Luís Miguel Monteiro Martins
Resumen de la comunicación
Esta presentación, si bien no se focaliza directamente en Extremadura, sí se centra, no obstante, en un territorio adyacente: el Alentejo y, en concreto, la ciudad de Elvas. Partiremos de la denuncia presentada por el gobernador de Badajoz a las autoridades portuguesas de esta ciudad sobre una conspiración carlista en ella. Los protagonistas de esta conspiración eran españoles que viajaban entre el territorio de Extremadura y Elvas, dotando a la frontera de una cierta continuidad y unidad territorial; en la Raya transitaran los agentes que defendieron y propagaron las distintas ideas sobre agitación y conflicto que circularon en España durante la breve primera experiencia republicana del país.
A partir del caso concreto del que partimos, pretendemos demonstrar que Portugal no fue ajeno a la agitación y turbulencias que se vivían al otro lado de la frontera durante la Primera Republica española. En Portugal también repercutieron las ideas por las que entonces se luchaba en España, y algunas de sus fuerzas encontraron refugio y sustento en territorio portugués.
Lo expuesto es el resultado del análisis de las comunicaciones cruzadas en su momento entre el Ministerio del Reino, otras oficinas ministeriales y autoridades administrativas locales, en particular, las de los distritos del Alentejo. Además de esta fuente, también utilizaremos la información proporcionada por un agente infiltrado por el presidente del Consejo en un grupo agitador de la política portuguesa de ese momento, lo que refleja la influencia y la connivencia con agentes de la realidad política española.
Luís Martins
Estudiante de doctorado integrado en el Instituto de Historia Contemporánea (IHC) con proyecto financiado por la Fundación para la Ciencia y la Tecnología (2023.01159.BD)
Introducción
Considerando la temática de estos coloquios y el hecho que este año están dedicados a Extremadura durante la I República en el 150 aniversario (1874-2024), creemos que nuestra participación está plenamente justificada. Si es verdad que nuestro estudio y la región sobre la cual nuestra ponencia incide de forma más directa no es extremeña, ni siquiera española, también es nuestra convicción que el enfoque que aportamos puede ser innovador y proporcionar una perspectiva diferente a la exploración del tema en cuestión.
En efecto, nos parece interesante conocer la mirada de las autoridades del otro lado de la frontera, en el Alentejo, sobre los movimientos que se produjeron en Extremadura durante la I República española, a partir de sus comunicaciones y posicionamientos.
Esta exposición se inscribe en un proyecto de doctorado, que estoy desarrollando como doctorando integrado en el Instituto de Historia Contemporánea (IHC) y financiado por la por la Fundación para la Ciencia y la Tecnología (2023.01159.BD) en el que buscamos explorar los efectos en Portugal de los movimientos, agitación y turbulencia que estaban ocurriendo en España durante el Sexenio Democrático, tratando de entender sus consecuencias e impacto en el territorio portugués, o quienes fueron sus agentes aquí – en resumen, como circularon y repercutieron en Portugal, las ideas o perspectivas en conflicto en España.
En el estado actual de la investigación, los movimientos que nos parecen ter tenido más impacto o ser percibidos como una amenaza mayor tienen que ver con los afines al carlismo, y la presencia o acción de estas guerrillas en las regiones fronterizas con Portugal, así como su complicidad o connivencia con las fuerzas legitimistas portuguesas. Sin embargo, también encontramos evidencias de como la convulsión republicana en España llevó a Portugal muchos agentes que difundían esa idea y, en particular, el federalismo, que se materializó, en 1873, en la rebelión cantonal, que trajo muchos españoles a las tierras portuguesas, especialmente, tras su derrota.
En términos geográficos, se puede adelantar que los puntos que hemos identificado como clave en el “contagio” apenas mencionado son la frontera norte de Portugal, entre Alto Minho o Trás-os-Montes y la Galicia y Castilla y León; la región de Beira (esencialmente, los distritos de Guarda y Castelo Branco); y la región de la raya entre la Extremadura y el Alentejo.
Una vez que estos coloquios se centran en Extremadura, y, concretamente, en la I República en esta comunidad autónoma, la presentación que proponemos está, naturalmente, delimitada en su marco geográfico y temporal. Sin embargo, considerando el nombre de estos coloquios y la línea temática de lo de este año, hay que detallar el ámbito geográfico y cronológico de nuestra ponencia, señalando que encontramos reflejos de la conturbada realidad política española vivenciada durante todo el período del Sexenio Democrático (y, naturalmente, también durante la I República), a lo largo de toda la raya extremeña, pero, concluimos que esta fue más intensa en la región del Alentejo, concretamente, en la ciudad de Elvas. De hecho, esta “plaza”, fue identificada como el centro de una conspiración entre carlistas y miguelistas mucho tiempo antes de la instauración de la I República en España, en la que estarían, supuestamente, implicados, varios individuos nombrados en diversa correspondencia entre las autoridades administrativas[1]. Así, pues, se vigilaban varios residentes o visitantes de la ciudad, entre los cuales, muchos españoles de Extremadura, lo que, en nuestra opinión, demuestra el impacto de los sucesos y conflictos políticos que tenían lugar, en el territorio alentejano fronterizo.
Debemos hacer una salvedad en cuanto a la limitación temporal de lo trabajo que aquí presentamos, fruto de las fuentes que pudimos consultar hasta ahora. La pesquisa que realizamos no muestra registros de movimientos del tipo que estudiamos, en la región en cuestión, durante el segundo año de la I República española (sobre lo que pasan 150 años, lo que sirve de mote a estos coloquios en 2024). No dudamos de que existieran, entre otras cosas, porque constan en otras latitudes, pero no encontramos evidencia de ellos en esta región rayana en este período.
