Ángel Paule Rubio.
Rey Alfonso XIII en su discurso de creación del Parque Nacional de Covadonga dijo: “Vamos a hacer algo único en el mundo. Unir el arte de la Naturaleza a la Religión y a la Historia, en el lugar del nacimiento de una Nación”. Más tarde, en 1927 se aprueba la Real Orden de Sitios y Monumentos Naturales de Interés Nacional.
Esta pequeña nota, nos indica la importancia que hemos de dar a paisaje cultural del presente histórico de nuestros ancestros. Para ello debemos hacer un pequeño recorrido desde la Prehistoria hasta la Historia y el momento que nos ocupa. Tantas cosas han ocurrido que juntas han ido dando forma a un paisaje, donde cada huella del pasado tiene su rescoldo histórico. Sumada ésta a tantas huellas dejadas: Caminos, paredones, muros de pastores, acequias, corrales de ganados, aceñas, batanes, linares, lagares de pan, de harina, de aceite, de pimentón…, todas juntas van configurando la lucha hombre – naturaleza en un largo proceso histórico.
EL ORIGEN DE LOS PAISAJES
Vayan por delante algunas pinceladas. Me atrevería a pensar y pienso que deberíamos iniciar el recorrido desde el Neolítico, cuando el hombre comienza a domesticar plantas y animales, a defenderse de la furia del viento y de las aguas torrenciales. Su vida sedentaria les hace pensar en la armonía entre el hombre y el paisaje. Construye recintos para su vida y la de sus animales. Cultiva plantas como la vid y el olivo. Hoy, los que nos dedicamos a recorrer el territorio y admirar el paisaje, vemos, están ahí lagaretas, excavadas en la roca, junto a su viña; lagares de aceite tan rudimentario para machacar aceitunas o acebuches ( olivo silvestre). Piedras cóncavas alargadas que, sirviendo de soporte, pasaban otras piedras alargadas y redondeadas sobre ella para triturar las bellotas y los cereales.
Extraen minerales para fabricar armas. Hoy se encuentran rocas horadadas con la forma del útil que querían hacer.
Estrabón, geógrafo griego, y Plinio, naturalista romano, nos hablan de una Iberia con paisaje boscoso que la cubría. La sociedad de entonces, al aumentar demográficamente, amplia la agricultura y para ello talan muchos bosques. La minería cambia zonas mineras en montones de tierra. Construyen balsas para que por el ímpetu del agua transporten la tierra para, después, obtener el mineral deseado. Construyen puentes. Cambia el paisaje.
En la Edad Media cambia las técnicas constructivas. Se introducen nuevas especies vegetales. Abancalamiento y terrazas para mejorar el regadío. El ganado lanar se mueve desde los pastos de invierno a los de verano. Nuevos caminos y puentes, vías pecuarias: cañadas, cordeles y veredas. Formas de vida distintas con nuevo paisajes.
Colón descubre América, introduciendo nuevos cultivos: patatas, maíz. Los viajes necesitan barcos. Ello exige tal cantidad de árboles para su construcción quedando nuestro paisaje desnudo.
La desamortización de bienes públicos y de la Iglesia, pasaron a manos privadas. Nueva etapa de destrucción de bosques y aumento del regadío. Otra nueva forma de paisaje.
Con el siglo XX hay un proceso de cambio, de estructuras, de la vida rural. Éxodo del campo a la ciudad, despoblamiento y abandono de las tierras En tierras fértiles se intensifica la producción. Se sustituyen las variedades de cultivo por otras. Los barbechos bienales y trianuales, un año sembrado y al menos, dos de descanso se sustituyen por adición abonos minerales que enriquecen el suelo, no dejando descansar las tierras. Se empobrecen. Cultivándose sólo las tierras fértiles, el resto del campo se abandona.
