construcción de dos escuelas unitarias. Los concejales acuerdan por unanimidad que, en atención a la precaria situación económica que de momento atravesaba el municipio y teniendo en cuenta además que los dos locales en que se hallan instaladas las referidas escuelas no exigen la premura y rapidez de la construcción de las nuevas por considerar que reúnen relativas condiciones higiénicas y pedagógicas, quede en suspenso por ahora la tramitación del oportuno expediente para la construcción de las nuevas escuelas.
El 14 de marzo de 1929 la junta de instrucción pública visita la escuela de niños recibidos por el maestro D. Pedro Cobos y el de las niñas regida por Dña. Emilia González. Tras un minucioso examen al alumnado en distintas materias de enseñanza los visitantes pudieron admirar el progreso y adelanto de los niños de uno y otro sexo en todas las asignaturas que integran el programa escolar.
El 26 de septiembre de 1929 Sabino Lorenzo, maestro, comunica que se ausenta de la villa porque se cierra la escuela de niñas en virtud de la epidemia de sarampión.
El 2 de octubre de 1929 se lee en el pleno una instancia firmada por numerosos vecinos de la villa en la que solicitan que, en premio a la gran labor pedagógica desarrollada durante más de 40 años en la escuela nacional de niños de la villa por el maestro jubilado D. Florentino Cascos Fonseca, se le dé su nombre a la antigua calle del Sacristán Mayor de la localidad y se le designe por el Ayuntamiento hijo adoptivo de la villa, lo que se acuerda.
1931-36. LA II REPÚBLICA. TIEMPO DE CONFLICTOS Y ESPERANZAS.
El de la educación fue problema cardinal en la II República Española. Una de las máximas del régimen republicano era que sólo con enseñanza y cultura se podrían cambiar las estructuras del país. La llamada República de los Maestros tenía bien asumida la frase de que “ha llegado el momento de redimir a España por la escuela”. Así en la constitución republicana de 1931 se establecieron las pautas del ideal educativo que se pretendía: escuela unificada, enseñanza primaria obligatoria y gratuita con carácter laico y descentralización en las regiones autónomas. Pronto se puso en marcha un ambicioso plan de construcciones escolares. Con gran afán se crearon 13.000 escuelas y 50.000 maestros y maestras vieron incrementados notablemente sus salarios. En Extremadura se establece una denodada lucha por acabar con el analfabetismo lo que implica la construcción y dotación de numerosas escuelas en la región. También hay una apuesta decidida por la educación popular. Así se crean las Misiones Pedagógicas con la idea de llevar el saber hasta en la más apartada aldea del país. En sucesivas campañas las Misiones recorrieron Extremadura aportando cultura a pueblos que no tenían el más mínimo foco de saber, tantos en la región. Las Misiones pasaron cerca de Villa del Rey, aunque aquí no hubo la suerte de que pudieran desarrollar su labor. Sí lo hicieron en pueblos cercanos como Navas del Madroño donde se llevó a cabo una de las Misiones Pedagógicas más conocidas del país, Garrovillas y Piedras Albas dónde se afirmaba que estaba una de las peores escuelas de España.
La lucha por la dignificación de la educación, tan propia de la acción republicana, también es significativa en el pueblo de Villa del Rey.
El 12 de julio de 1931 el maestro nacional de la localidad, Julián Viera, comunica la necesidad de realizar urgentemente algunas reparaciones en el local que ocupa la escuela de niños y aprovechar la época de vacaciones para realizarlas. El 23 de agosto de 1931, desde Coria, regalan mesas para esta escuela de niños.
El de 30 agosto de 1931 se concede una habitación del Ayuntamiento al maestro a fin de que allí establezca su despacho y la biblioteca popular que estaba mandada crear con lo que daría mayor amplitud a la escuela.
El 2 de noviembre de 1932 el alcalde comunica al pleno que el 27 de octubre estuvo en la localidad el inspector de primera enseñanza girando visita a las escuelas comunicándole hiciese presente a la corporación que, si el Ayuntamiento no tomaba alguna determinación sobre los locales de las escuelas, se vería en la imprescindible necesidad de tener que clausurar las dos clases existentes por encontrarse en pésimas condiciones. Se acordó por unanimidad que el Ayuntamiento realice por su cuenta la construcción de referidas escuelas por creer que de esta forma se benefician mejor los intereses del municipio.