Por último, pero aún sobre la cuestión de las fuentes, recorremos, esencialmente, a las comunicaciones interministeriales y entre las autoridades administrativas de la geografía estudiada, que se encuentran en el fondo relativo al Ministério do Reino, que incluye las comunicaciones enviadas por el Ministerio del Reino a diversas entidades, como los Gobiernos Civiles u otros departamentos ministeriales y también las comunicaciones que recibió, nombradamente, de las autoridades administrativas distritales. Además de este fondo, también encontramos documentación relevante para el tema que nos proponemos estudiar en el archivo de correspondencia de Fontes Pereira de Melo en la colección Reservados de la Biblioteca Nacional de Portugal.
La conspiración carlista en Elvas en 1873
Como hemos visto, encontramos la ciudad de Elvas referenciada como epicentro de una conspiración carlista, activamente ayudada en territorio portugués ya desde 1870, y encontramos mención a la misma como punto de paso o circulación de agentes, supuestamente vinculados a los movimientos que agitaban España desde el inicio del periodo conocido como Sexenio Democrático[2].
La importancia de esta ciudad para el tema parece innegable, lo que se puede deber a varios factores que no pretendemos explorar aquí, pero que, eventualmente, tendrán que ver con su posición geográfica de proximidad con España y con sus dinámicas sociales.
Teniendo esto en cuenta, en 1873, tenemos noticias de una nueva conspiración carlista de la que Elvas sería la base, en una alerta del Gobernador de Badajoz, de lo que partiremos para esta exposición[3].
Aunque no este fechada, la podemos situar entre los finales de mayo o principios de junio de 1873 (ya durante la I República española, por consiguiente) pues que originó la comunicación fechada el 02 de junio de 1873 en la que el MR (Ministerio del Reino) la retransmite al Gobierno Civil de Portalegre, advirtiéndole de que en Elvas «se conspira a favor de las facciones miguelista y carlista»[4]. En esta comunicación, en la cual se reproduce la alerta del Gobernador de Badajoz, se señalan los principales agentes de la dicha conspiración: Rotenfoi, indicado como un oficial carabinero, que había sido expulsado de ese cuerpo por haber disparado sobre uno de sus jefes y que había integrado el bando carlista dirigido por “Ciscano de Extremadura”; Christobal Vaquero, indicado como agente de negocios en Badajoz, antiguo sargento de caballería, con más o menos 40 años, de quien se adelantan sus señales físicos (moreno, barba cerrada, alto y delgado), dándole como morando en una barbería llamada “del español” en la Rua do Padrão; el hijo del General Sabariegos[5], que tan pronto está en Elvas, como en Lisboa u Oporto; y D. Francisco Fernandez Marqueta[6], cuyo nombre verdadero sería Conde de la Torre del Fresno[7], y que espera ser el Comandante General de Extremadura para cuyo papel confía obtener el apoyo de Sabariegos. En esta citada comunicación al Gobierno Civil de Portalegre se pide que todos estos individuos sean presentados al Gobierno Civil de Lisboa, así como los españoles emigrados que vivan en lo distrito.
En vista de esta organización, sabemos por una carta del Gobierno Civil de Portalegre al MR, fechada del 10 de junio de 1873, que estos individuos habían sido citados el día 06 para presentarse en el Gobierno Civil de Lisboa. En consecuencia, el Conde de la Torre del Fresno (D. Francisco Fernández Marqueta) y Hermenegildo Casado (nombre del individuo que había sido identificado como hijo de Sabariegos) salieron de Elvas para la capital, lo que fue presenciado, tanto por el Administrador del Consejo de Elvas como por el jefe de la comisaría de la estación de ferrocarril, siendo estas autoridades también testigos del embarque de Ramon Carrilho en dirección a España.
En la misma nota, con relación a Christobal Vaquero, se dice no ser conocido en Elvas ningún español con el nombre de «Cristovam Vaqueiro», en particular, en la barbería “del español», donde fue encontrado el citado Ramon Carrilho. En cuanto a Rotenfoi, se nos dice, basándose en declaraciones de Hermenegildo Casado, que este salió de Elvas para Monforte para comprar lanas y que será citado para presentarse al Gobierno Civil, en Lisboa, tan pronto como regrese. La misma comunicación nos presenta a un nuevo personaje, D. Manuel Domingos García, un español al que el día 09 se citó para se presentar en el Gobierno Civil de Lisboa porque, ante el Administrador del Consejo de Elvas, se declaró emigrante carlista, diciendo que había formado parte de una guerrilla dirigida por Chiba, dispersa en la provincia de Ciudad Rodrigo.
En consecuencia de estos movimientos, en comunicación de lo MR al Gobierno Civil de Portalegre, fechada de 14 de junio de 1873, se informa de la presentación del Conde de la Torre del Fresno al Gobierno Civil de Lisboa, que acusa recibo de la misma, y le comunica que el conde se aloja en el número 24 de la Rua Nova da Princesa[8], refiriendo también Christobal Vaquero, opinando que era poco probable que no se presentase al Gobierno Civil de Lisboa, ya que iba acompañado de un guardia, adelantando que Hermenegildo Casado todavía no se había presentado a esa autoridad.
El documento utiliza una terminología que consideramos reveladora de la actitud de las autoridades portuguesas frente a la realidad española de la época, concretamente en lo que se refiere a los fines de la vigilancia, recomendando que se la siga ejerciendo «sobre los súbditos españoles emigrantes políticos o sospechosos», no les permitiendo residir «en las poblaciones de la raya», reforzando la orden de internamiento según las «reglas generales», para «evitar conflictos desagradables (…) con el gobierno del reino vecino»[9], dando un ejemplo de lo que no se debe hacer – permitir que los individuos mencionados en esta carta vuelvan a España, contrariamente a lo que ya pasara con el nombrado Ramón Carrilho, pues la intención de estes sujetos es volver a Portugal, para seguir «conspirando contra el orden de las cosas en el país vecino»[10].
