Oct 182023
 

Fernando Parcero Collado.

Comandante de Infantería (R).

Graduado en Historia y Máster en Historia Militar.

Cáceres, 30 de mayo de 2023.

 

  1. INTRODUCCIÓN:

Alguna vez hemos oído aquello de que Badajoz es una ciudad de cuarteles y conventos. Es cierto, la localización de la ciudad en las orillas del río Guadiana y su cercanía a la frontera más antigua de Europa, la convierten en una plaza defensiva de primer orden, dispuesta en todo momento a convertirse en punta de lanza de la defensa de la unidad territorial de España.

Un ejemplo de esta disposición, la encontramos en la heroica defensa de la ciudad protagonizada por uno de sus hijos adoptivos más ilustres, el General Menacho, a quien la Brigada “Extremadura” XI dedicó una sala museo, inaugurada el 14 de marzo de 2019, ubicada en un edificio militar emblemático de la capital pacense: el palacio de la antigua Capitanía General de Extremadura, hoy sede del Aula Militar de Cultura “Palacio de Capitanía”.

La Sala Museo Menacho es hoy día una realidad. Pero esta realidad es, desde mi punto de vista, insuficiente.

Como veremos, desde hace mucho tiempo Badajoz reclama un museo militar en el que se recoja no sólo la historia de la gesta Menacho, sino que se haga una lectura completa de lo que significó la plaza de Badajoz en el conjunto de las guerras peninsulares.

Estos días podemos leer en la prensa que el Ayuntamiento de Badajoz tiene la intención de montar un museo de la Guerra de la Independencia en las instalaciones del hornabeque que defiende la cabecera del Puente de Palmas. Debemos felicitar a las autoridades locales por esta iniciativa.

Estoy convencido de que la ciudad de Badajoz y sus ciudadanos quieren un museo militar y, también estoy convencido de que los militares de Badajoz -la Brigada “Extremadura” XI- deben ser los que impulsen la creación de dicho museo, en colaboración con el Museo del Ejército, las autoridades locales y algún actor económico que actúe como mecenas.

 

 

  1. ANTECEDENTES DE LA IDEA DE UN MUSEO MILITAR PARA BADAJOZ.

Las primeras reivindicaciones de un museo militar en la ciudad de Badajoz comenzaron a fraguarse con los estudios de Julio Cienfuegos Linares (Azuaga 1920-Badajoz 1996) quien, en el año 1971, en el marco del Aula Militar de Cultura “Cinco gaditanos para la historia”, celebrada en el Gobierno Militar de Cádiz, pronunció una conferencia que llevaba por título “El gaditano Rafael Menacho, defensor de Badajoz”.

La “Asociación de Amigos de Badajoz” se fundó en el año 1995 y, desde su creación viene reivindicando la necesidad de un museo militar en la ciudad.

En el 2003, la asociación presentó su idea al entonces jefe de la Brigada Extremadura, el general Fulgencio Coll, quien inició gestiones ante el Museo del Ejército en demanda del traslado de los restos del defensor de Badajoz, como podemos leer en esta noticia publicada por el Periódico Extremadura el día 10 de mayo de 2003.

En años posteriores, la prensa local se ha ido haciendo eco de estas reivindicaciones de forma periódica y las iniciativas partían tanto de asociaciones como de particulares. El 16 de marzo de 2010 el Periódico Extremadura publicaba un pequeño artículo de opinión titulado “La gloriosa historia militar de Badajoz”, firmado por el ingeniero de montes y periodista Manuel Martín Lobo en el que podemos leer textualmente:

 

“Y para que todo no quede en meras evocaciones, hagamos un buen museo militar en la capitanía de Badajoz, reconstruyamos el fuerte de San Cristóbal (que también podría albergar el museo militar) etc. etc. La Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País de Badajoz, de la que inmerecidamente soy socio de honor, debe implicarse en ello inmediatamente, como el Ayuntamiento, para festejar adecuadamente el Día de las Fuerzas Armadas, aprovechando éste para culminar esos y otros parecidos logros”.

 

La reivindicación de un museo militar para la ciudad también ha despertado interés en el ámbito académico universitario como podemos comprobar en el Proyecto de Fin de Carrera firmado por Carlos Bravo Gómez en 2015[1] y que se encuentra depositado en la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla.

En aquel trabajo se planteaba la ubicación que podemos ver en la imagen y que se corresponde con la Cortina de la Trinidad y un edificio anexo construido en sus inmediaciones.

  Imagen nº 1: Proyecto para un museo militar en Badajoz. Autor Carlos Bravo Gómez.

 

  1. EL ORIGEN DE UNA ILUSIÓN.

En el año 2015, la entonces Brigada de Infantería Mecanizada “Extremadura” XI celebraba su 50 aniversario. Como proyecto estrella de la celebración de aquella efeméride, el entonces jefe de la brigada, general Francisco José Dacoba Cerviño, lanzó el reto de trasladar a Badajoz los restos de Menacho que se custodiaban en el Museo del Ejército en Toledo.

El día 20 de abril de aquel año, el “Diario Hoy” publica una noticia titulada “Las reliquias de la tumba de Menacho son encontradas en Toledo”.

Una nueva noticia en el mismo diario aparecía publicada el día 1 de mayo con el título “El Museo del Ejército de Toledo tiene los fragmentos de los huesos del general Menacho”.

Estas dos noticias, “como no podía ser de otra manera[2]”, llamaron la atención del general Dacoba que me encargó tomar contacto con el Museo del Ejército para recabar información sobre los fondos relacionados con la figura del héroe de Badajoz depositados en aquella institución y su disponibilidad para préstamo en depósito.

Siguiendo las órdenes que había recibido, programé una primera visita al Museo con la finalidad de explorar los fondos y lo que encontré fue una gran sorpresa: En un almacén del Museo me enseñaron dos bolsas de plástico selladas al vacío con un amasijo de “trapos” en su interior.

 

 Imagen nº 2: Estado de las piezas depositadas en el Museo, antes de la restauración.

 

Aquellas dos bolsas era todo lo que el Museo estaba dispuesto a ceder para su exposición en Badajoz siempre que la Brigada se comprometiera a restaurar las piezas y a custodiarlas de acuerdo con unas condiciones ambientales y de seguridad muy exigentes.

En un documento que llevaba por título “Contrato de depósito para los fondos relacionados con la figura del general Menacho”, se especificaban las condiciones bajo las que se realizaría la entrega de los fondos solicitados. En dicho documento se exigía que las salas donde se exhibirían las piezas estuvieran:

 

“…protegidas contra los riesgos de incendio, robo, exposiciones a condiciones extremas de luz, temperatura y humedad relativa, insectos, suciedad o manipulación de las piezas por personas no autorizadas o incompetentes o por el público”.

 

El mismo documento citaba los valores máximos de temperatura, humedad relativa y luminosidad bajo las que deberán exponerse los objetos solicitados:

 

“‐ Temperatura: 18 – 22 º C, sin oscilaciones.

‐ Humedad relativa: 40‐55 %, sin oscilaciones.

‐ Luminosidad: 150‐ 200 lux (pinturas).

              50 lux (soporte celulósico).

‐ Iluminación: 75 μw (microwatios) máximo”.

           

Además, se incluían una serie de prescripciones relativas a las condiciones de seguridad[3] que debía reunir el local donde se expusieran las obras.

 

  1. EL PROCESO DE RESTAURACIÓN DE LAS PIEZAS TEXTILES.

Alcanzado el compromiso de cesión de las piezas por parte del Museo del Ejército, el siguiente paso era conseguir restaurar las piezas solicitadas. Para ello, siguiendo instrucciones del personal del Museo, en el mes de abril de 2016 contactamos con dos empresas, especializadas en restauración de patrimonio, que presentaron sendos presupuestos. Se trataba de las empresas Mercedes Amézaga S.L. y ALET Restauración.

Con esta información, el general Dacoba me encargó que tomara contacto con Fundación CB para solicitar su apoyo económico. Desde el principio esta fundación se comprometió a correr con los gastos de restauración de las piezas y a colaborar con los gastos generales del proyecto de sala museo.

Conseguido el compromiso de financiación, en una carta de fecha 23 de junio de 2016, firmada por el general Dacoba, se acepta el presupuesto de restauración de las piezas textiles presentado por la empresa ALET restauración S.L.

En el presupuesto que había presentado esta empresa se describía, como sigue, el estado inicial de las piezas y los trabajos necesarios para restaurar cada una de ellas:

“BOTAS:

  • Descripción:

Botas militares de piel. Suela de cuero. Costuras desde el talón a la vista.

  • Estado de conservación:

La bota derecha está completa, de la izquierda sólo se conserva la cuña superior. Además, está última está fragmentada en algunas zonas reconociendo fragmentos sueltos en el fondo de la batea. Probablemente, en el fondo de la bota derecha se localicen restos de materia orgánica. Deshidratación, acartonamiento, exfoliaciones en piel, mucha suciedad y restos de materia orgánica. Se aprecian exfoliaciones superficiales y fragmentos totales.

  • Tratamiento propuesto.

Limpieza mecánica Sopa Cleaner  para piel, esponja de humo y esponja Wishab de baja dureza. Hidratación con adobe Renaissnce. Fijación de fragmentos sueltos con Henkel. Soporte de relleno (para dar volumen) realizado con tubión teñido y gauta de poliéster.”

Imagen nº 3: Fotografías que acompañan a la propuesta de restauración de las botas.

 

“CALZAS:

  • Descripción.

Fragmento de calza en punto (el material queda por determinar). La longitud, así como la cantidad de materia conservada aún está por determinar hasta no proceder a su desplegado.

  • Estado de conservación.

Deshidratación, decoloración, mucha suciedad incrustada, oxidación de las fibras textiles, pliegues y arrugas. Ilegibilidad actual de la pieza (hecha un burruño), fragmentada, incompleta, restos sólidos y manchas de materia orgánica, barro y tierra.

  • Tratamiento propuesto.

