Nov 142024
 

 

José Antonio Sánchez de la Calle

           

1.- INTRODUCCIÓN. ORÍGENES

 

En 1941 varios jóvenes estudiantes, movidos por inquietudes culturales, fundaron lo que denominaron como “Grupo de Estudios Placentinos”. Años más tarde, en 1949, el nombre se cambió por el de “Seminario Placentino de Estudios Extremeños Pedro de Trejo”, que  dependía orgánicamente del Seminario del mismo nombre que, por entonces, se ubicaba en la Universidad de Salamanca. Posteriormente, en abril de 1954 casi treinta personas organizaron una Junta General Constitutiva, dando lugar a la actual Asociación Cultural Placentina  “Pedro de Trejo”, cuya Junta Directiva quedó compuesta de la siguiente manera: Manuel Díaz (Presidente), Jesús Durán (Vicepresidente), Cándido García Barragán (Secretario), Julián Hornero Noriega (Vicesecretario), Martín Castiñeira Martín (Tesorero), y Teodoro Vallinoto Pizarro y Francisco Alonso Alonso (como Vocales).[1]

 

La asociación perseguía el fomento, la difusión y la extensión de la cultura, las artes, la instrucción y la educación en Plasencia y su comarca. Asimismo, pretendía defender las obras de arte y los intereses en general de la ciudad, para lo cual se disponía a realizar una labor de difusión y propaganda de los variados aspectos de la misma. Estudiaba la historia, la arqueología, los monumentos, la geografía, el folklore, la economía, la sociedad y todos aquellos elementos que pudieran enaltecer y potenciar el desarrollo de la comarca. No en vano, el lema de la Asociación Cultural era “Sembrando inquietudes”.

 

Los gestores acordaron la constitución de dos seminarios: el de “Estudios Placentinos, y el de “Estudios Extremeños”. Como consecuencia se multiplicaron las actividades centradas en conferencias, coloquios y charlas; la edición de revistas de Ferias, Semana Santa y Navidad; y la publicación de numerosos folletos, carteles y tarjetas navideñas; exposiciones de  pintura y fotografías; convocatorias de certámenes literarios; las numerosas excursiones regionales, nacionales e internacionales; y, entre otros, la celebración de torneos de ajedrez. Especial mención merece la organización en Plasencia del “III Congreso de Estudios Extremeños”, durante mayo de 1970. Y la elaboración de un Catálogo Monumental de la Ciudad.[2]  

Durante las primeras décadas la actividad de la Asociación fue muy dinámica, potenciada por el constante aumento de socios, su participación, y la entrega del Presidente y Vicepresidente. De hecho, durante la conmemoración de las Bodas de Plata (1954-1979), se creó un boletín informativo llamado La Voz de Mayorga, publicación que se distribuiría gratuitamente. La revista, con un formato de 20 X 30 cms., y escrita a máquina, mostraba en la primera página el título y un escudo de la Asociación con un castillo flanqueado por un pino y un castaño (del escudo de Plasencia), bajo una estrella; y con el lema en la parte inferior, bajo unas ramas entrecruzadas “Sembrando Inquietudes”.[3]

 

Pero a finales de los años setenta y principios de los ochenta el colectivo cultural pasó por una importante crisis: el número de socios se redujo sensiblemente y los problemas económicos hicieron mella en la dinámica del mismo.[4] El principal problema, de índole económica, estribaba en el hecho de que los ingresos de la Asociación no eran suficientes para cubrir los gastos de la misma… ni aun contando con la subvención del ayuntamiento, lo que suponía mantenerse en un simple nivel de “supervivencia”. Y es que las cuotas establecidas desde 22 años antes (de 15 pesetas al mes/180 al año), no se habían actualizado. Esa falta de liquidez se traducía en una evidente reducción de actividades, que era criticada por algunos miembros como “pasividad” por parte de los responsables. La Junta propuso aumentar la aportación a 200 pts. al mes…aunque por las numerosas quejas, se dejó en 100.

 

Las actividades de la Asociación fueron decayendo paulatinamente, hasta el punto en que prácticamente desaparecieron. La pérdida del local de la Plazuela del Salvador donde desde hacía mucho tiempo se realizaban las reuniones, charlas, conferencias y coloquios y se tenía ubicada la biblioteca, provocó un importante quebranto en la dinámica del grupo. Los problemas personales que habían afectado a buena parte de los miembros de la Junta Directiva, impidieron retomar la actividad en condiciones normales. Y el movimiento de contestación que se había producido por parte de algunos socios en las reuniones habituales, en el sentido de exigir un cambio de liderazgo, contribuyeron a enrarecer aún más una situación ya inestable. A partir del cambio del mobiliario, libros y demás utensilios a un local de la calle Peñas, las actividades de la Asociación no volvieron a ser tan prolíficas como lo habían sido anteriormente. La propia Junta Directiva cambió en varias ocasiones sus cargos, entre 1980 y 1987.[5]

 

2.- DIRECTIVA Y ACTIVIDADES CULTURALES  

 

El 14 de diciembre de 2004, tuvo lugar en el Salón de Actos de la Asociación, una sesión para tratar la penosa situación en la que se encontraba la misma, debido a los diferentes fallecimientos de socios, enfermedades, etc., y la imposibilidad de continuar con las diferentes actividades culturales que, paulatinamente, habían ido desapareciendo. Al procederse a la votación para el nombramiento de diferentes cargos, la mayor parte de los propuestos declinaron aceptar los mismos, por lo que se decidió posponerlo para la siguiente Asamblea General. Por unanimidad se aprobó que todos los socios presentes, (diez), se constituían en Junta Gestora Transitoria, durante dos meses, hasta la Asamblea del 14 de febrero de 2005.[6]

De ella salió la decisión de no disolverla, y se creó una comisión gestora para ver la manera de reflotarla. El día 14 de febrero de 2005, se constituye una nueva directiva, que prácticamente tiene que partir de cero, pues casi todos los socios habían dejado de abonar las cuotas, habían fallecido o se habían dado de baja. Los diferentes cargos responsables se entregaron a una intensa labor contactando con los socios, actualizando las listas, poniendo al día los recibos y recuperando antiguas y nuevas actividades culturales. Desde entonces se multiplicaron las actuaciones: tertulias abiertas, conferencias, programas de radio y televisión, presentación de libros, creación de una página web y un blog, visitas guiadas por la ciudad y el entorno, etc. Y como guinda, la instauración anual del “Premio de Investigación Histórica”, y el Galardón “Torre de Ambroz”.[7]

 

En la citada Asamblea General, salieron elegidos por votación los siguientes miembros de la Junta: Presidente, Francisco de Jesús Valverde Luengo; Vicepresidente, Jesús Durán Sánchez; Secretario, Daniel Monje Martín; Vicesecretario, Luis Martín Hernández; Tesorero, Alejandro Portalatín García; y como Vocales, Jesús Barrón Rodríguez, y Pedro Luna Reina. El 3 de mayo de 2006 se celebró otra Asamblea General Ordinaría en el Aula de Cultura.[8] Allí se expuso que los socios Abilio García y José Antonio Hernández habían fallecido; y el Tesorero Alejandro Portalatín y el Secretario, Daniel Monje se encontraban enfermos, por lo que cesaron en sus respectivos cargos fueron sustituidos por, respectivamente, Alfonso Párraga y José Antonio Sánchez de la Calle. La situación económica cambió, de los 342 euros que existían en febrero de 2005, a los 1.454 de diciembre del mismo año. El presupuesto para 2006 era de 1.881 euros.

 

Entre las actividades que se realizaron durante 2005 estaban las 6 convocatorias de prensa (de las que se realizaron 4), la presentación del libro Las Ordenanzas Municipales de la Ciudad de Plasencia, de Gloria Lora Serrano, el intento de crear un Premio de Historia, contactando con Caja Duero, la creación de una página web, y el intento de comprar o cambiar la sede de la calle Peñas por otra de la familia Neria, que no fructificó. Cabe destacar también las dos “Tertulias abiertas” centradas en Plasencia en 1756, y en el obispo Pedro Casas y Souto. Por último, se repartieron los carnets a los nuevos socios.

A finales de abril de 2007, y ante el considerable trabajo que suponía el resurgimiento de la Asociación para algunos cargos, se decidió convertir la Asamblea Ordinaria en Extraordinaria, y se modificaron algunos puntos del estatuto para aumentar el número de vocales. La nueva configuración aportó tres nuevos responsables: Tesorero, Juan Carlos López Duque (el anterior Tesorero, Alfonso Párraga, había dimitido), y vocales: José Luis Hernández de Arribas y José Antonio Pajuelo Jiménez. Hubo un cierto desencuentro a la hora de considerar el cambio de “Ordinaria por Extraordinaria”, por lo que se continuó como la original. El secretario informó de la actualización de la base de datos de los socios: 43 se habían dado de baja, y tras sumar las nuevas altas, se alcanzaban los 105 integrantes. La confirmación de los citados cargos se produjo en la reunión extraordinaria del 4 de julio.

Las actividades culturales de 2006 contabilizaron diez “Tertulias Abiertas”, numerosas charlas radiofónicas que se celebraban los martes, la inauguración de la página web, las diferentes presentaciones de libros y la recepción de numerosos ejemplares para la Biblioteca de la Asociación. Por último, Francisco Serrano (socio y Comisario de la Exposición  “Hombres y mujeres que han hecho ciudad”, celebrada en San Francisco), se ofreció, como arquitecto para elaborar un estudio de rehabilitación o apuntalamiento del edificio de la sede.

En la reunión de trabajo celebrada el 30 de octubre de 2007 se decide apoyar el proyecto “Cáceres 2016”; solicitar del Ayuntamiento informaciones sobre el antiguo Hospital de la Merced, las Hermanas de la Sagrada Familia, y el desaparecido mosaico de San Martín; la petición de ayuda económica a Obras Sociales de Caja Extremadura para cartelería publicitaria de la Asociación; y presentar las facturas con las que justificar al Ayuntamiento la subvención de 2.000 euros concedidos (pero todavía no cobrados del mismo).

El trabajo del Tesorero acabó rindiendo sus frutos, y exponía a finales del ejercicio de 2007, que las rentas de la Asociación estaban exentas de pagar el Impuesto de Sociedades, ya que se manejaban cantidades inferiores a los 100.000 euros, y como se reflejaba en los estatutos fundacionales, los ingresos procedían de las cuotas de los socios, las subvenciones oficiales, y las donaciones de Instituciones o particulares. Las entidades financieras que colaboraban eran Caja Duero y Caja de Extremadura. Los 4.000 euros de la primera, al comienzo del ejercicio contable, bajaron a los 3.555. Los 3.682 euros de principios de año, de la segunda, se redujeron a 503 a finales.

En 2008 se presentaron las cuentas de gastos del Primer Premio de Investigación Histórica “Pedro de Trejo” en su primera edición de 2007, por un total de 5.122,90 euros.[9]  Por su parte, el presupuesto para el ejercicio de 2008 era de 5.020,93 euros de Caja Duero y Caja Extremadura; pendiente de ingreso de la aportación de Caja Duero de 4.000 euros por el coste del premio para la edición de 2008. En total, los ingresos ascendían, pues, a 9.020,93 euros. Mientras que los gastos totalizaban 8.122,00 euros, lo que daba un remanente de 908,93 euros.

En febrero de 2008, según se estipulaba en la convocatoria, se devuelven cuatro de los cinco trabajos presentados al I Premio…excepto el ganador cuyos ejemplares permanecieron en la sede. También se puso de manifiesto por parte del socio Luis Martín que en el almacén de su antiguo negocio se habían encontrado dos cajas con libros, revistas, fotografías y diversa documentación perteneciente a la Asociación. Posteriormente se expusieron las próximas actividades a realizar, como las tertulias “La Plasencia de 1408. La fundación del convento de San Jerónimo de Yuste”, y “La Guerra de la Independencia en Plasencia en 1808”. En esta sesión, el Secretario, J. A. Sánchez de la Calle, expuso que, por razones de índole laboral, ponía su cargo a disposición de la Asociación, si bien permanecería hasta encontrar un sustituto.

En marzo del mismo año se produjeron diferentes cambios: La Secretaría quedaría a cargo de José Luis Hernández de Arribas; la Tesorería, para Juan Carlos López Duque; y vocales Mª Montaña Domínguez, Esther Sánchez Calle, José Antonio Pajuelo Jiménez y Pedro Luna Reina. En ese mismo mes se hacía hincapié en la popularidad del blog “La Ventana de La Voz de Mayorga”, en el que se incluían diversas biografías de personajes placentinos. Se hace mención del fallecimiento de los socios Daniel Monge, Jesús Barrón, Teodoro Vallinoto y Emilio Ovejero.

Entre abril y mayo de 2008 se llevó a cabo el acto de homenaje a los héroes y mártires de la Guerra de Independencia promovido por la Asociación. Se propuso, asimismo, para la Medalla de Extremadura, a Bartolomé Gil Santacruz; un homenaje al que fue durante muchos años, presidente de la A. C. P. “Pedro de Trejo”, Manuel Díaz López; y la creación de un monumento a Sefarad en el Berrocal. En el capítulo de Presupuestos para el año 2009 se incluían  9.233,92 euros de ingresos, y el mismo importe de gastos.[10]

A principios de febrero de 2009, los cargos de Presidente, Vicepresidente (ocupado temporalmente por Luis Martín Hernández), Secretaría, y Tesorería seguían ocupados por las mismas personas. En cuanto a los vocales, eran estos: Pedro Luna Reina, José Antonio Sánchez de la Calle, Montaña Domínguez Carrero, Esther Sánchez Calle y José Antonio Pajuelo Jiménez. La Asociación solicitaba, como cada año, mil quinientos euros de subvención para cartelería a la Obra Social de Caja de Extremadura; cinco mil euros para la IIIª Edición del Premio de Divulgación Histórica Caja Duero; y una ayuda dirigida a la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, para la publicación del ganador de la IIª edición del citado premio, en el año anterior, “La Guerrilla Patriótica en Plasencia y su Tierra”, de Fernando Flores del Manzano. Entre los actos culturales realizados en este año, destaca la presentación del libro Los alumbrados, de Víctor Chamorro; la digitalización de la revista La Voz de Mayorga; y la realización de treinta tertulias radiofónicas realizadas a través de la Cadena SER. De hecho, a partir de enero, se graban en televisión las “Tertulias Abiertas”, y se emiten a través de la televisión local Vía Plata. En junio, la Dirección de Promoción Cultural de la Junta de Extremadura concedió 3.000 euros para el proyecto de Programa Radiofónico “La Voz de Mayorga”.

A mediados de septiembre de 2009 se realizó una reunión monográfica centrada en la “Declaración del Año Jubilar Berzocaniego” (en honor a San  Fulgencio y Santa Florentina, patronos de la ciudad), ofreciéndose al Obispado y la Diócesis para la realización de eventos culturales relacionados con el mismo; e informando de la celebración de una tertulia dedicada a los citados santos a finales de septiembre. También se solicitaba al Ayuntamiento que facilitara personal y medios para el traslado de la biblioteca de la Sede en la calle Las Peñas, 12 a otro lugar para preservarla de su posible deterioro. Y, por último, el presidente solicitaba a la alcaldesa Elia María Blanco, información sobre las diferentes piezas arqueológicas del antiguo museo municipal de la ciudad, otras encontradas en la zona de la iglesia de la Magdalena y las de la Plaza Mayor. Terminaba demandando a la regidora una copia del Legado Paredes que se ubicaba en Cáceres.

Entre las actividades culturales realizadas en 2009, destacan las siguientes “Tertulias Abiertas”: “Plasencia, Monfragüe y Trujillo, patrimonio de la Humanidad”, “Aniversario de la fundación de la Asociación”, “El Valle del Jerte y el cerezo en flor” (moderada por Jesús Martín Fraile), “Los santos patronos de la diócesis de Plasencia” (por Francisco González Cuesta), “Fotohistoria de Plasencia” y “Ruta de Gastón Bertier” (por José. A. Pajuelo y Pedro Luna), “Plasencia en llamas, 1931-1939” (por Antonio Sánchez-Marín Enciso; “Las bajadas de la Virgen del Puerto y la Catedral Dorada” (por María Antonia Rivera); “Timoteo Pérez Rubio” (por José Luis Hernández de Arribas; “La Semana Santa Placentina” (por Antonio Sánchez-Mora Sañudo), “Plasencia, patrimonio de la Humanidad” (por Elia María Blanco). Además, estaban las presentaciones de libros Plasencia, 1936-1939, de José María Sánchez Torreño; y Vidas al milímetro en la cárcel de Tenerife, de Miguel Ángel Sáez de Miera, entre otros.

