Mar 042014
 

Dr. José Manuel Sánchez Martín

Dpto. de Geografía y Ordenación del Territorio

Universidad de Extremadura

 1.- Evolución de las precipitaciones.

 Como todos sabemos, las precipitaciones se erigen en la variable climática más mutable a lo largo del tiempo y, por consiguiente, son susceptibles de ser analizadas de forma evolutiva.

Así obtenemos que en el observatorio de base que tomamos (Cáceres) las precipitaciones siguen una evolución que dista bastante de la homogeneidad. Por ello, nos encontramos con un comportamiento muy peculiar, a veces preocupante.

Se trata de la enorme disminución que se aprecia en los registros pluviométricos durante varios meses a lo largo de todo este siglo, aunque, durante algunos otros se observa lo contrario, un aumento, si bien normalmente es poco acusado.

Pese a todo, es preciso señalar de forma apriorística que la evolución que experimentan las precipitaciones en el observatorio de Cáceres pueden ser extrapoladas a espacios aún mayores, como Extremadura y, sobre todo, debemos tener presente que esta tendencia se produce en un contexto de irregularidad manifiesta, por lo que los resultados obtenidos no siempre implican una variación absoluta de las precipitaciones, sino que muestran la tendencia que siguen, siempre a grandes rasgos.

Sin lugar a dudas, esta afirmación se entenderá mejor con el siguiente cuadro explicativo, en el que se refleja la alteración que experimentan las precipitaciones de este observatorio y, en general de Extremadura, desde comienzos de siglo hasta nuestros días.

Cuadro I

Meses                        Prec. media      Variación pluviométrica

Enero                              55,8 mm.                                  0,0 mm.

Febrero                           59,9 mm.                              -20,0 mm.

Marzo                              64,2 mm.                              -43,0 mm.

Abril                                40,6 mm.                                14,0 mm.

Mayo                               39,7 mm.                                  2,0 mm.

Junio                              26,5 mm.                                  2,0 mm.

Julio                                  3,9 mm.                                  3,0 mm.

Agosto                              6,5 mm.                                 -3,0 mm.

Septiembre                    25,5 mm.                                 -4,0 mm.

Octubre                          52,5 mm.                              -12,0 mm.

Noviembre                     65,8 mm.                                 -5,0 mm.

Diciembre                      66,2 mm.                                 -5,0 mm.

Anual                           507,0 mm.                              -90,0 mm.

Tras haber realizado un somero análisis de la tendencia pluviométrica que se detecta en el observatorio de Cáceres, durante cada mes y, en el conjunto del año, se impone una profunda reflexión.

Es necesaria debido a la importancia tan desmesurada que poseen los resultados que arrojan las diferentes regresiones simples efectuadas y, máxime, si se tiene en cuenta la posible existencia de un cambio o, al menos, una mutación pluviométrica.

Nos atrevemos a realizar esta afirmación, con toda la cautela posible, por supuesto, ya que a lo largo de casi todos los meses han ido apareciendo importantes variaciones en las precipitaciones registradas durante este siglo.

Ello puede hacer pensar en la posible presencia de un determinado cambio, si no climático, sí pluviométrico. Pese a ello, debemos mostrarnos cautelosos si consideramos que los datos han sido obtenidos en diferentes épocas, con distintos aparatos y, además, ha cambiado la situación de dicho observatorio.

No obstante, pensamos que el cambio contabilizado es lo suficientemente importante como para que lo atribuyamos a cambios de emplazamiento, puesto que las precipitaciones no varían sustancialmente en un espacio homogéneo y reducido. Pese a ello, este hecho debe señalarse debido a la importancia tan trascendental que posee en las aspectos climáticos.

Sin embargo, y dejando al margen este tipo de circunstancias atenuantes, es preciso señalar que las precipitaciones registradas en el observatorio de Cáceres han experimentado una variación sustancial, de casi el 18% para el conjunto anual. Ello implica un aspecto a tener muy en cuenta, pues esta reducción pluviométrica se ha producido en un tiempo breve, menos de un siglo.

De todo esto se deduce un aspecto de considerable interés, el volumen de precipitaciones se está reduciendo, paulatinamente, a lo largo de este siglo, lo cual puede significar que se está produciendo una variación climática de mayor importancia de la que pensábamos en un principio.

Así observamos cómo las precipitaciones anuales se reducen bruscamente, unos 90 mm. durante todo el periodo analizado. Mientras tanto, las mensuales experimentan, asimismo, alteraciones en sus registros. En la mayor parte de los casos se trata de mutaciones negativas, es decir, descensos pluviométricos, en algunos meses muy acusados.

Estos cambios se están produciendo a la largo de este siglo y, durante buena parte del mismo es posible apreciar en el observatorio de Cáceres y en otros de Extremadura un marcado descenso pluviométrico, aunque todo ello debe encuadrarse en un contexto de irregularidad.

Las causas que provocan esta alteración son muy difíciles de analizar, máxime si se pretende realizarlo de forma científica y comprobada, dadas las enormes dificultades que existen.

El desconocimiento de las causas que provocan esta alteración climáticas es comprensible si se tiene en cuenta la enorme complejidad que presenta el sistema climático y la imposibilidad de establecer, con total certeza, todas las variables que pueden intervenir en este cambio, para de ese modo crear un modelo climático multidimensional. Pese a ello, no trataremos las posibles causas que provocan estas alteraciones, sino que incidiremos en los cambios y los posibles efectos que provocan.

La reducción pluviométrica que se detecta es un indicio bastante objetivo de la mutación en los registros de precipitaciones y, por consiguiente, nos permite hablar con cierto rigor de una tendencia a la aridez progresiva del territorio.

Se trata de una afirmación bastante grave, pero los datos y gráficos que elaboramos son bastante clarificadores al respecto, aunque todo ello debe tomarse con cierta cautela.

Es preciso, por lo tanto, que consideremos el descenso de las precipitaciones en un contexto muy específico, en el que domina una enorme variabilidad a lo largo del tiempo.

Pese a ello, resulta un hecho evidente el progresivo descenso pluviométrico que se registra en toda Extremadura. Este descenso está mucho más marcado en algunos meses, como febrero y marzo, donde se alcanzan unos niveles muy preocupantes. En el caso de marzo, las precipitaciones se han reducido al 50% de los valores registrados a comienzos de siglo. En cambio, febrero y octubre presentan descensos moderados, de 20 y 12 mm. respectivamente. Por su parte, abril ve incrementado sus registros pluviométricos en 14 mm y, hasta agosto, se registran leves aumentos.

De todo ello se deduce que las precipitaciones invernales experimentan un descenso en sus registros, mientras las estivales aumentan su cuantía. Este hecho puede tener una importancia mucho más negativa de lo que parece, ya que los periodos más lluviosos están comenzando a adquirir un matiz de aridez, fruto de la reducción pluviométrica que se produce.

En cambios, los meses menos lluviosos (estivales) aumentan las precipitaciones, de lo cual se deduce que está aumentando el carácter convectivo de las mismas.

Esta circunstancia dicotómica es bastante interesante ya que una época se caracteriza por el aumento pluviométrico y otra por el descenso. Además esto puede servir para establecer algún otro parámetro que esté provocando la mutación climática que nos encontramos, teniendo en cuenta los efectos que provoca.

No obstante, la posibilidad de establecer un parámetro que provoque estos cambios es bastante reducida, por la complejidad intrínseca que posee el sistema climático. Pese a ello, es preciso señalar que poseemos una nueva pauta de comportamiento, el descenso pluviométrico desde agosto hasta marzo, excepción hecha de enero, en el que se aprecia una estabilización de la pluviometría. A esto hay que añadir otro aspecto fundamental, las precipitaciones aumentan desde abril hasta julio, meses en los que tradicionalmente se recogen pocas precipitaciones, sobre todo en los últimos.

Sin embargo, un problema tal vez mayor es la acumulación de años en los que se registra un marcado descenso pluviométrico, puesto que esta circunstancia dará lugar a uno de los peores fenómenos climáticos que afecta a Extremadura, la sequía.

 

2.- La sequía en el ámbito extremeño.

 

Como hemos señalado anteriormente, la sequía es el mayor desastre climático que afecta a Extremadura, sobre todo porque afecta a buena parte del territorio pero, además, porque tiene un carácter temporal muy dilatado, lo que acaba con las reservas de los pantano, y provoca enormes pérdidas en la mayor parte de los cultivos.

Esta situación no es nueva, es más se produce inexorablemente cada determinado número de años, aspecto que no debe sorprendernos porque es una característica inherente al propio clima mediterráneo que se da en España.

Sin embargo, la situación se agrava aún más cuando tenemos en cuenta la reducción pluviométrica que se detecta durante este siglo, aspecto ya analizado.

Si tenemos en cuenta, pues, que las precipitaciones se reducen y, además, se producen periodos de sequía muy marcados, nos percataremos de la gravedad de la situación.

Este fenómeno tan perjudicial se produce por diferentes motivos, que no vamos a analizar, para basarnos en otro aspecto de mayor interés inmediato, la posibilidad de preveer cuándo se van a producir estos periodos secos para, a partir de ellos, establecer una política de consumo hídrico adecuada.

Para intentar preveer con determinada exactitud cuándo se producen los periodos de sequía se utilizan múltiples técnicas, desde las más simples a las más complejas, a las que dedican sus esfuerzos los investigadores climáticos de diversos ámbitos del país.

Nosotros en este punto nos decantamos por buscar ritmos o ciclos pluviométricos, ya que es una técnica muy sencilla y ofrece unos buenos resultados, sobre todo porque corroboran la existencia de una marcada reducción de las precipitaciones y se detectan unos ciclos pluviométricos, en los que se alternan periodos secos con otros húmedos.

El objetivo de buscar ritmos en las precipitaciones es bastante claro. Se pretende calcular los registros pluviométricos del futuro, al menos con un año de antelación, lo que se traducirá en un ajuste de la disponibilidad hídrica a los cultivos, al consumo humano, etc…

Para ello es preciso que se conozca a la perfección la cantidad de agua disponible y, esto no es posible si no tenemos en cuenta la posible existencia de ciclos pluviométricos.

A pesar de todo, es necesario considerar que las precipitaciones siguen un ritmo, bien claro, cuando nos referimos al conjunto anual. Es decir, se observa una presencia de estaciones, de ritmos, en los que la lluvia es más abundante y otros en los que escasea.

Sin embargo, las variaciones están muy claras, durante el verano, las posibilidades de lluvia son muy reducidas, con pocos milímetros aunque, a veces, tienen una componente más torrencial si se dan las circunstancias convectivas propicias. Pese a ello, la probabilidad de lluvia en esta estación es sensiblemente inferior a la que posee el invierno.

Todo esto nos hace pensar que si realmente es cierto que durante el año existen ritmos en las precipitaciones, más o menos regulares, también es posible que existan a lo largo del tiempo, teniendo en cuenta, asimismo, el carácter de mayor o menor irregularidad.

Es por ello que hemos creído conveniente intentar descubrir si en el devenir temporal se detectan ritmos en las precipitaciones, con unos periodos de mayor humedad y con otros de menor.

Esto se consigue mediante la utilización de una técnica estadística compleja: la regresión polinómica. Esta consiste en obtener el mejor ajuste posible entre las precipitaciones registradas a lo largo de los diferentes intervalos temporales (meses o años) y una curva trazada a tal efecto y definida por un polinomio complejo, del mayor grado posible.

De este modo se obtiene una curva con el mejor ajuste posible y, además, un polinomio que permite el cálculo del siguiente valor que tomará la curva.

Se trata, como vemos, de aplicar una técnica estadística compleja para intentar descubrir la presencia de ciclos o ritmos encubiertos en las precipitaciones a lo largo del tiempo. Para esto es preciso efectuar diferentes regresiones polinómicas y observar el orden del polinomio que más se adecúa a nuestros propósitos.

De este modo, efectuamos diferentes operaciones para tratar de ajustar las precipitaciones a la curva, por lo tanto, mientras más elevado sea el grado del polinomio utilizado, tanto mayor será el ajuste obtenido con respecto a los registros pluviométricos.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que los ritmos pluviométricos están encubiertos, en la mayor parte de los casos, en una enorme variabilidad de registros, por lo que es necesario recurrir a la aplicación de esta técnica para intentar descubrirlos.

De este modo, podemos conseguir, no sólo verificar la presencia de ciclos o ritmos en las precipitaciones, sino que también es posible analizar el periodo de retorno, tanto de los periodos secos como de los húmedos.

Teniendo en cuenta que se busca el mejor ajuste posible entre las precipitaciones y la curva de regresión, es preciso aumentar constantemente el grado del polinomio que define la curva hasta llegar al máximo que nos permita el software utilizado.

Nosotros aplicamos un polinomio de noveno grado, lo que permite obtener un ajuste muy pobre entre la gran variabilidad de registros pluviométricos y la curva de regresión, pero es perfectamente válido para corroborar la existencia de unos ciclos pluviométricos encubiertos, en los que se alternan periodos secos con otros húmedos.

Este es el objetivo fundamental que se consigue con esta técnica, la detección de ciclos pluviométricos, aunque sea de manera muy poco ajustada, ya que aplicando un método de desarrollo propio, podemos eliminar esta heterogeneidad de registros, homogeneizándolos, lo que permitirá volver a aplicar esta técnica, pero esta vez con resultados mucho más ajustados a los reales.

 

3.- Ciclos pluviométricos.

 

Una vez que hemos detectado la presencia de estos ciclos, aunque sea de manera encubierta, proponemos la depuración y homogeneización de los datos pluviométricos, para obtener el mejor ajuste entre los valores y la curva de regresión que tracemos al efecto.

Cuando aplicamos el método que hemos construido observamos un hecho de sumo interés. Por una parte, nos permite establecer previsiones pluviométricas a medio plazo, con una duración máxima de tres años, en los cuales es posible apreciar una serie de puntualizaciones, tales como:

a) observar la tendencia que siguen las precipitaciones y calcular la que tendrá en un tiempo futuro.

b) averiguar, de forma aproximada, el tiempo que tardará en remitir el fenómeno de la sequía o, por contra, de abundancia hídrica.

c) estimar, aunque sea de forma muy genérica, cual será el comportamiento de las precipitaciones a más largo plazo, en función de las ondas que describen los periodos de recurrencia.

Todos estos aspectos derivados de la previsión pluviométrica a media y más largo plazo, tienen un considerable interés, ya que se conocerá, de forma aproximada, la cantidad de lluvia que cabe esperar y, sobre todo, si los años venideros será secos o, por el contrario, húmedos.

Como podemos suponer, este tipo de análisis nos permitirá una planificación de los recursos hídricos muy ajustada a la disponibilidad de agua que tengamos. Por lo tanto, será posible decidir la política hidrológica más adecuada para cada momento, así como recomendar cultivos alternativos al regadío en épocas de sequía o, contrariamente, potenciarlos.

Por otra parte, con la aplicación del método que hemos desarrollado, será factible conocer, con una fiabilidad elevada, una serie de aspectos de sumo interés entre los que destaca:

a) la cantidad de lluvia que se espera recoger durante cada mes, con una anticipación importante, un año.

b) el momento exacto en que se invertirá la tendencia pluviométrica, dando paso un ciclo húmedo a otro seco y viceversa.

c) conocer qué mes o meses son más idóneos para la plantación de determinados cultivos.

Como tenemos ocasión de comprobar, con estas simples anotaciones, es realmente fácil conocer el comportamiento futuro de las precipitaciones e intentar adecuar la disponibilidad hídrica a las necesidades que posean.

Pese a todo, para que no todo quede en pura teoría, creo necesario realizar una serie de puntualizaciones sobre los resultados que hemos obtenido hasta el momento para el año 1995.

En primer lugar, creemos necesario destacar que el comportamiento pluviométrico que se ha previsto para este año es bastante ajustado a lo que ha sucedido hasta marzo. De ese modo, podemos señalar que las precipitaciones tienden a un descenso progresivo, como efecto derivado de encontrarnos en este momento en un ciclo amplio de sequía, que se produce cada 25 años, aproximadamente.

En segundo lugar, tenemos la capacidad de aumentar la predicción pluviométrica a varios años, eso sí, reduciendo en dos o tres enteros el porcentaje de fiabilidad. Pese a ello, podemos adelantar que el ciclo en que nos encontramos parece llegar a su fin, con lo que presumiblemente, durante 1996, las precipitaciones comenzarán a aumentar, con lo que se dará inicio al comienzo del periodo húmedo.

Para ilustrar toda esta exposición hemos incluido una serie de gráficos de indudable interés que van a demostrar sucesivamente la variabilidad pluviométrica, la detección de los ciclos secos y húmedos de forma encubierta y, la posibilidad de efectuar previsiones pluviométricas.

 

Mar 042014
 

José Antonio Sánchez de la Calle.

1.- Introducción.   El presente trabajo pretende poner de relieve el compor­tamiento de la mortalidad infantil en el norte de Extremadura a lo largo del período comprendido entre 1800 y 1970. Para ello se ha creído conveniente estudiar la variable en dos ámbitos. Por una parte el urbano, representado por Cáceres capi­tal y Plasen­cia, la segunda ciudad en importancia de la provincia. Y por otra el rural, identificado por la comarca del Valle del Jerte, el Valle del Alagón (Montehermoso, Aceituna y Guijo de Galisteo) y Malpartida de Cáceres. Asimismo, se pretende marcar las diferen­cias existentes entre uno y otro ámbito en cuanto a la intensidad de las crisis demográficas y su efecto en las defunciones infantiles. Creemos que la muestra puede resultar significativa y, en cierto modo, una aproximación al comportamiento de la mortalidad infantil en la región extremeña.   Los datos utilizados en este estudio aparecen al final en forma de anexos y han sido extraídos de los Registros Parro­quiales, el Registro Civil y diversos Censos y Padrones. Los restantes valores brutos y tasas proceden de diver­sos autores ([1]). Conviene también poner de manifiesto la falta de homogeneidad entre los diferentes datos  utilizados (tanto valores brutos, como tasas, períodos, años…), lo que obliga a veces a extraer conclusiones con mucha cautela. 2.- La mortalidad infantil en el siglo XIX.         A lo largo del pasado siglo, Extremadura, al igual que el resto de España, pasó por una serie de situaciones críticas para su población: guerras, epidemias, inestabilidad política, crisis de subsistencias y obreras… Estas coyunturas desfavorables dejaron sus huellas en la demografía en ocasiones de manera muy marcada, si bien la intensidad de las mismas no fue homogénea en las diferentes zonas estudiadas.   Ya a comienzos del siglo XIX (1803-05) tuvo lugar una fuerte crisis de subsistencias que afectó particularmente a los párvulos de las dos ciudades más importantes del norte extremeño. En Efec­to, Cáceres y Plasencia muestran una elevación de las tasas brutas realmente significativas. En dos parroquias de la primera (San Juan y Santiago), la mala coyuntura eleva las defunciones de la primera década a un promedio de 615,3 por mil. En la segun­da, las parroquias de Santa María y San Pedro triplican los valores de los años anteriores. No se dispone de datos para los diferentes ámbitos rurales. El elevadísimo precio alcanzado por el trigo en casi toda la provincia durante el bienio de 1804-05 fue la causa de esta crisis agraria; y, aunque algunos especialistas como G. Anes (1970: 233) no están de acuerdo en considerar real la citada crisis, lo cierto es que su fuerte in­cidencia pone de manifiesto la falta de abastecimiento de algunas zonas del interior peninsular y la necesidad de importarlo de zonas productoras.   Sin embargo, parece fuera de toda duda que no hay nada de ficticio en el hecho de que una mala cosecha genere en los casos cacereño y placentino una subida del precio del trigo del orden de un 242 y 286%, respectivamente. Y que el resultado se traduzca en un importante aumento de defunciones infantiles. Es de sobra conocido que los organismos más débiles sufren los primeros la ausencia de alimentos.   Cuando los efectos de esta crisis aún no habían desapareci­do, la Guerra de la Independencia vuelve a ensombrecer el panorama. Y, aunque parece comprobado que las dos ciudades no sufrieron con violencia la dinámica bélica, las consecuencias posteriores fueron las causantes de que entre 1811 y 1812 se registrase una nueva crisis de subsistencias. En esta ocasión, resultó más perjudicado el núcleo placentino, por cuanto la ciudad fue ocupada doce veces por el ejército francés, sufriendo numerosos impuestos, derramas, pillajes y extorsiones (Sánchez de la Calle, 1994: 70-71).   Los datos insertos en el Anexo reflejan esta diferencia. Entre 1811 y 1820, los cocientes infantiles ascienden al 456 por mil en Cáceres, mientras que los placentinos se colocan en el 480. Y eso que en la primera ciudad se ha considerado muerte infantil a los menores de siete años, mientras que en la segunda se aplica esta categoría a los menores de cinco. Obsérvese, por otra parte, las  altas tasas placentinas entre 1811 y 1813, lo que parece confirmar la hipótesis del mayor impacto de la crisis.   Las décadas comprendidas entre 1820 y 1850 contemplan un discurrir más sosegado de la variable analizada. En efecto, tras los críticos momentos vividos por la población en los tres prime­ros quin­quenios se produce una fase es­tacionaria e, incluso, en algunos momentos, un descenso en el número de óbitos infantiles. Los datos de las dos colaciones cacereñas arrojan unas tasas de 499, 443 y 475 por mil para cada decenio. Mientras que las pla­centinas se sitúan en el 201, 278 y 286, respectivamente. La diferencia, como puede aprec­iarse, es considerable. En este sentido  conviene hacer hincapié en el hecho de que estas cifras no son definitivas, sino tan sólo una aproximación, puesto que no se cuenta con todas las parroquias de ambas ciudades. Pese a ello, es posible que las tasas placentinas no estén demasiado alejadas de la realidad, puesto que en momentos críticos los cocientes se disparan. En 1831-32, con motivo de unas afecciones fe­briles, la tasa alcanzó un valor de 716 por mil; y en 1834, la epidemia de cólera provocó 484 muertes de párvulos por mil. De todas formas, las diferencias entre ciudades  pudieran estar motivada por la mayor o menor afluencia de ex­pósitos a las Casas Cunas respectivas. En la cacereña se recogían todas las criaturas abandonadas al sur del Tajo, mientras que la de Plasen­cia admitía a las procedentes del norte del río ([2]).   En el ámbito rural merece comentarse el paralelismo seguido por la mortalidad infantil en Plasencia y en el Valle del Jerte en la prim­era mitad del siglo XIX: elevada en la primera década, moderada en las siguientes, y un nuevo ascenso a partir de los años cuarenta.   Los años cincuenta contemplan una subida generalizada de las muertes infantiles en casi todos los ámbitos del norte extre­meño: 615 por mil en Cáceres (para las dos parroquias citadas), 480 en Plasen­cia, 501 en el Valle del Ala­gón y 434 en Malpartida de Cáceres. Las plagas de langos­ta, las malas cosechas, las epi­demias y las crisis agrarias están en el origen de este compor­ta­mie­nto. Tan sólo la cri­sis de subsis­tencias de 1857 hizo subir la tasa anual en Plasencia al 959 por mil, en el Valle del Jerte al 964, y en Malpartida de Cáce­res al 618. Y eso teniendo en cuenta que en esta última localidad la mortalidad infantil está comprendida entre 0 y 1 año, mientras que en Plasencia y el Valle la amplitud va de 0 a 5 y de 0 a 7. Conviene precisar que en algunos pueblos del Valle, como El Torno, Cabezuela, Jerte, Cabrero y Piornal, la crisis se vio agravada por una fuerte epidemia de viruelas que hizo dispararse los valores infantiles (CRUZ REYES, 1983: 120). Y lo mismo puede deci­rse de Montehermoso y de Aceituna (CLEMENTE FUENTE, 1988: 77-80)   La década siguiente fue testigo de un acercamiento entre los valores cacereños y placentinos (564 y 599 por mil, respec­tivament­e). Y ello a pesar de que en este período se incluye como difuntos infan­tiles a los finados entre 0 y 10 años cacereños. Lo que da una idea de cómo las epidemias (fundamentalmente fiebres) y la crisis agraria de 1868 golpearon con fuerza en la ciudad del Jerte. En 1864 y en 1869 las tasas se elevaron al 1005 y 717 por mil respec­tivamente. En los ámbitos rurales los cocientes se situaron en 501 para el Valle del Alagón y en 408 para Malpartida de Cáceres, si bien en este último núcleo, en 1869, se alcanzó la cifra de 539 muertes por mil para los niños de menos de un año; por lo que habría que aumentar la citada cifra, teniendo en cuenta que se está comparando con grupos de 0 a 5 y 0 a 10. No se dispone de datos para el Valle del Jerte pero, teniendo en cuenta que 1860 (tasa de 625%) fue para esa comarca un año crí­tico, es muy posible que los valores decenales no bajaran del quinientos por mil.    Los últimos treinta años del pasado siglo presen­ciaron un recrudecimiento de la mortalidad infantil y un retorno a la mortalidad catastrófica. Las tasas brutas cacereñas se colocan, para las tres décadas, en el 627 por mil, mientras que las placentinas se quedan en 487. El ámbito rural, por su parte, muestra unos valores del 461 por mil en Malpartida de Cáceres y del 501 en la comarca del Valle del Alagón. Los pueblos jerteños poseen unos valores que oscilan en torno al 450 por mil, si bien en algunos años pun­tuales, se produce una eleva­ción marcada (732 en 1887).       Varias causas se dan cita a la hora de explicar estos valores, entre las que merecen citarse los repetidos ataques epidémicos. En 1874 se produjo uno de viruelas que afectó a una ex­tensa zona del norte provincial, especialmente a la capital y a Plasencia (cuya tasa alcanzó un 592 por mil). También los diferen­tes núcleos rurales analizados sintieron la afección, en especial­ Malpartida de Cáceres, cuya tasa se disparó hasta el 509 por mil (en 1876 y en 1878 el ataque volvió a repetirse, lo que disparó los valores al 669 por mil). En 1883 la viru­ela reaparece con virulencia en Plasen­cia, cuyas tasas se disparan hasta 818 por mil. No se ha podido comprobar en los otros núcleos es­tudiados la presen­cia del morbo, si bien es cierto que los valores brutos de la mor­talidad general experimentaron una subida. En todos los ámbitos rurales se observa una subida de la mortalidad general e infantil, aunque no se poseen datos a la hora de cuantificarla. Esto es debido a que algunos autores como Cruz Reyes y Clemente Fuentes han prescindido de las series numéricas y se han limitado a la representación gráfica.   Y, junto a la viruela, el sarampión fue otro morbo que mayor número de vidas infantiles arrancó en el pasado siglo. La intensidad de la epidemia sufrida por la zona en 1887 hizo alcanzar cotas verdaderamente trágicas en las tasas infan­ti­les. En Plasencia se llega al 974 por mil; los pueblos del Valle del Jerte alcanzan los 732 por mil, en Malpartida de Cáceres los 506 (a pesar de que sólo se contabilizan como pár­vulos los menores de un año), y en Guijo de Ga­listeo se alcanzó el récord: 1.333 por mil. En Cáceres sin embargo  no ha podido constatarse la presencia de la enfermedad   En 1885 se produjo el último asalto colérico en el marco nacio­nal (NADAL OLLER, 1985: 150-154), pero al igual que en 1864, la zona objeto de estudio no sufrió su embate. Lo que sí continuaron estando presentes fueron las enfer­medades infectocon­tagiosas, como la viruela  y el saram­pión, a las que deberían sumarse la meningitis, el paludismo y otras gastr­ointestinales que unas veces funcionaban como endémicas y otras como epidémicas.   Además de este tipo de morbos, existieron otros causados por las crisis económicas. A las ya citadas crisis de subsisten­cias de 1857 y 1868 habría que sumar ahora los efectos de la negativa coyuntura de finales de siglo. En efecto la crisis obrera de 1898 tuvo como consecuencia la falta de trabajo para amplias capas de población, el aumento del precio de los artículos de primera necesidad, la exten­sión de la pobreza, el hambre y, en última instancia, una elevación de los valores de mortalidad. En Cáceres  capital se eleva la tasa de mor­talidad general, que pasa del 24 al 45 por mil, y también la infantil: si para el decenio 1888-97 el cociente era de 549, los años comprendidos entre 1898 y 1900 lo hacen subir hasta 586 por mil. En Plasencia el momento se sufre con cierto retraso: los 331 por mil de 1898 se convier­ten en 573 en 1899.   Sin embargo, a la hora de buscar el efecto de esta crisis en el ámbito urbano, descubrimos que el impacto no fue tan marcado. La evolución de la mortalidad infantil en el Valle del Jerte pone de manifiesto un sensible descenso de valores y tasas. No disponemos de series, pero sí sabemos que los cocien­tes infantiles entre 1897 y 1900 oscilaban entre 223 y 229, lo que evidencia una posi­ble ausencia de crisis finisecular. Y algo parecido ocurre en varios pueblos de la comarca del Alagón, pues la tasa muestra también una tenden­cia descendente ([3]). Por último, los valores de Malpartida de Cáceres muestran, asimismo, un comportamiento bastante parecido al de los anteriores núcleos rurales.       Vemos, pues, un primer elemento diferenciador de los marcos urbanos (o semiurbanos) y rurales a finales del pasado siglo. Si bien es cierto que algunos adelantos higiénicos, sanitarios y  médicos actuaban preferentemente en los mayores núcleos de población, también lo es que los medios rurales se encuentran mejor abastecidos que los urbanos en períodos de crisis de subsis­tencias, lo que se traduce en una mejor alimentación y, consecuentemente, en una menor probabilidad de enfermar y fallecer. Así pues, si la mortalidad infantil es uno de los fenómenos demográficos más sensibles frente a cualquier tipo de crisis, y el grado en que éstas afectan al alza de su tasa es uno de los mayo­res indicadores de la intensidad alcanzada por la misma en el campo económico-social, parece claro que, al descender las tasas del entorno rural, habrá que concluir afirmando que su efecto fue muy limitado en las edades infan­tiles.         3.- La mortalidad infantil en el siglo XX.   Al­gunos especialis­tas se han encargado de demostrar las notables diferencias int­er­provinciales existentes en la mor­tali­dad infan­til (A­rbelo Cur­belo, 1962). En este sen­tido, Extremad­ura es una de la regio­nes más retrasad­as, pues sus valores son muy elev­ados en relación con otras regi­ones y la media nacional. De hecho, en la mayor parte de los diversos núcleos estudiados, al des­cen­so de la mor­talidad gene­ral no cor­responde un retroc­eso paral­elo de las de­fun­ciones de pár­vulos. La causa de esta sin­gularidad estriba en la pres­en­cia de elementos que suponen una con­tin­uidad de la dinámica mantenida en el siglo XIX.   Durante la primera década la zona objeto de estudio pasa por momentos delicados. Entre 1904 y 1905 se obtuvieron malas cose­chas, a consecuencia de adversas condiciones climato­lógic­as, seguidas de crisis alimenticias, lo que provoca un incremento de las defunciones. En Cáceres y Plasencia se aprecia la su­bida perfectamente. Sin embargo, tanto en el Jerte como en el Alagón la crisis apenas tuvo importancia. En una situación intermedia aparece Malpartida, lo que parece demos­trar de nuevo que la falta de alimentos básicos afectaba más seriamente a los ámbitos urbanos que a los rurales. Y no es de extrañar que así fuera pues en coyunturas críticas el abastecimiento presen­ta mayor dificul­tad en las ciudades que en el campo.    Unos años más tarde, en 1909, se declara una epidemia de sarampión que incide seriamente en los dos principales centros urbanos cacereños. Las defunciones placentinas aumentan en un cincuenta por ciento, mientras que las cacereñas lo hacen en un treinta. En la zona del Valle hubo un alza im­posible de cuan­tificar por el momento; en el Alagón, existe constancia del citado ataque en Montehermoso, con 29 víctimas; y en Malpar­tida no se detecta el morbo. De nuevo la  mayor virulencia se observa en los núcleos importantes.   El decenio 1911-1920 será testigo de varios hechos des­tacados. Nuevamente el saram­pión afecta de forma marcada a la ciudad del Jer­te, haciendo ascender las defun­ciones infantiles casi el 80%. También el Valle es testigo de esta infección, pero en los demás ámbitos analizados no aparece.  Más importancia tiene las repercusiones económicas de la Primera Guerra Mundial sobre la zona y la posterior epidemia gripal. Los factores que determinaron la mortalidad infantil en estos años fueron la especulación y la escasez de subsis­tencias. En todos los núcleos analizados se repiten las quejas por el elevado precio de las materias primas alimen­ticias. Como consecuencia de las expor­taciones masivas destinadas a las poten­cias europeas contendien­tes, se produjo una carestía de la vida seguida de pertur­baciones. El trigo, el aceite y la carne fueron algunos de los artículos que acabaron siendo racionados (al menos en Cáceres y Plasen­cia) ([4]). Parece lógico que, en estas condiciones, fueran las edades más débiles quienes sufrieran en mayor medida el impacto del hambre. En la capital provincial los óbitos infan­tiles aumentan el 50%, y en  Plasencia, el 30%. En pueblos como Montehermoso y Guijo de Galisteo las crisis de mortalidad general alcanzan una inten­sidad de 80 según la fórmula de Hollingsworth, y hacen que las tasas del decenio sean supe­riores a las de 1900-1910. En el Valle del Jerte los picos de la mortalidad infantil son responsables de que las tasas del decenio apenas desciendan diez unidades respecto al anterior. Sólo Malpartida parece no reflejar intensamente la crisis (20% de mortalidad extra).   Estos factores analizados se vieron reforzados por la epidemia gripal de 1918-1920, complicada por brotes de tuber­culosis, tifus e infecciones gástricas, lo que ayuda a com­prender la elevada mortalidad infantil con la que se cierra el decenio. En este punto conviene recordar la presencia de las respectivas Casas-Cunas en las dos ciudades más importantes, lo que contribuía a incrementar las ya de por sí elevadas tasas infantiles. Téngase presente que las condiciones en las que los acogidos en esas instituciones se encontraban no eran demasiado favorables para la superviven­cia, especialmente la placentina.   La década comprendida entre 1920 y 1930 muestra una baja significativa de los valores infantiles (véase gráfi­co). Tanto los nacionales como regionales y provinciales ex­perimentan un marcado descenso. También Plasencia se une a esta tendencia, al igual que los otros núcleos rurales. Este decenio se afirma como un período de transición en cuanto a la variable estudiada. Las mejoras en las condiciones de vivien­da, higiene, alimentación y el abandono de las prác­ticas tradi­cionales de lactancia infantil están en el origen de esta dinámica; hasta el punto de que contribuyeron a conseguir avances espectaculares. Sin embargo, el segun­do quinquenio en Cá­ceres presencia una eleva­ción de sus valores brutos. Es posi­ble que tal diná­mica guarde relación con el tras­lado de la Casa Cuna placen­tina a la cap­ital, lo cual haría as­cender el número de muer­tes infantiles.   El descenso en el ámbito rural está muy relacionado con el desarrollo de la asistencia sanitaria y las mejoras notables que en esta época se produjeron. Estos cambios pasan por la creación de los denominados Centros Primarios y Secundarios de Higiene, así como por la puesta en fun­cionamiento de gran número de Dispensarios repartidos por toda la provincia. Dentro de la segunda modalidad merece citarse la actuación del Instituto Nacional de Higiene de Alfonso XIII. Este centro jugó un papel importante en la lucha contra el paludismo, enfermedad muy arraigada en la zona del Alagón, el Valle del Jerte y en Malpartida. Y no sólo lucha y profilaxis de este morbo, sino también en todo lo referente a información y divulgación de materias  higienico-sanitarias, saneamiento del medio, char­las, etc, ([5]). A prin­cipios de los años treinta se pusieron en fun­cionamiento los Centros Primarios de Higiene Rural en la prov­incia cacereña y en 1932 dieciséis municipios contaban con algún edificio. Su principal cometido, aparte claro está de la lucha an­tipalúdica, consistía en la inspección sanitaria escolar, la higiene ma­ternal e infan­til, el análisis de laboratorio y el tratamiento sin­tomático de la sífilis y la tuberculosis. El médico local era el encargado de desarrollar la labor, por lo que el Insti­tuto Provincial de Higiene realizaba cursillos para capacitar y reciclar a los profesionales de los diferen­tes Centros Rura­les.   La década de los años treinta es testigo de un nuevo descenso de los valores infantiles. Sin embargo, la verdadera baja se produce en el primer quinquenio, pues la Guerra Civil dispara las cifras de nuevo. En efecto, la contienda afectó intensamente a las condiciones de vida: escasez, subalimen­tación, carestía y enfermedades fueron las causantes de que las defun­ciones infantiles se incrementaran un 50% en Cáceres, un 100% en Plasencia, un 40% en Malpar­tida, y porcen­tajes parecidos pueden detectarse para las comarcas Jerteña y del Alagón.     La creación del Centro de Higiene Infantil en la capital contribuyó al descenso de las tasas urbanas cacereñas, pero se vio ensombrecida por las dificultades y privaciones de la guerra y la posguerra. Sin embargo, este hecho dramático no oculta que el retroceso de la mortalidad general debe mucho a la caída de la infantil, hasta el punto de que la primera no se entiende sin la segunda. En Plasen­cia, por su parte, des­taca la creación del Dispensario Antipalúdico, el de Higiene Mental y la encomiable labor realizada por el Instituto Provincial de Higiene, que puso en marcha una serie de servicios que afectaron positivamente a los niños (Dispensario Escolar de Maternología, puericultura, garganta, nariz, oído, antituberculoso, odontología, der­matolog­ía, etc. Todos estos servicios eran gratuitos) ([6]). El resto de los núcleos también tiene un descenso de óbitos infantiles, debido a la labor de los órganos y centros antes cita­dos (Ins­titu­tos, Dispensarios, etc.) lo que implica la existencia de una mejor infr­aestructura en el campo de la higiene y la s­ani­dad.   Entre 1940 y 1950 los óbitos infantiles caen inten­samente en los núcleos urbanos. Y eso a pesar de que las con­secuen­cias de la guerra se alargaron en el tiempo. En efecto, si los años de lucha fueron duros y conflictivos, peores fueron los de posguerra, como lo demuestra la punta de sobre­mortalidad de 1941 y 1944-45. El primero de ellos fue el año del «hambre», cuyas cifras alcanzaron cantidades semejan­tes a las del siglo XIX. Las defunciones cacereñas se doblaron y las placentinas alcanzaron el 50%, al igual que las de Malpartida; y en las comarcas jerteñas y del Alagón, las cifras alcanzaron cotas para el período 1941-45 cercanas a las ob­teni­das durante la crisis del finales de siglo pasado. A partir de entonces, el alza se produce de forma puntual, pero ya no tiene un com­ponente general que afecte a toda la zona norte: como el de 1945 en Plasencia, el de 1946 de Malpartida y Cáceres, o el de 1947 en el Valle del Jerte.   En el medio urbano continúan las mejoras médicas, me­diante la instalación del Instituto de Maternología y Pue­ri­cul­tura, la apertura de nuevas clínicas, la difusión de an­tibióticos y la generaliza­ción del Seguro Obligatorio de En­fer­medad. En el campo el descenso es menos rápido pero continuo, debido a los factores señalados, a los que habría que añadir la introducción revolucionaria de la penicilina a mediados de los años cuarenta.   Las dos últimas décadas se caracterizan por una continuidad del descenso de los valores infantiles. En efecto, desde 1950 la variable desciende continuamente de for­ma imparable, con alguna excepción coyuntural. La zona norte de Cáceres entraba ya de lleno en un nuevo régimen de mor­ta­lidad infantil (como veremos después con el análisis de las tasas correspondientes). Estos veinte años conocieron una importante extensión de las mejoras farmacológicas. La generalización de la penicilina fue seguida de la irrupción de la estreptomicina, e interesantes mejoras en la alimen­tación, la vivienda y la higiene pública y privada en los centros urbanos como Cáceres y Plasencia. Sin olvidar los importantes avances en la calidad de vida, lo que indudable- mente tiene repercusiones en la mor­tandad infan­til.   También en el ámbito rural la reducción de las muertes infantiles constituye la tónica dominante. Ese descenso pone de manifiesto la incorporación de las comarcas jerteñas, del Alagón y de  Malpartida a las condiciones sanitarias del país, así como el cambio profundo que en el mundo rural supuso la Seguridad Social, las mejoras alimenticias y el mayor nivel de vida que se traduce en un alargamiento de la vida media. La dependencia del medio natural y la indefensión médica, sanitaria e higiénica que existía en estas zonas en tiempos pasados quedaban superadas en los años setenta.         4.- Las Tasas Brutas de Mortalidad Infantil en el Siglo XX.     Antes de proceder al estudio de las Tasas Brutas de Mortalidad Infantil es preciso señalar algunas peculiaridades de las mismas. Por una parte, la falta de datos completos regionales y de la zona del Alagón. Por otra, conviene tener presente que la mayoría de los ámbitos analizados reflejan la mortalidad de los infantes menores de un año, a excepción del caso placentino y del Alagón que incluye a los menores de 5. Un comentario aparte merece las tasas del Valle del Jerte, pues su cuantía hace dudar de su validez y mantener la sospecha de no ser correctas. Es muy posible que durante los dos primeros decenios puedan oscilar en torno a esas can­tidades, pero es difícilmente aceptable que entre 1921 y 1930 las defunciones bajen al 97 por 1.000. Por este motivo, la serie jerteña será utilizada en los primeros veinte años del presente siglo para, desde entonces, cuantificar simplemente su marcha, sin establecer com­paraciones con otros ámbitos.   La gráfica muestra que los valores placentinos aparecen muy por encima del resto desde comienzos de siglo por varias causas. Por una parte está la mayor cantidad de muertes recogidas en el escalón de 0 a 5 años, a lo que debe unirse la existencia en la ciudad de una Casa-Cuna y un Hospicio. Ambos elementos podrían justificar en buena medida esa elevación. Pero es preciso añadir la fuerte incidencia de las crisis de principios de siglo para acabar de comprender esos cocientes. Desde 1900 hasta 1930 las tasas placentinas permanecen prácticamente por encima de las demás, aunque seguidas de cerca por las de los núcleos rurales del Valle del Alagón y, más lejanas, las de Malpartida de Cáceres. Todo el conjunto del Norte de Cáceres queda por encima del nacional, regional y provincial. Las diferentes coyunturas críticas por las que atravesó el norte cacereño afectaron fuertemente a la variable infantil, como lo demuestra el hecho de que las tasas provinciales están por encima de la media extremeña. Las malas cosechas, las crisis alimenticias, los ataques epidémicos, la carestía de la vida y, en última instan­cia, las consecuencias de la guerra europea, aparecen como causantes de esa sobremortalidad de párvulos.    Los años veinte son testigos de un descenso importante de las tasas: la nacional lo hace casi en un 20%; la de Cáceres capital en un 30; y los pueblos del Alagón y Malpar­tida, en un 26 y 20%, respectivamente. La buena coyuntura económica por la que atravesó la Dictadura de 1923 a 1930 contribuyó, asimismo, a asentar las bases de este compor­tamiento demográfico. Sin embargo, Plasencia baja sólo 10 puntos, un valor muy cercano al extremeño y provincial (9 y 8%). Obsérvese que sus cocientes superan ampliamente incluso a los de los núcleos rurales. De nuevo la ciudad del Jerte vuelve a mostrar un comportamiento diferenciado en función de las causas expuestas para los dos decenios anteriores, a lo que debe unirse la presencia hasta 1925 de la Casa-Cuna y los difuntos infantiles de 0 a 5 años.   De 1931 a 1940 continúa la tónica de descenso generalizado en todos los ámbitos. Sin embargo, estos años presentan un doble cariz: por una parte el primer quinquenio refleja una baja muy importante de los cocientes; y por otro, el alza de las defun­ciones infantiles producida por la guerra. Pese a ello, el descenso es general, destacando sobre los demás los valores placentinos que sufren una pérdida de casi el 60%, frente al 17 de Cáceres, 14 del Alagón y 11 de Malpar­tida; es decir, muy cercanos a la media nacional (14%). Por su parte, las tasas provinciales pierden un 26%, la misma cantidad que la región. En este punto aparece ya una dualidad campo-ciudad, representada por los dos principales núcleos provinciales, frente a los otros rurales: los cocientes urbanos y semiurbanos aparecen más reducidos que los rurales. La creación de centros como el de Higiene Infantil y los Centros Primarios de Higiene Rural dedicados al mejoramiento de la sanidad pública en la época de la II República son, en muy buena medida, los causantes de este descenso. Sin embargo, todas las cifras del norte cacereño, en unión con las regionales, se mantienen por encima de la media nacional, lo que da la pauta del subdesar­rollo de la zona.   Durante la década de los cuarenta se producen mejoras médicas y se crean Institutos de Maternología y Puericultura y nuevas clínicas, lo que redunda en el control de las tasas de las muertes infantiles. De nuevo la ciudad del Jerte muestra el descenso más acusado (47%), frente a la capital (10%) y los ámbitos rurales (9 y 35% para el Alagón y Malpartida, respec­tivamente). Por primera vez las tasas de las dos principales ciudades se igualan, a pesar de que la placentina engloba a las edades de 0 a 5 años (un fenómeno al que no fue ajeno el hecho de que los primeros valores habían arrancado desde principios de siglos de cifras muy superiores a los de la capital, además de que las dos Casas-Cunas existentes en la provincia se habían unificado en una sola con sede en Cáceres). Y, aunque estas cifras permanecen por debajo de las medias rurales, todavía superan a las provin­ciales y extremeñas  (que descienden el 25%), lo que da una idea del grado de retraso que llevaba la zona norte. Si la comparación se lleva a cabo con España, se observa la gran distancia que separa a unas y otras. La nacional atraviesa por primera vez la barrera del cien por mil, mientras que la extremeña deberá esperar hasta la década de los cincuenta y los sesenta para descender de la centena.   La siguiente década, 1951-60, marca un hito destacado para la variable. Por una parte se producen los mayores descensos de los cocientes a lo largo de toda la serie analizada. En efecto, Cáceres baja un 62%, Plasencia, un 114%, los pueblos del Alagón, un 188%, y Malpartida, un 123%. Esta dinámica es común también al ámbito nacional (83%), pero lo realmente importante es que por primera vez la zona objeto de estudio desciende de la barrera del cien por mil. Podemos hablar de un cambio en el modelo de mortalidad infantil. Un comportamiento de la variable que actúa con retraso en relación al modelo nacional. En estos años a las mejoras médicas, los Institutos de Maternología y Puericultura, clínicas privadas, difusión de antibióticos y generalización del Seguro Obligatorio de Enfermedad, se unen avances en el campo de la alimentación, la vivienda y el vestido, provocan­do un  rotundo descenso de la tasa de mortalidad infantil, como lo demuestran los porcentajes del descenso.   También el medio rural experimentó una considerable recuperación durante estos años. A la mejora de las con­diciones sanitarias sufridas en décadas anteriores se unió ahora un mejor tratamiento municipal de la higiene. En efecto, numerosos puntos negativos de la salubridad local fueron objeto de estudio: calles, fuentes públicas, vivien­das, cementerio y escuelas recibieron especial atención en cuanto a la limpieza, aseo, conservación y desinfección. La higiene personal y alimenticia, por su parte, constituyeron una importante preocupación para las autoridades locales, provinciales y regionales, quienes dedicaron una extensa legislación al respecto. Sin embargo, a pesar de esta caída de valores, las tasas del norte cacereño continuaron superan­do ampliamente a las cacereñas y nacionales (que descen­dieron un 90 y 83%, respectivamente).   El último decenio, 1961-1970, muestra importantes descensos en los cocientes: el cacereño presenta su máximo ahora, con un 68%, mientras que el placentino (110%) refleja un porcentaje cercano al de la anterior década. Malpartida, por su parte, baja un 93% y el ámbito provincial y nacional descienden en un 45 y 71%. Sin embargo, y a pesar de estas caídas, las tasas Extremeñas en general, y del norte de Cáceres, en particular, continúan apareciendo por encima de las nacionales, con unas diferencias importantes. Cuando a principios de los setenta el acceso a la asistencia médica en centros urbanos era un hecho generalizado, todavía sorprende la diferencia entre un 28 por mil de la mortalidad infantil española y ese 50 por mil de la de Cáceres capital. Plasen­cia, por su parte, presenta una diferencia menor (30 por mil), mientras que el ámbito rural, representado por Malpar­tida, se sitúa en una situación intermedia (41 por mil). Si la comparación se establece ahora con el ámbito provincial y regional, la capital se sitúa por encima de los dos, Plasen­cia por debajo y Malpartida ligeramente por encima. De lo anterior parece deducirse que en el subdesarrollo extremeño, incluso en sus centros urbanos más destacados y dotados de servicios sanitarios, continúan existiendo graves deficien­cias de la calidad de vida que no se detectan en otras variables como la mortalidad adulta, pero aparecen claramente en el sensible termómetro de la mortalidad infantil.     5.- Conclusiones.   A lo largo del siglo XIX la mortalidad infantil en el norte de la provincia de Cáceres se ha caracterizado por ser muy intensa. Factores bélicos, como la Guerra de la Indepen­dencia y sus con­secuencias (1808-1814), diversas crisis de subsistencias y económicas (1803-05, 1812, 1844-47, 1857, 1868 y 1898) y, sobre todo, los diversos ataques epidémicos de cólera, sarampión, viruelas, meningitis y diversas fiebres (1832-34, 1854, 1864, 1883, 1887 y 1889), fueron los causan­tes de esa elevada mortan­dad. Casi todos los ámbitos es­tudiados sufrieron en mayor o menor medida estos sin­gulares momentos, si bien las crisis económicas se vivieron de manera menos intensas en las zonas rurales, lo que pone de manifies­to la mayor posibilidad de abastecimiento de estas últimas con relación a los núcleos urbanos. Durante las primeras décadas del presente siglo se siguieron produciendo momentos delicados en la zona, con el consiguiente efecto en las edades infantiles. La viruela, la meningitis y la gripe continuaron presentando caracteres epidémicos (1909, 1914, 1920); y algunas crisis económicas (1904-05) alcanzaron inten­sidades comparables a las del siglo anterior, como la derivada de los efectos de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Las siguientes décadas fueron testigos de una importante reducción de la mortalidad infantil (con el paréntesis de la Guerra Civil y algunos años de la posguerra). Los progresos pediátricos y farmacológicos,  por una parte, y los de la puericultura por otro, hicieron posibles unos éxitos sorprendentes; a lo que habría que unir la actuación de los poderes públicos. Los avances médicos, sanitarios e higiénicos hicieron bajar las tasas velozmente. La creación de los Centros de Higiene Infantil en las capitales de provincia y de otros centros en los ámbitos rurales, así como la fun­dación de los Centros Maternales y Pediátricos, a partir de la Ley de Sanidad Infantil y Maternal de 1941, hizo posible que la super­vivencia de los infantes se inten­sificara desde los años cuarenta y, sobre todo, de los cincuenta y sesenta en la zona estudiada.   La evolución de las tasas pone de manifiesto que los cocientes urbanos han sido, en líneas generales, inferiores a los rurales hasta la década de los cincuenta en que se produjo una cierta equiparación. A partir de entonces, los de la capital superan al resto, posiblemente debido a la gran afluencia de mujeres que daban a luz en los diversos centros de atención sanitaria.   Entre 1900 y 1970 los valores descienden en todos los ámbitos. Durante las tres primeras décadas las tasas placen­tinas y rurales presentaron los máximos debido a la mayor cantidad de difuntos recogidos en el escalón de 0 a 5 años (que también se da en el Alagón) y a la presencia de una Casa-Cuna en la ciudad del Jerte. El traslado de la misma a la capital hizo que los cocientes placentinos se redujeran  en los años treinta, e igualaran en los cuarenta a los cacereños. Sin embargo, las cifras analizadas, al igual que las provinciales y regionales, seguían siendo muy superiores a las nacionales. De hecho, mientras que éstas últimas bajaban del cien por mil en los años cuarenta, las extremeñas y las del norte de la región lo hacían en la década de los cincuenta, donde se producen los descensos porcentuales más importantes. Puede decirse, por tanto, que existe un retraso en la transición de la mor­talidad infantil «clásica» a otra más moderno carac­terizada por unas tasas inferiores al cien por mil.   Pero el descenso tan marcado de los últimos decenios no debe ocultar que la mortalidad del norte de Cáceres era en los años setenta, al igual que la extremeña, casi el 50% mayor que la media nacional. Las tasas regionales aparecían como las más elevadas del país, a excepción de la provincia de León. Y si la comparación se establecía con los centros de más de 20.000 habitantes, se observa que tan sólo Canarias superaba ligeramente el conjunto extremeño, lo que ponía en evidencia que el subdesar­rollo extremeño incidía de manera singular en uno de los barómetros más sensibles de las sociedades: la mor­talidad infantil y la permanencia de unos valores superiores a la media nacional.                     