El 20 de noviembre de 1931 se convino aceptar como tipo de escuela el correspondiente al proyecto de obras formado por el arquitecto, comprometiéndose a realizarlo bajo la inspección técnica del Instituto Nacional de Previsión sin perjuicio de lo que resuelva la junta para el fomento de construcción de escuelas nacionales. En el edificio habría de constar visiblemente la cooperación del instituto y la caja extremeña de previsión social en las obras.
El 17 de enero de 1932 se da lectura a la factura que presenta el industrial Torcuato Ruiz Ortiz por haber suministrado cuatro aparatos de carburos con destino a la escuela de adultos importando la factura 18 pts. ya que al hacerse cargo de la escuela el maestro propietario D. Julián Viera López notó la falta de los aparatos de iluminación necesarios para las clases de adultos pidiendo a la alcaldía se facilite los correspondientes aparatos.
El 10 de octubre de 1932 se reconoce que el local escuela de niñas no reúne condiciones higiénicas y pedagógicas para su función por lo que se propone buscar nuevo inmueble.
En la junta de instrucción primaria de 20 de abril de 1933 se acordó abrir expediente para la construcción de los locales escuelas por ser de absoluta necesidad dadas las condiciones antihigiénicas y antipedagógicas que reúnen los que están habilitados en ese momento. También se propuso la creación de una cantina escolar ya que la mayor parte de los niños asistentes a las escuelas son hijos de obreros necesitados.
El 2 de octubre de 1933 se propone como local escuela la casa número 36 de la calle Pizarro propiedad de D. Alfonso Sánchez. También se reconoce una deuda por material a la escuela de niños de 212 pts.
El 7 de julio de 1935 se procede al blanqueo de las escuelas unitarias de niños y niñas. Igualmente, la alcaldía manifiesta que el presidente del consejo local de primera enseñanza le ha dirigido una carta invitando al Ayuntamiento a visitar la exposición de materiales elaborados por los escolares en el local de las escuelas. Se propone que, por el consistorio, sean obsequiados con tal motivo los niños y niñas participantes.
En la junta de Instrucción Pública de 28 de septiembre de 1935 se agradece a los maestros la labor realizada el curso anterior con exposición de trabajos escolares y la organización de una velada infantil donde pusieron de manifiesto sus dotes pedagógicas y entusiasmo por las cuestiones escolares. Se acordó hacer obsequios a niños y niñas que asisten a las escuelas por el interés y apoyo demostrados en dichos festejos. También dar un voto de gracia a los guardias civiles por la intervención que tuvieron en la organización y preparativos de dichos festejos.
El 12 de julio de 1936 los maestros Andrés Melara y Emilia Mas invitan al Ayuntamiento a asistir a la velada infantil que tendría lugar ese día a las diez de la noche, así como a visitar las exposiciones escolares preparadas.
1936-1959. LA GUERRA CIVIL Y EL PRIMER FRANQUISMO. LOS AÑOS TRISTES.
Desde el punto de vista educativo los primeros años del franquismo fueron dedicados a eliminar los empeños materiales y formativos de la República. Así se imponen las bases sobre la que se sustentará la nueva educación española: religión católica, patria y movimiento nacional. Se adoctrinaba en el nacional-catolicismo lo que se traduce en una escuela presidida por el crucifijo y el cuadro de Franco, rezos y flores de mayo, cantos patrióticos, misas obligatorias para alumnado y profesorado, autoridad omnipresente del docente, … En la idea de la eliminación de la huella de la labor educativa de la República numerosos educadores y educadoras sufrieron expulsiones de sus respectivos cuerpos, cárcel e, incluso, la muerte. El maestro que ejercía en Villa del Rey y que durante la república estuvo al frente del sindicato obrero Nuevo Villa del Rey, Julián Viera, que ya no ejercía en la localidad, fue fusilado en noviembre de 1936. Hasta un tercio del Magisterio nacional fue depurado. En Cáceres según Vázquez Calvo (2008) se purgan por la comisión depuradora provincial 1.280 docentes, 679 maestros y 601 maestras. Muchos fueron apartados del Magisterio y algunos de ellos perdieron la vida por sus ideas[8].
