Mar 042014
 

José Antonio Sánchez de la Calle.

1.- Introducción.   El presente trabajo pretende poner de relieve el compor­tamiento de la mortalidad infantil en el norte de Extremadura a lo largo del período comprendido entre 1800 y 1970. Para ello se ha creído conveniente estudiar la variable en dos ámbitos. Por una parte el urbano, representado por Cáceres capi­tal y Plasen­cia, la segunda ciudad en importancia de la provincia. Y por otra el rural, identificado por la comarca del Valle del Jerte, el Valle del Alagón (Montehermoso, Aceituna y Guijo de Galisteo) y Malpartida de Cáceres. Asimismo, se pretende marcar las diferen­cias existentes entre uno y otro ámbito en cuanto a la intensidad de las crisis demográficas y su efecto en las defunciones infantiles. Creemos que la muestra puede resultar significativa y, en cierto modo, una aproximación al comportamiento de la mortalidad infantil en la región extremeña.   Los datos utilizados en este estudio aparecen al final en forma de anexos y han sido extraídos de los Registros Parro­quiales, el Registro Civil y diversos Censos y Padrones. Los restantes valores brutos y tasas proceden de diver­sos autores ([1]). Conviene también poner de manifiesto la falta de homogeneidad entre los diferentes datos  utilizados (tanto valores brutos, como tasas, períodos, años…), lo que obliga a veces a extraer conclusiones con mucha cautela. 2.- La mortalidad infantil en el siglo XIX.         A lo largo del pasado siglo, Extremadura, al igual que el resto de España, pasó por una serie de situaciones críticas para su población: guerras, epidemias, inestabilidad política, crisis de subsistencias y obreras… Estas coyunturas desfavorables dejaron sus huellas en la demografía en ocasiones de manera muy marcada, si bien la intensidad de las mismas no fue homogénea en las diferentes zonas estudiadas.   Ya a comienzos del siglo XIX (1803-05) tuvo lugar una fuerte crisis de subsistencias que afectó particularmente a los párvulos de las dos ciudades más importantes del norte extremeño. En Efec­to, Cáceres y Plasencia muestran una elevación de las tasas brutas realmente significativas. En dos parroquias de la primera (San Juan y Santiago), la mala coyuntura eleva las defunciones de la primera década a un promedio de 615,3 por mil. En la segun­da, las parroquias de Santa María y San Pedro triplican los valores de los años anteriores. No se dispone de datos para los diferentes ámbitos rurales. El elevadísimo precio alcanzado por el trigo en casi toda la provincia durante el bienio de 1804-05 fue la causa de esta crisis agraria; y, aunque algunos especialistas como G. Anes (1970: 233) no están de acuerdo en considerar real la citada crisis, lo cierto es que su fuerte in­cidencia pone de manifiesto la falta de abastecimiento de algunas zonas del interior peninsular y la necesidad de importarlo de zonas productoras.   Sin embargo, parece fuera de toda duda que no hay nada de ficticio en el hecho de que una mala cosecha genere en los casos cacereño y placentino una subida del precio del trigo del orden de un 242 y 286%, respectivamente. Y que el resultado se traduzca en un importante aumento de defunciones infantiles. Es de sobra conocido que los organismos más débiles sufren los primeros la ausencia de alimentos.   Cuando los efectos de esta crisis aún no habían desapareci­do, la Guerra de la Independencia vuelve a ensombrecer el panorama. Y, aunque parece comprobado que las dos ciudades no sufrieron con violencia la dinámica bélica, las consecuencias posteriores fueron las causantes de que entre 1811 y 1812 se registrase una nueva crisis de subsistencias. En esta ocasión, resultó más perjudicado el núcleo placentino, por cuanto la ciudad fue ocupada doce veces por el ejército francés, sufriendo numerosos impuestos, derramas, pillajes y extorsiones (Sánchez de la Calle, 1994: 70-71).   Los datos insertos en el Anexo reflejan esta diferencia. Entre 1811 y 1820, los cocientes infantiles ascienden al 456 por mil en Cáceres, mientras que los placentinos se colocan en el 480. Y eso que en la primera ciudad se ha considerado muerte infantil a los menores de siete años, mientras que en la segunda se aplica esta categoría a los menores de cinco. Obsérvese, por otra parte, las  altas tasas placentinas entre 1811 y 1813, lo que parece confirmar la hipótesis del mayor impacto de la crisis.   Las décadas comprendidas entre 1820 y 1850 contemplan un discurrir más sosegado de la variable analizada. En efecto, tras los críticos momentos vividos por la población en los tres prime­ros quin­quenios se produce una fase es­tacionaria e, incluso, en algunos momentos, un descenso en el número de óbitos infantiles. Los datos de las dos colaciones cacereñas arrojan unas tasas de 499, 443 y 475 por mil para cada decenio. Mientras que las pla­centinas se sitúan en el 201, 278 y 286, respectivamente. La diferencia, como puede aprec­iarse, es considerable. En este sentido  conviene hacer hincapié en el hecho de que estas cifras no son definitivas, sino tan sólo una aproximación, puesto que no se cuenta con todas las parroquias de ambas ciudades. Pese a ello, es posible que las tasas placentinas no estén demasiado alejadas de la realidad, puesto que en momentos críticos los cocientes se disparan. En 1831-32, con motivo de unas afecciones fe­briles, la tasa alcanzó un valor de 716 por mil; y en 1834, la epidemia de cólera provocó 484 muertes de párvulos por mil. De todas formas, las diferencias entre ciudades  pudieran estar motivada por la mayor o menor afluencia de ex­pósitos a las Casas Cunas respectivas. En la cacereña se recogían todas las criaturas abandonadas al sur del Tajo, mientras que la de Plasen­cia admitía a las procedentes del norte del río ([2]).   En el ámbito rural merece comentarse el paralelismo seguido por la mortalidad infantil en Plasencia y en el Valle del Jerte en la prim­era mitad del siglo XIX: elevada en la primera década, moderada en las siguientes, y un nuevo ascenso a partir de los años cuarenta.   Los años cincuenta contemplan una subida generalizada de las muertes infantiles en casi todos los ámbitos del norte extre­meño: 615 por mil en Cáceres (para las dos parroquias citadas), 480 en Plasen­cia, 501 en el Valle del Ala­gón y 434 en Malpartida de Cáceres. Las plagas de langos­ta, las malas cosechas, las epi­demias y las crisis agrarias están en el origen de este compor­ta­mie­nto. Tan sólo la cri­sis de subsis­tencias de 1857 hizo subir la tasa anual en Plasencia al 959 por mil, en el Valle del Jerte al 964, y en Malpartida de Cáce­res al 618. Y eso teniendo en cuenta que en esta última localidad la mortalidad infantil está comprendida entre 0 y 1 año, mientras que en Plasencia y el Valle la amplitud va de 0 a 5 y de 0 a 7. Conviene precisar que en algunos pueblos del Valle, como El Torno, Cabezuela, Jerte, Cabrero y Piornal, la crisis se vio agravada por una fuerte epidemia de viruelas que hizo dispararse los valores infantiles (CRUZ REYES, 1983: 120). Y lo mismo puede deci­rse de Montehermoso y de Aceituna (CLEMENTE FUENTE, 1988: 77-80)   La década siguiente fue testigo de un acercamiento entre los valores cacereños y placentinos (564 y 599 por mil, respec­tivament­e). Y ello a pesar de que en este período se incluye como difuntos infan­tiles a los finados entre 0 y 10 años cacereños. Lo que da una idea de cómo las epidemias (fundamentalmente fiebres) y la crisis agraria de 1868 golpearon con fuerza en la ciudad del Jerte. En 1864 y en 1869 las tasas se elevaron al 1005 y 717 por mil respec­tivamente. En los ámbitos rurales los cocientes se situaron en 501 para el Valle del Alagón y en 408 para Malpartida de Cáceres, si bien en este último núcleo, en 1869, se alcanzó la cifra de 539 muertes por mil para los niños de menos de un año; por lo que habría que aumentar la citada cifra, teniendo en cuenta que se está comparando con grupos de 0 a 5 y 0 a 10. No se dispone de datos para el Valle del Jerte pero, teniendo en cuenta que 1860 (tasa de 625%) fue para esa comarca un año crí­tico, es muy posible que los valores decenales no bajaran del quinientos por mil.    Los últimos treinta años del pasado siglo presen­ciaron un recrudecimiento de la mortalidad infantil y un retorno a la mortalidad catastrófica. Las tasas brutas cacereñas se colocan, para las tres décadas, en el 627 por mil, mientras que las placentinas se quedan en 487. El ámbito rural, por su parte, muestra unos valores del 461 por mil en Malpartida de Cáceres y del 501 en la comarca del Valle del Alagón. Los pueblos jerteños poseen unos valores que oscilan en torno al 450 por mil, si bien en algunos años pun­tuales, se produce una eleva­ción marcada (732 en 1887).       Varias causas se dan cita a la hora de explicar estos valores, entre las que merecen citarse los repetidos ataques epidémicos. En 1874 se produjo uno de viruelas que afectó a una ex­tensa zona del norte provincial, especialmente a la capital y a Plasencia (cuya tasa alcanzó un 592 por mil). También los diferen­tes núcleos rurales analizados sintieron la afección, en especial­ Malpartida de Cáceres, cuya tasa se disparó hasta el 509 por mil (en 1876 y en 1878 el ataque volvió a repetirse, lo que disparó los valores al 669 por mil). En 1883 la viru­ela reaparece con virulencia en Plasen­cia, cuyas tasas se disparan hasta 818 por mil. No se ha podido comprobar en los otros núcleos es­tudiados la presen­cia del morbo, si bien es cierto que los valores brutos de la mor­talidad general experimentaron una subida. En todos los ámbitos rurales se observa una subida de la mortalidad general e infantil, aunque no se poseen datos a la hora de cuantificarla. Esto es debido a que algunos autores como Cruz Reyes y Clemente Fuentes han prescindido de las series numéricas y se han limitado a la representación gráfica.   Y, junto a la viruela, el sarampión fue otro morbo que mayor número de vidas infantiles arrancó en el pasado siglo. La intensidad de la epidemia sufrida por la zona en 1887 hizo alcanzar cotas verdaderamente trágicas en las tasas infan­ti­les. En Plasencia se llega al 974 por mil; los pueblos del Valle del Jerte alcanzan los 732 por mil, en Malpartida de Cáceres los 506 (a pesar de que sólo se contabilizan como pár­vulos los menores de un año), y en Guijo de Ga­listeo se alcanzó el récord: 1.333 por mil. En Cáceres sin embargo  no ha podido constatarse la presencia de la enfermedad   En 1885 se produjo el último asalto colérico en el marco nacio­nal (NADAL OLLER, 1985: 150-154), pero al igual que en 1864, la zona objeto de estudio no sufrió su embate. Lo que sí continuaron estando presentes fueron las enfer­medades infectocon­tagiosas, como la viruela  y el saram­pión, a las que deberían sumarse la meningitis, el paludismo y otras gastr­ointestinales que unas veces funcionaban como endémicas y otras como epidémicas.   Además de este tipo de morbos, existieron otros causados por las crisis económicas. A las ya citadas crisis de subsisten­cias de 1857 y 1868 habría que sumar ahora los efectos de la negativa coyuntura de finales de siglo. En efecto la crisis obrera de 1898 tuvo como consecuencia la falta de trabajo para amplias capas de población, el aumento del precio de los artículos de primera necesidad, la exten­sión de la pobreza, el hambre y, en última instancia, una elevación de los valores de mortalidad. En Cáceres  capital se eleva la tasa de mor­talidad general, que pasa del 24 al 45 por mil, y también la infantil: si para el decenio 1888-97 el cociente era de 549, los años comprendidos entre 1898 y 1900 lo hacen subir hasta 586 por mil. En Plasencia el momento se sufre con cierto retraso: los 331 por mil de 1898 se convier­ten en 573 en 1899.   Sin embargo, a la hora de buscar el efecto de esta crisis en el ámbito urbano, descubrimos que el impacto no fue tan marcado. La evolución de la mortalidad infantil en el Valle del Jerte pone de manifiesto un sensible descenso de valores y tasas. No disponemos de series, pero sí sabemos que los cocien­tes infantiles entre 1897 y 1900 oscilaban entre 223 y 229, lo que evidencia una posi­ble ausencia de crisis finisecular. Y algo parecido ocurre en varios pueblos de la comarca del Alagón, pues la tasa muestra también una tenden­cia descendente ([3]). Por último, los valores de Malpartida de Cáceres muestran, asimismo, un comportamiento bastante parecido al de los anteriores núcleos rurales.       Vemos, pues, un primer elemento diferenciador de los marcos urbanos (o semiurbanos) y rurales a finales del pasado siglo. Si bien es cierto que algunos adelantos higiénicos, sanitarios y  médicos actuaban preferentemente en los mayores núcleos de población, también lo es que los medios rurales se encuentran mejor abastecidos que los urbanos en períodos de crisis de subsis­tencias, lo que se traduce en una mejor alimentación y, consecuentemente, en una menor probabilidad de enfermar y fallecer. Así pues, si la mortalidad infantil es uno de los fenómenos demográficos más sensibles frente a cualquier tipo de crisis, y el grado en que éstas afectan al alza de su tasa es uno de los mayo­res indicadores de la intensidad alcanzada por la misma en el campo económico-social, parece claro que, al descender las tasas del entorno rural, habrá que concluir afirmando que su efecto fue muy limitado en las edades infan­tiles.         3.- La mortalidad infantil en el siglo XX.   Al­gunos especialis­tas se han encargado de demostrar las notables diferencias int­er­provinciales existentes en la mor­tali­dad infan­til (A­rbelo Cur­belo, 1962). En este sen­tido, Extremad­ura es una de la regio­nes más retrasad­as, pues sus valores son muy elev­ados en relación con otras regi­ones y la media nacional. De hecho, en la mayor parte de los diversos núcleos estudiados, al des­cen­so de la mor­talidad gene­ral no cor­responde un retroc­eso paral­elo de las de­fun­ciones de pár­vulos. La causa de esta sin­gularidad estriba en la pres­en­cia de elementos que suponen una con­tin­uidad de la dinámica mantenida en el siglo XIX.   Durante la primera década la zona objeto de estudio pasa por momentos delicados. Entre 1904 y 1905 se obtuvieron malas cose­chas, a consecuencia de adversas condiciones climato­lógic­as, seguidas de crisis alimenticias, lo que provoca un incremento de las defunciones. En Cáceres y Plasencia se aprecia la su­bida perfectamente. Sin embargo, tanto en el Jerte como en el Alagón la crisis apenas tuvo importancia. En una situación intermedia aparece Malpartida, lo que parece demos­trar de nuevo que la falta de alimentos básicos afectaba más seriamente a los ámbitos urbanos que a los rurales. Y no es de extrañar que así fuera pues en coyunturas críticas el abastecimiento presen­ta mayor dificul­tad en las ciudades que en el campo.    Unos años más tarde, en 1909, se declara una epidemia de sarampión que incide seriamente en los dos principales centros urbanos cacereños. Las defunciones placentinas aumentan en un cincuenta por ciento, mientras que las cacereñas lo hacen en un treinta. En la zona del Valle hubo un alza im­posible de cuan­tificar por el momento; en el Alagón, existe constancia del citado ataque en Montehermoso, con 29 víctimas; y en Malpar­tida no se detecta el morbo. De nuevo la  mayor virulencia se observa en los núcleos importantes.   El decenio 1911-1920 será testigo de varios hechos des­tacados. Nuevamente el saram­pión afecta de forma marcada a la ciudad del Jer­te, haciendo ascender las defun­ciones infantiles casi el 80%. También el Valle es testigo de esta infección, pero en los demás ámbitos analizados no aparece.  Más importancia tiene las repercusiones económicas de la Primera Guerra Mundial sobre la zona y la posterior epidemia gripal. Los factores que determinaron la mortalidad infantil en estos años fueron la especulación y la escasez de subsis­tencias. En todos los núcleos analizados se repiten las quejas por el elevado precio de las materias primas alimen­ticias. Como consecuencia de las expor­taciones masivas destinadas a las poten­cias europeas contendien­tes, se produjo una carestía de la vida seguida de pertur­baciones. El trigo, el aceite y la carne fueron algunos de los artículos que acabaron siendo racionados (al menos en Cáceres y Plasen­cia) ([4]). Parece lógico que, en estas condiciones, fueran las edades más débiles quienes sufrieran en mayor medida el impacto del hambre. En la capital provincial los óbitos infan­tiles aumentan el 50%, y en  Plasencia, el 30%. En pueblos como Montehermoso y Guijo de Galisteo las crisis de mortalidad general alcanzan una inten­sidad de 80 según la fórmula de Hollingsworth, y hacen que las tasas del decenio sean supe­riores a las de 1900-1910. En el Valle del Jerte los picos de la mortalidad infantil son responsables de que las tasas del decenio apenas desciendan diez unidades respecto al anterior. Sólo Malpartida parece no reflejar intensamente la crisis (20% de mortalidad extra).   Estos factores analizados se vieron reforzados por la epidemia gripal de 1918-1920, complicada por brotes de tuber­culosis, tifus e infecciones gástricas, lo que ayuda a com­prender la elevada mortalidad infantil con la que se cierra el decenio. En este punto conviene recordar la presencia de las respectivas Casas-Cunas en las dos ciudades más importantes, lo que contribuía a incrementar las ya de por sí elevadas tasas infantiles. Téngase presente que las condiciones en las que los acogidos en esas instituciones se encontraban no eran demasiado favorables para la superviven­cia, especialmente la placentina.   La década comprendida entre 1920 y 1930 muestra una baja significativa de los valores infantiles (véase gráfi­co). Tanto los nacionales como regionales y provinciales ex­perimentan un marcado descenso. También Plasencia se une a esta tendencia, al igual que los otros núcleos rurales. Este decenio se afirma como un período de transición en cuanto a la variable estudiada. Las mejoras en las condiciones de vivien­da, higiene, alimentación y el abandono de las prác­ticas tradi­cionales de lactancia infantil están en el origen de esta dinámica; hasta el punto de que contribuyeron a conseguir avances espectaculares. Sin embargo, el segun­do quinquenio en Cá­ceres presencia una eleva­ción de sus valores brutos. Es posi­ble que tal diná­mica guarde relación con el tras­lado de la Casa Cuna placen­tina a la cap­ital, lo cual haría as­cender el número de muer­tes infantiles.   El descenso en el ámbito rural está muy relacionado con el desarrollo de la asistencia sanitaria y las mejoras notables que en esta época se produjeron. Estos cambios pasan por la creación de los denominados Centros Primarios y Secundarios de Higiene, así como por la puesta en fun­cionamiento de gran número de Dispensarios repartidos por toda la provincia. Dentro de la segunda modalidad merece citarse la actuación del Instituto Nacional de Higiene de Alfonso XIII. Este centro jugó un papel importante en la lucha contra el paludismo, enfermedad muy arraigada en la zona del Alagón, el Valle del Jerte y en Malpartida. Y no sólo lucha y profilaxis de este morbo, sino también en todo lo referente a información y divulgación de materias  higienico-sanitarias, saneamiento del medio, char­las, etc, ([5]). A prin­cipios de los años treinta se pusieron en fun­cionamiento los Centros Primarios de Higiene Rural en la prov­incia cacereña y en 1932 dieciséis municipios contaban con algún edificio. Su principal cometido, aparte claro está de la lucha an­tipalúdica, consistía en la inspección sanitaria escolar, la higiene ma­ternal e infan­til, el análisis de laboratorio y el tratamiento sin­tomático de la sífilis y la tuberculosis. El médico local era el encargado de desarrollar la labor, por lo que el Insti­tuto Provincial de Higiene realizaba cursillos para capacitar y reciclar a los profesionales de los diferen­tes Centros Rura­les.   La década de los años treinta es testigo de un nuevo descenso de los valores infantiles. Sin embargo, la verdadera baja se produce en el primer quinquenio, pues la Guerra Civil dispara las cifras de nuevo. En efecto, la contienda afectó intensamente a las condiciones de vida: escasez, subalimen­tación, carestía y enfermedades fueron las causantes de que las defun­ciones infantiles se incrementaran un 50% en Cáceres, un 100% en Plasencia, un 40% en Malpar­tida, y porcen­tajes parecidos pueden detectarse para las comarcas Jerteña y del Alagón.     La creación del Centro de Higiene Infantil en la capital contribuyó al descenso de las tasas urbanas cacereñas, pero se vio ensombrecida por las dificultades y privaciones de la guerra y la posguerra. Sin embargo, este hecho dramático no oculta que el retroceso de la mortalidad general debe mucho a la caída de la infantil, hasta el punto de que la primera no se entiende sin la segunda. En Plasen­cia, por su parte, des­taca la creación del Dispensario Antipalúdico, el de Higiene Mental y la encomiable labor realizada por el Instituto Provincial de Higiene, que puso en marcha una serie de servicios que afectaron positivamente a los niños (Dispensario Escolar de Maternología, puericultura, garganta, nariz, oído, antituberculoso, odontología, der­matolog­ía, etc. Todos estos servicios eran gratuitos) ([6]). El resto de los núcleos también tiene un descenso de óbitos infantiles, debido a la labor de los órganos y centros antes cita­dos (Ins­titu­tos, Dispensarios, etc.) lo que implica la existencia de una mejor infr­aestructura en el campo de la higiene y la s­ani­dad.   Entre 1940 y 1950 los óbitos infantiles caen inten­samente en los núcleos urbanos. Y eso a pesar de que las con­secuen­cias de la guerra se alargaron en el tiempo. En efecto, si los años de lucha fueron duros y conflictivos, peores fueron los de posguerra, como lo demuestra la punta de sobre­mortalidad de 1941 y 1944-45. El primero de ellos fue el año del «hambre», cuyas cifras alcanzaron cantidades semejan­tes a las del siglo XIX. Las defunciones cacereñas se doblaron y las placentinas alcanzaron el 50%, al igual que las de Malpartida; y en las comarcas jerteñas y del Alagón, las cifras alcanzaron cotas para el período 1941-45 cercanas a las ob­teni­das durante la crisis del finales de siglo pasado. A partir de entonces, el alza se produce de forma puntual, pero ya no tiene un com­ponente general que afecte a toda la zona norte: como el de 1945 en Plasencia, el de 1946 de Malpartida y Cáceres, o el de 1947 en el Valle del Jerte.   En el medio urbano continúan las mejoras médicas, me­diante la instalación del Instituto de Maternología y Pue­ri­cul­tura, la apertura de nuevas clínicas, la difusión de an­tibióticos y la generaliza­ción del Seguro Obligatorio de En­fer­medad. En el campo el descenso es menos rápido pero continuo, debido a los factores señalados, a los que habría que añadir la introducción revolucionaria de la penicilina a mediados de los años cuarenta.   Las dos últimas décadas se caracterizan por una continuidad del descenso de los valores infantiles. En efecto, desde 1950 la variable desciende continuamente de for­ma imparable, con alguna excepción coyuntural. La zona norte de Cáceres entraba ya de lleno en un nuevo régimen de mor­ta­lidad infantil (como veremos después con el análisis de las tasas correspondientes). Estos veinte años conocieron una importante extensión de las mejoras farmacológicas. La generalización de la penicilina fue seguida de la irrupción de la estreptomicina, e interesantes mejoras en la alimen­tación, la vivienda y la higiene pública y privada en los centros urbanos como Cáceres y Plasencia. Sin olvidar los importantes avances en la calidad de vida, lo que indudable- mente tiene repercusiones en la mor­tandad infan­til.   También en el ámbito rural la reducción de las muertes infantiles constituye la tónica dominante. Ese descenso pone de manifiesto la incorporación de las comarcas jerteñas, del Alagón y de  Malpartida a las condiciones sanitarias del país, así como el cambio profundo que en el mundo rural supuso la Seguridad Social, las mejoras alimenticias y el mayor nivel de vida que se traduce en un alargamiento de la vida media. La dependencia del medio natural y la indefensión médica, sanitaria e higiénica que existía en estas zonas en tiempos pasados quedaban superadas en los años setenta.         4.- Las Tasas Brutas de Mortalidad Infantil en el Siglo XX.     Antes de proceder al estudio de las Tasas Brutas de Mortalidad Infantil es preciso señalar algunas peculiaridades de las mismas. Por una parte, la falta de datos completos regionales y de la zona del Alagón. Por otra, conviene tener presente que la mayoría de los ámbitos analizados reflejan la mortalidad de los infantes menores de un año, a excepción del caso placentino y del Alagón que incluye a los menores de 5. Un comentario aparte merece las tasas del Valle del Jerte, pues su cuantía hace dudar de su validez y mantener la sospecha de no ser correctas. Es muy posible que durante los dos primeros decenios puedan oscilar en torno a esas can­tidades, pero es difícilmente aceptable que entre 1921 y 1930 las defunciones bajen al 97 por 1.000. Por este motivo, la serie jerteña será utilizada en los primeros veinte años del presente siglo para, desde entonces, cuantificar simplemente su marcha, sin establecer com­paraciones con otros ámbitos.   La gráfica muestra que los valores placentinos aparecen muy por encima del resto desde comienzos de siglo por varias causas. Por una parte está la mayor cantidad de muertes recogidas en el escalón de 0 a 5 años, a lo que debe unirse la existencia en la ciudad de una Casa-Cuna y un Hospicio. Ambos elementos podrían justificar en buena medida esa elevación. Pero es preciso añadir la fuerte incidencia de las crisis de principios de siglo para acabar de comprender esos cocientes. Desde 1900 hasta 1930 las tasas placentinas permanecen prácticamente por encima de las demás, aunque seguidas de cerca por las de los núcleos rurales del Valle del Alagón y, más lejanas, las de Malpartida de Cáceres. Todo el conjunto del Norte de Cáceres queda por encima del nacional, regional y provincial. Las diferentes coyunturas críticas por las que atravesó el norte cacereño afectaron fuertemente a la variable infantil, como lo demuestra el hecho de que las tasas provinciales están por encima de la media extremeña. Las malas cosechas, las crisis alimenticias, los ataques epidémicos, la carestía de la vida y, en última instan­cia, las consecuencias de la guerra europea, aparecen como causantes de esa sobremortalidad de párvulos.    Los años veinte son testigos de un descenso importante de las tasas: la nacional lo hace casi en un 20%; la de Cáceres capital en un 30; y los pueblos del Alagón y Malpar­tida, en un 26 y 20%, respectivamente. La buena coyuntura económica por la que atravesó la Dictadura de 1923 a 1930 contribuyó, asimismo, a asentar las bases de este compor­tamiento demográfico. Sin embargo, Plasencia baja sólo 10 puntos, un valor muy cercano al extremeño y provincial (9 y 8%). Obsérvese que sus cocientes superan ampliamente incluso a los de los núcleos rurales. De nuevo la ciudad del Jerte vuelve a mostrar un comportamiento diferenciado en función de las causas expuestas para los dos decenios anteriores, a lo que debe unirse la presencia hasta 1925 de la Casa-Cuna y los difuntos infantiles de 0 a 5 años.   De 1931 a 1940 continúa la tónica de descenso generalizado en todos los ámbitos. Sin embargo, estos años presentan un doble cariz: por una parte el primer quinquenio refleja una baja muy importante de los cocientes; y por otro, el alza de las defun­ciones infantiles producida por la guerra. Pese a ello, el descenso es general, destacando sobre los demás los valores placentinos que sufren una pérdida de casi el 60%, frente al 17 de Cáceres, 14 del Alagón y 11 de Malpar­tida; es decir, muy cercanos a la media nacional (14%). Por su parte, las tasas provinciales pierden un 26%, la misma cantidad que la región. En este punto aparece ya una dualidad campo-ciudad, representada por los dos principales núcleos provinciales, frente a los otros rurales: los cocientes urbanos y semiurbanos aparecen más reducidos que los rurales. La creación de centros como el de Higiene Infantil y los Centros Primarios de Higiene Rural dedicados al mejoramiento de la sanidad pública en la época de la II República son, en muy buena medida, los causantes de este descenso. Sin embargo, todas las cifras del norte cacereño, en unión con las regionales, se mantienen por encima de la media nacional, lo que da la pauta del subdesar­rollo de la zona.   Durante la década de los cuarenta se producen mejoras médicas y se crean Institutos de Maternología y Puericultura y nuevas clínicas, lo que redunda en el control de las tasas de las muertes infantiles. De nuevo la ciudad del Jerte muestra el descenso más acusado (47%), frente a la capital (10%) y los ámbitos rurales (9 y 35% para el Alagón y Malpartida, respec­tivamente). Por primera vez las tasas de las dos principales ciudades se igualan, a pesar de que la placentina engloba a las edades de 0 a 5 años (un fenómeno al que no fue ajeno el hecho de que los primeros valores habían arrancado desde principios de siglos de cifras muy superiores a los de la capital, además de que las dos Casas-Cunas existentes en la provincia se habían unificado en una sola con sede en Cáceres). Y, aunque estas cifras permanecen por debajo de las medias rurales, todavía superan a las provin­ciales y extremeñas  (que descienden el 25%), lo que da una idea del grado de retraso que llevaba la zona norte. Si la comparación se lleva a cabo con España, se observa la gran distancia que separa a unas y otras. La nacional atraviesa por primera vez la barrera del cien por mil, mientras que la extremeña deberá esperar hasta la década de los cincuenta y los sesenta para descender de la centena.   La siguiente década, 1951-60, marca un hito destacado para la variable. Por una parte se producen los mayores descensos de los cocientes a lo largo de toda la serie analizada. En efecto, Cáceres baja un 62%, Plasencia, un 114%, los pueblos del Alagón, un 188%, y Malpartida, un 123%. Esta dinámica es común también al ámbito nacional (83%), pero lo realmente importante es que por primera vez la zona objeto de estudio desciende de la barrera del cien por mil. Podemos hablar de un cambio en el modelo de mortalidad infantil. Un comportamiento de la variable que actúa con retraso en relación al modelo nacional. En estos años a las mejoras médicas, los Institutos de Maternología y Puericultura, clínicas privadas, difusión de antibióticos y generalización del Seguro Obligatorio de Enfermedad, se unen avances en el campo de la alimentación, la vivienda y el vestido, provocan­do un  rotundo descenso de la tasa de mortalidad infantil, como lo demuestran los porcentajes del descenso.   También el medio rural experimentó una considerable recuperación durante estos años. A la mejora de las con­diciones sanitarias sufridas en décadas anteriores se unió ahora un mejor tratamiento municipal de la higiene. En efecto, numerosos puntos negativos de la salubridad local fueron objeto de estudio: calles, fuentes públicas, vivien­das, cementerio y escuelas recibieron especial atención en cuanto a la limpieza, aseo, conservación y desinfección. La higiene personal y alimenticia, por su parte, constituyeron una importante preocupación para las autoridades locales, provinciales y regionales, quienes dedicaron una extensa legislación al respecto. Sin embargo, a pesar de esta caída de valores, las tasas del norte cacereño continuaron superan­do ampliamente a las cacereñas y nacionales (que descen­dieron un 90 y 83%, respectivamente).   El último decenio, 1961-1970, muestra importantes descensos en los cocientes: el cacereño presenta su máximo ahora, con un 68%, mientras que el placentino (110%) refleja un porcentaje cercano al de la anterior década. Malpartida, por su parte, baja un 93% y el ámbito provincial y nacional descienden en un 45 y 71%. Sin embargo, y a pesar de estas caídas, las tasas Extremeñas en general, y del norte de Cáceres, en particular, continúan apareciendo por encima de las nacionales, con unas diferencias importantes. Cuando a principios de los setenta el acceso a la asistencia médica en centros urbanos era un hecho generalizado, todavía sorprende la diferencia entre un 28 por mil de la mortalidad infantil española y ese 50 por mil de la de Cáceres capital. Plasen­cia, por su parte, presenta una diferencia menor (30 por mil), mientras que el ámbito rural, representado por Malpar­tida, se sitúa en una situación intermedia (41 por mil). Si la comparación se establece ahora con el ámbito provincial y regional, la capital se sitúa por encima de los dos, Plasen­cia por debajo y Malpartida ligeramente por encima. De lo anterior parece deducirse que en el subdesarrollo extremeño, incluso en sus centros urbanos más destacados y dotados de servicios sanitarios, continúan existiendo graves deficien­cias de la calidad de vida que no se detectan en otras variables como la mortalidad adulta, pero aparecen claramente en el sensible termómetro de la mortalidad infantil.     5.- Conclusiones.   A lo largo del siglo XIX la mortalidad infantil en el norte de la provincia de Cáceres se ha caracterizado por ser muy intensa. Factores bélicos, como la Guerra de la Indepen­dencia y sus con­secuencias (1808-1814), diversas crisis de subsistencias y económicas (1803-05, 1812, 1844-47, 1857, 1868 y 1898) y, sobre todo, los diversos ataques epidémicos de cólera, sarampión, viruelas, meningitis y diversas fiebres (1832-34, 1854, 1864, 1883, 1887 y 1889), fueron los causan­tes de esa elevada mortan­dad. Casi todos los ámbitos es­tudiados sufrieron en mayor o menor medida estos sin­gulares momentos, si bien las crisis económicas se vivieron de manera menos intensas en las zonas rurales, lo que pone de manifies­to la mayor posibilidad de abastecimiento de estas últimas con relación a los núcleos urbanos. Durante las primeras décadas del presente siglo se siguieron produciendo momentos delicados en la zona, con el consiguiente efecto en las edades infantiles. La viruela, la meningitis y la gripe continuaron presentando caracteres epidémicos (1909, 1914, 1920); y algunas crisis económicas (1904-05) alcanzaron inten­sidades comparables a las del siglo anterior, como la derivada de los efectos de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Las siguientes décadas fueron testigos de una importante reducción de la mortalidad infantil (con el paréntesis de la Guerra Civil y algunos años de la posguerra). Los progresos pediátricos y farmacológicos,  por una parte, y los de la puericultura por otro, hicieron posibles unos éxitos sorprendentes; a lo que habría que unir la actuación de los poderes públicos. Los avances médicos, sanitarios e higiénicos hicieron bajar las tasas velozmente. La creación de los Centros de Higiene Infantil en las capitales de provincia y de otros centros en los ámbitos rurales, así como la fun­dación de los Centros Maternales y Pediátricos, a partir de la Ley de Sanidad Infantil y Maternal de 1941, hizo posible que la super­vivencia de los infantes se inten­sificara desde los años cuarenta y, sobre todo, de los cincuenta y sesenta en la zona estudiada.   La evolución de las tasas pone de manifiesto que los cocientes urbanos han sido, en líneas generales, inferiores a los rurales hasta la década de los cincuenta en que se produjo una cierta equiparación. A partir de entonces, los de la capital superan al resto, posiblemente debido a la gran afluencia de mujeres que daban a luz en los diversos centros de atención sanitaria.   Entre 1900 y 1970 los valores descienden en todos los ámbitos. Durante las tres primeras décadas las tasas placen­tinas y rurales presentaron los máximos debido a la mayor cantidad de difuntos recogidos en el escalón de 0 a 5 años (que también se da en el Alagón) y a la presencia de una Casa-Cuna en la ciudad del Jerte. El traslado de la misma a la capital hizo que los cocientes placentinos se redujeran  en los años treinta, e igualaran en los cuarenta a los cacereños. Sin embargo, las cifras analizadas, al igual que las provinciales y regionales, seguían siendo muy superiores a las nacionales. De hecho, mientras que éstas últimas bajaban del cien por mil en los años cuarenta, las extremeñas y las del norte de la región lo hacían en la década de los cincuenta, donde se producen los descensos porcentuales más importantes. Puede decirse, por tanto, que existe un retraso en la transición de la mor­talidad infantil «clásica» a otra más moderno carac­terizada por unas tasas inferiores al cien por mil.   Pero el descenso tan marcado de los últimos decenios no debe ocultar que la mortalidad del norte de Cáceres era en los años setenta, al igual que la extremeña, casi el 50% mayor que la media nacional. Las tasas regionales aparecían como las más elevadas del país, a excepción de la provincia de León. Y si la comparación se establecía con los centros de más de 20.000 habitantes, se observa que tan sólo Canarias superaba ligeramente el conjunto extremeño, lo que ponía en evidencia que el subdesar­rollo extremeño incidía de manera singular en uno de los barómetros más sensibles de las sociedades: la mor­talidad infantil y la permanencia de unos valores superiores a la media nacional.                     

BIBLIOGRAFÍA

    ANES, GONZALO, 1967, Las crisis agrarias de la España Moderna. Taurus, Madrid.   ARBELO CURBELO, A., 1962, La mortalidad de la infancia en España, 1901-1950. Instituto Balmes de Sociología. C.S.I.C. Dirección General de Sanidad, Madrid.   CAMPESINO FERNÁNDEZ, A. J., 1982, Estructura y paisaje urbano de Cáceres. Colegio Oficial de Arquitectos Extremeños. Cáceres.   CAMPO URBANO, S., 1972, Análisis de la población de España. Ariel, Barcelona.   CHAVES PALACIOS, J., 1985. Malpartida de Cáceres, 1850-1950. Economía, demografía y sociedad de un núcleo rural en la Extremadura contemporánea. Memoria de Licen­ciatura. Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres.   CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE CAJAS DE AHORROS, 1975. Situación actual y perspectivas de desarrollo de Extremadura. Madrid.   CLEMENTE FUENTES, L., 1988, Enfermedad y muerte. Condicionan­tes económicos, higiénicos y sanitarios en tres pueblos cacereños (1850-1950). Cáceres.   CLEMENTE FUENTES, L., 1993, El paludismo en la provincia de Cáceres. Institución Cultural «El Brocense», 1992.   CRUZ REYES, J. L., 1983. Transformación del espacio y economía de subsistencia del Valle del Jerte. I.C. «El Brocense». Cáceres.      GARCIA OLIVA, M. D., 1978, 1800-1870: Demografía y compor­tamientos en la colación cacereña de San Mateo. Memoria de Licenciatura. Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres.   GARCIA PEREZ, J.; SÁNCHEZ MARROYO, F.; y MERINERO MARTÍN, M. J., 1985, Historia de Extremadura. Tomo IV, Los Tiempos Actuales Biblioteca Básica Extremeña, Badajoz.   GARCÍA ZARZA, E., 1977, «Evolución, estructura y otros aspectos de la población cacereña. Estudio geográfico». En Revista de Estudios Extremeños, t. XXXIII, núm. 1, Badajoz.   INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, 1957, Reseña Estadística de la Provincia de Cáceres. Madrid. INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, 1966, Reseña Estadística de la Provincia de Cáceres. Madrid.   NADAL OLLER, J., 1986, La población española (siglos XVI al XX). Ariel. Barcelona   SÁNCHEZ DE LA CALLE, J. A., 1985, Aproximación a la demogra­fía de Plasencia, según el Registro Civil (1870-1900). Diputación Provincial de Cáceres. Plasencia.   SÁNCHEZ DE LA CALLE, J. A., 1993, «Las exposiciones en el norte de la provincia de Cáceres durante la época contem­poránea (1796-1925)». En III Congreso de la Asociación de Demografía Histórica, Braga (Po­rtugal).   SÁNCHEZ DE LA CALLE J. A.,1994, Plasencia: historia y población en la época contemporánea (1800-1990). Asamblea de Extremadura.         SANZ TAMAYO, M. Y., 1978, Malpartida de Cáceres: la transfor­mación de un municipio rural (1900-1976). Memoria de Licen­ciatura. Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres.        



    [1] Los datos de Cáceres capital han sido tomados de CAMPESINO FERNÁNDEZ, A. J, 1982, Estructura y paisaje urbano de Cáceres. Colegio Oficial de Arquitectos Extremeños. Cáceres. Los de Plasencia, de SÁNCHEZ DE LA CALLE, J. A., Plasencia: Historia y Población en la época contemporánea (1800-1990). Asamblea de Extremadura, Mérida, 1995. Los cocientes de los pueblos del Valle del Jerte han sido extraídos de CRUZ REYES, J. L., 1983, Transformación del espacio y economía de subsistencia del Valle del Jerte. I.C.»El Brocense», Cáceres. Las cifras de Montehermoso, Aceituna y Guijo de Galisteo (pueblos del Valle del Alagón) han sido extraídos de CLEMENTE FUENTES, L., 1988. Enfermedad y muerte en tres pueblos cacereños (1850-1950), Cáceres. Por su parte, los de Malpar­tida de Cáceres tienen un doble origen: desde 1850 a 1950, CHAVES PALACIOS, J., 1985. Malpartida de Cáceres, 1850-1950. Economía, demografía y sociedad de un núcleo rural en la Extremadura contemporánea. Memoria de Licenciatura. Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres; y desde 1950 a 1970, SANZ TAMAYO, M. Y., 1978, Malpartida de Cáceres: la transformación de un municipio rural (1900-1976). Memoria de Licenciatura. Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres. Los datos de la provincia de Cáceres, de varias reseñas estadísticas (1957, 1966 y 1975). Los de Extremadura, de GARCIA PEREZ, J., SANCHEZ MARROYO, F., Y MERINERO MARTIN, M.J., 1985. Historia de Extremadura, Tomo IV, Los Tiempos Actuales. Biblioteca Básica Extremeña, Badajoz, y eleboración propia a base de reseñas estadísticas. Por último, los datos nacionales proceden de ARBELO CURBELO, A., 1962, La mortalidad de la infancia en España, 1901-1950. Instituto Balmes de Sociolo­-gía, C.S.I.C., Dirección General de Sanidad, Madrid; y de CAMPO URBANO, S., 1972, Análisis de la población de España. Ariel, Barcelona. También CLEMENTE FUENTES, L. El Paludismo en la provincia de Cáceres. I.C. «El Brocense». Salamanca, 1992.  
    [2] SÁNCHEZ DE LA CALLE, J. A., 1993, «Las exposiciones en el norte de la provincia de Cáceres durante la época con­tem­poránea (1796-1925)». Comunicación presentada en el III Congreso de la Asociación de Demografía Histórica, Braga (Portugal). Inédita.    
    [3] Luisa Clemente Fuen­tes, en su obra Enfermedad y Muerte se encarga de demostrar que la crisis finisecular no tuvo tanta importancia en pueblos como Montehermoso, Guijo de Galisteo y Aceituna.  
    [4] HEMEROTECA MUNICIPAL DE MADRID. Véanse distintos periódicos  extremeños, como La Región, ejemplar del 19 de junio de 1915,  El Liberal Extremeño, del 7 de abril de 1918, El Extremeño,  de 15 de marzo y 18 de diciembre de 1916, o El Regional, del 14 de mayo de 1919.  
        [5] La Comisión nombrada para luchar contra el paludismo en el verano de 1920, estaba encabezada por el higienista y naturalista florentino Gustavo Pittaluga, y desarrolló una  labor intensa en la zona norte de la provincia de Cáceres,  especialmente en los partidos de Navalmoral de la Mata,  Plasencia y Jarandilla de la Vera, declaradas zonas palúdi­cas  por Real Orden de 21 de julio de 1924. Véase CLEMENTE FUENTES, L., 1992, El paludismo en la provincia de Cáceres. Institución Cultural «El Brocense», Cáceres. pp. 101-104  
        [6] Estos datos han sido extraídos de la obra de José Antonio Sánchez de la Calle, La muerte de los niños en Plasencia durante los siglos XIX y XX. Hacia una historia de la Casa-Cuna y el Hospicio, que actualmente se encuentra en fase de publicación por la Editora Regional de Extremadura, depen­diente de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura.  
ANEXOS

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN CÁCERES CAPITAL,

1801-1870 SEGÚN LOS REGISTROS PARROQUIALES (0-7 AÑOS)

AÑOS

PARROQUIA

 SAN JUAN

PARROQUIA SANTIAGO

MEDIA DE DOS PARROQUIAS

1801 –  1810

587, 1 %

643, 4 %

615,3 %

1811 – 1820

432, 4 %

481,2 %

456,8 %

1821 – 1830

474, 5 %

523,4 %

499,0 %

1831 – 1840

297, 8 %

587,0 %

442,4 %

1841 – 1850

——

474,6 %

474,6  % *

1851 – 1860

598, 5 %

630,7 %

614,6 %

1861 – 1870

575, 0 %

553,4 %

564,2 %

MEDIA

533,5 %

556,2 %

544,9 %

     

TASA BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN CÁCERES SEGÚN EL                      REGISTRO CIVIL, 1871-1900

AÑOS

(0 – 1 AÑOS)

(1 – 10 AÑOS)

1871 – 1877

355, 1 %

306, 7 %

1878 – 1887

386, 1 %

273, 0 %

1888 – 1897

312, 7 %

235, 6 %

1898 – 1900

327, 8 %

258, 0 %

MEDIA

345, 4 %

268, 3 %

 

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD EN PLASENCIA A PARTIR DE LAS    PARROQUIAS DE SAN PEDRO Y SANTA MARÍA, 1808-1820. (0-5 AÑOS).

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

1808

184 %?

1813

793 %

1817

367 %

1809

219 %?

1814

378 %

1818

215 %

1810

593 %

1815

341 %

1819

182 %

1811

920 %

1816

548 %

1820

245 %

1812

806 %

 

 

M: 1811-20:

480

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD EN PLASENCIA A PARTIR DE LOS DATOS   DE LAS  PARROQUIAS DE SAN PEDRO, SANTA MARÍA Y SAN NICOLÁS, 1821-1838 (0-5)

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

1821

238 %

1827

242 %

1833

377 %

1822

284 %

1828

94 %?

1834

484 %

1823

17 %?

1829

250 %

1835

164 %

1824

84 %?

1830

361 %

1836

167 %

1825

46 %?

1831

716 %

1837

70 %

1826

235 %

1832

278 %

1838

178 %

   

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD EN PLASENCIA A PARTIR DE LOS DATOS    DE LAS PARROQUIAS DE SAN PEDRO, SANTA MARÍA, SAN NICOLÁS Y SAN JUAN, 1839-1851 (0-5)

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

1839

189 %

1844

326 %

1848

326 %

1840

161 %

1845

118 %

1849

378 %

1841

86 %

1846

316 %

1850

469 %

1842

182 %

1847

379 %

1851

402 %

1843

281 %

 

 

 

 

 

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD EN PLASENCIA SEGÚN LOS REGISTROS PARROQUIALES, 1852-1970 (0-5 AÑOS)

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

1852 –55

354 %

1891 – 95

427 %

1931 – 35

199 %

1856 – 60

593 %

1896 – 00

440 %

1936 – 40

197 %

1861 – 65

628 %

1901 – 05

390 %

1941 – 45

168 %

1866 – 70

570 %

1906 – 10

365 %

1946 – 50

102 %

1871 – 75

473 %

1911 – 15

369 %

1951 – 55

73 %

1876 – 80

488 %

1916 – 20

323 %

1956 – 60

53 %

1881 – 85

565 %

1921 – 25

360 %

1961 – 65

36 %

1886 – 90 

529 %

1926 – 30

269 %

1966 – 70

24 %

 

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN EL VALLE DEL JERTE       (1857-1900) (ENTRE 0 Y 1 AÑO)

AÑOS

TASAS POR 1000 NACIDOS

% SOBRE EL TOTAL

1857

344

53, 7 %

1860

275

62, 3 %

1877

277

69, 7 %

1887

337

70, 4 %

1897

223

53, 7%

1900

229

61, 3 %

   

LAS TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN EL VALLE

DEL  ALAGÓN

AÑOS

(0 – 1 AÑO)

(1 – 5 AÑOS)

TOTAL

1852 –1859

265 %

373 %

638 %

1860 – 1869

272 %

199 %

471 %

1870 – 1879

264 %

242 %

506 %

1880 – 1889

305 %

186 %

491 %

1890 – 1899

246 %

253 %

499 %

   

LAS TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN MALPARTIDA DE       (CACERES, 1855-94) (0-1 AÑOS)

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

1855 – 1859

434 %

1875 – 1879

486 %

1860 – 1864

368 %

1880 – 1884

462 %

1865 – 1869

447 %

1885 – 1889

460 %

1870 – 1874

456 %

1890 – 1894

443 %

         

EVOLUCIÓN DE LAS TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL, 1900-70

(EN TANTOS POR MIL)

AÑOS

CÁCER

CAPIT.

PLA-SENCIA

JER-TE

ALA-GÓN

MALP. CÁCER

CÁCER

PROV.

EXTRE-MADU

ESPA-ÑA

 

(0 – 1)

(0 – 5)

(0 – 1)

(0 – 5)

(0 – 1)

(0 – 1)

(0 – 1)

(0 – 1)

00-10

244

378

211

375

332

226

217

166

11-20

225

346

200

359

316

216

205

157

21-30

175

315

97

286

263

201

189

133

31-40

150

198

64

251

238

160

150

117

41-50

136

135

25

230

176

127

120

88

51-60

84

63

7

80

79

67

48

61-70

50

30

2

41

4

40

28

 

Nov 232013
 

José Antonio Sánchez de la Calle.