Hoy, principios del S. XX, en plena crisis, hemos perdido la orientación .Estamos en un cruce de caminos. El camino que nos ha traído hasta aquí, ha sido buscar a ultranza la productividad, pero hemos olvidado la Naturaleza, el campo y la tierra. Debemos de cambiar la ruta o añadir nuevos conceptos. Buscar la armonía, el equilibrio, la solidaridad y, sobre todo, cuidar con cariño el medio ambiente, hoy, olvidado A la tierra no se le engaña. Ella, de vez en cuando protesta enérgicamente y nos dice qué debemos hacer y qué debemos evitar, pero no sabemos leer el mensaje.
En 1992, se celebró la Cumbre de Río de Janeiro, reuniéndose los Jefes de Estado y de Gobierno del mundo. Se perfiló la ruta y se lleno de contenido el concepto”Desarrollo sostenible”. Se definió: “Aquel desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias”
Surgen objetivos importantes dirigidos a la relación del campo con el medio ambiente, entendiendo como interacción de la agricultura, la ganadería y la actividad forestal. Hace unos años participamos en un evento en Valverde del Fresno, donde se reunieron varias naciones para hablar del árbol en general. Yo, abrí este Congreso con el título de La Primera Fiesta del Árbol Forestal en el mundo en 1805.Se habló de repoblación, del cultivo, de plantas autóctonas, de basuras o restos vegetales. El planteamiento fue bueno, pero hoy no se ha hecho nada de lo que se pretendió hacer.
El sábado 8 de Marzo del 2014 se ha celebrado el Primer Congreso de Arboricultura en Extremadura, en la localidad cacereña de Villanueva de la Sierra. También aporté mi pequeño óbolo con mi ponencia sobre “El Árbol”. Fueron muchas las inscripciones para exponer sus conferencias. Científicos, botánicos, naturalistas, paisajistas y biólogos. Todas las intervenciones fueron muy interesantes. Su Coordinador D. Álvaro Tejerina Gallardo las recogió en su haber a favor de la Naturaleza paisajística. Espero que de este evento hayan tomado conciencia la sociedad, las familias y sobre todo la administración.
Hemos olvidado, tal vez, que la agricultura y la ganadería forman simbiosis para el equilibrio de la Naturaleza. La ganadería evita los incendios, detiene la erosión .La repoblación forestal aporta nutriente al suelo, microbios, retiene el viento, fija las plantas con su sistema radicular al suelo, previniendo la erosión, el arrastre de millones de toneladas de tierra fértil, con la consiguiente desnudez de nuestro suelo tendente, si no le ponemos remedio, a la desertización.
Hoy tenemos muchas máquinas, fertilizantes, plaguicidas fungicidas y tantas cosas que producen desechos que fuerzan a la Naturaleza a producir hasta debilitarla, cansarla hasta hacerla estéril. Ensucian nuestras aguas y ya no podemos beber en cualquier sitio por estar contaminadas. La flora autóctona, la charca, los pajarillos, los insectos se nos mueren. El equilibrio biológico está en peligro.
Se puede decir que es necesario aumentar la productividad, no es importante. Lo importante es mejorar la calidad de los productos, la salubridad del clima, el ambiente con sus olores y aromas, el oxígeno del aire. En definitiva, cambiar el impacto ambiental. Concienciar social y políticamente, ser amable con el medio ambiente. Dejad que la Naturaleza haga su función, busque su equilibrio y nos devuelva la sonrisa.
INNOVACIÓN TECNOLÓGICA
A más innovación tecnológica, más necesidad de nuevas tecnologías para rentabilizar el producto, pero siempre fabricado fuera de la actividad agrícola. No olvidaremos al agricultor en tiempos muy cercanos haciendo sus propios pertrechos agrarios, viviendas, corrales, lagares, usando siempre los materiales del entorno, inserto en la Naturaleza.
Al aumentar la productividad se deterioran los precios y los excedentes se acumulan, la presión político social se acelera y los pequeños agricultores y las empresas acuden a subvencionar el producto y esto lleva a abandonar el campo. Triste situación, generando ansiedad: Mis fincas, mis rebaños, mis árboles. Nuestros hijos, su futuro. El amor a la Naturaleza. Mis vivencias. Una incógnita.