En este año la Asociación se encontraba muy incardinada en la vida cultural placentina, como la demuestra la variada correspondencia entre la misma y entidades bancarias, el ayuntamiento, la diócesis y otras sociedades. Es el caso de las Jornadas “Rehabilita 2010”, “Yuste, 2008”, la celebración del “75 Aniversario del Colegio Público Santiago Ramón y Cajal”, la solicitud de medallas de Extremadura para diferentes protagonistas extremeños, el uso continuo del antiguo Aula de Cultura y el Salón del Artesonado de Las Claras, etc.

En Asamblea General Extraordinaria de 24 de abril de 2010, se produce la renovación de los cargos. La presidencia permanece en manos de Francisco Valverde Luengo; la Vicepresidencia, en Juan Carlos López Duque; la Tesorería, en Mª Antonia Rivera Castro, la Secretaría, en Fernando Serrano San Pedro (por dimisión de José Luis Hernández Arriba); la Vicesecretaría, para Isabel López Herrero; y para Vocales: Mª Montaña Domínguez Carrero, Esther Sánchez Calle, Juan Antonio Pajuelo Jiménez y Pedro Luna Reina. El presupuesto económico se fijaba en unos ingresos de 13.520 euros; y unos gastos de 6.672,76.

Entre los proyectos que se barajaban para 2010 estaban las siguientes Tertulias Abiertas: “Génesis, historia y rehabilitación del convento de San Vicente Ferrer, hoy Parador de Turismo” ; “Hijos ilustres de Cabezuela del Valle”; Centenario de la muerte del “Cura Mora”; “Pórtico al centenario del nacimiento de Manuel García Matos”; “Asociación Cultural Placentina Pedro de Trejo, 65 años Sembrando Inquietudes”; “Últimas actuaciones de rehabilitación y recuperación del Patrimonio en Plasencia”; y “La labor desarrollada por la Fundación Academia Europea de Yuste”. También se exponían algunas presentaciones de libros, como el de Pilar Galán, de varios manuales de autoayuda de Jesús Jdsl. En abril se nombró Socia de Honor a la profesora Gloria Lora Serrano; y se convocó el 4º Premio de Investigación Histórica.

En la primavera de 2011 se produjo otra renovación de cargos, quedando como Presidente y Vicepresidente en manos de las mismas personas del año anterior; pero la Secretaría fue para José Antonio Pajuelo Jiménez, y la Vicesecretaría para José Gutiérrez Delgado; y se añadió otro vocal: Julián Gutiérrez Delgado, al que se sumaría posteriormente Pedro Plaza García. También se acordó que el recién creado premio “Torres de Ambroz”, fuera doble: para una persona de reconocido prestigio, y para alguna institución que llevara con su interés al realce de la ciudad. El primero (curso 2011-2012) fue para Manuel Díaz López (antiguo presidente de la Asociación), y para el Centro de Iniciativas Turísticas.

Durante el curso 2011-2012, hubo 48 programas radiofónicos sobre la Prehistoria en Plasencia, la fundación de la ciudad, sus rincones ocultos, la antigua cañería, los Fueros, la Catedral, la Virgen de La Pardala, La Fortaleza y la Muralla, los judíos, las mesnadas, la iconografía navideña, la fiesta de la pandereta, la Casa del Escudo, la ciudad en 1912, el obispo Jarrín y Moro-Polo Benito, etc. Se presentó el libro El Valle de Ambroz en Extremadura, de Luis Fernando Sáenz de Miera y Pastor. Hubo siete Tertulias Abiertas: “El reencuentro con la cera perdida. Los fundadores de Bassam”, por José Luis Blanco; “Plasencia en los libros de viajes y guías históricos turistas”, por Mercedes Orantos Sánchez-Rodrigo; “Plasencia-Monfragüe-Trujillo. Paisajes Mediterráneos”, por Fernando Pizarro García; “Iconografía de la Navidad”, por José Antonio Pajuelo Jiménez; “La Plasencia que conoció García Matos y el origen de los Coros Extremeños”, por Fernando Flores del Manzano; “El rey Ramiro II el Grande y la batalla de Simancas”, por José María Manuel García Osuna; y “La Sábana Santa de Turín”, por Ignacio Dols Juste. Y en el apartado de otras actividades: “Conferencia CIT Plasencia oculta”; “Visitas guiadas a la cañería antigua de la ciudad”; a “La Catedral y la ciudad con los padres Agustinos”; y a “Las necrópolis de la ciudad”. Además de los programas para Vía Plata Televisión, recopilación y digitalización de libros y fotografías, y la actualización del blog “La Voz de Mayorga”. En junio se publicita la convocatoria del V Premio de Investigación Histórica.

En mayo de 2012, con la misma Junta Directiva, se ponía de manifiesto la antigua reivindicación de la Asociación: la búsqueda de un local diferente donde ubicar la sede, debido al considerable grado de deterioro del de la calle Las Peñas, 12. También se solicitaba al Ayuntamiento la disposición para hacerse cargo de las instalaciones de “La Magdalena”.

Durante el curso 2012-2013, se hicieron las tertulias: “Mozárabes, bereberes en la Sierra de Gata. Su industria”; “Galardones Pedro de Trejo”; “El aceite y el vino en la Sierra de Gata”; “Personajes placentinos” (Jesús Vicente Cano); “El Campo Arañuelo”; “Los Ibores. Comarca de La Jara”; “Caminos de Guadalupe”; “Ferias y fiestas de Plasencia”; “Despoblados, mitos y leyendas extremeñas”; “San Juan Evangelista”; “La Sábana Santa de Turín. La Sindone”; “Accidentes marítimos. Del Titanic al Costa Concordia”; “La fotografía en el siglo XX”; “El monasterio de San Vicente Ferrer de Plasencia: análisis histórico-artístico”; y “La Plasencia social y solidaria”. En los programas radiofónicos se habló del Martes Mayor, el V Centenario del Puente Nuevo, la Virgen de la Salud, los frutos del otoño en el Norte de Extremadura, “El Día de los Difuntos en Extremadura”, los molinos en el Norte extremeño, el folklore del noviazgo,  del matrimonio y del embarazo. En el apartado de otras actividades tendrían cabida: ponencias sobre el escudo, el pendón y la bandera de Plasencia; la Plasencia de 1974; la presentación de los libro Por los albores del toreo a pie, de Gonzalo Santoja Gómez;  Los orígenes de la medicina preventiva y social en España; y El niño que resucitó entre los muertos, de Alfonso Martínez; visita guiada a Valcorchero; y  la entrega de galardones “Torre de Ambroz”. En total hubo 8 tertulias, 5 conferencias, 37 programas radiofónicos, y 4 presentaciones de libros.

Las continuas quejas de la Asociación sobre el mal estado del edificio que le servía de sede, se vieron atendidas y el Ayuntamiento le cedió, temporalmente, un local situado en la calle Sor Valentina Mirón. La primera reunión de la Junta Directiva tuvo lugar el 2 de enero de 2014.[11] Las actividades culturales que se llevaron a cabo es este curso académico fueron las siguientes. En cuanto a programas radiofónicos, se trataron los temas de la “Historia y origen de la Fala”, “Historia y origen del Cottolengo”, “Gabriel y Galán”, “El Piornal y la fiesta de San Roque”, “Madre Matilde y Eladio Mozas Santamera”, “Cuevas de los Ibores y el camino de Puertollano”, “Cáparra y la Vía de la Plata”, “Alfonso VIII y su entrada en la ciudad”, “Mafalda, nacida en Plasencia”, “La Biblioteca y la Sede de la Asociación”, “Los Ramos”, “El Cristo de Serradilla”, “Núñez de Balboa”, “San Pedro de Alcántara”, “El agua mineromedicinal en el término de Plasencia”, “Los judíos”, “Carlos V, Yuste y Jeromín”, “La ruta del Emperador”, “Mirabel”, “El Museo Pecharomán”, “La fiesta del Árbol”, “Malpartida de Plasencia”, “El Palacio de Abadía”, “Museo de la Cárcel Real en Coria”, “El Torno y Tío Picote”, y “El Gordo”.

En cuanto a la presentación de libros, destaca el de Viaje a un país imaginario, de Manuela García Calleja; Plasencia en mi memoria, de Carmen García Rosado; La pasión de Balboa, de Rosa López Casero; y El Libro Verde, de Marciano Martín Manuel.

En las visitadas guiadas tuvieron cabida las de la Ermita de la Salud, la Magdalena, y el Palacio del Marqués de Mirabel; y la “Ruta de los Molinos”, que se realizó junto a la Universidad Popular. Las conferencias se centraron en “El mundo del trabajo y su reflejo documental”, por Esther Sánchez Calle; “Recuerdos visuales extremeños”, y “La Semana Sana y la Historia”, por J. A. Pajuelo y Pedro Luna; “Balboa y sus aliados los indios Kunas…y mis encuentros con los indios”, por Tomás Calvo Buezas; “La Biblioteca de Extremadura. Fondos bibliográficos de Plasencia”, por Joaquín González Manzanares; “Accidentes marítimos”, por Fernando Plaza Montero, “La Biblioteca de temas y autores extremeños de F. de Jesús Valverde”, y “La Cofradía del Niño Dios de Galisteo”, por el mismo autor; “Cáparra más allá de la Arqueología, por Julio Esteban Ortega”; “Andanzas de Don Miguel de Unamuno por tierras extremeñas”, por Pablo García Castillo. También se presentó, junto con el autor del mismo, Juan Ramón Valverde, el cómic “Vida de Alfonso VIII, fundador de la ciudad de Plasencia”

En septiembre se inició el curso 2014-2015, durante el cual (mayo de 2015, la Tesorera María Antonia Rivera Castro presentó su dimisión por motivos personales, solicitando continuar como vocal. El puesto fue ocupado por Francisco Morales Ortiz. También se incluyó, como vocal, a José María Sánchez Torreño

Las actividades culturales sufrieron un cambio a partir de este curso. De hecho, las sesiones radiofónicas se redujeron sensiblemente, y versaron sobre “El Cancho de las Tres Cruces”, “El Castillo de San Martín de Trevejo”, “Las patronas de Cabezuela y Malpartida de Plasencia”, “El Monasterio de Guadalupe y Enrique IV de Castilla”, y “Las Campanas de la catedral”. Hubo, asimismo seis presentaciones de libros: Plasencia en el reinado de Alfonso XIII; Entre la anécdota y el olvido, El Gran Capitán; Mujeres de las cerezas; un cómic sobre la Vida de Alfonso VIII, fundador de la ciudad de Plasencia; e Investigación sobre la adolescencia de la Liga Española de la Educación. Las Tertulias Abiertas, por su parte, contabilizaron cuatro actos: “Conferencia en el C.I.T.”, “La muerte del gran rey Alfonso VIII de Castilla”, “Cargos y oficios de gobierno en el ayuntamiento de Plasencia”, y “Plasencia en la Escuela. Sus calles, monumentos y plazas”.

La Asociación participó directa o indirectamente con 6 comunicaciones, 3 programas de Educación en la Escuela, una exposición de Pintura, un trabajo de investigación, y tres actividades sociales; así como con la intervención de diferentes Premios, la Fiesta de la Pandereta y la entrega de Galardones. En este curso se presentó la convocatoria de la VIII Edición del Premio de Investigación Histórica.

El curso 2015-2016 fue testigo de diversas actuaciones: 4 Tertulias Abiertas, una comunicación (junto con la Universidad Popular), 3 presentaciones de libros, 2 programas de Educación en la Escuela, siete conferencias en Galisteo, y dos en el C.I.T., una visita guiada y, entre otros, el homenaje a Vicente Paredes. Por su parte, los responsables del mantenimiento del blog, expusieron que la página había tenido casi 33.000 visitas. Por último, se incluían diferentes actividades de investigación, fotográficas, archivísticas, colaboraciones con otras universidades, con “Los Lunes Investiga”, y con la Federación Extremadura Histórica. En el apartado de “Salidas para Estudios Arqueológicos” (28 en total), se visitó Valdeíñigo, Pasarón de la Vera, Santa Ana, Cáparra y fincas adyacentes, Barrado-Torremenga, Jarandilla, Oliva de Plasencia, paraje de grullas, Hoyos-San Martín de Trevejo-Valverde, Malpartida de Plasencia, Casas del Castañar y Casar de Cáceres-Casa Diocesana, palacios…. En cuanto a los nueve estudios realizados en la ciudad, tres lo fueron en la parroquia de El Salvador, dos en la de San Martín, otros dos en la de San Nicolás, y otro par en la UNED. Por último, algunos integrantes de la Asociación realizaron labores de estudios en archivos particulares (6 en Mirabel), y dos en el Diocesano.

Durante el curso 2017-2018, quedó vacante la Secretaría acabó recayendo en Inés María Rodríguez Díaz, como se pone de manifiesto por el presidente, dándole la bienvenida. En Junio de 2017 ya aparecía como tal, junto con otros vocales: Francisco Morales Díaz, Julián Gutiérrez Delgado y José Carlos Fernández Sánchez¸a los que habría que añadir: María Antonia Rivera, José María Sánchez Torreño, y Esther Sánchez Calle. Por estas fechas se produjo en pequeño cisma por el cual, los socios Pedro Luna Reina y José Antonio Pajuelo Jiménez se apartaron paulatinamente de la Asociación, constituyendo una especie de “Grupo de Trabajo” independiente, y llevándose con ellos la titularidad del blog “La Voz de Mayorga”. Mientras que en la Asociación se crea otro blog, se establecen también diferentes canales de YouTube, IVOX, etc.

En estas reuniones de junio, se siguió tratando con el Ayuntamiento la posibilidad de continuar en el mismo local municipal cedido, con la posibilidad de obtener el ábside del Hospital de la Cruz en la Puerta del Sol, o en el Molino de la bajada de San Lázaro. La secretaría municipal seguía estudiando si la casa propiedad de la Asociación pasaba al ayuntamiento en régimen de donación, permuta o usufructo.

Las actividades culturales realizadas durante el curso académico contabilizaron las siguientes Tertulias Abiertas: “Una década del Premio de Investigación y Divulgación Histórica “Pedro de Trejo””; “El convento placentino de San Ildefonso: Centenario del coronel Villalva y homenaje a Domingo Sánchez Loro”; “Eugenio Escobar Prieto en la bibliografía extremeña”; “Monseñor Felipe Duque Sánchez. Retrato en 6 estampas”; “Adolfo Maíllo García, maestro pedagogo, escritor… extremeño”; y “De paseo por la Historia. Una década del Premio de Investigación Histórica Pedro de Trejo”. En el apartado de Conferencias: “X Aniversario del Parque de Esculturas de El Berrocal (2005/2008)”; “Un patrocinador extremeño de las artes en el siglo de las luces”; “¡Hasta aquí hemos llegado!”, “Salvemos el templo romano de Jarilla”; y “Hablamos español”. En la presentación de libros: El secreto de Norman, de José Antonio Hernández Jiménez; Mis cartas a Antonio Machado, de J. M. Sánchez Torreño; Los galgos del Papa; Guerra Civil y represión en el Norte de Extremadura; Religión y Escuela. La guerra de nunca acabar (1812-1939); La llama azul; El dios de la lámpara; y 22 héroes cacereños. Korba-Darsa, 1924. En febrero se realizó la convocatoria de la XI Edición del Premio de Investigación.