1.- Introducción

En Plasencia y sus comarcas existe una larga historia relacionada con la tauromaquia, cuya primera referencia escrita de la que se tiene es una corrida de toros detectada en las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, en el llamado “Toro de Plasencia”, donde se narra lo acontecido en una corrida celebrada en la plaza mayor de la ciudad. Actualmente Hoy la ciudad es un núcleo cuya feria taurina es ampliamente conocida y su plaza de toros pasa por ser un coso de solera. Y la prueba de ello está en la gran cantidad de revistas que han acompañado y anunciado a lo largo de casi un siglo los eventos taurinos. Si en un principio las noticias estaban incardinadas en las publicaciones de las “Ferias y Fiestas”, poco a poco fueron tomando carta de naturaleza hasta el punto de que las informaciones sobre corridas, diestros, novilladas, y ganaderías acabaron teniendo un lugar de acogida propio. Sería prolijo ir enumerando las diferentes publicaciones en las que tenían cabida, desde finales del siglo XIX, datos sobre el arte taurino (periódico, revistas…); así como todas aquellas ediciones feriales en las que, como anexo, conformaban los programas de festejos de la ciudad. Pero como este capítulo se centra específicamente en la información taurina individualizada, tenemos que hablar de varias categorías: “Monitor Taurino”,  “Plaza de Toros de Plasencia”, “Club Taurino Placentino”, “Feria Taurina”, “Ferias y Fiestas en Plasencia” y “Por Verónicas”. Antes de que las publicaciones adquirieran una cierta periodicidad anual, tenemos constancia de la existencia de carteles anunciadores de los eventos taurinos, como el que conservamos de del 10 de junio de 1945, segunda corrida, donde se lidiaron siete toros de la ganadería de Benito Martín Terrones, de Salamanca. Uno de ellos, sería rejoneado por Álvaro Domecq; y los otros seis para Domingo Ortega, “Manolete” y “Dominguín”

 01b Toros 1945

2.- El Monitor Taurino.

            Esta revista se editó a lo largo de los años cincuenta, y estaba editada por la Peña Taurina de Plasencia, ubicada en la calle de Alejandro Matías, 15. El primer número salió en el año 1952, y siguió publicándose en sucesivos años hasta, al menos, 1960. Se elaboró en las imprentas de La Victoria y en Sanguino Sucesora. Uno de los patrocinadores más destacados fuer el Bar Restaurante “El Burladero”, situado en la calle Pizarro, número 3; y su principal valedor, Faustino Rovira. En la portada se especificaba que el proveedor, Fausto Rovira. En algunas de las portadas se especificaba claramente que este vecino, obsequiaba a sus asociados y simpatizantes con este ejemplar de forma gratuita. El tamaño osciló entre los 8 X 13 y los 14 X 18 cms.; y el número de páginas subió de las 24 de los primeros años, a las 40 a finales de la década. Por su parte, las portadas incluían dibujos que representaban cabezas de toro, diestros dando un pase, o motivos locales (como la casita en miniatura del parque de Los Pinos).

            Las secciones que integraban la revista incluía el “Saludo”, y “Desde el Burladero” (crónicas taurinas de varios años pasados), también denominada “¿Sabía usted que en los años…?”, donde se señalaban anécdotas relacionadas con el mundo de los toros desde 1882 hasta el año actual, y que se nutría de datos recopilados de los periódicos madrileños El Ruedo y Dígame. También incluía “La edad del toro” (diferentes denominaciones del toro dependiendo de los años); las “Corridas celebradas en Plasencia desde…”; los “Matadores de toros que sumaron mayor número de corridas en lo que iba de siglo”; y, como era lógico, el programa de las corridas de toros de la feria del año en cuestión, así como el Programa de Festejos (día a día). También la poesía tenía cabida, como “Negro y Blanco” y “Banderillas de fuego”. Y una serie de artículo de carácter taurino centrado en el peso de los toros (la equivalencia entre kilos y arrobas); las listas de toros famosos de Miura, y varias fotos, historia de algunos toreros (como “Angelete”,  “Frascuelo”, “Lagartijo”, “Joseito de Málaga y algunos diestros fallecidos en diferentes corridas. Las publicaciones contaban con numerosa publicidad. [1]

02 Monitor Taurino 1954  04 Monitor Taurino 1960

03 Toros 1953

 Cada ejemplar, correspondiente al año en cuestión, incluía artículos (breves en general), relacionados con el mundo taurino, como “¿Sabía usted que en los años…?”, donde se señalan anécdotas relacionadas con el mundo de los toros desde 1882 hasta 1953, a base de datos recopilados de los periódicos madrileños El Ruedo y Dígame. Otras aportaciones estaban relacionadas con la edad del toro, (diferentes denominaciones del morlaco dependiendo de los años). Uno de los textos que cada temporada solía incluirse eran las corridas celebradas en nuestra ciudad desde 1900 hasta el año de publicación; así como los matadores que sumaron mayor número de corridas en lo que iba de siglo; el programa de las corridas de toros de la feria de cada edición (día a día); el programa de festejos; y un apartado que recogía noticias “De interés para el aficionado” y “Astillas de El Burladero” (con diferentes anécdotas histórico taurinas). Y en la misma línea los “Sucesos relacionados con el mundo de los toros” (años 1747, 1800, 1831, 1849, 1865, 1868, 1872, 1896, 1901, 1906, 1908, 1920, 1923, 1925, 1927, 1931, 1945, 1950, 1957, 1958, 1959 y 1960). Las biografías de algunos diestros destacados ocupaban un lugar de honor, y en esta revista se ofrecen interesantes datos de los tres “Pepetes”, “Angelete”, “Frascuelo”, “Lagartijo” y “Joseito de Málaga”. También la poesía tenía un hueco, como las composiciones tituladas “Negro y Blanco”, “Banderillas de fuego”. La revista incluía siempre diferentes fotos y numerosa publicidad que sufragaba la publicación. Entre los autores sobresale el propio Fausto Rovira, y “Rara Avis in Temis”.

 

3.- Plaza de Toros de Plasencia

             Otra revista con nombre propio fue la de Plaza de Toros de Plasencia, que tuvo una larga historia, entre finales de los años cincuenta hasta principios de los ochenta. A lo largo de estas dos décadas los talleres que se encargaron de su impresión fueron, en primer lugar, “La Victoria” hasta mediados de los setenta. Posteriormente aparecen otras como “Madrid, Taurógrafos” o las Industrias Gráficas Visedo, de Salamanca. Algunas ediciones recogían el Programa Oficial de Festejos organizados por la Comisión de Ferias y Fiestas del Excmo. Ayuntamiento, como las de los años 1963 y 1964. Otras, por el contrario, arrancaban de la iniciativa particular, donde la publicidad jugaba un papel determinante, fundamentalmente de bares, comercios y demás negocios, cuyos propietarios se encargaban de sufragar la edición. En la revista de 1968 los anunciantes especificaban en el Editorial que se agradecía a los colaboradores y anunciantes “…su continuado favor que nos sirve de estímulo para seguir confeccionando este folleto que lleva en sí la ilusión de aportar a nuestra modesta, pero entusiasta colaboración y dar más realce a nuestra ya importante Feria de junio”. [2]El ejemplar de 1966 corría a cargo del Club Taurino Placentino, aunque esta asociación tendría sus momentos de gloria en décadas posteriores. El número de páginas era muy variado, y oscilaba entre las 12 y las 84, con una tendencia creciente. Y lo mismo puede decirse del tamaño, cuya variedad fue marcada (12 X 18; 13 X 20; 16 X 18; 17 X 20; 18 X 25; y 14 X 29 cms.). Por último, las portadas son mayoritariamente dibujos, tanto a uno como a varios colores, y representan toreros faenando, picadores y majos y majas vestidas a la antigua usanza; cabezas de un toro (muy recurrentes); toreros brindando a la afición; toreros y alguaciles en el “paseíllo”; o toros saliendo de los chiqueros o arremetiendo contra caballos. Aunque también hay casos en que aparecen fotografías (monocolor, como el caso de 1966) en el que se representa a un torero rezando ante el altar. Entre los autores que dibujaban las portadas están Scarpi, Marti-Font, y Antonio Casero.

            Entre los apartados que todas las publicaciones incluían estaba el programa taurino de la feria de cada día; la presentación de los diestros (incluidas fotografías de los mismos); el historial de las ganaderías; y los precios de las localidades. A medida que transcurrían los años, sobre toda en los setenta, se hizo patente la costumbre de abrir las revistas con un Editorial; así como el Pregón de Ferias. Entre las aportaciones de los diferentes interesados en el mundo taurino sobresalen las poesías, como la “Caída” y “Bronca”, de Antonio Ximeno; “Cogida y muerte de Joselito”, de Ramón de Garcilaso; “El Encierro”, “El Tentadero” y “Fandangos camperos”, de Juan Pablo Domecq; “Romance de Toro Bravo” y “Tercio de Quites”, de Manuel Martínez Remis; “Olivos y toros”, de Ángel de la Vega”; y “El Viti”, “Si yo fuese torero” y “El toro cinqueño”, de Rafael Duyos. También el reglamento taurino tiene cabida, como queda de manifiesto en artículos como “Conozca Usted el Reglamento Taurino”; “No caben trampas en el toreo”, de Francisco Ramos de Castro; “El Peón de Confianza”, de Antonio Casero; “La suerte de varas”, de Rafael Moreno; “El peón de brega”, de M. Martínez Remis; “El mozo de espada” y “Banderilleros”, de José María Requena; “Cargar la suerte”, de Guillermo Sureda; o “El cebado del utrero”, de Juan Sagarma Bernardos.

 

05b Toros 1964                              07 Toros 1978

 

08b Toros 1979    06b Toros 1966

            Y, cómo, la historia, el pasado, los momentos de oro del toreo en gloriosas corridas del pasado; famosos toreos que dejaron huella con su arte; anécdotas que arropan este complejo mundo de entendidos. Así, destacan artículos de carácter histórico como “Los toreros portugueses en España”, de Saraiva Lima; “Así era ayer…” (cartel de la corrida del 10 de junio de 1909); el “Torero de los años 50” (Chicuelo), de Manolo Castañeta; “Los toristas y los toreistas”, de Antonio García-Ramos Vázquez; “Verónicas y medias verónicas en el recuerdo” e “Ir y venir de la torería andante”, de Mariano Tudela; “A los hombres que dejaron su miedo y su valor por esas plazas de Dios”, de Pedro Flores Guevara; “Plasencia, ciudad de gran tradición taurina”, de D. Gonzalo; o “Matadores, novilleros y rejoneadores que ocuparon los diez primeros puestos en cuanto al número de actuaciones en 1979”, y Don Andrés Godoy, acaudalado personaje, natural de Plasencia, fue un caballista y un valiente estoqueador de toros, de Don Gonzalo. En el apartado de los cuentos juega un papel destacado la sección titulada “Cuentos del Viejo Mayoral”, que incluye textos como “Gestos del Torero”, “El espontáneo recalcitrante”, “Sánchez Mejías triunfa en la corrida patriótica” o “Lagartijo, preside el entierro de Frascuelo”, de Luis Fernández Salcedo. Las anécdotas, por su parte, centran su aportación en el apartado “Anécdotas taurinas”, que recogen una variedad de temas relacionados con diestros, banderilleros, mozos, caballistas y cogidas. Sería demasiado prolijo ir detallando, década por década las características de formato, secciones, portadas y páginas. Por eso, y en aras de conseguir un texto más fluido, los interesados que quieran ver el contenido de cada uno de los ejemplares que conservamos del medio siglo que va desde 1960 hasta nuestros días, pueden verlo en la nota adjunta [3]

4.- Por Verónicas. Portavoz de la Peña Taurina Juan Mora

De la afición que existe en Plasencia y su comarca por las cosas de los toros de fe los muchos toreros jóvenes que han intentado ser matadores, y de los cuales uno ha llegado a figura del toreo, Juan Mora. Este matador, (Juan José Gutiérrez Mora), nació en Plasencia en 1963, y es hijo del novillero “El Mirabeleño”. Debutó con picadores en su ciudad natal en abril de 1977, e hizo su presentación en Madrid en 1979. Tomó la alternativa en Sevilla el 3 de abril de 1983, a los 20 años, acompañado de Manuel Vázquez y Curro Romero. Y la confirmó en Las Ventas el 24 de junio de 1984. Salió en hombros en Las Ventas en septiembre de 1994 y 1995. Su último triunfo en Las Ventas fue en el tercer festejo de la Feria de Otoño de 2010, el 2 de octubre. Recibió una cornada muy grave en el muslo derecho en Jaén en octubre de 2001.

09 Toros 2000 Por Verónicas

 

            Teniendo en cuenta la gran afición taurina existente en Plasencia, y la admiración que el torero placentino despierta en España, es natural que sus seguidores fundaran la Peña Juan Mora, con sede en el Bar Danubio, en la Plaza Mayor. La publicación ha tenido dos momentos claramente delimitados. El primero abarca los años 1990 y 1991, donde salieron tres números, el primer de los cuales vio la luz en mayo de 1990, y los otros dos en noviembre del mismo año y en diciembre del siguiente. El número de páginas oscilaba entre las 24 y las 32, y el tamaño era de 21 X 30 cms. Tras una laguna de ocho años, la publicación volvió a salir en 1999 hasta 2003, con el mismo formato y 18 páginas (excepto el número 8, que sólo tenía 14). Las cubiertas eran a todo color y presentaban un papel de buena calidad. En las portadas aparecía el diestro toreando, sacado a hombros y posando.

   10 Por Verónicas, 2003                11 Toros 2001 Por Verónicas

 

          El contenido durante la primera época (1990-1991) incluía el Sumario y el Editorial, una entrevista al torero, y la relación de corridas durante todo el año en las que participaba. También la poesía tenía cabida, a través de las composiciones de Sixto Martín Rodríguez (“Brindis” y “Día de Corpus en Toledo”). Los cuentos, por su parte, estaban representados por Faustino Rozalén y José Ayala Carranza. Otro apartado importante era el de las “Colaboraciones”, donde tenían cabida artículos de David (“Lo que cambian los tiempos”); de José A. Martínez (“Crece para adentro”); Román Gómez Guillén (“La catedral de Plasencia y la fiesta nacional”); y F. Rozalén (“Hablando con Marisa Martín”). Otra sección importante estaba representada por “En el recuerdo”, que acogía diferentes resúmenes de prensa taurina de la prensa nacional, como El Mundo, El Adelanto, Hoy, Extremadura, El País, Aragón Express, Pueblo, Diario 16, Aplauso, Seminario Taurino, Astenagusia, Diario de Navarra, El Correo Español, y el Pueblo Vasco. También se incluían algunas crónicas sobre actuaciones del diestro en Talavera de la Reina; y datos sobre la biografía de J. Mora y su padre José Gutiérrez Izquierdo (Pepe Mirabeleño), escrito por Germán Rubio Fandiño. En las páginas centrales solían insertarse fotos del diestro de gran tamaño, tipo poster.

            En 1999, tras ocho años sin publicarse, salió de nuevo la revista, con unos contenidos similares a los de la primera época: Sumario y la Introducción, de la que casi siempre se ocupaba el entonces presidente de la Peña Florencio Nuevo Sánchez. Se retomó la sección en la que se recogía la información sobre el torero en la prensa nacional, y se exponen datos extraídos de El País, El Heraldo de Aragón, 6 Toros, El Mundo, etc. Y las “Crónicas” de diferentes localidades, como las fiestas de San Isidro en Madrid, Colmenar Viejo, Ciudad Real, Guadalajara y Valladolid. Posteriormente surgió otra sección que recogía las actuaciones de Mora en Francia, Arlés concretamente, de cuya redacción se encargaba Max Tricard a través de sus artículos titulados “Carta abierta a J. Mora dese Arlés”, o “Arte y suspiros en Francia”.  También tiene un mayor protagonismo el apartado donde se recogen diferentes instantánea sobre el torero, faenando, con sus amigos y sus familiares.

Los artículos también tienen cabida en esta segunda época, como los de Diego García de la Peña (“La evolución del toro bravo”), E. Álvarez (“La catedral de Plasencia y la fiesta nacional”), Ángel F. Carrero (“Historia de la fiesta taurina en Plasencia”), Luciano Nuevo Sánchez (“El riesgo”), Vidal Antonio Herrero, Antonio Jover Sanz, José Luis Gutiérrez Valentín y Eugenio Hornero Álvarez. Otros escritores se centran en la figura del diestro placentino, como el caso de Fernando Rubio y Emilio Alvés Bernat (biografía); Vidal Herrero Zapatero (sobre el estilo y la técnica de toreo); y Francisco González Moreno (sobre la historia de la Peña).

Otros apartados que fueron cobrando importancia con el paso de los años fueron los que recogían el “Congreso de Ciudades Taurinas”, reseñado especialmente por Félix Macías Mateos; el “Aniversario de la Peña Juan Mora”, cuyo responsable era Francisco González Moreno; la “Crónica de Gijón”, de Julio Cayo; los “Viajes de la Peña”, que se realizaban cada año y el reportaje, con las fotografías pertinentes, se incluían en la revista siguiente; y la sección dedicada a la muerte de algunos toreros, realizada por Ángel F. Carrero Barril, Emilio Alves Bernat (“Ceniza eres”), y Teodoro Vallinoto. Por último, merece citarse algunas poesías, como las de Diego García de la Peña (“Tentador de machos”); o los comentarios sobre el reglamento taurino de Juan José Rodríguez Martín. La revista contaba con el apoyo económico de la Caja de Extremadura.

 

5.- Otras revistas taurinas (Ferias y Fiestas en Plasencia, Club Taurino Placentino,  Plasencia, Feria y Fiestas y Feria Taurina).

 

En este grupo se incluyen denominaciones un tanto heterogéneas, como “Plasencia. Feria y Fiestas”; y “Ferias y Fiestas en Plasencia 1958. Programa de las corridas de Toros”. Aquí tienen cabida las del Ayuntamiento de Plasencia, la Caja de Ahorros de Plasencia. Se trata de títulos que aparecían cada cierto tiempo, como lo demuestra que los años de publicación son aleatorios, como 1958, 1982, 1996, 1997, 2003 o 2004. Las imprentas de estas ediciones fueron “La Victoria”, Imprenta “Gabriel y Galán”,  Publicidad Grupo CM 10, S. L., e Impresión en Ingrafi S. A. (Talavera de la Reina). Hay una tendencia según la cual a medida que nos adentramos en la primera década del siglo XXI desaparece la reseña de los talleres en los que se elaboraron. Tal vez la fuerte competencia que existía entre las imprentas de la ciudad, inducía a obviar el nombre en el caso de las autoridades municipales o de la entidad financiera. El número de páginas oscila entre las revistas “oficiales” y las particulares. En general, estas últimas se caracterizan por presentar un reducido número, que van de las 12 a las 20; incluso en alguna ocasión se llega hasta las 48, determinadas por la gran cantidad de publicidad que se incluye en las mismas. Es el caso de el Hotel El Azar o el Bar Goya.  Por el contrario, las financiadas por el ayuntamiento o por la Caja de ahorros pasan de las cincuenta. El tamaño, por su parte, presentan las siguientes medidas: 11,5 X 20; 11,5 X 24,5; 12,5 X 20,5; 14,5 X 21, y  15,5 X 22 cms. Las portadas incluían dibujos en blanco y negro de cuatro jóvenes en la plaza de toros vestidos con trajes de majos; una flor-revolandera donde se ven varias fotos del Ayuntamiento, la Plaza de Toros y una miniatura sobre los toros; dibujos y fotos de toreros dando pases; diestros paseando por el ruedo; y matadores frente al toro.

12 Plaza Toros Plasencia 19..

13 Ferias y Fiestas 1982

15 Ayuntamiento 2003

 

Durante los primeros tiempos (años cincuenta y sesenta), el contenido de estas revistas incluía, por supuesto, una breve biografía de los toreros que actuaban en cada edición. En el caso de 1958, fueron Antonio Ordóñez, Gregorio Sánchez, Antonio Borrero Chamaco”, José Gómez Cabañero, Manuel Blázquez y Antonio González; así como diferentes comentarios sobre la ganadería de la que procedían los animales que iban a ser lidiados. . Asimismo, se insertaba el precio de las entradas a los espectáculos taurinos. En las páginas centrales había un estadillo para que cada espectador hiciera la reseña de cada espada, capote, varas, banderillas, muleta, estoque y resultado final. También se hacía referencia a diferentes artículos del Reglamento Taurino; textos extraídos de otras publicaciones, como El Ruedo; curiosidades sobre alguna corrida que marcó algún hito en el pasado; y alguna poesía taurina [4]

16 Feria y Fiestas 2004

 

Especial importancia tuvo la publicación de 1982 que, bajo el nombre de “Plasencia. Feria y Fiestas 1982 del 6 al 10 de junio”, estaba dedicada al I Centenario de la Plaza de Toros de Plasencia. Fue publicada por la Caja de Ahorros de Plasencia, medía 15,5 X 22 cms. y tenía 56 págs. Tras la portada, la primera página tenía por título “Plaza de Toros de Plasencia. Breve historia de un centenario, 1882-1982”. El contenido incluía un Prólogo titulado “1882-1982, un siglo, cien años cumple nuestro coso taurino”. Seguido a la “Historia de la fiesta de toros en Plasencia”,  con una variedad de temas que tocan la fiesta de toros en la Plaza Mayor; las rogativas pidiendo agua; los toros de la Virgen del Puerto y de las Ánimas; la muerte del rey Fernando VI y coronación de Carlos III; la destacadas fiestas de toros, músicas, danzas y fuegos de artificio promovidas por el obispo Dodon José Laso; los lances taurinos celebrados en La Isla; y las celebraciones por la proclamación del rey Carlos IV). Este amplio artículo está firmado por Manuel Díaz López. Al que le sigue otro titulado “Historia de la Plaza de Toros actual y crónica de la primera corrida” y “Relación de las corridas de los 100 años”, por Manuel Muñoz Palomino. Por su parte, Domingo Arroyo, es el autor de “Efemérides y anecdotario”. Y la aportación final, “Reseña de una gran corrida de toros en las ferias de junio de 1933”, es de “Burelito”.

 

Durante los años noventa y principios del siglo XX se repiten los modelos de las décadas anteriores: programa taurino día por día, los toreros y rejoneadores que intervienen (con las fotos respectivas) y algunos datos sobre su currículo y la ganadería de los animales lidiados. A partir del año 2003 la revista, financiada por la Consejería de Festejos del Ayuntamiento, aporta un nuevo empuje al contenido, con datos sobre el capote, el picador, las lesiones producidas por la suerte de varas y la clasificación de las zonas anatómicas afectadas por puyazos. También se ocupa de la pirámide de la puya, el tercio de banderillas, la muleta, el tercio de la muerte, el toro según la cornamenta, y las “señales” de orejas. No faltan los artículos sobre el tema, como “Toros en Plasencia”, de  Lorenzo Robado Martínez. Y, teniendo en cuenta que en esta época ya se había producido el cambio de localización del recinto ferial, la relación de actividades de feria, la programación festiva, el plano del recinto ferial y las recomendaciones para la llegada con vehículos al mismo, algo que, en sucesivas ediciones, se mantendrá. [5]

El Club Taurino Placentino es una asociación cultural, educativa y social cuyos objetivos son educativos y sociales, con el ánimo de difundir y disfrutar del toro de lidia, de su cultura y de su arte. En la actualidad (año 2012), el responsable es Emilio Sánchez Barrado y el local social se ubica en la calle Pizarro, 3, constando como la número 10 en el Registro de Asociaciones, y el teléfono 927423542. En los años noventa tenían su sede social en la Plaza de Santa Clara, 10, 1º, y la correspondencia se recogía en el apartado de Correos 356, el teléfono era el 927426056, contaba con unos 300 socios. En la citada década el Presidente era Carlos Sánchez-Ocaña Silos; el Vicepresidente y Secretario, Félix Pérez Ayala; el Tesorero, Ángel Hernández López; y los Vocales, José Luis Benavente García, Constancio Alonso Puertas, Emiliano Sánchez Calle y Pedro Llorente Breña. En el año 2002 la Junta estaba compuesta así: Presidente, Félix Pérez Ayala (dese 1999), el Vicepresidente y Secretario, José María Berrocoso Ginés; el Tesorero, Emiliano Sánchez Calle, y los Vocales, Santiago Sánchez Rodríguez, Félix Rodríguez Cuadrado, Carlos de Pedro Calle, Juan Pérez Domínguez y Marcelino González Rejo.

 17b Semana Taurina XII-XIII-1992-1993b

18b Semana Taurina XIX-XX-1999-2000

19b Semana Taurina XXI-XXII-2001-2002

            La revista que se editaba cada año con motivo de las corridas de toros que se celebraban en las ferias pertinentes tiene su origen en 1980. A partir de aquí ha visto la luz una o varias publicaciones en cada edición. Durante los primeros años de vida del Club, se imprimían en forma de tríptico, un folio de 12 X 20 cms. doblado en tres partes, impresa por los talleres “Gabriel y Galán” y financiada por la Caja de Ahorros de Plasencia. En la portada aparecían dibujos a plumilla con temas taurinos (coso, paseíllo, pases…). El contenido incluía el cartel de toros cada uno de los días, junto con el historial de las Ganaderías, y el personal de la Cuadrilla en la feria (picadores, banderilleros y auxiliadores). Por último, se hacía una breve biografía de los diferentes diestros que actuaban en las corridas de ese año.

Entre las actividades del Club destaca la celebración, a principios de cada año, de su Semana Cultural. Además, durante la Feria, a principios de junio preparan una caseta para la diversión de los socios; a la vez que viajan a buena parte de las capitales de provincia españolas para contemplar las corridas de toros. En 1996, recibieron el premio “Cossío” de la Real Federación Taurina de España. El objetivo de las jornadas culturales, organizadas por el Club es que todos aquellos que están interesados en el mundo de los toros se reúnan durante unos días para charlar y tener la oportunidad de tomar el pulso a la fiesta de la mano de sus principales protagonistas. A su Semana Cultural, en los últimos quince años han asistido profesionales del toro como: Antonio D. Olano, José Gan, el Conde de la Maza, Luis Espada, Ruiz Miguel, Paco Aguado, Carlos Ruiz Villasuso, Víctor Mendes, Luis Miguel Encabo, Víctor Berrocoso Ginés, Adolfo Rodríguez Montesinos, y José Luis Castro Jáñez, entre otros.

  Durante los años noventa las revistas homogeneizaron su tamaño en 14 X 23 cms., y 4 páginas con portadas en color con lances taurinos, plantel de diestros, toros en diferente actitud, fotos y pinturas de diestros y animales, brindis, etc. La imprenta siguió siendo la de “Gabriel y Galán”, aunque posteriormente desapareció la reseña de los talleres impresores. A medida que fueron transcurriendo los años y las “Semanas” se fueron institucionalizando, contaron con la ayuda económica del Ayuntamiento, la Caja de Ahorros y la Diputación Provincial. Las actividades se desarrollaban en el Aula Cultural de la Caja de Ahorros; si bien posteriormente se trasladaron al Hotel Alfonso VIII. Las secciones incluían un saludo, una poesía (como “El tentadero”, de Juan Pedro de Domecq, “El Duende y Sevilla” (a Curro Romero), de Juan de Dios Parejo-Obregón, o “A Sánchez Mejías”, de T. Sánchez-Gil Serrano); el programa de actos; la composición de la Junta directiva, y la convocatoria de la cena anual. Algunas revistas acogían incluían como “Los toros y sus ritos”, “Paseíllo”, o “Fiel a sus principios”.

20 XXX Semana Cultural Placentina-2010

El diestro catalán Serafín Marín y el trabajo de los mayorales y picadores fueron los protagonistas de la XXXI edición de la Semana Cultural Taurina de Plasencia, que se desarrolló como en las últimas ediciones durante cuatro viernes entre el 25 de febrero y el 18 de marzo. La edición de este año de la Semana Cultural Taurina de Plasencia incluyó cuatro conferencias que se impartieron a partir de las ocho de la tarde en el Hotel Alfonso VIII de la capital del Jerte. Así, el ciclo se inició el viernes, día 25 de febrero, con una conferencia titulada “Encaste en peligro de extinción”, impartida por el veterinario, ganadero y ex responsable del programa radiofónico “Clarín” de Radio Nacional de España, Adolfo Rodríguez Montesinos. El ciclo continuó el 4 de marzo con la charla “Mayoral, presión legendaria”, en la que participaron el director de la Asociación Nacional de Mayorales, José Luis Castro, y mayorales de varias ganaderías prestigiosas. Este día se proyectó un documental sobre la profesión de mayoral, tras el cual se realizó una mesa redonda con debate moderado por el presidente del Club Taurino Placentino, Emilio Sánchez Barrado. El 11 de marzo fue el turno de los picadores, con la conferencia “os Prieto, dos generaciones de picadores placentinos”. Cerró la semana, el día 18, el matador de toros catalán Serafín Marín, quien habló sobre el momento actual de la fiesta.

21 XX Semana Cultural Placentina-2000

22 Directiva Semana Cultural Taurina

El 17 y 24 de febrero, y el 2 y 9 de marzo tuvieron lugar la última Semana Cultural Taurina de Plasencia, la XXXII. Finalizó con la conferencia del cronista Antonio Castañares sobre la evolución del toreo a través de la fotografía.  Al término de la charla se celebró una cena de gala en la que el Club entregó los Premios ‘E’ de Excelente 2012 para reconocer a medios de comunicación, entidades o personas su contribución en favor de la fiesta. La semana de este año tuvo sabor portugués con la participación la rejoneadora Ana Rita y de los Forçados de Arronches. También recibieron sus reconocimientos, el diario Hoy, los ganaderos José Escolar, Santiago Bueso y Gabriel Hernández, de los Bayones, además del director de este portal, Antonio Castañares. [6]

6.- Conclusiones

La existencia de tan variada producción de publicaciones relacionadas con el toro en la ciudad del Jerte está relacionada con la importante tradición taurina, que se remonta a la Edad Media, cuando se recoge en las Cantigas de Alfonso X el milagro del toro sucedido en la Plaza Mayor. Posteriormente,  en la costumbre de lidiar toros en el centro urbano durante la época renacentista, recogida por el historiador Jesús Manuel López Martín[7]; o en las numerosas referencias que se recogen en las Actas de Sesiones Municipales durante los siglos XVIII y XX. Ese gusto por el toreo recibió un destacado impulso con la inauguración de la plaza de toros en el año 1882, lo que potenció la atracción que la ciudad ejercía ya sobre las comarcas del Norte de Extremadura en los ámbitos económicos, culturales, educativos y administrativos. Esta afición se plasmó en la presencia de las primeras figuras del arte de cuchares, como se detecta en las variadas revistas trabajadas a lo largo del siglo XX y primera década del XXI. Por el coso placentino pasaron diestros como Pepe-Luis Vázquez, Manuel, “Angelote”, Domingo Ortega, “Manolete”,  “Dominguín”, Antonio Ordóñez, “Chamaco”,Dominguín, Curro Romero, Paco Camino, “El Cordobés”, Palomo Linares, “El Vita”, Taquirari, los Peralta, Curro Rivera, Dámaso González, Palomo Linares, José Mari Manzanares, Campusano, José Ortega Cano,  “Espartaco”, Dámaso González, “Yayo”, Julio Aparicio, El Cordobés, Joselito y Juan Mora, entre otros. También merecen citarse algunos rejoneadores como Álvaro Domecq; o los animales que aportaron ganaderías como las de  Fermín Bohórquez y Esteban Hernández Pla, “Cerro alto” o, Eduardo Miura.

            La estrecha relación existente entre la celebración de las corridas y las Ferias y Fiestas de la ciudad, determina que las revistas se publicaran en junio), aunque algunas lo fueron en mayo (que era cuando tenían lugar las ferias hasta el primer tercio del siglo XX); o en octubre (en que se durante algunos años se conmemoraba una pequeña feria relacionada con la Hispanidad).

            La gran afición taurina en Plasencia ha favorecido la implicación desde los sectores públicos y los privados en la edición de estas publicaciones. Entre los primeros destaca el Ayuntamiento de la ciudad, la Diputación Provincial de Cáceres, y la Junta de Extremadura. Entre los segundos, destacan algunas entidades financieras como  la antigua Caja de Ahorros de Plasencia (actual Caja de Extremadura), o Caja Duero; además de diferentes peñas taurinas, como la “Peña Taurina Placentina”, el “Club Taurino Placentino” y la “Peña Juan Mora de Plasencia”, respaldadas en El Monitor Taurino, patrocinada la primera por el Bar “El Burladero”; y la tercera publicitada por la revista Por Verónicas, con sede en el Bar “Danubio”. La fama de estos eventos taurinos era tal que, en algunos casos, la publicidad era sufragada por negocios ubicados fuera de la ciudad, como el caso del Hotel-Restaurante “Madrid-Lisboa”, en Trujillo (revista Plaza de Toros).

            La gran proyección de este tipo de revistas se ha traducido en unas portadas originales, que pasaron de los dibujos y fotografías figurativas en blanco y negro, al color con diseños y composiciones fotográficas de gran colorido y un toque de abstracción, pero que siempre reflejan la idiosincrasia y el sentir de esta zona norte extremeña con tradición secular. Además, el contenido de estas publicaciones se ha caracterizado por contar con firmas de primer orden en el ámbito local, regional y nacional, responsables de popularizar y difundir los diferentes apartados del ritual taurino.

            Hoy, cuando en algunas zonas de la Península Ibérica se prohíbe la práctica de este arte (por influencia de teorías defensoras de los animales), parece que en Plasencia y el norte de nuestra región, su continuidad está asegurada.

 

 

 


[1] Las revistas que han sido trabajadas han sido localizadas en el archivo de la Biblioteca Pública de Cáceres, con la reseña BPCC: FR/1724Monitor Taurino. Peña Taurina de Plasencia. 1953: Imprenta “La Victoria”8 X 13 cms. 24 págs., Portada con una foto  en la parte inferior derecha que representa la casita en miniatura del parque de “Los Pinos”. En la izquierda, una franca vertical con los colores nacionales enmarcando un dibujo con una escena taurina. En la portada se especificaba que el proveedor, Fausto Rovira, obsequiaba a sus asociados y simpatizantes con un segundo “Monitor Taurino”, de donde se colige que debió haber antes otro librito similar (¿1952?) editado por la Peña (situada en Alejandro Matías, 15). El contenido se reparte entre artículos como “¿Sabía usted que en los años…?”, donde se señalan anécdotas relacionadas con el mundo de los toros desde 1882 hasta 1953 (datos recopilados de los periódicos madrileños El Ruedo y Dígame. También incluía “La edad del toro”(diferentes denominaciones del toro dependiendo de los años); las “Corridas celebradas en Plasencia desde 1920 hasta 1952); “Matadores de toros que sumaron mayor número de corridas en lo que iba de siglo; el programa de las corridas de toros de la feria de 1953 (día a día); el Programa de Festejos de 1953; el artículo titulado “De interés para el aficionado: el peso de los toros”(la equivalencia entre kilos y arrobas); y varias fotos y numerosa publicidad.

                Monitor Taurino. Peña Taurina de Plasencia. 1954: Faustino Rovira obsequia a sus asociados y simpatizantes, con un tercer Monitor Taurino (luego el primero debió salir en 1952). Imprenta Sanguino Sucesora, 24 págs., 8,5 X 13,5 cms. Portada con el dibujo de la cabeza de un toro. Los datos que se publican en esta pequeña agenda, se especifica, han sido recogidos de periódicos y revistas taurinas. Se incluye la poesía “Negro y Blanco”. Y “¿Sabe Usted que en los años…?” (noticias sobre toros). Condiciones del buen aficionado. “Recorte y reboleras: lista de toros famosos de Miura”. Corridas celebradas en Plasencia desde 1900 al 1920”. “De pitón a pitón” (tres Pepetes muertos de tres corridas). Se incluye una foto del interior del Bar de la Peña Taurina Placentina, en la calle Alejandro Matías, 15. “Banderillas de fuego” (con poesía incluida). En páginas centrales aparece el programa de festejos de la feria. “Taurinas de la Peña” (corridas por ciudades desde julio hasta junio del siguiente año). “Corte y recorte” (historia de “Angelete”).

Monitor Taurino. Año 1960. 40 págs., 13,5 X 18 cms. Bar Restaurante “El Burladero”. Imprenta La Victoria. Portada con un dibujado que representaba a un torero dando un pase. La revista estaba patrocinada por el Bar Restaurante “El Burladero”, situado en la calle Pizarro, número 3, y era un obsequio de Fausto Rovira. se abría con un “Saludo: Pasen… Señores… pasen”, por F. Rovira. Y seguía con “Desde el Burladero” (crónicas taurinas de varios años pasados), por Rara Avis in Temis; “Astillas de El Burladero” (anécdotas histórico taurinas), por Rovira. En este apartado se reseñaban sucesos relacionados con el mundo de los toros en los años 1747, 1800, 1831, 1849, 1865, 1868, 1872, 1896, 1901, 1906, 1908, 1920, 1923, 19251927, 1931, 1945, 1950, 1957, 1958, 1959 y 1960. El propio autor especificaba que en 1960 hacía cinco años que se había abierto el bar “Burladero”, y que desde entonces se publicaba cada año este “Monitor”. Le seguía el Programa de Festejos de las Ferias de Plasencia; y “Capote de Paseo”, un artículo sobre las plazas de toros en España, y datos sobre toreros como “Frascuelo”, “Lagartijo” y “Joseito de Málaga”, así como la revista de Toros “La Lidia”. Por último en “Banderillas, Estocadas y Puntillas” se aportaban datos sobre tomas de alternativas entre familiares, retrasmisiones por televisión, y algún nombre de toros con los que se doctoraron famosos matadores. Plasencia, 1960, 20 p. 14 cms.

[2] Véase en Plaza de Toros de Plasencia. 1968,  págs. 3. 

[3] Plaza de Toros de Plasencia, 1959. La Victoria, 12 págs., 24,5 x 18 cms. Portada con un dibujo que representa toreros, picadores y majos y majas vestidas a la antigua usanza sobre un fondo de una plaza de toros. La revista incluye el Programa Taurino de la Feria; la presentación de los diestros: Luis M. Dominguín, Curro Romero y Miguel Mateo “Miguelín”. Y los siguientes artículos: “Los toreros portugueses en España”, por Saraiva Lima. La poesía titulada “Caída”, de Antonio Ximeno. “Historia de la ganadería Sierra Grande-Señores Molero Hernández”. “Conozca Usted el Reglamento Taurino”. “¿Sabía Usted…?” (anecdotario taurino). “Faenas camperas”. Y los precios de la novillada y la corrida. BPCC:FR/2211.

Plaza de Toros de Plasencia. Año 1960: 16 págs., 13,5 X 28 cms. Imprenta La Victoria. Portada con un dibujo de la cabeza de un toro negro sobre fondo rojo, realizado por Scarpi. La revista contiene mucha publicidad de bares, comercios y demás negocios, cuyos propietarios fueron los que sufragaron la edición. Se inicia con el artículo “Se hace saber”; y continúa con “Anécdotas taurinas”; “Toreros famosos”: unos apuntes biográficos de Ignacio Sánchez Mejías; el programa de las corridas del 9 y 10 de junio; el historial de las ganaderías de Fermín Bohórquez y Ángel Rodríguez de Arce. También se ofrecen datos de los diestros Antonio Ordóñez, Diego Puerta, Juan García “Mondeño”, Andrés Hernando, Curro Montes y Manuel Martínez Carra. Y una poesía titulada “Bronca”, de Antonio Ximeno. La publicación finaliza con “Cara y cruz de la fiesta”BPCC:FR/1276.

Plaza de Toros de Plasencia. 1963.  32 págs. 12,5 X 18 cm. Imprenta La Victoria. Portada con el dibujo de un torero brindando a la afición.  Programa taurino de los días 8 y 10 de junio. “Antes del peto y después del peto”, por Curro Castañares. “Lucha de toros bravos”, por Juan Pedro Domecq. Programa Oficial de Festejos organizados por la Comisión de Ferias y Fiestas del Excmo. Ayuntamiento. “Por un primer tercio renovado”, por Paco Tolosa.  “Historial de la Ganadería de D. Laurentino Carrascosa”. “Notas para el Archivo del aficionado. Comentarios sobre algunos diestros (Pedrés, Diego Puerta, Miguelín, Domecq, El Imposible, Andrés Vázquez, Orteguita y Bohórquez (dibujos). Cuadro estadístico de las corridas celebradas en España entre 1952 y 1962, por meses, años y lugares. “Historial de la Ganadería de D. Manuel Arranz Sánchez. “Los “Chalaos” puros”, por Antonio Díez-Cañabate. Y “El coche de los toreros”, por el “Tío Caniyitas”. El ejemplar se acompaña de bastante propaganda.

Plaza de Toros de Plasencia. 1964.  Imprenta La Victoria.  40 págs. 13 X 19,5 cms. Portada con el dibujo de la cabeza de toro. Programa de las corridas de los días 8 y 9 de junio. “Cogida y muerte de “Joselito”” (foto), poesía de Ramón de Garcilaso. “Curiosidades taurinas”.  “Aquel capote único de “Curro Puya””, por Manolo Castañeta.  “Conozca Usted el Reglamento” (taurino). “Manolete, su actualidad en el toreo”, por D. Antonio. “Los Mitos”, por Benjamín Ventura Remacha.  Historial de la Ganadería de “Sierra Morena” de Doña Marina Recio de Sánchez. Comentarios sobre algunos toreros (Diego Puerta, Curro Romero, “El Cordobés”, Jaime Ostos, Paco Camino y “El Viti” (dibujos).  Historial de la Ganadería de “Cerroalto”, de los señores Cembrano Hermanos. Fotografía de una Plaza de Toros con el paseíllo. “La fiesta sigue”, por K. Hito. “No caben trampas en el toreo”, por Francisco Ramos de Castro. Programa Oficial de Festejos organizados por la Comisión de Ferias y Fiestas del Excmo. Ayuntamiento. Lance de Mariposa. Y Precios de las localidades.  Se acompaña de mucha publicidad.

Plaza de Toros de Plasencia. 1965.  40 págs. 12,5 X 28, 5 cms.  Imprenta La Victoria. Portada con un dibujo representando a un torero y los alguaciles en el “paseíllo”. Programa de las corridas de toros de los días 8 y 9 de junio. “El Encierro”, poesía de Juan Pedro de Domecq.  Lance de Delantal (dibujo).  “Mondeño ha muerto… ¡Viva Fray Mondeño!” (O la universalidad del torero) (foto), por B. V. Carande.  Programa Oficial de Festejos. “El Beso Febril”, por Barico. Dibujo de Picadores, por Mariano Rubio. Historial de la Ganadería de “Cerroalto”, de los Sres. Cembrano Hermanos.  Comentarios sobre los toreros de las ferias placentinas. Historial de la Ganadería de los Sres. Herederos de Don Carlos Núñez. “Curiosidades”. “Sabía que….”. “Así era ayer….” (cartel de la corrida del 10 de junio de 1909). “Romance de Toro Bravo” (foto), poesía de M.  Martínez Remi.  Fotografía de Enrique con el nombre “El Capote de Paseo”.  “El Peón de Confianza”, por Antonio Casero. “Aquel “monstruo” que cayó en Linares (Manolete), por Manolo Castañeta. Y Precio de las localidades. Se incluye variada propaganda.

                Plaza de Toros de Plasencia. 1966. 46 págs. 13 X 28,5 cms. Imprenta La victoria. Portada con un torero de espaldas rezando en una capilla. La revista taurina incluye un “Pregón Taurino”; el cartel de la corrida del 9 de junio, las fotografías de Fermín Bohórquez, Antonio Bienvenida, Miguel Mateo “Miguelín” y Andrés Hernando. También se inserta la poesía “El Tentadero”, de Juan Pedro Dome; “Torero de los años 50” (Chicuelo), por Manolo Castañeta; “El Mayoral”, de Baroco;  el historial de las ganaderías de Eduardo Miura, Carlos Núñez y Fermín Bohórquez; “La gracia del indulto”, por Adolfo Bollan; la corrida del día 10 y las fotos de sus diestros: Paco Camino, Manuel Benítez, “El Cordobés” y José Fuentes; el programa de la corrida del día 11 y las fotos de Manuel Cano “El Pareo”,  Paco Pallares y Sebastián Palomo Linares; y los precios de las localidades de las diferentes corridas.

Plaza de Toros de Plasencia. 1968.  60 págs. 14 X 29, 5 cts. Imprenta La Victoria. Portada con un dibujo en el que un toro está arremetiendo contra un caballo.  En el Editorial los responsables de la revista agradecen a los colaboradores y anunciantes “…su continuado favor que nos sirve de estímulo para seguir confeccionando este folleto que lleva en sí la ilusión de aportar a nuestra modesta, pero entusiasta colaboración y dar más realce a nuestra ya importante Feria de junio”. Posteriormente incluyen el Programa Oficial de Festejos. “El Capote de Paseo”, por Mahizflor. El Programa de la Corrida del día 8 de junio. Las fotografías y las biografías de César Girón, Miguelín y Palomo Linares.  “El espontáneo”. El programa de la corrida del día 9 de junio. Las fotografías y biografías de Paco Camino, Pedrín Benjumea y Sánchez Bejarano. “La Verónica” (foto), por Miguel García Peral. Programa de la corrida del día 10 de junio. Fotografías y biografías de Diego Puerta, S. M. El Viti, y Miguel Márquez. “El Arrastre” (foto). El Lance del Delantal. “Algo que el aficionado no debe ignorar”. Y Los precios de las localidades. Destaca la numerosa publicidad de la revista.

Plaza de Toros de Plasencia. 1970.  64 págs. 13,5 X 29 cms. Imprenta La Victoria. Portada con el dibujo de la cabeza de toro. La revista incluye un Editorial. Programa Oficial de Festejos. Programa Oficial de los II Festivales de España. Olivos y Toros, poesía por Ángel de la Vega. Programa de la corrida de toros del día 8 de junio. Fotografías y biografías de “El Viti”, Francisco Rivera Paquirri y Miguel Márquez. “La línea divisoria” (foto), por Julio Estefanía. “¡¡Donde está Gallito!!”, por Tomás León. Programa de la corrida del día 9 de junio. Fotografías y biografías de Antonio Ordóñez, Paco Camino y Sánchez Bejarano. Comentarios sobre las Ganaderías de D. Luciano Cobaleda, “Cerroalto” y de Don Miguel Higüero Vidarte. “Va a llegar el momento” (foto), por Julio Estefanía. “Mientras suenan los clarines”, por Vicente Martínez Zurdo. “El Natural”, por Miguel García Peral. Programa de la corrida del día 10 de junio. Fotografías y biografías de Diego Puerta, Palomo Linares y José Luis Parada. “Cara a cara”, por Julio Estefanía. “Cuentos del Viejo Mayoral: “Gestos del Torero””, por Luis Fernández Salcedo. Precios de las localidades.  Sobresale la abundante propaganda.

Plaza de Toros de Plasencia. 1971  64 págs. 13,5 X 29 cms. Imprenta La Victoria. Portada con el dibujo de la cabeza de toro. Tras el Editorial, se incluye el Programa Oficial de Festejos. “Patio de Caballos”, por Vicente Martínez Zurdo. El Programa de la corrida de toros del día 8 de junio. Las fotografías y las biografías de “El Viti”, Agapito Sánchez Bejarano y Jaime González “El Puno”. “Los amigos leales del torero”. “El maletilla”.  “El torero y la suerte”, por Jaime Ostos. “La suerte de varas”, por Rafael Moreno.  “Adornos taurinos”, por Miguel García Peral.  Comentarios de las Ganaderías de D. Manuel Francisco Garzón, Los Millares y Cerroalto. Programa de la corrida del día 9 de junio. Fotografías y biografías de Ángel Peralta, Rafael Peralta, Álvaro Domecq y José Samuel Lupi. “Fandangos camperos”, poesía de Juan Pedro Domecq.  Programa de la corrida del día 10 de junio. Fotografías y biografías de Francisco Rivera “Paquirri”, Curro Rivera y Dámaso González.  “Casa con dos puertas”, por Luis Fernández Salcedo. Y Precio de las localidades.  Se incluye abundante propaganda.

Plaza de Toros de Plasencia. 1972. 76 págs. 13,5 X 29 cms. Imprenta La Victoria. Portada con el dibujo de la cabeza de toro. Tras la introducción, titulada “A modo de brindis”, se inserta el Programa de Festejos. “Análisis de la Fiesta”, por Gregorio Marañón Moya. El Programa de la corrida del día 9 de junio. Las fotografías de Luis Miguel Dominguín, Palomo Linares y José Mari Manzanares. “La espera”, por Miguel García Peral. “Los nuevos aficionados”, por Mariano Tudela. “Y luego dicen que los toros son caros….” (fotos), por Ángel de la Vega.  Programa de la corrida del día 10 de junio. Fotografías de Paco Camino, Francisco Rivera “Paquirri” y Dámaso González.  “El quite” y “Salida en hombros”, por Mahzflor. Programa de la Caseta Municipal. Comentarios sobre las Ganaderías de Don Marcos Núñez, Cerroalto y de D. Isaías y Hermanos de D. Tulio Vázquez. “Figuras de Ayer. Manolete, Arruza, Domingo Ortega y Pepe Luis Vázquez”, por Manolo Castateña. “El peón de brega”, por M. Martínez Remis. Programa de la corrida del día 11 de junio. Fotografías de Moreno Pidal, Sánchez Bejarano, José Falcón y Morenito de Cáceres. “El mozo de espadas” (foto), por José María Requena. “Cuentos del Viejo Mayoral: el espontáneo recalcitrante”, por Luis Fernández Salcedo.  Biografías de los espadas en la Feria placentina. Y Precios de las localidades. Destaca la abundante publicidad de este número. BPCC: FR/2165.