IMPACTOS AMBIENTALES NO DESEADOS
Producimos más a costa de agotar la fertilidad del suelo. Los acuíferos se salinizan. La tierra pierde su poder regenerador. Al perder el bosque, las aguas arrastran el poco suelo fértil que queda produciendo inundaciones que arrasándolo todo, animales, casas, puentes y jardines: el caos.
Al contaminarse el suelo también se contamina la atmósfera perdiendo su capa de ozono, o al menos debilitándola y la cadena trófica pierde sus eslabones de coherencia.
El paisaje pierde su encanto: el aroma, la belleza, el tintinear del pequeño riachuelo, el cántico de los pájaros, la alegría del sendero.
Es justo que el hombre del campo rentabilice sus productos a un nivel digno. Este hombre de campo no sólo produce bienes materiales tangibles, sino que también es productor de bienes y servicios para el recreo de todos los ciudadanos.
Si damos un paseo por la ribera de un rio, una dehesa, por el litoral marítimo, por ese bosquecillo, por un humedal, nos sentiremos envueltos por los misterios de la armonía universal, paz, sosiego, tranquilidad y llegaremos a casa henchidos de vida. Eso es así. Todos lo hemos sentido. Pues bien, estos bienes públicos, semipúblicos o privados, de manera directa e indirecta van asociados y derivados del trabajo campesino, del pastor guardando sus rebaños, del protector del bosque. Todo está en armonía, si algo del conjunto desapareciera, perderíamos el gozo de la belleza paisajística.
Cuántas veces, en épocas diferentes, coincidiendo con las recolecciones, el pueblo enmudece, pero el campo se llena de vida, sus hombres y mujeres lo alegran, con su ir y venir, sus canciones. Caminos estrechos, tortuosos, pero de un deambulear pletórico. Sus animales, cargados de frutos, bueyes tirando del arado, escenas que todavía podemos recordar y vivirlas sentados bajo algún árbol solitario, junto a alguna fuente saltarina. Recuerdos y vivencias que no debemos olvidar.
Todavía podemos contemplar la dehesa mediterránea, nuestra dehesa, hoy única en Europa. Este ecosistema que saca el agua de la tierra, la bombea, ambienta el aire, oxigena la atmósfera, disminuye el agujero de ozono y, sin embargo, nada.
Los Estados deben pensar globalmente y actuar en el paisaje. Pensar que si el campesino abandona el campo, éste se pierde.
No olvidemos los majadales, modelo de estabilidad, diversidad y productividad. Su caminar levantando densas polvaredas, las sendas que estos mismos animales han formado, sus deyecciones son, sin duda, una protección de incendios, conservando las especies amenazadas. Viene a mientes la trashumancia con sus caminos llenos de vida, costumbres, ritos y tradiciones, al final de cuentas, cultura.
Hace apenas unos días pensando en la trashumancia y en la cultura que dejaban en su transitar desde los pasos de invierno a los del estío pude comprobar en la Rioja como, tres relojes, llenos de antigüedad, lanzaban desde sus torres, en la hora completas, aquella canción: “Ya se van los pastores a la Extremadura….”. Relojes en Calahorra, Logroño y Santo domingo de Silos. ¿Dónde están estos paisajes?
CONSERVEMOS EL SUELO DE NUESTROS MAYORES
Nuestro decálogo:
- Evitar la erosión.
- Abonar con materia orgánica.
- Labores adecuados. No minimizar la cohesión de la tierra.
- Rotación de cultivos.
- Incorporar todos los residuos vegetales.
- Evitar la quema de rastrojos. Incendios.
- Administrar adecuadamente el agua.
- Conservar las razas autóctonas de plantas y de animales.
- Dejar descansar la tierra.
- Conservar las dehesas.
CONSERVAR LOS PUEBLOS
- Ley de suelo. No urbanizar en cualquier sitio. Armonía con el entorno.
- Conservar, proteger y recuperar todos los restos arqueológicos del pasado.
- Proteger y enriquecer las estructuras del campo. Considerar al campesino como centro. Protector y un amante innato de todo lo que le rodea, es su hábitat y por ello no le hace daño, más, confundiéndose con él a través de su buen hacer.
- Garantizar la economía haciendo rentables sus productos.
