Oct 011997
 

Juan José Pastor Serrano.

En 1791 página del Interrogatorio de la Real Audiencia, Extremadura en los tiempos modernos Partido de Trujillo tomo 1º.

Esta abadía con sus pueblos es del Obispado de Plasencia.

Esta abadía tenía Campo Ramos de los Condes de Oropesa.

No hay procuradores ni abogados, el alcalde puede ser de cualquier pueblo de la Abadía, los alcaldes y Ayuntamiento los nombra el Conde de Oropesa.

Todos los pueblos están situados en asperísimo terreno, solitario y monstruoso y especialmente Roturas y Navezuelas en el profundo valle de las Villuercas donde nace el río Almonte.

En cada uno de estos pueblos hay parroquia y Cura Teniente propiedad del Abad, cura propio de todas.

Pero el Abad en vez de vivir en la capital, vive en Roturas, sin duda por ser mayor vecindario y en dicho lugar hace de Cura propio y en los demás tiene tenientes que los paga de sus rentas y manuales y les provee el Obispo de Plasencia. No necesitan cementerio.

La Abadía es del Patronato Real y los provee su Majestad, haciendo los pretendientes oposición en Plasencia, cuyo Rvdo. Obispo propone tres a la Real Cámara de Castilla y a consulta de esta provee su Majestad la Abadía y a dicho abad corresponden todos los diezmos mayores y menores de este estado, sin que deje de pagarse de fruto alguno y aun los exigía de los soldadas de los sirvientes según la costumbre del Obispado.

En toda la Abadía no, hay más beneficio que el curado que obtiene dicho abad, el sin embargo del título de la Abadía que se da en este estado no tiene intervención alguna.

Hay cuatro ermitas, las dos de los Santos Mártires y San Gregorio Osciense, en que están situadas las cofradías de los dichos santos, San Gregorio como patrono de dicha abadía concurren muchas gentes en su fiesta. Había toro en la fiesta.

Aunque no hay huertas y si mucho huerto, especialmente en Roturas y Navezuelas que están como se ha dicho entre las Villuercas a los márgenes del río Almonte, tienen muchos árboles frutales, excepto en Cabañas que por su altura y fragosidad del terreno es casi incapaz de beneficio alguno y así se ha despoblado paulatinamente.

Hay un puente para las merinas titulado puente del Conde por el portazgo que cobra el dueño de este estado y el Monasterio de Guadalupe, por el tránsito de dicho puente.

Hay dos molinos de aceite, uno en Roturas y otro en Retamosa,

El mancho de jaramillo donde aseguras que no penetra res alguna y es criadero de lobos y alimañas.

Los árboles normales son alcornoque, encina y otros arbustos, alisos, arces, robles etc.

LA ABADÍA

Esta Abadía Beneficio Curado estuvo agregada al Real Patronato con derecho de presentación cuya función, según la tradición y las primeras partidas, data de los tiempos del vencedor de Pavía. Desde su fundación estuvo regida por curas tenientes en cada Barrio hasta los años 1540, que aparece firmando como Abad él.

1º Ilustrísimo Sr. D. Fernando de Monroy y Ayala, hijo de los Condes de Deleitosa, Capellán mayor de la Princesa de Portugal Dª. Beatriz su hermana Sra. de los estados de Belvís y de Cabañas y fundadora del convento de Franciscanos de Belvís y del Hospital de San Pedro cuyo patrono es el Duque de Alba y a cargo del concejo o Ayuntamiento.

Este Abad vive en Roturas y Berzocana, como maestro Templario inauguró la estancia en las fiestas en Berzocana y los días normales en Roturas.

Fundó en Roturas un molino harinero y una almazara para aceite, fundó dos herrerías de Desuella Cabras de la que era patrono el Conde de Oropesa y la Herrería de los campillos a cargo del Duque de Alba. Igual fue fundador del convento de Sta. Ana y también se cree de los Franciscanos de S. Pedro de Alcántara donde edificó su última morada que fue el 17 de Abril de 1510.

2º Maestre D. Juan Castillo, obispo que fue de Cubas, después Abad de Roturas 1591 reedificó el Hospital del Obispo donde se retiró y fue enterrado en el claustro de los Priores de Guadalupe.

3º D. Nicolás Palacios por el año 1594.