BIBLIOGRAFÍA

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    [1] Los datos de Cáceres capital han sido tomados de CAMPESINO FERNÁNDEZ, A. J, 1982, Estructura y paisaje urbano de Cáceres. Colegio Oficial de Arquitectos Extremeños. Cáceres. Los de Plasencia, de SÁNCHEZ DE LA CALLE, J. A., Plasencia: Historia y Población en la época contemporánea (1800-1990). Asamblea de Extremadura, Mérida, 1995. Los cocientes de los pueblos del Valle del Jerte han sido extraídos de CRUZ REYES, J. L., 1983, Transformación del espacio y economía de subsistencia del Valle del Jerte. I.C.»El Brocense», Cáceres. Las cifras de Montehermoso, Aceituna y Guijo de Galisteo (pueblos del Valle del Alagón) han sido extraídos de CLEMENTE FUENTES, L., 1988. Enfermedad y muerte en tres pueblos cacereños (1850-1950), Cáceres. Por su parte, los de Malpar­tida de Cáceres tienen un doble origen: desde 1850 a 1950, CHAVES PALACIOS, J., 1985. Malpartida de Cáceres, 1850-1950. Economía, demografía y sociedad de un núcleo rural en la Extremadura contemporánea. Memoria de Licenciatura. Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres; y desde 1950 a 1970, SANZ TAMAYO, M. Y., 1978, Malpartida de Cáceres: la transformación de un municipio rural (1900-1976). Memoria de Licenciatura. Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres. Los datos de la provincia de Cáceres, de varias reseñas estadísticas (1957, 1966 y 1975). Los de Extremadura, de GARCIA PEREZ, J., SANCHEZ MARROYO, F., Y MERINERO MARTIN, M.J., 1985. Historia de Extremadura, Tomo IV, Los Tiempos Actuales. Biblioteca Básica Extremeña, Badajoz, y eleboración propia a base de reseñas estadísticas. Por último, los datos nacionales proceden de ARBELO CURBELO, A., 1962, La mortalidad de la infancia en España, 1901-1950. Instituto Balmes de Sociolo­-gía, C.S.I.C., Dirección General de Sanidad, Madrid; y de CAMPO URBANO, S., 1972, Análisis de la población de España. Ariel, Barcelona. También CLEMENTE FUENTES, L. El Paludismo en la provincia de Cáceres. I.C. «El Brocense». Salamanca, 1992.  
    [2] SÁNCHEZ DE LA CALLE, J. A., 1993, «Las exposiciones en el norte de la provincia de Cáceres durante la época con­tem­poránea (1796-1925)». Comunicación presentada en el III Congreso de la Asociación de Demografía Histórica, Braga (Portugal). Inédita.    
    [3] Luisa Clemente Fuen­tes, en su obra Enfermedad y Muerte se encarga de demostrar que la crisis finisecular no tuvo tanta importancia en pueblos como Montehermoso, Guijo de Galisteo y Aceituna.  
    [4] HEMEROTECA MUNICIPAL DE MADRID. Véanse distintos periódicos  extremeños, como La Región, ejemplar del 19 de junio de 1915,  El Liberal Extremeño, del 7 de abril de 1918, El Extremeño,  de 15 de marzo y 18 de diciembre de 1916, o El Regional, del 14 de mayo de 1919.  
        [5] La Comisión nombrada para luchar contra el paludismo en el verano de 1920, estaba encabezada por el higienista y naturalista florentino Gustavo Pittaluga, y desarrolló una  labor intensa en la zona norte de la provincia de Cáceres,  especialmente en los partidos de Navalmoral de la Mata,  Plasencia y Jarandilla de la Vera, declaradas zonas palúdi­cas  por Real Orden de 21 de julio de 1924. Véase CLEMENTE FUENTES, L., 1992, El paludismo en la provincia de Cáceres. Institución Cultural «El Brocense», Cáceres. pp. 101-104  
        [6] Estos datos han sido extraídos de la obra de José Antonio Sánchez de la Calle, La muerte de los niños en Plasencia durante los siglos XIX y XX. Hacia una historia de la Casa-Cuna y el Hospicio, que actualmente se encuentra en fase de publicación por la Editora Regional de Extremadura, depen­diente de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura.  
ANEXOS

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN CÁCERES CAPITAL,

1801-1870 SEGÚN LOS REGISTROS PARROQUIALES (0-7 AÑOS)

AÑOS

PARROQUIA

 SAN JUAN

PARROQUIA SANTIAGO

MEDIA DE DOS PARROQUIAS

1801 –  1810

587, 1 %

643, 4 %

615,3 %

1811 – 1820

432, 4 %

481,2 %

456,8 %

1821 – 1830

474, 5 %

523,4 %

499,0 %

1831 – 1840

297, 8 %

587,0 %

442,4 %

1841 – 1850

——

474,6 %

474,6  % *

1851 – 1860

598, 5 %

630,7 %

614,6 %

1861 – 1870

575, 0 %

553,4 %

564,2 %

MEDIA

533,5 %

556,2 %

544,9 %

     

TASA BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN CÁCERES SEGÚN EL                      REGISTRO CIVIL, 1871-1900

AÑOS

(0 – 1 AÑOS)

(1 – 10 AÑOS)

1871 – 1877

355, 1 %

306, 7 %

1878 – 1887

386, 1 %

273, 0 %

1888 – 1897

312, 7 %

235, 6 %

1898 – 1900

327, 8 %

258, 0 %

MEDIA

345, 4 %

268, 3 %

 

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD EN PLASENCIA A PARTIR DE LAS    PARROQUIAS DE SAN PEDRO Y SANTA MARÍA, 1808-1820. (0-5 AÑOS).

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

1808

184 %?

1813

793 %

1817

367 %

1809

219 %?

1814

378 %

1818

215 %

1810

593 %

1815

341 %

1819

182 %

1811

920 %

1816

548 %

1820

245 %

1812

806 %

 

 

M: 1811-20:

480

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD EN PLASENCIA A PARTIR DE LOS DATOS   DE LAS  PARROQUIAS DE SAN PEDRO, SANTA MARÍA Y SAN NICOLÁS, 1821-1838 (0-5)

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

1821

238 %

1827

242 %

1833

377 %

1822

284 %

1828

94 %?

1834

484 %

1823

17 %?

1829

250 %

1835

164 %

1824

84 %?

1830

361 %

1836

167 %

1825

46 %?

1831

716 %

1837

70 %

1826

235 %

1832

278 %

1838

178 %

   

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD EN PLASENCIA A PARTIR DE LOS DATOS    DE LAS PARROQUIAS DE SAN PEDRO, SANTA MARÍA, SAN NICOLÁS Y SAN JUAN, 1839-1851 (0-5)

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

1839

189 %

1844

326 %

1848

326 %

1840

161 %

1845

118 %

1849

378 %

1841

86 %

1846

316 %

1850

469 %

1842

182 %

1847

379 %

1851

402 %

1843

281 %

 

 

 

 

 

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD EN PLASENCIA SEGÚN LOS REGISTROS PARROQUIALES, 1852-1970 (0-5 AÑOS)

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

1852 –55

354 %

1891 – 95

427 %

1931 – 35

199 %

1856 – 60

593 %

1896 – 00

440 %

1936 – 40

197 %

1861 – 65

628 %

1901 – 05

390 %

1941 – 45

168 %

1866 – 70

570 %

1906 – 10

365 %

1946 – 50

102 %

1871 – 75

473 %

1911 – 15

369 %

1951 – 55

73 %

1876 – 80

488 %

1916 – 20

323 %

1956 – 60

53 %

1881 – 85

565 %

1921 – 25

360 %

1961 – 65

36 %

1886 – 90 

529 %

1926 – 30

269 %

1966 – 70

24 %

 

TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN EL VALLE DEL JERTE       (1857-1900) (ENTRE 0 Y 1 AÑO)

AÑOS

TASAS POR 1000 NACIDOS

% SOBRE EL TOTAL

1857

344

53, 7 %

1860

275

62, 3 %

1877

277

69, 7 %

1887

337

70, 4 %

1897

223

53, 7%

1900

229

61, 3 %

   

LAS TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN EL VALLE

DEL  ALAGÓN

AÑOS

(0 – 1 AÑO)

(1 – 5 AÑOS)

TOTAL

1852 –1859

265 %

373 %

638 %

1860 – 1869

272 %

199 %

471 %

1870 – 1879

264 %

242 %

506 %

1880 – 1889

305 %

186 %

491 %

1890 – 1899

246 %

253 %

499 %

   

LAS TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL EN MALPARTIDA DE       (CACERES, 1855-94) (0-1 AÑOS)

AÑOS

TASAS

AÑOS

TASAS

1855 – 1859

434 %

1875 – 1879

486 %

1860 – 1864

368 %

1880 – 1884

462 %

1865 – 1869

447 %

1885 – 1889

460 %

1870 – 1874

456 %

1890 – 1894

443 %

         

EVOLUCIÓN DE LAS TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD INFANTIL, 1900-70

(EN TANTOS POR MIL)

AÑOS

CÁCER

CAPIT.

PLA-SENCIA

JER-TE

ALA-GÓN

MALP. CÁCER

CÁCER

PROV.

EXTRE-MADU

ESPA-ÑA

 

(0 – 1)

(0 – 5)

(0 – 1)

(0 – 5)

(0 – 1)

(0 – 1)

(0 – 1)

(0 – 1)

00-10

244

378

211

375

332

226

217

166

11-20

225

346

200

359

316

216

205

157

21-30

175

315

97

286

263

201

189

133

31-40

150

198

64

251

238

160

150

117

41-50

136

135

25

230

176

127

120

88

51-60

84

63

7

80

79

67

48

61-70

50

30

2

41

4

40

28

 

Mar 032014
 

José Luis Barrio Moya.

Institución de Estudios Complutenses

       El dia 31de diciembre de 1738, y una vez ya casados, se firmaron las capitulaciones matrimoniales entre el caballero extremeño Don Josè Banfi y Parrilla y la dama madrileña Doña Manuela Montoya y Banfi, seguramente prima suya. Don Josè Banfi y Parrilla habìa nacido en la localidad cacereña de Trujillo, siendo hijo de Don Juan Bautìsta Banfi, natural de Madrid “del Consejo de Su Magestad, su oidor en el tribunal de la Contratacion de las Indias” y de Doña Josefa Parrilla y Montoya , nacida en la poblaciòn toledana de Escalona. Por su parte Doña Manuela Montoro era natural de Madrid, nacida en el seno del matrimonio formado por Don Marcos Antonio Montoro, natural de La Coruña “diocesis del arzobispado de Santiago, reino de Galicia”, quien fue ”secretario de Su Magestad y ofizial maior de la secretaria del Despacho Universal de la Guerra”, y de la dama madrileña Doña Laura Polonia Banfi, ambos ya difuntos cuando se hija contrajo matrimonio.

         En las citadas capitulaciones Don Josè Banfi confiesa que es “secretario de Su Magestad con ejercicios de decretos en la secretaria del despacho universal de Yndias”, cargo este que le producìa muy saneados ingresos. Asimismo declara que “cuando se trato el matrimonio con Doña Manuela Montoro, su tio y tutor, Don Germàn Parcelia y Montoya, “capitan de cavallos, cavallero de campo de Su Magestad y furrier mayor de sus Reales Cavallerizas le prometio que llevaria su sobrina como dote la cantidad de detecientos y veinte mill reales de vellon poco mas o menos” (1). En aquella cantidad se incluìa el valor de una casa “que sirve de cochera, cavalleriza y pajar” situada en la madrileña calle del Molino, asi como lo que importò la tasaciòn de los “trastos de omenage de casa, bestidos , ropa blanca de lana y seda, tapiceria, plata labrada, oro, diamantes, perlas, aljofar, china, charol, libros, reloxes, armas, trastos de cozina, coche, mulas, guarniciones, dinero y creditos”. A tenor de todo lo antecedentemente expuesto el caballero trujillano hizo una muy ventajosa boda.

Doña Manuela Montoro llevò en su dote una selecta colecciòn artìstica formada por 105 pinturas, una escultura de Santa Teresa de Jesùs, tasada en 1100 reales, un relicario de coral y bronce, ocho “targetas doradas con su figura de marfil en cada una” y dos paises o “fabulas bordadas en tafetan amusco”.

La temàtica de las pinturas era de lo mas variado puesto que se registraban escenas religiosas y de gènero, paisajes, bodegones, alguna mitologìa, batallas, seis cuadros con”los triunfos de Alejandro” y retratos, entre ellos uno de Felipe V a caballo “hecho en plima a pergamino” y los muy curiosos de Alfonso X el Sabio, Pedro el Cruel y Maria de Padilla. Singular importancia tenìan “dos laminas en lapiz lazuli, la una del Bautismo de Xpto y la otra de la huida a Ejipto con piedras esquisitas en sus marcos de evano ochavados”, valoradas en la elevada cantidad de 3000 reales de vellòn. Por lo que respecta a los autores de las pinturas el anònimo tasador menciona originales de Mateo Cerezo, Lucas Jordan y David Teniers.

PINTURAS.-

– Primeramente una hechura de bulto de Santa Theresa de Jesus con tres angeles y su arco de diversas flores, 1100 rs.

– yd otra pintura de San carlos borromeo contemplando a Xpto en el sepulcro, de dos varas y media de alto y dos varas poco menos de ancho con su marco dado de negro y filete dorado, 200 rs.

– yd un retrato o pintura de la adultera, de dos varas de alto y tres de ancho con su marco negro y filete dorado, 1100 rs.

-yd otra pintura de Santiago, de dos varas y media de alto y siete quartas de ancho, con su mkarco negro y filete dorado, 240 rs.

 

– ytt una pintura de un Santisimo Xpto de Burgos orixinal de Matheo Zerezo, de dos varas y media de alto y siete quartas de ancho con su marco negro y filete dorado, con esquinazos y tergetas tanvien dorados, 400 rs (2).

– otra pintura de San Martin, de vara y dos tercias de alto y vara y quarta de ancho con su marco dorado, 240 rs.

– otra pintura del nacimiento hecha por Jordan, de vara y media tercia de alto y vara y octava de ancho con su marco dorado, 600 rs (3).

– unos patines, de tres quartas de alto y poco menos de vara de ancho con su marco dorado, 300 rs.

– un quadro de arboles, apaisado, de vara y media de ancho y tres quartas y media de alto con su marco negro a lo antiguo, 30 rs.

– una pintura de Santa Barbara prediziendo el martirio, de poco menos de dos varas de alto y vara y terzia de ancho con su marco negro a lo antiguo, 100 rs.

– otra pintura de Nuestra Señora, San Joseph y el Niño, de vara y media de alto y vara y quarta de ancho con su marco negro antiguo, 100 rs.

– otra pintura de un Santisimo Xpto en el sepulcro, de vara y media de ancho y cerca de cinco quartas de alto con su marco negro antiguo, 120 rs.

– otra pintura de San Antonio en el desierto apaisada, de vara y quarta de alto y vara y media de ancho con su marco negro y filetes de pino sin pintar, 120 rs.

– una pintura de la huida de Egipto apaisada, de zerca de dos varas de alto y vara y quarta de ancho con su marco negro antiguo, 30 rs.

– otra pintura del Dilubio universal apaisada, de vara y quarta de alto y una y dos tercias de ancho con su marco dorado a lo antiguo, 45 rs.

– un Exce omo mui maltratado, de zerca de dos varas de alto y poco menos de vara y quarta de ancho con marco negro antiguo, 60 rs.

– una pintura de Nuestra Señora con el Niño en los brazos, de dos tercias de alto y media vara de ancho con su marco negro y filete dorado, 60 rs.

– un quadro apaisado pintado en el unos ladrones, de media vara de alto y tres quartas de ancho con su marco negro y filete dorado, 100 rs.

– otro quadro de unos pastores igual en todo al antecedente, 100 rs.

– una pintura de Nuestra Señora dando de mamar al niño y San Joseph, de tres quartas de alto y media vara de ancho con su marco negro, 60 rs.

– otro quadro de unos ladrones apaisado pintura en tabla, de dos tercias menos dos dedos de alto y tres quartas de ancho, con su marco de evano, 120 rs.

– otra pintura del niño Dios y San Joseph, de vara menos dos dedos de alto y dos tercias de ancho con su marco negro y filete dorado, 60 rs.

– otra pintura de Nuestra Señora dando el pecho al niño correspondiente en todo a la antecedente, 50 rs.

– un retrato de Don Pedro el Cruel, de tres quartas menos dos dedos de alto y media vara y un dedo de ancho con su marco negro y perfil dorado, 120 rs.

– otra retrato de Doña Maria de Padilla del propio tamaño y marco que la antecedente, 60 rs.

– un quadro apaisado de unos pastores, de vara menos ochava de alto y vara y quarta de ancho con su marco negro y filete dorado, 200 rs.

– seis triunfos de Alejandro con sus marcos dorados, lamina de papel de ymprenta con vidrios de cristal por delante, 600 rs.

– una pintura de Santa Rosa de Lima en cobre con su marco de evano bronceado de medida regular, 300 rs.

 

– otra lamina en cobre del propio tamaño y marco que la antecedente del Nacimiento del niño Dios, 600 rs.

– dos laminas en lapiz lazuli, la una del Bautismo de Xpto y la otra de la huida de Egipto con piedras esquisitas en sus marcos de evano ochavados, 3000 rs.

– una lamina de la Encarnazion del hijo de Dios ochavada en piedra con su marco de evano, 200 rs.

– dos laminas de cobre con su vidrio delante, la una de San Marcos y la otra de San Luis, con marco de evano, de una tercia de alto y un jeme de ancho, 400 rs.

– una lamina de Nuestra Señora con su hijo difunto de un jeme de alto y medio palmo de ancho, 120 rs.

– otra lamina de Nuestra Señora y el niño Dios del mismo tamaño que la antecedente, 60 rs.

– otra lamina de Nuestra Señora del Sagrario con su vidrio, de una tercia de alto y palmo de ancho, con su marco negro de pino y filetes dorados, 120 rs.

– un relicario de coral y bronzes de la huida de egipto en su caxa con vidrio delante, 3000 rs.

– una lamina de Jesus, maria y Joseph, de una tercia de alto y quarta de ancho con marco negro antiguo ochavado, 100 rs.

– un frutero de abes, de dos terzias de alto y lo mismo de ancho, 15 rs.

– un pais de arboledas pintada una caza en ella, de una bara de alto y dos de ancho con su marco negro antiguo, 30 rs.

– otro pais antiguo en tabla pintado en el un bosque, de dos tercias de ancho y media vara de alto con su marco negro ancho, 30 rs.

– un paisito y en el pintado San Antonio predicando a los pezes, pintura en tabla con su marco dorado, 180 rs.

– otro paisito y en el pintado unos pasageros de la propia calidad que el antecedente, 280 rs.

– un retrato de un joben en lienzo, de una terzia de alto y un palmo de ancho con su marco dorado, 20 rs.

– una lamina de cobre pintado en ella San Antonio con su vidrio xptal, marco negro y filetes dorados, 120 rs.

– otra lamina de San Isidro labrador, de dos tercias de alto y media vara de ancho, con marco negro y filetes dorados a lo antiguo, 60 rs.

– un fruterito de un palmo de ancho y un jeme de alto en tabla, con marco negro y dos filetes dorados, 20 rs.

– dos fruteros con sus marcos encarnados y filetes dorados, de tres quartas de alto y dos de ancho, 200 rs.

– una pintura de un Santisimo Xpto en cobre con la Magdalena al pie de la cruz con su marco de evano, 180 rs.

– una pintura en vidrio de Nuestra Señora con su marco dorado y embutido en vidrio dado de negro con filetes dorados, 600 rs.

– otra pintura y en ella una batalla apaisada, con marco a la moda dado de negro con filetes dorados, 600 rs.

– dos marinas apaisadas, de una vara y dos tercias de alto y dos varas y quarta de ancho con su marco a la moda dado de negro y filetes dorados, 360 rs.

– otra pintura de Nuestra Señora de la Concepzion, de vara y quarta de alto y siete quartas de ancho con marco a la moda dado de negro y filetes dorados, 360 rs.

– un quadro apaisado de unos navios, con su marco dorado, de tres quartas de alto y vara y media de ancho, 100 rs.

 

– un retrato del beato Camilo de Lelis, de dos tercias de alto y media vara de ancho con marco dorado, 120 rs.

– una pintura de Nuestra Señora de la Concepzion de vara y ochava de alto y tres quartas de ancho con su marco azul, 100 rs.

– una pintura de Santa theresa de Jesus de a dos varas de alto y vara y quarta de ancho con su marco negro hecho a lo antiguo y filetes dorados, 50 rs.

– otra pintura de Santa Carthalina martir, de vara y media de alto y una menos dos dedos de ancho con marco a lo antiguo dorado, 60 rs.

– otra pintura de Nuestra Señora de Velen en tabla, de dos tercias de alto y media vara de ancho, con marco negro y filetes dorados, 50 rs.

– doze pinturitas en cobre apaisadas, de a tercia de ancho y un jeme de alto con sus marcos negro y filetes dorados, 720 rs.

– un retrato de Don Alonso el Savio en tabla, de media vara de alto y una tercia de ancho, con su marco dorado, 120 rs.

– yt el Dios de las aguas echo a pluma con su vidrio xptal por delante, de poco mas de una tercia de alto y una quarta de ancho, con su marco dorado, 100 rs.

– un Apocalipsis de miniatura de una sexma en quadro con su marco de evano y bronzes dorados, 1200 rs.

– una lamina en tabla de un Santisimo Xpto con sus vidrios delante, de una tercia de alto y una quarta de ancho con marco negro tallado de oro, 600 rs.

– una pintura de San Agustin en pergamino con vidrio delante y marco embutido en cristal con filete dorado, 50 rs.

– un retrato o pintura de un pobre pidiendo limosna, pintado en tabla por David teniel, de mas de tercia de alto y una quarta de ancho con su marco dorado, 600 rs (4).

– ocho targetas doradas con su figura de marfil en cada una , 4800 rs.

– un Exce omo en pergamino cortado, con marco dorado y vidrio delante, 15 rs.

– una pintura de Nuestra Señora de los Dolores en pergamino cortado con su marco dorado y vidrio delante, 15 rs.

– una papelera pintada en lienzo de vara de alto y tres quartas de ancho, 600 rs.

– una pintura de Nuestra Señora de Mejico en bastidor, sin marco, de vara y media quarta de alto y dos tercias de ancho, 50 rs.

– un retrato de un viejo bestido de garnacha con los guantes en una mano, de cinco quartas de alto y una vara de ancho con su marco negro cubierto de evano, 300 rs.

– un retrato de una vieja con una pluma blanca en la mano correspondiente en todo al retrato antecedente, 300 rs.

– otro retrato de una muger vestida de encarnado con su canastillo de rosas en una mano y en la otra una rosa, con su marco negro, de vara y media de ancho, 60 rs.

– un retrato de una muger bestida de blanco, sentada en una silla encarnada con un ramillete de flores y rosas en la mano del propio tamaño y marco que la antecedente, 60 rs.

– otro retrato de una muger bestida de negro con una rosa encarnada en la mano del propio tamaño y marco que la antecedente, 120 rs.

– otro retrato de una muger vestida de blanco recogiendose la falda, del mismo tamaño y marco que las antecedentes, 120 rs.

– un retrato de un hombre vestido de negro con espadin y baston, balona y bueltas de encajes, ygual a los antezedentes en alto, ancho y marco, 50 rs.

– un paisito en tabla y en el pintado un hilanderode media vara de ancho y una tercia de alto con  marco negro y filete dorado, 120 rs.

 

– un paisito en tabla pintado en el una batalla del propio tamaño y marco que la antecedente, 100 rs.

– dos paises o fabulas bordadas en tafetan amusco, de media vara de ancho y una quarta de alto con marcos dorados y sus xpistales delante, 360 rs.

– dos laminas barnizadas, de media vara de ancho y una tercia de alto con sus marcos dorados, 60 rs.

– dos paisitos de pluma, de una tercia de ancho y ocho dedos de alto con sus cristales delante y marcos delante, 60 rs.

– otros dos paisitos de pluma desiguales , en el uno un hombre dormido y en el otro varias frutas, con sus xpistales delante y marcos tallados y dorados, 60 rs.

– un retrato del señor Phelipe quinto a cavallo hecho en pluma, en pergamino, de media vara de alto y una tercia de ancho con su xptal delante, marco azul y filetes dorados, 40 rs.

– un fruterito en tabla con su marco negro y filetes dorados, 20 rs.

– un quadro de nueve dedos de alto y ocho de ancho pintado en el unos borrachos dandose puñadas, con su marco dorado, 360 rs.

MADERA.-

Doña Manuela Montero llevò a su matrimonio con el hidalgo extremeño toda una serie de muebles tales como sillas de red, tabuertes de estrado, bufetes de nogal embutidos en concha, papeleras asimismo de nogal, alacenas de pino, varias mesas, cofres, camas y catres. Destacaban por la riqueza de sus materiales los siguientes muebles:

– dos escriptorios de Valladolid embutidos en concha y bronceados con sus mesas y pies de nogal, 480 rs.

– dos escriptorios grandes embutidos en raiz de olivo con sus pies de pino dados de negro, 1000 rs.

– una arca de caoba con pie de pino dado de negro y sus tres vidrios cristales, la misma en la que esta metida Santa theresa, 1200 rs.

– una urna de evano con su vidrio y dentro de ella un Santisimo Xpto en piedra, 100 rs.

– un espexo de vara y tercia de alto la luna y vara menos tres dedos de ancho con su copete grande dorado embutido en el con su figura y un arbol, su marco dorado y colgados sus vidrios embutidos en ellas, 1800 rs.

– otros dos espexos yguales de vara y quatro dedos de alto la luna y tres quartas y tres dedos de ancho con sus marcos, copetes y colgaderos y flores de vidrio adiamantado con su figura en cada copete, 2400 rs.

CHAROL.-

– ytt doze platillos de charol con onze jicaras de lo mismo, 368 rs.

– una frasquerita encarnada de charol larga para diferentes chucherias, 120 rs y 16 maravedis.

– una caja redonda negra de charol, 48 rs.

– dos onzas de charol con sus tapas de lo mismo, 64 rs.

– dos escudillas de charol con sus tapas de lo propio, 48 rs.

– un tocador azul de charol con su espejo dentro y todos sus miriñaques, 256 rs.

– otro tocador de charol encarnado con su mesa y espejo correspondiente de lo propio, 830 rs.

– otro tocador de charol encarnado con su espejo y su mesa, 256 rs.

– una mesita cafetera encarnada, 60 rs.

– un ramilletero encarnado de charo, 150 rs.

– quatro ramilleteros de lo propio mas pequeños, 224 rs.

– otros quatro ramilleteros de charol encarnado medianos, 288 rs.

– dos vandejas verdes de charol ochavadas, 60 rs.

– otras dos vandejas negras de charol quadradas, medianas, 80 rs.

 

– dos vandejas negras de lo propio maiores que las antezedentes, 112 rs.

– otra bandeja negra de charol quadrada con sus pies, 180 rs.

No podìa faltar en la dote de una dama del siglo XVIII una gran cantidad de vestidos y ropa de casa y Doña Manuela Montero no era una excepciòn. De esta manera se citaban entre sus bienes colchones, sàbanas, servilletas, toallas, manteles, colchas, paños de mano, etc. De todo ello sobresalìan “un trage de casa y brial de raso de China, color de caña bordado de sedas de China”, tasado en 1000 reales y, sobre todo, “una colgadira de cama ymperial bordada sobre raso liso blanco perfilado de seda negra y formada con blanco, el campo bordado de una cadeneta con unas florezitas encarnadas de raso liso formadas con blanco y unos quadros redondos con dorado y toda ella sin forro como sale del bastidor”, que alcanzò una valoraciòn de 10000 reales de vellòn.