Limpieza, hidratación, desplegado, colocación sobre bandeja de almacenaje y exposición.

Limpieza superficial (sin eliminar manchas de materia orgánica), hidratación, alineado y desplegado. Fijación de fragmentos sueltos (por costura con hilo de seda organsin). Realización de una plancha de policarbonato celular forrado (anverso y reverso) con muletón suizo de algodón 100% y lino decatizado. Fijación por varios puntos de costura.

FAJAS

  • Descripción.

Faja 1 de sarga de seda amarilla con borlón y flocadura metálica. Faja 2 de punto con borla y flocadura de metal.

  • Estado de conservación.

Mucha suciedad incrustada (barro y tierra). Deshidratación. Oxidación de fibras. Acidificación. Arrugas y pliegues. Fragmentación. Pérdida de más del 70%. Sulfatación de hilos metálicos. Lagunas. Manchas metálicas sobre el tejido.

  • Tratamiento propuesto.

Limpieza, hidratación alineado y desplegado, consolidación de fragmentos sueltos. Realización de una bandeja de almacenaje y exposición.

Probablemente la faja 1 se tenga que consolidar sobre un soporte general de sarga de seda amarilla teñida alcanzando la longitud de la misma.

La borla y la pasamanería metálica de ambas fajas se limpiarán con tricloroetileno y esponjas de melanina. Probablemente haya que consolidarlas y fijarlas por costura (e incluso encapsularlas).

Plancha de policarbonato celular forrado (anverso y reverso) con muletón suizo de algodón 100% y lino decatizado. Fijación por varios puntos de costura.”

 

Tras los trabajos de restauración las piezas fueron instaladas en sendas bandejas para su exposición tal como podemos ver en las imágenes y fueron depositadas en el Museo del Ejército hasta su traslado definitivo a Badajoz.

 

Imagen nº 4: Bandejas soporte de fragmento de fajín, calzas de Menacho y restos de botas.

 

El museo también conservaba una caja con restos óseos atribuidos al general. Este conjunto también fue restaurado, con cargo a Fundación CB, pero su cesión para el proyecto no fue aprobada, razón por la que permanecieron en los almacenes del Alcázar de Toledo.

Imagen nº 5: Restos óseos atribuidos al general Menacho.

                     En la actualidad depositados en el Museo del Ejército en Toledo.

 

  1. LA PROPUESTA DE PLAN MUSEOGRÁFICO Y SOLICITUD DE NUEVOS

 FONDOS.

En la propuesta inicial que presentamos en primer lugar al Jefe de la Brigada y, tras su aprobación, al Museo del Ejército se proponía instalar la exposición en cuatro salas del antiguo Palacio de Capitanía General de Extremadura, situado en la Plaza López de Ayala de Badajoz. En el plano que se acompaña se puede ver la medida de las salas escogidas para albergar la exposición.

 

Imagen nº 6: Propuesta inicial de distribución de las piezas de la sala museo.

 

En el documento remitido al Museo de Toledo se proponía distribuir las piezas de acuerdo con el siguiente plan museográfico:

 

SALA 1: “LOS PROTAGONISTAS”.

Esta sala se diseñó como introducción de la exposición y en ella se proponía la instalación de infografías sobre los personajes protagonistas de la Guerra de la Independencia en Badajoz: Napoleón, el Duque de Wellington, Rafael Menacho, Jean de Dieu Soult, Willian Carr Beresford y Armand Phillipon.

Así mismo se solicitaba al Museo la cesión de las siguientes piezas de armamento pertenecientes al Ejército francés de la época:

  • Fusil reglamentario para infantería mod. 1777 con bayoneta de cubo y codillo.
  • Tercerola francesa reglamentaria para húsares mod. Año IX.
  • Carabina rayada francesa Versalles para infantería mod. 1793.
  • Pistola francesa de dragones 1777.
  • Pistola reglamentaria francesa mod. año IX.
  • Pistola reglamentaria francesa mod. año XIII.

 

SALA 2: “LOS SITIOS DE BADAJOZ”.

En la sala 2 se presentarían distintas infografías en las que se explicaran los hechos bélicos acaecidos en Badajoz durante la Guerra de la Independencia.

En cuanto a la exposición de armamento, la sala se completaría con las siguientes armas pertenecientes al ejército inglés de la época, armas que, nuevamente, se solicitaban al Museo:

  • Carabina rayada inglesa Baker con llave mod. 1803.
  • Sable bayoneta para la carabina Baker.
  • Tercerola de caballería inglesa Paget mod. 1812.
  • Pistola inglesa con llave francesa sistema “New Land Pattern”.
  • Pistola inglesa para caballería.

 

SALA 3: GENERAL RAFAEL MENACHO TUTLLÓ.

Esta sala es la principal de la exposición y en ella se proponía la instalación de una infografía con la biografía del personaje y se expondrían las piezas museísticas restauradas una vez cedida por el museo del Ejército.

  • Bandeja de las botas. (originales)
  • Bandeja de la faja. (originales)
  • Bandeja con las calzas del general Menacho. (originales)

 

También depositado en el Museo, se proponía la exposición de un retrato del general que es copia del original pintado por Manuel Roca en 1811, ambos depositados en el Museo del Ejército.

La sala se completaría con un busto en bronce y una reproducción del sable en aquellas fechas, estaban depositado en la antigua Sala Extremadura en la Base General Menacho. Además, se pretendía confeccionar una réplica del uniforme de Menacho que se expondría sobre un maniquí.

Por su parte, el coronel Eduardo García Menacho y Osset, reconocido heraldista y descendiente directo del general, cedería para la exposición un diseño del escudo heráldico del personaje. Este escudo se instalaría a modo de vidriera en una de las ventanas de esta sala.

 

SALA 4: “LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA”

En esta sala se proponía presentar el contexto general de la Guerra de Independencia, con diferentes infografías relativas a la misma.

La sala se completaría con la exposición de las siguientes piezas de armamento, pertenecientes al Ejército Español de la época, que se solicitaban al Museo del Ejército:

  • Fusil reglamentario para infantería mod. 1789.
  • Carabina española reglamentaria para artillería mod. 1789, 2ª versión.
  • Machete- bayoneta española para carabina de ingenieros.
  • Fusil español reglamentario para cazadores mod. 1790.
  • Fusil español reglamentario de infantería mod. 1801 con su bayoneta correspondiente
  • Tercerola española reglamentaria para caballería mod. 1801.
  • Fusil español de migueletes y miñones mod. 1792 con bayoneta de cubo y codillo.
  • Pistola española reglamentaria de caballería mod. 1789.
  • Pistola reglamentaria de caballería mod. 1801.

 

Una televisión, instalada en una de las paredes, presentaría una serie de videos con información relativa a la sala, así como del proceso de rehabilitación de fondos, con tres lecturas diferenciadas: para especialistas, para el público en general y para público infantil.

Para completar esta sala se proponía construir un diorama representando la escena de la muerte del general Menacho para lo que se solicitó presupuesto al artista pacense Francisco (Curro) Agudo Mangas.

Debido al elevado coste de fabricación de esta pieza, nuevamente presentamos el proyecto y su presupuesto a la Fundación CB que, desde el primer momento, aceptó financiar los trabajos de construcción del diorama.

En la secuencia de fotos que sigue podemos ver parte del proceso de construcción de dicho diorama y el resultado final.

Imagen nº 7: Secuencia de construcción del diorama.

 Fotografías cedidas por Curro Agudo Mangas.

 

El proyecto museográfico presentado fue considerado apropiado por los técnicos del Museo del Ejército. Sin embargo, la relación de piezas solicitadas fue rechazada de plano ya que la mayoría de las que figuran en la relación solicitada formaban parte de la exposición permanente del Museo.

Después de una dura negociación, los técnicos del museo presentaron una lista de piezas que podrían cederse con la condición de que la Brigada Extremadura asumiera los costes de restauración y traslado como ya hiciera con los restos de Menacho.

La propuesta de piezas remitida por esa institución incluía los siguientes elementos:

  • Espada de arriaz recto con bigotes (hoja de espada de caballería Carlos IV). Nº inv 35142.
  • Pistola inglesa Tower. Nº inv. 41189.20.
  • Pistola francesa año XIII. Nº inv. 38070.
  • Fusil inglés de infantería mod. 1793 india Pattern. Nº inv.33030.
  • Escopeta española con llave de patilla o española. Nº inv. 33096.
  • Trabuco inglés de pedernal. Nº inv. 5877.
  • Bayoneta triangular inglesa. Nº inv. 9043.
  • Bayoneta triangular inglesa. Nº inv. 90467.
  • Obús inglés. Nº inv. 3893.
  • Proyectil y fragmento de artillería procedente de Medellín. Nº inv. 26225
  • Proyectil y fragmentos (5) hallados en Badajoz. Nº inv. 26228.
  • Peto de coracero francés. Nº inv. 2300.
  • Espaldar de coracero francés. Nº inv. 23006.
  • Sable francés mod. Año XIII. Nº inv. 30033.

 

Siguiendo consejos del personal técnico del Museo, se solicitaron presupuestos a tres empresas especializadas en restauración de armamento: Empresa Alcaén Restaura, empresa Arte, Conservación y Restauración S.L. y empresa Museium Restaura C.B., que resulto la elegida para restaurar las piezas.

El proyecto de restauración estaba firmado por las restauradoras María del Carmen Gallego Rodríguez y María Isabel Martínez Zamora quienes en su propuesta de intervención informaban del estado de las armas y los trabajos a las que serían sometidas siguiendo los criterios de mínima intervención, respeto a la obra, tratamientos específicos para cada pieza, respeto a la obra en toda su integridad tanto en “aspectos formales, materiales y estructurales, distinción entre original y materiales añadidos y se asegura la reversibilidad de estos añadidos y se garantizará la estabilidad de los materiales utilizados para garantizar la no alteración del soporte original”.

Es, como puede verse, una intervención responsable que sigue los criterios recogidos en el decálogo del restaurador del Instituto del Patrimonio Cultural de España, que recoge los criterios de restauración establecidos en el marco nacional e internacional en cuanto a la garantía de preservación del patrimonio cultural.

