Oct 012004
 

Marcela Martín Jiménez.

Cuando una persona ha formado parte de la vida de otra, puede proporcionarnos una serie de datos, (recuerdos) que servirán para poder conocer mejor su vida sobre todo cuando esa vida tenía un cierto renombre y reconocimientos en la sociedad, tiene gran importancia, que te digan como era la convivencia diaria, el día a día que forja a la persona y hace historia.

Este ha sido mi caso, sencillo, humilde pero entrañable, esa persona con la que conviví era mi padre, Tomás Martín Gil, un hombre que destacó en su época por erudito, científico, investigador, en resumen polifacético y humanista, y sobre él quiero hablaros, es decir quiero desnudar nuestras intimidades para unirlas a lo que ya se ha dicho y escrito de él, se que esto ayudará a quien quiera conocerlo.

Éramos siete hijos y yo era la número cinco. Sufrí brutalmente el hecho de su muerte pero tuve la suerte de vivir muy cerca de él y de mi madre sus últimos días de vida en los que llegaron las confidencias, las quejas por no habernos colocado o ayudado en nuestros estudios y sufría viendo que ya no podía dar marcha atrás a lo ya inevitable. Dentro de mi juventud me negaba a la evidencia y le animaba para que cuando se levantara de la cama le pusiera remedio a todo aquello, triste y abatido confesaba sus errores, en cuanto a sus hijos y esposa.

Recibía visitas de escritores, historiadores y amigos y hablaba hasta que le faltaban las fuerzas, porque él ante todo era profesor de muchos, orientador y a veces hasta le oí regañar a un “señor” que se atrevía a escribir algo que no era como lo planteaba y cariñosamente mi padre le decía, no sea usted bruto y le daba toda clase de explicaciones para que llegara a caer en la cuenta que no debía firmar una obra si no comprobaba debidamente que era tal y como lo había plasmado en ella.

Hubo bastantes visitas y fui testigo anónimo de lo que cada uno le preguntaba para que antes de irse pudiera ayudarles. Como era un caballero nunca comentó nada de ello, pero yo estaba junto a la habitación por si necesitaba algo y escuchaba aunque no quisiera, al mismo tiempo que aprendía aunque para mi eran cosas demasiado importantes y a veces no entendía bien aquello, pero si fui tomando conciencia de la clase de padre que teníamos. Al quedarse sólo, pasaba para leerle la prensa con el fin de que descansara, no quería que se fatigase más de lo que ya se había cansado, el caso es que tenía deseos de preguntarle cosas de las que había escuchado pero me callaba, no quería que gastase más energías, lo miraba y llegué a la conclusión porque me daba bastante tiempo para meditar y pensar en todas las cosas y creo que nuestro ritmo de vida seguía porque nos fortalecíamos al tomar como ejemplo la paz de mi padre dentro de sus preocupaciones lógicas de la enfermedad y es que él iba siempre con la vida por delante, lo que nos enseñaba él lo hacía, así que teníamos un gran maestro.

Mi padre al escribir pintaba, componía un magnífico cuadro lleno de matices. Era en realidad un cazador de paisajes y un pintor literario de horizontes.

El pintaba cuadros, pero tuvo que dejarlo porque tenía un problema con los colores. Cuando tuvo ocasión cogió una cámara fotográfica y se dedicó a plasmar todo lo que era digno de estudio. En su época tenía la mejor fototeca extremeña hoy muy valiosa porque hay cosas que ya no existen y gracias a él, Extremadura las conserva para su estudio al mismo tiempo pueden llegar a cualquier parte de España.

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Sombras chinescas, Teatro y Cine caseros.

Algo que desconocíamos de mi padre era su carácter alegre y afectuoso y es que eran poquísimas veces las que nos dedicaba su tiempo para distraernos. En ocasiones no se podía salir a la calle a jugar y era entonces cuando nos entretenía. Nos hacía sombras chinescas con las manos, representaba animales, como la cabeza de un perro y él producía un ruido parecido al ladrido; cuando era una paloma o pajarillo, piaba y nos embelesaba porque movía las alas, parecía que volaba.

Había por aquella misma época, cuando éramos pequeños unos teatritos de cartón muy decorados, tenían hasta decorados diferentes para poner según las escenas que quería representar. Los actores llevaban una tira de cartón con la que se ayudaba mi padre, moviendo las figuras para darle más realidad, se metían por los laterales logrando un buen efecto, para nosotros aquello era muy especial.

Pasado un poco de tiempo llegó otro tipo de distracción . Mi padre nos hizo un cine con una caja de zapatos, ya aquello nos encantó, siendo algo nuevo y divertido.

¿Todo esto qué significaba?, sencillamente, que se ocupaba de nosotros cuando podía, que era tierno delicado y alegre. Con tantas ocupaciones cuando estudiaba algo interesante o escribía cosas que había descubierto nosotros que no sabíamos lo importante que era, nos quejábamos y volvíamos a verlo serio y le guardábamos un gran respeto, era esto para nosotros lo más común y corriente.

¡ Días de campo …!

Mi padre era muy dado a pasear por el campo y a veces nos llevaba a alguno de nosotros. Siempre iba buscando plantas, minerales, y todo tipo de animales para su posterior estudio. Al llegar a casa al lado del nombre común les ponía el científico y detallaba los lugares de los que procedían y la fecha en la que lo cogía.

Me gustaban mucho las flores campestres y un día en que iba yo con él me agaché junto a un corro de margaritas y cogía las más iguales y me las colocaba en las trenzas. Mi padre me hizo una foto que es ésta que ilustra el trabajo y yo ni me enteré hasta que la vi, la verdad es que me gustó. Pocas veces posábamos para que nos hiciera fotografías, casi siempre era cuando no nos dábamos cuenta de ello, él quería que fuéramos naturales.

Los días más bonitos de ir al campo, eran los del corderito del Sábado de Pascua y esto lo cuenta mi padre en un motivo extremeño – Trébol pá los borregos – Lo del cordero en Cáceres como costumbre se pierde en la lejanía de los tiempos dice mi padre en que los borregos han sido de los animales domésticos mas antiguos, él hace referencia a la Biblia y nos recuerda que se alude a ellos desde los primeros capítulos del Génesis 4,2b ….Abel era pastor de ovejas. En Gn, 13, 5ª También Lot, que acompañaba a Abraham, poseía ovejas…. En Gn, 22, 13 Abraham levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en los matorrales. Abraham se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo. Isaías 53,7. Fue llevado cómo un cordero al matadero. Esto preconizaba lo que ocurriría en el Nuevo Testamento. Lucas nos cuenta en el capítulo 2, 8-20 (como los pastores son los primeros en adorar al Niño Jesús y le llevaban corderitos como ofrenda. Juan 1,29b, mirad el cordero de Dios. También tenemos lo que nos dice Juan 10,11ª, Yo soy el buen pastor. Y como algo final Mt 18,12, La oveja descarriada…. ¿No deja las noventa y nueve para ir a buscar la extraviada?.

El mercado se instala el Viernes por la tarde, en el que innumerables pastores traen a vender las crías de las ovejas y ponen sus apartados con redes de cuerda o con cancillas de madera para encerrar el ganado y cada uno provisto de su romana para pesarlos y con los cartones de fielato debidamente cumplimentados.

Los niños al recibir su borreguito con cara resplandeciente de contento. ¡Oh minuto venturoso ¡. Con el borreguito en brazos sueñan delicias. El padre al comprarlo paga…, y se hace estas reflexiones: “¡Todos fuimos niños! Además, ¿Hay algún juguete más barato?”

No existía ningún padre tan duro de corazón y cerrado de bolsa que se haga el tonto, y deje a sus críos sin corderito. No conozco a tal. Voy a relatar un sucedido que viene a caso. Se trata de una familia numerosa de siete hijos, la niña más pequeña de cinco años. El hijo mayor de veintidós y ya gana su jornal. Pero el gasto de la casa es proporcionado y nadie en ella había pensado en adquirir el borrego pascual. La pequeña tendría que contentarse con los de sus amiguitas. Por eso cuando ella preguntaba a su madre y hermana si le traerían un borrego le decía una:

– ¡Papá lo traerá!
La otra le afirmaba:
– Hermano, hermano!: pídeselo a él.
Y así llegó el Sábado Santo y la chiquilla comprendió el juego.
– Si -decía- ni mi papá ni mi hermano.

El padre, por fin comprende, y decide un esfuerzo. Compra una corderita blanca y la lleva a casa. La niña recibe la mayor alegría.

De regreso a la hora de comer, al volver del trabajo, el hijo mayor venía pensando en su hermanita. ¿Y si hiciera un esfuerzo, se dijo, y llevara a casa una sorpresa? Y, cómo lo pensó, lo hizo. Con lo cual, los dos esfuerzos se convirtieron en la corderita blanca y en un hermoso borreguito negro. La niña saltaba de contenta, sus hermanos le preparaban los madroños y las alforjas para engalanarlos y salir a campo por la tarde. Se avisó a la vendedora de “trébol” y como se le compró doble ración quedó también contenta y hasta su pregón era más alegre ¡Trébol pá los borregos!

Hasta aquí es lo que mi padre escribió.

Cuando pasaban unos días los borregos eran llevados a la majada del Sr. Marugán un pastor que tenía veinticuatro hijos. El pastor los llevaba a pastar y así engordaban, porque esos corderitos eran los que servían para hacer el frite extremeño ce cordero para el día de la Patrona de Cáceres Nuestra Señora de la Montaña. Jamás podré olvidar aquellos días tan entrañables donde disfrutábamos con nuestros padres de esas costumbres ancestrales que nos unían que era algo que nos ayudaba a conocernos un poco mejor y de ahí ya fui intuyendo lo maravillosos que eran.

Existen bastantes fotografías de borregos, hechas por mi padre así ahora podemos verlas.

Hay otro tema sobre el que me gustaría hablar y es que por esas fechas de los festejos con los borregos le regalaron a mi padre un carnero, grande y dotado de buena cornamenta, a los chicos nos daba miedo y lo regaló a Cruz Roja de Cáceres, para que lo rifaran y sacaran algo para la ayuda a dicha entidad. Venían a casa a por el carnero, lo adornaban con una cinta y llevaban papeletas para vender. Cuando lo traían por la noche hasta que se rifó venían los jóvenes de Cruz Roja agotados pues lo paseaban por todo Cáceres fuertemente atado, también el carnero venía cansado y con hambre de trébol que le teníamos preparado.

A comer todos al Rodeo…

No puedo ahora mismo decir que salidas al campo me gustaban más, aunque si puedo recordar que era porque venía mi padre con nosotros y eso ha quedado reflejado en tantas fotografías hechas por él.

En ocasiones a eso de las doce de la mañana íbamos al Rodeo, mi madre, mis hermanos, las chicas y yo, para comer allí y pasar la tarde. Las chicas llevaban un cesto grande, con platos, cubiertos, comida, pan y todo lo tapaba un mantel que al llegar a un lugar sombreado se extendía en el suelo y se colocaba todo mientras los niños correteábamos de un lado para otro hasta ver llegar a mi padre cargado con el postre que en ocasiones eran “alconfroncios,” así llamaba él a los pasteles, aunque generalmente lo que llevaba era fruta. Nunca olvidaba su cámara fotográfica, ni su bastón.

Nos hacían un columpio con unas sogas y extendían también una manta de cuadros en el suelo para el que quisiera dormir la siesta.

No se les olvidaba llevar un cántaro de agua de esos de barro de los que vendían en el Camino Llano, (de Arroyo de la Luz) y el agua se mantenía fresca y muy apetecible aunque el agua de Cáceres era ferruginosa se notaba, pero entones ni nos enterábamos por estar acostumbrados a ella.

Cuando las ovejas estaban en la majada del Sr. Marugán, cada tarde íbamos a llevarles las sobras de las comidas y los niños solíamos acompañar a los mayores porque allí cerca había hornos de cal y decían que aquello era bueno para la tos y curar la tos ferina al recibir el humillo que aquello producía.

Paz y tranquilidad…

Un día se marchó mi padre a un olivarcillo que teníamos en la falda de la Montaña. En ocasiones cogía sus cosas de trabajo y una frugal comida y se iba a pasar allí el día, ese día en cuestión fue distinto a los demás. Llegó y como era buena caminata la que había hasta llegar, se sentó frente a la casa, y poco a poco colocó lo que llevaba y sacó la llave de la puerta para abrir. Al levantar la vista vio con asombro que la puerta estaba entreabierta, y hasta escuchó unos ruidos y entonces se acercó y preguntó:

– ¿Quién anda ahí? –

Nadie le contestó, pero se fue abriendo la puerta y allí estaba un hombretón que solo verlo infundía temor. Estaba con un saco en una mano y en la otra un objeto, así que mi padre que se dio cuenta de lo que ocurría le dijo:

– Por favor deje esas cosas ahí.

El hombre obedeció y se marchó sin articular palabra. Mi padre tuvo el valor de quedarse y trabajar y lo único que hizo fue marcharse un poco más pronto para que no le anocheciera en el camino cosa que otros días no le importaba.

Tanto la ida como la vuelta era parte de su itinerario San Francisco, la Huerta del Conde, El Marco y los lagares de aceite y luego ya caminos solitarios pasando por alguna finca como ocurría con nuestro olivar que era camino para atrochar e ir a otros lugares.

Cuando llegó a casa y nos lo contó a los chicos nos dio miedo y mi madre y los mayores le acosaban a preguntas del porqué no se había venido enseguida y dado cuenta a la Guardia Civil. No podía venirme porque en la soledad de aquellos parajes podía esperarme y enseguida pensaría que iba a denunciarlo pero si veía que me quedaba era porque no pensaba nada malo contra él. Después de pasados unos días llegamos a saber que se había quedado por allí y que al irse mi padre volvió a por todo lo que pudo cargar.

Cuándo íbamos todos al olivar, íbamos en fila india porque había tramos en el camino que eran muy estrechos en ocasiones.

En la foto que va del olivar, se ve a bastantes personas entre ellas a D. Miguel Ángel Ortí Belmonte, el que fuera Director del Museo provincial de Cáceres, su familia, la nuestra, amigos, todos apiñados a la puerta de la casa del olivar. Está mi padre diciéndole a mi hermano mayor como tenia que hacer la foto. Lleva sombrero con ala ancha, supongo que era de paja y luce amplia sonrisa. Es en una de las poquísimas en las que sale él. En la otra foto del mismo día, también del olivar estamos jugando al corro, por cierto formamos dos para que quedasen dentro los más pequeños. Al fondo está el pozo de muy ancho brocal y algunos olivos. Pendientes de la foto nos debimos de parar para mirar a la cámara, en algunas de las ropas, se aprecia un cierto movimiento y las figuras se ven claramente en los distintos planos en los que se encuentran no es lo que yo llamaría foto plana.

El olivar era un sitio muy adecuado para coger flores silvestres, madreselvas que tenían un perfume embriagador. Los cardos verdes con su flor morada de finísimos filamentos resultaba una planta ornamental muy bonita para embellecer algún lugar sobrio, como un salón o un despacho.

No siempre pero en el olivar recogíamos espárragos verdes, mi padre me enseñó a encontrarlos, yo descubría pronto las esparragueras, pero no los espárragos. Luego éramos felices comiéndonos él y yo nuestra tortillita, que nos hacía mi madre.

De nuevo es el campo, pero esta vez más lejos, un lugar por completo distinto, íbamos a la finca de un amigo de mi padre, andando. Subíamos por el Paseo de Cánovas, para coger la carretera de Salamanca donde al llegar a cierto kilómetro nos adentrábamos a través de un caminito en el campo par llegar a la finca del Sr. Guillermo Pérez, amigo suyo desde muy jóvenes. Este Señor era de Casar de Cáceres. Mi hermano y yo llegábamos cansados pero no como para quedarnos sentados sino que dábamos vueltas por los sembrados, veíamos los animales y nos regalaban huevos recién puestos por las gallinas que como comían hierba las yemas eran muy amarillitas.

