Nov 092018
 

 

Dra. Guadalupe Pérez Ortiz. Directora de los Archivos Eclesiásticos de Mérida-Badajoz. mgperort@gmail.com

Francisco González Lozano. Rector del Seminario Metropolitano San Atón de Badajoz. fglozano@hotmail.com

 PROVISIONAL

RESUMEN. El trazado de genealogías se ve ampliamente respaldado en el marco de los archivos de la Iglesia. Sin embargo, esta fuente de contenidos es inversamente proporcional a los medios, a la formación, al tiempo, etc., tanto por parte de los archiveros como de los usuarios. Somos conscientes que para la consecución de un buen estudio genealógico es imprescindible utilizar un método como herramienta de recolección de información, representación y análisis. A lo largo de este trabajo ofreceremos pautas que nos conduzcan hacia una nueva praxis archivístico-eclesiástica en contenidos genealógicos. Especialmente significativos serán los apartados dedicados al conocimiento de los archivos parroquiales de la Baja Extremadura que desde 2013 se han concentrado en los Archivos Eclesiásticos de Mérida-Badajoz.

 

  1. Introducción

 

En los últimos años la genealogía ha adquirido un despertar muy importante, en cuanto a su carácter de ciencia auxiliar de la historia, la demografía, la economía, la sociología, etc. Sin embargo, los estudios sobre la historia de las familias se afrontan en muchas ocasiones sin una formación en la materia; cualquier persona puede interesarse por los orígenes de su familia.

Los archiveros eclesiásticos dan fe de que en la actualidad un número elevado de sus usuarios carecen de formación específica al respecto; nos referimos con ello tanto a aspectos archivísticos como de tipo genealógico propiamente dichos. Sin embargo, las cuestiones genealógicas son un tipo de trabajo que se sitúa dentro de una disciplina científica y eso conlleva la utilización de una metodología y herramientas determinadas.

Los archivos eclesiásticos, especialmente los parroquiales y diocesanos, en aquellas diócesis donde se ha producido una concentración de registros parroquiales[1], día a día, se ven repletos de usuarios que intentan localizar datos que les permitan trazar historias, ya sea para investigaciones exhaustivas que dan lugar a estudios y publicaciones sobre temas genealógicos, ya sea para la simple localización de sus antepasados. Ante ello, el archivero eclesiástico debe estar preparado. Asimismo, consideramos que la formación de nuestros usuarios es también una cuestión primordial en todo este proceso, que incluye, claro está, la enseñanza y la investigación, pues estos aspectos son ineludibles para alcanzar unos satisfactorios resultados. Somos conscientes de que que analizar esta problemática es una cuestión absolutamente necesaria en el siglo XXI, cuando podemos afirmar que estamos ante un boom genealógico.

 

  1. Aproximación a las fuentes de información

 

En la antigüedad la tradición oral era fundamental en cuestiones de carácter genealógico pero el devenir de los tiempos nos sitúa el documento como la primera y principal fuente de datos fiables para el trazado de genealogías.

Una de las reglas básicas de la genealogía consiste en no dar por cierto nada hasta que no ha sido constatado por medio de un documento.

Para la construcción de un perfil genealógico se necesitan datos que proporcionen la suficiente información sobre nuestros parientes o sujetos de interés: nombres, apellidos, fechas, lugares, etc., relacionados con nuestra ascendencia. Estos son los datos que los usuarios deben localizar en los archivos; para ello, es muy útil y facilitaría enormemente la labor del archivero que el usuario sepa dónde y cómo localizar esos contenidos, es decir, que pueda utilizar las herramientas con las que contamos en nuestros centros: inventarios, guías, cuadros de clasificación, etc.

En España, las fuentes principales para la investigación genealógica son dos: los archivos civiles y los eclesiásticos, de estos últimos los más relevantes son los registros parroquiales en los que profundizaremos a lo largo de nuestra investigación (registros de bautismos, matrimonios y defunciones); aunque existen otras tipologías archivístico-eclesiásticas que contienen datos para el trazado de genealogías: archivos diocesanos (especialmente los que tienen concentrados los registros parroquiales), archivos de órdenes religiosas, archivos de beneficencia y archivos de seminarios. También existen, aunque en menor medida e importancia, los archivos familiares que en algunos casos son fuente de datos genealógicos muy relevantes. En base a ello podemos detectar dos problemas: en primer lugar, nuestros usuarios desconocen a qué archivos deben acudir; si nos centramos en los archivos eclesiásticos no saben más allá de los registros parroquiales, qué otros archivos eclesiásticos pueden proporcionales datos de carácter genealógico; y en segundo término, dónde y cómo localizar los contenidos genealógicos dentro de los cuadros de clasificación de los diferentes archivos.

Veamos brevemente cada uno de estos tres grupos de archivos que contienen datos de carácter genealógico:

Respecto a los archivos particulares o familiares, numerosas personas conservan documentación referida a su familia, que puede resultar de suma utilidad, incluso algunos han bosquejado árboles genealógicos que han servido de referencia para enriquecer ciertas investigaciones. En España la mayor parte de los archivos personales y familiares se hallan custodiados en instituciones públicas, entre las que destacan los archivos estatales[2]. Podremos encontrar documentos tales como fotografías, cartas, diarios, invitaciones, libros de familia, cartillas militares, libros de escolaridad, títulos de propiedad, carnés, recortes de obituarios, etc.

