Oct 011971
 

 D. Lorenzo Rodríguez Amores.

Perdonen el atrevimiento, de llamar su atención y de consumir un espacio de tiempo les hará falta a alguna de las personalidades, que tendremos el honor de oír, por todo seré breve.

Señores Delegado provincial de Turismo, Alcalde de Trujillo, Presidente del C.I.T de Trujillo y amigos todos. Vengo a pedir, la reivindicación de un pueblo y de un trozo de un recinto tremendamente históricos. El pueblo es Madrigalejo, con fuerte presencia celtibérica en su «Toro de Casa de Hitos, Verraco de la Hocecilla» en el Museo de Cáceres y una arracada en propiedad particular.

El actual Madrigalejo, es el «Ródacas» o «Rodacis» romano, mencionado por el Ravienate, en la margen derecha del Río Ruecas, situado en la vía romana que partía de Mérida y llegaba a Zaragoza, segunda jornada en los itinerarios de Antonino. Hübner, recoge tres fragmentos de inscripciones lapidarias en su «Inscriptiones Hispaniae LatinaeM, Mélida», que estuvo en el pueblo, también  las señala en su «España Monumental», el P. FITA, hace la siguiente  comunicación a la Real Academia dela Historia».. En el ano 1886, en el sitio llamado «Tesoro», se halló por casualidad un asiento de edificación antigua con preciosos mosaicos, con chinas de varios colores, con figuras que representan dragones, caballos marinos, grandes peces, un sol y en lo« ángulos el disco de la media luna. Las piedrezuelas del mosaico forman además grecas y lazadas de caprichosos arabescos, cuya elegancia parece anunciar la obra de un hábil artista. Todas ellas son de mucha dureza, y las hay que, con el esmeril, rayan los cristales ordinarios.

 

Próximo a este pavimento se encontraron conducciones de agua de cal, plomo y baldosas que iban a un depósito de cien metros de circunferencia que estaba lleno de restos arqueológicos y junto a él, apareció una estatua mujeril descabezada; también se encontraron buen número de monedas, de Gordiano, Vespasiano y Constantino y además muchas piezas de mármoles exquisitos. Todo esto se ha destruido, conservándose la estatua en manos particulares. De la época visigoda no hay señales.

Según don Publio Hurtado, los árabes vuelven a poblarlo y construyen un castillo. Año 1180, Alfonso VII, irrumpe desde el Ambroz hasta el Guadiana, señalando los límites dela Diócesis de Plasencia, en la cual Madrigalejo, queda incluido y desde este momento es de Castilla y de la jurisdicción de Trujillo, del que tardará en separarse y de lo que está orgulloso de pertenecer

«Campos de la Raza» que D.Clodoaldo, felizmente propuso se denominase este territorio, aunque con poco éxito.

Diez años después Alarco y sus consecuencias, 5 años que vuelve a ser tierra de moros. Después de la conquista de Trujillo D. Arias Pérez, con sus quinientos de Alcántara hace sin dificultades la liberación definitiva, el año 1232, tiempos de Fernando III el Santo. Desde aquí en adelante Madrigalejo, es como si fuera Trujillo, en el castillo y tierras asientan Vargas, Chaves y otros linajes.

El Monasterio de Guadalupe, adquiere muchas y buenas posesiones en Madrigalejo, por lo ejerce muchas influencias en el pueblo, pero ante la anarquía del reinado de Enrique IV los ataques del Maestre don Gómez y la Condesa de Medellín, tiene que abandonar, dichas propiedades «hasta que abonasen tiempos mejores» (P. Ecija).

DESTRUCCIÓN DEL CASTILLO.-Mes de junio de 1477, guerra de sucesión por los derechos a corona de Castilla, Don Fernando se va a tierras de Salamanca y Dona Isabel, con riesgo personal se mete en Trujillo, donde se ocupa de la entrega de su fortaleza que estaba el contrario Villena- y he aquí lo que refiere el Conde de Canilleros, en su biografía «El Capitán Diego de Cáceres Ovando»: «La Reina llama al Capitán Diego de Cáceres que defendía Benquerencia y le manda a Madrigalejo, creándole una desagradable situación, al ser pariente y amigo de Juan de Vargas, dueño del castillo y  desde el que cometía al frente de una banda de desalmados verdaderas atrocidades, (los de las otras fortalezas no se quedan atrás en estos desmanes, ya que era producto de la época). Diego de Cáceres fue a sitiar Madrigalejo, e hizo un pacto de rendición que luego quisieron romper los cercados. Esto dio lugar que procediese la Reina con toda dureza. El capitán era partidario de la conquista, no de la destrucción del fuerte, pero sus demandas en tal sentido fueron inútiles «Diego de Cáceres —dice Patencia— tampoco se conformaba con la demolición, solo aceptaba la devolución, pero como la Reina se negase en absoluto, despechado por la negativa se volvió con sus caballos a Benquerencia».