TAPICERIA.-

– una tapiceria fabricada en Amberes, bien tratada y buenos coloridos Historia de Dario, que tiene de caida cinco anas y de corrida cinquenta y siete anas y media, cuia tapiceria se compone de diez paños, 14275 rs.

– quatro sobrepuertas, que las dos estan cosidas una con otra y una columna pintada sobre tela de manteleria forrrado todo en Angulema y todas cinco piezas calen, 200 rs.

– un paño desermanado entrefino de figuras grandes que tiene de caida cinco anas y de corrida tres y media, 525 rs.

– un paño de gorrillas vien tratado, de cinco anas de caida y nueve de corrida, 675 rs.

– una alfombra turca entera de pelo y de buen colorido, que tiene de largo cinco varas menos tercia y de ancho quatro menos quarta, 875 rs.

– una alfombra de catalufa nueva forrada en Angulema que tiene quarenta y una vara de dicha tela, 984 rs.

– dos alfombras, la una grande y la otra pequeña, 300 rs.

– un retrato de Phelipe quinto de tapizeria fino, que tiene de alto una anna y de ancho annas menos sexma con su marco dorado, 360 rs.

Dentro del apartado de “china” se incluìan ensaladeras, jarros, cuencos, vinageras, jìcaras, platos, escudillas, frascos, dos vasos de porfidio, varios objetos de cristal, asi como dos tibores grandes de China, tasados en 15000 reales y “una fuente de alabastro quese compone de nueve piezas aconchada”, que lo fue en 90 reales. Se registraban ademas los siguientes “barros”.

– tres tinajas de barro de Guadalajara de las Yndias, 45 rs.

– dos dozenas de barros de distintos tamaños y colores, 240 rs.

– dos barros pequeños de sigilata, 30 rs.

LIBROS.-

Doña Manuela Montero llevò a su matrimonio una pequeña biblioteca formada por 90 tomos, y aunque se registraban en ella algunas obras de devociòn y varias vidas de santos, lecturas comunes a las mujeres españolas de los siglos XVII y XVIII, creemos que la librerìa en cuestiòn perteneciò a su padre, Don Marcos Antonio Montero, y que ella recibiò como herencia. Basamos esta hipòtesis en el hecho de que junto a las obras arriba mencionadas se encontraban otras con temas militares, jurìdicos, administrativos, matemàticos y genealogicos, entre ellas las Reflexiones militares, del vizconde del Puerto, que para nada se puede interpretar como lectura femenina.

Los autores representados eran Felipe de Comines, el padre Feijòo, Nicolas Caussìn, Sor Maria de Agreda, Juan de Ferreras, Josè Barcia, Antonio Alvarado, Diego de Castejòn, fray Francisco de los Santos, etc. Como algo curioso a destacar es la presencia de un libro manuscrito que lleva el sugerente tìtulo Mahoma y Lutero.

– yd tres tomos en quarto de la Explicacion de la doctrina xptiana dividida en platicas y puestos dichos tres tomos en pasta, en quarto, 50 rs.

 

– nuebe thomos en quarto puestos en pasta intitulados reflexiones militares del vizconde del Puerto (Alvaro NAVIA Y OSORIO, vizconde del PUERTO.- Reflexiones militares, Madrid 1724), 180 rs.

– un tomo en quarto puesto en pasta intitulado Historia ytaliana en el mismo idioma, 10 rs.

– otro libro intitulado traslazion del Santisimo Sacramento al templo de Nuestra Señora de el Pilar de Zaragoza asimismo en quarto, 6 rs.

– otro libro intitulado Primacia que goza la Santa Yglesia de Tholedo en marquilla puesto en tafilete (Diego CASTEJON Y FONSECA.- Primacia de la Santa Iglesia de Toledo defendida contra las impugnaciones de Braga, Madrid 1645), 50 rs.

– otro libro intitulado Cathalogo de los ilustres duques y condes de francia en quarto puesto en pasta, 12 rs.

– otro libro de a folio puesto en pasta intitulado Descripzion del real monasterio del Escorial (fray Francisco de los SANTOS.- Descripciòn brece el monasterio de San Lorenzo el Real del Escorial, Madrid 1657), 20 rs.

– otro libro en octavo puesto en tafilete intitulado Comercio de Olanda, 15 rs.

– otro libro en octavo puesro en pasta intitulado Ordenanzas de Luis dezimo quarto en idioma frances, 4 rs.

– otro libro instruccion de la navegazion en idioma ytaliano con sua mapas, de papel de marca, 6 rs.

– otro libro de a folio intitulado Abreu sobre bacantes en Yndias, 20 rs.

– otro libro intitulado las memorias de felipe de Comines, tomo primero (Felipe de la CLYTE, señor de COMINES.- Memorias, Paris 1529), 20 rs.

– otro libro Scritura de los servicios de veinte y quatro mill millones en folio del año de setezientos y diez y seis, 15 rs.

– otro libro en folio intitulado nuevo aranzel para secretarias y demas ofizinas de los Consejos, 12 rs.

– otro libro intitulado crisol de la verdad de la causa sin causa sobre la prision del duque de Osuna en folio, 8 rs.

– otro libro yntitulado Silva discurso predicables y politicos, en folio, 8 rs.

– otro libro de a folio intitulado Practica de rentas reales (Juan de la RIPIA.- Pràctica de la administraciòn cobranza de las rentas reales y viruta de los ministros que se ocupan de ella, Madrid 1676), 12 rs.

– otro libro de a folio yntitulado Fueros del señorio de Vizcaya, 10 rs.

– otro libro yntitulado Ypocrates defendido en quarto, 6 rs.

– otro libro en quarto que se yntitula los jovenes jesuitas, 6 rs.

– otros tres libros intitulados Luz de verdades catholicas, 20 rs.

– otro libro en quarto intitulado Teatro critico universal (fray Benito Jerònimo FEIJOO.- Teatro crìtico universal, Madrid 1726), 20 rs.

– otros dos libros en quarto intitulados las palabras de San Pablo (Francìsco de la CRUZ.- Cinco palabras del apòstol San Pablo, Nàpoles 1681), 30 rs.

– un libro en quarto vida de San Agustin por Gante (fray Francìsco Antonio de GANTE.- El monstruo del Africa indefinible. Vida de San Agustìn, Madrid 1720), 15 rs.

– otro libro de a folio intitulado el perfecto artillero, 60 rs.

– dos tomos en octavo yntitulados Historia Sagrada, 8 rs.

– otro libro intitulado ynstruzion de novizios, en octavo, 4 rs.

– otro libro en octavo intitulado avisos importantes a toda la juventud de los que siguen la malizia, 3 rs.

 

– tres tomos en quarto que se yntitulan Corte Santa (Nicolas CAUSSIN.- La Corte Santa, Parìs  1647, Madrid 1654), 12 rs.

– otro libro Mistica ciudad de Dios en quarto, thomo segundo (Sor Maria de AGREDA.- La mìstica ciudad de Dios, Madrid 1670), 8 rs.

– otro libro en octavo intitulado tregonometria para la navegazion, 4 rs.

– otro libro puesto en pasta intitulado bocabulario maritimo, 6 rs.

– seis thomos de a folio intitulados Cronica del Carmen Descalzo, 120 rs.

– otro libro de a folio yntitulado Sermones del padre Pedro del Espiritu Santo (fray Pedro del ESPIRITU SANTO.- Sermones de Jesùs, Maria y Joseph, Madrid 1717), 20 rs.

– otro libro en octavo puesto en pasta intuitulado antifoneras desagravios de fernan gonzalez, 4 rs.

– otro libro de a folio intitulado maoma y Lutero manuescripto, 30 rs.

– otro libro de a folio Regla y establecimiento de la cavalleria de Santiago del espada, 15 rs.

– dos thomos de a folio yntitulados Obras del maestro Alvarado (Antonio de ALVARADO.- Obras completas, Madrid 1717), 40 rs.

– otro libro en quarto intitulado origen de la excma. Casa de Sarmiento, 6 rs.

– otro libro en quarto intitulado Armonica vida de Santa theresa de Jesus escrita por el padre Butron y Mujica (Josè Antonio BUTRON Y MUJICA.- Armònica vida de Santa Teresa de Jesùs, Madrid 1722), 24 rs.

– otro libro que se yntitula Sermones varios de fray Pedro de la Conzepcion carmelita descalzo (fray Pedro de la CONCEPCION.- Sermones varios, Madrid 1717), 6 rs.

– otro libro septimo que se yntitula Reparos istoricos sobre los doze años primeros de la Historia de España (Juan de FERRERAS.- Reparos històricos a los doce primeros años del tomo VII de la Historia de España, Alcalà de Henares 1723), 6 rs.

– otro libro enoctavo que se yntitula Vida de San Millan, 4 rs.

– otro libro en octavo que se yntitula Tratado de la eleccion y metodo de los estadios, 6 rs.

– otro libro en octavo Oya penas de la malizia, 8 rs.

– dos thomos en octavo puestos en pasta intitulados Cartilla politica y cristiana (Diego Felipe de  ALBORNOZ.- Cartilla polìtica y cristiana, Madrid 1666), 20 rs.

– otros dos thomos en quarto que se yntitulan Teatro critico universal, 20 rs.

– otro libro en quarto puesto en pasta que se intitula Zertamen de San Juan de Mata, 8 rs.

– otro libro en quarto que se yntitula Regla de la Maestranza de Sevilla, 4 rs.

– otro libro en octavo dorado en encarnado intitulado ynfamia ilustrada, 10 rs.

– dos thomos de a folio que se yntitulan Sermones Doctrinales en latin por Barcia (Josè BARCIA Y ZAMBRANO.- Despertador christiano de sermones doctrinales, Granada 1677), 60 rs.

– otro libro yntitulado Coronica general de la orden de San Benito por Yepes tomo segundo, zenturia segunda en folio (fray Antonio de YEPES.- Crònica general de la Orden de San Benito, Irache 1607), 15 rs.

– otro libro de a folio intitulado vida de Sor Maria Angela Astarch, 12 rs.

– otro libro de a folio que se intitula Pregmatica de administracion y cobranza de rentas reales, 8 rs.

– otro libro en quarto intitulado Vida y milagros de San Benito (fray Nicolàs BRAVO.- Benedictina en que se trata la milagrosa vida del glorioso Sanb Benito, Salamanca 1604), 12 rs.

– otro libro en quarto que se yntitula las tres Musas de Quevedo (Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS.- Las tres Musas ùltimas castellanas, Madrid 1716), 8 rs.

– otro libro en quarto, thomo primero intitulado Dia espiritual del padre Puente, 6 rs.

 

– otro libro en quarto que se yntitula Panegirico historico moral sobre la vida de San Castrobono, 20 rs.

– otro libro en quarto intitulado Ypocrates aclarado del doctor Bois, 10 rs.

– otro libro en quarto que se intitula Vida del padre Camilo de Lelis (Sancio CHICATELI.- Vida y virtudes del venerable padre Camilo de Lelis traducida del italiano por Luis MUÑOZ, Madrid 1653), 8 rs.

– otro libro en quarto que se intitula Vida de San Felix de Cantalicio, 3 rs.

– otro libro en quarto intitulado Ylustraciones a las maravillas de san Vizente ferrer, 8 rs.

– otro libro en octavo intitulado gritos de las animas del Purgatorio, 2 rs.

– otro libro en quarto intitulado vida de San Serapio, 5 rs.

– otro libro en octabo yntitulado Ferreras contra Ferreras, 6 rs.

Pero ademas de todo lo anteriormente expuesto Doña Manuela Montero aportò a su uniòn con el hidalgo extremeño numerosos trastos de cocina, ropas de casa y vestidos, asi como escopetas, relojes , joyas y objetos de plata, estos dos ùltimos tasados respectivamente por Francìsco Beltràn de la Cueva y Josè Serrano.

ARMAS.-

– una escopeta con su caxa a la romana guarnecida de plata, cañon del maestro tres serras y la llave de Pasqual, 900 rs.

– dos pistolas de los mismos maestros guarnecidas de plata, 1000 rs.

RELOXES.- yd, un relox de sobremesa del maestro Joseph Vindismill, de ocho dias de cuerda con sus movimientos de campana, quartos, dias, de minutos y repetizion con su caxa de charol encarnado y bronzes dorados y sobre caja de camino, 2100 rs.

– un relox de Ginebra con su caxa y muestra de oro, la caxa de afuera tallada y zapeada que dize su autor Vindismill y la cadena con su gancho todo de metal dorado y es de muestra de minutos, quasi nuevo, 1410 rs.

– otro relox antiguo de Ynglaterra con sus dias del mes, pendola y cadena con su caxa y muestra de oro, 480 rs.

– otro relox de repetizion de Ynglaterra del maestro V. Villan Uberter consu cajon, mustra y guarda polbo, todo de plata y todo el vien tratado con su cadena y gancho de plata y nacar, 2100 rs.

PLATA Y JOYAS.-

Dentro de ese apartado se incluìan no sòlo numerosas alhajas, realizadas en oro con diamantes y esmeraldas, sino tambièn muchìsimos objetos de plata, tales como platos, bandejas, macerinas, cocos guarnecidos de filigrana, relicarios, cajas, cucharas, tenedores, vasos, candeleros, cazuelas, cabos de cuchillos, salvillas, flamenquillas, fuentes, escribanias, jìcaras, tinteros, salvaderas, jarros, manillas de aljòfar, rosarios de cocos, frascos, pomos, campanillas, agujas para el pelo, brazaletes, cruces, etc. Pero tal vez la pieza mas sorprendente era una firma de Santa Teresa guarnecida de oro.

El mismo dia 31 de diciembre de 1738 Don Josè Banfi y Parrilla priocedìa a inventarias y tasar los bienes que el mismo poseìa en el momento de contrarer matrimonio,cuya parte mas importante era una copiosìsima biblioteca amen de las pinturas siguientes y otros bienes (5).  PINTURAS.-                                                                                                              primeramente una pintura de Nuestra Señora de la Concepzion de miniatura, obalada, con su xptal y marco dorado, tallado y picado, 240 rs.

– yd otra pintura de Nuestra Señora de Mejico, de dos tercias de alto al olio con su marco dorado, 300 rs.

– yd otra pintura en papel de Nuestra Señora con su xptal y marco dorado, 80 rs.

– yd otra pintura de santa Getrudis en cobre pintada al olio con su marco dorado y cristal, 180 rs.

 

– yd una cara de Dios con su marco de plata, 300 rs.

LIBROS.-

La librerìa que Don Josè Banfi poseìa en el momento de su matrimonio estaba formada por un total de 457 tomos a los que habìa que sumar “diferentes libros de Cizeron” y “otros libros sueltos en pergamino”. A juzgar por sus libros el caballero trujillano fue un entusiasta de la cultura clàsica greco romana y asi se registran en su biblioteca las obras de Homero, Jenofonte, Aristòteles, Luciano, Tucìdides, Plutarco, Cornelio Tàcito, Lucano, Julio Cèsar, Justino, Trogo Pompeyo, Flavio Josefo, Tito Livio, Terencio, Cayo Plinio, Ovidio, Ciceròn, Quinto Curcio y todas las de Sèneca, incluidas sus tragedias, y la biografìa del filosòfo estòtico escrita por Juan Pablo Màrtir Rizo. 

Muy aficionado a la Historia se registraban en su biblioteca las obras de Ambrosio de Morales, Floriàn de Ocampo, Esteban de Garibay, Juan de Mariana, Pedro Abarca, Jerònimo Zurita, Hernando del Pulgar, Vicente Baccallar y Sanna, Enrico Caterino, Luis de Màrmol, Paulo Giovio, Bernardino de Mendoza, Carlos Coloma, Francìsco Manuel de Melo, Francìsco de Moncada, Martìn Martini, Juan de Palafox, Juan Haller, Pedro de Salazar, Pedro de Mendoza, Juan Botero, etc. Aquella aficion por la Historia se extendiò por la de Amèrica y demas posesiones españolas por lo que Don Josè Bafi coleccionò los libros de Antonio Herrera, Gonzalo Fernàndez de Oviedo, Alvar Nùñez Cabeza de Vaca, Bernal Dìaz del Castillo, Antonio de Solis, Luis Hennepin, Alonso de Ovalle, fray Bartolomè de las Casas, Francìsco Lòpez de Gòmara, Antonio de Morga, Alejandro Olivier, etc.

Muy numerosas eran las obras “lùdicas” en donde se englobaban poesìa y teatro,. Dentro de la primera figuraban las de los mas grandes poetas, españoles y europeos de los siglos XV, XVI y XVII, tales como Alonso de Ercilla, Pedro de Oña, Juan de Mena, Jorge Manrique, Juan Boscàn, Garcilaso de la Vega, Torcuato Tasso, Luis de Camoens, Fernando de Herrera, Gabriel Bocangel, Sor Juana Inès de la Cruz, Francìsco de Bances Candamo, etc. Por lo que respecta a  teatro poseìa las comedias de Calderòn y Solìs, la incalificable Celestina, de Fernando de Rojas y la Cinna de Corneille, entre otras. Asimismo se contabilizaban varias biografìas como la del romano Mecenas, Tomàs Moro, Carlos V, San Agustìn, Alejandro Magno, sin que faltase la de Diego Garcìa de Paredes, “el Sansòn extremeño”, escrita por Tomàs Tamayo de Vargas.

Apasionado por la literatura de viajes contaban con obras de aquel gènero tan significativas como las de Marco Polo, Pedro Teixeira, Fadrique Enrìquez de Rivera, Fernàn Mèndez Pinto y Juan de Persia.

Pero ademas de todo ello tuvo las obras de Cervantes, Lope de vega, Gòngora, Graciàn, Quevedo, Saavedra y Fajardo, Santa Teresa de Jesùs, varias novelas picarescas, como la Vida del escudero Marcos de Obregòn, de Vicente Espinel, la de Estebanillo Gonzàlez y La picara Justina.

Poseyò tambièn obras significativas de San Agustìn, San Ambrosio, Tomàs de Kempis, fray Antonio de Guevara, Bossuet, los Emblemas de Alciato, las Agudezas de Juan Owen, las Aventuras de Telemàco, de Fenelòn, la Mìstica ciudad de Dios, de Sor Maria de Agreda, el Catecìsmo històrico, de Fleury, la Arcadia, de Jacobo de Sannazaro, el Pastor Fido, de Guarini, los Proverbios Morales, de Juan de Barros y un largo etcetera que a continuaciòn reseñamos.

LIBROS DE A FOLIO.-

– yd la Biblia sacra dos thomos con sus laminas que manifiestan los mas misterios y al fin tablas geograficas cronologicas las del Breviario y otros con yndizes biblicos por el padre Lublin, 400 rs.

– otro Coronica general de España por Ambrosio de Morales continuando la de florian de Ocampo en tres thomos (Florìan de OCAMPO.- La crònica general de España continuada por Ambrosio de MORALES, Alcalà de Henares 1574), 240 rs.

 

– Historia general de España por estavan de Garibay quatro thomos (Esteban de GARIBAY.- Historia universal de todos los reinos de España, Amberes 1571), 200 rs.

– Coronica del Santo rey don fernando escrita por el arzobispo Don Rodrigo, 30 rs.

– Historia general de España por el padre Mariana onze tomos (Juan de MARIANA.- Historia general de España, Madrid 1608), 120 rs.

– Reyes de Aragon por el padre Abarca primero y segundo tomo con un zelebre epitafio manuescrito del rey Don Pedro el zeremonioso (Pedro ABARCA.- Los reyes de Aragòn en anales històricos distribuìdos, Madrid 1682), 110 rs.

– Anales de Aragon por Geronimo Zurita y el yndize de toda su historia, siete tomos, (Jerònimo de ZURITA.- Anales de Aragòn, Zaragoza 1562), no se taso.

– Coronica de los Reyes catolicos de hernando del Pulgar (Hernando del PULGAR.- Chrònica de los muy altos y esclarecidos Reyes Catòlicos, Valladolid 1565), 90 rs.

– Comentarios al reinado de Phelipe quinto hasta el año de mil setezientos y onze por el marques de San Phelipe (Vicente BACALLAR Y SANNA, marquès de SAN FELIPE.- Comentarios a la guerra de España e historia de su rey Phelipe V el Animoso, Gènova 1725), 60 rs.

– Vida de la reina Doña Margarita de Austria escrita por Don Diego de Guzman patriarcha de las Yndias (Diego de GUZMAN.- Vida y muerte de Doña Margarita de Austria, reyna de España, Madrid 1617), 36 rs.

– Comentarios al señor de Alarcon (Alfonso SUAREZ DE ALARCON.- Comentarios de los hechos del señor Alarcòn, marquès de la Valle Siciliana, Madrid 1665), 15 rs.

– Guerras ziviles de francia por Henrique Catherino (Enrico CATERINO DAVILA.- Guerras civiles de Francia, Venecia 1630), 30 rs.

– Historia de Genofonte traducida de griego en castellano por Diego Gracian (Las obras de XENOFONTE trasladadas del griego al castellano por Diego GRACIAN DE ALDERETE, Salamanca 1552), 30 rs.

– Historia de Tucidides traducida por el mismo (TUCIDIDES.- Historia de la guerra del Peloponeso traducida por Diego GRACIAN DE ALDERETE, Salamanca 1564), 30 rs.

– Morales de Plutarco traduzidas por el mismo PLUTARCO .- Las Morales traducidas por Diego GRACIAN DE ALDERETE, Alcalà de Henares 1548), 30 rs.

-Ofizios de san Ambrosio traduzidos por Diego Gracian (San AMBROSIO.- Los Oficios traducidos por Diego GRACIAN DE ALDERETE, Toledo 1534), 36 rs.

– Anales de Cornelio Tazito con aforismos traducidos por Barrientos (Baltasar ALAMOS DE BARRIENTOS.- Tàcito español con aforìsmos, Madrid 1614), 40 rs.

– Rebelion de los moriscos de Granada por Luis del Marmol (Luìs del MARMOL Y CARVAJAL.- Historia de la rebeliòn y castigo de los moriscos de Granada, Màlaga 1600), 45 rs.

– la Descripzion general de Africa por el mismo,tres thomos (Luìs del MARMOL Y CARVAJAL.- Descripciòn general de Africa, sus guerras y vicisitudes desde la fundaciòn del mahometìsmo hasta el año 1571, 1º y 2º tomos, Granada 1573, 3º, Màlaga 1599), 250 rs.

– Seguro de Tordesillas por el conde de Aro (Pedro FFERNANDEZ DE VELASCO, conde de HARO.- Seguro de Tordesillas, Milàn 1611), 30 rs.

– Historia de Lucano traduzida por Martin Laso de Oropesa (LUCANO.- La Farsalia traducida al castellano por Martìn LASSO DE LA VEGA, 1544), 24 rs.

– Comentarios de Zesar en latin (Cayo Julio CESAR.- Commentariorum de bellu gallico, Burgos 1491), 10 rs.

– otros en castellano impreso el año de mill quinientos y quarenta y nueve (Cayo Julio CESAR.- Comentarios a la guerra de las Galias, traducidos por LOPEZ DE TOLEDO, Parìs 1549), 15 rs.

 

– Justino historiador general y abreviador (JUSTINO clarisimo abreviador de la historia general del famoso TROGO POMPEYO, Alcalà de Henares 1540), 12 rs.

– Trogo Pompeyo en latin y otro en castellano (Trogo POMPEYO.- El abreviador Justino. Historiarum Philippicarum et totius mundi originum, traducido en castellano por Jorge BUSTAMANTE, Amberes 1542), 45 rs.

– otro de la paz y la guerra por Ugo Grozio traducido del frances, dos tomos (Hugo GROOT o GROCIO.- De jure belli ac pacis libri tres, Paris 1613), 200 rs.

– Coronica del gran capitan escrita por Paulo Jobio traduzida en castellano (Paolo JOBIO o GIOBIO.- La vida y crònica de Gonzalo Hernàndez de Còrdoba llamado el Gran Capitàn, Zaragoza 1554), 30 rs.

– Guerra de flandes por don Bernardino de Mendoza (Bernardino de MENDOZA.- Comentarios de lo sucedido en las guerras de los Paises Bajos desde el año de 1567 hasta el de 1577, Madrid 1592), 12 rs.

– otro Comentarios de Don Carlos Coloma (Carlos COLOMA.- La guerra de los Estados Baxos desde el año de 1588 hasta el de 1599, Amberes 1625), 24 rs.

– el conde de Lucanor escrito por el principe Don Juan Manuel, nieto del santo rey Don Fernando (infante Don JUAN MANUEL.- El conde de Lucanor, Sevilla 1575), 40 rs.

– Movimiento y separacion de Cathaluña en tiempo de Phelipe quarto por Clemente Libertino (Francìsco Manuel de MELO con el seudònimo de Clemente LIBERTINO.- Historia de los movimientos, separaciòn y guerra de Cataluña en tiempos de Felipe IV, Lisboa 1645), 8 rs.

– Vida del rey de Portugal Don Sebastian por Juan de Baena (Juan de BAENA PARADA.- Epìtome de la vida y hechos de Don Sebastiàn, dècimo sexto rey de Portugal, Madrid 1692), 15 rs.

– Vida de Raphael de Espinosa pastelero de Madrigal que fingio ser el rey de Portugal Don Sebastian (ANONIMO.- Historia de Gabriel de Espinosa, pastelero de Madrigal, que fingiò ser el rey Don Sebastiàn, Càdiz 1595), 4 rs.

– Hechos de Garcia de Paredes por Don thomas Tamayo de Bargas (Tomàs TAMAYO DE VARGAS.- Diego Garcìa de Paredes y relaciòn breve de su tiempo, Madrid 1621), 12 rs.

– Historia de la Yglesia y del mundo desde la creacion hasta el dilubio por Don Gabriel Albarez de Toledo (Gabriel ALVAREZ DE TOLEDO.- Historia de la iglesia y del mundo que contiene los sucesos desde su creaciòn hasta el diluvio, Madrid 1713), 18 rs.

– Restauracion de la antigua abundancia de España por Miguel Caxa de Leruela (Miguel CAXA DE LERUELA.- Restauraciòn de la antigua abundancia de España, Nàpoles 1631), 12 rs.

– Historia de Phelipe terzero por Don Juan Isidro Faxardo, 15 rs.

– Vida del duque de Alba don fernando de Toledo escrita en latin por el padre Esterio, dos thomos, 30 rs.

– Expedicion de catalanes y aragoneses en Asis (Francìsco de MONCADA.- Expediciòn de catalanes y aragoneses contra turcos y griegos, Barcelona 1623), 12 rs.

– Historia del marques de Pescara y otros siete capitanes de su tiempo escrita por el maestro Valles (Paulo GIOVIO.- Historia del fortìsimo capitan Don Hernando de Avalos, marquès de Pescara y de otros siete capitanes recopilado por el maestro Pedro VALLES, Zaragoza 1555), 30 rs.

– Historia general de Yndias por Herrera, quatro thomos que son en pasta con muchas estampas (Antonio HERRERA Y TORDESILLAS.- Historia general de los hechos de los castellanos en islas y tierra firma del mar oceàno, Madrid 1601), 240 rs.

– Historia general de Yndias por Gonzalo de Obiedo (Gonzalo FERNANDEZ DE OVIEDO.- De la natural historia de las Indias, Toledo 1526), 60 rs.

 

– Historia de Mexico por Bernal Diaz del Castillo (Bernal DIAZ DEL CASTILLO.- Verdadera historia de la conquìsta de la Nueva España, Madrid 1632), 40 rs.

– Historia de Mexico por Solis (Antonio de SOLIS Y RIVADENEIRA.- Historia de la conquista de Mèxico, Madrid 1684), 18 rs.

– Descubrimiento de la florida del ynca Garcilaso (el inca Garcilaso de la VEGA.- La Florida del inca, Lisboa 1605), 30 rs.

– Conquista del Peru por el mismo, dos tomos (el inca Garcilaso de la VEGA.- Historia general del Perù, Còrdoba 1617), 60 rs.

– Historia de Chile por Oballe (Alonso de OVALLE.- Històrica relaciòn del reyno de Chile, Roma 1646), 60 rs.

– Comentarios y naufragios de Caveça de Baca que fue gobernador de Buenos Aires (Alvar NUÑEZ CABEZA DE VACA.- Naufragios de Alvaro Nùñez de Vaca, Valladolid 1555), 30 rs.

– Historia general de las Yndias por el obispo de Chiapas fray bartholome de las Casas (fray Bartolomè de las CASAS.- Brevìsima relaciòn de la destrucciòn de las Indias, Sevilla 1552), 15 rs.

– La conquista de Arauco por Don Alonso de Ercilla, tres tomos (Alonso de ERCILLA.- La Araucana, madrid 1569), 15 rs.

– Arauco domado poema (Pedro de OÑA.- El Arauco domado, Lima 1596), 12 rs.

– tratado del ympero universal de los reyes de Castilla en las Yndias por fray Bartholome de las Casas obispo de Chiapas (fray Bartolomè de las CASAS.- Tratado comprobatorio del Imperio soberano y principado universal que los reyes de Castilla y Leòn tienen sobre las Indias, Sevilla 1553), 8 rs.

– manifiesto sobre la yntroduzion de esclavos negros en Yndias, 8 rs.

– Gomara Historia general de Yndias y conquista de Mexico (Francìsco LOPEZ DE GOMARA.- Historia de las Yndias y crònica de la conquìsta de la Nueva España, Zaragoza 1552), 24 rs.

– Piratas de America de freire traduzido por Ajerdem (Alexandro OLIVIER EXQUEMELING “FREYRE”.- Piratas de la Amèrica, Colonia 1681), 45 rs.

– Conquista de las Molucas por Argensola (Bartolomè Leonardo de ARGENSOLA.- Historia de la conquìsta de las islas Molucas, Madrid 1609), 15 rs.

– Biblioteca oriental y occidental nautica y geografica por Antonio de Leon (Antonio de LEON PINELO.- Epìtome de la biblioteca oriental y occidental, naùtica y geogràfica, Madrid 1629), 30 rs.

– tartaros de China por el padre Mattoni Martino traduzido del latin por Don Estevan de Aguilar y Zuñiga (Martìn MARTINI.- De bello tartàrico historia, Roma 1564, traducciòn castellana de Esteban de AGUILAR Y ZUÑIGA, Madrid 1665), 8 rs.

– Tartaros de China escrito por Juan de Palafox (Juan de PALAFOX Y MENDOZA.- Historia de la conquìsta de China por el tàrtaro, Paris 1670), 15 rs.

– Livertad de la ley de Dios en la China, 4 rs..

– Historia y subcesos de las yslas Filipinas por el sr. Francisco de Morga (Antonio MORGA.- Sucesos de las islas Filipìnas, Mèxico 1609), 30 rs.

– Historia de las provincias orientales de Marco Paulo veneto traduzido al castellano (Marco POLO.- El libro del famoso Marco Polo de las cosas maravillosas que vio en las partes orientales traducido por Rodrigo SANTAELLA, Sevilla 1503), 15 rs.

– Josepho Guerra de los judios impresion de Flandes en castellano (Flavio JOSEFO.- Guerra de los judios, Amberes 1551), 40 rs.

 

– Josefo de antiquitate en latin y otro en castellano en que estan traduzidos los veinte libros de Antiguedades judaicas, otro del Ymperio de la raçon y martirio de los Macabeos y la vida del mismo Josepho (Flavio JOSEFO.- Los veinte libros de Flavio Josefo, de las antiguedades judaìcas y de su vida por el mismo escrita con otro libro suyo del imperio de la razon en el que trata del martirio de los Macabeos, Amberes 1554), 130 rs.

– Historia del cisma de Ynglaterra por el padre Ribadeneira, dos tomos (Pedro de RIBADENEIRA.- Historia eclesiàstica del scisma de Ynglaterra, Madrid 1595), 30 rs.

– Compendio de la Historia de España por Parra (Manuel Juan de la PARRA.- Compendio de la historia general de España, Madrid 1734), 4 rs.

– las Decadas de Tito Libio en castellano, dos thomos (Tito LIVIO.- Dècadas, Colonia 1553), 150 rs.

– Historia natural de Plinio en castellano, dos tomos (Cayo PLINIO.- Historia natural, Madrid 1599), 120 rs.

– Tejeira Relaciones de los reynos de Persia y de Armuz y de un viaje hecho por el mismo desde la Yndia oriental a Ytalia por tierra (Pedro TEIXEIRA.- Relaciones de Pedro Teixeira del origen, descendencia y sucesiòn de los reyes de Persia y de Harmuz y de su viaje hecho por el mismo autor desde la India oriental hasta Ytalia por tierra, Amberes 1610), 24 rs.

– Viaje a Jerusalen por el marques de Tarifa (Fadrique ENRIQUEZ DE RIVERA.- El viaje que hizo a Jerusalen desde XXIV de noviembre de MDXVIII hasta XX de octubre de MDXX, Lisboa 1580), 15 rs.

– Peregrinaciones de Fernan Mendez Pinto (Fernàn MENDEZ PINTO.- Historia oriental de las peregrinaciones de Fernàn Mèndez Pinto, Lisboa 1614, 1ª ed. castellana, Madrid 1620), 36 rs.

LIBROS EN OCTAVO.-

– Historia de los emperadores romanos, dos thomos, traducidos por Diego Villa Sante, 20 rs.

– yd Historia de Marco Antonio y Cleopatra, 4 rs.

– yd Vida de Numa Pompilio por el testo de Plutarco (PLUTARCO.- Vida de Numa Pompilio, Zaragoza 1667), 4 rs.

– yd. Discursos sobre la historia universal de Bossuet traduzidos del franzes por Don Andres Salzedo, dos thomos (Jacobo Benigno BOSSUET.- Discurso sobre la Historia Universal traducidos por Andrès de SALCEDO y Miguel Josè FERNANDEZ, Madrid 1728), 24 rs.

– yd Compendio del templo de Salomon sacado de la Sagrada Escritura, 10 rs.

LIBROS EN QUARTO.-

– Historia romana por el padre Haller (Juan HALLER Y QUIÑONES.- Compendio de la Historia Romana, Madrid 1735), 30 rs.

DE A FOLIO.-

– Conquista de la ziudad de Africa por Pedro Salazar de a folio (Pedro SALAZAR.- Historia de la guerra contra la ciudad de Africa, Nàpoles 1552), 40 rs.

– yd la liga de Smalcalda por el mismo de a folio (Pedro SALAZAR.- Historia de la guerra de Carlos quinto emperador contra los principes y ciudades rebeldes del reyno de Alemania, Nàpoles 1548), 40 rs.

LIBROS EN OCTAVO.-

– yd la vida de ferdinando segundo de Austria por Don Joseph Pellicer en octabo (Josè PELLICER DE OSSAU.- Vistudes y vida espiritual de Ferdinando de Austria, segundo del nombre, Zaragoza 1642), 4 rs..

– yd historia de Phelipe Cathania en castellano tambien en octavo, 4 rs.

– yd vida de Mezenas por Juan Pablo Martir Rizo en octabo (Juan Pablo MARTIR RIZO.- Historia de la vida de Mecenas, Madrid 1626), 10 rs.

– yd vida de Thomas Moro por fernando de Herrera en octabo (Fernando de HERRERA.- Tomàs Moro, Sevilla 1592), 8 rs.

 

– Historia de Alejandro escrita por Quinto Curzio traduzida en castellano por Don Matheo Ibañez de Segovia de a folio (Quinto CURCIO.- De la vida y acciones de Alexandro el Grande traducida de la lengua latina por Mateo IBAÑEZ DE SEGOVIA, Madrid 1699), 20 rs.

– las vidas de los hombres ylustres de Plutarco traducidas del griego en frances, en ocho thomos, en octabo, 100 rs.

– Vida de los emperadores romanos en franzes en tres tomos de a octabo, 45 rs.

OBRAS DEL CONDE DE LA ROCA.-

– Epitome de carlos quinto en quarto (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA, conde de la ROCA.- Epìtome de la vida y hechos del invicto emperador Carlos V, Madrid 1624), 12 rs.

– Don Pedro el Cruel defendido en quarto (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA, conde de la ROCA.- El rey Don Pedro defendido, Madrid 1647), 12 rs.

– el embajador en quarto (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA, conde de la ROCA.- El embajador, Sevilla 1620), 18 rs.

– La vida de Judas Iscariote poema en octabo (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA, conde de la ROCA.- Judas desesperado traducido de Guilio LILIANI, Madrid 1730), 4 rs.

– el Fernando orestaurazion de Sevilla poema en quarto (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA.- El Fernando o Sevilla restaurada, Sevilla 1623), 24 rs.

– la mejos lis de francia en octabo (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA.- La mexor lis de Francia, Leòn 1655), 15 rs.

OBRAS DE DON DIEGO SAAVEDRA.-

– Empresas politicas ympresion de flandes en octabo (Diego de SAAVEDRA Y FAJARDO.- Idea de un principe cristiano representada en cien empresas, Munich 1640), 30 rs.

– Republica literaria en octabo (Diego SAAVEDRA Y FAJARDO.- Repùblica literaria, Madrid 1655), 4 rs.

– Corona gotica tres tomos en quarto (Diego de SAAVEDRA Y FAJARDO.- Corona gòtica, castellana y austriaca, Munster 1646), 80 rs.

OBRAS DE GUEVARA.-

– Epistolas dos tomos en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- Epìstolas familiares, Valladolid 1538), 30 rs.

– Marco Aurelio con relox de prinzipes tres thomos en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- Aureo libro del emperador Marco Aurelio con el Relox de Principes, Sevilla 1528), 60 rs.

– Menosprezio de Corte y alabanza de aldea, Arte de Marear y travajos de la galera en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- Menosprecio de Corte y alabanza de aldea, Valladolid 1539), 15 rs.

– Aviso de privados y doctrina de cortesanos en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- Libro llamado aviso de privados y doctrina de cortesanos, Valladolid 1539), 15 rs.

– Oratorio de religiosos en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- Oratorio de religiosos y exercicios de virtuosos, Valladolid 1542), 15 rs.

– Monte Calbario dos thomos en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- El libro titulado Monte Calvario, Valladolid 1529), 75 rs.

– Historia de la vidade los diez Cesares en quarto (fray Antonio de GUEVARA.- Dècadas de las vidas de los diez Cesares emperadores romanos desde Trajano a Alejandro, Valladolid 1539), 15 rs.

OBRAS DE ZERBANTES.-

– Historia de Don Quixote dos thomos en quarto (Miguel de CERVANTES SAAVEDRA.- El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, madrid 1605), 15 rs.

 

– La Galatea en quarto (Miguel de CERVANTES SAAVEDRA.- La Galatea, Alcalà de Henares 1585), 8 rs.

– Nobelas en quarto (Miguel de CERVANTES SAAVEDRA.- Novelas ejemplares, Madrid 1613), 8 rs.

– Persiles y Segismunda en quarto (Miguel de CERVATES SAAVEDRA.- Los trabajos de Persiles y Segismunda, Madrid 1616), 8 rs.

OBRAS DE FELIX DE LUZIO.-

– Vida de Heraclito y Democrito en quarto (Felix Lucio ESPINOSA Y MALO.- Vida de los filosòfos Demòcrito y Heràclito, Zaragoza 1676), 30 rs..

– las Epistolas en quarto (Fèlix Lucio ESPIONOSA Y MALO.- Epìstolas varias, Madrid 1675), 24 rs.

– Vida de santa Rosalia en octabo (Fèlix Lucio ESPINOSA Y MALO.- Vida prodigiosa de Santa Rosalia, Palermo 1688), 6 rs..

– Ocios morales en quarto (Fèlix Lucio ESPINOSA Y MALO.- Ocios morales, Zaragoza 1693), 24 rs.

– Advertencias politicas y el Pincel en octabo (Fèlix Lucio ESPINOSA Y MALO.- Advertencias polìticas, Madrid 1722. IDEM.- El pincel, Madrid 1681), 6 rs.

OBRAS DE LORENZO GRACIAN (6).-

– el Discreto (Baltasar GRACIAN.- El Discreto, Hueca 1646), 4 rs.

– el Heroe (Baltasar GRACIAN.- El Hèroe, Madrid 1630), 4 rs.

– el Politica Fernando (Baltasar GRACIAN.- El polìtico Don Fernando el Catòlico, Zaragoza 1640), 8 rs.

– el Comulgador (Baltasar GRACIAN.- El Comulgador, Zaragoza 1655), 6 rs.