En cuanto a los archivos civiles en España, el primero se puso en marcha en el año 1841 y fue sustituido por un nuevo sistema, todavía vigente en la actualidad, a partir del 1 de enero de 1871[3]. Anteriores a esa fecha los datos útiles para investigaciones genealógicas se sitúan exclusivamente en los archivos eclesiásticos, de ahí la afluencia máxima que en los últimos tiempos acontece en nuestros archivos.

Los archivos civiles fueron creados siguiendo la estructura de los eclesiásticos; sus registros recogen anotaciones de nacimientos, matrimonios y defunciones independientemente de la condición religiosa del individuo.

Los documentos fundamentales del registro civil son: la partida de nacimiento, la de matrimonio y el certificado de defunción.

En la partida de nacimiento constan el nombre y los apellidos del recién nacido, hora, día, mes y año, población, calle, número en donde se produjo el nacimiento o clínica, pero en dicho caso figura el domicilio de los padres; fecha, lugar de nacimiento, estado, edad y profesión de los mismos, así como sus nombres y apellidos y lugar de nacimiento, estado y nombre de los abuelos paternos y maternos, profesiones y fecha en que se extendió el asiento, así como los testigos presentes en el acto de la inscripción y la firma de todos ellos.

En la partida de matrimonio, el nombre y apellidos de los contrayentes, con indicación de estado, domicilio y nacionalidad, fechas y lugares de sus nacimientos y nombres de sus padres, naturaleza de los mismos, fecha del acta y testigos.

Finalmente en el certificado de defunción, el nombre y apellidos, estado, nacionalidad, profesión y fecha de nacimiento, nombre del padre y de la madre, hora, día, mes y año y lugar del fallecimiento, causa del mismo y cementerio en donde recibió sepultura el cadáver, nombre del padre y de la madre, del consorte e hijos, si los tuviere, así como la fecha de cuando se extendió el asiento, nombre del declarante y nombre del médico que extendió el certificado.

Respecto a los archivos eclesiásticos, son considerados como las fuentes más relevantes para el trazado de genealogías, especialmente cuando no existían los registros civiles[4]. A partir de la celebración del Concilio de Trento en 1563, las parroquias quedan obligadas a recoger en libros los datos de sus feligreses, especialmente los relativos a nacimientos, matrimonios y defunciones[5]. Esta normativa será de aplicación obligatoria en España desde el 12 de julio de 1564, fecha en que el rey Felipe II decretó oficialmente la ejecución de lo acordado en el Concilio[6].

Aunque los archivos parroquiales son la fuente fundamental de contenidos genealógicos desde el siglo XVI en España, no son los únicos que proporcionan este tipo de datos en el marco de los archivos de la Iglesia. Nuestros usuarios deben por tanto conocer otros archivos eclesiásticos portadores también de estos contenidos, máxime cuando algunos archivos parroquiales han desaparecido por diferentes vicisitudes a lo largo de los tiempos (guerras, incendios, expolios, saqueos, etc.). Estos archivos, como ya hemos señalado en párrafos anteriores, son los archivos diocesanos, de órdenes religiosas, de beneficencia y de seminarios. Cada uno de ellos contiene información de las personas que han pasado por sus instituciones, aportando en muchos casos datos únicos a los estudios genealógicos, especialmente interesantes a aquellos que van más allá de la mera consecución de un árbol genealógico.

 

  1. Procedimiento para una consulta eficaz (técnicas y métodos)

 

Los archiveros eclesiásticos dan fe de que en la actualidad un número elevado de sus usuarios carecen de formación para emprender estudios de carácter genealógicos.

Una cuestión importante a nivel metodológico que debe comprometer a los archiveros eclesiásticos es transmitir a sus usuarios que la ejecución de un método conlleva una serie de principios o reglas que les van a facilitar ejecutar una correcta reconstrucción genealógica, a saber:

  1. Optar siempre por fuentes documentales frente a las de tipo oral.
  2. Dar prioridad absoluta a los testimonios oficiales sobre los relatos de tipo personal.
  3. Contrastar los datos a partir de los documentos.
  4. Saber que las fuentes cuyo autor están más cercanas en el tiempo y lugar a los hechos que se investigan serán prioritarias.
  5. Comprobar la veracidad de los documentos y la identidad de las personas que en ellos aparecen, pues uno de los fallos más comunes en nuestros usuarios es la confusión entre personas con un mismo nombre o incluso con los mismos nombres y apellidos, y ante esta situación nuestros usuarios deben cerciorarse de la identidad concreta de cada miembro de la familia en base a otros datos o fechas.
  6. Tener presente que es muy aconsejable, especialmente en documentos antiguos, revisar el papel, las tinturas, la escritura y tipografía empleada, con el fin de ver que esos elementos concuerdan con la época en la que se sitúan sus búsquedas.

La investigación genealógica es un tipo de estudio que precisa del conocimiento de muchas temáticas para conseguir unos resultados positivos; en definitiva precisa de un método. En principio, cualquier técnica o método de investigación puede ser dirigida a los estudios genealógicos, lo cierto es que hay uno que está especialmente ligado a ellos, por cuanto consiste básicamente en la reconstrucción de las relaciones familiares.