Cuando llegaba la hora de comer nos acercábamos a la gran cocina de leña en el suelo, cuando aún humeaba el caldero ya colocado en la mesa, una mesa tocinera, de las matanzas nos colocábamos todos alrededor y yo vi que no nos ponían plato, solo nos daban una cuchara y una navaja, me quedé asombrada y más cuando veía que todos metían la cuchara y comían, al principio, no me atrevía, pero luego, no había quién me parara. Se trataba de un cocido, pero no un simple cocido, sino un real cocido, digno de las mesas más exquisitas. Mi hermano y yo nos pusimos morados, ahora cada vez que lo pienso, siento vergüenza. Claro que bien sabían ellos que no teníamos comida en Cáceres. Aún creo sentir el aroma de aquello como si fuera ahora. Al regreso de nuestra excursión, al principio todo fue más o menos normal pero llegó u momento que tanto mi hermano como yo sembramos todo el campo de garbanzos. Yo que iba toda contenta porque me había parecido todo aquello un poema al que no faltó lo idílico del campo con sus ruidos característicos y como la felicidad no es completa acabé cansada y muy contrariada al no haber sabido parar a tiempo. Después pasado el tiempo comprendí que no era porque comiera mucho sino por la cantidad de grasa que tenían tanto el tocino como el chorizo, las morcillas y todo lo demás.

De los huevos que llevábamos mi madre nos daba uno a cada uno para que nos lo tomáramos batidos a punto de nieve con azúcar y añadiéndole la yema estaba riquísimo.

Buscador de paisajes…

A mi padre le gustaba mucho pintar y salía en busca de una mañana empezando a alborear, o un mediodía radiante de sol, o un atardecer de esos que no se olvidan, cuyos lienzos colgados, guardan para siempre ese momento sublime, pudiendo contemplarlos por propios y extraños. En medio de su entusiasmo por pintar llegó a enterarse que los colores los confundía; al final acabó arrinconando la paleta y la caja de pinturas y desde entonces se convirtió en cazador de paisajes que guardaba en su imaginación para luego describirlo dentro de una maravillosa sencillez no exenta de datos pormenorizados que invitaban a soñar con lo que él describía con la pluma. A mi me gustaba aquella forma porque pensaba que al explicarlo él a mi me decía más de lo que suponía ver un cuadro si no se logra dar con la idea que el artista pretendía transmitirnos. Todo esto me llevó a querer plasmar en el papel la impresión que me causaban las cosas, imitando a mi padre. Si salíamos al campo me llenaba la vista y el oido de todo lo que me rodeaba y aprendía a captar el trino de los pájaros, los mil y un encanto de esos ruidos como el ladrido de un perro en la lejanía que resultaba bucólico y me decía, esto, el cuadro no me lo da. Al llegar al campo me gustaba recrearme en ver el cielo tan azul los pequeños cúmulos de nubes blancas que se paseaban por el cielo uniéndose unas veces y otras separándose, pero eso si, siempre haciendo bonitos dibujos y los tonos de luz que recibían les hacía algo inimitable e incluso a veces difícil de explicar, por lo que me detenía como hacía mi padre en su contemplación, veías la belleza y el alma se estremecía espiritualmente al saberlo obra de Dios.

Me gustaba tendida sobre la hierba mirar el cielo del atardecer cuando en medio de su azul cada vez menos intenso aparecía un color rosado tras una montaña y mi padre decía, espera un poco y esa montaña verde se volverá azul oscuro o tras una alameda que se hacía rojizo con la puesta de sol.

Mi amor por nuestra tierra, Extremadura, nuestro cielo, se que nació no solo por ver como lo hacían mis padres, sino porque lo heredé de ellos.

Otra cosa bonita de Extremadura para mi, son sus distintas tonalidades de verdes, puedes a través de distintos lugares encontrar el verde brillante y maravilloso, el verde pino, el de la encina distinto y ceniciento diría yo del alcornoque hasta llegar hasta las praderas teniendo como contrapartida las tierras secas y áridas pero no por ello exentas de un cierto atractivo según el paisaje donde se extienden.

Estas cosas nos pueden llevar a conocer un poco más a Tomás Martín Gil por testimonios personalizados de quienes vivíamos a su lado y que lo era todo para nosotros.

Llegó un momento que cambió su forma de recoger datos fue haciendo fotografías para lo que estaba muy bien dotado, llevándolo a crear una fototeca de las más importantes de su época y ahora de gran valor por todo lo que encierra en ella. Fue Medalla de Oro de fotografía en la Exposición Iberoamericana en Sevilla en el año 1929.

A lo largo de esta Comunicación estoy todo el tiempo haciendo alusión de sus fotografías y ahora seguiré explicando algunas de ellas. Por este hecho también nos podemos dar cuenta de cómo nos hace presente en la actualidad y nosotros vemos como éramos esa parte importante de sus vidas.

Le gustaba hacernos fotos vestidas de campuza o de refajo. Siendo yo pequeña me llevaba en brazos la chica y yo estaba tan ufana con mi traje regional que nos hizo una fotografía en la Plaza Mayor de Cáceres y nos acompañaba mi hermano Luis, un niño guapo y mofletudo.

Hay una fotografía de mi hermana la mayor, Teresa, con el refajo de Torrejoncillo, delantal de terciopelo con bordados de lentejuelas y abalorios, jubón con puntillas y la tela con dibujos azules, pañoleta de tul blanca con puntillas, pañuelo a la cabeza adornada de pendientes, gargantilla que completan el traje llevando medias blancas de punto y zapatos negros. Lleva en la mano derecha y cogida debajo del brazo una fuente decorada extremeña y en la otra mano una jarra como la fuente.

El día de San Blas íbamos a la ermita del Santo a comprar la típica rosca de pan para lo que nos ponían el traje regional ese día con mantón de manila y otro de mis hermanos vestido de Pierrot

Ya llegados los Carnavales abundaban los disfraces o el traje regional.

img5Exámenes de ingreso al Bachillerato, en el Centro de Estudios Paideuterion de Cáceres.

Los datos que figuran en mi Libro de Calificación Escolar son los siguientes:

Ministerio de Educación Nacional – Enseñanza Media.
Distrito Universitario de Salamanca.
Instituto de Cáceres.

Este libro de Calificación Escolar fue expedido en 3 de Octubre de 1940.

Debajo lleva el sello del Instituto de Cáceres, con el V.º B.º, El Director firmado Abilio R. Rosillo. Así mismo la firma del Secretario ilegible.

Hechas las diligencias necesarias me firman en el Centro de Enseñanza de Cáceres que en la convocatoria de Octubre he tenido la calificación de Apto. Lo firman el Director José Bueno Paz, y el Secretario ilegible, del Centro de Estudios Paideuterion.

En aquellas fechas el Ministro de Educación Nacional era D. José Ibáñez Martínez.

Con fecha 3 de junio de 1944 en la Diligencia en el cuarto curso el Vº Bº El Director, está firmado por mi padre.

En 6º Curso la Clase de Matemáticas también me la firma mi padre, el 27 de Mayo de 1946.

Ahora es cuando quiero contar como fue en parte mi examen de Ingreso. Ya sabemos que fue en 1940, en el mes de Junio y el día exacto no lo se. Sin embargo recuerdo que estábamos en un Aula concreta y en ella sentada en un pupitre cercano a la mesa que presidía el Sr. Director y distintos profesores. Cuando escuchaba preguntas que me las sabía todo me parecía fácil, pero si alguna era desconocida, no temblaba pero me faltaba poco. Aún no he mencionado que uno de lo9s examinadores en el tribunal, era mi padre, le miraba esperando una sonrisa al cruzarse nuestras miradas pero se congelaba lo que en mi solo era un simple esbozo, porque él serio, demasiado serio para mi gusto, daba como a entender que no debía que no debía hacer resaltar ante los demás compañeros, tanto suyos como míos que éramos padre e hija. Cuando llegó el momento de mi examen oral, él, mi padre, se levantó y salió del Aula y se sentó otro profesor, D. Juan Gil para examinarme a mi de Elementos de Ciencias Naturales, me quedé atónita y temblorosa, me acerqué a aquel señor que me causó en un principio un gran respeto y mientras yo daba vueltas a mi cabeza sobre todo aquello, una voz agradable y bien timbrada empezó a preguntarme cosas y yo fui respondiendo al mismo tiempo que me iba serenando. Lo último que me preguntó fue:

– Dime como se llama el género de tela que tiene pelitos.
– Yo le pregunté, ¿Cómo esta chaqueta que llevo?
– Si, claro -le contesto enseguida- terciopelo

Llevaba una chaquetita corta de terciopelo verde que era muy bonita, ya que aquel día debía ir bien puesta para quedar en muy buen lugar a mi padre. Me mandó sentar y se abrió la puerta entró mi padre y se marchó aquel señor, entonces comprendí el porqué de todo aquello, mi padre no podía consentir que pensaran que me aprobaba porque era su hija.

Final de la Comunicación.

Para acabar con lo que les he contado de nuestra intimidad familiar, yo diría que eso ha sido lo que se ve, lo que otros en aquellos momentos pudieron ver, pero es que hay algo maravilloso y recóndito que abarca el tema espiritual.

En primer lugar fuimos siete hijos los que les vivimos, jamás se escuchó en boca de ninguno de mis padres queja alguna por ser bastantes, éramos familia numerosa y tenían que criarnos, educarnos y darnos unos pequeños estudios al menos. Cuando todo iba encauzado se muere mi padre, de ahí sus penas y tristezas porque le dolía en el alma nuestro futuro desamparo al morir él, de eso bien puedo dar fe como digo al principio. Pero lo más importante es que se preocupó de nuestro tesoro más principal, hacernos llegar el Amor de Dios, a los hermanos, y a saber perdonar como así tuvimos que hacer nada mas morirse él. Nos enseñó a compartir, nos decía que si teníamos poco pero que era mas que otros, con ellos deberíamos compartir. El ejemplo que voy a poner creo que ilustrará este texto. En la Nochebuena se le llevaba a una familia de pocos recursos, la misma cena que teníamos nosotros, se hacía todo doble y luego para llevarlo íbamos los niños con las chicas de casa para conocer a esa familia que generalmente nos recibían con agrado y digo generalmente porque en ocasiones les daba apuros pero siempre nos atendían con agradecimiento y ellos captaban cuando aquello se hacía con afecto y respeto, en una palabra, cuando realmente era de verdad, no por cumplir. Estas cosas fueron lecciones inolvidables que nosotros estamos trasmitiendo a nuestros hijos. Quiso que fuéramos personas de bien y él nos ha ayudado a serlo.

Su riqueza espiritual era tal que se olvidaba de si para ayudar a cualquiera, por eso acudían a él siempre con la esperanza de no ser defraudado.

Nos enseñó que Dios nos hizo y que siempre tendríamos que ser imagen y semejanza suya y decía que esto lo podríamos conseguir, si nos olvidábamos de nosotros mismos y servíamos a los demás. También nos previno que la pobreza no es siempre carencia de dinero, que existe otra pobreza infinitamente mayor que para remediarla, no les sirve el dinero, por mucho que se tenga, que a estos hermanos nuestros también hay que ayudarles.

img6Estoy orgullosa de mis padres y hoy desde este privilegio de dejarme expresar mis sentimientos aquí y ahora, les quiero dar las gracias por ser su hija y por todo el tesoro que encierra mi alma. Por otro lado quiero agradecer a los presentes la atención prestada.

Oct 012002
 

Marcela Martín Jiménez.

Las Congregaciones e Instituciones Religiosas desde sus orígenes han funcionado como comunidad de emociones y no tanto comunidad intelectual. En los conventos, se entraba en ocasiones, sin formación alguna. Se daba la paradoja de ver dando clases a personas que no estaban tituladas para ello e incluso atendían a los enfermos sin conocimientos previos.

Empleaban el lenguaje emocional para hacer llegar el mensaje y así la comunidad de discípulas y discípulos, se constituía no en torno a una doctrina, o a un sistema filosófico ni tampoco a las enseñanzas de un maestro o de un sabio, sino en torno a una experiencia que daba sentido a la historia y ordenaba el caos de la injusticia: la llegada del Reino de Dios, la Resurrección, estas son las claves, comunicación emocional de la fe.

En Extremadura, como en el resto de las regiones españolas, las Congregaciones Religiosas han sido parte de las vivencias de nuestros antepasados, de las nuestras y hoy podemos afirmar que existen en la Provincia de Badajoz catorce Arciprestazgos con un total de trece Congregaciones Religiosas masculinas y noventa y cinco femeninas. En la Provincia de Cáceres hay dieciséis Congregaciones Religiosas masculinas y cincuenta y siete femeninas lo que hacen un total de ciento ochenta y una.

Como dato curioso, en la provincia de Cáceres las Congregaciones Religiosas masculinas se quedan en catorce al existir una Congregación en Cáceres, otra en Guadalupe y otra en Pedroso de Acín. Las Congregaciones Religiosas femeninas son cuarenta y cuatro: Hermanas Carmelitas de la Caridad se encuentran en Cáceres y Miajadas. Hermanitas de los Pobres en Cáceres Plasencia y Trujillo. Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en Cáceres, Coria, Membrio, Plasencia, Torrejoncillo y Valencia de Alcántara. Josefinas de la Santísima Trinidad en Cáceres, Cabezuela del Valle, Hervás y Plasencia. Hijas de la Virgen para la formación cristiana en Alcuescar y Valencia de Alcántara. Misioneras de Acción Parroquial en Casar de Cáceres y Huetre (Hurdes).

Como podemos ver se repiten como ya lo indico anteriormente y el total general cambia a cincuenta y ocho Congregaciones de ambos sexos.

En Badajoz ocurre otro tanto.

Ahora pasamos al estudio de algunas de estas congregaciones que nos ayudará a conocer aunque sólo sea unas simples pinceladas de su obra.

COMPAÑÍA DE JESÚS

San Ignacio de Loyola (1491-1556) Fundador de la Compañía de Jesús (Los Jesuitas). Iñigo López de Recalde nació en la casa solariega de Loyola, en Guipúzcoa (España). En su juventud fue militar, herido gravemente en un combate contra las tropas francesas; hubo de pasar muchos meses convaleciendo en Loyola y para mitigar su aburrimiento, abrió un volumen de las vidas con los Santos. Inmediatamente experimentó un gran cambio. Abandonando sus sueños de proezas caballerescas, decidió emprender una peregrinación a Jerusalén tan pronto como estuviera en condiciones para ello. Vestido de mendigo, asistió a las vísperas de la Anunciación en la capilla del Monasterio de Montserrat (1522), y allí colgó sus armas en señal de que abandonaba las glorias terrenales y se entregaba al combate espiritual. Después de muchos sinsabores visitó Jerusalén, donde predicó, con muy poco éxito, el Evangelio a los turcos. Regresó a España y estudió en Salamanca a fin de prepararse para la carrera que había elegido. Poco después se trasladó a París y allí fundó con cinco compañeros, la Compañía de Jesús (1534). Como su intención original de ir a Tierra Santa se vio frustrada por la guerra, los jesuitas decidieron consagrarse a combatir la Reforma. En 1539, San Ignacio pasó a Roma y al año siguiente consiguió que el Papa aprobara la Regla que había instituido. Permaneció en Roma como primer General de su Orden y allí murió, agotado por las penitencias y el exceso de trabajo. Fue canonizado en 1622 Jesuitas, la Sociedad o Compañía de Jesús es una Orden de clérigos regulares fundada por San Ignacio de Loyola. La Regla redactada por San Ignacio, no ha sido modificada nunca. Los jesuitas hacen los votos usuales de castidad, pobreza y obediencia, a los que se añade un cuarto voto: obediencia al Papa. El lema de la Compañía es Ad Maiorem Dei Gloriam. “A la mayor Gloria de Dios”

Hay cuatro grados en la orden: los profesos, que han pasado por todas las etapas preliminares (lo que requiere por lo menos diez años); los coadjutores, algunos de los cuales han recibido las sagradas órdenes y ayudan a los profesores en su obra espiritual, en tanto que otros son hermanos legos y ejecutan los trabajos meniales; los escolásticos, que se dedican al estudio y la enseñanza, y los novicios quienes después de dos años de prueba como postulantes, pasan otros dos en ejercicios espirituales y en preparación disciplinaria

La historia de la Compañía ha sido rica en vicisitudes; el triunfo de los primeros años fue seguido, en muchos países, por un periodo de represión (debido a la sospecha de que los Jesuitas se dedicaban a intrigas políticas), pero la orden resurgió y recobró sus antiguos prestigio e influencia. En el campo de la educación católica los jesuitas han alcanzado una señalada preeminencia. La compañía es una “autocracia” gobernada por un General electo. Los jesuitas están distribuidos por todo el mundo y cuentan más o menos con 25.000 miembros, repartidos en treinta y dos provincias, cada una bajo la dirección de un Provincial.