En este ideario y hechos consiguientes sigue la vida en las escuelas de Villa del Rey.
El 13 septiembre 1936 se acuerda el blanqueo y aseo de la escuela de niñas.
El 22 de octubre de 1936 se trata sobre la ampliación y adaptación de las escuelas unitarias de niños y de niñas que están en el Ayuntamiento. Se considera que estos locales son insuficientes e insalubres. Se propone que la escuela de niños que ocupa la parte Este de la planta baja del local se amplíe a costa de otras dependencias municipales. La escuela de niñas que está en la parte Oeste ocuparía el local del juzgado municipal. Se presupuestan las obras en 3.000 pesetas.
En la sesión de la junta de instrucción de 20 de febrero de 1937 se ponen de manifiesto los múltiples inconvenientes encontrados para la implantación de una cantina escolar ya que no se dispone de cocina, comedor y almacén. Con las 305 pts. recaudadas para poner en marcha dicha cantina se acuerda proporcionar pan a los niños que asistan periódicamente a la escuela.
El 10 de julio de 1938 hay una solicitud del maestro Andrés Melara para que se le incremente la subvención por casa habitación.
El 18 de abril de 1940 se lee un oficio del maestro nacional D. Andrés Melara en el que manifiesta que algunas ventanas y cristales de la escuela de niños se hallan deteriorados por lo que solicita que se arreglen.
El 21 febrero 1943 se dota con 150 pesetas la ayuda para una beca a un estudiante pobre en el seminario de Coria.
El 2 de julio de 1946 se trata sobre adquisición de bibliotecas. Se presenta un contrato con el ministerio de educación popular sobre adquisición de 20 volúmenes que importan 256 pts.
El 29 de octubre de 1949 se propone la creación de una escuela de párvulos como había comunicado el inspector provincial de enseñanza primaria. También se pide la nueva escuela para niñas ya que la que hay resulta insuficiente y que la escuela que hay en la planta baja de la casa consistorial pase a ser ocupada por la escuela de párvulos.
El 25 de noviembre de 1951 se comunica que un maestro de la localidad se desplazará a la semana de la pedagogía en Cáceres.
El 9 de noviembre de 1952 la alcaldía manifiesta que es conveniente que se den clases de adultos por el maestro nacional de la villa en los meses de noviembre y diciembre, cosa que el docente no puede hacer por la escasa consignación que el Estado concede para estos fines. Se acuerda se impartan tales clases y se gratifique al maestro con 300 pesetas a cargo de los fondos municipales.
El 14 de mayo de 1953 el alcalde pone de manifiesto las principales necesidades que tiene la villa que ya habían sido expuestas en la asamblea provincial de mandos locales: que se construya una escuela unitaria de niñas por resultar insuficiente el local que ahora ocupa la misma destinándose este espacio a escuela de párvulos, la construcción de tres viviendas para maestros y la instalación de la luz eléctrica, lo que estaba en vías de realización.
En el censo escolar de 30 noviembre de 1953 se registran 32 niños y 36 niñas que son los que asisten a las clases.
El 14 de noviembre de 1954 se lee una circular sobre el analfabetismo propuesta por el gobernador civil en la que se ordena que las clases a adultos sean de mayor duración y se gratifique al maestro nacional con la cantidad de 400 pts.
El censo escolar de 1955 es de 125 niños y 125 niñas con edades comprendidas entre dos y 15 años.
El 12 de marzo de 1955 se acuerda dar al maestro nacional D. Marcelo Zugasti 75 pesetas para la calefacción de la escuela de adultos.
En sesión de 13 de diciembre de 1955 la alcaldía comunica que se halla concedida la escuela de párvulos solicitada quedando pendiente del local correspondiente. De convenio con el maestro nacional se han elegido para adaptarla las habitaciones que en la planta baja de la casa consistorial ocupaban otras veces el depósito municipal y el patio que da frente al pasillo de entrada.