- Formar e informar.
- Restaurar los espacios degradados
- Reconocimiento en valores del trabajo campesino, para que no se sienta marginado y desprotegido
ARQUELOGÍA DE LOS PAISAJES.
La Arqueología es una ciencia que estudia la vida del hombre a través de sus huellas en el pasado. Por ellas y sabiendo leer su mensaje, el prehistoriador y arqueólogo puede decirnos como era su vida, su entorno, sus preocupaciones, su arte y sus creencias. Difícil ciencia.
Demos un paseo por el campo. Hagamos un estudio territorial arqueológico y de inmediato nos daremos cuenta que lo que contemplamos es producto de una cultura y que los hombres son sus creadores. Veremos también en él una sociedad organizada.
Cuando hablamos de Arqueología nos viene la idea de excavación, excelente en si misma, necesaria para conocer la evolución de la vida con todo lo que esta lleva. Vamos a ser más humildes. Para esto sólo nos hace falta la prospección ocular. Técnica destinada a localizar yacimientos que podrían excavarse en un futuro, o bien podría servirnos para hace una Carta Arqueológica de un pueblo o de un territorio, con la finalidad de conocerlos, protegerlos, restaurarlos o simplemente conservarlos.
¿Qué podemos encontrar en una excursión por el campo de un pueblo?
- Molinos (Cultura del agua).
- Caminos, senderos, cañadas. Englobémoslos en “Red Viaria”.
- Muros, paredones, pozos, corrales de ganados en el campo, canalizaciones, parcelas delimitadas con lindones o paredones (interesante parcelario, centuriaciones romanas), repartos de tierras con sus mojones y límites, epigrafía (rocas que han servido de límites de términos), como las de Aceituna y Montehermoso de la época de Vespasiano (Ariño E. y Paule A). Delimitación territorial de esta misma época (Rev Aquitania).
Todo esto forma el paisaje. Todo aquello que nos produzca curiosidad debemos anotarlo, haciendo una ficha. Así iríamos haciendo la Carta Arqueológica de un territorio.
Quiero empezar por molinos o lagares como fuente de vida en un momento de su historia. He elegido un territorio, en este caso un pueblo y su término y de ello vamos a hablar. Ya desde estos mismos Coloquios Históricos de Extremadura hemos publicado sobre muros, refugios de pastores en el campo; de molinos prehistóricos , de viga y otros muchos más temas para ir completando el modelo de sociedad y de paisaje de uno más de nuestros pueblos norteños, que bien definidos se trata de una forma de vida sin contrastes . Hoy vamos a ampliar nuestra Carta Arqueológica.
La defensa de la Arqueología Rural del norte de Cáceres, Sierra de Gata y Hurdes se siente amenazada por falta de interés de los Ayuntamientos y de los propios dueños. Por ello, aunque no sea mucho hemos emprendido un sendero relacionando todo aquello de interés para el futuro, haciendo un pequeño trabajo sobre lo que queda de un modo de vida de nuestros ancestros y nosotros somos sus herederos.
LAGARES DE ACEITE
Su historia.- El hombre y el animal fueron las primeras fuentes de energía. Piedras para machacar y frotar. Redondas, rectangulares, cilíndricas, alargadas, deslizándose una sobre otra fueron los primeros artilugios que usó el hombre para beneficiarse de su uso, transformando físicamente los productos en otros destinados al consumo de alimentos.
La ciencia sigue su camino evolutivo y las cosas van mejorando. El hombre y el animal se van liberando de su trabajo, buscando nuevas formas de energía. El agua como fuente de energía es su próxima meta.
El Rey de Ponto, Mitrídates, ya cita los molinos hidráulicos en el S. I a.d.C. Estrabón y Vitrubio, ya describían estos nuevos ingenios. El Fuero Juzgo en el S. VII nos habla de pesqueras junto a molinos.
Sobre sus dueños y propietarios hay bastantes documentos. Los califica como obras grandes que necesitan dinero para su construcción. La iglesia, nobles, capellanías, vínculos son sus propietarios.