Como P. Luna y J. A. Pajuelo se habían alejado de sus labores en la Asociación, y ante las reiteradas negativas a facilitar las claves para el uso de “La voz de Mayorga”, que hasta 2018 fue el blog de la misma, los socios José Carlos Fernández y José María Sánchez Torreño se encargaron de disponer en las redes sociales la información digital referida a la misma. En mayo de 2018 aparecen las primeras entradas del nuevo blog al que se continuó denominando “La voz de Mayorga” aunque con otra dirección web, añadiendo al nombre de “lavozdemayorga”, la palabra ‘oficial’ por ser este el blog de la asociación.[12] Por entonces también funcionaba ya el canal de la ACP en IVOOX, siendo la primera emisión (subida el 28/09/17), la relativa al X Premio de Investigación Histórica.[13]

Para abril y mayo de 2018 se programaron estas actividades: Conferencia de Rocío García sobre Godoy; la presentación de los libros A los extremeños que nos pasa por estar donde estamos; la presentación de una novela de Marciano de Hervás; y la entrega de galardones “Torres de Ambroz”.

El curso 2018-2019 no refleja cambios en los componentes de la Junta Directiva, y se decide realizar las Tertulias Abiertas, sobre “Don Manuel Díaz López”, moderadas por Francisco Valverde y Gumersindo Martín; “40 años de Extremadura en la encrucijada, visión de Adolfo Maíllo”; “El Tren en Plasencia”; “Francisca de Oviedo y Palacios, la placentina que llevó el Cristo a Serradilla”; “García Matos flamencólogo”; “35 años de la Cadena SER en el Norte de Extremadura”; y “150 años del Colegio La Constancia”. También se realizan unas conferencias sobre “Los restos del Emperador Carlos”, por Rodolfo Orantos; y sobre “Imágenes en movimiento del San Calixto de los años 60”, a cargo de Alfonso Párraga Sánchez; una mesa redonda sobre “El pasado, presente y futuro de Valcorchero”, por José Carlos Fernández Sánchez; y la presentación del libro La niña de la cucharilla, de Francisco Javier Santiago; y dos nuevos libros de Tomás Calvo Buezas. Para el primer trimestre de 2019 se programa una conferencia sobre Vidal Gil Tirado, “Justicia Roja”; una Tertulia Abierta en torno a “Un educador en las Hurdes”, por Alejandro Arroyo blanco; y tres conferencias: “Origen, caminos y sueños: Francisca”, por María Fe García Rapero, “El Flamenco”, por Juan Esteban, y “La Mesta”, por José Carlos Fernández.

En enero de 2019 se toma la decisión de comenzar las publicaciones de los Premios de Investigación, uno al año, y cuyos gastos correrían a cargo del Ayuntamiento. También destacan algunas noticias como el nombramiento de Hijo Predilecto al presidente de la Asociación Francisco de Jesús Valverde. En abril, se produce un intento de dimisión de José María Sánchez Torreño, por la gran cantidad de trabajos que tenía que atender y ciertas críticas que debía soportar. Aunque, ante el apoyo incondicional de la Junta siguió trabajando con el Blog de la Asociación, la renuncia fue definitiva en la sesión del 11 de junio.

El curso 2019-2020 contempla los mismos dirigentes, y con una programación basada en la presentación del libro de Fernando Flores del Manzano, República, siempre república; la Tertulia Abierta a cargo de Germán Corcho sobre “Escudos de Plasencia”; y las conferencias de Carlos Zamora sobre “Antonio María Concha y Cano. Un noble placentino”; “El sepulcro de Valverde”, por José Carlos Fernández; y otra sobre “El Colegio Alfonso VIII”. También se propuso al socio Gumersindo Martín como “Abuelo Mayorga”, y a la Vocal Esther Sánchez Calle, Cronista Oficial de Plasencia, como candidata a los premios San Fulgencio. En noviembre se produce el hermanamiento con la Fundación Concha de Navalmoral de la Mata.

En la segunda parte del curso, el primer semestre de 2020, se proyecta la presentación del libro de Francisco García Lucas La Heráldica de Plasencia; el de otro arquitecto placentino afincado en Sevilla, Francisco Vázquez Uriarte; y el de Feliciano Correa Gamero, Espuelas, hoces y cuchillos, sobre la Extremadura del siglo XIX. En febrero del mismo año, se trata con el ayuntamiento el tema de la permuta de la antigua sede con la nueva en la calle Sor Valentina Mirón, y el secretario y el arquitecto municipal informan que hay que tasar la propiedad de la calle Las Peñas, 12 para poder decidir.

Las actividades propuestas a partir de febrero hasta junio incluían la Tertulia “Viaje a las Hurdes”, por F. Valverde y J. C. López Duque; y la presentación de los libros: José Giral, su vida y su tiempo en la España del siglo XX”, de Julián Chaves Palacios;  el anteriormente citado de Feliciano Correa; y El futuro sin los jóvenes.

A partir de aquí se produce un “vacío” debido a la pandemia del virus Covid-19, hasta la reunión del 23 de junio, donde someramente se expone que hasta septiembre no podría programarse ninguna actividad. En estos meses se produjo el fallecimiento del socio Fernando Flores del Manzano; y la entrega, en otoño en el Parador Nacional, del XIII Premio de Investigación Histórica, con todos los asistentes cubiertos por mascarillas. En noviembre se retoma el tema del cambio de la sede, y el ayuntamiento propone que la Asociación done la propiedad a cambio de la cesión en uso de la sede actual por un periodo de 6 años, que se iría renovando sucesivamente.[14] También se sistematiza el sistema de subvención del Premio de Investigación, a través de las pequeñas aportaciones económicas de seis empresas placentinas

Las siguientes actuaciones de la Asociación, escasas debido al latente peligro de contagio, se limitaron al tema de la permuta de sedes, entrega de premios y galardones, reuniones con el Ayuntamiento y con la Junta de Extremadura. En mayo ya se debatía en las reuniones de la Asociación que “Las Edades del Hombre” deberían celebrarse en Plasencia en 2022. Durante la última reunión del curso, en junio, acordó la presentación de dos libros: Reflexiones al aire, de Fernando Sainz de Miera, y Vida de Carpo, de Teófilo Magdaleno.

El curso 2021-2022, se acuerda pedir la Medalla de Extremadura para Fernando Flores del Manzano, a título póstumo; solicitar audiencia con el alcalde para el tema de las permutas. A finales de octubre tuvo lugar la presentación de uno de los libros de J. Mª Sánchez Torreño; y el nombramiento de J. C. López Duque como “Abuelo Mayorga 2021”. A partir de noviembre se retoman las actividades de años anteriores con la conferencia titulada “Mis viajes a Santiago del Nuevo Extremo, capital de Extremadura”, por F. Valverde; y la charla y proyección fotográfica de “La Plasencia de ayer y de hoy”, a cargo del Vicepresidente J. C. López Duque.

Durante el primer semestre de 2022 se realizaron las siguientes actividades: Conferencia sobre la figura de Alfonso X el Sabio (de Esther Sánchez  Calle); sobre los “50 años de PLACEAT”; “Placentinos ilustres”, (de Feliciano Robles); y otra del senador y catedrático Francisco Javier de Lucas Martín (retransmitida por los socios José Carlos Fernández y Francisco Ortiz). En cuanto a la presentación de libros, destaca Historia del Maquis en España, de Julián Chaves; Arcas de tres llaves, de Esther Sánchez; y la Biografía de Agustín de Córdoba.

El curso 2022-2023, se abre con los parabienes que se le dan a J. C. López Duque, por haber sido nombrado Cronista Oficial de Cabezuela del Valle (sustituyendo a Fernando Flores del Manzano). Además, se trabajó sobre temas relacionados con la longeva permuta de la sede, la comarcalización de Extremadura, y el 300 Aniversario de la Virgen de la Salud. Entre las actividades culturales hay que mencionar la presentación del libro de Sebastián González Caballero, Granadilla; y Desde la Torre de Lucía, cuarenta y dos años después, de Francisco Valverde.

En enero de 2023 sale a la luz un plano que se dibujó en 1930, muy detallado, sobre Plasencia, por Domingo Márquez Sánchez; se toma contacto con la presidenta de la Cofradía Virgen del Puerto para colaborar en la celebración de los 300 años de la construcción del Santuario; se apoyó unánimemente que la Casa del Deán fuera declarada Bien de Interés Cultural; y se presentó el Libro Azul, de PLACEAT.

A finales de mayo la Asociación se ocupa de la gestión del cuadro que representa el plano de Plasencia en 1930; y se hace un desayuno de despedida de Félix Lobo Iglesias, que fue director del Parador durante muchos años, por la amabilidad que tuvo siempre con la Asociación, y haciéndole Socio de Honor de la misma.

Los últimos datos de que disponemos están centrados en los últimos meses de 2023 (primera parte del curso académico 2023-2024). El principal punto del nuevo curso estuvo centrado en la renovación de la Junta Directiva. El único candidato a la Presidencia fue elegido por unanimidad, Juan Carlos López Duque. El resto de la Junta quedó así: Presidente de Honor, Francisco de Jesús Valverde Luengo; Vicepresidentas, María Antonia Rivera y Esther Sánchez Calle; Tesorero, Francisco Ortiz; Encargado de Redes Sociales, José Carlos Fernández; Encargado de las relaciones con todos los estamentos culturales y afiliación, Jairo Jiménez Rodríguez; Secretaria, Inés María Rodríguez Díaz; y como Vocales: Julián Gutiérrez Delgado, y Nuria López Martín.

Las actividades culturales contaron con la presentación de los libros Carlismo, milicia y diplomacia, de Juan Pedro Recio Cuesta, y La transición política en Extremadura, de Feliciano Correa También se acordó contactar con el nuevo director del Parador (Pau Arbona) para intentar poder contar con su apoyo a la Asociación. Y se hace especial hincapié en la necesidad de captar nuevos socios; así como potenciar e incrementar las Tertulias Abiertas, muy disminuidas desde la pandemia, a lo que se ofrecen Esther Sánchez y Mercedes Orantos para tratar el tema de “La Virgen de la Salud”.

En la actualidad, la Asociación sigue con vida y con unas interesantes actividades culturales, que deseamos tengan una destacada proyección en el futuro.[15]

 

 

 

3.- PUBLICACIONES Y GALARDONES

 

En este apartado tienen cabida los premios de Investigación y Divulgación Histórica “Pedro de Trejo”; así como los Galardones otorgados a personajes e instituciones que destacaron en su trabajo por la defensa de los intereses de la ciudad (“Torre del Ambroz”). Ya se ha hecho mención, a lo largo de las páginas anteriores, del origen, las convocatorias, y algunas obras ganadoras que consiguieron convertirse en publicaciones. Ahora es el momento de detallar las mismas.

En la primavera de 2007 se convocó el I Premio de Investigación sobre Plasencia y su Tierra, que contaría con el patrocinio de Caja Duero y ascendía a 4.000 euros. Además de la dotación económica se anunció que llevaría aparejada la edición por la propia Asociación, del trabajo ganador, dentro de la colección “Biblioteca Placentina La voz de Mayorga”. Los trabajos tendrían una extensión de entre 50 y 150 páginas, que versarían sobre cualquier tema relacionado con la historia de esta ciudad y su tierra, vista a través de la naturaleza, literatura, comercio, turismo, folclore, historia, geografía, arte, economía o sociedad. Los originales se entregarían o remitirían por triplicado, con el sistema de lema y plica, dirigidos a la sede, ubicada en la calle Las Peñas, 12. El plazo expiraba el 30 de septiembre. El jurado estaría compuesto por tres personas de reconocido prestigio en el mundo de la cultura, y premiaría a uno sólo trabajo con 3.000 euros, con la posibilidad de que el premio podría ser declarado desierto o concederse “ex aequo”. El jurado estuvo compuesto por los catedráticos Gloria Lora Serrano (Universidad de Sevilla), Juan García Pérez y Francisco Sánchez Lomba (Universidad de Extremadura). El fallo se hizo en enero de 2008, la víspera de San Fulgencio, y el ganador fue Gustavo Iván González Garrido, con Los poblados de la Edad de Hierro de la Alta Extremadura. La arqueología prehistórica en la cuenca cacereña del Tajo (Siglos VII a. C. a II d. C.), un tema relacionado con la tesis doctoral que por entonces estaba elaborando.

 

La IIª Edición se convocó en la primavera de 2008. El jurado estuvo compuesto por Gloria Lora (Universidad de Sevilla), Antonio Pajuelo (doctor en Derecho), y José Ramos Domingo (profesor de Periodismo y Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca). El ganador, en esta ocasión, fue Fernando Flores del Manzano, con La guerrilla patriótica en Plasencia y su partido (1800-1814). El protagonista no pudo estar presente en la entrega del premio. Además, se dieron dos menciones de honor a los trabajos “La ermita de la bella flor de Oliva de Plasencia”, y “Pastoral y anatema en la Plasencia del siglo XIX”. Tanto en la primera edición, como en la segunda, estuvieron presentes la alcaldesa, Elia María blanco, la concejala de Cultura, Flor Prieto, la directiva de la Asociación, y los representantes de Caja Duero, Francisco Aragón y José María Asenjo.

 

El 26 de febrero de 2009 se convoca la IIIª Edición, que fue resuelta el 15 de enero de 2010, por un jurado compuesto por Gloria Lora Serrano, el profesor Fernando Flores del Manzano, y el Subdelegado del Gobierno de Salamanca, Jesús Málaga Guerrero, recayendo el premio en Marciano Martín Manuel (más conocido como Marciano de Hervás), por su obra Abraham Zacuto. Astrólogo de don Juan de Zúñiga. La IVª, convocada en mayo del mismo año, se resolvió en enero de 2011 por un Jurado formado por Gloria Lora Serrano, Antonio Ventura Díaz (expresidente de la Asamblea de Extremadura), y el historiador Marciano Martín Manuel. Se alzó con el triunfo Daniel Leno González, En esta ocasión se presentaron tres trabajos. Cabe destacar, asimismo que, a partir de ahora se sistematiza la presencia de Gloria Lora Serrano en el Jurado de cada Edición, otro personaje de reconocido prestigio en el mundo de la cultura, y el ganador de la Edición del año anterior.

 

El 20 de junio de 2011 la Asociación Cultural Placentina (en adelante ACP) y Caja Duero anunciaron la convocatoria del V Premio. En diciembre se anunció que se habían presentado seis trabajos; y el jurado, compuesto por Gloria Lora Serrano, Gonzalo Santonja Gómez-Ajero, y el profesor y ganador de la pasada Edición Isidoro Fernández Millán, denominaron a Francisco Vicente Calle Calle, por su Aproximación a la iconografía de la Catedral Vieja de Plasencia: los capiteles de las naves.

 

La VIª Edición (2012) seguía siendo financia con 3.000 euros por la Banca CEISS (antigua Caja España-Caja Duero), pero además se solicitaba al Ayuntamiento que se encargara de publicar la obra ganadora de cada convocatoria. En esta ocasión se presentaron doce trabajos de: Alemania, Holanda, además de placentinos y de otras partes de España. El jurado, compuesto por Gloria Lora Serrano, Tomás Calvo Buezas y Jesús Manuel López Martín falló en María Estela González de la Granja y Felicísimo García Barriga, por El Monasterio de San Vicente Ferrer de Plasencia: análisis histórico artístico. Esta sexta edición coincidió con la creación de los galardones “Torre de Ambroz” en su primera edición, que se entregaron en el mes de abril de 2012, correspondiendo a Manuel Díaz López (expresidente de la ACP durante décadas), y al C.I.T. (Centro de Iniciativas y Turismo).

 

En mayo de 2013 se hace pública la siguiente convocatoria, bajo el patrocinio económico de CEISS. El jurado, compuesto por Gloria Lora Serrano, Francisco Vicente Calle Calle y Felicísimo García Barriga, puso de manifiesto la gran calidad de los trabajos (cinco) presentados y el dificilísimo trabajo del jurado, decantándose por Julio Esteban Ortega y su  Cáparra, más allá de la arqueología. Los premios eran entregados en el transcurso de una cena en el Parador Nacional, donde se otorgaba el Diploma y el cheque al ganador. En ocasiones el premio se entregaba en Las Claras, otras veces en el Parador, y en alguna ocasión en la Sala de la calle Verdugo (antiguo Aula de Cultura). Por su parte, los galardonados con la “Torre del Ambroz”, fueron el sacerdote e historiador Francisco González Cuesta, y la entidad financiera Caja Duero.

