Oct 302023
 

 

José Pastor Villegas, Maestro de Educación Primaria, Doctor en Ciencias Químicas

 e investigador en Historia de la Ciencia y la Tecnología

 

RESUMEN

Dos son las razones de tener a mi cargo la conferencia inaugural de los LII Coloquios Históricos de Extremadura (CHEx), Trujillo 2023, dedicados a la Universidad de Extremadura (UEx) en la efeméride del 50 aniversario de su creación y al patrimonio educativo extremeño. Mi vinculación durante más de cuarenta años, como uno de sus primeros alumnos (Licenciatura y Doctorado en Ciencias, Sección de Químicas) y como uno de sus primeros profesores en la Escuela Universitaria y Facultad de Formación del Profesorado, Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, Facultad de Ciencias y Universidad de los Mayores (sedes de Cáceres, Plasencia y Don Benito-Villanueva). Y mi vinculación con los CHEx, como aprendiz y ponente, desde 2014.

La conferencia la he redactado en gran parte con documentación de mi archivo personal; versa sobre la UEx desde sus antecedentes universitarios remotos hasta cumplir los 50 años (1973-2023). En mi opinión, es necesario conocer los antecedentes para entender cuanto aconteció durante la gestación, el gran logro en 1973, y las luces y sombras del desarrollo posterior. El logro fue grande porque Extremadura era la única región española sin universidad, pero el provincianismo extremeño decimonónico no se diluyó durante la Transición democrática española (1975-1983) con el Estatuto de Autonomía de Extremadura (1983).

 

  1. Introducción

Hay, mirando al pasado, universidades con siglos de historia, como la de Salamanca (USAL) o la de Sevilla (US), ambas geográficamente próximas a Extremadura, dos de las doce históricas y matrices de la Universidad de Extremadura (UEx), creada en 1973, es decir, tras mucho tiempo sin tener en nuestra región la posibilidad de educación universitaria.

En mi opinión, una universidad es hoy es una institución de educación superior, pública o privada, que oferta la formación profesional en diversos títulos a hombres y mujeres que acceden a ella tras haber cursado niveles educativos inferiores establecidos; la investigación en sentido amplio, el desarrollo y la innovación son también funciones universitarias que se pueden aprender para el avance del conocimiento establecido y de la sociedad.

Los Coloquios Históricos de Extremadura (CHEx), como es sabido, nacieron en el año 1971 por el Centro de Iniciativas Turísticas de Trujillo, de la que emanó la Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura en 2006. Sí, Señora presidenta, ya con más de 50 años con la historia y el patrimonio de Extremadura, se ha hecho “algo” desde Trujillo por la Historia de Extremadura[1], pues con los trabajos referenciados en el Índice (1971-2021)[2] y los aportados en los dos últimos años se debe estar cerca o se han superado los dos mil.

Las razones de mi aceptación como ponente invitado por doña María del Rosario Alvarado Hoyas, presidenta de la Asociación Cultural CHEx, el 2 de junio de 2023, a pronunciar la conferencia, lectura o ponencia inaugural han sido dos. En primer lugar, mi vinculación con la UEx, como uno de sus primeros alumnos de la Facultad de Ciencias de Badajoz, dependiente de la US primero (1968-1973), en la que obtuve la Licenciatura y el Doctorado en Ciencias (Sección de Ciencias Químicas) en 1973 y 1990, respectivamente, y como uno de sus primeros profesores en varios de sus centros universitarios desde 1974 hasta 2008: Escuela Universitaria y Facultad de Formación del Profesorado, Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, Facultad de Ciencias. Asimismo, como uno de los primeros profesores de la Universidad de los Mayores de Extremadura (UMEx) en varias de sus sedes desde 1999 hasta 2011: Cáceres, Plasencia y Don Benito-Villanueva. Y, la segunda razón, mi vinculación con los CHEx, como aprendiz y ponente, desde que fui invitado a participar en 2014 por mi recordado primo Vicente Pastor González, muy querido en Trujillo, quien fue ponente y aportó experiencia y trabajo durante muchos años en la organización de nuestros Coloquios.

Por ambas razones voy a tratar, con mucho gusto y agradecimiento, de la UEx (1973-2023), es decir, de nuestra joven universidad, que nació dos años después de los CHEx, antes de iniciarse la Transición democrática española (1975-1983) y diez años antes del Estatuto de Autonomía de Extremadura. He tratado ya sobre la UEx hasta parte de su desarrollo [3], [4]. Aquí, trato de ella en conjunto, es decir, de sus antecedentes en tiempos remotos y próximos, del logro en 1973 y de su desarrollo inmediato hasta el año en curso; incluyo dos consideraciones universitarias sobre Trujillo en el presente.

Las fuentes consultadas han sido el archivo personal del autor y otros, y publicaciones    sobre efemérides[5], [6], [7], publicaciones propias y de otros autores.

 

  1. Antecedentes universitarios de la UEx

Conviene distinguir entre antecedentes remotos y próximos; es necesario conocerlos para entender cuanto aconteció durante la gestación, principio y desarrollo de la UEx. Los primeros son anteriores a 1968, y pueden remontarse hasta Guadalupe en la modernidad. Los segundos son de 1968-1973; 1968 corresponde a la creación de la Facultad de Ciencias de Badajoz, dependiente de la US, y 1973 a la creación de la UEx.

 

2.1. Antecedentes remotos

En mi opinión[8], como antecedente universitario más remoto se puede considerar la docencia e investigación en los Reales Hospitales de la Villa y Puebla de Guadalupe durante la Orden Jerónima (1389-1835). Hubo cuatro hospitales importantes: Hospital de San Juan Bautista (Figura 1), Hospital de Mujeres, Hospital Monástico y Hospital de la Pasión dependientes casi exclusivamente del Real Monasterio de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe. Los médicos y cirujanos contratados, además de la actividad asistencial de monjes, vecindario y transeúntes, ejercieron actividades de docencia e investigación (incluso autopsias), siendo algunos autores de publicaciones importantes. Además, hubo una botica monacal (Figura 1) importante en el propio monasterio, en la que se enseñó la profesión de boticario. No obstante, no se otorgaron títulos profesionales durante ni después de mencionada orden jerónima.

1A                            1B 

Figura 1A y 1B. Puertas del que fue Hospital de San Juan Bautista (hoy es parte del Parador Nacional de Turismo de Guadalupe) y de la que fue Botica en el claustro gótico del Hospital monástico de la Puebla y Villa de Guadalupe (hoy es parte del Hotel Real Hospedería del Monasterio). Fuente: Fotografías del Archivo de José Pastor Villegas.

 

Aunque Extremadura alborea en los siglos anteriores, fue en la Ilustración española (1700-1808 o 1814) cuando hubo un primer reconocimiento administrativo como Región al crearse la Real Audiencia Territorial de Extremadura en Cáceres, reinando Carlos IV, pues hasta entonces dependía de la de Valladolid; hoy es el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. En la fachada principal del edificio actual (Figura 2) una placa dice que “el edificio había sido desde mediados del siglo XVI Hospital de la Piedad, del cual se conserva el hermoso patio central y la escalera, que se reformó en 1790 para ser sede de la nueva audiencia territorial, y que se eligió Cáceres …por ser más sano, mejor surtido, más poblada y más oportuno de aquella Provincia…”

Figura 2. Fachada principal del edificio del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, antes Palacio de Justicia de Cáceres, donde tuvo su sede la Real Audiencia Territorial de Extremadura, inaugurada en 1791. Fuente: Fotografía del Archivo de José Pastor Villegas.

 

De acuerdo con un trabajo reciente[9], las Audiencias de Granada y Valladolid quedaban demasiado lejos para un vasto territorio vagamente definido que además presentaba déficits en el desarrollo de vías de comunicación y en los marcadores socioeconómicos. En el acto inaugural del 27 de abril de 1791, el extremeño Juan Meléndez Valdés definió a la Provincia de Extremadura “rica”, pero “olvidada”, en la que todo “estaba por crear en ella”.

Aunque Extremadura tiene unidad en lo judicial desde la inauguración de la Audiencia Territorial, no la tuvo en el ámbito educativo. Los párrafos que siguen están dedicados, con brevedad, a los demás antecedentes remotos.

Algunas poblaciones extremeñas intentaron conseguir nivel universitario durante la Ilustración española. No lo consiguieron Plasencia, Trujillo y Cáceres[10]. Sí lo consiguió Badajoz por Real Cédula del rey Carlos IV y Provisión del Supremo Consejo de Castilla, dada en Madrid el 17 de agosto de 1793 en el reinado de Carlos IV; hubo actividad docente a partir del 18 de octubre de 1793 en cuatro cátedras (Artes, Teología, Leyes y Cánones) en el Seminario Conciliar de San Atón, pero a partir a partir de 1845 fue un centro solo eclesiástico[11].

En el reinado de Fernando VII (1814-1833), concretamente durante el Trienio liberal (1820-1823), se inauguró la Universidad de Segunda Enseñanza de Cáceres, con sede en el edificio que fue Noviciado de la Compañía de Jesús, inaugurado en 1752; José Alonso Quintanilla, profesor de Medicina del colegio de Madrid, catedrático de Botánica y Agricultura, pronunció el Discurso inaugural el 18 de noviembre de 1822[12].

Suprimida mencionada universidad radicalmente por su carácter liberal y subversivo en 1823, fue creado el Real Colegio de Humanidades de Cáceres (1829-1839); el extremeño Juan Donoso Cortés intervino en el acto inaugural celebrado en el salón de sesiones del Ayuntamiento de Cáceres el 18 de octubre de 1829. Una década después, fue instaurado el Instituto de Segunda Enseñanza, por Real Decreto de 19 de septiembre de 1839, uno de los primeros de España, y el primero de Extremadura[13]. El Instituto de Segunda Enseñanza de Badajoz fue establecido en 1845[14].

Como es sabido, en la Regencias y en el reinado de Isabel II (1833-1868), se estableció la ordenación administrativa provincial de España de 1833 por Real Decreto de 30 de noviembre de 1833. Extremadura, región situada en el suroeste de España, una de las más grandes de Europa, con superficie de más de 41 000 km2, quedó dividida en dos provincias: Cáceres en el norte y Badajoz en el sur (Figura 3); ambas recibieron algunas poblaciones de otras regiones y cedieron otras, resultando la extensión de Cáceres menor que Badajoz. En el ámbito militar, la Alta Extremadura perteneció a la Capitanía General de Madrid y la Baja Extremadura a la de Sevilla. En el ámbito religioso, dependientes de los arzobispados de Toledo y Sevilla, respectivamente. Y en el ámbito educativo, la provincia de Cáceres perteneció a la USAL y la de Badajoz a la US.

Figura 3. Esquema simplificado del territorio de Extremadura, dividido en dos provincias en 1833, con unidad en lo judicial y dependientes de otras provincias en los ámbitos militar, religioso y educativo antes de 1973. Fuente: Archivo de José Pastor Villegas.

 

Establecido el Instituto de Enseñanza Secundaria de Cáceres en 1839, se decretó el establecimiento de la que se denominó la Universidad Literaria de Cáceres[15], cuya exposición de motivos es interesante; fue suprimida en mayo del año siguiente[16].

En la primera mitad del convulso siglo XIX, es de destacar a Pedro Pablo Montesino y Cáceres (Fuente del Carnero, Zamora, 1781 – Madrid, 1849), médico titular que fue de Valencia de Alcántara (Cáceres), cuya vida estuvo muy vinculada con esta villa, antes y después de la Guerra de la Independencia (1808-1814). Este liberal impulsó la educación en todos sus niveles en España tras regresar en 1834 de su exilio político en Inglaterra. En particular, impulsó la formación de maestros en las llamadas Escuelas Normales; logró la inauguración de la primera Escuela Normal masculina de España en Madrid, el 8 de marzo de 1839 con la denominación provisional de Seminario Central de maestros del Reino, en el edificio que es hoy el Instituto de Educación Secundaria Lope de Vega (calle San Bernardo, 70), siendo él su primer director (Figura 4)[17]. Las Escuela Normal femenina de Madrid se estableció tras la Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre 1857, del ministro de Fomento Claudio Moyano y Samaniego. Las Escuelas Normales provinciales, masculinas y femeninas, se establecieron en las décadas de 1840 y 1850, respectivamente, sin integración en las universidades españolas decimonónicas.

Figura 4. Retrato de Pedro Pablo Montesino y Cáceres. Fuente: Fotografía del Archivo de José Pastor Villegas, realizada en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense el 6 de abril de 2017.

 

Ya en el Sexenio Democrático (1869-1874) fue creada la Universidad Libre de Cáceres, por Decreto de 14 de enero de 1869 (referencias 3 y 4). Esta universidad, que llegó a tener Facultades de Jurisprudencia, Filosofía y Letras, y de Ciencias, fue acordada por la Diputación Provincial de Cáceres en la sesión de 8 de septiembre de ese año; tuvo su sede en el entonces Instituto de Segunda Enseñanza de Cáceres (Figura 5). El discurso inaugural anunciado[18] lo pronunció Felipe Calzado Pedrilla, su primer rector, el 3 de octubre en el paraninfo; comenzó justificando la necesidad universitaria. Tal Universidad, dependiente de las subvenciones que debían proporcionales las debilitadas corporaciones de la capital, no pudo terminar el segundo curso de funcionamiento; la Diputación Provincial de Cáceres decidió el cierre en abril de 1871.

5A      5B  

Figura 5A y 5B. Edificio del siglo XVIII, que fue Noviciado de la Compañía de Jesús en Cáceres y después sede de diferentes centros docentes en los siglos XIX y XX, y portada del discurso inaugural de la Universidad Libre de Cáceres pronunciado por el rector Felipe Calzado Pedrilla el 3 de octubre de 1869.

Así pues, hubo un antecedente universitario remoto en Badajoz al final de la Ilustración española y dos en Cáceres en siglo XIX, uno (1840-1841) durante las Regencias y otro (1869) en el Sexenio Democrático.

Con posterioridad, sin entrar en una visión general de la Universidad española hasta el final de la Guerra Civil Española (1936-1939), la Ley de 29 de julio de 1943[19], abreviadamente (LOUEs), fue el marco jurídico universitario de las doce universidades públicas de entonces. Hubo otros intentos universitarios remotos hasta avanzada la década de 1960: Villafranca de los Barros (Badajoz), Badajoz capital y Cáceres capital (referencias 3 y 4).

De estos nuevos intentos, solo señalo el bien argumentado acuerdo de la Diputación Provincial de Cáceres tomado el 11 de octubre de 1961 de solicitar la creación de una Facultad de Farmacia, dependiente de la USAL. El vicepresidente Simón Rodas Serrano argumentó que las cuatro Facultades de Farmacia de entonces estaban en las universidades históricas de Madrid, Granada, Santiago de Compostela y Barcelona, a 301, 514, 640 y 926 km de Cáceres, respectivamente; que la flora de la provincia de Cáceres era muy importante y que podría tener alumnos de Salamanca, Ávila, Toledo y Badajoz, distantes 214, 234, 269 y 90 km, respectivamente. Las razones eran objetivas para reivindicar con continuidad dicha facultad, la cual después se concedió a la USAL.

Fueron gestiones torpes tendentes a la consecución de centros universitarios dependientes de una de las universidades (USAL o US) o a la consecución de una universidad con sede en la capital solicitante. Un editorial de Hoy. Diario Regional de Extremadura (septiembre de 1967, pág. 3), que omito, ilustra bien la polémica preuniversitaria.

 

2.2. Antecedentes próximos o pre-UEx

Las ciudades de Badajoz y Cáceres tuvieron centros con categoría universitaria antes de la UEx; figuran en la Tabla 1. El primero de ellos se estableció estando vigente la LOUEs, y los demás tras la Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa[20], abreviadamente LGE.

 

Tabla 1. Centros docentes universitarios pre-UEx.

Antecedente remoto Denominación en la pre-Uex Creación Ubicación Distrito universitario
F. de Ciencias. D. 1174/68, de 27 de julio.

Sección de Químicas por O. de 23 de junio de 1970.

Badajoz. Sevilla.
Colegio Universitario de Filosofía y Letras. D. 2674/1971, de 7 de octubre. Cáceres. Salamanca.
E. U. de Ingeniería Técnica Agrícola. D. 1377/1972, de 10 de mayo. Badajoz. Sevilla.
E. Normal de Cáceres E. U. del Profesorado de EGB de Cáceres. D. 1381/1972, de 25 de mayo. Cáceres. Salamanca.
E. Normal de Badajoz E. U. del Profesorado de EGB de Badajoz. D. 1381/1972, de 25 de mayo. Badajoz. Sevilla.

Fuente: Elaboración propia, consultado el Boletín Oficial del Estado.

 

2.2.1. Facultad de Ciencias de Badajoz, dependiente de la Universidad de Sevilla

Las gestiones de la Diputación y Ayuntamiento de Badajoz fueron numerosas para conseguir centros universitarios; datan de 1964. Ambas corporaciones, adquirieron los terrenos situados entre el casco urbano y la frontera portuguesa, en la carretera de Madrid-Lisboa, en la finca “Rincón de Palomas”, con una superficie de 530 000 m2 (referencia 6).

El Decreto-Ley 5/1968, de 6 de junio, autorizó una Facultad universitaria en Santander, en San Sebastián y en Badajoz. En septiembre siguiente se publicó el nombramiento de Decano-Comisario de la Facultad de Ciencias de Badajoz a José María Viguera Lobo, que era entonces Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia.

La Facultad de Ciencias de Badajoz y el curso académico 1968-1969 fueron declarados inaugurados por José Luis Villar Palasí, ministro de Educación y Ciencia, el 5 de noviembre de 1973 (referencias 3-6).

El autor de este trabajo era entonces Maestro de Enseñanza Primaria por la Escuela de Magisterio de Cáceres, con plaza ganada en el Cuerpo del Magisterio Nacional. Al ser creada la Facultad de Ciencias en 1968, trabajé en la docencia particular por la mañana, y realicé el viaje Cáceres-Badajoz-Cáceres en la tarde-noche, casi a diario, por la N-523, para obtener la Licenciatura en Ciencias (Sección de Químicas); formé parte de la primera promoción (1968-1973), siendo el primer cacereño que obtuvo un título universitario en Extremadura.

El primer curso de Ciencias Químicas y de Escuelas Técnicas Superiores se impartieron inicialmente a aproximadamente 100 alumnos en una parte del Colegio de Salesianos “Ramón Izquierdo” de la capital pacense (Figura 6). Allí siguió hasta 1972, pasando al edificio que se construyó en los terrenos antes mencionados.

Figura 6. Colegio de Salesianos “Ramón Izquierdo”, sede inicial la Facultad de Ciencias de Badajoz (pabellón de la izquierda) desde el 5 de noviembre de 1968 hasta el curso académico 1971-1972. Fuente: Fotografía del Archivo de José Pastor Villegas, tomada de la página web de dicho colegio el 29 de agosto de 2023.

 

En la orla (Figura 7), de izquierda a derecha, figuran tres mujeres y veintisiete hombres, quienes fueron las primeras personas licenciadas en Ciencias (Sección de Químicas) en el curso académico 1972-1973. También figuran cinco de nuestros queridos profesores: los doctores don Benito Mahedero Balsera, don Juan Remón Camacho, el ya mencionado Decano don José María Viguera Lobo, don Santiago Vicente Pérez y don Antón Civit Breu.

Figura 7. Orla de la primera promoción de Ciencias Químicas (1968-1973) de la Facultad Ciencias de Badajoz, dependiente de la US hasta la creación de la UEx en 1973. Fuente: Fotografía del Archivo de José Pastor Villegas.

 

Finalizando la Licenciatura, organizamos una fiesta de la I Primera Promoción en el Tiro de Pichón de Badajoz el 4 de mayo de 1973, a la que asistieron autoridades de Badajoz y muchos invitados. El Gobernador civil y el alcalde de Cáceres, don Valentín Gutiérrez Durán y don Alfonso Díaz de Bustamante y Quijano, respectivamente, asistieron también; gestioné con dos compañeros la invitación, tendente a rebajar la polémica universitaria interprovincial. Después, realizamos un viaje de estudios internacional (13 de junio-3 de julio de 1973) a París (Francia), Londres (Inglaterra), Hamburgo (Alemania) y Copenhague (Dinamarca); el Dr. Remón Camacho, quien por la primera promoción sintió una especial predilección, nos acompañó[21]. Evoca la memoria el trabajo de organización; conservo una carta de la Embajada de España en Londres, en la que se detallaba la visita que nos había organizado al Department of Chemical College Engineering and Chemical Technology del Imperial College.

 

2.2.2. Colegio Universitario de Filosofía y Letras de Cáceres    

La concesión a Badajoz de la Facultad de Ciencias causó decepción en la provincia de Cáceres (referencias 4 y 5).

La Diputación y el Ayuntamiento de Cáceres, decepcionados, y reconociendo la falta de coordinación y de la política llevada hasta entonces, comenzaron a trabajar mejor. Hasta 1968, en las peticiones de centros universitarios para Cáceres se seguía un método ineficaz.

El cambio de método de trabajo se hizo constituyéndose una Comisión Gestora presidida por Valentín Gutiérrez Durán (Gobernador civil de Cáceres) y una Comisión Ejecutiva formada personas del ámbito educativo. El cambio surtió efecto y se consiguió mencionado Colegio, dependiente de la USAL, que fue solicitado por el Gobernador civil de Cáceres [22]; fue dirigido por el Prof. Dr. Ricardo Senabre Sempere. Su sede, inaugurada el 16 de octubre de 1971, fue un edificio de la Fundación Valhondo Calaff, benefactor de Cáceres, que se había construido para ser Hospital benéfico (Figura 8); hubo reunión del Patronato del Colegio con las autoridades académicas y otros actos en el Instituto de Bachillerato el Brocense, sito desde 1964 en terrenos de “El Rodeo”. Ese día se inauguró el curso general de la USAL por su rector magnífico Felipe Lucena Conde; fue un día histórico, como lo fue para Badajoz la inauguración de la Facultad de Ciencias, dependiente de la US, casi tres años antes.

Figura 8. Exterior del edificio de la Fundación Fernando Valhondo Calaff, en Avenida de los Quijotes de Cáceres, sede del Colegio Universitario de Filosofía y Letras, inaugurado el 16 de octubre de 1971. En el mismo edificio se iniciaron la Facultad de Derecho y la Escuela de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas. Fuente: Fotografía del Archivo de José Pastor Villegas.

 

El nuevo centro recibió muchos apoyos de la capital y provincia de Cáceres. A título de ejemplo, el Pleno del Ayuntamiento de Valencia de Alcántara, presidido por Francisco Galavís Gordillo, en sesión Ordinaria de 27 de abril de 1973 acordó por unanimidad concederle una ayuda económica inicial de cincuenta mil pesetas, acuerdo que se trasladó al presidente de la Diputación Provincial de Cáceres, que era entonces Felipe Camisón Asensio[23].

 

2.2.3. Escuelas Universitarias

La LGE integró las Escuelas Normales en la Universidad con la denominación de Escuelas Universitarias de Formación del Profesorado de Educación General Básica (E. U. de Formación del Profesorado de EGB). La de Cáceres fue integrada en la USAL, por Decreto 1381/1972, y la de Badajoz en la US, por el mismo decreto. De esta manera los centros de formación magisterial dejaron de ser centros de educación media.

En Badajoz, la Granja Escuela Agrícola, inaugurada en 1905, pasó a ser Escuela Técnica de Grado Medio de Ingeniería Agrícola, por Decreto 854/1968. Después se denominó Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola, por Decreto 1377/1972, dependiente de la US[24].

No se transformaron en Escuela Universitaria los centros relacionados en la Tabla 2, elaborada consultando el Boletín Oficial del Estado y Balduque[25].

 

Tabla 2. Centro docentes en Extremadura que no se transformaron en Escuelas Universitarias antes de la creación de la UEx

Centro docente Creación Ubicación Adscripción universitaria
E. Pericial de Comercio de Badajoz. O. de 2 de agosto de 1947. Badajoz.
E. de ATS de la Residencia de la Seguridad Social de Cáceres. O. de 17 de junio de 1960. Cáceres. USAL.
E. de ATS masculina “San Juan de Dios”, Hospital Provincial de Cáceres. O. de 29 de noviembre de 1962. Cáceres. USAL.
E. ATS de Cáceres de la U. Laboral Hispanoamericana de Cáceres. O. de la D. Gral. de Universidades, de 15 de noviembre de 1971.

Las U. Laborales se integran en la LGE, por D. 2061/1972, de 21 de julio.

Cáceres USAL.
E. de ATS, Hospital Provincial de Badajoz. Provisional por O. de 26 de octubre de 1971, definitiva por O. de 5 agosto de 1972. Badajoz.
E. de ATS de la Seguridad Social de Badajoz. O. de 28 de agosto de 1972. Badajoz. US.

Fuente: Elaboración propia, consultado el Boletín Oficial del Estado y la referencia 25.

 

La Escuela Pericial de Comercio de Badajoz fue creada por Orden de 2 de agosto de 1947. Tampoco se transformó la Universidad Laboral Hispanoamericana de Cáceres, establecida en 1967, pasando a ser Centro de Enseñanzas Integradas; fue reconocida como centro de Formación Profesional de Primer Grado, Bachillerato Superior, General y Técnico, Curso de Orientación Universitaria, Formación Profesional de Segundo Grado, Estudios de Asistentes Sociales y de Idiomas[26]. Además, hubo Escuelas de Ayudantes Técnicos Sanitarios (ATS) adscritas a la USAL y US.

 

2.2.4. Universidad Hispanoamericana de Extremadura non nata

Siguiendo trabajos previos (referencias 3 y 4), el cuarto antecedente próximo de la UEx fue la Universidad Hispanoamericana de Extremadura, objetivo previsto del III Plan de Desarrollo Económico y Social para el cuatrienio 1972-1975. Literalmente, así consta en el resumen general de los objetivos universitarios previstos: “Crear seis nuevas Universidades en Córdoba, Málaga, Santander, Universidad Hispanoamericana de Extremadura, Nueva Universidad de Madrid y Universidad Nacional de Educación Libre a Distancia y preparar el número de puestos necesarios para cubrir el doble objetivo de la extensión del sistema y de la descongestión de centros”.

Obviamente, la noticia tuvo un gran impacto social en Extremadura (agradecimientos, manifestaciones de júbilo, ofrecimiento de terrenos, etcétera) porque era la única región española sin universidad y el objetivo universitario llevaba el nombre de la región y el apellido hispanoamericano. El nombre y apellido eran evocadores de unión regional en el futuro y de reforzamiento también de la vinculación de Extremadura con Hispanoamérica.

En Badajoz, la Asociación de Amigos del País y la Asociación de Amigos de la Universidad Extremeña (AUE) canalizaron las aspiraciones de personas empeñadas en la creación de una Universidad de Extremadura. De ellas, fue más plural y abierta la segunda, inicialmente un grupo de personas reunidas en el Hotel Zurbarán de Badajoz el 3 de agosto de 1968; convencida de que la Universidad Hispanoamericana podía ser una realidad, diseñó el anagrama (Figura 9) para reivindicarla, siendo uno de los reivindicadores destacados don José María Montes Caraballo (Figura 9), a quien conocí después y hoy recuerdo con afecto. Tal reivindicación tiene su razón de ser en el hecho de que Extremadura antes de la Transición democrática (1975-1983) era claramente un baluarte de la Hispanidad (referencia 9).

 

 

9A9B

Figura 9A y 9B. José María Montes Caraballo, secretario de AUE, y anagrama/escarapela reivindicativa de la Universidad Hispanoamericana. Fuente: Fotografías del Archivo de José Pastor Villegas.

 

En el IV Congreso de Estudios Extremeños celebrado en Mérida en 1972, hubo una propuesta sobre la cuestión de dónde situar la Universidad. La propuesta de Fernando Bravo y Bravo, descartada desgraciadamente Guadalupe por su situación excéntrica en Extremadura, fue Mérida. Su moción, publicada en la revista Alcántara en 1973, es interesante porque refleja la situación administrativa de Extremadura entonces y los diferentes intereses sobre la ubicación de la futura universidad.

La revista Alcántara (Servicios Culturales de la Diputación Provincial de Cáceres) destacó que las profundas discrepancias sobre la ubicación de los centros universitarios estaban retrasando el inicio. Su posicionamiento en 1972 fue el de una Universidad compartida.

Concerniente al asunto universitario, Enrique Sánchez de León Pérez, político pacense, recordó que, tras publicarse la aprobación del III Plan de Desarrollo Económico y Social, hubo:

  • Intereses de los rectores de las universidades de Salamanca y Sevilla para que no se creara un nuevo distrito universitario en Extremadura.
  • Discrepancias provinciales sobre la localización de la futura universidad extremeña.
  • Posible creación de facultades aisladas en vez de distrito propio.
  • Inhibición de las autoridades del Ministerio de Educación y Ciencia, llegando a decidirse en agosto de 1972 que todas las universidades, menos la Hispanoamericana de Extremadura, comenzarían el curso académico siguiente.
  • Apropiación de los gobernadores civiles de ambas provincias del asunto.

Asimismo, afirmó que dirigió una dura carta al titular ministerial, exponiéndole la necesidad de una sola Universidad donde dijese la Dirección General de Universidades, oídas todas las opiniones. Y todo ello para evitar que la futura universidad naciera dividida.

Así pues, antes de la UEx continuó la polémica universitaria, principalmente por el fuerte provincianismo regional secular. La posición de Badajoz era universidad única, no compartida, con Rectorado en la capital pacense. En cambio, la posición de Cáceres era la de universidad compartida con Badajoz.

Añado también que no hay que confundir la Universidad Hispanoamericana, que no llegó a establecerse, con la Universidad Laboral Hispanoamericana de Cáceres, inaugurada el 4 de noviembre de 1967.

 

  1. Logro de la UEx en 1973

En Badajoz y Cáceres, se conoció la noticia hacia las 19:30 del 13 de abril de 1973 de que el Consejo de ministros reunido en el Palacio de El Pardo, bajo la presidencia de Francisco Franco Bahamonde, jefe del Estado, aprobó la creación de la Universidad de Extremadura. Literalmente, el despacho de la agencia “Cifra” fue:

“El Consejo de ministros celebrado hoy bajo la presidencia del Jefe del Estado, ha aprobado un Decreto por el que se crea la Universidad de Extremadura. Los colegios Universitarios existentes en Cáceres y Badajoz se transformaron en Facultades de Letras y de Ciencias para la segunda. Para esta Universidad serán designados un rector y dos vicerrectores”.

