Oct 012002
 

Miguel Sanz Salazar.

INTRODUCCION

La Parroquia de San Martín es uno de los templos más importante de la ciudad de Trujillo desde mediados del siglo XVI y constituye uno de los puntos más importantes en el desarrollo urbanístico de su plaza mayor.

En este breve trabajo que aquí presentamos pretendemos hacer un primer acercamiento al origen y evolución del templo, desde su fundación hasta nuestros días.

Para lo cual hemos tomado como fuentes todas las publicaciones genéricas que hemos encontrado a cerca de Trujillo ya que no existe ningún trabajo completo sobre este edificio.

Esta comunicación queda inconclusa debido a no haber podido consultar la principal fuente de información sobre la iglesia, su archivo parroquial. Esperamos poder completar con nuevos descubrimientos en un futuro.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA

Desde la reconquista definitiva de Trujillo en 1232, esta villa pasa a depender directamente de la corona como concejo de realengo. Esta situación se mantiene con la concesión de fuero real por parte de Alfonso X en 1256. En 1430 Juan II le concede el título de ciudad de la corona a pesar de lo cual a finales del siglo XV fue concedida a diversos señores los cuales no fueron capaces de hacerse con ella.

En 1465 Enrique IV le concede el mercado franco de los jueves. Este hecho será de gran importancia en el desarrollo de la ciudad y más concretamente de la plaza mayor que se estaba conformando en esos momentos, reuniendo gran cantidad de fieles en sus aledaños.

Se funda como ermita a los pies de la villa a principios del siglo XIV. La primera noticia que tenemos de su existencia data de mediados del XIV, cuando en 1353 el concejo se reúne en su atrio[1]. Esto nos confirma la importancia que tenía ya en esta época el espacio público que posteriormente sería la plaza mayor.

También sufrirá los avatares de la guerra de sucesión al trono de Castilla. Mientras el castillo estuvo en poder de los seguidores de Juana la Beltraneja, la familia de los Chaves y los Monroy lucharán en ocasiones desde la iglesia de San Martín sufriendo ésta diversos destrozos. La iglesia que a finales del siglo XV debía tener una estructura bastante recia, poseía una fuerte torre que se utilizo de baluarte en estas escaramuzas.

En 1526 la diócesis de Plasencia y el concejo, acuerdan la ampliación por la cabecera, tomando terreno al cementerio y comprando casas cercanas para poder dar paso. Probablemente en fechas anteriores ya sufriera una primera ampliación, de la cual no tenemos ninguna documentación.

Esta reforma se realiza con unos fuertes condicionantes, ya que debido a su ubicación en los límites de la plaza en una zona de topografía muy abrupta, no alcanzará la perfección ni la armonía que poseen otros edificios de la diócesis realizados en las mismas fechas por los mismos tracistas.

En 1538 las obras ya están bastante avanzadas y se ocupará de ellas Sancho Cabrera, un maestro de obras trujillano de la confianza del obispo Gutierre de Vargas Carvajal, que viene de ejecutar la parroquia de Jaraicejo.

Este cantero, uno de los más importantes de la Diócesis durante el siglo XVI, realizará las trazas y ejecutará gran número de templos para este prelado hasta su muerte.

Destacan entre sus obras religiosas la parroquia de Jaraicejo, San Martín en Trujillo, Santiago en Garciaz, el coro de Santa María en Trujillo, la parroquia de Saucedilla. También trabaja en la nave de la iglesia de Santiago de Cáceres cuya cabecera fue trazada por Gil de Hontañón. Tras la muerte del obispo en 1569 será sustituido en las obras religiosas de la diócesis por otros maestros dejando comenzados los pies de la parroquia de Guareña.

Se trata de un cantero formado en el estilo gótico que a través del obispo conoce las nuevas tendencias en el ornamento arquitectónico. Es por tanto capaz de combinar con solvencia las dos tendencias ornamentales existentes en esos momentos. Aunque incluya en su repertorio decorativo elementos de estilo romano, sus estructuras seguirán respondiendo a los modelos góticos con bóvedas de crucería. Las bóvedas de arista y vaídas no aparecerán en Trujillo hasta la década de los 70 de la mano de Francisco Becerra.

En todas sus trazas religiosas encontramos ciertos rasgos comunes:

  1. Iglesias de una sola nave con cabecera poligonal y capillas en los laterales.
  2. Bóvedas de crucería con terceletes bastante sencillas con alguna decoración en las claves.
  3. Tres puertas de acceso de idéntica factura, una a los pies y otras dos en el centro de la nave cubiertas con un pequeño atrio. Las puertas responden siempre a la misma descripción: Arco de medio punto flanqueado por columnas exentas sobre un plinto que sostienen un entablamento y un frontón adornado con flameros en el interior del frontón se encuentra la imagen de la virgen o bien el escudo del obispo.
  4. coro elevado a los pies sostenido por una bóveda de crucería muy plana. El primero de esta tipología que realiza es el de Santa María
  5. las ventanas que iluminan la nave serán de arco de medio punto abocinadas
  6. una única torre adosada a la cabecera de la iglesia.

todas esta características se pueden encontrar en el documento del contrato de al iglesia de Garciaz transcrito por don Carmelo Solís.