La Fórmula del Instituto, aprobada por los Papas Paulo III en 1540 y Julio III en 1550, dice: “Cualquiera que en nuestra Compañía quiera ser soldado para Dios… tenga entendido que forma parte de una Compañía ante todo… para emplearse en la defensa y dilatación de la Santa fe católica, en ayudar a las almas en la vida y doctrina cristiana, predicando, leyendo públicamente y ejercitando los demás oficios de enseñar la palabra de Dios, dando los ejercicios espirituales, instruyendo a los niños y a los ignorantes en la doctrina cristiana, oyendo las confesiones de los fieles y administrándoles los demás sacramentos para espiritual consolación de las ánimas. También es instituida para pacificar a los desavenidos, para socorrer y servir con obras de caridad a los presos en las cárceles y los enfermos en los hospitales, según sea necesario para gloria de Dios y el bien universal.

Este ideario ha movido durante cinco siglos la Compañía de Jesús.

Desde el siglo XVI, la Compañía e Jesús ha sido internacional en su composición, es decir desde sus orígenes.

Hay que destacar cuatro puntos como características de la espiritualidad ignaciana.

  1. Buscar y hallar la voluntad de Dios sobre sus vidas.
  2. Ensanchar el corazón a las dimensiones del mundo.
  3. Conocer la realidad de si mismos, cada uno.
  4. Discernir a la luz de la oración y de la razón iluminada por la fe para hacernos más evangélicos. Encontrar a Dios en todo lo creado, siendo contemplativos con Dios en la oración.

Decía Pablo VI y lo ha repetido Juan Pablo II, “aún en los campos más difíciles… allí están presentes los jesuitas.” Los jesuitas están abiertos al diálogo con los no católicos y con las grandes religiones mundiales y en el deber de encarnar la dimensión social del Evangelio mediante el amor preferencial por los pobres, anunciando la Justicia del Reino y denunciando las injusticias del mundo. En resumen, la misión de los jesuitas es el servicio de la fe.

CONGREGACIÓN DE SACERDOTES DE LA MISIÓN DE SAN VICENTE DE PAÚL

San Vicente de Paúl nació en la Gascuña en 1581, de padres pobres. Fue ordenado en 1600. Durante un viaje de Toulouse a Narbonne fue capturado por piratas berberiscos y enviado como esclavo a Túnez. En 1607, logró escapar y, después de pasar algún tiempo en Roma y en París, fundó la Congregación de Sacerdotes de la Misión, que llegaron a ser famosos con el nombre de lazaristas en 1625 y restablecida en 1832 en el Colegio de San Lázaro de París. Se les conoce también como paules o vicencianos; son sacerdotes seculares ligados por votos simples, y tienen misiones, seminarios, etc. en todas partes del mundo.

Falleció en San Lázaro en 1660 y canonizado en 1737. Su fiesta es el 19 de Junio.

Fundó también las Hermanas de la Caridad, siendo su gran colaboradora Santa Luisa de Marillac y la Hija de la Caridad (como son conocidas) es la sierva de los pobres, que tiene por monasterio las casas de los enfermos; por celda, cuarto de alquiler; por capilla la Iglesia Parroquial; por claustro, las calles de la ciudad y las salas de los hospitales; por clausura, la obediencia; por rejas, el temor e Dios; por velo, la santa modestia. Se consagran a la unión con Dios para servir a los pobres.

MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA

Anunciar a Jesucristo en el tercer milenio.

En Aix de Provenza (Francia), el 25 de Enero de 1816. San Eugenio de Mazenod, “figura gigante del movimiento misionero moderno” (Juan XXIII), “apasionado por Cristo e incondicional de la Iglesia” (Pablo VI), fiel a un ideal que le llevaría a una aventura evangélica cuyo desarrollo no se atrevería ni a soñar él mismo a causa de los mil obstáculos que surgieron en su camino” (Juan Pablo II), fue su fundador.

Eugenio, nacido en el seno de una familia noble, sufre en sus carnes, desde muy niño, los zarpazos de la Revolución francesa. Con solo 9 años se ve obligado a huir al destierro con su familia. Cuando regresa a los 20, muchas cosas habían cambiado sustancialmente en Francia. También en la Iglesia. A los 25, deslumbrado por el amor de Dios, que descubre en un Viernes Santo al adorar la Cruz, lo ve todo con ojos nuevos: el abandono del pueblo de Dios, escasos sacerdotes decrépitos física y espiritualmente, le empujan a optar por ser “el servidor y sacerdote de los pobres.” Quiere “enseñar a todos quien es Jesucristo”

Desbordado por la magnitud de la empresa, reúne en torno a si a algunos sacerdotes animados de su mismo celo ardiente y los impulsa a vivir “unidos por los lazos de la más íntima caridad, teniendo un solo corazón y una sola alma.” El prototipo de esa “comunidad apostólica” será Jesús con los apóstoles. Formados en esa escuela evangélica, los lanzará a los cuatro vientos para evangelizar a los pobres.

“Quisiera enviar misioneros a todo el mundo. Así nació un nuevo instituto religioso-misionero”.

“Incondicional a la Iglesia,” aceptará más tarde el episcopado. Primero como titular de una diócesis desaparecida en Argelia. Después debe regir la populosa y difícil diócesis de Marsella. Mazenod se entrega con pasión a su nueva diócesis; pero se desvela al mismo tiempo, como San Pablo, “por todas las iglesias” a donde ha enviado a sus oblatos.

“El oblato es, ante todo, el hombre de Jesucristo. Un día fue alcanzado por Cristo. Escuchó su invitación a dejarlo todo y a seguirlo. Dejó sus bienes, su familia, las posibilidades de situarse en el mundo, y se puso a seguir a Jesús viviendo su vida y participando en la misión. Se siente impulsado a decir a los hombres, sobre todo a los pobres, quién es Jesucristo.

El oblato es también el hombre de los pobres. Tiene los ojos muy abiertos al dolor del mundo y se siente muy afectado por el grito de los pobres.

El oblato es también el hombre de la Iglesia. Jesús y la Iglesia se identifican.

El oblato es el hombre de la Virgen María. Siguiendo a Cristo ha encontrado a María su Madre, la Inmaculada.

Reunidos todos estos “el oblato es,” hacen con su totalidad un verdadero oblato. Comparte con otros lo que les cautiva, comparte con otros su carisma.

Están trabajando en los cinco Continentes.

HERMANAS MISIONERAS FRANCISCANAS DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN

Es una Congregación poco numerosa, unas 400 hermanas y de poco renombre. Son un don del Espíritu Santo en la Iglesia. Su Carisma es seguir el Evangelio según lo veía San Francisco de Asís, conviven en fraternidad y tratando de producir en sus vidas a Cristo, Obediente, Pobre…

Desde sus comienzos pusieron a la Congregación bajo el patronazgo de la Purísima Concepción de María. Es su modelo y referencia imitándola en sus cualidades de Virgen Madre.

La Fundadora es la Madre Paula de Jesús Gil Cano que nace en Vera (Almería) el 2 de Febrero de 1849. De niña está acogida en la Casa de la Misericordia, en Cartagena. Siente la necesidad de prestar ayuda a los niños sin padres de la riada murciana de 1879.

Inicia una vida comunitaria con una responsabilidad tan llena de amor al servicio de las huerfanitas que es conocida por todos. El Obispo de Cartagena D. Mariano A. la aconsejó que hablara y se pusiera bajo la dirección del Franciscano P. Manuel Malo, y de sus manos reciben el hábito y les da la Regla Franciscana y crean los primeros Estatutos.

En vida de la Fundadora el Papa León XIII aprobó la Congregación el 6 de Julio de 1901 pasando a ser de Derecho Pontificio y en 1903 aprobadas las Constituciones por el Papa San Pío X. Madre Paula falleció en Murcia el 18 de Enero de 1913; el 14 de Octubre de 1995 se abrió el Proceso Diocesano de su Canonización en Murcia y se clausuró el 11 de Octubre de 1997, para continuarlo en Roma.

Carisma.

Servicio al pueblo, siendo lo más destacado de su apostolado vivir en verdad, sencillez y alegría, la vida del Evangelio. Sirviendo a los niños en Casas-Hogares y como principal hecho lo concerniente a la educación y a la labor de pastoral catequética con las parroquias y lugares de misión.

Son tres los Continentes en los que ejercen su servicio y entrega, Europa, América y África. Tienen 57 Casas. La Congregación está constituida por tres provincias, 2 en América y 1 en Europa.

MISIONEROS CLARETIANOS, SAN ANTONIO MARÍA CLARET

En 1849, cinco jóvenes sacerdotes, con el Padre Claret al frente, se lanzaron a crear una Congregación misionera. Era el 16 de Julio de 1849 cuando comenzó la Santa Congregación en una sencilla celda del Seminario de Vich (Barcelona). Los comienzos eran con escasez de medios y pocos componentes. Lo que si tenían muy claro es que su ideal sería ARDER, ABRASAR y ENCENDER. Para extenderse, para romper fronteras… Al escribir estas palabras arder, abrasar y encender, por unos instantes pensé deberían cambiarse los términos, primero encender, después arder y por último abrasar, esto en cuanto a una supuesta lógica más si lo analizamos como nos lo presenta el Padre Claret lo que nos está diciendo es que hay que arder en el amor de Dios, abrasarse en él y encender a otras personas, que el fuego multiplique. ¿Debería ser esta la definición de un misionero? Se ha dicho esto y creo que es esencial para poder llegar a ser realmente un misionero, al arder no te importa lo tuyo, te entregas hasta abrasarte para seguidamente encender a otros, y digo otros, porque no sólo serán esa media docena de personas las que vivirán ese carisma sino que a lo largo de los 152 años transcurridos, eso se ha realizado bajo la inspiración del Espíritu Santo y no solo en seminaristas como cuando empezaron, incluso hoy día están las mujeres sirviendo a los demás desde una entrega misionera, desde su ser sacerdotes, religiosas o simplemente laicos. El perfil misionero es de la persona que más se acerca a los valores del Evangelio, lo hace Palabra, lo hace vida y se encarna en él la verdad que todos buscamos. Porque todos tenemos un deseo grande de encontrar lo que nos colme y nos llene. La vida de un misionero suele estar llena, colmada, frente al vacío actual de quienes solo se preocupan por una vida más confortable y cómoda.

Nosotros no entendemos lo que es la humildad, esta palabra sencilla, la confundimos con necesitado y se puede ser humilde y ser lo más importante, precisamente por ello. ¿No podría ser esta, otra definición de misionero?

CONGREGACIÓN DE LOS SALESIANOS

San Juan Bosco, sacerdote de Turín (Italia) (1815-1888), fundó la Congregación de los Salesianos en 1861 para educar a la juventud y, luego, los Cooperadores Salesianos con este mismo fin. Estableció en 1876 la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora, a las que confió las muchachas. Fue canonizado por Pío XI el 1º de Abril de 1934.

San Juan Bosco es uno de los Santos que más han “soñado.” Es decir que Dios le manifestaba en sueños su voluntad y le decía muchas cosas. Su primer sueño fue a los 9 años. Bajo la alegoría de una turba de animales feroces, que se convierten en corderos y algunos en pastores, se le indica su misión en el mundo: educar la juventud, convertir a los no creyentes, perfeccionar a los buenos. Nacido de estas circunstancias Juan se hace sacerdote. Cuando era seminarista reunía a los niños para enseñarles a rezar.

Huérfano de padre, para ayudarse en sus estudios y el sostenimiento de la casa, se hace mozo de granjas, y en cafés, trabaja de sastre, zapatero, carpintero, herrero y sacristán, sin olvidar su apostolado. Para atraer a chicos y mayores al catecismo, se hizo hábil titiritero, atleta e ilusionista.

Siendo sacerdote, al ver a los chicos huérfanos y vagabundos por las calles, concibió la idea de crear los “oratorios,” lugares en los que se refugiaban los chicos y eran cuidados y educados. Pronto se le sumaron otros sacerdotes y con ellos fundó la Congregación de Padres y Hermanos Salesianos. Creó por la Santa Sede la “Pía Unión de los Cooperadores Salesianos,” que viene a ser como una Orden Tercera. A ella quiso pertenecer el mismo Papa Pío IX, quien aprobó las reglas de los Salesianos.

Carisma.

Estos religiosos se dedican por medio de sus miembros, sus iglesias y sus escuelas profesionales, a la educación de la juventud por todo el mundo. Apostolado que puso bajo la tutela de María Auxiliadora.

La actividad pastoral de San Juan Bosco abarcó además el campo de la prensa, con diversas publicaciones fijas y periódicas. Siempre tenía en sus talleres profesionales imprenta. Hasta llegó a fundar una fábrica de papel, la primera que funcionó en Piamonte (Italia).

Su fama se extendió muy rápida por todos los lugares así como el poder de hacer milagros.

Falleció en Turín el 31 de Enero de 1888. San Pío X lo declaró venerable. Lo beatificó el Papa Pío XI en 1929 y le canonizó el día de la Pascua de Resurrección, 1 de Abril de 1934.

Es Patrono del Cine, de las Escuelas de Artes y Oficios y también de los ilusionistas.

CONCLUSIÓN

Una vez hecho un estudio aproximado de las Congregaciones Religiosas, podemos destacar que son complementarias unas de otras, es decir, que entre todas forman el proceso a seguir para comprender y entender la llegada del Reino de Dios, y como decíamos al principio la Resurrección, siendo estas las claves esenciales para la comunicación emocional de la fe.

Oct 012000
 

Marcela Martín Jiménez.

El Acta de la Fundación de la Capellanía del Arcediano D. Rodrigo Pérez con la que se da testimonio del cumplimiento del Testamento en “pro e doctrina” de los naturales de la Ciudad de los Reyes Perú, es un valiosisimo documento recogido del original, que presento a estos XXIX Coloquios Históricos de Extremadura.

Para mí es increíble poder reunir datos extremeños y peruanos, confirmar con lo que de Casar de Cáceres estaba preparando al llegar los escritos del Perú.

Hace años que leía toda sorprendida el Testamento de D. Rodrigo Pérez, Arcediano en 1550 de la Archidiócesis de Lima, Perú, un extremeño nacido en Casar de Cáceres. Me imaginaba como habría sido su vida tan distante de nuestra querida Extremadura, su viaje a un lugar tan lejano. Ese libro lo había escrito mi padre en 1935 y lo dedicaba “A Lima, en el cuarto centenario de su fundación, como homenaje, humilde y sincero de un extremeño de hoy. Tomás Martin Gil”. Resultaba muy interesante.

Así mismo estando en Coria pasando una temporada en casa de una tía abuela paterna, tenía ocasión de ver salir a pasear a los seminaristas, vivíamos al lado del Seminario, pensaba entonces en el Arcediano casareño como estudiante en aquellas aulas frías y más bien poco acogedoras realizando sus estudios eclesiásticos, su bachiller en Sagrada Teología, por la década de 1480 o 1490. Hasta me lo figuraba cuando acudían a desayunar sobre aquellos fríos mármoles que cubrían unas largas mesas. Es posible que se apiñaran unos a otros para Salir al acabar, hacia las aulas lóbregas y allí en ellas voces simultaneas se dejarían oír aprendiendo el latín, que para los mas capacitados sería interesante, pero para los que les costara aprenderlo, aquello les haría sudar hasta que lograran adquirir los conocimientos mas elementales.

No tendrían mucho con que distraerse, sólo les sacaría de su monotonía el alegre repiquetear de las campanas de la Catedral que iría marcando el ritmo de sus vidas cotidianas.

También pensaba en la vacilante luz que encenderían al caer las sombras de la noche cuando todo se oscureciera. Más de una vez alucinantes escenas se proyectarían en las paredes y servirían para alimentar la imaginación de más de uno.

Algo que me llamaba la atención era eso de “Arcediano” ¿que quería decir aquello? Indagué su significado, era administrador de una Diócesis junto al Señor Obispo, en este caso Archidiócesis y Arzobispo. Llegué eso sí, a la conclusión que como extremeña me enorgullecía de lo que se les estimaba fuera de nuestra Patria.

