Ángel Paule Rubio.
Estas construcciones circulares en piedra. Los Muros, forman parte de un mundo paleozoico de características propias. Estamos en la Alta Extremadura, constituida a principios de la era Primaria, debido al levantamiento de la Orogenia Caledoniana.
Sus materiales son metamórficos y plutónicos. Los primeros están formados por pizarras, esquistos y algunas cuarcitas.
Este emplazamiento está entre la Comarca de la Sierra de Gata y Las Hurdes, al N. Por el S. Las Vegas del Alagón y las del Tajo. Paisaje alomado con pequeñas elevaciones recostadas en la eminencia de la Sierra de Dios Padre.
Económicamente depende del monocultivo del olivar y de una pequeña, hoy, cabaña ganadera de cabrío y lanar.
Hidrológicamente está regada por los ríos Trasgas y Pedroso. Arroyos de poca entidad, como son la de Santa María, Arroyo de las Vegas y Jarales, complementan el sistema hidrológico.
Villanueva es un nudo geográfico importante. Por carretera se comunica con Hurdes-Salamanca, con la N. 630 en Plasencia, con Cáceres por la carretera comarcal Coria-Hurdes y con Portugal por la también comarcal Hervás -Valverde. En Villanueva está el cruce de las carreteras citadas. Actualmente, todas ellas, están en óptimo grado para ser transitadas.
Sus coordenadas geográficas son: 40° 12′ 00 de latitud Norte y 6° 24′ 17″ de longitud Oeste.
Centrándonos en la Historia, hace 2500 años, los pueblos que habitaban el corazón de Europa, al S. de Alemania, E. de Francia, N. de Suiza y O. de Austria, compartían una serie de rasgos culturales: lengua, costumbres, organización social y económica, elementos materiales, ideas y creencias. Esta identidad fue reconocida por los escritores greco-romanos como la KELTIKE. Este pueblo centroeuropeo de finales de la Edad del Hierro, se expansionó y se adueñó de buena parte del continente europeo. Herodoto, el famoso historiador del S. V a. de C. En su Geografía (11,33,3 y IV, 49,3) sitúa a este pueblo más allá de las Columnas de Hércules, es decir, del Estrecho de Gibraltar, en el finisterre ibérico. Avieno, escritor del S. IV después de Cristo, ubica a los celtas, hacia finales de la Primera Edad del Hierro, como habitantes de la fachada atlántica europea.
Carpetanos, Vacceos y Velones, tienen substrato celta, formado por aculturación y evolución. La cultura vettona de «Las Cogotas» evidencian su celtización a partir del S. V. a de C. y posteriormente aparece en Extremadura. Esta expansión, la documenta Plinio al relacionar sus nombres, lengua y religión. Por ej.: Los topónimos en «briga» formados por nombres romanos, como lulóbriga, Augustóbriga, Lerábriga, Montóbriga y Tongóbriga.
La Cultura Castreña del NO, constituyó el área céltica por excelencia. Los castres, interpretados como túmulos funerarios, o como santuario de los dioses, era un pueblo en altura, fortificado, formados por sus viviendas circulares, de reducidas dimensiones.
Si examinamos la pervivencia de elementos léxicos populares, pudieran ser indicadores de la presencia célticas en nuestra Comarca: Aramio, tierra de labranza; labija, parte del arado; arado, carro, mijo, aliso, brio; cama, parte del arado; escombro, por citar unas cuantas.
Tratando de obras en piedra, los celtas muestran sus gustos por las construcciones curvilíneas, por dinteles y jambas de piedra. Tapiales, tierra apisonada, son sustituidos por el adobe, que para mayor consistencia embuten postes de madera. Divinidades celtas, encontradas en nuestra Comarca. Representaciones de cabezas humanas, esculpidas en piedra, de doble cara o bifronte, al igual que las cabezas cortadas célticas, como la hallada en Pino franqueado, las del N. Del Tajo, o las del castro de Yecla de Yeltes, en Salamanca.
Por último, citemos, como estudioso del «muro» a Robert Brown, un inglés, que allá por los años 1980-90 se impuso la tarea de hacer un estudio exhaustivo de las viviendas circulares, empezando por el norte, continuando, por donde la información que le llegaba, hasta nuestra Comarca, que en sus palabras, le pareció muy importante y sobre todo muy numerosa. Su trabajo iba dirigido al estudio singular del «muro» y sus relaciones con la K.ELTIKE, la cultura céltica.