 

Seis trabajos se presentaron a la VIIIª Edición (2014), fallándose el premio el 23 de enero en la Sala Capitular del Parador. La decisión del los miembros del Jurado, Gloria Lora Serrano, Julio Esteban Ortega y el profesor Sebastián Redero San Román, se inclinó por Isidoro Fernández Millán, con su obra Cargos y oficios en el Ayuntamiento de Plasencia (1700-1800). En esta ocasión, las “Torres del Ambroz” fueron adjudicadas a la profesora universitaria Gloria Lora Serrano y al Colegio “Las Josefinas”, de Plasencia.

 

La IXª Edición, de 2015, ya no contó con el apoyo económico de CEISS, por lo que en vez de convocarlo en enero, se hizo en julio. El 22 de enero de 2016 los miembros del Jurado (Gloria Lora Serrano, Isidoro Fernández Millán y el profesor e historiador Fernando Ayala Vicente, otorgaron el triunfo a Cristina Erquiaga Martínez, por Los intelectuales en las Hurdes a comienzos del siglo XX: una cuestión nacional. Y Felicísimo García Barriga, por Hacer trato a pérdida y ganancia. Compañías de negocios en la Plasencia de los primeros tiempos modernos. El 23 de febrero se presentaba el libro de Isidoro Fernández Millán, premiado en la anterior edición, titulado Cargos y oficios en el Ayuntamiento de Plasencia (1700-1800). Los premios “Torres” fueron, en este año, para el sacerdote Rafael Prieto Ramírez, y para El Aula Literaria “José Antonio Gabriel y Galán”.

 

También la décima convocatoria se hizo en verano; y se presentaron 6 trabajos al  Jurado (compuesto por Gloria Lora Serrano, la Rectorada de la UNED de Plasencia, Consuelo Boticario Boticario y Cristina Erquiaga Martínez), Como la CEISS dejó de financiar el premio, la IX y la X edición se hizo a partir de un convenio establecido por la mediación del alcalde entre la Asociación y el recién creado Círculo Empresarial Placentino. El fallo tuvo lugar en el Parador el 20 de enero de 2017, y correspondió a Carlos Martín Hernández, por su obra Paredes Guillén, 1840-1916. Su lugar en la arqueología extremeña. El acto de la entrega del premio se celebró en el Centro Cultural Las Claras el 23 de febrero, y al mismo asistió el presidente del Círculo, Eugenio Hernández, quien se comprometió a mantener el mecenazgo de la XII Convocatoria.[16] Las “Torres fueron para Fernando Flores del Manzano y el IES “Gabriel y Galán” de Plasencia.

 

Desde la duodécima edición, el coste de la misma se repartió entre “Distribuciones Dyesco”, “Electro y Termo Mercantil”, “Librería El Tintero”, “Desguaces Hierros Díaz, Restaurante La Isla”, y Construcciones PRONOEX”. En las siguientes ediciones se añadiría “Hotel Los Álamos”, que se mantendrían como mecenas hasta la XVII edición, de 2023. La de 2017 (XI), tuvo por ganador Fermín Marín, consu obra La Mesta y Plasencia y su Tierra. La de 2018 (XII), le fue otorgada por el Jurado a Felicísimo García Barriga, por su trabajo Plasencia y su tierra en los primeros Tiempos Modernos. En la siguiente (XIII), correspondiente a la convocatoria de 2019 y cuyo fallo se produjo en 2020, se presentaron cinco trabajos, y el Jurado, compuesto por Gloria Lora, Felicísimo Barriga y Alfonso Párraga, otorgó el galardón a  Antonio Sánchez de la Calle, por su obra Las revistas dePlasencia. Siglos XIX-XXI. El premio se hizo entrega con unos meses de retraso (en noviembre de 2020), por la pandemia del Covid-19, en el Parador de Turismo, con todos los asistentes cubiertos por máscaras. Las “Torres” de estas tres ediciones (2018, 2019 y 2020), correspondieron a Jesús de Castro García, Francisco Alonso Alonso y José Julián Barriga Bravo, en la modalidad individual. En la colectiva se otorgaron al Parador Nacional de Turismo, al Complejo Cultural Santa Ana, y al Colegio de San Calixto.

 

En 2020 se convocó la decimocuarta edición, los miembros del Jurado (Gloria Lora, Laura Tirado, como directora del Museo Etnográfico, y José Antonio Sánchez de la Calle, profesor, historiador y ganador del año precedente, otorgaron el premio, en 2021) a  Francisco Vicente Calle Calle, por La Catedral Vieja de Plasencia: iconografía de las bóvedas. En ese mismo año se convocó el decimoquinto premio, que se falló e hizo entrega del mismo en 2022, por un Jurado formado por Gloria Lora, Esther Sánchez Calle, (Cronista Oficial de Plasencia), y Francisco de Jesús Valverde Luengo (Presidente de la ACP); y que recayó en Marciano Martín Manuel (conocido como “Marciano de Hervás”), por su obra La madroña y el Peropalo. La décimosexta edición contó con un Jurado compuesto por Gloria Lora, Juan García Pérez (catedrático de la Universidad de Extremadura), y el investigador del pueblo judío Marciano Martín Manuel. El premio se lo llevó la Inspectora de Educación e historiadora, Luisa Clemente Fuentes, por La atención expósita en la ciudad de Plasencia: desde el poder eclesial al estatal (primera mitad del siglo XIX). Y la última edición (XVII), convocada en 2023, y cuyo Jurado estaba integrado por Gloria Lora, Esther Sánchez, y Luisa Clemente Fuentes, fue para José Antonio Sánchez de la Calle.

 

Los galardones “Torre del Ambroz” correspondieron (años 2020, 2021, 2022 y 2023, pero entregados al año siguiente), a Víctor Chamorro, Álvaro Valverde, Fernando Pizarro, y María Antonia Rivera Castro, en la modalidad individual. Mientras que en el ámbito colectivo fueron para la Unión de Cofradías de Semana, el Círculo de Empresarios Placentinos, PLACEAT, y la Devoción de Nuestra Señora de la Salud.

 

 

            4.- CONCLUSIÓN

 

Aunque con otro nombre, la Asociación “Pedro de Trejo” ha sobrevivido desde 1941, la friolera de 83 años. Y si nada lo impide, es muy posible que pueda alcanzar un siglo de vida. Por ella han pasado cientos de personas con importantes inquietudes culturales por la Ciudad del Jerte y sus Comarcas, además de su interés por la región extremeña y otros eventos de carácter nacional, e incluso internacional. Son ya varias generaciones las que han integrado sus componentes, como directivos, vocales, socios o simpatizantes. Desde sus filas se han realizados infinidad de excursiones, conferencias, tertulias, presentaciones de libros, ediciones de diferentes revistas y, desde hace diecisiete años, la constitución de una interesantísima Biblioteca placentina y extremeña, cuyos autores se basan en el rigor, la ciencia, la seriedad y la profesionalidad.

 

 

La marcha de la ACP pasó por momentos delicados, especialmente en el tránsito del siglo XX al XXI, donde casi nadie apostaba por su supervivencia. Sin embargo, una nueva “hornada” de socios, preocupados por hacerla resurgir, consiguieron llevarla a unos niveles difícilmente alcanzables. En estos 83 años de vida, me permito destacar la labor de tres presidentes cuyos nombres merecen consignarse en letras de molde (sin desmerecer la de otros anteriores). El primero, Manuel Díaz López, que con sus casi cuarenta años de dirección, supo llevar la organización con mano firme y certera, aunque al final se produjera la decadencia por los motivos expuestos anteriormente en este trabajo. Francisco de Jesús Valverde Luengo, que a lo largo de casi veinte años supo insuflar un nuevo aire a la Asociación. Y Juan Carlos López Duque, quien desde hace un año encarna la continuidad y la marcha ascendente de la misma. Ellos representan el pasado, el presente y el futuro de esta longeva “Comunidad Cultural”, que nació, vive y permanecerá “Sembrando Inquietudes”.

 

APÉNDICE FOTOGRÁFICO

  

1.- Antiguo emblema de la ACP

 

2.- Nuevo emblema de la ACP

 

3.- Junta Directiva de la ACP años 50-60

 

4.- Directiva de la ACP 2008

5.- Convocatoria Premio de Investigación Histórica P. de T.

 

6.- Fallo del Premio Torre de Ambroz

 

7.- Manuel Díaz López

 

8.- Francisco de Jesús Valverde Luengo

9.- Juan Carlos López Duque

 

 

[1] SÁNCHEZ DE LA CALLE, JOSÉ ANTONIO. Las Revistas de Plasencia (siglos XIX-XXI). Plasencia, 2020. Asociación Cultural Placentina “Pedro de Trejo”, Plasencia, 2021, págs. 100-111.

[2] VALVERDE LUENGO, FRANCISCO DE JESÚS. “Veinticinco (Asociación Cultural Placentina “Pedro de Trejo”. En Alminar, Revista de Cultura de la Institución “Pedro de Valencia” y el Periódico Hoy, número 10. Pág. 26. Entre las actividades, organismos, instituciones y actos en los que participó, la Asociación se relacionó o intervino en los Congresos Históricos Extremeños, el Colectivo Alimoche, la Asociación de Caballeros del Monasterio de Yuste, el Seminario Diocesano, la Asociación Hispania Nostra, la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales, el Ayuntamiento de Plasencia, la Diócesis placentina, Cáritas Diocesana, las diversas Asociaciones de Vecinos, el Aula de Cultura de la Caja de Ahorros de Plasencia, la Real Academia de Extremadura, la Asociación Cultural San Gil de Béjar, las diversas Consejerías de la Junta de Extremadura, la Comisión Provincial de Bienes Inmuebles de Interés Histórico-Artístico, el Club Taurino Placentino, la Sección Filatélica, la Diputación Provincial, los diarios Extremadura y Hoy, la Asociación Española de Amigos de los Castillos, la Academia Vélez de Guevara de Écija, la Asociación Cultural Rodrigo Alemán, la Escuela de Bellas Artes del Complejo Cultural Santa María, la Asociación Española de Críticos de Arte, la Institución Cultural Santa Ana de Almendralejo, el Cuartel de la Constancia y el posterior Centro de Instrucción de Reclutas de Plasencia, los diferentes colegios e institutos de enseñanza de la ciudad, la Escuela de Piragüismo, la Asociación Amigos en Marcha, la Cofradía de Nuestra Señora del Puerto de Madrid, la compañía Tabacalera, Exfilme 90, la Asociación La Serrana, la Real Academia de las Letras y las Artes de Extremadura, el periódico local Dos Semanas, la Asociación de Amigos de Don Benito, la Universidad de Extremadura, la Caja de Ahorros de Salamanca, la Asociación Placentina Coordinadora del Carnaval, la Plataforma Ciudadana de Plasencia, el VIII Centenario de la fundación de Plasencia y el de la erección de su Diócesis, la UNED de Plasencia, la Devoción de Nuestra Señora de la Salud de Plasencia, el Conservatorio de Música “García Matos”, la Escuela de Danza Extremeña, Radio Nacional de España en Plasencia, el Aula Médica Placentina, la Asociación “As-Hurdes”, la Hermandad de Donantes de Sangre “Virgen del Puerto”,  el Patronato de la Casa Museo “Gabriel y Galán”, el Hogar del Pensionista,  la Confederación de Cámaras de Comercio de España, ADENEX, la Asociación Amigos del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, la Asociación de Amigos del Valle del Jerte, las diversas cofradías de Semana Santa de Plasencia, la Fundación Xavier de Salas de Trujillo, la Asociación de Amigos del Prado, la Editora Regional de Extremadura y la Cofradía de la Virgen del Puerto.

[3] Durante los primeros diez números (a lo largo de 1980), el diseño fue plenamente artesanal, y los ejemplares eran confeccionados a multicopista en la trastienda de una juguetería y compaginados alrededor de una mesa en la Asociación, con el trabajo de todos los directivos, agrupando folios, y grapando el cuadernillo. A partir del número 5, junio de 1980, hasta el número 20, febrero de 1982, el encabezamiento, con el título y el escudo, venía ya con un diseño de imprenta, cuyo título aparecía con el color rosa-rojizo, pero todavía se mantenía la confección a base de máquina de escribir. En la siguiente etapa, la revista se confecciona en Madrid, en una imprenta “rápida” de la Puerta del Sol, lo que permitía publicar alguna fotografía y ofrecer una mayor amenidad y grafismo a los socios. Desde el número 21, y gracias a los ingresos generados por la publicidad que en sus páginas se insertaba, la edición se realiza por la Impresora APROSUBA II Minusval II, una institución benéfica que en Don Benito mantenía unas instalaciones de ayuda a disminuidos físicos y mentales. La cuarta y última etapa arranca desde el número 67 (abril de 1987) al 97, y en ella los ejemplares se imprimen en VIMAR, una imprenta de Plasencia, destacando el diseño de la portada (título blanco sobre fondo rojo, frente a antiguo rojo sobre blanco).

[4] Un socio del colectivo, Secretario de la Directiva, reflejando la gravedad del abandono de numerosos integrantes de la Asociación, escribía una composición poética en octavas titulada Todos se Marchan, que decía así: ¡Qué pocos vamos quedando, / cuando tanta gente fuimos! / Cuántos se han ido marchando / hacia su postrer destino / y nos dejaron llorando / en la mitad del camino / desesperados, luchando, con nuestro privado sino, / ¡Qué pocos vamos quedando, / cuando tanta gente fuimos! / Mas, los que vamos quedando / tenemos algo divino / que nos dejaron de herencia / aquellos que ya se han ido: / Su cordialidad y jovialidad / con amigos y vecinos. / ¡Qué pocos vamos quedando, /cuando tanta gente fuimos!

 

[5] La Junta Directiva de la Asociación estaba compuesta en enero de 1980 por las siguientes personas: Presidente: Manuel Díez López; Vicepresidente, José Luís García Martín; Secretario, Gumersindo Martín Hernández; Vicesecretario, Manuel Domínguez Gunilla; Vocales, José Luis Castiñeira Martín y Guillermo Clemente Alonso, y Censores de Cuentas, Luis Martín Hernández, Francisco Herrera y Nicolás Ovejero Granados. En diciembre de 1981, tras nuevas elecciones, la Directiva queda conformada por el mismo presidente, como Vicepresidente, Gumersindo Martín Hernández; Secretario, Martín Castiñeira Martín; y el resto del equipo lo componían Manuel Domínguez Gunilla, José Luis Castiñeira Martín, Guillermo Clemente Alonso y Luis Martín Hernández. Tres años más tarde, en 1984, fue elegido Vicepresidente, Jesús Durán Sánchez. De hecho, en la segunda mitad de 1987, de los seis socios que iniciaron el proyecto original, sólo tres seguían perteneciendo a la Asociación: Manuel Díez López, Cándido García Barrado y Emilio Muñoz Pérez (estos dos últimos fuera de Plasencia). Fernando de la Cámara Rocha ya había muerto, y los otros dos (Crispín de la Calle Martín y Dionisio Pereira Fernández) habían abandonado la Asociación. (4)  A mediados de 1988 los miembros de la presidencia eran los mismos, aunque los dos vocales eran Manuel Domínguez Gunilla y Eusebio Fraguas López. Dos años más tarde, permanecían el mismo Presidente y Vicepresidente; el Secretario General era Álvaro Espinosa Gómez; el Tesorero, Martín Castiñeira Martín; el Vicesecretario, Eusebio Fraguas López; y los Vocales, Luis Martín Hernández y Manuel Domínguez Gunilla; los dos Censores de Cuentas eran Francisco Herrera Rodríguez y Luis Masa Remedios. Véase La Voz de Mayorga. Boletín Informativo de la Asociación Cultural Placentina “Pedro de Trejo”, números 70 y 78, de julio de 1987 y de junio-julio de 1988.

[6] Los asistentes eran: Guillermo Clemente, Jesús Durán Sánchez, Alejandro Portalatín García, Juan Sánchez Huerte, Jesús Barrón Rodríguez, Francisco de Jesús Valverde Luengo, Pedro Luna Reina, Silvestre Domínguez Martín, Luis Martín Hernández y Gumersindo Martín Hernández.