En la investigación social, la antropología se ha destacado por desarrollar técnicas de recolección de datos y análisis conceptual conocidas como método genealógico[7]. Podemos definir el método genealógico como el procedimiento técnico por el cual un investigador efectúa una recolección de datos sobre los integrantes -tanto ascendientes como descendientes- de una o más familias y efectúa después el procesamiento y análisis de esa información[8].

Como primera tarea para utilizar este método deberemos recoger la información y registrarla en forma sistemática. Comenzamos con Ego, nuestro informante, y empezamos a anotar los nombres y datos de cada una de las personas que éste o ésta considera sus parientes. Utilizaremos algunas convenciones para graficar estos datos[9].

En nuestra familia reconocemos dos tipos básicos de relaciones, aquellas definidas por la relación conyugal o afín, la que identificaremos conectando un triángulo, nuestro símbolo para hombre, con un círculo, nuestro símbolo para mujer, a través de dos líneas horizontales paralelas. Podemos escoger diferenciar el tipo de línea para identificar un matrimonio legal de una unión consensual y podemos cruzar estas líneas por una diagonal para representar que la relación ha sido descontinuada. De la misma manera cruzaremos el símbolo que identifica el sexo de la persona, cuando ésta ha fallecido.

Imagen n.º 1- Relación conyugal o afín

El otro tipo de relación será la relación consanguínea[10] que será la que representa la relación de Ego con sus padres, sus hermanos y sus hijos y que representaremos conectando a Ego y sus consanguíneos a través de una línea vertical u horizontal.

Imagen n.º 2- Relación de consanguinidad

Existe una tercera posibilidad de parentesco que deberemos tomar en consideración y seria el parentesco ficticio o ritual para la cual también deberemos establecer una convención[11].

Imagen n.º 3- Relación ficticia o ritual

Además, el método genealógico nos permite adentrarnos en otros patrones como oficios, localizaciones, escolaridad, conductas, matrimonios, fecundidad, educación, enfermedades, etc.

Los datos que nuestros usuarios van recopilando en el archivo, tras la consulta de los documentos, pueden ir anotándose en unas tarjetas. Si creamos un modelo tipo, facilitaremos a los usuarios, especialmente a aquellos con menor formación en contenidos genealógicos, unos patrones de búsqueda que darán efectivos resultados porque evitarán que se dispersen en las consultas, una de las principales problemáticas que encontramos, y se concentren en los datos que les van a ser realmente útiles en sus investigaciones.

Registro genealógico en archivos eclesiásticos

 

Nº:       RELACIÓN CON X:

 

NOMBRES:                             APELLIDOS:

 

DATOS PERSONALES:EDAD         SEXO             OTROS

 

LUGAR DE NACIMIENTO: RURAL     URBANO

 

MOVIMIENTOS ESPACIALES: DESDE   HACIA

 

DATOS MÉDICOS: (ENFERMEDADES O TENDENCIAS):

 

ESCOLARIDAD:

 

PROFESIÓN U OFICIO:

 

LUGAR  DE TRABAJO:

Imagen n.º 4- Registro de datos

Esta tarjeta es un modelo mínimo que consideramos puede ser de gran utilidad en el marco de los archivos eclesiásticos. Posteriormente y dependiendo del interés específico de la investigación pueden incluirse más datos para ser consultados en archivos civiles: religión, afinidad política o sindical; cuestiones económicas, etc.

 

  1. Los archivos parroquiales principal fuente de contenidos genealógicos

 

La iniciación de los libros parroquiales en concreto puede variar dependiendo de qué país se trata para el que tratas de averiguar información, pero es en la Edad Media cuando se empiezan a anotar los datos de actos religiosos oficiales. Entradas más detalladas comienzan a partir de mediados del siglo XIX.

Como ya indicábamos, a partir de la celebración del Concilio de Trento en 1563, las parroquias quedaron obligadas a recoger en libros los datos de sus feligreses, especialmente los relativos a nacimientos, matrimonios y defunciones[12]. Por tanto, los registros parroquiales se convierten en la primera fuente de consulta para el trazado de genealogías.

Los genealogistas deberán consular los registros sacramentales contenidos en los archivos parroquiales. Esta primera serie agrupa a su vez, en líneas generales, las series correspondientes a los registros de actas de cinco o seis de los siete sacramentos administrados por la Iglesia; excepto el del Orden sacerdotal, que aparecerá en archivos de obispados y de seminarios. Además pueden localizarse registros especiales, como registros de bautismos reservados, de bautismos de expósitos, de primeras comuniones o de defunciones en hospitales, etc.

De Bautismos. Esta serie contiene las inscripciones de actas de bautizos. Al nombre del bautizado, fecha del bautizo, nombre del padre y sacerdote oficiante, se añadieron poco a poco otras circunstancias y nombres, como lugar de nacimiento, legitimidad o no del bautizado, profesión del padre, nombre de la madre, nombre de los abuelos, nombre de los padrinos, las parroquias de donde son naturales, etc. Las partidas van numeradas y en los márgenes de las mismas, además del nombre del bautizado y sus dos apellidos, puede haber diversas anotaciones: niños mellizos, partos prematuros, cambio de párroco, confirmación o matrimonio posterior con referencia exacta en el registro correspondiente, etc.