Cundo se define cada trabajo como profesión en Europa en la edad Media, aparecen los nombres nuevas actividades como herreros, molineros, carpinteros, panaderos, es cuando se produce la intensificación de la agricultura. Hombres y mujeres aprendieron a hilar. Aparece el cultivo del lino en terrenos poco productivos y por ese motivo los tejedores de lino, eran más pobres que los tejedores de paño.
El paño de lana, fino o grueso aparece en Toscana y Flandes alcanzando la mayor densidad de población. Inglaterra hacia e1 año.1100 tenía 5600 molinos. Europa llegó a tener un número asombroso de sencillos molinos de agua Los molineros eran respetados y considerados importantes.
Todas las actividades implicadas como moler el grano, batanear las telas, batir la chapa, remover el papel, serrar madera entraron en decadencia hace no más de 200 años con el invento de la máquina de vapor. Había cambiado la fuente de energía.
Un nuevo avance fue la aparición de la electricidad, convirtiéndose de repente en la nueva forma de energía motriz, no hace más de 100 años.
Hoy, la energía nuclear.
Así son las cosas y la tecnología en su avance conquista nuevas formas para el bien de la humanidad.
No olvidemos que, sin darnos apenas cuenta, nos estamos olvidando de la Naturaleza, del paisaje en su armonía cósmica. La belleza que encierra las huellas del pasado El hombre inmerso en la Naturaleza, valiéndose de ella para construir sus casas, corrales, batanes y molinos, con los únicos materiales que le ofrece, está integrado plenamente, es más, formando parte de ella.
No decimos un volver atrás, no, solamente pedir se respete, se conserve y se recupere lo que está en peligro.
Sobre lagares y molinos hemos sido ponentes en tres ocasiones. La primera eb 1980 con el título “La aceituna, economía y cultura”, la segunda en 1998 “El Lagar. Prensa de viga para aceitunas y uvas”. La tercera en 2006 “La arquitectura rural en piedra seca en el Norte de Cáceres”
Hoy, 2014 lo hago con el título “Paisaje cultural y lagares de aceite”. Los tres trabajos tienen algunas pinceladas comunes, paro nada tienen que ver con mi ponencia.
En ella vamos a catalogar para integrar en una “Carta arqueológica” es estado actual de estas ruinas, huellas del pasado. Lanzamos al viento con ilusión su posible restauración, o protección. Analizar exhaustivamente lo que vemos, sentimos y deseamos.
El DOE nº 245 de 17/12/2013 declara un conjunto de molinos como “Bien de Interés Cultural”.
Con estos antecedentes entendemos que nuestra arquitectura rural, inserta plenamente en el paisaje, con gran influencia antrópica sería interesante conservar. No sólo los lagares, de interés cultural relevante, sino un estudio paisajístico donde se conjuguen tantas relaciones socio-laborales, tantas formas de vida, que si no llegamos a tiempo, perderemos. Recordemos, que no sólo la viña y la casa (tenencias raíces de antaño) forman nuestro acervo cultural, sino las huellas del pasado que conforma nuestra idiosincrasia.
No sólo por estas, aparentes y pequeñas cosas, me han motivado, más aún, mis vivencias, mi formación arqueológica, mi amor por mis ancestros, mi pasión por dejar “algo” para el futuro de nuestros hijos lo que me ha movido a plasmar para todos este recuerdo del pasado.
Después de realizar escrupulosamente mis prospecciones oculares, hemos deducido agruparlas en tres formas de lagares o modelos.
PRIMER MODELO: Energía humana o animal
El edificio que alberga el ingenio.es de estructura de piedra, mampostería, muy elemental, vigas de madera del entorno y cubierta de teja árabe-De forma rectangular, sin más huecos que la puerta y alguna ventana a modo de saetera
Su interior consta de tres partes: La tahona, la prensa de viga y una balsa de alpechines.
