Eleuterio Sánchez Alegría.
«Que por mayo era por mayo cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan y están los campos en flor,
cuando canta la calandria y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados van a servir al amor»…
Con estos candorosos versos se inicia el «romance del prisionero» y cabalmente era por mayo de 1955 cuando tuve mi primer encuentro con la nunca bien ponderada Gregoria Collado ¡Hallazgo muy afortunado, por cierto, conocimiento providencial de esta gran mujer, de talento singular y de corazón repleto de amor por su Extremadura!
En calidad de Inspectora de Enseñanza Primaria y en funciones de servicio había llegado a nuestro Trujillo y pronunciaba una interesantísima conferencia. Yo, muy conocedor de su fama, me persone en el local y al finalizar me disponía a saludarla. Ella, por su parte, se había apercibido de mi presencia y al observar que me removía un poco, mandó «ex professo» una persona amiga que me apresó inmediatamente, diciéndole: «Procura que no se me escape Sánchez Alegría, que quiero hablar con él» Ya se había formado también una idea de mi, a través de la prensa regional, y anhelaba conocerme, al igual que yo a ella.
Así, pues, en cuestión de segundos estuvimos frente a frente y a las pocas palabras que intercambiamos, nos comprendimos perfectamente. Me encontraba ante una hermosa y gentil mujer, con su característica morenez cacereña y su inconfundible talante extremeño, pero sobre todo con un corazón inmenso, lleno de optimismo y audacia, con una clarividente inteligencia y arrolladora simpatía, que me cautivó en verdad. Su cultura extraordinaria, su notable fantasía y sensibilidad poética y el gran amor su tierra, la heroica Extremadura, me conquistó para siempre. Mujer de profunda agudeza psicológica se percató de ello en nuestra primera entrevista privada y tal vez bien informada de mis sentimientos e ideales, me esbozó seguidamente todo el programa de acción en su Asociación «Amigos de Guadalupe» y a los pocos días tornó a Trujillo, con la sola finalidad de constituir nuestra Delegación Local sobre la base de personas relevantes de la docencia y sociedad trujillana, a quienes personalmente ella convocó a esta primera reunión y con las altas miras siempre puestas en la excelsa Virgen morena de las Vllluercas y la progresiva promoción de su inefable Extremadura…
Constitución de la delegación y nombramiento Junta Directiva
Eran las 12,30 de la mañana del día 16 de mayo de 1955. En la Biblioteca del Instituto Laboral «García de Paredes», de la que yo estaba encargado, se habían ido congregando un buen número de personas, previamente invitadas y que podrían ser posibles miembros de la futura Asociación de «Amigos de Guadalupe» en Trujillo. Sus simples nombres propios evocan ya de por sí múltiples recuerdos y facetas de la vida trujillana de aquellos tiempos: Don Juan Tena Fernández, Pbro. Archivero del Excmo. Ayuntamiento, D. Marcelino González Haba, Abogado, Delegado Comarcal de Sindicatos, don Felipe Trejo,Pbro.y Doña Adela Martí Martí, ambos juntamente conmigo Profesores del Instituto Laboral, don Juan Manuel Fernández Bernal, Abogado y Maestro, D. Paulino Azores Naharro, Maestro, Concejal y Director de Biblioteca Municipal, don Fernando Gutiérrez del Egido, Maestro y Secretario de la Hermandad de Trabajadores, juntamente con su hermana doña María Gutiérrez del Egido, Maestra, don Tomás Avila Valdecantos, Maestro así como el también Maestro Nacional don Alipio Rodríguez y una paralela representación de prestigiosas Maestras Nacionales, tales como doña María del Pilar García Peña, doña Esther Holgado Casado, doña María Poblador Sánchez, además de otro Maestro, don Santiago Navareño Díaz, y el más amable hotelero de la provincia y acaso de España, don Julio Prieto González, dueño del Restaurante y Residencia «Madrid-Lisboa».
Ante tal culta concurrencia y puntual a la cita acude nuestra ilustre Inspectora de Enseñanza Primaria, y con esa gracia femenina tan suya y con la convicción que la siempre la verdad expuso de manera clara cuál era el motivo de habernos citado a esta reunión, ni más ni menos que declararnos la finalidad de la Asociación «Amigos de Guadalupe» y su funcionamiento en Cáceres, para que en parecida proporción hiciésemos otro tanto en Trujillo colectivamente y cada cual dentro de la esfera en que actúe. Con referencia a la fundación, recordamos tres nombres claves de la Comisión Ejecutiva de Cáceres: el Rdo. P. Jerónimo Bonilla, O.F.M. su Consiliario, la propia Gregoria Collado y Ricardo Becerro de Bengoa, quienes han acertado a la auténtica entidad y personalidad a dicha asociación. Su gran propósito en términos generales, ha sido desde su inicio «el intentar por todos los medios posibles que el nombre de Extremadura vuelva a sonar en el ámbito nacional con la fuerza de antaño y procurar elevar paulatinamente el nivel cultural de nuestra región.»