Todos conocemos, que estamos dentro de un substrato celta. Por ello, los hombres, en virtud de la inercia, han seguido edificando de la misma manera que lo hiciesen nuestros antepasados. Las Hurdes, pródiga en construcciones circulares, con paredes y tejado de piedra. Los entramados de madera de Robledillo, paredes de tapial y adobes y hasta el gorro de montermoseña también son celtas.
Varios pueblos de esta comarca se resisten a perder sus ancestrales costumbres. Ahigal, Torrecilla de los Ángeles, Calzadilla, Villanueva de la Sierra, Monfragüe, no quieren perder su identidad, reconstruyendo sus muros, o construyendo en sitios visibles al viajero para lanzar su mensaje. Algo late en el interior que valora la etnohistoria de estas casas redondas que hemos recibido y queremos legarlas a la posteridad.
Mi objetivo, lo concretaré:
- Ofrecer líneas alternativas de desarrollo del mundo rural que complementen las formas tradicionales agrícolas y ganaderas, como el fomento del turismo rural.
- Mejorar la calidad de la comarca a través de nuestros pueblos, mediante la adecuación, restauración y conservación de sus vías pecuarias, corrales, y «muros».
- Intentar impulsar un desarrollo respetuoso con el medio ambiente.
- Crear en cada pueblo una Escuela-Taller, o «amigos de la Arqueología para reparar los daños que el tiempo ha producido en nuestro entorno.
- Adecentar los caminos pecuarios menores de cada localidad limpios y expeditos para poder hacer un relajante turismo agrario.
Hay una legislación vigente sobre vías pecuarias del 23-33-1995, que señala las medidas de estas vías. Cañadas, 90 varas; cordeles, 45 varas y veredas 25 varas. Además de abrevaderos, descansaderos y majadas. Amojonamiento, una vez, aprobado el deslinde y modificación de trazados por razones de interés público, son entre otras las Real Orden.
Vamos a ir perfilando y cimentando nuestro estudio. Las casas hurdanas de mampostería de pizarra, fueron en sus comienzos circulares, propias del estilo castreño o celta. Las alcobas no tenían puertas. Un poyo corrido, en su interior, que servía a la vez de «cantaera» o poyo para el agua, o para sentarse, según los estudiosos del celtismo. El sobrao, lugar para le leña y otros enseres. Así, este tipo de construcción se observa en muchos pueblos de la Sierra de Gata.
Las majadas, para el ganado cabrío, construidas de mampostería a piedra seca., estaban formadas por un complejo pastoril: Corral para el ganado asnal o mular. «Córrala » para el ganado cabrío. Chivitero, para los chivos, hasta su destete. Por último el «muro» a vivienda del pastor. Esta es nuestra Arquitectura Negra.
Los pastores y sus andanzas.
Estos hombres y mujeres, dormían en el campo. Su vida era una entrega total por sus ganados. Se levantaban muy temprano para ordeñar y «echar los chivos». Se llevaba la leche al pueblo y después a «sacar el ganao» Esto comentado así era común para estos pueblos de la Sierra de Gata y el Valle del Alagón.
VILLANUEVA DE LA SIERRA Y SUS MUROS.
Con este título, pretendemos adentramos en el estudio del chozo, edificación circular, de uso en casi toda la Península Ibérica.
Estos chozos, en general, son construcciones de materiales pobres y, claro está, concordantes con el entorno. Material de pizarra y granito y estructuras totalmente vegetales.
Suelen ubicarse en el campo, a media ladera, junto a cañadas, cordeles y caminos locales, nuestro caso. Por ellos pasaba el ganado al lugar de descanso, por la noche o, a campear, por el día
El ganado puede ser cabrío o lanar, en las modalidades de fijo y trashumantes.
Por su tipología, los chozos, los vamos a clasificar en:
- Por los materiales arquitectónicos:
- Chozo de planta circular, con muros de piedra o pizarra y con cubierta vegetal, de escobas o bardo.
- Chozo de planta circular, que desde el suelo, está formado por varios postes de madera, «cabrios » formando cono y revestido de escobas y bardos.
- Chozo circular de piedra, formando un círculo hasta la altura de 1,50 y, a partir de ahí una cubierta cónica, por aproximación de hiladas cerrando el hueco, denominada falsa cúpula.
- Por sus funciones:
- Chozo-vivienda para ganaderos trashumantes.
- Chozo-vivienda para ganaderos fijos.
El chozo, objeto de estudio, que vamos a estudiar, responde al chozo núm 3-a, por su tipología y al chozo núm 2-b, por sus funciones.