Curiosamente la iglesia más irregular de todas las que realiza Sancho Cabrera será San Martín ya que hereda un proyecto ya comenzado y aprovecha elementos de la antigua construcción.

Bajo la dirección de este maestro de obras se cerrará la nave y el coro rematados en 1553, la capilla bautismal se acabará en 1549, se darán las trazas para el chapitel del reloj en 1555 y se reconstruirá la torre comenzando las obras en 1546.

También trabaja por estas fechas como maestro de obras Francisco Sánchez y a este le siguen Juan de Fradua, Pedro Vázquez y Alonso y Francisco Becerra.[10]

En 1573 ya está bendecida la iglesia.

En la década de los 70 y con la dirección de otros maestros se continúan haciendo obras de remate como la puerta de poniente.

En 1577 se están realizando reformas y abriendo nuevos huecos que se considera pueden perjudicar la estructura del edificio. No sabemos exactamente a que obras y huecos se refieren, tal vez se refieran a la puerta principal en la que campea el escudo de Pedro Ponce de León. (1560-1573).

La obra de este templo será sufragada tanto por el obispado de Plasencia como por el ayuntamiento trujillano es por esto por lo que nos encontramos el escudo de la ciudad en la puerta principal.

A finales de siglo se reparará el chapitel del reloj y se hará el remate que hoy conocemos con azulejos talaveranos y bolas herrerianas muy del gusto de fin de siglo.

No tenemos ningún tipo de información publicada a cerca de las obras realizadas durante el siglo XVII, pero suponemos que se rehizo el coro en esta centuria.

La iglesia sufrirá las consecuencias de la guerra con los franceses. A principios del siglo XIX amenaza ruina y necesita multitud de reparaciones, entre ellas la recolocación de las losas del suelo levantadas por el saqueo de tumbas.

Desde entonces hasta nuestros días las únicas reformas que ha sufrido han sido para consolidarla e impedir su deterioro. En algunos casos con escasa fortuna.

img1Planta de la iglesia

ESTRUCTURA DE LA IGLESIA

Se trata de una iglesia de una sola nave con un único ábside poligonal por cabecera. Sin embargo pese a su sencillez estructural se manifiesta en su exterior muy irregular debido a lo abrupto del terreno y la irregularidad de las capillas y demás dependencias que se adosan a sus muros.

EXTERIOR

Uno de los rasgos más característicos de su exterior es su lonja en forma de “L” que le permite salvar el desnivel creando el espacio urbano más interesante de la plaza en el siglo XVI.

Este espacio se crea como cementerio rodeando a la antigua ermita por la cabecera, con las obras de ampliación del templo se transformará construyéndose una escalinata de acceso a la puerta de las limas y rematándose con un pretil. En 1555 encontramos a Sancho Cabrera realizando el “pretil del çementerio”.

Delante de la puerta de las limas, a mediodía se encuentra documentado un aljibe al que según Juan Tena, se accede a través de una de las capillas de la iglesia, este aljibe aparece claramente representado en el plano de Coello de mediados del XIX como pozo de San Martín o de las limas.

En su fachada a poniente podemos encontrar los restos de lo que fue la primitiva torre de la iglesia embutida dentro de la actual torre. Aun se pueden observar parte de los vanos de su cuerpo de campanas, éstos nos muestran que debió ser mucho más baja que la actual. La base de la torre se encuentra cegada y su acceso se realizaba por la habitación que hay encima del baptisterio que se encuentra adosado a esta. Esta puerta actualmente se encuentra cegada.

A los pies del templo en la esquina del reloj nos encontramos con una parte realizada en mampostería que puede ser anterior a la ampliación del templo de mediados del XVI. Posiblemente se trate de dependencias adosadas a la antigua ermita.

Portada de las limas:

Situada a mediodía de trata de la puerta más antigua que se conserva, data de finales del XV o bien principios del XVI. Es una puerta de reducidas dimensiones con un arco trilobulado adornado con tracería gótica que bien pudo realizarse en una primera ampliación de la ermita a finales del siglo XV.

La puerta está flanqueada por unas gradas en las que se reunía el concejo. Sobre estas encontramos una galería cubierta con bóveda de sillares que muestra una cornisa con bolas isabelinas típicas de la arquitectura de comienzos del nuevo siglo.