En la misma fecha, el MR remitió una comunicación al MAE (Ministerio de los Asuntos Exteriores), dándole a conocer que el Gobierno Civil de Portalegre había ordenado la presentación del Conde de la Torre del Fresno y de Hermenegildo Casado al Gobierno Civil de Lisboa, informando que el primero de estos individuos se presentó allí (confirmando lo que hemos visto anteriormente) con el fin de seguir las mencionadas «reglas generales» – salir de Portugal para la isla de Madeira o un país extranjero distinto de España o Francia – y que el segundo, habiendo engañado a las autoridades, no se había presentado, por lo que se ordenó una vez más su detención y envío a Lisboa, esta vez acompañado de un guardia[11] En esta misma carta, encontramos otra manifestación de lo que mencionamos anteriormente como la actitud de las autoridades portuguesas sobre el asunto en cuestión, ya que el MR presenta las acciones referidas como una forma de demostrar al representante español en la corte «que el gobierno emplea siempre los más activos esfuerzos para impedir que, en las fronteras de Portugal, tengan lugar conspiraciones contra el orden de las cosas (…) en España»[12].
Sin embargo, a pesar de la actitud aparentemente cumplidora del Conde de la Torre del Fresno, es importante destacar lo que se afirma en una comunicación dirigida por el MR al MAE, el 18 de junio de 1873, en la que nos enteramos de que el Conde se queja de los procedimientos de las autoridades, considerando injusta la orden de abandonar el reino, solicitando que sea revocada, porque no había cometido ningún delito que la justificase, ni era sospechoso, y porque el consulado español le había, incluso, otorgado una tarjeta de registro, permitiéndole residir en Portugal. A la vista de estas alegaciones, se pidieron instrucciones al MAE sobre cómo proceder con este español, pues «parece que no debería habérsele expedido dicho documento si se le consideraba conspirador o sospechoso»[13].
Las preocupaciones por la vigilancia eficaz de la raya, la buena vecindad con España y la prevención de posibles “contagios”, ya estaban también presentes en una circular de 11 de junio de 1873, enviada a los Gobiernos Civiles de Portalegre, Castelo Branco, Guarda y Bragança, transmitiendo un llamamiento más de una autoridad extremeña – en esta ocasión, del Gobernador de la Provincia de Cáceres – para impedir la «protección y auxilio de los pueblos de la raya de Portugal en la formación de partidas carlistas» que se estaban organizando en los límites de las provincias de Cáceres y Salamanca, y que ya contaban con «ciento y tantos hombres al frente de los cuales debe figurar un cura portugués», bajo las instrucciones de un alto oficial residente en Portugal, contando los conspiradores con refuerzos que vendrían de allí[14].
Christobal Vaquero, que fue nombrado recientemente, en la citada carta del 14 de junio de 1873 al Gobierno Civil de Portalegre, vuelve a ser objeto de comunicación entre autoridades administrativas, esta vez en una carta del MR al MAE, en 23 de junio, en la que se le identifica como «uno de los súbditos españoles residentes en la ciudad de Elvas que, por sospecha de conspirar a favor de los carlistas, fue recomendado para vigilancia policial». Habiéndose presentado en el Gobierno Civil de Lisboa, como se le había ordenado, para ir a Madeira o a otro país que no fuera España o Francia, impugnó la decisión, alegando que no reunía los requisitos para ser considerado emigrante político, por lo que el MR pidió al MAE aclaraciones al respecto, para que se tomara una decisión sobre su destino[15].
A todos estos individuos mencionados e identificados como figuras relacionadas con la conspiración carlista que se gestaba en Elvas, hay que añadir el nombre del «súbdito español, Domingos da Cruz, emigrante carlista», que el Gobierno Civil de Portalegre ordenó se presentara en Lisboa, también en esta época, pero cuyo nombre no hemos encontrado referenciado en ninguna otra comunicación[16].
Sin embargo, antes de las presencias conspiratorias carlistas en Elvas, señaladas por el Gobernador de Badajoz, encontramos en febrero, en una carta del MR al MAE, la mención de la presencia en Portugal de dos individuos que allí serán nombrados: Christobal Vaquero y Hermenegildo Casado. De hecho, en una carta fechada el 04 de febrero de 1873 (por lo tanto, antes que se instaurara la República en España), se da la orden para que algunos emigrantes carlistas españoles sean intimados a abandonar Portugal, entre ellos estos dos, y se nos da información sobre los personajes: el primero, es natural de Valencia, residente en Badajoz y secretario de la Junta Carlista; el segundo, es natural de Villanueva de la Serena, en la provincia de Badajoz. En esa fecha, ambos aparecen viviendo, junto con otros dos españoles citados, en un hotel, en el número 24 de la Rua dos Fanqueiros, en Lisboa[17].
Tras las referencias a Christobal Vaquero y Hermenegildo Casado, que acabamos de mencionar, debemos destacar el contenido de una circular del MR a todos los gobiernos civiles del país, fechada el 25 de abril de 1873, notable por el modo en que se formulan explícitamente determinados razonamientos o conclusiones, dejando ver el temor al posible “contagio” de la agitación del otro lado de la frontera o a que la situación de conflicto y agitación revolucionaria en España se extendiera a Portugal, afectando a las instituciones del país y a la estabilidad nacional, por lo que «es deber del gobierno y de todos sus agentes preservar al pueblo de cualquier contagio anárquico», pues que «las ideas e intereses que luchan en España pueden querer crear en Portugal elementos que les favorezcan», haciendo «propaganda de doctrinas contrarias a las instituciones y a la dinastía constitucional». Por ello, era deber de las autoridades portuguesas impedir que «cualquier extranjero conspire contra el orden de cosas establecido en el reino vecino», no permitiendo que elementos de las facciones beligerantes en España «se refugien en nuestro territorio para conspirar»[18].
Mientras tanto, también en abril, encontramos la primera referencia a la presencia en Elvas del que sería identificado en junio como uno de los principales agentes de la conspiración carlista en la ciudad: el Conde de la Torre del Fresno. En efecto, en carta fechada el 30 de abril de 1873, el Gobierno Civil de Portalegre informaba al MR de su presencia, advirtiendo que, incluso, había «promovido algunas reuniones»[19] de sus correligionarios, según información del Administrador de aquel municipio, quien opinaba que su estancia en la ciudad «no parecía muy conveniente»[20], aprobándose, al grado ministerial, instrucciones para actuar contra él «siguiendo las órdenes generales (…) en relación con los emigrados carlistas, cualquiera que sea su rango y posición»[21].