Obviamente, la noticia tenía el error de que en Badajoz no existía Colegio Universitario de Ciencias, sino la Facultad de Ciencias, dependiente de la US. Como se desconocía el texto del Decreto aprobado, todos los periódicos que utilizaron el despacho de tal agencia repitieron el error. Las portadas de los periódicos Extremadura, Cáceres y HOY publicaron la gran noticia del logro de la UEx de manera diferente en abril de 1973, con triunfalismo en Cáceres porque su posicionamiento en la polémica universitaria fue compartir, mientras que Badajoz solicitaba toda la Universidad. Diez años después, el periódico Extremadura recordó lo acontecido en la tarde del 13 de abril de 1973 y la mañana siguiente, resaltando que los bomberos hicieron sonar las sirenas de sus vehículos a las 19:30 y que las campanas dieron repique general; incluye también la primera fotografía en el Gobierno civil, tras conocerse la gran noticia, en la que figuran autoridades civiles y otras personas mostrando la satisfacción por el logro[27].

El Decreto 991 de 1973, de 10 de mayo, por el que se creó la Universidad de Extremadura se publicó el 18 de mayo de ese año[28], cuyas partes introductoria y dispositiva omitimos por razones de extensión.

Con este Decreto salomónico e insólito por sus dos campos universitarios y sin fijación de la sede universitaria, innovación sin precedentes en España, indicaba que durante la gestación de la Universidad no habían existido acuerdos interprovinciales. No produjo el mismo entusiasmo en ambas provincias extremeñas, pero finalizó un largo proceso de gestación de estudios universitarios para Extremadura con desacuerdos durante años, con gestiones que dejaron mucho que desear en muchos momentos por intereses diversos.

Los primeros centros universitarios fueron cinco (Tabla 3). Todos ellos determinados en el decreto de creación (Artículo segundo). Tales centros tenían categoría universitaria antes de la creación de la Universidad de Extremadura; los centros de Badajoz estaban adscritos a la US y los de Cáceres a la USAL.

 

Tabla 3. Los primeros cinco centros universitarios de la UEx

Antecedentes pre-UEx Nombre en la UEx Semidistrito de la UEx
F. de Ciencias de Badajoz, D. 1174/68, de 27 de julio, Badajoz, US. F.de Ciencias, integrada desde la creación de la UEx. Badajoz.
Colegio Universitario de Filosofía y Letras de Cáceres, D. 2674/1971, de 7 de octubre, USAL. Colegio Universitario de Filosofía y Letras de Cáceres, adscrito desde la creación de la UEx. Cáceres.
E. U. del Profesorado de EGB de Cáceres, D. 1381/1972, de 25 de mayo, USAL. E. U. del Profesorado de EGB de Cáceres, integrada desde la creación de la UEx. Cáceres.
E. U. del Profesorado de EGB de Badajoz, D. 1381/1972, de 25 de mayo, US. E. U. del Profesorado de EGB de Badajoz, integrada desde la creación de la UEx. Badajoz
E. U. de Ingeniería Técnica Agrícola, D. 1377/1972, de 10 de mayo, US. E. U. de Ingeniería Técnica Agrícola, integrada desde la creación de la UEx. Badajoz.

Fuente: Elaboración propia, consultado el Boletín Oficial del Estado.

 

Además de los centros mencionados, se creó el Instituto de Ciencias de la Educación (ICE), con sede principal en Badajoz, hecho que desde el principio fue claramente polémico por su ubicación. Los ICEs fueron creados por Decreto 1678/1969 de 24 de julio, e integrados en las universidades españolas, naciendo con el triple objetivo de impulsar la investigación educativa, formar a los aspirantes a profesores de enseñanzas medias y ofrecer vías de mejora y perfeccionamiento de todos los niveles del sistema educativo[29]. Los ICEs fueron durante la transición democrática centros extraños y marginales que los universitarios no sabían muy bien lo que hacían, excepto montar cursos para profesores de Educación General Básica y de Bachillerato Unificado y Polivalente[30]. Sobre el ICE de la UEx se ha escrito[31].

Así pues, la necesidad sentida desde hacía mucho tiempo de que Extremadura estaba necesitada de una Universidad fue una realidad el 11 de mayo de 1973. Insistiendo, la Universidad Hispanoamericana de Extremadura no se creó, pero ¡Extremadura tiene universidad desde el día 11 de mayo de 1973! Aunque polémico, fue un gran logro porque era la única región española sin universidad y fue la primera Universidad española que lleva el nombre de la región.

 

  1. Desarrollo de la UEx

En mi opinión, considerando que en España hubo instauración de la democracia y que ésta se conformó en Estado de las Autonomías, se pueden establecer tres etapas en el desarrollo de la UEx: desarrollo en los últimos años del franquismo (1973-1975), Transición democrática española (1975-1983) y España de las autonomías (1983-2023). Como se verá, la polémica preuniversitaria persistió en su desarrollo, condicionado por el desarrollo de Extremadura en los últimos cincuenta años, habiendo existido luces y sombras.

 

4.1. Desarrollo de la UEx en los últimos años del franquismo (1973-1975)

La primera etapa del desarrollo de la UEx comprende los cursos académicos 1973-1974 y 1974-1975.

El primer presidente de la Comisión Gestora de la UEx fue el ya mencionado José María Viguera Lobo (Figura 7), catedrático de la Facultad de Ciencias de Sevilla y Decano comisario de la Facultad de Ciencias de Badajoz desde el 20 de septiembre de 1968; fue nombrado el 2 de junio de 1973, tomó posesión del cargo el 11 de julio del mismo año y cesó el 4 de febrero de 1974. Su labor realizada ha sido detallada por Javier Viguera Rubio, quien detalló en 27 puntos la densa memoria de las gestiones que llevó a cabo en los 6 meses y 25 días de permanencia en el cargo[32]. Le sucedió en el cargo, hasta 1977, el Prof. Dr. Antón Civit Breu (Figura 7).

Iniciado el primer curso académico de la UEx, Antonio Uribarri Murillo (Cáceres, 1931 – Badajoz, 2012), presidente de AUE, pronunció una conferencia en Zafra el 30 de noviembre de 1973, con el título La Universidad de Extremadura en la presente encrucijada, publicada, poco conocida, en la que repasa lo realizado antes del logro de la UEx y lo que se debería hacer en el futuro. Con altura de miras, para ir terminando con la polémica universitaria interprovincial, trató de comunicaciones, alojamientos, investigación y facultades (referencias 3 y 4). De ella, escribo aquí el párrafo concerniente a comunicaciones porque, como es conocido, la actual carretera nacional N-523, que comunica Cáceres y Badajoz, es una vía que deja mucho que desear.

“Habrá que conseguir un nuevo trazado en la carretera Badajoz-Cáceres, a la que ya en 1968 llamó José María Montes, Autopista de la Universidad, provocando la hilaridad de los acomodados, de los prudentes y de los conservadores. Las dos sedes universitarias de Extremadura deben estar unidas por una de las llamadas Redia, cuando menos. Fijaros que el pasado junio se ha licenciado en Químicas un estudiante cacereño, Pastor Villegas, que acudió durante cinco años consecutivos a recibir sus clases por las tardes, desde Cáceres, donde por la mañana atendía a sus obligaciones de maestro Nacional…Además, esta carretera, cuyo trazado actual es vergonzante, propiciaría la comunicación constante entre ambas ciudades, haciendo menos oneroso el divorcio geográfico entre Ciencias y Letras que se nos ha dado, y que yo personalmente no comparto. Las comunicaciones ferroviarias deben ser igualmente atendidas…Y no comprendo el desamparo en que estamos”.

En 1973, recién licenciado, fui entrevistado por Enrique Romero, periodista de HOY en Cáceres, a quien recuerdo aquí. Le respondí ya de la necesidad de una vía de comunicación digna entre ambas capitales de provincia; padecí la N-523 de Cáceres a Badajoz durante los numerosos viajes de Licenciatura y después como profesor, ayudando en accidentes frecuentes. En el siglo pasado, creada la UEx, la AUE mantuvo entrevistas con el rey Juan Carlos I y con el ministro de Obras Públicas de turno. Se insistió también desde la Asociación Calle Mayor de Extremadura (ACAMEX), impulsada por el mencionado José María Montes Caraballo como presidente, y extremeños de ambas provincias; realizó numerosas reuniones en Puebla de Ovando (Badajoz), sita en el km 40 de la N-523, cerca del límite de las dos provincias, pero no se construyó la vía de comunicación digna ni antes ni en la Extremadura autonómica. En el siglo XXI se han escrito nuevos artículos de opinión insistiendo sobre el asunto crónico y el desarrollo regional, uno de ellos reciente[33]. La Figura 10 muestra la rotura del asfalto y el socavón en el punto kilométrico 45 el 13 de diciembre de 2022, debido a las lluvias que dejó la borrasca Efraín, que arrasó metros de la N-523 en ese punto kilométrico y en otros tramos.

Figura 10. Rotura del asfalto y socavón en la carretera N-523 producido el 13 de diciembre de 2023. Fuente: Fotografía del Archivo de José Pastor Villegas.

 

En La Tabla 4 figura información de los nuevos centros universitarios que se crearon en los cursos académicos 1073-1974 y 1974-197. Se creó la Escuela de Estudios Empresariales de Badajoz, ya que era la única región de España que se iba a quedar sin estos estudios[34]; la Facultad de Medicina de Badajoz, a la que se adscribieron Escuelas de ATS; la Facultad de Derecho de Cáceres y la Facultad de Filología de Cáceres, que se convirtió en Facultad de Filosofía y Letras (Secciones de Filología y Geografía e Historia) en 1974. En el año 1975 se crearon la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de Badajoz y Escuela de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de Cáceres al mismo tiempo. Así pues, los nuevos centros universitarios se creaban en armonía con el decreto de creación de la UEx.

 

Tabla 4. Nuevos centros de la UEx en sus dos primeros cursos académicos.

Antecedentes pre-UEx y UEx Nombre en la UEx Semidistrito de la UEx
E. Pericial de Comercio de Badajoz, O. de 2 de agosto de 1947. E. de Estudios Empresariales, por D. 2022/1973, de 12 de julio. Badajoz.
F. de Medicina, por D. 2713/1973, de 11 de octubre.

Por Órdenes de 1975 y 1976 se le adscribieron Escuelas de ATS: cuatro en Badajoz, dos en Cáceres y una en Mérida.

F. de Derecho, por D. 2714/1973, de 11 de octubre. Cáceres.
Colegio Universitario de Filosofía y Letras de Cáceres, adscrito a la UEx desde su origen. F. de Filología, D. 2714/1973, de 11 de octubre.

Se convirtió en F. de Filosofía y Letras (Secciones de Filología y Geografía e Historia), por D. 2714/1974, de 7 de noviembre.

Cáceres.
Estudios U. de Ad. Empresas de la U. Laboral Cáceres. E. Universitaria de Estudios Empresariales adscrita a la UEx, por O. de 24 de febrero de 1975. Cáceres.
E. Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de Badajoz, por D. 2526/1975, de 9 de octubre. Badajoz.
E. Universitaria de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de Cáceres, por D. 2526/1975, de 9 de octubre. Cáceres.

Fuente: Elaboración propia, consultado el Boletín Oficial del Estado y la referencia 25.

 

En el curso académico 1974-1975 ya impartí docencia universitaria conexa con las Ciencias Física y Química en la E. U. de Formación del Profesorado de EGB de Cáceres, extrañándome que ésta y su homóloga de Badajoz tuvieran programas diferentes y poco coherentes con la formación magisterial. No entendí la pasividad del ICE ante asunto tan importante, que no se resolvió en las etapas siguientes del desarrollo de la UEx.

 

4.2. Desarrollo de la UEx en la Transición democrática española (1975-1983)

Los límites temporales de la segunda etapa son los años 1975 (año de la muerte de Francisco Franco Bahamonde) y 1983 (año en que se puede considerar que la democracia en España está consolidada).

Tras la creación de la UEx, fue aprobada la Constitución Española en referéndum el 6 de diciembre de 1978. Seguidamente, fue necesario crear conciencia regional que en Extremadura era prácticamente inexistente, iniciar la Preautonomía (1978-1983) e implantar la Junta Regional, proceso complicado y relativamente lento. Como el Estatuto de Autonomía de Extremadura (EAEx) fue aprobado definitivamente en el Congreso de los Diputados por Ley Orgánica, corriendo ya 1983, entrando en vigor el 27 de febrero de ese año[35], su génesis fue durante la segunda etapa de desarrollo de la UEx.

El Prof. Dr. Antón Civit Breu continuó siendo la máxima autoridad académica hasta 1977. Le sucedieron los dos primeros rectores: Prof. Dr. Andrés Chordi Corbo (1977-1981), antes vicerrector del semidistrito de Badajoz, y Prof. Dr. Guillermo Rodríguez-Izquierdo Gavala (1981-1984); el primero laico y el segundo jesuita.

El primero de los mencionados, catedrático de Microbiología, pronunció la lección magistral “La especialización de las células y el futuro del hombre” en la apertura del curso académico 1975-1976, realizada el 6 de octubre de 1975, a la que asistí, siendo histórica la ceremonia inaugural y muy interesante la lección.

En 1976, se autorizó el Escudo y la Medalla de la UEx[36]. En el Escudo (Figura 11), se puede observar en el centro una imagen de la Virgen de Guadalupe; supe primero por el mencionado Montes Caraballo, quien lo escribió años después, que el Escudo universitario fue diseñado por el Prof. Dr. Antón Civit Breu el 17 de mayo de 1974 en casa del también mencionado Uribarri Murillo[37]. Después, se publicó la descripción heráldica del mismo[38].

Figura 11. Boceto e imagen del Escudo de la UEx. Fuente: Fotografía del Archivo de José Pastor Villegas, imagen del boceto publicado en la referencia 36.

 

La apertura del curso académico 1976-1977[39], celebrada en Badajoz el 13 de octubre de 1976, fue polémica. El presidente de la Comisión Gestora dijo que había problemas de todo tipo, algunos generales de la Universidad y otros particulares de la UEx. Solo el párrafo de su discurso que sigue refleja bien la tensión universitaria de entonces:

“El Decreto pone a nuestra Universidad en unas condiciones de Universidad singular, de la cual hasta la fecha ninguna ventaja se ha derivado, por lo que creemos llegado ya el momento de estudiar seriamente si a la Universidad de Extremadura le conviene seguir en esta situación de excepcionalidad o si le conviene tomar soluciones que la conviertan en una (o dos) Universidades, que podrían distinguirse de las demás circunstancias de tipo académico (entiéndase la orientación de sus enseñanzas en función de su autonomía universitaria), pero en lo legal serían, o deberían ser, exactamente iguales a las Universidades del resto del país. Cabe la posibilidad evidente, de seguir como estamos, en la espera de que, algún día, un Ministro resuelva lo que otro Ministro complicó. Pero tal solución hoy parece remota. Creemos que la solución debe partir de la Universidad en función solamente de la búsqueda de lo mejor para sus alumnos y del máximo aprovechamiento de sus medios al servicio de la región extremeña y de la Patria. Y a Extremadura y a España la Universidad de Extremadura les sirve mejor cuanto mejor es la calidad de su enseñanza, cuando más facilidades tiene su juventud para cursar aquellos estudios para los cuales se siente vocacionalmente llamada, cuando mejores son sus servicios asistenciales y de asesoría afines a la misma puestos al servicio de quien acuda a ella y, finalmente, cuando mayor es su prestigio”.

Los nuevos centros universitarios de la UEx correspondientes a esta etapa del desarrollo de la UEx fueron 15. No se detallan en una tabla por razones de extensión. Con ellos se rompió claramente con el decreto de creación de la UEx sobre la división de titulaciones universitarias.

Uno de tales centros fue la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas (EUITOP), en la que tuve a mi cargo la asignatura de Física y la secretaria de este nuevo centro universitario desde el curso académico 1975-1976 hasta el curso académico 1979-1980. El inicio del funcionamiento fue posible por las aportaciones iniciales del Ayuntamiento y de la Diputación Provincial de Cáceres, y por el acogimiento de la Facultad de Filosofía y Letras en su edificio inicial (Figura 8).

Concerniente a la Corporación municipal, en la sesión del día 13 de noviembre de 1975, tras amplio debate, se acordó por unanimidad aprobar un Dictamen de la Comisión de Hacienda de financiación de los haberes del profesorado de la EUITOP[40], contribuyendo con dos quintos. La Diputación Provincial aportó los tres quintos restantes. Con dos aportaciones se pagaron las nóminas del personal docente contratado, de cuya confección me ocupé personalmente.

La Diputación Provincial contribuyó también al funcionamiento de la EUITOP con personal de su plantilla para que prestara servicio como personal no docente universitario en la sede inicial del Colegio Universitario de Filosofía y Letras, y en el edificio conocido en Cáceres como Casa Grande, hoy museo importante.

Otra información sobre el desarrollo inicial de la EUITOP figura en una publicación de quien fue su primer director muchos años[41].

En esos primeros años es de agradecer el trabajo gustoso de don Eusebio Rodríguez Rodríguez, quien recientemente ha escrito[42]:

“Fui testigo del inmenso esfuerzo realizado por Ricardo Senabre, decano de la Facultad de Letras, Daniel Serrano, director de la Escuela y José Pastor como Secretario de la misma, y de los muchos viajes que tuvieron que hacer a Badajoz hasta conseguir la compra la compra y posterior traslado a la Casa Grande, hoy Museo Helga de Alvear, edificio que reunía unas malas condiciones y que hubo que adaptar. Tuve la satisfacción de conocer la primera promoción surgida de aquella Escuela. En junio acabaron siete alumnos la carrera y en septiembre aprobaron otros trece”.

Conocí también el origen y desarrollo de la Escuela Universitaria de Ingeniería Industrial (EUITI), creada al mismo tiempo que la EUITOP de Cáceres. Su sede inicial fue el edificio de “La Rosaleda”, cedido a la UEx. En su origen y en el gran nivel académico conseguido pronto en toda España trabajaron mucho el mencionado Prof. Dr. Benito Mahedero Balsera (Figura 7) y sus discípulos, entre ellos mi compañero de promoción Prof. Dr. Antonio Ramiro González (Figura 7). “Fue tal el arraigo de don Benito que, a su muerte, en diciembre de 2002, siguiendo sus deseos, sus cenizas fueron esparcidas alrededor de un grupo turbina-alternador que él llevó a la Escuela en sus comienzos y que hoy sigue montando guardia, ya como un símbolo de identidad, en su puerta principal”[43].

No conocí en directo la creación y desarrollo inicial de la Facultad de Veterinaria, con la que tuve después contacto frecuente por razones de investigación. Su gestación fue muy polémica e incluso violenta; copio unas líneas fiables sobre el asunto (referencia 41):

“…con motivo de la semana de Alburquerque, a que acudimos representantes del Semidistrito de Cáceres en la Junta de Gobierno de la Universidad, citados por el Rector [Prof. Dr. Andrés Chordi Corvo], para anular el acuerdo de distribución de facultades, entre ellas la de Veterinaria, mediante elección libre y secreta, fundándose, en razonamientos poco firmes cuando no, tendenciosos y poco veraces, dando lugar a situaciones rayando la violencia, impropias de un Claustro Universitario. Con aquel motivo me escribió una carta, que conservo…”

Dicho esto, con el rector Chordi Corbo traté con cierta frecuencia por desempeñar el cargo de secretario académico de la EUITOP. En su despedida, no olvidó agradecer la ayuda que los secretarios de los centros universitarios le proporcionamos durante su gestión rectoral.

Meses antes de finalizar su gestión rectoral obtuve plaza en el Cuerpo de Profesores Agregados de Física y Química en el primer concurso-oposición nacional convocado tras muchos años. La Junta de Gobierno que él presidía acordó felicitarme el 26 de junio de 1981; supongo que la felicitación se debió a que por entonces se cuestionaba la formación, sin fundamento, de los licenciados en Ciencias por la Universidad de Extremadura.

El segundo rector fue Guillermo Rodríguez-Izquierdo Gavala; desempeñó el cargo entre 1981 y 1984. Los datos de la elección fueron publicados el primero de noviembre de 1981[44] y están recogidos en trabajos anteriores (referencias 4 y 5).

Así pues, los dos presidentes de la Comisión Gestora y los dos primeros rectores fueron catedráticos de Ciencias Experimentales en el semidistrito de Badajoz. Los cuatro antes mencionados, dos presidentes y dos rectores, una vez cumplidos sus mandatos, dejaron de prestar servicio en la Universidad de Extremadura.

Siendo rector Rodríguez-Izquierdo Gavala, los dos presidentes de la Comisión Gestora mencionados recibieron la Medalla de la Universidad en la apertura del curso 1983-1984, celebrada en Cáceres en octubre de 1983. En total, se otorgaron 17 medallas[45]. En febrero de 1983, el destacado periodista Marciano Rivero Breña había criticado negativamente la gestión de Civit Breu y la de Rodríguez-Izquierdo Gavala, y destacado la labor de Chordi Corbo[46].

En mi opinión, la gestión universitaria del rector Rodríguez-Izquierdo Gavala dejó mucho que desear; sé que preocupó al Ministerio de Universidades de la época. El hecho más desacertado fue su denuncia rectoral en Badajoz el 21 de octubre de 1983 ante el Juzgado de Guardia contra el autor de la carta pública “Atropellos en la Universidad”, de fecha 21 de octubre de 1983. La carta la firmaba Ricardo Senabre, como catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras, cuyo texto literal es interesante por el fondo y la forma, y puede leerse en la prensa extremeña[47]. La denuncia judicial fue desestimada por el Juzgado núm. 1 de la capital pacense, archivándose definitivamente el 2 de diciembre de 1983 (referencias 3 y 4).

Aquí, quiero dejar constancia que conocí al Prof. Dr. Ricardo Senabre Sempere por compartir la Escuela de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas y la Facultad de Filosofía y Letras durante algún tiempo el edificio Valhondo Calaff. Con él compartí que había que dar calidad en la docencia, realizar la mejor investigación posible, la mejor gestión universitaria y tolerancia cero en cualquier asunto de corrupción.

En 1983, se despidió de la UEx con una afirmación magistral: “No hay una gestión eficaz al frente de cualquier organismo público, si no está cimentada en la ética. Todo lo demás se puede aprender, pero la moral es algo que si no se tiene no se alcanza jamás” (referencias 3 y 4); volvió a la USAL muy distinguido: Insignia de oro de la Diputación provincial de Cáceres (inauguración del curso académico 1971-1972), Medalla de Extremadura (1986) e Hijo Adoptivo de Cáceres (1997). La UEx y la USAL rindieron un homenaje póstumo a don Ricardo Senabre Sempere (Alcoy, Alicante, 1937 – Alicante, 2015), publicando un libro que recoge los títulos de sus numerosas publicaciones y numerosos profesores de diferentes universidades le rindieron tributo con trabajos cortos (Figura 12)[48].

Al terminar la segunda etapa del desarrollo de la UEx, fue aprobada la Ley de medidas urgentes sobre órganos de gobierno de las Universidades[49] y Ley de Reforma Universitaria (LRU)[50], para reformar en profundidad la Universidad española ( pública y privada).

Figura 12. Dr. Ricardo Senabre Sempere, catedrático de Lengua y Literatura Española de la UEx y USAL, primer decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UEx. Fuente: Fotografía del Archivo de José Pastor Villegas, tomada de la publicación referencia 49, pág. 2.

 

4.3. Desarrollo de la UEx (1983-2023) tras las aprobaciones del Estatuto de Autonomía de Extremadura y de la Ley de Reforma Universitaria

El Estatuto de Autonomía de Extremadura (EAEx) permitió tomar decisiones propias. En particular, ejercerá competencias en “La enseñanza en toda su extensión, niveles y grado, modalidades y especialidades, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 27 de la Constitución y en las Leyes Orgánicas…” (Artículo 10 a)). Y “En relación con las enseñanzas universitarias, la Comunidad Autónoma de Extremadura asumirá todas las competencias y funciones que puedan corresponderles…” (Artículo trece). En mi opinión, aunque ha cumplido cuarenta años, no se ha diluido totalmente el biprovincialismo en general ni el universitario en particular.

La LRU, hoy derogada, fue la primera ley democrática que configuró la estructura y gobierno de las Universidades españolas tras la Constitución de 1978; insistió en la autonomía de las universidades. Se señalaba en su preámbulo que “el desarrollo científico, la formación profesional y la extensión de la cultura son las tres funciones básicas que de cara al siglo XXI debe cumplir esa vieja y hoy renovada institución social que es la Universidad española”. Y que la ley vertebraba la idea de “un auténtico servicio público referido a los intereses generales de toda la comunidad nacional y de sus respectivas Comunidades Autónomas”, razón por la que se creaba el Consejo Social y el Consejo de Universidades.

La cronología de esta etapa es muy amplia. En primer lugar, los primeros Estatutos de la UEx, elaborados por el Claustro Universitario constituyente que presidió el rector Antonio Sánchez Misiego; fueron aprobados en 1985[51]. Su Artículo 1.1 dice “La Universidad de Extremadura es una Institución de Derecho Público encargada del servicio público de la educación superior, con personalidad jurídica propia y patrimonio propios e independientes de los del Estado, la Comunidad Autónoma de Extremadura y otros Entes públicos”.

Los rectores elegidos en la etapa que nos ocupa están relacionados en la Tabla 5, junto a los dos rectores de la etapa anterior.

 

Tabla 5. Rectores de la UEx

Nombre y apellidos del Rector Año inicial y año final del cargo
Andrés Chordi Corbo 1977-1981
Guillermo Rodríguez-Izquierdo Gavala 1981-1984
Antonio Sánchez Misiego 1984-1991
César Chaparro Gómez 1991-1999
Ginés María Salido Ruiz 1999-2003
Juan Francisco Duque Carrillo 2003-2010
Segundo Píriz Durán 2010-2018
Antonio Hidalgo García 2018-2022
Pedro María Fernández Salguero 2023-

Fuente: Elaboración propia, consultada información de la UEx.

Es de destacar que las elecciones a rector de 2003, celebradas tras la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades[52], abreviadamente LOU, que derogó la LRU, fueron muy competidas. Los candidatos fueron cuatro: Ángel López Piñero, Ginés María Salido Ruíz, Eustaquio Sánchez Salor y Juan Francisco Duque Carrillo, resultando ganador este último. En las últimas elecciones a rector, primera en formato electrónico, celebrada el 1 de diciembre de 2022, fue elegido Rector el único aspirante Prof. Dr. Pedro María Fernández Salguero (Badajoz, 1963), conocido investigador sobre el cáncer. La Junta Electoral hizo público los resultados de la elección de 1 de diciembre de 2022, en la que la participación fue baja. El rector electo fue nombrado por Decreto de la Junta de Extremadura[53] y tomó posesión de su cargo el 16 de enero de 2023 en la Presidencia de la Junta de Extremadura en Mérida (Figura 13); sustituyó al Prof. Dr. Antonio Hidalgo García, cuya gestión no fue fácil por la pandemia de la Covid-19. Al nuevo rector y su equipo rectoral mis mejores deseos.

Junto a lo bueno realizado en los rectorados surgidos de los Estatutos de la UEx, hay que destacar negativamente al menos el gran escándalo durante el rectorado de Píriz Durán, que fue noticia a nivel autonómico y nacional: “La ex secretaria General de la UEx fue condenada a un año y seis meses de prisión, además de pagar una multa de 3 600 euros e inhabilitación de un año para ocupar cargos directivos en la Universidad, acusada de falsificación de documentos para tratar de favorecer a su marido… ”[54]. Este escándalo me recuerda otro ocurrido en el rectorado de Rodríguez-Izquierdo Gavala; denuncié en 1982 que en la E. U. de Formación del Profesorado de EGB de Cáceres había profesorado ejerciendo desde hacía años sin la titulación universitaria mínima, y que se cursaban estudios para conseguir el título de maestro por un plan de estudios extinguido[55]. Hechos como éstos flaco favor hacen a la UEx.

Concerniente al Consejo Social de la UEx, es decir, el órgano de participación de la sociedad extremeña en la Universidad[56], son muchos los interrogantes desde su constitución el 6 de mayo de 1986, presidido por don Diego Hidalgo Schnur, de ascendencia extremeña y con formación destacada[57]. No hace muchos años, uno de sus miembros trató de dicho órgano en un artículo de opinión[58]. Desde 2021, ostenta la presidencia el extremeño don Antonio Huertas Mejías (Villanueva de la Serena, Badajoz, 1964)[59], presidente de MAPFRE (Figura 13); las claves o líneas estratégicas de gestión son: fomento de la empleabilidad, transparencia, fomentar las relaciones con exalumnos, mayor implicación de la UEx a la hora de apoyar iniciativas que puedan ayudar a transformar la región y estar en contacto con grupos de interés y trabajar para que la oferta de titulaciones responda en mayor medida a las necesidades de los jóvenes. En otras palabras, parece iniciar una reinvención del Consejo Social de la UEx.

       13A    13B 

Figura 13A y 13B. Prof. Dr. Pedro María Fernández, Rector de la UEx (izquierda) y don Antonio Huertas Mejías, presidente del Consejo Social de la UEx (derecha) hoy. Fuente: Fotografías del Archivo de José Pastor Villegas, tomadas de la UEx y de MAPFRE, respectivamente.

 

Entre 1983 y 2023, se crearon 24 nuevos centros, por legislación nacional o autonómica, en Badajoz, Cáceres, Mérida o Plasencia, que no se relacionan aquí por no disponer de espacio. En mi opinión, fueron numerosos y, en muchos casos, más o menos duplicados.

Otros datos cronológicos reseñables de esta etapa de consolidación de la UEx son:

  • El Proyecto UEX fue aprobado por el Consejo Social el 22 de abril de 1992, cuyo resultado fue un mapa de 43 titulaciones.
  • Traspaso de competencias universitarias a la Junta de Extremadura el 4 de abril de 1995, seguido del Plan Extraordinario de Inversiones de la Junta de Extremadura, la Caja de Ahorro de Extremadura, la Caja de Ahorro de Badajoz y la UEx.
  • Reforma de los Estatutos de la UEx en el año 1996, que se aprobó por Decreto de la Junta de Extremadura, publicado primero en el Diario Oficial de Extremadura y después en el Boletín Oficial del Estado de los años 1997 y 1998.
  • Aumento de la oferta de titulaciones entre 1995-2000: hasta 85 en Centros Propios (16 de ellas se imparten en más de un centro) entre 1995-2000. La ampliación de titulaciones propuesta en el Proyecto UEx fue aprobada en el Claustro celebrado el 25 de febrero de 1997.
  • Aprobación de los Estatutos de la UEx por Decreto de la Junta de Extremadura, publicado primero en el Diario Oficial de Extremadura y después en el Boletín Oficial del Estado, en 2003. En 2010 fueron modificados (documento interno).
  • Nuevo sistema de titulaciones universitarias, con dos niveles, denominados Grado y Posgrado, regulados por el Real Decreto 55/2005[60] y el Real Decreto 56/2006[61], respectivamente. El nuevo sistema se inició con la Declaración de Bolonia de 1999 tendente a la construcción del llamado Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES) con un horizonte temporal del 2010.