Dice mi padre, que según el historiador Cieza de León, fue levantada, de nueva planta, la Ciudad de los Reyes, que es hoy la opulenta Lima, capital del Perú, por Francisco Pizarro en 1535. Era por lo tanto el embrión de lo que es, allá en el año 1550. Dice el citado historiador que se edificó la ciudad siguiendo trazas hechas a propósito en el campo raso del Valle del Rimac que está a dos pequeñas leguas del mar y asentada de tal manera que nunca el sol toma de través el río. Después de Cuzco era la mayor del Perú y en ella había muy buenas casas, y algunas muy galanas –palabras de Cieza de León –con sus torres y terrados. La plaza era grande y las calles anchas, y por todas las más de las casas pasaban acequias, de cuyas aguas regaban los huertos y jardines, que eran muchos, frescos y deleitosos. Como se puede ver el marco donde se presentan los hechos es primoroso en lo material y también en lo espiritual por una de las casualidades de la historia. El licenciado La Gasca acababa de pacificar los ánimos obligando en justicia a los revoltosos e indisciplinados. Se acaba de crear la Real Audiencia y la Diócesis fue eregida Metropolitana en 31-1-1545, es decir Arzobispal, y el primer Arzobispo recibía el palio, de manos del deán y arcediano de la de Cuzco en 1548. La contratación del reino de Tierra firme estaba centralizada en Lima, y por todas estas razones había siempre en ella mucha gente y grandes y ricas tiendas de mercaderes.

La Catedral estaba en construcción, tal vez en su segunda forma, y ya estaban establecidas en la ciudad tres poderosas órdenes: la de Santo Domingo, la da San Francisco y la de la Merced.

La vida en la ciudad era apacible después de las contiendas que asolaron a Perú. Llega incluso a poseer muchas viñas y huertas llenas de las frutas propias de la tierra, higueras, platanales, granados, cañas dulces, melones, naranjas, limas, cidras, toronjas y las legumbres que se habían llevado de España.

Vivía Don Rodrigo Pérez en casa de Cristóbal de Burgos, vecinos de los fundadores de la ciudad, y Regidor de la misma, Don Rodrigo era Arcediano de la Santa Iglesia de la Ciudad de los Reyes, a donde llegó procedente de Nicaragua, acompañado de Lorenzo y María indios de Nicaragua (esclavos). Como ya hemos dicho era de Casar de Cáceres, (Cáceres).- España, y sus padres eran Sebastián Pérez y María Hernández, y, tenía también parientes y deudos próximos en Santiago del Campo de la misma provincia. Algunos de esos parientes marcharon con él.

El día 4 de Septiembre de 1550, una negra esclava Margarita de Almagro, sale presurosa de casa de Cristóbal de Burgos y se dirige a la del doctor Juan de la Cueva, para que acuda al inte a visitar a su dueño el señor Arcediano de la Catedral. Con las mismas prisas avisa al escribano público Diego Nuñez de quien consiguió la promesa de acudir muy rápidamente ante el enfermo.

El médico llega y receta, y Margarita de Almagro sale nuevamente presurosa a la Botica del Licenciado Pedro de la Fuente que mientras prepara los jaropes y potingues pregunta a Margarita por el enfermo, ésta suspira y pide al práctico haga pronto su pedido. Su amo se muere.

Llegados a la casa los testigos necesarios y dispuesto todo, l Arcediano Don Rodrigo Pérez otorga su testamento.

En el patio de la casa unos niños mestizos juegan a regar las plantas, son Antonio Pérez hijo de Juan Pérez, sobrino del Arcediano y Beatricita hija de Isabel, india natural del Cuzco, que así se la nombra en el testamento del clérigo casareño.

Pasó el día que se hizo el testamento y la enfermedad arrecia. El 11 hay que llamar de nuevo al doctor Juan de la Cueva y a Diego Nuñez. El enfermo quiere hacer un codicilo en el que amplia y remacha algunas cláusulas del testamento. Dos días después otorga otro codicilo en presencia también del doctor en el que insiste entre otras cosas que los niños mestizos Antonio y Beatriz ya citados, sean llevados con sus bienes a la ciudad de Sevilla y allí se entreguen a los comisionados que nombren para estos efectos los parientes y el Concejo de Casar de Cáceres.

Es importante el rasgo noble de enviar a estos niños a España cosa que se hace con suma delicadeza y con grandes garantías (recordemos que por aquellos tiempos los mestizos eran considerados raza inferior).

Se agrava de tal modo el enfermo que le tienen que sacramentar, cuando le visita el Licenciado Juan de Cerviago maestrescuela de la Santa Iglesia Catedral, y ante él y el escribano Nuñez y otros testigos otorga otro nuevo codicilo por virtud del cual hay que fundar en Lima “una memoria pía”, cuyas rentas han de ser en pro e doctrina de los naturales de dicho Reino. Y encarga que esto se realice con la autoridad del primer arzobispo, Fray Jerónimo de Loaysa.

El día 17 muere Don Rodrigo Pérez, y al día siguiente se celebran sus exequias con una pompa inusitada, pues, aparte los clérigos y compañeros del finado, le acompañan hasta su última morada, cofradías, hermandades, órdenes religiosas y numerosos amigos de todo género. Más de un quintal de cera se gastó en los funerales.

Los testamentarios se disponen enseguida a cumplimentar la última voluntad del Arcediano. Inventarían sus bienes, reducen a dinero las míseras ropas de Don Rodrigo, (especifican las ropas que había a quien se las venden y por cuanto) pagan deudas y cobran créditos, y hechas las cuentas con toda minuciosidad y exactitud se registra lo sobrante, en un buque que marcha a Panamá para expedirlo desde allí a Sevilla.

Llegó todo a España el 28 de Septiembre de 1551, Pedro Alonso del Pozo, apoderado del Concejo de Casar de Cáceres, recibe en la Casa de Contratación de Indias una copia simple del testamento, codicilos, inventarios y demás diligencias. Hay dudas, dice mi padre, de si realmente llegaron Antonio y Beatriz a Casar de Cáceres, no se puede deducir literalmente de los documentos como tampoco la entrega de barras de plata a Pedro Antonio del Pozo; que ellas lo fueron se prueba por los vestigios de las fundaciones pías del Arcediano. Esto nos inclina por lo tanto a que el testamento se cumplió en todas sus partes, así se lo hacia ver a mi padre su anciano tío el Sacerdote Don Saturnino Martin Moreno, cura Párroco de Casar de Cáceres, que lo había estudiado a fondo este testamento siendo él el que le facilitó su transcripción y manejo; afirma que en Casar de Cáceres existen personas con rasgos antropológicos que parecen pruebas irrecusables de haber llegado a ese lugar los niños en cuestión. Si esto fue así, los mestizos traídos a España fueron tres, ya que el Testamento dice que Francisco, por otro nombre Bautista, estaba hacía doce años en Sevilla, donde aprendió el oficio de coracero con un maestro de la calle de las Armas.

Entre un complicado “Iten mando” y un “Iten digo” es un testamento largo y de una cierta estructura debido a su contenido.

Ya de por si la introducción es de dos páginas y media antes de comenzar el “Primeramente mando…, con los sucesivos “Iten mando “ e “Iten digo”, de los cuales se cuentan hasta 77 apartados, además de 3 “Codicilos”, “Autos después de la muerte” y “Algunas consideraciones”.

Con todo esto, que me parece muy interesante y que me sigue llamando poderosamente la atención sólo he esbozado lo necesario para situarnos ante los hechos que después de la muerte del Arcediano El 17-IX-1550 se suceden y que casi creo llegan a nuestros días. Mi padre como en otras ocasiones hace un reto para que alguien estudie mas cosas sobre todo lo de Perú, lo que menos podría imaginarse es que precisamente fuera su hija quien tiene la osadía de hacerlo. Si me he decidido es por que he recibido desde Lima (Perú) los datos necesarios para dar fe que de Don Rodrigo Pérez fuer Arcediano de la Santa Iglesia Catedral y que se cumplió el tercer codicilo al que se hace referencia que otorgó dos días antes de su muerte, que era crear una capellanía en la Ciudad de los Reyes y se encuentran documentos escritos con toda serie de detalles como es su fundación el 1 de Mayo de 1551, ha sido fotocopiada del documento y aquí lo presento. Además hay otros datos sobre dicho señor Arcediano (en hoja a parte) que refleja así mismo la gran importancia de esta documentación, que yo, ni podía soñar con ella y que un buen día cuando decidí escribir para estos XXIX Coloquios Históricos de Extremadura sobre Don Rodrigo Pérez, me llega desde el Perú estos valiosisimos escritos. Me sorprendí y ya no me cabía duda que tenia que escribir sobre este extremeño que como en otras ocasiones había llegado a ser una persona de relieve en América.

Soy consciente de la importancia y trascendencia que tienen estos documentos llegados desde Lima (Perú). De nuevo se me cumple como cuando Don Francisco Pizarro el presentar los hechos vistos desde Extremadura y confirmar la realidad desde América.

Doy las más expresivas gracias a quien me hizo el envio de ello y quiero que cuente con mi admiración y respeto.

Con los datos de Perú queda claro que hasta 1754 -1836 hay documento escrito que lo atestigua y desde Extremadura, España, existen evidencias claras de lo que había del Arcediano en Casar de Cáceres en 1935, cuando mi padre escribió sobre él.

Parece ser que no hay seguridad de que los documentos existentes sean las copias que le fueron entregadas a Pedro Alonso del Pozo en la Casa de la Contratación de Indias en Sevilla. Analizando esto es extraño que el escribano que cierra el expediente no firme ni rubrique. Pero desde luego se trata de una copia del Siglo XVI. La clase de papel y los caracteres paleográficos del documento según podemos observar en el panel con esas fotografías así lo demuestra claramente. Figura 1 y Figura 2.

Tiene El manuscrito 36 folios, completamente utilizados, de papel de hilo. Hay en cada plana 32 renglones y llevan en la parte superior tres pares de líneas paralelas, inclinadas de derecha a izquierda y en la inferior una raya que coge todo lo largo del renglón, terminada por rasgos caligráficos siempre iguales. Tienen los folios un tamaño de 31x 22 cms, y la caja de escritura mide 24 x 16. El verjurado (es el que lleva una filigrana) del papel son siete líneas verticales a una distancia de 17 mm las dos primeras y dobles las restantes. Los pliegos llevan casi todos la filigrana de esta centuria consistente en una mano extendida (en el panel lo podemos ver, y se identifica como figura 3ª) con una estrella al final de los dedos y dos AA en la palma. Los que no tienen esta, llevan otra mano más pequeña pero de idéntica estructura.

Quedan en Casar de Cáceres, Cáceres, España, bastantes restos de la fundación del Arcediano y el estado actual en 1935 es según se muestra en las fotografías del panel. En primer lugar los documentos escritos, y la parte que se refiere a la Capilla de Santa Ana se pueden ver en las figuras 4 y 5. La Capilla de Santa Ana o del Arcediano está en el muro Norte de la Iglesia Parroquial del citado pueblo y es una construcción del Siglo XVI, de estilo Gótico, modesta pero robustamente levantada, de planta cuadrada y cubierta por bóveda de aristas, conserva los dos retablos de que se habla en el testamento, uno de Santa Ana y otro de Nuestra Señora, ambos con pinturas y esculturas. El estilo, uniforme es plateresco, y han debido ser muy repintados pues los cuadros, sobre tabla, están ennegrecidos hasta el punto de ser imposible la identificación de asuntos. El principal, figura 5, lleva la Imagen de bulto de Santa Ana, escultura como la otra del retablo de la Virgen, de las conocidas entre los artistas con el nombre de imágenes de sección de pan, que son a manera de relieves exentos y por tanto con la parte posterior casi plana y solamente desbastada.

Conserva esta capilla todo su friso de azulejos a la cuerda seca (en cantería, línea de arranque de una bóveda o arco), indudablemente de la época de construcción pocos años posteriores a 1551.

Aun se halla en pie El Hospital de San Juan de Letrán, en el cual fundara el testador las seis camaretas para caminantes o para enfermos. Y aún funciona tan particular obra. Para tener idea de tal edificio, la figura 6 nos aclara el acierto en la disposición de los cuartitos; separados y dando todos ellos a un patio interior perfectamente aislado de las calles adyacentes. A un lado la ermita en que se hizo el retablo del que habla el testamento; obra en su talla, escultura y pintura de las mismas manos que hicieron los de la Iglesia Parroquial.

El pósito o la casa de las tres llaves donde guardaban el trigo, ha dejado de funcionar hace muchos años como la capellanía y demás obras pías. Estaba ubicada la dicha casa, en lo que hoy es el Ayuntamiento en la plaza mayor de Casar de Cáceres, y en el lado en que se prolonga una de las aceras de la magnífica calle llamada Larga (unos 800 metros de longitud).

Hasta aquí lo que sabíamos de Extremadura, concretamente en Casar de Cáceres y ahora tenemos de gran interés del acta de fundación en la Ciudad de los Reyes.

Adjunto fotocopias de las fotografías que hizo mi padre para ilustrar su estudio sobre el citado Testamento del Arcediano D. Rodrigo Pérez y así mismo del Acta de la Fundación enviadas desde Lima – Perú. En folio aparte otros datos también llegados desde Lima.

Página primera del Testamento ————————————–Figura 1.

Una página del Inventario———————————————Figura 2.

Capilla de Santa Ana o del Arcediano——————————-Figura 4

Altar principal de la Capilla de Santa Ana————————–Figura 5

Hospital de san Juan —————————————————Figura 6

Filigranas y dos escudos clásicos de la centuria, S. XVI ———-Figuras 3, 7 y 8.

Fundación de la Capellanía del ARCEDIANO D. Rodrigo Pérez en la Ciudad de los Reyes, Perú, fotocopiado el documento en dos folios. Y así mismo otro Folio con otros datos que complementa y acreditan su estancia en Perú del Arcediano.

Precisamente mi padre se hacía una pregunta ¿qué memoria hay de la Capellanía fundada en Lima? Al cabo de muchos años yo le doy la respuesta gracias a un extremeño y a los peruanos de hoy que han sido tan amables en enviar esos documentos para mí muy valiosos, bueno creo que para Extremadura también.

Fundación de la Capellanía del Arcediano D. Rodrigo Pérez por el Ilustrísimo y R. Señor Arzobispo D. Fray Jerónimo de Loayza y D. Cristóbal de Burgos, sus albaceas, por ante el escribano de S. M. Público y del número Simón de Alcate año de 1551.

En la Ciudad de los Reyes de la Nueva Castilla de la provincia del Perú a primero día del mes de Mayo año del nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo de mil quinientos e cincuenta y un Años en presencia de mi Simón de Alcate Escribano de S. M. Publico del número de ella y de los testigos de suso escritos, el Ilustrísimo y Reverendísimo D. Fray Jerónimo de Loayza primer Arzobispo de la Santa Iglesia de ésta Ciudad, e Cristóbal de Burgos vecino e Regidor de ella dijeron: que por cuanto el Arcediano Rodrigo Pérez hijo legítimo que dijo ser de Sebastián Pérez, e María Fernández su mujer, naturales de Casar de Cáceres jurisdicción de la Villadesa de S. M. En los Reinos de España, en un Codicilo que otorgó antes de su fin y muerte en quince días del mes de Septiembre del año próximo pasado de mil quinientos e cincuenta ante Diego Muñoz Escribano de S.M. debajo del cual murió, mandó que sus Albaceas tomasen de sus bienes la cantidad de pesos de Oro que les pareciese que baste, para comprar trescientos e cincuenta pesos de buen oro de renta que sean perpetuos, e que la dicha renta convirtiesen en pro e doctrina de los naturales de este dicho Reino, e lo hicieron con acuerdo e parecer de su Iltma. Reverendísima Señoría el Señor Arzobispo, y que juntamente con el tomaron los pesos de oro que fuesen necesarios para efectuar lo susodicho, como mas largamente en dicho Codicilo se contiene al que dijeron que se refieren. Y en cumplimiento del dicho Codicilo se han comprado de los dichos bienes, unas casas con dos tiendas y una puerta con que sirven, que son en ésta Ciudad en la calle que va de la Cruz General, lindan con la una parte, con casa e tienda de Juan Fernández Platero, e por la otra con casa de Garci Pérez, e se pagaron por ellas tres mil pesos del dinero de dichos bienes, y al presente en este Reino no hay mas alhajas, y que al dicho Cristóbal de Burgos y su Señoría desean de cumplir la voluntad del testador y efectuar lo contenido en el dicho Codicilo, y distribuir los pesos de Oro en que están alquiladas las dichas casas e tiendas que al presente rentan quinientos y sesenta pesos de buen Oro que se da por alquiler de ellas por cada un año, y cumplir la voluntad del testador; y estando ciertos de lo que el dicho difunto quiso se cumpliesen por el dicho Codicilo, ordenan lo siguiente:

Primeramente que en la Iglesia Mayor de esta Ciudad haya una Capellanía que en el Domingo y Jueves de cada semana digan dos misas rezadas por la conversión de los naturales e por el ánima del difunto, y se le de ciento y treinta pesos de limosna en cada Año, que la mitad sean de la mitad de los trescientos cincuenta pesos, contenidos en el dicho Codicilo, y la otra mitad de los demás de alquiler de las dichas Casas, e que el Sacerdote que dijese la Misa, salga con su responso sobre la sepultura del dicho difunto.