Ya sin relación con los individuos nombrados en la comunicación del Gobernador de Badajoz de la que partimos, pero, aún, con la presencia carlista en la ciudad de Elvas, cabe destacar la alerta recibida, por el propio Andrade Corvo[22], del ministro español en la Corte portuguesa, advirtiéndole de la presencia del General Sabariegos en aquella ciudad, lo que motivó la carta de 14 de julio de 1873 al Gobierno Civil de Portalegre. Sin embargo, pocos días después, la autoridad administrativa del distrito, según información del Administrador del Consejo de Elvas, comunica que Sabariegos no se encontraba en la ciudad y que tal vez hubiese sido confundido con D. Antonio Caballero de Rodas[23], que fue a vivir en Portugal, «por temor a ser molestado a consecuencia de los acontecimientos políticos en España»[24].
Pocos días después, interrumpiendo la sucesión de alertas relacionadas específicamente con Elvas, se envió de nuevo una alerta al Gobierno Civil de Portalegre, en carta fechada el 30 de julio de 1873, en la que se llamaba la atención del magistrado sobre el hecho de que el ministro español en Portugal había alertado que, a través de la frontera de Badajoz, se estaba introduciendo material bélico en aquella república «en grandes cargamentos de no menos de 100 armas cada uno», requiriendo el MR una acción activa y cuidadosa por parte de las autoridades locales para que tales actos de contrabando no se repitan, ya que es (…) necesario mantener las mejores relaciones con el gobierno del país vecino»[25].
Alrededor de una semana después, fue el Gobierno Civil de Portalegre el que envió al MR muestras de preocupación por acontecimientos que podían afectar al distrito a su cargo, con origen «a 12 kilómetros de la frontera», en Extremadura. De hecho, el 07 de agosto de 1873, el magistrado informó que el Administrador del Consejo de Elvas había recibido noticias de un español que había estado en Valencia de Alcántara y le dije que «se está organizando allí un alzamiento carlista», esperando la llegada de «una fuerza del mismo partido que cree ser constituida por 300 hombres». Informa también que el principal agente era Fernando Romero, posadero, que «tiene ahora mucho dinero», después de haber vivido anteriormente en extrema pobreza, lo que es de dominio público, y se sospecha haber mandado «confeccionar uniformes en una de las parroquias próximas a la frontera»[26].
Las advertencias sobre movimientos carlistas continuaron ese mes de agosto, no sólo en Elvas, sino en otras zonas próximas a la frontera entre el Alentejo y la Extremadura, en el distrito de Portalegre, como lo demuestra una carta de 21 de agosto de 1873 del MR al Gobierno Civil de este, relativa a una comunicación de 14 de agosto de 1873 del ministro de España en Portugal al gobierno portugués sobre los «trabajos de la facción carlista emprendidos de acuerdo con algunos súbditos portugueses»[27]. En ese informe, se alega que un tal Menezes, de Vila Viçosa, y Calça e Pina, de Sousel, «protegen, ayudan y ocultan al cabecilla Sabariegos, principal agitador carlista, en sus maniobras entre Elvas y Campo Maior y en sus continuas entradas y salidas por la frontera»[28], instando al magistrado al que va dirigido, a que certifique la veracidad de la noticia, que «no parece carecer de fundamento porque (…) un español detenido en Beja declaró (…) que esperaba instrucciones del citado cabecilla que se encontraba en la ciudad de Elvas», donde, como hemos visto, se había señalado su presencia el mes anterior, aunque no se la había confirmado oficialmente.
Tras estas investigaciones, el Gobierno Civil de Portalegre, en carta de 09 de septiembre de 1873, recibió información sobre el asunto del Administrador del Consejo de Sousel, quien señaló que, aunque António de Calça e Pina sea «amigo de (…) Sabariegos», no creía que hubiera «ayudado a sus planes revolucionarios», y que hacía mucho tiempo que no recibía noticias suyas, añadiendo que la prensa había recientemente informado de que Sabariegos había entrado en España por Melgaço[29].
Mientras tanto, a principios de septiembre de 1873, nótese el contenido de la carta fechada el 03 de septiembre de 1873, enviada por el MR a los Gobiernos Civiles limítrofes con Extremadura (Portalegre, Évora, Beja y Castelo Branco), transmitiendo la información que el Gobierno de Badajoz había dado al ministro español en Portugal, según la cual, «en la frontera portuguesa de aquella provincia y de Cáceres se trabaja activamente en el levantamiento de guerrillas carlistas con ayuda de la facción miguelista»[30], instando a que las autoridades administrativas locales, hagan todo lo que sea posible para impedir «en la frontera portuguesa que personas conspiren contra el orden público del país vecino o presten ayuda (…) a la formación de guerrillas»[31]. Teniendo en cuenta el contenido de esta comunicación, creemos conveniente destacar la justificación dada por el MR a dicho llamamiento: «no dar al gobierno del reino vecino el menor pretexto para quejas o recriminaciones basadas en la falta de celo y actividad de las autoridades fronterizas para anular los esfuerzos de los agentes carlistas y miguelistas, que (…) se albergan en territorio portugués para (…) conspirar»[32], traspareciendo también este razonamiento en la carta enviada al MAE el día 05 del mismo mes, en la que se señala la advertencia hecha a los Gobiernos Civiles de los distritos limítrofes con Extremadura, responsabilizándoles de una posible «falta de celo (…) en el desempeño de tan importante servicio, ya que su negligencia y dejadez podrían servir de motivo a quejas y recriminaciones del Gobierno español, que conviene evitar»[33]. A la vista de estas consideraciones y de su formulación, no podemos dejar de encontrar una cierta continuidad con las justificaciones para la vigilancia diligente de la frontera con España y el control de la posible connivencia entre los miguelistas y los carlistas que vimos en las citadas cartas de 14 y 18 de junio del mismo año.