Además de las piezas ya citadas, el Museo proponía la cesión de una colección de maniquíes vestidos con reproducciones de uniformes de la época que incluía los siguientes modelos:

UNIFORMES FRANCESES

  • Uniforme de lancero polaco de la Guardia Imperial.
  • Uniforme de invierno de Infantería Ligera.

UNIFORMES ESPAÑOLES.

  • Voluntarios de Aragón.
  • Uniforme del Real Cuerpo de Artillería.
  • Voluntarios de Madrid.

Esta colección de maniquíes se acompañaba de un informe titulado “Informe sobre los maniquís procedentes de la exposición “1808-1812: un pueblo, una nación”.

Al tratarse de reproducciones y encontrarse en muy buen estado, estas piezas no necesitarían de ninguna intervención antes de ser expuestas.

Imagen Nº 8: Colección de maniquíes cedidos por el Museo.

Fotografías realizadas por el autor en los almacenes del Alcazar.

 

  1. ¿DÓNDE? OBRAS NECESARIAS EN EL PALACIO DE CAPITANÍA.

El edificio de la Antigua Capitanía General de Extremadura, ubicado en la Plaza López de Ayala nº 1 de Badajoz está registrado en el catálogo de elementos de Interés Artístico y ambiental del Ayuntamiento de Badajoz, con el número 60541-01.

Según podemos leer en la correspondiente ficha, se trata de un edificio que

 

responde al estilo neo-clasicista imperante en la segunda mitad del siglo IXI para los edificios oficiales y dentro de la pobreza de materiales consigue un buen efecto señorial; paramento avitolado en el bajo; mirador – de obra de cristal- centrado en la portada; balcones con balaustradas de obra y remate de la fachada con frontón triangular: ménsulas decoradas con flora y cabezas y los distintivos de la armas y cuerpos del Ejército formalizan una edificación singular”.

 

Se trata de un edificio protegido y cuya restauración precisa de informes previos por parte de los técnicos municipales competentes en protección del patrimonio.

El estado en el que se encontraba el edificio al inicio del proyecto, distaba mucho de las condiciones de seguridad y conservación que exigía el Museo del Ejército para acceder a la cesión de los fondos, por lo que fue necesario realizar obras de acondicionamiento de las futuras salas de exposición.

Imagen nº 9: Estado de las salas antes de la intervención.

Colección particular del autor.

 

Las obras fueron encargadas a la empresa “Dos Manos” que presentó las correspondientes solicitudes de licencia de obras ante el Ayuntamiento de Badajoz.

Con fecha 3 de febrero de 2017 el Ayuntamiento solicita al Ministerio de Defensa la aportación de documentación complementaria que fue entregada con fecha de registro de entrada en el Ayuntamiento el día 9 de febrero del mismo año.

Una vez analizado el proyecto entregado por los técnicos competentes, el Ayuntamiento de Badajoz emitió un dictamen al respecto que tiene referencia de salida el día 3 de marzo de 2017. En dicho documento, el Ayuntamiento dictaminaba los siguiente:

“Visto el informe del Arqueólogo de la Dirección General de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultura según el cual:

Se informa que la propuesta será válida sólo en el caso en que:

  • Se respeten los pavimentos originales, siendo que la propuesta de tarima sea colocada por encima de aquellos.
  • No se realicen intervención alguna en fachadas más allá de la sustitución de ventanas.
  • Se procurará que las instalaciones no afecten a parámetros y pavimentos originales, intentándose reutilizar, cuando sea posible, instalaciones actuales y cuando no, anclándose al intradós de los nuevos trasdosados”.

 

Tras los trámites burocráticos se comenzaron las obras y tras un tiempo no muy dilatado, se pudo completar la obra con resultados más que satisfactorios.

 

  1. ORDEN MINISTERIAL.

Después de un largo camino, se completaron las acciones preliminares por lo que el Museo del Ejército formalizó la cesión de las piezas seleccionadas mediante la Orden 306/04915/19 publicada en el Boletín Oficial de Defensa nº 67 de 5 de abril de 2018.

Imagen nº 10: Resolución de autorización de salida temporal de las piezas del Museo del Ejército para exhibición en el Palacio de Capitanía de Badajoz.

 

En la citada resolución se relacionaba el material cedido que era el siguiente:

 

“1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 5372

TÍTULO: OBÚS CORTO LLAMADO DE A 5, CALIBRE 115 MM

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 5877

TÍTULO: TRABUCO INGLÉS DE PEDERNAL

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 19002

TÍTULO: RETRATO DEL MARISCAL DE CAMPO D. RAFAEL MENACHO Y TUTLLÓ (CÁDIZ, 1766-BADAJOZ, 1811).

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 23005

TÍTULO: PETO DE CORACERO

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 23006

TÍTULO: ESPALDAR DE CORACERO

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 25882.01

TÍTULO: RESTOS DEL GENERAL D. RAFAEL MENACHO Y TUTLLÓ (CÁDIZ, 1766-BADAJOZ, 1811) (SOLAMENTE LAS SIGUIENTES PARTES: PANTALÓN Y BOTAS).

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 26219.04

TÍTULO: BALA O PROYECTIL DE METRALLA PARA CAÑÓN

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 26225

TÍTULO: PROYECTIL Y FRAGMENTO DE ARTILLERÍA HALLADOS EN MEDELLÍN

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 26228

TÍTULO: PROYECTIL Y CINCO FRAGMENTOS DE ARTILLERÍA HALLADOS EN BADAJOZ

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 30033

TÍTULO: ESPADA FRANCESA PARA TROPA DE CABALLERÍA DE LÍNEA, MODELO AÑO XIII

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 33030

TÍTULO: FUSIL INGLÉS DE INFANTERÍA MODELO 1793 INDIAN PATTERN

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 33096

TÍTULO: ESCOPETA CON LLAVE DE PATILLA O ESPAÑOLA

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 35142

TÍTULO: HOJA DE ESPADA DE CABALLERÍA DEL REINADO DE CARLOS IV

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 38070

TÍTULO: PISTOLA DE CABALLERÍA FRANCESA MODELO AÑO XIII

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 41084

TÍTULO: FAJA DEL GENERAL D. RAFAEL MENACHO Y TUTLLÓ (CÁDIZ, 1766-BADAJOZ, 1811).

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 41189.20

TÍTULO: PISTOLA INGLESA DE PEDERNAL

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 90431

TÍTULO: BAYONETA DE CUBO INGLESA

  1. N.º INVENTARIO: ME [CE] 90467

TÍTULO: BAYONETA DE CUBO DE SECCIÓN TRIANGULAR PARA FUSIL INGLÉS BROWN BESS.”

 

Mi pase a la situación militar de Reserva me privó del placer de ver terminada la obra que, con tanta ilusión, había iniciado en el año 2015, a las órdenes del verdadero impulsor de este proyecto, el entonces Jefe de la Brigada “Extremadura” XI: General de D. Francisco José Dacoba Cerviño.

El relevo de mando en la Brigada y el necesario proceso de adaptación del nuevo general, retrasaron un tiempo la conclusión de la Sala Museo proyectada.

La aparición en escena de la Asociación Alfonso IX, contribuyó al necesario impulso de la idea que culminó con un magnífico proyecto museográfico que hoy podemos ver en el Palacio de la antigua Capitanía General de Badajoz.

Desde aquí mi enhorabuena por el trabajo realizado por todos los que, de una u otra manera, nos hemos visto involucrados en conseguir que uno de los más grandes personajes de la historia local sea homenajeado como se merece.

Mi agradecimiento al Coronel Eduardo García Menacho y Osset, descendiente del héroe de Badajoz y prestigioso heraldista, por su asesoramiento y por la confección del escudo heráldico del personaje; a Francisco Agudo Mangas, responsable de la realización del magnífico diorama que podemos contemplar en la sala; a Luís Sorando Muzas, prestigioso especialista en uniformología y responsable del asesoramiento histórico para la confección de la reproducción del uniforme de Menacho; a los equipos de restauración que recuperaron el esplendor de las piezas museísticas expuestas, a la empresa en buenas manos que realizó las obras de acondicionamiento de las salas a pesar de todas las dificultades técnicas y administrativas, a Curro Agudo por su grandiosa maqueta que ilustra perfectamente el momento final de nuestro héroe, y a todos los que de una u otra manera han participado en este apasionante proyecto

En la introducción de este artículo hablábamos de Badajoz como ciudad de cuarteles. También hablábamos del empeño cívico en conseguir un museo militar para la ciudad, museo que bien podría estar especializado en las guerras hispano portuguesas en las que la ciudad de Badajoz siempre jugó un papel importante.

La Sala Museo dedicada al general Menacho es importante, pero desde mi punto de vista es también insuficiente ya que, la ciudad de Badajoz se merece mucho más que eso. Las instituciones, fundaciones y asociaciones cívicas deberían aunar esfuerzos para conseguir el tan deseado museo militar en la ciudad de Badajoz.

 

[1] Se puede consultar en https://idus.us.es/handle/11441/37414

 

[2] Expresión habitualmente utilizada por el general Dacoba.

[3] Por razones obvias, no se detallan las condiciones de seguridad exigidas por el Museo del Ejército.

Dic 062022
 

Fernando Parcero Collado.

Comandante de Infantería (R).

Graduado en Historia y Máster en Historia Militar.

Cáceres, 30 de mayo de 2022.

 

EL BATALLÓN EXPEDICIONARIO DEL R.I. “SEGOVIA” Nº 75

EN LA GUERRA DE MARRUECOS. 1921-1926.

 

  1. INTRODUCCIÓN

Por Real Orden Circular de 16 de junio de 1919 se crea el Regimiento de Infantería Segovia nº 75 de guarnición en la ciudad de Cáceres, siendo su primer Jefe el Coronel D. Manuel Núñez Antón.