TAHONA: Un espacio destinado a triturar las aceitunas. Consta de un cuerpo cilíndrico, de base graníticas de 2,5 m. de diámetro. Rodeando su base se levanta una fila de piedras de 60 cm. Un eje vertical que gira sobre el centro de la base, se eleva 3 m. Acoplado a ese eje vertical un travesaño de madera o de hierro, que sobrepasando el cilindro se unce un animal que, dando vueltas alrededor del cilindro, llamado alfanje muele las aceitunas Cuatro morejones, caminando por caminos distintos, trituran las aceitunas depositadas en su interior.
PRENSA DE VIGA:
Artilugio formado por una viga de álamo de 10-12 m. de longitud, y grosos por ambos extremos 65-45 cm respectivamente.
Apoyada en la pared, previamente reforzada. Dos piedras de granito del entorno, ”vírgenes” ancladas en la pared, distantes entre sí 1 m. Sus dimensiones: 180-34-70 cm. Dos agujeros centrales de 20 cm de diámetro en cada piedra, por donde pasa un cabrio de madera. En otros lagares, estas piedras, en vez de agujero llevan un ranura de 20 cm. por 60 cm. Una tercera piedra sirve de unión apoyada sobre las otras dos formando un trilito
Huso: es un instrumento de madera, cilíndrico o tornillo roscado entra en un agujero, situado en la parte más delgada de la viga Dos mitades de tuerca, una por debajo y otra por encima del agujero pasa el huso. Este lleva una palanca central, activada por dos hombres haciendo girar el huso. El otro extremo va anclado a una piedra de granito, troncocónica que lo hace subir o bajar según suba o baje el huso.
Pilón: Piedra troncocónica de granito Tiene, por dimensiones: Diámetro mayor 100 cm., menor 90cm y altura 100 cm. El anclaje del pilón y huso es muy complicado. Aquellos artesanos, que sabían de todo, lo construyeron con una normalidad que, a los aqueólogos nos ha costado comprenderlo.
Alpechinera: Balsa o pozo donde s recoge el alpechín, formado por restos de aceite, agua y sustancias sólidas derivadas de la molturación. Es de olor fétido y sin embargo está dentro del lagar. El razonamiento es sencillo. Recogida el aceite previamente en el tinajero, parte de esta escapa y va a la balsa. Decantada aquí nuevamente, con un cazo y con sumo cuidado, arañando la parte superior, para no llegar al agua, el poco aceite que quedaba. Los lagareros llamaban “borras” y les servía para hacer jabón.
Tinajero: Tres tinajas, de barro o latón recogen el líquido resultante del prensado. Allí, por densidades y, como líquidos no miscibles, forman tres capas: superior, aceite; central agua y, la última partículas sólidas.
Corralada: En el exterior del edificio y formando parte del mismo, estaban los chiqueros, depósitos rectangulares de mampostería donde cada aparcero entrojaba sus aceitunas hasta su molturación.
SEGUNDO MODELO: El agua como fuente de energía. Rueda horizontal.
Fue un avance técnico importante. La energía animal se sustituye por la fuerza del agua, apareciendo los lagares de rodezno o de cubo. Continua usándose la “prensa de viga”
Su funcionamiento requiere la cantidad de agua suficiente y altura de caída que se consigue a través de un canal o caño desde un rio o arroyo que ganado la altura suficiente para mover las álabes o cazoletas del rodezno.
Rodezno: Instalación hidráulica.
El agua que llega a través del canal, procedente del rio cae sobre el rodezno por una rampa en forma cúbica, de máxima inclinación. Al chocar contra las álabes hace girar el rodezno a través de un eje que llega hasta un morejón o muela anclado al eje.
Una vez que el agua ha realizado su función es devuelta al río a través del cárcavo. Las aceitunas depositadas en el alfanje por el movimiento de rotación del morejón son trituradas, formando una masa semisólida compuesta de alperchines, agua y sustancias sólidas.
El morejón se mueve más o menos de prisa, dependiendo de la cantidad de agua que caiga sobre el rodezno. Una compuerta abre o cierra la entrada del agua.
TERCER MODELO: Energía hidráulica con rueda vertical.
Rueda vertical: De hierro de cuatro metros de altura, anchura 60 cm. Un con junto de radios desde el centro hasta la periferia, donde van encajados los “cangilones” El agua cae desde el canal llenándolos, que por el peso y fuerza del agua hace girar la rueda. El giro se transmite en forma horizontal a los alfanjes moviendo los morejones.