El castillo de Madrigalejo fue arrasado cuando  el Capitán había partido. Su marcha no supuso enturbiamiento en la lealtad del Capitán y hasta es posible, que se la facilitase la Reinaamistosamente para evitarle una embarazosa situación.

La destrucción fue hecha a conciencia, corriéndose la noticia como la pólvora, cumpliendo el objetivo de que sirviese de escarmiento.

De la trascendencia del episodio podemos decir sin rebozo, que es el golpe de fuerza mayor de Isabel, después de la expulsión de los judíos en unión de Fernando. La desaparición de castillo se puede dar por buena, cuando trae tan saludables consecuencias; Se da a conoce una Moza, un trono que vacila, se fortalece, una región empieza a saber lo que es la paz y la justicia, la lealtad sustituye a la traición y los extremeños que antes se gastaban en luchas de banderías y rivalidades familiares, empiezan a prepararse para días de imperio.

La Reina Isabel, vuelva a intervenir, personalmente en una concordia entre los vecinos del pueblo y el Monasterio de Guadalupe, acta que se conserva en el Ayuntamiento de Madrigalejo

MUERTE DEL REY FERANDO EL CATÓLICO- La enfermedad.-Solano Costa en Cuadernos de Aragón nos

Dice «En marzo de 1513, el rey Fernando enfermo gravemente en Medina del Campo. Según nos cuenta B. Leonardo de Argensola, fue causa de esta dolencia, el brebaje que a instancia de su mujer Germana de Foix, tomó para tener descendencia. Este insano afrodisíaco, con manos inexpertas por las damas de la reina, Maria Velasco e Isabel de Fabra, que las crónicas llaman el «potaje crudo» con «materiales cálidos e hierbas poderosas». La crisis paso, más nunca volvió a quedar ya bien.

Viaja por tierras de Castilla y Aragón, permanece un mes en Calatayud  (septiembre-octubre de 1515) con ocasión de unas cortes aragonesas, que se despidieron del monarca negándole el subsidio solicitado, por lo que tubo gran disgusto. Por aquel entonces ya tenia que estar D Fernando muy enfermo, sufriendo recaídas en su dolencia crónica «Ya desde mucho antes nos dice Argensola «ni seguía venados, ni volaba garzas, ni admitía otros solaces, porque la hidropesía le acabó de imposibilitar los miembros…» mientras tanto la campana de Velilla de Ebro tocaba sin impulso ajeno, presagio de un desenlace funesto.

Ya entrado diciembre de 1515, salió el rey de Plasencia, llevado en andas y acompañado la siguiente comitiva: Su nieto Fernando de Aragón, el Duque de Alba, el marqués de Denia el Obispo de Burgos, los contadores mayores: de Castilla, Antonio Fonseca y Juan Velázquez tesorero de Aragón, Luis Sánchez, el camarero Martín Cabrero, el doctor Carvajal, los licenciados Zapata y de Vargas, del Consejo Real, el caballero aragonés Pedro Sánchez de Calatayud. y el capitán Jerónimo Cavanillas, al frente de la guardia del rey. Tomaron rumbo sur.