– el Criticon tres tomos en octabo (Baltarsar GRACIAN.- El Criticòn, Zaragoza 1651), 20 rs.

                                     – – – – – – – –

– Relaciones de Persia, guerras de persianos y tartaros por Don Juan de Persia (Juan de PERSIA.- Relaciones de Don Juan de Persia, Valladolid 1604), 15 rs.

– Descripcion del mundo por Olmo en folio (Josè Vicente OLMO.- Nueva descripcion del orbe de la Tierra, Valencia 1691), 40 rs.

– Descubrimiento de un gran pais mayor que la Europa entre el nuebo Mexico y el mar Glazial por el padre Henepin en octabo (Luis HENNEPIN.- Nuevo descubrimiento de un gran pais situado en Amèrica, entre el nuevo Mèxico y el mar glacial, Utrecht 1697, 1ª ed. castellana, Bruselas 1699), 6 rs.

– Descripzion de las provincias y reinos del munda sacada de las referencias toscanas de Juan Botero por fray Jaime Rebullosa en octabo (Juan BOTERO.- Descripciòn de todas las provincias y reinos del mundo sacada de las relaciones toscanas de Juan Botero por fray Jayme REBULLOSA, Barcelono 1603), 60 rs.

– Teatro de los principes del mundo sacado de las propias relaciones por el mismo autor con adicion a el libro de razon de estado en octabo (Juan BOTERO.- Theatro de los mayores principes del mundo sacado de las relaciones toscanas de Juan Botero por fray Jayme de REBULLOSA, Barcelona 1605), 45 rs.

– Conzeptos espirituales sobre el Magnificat traduzido por el propio autor en octabo, 20 rs.

– Historia eclesiastica de Europa por el mismo autor en octabo (Juan BOTERO.- Historia eclesiàstica y estado presente de la religiòn en todos los reinos de Europa, Asia y Africa sacada de las relaciones toscanas de Juan Botero por fray Jayme de REBULLOSA, Barcelona 1608), 20 rs.

 

– Razon de Estado de Botero traducio por Antonio de Herrrera en octabo (Juan BOTERO.- Los diez libros sobre la razon de Estado traducidos por Antonio de HERRERA, Barcelona 1599), 18 rs.

– Elementos de Euclides del padre Clavio en latin (Crìstobal CLAVIO.- Euclides elementarum  libri XVI cum scholiis, Roma 1574), 5 rs.

– Geografia de Cluberio en latin, 5 rs.

– Espejo geografico de Don pedro Urtado de Mendoza, dos tomos, en octabo (Pedro de la PUENTE HURTADO DE MENDOZA.- Espejo geogràfico, Madrid 1690), 60 rs.

– Resumen Nautico en octabo, 20 rs.

– el Athlas de Ajerdem en quarto, 50 rs.

– Descripcion del mundo dividida en sus quatro partes, cada una en un tomo con todos los mapas de San Son en quarto, 140 rs.

– un libro de a vara con veinte y siete estampas diferentes, 60 rs.

– Mapas de Mr. de l,Ysle que comprende noventa y seis en un libro casi de vara en quadro, 500 rs.

– la carta Ydrografica de todas las costas del Mediterraneo, de la misma medida, 50 rs.

– la geografia de Medrano, no se taso.

– Diccionario de la lengua española cinco tomos de a folio, 250 rs.

– Diccionario franzes y español por Sorbino de a folio (Francìsco SOBRINO.- Dictionnaire francaise et spagnol, Bruselas 1705), 60 rs.

– Bocabulario de Antonio de Nebrija con las mejores adiciones de a folio (Antonio de NEBRIJA.- Vocabulario Nebrissense, Venecia 1519), 30 rs.

– calepino de Salas igualmente con adiciones, en quarto, 30 rs.

– Tesauro de salas en quarto, 8 rs.

– Arte de la milicia española por Don sancho de Londoño, 15 rs.

– Ciencia de Corte seis thomos en quarto, 75 rs.

– todas las obras de Antonio Perez queson las relaciones, los aforisimos de estas y el memorial de su causa y la primera y segunda parte de sus cartas tambien con sus aforismos, dos thomos (Antonio PEREZ.-Relaciones, Pau 1591, IDEM.- Aforìsmos, Paris 1598, IDEM.- Cartas, Paris 1598), 60 rs.

– Ungenius de re militari y otros autores que comentan este en quarto, 30 rs.

– Avisos del parnaso de trajano Bocalini en castellano, el mas completo de todas las impresiones en quarto (Trajano BOCCALINI.-Avisos del Parnaso, Madrid 1653), 50 rs.

– Declamaciones geniales por Loredano dos tomos (Juan Francìsco LOREDANO.- Declaraciones geniales, Valencia 1731), 6 rs.

– Ydea y prozeder de la franzia desde las pazes de Nimega hasta el año de mill seiscientos ochenta y seis, 4 rs.

– Emblemas de Solorzano diez tomos en octabo (Juan SOLORZANO Y PEREIRA.- Emblemàtica polìtica, Madrid 1655), 110 rs.

– Certon apostolico de el bachiller Ziudad Real fuero de el rey Don Juan el segundo, en quarto, 30 rs.

– el Cortesano traduzido por Boscan en octavo (Baltasar de CASTIGLIONE.- El cortesano traducido en lengua castellana por Juan BOSCAN, Barcelona 1534), 24 rs.

– Emblemas de Alziato en castellano con estampas (Andrès ALCIATO.- Los emblemas traducidos en rimas españolas por Bernardino de DEZA PINCIANO, Lyòn 1549), 24 rs.

– Dialogos de Mejia (Pedro MEXIA.- Coloquios o Diàlogos, Sevilla 1547), 12 rs.

– Diaologos de Luciano traducidos por Don francisco de Herrera (LUCIANO.- Diàlogos morales traducidos por Francìsco de HERRERA, Madrid 1621), 24 rs.

– Viage de coches a Alcala por Salazar en quarto, 10 rs.

 

– Escuela de Daniel en quarto, 7 rs.

– el escudero Marcos de Obregon por Vizente Espinel en quarto (Vicente ESPINEL.- Relaciòn de la vida del escudero Marcos de Obregòn, Madrid 1618), 30 rs.

– Paragon de los dos Cronveles de Ynglaterra por Rodrigo Mendez Silva en octabo (Rodrigo MENDEZ SILVA.- Paragòn de los dos Cronveles de Inglaterra, Madrid 1657), 12 rs.

– David preseguido por el marques Virgilio Malvezzi en octabo (Virgilio MALVEZZI.- David perseguido traducido por Alvaro de TOLEDO, Milàn 1635), 8 rs.

– el Romulo del mismo en octabo (Virgilio MALVEZZI.- El Ròmulo traducido del italiano por Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS, Pamplona 1632), 8 rs.

– los Claros varones de España y las treinta y dos cartas de Hernando del Pulgar en octabo (Hernando del PULGAR.- Libro de las claros varones de España, Sevilla 1500), 18 rs.

– la glosa del mismo en las coplas de Mingo Rebulgo y las de Don Jorge Manrique traduzidas por un monge cartujo en octabo (Hernando del PULGAR.- Glosa de las coplas de Rebulgo, Burgos 1485), 15 rs.

– otra Zelebre glosa a las Coplas de Don Jorge Manrique en octabo, 12 rs.

– Cartas en refranes por Blasco de Garay en octabo (Blasco de GARAY.- Cartas de refranes, Toledo 1541), 10 rs.

– Doctrina de Epiteto traduzida del griego por el Brocense en octabo (EPICTETO.- Doctrina del estòico filòsofo Epicteto traducida del griego por Francìsco SANCHEZ DE BROZAS, Salamanca 1600), 6 rs.

– el filosofo de aldea en octabo, 6 rs.

– la Mogiganda del gusto en seis nobelas en octavo (Andrès del CASTILLO.- La Mojiganga del gusto en seis novelas, Zaragoza 1641), 4 rs.

– el Curso filosofico de Tosca cinco thomos en quarto (Tomàs Vicente TOSCA.- Compendium philosophicum, Valencia 1721), 75 rs.

– Alberto Magno de Secretis mulierum propietate que lapidum animalium et arborum en octabo (Alberto MAGNO.- Secretis mulierum traducido al castellano por Miguel Artacho (s.l), 1720), 36 rs.

– Abenturas de Telemaco en franzes en octabo (Francìsco de LA MOTHE FENELON.- Las aventuras de Telèmaco, Parìs 1717), 10 rs.

– Mentor moderno en franzes tres tomos en octabo, 30 rs.

– el Galateo en octabo (Lucas GRACIAN DANTISCO.- El Galateo español, Madrid 1599), 4 rs.

– Discurso sobre la campana de Velilla en quarto (Juan de QUIÑONES.- Discurso sobre la campana de Velilla, Madrid 1625).

OBRAS DE QUEVEDO .-

. tres tomos en que esta al fin el memorial dado a Phelipe quarto, yambien ay el quarto thomo de obras postumas desta ympresion y tamaño en quarto (Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS.- Obras, Madrid 1650), 75 rs.

– Providencia de Dios del mismo en quarto (Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS.- Providencia de Dios, Zaragoza 1700), 6 rs.

– Virtud militantante del mismo en octabo (Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS.- Virtud militante contra lascuatro pestes del mundo , Zaragoza 1651), 4 rs.

– Diferentes libros de Cizeron como son los de oficcis, de anuncia, de serenitate y otros en castellano, en quarto, 18 rs.

–  Epistolas de Zizeron traduzidas en castellano por Pedro Simon Abrill en quarto (Marco Tulio CICERON.- Epìstolas traducidas del latìn por Pedro Simòn ABRIL, Tudela 1572), 12 rs.

 

– Philosophia racional sacada de varios philosophos y de Aristoteles por Simon Abrill en quarto (Pedro Simòn ABRIL.- Primera parte de la filosofìa llamada lògica o parte racional, Alcalà de Henares 1587), 30 rs.

– Republica de Aristoteles en castellano por Simon Abrill (ARISTOTELES.- Los ocho libros de la Repùblica traducidos de lengua griega en castellano por Pedro Simòn ABRIL, Zaragoza 1584), 15 rs.

– las Politicas de Justo Lipsio traduzidas por Don Bernardino de Mendoza en quarto (Justo LIPSIO.- Los seis libros de las Polìticas traducidos por Bernardino de MENDOZA, Madrid 1604), 15 rs.

OBRAS DE SENECA EN CASTELLANO.-

– Seneca y Neron traduzido por Juan Francisco fernandez de Heredia en quarto (Sèneca y Neròn compuesto por Juan Francìsco FERNANDEZ HEREDIA, Lisboa 1642), 10 rs.

– Proverbios de Seneca traduzidos y explicados por Don Pedro Diaz de Toledo en folio (Lucio Anneo SENECA.- Proverbios glosados por el doctor Pedro DIAZ DE TOLEDO, Medina del Campo 1552), 36 rs.

– obras de Seneca traduzidas por el señor Pedro Diaz de Toledo y su vida bienaventurada, siete Artes liberales, Preceptos y doctrinas y dos tratados de la Providencia de Dios de a folio (Lucio Anneo SENECA.- Obras. De la vida bienaventurada. De las siete artes liberales. Preceptos y doctrinas, Amberes 1548), 36 rs.

– los siete libros de Seneca traduzidos por el licenciado Pedro Fernandez de Navarrete y son de divina providenzia, vida bienaventurada, tranquilidad de animo, constancia del sabio, brevedad de la vida, de consolazion y de la pobreza, en quarto (Lucio Anneo SENECA.- Los siete libros de Sèneca traducidos por Pedro FERNANDEZ DE NAVARRETE, Madrid 1627), 12 rs.

– los siete libros de seneca de veneficios, a ebucio liberal traduzidos por Pedro Fernandez de Navarrete en quarto, 12 rs.

– Espejo de bien hechores que contiene y es traduzion de los mismos siete libros de veneficios por fray Gaspar Ruiz Montiano en quarto (Lucio Anneo SENECA.- Espejo de bienhechores agradecidos que contiene los siete libros de beneficios traducidos por Gaspar RUIZ MONTIANO, Barcelona 1606), 24 rs.

– Vivir contra fortuna, escuelas politicas de Seneca explicado aunque no en rigurosa traduzion por el licenciado Don Geronimo de Molina alcalde maior de Murcia, en quarto (Vivir contra fortuna. Escuelas polìticas de SENECA traduciòn de Jerònimo MOLINA, Madrid 1652), 20 rs.

– los dos libros de Clemencia escriptos a Neron traduzidos por Don Alonso de Rebenga y Proaño en octabo (Lucio Anneo SENECA.- Los dos libros de clemencia traducidos por Alonso de REVENGA Y PROAÑO, Madrid 1626), 10 rs.

– Doctrina moral de las epistolas de Seneca a Luzilo traduzida por Don Juan Atelio de Sande en octabo ( Doctrina moral de las epìstolas que Lucio Anneo SENECA escribio a Luzilo traducidas por Juan MELIO DE SANDE, Madrid 1612), 10 rs.

– Flores de Seneca sacadas de las mas de todas sus obras, traduzidas del latin por Juan martin Cordero en octabo (Flores de Lucio Anneo SENECA traducidas por Juan MARTIN CORDERO, Amberes 1555), 12 rs.

– Las troyanas tragedia escripta en latin por Seneca y traduzida en verso castellano por Don Jusepe Antonio Gonzalez, tiene adjunto otro libro que es nueva ydea de la tragedia antigua o ilustrazion ultima a el singular libro de Poetica de Aristoteles stirgita por el mismo autor, en quarto (Lucio Anneo SENECA.- Las troyanas. Nueva idea de la tragedia antigua traducida por Juan Antonio GONZLEZ DE SALAS, Madrid 1633), 40 rs.

– Vida de Seneca escripta por Juan Pablo martir Rizo en quarto (Juan Pablo MARTIR RIZO,. Historia de la vida de Lucio Anneo Sèneca español, Madrid 1625), 20 rs.

 

– Desengaño del hombre en el tribunal de la fortuna y casa de descontentos en octabo, 8 rs.

– espejo del hombre criado en octabo, 8 rs.

– el horador cristiano en octabo, 8 rs.

– Oraculo de las Sibilas de Porreño en quarto (Baltasar PORREÑO.- Oràculo de las doce Sibilas, profetisas de Cristo nuestro señor, Cuenca 1621), 18 rs.

– el envajador politico y cristiano por Carlo Carrafa traducido al castellano, en quarto, 20 rs.

– Mistica ciudad de Dios por la venerable Madre Sor Maria de Jesus de Agreda, tres tomos, impresion de flandes y puestos en pasta de a folio (Sor Maria de AGREDA.- La mìstica ciudad de Dios, Madrid 1670), 100 rs.

– Oraciones reales predicadas al rey Don Carlos segundo por el padre Guerra trinitario calzado, de a folio (Fray Manuel GUERRA Y RIVERA.- Oraciones varias consagradas a Maria predicadas a Carlos II, Barcelona 1699), 30 rs.

– Sermones del mismo a todos los misterios y festividades de Nuestra Señora, dos thomos, de a folio (fray Manuel GUERRA Y RIVERA.- Festividades de Maria Santìsima, Madrid 1688), 60 rs.

– la Quaresma del padre Guerra dos tomos de a folio (fray Manuel GUERRA Y RIVERA.- Quaresma continua, Madrid 1699), 60 rs.

– Sermones a diversas festividades de Santos por el padre Guerra en quarto (fray Manuel GUERRA Y RIVERA.- Sermones de varios santos, Madrid 1677), 12 rs.

– Confesiones de San Agustin traduzidas en castellano por el padre Gante, dos thomos, en octabo (San AGUSTIN.- Confesiones traducidas por fray Francìsco Antonio de GANTE, Madrid 1733), 15 rs.

– Vida de san Agustin por el padre Gante en quarto (fray Francìsco Antonio de GANTE.- El monstruo del Africa indefinible. Vida de San Agustìn, Madrid 1720), 15 rs.

– Meditaziones de San Agustin traduzidas por el padre Ribadeneira (San AGUSTIN.- Meditaciones traducidas por fray Pedro de RIVADENEIRA, Amberes 1720), 10 rs.

– Empresas sacras por el padre Nuñez de Zepeda con estampas muy finas en quarto (Francìsco NUÑEZ DE CEPEDA.- Idea del Buen Pastor, copiada por los Santos Doctores y representada en Empresas Sacras, Lyon 1682), 36 rs.

– Vida interior del señor Palafox en ydioma castellano y toscano copiada de la original que escrivio el mismo con el titulo de Confesiones y confusiones en quarto (Juan de PALAFOX Y MENDOZA.- Vida interior, Sevilla 1691), 30 rs.

– Umitazion de Cristo del padre Kempis con reflexiones del padre Nieremberg (Tomàs de KEMPIS.- Imitaciòn de Cristo traducida por fray Juan Eusebio NIEREMBERG, Amberes 1656), 10 rs.

– Yntroduzion a la vida devota de San francisco de Sales en octabo (San Francìsco de SALES.- Introducciòn a la vida devota, Bruselas 1618), 12 rs.

– Cathecismo historico compuesto por el cardenal Fleuri dos thomos en octabo (Claude FLEURY.- Cathecìsme historique, Parìs 1682), 15 rs (7).

– Conzilio tridentino de la ultima impresion hecha en Roma, en octabo, 15 rs.

– Luz conzionatoria de Don Joseph de Renteria y Montiano, dos tomos en quarto, 20 rs.

– El pastor de Noche Buena de palafox en octabo (Juan de PALAFOX Y MENDOZA.- El pastor de Noche Buena, (s.l), 1644, 4 rs.

– las questiones del tostado de a folio (Alonso de MADRIGAL llamado el TOSTADO.- Libro de las cuatro cuestiones vulgares, Salamanca 1507), 30 rs.

– Vida de Santa Margarita de Cortona de Cornejo en octabo, 5 rs.

 

– Vida del venerable Contreras natural de Sevilla en octabo (fray Gabriel de ARANDA.- Vida del siervo de Dios, el venerable padre Francìsco de Contreras, natural de esta ciudad de Sevilla, Sevilla 1691), 8 rs.

– Vida de la venerabla madre Juana de la Encarnacion agustina descalza en Murcia, 4 rs.

– Pasion de Xpto comunicada a esta religiosa en quarto, 10 rs.

– Vida de la venerable Sor Maria Angela Astorch fundadora de las capuchinas de Murca de a folio, 18 rs.

– oficio de Nuestra Señora tres tomos en tafetan, en octavo, 60 rs.

– Semana santa puesta en tafilete, en octabo, 24 rs.

– otro ofizio de Nuestra Señora con otros ofizios y oraciones puesto en tablas de tafilete, mas que en quarto, 60 rs.

OBRAS DE LOPE DE VEGA.-

– la Jerusalen conquistada de ympresion bien gruesa, en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- la Jerusalèn conquistada, Madrid 1604), 36 rs.

– La Corona tragica en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- Corona tràgica, Madrid 1627), 14 rs.

– Rimas sacras o triunfos divinos en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- Triunfos divinos con otras rimas sacras, Madrid 1625), 20 rs.

– Pastores de Velen en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- Pastores de Belen, Madrid 1612), 18 rs.

– Poema de la vida de san Ysidro (Fèlix LOPE DE VEGA.- El Isidro, Madrid 1599), 18 rs.

– Autos Sacramentales en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- Autos Sacramentales, Madrid 1644), 24 rs.

– el Peregrino en su patria en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- El peregrino en su patria, Sevilla 1604), 10 rs.

– la Hermosurade Angelica en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- La hermosura de Angèlica, Madrid 1602), 24 rs.

– la Dragontea en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- La Dragontea, Madrid 1598), 24 rs.

– La Filomena con la Andromeda la tapada y otros asumptos en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- La Filomena con la Andròmeda y otras diversas rimas, Madrid 1621), 30 rs.

– La Dorotea en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- La Dorotea, Madrid 1632), 8 rs.

– La Arcadia en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- La Arcadia, madrid 1598), 18 rs.

– Romanzero espiritual (Fèlix LOPE DE VEGA.- Romancero espiritual, Pamplona 1619), 12 rs.

– Rimas dos tomos (Fèlix LOPE DE VEGA.- Rimas, Madrid 1609), 20 rs.

– La gatomachia de thome de Burguillos en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- La gatomaquia poema èpico burlesco publicado bajo el nombre de Tomè de Burguillos, Madrid 1634), 12 rs.

– Soliloquios divinos en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- Solìloquios, Valladolid 1612), 30 rs.

– La zirze con otras obras en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- La Circe con otras rimas, Madrid 1624), 60 rs.

OBRAS DEL CONDE DE REBOLLEDO.-

– Silba militar y politica = la selba segrada = la contanzia victoriosa = los ozios y las silbas danicas = todas quatro en quarto (Bernardino de REBOLLEDO.- Silva militar y polìtica, Amberes 1661.- IDEM.- Selva sagrada o misas sacras, Amberes 1661.- IDEM.- La constancia victoriosa, Colonia 1655. IDEM.- Ocios, Amberes 1650.- IDEM.- Selvas dànicas, Copenhague 1655), 80 rs.

OBRAS DE CRISTOBAL DE MESA.-

– Las eglogas y georgicas de Virgilio traduzidas por Xtobal de Mesa a que estan añadidas las rimas deste y el poema de el Pompeyo = la Eneida de Virgilio traduzida por el mismo = Las nabas de Tolosa = el Patron de España = las rimas varias, todas como en octabo (Cristobal de MESA.- Las navas de Tolosa, Madrid 1594.- IDEM.- Las Eglogas y Geòrgicas de Virgilio con las Rimas y el Pompeyo, Madrid 1618.- IDEM.- El patròn de España, Madrid 1612), 120 rs.

 

– obras de garcilaso de la Vega (Garcilaso de la VEGA.- Obras, Salamanca 1568), 20 rs.

– obras de Boscan en octabo (Juan BOSCAN.- Obras, Barcelona 1543), 30 rs.

– Rimas de Camoens (Luis de CAMOENS.- Rimas varias, Lisboa 1685), 30 rs.

– obras del bachiller de la Torre (Francìsco de la TORRE.- Obras, Madrid 1631), 18 rs.

– obras de fray Luis de Leon en octabo (fray Luis de LEON.- Obras, Salamanca 1589), 30 rs.

– obras de Gongora dos tomos en octabo (Luis de GONGORA.- Obras, Madrid 1633), 50 rs.

– obras del principe de Esquilache mas que en quarto (Francìsco de BORJA Y ACEVEDO, principe de ESQUILACHE.- Obras en verso, Madrid 1619), 45 rs.

– la Ulisea de Omero traduzida del griego en castellano por Goznalo Perez en octabo (HOMERO.- La Odisea traducida del greigo al castellano por Gonzalo PEREZ, Salamanca 1550), 30 rs.

– Poesias de fernando de Herrera en quarto (Fernando de HERRERA.- Poesias, Sevilla 1582), 15 rs.

– el pasto Fido traduzido por Doña Isabel Correa (Juan Bautìsta GUARINI.- Il pastor Fido traducido del italiano en metroespañol e ilustrado con reflexiones por Doña Isabel CORREA, Amberes 1694), 20 rs.

– el original de este en ytaliano y franzes en octabo (Juan Bautìsta GUARINI.- Il pastor Fido, Venecia 1590), 15 rs.

– la Farsalia traduzida por Don Juan de Jauregui (Marco Anneo LUCANO.- La Farsalia traducida por Juan de JAUREGUI, Madrid 1684), 50 rs.

– Las rimas sacras y profanas deste en quarto (Juan de JAUREGUI.- Rimas, Sevilla 1618), 20 rs.

– las Heroticas amatorias de Don Estevan Manuel de Villegas en quarto (Esteban Manuel de VILLEGAS.- Las Eròtica o Amatorias, Madrid 1618), 15 rs.

– las Heroydas de Obidio y ymbectiba contra Ybati en castellano en quarto, 20 rs.

– las Metamorfosis y transformaciones de Obidio en castellano en octavo (Publio OVIDIO NASON.- Las matamorfosis traducidas en verso castellano por Antonio PEREZ SINGLER, Salamanca 1580), 8 rs.

– la Diana de Jorge de Monte mayor dos thomos en octabo (Jorge de MONTEMAYOR.- Los siete libros de Diana, Valencia 1559), 60 rs.

– el Cancionero obras poeticas del mismo en octabo (Jorge de MONTEMAYOR.- Cancionero, Zaragoza 1562), 24 rs.

– La picara Justina o la montañesa en octabo (Andrès PEREZ.- La pìcara Justina, Medina del Campo 1605), 8 rs.

– la Eufrosina en castellano en octavo, 10 rs.

– las trescientas de Juan de Mena con la glosa del comendador fernan Nuñez en octabo (Juan de MENA.- La trescientas glosadas por Fernàn NUÑEZ DE TOLEDO, Sevilla 1499), 24 rs.

– otras Comentadas por el Brozense en octabo (Juan de MENA.- Las trescientas glosadas por Francìsco SANCHEZ DE BROZAS, Salamanca 1582), 15 rs.

– la Jerusalen livertada de torquato tasso traducida por Antonio Sarmiento y Mendoza (Torcuato TASSO.- La Jerusalen libertada traducida por Antonio SARMIENTO DE MENDOZA, Madrid  1649), 15 rs.

– Poesias de Don Antonio de Solis en quarto (Antonio de SOLIS.- Varias poesias sagradas y profanas, Madrid 1692), 8 rs.

– Comedias del mismo en quarto (Antonio de SOLIS.- Comedias, Madrid 1681), 8 rs.

– Poesias de Don Agustin de Salazar en quarto (Agustìn de SALAZAR Y TORRES.- Cithara de Apolo, varias poesias divinas y humanas, Madrid 1681), 10 rs.

 

– las Comedias del mismo en quarto (Agustìn de SALAZAR Y TORRES.- Comedias, Madrid 1681), 10 rs.

– el robe de Proserpina de Cayo Lucio Claudiano traducido del latin por Don Francisco Faria en octabo (Cayo Lucio CLAUDIANO.- El robo de Proserpina traducida por el doctor Don Francisco FARIA, Madrid 1608), 12 rs.

– otro poema moderno de la Proserpina por Don pedro Silbestre que es anagrama del nombre del autor, en quarto (Pedro SILVESTRE.- La Proserpina poema heròico jocoso, Madrid 1721), 15 rs.

– La Arcadia de San Nazaro traducida en español en quarto (Jacobo de SANNAZARO.- La Arcadia, Venecia 1502, 1504. 1ª ed, castellana traducida por Diego LOPEZ DE AYALA, Toledo 1547), 24 rs.

– La Cintia de Aranjuez en octabo, 16 rs.

– Theagenes y Cariclea en quarto (HELIODORO.- Historia etiòpica de Teàgenes y Cariclea. Salamanca 1581), 10 rs.

– la Cruzada de Monzon en quarto, 12 rs.

– Geroglificos varios de nuestra Señora por Solis (Luìs de SOLIS VILLALUZ.- Geroglìficos varios sacros y divinos epitetos en que se cifran algunas de las eminetìsimas glorias de Nuestra Señora, Madrid 1734), 12 rs.

– Vida de Carlos quinto poema por Zapata, en quarto (Luìs ZAPATA.- Carlo furioso poema, Valencia 1566), 15 rs.

– Vida de Nuestra Señora por Mendoza en octabo (Antonio HURTADO DE MENDOZA.- Vida de Nuestra Señora Maria Santìsima, Madrid 1650), 15 rs.

– Las Moschea en octabo (Josè de VILLAVICIOSA.- La Moschea, poètica inventiva en octava rima, Cuenca 1615), 8 rs.

– obras de Don Juan Oben dos thomos en quarto (Juan OWEN.- Epigramàtica, Londres 1600, 1ª ed castellana, Madrid 1679), 14 rs.

– obras del conde de Villamediana en quarto (Juan de TASSIS, conde de VILLAMEDIANA.- Obras, Madrid 1635), 15 rs.

– obras de Geronimo Canzer en quarto (Jerònimo CANCER.- Obras varias, Madrid 1651), 36 rs.

– la lira de las Musas de Dan gabriel Bocangel en quarto (Gabriel BOCANGEL Y UNZUETA.- La lira de las musas de humanas y sagradas voces, Madrid 1635), 30 rs.

– Rimas de Lupercio y Bartolome Leonardo de Argensola en quarto (Lupercio y Bartolomè LEONARDO DE ARGENSOLA.- Rimas, Zaragoza 1634), 12 rs.

– obras de Don Luis Ulloa en que esta el poema de la Raquel del rey Don Alonso, en quarto (Luìs ULLOA Y PEREIRA.- Obras, Madrid. IDEM.- Alfonso octavo prinicpe perfecto divertidopor Raquel hebrea (s.l.), 1643, 15 rs.

– Donayres del parnaso en octabo, no se taso.

– Proberbio de barros en octabo (Alonso de BARROS.- Proverbios morales, Madrid 1608), 15 rs.

– Comedias de Calderon nueve tomos (Pedro CALDERON DE LA BARCA.- Comedias, madrid 1637-1677), 90 rs.

– Comedias de terencio en latin y en castellano en quarto (Publio TERENCIO.- Comedias, Strasburgo 1470, 1ª ed, castellana, Las seis comedias de Terencio escritas en latìn y traducidas en castellano por Pedro Simòn ABRIL, Zaragoza 1577), 30 rs.

– la tragicomedia de los jardines y campos sabeos, primera y segunda parte pr Doña pheliziana Enriquez de Guzman en quarto (Feliciano ENRIQUEZ DE GUZMAN.- Tragicomedia de los jardines y campos sabeos, Coimbra 1624), 15 rs.

 

– la Zelestina tragicomedia de Calisto y Melibea sin nombre de autor en octabo (Fernando de ROJAS.- La Celestina, Burgos 1499), 20 rs.

– las obras de Sor Juana Ines de la Cruz religiosa de la Concepcion Geronima de la ziudad de Mejico, tres tomos en quarto (Sor Juana Inès de la CRUZ.- Poemas de la ùnica poetisa americana, musa dècima, Zaragoza 1682), 48 rs.

– el Nuevo Testamento traduzido fielmente en castellano del original griego, en octavo, 100 rs.

– Seneca tragedias cum notis variorum, en quarto (Lucio Anneo SENECA.- Tragedias cum notis, Amsterdan 1632), 12 rs.

– Doctrina cristiana por fray Bartolome de los Martires en quarto (fray Bartolomè de los MARTIRES.- Catecìsmo o doctrina cristiana traducida de lengua portuguesa en castellano por Juan de ARISTIZABAL, Madrid 1653), 30 rs.

– retrato politico del rey Don Alonso el octabo, en quarto, 3 rs.

– Abisos de cortesanos en quarto, 6 rs.

– el secretario del rey por Pedraza en quarto (Francìsco BERMUDEZ DE PEDRAZA.- El secretario del rey, Madrid 1620), 20 rs.

– obras de Boscan y Garzilaso en quarto (Las obras de BOSCAN y GARCILASO, Barcelona 1543), 24 rs.

– el templo de la fama por Valdecebro en quarto (Andrès FERRER DE VALDECEBRO.- Rl templo de la Fama, Madrid 1680), 24 rs.

– Carta pastoral de Valero en quarto (Francìsco VALERO Y LOSA.- Carta pastoral acerca de la ignorancia de las verdades cristianas, Madrid (s.a), 4 rs.

– Historia del gran chaco en quarto, 10 rs.

– Vida de Cristo y maria de a folio, 40 rs.

– opera fratis Josephi a Santo Benenicto de a folio (Josè de SAN BENITO.- Fratris Josephi a Sancto Benedicto, madrid 1725), 24 rs.

– Representazion al rey nuestro señor Don Phelipe quinto dirigida al mas seguro aumento de su real herario por Don Miguel de Zavala y Auñon en pasta, de a folio (Miguel de ZABALA Y AUÑON.- Representaciòn al rey nuestro señor Felipe V dirigida al mas aumento del real erario, madrid 1732), 80 rs.

– Memorial de Chumacero en quarto (Juan de CHUMACERO Y CARRILLO.- Memorial de Su Magestad Catòlica a nuestro muy santo papa Urbano VIII por Don fray Domingo Pimentel y Don Juan de Chumacero y Carrillo, Madrid 1643), 12 rs.

– el espejo de la muerte por don carlos Bundetto en pasta y mas que en quarto (Carlos BUNDETO.- El epejo de la muerte, Amberes 1700), 30 rs.

– tratado de reclutas, quintas y lebas por Don francisco de oya y ozores en pasta y mas que en quarto (Francìsco de OYA OZORES.- Tratado de levas, quintas y reclutas de gente de guerra segùn las Ordenanzas y cèdulas modernas, Madrid 1734), 15 rs.

– Cienca heroica dos thomos en pasta por Don Joseph de Abiles en octabo (Josè de AVILES.- Ciencia heròica, Barcelona 1725), 45 rs.

– Vida de santa Genobeba en pasta y traducido en español por el señor Corisius en octabo, 8 rs.

– La Araucana quarta y quinta parte en dos thomos por Osorio en octabo, 24 rs.

– Estudios monasticos dos thomos en octabo, 18 rs.

– Politica de Dios por Quevedo en octabo (Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS.- Polìtica de Dios, gobierno de Cristo, tiranìa de Satanàs, Zaragoza 1626), 8 rs.

– Vida de Alejandro Magno por don fernando de Biedma en octabo (Fernando de BIEDMA.- Vida de Alejandro Magno, Madrid 1634), 8 rs.

– obras liricas por Don francisco antonio de Bances Candamo (Francìsco Antonio de BANCES CANDAMO.- Obras lìricas, Madrid 1720), 10 rs.

 

 – Delizias del Carmelo por fray Joseph de la Virgen y herrera, 4 rs.

– Dezimas a la muerte, 2 rs.

– Viage del rey Don Sebastian a Africa en octabo, 10 rs.

– tragedia de Cinna traducida en castellano por el marques de San Juan en octabo (Pierre CORNEILLE.- Cinna tragedia traducida por el marquès de SAN JUAN, Madrid 1713), 4 rs.

– Estevanillo Gonzalez en octavo (ANONIMO.- Vida y hechos de Estevanillo Gonzàlez, hombre de buen humor, Amberes 1646), 4 rs.

– tratado de cometas por el padre Casari en octabo, 4 rs.

– el pastor Fido en español en pasta, en octabo (Juan Bautìsta GUARINI.- El pastor Fido traducido del italiano en verso castellano popr Crìstobal SUAREZ DE FIGUEROA, Nàpoles 1692), 15 rs.

– Gramatica franzesa en octabo, 12 rs.

– Vida de la venerable madre Paula de la Madre de Dios de a folio, 18 rs.

– Historia eclesiastica de Rebullosa en octabo, 18 rs.

– las Republicas del mundo por fray Geronimo Roman, la ultima ympresion añadida, tres tomos en folio (Jerònimo ROMAN.- Repùblicas del mundo, Madrid 1575), 200 rs.

– las obras del padre Kempis en latin, quatro tomos en quarto, marquilla, en pasta (Tomàs de KEMPIS.- Obras, Amberes 1648), 80 rs.

– obras de Santa theresa en quarto marquilla impresion de Amberes (Santa Teresa de JESUS.- Obra, Salamanca 1588), 150 rs.

– Argenis por Pellizer primera parte en pasta (Josè PELLICER DE OSSAU.- Argenis, Madrid 1626), 40 rs.

– las obras de Gongora en pasta, quarto marquilla, ympresiond de Bruselas (Luìs de GONGORA.- Obras, Madrid 1633), 45 rs.

– Juego de armerias y baraja, ordenanzas militares en pasta y folio y folio las militares y guardias, 55 rs.

– de otros libros sueltos en pergamino, 70 rs.

– OBRAS DE MEDRANO.-

yd la geografia en dos thomos = el perfecto artillero y bombardero = el perfecto arquitecto de militar y zivil = y otra Geografia puesta en verso, todos quatro en octabo, 150 rs.

– el laurel de Apolo (Fèlix LOPE DE VEGA.- El laurel de Apolo, Madrid 1630), 15 rs.

Aunque lo mas valioso de los bienes de Don Josè Banfi y Parrilla era su biblioteca, tambièn llevò a su boda algunas joyas y objetos de plata y diversas armas, ropas de casa, muebles, entre ellos una silla poltrona, las guarniciones de los caballos, una berlina nueva tasada en 8000 reales y un coche con siete vidrios, forrado de tercipelo carmesì, tambièn nuevo, que lo fuè en 14500 reales, asi como 24000 reales mas en diferentes monedas.

PLATA Y ORO.-

– una bandeja de plata sobre dorada con sus flores de filigrana, 900 rs.

– yd una arquita de plata sobre dorada, guarnezida de piedras, porzelanas y filigrana, 1230 rs.

– una palancana y jarro y bocado, 1420 rs.

– un espadin con guarnizion de plata sobredorada, 240 rs.

– una caxa de oro y nacar y esmaltada, 2000 rs.

– otra caxa de tumbaga quadrada prolongada, 750 rs.

– un estuche de matematica con todas sus erramientas guarnezidas de plata, 720 rs.

– un estuche de concha con tigeras y nabaja, todo guarnezido de plata, 240 rs.

– una pluma y compas de plata con su caxa de zapa, 120 rs.

RELOX.-

 

– un relox de plata de repeticion, tallado y burilado, 1200 rs.

ESCOPETAS.-

– una escopeta hecha por Joseph cano, 2000 rs.

– otra escopeta con llave hecha por el dicho Joseph Cano y el cañon sevillano, 1000 rs.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

JOSE LUIS BARRIO MOYA

INSTITUCION DE ESTUDIOS COMPLUTENSES

 

NOTAS.-

(1).- ARCHIVO HISTORICO DE PROTOCOLOS DE MADRID.- Protocolo = 16853, folº. 796-848.

(2).- Mateo Cerezo naciò en Burgos en 1637. Discìpulo de Juan Carreño de Miranda, tiene su pintura un punto de distinciòn que le aproximan a Van Dyck, a la vez que un càlido colorido que le acercan a Ticiano. Cultivò la pintura religiosa y el bodegòn, falleciendo prematuramente en Madrid, en 1666, cuando sòlo contaba veintinuevo años. (Vid.- Josè Regelio Buendia e Isamel Gutièrrez Pàstor.- Vida y obra del pintor Mateo Cerezo (1637-1666), Burgos 1986).

(3).- Luca Giordano conocido en España como Lucas Jordàn naciò en Nàpoles en 1634, ciudad en la que falleciò en 1705. Discìpulo de Ribera en su Nàpoles natal, fue un artìsta de prodigiosa facilidad de ejecuciòn, lo que le valiò el apodo de “fa presto”. En 1692 llegò a España llamado por Carlos II para decorar la basìlica de El Escorial. En los diez años que Lucas Jordàn permaneciò en España realizò una obra aburmadora, tanto en grandes ciclos de frescos como en cuadros de caballete.

(4).- David Teniers (Amberes 1610 – Bruselas 1690) se dedicò, sobre todo, a la pintura de gènero, en la que destacò tanto que fue muy conocido en toda Europa, siendo sus obras muy solicitada.

Cuadros de Teniers se mencionan con cierta frecuencia en invetarios españoles de los siglos XVII y XVIII.

(5).-ARCHIVO HISTORICO DE PROTOCOLOS DE MADRID. Protocolo = 16853, folº. 850-867.

(6).- Baltasar Gracìan siempre publicò sus obras bajo en nombre de Lorenzo.

(7).-Esta obra fue prohibida y colocada en el Indice.

Mar 032014
 

Marcela Martín Martín.

 Introducción

     Siempre me ha llamado la atención, la vida de mi tío-abuelo, D. Saturnino Martín Moreno, cura Párroco de Casar de Cáceres.

Dada la cercanía de éste lugar con Cáceres, íbamos a visitarlo con cierta frecuencia y siempre me gustaba mirar las estanterías llenas de libros de todas clases.

     El «cuartito», era famoso, tenía muchas cosas, había minerales, materiales de laboratorio, que me impresionaban, no sólo por su aspecto si no también por el olor a ciertos compuestos que se guardaban en aquel lugar, en lo alto de unas estanterías que llenaban la habitación repleta de cosas raras para mí.

     Todo esto era mi concepto, el de una niña, que no entendía de nada.