En el curso académico 1993-1994, la UEx cumplió 20 años, siendo rector César Chaparro Gómez (Don Benito, Badajoz, 1949), catedrático en la Facultad de Filosofía y Letras (Cáceres). En Badajoz, principalmente desde la Sociedad Económica y de la Agrupación Local del Partido Socialista de Santa Marina, se pretendió la división de la UEx. Hay información extensa en los medios de comunicación regional sobre la división. Se llegó a opinar por un miembro de la Junta de Gobierno de la UEx[62] que eran “intereses personales de algunos políticos de turno que de esta forma pueden ver más cerca su ambición de ser algún día rector de una universidad, aunque ésta sea la “Universidad de Badajoz”.

En el año en curso de 2023, transcurridos aproximadamente cuarenta años de la LRU, se ha aprobado la última Ley Orgánica del Sistema Universitario[63]. En su largo preámbulo, se comienza afirmando que “La Universidad es una institución fundamental en la sociedad del conocimiento en la que vivimos…”, y que “La Universidad ha sido, es y debe ser fuente de conocimiento, de bienestar material, de justicia social, de inclusión, de oportunidades y de libertad cultural para todas las edades”.

Hoy, tras la aprobación de la Ley Orgánica 3/2020[64], el Ministerio de Universidades proyecta una orden por la que se establezcan “los requisitos para la verificación de los planes de estudio conducentes a la obtención de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de Maestra/o en Educación Primaria”, que presenten las universidades para su verificación por el Consejo de Universidades, de conformidad con el Real Decreto 822/2021, de 28 de septiembre.

Pues bien, en una de mis primeras comunicaciones a congresos en 1981, ya señalé que unos buenos programas no eran garantía suficiente, que la Didáctica de las Ciencias Físico-Naturales en la formación inicial del Profesorado de Educación General Básica (EGB) tenía que ser una asignatura con un enfoque eminentemente profesional, y que el profesor, además de ser especialista en dichas ciencias, ha de ser titulado en EGB. (maestro o maestra)[65]. Se perdió entonces la oportunidad de haber incorporado a las Escuelas de Formación del Profesorado la experiencia profesional de los maestros-licenciados y maestros-doctores, es decir, de profesionales muy cualificados.

Hoy, desde diferentes colectivos de especialistas se está rechazando la propuesta que dicho ministerio ha abierto a audiencia pública para reformar los planes de estudio de los grados universitarios de Maestra/o en Educación Primaria.

En particular, en relación con tal audiencia pública la Junta de Gobierno del Grupo Especializado de Didáctica e Historia de la Física y la Química (GEDH), común a las Reales Sociedades Españolas de Física y Física (RSEF) y de Química (RSEQ), aprobó por unanimidad en su reunión de 9 de marzo de 2023, que se retire la propuesta presentada y se acometa un proceso de elaboración de los planes que contemplen, entre otros muchos aspectos importantes, una adecuada formación científico-didáctica que permita a los futuros/as maestros y maestras de Educación Primaria, según lo establecido en los actuales currículos, contribuir a la formación integral del alumnado de Educación Primaria, y en particular el desarrollo de la competencia matemática y competencia en ciencia, tecnología e ingeniería (competencia STEM por sus siglas en inglés). Aporta dicho grupo cuatro acertadas consideraciones que, con relación a las ciencias experimentales, la investigación ha puesto de manifiesto[66].

Comparto con dicho grupo especializado que es necesario proporcionar una formación científica a los niños/as de 6 a 12 años que les permita ir adquiriendo conocimientos y actitudes para involucrarse en problemas complejos con los planteados en nuestra sociedad: calentamiento global, agotamiento de los recursos naturales, nuevas enfermedades, etcétera. ¿Cómo podrá un futuro/a maestro/a enseñar ciencias si apenas ha recibido formación para ello?

Escrito cuanto antecede en este epígrafe, añado que la UEx forma parte de asociaciones. Dos de ellas comento, brevemente, a continuación.

En 1992 fue creado el Centro Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica (CEXECI); fue una fundación pública de la Junta de Extremadura y la UEx, con sede en Mérida, para estrechar los vínculos existentes entre Extremadura e Iberoamérica. Como tal, funcionó hasta 2016, año en que se acordó su fusión con la Academia Europea de Yuste, y se creó la actual Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste, con los mismos fines de fomento de las relaciones entre España e Iberoamérica. En sus actividades he participado.

En mi opinión, en relación con el CEXECI, Trujillo debió conseguir mucho más beneficio a partir del año emblemático 1992, por ser protagonista indiscutible de la Historia en el Nuevo Mundo. Ya comentamos en los CHEx de 2016 que el Centro Los Descubridores inaugurado en Trujillo es muy tardío y muestra relativamente poco. Hace falta una Casa de América en Trujillo que muestre las aportaciones totales de Extremadura, incluyendo imágenes de las expediciones científicas que tienen relación con Extremadura y de las 31 expediciones a América dirigidas por el polifacético Miguel de la Quadra-Salcedo y Gayarre (Madrid, 1932 – Madrid, 2016), quien no es extremeño de nacimiento, pero tuvo mucha vinculación con Extremadura y con Trujillo en particular; consiguió que miles de jóvenes de cerca de 60 países tuvieran la oportunidad de descubrir la dimensión humana, social, geográfica e histórica de otras culturas; recibió merecidamente la Medalla de Extremadura en 2012[67].

La UEx forma parte también del Grupo 9 de Universidades, que es una asociación sin ánimo de lucro constituida por las universidades públicas españolas que son únicas en sus respectivas Comunidades Autónomas. El grupo se constituyó por convenio firmado el 16 de mayo de 1997 teniendo como objetivo social común promover la colaboración entre las instituciones universitarias que lo forman, en actividades docentes e investigadoras y en actividades de gestión y servicios. Con sede social en el Campus de Arrosadía de la Universidad de Pamplona, se formó por la Universidad de Cantabria, la Universidad de Castilla-La Mancha, la Universidad de Extremadura, la Universidad de les Illes Balears, Universidad de La Rioja, la Universidad de Oviedo, la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, Universidad Pública de Navarra y Universidad de Zaragoza. Desde 2023, la Universidad de Murcia forma parte del grupo como colaboradora.

En relación con tal pertenencia, conozco el potencial investigador de algunas de estas universidades en materiales de carbono. Tales materiales son diversos; incluyen el carbón vegetal (muy conocido) y los diamantes (mucho menos conocidos). Recientemente, es noticia frecuente a niveles autonómico, nacional e internacional que la empresa estadounidense Diamond Foundation Europe, SL, quiere construir una planta de producción de diamantes artificiales en el término municipal de Trujillo; deseo que sea una realidad porque conozco, como investigador en materiales de carbono, que científica y tecnológicamente es posible.

 

  1. Aportaciones de la UEx y su evaluación en la clasificación mundial de universidades

Al científico británico William Thomson (Belfast, Irlanda del Norte, 1824 – Netherhall, Escocia, 1907), físico, matemático e inventor, conocido más como Kelvin[68], se le atribuye la afirmación:

“Cuando puedes medir aquello de lo que hablas, y expresarlo con números, sabes algo acerca de ello; pero cuando no lo puedes expresar con números, tu conocimiento es pobre e insatisfactorio: puede ser el principio del conocimiento, pero apenas has avanzado en tus pensamientos a la etapa de la ciencia”.

Pues bien, son medibles las funciones propias de la UEx como servicio público: formación inicial de profesionales (docencia y formación en investigación), generación de nuevos conocimientos (investigación) y aplicación de conocimientos generados.

Concerniente a la formación de profesionales, la UEx tiene hoy un total de 18 centros universitarios propios (Tabla 6). Tales centros, creados en las diferentes etapas de su desarrollo, han impartido numerosas titulaciones (diplomaturas y licenciaturas), con frecuencia repetidas e innecesarias en algunos centros. Hoy, los grados que se imparten en la UEx son el resultado de la consolidación del EEES, sistema más homogéneo y compatible que favorezca una movilidad real de estudiantes y futuros profesionales en Europa.

 

Tabla 6. Centros universitarios propios de la UEx en 2023.

Denominación

 

Ubicación
Centro Universitario de Mérida. Mérida.
Centro Universitario de Plasencia. Plasencia.
Escuela de Ingenierías Agrarias. Badajoz.
Escuela de Ingenierías Industriales. Badajoz.
Escuela Politécnica. Cáceres.
Facultad de Enfermería y Terapia Ocupacional. Cáceres.
Facultad de Ciencias de la Documentación y la Comunicación. Badajoz.
Facultad de Ciencias. Badajoz.
Facultad de Ciencias del Deporte. Cáceres.
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Badajoz.
Facultad de Derecho. Cáceres.
Facultad de Educación y Psicología. Badajoz.
Facultad de Empresa, Finanzas y Turismo. Cáceres.
Facultad de Filosofía y Letras. Cáceres.
Facultad de Formación del Profesorado. Cáceres.
Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. Badajoz.
Facultad de Veterinaria. Cáceres.
Escuela Internacional de Doctorado. Cáceres.

Fuente: Elaboración propia, consultada información de la UEx.

Además de tales centros, la UEx tiene dos centros adscritos: Centro Universitario “Santa Ana”, sito en Almendralejo, y el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (CCMIJU), sito en Cáceres. Sobre el primero, no estatal, se ha escrito detalladamente en una publicación relativamente reciente[69]. Sobre el segundo, cuya nueva sede fue inaugurada en 2007, he hablado y escrito con anterioridad por ser Socio de Honor de la Asociación Amigos del Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (ASCEMI); repito el apunte de su director científico (“extremaño”) en 2007[70]:

“El Centro de Cirugía de Mínima Invasión está abierto a todos los investigadores que tengan interés en avanzar en el ámbito de la cirugía de mínima invasión con una novedad fundamental: la colaboración de empresas que, al fin, pueden desarrollar nuestras patentes. No nos quedamos en la investigación, no vamos a estancarnos en el laboratorio.

De este modo, Extremadura, con España de la mano, avanza enormemente desde el punto de vista científico, pero también y sobre todo, humano. Este ha sido nuestro principal objetivo desde que empezamos a trabajar en este campo, hace ya más de 25 años. Ahora es el momento de aprovechar, por fin, los magníficos recursos que tenemos a nuestra disposición. Unos recursos que, al igual que nuestros avances, no son nuestros, sino que pertenecen a toda la sociedad y, en particular, a los extremeños”.

La Figura 14 muestra la evolución del alumnado matriculado de la UEx, en la que se puede observar que la matriculación de mujeres se ha mantenido superior a la de hombres, ambas con máximos en 2013, con un total que superó las 25 000 matriculaciones, y que a partir de ese año caen.

Figura 14. Evolución de la matriculación en la UEx. Fuente: Elaboración propia, con datos de la UEx.

 

Según datos de la UEx hechos públicos, en los años 2010-2018 la Escuela Politécnica perdió casi 2 000 alumnos (tenía 3 271 en el curso académico 2010/2011 y 1291 en el 2017/2018); la Facultad de Económicas y Empresariales perdió mil (pasó de 3 025 a 1940) y más de cuatrocientos la Escuela de Ingeniería Industrial (pasó de 1 258 a 835). Entre los mismos años, la matriculación creció en otros centros: 6% en la Facultad de Educación y 4% en la Facultad de Formación del Profesorado[71].

Además de la formación de profesionales, la UEx ha abierto sus puertas en el siglo XXI a otros colectivos. Es de destacar el programa UMEx, para la promoción de la cultura en las personas mayores de 55 años, impartido en las ciudades de Almendralejo, Badajoz, Cáceres, Don Benito-Villanueva, Mérida, Plasencia y Zafra. He sido Profesor-Ponente de la UMEx del curso académico 1999-2000 al 2010-2011 en las sedes de Cáceres, Don Benito-Villanueva y Plasencia; tuve a mi cargo asignaturas conexas con la Química, ciencia experimental considerada la “ciencia central” por favorecer los avances en otras áreas científicas y tecnológicas: salud, vivienda, etcétera. Es imborrable el buen recuerdo del alumnado de las asignaturas Aportaciones de la Química a la sociedad (I y II), Ampliación de Química y Química y medio ambiente, en el aula y fuera (visitas científicas).

Concerniente a la calidad, el Academic Ranking of World Universities (Ranking Académico Mundial de Universidades), conocido internacionalmente como ARWU, y en español como Ranking de Shanghái, mide el potencial investigador de las universidades, que publica cada 15 de agosto. A 15 de agosto de 2023[72],  la Universidad de Harvard (Estados Unidos) es la primera desde hace 21 años; la Universidad de Stanford, también estadounidense, se mantiene un año más en el segundo puesto; y, en tercer lugar, está el Instituto Tecnológico de Massachuetts, al que ascendió en 2022. No hay ninguna universidad española en la edición de 2023 entre las 200 primeras del mundo. La Universidad de Barcelona y la Universidad de Granada son las mejores de España; están entre las 300 primeras del mundo en 2023.

La UEx está en el tramo 701-800 en la actualidad, concretamente en el puesto 775, mientras que en la edición anterior estaba en el puesto 675 y hace dos años en el 668; la Universidad Politécnica de Cataluña, la Universidad de Lérida, la Universidad de Málaga, la Universidad de Murcia, y la Universidad Rovira y Virgili están en la misma franja en 2023. La posición de la UEx en el ranking general internacional es al menos modesta, pero significativa.  Y, además, es de destacar que algunos centros están en las primeras posiciones a nivel nacional; es el caso de la Facultad de Ciencias del Deporte (Cáceres) que en las ediciones de 2021 y 2022 ocupó la segunda posición (su posición en 2023 se sabrá el próximo 27 de octubre)[73].

Comparto la reflexión de un artículo de opinión que, sin caer en la autocomplacencia, pienso como extremeño y profesor haber contribuido al desarrollo de la UEx[74].

Son numerosos los investigadores e investigadoras formados inicialmente en la UEx que actualmente, trabajando o no en ella, destacan a nivel mundial por sus publicaciones. Una de ellas es la joven Guadalupe Sabio Buzo (Badajoz, 1977), licenciada en Veterinaria por la prestigiosa Facultad de Veterinaria de Cáceres en 2000 y doctora en Bioquímica; dirige un grupo de investigación en el Centro Nacional  de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) del Instituto Carlos III de Madrid, siendo su principal línea de investigación el papel de las quinasas activadas por el estrés en el desarrollo de enfermedades asociadas a la obesidad como enfermedades cardiovasculares, diabetes y el cáncer hepático; fue Medalla de Extremadura en 2022.Y uno de ellos es el joven Prof. Dr. Antonio Plaza Miguel (Cáceres, 1975), doctor ingeniero en Informática por la Universidad de Extremadura y catedrático de la Escuela Politécnica, muy citado; coordina el grupo de investigación Computacional Hiperespectral o HiperComp, que trabaja en aplicaciones de observación remota de la Tierra, es decir, con imágenes que analizan lo que el ojo humano no puede ver. A ella y a él me une amistad y los admiro desde hace mucho tiempo.

Comparto también la reflexión de diferentes autores que Extremadura ha sido más y mejor conocida por las publicaciones desde la creación de la UEx. Algunas, se han editado desde el Servicio de Publicaciones de la UEx. Otras han sido editadas por medios de comunicación extremeños, como es la Historia de Extremadura, dos tomos redactados por investigadores que profesaban la Historia en la UEx en 1997, “pretendiendo hacerla accesible a todo tipo de lectores, sin sacrificar por ello el rigor consustancial al trabajo universitario” [75].

Finalmente, repitiendo que el Estatuto de Autonomía de Extremadura permitió tomar decisiones propias, concerniente a investigación, desarrollo tecnológico e innovación, durante las dos últimas décadas, los diferentes Planes Regionales de I+D+I han articulado el Sistema Extremeño de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTI), desarrollando una organización institucional propia. El VII Plan de Investigación, Desarrollo e Innovación de Extremadura 2022-2025 (VII PRI+D+I) “pretende impulsar una nueva etapa para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en Extremadura, donde la inversión en infraestructuras, centros, equipos y proyectos de investigación, tecnología e innovación permita transformar la presencia del talento investigador extremeño en oportunidades de desarrollo y especialización inteligente para el territorio regional”. El Pacto por la Ciencia y la Tecnología de Extremadura, suscrito en febrero de 2021, ha contado con la adhesión de la UEx, los Centros de I+D+I, organismos intermedios y distintos agentes del SECTI[76].

 

  1. Conclusiones
  2. Los antecedentes de la UEx, remotos y próximos, son necesarios conocerlos para entender cuanto aconteció durante su gestación, principio y desarrollo. En las poblaciones de Badajoz y Cáceres hubo aspiraciones de estudios universitarios en diferentes regímenes políticos de la Edad contemporánea.
  3. Las aspiraciones universitarias provinciales fueron discontinuas e independientes. En la Pre-Universidad de Extremadura (1968-1973), Badajoz y Cáceres tuvieron algunos centros universitarios, dependientes de la US y de la USAL, respectivamente.
  4. Desde la Ilustración, tras la inauguración de la Audiencia Territorial de Extremadura en Cáceres en 1791, la creación de la UEx en 1973 fue un gran logro en los últimos años del franquismo. El logro fue para sus dos provincias, sin acuerdos entre ellas por la polémica preuniversitaria interprovincial; Badajoz no quería una universidad compartida. La redacción final del Decreto de creación fue muy peculiar; creó dos semidistritos universitarios, uno en la ciudad de Badajoz que se conformaría con la Facultad de Medicina y otros centros científicos afines, y otro en la ciudad de Cáceres que se conformaría con centros humanísticos y jurídicos. Era la primera universidad española que llevaba el nombre de la región.
  5. El hecho de ser creada una UEx dividida, motivó a la Asociación de Amigos de la Universidad Extremeña, surgida en Badajoz en 1968, a una segunda etapa de reivindicaciones. Una de ellas fue la mejora de las vías de comunicación en Extremadura, dando prioridad a la carretera estatal N-523, de Cáceres a Badajoz. La autovía de Cáceres a Badajoz es una reivindicación cacereña histórica, que parece haber recibido impulso final para su construcción definitiva, tras los desatinos de los gobiernos nacionales y autonómicos acumulados.
  6. El desarrollo de la UEx se ha estudiado dividido en tres etapas: Años del franquismo (1973-1975), Transición democrática española (1975-1983) y Tras el Estatuto de Autonomía de Extremadura y de la Ley de Reforma Universitaria (1983-2023). No se diluyó la polémica preuniversitaria con el Estatuto de Autonomía de Extremadura; ha habido luces y sombras en la UEx. Hoy el personal docente e investigador, el alumnado y el personal de administración y servicios de la UEx está distribuido en 18 centros propios en Badajoz, Cáceres, Mérida y Plasencia. Además, tiene dos centros adscritos: Escuela Universitaria “Santa Ana de Almendralejo” y Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón en Cáceres. La UEx ocupa una posición moderada en el Ranking de Shanghái, y con centros punteros a nivel nacional.

 

Agradecimientos

En el ámbito universitario de la Facultad de Ciencias, recuerdo a mis compañeros y compañeras, y profesores con quienes comencé a aprender. En particular, al Prof. Dr. Cristóbal Valenzuela Calahorro, mi director de Tesis doctoral, y al Prof. Dr. Antonio Ramiro González, compañero de la primera promoción de Ciencias Químicas (1968-1973).

En el ámbito profesional, en particular al Prof. Dr. Conrado Miró Rodríguez, con quien compartí muchas horas de investigación en el Grupo de Investigación Materiales Porosos y Contaminación Ambiental (IMPCAM). También a don Eusebio Rodríguez Rodríguez, por su ayuda en los años que prestó servicios como personal de Administración y Servicios en la época inicial de la Escuela de ITOP. Y también a alumnos y alumnas de diversos centros.

En el ámbito de los CHEx, a las Juntas Directivas, con especial recuerdo a la memoria del Prof. Vicente Pastor González. Asimismo, a la Fundación Obra Pía de los Pizarros por su patrocinio, y a los Colaboradores habituales: Ayuntamiento de Trujillo, Fundación Xavier de Salas y al Centro de Profesores y Recursos de Trujillo. A la Fundación Xavier de Salas también por su colaboración en numerosas actividades de investigación de la UEx organizadas por el Prof. Dr. Ricardo Hernández Mogollón, en las que frecuentemente he participado.

A mis colaboradores habituales en investigaciones científicas y tecnológicas: Álvaro Píriz Mota (Ingeniero de Puertos, Canales y Caminos), José David Pastor Valle (Ingeniero Civil) y Jesús F. Pastor Valle (Ingeniero Industrial), formados inicialmente en la UEx, después amigos y amigas.

Y como no, a Marisol, mi mujer, por la paciencia durante las muchas horas que he invertido en la redacción de las páginas de este trabajo.

[1] ALVARADO HOYAS, María del Rosario, Pórtico, en Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura, XLVII Coloquios Históricos de Extremadura, Ciempozuelos (Madrid), Estilo Estugraf Impresores, 2022, págs.9-10.

 

[2] LÓPEZ LÓPEZ, Teodoro, Coloquios Históricos de Extremadura. Índice 1971-2021, en Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura, XLVII Coloquios Históricos de Extremadura, Ciempozuelos (Madrid), Estilo Estugraf Impresores, 2021, 221 -372.

 

[3] PASTOR VILLEGAS, José, Las Universidades de Salamanca y Sevilla en la preuniversidad y en los semidistritos de la Universidad de Extremadura, en Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura, XLVII Coloquios Históricos de Extremadura, Ciempozuelos (Madrid), Estilo Estrugraf Impresores, 2019, págs. 403-427.

 

[4] PASTOR VILLEGAS, José, La Universidad de Extremadura en la transición democrática (1975-1983), en LEÓN, Guillermo y ANDRADE, Juan (eds.), La transición a la democracia en Extremadura, Badajoz, Imprenta Provincial de la Diputación de Badajoz, 2020, págs. 329-356.

 

[5] 15 años de la Universidad de Extremadura. 1973-1987, Madrid, MAE, 1990.

 

[6] Memoria histórica de la Facultad de Ciencias, XXV Aniversario (1968-1993), Badajoz, Tecnigraf, 1995.

 

[7] Memoria histórica de la Facultad de Ciencias, L Aniversario (1968-2018), Badajoz, 2020, Imprenta de la Diputación Provincial de Badajoz.

 

[8] PASTOR VILLEGAS, José, Pasado Científico de Guadalupe de Extremadura: Reales Hospitales (conferencia pronunciada en Cáceres en el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón el 11 de noviembre de 2011), Exposición Pasado, Presente y Futuro de la Medicina en el mismo centro, y después permanente en la Facultad de Medicina de Badajoz.

PASTOR VILLEGAS, José, Apuntes sobre los Reales Hospitales de Guadalupe en la Ilustración y tres insignes científicos conexos con las reformas sanitarias ilustradas, en Asociación Coloquios Históricos de Extremadura, XLVI Coloquios Históricos de Extremadura, Ciempozuelos (Madrid), 2018, págs. 571-589.

 

[9] RINA SIMÓN, César, La identidad doliente. El regionalismo extremeño entre el tardofranquismo y el Estatuto de Autonomía, en LEÓN, Guillermo y ANDRADE, Juan (eds.), La transición a la democracia en Extremadura, Badajoz, Imprenta Provincial de la Diputación de Badajoz, 2020, págs. 115-140.

 

[10] PÉREZ GONZÁLEZ, Fernando Tomás, Enseñanza e Ilustración en Extremadura, Alcántara (tercera época), 1993, núm. 29 (mayo-agosto), págs. 7-35.

 

[11] BLANCO COTANO, Mateo, El primer centro universitario de Extremadura: Badajoz 1793: Historia Pedagógica del Seminario de San Atón, Cáceres, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura, 1998, cap. 6 y cap. 7.

 

[12] ALONSO QUINTANILLA, José, Discurso inaugural sobre las utilidades de las ciencias que han de enseñarse en la nueva Universidad de Segunda Enseñanza de la Provincia de Cáceres, impreso a costa de don Andrés Rega de San Juan, abogado de los del colegio de la Audiencia territorial de la misma capital, e individuo de la misma capital, e individuo de su Diputación provincial, Cáceres, Imprenta de don Miguel de Burgos, 1822.

 

[13] CARDALLIAGUET QUIRÁN, Marcelino, El Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Cáceres (Ciento Cincuenta Años de Historia Educativa) (1839-1989), Cáceres, Instituto de Bachillerato “El Brocense “, cap. 1 y cap. 2, págs. 17-46.

 

[14] SÁNCHEZ PASCUA, Felicidad, El Instituto de segunda enseñanza de Badajoz (1845-1900), Tesis Doctoral, Salamanca, Universidad Pontificia de Salamanca, 1984.

 

[15] Decreto de la Junta Superior Gubernativa de la Provincia de Cáceres, de 10 de octubre de 1840, Boletín Oficial de Cáceres, 1840, núm. 123 (13 de octubre de 1840), págs. 497-498.

 

[16]Orden de la Dirección General de Estudios de 13 de mayo de 1841, Gazeta de Madrid, 1841, núm. 2004 (17 de mayo de 1945), pág. 1.

 

[17] PASTOR VILLEGAS, José, Bicentenario del nacimiento de Cipriano Segundo Montesino y Estrada (Valencia de Alcántara, Cáceres, 1817 – Madrid, 1901): Primeras páginas de la vida y obra de tan insigne ingeniero, académico y político, Alcántara (quinta época), 2017, núm. 85 (enero-junio), págs. 11-31.

 

[18] Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, 1869, núm. 69 (sábado 18 de septiembre), pág. 274.

[19] Ley de 29 de julio de 1943, sobre ordenación de la Universidad española, Boletín Oficial del Estado, 1943, núm. 212 (31 de julio de 1943), págs. 7406-7431.

 

[20] Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa, Boletín Oficial del Estado, 1970, núm. 187 (6 agosto 1970), págs. 12525-12546.

 

[21] PASTOR VILLEGAS, José, RAMIRO GONZÁLEZ, Antonio, El doctor Remón Camacho y los primeros cursos de la Facultad de Ciencias Químicas, HOY. Diario Regional, jueves 12 de agosto de 1999, pág. 20.

[22] Decreto 2674/1971, de 7 de octubre, por el que se constituye un Colegio Universitario en Cáceres adscrito a la Universidad de Salamanca, Boletín Oficial del Estado, 1971, núm. 264 (4 de noviembre de 1971), pág. 17708.

 

[23] Archivo Municipal de Valencia de Alcántara.

 

[24] Decreto 1377/1972 de 10 de mayo, Boletín Oficial del Estado, 1972, núm. 136 (7 de junio de 1972), págs. 10027-10028.

 

[25] LÓPEZ GUILLAMÓN, Ignacio, Archivos y documentos sobre la Universidad de Extremadura. Nociones para un archivo académico, Balduque, 2015, núm. 7, págs.118-133.

 

[26] DUQUE CARRILLO, J. Francisco, Pasado, presente y futuro de la Universidad de Extremadura, Ars et sapientia: Revista de la Asociación de Amigos de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Arte, 2004, núm. 15, págs. 41-54.

 

 

[27] “La Universidad de Extremadura cumple hoy 10 años”, Extremadura, 13 de abril de 1983, págs. 5 y 2.

 

[28] Decreto 991/1973, de 10 de mayo, por el que se crea la Universidad de Extremadura, Boletín Oficial del Estado, 1973, núm. 119 (18 mayo 1973), pág. 9959.

 

[29]CASADO LINAREJOS, Julio, “Los primeros años del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Santiago de Compostela”. Innovación Educativa, núm. 25, 2015, págs. 47-54.

 

[30] DELVAL, Juan, “La Universidad, ajena a la educación”. El PAÍS, martes 24 de mayo de 1983, pág. 6.

 

[31]  BLÁZQUEZ ENTONADO, Florentino, La labor formativa del ICE de la Universidad de Extremadura, Revista de Estudios Extremeños, 2005, 61(3), págs.1009-1076.

 

[32] VIGUERA RUBIO, F. J., “Aquella primera hora de la Universidad”, en 15 años de Universidad de Extremadura. 1973-1987, Madrid, MAE, 1990, págs. 11-37.

 

[33] PASTOR VILLEGAS, José, La UEx en 1973 y las comunicaciones Cáceres-Badajoz, HOY. Diario Regional, 17 de junio de 2023, pág. 25.

 

[34] ANTÚNEZ TRIGO, Maruja, Escuela Pericial de Comercio de Badajoz, Revista de Estudios Extremeños, 2010, 66 (3), págs. 1 405-1 418.

[35] Ley Orgánica 1/1983, de 25 de febrero, de Estatuto de Autonomía de Extremadura, Boletín Oficial del Estado, 1983, núm. 49 (26 de febrero de 1983), págs. 5580-5586.

[36] Orden de 14 de mayo de 1976, por la que se autoriza la creación del Escudo y Medalla de la Universidad de Extremadura, Boletín Oficial del Estado, 1976, núm. 195 (14 de agosto de 1976), pág. 15913.

 

[37] MONTES CARABALLO, José María, Crónicas donde se cuenta cómo nació la Universidad de Extremadura, Badajoz, Tecnigraf, 2001, pág. 264.

 

[38] Resolución de 28 de junio de 2013, de la Gerencia, por la que se ejecuta el acuerdo normativo adoptado por el Consejo de Gobierno, por el que se establece el Reglamento General de Símbolos, Protocolos y Honores de la Universidad de Extremadura, Diario Oficial de Extremadura, 2013, núm. 141 (jueves, 25 de julio de 2013), págs. 17928-17953.

 

[39] Palabras pronunciadas por el Excmo. y Magfco. Sr. Presidente de la Comisión Gestora de la Universidad de Extremadura, D. Antón Civit Breu, con ocasión del acto de inauguración del Curso académico 1976-77, el día 13 de octubre de 1976. Badajoz, Doncel Industrias Gráficas, 1986.

 

[40] AHM Cáceres, Acta de la sesión mensual ordinaria celebrada por el Excmo. Ayuntamiento Pleno, el día 13 de noviembre de 1975.

[41] SERRANO GARCÍA, Daniel, Referencia histórica de la Escuela Politécnica de la Universidad de Extremadura en Cáceres, Cáceres, Universidad de Extremadura. Servicio de Publicaciones, 2015.

 

[42] RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, Eusebio, Sobre la Escuela de I.T.O.P. de Cáceres, HOY. Diario Regional, miércoles 5 de julio de 2023, pág. 24.