 

[7] Para ver diferentes datos de este apartado, véase el artículo de SÁNCHEZ DE LA CALLE, JOSÉ ANTONIO y LEONATO GONZÁLEZ, Mª ROSARIO. “La Voz de Mayorga. Tres lustros de Historia en la ciudad del Jerte”. En XXX Coloquios Históricos de Extremadura, 2001, págs. 533-576. Véase también, SÁNCHEZ TORREÑO, JOSÉ MARÍA, “Premio “Pedro de Trejo”. Una década de su historia”. En Memoria Histórica de Plasencia y las Comarcas. Año 2018, págs. 259-280.

[8] En ese momento el Aula de Cultura acogía la sede del  Ateneo Ciudad de Plasencia, y anterior  Salón Cultural de la Caja de Ahorros de Extremadura).

[9] El deslinde de gastos fue el siguiente: Premio (cheque entregado al ganador): 3.000 euros; Jurado (reunión para la votación: 439,55 euros; Jurado (gastos noche anterior): 130 euros;  Jurado (Gastos viajes y dietas): 702,60 euros; Tarjetas telefónicas: 10 euros; Material de embalaje: 36,36 euros; Correo: 67,50 euros; y Cena de entrega y Hotel Jurado: 740,92 euros.

[10] El dinero en Caja Extremadura, 1.833,92; en cuenta de Caja Duero, 4.000; en ingresos en el año 2009, 2.500; y la aportación de Caja Extremadura, 900. En cuanto a los gastos: Premio de Investigación y Divulgación, 3.003 euros; en Gastos relacionados con el premio, 2.000; en Gestión de recibos y cobro, 300; en Seguro de la Sede, 250; en Electricidad, 150; en agua y basura, 125; en Sección de fotografía, 1.000; en Sección de Visual e Informática, 1.000; en conexión Internet, 500; y en Gastos varios e imprevistos, 1.010.

 

[11] Durante el curso 2013-2014, el presupuesto que se manejó era de 6.700 euros. El saldo existente a finales de 2013 en Caja Duero-Caja España era de 1.376,74 euros; el de Caja Extremadura, 2.241,92.

[12] Véase página web  http://lavozdemayorgaoficial.blogspot.com

[13] Véase dirección del canal: https://www.ivoox.com/pedro%20de%20trejo_sw_2_1.html

 

[14] El Tesorero informaba que las cuentas de 2020 y 2021 estaban muy “saneadas” debido a la falta de actividades por la pandemia.

[15] Doy las gracias a la Junta Directiva, representada por su actual Presidente, Juan Carlos López Duque, por haberme permitido trabajar con las Actas de la Asociación, para la realización de este trabajo. He consultado esta documentación desde 2004 hasta la primera parte del curso 2023-2024. También quedo agradecido por las numerosas conversaciones que he mantenido con José María Sánchez Torreño, Juan Carlos López Duque, y Francisco de Jesús Valverde Luengo.

[16] El Círculo Empresarial Plasentino había nacido con la connivencia de 41 empresas en enero de 207, para dinamizar, defender y promocionar a las empresas y la economía de la zona norte de la provincia de Cáceres. La presidencia recaía en Eugenio Hernández, la Vicepresidencia, en Antonio Macedo, la Tesorería y el Secretariado, en José Miguel Carrero, y como Vocales: Antonio Manuel Gutiérrez y Miguel Ángel Rodilla. La primera actividad fue el mecenazgo de  del X Premio de Investigación Histórica “Pedro de Trejo”). Véase J. M. S. Torrreño. Op. Cit. pág.279-280.

 

Nov 092024
 

 

José Antonio Ramos Rubio

 

Uno de los signos distintivos que nos han motivado a realizar este trabajo ha sido el desarrollo de una visión integradora entre el pasado y el presente, en aras de preservar nuestras tradiciones y nuestras obras artísticas con una vocación plural y afirmativa.

 

En este sentido, llevamos a cabo desde hace años una labor incesante de trabajo de campo, que en muchos casos ha dado lugar con nuestras publicaciones a importantes logros en la recuperación de nuestro legado histórico y artístico. Por ello, la firme voluntad por presentar al público en general, y al trujillano en particular, las joyas de su pasado es el que preside esta publicación en la que aparecen consignadas piezas histórico-artísticas que han desaparecido o que han sido recuperadas. Un catálogo monumental de imágenes y obras estudiadas para conocer de cerca y divulgar el conocimiento público de algunas obras significativas de Trujillo que han conformado nuestra identidad, y algunas han podido ser recuperadas por unos u otros cauces en un deseo generalizado por potenciar el patrimonio cultural extremeño.

 

Este trabajo es un documento fundamental para el conocimiento del pasado, a la vez que representa un símbolo de todo lo que podemos hacer cuando la cultura expresa una razón de ser en beneficio del público.

 

Se conservan obras de arte importantes en casas particulares pero silenciadas. En este trabajo damos a conocer aquellas obras (epígrafes romanos, inscripciones hebreas y árabes, escultura, pintura) que no están catalogadas en el patrimonio artístico e histórico de la ciudad de Trujillo y que en su día pertenecieron a él. Por diversas circunstancias se encuentran en manos privadas o en el callejero ciudadano, fuera de su contexto originario. Nuestro interés no es otro que el de publicar un catálogo monumental para que quede constancia de la existencia de estas obras artísticas para la posteridad. Por supuesto, contando con el beneplácito y los permisos oportunos de los propietarios de estas obras. A lo largo de mi vida como investigador he dado a conocer varias obras artísticas que estaban desaparecidas. Una de ellas, es la tabla de La Cruficixión del Maestro de Palanquinos que formó parte de las tablas del retablo mayor de la iglesia de Santa María de Trujillo. Concretamente, en 1992 conseguimos recuperar para el patrimonio artístico de la iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo el cuadro del Maestro de Palanquinos que di a conocer y publiqué en 1992[1]. Se encontraba en la vivienda particular de la familia O´Mullony de Trujillo y al vender la obra en pública subasta en Galería Durán de Madrid, don José María Pérez de Herrasti, bajo su patrocinio, la adquirió y donó a la iglesia. Consiguiendo recuperar allí una gran pieza artística del siglo XV que había estado ubicada en el retablo mayor de la citada iglesia.

I.- Símbolo fálico en el rollo jurisdiccional

El rollo o picota fue levantado en 1497 y su primitivo emplazamiento fue la Plaza Mayor, donde además de testimoniar la calidad realenga de la ciudad, servía para la ejecución de la justicia y para otros servicios del mercado, pues en él se colocaban las medidas oficiales del trigo, la cebada, la cal, la sal… etc.

 

Desconocemos en cambio el nombre del artista que lo diseñó. No obstante, su autor habrá que buscarlo entre los maestros canteros activos durante finales del siglo XV en Trujillo: Alonso Veren, Hernando Davales, Diego de Nodera, Juan Méndez, Alonso Blasco… y particularmente Reduan de Piedrahita, alarife moro, a quien por aquellos años el concejo trujillano confió obras de cierta calidad, como la capilla del Caño o el puente sobre el Tamuja.

 

El rollo fue trasladado el 29 de julio de 1548 al paseo de la Encarnación o del Mercadillo, hasta que el concejo recibió las protestas del prior de la Encarnación, fray Felipe de Meneses y sería trasladado el 7 de enero de 1566 a la plaza del Campillo, donde se encuentra en la actualidad. El maestro cantero Antonio de Solís fue el encargado de realizar la obra, recibiendo 56 ducados. Sería reparado en 1864 por Juan Lozano, maestro alarife de la ciudad.

 

El rollo se levanta sobre un graderío circular tallado en sillares graníticos. Un podio cuadrangular sirve de base a una construcción de lados cóncavos con columnas adosadas en sus esquinas, enlazando en la zona superior mediante molduras conopiales. El rollo es un ejemplar gótico. Precisamente en el podio cuadrangular es donde se encuentra el símbolo fálico. (foto 1)

 

A media altura de cada columna hay una ménsula y en uno de los fustes el águila de San Juan con el escudo de los monarcas católicos. Corona el pilar un pináculo piramidal con la cruz de Santiago.

 

Símbolos fálicos hemos encontrado labrados en sillares romanos en Mérida (en el puente romano, en el acueducto de Los Milagros y en la zona arqueológica de La Morería) y en otros lugares de la geografía española. En Roma eran símbolos de fertilidad, de prosperidad y de protección, de larga tradición en el mundo agrario. El símbolo fálico en un sillar trujillano es una piedra de acarreo de alguna de las construcciones romanas que durante la Edad Media sirvieron de «cantera» para la construcción de otras obras civiles, lamentablemente tan solo nos han llegado escasos restos de la presencia romana en Turgalium: epígrafes romanos, parte de la muralla, el arco de la Coria y las dos torres cuadrangulares del arco de Santiago, dos terracotas y un busto que representa a Julio César.

II.- Terracotas romanas

 

En colección particular de don Jesús Blanco presentamos dos terracotas romanas (foto 2) que fueron encontradas en las obras llevadas a cabo en los 80 del siglo XX en la calle de Poniente de la iglesia de Santa María la Mayor (villa medieval), junto a otros restos de sillares.

 

Están realizadas en arcilla. Este tipo de  terracotas que presentan ornamentos, tocados y actitudes religiosas, son propias del mundo pre-romano, y darán lugar más adelante, en época romana, a manifestaciones de un estilo provincial que, sin embargo, presentan un claro signo de romanización, como lo observamos en estas y otras terracotas semejantes encontradas en otros lugares. Al intentar establecer una cronología tenemos que tener en cuenta los aspectos técnicos o estilísticos. De esta manera, si partimos de un análisis pormenorizado podemos situarlas entre los siglos I a. C. y I d. C. Los orígenes de las terracotas femeninas se remontan al Próximo Oriente. Le siguen las deidades acampanadas del mundo minoico de Creta[2] y numerosos ejemplos en la cultura micénica[3]. Estas representaciones, que muestran en su mayoría un carácter esquemático, sobreviven a la caída de estas grandes civilizaciones, y perduran en los períodos geométrico y submicénico hasta el siglo VI a. C[4]. Es en esta época, cuando podemos quizá hablar de una manifestación semejante a la que se está produciendo en la Península con la cultura ibérica, caracterizada por la sencillez y el descuido en su realización. Y si nos preguntamos acerca del modo en que estas producciones pasaron al resto del Occidente, podemos presentar entre otros, la vieja teoría de Vilaseca[5], quien opina que fueron los fenicios los que condujeron su expansión mediterránea[6].

III.- Busto romano

 

En el convento de M.M. Jerónimas se hallaba un busto romano en mármol del año 30 a. C. que representaba a Julio César. Fue localizado por los miembros de la Casa de Santiago en los años 80 del siglo XX en el patio del citado convento (foto 3).

Presenta características faciales muy específicas que se mezclan con los rasgos idealizados. Julio César, hombre político, militar y escritor (100-44 a.C.), transformó profundamente el estado republicano de Roma, preparando a su hijo adoptivo César Augusto el camino para la revolución del sistema político que llevó al establecimiento del imperio romano.

IV.- Inscripciones musulmanas

 

 

El estudio de los restos romanos en Trujillo ha estado condicionado a los restos de sillares que componen la muralla trujillana así como a los restos epigráficos localizados en la misma y en la comarca trujillana. El interés que ha suscitado la Antigüedad romana de Trujillo se ha limitado al estudio de las inscripciones romanas encontradas.

Aquí vamos a tratar aquellas que se encuentran en colección particular y que gracias a su recuperación y protección han sido conservadas.

 

Inscripciones en el Palacio de Chaves Mendoza

 

En el Palacio de Chaves Mendoza u Hospital de la Concepción, edificio que está próximo a la puerta de San Andrés, situada en el  frente meridional de la muralla, se conservan varias inscripciones romanas procedentes de la finca Aldehuela de Mordazo en el patio claustrado de este edificio. Bien es cierto que ya fueron dadas a conocer por Carlos Callejo Serrano en 1975, precisamente en los V Coloquios Históricos de Extremadura[7], aunque no se publicó el trabajo ni dejó constancia del mismo, pero queremos perseverar en ellas para la posteridad, ya que el objetivo de este trabajo es catalogar aquellas obras artísticas “muebles” para su puesta en valor.

 

1) Ara de granito.- Tiene unas dimensiones de  90 × 35 × 22

 

Lib(ero) et Liber(ae) Q(Quinti) / ex voto (AE). El culto a Liber y Libera, se concentra exclusivamente en Lusitania y más concretamente en territorio de Trujillo[8]. Por el tipo de letra fechamos este ara votiva a mediados del siglo I d. C[9].

 

2) Estela de granito de forma rectangular. Procede de la necrópolis romana de la Aldehuela de Mordazo. Tiene unas dimensiones de 136 × 41 × 21.

 

L(uci) lib(ertus) Primigeniusa / an(norum) L h(ic) s(itus) e(st) /sorores/

et Calliope/ f(aciendum) c(uraverunt)

 

Por la fórmula funeraria se desecharía en la primera mitad del siglo I d. C[10].

 

 

3) Fragmento perteneciente a la parte inferior de una estela de granito. Procede de la necrópolis de Aldehuela de Mordazo. Dimensiones: 45 × 41 × 19.

 

h(ic) s(itus) e(st) s(it) t(ibi) t(erra) l(evis) / Petronia/ Marcella/ patri f(aciendum) c(uravit).

 

Por la fórmula funeraria se desecharía en la segunda mitad del siglo I[11].

 

4) Fragmento de estela de granito decorada con un creciente lunar en la cabecera. El texto va incluido dentro de una cartela. Dimensiones: 60 × 45 × 21. Se encuentra muy mal estado de conservación, solamente puede leerse P(ublius) S…T..[12].

 

 

5) Fragmento de estela de granito, coronada por una especie de frontón en forma de arco rebajado decorado con un creciente lunar y volutas laterales con dos círculos gravados. Procede de la necrópolis romana de la Aldehuela de Mordazo. Dimensiones: 50 × 37 × 15.

 

Phoebillus L(uci) At(i) Ho(norati) ser(vus) an(norum) XXVII h(ic) s(itus) e(st) s(it) t(ibi) t(erra) l(evis) Venusta.

 

El gentilicio del dueño es Attius, y Phoebillus es el nombre de un esclavo. En cuanto a Venusta se trata de un cognomen muy frecuente en Hispania[13]. Fechable a principios del siglo II.

 

Estas aras o epígrafes romanos fueron traídos desde la finca de Aldehuela de Mordazo en la primera mitad del siglo XX por el Marqués de Albayda para su conservación. El marqués fue el que se hizo cargo de todos los gastos que exigía el sostenimiento del Hospital Municipal, ubicado en este solar. El palacio en la actualidad se encuentra en manos privadas, cuyo propietario es Alfonso Higuero.

 

Inscripción en barbacana del castillo

 

En una barbacana del castillo aún se encuentra un epígrafe romano que publicamos hace seis años en la revista Conímbriga de la Facultad de Letras de la Universidad de Coimbra[14]. Se trata de un bloque de granito claro del lugar correspondiente a la parte de la cabecera de una estela funeraria, en la que se puede leer: MARCV[S] [I]VLIVS + — .

 

La inscripción corresponde al epitafio de Marcus Iulius, cuyo cognomen – si lo llevaba – se ha perdido. Quizá estaría indicado a continuación del gentilicio y el trazo final de la segunda línea corresponda a la inicial del mismo, aunque es más probable que en esta posición fuera la filiación del homenajeado. A destacar que el praenomen no vaya abreviado, lo cual es poco frecuente. El nomen gentile Iulius es, con mucho, el más ampliamente documentado en esta zona y rivaliza con el de Norbanus en el número de testimonios. La fundación cesariana de la colonia Norba Caesarina como principal centro romanizador de la zona, la extensión de su territorio hacia Turgalium, así como la ampliación del ager emeritensis tras la creación de la praefectura Turgaliensis en época de Augusto, serán determinantes en la implantación del citado gentilicio en esta parte de la Lusitania. Se fecharía a finales del siglo I o en el II d. C., por el tipo de letra irregular que suele acompañar a las inscripciones de la zona sin la dedicatoria a los dioses Manes.