E otrosí que en cada un Año se diga en la dicha Iglesia Mayor de esta Ciudad un Aniversario de una Misa Cantada con diácono y subdiácono, por la Conversión de los naturales e por la Anima del difunto, y se de quince pesos de Oro de limosna al Cabildo y Clérigos de la dicha Iglesia, que ofrecieren el dicho Aniversario.

E otrosí: que se de a la fábrica de la dicha Iglesia en cada un Año quince pesos de Oro, para cera e vino, y para ayuda de los ornamentos que para servir las dichas Misas, y Aniversario se gastasen.

E otrosí: e así mismo se den en cada un Año quince pesos de Oro al Prelado que oliese en la Iglesia Mayor de esta Ciudad para que tenga cuidado de hacer cumplir lo susodicho, y lo que suso será contenido.

E otrosí: que los doscientos e cuarenta pesos restantes al cumplimiento de trescientos e cincuenta pesos de los contenidos en el dicho Codicilo, se den en cada un Año al Sacerdote ó Sacerdotes, que estuviesen en el Hospital de los naturales de esta Ciudad, porque tengan cargo de doctrinar los naturales que al dicho Hospital ocurrieran y en el estuviesen , y de administrar los Sacramentos que rueguen a Dios por la conversión de los naturales de este Reino; y por el alma del dicho difunto, los cuales pesos han de dar a los dichos Sacerdotes, entretanto que hubiese Sacerdote Clérigo o Fraile que sepan la lengua de los naturales, y tenga cargo de los doctrinar y enseñar, en la Iglesia de esta Ciudad en las cosas de nuestra Santa Fe Católica.

E otrosí: que si hubiese algún Sacerdote Clérigo o Fraile que sepa la lengua de los naturales y los sepa predicar y doctrinar en la Iglesia Mayor de esta Ciudad se le de de limosna y cada un Año, los dichos ciento y treinta pesos que de suso están señalados para el Sacerdote que hubiese de decir las Misas de suso referidas; y los, doscientos cuarenta pesos que están señalados para el Clérigo ó Clérigos del dicho Hospital, con cargo que ha de decir las Misas, e conversión que de suso está dicha que diga el Capellán, y predicar a los naturales en su lengua los Domingos y días de guardar en la dicha Iglesia, e rueguen a Dios por la conversión de ellos e por el Anima del dicho difunto. E que el señalamiento del tal clérigo le faga su Señoría Reverendísima el dicho Señor Arzobispo que es, y que después fuese en la dicha Iglesia, y se le encarga la conciencia que a lo dicho se apersonara.

E otrosí: Que los pesos de Oro que restan al cumplimiento de los quinientos e sesenta pesos en que al presente se alquilan en cada un Año, las dichas Casas e tiendas se echen en la caja de las tres llaves del Cabildo de la Iglesia Mayor de esta Ciudad, gastando el oro que fuese necesario para el repaso de las dichas Casas y tiendas, y se baya siempre echando lo que así sobrará en la dicha caja, hasta que haya juntos, la cantidad de quinientos pesos.

E otrosí: que enterados los dichos quinientos pesos de oro, se compren de renta para el acrescentamiento de la dicha Capellanía, es para la doctrina e conversión de los naturales, e lo mismo se faga con lo demás que en adelante se acrescentase en la dicha renta

E otrosí : dijeran: que señalaban e señalaron por patrón, así para señalar el dicho Capellán, como para cumplir todo lo demás de suso referido, a su Señor e Reverendísimo el dicho Señor Arzobispo y Arzobispos que después fuesen en la Iglesia Mayor de esta Ciudad.

Y con las condiciones de suso dichas otorgaron esta escritura siendo testigos, el Licenciado Diego Pineda y el Padre Pedro Díaz, e Juan de Vergara; y su Señoría Reverendísima y el dicho Cristóbal de Burgos lo firmaron de su nombre en el Registro de esta Carta a los cuales, yo el Escribano público de suso escrito, doy fe que conozco –Fr. Hieronimus Archiepiscopus de los Reyes – Cristóbal de Burgos e yo Simón de Alcate Escribano de S. M. del Público, y del número de esta Ciudad de los Reyes por su Majestad, signo conozco a los otorgantes y testigos, presente fui a lo que dicho es, e lo hice escribir; por ende fice aquí este mío signo aras en testimonio de verdad Simón de Alcate Escribano Público.

DATOS OBTENIDOS SOBRE RODRIGO PEREZ EN LIMA

1. En la obra de R. Vargas Ugarte Historia de la Iglesia en el Perú I. Imprenta Santa María, Lima 1953

..p.53 En su testamento dejó 310 pesos de renta para la fundación de una cátedra de la lengua general y dispuso que su albacea en unión del Arzobispo Loaiza hiciera la más conveniente distribución de la suma. El 1 de mayo de 1551 ordenó que el catedrático, además de leer, predicase todos los domingos en el cementerio de la Catedral a los indios.

..p.90 Fray Juan de Quevedo fue el primer obispo de la América Austral, en Tierra Firme. En 1515 el Cabildo eclesiástico estaba formado por el Deán Juan Pérez, Toribio Cintado de maestrescuela Diego Osorio, chantre Diego Osorio y de Arcediano Rodrigo Pérez.

..p.93 En 1520 fue nombrado Provisor o Vicario General.

..p109 Arcediano del Cuzco. Figura como testigo en dicha ciudad, el 18 de Junio de 1535, al otorgar D. Diego de Almagro su poder cumplido al Licenciado Espinosa.

..p177 Era obispo Fray Vicente de Valverde y como canónigos figuraban el bachiller Luis de Morales, Provisor, Alonso Arias, Secretario y Francisco Pérez, secretario.

..p.181 El 22 de noviembre de 1539, Valverde expidió un auto por el que nombraba al Arcediano Rodrigo Pérez como Vicario de la Gobernación de Nueva Toledo.

2. Archivo del Seminario de Santo Toribio, Lima.

a. (Leg.7, G, 2, Caja 6.2)

Fundación de la capellanía del Arcediano Rodrigo Pérez, por el Ilmo. Sr. Arzobispo D. Jerónimo de Loayza y D. Cristóbal de Burgos, sus albaceas, el 1 de mayo de 1551, ante Simón de Alcates para el cumplimiento de esta disposición se compraron unas casas con dos tiendas en la calle que va de la Cruz general y se pagó por ellas tres mil pesos. Esta capellanía contiene varias disposiciones a favor de los naturales del Perú, así como el que se digan en la Catedral dos misas rezadas los días jueves y domingo de cada semana. Al principio se lee que la capellanía está fundada sobre las tiendas y altos de la calle de las “Mantas”.
Véase la partida a f. 55 del Margesí (1555). 4h

b. Libro en que se asientan todas las Capellanías que subsisten y personas que las sirven. Libro dispuesto por el Rector Melchor Carrillo de Córdoba por mandato del Arzobispado de Lima, Pedro Antonio de Barroeta y Angel. (1754-1836, 1157 hojas), Libreta 109.

Capellán D.Vicente Núñez de Barrenechea. Rodrigo Pérez fundó una capellanía sobre unas casas que están en la calle de las Mantas, al salir a la Plaza que hoy reditúan 264 y tantos pesos de que es capellán D. Vicente N de B, f.565.

3. Archivo del Cabildo Catedralicio de Lima. Libro de fábrica.

“Cera y vino de la capellanía del Arcediano Rodrigo Pérez”. Este día me hago cargo de 15 pesos ensayados que cobré en primero día del mes de noviembre de 1579 años que reducidos en corriente a 38 por ciento suman 20 pesos 6 tomines y dos granos por el vino y cera que da la fábrica de esta santa iglesia la capellanía del Arcediano Rodrigo Pérez del año que se cumplió a postrero día del mes de octubre de este año de 1579” (Sin número de folio. Hay diversas notas sueltas como estas. Pero, aunque buscamos en varias secciones de éste archivo, Actas Capitulares…, no encontramos en ningún momento).

Oct 011999
 

Marcela Martín Jiménez.

En un día soleado de Junio, cuando el calor empieza a dejarse sentir, cuando los jardines se visten de flores, se multiplican los aromas y las mariposas revolotean, llegaba a Casar de Cáceres D. Angel Rodríguez Campos, el nuevo maestro. Seguramente habría muchas opiniones pensando en como sería pero creo que nadie podría suponer que verían desde entonces pasearse por las calles de la localidad a un grecorromano que pareciera un actor de teatro con su túnica y manto ceñidos prestándole majestuosidad y transmitiendo a quien lo veía pasar “su grandeza de espíritu”(Palabras del propio Don Angel).

En principio solo vieron a un señor con aspecto de explorador y esto parece congruente ya que creó una compañía o grupo de Exploradores con sus alumnos, con banda de trompetas y tambores que desfilaban en las fiestas del pueblo y procesiones de la Iglesia. Hacían excursiones al campo en primavera, inculcando a sus alumnos el amor a la naturaleza, hoy tan en auge. Usaban uniforme caqui, pantalón corto y sombrero del mismo color, parecido a los policías de algunos estados americanos.

Don Angel amaba a los niños y los quería como si fuera un padre. A la educación de la niñez él lo llamaba: “mi dulce profesión con el mundo esplendoroso de los niños” Desde luego como maestro cumplió con los amplios deseos de los padres de sus alumnos, porque su forma de enseñarles resultó creadora y los chicos aprendían viendo imágenes que les proyectaba en una pantalla tanto de Religión como de Historia.

Nos dice D. Luis Bello en Viaje a las Escuelas de España, “La escuela era un gran salón. Las crujías formaban grandes arcos ojivados.

Todo el arreglo de la escuela lo había hecho Don Angel. Había traído material, incluso pupitres. Él decoró toda una crujía con su zócalo de yute rematado por ancha greca.

Renovó la enseñanza con su ardiente vocación y saber. Su casa la convirtió en la prolongación de su escuela, a donde acudían los chicos a completar su formación cultural y social. Les prestaba libros. Les enseñaba a cultivar el jardín y creaban un bonito paraíso. Su casa la transformó al estilo griego con varias terrazas. Los muebles los diseñó él dándoles el sello clásico griego.

Podemos resumir lo expuesto diciendo que fue un enamorado de su profesión, la que llevó a límites poco comunes de entrega y servicio. Se preocupó de darle estudios de Magisterio a sus discípulos Nicomedes Martin, Máximo Barrantes y Angel Jiménez, para que su labor no se acabara con él.

Se ganó el afecto y el respeto de todo el pueblo que supo reconocer sus grandes cualidades, su aportación como educador y su gran cultura.

Aunque comienzo esta comunicación diciendo que fue un soleado día de Junio cuando llega Don Angel Rodríguez Campos a Casar de Cáceres por otras informaciones se da el mes de Abril, y, el día, el 23, siendo un día lluvioso y frío, eso sí, del 1913 que en eso están de acuerdo todos los informadores. Si realmente sucedió en día de lluvia, miremos con ojos y sentimientos africanos y le hubiéramos augurado en aquél día, lo mejor a Don Angel. El agua es signo de fertilidad, y así, es realmente como se ha demostrado por la labor que ha hecho y en cuanto a la fecha es lo más lógico el que sea en pleno curso que no acabado éste.

Algo que Don Angel deseó es que el lugar y su entorno donde tuviera que ejercer su magisterio fuera religioso y eso tuvo la fortuna de conseguirlo. Se hizo muy amigo del Párroco, Don Saturnino Martin Moreno y lo visitaba con cierta frecuencia, manteniendo conversaciones en griego, latín y francés, que ambos dominaban. Así discurría el tiempo entregado totalmente a la vida del lugar siendo el toque pintoresco cuando empezó a vestirse de grecorromano, con túnica, manto, sandalias y en la cabeza sujetando su negra melena rizada, una cinta de tela al estilo de una diadema. A veces también usaba redecilla.

Se hablaba de él y era motivo de curiosidad para quien llegaba de fuera, pero la mayoría de las veces no salía de casa para no ser el blanco de todas las miradas. Por ello no aceptaba invitaciones a banquetes, un día si fue a un refresco con motivo de la Comunión de los hijos de un discípulo.

Parece ser que no le gustaba que lo fotografiasen, pero era aficionado a la fotografía y con su cámara si que se hacía fotos. Según un articulo de Don Jaime Tovar Patrón, podría reconstruirse algo de su vida, cuando está en la escuela, en su casa, en el campo ante las encinas o hablando con algún alumno.

En el pueblo nadie le consideró chiflado, sigue diciendo Don Jaime Tovar, ni él toleraba la más mínima burla de su persona, él era afectuoso y educado. Sin embargo Don Juan Ramos A. Afirma que el pueblo al principio dudó. Lo expone así en un artículo en Hombres de Extremadura- Periódico Extremadura.

Siempre me había preguntado el porqué del uso de los colores de sus túnicas y sus mantos, qué criterios había seguido para ello en algo tan importante como era el vestirse de ese modo, extraño para los demás. Sor Mercedes Jiménez Sánchez me lo aclaró cuando me dijo que se guiaba de los colores de los tiempos litúrgicos de la Iglesia, y así mismo lo asevera en su artículo sobre Don Angel, Don Jaime Tovar Patrón.

A Don Angel lo atendía un matrimonio que se llamaban María Sánchez Vivas y Basilio Jiménez Carrero. Fueron naciendo los hijos del matrimonio, José, Pedro, Sofía, Angel, Mercedes y Antonio, que fueron integrándose en la vida cotidiana en la que tomaba parte Don Angel, al que aprendieron a conocer y respetar. Al cuarto de los hijos, Don Angel lo hizo su ahijado y le puso su nombre y llegado el momento le dio la carrera de maestro, antes se la había dado a otros dos alumnos como ya reseñé.

Los años que pasó en Casar de Cáceres fueron fecundos dándole tiempo para tan amplia obra literaria, interesante por lo genuino de su composición, 20 libros de poesía, poemas en latín y en castellano la rica lengua cervantina. Famosos Diálogos Sociales a la Escuela o Memoria de Helénides de Salamina. Nueve libros de poesías latinas con el nombre de las 9 musas etc. “La Oda a España” se publicó en un opúsculo por los años 40.

Dejaba que lo visitaran los hombres pero no las “muñecas pintadas” como llamaba a las mujeres.

En un articulo nos cuenta lo siguiente Fernando, en Ventana a la Ciudad. –El maestro loco del Casar- que a continuación transcribo:

“ En unas jornadas literarias celebradas en Cáceres en Mayo de 1955 como un atractivo más de ellas se invitó al maestro romano del Casar, Don Angel Rodríguez Campos, más conocido en el mundo intelectual como “Helénides de Salamina,” a pronunciar una conferencia entre los más de ochenta intelectuales y escritores de primera fila de aquél entonces que figuraban en las jornadas y entre los que citaré a título de ejemplo a César González Ruano, Ignacio Aldecoa, Juan Antonio Cabezas, Jaime Capmany, Pedro de Lorenzo, Zunzunegui, etc.

Ni que decir tiene que aquella ilustre concurrencia entre la que me encontraba simplemente como aprendiz, se tomo el asunto a pitorreo por aquello de que don Angel vestía siempre de griego clásico y se le podía tomar por un loco. Es más, la noche anterior a la conferencia se especuló sobre todo aquello. El que más y el que menos supuso que era un PAYASO, un maestro de escuela loco cuya manía por vestir como un griego clásico le había trastornado la mente como a D. Quijote y que de su boca no podrían salir mas que sandeces. Todos desconocían su obra; solo se decía que Unamuno se escribió con él en griego, pero nadie pasaba a creer más que en la locura de don Angel, que pidió se le pusiera un coche que le llevara hasta la puerta de la Diputación, donde se celebraría la conferencia, para no lucirse vestido de griego por las calles de Cáceres.