 

[43] RAMIRO GONZÁLEZ, Antonio, SUÁREZ MARCELO, Pilar, ÁLVAREZ GARCÍA, Alfredo, D. Benito Mahedero Balsera en el germen científico de Extremadura, Actas del VIII Congreso de Estudios Extremeños, Badajoz, 23, 24 y 25 de marzo de 2006, págs. 565-569.

 

[44]HOY. Diario Regional, 1 de noviembre de 1981, pág. 13.

 

[45] HOY Diario Regional, 18 de septiembre de 1983, pág. 12.

 

[46] RIVERO BREÑA, Marciano, “Así es si así os parece: Guerra en las aulas”. HOY Diario Regional de Extremadura, 6 de febrero de 1983.

 

[47] SENABRE, Ricardo, Catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras. Cáceres, Atropellos en la Universidad, Hoy Diario Regional de Extremadura, 15 de octubre de 1983.

 

[48] CRESPO, S., GARCÍA-NIETO, M ª. L., GONZÁLEZ DE ÁVILA, M., PÉREZ BOWIE, J. A., RIVAS HERNÁNDEZ, A., RODRÍGUEZ S. de LEÓN, M.ª (Eds.), Teoría y análisis de los discursos literarios: estudios en homenaje al profesor Ricardo Senabre Sempere, Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2009.

 

[49] Ley 8/1983, de 29 de julio, sobre medidas urgentes en materia de Órganos de Gobierno de las Universidades, Boletín Oficial del Estado, 1983, núm. 155 (30 de junio de 1983), págs. 18328-18329.

 

[50] Ley Orgánica 11/1983, de 25 de agosto, de Reforma Universitaria, Boletín Oficial del Estado, 1983, núm. 209 (1 de septiembre de 1983), págs. 24034-24042.

 

 

[51] Real Decreto 1281/1985, de 5 de junio, por el que se aprueban los Estatutos de la Universidad de Extremadura, Boletín Oficial del Estado, 1985, núm. 181 (martes 30 de julio de 1985), págs. 24084-24098.

 

[52] Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, Boletín Oficial del Estado, 2001, núm. 30 (lunes 24 de diciembre de 2001), págs. 49400-49425.

 

[53] Decreto de 166/2022, de 30 de diciembre, por el que se nombra Rector Magnífico de la Universidad de Extremadura a don Pedro María Fernández Salguero, Diario Oficial de Extremadura, 2022, núm. 9 (viernes 11 de enero de 2023), pág. 3546.

 

[54] LORENZO, Sergio, La exsecretaria de la UEx es condenada a un año y medio por favorecer a su marido, HOY. Diario Regional de Extremadura, 2020, jueves 16 de enero de 2020, pág. 11.

 

[55] HOY. Diario Regional de Extremadura., 6 de octubre de 1982.

 

[56] Ley 1/2010, de 7 de enero, del Consejo Social de la Universidad de Extremadura, Boletín Oficial del Estado, 2010, número 30 (jueves 4 de febrero de 2010), págs. 9888-9895.

 

[57] HOY. Diario Regional de Extremadura, 7 de mayo de 1986, pág. 14.

 

[58] CARRETERO CASTRO, Julián, Universidad, sociedad y política, HOY. Diario Regional, 4 de agosto de 2018, pág. 24.

 

[59] Decreto 21/2021, de 31 de marzo, por el que se nombra Presidente del Consejo Social de la Universidad de Extremadura a don Antonio Huertas Mejías, Diario Oficial de Extremadura, 2021, núm. 63 (martes 6 de abril de 2021), pág. 1704.

 

[60] Real Decreto 55/2006, de 21 de enero, por el que se establece la estructura de las enseñanzas universitarias y se regulan los estudios universitarios oficiales de Grado, Boletín Oficial del Estado, 2005, núm. 21 (martes 25 de enero de 2005), págs. 2842-2846.

 

[61] Real Decreto 55/2006, de 21 de enero, por el que se establece la estructura de las enseñanzas universitarias y se regulan los estudios universitarios oficiales de Posgrado, Boletín Oficial del Estado, 2005, núm. 21 (martes 25 de enero de 2005), págs. 2846-2851.

 

[62] BARRIOS GARCÍA, Juan Antonio, “Por una sola y mejor Uex”, el Periódico Extremadura, viernes 1 de abril de 1984, pág. 2.

 

[63] Ley Orgánica 2/2023, de 22 de marzo, del Sistema Universitario, Boletín Oficial del Estado, 2023, núm. 70 (jueves 2 de marzo de 2023), págs. 43267-43339.

 

[64] Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, Boletín Oficial del Estado, 2020, núm. 340 (miércoles 30 de diciembre de 2020), págs., 122868-122963.

 

[65] PASTOR VILLEGAS, José, Programas renovados de la E.G.B. y Didáctica de las Ciencias Físico-Naturales, en Los programas renovados de la E.G.B. Análisis, crítica y alternativas, Madrid, 1981, Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, págs. 368-369.

 

[66] PINTO CAÑÓN, Gabriel, Alegaciones al Proyecto de Orden por la que se establecen los requisitos para la verificación de los planes de estudios conducentes a la obtención de los títulos universitarios que habiliten para el ejercicio de la profesión de Maestra/o en Educación Primaria, An. Quím., 2023, 119(1), págs. 6-7.

 

[67] PASTOR VILLEGAS, José, PASTOR VALLE, Jesús Francisco, PASTOR VALLE, Montaña Belén, Las expediciones científicas españolas a América y las expediciones a América dirigidas por Miguel de la Quadra-Salcedo y Gayarre, en Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura, XLV Coloquios Históricos de Extremadura, Ciempozuelos (Madrid), Estilo Estrugraf Impresores, 2017, págs. 381-409.

 

[68] ALFONSECA, Manuel, Grandes científicos de la humanidad, Madrid, Espasa-Calpe, 1998, vol. 1, págs. 115-116.

 

[69] GARCÍA MUÑOZ, Tomás, La enseñanza en Tierra de Barros: Las Escuelas Universitarias “Santa Ana” de Almendralejo, Actas de las VII jornadas de Almendralejo y Tierra de Barros (6-8 de noviembre de 2015), Almendralejo, Asociación Histórica de Almendralejo, 2016, págs. 49-96.

 

[70] FERNÁNDEZ MAESO, Marta, El nuevo centro de cirugía sitúa a la región en el mapa científico mundial, el Periódico Extremadura, 21 de abril del 2017, pág. 2.

[71] ARMERO, Antonio, Menos ingenieros y más profesores, HOY. Diario Regional de Extremadura, domingo 15 de abril de 2018, págs. 3-5.

 

[72] el Periódico Extremadura, 16 de agosto del 2023, pág. 3.

 

[73] HOY. Diario de Extremadura, 16 de agosto de 2023, pág. 4.

 

[74] MORA ALISEDA, Julián, La Universidad de Extremadura, entre las mejores del mundo, HOY. Diario Regional, 15 de junio de 2021, pág. 23.

 

[75] SÁNCHEZ MARROYO, Fernando, Introducción, en SÁNCHEZ MARROYO, Fernando (Dir.), Historia de Extremadura, “HOY” Diario de Extremadura C.M.E.S.A., Badajoz, 1997, vol. 1, págs. 6-7.

 

[76] VII Plan Regional de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación de Extremadura 2022-2025, noviembre 2022.

Dic 062021
 

José Pastor Villegas

 

RESUMEN

Este trabajo versa sobre la Franja Extremeña de la Diócesis de Toledo, formada por la Puebla y Villa de Guadalupe y treinta municipios extremeños más; once municipios pertenecen a la provincia de Cáceres y veinte a la provincia de Badajoz. Todo parece indicar que se ha avanzado en la reivindicación en los últimos años. Las conclusiones establecidas son cuatro.

 

  1. INTRODUCCIÓN

Como es conocido, Extremadura ha sido y es una región con unidad de Audiencia Territorial desde su inauguración (27 de abril de 1791) y división administrativa provincial desde 1833: Badajoz y Cáceres, recibiendo algunos pueblos de otras regiones y cediendo otros. En el ámbito militar, la Alta Extremadura se inscribió en la Capitanía General de Madrid y la Baja Extremadura en la Capitanía General de Sevilla. En el ámbito religioso, dependiendo de los arzobispados de Toledo y Sevilla. Y en el ámbito educativo, hasta el establecimiento de la Universidad de Extremadura en 1973, la provincia de Cáceres perteneció a la Universidad de Salamanca y la provincia de Badajoz a la Universidad de Sevilla.

En mi opinión, consecuencia de estas grandes divisiones mantenidas hasta el pasado inmediato es una dormida identidad extremeña que comenzó a despertar en la Transición a la democracia (1975-1983). Hasta 1997, es decir, transcurridos casi dos décadas de la aprobación de la Constitución española de 1978 y más de una década del Estatuto de Autonomía de Extremadura de 1983, no se publicó Extremadura. La Historia, obra de divulgación patrocinada por “Hoy. Diario Regional”, en la que se ofrece “una panorámica general de la Historia Regional desde los primeros pobladores hasta nuestros días”[1].

Desde 1971 se celebran los Coloquios Históricos de Extremadura, organizados inicialmente por el Centro de Iniciativas Turísticas de Trujillo. Desde 2006, la Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura, asociación sin ánimo de lucro, dio continuidad a los Coloquios hasta el presente, y ha facilitado un mejor conocimiento de nuestro pasado con los estudios de amplio espectro temático aportados por numerosos autores. En las ediciones celebradas, diversos autores han realizado aportaciones sobre la prehistoria, protohistoria e historia de la región extremeña.

Mucho se ha escrito sobre Guadalupe, nacida a la Historia en el reinado de Alfonso X el Sabio[2], en la segunda mitad del siglo XIII. Con la Orden Jerónima (1389-1835) a cargo del Real Monasterio de Nuestra Señora la Virgen Santa María de Guadalupe, alcanzó plenitud en el siglo XVI[3].  En el Corpus Bibliographicum Guadalupense, del extremeño fraile franciscano Sebastián García Rodríguez[4], se recogen los títulos de numerosas publicaciones hasta los primeros años del siglo XXI. Y en Raíces de Guadalupe, escrita por varios autores[5], uno de ellos Felipe Sánchez Barba (actual Alcalde-Presidente), se aportan numerosos datos civiles y religiosos de la emblemática Puebla y Villa de Guadalupe hasta 2014, entre ellos la entrega del Real Monasterio y la parroquia de Guadalupe a la Orden Franciscana mediante Real Orden de Alfonso XIII, de 20 de mayo de 1908, y otros documentos.

José Pastor González, mi padre, nacido en la Puebla y Villa de Guadalupe[6], me motivó la curiosidad para investigar sobre ella. En trabajos sobre Historia de la Ciencia (Ciencias Experimentales) y la Tecnología he tratado de Guadalupe, uno de ellos presentado en estos Coloquios[7], a las que asisto y participo desde 2014, desde que fui invitado por mi querido primo Vicente Pastor González.

En mi opinión, en lenguaje químico actual, la actual Puebla y Villa de Guadalupe es un ion complejo universal conformado con el tiempo en Extremadura, que ya tuvo proyección ultramarina en el inicio del Mundo Nuevo. El núcleo central de tal ion complejo es la imagen de la Virgen española venerada en el Real Monasterio de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe, imagen encontrada según la leyenda por el vaquero cacereño Gil Cordero cerca del río Guadalupe, río que nace en la provincia de Cáceres, en las pedreras de los Hollicios, en la zona meridional de La Villuerca, y desemboca en el Guadiana cerca de Valdecaballeros (Badajoz). Tal núcleo da estabilidad. Y los ligandos unidos al núcleo central son numerosos, es decir, todo lo que ha estado y está relacionado con el núcleo guadalupense (régimen político español, ciencias de la salud, descubrimiento de América, etcétera). Como ilustración parcial puede servir la Figura 1.

Revisando el archivo de los trabajos presentados en estos coloquios que pudieran tener relación con el presente, he encontrado uno de 2006, con el título “Guadalupe extremeña y su situación eclesiástica”, del que es autor el abogado José María González-Haba Barrantes[8], con quién sumé reivindicaciones durante algunos años posteriores.

Este nuevo trabajo, redactado al cumplirse la edición cincuentenaria de estos coloquios, versa en su totalidad sobre la Franja Extremeña de la Diócesis de Toledo (FExT), formada por la Puebla y Villa de Guadalupe y treinta municipios extremeños más que más adelante diremos; once municipios pertenecen a la provincia de Cáceres y veinte a la provincia de Badajoz. Como veremos, es un asunto reivindicativo relacionado con la identidad extremeña, insuficientemente conocido, cuyo origen remoto está en la Baja Edad Media y con antecedente inmediato en la Transición a la democracia en Extremadura (1975-1983). En relación con dicha franja he escrito un artículo periodístico[9] y algunas páginas en un artículo posterior[10].

Figura 1. Puebla y Villa de Guadalupe: Plaza Mayor y Real Monasterio de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe. Fuente: Fototeca de José Pastor Villegas, fotografía de la portada de Guadalupe, 1991, núm. 713.

 

  1. ACONTECIMIENTOS RELEVANTES ACAECIDOS EN GUADALUPE EN EL SIGLO XX ANTERIORES AL ESTABLECIMIENTO DE LA PROVINCIA ECLESIÁSTICA MÉRIDA-BADAJOZ

Los acontecimientos relevantes acaecidos en la Puebla y Villa de Guadalupe en el siglo XX anteriores al establecimiento de la Provincia Eclesiástica de Extremadura en 1994 fueron:

  • Declaración de la Virgen de Guadalupe Patrona de Extremadura por el papa Pío X el 20 de marzo de 1907 y sus efemérides.
  • Entrega del Real Monasterio de Guadalupe y de la parroquia a la Orden Franciscana mediante Real Orden de Orden de Alfonso XIII, de 20 de mayo de 1908, y documentos. La toma de posesión fue el 8 de noviembre de 1908.
  • Coronación de la Virgen de Guadalupe como Reina de la Hispanidad el 12 de octubre de 1928 y sus efemérides.
  • Comisión Eclesial Extremeña, surgida en el verano de 1976 y constituida el 1 de mayo de 1978.
  • Visita del papa Juan Pablo II a Guadalupe el 4 de noviembre de 1982.

De estos acontecimientos he tratado en un trabajo anterior (referencia 10). Aquí, conviene recordar que Guadalupe tuvo continuidad pronto como referente en la Transición a la democracia en Extremadura, primero en la conformación de la Universidad de Extremadura y poco después en la conformación de la Extremadura autonómica.

En efecto, en 1976 fue autorizado el Escudo y la Medalla de la Universidad de Extremadura por el Ministerio de Educación y Ciencia. He escrito que en el corazón del Escudo aparece una imagen de la Virgen de Guadalupe, referente muy justo pues la docencia y la investigación en los Reales Hospitales de la Puebla y Villa de Guadalupe (Hospital de San Juan Bautista, Hospital de Mujeres, Hospital Monástico y Hospital de la Pasión) y la botica monacal dependieron casi exclusivamente del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe durante la Orden Jerónima (1389-1835).

Iniciada la etapa de Transición a la democracia en Extremadura, surgió la Comisión   Eclesial Extremeña en 1976, que se constituyó en 1978. Según la amplia documentación que consulté, surgió para promover la unidad de la Iglesia en Extremadura; estuvo formada por un grupo extremeño (sacerdotes y laicos) que decidieron aunar sus esfuerzos para potenciar las posibilidades regionales, también desde dimensiones y perspectivas eclesiales y eclesiásticas; trabajó mucho sensibilizando a la opinión pública que ignoraba mucho. De esta comisión fue presidente el sacerdote don Leocadio Curiel Peña (Garganta La Olla, Cáceres, 1926-Cáceres, 1984) quien perdió la vida el 28 de marzo de 1984, a consecuencia de un accidente de tráfico cuando regresaba de Mérida de tratar asuntos de tal comisión; fue un error no concederle la Medalla de Extremadura siendo presidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra. De la misma comisión fue secretario muchos años el excelente sacerdote don Gregorio Carrasco Montero (Villamiel, Cáceres, 1930-Cáceres, 2016), persona inteligente y veraz, bien conocido en numerosas poblaciones extremeñas, una de ellas Brozas, y en estos Coloquios.

Guadalupe no fue referente oficial de la Comunidad Autónoma de Extremadura hasta ser establecido por Ley de 3 de junio de 1985 del Escudo, Himno y Día de Extremadura.

 

  1. PROVINCIA ECLESIÁSTICA MÉRIDA-BADAJOZ TARDÍA EN LA EXTREMADURA AUTONÓMICA Y POSTERIOR REIVINDICACIÓN EXTREMEÑA DE LA FRANJA EXTREMEÑA DE LA DIÓCESIS DE TOLEDO

La Iglesia, adaptada a la división provincial de 1833, llama diócesis a cada provincia; tiene también provincias eclesiásticas o metropolitanas, con un arzobispo. Por el Concordato con la Santa Sede de 1851, las diócesis extremeñas dejan de pertenecer a la provincia eclesiástica de Santiago de Compostela. Las diócesis de Coria y Plasencia pasan a ser sufragáneas de la provincia eclesiástica de Toledo; y la de Badajoz, sufragánea de la de Sevilla (referencia 8).

Tras mencionado concordato, la extensa archidiócesis decimonónica de Toledo, Primada de España, comenzó a desmembrarse, surgiendo nuevas diócesis. En 1964, Madrid dejó de ser sufragánea de Toledo, convirtiéndose en 1991 en provincia eclesiástica.

El Libro Blanco de la Iglesia en Extremadura (1977)[11] es un documento reivindicativo de una provincia eclesiástica extremeña, pues la región extremeña no existía para la Iglesia; las tres diócesis de Badajoz, Coria-Cáceres y Plasencia eran extrañas y desvinculadas entre sí, y treinta y una parroquias del territorio extremeño pertenecían y siguen perteneciendo a la diócesis de Toledo: 11 pueblos del arciprestazgo de Guadalupe y 20 pueblos de los arciprestazgos de Puebla de Alcocer y Herrera del Duque. La imagen de la portada del libro (Figura 2) lo muestra gráficamente.

La Comisión Episcopal Española decidió en Madrid, antes del viaje del papa Juan Pablo II a Guadalupe, aplazar su decisión sobre los límites de la diócesis de Lérida-Barbastro y de la erección de la nueva Provincia Eclesiástica de Extremadura en una nota[12], cuyo tenor literal es:

“La Comisión Episcopal para la revisión de límites de Diócesis y Provincias Eclesiásticas, compuesta por prelados representantes de estas provincias, se han reunido en Madrid bajo la presidencia del Cardenal Bueno Monreal”.

“La Comisión ha conocido y estudiado una comunicación de la Nunciatura Apostólica, con referencia a las propuestas de la Conferencia Episcopal Española de reestructuración de las diócesis de Lérida y Barbastro y de la erección de la nueva Provincia Eclesiástica de Extremadura. Dicha comunicación hace constar que las dos propuestas han sido atentamente estudiadas por la Santa Sede, luego de haber consultado a los Dicasterios competentes”.

“Considerados todos los aspectos del problema, la Santa Sede hace saber que el examen de estos proyectos tendrá lugar cuando esté definitivamente ultimado el proceso autonómico en curso (que afecta a todas las nacionalidades y regiones) y haya conseguido la debida estabilidad”.

“Entre tanto, el Consejo para Asuntos Públicos de la Iglesia, superior organismo decisorio en la materia considera los expedientes de ambos proyectos en situación canónica de “dilatada”, sin prejuzgar sus decisiones posteriores”.

“La Comisión Episcopal de Límites ha tomado nota de esta comunicación y seguirá trabajando sobre aquellos proyectos de división o remodelación que estén reclamados por necesidades de orden pastoral”.

Cinco años después, se publicó el artículo “Un atentado contra Extremadura”, demoledor por su argumentación sobre la situación eclesial extremeña entonces, del cual se reproducen los párrafos que siguen[13]:

“1. Veinte parroquias de la provincia de Badajoz y once de la de Cáceres, con unos setenta mis habitantes pertenecen a la diócesis de Toledo

  1. La diócesis de Badajoz es sufragánea de la archidiócesis de Sevilla, mientras que la de Coria- Cáceres y Plasencia lo son de la de Toledo.
  2. Extremadura es de las poquísimas Comunidades Autónomas que carecen de arzobispado, a pesar de que la historia, la sociología, la configuración geográfica y la pastoral lo demandan, desde la elemental consideración del mejor servicio al Pueblo de Dios.
  3. En la actualidad no hay en España ningún obispo nacido en Extremadura.
  4. Las tres diócesis extremeñas están hoy regidas por otros tantos obispos procedentes de otras regiones españolas, resultando poco imaginable que algunos de nuestros sacerdotes fueran elegidos para diócesis correspondientes a otras Autonomías, aunque se descartaran las de los nacionalismos más o menos exacerbados”.

“Pero, el factor eclesiástico predominantemente desintegrador de la unidad regional sigue siendo hoy la pertinaz pertenencia del pueblo (de La Puebla) y del monasterio de Guadalupe a la diócesis de Toledo, sin que ninguna de las extremeñas pueda engarzar en su corona de parroquias y advocaciones marianas a la que es la Patrona de Extremadura. El foco y el aglutinante principales de la religiosidad de nuestra región se encuentran más o menos imperial y “primadamente” en Toledo, a muchos kilómetros de distancia de la realidad pastoral y de la más moderna y operante concepción de la comunidad propia del Pueblo de Dios”.

“Por supuesto que ni la arqueología, ni la historia, ni los privilegios ancestrales propios de tiempos irremisiblemente pasados, ni las dejadeces y el abandono de unos o las imposiciones de otros…serán los factores que han de influir en el planteamiento correcto del problema. Lo serán únicamente la adecuación de la pastoral de la Iglesia a las realidades y a la problemática de los extremeños de hoy, tal y como, por otra parte, explícitamente se expresa en diversos textos del Concilio Vaticano II”.

“Ejemplar y meritoriamente la “Comisión Promotora para la Unidad de la Iglesia de Extremadura” trabajó con denodado esfuerzo en la idea, sensibilizando a la opinión pública con reuniones, proclamas y comunidades y gestionando ante las autoridades eclesiásticas competentes a todos los niveles, las soluciones precisas. En los últimos tiempos, y por diversos motivos, decreció de modo alarmante el fervor reivindicador de la unidad eclesiástica de Extremadura y de la erección de una provincia, pedida ya en 1976 por el mismo Cardenal Bueno Monreal al Papa. Sobre todo, se silenció también cualquier reivindicación de la extremeñidad diocesana de la Virgen de Guadalupe, nuestra patrona y en cuyo día y pueblo (la Puebla) se hace coincidir la celebración de la fiesta autonómica”.

Pues bien, se conmemoró en 1992 el V Centenario del Encuentro de Descubrimiento de América y siguió el silencio sobre el establecimiento de la provincia eclesiástica extremeña. Dos años después, fue establecida la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz mediante la bula dada en Roma el día 28 del mes de julio de 1994, año XVI del Pontificado de Juan Pablo II, firmada por el cardenal Angelus Sodano (secretario de Estado) y por el cardenal Bernardin Gantin (Prefecto de la Congregación de los Obispos). En la bula constan los párrafos que siguen:

“Erigimos la Provincia Eclesiástica que se llamará de Mérida-Badajoz y segregamos de la Iglesia Metropolitana de Sevilla a la Sede Episcopal de Badajoz, cuyo nombre, por este mismo acto, se cambia por el de Mérida-Badajoz y la elevamos al rango de Iglesia metropolitana”.

“La nueva Sede arzobispal asume la rica herencia y las tradiciones eximias tanto de la histórica Iglesia Metropolitana de Mérida, cuanto de la antigua diócesis de Badajoz. La Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz, de nueva erección, está formada por la Iglesia de este mismo nombre y por las diócesis sufragáneas de Coria-Cáceres y de Plasencia, que hasta hoy han pertenecido a las Provincias eclesiásticas de Sevilla y de Toledo”.

Al hasta ahora Obispo de Badajoz, el Venerable hermano Antonio Montero Moreno, le promovemos al grado de arzobispo metropolitano de la nueva Provincia Eclesiástica, otorgándole los derechos y obligaciones que corresponden a esta condición según las normas del Derecho”.

“El arzobispo metropolitano podrá residir tanto en Badajoz como en Mérida y establecer las oficinas archidiocesanas en uno y otro lugar”.

“Elevamos al rango de Concatedral el templo parroquial de Santa María la Mayor, sito en la ciudad de Mérida, dedicado a Dios en honor de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, con todos los derechos y privilegios que corresponden a tales edificios sagrados. Podrá también erigirse allí (si se estima oportuno) un Cabildo de Canónigos, conforme a lo prescrito por el Derecho”.

El acontecimiento histórico de la inauguración de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz y la toma de posesión de su primer arzobispo fue en el Teatro Romano de Mérida en la tarde del 12 de octubre de 1994, y está relacionado por el vicario judicial Adrián González Martin en un trabajo anterior[14].

El establecimiento de la nueva provincia eclesiástica no tocó la FExT, de manera que la Patrona de Extremadura seguía dependiendo canónicamente del arzobispado de Toledo. En otras palabras, los límites geográficos de la región extremeña, que no se modificaron al establecerse la Extremadura autonómica, y los límites eclesiásticos seguían sin coincidir.

En un artículo periodístico documentado publicado en ABC[15], se recoge que el arzobispo de Mérida-Badajoz, Antonio Montero Moreno, también periodista, en un encuentro mantenido con la Asociación de Periodistas de Información Religiosa, desveló que tras el reconocimiento de una identidad para la Iglesia extremeña, los obispos de la provincia eclesiástica enviaron un recurso a la Santa Sede, haciendo patente el deseo de los fieles, en el que plantearon que Guadalupe pasase a formar parte de la diócesis de Plasencia:

“Existe un profundo deseo que Guadalupe pertenezca a la Iglesia extremeña apuntó Montero, por lo que los obispos de Extremadura lo hemos hecho patente ante la autoridad eclesiástica. Esto se hizo después de que se creara canónicamente la provincia eclesiástica, lo que legitima la existencia de un cambio semejante”.

En el mismo artículo se señala que la petición de la incorporación a la diócesis de Plasencia estaba fundamentada en los cánones 211, 400 y 1417 del Código de Derecho Canónico, por ser la diócesis limítrofe. Y se recoge también:

“En todo caso, la “pugna” por el santuario mariano de Guadalupe no es nueva. Según los cronistas, el siglo XIV ya presentó un contencioso similar entre el cardenal de Toledo y el obispo de Plasencia por aquel entonces, sufragánea de la sede primada, saldada en favor del primero”.

“Del mismo modo, cabe apuntar que esta reivindicación no solo proviene de círculos episcopales, sino que tanto la Junta de Extremadura como diversos intelectuales y hombres de Iglesia ven con extrañeza cómo la Patrona de la región puede tener su sede en otra provincia eclesiástica”.

El arzobispo Santiago García Aracil, sucesor del amable Montero Moreno, fue muy reservado en sus declaraciones sobre el asunto Guadalupe. El actual arzobispo (desde el 21 de mayo de 2015), el riojano Celso Morga Iruzubieta (Huércanos, La Rioja, 1948) es muy amable, sensato y comunicador. A los pocos días de su toma de posesión ya manifestó su postura en una entrevista[16]:

“Siendo la patrona de Extremadura, me parece lógico que Guadalupe dependiera eclesiásticamente de una diócesis extremeña. Que no lo sea, es un poco ilógico, pero también hay algunas dificultades: la primera de ellas la histórica, porque hace mucho que depende de Toledo; y la segunda es si pasa el monasterio a la diócesis de Plasencia, también tienen que pasar unas 20 parroquias que habría que proveer de sacerdotes, lo que crearía un problema en la diócesis. Y también me han dicho que los habitantes mismos de Guadalupe están muy contentos donde están”.

Los medios de comunicación captaron la imagen de 2010 mostrada en la Figura 3, en la que ya se urgía la reivindicación y que Guadalupe pasase a formar parte de la diócesis de Plasencia. Lo que se expresaba en la pancarta coincide con la idea del actual arzobispo, quien, según adelantó a El Periódico Extremadura en octubre de 2019: “El arzobispo pedirá en Roma que Guadalupe dependa de la diócesis de Plasencia”[17].

Tras su despacho con el cardenal Marc Ouellet, explicó a dicho periódico[18]:

“La reunión relativa a Guadalupe ayer a mediodía [06.11.2019] en la Congregación de los Obispos, “básicamente lo que he hecho ha sido recordar este tema para que no se olvide y mover las aguas porque él (Ouellet) no tiene la solución”.

“El arzobispo reivindicó esta cuestión en nombre de los tres prelados extremeños durante una reunión que duró una hora con el prefecto de la Congregación para los Obispos, a quien recordó las tres alternativas que él ha expuesto en anteriores ocasiones para avanzar en este anhelo extremeño”.

“Una es que Guadalupe dependa directamente de la Diócesis de Plasencia. Otra se basa en crear una prelatura territorial con el santuario y el pueblo, una jurisdicción eclesiástica propia que no es una diócesis extremeña, aunque formara parte de la provincia eclesiástica de Extremadura. “El problema es que en España no hay precedentes de prelaturas territoriales, como en Italia y otras partes”, explicó. En tercer lugar, Celso Morga propuso ayer que el santuario dependa directamente de la Santa Sede, como ocurre con el de San Antonio de Padua”.

“El prelado extremeño sugirió la creación de un grupo de estudio para abordar estas posibilidades, ante lo cual aseguró a este diario que “en el Vaticano han sido receptivos”.

Sendo arzobispos primados los polémicos Antonio Cañizares Llovera (24.10.2002-09.12.2008) y Braulio Rodríguez Plaza (16.04.2009-27.12.2019), los artículos de opinión han sido frecuentes, firmados por autores creyentes, más o menos creyentes o agnósticos, en los que se han expuesto argumentos de amplio espectro, principalmente históricos. Son muy claros los titulados “Motivos eclesiales”, de José Sánchez Adalid (escritor, juez y sacerdote)[19]; “Guadalupe extremeño”, de Modesto Rubio Tadeo (alcalde de Guadalupe)[20]; “Guadalupe: te queremos pero no te queremos [tenemos], de Felipe Fernández Peña (sacerdote)[21]; “Guadalupe, cuestión de generosidad (I y II), de Gregorio Carrasco Montero (sacerdote)[22]; “Guadalupe, una frustración, un proyecto”, de Colectivo Alconétar[23]; “Guadalupe entra en la Asamblea”, de Teresiano Rodríguez Núñez[24]; “La franja extremeña de Toledo”, de Gregorio Carrasco Montero (sacerdote)[25]; “Guadalupe”, de Alfonso Callejo[26]; “Guadalupe y Extremadura. Dialogue, señor arzobispo”, de José Pastor Villegas (doctor y profesor), referencia 9; ”¿Por qué Guadalupe sigue en Toledo?”, de José María González-Haba (abogado)[27]; “Guadalupe: más escándalo”, de Antonio Aradillas (sacerdote y periodista)[28]; “Guadalupe, un Gibraltar toledano”, de Antonio Guerra (licenciado en Derecho)[29]; “Será con este Papa?”, de José María González-Haba (abogado)[30]; “El Tratado de Alcañices”, del mismo[31]; ¿La provincia eclesiástica de Extremadura?, también del mismo[32], “¿Cómo conseguir Guadalupe?”, de J. R. Alonso de la Torre[33]; “Toque de vísperas”, de Teresiano Rodríguez Núñez; “Guadalupe extremeña”, de Zacarías de la Cruz Escudero[34]; “A vueltas con la Virgen de Guadalupe”, de Teresiano Rodríguez Núñez (periodista)[35]; “El Papa, Guadalupe y un fraile lego”, de Jaime Álvarez Buiza[36], y “Guadalupe…siempre”, de Teresiano Rodríguez Núñez (periodista)[37].