Finalizando la secuencia de comunicaciones sobre la necesidad de vigilar y fortificar la frontera entre el Alentejo y Extremadura, cabe destacar el contenido de una comunicación del Gobierno Civil de Évora al MR, del 06 de septiembre de 1873, sobre la presencia militar en Vila Viçosa (localidad ya mencionada, en relación con la protección supuestamente prestada por uno de sus vecinos a un general carlista), que nos parece reveladora de la posible connivencia miguelista-carlista en la misma población. A propósito del movimiento de fuerzas militares preventivas entre Elvas y Vila Viçosa, la autoridad administrativa del distrito subraya la importancia de que esta última no quede desprotegida, pues «si hay alguna tierra en este distrito donde se pueda temer cualquier intento miguelista en favor de los carlistas, es ciertamente Vila Viçosa»[34].
Aun en ese mismo mes, Elvas vuelve a ser mencionada varias veces en comunicaciones del tipo de las que venimos examinando, lo que pone de relieve la importancia de la ciudad como espejo en Portugal de los disturbios que se vivían al otro lado de la frontera en 1873, en particular en relación con la campaña de la guerra carlista en Extremadura, sirviendo de lugar de residencia o base a diversos agentes de esa facción.
La ciudad fue mencionada de nuevo en una carta del MR al Gobierno Civil de Guarda, el 12 de septiembre de 1873, según la cual un líder carlista (llamado João Rodrigues) se encontraba en casa de un cura en el municipio de Sabugal, reclutando gente para la guerrilla de esa facción, «con otros individuos de Elvas»[35]. Posteriormente, en el 16 del mismo mes, en carta dirigida al Gobierno Civil de Lisboa, se solicitaba a este magistrado información sobre las «costumbres y relaciones» de un cierto João Mestre Rodrigues, que sospechamos ser el mismo João Rodrigues que acabamos de ver referenciado en Sabugal, en primer lugar, porque se decía que João Mestre Rodrigues vivía en Elvas (hasta agosto, cuando se trasladó a Belém), y porque el MR «suponía que él era un agente de los carlistas, encargado de reclutar gente para las guerrillas»[36]. Como ya sabemos, esto era precisamente lo que João Rodrigues estaba haciendo en Sabugal…
El mismo individuo fue también objeto de una comunicación del MR al Ministerio de Hacienda en la misma fecha, en la que se revelaba que el Gobierno Civil de Évora había informado al MR de que «se estaban realizando allí algunos intentos a favor de la causa carlista», nombrando al antiguo residente de Elvas, João Mestre Rodrigues, como uno de sus agentes y se sospechaba que era el autor de telegramas enviados «desde Évora a Lisboa en junio de 1872, concebidos en términos muy sospechosos», bajo el nombre de João. Por esta razón, y dado que él trabajaba como Guardia de Aduanas, se alertó al Ministerio de Hacienda de que este individuo estaba siendo investigado[37].
Al finalizar el primer año del primer experimento republicano español, volvemos a tener noticias de algunos de los personajes mencionados en la nota del Gobernador de Badajoz, con la que iniciamos este breve ensayo. Una comunicación del MR al MAE, fechada del 18 de diciembre de 1873, denuncia la presencia en Lisboa de varios individuos de la Junta Carlista de Extremadura, entre ellos, precisamente, el Conde de la Torre del Fresno y Christobal Vaquero (aquí referido como «un tal Baquero»), contra los cuales el gobierno desea tomar medidas para impedir «conspiraciones en este reino contra el orden de cosas establecido en España»[38]. En esta carta, el MR pedía al ministro español en la Corte un juicio sobre la permanencia o no en Portugal de los individuos allí nombrados, añadiendo que el ministro español anterior al entonces en funciones se había pronunciado favorablemente sobre la autorización de residencia en Portugal del Conde de la Torre del Fresno.
En un otro plan, y utilizando un tipo de fuente radicalmente diferente, seguimos reconociendo a Elvas como un punto clave en las dinámicas relacionadas con la política española durante el periodo en cuestión, siendo muy evidente la importancia de la ciudad portuguesa en las intrigas relacionadas con ella.
Como podemos deducir de la lectura de los manuscritos reservados integrantes de la correspondencia de Fontes Pereira de Melo, el gobierno portugués tenía a su servicio un agente encubierto, llamado F. Manuel Rebello, en el grupo que giraba en torno al Conde de Peniche[39], cuyas comunicaciones o informes nos permiten percibir algunos de los contactos o influencias que estos tenían en relación con las diversas fuerzas que agitaban España. En efecto, según estas comunicaciones, los Penicheiros, que en Portugal contaban con un fuerte apoyo de las fuerzas legitimistas, estaban en activa comunicación y enlace con los carlistas españoles[40], pero también con las fuerzas republicanas activas en ambos lados de la frontera luso-española [41].
Así, en lo que se refiere a los vínculos entre agitadores de la escena política portuguesa – como los Penicheiros – y agentes políticos españoles, muy presentes en la frontera entre Elvas y la Extremadura, encontramos frecuentes alusiones a esta región rayana en las notas del informante que hemos mencionado. De hecho, incluso antes de la instauración de la república en España (pero ya en 1873), nos enteramos de que uno de los agitadores portugueses integrante del grupo mencionado – el Vizconde de Ouguela[42] – posee una finca en Campo Maior, que puso «a disposición de los carlistas, donde estos celebran sus reuniones, porque está en la frontera con España»[43]. Esta frontera vuelve a ser mencionada en las cartas del citado informante a Fontes Pereira de Melo, ya que el Conde de Peniche había enviado un emisario a España para «hacer más seguras algunas armas que estaban en nuestra frontera y traer otras que allí habían llegado recientemente»[44].