El 6 de marzo de 1957 se informa que el alcalde y el maestro nacional D. Marcelo Zugasti hablaron con el inspector de primera enseñanza sobre la construcción de dos escuelas.
El 1 de enero de 1959 se trata de la prestación de servicios al escolar valorado en 1.400 pesetas anuales. La persona seleccionada se encargará del acarreo de agua suficiente de consumo humano, para hacer la leche en las dos escuelas de niños y niñas y fregar los recipientes empleados.
El 1 de noviembre de 1959 se propone la construcción de viviendas para maestros a pesar de la emigración que ya se registraba en la población.
En la junta municipal de 31 de diciembre de 1959 se considera que la escuela de párvulos creada hacía varios años debería instalarse en el local de la unitaria de niños y se estima sumamente necesaria la construcción de dos escuelas nuevas para instalar las dos unitarias que funcionaban en locales insanos e insuficientes. Otro asunto tratado es la intención de amonestar a los padres de los niños que tengan más de cinco faltas no justificadas en un mes. Por último, se propone que se barran las escuelas una vez a la semana y se frieguen dos veces al mes.
1960-1975. SEGUNDA ETAPA DEL FRANQUISMO. LOS AÑOS DE LA EMIGRACIÓN.
Los años sesenta del pasado siglo estuvieron marcados en Villa del Rey por la gran incidencia del fenómeno migratorio. Las condiciones de miseria en que desarrollaban su vida los obreros villariegos hace que muchos de ellos, acompañados de sus familias, busquen mejores horizontes. Los datos son aplastantes. Si tenemos en cuenta la última centuria y en concreto el periodo que va desde 1900 a 2022 la población pasa de 770 habitantes a 115. La estadística nos ofrece un máximo de 1.027 habitantes para 1940. Las obras de construcción del pantano de Alcántara generaron unas expectativas importantes en la población de menor edad que se incorporó a actividades ajenas al campo y que les dotaron para otras actividades que en su lugar de nacimiento no tenían cabida. Muchos jóvenes que se emplearon en la construcción de la presa al terminar el proyecto salieron hacia otras provincias a trabajar en obras similares En muy pocos casos regresaron a los pueblos de origen. Dos corrientes migratorias comienzan a producirse casi al mismo tiempo, una interna hacia las grandes ciudades de la región y otra hacia otras regiones de nuestro país, el País Vasco sobre todo en el caso de Villa del Rey y hacia Galicia, Cataluña y Madrid.
En la escuela española de los años 60 empiezan a perder fuerza los valores del nacional catolicismo y se promueven cambios significativos en el sistema educativo. Se pone en marcha el Fondo Nacional para la Igualdad de Oportunidades y se llevan a cabo importantes campañas de alfabetización. Para extender la enseñanza media en todos los lugares de España se crean los Colegios Libres Adoptados. En 1970 se ordenan la EGB y el BUP en la Ley General de Educación. En Extremadura prácticamente desaparece el analfabetismo de los habitantes en edad escolar y en 1973 se crea la Universidad de Extremadura con campus separados en Cáceres y Badajoz. La actividad escolar continúa en Villa del Rey:
En 1960 se publica el censo de analfabetos que hay en la localidad:
Analfabetas mayores de 12 años, 14.
Analfabetas mayores de 21, 36.
Analfabetos mayores de 12 años, 16.
Analfabetas mayores de 21, 35.
El de 8 octubre de 1960 se lee una circular de la junta provincial de construcciones escolares sobre la improcedencia de continuar instaladas las dos escuelas unitarias existentes en el edificio actual por ser muy antihigiénico con humedad y falta de luz natural, resultando muy reducida la de niñas. Se estima la necesidad de un nuevo edificio para trasladar las dos escuelas existentes más la de párvulos que no se pudo instalar, así como la construcción de dos viviendas para maestros, lo que se solicita a dicho organismo. En este pleno también se acuerda comprar seis pupitres a 315 pts. cada uno para la escuela de niños.