     Cierto que oía hablar de mi tío-abuelo, y siempre lo hacían alabándolo y poniendo de relieve su gran cultura, su sabiduría en muchos campos de la ciencia. Poseía bastos conocimientos que le

 

 llevaron a hacer por sí mismo descubrimientos en Física,

 Astronomía, Medicina, etc… como por ejemplo «la conferencia

 que dio en el Ateneo de Cáceres en 1929″. La hizo en dos partes:

 

     1ª El Sol, por su luz y calor, es la fuente de toda energía

           mecánica en la Tierra.

 

 

     2ª La luz, a su vez, debe ser considerada y estudiada

         también como fuente posible y directa de electricidad y

         magnetismo, y, como estos agentes, y por su intermedio

         de  energía mecánica.

 

 

     Incluso sobre sus estudios de la hidrografía de la provincia

 de Cáceres, desde donde apuntaba la posibilidad del

 aprovechamiento de los ríos para embalsar las aguas y crear

 pantanos para la riqueza del suelo extremeño.

 

     En cuanto a los minerales, estudió la presencia de ellos y

 juzgó muy importante la cuantía y variedad.

     Sus conocimientos de electricidad quedaron bien patentes

 cuando los de la fábrica dejaban sin luz al pueblo en los

 momentos más necesarios, él mi tío-abuelo, creó su propia luz

 eléctrica ante el asombro de todos; los niños decían: «El señor

 cura enciende la luz eléctrica con una cerilla.» Debía calentar

 los filamentos durante unos segundos.

 

     El no era médico, pero acudían a él para consultarle. En cierta ocasión un enfermo que tenía constantes hemorragias solicitó consejo. La primera cosa que le preguntó es que quería saber lo que había hecho el día que se puso enfermo, y el enfermo, aseguraba que como siempre. Como insistiera mi tío, al final acabó repitiendo lo mismo pero añadiendo «al acabar de comer bebí en la pileta de la fuentecilla…» El sacerdote le dijo, ahora al ir a tu casa tomas un puñao de sal gorda, te la comes y no bebas agua ni nada, ni ninguna otra cosa. por la mañana cuando hagas tus necesidades hazlo en un orinal que me has de traer. Todo se hizo como había indicado y cuando llegó a la mañana siguiente el enfermo, débil por la sangre que había perdido se presentó con la nada agradable carga que al verla el sacerdote le pronosticó su curación que se cumpliría totalmente alimentándose bien y no volviendo a saciar su sed en ninguna pileta. Cosas como estas le llevaban a que creciera su fama y a que respetaran sus conocimientos.

     Preguntado por el mal de aquel hombre dijo que había tragado sanguijuelas que eran las causantes del mal. Que solo tuvo que ver la defecación para saber lo que era.

 

     Todos en casa de mis padres, le teníamos un gran respeto y cariño, nos dábamos cuenta que no era una persona corriente, sino que tenía ese algo que le ponía en el pedestal de la fama en el que le colocaban los demás.

     Su gran figura, su gran tamaño físico, dos metros de altura,  impropio de su época, imponía ya de por si, pero era bondadoso y muy amable con todos.

     Recuerdo mirar hacia arriba y no encontrar casi su nívea cabeza, todo era sotana negra, solo el alzacuellos emergía por su blancura. No digamos cuando se ponía el manteo y el bonete, que sin embargo nunca me llegó a producir miedo. Lo veíamos como lo más natural.       

     Al cabo del tiempo descubrí lo que hasta entonces sólo había intuido, no podía ver las injusticias, sobre todo, con los menos dotados o menos preparados. No le importaba tanto lo que era hacia él personalmente, pero si cuando era abuso a otras personas.

     Después de revisar papeles, de estudiar algunos de sus escritos y viendo como otras personas hablan de él, me he dado cuenta de la importancia de una vida que al mismo tiempo, ha estado al servicio de DIOS y de los hombres. Fueron numerosas las vocaciones surgidas desde su apostolado. He conocido personalmente a cuatro primos que cuando era niña, ellos estudiaban la carrera del sacerdocio, D. Benigno, D. Julio, D. Jaime y D. Pedro. Fue sin lugar a dudas una buena fuente.

 

     He visitado estos días de finales de Junio Casar de Cáceres y he tenido la alegría de saludar a Dª Demetria Tovar Prieto, antigua vecina de mi tío-abuelo, de noventa y un años de edad que nos ha relatado bastantes cosas. Comenta que era una persona fuera de serie, muy respetado y querido por todos. Su hija Mª Carmen también nos cuenta cosas Dice que estos días la gente hablaba del Sr. Cura, se comentaba que este tiempo tan extraño que hacia lo predijo ya él, que existirán cambios climatologicos como así está sucediendo.

     Dª Felisa Tovar trae al recuerdo la fiesta de Pentecostés, su madre comentaba que nadie hablaba del ESPIRITU SANTO de una forma tan elevada como él.

     Comentándole esto a Don Fausto Iglesia, el Sr. Archivero del Palacio Episcopal de Cáceres, ha quedado que si entre los papeles de mi tío-abuelo saliera algo sobre esta «homilía me la haría llegar. Para mi seria importantisimo en este año dedicado al ESPIRITU SANTO.

     Otra de las cosas que cuentan de él, es que cuando había tormenta, se subía a la Torre de la Iglesia para ver y estudiar éstos fenómenos atmosféricos.

     En cuanto a los estudios, era autodidacta, se preparaba en aquello que le era útil. Aprendió francés como otras muchas cosas. 

 

 

Biografía

 

     En el Obispado de Cáceres y en su Archivo se encuentra el Libro 6 de Nacimientos y Bautizos de la Parroquia del Apostol Santiago de la Ciudad de Coria, Provincia de Cáceres, inscrito el bautismo de un niño el 30 de Noviembre de 1859, al que se le da el nombre de Saturnino, hijo de Lucio Martín y de Juana Moreno donde se manifiesta que ha nacido en Coria el 29 del citado mes de Noviembre y año 1859. Que es hijo legítimo. Que sus abuelos paternos eran Eugenio Martín, ya difunto y Ángela Gallego naturales y vecinos de Coria. Abuelos maternos, Alonso Moreno, ya difunto natural de Coria y Ramona Martín natural de Morcillo.

     Son los padrinos del niño Casiano Suarez y su mujer Justa Peña vecinos así mismo de Coria.

     Cura Ecónomo: Antonio Iglesias.

 

     Con estos datos da comienzo una vida, una vida que va a estar marcada por una entrega a Dios y a los hombres.

     Desde su vocación sacerdotal se va a convertir en el representante de los hombres ante Dios, fue sencillo y vivió en ese lugar consciente de su tarea, cumpliéndola con gran celo.

     Cuando él nació no había Juzgados para inscribir los nacimientos y ese menester lo asumía la Iglesia.

     No se cosas de su niñez. Sé que tuvo un tío sacerdote, D.Tomás Moreno Martín que debió ser quien le animara para ir al Seminario.

     Debió estar en el Seminario de Coria entre los años 18.. y 1882.

     Cantó Misa el día 10 de Enero de 1883 en Coria, en la Iglesia Parroquial del Apostol Santiago siendo Bachiller en Sagrada Teología.

     Por fortuna guardamos un impreso de la invitación de su 1ª Misa de la que adjunto fotocopia.

     Según he podido enterarme estuvo de sacerdote en Calzadilla hasta su nombramiento como Párroco de Casar de Cáceres. debió simultanear sus estudios de licenciatura en Sagrada Teología.

     En el Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Coria de fecha 8 de Marzo de 1892 vienen los nombramientos de la provisión de Curatos de la Secretaría de Cámara del Obispado.

           Circular.

     En virtud de las propuestas elevadas al Regio Patronato por nuestro Excmo. e Ilmo. Prelado para proveer a curatos vacantes en esta Diócesis, por el Ministerio de Gracia y Justicia se ha comunicado de Real Orden a S.E.Ilma., que S.M. el Rey (que Dios guarde), y en su nombre S.M. la Reina Regente del Reino, se ha servido hacer los nombramientos siguientes:

           Para los Curatos de Término.

     Hay tres nombramientos y el cuarto «de la Asunción de Casar de Cáceres a D.Saturnino Martín Moreno» y después hay seis más.

     Acaba el escrito: Lo que de Orden de S.E.Ilma. se publica en éste Boletín para conocimiento y satisfacción de los interesados; previniéndoles de la misma orden que en el término de quince días a contar desde la fecha, manifiesten en esta Secretaría de Cámara si aceptan o no el Curato, para que han sido nombrados, expresando a la vez si les conviene que por éste mismo Centro se les obtenga la real Cédula de su nombramiento, cuyos derechos e importe de agencia se adelantará por esta Secretaría.

          Coria 7 de Marzo de 1892. Dr.Juan Cisneros, Canónigo               Secretario.

                      D.Luis Felipe Ortiz y Gutiérrez

                      Obispo de Coria.

          Papa en 1892: León XIII.

 

     La toma de posesión de la Parroquia de la Asunción de Casar de Cáceres por parte de mi tío-abuelo se llevó a cabo el 9 de mayo de 1892.

     El primer bautizo que realizó figura en el libro 27, Folio 113 y vuelto nº del bautismo el 88 con fecha 25 de mayo de 1892.

     Se bautiza a un niño al que se le pone el nombre de Santiago Mauricio, hijo de Juan de la Iglesia y Abdona.

     Firma como cura párroco: Saturnino Martín Moreno.

     La primera boda la hace el día   de   

     Así mismo el primer enterramiento se realiza el  de Junio de 1892. Libro nº 13 de Defunciones, Folio 105 y vuelto siendo el difunto Nicolás Moreno Colo.

 

     Hace un reglamento del Cementerio de los Santos Mártires de la Parroquia de Casar de Cáceres, San Fabián y San Sebastián.

     En el capítulo I indica su pertenencia, su carácter. Propiedad de la Iglesia «Santa María de la Asunción».

               Casar de Cáceres 10 de Noviembre de 1908

                     El Párroco

                     Lic. Saturnino Martín Moreno

               Siendo Obispo de Coria D.Ramón Peris Mancheta.

 

     La primera Santa Pastoral Visita se realiza con fecha 24 de Octubre de 1894. Se declaró abierta ese día a las 7 de la tarde por el Ilustrisimo Sr.D.Ramón Peris y Mancheta Obispo de Coria a quien acompañaba el Sr.Secretario de Cámara que lo era también de visita y del Canónigo D.Juan Cisneros representando el Cabildo Catedral.

     Habían acudido a las afueras de la población las autoridades religiosas y civiles y pueblo en masa observando al efecto las prescripciones litúrgicas.

     El Párroco es el Licenciado D.Saturnino Martín Moreno y los coadjutores D. Marceliano Díaz y D. Críspulo Andrada Pozo.

     Hay cinco mil almas, en las cuales hay mil de Comunión y dos mil cumpliendo con el precepto Pascual.

     Hay establecidas las Cofradías y Asociaciones de Hijas de María, Apostolado de la Oración, Conferencias de San Vicente de Paúl, de ambos sexos, la Corte de María, Vera Cruz, Animas, y San José.

     La fábrica del Templo está bien pero hay necesidad de un repaso en los tejados.

 

     Capillas públicas las hay de los Santos Fabián y Sebastián, la de la Soledad, la de Santiago, la de San Bartolomé, la de la Encarnación, la de la Virgen del Prado y la del Hospital.

     Item que en la administración del Sacramento de la Penitencia, se use la estola morada.

         Item que se ensanchen las ventanas de la Sacristía y Baptisterio, y que en este se coloque un cuadro del Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo y se sustituya la puerta de madera de entrada a dicho Baptisterio con una verja de Hierro.

         Item no permita bajo ningún concepto el señor Cura Párroco, se claven puntas en los Retablos de las Capillas.

         Item retire los cuadros de papel. Que con la prudencia que le caracteriza retire las imágenes que no sean dignas de veneración, así como las flores artificiales con las que adornan el Sagrario y Custodia del sacramento.

         Pide fomenten la devoción a Jesús Sacramentado y Comunión frecuente; que el señor párroco tenga una intervención directa en las Cofradías y Asociaciones, debiendo redactar proyecto de Reglamento de Mayordomias que presentara para su aprobación.

         Esta Acta y Mandamiento fue leída al Sr. Cura Párroco y los Sres. Coadjutores en la Casa Rectoral donde tan dignamente se ha hospedado S.S.I. de que Certifico + Ramón, Obispo de Coria.

 

Nota.-  En la esquina inferior izda. hay un sello del Obispado de Coria y en la esquina inferior dcha. se encuentra algo escrito y firmado de forma ilegible.                                   

 

     Un acontecimiento importante en su vida, fue la llegada a la casa rectoral de su sobrino Tomás, hijo mayor de su hermano Silvestre. Niño de tan solo cuatro años de edad, era el año 1895.       Le llevaron a la Iglesia al niño y le enseñaron el Santo Cristo de la Ventana y Tomás lo miró por espacio de un tiempo marchandose solo a la casa cural donde dibujó al Señor como él lo vio ante el asombro de todos, porque la virtud de aquella Imagen   era que amedrentaba a los niños, raro era el que no lloraba ante El. Tomás fue una rareza. Paseaba el tío Saturnino orgulloso con el dibujo del niño enseñándolo por el pueblo. Con el tiempo, su sobrino pintó el paño de la Verónica con el rostro de Jesús

     Debió ser muy estricto en la educación del sobrino y le haría estudiar bastante porque puedo aseguraros que Tomás, mi padre, fue un estudioso empedernido de Extremadura, se quedó siempre en ella para estar cerca de su tío y seguir sus investigaciones de la tierra que le vio nacer.

    

     Se preocupó D. Saturnino que la Parroquia tuviera libros y fue creando una biblioteca, esto facilitó a los jóvenes su preparación

 

     Otra de las Santas Visitas Pastorales, la de 1900, nos recuerda como el Sr. Obispo, Ramón Peris y Mencheta, manda que se cumpla lo mandado en el Sínodo respecto a las Catequesis.

     También pide que el Párroco de orden que en los Purificadores se borde una cruz según se previene en los sinodales.

 

     En 1925 otro Sr. Obispo, D. Pedro Segura y Sáenz le anima a que llegue la gente del pueblo a la Iglesia a través de las distintas Asociaciones, Cofradías etc. y así mismo piensa que para paliar la ignorancia de la gente se debe incidir en la Catequesis de niños y adultos.

 

     Van pasando los años y Tomás se marcha a estudiar el Bachillerato a Cáceres, estando de pupilo en casa del capellán de la Cárcel, amigo de mi tío Saturnino. Las notas son muy buenas y por ello se marcha posteriormente a Madrid para empezar la Carrera de Ciencias Exactas. También cumple el Servicio Militar.

 

     Coria el año 1913, el 10 de Septiembre en concreto cuando escribe el tío Saturnino a su sobrino y le pide se encargue de conseguir una certificación de estar excluido por completo del Servicio Militar, un joven llamado Pedro Nolasco Roldán Gutiérrez, para en cuanto lo tenga proceder a su matrimonio. Aprovecha para pedirle le justifique gastos que realiza en Madrid en sus estudios.

 

     Le pide en carta de 30 de Octubre de 1913 que le envié los nombres, apellidos y direcciones de los Profesores así como sus ideas religiosas.

     De la fiesta del Ramo le dice le enviará cosas apetecibles como rosquillas, perrunillas y otras vituallas.

 

     Con fecha 31 de Octubre de 1913, contesta el tío Saturnino a su sobrino. Que tienes mucho trabajo ya lo sabia yo. Pero ese es nuestro patrimonio: trabajar y trabajar con tanta fe y entusiasmo, como intensidad para ser mañana, si puede ser, un Newton o un Huygenz, un hombre en fin de esos que son el orgullo más legítimo de su familia y de la raza humana, no menos que de su patria.

     Si a tanto no pudieras llegar, quédate en más bajo escalón pero alto siempre, si no el más elevado; tu patria, tu tío tu madre y tus hermanos tienen derecho a pedir esto de ti ya que para llegar a ese resultado no te escasean ni escatiman los medios dentro de la pobreza de que disponemos.

 

     10 de Enero de 1914. Querido sobrino visto el gasto de la casa por la obra que ha habido que hacer, se me impone como necesidad perentoria e imprescindible poner coto y remedio en los gastos.

     Por tanto te íntimo que en los tuyos moderes todo lo posible y que procures acostumbrarte al rancho para que lo comas, cuando menos, la vez que menos te disguste y que prescindas de salir a dormir fuera del Cuartel aunque tengas permiso.

 

     24 de Abril de 1914. Querido Tomás: Con Ramón se te manda algo de cecina, y él te entregará una peseta que manda la mujer de Apolinar, la ha traído para ti.

     Si puedes proporcionate por ahí pintando, escribiendo artículos para periódicos, enseñando, o de cualquier otra manera para tus gastos pequeños, yo haré un esfuerzo y te enviaré cinco reales diarios.

     La Sra. Manuela Domínguez acaba de entregarme otra peseta para ti. Ponle una cartita dándole las gracias, que bien acreedora es a tu gratitud con este obsequio que te hace.

 

     30 de Mayo de 1914. Querido Sobrino: Hace días gentes venidas de San Isidro han dicho que te has examinado; yo aun no lo se de cierto, porque no lo se por ti.

     ¿Que hay?, ¿te has examinado?, ¿que día?, ¿y si es así, has salido bien?, ¿con que nota aprobaste si has aprobado? Contesta sin falta a vuelta de correos. Tu tío.

 

     31 de Mayo de 1914. Querido sobrino: Con el dador Cristino (apellido ilegible) a quien en lo que te sea posible acompañarás y ayudarás en lo que le lleve a esa, te envío treinta pesetas, por el mes de junio y para que le puedas convidar a Cristino.

     Con esta misma fecha le encarga le compre para que se las lleve Cristino camisetas de verano para lo que le enviad las medidas. Ancho 40, largo 77, y mangas 90 con puños.

     Como puede observarse casi cada día tiene encargos que realizar para su tío.

 

     30 de Septiembre de 1914. Es una desgracia, mañana serás un mediano doctor, porque no habrá quien se haga cargo de la circunstancia en que has hecho la carrera; solo se tío las notas malas y medianas, no el cuartel.

     Pagaré con gusto mayor pupilaje y haré otros dispendios para que vistas y calces, con tal de que tengas tus tiempos de estudio y clase perfectamente libre del servicio del cuartel.

 

     3 de Octubre de 1914. Querido sobrino: Acabo de recibir tu carta de ayer, que contesto.

     Quiero que te pongas del todo a pupilo, noche y día en casa de D. Clemente y que dejes el cuartel y la oficina; ¿Como? Eso tu verás; si no lo puedes conseguir todo, consigue algo; ¿que es eso del pase? Si este te proporciona la asistencia a clase y horas de estudio, venga el pase. ¿No podrías pedir licencia por 40 días y prorrogarla luego por otros 40? Te quedarías en Madrid y ya tenías casi tres meses de asitencia;después ya veríamos.

     Compra los libros de segunda mano, si los encuentras; sino los hallares, comprarlos nuevos.

 

     21 de Noviembre de 1914. Querido sobrino:…Para evitar esa vejación de la Instrucción, pones una solicitud al ministro,…

     Puede ser así:

     Excmo. Sr. Ministro de la Guerra.

     Tomás Martín Gil soldado, …(lo que sea) Ante Vd. con el debido respeto expone:

     Que es estudiante del tercer año de Ciencias, Sección de Ciencias Exactas y que a consecuencia del Servicio Militar del cual por pobreza no puede excusarse en la forma legal actual,está realizando su carrera con grandisimo trabajo, y a costa del lucimiento que pudiese tal vez haber tenido en esa desgraciada circunstancia, viéndose además obligado a dejar asignaturas para los exámenes extraordinarios, todo lo cual se traduce en pérdidas morales y materiales.  

     Como si esto no bastara, ahora después de no poder estudiar de noche en el cuartel, y tener cuatro horas diarias de oficina en el Ministerio, el Sr. Coronel me obliga a asistir a los actos de instrucción que quiere que realice el Regimiento por las tardes, con lo cual me quita el único tiempo que tenía para dedicarme al estudio y continuar mi carrera.

     Suplico a V.S.: primero, que me exima de asistir a esos actos de instrucción, segundo que me facilite para dormir fuera del cuartel.

     Gracias que no dudo obtener.

 

     Como podemos ver por las cartas del tío, su preocupación por el sobrino es bastante, a la menor cosa le escribe y no solo le pide le haga encargos sino que se interesa vivamente por sus estudios.

     Ha pasado casi un año y ya en 1915, concretamente el 19 de Octubre, el sobrino le escribe en estos términos:

     Mi querido tío: Muy verdad lo que Vd. me dice en la suya. Yo también encuentro elevados los gastos en cuestión mas han sido indispensables y por lo tanto no he podido menos de hacerlos. Esto en cuanto a la cantidad en si misma.

     No hay porqué comprar el Hoüel ni el Rubini porque además de estar agotados y por lo tanto tenerlos que pedir al extranjero siendo caros los hay en la Biblioteca Nacional donde pienso acudir a medida que los necesite pues ayer lo hice y me resultó bien aparte de que yo además del Duhanue tengo el Sturm y Batuecas me prestará el Pascal que es un libro muy moderno y creo yo ha de tener muchas cosas de las que el programa exige.

     Casarrubias creo yo que se ha excedido en el precio…lo del notable le habrá decidido a poner las 15 en lugar de las 10 que yo creí siempre que me llevaría.

     Ya me fijé en que la casa que Vd. me decía era la de don Román del Campo y a esa fui a preguntar lo de las chapas de zinc y galvanizado…

         Tengo muy poco tiempo para estas cosas por lo que le diré. Me levanto a las 7. Estudio la Mecánica hasta las 10 que voy a clase, de 10 a 1 tengo que estar en la Universidad. Cuatro días a la semana tengo que ir a clase de 3.30 a 5 (Complementos); luego después de comer hasta esa hora es tiempo que necesito para estudiar. En esa clase suele poner el profesor de 6 a 7 problemas diarios para hacer en casa y casi todos complicados para mi que no estoy muy fuerte, por falta de practica en calculo de integrales. Por tanto en una vuelta que de las 5 a las 7 doy es en la que puedo hacer sus encargos y ayer perdí el tiempo pues fui a una de las fabricas y no saqué nada en limpio. Hoy iré alguna de las que están mas cerca. Desde las 7 a las 8 estudio astronomía, ceno, estudio algo de lo que mas me hace falta y a las 11 me acuesto.

         Los Domingos iré después de Misa a la Biblioteca a copiar el Hoüel y el Rubini y por la tarde saldré con Batuecas pues me conviene por ser un chico que me aprecia, estudia mucho y estar hecho un hombre de ciencia que será profesor en cuanto menos se piense. Así quizás me indique algo, me oriente, me procure relaciones etc…

         Los lunes por la mañana no hay clase ¿Pero y los ejercicios de cálculo que haya acumulado? (para el próximo 18). Excusado será el decir a Vd que se lleva toda la mañana y algo mas si hubiese.

         Por tanto yo rogaría a Vd tenga todo esto en cuenta para disculpar mis faltas en hacer con puntualidad sus encargos. El Sr. Castizo tiene la costumbre de llamar para salir a la pizarra a los que están preparados y es necesario por tanto levantarse todos los días o la mayor parte de ellos .

         Yo le prometo poner toda mi buena voluntad al servicio de mi inteligencia para reducir gastos y sacar todo el provecho posible de mis estudios.

         Sin mas por hoy reciba Vd un abrazo de su sobrino que le quiere de corazón   Tomás.»

 

         Esta carta del sobrino nos deja entrever como es esa relación entre los dos, en ambos casos prevalecía en ellos la nobleza, el respeto y sobre todo el cariño.

         Una vez acabada su carrera de ciencias, en su rama de Exactas, y acabado su Servicio militar, el sobrino vuelve al Casar de Cáceres y como profesor va a Almendralejo y luego a trujillo a la calle Zurradores, así dice una tarjeta que participan su boda a los amigos.

         La Boda se celebra en la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista y la oficia mi tío Saturnino autorizado por el Sr. cura Párroco D. Fernando Jiménez, era el 14 de Diciembre del 1918.

 

         Su vida en la Parroquia fue fecunda y creativa, respetando y fomentando las tradiciones arcaicas como la Fiesta Mayor del  lugar llamada el «Ramo», de la que escribe por el año 1943 Tomas Martín Gil sobrino de Don Saturnino lo que el dio en llamar «Motivos Extremeños» y nos cuenta con su ágil pluma si no se inspiraría el famosísimo D. Miguel de Cervante en esta fiesta cuando describe las Bodas de Camacho en el segundo toma de la historia del Ingenioso Hidalgo, en el capitulo XX, donde podremos leer que se colgaban de los árboles «…liebres sin pellejo, gallinas sin plumas…» Mas adelante describe las llamadas «frutas de sartén». No nos cabe duda que D. Miguel de Cervantes era muy devoto de Nuestra Señora de Guadalupe, que visitó Extremadura he hizo la preciosa novelita extremeña que nos cuenta en el Persiles.

         Estoy completamente de acuerdo con mi padre, D. Tomás Martín Gil al afirmar que no salo quedan en los pueblos españoles los monumentos y ruinas de piedra en sus edificios; documentos apolillados y de enrevesada lectura, en sus archivos. Quedan aún rezagadas en las costumbres muchas reminiscencias de las viejas edades. Todo en si tiene una lectura que sirve para demostrarnos la antigüedad de todo ello.

         El «Ramo» en si es más o menos así, sigo escribiendo sobre lo que mi padre decía: «La cofradía es la de Animas y la fiesta se celebra el ultimo domingo de Agosto o el primero de Septiembre.

         Los preparativos son sencillos. Fijada la fecha del «Ramo» se pasa invitación a las autoridades, eclesiásticas y civiles, así como a las familias y amigos del mayordomo y diputados de la cofradía. Un par de días antes comienza en la gran cocina de campana y en el corral de la amplia casa labradora, la confección de platos. Otros vendría de regalo, ofrenda hecha por los devotos a las Benditas Animas…Poco a poco tío allí surgir, y no por encanto, la parda tarta borracha, de fino bizcocho, que luego de cocida será mojada en almíbar y recubierta de canela; las rosquillas de alfajóc, rellenas de miel; perrunillas, los rizos y coquillos, bien doraditos en el mejor aceite y luego bañados en miel y espolvoreados con azúcar molida, al igual que las floretas y las clásicas roscas llamadas de <<muerte en dulce>>; el morisco escabeche de tencas, con el sabroso caldo azafranado; los pollos blancos o asados; los conejos en salsa…

         El carro de mulas del mayordomo irá por la tarde del sábado al monte y traerá cuatro robustos y altos ramos de encina, verdaderos árboles, que serán clavados ante la puerta de la casa, con el fin de dar apacible sombra a la mesa y servir de soporte a ofrendas diversas: jamones, lomos entelados, chorizo de la cuerna, gallinas sin desplumar, palomas, etc.

     Se coloca una ancha mesa bajo las encinas, se acota el espacio, entre ellas comprendido, con las barrocas, pesadas y útiles bancas casareñas. Y, al llegar cierta hora de la tarde, luego de terminar las vísperas y el rosario en la Parroquia, se congregan y sientan ante la mesa, ya lindamente aderezada, las autoridades y la cofradía. Presiden el párroco, el alcalde y el mayordomo. Asiste en este acto, bien el animero, si lo hay, o, en su defecto, el voz pública. Por cierto, que el arte y la buena disposición de la mayordoma y diputadas se sumarán para hacer de la mesa un magnifico bodegón, o naturaleza muerta.

     Rodeados de un abigarrado y numeroso público, comienza la subasta. Compran todas las cosas y se las comen en pandilla.

 

     La cofradía de ánimas, sale desde el día de Año Nuevo hasta Reyes. Van el mayordomo y cuatro diputados con capas antiguas por la noche y van de casa en casa tocando campanillas. Al llegar a las casas cantan: Las ánimas de esta casa quien las pudiera llevar volando como palomas a la corte celestial.

     O también: Las cuentas de tu rosario son balas de artillería que tiembla todo el infierno al decir Ave María.

     Luego los obsequian con ricas viandas y bebidas y en una cesta  que llevan les echan dinero.

     El día de Reyes se acaba haciendo la visita a la casa del mayordomo donde también se toma refresco y se cuenta lo conseguido esos días que han salido por las casas.

     Un domingo de Mayo y otro de Noviembre hacen fiesta por las ánimas. Marca la Cofradía para el año entrante. A los sacerdotes le llevan una bandeja de roscas de pan.

 

     Las anécdotas en su vida de párroco en Casar de Cáceres las hay y valgan como muestra algunas cosas que él mismo nos contaba.

     Cierto día se presentaron en su casa un hombre y una mujer, húngaros, cuya apariencia era lamentable y a él le dio miedo que fueran a robar o a pedir pero ante el mayor de sus asombros lo que hicieron fue darle una limosna, desde entonces siempre decía que las apariencias engañan.

         Cuando hacia los sermones en la Misa los hombres se salían y un día mandó al sacristán a que cerrara para que no pudieran entrar hasta que el les mando aviso. Desde entonces no volvieron a salirse.

         En la Iglesia Parroquial de la Asunción y en la capilla del Santisimo, llamada de D. Rodrigo Pérez, Arcediano de la Ciudad de los Reyes de Perú, hay en su parte izquierda una placa de mármol conmemorativo del homenaje que le hace el pueblo de Casar de Cáceres con motivo de cumplirse los 50 años como Párroco en este pueblo.

                   El pueblo de Casar de Cáceres a su venerable Párroco

                   D. Saturnino Martín Moreno en el aniversario de la

                   toma de posesión de esta Parroquia en prueba de

                   agradecimiento afecto y respeto.

Casar de Cáceres 9 – V – 1942

         Recuerdo perfectamente este día 9 de Mayo de 1942 en que el pueblo le hacia un homenaje a mi tío-abuelo. El día amaneció para todos pronto porque nos teníamos que ir al Casar para acompañarlo y como éramos muchos, pues nos fuimos preparando todos y llenos de entusiasmo salíamos camino del Casar.

         Nada mas llegar allí, el ambiente festivo nos emocionó sabiendo que todo era por nuestro tío. Entramos en la casa y todo relucía y había bastante gente preparando la comida que se iba a servir allí mismo, varias mesas, los mejores manteles y bonita vajilla y las servilletas eran tan grandes que me pusieron una a la hora de la comida, situando un pico sobre el escote del vestido, otros dos en la cintura, hacia atrás, el otro pico tapaba parte de la falda del vestido. El vestido era marrón, tono medio, no era claro, pero tampoco oscuro, era lo propio para la fiesta a que asistimos .

         La Iglesia, estaba igualmente brillante y ya lucia la placa conmemorativa del homenaje.

         Cuando llegó el Señor Obispo, Monseñor Fray Francisco Barbado Viejo con su familiar que creo era Don Avelino Pérez , fuimos hacia la Iglesia para oír la Santa Misa y de ese momento me queda el recuerdo de ir mi tío apoyado sobre el hombro de Don Avelino, a su lado el Señor Obispo y los cuadjutores, uno era Don Saturnino el Pequeño. Al llamarse los dos Saturnino el pueblo en su sabiduría llana y sencilla les decía; Don Saturnino el Mayor y Don Saturnino el Pequeño.

         Todo el tiempo lo pasamos de emoción en emoción que duró hasta bien tarde. Como el coche que nos llevaría a Cáceres tuvo que llevar a otras personas con las que había un compromiso, nuestra familia hicimos el regreso a casa en un carro, en el del Sr. Domingo Rey, amigo de mi padre. Acoplaron algunas sillas, para que se sentara mi madre y luego mi padre y alguna de mis hermanas mayores y los demás nos acoplamos como pudimos. Es cerca, pero tardamos bastante en recorrer el trayecto. Cierto que aunque estábamos cansados no dejábamos de cantar y de reír por nada, comentamos muchas cosas del día pero algo que nos impactó es que el Señor Obispo, sentado en el sillón de mi tío, puso en un par de dedos de mi hermana la pequeña, 4 años, el anillo pastoral y la hizo que nos lo diera a besar a todos los hermanos.

     Cuando el carro salía de Casar de Cáceres nos acompañaron un buen trecho los amigos de mi hermana Pepi, a quienes animó el hermano de mi padre José, para que dieran la vuelta  porque empezaban a alejarse del pueblo

 

     Con solo 5 años de edad se llevó el tío a Casar de  Cáceres a mi hermana Marina Julia y vivió allí con él bastantes años hasta que por razones de salud se tuvo que volver a casa. Vivió una experiencia fuerte porque ella sufría por no estar con sus padres y hermanos. Visto desde la óptica de hermanos nosotros pensábamos que ella se lo estaba pasando muy bien y podríamos incluso quejarnos que Julia tenía muchas cosas, juguetes por ejemplo. Nosotros como éramos seis en casa acababan los juguetes   por romperse y ella tenía siempre todo nuevo. La educación hacia ella fue mas estricta que la nuestra y le guardaban todo y solo era una niña. Creo que debió haber situaciones en las que ella nos envidiara porque entre todos nos lo pasábamos muy bien y nosotros a ella pensando que en la forma en que vivía era feliz, para nosotros era la elegida, la de la suerte. La lástima es que era de carácter apocado. A mi me llevaban con el tío pero era tan contestataria y llorona que al día siguiente me llevaban a casa otra vez. Me quedaba dormida llorando y a gritos llamaba a mi madre. ¡Cuanto debí hacer sufrir a mi hermana Julia! porque si yo me hubiera quedado allí, ella podría haber vuelto a casa y estudiar al mismo tiempo que disfrutaba de sus padres y hermanos. No es extraño que mi padre no se diera cuenta de la situación porque él mismo desde los cuatro años vivió allí con su tío, entonces creo que eso lo encontraba hasta natural, pero a mi madre se le notaba la pena escondida en su corazón. El resto de sus hijos con ser muchos, no le borrábamos la falta de esa niña que era además la más obediente y dulce, la que se parecía a ella.                

                               

     Se ha desgranado el rosario de una vida y ha sido fecunda, austera, humilde, paciente. Me ha gustado ahondar en los recuerdos pero sobre todo en los escritos, en los testimonios, porque hasta hace cinco o seis años no sabia yo que a mi tío le apodaban «el sabio». Fue otro sacerdote el que me lo dijo y yo tuve que reconocer que llevaba razón.

 

     A medida que iba envejeciendo fue perdiendo la vista y teníamos que leerle y escribir las cosas, porque ya no podía, y hay una persona que le ayudó mucho en este sentido, D. Félix Sánchez Domínguez, sacerdote, fue además quien le administró los últimos Sacramentos muriendo el día 12 de Mayo de 1949.

     Fue enterrado en el cementerio local en una sepultura, segunda en cuanto a la altura, en la pared, en un nicho. Figura encima de la lápida el número 18 y luego hay en la parte izquierda inferior: Póliza número 1. Es que él compró su tumba al hacerse el Cementerio.La inscripción es la siguiente:

     Don Saturnino Martín Moreno, Sacerdote,

  fue cura Párroco de Casar de Cáceres. Falle-

  ció el 12-V-1949, a los 89 años de edad y

  57 de Párroco.

     Para su familia él aún vive y hablamos de él sobre todo cuando queremos recordar lo que cada uno puede contar, sus recuerdos más entrañables.

 

     Cada vez que visitaba Casar de Cáceres me enseñaba a hacer solitarios con las cartas y cuando le parecía me tiraba el bonete sobre la mesa y las cartas descolocadas caían en tropel al suelo y acababa teniendo que recogerlas.

     Me solía llamar Pitonisa (Hechicera) yo no sabia lo que aquello quería decir pero por su tono me gustaba oirselo.

     Un día, ya después de estar ciego, me quedó asombrada cuando me pidió, en la segunda estantería, en el estante tercero y por la derecha coge el tomo segundo de…(no recuerdo el título) y me lees, en la página 9 los renglones del 10 al 15, bueno, mejor será que escuches para ver si pone lo que te voy a decir. Me relataba aquello del libro sin perder ni una sola letra. En otras ocasiones había que repetirle las cosas y las memorizaba para cuando luego nos indicaba algún trabajo que había que hacerle.

     Dos años antes que él, murió su sobrino Tomás y esto le sumió en una gran pena, había que animarle, nosotros que estábamos transidos de dolor teníamos que sobreponernos y hacer lo posible para que no se apoderase de él la tristeza.

 

Su obra

 

     Quizá sea ostentoso decir «su obra» cuando solo quiero traer al recuerdo una que ya nombré al principio de esta comunicación. Eso si creo que es lo suficientemente importante para considerarla con un poco de detenimiento y se podrá ver la capacidad de su autor.

         Pronostico distintas cosas que luego se han hecho realidad.

         Ofreció su trabajo con la siguiente dedicatoria. «Al Eminentísimo Señor Cardenal Arzobispo de Toledo Dr. D. Pedro Segura Sáenz. En testimonio de gratitud y acendrado cariño dedica este pequeño opúsculo.

                                               El autor.»

 

         Primera parte

         El Sol, por su luz y calor, es la fuente de toda energía mecánica en la Tierra.

        

                  La luz, a su vez, debe ser considerada y estudiada también como fuente posible y directa de electricidad y magnetismo, y, como estos agentes, y por su intermedio de energía mecánica.

         La primera parte ha sido introducida como consecuencia de una observación hecha por mi sobrino Don tomas Martín Gil; no es hipotética, sino absolutamente cierta y exacta.

         La segunda es el verdadero y principal tema, no así; contiene una idea que debe sujetarse a la experiencia para comprobarla, y es la idea, que yo trato de traducir a la realidad.»

         Su tema lo comienza así:

     Soy de todos los miembros de esta asamblea el menos autorizado para hablar en público el lenguaje científico.

     Y hablaré, porque bullen en mi cerebro ideas, que no valdrán tal vez para nada; pero si algo fueren y para algo valieren, no quiero que se me pudran en el alma o en el cuerpo, y me ha entrado comezón de comunicarlas al mundo.

 

     El tema:

     La luz es fuerza; la luz es poder; la luz es potencia.

     En este Ateneo se ha hecho un gran elogio a eminentes sabios sobre el valor de la fuerza para desarrollar las múltiples y variadísimas artes de la fotografía en colores vitrificados.

     Mas lejos iría, si os recordase la fuerza del viento, hija de las isobaras, nieta del sol, por ende, verdadero Eolo, que los trae y los lleva por donde se le antoja. Todo debido a su calor.

     Contemplad los terribles ciclones, los espantables huracanes… Débiles cañas son los árboles más robustos…cabañas las casas más suntuosas.

     Los saltos de agua. También es esta fuerza hija del calor del sol.

     i la potencia dinámica de los vientos es fuerte y a menudo violentísima, las de los ríos, arroyos, manantiales, cascadas, cataratas, no le cede en vigor porque además de enorme, es continua.

     El salto de agua que por su altura en los acantilados de la sierra, a pesar de su poco caudal desarrolla grande energía, y os haréis cargo de la potencia hidráulica.

     Pues bien; toda esta energía viene del sol, que con su calor evapora el agua de los mares, levanta las nubes, engendra los manantiales, los ríos los arroyos, los cuales, en incesante circulación, regresan otra vez al mar…que no redonda; ad locun unde exeunt flumina, revertuntur ut iterum fluant. Eclesiastés 1, 7.

     Traducido es: Todos los ríos van al mar y el mar nunca se llena; al lugar donde los ríos van, allá vuelven a fluir. (Biblia de Jerusalén)

     El sol es padre de esta potencia.

     Si hiciésemos que éste se vaya enfriando… que de siglo en siglo se acentúe su tinte algo melancólico y un tanto cadavérico… dejemos que poco a poco, por la falta, siempre creciente, de calor y luz, vayan languideciendo las plantas; si hacemos que los mares vayan produciendo cada vez menos vapores, y escaseen las lluvias… y no se receben las fuentes como es debido, y no se desarrolle el verdor de la vegetación… todo irá muriendo poco a poco; el hombre y los animales desaparecerán… se helará el mar y acabará en la tierra  todo signo de vida, todo movimiento, toda energía.

     Por último, todo se abrillanta con la consideración de esa cantidad de fuerza almacenada en estado potencial entre los estratos del terreno carbonífero, constituyendo ella muchos de esos estratos en forma de hulla, de la cual solo una parte muy pequeña ha estado al alcance  del hombre, y continua estando en cantidad cada vez menor, se teme su agotamiento, y se buscan los saltos de agua y las fuerzas del viento en vista de las exigencias de día a día crecientes de la industria. Ya veremos que esta potencia es debida, no al calor del sol, sino a su luz.