Plaza de Toros de Plasencia. 1973. 84 págs. 17 X 20 cms. Imprenta La Victoria. Portada con el dibujo de un toro.  Bajo el título “La fiesta va a empezar”, los organizadores iniciaban el Editorial.  También se incluía el Programa Oficial de Festejos. “Los toristas y los toreristas”, por Antonio García-Ramos Vázquez. Programa de la corrida del día 8 de junio. Fotografías de los toreros “El Viti”, Niño de la Capea y Julio Robles. “Banderilleros”, por José María Requena. “Oportunidad para un maletilla”, por Juan Morales Rojas. “Verónicas y medias verónicas en el recuerdo”, por Mariano Tudela (foto).  “Las señoritas toreras”, por Sebastián Miranda. Programa de la corrida del día 9 de junio. Fotografías de los toreros Diego Puerta, Paco Camino y Julio Vega Marismeño. “Tarde de soledad sin esperanza”, por Alfonso Carlos Saiz Vadivieso. Programa de la corrida del día 10 de junio Fotografías de los toreros Francisco Rivera “Paquirri”, Gabriel de la Casa y Miguel Márquez. “El sobrero sobrante”, de Adolfo Bollain. Programación de la Terraza Municipal. “La otra “faena”” (foto),  por Miguel  García Peral. Y Precios de las localidades. El número se completa con variada propaganda.

Plaza de Toros de Plasencia. Ferias Junio 1978.  Madrid, Taurógrafos. 16,5 X 23,5 cms. 64 págs. Portada con un dibujo de Marti-Font con un toro embistiendo y un torero saltando la al interior de la Plaza.  “Pregón de Feria”, por Antonio Custodio Paz. “Ovación de Gala” (foto). “La Bravura”, por José María Requena.  “A ras de suelo” (foto), por Germán Rubio Fandiño. Programa de la corrida del día 9 de junio. “El Viti” (foto), poesía de Rafael Duyos.  “El público de los toros”, por Santiago Martínez-Fornes. Programa de la Caseta Municipal. Programa de la corrida del día 10 de junio. “Ir y venir de la torería andante”, por Mariano Tudela. “Pintas de los toros”. “Evocación” (foto), por Juan Pedro Domecq.  “La hora de la verdad: la estocada”, (foto). Programa de la corrida del día 12 de junio. “¡Silencio!, Pepe Luis está toreando”, por Alfonso Navalón. “El mozo de estoque”, por V. Martínez Zurdo. Programa de la corrida del día 13. “Manolete Córdoba y Albéniz” (foto), por Julio Estefanía.  “El percance” (foto). Y “La muerte del torero” (foto), por Mahizflor. El ejemplar tiene también abundante propaganda.

Plaza de Toros de Plasencia. Ferias de junio de 1979. 16 X 18 cms. 68 págs. Portada con un dibujo de un toro. «¿Un pregón de ferias?», por Germán Rubio Fandiño. «Madrugadores en el tendido», por Mariano Tudela. «Vestirse de torero» (foto). «Si yo fuese torero… (a modo de oración)», poesía de Rafael Duyos. Programa de las diferentes corridas de feria. «La capilla», por José María Requena. «Los banderilleros». «Cargar la suerte», por Guillermo Sureda. «El peón de confianza» (foto). «A los hombres que dejaron su miedo y su valor por esas plazas de Dios», por Pedro Flores Guevara. «Ripios taurinos, lecciones de la existencia». «La preparación». «El discreto desencanto de la torería», por Ricardo Díaz Manresa. «También el hambre da cornadas…, pero menos», por Luis Fernández Salcedo. «El toro» (léxico). Precios de las localidades. «Elegía a un toro muerto» (foto).

Plaza de Toros de Plasencia. Ferias-Junio, 1980. Portada con un dibujo con una escena de toreo, firmado por Antonio Casero. 16,5 X 24 cms. 84 págs. Industria Gráficas Visedo, Hortaleza-1. Salamanca. «Que hable la feria» (foto), por S. Rodrigo. «Plasencia, ciudad de gran tradición taurina» (dos fotos), por D. Gonzalo. «El arrastre de los sustos» (foto). «Las telas taurinas: el capote y la muleta» (foto), por José María Requena. «Ser torero» (foto), por Eduardo Bonet. Programa de festejos taurinos. «El toro cinqueño» (foto), poesía de Rafael Duyos. «Piropo a la verónica» (foto), por Luis López Anglada. «Tercio de Quites» (foto), poesía de Manuel Martínez Remis. «El monstruo descansa» (foto), por Germán Rubio Fandiño. «La responsabilidad de los maestros» (foto), por Luis Manuel Auberson. «El torero» (foto), por Rafael Ríos Mozo. «Con los ojos cerrados» (foto), por Germán Rubio Fandiño. «Ligar los pases», por Guillermo Sureda. «Cuando la suerte falta al reparto» (dos fotos), por Mariano Tudela. «Conozca usted el reglamento». «Cuentos del viejo Mayoral: Lagartijo, preside el entierro de Frascuelo», por Luis Fernández Salcedo. «Matadores, novilleros y rejoneadores que ocuparon los diez primeros puestos en cuanto al número de actuaciones en 1979». «Cuando el toro no cae a la primera».

Plaza de Toros de Plasencia. Feria de Junio de 1981. Portada con un dibujo con una escena de toreo, firmado por Antonio Casero en Madrid, 1965. 16,6 X 24 cms. 84 págs. «Apunte Alguacilillos». «La vocación del toreo», por Eduardo Bonet. «Don Andrés Godoy, acaudalado personaje, natural de Plasencia, fue un caballista y un valiente estoqueador de toros», por «Don Gonzalo», Director de «Entrebarreras». «Los problemas del toro: las manos por delante». Programa de las corridas. «El toro y su ganadero», por Rafael Ríos Mozos. «Pasodoble torero», por Gerardo Diego. «Las fotografías», por Antonio Díaz Cañabate. «La emoción del riesgo». «El pase de pecho». «Saludo a los subalternos», por Luis Manuel Aubersón. «La cornada», por José María  Requena. «Mi paso por el toreo», de Rafael Ortega «Gallito». «Salmo taurino», por Rafael Duyos. Humor taurino: «El cebado del utrero», por Juan Sagarma Bernardos. Matadores que ocuparon los 30 primeros puestos en cuanto al número de actuaciones en 1980. «Cuento del viejo mayoral: Sánchez Mejías triunfa en la corrida patriótica». Programa de actuaciones en la Caseta Municipal Torre de Lucía. «Elegía a Caminero», por Alfonso Navaleón. «Los areneros», por Ramón Cué. «Después de la corrida», por José María Pemán

Plaza de Toros de Plasencia. La corrida de hoy. Viernes 7 de junio de 1996: 8 págs. De 12,5 X 21,5 cms. Club Taurino Placentino. Portada con un dibujo de un toro saliendo de los chiqueros. La publicación incluye comentarios sobre los diestros Julio Aparicio, “El Cordobés” y José Ignacio Sánchez (nacimiento, debut, alternativa, confirmación, actuaciones, y personal de cuadrilla). También se aportan datos sobre la ganadería de “La Cardenilla” y un breve artículo titulado “Los toros, como arte y cultura” (colores del traje de luces). En la contraportada aparece el orden de lidia de los diferentes toros, con su nombre, capa, número y fecha de nacimiento.

                Plaza de Toros de Plasencia. Feria de Junio de 1996. Gran corrida del Arte del Rejoneo: 8 págs. 12 X 21 cms. Portada con fondo en amarilla-naranja y el nombre de los novilleros. Imprenta Indugraph (Badajoz). Incluye el comentario de la ganadería de La Herguijuela, los rejoneadores (Fermín Bohórquez, Luis Domecq, Pablo Hermoso de Mendoza y Antonio Domecq), y algunos datos sobre las cuadrillas de cada uno de los anteriores. Asimismo, se inserta el programad de ferias desde el 6 al 10 de junio y las actividades deportivas de las ferias.

                Plasencia. Plaza de Toros-4. Feria Taurina de Plasencia–2007. Programa Oficial del Ayuntamiento de Plasencia-Concejalía de Festejos. Salamanca, 2007. Sercom, 30 págs., 15 X 21 cms. Portada con un fondo dorado con fotos de toreo actual y dibujos de rejoneo antiguo., bajo la imagen de la Plaza de Toros. Saludo de la alcaldesa Elia María Blanco. Datos de la Ganadería “Valdealcalde”y fotos de sus seis novillos. Los novilleros (José Luis Benavente García y Francisco Javier Pajares Paramio). Primer Festejo del ciclo: Novillada picada (Luis Miguel Amado Gallego). Datos de la Ganadería “Don Luis Terrón” y fotos de sus seis toros. Los rejoneadores (Joao Antonio Romao Moura y Pablo Hermoso de Mendoza. Segundo festejo del ciclo. Corrida de rejones (Diego Antonio Espíritu Santo Ventura). Datos de la Ganadería “Don Daniel Ruiz Yagüe” y fotos de los seis toros. Los toreros (Manuel Jesús Cid Sala, Miguel Ángel Perera Díaz y Emilio Elías Serrano Justo). Datos de la Ganadería “Los Bayones” y fotos de los seis toros. Los toreros (César Jiménez, José María Dols Samper y Alejandro Talavante Rodríguez). La revista se cierra con el artículo titulado “Plasencia: 125 años de toros”, por Rafael Giménez Derecho.

 

[4] Ferias y Fiestas en Plasencia 1958. Programa de las corridas de Toros: Plasencia, 1958. Imprenta La Victoria, 12 págs., 11,5 X 24,5 cms. En la portada había un dibujo con cuatro jóvenes en la plaza de toros vestidos con trajes de majos. Este programa  taurino fue elaborado con la colaboración de numerosos comercios de la ciudad, que sufragaron la publicación, e insertaron la publicidad. En el interior se incluye una breve biografía de los toreros que actuaron ese año: Antonio Ordóñez, Gregorio Sánchez, Antonio Borrero “Chamaco”, José Gómez Cabañero, Manuel Blázquez y Antonio González. Asimismo, se insertaba el precio de las entradas a los espectáculos taurinos. En las páginas centrales había un estadillo para que cada espectador hiciera la reseña de cada espada, capote, varas, banderillas, muleta, estoque y resultado final. El artículo “Viejas glorias” estaba extraído de El Ruedo. Y se añadía la biografía del torero Manuel Granero y Valls; unos comentarios sobre la ganadería de Fermín Bohórquez y Esteban Hernández Pla; unos comentarios sobre los artículos 69, 90, 94 y 95 del reglamento taurino; unas curiosidades sobre una corrida en Palencia en 1869; y una poesía taurina de M. Martínez Remis.  Referencia tomada de la Biblioteca Pública de Cáceres: BPCC:FR/1289-2204.

 

[5] Ferias y Fiestas en Plasencia 1958. Programa de las corridas de Toros: Plasencia, 1958. Imprenta La Victoria, 12 págs., 11,5 X 24,5 cms. En la portada había un dibujo con cuatro jóvenes en la plaza de toros vestidos con trajes de majos. Este programa  taurino fue elaborado con la colaboración de numerosos comercios de la ciudad, que sufragaron la publicación, e insertaron la publicidad. En el interior se incluye una breve biografía de los toreros que actuaron ese año: Antonio Ordóñez, Gregorio Sánchez, Antonio Borrero “Chamaco”, José Gómez Cabañero, Manuel Blázquez y Antonio González. Asimismo, se insertaba el precio de las entradas a los espectáculos taurinos. En las páginas centrales había un estadillo para que cada espectador hiciera la reseña de cada espada, capote, varas, banderillas, muleta, estoque y resultado final. El artículo “Viejas glorias” estaba extraído de El Ruedo. Y se añadía la biografía del torero Manuel Granero y Valls; unos comentarios sobre la ganadería de Fermín Bohórquez y Esteban Hernández Pla; unos comentarios sobre los artículos 69, 90, 94 y 95 del reglamento taurino; unas curiosidades sobre una corrida en Palencia en 1869; y una poesía taurina de M. Martínez Remis.  BPCC:FR/1289-2204.

Plasencia. Feria y Fiestas 1982 del 6 al 10 de junio. I Centenario de la Plaza de Toros de Plasencia. Ofrecido por Caja de Ahorros de Plasencia. 15,5 X 22 cms. 56 págs. Portada con una flor-revolandera donde se ven varias fotos (Ayuntamiento, Plaza de Toros y miniatura sobre los toros). Prólogo: «1882-1982, un siglo, cien años cumple nuestro coso taurino». «Historia de la fiesta de toros en Plasencia» (fiesta de toros en la Plaza Mayor; toros en la Plaza Mayor; rogativas, pidiendo agua; toros de la Virgen del Puerto y de las Ánimas; muerte del rey Fernando VI y coronación de Carlos III; el obispo Don José Laso, grandes fiestas de toros, músicas, danzas y fuegos de artificio; toros en La Isla; y se alza el estandarte del rey don Carlos IV). Este amplio artículo está firmado por Manuel Díaz López. «Historia de la Plaza de Toros actual y crónica de la primera corrida», por Manuel Muñoz. «Relación de las corridas de los 100 años», por Manuel Muñoz. «Efemérides y anecdotario», por D. Arroyo. Y «Reseña de una gran corrida de toros en las ferias de junio de 1933», por Burelito.

                Feria de Plasencia. Junio de 1996: 20 págs., 11,5 X 20 cms. Portada con un dibujo en color de un torero dando un pase. Editado por Publicidad Grupo CM 10, S. L. Se trata del comentario de las diferentes corridas que, desde el día 7 hasta el día 10 se celebraron en la ciudad de Plasencia durante las Ferias de 1996. También se aportan datos sobre las diferentes ganaderías (La Cardenilla, Torrestrella, Puerta Dianez, y Cerroalto); los toreros (Julio Aparicio, El Cordobés, Joselito, Juan Mora, Dámasao González, Vicente Barrera, Ponce de León, Jesulín de Ubrique, y Rivera Ordoñez; y los rejoneadores Fermín Bohórquez, Luis Domecq, Pablo Hermoso de Mendoza y Antonio Domecq. La revista incluye numerosa publicidad de Plasencia y fotos en color de los diestros.

                Feria de Plasencia. Junio de 1997: 20 págs. 12,5 X 20,5 cms.  Portada con la foto de un torero andando por el ruedo movida. Impresión en Ingrafi S. A., de Talavera de la Reina. La revista incluyen comentarios sobre las tres corridas de toros y una de rejoneo, las ganaderías Zalduendo, Buenavista ,D. Diego Puerta y La Herguijuela; los toreros Joselito, Enrique Ponce, Rivera Ordoñez, César Rincón, Juan Mora, Vicente Barrera, Litri, Jesulín de Ubrique y El Tato; y sobre los rejoneadores Joao Moura, Fermín Bohórquez, Pablo Hermoso de Mendoza y Paco Ojeda. La revista incluye numerosa publicidad de Plasencia.

                Plasencia. Feria y Fiestas 2003: 50 págs., 14,5 X 21 cms. Ayuntamiento de Plasencia. Portada en color con un foto corriendo en el medio de la plaza. “Toros en Plasencia”, por Lorenzo Robado Martínez. El capote. El picador. Lesiones producidas por la suerte de varas y clasificación de las zonas anatómicas afectadas por puyazos. Pirámide de la puya. El tercio de banderillas. La muleta. El tercio de la muerte. El toro según la cornamenta. Señales de orejas. Novillada del 5 de junio.  (Javier Sous, Miguel Ángel Perera y J. Luis Benavente). Corrida del 6 de junio (Enrique Ponce, Alberto Manuel Hornos Valiente y David Fandila, el “Fandi”). Corrida del 7 de junio (José Ignacio Uceda Leal, Francisco Rivera Ordóñez y Manuel Bejarano). Corrida de 8 de junio (Juan Mora, Jesulín de Ubrique y El Juli). Rejoneo del 9 de junio (Joao Moura, Pablo Hermoso de Mendoza y Sergio Vegas). Relación de actividades de feria. Programación festiva. Plano del recinto ferial. Y recomendaciones para la llegada con vehículos al recinto ferial del Berrocal. En la contraportada, una foto en color del Ayuntamiento y la torre de Mayorga.

Plasencia. Feria y Fiestas 2004: 48 págs., 14,5 X 21 cms. Portada con un torero de espaldas y un toro de frente, y con un fondo de una vista aérea del acueducto y parte de la ciudad. Saluda de Jorge Lledó, el capitán del equipo “Plasencia Galco 2003-2004”. Informaciones sobre el capote, el picador, el tercio de la muerte, el tercio de banderillas, la muleta, el toro según la cornamenta, las señales de las orejas  (corte curvo, recto y sin desprendimiento de sustancia), programa taurino del jueves, 10, viernes 11, sábado 12, domingo 13, y rejones el lunes 14. Actividades en la Feria 2004. Actividades deportivas. Plano del recinto ferial. Y Semana de Teatro Popular 2004. Mucha publicidad.

 

[6]Las revistas que conservamos relacionadas con el Club son las siguientes: 1985, 1992, 1993, 1994,19 95, 1999, 2001 y 2002. A continuación se expone el resumen de cada una de ellas.    Toros de la Feria y Fiestas 1985. Plasencia: 6 págs., 11,5 X 20 cms. Editado por el club Taurino Placentino, Imprenta “Gabriel y Galán” y financiado por la Caja de Ahorros de Plasencia. Portada con un dibujo (parece plumilla) del interior de un coso taurino con el paseíllo preparándose. El contenido incluye el cartel de toros de los días 6 al 10 de junio de 1985. También está el historial de las Ganaderías (Heredia, De Miguel Zaballos Casado, Conde de la Maza, Fermín Bohorquez Escribano y Hermanos Sánchez Arjona. Y el personal de la Cuadrilla en la feria (picadores, banderilleros y auxiliadores). Por último, se hace una breve biografía de los diferentes diestros que actuaron en las corridas de ese año: Fermín Bohórquez Escribano, Álvaro Dome Romero, Manuel Vidrie, Javier Buendía, Francisco Ruiz Miguel, José Antonio Campuzano, José Ortega Cano, José María Manzanares, Tomás Campuzano, Antonio Ruiz “Espartaco”, Dámaso González Carrasco, Emilio Muñoz Vázquez y José Cubero Sánchez “Yiyo”.

Club Taurino Placentino. XII Semana Taurina. 27 al 31 de enero de 1992: 13,5 X 23  cms. 4 páginas. Portada con un dibujo que representa a un lance taurino con el fondo de un ruedo y una joven ataviada con una peineta, firmada por Esc/xcen/x. Imprenta Gabriel y Galán. Editada con la ayuda de Caja de Extremadura y Excmo. Ayuntamiento de Plasencia. La revista incluye un saludo, una poesía titulada “El tentadero”, por Juan Pedro de Domecq. El programa de actos desde el día 27 de enero (lunes), hasta el día 31 (viernes). También se inserta la composición de la Junta directiva, cuyo Presidente era Carlos Sánchez-Ocaña Silos; el Vicepresidente y Secretario, Félix Pérez Ayala; el Tesorero, Ángel Hernández López; y los Vocales, José Luis Benavente García, Constancio Alonso Puertas, Emiliano Sánchez Calle y Pedro Llorente Breña.

Club Taurino Placentino. XIII Semana Taurina. 25 al 29 de enero de 1993: 14 X 23,5 cms. 4 páginas. Portada con un torero dando un pase de rodillas con un fondo de público y la figura de una joven derramando flores y “Camarón de la Isla”. Editada con la ayuda de Caja de Extremadura y Excmo. Ayuntamiento de Plasencia.  La revista incluye un saludo; una poesía titulada “El Duende y Sevilla” (a Curro Romero), de Juan de Dios Parejo-Obregón; y el programa de actos de la Semana Taurina desde el lunes 25 de enero al viernes 29 en el Aula de Cultura de la Caja de Extremadura. Las actividades se cerraban con una cena. También se incluían los componentes de la Junta Directiva, cuyo Presidente era Carlos Sánchez-Ocaña Silos; el Vicepresidente y Secretario, Félix Pérez Ayala; el Tesorero, Emiliano Sánchez Calle, y los Vocales, Santiago Sánchez Rodríguez, Félix Rodríguez Cuadrado, Carlos de Pedro Calle y Juan Pérez Domínguez.

Club Taurino Placentino. XIV Semana Cultural Taurina. 24 al 28 de enero de 1994: Portada 14 X 23,5 cms. 4 páginas. Portada con un cartel que representa el plantel de diestros que actuaron en Plasencia el viernes 9 de junio de 1944 (Pepe-Luis Vázquez, Manuel Álvarez Andaluz y Eugenio Fernández Angelete. Editada con la ayuda de Caja de Extremadura y Excmo. Ayuntamiento de Plasencia. Saludo de la Junta Directiva y composición de la misma: Presidente era Carlos Sánchez-Ocaña Silos; el Vicepresidente y Secretario, Félix Pérez Ayala; el Tesorero, Emiliano Sánchez Calle, y los Vocales, Santiago Sánchez Rodríguez, Félix Rodríguez Cuadrado, Carlos de Pedro Calle y Juan Pérez Domínguez. También se incluye el programa de actos desarrollados en el Aula de Cultura de la Caja de Extremadura, la clausura en el Hotel Alfonso VIII; y una poesía titulada “¡A los toros!”, de G. G. De la R.

Club Cultural Taurino Placentino. XV Semana Cultural Taurina. 23 al 27 de enero de 1995: 14 X 23 cms. 4 páginas. Portada con un dibujo en color con un toro sobre un fondo campestre. La revista se inicia con un artículo titulado “Los toros y sus ritos”; seguido del programa de actos desde el lunes 23 de enero hasta el viernes 27, celebrados en el Aula de Cultura de la Caja de Extremadura. Editada con la ayuda de Caja de Extremadura, Excmo. Ayuntamiento de Plasencia y Excma. Diputación Provincial de Cáceres. Saludo de la Junta Directiva y composición de la misma: Presidente era Carlos Sánchez-Ocaña Silos; el Vicepresidente y Secretario, Félix Pérez Ayala; el Tesorero, Emiliano Sánchez Calle, y los Vocales, Santiago Sánchez Rodríguez, Félix Rodríguez Cuadrado, Carlos de Pedro Calle y Juan Pérez Domínguez.

Club Cultural Taurino Placentino. XIX Semana Cultural Taurina. 25 al 29 de enero de 1999: 14 X 23,5 cms. 4 páginas. Portada con una pintura a color con un torero ejecutando un lance y encima unos herreros trabajando. La publicación se abre con un breve artículo titulado “Paseíllo”; seguido de una poesía dedicada “A Sánchez Mejías”, por T. Sánchez-Gil Serrano. El programa de actos se ocupa de las actividades desarrolladas durante los días comprendidos entre el 25 al 29 de enero en el Aula de Cultura de la Caja de Extremadura; y la composición de la Junta Directiva: Presidente era Félix Pérez Ayala, el Vicepresidente y Secretario, José María Berrocoso Ginés; el Tesorero, Emiliano Sánchez Calle, y los Vocales, Santiago Sánchez Rodríguez, Félix Rodríguez Cuadrado, Carlos de Pedro Calle, Juan Pérez Domínguez y Marcelino González Rejo. Estaba patrocinada por Caja Extremadura y el Ayuntamiento.

Club Cultural Taurino Placentino. XX Semana Cultural Taurina. 14 al 18 de febrero de 2000: 14 X 24 cms. 4 páginas. Portada la foto en color de un diestro brindando con la montera y de fondo el exterior de la plaza de toros de Sevilla. “Fiel a sus principios” es el artículo que abre la revista, cuyo tema es la celebración del XX aniversario de la Semana Cultural Taurina de Plasencia. Luego sigue una poesía titulada “Fandangos Camperos”, de Juan Pedro Domecq; y el programa de actos celebrados entre el lunes 14 al viernes 18 de febrero, en el Aula de Cultura de Caja Extremadura. Durante ese año la Junta Directiva estuvo compuesta por los siguientes miembros: Presidente era Félix Pérez Ayala, el Vicepresidente y Secretario, José María Berrocoso Ginés; el Tesorero, Emiliano Sánchez Calle, y los Vocales, Santiago Sánchez Rodríguez, Félix Rodríguez Cuadrado, Carlos de Pedro Calle, Juan Pérez Domínguez y Marcelino González Rejo. Estaba patrocinada por Caja Extremadura y el Ayuntamiento

Club Taurino Cultural Placentino. XXI Semana Cultural Taurina. 22 al 26 de enero de 2001: 13,5 X 23,5 cms. 4 páginas. Portada con una foto en color de un diestro saludando desde la arena. La publicación se inicia con un artículo titulado “Saber estar”, firmado por la Junta Directiva; seguido por una poesía, “El Tentadero”, por Juan Pedro Domecq; y el programa de actos desarrollados en el Aula de Cultura de Caja Extremadura entre el lunes 22 y el viernes 26 de enero. La última página incluye a los miembros de la Junta: Presidente era Félix Pérez Ayala, el Vicepresidente y Secretario, José María Berrocoso Ginés; el Tesorero, Emiliano Sánchez Calle, y los Vocales, Santiago Sánchez Rodríguez, Félix Rodríguez Cuadrado, Carlos de Pedro Calle, Juan Pérez Domínguez y Marcelino González Rejo. Estaba patrocinada por Caja Extremadura y el Ayuntamiento de Plasencia.

Club Cultural Taurino Placentino. XXII Semana Cultural Taurina. 4 al 8 de febrero de 2002: 14 X 23 cms. 4 páginas. Portada con una pintura en color representando un toro enfurecido. “Los toros y sus ritos” es el artículo que abre la revista; seguido del programa de actos desarrollados en el Aula de Cultura de la Caja de Extremadura entre el lunes 4 y el viernes 8 de febrero. Durante esos días se expuso una colección de fotografías de Moisés (Coria) titulada “Momentos de Tauromaquia”. Por último, se incluía la composición de la Junta Directiva en el año 2002: Presidente era Félix Pérez Ayala, el Vicepresidente y Secretario, José María Berrocoso Ginés; el Tesorero, Emiliano Sánchez Calle, y los Vocales, Santiago Sánchez Rodríguez, Félix Rodríguez Cuadrado, Carlos de Pedro Calle, Juan Pérez Domínguez y Marcelino González Rejo. Estaba patrocinada por Caja Extremadura y el Ayuntamiento de Plasencia.

[7] LÓPEZ MARTÍN, JESÚS MANUEL.

Oct 012011
 

José Antonio Sánchez de la Calle.

1. INTRODUCCIÓN

El estudio sobre el patrimonio bibliográfico de una ciudad constituye una vía de aproximación a la historia de las mentalidades, especialmente al estudio de la cultura escrita, y a la alfabetización del grupo social. Y es que el análisis de las obras, junto al de sus autores, impresores y editores, permite descubrir la riqueza cultural que tuvo Plasencia desde tiempos medievales hasta la actualidad. 1

En el año 2006 salió el primer volumen de un proyecto concebido hace casi quince años consistente en elaborar la bibliografía de Plasencia. La idea se estructuraba en la confección de tres grandes volúmenes, el primero de los cuales se ocuparía de recoger, fichar, resumir y clasificar aquellos textos que de alguna manera estuvieran relacionados con la ciudad del Jerte, es decir escritos por autores placentinos, por personas nacidas fuera de la ciudad pero que vivieran un periodo considerable de su vida en la misma, de obras que fueron editadas en el núcleo urbano, y de otras publicadas fuera, pero cuyo contenido girara en torno a la ciudad del Jerte. Con ese material se confeccionó una ficha que incluía nombre, título, lugar y fecha de publicación, organismo editor, tamaño y número de páginas. El conjunto bibliográfico fue clasificado en veintiún temas diferente; y de todas y cada una de las obras se adjuntaba un resumen. En aquella ocasión un total de 1880 libros fueron tratados, uniéndose a la conclusión unos anexos con la distribución de los libros, los autores más prolíficos, las instituciones que favorecieron la edición de libros, la distribución por imprentas placentinas y un índice por orden alfabético. 2

Dos años más tarde, en 2008, se editó el segundo volumen, dedicado a los artículos, en el que, con los mismos criterios que el anterior, se trabajan 2075 textos extraídos de diferentes publicaciones periódicas, fichando, resumiendo y catalogando en las mismas categorías que el anterior volumen: Antropología y Sociología, Arte, Biografía, Bibliografía, Ciencia, Deportes y Espectáculos, Derecho-Jurídico, Economía, Enciclopedias y Diccionarios, Estatutos, Ordenanzas y Reglamentos, Filosofía, Geografía, Guía, Historia, Iglesia-Religión, Lengua y Literatura, Medicina y Sanidad, Música, Pedagogía y Educación, Política, y Prensa. Tras el “corpus” se adjuntaban también las conclusiones y unos anexos de las mismas características que el del primer volumen. 3

El tercer volumen, en preparación, se ocupará de las revistas que vieron la luz en Plasencia la segunda mitad del siglo XIX hasta el presente, y su clasificación será la siguiente: Asociaciones de Vecinos, Centros Educativos, Culturales, Artísticos y Literario, Humorísticas y de Cómics, Religiosas, Festividades (Navidad, Carnaval, Semana Santa, Ferias, Toros, y Martes Turístico-Mayor), Deportivas, Otras Revistas Placentinas, Revistas Extremeñas con información diversa sobre la ciudad, Revistas de otras localidades publicadas o financiadas en Plasencia, y Revistas de ámbito Nacional o Internacional con datos sobre nuestra localidad. 4

El presente trabajo pretende mostrar ese importante patrimonio que para un pueblo constituye las obras impresas publicadas por sus autores, o que versan sobre cualquier aspecto de su propia realidad 5. Pero, por la índole de esta investigación, este estudio puede considerarse como algo “abierto”, susceptible de irse enriqueciendo en el futuro con nuevas aportaciones, y el hallazgo de ejemplares que no fueron detectados en su momento. Y en esta consideración se enmarca el presente artículo pues, pretende mostrar aquellos libros que desde el año 2006 hasta ahora, han visto la luz relacionados con Plasencia. Sería una especie de “Adenda” del primer volumen de esta Bibliografía Placentina. Y a la vista del cuadro número 1 sorprende los 193 ejemplares que en cinco años han sido localizados o se han editado nuevos en o sobre la ciudad del Jerte. 6

2. SECCIÓN DE LENGUA Y LITERATURA

De ellos, el mayor porcentaje corresponde a los clasificados en la sección de Lengua y Literatura, que con 54 unidades, supone un veintiocho por ciento del total. El autor más destacado es Javier Negrete, nacido en Madrid en 1964, Licenciado en Filología Clásica, profesor de Griego desde 1991 en el Instituto de Educación Secundaria “Gabriel y Galán” de Plasencia. Sus novelas son principalmente del género de fantasía y ciencia ficción, aunque también ha hecho incursiones en la novela erótica. Su formación clásica se hace patente en gran cantidad de sus obras, en las que hace gala de sus conocimientos por la Antigüedad Grecorromana. Ha conseguido algunos de los premios más importantes de género fantástico de España, tales como el Minotauro, el UPC o el Ignotus, estos dos últimos en varias ocasiones. En Francia, donde Negrete es profusamente leído y es considerado uno de los mayores valores del género fantástico europeo, su novela Los señores del Olimpo ganó el Prix Européen Utopiales en 2008. Y en 2009 obtuvo el Premio Espartaco (novela histórica) de la Semana Negra de Gijón por Salamina. Entre 2006 y 2011, J. Negrete publicó Alejandro Magno y las águilas de Roma (2007), una ucronía en la que Alejandro Magno se lanza a la conquista de Occidente enfrentándose a las legiones romanas. Esta obra marca una cierta transición hacia la novela histórica, género al que dedicó su siguiente novela: Salamina (2008), en la que narra los acontecimientos en torno a la famosa batalla naval. Al año siguiente se editó La gran aventura de los griegos, donde vuelve a la Grecia Clásica, con la publicación de un ensayo sobre su historia; y un año más tarde ve la luz Atlántida, un Tecno-thriller en el cual los protagonistas hallan la ubicación exacta del continente perdido. El pasado año salió la conclusión de su serie de Tramórea, que se dividiría en dos partes: El sueño de los dioses y El corazón de Tramórea, publicados en octubre de 2010 y mayo de 2011, respectivamente.7

Otro autor que destaca, con cuatro obras en el apartado, es José Antonio Gabriel y Galán poeta, novelista, traductor, editor y periodista extremeño. Era nieto del famoso escritor José María Gabriel y Galán. Nació en la ciudad de Plasencia en 1940, y a muy temprana edad tuvo que marchase a Madrid, si bien se mantuvo durante toda su infancia y juventud muy ligado tanto sentimentalmente como culturalmente a Extremadura. Fue el promotor de muy distintas iniciativas para dar a conocer la cultura de ésta región. Estudió Derecho en Madrid y con posterioridad se trasladó a París para estudiar Periodismo. Dirigió la revista El Urogallo que trataba temas literarios y colaboró en distintas revistas y diarios, como El País donde tenía una columna propia. Se incluye La Red, una obra escrita en Madrid en 1963, inédita, donde el autor intenta adentrarse en la mente de un adolescente, demostrando que el hecho suele ser casi siempre un intento fallido, una mutilación, si no se hace aceptando las consecuencias que ello entraña. En 1983 sacó Saint John Perse. Anábasis, donde se ofrecen diversas notas biográficas, una aproximación a la figura del escritor y el texto original en francés y en castellano de su famosa obra. En el año 2007, sale Diario 1980-1993. Invitación a la resistencia, redactado por Pedro Francisco Gabriel y Galán Acevedo, se exponen variadas opiniones sobre el autor de personajes relevantes en el mundo de la cultura. Y en 2011 Último naipe (poesía completa, 1970-1990), que recoge dieciocho poemas inéditos pertenecientes a los diferentes ciclos de construcción de los poemarios publicados que conforman un definitivo “corpus” y permiten el acceso a una de las poéticas más personales y sugerentes de toda la poesía española de los últimos cuarenta años.8

Gonzalo Hidalgo Bayal es, con tres obras, otro autor placentino de reconocido prestigio. Natural de Higuera de Albalat, donde nació en 1950, es licenciado en Filología Románica y en Ciencias de la Imagen por la Universidad Complutense de Madrid, trabaja desde hace años como profesor de lengua y literatura en un Instituto de Enseñanza Secundaria de Plasencia. En 2007 vio la luz su obra El desierto de Takla Makán (Lecturas de Ferlosio), que supone una continuación de Camino de Jotán (1994), donde el autor continúa comentando los escritos de Ferlosio en los siguientes diez años. En 2008 se reedita su Campo de amapolas blancas que ya salió en 1997. Prologado por Luis Landero, es una narración sincera y cálida de la relación de dos amigos, unidos por el vínculo de la desdicha y su desaforada búsqueda de la felicidad, que el tiempo fatalmente truncó. Y en 2009 El espíritu áspero, que vuelve a situarnos en Murania para reflejar la memoria de uno de sus personajes, don Gumersindo.9

José Antonio García Blázquez, con dos obras, es un escritor y traductor español que nació el 29 de abril de 1940 en Plasencia, donde pasó su juventud hasta trasladarse a Madrid para estudiar Filosofía y Letras. Se doctoró con una tesis sobre la estética de Oscar Wilde, y desde entonces estuvo constantemente en movimiento, de un país a otro, ejerciendo principalmente como traductor para organismos internaciones. En 2006 vio la luz La soledad del anfitrión en 2006, donde el protagonista forma parte de aquellos jóvenes que, agobiados por la sociedad represiva de los años 60, se las arreglaban para marchar al extranjero en busca de nuevos aires. Y en 2007, publicó El maldito amor, un dramático juego en el que los protagonistas componen un desconcertante triángulo cuya disgregación sólo puede traer graves consecuencias.10

También con dos obras, Juan Ramón Santos Delgado, nacido en Plasencia en 1975, es licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas, funcionario del Departamento de Consumo del Ayuntamiento de Plasencia, miembro de la Asociación Cultural Alcancía y actualmente coordina el Aula de Literatura “José Antonio Gabriel y Galán”, de Plasencia. En el año 2009 publicó su Cuaderno escolar, cuarenta y dos textos que conforman, imagen tras imagen, una sesión completa que habla de la contemporaneidad, del uso cómplice de las palabras y de las posibilidades de la realidad, a través de su capacidad de figuración, su dominio de las formas breves y su habilidad para alterar, desde el humor, la perspectiva de las cosas. Al año siguiente, salio Biblia apócrifa de Aracia, en la que un dios se asoma a su creación y descubre un valle ameno y placentero que decide convertir en su lugar predilecto, aunque observa que a los pies del valle se levanta una ciudad cuyos habitantes trabajan estúpida e infatigablemente para arruinarla.11

Nacido en 1966 Salvador Vaquero Montesinos es licenciado en Derecho y diplomado en Gestión Inmobiliaria. Actualmente. Tiene vasta experiencia en el ámbito de la escritura pues fue redactor del diario Extremadura, desde 1992 a 1995, y corresponsal del diario ABC, en Cáceres, desde 1991 a 1994. Ejerció la profesión de abogado desde 1992 hasta el año 2000, y en la actualidad trabaja como profesor y gestor de la Academia de Formación Privada “Hamlet”, de Cáceres. Ha recibido numerosos premios literarios, además de varias menciones especiales. En el año 2004 publicó Hombres sin fronteras, donde se refleja la esencia humana por encima de las fronteras artificiales que tantas veces enfrentan a los hombres y que tiene dos lecturas posibles para una visión común de la innegable esquizofrenia de la guerra. Dos años más tarde, salió La leyenda de la guadaña oxidada. recoge catorce relatos cortos, la mayoría premiados, escritos por el autor a lo largo de los últimos veinte años bajo el prisma de la psicología y la imaginación.12

Por último, Antonio Burguillo Puig, aunque nació en Tarragona  en 1963, desde 1992 reside en Plasencia, donde ha participado y publicado en las antologías de los talleres literarios de la Universidad Popular diversas obras, dos poemas y un cuento. Fue Presidente de la Cátedra Literaria del Ateneo Ciudad de Plasencia, y colaborador en el programa literario de Punto Radio Norte de Extremadura. En el año 2006 publicó dos libritos: Piel romántica, y Tan sólo una palabra. El primero recoge recapitulan su obra poética escrita durante los años 2003, 2004 y 2005 con un estilo cargado de imaginación y sensibilidad. Y en el segundo se incluyen las expresiones de amor y sentimientos que para el autor es la poesía, recogiendo sensaciones y momentos que ha vivido con alguien.13

Con la denominación genérica de “Varios Autores” se agrupan aquellas obras escritas por tres o más autores, y aquí tienen cabida publicaciones como las diferentes ediciones del Concurso de Relato Breve UNED Plasencia (IV, V, VI y VII),, el Taller de la Poesía y del Relato. (Antología 2001,2002, 2003, 2004 y 2005 ).14

Luego vienen diferentes autores que cuentan con una sola obra, como Indalecio Albalá Martín y su poemario Relatos a cachos perdidos; Isabel Allende y su novela histórica Inés del alma mía (2006); Kilian Alonso Estradé y sus poesías contenidas en Flores entre espinas (2009); el abogado Miguel Álvarez Encina y las poesías de Olor a tierra (2006); el antropólogo José Luis Blanco Fernández, con sus reflexiones intimistas en Amar también es pecado (1966); el trabajador de banca jubilado Jesús Vicente Cano Montero y su novela historiada La Duquesa y el Deán. Historia de una ambición (2011); el profesor de instituto Alex Chico y las composiciones poéticas de La tristeza del eco (2007); el sacerdote Felipe Duque Sánchez, con su Aportación extremeña a los orígenes del Teatro Nacional (1976); el profesor de Literatura jubilado José Luis Fernández Martín, con las narraciones en prosa de anécdotas y vivencias en dos pueblos insertas en Y un otoño… fue primavera (2008); Francisco Fuentes y sus poesías a la lejanía del hogar materno en Tierra, Territorio, Casa (2006); Nicanor Gil González y sus relatos de la ficticia Germelina (Plasencia) de sus Historias de la Villa Germelina (2008); Roberto Iniesta Ojea (cantante de Extremoduro) y su novela de tinte surrealista El viaje íntimo de la locura (2009); José Lemús Fuentes y sus poesías para homenajear a su amigo fallecido en Con Mario Alberto. Poemas (2007); el Secretario de Cabildo Catedralicio de Plasencia, José Nicolás de León y su Métrica descripción fúnebre a las magníficas, suntuosas exequias del rey Don Carlos de Austria…(1700); el médico Álvaro Moreno Ancillo y su novela histórica El reino de la espada (2006), que constituye la segunda entrega de otra titulada El cantar de Arriaga; el periodista José Luis Pérez Regueira Las huellas del conquistador (2007); el profesor y poeta Javier Pérez Walías y su Largueza del instante (2009); Serafín Portillo Mordillo y su tercer libro de poemas titulado Mapa de las corrientes (2008); el sacerdote y escritor Jesús Sánchez Adalid, con su novela histórica centrada en la ciudad del Jerte, El alma de la ciudad (2007); la poetisa Mª Magdalena Sánchez Martín y su obra Mis versos (1998); la famosa periodista-presentadora placentina Raquel Sánchez Silva y su mordaz e irónica obra Cambio príncipe por lobo feroz (2008); Miguel Ángel Tejeiro Fuentes y su destacada obra centrada en  la historia cultural extremeña Mecenazgo y literatura en la Extremadura del Siglo de Oro (2009); y Álvaro Valverde Berrocoso y sus composiciones poéticas en Desde fuera (2008).15

3. SECCIÓN DE IGLESIA-RELIGIÓN

La segunda sección por importancia, con 36 libros, el dieciocho por ciento, es la religiosa. El autor que más destacada, con mucho, sobre los demás es el sacerdote Gonzalo Aparicio Sánchez, párroco de San Pedro en Plasencia. Este religioso ha cumplido el pasado año, 2010, las bodas de oro como religioso de la citada parroquia. Es autor de 17 obras publicadas todas ellas por la editorial madrileña EDIBESA, en la colección “Vida y Misión”. Se trata de unos libritos de 13 X 21 cms, que giran en torno a comentarios de las lecturas y evangelios dominicales y festivos (Colección Ardía nuestro corazón. Ciclos A, B y C), homilías y meditaciones eucarísticas, diferentes santos (Tomás de Aquino, San Pablo…), oraciones y adoraciones eucarísticas, la espiritualidad y la vocación sacerdotal (colección Sacerdos 1, 2…), el Espíritu Santo, la necesidad de orar en la vida actual, la figura de la Virgen María como Madre Sacerdotal, y el orgullo de ser sacerdote. Este religioso se ha implicado de manera muy directa en la difusión de textos, reflexiones y doctrina cristiana; hasta el punto de que está en la línea de la dinámica seguida por el también sacerdote, ya fallecido, Laureano García Pablos, quien desde su parroquia de San Esteban, y a lo largo de casi sesenta años, llegó a publicar (prácticamente a su costa), unos 45 libros con sus homilías, vidas de santos y de la Virgen María. Y lo mismo puede decirse de la labor llevada a cabo por el sacerdote ya jubilado Rafael Prieto Ramiro, a través de su loable actuación a través de la publicación bianual de Cáritas.16

Felipe Duque Sánchez es un sacerdote que ha estado muy unido a la organización “Cáritas”, así como a la famosa publicación de la revista Corintios XIII, donde ha intervenido en numerosos artículos. En el ámbito de los libros de carácter religioso publicó en 1975 los escritos espirituales de Matilde Téllez. Fundadora de la Congregación de “Hijas de María Madre de la Iglesia”, donde realiza unas reflexiones teológico-pastorales sobre los textos de esta religiosa (que fue beatificada en el año 2004 por Juan Pablo II). En el libro se recogen algunas de sus impresiones sobre el sentido de los documentos que dejó la fundadora y que se expusieron y difundieron con motivo de la celebración del Centenario de la Congregación de las “Hijas de María, Madre de la Iglesia”. Los siguientes tres libros fueron escritos conjuntamente con Juan Manuel Díaz Sánchez, y el primero de ellos tenía por título: Introducción a la Doctrina Social de la Iglesia. Plan de Formación Sistemática. Especialidad: Doctrina Social de la Iglesia, que vio la luz en 1999. En el mismo año salió una segunda parte, titulada Doctrina Social de la Iglesia: Economía y Política. Ciencias Religiosas. Los dos tomos fueron publicados, respectivamente, por el Instituto Internacional de Teología a Distancia, y por Instituto Superior de Ciencias Religiosas a Distancia San Agustín. En el primero se incidía sobre la reflexión que el Magisterio de la Iglesia formulaba sobre la visión concreta de la sociedad real y de sus problemas. En el segundo, para los autores era un hecho constatable que la realidad social era cambiante y en ella estaba inmersa la humanidad, con su economía y política formando parte de dicha realidad; y desde el Evangelio, como católicos, se debía dar respuesta e iluminarla. En el año 2003 los mismos autores sacaron La Economía en la Doctrina Social de la Iglesia. Plan de Formación Sistemática. Especialidad: Doctrina Social de la Iglesia, donde se exponía que, para la Iglesia, el sistema económico debe estar siempre al servicio de los hombres, debiendo realizarse de manera que los ciudadanos actúen como sujetos y protagonistas, y no como meros medios para la producción de bienes y servicios, para favorecer la justa distribución de la riqueza producida.17

Los dos ejemplares publicados por la Diócesis de Plasencia se ocupan del X Sínodo Placentino. Constituciones Sinodales (2006). El Sínodo Diocesano de Plasencia, celebrado en el año 2005, tuvo como finalidad general revitalizar la fe y la vida cristiana de todos los fieles a la luz del Evangelio, del Vaticano II y del Magisterio de la Iglesia, aplicando las orientaciones de la Carta Apostólica “Novo Millennio Ineunte”. El contenido de este libro es el resultado de ese diálogo del Concilio con la realidad concreta de esta Iglesia local. El segundo ejemplar, titulado Guía del peregrino de Berzocana (2010), está dirigido a todos los que decidan caminar hasta Berzocana, donde se guardan las reliquias de Santa Florentina y San Fulgencio, los patronos de la diócesis placentina. 18

El resto de los libros que componen esta sección incluyen un solo ejemplar por autoría. Ésta es la relación: el religioso Ambrosio Eszer, como Coordinador fue el responsable de Placentin. In Hispania. Beatificationis et Canonizationis Servae Dei Mathildis A S. Corde Téllez Robles (Hijas de María Madre de la Iglesia) (1841-1902). Positio Super Vita, Virtutibus et Fama Santitatis, publicado en Roma en 1993, donde se realiza un informe preliminar sobre el perfil biográfico y espiritual de Matilde Téllez, la historia de la causa y los trabajos del Oficio Histórico en relación al proceso su beatificación. La congregación de Las Hijas de María, Madre de la Iglesia, publicaron la obra Madre Matilde. Fundadora de las Hijas de María, Madre de la Iglesia. Beatificación. Roma, 21 de marzo de 2004, en el año 2006, donde se recogen los hitos más significativos de la historia del proceso de beatificación, que culminó en Roma los días 20, 21 y 22 de marzo de 2004. El anónimo que firma con las iniciales M. D. G. publicó la Novena a la gloriosa virgen y mártir Santa Filomena. Compuesta por un P. de la Compañía de Jesús, en 1842. Y el viejo profesor jubilado, Antonio Martín Majadas, editó a su costa la obra Amor, honor y devoción de Plasencia a Santa María del Puerto, segundo libro dedicado a la patrona de Plasencia y uno más de los títulos que sobre la religiosidad o la historia de Plasencia tiene editados el autor, donde recoge los actos más destacados desde 1993 hasta la fecha de publicación de libro (2007)19.