 

Inscripción romana en convento de M.M. Jerónimas

 

Encontramos una placa de mármol rota en un lateral en el patio del convento de religiosas Jerónimas de Trujillo, representa un acto evergético por parte de Marcius con motivo de la erección de un triclinium asociado a un recinto sagrado. Marcius debió ser un personaje destacado en Turgalium. Es obra del siglo II d. C. Puede leerse: at fanum B(ellonae) / Marcius Va(..) / triclinem si(lice)[15].

 

Ara de granito en vivienda de doña Blanca Salón:

 

En la vivienda de doña Blanca Salón se encuentra un ara de granito localizada en el antiguo huerto del convento de religiosas franciscanas de San Francisco “El Real”, correspondiente a la segunda mitad del siglo II.

 

Publicada por Pérez Holguín y don Julio Esteban en su Corpus[16], en la que se lee: Genio / turg(alensium) /L (ucius) Crusi /nus Pr/imigen/ius /v(otum s(olvit). Esta inscripción es uno de los pocos testimonios de culto al Genius documentado en la epigrafía provincial. Según Esteban es probable que tras el teónimo Genius se esconda el nombre de alguna divinidad del tipo Bandia[17].

V.- Lápida hebrea

 

La Diputación de Cáceres llevó a cabo un proyecto de excavaciones arqueológicas en el año 2019 en un tramo de la calle Santa Beatriz de Silva. Se trata de una ejecución que quedó pendiente en 2015, debido a que se encontraron huesos al lado de lo que fue la iglesia del convento, ahora reconvertida en un espacio del Parador Nacional de Turismo. Producto de ese trabajo aparecieron quince tumbas antropomorfas Altomedievales (a partir de la segunda mitad del siglo XIII, correspondientes a la colación de la extinta iglesia de San Clemente, teniendo en cuenta que se construye el templo a raíz de la reconquista cristiana de 1233. Tumbas de las mismas características que las existentes en la iglesia de San Martín de la ciudad. Las tumbas excavadas en la roca constituyen uno de los vestigios arqueológicos más abundantes en la Península Ibérica, con hallazgos que se extienden desde Cataluña hasta Andalucía, aunque quedan al margen determinadas zonas del Norte Cantábrico. Estas tumbas están excavadas en afloramientos graníticos sirviendo directamente como depósito del cadáver.

Considerando que se trata de tumbas características del medievalismo y la consideración de incluirlas en el período medieval. Hemos de destacar que a partir del siglo IV es frecuente la alternancia de ritos que conducen a cambios estructurales, a modificar el rito de la inhumación.

No parece que tuvieran encaje para la losa de cubierta, aunque algunas, al aplanar la superficie de la roca para posteriormente labrar la sepultura den la impresión de  tenerla. La orientación de las mismas se acerca bastante al rito cristiano que sería la cabeza al Oeste y los pies al Este, aunque en este caso el eje que siguen es Suroeste–Noroeste, realmente sobre el terreno parece que fueron excavadas siguiendo la misma orientación que tiene la iglesia a la que están anexas.

 

 

VI.- Lápida árabe

 

Esta interesante lápida árabe (foto 4) se encuentra en colección particular, procedente de las obras realizadas en 1999 con motivo de la construcción de la fábrica Navidul[18].

 

Trujillo ha proporcionado interesantes lápidas romanas y árabes. A esta riqueza epigráfica de la ciudad extremeña podemos añadir ahora esta lápida árabe de mármol. Está rota y solamente se ha conservado su parte superior, probablemente un tercio o un cuarto del total. Los bordes están dañados, así como la superficie correspondiente a la última línea conservada. Sus medidas son: altura, 52 cm.; ancho, 62 cm., grosor 9,2 cm.

 

La inscripción está tallada de realce en letras cúficas, enmarcada por una bordura que simula una puerta con arco circular que se estrecha para alcanzar los pilotes verticales. El arco, a su vez, está enmarcado por arriba con otra bordura recta rematada con un friso de almenas típicas de la arquitectura islámica. Este tipo de puerta tiene su antecedente en la puerta de la biblioteca de la mezquita mayor de Cairuán y está imitada en la portada del patio de la mezquita de Meditat al-Zahra de Córdoba; un ejemplo muy conocido de arco circular es el de la Puerta Elvira de Granada. Los dos vanos que quedan entre el arco y la bordura recta se han rellenado con sendos florones en cuyos extremos inferiores hay un círculo. Dentro ya de la inscripción, para rellenar espacios vacíos hay tres florones o especies de flores de lis muy desiguales y mal hechos, resultando evidente que el marmolista, o quien le encargó el trabajo, sentía un cierto horror vacui. Los florones son los habituales en vigas y decoraciones califales. Traducción: 1- En el nombre de Dios 2-el Clemente, el Misericordioso. Y bendiga 3- Dios a Mahoma y a su parentela y 4- a sus Compañeros todos …. Con sólo este piadoso inicio, común a infinidad de escritos musulmanes, no es posible dilucidar si se trata de un epitafio o de una lápida conmemorativa de la construcción de algún edificio público, palacio o mezquita. De tratarse de un epitafio, lo más probable es que siguiera un “y falleció Fulano hijo de Zutano el día tal del mes tal del año tal” con probable intercalación de fórmulas piadosas para el difunto y sus amigos o parientes si la piedra daba espacio para ello. Si fuera una lápida conmemorativa nos daría el nombre del responsable con los elogios correspondientes y nos indicaría la fecha y los fines del edificio o del acontecimiento que se quiere resaltar. También cabe la posibilidad de un adorno de pared, posiblemente cerca del mihrab de una mezquita.

 

El hecho de que la lápida sea de mármol y la escritura cúfica, así como de que esté adornada con molduras de arco, rosetones y almenas, permite suponer que se hizo probablemente durante el principio de la taifa del reino de Badajoz, al cual pertenecía Trujillo, todavía con los gustos suntuarios del Califato.

 

Una interesante inscripción hebrea se encuentra en Casa Casco[19]  era propiedad de las hermanas Martínez Jaraíz.

Casa de Casco aparece reflejada en el mapa de finales del siglo XVIII del Partido de Trujillo conservado en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres[20]. Resulta interesante los testimonios del geógrafo Tomás López como son sus escritos así como los mapas publicados en la segunda mitad del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. En este sentido, destacamos su Mapa de la provincia de Extremadura fechado en 1766[21]. En él quedan reflejadas varias casas como La Matilla, Magasquilla, Casa de Casco y El Carrascal, a las que tenemos que añadir la casa fuerte de Casillas[22]. Esta casa perteneció en el primer decenio del siglo XVI a los herederos de Juan Casco, al que hemos vinculado con el conquistador trujillano Francisco Pizarro, del que mucho se ha estipulado acerca de su nacimiento, uno de los personajes que más gloria ha dado a su patria natal. Son varias las versiones sobre su nacimiento.

 

La familia materna pertenecía al arrabal de Huertas, que no tuvo iglesia propia hasta el siglo XVI, en que se construyó la parroquia de Santo Domingo[23]. Francisca González vivió con sus padres Juan Mateos y María Alonso, labradores, en el arrabal de Huertas[24], pero cuando Francisco vino al mundo, el padre había fallecido y María Alonso se había casado con un tal Juan Casco, que vivía en el arrabal de San Miguel[25]. Es muy interesante la instrucción seguida en Trujillo sobre la información, en virtud de Real Cédula despachada en Toledo el 1 de junio de 1529 por frey Pedro Alonso, de la Orden de Santiago, para preparar el expediente de ingreso de Francisco Pizarro en la citada Orden[26]. Se preguntó a doce testigos contemporáneos a él, aportando todos ellos datos interesantes sobre el conquistador y sus familiares, pues habían conocido su ascendencia. Todos coincidieron en que su madre era Francisca González, hija de honrados pecheros, y que su padre perteneció a la hidalguía trujillana[27]. Sobre el nacimiento y nuestra teoría acerca de haberlo sido en el arrabal de San Miguel, los datos fundamentales para ello los facilita la Información de 1529 en tres declaraciones: Alonso García Torres dice: “este testigo estuvo presente quando nascio…quel dicho francisco piçarro es natural desta cibdad de Trujillo”. Inés Alonso “la Barragana”, viuda de Juan García, presenció el nacimiento y nos ofrece otra importante aclaración con su manifestación: “esta testigo le vido nacer. oyo decir a la dicha maria alonso que la dicha francisca gonçalez madre del dicho capitan francisco piçarro hera su hija e juan mateos su primero marido”. Antón Zamorano puntualiza que el conquistador “avia nacido en casa de uno que se llamava  juan casco[28]. El nombre de Juan Casco, revelado por el testigo, junto con las manifestaciones sobre su segundo matrimonio de María Alonso, son el punto de partida para el esclarecimiento de la casa en la que pudo haber nacido el conquistador del imperio Inca. Los caballeros Casco eran muy antiguos en Trujillo, militaban por el bando de los Añascos, habían sido los regidores del Ayuntamiento, tenían su casa establecida en el último cuarto del siglo XV en el arrabal de San Miguel. Son hidalgos de tercera fila, pero de primera en su arrabal, donde viven en la calle Tintoreros (que pertenecía a dicho arrabal)[29], junto a la ermita de San Miguel. A lo largo de los siglos esta familia estaría muy vinculada al monasterio de religiosas dominicas de San Miguel y Santa Isabel, ubicado en los inicios del siglo XVI aprovechando la ermita existente como iglesia conventual.

Pueden concluir nuestros argumentos considerando que Francisco Pizarro nació en Trujillo en 1478, en la casa de su madre Francisca González y del matrimonio que contrajo con Juan Casco, en la calle Tintoreros o teñidores de paños (“casa de uno que sé llamava Juan Casco[30]), perteneciente al arrabal de San Miguel y pudo bautizarse en la iglesia de dicho barrio. La iglesia o ermita[31] de San Miguel tenía testero a la plazuela y entrada lateral por el lado de la Epístola, vale decir, por la calle Tintoreros. El altar mayor quedaba en la misma esquina izquierda de la acera de Juan Casco. De hecho, las distintas generaciones de los Casco están sepultadas en la iglesia conventual de San Miguel, y que fueron los constructores de la casa residencial “Casa de Casco”.

Esta lápida hebrea de ”Casa Casco”, también conocida como “La Alameda”[32], es un bloque de piedra de 177 cm de alto, 76 cm de ancho y 20,5 de fondo, en el que puede leerse: R. Yshq n. hb/ny/wb (“Rabí Isaac ben Hab”). Esta lápida –quizá del siglo XIV- fue encontrada en un riachuelo cercano.

VIII.- Estatua orante de Iván Calderón de Tapia

 

Es obra renacentista de mármol. Se encontraba emplazado en el único enterramiento que se conserva en el altar mayor de la iglesia con inscripción y blasón nobiliario: “S. DE IVAN CAL/DERON DE TAPIA /Q AIA GLORIA / I DE FRANCISCA / (escudo)/XIMENEZ MONTEJO SU MUGER / Q LA MANDO PO/NER”. Esta escultura fue vendida en 1960 a un anticuario de Palma de Mallorca para poder pagar las obras realizadas por el arquitecto Miguel López-Pedraza en el convento. Aún se encuentra en la tienda del anticuario en Palma de Mallorca[33].

IX.- Escultura en mármol de la Virgen

En Trujillo aún quedan varias capillas callejeras: emplazada el Cañón de la Cárcel donde hubo una pintura de la Virgen de la Victoria ejecutada en 1575 por Muriel Solano[34], que ha desaparecido; en la calle de Afuera donde se dio culto a una imagen de Nuestra Señora de mármol (foto 7) que actualmente conserva la familia que vive en la casa en cuya fachada está la hornacina (la que está en la hornacina es una copia)[35] o la capilla que hubo en la calle de Sillería, de la que no queda rastro alguno. Retablos callejeros que unían la plaza mayor con la villa.

 

X.- Las obras pictóricas de la ermita de San Juan de los Prados

 

Sabemos de la existencia de la ermita de San Juan desde principios del siglo XVI, ubicada en unos prados que se extendían desde la actual ermita de San Lázaro hasta donde estaba el Humilladero, justo donde se construyó en el siglo XVIII la ermita de Santa Ana.

 

Tenemos constancia documental de la ermita de San Juan de los Prados cuando se preparaba una corralá en los Prados de San Juan y se celebraban corridas de toros coincidiendo con las fiestas de San Juan[36] cerca de la ermita. Estos festejos se habían comenzado a celebrar en el espacio placero, extramuros, que en el siglo XVI se completó con la construcción de palacios y casonas, para convertirse en una de las mejores plazas del reino, especialmente apta para los festejos, ferias, etc.

 

Hemos localizado en una vivienda de Trujillo[37] los óleos sobre lienzo que proceden de la ermita de San Juan de los Prados: San Juan, último tercio del siglo XVIII (foto 10); una Dolorosa, último tercio del siglo XVIII;  San Pedro, siglo XVIII ; un Ecce Homo, del siglo XVIII; el Buen Pastor, siglo XVIII . Un San Miguel Arcángel, obra del siglo XVII, San Juan Evangelista (siglo XVIII) .

 

En esta ermita se veneraban una imagen de San Juan y otra de San Gregorio, ambas desaparecidas. La procesión con la imagen de San Juan tenía lugar el día 24 de junio, pero llegó a adquirir mayor importancia la de San Gregorio, que era considerada como procesión “fija” en el Procesionario del siglo XVI[38]. San Gregorio tenía en la ciudad una singular devoción como abogado de las cosechas, fertilidad de los campos y prosperidad de la ganadería, y al que en 1582 hizo voto de ir la ciudad con su consejo en procesión desde la iglesia de Santa María la Mayor a la ermita de los Prados de San Juan, en la que levantó un altar a este Santo Obispo de Ostia, y en cuyo día se corrían toros y se celebraban festejos[39].

 

En la Edad Media fueron muy frecuentes las pestes, que se interpretaban como castigo de Dios. Se acudía a los santos para obtener su protección y hasta se les asignaba la protección de alguna peste especial, como a San Gregorio, a quien se acudía como abogado contra la langosta. Entró muy joven en la Orden de San Benito, en el monasterio de San Cosme y San Damián de Roma. Ya desde su noviciado brilló por su ciencia y su virtud. Todos auguraban que llenaría de gran honor la Orden benedictina. Los rápidos progresos que hizo le merecieron el concepto de docto y de santo. Murió el abad de San Cosme y San Damián, y todos eligieron a Gregorio como su sucesor. En vano él se excusó, pero los monjes, convencidos de las cualidades de Gregorio, insistieron en la elección hasta conseguirlo. Desempeñó el cargo con tanto celo, prudencia y suavidad que pronto la disciplina monástica brilló, debido a sus sabias exhortaciones, a sus muchas virtudes y a sus edificantes ejemplos. Pronto cundió su fama por Roma. El Papa Juan XVIII le pidió una más estrecha colaboración, y lo nombró cardenal y obispo de Ostia, una diócesis de Roma, para la que designaba personas de mucha confianza y consejo. Le encomendó además el cuidado de la biblioteca apostólica, cargo que desempeñó con acierto y sabiduría. Cuando así brillaba en Roma San Gregorio, ocurrió en España una terrible plaga de langosta, que asoló totalmente las provincias de Navarra y la Rioja. Acudieron al Papa a pedirle socorro. Era tal su confianza en Gregorio que no dudó en enviarle a España para que aliviase la desesperada situación. Gregorio recorrió las zonas devastadas por la langosta, consolando y predicando. Organizó ayunos y rogativas públicas, exhortaba con palabras de fuego a la conversión para que Dios se apiadase de ellos. La plaga desapareció. Le acompañaba Santo Domingo de la Calzada. Los cinco años que habían durado sus grandes sacrificios e incesantes fatigas, debilitaron totalmente su salud. Cayó enfermo de gravedad y se retiró a Logroño. Recibió los últimos sacramentos y fijando los ojos en el cielo, fue a descansar en los brazos del Padre Celestial en el año 1048. Los escritos de la época nos dicen que los sagrados restos de Gregorio fueron trasladados prodigiosamente a Peñalba, en Navarra, donde los fieles seguían acudiendo para pedir al santo protección y auxilio, sobre todo en las plagas de langosta. Lo tenían por especial abogado contra este contagio. La ermita de San Juan de los Prados ha desaparecido, no se conserva ningún resto de ella.