    

     En nuestra patria el silurio ocupa grandes extensiones de terreno, y sobre todo en Extremadura alta; pues su tercio o cuarto inferior, llamado en Inglaterra «piso de Llandeilo», que fue separado de él por el gran geólogo inglés Lyell con el nombre de «cambrio», va desde las estribaciones de la montaña hacia el Norte, y forma todos los terrenos de Casar de Cáceres, a la derecha de una línea irregular y tortuosa, que pasa por el mismo pueblo, separatoria de las sienitas y granitos cristalinos que corren por la izquierda de la misma.

 

     En ninguna de las pizarras cámbricas de esos terrenos he logrado encontrar fósiles.

     Corre más adelante esta inmensa faja, y dejando a un lado la sierra de Cañaveral, con sus macizos graníticos, flanqueados de algunas cuarcitas y de esta misma pizarra, se presenta en los cuestos de Cepeda y Mínguez entre Portage, Torrejoncillo y Coria; reaparece en Calzadilla y Casas de Don Gómez, dejando atrás  el terreno diluvial y de los terraplenes de Coria y su vega de formación lacustre, para reaparecer sus potentes estratos en las primeras estribaciones de la sierra de Gata.

     …………………………………………………

     Por espacio de más de un siglo, han marchado, en virtud de la energía del sol, todas nuestras escuadras militares, todos nuestros buques mercantes, todos nuestros ferrocarriles, y han funcionado todas o casi todas nuestras máquinas industriales. Toda esa energía ha salido del Sol, de su luz.

     Resulta que durante la función vital de los vegetales, de absorber y descomponer el ácido carbónico, se fija carbono en ellos, y de esta manera la luz del sol creó esos inmensos almacenes de energía, que hemos podido antes considerar.        

     Hasta aquí la primera parte: el calor y la luz solar, son fuentes de energía mecánica.

     Sigue diciendo mi tío como reflexión. Siempre he sacado gran fruto de mis trabajos intelectuales, de manera que, sin grandes viajes, sin pisar las aulas de los liceos y de las academias, no siendo el modestísimo Seminario de mi ciudad natal, he logrado archivar en mi cerebro gran número de ideas: unas, ciertas; otras, problemáticas, aguardando la sanción de la experiencia y de la ciencia, y útiles todas.

     Soy como Baathelemy, el numismático aquel a quien se preguntó alguna vez como pudo hacerse con la riquisima colección de medallas y monedas que poseía, contestando con gran aplomo:

     -Me han regalado algunas; he comprado otras, y las demás las he robado.

     Yo adquirí algunas ideas en las cátedras, otras me las han suministrado los libros, las de mayor importancia y la mayoría de todas ellas las he adquirido en la meditación.

 

 

     Segunda parte.

 

Para explicarnos lo que él llamó segunda parte y principal, comienza haciéndose una pregunta ¿Que es la luz? Dice: no hay cosa más oscura; pero al genio de Cauchy, Yung, Fresnel, Descartes, Huygens y otros se debe que se haya hecho alguna luz en las tenebrosas oscuridades de la luz.

     Gloria a ellos.

     Pasó a la historia la teoría de la emisión planteada por Newton, y defendida hasta su muerte por Biot, su último mantenedor, que falleció en 3 de Febrero de 1862.

         En su lugar ha prevalecido la de las ondulaciones de la cual dicese estar la primera indicación en Aristóteles en su libro De Anima.

         Yo no la he visto clara y volveré a repasar el texto original, por si, mejor observado y estudiado la encuentro allí.

         Aristóteles señalo la analogía entre el sonido y la luz, siendo esta analogía la primera que se establece para el estudio de aquella, hoy, en pleno siglo XX.

         Me he procurado una edición griega del Tractatus de Anima, de Aristóteles, y no veo que se indique en ninguna parte de él el movimiento por ondulaciones de un fluido determinado para explicar los fenómenos auditivos y luminosos. Humboldt (Cosmo tercer tomo, primera parte, página 13,) afirma como cierto que Aristóteles proclamo la visión por medio de las ondulaciones de un medio.

         Nada mas falso.

         Lo que dice Aristóteles, lo dice bien claro es que la vista y el oído originan sus respectivas sensaciones a beneficio de medios interpuestos, sin la existencia de los cuales, no se vería ni se oiría.

         Supongamos un centro de honda conmoción de los átomos de la materia, una reacción química violenta, como la combustión de la madera, por ejemplo, o la del hidrógeno, el carbón y mil otras materias combustibles.

     En el centro de esa vivísima combustión se producen tumultuosamente millones de movimientos vibratorios en desordenado y confuso montón, como cuando se tira una piedra en el agua, en el punto donde cae.

     Poco a poco va templándose el tumulto, y las ondulaciones van regularizándose, como pasa en el agua, hasta que resulta, en medio isótropo, es decir, perfectamente homogéneo, la onda por completo esférica, que progresa con toda regularidad en el espacio.

     Se entiende por «onda» una superficie, que es lugar geométrico en donde están situados los elementos vibrantes, que tienen en un momento dado la misma fase de vibración y están a una cierta distancia del foco. Por rayo, una línea que, partiendo del centro de vibración, va a la superficie esférica de la onda, a la que le es perpendicular. A lo largo de esa línea  vibran los elementos diversos en sus trayectorias con todas las fases de vibración, que podéis imaginaros, empero, con distinta fase de uno al otro contiguo.

     ……………………………………………

     …y demos un formidable salto para transportarnos al inmenso y hermoso campo del magnetismo y de la electricidad, con lo que dase cima y remate a esta memoria.

     Entrando en él nos encontramos con Ampere, Arago, Faraday y otros que dando un primer paso empiezan a multiplicarse los trabajos de los físicos y es Ampere el primero en salir a la palestra. Construye su célebre mesa y estudia las atracciones y repulsiones de las corrientes, hasta apoderarse por completo del asunto, deducir sus leyes y crear la Electrodinámica. Nada dejó de escudriñar.

     En 1820, toma Arago un hilo de cobre recubierto de seda por el que circula una corriente, y observa que, introduciéndolo en una salvilla, que contenga limaduras de hierro, éstas se pegan al alambre, que sale de entre ellas cuajado de filamentos de partículas férreas, pegadas las unas a las otras, formando sartas o rosarios.

     Entonces prueba a enrrollar el alambre alrededor de un fuerte cilindro de hierro dulce, y ve con estupor que, al paso de la corriente, este se imana, atrayendo, con gran fuerza, pesos considerables…; dobla la barra en forma de herradura, arrolla el hilo en ambas ramas, y duplica de este modo la fuerza del hierro.

              Estaba creado el Electroimán.

 

     Para la fuerza desarrollada, es lo mismo que en ambas ramas se haga el arrollamiento en el mismo sentido, o en el contrario.

     El electroimán, cuyas aplicaciones son conocidas de todos, brotó de entre las manos de Arago, doce años después, que brotó la luz eléctrica de entre las de Humphry-Davy (1820)

     Toma Andrés María Ampere un hilo y hace un arrollamiento en espiral en esta forma:

     Dejando un extremo libre, arrolla poco menos de la mitad. Al llegar al medio, deja una espira muy abierta, y continúa la otra mitad del arrollamiento, dejando libre el otro extremo. Vuelve ambos, tangencialmente a las espiras, hacia el centro, o sea: hacia la espira abierta, dobla los cabos para arriba, y, convenientemente  preparados, los hunde en el mercurio de dos tazas en su mesa de experimentos.

     El pequeño aparato, que ha recibido el nombre de «solenóide», queda, después de algunos tanteos, convenientemente equilibrado y en condiciones de girar. Si se le saca de su posición y se le da otra, queda en ella indiferentemente. Pero en el momento de animarlo una corriente, se mueve para ponerse en la dirección del meridiano magnético.

     Si, pasando la corriente, se le desvía de ella, vuelve a la misma, no siendo posible, sino con un pequeño esfuerzo, sostenerle en otra distinta. En esta posición, experimentará atracciones y repulsiones electromagnéticas por parte de otra corriente, o de un imán.

     En efecto; póngase junto al polo norte del mismo, el norte de una aguja imanada, y se rechazarán. Póngase al sur, y se atraerán. Exactamente lo mismo que dos agujas.

     Constrúyase otro solenóide igual, y pónganse próximos. En el momento de animarlos la corriente, se observan atracciones y repulsiones exactamente como si fueran imanes y agujas.

     Con esta nueva serie de experimentos construyó Ampere su célebre teoría del magnetismo, o Electromagnetismo.

     Para este físico, magnetismo y electricidad son una misma cosa.

     El magnetismo es una manera de la electricidad, pero latente, disimulada en los materiales magnéticos.

     Consiste en corrientes, que, en el acero, se conservan subsistentes, aun pasada la acción de la hélice magnetizante, merced a una energía llamada «fuerza coercitiva». Interrumpida la corriente magnetizante, en el hierro no perdura el magnetismo; en el acero, perdura.

     Cada barra de acero imanada, como cada barra de hierro, mientras está ésta bajo la acción imanadora, viene a ser un manojo de solenóides.

     Alrededor de cada partícula de acero, así como de cada una de las de hierro, circula, o puede desarrollarse, una corriente, llamémosla así, infinitesimal.(Corrientes de Ampere).

     Llamo, por de pronto, a estas corrientes, no circulares, sino «cíclicas», pues las trayectorias descritas pueden ser círculos, o elipses, o, en general, ciclos cerrados.

     Cada una de estas infinitas corrientes cíclicas, circulan en diversas direcciones, anulándose por esta razón sus mutuas acciones dinámicas, pues son contrarias y se neutralizan. Mas en el momento en que se arrolla alrededor un hilo de cobre, por el que circule una corriente, todas estas pequeñas corrientes se orientan, circulando en el mismo sentido, en planos paralelos entre sí, y paralelos al de las espiras magnetizantes.

     Estamos ahora en el caso de definir los llamados campos magnético y eléctrico.

     Faraday fue el primero en rechazar las acciones a distancia, para sustituirlas por los efectos realizados en «campos continuos». Maxwell lo aceptó.

     No hizo más que sustituir un nombre abstracto y sin contenido por otro abstracto y también sin contenido; mas supuso la acción continuada en toda la extensión del campo, y en todas direcciones, y todo pasó por bueno.

     Sobre este punto prometo, si tengo salud, una conferencia o memoria, dentro de no mucho tiempo.

     Si un imán se coloca en un punto, derrama en todos sentidos sus efluvios de «líneas de fuerza»; lo mismo sucede a una corriente eléctrica.

     Todo cuerpo conductor, que se acerque a la corriente o al imán, y corte sus líneas de fuerza, verá nacer en sus entrañas una corriente.

     Si un imán se introduce en un solenoide o hilo arrollado en espiras, en éstas se desarrolla una corriente. Si un carrete se introduce en otro carrete, se desarrolla también una corriente.

     Estos fenómenos son, por lo que se ve, reversibles.

     Va a terminar esta memoria.

     Recojamos aquel rayo o manojo de rayos polarizados con polarización circular, porque es llegada la hora de comparar, para deducir la última consecuencia.

     Os he dicho que hace más de veinte años que yo estoy trabajando en estos pensamientos…Ahora os diré que rebasan       el tiempo de mis funciones parroquiales en el vecino pueblo del Casar.                                                                  Instruido en las teorías sobre la unidad de las fuerzas físicas (sobre las que hice discurrir y trabajar a mis alumnos, en mi cátedra de Física del Seminario Conciliar de Coria), tal y como las exponía el abate Moigno y más brillantemente el P. Secchi, discurría yo frecuentemente sobre este asunto, cuando tuve noticia de los experimentos de Morichini, confirmados, según se decía, por Mary Sommerville, de la imanación de agujas de acero expuestas a la luz violada.

     Humboldt, en el Cosmos, volumen cuarto -forma de la Tierra-página 75 de mi edición, al hablar de los experimentos de Morichini y Mary Sommerville, dice que Riess y Moser obtuvieron en estos experimentos «résultats complétement négatifs», citando a Magnetism.

     Pero lo confirma Huggins en su obra Historia de los cielos, «el espectroscopio». Y en una revista española, «Por esos mundos», número 183, abril de 1910, Madrid, en la página 523, se expresa esta misma idea.

     Son más los testimonios en favor, que los en contra, aunque en esta clase de estudios el mejor testimonio es el de l

a experiencia, y hasta podemos afirmar que el único.

     Con estas indicaciones, entré en deseos de experimentar y comencé a practicarlo. Pero, sin recursos y sin medios para establecer tandas de experimentos, y desalentado, por otra parte, al leer en Alejandro de Humbolt los resultados negativos obtenidos por Riess y Moser, desistí de seguir experimentando.

     Hace unos veite años, como ya he dicho, estudiando y meditando sobre la polarización de la luz, que Malus descubrió en 1908, (su memoria es de 1911), observando con un nícol un rayo de luz reflejado en una vidriera del Luxemburgo desde un balcón de su casa, calle d’Enfer, en París, di en pensar en la «posible sólo para mí entonces», polarización circular, ya hacía tiempo descubierta por Fresnel, pero para mí aun desconocida, y de esta meditación y del estudio de las nuevas teorías sobre la naturaleza de la luz, brotó en mí la idea, que va a terminar esta memoria.

     Para Maxwell, la índole de la luz es eléctrica, o sea:

 

     LA  LUZ  ES  UN  FLUIDO  DE  NATURALEZA  ELECTRICA

 

     Así como el magnetismo es una forma de la electricidad, la luz es otra. En una palabra:

 

               LA LUZ ES ELECTRICIDAD.

     Esto está hoy en la mente de la inmensa mayoría de los físicos.

     Luego, si es electricidad, disponiéndola convenientemente, debe producir los efectos de la electricidad.

     Tomemos, pues, ahora un «rayo polarizado circularmente». Ya hemos visto que consiste en una infinidad de átomos etéreos o electrones, que es lo mismo, dotados de un rapidisimo movimiento circular en planos paralelos, y cuyos centros están todos alineados en una línea perfectamente recta, que es la dirección del rayo. ¿Quién no ve en él un conjunto de pequeñisimas corrientes eléctricas? Cada átomo etéreo es un electrón y cada electrón, circulando en el rayo, es una corriente; por tanto, todo rayo de luz polarizada circularmente, es un conjunto de corrientes. Si, pues, se trata de verdaderas corrientes eléctricas, por tratarse de electrones circulando, que son electricidad, este conjunto «debe desarrollar un campo eléctrico, y ya él, de suyo, y sin más que por su propia virtud, podrá engendrar una corriente en un conductor, que se le acerque rápidamente y corte sus líneas de fuerza.

     Pero, mejor aún : si hacemos caer este manojo de luz así polarizada sobre un pequeño trozo de hierro dulce, este, que penetrará en el campo eléctrico del manojo, por cortar las líneas de fuerza de este manojo, «quedará imanado»; si hacemos que la luz discurra y pulule entre muchos trozos, sin retroceder (pues el retroceso anularía la acción), el conjunto de aquellos daría lugar a un imán, que tendríamos derecho a llamar, si el experimento resultare:

               F O T O – I M A N

     Si ahora encerramos este conjunto en tubo cerrado por un obturador, y arrollamos alrededor del conjunto de estos trozos de hierro, convenientemente dispuestos y sujetos, para que no se altere su posición, un hilo de cobre fino recubierto de seda muchas veces, y hacemos que funcione el obturador, «a cada efluvio de luz, que penetre hasta el foto-imán, se desarrollará una corriente en el hilo, y otra al terminar los efluvios luminosos y magnéticos, con lo que estaría creada una máquina FOTO-magneto-ELÉCTRICA.

     He aquí, señores, mi idea…¿Vana? No lo sé. Lo que sí sé, es que si no es vana, supone la verdad del tema, es decir: «Que la luz, originando electricidad y magnetismo, sería, por intermedio de estos agentes, fuente de energía mecánica».

     Hay que consultar la experiencia, y ésta… da, si no es bien consultada, cada castaña… Acordémonos de los fracasos de Faraday, perfectamente descritos por él (Recherches experimentales sur l’Electricité) y tengamos presente que la potencia visual de sus ojos le salvó, al descubrir las corrientes de inducción.

     Yo he de procurar instituir, si puedo y tengo para ello medios (la experimentación es cara) una serie de experimentos, aunque algo tenga que gastar, para ver si, ya que mi entendimiento ha sido el Le Verrier de este nuevo Neptuno, llega a ser también el Galle, que, con el potente telescopio de la experiencia, dé al mundo la realización de esta idea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                              INTRODUCCION

 

 

 

 

 

Siempre me ha llamado la atención, la vida de mi tío-abuelo, D.Saturnino Martín Moreno, cura Párroco de Casar de Cáceres.

     Dada la cercanía de éste lugar con Cáceres, íbamos a visitarlo con cierta frecuencia y siempre me gustaba mirar las estanterías llenas de libros de todas clases.

     El «cuartito», era famoso, tenía muchas cosas, había minerales, materiales de laboratorio, que me impresionaban, no sólo por su aspecto si no también por el olor a ciertos compuestos que se guardaban en aquel lugar, en lo alto de unas estanterías que llenaban la habitación repleta de cosas raras para mí.

     Todo esto era mi concepto, el de una niña, que no entendía de nada.

     Cierto que oía hablar de mi tío-abuelo, y siempre lo hacían alabándolo y poniendo de relieve su gran cultura, su sabiduría en muchos campos de la ciencia. Poseía bastos conocimientos que le

 

 llevaron a hacer por sí mismo descubrimientos en Física,

 Astronomía, Medicina, etc… como por ejemplo «la conferencia

 que dio en el Ateneo de Cáceres en 1929″. La hizo en dos partes:

 

     1ª El Sol, por su luz y calor, es la fuente de toda energía

           mecánica en la Tierra.

 

 

     2ª La luz, a su vez, debe ser considerada y estudiada

         también como fuente posible y directa de electricidad y

         magnetismo, y, como estos agentes, y por su intermedio

 de         energía mecánica.

 

 

     Incluso sobre sus estudios de la hidrografía de la provincia

 de Cáceres, desde donde apuntaba la posibilidad del

 aprovechamiento de los ríos para embalsar las aguas y crear

 pantanos para la riqueza del suelo extremeño.

 

     En cuanto a los minerales, estudió la presencia de ellos y

 juzgó muy importante la cuantia y variedad.

     Sus conocimientos de electricidad quedaron bien patentes

 cuando los de la fábrica dejaban sin luz al pueblo en los

 momentos más necesarios, él mi tio-abuelo, creó su propia luz

 eléctrica ante el asombro de todos; los niños decian: «El señor

 cura enciende la luz eléctrica con una cerilla.» Debia calentar

 los filamentos durante unos segundos.

 

     El no era médico, pero acudian a él para consultarle. En cierta ocasión un enfermo que tenia constantes hemorragias solicitó consejo. La primera cosa que le preguntó es que queria saber lo que habia hecho el dia que se puso enfermo, y el enfermo, aseguraba que como siempre. Como insistiera mi tio, al final acabó repitiendo lo mismo pero añadiendo «al acabar de comer bebí en la pileta de la fuentecilla…» El sacerdote le dijo, ahora al ir a tu casa tomas un puññao de sal gorda, te la comes y no bebas agua ni nada, ni ninguna otra cosa. por la mañana cuando hagas tus necesidades hazlo en un orinal que me has de traer. Todo se hizo como habia indicado y cuando llegó a la mañana siguiente el enfermo, débil poor la sangre que habia perdido se ppresentó con la nada agradable carga que al verla el sacerdote le pronosticó su curación que se cumpliria totalmente alimentandose bien y no volviendo a saciar su sed en ninguna pileta. Cosas como estas le llevaban a que creciera su fama y a que respetaran sus conocimientos.

     Preguntado por el mal de aquel hombre dijo que habia tragado sanguijuelas que eran las causantes del mal. Que solo tuvo que ver la defecación para saber lo que era.

 

     Todos en casa de mis padres, le teniamos un gran respeto y cariño, nos dabamos cuenta que no era una persona corriente, sino que tenia ese algo que le ponia en el pedestal de la fama en el que le colocaban los demás.

     Su gran figura, su gran tamaño físico, dos metros de altura,  impropio de su época, imponia ya de por si, pero era bondadoso y muy amable con todos.

     Recuerdo mirar hacia arriba y no encontrar casi su nívea cabeza, todo era sotana negra, solo el alzacuellos emergia por su blancura. No digamos cuando se ponia el manteo y el bonete, que sin embargo nunca me llegó a producir miedo. Lo veiamos como lo más natural.       

     Al cabo del tiempo descubrí lo que hasta entonces sólo habia intuido, no podia ver las injusticias, sobre todo, con los menos dotados o menos preparados. No le importaba tanto lo que era hacia él personalmente, pero si cuando era abuso a otras personas.

     Después de revisar papeles, de estudiar algunos de sus escritos y viendo como otras personas hablan de él, me he dado cuenta de la importancia de una vida que al mismo tiempo, ha estado al servicio de DIOS y de los hombres. Fueron numerosas las vocaciones surgidas desde su apostolado. He conocido personalmente a cuatro primos que cuando era niña, ellos estudiaban la carrera del sacerdocio, D. Benigno, D. Julio, D. Jaime y D. Pedro. Fue sin lugar a dudas una buena fuente.

 

     He visitado estos dias de finales de Junio Casar de Cáceres y he tenido la alegria de saludar a Dª Demetria Tovar Prieto, antigua vecina de mi tio-abuelo, de noventa y un años de edad que nos ha relatado bastantes cosas. Comenta que era una persona fuera de serie, muy respetado y querido por todos. Su hija Mª Carmen también nos cuenta cosas Dice que estos dias la gente hablaba del Sr. Cura, se comentaba que este tiempo tan extraño que hacia lo predijo ya él, que existiran cambios climatologicos como asi está sucediendo.

     Dª Felisa Tovar trae al recuerdo la fiesta de Pentecostés, su madre comentaba que nadie hablaba del ESPIRITU SANTO de una forma tan elevada como él.

     Comentandole esto a Don Fausto Iglesia, el Sr. Archivero del Palacio Episcopal de Cáceres, ha quedado que si entre los papeles de mi tio-abuelo saliera algo sobre esta «homilía me la haria llegar. Para mi seria importantisimo en este año dedicado al ESPIRITU SANTO.

     Otra de las cosas que cuentan de él, es que cuando habia tormenta, se subia a la Torre de la Iglesia para ver y estudiiar éstos fenómenos atmosfericos.

     En cuanto a los estudios, era autodidacta, se preparaba en aquello que le era util. Aprendió francés como otras muchas cosas. 

 

 

 

 

 

                        –   BIOGRAFIA  –

 

     En el Obispado de Cáceres y en su Archivo se encuentra el Libro 6 de Nacimientos y Bautizos de la Parroquia del Apostol Santiago de la Ciudad de Coria, Provincia de Cáceres, inscrito el bautismo de un niño el 30 de Noviembre de 1859, al que se le da el nombre de Saturnino, hijo de Lucio Martín y de Juana Moreno donde se manifiesta que ha nacido en Coria el 29 del citado mes de Noviembre y año 1859. Que es hijo legítimo. Que sus abuelos paternos eran Eugenio Martín, ya difunto y Ángela Gallego naturales y vecinos de Coria. Abuelos maternos, Alonso Moreno, ya difunto natural de Coria y Ramona Martín natural de Morcillo.

     Son los padrinos del niño Casiano Suarez y su mujer Justa Peña vecinos así mismo de Coria.

     Cura Economo:                 Antonio Iglesias.

 

     Con estos datos da comienzo una vida, una vida que va a estar marcada por una entrega a Dios y a los hombres.

     Desde su vocación sacerdotal se va a convertir en el representante de los hombres ante Dios, fué sencillo y vivió en ese lugar consciente de su tarea, cumpliéndola con gran celo.

     Cuando él nació no había Juzgados para inscribir los nacimientos y ese menester lo asumía la Iglesia.

     No se cosas de su niñez. Sé que tuvo un tío sacerdote, D.Tomás Moreno Martín que debió ser quien le animara para ir al Seminario.

     Debió estar en el Seminario de Coria entre los años 18.. y 1882.

 

     Cantó Misa el día 10 de Enero de 1883 en Coria, en la Iglesia Parroquial del Apostol Santiago siendo Bachiller en Sagrada Teología.

     Por fortuna guardamos un impreso de la invitación de su 1ª Misa de la que adjunto fotocopia.

 

     Según he podido enterarme estuvo de sacerdote en Calzadilla hasta su nombramiento como Párroco de Casar de Cáceres. debió simultanear sus estudios de licenciatura en Sagrada Teología.

 

     En el Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Coria de fecha 8 de Marzo de 1892 vienen los nombramientos de la provisión de Curatos de la Secretaría de Cámara del Obispado.

           Circular.

     En virtud de las propuestas elevadas al Regio Patronato por nuestro Excmo. e Ilmo. Prelado para proveer a curatos vacantes en esta Diócesis, por el Ministerio de Gracia y Justicia se ha comunicado de Real Orden a S.E.Ilma., que S.M. el Rey (que Dios guarde), y en su nombre S.M. la Reina Regente del Reino, se ha servido hacer los nombramientos siguientes:

           Para los Curatos de Término.

     Hay tres nombramientos y el cuarto «de la Asunción de Casar de Cáceres a D.Saturnino Martín Moreno» y después hay seis más.

     Acaba el escrito: Lo que de Orden de S.E.Ilma. se publica en éste Boletín para conocimiento y satisfacción de los interesados; previniéndoles de la misma orden que en el término de quince dias a contar desde la fecha, manifiesten en esta Secretaría de Cámara si aceptan o no el Curato, para que han sido nombrados, expresando a la vez si les conviene que por éste mismo Centro se les obtenga la real Cédula de su nombramiento, cuyos derechos e importe de agencia se adelantará por esta Secretaría.

          Coria 7 de Marzo de 1892. Dr.Juan Cisneros, Canónigo               Secretario.

                      D.Luis Felipe Ortiz y Gutierrez

                      Obispo de Coria.

          Papa en 1892: León XIII.

 

     La toma de posesión de la Parroquia de la Asunción de Casar de Cáceres por parte de mi tío-abuelo se llevó a cabo el 9 de mayo de 1892.

     El primer bautizo que realizó figura en el libro 27, Fólio 113 y vuelto nº del bautismo el 88 con fecha 25 de mayo de 1892.

     Se bautiza a un niño al que se le pone el nombre de Santiago Mauricio, hijo de Juan de la Iglesia y Abdona.

                       Firma como cura párroco                                              Saturnino Martín Moreno.

     La primera boda la hace el día   de   

     Así mismo el primer enterramiento se realiza el    de Junio de 1892. Libro nº 13 de Defunciones, Fólio 105 y vuelto siendo el difunto Nicolás Moreno Colo.

 

     Hace un reglamento del Cementerio de los Santos Mártires de la Parroquia de Casar de Cáceres, San Fabián y San Sebastián.

     En el capítulo I indica su pertenencia, su caracter. Propiedad de la Iglesia «Santa María de la Asunción».

               Casar de Cáceres 10 de Noviembre de 1908

                     El Párroco

                     Lic. Saturnino Martín Moreno

               Siendo Obispo de Coria D.Ramón Peris Mancheta.

 

     La primera Santa Pastoral Visita se realiza con fecha 24 de Octubre de 1894. Se declaró abierta ese día a las 7 de la tarde por el Ilustrisimo Sr.D.Ramón Peris y Mancheta Obispo de Coria a quien acompañaba el Sr.Secretario de Cámara que lo era también de visita y del Canónigo D.Juan Cisneros representando el Cabildo Catedral.

     Habían acudido a las afueras de la población las autoridades religiosas y civiles y pueblo en masa observando al efecto las prescripciones litúrgicas.

     El Párroco es el Licenciado D.Saturnino Martín Moreno y los coadjutores D. Marceliano Diaz y D. Críspulo Andrada Pozo.

     Hay cinco mil almas, en las cuales hay mil de Comunión y dos mil cumpliendo con el precepto Pascual.

     Hay establecidas las Cofradias y Asociaciones de Hijas de Maria, Aostolado de la Oración, Conferencias de San Vicente de Paúl, de ambos sexos, la Corte de Maria, Vera Cruz, Animas, y San José.

     La fábrica del Templo está bien pero hay necesidad de un repaso en los tejados.

 

     Capillas públicas las hay de los Santos Fabián y Sebastián, la de la Soledad, la de Santiago, la de San Bartolomé, la de la Encarnación, la de la Virgen del Prado y la del Hospital.

     Item que en la adminstración del Sacramento de la Penitencia, se use la estola morada.

         Item que se ensanchen las ventanas de la Sacristia y Baptisterio, y que en este se coloque un cuadro del Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo y se sustitulla la puerta de madera de entrada a dicho Baptisterio con una berja de Hierro.

         Item no permita bajo ningun concepto el señor Cura Parroco, se claven puntas en los Retablos de las Capillas.

         Item retire los cuadros de papel. Que con la prudencia que le caracteriza retire las imagenes que no sean dignas de veneración, asi como las flores artificiales con las que adornan el Sagrario y Custodia del sacramento.

         Pide fomenten la devoción a Jesús Sacramentado y Comunión frecuente; que el señor parroco tenga una intervención directa en las Cofradias y Asociaciones, deviendo redactar proyecto de Reglamento de Mayordomias que presentara para su aprobación.

         Esta Acta y Mandamiento fue leida al Sr. Cura Parroco y los Sres. Coadjutores en la Casa Rectoral donde tan dignamente se ha hospedado S.S.I. de que Certifico + Ramón, Obispo de coria.

 

Nota.-  En la esquina inferior izda. hay un sello del Obispado de Coria y en la esquina inferior dcha. se encuentra algo escrito y firmado de forma ilegible.                                   

 

     Un acontecimiento importante en su vida, fue la llegada a la casa rectoral de su sobrino Tomás, hijo mayor de su hermano Silvestre. Niño de tan solo cuatro años de edad, era el año 1895.       Le llevaron a la Iglesia al niño y le enseñaron el Santo Cristo de la Ventana y Tomás lo miró por espacio de un tiempo marchandose solo a la casa cural donde dibujó al Señor como él lo vió ante el asombro de todos, porque la virtud de aquella Imagen   era que amedrentaba a los niños, raro era el que no lloraba ante El. Tomás fue una rareza. Paseaba el tio Saturnino orgulloso con el dibujo del niño enseñandolo por el pueblo. Con el tiempo, su sobrino pintó el paño de la Verónica con el rostro de Jesús

     Debió ser muy estricto en la educación del sobrino y le haria estudiar bastante poorque puedo aseguraros que Tomás, mi padre, fue un estudioso empedernido de Extremadura, se quedó siempre en ella para estar cerca de su tio y seguir sus investigaciones de la tierra que le vió nacer.

    

     Se preocupó D. Saturnino que la Parroquia tuviera libros y fue creando una biblioteca, esto facilitó a los jóvenes su preparación

 

     Otra de las Santas Visitas Pastorales, la de 1900, nos recuerda como el Sr. Obispo, Ramón Peris y Mencheta, manda que se cumpla lo mandado en el Sínodo respecto a las Catequesis.

     También pide que el Párroco de orden que en los Purificadores se borde una cruz según se previene en los sinodales.

 

     En 1925 otro Sr. Obispo, D. Pedro Segura y Saenz le anima a que llegue la gente del pueblo a la Iglesia a traves de las distintas Asociaciones, Cofradias etc. y asi mismo piensa que para paliar la ignorancia de la gente se debe incidir en la Catequesis de niños y adultos.

 

     Van pasando los años y Tomás se marcha a estudiar el Bachillerato a Cáceres, estando de pupilo en casa del capellán de la Carcel, amigo de mi tio Saturnino. Las notas son muy buenas y por ello se marcha posteriormente a Madrid para empezar la Carrera de Ciencias Exactas. También cumple el Servicio Militar.

 

     Corria el año 1913, el 10 de Septiembre en concreto cuando escribe el tio Saturnino a su sobrino y le pide se encargue de conseguir una certificación de estar excluido por completo del Servicio Militar, un joven llamado Pedro Nolasco Roldán Gutierrez, para en cuanto lo tenga proceder a su matrimonio. Aprovecha para pedirle le justifique gastos que realiza en Madrid en sus estudios.

 

     Le pide en carta de 30 de Octubre de 1913 que le envie los nombres, apellidos y direcciones de los Profesores asi como sus ideas religiosas.

     De la fiesta del Ramo le dice le enviará cosas apetecibles como rosquillas, perrunillas y otras vituallas.

 

     Con fecha 31 de Octubre de 1913, contesta el tio Saturnino a su sobrino. Que tienes mucho trabajo ya lo sabia yo. Pero ese es nuestro patrimonio: trabajar y trabajar con tanta fe y entusiasmo, como intensidad para ser mañana, si puede ser, un Newton o un Huygenz, un hombre en fin de esos que son el orgullo más legitimo de su familia y de la raza humana, no menos que de su patria.

     Si a tanto no pudieras llegar, quédate en más bajo escalón pero alto siempre, si no el más elevado; tu patria, tu tio tu madre y tus hermanos tienen derecho a pedir esto de ti ya que para llegar a ese resultado no te escasean ni escatiman los medios dentro de la pobreza de que disponemos.

 

     10 de Enero de 1914. Querido sobrino visto el gasto de la casa por la obra que ha habido que hacer, se me impone como necesidad perentoria e imprescindible poner coto y remedio en los gastos.

     Por tanto te intimo que en los tuyos moderes todo lo posible y que procures acostumbrarte al rancho para que lo comas, cuando menos, la vez que menos te disguste y que prescindas de salir a dormir fuuera del Cuartel aunque tengas permiso.

 

     24 de Abril de 1914. Querido Tomás: Con Ramón se te manda algo de cecina, y él te entregará una peseta que manda la mujer de Apolinar, la ha traido para ti.

     Si puedes proporcionate por ahí pintando, escribiendo articulos para periódicos, enseñando, o de cualquier otra manera para tus gastos pequeños, yo haré un esfuerzo y te enviaré cinco reales diarios.

     La Sra. Manuela Dominguez acaba de entregarme otra peseta para tí. Ponle una cartita dándole las gracias, que bien acreedora es a tu gratitud con este obsequio que te hace.

 

     30 de Mayo de 1914. Querido Sobrino: Hace dias gentes venidas de San Isidro han dicho que te has examinado; yo aun no lo se de cierto, porque no lo se por tí.

     ¿Que hay?, ¿te has examinado?, ¿que dia?, ¿y si es así, has salido bien?, ¿con que nota aprobastes si has aprobado? Contesta sin falta a vuelta de correos. Tu tio.

 

     31 de Mayo de 1914. Querido sobrino: Con el dador Cristino (apellido ilegible) a quien en lo que te sea posible acompañarás y ayudarás en lo que le lleve a esa, te envio treinta pesetas, por el mes de junio y para que le puedas convidar a Cristino.

     Con esta misma fecha le encarga le compre para que se las lleve Cristino camisetas de verano para lo que le envia las medidas. Ancho 40, largo 77, y mangas 90 con puños.

     Como puede observarse casi cada dia tiene encargos que realizar para su tio.

 

     30 de Septiembre de 1914. Es una desgracia, mañana serás un mediano doctor, porque no habrá quien se haga cargo de la circunstancia en que has hecho la carrera; solo se veran las notas malas y medianas, no el cuartel.

     Pagaré con gusto mayor pupilaje y haré otros dispendios para que vistas y calces, con tal de que tengas tus tiempos de estudio y clase perfectamente libre del servicio del cuartel.

 

     3 de Octubre de 1914. Querido sobrino: Acabo de recibir tu carta de ayer, que contesto.

     Quiero que te pongas del todo a pupilo, noche y dia en casa de D. Clemente y que dejes el cuartel y la oficina; ¿Como? Eso tu verás; si no lo puedes conseguir todo, consigue algo; ¿que es eso del pase? Si este te proporciona la asistencia a clase y horas de estudio, venga el pase. ¿No podrias pedir licencia por 40 dias y prorrogarla luego por otros 40? Te quedarias en Madrid y ya tenias casi tres meses de asitencia;después ya veriamos.

     Compra los libros de segunda mano, si los encuentras; sino los hallares, compralos nuevos.

 

     21 de Noviembre de 1914. Querido sobrino:…Para evitar esa vejación de la Instrucción, pones una solicitud al ministro,…

     Puede ser así:

     Excmo. Sr. Ministro de la Guerra.

     Tomás Martin Gil soldado, …(lo que sea) Ante Vd. con el debido respeto expone:

     Que es estudiante del tercer año de Ciencias, Sección de Ciencias Exactas y que a consecuencia del Servicio Militar del cual por pobreza no puede excusarse en la forma legal actual,está realizando su carrera con grandisimo trabajo, y a costa del lucimiento que pudiese tal vez haber tenido en esa desgraciada circunstancia, viendose además obligado a dejar asignaturas para los examenes extraordinarios, todo lo cual se traduce en pérdidas morales y materiales.  

     Como si esto no bastara, ahora después de no poder estudiar de noche en el cuartel, y tener cuatro horas diarias de oficina en el Ministerio, el Sr. Coronel me obliga a asistir a los actos de instrucción que quiere que realice el Regimiento por las tardes, con lo cual me quita el único tiempo que tenia para dedicarme al estudio y continuar mi carrera.

     Suplico a V.S.: primero, que me exima de asistir a esos actos de instrucción, segundo que me facilite para dormir fuera del cuartel.

     Gracias que no dudo obtener.

 

     Como podemos ver por las cartas del tio, su preocupación por el sobrino es bastante, a la menor cosa le escribe y no solo le pide le haga encargos sino que se interesa vivamente poor sus estudios.

     Ha pasado casi un año y ya en 1915, concretamente el 19 de Octubre, el sobrino le escribe en estos términos:

     Mi querido tio: Muy verdad lo que Vd. me dice en la suya. Yo también encuentro elevados los gastos en cuestión mas han sido indispensables y por lo tanto no he podido menos de hacerlos. Esto en cuanto a la cantidad en si misma.

     No hay porqué comprar el Hoüel ni el Rubini porque además de estar agotados y por lo tanto tenerlos que pedir al extranjero siendo caros los hay en la Biblioteca Nacional donde pienso acudir a medida que los necesite pues ayer lo hice y me resultó bien aparte de que yo además del Duhanue tengo el Sturm y Batuecas me prestará el Pascal que es un libro muy moderno y creo yo ha de tener muchas cosas de las que el programa exige.

     Casarrubias creo yo que se ha excedido en el precio…lo del notable le habrá decidido a poner las 15 en lugar de las 10 que yo creí siempre que me llevaria.

     Ya me fijé en que la casa que Vd. me decia era la de don Román del Campo y a esa fui a preguntar lo de las chapas de zinc y galbanizado…

         Tengo muy poco tiempo para estas cosas por lo que le diré. Me levanto a las 7. Estudio la Mecanica hasta las 10 que voy a clase, de 10 a 1 tengo que estar en la Universidad. Cuatro dias a la semana tengo que ir a clase de 3.30 a 5 (Complementos); luego despues de comer hasta esa hora es tiempo que necesito para estudiar. En esa clase suele poner el profesor de 6 á 7 problemas diarios para hacer en casa y casi todos complicados para mi que no estoy muy fuerte, por falta de practica en calculo de integrales. Por tanto en una vuelta que de las 5 a las 7 doy es en la que puedo hacer sus encargos y ayer perdi el tiempo pues fui a una de las fabricas y no saqué nada en limpio. Hoy iré alguna de las que estan mas cerca. Desde las 7 a las 8 estudio astronomia, ceno, estudio algo de lo que mas me hace falta y a las 11 me acuesto.

         Los Domingos ire despues de Misa a la Biblioteca a copiar el Hoüel y el Rubini y por la tarde saldré con Batuecas pues me conviene por ser un chico que me aprecia, estudia mucho y estar hecho un hombre de ciencia que será profesor en cuanto menos se piense. Asi quizas me indique algo, me oriente, me procure relaciones etc…

         Los lunes por la mañana no hay clase ¿Pero y los ejercicios de cálculo que haya acomulado? (para el proximo 18). Escusado será el decir a Vd que se lleva toda la mañana y algo mas si hubiese.