 

Libros de Bautismo
 

·               el nombre de los padres/ a veces los padrinos

·               el nombre de la localidad

·               hoy en día: la fecha completa, algunas veces la hora del nacimiento, el santo abogado bajo cuyo patrocinio nació, abuelos paternos y maternos, testigos.

Imagen n.º 5- Libro de bautismo

Imagen n.º 6- Registro bautismo

 

En los libros actuales, al margen se señala la fecha de confirmación, matrimonio u orden sacerdotal, datos de sumo interés para las investigaciones genealógicas.

 

De Matrimonios. En las actas registradas se suele indicar además del nombre de los contrayentes su estado de libertad y soltería, naturaleza y vecindad, la no existencia de impedimentos, la ejecución de las tres canónicas amonestaciones pertinentes, las dispensas eclesiásticas si las hubiese, el nombre y apellido de los padres y padrinos, el nombre del sacerdote oficiante, de los testigos, etc. Al margen suele inscribirse el nombre completo de ambos contrayentes.

Libros de matrimonios
 

·               la fecha del matrimonio

·               nombre y edad de la pareja,  así como el nombre y procedencia de sus padres

·               el consentimiento al matrimonio de los padres

·               el nombre de los padrinos y testigos

·               el grado de parentesco de los novios, con su correspondiente dispensa, si se necesitara en caso de parientes consanguíneos.

Estos libros nos informan sobre la nupcialidad, sobre la edad y el origen de los novios, sobre el celibato masculino y femenino y también sobre la duración de los matrimonios.

Imagen n.º 7- Registro de matrimonio

 

De Comuniones. Aquí queremos comprender únicamente aquellos libros en que se hayan registrado actas o listas de personas que comulgaron o confesaron.

De Confirmaciones. No en todas las parroquias existía un libro en el que constaran relaciones nominales de confirmados; en muchos de los casos, se solían anotar en el libro de bautismos. Algunas anotaciones complementarias como nombre del obispo confirmante, padrinos, etc., figuraban casi siempre en el encabezamiento o final de las listas. En estos registros es muy interesante la figura del padrino porque en muchos casos se aporta la relación de parentesco o no, que mantiene con el confirmado, ampliando por tanto el marco de referencia genealógico.

De Defunciones. Esta serie corresponde a actas de fieles que han recibido el sacramento de la unción, extremaunción y sepultura eclesiástica. En algunos lugares junto a los datos prosopográficos (fecha, nombre, apellidos, estado civil, edad y profesión del difunto, causa de la muerte, nombre del cónyuge del difunto, datos de los padres, etc.) se registraban también sus últimas voluntades. Al margen suele inscribirse el nombre completo del difunto.

Libros de defunciones
 

·               fecha del fallecimiento

·               nombre de la persona fallecida

Hoy en día: el lugar de sepultura, padres, pareja e hijos, causa de fallecimiento, si hizo testamento con cláusulas a favor de la Iglesia, si recibió los últimos sacramentos en su postrera enfermedad.

Hay también información sobre el índice de mortalidad, mortalidad infantil, causas de esta mortalidad como puede ser enfermedades, epidemias, catástrofes naturales y malas cosechas.

Imagen n.º 8- Registro de defunción

 

  1. Los fondos parroquiales de la Baja Extremadura concentrados en los Archivos Eclesiásticos de Mérida-Badajoz

 

Los diferentes contenidos expuestos en los apartados anteriores son concretados y puestos en práctica en los Archivos Eclesiásticos de Mérida-Badajoz.

El masivo uso que se está dando de los registros parroquiales para el trazado de genealogías en España desde hace más de dos década hizo replantearse a los obispos de las diferentes diócesis españolas la necesidad de salvaguardar a la vez que dar uso del patrimonio archivístico que contenían sus parroquias.

La Asociación de Archiveros de la Iglesia y un nutrido grupo de expertos recomendó a los prelados emprender tareas de concentración de archivos parroquiales en un único lugar con el fin de prestar mejor servicio pero sobretodo de proteger un patrimonio único.

En el marco de unas nuevas instalaciones, inauguradas por el arzobispo don Santiago García Aracil en septiembre de 2007, y con la firme idea de salvaguardar el patrimonio archivístico que custodian las parroquias distribuidas por la geografía de la baja Extremadura, así como de dar una mejor atención a los usuarios, se decide el traslado de dichos fondos a los Archivos Eclesiásticos de Mérida-Badajoz, situados en Badajoz capital.

En un primer momento, esta medida supuso un foco de controversia entre diferentes colectivos pero los hechos nos permiten constatar que la concentración de archivos, cada vez más usual en las diferentes diócesis españolas, permite a los investigadores acceder de una forma más provechosa a los recursos existentes. Debemos tener en cuenta que en los Archivos Eclesiásticos de Mérida Badajoz se concentran además de los registros parroquiales, los fondos diocesanos, de la orden de Alcántara, de la orden de Santiago y de la catedral. De este modo cuando los investigadores, especialmente aquellos que vienen de fuera, acceden a nuestras instalaciones multiplican los recursos documentales a los que pueden acceder de forma muy significativa y sin moverse de lugar.