El 28 de febrero de 1962 se informa de que se conceden 15.000 pts. para un comedor escolar en la villa que sirva para dar de comer a 20 escolares necesitados. La maestra pide al Ayuntamiento que ayude en los gastos del combustible a base de carbón que se utiliza en la escuela para lo que se da una subvención de 500 pts.
El 31 de marzo de 1962, con el fin de construir un grupo escolar integrado por un edificio para dos escuelas y dos viviendas independientes para los maestros, se considera idóneo un trozo del Sur del huerto denominado Santiago y un pequeño rincón del pequeño huerto que existe contiguo a la casa número 1 de la calle general Yagüe. El trozo del huerto Santiago es donado voluntaria y desinteresadamente por su propietario D. Fernando Reina Villarroel. Por ello se propone que el nuevo centro pase a denominarse grupo escolar Fernando Reina.
El 22 de septiembre de 1963 se informa en el pleno municipal que en breve tendrá lugar la inauguración oficial del nuevo grupo escolar Fernando Reina con asistencia de las autoridades provinciales. Se faculta al alcalde para que organice el recibimiento y refrigerio invitando a las autoridades locales y de la comarca, así como a los señores maestros de los pueblos limítrofes.
El 2 de octubre d 1965 se presenta ante la junta municipal de primera enseñanza el maestro nacional nombrado para la escuela especial de alfabetización en la villa, D. Fernando Julián Díaz, iniciando los trabajos de formación del censo de analfabetos.
El 17 de abril de 1965 se fijan las condiciones para repartir la leche escolar a los escolares de la localidad al distribuirse la misma en botellines. También la conveniencia de proceder a concretar las aportaciones del Ayuntamiento a favor de los niños pobres.
El 19 mayo de 1968 se reúne la junta local de enseñanza primaria. En la misma, por ruego de los maestros, se consideró la necesidad de crear en la villa una escuela de párvulos por existir en la localidad más de 30 niños de entre cuatro y seis años. Así se descongestionarían las dos escuelas unitarias existentes que cuentan con un censo elevado de niños. Se informa de que existe un local adecuado que estuvo destinado antes a escuela pública por lo que el costo de su adaptación sería insignificante y su situación es inmejorable. El alcalde acordó hacer las gestiones encaminadas a conseguir la creación de referida escuela por ser sumamente necesaria.
Así, el 28 junio 1968 el alcalde envía un informe al director general de enseñanza primaria en Madrid anunciando que en el municipio hay un censo de más de 30 niños párvulos y sobre la excesiva matrícula que tienen las dos escuelas unitarias por la inmigración que se viene produciendo desde hacía dos años como consecuencia de las obras del salto de Alcántara. Se considera que se hace necesaria la creación en la villa de una escuela de párvulos para lo que se ofrece el local existente en la casa consistorial, antigua escuela unitaria de niñas.
El 2 de septiembre de 1968 el alcalde informa que, por orden del Ministerio de Educación y Ciencia, se crea en la villa una escuela de párvulos.
El 31 de mayo de 1969 se acordó subvencionar a cada una de las escuelas unitarias con 500 pts. para ayuda a un viaje o excursión cultural al salto de Alcántara.
El 5 de septiembre de 1969 en la junta local de enseñanza primaria se pone de manifiesto:
. Solicitar del Ayuntamiento que se arreglen los desperfectos habidos en los locales escolares, tales como reparación de tejados que se mojan, remediar la cancilla de paso a los patios, encolar los mapas murales, dar masilla a las cristaleras y reponer los pupitres necesarios.
. Se informa que la matrícula de niños es excesiva con respecto a los locales existentes por lo que se solicita a la inspección la creación provisional (mientas duren las obras del salto de Alcántara) de otra escuela mixta para la descongestión y mayor atención de los escolarizados.
. Se informa que durante el verano se ponen a los alumnos cuadernos de caligrafía.
. Se propone que las clases particulares recibidas por los escolares fuera de las horas oficiales sean responsabilidad del padre o tutor del alumno.