         Por tanto yo rogaria a Vd tenga todo esto en cuenta para disculpar mis faltas en hacer con puntualidad sus encargos. El Sr. Castizo tiene la costumbre de llamar para salir a la pizarra a los que están preparados y es necesario por tanto levantarse todos los dias o la mayor parte de ellos .

         Yo le prometo poner toda mi buena voluntad al servicio de mi inteligencia para reducir gastos y sacar todo el provecho posible de mis estudios.

         Sin mas por hoy reciba Vd un abrazo de su sobrino que le quiere de corazón   Tomás.»

 

         Esta carta del sobrino nos deja entrever como es esa relacion entre los dos, en ambos casos prevalecia en ellos la nobleza, el respeto y sobre todo el cariño.

         Una vez acabada su carrera de ciencias, en su rama de Exactas, y acabado su Servicio militar, el sobrino vuelve al Casar de Cáceres y como profesor va a Almendralejo y luego a trujillo a la calle Zurradores, asi dice una tarjeta que participan su boda a los amigos.

         La Boda se celebra en la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista y la oficia mi tio Saturnino autorizado por el Sr. cura Párroco D. Fernando Jimenez, era el 14 de Diciembre del 1918.

 

         Su vida en la Parroquia fue fecunda y creativa, respetando y fomentando las tradiciones arcaicas como la Fiesta Mayor del  lugar llamada el «Ramo», de la que escribe por el año 1943 Tomas Martin Gil sobrino de Don Saturnino lo que el dio en llamar «Motivos Extremeños» y nos cuenta con su agil pluma si no se inspiraria el famosisimo D. Miguel de Cervante en esta fiesta cuando describe las Bodas de Camacho en el segundo toma de la historia del Ingenioso Hidalgo, en el capitulo XX, donde podremos leer que se colgaban de los arboles «…liebres sin pellejo, gallinas sin plumas…» Mas adelante describe las llamadas «frutas de sarten». No nos cabe duda que D. Miguel de Cervantes era muy devoto de Nuestra Señora de Guadalupe, que visitó Extremadura he hizo la preciosa novelita extremeña que nos cuenta en el Persiles.

         Estoy completamente de acuerdo con mi padre, D. Tomás Martin Gil al afirmar que no salo quedan en los pueblos españoles los monumentos y ruinas de piedra en sus edificios; documentos apolillados y de enrevesada lectura, en sus archivos. Quedan aún rezagadas en las costumbres muchas reminiscencias de las viejas edades. Todo en si tiene una lectura que sirve para demostrarnos la antigüedad de todo ello.

         El «Ramo» en si es más o menos asi, sigo escribiendo sobre lo que mi padre decia: «La cofradia es la de Animas y la fiesta se celebra el ultimo domingo de Agosto o el primero de Septiembre.

         Los preparativos son sencillos. Fijada la fecha del «Ramo» se pasa invitación a las autoridades, eclesiasticas y civiles, asi como a las familias y amigos del mayordomo y diputados de la cofradia. Un par de dias antes comienza en la gran cocina de campana y en el corral de la amplia casa labradora, la confección de platos. Otros vendria de regalo, ofrenda hecha por los devotos a las Benditas Animas…Poco a poco veran alli surgir, y no por encanto, la parda tarta borracha, de fino vizcocho, que luego de cocida será mojada en almibar y recubierta de canela; las rosquillas de alfajóc, rellenas de miel; perrunillas, los rizos y coquillos, bien doraditos en el mejor aceite y luego bañados em miel y espolvoreados con azucar molida, al igual que las floretas y las clasicas roscas llamadas de <<muerte en dulce>>; el morisco escabeche de tencas, con el sabroso caldo azafranado; los pollos blancos o asados; los conejos en salsa…

         El carro de mulas del mayordomo irá por la tarde del sabado al monte y traerá cuatro robustos y altos ramos de encina, verdaderos árboles, que serán clavados ante la puerta de la casa, con el fin de dar apacible sombra a la mesa y servir de soporte a ofrendas diversas: jamones, lomos entelados, chorizo de la cuerna, gallinas sin desplumar, palomas, etc.

     Se coloca una ancha mesa bajo las encinas, se acota el espacio, entre ellas comprendido, con las barrocas, pesadas y útiles bancas casareñas. Y, al llegar cierta hora de la tarde, luego de terminar las vísperas y el rosario en la Parroquia, se congregan y sientan ante la mesa, ya lindamente aderezada, las autoridades y la cofradia. Presiden el párroco, el alcalde y el mayordomo. Asiste en este acto, bien el animero, si lo hay, o, en su defecto, el voz púbica. Por cierto, que el arte y la buena disposición de la mayordoma y diputadas se sumarán para hacer de la mesa un magnifico bodegón, o naturaleza muerta.

     Rodeados de un abigarrado y numeroso público, comienza la subasta. Compran todas las cosas y se las comen en pandilla.

 

     La cofradia de ánimas, sale desde el dia de Año Nuevo hasta Reyes. Van el mayordomo y cuatro diputados con capas antiguas por la noche y van de casa en casa tocando campanillas. Al llegar a las casas cantan: Las ánimas de esta casa quien las pudiera llevar volando como palomas a la corte celestial.

     O también: Las cuentas de tu rosario son balas de artilleria que tiembla todo el infierno al decir Ave Maria.

     Luego los obsequian con ricas viandas y bebidas y en una cesta  que llevan les echan dinero.

     El dia de Reyes se acaba haciendo la visita a la casa del mayordomo donde también se toma refresco y se cuenta lo conseguido esos dias que han salido por las casas.

     Un domingo de Mayo y otro de Noviembre hacen fiesta por las ánimas. Marca la Cofradia para el año entrante. A los sacerdotes le llevan una bandeja de roscas de pan.

 

     Las anécdotas en su vida de párroco en Casar de Caceres las hay y valgan como muestra algunas cosas que él mismo nos contaba.

     Cierto dia se presentaron en su casa un hombre y una mujer, húngaros, cuya apariencia era lamentable y a él le dió miedo que fueran a robar o a pedir pero ante el mayor de sus asombros lo que hicieron fué darle una limosna, desde entonces siempre decia que las apariencias engañan.

         Cuando hacia los sermones en la Misa los hombres se salian y un dia mandó al sacristan a que cerrara para que no pudieran entrar hasta que el les mando aviso. Desde entonces no volvieron a salirse.

         En la Iglesia Parroquial de la Asunción y en la capilla del Santisimo, llamada de D. Rodrigo Perez, Arcediano de la Ciudad de los Reyes de Perú, hay en su parte izquierda una placa de marmol conmemorativo del homenaje que le hace el pueblo de Casar de Cáceres con motivo de cumplirse los 50 años como Párroco en este pueblo.

                   El pueblo de Casar de Cáceres a su venerable Párroco

                   D. Saturnino Martin Morenoen el aniversario de la

                   toma de posesión de esta Parroquia en prueba de

                   agradecimiento afecto y respeto.

                                               Casar de Cáceres 9 – V – 1942

         Recuerdo perfectamente este dia 9 de Mayo de 1942 en que el pueblo le hacia un homenaje a mi tio-abuelo. El dia amanecio para todos pronto porque nos teniamos que ir al Casar para acompañarlo y como eramos muchos, pues nos fuimos preparando todos y llenos de entusiasmo saliamos camino del Casar.

         Nada mas llegar alli, el ambiente festivo nos emocionó sabieno que todo era por nuestro tio. Entramos en la casa y todo relucia y habia bastante gente preparando la comida que se iba a servir allí mismo, varias mesas, los mejores manteles y bonita vajilla y las servilletas eran tan grandes que me pusieron una a la hora de la comida, situando un pico sobre el escote del vestido, otros dos en la cintura, hacia atras, el otro pico tapaba parte de la falda del vestido. El vestido era marron, tono medio, no era claro, pero tampoco oscuro, era lo propio para la fiesta a que asistimos .

         La Iglesia, estaba igualmente brillante y ya lucia la placa conmemorativa del homenaje.

         Cuando llegó el Señor Obispo, Monseñor Fray Francisco Barbado Viejo con su familiar que creo era Don Avelino Perez , fuimos hacia la Iglesia para oir la Santa Misa y de ese momento me queda el recuerdo de ir mi tio apoyado sobre el hombro de Don Avelino, a su lado el Señor Obispo y los cuadjutores, uno era Don Saturnino el Pequeño. Al llamarse los dos Saturnino el pueblo en su sabiduria llana y sencilla les decia; Don Saturnino el Mayor y Don Saturnino el Pequeño.

         Todo el tiempo lo pasamos de emoción en emoción que duró hasta bien tarde. Como el coche que nos llevaría a Cáceres tuvo que llevar a otras personas con las que habia un compromiso, nuestra familia hicimos el regreso a casa en un carro, en el del Sr. Domingo Rey, amigo de mi padre. Acoplaron algunas sillas, para que se sentara mi madre y luego mi padre y alguna de mis hermanas mayores y los demás nos acoplamos como pudimos. Es cerca, pero tardamos bastante en recorrer el trayecto. Cierto que aunque estabamos cansados no dejabamos de cantar y de reir por nada, comentamos muchas cosas del dia pero algo que nos impactó es que el Señor Obispo, sentado en el sillón de mi tio, puso en un par de dedos de mi hermana la pequeña, 4 años, el anillo pastoral y la hizo que nos lo diera a besar a todos los hermanos.

     Cuando el carro salia de Casar de Cáceres nos acompañaron un buen trecho los amigos de mi hermana Pepi, a quienes animó el hermano de mi padre José, para que dieran la vuelta  porque empezaban a alejarse del pueblo

 

     Con solo 5 años de edad se llevó el tio a Casar de  Cáceres a mi hermana Marina Julia y vivió allí con él bastantes años hasta que por razones de salud se tuvo que volver a casa. Vivió una experiencia fuerte porque ella sufria por no estar con sus padres y hermanos. Visto desde la optica de hermanos nostros pensabamos que ella se lo estaba pasando muy bién y podriamos incluso quejarnos que Julia tenia muchas cosas, juguetes por ejemplo. Nosotros como eramos seis en casa acababan los juguetes   por romperse y ella tenia siempre todo nuevo. La educación hacia ella fue mas etricta que la nuestra y le guardaban todo y solo era una niña. Creo que debió haber situaciones en las que ella nos envidiara porque entre todos nos lo pasabamos muy bien y nosotros a ella pensando que en la forma en que vivia era feliz, para nosotros era la elegida, la de la suerte. La lástima es que era de caracter apocado. A mi me llevaban con el tio pero era tan contestataria y llorona que al dia siguiente me llevaban a casa otra vez. Me quedaba dormida llorando y a gritos llamaba a mi madre. ¡Cuanto debí hacer sufrir a mi hermana Julia! porque si yo me hubiera quedado allí, ella podria haber vuelto a casa y estudiar al mismo tiempo que disfrutaba de sus padres y hermanos. No es extraño que mi padre no se diera cuenta de la situación porque él mismo desde los cuatro años vivió allí con su tio, entonces creo que eso lo encontraba hasta natural, pero a mi madre se le notaba la pena escondida en su corazón. El resto de sus hijos con ser muchos, no le borrabamos la falta de esa niña que era además la más obediente y dulce, la que se parecia a ella.                

                               

     Se ha desgranado el rosario de una vida y ha sido fecunda, austera, humilde, paciente. Me ha gustado ahondar en los recuerdos pero sobre todo en los escritos, en los testimonios, porque hasta hace cinco o seis años no sabia yo que a mi tio le apodaban «el sabio». Fue otro sacerdote el que me lo dijo y yo tuve que reconocer que llevaba razón.

 

     A medida que iba envejeciendo fue perdiendo la vista y teniamos que leerle y escribir las cosas, porque ya no podia, y hay una persona que le ayudó mucho en este sentido, D. Félix Sanchez Dominguez, sacerdote, fue además quien le administró los últimos Sacramentos muriendo el dia 12 de Mayo de 1949.

     Fue enterrado en el cementerio local en una sepultura, segunda en cuanto a la altura, en la pared, en un nicho. Figura encima de la lápida el número 18 y luego hay en la parte izquierda inferior: Póliza número 1. Es que él compró su tumba al hacerse el Cementerio.La inscripción es la siguiente:

     Don Saturnino Martin Moreno, Sacerdote,  fue cura Párroco de Casar de Cáceres. Falle ció el 12-V-1949, a los 89 años de edad y

  57 de Párroco.

     Para su familia él aún vive y hablamos de él sobre todo cuando queremos recordar lo que cada uno puede contar, sus recuerdos más entrañables.

 

     Cada vez que visitaba Casar de Cáceres me enseñaba a hacer solitarios con las cartas y cuando le parecia me tiraba el bonete sobre la mesa y las cartas descolocadas caian en tropel al suelo y acababa teniendo que recogerlas.

     Me solia llamar Pitonisa (Hechicera) yo no sabia lo que aquello queria decir pero por su tono me gustaba oirselo.

     Un dia, ya después de estar ciego, me quedó asombrada cuando me pidió, en la segunda estanteria, en el estante tercero y por la derecha coge el tomo segundo de…(no recuerdo el título) y me lees, en la página 9 los renglones del 10 al 15, bueno, mejor será que escuches para ver si pone lo que te voy a deciir. Me relataba aquello del libro sin perder ni una sola letra. En otras ocasiones habia que repetirle las cosas y las memorizaba para cuando luego nos indicaba algún trabajo que habia que hacerle.

     Dos años antes que él, murió su sobrino Tomás y esto le sumió en una gran pena, habia que animarle, nosotros que estabamos transidos de dolor teniamos que sobreponernos y hacer lo posible para que no se apoderase de él la tristeza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                       SU OBRA

 

     Quiza sea ostentoso decir «su obra» cuando solo quiero traer al recuerdo una que ya nombré al principio de esta comunicación. Eso si creo que es lo suficientemente importante para considerarla con un poco de detenimiento y se podrá ver la capacidad de su autor.

         Pronostico distintas cosas que luego se han hecho realidad.

         Ofreció su trabajo con la siguiente dedicatoria. «Al Eminentisimo Señor Cardenal Arzobispo de Toledo Dr. D. Pedro Segura Saenz. En testimonio de gratitud y acendrado cariño dedica este pequeño opúsculo.

                                               El autor.»

 

         P R I M E R A                       

                                       P A R T E

 

         El Sol, por su luz y calor, es la fuente de toda energia mecánica en la Tierra y

        

         S E G U D A 

                                      P A R T E

        

         La luz, a su vez, debe ser considerada y estudiada tambien como fuente posible y directa de electricidad y magnetismo, y, como estos agentes, y por su intermedio de energia mecánica.

         La primera parte ha sido introducida como consecuencia de una observación hecha por mi sobrino Don tomas Martin Gil; no es hipotética, sino absolutamente cierta y exacta.

         La segunda es el verdadero y principal tema, no asi; contiene una idea que debe sujetarse a la experiencia para comprobarla, y es la idea, que yo trato de traducir a la realidad.»

         Su tema lo comienza asi:

     Soy de todos los los miembros de esta asamblea el menos autorizado para hablar en público el lenguaje cientifico.

     Y hablaré, porque bullen en mi cerebro ideas, que no valdrán tal vez para nada; pero si algo fueren y para algo valieren, no qioero que se me pudran en el alma o en el cuerpo, y me ha entrado comezón de comunicarlas al mundo.

 

     El tema:

     La luz es fuerza; la luz es poder; la luuz es potencia.

     En este Ateneo se ha hecho un gran elogio a eminentes sabios sobre el valor de la fuerza para desarrollar las múltiples y variadisimas artes de la fotografía en colores vitrificados.

     Mças lejos iría, si os recordase la fuerza del viento, hija de las isobaras, nieta del sol, por ende, verdadero Eolo, que los trae y los lleva por donde se le antoja. Todo debido a su calor.

     Contemplad los terribles ciclones, los espantables huracanes… Débiles cañas son los árboles más robustos…cabañas las casas más suntuosas.

     Los saltos de agua. También es esta fuerza hija del calor del sol.

     i la potencia dinámica de los vientos es fuerte y a menudo violentisima, las de los rios, arroyos, manantiales, cascadas, cataratas, no le cede en vigor porque además de enorme, es continua.

     El salto de agua que por su altura en los acantilados de la sierra, a pesar de su poco caudal desarrolla grande energía, y os haréis cargo de la potencia hidraúlica.

     Puues bien; toda esta energía viene del sol, que con su calor evapora el agua de los mares, levanta las nubes, engendra los manantiales, los rios los arroyos, los cuales, en incesante circulación, regresan otra vez al mar…que no redunda; ad locun unde exeunt flumina, revertuntur ut iterum fluant. Eclesiastés 1, 7.

     Traducido es: Todos los rios van al mar y el mar nunca se llena; al lugar donde los rios van, allá vuelven a fluir. (Biblia de Jerusalen)

     El sol es padre de esta potencia.

     Si hiciesemos que éste se vaya enfriando… que de siglo en siglo se acentue su tinte algo melancólico y un tanto cadavérico… dejemos que poco a poco, por la falta, siempre creciente, de calor y luz, vayan languideciendo las plantas; si hacemos que los mares vayan produciendo cada vez menos vapores, y escaseen las lluvias… y no se receben las fuentes como es debido, y no se desarrolle el verdor de la vegetación… todo irá muriendo poco a poco; el hombre y los animales desapareceran… se helará el mar y acabará en la tierra  todo signo de vioda, todo movimiento, toda energía.

     Por último, todo se abrillanta con la consideración de esa cantidad de fuerza almacenada en estado potencial entre los estratos del terreno carbonífero, constituyendo ella muchos de esos estratos en forma de hulla, de la cual solo una parte muy pequeña ha estado al alcance  del hombre, y continua estando en cantidad cada vez menor, se teme su agotamiento, y se buscan los saltos de agua y las fuerzas del viento en vista de las exigencias de dia a dia crecientes de la industria. Ya veremos que esta potencia es debida, no al calor del sol, sino a su luz.

    

     En nuestra patria el silurio ocupa grandes extensiones de terreno, y sobre todo en Extremadura alta; pues su tercio o cuarto inferior, llamado en Inglaterra «piso de Llandeilo», que fue separado de él por el gran geólogo inglés Lyell con el nombre de «cambrio», va desde las estribaciones de la montaña hacia el Norte, y forma todos los terrenos de Casar de Cáceres, a la derecha de una línea irregular y tortuosa, que pasa por el mismo pueblo, separatoria de las sienitas y granitos cristalinos que corren por la izquierda de la misma.

     En ninguna de las pizarras cámbricas de esos terrenos he logrado encontrar fósiles.

     Corre más adelante esta inmensa faja, y dejando a un lado la sierra de Cañaveral, con sus macizos graníticos, flanqueados de algunas cuarcitas y de esta misma pizarra, se presenta en los cuestos de Cepeda y Mínguez entre Portage, Torrejoncillo y Coria; reaparece en Calzadilla y Casas de Don Gómez, dejando atrás  el terreno diluvial y de los terraplenes de Coria y su vega de formación lacustre, para reaparecer sus potentes estratos en las primeras estribaciones de la sierra de Gata.

     …………………………………………………

     Por espacio de más de un siglo, han marchado, en virtud de la energía del sol, todas nuestras escuadras militares, todos nuestros buques mercantes, todos nuestros ferrocarriles, y han funcionado todas o casi todas nuestras máquinas industriales. Toda esa energía ha salido del Sol, de su luz.

     Resulta que durante la función vital de los vegetales, de absorber y descomponer el ácido carbónico, se fija carbono en ellos, y de esta manera la luz del sol creó esos inmensos almacenes de energía, que hemos podido antes considerar.        

     Hasta aquí la primera parte: el calor y la luz solar, son fuentes de energía mecánica.

     Sigue diciendo mi tio como reflexión. Siempre he sacado gran fruto de mis trabajos intelectuales, de manera que, sin grandes viajes, sin pisar las aulas de los liceos y de las academias, no siendo el modestisimo Seminario de mi ciudad natal, he logrado archivar en mi cerebro gran número de ideas: unas, ciertas; otras, problemáticas, aguardando la sanción de la experiencia y de la ciencia, y útiles todas.

     Soy como Baathelemy, el numismático aquel a quien se preguntó alguna vez como pudo hacerse con la riquisima colección de medallas y monedas que poseía, contestando con gran aplomo:

     -Me han regalado algunas; he comprado otras, y las demás las he robado.

     Yo adqurí algunas ideas en las cátedras, otras me las han suministrado los libros, las de mayor importancia y la mayoría de todas ellas las he adquirido en la meditación.

 

               S E G U N D A     P A R T E.

    

     Para explicarnos lo que él llamó segunda parte y principal, comienza haciendose una pregunta ¿Que es la luz? Dice: nohay cosa más oscura; ppero al genio de Cauchy, Yung, Fresnel, Descartes, Huygens y otros se debe que se haya hecho alguna luz en las tenebrosas oscuridades de la luz.

     Gloria a ellos.

     Pasó a la historia la teoria de la emisiçon planteada por Newton, y defendida hasta su muerte por Biot, su último mantenedor, que falleció en 3 de Febrero de 1862.

         En su lugar ha prevalecido la de las ondulaciones de la cual dicese estar la primera indicación en Aristóteles en su libro De Anima.

         Yo no la he visto clara y volveré a repasar el texto original, por si, mejor observado y estudiado la encuentro allí.

         Aristóteles señalo la analogía entre el sonido y la luz, siendo esta analogía la primera que se establece para el estudio de aquella, hoy, en pleno siglo XX.

         Me he procurado una edición griega del Tractatus de Anima, de Aristóteles, y no veo que se indique en ninguna parte de él el movimiento por ondulaciones de un fluido determinado para explicar los fenomenos auditivos y luminosos. Humboldt (Cosmo tercer tomo, primera parte, pagina 13,) afirma como cierto que Aristóteles proclamo la visiom por medio de las ondulaciones de un medio.

         Nada mas falso.

         Lo que dice Aristóteles, lo dice bien claro es es que la vista y el oido originan sus respectivas sensaciones a beneficio de medios interpuestos, sin la existencia de los cuales, no se vería ni se oiría.

         Supongamos un centro de honda conmoción de los átomos de la materia, una reacción química violenta, como la combustión de la madera, por ejemplo, o la del hidrógeno, el carbón y mil otras materias combustibles.

     En el centro de esa vivísima combustión se producen tumultuosamente millones de movimientos vibratorios en desordenado y confuso montón, como cuando se tira una piedra en el agua, en el punto donde cae.

     Poco a poco va templándose el tumulto, y las ondulaciones van regularizandose, como pasa en el agua, hasta que resulta, en medio isótropo, es decir, perfectamente homogéneo, la onda por completo esférica, que progresa con toda regularidad en el espacio.

     Se entiende por «onda» una superficie, que es lugar geométrico en donde están situados los elementos vibrantes, que tienen en un momento dado la misma fase de vibración y están a una cierta distancia del foco. Por rayo, una línea que, partiendo del centro de vibración, va a la superficie esférica de la onda, a la que le es perpendicular. A lo largo de esa línea  vibran los elementos diversos en sus trayectorias con todas las fases de vibración, que podéis imaginaros, empero, con distinta fase de uno al otro contiguo.

     ……………………………………………

     …y demos un formidable salto para transportarnos al inmenso y hermoso campo del magnetismo y de la electricidad, con lo que dase cima y remate a esta memoria.

     Entrando en él nos encontramos con Ampere, Arago, Faraday y otros que dando un primer paso empiezan a multiplicarse los trabajos de los físicos y es Ampere el primero en salir a la palestra. Construye su célebre mesa y estudia las atracciones y repulsiones de las corrientes, hasta apoderarse por comlpeto del asunto, deducir sus leyes y crear la Electrodinámica. Nada dejó de escudriñar.

     En 1820, toma Arago un hilo de cobre recubierto de seda por el que circula una corriente, y observa que, introduciéndolo en una salvilla, que contenga limaduras de hierro, éstas se pegan al alambre, que sale de entre ellas cuajado de filamentos de partículas férreas, pegadas las unas a las otras, formando sartas o rosarios.

     Entonces prueba a enrrollar el alambre alrededor de un fuerte cilindro de hierro dulce, y ve con estupor que, al paso de la corriente, este se imana, atrayendo, con gran fuerza, pesos considerables…; dobla la barra en forma de herradura, arrolla el hilo en ambas ramas, y duplica de este modo la fuerza del hierro.

              Estaba creado el Electroimán.

 

     Para la fuerza desarrollada, es lo mismo que en ambas ramas se haga el arrollamiento en el mismo sentido, o en el contrario.

     El electroimán, cuyas aplicaciones son conocidas de todos, brotó de entre las manos de Arago, doce años después, que brotó la luz eléctrica de entre las de Humphry-Davy (1820)

     Toma Andrés María Ampere un hilo y hace un arrollamiento en espiral en esta forma:

     Dejando un extremo libre, arrolla poco menos de la mitad. Al llegar al medio, deja una espira muy abierta, y continúa la otra mitad del arrollamiento, dejando libre el otro extremo. Vuelve ambos, tangencialmente a las espiras, hacia el centro, o sea: hacia la espira abierta, dobla los cabos para arriba, y, convenientemente  preparados, los hunde en el mercurio de dos tazas en su mesa de experimentos.

     El pequeño aparato, que ha recibido el nombre de «solenóide», queda, después de algunos tanteos, convenientemente equilibrado y en condiciones de girar. Si se le saca de su posición y se le da otra, queda en ella indiferentemente. Pero en el momento de animarlo una corriente, se mueve para ponerse en la dirección del meridiano magnético.

     Si, pasando la corriente, se le desvia de ella, vuelve a la misma, no siendo posible, sino con un pequeño esfuerzo, sostenerle en otra distinta. En esta posición, experimentará atracciones y repulsiones electromagnéticas por parte de otra corriente, o de un imán.

     En efecto; póngase junto al polo norte del mismo, el norte de una aguja imanada, y se rechazarán. Póngase al sur, y se atraerán. Exactamente lo mismo que dos agujas.

     Constrúyase otro solenóide igual, y pónganse proximos. En el momento de animarlos la corriente, se observan atracciones y repulsiones exactamente como si fueran imanes y agujas.

     Con esta nueva serie de experimentos construyó Ampere su célebre teoría del magnetismo, o Electromagnetismo.

     Para este físico, magnetismo y electricidad son una misma cosa.

     El magnetismo es una manera de la electricidad, pero latente, disimulada en los materiales magnéticos.

     Consiste en corrientes, que, en el acero, se conservan subsistentes, aun pasada la acción de la hélice magnetizante, merced a una energía llamada «fuerza coercitiva». Interrumpida la corriente magnetizante, en el hierro no perdura el magnetismo; en el acero, perdura.

     Cada barra de acero imanada, como cada barra de hierro, mientras está ésta bajo la acción imanadora, viene a ser un manojo de solenóides.

     Alrededor de cada partícula de acero, así como de cada una de las de hierro, circula, o puede desarrollarse, una corriente, llamémosla así, infinitesimal.(Corrientes de Ampere).

     Llamo, por de pronto, a estas corrientes, no circulares, sino «cíclicas», pues las trayectorias descritas pueden ser círculos, o elipses, o, en general, ciclos cerrados.

     Cada una de estas infinitas corrientes cíclicas, circulan en diversas direcciones, anulándose por esta razón sus mutuas acciones dinámicas, puues son contrarias y se neutralizan. Mas en el momento en que se arrolla alrededor un hilo de cobre, por el que circule una corriente, todas estas pequeñas corrientes se orientan, circulando en el mismo sentido, en planos paralelos entre sí, y paralelos al de las espiras magnetizantes.

     Estamos ahora en el caso de definir los llamados campos magnético y eléctrico.

     Faraday fue el primero en rechazar las acciones a distancia, para sustituirlas por los efectos realizados en «campos continuos». Maxwell lo aceptó.

     No hizo más que sustituir un nombre abstracto y sin contenido por otro abstracto y también sin contenido; mas supuso la acción continuada en toda la extensión del campo, y en todas direcciones, y todo pasó por bueno.

     Sobre este punto prometo, si tengo salud, una conferencia o memoria, dentro de no mucho tiempo.

     Si un imán se coloca en un punto, derrama en todos sentidos sus efluvios de «líneas de fuerza»; lo mismo sucede a una corriente eléctrica.

     Todo cuerpo conductor, que se acerque a la corriente o al imán, y corte sus líneas de fuerza, verá nacer en sus entrañas una corriente.

     Si un imán se introduce en un solenoide o hilo arrollado en espiras, en éstas se desarrolla una corriente. Si un carrete se introduce en otro carrete, se desarrolla también una corriente.

     Estos fenómenos son, por lo que se ve, reversibles.

     Va a terminar esta memoria.

     Recojamos aquel rayo o manojo de rayos polarizados con polarización circular, porque es llegada la hora de comparar, para deducir la última consecuencia.

     Os he dicho que hace más de veinte años que yo estoy trabajando en estos pensamientos…Ahora os diré que rebasan       el tiempo de mis funciones parroquiales en el vecino puueblo del Casar.                                                                  Instruido en las teorías sobre la unidad de las fuerzas físicas (sobre las que hice discurrir y trabajar a mis alumnos, en mi cátedra de Física del Seminario Conciliar de Coria), tal y como las exponía el abate Moigno y más brillantemenmte el P. Secchi, discurría yo frecuentemente sobre este asunto, cuando tuve noticia de los experimentos de Morichini, confirmados, según se decía, por Mary Sommerville, de la imanación de agujas de acero expuestas a la luz violada.

     Humboldt, en el Cosmos, volumen cuarto -forma de la Tierra-página 75 de mi edición, al hablar de los experimentos de Morichini y Mary Sommerville, dice que Riess y Moser obtuvieron en estos experimentos «résultats complétement négatifs», citando a Magnetism.

     Pero lo confirma Huggins en su obra Historia de los cielos, «el espectroscopio». Y en una revista española, «Por esos mundos», número 183, abril de 1910, Madrid, en la página 523, se expresa esta misma idea.

     Son más los testimonios en favor, que los en contra, aunque en esta clase de estudios el mejor testimonio es el de l

a experiencia, y hasta podemos afirmar que el único.

     Con estas indicaciones, entré en deseos de experimentar y comencé a practicarlo. Pero, sin recursos y sin medios para establecer tandas de experimentos, y desalentado, por otra parte, al leer en Alejandro de Humbolt los resultados negativos obtenidos por Riess y Moser, desistí de seguir experimentando.

     Hace unos veite años, como ya he dicho, estudiando y meditando sobre la polarización de la luz, que Malus descubrió en 1908, (su memoria es de 1911), observando con un nícol un rayo de luz reflejado en una vidriera del Luxemburgo desde un balcón de su casa, calle d’Enfer, en París, di en pensar en la «posible sólo para mí entonces», polarización circular, ya hacía tiempo descubierta por Fresnel, pero para mí aun desconocida, y de esta meditación y del estudio de las nuevas teorías sobre la naturaleza de la luz, brotó en mí la idea, que va a terminar esta memoria.

     Para Maxwell, la índole de la luz es eléctrica, o sea:

 

     LA  LUZ  ES  UN  FLUIDO  DE  NATURALEZA  ELECTRICA

 

     Así como el magnetismo es una forma de la electricidad, la luz es otra. En una palabra:

 

               LA LUZ ES ELECTRICIDAD.

     Esto está hoy en la mente de la inmensa mayoría de los físicos.

     Luego, si es electricidad, disponiéndola convenientemente, debe producir los efectos de la electricidad.

     Tomemos, pues, ahora un «rayo polarizado circularmente». Ya hemos visto que consiste en una infinidad de átomos etéreos o electrones, que es lo mismo, dotados de un rapidisimo movimiento circular en planos paralelos, y cuyos centros están todos alineados en una línea perfectamente recta, que es la dirección del rayo. ¿Quién no ve en él un conjunto de pequeñisimas corrientes eléctricas? Cada átomo etéreo es un electrón y cada electrón, circulamdo en el rayo, es una corriente; por tanto, todo rayo de luz polarizada circularmente, es un conjunto de corrientes. Si, pues, se trata de verdaderas corrioentes eléctricas, por tratarse de electrones circulando, que son electricidad, este conjunto «debe desarrollar un campo eléctrico, y ya él, de suyo, y sin más que por su propia virtud, podrá engendrar una corriente en un conductor, que se le acerque rapidamente y corte sus líneas de fuerza.

     Pero, mejor aún : si hacemos caer este manojo de luz así polarizada sobre un pequeño trozo de hierro dulce, este, que penetrará en el campo eléctrico del manojo, por cortar las líneas de fuerza de este manojo, «quedará imanado»; si hacemos que la luz discurra y pulule entre muchos trozos, sin retroceder (pues el retroceso anularía la acción), el conjunto de aquellos daría lugar a un imán, que tendríamos derecho a llamar, si el experimento resultare:

               F O T O – I M A N

     Si ahora encerramos este conjunto en tubo cerrado por un obturador, y arrollamos alrededor del conjunto de estos trozos de hierro, convenientemente dispuestos y sujetos, para que no se altere su posición, un hilo de cobre fino recubierto de seda muchas veces, y hacemos que funcione el obturador, «a cada efluvio de luz, que penetre hasta el foto-imán, se desarrollará una corriente en el hilo, y otra al terminar los efluvios luminosos y magnéticos, con lo que estaría creada una máquina FOTO-magneto-ELÉCTRICA.

     He aquí, señores, mi idea…¿Vana? No lo sé. Lo que sí sé, es que si no es vana, supone la verdad del tema, es decir: «Que la luz, originando electricidad y magnetismo, sería, por intermedio de estos agentes, fuente de energía mecánica».

     Hay que consultar la experiencia, y ésta… da, si no es bien consultada, cada castaña… Acordémonos de los fracasos de Faraday, perfectamente descritos por él (Recherches experimentales sur l’Electricité) y tengamos presente que la potencia visual de sus ojos le salvó, al descubrir las corrientes de inducción.

     Yo he de procurar instituir, si puedo y tengo para ello medios (la experimentación es cara) una serie de experimentos, aunque algo tenga que gastar, para ver si, ya que mi entendimiento ha sido el Le Verrier de este nuevo Neptuno, llega a ser también el Galle, que, con el potente telescopio de la experiencia, dé al mundo la realización de esta idea.

 

     HE DICHO.

 

 

 

     Está, señores, terminada esta memoria.

     Os pido perdón por el hastío que os haya producido.

 

               GLORIA ET AETERNA LAUS DEO OMNIPOTENTI,

 

                SACROSANTO FILIO ET PARACLITO DETUR

 

                               NECNON

 

            DEI MATRI VIRGINI MARIAE EIUSQUE SPONSO JOSEPHO

 

 

                            &&&&&&&&&&&&          

 

 

 

 

 

 

 

   

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mar 032014
 

Reyes Narciso García-Plata.

Introducción.

La legendaria personalidad del trujillano Diego García de Paredes, el bravo soldado del Gran Capitán, alcanzó cierto relieve en la literatura española del Renacimiento y del Barroco a través de las composiciones dramáticas de autores de la talla de Lope de Vega o Juan Bautista Diamante y de obras como la del extremeño Luis Zapata de Chaves. Con el presente estudio pretendemos contribuir a un mayor conocimiento de la figura de García de Paredes y de los hechos históricos en los que participó, mediante el análisis de la comedia La contienda de Diego García de Paredes y el capitán Juan de Urbina, de Lope de Vega, y de la relación que mantiene con su fuente más directa, el poema heroico Carlo Famoso de Luis Zapata.

 

La construcción del personaje literario de García de Paredes. De la ‘Breve suma’ a ‘El valor no tiene edad y Sansón de Extremadura’.

 

La figura del capitán trujillano Diego García de Paredes, caracterizada por su valor indomable y su extremada fuerza física, constituye el eje sobre el que se construyen diversas composiciones literarias del Siglo de Oro. La primera de ellas, en forma de memorias escritas por el propio protagonista, la constituye la Breve suma de la vida y los hechos de Diego García de Paredes, la qual el mismo escribio y la dexo firmada de su nombre, como al fin della parece[1], publicada en Zaragoza en 1559 junto a la Crónica del Gran Capitán. La autoría de esta composición ha sido puesta en entredicho en varias ocasiones debido a determinadas alteraciones cronológicas o históricas ; sin embargo, las dudas han sido despejadas y actualmente es posible afirmar la autenticidad de esta autobiografía[2]. Se trata de un breve texto en el que el autor narra sus hazañas desde su llegada a Roma en 1507 hasta sus últimos días en Bolonia, todas ellas repletas de lances y aventuras, y en las que siempre demuestra una desmesurada fuerza física y un extraordinario valor personal. La obra parece escrita en la última enfermedad del héroe extremeño debido a la caída sufrida cuando intentaba realizar un alarde de fuerza a imitación de otros caballeros, y va dirigida a su hijo Sancho de Paredes, “para que en las cosas que se ofrecieren en defensa de su persona y honra, haga lo que debe como caballero, poniendo a Dios siempre delante de sus ojos y procurando tener razón para que le ayude[3].

Unos años más tarde, en 1566, fue el extremeño Luis Zapata de Chaves[4], natural de Llerena, quien publicó en Valencia su Carlo Famoso[5], poema épico o crónica rimada de los hechos del Emperador que ofrece interesantes noticias de personajes tan destacados como Garcilaso de la Vega, el marqués de Pescara, Juan de Urbina o Diego García de Paredes. Es precisamente en el Canto XXVII en el que el autor se inspira en la figura de estos últimos para crear una contienda imaginaria entre García de Paredes y Juan de Urbina por las gloriosas armas del Marqués de Pescara tras la muerte de éste, según nos indica el encabezamiento de esta capítulo : “En este canto no se contiene otra cosa sino una contienda de García de Paredes y de Juan de Urbina, sobre las armas del Marques de Pescara, donde ante los Generales del campo, y el mismo exercito en Milan da ambos de sus vidas entera cuenta[6]. La acción se desarrollaría, por tanto, en 1526 y Zapata sitúa el escenario de la disputa en las afueras de Milán, en presencia de un abundante ejército de capitanes y soldados. Ante ellos, los dos protagonistas hacen una recapitulación de sus respectivas vidas y hazañas para justificar la demanda de las armas del Marqués. Es más que probable que el autor se inspirara en el motivo del desafío entre Ulises y Ayax de Thelamon por las armas de Aquiles recogido en el libro XIII de las Metamorfosis de Ovidio, que Zapata, como buen conocedor de los clásicos, conocería[7]. En ambos casos los protagonistas se disponen a enumerar sus méritos ante un público formado por los capitanes y sus tropas ; al igual que en el texto ovidiano ningún otro héroe se atreve a disputar las armas del glorioso Aquiles, salvo Ulises y Ayax, en el canto de Zapata tan sólo Diego García de Paredes y Juan de Urbina osan a reclamar las del marqués de Pescara ; del mismo modo, tanto Ayax como García de Paredes se asombran de la osadía y el atrevimiento de sus contrincantes al solicitar las armas, puesto que se consideran superiores ; y en ambos textos se enfrenta la extremada bravura al poder de la elocuencia, aunque con resultados distintos : si en las Metamorfosis Ulises consigue de la Asamblea los codiciados tesoros y Ayax, despechado, se da muerte con su propia espada y su sangre se convierte en la flor llamada jacinto, en la composición de Zapata, en cambio, el jurado determina no entregar las armas a ninguno de los dos sino colgarlas en el templo del Marqués para que sirvieran de ejemplo, si bien Juan de Urbina había apuntado esta posibilidad.

En lo que también coinciden las dos es en la exposición ordenada de los méritos de cada uno de ellos por turnos. Así, cuando en el texto de Zapata el capitán García de Paredes expone sus heroicas hazañas, el autor sigue fielmente la Breve suma escrita por el protagonista de los hechos y traslada a octavas el contenido de la misma. A partir de ahí, introduce algunas modificaciones de acuerdo con sus intereses, como la ampliación con determinados sucesos que no figuran en la autobiografía y que el autor conocería por las crónicas, como la intervención de Paredes en las batallas de Garellano y Pavía,   aunque en esta última no participara. Igualmente, se añaden los argumentos de Juan de Urbina, ajenos a la Suma, pero necesarios por la propia naturaleza de la contienda.