Ya instaurada la República en España, el 16 de marzo de 1873, el informante al que seguimos escribía desde Elvas, donde se hospedaba en el hotel donde se había alojado Zorrilla[45], al inicio de su estancia en Elvas, donde estaba, y donde «todavía se encontraban algunos españoles»[46], informando que, en aquella ciudad, Zorrilla «no había sido saludado por ninguna persona decente, a excepción del Gobernador Militar y de Vasconcelos, de quien era huésped» y «por muchos españoles distinguidos»[47]. Pero, tres días después, según relata en carta fechada el 20 de marzo de 1873, fue el propio F. Manuel Rebello quien fue a visitar a Zorrilla, «para ver si averiguaba algo», pues quería informarse sobre su presencia y actividades, presentándosele como «amigo y correligionario político del Marqués de Angeja y del Vizconde de Ouguela»[48].
La última carta de que disponemos, de las escritas en Elvas, está fechada del 22 de marzo de 1873 y nos parece relevante, en primer lugar, porque revela un esfuerzo más de F. Manuel Rebello por descubrir posibles maquinaciones entre ciertos agentes políticos españoles (en este caso, Zorrilla) que estaban en contacto con personajes portugueses. Además, el relato contenido en esta demuestra la estrecha proximidad entre personajes como el citado Zorrilla y figuras como el Vizconde de Ouguela – de hecho, la información procede de un encuentro casual entre el informador y el hijastro de este último, que menciona que iba a Lisboa y «antes de partir pensaba averiguar si Zorrilla quería algo para su padrastro», que se encontraba en prisión en ese momento. En vista de ello, F. Manuel Rebello aprovechó para acompañarle y visitar de nuevo al político español, aguardando después que el hijastro de Ouguela regresara para «enterarse de lo que tiene que decirle a Zorrilla»[49].
Conclusión
Las comunicaciones epistolares que aquí hemos mostrado – tanto las de carácter oficial, entre órganos gubernamentales y administrativos, como las de carácter confidencial y “de denuncia», procedentes de un agente encubierto y dirigidas al presidente del Consejo de Ministros – nos permiten concluir que los movimientos que se estaban produciendo en Extremadura durante la Primera República Española no eran, en absoluto, indiferentes a las autoridades portuguesas.
Sin embargo, con base en la documentación consultada, concluimos que la principal preocupación de las autoridades portuguesas, en lo que se refiere al control de las fronteras, era la amenaza carlista.
Esta se manifestaba, en primer lugar, en la mera proximidad a la frontera, con la posibilidad de que el orden público se viera alterado por la entrada de partidas carlistas en Portugal, como vemos en la ya citada carta de 07 de agosto de 1873 del Gobierno Civil de Portalegre al MR; pero, sobre todo, en el temor de que la presencia carlista en el país y la propagación de sus ideas y principios fortalecieran a las fuerzas legitimistas portuguesas y el sentimiento miguelista aún presente en sectores de la sociedad portuguesa, que, además, les proporcionaba apoyo logístico y material.
Creemos que sólo el citado temor puede explicar la atención que las autoridades dedicaron a esta amenaza, en la que se centró la inmensa mayoría de las comunicaciones que consultamos para nuestro trabajo. Naturalmente, encontramos algunas notas sobre la amenaza o el posible «contagio» de otras agitaciones que se estaban produciendo en territorio español al mismo tiempo que la III Guerra Carlista (piénsese en los diferentes movimientos republicanos o cantonales) pero, de hecho, la insumisión en nombre de D. Carlos parecía ser vista por las autoridades portuguesas como la mayor amenaza, centralizando su atención y cautela.
En esta línea, la otra fuente que hemos traído a colación en este breve ensayo, aunque no traduce la voz oficial o «de la autoridad» que utilizamos al consultar las comunicaciones interministeriales y administrativas, confirma lo que venimos diciendo sobre la presencia de la facción carlista dentro de las fronteras portuguesas, en este caso en la raya del Alentejo. Basta recordar lo que le dice el informante que trabaja para el presidente del Consejo sobre el hecho de que el Vizconde de Ouguela ha puesto a disposición de los carlistas españoles su finca en Campo Maior para que allí puedan celebrar sus reuniones.
Nos parece posible concluir que las autoridades veían la presencia carlista y su connivencia con los miguelistas portugueses no sólo como una amenaza para la dinastía reinante en aquel momento, sino también para los principios constitucionales y el propio sistema liberal vigente en el país, lo que años antes había derrotado el miguelismo por la fuerza de las armas. Y si bien es cierto que las autoridades temían la alteración de la tranquilidad y del orden públicos, así como la amenaza a los principios liberales y constitucionales vigentes durante el reinado de D. Luís, tampoco nos parece irrazonable juzgar la lucha contra la «amenaza carlista» como una forma de engrandecimiento de la autoridad que la emprendía, salvando la patria y los valores que acabamos de mencionar. De hecho, este pensamiento queda bien reflejado en las palabras del informante que mencionamos, quien, ante las amenazas que se cernían sobre el país, dijo a Fontes Pereira de Melo: «Cuento con usted, una vez más, para poder salvar a la patria y al Rey»[50].
A esto hay que añadir lo que hemos visto como otra motivación para el control y vigilancia de la frontera, impidiendo la entrada y actuación en Portugal de agentes carlistas españoles, así como el posible apoyo a los mismos o la cooperación con ellos por parte de ciudadanos portugueses – se deseaba evitar recriminaciones o críticas por parte del gobierno español, lo que queda bien reflejado en las formulaciones, por ejemplo, en las ya citadas cartas del MR al Gobierno Civil de Portalegre, de 14 de agosto de 1873, o la enviada por ese Ministerio al de los Asuntos Exteriores el 05 de septiembre del 1873, según las cuales se trataba de «prevenir conflictos con el reino vecino» o «mostrar trabajo» al ministro español en la Corte, no dando a la república española «motivos de queja».
Lo que aquí escribimos pretende documentar el modo en que, no en Extremadura, sino «al otro lado de la frontera extremeña», en el Alentejo, se dejaba sentir la turbulenta dinámica política que configuró el primer experimento republicano español, a partir de un aviso del Gobernador de Badajoz sobre una «conspiración carlista» que se tramaba en la ciudad de Elvas. Esto demuestra plenamente cómo la realidad política de la época daba a la región rayana la naturaleza de una unidad territorial, en cierto modo, continua, que servía de escenario a un constante intercambio de ideas y maquinaciones que los individuos que lo recorrían hacían circular, siempre vigilados por las autoridades de cada lado de la frontera, que estaban unidas en un esfuerzo común.