Para no ser extenso, solo destaco algo del primero de estos artículos. El escritor Jesús Sánchez Adalid, juez y sacerdote, comienza en su artículo (referencia 19) opinando que lo principal está en marcha: la petición de los obispos está en la Santa Sede, que no hay motivos políticos en el deseo de los extremeños de que su Patrona pase a depender administrativamente de una diócesis de la provincia eclesiástica que comprende la mayor parte del territorio de la región y que nuestra historia se ha forjado primando lo universal. Y sigue hasta el final razonando, incluyendo fundamentos de derecho y experiencia:

“La pretensión de que Guadalupe sea administrativamente extremeña parte de una pura lógica que no puede ser más eclesial, entendemos lo eclesial como lo perteneciente o relativo a la comunidad cristiana. Por una razón de elemental eclesiología, desde el principio de la Iglesia se ha dado singular valor a las iglesias particulares. Y las iglesias particulares, según el Código de Derecho Canónico, “son principalmente las diócesis”. Por diócesis entendemos “una porción del Pueblo de Dios cuyo cuidado pastoral se encomienda al obispo”.

“El pueblo cristiano de Guadalupe es y se siente extremeño, por identidad y por ubicación. Otra cosa diferente es la inercia de la historia, que une al monasterio con Toledo por un mero lazo administrativo. Pero el día 8 de septiembre, como en las principales fechas del calendario litúrgico, en la basílica la inmensa mayoría de fieles provienen de las diócesis de Mérida-Badajoz, Cáceres y Plasencia. Nadie puede poner esto en duda. Lo lógico, pues, sería que tales actos fueran presididos por un pastor que ejerza su ministerio próximo a su pueblo. Es decir, que las celebraciones religiosas, que se resumen en la congregación del pueblo fiel con su pastor (obispo), deberían ser presididas por un ministro que conozca, sienta y viva desde cerca a su pueblo”.

De no ser así, se produciría lo que durante años ha venido sucediendo el día 8 de septiembre en Guadalupe con el anterior arzobispo de Toledo (de lo cual he sido testigo año tras año), que el presidente de la celebración estaba por completo ajeno a la realidad de los fieles que abarrotaban el templo; alargándose en unos sermones etéreos, en los que no había ni la más mínima mención al patronazgo de la Virgen de Guadalupe sobre los extremeños, ni a la realidad Extremadura que celebraba su fiesta regional en torno a María”.

Con gran respeto, el pueblo cristiano extremeño confía en que Roma sabrá solucionar sabiamente este asunto, en bien de nuestra fe y del culto a la Santísima Virgen”.

He resaltado en negrita el penúltimo párrafo pues ha sido una realidad que cualquiera puede comprobar consultando las emisiones televisadas de las celebraciones litúrgicas del 8 de septiembre, Día de Extremadura, que fueron presididas por los mencionados arzobispos de Toledo Antonio Cañizares Llovera y Braulio Rodríguez Plaza durante las últimas décadas (Figura 4).

Además de los numerosos artículos de opinión publicados, la oposición a que la FExT continúe bajo jurisdicción eclesiástica toledana se ha manifestado también de otras maneras. Una de ellas fue la respetuosa Declaración Institucional de la Asamblea de Extremadura (18 de febrero de 2010). Con mi amigo recordado Gregorio Carrasco Montero y otros participé en una Mesa redonda en la Casa de Cultura de Guadalupe el 17 de marzo de 2009. Ambos, con Modesto Rubio Tadeo (Alcalde-Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Guadalupe) y los conocidos Carlos Cordero Barroso y Antonio Ramiro Chico participamos en un programa grabado en el Parador Nacional de Guadalupe (16 de marzo de 2010 y emitido varias veces por Canal Extremadura los años siguientes.

Figura 2. Portada del Libro Blanco de la Iglesia en Extremadura. Fuente: Fototeca de José Pastor Villegas, fotografía realizada el 15 de agosto de 2021.

Figura 3. La imagen de la Virgen de Guadalupe saliendo del Real Monasterio y pancarta reivindicativa el 8 de septiembre de 2010. Fuente: Fototeca de José Pastor Villegas, fotografía de la portada de El Periódico Extremadura del 9 de septiembre de 2010.

Figura 4. El arzobispo de Toledo Braulio Rodríguez Plaza en su última homilía de la celebración de la misa del 8 de septiembre de 2019, Día de Extremadura. Fuente: Fototeca de José Pastor Villegas, imagen captada personalmente de la retransmisión televisada por Canal Extremadura.

 

  1. ¿FIN PRÓXIMO DEL SILENCIO ECLESIAL?

Al ser elegido el argentino y jesuita Jorge María Bergoglio actual papa el 13 de marzo de 2013, tras la dimisión del papa Benedicto XVI (11 de febrero de 2013), una de las preguntas del teólogo Juan José Tamayo que apareció en los medios de comunicación fue[38]:

“¿Volveremos a disfrutar de la primavera en la Iglesia católica, como sucedió con el carismático Juan XXIII y con el Vaticano II, o seguiremos sufriendo los rigores de la larga invernada que se instaló en el Vaticano poco después del concilio?”

Los medios de comunicación difundieron que con él se realizarían reformas, considerado capaz de la gran reforma de las estructuras de la Iglesia católica e imponer su austeridad y preocupación por los pobres. Los entonces prelados Santiago García Aracil (arzobispo de Mérida-Badajoz), Amadeo Rodríguez Magro (obispo de la diócesis de Plasencia) y Francisco Cerro Chaves (obispo de Coria-Cáceres) coincidieron en aplaudir la elección del nuevo papa, del que destacaron su sencillez y su servicio hacia los más necesitados[39].

En una interesante entrevista del periodista José Luis Guerra[40], el afable obispo Cerro Chaves, de nacencia extremeña (Malpartida de Cáceres, Cáceres, 1957) respondió en marzo de 2013 a tres preguntas sobre la demanda de Guadalupe con las palabras que siguen:

“¿Cree que con la llegada del papa Francisco se dará una solución definitiva a la demanda de que Guadalupe se integre en una diócesis extremeña? “Esperamos que sí y que con el papa Francisco todas esas personas que tenemos puestas esperanzas en ello lo vean hecho realidad. Habrá que esperar, pero creo realmente que este papa estudiará el tema, y si considera que ha llegado el momento preciso, hacerlo. Esperemos que se pueda solucionar”.

“¿Ustedes los obispos extremeños piensan mover el asunto en Roma? Los tres obispos tenemos hechos y aprobados nuestros deberes y creo que nadie puede dudar de ello. Otra cosa es que hay cuestiones que no solo afectan a Guadalupe, sino a otras zonas de España. Hay otras diócesis con dificultades y problemática similar y todo eso afecta, porque si la Iglesia en Roma quiere dar solución a otros temas que son parecidos en otros lugares de España, es lo que puede dilatar. Pero esperemos que si Dios quiere se consiga pronto la solución”.

“¿Con eso quiere decir que si se diera el plácet a una Guadalupe extremeña podrían surgir otras reivindicaciones y es lo que lo está ralentizando? No. Lo que digo es que hay diócesis que son bilingües y a eso también está Roma intentando darle una solución. Ese tipo de reajustes afectan a la hora de adoptar una solución de Guadalupe se haga esperar, como ha sucedido hasta ahora”.

Algunos meses después, el abogado José María González-Haba Barrantes se preguntó en su mencionado artículo periodístico “¿Será con este Papa?” (referencia 30); lo terminó con un requerimiento a los obispos de las diócesis extremeñas que insistan ante Roma:

“Desde hace muchísimos años, los extremeños venimos pidiendo a Roma que nos conceda las funciones pastorales que Toledo tiene en nuestro territorio eclesiástico, porque ¿no es absurdo y fuera de toda ley y orden que el territorio extremeño no sea igual que el civil, como está ordenado? ¿Por qué Toledo no devuelve lo que no es suyo? ¿En base a qué? ¿No tendrá preparada otra maquiavélica maniobra, como en Albacete, para quedarse con Guadalupe y su monasterio y con la Patrona de Extremadura? ¿Y quién y por qué se lo consiente? Requerimos a nuestra Iglesia extremeña incremente su unión, acoja, apoye y abandere estos viejos deseos de sus feligreses e insista ante Roma porque queremos en nuestra jurisdicción eclesiástica a nuestra Patrona. Confiamos que en Roma no será complejo aseverar los datos que exponemos, que la Conferencia Episcopal Española, al tratar y debatir la solicitud de los extremeños demandando, una vez más, a su Patrona, actúe con justicia y equidad, en conjunto y cada componente en particular proceda sin buscar su bien propio, con imparcialidad y la rapidez precisa y necesaria para que Guadalupe esté en nuestra jurisdicción eclesiástica. Tenemos puestas nuestras esperanzas en que, por fin, con el papa Francisco, la Iglesia va a cumplir y hacer cumplir las normas y leyes dadas por ella.”

Don Francisco Cerro Chaves es arzobispo de la archidiócesis de Toledo desde el día 29 de febrero de 2020, nombrado por el papa Francisco el 27 de diciembre de 2019. Este obispo, que lo fue antes casi trece años de la diócesis de Coria-Cáceres (2007-2019), y posible candidato a cardenal, es el primer arzobispo extremeño máximo responsable de una de las archidiócesis más importantes de España (Toledo tiene antigüedad desde el siglo I y desde el siglo VII es la sede primada de España)[41]. Tras su nombramiento, siendo todavía administrador de la diócesis de Coria-Cáceres, reiteró respuesta a las preguntas ¿Cómo liadará con el conflicto sobre Guadalupe? ¿Cuál es su opinión?[42]:

“La Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz, que acaba de cumplir 25 años, está trabajando para que este Santuario pertenezca a esa provincia eclesiástica. Es el sentir de pastores y fieles. Será Roma quien decida, pues los obispos extremeños ya hemos hechos los deberes. También hemos propuesto una jurisdicción eclesiástica propia. Veremos cuál es la decisión del Vaticano”.

En cambio, don Braulio Rodríguez Plaza, anterior arzobispo de Toledo, como administrador de la archidiócesis de Toledo, criticó a los políticos, diciendo que “lo que deben hacer es no meterse donde no les llaman”, antes de insistir en que es la Santa Sede la que tiene que tomar la decisión pues “A mí no me toca este tema; yo he dicho las cosas claras en estos diez años”[43]

Obviamente, fue elegido arzobispo de Toledo tres días antes de conocerse mundialmente la noticia de la pandemia COVID-19 y tomó posesión de su nuevo cargo poco antes de la aceptación de la pandemia en España. Su afabilidad se pudo apreciar en el acto de apertura del Año Jubilar 2020 en Guadalupe (Figura 5).

Corre la tercera década del siglo XXI, siendo papa Francisco. Continúa siendo arzobispo de la Provincia Eclesiástica Mérida-Badajoz el riojano Celso Morga Iruzubieta, quien no considera posible que el santuario de la Virgen de Valvanera, patrona de la Rioja, perteneciera a otra diócesis; ha sido nombrado recientemente miembro del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica durante cinco años[44]. El abulense José Luis Retana Gozalo (Pedro Bernardo, Ávila, 1964)[45] continúa siendo obispo de la diócesis de Plasencia. Y es administrador apostólico de la diócesis de Coria-Cáceres el extremeño Diego Zambrano López (Fuente del Maestre, Badajoz, 1974)[46], quien hace algunos años, siendo Vicario general, reiteró que los obispos habían trabajado para que Guadalupe sea de una diócesis extremeña.

Por todo cuanto antecede, ruego al papa Francisco, que también sabe Química (técnico químico formado en Buenos Aires, Argentina) que catalice el asunto que lleva tanto tiempo en silencio porque es justo, necesario e hiriente desde hace mucho tiempo para Extremadura.

Figura 5. El arzobispo de Toledo Francisco Cerro Chaves al llegar en procesión el 2 de agosto de 2020 al Real Monasterio de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe para la apertura del Año Jubilar. Fuente: Fototeca de José Pastor Villegas, imagen captada personalmente durante la retransmisión televisada por TRECE.

 

  1. CONCLUSIONES
  2. Una Comisión Eclesial Extremeña, que quedó constituida en el Real Monasterio de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe el 1 de mayo de 1978, promovió el establecimiento de una Provincia Eclesiástica Extremeña y la integración en ella del territorio extremeño dependiente de la diócesis de Toledo.
  3. La Provincia Eclesiástica Mérida-Badajoz fue establecida en 1994, conformada por la nueva diócesis Mérida-Badajoz y las diócesis de Coria-Cáceres y Plasencia, sin incluir mencionada franja extremeña. Por ello, clérigos y seglares, e incluso la Asamblea de Extremadura, la han reivindicado, habiendo sido frecuentes las polémicas eclesiales con la archidiócesis de Toledo, manteniendo la Santa Sede un silencio sobre el asunto que es hiriente para Extremadura desde hace mucho tiempo.
  4. En los últimos años, es arzobispo de la archidiócesis Mérida-Badajoz, y miembro reciente del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, el afable riojano Celso Morga Iruzubieta, quien, representando a los demás obispos responsables de las diócesis extremeñas, trata en la Santa Sede de las siguientes alternativas: primera, que Guadalupe dependa directamente de la Diócesis de Plasencia; segunda, establecer una prelatura territorial con el santuario y el pueblo, que forme parte de la provincia eclesiástica de Extremadura, y tercera, que el santuario dependa directamente de la Santa Sede. Y es arzobispo de la archidiócesis de Toledo desde 2020 el también afable don Francisco Cerro Chaves, de nacencia extremeña.
  5. Es posible, y deseable, que el papa Francisco catalice el asunto corriendo la tercera década del siglo XXI. Es justo y necesario humo verde, blanco y negro que ponga pronto fin al silencio sobre la reivindicación eclesial extremeña.

 

AGRADECIMIENTOS Y RECUERDOS

A José Pastor González, mi padre, por interesarme en los asuntos de Guadalupe durante su vida.

A las personas que han organizado durante cincuenta años los Coloquios Históricos de Extremadura. En particular, a mi primo Vicente Pastor González, quien hasta el final de su vida sumó para llegar a la efeméride que hoy celebramos.

Durante la redacción del presente trabajo he recordado a mis amigos Gregorio Carrasco Montero y Elpidio Bernáldez Solano, ambos fallecidos, con quienes he reivindicado muchos años sobre el asunto del presente trabajo.

 

 

 

 

 

 

[1] SÁNCHEZ MARROYO, Fernando, “Introducción”, en SÁNCHEZ MARROYO, Fernando (dir.), Extremadura. La Historia, “HOY” Diario de Extremadura C.M.E.S.A., Badajoz, Jiménez Godoy, S.A., 1997, vol. 1, págs. 6-7.

[2]ÁLVAREZ ÁLVAREZ, Arturo, “¿Cuándo nació Guadalupe a la Historia? ¿Alfonso X o Alfonso XI?, Guadalupe, 1983, 662, 11-19.

[3] PERRIN, Adèle, “Plenitud de Guadalupe en el siglo XVI”, Guadalupe, 1992,715, 53-77.

[4] GARCÍA, Sebastián, Corpus Bibliographicum Guadalupense, Sevilla, Ediciones Guadalupe, 2002.

[5] FERNÁNDEZ FIGUERAS, Manuel (coord.), Raíces de Guadalupe, Cáceres, Artes Gráficas Palermo, 2015.

[6] PASTOR VILLEGAS, José, “El último Ayuntamiento de Guadalupe (Cáceres) de la II República y reconocimiento conexo en 2009”, Revista de Estudios Extremeños, 2015, 71(número extraordinario), 595-616.

[7] PASTOR VILLEGAS, José, “Apuntes sobre los Reales Hospitales de Guadalupe en la Ilustración y tres insignes científicos extremeños conexos con las reformas sanitarias ilustradas”, en Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura, XLVI Coloquios Históricos de Extremadura, Ciempozuelos (Madrid), Estilo Estugraf Impresores, 2018, págs. 571-589.

[8] GONZÁLEZ-Haba, José María, “Guadalupe extremeña y su situación eclesiástica”, en Asociación Coloquios Históricos de Extremadura, Coloquios Históricos de Extremadura 2006.

[9] PASTOR VILLEGAS, José, “Guadalupe y Extremadura. Dialogue, señor arzobispo”, El Periódico Extremadura, martes 8 de junio de 2010, 5.

[10] PASTOR VILLEGAS, José, “La Puebla y Villa de Guadalupe (39.45o N, 5.33o W), universal: apuntes de mis recuerdos e investigaciones (1927-2017)”, Revista de Estudios Extremeños, 2017, 73(2), 2147-2184.

[11] Libro Blanco de la Iglesia en Extremadura, Imprenta Sánchez Rodrigo, Plasencia (Cáceres), 1977.

[12] Boletín Oficial del Obispado de Coria-Cáceres, diciembre 1981, 473.

[13] ERASMO, “Un atentado contra Extremadura”, Pueblo Extremeño núm. 0, 29 de diciembre de 1986.

[14] GONZÁLEZ MARTÍN, Adrián, “Nueva Provincia Eclesiástica: Mérida-Badajoz, en Extremadura”, Guadalupe, 729-730, 52-54.

[15] BASTANTE, Jesús, “Los obispos extremeños plantean a la Santa Sede que Guadalupe pase a formar parte de Plasencia”, ABC, lunes 9 de julio de 2001, 70.

[16] Hoy. Diario Regional, domingo 7 de junio de 2015, 11.

[17] Hoy. Diario Regional, miércoles 23 de octubre de 2019, 16.

[18] Hoy Diario Regional, jueves 7 de noviembre de 2019, 14.

[19] SÁNCHEZ, Jesús, “Motivos Eclesiales”, El Periódico Extremadura, domingo 14 de septiembre de 2003, 7.

[20] RUBIO TADEO, Modesto, “Guadalupe Extremeño”, El Periódico Extremadura, 22 de octubre de 2003.

[21] FERNÁNDEZ PEÑA, Felipe, “Guadalupe, te queremos pero no te queremos [tenemos], Hoy. Diario Regional, viernes 8 de septiembre de 2006.

[22] CARRASCO, Gregorio, “Guadalupe, cuestión de generosidad (I) y “Guadalupe, cuestión de generosidad (II), El Periódico Extremadura, 19 y 20 de noviembre de 2006.

[23] COLECTIVO ALCONÉTAR, “Guadalupe, una frustración, un proyecto”, Hoy. Diario Regional, sábado 13 de diciembre de 2008”, 26.

[24] RODRÍGUEZ NÚÑEZ, Teresiano, “Guadalupe entra en la Asamblea”, Hoy. Diario Regional, sábado 20 de febrero de 2010, 26.

[25] CARRASCO MONTERO, Gregorio, “La franja de la diócesis de Toledo”, El Periódico Extremadura, 22 de mayo de 2010.

[26] CALLEJO, Alfonso, “Guadalupe”, Hoy. Diario Regional, martes 30 de marzo de 2010.

[27] GONZÁLEZ-HABA, José María, “¿Por qué Guadalupe sigue en Toledo?, El Periódico Extremadura, jueves 1 de julio de 2010, 5.

[28] ARADILLAS, Antonio, “Guadalupe: Más escándalo”, El Periódico Extremadura, 28 de marzo de 2011.

[29] GUERRA, Antonio, “Guadalupe, un Gibraltar toledano”, El Periódico Extremadura, lunes 18 de junio de 2012, 5.

[30] GONZÁLEZ-HABA, José María, “¿Será con este Papa?”, Hoy. Diario Regional, lunes 9 de septiembre de 2013, 18.

[31] GONZÁLEZ-HABA, José María, “El Tratado de Alcañices”, Hoy. Diario Regional, jueves 3 de septiembre de 2015, 18.

[32] GONZÁLEZ-HABA, José María, “¿La provincia eclesiástica de Extremadura?”, Hoy. Diario Regional, sábado 17 de octubre de 2015, 16.

[33] ALONSO DE LA TORRE, J. R.,” ¿Cómo conseguir Guadalupe?”, Hoy. Diario Regional, 5 de septiembre de 2017, 56.

[34] CRUZ ESCUDERO, Jaime, “Guadalupe, extremeña”, Hoy. Diario Regional, 7 de julio de 2018, 28.

[35] RODRÍGUEZ NÚÑEZ, Teresiano, “A vueltas con la Virgen de Guadalupe”, Hoy. Diario Regional, sábado 8 de septiembre de 2018, 26.

[36] ÁLVAREZ BUIZA, Jaime, “El Papa, Guadalupe y un fraile lego”, Hoy. Diario Regional, 22 de septiembre de 2018, 30.

[37]RODRÍGUEZ NÚÑEZ, Teresiano, “Guadalupe…siempre”, Hoy. Diario Regional, 22 de febrero de 2020, 29.

[38] TAMAYO, Juan José, “Preguntas”, El Periódico Extremadura, jueves 14 de marzo de 2013, 38.

[39] El Periódico Extremadura, Cáceres, viernes 15 de marzo de 2013.

[40] GUERRA, José Luis, El Periódico Extremadura, Cáceres, 24 de marzo de 2013, 24-25.

[41] El Periódico Extremadura, sábado 28 de diciembre de 2019, 7.

[42] Hoy. Diario Regional, sábado 11 de enero de 2020, 19.

[43] Hoy. Diario Regional, domingo 12 de enero de 2012, 8.

[44] Hoy. Diario Regional, martes 22 de junio de 2021.

[45] Conferencia Episcopal Española, Madrid.

[46] Hoy. Diario Regional, lunes 2 de marzo de 2020, 3.

Nov 192018
 

 Prof. Dr. J. Pastor Villegas

josepastorvillegas@gmail.com

 

  1. INTRODUCCIÓN

Como es bien conocido, Extremadura es una región con unidad de Audiencia Territorial desde 1791, división administrativa biprovincial desde 1833 y otras divisiones.

Menos conocido es que las dos capitales de provincia, Cáceres y Badajoz, pertenecientes a los distritos universitarios de Salamanca y Sevilla, aspiraron a estudios superiores, discontinua e independientemente, en diferentes regímenes políticos de la Edad Contemporánea.

Las aspiraciones universitarias comenzaron a ser realidad en 1968 y 1971, respectivamente; es decir, todavía en la dictadura franquista (1939-1975). Tras la Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa[1], se decretó crear la Universidad de Extremadura en 1973[2], gran logro porque era la única región española sin universidad.

Antes de la fecha de creación de la Universidad de Extremadura hubo estudios universitarios en Badajoz desde 1968 y en Cáceres desde 1971, dependientes de la Universidad de Sevilla y de la Universidad de Salamanca, respectivamente. Así pues, considero preuniversidad de Extremadura desde 1968 a 1973, es decir, años en que las provincias de Badajoz y Cáceres todavía pertenecían a los distritos universitarios de Sevilla y Salamanca, respectivamente.

En sus diez primeros años, la Universidad de Extremadura, se desarrolló dividida en los semidistritos universitarios de Badajoz y Cáceres, en tres etapas: últimos años de la dictadura franquista (1973-1975) y los subsiguientes años de la transición democrática[3]: transición institucional (1976-1978) y transición a la consolidación democrática (1978-1982). El año 1975 corresponde a la muerte de Francisco Franco Bahamonde y a la proclamación de Juan Carlos de Borbón y Borbón como rey, el año 1978 a la aprobación en referéndum de la Constitución Española y el año 1982 a las elecciones generales tras las que se inició mayor estabilidad democrática que en los anteriores.

La motivación principal para redactar esta aportación a los XLVII Coloquios Históricos de Extremadura, dedicados al VIII Centenario de la fundación de la Universidad de Salamanca, es haber realizado mis primeros estudios académicos en Cáceres, dependiente de la universidad salmantina, y el hecho de aprobar el curso preuniversitario en la Universidad de Sevilla y haber sido alumno de la primera promoción (1968-1973) de la Facultad de Ciencias de Badajoz, dependiente de la universidad sevillana, en la que obtuve la Licenciatura en Ciencias Químicas. Además, mi vinculación con la Universidad de Extremadura, en la que obtuve el Doctorado en Ciencias (Sección de Químicas) y haber sido Profesor Agregado Numerario de Física y Química y Catedrático de Escuelas Universitarias (Área de Química Inorgánica).

A mi motivación académica, añado la consideración de que la Universidad de Extremadura no surgió por generación espontánea en 1973 y que ni sus antecedentes, origen y desarrollo es insuficientemente conocido, al menos hasta la entrada en vigor de la Ley Orgánica 11/1983, de 25 agosto, de Reforma Universitaria[4]. Tan es así que estando casi finalizado el presente trabajo leo en un artículo de opinión reciente[5] los interrogantes: ¿Conoce la sociedad extremeña en profundidad la Universidad de Extremadura?¿Cómo se financia?, etcétera.

Las fuentes consultadas en la redacción del presente trabajo han sido del archivo-biblioteca del autor y de otros archivos y bibliotecas, algunas muy poco conocidas.

 

  1. ANTECEDENTES REMOTOS DE LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA E INICIO DE LA POLÉMICA PREUNIVERSITARIA

Los antecedentes remotos de la Universidad de Extremadura son anteriores a 1968, año inaugural de la Facultad de Ciencias de Badajoz (Universidad de Sevilla).

En opinión del autor[6], como antecedente universitario más remoto en Extremadura se puede considerar la docencia e investigación en los Reales Hospitales de la Puebla y Villa de Guadalupe durante la Orden Jerónima (1389-1835); hubo cuatro hospitales importantes (Hospital de San Juan Bautista, Hospital de Mujeres, Hospital Monástico y Hospital de la Pasión) dependientes casi exclusivamente del Real Monasterio de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe, y una botica monacal importante en el propio monasterio, en la que se pudo aprender la profesión de boticario. No obstante, no se otorgaron títulos profesionales.

El primer centro universitario extremeño fue establecido en el Seminario Conciliar de San Atón de Badajoz en la última década del siglo XVIII, cuyo origen es 1664. Por Real Cédula del rey Carlos IV y Provisión del Supremo Consejo de Castilla, dada en Madrid el 17 de agosto de 1793, se establecieron cuatro cátedras: Artes, Teología, Leyes y Cánones; la actividad docente comenzó el 18 de octubre de 1793. Dicho centro universitario fue anterior al Instituto de Secundaria de Badajoz, establecido por el Plan Pidal e inaugurado el 15 de noviembre de 1845 en dicho seminario; con posterioridad a esta fecha, fue un centro eclesiástico para la formación de eclesiásticos[7].

La villa de Cáceres, capital de la Alta Extremadura, perteneciente al distrito universitario de Salamanca, y geográficamente más centrada en Extremadura que la capital de Badajoz, consiguió dos universidades en el siglo XIX con menor duración cada una de ellas que el centro universitario de Badajoz mencionado. En primer lugar, consiguió la Universidad Literaria de Cáceres en el reinado de Isabel II por Decreto de la Junta Superior Gubernativa de la Provincia de Cáceres de 10 de octubre de 1840[8], cuya exposición de motivos es muy interesante. La segunda universidad conseguida fue la Universidad Libre de Cáceres en el Sexenio Democrático, consecuencia del Decreto de 14 de enero de 1869[9]. Esta universidad, que llegó tener Facultades de Jurisprudencia, Filosofía y Letras y de Ciencias, fue acordada por la Diputación Provincial en la sesión de 8 de septiembre de ese año, e inaugurada el 3 de octubre. El discurso inaugural lo pronunció Felipe Calzado Pedrilla, su primer Rector, en el Paraninfo del Instituto de Segunda Enseñanza, instalado en lo que fue sacristía de la iglesia de los jesuitas[10], quien comenzó justificando la necesidad de la Universidad[11].

Ambas universidades de Cáceres tuvieron vida efímera. La primera, surgida tras la creación del Instituto de Segunda Enseñanza de Cáceres el año anterior, fue convertida al año siguiente, al mismo tiempo que la de Murcia, en instituto de segunda enseñanza (que nunca había dejado de funcionar) por razones de peso. La segunda, dependiente de las subvenciones que debían proporcionales las debilitadas corporaciones locales, no pudo terminar el segundo curso de funcionamiento; la Diputación Provincial de Cáceres decidió el cierre[12].

Así pues, hay antecedentes universitarios remotos en Badajoz y Cáceres al final de la Ilustración Española y al principio del Sexenio Democrático, respectivamente. No obstante, no hubo continuidad de las universidades provinciales extremeñas de los siglos XVIII y XIX.

En el siglo XX, antes de la Guerra Civil Española, hubo algunos intentos de creación de universidad o universidades, pero no cristalizaron; los hubo cada vez más significativos en Badajoz y Cáceres en la segunda mitad del siglo XX.

Un antecedente universitario remoto en Badajoz en la década de 1950 fue el Colegio Extremeño de Estudios Universitarios, promovido por la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, cuyos profesores eran funcionarios y profesionales liberales de la capital pacense. Otro es la petición en 1951 de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio de San José, que en Villafranca de Barros regentaba la Orden Jesuita, de fundar una universidad en Extremadura, que debería ser acogida por todos los extremeños y apoyada con todo entusiasmo por tres razones: los estudiantes extremeños son numerosos, Extremadura era la única región española sin universidad y la consideración de que la solución de la problemática extremeña había de empezar por la formación integral de los propios extremeños[13].

Un antecedente universitario remoto fue también el acuerdo de la Diputación Provincial de Cáceres de 11 de octubre de 1961 de solicitar la creación de una Facultad de Farmacia, dependiente del distrito universitario de Salamanca, con motivo de la moción presentada por el vicepresidente Simón Rodas Serrano[14], quien argumentó que las cuatro Facultades de Farmacia de entonces estaban en Madrid, Granada, Santiago de Compostela y Barcelona, a 301, 514, 640 y 926 km de Cáceres, respectivamente; que la flora de la provincia de Cáceres era muy importante y que podría tener alumnos de Salamanca, Ávila, Toledo y Badajoz, distantes 214, 234, 269 y 90 km, respectivamente. En mi opinión, las razones eran objetivas para reivindicar con continuidad la concesión de dicha facultad, la cual después se concedió a la Universidad de Salamanca.