Esta arquitectura responde a la denominación de «muru», en casi toda la comarca de la Sierra de Gata y del Río Alagón. Son puntos muy importantes, por su riqueza en número, conservación y esbeltez y, no menos, por su estructura los muros de Ahigal, Mohedas, Santibáñez y Villanueva de la Sierra.
Abandonando ya, el nombre de chozo, en general por el de «muro» en particular, nos centraremos en los muros encontrados en Villanueva de la Sierra. Hasta el momento, el autor del trabajo, ha localizado en este término de Villanueva de la Sierra, diez y siete. Todos de piedra pizarrosa, por lo general o granítica, de falsa cúpula y con la misma funcionalidad y tipología
Este complejo ganadero está en el campo, a una distancia de un a cinco km. del núcleo urbano. Todos han tenido, en el siglo XVII- XIX, el mismo motivo, albergue de pastores de ganado cabrío. Se levantan en lugares protegidos del viento, en solanas y orientados según las condiciones meteorológicas del lugar.
Tomando como centro el «muro», habitáculo para pastores de cabras, sus anexos serían:
El corral: Una construcción de pared de piedra superpuesta asentadas sobre barro, o sin él. Sus dimensiones oscilan entre 50 a 100 m. de longitud, por 40 a 60 de ancho, formando un rectángulo.
La pared de dimensiones 1,30 a 1,50 m. de altura y un grosor de 0,60m. todo de piedra, rematada por la parte superior con un piedra de mayores dimensiones como coronación de la obra, un poco salidiza para protegerla del salto del ganado y darle mayor solidez. El interior de este recinto, importante, está poblado de encinas, que servía de agostadero y de invernadero, protegiéndolo de vientos y lluvias El chivitero:
Un reducido espacio, al lado del muro, donde se metían los chivos por el día, ya que no iban al campo con sus madres y esperaban el momento del regreso de sus madres para mamar. Este hecho, que el pastor, llamaba «voy a ahijar a los chivos», consistía en poner a cada hijo con su madre, pues no siempre, la madre «quería» a su hijo, y el pastor emparejaba y sujetaba a la madre para que le diera su leche. No siempre ocurría esto, ya que, por lo general, las madres e hijos compartían el amor del encuentro por la noche, con intensidad. Al día siguiente, los chivos iban a su chivitero, repitiéndose el idilio pastoril. -El «Muro»:
Allí, en su reducido espacio, dormía el pastor y la familia. Su camastro era de helechos que se ponían encima de unos » cabrios » y piedras. Un cobertor de los ladrones, en lenguaje pastoril, cubría los helechos y otro tapaba del frío a los durmientes. Al lado del lecho, el hogar, donde hacían su comida y servía para calentar la reducida estancia. El humo salía a través de pequeñas ventanas, que además servían para vigilar el exterior y cuidar del ganado. Unas pequeñas alacenas, donde ponían su ínfimo menaje. Colgado de una estaca la bandola o el zurrón (piel de cabra o chivo curtida atada por las patas) donde guardaba la vianda, el cuerno con aceite y vinagre, y otro más reducido donde se guardaba la sal. Ambos cuernos cortados por los extremos eran sellados con un corcho, uno fijo, el más delgado y otro, que servía de tapadera. Un caldero, una cazuela de barro, cucharas, en principio, de madera. El candil de aceite, iluminaba tenuemente el recinto
La comida era frugal. «Sopas canas» hechas con aceite, leche y pan. Los «tasajos», carne de cabra adobada con sal, pimiento y ajo, secados y colgado de una cuerda. «Leche miga», sin comentario, que el pastor, tomando su caldero, que siempre le acompañaba, echaba pan picado y después, se acercaba a la cabra, que para él, era la mejor, y ordeñaba directamente , de la «teta» al caldero, sin previa cocción, con temperatura propia que la Naturaleza pone al servicio de las crías, ni alta, ni baja, la óptima.
El pastor salía al campo, tocaba la flauta y el tamboril y, al anochecer, llegaba a su «muro». Su mujer o madre le llevaban la «vianda», cenaban juntos y, el calor de la lumbre y el calor humano, relajaban a aquel pastor y pastora en un adormecer profundo y lleno de felicidad, hasta un nuevo día La misma canción con tonadas distintas. Estampa pastoril. Costumbrismo del pasado. Escenas para el recuerdo.
Quiero rendir mi sincero homenaje y emocionado con el sentir de estas letras, a estas gentes, que día a día, superando obstáculos, nos han legado este acervo patrimonio cultural que, por justicia, no debemos dejarlo al capricho del olvido.