 

Existieron en Trujillo dos imágenes de San Gregorio. Una de ellas se encargó para las Casas Consistoriales. Es la imagen de San Gregorio que actualmente se encuentra en las dependencias del Ayuntamiento. Fue tallada por el escultor trujillano Juanes de la Fuente en el año 1582[40], y fue pintada y dorada por el pintor Muriel Solano[41].

 

Gran importancia tuvo la veneración a este Santo en Trujillo, una ciudad dedicada esencialmente a la actividad agrícola y ganadera. De hecho, esta imagen se ubicó en el altar de las Casas Consistoriales o antiguo Ayuntamiento, junto a la imagen de San Andrés, que fue patrón de la ciudad, obra realizada en el año 1595 por el escultor placentino Pedro de Mata, en el lugar donde se decidieron y aprobaron los asuntos más importantes que concernían a la ciudad tal o pueden constatar Libros Capitulares[42].

 

Según el Procesionario del siglo XVI, la procesión de San Gregorio tenía lugar el día 9 de mayo, votada por el Cabildo y el Clero de la Ciudad en el año 1582, salía de la iglesia de Santa María y discurría hacia la Plaza pasando por las calles del Peso de la Harina, de los Toros y Nueva hasta la ermita de San Juan de los Prados, donde estaba el Altar a San Gregorio (como ya hemos indicado), pasando por la ermita de San Lázaro. Al finalizar la misa, regresaba a la parroquia de Santa María pasando por las calles de los Herreros, Carnicerías y Plaza Mayor, asistiendo las Cofradías con sus insignias y pendones.

 

Por lo tanto, existió otra imagen de San Gregorio en la propia ermita de San Juan de los Prados[43], que era muy venerada por el gremio de labradores, contribuyendo también a su culto y al cuidado de la propia ermita con importantes limosnas el Concejo[44]. Por un Inventario que está en el Protocolo del escribano Juan de Santiago Madrigal, sabemos que en esta ermita había en el año 1598 los siguientes bienes muebles: dos imágenes de bulto, una de San Juan, puesto en un retablo de madera, y la otra de San Gregorio en sus altares. Otra imagen de Nuestra Señora, vestida. Otra imagen de bulto pequeña de San Juan con el cordero a los pies. Otra de San Juan Evangelista pintado en un lienzo. Una Verónica y otra tabla de la Magdalena[45].

 

Un santero se encargaba del cuidado de la ermita. Concretamente, el 25 octubre del año 1602, obsequió el Concejo con una capa al santero, agradeciendo de sus desvelos por el cuidado y ornato de la ermita. En el mes de junio del año 1603, el Ayuntamiento pagaba 12 reales por unas puertas que se pusieron en la ermita. Cerca de la misma había un pozo. El Concejo, el 15 noviembre del año 1604 comisionó a Diego de Saz Carrasco que se case el pozo por ser peligroso[46].

 

Desconocemos el lugar exacto en el que estuvo ubicada la remita. No obstante, en los prados de San Juan existen dos pozos, distante uno de otro escasamente 100 m, al lado de uno de estos pozos estuvo ubicada la ermita, justo en el camino antiguo de Sevilla, el que se dirige hacia la ermita de Santa Ana. En el año 1709, en un Libro Capitular del Concejo, un acuerdo dice literalmente: «El Ayuntamiento dona a la cofradía del Hospital de la Caridad dos casas del aceite y tarazana que servían para la fábrica del cáñamo y están en el prado de San Juan frente a la ermita, casi arruinadas, que en ellas hay algunos materiales de madera, teja y piedra que puede servir para reparar la Casa de Comedias, que era aquella propiedad de dicha cofradía del Hospital de la Caridad«[47].

 

Esta ermita desapareció con la invasión francesa del año 1809, según un acuerdo del Concejo con fecha 13 mayo 1825 se dice lo siguiente: “Atendiendo a que se han consumido crecidas cantidades en la extinción de langosta sin que sea bastante para votar la, se acuerda que todo vecino sin distinción presente medio celemín de langostas en el corral de la ermita destruida de San Juan a las cinco de la tarde”[48].

 

En el año 1868, todavía existían ruinas de la ermita de San Juan, ya que el día 28 diciembre, se dio cuenta de una solicitud de Lucas Acedo, en representación de la cofradía de las ánimas, pretendiendo que se le devuelvan los documentos que otra instancia en que solicitaba la inscripción de la ermita y corral de San Juan a nombre de dicha cofradía[49].

 

 

En la colección particular de la familia Gartton, en el palacio de Piedras Albas de Trujillo, en las paredes del salón principal cuelgan dos tapices de la primera mitad del siglo XVIII.

 

TAPIZ 1º.- El primero de los tapices recoge la muerte de Saúl y su escudero, tal y como aparece descrita en el Libro primero de Samuel (31, 1-6): «Los Filisteos libraron batalla con Israel y los israelitas huyeron ante los Filisteos y cayeron heridos de muerte, en el monte Gélboe. Los Filisteos persiguieron a Saúl y a sus hijos y mataron a Jonatán, a Abinadab y a Melquisúa, hijos de Saúl. El peso del combate cayó sobre Saúl. Lo descubrieron los arqueros y fue muy herido por ellos. Entonces dijo Saúl a su escudero: -Desenvaina tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan esos incircuncisos y se burlen de mí-. Pero su escudero no quiso, pues tenía gran miedo. Entonces Saúl cogió su espada y se dejó caer sobre ella. Cuando vio el escudero que Saúl había muerto, se echó él también sobre su espada y murió con él. Y así murieron juntos el mismo día Saúl, sus tres hijos y su escudero»[50] No lleva firma ni fecha.

 

El artista se ha preocupado más de la decoración que de la composición, más de la riqueza del color que de la claridad compositiva. En la capa del personaje que está suicidándose en primer término, aparece bordado su nombre que lo identifica: SAVL. Su cuerpo destaca sobre el resto de los personajes que aparecen en escena. El acentuado sentido tridimensional se observa en las piernas que avanzan, el movimiento deslizante de caída y el brazo que retrocede. En segundo término está su escudero, clavándose la espada en el pecho, y, al fondo, el fragor de la lucha, en donde la profundidad se expresa con un gran despliegue de medios. Todo tiende a la unidad total, al vértigo de la acción.  Las figuras carecen de acusados contrastes de luz y sombra. El artista muestra preferencia por los tonos claros y por una entonación delicada y unitaria, aunque se preocupa por la perspectiva y por un fuerte realismo. El color y el dibujo, el fondo y los personajes se subordinan a un noble efecto decorativo. El artista se ha interesado por el movimiento, los escorzos y el análisis del cuerpo humano, con criterio de anatomista. Se ha utilizado la técnica del alto lizo, con los hilos de la urdidumbre en sentido vertical. La bordura está decorada con motivos vegetales.

 

Este asunto del suicidio es muy semejante a un emblema que recoge Alciato, pero no debe confundirse con él. En este otro caso, no se refiere a un personaje bíblico sino a Bruto. El gran leit motiv de la mentalidad renacentista fue la Fortuna, a la que Alciato dedicó algunos emblemas. A veces, la Fortuna vuelve la espalda a la Virtud, como se significa en el emblema 119, Fortuna virtutem superans (la Fortuna vence a la Virtud). Así el grabado presenta a Bruto, uno de los asesinos de César, que, viendo muerto a su compañero del triunvirato Casio, y que no podía escapar de ser vencido o muerto o caer prisionero, y antes de huir pidió a su soldado Straton que le ayudase a suicidarse[51].

 

Diego López al explicar la moralidad nos dice que «no puede aver mayor cobardía que matarse un hombre a sí mismo, porque ninguna cosa ay más fácil, pero es de hombre pusilánime, y es muy grande argumento de floxedad y mal consejo«[52].

 

TAPIZ 2º .- El segundo de los tapices que vamos a estudiar, de contenido mitológico, lleva bordada en hilo de oro de la fecha: 1744, en el lateral derecho. El asunto que nos ofrece está recogido literalmente de La Eneida de Virgilio, en concreto se trata del momento de la llegada de Dido y Eneas a la construcción de Cartago[53].

 

En este tapiz los problemas de ambientación y composición se multiplican. Entre los personajes que se agrupan en primer término, está Eneas que se maravilla de la mole de edificios. En segundo término, unos tienden los muros y alzan la ciudadela, otros van rodando a mano enormes piedras. Mientras se ofrecen tales maravillas ante los ojos del troyano Eneas, llega la reina Dido, radiante de belleza, acompañada por un grupo de jóvenes que la van dando escolta. El artista ha representado íntegro el texto recogido de La Eneida, con una composición compleja y acertada, un correcto dibujo y unas excelentes cualidades en el uso del color. El tapicero ha optado por la técnica del bajo lizo, en la que el telar está dispuesto en un plano casi horizontal, de modo que ha tenido que trabajar inclinado sobre el telar. Este procedimiento es más económico y más rápido de trabajar que el utilizado en el anterior tapiz. La bordura es muy ancha y está decorada con motivos vegetales. Estos tapices del Palacio de Piedras Albas de Trujillo se han constituido en émulo de la pintura, con la ventaja de no producir reflejos y aportar una calidad suntuaria.

 

XI.- Nuestra Señora dormida

 

El convento de La Merced de Trujillo tiene un importante valor histórico-artístico, fue fundado en 1594 por Francisca Pizarro Yupanqui, hija del conquistador del Perú y hermana del último emperador inca. Conserva valores arquitectónicos notables como las hermosas portadas, y el amplio claustro de estilo herreriano. En la que fuera vivienda practicada en las dependencias del convento aún se conserva la imagen pétrea de Nuestra Señora, obra del siglo XVII.

 

Fueron varias las casas y conventos que los agustinos tuvieron en la provincia cacereña hasta 1835, tiempo de la desamortización. Hubo un monasterio y colegio en Jarandilla, conventos en La Viciosa (Deleitosa), en Santa Cruz de la Sierra y en Valdefuentes. Una enfermería en Trujillo anexa a la ermita de San Judas y, la enorme trascendencia que tuvieron los Agustinos en la fundación de la ermita de Santa María de los Hitos en Jaraicejo.

 

Fray Antonio Rubio Zamorano, del hábito de San Juan, párroco de la iglesia de la Vera Cruz de Trujillo, fundó una ermita en la plazuela de San Clemente, contigua a su casa, con licencia del señor obispo dada en 31 de marzo de 1745 con su capellanía cedió dicha ermita y casa para enfermería de los frailes agustinos de Santa Cruz de la Sierra, Valdefuentes y La Viciosa (Deleitosa)[54], el día 30 de marzo de 1749[55]. La enfermería de los agustinos, sita en la calle Garciaz lindaba con la fábrica de la ermita.

 

En el Protocolo de José Cecilio Bernet puede leerse una escritura de posesión del vínculo que fundó fray Antonio Rubio Zamorano, con fecha 17 de julio de 1827, a favor del monje proceso y sacerdote del monasterio de Guadalupe, fray Antonio lobo Flores, natural de Trujillo el hijo de Vicente lobo y de Manuela Flores, como legítimo sucesor en dicho vínculo, con bienes vinculados a una vivienda la plazuela de San Judas, lindera por otra parte del mismo vínculo que habitaba Félix secos y por la debajo con la calle que se dirige a la plazuela de Quiroga. Según el acta capitular del 15 de enero de 1819, el Consejo dio un memorial de Manuel Blanco, vecino de esta ciudad en que solicita licencia para construir una casa en la rinconada contigua a la ermita de San Judas, y se dio comisión los señores  don Agustín Atocha hilo José Flores para que reconociendo el terreno y no causando perjuicio ni deformidad al aspecto público concedieran al interesado, en nombre de este ayuntamiento, la licencia que pretende o en otro caso se la nieguen[56].

 

La ermita de San Judas debió de servir casi exclusivamente para uso en enfermería de los Agustinos, ya que no existe ningún fondo documental que se refiera a la realización de actos religiosos en la misma. La invasión francesa destrozó la ermita de San Judas en el año 1808. Actualmente es una vivienda particular. Aún se conservan testimonios arqueológicos en algunas viviendas de la primera mitad del siglo XVI, arcos conopiales, sillerías y un aljibe, así como restos del siglo XVII correspondientes a la Enfermeria de los Agustinos Recoletos.

 

Las imágenes que recibían culto en la ermita eran las de San Judas, San Ramón, San Antonio y un niño Jesús de talla, un crucificado de ébano, una imagen de Nuestra Señora (Inmaculada )[57] y una imagen de San Juan. También destacamos un Crucifijo de marfil, otro de bronce, varios cuadros al óleo con las representaciones de San Agustín, Santo Tomás, San Pedro, San José y San Juan. Había en la ermita tres altares.

 

 

Imagen de Santa Teresa de Jesús

En colección particular de don Francisco Pérez Solís, se conserva la imagen de Santa Teresa de Jesús, obra del siglo XIX, que perteneció al Convento de Santa Clara de Trujillo. Fue regalada por las religiosas a la tía de Francisco Pérez. Desde el punto de vista artístico no tiene mucha importancia, pero desde el punto de vista histórico si, a pesar de que tienen más de 100 años. En Trujillo siempre se ha creído que el fundador de la Archicofradía de la santa fue el sacerdote don Fulgencio Fernández. Según nos describe el historiador don Juan Tena: “No fue don Fulgencio Fernández quien erigió canónicamente la Archicofradía de las Hijas de María y la de Santa Teresa de Jesús en la iglesia del convento de Santa clara, aunque siempre fueron objeto de su predilección apostólica”[58]. Según Tena: “He retrasado en estos días la documentación oficial de la fundación de dichas cofradías en Santa Clara. Fue ello obra del santo y sabio misionero apostólico don José María Barbero, natural de Hervás, de venerada y agradecida recordación en muchos pueblos de la diócesis la Argentina y especialmente en Trujillo. Causa emoción de la firma de don Enrique de Ossó, cuyo proceso de beatificación está incoado, secretario y fundación en Tortosa de la Archidiócesis Primaria de Jóvenes Católicas de María Inmaculada y de las Teresianas, agregando la del convento de Santa Clara, a la por él erigida con autorización apostólica en la iglesia de San Antonio de Tortosa el 21 de noviembre de 1877, pues fue una de las primeras Archicofradías de España, la de Trujillo, enriquecida con singulares privilegios como consta en el documento que tengo a la vista (se refiere al Reglamento y Oraciones de Visita de Enrique de Ossó), que también conserva don Francisco Perez[59].

 

 

En la tienda de Antigüedades de Trujillo, sita en Ronda de la Piedad, se encuentra este cuadro pintado por Antonio Picazo. Tiene gran valor simbólico e histórico, ya que Antonio Picazo pintó varios cuadros de la Virgen de la Victoria; este es el cuadro que pintó en 1881 con ocasión de las Fiestas en honor de la Patrona del citado año.

La festividad de Ntra. Sra. de la Victoria, Patrona de Trujillo, tenía lugar en la iglesia de San Martín, y era celebrada con modestidad. Pero, en el mes de octubre del año 1881, siendo Alcalde don Miguel Núñez Castilla, las fiestas adquirieron un nuevo impulso. El Himno «Salve» que tanto nos emociona en esa noche maravillosa del sábado, fue cantado por primera vez ante un cuadro de Ntra. Sra. en su castillo que fue pintado por el artista local don Antonio Picazo y fue colocado en una de las puertas de los portales de la carne (ahora es la puerta del centro de la Plaza de Mercado). El autor de la música del Himno fue el sacristán de la iglesia de San Martín don José Iglesias, y el autor de la letra el maestro don Joaquín Cuadrado. El festejo popular consistió en correr un toro de cuerda por las calles de nuestra ciudad (el correr al toro enmaromado se mantuvo hasta el año 1892). Desde entonces, se comenzó a celebrar el último domingo de Octubre con gran pompa[60].

 

 

La Cruz de los Caídos.

 

Por encargo del Ayuntamiento, el maestro de cantería don Francisco Carrasco, talló un monolito en piedra en forma piramidal truncada, rematado en una bola coronada por una cruz, correspondiente a la Cruz de los Caídos que se colocó bajo la torre del reloj en la fachada o atrio de la iglesia de San Martín en 1939, con la siguiente inscripción: “España vencedora del Comunismo en la Cruzada que levantó este día, busca la paz del Imperio por la Unidad, por la Grandeza, por la Libertad, en el signo de Franco, Caudillo. ¡¡Arriba España!!! XVII-XVIII-XIX 1936” .