Otros autores que completan esta sección religiosa son: P. G., con su Semana de la Madre. La Pureza de tus Hijos, publicado en Plasencia en 1939, donde el autor exponía una serie de consejos para preservar del “ataque” del demonio a los niños. El sacerdote Rafael Prieto Ramiro, a través de Cáritas Española Editores, fue el responsable de Ganar, gastar, gozar. El consumo, éste es nuestro dios (2007), donde se critica que la religión sustitutoria predominante en Occidentes es la consumista, pues las personas están más pendientes de cómo disfrutar y sacarle más jugo a las cosas, de cómo tener más, que de las preguntas y razones vitales. El obispo placentino Amadeo Rodríguez Magro, escribió en 2004 Sea toda nuestra vida un acto de amor. Matilde Téllez, una extremeña en los altares, con motivo de la beatificación de Matilde del Sagrado Corazón (Matilde Téllez) en Roma el 21 de marzo por el Papa Juan Pablo II, ensalza a esta mujer como muy destacada en la historia de la Iglesia extremeña. Y el anónimo jesuita con las siglas V. C. R. publicó en 1845 Historia de la vida, martirio, invención y milagros de la gloriosa V. y M. Santa Filomena…debido a extensión de la devoción de la santa y la necesidad de glorificar su figura, un tanto olvidada en los últimos tiempos. 20

4. SECCIÓN DE HISTORIA

Treinta y cuatro ejemplares nutren la Sección de Historia, que se traduce en casi un 18% del total. El autor más prolífico es, en ese caso, Fernando Flores del Manzano, con tres obras. Nació en Cabezuela del Valle en 1950, y es doctor en Filología Hispánica. Tiene también estudios de Ciencias Políticas y Sociología. Ha ejercido la docencia, hasta su jubilación, en institutos andaluces y extremeños desde 1974; siendo también profesor-tutor de la UNED y del Programa UMEX de la Universidad de Extremadura. Es autor de una extensa obra de tipo antropológica e histórica. En el año 2007 se publicó Plasencia y su comarca. Historia y Sociedad (1840-1902), donde se exponen los principales hechos que ocurrieron en Plasencia y el norte extremeño y el reflejo que tuvieron determinados acontecimientos nacionales, ocurridos durante el reinado de Isabel II, el Sexenio Revolucionario y la Restauración. Al año siguiente se editó La Guerra de la Independencia en Plasencia y su Tierra, obra que ganó el I Premio de Investigación Histórica José María Calatrava, convocado por Caja de Extremadura, y que refleja cómo Plasencia y su Tierra sufrió una gran destrucción, saqueos, violaciones, muertes y mucha hambre. Y en el años 2009 salió La Guerrilla patriótica en Extremadura (1808-1812), libro que da a conocer el fenómeno popular guerrillero, génesis de este movimiento contemporáneo en una región que constituyó un territorio destacado en las correrías de estos grupos.21

Natural de Plasencia, donde nació en 1965, Fernando Ayala Vicente es licenciado y Doctor en Historia por la UNEX. En 1999 cambió la docencia por diferentes jefaturas de Servicio de la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura; y en 2006 pasó a desempeñar funciones en el Consejo Escolar de Extremadura. Es autor de numerosos libros y artículos relacionados con la Historia y la Política. En el primer apartado publicó, en 2007, Parlamentarios cacereños durante la II República (1931-1936). Diputados e intervenciones, donde estudia la adscripción política de los parlamentarios y cuáles fueron los cargos que desempeñaron durante su vigencia, así como los asuntos más recurrentes y el tratamiento dado a los mismos por diputados de distintas ideologías, incidiendo en los principales temas de sus intervenciones. En el mismo año salió Orígenes del PSOE en la provincia de Cáceres, que incluye un compendio de la historia de las agrupaciones en la provincia de Cáceres, con listados de los alcaldes socialistas de las diferentes localidades. Y en 2011 se publicó Plasencia y su comarca durante la Segunda República. en el que, partiendo de una contextualización de sus bases económicas y demográficas, el autor procede al análisis de todos los procesos electorales y al estudio de las élites y de los partidos, así como el detalle de la vida política de los principales dirigentes y sociedades, y orden público. 22

Federico Carrero Plaza, nacido en Oliva de Plasencia en 1911,es General de Brigada de Artillería, y durante muchos años fue Agregado Militar Adjunto a la Embajada de España en Italia. También es autor de varios trabajos que centran su estudio en su pueblo de origen. La iglesia de San Blas de Oliva de Plasencia fue publicado en 2009, y contiene un amplio y detallado reportaje de las principales celebraciones de religiosidad popular que desde tiempo inmemorial se celebran en la localidad; además de unas pinceladas de su historia: ermitas, capellanías, cofradías y devociones, entre las que destacan la ermita de Nuestra Señora de la Bella Flor de Capara o la Cofradía de Misericordia y Obra Pía de Pobres, que llegó a sostener un Hospital en el pueblo. Dos años más tarde, salió La Ermita de la Bella Flor de Cáparra y Oliva de Plasencia, estructurado en doce apartados que estudian el ámbito espacio temporal, el paraje y la ermita de Cáparra, la jurisdicción eclesiástica, las capellanías y las obras pías de Oliva de Plasencia, la evolución de las capellanías de la ermita de Cáparra y el proceso desamortizador.23

José Antonio Sánchez de la Calle, nacido en Plasencia en 1956, es Licenciado y Doctor en Historia. Ha impartido la docencia en diferentes institutos de Madrid, Santander y Extremadura. Aunque tiene su plaza en un IES de Plasen- cia, en la actualidad es Asesor de Educación Secundaria en un Centro de Profesores y Recursos de Coria. En el año 2010 publicó el libro Plasencia. El placer del recuerdo, una recopilación de 240 fotografías de Plasencia y sus vecinos desde finales del siglo XIX hasta la segunda mitad del XX; una colección de imágenes emblemáticas, muchas de las cuales poseen el principal valor de dar a conocer cómo era la ciudad y su evolución en casi cien años. Al año siguiente, vio la luz Plasencia. Tradiciones y Lugares, donde el autor retoma el estudio de la memoria fotográfica de su ciudad natal, centrado en esta ocasión en los rincones y las tradiciones del núcleo urbano a través de 230 imágenes que abarcan un siglo que reflejan modos de vida, costumbres, distracciones y escenas cotidianas, todo ello encuadrado en los lugares más representativos de la ciudad.24

Bajo la denominación de “Varios Autores” se agrupan ocho libros, entre los que destacan las ediciones XXXV, XXXVI, y XXXVII de los Coloquios Históricos de Extremadura; así como las ediciones correspondientes a los años 2006, 2007 y 2008 de la famosa Memoria Histórica de Plasencia y su Comarca.25

5. SECCIÓN DE ANTROPOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA

En este apartado tiene cabida el estudio del hombre por medio de sus costumbres, relaciones, estructuras políticas y económicas, urbanismo, medios de alimentación, salubridad, mitos, creencias y relaciones de los grupos humanos con el ecosistema. Es por lo tanto una sección de amplio contenido, lo que explica la ausencia de autores que posean más de una obra. La relación es la siguiente: el libro titulado Recetas de nuestra gente, editado en 2005 no tiene autor conocido, la editora, la Cooperativa Sediaco rinde homenaje a sus clientes recopilando las recetas que fueron publicadas semanalmente a lo largo de varios años. Ricardo Becerro de Bengoa publicó en 1992 su Ensayo para una Teoría de Extremadura, dedicado al obispo de Plasencia Juan Pedro Zarranz y Pueyo, recogiendo la conferencia pronunciada por el autor en el Círculo Placentino el 17 de febrero de 1950, por iniciativa del Seminario de estudios Extremeños “Pedro de Trejo”. Por su parte, la Caja de Extremadura, conmemorando el “Día del Libro” en la primavera de 2001, publica Referencias a Extremadura del maestro Correas y del médico Sorapán, donde se incluyen unas breves referencias literarias a nuestra región, escritas por dos ilustres personalidades de las Letras extremeñas como son el Maestro Gonzalo Correas y el Médico Juan Sorapán de Rieros. Juan de Dios se encargó de publicar, en 1883, un librito titulado La borrachera y el juego, por el poeta Juan de Dios, con dos composi- ciones poéticas en octetos: “La embriaguez”, y “El tahúr”, donde se critican ambos vicios tan presentes a finales del siglo XIX en Plasencia. Y el anónimo H. de X. se encarga de dar a conocer una obrita de apenas once páginas titulada Gran fiesta taurino campestre. Romance liso y llano donde se narran las sorprendentes hazañas por las que se ha decidido hacer célebres a varios honrados vecinos de la villa, de quienes no se suponía que tuviesen tanta sangre torera, uno romance liso y llano con la sana idea de celebrar la festiva jornada que estos vecinos vivieron el 1 de octubre de 1944 en la finca de Saguarzal del Jareque. 26

Otros libros que tienen cabida en esta sección antropológica y sociológica son: Olga (2006), de Teodoro Herrero Herrero, una dramática historia del cambio de vida que sufre una joven de ciudad que se ve atrapada en el laberinto de la drogadicción. Dos escritores, el norteamericano Kristoffer Mininger y la placentina Lola Lucio Carrasco son los responsables de Caras de Plasencia. Faces of Plasencia (2007), donde los autores, mediante entrevistas, ofrecen a los viajeros que pasen por la ciudad una mejor apreciación y un mayor entendimiento con el núcleo y sus habitantes. La placentina Beatriz Pérez González publica en 2004 Estraperlo en Cádiz. La estrategia social, donde explica el estraperlo como fenómeno social y como mercado clandestino de productos alimentarios en la provincia de Cádiz durante la posguerra en el contexto de la economía andaluza y española. Abundio Pulido Rubio, en Memoria de costumbres y tradiciones perdidas en Montehermoso (2007), pretende comunicar una imagen aproximada de cómo era y cómo se vivía en Montehermoso en tiempos pasados. Con el apodo de “Riscamonte el Extremeño”, que posiblemente respondiera al nombre de Melitón Delgado, se publicó el Almanaque de las lilailas para el año de 1886, incluyendo santoral, predicción de tiempo, epigramas y charadas para divertir a los lectores. Y por último, “Varios Autores” son los responsables de los Recuerdos cariñosos a Juan Sánchez Ocaña y Clavijo de sus amigos en las cenas de los días de San Juan y San Pedro (1879), con diferentes composiciones poéticas dedicadas al homenajeado por diferentes amigos. 27

6. SECCIÓN PEDAGOGÍA Y EDUCACIÓN

La Pedagogía es el conjunto de saberes que se encarga de la educación como fenómeno específicamente humano y típicamente social. Se trata de una ciencia de carácter psicosocial, cuyo objeto de estudio es la Educación. Tampoco en esta ocasión existe ningún autor que posea más de una obra. El caso de Quiliano Blanco Hernando, con Nosotros. Primer libro de lectura corriente, publicado en 1964, expone un trabajo concebido para jugar con ideas, interpretando los grabados que acompañan a la lectura correspondiente, cuyo contenido se nutre de cuentos, leyendas y fábulas extraídas en su mayor parte de la inagotable cantera popular o de las obras célebres de la literatura. El maestro placentino José María Díez y Olivares publicó en 1875 su Compendio de Gramática castellana para uso de los niños de las escuelas y colegios…se ocupaba de la sintaxis del artículo, sustantivo, adjetivo,  adjetivos determinativos, pronombre, verbo y adverbio Nicolás Vicente Pérez de Tocino, editó e 1841 sus Lecciones de gramática latina. Dispuestas para aprovechamiento de sus hijos, incluye la pronunciación latina, las partes de la oración, la sintaxis, la prosodia, el arte métrico y la ortografía. A pesar de que Sergio Riesco Roche es historiador, la obra Extremadura. Historia. Bachillerato Segundo Curso. Materia Común (2006) es un manual de texto, un libro de estudio de Historia para estudiantes de Bachillerato centrado en las raíces históricas extremeñas, los siglos XVIII y XIX, la Restauración, la oligarquía y el caciquismo, y el régimen franquista y la actualidad. 28

Con la denominación de “Varios Autores” tienen cabida cuatro obras, la primera de las cuales se titula Jornadas de Renovación Logopédica “Ciudad de Plasencia”. Organización, ponencias, trabajos, conclusiones y propuestas (1991), donde se recoge las diferentes actividades de un colectivo de profesionales dedicados a la patología del lenguaje en las provincias extremeñas. En el año 2006 salió de la imprenta Nuevas herramientas para nuevas situaciones de aprendizaje. El uso del ordenador en el aula, por el cual se hacía patente que la incorporación de las Tecnologías de la Información y Comunicación al mundo de la enseñanza suponía un proceso de innovación y adecuación en el trabajo diaria del aula. Al año siguiente salió el Cuaderno didáctico de la exposición Plasencia contemporánea. Hombres y mujeres que han hecho ciudad, 1810-1935, una guía que gira en torno a la exposición realizada en la antigua iglesia del convento de San Francisco, con diferentes actividades propuestas para los alumnos relacionadas con los apartados de Arquitectura y Urbanismo, Fotografía y Artes, Historia y Literatura, Prensa y Política, Sociedad, Educación, Sanidad y Beneficencia, e Industria y Trabajo. En 2009 se publicaban las IV Jornadas Regionales de Implantación y Desarrollo de la LOE: Competencias Básicas y Convivencia…donde se abordaban las Competencias Básicas y la Convivencia y la labor de los profesionales de los equipos para su evaluación, sus formas de incorporación al currículo y las formas de trabajar tanto con el alumno como con el profesorado y las familias. 29

El último libro en esta sección es el de Juan Carlos Vázquez Calvo, Historia de la Educación Pública de Extremadura en el Antiguo Régimen (Siglos XVI, XVII y XVIII) (2004), un volumen donde se estudia la situación de la enseñanza pública extremeña a lo largo de la Edad Moderna, y se analizan las diferentes características, desde las variantes territoriales hasta los protagonistas docentes (maestros y preceptores de gramática), y discentes. 30

7. SECCIÓN DE ARTE

En este apartado, con ocho ejemplares (el 4,1%) sobresalen diferentes instituciones públicas y privadas que apoyaron la publicación de obras de contenido artístico, como la Caja de Extremadura, a través de su Obra Social y su XXVII Salón de Otoño de Plasencia 2005, un catálogo de obras seleccionadas en la citada edición de pintura, donde se reflejan algunos de los mejores cuadros presentados. Y es que la entidad organizadora tenía como objetivo difundir el arte y acercarlo a la sociedad, dando a conocer las nuevas corrientes artísticas y llamando la atención sobre las actuales manifestaciones de la pintura. La Diputación Provincial de Pontevedra fue la responsable de la publicación en 2004 de un interesante libro titulado Fight Club. Consideraciones en torno al arte contemporáneo, del crítico de Arte y placentino Fernando Castro Flórez, donde el autor, a través de diferentes textos que tienen en común la amistad y la evolución por variadas tendencias artísticas, presenta una cartografía provisional de algunos de los problemas que obsesionan a la sociedad. Por su parte, el Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, la Uex y Caja de Extremadura se encargan de publicar en 2003 Arquitectura de los conventos franciscanos observantes en la provincia de Cáceres (siglos XVI-XVII), de María del Carmen Díez González, que se encarga de realizar un resumen histórico de la Orden de San Francisco, con el origen y el desarrollo, el tiempo y modo en que apareció en España y en Extremadura, así como su evolución a lo largo de los siglos XVI y XVII, centrándose en lo que fue la reforma Observante y su curso en la Provincia de San Miguel. En 2005 La Escuela de Arte “Rodrigo Alemán” del Centro Cultural Santa María de Plasencia, dependiente de la Diputación Provincial de Cáceres, sacó Danzarte, libro que recoge un acto conjunto en el que las Artes Plásticas conviven expresando conjuntamente y a través de las distintas temáticas creativas que les son propias, sentimiento y emociones de las que quieren hacer partícipes a toda la sociedad. Por su parte, la Institución Cultural El Brocense, dependiente de la misma diputación cacereña, editó la obra de José Antonio Ramos Rubio en 2009 titulada Inventario de pintura medieval en la diócesis de Plasencia, donde el autor expone un rico y variado inventario de obras pictóricas medievales, enriqueciéndolo además con un pormenorizado estudio iconográfico, estilístico y artístico del panorama histórico-artístico de la diócesis placentina en el Medievo. El Centro de Iniciativas y Turismo de la Comarca de Plasencia, y la Junta de Extremadura, a través de la Consejería de Cultura y Turismo, hicieron público en 2009 la obra de Jesús Vicente Cano Montero titulada Las catedrales de Plasencia. Su arquitectura, sus retablos, su sillería de Coro y otros elementos, donde, tras el preámbulo, J. V. Cano analiza pormenorizadamente los diferentes elementos artísticos de las catedrales vieja y nueva, así como de la sillería del Coro. En el mismo año, el Cabildo de la catedral placentina, con la ayuda del Ministerio de la Vivienda, editó La última restauración o el esplendor interior, en cuya obra participaron Varios Autores, destacando especialmente la labor de los arquitectos del plan director, Sebastián Araujo, María Jesús Marteles y Jaime Nadal, que ofrecen todas las claves de la última adecuación del conjunto catedralicio. Y el placentino Miguel Ángel Ramos Sánchez se encargó de publicar en el año 2004 El tratado de la pintura. Leonardo Da Vinci, donde analiza la figura del artista del Renacimiento, cuya característica principal fue una curiosidad por todo cuanto le rodeaba y por supropio interior, lo que ha configurado nuestra imagen más común de su obra, la del hombre renacentista o la del “polimatés”. 31

8. SECCIÓN DE BIOGRAFÍAEste apartado, con otros ocho ejemplares supone el 4,1% del total, destacando Jesús Vicente Cano Montero, con dos libros centrados en la biografía de Inés Suárez y Cristóbal Villalba. En el año 2006 el ayuntamiento placentino le editó Inés Suárez. Una placentina en Chile, donde el autor realiza una biografía de la placentina desde su nacimiento en 1507 hasta su muerte en Chile en 1580, pasando por su traslado a Málaga, el viaje al Nuevo Mundo, la expedición acompañando al descubrir Pedro de Valdivia, su carácter y personalidad, el enfrentamiento con los indios, y la separación de Valdivia y el matrimonio con Rodrigo de Quiroga. El libro cuenta con un apartado sobre documentos, mapas, biografías y otros datos. Un año más tarde, el Centro de Iniciativas y Turismo de Plasencia, le publicó Vida y leyenda del Coronel Cristóbal Villalva, donde el autor reconstruye la vida y hechos más destacados de un gran soldado de fortuna del siglo XVI español que, encumbrado por sus propios méritos al desempeño de altos cargos, se vio en la necesidad de tomar decisiones transcendentes en Italia, Andalucía y Navarra. El historiador Fernando Ayala Vicente es otro escritor que hace sus incursiones en el terreno de la biografía, con Espronceda, un diputado extremeño en el Congreso, obra editada por la Asamblea de Extremadura en 2008. La vida y faceta políticas del poeta José de Espronceda son el eje de un proyecto realizado por F. Ayala, con motivo de la celebración del bicentenario del nacimiento del extremeño, rescatando la faceta menos conocida del literato extremeño más ilustre del Romanticismo: su activismo político. El antropólogo José Luis Blanco Fernández escribe el libro El hambre y la fe. El camino de una vida. Relato biográfico de la vida de Bartolomé Gil Santacruz en 2007, donde, tras la justificación y los agradecimientos, se articula en un prólogo y nueve capítulos, a los que se añaden algunas noticias extraídas de la prensa regional (relacionadas con el tranvía de Santa Marta), y una colección de fotografías agrupadas bajo el título de “Imágenes para el recuerdo”.32

El sacerdote Felipe Duque Sánchez se encarga en 1987, en su libro Raíces castellanas. María Briz o una vida solidaria, de realizar una biografía de María Briz Manzano, cofundadora junto a Matilde Téllez Robles, de las Religiosas “Hijas de María Madre de la Iglesia”, con motivo del centenario de su muerte. Por su parte, el profesor y director del Instituto “Gabriel y Galán” antes de la guerra civil, Fernando Jiménez de Gregorio, publica en el 2006, a través del Instituto de Estudios Históricos del Sur de Madrid “Jiménez de Gregorio”, Mis años placentinos: (noviembre de 1933-junio de 1936), desarrolla en este libro el inicio de su actividad como docente, en apenas tres años fecundos, que describe como muy felices, coincidiendo con su elección como director del Instituto al que había sido destinado; y en cuyo centro se volcó tanto en el ámbito docente como de la gestión, sin olvidar el trato con las personas que pasaron por su vida durante ese trienio. Teófilo Magdaleno Fuentes es el responsable de Las dos Españas. En memoria de “Carpo”. Una vida, un hombre, un ideal, donde realiza una biografía novelada de su padre Policarpo Magdaleno Carrera. El ser hijo de la persona cuya vida se retrata comporta una cercanía sentimental que se traduce en una difícil objetividad. Pero la obra supone también el testimonio de una época, transmitida vivamente por el propio homenajeado y reescrita con fidelidad y precisión por su hijo. Y, por último, Antonio Salvador Plans y Álvaro Valverde son los responsables de Gabriel y Galán, época y obra (2006), un ensayo bibliográficoliterario que ofrece una visión actualizada de la figura de Gabriel y Galán dentro de las circunstancias históricas y culturales específicas de los años del tránsito del siglo XIX al XX, lo que representa un importante capítulo de nuestra historia literaria y del conocimiento de la realidad lingüística altoextremeña de ese período. 33

9. SECCIÓN DE ESTATUTOS, ORDENANZAS Y REGLAMENTOS

Las siete obras que componen esta sección aportan algo más del cuatro por ciento de la totalidad, cuyos principales protagonistas no son personas, sino instituciones de carácter político, administrativo, educativo, industrial y recreativo. Con dos aportaciones está el Casino de Plasencia. En 1878 a través del Reglamento General del Casino de Plasencia. Aprobado en Junta de Socios en 28 de enero de 1878. Y en 1884 se publicó el Reglamento General del Casino de la Unión de Plasencia. Aprobado en Junta General de Socios en 8 de Noviembre de 1883. En el año 2003 el Ayuntamiento de Plasencia sacó el librito titulado Comunidades de Propietarios. Ley de Propiedad Horizontal, donde se daba cumplidas respuestas a las preguntas acerca de problemas y régimen de funcionamiento de las comunidades de propietarios, a partir de de las consultas que diariamente se hacían en las oficinas municipales. La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Plasencia publicó en 1978 los Estatutos, aprobados por el Ministerio de Economía el 4 de enero de 1978 y que suponían una actualización de los que en años anteriores se habían editado. 34

El Colegio Nacional “Santiago Ramón y Cajal” editó, en 1971, los Estatutos o Reglamento de la Asociación de Padres de Familia de los alumnos de este Centro. Año de 1968. El librito recoge los cinco capítulos y 26 artículos en los que se articula el reglamento, así como las “Disposiciones transitorias” con otros cuatro artículos. Manuel de la Rosa y Ricardo Gutiérrez se encargaron de elaborar, en 1878, el Reglamento para el Colegio de Segunda Enseñanza de la Inmaculada Concepción de Plasencia, bajo el patrocinio del Muy Noble y Muy Leal Ayuntamiento, un colegio que había sido inaugurado el año anterior entre cuyos logros se contaban numerosos premios y menciones honoríficas obten das en pública oposición por alumnos del citado centro. Y por último, la Sociedad “La Industria Agrícola de Plasencia”, se encargó de publicar en 1895 el Reglamento de la Sociedad titulada la Industria Agrícola Plasencia, Provincia de Cáceres. Se trataba de una Sociedad Cooperativa de Trabajo e Interés Material, y su consigna era “Todo lo vence el trabajo”, y el objeto de esta organiza- ción, aliviar las necesidades de la clase obrera, beneficiando sus economías y abriendo un porvenir más prometedor ante las vicisitudes de la vida cotidiana. 35

10. OTRAS SECCIONES

Hasta aquí se han desarrollado las obras cuyo montante en el cómputo total gira en torno al 4%. El resto de las secciones no alcanza siquiera el tres por ciento. Entre las de la Geografía, con cinco ejemplares, destaca el trabajo de Jesús de Castro García e Inmaculada Blanco Clemente Lugares de interés geoambiental de la provincia de Cáceres. Catálogo fotográfico práctico (2009). La dilatada labor investigadora de los autores les ha permitido recorrer y contemplar los más variados y recónditos lugares de la provincia cacereña, descubriendo que gran parte de ellos muestras un elevado valor paisajístico, rico en elementos geológicos. Por su parte, Amador Ugía y Sánchez se encargó en 1878 de dar a la luz un manual sobre Apuntes de Geografía Física, que recogen la materia que él impartía como profesor de Geografía Física en el Colegio de Segunda Enseñanza de Plasencia. 36 El resto de las obras pueden verse en la nota de pié de página.37

El apartado de “Guías” incluye otras cinco obras, entre las que, por su calidad, rigurosidad y trascendencia histórico-documental, merece destacarse la de Esther Sánchez Calle y Juan Izado Felipe Íñigo, titulada  Guía-Inventario del Legado Miguel Sánchez-Ocaña (2007) por el Ayuntamiento de Plasencia. Concebida por los autores (archiveros municipales), como un trabajo de divulgación sobre el Legado Miguel Sánchez-Ocaña, con el objetivo de dar a conocer sus fondos, ofreciendo una visión global del mismo, su organización y las diferentes partes que lo componen. También merece destacarse la labor llevada a cabo por Jesús Vicente Cano Montero en su Ruta de las iglesias y ermitas placentinas (2006), donde el autor, de cada una de las iglesias y ermitas, ofrece un recorrido por la historia, la estructura, los materiales, el estilo, las diferentes dependencias, la escultura y la pintura. 38 El resto de las obras pueden verse en la nota a pie de página.39

En el ámbito del Derecho sobresalen las obras de José Antonio Vega Vega, director del Complejo Universitario de Plasencia. La primera, titulada Sociedades profesionales de capital (2009) recoge las reformas introducidas por la Ley 3/2009, de 3 de abril, sobre modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles. Y la otra, publicada en 2011, Contrato de permuta comercial (Barter), reflexiona sobre el denominado comercio de compensación, y que se presenta como una antigua institución con renovados esquemas para dar cobertura a un comercio bilateral.40 Otras obras dentro de esta sección pueden verse en la nota a pie de página41.

En la sección de Política, con tres ejemplares, sobresalen Felipe de León y García, Matías de Matías Sánchez, y Juan Pérez y Colom, cuyos libros pueden verse en la reseña de la nota correspondiente.42 En el apartado de Bibliografía, merecen citarse dos autores que han trabajo el tema a nivel regional, Manuel Pecellín Lancharro, y a nivel del Norte de Extremadura, especialmente en Plasencia, José Antonio Sánchez de la Calle.43 En Ciencia sobresale el catedrático de Física de la Universidad de Extremadura en Badajoz, Alejandro Martín Sánchez, con el resumen de su Tesis Doctoral titulada Aplicaciones de las funciones elípticas a los osciladores alineales en 1983; y la revida UNED Plasencia. Revista de Investigación Universitaria, número 6.44 Y en Medicina, Antonio D. Penco Martín, con La Salud Pública en el Antiguo Régimen; y Cristóbal Rodríguez Solano, con el Manual del enfermo bañista en el establecimiento de aguas minerales medicinales de Baños en la provincia de Cáceres.45 El resto de las secciones, “Enciclopedias y Diccionarios”, “Filosofía”, “Música” y “Prensa, Radio y Televisión”, están representadas por un ejemplar cada una, y se corresponden con los siguientes autores: Francisco Javier González Jerónimo, con Paseo por Villanueva de la Vera. Una mirada (2006); Henri Peña-Ruiz y César Tejedor de la Iglesia, con Antología laica. 66 Textos comentados para comprender el laicismo (2009); Juan Manuel Remos Berrocoso, con Introducción, notas y apéndices al inventario de los Libros de Informaciones de Limpieza de míseros, mozos y capellanes de coro en el Archivo de la Catedral de Plasencia (2009); y Ángeles Afuera y José Luis Hernández de Arriba, SER. Días de Nuestra Radio. 25 Años Ser Plasencia (2008).46

11. CONCLUSIÓN

A la hora se sacar conclusiones, llama la atención el elevado número de ejemplares que han salido a la luz en los últimos cinco años, desde que se publicó el primer tomo de la Bibliografía…Es cierto que en los 193 ejemplares tienen cabida los que se publicaron después de principios del 2006, y los que se han detectado anteriores a esa fecha. Pero estos últimos constituyen tan sólo 90 unidades, lo que deja un total de casi el centenar de publicaciones relacionadas con la ciudad del Jerte. Por otra parte, las secciones que más ejemplares aportan son las mismas que las del primer volumen publicado en 2006, es decir, “Lengua y Literatura” “Iglesia-Religión” e “Historia”, con un 63% de estos último quinquenio, frente al casi 50% del primer volumen. La presencia en la ciudad de numerosos centros docentes de diferentes niveles, incluido el universitario, la existencia de una tradición cultural que viene de siglos, y el gusto por la Literatura, justfican el predominio de la novela, el ensayo y la poesía. La importancia de la diócesis placentina ya desde los tiempos modernos, una de las mayores de España, que abarca buena parte de la administración provincial de Badajoz, Cáceres, Ávila y Salamanca, y su proyección nacional e internacional, contribuye a explicar la proliferación de libros de carácter religioso. Y el fuerte impulso de la investigación histórica local, comarcal, provincial y regional, donde Plasencia ocupa un lugar destacado, explican el considerable número de libros de historia., que se nutre de especialistas y aficionados.

Sacerdotes, escritores de novela fantástica e historiadores ocupan un lugar preferente en la bibliografía placentina. Y junto a los personajes, las instituciones, como propulsoras y mecenas de los textos religiosos: la Diócesis, la Catedral, Cáritas y Obispado. Las instituciones que más apostaron por la edición de libros de Historia sobresale la Diputación Provincial de Cáceres (a través de la Institución “El Brocense”), el Ayuntamiento de Plasencia, la Junta de Extremadura y la Universidad. Y entre las que se ocuparon del mundo de la Literatura hay que señalar a la Editora Regional, la Junta de Extremadura, la UNED de Plasencia y también “El Brocense”.

Y es que la abundante producción bibliográfica de Plasencia en los últimos cinco años, fruto del saber, el gusto estético y la habilidad de las imprentas placentina, constituyen unos elementos valiosos e imprescindibles de la comunicación en nuestra comunidad. Y ponen de relieve el lguar que ocupó y sigue ocupando la ciudad del Jerte a lo largo de su producción cultural. Porque, como decía Víctor Infantes, el libro, objetivo principal de este trabajo, es y seguirá siendo a pesar de los nuevos sistemas de comunicación, “…un compañero de fatigas y alegrías que nos mira callado, nos perdona todo, que no se queja de nada, que sólo de vez en cuando nos reclama silencioso su cariño, y al que podemos volver a querer tantas veces como sea necesario”.

Tabla I Distribución de libros por secciones

tabla 24-1

 Tabla II. Autores de más de dos obras y secciones a las que pertenecen

tabla 24-2

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1 LUENGO PACHECO, RICARDO. Libros y lectores en Plasencia (siglos XVI-XVIII). Cáceres, 2002. Universidad de Extremadura.

2   SÁNCHEZ DE LA CALLE, JOSÉ ANTONIO. Una Bibliografía de Plasencia. Fichas, resúmenes y catalogación de obras relacionadas con Plasencia. Tomo I. Libros. Salamanca. Institución Cultural “El Brocense” de la Diputación Provincial de Cáceres, y Excmo. Ayuntamiento de Plasencia, 885 págs.

3   SÁNCHEZ DE LA CALLE, JOSÉ ANTONIO. Una Bibliografía de Plasencia. Fichas, resúmenes y catalogación de obras relacionadas con Plasencia. Tomo II. Artículos. Jaraiz de la Vera., 2008. Institución Cultural “El Brocense” de la Diputación Provincial de Cáceres, y Excmo. Ayuntamiento de Plasencia, 846 págs.

Desde hace varios años vengo trabajando sobre la elaboración del fondo bibliográfico de la revis- tas placentinas desde finales del siglo XIX hasta el presente. En el año 2002 realicé una aproximación en la conferencia que impartí en los XXXI Coloquios Históricos de Extremadura, celebrados en Trujillo en septiembre de 2002, y titulada “Patrimonio Bibliográfico de Plasencia. Las Revistas del Siglo XX”. En el texto, publicado en 2003, exponía la catalogación y características de las diferentes publicaciones periódicas que vieron la luz en la ciudad a lo largo del siglo veinte, dividiendo el conjunto en dos grandes apartados: los ejemplares editados en Plasencia, y los que vieron la luz fuera de la ciudad. En la primera categoría entraban los relacionados con las Asociaciones de Vecinos y de Barrios, los de contenido Artístico-Literario, los Humorísticos, los Festivo-Lúdicos, los de Centros de Enseñanza, los de Contenido Religioso, y otros de carácter diverso. El segundo apartado se centraba en los publicados en el ámbito regional extremeño, y en los de tirada nacional. Véase SÁNCHEZ DE LA CALLE, JOSÉ ANTONIO. “Patrimonio Bibliográfico de Plasencia. Las Revistas del Siglo XX”. En XXXI Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo, 2003. Centro de Iniciativas y Turismo, págs. 435-481.

En la primavera de 2008 impartí una conferencia en el Curso de la Memoria Histórica de Plasencia y su Comarca, organizado por le Universidad Popular de la ciudad. La charla se convirtió en artículo, recogido en la publicación de la VIIIª edición de la citada Memoria…, con el título de “Últimas tendencias bibliográficas en Plasencia”. En la Memoria Histórica de Plasencia y su Comarca, 2008. Plasencia, 2009, págs. 105-132.

6   Entre las bibliotecas localizadas en Plasencia está la Municipal, la del Archivo Catedralicio, y la Diocesana. En Cáceres se han manejado algunos fondos de la Biblioteca Pública “Antonio Rodríguez-Moñino/María Brey”, de la Diputación Provincial, y de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura (Uex). En Madrid se han trabajado algunos volúmenes de la Biblioteca Nacional. También cabe destacar los contactos mantenidos con particulares para estudiar la documentación privada; así como los préstamos o cesiones de algunos particulares de algunos vecinos, bibliófilos y amigos.

7  NEGRETE, JAVIER. Alejandro Magno y las águilas de Roma. Barcelona, 2007. Minotauro, 526 págs., 15 X 23,5 cms. IBID. Salamina. Madrid, 2008. Espasa-Calpe, 400 págs., 15 X 23 cms. IBID. La gran aventura de los griegos. Madrid, 2009. La Esfera de los Libros, 616 págs., 16 X 24 cms. IBID. El sueño de los dioses. Barcelona, 2010, Editorial Planeta. Colección Minotauro, 486 págs., 15 X 23 cms. IBID. Atlántida. Barcelona, 2010, Espasa, 580 págs. IBID. El sueño de los dioses. Barcelona, 2010. Minotauro, 448 págs., 14 X 22,5 cms IBID. El corazón de Tramórea. Barcelona, 2011. Minotauro, 669 págs., 14 X 23 cms.

8  GARCÍA BLÁZQUEZ, JOSÉ ANTONIO. La soledad del anfitrión. Madrid, 2006. Editorial Biblioteca Nueva, 233 págs., 13,5 X 21 cms. IBID. El maldito amor. Madrid, 2007. Biblioteca Nueva, 334 págs.  IBID. La Red. Madrid, 1963, 193 págs., 21 X 30 cms. Obra mecanografiada por copias “Monis”. Máquina OLPER 7677. M 56. Tirada: 20 ejemplares. IBID. Saint John Perse. Anábasis. Madrid, 1983. Visor-Madrid. Volumen 164 de la Colección Visor de Poesía, 88 págs.13 X 19,5 cms. IBID. Último naipe (poesía completa, 1970-1990). Mérida, 2011. Editora Regional de Extremadura, 275 págs., 20,5 x 14,5 cms.

9  HIDALGO BAYAL, GONZALO. El desierto de Takla Makán (Lecturas de Ferlosio). Mérida, 2007. Ensayos Literarios, 17. Editora Regional de Extremadura, 156 págs., 12 X 16,5 cms. IBID. Campo de amapolas blancas. Barcelona, 2008. Tusquets. IBID. El espíritu áspero. Barcelona, 2009. Tusquets Editores, 560 págs.

10   GARCÍA BLÁZQUEZ, JOSÉ ANTONIO. La soledad del anfitrión. Madrid, 2006. Editorial Biblioteca Nueva, 233 págs., 13,5 X 21 cms. IBID. El maldito amor. Madrid, 2007. Biblioteca Nueva, 334 págs.

11   SANTOS DELGADO, JUAN RAMÓN. Cuaderno escolar. Badajoz, 2009. Colección La Gaveta, 120 págs., 12 X 17 págs. IBID. Biblia apócrifa de Aracia. Badajoz, 2010. Los Libros del Oeste, 535 págs., 20 X 14 cms.

12  VAQUERO MONTESINOS, SALVADOR. Hombres sin fronteras. Badajoz, 2004. Diputación Provincial de Badajoz, 61 págs., 14 X 22 cms. IBID. La leyenda de la guadaña oxidada. Cáceres, 2006. Qarácter, 135 págs., 12 X 17 cms.

13  BURGUILLO PUIG, ANTONIO. Piel romántica. Vigo, 2006. Ediciones Cardeñoso, 70 págs., 15 X 20,5 cms. IBID. Tan sólo una palabra. Vigo, 2006. Ediciones Cardeñoso, 54 págs., 15 X 20,5 cms

14  VARIOS AUTORES. Ruta Literaria por Extremadura. Cuaderno de Viaje. Junta de Extremadu- ra, 211 págs., 15 X 21 cms. IBID. Taller de la Poesía y del Relato. (Antología, 2001). Badajoz, 2002. Editora Regional de Extremadura y Asociación de Escritores Extremeños. Indugrafic, Artes Gráficas, 274 págs., 15 X 20 cms. IBID. IV Concurso de Relato Breve UNED Plasencia, 2004. Madrid, 2006. Universidad Nacional de Educación a Distancia, 79 págs. 15 X 22 cms. IBID. Taller de la Poesía y del Relato. (Antología, 2003). Badajoz, 2004. Editora Regional de Extremadu- ra y Asociación de Escritores Extremeños. Indugrafic, Artes Gráficas, 274 págs., 15 X 20 cms. IBID. Taller de la Poesía y del Relato. (Antología, 2004). Badajoz, 2005. Editora Regional de Extremadura y Asociación de Escritores Extremeños. Indugrafic, Artes Gráficas, 416 págs., 15 X 20 cms. IBID. V Concurso de Relato Breve UNED Plasencia, 2005. Madrid, 2007. Universidad Nacional de Educación a Distancia, 67 págs. 15 X 22 cms. IBID. VI Concurso de Relato Breve UNED Plasencia, 2006. Madrid, 2007. Universidad Nacional de Educación a Distancia, 142 págs. 15 X 22 cms. IBID. Taller de la Poesía y del Relato. (Antología, 2005). Badajoz, 2006. Editora Regional de Extremadura y Asociación de Escritores Extremeños. Indugrafic, Artes Gráficas, 315 págs., 15 X 20 cms. IBID. VII Concurso de Relato Breve UNED Plasencia, 2007. Madrid, 2008. Universidad Nacional de Educación a Distancia, 124 págs. 15 X 22 cms.

15  ALBALÁ MARTÍN, INDALECIO. Relatos a cachos perdidos. ALLENDE, ISABEL. Inés del alma mía. Barcelona, 2006. Plaza y Janés Editores, S. A., 368 págs., 15 X 26 cms. ALONSO ESTRADÉ, KILIAN. Flores entre espinas. Plasencia, 2009. Concejalía de Igualdad del Ayunta- miento de Plasencia. ÁLVAREZ ENCINA, MIGUEL. Olor a tierra. Plasencia, 2006. Imprenta Garcilaso (Plasencia). Editorial LiberArte, 122 págs., 15 X 20,5 cms. BLANCO FERNÁNDEZ, JOSÉ LUÍS. Amar también es pecado. Plasencia, 1966. Imprenta Garcilaso, 19 págs., 15 X 21 cms. CANO MONTERO, JESÚS VICENTE. La Duquesa y el Deán. Historia de una ambición. Plasencia, 2011. Centro de Iniciativas y Turismo de la Comarca de Plasencia. Plasencia, Diseño Gráfico S. L., 328 págs., 16,5 X 24 cms. CHICO, ALEX. La tristeza del eco. Mérida, 2007. Editora Regional de Extremadura, 65 págs., 14 X 20 cms. DUQUE SÁNCHEZ, FELIPE. Aportación extremeña a los orígenes del Teatro Nacional. Cáceres, 1976. Servicios Culturales de la Diputación Provincial de Cáceres, 14 págs., 17 X 24 cms. FERNÁNDEZ MARTÍN, JOSÉ LUÍS. Y un otoño… fue primavera.  Sevilla, 2008. Publidisa, S. A., 176 págs., 13,5 X 21 cms. FUENTES, FRANCISCO. Tierra, Territorio, Casa. Sevilla, 2006. Universidad de Sevilla. Colección Brizna/1, 66 págs, , 13 X 18 cms. GIL GONZÁLEZ, NICANOR. Historias de la Villa Germelina. Mérida, 2008. De la luna libros,.118 págs., 14,5 X 19 cms. INIESTA OJEA, ROBERTO. El viaje íntimo de la locura. Bilbao, 2009. Editorial El Hombre del Saco, S. L., 371 págs., 14 X 21,5 cms. LEMÚS FUENTES, JOSÉ. Con Mario Alberto. Poemas. Plasencia, 2007. 108 págs., 13,5 X 21 cms. LEÓN, JOSÉ NICOLÁS DE. Métrica descripción fúnebre a las magníficas, suntuosas exequias del rey Don Carlos de Austria, Nuestro Señor, que en el día veinte y dos de diciembre de mil sete- cientos, consagró a su real memorial el Ayuntamiento de esta muy Noble y muy Leal ciudad de Plasencia en su Santa Iglesia Catedral. Publícalas en un romance Don Joseph Nicolás de León, Secretario de Cámara de los Señores Deán, y Cabildo de ella. Y se le dedica su respeto a dicha muy noble y muy leal ciudad. MORENO ANCILLO, ÁLVARO. El reino de la espada. Barcelona, 2006. Áurea Ediciones, 320 págs., 15,5 X 22,5 cms. PÉREZ REGUEIRA, JOSÉ LUÍS. Las huellas del conquistador. Barcelona, 2007. Roca, 521 págs. 15 X 23 cms. PÉREZ WALÍAS, JAVIER. Largueza del instante. León, 2009. Instituto Leonés de la Cultura, 86 págs. PORTILLO MORDILLO, SERAFÍN. Mapa de las corrientes. Salamanca, 2008. Renacimiento, 64 págs., 12 X 17 cms. SÁNCHEZ ADALID, JESÚS. El alma de la ciudad. Barcelona, 2007. Editorial Planeta, 646 págs., 16 X 24 cms. SÁNCHEZ MARTÍN, Mª MAGDALENA. Mis versos. Plasencia, 1998, 40 págs., 14,5 X 20,5 cms. SÁNCHEZ SILVA, RAQUEL. Cambio príncipe por lobo feroz. Madrid, 2008. Aguilar, 168 págs., 15 X 24 cms. TEJEIRO FUENTES, MIGUEL ÁNGEL. Mecenazgo y literatura en la Extremadura del Siglo de Oro. Mérida, 2009. Editora Regional de Extremadura. Colección Estudio, 294 págs., 16 X 24 cms. VALVERDE, ÁLVARO. Desde fuera. Barcelona, 2008. Tusquets Editores. 180 págs., 14 X 21 cms.

16   APARICIO SÁNCHEZ, GONZALO. Tu cuerpo y sangre, Señor!. Homilías y meditaciones eucarísticas. Madrid, 2004. EDIBESA, 478 págs., 13 X 21 cms. IBID. Ardía nuestro corazón. Ciclo A: comentarios a las lecturas y evangelios dominicales y festivos. Madrid, 2004. EDIBESA. Colección Vida y Misión, 533 págs., 20,5 X 13,5 cms. IBÍD. Celebrar la Eucaristía. “En espíritu y en verdad”. Madrid, 2004, EDIBESA. Vida y Misión, número 103. 13 X 21 cms. IBÍD. Para tratar de amistad con Jesús Eucaristía: oración y adoración eucarística. Madrid, 2004. EDIBESA. Colección Vida y Misión, número 111, 237 págs., 13 X 21 cms. IBÍD. Ardía nuestro corazón. Ciclo B: comentarios  a las  lecturas y  evangelios dominicales  y festivos. Madrid, 2005. EDIBESA. Colección Vida y Misión número 121, 627 págs., 20,5 X 13,5 cms. IBÍD. Para vivir la misa en comunión con Cristo. Madrid, 2005. EDIBESA. Colección Vida y Misión, número 122, 181 págs., 13 X 21 cms. IBÍD. Sacerdos/ 1. Apuntes de espiritualidad sacerdotal: tentaciones y retos del sacerdote actual. Madrid, 2006. EDIBESA, Colección Vida y Misión, número 127, 221 págs. 13 X 21 cms. IBÍD. Sacerdos/ 2. Apuntes de espiritualidad sacerdotal: Oración, espiritual y vocaciones sacerdotales. Madrid, 2006. EDIBESA, Colección Vida y Misión, número 128, 210 págs., 13 X 21 cms. IBÍD. Ardía nuestro corazón. Ciclo C: comentarios a las lecturas y evangelios dominicales y festivos. Madrid, 2006. EDIBESA. Colección Vida y Misión, número 131, 506 págs., 20,5 X 13,5 cms. IBÍD. La experiencia de Dios. Madrid, 2007. EDIBESA, Colección Vida y Misión, 345 págs., 13 X 21 cms. IBÍD. San Pablo, el apóstol de Jesús. Madrid, 2007. EDIBESA, Colección Vida y Misión, 358 págs., 13 X 21 cms. IBÍD.. El Espíritu Santo. Abra y beso del dios amor. Madrid, 2008. EDIBESA, Colección Vida y Misión, 326 págs., 13 X 21 cms. IBÍD. Necesidad de la oración en la vida del sacerdote. Madrid, 2009. EDIBESA, Colección Vida y Misión, 366 págs., 13 X 21 cms. IBÍD.. María-mujer, virgen y madre sacerdotal. Madrid, 2009. EDIBESA, Colección Vida y Misión, 264 págs., 13 X 21 cms. IBÍD. La Oración Eucarística en la Vida Sacerdotal. Madrid, 2010. EDIBESA, Colección Vida y Misión, 357 págs., 13 X 21 cms. IBÍD. La Iglesia necesita santos. Madrid, 2011. EDIBESA, Colección Vida y Misión, 357 págs., 13 X 21. IBÍD. El gozo de ser sacerdote.(¡Te Deum Laudamus!). Madrid, 2011. EDIBESA, Colección Vida y Misión, págs., 13 X 21.

17   DUQUE SÁNCHEZ, FELIPE, y DÍAZ SÁNCHEZ, JUAN MANUEL. Introducción a  la Doctrina Social de la Iglesia. Plan de Formación Sistemática. Especialidad: Doctrina Social de la Iglesia. Madrid, 1999. Instituto Internacional de Teología a Distancia, 133 págs., 19,5 X 27 cms. IBÍD. Doctrina Social de la Iglesia: Economía y Política. Ciencias Religiosas. Madrid, 1999. Instituto Superior de Ciencias Religiosas a Distancia San Agustín. 236 págs., 19,5 X 27 cms. IBÍD. La Economía en la Doctrina Social de la Iglesia. Plan de Formación Sistemática. Especialidad: Doctrina Social de la Iglesia. Madrid, 2003. Instituto Internacional de Teología a Distancia, 138 págs., 19,5 X 27 cms.

18  DIÓCESIS DE PLASENCIA. X Sínodo Placentino. Constituciones Sinodales. Plasencia, 2005. Salamanca, 2006. Imprenta Kadmos, 318 págs., 15, 5 X 22,5 cms. IBÍD. Guía del peregrino de Berzocana

19   ESZER, AMBROSIO (Coordinador). Placentin. In Hispania. Beatificationis et Canonizationis Servae Dei Mathildis A S. Corde Tellez Robles (Hijas de María Madre de la Iglesia) (1841-1902). Positio Super Vita, Virtutibus et Fama Santitatis. Roma, 1993. HIJAS DE MARÍA MADRE DE LA IGLESIA. Madre Matilde. Fundadora de las Hijas de María, Madre de la Iglesia. Beatificación. Roma, 21 de marzo de 2004. Zaragoza, 2006. Hijas de María Madre de la Iglesia, 179 págs., 21 X 29,5 cms. M. D. G. Novena a la gloriosa virgen y mártir Santa Filomena. Compuesta por un P. de la Compañía de Jesús. Plasencia, 1842. Imprenta de D. M. Ramos, 24 págs., 12 X 17,5 cms. MARTÍN MAJADAS, ANTONIO. Amor, honor y devoción de Plasencia a Santa María del Puerto. Plasencia, 2007

20  P. G. Semana de la Madre. La Pureza de tus Hijos. Plasencia, 1939. Imprenta La Victoria, 48 págs., 12,5 X 17,5 cms. PRIETO RAMIRO, RAFAEL. Ganar, gastar, gozar. El consumo, éste es nuestro dios. Madrid, 2007. Cáritas Española Editores, 78 págs., 10,5 X 14,5 cms. RODRÍGUEZ MAGRO, AMADEO. Sea toda nuestra vida un acto de amor. Matilde Téllez, una extremeña en los altares. Plasencia, 2004. Plasencia Diseño Gráfico S. L., 35 págs., 15,5 X 21,5 cms. V. C. R. Historia de la vida, martirio, invención y milagros de la gloriosa V. y M. Santa Filomena,  llamada la taumaturga del siglo XIX / por el P. V. C. R. de la Compañía de Jesús … Plasencia, 1845. Imprenta de M. Ramos, 286 pág., 9,5 X 14 cms.

