Francisco Vicente Calle Calle. Del salón en el ángulo oscuro, De su dueño tal vez olvidada, Silenciosa y cubierta de polvo Veíase el arpa. Cuánta nota dormía en sus cuerdas, Como el pájaro duerme en las ramas, Esperando la mano de nieve Que sabe arrancarlas! ¡Ay! –pensé -, ¡cuántas veces…