Pasaron por Jaraicejo, el día de Reyes, están en Trujillo, y por Abertura, por fin llegan Madrigalejo, el 13 o el 14 de enero de 1516. Lo alojan en la Casa de Santa Maria. Él rey enflaqueció en Madrigalejo y el dolor de corazón, con la hidropesía, le apretó de suerte que los médicos perdieron el tino y la esperanza. Luego se disolvió la hinchazón y se le cayó un trozo de las quijadas… dijéronle el peligro que corría, todos lo veían, menos la real victima, Galíndez de Carvajal, testigo de estos sucesos dice «a la verdad le tentó mucho el demonio, con la incredulidad que le ponía de no morir tan pronto, para que ni confesase ni recibiese los sacramentos. La embajada que le había mandado la famosa Beata del Barco de Ávila, haciéndole saber, en nombre de Dios, que no moriría, hasta haber conquistado Jerusalén del poder de los enemigos de Jesucristo. Por eso cuando se le acercaba su confesor, el dominico fray Tomás de Martienzo, le hacia salir de la alcoba, diciendo venia a negociar memoriales y no, para entender en el cargo de su conciencia

Por fin cayó en la cuenta de que era otra, la Jerusalén que en aquel trance, le convenía conquistar y llamando al dominico, confesé muy despacio y reiteré el sacramento algunas veces

..a esta sazón, acudió a Madrigalejo, el deán de Lovaina (Adriano de Utrech)que secretamente traía las credenciales en regla, para ser regente interino, en nombre de Carlos. Al anunciar su presencia, el monarca hizo un gesto de displicencia y respondió «ese viene a verme morir. Decidle que se vaya.

Llama la atención que el Cardenal Cisneros, no estuviese en estos momentos al lado de Rey. El se justifica así en una carta que escribe a López de Ayala el 15 de enero. «Ya tenia todas las cosas preparadas, cuando sobrevino tan grande fortuna de agua, que acá pareció la mayor locura partir con tal tiempo. Como he sabido, que no hay certidumbre ninguna en qué lugar hará asiento Su Alteza, he acordado esperar. En sabiendo, dónde Su Alteza determine hacer su asiento, luego partiré de aquí (Talayera), porque andando Su Alteza de lugar en lugar, será trabajo insoportable, mudarse hombre con muchas jarcias».

Como vemos el temporal era recio y los torrentes, bajaban arrastrando cieno, con sus revueltas aguas por caminos y trochas. Por aquellos intransitables vericuetos, iban bajando los señores del reino, consejeros, freires de la órdenes Militares y la Reina Germana a rendir el último tributo de amor a su esposo, con cuya presencia, creció en ambos el dolor. Quedaron solos un rato y saliéndosela Reina, mandó el Rey llamar al Licenciado Zapata, al Doctor Carvajal y al Licenciado Vargas, que junto con el protonotario Clemente, comenzó a  tratar, el, testamento -el último testamento otorgado el 22 de enero de I516, en Madrigalejo, tierra trujillana, en la Casa de Santa María de Guadalupe ¿cabe más extremeñidad?.

Señores, es este uno de los momentos más solemnes de nuestra historia, es nada más y nada menos que el acta de nacimiento de la moderna España, decisivo para su futura grandeza ya no habrá reyes privativos de esta o la otra región, serán reyes de España entera. (Solano Costa y P. Risco).

Hablaba el Rey con mucho ahogo, porque el mal anidaba en el corazón, pero con sumo despejo en el entendimiento. Escribió dos cartas muy afectuosas al príncipe Carlos, su nieto mezclando en el estilo, el amor de abuelo y la gravedad de rey. Dióles en ellas su bendición y encomendóle con particular ternura, al infante Fernando, su hermano, a la Reina Germana, al Arzobispo don Alonso de Zaragoza y a otras personas»

Al caer la tarde del día 22, pidió el Viático y la Santas Unción y poco después entró en agonía «era la media noche, entre una y dos, entrante el miércoles, que se contaban 23 de enero de 1516, cuando paso de esta presente vida. Nuestro Señor le quiera perdonar, que buen rey fue. Falleció en hábito de Santo Domingo». Con estas palabras da Carvajal la noticia de la muerte de Fernando el Católico.

CASA DE SANTA MARÍA: Al tener los Jerónimos de Guadalupe, tantas y tan buenas propiedades en este lugar, construyen su casa, que la dedican a hospedería, además el pueblo tenía otros alojamientos, pues una de sus calles principales se llamaba de los «Mesones», por que le podemos considerar foco turístico de primera magnitud, ¿motivo?, Madrigalejo, está a una jornada de Medellín, con su puente, primero que había en el Guadiana; a otra de Trujillo, salida para los reinos de Castilla y León y a otra. de Guadalupe, con su trasiego de peregrinos. Madrigalejo  por lo tanto es paso obligado en estas direcciones, seguramente unas de las mas ajetreadas de la península, hasta que queda apartado e incluso incomunicado las nuevas vías de comunicación, gracias a Dios en la actualidad, parece que vuelve a estar en ruta.