4º D. Jerónimo Angulo Maldonado murió en esta 1610 y en testamento el 30 de Octubre de 1913 fundó y dotó una abrapia para casar huérfanos. Que todos los años se dirán 2 dotes de 30 Ducados y si no hubiera huérfanos un año se diera a la Parroquia y Robledollano que no disfrutase solo uno, y que pasados unos años su cuerpo fuera enterrado en S. Pedro, parroquia de Ávila. Una salve con procesión todos los sábados excepto los de Cuaresma, de 16.325 Ducados. Dos capellanías de Ávila cada una con 20.000 Ducados para que le aplicaran misas.

5º D. Alfonso Varona Zorrillas año 620, Alavés.

6º Don Pedro de Agapetita por los años 1628.

7º Don Alonso Ortiz de Zarate por los años 1632 murió visitando cabañas, por testamento de 6 de septiembre de 1647 fundó una capellanía con 16 Ducados, tres herederos y una casa, casi todo se empleó en tierras. Pagó una pensión a su hermana, Dª. Mariana que profesó en S. Pedro de Trujillo.

8º Don Juan Ortuño Teruel, natural de Sabiote (Jaén), fundó la en Roturas las Ermitas de S. Sebastián hoy cementerio, S. José de Torrejón y Sta. Lucia a laClerecía de Viejas-que era de su propiedad- El 16 de Febrero hizo Testamento en copia (1653) fundó una memoria para casa huérfanos 1.400 Ducados a la que añadió 330 Ducados en 1649. Fue maestre el de Coria le regaló el sagrario para el monumento. Se dijo la primera misa en S. José el 7 de Junio de 1650.

9º Don Marcos López de Arallano en 1655.

10º Maestre D. Francisco de Sastre 1678.

11º Ilmo. D. Álvaro Rodríguez de Carvajal, nombrado 1682, era natural de Plasencia y Canónigo en la misma murió en Roturas el 26 de Septiembre de 1683 está enterrado en la capilla mayor al lado del evangelio.

En esta época fue la desaparición total de Torrejón, no tuvo iglesia sólo la ermita de S. José que edificó D. Juan Ortuño antes dicho fundó una memoria en la cerca trasera de Cabañas a favor del sacristán de Roturas con la carga que asistiera a las ermitas y pagar la misa de S. José, Robledollano estuvo siendo anejo de Roturas hasta que se hizo la Iglesia por el año 1.600.

12º D. Miguel Ruiz de Agüero 1684, fue Majestad de Ciudad Rodrigo.

13º D. Diego Álvarez de Toledo, capuchino hijo de los Condes de Oropesa, hermano de la Condesa de Orgaz señora de Cabañas, natural de la Oliva y vino por el 1684 y falleció en Roturas el 10 de Diciembre de 1703. Los dos hermanos fundaron una memoria de 1.000 Ducados para la educación de un huérfano y después se distribuyera entre la Iglesia de Roturas y la Iglesia de Solana, el retablo de ésta se hizo en tiempo, de mi abuelo Ilmo. D. Francisco Álvarez de Toledo, el cual asistió a la inauguración en calidad de embajador de Carlos V al Concilio de Trento en tiempos de Pablo III y Julio III es de la familia de los tres Obispos de Plasencia D. Gutierre 1º y 2º.

La otra hermana regaló las vírgenes de Plata de esta Iglesia de Roturas 1.716 perteneció este señorío a la condesa de Vulana, duquesa de Escalona y condesa de Oropesa.

14º Diego Gamir Chirino y Castro-Cabeza 1.700 18 Octubre tomó posesión, natural de Jerez de los Caballeros, fue mayordomo de pajes del Ilmo. D. Bartolomé de Céspedes Cisneros, Obispo de Málaga y murió en Roturas el 18 de Julio 1.714.

Le encomendó el Obispo de Plasencia que presidiera el interrogatorio para el proceso de la Sierva de Dios Dª María del niño Jesús de Berzocana.

15º D. Francisco Holgado Barrientos, natural de Alburquerque tomó posesión el 7 de Febrero de 1.715 y falleció en Roturas el 5 de Marzo de 1736.

16º D. Juan Regueras Valbuena, aprobado en 1.736 había sido penitenciario de León, natural de Camporedondo Obispado de Palencia y colegial mayor del Salvador de Oviedo y visitador de Salamanca.