Para ello, en el año 2011, se acondiciona una amplia sala-depósito y durante los años 2012-2013 se produce el traslado de los diferentes depósitos parroquiales a los archivos eclesiásticos, gracias a la encomiable labor realizada por los párrocos, que debieron inventariar la documentación y prepararla para su traslado, y por el archivero del momento que organizó y coordinó el traslado.

Imagen n.º 9. Depósitos archivos parroquiales de Mérida-Badajoz

En la actualidad salvo excepciones (Bienvenida, Entrín Alto y Bajo, Quintana de la Serena, Higuera de la Serena, Magacela, Reina (matrimonios y defunciones), Peraleda del Zaucejo, Puerto Hurraco y Villanueva de la Serena) cuya documentación desapareció por diversos avatares: guerras, incendios, etc., se custodian y se ponen a disposición de nuestros usuarios en nuestras instalaciones los fondos archivísticos de todas las parroquias de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.

La cronología de dicha documentación se distribuye entre los siglos XV al XX. Siendo la fecha de datación más antigua la referida a un libro de bautismos de la localidad de Llerena (Parroquia de Nuestra Señora de la Granada) cuya fecha de inicio es el año 1440. La fecha límite que se fijó en el traslado era del año 1900 pero por la propia estructura de los libros sacramentales algunas poblaciones abarcan fechas más reciente. Teniendo en cuenta este hecho, deberemos seguir siempre las directrices vigentes en cuanto a la protección de datos se refiere y por tanto, no se podrá consultar documentación con una fecha de datación inferior a los cien años de antigüedad.

Los fondos provenientes de las parroquias de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz pueden ser divididos en dos grandes bloques:

Registros sacramentales: bautismos, matrimonios, defunciones, defunciones de párvulos y confirmaciones. Son los que utilizan principalmente nuestros usuarios para los estudios genealógicos.

En la actualidad tenemos en el archivo más de 20 personas confeccionando sus árboles genealógicos y desde principios de año hemos atendido más de 200 solicitudes vía postal y mail. Para ello se les pide a nuestros usuarios mediante un sencillo formulario que aporten de la forma más precisa posible el nombre completo, la población y el año. Hay que tener en cuenta que nuestros archivos no se encuentran indexados y la gran mayoría de los libros no aportan índices, por lo que nuestros usuarios deben ser muy precisos a la hora de realizar sus solicitudes, porque de este hecho depende que las búsquedas genealógicas den resultados positivos o no.

 

Otras grandes temáticas: cofradías y hermandades, fundaciones, libros de cuentas, padrones, testamentos, libros de fábrica, libros becerro, etc.

 

Los padrones parroquiales son una fuente muy interesante para el estudio de las poblaciones y son de utilidad para nuestros usuarios cuando las búsquedas en los libros sacramentales no aportan los datos que esperan. Las principales problemáticas son que en el caso de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz únicamente un reducido número de parroquias (10%) aporta estos libros y por otra parte, que los usuarios desconocen esta fuente como importante para el trazado de perfiles genealógicos.

 

  1. Distribución de los archivos parroquiales de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz por población y año

 

Exponemos a continuación una amplia tabla con los diferentes pueblos que integran la Archidiócesis de Mérida-Badajoz en la que se incluyen los registros parroquiales y las fechas extremas que cada una de estas poblaciones abarca.

Está tabla es de gran utilidad para nuestros investigadores que realizan estudios sobre cuestiones genealógicas dado que es la primera toma de contacto con estas cuestiones cuando llegan a nuestro archivo y les permite trazar un mapa cronológico de la Baja Extremadura en cuanto a registros sacramentales se refiere.

 