En un primer momento, el Regimiento ocupó el cuartel Obispo Galarza hasta el año 1924 fecha en que se terminó de construir el cuartel Infanta Isabel.

Desde los primeros momentos de su creación, la unidad fue requerida para combatir en todos los frentes de combate en las distintas contiendas militares que asolaron las tierras españolas o de sus territorios coloniales.

Entre los años 1921 y 1926, un Batallón Expedicionario del Regimiento combatió en la Guerra de África contra los rebeldes rifeños.

Los años 1934 y 1935, un batallón expedicionario es enviado a Asturias para colaborar en el restablecimiento del orden y la reducción de los focos rebeldes.

Entre 1936 y 1939 combatió con heroísmo en las filas del bando nacional siendo recompensada con tres Medallas Militares Colectivas, como podemos leer en su historial[1]:

  • Segundo Batallón: por su actuación en los combates en el Subsector de Escampelo (Asturias) los días 21 al 27 de febrero de 1937.

Le fue concedida la Medalla Militar Colectiva por Orden Circular de 20 de marzo de 1939 (B. O. del E. núm. 83).

  • Tercer Batallón: por su actuación en los combates para la ruptura del Cinturón de Hierro en Bilbao y las realizadas durante la batalla de Cataluña para la ocupación de la cota 760, al norte del kilómetro 24 de la carretera de Reus a Lérida el día 4 de enero de 1939.

Le fue concedida la Medalla Militar Colectiva Orden Circular de 17 de junio de 1939 (B. O. del E. núm. 172).

  • Tercer Batallón: formando parte de la 5.a División de Navarra toma parte en la ruptura del «Cinturón de Hierro» de Bilbao; en la batalla de Brúñete; operaciones de Santander y Asturias; sangrienta batalla del Ebro; paso del río Ebro, en marzo de 1938; operaciones del Maestrazgo y Levante; operaciones de Cataluña; ocupación de Barcelona, Figueras y Coll de Perthus.

Le fue concedida la Medalla Militar Colectiva por Orden C. de 10 de junio de 1940 (D. O. núm. 136).

  • ° Batallón: Este Batallón, de guarnición en el barrio de Usera (frente de Madrid), fue atacado por un enemigo muy superior en número, apoyados por fuerte masa artillera y la acción de unos treinta tanques, logrando destruir casi la totalidad de sus trincheras y cegar los nidos de ametralladoras, a pesar de lo cual este Batallón se apoderó de cuatro tanques y resistió con tenacidad durante toda la noche, sobre el terreno, las numerosas y violentas acometidas.

Le fue concedida la Medalla Militar Colectiva por O. C. de 20 de mayo de 1940. (D. O. núm. 113).

Entre los años 1958 y 1959 combate en las campañas de Sidi Ifni con una destacada participación del Batallón de Maniobras al completo que se desplegó en aquellos territorios.

En este trabajo nos centraremos en la participación del Regimiento en las campañas en el norte de África entre los años 1921 y 1926 poniendo especial atención a los combates de los años 1921 y 1922 por ser éstos los que provocaron la colocación de una placa homenaje a los caídos en combate en el cuartel de la ciudad.

Como fuente de primer orden acudiremos al Historial de la Unidad que contiene, entre otros documentos, el diario de operaciones del Batallón Expedicionario desplegado en la zona de operaciones.

Los documentos a los que me refiero se custodian en el Instituto de Historia Militar en Madrid.

  1. CONTEXTUALIZACIÓN DEL CONFLICTO.

El desastre del 98 puso fin al imperialismo español.

A principios del siglo XX, toda potencia que se preciase deseaba poseer un vasto imperio colonial, y Marruecos era una de las pocas regiones por Repartir en el continente. Las potencias se reunieron en la Conferencia de Algeciras en 1906 y se acordó el reparto de Marruecos entre Francia, que se quedó la mayor parte del territorio, y España que se apoderó de la montañosa franja

norte del país.

Desde el primer momento, las tribus del norte de África se mostraron disconformes con la dominación española sobre lo que consideraban sus territorios y provocaron multitud de enfrentamientos con las tropas españolas que culminaron con combates como el tristemente recordado desastre del “Barranco del Lobo” en 1906.

En 1912, Francia y España pactan un nuevo reparto de Marruecos para poder hacer frente de forma más efectiva a la resistencia de las cabilas rifeñas. Quedaba para España toda la parte norte de Marruecos, desde Larache y Alcazarquivir hasta las Chafarinas, incluyendo el montañoso Rif.

La situación en el norte de África era cada vez más tensa debido a los continuos problemas que causaban las distintas cabilas que se oponían a la dominación española.

El gran líder unificador de las tropas rebeldes rifeñas era Abd el-Krim, un producto de la educación colonial española y leal a la Corona.  Para Abd el-Krim el principal rival de la independencia de Marruecos era Francia.  Abd el-Krim, que era periodista, realizó duros editoriales contra el establecimiento colonial francés por lo que fue encarcelado por el gobierno español. En 1919 desaparece en las montañas y decide vengarse de España.

El despliegue militar español en el norte de África estaba dirigido por las ideas enfrentadas de dos militares prestigiosos: El general Berenguer que era un soldado muy competente y que se sentía ignorado por su segundo en el mando, el general Fernández Silvestre, que un protegido del Rey Alfonso XIII.

En 1920 Silvestre es nombrado Comandante General de Melilla. Desde el principio, su intención es llegar hasta la bahía de Alhucemas, centro de operaciones de las tribus rifeñas más belicosas.

Entre mayo de 1920 y junio de 1921 avanza rápidamente, en profundidad y sin apenas bajas ocupando posiciones tan importantes como Tafersit, adelantando el frente hasta el río Amekrán y logrando la sumisión de varias cabilas rebeldes.

Pero lejos de tener el control real del territorio, el despliegue que se había adoptado consistía en la dispersión de multitud e pequeñas posiciones dispersas, denominadas “blokaus”, con un planeamiento más que deficiente desde el punto de vista militar y de apoyo logístico al carecer de líneas de suministro que garantizasen su aprovisionamiento.

En el mes de julio de 1921, el general Silvestre ordenó a uno de sus oficiales de confianza, el comandante Julio Benítez, tomar la posición de Igeriben decisión que desencadenó que el caíd Abd el-Krim se aliara con algunas cabilas de la región y se lanzaran a frenar el continuo avance español por el que, los rifeños, consideraban su territorio.

Las tropas rebeldes aunadas por Abd el-Krim (unos 10 000 hombres) atacaron a la escasa guarnición española que había ocupado la posición de Igeriben. Ante la evidente desventaja y la imposibilidad de mantener dicha posición, el comandante Benítez solicitó refuerzos, a lo que el general respondió que saldría en su apoyo con todas las fuerzas disponibles. Pero la ayuda no llegó. Entre los días 21 y 22 de julio los combates fueron sangrientos y los defensores de Igeriben masacrados por un enemigo cruel.

No contentos con el éxito alcanzado, los rebeldes rifeños (algunas fuentes hablan de un contingente de más de 20 000 hombres) continuaron su avance hacia la posición de Annual, donde se encontraba el grueso de las fuerzas españolas (no más de 4000 hombres) y el puesto de mando de Silvestre. La posición se encontraba en una zona de muy difícil defensa y contaba con poca artillería y escasa munición. Ante lo inminente del desastre, el general Silvestre ordenó la retirada masiva hacia posiciones más ventajosas.

Tras la no muy bien explicada decisión del general Silvestre, el comandante Navarro se hizo cargo del mando de las fuerzas españolas y organizó una gran columna, la denominada en las fuentes como Columna Navarro, que desde la cercana posición de Dar Drius debía dirigirse hacia la ciudad de Melilla.

El recorrido de la columna se caracterizó por el desconcierto que había cundido entre los supervivientes españoles que, marchando sin una buena organización de las unidades, sin una buena acción de mando, y con una nula seguridad, convirtieron la retirada en una desbandada que facilitó las acciones del enemigo que, desde las alturas dominantes que les proporcionaban una adecuada protección, abrieron un nutrido fuego de fusilería contra los soldados españoles matando a muchos de ellos y pasando a cuchillo a los heridos.

Estos episodios se convirtieron en el símbolo de del desastre que supuso una guerra en la que combatieron una ingente masa de soldados con poca o nula preparación militar, mal alimentados y peor vestidos. Dirigidos por una oficialidad que, en ocasiones, se preocupaba más de su carrera profesional (ascensos, honores, etc.) que de los combatientes enviados al combate.

Un dicho popular de la época reflejaba esta situación de búsqueda de ascensos y medallas por parte de la alta oficialidad:

“Y luchó como un valiente, el teniente, el teniente Pimentel, y le dieron la medalla al teniente, al teniente coronel”

Unos soldados que procedían de los estratos más bajos de la sociedad española, los únicos que no disponían de los 6000 reales que costaba librarse del servicio militar. Unos soldados que, con su marcha, dejaban el hogar familiar con falta de una mano de obra necesaria para apoyar a la economía familiar ya que, normalmente, eran gente de campo y su trabajo muy necesario en las explotaciones familiares.

Es en este contexto cuando mediante telegrama del Capitán General de la Séptima Región Militar de fecha 24 de julio de 1921, se ordena al Regimiento de Infantería Segovia 75 el despliegue de un batallón expedicionario en tierras africanas.

La unidad designada para tal cometido fue el segundo batallón que mandaba el teniente coronel D. Joaquín Gutiérrez Alegre.

La Unidad salió de la estación de ferrocarril de Cáceres el día 25 de julio de 1921 con dirección a Sevilla en donde embarcaron en el vapor “Cabo Creus” y, al día siguiente, partieron dirección a Melilla donde desembarcaron el día 27 de julio siendo alojados en el cuartel de la Compañía de Mar de aquella Plaza militar.

Según palabras del Conde Canilleros[2]:

“…La despedida, que discurrió entre lágrimas, aplausos y regalos, tuvo proporciones de homenaje y apoteosis.

Como iban entre los expedicionarios muchos chicos cacereños, la inquietud de sus familiares imprimió sello de preocupación a toda la ciudad”.