El 22 de septiembre de 1969, desde el Ayuntamiento de Brozas, se dirige una circular a los alcaldes de las localidades próximas de Villa del Rey, Mata de Alcántara, Herreruela y Navas del Madroño en el que se anuncia la apertura del Colegio Libre Adoptado en esta localidad. En el centro se impartirían enseñanzas de primero a cuarto de bachillerato. Se invita a difundir la comunicación para que alumnos de esos pueblos se puedan incorporar al centro. Ese mismo curso, 1969-70, se puso en marcha el centro que permitió que algunos chicos villariegos pudieran estudiar la enseñanza media desde su pueblo sin necesidad de irse a vivir internos en Cáceres como se había hecho tradicionalmente. Los alumnos se desplazaban a diario a Brozas en los coches de línea de la empresa Mirat.
El 20 de mayo de 1971 se comunica que ha sido concedida a la escuela una equipación de deportes para minibásket. Se propone sea instalado en el patio escolar.
El 20 de enero de 1972, tras la visita del inspector de zona, se había procedido a clausurar las dos nuevas aulas construidas por el peligro que ofrecían ante la posibilidad de desprendimientos del techo. Se demandaba la necesidad de trasladar las dos escuelas unitarias a nuevos locales, proponiéndose por la junta municipal se reubicasen a sus antiguos locales hasta que se repararan las actuales aulas.
En una carta presentada el 26 de septiembre de 1972 en la dirección provincial de educación por el maestro secretario se indica que fueron clausurados por el inspector de zona los edificios que correspondían a las escuelas unitarias de niños y niñas por haberse desprendido parte del techo, así como encontrar incontables goteras y correr serio peligro de que la techumbre se desprendan en plena sesión escolar. Por mencionado motivo se adaptaron locales que no reúnen condiciones higiénico-pedagógicas inaugurados en el año 1963. Así, tras nueve años impartiendo enseñanzas en edificios en inmejorables condiciones modernas se ven obligados a desempeñar su labor en edificios abandonados, carentes de luz natural, servicios, lugar de recreo, portal de espera en días de lluvia o frío, restando gran parte del tiempo en el desarrollo de cada área, sobre todo plástica y dinámica. Por eso se pide solucionen el problema del techo del edifico poniendo encima del tejado una armadura de hierro o ladrillo, unas planchas o tejas de uralita para que no se moje el techo y salve la humedad sin tener que tocar el edificio escolar.
El 21 de noviembre de 1974 se da lectura al escrito de la delegación provincial del Ministerio de Educación y Ciencia en el que se comunica la supresión de la unidad escolar de párvulos de la localidad.
1975-2010. LLEGA LA DEMOCRACIA
La política educativa, la forma de concebir la educación en un régimen democrático, fue uno de los aspectos más problemáticos y debatidos de la Constitución de 1978, ordenación legal que consagró los principios básicos del derecho universal a la educación, libertad de enseñanza, igualdad de oportunidades, calidad, enseñanza gratuita y obligatoria e integración. A partir de entonces se fueron aprobando diferentes leyes generales educativas según la ideología particular de los partidos dominantes en cada momento por lo que la falta de un consenso ha dificultado el ordenamiento legal de tan importante labor social. Extremadura no había tenido políticas educativas propias hasta la puesta en marcha de las autonomías promovida por la Constitución de 1978. En 1999 se crea la Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología de la Junta de Extremadura que en el año 2000 asume las trasferencias para la región de la enseñanza no universitaria. La educación es un derecho fundamental de las personas y el sistema educativo debe garantizar la igualdad de oportunidades en la sociedad de la información que tanto determinará el devenir del siglo XXI.
Los años finales del siglo XX en Villa del Rey son los de la desaparición de su escuela, verdadera alma del pueblo. La disminución de alumnado precipitó su cierre y niños y niñas, desde los tres años, tuvieron que desplazarse diariamente hasta Brozas con el fin de seguir su enseñanza básica. Mientras tanto se suceden las noticias.
El 15 de mayo de 1979, ante la solicitud del maestro de las escuelas nacionales se acuerda que se proceda a reparar las sillas que tienen desperfectos, se instalen los enchufes eléctricos necesarios y se gestione el proyecto del coste para instalar rejas en las ventanas de las viviendas de los maestros.