Por último, también es nuestra intención recuperar la memoria de agentes de estas microhistorias, muchos de ellos olvidados, pero que, con sus acciones, jugaron un papel fundamental en la preparación de actos o en la difusión de ideas que repercutieron en la historia «general» y en lo que quedó registrado como «la Historia de la Primera República en Extremadura». Fueron personas como Hermenegildo Casado, Christobal Vaquero o D. Francisco Fernández Marqueta quienes también la hicieron.
Bibliografía y fuentes
Bibliografía:
Doria, L. (2004). Correntes do Radicalismo Oitocentista, O Caso dos Penicheiros (1867-1872). Lisboa: Instituto de Ciências Sociais da Universidade de Lisboa.
Mónica, M. F. (Coord.). (2004). Dicionário Biográfico Parlamentar (1834-1910) (Vol. I e II) Lisboa: Assembleia da República/Instituto de Ciências Sociais da Universidade de Lisboa
Fuentes:
PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/1
PT/TT/MR/SG-2ªREP-RG/131/25
PT/TT/MR/SG-2ªREP-RG/131/26
PT/TT/MR/SG-2ªREP-RG/131/27
PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/1
PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2
BN/AP/FPM/Cx. 03
[1]Véanse, por ejemplo, las comunicaciones del Ministerio do Reino al Gobierno Civil de Portalegre em 15 de febrero de 1870 o la enviada al Ministerio de los Asuntos Exteriores el 23 de febrero 1870, transmitiendo información sobre la «conspiración que se dice promueven los carlistas y miguelistas, cuyo punto central es la plaza de Elvas». Todo ello, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/1.
[2] Como ejemplo de lo que decimos, véanse referencias en las comunicaciones del Ministerio do Reino al Gobierno Civil de Portalegre o al Ministerio de los Asuntos Exteriores, fechadas, respectivamente, el 20 de agosto de 1869 y el 07 de octubre del 1868, en PT/TT/MR/SG-2ªREP-RG/131/25.
[3] PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/1.
[4] Comunicación del Ministerio do Reino al Gobierno Civil de Portalegre, el 02 de junio de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[5] Veterano de las tres guerras carlistas que, en lo que respecta a la nuestra cronología, en el inicio de 1873, era comandante de las operaciones carlistas en la Galicia, y después fue colocado por Carlos VII, à la cabeza de las provincias extremeñas y manchegas, acabando por ser muerto em combate cerca del pueblo de Retamosa, en la provincia de Cáceres. Sobre esta figura, véase https://dbe.rah.es/biografias/5528/vicente-sabariegos-sanchez.
[6] Que, bastante después de este período, fue senador por la provincia de Badajoz, véase https://www.senado.es/web/conocersenado/senadohistoria/senado18341923/senadores/fichasenador/index.html?id1=2919. También debemos consultar https://personajesdebadajoz.blogspot.com/2020/06/francisco-fernandez-marquesta.html. Cabe señalar que encontramos el nombre del Conde de la Torre del Fresno escrito como «Marqueta» o «Marquesta».
[7] Cabe señalar que Francisco Fernández Marqueta no es un nombre falso utilizado por este individuo, como se podría suponer de la lectura de esta carta. Además, de todas las demás comunicaciones consultadas,
en las que él se menciona, se desprende que Francisco Fernández Marqueta es realmente el nombre del Conde de la Torre del Fresno, como se desprende de las otras fuentes consultadas, como las páginas web consultadas, e indicadas adelante, en relación con la nota 49.
[8] Actualmente Rua dos Fanqueiros. Carta del 09 de junio de 1873 del Gobierno Civil de Lisboa al Ministerio del Reino, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/1.
[9] Nos llama la atención que varios meses después de la instauración de la República en España, las autoridades portuguesas siguieran refiriéndose a ese país como «el reino vecino»
[10] Todos, de la carta de 14 de junio de 1873 del Ministerio del Reino al Gobierno Civil de Portalegre, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[11] Carta del Ministerio del Reino al Ministerio de Asuntos Exteriores, 14 de junio de 1873, en PT/TT/MR/SG-2ªREP-RG/131/27. La orden de buscar y detener de nuevo a Hermenegildo Casado figura en carta del Ministerio del Reino al Gobierno Civil de Portalegre, de 10 de junio de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[12] Carta del Ministerio del Reino al Ministerio de Asuntos Exteriores, 14 de junio de 1873, en PT/TT/MR/SG-2ªREP-RG/131/27.
[13] Carta del Ministerio del Reino al Ministerio de Asuntos Exteriores, el 18 de junio del 1873, en PT/TT/MR/SG-2ªREP-RG/131/27.
[14] Todo, a partir de la carta del Ministerio del Reino a los Gobiernos Civiles de Bragança, Castelo Branco, Guarda y Portalegre, el 11 de junio de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[15] Carta del Ministerio del Reino al Ministerio de Asuntos Exteriores, 23 de junio de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[16] Carta del Gobierno Civil de Portalegre al Ministerio del Reino, el 19 de junio de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/1
[17] Carta del Ministerio del Reino al Ministerio de Asuntos Exteriores, de 04 de febrero de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[18] Todo, cf. la comunicación del Ministerio del Reino a todos los Gobiernos Civiles del continente, el 25 de abril de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[19] Carta del Gobierno Civil de Portalegre al Ministerio del Reino, 30 de abril de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/1.
[20] Idem.
[21] Carta del Ministerio del Reino al Gobierno Civil de Portalegre, el 05 de mayo de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[22] En esa época era ministro de Asuntos Exteriores. Véase Mónica, M. F. (Coord.) (2004). Dicionário Biográfico Parlamentar (1834-1910) (Vol. I.) Lisboa; Assembleia da República/Instituto de Ciências Sociais da Universidade de Lisboa, pp. 841-843.