Portada de poniente:

Se compone de una puerta en arco de medio punto flanqueada por columnas toscanas sobre un alto pedestal, en las cuales apoya un frontón quebrado que aloja las armas del obispo placentino D. Pedro Ponce de León durante cuyo pontificado se realizó (1560-1573).

Se trata de uno de los ejemplos más depurados del renacimiento trujillano.

Donde predominan las líneas sencillas y sin ningún tipo de decoración plateresca.

Recuerda mucho esta portada a la que aparece en “las medidas del romano” de Diego de Sagredo.

Sancho Cabrera realizaría en su vida múltiples portadas con estructura similar aunque de factura más primitiva.

img2 img3
Portada de poniente de S Martín Portada de la parroquia de Jaraicejo

Chapitel del reloj:

Fue realizado en la década de los cincuenta cuando estaba al cargo de las obras Sancho Cabrera quien dio las trazas. La parte superior, por encima de las columnas. Fue reformada a finales de siglo dándole su aspecto actual.

Torre de las campanas:

Es una de las partes más complejas de analizar:

Por una parte sabemos por los indicios que encontramos en la fachada que se construyó sobre una torre mucho más antigua que bien puede datar del siglo XIII o principios del XIV.

La parte inferior se encuentra macizada o cerrada al paso de manera que no podemos conocer bien su disposición primitiva.

Una escalera de caracol que no nos atrevemos a fechar recorría la torre desde su planta baja pero ahora solo es accesible desde una puerta del coro, estando cerrada su primera parte. Esta escalera se añade con posterioridad al primitivo proyecto.

La torre consta de un primer cuerpo correspondiente a dos plantas que se encuentra cerrado, un tercer piso con suelo de madera sobre hueco, cubierto con bóveda de cañón de sillería al que se accede desde el coro por una escalera de caracol. Una cuarta planta a la que se accede por el caracol, en tiempos cubierta con una bóveda de cañón, girada 90 grados respecto a la del piso anterior, para no aumentar los empujes en los mismos muros.

Y por fin el cuerpo superior abierto con cuatro arcos de medio punto a sus cuatro lados acogiendo cuatro campanas.

La cubierta de este último piso de la torre se comenzó con bóveda de crucería, ya que vemos sus arranques en el muro adosado a la iglesia, pero en las mismas fechas se decide cambiar el modo de cubrición optando por una cubierta de madera a cuatro aguas como solución definitiva.

Estos elementos que aquí mencionamos nos hacen pensar en tres fases de construcción de la torre:

  • Una primera fase en la que se hace el campanario primitivo a finales del siglo XIII o principios del XIV. Esta torre tenía la base desplazada hacia el interior de la iglesia y era bastante más baja.
  • Una segunda fase en la que se amplía la torre, haciendo la escalera de caracol que rompe los ventanales primitivos y realiza las cámaras con bóvedas de cañón. Esta torre tiene unas medidas muy similares a la actual, tanto en altura como en planta.
  • Por último, una tercera fase en la segunda mitad del siglo XVI en la que se realiza el último piso, se refuerza el exterior de la torre y se le da un nuevo acceso por el coro.

Suponemos que fue en esta fase en la que se elimina la escalera de caracol que llegaba al piso inferior.

Capilla de la virgen del reposo en el ábside.

En 1526 Se amplía la cabecera invadiendo de esta forma el cementerio, la calle contigua y haciéndose necesario comprar las casas inmediatas de María Alonso, para abrir el paso por parte del ayuntamiento.

La referencia documental más antigua que se conserva de esta capilla data de 1585.

Tiene hermosas columnas abalaustradas adornadas con grutescos sosteniendo un prominente frontón pero la hornacina con arco conopial nos hace pensar que el conjunto haya sido compuesto adornándola primitiva hornacina de principios del XVI con una mayor decoración a mediados de siglo.

En otro tiempo estaba protegida con una verja y todavía se aprecian los adornos esgrafiados del muro del ábside.

INTERIOR:

El interior consta de una única nave de cuatro tramos cubiertos con bóvedas de crucería a la cual se abren diferentes capillas de forma irregular. Esta nave se ilumina con grandes ventanales de arcos de medio punto adornados con arquivoltas y baquetones de estilo gótico muy depurado correspondiente a mediados del siglo XVI. Estos ventanales fueron ampliados raspando la parte inferior. Sus vidrieras se colocaron a principios del siglo pasado. En la capilla del Cristo de la salud hay una vidriera con la siguiente inscripción:

Doña Agustina Gendre
hizo el donativo de los
cristales para la
iglesia de san Martín
en el año de en 1908

La nave principal está cubierta con bóvedas de crucería dispuesta toda ella y la cabecera a la misma altura, sin embargo en su exterior encontramos que una diferencia de alturas en el segundo tramo de la nave. La cabecera y los dos primeros tramos, así como la sacristía parecen obra de los primeros años del siglo XVI, antes de que Cabrera se hiciese cargo del resto.