GANADERÍA. LA VIDA ECONÓMICA Y SOCIAL DE LOS PASTORES:
Se mueve en torno a la cabra y sus productos. La majada, está en tomo a 150-200 cabras. Una buena utilidad está en sus excrementos, que sirven para estercolar el olivar. Leche y queso forman parte de una economía de subsistencia. Las crías se venden para carne y con su importe se compra lo necesario para continuar el ciclo autárquico de su independencia económica.
Parte integrante son los perros con sus funciones bien definidas. Perro/para defender al ganado de las acometidas del lobo y, perros, para guiar y conducir el ganado, por donde el capricho del pastor le indicaba. Mulos y burros, animales de carga y transporte, adaptados al terreno, forman el complejo pastoril.
Remedios curativos:
El aislamiento del pastor en el campo, motivó una medicina natural. Usaba las plantas para combatir ciertas enfermedades, tanto en el hombre como en el animal.
La celedonya, le sirve para cicatrizar las heridas. La malva, como antinflamatorio. La torvisca, para combatir la diarrea, de apósito y de cuerda para atar los entablillados de las patas rotas. El saúco, para la infección de los ojos. Sólo por citar algunas plantas.
El aceite de oliva se usa para curar la hinchazón del hocico de las cabras. Esta enfermedad la llaman los pastores la «Zangarriana».
Una torvisca atada al rabo cura la cagalera o «zurria»
Cuando a una cabra tiene dañado un ojo y no ve, el pastor hace un agujero en la oreja e introduce una correa de 7 ó 8 cm de larga y 0,2 cm de gruesa. La anuda a ambas partes, para que no se caiga y, todos los días, como a los pendientes de los niños, se corre de un lado para otro. Esta enfermedad la llaman los pastores «La nube»
Saber popular:
El pastor, a través del ganado, diagnostica los fenómenos atmosféricos que se avecinan.
Los movimientos anormales de cabras y chivos, saltos y brincos, pronostican lluvia o viento. La pesadez del ganado para salir del corral, se entiende como si una fuerte tormenta se avecinara.
Entretenimiento.
El pastor toca la flauta y tañe el tambor. Ambos instrumentos los fabrica en las largas horas del día. La flauta la hace de madera de saúco, de olivo o de encina. Suele adornarla con incisiones que forman motivos caprichosos. El tamboril, formado por un cilindro de madera y cubierto en ambas partes por una piel, generalmente de perro, que el pastor ha curtido debajo del estiércol, en cocción, de sus propios animales. Castañuelas, de madera de encina, cachimbas de brezo, cucharas y tenedores de olivo o de alcornoque. Es propio para el momento el refrán » El vagar hace cucharas». Sólo necesita un instrumento, la navaja. Con ella decora los morteros con preciosas filigranas, con un barroquismo no aprendido en los libros.
Vocabulario:
- Quea ajito com’un chivino con dos madres. Equivale a repleto.
- Dati con manteca pa los tus jocicos. Contento.
- Esta cabra está cogía, tapa o cubría. Cabra preñada.
- Zangarriana .Enfermedad de las cabras.
- A jincha pellejos. Comer mucho.
- El lobo me apergolló la cabra. Apresar fuertemente.
- Las cabras se bandean bien. Pastar bien.
- Bandujo. Intestino de un animal.
- Bemonda. Animal en celo.
- Buraco. Agujero en el muro.
- Betijo. Palo que se pone a los chivos en los bezos, entre la boca, para que no mamen.
- Cagalutas. Excrementos de ganado cabrio
- Caramanchón. Una superficie pequeña con mucho monte bajo.
- Cascarrias. Bolas de excrementos pegadas en las vellosidades anales
- Comisquear. Animal que come brizna a brizna. Comer con desgana.
- Chinfonía. Fuego muy vivo
- Despezuñar. Animal con pezuñas dañadas.
- Embuchao. Animal que necesita evacuar.
- Emberrinchinao. Encelado. Macho cabrío con furor genético
- Espurriar. Sonido estridente que hacen los chivos al retozar.
- Entripa. Indigestión por exceso de comida.
- Farraguá. Llenar de frutos el hueco que queda entre la camisa y el cuerpo.
- Fruncia. Hierba fina y aislada.
- Fusca. Monte bajo y espeso, que ensucia el campo y sin utilidad.
- Gandumbas. Testículos de un macho cabrio.
- Jimplá. Hastiada de comida.
- Jorra. Hembra que no procrea.