[23] Militar y político español llamado Antonio Caballero Fernández de Rodas, referenciado en https://dbe.rah.es/biografias/26617/antonio-caballero-fernandez-de-rodas.
[24] Carta del Ministerio do Reino al Ministerio de Asuntos Exteriores, el 21 de julio del 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[25] Carta del Ministerio del Reino al Gobierno Civil de Portalegre, de 30 de julio de 1873, en PT/TT/MR/SG-2ªREP-RG/131/27.
[26] Carta del Gobierno Civil de Portalegre al Ministerio del Reino, de 07 de agosto de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/1.
[27] Carta del Ministerio del Reino al Gobierno Civil de Portalegre, de 21 de agosto de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[28] Véase copia de la nota de Fernández de Los Ríos al MAE, de 14 de agosto de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/1.
[29] Todo, a partir de la carta de la Administración del Consejo de Sousel al Gobierno Civil de Portalegre, de 09 de septiembre de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/1
[30] Carta del Ministerio del Reino a los Gobiernos Civiles de Beja, Castelo Branco, Évora y Portalegre, de 03 de septiembre de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[31] Idem.
[32] Idem.
[33] Carta del Ministerio del Reino al Ministerio de Asuntos Exteriores, de 05 septiembre de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[34] Carta del Gobierno Civil de Évora al Ministerio del Reino, de 06 de septiembre de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/1.
[35] Carta del Ministerio del Reino al Gobierno Civil de Guarda, de 12 de septiembre de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[36] Carta del Ministerio del Reino al Gobierno Civil de Lisboa, de 16 de septiembre de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[37] Todo de la carta del Ministerio del Reino al Ministerio de Hacienda, de 16 de septiembre de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[38] Carta del Ministerio del Reino al Ministerio de Asuntos Exteriores, de 18 de diciembre de 1873, en PT/TT/MR/DGAPC-3ªREP1870/3/2.
[39] Figura de la política portuguesa que ocupó diversos cargos públicos (Gobernador Civil, ministro, Par del Reino y diplomático) y fue asumiendo una posición de enérgica oposición al Gobierno, especialmente a partir de 1867. Como destacado líder de la oposición (sobre todo de carácter extraparlamentario), estuvo detrás de la intentona golpista de julio de 1872, que se conoció como «Pavorosa», reuniendo a su alrededor apoyos y figuras vinculadas a los más diversos ámbitos y orientaciones político-ideológicas. Desde 1870, ostentaba también el título de Marqués de Angeja. Véase la entrada que Maria Filomena Mónica le dedica en las páginas 812 a 814 del 3º volumen del Dicionário Biográfico Parlamentar, que ella coordinó, y lo que consta sobre el personaje en Correntes do Radicalismo Oitocentista, O Caso dos Penicheiros (1867-1872), de Luís Doria.
[40] Como ejemplo del entendimiento con esta facción, véase la referencia explícita a las negociaciones con los miguelistas, en la información fechada del 12 de mayo de 1873, BN/AP/FPM/Cx. 03.
[41] Como evidencia de la connivencia entre fuerzas carlistas y republicanas, la mención explícita, en información de F. Manuel Rebello, fechada el 17de febrero de 1873, de «que existían entre republicanos y carlistas, combinaciones para levantar partidos en la frontera», en BN/AP/FPM/Cx. 03.
[42] Terrateniente, filántropo y poseedor de una gran fortuna, habiendo tenido cierto protagonismo en el pensamiento socialista portugués y en el espectro político de las izquierdas de la época. Fue encarcelado por su presunta implicación en el intento de golpe de Estado de julio de 1872, que se conoció como «Pavorosa», cf. Mónica, M. F. (Coord.) (2004). Dicionário Biográfico Parlamentar (1834-1910) (Vol. I.).
Lisboa: Assembleia da República/Instituto de Ciências Sociais da Universidade de Lisboa, pp. 903-904.
[43] Carta de F. Manuel Rebello a Fontes Pereira de Melo, de 10 de enero de 1873, BN/AP/FPM/Cx. 03.
[44] Carta de F. Manuel Rebello a Fontes Pereira de Melo, de 19 de enero de 1873, BN/AP/FPM/Cx. 03. El emisario se llamaría Carlos Soides (aunque no estamos seguros de su apellido) y creemos que la región fronteriza a la que se refiere está en la zona de Elvas, ya que se informa de la huida, en Badajoz, del agente de un policía que le acompañaba.
[45] Una de las principales figuras de la revolución de septiembre de 1868, ocupó cargos ministeriales y la presidencia del gobierno, tanto durante la época del gobierno provisional que siguió a dicha revolución como durante el reinado de Amadeo, tras cuya abdicación se retiró de la vida política. En la época en que aparece aquí, Ruiz Zorrilla, estaba fuera de la vida política, pero aún era Gran Maestre del Gran Oriente de España y dirigente del Partido Radical, lo cual se fue acercando progresivamente a las ideas republicanas, combatiendo el carlismo y la Restauración borbónica. En 1875, Zorrilla fue expulsado de España y se convirtió en un activo conspirador republicano en el exilio. Véase, por ejemplo, https://dbe.rah.es/biografias/5516/manuel-ruiz-zorrilla-y-ruiz-zorrilla.
[46] El Hotel do Garcia, en la Rua de Olivença, 25
[47] Todo a partir de la carta de F. Manuel Rebello a Fontes Pereira de Melo, de 16 de marzo de 1873, BN/AP/FPM/Cx. 03.
[48] Todo a partir de la carta de F. Manuel Rebello a Fontes Pereira de Melo, de 20 de marzo de 1873, BN/AP/FPM/Cx. 03.
[49] Todo a partir de la carta de F. Manuel Rebello a Fontes Pereira de Melo, de 22 de marzo de 1873, BN/AP/FPM/Cx. 03.
[50] Carta de F. Manuel Rebello a Fontes Pereira de Melo, de 17 de febrero de 1873, BN/AP/FPM/Cx. 03.