Es lógico, que haya albergado a gran número de personalidades, me voy a referir en las que  he podido ver  constancia escrita.

«En Madrigalejo se alojó una  noche el rey Felipe II y toda su corte, después de pasar la Semana Santa en Guadalupe camino de Badajoz». (J. Pedro Vera).

En el viaje que hace D. Sebastián de Portugal a Guadalupe a entrevistarse con Felipe II, nos le describe minuciosamente ,el Marqués de Siete-Iglesias, en la Revista del Monasterio, así mismo el Sr. Rodríguez Moñino en la Revista de Estudios Extremeños» de donde entresacamos siguiente: «Después de bien agasajado por el conde de Medellín, salió de este pueblo en dirección de Madrigalejo. Al pasar por tierras de Villanueva de la Serena, le aguardaba el Vicario y doscientas personas con arcabuces, lanzas y adargas, cogiéronlos en medio a los portugueses y les llevaron hasta Madrigalejo, a cuyo lugar llegaron a las cuatro. Ricamente habían dispuesto el aposento a los portugueses. El Rey D. Sebastián disfruta de una cámara verde carmesí que fue en la que murió su tatarabuelo Fernando. Las posadas de sus caballeros tenían colgaduras de brocados».

Zurbarán. que viene de Llerena a pintar cuadros a Guadalupe, pernocta en Madrigalejo, lo que más le llama la atención es la frondosidad y la fauna salvaje.

Otro visitante ilustre y además viajero de profesión, el Barón León de Romithal «Madrigalejo es un lugar situado en llano, a seis millas de Medellín y el camino es por selvas amenísimas, en que abundan varias especies de animales, entre ellos ciervos, gamos y otros. En este lugar hay un edificio, que aventaja a los demás, que lo forman y que pertenece al Monasterio de Guadalupe; suelen parar en él, caballeros que pagan sus gastos y tiene unas caballerizas en que caben más de cien caballos, porque esta hospedería es casi regia. «¿Casi?, si en aquella época, hubiesen catalogado los alojamientos, ¿cuantas estrellas o tenedores, hubiese puesto a esta hospedería de los Jerónimos de Guadalupe.

Con frecuencia vemos en nuestros tratados de Historia, que el Rey Fernando falleció en una humilde casa, bueno, ante la talla del personaje, puede que tengan razón, pero tal como nos las describen los que en ella han estado no era tan humilde: Señores: El estado actual de este histórico recinto es lamentable, queda trozo con tapias y maderas antiguas, y corre peligro que desaparezca; los destinos que ha tenido y tiene, los propios de un almacén, donde se recogen los aperos del labranza en desuso.

Es ya famosa la siguiente anécdota: Se examinaba en Cáceres, de ingreso un niño de la localidad, hijo del actual dueño y le preguntan ¿Qué personaje ha muerto en tu pueblo?, pregunta frecuentísima por cierto a los que son de Madrigalejo y el peque. contesta decidido «Mi abuelo Fraile» y entre las risas del Tribunal y para no desconcertarle le dice ¿Y Don Fernando El Católico?, más decidido aún contesta «En el pajar de mi abuelo Ciudad». En las dos cosas tenía el chico razón.—

Señores, yo les pido ayuda para rescatar esta reliquia y les emplazo para que interesen a todos los Organismos especialmente aquí representados. Información y Turismo que también sabe hacer las cosas, acuda con sus medios a un pueblo de Extremadura que se bate tres días contra los franceses en la Guerra de la Independencia además de figurar su donativo en los primeros que acuden a la Capitanía de Badajoz y el paisanaje se va a la guerrilla con Toribio Bustamante,-

Pasa una noche de aquelarre el 31 de Diciembre de 1836 cuando le ataca la facción de Palillo, que al no ser capaz de ocupar el pueblo le quema, entre ello, el  Ayuntamiento con su archivo. En la Cruzada de Liberación pasa dos años de angustia y zozobra.

Señores, tengo la ilusión que de estos Coloquios saldrá la iniciativa de restauración de la casa de Santa María y se recabe para el pueblo el TITULO DE REAL VILLA DE MADRIGALEJO.-

Muchas gracias por haberme soportado y un ruego, que no lo temen como un localismo morboso.

TRUJILLO 1971

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