17º D. Pablo Sánchez Chico-Carrasco, natural de Zorita, consultor del Sto. Oficio en 1.745 falleció en Roturas el 3 de Noviembre de 1.761. Este ornamentó la Ermita de S. José de Torrejón, quedó 300 maravedis al Hospital de Madrid otros 300 al colegio S. Bartolomé de Salamanca 3@ de aceite a cada parroquia de la abadía. También fundó capellanía en Zorita.

18º D. Juan Ruiz, ecónomo y teniente cura de Robledollano en 1.761.

19º D. José Antonio Mejides y Mazón en 1.761, natural de Salamanca de donde fue Gobernador y provisor, como también de Plasencia en esta época se reedificó la Parroquia de Roturas.

20º D. Santiago Vivas y Muñoz en 1.774 natural de Guareña, había sido párroco de Talaván vino a Casatejada y organizó la obra pía del Sr. Chico y falleció en Roturas a 29 de Octubre de 1.796.

21º D. Alonso Gómez Badalejo natural de Don Benito, tomó posesión el 3 de Junio de 1.797. Este señor compró la concha de Plata que hay en la Iglesia, por estar deteriorada la Ermita de S. Sebastián en ese lugar se hizo el cementerio de Roturas y se comenzó a enterrar en 1.814.

22º D. Miguel Bravo de Bujarón fue nombrado ecónomo el 16 de Febrero de 1.804 era natural de Roturas, su cura teniente.

23º D. Gabriel Pulido Carvajal en Mayo de 1.806 de Plasencia había sido párroco de Berzocana, desde aquí pasó de Canónigo a Plasencia, donde murió el 12 de Abril de 1.821.

24º D. Juan Rafael y Núñez en Agosto de 1816 tuvo varios cargos de Cura hasta que pasó a Abad de las Villuercas, murió en Roturas a 8 de enero de 1848. Este fue el último abad cuya Abadía desapareció por las leyes del Patrocinio nacional.

En esta época desapareció Torrejón que fue anejo a la parroquia de Roturas.

Al desaparecer la abadía los de Roturas llaman a los de Berzocana para arreglar todo lo que quedaba pendiente.

Dos razones había para ello: 1ª Que los abades muertos en Roturas se enterraron en la Ermita de la Concepción de Berzocana y 2ª que en Berzocana habían conservado la casa templaría de la que nació la abadía siendo los primeros abades maestres de la Orden Templaría.

Oct 011989
 

Juan José Pastor Serrano.

Cualquiera que conozca un poco la historia de Extremadura, sabrá que sobre todo en sus serranías, pasos difíciles de atravesar, el paso de los árabes estuvo más presidido por las colonias judías perfectamente­ organizadas e implantadas, que por el esfuerzo de los árabes.

Esa falta de presencia árabe y la muy notable judía, hacen pensar que los judíos negociaron con los árabes y consiguieron su inmunidad y las de sus colonias ayudándoles, como buenos negociantes, para facilitar su paso por estas tierras.

Pero a medida que los árabes se replegaban, cuando la Diócesis de Plasencia o mejor la Ciudad de Plasencia se iba formando, la Orden Militar del Temple es encargada de defender las serranías de Extremadura para consolidar la conquista.

¿Y por qué aceptan los templarios el encargo? Todos sabemos que una de las obsesiones de los templarios era el conocimiento de todas las cre­encias y sabidurías antiguas y populares, y como gran parte de Extremadura estaba dominada por los judíos, los templarios se pegan a ellos con dos armas: la devoción a la Virgen y la Eucaristía y acompañando a esos pilares, una estructura cerrada y perfectamente organizada, tanto en ayuda a las comunidades bajo su amparo, como en la ayuda a los caminantes, que en sus casas tenían un refugio y una seguridad no fácil en estas sierras de las Villuercas, como lo demuestra el castillo celta en la sierra de Ber­zocana y su plaza de armas de Zaornedo, a unos cinco kilómetros de la villa, el paso y atrincheramiento de Viriato en esta serranía y, modernamente, los maquis que aquí tuvieron su feudo más de ocho años.

Por eso, al organizarse la Diócesis de plasencia, no figura entre sus villas; ya no porque no fuera importante, sino porque aquí tenían los templa­rios su casa principal y, perfectamente custodiada, la vía a Toledo entonces capital de la Nación.