El 19 de enero de 1982 la dirección provincial del Ministerio de Educación comunica que el Ayuntamiento puede hacer la desafectación solicitada a una vivienda del maestro, toda vez que el aula vacía es necesaria para completar las actividades escolares en la unidad en funcionamiento.
El 20 de noviembre de 1984 se leen, en el pleno municipal, escritos de la dirección provincial del MEC, así como copia de la orden de 11 de julio de 1984 por la cual se comunica haberse suprimido la única escuela que existía en el municipio. Se acuerda por unanimidad quedar informados y facultar al alcalde, en unión de los padres de alumnos, la manera de resolver el problema del transporte escolar para los escolares del municipio al centro de Brozas.
Carmen Hierro Cabeza[9] vivió personalmente el cierre de la escuela de Villa del Rey y nos cuenta su experiencia. Ella estuvo junto con su hermano en párvulos con las carmelitas de Brozas (en realidad son las monjas de la Doctrina Cristiana, que en 1980 se van de Brozas). Las llevaron allí sus padres porque escucharon que se iba a suprimir la escuela del pueblo. Cuando cerraron el colegio religioso se volvieron a la escuela de Villa del Rey. El año en que ella se trasladó a Brozas fue 1982. Tenía entonces nueve años y cree que en el 83 se clausuró la escuela de Villa del Rey. Nos dice que no hubo queja ni ninguna gestión por los padres, que fueron absorbidos por el Ministerio de Educación. Les dijeron que les daban comedor y trasporte escolar gratis en Brozas. Reconoce que eran muy pocos niños, a lo mejor uno de tercero, dos de segundo y así.
Para Carmen fue una novedad muy grande porque era nuevo colegio, otros compañeros, nuevos maestros, un cambio brutal. Se iban a las nueve y no veían a sus padres hasta que llegaban a casa por la tarde. Los maestros de Brozas se portaron muy bien con ellos. De comer en casa a tenerlo que hacer en el colegio, un cambio enorme. Y eso que ella iba con su hermano. Reconoce que lo bueno fue que aprendieron a relacionarse con más niños y eso les vino bien cuando llegaron a Alcántara para cursar bachillerato, “nos abrió los ojos, la vida. Pena te daba de tener que dejar tu pueblo, pero no había más remedio, si no iba a ser ese año, al siguiente ya que aquí quedaban muy pocos niños”. Jesús María Santano Tapia se fue a Brozas con 9 años. Nos dice que ya solo quedaban unos 10 niños y niñas en la escuela[10].
El 21 de julio de 1988 se solicitan programas de educación de adultos en la localidad dentro de la campaña de alfabetización para el curso 1988-89.
El 28 de febrero de 1989 se cede una estufa de las que se emplean para calefacción en la casa consistorial para su utilización en el local de las antiguas escuelas de niñas en el que se imparten clase nocturnas para adultos con el fin de la obtención del Graduado Escolar y Certificado de Escolaridad.
El 25 de octubre de 1990 se solicita de la Consejería de Cultura la creación de un módulo de alfabetización destinado fundamentalmente a la inserción cultural y social de la mujer, así como su actualización y promoción profesional e inclusión laboral donde el cometido fundamental sería la impartición de clases de cultura general.
El 20 de abril 1992 se concede ayuda de 50.000 pts. a la escuela taller Pedro de Ibarra a la que se incorporan alumnos de la villa.
En 2025 el edificio escolar es una residencia para personas mayores. Paradoja de los tiempos. La acción educativa formal se limita a la ludoteca municipal desde donde durante el invierno se ayuda a los escasos niños y niñas de la localidad en sus tareas escolares que desarrollan en otros pueblos cercanos. En verano la ludoteca se llena de hijos y nietos de los que marcharon del pueblo en busca de horizontes más favorables. Esos días Villa del Rey rebosa la alegría de las risas infantiles. La eterna esperanza del pueblo, que la escuela vuelva abrirse. Que corran muchos niños y niñas por las calles del pueblo. Que la risa de los escolares resuene todo el año.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Barrientos Alfageme, G. y otros. (1985) Historia de Extremadura. Universitas Editorial. Badajoz.