Y en consecuencia con estos ideales, he aquí que en aquel momento había la sublime aspiración de erigir un templo a la Virgen de Guadalupe en Mongomo, Guinea Española, como conmemoración del pasado Año Mariano, y precisamente el Rvdo. P. Permúy, destacado claretiano, director de la revista «El Misionero», venía alentando, con más calor que nadie dicha iniciativa. Asimismo manifestó Gregoria Collado con su peculiar entusiasmo que había la intención de ofrecer el patronazgo del famoso monasterio de Guadalupe al gran Archiduque Otto de Habsburgo, legítimo descendiente de los Austrias, tradicionales protectores de Guadalupe, quienes lo convirtieron en el santuario de la Hispanidad, heredando de los Reyes Católicos su devoción a la Virgen extremeña. Se había pensado, al efecto, otorgarle el título de Vicepresidente del Consejo de Honor de la Junta Rectora de la Asociación Provincial «Amigos de Guadalupe».
Acto seguido, se procede al nombramiento de la Junta Directiva de esta Delegación Local de Trujillo y, tras breves instantes de coloquio con la Señora Collado de García Aguilera, se preconizan como Presidente a D. Marcelino González Haba, como Secretario a don Eleuterio Sánchez Alegría, como Tesorero a don Tomás Avila Valdecantos y como Consiliario a don Juan Tena Fernández. Y finalmente, se decide nombrar Presidente de Honor de nuestra Delegación Local al Ilmo. señor Alcalde de Trujillo, don Julián García de Guadiana.
Los «Amigos de Guadalupe» en pos de sus caros ideales
Apenas si había transcurrido un mes, cuando nos reunimos de nuevo los componentes de la Delegación de Trujillo, aceptando el consejo que nos dieran los directivos cacereños de señalarnos un día fijo, por ejemplo, el último jueves de cada mes y como cuota mensual mínima de cada socio dos pesetas, cuota simbólica que figura escrita en segunda Acta de fecha 30 de junio de 1955.
Una y otra vez con gran constancia y más o menos concurrencia nos reuníamos, de forma que figuran en Acta unas dieciocho sesiones, es decir, hasta el 12 de febrero de 1957, en que más o menos se produjo el colapso de la Asociación de Cáceres, por vergonzosos manejos y presiones de altas personalidades que intrigaron siempre ante el Gobierno Civil contra «Amigos de Guadalupe», en una serie infinita de ruindades, inconcebibles en gentes de cultura, y a las que volveremos a aludir más adelante. Con referencia ahora a nuestras reuniones periódicas, hagamos constar que aceptamos de buen grado el consejo que nos dieran Ricardo Becerro de Bengoa en carta escrita a raíz de nuestra fundación: «celebrad reuniones, aunque vayáis dos o tres, recordando las palabras del Evangelio: «donde os reunais dos en mi nombre, allí estaré yo con vosotros». Celebrad las y dadlas a la publicidad en «Extremadura» y «Hoy», porque así serviréis de ejemplo a otros con vuestra perseverancia y entusiasmo. Llevad «Libros de Actas», pues es muy útil, además de obligatorio. El índice de problemas locales tenedlo siempre a la vista y sed promotores de soluciones. En resumen que en Trujillo los «Amigos de Guadalupe» sean los mejores amigos de Trujillo, que en Alcántara sean los mejores amigos de Alcántara… Pizarro y Orellana o lo que es lo mismo Perú y Brasil no los descuideis»…
Nuestras comunicaciones con los Directivos de Cáceres eran continuas, intercambiando cartas y mensajes y alguna que otra visita. Y así en el Acta 3ª consta el telegrama que Presidente y Secretario redactamos y enviamos a Directivos de Cáceres y al Prior de Guadalupe, al leer en los periódicos la noticia relacionada con nuestra Asociación de que el Emmo. Cardenal Primado, Plá y Deniel, les había enviado su fotografía con una paternal dedicatoria, bendiciendo el proyecto de erigir un templo a la Virgen de Guadalupe en la Guinea Española. Más sobre todo era muy grande nuestra íntima satisfacción al saber que el Real Monasterio de Guadalupe según reciente rescripto recibido de Roma quedaba constituido en Basílica. He aquí el texto del telegrama cursado por nosotros: «Celebramos todo corazón privilegio pontificado concedido glorioso Monasterio Guadalupe, templo, hogar, solar bendito raza hispana, trono encumbrado Purísima Madre de Dios, fúlgida Estrella heroica Extremadura -Salúdanle respetuosamente Amigos de Guadalupe. Trujillo, 25 octubre de 1995 y horas 13:30.