LOCALIDAD BAUTISMOS ÍND. MATRIMONIOS ÍND. DEFUNCIONES ÍND. CONFIRMACIONES
ACEUCHAL 1511-1899 2 1572-1909 1629-1905 1816-1927
AHILLONES 1549-1898 2 1611-1891 1711-1892
ALANGE 1669-1932 1600-1953 1745-1914
ALBUERA, LA 1742-1921 1815-1939 1769-1934
ALBURQUERQUE. San Mateo 1589-1906 1 1580-1900 1 1566-1905 1 1860-1927
ALBURQUERQUE. Santa Maria 1564-1903 1 1607-1899 1 1603-1908 1 1716-1829
ALCONCHEL 1610-1902 1663-1909 1669-1900
ALCONERA 1710-1893 1 1594-1866 1641-1899
ALJUCÉN – CARRASCALEJO 1657-1905 1 1656-1913 1657-1905
ALMENDRALEJO 1518-1899 1574-1899 1637-1899
ALMENDRAL. La Magdalena 1545-1903 1 1581-1913 2 1636-1960
ALMENDRAL. San Pedro 1553-1898 1 1565-1887 1648-1906
ARROYO DE SAN SERVÁN 1531-1913 3 1626-1908 1 1798-1913 1
ATALAYA 1564-1881 1 1564-1885 1655-1883
AZUAGA 1562-1900 3 1576-1900 2 1676-1900 1 1599-1824
BADAJOZ. San Andrés 1865-1921 3 1564-1917 1636-1914 1741-1893
BADAJOZ. La Concepción 1865-1917 1 1564-1915 1 1633-1915 2 1848-
BADAJOZ. San Fernando 1899-1916 1 1899-1940 1899-1926 1900-1969
BADAJOZ. San Juan Bautista 1549-1899 6 1657-1916 1 1657-1913 1783-1931
BADAJOZ. Santa María la Real 1554-1903 5 1581-1907 3 1638-1904 3 1580-1808
BARCARROTA. Santiago 1569-1909 2 1603-1903 1 1723-1909
BARCARROTA. Soterraño 1549-1913 2 1586-1915 1686-1911
BENQUERENCIA DE LA SERENA 1579-1901 1 1567-1905 1826-1906
BERLANGA 1834-1898 2 1743-1905 1894-1900 1
BIENVENIDA
BODONAL DE LA SIERRA 1541-1898 3 1564-1898 1673-1897
BURGUILLOS DEL CERRO (2) 1848-1902 1848-1897 1847-1898
BURGUILLOS DEL CERRO. San Juan 1565-1902 1564-1907 1603-1902
BURGUILLOS. Santa María de la Encina 1555-1848 1587-1844 1627-1847
CABEZA DEL BUEY 1509-1898 2 1761-1891 1 1629-1899
CABEZA LA VACA 1570-1913 1564-1902 1750-1917
CALAMONTE 1737-1906 1641-1897 1773-1905
CALERA DE LEÓN 1565-1912 1592-1904 1699-1902
CALZADILLA DE LOS BARROS 1546-1899 1579-1890 1771-1890
CAMPANARIO 1511-1903 2 1571-1897 1656-1903
CAMPILLO DE LLERENA 1565-1908 1 1578-1911 1743-1915
CARDENCHOSA, La 1719-1914 1719-1965 1719-1920
CARMONITA 1612-1905 1781-1916 1737-1883 1
CASAS DE REINA 1852-1907 1853-1919 1882-1908
CASTUERA 1852-1898
CHELES 1610-1908 1601-1963 1670-1915
CODOSERA, La 1592-1893 1 1590-1890 1677-1887 1960-1922
CORDOBILLA DE LÁCARA 1581-1912 1 1584-1892 1 1873-1916
CORONADA, La 1647-1911 1586-1908 1667-1916
CORTE DE PELEAS 1816-1903 1816-1916 1816-1920
DON ÁLVARO 1612-1901 1 1633-1890 1 1732-1891
ENTRÍN ALTO Y BAJO
ESPARRAGALEJO 1613-1903 1733-1899 1711-1901
ESPARRAGOSA DE LA SERENA 1723-1896 1617-1870 1716-1901
ESPARRAGOSA DE LARES 1594-1901 1 1901-1911
FERIA 1501-1903 1 1564-1896 1 1637-1900
FREGENAL. Santa Catalina 1531-1900 1 1579-1899 1622-1891
FREGENAL. Santa Ana 1550-1899 1 1564-1891 1 1622-1894 1
FREGENAL. Santa María 1545-1893 2 1564-1891 1622-1900
FUENTE DE CANTOS 1555-1913 2 1590-1913 1 1634-1917 1878-1915
FUENTE DEL ARCO 1565-1896 1613-1895 1737-1892
FUENTE DEL MAESTRE 1554-1900 2 1564-1903 1 1654-1903 1815-1906
FUENTES DE LEÓN 1547-1899 1 1593-1902 1650-1906 1887
GARROVILLA, La 1714-1911 1577-1905 1714-1918
GRANJA DE TORREHERMOSA 1790-1900 1819-1900 1860-1898
GUARDA, La 1852-1922 1852-1919 1852-1922
HABA, La 1623-1906 1701-1902 1652-1906
HELECHAL 1891-1903 1891-1908 1847-1904
HIGUERA DE LLERENA 1654-1915 1743-1900 1769-1902
HIGUERA DE VARGAS 1669-1932 1 1679-1914 1669-1917
HIGUERA DE LA SERENA
HIGUERA LA REAL 1546-1897 3 1586-1893 2 1613-1898 1
HINOJOSA DEL VALLE 1732-1903 1797-1907 1812-1907
HORNACHOS 1584-1897 1 1565-1890 1 1670-1900
HOYA DE SANTA MARÍA 1792-1902 1859-1896 1863-1902
JEREZ. San Bartolomé 1559-1898 1566-1896 1638-1885
JEREZ. Santa Catalina 1566-1899 2 1586-1886 1 1638-1897
JEREZ. San Miguel 1574-1896 1 1583-1894 1 1638-1899
JEREZ. Santa María 1542-1897 1 1609-1878 1638-1891
LAPA, La 1843-1894 1843-1856 1856-1894
LLERA 1699-1904 1 1771-1900 1714-1907