 

Fue retirada con motivo del Cincuentenario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Victoria y puesta en su lugar un monumento conmemorativo de dicho evento en el año 2003. Don Duarte Pinto Coelho, la recogió y actualmente se encuentra depositada en el jardín del palacio Chaves Mendoza u Hospital de la Concepción, propiedad de don Alfonso Higuero.

 

 

Otras obras artísticas.

 

Por último destacar un escudo de la Inquisición situado en la farmacia de la calle San Miguel (solamente se conservan dos escudos del Tribunal Inquisitorial en Trujillo, el citado y otro existente en una fachada de la calle de San Pedro de la ciudad de Trujillo –. Los escudos de la Ciudad más antiguos se encuentran en la portada de la iglesia conventual de San Pedro y otro que localicé hace algunos años en los sótanos del Palacio Municipal y que actualmente se encuentra en el patio del citado palacio. Damos a conocer otro escudo que se encuentra en un local particular en la calle Sillerías, además de un escudo de los Bejarano en propiedad particular de la familia Colina, en la calle Encarnación.

 

1] RAMOS RUBIO, J. A: «La Crucifixión, una obra inédita del Maestro de Palanquinos». Archivo Español de Arte, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, núm. 258, Madrid, 1992, pp. 227-231.

[2] HIGGINS, R: Catalogue of terracottus in the department of Greek and Roman Antiquities British Museum.

Oxford. 1970, 9-10.

[3] TREUIL, R., DARCQUE, P., POUSART, J. C. TOCHAIS, G; Les civilizations 6géennes du NColithique et de 1’Age du Bronze: 516-520. Nouvelle Clio.1989.

[4] MOUARD-BESQUESS: Les terres cuites grecques. Presses Universitaires de Frunce: 1963, 44.

[5] VILASECA, S: Dos figuritas de barro del poblado ibérico de Serra de 1’Espada de Capsanes, provincia de Tarragona. II CASE, 1947, 264.

[6] FERNÁNDEZ DÍAZ, A: “Sobre unas terracotas romanas del museo del Alcoy”, Recerques del Museu DÁlcoi, 7 (1998). 184-185.

[7] CALLEJO SERRANO, C: «Las inscripciones turgalenses de Aldehuela de Mordazo», V Coloquios Históricos de Extremadura, Trujillo, 1975, 8-9; BELTRÁN, M: «Aportaciones a la epigrafía y arqueología romana de Cáceres «, Caesaraugusta, 39 – 40 , 1976, número 58,85 y 86.

[8] FERNÁNDEZ, J.M y REDONDO RODRÍGUEZ, J. A: «Liber Pater et Libera: nuevo hallazgo en Zurita», AEFE 8, 1985, 70 y 71.

[9] ESTEBAN ORTEGA, J: Corpus de inscripciones latinas de Cáceres. Tomo II, Cáceres, 2012,  p. 227

[10] ESTEBAN ORTEGA, op. cit., pp. 235 y 236; CALLEJO SERRANO, C: Diario Extremadura, 28 de mayo de 1975 (CPILC, 579).

[11] CALLEJO SERRANO, op. cit., 1975,9 (CPILC 733); BELTRÁN, op. cit., 1976, número 25,  46 y 47; ESTEBAN ORTEGA, op. cit., p. 262.

[12] ESTEBAN ORTEGA, J y REDONDO RODRÍGUEZ, J. A: «Epigrafía inédita en Ibahernando, Puerto de Santa Cruz, Trujillo y Villamesías», 2011.

[13] ESTEBAN ORTEGA, op. cit., 235.

[14] ESTEBAN ORTEGA, J y RAMOS RUBIO, J. A: “Fragmento de inscripción romana en la barbacana del Castillo de Trujillo”, (Conventus Emeritensis) en Ficheiro Epigráfico, suplemento de Conímbriga, núm. 173, Facultad de letras de la Universidad de Coimbra. Coimbra, 2018,  p. 1-5.

[15] ESTEBAN ORTEGA, J: Corpus de Inscripciones Latinas de Cáceres, Turgalium, Cáceres, 2012, p. 224.

[16] ESTEBAN ORTEGA, op. cit., 2012, p. 228 y 229; PÉREZ HOLGUÍN, J: Manuscrito de Trujillo.

[17] ESTEBAN, 229.

[18] Véase nuestro trabajo RAMOS RUBIO, J. A y DÍAZ ESTEBAN, F: “Nueva lápida árabe de Trujillo”. Anaquel de Estudios Árabes de la Universidad Complutense de Madrid, vol. 16, Madrid, 2005, pp. 201-204.

[19] Descubiertas por José Antonio Ramos y publicadas por DÍAZ ESTEBAN, F: “Inscripciones árabes y hebreas de Trujillo”, Actas del Congreso Trujillo Medieval, Trujillo, Real Academia de Extremadura, 2002, p. 27-40; DÍAZ ESTEBAN, F: “Dos nuevas inscripciones árabes de Trujillo y relectura de una tercera”, Homenaje al Prof. Daría Cabanelas, Granada, Universidad de Granada, 1987, II, pág. 171-181.

[20]Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Sección Mapas, nº 6 (sacado de: Real Audiencia, Legajo 13, expediente 17). Mapa del Partido de Trujillo.

[21]Servicio Geográfico del Ejército. Cartoteca Histórica. Mapas de Extremadura, nº 151. Mapa de la provincia de Extremadura dedicado al Excmo. S. D. Pedro de Alcántara, Pimentel, Henrriquez, Luna, Osorio, Guzman, Toledo y Silva, Hurtado de Mendoza, Marqués de Tavara, Conde de Saldaña, de Villada, y Duque de Lerma & c. Grande de España de primera clase, y Gentil-hombre de Camara de S. M. con exercicio. Para la formacion de este se ha tenido presente el Mapa manuscrito de D. Luis Joseph Velazquez; el de Maestre de Campo, D. Luis Venegas; y nuevamente sujeto a las memorias remitidas por los naturales, y a las Observaciones Astronomicas. Dividido en sus Obispados, y Partidos. Por D. Thomas Lopez. 1766.

[22]Mapa de la Provincia de Extremadura, Tomás López 1766 (Servicio Geográfico del Ejército. Cartoteca Histórica. Mapas de Extremadura, nº 151)

[23] Los arquitectos trujillanos Alonso Becerra y Francisco Becerra, padre e hijo, suscriben el contrato de la obra de la iglesia en 1566, bajo el pontificado diocesano de don Pedro Ponce de León (1560-1573). Contrato entre los maestros Alonso y Francisco Becerra, padre e hijo, de un lado; y, por otro, el mayordomo de la parroquia de Santo Domingo D. Pedro Martínez Calero (Archivo de Protocolos de Trujillo. Pedro de Carmona, 1566-1567. Leg. 10, fol. 55.). El contrato fue reformado en noviembre de l567, pero sólo afectó al pago; inicialmente se había acordado a plazos y en el nuevo contrato se acordó realizarlo a jornales. Solís, 1973, pp. 29-32.

[24] ORELLANA PIZARRO Y PÉREZ-ALOE, A. de: Francisco Pizarro, Santander, 1928.p. 12.

[25]         LOCKHART, J: Spanish Peru, 1532-1560. A Colonial Society, Madison. 1968. Los de Cajamarca. Un estudio social y biográfico de los primeros conquistadores de Perú, 2 volúmenes, Lima. 1972, p. 150; BALLESTEROS GAIBROIS, M: Francisco Pizarro, Madrid. 1986, p. 12.

[26] Expediente clasificado con el número 6524, fue publicado por PORRAS, R: Información sobre el linaje de Francisco Pizarro, Badajoz 1951.

[27] Todos los testigos coincidieron en la respuesta, por ejemplo, la testigo de ochenta años Inés García, viuda de Juan de Macinos contestó “conoscio a gonçalo piçarro padre del dicho francisco piçarro e a hernando alonso piçarro padre del dicho francisco piçarro e a hernando alonso piçarro e a Isabel Rodríguez su padre e madre e aguelos del dicho francisco piçarro e esta testigo los vido todo el tiempo que se acuerda que heran avidos e tenidos cada uno por si onvres e personas hijos dalgos e en tal posesion los vido estar y heran avidos e tenidos comúnmente en la dicha cibdad de Trujillo…conoscio a francisca gonçalez madre del dicho francisco piçarro e asy mismo conoscio a juan mateos e a maria alonso, su muger aguelos del dicho francisco piçarro y que hera muy horrada gente porque esta testigo los converso mucho y heran avidos e tenidos e conmunmente reputados por xpianos viejos”. Información sobre el linaje…. Véanse los estudios de BUSTO DUTHURBURU, A. del: “La familia materna y la casa natal de Francisco Pizarro”, en sobretiro de la Revista de la Universidad Católica del Perú 8, nueva serie, pp. 95-106, 1980. Francisco Pizarro y Trujillo de Extremadura, Lima. 1983.

[28] Esta aportación es la más interesante para nuestra hipótesis pues era el único de los testigos que sobrevivía a todos en 1529, ofreciéndonos valiosas noticias sobre el nacimiento de Pizarro. El afirmó que “avía nascido en casa de uno que se llamava juan casco”. El documento que las contiene, signado con el número 6524, está en el Archivo de Órdenes Militares, Repartimiento de Santiago, en la sección de Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Madrid, y su título es: Información sobre el hábito de Santiago para Francisco Pizarro. Probanza que va de la ciudad de Trujillo al Concejo de la Orden, sobre la genealogía del capitán don Francisco Pizarro.

[29] A finales del siglo XIX aún vivían familias con el apellido Casco en la calle Tintoreros, concretamente Antonia Casco, en una casa que curiosamente lindaba por la zona trasera con el Monasterio de San Miguel. NARANJO ALONSO, C: Trujillo y su tierra. Ed. Sánchez Rodrigo, Serradilla, 1929.

[30] Información de limpieza,…declaración de Antón Zamorano.

[31] Antes del Concilio de Trento un niño podía ser cristiano en cualquier catedral, iglesia, capilla, santuario o ermita, en cualquier lugar sagrado. Fue el Concilio quien ordenó que, preferentemente, debería bautizárseles en un templo parroquial cabeza de collación y, además, dejarse constancia escrita de la filiación del bautizado para asentarla en un libro de bautizos.

[32] Curiosamente se conoce en el vulgo popular este paraje como “Valle del judío”.

[33] Ya di a conocer esta obra en el libro RAMOS RUBIO, J. A: Estudio sobre los conventos de la T.O.R.F. de Trujillo (Monasterios de San Francisco el Real y San Pedro), Cáceres, 1991, p. 72.

[34] También pintó y doró la imagen de San Gregorio para las Casas Consistoriales que realizara Juanes de la Fuente en 1582. Libramiento, 6 diciembre de 1582: “en este día se mandaron librar a Juanes de la Fuente, diez ducados para la  fechura de una imagen de San Gregorio que fizo para la sala del Ayuntamiento”. Archivo Municipal de Trujillo. “El 6 mayo de 1583 mandaron librar a Muriel Solano, pintor, 14 ducados porque pintó y duró la imagen de San Gregorio para la capilla del Ayuntamiento”. Libramiento. Archivo Municipal de Trujillo. La imagen de San Gregorio se conserva actualmente en secretaría del Ayuntamiento trujillano.

[35] Conservada por doña Mercedes Pulido.

[36] Archivo Municipal de Trujillo, leg. 64, 15 y 16vº, junio y julio de 1504.

[37] Propiedad de don Javi Redondo y Marisa Fernández.

[38] Vid. RAMOS RUBIO, J. A y CILLÁN CILLÁN, F: Procesionario de Trujillo del siglo XVI, Iberprint, Montijo, 2011. Trabajo basado en el Procesionario del siglo XVI, Archivo Municipal de Trujillo.

[39] TENA FERNÁNDEZ, J: Trujillo, histórico y monumental. Gráficas Alicante, 1967, 365.

[40] Libramiento, 6 diciembre de 1582: “en este día se mandaron librar a Juanes de la Fuente, diez ducados para la fechura de una imagen de San Gregorio que fizo para la sala del Ayuntamiento”. Archivo Municipal de Trujillo.

[41]“El 6 mayo de 1583 mandaron librar a Muriel Solano, pintor, 14 ducados porque pintó y duró la imagen de San Gregorio para la capilla del Ayuntamiento”. Libramiento. Archivo Municipal de Trujillo.

[42] Legajo 1-3-1- Archivo Municipal de Trujillo.

[43] La ermita se construye el año 1572, que es la primera referencia que encontramos en las actas del Concejo. El 18 abril de 1572, el Concejo mandó librar veinticuatro ducados para la obra de la ermita de San Juan, y el 27 junio de 1575, el propio Concejo entregaba diez mil maravedíes para tejar la iglesia, finalizando las obras el 27 junio de 1578. Cit. Tena, 1967, 552.

[44] Libro Capitular del Concejo, 1709. Archivo Municipal de Trujillo.

[45] Protocolo del escribano Juan de Santiago Madrigal. Archivo de Protocolos de Trujillo, 1598.

[46] Tena, 1967, 552.

[47] Véase TENA FERNÁNDEZ, 1967, 553.

[48] Incluso en el año 1868, todavía existían restos de los muros de esta ermita, pues el 28 diciembre del año 1868 en una sesión municipal se da cuenta de una solicitud de Lucas Acedo, en representación de la Cofradía de Ánimas, pretendiendo que se devuelvan los documentos en que se solicitaba la inscripción de la ermita y corral de San Juan a nombre de dicha Cofradía, había unido, así como se le franqueará certificación del acuerdo en que el ayuntamiento lo había resulto, y el ayuntamiento acordó según se solicita por este interesado. TENA, 1967, 553.  En la actualidad, ya no quedan restos de la ermita.

[49] Sesión municipal del 28 de diciembre de 1868. Archivo Municipal de Trujillo.

[50]La Santa Biblia, texto bajo la dirección de Evaristo Martín Nieto, ediciones Paulinas, 16ª ed., Madrid, 1972. Libro 1 de Samuel, 31, 1-6. pp. 340-341.

[51]«Sobre la punta de su espada,/ con atrevido acento echó un gemido/ Diciendo, O Fortaleza desdichada,/ No más que palabrera ¿por qué aora/ Sigues a la fortuna mandadora?». SEBASTIAN LOPEZ, S: Emblemas. Alciato. Akal, Madrid, 1985, pp. 156-158.

[52]LOPEZ, D: Plutarco: Brutus, p. 51.

[53]VIRGILIO: Eneida, libro 1, pp. 153-157 (facs. Gredos, 1992).

 

 

[54] El convento de San Juan Bautista, conocido como convento de la Viciosa (nombre que proviene por el valle que le rodea, por la magnífica vegetación que allí crecía era llamado El Vicioso), además en el Interrogatorio de la Real Audiencia se especifica claramente: “En el término de esta villa a distanzia de una legua se halla un combento de Agustinos Recoletos, su nombre San Juan de la Penitenzia en el Balle de la Viziosa, de cuya fundazion, yndibiduos y rentas dara razon el reberendo padre prior de el”.  Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura de 1791.

Fue fundado en el año 1559 por fray Pedro de Alcántara, a expensas de don Fernando Álvarez de Toledo y Figueroa, II Conde de Deleitosa.

[55] Documento propiedad de los legajos de don Federico Acedo.

[56] TENA FERNÁNDEZ, 1967, 126.

[57] Las imágenes de la Inmaculada y San Antonio han sido custodiadas por doña Elvira Andrada y don Antonio García. Ahora se conservan en las viviendas de sus herederos.

[58] TENA FERNÁNDEZ, 1967, op. cit., p. 235.

[59] Libros de Actas y de Registros de los Cofrades y junta directiva de las Hijas de María y Santa Teresa de Jesús.

[60] Véase nuestro trabajo RAMOS RUBIO, J. A: Trujillo Costumbrista, 1870-1970. Cáceres, 1993.

 

 

 

 

 

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