Jornadas hispanoafricanas en Cáceres con participación trujillana.
Como un lema de Cruzados, los «Amigos de Guadalupe» se había fijado en sus bravos corazones uno bien expresivo que los personificaba a la perfección: «Frangar, non flectar», que ellos traducían por «Morir, no doblegarse», algo similar al famoso «Prius mori quam foedari» («Antes perecer que mancharse»). Y como no dejarse abatir por la frialdad e incomprensión de un ambiente tibio y atónico era el grito de combate de sus socios, he aquí que todos los años por los meses de octubre o noviembre de manera habitual y en forma solemne, a la vez que más solidaria, se concentraban unos días en Guadalupe, para el sesiones de estudió abordar los problemas extremeños y aspectos culturales, sociales y espirituales de la región.
Según datos que tengo la vista, el noviembre de 1954 se había celebrado nada menos que un Congreso Regional Mariano, bajo la inspiración de los «Amigos de Guadalupe» y en el mismo tomó parte activa precisamente el Rdo. P. Fernando R. Permúy, Hijo del Inmaculado Corazón de María, Director de la revista «El Misionero» y representante de Pontificio de las Misiones Católicas de Fernando Poo y Guinea Española. En un hermosísimo artículo Gregoria Collado nos narra de manera emocionante algo de lo que debió ser aquel enfervorizado Congreso Regional Mariano. Dicho artículo que lleva por título «Guadalupe en Hispanoáfrica», publicado en la revista «El Misionero», nº 355, de noviembre, y en «Extremadura» de 17 del mismo mes fue el tema y comentario de nuestra cuarta reunión mensual en Trujillo el día 21 de noviembre de 1955 y de dicha acta recojo ahora los conceptos más notables de nuestra insigne amiga. Gregoria Collado nos revela la formidable impresión de asombro ante el misionero claretiano P. Permúy y su expansión espiritual en el recinto del esplendoroso monasterio cacereño: «Como el cielo está sembrado de estrellas, el mundo está sembrado de Guadalupes, y hasta un Nuevo Mundo reza a Dios en español por esta Señora Morena de las Villuercas. Más para deciros esto, con ser tanto, no hubiese ya venido. He venido para deciros que está sin terminar la obra misional de España y está incompleta por tanto la Hispanidad… En ese trozo de la nueva España que se está formando en el África Ecuatorial y que se llama Guinea Española, donde hoy se vive la epopeya misional, los mejores tiempos, no hay la menor huella que recuerde, como en América, a Guadalupe y Extremadura. Ni una sola iglesia, ni una sola capilla, ni una sola imagen de esta Virgen Misionera de la Hispanidad. Extremadura como tal se haya ausente de Hispanoáfrica. La Virgen de Guadalupe tan «conquistadora» y «misionera» en América no está paternalmente presente en el Africa Española. ¡Y sería ella tan feliz entre los morenos!…
Es necesario, pues, que Extremadura haga, como tal, acto de presencia en Hispanoáfrica y que allí reinen, como en el Nuevo Mundo, la Virgen de Guadalupe y que por lo menos tenga un hermoso templo, una Misión consagrada a Ella en la Guinea Española…»
Y aludiendo a la magna jornada de clausura de dicho Congreso Regional Mariano que se verificó al domingo siguiente, con la consagración de Extremadura al Corazón de María verificada privadamente por este misionero y en la que la imagen de la Virgen de Guadalupe salió en procesión hasta los mismos umbrales del templo, lo cual únicamente se había realizado tres veces en el espacio de seis siglos, nos refiere la Señora Collado que el P.Permúy con voz muy emocionada exclamó: «Necesito de esta hoguera de hoy una centella para Mongomo. La necesito para que la gloriosa obra de Extremadura en Hispanoamérica se renueve en Hispanoáfrica».
El coche arranca y sólo podemos decirle apresuradamente «¡Adiós!»; pero él sabe muy bien que hemos querido decirle: «Cuente con la centella».