Se celebró la conferencia y las risas que hubo a su entrada se convirtieron en silenciosa atención nada más que abrió la boca; atención que se convirtió en respeto y admiración a los pocos minutos. Explicó el porqué se “había apartado del mundo” vistiendo de griego para realizar su “Panelenio,” la obra de su vida, leyó algunos poemas del mismo y explicó su concepción filosófica del mundo.

Al salir le pregunté a César González ruano, que había sido uno de los más reticentes:

-¿Qué le ha parecido?

– Que los payasos éramos los que escuchábamos porque es un sabio de cuerpo entero al que hay que perdonarle que vista como quiera.”

Casos como este debieron pasarle más pero siempre se imponía la autoridad de su vasto conocimiento y preparación que consiguió con el esfuerzo y tesón en sus estudios. A Don Angel se le ovacionó largamente al acabar de recitar sus poemas de forma magistral rodeado como Sócrates de sus discípulos mejores en escolta emocionante de amor y admiración por el Maestro; nos lo cuenta en otro articulo el Sr. Ramos Aparicio.

En cierta ocasión le pidió el Rector de una Universidad de Madrid que acudiera invitado a dar una conferencia y acompañado de un profesor de Cáceres asistió. Fue vestido de paisano pero llevaba su melena habitual. A su regreso venía contento de haber ido y el profesor que lo acompañaba encantado por la elegancia con que se desenvolvió ante los demás, dejando ver sus muchos conocimientos. Le pidieron que se fuera a Madrid pero él rechazó la invitación prefiriendo seguir en Casar de Cáceres.

Según nos contaba Don Jaime Tovar Patrón en su articulo, Don Angel le había dicho muchas veces que a Homero era imposible superar, pero no así a Virgilio. No sé si soñaría en un trío: griego, latino y castellano, siendo él el aspirante a hacer universal la lengua de Cervantes.

Creo, que el sobrenombre que tomó del marco griego “ Helénides de Salamina,” lo hizo cuando empezó a vestirse de grecorromano, lo que quiere decir desde casi llegó a Casar de Cáceres. Se ambientó en cuanto a casa y en cuanto a su ropa y costumbres con lo que se metió de lleno en su obra y cada día escribía dando rienda suelta a su imaginación y por otro lado al caudal inagotable de su ingenio. Su ropa se la hacía él, alternaba sus trabajos de educador con el de la costura y sus escritos.

Su obra El Panelenio es en pleno siglo XX una obra épica y mitológica, de corte clásico, libro digno de leerse. Puede según dicen compararse a la “Eneida,” “La Odisea” y “Os Lusiades.”

Don Antonio Rodríguez Molino en la Revista “Foco” en el año 1954 decía que El Panelenio era algo imprescindible para conocer la literatura modernista de España y aseguraba también este famoso escritor que se debía editar esta obra para regalo de los buenos paladares literarios, escrito en tercetos tan bellos que pueden figurar al lado de los buenos del Siglo de Oro.

La obra El Panelenio consta de 20 libros con veintiún mil versos en tercetos, que tardó en escribir siete años, un binomio de lo griego como mito y la realidad castellana.

Después de estar el manuscrito de El Panelenio perdido, apareció en la Diputación Provincial y cerca de 40 años después se edita, es el año 1988, y lo realiza la Institución Cultural El Brócense. El libro consta de 665 páginas, lleva un prólogo de Angel Jiménez Sánchez, su discípulo y una introducción e índice onomástico realizado por César Chaparro y Luis Merino. El acuerdo de editarlo lo tomó la Excma. Diputación Provincial el 30-V-1972- en sesión ordinaria. El manuscrito apareció en la caja fuerte de la Diputación según lo atestigua un articulo del Periódico HOY de fecha 10-XII-1985, donde además se dice que fue Don Manuel Veiga, Presidente de la Excma. Diputación Provincial de Cáceres, quien tomó la decisión de editarlo y a petición del propio pueblo representado por el diputado Don Juan Andrés Tovar y el Sr. Alcalde, Don José Cortés Ojalvo. Este último fue alumno de Don Angel Rodríguez Campos, Helénides de Salamina-

Hubo distintos intentos de publicar su obra mientras vivía e incluso después de su muerte.

Lo importante es que al final en 1988, la institución Cultural El Brocense editó la gran obra de Helénides de Salamina, El Panelenio. El autor canta la leyenda de Teucro, héroe Dánao que, tras impresionante odisea, habría alanzado las riberas del Tormes para fundar Salamanca. El poema se recrea en la expresión del binomio mundo griego – mundo hispano, o dicho de otra forma, entre los mitos y la realidad.

Decía en su articulo Don Jaime Tovar Patrón que daba la impresión de que creía en las musas como nosotros en los ángeles. Se conocía a los habitantes del Olimpo, morada de los dioses griegos, con pelos y señales. Las ninfas, deidades de las aguas, bosques o selvas. Las nereidas, las 50 hijas de Nereo y Doris que personifican las olas del mar, destacándose Anfitrite, Tetis y Galatea, y, que estos y otros seres mitológicos le confiaban sus secretos como si siempre hubiera andado con ellos.

Hora es ya de que conozcamos algo de la vida de Don Angel Rodríguez Campos. Nació en Mogarraz (Salamanca) el día 28 de Julio de 1884,como lo atestigua la fotocopia del Acta de Nacimiento que acompaño a esta comunicación. Su familia era gente sencilla. Queda huérfano de padre y posteriormente muere su madre cuando aún era muy niño, unos 7 años; hay quien dice que con algunos más, pero también hay quien afirma que su madre murió una noche mientras dormían juntos en un colchón en el suelo. Hay quien asegura que tenía una hermana que tan indefensa como él pasó a un orfanato hasta tener edad para los estudios. Su hermana entró en un convento de clausura en Salamanca y cuando profesó la destinaron a la provincia de Teruel y murió al poco de estar allí, muy joven. Parece ser que la causa fue el frío que hacía en aquella ciudad.

Hay distintas opiniones sobre los estudios de Don Angel, en cuanto a estos y a los lugares donde los realizó. Se dice que lo llevaron a Salamanca a un convento, el de los PP Paules y otros que a un convento de franciscanos. Lo que sí afirman varios es que aunque estudió para sacerdote no llegó a cantar Misa, según parece si la cantaba tendría que marcharse a misiones y él no quería ser misionero. Estudió griego y latín, los hablaba correctamente. Sus poemas latinos tienen mucho que decir. Tenia profundos conocimientos sobre literatura clásica.

Estudió Magisterio en la Escuela Normal de Salamanca. Ya con su título hace oposiciones y va a Casar de Cáceres. Al mismo tiempo que hacía su Magisterio daba clases de griego en la cátedra de Don Miguel de Unamuno, con quien se carteaba en griego.

Componía versos desde los 14 años, en latín, con gran habilidad, causando asombro a Don Marcelino Menéndez Pelayo, a quien Don Angel hizo una poesía, a su persona y el insigne polígrafo le aconsejó que junto a su trabajo desarrollase esa faceta innata en él. Según parece es quien le aconseja que estudie Magisterio.

El lugar al que tiene que ir como maestro está a unos once kilómetros al Norte de la capital, Cáceres. Se llama Casar de Cáceres y al buen decir de mi padre q.e.p.d., Don Tomás Martin Gil, “es un pueblo laborioso y rico, que pertenece a la Diócesis de Coria y cuyo término municipal es de unas trece mil hectáreas de extensión, abundante en finos pastos que alimentan el ganado lanar. Producto de esta ganadería son los famosísimos quesos de Casar de Cáceres sobre todo su apreciadísima torta, queso bajo, raro y exquisito y que siguiendo la manera norteamericana, no vacilo en calificar como el mejor queso del mundo.

Este pueblo ocupa una hondonada de la llanura, algo ondulada, que ase extiende desde la capital hasta el cauce del Tajo. Sus calles se orientan de Norte a Sur, son anchas y limpias; las casas hechas de mampostería y bóvedas de arista, tienen un zaguán al entrar, a donde dan las puertas de la sala y alcobas con pasillo central que lleva al corral, en el que suelen estar las dependencias para el ganado. En el segundo piso están los graneros, almacenes y la cocina donde se cura la matanza.

En el año 1931 había unas 900 casas de las cuales la mayoría es de dos pisos (49 de tres) y ha censado en 1930, 4.762 habitantes de hecho y 4.941 de derecho. La industria es un par de tenerías, algún taller de zapatería y los telares han desaparecido por completo pero hay una Fábrica de electricidad y harinas, que fue una de las primeras de Extremadura. Según Madoz en la mitad del siglo pasado fue más floreciente la industria con 10 tenerías, 40 talleres obradores de zapatería, 3 lagares de aceite, 3 molinos, 7 telares de paño y 5 de lienzo y 6.025 almas.

La Iglesia se encuentra en la parte central del pueblo como ocurre con la mayoría de los pueblos extremeños. El pueblo florecía alrededor de la Iglesia. Está aislada y la rodea un muro, con tres entradas, es un espacioso atrio, al que llaman los naturales del lugar el arandel, Su orientación es la clásica, de Este a Oeste con su cabecera al Saliente. Si estudiáramos su historia, su arte, podríamos llegar a la conclusión que este pueblo es muy católico, muy ferviente.Cumplía con los deseos de Don Angel cuando llegó a ejercer allí su Magisterio, la faceta primordial del carácter social de ese pueblo es eminentemente religioso.

Don Valeriano Gutiérrez Macías nos recuerda que el último curso que pasó dando clases Don Angel Rodríguez Campos fue el de 1953-54. Así mismo nos da la fecha del 15 de Enero de 1956 como dato muy significativo en que pasó a vivir a casa de su discípulo y ahijado Don Angel Jiménez Sánchez por razones de salud. Desde ese día su casa quedó sumida en el silencio, sus triclinios y escaños romanos no acogerían ya más a tan relevante hombre de letras, una grave enfermedad acababa con su vida el 26 de Agosto del mismo año 1956. Moriría con el consuelo de haber sabido dar una sólida educación a su ahijado que lo había acogido en su casa como si de un padre se tratara. Es digno aquí de resaltar este comportamiento en el discípulo que lo acoge en la enfermedad y en la debilidad y eso solo tiene un nombre –reconocimiento. Analizando todo llego a la conclusión que fue un buen educador.

Adjunto para atestiguar su muerte fotocopias del Acta, Parte y Certificado de defunción en ellos están correctamente señalados todos los datos en cuanto a hora, lugar, a consecuencia de, etc. Que me parece importante que figuren.

Don Valeriano Gutiérrez Macías nos comenta “La muerte de este hombre ejemplar y excepcional causó hondo sentimiento en toda Extremadura, en la provincia de Cáceres y sobre todo en su laboriosa población, a la que estuvo vinculado 43 años.

Don Jaime Tovar Patrón cuenta que al ir a su pueblo natal de visita, se acercó al Cementerio con el fin de visitar el humilde nicho de Don Angel Rodríguez Campos, tenía curiosidad por leer su epitafio, que al parecer él en vida había dicho que quería que figurase solo esta leyenda: HELÉNIDES ESCRIBIÓ EL PANLENIO. Lo cierto es que a la hora de la verdad allí rezaba lo siguiente: D.E.P. DON ANGEL RODRIGUEZ CAMPOS – HELÉNIDES, 26-Agosto –1956.

A su entierro fue el 80% de los vecinos del pueblo ya que todos le apreciaban y querían.

El año pasado al acabar los XXVII Coloquios Históricos de Extremadura, me impuse la tarea de traer a estos XXVIII Coloquios, el recuerdo de Don Angel Rodríguez Campos el Maestro grecorromano de Casar de Cáceres. Creo que influyó el haber presentado en mi comunicación la Vida de mi tío Don Saturnino Martin Moreno, el cura Sabio de Casar de Cáceres. Desde entonces empecé antes de venirme a Colmenar Viejo, Madrid, a preguntar cosas, a recordar otros tiempos lejanos y luego ya solicité datos concretos y me han facilitado toda clase de ayuda por lo que desde aquí doy las más expresivas gracias al mismo tiempo que pido disculpas si no ha quedado a medida del deseo de quienes me ayudaron. Hasta a la Musa y a la Deidad griega en un sencillísimo soneto impetré su ayuda.

Oh Musa, oh Deidad griega
Amiga de Helénides de Salamina
Que le distes el conocimiento y la idea
Inagotable acierto, inacabable mina.

En sus versos describía
Con acierto sin igual
Del mundo griego, la mitología
Y del hispano, la trascendencia, la realidad.

Oh Musa que aún le pagas
Con admiración su esfuerzo
De tantos días de estudio de tan fértil acierto.

No dejes de ayudarme
En tan noble decisión
De traerlo al recuerdo del pueblo que le amó.

Poco podía yo suponer que le fueran a hacer una estatua de bronce a Don Angel y que precisamente en este Junio pasado ya es una realidad en Casar de Cáceres. Decidí hacer este trabajo la última semana de Septiembre 1998.

La idea de hacer una estatua es el reconocimiento público a su labor como maestro y la idea fue bien acogida por los responsables municipales. Para realizar la obra se hizo un concurso público y tras el fallo del mismo se adjudicó a Don Antonio Morán Martin la realización de la Escultura de Helénides de Salamina. El coste de la misma asciende a 3.477.500 pesetas y será financiada totalmente por el Ayuntamiento de la localidad. Será de bronce y aparecerá el maestro vestido de grecorromano sobre una escalinata, en tamaño real. Todos estos datos aparecían en el Periódico Extremadura del día 2 de Octubre de 1998. El autor de la escultura nació en Malpartida de Plasencia pero vivió en Salamanca.

El pasado día 5 de Junio del presente año 1999, Don Manuel Veiga, Presidente de la Asamblea de Extremadura, la Presidenta de la Diputación Provincial, Doña Pilar Merchán y el Alcalde de Casar de Cáceres, Don Juan Andrés Tovar inauguran la estatua que se ubica en el Paseo de Extremadura. Doña Pilar y Don Manuel dirigen unas palabras al numeroso público asistente y el Grupo de Teatro “Perséfone” escenificó unos fragmentos de la obra más conocida de Helénides de Salamina, “El Panelenio.”

Esto es el testimonio del Periódico Extremadura de fecha 6-VI-1999.

EL PANELENIO

Todas las personas que han leído o estudiado esta obra nos dicen y reflejan en sus escritos la importancia de la misma, entra curiosidad y te adentras en su lectura y realmente encuentras belleza, encuentras las invocaciones, plegarias, himnos, discursos, monólogos, profecías. La descripción geográfica, la realiza como base para situar toda la acción, parece que lo que pretendía era unir y hacer algo nuevo de lo heleno y lo salmantino.

Podré ir señalando aquello que más me llame la atención, pero textos sueltos perderán su sentido y no nos dirán gran cosa, salvo la belleza de la composición concreta de un verso determinado, por eso es de difícil estudio. Sin embargo voy a procurar entresacar algunos versos de los X, primeros Libros.

I Libro.

Comienza con una invocación a la diosa. Me han llamado la atención los siguiente versos:

Siguió del ancho mar el derrotero 19

Y a la remota Hesperia huyendo vino, 20

Del Océano límite postrero. 21

Llegó al raudal del Tormes cristalino: 22

Allí alzó el Panelenio y esplendente 23

De la ciudad el ámbito divino. 24

Aquí describe que llega a la remota España del Océano límite postrero. Haciendo un canto del Tormes salmantino al que dice cristalino y alza el Panelenio, Institución Sagrada esplendente, para que sea de la ciudad lo divino, lo que presida, lo que más signifique, lo que guíe a la gente.

Son de gran belleza los siguientes versos de cuando se convierten en piedras:

Este es ya dura sílice, y el peso 946

De su mole le oprime; ése es granito; 947

Aquél, inerte bloque del Marpeso. 948

Uno quiere implorar, lanzar un grito, 949

Y es una estatua con la boca abierta 950

Cuya voz se perdió en el infinito. 951

Otro al ir a escapar encuentra muerta 952

Su fuerza, y amarrado al duro suelo 953

Es frío mármol con la sangre yerta: 954

¿Recordaría aquí el texto bíblico Gn 19, 26, cuando se convierte la mujer de Lot en estatua de sal? De todos modos, al leer los versos parece que se estuvieran viendo las imágenes descritas.