Tenemos entonces que las trazas de la iglesia son anteriores a la llegada de Cabrera y que éste continúa la obra y la termina dando nuevas trazas para elementos concretos como la tribuna del obispo o el templete del reloj.

Los muros que sostienen dicha nave principal constan de arcos de descarga entre sus contrafuertes, correspondiendo con los huecos de las capillas laterales.

Los restos más evidentes de una construcción previa a la de principios del XVI se encuentran en la esquina noroeste, pegados a la torre y alrededor de la puerta de las limas.

img4Nave de la iglesia vista desde los pies

Sacristía:

La sacristía se levanta cerca de la cabecera donde ya no existe lonja, (esto nos crea ciertas dudas de cómo estaría unida la parte del cementerio de la lonja con la parte trasera). Se levanta sobre una cripta cubierta con bóveda de cañón a la que actualmente se accede desde el exterior.

La sacristía es de planta rectangular cubierta con una bóveda de crucería sencilla del tipo empleado en la primera mitad del siglo XVI apoyada en ménsulas con motivos vegetales, en su clave encontramos un calvario idéntico a uno que se encuentra en las bóvedas de santa María la mayor.

En su muro sur encontramos dos grandes alacenas con arcos escarzanos para guardar elementos de culto y en el muro oeste que linda con la capilla del Cristo de la salud una hornacina en arco ligeramente apuntado que servía de capilla.

Suponemos que esta sacristía se realiza a la vez que las obras de la cabecera en los primeros años el siglo XVI, antes de que Sancho Cabrera se haga cargo de las trazas.

Esta sacristía parece que estaba prevista de menor tamaño y posteriormente se amplía haciendo volar su muro externo sobre la plaza.

Tribuna:

img5Sobre la sacristía y ocupando el mismo espacio en planta que esta se levanta una tribuna unida mediante un arco escarzano a la nave y con una rica balaustrada de antepecho.

Esta tribuna se realiza con toda seguridad por Sancho Cabrera ya que en la balaustrada se encuentran las armas del obispo de Plasencia don Gutierre de Vargas y Carvajal (1530-1559) y está dispuesta de manera similar a la realizada por este cantero en la iglesia de Jaraicejo.

Las diferencias entre las ménsulas de apoyo de la sacristía con las de la tribuna que a su vez son idénticas a las utilizadas por Sancho Cabrera en la parroquia de Jaraicejo así como la ausencia de referencias al obispo y la sencillez de la tracería de la bóveda de la sacristía nos hacen suponer que la sacristía y la tribuna están hechas por dos tracistas diferentes.

Coro:

El coro según los libros de fábrica, fue realizado también por el maestro cantero Sancho Cabrera y terminado en 1553, se encuentra a los pies de la iglesia ocupando un tramo completo de sus bóvedas, este tramo es prácticamente la mitad que los dos centrales.

Se trata de una obra muy diferente al resto de la iglesia ya que su decoración manierista intenta camuflar de alguna manera los dibujos de su bóveda de nervios, en toda su traza han desaparecido por completo los motivos góticos y han sido sustituidos por otros más clásicos.

Este coro es absolutamente idéntico al realizado en el templo parroquial de Santiago en Garciaz, tanto en los adornos de sus ménsulas y plementería como en la traza de sus nervaduras. La mayor diferencia es que mientras en Garciaz está perfectamente integrado con el resto del templo, en San Martín tuvieron que romper las pilastras de baquetones al hacerlo

Su barandilla fue transformada a mediados del siglo pasado añadiéndoseles las bolas “herrerianas” y eliminando los escudos de la forja que ahora se encuentran en el presbiterio.[2]

Por este coro se tiene acceso al órgano barroco y a la sala en la que se encuentra su maquinaria, esta sala se construyó encima de la capilla bautismal. Por Sancho Cabrera en 1548.

img6 img7
Bóvedas del coro de San Martín Bóvedas del coro de Santiago en Garciaz

ALTAR MAYOR

El altar mayor ha sido muy transformado desde su construcción.

Fue realizado por Francisco Rodríguez en 1576, los retablos colaterales fueron obra de Juan de Trujillo y se colocaron en 1573.

El actual retablo perteneció a la iglesia de La Sangre.

CAPILLAS FUNERARIAS

A los pies de la iglesia.

Capilla de la eucaristía

Es una pequeña capilla de arco escarzano adornada con un friso esgrafiado y unos ángeles pintados con motivos eucarísticos. Actualmente oculta tras una puerta.

Esta capilla se realizó con toda probabilidad en las fechas en las que se hizo la puerta de los pies y se utilizo como capilla para exponer el Santísimo en la festividad del Corpus Christi.