Bello, L. (2004). Viaje a las escuelas de Extremadura. Badajoz. Editora Regional de Extremadura.
Capitán Díaz, A. (2002). Breve historia de la educación en España. Madrid: Alianza Editorial.
Domínguez Rodríguez, E. (1990). Génesis del sistema de enseñanza primaria en Cáceres. Cáceres. Universidad de Extremadura.
Escolano Benito, A. (1984). Historia de la Educación. Tomos I y II. Madrid. Anaya.
Flores Tapia, I.M. Martín Ruano, S. (2024). Que viva Villa del rey. Datos para conocer la Villa. Diputación de Cáceres. Cáceres.
Martín Ruano, S. (2003). El estudio del medio ambiente en la Institución Libre de Enseñanza. Un antecedente de educación ambiental en España. UNED. Editora Regional de Extremadura. Madrid-Mérida.
Martín Ruano, S. (2022). La educación en Brozas. Datos para conocer la historia de la educación de un pueblo extremeño. Ayuntamiento de Brozas. Diputación de Cáceres.
Puelles, M. Lázaro, E. (1983). Política y legislación educativas. Madrid. UNED.
Rodillo Cordero, F.J. (1998). Datos para la Historia Escolar de Extremadura. Mérida: Editora Regional de Extremadura.
Vázquez Calvo, J.C. (2004). Historia de la Educación Pública de Extremadura en el Antiguo Régimen (siglos XVI, XVII y XVIII). Mérida. Junta de Extremadura. Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología. p. 233.
Vázquez Calvo, J.C. García Jiménez, S. (2008). La depuración de la enseñanza primaria en la provincia de Cáceres. 1936-1944. Institución cultural El Brocense. Cáceres.
ANEXOS
Anexo I. Acta de la Junta Local de Primera Enseñanza en 1883
Anexo II. Toma de posesión de un maestro en 1883
Anexo III. 1 Inventario de la escuela de niños en 1908
Anexo III.2
[1] Licenciada en Geografía.
[2] Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación.
[3] Flores Tapia, I.M. Martín Ruano, S. (2024). Que viva Villa del rey. Datos para conocer la Villa. Diputación de Cáceres. Cáceres.
[4] Catastro de Ensenada. (1749). Villa del Rey. http: MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTE – Portal de Archivos Españoles (mcu.es) .
[5] Parte del Interrogatorio fue publicado por la Asamblea de Extremadura en 1.993. Rodríguez Cancho, M. Barrientos Alfageme, G. (1.993). Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido de Alcántara. Mérida. Asamblea de Extremadura. Mérida. Villa del Rey.
[6] Madoz, P. (1845-1850). Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar. Establecimiento tipográfico de P. Madoz y L. Sagasti. Madrid. Villa del Rey
[7] Las actas de las sesiones municipales están digitalizadas y se encuentran en las páginas del archivo de la Diputación Provincial de Cáceres https://archivos.dip-caceres.es/portalArchivo/consultas
[8] Según Vázquez Calvo (2008) el 25 de diciembre de 1937 fue fusilado Ángel Barrado Tejeda maestro de Navas del Madroño. Se le acusó de militancia en los partidos políticos afectos al Frente Popular y, sobre todo, de impartir en su escuela ideas avanzadas. Pedro Fernando Calzo Flores destinado en Salorino aunque anteriormente ejerció en Villa del Rey fue fusilado el 7 de diciembre de 1936. La Guardia Civil le había calificado de comunista peligrosísimo. En las listas de docentes represaliados también aparecen como desaparecidos Eulalio Cruz de Navas del Madroño en agosto de 1937 y Jerónimo Mena Flores de Arroyo de la Luz en diciembre de 1936. Según este mismo texto la maestra Emilia Baz González y el maestro Andrés Melara Berrocal que ejercieron en Villa del Rey fueron depurados favorablemente.
[9] Hierro Cabeza, C. (2023). Comunicación personal.
[10] Santano Tapia, J.M. (2023). Comunicación personal.