- Lampar. Lamer.
- Manganillo. Palo que se cuelga del pescuezo del ganado.
- Manchoneá. Cabra de dos colores.
- Rezumbal. Ruido producido por el viento al pasar entre árboles.
- Verrionda. La cabra mueve el campanillo para atraer al macho.
MUROS. LOCALIZACIÓN, DIMENSIONES Y ESTADO DE CONSERVACIÓN
- Situación: Arroyo de la Degollá o el Corral del Herrador. Carretera de Villanueva a Pozuelo de Zarzón, junto a una fábrica de aceite de orujo derruida. Lado izquierdo a l00 m. Bien conservado.
- Laguna Vieja. El higueral. Hoy es una finca de Ernesto Paramio. Conservado
- Valle del Melonar. Junto al camino en la finca de Ernesto Paramio.
- Molino Tejao. Finca de Cásasela. Linda con el camino. Conservado.
- El Pinche. Madroñal de Duran. Conservado.
- El Bardal. Carretera dirección Hervás a 3 Km de Villanueva, al lado derecho. Conservado
- Río Pedroso. Finca de la Correa. Subiendo margen derecha. Semiderruido.
- Vega de los Cacheras. Los Jarales. Semiderruido.
- Laguna Vieja. Muro del Sordo. Derruido.
- Camino del Teso Lengo. Finca de Ceferino. Conservado.
- Las Reyertas. Vega de los Cacheras o muro del estanquero. Semiderruido
- Las Vegas. Finca de Paulino Martín. Muro de Vega Cachera. Conservado
- Vega Cachera. Las Vegas. Semiderruido
LEYENDA DE LOS MUROS ANTERIORMENTE CITADOS
Dimensiones: | N» | 1 | 2 | 3 | 5 | 6 |
Altura | 2,50 m | 3,50 m | -3.00 m | 2,80 m | l,00 m | |
Diámetro | 3 m | 3 m | 3,3 m | 2,7 m | 2,5 m | |
Grosor | 0,6lll | 0,7 m | 0,8ni | 0,7 ni | 0.65 m | |
Puerta | Adintelada | Adintelada | Adintelada | Kn esviaje | Adintelada | |
Ventanas | 1 | 2 | 2 | ^ | 2 | |
Orientación | NW | SW | NW | NW | NE | |
Voladizo | Si | Si | Si | Si | Si | |
Vasaleras | 3 | 2 | 3 | 3 | 3 | |
Cúpula | Falsa | Falsa | Falsa | Falsa | Falsa | |
Material | Granito | Pizarra | Pizarra | Pizarra | Pizarra | |
Conjunto | Corral | Corral | Corral | Corral | Corral | |
Cercado | Cercado | Chivilero | – | – |
NOTA: Todos los muros responden a las características descritas en la tabla anterior. La falsa cúpula está cubierta de tierra -‘que se apoya en el saledito. Las ventanas y vasaleras son de dimensiones aproximadas de 0,40 x 0,60 m. Generalmente las ventanas tienen forma de saeteras y finalidad de observación.
Todos los conjuntos pastoriles están formados por corrales poblados de encinas que protegen al ganado. Los chiviteros suelen ser pequeños para crear un ambiente adecuado a la cría del ganado. La falsa cúpula se inicia a partir de 1,5 m.
CONCLUSIÓN
Esta Arquitectura popular pastoril, llamada arquitectura negra, se repite por toda la geografía y especialmente por nuestra Sierra de Gata. El chozo de ramaje y forma cónica, en esta comarca ha desaparecido totalmente por perder su funcionalidad. En cambio el muro, construcción pétrea sigue desafiando el tiempo y nos está diciendo que lo miremos y mimemos para seguir manifestando una cultura celta, que fue la de nuestros ancestros velones. Conservemos los muros.
Pasaje Arroyo de «La Degollá», construido de granito. Está en el límite de la unidad granítica de Bejar-Plasencia.
Paraje «Laguna Vieja», construido de pizarra areno-arcillosa.
Paraje «Valle del melonar», construido de pizarra terreno-aluvial.
Paraje «El Pinche», construido de pizarras carbonosas.
Paraje «El Bardal», piedras de arena arcilla.
Falsa cúpula del muro del Madroñal. Se aprecian las hiladas de piedra que cierran la cúpula.
Camino del «Teso Lengo». Pizarras y granitos. Zona límite entre la unidad granítica Bejar-Plasencia y la unidad platónica de Santibañez.
Las Vegas. Construido de pizarras.