Posteriormente se convertiría en armario de cirios.

En el lado derecho empezando por los pies.

Capilla de los santos mártires Hermógenes y Donato

Llamada antiguamente de San Simón y San Judas[8]

Capilla de estilo gótico con bóvedas de crucería y muros de sillería pertenece a los primeros años del siglo XVI y su fundación por el momento la desconocemos. Fue reformada y se construyó sobre ella una estancia con balcón cuando la familia Camargo Paniagua se hace cargo de ella.

Retablo barroco de madera de tres cuerpos con las esculturas de la virgen en el centro y a los lados los santos Hermógenes y Donato. En la parte superior se encuentra el escudo de Luis de Camargo Paniagua.

En ambos laterales existen unos sepulcros en arcos de medio punto a los que les han sido raspados todos los ornamentos que fueron realizados en las mismas fechas que la capilla.

El altar y la única lauda sepulcral existente fueron realizados a expensas de don Luis de Camargo Paniagua y su familia en 1755.

En la inscripción de su lápida reza:

LAVDA DE DON LVIS DE CAMARGO PANIAGVA
CAPITAN DE CABALLERIA DE LOS EXERCITOS
DE SV MAGESTAD….. AÑO DE 1755

Altar de la virgen de Guadalupe.

Es de arco de medio punto cajeado, adornada con azulejos de Talavera en su altar que representan un San Juan evangelista.

Conserva un retablo clásico con una pintura de la Virgen de Guadalupe que se encontraba situado en el sepulcro de Luis de Camargo.[2]

El retablo está reaprovechado y mutilado de malas maneras, el cuadro es un lienzo barroco de escaso valor.

Capilla de la Sagrada Familia.

Se trata de una capilla con muros de sillería cubierta con bóvedas de crucería. En sus claves encontramos inscripciones circulares en letra gótica que conservan parte de su policromía.

“la capilla de los Regodones tiene buen altar, mejor pintura del apóstol San Pablo y entierro del reverendísimo Sr. Gonzalo Hernández Regodón (1520)”[8]

En el muro externo de la fábrica está el sepulcro de Gonzalo Hernández corregidor de Trujillo 1520. Una inscripción ilegible que ocupa todo su frente por encima del sepulcro.

En dicho sepulcro de arco escarzano que apoya sobre baquetones de estilo gótico tardío encontramos en su frente uno de los pocos ejemplos de grutescos de los que dispone la ciudad rodeado por una inscripción con trazo gótico que desconozco lo que pone.

En el suelo se encuentra diversas lápidas pertenecientes a la familia Regodón.

Esta capilla se encuentra unida a su contigua por un pequeño arco hoy día cegado.

Desde esta capilla supone Don Juan Tena que se accede al pozo de las limas.[2]

Capilla del Cristo de la Salud.

Capilla de muros de sillería cerrada con nervaduras de estilo Gótico en cuyas intersecciones se encuentran las armas de los Bejaranos.

Existe un enterramiento sin lauda sepulcral de arco escarzano con un frente de tracería gótica.

Su barroco retablo se dedicó al Cristo de la salud escultura de época anterior posiblemente del siglo XV. Tras este retablo podemos observar restos de la policromía original de la capilla.

En esta capilla había un cuadro en lienzo de la sagrada familia, donación hecha por los Sres. Bejaranos.[8]

Las dos capillas anteriores estaban unidas por una pequeña puerta en arco.

La barandilla de esta capilla parece original y de muy buena factura.

Los dos siguientes sepulcros se encuentran adosados al muro de la sacristía y sobre esta se levanta una tribuna con las armas de don Gutierre de Vargas y Carvajal (1524 1559).

Sepulcro de Luis de Camargo.

En una inscripción se lee claramente:

“Sº DE LVIS DE CAMARGO E DE BEATRIZ / ALVAREZ SV MVGER. ACABOSE AÑO DE 1530”

Sepulcro de los Vargas-Ulloa

Fundador: Pedro José de Vargas y Ulloa ¿?[2]

Familia: Vargas-Ulloa Carvajal Corajo

Los dos sepulcros tienen una misma estructura y tamaño, con arco de medio punto sin embargo el de los Vargas Ulloa es de estilo gótico desornamentado mientras que el de Luis de Camargo posee una ornamentación plateresca a base de grutescos y motivos a candelieri. Esta es la primera obra fechada con seguridad que posee decoración “romana” y uno de los pocos ejemplos platerescos de la ciudad.

img8Sepulcro de Luis de Camargo 1530

Llegamos a la cabecera que es encuentra elevada por encima del nivel del resto de la nave.

Altar de la familia del cardenal Gaspar Cervantes de Gaete.

De arco de medio punto enmarcado con un alfiz curvo, en cuyo interior se encuentran las armas de los Orellana-Toledo. En el interior del arco en un escudo están las armas de los Barantes Cervantes de Gaete.