II. Libro.

Comienza con un canto de cisnes, gansos y Escila convertida en blanca garza después de haber estado amarrada en lo alto de una nave.

Marchaban los ganados macilentos 589

Dando tristes quejidos con profundos 590

Estertores e inciertos movimientos. 591

Aquí caían unos moribundos; 592

Otros allá en violentas convulsiones 593

Se desplomaban fétidos e inmundos. 594

Nos explica lo que el calor puede hacer. Como otra inclemencia del tiempo, más de una vez en el calor del verano, vería caer a los animales de los rebaños cuando volvían al redil.

III Libro.

Encuentro de una gran fuerza:

Vive en mí Grecia: electrizado nombro 310

Cualquier objeto suyo aunque escondido 311

Hoy en tristes ruinas y en escombro. 312

Creo que aquí está expresando su admiración y su hondo sentimiento por Grecia, que lo electriza al mismo tiempo que lamenta sus ruinas y escombros.

IV Libro.

Mas los niños allí, desposeídos 448

De sus queridos padres, ya no tienen 449

Quien acalle sus lloros y gemidos 450

A su cuna arrancados aquí vienen 451

En la naciente aurora, y cuando llegan 452

En los mismos umbrales se detienen. 453

Cualquier cosa su llanto entretenía 466

Y aplacaba su voz unos momentos; 467

Luego, recrudecido, más se oía. 468

Y sus senos de fuentes deseadas 472

Se llenan más y más y desfallecen 473

Reclamando esas bocas sonrosadas. 474

Ellos, mientras sus madres enloquecen, 475

Lloran sin fin y en solitario prado 476

Sólo a las duras rocas enternecen. 477

Esto es un rememorar la separación por la muerte de su madre, pero que invierte o se recrea en pensar que ella vive y que el niño que ya no es él, puesto que es un hombre, es el que se ha ido en realidad. Con gran realismo y crudeza nos presenta estos versos.

V Libro.

Llevaba el carro con certera mano, 7

Llenándola de gozo y alegría 8

La venida de su radiante hermano. 9

Me pregunto si será un recuerdo a su hermana la que quedó huérfana con él.

Los versos, desde el 45 al 63 describen lo que se siente cuando uno está enfermo con fiebres, una gran soledad, una gran impotencia para lo cotidiano y después la alegría de la salud.

Y el verso:

Calló el viento, durmiéronse las flores, 943

Es de una extraordinaria ternura.

VI Libro.

De este modo feliz, con esta traza 13

Persuadía a los hombres y a los mozos: 14

El amor de la gloria es añagaza. 15

A los alumnos y a los padres explicaba todo esto. Una de sus preocupaciones era hacerlos hombres de bien.

VII Libro.

Turbóse el cielo: al punto las regiones 178

Del aire se agitaron y movieron; 179

Volaban engrosados nubarrones. 180

Huyó la luz, cayó la noche y pronto 184

Los envolvió espantosa la tormenta 185

Cual no la vio el ostrifero Helesponto. 186

Pues que todos los vientos juntamente 196

Cargaban sin cesar en lucha fiera, 197

Soplando cada vez más fuertemente. 198

No se si por su emplazamiento, Casar de Cáceres registra las tormentas fuertes, sonoras, me daba miedo de pequeña.

VIII Libro.

Toda santa oración que al cielo sube 61

Es acogida allí con sumo agrado: 62

Yo en enviarlas nunca me contuve. 63

A través de estos tres versos se proclama creyente, si se quiere hasta con una cierta timidez.

Después ya habrá otras cosas, y el empeño 124

Será de apaciguar la tierra ibera 125

En torno a un Panelenio que hoy es sueño. 126

Preconiza la presente obra, este escrito, entonces él se verá apaciguado cuando victorioso surja el Panelenio, que en aquellos momentos, mientras escribía para él aún era un sueño.

Mil yeguas retozaban en sus prados 520

Con sus potros que, hermanos de los vientos 521

Subían relinchando a los collados. 522

Es muy bonito en su exposición. Nos muestra la naturaleza, se trasluce como vivía escenas campestres.

El ave vino abajo, y al momento 718

Un hombre pequeñito con soltura 719

Saltó ligero de su extraño asiento 720

No tendría ni un codo de estatura, 721

Y era vivo, resuelto y aún gracioso 722

Hasta en su singular cabalgadura. 723

Estaba algo asustado y sudoroso, 724

Condujéronle al rey: él se hizo el fuerte, 725

Cercado del concurso numeroso. 726

No podemos olvidar el mito que como hemos repetido se da alternando con la realidad, esta escena que describe curiosa y graciosa nos llama la atención, se ve el ingenio del autor a la hora de ir creando su obra.

IX Libro.

Suben los mozos, echan la traviesa, 37

Arrean a los mulos, y adelante; 38

Al lado el perro de cabeza gruesa. 39

Aquí está diciendo algo que ve a diario hacer a los mozos del lugar y el perro al que se refiere, seguro que es el mastín extremeño con su enorme cabeza.

De allí vuelve el rebaño reunido 142

Después que largamente todo el día 143

Del madroño los brotes han mordido. 144

Nunca se queda atrás la tierna cría, 145

Pues las madres felices de memoria, 146

Redoblan sus llamadas a porfía. 147

Como en los anteriores versos esto es lo que ve constantemente lo que tiene a su alrededor.

Abre tus ojos, mira, y bien cercano 322

Tienes el libro que natura extiende 323

Con sus grandiosas páginas a mano. 324

Entra luego en ti mismo, y allí atiende: 325

La voz de ese montón de maravillas 326

Muda contemplación es quien la entiende. 327

Nuca pensé, exclamó el Telamoniada, 340

Que en medio de mastines y perros 341

Del saber se encontrase la morada; 342

Invitaba a sus alumnos a fijarse en el campo, en lo cotidiano, para que aprendieran, era el mejor libro. Es posible que algún alumno lo que le dice Telamoniada se lo contestara también a él.

En los versos desde el 1015 al 1026 vuelve a tratar el tema relacionado con la inclemencia del tiempo, en esta ocasión se refiere al agua, a la lluvia.

X Libro.

No bien nos tuvo el mar, cayó del cielo 163

La negra tempestad, y ciega noche 164

Cubrió las olas con oscuro velo. 165

Vuelve el tema de la tormenta.

Todos ya se contaron por perdidos, 298

Juguete de las olas y del viento, 299

Aquí y allí llevados y traidos. 300

En esta ocasión es el viento, que no podía faltar y más adelante en los versos 538 al 540, el que se desata es el fiero torrente.

Aquí tienen ustedes estos versos, muestras de los 10 primeros libros. Mi juicio sobre ellos es sencillo, aquí está mi pobre aportación. Lo que ahora desearía después de acabado mi trabajo es que pueda servir de ayuda al estar todos los datos reunidos para más fácil consulta. Para mí se cumple la tarea de traerlo al recuerdo de todos.

LOS DATOS LOS OBTENGO DE:

Sor Mercedes y Antonio, hermanos de Don Angel Jiménez Sánchez, el discípulo de Helénides de Salamina.

Don Justino Tovar antiguo alumno de Don Angel, a través de Mª Carmen Campón, hija de Dª Demetria Tovar.

Mis hermanos Teresa y Francisco, me envían fotocopia de la Gran Enciclopedia de Extremadura, tomo 5, página 254.

Mi hermana Consuelo, me envía dos fotocopias de periódicos donde hay noticias del Maestro del Casar de Cáceres, uno es del Hoy de 16-II-1995 y el otro del Extremadura del 2-X-1998.

Mi hermano Luis me envía fotocopia del Periódico Extremadura de 6-VI-1999 – Casar de Cáceres- Los vecinos inmortalizan en una estatua a Helénides de Salamina.

Don Juan Andrés Tovar Mena, Alcalde – Presidente del Ayuntamiento de Casar de Cáceres, el libro: “El Panelenio” – Helénides de Salamina – Institución Cultural “El Brocense” – Excma. Diputación Provincial – Cáceres 1988. Me dice que puedo hablar con Don José Cortés Ojalvo antiguo alumno de Don Angel.

Ánimas del Purgatorio de Casar de Cáceres. –Taller de Etnología. Universidad Popular Helénides de Salamina. 1996.

Pastoreo Tradicional en Casar de Cáceres. Taller de Etnología Año 1998. Universidad Popular Helénides de Salamina.

II Jornadas Intersectoriales y Transfronterizas, sobre el queso de la Comarca de Casar de Cáceres, 23, 24 y 25 de Octubre 1996.

Casar de Cáceres, folletito turístico.

Hablo con Don José Cortés Ojalvo, me cuenta cosas, unas que corroboran lo que sé y otras nuevas interesantes.

Me envía el Taller de Etnología de la Universidad Popular Helénides de Salamina lo siguiente:

  • El Panelenio. Helénides de Salamina. – Institución Cultural El Brocense, Cáceres, 1988.
  • Noticia de la muerte de Helénides de Salamina –Diario Pueblo – 10-III-1961
  • Viajes a las Escuelas de España(Extremadura) –Serie Rescate- E.R. de Ext. –Mérida 1994.-
  • El Panhelenio, de Helénides de Salamina” – César Chaparro y Luis Merino – Revista Alcántara. Institución Cultural “El Brocense.” Excma. Diputación Provincial de Cáceres, Enero 1989 Nº 19 (3ª época).
  • “Ventana a la Ciudad. El maestro loco del Casar.”- Diario Hoy –10-XII-1985.
  • Vida y obra de “Helénides de Salamina,” el maestro “griego” del Casar.- HOY-19-I-1986
  • “Helénides de Salamina” Jaime Tovar Patrón. Apéndice III Hoja del Lunes Burgos 23-IV-73
  • “ La originalidad de un maestro del Casar de Cáceres. Diario Hoy –16-II-1995.
    • “Hombres de Extremadura” Juan Ramos Aparicio. 3 artículos – Extremadura, -Abril 1982.
  • “La Diputación editará la obra de Don Angel, el de las Melenas.” – Hoy. –10-XII-1985
  • La Diputación publicó el último poema épico de la Historia. No tiene fecha, ni nombre.
  • Revista Alcántara – Institución Cultural “El Brocense” – Excma Diputación Provincial Cáceres. Enero Abril de 1990. Nº 19, 3ª época. Autor: Valeriano Gutiérrez Macías.
    • Himno Local de los Exploradores de España de Casar de Cáceres. Su autor el presidente de este Consejo, Don Angel Rodríguez Campos, Helénides de Salamina.
    • Fotocopia del Acta de Nacimiento, en el tomo 12 el nº 27.
    • “ Certificado, Parte e inscripción de defunción.

* MOTIVOS EXTREMEÑOS. Por Tomás Martín Gil.

Oct 011992
 

Marcela Martín Jiménez.
Trujillo, Departamento de Colón, HONDURAS, C.A.

Al coincidir el V centenario del descubrimiento de América, con la celebración de estos XXI Coloquios Históricos de Extremadura, he querido aportar estos (humildes) datos de como se formó la Iglesia en Honduras, Centro América. Nos cabe el honor de ser Trujillo, la ciudad donde se dijo la primera Misa de tierra firma y donde se fundó la primera sede episcopal de toda Honduras.

Al desarrollar la ponencia podremos adentrarnos en una serie de sucesos, viviremos por unos momentos la historia a la que asistieron más de un extremeño que en realidad no sabemos que parte le correspondió protagonizar pero que de cualquier modo lo que se dice y se cuenta es historia hecha por ellos.

Tu Tuviste Trujillo el honor
que pusieran en ti, el pie al desembarcar
una nueva tierra, tierra siempre en flor
donde la primera Misa todos pudieron escuchar.

Tu forjaste la evangelización
acogiste la sede episcopal
abarcando gran extensión
con pocos medios pero con tesón, que era lo principal.

Tenían tus antiguos moradores
sus dioses particulares
del río, del monte, la quebrada o de los cazadores.

Decían que los nativos eran ignorantes
porque no sabían lo que sabían los descubridores
pero de sus tierras, ellos eran indiscutidos señores.

Marcela Martín
Trujillo del departamento de Colón. Primera Sede Episcopal.

La religión indígena.

A finales del siglo XV y principios del XVI, había dos grandes grupos culturales, pertenecientes a las culturas mesoamericanas. Sedentarios agrícolas, (Valle del Ulúa), eran los mayas, con sus variantes Chortis, Chontales, o Chol y los Lencas, menos evolucionados, que eran los Cares y Cerquines. Aún hay otra cultura seminómada y cazadora, de origen sudamericano son culturas como de bosque tropical, solos Jicaques y Payas, Matagalpas, Sumos y Misquitos. Ademas había algún enclave comercial mejicano azteca, cerca de Trujillo.

Había dos tipos de religiosidad, la maya unida a categoría espacio temporales, (a los cultivos, al clima, a los árboles, a las montañas), con una función más evolucionada de sus sacerdotes y ritos mas elaborados. Las culturas del bosque tropical estaban mas unidas al chamanismo, es decir giraba alrededor del sacerdote hechicero que pretende tener relaciones con los espíritus, buenos o malos, e influir sobre ellos, puede curar enfermedades y producirlas. Tenían menos dioses y sus ritos eran sencillos. Para los españoles controlar a estos les fue relativamente fácil. La base de la religiosidad hondureña podemos decir que estuvo en los grupos sedentarios entre los que se formó, al contacto con el cristianismo.

La religiosidad maya era politeísta, creían en una pareja de dioses a los que ayudaban otros dioses a los que también habían dado origen. La pareja y sus dioses ayudantes generalmente estaban lejos del campesino maya que se entregaba al culto de los dioses más cercanos a sus actividades directas. Dios de la lluvia, de los ríos, del maíz, de la caza, de la pesca, de los árboles y de la selva. Toda la naturaleza era divina. En la actualidad se conserva una oración para antes de desbrozar el bosque para sembrar el maíz, y en la que se aprecia lo dicho de la tierra divinizada.

«¡Oh Dios, padre mío, madre mía, señor de los montes y los valles, espíritu de la selva, trátame bien!. Voy a hacer como siempre he hecho. Voy a hacerte mi ofrenda para que sepas que voy a molestar tu corazón. Permítelo. Voy a mancillarte (destruir tu belleza), a labrarte para poder vivir. Permite que ningún animal me persiga, que no me pique ninguna serpiente, ningún alacrán, ninguna avispa. No permitas que me caiga encima un árbol, ni que me corte hacha ni machete. Con todo mi corazón voy a labrarte».

El maíz es con su divinidad correspondiente otro de los elementos fundamentales de la religiosidad del campesino maya, Decían a sus hijos que los dioses tras varios intentos habían conseguido hacer un hombre de maíz. Según E. Thompson, Bartolomé de las Casas, cuenta como el primer alimento del niño maya es un atole hecho de la primera cosecha de maíz. De esa misma cosecha se guardaban granos para que el niño, llegada la edad de producir los sembrara en su primera milpa y ofrecerá el producto a los dioses. El dios maíz enseña al campesino al sufrimiento, es dios de pasividad. Las circunstancias ambientales etc. le hacen sufrir y el campesino ha de ayudarlo, ruega por la lluvia, le defiende de los animales, erradica las malas hierbas. El maíz a cambio lo alimenta a él y a su familia. Cada uno depende del otro y de la dependencia nace el amor.

También es importante tener en cuenta los conceptos de donación de los dioses y la retribución y agradecimiento por parte de los hombres. Las fiestas y ritos a veces se hacían como pago por adelantado a los favores esperados de los dioses. El ayuno, la abstinencia sexual, hacerse heridas voluntariamente, peregrinaciones a lugares de culto (cuevas) eran frecuentes, y todo ello hacia del espíritu de sacrificio (algo que le cueste a uno personalmente). Había el dios de la bebida alcohólica. Dios de la alegría, etc.