Es más, la Casa templaria de Berzocana extendía su influencia desde Santa Cruz de la sierra con la ermita de la Coronada hasta Toledo, con la ermita de la Concepción en Berzocana y hacia el Puerto de Miravete, con su ermita de San Gregorio Nacianceno entre Retamosa y Cabañas.

A los Templarios les tocó en suerte la aparición de las reliquias de San Fulgencio y Santa Florentina a unos trescientos metros de la Villa de Ber­zocana.

A ellos les toca descubrir la casita donde estaba oculta la Virgen junto al río Guadalupejo o Guadalupe, devoción entrañable para ellos.

Como dijo Jesús, “por sus frutos los conoceréis». En sus parroquias hoy podemos contemplar cálices y copones iguales, cajas portaviático y demás utensilios necesarios para una parroquia, lo mismo que imágenes de la Virgen y coronas para ellas y todo con mayor abundancia en Berzocana por ser su casa principal.

Pronto la fiesta de San Juan con sus flores o carbón en las ventanas de las mozas y la pascua en la Mocara, dieron paso a otras nuevas.

La fiesta de la Inmaculada en la ermita intentó anular la Mocara. Las fiestas de San Fulgencio, 16 de enero, irrumpió fuertemente en este Villa, así como la fiesta de Santa Florentina, que fijaron el 14 de Marzo, y la fiesta de la aparición de las Reliquias el 26 de octubre, asesorados por los templarios y por cierto que no se equivocar en el nombre de la iglesia sevillana que San Isidoro hizo para recoger de donde llegaron aquí, San Juan de la Palma y que hasta hace poco los sevillanos no conocían, figurando en todos los textos de Berzocana.

Junto al Gualupejo los templarios tenían una casa de acogida y una vaquería como entretenimiento de los que están allí destacados. Un día pasó algo importante: un templario avisa a los de Berzocana que se han encontrado una imagen de la Virgen. Desplazados al lugar constatan ser verdad y se la traen a Berzocana hasta decidir qué hacer.

Pronto, junto a la casa en el lugar que se apareció, en un emplazamiento adecuado comienza a hacerse una Ermita y se fija su fiesta el 15 de Agosto. Casi  quinientos años se celebró la fiesta en Berzocana en ese día.

Al constituirse esta sierra coto nacional, por estar más cerca de Toledo y para su servicio, se va formando una comunidad y va apareciendo una casa para los reyes junto a la Ermita de la Virgen.

Poco a poco va apareciendo un pueblo potenciado por los reyes y va habiendo la necesidad de que alguien se encargue de la virgen, por lo que encargan la custodia de la Virgen a los jerónimos.

Berzocana se convierte en frontera y encrucijada entre Plasencia y Toledo y entre los templarios y los jerónimos, amparados por los reyes.

Cuando Plasencia intenta dominar estas sierras, se encuentra con que los templarios intentan hacer una Orden Monástica en esta Sierra y con las apetencias de Toledo. Consiguen la villa de Berzocana y potencian sus santos haciéndolos los patronos de la nueva Diócesis de Plasencia, con lo que garantizaban la posesión dela Villa, garantizando, además, la independencia de la nueva Orden comprometida a ayudarla, con la idea de dominar toda la serranía; pero enterado Toledo de esas apetencias exigen y acuerdan que la parte noreste de la Sierra sería de Toledo con el apoyo de los reyes, y será Felipe II el que, al fallar que queden en Berzocana las reliquias de los santos que Cartagena reclama, dota de porta-reliquias adecuados para las reliquias de San Fulgencio y Florentina de lo que estamos contentos y rubrica el pacto de hecho.

Pero para contrastar la influencia de la orden Monástica templaria, Toledo cede a la nueva orden de los jerónimos la custodia de la virgen con lo que ahora las hostigaciones vienen de parte de los Jerónimos. Intentan anular a Berzocana, intentan llevarse las reliquias de los santos de Berzocana, hasta que llega el P. Écija en su infortunada Historia de la Invención de Santa Maria de Guadalupe, y llega a decir que las reli­quias de los Santos de Berzocana están en el altar mayor de Guadalupe vertiendo opiniones mal intencionadas e inciertas.

Los jerónimos cambian la fiesta del 15 de Agosto para la virgen.