Canal: Parte del arroyo o río, paralelo a él, pero siguiendo la horizontal, ganando altura, hasta alcanzare la altura, un poco superior al de la rueda.
Prensa hidráulica: sustituye a la prensa de viga. La misma energía del gua de la rueda, por medio de un juego de poleas y una transmisión de “correones” de cuero” se transmite a un ingenio, “prensa” basada en el principio de Pascal. La presión transmitida por un tubo de pequeña sección lleno de agua, acciona un tubo con una superficie mucho mayor. Esta potencia eleva un cilindro que, a su vez, presiona las capacetas, llenas de masa, puestas sobre una vagoneta que sube y baja a través de cuatro postes metálicos. La presión hace que la masa de aceitunas en el interior de las capacetas suelten su liquido que, al igual que la prensa de viga recorres el mismo proceso.
CUARTO MODELO: Energía diesel o eléctrica.
Diríamos Que el modelo tres se sigue usando aquí, con el cambio de la fuente de energía. Primero se usó el motor diesel y donde llegaba la electricidad, ´por su menor coste y comodidad se electrificó.
Hay que añadir un sistema nuevo. Tres ruedas de granito, cónicas, ensambladas y sobre una plataforma elevada giran dando un mayor rendimiento a la industria. No sustituyen a los morejones, aunque pueden hacerlo.
El proceso es el mismo.
En las siguientes tablas se muestra la información básica de los lagares estudiados así como las características que presentan conforme a los modelos definidos arriba.
Hay otros lagares, que podríamos definirlo como fábricas de aceite, al margen derecho de la Arroyo de la Higuera, preludio de la citada Arroyo de los Lagares. No han pasado por las fases primigenias de la historia evolutiva de los lagares. Nacieron ya en el período de la energía eléctrica vamos a nombrarlos para su constancia en la economía olivarera de este pueblo:
- Lagar de Tío Pedro
- Lagar de Gonzalo Casasola
- Lagar de los Guuillermatos
- Lagar de los Chilanes
- Lagar de los Brenitos
- Lagar de Canana
- Lagar de los Charranguinas.
Todas estas industrias funcionaron casi al unísono de los lagares citados. Sus nombres responden al de sus dueños. Su energía fue la electricidad y sus métodos modernos.
Además de estos lagares de aceite hay otros molinos de harina en el Rio Tralgas. Además por toponimia y documentos observamos que hay tres molinos de aceite más, pero no los hemos localizado. Dos de lino y un batán.
En el Río Tralgas, había una fábrica de Jabones, que hoy conservamos como una gran reliquia del pasado. Su enorme chimenea de muchos metros de altura. Funcionaba con vapor que se obtenía de la combustión del orujo de la aceituna. Fue industria importante, con caserío donde vivían varias familias. La materia prima venía de los distintos molinos, fábricas y lagares de toda la provincia. Su titular, Santa Marta, se veneraba en una hornacina en la pared principal del edificio.
Una segunda fábrica de jabones, del mismo estilo y función, se enclavaba en el Río Pedroso. Hoy, muestra su majestuosa chimenea y muchos restos, arruinados, de su edificio.
APÉNDICE DOCUMENTAL.
1) Convento s. XII.
2) Vínculo del Bachiller Bartolomé Rodríguez Carcavoso.
El 28/2/581 fundó un Vínculo e hizo testamento de sus bienes. El Bachiller Carcavoso, hombre culto, religioso y de gran valía dentro de la Catedral de Coria, hacendado como muestra su testamento. Natural de Villanueva de la Sierra, su biografía ocuparía, muy bien, el con tenido de mi ponencia.
Dice: “ Los bienes, juros y actiones que describo y nombro son los siguientes: La casa grande donde vivo con su huerta y pajares, con los corrales que están junto a ella y el “lagar” que tengo en la fuente del Arroyo y un huerto… Iten dexo al Vínculo un molino de pan en el Arroyo de Trasgas…Item: dexo doce vasijas de vino en el corral…dexo todas las vasijas de aceite que se hallan en mi casa, las cuales mando se midan”
Es suficiente decir que en 1581 ya existía un molino y un lagar. De su ubicación se deduce que el lagar es de tahona y la prensa de viga.