Inscripción de la lápida sepulcral:

DEO OPT MAX
D.D.GASPARCERVANTESDGAETE.S.R.ECAR.PRIMV
MESSANEDEINDI –SALERNITAPOS TREMOTARRACO
NEARCHIIISALZNONES TISSPRMVNIRIPVSEGRE
CIE FVNCIVS.ANNVI CESIBVS RELIGIOSIS VIRIS
ALENDIS ORPHANIS QZ VIRGINIBV HICET TARRACONE
MATRIMONIO CON OCADL AMPLISSIME FELICIIS
ARAMHVIC GENTILITIO SEPVLCHRO PROXIMA PER
PETVO SACRO FACIVNDODICATA.EXORNAVED
OBIT TARRACONE.17 OCT.1575.IBIQZEST SERVITVS

“la adorna un bellísimo cuadro de la adoración de los santos reyes regalo del insigne prelado”[8] este es el tríptico que fue robado en los años 80 del siglo pasado.

En el lado izquierdo empezando por los pies del templo.

Bautisterio:

El arco que da entrada a esta capilla es muy diferente del resto de las capillas de la iglesia, a su lado existe un pequeño acceso a la cámara superior en la que ya en tiempos del barroco se instaló la maquinaria del órgano.

El muro de este tramo es el único de sillares hacia el interior de la iglesia.

Sabemos de la fecha de la realización de esta capilla que hizo Sancho Cabrera en 1548.

Esta capilla cubierta con bóveda de crucería se cierra con moderna reja, posee una pila bautismal de estilo románico.

La sala superior utiliza como parte de su cubierta el arco de descarga del muro y el resto de la capilla se cubre igualmente con una bóveda de cañón que no se llega a trabar con dicho arco de descarga.

En la escalera de subida a esta sala existe una puerta de comunicación con la torre que actualmente se encuentra cegada.

Sepulcro antiguo.

Al lado de la capilla bautismal nos encontramos con el paso a un enterramiento que fue de la antigua ermita y que en la actualidad perdió su abovedamiento, quedando por encima del nivel de la calle, por fuera de la iglesia. A este enterramiento se accede por una bóveda de cañón apuntada que nos da paso a una pequeña sala en la que se observa el hueco que debió ocupar el enterramiento.

Capilla de santa Bárbara.

Según Clodoaldo Naranjo “esta capilla fundada por el bachiller Alvaro de Trujillo en 1562, cuya renta debió ser importante pues fue muy discutido su patronato resolviéndose a favor del convento de Yuste.”[1]

Antes conocida por la capilla de los ángeles o de la Concepción “donde se recogió una lápida por la que parece que el doctor D. Fernando López Bonilla, médico, hizo la donación de un púlpito el año 1603”.[8]

Conserva un enterramiento muy deteriorado por la humedad con rica decoración renacentista.

Capilla de Nuestra Señora del Rosario.

También llamada capilla de Santa Teresa[8]

Conserva un retablo de líneas clásicas de tres cuerpos, en los laterales se encuentran las pinturas de Santo Tomás y San Buenaventura y en el centro la imagen de Nuestra Señora del Rosario.

Verja coronada con los escudos de los Chaves-Mendoza Sotomayor.

Según Juan Tena en esta capilla debió ser enterrado don Pedro Suárez de Toledo en 1580.[2]

En su muro se lee que es enterramiento de Francisco de Mendoza. El cual fue enterrado aprovechando la hornacina primitiva de la capilla.[8]

Capilla de las ánimas.

Sobre el arco que da paso a esta capilla se encuentra el escudo de los Orellana-Toledo.

Esta irregular capilla de estilo Gótico aun conserva parte de su policromía en sus bóvedas.

Conserva un gran altar barroco dedicado a la Virgen del Carmen.

Sepulcro de la familia Orellana-Toledo.

Colocado de forma simétrica al de los Cervantes Gaete, guarda muchas similitudes con éste.

En su interior se encuentra el escudo arzobispal del cardenal don Gaspar Cervantes de Gaete. No conserva su lauda sepulcral.

A principios del siglo XX acogía “una bien entendida pintura de la concepción”[8]

CONCLUSION:

Se trata de un templo de singular importancia con gran número de fieles desde mediados del siglo XV. Cuando se plantea su ampliación de alguna manera se intentan conservar vestigios de su pasado, de otra manera hubiese sido más fácil hacer un templo de nueva planta ocupando parte de la plaza mayor y así pudiendo hacerlo más adecuado al espíritu de la nueva época.

Esta reforma se realiza con unos fuertes condicionantes, ya que debido a su ubicación en los límites de la plaza en una zona de topografía muy abrupta, no alcanzará la perfección ni la armonía de otros edificios de la diócesis realizados en las mismas fechas por Cabrera.