21   FLORES DEL MANZANO, FERNANDO. Plasencia y su comarca. Historia y Sociedad (1840-1902). Badajoz, 2007. Muñoz Moya Editores Extremeños, 326 págs., 17 X 24 cms. IBÍD. FLORES DEL MANZANO, FERNANDO. La Guerra de la Independencia en Plasencia y su Tierra. Badajoz, 2008. Caja de Extremadura Obra Social. Biblioteca Extremeña de la Guerra de la Independencia. Colección Ciudades en Guerra (1808-1812), 425 págs., 17 X 24 cms. IBÍD. FLORES DEL MANZANO, FERNANDO. La guerrilla patriótica en Extremadura. 1808-1812. Mérida, 2009. Editora Regional de Extremadura, 386 págs.,17 X 24 cms.

22   AYALA VICENTE, FERNANDO. Parlamentarios cacereños durante la II República (1931- 1936). Diputados e intervenciones. Granada, 2007. Muñoz Moya Editores Extremeños, 174 págs., 17 X 24 cms. IBÍD. Orígenes del PSOE en la provincia de Cáceres,  2008. IBÍD. Plasencia y su comarca durante la Segunda República. Institución Cultural El Brocense. Diputación de Cáceres. 2011.

23   CARRERO PLAZA, FEDERICO. La iglesia de San Blas de Oliva de Plasencia. Plasencia, 2009. Gráficas Rozalén, 241 págs., 17 X 24 cms. IBÍD. La Ermita de la Bella Flor de Cáparra y Oliva de Plasencia. Plasencia, 2011. CederCáparra y Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Gráficas Rozalén, 448 págs., 21 X 29,5 cms.

24   SÁNCHEZ DE LA CALLE, JOSÉ ANTONIO. Plasencia. El placer del recuerdo. Londres, 2010. Editorial Amberley, 128 págs. IBÍD. Plasencia. Tradiciones y Lugares. Londres, 2011. Editorial Amberley, 128 págs.

25  VARIOS AUTORES. XXXV Coloquios Históricos de Extremadura. Badajoz, 2006. Centro de Iniciativas Turísticas de Trujillo, 753 págs., 15,5 X 21 cms. IBID. Documentos para una historia de la docencia. Malpartida de Plasencia, 1910-2001. Plasencia, 2006. Cooperativa San Isidro. Fondo de Educación, Formación y Promoción. Imprenta Heras, 46 págs., 14,5 X 20,5 cms. IBID. Memoria histórica de Plasencia y su Comarca, 2006. Plasencia, 2007. Universidad Popular. Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Plasencia. Imprenta Vimar, 155 págs., 16,5 X 24,5 cms. IBID. Plasencia contemporánea. Hombres y mujeres que han hecho ciudad, 1810-1935. Jaraiz de la Vera, 2007. Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura y Ayuntamiento de Plasencia. Gráficas Romero, 106 págs., 16,5 X 28 cms. IBID. XXXVI Coloquios Históricos de Extremadura. Tomos I y II. Celebrados en Trujillo del 24 al 30 de septiembre de 2007. Dedicados a la figura de Inés de Suárez en el V Centenario de su nacimiento. Badajoz, 2008, Asociación Coloquios Históricos de Extremadura, 842 págs ambos tomos, 15,5 X 21,5 cms. IBID. Memoria Histórica de Plasencia y Comarcas 2007. Plasencia, 2008. Universidad Popular de Plasencia. Gráficas Rozalén, 174 págs. 16,5 X 23,5 cms. IBID. Memoria Histórica de Plasencia y Comarcas 2008. Plasencia, 2009. Universidad Popular de Plasencia. Gráficas Rozalén, 205 págs. 16,5 X 23,5 cms. IBID. XXXVII Coloquios Históricos de Extremadura. Tomos I y II. Celebrados en Trujillo del 22 al 28 de septiembre de 2008. Dedicados a la Guerra de la Independencia en Extremadura. Badajoz, 2009, Asociación Coloquios Históricos de Extremadura, 884 págs. ambos tomos, 15,5 X 21,5 cms. IBID. El Instituto “Gabriel y Galán” de Plasencia. Setenta y cinco años de historia: 1933-2008. Jaraiz de la Vera, 2009. Gráficas Romero, 245 págs., 17 X 24 cms.

26  ANÓNIMO. Recetas de nuestra gente. Plasencia, 2005. Cooperativa Sediaco, 95 págs., 14 X 22 cms. BECERRO DE BENGOA, RICARDO. Ensayo para una Teoría de Extremadura. Cáceres, 19592, 22 págs., 13 X 18 cms. CAJA DE EXTREMADURA. Referencias a Extremadura del maestro Correas y del médico Sorapán. Plasencia, 2001. Obra Social y Cultural de Caja de Extremadura. Imprenta La Victoria, 60 págs., 15,5 X 21,5 cms. DIOS, JUAN DE. La borrachera y el juego, por el poeta Juan de Dios. Plasencia, 1883. Imprenta de El Extremeño, 17 págs., 10 X 15 cms. H. de X. Gran fiesta taurino campestre. Romance liso y llano donde se narran las sorprenden- tes hazañas por las que se ha decidido hacer célebres a varios honrados vecinos de la villa, de quienes no se suponía que tuviesen tanta sangre torera. Plasencia, 1944. Talleres tipográficos “La Victoria”, 11 págs., 12 X 19 cms.

27  HERRERO HERRERO, TEODORO. Olga. 2006. Cambridge BrickHouse Books, Colección Abalorios.  MININGER, KRISTOFFER y LUCIO CARRASCO, LOLA. Caras de Plasencia. Faces of Plasencia. Plasencia, 2007. Ayuntamiento de Plasencia y Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Extremadura. Edita: Acuarex. Producción Gráfica y Diseño: e.comdiseño, 80págs., 21 X 21 cms. PÉREZ GONZÁLEZ, BEATRIZ. Estraperlo en Cádiz. La estrategia social. Cádiz, 2004. Quorum Editores, 248 págs., 15 X 24 cms. PULIDO RUBIO, ABUNDIO. Memoria de costumbres y tradiciones perdidas en Montehermoso. Plasencia, 2007. Ayuntamiento de Montehermoso. Gráficas Sandoval, 248 págs., 16,5 X 24 cms. RISCAMONTE EL EXTREMEÑO (¿MELITÓN DELGADO?). Almanaque de las lilailas para el año de 1886. Plasencia, 1886. Imprenta de El Cantón Extremeño, 78 págs., 10,5 X 16 cms. VARIOS AUTORES. Recuerdos cariñosos a Juan Sánchez Ocaña y Clavijo de sus amigos en las cenas de los días de San Juan y San Pedro. Plasencia, 1879. Est. Tip. De Evaristo Pinto Sánchez, 38 págs., 11,5 X 17,5 cms.

28   BLANCO HERNANDO, QUILIANO. Nosotros. Primer libro de lectura corriente. Plasencia, 1964. Editorial Sánchez Rodrigo, S. A., 156 págs., 14 X 20 cms. DÍEZ Y OLIVARES, JOSÉ MARÍA. Compendio de Gramática castellana para uso de los niños de las escuelas y colegios. Dispuesto bajo un nuevo método por José Mª Díez Olivares, Maestro de la Escuela Pública de Primera Enseñanza Superior de Plasencia. Segunda Parte. Plasencia, 1875. Imprenta y Litografía de Pinto Sánchez, 31 págs., 11 X 16,5 cms. PÉREZ DE TOCINO, NICOLÁS VICENTE. Lecciones de gramática latina. Dispuestas para aprovechamiento de sus hijos. Plasencia, 1841. Imprenta de Manuel Ramos, 128 págs., 14,5 X 20,5 cms. RIESCO ROCHE, SERGIO. Extremadura. Historia. Bachillerato Segundo Curso. Materia Común. Barcelona, 2006. Vicens Vives. 78 págs., 23 X 29 cms.

29  VARIOS AUTORES. Jornadas de Renovación Logopédica “Ciudad de Plasencia”. Organización, ponencias, trabajos, conclusiones y propuestas. Plasencia, 1991. Imprenta La Victoria, 500 págs., 20,5 X 29,5 cms. IBID. Nuevas herramientas para nuevas situaciones de aprendizaje. El uso del ordenador en el aula. Navalmoral de la Mata, 2006. Centro de Profesores y Recursos de Plasencia. Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, 238 págs., 21 X 28 cms. IBID. Cuaderno didáctico de la exposición Plasencia contemporánea. Hombres y mujeres que han hecho ciudad, 1810-1935. Jaraiz de la Vera, 2007. Consejería de Educación de la Junta de Extremadura. Gráficas Romero, 16 págs., 17 X 24 cms. IBID. IV Jornadas Regionales de Implantación y Desarrollo de la LOE: Competencias Básicas y Convivencia. Intervención Psicopedagógica en Educación Infantil y Primaria. Badajoz, 2009. Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, 300 págs., 21 X 29,5 cms.

30  VÁZQUEZ CALVO, JUAN CARLOS. Historia de la Educación Pública de Extremadura en el Antiguo Régimen (Siglos XVI, XVII y XVIII). Mérida, 2004. Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología de la Junta de Extremadura, 642 págs., 17 X 24 cms.

31  CAJA DE AHORROS DE EXTREMADURA. XXVII Salón de Otoño de Plasencia 2005. Obra Social de Caja de Extremadura. Imprenta Romero, 44 págs., 21 X 25 cms. CASTRO FLÓREZ, FERNANDO. Fight Club. Consideraciones en torno al arte contemporáneo. Pontevedra, 2004. Diputación Provincial de Pontevedra, 237 págs., 13,5 X 18,5 cms. DÍEZ GONZÁLEZ, MARÍA DEL CARMEN. Arquitectura de los conventos franciscanos observantes en la provincia de Cáceres (siglos UXI-XVII). Cáceres, 2003. Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, Uex y Caja de Extremadura, 443 págs., 22 X 31 cms. ESCUELA DE ARTE RODRIGO ALEMÁN. Danzar- te. 27 de abril-13 de mayo de 2005. Hervás, 2005. Centro Cultural Santa María de Plasencia, 16 págs., 16 X 22 cms. RAMOS RUBIO, JOSÉ ANTONIO. Inventario de pintura medieval en la diócesis de Plasencia. Jaraiz de la Vera, 2009. Institución Cultural “El Brocense”. Gráficas Romero, 137 págs., 17 X 24 cms. CANO MONTERO, JESÚS VICENTE. Las catedrales de Plasencia. Su arquitectura, sus retablos, su sillería de Coro y otros elementos. 2009. Centro de Iniciativas y Turismo de la Comarca de Plasencia, y Junta de Extremadura. Consejería de Cultura y Turismo, 210 págs., 17 X 24 cms. VARIOS AUTORES. La última restauración o el esplendor interior. Plasencia, 2009. Cabildo Catedralicio. RAMOS SÁNCHEZ, MIGUEL ÁNGEL. El tratado de la pintura. Leonardo Da Vinci. Arganda del Rey (Madrid), 2004. EDIMAT. Clásicos de la Literatura. 258 págs., 19 X 23 cms

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33  DUQUE SÁNCHEZ, FELIPE. Raíces castellanas. María Briz o una vida solidaria. Salamanca, 1987.  Gráficas  Ortega  S.  A.,  91  págs.,  12  X  18,5  cms.  JIMÉNEZ  DE  GREGORIO, FERNANDO. Mis años placentinos: (noviembre de 1933-junio de 1936). Madrid, 2006. Instituto de Estudios Históricos del Sur de Madrid “Jiménez de Gregorio”, 73 págs., 13 X 21 cms. MAGDALENO FUENTES, TEÓFILO. Las dos Españas. En memoria de Carpo. Una vida, un hombre, un ideal. Plasencia, 2007. Plasencia Diseño Gráfico S. L., 308 págs., 17.,5 X 25 cms. SALVADOR PLANS, ANTONIO, y VALVERDE, ÁLVARO. Gabriel y Galán, época y obra. Mérida, 2006. Editorial Regional de Extremadura. Colección Estudios, 313 págs., 17 X 23,5 cms.

34  CASINO DE PLASENCIA. Reglamento General del Casino de Plasencia. Aprobado en Junta de Socios en 28 de enero de 1878. Plasencia, 1878. Imprenta a cargo de de Manuel Ríos de Lara, 8 págs., 13 X 17 cms. CASINO DE LA UNIÓN DE PLASENCIA. Reglamento General del Casino de la Unión de Plasencia. Aprobado en Junta General de Socios en 8 de Noviembre de 1883. Plasencia, 1884. Imprenta de E. Pinto Sánchez, 15 págs., 12,5 X 17,5 cms. AYUNTAMIENTO DE PLASENCIA. Comunidades de Propietarios. Ley de Propiedad Horizontal. Plasencia, 2003, Oficina de Información al Consumidor. Plasencia. Diseño Gráfico, S. L., 40 págs., 13 X 22 cms. CAJA DE AHORROS Y MONTE DE PIEDAD DE PLASENCIA. Estatutos. Plasencia, 1978. Editorial Sánchez Rodrigo, S. A. (calle Santa Claro, 6 y 8), 42 págs., 13,5 X 19,5 cms.

35   COLEGIO NACIONAL “SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL” DE PLASENCIA. Estatutos o Reglamento de la Asociación de Padres de Familia de los alumnos de este Centro. Año de 1968. Plasencia, 1971, 16 págs., 11 X 15,5 cms. ROSA, MANUEL DE y GUTIÉRREZ, RICARDO. Reglamento para el Colegio de Segunda Enseñanza de la Inmaculada Concepción de Plasencia, bajo el patrocinio del Muy Noble y Muy Leal Ayuntamiento. Plasencia, 1881. Imprenta El Extremeño, págs., 13 X 18 cms. SOCIEDAD LA INDUSTRIA AGRÍCOLA DE PLASENCIA. Reglamento de la Sociedad titulada la Industria Agrícola Plasencia, Provincia de Cáceres. Plasencia, 1895. Imprenta de Generoso Montero, 12 págs., 16 X 22 cms.

36   CASTRO GARCÍA, JESÚS DE, y BLANCO CLEMENTE, INMACULADA. Lugares  de interés geoambiental de la provincia de Cáceres. Catálogo fotográfico práctico. Plasencia, 2009. Gráficas Rozalén, 122 págs., 21 X 30 cms. UGÍA Y SÁNCHEZ, AMADOR. Apuntes de Geografía Física. Plasencia, 1878. Imprenta de Ramos y León, 36 págs., 12 X 17,5 cms.

37  AYUNTAMIENTO DE PLASENCIA. Valcorchero y sus fuentes. Rutas del agua. Concejalía de  Caminos  del  Excmo. Ayuntamiento  de  Plasencia, 36  págs.,    10.5 X  16  cms. BARETTI, GIUSEPPE. Un viaje por Extremadura con Giuseppe Baretti (De “Viaje de Londres a Génova a través de Inglaterra, Portugal, España y Francia (1760)”. Plasencia, 2010. Obra Social de Caja de Extremadura. Imprenta La Victoria, 60 págs., 15,5 X 21,5 cms. RODRÍGUEZ CAMPOMANES, PEDRO. Viaje a Extremadura con Pedro Rodríguez Campomanes. Plasencia, 2011. Obra Social de Caja de Extremadura. Imprenta La Victoria, 70 págs., 15,5 X 21,5 cms.

38   SÁNCHEZ CALLE, ESTHER, y FELIPE IÑIGO, JUAN ISIDRO. Guía-Inventario  del Legado Miguel Sánchez-Ocaña. Plasencia, 2007. Ayuntamiento de Plasencia, 166 págs., 15 X 21 cms. CANO MONTERO, JESÚS VICENTE. Ruta de las iglesias y ermitas placentinas. Cáceres, 2006. Excmo. Ayuntamiento de Plasencia, 80 págs., 15 X 21, 5 cms.

39  ANÓNIMO. Templo Cofrade Santo Domingo. Plasencia, 2007. Ayuntamiento de Plasencia, 20 págs., 22 X 15 cms. MARTÍN MARTÍN, ALFREDO. Automóviles de la Europa del Este. 2008. Autoedición. VARIOS AUTORES. Guía Induplas. Selección Profesional 2007. Jaraiz de la Vera, 2007. A.C.P. Publicidad, S. L. Gráficas Romero, 36 págs., 10 X 21 cms.

40  VEGA VEGA, JOSÉ ANTONIO. Sociedades profesionales de capital. Pamplona, 2009. Edito- rial Aranzadi, 534 págs., 17 X 24 cms. IBID. Contrato de permuta comercial (Barter). Madrid, 2011, 464 págs., 17 X 24 cms.

41  PINTO SÁNCHEZ, EVARISTO. Petición fiscal, defensa y sentencia en la causa incoada por denuncia del Ministerio Fiscal de 12 de octubre de 1880 contra El Extremeño, por supuestas injurias a los ministros de la Corona. Plasencia, 1881. Imprenta El Extremeño, 28 págs., 14,5 X 20,5 cms. VILLANUEVA MORENO, JOSÉ. Contestación a las ofensivas apreciaciones que hiciera el llamado periódico La Defensa de la Verdad en su número 9 correspondiente al 12 de enero de 1890, al reseñar parcial y arbitrariamente lo ocurrido en cierto juicio oral. Plasencia, 1890. Imprenta de Felipe Ramos, 19 págs., 14 X 20 cms.

42   LEÓN Y GARCÍA, FELIPE DE. La insurrección en Cuba. Su origen primordial, su estado presente y sus consecuencias para el porvenir. Plasencia, 1874. Imprenta de Pinto Sánchez, 32 págs., 14,5 X 20,5 cms. MATÍAS SÁNCHEZ, MATÍAS DE. Contestación al folleto publicado por Don Antonio Solís contra el Ayuntamiento de Galisteo. Plasencia, 1886. Imprenta de Ramos y León (calle Zapatería, 42), 16 págs., 13,5 X 18 cms. PÉREZ Y COLOM, JUAN. Fragmentos políticos-literarios / por el joven Juan Pérez y Colom, bajo responsabilidad de su padre J. Pérez de Sanabria. Plasencia, 1882. Imprenta de El Extremeño, 16 págs., 10,5 X 15,5 cms.

43  PECELLÍN LANCHARRO, MANUEL. Bibliografía extremeña, 2004-2005. 2006. Indugrafic Editorial, 667 págs. SÁNCHEZ DE LA CALLE, JOSÉ ANTONIO. Una bibliografía placentina. Fichas, resúmenes y catalogación de obras relacionadas con la ciudad del Jerte. Tomo II. Artículo. Jaraiz de la Vera, 2008. Gráficas Romero, 846 págs., 17 X 24 cms.

44  MARTÍN SÁNCHEZ, ALEJANDRO. Aplicaciones de las funciones elípticas a los osciladores alineales. Resumen de Tesis Doctoral. Badajoz, 1983. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura, 31 págs., 15,5 X 21,5 cms. VARIOS AUTORES. UNED Plasencia. Revista de Investigación Universitaria, número 6. Diciembre 2005. Plasencia, 2005. Plasencia, Diseño Gráfico, S. L. 189 págs., 16 X 22 cms.

45   PENCO MARTÍN, ANTONIO DANIEL. La Salud Pública en el Antiguo Régimen. Mérida, 2007.  Editora  Regional  de  Extremadura.  Colección  Coediciones,  245  págs.,  17  X  24  cms. RODRÍGUEZ SOLANO, CRISTÓBAL. Manual del enfermo bañista en el establecimiento de aguas minerales medicinales de Baños en la provincia de Cáceres. Plasencia, 1838. Imprenta de Manuel Ramos, 30 págs., 11,5 X 16 cms.

46   AFUERA, ÁNGELES y HERNÁNDEZ DE ARRIBA, JOSÉ LUÍS. SER. Días de  Nuestra Radio. 25 Años Ser Plasencia. Sociedad Española de Radiodifusión, 2008, 90 págs., 15,5 X 20 cms. RAMOS BERROCOSO, JUAN MANUEL. Introducción, notas y apéndices al inventario de los Libros de Informaciones de Limpieza de míseros, mozos y capellanes de coro en el Archivo de la Catedral de Plasencia. Plasencia, 2009. Imprenta Sapar, 158 págs., 17 X 23 cms.

Oct 012008
 

José Antonio Sánchez de la Calle.

  1. ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN PLASENCIA.

La Plasencia de finales del siglo XIX y principios del XX es una ciudad que pasa por profundos cambios estructurales que afectan al ámbito económico y social. La llegada del agua potable y la mejora del saneamiento urbano a través de la red del alcantarillado, la inauguración del alumbrado público, y la aparición del ferrocarril ponen de manifiesto el desarrollo de una localidad que tuvo mala suerte al perder en el primer tercio del siglo diecinueve la capitalidad provincial.

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Oct 012006
 

José Antonio Sánchez de la Calle.

1.- APUNTES BIOGRÁFICOS

Pedro Casas y Souto nació el 13 de octubre de 1826 en Sobrados del Obispo, ayuntamiento de Valenzana, en la provincia de Orense, de cuya capital dista casi cinco kilómetros. En el primer tercio del siglo XIX, el pueblo contaba con una población de 545 vecinos (1.805 almas), 450 casas y dos palacios (del conde de Torremuzquiz, y el episcopal, célebre por su bodega). Había una escuela de Primeras Letras frecuentada por 300 niños de ambos sexos, y dotada con 1.100 reales. La iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora (con la aneja de Pereira), estaba atendida por un cura “de entrada”. También había 4 ermitas. El núcleo contaba con agua de cuatro pequeños arroyos que nacían en los montes del Castro, y que vertían en el río de Boutureira[1].

El futuro obispo era hijo de los terratenientes católicos José y María. Desde edad temprana fue “tutelado” por varias personas interesadas en su formación, como el maestro Rafael Balvis, que le enseñó las primeras letras en su pueblo; el presbítero Ramón Forneiro, que le instruyó en los rudimentos de Gramática Latina a los diez años; su tío Leandro Penedo Martínez, que actuó como auténtico mecenas, costeándole los estudios; y el exclaustrado franciscano Padre Francisco Blanco, que le enseñó Lengua en el pueblo zamorano de Castellanos en 1838.

En 1839, a los 13 años, y tras aprobar el examen de Latín y Humanidades, estudió Filosofía en el Seminario de Orense entre 1839 y 1842, obteniendo la calificación de Sobresaliente. A instancias de su padre, comenzó el primer curso de Teología Sagrada, pero no lo terminó pues deseaba entrar en la orden Dominica. Por este motivo, y a pesar de los intereses divergentes, el joven de 16 años se desplazó a Valladolid en 1843, donde su tío Leandro le inmovilizó reteniendo su expediente, por lo que el aspirante a dominico tuvo que desistir, quedándose, muy deprimido, un año con su familiar[2].

En 1844, con 18 años, volvió a Orense y retomó, siguiendo las directrices paternas, la truncada carrera de Teología, a cuyo término recibió la “Prima clerical tonsura” en Santiago, de manos del Arzobispo Fray Rafael Vélez. Una vez clérigo, continuó los estudios en la capital, pero tuvo una nueva e importante recaída, pues (“…su salud se resintió tanto a causa de las mortificaciones y de la tensión mental, que cayó enfermo de cuidado…) bajando las calificaciones y debiendo permanecer dos años en Sobrados para “…restablecerse y recobrar las energías perdidas). Gracias a los cuidados maternales, pudo el joven terminar como interno sus estudios de Teología y Derecho Canónigo en los siguientes siete años (1847-1854). Entre 1852 y 1861, cuando se dedicó a la enseñanza,“…padeció agudos dolores de cabeza…sin duda por la austeridad de vida y por el exceso de trabajo mental, llegando a hacerse sumamente impresionable…[3].

En 1848 recibió del obispo de Orense, Sr. Zarandia, las Órdenes Menores. Y dos años más tarde leyó su tesis en el Seminario de Orense sobre el “Probabiliorismo”, que fue su primera obra autógrafa. La Universidad de Valladolid le otorgó el grado de Bachiller en Teología en 1851, y ejerció de Teólogo (sustituto) en el Seminario Orensano entre 1852 y 1857. En 1853 recibió las Órdenes Mayores, y en 1857 la investidura de Licenciado y Doctor en Sagrada Teología en el Seminario de Toledo, alcanzando la Cátedra de Filosofía en el mismo. Opositó a la Penitenciaria de Orense en 1858 y fue nombrado Profesor de Teología Dogmática.

En 1861 consiguió el curato de San Ciprián de Cobas, donde desarrolló su actividad durante nueve años (1861-72), acompañado de su madre (si bien su padre se quedó en Sobrados, hasta que murió en febrero de 1873). Llevó a cabo numerosas obras de rehabilitación en la iglesia, y tuvo sus escarceos con la escultura, dejando una imagen de la Purísima para el Retablo Mayor, y otra de San Pedro, de pequeño tamaño. En esta época publicaba artículos de carácter satírico impregnados de aticismo en el periódico de Orense La Nacionalidad; y ya entonces era conocido por sus obras de caridad[4].

En 1872 alcanzó la Penitenciaria Vacante de Orense, y como Catedrático de Teología Moral desterró del Seminario el “Probabiliorismo” y lo sustituyó por el “Probabilismo”.

La llegada de la revolución de septiembre de 1868 supuso la ruptura de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede, por lo que se interrumpió el proceso de nombramiento de obispos. Con el triunfo de la Restauración, el Papa Pío IX había encargado al arzobispo de Valladolid, Sr. Moreno, una relación de futuros prelados. Éste se valió de Francisco Teodoro Mosquera, familiar del obispo Dámaso Iglesias, y en la lista que elaboró aparecía P. Casas para la diócesis placentina. Aunque en principio quiso renunciar (llegando a afirmar incluso que era carlista), al final aceptó y fue preconizado el 23 de septiembre de 1875, no sin antes pasar por Santiago y jurar al Santo que ofrecería incluso la vida en defensa de la verdad. En enero de 1876 fue a Madrid para consagrarse, acompañado por su futuro secretario Cayetano González Cacharrón, actuando como padrino en la capital el Marqués de Mirabel. Tomó posesión del obispado el 23 de febrero de 1876, de manos del Deán, Liberato Fernández, y el 25 a las 20:00 entró en Plasencia[5].

La diócesis placentina era sufragánea de la de Santiago y por sus grandes rentas en dehesas, fueros y fundaciones ocupaba el quinto lugar entre las más ricas de España (hasta la desamortización), siendo sus principales ciudades: Plasencia, Trujillo, Don Benito y Béjar. El ámbito diocesano tenía 168 parroquias y seis filiales, con un total de 206.500 almas, lo que suponía una densidad de población muy reducida.

Cuando llegó a la ciudad del Jerte se encontró con un importante “vacío” religioso, pues la sede estaba vacante desde que su antecesor, Gregorio María López Zaragoza, falleciera siete años antes, en mayo de 1869. De hecho, le tocó recoger los frutos que la revolución de 1868 había sembrado en el ambiente social placentino. Como consecuencia de esa dinámica se extendió un ambiente negativo fomentado por la actuación del sacerdote José García Mora y su “Iglesia Cristiana Liberal”; por la gran cantidad de matrimonios civiles (en torno al millar de uniones) celebrados durante esos años; por la existencia de numerosos pueblos sin párrocos por falta de presupuesto; y por la acusada ignorancia e indiferencia religiosa, producto todo ello de la ruptura de las relaciones entre la Iglesia y el Estado durante el Sexenio Revolucionario. No es de extrañar que en esta situación se hubieran desarrollado en la zona brotes protestantes, agnósticos, ateos y anticlericales; e incluso un efímero intento cismático en la figura del polémico cura Mora.[6]

Apenas se hizo con las riendas diocesanas, obligó a los párrocos a residir entre sus feligreses, suprimió algunos derechos eclesiásticos, confirió en junio de 1876 las primeras órdenes sagradas, y comenzó su primera visita pastoral el 28 de agosto, empezando por El Torno (hizo cuatro visitas completas a todas las iglesias diocesanas). Sus sermones eran conocidos, pues duraban cerca de las dos horas, tanto en Plasencia como (por la noche) en las iglesias visitadas.[7] También lo hacía en la catedral y en funciones particulares, por lo que se decía de él que la palabra era su elemento. Convocó en septiembre oposiciones a becas para Filosofía y Teología; y dispuso Ejercicios Espirituales para el Clero entre noviembre y diciembre, dirigidos por los Jesuitas, por quienes tenía una especial predilección. Desde el siguiente año, 1877, hasta su muerte, fundó y sostuvo de su dinero la Catequesis Cuaresmal en la parroquia de San Esteban; y restableció las “Conferencias Morales del Clero” (procedentes del s. XVII).

Durante su mandato se produjo la inauguración del Nuevo Seminario, la llegada de los Padres del Corazón de María, la fundación del Colegio de Huérfanos de la Constancia (San Calixto), del que fue Patrono, y celebró el último de los sínodos del siglo XIX (10-13 de noviembre de 1891). Durante su dirección tuvieron lugar cinco concursos generales a parroquias, la Conferencia Episcopal de la provincia eclesiástica (1903), y la celebración del cincuentenario de la Definición del Dogma de la Inmaculada.[8]

Entre los principales problemas a los que tuvo que enfrentarse estaba la falta de respeto a los intereses de la Iglesia, especialmente por la negativa de algunos ayuntamientos a satisfacer los derechos eclesiásticos de rompimiento de sepulturas (Plasencia, Béjar, Cabezuela, Don Benito, Jarandilla, etc.). Las luchas con el ayuntamiento placentino fueron constantes, no sólo por la cuestión del cementerio, sino también por el arrendamiento que hizo durante unos años del edificio que se convertiría en nuevo Seminario, destinándolo para Audiencia, pues las autoridades municipales incumplieron en ocasiones las condiciones económicas y el desalojo al finalizar el contrato. Sin olvidar las cuestiones de protocolo, trato, diplomacia y respeto con las autoridades municipales.

Enorme trascendencia tuvo también el enfrentamiento con el citado párroco de El Salvador, José García Mora, que antes de llegar el obispo ya había publicado en Barcelona El principio de autoridad vindicado y La verdad religiosa. Luegoeditó la revista “Los Neos sin Careta” (18 números) en la que se hacía apología del proceso revolucionario de la “septembrina” y el liberalismo, criticaba los pecados de los religiosos (soberbia, avaricia y lujuria, frente a humildad, largueza y castidad). Ambos religiosos, de muy fuerte personalidad, terminaron chocando por la jurisdicción de la ermita del Puerto, dependiente de El Salvador, lo que condujo a un proceso de casi veinte años, y a la suspensión de las funciones de García Mora hasta la Muerte del obispo.[9] Bajo su dirección se produjo también el caso del “Muerto Resucitado” (Eustaquio Campos), el alejamiento del sacerdote Gervasio Keerse, el asunto de la “Monja Santa” (Sor María Ana) y su devoción al Niño Jesús de Cuba, y el famoso desfalco del Colegio de la Constancia.[10]

Su postura política, claramente antiliberal, le llevó a ser considerado un auténtico líder en las filas de la ortodoxia católica. No en vano intentó, sin éxito, afincar en la ciudad a los Jesuitas, conocidos defensores del dogma cristiano. Sus escritos en contra de cualquier forma de Liberalismo, los “neocatólicos”, la libertad de prensa, la filosofía racionalista y, especialmente, contra los que atentaban negando los derechos seculares de la Iglesia, le granjearon ser elegido en dos ocasiones Senador. La primera ocasión fue por la provincia de Guipúzcoa, el 15 de febrero de 1891 (hasta 1893); y la otra por Toledo, el 26 de abril de 1896 (hasta 1898). Pese a su cargo, apenas asistió a las sesiones de la Cámara Alta, por ser enemigo declarado del Parlamentarismo, y no tomó parte en las discusiones. [11]

El prelado acogió bien el movimiento conocido como “La movilización católica”, un rasgo típico de la política de los años noventa, a través de congresos inspirados casi siempre desde el Vaticano, cuya primera edición tuvo lugar en 1889. Se trataba aplicar a España una movilización como se había hecho en Italia, uniendo a todos los católicos en una serie de obras sociales y políticas. El propósito era detener el avance del liberalismo laico; aunque lo que se pretendía desde Roma era lograr la participación de los católicos en las instituciones legales. Casas y Souto asistió sólo al de Zaragoza, pero, desanimado, pronto desistió, porque la misma Iglesia era escéptica frente a la propia Restauración. De hecho, el prelado no aceptaba que en estas asambleas se pactara con los “católicos liberales”. Por eso, los congresos fueron suspendidos por primera vez en 1894; y acabaron desapareciendo en 1902, tras seis ediciones.

En el verano de 1905 se le manifestó una enfermedad circulatoria que le afectó al lenguaje e inmovilizó parte del cuerpo; y aunque se recuperó parcialmente, un año más tarde, el 25 de julio falleció en el Palacio Episcopal. Su muerte tuvo amplio eco en la prensa local, regional y nacional, especialmente por su pública y declarada postura antiliberal, y su defensa radical de la ortodoxia católica.[12]

Fue uno de los grandes obispos que tuvo Plasencia, de recio temperamento y gran fortaleza cristiana. Tuvo una gran preocupación pastoral, llegando a publicar cuarenta y tres pastorales, algunas de las cuales provocó una crisis gubernamental, ordenando el presidente del Consejo de Ministros, Práxedes Mateo Sagasta, que el Fiscal de la Audiencia asistiera a los sermones del obispo tomando nota por si hablaba contra los “intereses de la Patria”. Acabó siendo llamado “Martillo del Liberalismo”, como consta en la lápida de su sepultura, frente al Altar de la Asunción en la catedral placentina.

2.- SU LABOR EPISTOLAR

Una de las principales herramientas que este famoso prelado utilizó de manera sistemática para defender sus tesis ortodoxas, junto con la oratoria, fueron los innumerables escritos que realizó a lo largo de su vida. La primera obra autógrafa fue la tesis leída el 30 de abril de 1850 en el Seminario de Orense.[13] Se trataba de un trabajo en el que atacaba al “Probabiliorismo”, una teoría muy arraigada en algunos centros de enseñanza. Durante los años sesenta, desde su parroquia en Cobas, escribió numerosos artículos de índole doctrinal, con un estilo satírico y llenos de aticismo, que fueron publicados en el periódico orensano La Nacionalidad.

Pero los escritos más conocidos, intensos, profundos y emotivos, tal vez fueron los contenidos en sus pastorales que, en número de cuarenta y tres, acompañaron los treinta largos años de su pontificado. En los apéndices se adjunta un resumen del contenido de cada una de ellas, pero merece la pena detectar las ideas más destacadas en las que se centraba el obispo.[14]

De las cuarenta y tres publicaciones, trece están relacionadas con la labor pastoral propia de un obispo, como la publicada el 13 de febrero de 1881, donde se ocupa de la santificación de las fiestas, de los daños que se siguen por no guardar los días de precepto y de los medios que se deberían emplear para lograrlo. La del 14 de febrero de 1882 apunta contra la blasfemia, los defectos y los vicios de los pueblos, señalando a la vez el remedio necesario para desterrar y corregir tanta “abominación”. En la del 6 de febrero de 1886, motivada por el Jubileo concedido por León XIII, se exhorta a la penitencia y al arrepentimiento mediante la mortificación interior y exterior del hombre en sus potencias y sentidos. La del 6 de febrero de 1887 se centra en la necesidad de practicar la oración, el ayuno y la limosna; y la del 2 de febrero de 1888, de la importancia de la correcta educación cristiana para los fieles.

Un tema recurrente fueron las causas que influían en la disminución del cumplimiento del precepto pascual, como podía leerse en la pastoral del 6 de febrero de 1890 (pero también en la de febrero de 1891, 1896, 1897 y 1902, y en la de agosto de 1899). Entre ellas se señalaba las lecturas y conversaciones “impías”, el mal ejemplo de las autoridades, la avaricia de ciertos hacendados, los pecadores públicos y reincidentes, el indiferentismo y la pereza espiritual. Casas y Souto tuvo siempre como fundamental la idea de socorrer a los grupos sociales más desfavorecidos, y en numerosos escritos hace referencia a la falta de caridad en la sociedad actual en las clases alta, media y baja

Sus escritos incidían también en la necesidad de que los sacerdotes de la diócesis predicasen a los fieles para frenar la constante pérdida de fe producto de una sociedad en la que la modernización se traducía en un exacerbado materialismo. Esa falta de fe y caridad, afirmaba el prelado, estaba en el origen de la decadencia de España y la pérdida de sus colonias. Y defendía la lucha contra los enemigos del hombre en las tres clases de concupiscencia: la carne, los ojos y la soberbia. Por último, su devoción por el Corazón de Jesús le llevó a tratar el tema de la consagración el 8 de noviembre de 1884, el culto al mismo, el 12 de agosto de 1899, y de la renovación de las promesas el 20 de febrero de 1901, en la décimo tercera, trigésimoquinta, y trigésimo sexta pastoral.

Pero de tanto o más peso que las directrices, consejos y recomendaciones para sus diocesanos, fueron también los escritos contra el Liberalismo en todas sus acepciones: política, social, económica, científica, etc. Esta corriente doctrinal, surgida a finales del siglo XVIII, y desarrollada plenamente durante el XIX, impone una nueva concepción del mundo, acuñada por la burguesía y el capitalismo. Sus rasgos más notables eran el individualismo, el reconocimiento de unos derechos humanos inviolables (como la propiedad privada o el derecho de expresión), el desarrollo o progreso ininterrumpido, y la no intervención del Estado en el ámbito socioeconómico. Pero para que el Liberalismo arraigara era necesario suprimir los obstáculos sociales, económicos, políticos y, cómo no, también ideológicos del Antiguo Régimen. Y aquí reside la clave del perpetuo enfrentamiento entre nuestro protagonista y el modelo liberal: Casas y Souto nunca aceptó los cambios derivados del mismo que se anunciaban inevitables en todos los órdenes. Frente al “dinamismo” liberal, el religioso opuso en todo momento su visión inquebrantable y dogmática de sus creencias religiosas. Para él, los valores emanados del Catolicismo eran inmutables, e irreconciliables con la modernidad, porque la libertad del individuo podría llevarle (como de hecho así fue), a dudar de las verdades nunca antes cuestionadas en materia de religión.

Un movimiento de tan amplio espectro como el liberal, permitía la crítica desde diferentes ópticas o enfoques: la defensa del Papado y de la Iglesia, el ataque a la prensa, la crítica a la modernidad, la culpabilización sistemática de la Masonería, las nefastas consecuencias del triunfo de las revoluciones liberales durante el siglo XIX, la extensión de la persecución contra la Iglesia, el rechazo taxativo de los católicos que abrazaran de alguna manera la doctrina liberal, y la desazón que le producía la desunión de las filas católicas.

Algunos de los primeros escritos del obispo Casas estaban relacionados con la aflictiva situación del Papa Pío IX, por el despojo al que se vio sometido su Estado en el proceso de la unificación italiana desde 1870, según pone de manifiesto la segunda pastoral del 16 de abril de 1877. Un tema sobre el que volvió posteriormente dos años después en su quinta publicación, describiendo en ella la precaria y angustiosa situación del sumo pontífice, y exhortando a que los fieles contribuyeran con sus limosnas a hacerla más llevadera. Con este motivo se instituyó el “Dinero de San Pedro”, cediendo él mismo, cada mes, un día de su asignación personal hasta su muerte.[15] Pero no sólo la cabeza visible de la Cristiandad era objeto de interés por parte del prelado, sino también la propia Iglesia y sus representantes, por la incesante persecución a la que se veía sometida por parte de un sistema “desnaturalizado”, según se detecta en la tercera, vigésimo segunda y trigésimo segunda pastorales.[16]

Uno de los elementos más denostados por Casas y Souto, un auténtico caballo de batalla, fue la prensa, y ya desde muy temprano el obispo arremetió contra este medio publicitario. En febrero de 1878, en su tercera pastoral, atacaba la “mala prensa”, fijándose de una manera especial en los periódicos, e indicando seis señales para conocer sus daños. En primer lugar habría que sospechar de todo impreso que se denominara a sí mismo como “liberal”. Incluso, aunque no se denominase así, también serían sospechosas aquellas publicaciones que se sostuviesen o defendiesen los principios de esa “secta”, o que apareciese con alguna de las denominaciones de “conquistas del progreso” y “representantes de la civilización moderna”. También habría que recelar de los que ofendieran a los católicos llamándoles “neos, ultramontanos, oscurantistas, fanáticos, exagerados, intransigentes y otros motes parecidos”. Y de igual manera serían sospechosos los periódicos que juzgaran y censuraran el modo de proceder de los eclesiásticos; y las publicaciones que se imprimieran en días festivos.[17] A lo largo de las siguientes décadas la prensa sigue apareciendo como un auténtico revulsivo, y causa de los principales males que sufría la Iglesia y el país. Durante los dos últimos años antes de su muerte, Casas y Souto seguía insistiendo en que “…en el origen de la incesante persecución que se hace a la Iglesia y sus miembros…estaba la libertad de prensa (…), la gran cloaca donde se vacían todos los horrores” [18]

Tampoco los “errores de la vida moderna” escaparon a sus diatribas, pues según él, los pueblos se transmitían las equivocaciones y los aciertos de generación en generación, pero la herencia que el siglo XIX iba a dejar en el mundo occidental, sería pésima, debido al testamento revolucionario y liberal que surgió en 1789. Además, continuaba exponiendo, sospechaba que durante el siglo XX se incrementaría la legión de infieles, herejes y apóstatas que habían proliferado durante la centuria anterior. A lo largo de las décadas de dirección diocesana no dejó de fustigar “…el mal llamado progreso moderno, por ser más bien la apostasía general de la fe divina en que vivieron por mucho tiempo felices los pueblos para caer en la pérdida de la grandeza y la libertad…”. [19]

A los ocho años de hacerse cargo de la dirección diocesana publicó su décima pastoral, donde abordaba por primera vez el tema de la Masonería. Se trataba de un trabajo casi monográfico, donde exponía los medios de los que se valía para infiltrarse en diferentes ámbitos de poder y opinión; y marcaba las directrices y procedimientos para combatirla. Quince años después, en agosto de 1899, insistía en la obligación que tenían los católicos de defender la fe en público contra la política masónico-liberal descristianizadora de España, “…que se disfrazaba con palabras como vaticanismo, jesuitismo, integrismo y reacción (…), que los gobiernos liberales no combaten esta dinámica, sin cumplir los tres primeros artículos del Concordato de 1851; que los fieles deberían defender de palabra y obra a las órdenes religiosas y al culto del Sagrado Corazón de Jesús, y oponerse a los proyectos de Morayta, Blasco Ibáñez y otros, rechazar la fuerza con la fuerza, aplastar a la masonería y a sus cómplices, y protestar contra las profanaciones en Cádiz, Castellón y otros sitios a las placas del Corazón de Jesús”. El 18 de febrero de 1900, en su trigésimo sexto escrito, seguía manteniendo que “La logias maquinaron todos los tenebrosos planes de desmoralización, desorden y desquiciamiento de la familia y de la sociedad, y entronizaron en lugar de Dios la soberanía popular, extraviando toda clase de personas desde el niño al anciano, desde el militar al togado, desde el letrado al artesano, desde el rico hasta el pobre, y hasta en las sacristías y seminarios, conventos y escuelas han introducido su virus ponzoñoso”.[20]

El 23 de enero de 1885 publicó la que tal vez fuera su mejor pastoral, la undécima, centrada en su lucha contra el liberalismo, que traía aparejadas toda clase de negaciones contra la doctrina de la Iglesia. El prelado denomina como lepra liberal a la verdadera causa de los males que afligían al país, criticando la conducta ingrata de los diferentes gobiernos con la Iglesia, los errores modernos en la enseñanza oficial, y la hostilidad de esa política liberal para con los derechos de los obispos. Asimismo ponía de manifiesto el incumplimiento del Concordato, los desaires que se hacían al Papa y la rebaja de la autoridad episcopal. El revuelo que armó este escrito hizo que el gobierno apelara a Roma, acusando al prelado de injerencias en la política, por lo que el Sumo Pontífice y su Secretario de Estado, Cardenal Jacobini, amonestaron a Casas y Souto por el contenido del texto, que podría hacer peligrar las relaciones de Iglesia-Estado.[21]

El obispo placentino acató el dictamen de Roma, aunque en años sucesivos siguió atacando frontalmente a los gobiernos conservadores y liberales, como ocurrió con su décimo sexta pastoral de 16 de septiembre de 1888, que es un auténtico trabajo contra el liberalismo, apoyándose principalmente en la Encíclica “Libertas”, que acababa de salir en el Boletín Eclesiástico. En ella plantea que “…si ser liberal es ser imitador de Lucifer (…) es sin duda pecado grave, muy grave, ser liberal, que hace digno al que lo comete de condenación eterna (…). La esencia del liberalismo consiste en la negación del sumo señorío de Dios sobre el hombre (…). Es malo porque se niega la dependencia que el hombre tiene de Dios en todo (…). Tampoco es de recibo que se pueda ser católico en religión y liberal en política”. Y lo mismo puede decirse de su décimo octava pastoral, publicada el 18 de noviembre de 1889.

Esta postura motivó que se le conociera como “Martillo del liberalismo”. En esta época los sermones del prelado eran muy apasionados y comprometidos, por las injerencias en la política gubernamental, lo que motivó que el propio Sagasta encargara al Fiscal de la Audiencia que supervisase las charlas y denunciase al obispo en el caso de cometer delito. La postura de Casas, lejos de amilanarse, fue anunciar en el púlpito a los que tomaban notas de sus palabras diciéndoles que hablaría despacio para que pudieran copiar bien, pero sin dejar de condenar el Liberalismo de manera más intensa que en los anteriores sermones.

A primeros de mayo de 1889 se celebró en Madrid el Primer Congreso Católico Nacional, promovido por el Obispo Sáncha, y presidido por el Arzobispo de Zaragoza. La idea era utilizar un punto de partida para la movilización católica, emulando la que se estaba produciendo en Roma, para unir a todos los católicos en una serie de obras sociales y políticas. Pero el proyecto no fue compartido por nuestro obispo, porque entre otras cosas debería aceptar la presencia de católicos liberales a los que denominaba despectivamente “mansos”, y los cuales no gozaban de su confianza. El 22 de febrero de 1889, en su décimo séptima pastoral afirmaba que “…los liberales, especialmente los mansos, son los que más caretas usan para encubrir ante los pueblos la deformidad del liberalismo o herejía liberal que (…) es sin duda el funesto origen (…) de casi todos los trastornos religiosos, políticos y sociales de que somos testigos y víctimas a la vez”. Al año siguiente, volvía a ocuparse de la deseada y no conseguida unión de los católicos españoles, responsabilizaba a la mutua desconfianza en unos y otros, a la crueldad con que se trataban, al aliento que le daban sus enemigos, y al continuo escándalo que recibían los fieles. Y seis años después retomaba el tema de la necesaria unión, pero sólo entre los católicos “verdaderos”, lo que suponía seguir manteniendo la exclusión de los “conciliadores, acomodaticios, contagiados de liberalismo o masones; a los que seguían las enseñanzas de Kant, Hegel, Krause y otros filósofos alemanes y racionalistas; y a los que aceptaban acuerdos que permitían atentar contra los intereses de la Iglesia”. [22]

Como vemos, su intransigencia fue uno de los elementos que caracterizó la personalidad de este prelado, que llegó, en su último escrito de 23 de febrero de 1906, a insistir en lo nefasto que resultaba para la fe y a la piedad de los pueblos la presencia de la prensa católico-liberal “…empeñada en el sacrílego intento de conciliar lo inconciliable, de unir lo que no es posible unir en manera alguna, la luz con las tinieblas, la verdad con el error, los principios católicos con los liberales, la independencia de la razón con la sujeción que la razón debe a Dios y a su Santa Iglesia”. En su última pastoral, ya enfermo de gravedad, y unos meses antes de su muerte, afirmaba que los que primeros que rompieron la fe de los pueblos y prepararon el ánimo para recibir las “doctrinas impías” fueron los católico-liberales, que alardeaban de profesar un gran amor a la religión, pero aceptan leyes contrarias a la misma. En este sentido, Casas y Souto se alinea con la postura de Pío IX a la hora de condenar el catolicismo liberal, y adopta una postura críptica cuando se muestra convencido de que, dada la evidente falta de fe y los abominables vicios de que está llena la tierra, así como la presencia del naturalismo y las “libertades de perdición” en los gobiernos, se acercaba el momento del regreso del Salvador. [23]

3.- CONCLUSIONES

La figura del religioso P. Casas y Souto aparece en la distancia como un personaje controvertido. Para unos fue un hombre terco, pertinaz, obstinado, intransigente y contumaz, especialmente en todo lo referente a los dogmas religiosos. Pero también en el ámbito del respeto a los bienes de la Iglesia y sus representantes; a la responsabilidad y jurisdicción eclesiástica; y al impenitente antiliberalismo que durante toda su vida estuvo presente. Nunca condescendió con los principios democráticos derivados de la corriente liberal; pero tampoco con aquellos individuos que mostraron un carácter similar al suyo, como los religiosos J. García Mora o Evaristo Pinto Sánchez. Nunca aceptó talantes soberbios, altaneros, vanidosos o prepotentes, lo que le llevó a enfrentarse a numerosas corporaciones municipales de su extensa diócesis: Cabezuela en 1884, Hervás en 1884, Béjar en 1884 y 1885, Jarandilla y Trujillo en 1886, Navalmoral de la Mata en 1889, Don Benito en 1891, 1892 y 1898, y cómo no con Plasencia en numerosas ocasiones.