  1. EL DIARIO DE OPERACIONES DEL BATALLÓN EXPEDICIONARIO.

Para comprender la importancia de la participación de los soldados del Regimiento de Infantería Segovia 75 acudimos, en primer lugar, al Historial del Regimiento del que trascribimos a continuación el “Diario de operaciones” del batallón:

Los datos correspondientes a las operaciones realizadas durante el año 1921, aparecen mecanografiadas y en esas notas se hace un resumen de las acciones fundamentales llevadas a cabo por el batallón.

El año 1922 está descrito de manera minuciosa y en formato manuscrito por el jefe del batallón teniente coronel Joaquín Gutiérrez. Esta parte está estructurada en separatas mensuales que terminan en el mes de octubre. En total, el manuscrito abarca un total de 117 páginas de las extractamos un resumen de las operaciones más importantes llevadas a cabo por la unidad durante ese año.

“SERVICIOS DE GUERRA EN  1921.

El 28 de julio interviene en la protección de trabajos y construcción de un blokao en la Kabila de Mezquita.

El 29 contribuye al arreglo y reconstrucción de un camino cubierto desde Melilla al fuerte de la Purísima Concepción.

El 30 asiste a la protección de convoyes desde la Segunda Caseta a Sidi Hamet el Hack y fortines inmediatos.

El 1º de agosto escolta convoyes al Atalayón, Sidi Hamet el Hach y fortines próximos.

El 6 ejecuta el mismo servicio.

El 8 efectúa la protección de un convoy al Barranco del Lobo.

El 15 colabora al establecimiento de una posición en Sidi Araman.

El 31 forma parte de la columna del General Sanjurjo destinada a castigar las kabilas de Mezquita y Trajana que durante la noche anterior estuvieron atacando las líneas avanzadas.

El 4 de septiembre recibe orden de proteger el paso de un convoy a la posición de Casabona. Bajo nutrido fuego sale del campamento (Zoco el Had de Beni Sicar), contendiendo heroica y brillantemente con el adversario parapetado en las cercas y casas de las viñas de Abd-el-Kader; no obstante el número de bajas sufridas, el espíritu del Batallón se mantiene vibrante y sólido gracias al brío del Comandante Navarro que, herido; niégase a ser evacuado y continua en su puesto hasta caer muerto así como el practicante que solícito acudió en su auxilio; prosiguen nuestros soldados en su férrea resistencia logrando dominar al adversario, gracias al admirable ataque al arma blanca dado por el Tte. Coronel Gutiérrez Alegre; continúan en sus posiciones hasta que el convoy hubo regresado de Casabona; y sin dejar una baja sobre el campo[3], retiróse el Batallón al campamento.

El 8, una compañía establece el blokao denominado «Peche”.

El 11, coopera a la construcción de un puesto en el blokao de la Corona.

El 27, mantiene ligero tiroteo con el adversario en las lomas de Tizza.

El 5 de octubre, el Batallón tomo posiciones en las proximidades de Sidi-Amaran para llamar la atención del enemigo mientras la columna Sanjurjo efectuaba la toma de Adlaten.

El 2 de noviembre es hostilizado un convoy destinado a Tizza.

El 7 contribuye con el fuego de las ametralladoras y fuerzas destacadas al éxito de la operación de las columnas, tanto en el avance como en la retirada mereciendo la más efusiva felicitación del Alto Mando.

El 22 de diciembre ocupa las alturas de Tauriat Tuchua con objeto de apoyar las fuerzas destinadas a la reconstrucción de la posición fortificada de Has Tikermín; en duelo intenso con la morisma, tanto el mando como la obediencia acreditaron su pericia y bravura.

El 24 protege eficazmente un convoy a las posiciones de Tauriat-Zag-Kal Kul y Harcha”.

“SERVICIOS EN GUERRA AÑOS 1922.

El 9 de enero, toma parte en la ocupación de Dar Bussada y Ras Bussada protegiendo la construcción de la posición Igam y ocupando la Casa Quemada con objeto de proteger la retirada de las fuerzas de Regulares Indígenas.

El 10, interviene en la ocupación de las posiciones Mestía, Hamman y Dar Drius.

El 28, durante la noche es atacado el campamento siendo rechazada la morisma.

Imagen nº 1. Portada del “Diario de Operaciones”

Fuente: Instituto de Historia y   Cultura Militar.

 

El 2 de marzo participa del reconocimiento efectuado en dirección de Tamassusi.

El 7 asiste a la ocupación y fortificación de Zama de Drius.

El 8 colabora a la toma y fortificación de la posición de Sep-sa protegiendo asimismo la retirada del Batallón de Álava.

El 13 conduce un convoy a Sep-sa siendo tiroteado desde las Casas de Tihtinen.

El 14 participa en la operación llevada a cabo para posesionarse de Ichtinen números 1 y 2 en la meseta de Arkak.

El 18 sostiene fuego con el enemigo que amenazaba el flanco izquierdo de la columna destinada a la ocupación de Tugunt.

El 29 brilla Segovia por su arrojo y bizarría en la toma y establecimiento del Cerro de los Tanques, tanto en el ataque como en la retirada.

El 3 de abril, forma parte de la columna encargada de llevar convoyes a Ichtinen, Tuguny y otras posiciones.

El 8, formando en la columna Berenguer apoyó a la del General Cabanellas en la toma de Dar Quebdani, vivaqueando entre Sep-sa e Ichtinen.

El 14, acredita una vez más su valía en la ocupación y fortificación de Tamasussi y avanzadas.

El 17, brilla por su comportamiento en la ocupación de la posición Chaif, sobre el poblado Abadda, siendo hostilizado con fuegos de cañón y fusilería.

El 29, el campamento sufre el cañoneo de los enemigos.

 Durante el mes de mayo presto servicios de seguridad, reconocimientos y convoyes.

El 5, 7 y 16 de junio asiste a la conducción de un convoy a las posiciones de la meseta de Askak; el resto del mes tuvo los servicios de seguridad y protección da la carretera a Batel.

Imagen 2. Detalle del Diario de Operaciones

Fuente: Instituto de Historia y Cultura Militar.

  

El 6 de julio estando en la carretera de Batel ataca el contrario frente al boquete de Sidi Alí, atestiguando Segovia su brío y disciplina en el fuego.

El 1º de agosto protege la descubierta efectuada por la policía de Chaif, duramente atacada por los rivales.

El 12, la posición de Ámbar occidental, guarnecida por una compañía, rechaza un violento ataque con cartuchos de dinamita, granadas de mano y fuego de cañón y fusilería.

El 29, desde Ain Kert hasta la confluencia del Melul con el Kert, protege el flanco izquierdo de las columnas que tenían por objetivo ocupar las posiciones de Issen Lasen, Taumiat-Uehen y Azrrún.

  El año 1922 termina con la entrada que transcribimos completa del diario de operaciones correspondiente al mes de octubre:

  “14 [de octubre] En este día se dedicó el Bon a la preparación de campamento para su regreso a la península y el lavado de ropa por las compañías en el Rio de Oro.

  15 [de octubre] Por orden de la superioridad el Bon embarcó en los vapores “Vicente Puchol” y “Villareal” en la siguiente forma; las compañías 2ª, 3ª y 4ª en el “Vicente Puchol”, saliendo a las 6 de la tarde regresando a Málaga sin novedad a las 10 de la mañana.

La 1ª compañía con la compañía de ametralladoras, Plana Mayor y tren Regimental en el vapor “Villareal” saliendo de Melilla a las 5,30 y llegando a Málaga sin novedad a las 12 del día.

El Bon se alojó en el cuartel de la Aurora hasta la una de la madrugada del día 17 en que salieron en tren militar las cuatro compañías de fusiles hacia la plaza de Cáceres quedando allí la compañía de ametralladoras y tren Regimental hasta el siguiente día a las diez de la mañana en que se formó otro tren militar llegando a esta P.M. sin novedad el día 18 ambas expediciones”.

En las anotaciones que recoge el historial de la unidad no aparecen datos relativos al año 1923 y los correspondientes a los años 1924 y 1925 vuelven a aparecen mecanografiados y destacando el personal distinguido por su actuación meritoria en cada una de las operaciones llevadas a cabo.

Nuevamente el año 1926, fecha en que finaliza la estancia del batallón en África, no recoge ninguna anotación.

  1. BALANCE DE LA ACTUACIÓN DEL BATALLÓN EXPEDICIONARIO.

Después de una detallada lectura de la documentación consultada y a la vista de lo expuesto en estas páginas, se puede concluir que la actuación de los soldados del Regimiento Segovia 75 fue brillante y, en todo momento, fue reconocida por el mando de las operaciones.

Para constatar esta afirmación, baste acudir a la Orden General de la Comandancia General de Melilla del día 13 de agosto de 1923 en la que, en cumplimiento de lo dispuesto en un nuevo Reglamento de Recompensas en Tiempo de Guerra, se publica la “Relación de clases en individuos de tropa distinguidos en las operaciones realizadas en este territorio durante el periodo comprendido desde 25 de julio de 1921 a fin de enero de 1922”.

 

  Imagen nº 3. Orden General de 13 agosto de 1923.

Fuente: Annual. 100 años de historia.

 

En el artículo 14 del citado reglamento se disponía que los cuadros de mando que observaran una conducta distinguida de alguno de sus subordinados, debería elevar un informe completo e individualizado de cada acción a distinguir. Si el mando la consideraba una acción meritoria, sería publicada en la Orden General de la demarcación y se anotaría en la hoja de servicios del interesado.

No son éstos los únicos componentes del Segovia distinguidos en combate que hemos podido localizar. En el historial del Regimiento se encuentra un documento de máximo interés y que se incluye en el historial correspondiente al año 1945. Se trata de la “Relación de Jefes, Oficiales, Suboficiales y personal de tropa que se han destacado en las campañas en que han intervenido unidades de este Regto”.