3) Ordenanzas municipales de Villanueva de la Sierra. Vieron la luz a finales del s. XV y se reeditan en 1753 “Por su mucha antigüedad” …se ha pretendido sustituir un original deteriorado por otro nuevo”
Ordenanza nº 38: Delimitación de la Dehesa Boyal. desde el Rio Tralgas hasta el Río de Pedroso y Pedroso arriba hasta el molino de el Cubo…desde Pedroso a la fuente del Riscal y desde allí al Arroyo de la Molinilla…”
Por tradición oral y por su topónimo nos dice que allí existía otro molino, amén del citado del Cubo.
Ordenanza 79: Viñas y olivares. No saquen sus ganados a pactar en tiempos de la recolección de aceitunas y uvas”… “Curaran sus linos en el Río Trasgas en Julio y Agosto sólo desde el Camino de Hernán Pérez hasta el molino de los Santos.”
- 4) Catastro de Ensenada. Única Contribución. Respuestas generales de la Villa de Villanueva de la Sierra (Cáceres).
A la décima séptima pregunta dijeron: “Dentro de este término se hallan cuatro molinos harineros situados en el Río Trasgas. Seis molinos de aceite, el uno propio de Juan Rodríguez de Prada, este con tres días y medio de seis días de la semana. De don Pedro Sánchez, menor, con un día y medio y de Andrés Rico, este con un día. Se halla situado en el Arroyo de la Robaldea con una muela o caldera. Otro de Cristóbal Sánchez, Catalina Gasco, don León de Oliveros, Presbítero, don Fernando de Oliveros, Presbítero y don Narciso Sánchez, Clérigo de Menores, divididos por días. Está situado en dicho Arroyo de la Robaldea. Otro en la Arroyo de la Robaldea de don Pedro Canillas, Presbítero, de don Francisco Miguel, Presbítero, de don José Rico, Presbítero, de Miguel Izquierdo y Francisco Gordo. Otro en el mismo sitio de don Francisco Miguet, Presbítero, de Felipe del Castillo, de Juan Valencia y de Pedro Sánchez. Otro en dicha arroyo de la Robaldea de don Joseé Rico, Presbítero, de Juan Gasco y de Miguel Durán. Otro en la ribera del arroyo de Trasgas de don Agustín Rodríguez, Presbítero y Cura Menor y de don Juan Calvo, Presbítero.
5) 23-2-1791. Interrogatorio Real Audiencia de Cáceres.
Contestada por don Joseph García Manrique, Alcalde Mayor y por don Juan García, Cura.
Pregunta 35: “solo hay sobrantes de aceite y vino. El 1/9 renta 86 cántaros de aceite y de vino 373”.
Pregunta 38: “en invierno hasta la primavera muelen molinos de pan”.
Pregunta 40: “en esta villa hay 10 molinos de aceite en el arroyo que llaman de la Robaldea, los 8, y los 2 restantes, uno en el arroyo de Trasgas y el otro en el de la Molinilla en años abundantes de agua mueren las aceitunas con ruedas o piedras llamada el morejón y cuando no la hay con la tahona que está dentro de la casa del molino, pero la molienda con agua es más ventajosa porque acude más aceite”.
- 1848. Diccionario Geográfico-Histórico de Pascual Madoz. V. de la Sierra.
Industria y comercio: 13 molinos de aceite, 4 harineros y telares de lienzo, no dice cuantos. Se extrae el aceite y el vino importándose cereales, hierro y combustible.
BIBLIOGRAFÍA
Ariño Gil, Enrique y Paule Rubio, Ángel. Una delimitación territorial de época de Vespasiano. Aquitania 2001-2002.
Gil Sierra, Jacinto. Molinos y molineros de la Comarca de Olivenza. 2007
APÉNDICE GRÁFICO
Localización de molinos y lagares