Otro ejemplo es la reivindicación de una Escuela de Peritos Agrícolas por la Diputación y el Ayuntamiento de Cáceres tras ser aprobado el Primer Plan de Desarrollo para el cuatrienio 1964-1967. No se consiguió nada porque el mismo día en que la comisión cacereña visitó al ministro, éste recibió también a una comisión de Badajoz, con la misma pretensión; el Consejo de ministros celebrado el 6 de diciembre decidió que el centro solicitado se ubicara en la ciudad de Lugo. Más detalles aporta Lope Hernández en un interesante artículo periodístico[15].

A estos ejemplos se pueden sumar otros que demuestran la torpeza de cada provincia en sus gestiones tendentes a la consecución de centros universitarios dependientes de una de las universidades más próximas o a la consecución de una universidad con sede en la capital de la provincia solicitante. Un editorial de 1967[16] ilustra bien la polémica preuniversitaria; finaliza así:

 

“Por lo que a Badajoz respecta, estamos bien seguros de que su población comprende y comparte los afanes culturales y docentes de la otra provincia extremeña. Y así, se alegró en el alma de su éxito cuando alcanzó a tener la Universidad Laboral que tan señalado beneficio y atención estatal significa. Y estamos totalmente seguros de esa correspondencia de la población hermana para nuestros sueños universitarios, que, en realidad tienen nuestra vida actual, suponen en acto de justicia que por multiplicadas y excepcionales razones se nos dice y llevan por delante todo el anticipado quehacer y los firmes pasos que ya hemos dado. Ahora bien, si queremos que llegue a crearse una Universidad de Extremadura, es necesario que no surja división obstaculizadora entre las dos provincias que integran la región, sino que se aúne el esfuerzo a favor de la que lleve recorrido más terreno. Y creemos sinceramente que lo lleva Badajoz”.

Señalo también que no hubo comunicación o acuerdo alguno reivindicando una necesaria universidad en Extremadura en los Congresos de Estudios Extremeños celebrados en diferentes poblaciones extremeñas en las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado.

 

 

  1. ANTECEDENTES PRÓXIMOS DE LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA Y CONTINUACIÓN DE LA POLÉMICA PREUNIVERSITARIA

El primer antecedente próximo de la Universidad de Extremadura fue la Facultad de Ciencias de Badajoz, dependiente de la Universidad de Sevilla. Siguieron como antecedentes próximos el Colegio Universitario de Cáceres, dependiente de la Universidad de Salamanca, y la pretensión de la Universidad de Extremadura Hispanoamericana.

 

3.1. Facultad de Ciencias de Badajoz, dependiente de la Universidad de Sevilla

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, el pacense Adolfo Díaz-Ambrona, comunicó al Gobierno civil de Badajoz y al director del periódico HOY, que era entonces Gregorio Herminio Pinilla Yubero, sendos telegramas comunicando el día 22 de mayo de 1968 que el Consejo de ministros había autorizado la creación en Badajoz de una Facultad universitaria[17]. El texto literal del telegrama publicado fue:

 

“Decreto ley aprobado hoy Consejo de ministros autoriza creación Badajoz una Facultad Universitaria atendiendo legítimas aspiraciones Región Extremeña. Díaz Ambrona”.

 

Este telegrama fue contestado por mencionado director con este otro al ministro:

 

“Agradecidísimo noticia creación Facultad Universitaria Badajoz, preludio futura Universidad, por la que tanto luchó HOY en los treinta y cinco años de su existencia. Recibe sincera felicitación como extremeño y gratitud como miembro Gobierno que la ha concedido y por tus gestiones personales en la consecución. Abrazos, Pinilla, director de HOY”.

 

El Decreto-Ley 5/1968, de 6 de junio, autorizó el establecimiento de una Facultad universitaria en Santander, en San Sebastián y en Badajoz[18]. No se precisaba qué Facultad se concedía, disponiéndose en el mes de julio siguiente el establecimiento de las Facultades de Ciencias en Santander y Badajoz y de Derecho en San Sebastián, dependientes de sus respectivos distritos universitarios[19]. En octubre siguiente se publicó el nombramiento de Decano-Comisario de la Facultad de Ciencias de Badajoz a José María Viguera Lobo, que era entonces Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia[20].

La Facultad de Ciencias de Badajoz y el curso académico 1968-1969 fueron declarados inaugurados por José Luis Villar Palasí, Ministro de Educación y Ciencia, el 5 de noviembre de 1973. Los discursos académicos pronunciados por el Ministro y el Decano en el acto inaugural están recogidos en la publicación oficial 15 años de la Universidad de Extremadura[21]. El Ministro recibió la Medalla de oro de la Diputación Provincial de Badajoz y la Medalla de oro del Ayuntamiento de la capital pacense, quien, según un editorial, sobradamente merecía las distinciones por haber sabido hacer justicia y era principio de la futura Universidad Extremeña[22]. Por Orden de 23 de junio de 1970 se creó la Sección de Químicas y se aprobó su Plan de Estudios[23].

La Facultad pacense comenzó impartiendo la Licenciatura en Ciencias Químicas y primer curso de Escuelas Técnicas Superiores en una parte del Colegio de Salesianos “Ramón Izquierdo”, en donde siguió hasta ser inaugurado el Campus de Badajoz, cuya construcción se activó en terrenos cedidos por la Diputación provincial y el Ayuntamiento de Badajoz al Estado en 1972. Los terrenos cedidos fueron 397 841 metros cuadrados que formaban parte de la finca Rincón de la Paloma, a la derecha de la carretera Madrid-Lisboa[24].

En el curso académico 1972-1973 se impartió el quinto curso. En ese curso académico, obtuvimos la Licenciatura en Ciencias (Sección Químicas) los primeros licenciados universitarios de Extremadura. En la orla, expuesta en la Facultad de Ciencias de Badajoz, de izquierda a derecha figuran algunos de nuestros profesores: los doctores don Benito Mahedero Balsera, don Juan Remón Camacho, el ya mencionado Decano don José María Viguera Lobo, don Santiago Vicente Pérez y don Antón Civit Breu.

Se han cumplido cincuenta años de la creación de la Facultad de Ciencias de Badajoz, dependiente de la Universidad de Sevilla. El autor de este trabajo era entonces Maestro de Enseñanza Primaria por la Escuela de Magisterio de Cáceres, con plaza ganada en el Cuerpo del Magisterio Nacional, y aspiraba a obtener una licenciatura universitaria en ciencias experimentales o en ingeniería en la década de los 60. Creada la Facultad de Ciencias de Badajoz, trabajé en la docencia particular por la mañana para financiarme los estudios universitarios, y viajé casi a diario por la tarde para obtener la Licenciatura en Ciencias (Sección de Químicas) en 1973, es decir, formé parte de la primera promoción (1968-1973); fui el primer cacereño que obtuvo un título universitario en Extremadura.

3.2. Colegio Universitario de Cáceres, dependiente de la Universidad de Salamanca

La concesión a Badajoz de la Facultad de Ciencias causó decepción en la provincia de Cáceres. Germán Sellers de Paz[25] escribió hace cincuenta años un artículo de opinión en el manifestó que la falta de coordinación y de política de continuidad fueron los motivos de que Cáceres no consiguiera alguna Facultad en la reestructuración universitaria del ministro José Luis Villar Palasí, finalizando así:

 

“Aparte de nuestra decepción como cacereños, que no debemos olvidar e incluso exteriorizarla cada vez que sea necesario; estimamos que debemos ponernos de nuevo en marcha.

No haríamos justicia si silenciásemos el interés puesto desde su llegada a la provincia por el gobernador civil, señor Trillo-Figueroa, en la creación de Centros Universitarios para Cáceres e incluso en la creación de la Universidad de Extremadura, “sin rivalidad aldeana en cuanto a su capitalidad”. Ello nos hace pensar que aún puede ganarse tiempo perdido.

Pero no olvidemos se trata de una empresa importante y seria, en la que debemos poner nuestros esfuerzos todos a una.

¡Ah! Y si vamos a trabajar, dejemos en este mismo momento el pesimismo que nos frene; pero, ¡cuidado con el optimismo!, no se nos vaya la fuerza en salvas”.

En mi opinión, tras la consecución de la Facultad de Ciencias por Badajoz, la Diputación y el Ayuntamiento de Cáceres, espoleados por la decepción, comenzaron a trabajar mejor. Hasta entonces, 1968, en las peticiones de creación de centros universitarios para Cáceres se seguía un método ineficaz[26].

El cambio de método de trabajo, constituyéndose una Comisión Gestora presidida por Valentín Gutiérrez Durán (gobernador Civil de Cáceres) y una Comisión Ejecutiva surtió efecto y se llegó a la consecución del Colegio Universitario de Cáceres, dirigido por el Prof. Dr. Ricardo Senabre Sempere, dependiente de la Universidad de Salamanca. Su sede, inaugurada el 16 de octubre de 1971, fue el edificio de la Fundación Valhondo Calaff; hubo reunión del Patronato del Colegio con las autoridades académicas y otros actos en el Instituto de Bachillerato el Brocense. Se inauguró el curso general de toda la Universidad de Salamanca por su rector magnífico Felipe Lucena Conde[27]; fue un día histórico para Cáceres, como lo fue para Badajoz la inauguración de la Facultad de Ciencias casi tres años antes.

El Director del Colegio Universitario de Cáceres repasó lo conseguido tras tres años de funcionamiento[28]; afirmó que fue un logro de la provincia que lo promocionó y que lo costeaba. Y, entendiendo que el centro universitario no solo debía proporcionar enseñanzas en las aulas, apoyó en la medida de sus posibilidades las iniciativas de la sociedad circundante.

Sin duda, el Colegio Universitario de Cáceres equilibró las aspiraciones de Cáceres en la preuniversidad de Extremadura. Años más tarde, el Prof. Dr. Ricardo Senabre Sempere se despidió del cargo de Decano de la Facultad de Filosofía y Letras en 1983 con una lección magistral[29]; señaló:

 

“No hay una gestión eficaz al frente de cualquier organismo público, si no está cimentada en la ética. Todo lo demás se puede aprender, pero la moral es algo que si no se tiene no se alcanza jamás”.

 

Sin duda, al pronunciar estas palabras tuvo en cuenta los tiempos difíciles de su gestión. Con el compartí, tolerancia cero en una incipiente corrupción en la Universidad de Extremadura que más adelante se menciona.

En la inauguración del curso académico 1971-1972, se le concedió la insignia de oro de la Diputación Provincial de Cáceres. Años después, siendo catedrático de la Universidad de Salamanca, fue distinguido con la concesión de la Medalla de Extremadura en 1986[30] y con la Distinción de Hijo Adoptivo de Cáceres en 1997[31].

 

3.3. Universidad Hispanoamericana de Extremadura

El tercer antecedente próximo de la Universidad de Extremadura fue la Universidad Hispanoamericana de Extremadura, objetivo del III Plan de Desarrollo Económico y Social para 1972-1975[32]. Así consta en el resumen general de los objetivos universitarios previstos:

 

“Crear seis nuevas Universidades en Córdoba, Málaga, Santander, Universidad Hispanoamericana de Extremadura, Nueva Universidad de Madrid y Universidad Nacional de Educación Libre a Distancia y preparar el número de puestos necesarios para cubrir el doble objetivo de la extensión del sistema y de la descongestión de centros”.

 

Obviamente, la noticia tuvo un gran impacto social en Extremadura (agradecimientos, manifestaciones de júbilo, ofrecimiento de terrenos, etcétera) porque era la única región española sin universidad y el objetivo universitario llevaba el nombre de la región y el apellido hispanoamericano. El nombre y apellido eran evocadores de unión regional en el futuro y de reforzamiento también de la vinculación de Extremadura con Hispanoamérica. En general, los periódicos extremeños de la época coincidían en señalar el agradecimiento al régimen político mediante manifestaciones, editoriales y artículos de opinión.

En el IV Congreso de Estudios Extremeños celebrado en Mérida en 1972, hubo una propuesta interesante de Fernando Bravo y Bravo sobre la cuestión de dónde situar la Universidad en Extremadura, en la que refleja la situación administrativa de Extremadura[33]:

 

“Extremadura es una región natural que vive bajo el estigma de la división, pues si en el aspecto administrativo la vemos escindida en dos provincias, en el orden religioso una zona depende del arzobispado de Sevilla y otra zona del Arzobispado de Toledo, en el ámbito militar la Alta Extremadura se inscribe en la Capitanía General de Madrid y la Baja Extremadura lo hace en la Capitanía General de Sevilla. Como por casualidad se conserva la unidad en el Distrito Minero y en la Audiencia Territorial.

Hasta hace poco Extremadura era la única región de España que no poseía Universidad; pero las constantes gestiones y el incesante laborar de ambas provincias han logrado que en el próximo PLAN DE DESARROLLO se incluya la realización de la Universidad Hispanoamericana.

Pero…Pero su residenciación o localización es objeto de división, pues se adscriben diversas Facultades a varias ciudades, con perjuicio de la unidad, y a pesar de haber un núcleo de población que por su importancia actual, por su resonante prestigio histórico, por su inmejorable emplazamiento geográfico y por la facilidad de sus comunicaciones (estoy citando a MÉRIDA) está naturalmente clamando, de manera patente e incontrovertible, para ser la sede de la Universidad extremeña, y, por ello, propongo que el Congreso acoja esta propuesta, y lo haga saber así a los Gobiernos civiles y Diputaciones provinciales de Badajoz y de Cáceres, y al Ministerio de Educación y Ciencia”.

 

La revista Alcántara, editada por los Servicios Culturales de la Diputación Provincial de Cáceres, destacó que las profundas discrepancias sobre la ubicación de los centros universitarios estaban retrasando su puesta en marcha. Su posicionamiento en 1972 fue el de una Universidad compartida[34].

Concerniente al asunto Universidad, Enrique Sánchez de León Pérez[35], político pacense, recordó que tras la aprobación del III Plan de Desarrollo Económico y Social hubo:

Intereses de los rectores de las universidades de Salamanca y Sevilla para que no se creara un nuevo distrito universitario en Extremadura.

Discrepancias entre las dos provincias extremeñas sobre la localización de la futura universidad extremeña.

Posible creación de facultades aisladas en vez de distrito propio.

Inhibición de las autoridades del Ministerio de Educación y Ciencia, llegando a decidirse en pleno mes de agosto de 1972 que todas la universidades empezaran en el curso siguiente, menos la Hispanoamericana de Extremadura.

Apropiación de los gobernadores civiles de ambas provincias del asunto.

Asimismo, afirmó que dirigió una dura carta al titular ministerial, exponiéndole la necesidad de una sola Universidad donde dijese la Dirección General de Universidades, oídas todas las opiniones. Y todo ello para evitar que la futura universidad naciera dividida.

Así pues, antes de la creación de la Universidad de Extremadura continuó la polémica universitaria principalmente por el fuerte provincianismo regional secular. La posición de Badajoz era universidad única, no compartida, con Rectorado en la capital pacense. En cambio, la posición de Cáceres era la de universidad compartida.

Añado al finalizar este epígrafe que no hay que confundir la Universidad Hispanoamericana, que no llegó a establecerse, con la Universidad Laboral Hispanoamericana de Cáceres, cuyos antecedentes son de principios de la década de 1950[36] e inauguración el 4 de noviembre de 1967[37].

 

  1. ORIGEN Y DESARROLLO DE LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA EN SEMIDISTRITOS UNIVERSITARIOS

La Universidad Hispanoamericana de Extremadura no se creó, pero ¡Extremadura tiene universidad desde el día 11 de mayo de 1973! En los epígrafes que siguen se trata de su creación y de su desarrollo hasta 1983, que fue también polémico.

 

4.1. Decreto de creación

Siendo ministro de Educación y Ciencia José Luis Villar Palasí, la Universidad de Extremadura fue creada por el ya referenciado Decreto 991/1973, disponiéndose:

 

“Artículo primero.—Se crea la Universidad de Extremadura, cuyo distrito estará constituido por las provincias de Cáceres y Badajoz.

Artículo segundo.—En la Universidad de Extremadura se integran la Facultad de Ciencias de Badajoz, las Escuelas Universitarias del Profesorado de Educación General Básica de Cáceres y Badajoz, y la Escuela de Ingeniería Técnica Agrícola de Badajoz y se adscribe el Colegio Universitario de Cáceres.

Artículo tercero.—Se autoriza al Ministerio de Educación y Ciencia para situar en Badajoz las Facultades científicas, médicas y demás afines y en Cáceres las humanísticas y jurídicas.

Artículo cuarto.—La Universidad de Extremadura estará regida por un Rector, auxiliado por dos Vicerrectores, con residencia estos últimos en Badajoz y Cáceres, respectivamente. Asimismo, la Universidad dispondrá también de dos Secretarias Generales, situadas cada una de ellas en las capitales de provincia señaladas.

Artículo quinito.—Uno. Hasta tanto no sean designados con las formalidades establecidas en la legislación vigente los órganos de gobierno de la Universidad, se crea una Comisión Gestora, que se encargará de las funciones docentes y administrativas precisas para su puesta en marcha y organización.

Dos. El Presidente, que habrá de ser Catedrático numerario de Universidad, será nombrado por el Ministro de Educación y Ciencia, quien designará además, a propuesta de aquél, los miembros que hayan de integrarla.

Artículo sexto.—Quedan autorizados los Ministros de Educación y Ciencia y Hacienda para dictar las disposiciones precisas para la aplicación de este Decreto.

Artículo séptimo.–El presente Decreto entrará en vigor al siguiente día de su publicación en el Boletín Oficial del Estado”.

 

Con este Decreto salomónico e insólito por sus peculiaridades de multicampus y sin fijación de la sede universitaria, innovación sin precedentes en España, indicaba que durante la gestación de la Universidad no habían existido acuerdos interprovinciales. No produjo el mismo entusiasmo en ambas provincias extremeñas, pero finalizó un largo proceso de gestación de estudios universitarios para Extremadura con desacuerdos durante años, con gestiones que dejaron mucho que desear en muchos momentos.

La noticia de la creación de la Universidad de Extremadura fue recogida en las portadas de los periódicos de la región de manera diferente. En Cáceres, se vivió con triunfalismo porque su posicionamiento en la polémica universitaria fue compartir, mientras que Badajoz solicitaba toda la Universidad. Diez años después, el periódico Extremadura recordó detalladamente lo acontecido en la tarde del 13 de abril de 1973 y la mañana siguiente; incluye también la primera fotografía, certificada, tras conocerse la gran noticia, en la que figuran Valentín Gutiérrez Durán, gobernador civil; Felipe Camisón Asensio, presidente de la Diputación Provincial de Cáceres; Alfonso Díaz-Bustamante y Quijano, alcalde de Cáceres; Ricardo Senabre Sempere, director del Colegio Universitario de Cáceres; y quince personas más[38].

 

4.2. Primeros centros universitarios y su influencia inmediata en los semidistritos

Los primeros centros universitarios de la Universidad de Extremadura fueron los que están relacionados en la Tabla 1. Todos ellos mencionados en el decreto de creación de la Universidad de Extremadura. Tales centros tenían categoría universitaria antes de la creación de la Universidad de Extremadura; los centros del Semidistrito de Badajoz estaban adscritos a la Universidad de Sevilla y los del Semidistrito de Cáceres a la Universidad de Salamanca.

En el curso académico 1968-1969 solo había en Extremadura el centro universitario Facultad de Ciencias de Badajoz, dependiente de la Universidad de Sevilla. Las Escuelas Normales, que tenían la categoría de centros de enseñanza media, se integraron en la universidad tras la Ley General de Educación de 1970, con la denominación de Escuelas Universitarias de Formación del Profesorado de Educación General Básica; la Escuela de Cáceres fue integrada en la Universidad de Salamanca y la de Badajoz en la Universidad de Sevilla. En Badajoz, se había creado en 1968 la Escuela Técnica de Grado Medio de Ingeniería Agrícola, que se denominó Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola en 1972, integrándose en la Universidad de Sevilla. El Colegio Universitario de Filosofía y Letras de Cáceres, inaugurado en Cáceres en 1971 y adscrito a la Universidad de Salamanca, se integró con la misma denominación al crearse la Universidad de Extremadura.

No se transformó en Escuela Universitaria la Escuela Pericial de Comercio de Badajoz y dejó de existir en 1973. Tampoco se integró en la Universidad de Extremadura la Universidad Laboral Hispanoamericana, que existía en Cáceres desde final de la década de 1960, cuyo funcionamiento autónomo fue suprimido por la Ley General de Educación y Financiamiento de Educación de la Reforma Educativa, y fue reconocida como Centro Universitario Laboral no estatal, dedicado a la Formación Profesional de Primer Grado, Bachillerato Superior, General y Técnico, Curso de Orientación Universitaria, Formación Profesional de Segundo Grado, Estudios de Asistentes Sociales y de Idiomas[39].

Además de los centros mencionados, se creó el Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la Universidad de Extremadura, con sede principal en Badajoz, cuyo primer Director fue el Prof. Dr. Manuel Román Ceba, Catedrático de la Facultad de Ciencias[40]. Los ICEs fueron creados por Decreto 1678/1969 de 24 de julio, e integrados en las universidades españolas, naciendo con el triple objetivo de impulsar la investigación educativa, formar a los aspirantes a profesores de enseñanzas medias y ofrecer vías de mejora y perfeccionamiento de todos los niveles del sistema educativo[41]. En general, los ICEs fueron durante la transición democrática extraños y marginales; los universitarios no sabían muy bien lo que hacían, excepto montar cursos para profesores de Educación General Básica y de Bachillerato Unificado y Polivalente[42].

En la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de Cáceres comencé mi actividad académica en el curso académico 1974-1975 y después mi actividad investigadora en Badajoz. Por mi vinculación, primero como alumno y después como profesor, fui testigo de la influencia que los primeros centros universitarios fueron teniendo en la vida cotidiana de Badajoz, Cáceres y otras poblaciones en un cierto despertar de un largo letargo. En la prensa de Extremadura hay numerosas noticias de los acontecimientos universitarios que tuvieron repercusión social: conferencias, conmemoraciones patronales, primeras fiestas universitarias de “pasos de ecuador”, etcétera.

 

Tabla 1. Integración de centros universitarios en la Universidad de Extremadura

Nombre, creación, ubicación y dependencia anterior Nombre en la Universidad de Extremadura Semidistrito
Facultad de Ciencias de Badajoz, Decreto 1174/68 de 27 de julio, Universidad de Sevilla                                                                   Facultad de Ciencias, integrada desde la creación de la Universidad                                                           Badajoz
Escuela Universitaria del Profesorado de Educación General Básica de Cáceres, Decreto 1381/1972 de 25 de mayo, Universidad de Salamanca Escuela Universitaria del Profesorado de Educación General Básica de Cáceres, integrada desde la creación de la Universidad Cáceres
Escuela Universitaria del Profesorado de Educación General Básica de Badajoz, Decreto 1381/1972 de 25 de mayo, Universidad de Sevilla Escuela Universitaria del Profesorado de Educación General Básica de Badajoz, integrada desde la creación de la Universidad Badajoz
Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola, Decreto 1377/1972 de 10 de mayo,   Universidad de Sevilla Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola, integrada desde la creación de la Universidad Badajoz
Colegio Universitario de Cáceres, Decreto 2674/1971 de 7 de octubre,      

Universidad de Salamanca

Colegio Universitario de Cáceres, adscrito desde la creación de la Universidad. Se transformó en Facultad de Filología por Decreto 2714/1973 de 11 de octubre y en Facultad de Filosofía y Letras por Decreto 3255/1974 de 7 de noviembre Cáceres

Fuente: elaboración propia.

 

Tabla 1. Primeros centros universitarios de la Universidad de Extremadura.

 

4.3. Comisión Gestora y Rectorado

El decreto de creación de la Universidad de Extremadura disponía la creación de una Comisión Gestora, que se encargará de las funciones docentes y administrativas precisas para su puesta en marcha y organización.

El primer Presidente de la Comisión Gestora fue el ya mencionado José María Viguera Lobo, catedrático de la Facultad de Ciencias de Sevilla y Decano comisario de la Facultad de Ciencias de Badajoz desde el 20 de septiembre de 1968; fue nombrado el 2 de junio de 1973, tomó posesión del cargo el 11 de julio del mismo año y cesó el 4 de febrero de 1974. Su labor realizada fue detallada por Francisco Javier Viguera Rubio; la densa memoria de las gestiones que llevó a cabo en los 6 meses y 25 días de permanencia en el cargo está relacionada en 27 puntos[43]. Le sucedieron en el cargo Antón Civit Breu y Andrés Chordi Corbo, también catedráticos de la Facultad de Ciencias.

Antón Civit Breu y Andrés Chordi Corbo, también catedráticos de la Facultad de Ciencias, fueron los siguientes presidentes de la Comisión Gestora. El primero de ellos es autor de un dibujo, realizado el 17 de mayo de 1974[44], origen del Escudo de la Universidad de Extremadura[45] (Figura 1), que tiene en su centro una imagen de la Virgen de Guadalupe[46]. El tercer Presidente de la Comisión Gestora fue también Rector de la Universidad de Extremadura, elegido en 1977, cargo que desempeñó hasta 1981.

El segundo Rector elegido fue Guillermo Rodríguez-Izquierdo Gavala, desempeñando el cargo entre 1981 y 1984. Este candidato obtuvo el 19,31% de los votos emitidos, el profesor Cristóbal Valenzuela Calahorro obtuvo el 18,67%, el profesor Salvador Andrés Ordax obtuvo el 17,92% y el profesor Luis María López Guerra obtuvo el 11,52%; los dos primeros candidatos pertenecían al Semidistrito de Badajoz y el tercero y cuarto al Semidistrito de Cáceres. La participación del profesorado fue altísima: 97,6% el profesorado numerario; 93,2% los profesores no numerarios doctores y el 71,5% los profesores no numerarios no doctores. La participación del personal no docente fue también alta: 86,2%. La participación del alumnado fue solo del 31,1%. Del total 7509 (alumnado, profesorado y personal no docente) votaron 2717[47].

Los presidentes de la Comisión Gestora y dos primeros rectores, una vez cumplidos sus mandatos, dejaron de prestar servicio en la Universidad de Extremadura. En febrero de 1983, el recordado periodista Marciano Rivero Breña criticó negativamente la gestión de Civit Breu y la de Rodríguez-Izquierdo Zabala, y destacó la labor de Chordi Corbo, escribiendo acertadamente el párrafo que sigue[48]:

 

“El señor Chordi, bueno es recordarlo, ahora, nunca tuvo necesidad de enfrentarse a conflictos como el que ahora nos ocupa. Quizá porque a su visión de las cosas, condición imprescindible para todo buen profesor, se unía una buena mano izquierda para limar asperezas, superar injusticias y conjurar a tiempo posibles descontentos. Siquiera por el mucho esfuerzo que ello le supuso, bueno sería recuperar ahora la lección del profesor Chordi para ese aula magna que debe ser la Universidad de Extremadura. Una Universidad abierta y ancha como el horizonte. Sin compraventas de votos para ser rector o desequilibrios presupuestarios que pudieran limitarla. No entenderlo así sería tirar por la borda todo el sacrificio que significó su creación. Queremos suponer que son muchos los que tendrían que decir algo sobre el tema, a no ser que entiendan a la Universidad como un mero lugar para hacer carrera en la vida”.

 

Recuerdo del Prof. Dr. Andrés Chordi Corbo su lección magistral “La especialización de las células y el futuro del hombre”, pronunciada como catedrático de Microbiología, el 6 de octubre de 1975, en la apertura del curso académico 1975-1976. Asimismo, las conversaciones que mantuvimos durante los años siguientes al estar a mi cargo la Secretaría de la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas. En su despedida, no olvidó agradecer la ayuda que los secretarios de los centros universitarios le proporcionamos durante su gestión rectoral.

Recuerdo también que meses antes de finalizar su gestión rectoral obtuve plaza en el Cuerpo de Profesores Agregados de Física y Química en el primer concurso-oposición nacional convocado; fue una oposición a cuerpo universitario celebrada en Madrid. La Junta de Gobierno, que él presidía, acordó felicitarme el 26 de junio de 1981. Supongo que la felicitación se debió también a que por entonces se cuestionaba la formación, sin fundamento, de los licenciados en Ciencias por la Universidad de Extremadura.

Siendo rector Rodríguez-Izquierdo Gabala, los dos presidentes de la Comisión Gestora recibieron la Medalla de la Universidad en la apertura del curso 1983-1984, celebrada en Cáceres en octubre de 1983; la primera medalla se concedió a título póstumo y la segunda fue muy criticada. Además, recibieron tal distinción otras personas físicas y jurídicas: Prof. Dr. Andrés Chordi Corbo, Diego Castillo, Junta de Extremadura, Diputaciones provinciales de Badajoz y Cáceres, Ayuntamientos de Badajoz, Cáceres y Jarandilla de la Vera, Cajas de Ahorro de Badajoz, Cáceres y Plasencia, Fundación Valhondo Calaf de Cáceres y Fundación “La Soledad y San Manuel”, de Jarandilla. En total, 17 medallas[49].

Figura 1. Escudo de la Universidad de Extremadura, cuyo origen fue un dibujo del Prof. Dr. Antón Civit Breu realizado el 17 de mayo de 1974.

 

4.4. Nuevos centros en los semidistritos universitarios

Nuevos centros universitarios se crearon en la Universidad de Extremadura de 1975 a 1982. En estos años fue necesario crear conciencia regional que en Extremadura era prácticamente inexistente, iniciar la Preautonomía e implantar la Junta Regional, proceso relativamente lento hasta elaborar y aprobar el Estatuto de Autonomía de Extremadura, que fue aprobado definitivamente en 1983[50].

Como se puede observar en la Tabla 2, se crearon nuevos centros sin tener en cuenta las limitaciones del Decreto de creación de la Universidad de Extremadura. Obviamente, aumentaron los títulos, alumnado y profesorado. En mi opinión, demasiadas Escuelas Universitarias de Formación del Profesorado y de Enfermería, que formaron alumnos con planes de estudios diferentes.