Con la transcripción de las anotaciones recogidas en este apartado, rendimos homenaje a esos valientes soldados, olvidados por la historia y que merecen ser recordados como héroes.

El texto es el siguiente:

“Año de 1921.

Día 31 de octubre.

Durante el embate sostenido con el enemigo por el convoy encargado de aprovisionar de víveres la posición de Tizza se distinguen por su arrojo los soldados de la 13 Compañía, Salvador Fernández, Pedro Fernández, Isidro González, Daniel Santos y Saturnino Almendro, que con evidente riesgo de sus vidas abandonaron la guerrilla para recoger el ganado que durante e l combate se desmando en dirección al enemigo.

Día 7 de noviembre.

Durante la cooperación para la toma de la meseta Irqueman se distinguieron el capitán de la Compañía de Ametralladoras D. Pedro Rodríguez Almeida que resulto herido menos grave en la operación, el Capitán D. Miguel García Velasco y los Alféreces D. Calixto de la Cámara y D. Joaquín Coronado Llano, siendo así mismo felicitado todo el Batallón por el Exmo. Sr. General de la columna Alto Comisario y Comandante General.

Día 22 de diciembre.

Durante el combate sostenido con el enemigo para la ocupación de la posición de Taurriat-Tuchua se distinguieron el Comandante D. Federico Gómez de Salazar, Capitán D. Joaquin Herrero de Tejada, D. José Fernández López; Tenientes, D. Luciano López Hidalgo, D. Pedro Claver Cáceres, D. José Romo Muñoz, y D. Enrique Daganzo Martínez; Alféreces, D. Daniel Hisado Tena y D. Calixto de la Cámara; Capitán Medico y Capellán; Sargentos, Pedro Ruiz, Rafael Cantero, Jóse Gómez Mendoza, Antonio Gutiérrez”.

“Año de 1924.

Día 6 de septiembre.

Durante el combate a la bayoneta sostenido con el enemigo para la ocupación de la Loma de Castilla se distinguieron el teniente de la 1ª Compañía D. Joaquín Carretero Carrero, por su arrojo serenidad y pericia. También se distinguieron el Cabo Francisco Rodero Blázquez; El Sargento Manuel Moraleda Roa, se presta voluntario para retirar heridos; Sargento Agustín Robles Crua, Julio del Barco Ávila, Cabo Francisco Romero Blázquez y Soldado Eduvigis Revuelta Royero, Juan López Batalla, Evaristo Cortes Burgos, Juan Pacheco Cuesta, Emilio Cardoso Almeida, Policarpo Martin Sastre y Julián Vázquez Pascual.

Día 27 de septiembre.

En el combate sostenido por el poblado de Tinat por el convoy que procedía de Xauen, se distinguieron el Teniente D. Joaquín Carretero Carrero, que fue herido en una mano negándose a ser evacuado hasta que nuevamente fue herido grave en el vientre. El Alférez D. Joaquín Rojo Carrasco que fue sitiado y después de cuatro horas de combate consiguió unirse al resto de las fuerzas.

Día 2 de octubre.

El General felicita a las fuerzas por telegrama”.

“Año de 1.925

Día 18 de marzo.

Se felicita en este día a las fuerzas de la guarnición del Blocao nº 2 compuesta per el Cabo José García Fraile y los Soldados, Pablo García, Ramón García Llovio, Santiago Rodríguez de la Barca, Santiago Cortes Palomero, Santo Gutiérrez Blanco, Ricardo Hernández Casillas, Salvador Calvo Solano, y Pedro Vega Duran por haber continuado en sus puestos fuera de abrigo debido al furioso temporal que hundió el referido blocao.

Día 30 de noviembre.

En al combate sostenido con el enemigo cerca del Zoco el Jenis se distinguieron el Teniente D. Martin González Delgado; los Sargentos Francisco Herrera García y Tomas Feijoo Arévalo; Cabos Romualdo Alcalá Blanco y Higinio Sánchez González, y soldados Manuel Hernández Manzano, Pedro García Gómez, Demetrio Ganchea Bullón y Gregorio Fernández Sánchez.

Día 19 de diciembre.

En el combate sostenido para la evacuación de Yarda se distinguen el Teniente

D Martin González Delgado, sargento Máximo Barra Caballero, Cabo Juan Fornet Holgado y soldados Procopio Tejedor González y Valentín iglesias Herrera”.

  1. CAIDOS EN COMBATE ENTRE LOS AÑOS 1921 Y 1922.

Los combates de los primeros años de contienda son, sin duda, los más cruentos no sólo para los soldados del regimiento de Cáceres, sino también para todos los combatientes de nuestro ejército.

El Regimiento Segovia tuvo, al menos, 31 militares muertos en acción de combate e innumerables soldados sufrieron heridas de una u otra índole.

Por último, las enfermedades también tuvieron gran incidencia entre nuestros soldados siendo incontables los enfermos y fallecidos por esa causa.

Sin lugar a dudas, los combates de los días 4 y 5 de septiembre de 1921 en los que el Batallón Expedicionario había recibido la misión de proteger a un convoy que se dirigía desde el Zoco el Had de Beni Sicar a la arriesgada posición de Casabona.

Es en esta acción en la que se destacaron, por su arrojo y serenidad en el combate, el comandante Navarro Nieto, jefe de la fuerza; el capitán Jiménez Arrieta y el alférez Mora Picado y en la que fallecieron un nutrido grupo de combatientes que aparecen homenajeados en una placa homenaje que lleva por título “LOOR A LOS HÉROES DEL REGIMIENTO. DIERON SU VIDA POR LA PATRIA Y ALCANZARON LA INMORTALIDAD. MELILLA 1921-1922.”

La placa que hoy podemos admirar en la Sala Museo del Regimiento Argel 27, ubicada en el Palacio de las Cigüeñas de la capital cacereña, estuvo colocada con anterioridad, en primer lugar, en el acceso principal al Cuartel Infanta Isabel desde donde se trasladó al Acuartelamiento Santa Ana y se instaló en la escalera de subida del edificio de Mando del acuartelamiento Santa Ana, sede del CEFOT nº 1.

Imagen nº 4. Placa homenaje a los caídos del Regimiento de Infantería Segovia 75 (1921-1922)

Fuente: Archivo del autor.

 

A pesar de estar ubicada en una sala dedicada a la memoria del Regimiento Argel, la placa no pertenece a esa unidad, sino al Regimiento de Infantería Segovia 75 como atestigua el escudo de armas que podemos apreciar en el extremo superior derecho de la pieza.

La razón por la que esta placa se guarde en la sala museo, se fundamenta en que el Regimiento Argel heredó el historial militar de su antecesor en Cáceres el Regimiento de Infantería Segovia 75.

El traslado de la placa a su ubicación anterior se realizó como consecuencia de la entrada en vigor de la Ley de la Memoria Histórica y cumpliendo órdenes de la superioridad.

Poco tiempo después, por parte de la superioridad, se reiteró la necesidad de retirar la citada placa. Para salvaguardar una parte importante de la historia de la guarnición militar de Cáceres se planteó la posibilidad de poder conservarla por estar instalada en una sala museo de historia militar.

La superioridad autorizó la solución propuesta y, por esa razón, se instaló en la puerta de la sala la indicación de “SALA MUSEO”.

Como se planteaba en el resumen de esta ponencia, es necesario recuperar la memoria de aquellos caídos en una contienda de la que ahora se cumplen 100 años y rendirles el homenaje que se merecen y que, en su día, no recibieron.

Y que mejor homenaje que recordarles por sus nombres y apellidos y aportar la poca información que sobre ellos podemos encontrar en los archivos.

En la placa aparecen 30 nombres, pero hemos encontrado uno más que también citamos. La relación en la que se incluyen los datos más importantes conocidos de cada uno de ellos es la siguiente:

RELACIÓN DE MUERTOS EN COMBATE 1921-1922.
 

Empleo

nombre y apellidos.

 

Natural de:

 

Lugar y fecha de fallecimiento.

 

Causa del fallecimiento.

 

Lugar de enterramiento.

Comandante

Francisco Navarro Nieto.

La Habana. (Cuba) Combates de Casabona.

04/09/1921

Muerto en combate.

Heridas  por arma de fuego

Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fila 2, nº 21.
Capitán

Diego Jiménez Arieta.

San Fernando (Cádiz) Hospital de la Cruz Roja de Melilla.

06/09/1921

Herida por arma de fuego. Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fila 2, nº 15.[4]
Alférez

Florentino Mora Picado.

Hoyos (Cáceres) Combates de Tiza

29/09/1921

Muerto en combate.

Herida por arma de fuego

Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fila 1, nº 16.
Alférez

Eliseo Gil Fernández[5].

Desconocido Desastre de Annual Muerto en combate, Desconocido.
Suboficial

Francisco L. Estirado Camisón[6].

Bienvenida (Badajoz) Hospital Militar de Melilla. 05/09/1921 Herida por arma de fuego en el vientre. Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fosa 2.
Sargento

Juan Muñoz González.

Miguelturra (Ciudad Real) Hospital Militar Docker de Melilla.

05/09/1921

Herida por arma de fuego Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fosa 2.
Cabo

Teodoro Flores Pérez.

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Cabo

Andrés Barranca.

 

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Corneta

Nicolás Santos Pacheco.

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Soldado

Adriano Manzano Rey.

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Soldado

Vicente Fernández Bayo.

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Soldado

Florencio Majadas Solano.

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Soldado

Inocencio Rubio Collado[7].

Villanueva de la  Sierra (Cáceres) Combates de Casabona.  04/09/1921 Muerto en combate. Heridas por arma de fuego. Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fosa 2.
Soldado

Inocencio Montero Gómez.

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Soldado

Silviano Carillo Caravaca.

Alcubillas (Ciudad Real) Combates de Casabona.  04/09/1921 Muerto en combate. Heridas por arma de fuego. Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fosa 2.
Soldado

Jesús Villar Bermúdez.

Medina de las Torres (Badajoz) Combates de Casabona.  04/09/1921 Muerto en combate. Heridas por arma de fuego. Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fosa 2.
Soldado

Santiago García Martínez.