Los Lencas tenían su peculiar aspecto religioso según indica Antonio Herrera en su «Historia General de los Hechos de los Castellanos». Nos cuenta el politeísmo con caras de animales, tigres … etc., y el tipo de sacerdocio cercano al chamanismo: «hombres viejos, desnudos, que hacían áspera vida, con el cabello muy largo y trenzado alrededor de la cabeza», a los que se pedía consejo «en caso de guerra, justicia, casamiento y otras necesidades». Tiene importancia los sueños. Tiene cierto relieve el nagualato, costumbre muy arraigada entre los indios, hablar con los ríos, piedras y montes. Los aojos, el temor a ciertas personas también es importante. Se nos revela muy fuerte la religión de la naturaleza.

En todo esto los conquistadores tendían a ver ritos y costumbres perversas creadas por los demonios.

La conquista.

Fue muy irregular. Fue escenario no solo de guerras entre los españoles e indígenas, sino de luchas, asesinatos y conspiraciones entre los primeros españoles. Gil González mata a Cristóbal de Olid.

Cristóbal Méndez asesina a Sancho Herrera y es a su vez asesinado por los partidarios de Andrés de Cereceda. Diego López Salcedo y Cereceda se destacan por su crueldad con los indios.

Muchos indios fueron sacados de Honduras como esclavos, y hubo zonas de despoblación inicial, los mismos gobernadores sacaban barcadas de sus pueblos vendiéndolos en el puerto de Trujillo.

Inicios de la Iglesia hondureña.

Los comienzos de la Iglesia hondureña tuvo el mismo desorden que la época. No existía una Iglesia constituida, sino clérigos. alguno de ellos con unas características de aventureros que acompañaban a los españoles y eventualmente predicaban a los indios.

La primera Misa de Honduras en tierra firme fue celebrada en las playas de la actual Trujillo, el domingo 14 de Agosto de 1502 por el P. Alejandro (Capellán).

En 1525, con Cortés desembarcaron dos franciscanos y predican a los indígenas. El clero permanente era escaso, sin pasar de cuatro o cinco, hasta la llegada de Pedraza como Obispo.

En 1529 aparece en Trujillo como acompañante de Diego López Salcedo, el P. Juan Habela, que aparece en una lista como dueño de esclavos indios traídos desde León, (Nicaragua). Este P. Juan Habela administraba la iglesia de Trujillo y apoyó a Cereceda y participó indirectamente de la muerte de Cristóbal Méndez. En 1536 aparece de nuevo en el repartimiento de encomiendas hecho en Puerto Caballos por Pedro de Alvarado. En este reparto le tocaron los pueblos de Chumbazina y Chiquilar y Tascoava y Aplaca, que son el Valle de Cura, con todos sus señores e indios de los citados pueblos. Con él figuraba otro clérigo que se dice Juan Habela, citado por el licenciado Cerrato, presidente de la Audiencia de Guatemala, en carta de 1549, en la que habla del pleito entre el Oidor Herrera y el clérigo Habela, disputando la propiedad de una mina muy rica y una cuadrilla de negros.

Hay una gran desorganización eclesial, la Corona determina construir una Iglesia en esos lugares remotos o «loca profunda» como menciona a Honduras el obispo Zumárraga en el decreto de erección de la diócesis de México. Según el obispo Manuel Francisco Vélez, la diócesis de Honduras fue creada por el Papa Clemente VII en 1527. No se le dio sede fija, pero el 6 de septiembre de 1531 se concreta su enclave en la ciudad de Trujillo. El 18 de Agosto de 1532, en Cédula real se nombra a Fr. Alonso Guzmán Gobernador de la Provincia de Higueras y Cabo de Honduras, se le menciona que «su santidad, a petición nuestra, ha hecho gracia del obispado de dicha provincia a vos, el reverendo padre don fray Alonso de Guzmán, de la Orden de San Jerónimo». Nunca llegó a Honduras fray Alonso de Guzmán, solo media en el conflicto de intereses surgidos entre las provincias de Honduras y Nicaragua. Desde sus nombramiento al nombramiento de Cristóbal Pedraza se ha afirmado que hubo otro obispo, fray Juan de Talavera que tampoco llegó a Honduras. Se dice que tanto fray Juan de Talavera como fray Alonso de Guzmán eran la misma persona, eran Jerónimos los dos y en la misma época priores del Convento del Pardo. Lo creen así M. Vélez y el historiador Reina Valenzuela.

Sin sede fija primero, sin obispo además, los gobernadores dirigían la Iglesia, con la esclavitud que esto suponía.

En 1526 Diego López Salcedo pregunta desde Honduras sobre cuando debe bautizarse a los indios. Se hacía eco de una discusión en la que los frailes dominicos llevaban la iniciativa, decían unos que debían bautizar inmediatamente, otros que no si no lo pedían y otros que aunque lo pidiesen si no supiesen primero el pater nóster y el ave Maria y el Credo, y salve regina, y los mandamientos y artículos de la fe, y lo demás que todo cristiano debe saber. En el fondo estaba en discusión si el bautismo era un método de hacer vasallos del rey o de manifestar la conversión al cristianismo, aunque se pudieran dar diversos argumentos de corte teológico por cada parte. L idea española de cristiandad y de conquista empujaba más a una evangelización por decreto que a una predicación libre de la fe, como pedían la mayor parte de los religiosos. Pero aún entre estos había también toda una serie de discusiones.

El descubrimiento de insospechadas culturas y de gran número de gente en un nuevo continente significó no sólo un desafío político o cultural, sino también religioso. Coincidía además con una etapa de la Iglesia en la que la creatividad y el debate estaban muy presentes (tiempo de la Reforma y Contrarreforma).

La ignorancia y la resistencia a la fe eran dos argumentos básicos que justificaban la conquista: enseñar era un deber de los civilizados y erradicar la idolatría hacía «lícita y santa la fuerza».

Las Casas dice que los indios no son ignorantes y tienen, donde se ha predicado pacíficamente, un «admirable aprovechamiento…» En cuánto a los sacrificios humanos; responde Las Casas, «más han sacrificado los españoles a su diosa muy amada y adorada de ellos, la codicia».

Dentro de la misma Iglesia se daban distintas posturas en la catequesis y evangelización. Mientras que casi todos los misioneros y clérigos coincidían en la necesidad de predicar el Evangelio en las lenguas indígenas, e incluso editar catecismos en las mismas lenguas, no todos coincidían a la hora de analizar la religión de los indígenas. Mientras muchos veían en los dioses de los indígenas a verdaderas estampas de diversos demonios, otros apreciaban el cierto conocimiento de Dios que se manifestaba en las diversas religiones de los indios.

El Obispo Pedraza, primer Obispo de Honduras Trujillo. Cristóbal Pedraza nació en Sevilla a finales del siglo XV. en el puerto que pronto seria el nudo principal de comunicación con el nuevo mundo. En 1533 ocupa la posición de chantre en la catedral de México. En este tiempo le toca hacer de mediador entre Hernán Cortés y Nuño de Guzmán, pariente de Pedraza, y a la sazón presidente de la Primera Audiencia de la Nueva España. Posteriormente viaja a España, 1536 y es nombrado al año siguiente Protector de los indios de las Higueras y Cabo de Honduras. En primer lugar pidió ampliar facultades para castigar, como protector de indios, a todos los que vendieran a los indígenas como esclavos o los compraran. Siendo el protector, también un evangelizador, exponía ante el rey que «no con matarlos y robarlos, robándoles las mujeres e hijos y venderlos y llevárselos a tierras extrañas» vendrán los indios a la paz y la religión. «Y quien de esta manera dice que los dichos naturales han de venir de paz y a conocimiento de Dios, no es cristiano ni siente bien de la fe». Pedraza pide para viaje y para comprar ornamentos, misales y otros objetos de culto. El mismo Pedraza se acusa de pedir dinero, aunque la tarea encomendada era imposible realizarla sin un mínimo de recursos económicos. La corona nunca fue generosa con la Iglesia de Honduras.

En 1538 Pedraza llega a Honduras, cuando se estaba dando en el país la más fuerte de las sublevaciones indígenas. Le recibieron muy bien pero pronto tuvo problemas. El adelantado Montejo que en un primer momento lo alaba empieza a tener con él desavenencias. De carácter fuerte, Pedraza entra en confrontación con los conquistadores que le responden con las mismas armas.

A principios de 1540 Pedraza regresa a España, donde es nombrado obispo de Trujillo. En España estuvo 5 años y despliega una relativa amplia actividad en beneficio de Honduras. En 1541 aparece como gestor de un contrato por el que se envían a Honduras «trescientas piezas de esclavos, los dos tercios de machos y un tercio de hembras, de edades comprendidas entre los quince y los treinta y cinco años». Pedraza caía así, como muchos otros defensores de los indígenas, en el error de propiciar la importación de esclavos negros para América con la esperanza de que mitigaría la explotación de los naturales. Pasado el tiempo comprendieron el error aunque no querían aceptarlo pues lo que les guiaba era un deseo grande de proteger a los indios.

En 1545 regresa a Honduras, acompañado por cuatro clérigos conseguidos en su estancia en España y a los que se agregan cuatro más en Santo Domingo, así, con un contingente de ocho clérigos, entre los que estaba su pariente Juan Verdugo, completa al llegar a su diócesis el número de quince, empezando su primera labor organizativa.

Con motivo de organizarse tarda Pedraza en llegar a Gracias donde le esperaban los obispos Marroquín y Bartolomé de Las Casas para consagrar al electo obispo de León (Nicaragua), el dominico fray Antonio de Valdivieso. Este retraso fuerza al obispo Las Casas a proferir juicios desagradables contra Pedraza. Cuando se juntan al fin los cuatro obispos centroamericanos, comparten su vida llena de amargura, nace entre ellos la idea de presentar quejas y exigencias. Pedraza, comparte con menor protagonismo, muchos de los puntos de vista de los obispos dominicos en las polémicas que surgen.

Desde la ciudad de Gracias, Pedraza escribe carta el 9 de Noviembre de 1545 donde da cuenta del único de sus problemas económicos. Durante la ausencia de Pedraza, Montejo había cobrado los diezmos, con el pretexto de ayudar económicamente a algunos curas. Pedraza se encontraba, nada más llegar, sin recursos. Al mismo tiempo los oficiales de la gobernación seguía reclamando para ellos el cobro de los diezmos, y ser ellos quienes ayudaran a curas y sacristanes.

La Iglesia se encontraba desmantelada económicamente, sin construcciones adecuadas, sin ornamentos en las Iglesias. El fruto de los diezmos cobrados no se veía por ninguna parte. Con razón Pedraza podía reclamar los diezmos desde 1539. Esto no le ayudaba en sus relaciones con las autoridades. Para mayor preocupación del Obispo, sus sacerdotes empiezan a exigir un pago adecuado a las dificultades que ofrecía la tierra. Poco a poco empiezan a abandonarle y solo se conoce a Alfonso Mejía que más tarde sería canónigo quien le sigue fielmente.

Los mercedarios dejan su puesto en 1549 y en 1550 el presidente de la Audiencia, ya en Guatemala, informa a la corona que en «el obispado de Honduras no hay sino tres clérigos y un fraile que no bautizan ni doctrinan indios». El Obispo que en su tiempo de protector de los indios se sentía optimista y narraba con orgullo de pionero su subida a «lo alto de la sierra sin tener allí, camino ni vereda… cortando ramas y árboles con machetes y con hachas, se siente ahora agotado y se da cuenta con amargura de las dificultades de su trabajo». Recuerda la vida de los obispos de España, no se parece esto en nada porque a caballo, a pie con el lodo hasta medios muslos y descalzos, muchas veces subiendo hasta el cielo o bajando hasta los abismos de la tierra es el purgatorio y el infierno.

Cuenta el obispo Pedraza a cabo de su vejez, que a veces se hallaba medio muerto al pie de un árbol, casi sin sentido por eso el recuerdo de los Obispos de Castilla cuando andando en su litera, durmiendo en poblado cada noche en buena cama de cuatro colchones y paseándose por la Corte, visitando las ventas y monasterios o haciendo ejercicio, podían venir a Honduras y verán que ejercicio ir de montaña en montaña, de sierra en sierra, de quebrada en quebrada, de río en río, de ciénaga y mosquitero en mosquitero.

En 1550 se ve calumniado como administrador, Pedraza se revuelve y reacciona con justa cólera llamando «demonios» a quienes tales cosas dicen de él, «porque, Dios sea loado, yo nací para dar, y no para robar ni tomar nada de nadie; y por eso no tengo hoy un pan que comer y vivo en la pobreza». En esta fecha del informe a la corona, el limite de la paciencia del anciano obispo llega a su fin. «Su Majestad el rey, en vez de hacernos mercedes (….) a los pobres obispos de estas partes, nos han quitado el nombre de obispos que teníamos y nos ha dado nombres de ladrones y robadores». Entre otras cosas le sigue diciendo: «mis letras le son a Vuestra Majestad aborrecibles y fastidiosas». Como podemos ver el estilo del buen obispo era de tal libertad que estaba cerca de la falta de respeto.

La edad, los sufrimientos y el fuerte trabajo, doblegaron al fin al obispo pionero de Honduras, mientras viajaba a Guatemala. Su vida está llena de viajes y aventuras, contradicciones y fracasos nos revela lo que era la situación de Honduras y las grandes dificultades para establecer la Iglesia local y una opción evangélica por los pobres, los indios.

Intento de construir la Iglesia.

Con 15 sacerdotes organiza su diócesis y crea el cabildo, dando cabida en él a varios de los sacerdotes que estaban en Honduras cuando él llegó, y la impresión general es la de haberse ganado la simpatía de los habitantes de Trujillo. Da solemnidad a la liturgia y hay quien dice que parece que está en España. Pedraza emprende visita pastoral a su diócesis y tarda un año y medio en ese cometido explicando como lo ha vivido él. Conoce las dificultades físicas de la diócesis, lo despoblado de la tierra implicaba ayunos y sueños a la intemperie. Lo agreste y montañoso exigía grandes esfuerzos físicos. Pero él no se arredra y viaja para realizar sus visitas.

Cuando visita a los españoles sus visitas es la denuncia de sus pecados, de no guardar fiestas ni domingos, comer carne cuando es abstinencia, vivir amancebados etc. Pero cuando visita a los indios las preocupaciones son otras, allí el proceso de evangelización, enseñar la doctrina para llegar al bautismo. La predicación a los indígenas es a través de intérpretes y en lengua nahuatl.

Juicios sobre Pedraza.

  • López Cerrato (Audiencia de Guatemala) reconoce que era «algo aspero», pero «muy buen prelado», «remiso en el castigo a los clérigos».
  • Montejo que le conoció 10 años antes de que Cerrato llegara a la Audiencia de Guatemala, es tal vez el que da un juicio más negativo cuando aún solo era el Protector de los indios.
  • Las Casas hace un juicio negativo y esto influye incluso en los historiadores. Pero lo cierto que cuando Pedraza va a Gracias, se llevan bien y Las Casas cambia su opinión.

Lo cierto es que el juicio sobre Pedraza es pasado el tiempo como persona apasionada y de muy buena voluntad. Aprender de sus errores, imitar su coraje, sigue siendo un programa aún en nuestros días.

BIBLIOGRAFIA: LA IGLESIA EN HONDURAS.

  • Panorama histórico de la Iglesia en Honduras. José María Tojeira. S. J. (sacerdote jesuita).
  • Historia y Religión de los Mayas. J. Eric S. Thompson. siglo XXI.
  • Honduras Maya Federico Lunardi.
  • Historia de las Ideas en Centro América Constantino Láscaris.
  • Historia eclesiástica de honduras J. Reina Valenzuela.
  • Memoria del Licenciado Pedraza 1537 1538.
  • El Padre Las Casas y la defensa de los Indios Marcel Bataillon y André Saint Lu. Ed. Ariel

DICCIONARIO ENCICLOPEDICO ESPASA.

MESOAMERICANAS= Nombre con que se designa a América central. Antillas y México que en el tiempo de la conquista española formaban un área cultural muy delimitada.

ATOLE= Muy usado en América, bebida hecha con maíz cocido, molido y desleido en agua del que se quitan las partes gruesas con un dezazo y hervido hasta darlo consistencia.

MILPA= tierra destinada a cultivar el maíz (América Central).

ENCOMIENDAS= dignidad dotada de renta. Diccionario Popular de la Lengua Castellana. Madrid 1845 D. Prudencio J. de Vega.

La Ponencia del año pasado fue un exponer la ciudad de Trujillo de Honduras C.A.

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