De la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, inicialmente compartiendo edificio con la Facultad de Filosofía y Letras, y después en el edificio llamado Casa Grande[51], fui seleccionado Profesor de Física General y nombrado Secretario para su puesta en funcionamiento, formando parte del Claustro Constituyente. Como curiosidad señalo que durante algún tiempo tuve que confeccionar las nóminas del profesorado que costeaban al 50% la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Cácere

Tabla 2. Centros universitarios nuevos hasta 1982

Nombre, creación, ubicación y dependencia anterior Nombre en la Universidad de Extremadura Semidistrito
  Facultad de Medicina, Decreto 2713/1973 de 11 de octubre Badajoz
Escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios, Orden Ministerial de 28 de agosto de 1972, Universidad de Sevilla Adscrita a la Facultad de Medicina desde la creación de la Universidad. Cambió a Escuela Universitaria de Enfermería de la Seguridad Social por Real Decreto 2178/1977 de 23 de julio Badajoz
  Facultad de Derecho, Decreto 2714/1973 de 11 de octubre Cáceres
Escuela de Estudios Empresariales, Decreto 2006/1972 de 21 de julio Escuela de Estudios Empresariales, adscrita por Orden 24 de febrero de 1975 Cáceres
  Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de Badajoz por Decreto 2526/1975 de 9 de octubre Badajoz
  Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de Cáceres, Decreto 2526/1975 de 9 de octubre. Se transformó en Escuela Universitaria Politécnica por Real Decreto 906/1979 de 9 de marzo con la Escuela Universitarias de Arquitectura Técnica; después fue creada la Escuela de Informática (Real Decreto 1617/1982 de 28 junio) Cáceres
Escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios, Orden de la Dirección General de Universidades e Investigación de 15 de noviembre de 1971, Universidad de Salamanca Escuela Universitaria de Enfermería adscrita a la Universidad, Real Decreto 1327/1978 de 14 de abril Cáceres
  Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales por Real Decreto 1785/1982 de 24 de julio Badajoz
  Facultad de Veterinaria, Real Decreto 1786/1982 de 24 de julio Cáceres

Fuente: elaboración propia.

 

Tabla 2. Centros universitarios nuevos en los Semidistritos de Cáceres y Badajoz hasta 1982.

 

4.5. Polémicas en la Universidad de Extremadura hasta 1983  

En la Universidad de Extremadura hubo polémicas casi desde su creación, motivadas principalmente por falta de acuerdos interprovinciales entre dos provincias atrasadas y con diferencias seculares entre ellas. En las nuevas polémicas tuvieron protagonismo significativo las autoridades universitarias de ambos semidistritos.

La apertura del curso académico 1976-1977[52], celebrada en Badajoz el 13 de octubre de 1976, fue polémica. El Presidente de la Comisión Gestora dijo que había problemas de todo tipo, algunos generales de la Universidad y otros particulares de la Universidad de Extremadura. Solo el párrafo de su discurso que sigue refleja bien la tensión universitaria:

 

“El Decreto pone a nuestra Universidad en unas condiciones de Universidad singular, de la cual hasta la fecha ninguna ventaja se ha derivado, por lo que creemos llegado ya el momento de estudiar seriamente si a la Universidad de Extremadura le conviene seguir en esta situación de excepcionalidad o si le conviene tomar soluciones que la conviertan en una (o dos) Universidades, que podrían distinguirse de las demás circunstancias de tipo académico (entiéndase la orientación de sus enseñanzas en función de su autonomía universitaria), pero en lo legal serían, o deberían ser, exactamente iguales a las Universidades del resto del país. Cabe la posibilidad evidente, de seguir como estamos, en la espera de que, algún día, un Ministro resuelva lo que otro Ministro complicó. Pero tal solución hoy parece remota. Creemos que la solución debe partir de la Universidad en función solamente de la búsqueda de lo mejor para sus alumnos y del máximo aprovechamiento de sus medios al servicio de la región extremeña y de la Patria. Y a Extremadura y a España la Universidad de Extremadura les sirve mejor cuanto mejor es la calidad de su enseñanza, cuando más facilidades tiene su juventud para cursar aquellos estudios para los cuales se siente vocacionalmente llamada, cuando mejores son sus servicios asistenciales y de asesoría afines a la misma puestos al servicio de quien acuda a ella y, finalmente, cuando mayor es su prestigio”.

 

Años después, hecho escandaloso fue el hecho conocido públicamente en 1982 de que en la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de Cáceres había profesorado ejerciendo desde hacía años sin la titulación universitaria mínima, y que se cursaban estudios para conseguir el título de maestro por un plan de estudios extinguido[53]. Tal hecho, al parecer, era desconocido por quien fue directora de dicho centro universitario muchos años. Era entonces rector el ya mencionado Rodríguez-Izquierdo Zabala.

Otro hecho polémico fue la destitución de don Agustín Pérez Castellano, Vicegerente de la Universidad de Extremadura, en 1983. Este hecho motivo una carta pública del Prof. Dr. Ricardo Senabre Sempere, catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres, publicada con el título de “Atropellos en la Universidad”[54]. Esta carta motivó una denuncia rectoral de Rodríguez-Izquierdo Gabala ante el Juzgado de Guardia contra el autor de la carta por presunto desacato, en Badajoz, el día 21 de octubre de 1983, que fue desestimada por el Juzgado de Instrucción número 1 de la capital pacense, archivándose definitivamente el 2 de diciembre de ese año[55].

Antes de la decisión judicial, la denuncia rectoral motivó tensiones entre el Semidistrito de Cáceres y el Rectorado. Los medios de comunicación informaron que la Junta de la Facultad de Filosofía y Letras reunida el 25 de octubre de 1983 en sesión extraordinaria en un ambiente tenso había adoptado el acuerdo de pedir la dimisión del Rector (49 votos a favor, 4 en contra y 7 abstenciones) al considerar que la denuncia presentada constituía un gravísimo atentado contra la libertad de expresión y contra la capacidad crítica que debe ejercer todo universitario. Al día siguiente hubo una manifestación numerosa silenciosa (asistentes con la boca tapada con esparadrapo) desde mencionada facultad hasta la sede del Rectorado en Cáceres (Plaza de Caldereros), llegando a la invasión del Palacio de Rivera, en donde estaban reunidos el rector con el vicedecano y secretario de la Facultad de Filosofía y Letras, al grito de “queremos un rector y no un dictador”[56].

El personal no docente de la Universidad de Extremadura apoyó también al Prof. Dr. Ricardo Senabre Sempere. En un comunicado de fecha 25 de octubre de 1983[57], hecho público, manifestaron puntualizaciones interesantes.

En mi opinión, los escándalos rectorales de Rodríguez-Izquierdo Gabala influyeron para que se marchara él y el Gerente de la Universidad de Extremadura a principios de 1984. El primero, por ser jesuita, pasó a la Universidad de Comillas (Madrid), de la Compañía de Jesús, como Rector. Y el segundo, José Luis Masot Fernández, cesó a petición propia, trasladándose a la Junta de Andalucía.

La revista Alcántara recordó las vicisitudes del semidistrito cacereño hasta 1983. En particular, detalla las polémicas gestiones de la Comisión Gestora de la Universidad, presidida por su segundo presidente, y durante el Rectorado de Guillermo Rodríguez-Izquierdo Gabala, con autoridades civiles, autoridades universitarias, profesorado y alumnado[58].

 

 

  1. ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE LA UNIVERSIDAD EXTREMEÑA

En Badajoz, la Real Sociedad de Amigos del País de Badajoz y la Asociación de Amigos de la Universidad Extremeña (A.U.E.) fueron dos colectivos que canalizaron las aspiraciones de personas empeñadas en la creación de una Universidad en Extremadura. De ambos, fue más plural y abierto el segundo colectivo.

Antonio Uríbarri Murillo (Cáceres, 1931 – Badajoz, 2012), Presidente de la A.U.E. en 1973, pronunció en Zafra una conferencia interesante y muy poco conocida el 30 de noviembre de 1973[59]. El conferenciante distinguió dos etapas de la vida de la Asociación: antes y después de la creación de la Universidad de Extremadura.

En relación con la primera etapa, se dice dónde, cuándo, quiénes y para qué fundaron la Asociación que presidía. En uno de los párrafos, consta:

 

“La cultura, el hacer que los extremeños se sientan día a día, minuto a minuto, más libres, más dignos, más hombres, fue en definitiva lo que llevó a fundar la Asociación al grupo reunido en el Hotel Zurbarán de Badajoz, la tarde del día tres de agosto de 1968. No silenciaré sus nombres: Indalecio González Galán, Francisco Espada Camacho, Francisco Muñoz Alcántara, Fernando Vivas Ramajo y el más fuerte de todos ellos, José María Montes Caraballo, alma y vida de la Asociación. Así quedó plasmada esta idea en los Estatutos: La Asociación de Amigos de la Universidad ha sido creada por la aspiración regional de una Universidad para Extremadura, que sea instrumento y cauce de la elevación cultural, social y económica de sus hombres…”.

 

Creada la Universidad de Extremadura comenzó una segunda etapa de la Asociación, con los objetivos de comunicaciones, alojamientos, investigación y facultades. No debo omitir el párrafo referente a comunicaciones:

 

“Habrá que conseguir un nuevo trazado en la carretera Badajoz-Cáceres, a la que ya en 1968 llamó José María Montes, Autopista de la Universidad, provocando la hilaridad de los acomodados, de los prudentes y de los conservadores. Las dos sedes universitarias de Extremadura deben estar unidas por una de las llamadas REDIA, cuando menos. Fijaros que el pasado Junio se ha licenciado en Químicas un estudiante cacereño, Pastor Villegas, que acudió durante cinco años consecutivos a recibir sus clases por las tardes, desde Cáceres, donde por la mañana atendía a sus obligaciones de Maestro Nacional. (Para mí, la palabra Maestro es mucho más digna que la nueva porque se ha sustituido). Y no se nos diga por los grupos de presión de otras regiones más desarrolladas que no es rentable esta carretera, porque ello implicaría la misma estrechez de miras que se ha empleado en otras ocasiones midiendo por el criterio económico que a él escapa. ¿Habremos de convertirnos los españoles en solo hombres-económicos? Además, esta carretera, cuyo trazado actual es vergonzante, propiciaría la comunicación constante entre ambas ciudades, haciendo menos oneroso el divorcio geográfico entre Ciencias y Letras que nos ha dado, y que yo personalmente no comparto; entiendo que las Letras necesitan del contacto con las Ciencias para no perderse en elucubraciones bizantinas, sin contacto con la realidad circundante; y que las Ciencias necesitan vivir junto a la poesía, para que su estudio no se haga demasiado árido y oneroso. Sería fácil que alumnos y profesores se desplazaran de una a otra ciudad para asistir a certámenes, conferencias, exposiciones, conciertos…

Las comunicaciones ferroviarias deben ser igualmente atendidas. Las líneas ya comenzadas, Villanueva de la Serena-Talavera de la Reina, Zafra-Villanueva del Fresno, deben ser concluidas. Y aún establecer otras nuevas, como Badajoz-Zafra-Granja de Torrehermosa, Cáceres-Trujillo-Navalmoral de la Mata. Pienso en los modernos trenes de cercanías, limpios, rápidos y cómodos, que facilitarían la asistencia a sus clases a muchos estudiantes. También pienso en líneas de autobuses, con horarios y precios acomodados a la vida académica. Y no comprendo el desamparo en que estamos”.

Personalmente, padecí el muy mal estado de la carretera Cáceres-Badajoz en mi formación inicial en la Facultad de Ciencias de Badajoz[60]. Todavía hoy dejan mucho que desear las comunicaciones entre ambas capitales provinciales.

En mi opinión, la A.U.E. contribuyó, principalmente en la segunda etapa, a la dilución de la polémica universitaria y a la lenta cristalización de la Universidad de Extremadura. En palabras químicas, quiso la formación de un primer“enlace covalente universitario interprovincial (BA-CC)”; intentó una mejor vía de comunicación de Badajoz a Cáceres.

 

  1. CONCLUSIONES
  2. Los antecedentes inmediatos de la Universidad de Extremadura fueron la Facultad de Ciencias de Badajoz y el Colegio Universitario de Cáceres, dependientes de la Universidad de Sevilla y de la Universidad de Salamanca, respectivamente. Ambas universidades aportaron catedráticos en comisión de servicio y facilitaron la llegada de otro profesorado para impartir docencia de calidad antes y en los primeros años de los semidistritos universitarios, e iniciar la investigación.
  3. La Universidad de Extremadura, sin acuerdos interprovinciales, fue un gran logro para Extremadura en 1973, pero polémico porque Badajoz no quería una universidad compartida. El decreto de creación fue muy peculiar; estableció los Semidistritos de Badajoz y Cáceres, y de hecho fue inicialmente un decreto de prohibición.
  4. La Asociación de Amigos de la Universidad Extremeña fue el colectivo ciudadano pro Universidad más significativo; surgió en Badajoz en 1968 y tuvo altura de miras, principalmente tras el decreto de creación, para iniciar la formación de un “enlace covalente universitario Badajoz-Cáceres (BA-CC)”, con pretensión de materialización en una mejor vía de comunicación que uniera Badajoz y Cáceres, asunto que todavía no es una realidad.

 

 

FUENTES DE CONOCIMIENTO PRIMARIAS Y SECUNDARIAS

Archivos

Archivo del autor.

 

Publicaciones

Artículos en periódicos, revistas, publicaciones oficiales, libros y capítulos de libros que están referenciados a pie de página.

 

DEDICATORIA

Este trabajo está dedicado al Prof. D. Vicente Pastor González. Las familias Pastor Villegas, Pastor Valle y otras deseamos su pronta recuperación para que continúe aportando su trabajo y experiencia en la organización de los Coloquios Históricos de Extremadura.

[1] Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa, Boletín Oficial del Estado núm. 187, 6 agosto 1970, págs. 12525-12546.

 

[2] Decreto 991/1973, de 10 de mayo, por el que se crea la Universidad de Extremadura, Boletín Oficial del Estado núm. 119, 18 mayo 1973, pág. 9959.

 

[3] RADCLIFF, Pamela B., “De la transición democrática a la consolidación y la crispación: de 1970 hasta hoy”. En: ÁLVAREZ JUNCO, José, Nueva historia de la España contemporánea (1808-2018). Barcelona, Galaxia Gutemberg 2018, págs. 212-240.

[4] Ley Orgánica 11/1983, de 25 de agosto, de Reforma Universitaria. Boletín Oficial del Estado núm. 209, 1 septiembre 1983, págs. 24034-24042.

 

[5] CARRETERO CASTRO, Julián, “Universidad, sociedad y política”. HOY Diario Regional de Extremadura, 4 de agosto de 2018, pág. 24.

 

[6] PASTOR VILLEGAS, José, Pasado Científico de Guadalupe de Extremadura: Reales Hospitales (conferencia pronunciada en Cáceres en el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón el 11 de noviembre de 2011), y Exposición Pasado, Presente y Futuro de la Medicina en el mismo centro, y después hasta el presente en la Facultad de Medicina de Badajoz. Archivo del autor.

 

[7] BLANCO COTANO, Mateo, El primer centro universitario de Extremadura: Badajoz 1793: Historia Pedagógica del Seminario de San Atón, Cáceres, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura, 1998, cap. 6 y cap. 7.

 

[8] Decreto de la Junta Superior Gubernativa de la Provincia de Cáceres sobre el establecimiento de la Universidad en esta capital, Boletín Oficial de Cáceres núm. 123, 13 octubre de 1840, págs. 1-2.

 

[9] Decreto autorizando á las Diputaciones provinciales y á los Ayuntamientos para fundar libremente toda clase de establecimientos de enseñanza, sosteniéndolos con fondos propios, Gaceta de Madrid núm. 15, 15 enero 1869, pág. 1.

 

[10] HURTADO, Publio (1850-1929), Recuerdos cacereños del siglo XIX/Publio Hurtado; introducción, notas y capítulos XVII al XX por Alfonso Artero Hurtado, Sevilla [editado por Alfonso Artero Hurtado], 2000, págs. 316-323.

 

[11] CALZADO PEDRILLA, Felipe, Discurso pronunciado en la inauguración de la Universidad de Enseñanza Libre de Cáceres el 3 de octubre de 1869 por su Rector Don Felipe Calzado Pedrilla, Cáceres, Imp. de Bello Hermanos, Arnedo y Fernández.

 

[12] SÁNCHEZ MARROYO, Fernando, “Antecedentes históricos de los estudios universitarios en Extremadura”. En: 15 años de Universidad de Extremadura. 1973-1987, Madrid, MAE, 1990, págs. 11-37.

 

[13]RODRÍGUEZ NÚÑEZ, Teresiano; SÁNCHEZ MARROYO, Fernando; CHAVES PALACIOS, Julián; GARCÍA PÉREZ, Juan: 75 años de HOY, Badajoz, Corporación de Medios, 2008, cap. 23 (págs. 246-253).

 

[14]Archivo Biblioteca de la Diputación Provincial de Cáceres, Acta de la sesión ordinaria celebrada por la Excma. Diputación Provincial de Cáceres el 11 de octubre de 1961.

 

[15] HERNÁNDEZ, Lope, “En el decimotercero aniversario de la Universidad de Extremadura (III)”, Extremadura, martes 3 de junio de 1986, pág. 2.

 

[16] “La Universidad de Extremadura”, HOY Diario Regional de Extremadura, 26 de septiembre de 1967, pág. 3.

 

 

[17] HOY Diario Regional de Extremadura, 23 de mayo de 1968, pág. 1.

 

[18] DECRETO-LEY 5/1968, de 6 de junio, sobre medidas urgentes de reestructuración universitaria, Boletín Oficial del Estado núm. 137, 7 junio1968, págs. 8254-8255.

 

[19] DECRETO 1774/1968, de 27 de julio, por el que se desarrolla el artículo primero del Decreto-ley de 6 de junio sobre medidas urgentes de reestructuración universitaria, Boletín Oficial del Estado núm. 182, 30 julio 1968, pág. 11162.

 

[20] ORDEN de 21 de septiembre de 1968 por la que se nombra Decano-Comisario de la Facultad de Ciencias de Badajoz, dependiente de la Universidad de Sevilla, a don José María Viguera Lobo, Boletín Oficial del Estado núm. 237, 2 octubre 1968, pág. 14030.

 

[21] Inauguración de la Facultad de Ciencias Químicas. En: 15 años de Universidad de Extremadura. 1973-1987. Madrid, MAE, 1990, págs. 57-73.

 

[22] “Editorial La Facultad de ciencias extremeña abre sus puertas”, HOY, 1 de noviembre de 1968, pág. 3.

 

[23] Orden de 23 de junio de 1970 por la que se crea la Sección de Químicas en la Facultad de Ciencias en Badajoz, de la Universidad de Sevilla, y se aprueba su plan de estudios, Boletín Oficial del Estado núm. 198, 19 agosto 1970, pág. 13458.

 

[24] HOY Diario Regional de Extremadura, 4 de julio de 1972, pág. 9.

 

[25] SELLERS, Germán, “Decepción en la Provincia”. Cáceres Semanario de Información General, 27 de mayo de 1968, pág. 28.

 

[26] SERRANO GARCÍA, Daniel, “El Colegio Universitario de Filosofía y Letras de Cáceres”. En: 15 años de Universidad de Extremadura. 1973-1987. Madrid, MAE, 1990, págs. 39-56.

 

[27] Cáceres Diario de Información General, 18 de octubre de 1971, págs. 1, 3-4.

 

[28] Alcántara núm. extraordinario 1974, págs. 13-14.

 

[29] HOY Diario Regional, 23 de marzo de 1983, pág. 11.

 

[30] Decreto del Presidente, de 25 de julio de 1986, por el que se concede la Medalla de Extremadura al Ilmo. Sr. D. Ricardo Senabre Sempere. Diario Oficial de Extremadura núm. 63, 31 julio 1986, pág. 938.

 

[31] El Periódico Extremadura, miércoles 25 de junio de 1997, pág. 4.

 

[32]Ley 22/1972, de 10 de mayo, de aprobación del III Plan de Desarrollo Económico y Social, Boletín Oficial del Estado núms. 113-116, 12-15 mayo 1972, pág. 8431.

 

 

[33] BRAVO y BRAVO, Fernando, “Universidad Extremeña ¿dónde?”, Alcántara núm. 170 (enero-febrero-marzo 1973), págs. 65-67.

 

[34] “La Universidad de Extremadura”, Alcántara núm. 170 (enero-febrero-marzo 1973), págs. 3-4.

 

[35] SANCHEZ DE LEÓN PÉREZ, Enrique, “Sobre la Universidad extremeña (I): Tradición”, HOY Diario Regional de Extremadura, 24 de marzo de 1984, pág. 10.

 

[36] F. B. y B, “La Universidad Laboral”. Alcántara núms. 51-52 (enero-febrero de 1952), págs. 61-66.

 

[37]VAZ-ROMERO NIETO, Manuel; HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, López, “La Universidad Laboral de Cáceres. Su génesis y trayectoria (1951-2005)”. Ars et sapientia: Revista de la Asociación de Amigos de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, núm. 29, 2009, págs. 37-62.

[38] “La “Universidad de Extremadura cumple hoy 10 años”, Extremadura, 13 de abril de 1983, págs. 5 y 2.

[39] DUQUE CARRILLO, J. Francisco, “Pasado, presente y futuro de la Universidad de Extremadura”. Ars et sapientia: Revista de la Asociación de Amigos de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes núm. 15, 2004, págs. 41-54.

 

[40]Orden de 23 de mayo de 1974 por la que se nombra Director del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Extremadura a don Manuel Román Ceba. Boletín Oficial del Estado núm. 149, 22 junio 1974, págs. 12898-12899.

 

[41]CASADO LINAREJOS, Julio, “Los primeros años del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Santiago de Compostela”. Innovación Educativa, núm. 25, 2015, págs. 47-54.

 

[42] DELVAL, Juan, “La Universidad, ajena a la educación”. El PAIS, martes 24 de mayo de 1983, pág. 6.

 

[43] VIGUERA RUBIO, F. J., “Aquella primera hora de la Universidad”. En: 15 años de Universidad de Extremadura. 1973-1987, Madrid, MAE, 1990, págs. 11-37.

 

[44] MONTES CARABALLO, José María, Crónicas donde se cuenta cómo nació la Universidad de Extremadura. Badajoz, Tecnigraf, 2001, pág. 264.

 

[45] Orden de 14 de mayo de 1976 por la que se autoriza la creación del Escudo y Medalla de la Universidad de Extremadura. Boletín Oficial del Estado núm. 195, 14 agosto 1976, pág. 15913.

 

[46] PASTOR VILLEGAS, José, “La Puebla y Villa de Guadalupe (39.45ºN, 5.33ºW), universal: Apuntes de mis recuerdos e investigaciones (1927-2017)”. Revista de Estudios Extremeños 73 (núm. II, Segunda Parte), págs. 2147-2184.

 

[47]HOY Diario Regional, 1 de noviembre de 1981, pág. 13.

 

[48] RIVERO BREÑA, Marciano, “Así es si así os parece: Guerra en las aulas”. HOY Diario Regional de Extremadura, 6 de febrero de 1983.

[49] HOY Diario Regional, 18 de septiembre de 1983, pág. 12.

 

[50] LEY ORGÁNICA 1/1983, de 25 de febrero, de Estatuto de Autonomía de Extremadura. Boletín Oficial del Estado núm. 49, 26 febrero 1983, págs. 5580-5586.

 

[51] SERRANO GARCÍA, Daniel, Referencia Histórica de la Escuela Politécnica de la Universidad de Extremadura en Cáceres. Universidad de Extremadura, Cáceres, 2015, págs. 35-54.

 

[52] Palabras pronunciadas por el Excmo. y Magfco. Sr. Presidente de la Comisión Gestora de la Universidad de Extremadura, D. Antón civit Breu, con ocasión del acto de inauguración del Curso académico 1976-77, el día 13 de octubre de 1976. Badajoz, Doncel Industrias Gráficas, 1986.

[53] Archivo del autor.

 

[54] SENABRE, Ricardo, “Atropellos en la Universidad”. Hoy Diario Regional, 15 de octubre de 1983.

 

[55] HOY Diario Regional, 11 de enero de 1984, pág. 11.

 

[56] HOY Diario Regional, 27 de octubre de 1983.

 

[57] Archivo del autor, Copia de documento firmado el 25 de octubre de 1983.

 

[58] TOMÁS NAVARRO, Domingo, “Universidad…¿de Extremadura?”, Alcántara núm. 19, 1983, págs. 13-50.

 

[59] URRIBARRI MURILLO, Antonio, La Asociación de Amigos de la Universidad Extremeña en la presente encrucijada, 1973. Archivo del autor.

[60]ROMERO, Enrique, “Hizo 110 000 kilómetros para terminar la carrera”, HOY Diario Regional de Extremadura, 11 de agosto de 1973, págs. 1 y 9.

 

 

Ene 102018
 

José Pastor Villegas, josepastorvillegas@gmail.com

 

  1. INTRODUCCIÓN

En los Coloquios de Extremadura de hace un año tratamos de la Primera Expedición Científica a América (1571-1577), realizada en el reinado de Felipe II (1556-1598), cuyo investigador fue el médico y naturalista toledano Francisco Hernández, vinculado antes de tan importante expedición científica con los Reales Hospitales de Guadalupe. Y concluimos que tras tal expedición hubo un apagón científico y tecnológico en los asuntos ultramarinos[1].

Estando los XLVI Coloquios de Extremadura dedicados a la Ilustración en Extremadura, como movimiento filosófico, científico y político, aportamos apuntes de nuestras investigaciones sobre tan importantes hospitales durante la Ilustración y escribimos páginas sobre los científicos extremeños Pedro Gutiérrez Bueno y José Antonio Pavón Jiménez, y sobre Vicente Cervantes Mendo, quien no fue extremeño de nacimiento pero sí con ascendientes maternos extremeños y casado con extremeña. Estos tres científicos fueron boticarios de profesión y destacaron en las reformas ilustradas de la sanidad. De ellos, solo figura el segundo en la Enciclopedia de Extremadura.

El trabajo presentado en estos Coloquios tiene su origen en la docencia e investigación que sobre la Ciencia (Ciencias Experimentales) y la Tecnología inicié hace veinticinco años en la Universidad de Extremadura. En particular, he estudiado la Historia de la Ciencia y la Tecnología de la Ilustración Española, notando que faltaban páginas extremeñas más detalladas. Asimismo, razones familiares han motivado que haya dedicado atención particular a la Villa y Puebla de Guadalupe desde hace tiempo, revisando primero lo mucho que se ha escrito sobre tan importante referente de Extremadura en la actualidad, y también mundial.

 

 

  1. ANTECEDENTES Y REFORMAS DE LAS PROFESIONES SANITARIAS DURANTE LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA

España estuvo ausente del punto de partida de la Revolución Científica de los siglos XVI y XVII[2], revolución que marca una etapa anterior y otra posterior.

Como es sabido, Felipe II impuso en 1558 la obligación de obtener autorización para publicar cualquier libro. También prohibió al año siguiente los estudios en universidades extranjeras para evitar la contaminación del protestantismo. Ambas decisiones se tomaron cuando en otros países europeos se estaba gestando una auténtica revolución científica. En opinión de Severo Ochoa de Albornoz (Luarca, Asturias, 1905 – Madrid, 1993), Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1959[3], porque España, quizá desde Felipe II estaba más interesada en los asuntos de allá arriba que en los de aquí abajo, es decir, una religión mal entendida[4].

Hasta bien avanzado el siglo XVII continuó la atonía en España en lo concerniente a las Ciencias Experimentales. Se tomó conciencia del atraso científico.

En el reinado de Carlos II (1665 – 1700), se denunció el atraso científico español correspondiente a la medicina moderna y conocimientos iatroquímicos y biológicos afines en el libro Carta filosófico-médico-chymica…, publicado en 1687[5]; es un manifiesto de Juan de Cabriada (Valencia, 1665 – Bilbao, post 1714), médico, fisiólogo y químico[6], entre cuyos principales fragmentos figura:

“Que abramos los ojos, para poder ver las amenas y deliciosas provincias, que los escritores modernos, nuevos Colones y Pizarros, han descubierto por medio de sus experimentos, así en el macro como en el microcosmos. Y que sepamos que hay otro mundo nuevo, esto es, otra medicina más que la galénica, y otras firmísimas hipótesis sobre que poder filosofar”.

El mencionado Juan Cabriada y otros, conocidos como novatores fueron científicos y tecnólogos preilustrados sin cabida en las instituciones existentes, por lo que tuvieron que depender de nobles y clérigos, y agruparse en “tertulias” independientes o en torno a mecenas. La única institución docente de relieve desde 1625 fue los Reales Estudios del Colegio Imperial de Madrid, de la Compañía de Jesús[7].

Entre 1700 (llegada de Los Borbones) y 1808 (invasión de España por las tropas napoleónicas), o 1814 (fin de la Guerra de la Independencia), se desarrolló una gran actividad ideológica, social y política, con su cenit en el reinado de Carlos III (1759-1788). La muerte de este rey casi coincide con el inicio de la Revolución Francesa (1789), y marca un punto de inflexión. En los años sucesivos, las aspiraciones reformistas pierden su vigor en comparación con los reinados borbónicos anteriores, y se llegan a pagar las luces de la razón, sucediéndole un absolutismo monárquico en todo su apogeo[8].

Entre 1687 y 1726 hubo instituciones preilustradas para el desarrollo científico y tecnológico en España[9]:

–          Colegio de San Telmo, fundado en Sevilla en 1681.

–          Regia Sociedad de Medicina y otras Ciencias, fundada en Sevilla en 1681.

–          Academias de Ingenieros de Barcelona (c. 1715) y de Guardiamarinas de Cádiz (1717) y el Real Seminario de Nobles de Madrid (1726).

En otras palabras, instituciones vinculadas a cuerpos sociales (médicos, ejército y marina mercante) y a ciudades peninsulares (Madrid, Sevilla, Barcelona y Cádiz).

Con los Borbones se impulsó la ciencia y la tecnología, en la segunda mitad del siglo XVIII, para recuperar el atraso científico y tecnológico. En otras palabras, España se abre más a Europa y la Inquisición cae gradualmente.

Hubo reformas diversas, teniendo importancia la reorganización de las profesiones sanitarias. El proceso de modernización administrativa y docente de la sanidad culminó en los años finales del reinado de Carlos III. Concretamente, la Real Cédula de 13 de abril de 1780, que comenzó a regir en 14 de septiembre de 1780, estableció la separación de los asuntos profesionales de médicos, cirujanos y boticarios; dispuso que en el Real Tribunal del Protomedicato se dirigiesen y gobernasen por sí mismas las tres Facultades de Medicina, Cirugía y Farmacia, teniendo cada una sus Audiencias separadas, haciendo cada una de ellas sus exámenes, y que administrasen justicia en sus asuntos respectivos[10]. Según Folch Andreu[11], fue el hecho de más categoría de la Historia de la Farmacia. No obstante, la enseñanza de la Medicina y Cirugía, y la enseñanza de la Farmacia, con planes de estudios universitarios, fue muy posterior a la Ilustración.