Gavilanes (Ávila) Hospital Militar de Melilla. 08/09/1921 Herida por arma de fuego. Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fosa 3.
Soldado

Modesto Chaves Guriño.

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Soldado

Ciriaco González Tejada.

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Soldado

Joaquin Lumeras Cabañas.

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Soldado

Anastasio Palomares Díaz.

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Soldado

Francisco Beltrán Abella.

Barcelona Combates de Tamasussi.

29/04/1922.

Fallecido el 30/04/1922.

Herido de gravedad por arma de fuego. Se teme por su vida Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, parcela 19, fila 1.
Soldado

Manuel Freire Calero.

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Soldado

Alfredo Núñez Llanos.

Torrejoncillo (Cáceres) Hospital Militar de Melilla. 05/09/1921. Herida por arma de fuego en el vientre. Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fosa 2.
Soldado

José Sena Quiles[8].

 

Pontevedra Combates de Casabona.  04/09/1921. Muerto en combate. Heridas por arma de fuego. Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fosa 2.
Soldado

Antonio García Rol

Madroñera (Cáceres) Hospital Militar Docker de Melilla.

05/09/1921.

Herida por arma de fuego Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fosa 2.
Soldado

Francisco Caballero Pérez.

Badajoz Combates de Tamasussi.

29/04/1922.

Fallecido el 30/04/1922.

Herido de gravedad por arma de fuego. Se teme por su vida Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, parcela 19, fila 1.
Soldado

Simeón González Gómez.

Serranillos (Ávila)[9] DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO
Soldado

Toribio Maroto Ortega.

Las Cuevas (Ávila) Hospital Militar de Melilla. 06/09/1921 Herida por arma de fuego en el vientre. Cementerio Municipal de Melilla. Patio de Héroes, fosa 2.
Soldado

Juan León Díaz.

 

DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO DESCONOCIDO

 

Además de estos nombres que aparecen en la placa, hemos encontrado un nombre más. Se trata del soldado Severiano Carrillo Casares que también murió en los combates de Casabona, el día 4 de septiembre de aquel fatídico 1921 y está enterrado en el Cementerio Municipal de Melilla, Patio de Héroes, fosa 2.

En la información recibida del Cementerio Municipal de Melilla, no aparece datos sobre el fallecimiento y lugar de enterramiento de algunos soldados. Lo más probable es que hubieran muerto en combate y fueran enterrados en los cementerios provisionales que se crearon en cada una de las posiciones donde combatieron los soldados españoles.

En el año 1925, se reciben en la Comandancia General de Melilla diversos telegramas en los que se solicitaba que todos aquellos restos que iban siendo encontrados en los campos de batalla fuesen trasladados a la posición donde se podría construir un único mausoleo que los reuniera a todos. En respuesta a esas peticiones, en el año 1929, según podemos leer en los registros del Cementerio de la Purísima Concepción de Melilla, se ordenó un traslado de restos desde el cementerio de Monte Arruit al cementerio de Melilla. Se trataba de más de mil cadáveres y muchos de ellos estaban sin identificar.

Creemos que esta es la razón de que no se pueda completar la información de muchos de nuestros héroes muertos en combate en aquellas tierras.

 

 Imagen nº 5: Oficio solicitando el traslado de restos a Monte Arruit.

Fuente: Annual. 100 años de historia.

 

 Imagen nº 6: Anotación en el libro del Cementerio Municipal de Melilla.

Fuente: Cementerio Municipal de la Purísima Concepción de Melilla.

Pero no sólo los combates eran la causa de la muerte de aquellos soldados. La enfermedad, unida a las carencias sanitarias en el conflicto provocaron la muerte de muchos de nuestros jóvenes.

En concreto, conocemos los nombres de cinco de esos soldados muertos por enfermedad, tres de ellos extremeños, pertenecientes a nuestro Batallón Expedicionario, aunque es muy posible que falten más nombres.

Los identificados hasta la fecha son los siguientes:

 

RELACIÓN DE MUERTOS POR ENFERMEDAD 1921-1922.
Empleo

nombre y apellidos.

Natural de: Lugar y fecha de fallecimiento. Causa del fallecimiento. Lugar de enterramiento.
Soldado

Fernando Delgado Valhondo

Mérida.

(Badajoz)

Hospital Militar.

06/11/1921

Fiebre tifoidea. Cementerio Municipal de Melilla. Parcela 25, fila 5, nº 13.
Soldado

Juan García Tomeo.

Alloza

(Teruel)

Zoco El Hach.

09/10/1921

Enteritis. Cementerio Municipal de Melilla. Parcela 19, fila 2.
Soldado

Luís Sánchez de las Motas

Cancalejo de la Jara.

(Cáceres)

Hospital Militar.

18/10/1921

Tifus Malaria. Cementerio Municipal de Melilla. Parcela 19, fila 2.

 

Soldado

Cesáreo Álvarez Julián.

Garrovillas. (Cáceres) Hospital Militar.

22/02/1922

Tuberculosis pulmonar. Cementerio Municipal de Melilla. Parcela 19, fila 2.

 

  1. ALGUNOS HERIDOS EN COMBATE

Hemos conseguido documentar alguno de los nombres de los soldados que resultaron heridos en combate entre los años 1921 y 1926 y consiguieron curarse y volver a sus casas.

La lista no es exhaustiva, pero a pesar de ello considero necesario poner de en valor a estas otras víctimas.

RELACIÓN HERIDOS EN COMBATE 1921-1926
Empleo, nombre y apellidos. Fecha de herida Pronóstico Fecha de curación
Capitán Pedro Rodríguez Almeida 07/11/1921 Menos grave
Soldado Miguel Corchado Mendo 09/01/1922 Pronóstico leve 17/01/1922
Soldado Valentín Sacristán Pascual 10/01/1922 Pronóstico leve
Capitán Joaquín Herrero de Tejada 02/03/1922 Pronóstico leve 26/03/1922
Cabo Tomás Fatuarte Gamero 02/03/1922 Pronóstico leve
Soldado Juan Gómez ¿? 02/03/1922 Pronóstico leve
Soldado Manuel Escalera Castellano 02/03/1922 Pronóstico leve
Soldado Melitón Serrano Rodríguez 08/03/1922 Pronóstico leve
Soldado Emilio Álvaresz Moreno 08/03/1922 Pronóstico leve
Soldado Ángel Pacheco Cortés 08/03/1922 Pronóstico menos grave.
Soldado Daniel Carnero Holgado 28/03/1922 Desconocido
Soldado Anastasio Palomares Díaz 28/03/1922 Desconocido
Francisco Sánchez Martín 28/03/1922 Desconocido
Soldado Francisco Caballero Pérez 29/04/1922 Pronóstico grave.

Muere al día siguiente en la posición de Dar Drius.

Aparece en la lista de fallecidos
Soldado Francisco Beltran Abella 29/04/1922 Pronóstico grave.

Muere al día siguiente en la posición de Dar Drius.

Aparece en la lista de fallecidos
Soldado José Gómez Torres 29/04/1922 Pronóstico leve
Teniente Joaquín Carretero Carrero 27/09/1924 Herido en una mano en el Poblado de Tinat.

Se niega a retirarse y es nuevamente herido en el vientre con pronóstico grave.

El Batallón expedicionario continúo desempeñando misiones en los campos de batalla de África hasta el año 1926.

Si seguimos lo relacionado en el ya citado Diario de Operaciones del Batallón Expedicionario, podremos leer en su última entrada:

“Los días 1 a 3 de marzo [1926], ataca la morisma con fuego de fusil y bombas de mano las posiciones de Beni Salah, Qitxan, Hezquita y puestos 1,2,3,4 y 5 de Beni Salah, guarnecidas por el 75º de Infantería; y si el enemigo hizo ostentación de su acometividad, Segovia, así mismo, supo ser digna de sus gloriosas tradiciones de bravura y estoica serenidad.”

Sin duda, hermosas palabras que sirven de resumen de la brillante participación de los soldados de la guarnición de Cáceres formando en las filas del Regimiento de Infantería Segovia 75 en aquella cruenta e incomprensible contienda.

  1. ¿QUÉ SABEMOS DE LOS MUERTOS Y HERIDOS EXTREMEÑOS?

Poca información conocemos sobre los soldaos extremeños muertos o heridos en acción de combate integrados en el Batallón Expedicionario del Regimiento de Infantería Segovia 75.

Las informaciones de las que disponemos parten de diversas anotaciones en los libros del Cementerio Municipal y en el Registro Civil de Melilla.

También nos aporta algunos datos el “Diario de Operaciones” del Batallón en el que hemos encontrado sólo una referencia a bajas en combate.

Por último, la base de datos “Campaña del RIF 1897-1926” a la que nos hemos referido más arriba, nos ha servido para corregir algunos nombres de los que figuran en la lápida depositada en la Sala Museo del Regimiento “Argel” en la capital cacereña.

De los 30 militares que figuran en esa lápida, sólo tenemos constancia documental de 7 de origen extremeño. No podemos asegurar que falten nombres en la lista ya que, todavía investigamos los datos de muchos de los relacionados en la pieza que estudiamos.

Los nombres de los extremeños son los que siguen: Alférez Florentino Mora Picado, Suboficial Francisco L. Estirado Camisón, Soldado Inocencio Rubio Collado, Soldado Jesús Villar Bermúdez, Soldado Alfredo Núñez Llanos, Soldado Antonio García Riol y Soldado Francisco Caballero Pérez.

El Alférez Florentino Mora Picado era natural de Hoyos en la provincia de Cáceres. Había nacido en Hoyos (Cáceres) el 16 de octubre de 1875 y sus padres se llamaban Santos Mora Rivero e Isabel Picado Casillas. Estaba casado con doña Tomasa Martínez Sienra.

Vivían en la calle que hoy lleva el nombre de “Alférez Mora” y que su pueblo le dedicó.