Pero hay que plantear la situación de manera lo más objetiva posible. Una persona sin inquietudes económicas, profundamente conservadora, con un sistema de valores muy anclados en la tradición, procedente de un medio rural atrasado como el gallego, y formada en centros culturales de rancio abolengo como Orense, Valladolid y Toledo, recibe de manera inesperada, el nombramiento para un elevado cargo para el que, en principio, no se encontraba preparado. Y que consiste, ni más ni menos, en hacerse cargo de una de las mayores diócesis del país, desatendida durante casi siete años, en una zona donde, además del fenómeno cantonalista y republicano, habían arraigado de manera destacada numerosos brotes derivados del fenómeno liberal y fomentados por la numerosa prensa anticlerical. El futuro no parecía planteársele muy halagüeño.

En estas condiciones, es fácil comprender que antes de recibir la consagración en Madrid, pasara por Santiago de Compostela para pedir la protección del Santo y prometerle que siempre defendería la verdad. Y lo hizo. Pero cumplió e hizo cumplir “sus” verdades, que eran las que conformaban su mundo, su cosmogonía y su idiosincrasia. Desde el punto de vista religioso exigió el cumplimiento escrupuloso de las reglas establecidas, reorganizó el Cabildo Catedralicio, giró visita nada más llegar a los pueblos de la diócesis, se enfrentó con algunos de sus propios sacerdotes que cuestionaban la ortodoxia católica, y con numerosas alcaldías que pretendían conculcar los derechos seculares de la Iglesia y, sobre todo, con la filosofía liberal que amenazaban sus valores incuestionables.

No es de extrañar que su comportamiento mereciera el unánime aplauso de los sectores católicos más radicales, así como los del propio Vaticano, que veían en él un auténtico paladín de la defensa del Catolicismo, los derechos de la Iglesia y el respecto por la jerarquía eclesiástica. Su trayectoria religiosa permaneció inalterable hasta su muerte, y sus feroces críticas continuaron hasta inquietar y comprometer a los altos cargos políticos del Gobierno Las herramientas de las que se valió para intentar detener el proceso liberal en su diócesis fueron la palabra (en los sermones) y la escritura (en sus pastorales). Nunca un prelado en nuestra diócesis desarrolló una labor pastoral tan intensa como la que realizó Casas y Souto, que convirtió sus escritos en auténticos manuales “pedagógicos” para adoctrinar a sus fieles en el mantenimiento del dogma y el rechazo de las nuevas teorías libertarias.

Hombre polémico, de carácter intransigente; pero también profundamente religioso, con una fe inquebrantable, y adornado de otros valores como la adustez, la sobriedad, la rectitud, la legalidad y la caridad. Un obispo que dejó huella en Plasencia, en toda su diócesis y en el propio país, en una época en la que las nuevas corrientes hacían presagiar a la Iglesia tiempos de cambio. [24]

4.- APÉNDICES

APÉNDICE NÚMERO 1. CRONOLOGÍA DE LOS DESPLAZAMIENTOS GEOGRÁFICOS DEL OBISPO P. CASAS Y SOUTO

En 1838 realiza estudios de Lengua en Castellanos (Zamora).

Entre 1839 y 1842 estudia Filosofía en el Seminario de Orense.

El año 1843 lo pasa en Valladolid, con su tío, sin poder entrar en la Orden Dominica.

En 1844 intenta hacer el primer curso de Teología en Orense (pero no lo consigue).

Entre 1847 y 1854 desarrolla los estudios de Teología y Derecho Canónigo en Orense.

En 1857 alcanza en el Seminario de Toledo la Licenciatura y Doctorado en Sagrada Teología.

Entre 1861 y 1872 atiende el Curato de San Ciprián de Cobas.

En 1872 actúa como Penitenciario de Orense, y como Catedrático de Teología Moral en el Seminario.

En 1875 pasa por Santiago de Compostela para prometer al Apóstol defender siempre la verdad.

En 1876 fue a Madrid a consagrarse como obispo de Plasencia

En 1878 fue a Roma para visitar al Papa León XIII.

Del 5 al 12 de octubre de 1890 fue a Zaragoza al II Congreso Católico Nacional.

En febrero de 1891, y hasta 1893, se desplazó a Madrid en varias ocasiones, por haber sido elegido Senador por Guipúzcoa.

En abril de 1896, y hasta 1898, se desplazó a Madrid en varias ocasiones, por haber sido elegido Senador por Toledo.

Desde julio a septiembre de los años 1877 a 1905, subía a la Casa de Santa Bárbara por el fuerte calor de Plasencia.

APÉNDICE NÚMERO 2

RESUMEN DE LAS PASTORALES DELOBISPO PEDRO CASAS Y SOUTO

PRIMERA: Publicada el 25 de febrero de 1876, y en ella se anuncia la paz, acomodando el Pax vobis a todas las clases y categorías de sus diocesanos: explica el significado de esta paz, y manifiesta sus propósitos en la custodia de las almas; y concluye animando a todos a practicar el bien sin concesiones al mal.

SEGUNDA: Publicada el 16 de abril de 1877. En ella se ocupa de la situación aflictiva en que se encontraba el Papa Pío IX por verse despojado de sus Estados desde el año 1870, declamaba contra los católicos indolentes ante las penalidades del Padre Común, y ordenaba que se hicieran preces y comuniones para que cesara el despojo.

TERCERA: Publicada el 8 de febrero de 1878. En el texto fustiga la mala prensa, fijándose de una manera especial en los periódicos, e indicando las seis señales siguientes para conocer los que son dañosos: 1.- Habría que sospechar de todo impreso o periódico que se denominara a sí mismo como “liberal”. 2.- Aunque no se denominase así, también serían sospechosos aquellas publicaciones que se sostuviesen o defendiesen los principios de esa “secta” (“conquistas del progreso” y “civilización modernos”, que quieran ser conciliadas con el Catolicismo). 3.- También habría que recelar de los que ofenden a los católicos llamándoles neos, ultramontanos, obscurantistas, fanáticos, exagerados, intransigentes y otros motes parecidos. 4.- Y lo mismo de los periódicos que juzgaran y censuraran el modo de proceder de los eclesiásticos. 5.- De igual modo, de las publicaciones que se imprimían en días festivos. 6.- Y por último, de aquellos escritos que, junto a la doctrina católica, colocan otros escritos impíos, escépticos, etc. en confusa mezcolanza.

CUARTA: Publicada el 21 de noviembre de 1878, volvía sobre la idea que había desarrollado en la anterior de febrero. En ella daba la voz de alerta contra los propagandistas de malas doctrinas, expresando el alcance siniestro de las pérfidas fórmulas de “separación de la Iglesia y el Estado”, “Iglesia libre en el Estado libre”, “Independencia de la política de la Religión”, la “legislación civil del Evangelio”, la “Libertad de cultos”, o el “Reconocimiento de un derecho en el hombre de profesar la Religión que quiera o de no tener ninguna”, “Matrimonio civil”, “Enseñanza laica o secularización de la enseñanza”, “Universalidad racionalista”, “Absoluta libertad de la ciencia”, “Sujeción del Clero a la potestad civil y supresión de los votos monásticos”, “Libertad de imprenta”, Hechos consumados”….Y continuaba atacando al liberalismo en todas sus formas

QUINTA: El 5 de mayo de 1879 publicó su quinta Pastoral, describiendo en ella la precaria y angustiosa situación del Papa, exhortando a que los fieles contribuyeran con sus limosnas a hacerla más llevadera. Con este motivo se instituyó el “Dinero de San Pedro”, cediendo él un día de su asignación personal mensualmente hasta su muerte.

SEXTA: Publicada el 13 de febrero de 1881, donde se ocupa de la santificación de las fiestas, de los daños que se siguen por no guardar los días de precepto y de los medios fáciles de lograrlo.

SÉPTIMA: El 14 de febrero de 1882 sacó su séptima pastoral, contra la blasfemia, los defectos y los vicios de los pueblos, señalando a la vez el remedio necesario para desterrar y corregir tanta abominación.

OCTAVA: Publicada el 18 de enero de 1883 en la cual se ocupa de los medios para vivir cristianamente, de la unión que los fieles deben tener con sus Pastores, y de los incesantes cuidados de la Iglesia con sus miembros.

NOVENA: El 10 de febrero de 1884, publicó la novena pastoral ocupándose en ella de los errores de la época actual, de sus causas y de sus remedios

DÉCIMA: El 15 de agosto editó su décima pastoral, un trabajo completo de lo que se propone la Masonería, de los medios que emplea para infiltrarse en todas partes, y de los procedimientos que deben usar para rebatirla.

UNDÉCIMA: El 23 de enero de 1885 editó su undécima pastoral, la célebre que descubre las llagas de la lepra liberal, verdadera causa de los males que afligen a la sociedad y a la Iglesia española. En ella se estudia la conducta ingrata de los gobiernos españoles con la Iglesia, los errores modernos en la enseñanza oficial, la hostilidad de la política liberal a los derechos de los obispos.

DUODÉCIMA: El 6 de febrero de 1886 editó su duodécima pastoral, motivada por el Jubileo concedido por León XIII. En ella exhorta a la penitencia y al arrepentimiento mediante la mortificación interior y exterior del hombre en sus potencias y sentidos.

DÉCIMO TERCERA: En 8 de noviembre de 1886 publicó su decimotercera pastoral, dedicada a la consagración de la Diócesis al Sagrado Corazón de Jesús.

DÉCIMO CUARTA: El 6 de febrero de 1887 publicó su décimo cuarta pastoral, dedicándola a la oración, ayuno y limosna y las falsas excusas para no ayunar.

DÉCIMO QUINTA: El 2 de febrero de 1888 publicó su décimo quinta pastoral, en la que se ocupa de la educación cristiana, exponiéndola con abundancia de doctrina y detalles extraídos de sus numerosos sermones y escritos del obispo.

DÉCIMO SEXTA: Y el 16 de septiembre de 1888 publicó su décimo sexta pastoral, que es un auténtico trabajo contra el liberalismo, apoyándose principalmente en la Encíclica “Libertas”, que acaba de salir en el Boletín Eclesiástico. En ella fustiga a los católicos liberales, calificándolos de los más perniciosos enemigos de la Iglesia: no admite el liberalismo político, ni que haya un liberalismo bueno y otro malo; y concluye censurando las iniquidades e injusticias del Gobierno italiano contra la Iglesia.

DÉCIMO SÉPTIMA: En 22 de febrero de 1889 publicó su décimo séptima pastoral, sobre la fe, los liberales mansos y la fraseología equivocada: ciencia, oscurantismo, ilustración, fanatismo, libertad, teocracia, intolerancia, tiranía clerical, explotación, patriotismo, abnegación y otras por el estilo.

DÉCIMO OCTAVA: El 18 de noviembre de 1889 publicó su décimo octava pastoral contra el liberalismo, tal vez la mejor de todas. Se trata de un texto en que se identifica el liberalismo con el error y la mentira, por lo que los fieles están autorizados para criticar y rechazar esta “maléfica” doctrina.

DÉCIMO NOVENA: El 6 de febrero de 1890 salió su décimo nona pastoral, sobre las causas que influyen en la disminución del cumplimiento del precepto pascual, entre las que señala las lectura y conversaciones impías, el mal ejemplo de las personas principales de los pueblos, la avaricia sola o acompañada de impiedad de ciertos amos, los pecadores públicos y reincidentes, el indiferentismo y la pereza espiritual.

VIGÉSIMA: El 29 de septiembre de 1890 sacó su vigésima pastoral, sobre la apetecida y nunca lograda unión de los católicos españoles, y expone las causas de la desunión: la mutua desconfianza en unos y otros, la crueldad con que se tratan, el aliento que le dan los enemigos y el escándalo continuo que reciben los fieles.

VIGÉSIMO PRIMERA: El 6 de febrero de 1891 publicó su vigésima primera pastoral, sobre las causas que impedían la confesión y la comunión en tiempo pascual.

VIGÉSIMO SEGUNDA: 22 de febrero de 1892 publicó su vigésimo segunda pastoral, que se centra en las máximas erróneas contra la fe y las prácticas cristianas, señalando a los perseguidores de la Iglesia, mencionado las principales causas de la corrupción general, e indicando los medios de contrarrestar la avalancha del error y las preocupaciones.

VIGÉSIMO TERCERA: El 16 de febrero de 1893 publicó su vigésimo tercera pastoral que constituye una auténtica apología de la Iglesia Católica, presentando los grandes beneficios que los fieles y las naciones reciben de tan santa y regeneradora madre.

VIGÉSIMO CUARTA: El 23 de enero de 1894 publicó su vigésimo cuarta pastoral, centrada en la necesidad de que los sacerdotes prediquen la divina palabra, condenando las excusas de algunos a no hacerlo.

VIGÉSIMO QUINTA: El 1 de octubre de 1894 salió su vigésimo quinta pastoral, fustigando el mal llamado progreso moderno, por ser más bien la apostasía general de la fe divina en que vivieron por mucho tiempo felices los pueblos para caer en la pérdida de la grandeza y la libertad; además, señalaba los remedios adecuados para restaurar el reinado social de Cristo; y clamaba por la unión en España de los católicos, estableciendo los pasos para esa unión.

VIGÉSIMO SEXTA: El 6 de febrero de 1895 sacó su vigésimo sexta pastoral centrada en las causas variadas sobre el desconocimiento de Dios en los pueblos, señalando los medios para solucionarlo.

VIGÉSIMO SÉPTIMA: El 10 de noviembre de 1895 publicó su vigésimo séptima pastoral, sobre los deberes de los gobernantes y autoridades (senadores, congresistas, ministros, gobernadores, magistrados, ejército, alcaldes y jueces municipales); destacando como causa de la apostasía general la perniciosa influencia del liberalismo en todos los organismos.

VIGÉSIMO OCTAVA: El 6 de febrero de 1896 salió su vigésimo octava pastoral, sobre la falta de caridad en la sociedad actual en la clase alta, media y baja, indicando los medios adecuados para restablecer esa virtud.

VIGÉSIMO NOVENA: El 4 de octubre de 1896 publicó su vigésimo nona pastoral, dedicada a promover la unión de los católicos españoles verdaderos (es decir, no conciliadores ni acomodaticios ni contagiados de liberalismo o masones). Excluía a los que seguían las enseñanzas de Kant, Hegel, Krause y otros filósofos alemanes y racionalistas; los que aceptaban soluciones que incluían ir contra los intereses de la Iglesia; los que se dicen católicos pero no practican; los masones; y los que no combaten nunca el liberalismo.

TRIGÉSIMA: El 22 de febrero de 1897 sacó su trigésima pastoral, sobre la conservación de la fe católica, las causas de perderla y los medios de recobrarla.

TRIGÉSIMO PRIMERA: El 1 de octubre de 1897 salió su trigésimo primera pastoral, sobre los funestos resultados de los vicios en las naciones, especialmente en España.

TRIGÉSIMO SEGUNDA: El 6 de febrero de 1898 salió su trigésimo segunda pastoral, que trata de la ingratitud de los hombres con la Iglesia, transgrediendo sus preceptos, la guerra violenta de los liberales y las insidias perniciosas de los católicos liberales, calificando a estos últimos de más peligrosos que los liberales fieros.

TRIGÉSIMO TERCERA: El 15 de agosto de 1898 publicó su trigésimo tercera pastoral, describiendo las causas de la decadencia de España, de la pérdida de sus colonias y la predicción de la pérdida de Filipinas por la influencia masónica.

TRIGÉSIMO CUARTA: El 6 de febrero de 1899 publicó su vigésimo cuarta pastoral, centrándose en los enemigos del hombre en las tres clases de concupiscencia: de la carne, de los ojos y de la soberbia; de los efectos que estos enemigos producen en la conciencia, oscureciéndola y haciéndola voluntariamente errónea, con el séquito de consecuencias, y el remedio para evitar la conciencia errónea voluntaria: procurar conocer los deberes religiosos y particulares, y practicarlo cada uno con constancia.

TRIGÉSIMO QUINTA: El 12 de agosto de 1899 salió la trigésimo quinta pastoral, sobre la obligación que tienen los católicos de defender la fe en público contra la política masónico-liberal descristianizadora de España, que se disfraza con palabras como vaticanismo, juesuitismo, integrismo y reacción. Los gobiernos liberales no combaten esta dinámica, sin cumplir los tres primeros artículos del Concordato de 1851. Los fieles deberían defender de palabra y obra a las órdenes religiosas y al culto del Sagrado Corazón de Jesús, y oponerse a los proyectos de Morayta, Blasco Ibáñez y otros, rechazando la fuerza con la fuerza, aplastando a la masonería y a sus cómplices, y protestando contra las profanaciones en Cádiz, Castellón y otros sitios a las placas del Corazón de Jesús.

TRIGÉSIMO SEXTA: El 18 de febrero de 1900 publicó su trigésimo sexta pastoral, según la cual los pueblos se transmiten de generación en generación sus buenas cualidades y censurables defectos, y que el siglo XIX acrecentó su pésima herencia recibida del siglo anterior en el testamento revolucionario y liberal de 1789 con los sanguinarios frutos de 1793, extendiendo por doquier el dominio de Satanás. Y sospecha que en el umbral del siglo XX la multitud de infieles, herejes y apostatas hará que los males sigan presentes mediante las logias masónico-judaicas, y porque los supremos poderes de las naciones están inspirados por el Liberalismo.

TRIGÉSIMO SÉPTIMA: El 20 de febrero de 1901 publicó su trigésimo séptima pastoral, centrada en la renovación de las promesas hechas al Sagrado Corazón de Jesús el 1 de enero del año anterior, y afirma que para poder cumplirlas es indispensable abominar de las liberales, recomendando paciencia hasta que los valores sagrados inmutables triunfen.

TRIGÉSIMO OCTAVA: El 24 de septiembre de 1901 publicó su trigésimo octava pastoral, sobre las miserias de España, atribuyéndolas a que la sociedad peca no por ignorancia sino por malicia, y la responsable es la libertad moderna, pues su objetivo es reducir el hombre a bestia y a esclavo. Y es muy difícil evitar esa esclavitud porque los poderes públicos la agravan prescindiendo de Dios y dejándose gobernar por la veleidosa opinión. Por ello, no deben extrañar a nadie las grandes catástrofes y humillaciones nacionales con que Dios ha castigado y castiga a España.

TRIGÉSIMO NOVENA: El 6 de febrero de 1902 publicó su trigésimo nona pastoral, que trata sobre las excelencias del ayuno y de las causas que debilitan en nuestros días la fe, como la gran ignorancia sobre las verdades de la Religión, los vicios, la propaganda impía, las innumerables diatribas contra la Iglesia, sus enseñanzas y ministros, de manera especial el daño que causan los “conciliadores”.

CUADRAGÉSIMA: El 25 de noviembre de 1902 sacó su cuadragésima pastoral, sobre la lucha que hay que sostener sobre los tres enemigos: mundo, demonio y carne. Todos, afirma el obispo, debemos oponernos a sus avances, todos debemos ir a la victoria. Todos debemos luchar según los talentos que el Señor nos ha otorgado: los débiles deben pelear bajo la dirección de hombres expertos y orando mucho; los sabios, esparciendo las luchas de la verdad y disipando las tinieblas del error; los ricos ayudando con sus recursos pecuniarios; y las autoridades buenas haciendo cumplir rigurosamente las leyes que favorecen a la Iglesia, y absteniéndose de ejecutar lo malo que hubiese en esas mismas leyes. Pero los gobiernos siempre han venido mermando los derechos de la Iglesia española por medio del liberalismo avanzado y del manso. Los liberales avanzados siembran ruinas, los “mansos” las legalizan y preparan el terreno para nuevas fechorías de aquéllos, en la seguridad de que, como las precedentes, serán legalizadas más tarde.

CUADRAGÉSIMO PRIMERA: El 26 de febrero de 1904 publicó su cuadragésimo primera pastoral, sobre la incesante persecución que se hace a la Iglesia y sus miembros, señalando como origen de tal guerra la libertad de prensa.

CUADRAGÉSIMO SEGUNDA: El 17 de marzo de 1905 apareció su cuadragésimo segunda pastoral, en la que afirma que está cercana la llegada por segunda vez del Salvador, dado la evidente falta de fe y los abominables vicios de que está llena la tierra. Además, en los gobiernos impera el naturalismo y están plagados de las denominadas por Gregorio XIV “libertades de perdición”.

CUADRAGÉSIMO TERCERA: El 23 de febrero de 1906 publicó su cuadragésima tercera y última pastoral, centrada en la fe, y un último palmetazo que dio al catolicismo liberal, con quien siempre sostuvo enconada lucha, incidiendo de nuevo en la nefasta, impía y liberal prensa, especialmente la católico-liberal.

APÉNDICE NÚMERO 3

GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS RELACIONADAS CON LA VIDA Y LA OBRA DEL OBISPO DON PEDRO CASAS Y SOUTO

img01Foto 1 (Sobrados)

img02Foto 2 (Casas en 1876)

img03Foto 3 (Seminario)

img04Foto 4 (Orense)

img05Foto 5 (Casas siglo XIX)

img06Foto 6 (Catedral)

img07Foto 7 (Seminario)

img08Foto 8 (Bodas de Oro)

img09Foto 9 (Tumba)

5.- FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

A) FUENTES:

FOTO HAUSER Y MENS. Retrato del Obispo de Plasencia, Don Pedro Casas y Souto (junto a los prelados de Cuenca, Sigüenza y Dora). En Biblioteca Nacional, Sala Goya. Signatura IH/1869/2. En SALVADÓ, JOSÉ. Biografías de los Prelados que desde 1876 hasta la fecha han venido ocupando las diócesis de España. Barcelona, 1877. Lámina situada entre las páginas 294 y 295.

PERIÓDICO EL DARDO, ejemplar del 19 de octubre de 1902

PERIÓDICO EL DARDO, ejemplar del 26 de octubre de 1902

PERIÓDICO EL DARDO, ejemplar del 26 de marzo de 1903

PERIÓDICO EL DARDO, ejemplar del 4 de agosto de 1903

PERIÓDICO EL DARDO, ejemplar del 11 de octubre de 1904

PERIÓDICO EL DARDO, ejemplar del 1 de agosto de 1906

PERIÓDICO EL EXTREMEÑO, ejemplar del 14 de diciembre de 1879

PERIÓDICO EL EXTREMEÑO, ejemplar del 15 de febrero de 1880

PERIÓDICO EL ECO EXTREMEÑO, ejemplar del 13 de agosto de 1906

PERIÓDICO LA NUEVA UNIÓN, ejemplar del 29 de mayo de 1909

PERIÓDICO EL CRUZADO EXTREMEÑO, ejemplar de 24 de septiembre de 1903

PERIÓDICO EL CRUZADO EXTREMEÑO, ejemplar de 8 de agosto de 1906

SÁNCHEZ DE LA CALLE, JOSÉ ANTONIO. Diferentes fotografías realizadas en julio de 2006 en el pueblo de Sobrados del Obispo (Orense); así como de la tumba del prelado Pedro Casas y Souto al pie del Altar de la Asunción en la catedral placentina.

SENADO ESPAÑOL. CÁMARA ALTA Expediente Personal del Senador D. Pedro Casas y Souto, Obispo de Plasencia, por la Provincia de Guipúzcoa y por el Arzobispado de Toledo. Véase en la siguiente página web: http://www.senado.es/cgi-bin/BRSCGI?CMD=VERDOC&BASE

B) BIBLIOGRAFÍA:

BLÁZQUEZ YAÑEZ, DIEGO. El cura Mora, liberal y cismático en la Alta Extremadura. Madrid, 1983. Hijo de E. Minuesa, 275 págs., 16 X 22 cms.

CASAS Y GONZÁLEZ, JUAN BAUTISTA. Cartas Pastorales y otras exhortaciones del Excmo. e Ilmo. Dr. Don Pedro Casas y Souto. 22 años de episcopado. Tomos I y II. Madrid, 1898, 18 X 24 cms.

CASAS Y SOUTO, PEDROPastoral del Venerable Obispo de Plasencia. Madrid, 1885. Revistas Religiosas, 32 págs., 12 X 18,5 cms.

CASAS Y SOUTO, PEDROLa pastoral del venerable obispo de Plasencia. Madrid, 1886. Imprenta del Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús (C/Juan Bravo-5), 59 págs., 20 X 28,5 cms.

CASAS Y SOUTO, PEDROAlegación en Derecho por el Ilmo. Sr. Obispo de Plasencia con el párroco del Salvador de la misma ciudad sobre que, por sentencia de la Rota de la Nunciatura Apostólica se ha compelido el provisor del arzobispado de Toledo a hacer que se ejecute un auto gubernativo que dictó el 16 de febrero de 1887. Madrid, 1892. Imprenta de la Viuda e Hija de Gómez Fuentenebro, 31 págs., tipo fascículo.

CASAS Y SOUTO, PEDRO. Constituciones sinodales del obispado de Plasencia. Madrid, 1892. Imprenta de la Sociedad Editorial de San Francisco de Sales, 530 págs., 17 X 24 cms.

CASAS Y SOUTO, PEDRO. La Unión de los Católicos Españoles. Carta Pastoral del Excelentísimo e Ilustrísimo Doctor Don Pedro Casas y Souto, Obispo de Plasencia y Senador del Reino. Madrid, 1897, 68 págs., 11,5 X 17 cms.

CASAS Y SOUTO, PEDROCarta Pastoral del Reverendísimo Señor Obispo de Plasencia. ¿?, 1897, 46 págs., 10,5 X 16 cms.

CASAS Y SOUTO, PEDRO. Carta Pastoral del Reverendo Obispo de Plasencia sobre la situación de España. Madrid, 1899, 48 págs., 12 X 18,5 cms.

GARCÍA MORA, JOSÉ. Breve reseña histórica del expediente sobre la cuestión de la ermita de Nuestra Excelsa Patrona la Santísima Virgen del Puerto. Y sentencia, ya firme, dictada por el Excmo. Tribunal Superior Metropolitano de Toledo a favor del párroco del Salvador, José García Mora… contra su subordinado en dicha ermita, el Mayordomo, D. Gregorio Concha Castañeda, Presbítero Arcediano de esta Santa Iglesia Catedral. Plasencia, 1887. Tipografía de José Hontiveros, 12 págs., 15,5 X 21,5 cms.

GARCÍA MORA, JOSÉLo que no se ha visto ni es posible vuelva a verse jamás en ningún Tribunal Eclesiástico del mundo católico. Folleto dedicado a la honorable Magistratura Civil y Eclesiástica de España y a cuantos abriguen sentimientos de dignidad, equidad y justicia. Plasencia, 1888. Imprenta de Evaristo Pinto Sánchez, 22 págs., 15,5 X 21 cms.

GARCÍA MORA, JOSÉApuntamiento y Alegación en Derecho. Declinatoria de jurisdicción propuesta al Provisor de Plasencia, y cumplimiento de sentencia en expediente contencioso acerca de la jurisdicción de dicho párroco en el Santuario de Nuestra Señora del Puerto. Antecedentes, Adicción y Sentencia. Toledo, 1888, 9 págs., 23 X 34 cms.

GARCÍA MORA, JOSÉRefutación del escrito del Señor Obispo de Plasencia dirigido al Ilmo. Sr. Provisor Vicario General de Toledo sobre la cuestión del Santuario del Puerto. Por el párroco del Salvador, superior inmediato en dicho Santuario. Plasencia, 1889. Imprenta Evaristo Pinto Sánchez, 30 págs., 16 X 21,5 cms.

GARCÍA MORA, JOSÉAlegación en derecho precedida del apuntamiento en el pleito jurisdiccional sobre la Ermita de la Santísima Virgen del Puerto, Patrona Augusta de la Ciudad de Plasencia, ante la Sala Plena del Supremo Tribunal de la Rota. Plasencia, 1892. Imprenta, Librería y Encuadernación de José Hontiveros, 115 págs., 14 X 20 cms.

GARCÍA MORA, JOSÉVida y reivindicación de Don José García Mora, Presbítero. Plasencia, s.a. (¿1909?). Talleres de Imprenta y Encuadernación de M. Ramos, 26 (calle del Marqués de Mirabel, 20), 29 págs., 14,5 X 21 cms.

LÓPEZ SÁNCHEZ-MORA, MANUEL. Episcopologio. Los Obispos de Plasencia, sus biografías. Los Santos de Maimona, 1986. Caja de Ahorros de Plasencia, 141 págs., 17,5 X 24 cms.

MADOZ, PASCUALDiccionario Histórico-Geográfico de Extremadura. Tomo XIII. Madrid, 1849. Edición de las Escuelas Universitarias de Santa Ana, Almendralejo (Badajoz), 885 págs., 17 X 24 cms. Tomo IV, O-Z. Cáceres, 1955. Biblioteca Extremeña. Publicaciones del Departamento de Seminarios de la Jefatura Provincial del Movimiento, 348 págs., 18 X 22 cms.

PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado del Ilmo. Sr. Doctor D. Pedro Casas y Souto, Obispo de Plasencia. Por D. Inocencio Portabales Nogueira, Arcipreste de la S. I. C. Basílica de Lugo. Lugo, 1911. Talleres Tipográficos de Gerardo Castro, 337 págs., 14 X 21 cms.

RAMOS BERROCOSO, JUAN MANUEL. “En el Centenario de la muerte del Obispo Casas y Souto”. En Semana Santa 2006 Plasencia. Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Sepulcro, págs. 17-23.

SALVADÓ, JOSÉ. Biografías de los Prelados que desde 1876 hasta la fecha han venido ocupando las diócesis de España. Barcelona, 1877, págs. 315-319.


NOTAS:

[1] Desde el punto de vista económico, el sector primario estaba representado en la parte montañosa por robles, carrascas y castaños, y algunos prados con buenas hierbas dedicadas para pasto. En las zonas más llanas, destacaba la producción de trigo, centeno, maíz, vino, patatas, garbanzos, castañas y habas; ganado vacuno, mular y lanar; caza de liebres, conejos, perdices, codornices y bubillas; y pesca de anguilas. En el sector secundario había algo de industria agrícola, con molinos harineros, y algunos telares de lienzo ordinario. En el terciario, por su parte, sobresalía el comercio, con la exportación de vino y la introducción de granos y harinas. Los caminos, muy deteriorados, conectaban con los núcleos de Llariz, Orense, Celanova y Rivadavia; y el correo se recibía, a pie, de la capital provincial. Véase MADOZ, PASCUAL. Diccionario Histórico-Geográfico de Extremadura. Tomo XIII. Madrid, 1849. Edición de las Escuelas Universitarias de Santa Ana, Almendralejo (Badajoz). Tomo IV, O-Z.

[2] Las fuentes afirman que el joven quedó, “…curándose de la contrariedad que le había causado por no habérsele permitido realizar sus fervorosos deseos…”. En este sentido hay que tener en cuenta que nuestro protagonista sufrió a lo largo de varias décadas diferentes episodios de agotamiento, fatiga, decaimiento y, posiblemente, ciertos procesos depresivos, motivados por el gran esfuerzo intelectual a que se encontró sometido por imperativos familiares y particulares, así como por la probable frustración de no poder profesar en la congregación de los Dominicos.

[3] PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado del Ilmo. Sr. Doctor D. Pedro Casas y Souto, Obispo de Plasencia. Por D. Inocencio Portabales Nogueira, Arcipreste de la S. I. C. Basílica de Lugo. Lugo, 1911. Talleres Tipográficos de Gerardo Castro, págs. 18-19.

[4] Cuando volvió a cobrar el dinero que dejó de ingresar por la revolución de 1868, lo revirtió en los pobres y obras de beneficencia.

[5] La consagración tuvo lugar el 6 de febrero en la iglesia de San Isidro, dirigida por el Cardenal Moreno, Arzobispo de Toledo, y actuando como padrino el Marqués de Mirabel, quien le regaló un magnífico pectoral que el prelado, a su muerte, legó a la Virgen de la Asunción, en la catedral de Plasencia.

[6] El propio palacio episcopal fue convertido en salas de Juzgado, y apenas había alumnos en el Seminario (76 estudiantes externos-internos en 1878). BLÁZQUEZ YAÑEZ, DIEGO. El cura Mora, liberal y cismático en la Alta Extremadura. Madrid, 1983. Hijo de E. Minuesa, págs. 30-36.

[7] El Secretario Pegerto Megid le informó sobre el dilatado tiempo que el prelado empleaba en adoctrinar a sus fieles, y entre ambos acordaron que, pasada una hora, le tiraría de los capisayos; pero en una ocasión, al hacerlo, le preguntó al Secretario (que era su familiar): “Pero, ¿quién se cansa, ellos o tú?”. Véase en PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado del Ilmo. Sr. Doctor D. Pedro Casas y Souto, Obispo de Plasencia… Obra citada, pág. 41.

[8] Véase El Dardo, ejemplar del 1 de agosto de 1906; y también SALVADÓ, JOSÉ. Biografías de los Prelados que desde 1876 hasta la fecha han venido ocupando las diócesis de España. Barcelona, 1877, págs. 315-319.

[9] De GARCÍA MORA, JOSÉ. Pueden citarse los libros siguientes relacionados con el enfrentamiento con su prelado: Breve reseña histórica del expediente sobre la cuestión de la ermita de Nuestra Excelsa Patrona la Santísima Virgen del Puerto. Y Sentencia, ya firme, dictada por el Excmo. Tribunal Superior Metropolitano de Toledo a favor del párroco del Salvador, José García Mora… contra su subordinado en dicha ermita, el Mayordomo, D. Gregorio Concha Castañeda, Presbítero Arcediano de esta Santa Iglesia Catedral. Plasencia, 1887. Tipografía de José Hontiveros, 12. IBID.: Lo que no se ha visto ni es posible vuelva a verse jamás en ningún Tribunal Eclesiástico del mundo católico. Folleto dedicado a la honorable Magistratura Civil y Eclesiástica de España y a cuantos abriguen sentimientos de dignidad, equidad y justicia. Plasencia, 1888. Imprenta de Evaristo Pinto Sánchez. IBID.: Apuntamiento y Alegación en Derecho. Declinatoria de jurisdicción propuesta al Provisor de Plasencia, y cumplimiento de sentencia en expediente contencioso acerca de la jurisdicción de dicho párroco en el Santuario de Nuestra Señora del Puerto. Antecedentes, Adicción y Sentencia. Toledo, 1888. IBID.: Refutación del escrito del Señor Obispo de Plasencia dirigido al Ilmo. Sr. Provisor Vicario General de Toledo sobre la cuestión del Santuario del Puerto. Por el párroco del Salvador, superior inmediato en dicho Santuario. Plasencia, 1889. Imprenta Evaristo Pinto Sánchez. IBID.: Alegación en derecho precedida del apuntamiento en el pleito jurisdiccional sobre la Ermita de la Santísima Virgen del Puerto, Patrona Augusta de la Ciudad de Plasencia, ante la Sala Plena del Supremo Tribunal de la Rota. Plasencia, 1892. Imprenta, Librería y Encuadernación de José Hontiveros. Y por último, Vida y reivindicación de Don José García Mora, Presbítero. Plasencia, s.a. (¿1909?). Talleres de Imprenta y Encuadernación de M. Ramos.

[10] El famoso sacerdote José García Mora, además del establecimiento de su “Iglesia Liberal”, su bibliografía enfrentada al tradicional sistema clerical, y antes de obtener el traslado mediante concurso de curatos, tuvo un enfrentamiento con el hacendado (cacique) de la sierra, Godinez de Paz, llegando a intercambiarse multitud de críticas en diferentes folletos.

[11] Expediente Personal del Senador D. Pedro Casas y Souto, Obispo de Plasencia, por la Provincia de Guipúzcoa y por el Arzobispado de Toledo.Véase en la siguiente página web: http://www.senado.es/cgi-bin/BRSCGI?CMD=VERDOC&BASE… Véase también El Dardo, ejemplar del 1 de agosto de 1906

[12] LÓPEZ SÁNCHEZ-MORA, MANUEL. Episcopologio. Los Obispos de Plasencia, sus biografías. Los Santos de Maimona, 1986. Caja de Ahorros de Plasencia, págs. 85-86.

[13] El nombre de la tesis era:Licitum est sequi conscientiam quam quis eformat ex principiis reflexis, dum sequitur opinionnem vere et solide probabilem, ubi alia non ocurrit, vel probabiliorem, faventem libertati, probabilitate juris: minime vero concientiam rigurose probabilem, quae videlicet ex principiis tantum probabilibus inmediate oritur.

[14] Juan Bautista Casas y González resumió buena parte de estos escritos en dos tomos titulados: Cartas Pastorales y otras exhortaciones del Excmo. e Ilmo. Dr. Don Pedro Casas y Souto. 22 años de episcopado, que fueron publicados en 1898 en Madrid. El primer tomo expone la documentación emitida por el prelado desde el 6 de febrero de 1876 a finales de 1888; mientras que el segundo lo hace desde principios de 1889 hasta diciembre de 1897. El autor, tras elaborar una amplia biografía del obispo, acompañada de un retrato, expone las diferentes cartas pastorales, comenzando por la escrita a su llegada a la diócesis placentina. Seguida de circulares, mensajes, instrucciones, contestaciones, cumplimientos, avisos, exhortaciones, precauciones, prohibiciones, mensajes de condena, conveniencias, edictos, infracciones, comentarios, rechazos, exposiciones, adhesiones, recomendaciones, devociones y beneficios. En realidad se trata de la publicación de toda la correspondencia pastoral que este prelado tuvo con el clero, la comunidad religiosa y sus fieles. Al final del primero tomo se incluye un apéndice sobre las relaciones de la Iglesia con la sociedad.

[15] PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado del Ilmo. Sr. Doctor D. Pedro Casas y Souto, Obispo de Plasencia. Por D. Inocencio Portabales Nogueira, Arcipreste de la S. I. C. Basílica de Lugo. Lugo, 1911. Talleres Tipográficos de Gerardo Castro, págs. 40-43.

[16] PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado del Ilmo. Sr. Doctor D. Pedro Casas y Souto…Obra citada, págs. 47, (tercera pastoral, de 3 de febrero de 1878); pág., 186 (noveno segunda pastoral de 22 de febrero de 1892); y pág. 259 (cuadragésimo primera pastoral, de 26 de febrero de 1904).

[17] PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado… Ob. Cit. págs. 48-49

[18] PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado… Ob. Cit. Pág. 44 (tercera pastoral), págs. 259-261 (cuadragésimo primera pastoral); y págs. 265-268 (cuadragésimo segunda pastoral).

[19] PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado… Ob. Cit. Págs. 84-85 (novena pastoral del 10 de febrero de 1884); págs. 194-196 (vigésimo quinta pastoral); y págs. 228-231 (trigésimo quinta pastoral)

[20] PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado… Ob. cit., págs. 91-92 (décima pastoral); y págs. 233-235 (trigésimo sexta pastoral).

[21] El contenido de la pastoral había actuado de revulsivo en el Gobierno conservador de Antonio Cánovas del Castillo (Presidente y Ministro de Estado), formado por Francisco Silvela (Ministro de Gracia y Justicia), Francisco Romero Robledo (Ministro de Gobernación), Fernando Cos (Ministro de Hacienda), y Alejandro Pidal y Mon (de Fomento). El Consejo de Ministros publicó en la primera plana de la Gaceta de Madrid el 19 de abril de 1885 que “… la pastoral en que se censuraba públicamente los actos del Gobierno, cosa expresamente prohibida por la legislación del Reino, llegando hasta dirigir irrespetuosas y transparentes alusiones a las personas más elevadas, y a las instituciones fundamentales de la Nación…había sido analizada por los ministros, y se hubieran podido tomar severas medidas (según el art. 44 del Concordato), pero que se había optado por elevar una queja a Roma para poner coto a extralimitaciones que ya antes se habían cometido, si bien no en tan alto grado, y que provocaban conflictos entre la Iglesia y el Estado”. CASAS Y SOUTO, PEDRO. Pastoral del Venerable Obispo de Plasencia. Madrid, 1885. Revistas Religiosas, 32 págs., 12 X 18,5 cms. Véase también en PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado… Ob. cit. págs. 305-330 (décimo octava pastoral).

[22] PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado… Ob. cit. págs. 142-144 (Décimo séptima pastoral); págs. 159-150 (vigésima pastoral); y págs. 200-205 (vigésimo nona pastoral)

[23] PORTABALES NOGUEIRA, INOCENCIO. Vida y pontificado… Ob. cit. págs. 265-270 (Cuadragésima tercera y última pastoral); y págs. 259-261 (Cuadragésimo segunda pastoral).

[24] Su paso por la diócesis no fue indiferente, y algunos poetas del momento inmortalizaron su memoria con composiciones poéticas en las que alabaron sus principales características. El 6 de febrero de 1901 celebró sus bodas de Plata por el 25 aniversario de su consagración episcopal, con solemnes fiestas religiosas, veladas literarias, limosnas extraordinarias, cuantiosos donativos, obsequios, iluminación general en la ciudad, recibiendo felicitaciones desde Roma incluso. Y la poeta Luisa Torralba (Aurora Lista) le escribió el siguiente soneto: Recibid, oh Señor, el cariñoso // Saludo, que con alma y fe sincera // El pueblo que os admira y venera // Os envía sumiso y respetuoso. // De la causa de Dios, campeón glorioso, // de ciencia y de virtud clara lumbrera, // vuestra palabra varonil y entera, // vibra cual rayo ardiente y luminoso; // Laten los pechos de esperanza llenos // A tan santo denuedo y energía; // braman las huestes que abortó el abismo. // Lo mucho que valéis, malos y buenos // a su modo pregonan a porfía; // uno solo lo ignora, sois vos mismo.

El 24 de septiembre de 1903 celebró las bodas de Oro, el 50 aniversario de la ordenación sacerdotal, por lo cual el poeta José María Gabriel y Galán le escribió una composición donde destacan los siguientes versos: Venerable Pastor, que has conducido// Tu rebaño querido, // Hollando con tus plantas los abrojos, // Por las ásperas cuestas de la vida: // Tú, que ya ves con anhelantes ojos// la tierra prometida // desde las cumbres del dorado ocaso // que ganas paso a paso // con santa majestad de alma elegida, // alza tus manos al clemente cielo // y alcánzale a tus hijos el consuelo // de dilatar tu triste despedida. // ¿No ves cómo te aman? // ¿No escuchas cómo a coro // todos padre te llaman? // ¿Oyes cómo te aclaman // celebrando tus puras bodas de oro? // ¿No ves cómo a tus puertas, // siempre a la santa Caridad abiertas, // se agolpan rumorosas // las turbas de tus pobres numerosas, // que pan y bendiciones // reciben de tus manos amorosas? // Ese rumor opaco y elocuente // Que tu nombre amadísimo murmura // Es el himno amoroso más ardiente // Que de la humana gente // puede escuchar una conciencia pura. // El otro canto, el de la gloria humana, // ya sonará vibrante // cuando entres por las puertas de la Historia; // y otro más dulce, que tu triunfo cante, // ¡cuando te abra el Señor las de su gloria!

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José Antonio Sánchez de la Calle y María del Rosario Leonato González.

1.- INTRODUCCIÓN

El grado de desarrollo de una comunidad se mide, entre otros, por su nivel cultural, que está muy relacionado con la edición y producción de libros, revistas y material impreso. Parece lógico, por tanto, que la imprenta placentina sea objeto de una atención especial que, hasta el momento, no había tenido. Y ello sin menospreciar las aportaciones de Francisco Fernández Serrano1, y otros eruditos relacionados con la prensa, como Joaquín Rosado Munilla2, Germán Seller de Paz3, Tomás Nogales y Mercedes Pulido,4 Diego Blázquez de Yáñez5, o José Antonio Sánchez de la Calle 5-b. Pero es que, además de estas razones, soy un enamorado de los libros; un bibliófilo, que valora los escritos por su contenido, forma, rareza o valor material. Y esos artesanos, profesionales, impresores que permitieron a nuestra ciudad destacar en el ámbito regional durante siglos, constituye el tema de este trabajo, que pretende dar a conocer, al menos de forma somera, parcial y resumida, a los responsables de esos talleres y sus principales publicaciones que vieron la luz en Plasencia desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad; y que contribuyeron a formar un importante patrimonio cultural.

Esto ha sido un trabajo de historia centrado en dos ámbitos diferentes: la historia de archivo, y la historia oral. De la primera soy el único responsable; de la segunda, debo profundo agradecimientos a buena parte de los impresores vivos placentinos; a un enamorado de la historia local y regional (Pedro Luna); y a un buen amigo de la familia, Manuel Muñoz Palomino, por su asesoramiento y búsqueda de documentación 6.

2.- EL ORIGEN DE LA IMPRENTA EN EXTREMADURA

Las primeras publicaciones extremeñas estuvieron muy relacionadas con la Iglesia, las instituciones religiosas o las sedes episcopales, lo que demuestra la estrecha relación que existía entre el mundo eclesiástico y las manifestaciones culturales. En este sentido destacan Coria y su Blasón General y Nobleza del Universo(1489), del gallego Pedro Gracia Dei. Guadalupe y Mérida, con su Abito y armadura espiritual (1544-45), de Diego Cabranes, y editado por Francisco Díaz Romano, originario de Guadalupe. Trujillo y su Apología de la destreza de armas, de Juan Fernando Pizarro Y Badajoz y sus Ordenanzas de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Badajoz, ya en el siglo XVIII (1767). También en el siglo ilustrado aparecen Llerena y Plasencia; aunque Cáceres debería esperar al siglo XIX para sacar su primera obra en 1822, el Semanario Patriótico.

3.- LA HISTORIA DE LA IMPRENTA EN PLASENCIA

3. 1.- La imprenta de José Cordero y el primer libro editado en Plasencia. Estaba situada en el Rincón de San Nicolás, y su responsable, José cordero, era un clérigo en 1795, pero como no terminó la carrera eclesiástica se dedicó a la impresión. Posteriormente se trasladó a la calle de Coria. En esta imprenta salió la que hasta el momento se creía primer libro en la ciudad, Instrucción de Cazadores, de José Varona, en 17987. Pero últimamente se ha descubierto que Ramón Máximo Spartal 8 tradujo del francés otra obra relacionada con los viajes de Gulliver en tres tomos. Uno de ellos salió en 1800, otro en 1798, y se desconoce la fecha del segundo. Estos datos cuestionan la primacía de Instrucción… Además, J. Varona y R. M. Spartal se conocían, pues el primero fue apoderado del segundo. Las primeras obras que salieron del taller, además de las ya mencionadas, fueron impresos jurídicos, varios impresos sobre estancias de militares en el Hospital de Santa María, anuncios de feria de mayo, la Aurora Patriótica. En 1827 todavía funcionaba y hasta entonces tenemos 12 obras fichadas, resumidas y clasificadas.

3. 2.- Imprenta de los Ramos: Entre 1827 y 1832 la imprenta pasó a Manuel Ramos Collazos, quien fue un gran colaborador del Marqués de Mirabel. En los libros que se publicaron en 1834 se hacía constar de que esta imprenta era la única que existía en la ciudad. Hay 15 libros fichados de la Imprenta de Manuel Ramos entre 1832 y 1858; y 6 con el nombre de Imprenta de Ramos, entre 1845 y 1855, lo que significa que unas veces se ponía el nombre completo del dueño, y otras sólo el apellido.

Manuel Ramos Collazos se casó con Antonia Pis, cuya familia procedía de Oviedo, dando lugar a la famosa saga de libreros de los «Pis», cuyo establecimiento estaba situado en la Plaza Mayor. A la muerte del dueño, en 1859, el taller se trasladó a la calle del Marqués de Mirabel, número 29, duplicado. Hubo unos años en que los libros tenían un pie de imprenta diferente: Viuda de Ramos en 1860; Hermanos Ramos (Isidra y Felipe), en 1861, y Menores de Ramos en 1862. Su hijo, Felipe, continuó con el negocio familiar, porque en 1887 las publicaciones tenían su firma; y sus hijos, Manuel y Ángel, heredaron el negocio hasta principios del siglo XX, en que desapareciera la relación de la familia con el trabajo (en torno a 1913-15).

A nombre de su viuda sólo aparece un libro; al de Menores de Ramos, o de los Hermanos Ramos, cinco ejemplares; y al de Felipe Ramos, otros tres; y a sus hijos Manuel y Ángel, seis y tres, respectivamente. Además de estas treinta y nueve obras, el negocio familiar publicó El Mosquito (1869), El Tío Lilailas (1869), elBoletín Eclesiástico del Obispado de Plasencia (1862-1869), El Noticiero (1887), El Dardo (1899). La imprenta tenía la sede en la calle del Rey (Marqués de la Constancia, 24).