Esto hizo que Berzocana tuviera que reformar sus fiestas y al quitarles la fiesta de la Virgen, montan una fiesta popular a sus santos el último domingo de Agosto y los jerónimos potencian la fiesta de la Virgen a primeros de Septiembre, aun hoy no perfectamente definida entre el 6 y el 8 de Septiembre. Con lo que de nuevo Berzocana queda entre la Orden Templaria y los jerónimos en Guadalupe, teniendo que replegarse en si misma, hasta que por el pleito de Cartagena, Plasencia transforma su iglesia en esplendida catedral y los obispos la visitaban y la visitan, poco más se ha visto para potenciar y asentar, como bastión religioso señero, en esta serranía a Berzocana.

Por todo ello, en estos momentos en que Berzocana se siente liberada de presiones, es el momento de ordenar esta serranía sin desmembrarla apoyando su unión y potenciando a Berzocana como sede de los Patronos y ­punto estratégico para la Diócesis de Plasencia, también en el futuro.

Cuando veo en nuestra Iglesia las argollas de trono episcopal, me pregunto: ¿Qué ha hecho la Diócesis de Plasencia para que, dentro de su estructura, tenga la significación correspondiente el relicario de los Patrono? Ni siquiera cabecera de arciprestazgo para que, por lo menos, fuera conocida en la Diócesis por todos.

Se termina la abadía templaria, ¿hizo algo Plasencia para llenar ese hueco de riqueza espiritual?

Algo sí ha hecho con reiteración, exigir en todos los foros que Guadalupe debe ser de Plasencia por estar en esa zona sus Patronos.

Si de poco tiempo a esta parte los obispos visitan Berzocana con mayor o menor acierto, ¿es esto todo lo que se puede hacer?

¿Qué pediría yo para esta zona entrañable de la Diócesis de plasencia?

 

1. Me da pena ver la casa parroquial, después de haber perdido más de la mitad de su solar, que la obra está parada y no sabemos qué solución ten­drá. Creo que se está perdiendo de hacer una casa adecuada para la sede de los Patronos.

 

2- No está bien que, cuando se hace un resumen de Extremadura, no se vea nombre Berzocana, siendo relicario, con unas fiestas de interés turístico en las de agosto, siendo una Real Villa que hunde sus raíces en la prehistoria, con unos torques celtas encontrados aquí y que están en el Museo Nacional y con una iglesia y órgano de primerísima importancia. ¿No se podía rectificar ese desfase a nivel provincial y regional?

 

3- Esta serranía tiene una personalidad propia que no se agota, ni siquiera empieza en Guadalupe.

 

Berzocana es la Primera por su historia y ser relicario de los Pa­tronos de la Diócesis. Guadalupe es nueva pero por tener la Patrona de Extremadura es importante también.

Siete pueblos más con futuro: Garciaz, Cañamero, Logrosán, Deleitosa, Castañar de Ibor, Robledo-llano y Navezuelas.

Al desaparecer, Cabañas del Castillo y los restantes, más o menos con futuro.

Se puede decir que nadie hasta ahora se ha preocupado de que sea una auténtica zona, con personalidad reconocida, sin poderse relacio­nar por las pésimas carreteras, hasta los visitantes que quedan encantados de esta zona se retraen de venir por las pésimas comunicaciones.

También podemos notar que siendo la primera zona de Extremadura con un parque nacional, se vino abajo por falta de entradas adecuadas.

No quiero terminar sin decir, que a pesar de estos dos polos de primer orden, la zona está poco desarrollada religiosamente y con sentimiento de abandono religioso, sin sacerdotes estables y sin coordinación en la zona.

Por eso yo he pedido, para cambiar esa mentalidad, crear en Berzocana un párroco abad, o cosa parecida para que dos o tres sacerdotes con sus colaboradores asistan adecuadamente a estas gentes, promuevan comunidades integradas y que esta zona esté bien relacionada para fomentar el asociacionismo, no sólo religioso, sino de todo orden, pues lo está necesitando como el respirar.

A mi modesto entender, esto sería lo mejor para la Diócesis de Plasencia en este Octavo Centenario y la redención de esta serranía de cara a futuras generaciones, para bien de Extremadura y la Iglesia en Extremadura.

Oct 011978
 

Juan José Pastor Serrano.

SOBRE LA FAMILIA, VIDA DE S. FULGENCIO Y FLORENTINA, PATRONOS DE LA DIÓCESIS DE PLASENCIA

Probablemente el siglo VI sea el mas importante de la historia de España en la época visigoda tanto en su aspecto político como en el religioso. Y precisamente en este siglo se desarrollan las vidas de la familia más importante de la época a la que pertenecen nuestros Santos.