LLERENA. Santiago 1524-1899 1564-1902 1710-1904 1587-1954
LLERENA. Nstra. Señora de la Granada 1440-1913 4 1591-1904 1509-1909 1571-1963
LOBON 1600-1899 1 1602-1853 1627-1895
MAGACELA
MAGUILLA 1663-1902 1 1663-1910 1768-1906
MALCOCINADO 1733-1891 1848-1894 1848-1899
MALPARTIDA DE LA SERENA 1692-1899 1 1744-1913 1 1725-1904
MEDINA DE LAS TORRES 1512-1909 1712-1909 1607-1902
MÉRIDA. Santa María 1526-1902 5 1594-1909 1 1616-1906 2
MÉRIDA. Santa Eulalia 1566-1917 1 1595-1927 1629-1917
MIRANDILLA 1612-1920 1686-1912 1817-1905
MONESTERIO 1509-1897 1 1573-1898 1617-1895
MONTEMOLIN 1551-1905 1571-1920 1791-1905
MONTERRUBIO DE LA SERENA 1501-1897 1 1592-1876 1632-1896 1877-1924
MONTIJO 1594-1906 5 1645-1901 1807-1883
MORERA, La 1528-1919 1564-1743 1851-1910
NAVA DE SANTIAGO La 1616-1913 1708-1888 1655-1938
NOGALES 1602-1900 2 1680-1897 1649-1904
OLIVA DE LA FRONTERA 1607-1914 3 1668-1912 1 1695-1912 1818-1927
OLIVA DE MÉRIDA 1579-1912 1598-1909 1716-1900
OLIVENZA. Santa María 1797-1907 2 1797-1903 2 1793-1909 2 1799-1869
OLIVENZA. La Magdalena 1796-1905 7 1786-1923 1 1797-1902
PALLARES 1785-1892 1785-1901 1813-1907
PALOMAS 1587-1896 1706-1908 1786-1891
PARRA, La 1590-1900 1710-1911 1647-1900
PERALEDA DEL ZAUCEJO
PUEBLA DE LA CALZADA 1644-1902 2 1705-1903 1645-1885 4
PUEBLA DE LA REINA 1834-1895 1887-1907 1891-1904
PUEBLA DE OBANDO 1871-1927 1889-1954 1900-1921
PUEBLA DE SANCHO PÉREZ 1531-1901 1 1564-1892 1606-1879
PUEBLA DEL MAESTRE 1610-1899 1627-1903 1681-1903
PUEBLA DEL PRIOR 1551-1895 1693-1898 1711-1901
PUERTO HURRACO
REINA 1820-1899
RETAMAL DE LLERENA 1592-1909 1630-1907 1606-1915
RIBERA DEL FRESNO 1518-1896 1561-1891 1629-1900
ROCA DE LA SIERRA, La 1700-1909 1699-1934 1700-1917
SALVALEON 1548-1917 2 1629-1897 1 1636-1921
SALVATIERRA DE LOS BARROS 1587-1918 1554-1900 1632-1921
SAN BENITO DE LA CONTIENDA 1788-1926 1764-1901 1811-1898
SAN JORGE DE ALOR 1800-1910 1771-1928 1737-1910
SAN PEDRO DE MÉRIDA 1595-1897 1701-1905 1802-1906
SAN VICENTE DE ALCÁNTARA 1588-1935 21 1587-1938 2 1721-1936 3
SANCTI SPIRITUS 1596-1899 1658-1858 1851-1907
SANTA MARÍA DE NAVA 1792-1902 1790-1925 1790-1926
SANTA MARTA DE LOS BARROS 1564-1900 2 1584-1896 1 1645-1896 1
SANTO DOMINGO 1794-1923 1760-1851 1762-1894
SANTOS DE MAIMONA, Los 1563-1914 1 1591-1901 1660-1863
SEGURA DE LEÓN 1567-1910 2 1566-1910 1 1627-1906
SOLANA DE LOS BARROS 1548-1916 1670-1906 1662-1908
TALAVERA LA REAL 1533-1901 1 1566-1901 1635-1893
TÁLIGA 1789-1925 1798-1934 1766-19083
TORRE DE MIGUEL SESMERO 1573-1921 1625-1903 1697-1916
TORREMAYOR 1598-1906 1717-1925 1762-1908
TORREMEJÍA 1813-1920 1 1814-1924 1814-1918
TRASIERRA 1512-1901 1697-1882 1825-1900
TRUJILLANOS 1606-1913 1777-1909 1764-1887
USAGRE 1553-1909 2 1603-1902 1673-1913
VALENCIA DE LAS TORRES 1851-1904 1835-1902
VALENCIA DEL MOMBUEY 1672-1902 1688-1906 1669-1902
VALENCIA DEL VENTOSO 1532-1900 1564-1909 1618-1900
VALLE DE LA SERENA 1864-1876
VALLE MATAMOROS 1563-1905 1610-1882 1634-1901
VALLE SANTA ANA 1601-1912 1627-1898 1 1639-1909
VALVERDE DE BURGUILLOS 1535-1906 1618-1896 1712-1900
VALVERDE DE LEGANÉS 1701-1907 1 1797-1907 1 1809-1915
VALVERDE DE LLERENA 1527-1900 1564-1898 1751-1895
VALVERDE DE MÉRIDA 1562-1913 1565-1891 1793-1920
VILLAFRANCA DE LOS BARROS 1545-1900 6 1620-1899 2 1683-1900
VILLAGARCIA DE LA TORRE 1548-1908 1 1566-1917 1629-1913
VILLAGONZALO 1784-1920 1873-1906 1680-1901
VILLALBA DE LOS BARROS 1545-1900 1682-1899 1683-1898 1886-1925
VILLANUEVA DE LA SERENA
VILLANUEVA DEL FRESNO 1672-1916 1676-1916 1674-1918
VILLAR DEL REY 1607-1904 1702-1895 1701-1903 1774-1905
VILLARREAL 1801-1924 1798-1902 1851-1889
ZAFRA 1534-1898 4 1564-1890 4 1647-1897 4
ZAHINOS 1736-1916 1750-1918 1738-1916
ZALAMEA DE LA SERENA 1818-1883 2 1777-1808 1860-1899 3
ZARZA DE ALANGE 1525-1916 2 1598-1912 1 1773-1906