¡Y vaya si contó con la centella! Pues Gregoria, haciendo honor a su nombre griego de «vigilante», cual fiel vestal de la Roma clásica, nos soltó ya la antorcha del fuego sagrado y con un tan incomparable heraldo de Extremadura, como Becerro de Bengoa, secretario de la Asociación «Amigos de Guadalupe», no es de extrañar que, no finalizado todavía noviembre, hubieran esbozado un Programa de «Jornadas Hispanoafricanas» con las miras puestas en ensañado templo a la Virgen de Guadalupe en Mongomo. Y bien pronto nos cursaron invitaciones a los de Trujillo, quienes ya no tuvimos tiempo para improvisar nada y les prometimos asistir a alguno de los actos, como en realidad lo hicimos e incluso en nuestro honor decidieron celebrar una reunión a las 13 horas del día 23 en el «Colegio de San Antonio», bajo la presidencia del P. Bonilla, cambiando impresiones sobre problemas y aspiraciones comunes de nuestra Asociación. Allí se habló ya de la posibilidad de celebrar en Trujillo algún acto de propaganda pro templo a N.ªS.ª de Guadalupe en Africa.
El programa se cumplió en la forma ritual proyectada, pronunciando sendas conferencias Ricardo Becerro de Bengoa el primer día bajo el título de «Africa, misión de España» y el segundo día Gregoria Collado disertó sobre «Guadalupe, plataforma de la empresa africana». Caldearon el ambiente cacereño, con su oratoria brillante y convincente, y le dispusieron favorablemente para el gran día de clausura, 27 de noviembre, 11:30 de la mañana, en el cine Capitol de Cáceres. Un vibrante discurso del Rdo. P. Permúy, C.M.F., representante de las Misiones Católicas de Fernando Póo y Guinea Española, con el lema «Isabel la Católica, España y Africa» entusiasmó a los numerosos asistentes y ganó sus simpatías. A continuación se proyectó la película «Herencia imperial». Tras de lo cual, hubo unos momentos de descanso, reanudándose después con unas palabras de Gregoria Collado, si mal no recuerdo, sobre «Guadalupe, Extremadura de Hispanoáfrica». Luego de nuevo otra película: «La por tanto nada», poniendo el broche de oro unas palabras del Excmo. y Rdmo. Sr. Obispo diocesano, Dr. Llopis Iborra. Con verdadero éxito y brillantez se habían conseguido los objetivos propagandísticos pro templo en Mongomo a la Virgen Morena de las Villuercas.
No contentos con eso, los «Amigos de Guadalupe» de Cáceres ya se disponían a celebrar acto parecido en Badajoz el 11 de diciembre y nuestras gestiones en Trujillo ya estaban hechas para celebrarlo también en el Teatro Gabriel y Galán el día siguiente 12, fecha oportuna por ser la festividad de la Virgen de Guadalupe en México, cuando la Vocal de Propaganda Gregoria Collado nos telefoneó primero y luego confirmó por carta que todo se aplazaba pues el P. Permúy, alma de esta propaganda oficial, a su regreso a Madrid, había sido nombrado Superior de una casa de París y habría de tomar inmediatamente posesión de su cargo.
Los «Amigos de Guadalupe», entusiastas propagandistas de grandes ideas
Fieles a nuestras consignas y consecuentes con nuestros ideales, los «Amigos de Guadalupe» tanto en Cáceres como en Trujillo, decidimos seguir defendiendo cuanto creíamos de buena fe ser la verdad y justicia en cada caso, así desde el punto de vista religioso, social y patriótico como en el aspecto cultural y turístico de nuestra noble Extremadura. Y hace constar en el acta de nuestra sexta sesión de 26 de enero de 1956. Y al efecto, nuestro catolicísimo Presidente don Marcelino González Haba, inició una campaña en torno al monasterio de Guadalupe con genuino carácter Mariano, mientras que yo, hacia otro tanto en la prensa regional e incluso en la revista del Instituto «Semilla» había iniciado una sección sobre el «Valor turístico de Extremadura», en los primeros meses de 1995, y que continúe ya en todos sus números. Nuestra ilustre amiga la señora Collado me escribió una amable carta en que me felicitaba sinceramente por esta serie de artículos y me instaba a que así como había elogiado al pintor catalán Bernardo Ylla en su exposición de pinturas sobre Trujillo (HOY, 5 de enero de 1956 y «SEMILLA»,dic. 1995-ene 1956), no dejará de hacer lo mismo con Solís Avila, egregia figura de Extremadura. Por supuesto que así lo hice y publiqué mi entrevista en «ALCÁNTARA», en fecha que ahora no puedo precisar ni puedo buscar en mi Biblioteca. Cumplir igualmente sus otros encargos y muy pronto redacté un esmerado artículo sobre la «RUTA DE CONQUISTADORES» y otro de alto tono sobre el «I Centenario del Casino de Trujillo», aparecidos ambos en «HOY», de Badajoz, lo cual constituyó el tema de la octava sesión de 31 de marzo de 1956.