Con una hija de Teodorico el grande, Teodora -según Alonso Fernández en Anales e historia de la Diócesis de Plasencia- se casa Severiano, joven de importante familia hispano-romana de Cartagena. Por sus grandes cualidades se convierte pronto en una personalidad civil y militar de la Cartaginense siendo gobernador de Cartagena -según M. Pidal III,99-, llave de África y Primada de España.

Este matrimonio debió celebrarse poco antes del 520, pues en esta fecha nace su hijo mayor Leandro.

Pudo plantearse el problema religioso. El era católico y ella arriana, aunque sólo fuera por obligación civil. El hecho es que en la familia solo hay que señalar la sucesiva aparición de sus cinco hijos, Leandro, Teodosia, Florentina, Fulgencio e Isidoro, nombres que brillan en el más hermoso cielo de la Iglesia y de España por su ejecutoria difícil y ejemplar.

Según la costumbre de la época estos jóvenes se educaron en los mejores cenobios del sur de España y Toledo. Aunque su talante natural y su mucha inteligencia los ayudaron a comprender lo que entonces se sabía y superarlo con sus decisivas aportaciones.

Para entender mejor esta familia digamos algo sobre Teodosia. En el frontal del altar de las imágenes del templete de los santos Fulgencio y Florentina en la Iglesia de Berzocana se representa en azulejos talaveranos, S. Leandro, S. Isidoro, Stª Teodosia y S. Hermenegildo. -Martín de Turs en Historia Francesa T.IV, c XXV, pag.l29 -dice: que difunta la primera esposa, Leovigildo se casa con Brunequilda, teniendo dos hijos de la primera esposa- y en Historia de España de M. Pidal T III, pag.99 -Leovigildo caso primero con Teodosia, Hija de Severiano gobernador de la Cartaginense y hermana de S. Leandro, Florentina, Fulgencio e Isidoro-. Y en verdad dos cosas tenía Teodosia para uno que aspirara muy alto, el entronque con la realeza goda y el prestigio de un padre en lo político y lo militar, y quizá una tercera muy importante para el, que casándose con la hija mayor cortaba el paso a las posibles aspiraciones del padre.

Este matrimonio debió realizarse mientras la disputa de Atanagildo y Agila por el poder. Conseguido esto Leovigildo se dedica a conseguir el poder, primero ayudado por Liuva, Dux de La Narbonense y después presentarse como rey de España el 569.

Lo que es cierto según -E.A Thomson en Los godos en España- que Leovigildo una de las primeras leyes que dio fue la de abolir la prohibición de celebrar matrimonios entre Godos y Romanos, castigado en el código de Alarico con pena capital. Así su Matrimonio con Teodesia no era ilegal. Pero esta muere pronto quedando dos hijos, Hermenegildo mártir de la Fe católica y Recaredo que proclamó como rey de España la unidad de la Fe católica en el III concilio de Toledo.

Del padre, no sabemos si murió defendiendo Cartagena -M Pidal III,449- ante la entrada de los bizantinos mandados por Liberio el 554.o en una de las revueltas del sur contra Liuva. Lo que sabemos es que su importancia política y su fidelidad a la causa española, fue al parecer, lo que hizo que la familia se refugiara en Sevilla a la caída de Cartagena en manos del emperador de Constantinopla.

Este destierro será para la familia un día de luto, pero la madre debió encontrar en la ciudad del Betis grandes consuelos espirituales y aún la verdadera Fe. Muchas veces -dice Leandro- preguntábala yo que volviésemos a nuestra patria, y ella sabiendo que había salido de allí por voluntad de Dios decía que no quería volver a verla, y añadía llorando amargamente: «El destierro me hizo conocer a Dios, moriré desterrada; donde a Dios conocí allí estará mi sepulcro. -H. Es: M. Pidal III,449-

Estos acontecimientos pesaron en el animo de esta familia consiguiendo unirlos más en la fe. Muertos los padres Leandro se encarga de la formación de sus hermanos menores Florentina, Fulgencio e Isidoro.