En la crónica publicada en “Ecos de Cáceres”, reproducida en el Correo de la mañana de Badajoz del día 5 de octubre de 1921 que vemos en la imagen, podemos leer textualmente:

«Ecos de Cáceres. El alférez señor Mora Picado.- Este valeroso soldado extremeño nació en el pueblo de Hoyos (Cáceres). Don Florentino Mora Picado fue cabo en el Regimiento de Saboya con el cual, en noviembre de 1895, embarcó en Cádiz para tomar parte en la última guerra de Cuba. Allí estuvo peleando con gran arrojo tres años y consiguió con sus méritos guerreros cinco cruces del mérito militar. Después de repatriado, y descansar en su pueblo natal una corta temporada, volvió a ingresar en el Ejército; fue sargento, brigada, suboficial y, el 29 de junio de 1919, ascendió a alférez; al mes siguiente fue destinado a nuestro glorioso y querido regimiento de Segovia número 75, y aquí su suerte lo condujo a Melilla, con el segundo batallón, que con motivo de los lamentables sucesos de julio último fue destinado al Rif. El bizarro alférez señor Mora, al proteger un convoy el día 4 del mes pasado, desde el Zoco el Had de Beni Sicar a la arriesgada posición de Casabona, cuando el heroísmo del pundonoroso militar acometía con bravura a los traidores, encontró la muerte envuelta en una bala enemiga, fue gloriosamente muerto. Los moros estaban fortificados al borde de un barranco próximo al paso del convoy que había de proteger el señor Mora, éste a una pequeña indicación de su jefe salió al frente de su escuadra, la que emprendió la marcha con la bayoneta calada; las balas disparadas por el enemigo eran numerosas pero el señor Mora Picado, ya herido, siguió avanzando dando pruebas de un valor incalculable, hasta que con otros soldados cayó muerto a corta distancia de los rifeños. En su auxilio salió la tercera compañía, la que, con gran arrojo recuperó algunos cadáveres, no pudiendo evacuar el del alférez Mora y los soldados que le siguieron por ser mucho lo que estos valientes avanzaron. Don Florentino Mora, al despedirse en esta estación de unos amigos dijo: “Si me matan los moros, tened entendido que será cara a cara, jamás volveré la espalda…” Y a su esposa, cuando recibió la noticia de partir, dándole ánimos le decía: “No llores, la gloria más grande para un militar, es morir en el campo de batalla, derramando su sangre por la patria. Moriré sabiendo que serás, para mi anciana madre, una verdadera hija” Así fue, el alférez Mora murió derramando su sangre en el campo de batalla. Descanse en paz el valeroso soldado extremeño y sirva de lenitivo a su madre y esposa este cariñoso recuerdo.»

 

 Imagen nº 7. Reseña en prensa de la muerte del Alférez Mora.

Fuente: https://prensahistorica.mcu.es/es/consulta/busqueda.do

 

En una entrada del Libro de Registro del Cementerio Municipal de Melilla, el Cementerio de la Purísima Concepción, fechada el día 2 de agosto de 1929, podemos leer que el Alférez fue enterrado junto con más de mil cadáveres exhumados de distintas posiciones. En concreto, el cuerpo de Florentino fue encontrado en el cementerio provisional de la posición de Tiza y fue enterrado definitivamente en el Cementerio Municipal de Melilla, Panteón de Héroes, Fila 1 Nicho 16.

En la fecha de su muerte tenía 48 años. Sus herederos recibieron una pensión anual[10] de 3500 pesetas.

Del Suboficial Francisco L. Estirado Camisón[11] sabemos pocos datos. Era natural de Bienvenida (Badajoz) y sus padres se llamaban Claudio y Josefa. Estaba casado con María Pilar Merello Ceino.

En la fecha de su fallecimiento tenía 36 años. Sus herederos recibieron una pensión anual[12] de 2629,2 pesetas.

Está enterrado en el Cementerio Municipal de Melilla, Panteón de Héroes, Fosa 2. Por su partida de defunción sabemos que su verdadero segundo apellido era “Calderón”

El Soldado Inocencio Rubio Collado estaba soltero y era natural de Villanueva de la Sierra (Cáceres). Y sus padres se llamaban Ambrosio y Marcos.

En la fecha de su fallecimiento tenía 21 años. Está enterrado en el Cementerio Municipal de Melilla, Panteón de Héroes, Fosa 2.

El Soldado Jesús Villar Bermúdez estaba soltero y era natural de Medina de las Torres (Badajoz). Sus padres se llamaban Lorenzo Villar Ramírez y Felisa Bermúdez Carmona.

En la fecha de su muerte tenía 22 años. Sus herederos recibieron una pensión anual[13] de 328,5 pesetas. Está enterrado en el Cementerio Municipal de Melilla, Panteón de Héroes, Fosa 2.

El soldado Alfredo Núñez Llanos era soltero y natural de Torrejoncillo (Cáceres). Sus padres se llamaban Eusebio y Carmen. En la fecha de su muerte tenía 22 años.

Está enterrado en Cementerio Municipal de Melilla, Panteón de Héroes, Fosa 2.

El Soldado Antonio García Riol estaba soltero y era natural de Madroñera (Cáceres). En la fecha de su muerte tenía 22 años. Por su partida de defunción sabemos que su segundo apellido era “Rol” y no “Riol” como aparece en la lápida de homenaje. Sus padres se llamaban Matías García Hoyas y Catalina Rol Barrado.

A su muerte, sus herederos recibieron una pensión anual[14] de 328,5 pesetas.

Está enterrado en el Cementerio Municipal de Melilla, Patio de Héroes, Fosa 2.

Y, por último, el Soldado Francisco Caballero Pérez era soltero y natural de Medina de las Torres (Badajoz). En la fecha de su muerte tenía 22 años.

Sus padres se llamaban Francisco Caballero Guillén y Antonia Pérez Becerra.

Está enterrado en el Cementerio Municipal de Melilla, Parcela 19, Fila 1.

Todos los españoles, y más si cabe los cacereños, debemos sentirnos orgullosos de su actuación y rendirles el merecido homenaje que se merecen ahora que se cumple el centenario de su gesta.

¡Honor y gloria a los soldados del Regimiento de Infantería “Segovia” 75

 que dieron su vida por España!

“No supieron querer otra bandera, no supieron andar otro camino

¡no supieron morir de otra manera!”

  1. FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA.

7.1.      Fuentes.

  • Archivo General Militar de Segovia.
    • 0895_AGMS_1ª_82N_EXP_26_FRANCISCO NAVARRO NIETO.
    • 0895_AGMS_1ª_419J_DIEGO JIMÉNEZ ARRIETA.
    • 0895_AGMS_1ª_4224M_FLORENTINO MORA PICADO.
  • Base de Datos “Campañas del Rif. 1893-1927” cedida por los autores.
  • Instituto de Historia y Cultura Militar.
    • I. ARGEL Nº 27_ HISTORIAL DEL REGIMIENTO.
  • Registros del Cementerio Municipal de la “Purísima Concepción” de Melilla.

7.2.      Bibliografía.

  • GALBAN JIMÉNEZ, Manuel. “España en África. La pacificación de Marruecos”. Madrid. Imprenta del Servicio Geográfico del Ejército, 1965.
  • MUÑOZ DE SAN PEDRO, MIGUEL. La ciudad de Cáceres. Estampas de medio siglo de pequeña historia. Publicaciones del Ayuntamiento de Cáceres, Cáceres, 2ª Edición, 1999.
  • SERRANO SAENZ DE TEJADA, Guillermo. “De la guerra de Marruecos y el combate que no debió ser”, Madrid. Ministerio de Defensa, 2013.
    • Recursos en red.
  • 100 años de historia. https://www.facebook.com/groups/1883684488415836 [consulta 24 mayo 2022].
  • BIBLIOTECA VIRTUAL DE PRENSA HISTÓRICA.

https://prensahistorica.mcu.es/es/consulta/busqueda.do [consulta 30 de mayo de 2022]

  • MELENDEZ TEODORO, ÁLVARO. Soldados: Alférez Mora Picado. En Extremadura militar. Recuperación de la memoria militar extremeña y española.

https://alvaromelendez.blogspot.com/2022/04/soldados-alferez-mora-picado.html?fbclid=IwAR3zCup91nSw8ePex9oPVSlJQzkpU9m9KbS799WCvBEeu77pVuXnIk8QEEg [consulta 24 mayo 2022].

 

[1] 016010_R.I. ARGEL Nº 27_ HISTORIAL DEL REGIMIENTO. Instituto de Historia y Cultura Militar.

[2] MUÑOZ DE SAN PEDRO, MIGUEL. La ciudad de Cáceres. Estampas de medio siglo de pequeña historia. Publicaciones del Ayuntamiento de Cáceres, Cáceres, 2ª Edición, 1999.

[3] Se refiere a que se han recogido todas las bajas del campo de batalla y no se abandonó ningún cuerpo.

[4] Sus restos fueron trasladados al cementerio de San Fernando.

[5] En la Base de datos aparece con los apellidos “Gil Díaz”

[6] En la Base de datos aparece con el nombre “Pascual”

[7] En la Base de datos sus apellidos figuran como “Rubio Gallego”

[8] En la Base de datos aparece con los apellidos “Señas Quiles”.

[9] Conocemos este dato gracias a un documento que se encuentra en el expediente del Alférez Mora Picado. En el documento al que nos referimos, el Capitán General de la Séptima Región Militar informa al jefe del Regimiento Segovia de las gestiones realizadas para la inscripción en el registro del fallecimiento de este soldado aportando el dato sobre el ayuntamiento donde residía.

[10] D.O. nº 285 de 22 de diciembre de 1921.

[11] Es interesante reseñar que, en los años 20 del pasado siglo, eran personal de tropa de segunda clase. En lenguaje coloquial se les denominada “Clases”. El Cuerpo de suboficiales fue creado en el año 1934.

[12] D.O. nº 68 de 24 de marzo de 1922

[13] D.O. nº 51 de 1 de marzo de 1924.

[14] D.O. nº 119 de 2 de junio de 1923.

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