Cuando se realiza la ampliación se utilizan todavía un lenguaje gótico para no desentonar con el resto del edificio mientras que Cabrera, en las mismas fechas realiza la parroquia de Garciaz con un lenguaje claramente renacentista utilizando soluciones muy interesantes para las ménsulas de las bóvedas.

A pesar de las pobres reformas sufridas con posterioridad al siglo XVI su monumental imagen externa no se ha resentido; es más con la inclusión de la estatua ecuestre de Pizarro se ha convertido en el icono más representativo de la ciudad de Trujillo.

CRONOLOGÍA:

Las primeras noticias que tenemos de esta iglesia son de 1353[4]

“AMT. Leg 5 nº 1. Aparece el concejo reunido en la Iglesia de San Martín como será muy común en años posteriores. En el mismo legajo hay otro documento donde aún se dice que el concejo estaba reunido en el cementerio de Santa María. Luego quizás en este periodo intermedio se construyó la iglesia de San Martín.”

También aparece citada en 1440.[4]

“El 29 de octubre de 1440 se reunieron los oficiales en el portal de la iglesia de San Martín a toque de campana, como era la costumbre, allí pidieron a Diego de Orellana, como representante de Pedro de Stúñiga, que les respetara todos los privilegios, libertades y exenciones que la ciudad tenía de los reyes pasados y del actual rey; A su vez el conde de Ledesma y Diego de Orellana como su representante se comprometerían a guardar y cumplir todas las ordenanzas y costumbres de la ciudad.”

La iglesia sufrió las consecuencias de las peleas entre los partidarios del Marqués de Villena que atacaban desde el castillo a los partidarios de los Chaves, quienes en alguna ocasión respondían defendiéndose desde la iglesia. Esta quedó bastante destrozada. En una ocasión de un tiro vieron derrocar el crucifijo, y una parte de ella, según cuentan testigos presenciales que estaban en el cerco de la fortaleza como: Juan Nuñes, Nuño de Chaves, Diego del Adrida, los cinco últimos eran gentes del obispo de Plasencia. Los daños causados debían ascender según ellos a unos 100.000 maravedís.[4]

Este episodio sucedió antes de la llegada de Alonso de Monroy. Año 1476 aprox.

En 1497 el obispo de Plasencia don Gutierre de Carvajal hizo un inventario de la iglesia de San Martín.[4]

En 1524 comienza el pontificado de Gurierre Vargas Carvajal.

En 1526 documento que recoge Juan Tena “…que por estar en la plaza desa cibdad corre a ella muchas gentes, los dichos parroquianos, movidos por la caridad y celo de servir a nuestro Señor, acordaron juntamente con el dicho cura, beneficiados e clérigos, la obra de la dicha capilla mayor de la iglesia, y con las limosnas que para ello dieron, se comenzó a labrar y está comenzada aquélla…”

Se amplía la cabecera invadiendo de esta forma el cementerio, la calle contigua y haciéndose necesario comprar las casas inmediatas de María Alonso, para abrir el paso por parte del ayuntamiento.[5]

En 1529 otro documento “…que dicha Iglesia es de las principales de la dicha cibdad y que por estar en la plaza todos los forasteros y la mayor parte de los vecinos desa dicha cibdad van a oír misa a dicha Iglesia y que por esta causa tiene necesidad de se reedificar y acrecentar para que el culto divino se pudiese celebrar con la reverencia y acatamiento debido y porque es muy pobre…”[3]

En 1538 aparece por primera vez citado Sancho de Cabrera como maestro cantero, y se trabaja en el cuerpo del templo.[5]

En 1540 interviene el maestro de obras Sancho Cabrera y aparece una lista detallada de los maestros y peones que trabajan en ella y aparecen anotados por el mayordomo los gastos de la obra de la capilla mayor.[5]

El día 2 de octubre de 1540 se termina de cerrar la capilla mayor.[3]

En 1546 se inició la construcción de la torre de las campanas al lado de la capilla bautismal.[3]

En 1548 “di a Cabrera por mandamiento de su señoría para en recompensa de la obra de la capilla que se hizo cabe la torre, treze mill y sietecientos y noventa maravedís, con los cuales se acabó de pagar toda la obra de la capilla del bautismo.”[5]

En 1549 el 5 de enero remata la obra de la capilla del bautismo[5]

En 1553 “lunes treinta días del mes de enero de MDLIII años començó la obra del coro de San Martín y del pretil del çementerio”[5]

En 1554 se firma con Sancho Cabrera el contrato para la realización de la casilla del reloj[5]

En 1556 entre el 30 de enero y el 21 de octubre trabaja Sancho de Cabrera en el coro alto de la iglesia.[3]

En 1559 muere el obispo Gutierre Vargas Carvajal, y se hace cargo de la diócesis Pedro Ponce de León.