Existió otra imprenta, denominada Ramos y León, que tuvo su sede durante los años ochenta en la calle Valdegamas, 6; y posteriormente se trasladó a la calle del Rey, 23. Además de los 4 libros de que tenemos constancia, El Eco Lusitano (1880), La Voz de Plasencia (1883), El Norte de Extremadura (1881), y El Ateneo Placentino (1883). Hubo otro periódico, El Látigo, que se publicó durante una temporada en esta imprenta, si bien posteriormente se elaboró en la de Evaristo Pinto Sánchez.

3. 3.- Imprenta de Evaristo Pinto Sánchez: Las sucesivas direcciones que tuvo esta imprenta fueron las siguientes: Rincón de San Esteban, 10, calle de Trujillo, 12, y calle de Santa Ana, 28. Tuvo un socio, Juan González, que murió durante el incendio de una casa situada en la Plaza mayor a finales del siglo XIX. Una de las publicaciones más populares fue el periódico El Demócrata, (1869), que poco después cambió de nombre y pasó a titularse El Cantón Extremeño (1869-1879). Desde entonces, hasta 1884 desaparece la publicación; pero en esta fecha renace con el nombre de El Extremeño, que tuvo una vida activa hasta 1896. Otros periódicos que vieron la luz en este taller fueron los siguientes: La Gaceta Agrícola (1867); el Boletín de Noticias de la Gaceta Agrícola (1868) y La Situación(1869). El Látigo, se realizó en la imprenta de E. Pinto (18885), aunque posteriormente pasó a imprimirse en la de Ramos y León. En 1888 aparecía El Diluvio, en 1890 La Defensa de la Verdad, en 1898 La Crónica de Plasencia, y en 1899 El Nieto de Mayorga.

Este taller editó bajo dos denominaciones: la del titular, «Evaristo Pinto Sánchez» y la de «El Cantón Extremeño». En el estudio de un corpus de casi mil seiscientos libros relacionados con Plasencia, se han detectado 15 obras. E. Pinto fue autor de una obra titulada Datos Biográficos de Don Mansá Esperabé Lozano. Rector que fue de la Universidad de Salamanca, pero curiosamente no se editó en su imprenta, sino en La Minerva, situada en la calle de Santa Ana número 6, lo que permite suponer que, al estar ubicada en la misma calle del taller (Santa Ana, 28), podría ser la misma.

3. 4.- Imprenta de los Hontiveros: Con el nombre de Hontiveros aparecen dos hermanos: José y Gregorio. El primero de ellos, tuvo su imprenta en la calle de los Quesos, 3 (1888); posteriormente en la calle del Marqués de Mirabel, 6; luego en la Plaza Mayor, (actual farmacia de «Doña Vicenta»); y por último, en 1927, en la calle del Marqués de la Constancia, 19. En este taller se confeccionó El Centinela (1888). Por su parte, Gregorio situó la suya en la calle del Marqués de la Constancia, 13, donde se elaboró El Relámpago desde 1892. La edición de libros en los talleres de José y Gregorio refleja que el primero fue el más prolífico, pues contamos con trece obras entre 1885 y 1930; mientras que del segundo únicamente tenemos tres (entre 1889 y 1904). Entre 1928 y 1934 se han fichado 2 ejemplares, con el nombre de I. Hontiveros, lo que parece indicar que los talleres llegaron a fusionarse. También merecen destacarse algunas revistas, como las de feria de 1926 y 1927, en la calle Marqués de la Constancia, 19. Por último, conocemos la existencia de un libro escrito por José Hontiveros, titulado A la subida al cielo de nuestros tres queridos hijos, publicado en Plasencia, en 1887. El autor lo elabora usando las numerosas cartas que recibió a raíz de la muerte de sus tres hijos durante la epidemia de sarampión que sufrió Plasencia durante el verano de 1887.

3. 5.- Imprenta de Generoso Montero: Los talleres se encontraban en la calle Hernán Cortés (Quesos), 4; pero más tarde se trasladaron al número 1 de la misma calle; y el último cambio ubicó la sede en la Plaza Mayor (antigua Plaza de la Reina María Victoria, 20).

G. Montero murió durante la feria de 1935, y el negocio tuvo que ser llevado por algunos de sus seis hijos: Generoso (el hijo mayor), José Montero Neria (Que llegó a ser Secretario General de Sindicatos) y Cecilia. Cuando los herederos decidieron dejar el negocio, la imprenta fue traspasada a los empleados; es decir, a los padres de los que luego fundarían Sapar: Saavedra Señorán Pulido, Pablo Baños, y Amador Calatayud, que se trasladaron a la calle de Zapatería, cambiando la denominación a I. Montero. Pablo y Saavedra murieron, y Amador Calayatud se trasladó a Barcelona, pidiendo su parte en la liquidación; pero el negocio quedó en manos de los hijos de los primeros, a los que se unió Angel Carrero. A la muerte de éste último, su hijo entró en el negocio. Al final sólo quedaron los hijos de Carrero y de Baños, con el taller colindante a la Imprenta Padilla, de Doroteo Merino.

A lo largo de más de cuarenta años este taller sacó a la luz pública diferentes periódicos, como La Derecha del Tajo (1894), El Lío (1895), El Dardo (1899),Plasencia Artística (1902); El Cruzado Extremeño (1903), El Eco Extremeño (1906); La Opinión (1914), La Región (1915), Las Noticias (1917), El Regional (1952 y 1979), Ortus (1935), Plasencia (1936) y Victoria (1936). En cuanto a impresos, merece citarse uno que causó una importante controversia en la opinión pública placentina: A Nuestros Electores y Habitantes en General, con motivo de la destitución de varios concejales por el Gobernador de la Provincia el 10 de septiembre de 1932. El caso del famoso periódico El Regional merece un comentario aparte. Los primeros ejemplares salieron a la calle el 30 de noviembre de 1907, y pudieron llegar hasta 1914, dirigido por su fundador, José Polo Benito, y editado en la Imprenta de Ramos. La segunda etapa se inició en marzo de 1920 y duró hasta 1936, con la redacción y administración en la calle del Marqués de la Constancia, 31, y editado por la imprenta de Mariano de San José. El primer número de su tercera época salió el 1 de enero de 1952, con la Dirección en la Plaza de España, 5, y la edición en Imprenta Montero, hasta diciembre de 1979. Desde el 8 de enero de 1980 el periódico se publica por Editorial Extremadura, S. A., con domicilio en Cáceres; y tras varias etapas de vaivenes económicos, dejó de salir el 25 de diciembre de 1984.

Se tienen fichados 35 libros; y el Boletín Oficial del Obispado de Plasencia (que había sido editado durante buena parte del siglo XIX por la imprenta de los Ramos); y varias revistas de feria, entre las que destacan la de 1945, y las encargadas entre 1956 y 1958 por la A.C. «Pedro de Trejo»; y también la de Semana Santa de 1947.

3. 6.- Imprenta de Sagrera-Mariano San José: J. Sagrera tenía su imprenta en la confluencia de las calles La Tea y Vidrieras, al lado del actual restaurante «Rincón Extremeño»; y tenía amistad con otro impresor, Mariano de San José, quien poseía el taller muy cerca del anterior. Éste último era natural de Valladolid, y vino a Plasencia como Alcaide de la cárcel, aunque también era tipógrafo. Al morir Sagrera, su viuda siguió con el negocio. Posteriormente contrajo matrimonio con M. de San José y acabaron uniendo los talleres. Las publicaciones periódicas que salieran de la mano de Sagrera y su viuda fueron La Nueva Unión (1907), El Guasón (1911); y la Revista Hurdes, en su primera época (1904-1907). 6 libros salieron de sus prensas. La prensa que salió de los talleres de M. de San José fue:Ave de Paso (1918), El Liberal Extremeño (1919), La Crónica (1920), y El Regional (1920-1936). Un total de 3 libros salieron de sus talleres.

3. 7.- La Minerva Extremeña y Placentina; Imprenta de Plasencia, Comercial Placentina y La Moderna: Es posible que con el nombre de Minerva Extremeña no llegara a existir taller en la ciudad9. Tampoco los eruditos locales tienen noticia de su existencia; por lo que, caso de haber abierto, debió llevar una vida bastante breve. La única publicación de la que hasta ahora nos queda constancia salida de La Minerva Placentina, que se ubicaba en la calle de Santa Ana, 6, es la de La Nueva Unión, que se había editado anteriormente en la Viuda de Sagrera. Salió en julio de 1907. Sólo consta un libro publicado. Con respecto a la Imprenta de Plasencia y la Comercial de Plasencia, es posible que ambas fueran las mismas. De lo que sí estamos seguros es de que en la segunda se publicó desde 1903 hasta 1907 La Unión, cuya dirección y administración estaban en la calle del Marqués de Mirabel, 29, y posteriormente se trasladó a la calle Santa Ana, 6. De La Moderna tampoco tenemos información sobre libros, revistas ni periódicos, aunque podría dedicarse solo a la publicidad, lo que nos induce a pensar en un posible error, pues donde sí existió una con este nombre fue en la capital cacereña.

3. 8.- Imprenta de L. Núñez, I. de Víctor Escalente, El Extremeño y La Extremeña: En 1895 funcionaba este taller, de donde salieron periódicos como El Eco de PlasenciaEl Cantón de Plasencia (1895), El Correo Placentino (1901), y tan sólo un libro. La imprenta de Víctor Escalante Pérez estaba situada en la plazuela de San Martín número 17, planta baja. A lo largo de su andadura, salieron publicaciones como La Bandera Regional, que tuvo dos épocas (1897-1898, y 1899). Además, llevó a cabo la impresión de folletos publicitarios y programas conmemorativos y festivos, como el Programa General de los Grandes Festejos en el Tercer Centenario del Quijote, que se celebraron en la ciudad durante los días 6 y 7 de mayo de 1905. Sólo salió un libro de sus talleres, en 1905. En el mismo taller, pero bajo el nombre de Imprenta La Extremeña, apareció La Aurora (1903) y La Luz Verde (1907), No se han localizado libros elaborados en estos talleres, aunque hay 6 publicados por la Imprenta El Extremeño.

3. 9.- Imprenta de Plasencia Artística, Imprenta Placentina, Comercial Placentina y de Luis Heras: Pocos datos tenemos relacionados con Plasencia Artística, si bien sabemos que estaba a cargo de R. Acebes, se encargaba de imprimir una publicación periódica que salía los días 10, 20 y 30 de cada mes, y tenía su sede en la calle del Marqués de la Constancia, número 23. El número 6 de Plasencia Artística, Revista Decenal Ilustrada de Ciencias, Artes y Literatura, Leyendas, Tradiciones y Crónicas Decenales, correspondiente al 6 de mayo de 1902, aparecía como del año I. La suscripción mensual valía 60 céntimos y poseía bastante publicidad. Con respecto a la Imprenta Placentina y Comercial Placentina, algunas personas de cierta edad se inclinan por identificar ambas, si bien no son capaces de ubicarlas en el paisaje placentino. Aunque hasta el momento no disponemos de datos para avalar esta presunción, lo cierto es que las fechas de las publicaciones periódicas difieren algo en el tiempo. Por ejemplo, sabemos que la imprenta Placentina funcionaba en el año 1896, que tenía su sede en la calle de Cervantes, 10, y que fue la predecesora de la de Luis Heras. También tenemos constancia de que en 1931 se trasladó a la calle del Obispo Laso ya con el nombre de Imprenta Heras. Los primeros ejemplares que salieron de sus rotativos fueron El Boletín Médico Farmacéutico Extremeño, en 1896, dirigidos por el farmacéutico placentino Joaquín Rosado Munilla. También salieron El Liberal (1904), y las dos ediciones de la Guía de la Ciudad de Plasencia, por un placentino (1905-1906), también por J. Rosado10.

En Comercial Placentina, ubicada en la calle del Obispo Laso, 26, salió el periódico Avances (1931-1934 y 1934-1936), que se cambió en Avance («Órgano de la Casa del Pueblo del Partido Socialista de Plasencia»). También se editaron algunas revistas, como la de Semana Santa de 1930. Pero antes de funcionar con este nombre, aparecería como Imprenta Placentina y luego Comercial Placentina, y estaba situada en la calle de Cervantes numero 1011. De hecho, la revista de Semana Santa de 1930, aparece como impresa en la Comercial Placentina, perteneciente a Luis Heras González, cuyo domicilio estaba en la calle Cervantes 10. Posteriormente fue trasladada, en 1931, a la calle del Obispo Laso (de Trujillo), en la esquina de enfrente del actual Palacio de Justicia, donde permaneció durante setenta años. El hecho de que en su imprenta se publicara desde 1931 hasta 1936 prensa de carácter liberal, le granjeó serios problemas durante la guerra civil. Se publicaron seis libros y dos guías. En 2003 se trasladó a un local cerca del Cañón de la Salud, al final de la misma calle, mientras se realizaban los trabajos para modernizar el local en el que siempre estuvo.

3. 10.- Imprenta La Victoria: Julián Pérez Bravo había trabajado de joven en la oficina de los talleres de José Hontiveros, pero al regreso del servicio militar no readmitido, y formó sociedad con Maíllo en la «Banca Gamonal», hasta que quebró. El padre de Julián había sido sargento en Guinea, y cuando regresó a la península trajo unos ahorros que empleó para que su hijo y Pablo pudieran establecerse por su cuenta. En 1928 ambos socios inauguraron la imprenta «La Victoria» (cuyo nombre procede de la marca de una máquina que se utilizaba en impresión), en la calle de Valdegamas. Sanguino ponía la experiencia de impresor, y Julián el dinero. Pero a los seis meses, Pablo se fue por su cuenta para fundar otra imprenta. Los trabajadores que desarrollaron su actividad desde los años treinta fueron numerosos, y hasta principios del presente siglo hubo dos «generaciones». No en vano «La Victoria» ha sido y sigue siendo una de las más prestigiosas de mayor volumen de facturación de la ciudad 12.

Los talleres comenzaron su andadura con una máquina de mano alemana, conocida como «La Victoria»; si bien posteriormente se introdujo la primera automática por corriente eléctrica que llegó a Extremadura, la «Zeus», fabricada en Lepzig (también Alemania), que utilizaba aire, y constaba de dos cuerpos que podían ser manejados en caso de necesidad en forma manual. Posteriormente se adquirió una máquina más grande, la «Plana de Impresión Tipográfica»; seguida de otra con las mismas características marca «Heildelberg»; y de una guillotina germana de marca «Krausser». El paso de los años contempló la llegada de una máquina de Aspas con la tecnología Offset Tipográfica, que también hacía estampación en oro; acompañada de otra con las mismas características de la marca «GTO». Por último, con la llegada de la informática, la empresa adquirió ordenadores Mackintosch, dos escáneres preimpresión en color, y otro material de apoyo13.

Las buenas relaciones de la familia del impresor con el clero placentino, facilitó la edición de numerosos trabajos para el obispado y el seminario, como la revista anual Mi Seminario, El Sembrador La Patria Chica. También se hicieron numerosas ediciones de estampas religiosas; y el primer catecismo que sustituyó al famoso Ripalda, del que se sacaron millones de ejemplares para todas las diócesis del país. Ellos fueron los encargados de realizar la cartelería, invitaciones, publicidad, folletos y catálogos del popular Salón de Pintura de Otoño; los Otoños Musicales de la Diputación Provincial de Cáceres; la revista Plaza de Toros; y numerosas revistas de Semana Santa en Plasencia, y algunas de ferias para pueblos de las comarcas cercanas. Asimismo durante los años cincuenta trabajaron imprimiendo enormes cantidades de ejemplares para la empresa Malagón, anclada en Ciudad Real, donde tenía su sede el flan «Más a mí». Y un sin fin de otras revistas a lo largo de estos casi 75 años de vida.14. Los libros publicados desde 1928 hasta principios del siglo XXI ascienden, hasta el momento a 88.

3. 11.- La Imprenta Sanguino: Pablo Sanguino Liberal vino a Plasencia procedente de Badajoz en 1926, y estuvo trabajando con José Hontiveros en la calle del Rey. Es posible que el tipo de acuerdo al que llegaran, en el que el dinero lo ponía unilateralmente por un socio, condicionara la posterior disolución de acuerdo, una vez que el taller se había nutrido de profesionales de renombre. Seis meses después, Sanguino se independizó y puso taller por su cuenta, con la sede en la calle Hernán Cortés-11, en el local que hoy día está ocupado por la librería Mayorga. Aunque era un auténtico artista en su género, a Pablo le gustaba disfrutar de la vida en el más amplio sentido de la palabra. Tuvo dos matrimonio y una separación. El negocio funcionaba muy bien, pero las consecuencias de la guerra civil, el encarecimiento del papel, la imposibilidad de conseguirlo y la falta de capital, provocó unos momentos muy delicados en el negocio.

En 1941 la Imprenta Sanguino, después de pasar por momentos críticos, cambió su nombre a Sanguino Sucesora, y fue adquirida por Dolores Franco Merino, esposa de Vicente Sandoval Merchante y madre de Ildefonso, el actual dueño. Vicente poseía una situación económica saneada, por lo que se hizo con el control de los talleres y, para no desaprovechar el buen nombre que tenía el negocio, cambió la denominación a Sanguino Sucesora. Aunque el verdadero responsable fue Sandoval, Pablo Sanguino se quedó de gerente-jefe de taller. En 1952 cambió el nombre por Gráficas Sandoval, el que aún perdura. A la muerte de Pablo Sanguino, la relación de su hijo José Luis con Ildefonso (quien se encargaba de la oficina, no de la imprenta) se hizo tensa por diferencia de caracteres, y el primero abandonó el trabajo 15.

José Luis abrió un negocio con el nombre de Librería Papelería Sanguino, en la calle de Valdegamas, 16, donde se vendía material de oficina escolar, plumas estilográficas, bastidores-lienzos, paletas-pinceles, caballetes y pinturas. En las revistas de feria aparecía ya en 1951. Estaba situada junto a la antigua panadería Yuste (INPANSA), y elaboraba impresos con una máquina de mano, marca «Boston», con la que hacía pequeños trabajos, que luego fue sustituida por un artilugio automático. Paulatinamente fue desplazando la atención a la librería y se fue metiendo de lleno en la imprenta, donde Doroteo Merino, que había sido despedido de Sandoval, trabajaba de manera temporal.

Después de casarse, J. L. Sanguino, estuvo trabajando unos meses con la empresa MAESPA (Manipulados Especiales de Papel), cuya sede estuvo en la Avenida de la Vera, y luego en la travesía de los Arcos de San Antón, 39. Como su dueño pretendía ampliar el negocio y en Plasencia no tenía posibilidades, decidió vendérselo a José Luis y él se trasladó a Cataluña. Aunque en 1969 la empresa funcionaba como independiente, entre 1975 y 1976 se hizo cargo de ella Sanguino, con toda la maquinaria y una interesante cartera de clientes. Luego se pudo hacer con la matrícula de un taller que había cerrado en Fuente de Cantos, y con esta licencia pudo abrir una imprenta en la calle Eulogio González, 19, con el nombre de Sanguino-Offset, donde ha permanecido hasta el año 2003. En esos momentos, el dueño pasó por una seria enfermedad y cerró el negocio, sin que su sucesor, Pablo, sintiera atracción por continuar la tradición familiar.

La primera imprenta estaba en las calles Bailén, 1 y Berrozana, 2; y las revistas que han salido de estos talleres han gozado siempre de un gran prestigio, iniciándose su publicación en el año 1926. Entre ellas, por la calidad y estilo de su elaboración, pueden citarse las de feria de 1944 a 1950, que fue el período en el que el jefe de taller y compositor y realizador de las mismas era Pablo. Posteriormente, habría que esperar a los años setenta y noventa para presenciar una segunda y tercera «oleada» de publicaciones anuales procedentes de otras maquinarias. Las revistas de contenido taurino se localizan a principios de los años ochenta; y las de Semana Santa en los años sesenta.

Otras publicaciones fueron: Despunte, Revista Informativa de la Asociación de Cultivadores de Tabaco (1987-1988), El Norte de Extremadura (sólo en la primavera de 1993), Mirador, Publicación Gratuita de la Asociación de Vecinos Miralvalle para el Barrio (tres números entre 1987 y 1999); y algunas de tipo deportivo, como Campeonatos de España de Pesca, 30 Segundos, y Revista de Baloncesto, una publicación que nació en 1993. En 1996 salió Plasencia entre valle; y un año más tarde se publicaba la Guía Turístico-Comercial de la Zona Centro. Por último, se publicaron un total de 30 libros.

3. 12.- La Imprenta Gabriel y Galán: Este negocio abrió sus puertas hace unos sesenta años, en la calle de Talavera, con el nombre de Librería Gabriel y Galán, aunque poseía una pequeña máquina de mano para imprimir. El primer dueño fue Juan Gabriel y Galán (procurador), hijo del famoso poeta J. Mª Gabriel y Galán, y se dedicaba sobre todo a imprimir y publicar la obra de su padre. En 1951 se trasladó a la calle Hernán Cortés, 6 (frente a la librería Sandoval), junto a lo que hoy en día es el Bar Cáparra; y luego se ubicó en la calle de Maldonado, 8. La primera constancia de ese cambio aparece en una revista de Feria de 1966. El inicial propietario se trasladó a Cáceres, y traspasó el taller a Félix García Mateos, quien estuvo asociado a Antonio Sañudo Muñoz, Jefe Local del Movimiento, quien acabaría trasladándose a Tarragona, donde murió a finales de los ochenta. Por entonces prestaban sus servicios dos trabajadores (Manolo y un maquinista, llamado ¿Manrique?, además del dueño, Félix. Actualmente la lleva su hijo Ricardo García, y cuenta con dos trabajadores.

Junto con Sandoval editaron la Revista de la Asociación Cultural Placentina «Pedro de Trejo», que salió de manera semestral desde noviembre de 1954 hasta la feria de 1973. De manera independiente imprimieron numerosas revistas de feria, entre las que destacan las de 1947, de 1951 a 1961, 1966, 1986 y 1989. Los encargados de ilustrar las portadas eran Miguel Cantero Mozos y Ricardo; y entre los directores artísticos y literarios destacaban Juan Gabriel y Galán, Félix García Mateos y Antonio Sánchez Paredes. Las revistas de toros, por su parte, están representadas por Plaza de Toros de Plasencia, algunas ediciones del Club Taurino Placentino, la Semana Taurina, y algunas informaciones relacionadas con el mundo de los toros en el Martes Mayor. De Navidad, se encargaron de sacar dos revistas, correspondientes a los años 1954 y 1955 (la primera en colaboración con Gráficas Sandoval, y con clichés cedidos por la Editorial Sánchez Rodrigo).

Desde 1952 se publicó A. R. S. Revista Trimestral Reverendas. Hijas de María Madre de la Iglesia 16. A finales de los ochenta surgió la revista Amigos en Marcha; y también se publicaron algunas revistas de los Campeonatos de España de Agua Dulce (2002 y 2003); y programas de festejos en honor a la Patrona la Inmaculada Concepción (años ochenta), para el Regimiento de Infantería Órdenes Militares número 37. Entre los libros que se han podido fichar se cuentan seis ejemplares.

3. 13- Imprenta Garcilaso: Baldomero Laso entró a trabajar en 1950 en la imprenta de Sandoval, que por entonces todavía se llamaba Sanguino Sucesora. Allí permaneció cerca de ocho años, por lo que fue testigo del cambio de nombre de los talleres desde 1952 a Gráficas Sandoval, y del reajuste laboral que se llevó a cabo en torno a 1958, siendo él uno de los primeros despedidos. Luego trabajó de representante en otras actividades comerciales; y desde principios del año 1960 ya estaba instalado, formando una Comunidad de Bienes, con Vicente García. Tomando la primera sílaba del primer apellido de cada socio (Garci-Laso), formaron el nombre del negocio emulando el del célebre poeta español del siglo XVII, Garcilaso de la Vega. La primera sede estuvo en la travesía del Sol, 6 (frente al Bar Royal). Cuando se quedó sólo, Baldomero contrató a Julián Paniagua, un joven que estudió por la noche y, tras terminar su carrera en Badajoz, terminó ordenándose sacerdote. Poco antes, V. García, al no funcionar la sociedad, se marchó y fundó la imprenta Vimar.

Desde finales de los sesenta y principios de los setenta se produjo el cambio a la calle Bravo-16 (posteriormente Vinagras)17, El negocio contó con otro trabajador durante unos tres años, Dionisio, que tuvo que darse de baja por enfermedad. Actualmente, después de jubilarse B. Laso, la imprenta Garcilaso sigue desarrollando su actividad, aunque a nombre de Álvaro Laso, su hijo, y con la concurrencia de un trabajador, Javier Muñoz Martín.

Los trabajos que se realizaban consistían en revistas de ferias, papeletas de las primeras elecciones democráticas en la provincia de Cáceres (junto con la Imprenta La Victoria), boletos de la suerte para los bares, y material de oficinas y empresas. Entre sus clientes figuraban la Viuda de Ángel Lucio y el Matadero de Mérida (CARCESA), etc. En una primera época contaron con una máquina Fuji Plana; posteriormente con una Minerva Barcino de marca Hildeberg, con letras de plomo (fundición de tipo movible); y la última adquisición fue una GTO, Offset. Entre las revistas de feria tenemos fichadas las de Plasencia de 1966 y la de Almendralejo de 1968; la Revista Trimestral RR. Hijas de María Madre de la Iglesia (A.R.S.) (1967); algunas de las fiestas patronales de San Miguel de Tejeda de Tiétar (1975); varios programas sobre el Martes Mayor de Plasencia (1985-1989); algunos del Concurso Hípico Nacional (1967); y el Convenio Colectivo de los Trabajadores de la Región de París durante varios años(1974) 18. Se tienen fichados un total de 15 libros.

3. 14.- Imprenta Vimar: Esta imprenta está situada en la avenida de Calvo Sotelo, 41. Su nacimiento data del año 1971-72, y el nombre tiene su origen en la composición del nombre del dueño y su mujer: Vicente García Sánchez y María Rodríguez Corredor. El dueño entró a trabajar a los 14 años en la imprenta de Generoso Montero, donde conoció a la que en el futuro sería su mujer. Allí se formó hasta que volvió del ejército. Y también prestó sus servicios en el taller de Sandoval (desde 1953 a 1961), donde conoció a Baldomero Laso y Doroteo Merino. Desde 1960-61 Vicente formó sociedad con Laso, dando lugar a la imprenta Garcilaso; pero el tandem no funcionó y durante un tiempo trabajó con Sanguino, desde 1970 a 1971. Aunque D. Merino se jubiló en la imprenta Padilla, teniendo en cuenta la gran amistad que le unía con la familia de Vicente, presta su asesoramiento en Vimar desde el fallecimiento del dueño en 1996.

En la actualidad el negocio está dirigido por las dos hijas: Gema y Mª Rosario García Rodríguez, que cuentan con una máquina Minerva (comprada a José Luis Sanguino), y apenas publican libros, dedicándose sobre todo al papel de oficina. Desde el año 1978 hasta 1981 el negocio se cambió cien metros más arriba, donde ahora funciona el servicio de recaudación provincial, mientras duraron las obras para acondicionar el edificio en el que funciona ahora la maquinaria. En estos talleres se publicó el boletín de La Voz de Mayorga,desde1987 hasta 1991; el Boletín Eclesiástico del Obispado de Plasencia, durante un tiempo; y algunas revistas de las Fiestas del Barrio San Juan (1989). Publicaron un total de 6 libros.

3. 15.- Imprenta Padilla: El origen de Padilla proviene de un grupo de trabajadores que fueron despedidos de la imprenta Sandoval: Vicente García, Angel Carrero, y Doroteo Merino. Formaron una sociedad por poco tiempo, pues A. Carrero se marchó a Sapar (junto con Pablo Baños y Saavedra Señorán Pulido); Vicente García formó, tras un tiempo a las órdenes de Sanguino, estuvo en la sociedad de la Imprenta Garcilaso, y por fin terminó fundando Vimar. Y Doroteo Merino, por su parte, terminó jubilándose en la imprenta Padilla.

El negocio de D. Merino tenía su sede en la calle de las Moreras, 23. Al jubilarse (1983-84), el dueño de la casa donde estaba el taller le pidió que abandonara el local, por lo que pasó a la imprenta Vimar, donde actualmente ayuda en las tareas a las hermanas Rosario y Gema, hijas de su compañero y amigo Vicente García Sánchez. La actividad de este impresor se limitó, en los años en que tuvo su imprenta propia, a la confección de papelería para oficina, publicidad, propaganda, impresor, sobres y tarjetas de visita. La mayor parte de las revistas de feria que salieron de esta imprenta estaban encargadas por la Asociación Cultural «Pedro de Trejo», como las de 1963, 1964, 1965, 1966, 1969, 1970, 1971, 1973, 1974 y 1975. Las portadas de las mismas eran obra de Durán, Medina, Valverde, Montero o Cantero, que se encargaban de dibujarlas. En los últimos años colaboraba también la plumilla de Jaime J. Jiménez y Pincel. Además, aquí se elaboraba la revista de la Asociación de Antiguos Alumnos de San Calixto (mensual). No se publicó ningún libro.

3. 16.- Imprenta Poblador e Imprenta San Pedro: El responsable de esta imprenta era Isidro Poblador, una persona que prestó sus servicios en Sandoval y, posteriormente en SAPAR. Problemas personales, laborales y una cierta adición, le llevó al suicidio. Su viuda, de Robledillo de Trujillo, vendió el negocio a Francisco Blanco, que era empleado de Isidro cuando todavía vivía. Con él trabajó también desde los años setenta, Víctor Guillén, quien posteriormente pasó a formar sociedad junto con Ángel y Manolo en Gráficas de Plasencia, Sociedad Cooperativa. Los talleres estaban situados en la calle de San Pedro, pero posteriormente se ubicaron en la calle del Chantre, 11. Un total de 7 libros hemos contabilizado como impresos en este taller, relacionados con las cooperativas del Valle del Jerte, de Arroyomolinos de la Vera y Malpartida de Plasencia; también se editaron calendarios deportivos y algunas poesías. Desde el cambio de local, F. Blanco, (que en su día prestó sus servicios durante un tiempo en la Editorial Sánchez Rodrigo, y luego en Sandoval), dirige el negocio, junto con su hijo. Se dedica al material de oficina, publicidad y encuadernación. No se conoce libro alguno que haya salido de esta imprenta 19.

3. 17.- Ediciones Gráficas Plasencia, Sociedad Limitada: Al cerrar la editorial Sánchez Rodrigo, un grupo de antiguos trabajadores constituyó una sociedad, quedándose con buena parte de la maquinaria, papelería y material de la antigua editora. Se trasladaron a la carretera de Cáceres, 42, en una amplia nave donde se imprimen calendarios, material de oficina, impresos, y revistas de feria, toros y fiestas. Los socios eran Víctor Guillén Salgado, Ángel Martín Flores, y los hermanos Manuel y José Antonio Martín Real. Ángel, antes de entrar en Sánchez Rodrigo, realizó su aprendizaje con Sanguino; Manolo entró directamente en la editorial a los catorce años; Víctor, por su parte, prestó servicios en la Imprenta Poblador. Y José Antonio, al poco tiempo de funcionar la empresa, la abandonó para fundar Plasencia Diseño Gráfico, S. L. En Ediciones Gráficas Plasencia, se imprimió Dos Semanas (1990-1992), las revistas de feria de 1991 y 1992, los carteles de toros, y la revista Por Verónicas, una publicación editada por el Club Taurino «Juan Mora » de Plasencia. También se publicaron 8 libros en sus talleres.

3. 18.- Imprenta Sandoval: El origen de esta imprenta se remonta al acuerdo por el cual Julián Pérez Bravo y Pablo Sanguino Liberal crearon La Victoria. Sin embargo, poco después Pablo se separó y fundó otro taller, con su apellido. A Vicente Sandoval le sonrió la fortuna durante la guerra y la posguerra, lo que le permitió hacerse con la propiedad y la dirección de la imprenta de P. Sanguino, aunque éste último siguió como gerente-jefe del negocio. En 1941 se cambió la denominación por Sanguino, Sucesora, y quedó a nombre de la mujer de Vicente Sandoval Merchante, Dolores Franco Merino, madre del actual dueño, Ildefonso; y por fin, en 1952 apareció el nombre que todavía hoy presenta: Gráficas Sandoval. A la muerte de Vicente, su hijo y el de Pablo tuvieron momentos de tirantez por diferencia de caracteres, lo que provocó la independencia del segundo. Se trata de unos talleres dotados con moderna maquinaria y un equipo de profesionales altamente cualificados, lo que les permite dedicarse a todo tipo de producción: cartas, sobres, propaganda, libros, etc. Buena parte de los libros que se han publicado en la ciudad en los últimos años han visto la luz en esta firma. Hasta la fecha tenemos fichados un total de 60 ejemplares 20.

Desde mediados de los años cincuenta comenzaron a imprimirse revistas de feria. Pero las que más destacan son las de Semana Santa, pues desde 1992, de manera invariable, se encarga de imprimir una revista editada por la Cofradía de la Soledad y Santo Sepulcro. Son revistas lujosamente presentadas, de gran formato, y con numerosos artículos de fondo, redactados por personajes del mundo de la cultura, la iglesia, la historia, etc. Carecemos de suficiente información sobre las publicaciones periódicas, aunque sabemos que los dos primeros números de Ateneos de Extremadura, Revista Cultural, se elaboraron en sus talleres.

3. 19.- Sapar: Hasta hace unos años era una Sociedad Cooperativa, pero posteriormente cambió a una Sociedad Limitada. El núcleo de esta imprenta estuvo en la de Generoso Montero. A la muerte de este famoso impresor, y tras dirigirla por un tiempo dos de sus hijos (Cecilia y José), decidieron traspasarla a tres trabajadores: Saavedra Señorán Pulido, Pablo Baños y Amador Calatayud, quienes cambiaron los talleres a la calle de Zapatería (Marqués de Mirabel), frente al actual Cuartel de la Policía Nacional, con el nombre de Imprenta Montero, aprovechando la fama del antiguo impresor. Posteriormente decidieron clausurar el negocio y abrir uno nuevo con el nombre de SAPAR, cuyas letras coincidían con la primera del nombre de cada uno de los asociados: S (Saavedra), A (Ángel Carrero Quijada), P (Pablo), A (Amador), y R (Rufino Isidro Poblador), colocándola en la esquina de la calle Morenas, 25, al lado de la imprenta de Doroteo Merino; si bien al final se ubicó en el número 15. Poco después, A. Calatayud dejó la sociedad y se trasladó a Barcelona, e I. Poblador se trasladó a la imprenta de su mismo nombre, en la calle de San Pedro. Tanto Saavedra como Pablo procedían de la imprenta Montero; y A. Carrero y D. Merino, de Sandoval.

A la muerte de los tres socios que quedaban, sus respectivos hijos (Juan Antonio Señorán Manzano, Pablo Baños Rivero y Ángel Carrero) continuaron con el negocio, pero éste último pidió su parte después 14 años de trabajo y se fue en 2000, por lo que sólo quedan Juan Antonio y Pablo. Aquí se elaboraban unos magníficos carteles para las corridas de toros; y se imprimió El Regional, que duró hasta diciembre de 1984; una Revista Deportiva; y se hacía el Boletín Oficial del Obispado, hasta que posteriormente se hizo cargo la imprenta La Victoria y Vimar. Últimamente sólo se trabaja en albaranes, facturas, sobres, tarjetas, y material de oficina. Entre su maquinaria cuentan con una Heidelberg, Tipografía de Aspa; otra Heidelberg GTO Offset; y cortadoras, grapadoras y separadoras 21. Sólo se publicó un libro.

3. 20.- Plasencia Diseño Gráfico, S. L. En 1992 tres socios decidieron fundar un negocio de impresión con el nombre de Plasencia Diseño Gráfico S. L., en la calle de Castilla, s/n: José Antonio Martín Real (que procedía de la extinta Editorial Sánchez Rodrigo), Juan Manuel Jiménez Castelló (que prestaba servicio en la empresa Renault de la ciudad), y Jesús Martín (que trabajaba en la oficina central de Caja Extremadura). El personal con el que contaban se nutría de dos maquinistas procedentes de la imprenta «La Victoria», (uno de los cuales era Manuel); Pedro Arroyo, que antes había trabajado en Gráficas Plasencia; Pilar, y otro más hasta llegar a los cinco componentes. Sin embargo, a lo largo del verano de 1992 hubo dificultades financieras y una cierta falta de sintonía entre algunos de los socios, por lo que a finales del citado año y principios de 1993, el administrador J. A. Martín y uno de los socios, J. M. Jiménez Castelló, decidieron vender sus respectivas participaciones al miembro restante y a su mujer «Berni», a nombre de los cuales quedó definitivamente el negocio.

Entre las revistas que se imprimieron destacan El Cotillo, la guía Plasencia, ¡Acércate!, Feria de 1994, Ap Arte, Anacusia, Pymecón, la Revista Internacional de Estudios Económicos y Empresariales (desde el número 10), Carpe Diem, La Voz Juvenil, el Anuario de Monfragüe, y el Boletín Informativo del Colegio Santísima Trinidad («Josefinas»). Doce libros han sido fichados como procedentes de sus talleres.

3. 21.- Imprenta Sánchez Rodrigo: El fundador de esta imprenta nació en Serradilla en 1870, en el seno de una familia de labradores acomodados. Desde muy temprano fue un personaje que mostró una fuerte inquietud por la cultura, fundando la revista El Cronista y el Ateneo Serradillano, con su correspondiente Boletín. Del mismo pueblo era natural Ángel Rodríguez Álvarez, un maestro que, junto con su hermano, desarrollaron el popular método «Rayas», para la enseñanza de la Lectura y de la Escritura. El modelo pedagógico funcionó y alcanzó gran difusión en las escuelas españolas e hispanoamericanas. A principios del siglo XX, en 1905, Agustín Sánchez empleó toda su fortuna en la adquisición del citado método; pero murió arruinado en 1933, sin poder contemplar el éxito del famoso método, cuyos mejores años fueron desde los cuarenta hasta los sesenta 21.

La Editorial Sánchez Rodrigo fue trasladada en 1946 a Plasencia, a un local de la calle de las Claras, (actual Pub «Blues Mary»), donde se guardaba la moderna maquinaria. En sus mejores tiempos (años setenta) llegaron a trabajar en torno a cuarenta empleados, aunque a mediados de los ochenta la empresa quedó reducida al edificio que hoy ocupa la Delegación de Hacienda, con tan sólo siete personas, entre los que se contaban los tres hermanos Martín Real (Manuel, José Antonio y otra joven), Ángel, Pedro y Jacinto. El cierre de esta editorial plantea numerosas controversias, aunque el común denominador de las personas consultadas coincide en que el negocio, que funcionaba bien durante decenios, no fue debidamente atendido a partir de finales de los setenta y principios de los ochenta. Es posible que La clausura se produjera en torno al año 1986, según testimonios de sus trabajadores. De hecho, los últimos libros de los que se tiene constancia proceden de 1984. Algunos de los que salieron fundaron otros talleres, como Ediciones Gráficas Plasencia, S. Coop. Ltda., y Plasencia Diseño Gráfico, S. L 22.

Fue una empresa que se dedicó sobre todo al trabajo editorial de los libros, aunque también tocó otros ámbitos impresores, como las revistas de Navidad, de Feria y de toros, las dedicadas al Valle del Jerte; las del Centro de Iniciativas Turísticas, de las Fiestas del Barrio de San Juan, y algunas encargadas por los pueblos de alrededor, como la del Cristo de Tornavacas, de 1979. Se tienen fichados 240 libros diferentes; pero sin contar el elevado número de reediciones que de algunas obras se hizo.

3. 22- La Constancia: El Regimiento de Infantería Órdenes Militares número 37 tenía su sede en el enorme edificio que fue concebido como Colegio del Marqués de la Constancia a finales del siglo XIX y principios del XX. Allí comenzó a funcionar, después de la guerra civil, una imprenta, conocida como «Tipografía Regimiento de Infantería Órdenes Militares número 37 de Plasencia», dirigida por el Teniente Coronel Algarra, el alma de la publicación. En ella se elaboraban los boletines internos, las órdenes del día y una revista llamada: Descanso23. Desconocemos el inicio y el final de la citada publicación, aunque contaba con una Minerva Barcino, que se la vendió Baldomero Garcilaso, cuando éste compró la máquina alemana Heidelberg. No se conocen ningún libro publicado por la misma.

3. 23.- Maespa: La empresa Maespa (Manipulación Especial de Papel) tuvo su primera sede en la Avenida de la Vera, y posteriormente se trasladó a la travesía de los Arcos de San Antón, 39. El responsable se llamaba Benito, y tuvo algún tipo de relación comercial con un tal Arroyo. El dueño pretendía ampliar el negocio, pero aquí no encontraba posibilidades, por lo que terminó vendiéndoselo a José Luis Sanguino, y él se fue a Barcelona. Está comprobado, (por el pie de imprenta de una revista de ferias), que en 1951 ya funcionaban sus talleres; así como por la publicidad insertada en la revista de la Asociación «Pedro de Trejo» Plasencia, Navidad de 1954. Lo que no está tan claro es el año de cierre. Sabemos, sin embargo que en 1969 todavía funcionaba de manera independiente, aunque entre los años 1975 y 1976 fue adquirida por Sanguino. Sólo tenemos constancia de la publicación de un libro.

3. 24.- R. & C. Servicio Gráficos, S. L.: En 1993, después de abandonar Plasencia Diseño Gráfico, S. L., y Gráficas de Plasencia, José Antonio Martín Real fundó una nueva imprenta de efímera vida, localizada en la carretera de Montehermoso. Contó con un empleado, que salió de Plasencia Diseño Gráfico y prestó sus servicios durante tres o cuatro meses, para la elaboración de guías comerciales. La denominación de R & C, recogía posiblemente las letras iniciales de Real y Charo, apellidos y nombre del dueño y su mujer, respectivamente. Debía de funcionar en la primavera del citado año, porque en el número 1 de El Norte de Extremadura, fechado en mayo, venía anunciado su negocio, como imprenta, papelería, regalos, folletos, catálogos, revistas, libros e impresos en general. A pesar del poco tiempo que permanecieron abiertos sus talleres, se imprimieron algunas revistas, como Plasencia Magazine, la Revista de Ferias de 1993, y La Unión, de la Asociación de Vecinos de San Miguel. No conocemos la fecha exacta del cierre, pero una vez que éste se produjo, el dueño quedó sumamente endeudado con los proveedores, bancos y organismos oficiales. No publicó ningún libro.

4. – CONCLUSIONES

Desde finales del siglo XVIII hasta el presente la ciudad ha contado con 35 imprentas, de las que hoy en día funcionan diez: Vimar, Gabriel y Galán, San Pedro, Heras, Garcilaso, Sapar, La Victoria, Sandoval, Plasencia Diseño Gráfico y Gráficas Plasencia, de las cuales sólo las cuatro últimas imprimen libros. Atendiendo a los ejemplares fichados, un total de 580 libros han sido impresos a lo largo de esos dos siglos largos, lo que representa algo más de la tercera parte del corpus que tenemos trabajado (1560 libros).

Durante el siglo XIX los talleres de Plasencia fueron prácticamente los únicos que atendieron la demanda del Norte de Extremadura, pues las imprentas de Coria, Serradilla, Jaraíz y Navalmoral o no existían entonces, o su producción era insignificante. A partir de principios del XX aparece tímidamente la competencia en Navalmoral (1905); Serradilla (1910); Coria (en la segunda mitad de la centuria, aunque existió la imprenta Montero en 1886); y Jaraíz (Imprenta La Verata en los años sesenta). Esto significa que las imprentas placentinas han sido las responsables de la difusión de libros, artículos y revistas en buena parte de la geografía regional, llegando incluso a trabajar en el ámbito nacional. Destaca la Editorial Sánchez Rodrigo por el volumen de producción (240), especialmente motivado por el triunfo del método «Rayas»; seguida de La Victoria (88), y Sandoval (60). En casi todos los talleres se ha ido produciendo un proceso de modernización tecnológica que les ha llevado a la utilización de maquinaria tipo Offset y tecnología digital; si bien en algunas persiste todavía la utilización de herramientas «clásicas».

Merece destacar el elevado número de revistas que se imprimen para consumo local o foráneo; aunque cada vez se hacen más encargos en imprentas foráneas, extendiéndose la costumbre de no colocar el pié de imprenta para no revelar el origen, evitar el pago de ciertos impuestos, o conseguir reducir los costes («Publisher» en Navalmoral; las dos «Romero» en Jaraíz de la Vera, o en «Carro» de Coria).

Las revistas de Feria, Semana Santa, Toros, Navidad y Martes Mayor, alcanzaron un nivel de virtuosismo admirable en las décadas comprendidas entre los cuarenta y los sesenta; destacando asimismo por la calidad de sus artículos. Desde los años setenta asistimos a un declive en las ideas, hay falta de imaginación, y se reduce el contenido en cantidad y calidad de los artículos. Los ochenta y noventa son testigos de sistemáticas repeticiones de otras revistas publicadas entre los años cuarenta y sesenta, lo cual refleja una crisis de creatividad. Sólo se mantienen en cierto grado algunas revistas de Semana Santa, si bien tienden a repetirse esquemas como la historia de las diferentes cofradías.

A pesar de ello, la abundante producción compuesta por libros, periódicos, revistas y folletos, frutos del saber, el gusto estético y la habilidad de los impresores placentinos, constituyen elementos valiosos e imprescindibles de la comunicación humana. Es un orgullo pertenecer a una ciudad que ha colocado el listón del mundo de la imprenta tan elevado, dejando muestras que constituyen hitos en el mundo del libro y de las revistas.


NOTAS:

1 FERNÁNDEZ SERRANO, FRANCISCO. «La imprenta en Plasencia hasta la muerte de Fernando VII». En Revista de Estudios Extremeños. Badajoz, Diput. Prov. de Badajoz, 1950, número 3-4, págs. 601-655

2 ROSADO MUNILLA, JOAQUÍN. «La prensa periódica placentina. Apuntes para su historia». En Guía de la Ciudad de Plasencia por un placentino. Año 1905. Plasencia, 1905. Imprenta Placentina, págs. 41-54

3 SELLERS DE PAZ, GERMÁN. La prensa cacereña y su época (1810-1990). Cáceres, 1990. Institución Cultural «El Brocense». Excma. Diputación Provincial de Cáceres, 679 págs. 21 X 28 cms.

4 PULIDO CORDERO, MERCEDES Y NOGALES FLORES, TOMÁS. Publicaciones periódicas extremeñas, 1808-1988. Badajoz, 1989. Depart. de Publicacs. de la Diput. de Badajoz, 481 págs. 17 X 24 cms

5 BLÁZQUEZ DE YÁÑEZ, DIEGO. Historia de la Prensa Placentina. 2 Tomos. Mérida, 1996. Editora Regional Extremeña. Junta de Extremadura. Consejería de Cultura y Patrimonio, 967 págs. 15 X 21 cms

5-b SÁNCHEZ DE LA CALLE, JOSÉ ANTONIO. «Patrimonio Bibliográfico de Plasencia. Las Revistas del Siglo XX». En XXXI Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo, 2003. Centro de Iniciativas y Turismo, págs. 435-481. Del mismo autor, pero en colaboración con LEONATO GONZÁLEZ, MARIA DEL ROSARIO: «La «Voz de Mayorga», tres lustros de historia en la ciudad del Jerte». En XXX Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo, 2002. Centro de Iniciativas Turísticas, págs. 533-575. Y también «Aproximación a la bibliografía de Plasencia. Hacia la elaboración de un catálogo bibliográfico». En XXXII Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo, 2003. Centro de Iniciativas Turísticas, págs. 501-523.

6 Debo agradecer públicamente el tiempo, la disponibilidad, y la deferencia que han tenido personas como Baldomero Laso, Julián Pérez, Félix García, Gema y Rosario García, Doroteo Merino, Víctor Guillén, Ángel Martín Flores, Manuel Martín Real, Ildefonso Sandoval, Juan Antonio Señorán, Pablo Baños Rivero, Jesús Martín y su mujer «Berni», y Tomás Heras.. Y de manera especial Manuel Muñoz y Pedro Luna.

7 VARONA Y VARGAS, JOSÉ. Instrucción de cazadores. Por Joseph Varona y Vargas, Regidor Perpetuo de la ciudad de Plasencia. Facsímil de la primera edición (Plasencia, 1798). Badajoz, 1976. Institución Cultural «Pedro de Valencia», 138 pág.. 10,5 X 17 cms

8 MÁXIMO SPARTAL, RAMÓN. Viajes del Capitán Lemuel Gulliver a diversos países remotos. 3 vols. Plasencia, 179…1800; 2º tomo, 179 págs.; 3º tomo, 211 págs., 10 X 14,5 cms.

9 Probablemente, los datos que ofrece Germán Sellers de Paz puedan estar equivocados y hacer referencia a un establecimiento cacereño. Lo prueba el hecho de que no hemos encontrado (al menos hasta el momento), ninguna publicación, folleto, publicidad ni libro con este pie de imprenta en Plasencia.

10 Hay algunos especialistas que sostienen que llegó a editarse la de 1907, pero si fue así, hasta el momento no se ha localizado.