 

  1. REALES HOSPITALES DE GUADALUPE DURANTE LA ILUSTRACIÓN

Mucho se ha escrito sobre Guadalupe, nacida a la Historia en el reinado de Alfonso X el Sabio, en la segunda mitad del siglo XIII[12], con plenitud en el siglo XVI[13].

En particular, Guadalupe destacó en las ciencias de la salud antes de la Ilustración Española. En una Jornada científica celebrada en Cáceres en el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (CCMIJU), he tratado de los Reales Hospitales de Guadalupe[14]. Allí hubo hasta cuatro hospitales y una botica monacal, dependientes casi completamente del Real Monasterio de Guadalupe entre 1389 y 1835. Los cuatro hospitales se denominaron Hospital de San Juan Bautista, Hospital de Mujeres, Hospital Monástico y Hospital de la Pasión; el tercero estuvo en el propio monasterio y los demás próximos.

De acuerdo con José María López Piñero (referencia 7), los Reales Hospitales de Guadalupe y el Hospital de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza continuaron teniendo importancia en el siglo XVII, pero el desarrollo de Madrid, residencia de la Corte, explica que su Hospital General (Museo Reina Sofía en la actualidad) iniciara la importancia que tuvo durante la Ilustración.

Hasta el 4 de enero de 1999 no se conocieron las Ordenanzas y Costumbres de los Reales Hospitales de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe, códice aprobado el 30 de noviembre de 1741 en el Real Monasterio de Guadalupe, donado por Carlos Cordero Barroso, quien en nombre de su familia entregó el manuscrito original, que perteneció a la biblioteca del último médico de los Reales Hospitales, Ruperto Sacristán Nieto[15]. Con el donante, profesor de Educación Primaria y conocido escritor de asuntos guadalupenses conversé en diferentes ocasiones sobre asuntos varios de Guadalupe, incluyendo los de medicina, cirugía y farmacia de sus hospitales en el pasado.

Señalo aquí que en mencionado manuscrito del reinado de Felipe V (1700 -1746), está claramente reglamentado el funcionamiento de los Reales Hospitales: Hospital de San Juan Bautista y Hospital de mujeres. No se dedica ningún capítulo al funcionamiento de la Botica monástica ni a dependencia hospitalaria alguna que continuaron en el interior del Real Monasterio. Es de destacar que la formación de cirujanos continuó en el primero de dichos hospitales a cargo del médico principal, pasante (Bachiller en Medicina) y cirujano principal, sin otorgarse títulos académicos. Tal actividad docente está también muy detallada, siendo de destacar la continuación de la realización de autopsias por el cirujano mayor para el aprendizaje de los practicantes de cirugía. Obviamente, la enseñanza impartida era más o menos ilustrada dependiendo de la formación de los médicos y cirujanos. En otras palabras, en los Reales Hospitales de Guadalupe hubo un Colegio de Cirugía en Guadalupe durante la Ilustración antes de la creación de las instituciones ilustradas Real Colegio de Cirugía de la Armada (Cádiz, 1748), Real Colegio de Cirugía de Barcelona (1760) y Real Colegio de Cirugía de San Carlos (Madrid, 1787).

Las mencionadas Ordenanzas y Costumbres se aprobaron dos años antes de la publicación de la Historia Universal de la Primitiva y Milagrosa Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe[16], en la que se describen el Hospital de San Juna Bautista (hospital de hombres), el Hospital de mujeres y la Botica monástica, en la que se elaboraban medicamentos galénicos y espagíricos.

En las páginas de dicha historia se menciona al Francisco de Dios Guadalupe, médico primero residente desde 1712 y fallecido en Guadalupe en 1733[17], autor de Medicina práctica de Guadalupe, publicada por primera vez en 1730 con el apoyo de la comunidad de frailes jerónimos[18], obra sobre patología médica, que incluye seis libros. Esta obra, que fue bien recibida en la Universidad de Salamanca, fue replicada por Félix Pacheco Ortiz con su obra Rayos de luz práctica, editada en Madrid en 1731, defendiendo al protomédico Martín Martínez[19]; el autor de la réplica (Llerena, 1690 – Trujillo, 1736), que fue médico de Trujillo (Cáceres) y socio de la Regia Sociedad de Medicina de Sevilla, dedicó su obra a Trujillo[20]. Martín Martínez (Madrid, 1684 – Madrid, 1734) destacó en el movimiento renovador de la medicina española durante la primera mitad del siglo XVIII pues pronto tuvo ocasión de conectar con las figuras extranjeras del reinado de Felipe V[21].

Información adicional sobre los Reales Hospitales de Guadalupe y la Botica monástica en el reinado de Fernando VI (1746-1759) figura en la Tabla 1, elaborada consultando las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada y un estudio realizado sobre el mismo[22]. El hecho de que se mencionen boticarios y aprendices seglares en 1752 confirma que fuera de los Reales Hospitales, pero dentro del monasterio jerónimo, se enseñaba también la profesión de boticario. En mi opinión, este hecho tiene relación con la apelación promovida por el Real colegio de Boticarios de Madrid en 1748 para que las comunidades religiosas cerrasen las boticas que tenían abiertas y que no abrieran nuevas boticas, reclamación que se atendió en parte pues en el reinado de Carlos III se dispuso el 28 de febrero de 1761 que subsistieran si estaban encabezadas por seglares boticarios y se sujetasen a la visita como las boticas seculares[23].

Años después, el ilustrado Antonio Ponz (Bechí, Valencia, 1725 – Madrid, 1792, visitó Guadalupe y en su Viaje de España menciona a Agustín Francisco Forner y Segarra, médico de los Reales Hospitales[24]. Este médico, honorario de la Familia del rey Carlos III, escribió el folleto Disertación sobre las virtudes medicinales de la fuente de Loro, nuevamente descubierta en la sierra de Guadalupe[25]. El agua fue analizada en Aranjuez (Madrid) por Baltasar Martínez Sobral, boticario de Talavera, en casa del Duque de Arcos ante varios médicos, que dieron la conformidad para usar el agua ferruginosa en la curación de la Duquesa de Arcos, que padecía “fluxo inmoderado de sangre en los periodos mensuales”. Tras estudiar el folleto, localicé dicha fuente, en una jornada de senderismo el 13 de marzo de 2009; está relativamente cerca de Castañar de Ibor (Cáceres) y se conoce también como Fuentesanta.

Las portadas de los mencionados Reales Hospitales de Guadalupe y de la Botica monástica se pueden observar en las Figuras 1-3, las cuales formaron parte de la exposición Pasado, presente y futuro de la Medicina, inaugurada en el CCMIJU el 3 de noviembre de 2011, continuando expuestas hoy con otras de mi archivo fotográfico en Badajoz en la Facultad de Medicina de la Universidad de Medicina de la Universidad de Extremadura.

Figura 1. Portada del edificio que fue Hospital de San Juan Bautista (Hospital de hombres), que hoy forma parte del Parador de Turismo. Fuente: Archivo fotográfico de José Pastor Villegas, fotografía realizada por el autor el 29 de septiembre de 2011.

Figura 2. Portada del edificio que fue Hospital de mujeres, hoy propiedad privada. Fuente: Archivo fotográfico de José Pastor Villegas, fotografía realizada por el autor el 20 de diciembre de 2011.

Figura 3. Portada de lo que fue Botica monacal en el claustro gótico, que hoy forma parte del Hotel Real Hospedería de Guadalupe. Fuente: Archivo fotográfico de José Pastor Villegas, fotografía realizada por el autor el 20 de diciembre de 2011.

 

Tabla 1. Datos de personal de los Reales Hospitales de Guadalupe en 1752.

 

Nombre y apellidos del personal Profesión Remuneración
Santiago Cabezón Trezeño Médico 8152 reales
Francisco Dionisio de Lara Cirujano 1100 reales y 12 fanegas de trigo anuales; diario, libra y media de vaca o macho; los viernes media de pescado con su aceite
Tomás Sánchez Logrosán Cirujano Lo mismo que el anterior.
Gabriel Tello Boticario 264 reales anuales; diario, 2 libras de pan común y una de vaca o macho; los viernes media de pescado con media cuarta de aceite
Alonso Reinoso Boticario 212 reales anuales; diario, 2 libras de pan común, una de oveja; los viernes, media de pescado con su aceite.
Pedro Martín Reinoso Aprendiz de boticario Alimentación y 164 reales para vestir

 

Fuente: elaboración propia a partir de las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada de Guadalupe.

 

 

  1. TRES CIENTÍFICOS EXTREMEÑOS QUE DESTACARON EN LAS REFORMAS ILUSTRADAS DE LA SANIDAD

En la Tabla 2 figuran datos de tres científicos que destacaron fuera de Extremadura en la Ilustración Española en las reformas ilustradas de la sanidad. Los nombres y apellidos del primero y tercero figuran en una placa que se conserva en la actual Real Academia Nacional de Farmacia, por la vinculación que tuvieron ambos con el anterior Real Colegio de Boticarios de Madrid. En cambio, el segundo no figura en ella porque tuvo más vinculación con la Real Botica y la Academia Médica Matritense, antecedente de la Real Academia Nacional de Medicina. Los tres tienen en común haberse formado profesionalmente en Madrid y haber participado en las reformas sanitarias de la Ilustración Española en los reinados de Carlos III y Carlos IV, y haber vivido los tiempos difíciles del final de la Ilustración Española.

 

Tabla 2. Datos de tres científicos que destacaron fuera de Extremadura en las reformas de la sanidad en la Ilustración.

 

Nombre y apellidos Nacimiento y fallecimiento Profesión
Pedro

Gutiérrez Bueno [Jiménez]

Cáceres, 1743 – Madrid, 1822 Farmacéutico y químico ilustrado en Madrid
José Antonio

Pavón Jiménez

Casatejada (Cáceres), 1754 – Madrid, 1840 Farmacéutico y botánico.

Segundo botánico en la Real Expedición Botánica a Perú y Chile (1777-1787) y después a cargo de la Real Oficina de la Flora Peruana y Chilense en Madrid

Vicente

Cervantes Mendo

Ledrada (Salamanca), 1758 –

México, D. F., 1829

Farmacéutico, botánico y químico.

Catedrático de Botánica del Real Jardín Botánico de México durante la Real Expedición Botánica a Nueva España (1787-1803) y después

 

Fuente: elaboración propia a partir de publicaciones personales y otras.

 

 

4.1. Pedro Gutiérrez Bueno

De Pedro Gutiérrez Bueno (Figura 5), farmacéutico, el químico español de más prestigio de la última década del siglo XVIII y el único español que dirigió por entonces los laboratorios químicos oficiales españoles[26], no se ha mencionado el lugar de nacimiento o se ha tenido por madrileño, y también se ha dado incorrectamente el año de nacimiento. En un trabajo anterior[27], he aportado su acta bautismal, en la que consta que es cacereño de nacimiento, nacido en 1743, hijo de Francisco Javier Gutiérrez Bueno, natural de la villa de Alconétar y de María Jiménez la Poza, natural de la villa de Cáceres, es decir, el hijo es conocido por los dos apellidos paternos. También concluí que fue un farmacéutico y químico ilustrado e ilustre en Madrid, reconocido en todo el mundo científico.

Su participación en las reformas ilustradas de la sanidad en Madrid fue como Catedrático de Química del Real Laboratorio de Química (1788-1799), Catedrático de Química en el Real Colegio de Cirugía de San Carlos (1801-1804) y Catedrático de Química y Farmacia en el Real Colegio de Farmacia (1806-1815). En estas instituciones no universitarias enseñó Química para una mejor formación de los profesionales de la salud, y contribuyó con sus publicaciones conexas con la Química de Lavoisier al mejor análisis de las aguas mineromedicinales.

Tratándose aquí de la Ilustración Española, anticipo que Pedro Gutiérrez Bueno tuvo relación en Madrid al menos con el conocido emeritense Juan Bautista Pablo Forner y Segarra (Mérida (Badajoz), 1756 – Madrid, 1797), hijo del mencionado médico de los Hospitales de Guadalupe con los mismos apellidos y de Manuela Piquer Zaragoza[28], quien no fue ajeno a los asuntos científicos de la Ilustración y en particular de la Química, de lo que trataré en otro trabajo.

Figura 4. Fotografía del retrato de Pedro Gutiérrez Bueno que se conserva en la Real Academia Nacional de Farmacia. Fuente: Archivo fotográfico de José Pastor Villegas, 23 de mayo de 2009.

 

4.2. José Antonio Pavón Jiménez y Vicente Cervantes Mendo

De estos científicos ilustrados traté por primera vez en una conferencia pronunciada en 1993, con motivo de los IV Encuentro de Didáctica de las Ciencias Experimentales[29].

Ambos tienen en común haberse formado como botánicos en el Real Jardín Botánico de Madrid, sito entonces en el Soto de Migas Calientes (Viveros de la Villa de Madrid), fundado por Fernando VI en 1755. Ambos fueron discípulos distinguidos del catedrático primero Casimiro Gómez Ortega (Añover de Tajo, Toledo, 1740 – Madrid, 1818)[30], Doctor en Medicina y Filosofía por Bolonia y boticario por el Real Colegio de Boticarios de Madrid, seleccionados por él para participar en dos de las expediciones botánicas.

Los objetivos de las expediciones botánicas, controladas por el mencionado Gómez Ortega, fueron tres: inventariar las riquezas naturales americanas (importancia científica), conocer sus aplicaciones y su posibilidad utilidad (importancia económica), y desarrollar en las colonias el nuevo modelo sanitario de la metrópoli (reorganización de las profesiones sanitarias en las colonias); tuvieron un carácter utilitario claramente farmacológico.

 

4.2.1. José Antonio Pavón Jiménez

José Antonio Pavón Jiménez (Casatejada, Cáceres, 1754 – Madrid, 1840)[31] participó en la Real Expedición Botánica a Perú y Chile (1777-1787) como segundo botánico; el primer botánico fue el también farmacéutico y botánico Hipólito Ruiz (Belorado, Burgos, 1754 – Madrid, 1816), con quien compartió publicaciones sobre la expedición científica realizada[32]. Finalizada tal expedición vivió en Madrid, tuvo a su cargo el establecimiento denominado Real Oficina de la Flora Peruana y Chilense, ejerció la profesión farmacéutica y participó desde la Real Academia de Medicina en las reformas sanitarias de la Ilustración.

En Madrid, Belorado y Casatejada se conmemoró el bicentenario del nacimiento de Hipólito Ruiz López y José Antonio Pavón Jiménez, a petición del farmacéutico y general Rafael Roldán Guerrero a la Academia de Farmacia de Madrid, constituyéndose una Comisión organizadora presidida por él. Otras comisiones se constituyeron en Perú, Chile y otros países sudamericanos. El acto inaugural se celebró en el Real Jardín Botánico de Madrid el 25 de octubre de 1954[33], pronunciándose varios discursos que reflejan los conocimientos del momento.

El científico casatejano siguió manteniendo vinculación con su pueblo natal después de la expedición botánica realizada, siendo consultado por sus paisanos por sus conocimientos quinológicos para combatir el paludismo. En Casatejada se le homenajeó también en el bicentenario de su nacimiento el 28 de octubre de 1954, efeméride a la que asistieron ilustres profesores de Madrid y de diversos países sudamericanos, representantes del Colegio de Farmacéuticos de Cáceres y autoridades políticas locales y provinciales[34]. Sobre la conmemoración de la efemérides se publicó una crónica más extensa dos años después[35] y páginas en la revista local Casatejada[36].

 

4.2.2. Vicente Cervantes Mendo

Vicente Cervantes, nombrado Catedrático de Botánica del Real Jardín Botánico de México, pasó con su esposa a Nueva España desde Cádiz en el navío Mentor el 30 de junio de 1787 con destino a Veracruz, como miembro de la Real Expedición Botánica a Nueva España (1787-1803). Años después, fue distinguido por el Real Colegio de Boticario de Madrid como Colegial Honorario y por la Real Academia de Medicina como Socio Correspondiente en 1794 y 1795, respectivamente, por su trabajo “Discurso pronunciado en el Real Jardín Botánico [de México] el 2 de junio [de 1794] por el catedrático D. Vicente Cervantes”, que trata sobre el árbol mexicano del caucho, del látex y del caucho. Finalizada la expedición botánica continuó en México colonial y México independiente hasta su muerte[37].

Su participación en las reformas ilustradas de la sanidad fue como Catedrático de Botánica del Real Jardín Botánico de México, en donde impartió Botánica y Química a médicos, cirujanos y boticarios, e interesados diversos. En la botica hospitalaria del Hospital de San Andrés ejerció también la docencia aportando conocimientos de Farmacia, Botánica y Química para superar el modelo gremial de aprendizaje e iniciar el reconocimiento institucional de la profesión farmacéutica, reforma que no se produjo en México hasta 1831[38].

Se ha considerado durante mucho tiempo que Vicente Cervantes había nacido en Zafra (Badajoz) en 1755. En 2007, demostré que no era extremeño de nacimiento, que era en realidad Vicente Cervantes Mendo, nacido en Ledrada (Salamanca) el 17 de febrero de 1758[39], con ascendientes familiares maternos en Casar de Cáceres (Cáceres) y esposa nacida en Hervás (Cáceres), con quien casó en Madrid en 1786[40].

Mi descubrimiento del lugar y fecha de nacimiento de Vicente Cervantes Mendo motivó la conmemoración del 250 aniversario de su nacimiento en 2008; hubo actos brillantes en Madrid en la Facultad de Farmacia (Universidad Complutense), Ateneo Científico, Literario y Artístico, y Real Academia Nacional de Farmacia, en los que españoles y mexicanos tratamos de su vida y obra[41]. Otros actos, se celebraron en Ledrada, Béjar y Zafra, recogidos en otra publicación[42] (Figura 5); los Ayuntamientos de Zafra y Ledrada, presididos por Manuel García Pizarro y Gabriel García Nieto, respectivamente, acordaron el Hermanamiento de ambas poblaciones.

A los actos celebrados asistieron autoridades españolas y mexicanas pues fue un científico hispanomexicano; la Casa Real y el Presidente de la Junta de Extremadura no pudieron asistir por motivo de agenda, ya que casi coincidentes con la celebración de la efemérides los Príncipes de Asturias estuvieron en Cáceres, pero enviaron atentos escritos al Alcalde Presidente del Excmo. Ayuntamiento de Ledrada. En particular, la Casa Real manifestó:

“Sus Altezas Reales, que valoran y aprecian su amable invitación, a la que no podrán corresponder por motivos de agenda, me han encargado que le agradezca su intención y le transmita con Su saludo afectuoso, Su deseo de que los actos se desarrollen con toda brillantez”.

Figura 5. Portada del libro Ledrada, el insigne científico Vicente Cervantes Mendo y Zafra. Fuente: Archivo fotográfico de José Pastor Villegas, fotografía realizada el autor el 9 de agosto de 2013.

  1. CONCLUSIONES   
  2. Los Reales Hospitales de Guadalupe durante la Ilustración fueron el Hospital de San Juan Bautista u Hospital de hombres y el Hospital de mujeres. Ambos hospitales funcionaron todo el año con las detalladas Ordenanzas y Costumbres de los Reales Hospitales de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe de 1741, las cuales no se conocieron hasta 1999.

En particular, se detallan cuándo y cómo se practicaban los tratamientos sifilíticos en el primero de dichos hospitales. Se detalla también el funcionamiento del Colegio de Cirugía en dicho primer hospital, en donde los médicos y cirujanos al servicio de los hospitales instruyeron teórica y prácticamente a los aprendices, incluso con la práctica de autopsias, sin otorgamiento de título profesional. Obviamente, la instrucción era más o menos ilustrada dependiendo de la formación de los profesores. Dicho colegio es anterior a las instituciones ilustradas Real Colegio de Cirugía de la Armada (Cádiz, 1748), Real Colegio de Cirugía de Barcelona (1760) y Real Colegio de Cirugía de San Carlos (Madrid, 1787).

Tal reglamentación no contiene capítulos dedicados al funcionamiento de la Botica monástica, sita fuera de los hospitales, en el denominado Claustro gótico del monasterio jerónimo. Sin embargo, mediante el Castrato de Ensenada de Guadalupe se puede saber que estuvo al cargo de boticario seglares y que hubo aprendices al menos en 1752.

  1. Pedro Gutiérrez Bueno (Cáceres, 1743 – Madrid, 1822), José Antonio Pavón Jiménez (Casatejada, Cáceres, 1754 – Madrid, 1840) y Vicente Cervantes Mendo (Ledrada, Salamanca, 1758 – México, 1829) fueron tres insignes científicos. Los dos primeros fueron extremeños de nacimiento; el tercero fue tenido por nacido en Zafra hasta 2007, año en que demostré que era ledradense, pero vinculado con Extremadura, pues su madre nació en Casar de Cáceres (Cáceres) y su esposa en Hervás (Cáceres). Los tres, profesionalmente farmacéuticos, estuvieron vinculados con las reformas profesionales sanitarias de la Ilustración Española desde instituciones no universitarias; el primero y el tercero como catedráticos de Química y Botánica en Madrid y México, respectivamente, y el segundo como académico de la Real Academia de Medicina de Madrid.

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AGRADECIMIENTOS

Al personal de Archivos y Bibliotecas que ha facilitado mis consultas de investigación para la elaboración de este trabajo y a Luis Jiménez Rubio que me acompañó en la localización de la Fuente de Loro.

Asimismo, mi agradecimiento a la Asociación Coloquios Históricos de Extremadura por sus 46 años de trabajo.

[1] PASTOR VIILLEGAS, José, PASTOR VALLE, Jesús Francisco, PASTOR VALLE, Montaña Belén:   “Las expediciones científicas a América y las expediciones a América dirigidas por Miguel de la Quadra-Salcedo y Gallarre”. En: Asociación Cultural Coloquios Históricos de Extremadura (edición), XLV Coloquios Históricos de Extremadura. Trujillo, en prensa.

[2] LÓPEZ PIÑERO, José María: Ciencia y técnica en la sociedad española de los siglos XVI y XVII, págs. 371-384. Barcelona, Labor, 1979.

[3] ALFONSECA, Manuel: Grandes científicos de la humanidad, Vol. 2, págs. 157-158. Madrid, Espasa Calpe, 1998.

[4] OCHOA, Severo: “Prólogo”. En: S. Ramón y Cajal, Reglas y consejos sobre investigación científica, págs. 9-10. Madrid, Espasa Calpe, 1995.

[5] LÓPEZ PIÑERO, José María: “La carta filosófica-médico-chymica (1867) de Juan de Cabriada. Punto de Partida de la Medicina Moderna en España”, Asclepio 17 (1965), 207-214.

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[7] LÓPEZ PIÑERO, José María: Ciencia y técnica en la sociedad española de los siglos XVI y XVII, págs. 387-401. Barcelona, Labor, 1979.

[8] PUERTO, Javier.: “La Ciencia durante la Ilustración y la Guerra de la Independencia”. An. R. Acad. Nac. Farm. 75 (E) (2009) 527-576.

[9] LAFUENTE, Antonio, PESET, José Luis: “Los inicios de la institucionalización de la ciencia moderna en España”. En: P. Martín Ferrero, Actas del simposium CCL aniversario del nacimiento de Joseph Celestino Mutis, págs. 49-58. Cádiz, 1986.

[10] IBORRA, P.: “Historia del Protomedicato en España (1477-1822) (Edición, introducción e índices de Juan Riera y Juan Granda-Juesas)”. En RIERA PALMERO, J. (dir.), Acta-Historio-Médica Vallisoletana, XXIV, págs. 77-79. Valladolid, Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones.

[11] FOLCH ANDREU, Rafael: “Los farmacéuticos en la Academia durante el siglo XVIII. Labor de D. José Hortega. En Academia Nacional de Medicina 1734-1934. Publicaciones conmemorativas del II centenario de su fundación”, págs. 177-282. Madrid, Imprenta de J. Cosano, 1935.

[12]ÁLVAREZ ÁLVAREZ, Arturo: “¿Cuándo nació Guadalupe a la Historia?¿Alfonso X ó Alfonso XI?”, Guadalupe núm. 662 (1983), 11-19.

[13] PERRIN, Adèle: “Plenitud de Guadalupe en el siglo XVI”, Guadalupe, núm. 715 (1992), págs. 53-70.

[14] PASTOR VILLEGAS, José: Conferencia “Pasado científico de Guadalupe de Extremadura: Reales Hospitales”, Jornada científica Pasado, presente y futuro de la Medicina, Cáceres, Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (CCMIJ), 3 de noviembre de 2011.

[15] Ordenanzas y costumbres de los Reales Hospitales de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe. Arganda del Rey (Madrid), 1999.

[16] SAN JOSÉ, Francisco de: Historia universal de la primitiva y milagrosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, págs. 112, 121-122. Madrid, Antonio Marín, 1743.

[17] ÁLVAREZ ÁLVAREZ, Arturo: Cien personajes en Guadalupe, págs. 251-253. Fuenlabrada (Madrid), Graficinco, 1995.

[18] SAN DE DIOS Y GUADALUPE, Francisco: Medicina práctica de Guadalupe. Madrid, Imprenta Francisco de Arrojo, 1730.

[19]PRIETO AGUIRRE, J. F.: “La obra del Francisco Sande Dios y Guadalupe”, Med. Esp. 27 (1959), 439-445.

[20] ABRIL TORRES, José: Las dos caras del pensamiento médico: polémica entre médicos novatores y médicos galenistas en la Extremadura de principios del siglo XIX. Badajoz, Tecnigraf, 2009.

[21]BALLESTER AÑÓN, R.: “Martínez, Martín”. En: J. M. López Piñero, T. F. Glick, V. Navarro Brotóns, E. Portela Marco, Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, Vol. 2, págs. 34-35. Barcelona, Ediciones Península, 1983.

[22] LLOPIS, Enrique: Guadalupe 1752 según las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada (Colección Alcabala del Viento, núm. 25). Madrid, Tabapress, 1991.

[23] FRANCÉS CAUSAPÉ, María del Carmen; “La farmacia durante el reinado de Carlos III”, An. Real Acad.Farm. 55 (1989), 74-92.

[24] ÁLVAREZ ÁLVAREZ, Arturo: Cien personajes en Guadalupe, págs. 223-225. Fuenlabrada (Madrid), Graficinco, 1995.

[25] FORNER Y SEGARRA, Francisco: Disertación sobre las virtudes medicinales de la fuente de Loro, nuevamente descubierta en las sierras de Guadalupe. Antonio de Sáncha, 1780.

[26] LÓPEZ PIÑERO, José María: “Gutiérrez Bueno, Pedro”. En: J. M. López Piñero, T. F. Glick, V. Navarro Brotóns, E. Portela Marco, Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, Vol. 1, págs. 432-435. Barcelona, Ediciones Península, 1983.

[27]PASTOR VILLEGAS, José: “Pedro Gutiérrez Bueno [Jiménez], farmacéutico y químico ilustrado e ilustre extremeño en Madrid”. En: Actas de las I Jornadas de Historias Locales de Extremadura: Garrovillas de Alconétar Cáceres, 23 de mayo de 2009, págs. 243-249. Mérida, Asamblea de Extremadura, 2010.

[28] VILLANUEVA, Luis: “Noticia biográfica”. En: Biblioteca de autores españoles, desde la formación del lenguaje hasta nuestros días, Vol. II, págs. 260-267. Madrid, Rivadeneyra, 1871.

[29] PASTOR VILLEGAS; José: “Extremadura y América: aportaciones científicas extremeñas”. En: XIV Encuentros de Didáctica de las Ciencias Experimentales, sin paginar. Cáceres, Escuela Universitaria de Magisterio de Cáceres, 1993.

[30] CARLES GENOVÉS, Concepción: “Gómez Ortega, Casimiro”. En: J. M. López Piñero, T. F. Glick, V. Navarro Brotóns, E. Portela Marco, Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, Vol. 1, págs. 408-410. Barcelona, Ediciones Península, 1983.

[31] LÓPEZ PIÑERO, José María, GLICK, Thomas F.:”Pavón Jiménez, José Antonio”. En: J. M. López Piñero, T. F. Glick, V. Navarro Brotóns, E. Portela Marco, Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, Vol. 2, págs. 148-149. Barcelona, Ediciones Península, 1983.

[32]LÓPEZ PIÑERO, José María, GLICK, Thomas F.:”Ruiz López, Hipólito”. En: J. M. López Piñero, T. F. Glick, V. Navarro Brotóns, E. Portela Marco, Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, Vol. 2, págs. 273-275. Barcelona, Ediciones Península, 1983.

 

[33] “Segundo Centenario del nacimiento de los insignes farmacéuticos, exploradores botánicos de Chile y Perú”, An. R. Acad. Farm. Vol. 21 núm. 1 (1955), págs. 5-36.

[34] Extremadura núm. 9994, viernes 29 de octubre de 1954, pág. 1.

[35] LORO, Domingo: “El brujo yerbatero”. En: Trasuntos extremeños, págs. 19-48. Cáceres, 1956.

[36] GÓMEZ MATÍAS, Juan José: “Bicentenario de un viaje (1771-1788)”, Casatejada núm. 28 (1988), págs. 16-20.

 

[37] PASTOR VILLEGAS, José, PASTOR VALLE, Jesús Francisco: Páginas extremeñas sobre el caucho, págs. 103-110. Trujillo, Ediciones La Coria. Fundación Xavier de Salas, 2003.

[38] ACEVES PASTRANA, Patricia: “La renovación de la Farmacia en la Nueva España a finales del periodo colonial, An. R. Acad. Nac. Farm. 70 (2004), 125-145.

[39] PASTOR VILLEGAS, José: “Vicente Cervantes Mendo: lugar y fecha de nacimiento, bicentenario no conmemorado y próximo 250 aniversario, An. R. Acad. Nac. Farm., Vol. 73, núm. 3 (2007), págs. 747-762.

[40] PASTOR VILLEGAS, José: “Vicente Cervantes Mendo, insigne boticario, botánico y químico hispanomexicano: su vida en España”, Revista de Estudios Extremeños, Vol. 64, núm. 1 (enero-abril, 2008), págs. 413-424.

[41] MIRAS PORTUGAL, María Teresa, GONZALEZ BUENO, Antonio, DOADRIO VILLAREJO, Antonio (coor.): En el 250 aniversario del nacimiento de Vicente Cervantes (1758-1829). Fundación José Casares Gil de Amigos de la Real Academia Nacional de Farmacia. Madrid, 2009.

[42] PASTOR VILLEGAS, José (ed. y coor.): Ledrada, el insigne científico hispanomexicano Vicente Cervantes Mendo y Zafra. Béjar (Salamanca), AGH Impresores, 2011.

 

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