“El 8 de febrero de 1572, se lee una petición del cura y los beneficiados de San Martín, suplicando a esta ciudad se haga alguna limosna a la dicha iglesia para ayuda al retablo que en ella se hace, y esta ciudad acordó que trayendo facultad de S.M. para ello se le dará de limosna esta vez de cien mil maravedís.”[2]

En 1577 el concejo “cometió al señor Hernando de Orellana escriba al obispo de Plasencia sobre las obras nuevas y huecos que se hacen en la iglesia de San Martín y que se entiende es gran perjuicio de la obra de dicha iglesia, para que su señoría mande verlo a oficiales que lo entiendan y que se haga de manera que no reciba la obra perjuicio”[2]

En 1590 el Ayuntamiento en 6 de julio cometió a don Rodrigo Orellana y a Antonio Paredes la reforma y reparo del chapitel del reloj de S. Martín[2]

En 1592 el Ayuntamiento de nuevo en 2 de noviembre cometió a don Rodrigo Orellana y a Antonio Paredes la reforma y reparo del chapitel del reloj de S. Martín.[2]

En 1595 se insiste sobre el arreglo del chapitel.

En 29 de enero se adjudica la obra del chapitel a Francisco Hernández carpintero.

El 15 de diciembre la obra va adelantada y el regidor Diego del Saz dio cuenta de “como ha enviado a Talavera a hacer los azulejos para el chapitel del reloj de S. Martín y que envió el modelo para ello; y cometiéndole para que prosiga en dicha comisión hasta que se traigan los azulejos y se asienten”[2]

En 1596 estando la obra del chapitel casi concluida Diego del Saz, comisario de la obra, aconseja “jaspear las columnas para el ornato y bien parecer”[2]

En 1704 el 7 de julio Felipe V oyó misa en la iglesia de San Martín con su séquito

En 1708 en los libros capitulares se habla de las reparaciones de la torre de dicha iglesia “por estar amenazando ruina y a ser la ciudad patrono de dicha iglesia”

En 1719 y en 1721 se producen peticiones por parte del párroco y de sus feligreses al concejo para que ayude a la obra de restauración del retablo mayor.

“que como quiera que en el sitio que hoy ocupa, dice el acuerdo, el nuevo tabernáculo, estaban colocadas la imagen de nuestra señora de la victoria y sus dos torres, armas de la ciudad, cuyo sitio ocupaban por ser como es patrono de dicha iglesia, para que no se borre este timbre tan precioso en la memoria de las venideras gentes, acordó dicho señor don José Mendoza de acuerdo con don Alonso Sánchez Beato elijan paraje correspondiente en dicho retablo donde se coloquen las armas de la ciudad”[2]

En 1816

“Por cuanto está amenazando ruina el edificio de dicha iglesia y con necesidad de muchos reparos. No siendo suficientes las rentas de dicha iglesia para la reparación de su edificio y reposición de vestiduras y vasos sagrados de que se halla exhausta”[2]

En 1817 se autoriza al párroco de San Martín a la venta de dos cercas para atender a las obras de reparación de la fábrica parroquial, siendo la primera que ha de realizar “el allanar el suelo o enlosado de la iglesia”.[2]

En 1863 las obras de reparación aun no han terminado.

En 1908 se colocan las vidrieras en sus ventanas donadas por doña Agustina Gendre.


FUENTES:

[1] NARANJO ALONSO, CL., Trujillo y su tierra. Historia, monumentos e hijos ilustres tomos 1 y 2; Trujillo 1923

[2] TENA FERNANDEZ, J., Trujillo histórico y monumental, Artes gráficas Alicante, 1967

[3] ANDRES ORDAX, S Y PIZARRO GÓMEZ, F.J., El patrimonio artístico de Trujillo, Trujillo 1987

[4] FERNÁNDEZ-DAZA ALVEAR, C., La ciudad de Trujillo y su tierra en la baja edad media, Trujillo 1993

[5] SOLÍS RODRÍGUEZ, C.,”El arquitecto trujillano Sancho de Cabrera (1500-1574)”, actas del V congreso de Estudios Extremeños, 1976, pp. 137-172.

[6] CORDERO ALVARADO, L., Trujillo guía monumental y heráldica, Trujillo 1996

[7] PONZ, A., Viaje por España (Madrid 1784); vol VII. Ediciones Atlas; Madrid, 1972

[8] ACEDO, F., Guía de Trugillo histórica, descriptiva y práctica; Madrid 1913

[9] VEIGA LÓPEZ, M., Trujillo crisol de culturas, Cáceres 1995

[10] BENAVIDES CHECA, J., prelados placentinos. Plasencia 1907

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