11 No está suficientemente claro, pero según D. Merino, el impresor más antiguo de la ciudad (85 años), L. Heras compró el negocio a Mariano de San José, para quien trabajaba antes de independizarse, quien antes había unido su imprenta con la de la viuda de Sagrera. Sin embargo, hay datos que no concuerdan con esta teoría, pues la localización de estos últimos talleres se situaba en la confluencia de la calle La Tea con la de Vidrieras. Y los de Luis Heras, se ubicaban en la calle de Cervantes. Es posible que antes de ser traspasada a Heras, los esposos trasladaran el negocio a la citada calle de los Quesos.

12 Los trabajadores que desarrollaron su actividad desde los años treinta fueron los siguientes: Julián Andaluz Solís (cajista), Luis Cruz Sobrino (maquinista); Marcos González (cajista y cuñado de Angel Corcho, trabajador durante mucho tiempo en el Sindicatos); Inocente Amaro Martín (un excelente cajista); Félix Castellano Juan (cajista y maquinista); Rafael Hernández Gutiérrez (controlador de la primera máquina «La Victoria» conque contó el taller, también árbitro de fútbol durante los años cuarenta, y conocido como «El sordo»); Miguel Hernández Aguilar (cajista-maquinista, un auténtico artista, de técnica exquisita); Pedro Hernández Cano (tío de Jesús Gómez Hernández); Antonio Fernández (maquinista, que terminó en Navalmoral, antes de fallecer). También hubo un trabajador que duró muy poco ¿Gonzalo?. El manipulado del material se realizaba en un local que la imprenta tenía en la calle Padilla, 5.

13 Una segunda generación de trabajadores estuvo formada por Jesús Gómez Hernández (manipulador y sobrino de Pedro Hernández Cano), Jesús Escobero Pérez (primo de Julián hijo), Manuel Hermoso Bordallo; Julio Colombo Masa (es el más antiguo de los trabajadores que actualmente se han quedado con el negocio, tras la jubilación del jefe); Francisco Timón Alonso (ordenadores, composición); Honorio Hernández Quijada (maquinista); y José Luis Martín Flores (compañero de Manolo, el de Gráficas de Plasencia). Estos últimos cuatro operarios fueron los que se quedaron la empresa al jubilarse Julián Pérez, convirtiendo la empresa en una Sociedad Cooperativa y denominándola «Honticomar», que corresponden a la unión de Honorio (Hon), Timón (Ti), Colombo (Co) y Martín (Mar). Junto a ellos hay dos empleados que son José Luis Marcos Corchado (sobrino de Angel Corchado); y Franklin Darío, un ecuatoriano polivalente en cuanto a rendimiento laboral.

14 En el apartado dedicado a las revistas sobresalen las de Ferias de 1941, 1944, 1945, 1951, 1975, 1985, 1987 y 2002; y las de Semana Santa de 1959, 1970, 1972, 1976 y 1989. Durante la década de los sesenta y parte de los setenta se celebraron en Plasencia trece ediciones de los Festivales de España, patrocinados por el Ministerio de Información y Turismo, cuyas actividades fueron recogidas en sendas revistas tituladas Festivales de España en Plasencia, que recogía el programa de actuaciones, horario, precios, localidades, y biografía e historia de los principales componentes del espectáculo. La edición de estas publicaciones contaba con un importante valedor, Arturo Requejo. Por último, también se editaron la Revista de Estudios Económicos y Empresariales, la Revista de Investigación Universitaria, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Plasencia, el Aula Literaria José Antonio Gabriel y Galán,

15 En esta época se produjeron unos reajustes de personal, y salieron de los talleres Vicente García, Doroteo Merino y Angel Carrero que formaron Sapar. Posteriormente, Vicente se asocia con Baldomero Laso, formando Garcilaso; quedándose Ángel y Doroteo en la imprenta; aunque luego el segundo forma la imprenta Padilla, y el primero se queda en Sapar.

16 Esta revista vio la luz coincidiendo con la Coronación (abril) de la Virgen del Puerto, Patrona de la ciudad de Plasencia. Salía trimestralmente y su directora era Doña Rosario del Río. La Congregación de la Madre Matilde (conocidas popularmente como las «Azules»), tenían su sede en la calle de Monroy, 20. Desconocemos hasta cuando se publicó, pues el último número del que tenemos constancia es el 50, de. Abril-Junio de 1965. Aunque el 57, de Enero-Marzo de 1967 ya lo sacó Garcilaso.

17 En ese local había estado antes la Cooperativa de Consumidores fundada por Don José, conocido como el «Cura comunista», de la H.O.A.C.; y antes, la Sastrería «Larios».

18 En Imprenta Garcilaso se publicaba el famoso Catálogo de libros que la Editorial Sánchez Rodrigo ofrecía al público, pero sin que apareciese el nombre de Baldomero, sino el de la citada editorial. Durante muchos años se encargó también de imprimir la Orden del Día del Regimiento Órdenes Militares Número 37, por tener el Ejército constantes problemas con su propia imprenta; así como ciertas conmemoraciones de la festividad de la Inmaculada Concepción en el Cuartel.

19 A pesar de la insistencia del autor, no ha sido posible entrevistar a Francisco Blanco, pues las diferentes ocasiones en que se le he intentado, no ha sido posible por diversas ocupaciones; por lo que he creído conveniente no continuar con mi pretensión, a riesgo de parecer molesto. Ha sido, junto con J. L. Sanguino (seriamente enfermo), el único impresor a quien no he podido entrevistar.

20 En la misma imprenta trabajaban Marino Barbero (primo hermano del que luego llegaría a ser famoso juez del Tribunal Constitucional, con el mismo nombre), y Mario Gil. Ambos emigraron a Cali (Colombia). También prestaban servicio otros trabajadores, que a en la segunda mitad de los años cincuenta (1956-58) fueron despedidos: Angel Carrero, Doroteo Merino, y dos «peques»: Pedro Gómez y Baldomero Laso. La expulsión se produjo por una «reconversión», ante las dificultades económicas por las que atravesaba la empresa, y no poder hacer efectiva la nómina. Posteriormente, la dirección tomó contacto con Hidroeléctrica Española, empresa implicada en la construcción de la Central Nuclear de Almaraz, y llegó a unos suculentos acuerdos para trabajarla en régimen de casi exclusividad; lo que permitió volver a coger nuevo personal. Pero ninguno de los que habían sido despedidos fueron readmitidos, porque ya habían tenido tiempo de instalarse por su cuenta. El negocio tenía un almacén de manipulado en papelería, donde trabajaban cuatro chicas (entre ellas Petra Sandoval, Josefa Montero y Rosa); la imprenta, en la calle de Berrozanas, 1; y la Papelería-Librería, en la calle Bailén, 2.

21 Como exposición conservan restaurada una impresora manual que procede de la Imprenta Montero y, antes, de la de Generoso Montero

21 Su inquietud cultural le llevó a convertirse en escritor, siendo el autor de los siguientes libros de marcado carácter antropológico: Un año de vida serradillana, Apuntes para la historia de un pueblo, Folklore serradillano.

22 La asociación de G. Sánchez-Rodrigo, con Orantos, arquitecto municipal, y el exdirector del Faro de Vigo, (traído expresamente de Galicia para organizar y gestionar un proyecto que los tres socios tenían en mente) no funcionó. Se trataba de adelantarse en la impresión de millones de libros (en Pinto, Madrid) de la reforma educativa a mediados de los ochenta que planeaba el P.S.O.E. (la L.O.G.S.E.). El problema fue que los gestores jugaron con una información que creyeron definitiva, pero lo cierto es que el Ministerio de Educación retrasó y cambió los criterios pedagógicos de los manuales, lo que hizo inútiles los cientos de miles de libros que se habían impreso. Las deudas hicieron que el Juzgado subastase buena parte del material para pagar a los acreedores.

23 Tenía un tamaño de 15 X 21 cms y, basándonos en el examen de los números 376 (5-VI-1949) y 423 (5-VI-1950), contaba con unas 20 páginas, con artículos relacionados lógicamente con el ámbito militar y otros centrados en diferentes aspectos de la ciudad del Jerte, como los jardines, los programas de las fiestas cercanas, algunos consejos prácticos, poesías, entretenimientos, sección de humor, y páginas de fotografías.

Oct 012003
 

José Antonio Sánchez de La Calle y  María del Rosario Leonato González.

1.- Presentación

Desde hace tiempo los autores tienen en mente la realización de una bibliografía placentina estructurada en tres amplios apartados: libros, artículos y revistas escritos por autores naturales de Plasencia o que residieron durante un tiempo considerable en la ciudad; que fueron publicadas por alguna imprenta en la misma; o que el tema tratado en la obra estuviera relacionado en mayor o menor medida con la ciudad del Jerte.

En ese sentido, se ha trabajado en diversas bibliotecas públicas, como la Biblioteca Nacional de Madrid, la “Rodríguez-Moñino” de Cáceres, la de “Santa Ana”, de Almendralejo, la Municipal de Plasencia, el Centro de Documentación de Alcalá de Henares y la de la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres. También se han utilizado los fondos de algunos particulares. Con todo ello se ha obtenido hasta el momento en torno a 1.300 libros, 1.400 artículos e innumerables revistas que reúnen las características citadas anteriormente.

La dinámica seguida para fichar los trabajos ha consistido en consignar apellidos y nombre del autor, título de la obra, lugar de edición, fecha y organismo que lo publicó. También se anota el número de páginas, el tamaño y el tema al que pertenece la publicación. Posteriormente se realiza un resumen del contenido del libro, que oscila entre 10 y 20 líneas.

Próximo a terminar el primer volumen, dedicado exclusivamente a los libros fichados, ofrecen en esta ponencia una breve síntesis de lo que será la futuraBibliografía de Plasencia. Para ello, y tras establecer las categorías en las que se clasificarán los numerosos ejemplares, se inserta en cada temática un ejemplo de ficha con todos sus elementos completos.

2.- Catalogación de temas

Se ha creído conveniente clasificar el “corpus” de los libros en veinticuatro temas, cuya relación es la siguiente: Antropología-Sociología, Arte, Bibliografía, Biografía, Ciencia-Biología, Ciencia-Física, Ciencia-Matemáticas, Ciencia-Veterinaria, Deportes, Derecho-Jurídico, Economía, Enciclopedia, Filosofía, Gastronomía, Geografía, Guía, Historia, Lengua-Literatura, Medicina, Música, Pedagogía, Política, Prensa y Religión-Iglesia. A este grupo se le ha añadido otro titulado “Dudosos”, en el que tienen cabida algunas obras que no han podido ser adscritas a ninguno de los temas homogéneos clásicos enumerados anteriormente. Se trata de libros que tocan una temática muy variada.

3.- Ejemplo de cada uno de los temas

3. 1.- Antropología-Sociología:

MARCOS ARÉVALO, JAVIERLa Construcción de la antropología social extremeña (Cronistas, interrogatorios, viajeros, regionalistas y etnógrafos). Madrid, 1995. Editora Regional Extremeña. Universidad de Extremadura, 676 págs., 17 X 224 cms. Los capítulos de que consta la obra giran en torno al discurso preantropológico de los siglos XVI al XVIII, el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura en 1791, los viajeros como antecedentes preetnográficos, las monografías históricas locales, culturales y folklóricas extremeñas, la Revista de Extremadura y Archivo Extremeño, y el proyecto alóctono de la Encuesta del Ateneo de Madrid realizada entre 1901 y 1902. Las noticias sobre Plasencia son numerosas, y están relacionadas con personajes como Domingo Sánchez Loro, Fray Alonso Fernández, Luís de Toro, Vicente Barrantes Moreno, Alejandro Matías Gil, J. F. Arroyo Mateos (y su Breve historia, episcopologio y santoral de la Diócesis de Plasencia), José María Gabriel y Galán, Eduardo García Monge, José Varona y Vargas, Vicente Paredes y Guillén, José Benavide Checa (su obra sobre el Fuero), Tomás López (y su Diccionario Geográfico) y J. M. Barrio Rufo. También se ocupa de los sínodos diocesanos del obispado, la caza, la albeitería, las circunscripciones territoriales en nuestra ciudad y las respuestas al Interrogatorio de 1791. Por último, ofrece información sobre los viajeros que pasaron por Plasencia, el bandolerismo, los periódicos El Extremeño y El Norte de Extremadura, el folklore y las costumbres del siglo XIX. Antropología-Institución.

3. 2.- Arte:

LÓPEZ MARTÍN, JESÚS MANUELLa arquitectura en el Renacimiento placentino. Simbología de las fachadas. Cáceres, 1986. Institución Cultural “El Brocense”, 214 págs., 17 X 24 cms. El autor describe el estilo renacentista y el contexto histórico en el que se desenvuelve en una introducción. El primer capítulo está dedicado a la fachada norte de la catedral placentina, incidiendo en el tratado de Diego de Sagredo y los elementos constructivos, la influencia italiana de la estructura, su iconografía y la iconología. Lo mismo puede decirse de la fachada de la Sacristía y de la meridional o del Enlosado (capítulos segundo y tercero): iconografía, iconología y el espacio arquitectónico. En la segunda parte de la obra se encarga de analizar la fachada del palacio Episcopal, utilizando la misma metodología que en anteriores apartados. Por último, estudia la Casa del Consistorio, profundizando en los aspectos populares y cultos del diseño de la obra. Junto a las fuentes y la bibliografía, el libro contiene un interesante anexo fotográfico de diversas partes de la catedral. Arte-Institución

3. 3.- Bibliografía:

EDITORIAL SÁNCHEZ RODRIGO, S.A., Catálogo de Libros Escolares. Curso 1967-68. Plasencia, 1967. Editorial Sánchez Rodrigo, 16 págs., 15,5 X 21 cms. La Editorial Sánchez Rodrigo, ubicada en la calle Nuño Pérez de Monroy, de Plasencia, fue una de las que más dejó sentir su peso en el ámbito de la pedagogía extremeña. Cada año solía sacar un catálogo para exponer su oferta educativa a los profesionales de la enseñanza y al público en general. En esta ocasión insertan las diferentes ediciones de Rayas, el método para leer y escribir de Ángel Rodríguez Álvarez, el maestro de Serradilla inventor del sistema; el Nuevo Rayas; los Cuadernos de Escritura Escolar; Mirador; Ana y Pepe; Yo, Primeras Lecturas Escolares; Umbral, Primeras Lecturas Escolares; Nosotros, Primer Libro de Lectura Corriente; Rueda de Espejos; Mi Costurero; Mi infancia en tus manos; Yo vivo aquí; Yo soy extremeño; Panoramas; Faro; Enciclopedia Escolar; Formación Cívica y Social; Turismo y Comprensión Internacional; La Palabra de Dios; Hijos Ilustres de España; Enseñanza del Lenguaje; Nociones y Tablas de Aritmética; Mes de Mayo; La Escuela por Dentro; Registro Escolar; Registro de Matrícula; Diccionario Humorístico; y Plasencia.Bibliografía-Pedagogía.

3. 4.- Biografía:

FERNÁNDEZ SÁNCHEZ, TEODOROEl discutido extremeño Cardenal Carvajal (D. Bernardino López de Carvajal y Sande). Cáceres, 1981. Institución Cultural “El Brocense”, 144 págs., 15 X 21 cms. El autor manifiesta en el prólogo su admiración por el personaje biografiado, del que afirma que fue una víctima del menosprecio, de los muchos prejuicios motivados por su desviación hacia el cisma de Pisa, de la apatía de algunos paisanos y del duro juicio de algunos historiadores puritanos. El Cardenal nació en Plasencia en 1456 en la llamada casa de las Dos Torres y estudió en Salamanca, alcanzando los grados de Licenciado, Doctor en Teología y Rector en la cátedra de “Prima”. Posteriormente marchó a Roma para ampliar estudios jurídicos, colocándose bajo la protección del cardenal Mendoza. Su vasta cultura deslumbró pronto en la corte papal de Sixto IV, siéndole encomendada la Nunciatura Apostólica de España. Llegó a poseer cinco obispados españoles y seis italianos, numerosos beneficios eclesiásticos y el “Gran Patriarcado de Jerusalén”. Destacó asimismo como diplomático ante el Papa y las cortes europeas, recibiendo como reconocimiento el capelo cardenalicio. Su personalidad, basada en la virtud, la firmeza y la integridad moral, no impidieron su lamentable desviación, pero el valor con el que supo arrepentirse de sus fallos humanos le hizo merecedor de su rehabilitación. La obra analiza los orígenes del cardenal hasta su llegada al Obispado de Badajoz, el traslado a Roma y sus actuaciones, las raíces del cisma y su evolución, y el españolismo cardenalicio.Biografía-Institución.

3. 5.- Ciencia-Biología:

G.E.N.D.EX. (GRUPO PARA EL ESTUDIO DE LA NATURALEZA). Vegetales leñosos de Extremadura. Plasencia, 1990, 102 págs., 18 X 23 cms. Obra elaborada por los profesores Inmaculada Blanco Clemente, Jesús de Castro García, Liberto Rodríguez González y Heliodoro Vázquez Merchán, que concede gran relevancia a la clasificación de las distintas especies vegetales extremeñas y, particularmente, a las del Norte de la provincia de Cáceres. Se incluyen unas claves sistemáticas, complementadas con una descripción específica profusamente ilustrada, que permite su correcta identificación. También se describe la flora ornamental, pues su localización, generalmente en el interior de los núcleos urbanos, las hace idóneas para comenzar a familiarizarse con las plantas. La intención de los autores no ha sido realizar una obra exhaustiva, si bien se incluyen 131 géneros y 238 especies, que abarcan la casi totalidad de las categorías leñosas regionales. El plan general incluye el modo de empleo de las claves, la morfología, la ecología (biogeografía, bioclimatología y bosque mediterráneo), la clave general, la descriptiva y las específicas, el glosario, las sugerencias didácticas y los índices. La relación existente con el estudio y nuestra ciudad radica en el hecho de que la mayoría de los ejemplares utilizados fueron recogidos en las inmediaciones de Plasencia. Ciencia-Biología.

3. 6.- Ciencia-Física:

GARCÍA MORA, JOSÉApuntes sobre física y otras materias. Aplicación de los Principios de física y mecánica a la industria y a las artes. Entretenimientos de D. José García Mora, Presbítero, Párroco del Salvador de Plasencia, provincia de Cáceres durante la suspensión del ejercicio de su Ministerio. Plasencia, 1909. Imprenta y Encuadernación de M. Ramos. A lo largo de sus páginas se pueden leer multitud de curiosidades e ideas del autor sobre física. Los temas en los que más se incide durante sus cuarenta y nueve capítulos son la defensa del “horror vacui”, la física recreativa y la vuelta a los clásicos, aunque el desarrollo del texto es desordenado en general. Algunos de los apartados tratan también sobre teología, lenguaje y filosofía. La tesis fundamental de su obra es la resistencia de la naturaleza al vacío, y sorprende que se defienda este presupuesto en 1909, una vez comenzada la revolución de la física con la relatividad y las ideas cuánticas. Es muy posible que la concepción que tenía García Mora hundiera sus raíces en los textos clásicos que debió leer durante su formación, así como en numerosas lecturas anacrónicas. Ciencia-Física.

3. 7.- Ciencia-Matemáticas:

MENDIOLA MUÑOZ DE MORALES, VICENTEApuntes de Matemáticas III. Plasencia, 1980. Editorial Sánchez Rodrigo, 110 págs., 17,5 X 24 cms. V. Mendiola fue catedrático de matemáticas en el Instituto Nacional de Bachillerato “Gabriel y Galán” de Plasencia. En su obra desarrolla diecisiete temas centrados en el producto escalar euclídeo, las razonas trigonométricas de los ángulos, las relaciones entre los elementos de un triángulo, la trigonometría, las ecuaciones, los ángulos de dos rectas, la ecuación de la circunferencia, la elipse, la hipérbola y la parábola, la representación gráfica de los números complejos, las derivadas, las funciones el teorema de Rolle, las integrales y la probabilidad. Ciencia-Matemáticas.

3. 8.- Ciencia-Veterinaria:

CALVO, FERNANDOLibro de Albeitería. En el cual se trata del caballo y mulo y jumento, y de sus miembros y calidades y de todas sus enfermedades, con las causas y señales y remedios de cada una de ellas… Alcalá, 1602, 249 págs., 20 X 25 cms. Fernando Calvo es una de nuestras mayores glorias científicas, no sólo por esta obra, clásica de la albeitería, sino por haber glosado y popularizado la de Francisco de la Reina, que descubrió la circulación de la sangre. El primero de los cuatro apartados en los que se divide el texto se centra en la descripción de los animales, sus características y enfermedades; acompañados de la exposición de las teorías galénicas de los espíritus vitales y las humorísticas de Hipócrates, algunas nociones anatómicas del momento tomadas del italiano Grisone, los modelos quirúrgicos de Guy Cahuliac, y algunas aportaciones de médicos españoles como Luís Mercado y Bartolomé Montaña de Montserrat. El segundo se acompaña de varias recetas donde se exponen las diferentes experiencias realizadas sobre el tema; mientras que el tercero se encarga de describir las propiedades curativas de las plantas y las hierbas, basándose en las teorías botánicas y farmacológicas de Aristóteles, Plinio y Discórides. La última entrega está dedicada a un temario preparado para superar las pruebas del Protoalbeitariato. La obra incluye como colofón una composición poética, “Diálogo del arte de herrar”, en octavas reales. Ciencia-Veterinaria.

3. 9.- Deportes:

GÓMEZ ORANTOS, ANTONIO50 años de baloncesto en Plasencia. Apuntes históricos del baloncesto en Extremadura, 1944-1994. Cáceres, 1996. Edición del autor, el Ayuntamiento de Plasencia y el Club de Baloncesto “Ambroz”, 248 págs., 17 X 23 cms. Prologado por Antonio Martín Oncina, presidente del C.B. “Ambroz”, se compone de diferentes capítulos, el primero de los cuales, titulado “La Prehistoria del baloncesto en Plasencia (1943-1944)”, se corresponde con los primeros tiempos del citado deporte en nuestra ciudad. El segundo abarca el período cronológico comprendido entre 1954 y 1968, y se titula “La Edad Antigua”, incluyéndose dentro del mismo los comienzos y el ascenso a Segunda División. Por su parte, “La Edad Media: regreso a Segunda División”, incluye el período de 1969-1978. Y el siguiente, “La Edad Moderna” (1978-1994), contiene dos partes: la primera se dedica al nacimiento del “Ambroz”, en 1978; y la segunda, al “Baloncesto en Primera División”, a partir de 1994. El quinto capítulo se compone íntegramente de los apuntes históricos del baloncesto en Extremadura; e incluye datos sobre Cáceres, Badajoz, Mérida, Trujillo, Navalmoral de la Mata, Coria, Don Benito, Villanueva de la Serena, Jerez de los Caballeros y Almendralejo. Por fin, se incluye un último apartado sobre el baloncesto femenino. Deportes-Historia.

3. 10.- Derecho-Jurídico:

BARBERO SANTOS, MARINOLa pena de muerte, problema actual. Murcia, 1964. Publicación de la Universidad de Murcia, 39 págs., 17 X 25 cms. El contenido de la obra se nutre de la conferencia pronunciada por el autor el 27 de abril de 1964 en el Paraninfo de la Universidad de Murcia, con motivo de la incorporación al Claustro de Profesores de M. Barbero. La obra analiza los argumentos racionales a favor y en contra de la pena capital, su posible sustitución, y el lugar que ocupa en el Derecho comparado y el español. En las conclusiones se admite que la pena de muerte podría ser abolida desde un punto de vista jurídico y sociológico. Aunque, añade el autor, su prescripción dependería también del poder político, un aspecto que excede la función del jurista. El magistrado placentino finaliza su intervención con una cita de Pietro Ellero en la que afirma “… perezca la sociedad (si fuera posible), pero quede a salvo el hombre”. Derecho.

3. 11.- Economía:

AYUNTAMIENTO DE PLASENCIA. Perspectivas del desarrollo económico de Plasencia y su comarca. Cáceres, 1963. Publicaciones del Excmo. Ayuntamiento de Plasencia-IV, 98 págs., 13 x 21 cms. El trabajo contiene varios apartados relacionados con la ciudad y su comarca, destacando en primer lugar las estructuras económicas, con datos sobre la población, el medio natural, la renta comarcal y el nivel de empleo. Los objetivos fijados a medio plazo se ocupan del incremento relativo de la población activa, la creación de puestos de trabajo y la modificación de la estructura productiva para conseguir una economía más equilibrada y aumentar la renta. Entre las medidas para desarrollar los distintos sectores se incluye la actividad agraria y la industrial, el turismo y los servicios. El cuadro general de financiación y los obstáculos a la expansión ocupan, por la extensión de los datos y la importancia estructural, capítulos separados. La obra finaliza con el resumen y las conclusiones. En lo concerniente a la ciudad placentina destaca el cuadro estadístico de la demografía, la relación de industrias, su emplazamiento, y la producción hortícola, tabaquera, frutícola, olivarera, cerera, de miel y muebles. También se ocupa del turismo, haciendo especial hincapié en la labor difusora del Ayuntamiento y los monumentos más visitados: catedrales, palacios, iglesias, portadas, calles, puertas, casas nobiliarias, etc. Además, se expone la capacidad hotelera del momento y los datos de los servicios más utilizados. Economía-Institución.

3. 12.- Enciclopedias:

SÁNCHEZ RODRIGO, LUIS. Enciclopedia escolar. Grado tercero. Plasencia, 1954. Editorial Sánchez Rodrigo, 780 págs., 14 X 20 cms. El propósito y los principios pedagógicos que han guiado los dos primeros tomos de esta Enciclopedia Escolar, ya fueron expuestos en los anteriores volúmenes. A partir del segundo grado se excluyó la asignatura de Doctrina Cristiana, teniendo en cuenta que su texto oficial era, en cada diócesis, el Catecismo designado por la autoridad eclesiástica pertinente. El ciclo de los conocimientos, que fue creciendo paulatinamente, alcanza en este último grado su máxima extensión y profundidad. Todas las materias se presentan ya con un encadenamiento lógico más riguroso porque la edad del alumno reclama una disciplina relacionada con su madurez. Pero el método sigue partiendo de lo intuitivo, de lo concreto, para llevar al niño a la definición, a la regla gramatical o matemática, a la razón del hecho geográfico o histórico, a la ley física o biológica. Enciclopedia-Pedagogía.

3. 13.- Filosofía:

CASTRO FLOREZ, FERNANDO. Elogio de la pereza. Notas para una estética del cansancio. Madrid, 1992. Julio Ollero Editor. Colección Imaginarium, número 4, 160 págs., 14 X 20 cms. ¿Qué hacer cuando se ha borrado toda expectativa de experiencia, cuando se es consciente de que se ha perdido la posibilidad de ver o de refrendar aquello que hemos perdido para el ver? La modernidad es una crisis y un laberinto de lenguajes. Y el problema, según el autor de libro, es que con la desaparición de la temperatura de la realidad, algo de nosotros se pierde para siempre. En el afán por encontrar respuestas, indicadores de salida a ese laberinto de símbolos rotos, F. Castro, dialoga con la obra de diferentes artistas que han caminado por esas coordenadas: Duchamp, Klee, Satie, Mahler, Rilke, Trakl, Mallarmé, Beckett… Este filósofo “posmoderno” placentino, coordinador del Instituto de Estética y Teoría de las Artes en la Universidad Autónoma de Madrid, estudia en la presente obra, como ensayo, la estética del cansancio, con un aire aforístico, en la línea de Nietzsche. Aunque su discurso pueda aparecer en ocasiones magmático y hasta caótico, el autor opina que la pereza, el ocio, el ocaso, la melancolía, el aburrimiento, el crepúsculo… son artísticamente más productivos que el trabajo, el afán y las ocupaciones. Filosofía-Ensayo.

3. 14.- Gastronomía:

GREMIO OFICIAL DE EXPORTADORES DE PIMENTÓN. El pimentón de La Vera en su cocina. Plasencia, 1976. Editorial Sánchez Rodrigo, 15 págs., 10,5 X 15 cms. Minúsculo libro de recetas, elaborado por la Agrupación de Exportadores de Pimentón de la Comarca Verata para promocionar su producto en la zona placentina. Para ello, y tras establecer las clases de pimentón (dulce, agridulce y picante) y ensalzar las cualidades de la especia, desarrollan una serie de recetas para emplear como condimento, como en el puré de lentejas, el potaje de garbanzos, el arroz con bacalao, las patatas a la alavesa, los huevos a la flamenca, los langostinos a la diabla, la merluza en salsa roja, los embutidos, la fritada navarra, las manos de cerdo rebozadas, las albóndigas, la perdiz estofada, el pollo a la chilindrón y la sopa al cuarto de hora. Cocina-Gastronomía.

3. 15.- Geografía:

DOMÍNGUEZ CARRERO, Mª DE LA MONTAÑA. La Plaza Mayor de Plasencia. Salamanca, 1992, Institución Cultural “El Brocense”, 247 págs., 16,8 X 22 cms. A lo largo de sus páginas se realiza un riguroso estudio de la Plaza Mayor, una de las zonas más importantes de la ciudad. La autora analiza el origen, emplazamiento y la situación de Plasencia, de su trama urbana, de la red viaria y sus elementos y de la propia Plaza dentro del núcleo. Otro apartado se centra en la actividad constructiva y la evolución tipológica de los edificios, la fase de reconstrucción y renovación, el efecto desamortizador, el problema de los alquileres, la modernización, los nuevos estilos arquitectónicos, la actividad constructiva finisecular y la dinámica urbana de fines del siglo XIX. También pasa revista a las tipologías monumentales en edificios públicos, como el Ayuntamiento, la casa de las Carnicerías y la casa del Peso de la Harina. Y deja constancia de la ordenación, amueblamiento y modernización en la infraestructura urbana, en el abastecimiento de agua potable, las fuentes públicas, el alcantarillado, el pavimento, el acerado y el alumbrado público. El segundo capítulo gira en torno a la sociedad, y en él tienen cabida la estructura social del siglo XIX, la población, la vivienda, el nivel de ocupación, la estructura de la propiedad y el proceso desamortizador. Luego se incide en la mentalidad urbana, especialmente en la higiene y la salud pública, el ensanche, el proceso de reforma interior, el proyecto de gran vía, y el ramo de policía. El último capítulo está dedicado a las funciones, y en el se desarrolla la economía placentina en el siglo XIX, la importancia del mercado, las ordenanzas, la función lúdica, la Plaza como espacio de relación, la fiesta taurina, las representaciones teatrales, los bailes y los conciertos. El trabajo concluye con un apéndice fotográfico, la bibliografía utilizada y numerosos dibujos de planos, levantamientos, modelos, proyectos y edificios. Geografía-Institución.

3. 16.- Guías:

DÍAZ CORONADO, JOSÉPlasencia, Guía Histórico-Artística-Turística. Plasencia, 1949. Editorial Sánchez Rodrigo, 96 págs., 11 X 16 cms. Una guía estructurada cronológicamente, en la que tras pasar revista a los materiales utilizados para su elaboración, el autor se ocupa de la fundación y los primeros tiempos de la ciudad (siglos XII al XIII). Luego se centra en un capítulo titulado “La historia continúa”, donde se narran los sucesos más destacados en la baja Edad Media placentina, así como los monumentos más señeros (siglos XIII al XIV). En “¿Tradición o leyenda?” se estudia a los judíos y su expulsión; y en el siguiente apartado los conventos, hospitales, iglesias, palacios, ermitas y otros edificios del siglo XV y XVI. En el quinto se describe la Catedral y el Ayuntamiento; mientras que en el sexto, se analizan otros edificios notables, como el palacio Episcopal, las casas del Deán y de los Grijalva, la ermita del Puerto y otros correspondientes a los siglos XVI, XVII y XVIII. En “Cabos sueltos”, se incide en otros temas como la Fortaleza, el Berrocal, el Acueducto de los Arcos de San Antón, los puentes, las cofradías, los hospitales, la cruz Dorada, la casa de la Salud, el órgano de la catedral, la casa de las Infantas, y algunas esculturas destacadas. “Estampas placentinas” aporta datos sobre personajes famosos en la historia de la ciudad, como “El Bezudo”, Luís de Miranda y Micael de Carvajal; y también sobre el mercado, las tradiciones, los patronos y el himno a Plasencia. Por último, en “Siete llamas en el templo”, se analizan los motivos de las numerosas destrucciones, modificaciones arbitrarias y desafortunadas construcciones llevadas a cabo en los últimos tiempos y la necesidad de prevenir el deterioro urbanístico de la ciudad en el futuro. La obra cuenta con treinta y ocho fotografías en blanco y negro, varios dibujos y un plano detallado de la ciudad. Guía-Historia-Arte.

3. 17.- Historia:

BARRIO RUFO, JOSÉ MARÍAApuntes para la Historia General de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Plasencia de Extremadura. Recogidos y coordinados por el presbítero D. José María Barrio, Capellán de la Santa Iglesia Catedral. Plasencia, 1851. Imprenta de Manuel Ramos, 88 págs., 19 X 24 cms. J. M. Barrio era presbítero y capellán de la catedral a mediados del siglo XIX, y un gran amante de la historia, lo que le llevó a plasmar por escrito la crónica de su ciudad, dedicándola al conde de Mirabel. El autor arranca de los primeros pobladores de la zona, defendiendo la teoría de la procedencia griega. Para el establecimiento de la diócesis, ofrece su opinión sobre la existencia de una sede episcopal ya en tiempos de los romanos y los visigodos, lo que justificaría la necesidad de la misma en la Edad Media. Luego se ocupa de los motivos que impulsaron a Alfonso VIII a fundar la ciudad y los enfrentamientos con los musulmanes y los vecinos de Ávila. También describe los pueblos y aldeas que componían originariamente la jurisdicción del alfoz placentino. Y los baluartes defensivos con que dotó el monarca al enclave para su defensa. El apartado dedicado a la religión y al clero ocupa un lugar destacado en el libro, pues ofrece una relación cronológica de obispos, santos y clérigos que brillaron en algún momento. Y lo mismo puede decirse de la realeza y los vecinos de la ciudad, pues consigna los nombres de los reyes, los momentos en que pasaron por ella y los servicios que algunos vecinos de renombre les prestaron. La obra finaliza con la nómina de escritores que nacieron, vivieron o trabajaron en la ciudad del Jerte. Historia.

3. 18.- Lengua y Literatura:

CARVAJAL, MICAEL DETragedia llamada Josefina. Madrid. Sociedad de Bibliófilos Españoles, 1870, 240 págs., 17 X 21 cms. La edición, preparada por el académico M. Mañete, cuenta con un amplio estudio introductorio sobre la figura del dramaturgo placentino. Definido como un hombre temperamental, inquieto, vagabundo, pendenciero, mal marido y padre e inmensamente pródigo, la figura de este renacentista extremeño fue estudiada también por J. E. Guillet, quien le calificó como un personaje erudito, artista y amante de la vida. Los especialistas no siempre se ponen de acuerdo a la hora de emitir una opinión sobre escritores de la talla de Carvajal. Josefina es una tragedia inspirada en el mundo judío, compuesta con una gran naturalidad y belleza. Aunque fue escrita para ser representada el día del Corpus, tiene más de profana que de religiosa. El protagonista, el casto José, se enfrenta a la provocativa mujer de Putifar, llamada aquí Zenobia. La obra expresa una visión teocéntrica de la historia, al considerar que la mano divina rige de forma determinante el destino de las personas. Literatura

3. 19.- Medicina:

RODRÍGUEZ PEDREIRA, JOSÉEduquemos a las madres. Plasencia, 1959. Imprenta Gabriel y Galán, 101 págs., 17 X 24 cms. Se trata de varios trabajos que fueron publicados en periódicos diseminados entre 1940 y 1959 en la región extremeña, para demostrar las inquietudes, deseos, afanes, esperanzas, cariño y comprensión del autor para todo cuanto se relaciona con el niño y los anhelos que las propias madres ponen en el cuidado de sus hijos. El objetivo de J. Rodríguez (originario de Galicia, aunque pasó prácticamente toda su vida laboral en Plasencia), es extender el cuidado social, moral y cultural de los infantes, para salvarlos de la miseria, la ignorancia y la enfermedad. El contenido de la obra expone el concepto de puericultura, la necesidad de educar a la madre según diversos autores y la importancia de saber aconsejar bien a los niños. También se ocupa de las impresiones del VII Congreso Nacional de Pediatría y la necesidad de revitalizar Plasencia con un Centro Maternal de Urgencias, la Casa de Socorros, la Guardería y el Centro Secundario de Higiene Infantil. Por último, refleja las consecuencias de la mendicidad y la delincuencia infantil, los problemas sanitarios, la dentición, el régimen alimenticio desde los primeros meses hasta los dos años y la cocina del niño; y aporta algunos consejos útiles. Medicina.

3. 20.- Música:

LÓPEZ-CALÓ, JOSÉLa música en la catedral de Plasencia. Trujillo, 1999. Ediciones de La Coria. Fundación Xavier de Salas. Cuadernos de Trabajo, número 3. 220 págs., 16,5 X 24 cms. El autor, prestigioso musicólogo, traza una interesante historia de la música en la catedral placentina utilizando documentos hallados en el archivo catedralicio. La riqueza y el interés de éstos hacen de la obra un instrumento valioso para el estudio de esta disciplina extremeña, que se estructura en cinco capítulos que abarcan los siglos XVI al XIX. En el primero se estudian los inicios musicales del Renacimiento, los maestros de capilla, organistas y mozos de coro, los instrumentos e instrumentistas, las fiestas de Navidad y Corpus, los entremeses, chanzonetes, autos, danzas y representaciones. Del siglo XVII, además de los elementos citados anteriormente, se analiza la música en lengua vulgar, la nueva estética, los ministriles, la música instrumental y las danzas. El siglo XVIII incluye, tras una introducción de tipo cultural, los maestros de capilla, el estilo musical, los órganos, organistas y organeros, los cantores y las fiestas. El cuarto capítulo se ocupa de la música en la primera mitad del siglo XIX, describiendo el estado de la catedral en esa época y añadiendo a los temas ya mencionados los cantores, los sochantres, el coro y la capilla. Por último, se ofrecen noticias sobre la música en la segunda mitad del XIX. La obra se completa con un índice alfabético. Música-Historia.

3. 21.- Pedagogía:

BLANCO HERNÁNDO, QUILIANO. Párvulos. Plasencia, 1957. Editorial Sánchez Rodrigo, 108 págs., 16 X 22 cms. Los primeros meses de vida escolar del niño constituyen un período delicado de adaptación al nuevo ambiente, distinto al familiar. De la libertad “anárquica” del seno familiar, salta el párvulo a la escuela, donde toma contacto con hábitos de orden, disciplina, limpieza, solidaridad, alegría y seriedad. En el ámbito del lenguaje, se le corregirán sus defectos de pronunciación, y se fijará el lenguaje como vehículo afectivo e instrumento de cultura. Por eso el manual que los niños utilizan en estas edades tempranas debe ser atractivo, alegre, colorista… Y eso persigue el presente libro de imágenes y de letras: un instrumento de actividad y observación. También se incluyen varios “juegos” que, para ejercitar la observación y la actividad de los pequeños, hay diseminados a lo largo de las páginas: colorear dibujos, poner título a los que no lo tienen, completar sílabas de una frase, cubrir con trozos de cartulina parte de una imagen dejando visibles los pies y adivinando lo que falta, pegar y recortar trozos de escenas hasta completar el original, juego de prendas, y el conocido “Veo, veo”. El libro contiene multitud de dibujos en color para despertar el interés del niño: objetos, personas, animales, acciones, poesías, aventuras, refranes, enseñanzas, etc. Pedagogía.

3. 22.- Política:

JUNTA DE EXTREMADURA. SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA. Historia electoral de Extremadura (Elecciones Generales, Autonómicas y Municipales, 1977-1986). Badajoz, 1986. Presidencia de la Junta de Extremadura, 512 págs., 21 X 31 cms. La Junta de Extremadura ha elaborado el resumen general de todas las elecciones en la provincia de Cáceres y Badajoz a lo largo de diez años, clasificando los resultados por municipios ordenados alfabéticamente en ambas provincias y exponiendo los detalles por partidos judiciales (generales de 15 de junio de 1977 y del 1 de marzo de 1979, municipales de 3 de abril de 1979, generales de 28 de octubre de 1982, autonómicas y municipales de 8 de mayo de 1983, y generales de 22 de junio de 1986). También incluye los resultados en municipios con más de 3.000 electores; en las 25 localidades de mayor población de ambas provincias; el comportamiento electoral según las tendencias políticas y el tamaño de los municipios de las dos provincias; y el resumen general de todas las elecciones. Plasencia aparece representada en prácticamente todas las reseñas estadísticas relacionadas con los citados comicios, con la población de derecho, número de electores, votos emitidos, votos en blanco, nulos, y los que recibieron cada partido político que se concurrió. Política-Historia-Institución.

3. 23.- Prensa:

PULIDO CORDERO, MERCEDES y NOGALES FLORES, TOMÁS. Publicaciones periódicas extremeñas, 1808-1988. Badajoz, 1989. Departamento de Publicaciones de la Diputación de Badajoz, 481 págs., 17 X 24 cms. A. Rodríguez de las Heras se encarga de prologar la obra, que también cuenta con una introducción donde se expone el criterio seguido a la hora de clasificar los variados fondos periodísticos. A partir de aquí, se divide en tres grandes apartados, el primero de los cuales, dedicado al catálogo en sí, incluye las publicaciones periódicas entre 1808 y 1988 y la relación de fondos codificados. El segundo trata de los índices onomásticos, los seudónimos, las localidades de edición, la cronología anual y decenal, y los términos usados en el subtítulo. El último se corresponde con una bibliografía específica, otra complementaria y las abreviaturas utilizadas. Las publicaciones placentinas que se citan en la obra son las siguientes: Revista de las Religiosas Amantes de Jesús. Adrenalina. Alma Escolar. Amanecer. Aurora Patriótica de la Alta Extremadura. Avance. Ave de Paso. Boletín de Noticias de la Gaceta Agrícola. Boletín Eclesiástico del Obispado de Plasencia. Boletín Informativo. Boletín Médico Farmacéutico Extremeño. Buscando Corazones. Campo Extremeño. Cáritas Diocesana de Plasencia. Cartas Cantan. Cuaderno Literario Micael de Carvajal. Delirios. Despunte. Educación-Enseñanza. El Ateneo Placentino. El Buscapié. El Cantón Extremeño. El Centinela. El Correo Placentino. El Cruzado Extremeño. El Dardo. El Demócrata. El Diluvio. El Distrito. El Eco de Plasencia. El Eco Extremeño. El Eco Lusitano. El Escudo de la Fe. El Extremeño. El Guasón. El Látigo. El Liberal. El Liberal Extremeño. El Lío. El Mercadillo. El Mosquito. El Nieto de Mayorga. El Norte de Extremadura. El Noticiero. El Recreo Placentino. El Regional. El Relámpago. El Socialista Extremeño. El Tío Lilailas. El Valle y Vera. En Marcha. Ferias y Fiestas de Plasencia. Fomento de Vocaciones Sacerdotales. Guía Oficial de Plasencia. Hoja Dominical de Plasencia. Hurdes. Izquierda Republicana. Juventud Placentina. La Aurora. La Avispa. La Bandera Regional. La Constancia. La Crónica. La Crónica de Plasencia. La Defensa de la Verdad. La Derecha del Tajo. La Gaceta Agrícola. La Luz Verde. La Nueva Unión. La Opinión. La Patria Chica. La Región. La Situación. La Unión. La Voz de Mayorga. La Voz de Plasencia. Las Noticias. Letras. Los Neos Sin Careta. Manos Arriba. Nuevo Rumbo. Ocote. Ortus. Piscator Placeat. Plasencia. Plasencia Artística. Plasencia Ilustrada. Pymecon. El Regional. Retazos. Revista de Estudios Económicos y Empresariales. Revista Día del Seminario. Sementera. Torre Lucía. Tribuna del Gol. Vetonia. Y Victoria. Prensa-Institución

3. 24.- Religión-Iglesia:

GARCÍA PABLOS, LAUREANO. Historia de la Salvación. El Libro de la Familia Cristiana. Tomo II. Salamanca, 1969, 779 págs., 15 X 21,5 cms. Prologado por el obispo de Córdoba, Manuel Fernández-Conde, contiene las homilías pronunciadas por el párroco de San Esteban, desde 1960 a 1965. El autor va exponiendo a lo largo de los capítulos y artículos, precedidos de lecturas bíblicas, la preparación de la salvación a través de la historia de Israel, desde los patriarcas hasta el cautiverio y las dominaciones extranjeras. En las páginas utiliza una exposición clara, abundante y ordenada de las enseñanzas de la Biblia, que representa la gran “Historia de la Salvación”, para que los lectores puedan gustar por sí mismos el gran libro sagrado, uno de los objetivos del Concilio Vaticano II. Los comentarios de L. García a los apartados que desarrolla forman un cuerpo de doctrina, acompañados de agudas observaciones, que llevan al lector a unas conclusiones profundas e interesantes. La estructura se compone de “Los Patriarcas”, “El Caudillo de Israel”, “Los Jueces y Reyes”, “Los Profetas”, “El Cautiverio”, y “Las Dominaciones Extranjeras”. Iglesia-Religión.

3. 25.- De “dudosa” clasificación:

Dentro de este apartado tienen cabida aquellas obras que por su temática heterogénea presentan alguna dificultad para ser clasificadas dentro de los veinticuatro apartados establecidos. Es el caso de Mis pasatiempos. Cuadros de costumbres contemporáneas, de Eduardo García Monge, publicado en Plasencia en 1884 por la Imprenta El Extremeño. Del Mapa Geológico de España. Plasencia, publicado en Madrid en 1971 por el Departamento de Publicaciones del Instituto Geológico y Minero. De Las comunidades de regantes extremeñas, de Francisco Pulido García, publicado en Salamanca en 1989 por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura. O de las Ordenanzas Municipales de Policía Urbana de la Ciudad de Plasencia, editado por el Ayuntamiento en 1849, a través de la. Imprenta de D. M. Ramos. En cada uno de los ejemplos expuestos confluyen varias temáticas. Así, en el caso de la obra de E. García, dominan la tradición, la historia, el folklore y la antropología. En la de F. Pulido, presentan un gran protagonismo la historia, la economía y el derecho. Y en la del Ayuntamiento placentino, se dan cita el mundo del derecho, la administración local, el urbanismo y la geografía urbana.

4.- Conclusión

Creemos que la tarea de realizar una bibliografía placentina constituye una ingente labor, pero teniendo en cuenta la importancia que nuestra ciudad ha jugado desde el punto de vista histórico, cultural y artístico estamos convencidos de que el esfuerzo merece la pena. Por primera vez, los eruditos, investigadores, enamorados de la cultura, bibliófilos y bibliógrafos podrán tener reunidos, fichados, catalogados y resumidos, la mayor parte del material escrito en y para Plasencia por oriundos o foráneos.

Somos conscientes de que el “corpus” trabajado es enorme; pero también de que no están todas las obras que quisiera haber fichado. En algunos casos por no haber tenido noticia de ciertas publicaciones; y en otros por la falta de ejemplares o por ser ediciones antiquísimas. De hecho, consta en nuestro poder una extensa lista donde se relacionan aquellas obras imposibles de localizar por el momento (tanto libros, como artículos y revistas). La existencia de esa relación constituye un auténtico reto para conseguir localizar los volúmenes pendientes de ser manejados y fichados.

Confiamos en que estas páginas sirvan de adelanto o como muestra de lo que constituirá el Patrimonio Bibliográfico de la antigua “Atenas de Extremadura”.

Oct 012001
 

José Antonio Sánchez de la Calle y  María del Rosario Leonato González.

A) RESUMEN

El presente artículo pretende exponer la fundación de La Asociación Cultural Placentina “Pedro de Trejo” en los años cuarenta y cincuenta, su historia, evolución, objetivos, actividades y cambios en la composición de su Junta Directiva. Coincidiendo con las Bodas de Plata, y con un firme deseo de renovación, surgió en 1980 La Voz de Mayorga, un Boletín Informativo para los socios con un formato, diseño, paginación, secciones y temporalidad que se exponen detalladamente a lo largo de los 14 años que duró su publicación. Asimismo se deja constancia de los objetivos de la revista, preocupaciones, críticas e inquietudes culturales que perseguían los directivos de la misma. Entre los diferentes apartados que componían el boletín (poesía, literatura, filatelia, noticias, excursiones, humor, pasatiempos, opinión, etc.), tal vez la historia ocupe el lugar más destacado. Por ello se han localizado los autores que, en mayor o menor medida, han escrito artículos relacionados con esta materia: Clemente Alonso, Guillermo; Díaz López, Manuel; Fraguas López, Eusebio; Lobo Martín, Pedro; Martín Hernández, Gumersindo; Sayans Castaños, Marceliano; Sierro Malmierca, Feliciano; Soria Sánchez, Valentín; Valverde Luengo, Francisco De Jesús; Varios Autores; y Vázquez González, José María. Y de cada uno de sus trabajos (136 en total) se hace un breve resumen que refleja el contenido de la aportación. El estudio finaliza con las conclusiones y diversas notas aclaratorias.

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