Gregoria Collado era una entusiasta de Trujillo y en una de sus interesantes cartas me solicitaba unos datos sobre María Escobar, esposa de Diego Chaves y notable mujer que fue la primera que sembró trigo en el Perú y fue elogiada oficialmente por su extraordinaria labor de colonización. Igualmente quería unas amplias noticias de Nuflo o Nuño Chaves, fundador de Santa Cruz en Bolivia y me encargaba fuera a consultar, si fuera preciso a don Juan Tena. Tenía sumo interés, pues casualmente había entablado amistad con un prestigioso Profesor de Sucre, grande voto por cierto de la Virgen de Guadalupe. Su extensa carta de alguno de febrero de 1956, llena de sugerencias, terminaba pidiéndome una nota en que le especificara «Cómo se educaban en Roma las jóvenes de alta sociedad». Satisfice yo cómo pude todos sus encargos y me dio las gracias, muy complacida.
Nuestros animosos compañeros de Cáceres no cesan de sus actividades y aquí que en estos primeros meses de 1956 evitaron un folleto con el título «El Movimiento de Unión Latina en Extremadura», en que se destaca la gran figura del arquitecto lusoromano Cayo Julio Lacer, constructor del Puente de Alcántara en la época del emperador español Trajano. Con dichas ideas va vinculando el propósito de inaugurar en octubre la cartera «Roma» en Guadalupe e invitar a ello al P. Mircea, Director de la Misión Católica Rumana en España, como así se verificó en el I Ciclo de Conversaciones Extremeñas.
Los «Amigos de Guadalupe» en Cáceres en enero de 1956 no dudaron en solicitar al capitán de la motonave «Guadalupe» la instalación de una hucha para recoger donativos para el templo de Guadalupe en la Guinea Española entre los pasajeros de la misma. Pero creemos que ante todo debemos destacar su organización de la «Semana de homenaje a Menéndez Pelayo» del 22 al 29 de abril, y a los que llegamos como invitados a la primera de dichas conferencias con motivo del I Centenario del nacimiento del eximio polígrafo Presidente y Secretario de Asociación de Trujillo. Para dar sumo realce al acontecimiento fue invitado y vino a Cáceres el General don Jorge Vigón, jefe de la Defensa Pasiva de España, y hecha la presentación del orador por Becerro de Bengoa, pronunció su interesantísima conferencia «Menéndez Pelayo, guía de España». El salón de actos de la Diputación estaba bastante lleno, en atención a tan alta personalidad y además aquel día 22 de abril era domingo.
Y para que se vea a que los «Amigos de Guadalupe» siempre estaban dispuestos a la continua actividad y tenían una muy amplia visión de las cosas que afectan a Extremadura y no querían desaprovechar ninguna circunstancia propicia, haré notar que en la Junta General del 25 de septiembre de 1956, presidida por el Delegado Provincial de Información y Turismo, Vicepresidente de nuestra Asociación, don Narciso Maderal, ya se habló de las gestiones realizadas para solemnizar el IV Centenario de la muerte del Emperador Carlos V en Yuste, hecho que no tendría lugar hasta el 21 de septiembre de 1958. Sus ideales les hacían volar muy lejos, muy lejos…
En Cáceres como en Trujillo los «Amigos de Guadalupe» fuimos los mejores colaboradores. Un buen ejemplo lo dimos públicamente con motivo de la Consagración de Extremadura al Inmaculado Corazón de María y todos lo recordaréis. A mi puerta llamó el día 8 de mayo de 1956 un Misionero claretiano que me conocía y era nada menos que el eminente teólogo P. Joaquín Mª Alonso y me expuso su idea y yo le ofrecí todo mi concurso y el de la Asociación. Luego partió para Cáceres. Tras él vinieron otros más y el acontecimiento se fue preparando y culminó en Cáceres el 16 de septiembre en el Cine Norba y en Trujillo el día 23 en el Teatro Gabriel Galán, siendo protagonistas nosotros don Marcelino González Haba y yo, con el Rdo. P. Evaristo Riol, C.F.M., Alcalde don Julián García de Guadiana y Sr. Arcipreste don Mariano Duprado. Así contribuimos de manera eficaz a la gran Consagración regional en Guadalupe. Cumplíamos en lo que podíamos como buenos, consecuentes con nuestros ideales…