Tabla 1. Registros sacramentales en los Archivos Eclesiásticos de Mérida-Badajoz

 

  • Conclusiones

 

  1.  

El boom genealógico que se está desarrollando en la actualidad obliga a los archiveros, muy especialmente a los eclesiásticos, a replantearse algunos de sus métodos de trabajo, así como a ofrecer a sus usuarios formación y herramientas que les permitan realizar consultas para la obtención de resultados satisfactorios.

El estudio de las relaciones de parentesco sólo puede hacerse mediante una comprensión adecuada del método genealógico, dado que es una herramienta de vital importancia, tanto para la recolección de información como para la representación y el análisis posterior de los contenidos genealógicos.

La base para la construcción de un buen perfil genealógico implica, además de los datos obtenidos a través de entrevistas, los datos contenidos en los documentos de archivo, porque son el reflejo fiel de nuestro pasado. El método genealógico permitirá a los investigadores estudiar, más allá de los contenidos nominales, otros importantes patrones, tales como desplazamientos geográficos, escolaridad, afiliación política y sindical, patrones de matrimonio, enfermedades, educación, religión, etc.

Los archivos eclesiásticos son vitales para el trazado de genealogías en nuestro país fundamentalmente debido a su antigüedad (s. XVI) y a su continuidad en el tiempo. No sólo los registros parroquiales contienen datos de utilidad para los estudios genealógicos. Como ya hemos visto los usuarios deben acceder a otros archivos eclesiásticos tales como de obispados, de beneficencia, de órdenes religiosas y de seminarios, para completar sus investigaciones genealógicas.

La ubicación en un mismo lugar de los fondos parroquiales de la Baja Extremadura permite por una parte la salvaguarda de un patrimonio único y por otra facilita a los usuarios el mejor aprovechamiento de su tiempo dado que en unas mismas instalaciones pueden acceder a fondos de diversas poblaciones.

La indexación y posterior digitalización de los fondos parroquiales son dos tareas pendientes en la gran mayoría de los archivos eclesiásticos españoles. En el caso de Mérida-Badajoz la amplitud de los fondos, tanto en volumen como a nivel cronológico, y la escasez de medios hacen muy difícil estas tareas. Hasta el momento y mientras las condiciones físicas de los registros sacramentales nos lo permitan facilitaremos a nuestros usuarios estos registros como fuente documental única del pasado y de la historia.

 

  • Bibliografía[13]

 

 

Alfaro de Prado, Antonio (2004) – El Registro Civil de 1841-1870, 30 años de provisionalidad. [Consultado 1 de febrero de 2018] Disponible en http://www.genealogiahispana.com/archivos/el-registro-civil-de-1841-1870

 

Belmonte García, Adrián (2011) – Archivos personales y familiares de la región de Murcia. Tejuelo. 11, p. 5.

Davinson Pacheco, Luis (2007) – Una mirada al método genealógico y un ejemplo de su aplicación en un pueblo de Tlaxcala, México. Familia y Diversidad en América Latina. Estudios de casos. Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.

Diego, Natividad de (2000) – Los archivos españoles de la Iglesia Católica. Cuadernos de historia moderna. 25, p. 339-372.

Fugueras, R.; Mundet, Juan Ramón (2004) – El árbol genealógico. La averiguación de nuestros antepasados. Madrid: Alianza Editorial.

García Pérez, Mª Sandra (2009) – Apuntes sobre los archivos parroquiales en España. Biblios. 33-34, p. 1-11.

Jociles, María Isabel (2006). Método genealógico e historias familiares… Revista Venezolana de Sociología y Antropología. 47,16, p. 793-835.

Murdock, George (1994) – Guía para la clasificación de los datos culturales. México: UNAM.

Ruiz Pérez, Sonia (1994). El método genealógico. Boletín de la Sociedad Puertorriqueña de Genealogía. 6, p. 1-2.

 

 

[1] Sirva de ejemplo la provincia de Badajoz donde han sido concentrados en los Archivos Eclesiásticos de Mérida-Badajoz.

[2] BELMONTE, 2011: 5.

[3] ALFARO DE PRADO, 2014.

[4] Fugueras; Mundet, 2004: 58.

[5] DIEGO, 2000: 341.

[6] GARCÍA PÉREZ, 2009: 3.

[7] JOLICES, 2006; PICÓ, 1996; RUIZ PÉREZ, 1994.

[8] MURDOCK, 1994: 110.

[9] RUIZ PÉREZ, 1994: 71-77.

[10] DAVINSON PACHECO, 2007: 169, 175.

[11] RUIZ PÉREZ, 1994: 71-77

[12] DIEGO, 2000: 341.

[13] Existe una amplísima bibliografía en relación a los contenidos genealógicos. En este apartado exponemos exclusivamente la que ha sido utilizada para la elaboración de este trabajo.

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