El año 572 por apoyar a Hermenegildo en la disputa contra su padre Leovigildo fueron desterrados con otros Obispos Leandro y Fulgencio que se ampararon en Cartagena dominada por los bizantinos, donde conservaban parte de su hacienda y el prestigio de sus padres y el suyo propios -M. Pidal III.99- y P. Flores T V pag 200.

De este destierro Leandro vuelve el 589 pues preside el III Concilio de Toledo, siendo Obispo de Ecija entonces Pegaso-Códice Lucense T III. Pag.90?

Fulgencio no debió volver entonces, y aquí debemos enmarcar el problema tan controvertido de si Fulgencio fue o no Obispo de Cartagena, que la tradición y los breviarios nos dan como afirmativo y el Cardenal Belluga defendió.

D. Vicente de la Fuente en su Historia de España, Eclesiástica T.II nos dice: El 523, a la muerte de Celso Obispo de Toledo le sucede el célebre Montano, reconocido como Metropolitano sólo por la parte Occidental de la Cartaginense. Por lo cual Cartagena siguió siendo la Metropolitana en manos de los bizantinos.

Nada se sabe de esa época en Cartagena, sólo que los obispos eran independientes de Toledo. Por eso es difícil la certeza de sí Fulgencio es Obispo allí o no, aunque la importancia de esta familia, y el conocimiento de Fulgencio en particular, pues fue mandado por Leandro, siendo joven a organizar la hacienda familiar, no hacen imposible tal evento y se explicaría el no volver de allí hasta que quedó vacante Ecija y se traslada a ella de Obispo.

En la época del destierro y siendo Obispo de Ecija, como conocedor de las lenguas más corrientes entonces, se distinguió el parecer por sus escritos de teología y Sda. escritura. Parece suyo el libro de las Etimologías según Juan Bolando y otros.

Un manuscrito que hay en el archivo de Berzocana sobre la identificación de Fulgencio Astigitano y Fulgencio Ruspense habla del libro de la Confesión que publica Mayo Menando y que después de copiado al comenzar Fulgencio Obispo, dice: Esta confesión debe ser de uno de los dos celebérrimos Fulgacios o del Fulgencio Obispo Ruspense en África o del Fulgencio Obispo Astigitano de España, hermano de Leandro y S. Isidoro, de momento no se qué decir. El manuscrito esta en la Biblioteca Corbeiense.

Probablemente por la influencia de Constantinopla en Cartagena y por su inteligencia y carácter bondadoso Fulgencio acomete en Ecija la reforma tan necesaria, de la vida religiosa.

Notas de su gobierno parece ser que fueron la ayuda a los necesitados la formación del clero, evitar el absentismo de las parroquias, restablecer el celibato y delimitar jurídicamente la Diócesis como se ve en el II Concilio de Sevilla por el litigio de unas parroquias entre Fulgencio Astigitano y Honorio de Córdoba. Desconociéndose la resolución.

Como Obispo de Ecija consta que participó en el Decreto de Gundemaro el 610 y también en el Concilio II de Sevilla año de 619. Debió morir no mucho después, en Ecija, y trasladado después a Sevilla con su hermana Florentina.

De florentina diremos que nace por el año 550 en Cartagena. Probablemente cuando sus dos hermanos van al destierro, ella se queda con su hermano Isidoro mas joven, y ordenado este de Sacerdote, Florentina ingresa como monja de S. Benito en Sevilla.

Debió vivir en varios cenobios en los que su austera vida, su virtud y su sabiduría consiguieron de ella una personalidad dentro de la Orden.

Es nombrada superiora y abadesa, y según sus aguiógrafos llegó a dirigir hasta 40 cenobios, siendo su centro, según parece el Monasterio de Santa Maria del Valle en Ecija. -P. Flores-

En sus deseos de perfeccionamiento y para ayudar a sus hermanas en religión pide a su hermano Leandro una regla de vida y éste la dedica su regla con el título de «Del desprecio del mundo y de la institución de las Vírgenes». También a Isidoro le pide algo sobre los judíos e Isidoro la obsequia con » De la Fe Católica contra los Judíos».

Pero ante las grandes responsabilidades Florentina necesitaba un consejero más cerca y lo consiguió al encargarse de la Diócesis de Ecija Fulgencio, venido de Cartagena.

Ambos estarían unidos ya hasta el fin de su vida. Florentina muere en Ecija y es trasladada después a la Iglesia de S. Vicente en Sevilla.

Juan José Pastor 1978

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