Algunos años más tarde Lope de Vega escribe una comedia en la que se basa en el motivo creado por Zapata, La contienda de Diego García de Paredes y el capitán Juan de Urbina[8]. Fechada en 1600 y representada en Jaén en 1614 según las licencias que van al final del manuscrito, la composición dramatiza la misma disputa de García de Paredes y el capitán Juan de Urbina sobre la adjudicación de las armas del Marqués de Pescara, por lo que es posible afirmar que Lope toma la composición anterior como fuente directa sobre la que construir su comedia, tal y como veremos posteriormente. El dramaturgo pone en escena o narra la mayor parte de los hechos contenidos en la Suma y en el texto de Zapata creando una comedia que respeta los planteamientos dramáticos del autor y del teatro de la época, situándose en el grupo que Menéndez Pelayo ha denominado de “crónicas y leyendas dramáticas de España”.

Frente al texto de Zapata, de marcado carácter literario, y a la composición dramática de Lope, en 1621 Tomás Tamayo de Vargas publicó Diego García de Paredes : Relación breve de su tiempo[9], obra en la que se recogen las noticias de la Breve Suma y se amplían con los datos que proporcionan las historias italianas y españolas y determinados documentos originales, por lo que constituye la primera biografía del héroe extremeño.

También en el siglo XVII, Juan Bautista Diamante, dramaturgo del ciclo de Calderón, se centró en la figura de García de Paredes para la creación de otra composición teatral, El valor no tiene edad y Sansón de Extremadura[10]. En esta comedia el protagonista, al comienzo de la segunda jornada, también realiza una relación de sus hazañas heroicas en un largo discurso con claros aires de romance ante la figura del propio Emperador. En él se recogen tanto las noticias de la Suma como aquellas que figuran en las crónicas o que pertenecerían a las leyendas que circularon desde muy temprano sobre las fuerzas hercúleas del trujillano, las mismas que admiraron autores como Cervantes, quien en El Quijote ya recogía algunas de sus anécdotas. Al referirse a la Breve suma que aparece junto a la Crónica del Gran Capitán, el autor pone en boca del cura las siguientes palabras :

 

“…y este Diego García de Paredes fue un principal caballero, natural de la ciudad de Trujillo, en Estremadura, valentísimo soldado, y de tantas fuerzas naturales, que detenía con un dedo una rueda de molino en la mitad de su furia ; y, puesto con un montante en la entrada de una puente, detuvo a todo un innumerable ejército, que no passase por ella ; y hizo otras tales cosas, que como si él las cuenta, y las escribe él asimismo, con modestia de caballero y coronista propio, las escribiera otro, libre y desapasionado, pusieran en su olvido las de los Hétores, Aquiles y Roldanes”[11].

 

Aunque la hazaña de la rueda de molino en realidad corresponde al capitán Alonso de Céspedes[12], la cita de Cervantes viene a insistir en la fama casi legendaria de fortaleza y de valor que alcanzó García de Paredes, la cual le valió los sobrenombres de Sansón de Extremadura y Hércules de España.

 

 

El ‘Carlo Famoso’ de Zapata como fuente de la comedia lopesca.

 

Una vez que hemos realizado un somero acercamiento a la figura de Diego García de Paredes en las letras españolas del Siglo de Oro, nuestro interés nos lleva a ocuparnos de las relaciones existentes entre la comedia de Lope de Vega y el canto XXVII del Carlo Famoso de Luis de Zapata.

La contienda de Diego García de Paredes y el capitán Juan de Urbina, fechada en 1600 y encuadrada en las comedias de crónicas y leyendas dramáticas de España, no ha despertado demasiado interés entre los críticos. Menéndez Pelayo[13], al ocuparse de ella resalta, sobre todo, su relación con la Suma de Paredes, la cual considera fuertemente enlazada con la comedia de Lope, ya que basó en ella numerosas escenas de la obra y utilizó el material que ésta proporcionaba, ya en narración, ya en la propia acción. Sin embargo, aunque es cierto que los acontecimientos reseñados en la autobiografía de Paredes están presentes en la comedia, también parece seguro que Lope los imitaría a través de la composición de Zapata como ya apuntara Terrón Albarrán[14]. En efecto, no sólo se inspira en el asunto de la contienda entre los dos personajes que aparece en el Carlo Famoso, sino que además recoge determinados pasajes que no existían en la Suma sobre cuyo origen se preguntaba Menéndez Pelayo. Por tanto, tampoco sería demasiado preciso afirmar que la comedia estaba basada en la contienda de Ayax y Ulises de las Metamorfosis ovidianas, ya que, igualmente, pasaría una vez más por la composición del extremeño.

La comedia se basa en determinados sucesos históricos sobre la vida y hazañas de Diego García de Paredes, si bien éstos estarían en función del motivo que unifica toda el drama : la contienda con Juan de Urbina por las armas del Marqués de Pescara. Pese a todo, Menéndez Pelayo consideraba que la comedia era anecdótica y que carecía de todo género de unidad, ya que comprendía tres acciones principales que vendrían a corresponderse con cada uno de los tres actos de los que se compone el drama : los hechos de García de Paredes en Italia, la atroz venganza que el capitán Juan de Urbina tomó en su adúltera mujer, y la disputa entre Paredes y Urbina sobre la adjudicación de las armas del marqués.

 

Las hazañas de Diego García de Paredes en Italia.

El primer acto se corresponde con los hechos protagonizados por Paredes y sus hombres en Roma. En él se presentan ya los personajes principales : Diego García de Paredes y su hermano Álvaro, Juan de Urbina, y los compañeros Zamudio y Pizarro, además de otras figuras que intervienen puntualmente, algunas de ellas de gran importancia histórica como el Gran Capitán y el Duque de Urbino.

El acto comienza con uno de los primeros hechos relatados en la Suma de Paredes, cuando, tras la llegada a Roma, el héroe y sus amigos, al verse necesitados y por no darse a conocer a su pariente el cardenal de Santa Cruz, tienen que dedicarse a ganarse el vestido robando a los caminantes  en la oscuridad, suceso que se menciona en las octavas de Zapata y en la Suma :

 

“A ocho de Marzo del dicho año se vieron mis compañeros y yo más necesitados que solíamos, y andábamos tan alcanzados con el poco partido, que era forzado ir de noche á buscar ventura de enemigos, y lo que se ganaba íbamos á vender á Nápoles, y así teníamos también mozos ganando el vestido.”[15]

 

La elección de este suceso por parte de Lope de Vega está plenamente justificada por su carácter acorde con los intereses dramáticos de la época, ya que los lances de capa y espada eran muy del gusto del público. De ese modo se explicaría la escena con que comienza la composición, en la cual Paredes y Urbina, acompañados de Zamudio, se dedican a robar capas a ciertos caballeros romanos. Así, cuando se topan con una dama, se da paso a un divertido incidente en el que los dos protagonistas y Zamudio compiten por la compañía de la mujer, escena que supone una variación del material imitado, probablemente para comenzar la comedia con una situación sorprendente que desde el principio captara la atención del auditorio.

En seguida se informa de que los tres caballeros españoles han entrado a formar parte de la guardia papal, al igual que Pizarro y Álvaro García de Paredes. Es en una conversación de estos dos últimos en la que Pizarro lo comunica al auditorio :

 

 

Volviendo a nuestra plática, me alegro

que García de Paredes, vuestro hermano,

y Juan de Urbina, que en el manto negro

de la noche vivían por su mano,

Juan de Vargas, Zamudio y Montenegro

hoy sirvan al Pontífice romano ;

que no es tan bajo el oficio el de la guarda,

pues es soldado y honra su alabarda.[16]

 

Esta circunstancia ya se hallaba recogida tanto en la Breve suma como en el texto de Zapata, en el cual leemos :

 

Llegue el mismo año a Roma con mi hermano,

Donde haviendo gran falta de dineros,

Por no nos descubrir a un primo hermano

Cardenal, fuymos luego alabarderos

Del Papa, en este officio tan no ufano,

Tuvimos al llegar por compañeros,

A Villalba, y Çamudio en la officina,

Iuan de Vargas, Piçarro, y Juan de Urbina.[17]

 

El siguiente suceso escenificado es el enfrentamiento con unos caballeros italianos a raíz de la disputa surgida cuando se entretenían tirando la barra, el mismo que se relata en la Suma y que posteriormente retomará el Canto XXVII del Carlo Famoso :

“…nos topó un día la guarda del Papa donde estábamos tirando á la barra unos con otros, de lo cual el Papa holgaba. Llegaron algunos caballeros á tirar, y entre ellos había uno que se tenía por gran tirador y éste dijo á mi hermano si sabía quién tirase cien escudos, que él se los tiraría. Mi hermano dijo que sí, y éste se desnudó en calzas y en camisa y puso cien ducados y demandó del tirador que había de tirar y tomó la barra. Yo, no entendiendo de dineros, le dije que si quería tirar por gentileza ; y éste, enojado de mí, dijo que me fuese a tirar con otros como yo, que no era su honra tirar conmigo. Yo le dije que mentía, y sus compañeros y criados echaron mano á las espadas y yo á la barra que él había dejado, y con ella nos defendimos á su daño, que matamos a cinco de ellos y más de diez heridos. Por donde se revolvió la Corte de tal suerte, que mandó el Papa que prendiesen á los romanos por el poco respeto que tuvieron y nosotros fuimos dados por libres.”[18]

 

 

 

Al igual que en sus precedentes, el episodio de la barra coincide con la noticia del levantamiento de Montefrascón, suceso que motiva que Paredes se dé a conocer a su tío, el Cardenal de Santa Cruz[19]. En nuestra comedia, Pizarro recapitula lo sucedido e informa a Zamudio, y en sus palabras es posible encontrar una extraordinaria similitud con los modelos imitados :

Tirábamos delante del Pontífice

a la barra García de Paredes,

Alvaro, Montenegro y Juan de Urbina :

llegaron a mirarnos noble gente

y buena parte del infame vulgo,

cuando un hidalgo, puesto en medio, dice

que tirará con todos arrogante.

Desnudóse, y poniendo cien escudos,

sobre querer tirar por gentileza,

dijo a Paredes cosas mal pensadas ;

desmintiéndole, y haciendo de la barra,

no sé que fue, pero matamos cinco,

sin otros diez que van descalabrados.

Prendiéronnos a todos ; pero el Papa,

sabida la verdad, nos dio por libres

y a Paredes ha honrado, como es justo ;

el cual, cansado de esta humilde vida,

se ha dado a conocer, y fue acertado,

al cardenal de Santa Cruz, su tío,

y queda hecho capitán del Papa

contra Montefrascón, que se rebela[20].

 

Tras darse a conocer se le asignó una compañía, por lo que el héroe se apresuró a repartir los cargos de la misma entre sus compañeros :

Hago mi alferez a Urbina,

y mi sargento a mi hermano ;

que de uno y otro me inclina

ver el valor soberano

con que a la virtud camina ;

y por cabos de ella irán

Pizarro y Zamudio[21].

Obsérvese, nuevamente la similitud con la obra de Zapata :

De la que fue mi Alferez Iuan de Urbina,

Y Alvaro de Paredes mi Sargento,

Y Villalva, y Piçarro à tal ruina,

Y Çamudio, los cabos de tal cuento…[22].

 

La variación en la comedia de Lope se produce al unirse a este grupo Clarinda, la dama por la que habían disputado su compañía los protagonistas al comienzo de la composición, lo que permite introducir una nueva situación cómica de tema amoroso que había de ser muy al gusto del auditorio en la que Paredes expone su manera de querer. Dicha comicidad se deriva de la caracterización del protagonista como un hombre escasamente delicado con las mujeres y únicamente dedicado a las armas como él mismo afirma :

Seguí las armas, que amor

no me debe pensamiento,

y así tan libre y exento

vivo, siguiendo mi humor[23].

 

Pero también surge del hecho de que a pesar de las “muestras de afecto” del hercúleo trujillano, la dama se halla rendida de amor por él y se dispone a marchar a la batalla con su compañía como paje o mochilero, lo que, a su vez, permitirá emplear otro recurso muy del gusto de la época como es el de la mujer vestida de hombre.

Estas escenas, en las que el autor se aparta de los modelos, pretenden proporcionar variedad  e interés alternando los sucesos guerreros con los amorosos y captar de ese modo la atención del espectador.

Su presencia en la obra permiten introducir, al mismo tiempo, un salto temporal con respecto a los hechos relatados en la Suma, por lo que los sucesos de Montefrascón se condensan en palabras de Paredes cuando se presenta ante el General del Papa : 

El mismo soy, y el que, sirviendo al Papa,

tomé a Montefrascón, subiendo al muro

de unas enramadas de dos álamos

y unas travesadas fuertes cuerdas ;

maté las centinelas por mis manos,

rompí del enemigo las banderas,

en la plaza saltando desde el muro ;

y vuelvo a Roma con iguales honras.

Reformándose algunas compañías,

Su Santidad, como lo veis, me manda

que con la mía sirva en esta empresa[24].

 

En esta ocasión el acto finaliza con unos de los sucesos que se enmarcan en el contexto histórico de la guerra del Papa contra el duque de Urbino, favorecido éste último por el Gran Capitán. Entonces se ponen en escena los hechos narrados en la Suma e imitados por Zapata :

“ y porque peleando con ellos dije “España, España” fuí reprendido del Capitán Césaro Romano, diciendo que yo era traidor. Yo le dije que mentía, y fue necesario combatir y Dios me dio victoria y le corté la cabeza, no queriendo entendelle que se rendía. Sabido por el Papa, mandóme quitar la compañía porque me prendiesen, y así se hizo y fui preso en la tienda del General ; y a media noche aventuré salirme, tomando de la guardia una alabarda y con ella maté la centinela y salí fuera, y la guarda tras mí hasta la guarda del campo y allí reparé por la mucha gente que venía. El capitán, alborotado, detuvo la gente con mano armada, no sabiendo por qué fuese yo así á la centinela, demandándome el nombre ; yo no se lo supe dar y acometióme y matélo, y así salí fuera del fuerte y fuíme al campo del Duque…”[25]

 

Con la huida de Paredes y sus hombres finaliza el primero de los actos que, como hemos venido observando, sigue muy de cerca el contenido de las memorias del héroe y de las octavas del Carlo Famoso.

 

El capitán Juan de Urbina.

En el segundo acto, en cambio, se produce un mayor distanciamiento de los modelos en los que basa la composición, pues ya no los sigue el autor paso a paso. Aunque se mantienen determinadas referencias, es  posible observar un giro en los planteamientos.

En la escena con la que se abre esta jornada Zamudio nos informa del paso del tiempo y para ello enlaza con los hechos con los que se cerró la anterior : tras dar muerte a Cesar Fabricio y romper la prisión, Paredes y sus compañeros pasaron al ejército del Duque de Urbino y el Gran Capitán, y, una vez unido a éste, peleó en numerosas batallas y participó en abundantes hazañas. El personaje de Zamudio las resume con rápidas alusiones a hechos tomados de sus modelos como la tregua determinada por ambas partes y el posterior combate en el que intervinieron en grupos de once caballeros[26].

A continuación relaciona otros sucesos de Paredes que no figuran en la Suma,  pero sí en el poema de Zapata, debido a su importancia. Nos referimos a la participación del héroe trujillano en batallas como la de Garellano, de la que nos ha quedado testimonio tanto en documentos de la época como en La Historia del Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba y de las guerras que hizo en Italia[27].

Más tarde, se nos informa de cuál es el contexto en el que se sitúan los sucesos de acto segundo, el sitio de Pavía por los franceses:

Aquí con el de Pescara,

que, como veis, ha venido

a socorrer a Pavía

que la entregue ha puesto sitio,

están Urbina y Paredes,

de opinión y hacienda ricos,

dando su consejo y armas

fama al tiempo, al mundo libros.[28]

 

No obstante, la participación de Paredes en estos hechos es incierta, pues cuando tenía lugar la memorable batalla, el hercúleo extremeño se encontraba resistiendo los ataques al reino de Nápoles[29]. A pesar de todo, Lope sitúa a su protagonistas junto al Marqués de Pescara y enmarca los siguientes sucesos en uno de los ataques de los españoles a los franceses, en el momento en que se preparaban para realizar una encamisada. Las referencias históricas se emplean, fundamentalmente, para proporcionar una marco en el que desarrollar los acontecimientos. Los sucesos escenificados bien pudieran referirse a la sorpresa de Melzo, realizada por dos mil españoles por medio de la estratagema de los encamisados al mando de los Marqueses de Pescara y del Vasto, que pareció un presagio de la valiente victoria que esperaba a las armas españolas.

Más tarde, también se presenta una escena en la que, tras la derrota del ejército francés en Pavía, a consecuencia de la cual quedó preso Francisco I, los estados italianos constituyeron una Liga contra el rey Carlos V para favorecer a Italia, una alusión a la Liga Santa o Clementina firmada por el Papa Clemente VII, la república de Venecia y el duque de Milán con Francisco I. Esta escena se completa con otra de carácter simbólico en la que el Marqués de Pescara renuncia a ser rey de Nápoles a petición de esta Liga, demostrando de ese modo su lealtad al Emperador.

Aunque en todas estas acciones aparecen juntos Paredes y Urbina, hay que señalar que, en esta ocasión, se concede una especial atención al personaje de Juan de Urbina, puesto que en el segundo acto se escenifican dos de los incidentes protagonizados por él que ya aparecían en el Canto XXVII del Carlo Famoso y no en la Breve Suma, y que, por tanto, contribuyen a confirmar la obra de Zapata como la fuente fundamental de Lope de Vega para su comedia. Se trata del enfrentamiento de Urbina con el coronel Salcedo y de la venganza del capitán a su adúltera esposa. El primero de estos incidentes es relatado por Paredes en las octavas de Zapata para desprestigiar a su adversario :

Que à rebolver un campo solamente

Basta su desconcierto, y su denuedo,

Pues que, estando es señor Marques presente

Su General, sobre alçame alla el dedo,

Dio un bofetón ant`el osadamente

Y corto un braço al Coronel Salzedo…[30]

 

En ese mismo texto, Juan de Urbina se justifica y relata lo que sucedió posteriormente, tal y como se pone en escena en la obra de Lope : ante la presencia del Marqués y la desaprobación de éste, se disculpa humildemente entregando su espada[31].

El segundo de los hechos es la venganza de Juan de Urbina por el adulterio cometido por su esposa : la hace embarcarse con toda su familia y pertenencias, y en alta mar los anega a todos. Menéndez Pelayo, al no encontrar el caso del capitán en los libros de historia, opinaba que se trataba de una tradición de familia que Lope pudo oír de labios de su primera mujer, doña Isabel de Ampuero Urbina y Cortinas[32]. Sin embargo, sus dudas se resuelven al encontrar el precedente del texto de Zapata, en el que se desarrolla el motivo imitado por Lope. Este es otro de los argumentos empleados por Paredes para desacreditar a Urbina en la contienda del Carlo Famoso, en el que leemos :

Mato al qu`era el autor, que yo no sabría

Contar como esto fue, o de que manera,

Y en su casa en Napoles un dia

Muy alegre viniendo, entró defuera :

Y fingiendo despues que se quería

Asolazar andar por la ribera,

Metio en una barqueta en las marinas

Su muger, gente, y gatos, y gallinas.

Despues qu`entro en las ondas mas saladas,

Diziendoles lo qu`el hazer queria

Una à una à sus mugeres y criadas

Y echo à un hijo pequeño que tenía :

Y à su muger despues à cuchilladas

La echo en la profunda agua del mar fría,

A fondo, y aun la barca en que viniera,

Y se salió nadando á la ribera[33].

En nuestra comedia, Urbina, en primer lugar, da muerte a Horacio, el amante de su mujer, y más tarde lleva a cabo la venganza con su esposa tal y como se relata en el modelo :

Llevarla quiero a la mar,

con su gente, en una barca,

donde si una vez se embarca,

todos me lo han de pagar

(…)

Y para que infames tratos

paguen inocentes cuellos,

tengo que embarcar con ellos

hasta los perros y gatos.

No hay que quedar cosa viva

en mi casa que no muera,

y es la honra herida fiera

que de toda razón priva[34].

 

Como podemos observar, si Lope en el primer acto se centraba en las hazañas de Diego García de Paredes en tierras italianas siguiendo fielmente el contenido de la Breve Suma y del poema de Luis de Zapata ; en el segundo acto, en cambio, se centra en los hechos atribuidos a Juan de Urbina que únicamente aparecían en el Carlo Famoso, concediendo, de ese modo, una importancia similar a ambos personajes para pasar posteriormente a ocuparse de la disputa surgida entre ellos a raíz del requerimiento de las armas del Marqués, disputa que tendrá lugar en el último acto de la composición.

 

La contienda entre García de Paredes y Urbina.

En efecto, en el tercer acto se pone en escena el asunto que da título a la comedia, no sin antes proporcionar un marco histórico a los acontecimientos. En esta ocasión, los hechos se sitúan tras el saco de Roma. Don Hugo de Moncada[35] abre la jornada con la noticia de la muerte del Marqués de Pescara a Paredes, quien en seguida manifiesta su intención de solicitar sus armas. Más tarde Zamudio evoca los desgraciados hechos de Roma y la reacción de Carlos V, que hizo guardar luto a su Corte suspendiendo los festejos que se celebraban por el nacimiento de su hijo Felipe.

Mientras tanto, un incidente más ante de la contienda entre los dos personajes : don Pedro Caballero, hermano de la esposa de Urbina pretende vengarse de éste por la muerte de su hermana, mediante un engaño con la cortesana Felisena, aunque no podrá conseguir sus propósitos, ya que el capitán Urbina arremete contra don Pedro y varios soldados haciendo un alarde de fuerza. Esta escena permite introducir un elemento original en una comedia que, por lo demás, poco presenta de novedoso, y sirve para retrasar el desenlace de la composición.

Cuando, más tarde, Álvaro García de Paredes le entrega a su hermano una carta de Urbina en la que le comunica su decisión de competir con él por las armas del Marqués, se plantea ya de forma directa el asunto imaginado por Zapata en el Canto XXVII del Carlo Famoso. A partir de ese momento y hasta el final de la comedia la imitación es completa, siguiendo Lope de Vega, paso a paso, el texto del extremeño.

El Marqués del Basto y Don Hugo de Moncada introducen la contienda explicando que se realiza a imitación de los griegos, pues las armas debían darse al que mejor probara en larga arenga sus hazañas.

El escenario de la disputa nos la proporciona aquí la acotación escénica :

Descúbrese un templo y un sepulcro de paños negros con el cuerpo del Marqués armado, y los escudos de sus armas alrededor y seis hachas en sus blandones ardiendo : toman sillas don Hugo y el del Basto, y van entrando, al son de cajas y trompetas, todos los que pudieren por una parte, y detrás Paredes, y por la otra otros tantos, y detrás Juan de Urbina…”[36]

 

Mientras que en el Carlo Famoso, el marco es diferente :

 

…Y en un ancho y verde prado,

Dond`el Marques plantar hizo unas tiendas :

Fue todo el Imperial campo ayuntado,

Para determinar estas contiendas,

Donde hable cada uno en su derecho,

Y dense al que más cosas haya hecho.

Los Capitanes todos se assentaron,

Y estando alrededor toda la gente…[37]

 

A continuación, tienen lugar los respectivos discursos de Paredes y de Urbina, en los que no nos detendremos demasiado debido a que presentan demasiadas similitudes. Baste señalar que en ambos casos se emplea la misma estructura, el mismo orden, y las mismas anécdotas. En primer lugar interviene García de Paredes, quien, asombrado por el atrevimiento de su adversario, comienza el discurso desacreditando a Urbina por su falta de linaje y sus acciones anteriores, frente a él, procedente de una noble familia, y protagonista de numerosas hazañas memorables :

 

Diego García soy yo

de Paredes ; no paredes

de cal y canto y ladrillo,

sino de nobleza fuerte.

Sancho de Paredes fue

mi padre, y no hay más que pruebe,

caballero de Trujillo

con mil cruces en parientes.

Si por hazañas me tocan,

que hoy tan vivas resplandecen,

y aunque todos las sabéis,

mi justicia os las refiere[38].

 

A partir de este momento el discurso del soldado trujillano se limita a sintetizar el desarrollo de Zapata, que, a su vez, sigue fielmente los hechos narrados en el texto compuesto por el propio héroe, muchos de los cuales habían sido puestos en escena en el primer acto de nuestra comedia : desde la llegada a Roma tras una diferencia con Ruy Sánchez de Vargas, su cargo de alabardero del Papa, el episodio de la barra, su participación en el levantamiento de Montefrascón o en la guerra del Papa con el duque de Urbino, hasta su paso al ejército del Gran Capitán tras dar muerte al General. Continúa con un nuevo descrédito de su compañero Juan de Urbina por la venganza que tomó con su adúltera esposa, para pasar a enumerar toda una serie de nuevas aventuras : la escapada de Rávena, la contienda con el coronel Palomino, el combate de trece a trece, la defensa del Gran Capitán ante el rey, o los altercados con varios rufianes y prostitutas en Coria y con un zapatero en Trujillo (episodio éste inventado por Zapata, ya que no aparecía en la Suma). Por último, deja de relatar lo que ocurrió en otras batallas como la Pavía para dar paso al discurso de su contrincante.

Es el turno de Juan de Urbina, que en principio se defiende de las acusaciones de Paredes complaciéndose de ser el primero de su linaje :

No es menos gloria el ser yo

el primero de mi casa,

pues ser postero en la suya

le da a Paredes ventaja[39].

 

Tras aludir a la época en la que fue alabardero del Papa y participó con el soldado extremeño en varios episodios, también él arremete contra su adversario destacando que en todas sus hazañas Paredes actúa con fiereza y locura, irreflexivamente, frente a él, que, por el contrario, actúa con cordura. Así  justifica sus actuaciones con su esposa y con el coronel Salcedo por tratarse de afrentas : afirma que él pone la mano a la espada cuando por su rey, por un amigo, o por su honra. Ante la bestial valentía de Paredes, él resalta su táctica y su participación en grandes victorias del Marqués de Pescara como las de Navarra o Milán.

 

 

Termina su intervención pidiendo al jurado que le conceda las armas o que las cuelguen en el templo del Marqués por honra de su fama. Y, al igual que en el poema de Zapata, todos determinan que no deben darse a ninguno de ellos, sino que es preferible que permanezcan en el templo, con lo que finaliza la comedia.

 

Conclusiones.

Podemos concluir confirmando que el poema heroico Carlo Famoso de Luis de Zapata constituye la fuente principal de Lope de Vega a la hora de construir su comedia La contienda de Diego García de Paredes y el Capitán Juan de Urbina. A pesar de que tradicionalmente se venía señalando la Breve Suma de los hechos de Diego García de Paredes como el modelo de Lope, a través del presente análisis creemos haber demostrado que si coincide con los hechos relatados en la Suma es en la medida en que éstos constituyen la fuente fundamental del texto de Zapata, si bien tanto el asunto como el desarrollo del mismo y determinadas anécdotas están tomados de la composición del extremeño.

Así, para la creación de su obra, Lope selecciona una serie de hechos del material ofrecido por Zapata en función del interés dramático de los mismos y los pone en escena con muy pocas variaciones. A partir de ahí, los distribuye de forma equilibrada y les proporciona un marco histórico. De ese modo, dedica el primer acto a la figura de García de Paredes, el segundo, a Juan de Urbina, y el tercero, a la contienda de ambos por las armas del Marqués de Pescara. En el primero de los casos sigue fielmente las octavas del Carlo Famoso y el contexto histórico proporcionado por los modelos para escenificar las aventuras del protagonista en Italia, con escasísimas innovaciones las escenas que introducen el tema amoroso, fundamentalmente. En el segundo acto, la originalidad viene dada por la necesidad de aportar un presente a la representación : frente a la obras anteriores, en las que se relatan los sucesos pasados, en nuestra comedia, como en toda obra dramática, es necesario que los acontecimientos sucedan ante el espectador, por lo que el autor sitúa los hechos cercanos a la batalla de Pavía. Esta circunstancia no impide, en cambio, que en ocasiones se presenten relaciones de hechos anteriores con la finalidad de condensar información y respetar la economía dramática, sobre todo al comienzo de cada acto para informar así al espectador del paso del tiempo transcurrido entre los mismos. Por último, en el tercer acto se lleva a cabo la contienda que da título a la composición y es en ese momento cuando se realiza una imitación más directa del original.

Lope consigue así una comedia escasamente novedosa, cuyo principal mérito es actualizar el material existente confiriéndole un carácter dramático y representable, adaptándolo a las necesidades teatrales. De ahí la utilización de recursos como el de la mujer vestida de hombre muy del gusto del público o la selección de los sucesos que más podían interesar al auditorio. El resultado de todo ello es una obra más que contribuiría a la fama de la figura del Sansón extremeño y que participaría del recuerdo de su legendaria personalidad.

REYES NARCISO GARCÍA-PLATA.

C


[1] Reeditada por A. Rodríguez Villa en Crónicas del Gran Capitán, Madrid, Bailly (NBAE, X), 1908, pp.255-259. (Todas nuestras citas estarán tomadas de esta edición).

[2] M. Muñoz de San Pedro (autor de la biografía del héroe: Diego García de Paredes, Hércules y Sansón de España, Madrid, 1946) aportó el testamento de Hernando Corajo, fechado en 1513, para clarificar el problema (“Documentación familiar de Diego García de Paredes”, en REE, 1956, pp.1-58), así como el testimonio de Luis de Tapia y Paredes, bisnieto del héroe, que afirma haber poseído las memorias autógrafas (“Documentación histórica de Diego García de Paredes”, en REE, 1949, pp.303-337). No obstante, Menéndez Pelayo -quien reproduce dichas memorias en sus Estudios sobre Lope de Vega (ed. A. Bonilla y San Martín, Madrid, CSIC, 1949, t.V, pp.341-349)- opina que la Breve suma está corrompida o interpolada, aduciendo determinados ejemplos al respecto.

[3] Breve suma…, ed. cit., p.259.

[4] Sobre este autor, vid. E. Segura Covarsí, “El escritor de Llerena, Don Luis Zapata”, en Alcántara, XII, nº105-107, 1956, pp.3-15.

[5] Luis Zapata de Chaves, Carlo Famoso, edición facsimilar con un introducción de M. Terrón Albarrán, Badajoz, Diputación Provincial, Institución Pedro de Valencia, 1981. (Todas nuestras citas, tomadas de esta edición).

[6] ibidem, p.147.

[7] Bien en el texto latino, bien a través de la versión de Juan de Mena incluida a continuación de su traducción de la Ilíada, la “Contienda que ovieron Ayax de Thelamon y Ulises ante los príncipes y pueblos de Grecia, delante de Troya”, un poema de 76 octavas, libremente traducido del libro XIII de las Metamorfosis ovidianas, que se publicó en Valladolid en 1514 (vid. M. Menéndez Pelayo, Biblioteca de Traductores Españoles, Madrid, CSIC, 1953, t.III, pp.156-157).

[8] Publicada en Obras de Lope de Vega, ed. M. Menéndez Pelayo, Madrid, Atlas, BAE, XXIV, 1968, pp.289-349. (Citamos por esta edición).

[9] Publicada en Madrid, por Diego Díaz de la Carrera, en 1621.

[10] Diamante, J.B., El valor no tiene edad y Sansón de Extremadura, ed. Mesonero Romanos, en Dramáticos posteriores a Lope de Vega, II, Madrid, Rivadeneyra (BAE, XLIX), 1859, pp.19-41.

[11] Cervantes, M. de, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, ed. Vicente Gaos, Madrid, Gredos, 1987, t.I, pp.646-647 ( Cap.XXXII, I Parte).

[12] El error viene siendo señalado por los distintos editores de la obra cervantina (vid. ed. cit., p.646).

[13] En Estudios sobre Lope de Vega, ed. cit., pp.341-349.

[14] El autor afirma : “Es inequívoco admitir que la obra de Lope de Vega se sustenta en el asunto que, de modo original, imaginó la lira de Don Luis. Si esto es indudable ¿por que no iba Lope a tener por modelo, no ya la Suma de Paredes, sino el propio Carlo Famoso ? Pudiéramos admitir que el genio de Lope trocó en fácil verso lo que Don Luis labró a costa de dificultades de metro e inspiración en sus octavas. En cierta manera pudo ser un ‘fusilamiento’ literario con los honores debidos. Pero yo no tengo dudas de que Lope cuando escribió su comedia, más que la Suma lo que tuvo a mano fue el Carlo Famoso” (ed. cit., p.LXXIX).

[15] Breve Suma…, ed. cit., p.255.

[16] La contienda…, ed. cit., p.297.

[17] Carlo Famoso, ed. cit., fol.148a.

[18] Breve Suma…, ed. cit., p.255

[19] Tanto en el Carlo Famoso como en la Breve Suma se afirma, en cambio, que el parentesco que les une es el de primos.

[20] La contienda …, ed. cit., p.300-301.

[21] Ibidem, p. 301.

[22] Carlo Famoso, ed. cit., fol.148b. Detalle tomado de la Suma, a la que sigue paso a paso : “Fue mi alférez Juan de Urbina, y mi hermano  Sargento, y Pizarro y Villalba y Zamudio cabos de escuadra…”, ed. cit., p.255.

[23] La contienda…, ed. cit., p.302.

[24] ibidem,  pp.307-308. Cfr. “Así a  Monte Frascon al fin llegamos, / De noche muy callados caminando, / Y al Burgo del lugar nos arrimanos, / Sin que nadie sintiesse nos llegando : / Yo al muro eche dos leños, cuyos ramos / Por las almenas, y entre atravesando, / Por cuerdas, y ante todos sin ruydo / Sobre el muro subi, sin ser sentido. / (…)Yo a la puerta muy grande a quebrantalla / Y aunque eran los cerrojos no livianos, / Los quebranté yo solo con mis manos. / Y en las plaça en que havia ocho vanderas, Las rompió entrando nuestra Infantería / Bueltas en Roma luego estas vanderas / Se acabaron, sino sola la mía…”, Carlo famoso, ed. cit., fol.148a.

[25] Breve Suma…, ed. cit., p.256.

[26] En las octavas de Zapata se alude a trece por trece, resultando uno más que en el texto de la Suma, puesto que el autor incluye a un personaje que no figuraba en las memorias, el del Coronel Zamudio que, como venimos observando, ocupa un destacado papel en nuestra comedia. Ya Menéndez Pelayo, siguiendo los Anales de Zurita, se encargaba de señalar que en el desafío de Barleta, los hombres que participaron fueron once (Estudios…, op. cit., p.350)

[27] En la que, refiriéndose a esta batalla, se lee :“Las maravillas  que en armas se hicieron aquel día en el puente y fuera de ella por los capitanes y soldados es cierto que los que las vieron tenían en poco lo que Plutarco en sus Vidas y Tito Livio en sus Décadas escribieron. De Diego García  de Paredes ni palabras bastan para lo contar ni razones para lo dar a entender”, en Crónica del Gran Capitán, ed. cit., pp. 408.

[28] La contienda…, ed. cit., p.315.

[29] Terrón Albarrán así lo señala en su introducción al Carlo Famoso, (ed. cit., p.LXXVII). En aquel tiempo García de Paredes estaba ya licenciado y sin compromisos militares y, al ver atacado Nápoles, acude sin ser llamado y sin sueldo para defender a la ciudad del ataque francés.

[30] Carlo Famoso, ed. cit., fol.151a.

[31] “Y ante el señor Marques asi esto hecho,/Que entonces contra mi estava de punta,/Humilde, y puesto ant`el por tierra el pecho/Le di mi misma espada por la punta :/El campo todo en esto con despecho/Que el Marques con ira algo barrunta,/Alço luego una grita en tal mohina,/Diziendo : biva, biva Iuan de Urbina./Sabe el señor Marques, que`sta presente,/Como yo assosegue, y de que manera,/Por esto ant`el reprendi la gente/Y ant`el torne mas blando que una cera…” (ibidem, fol. 152b).

[32] Estudios…, op. cit., p.351.

[33] Carlo Famoso, ed. cit., fol.149b.

[34] La contienda…, ed. cit., p.330.

[35] Junto con los Colonna, Hugo de Moncada había preparado un atrevido golpe de mano, con objeto de obligar al Papa a apartarse de la Liga, y éste vio entrar por las calles de Roma un ejército de tres mil hombres al mando de Moncada, que dispersó a los guardias del Papa y obligó a éste a refugiarse en el castillo de Sant Angelo.

[36] La contienda…, ed. cit., p.344.

[37] Carlo Famoso, ed. cit., fol.147b.

[38] La contienda…, ed. cit., p.345. Cfr. “Yo soy Diego García de Paredes, /Natural y vecino de Trujillo,/ Donde ser cavallero, las paredes y las piedras tambien podran dezillo :/ Y mi padre fue Sancho de Paredes,/ Ni estas de tapia son, ni de ladrillo,/ Sino de un cal y canto, que`en mi assiento/ Hasta ab initio tienen el cimiento./ Mas qu`estas por hechos y hazañas,/ Y por nobleza aun deven ser mias…” (Carlo Famoso, ed. cit., fol.148a)

[39] ibidem, p.347. Cfr. “Ni menos gloria a mi sera el primero/ haver sido en mi casa de mi gente,/ Que a Diego García ser el postrero/De los suyos (segun el es) se cuente…”(Carlo Famoso, ed. cit., fol.151b)

Mar 032014
 

  Reyes Narciso García-Plata.

 INTRODUCCIÓN.

Tanto la figura de Francisco Pizarro como el motivo de la conquista de América han estado rodeadas desde el comienzo de controversias y opiniones encontradas. Si para buena parte de la historiografía Pizarro aparece como un hombre virtuoso, fundador de un nuevo imperio ; en otras ocasiones aparece, en cambio, acompañado de acusaciones de tiranía, traición y deslealtad. En este contexto de multiplicidad habría que encuadrar la imagen que de él aporta la literatura dramática española del Siglo de Oro.

Ante la variedad de manifestaciones sobre este personaje, frecuentemente contradictorias, el propósito de esta comunicación es contribuir a un mayor conocimiento de su personalidad y de los hechos históricos en los que participó, mediante el análisis de la visión que ofrece La Aurora en Copacabana de Pedro Calderón de la Barca. La obra ha sido principalmente estudiada en su vertiente religiosa, por lo que centraremos nuestra investigación en el estudio del tratamiento que reciben  los acontecimientos históricos, así como las fuentes en las que se basa el autor para construir su composición.

 

 

 

CALDERÓN Y EL DESCUBRIMIENTO DEL PERÚ.

 

El contexto dramático de ‘La Aurora en Copacabana’.

Tradicionalmente se ha venido insistiendo en el escaso interés que despertaron el descubrimiento y la conquista de América en la literatura española del Siglo de Oro. Es cierto que existe abundante material relativo al Nuevo Mundo en las Cartas de relación, Historias, Memoriales, o Crónicas, pero éstas no constituyen manifestaciones propiamente literarias, sino que cumplen determinadas funciones de

carácter político o historiográfico y se dirigen a personalidades concretas. En los géneros literarios que poseen una finalidad estética y están dirigidos a un público indeterminado se aprecia, en cambio, un evidente desinterés. Aunque éste se advierte en la novela o el romancero, es en el caso del teatro donde resulta especialmente llamativo por tratarse del periodo de mayor esplendor de nuestra historia teatral, con una producción superior a la de cualquier otro país europeo. En una época en la que existe un numeroso público ávido de entretenimiento y espectacularidad, y con una temática que podría proporcionar grandes posibilidades escenográficas y diversos elementos exóticos, lo americano no llega a calar en el gusto del pueblo ni adquiere repercusión. El resultado de todo ello es un conjunto de obras que apenas alcanza las dos docenas[1], número que a todas luces resulta insignificante en una producción de miles de composiciones dramáticas.

Las razones que podrían aducirse para explicar la escasez de textos que dramaticen la conquista de América son múltiples y la mayoría de ellas ya han sido apuntadas por la crítica[2] : desde la ausencia de una tradición literaria y un público que apoyara estas comedias, a motivaciones de índole sociológica. En primer lugar la consideración de inferioridad cultural de los indios restaba valor a los triunfos y hazañas de los españoles con respecto a lo que sucedía con las conquistas de ciudades europeas. Por otra parte, los conquistadores en su mayoría hidalgos no gozaban del mismo prestigio que la auténtica nobleza, sus títulos nobiliarios eran concedidos por sus acciones guerreras y por la inversión de haciendas personales, y además en varias ocasiones se vieron envueltos en desavenencias con la Corona, circunstancia que contribuía a dicho desprestigio. Pero al mismo tiempo también existía escepticismo sobre los motivos que impulsaban a la conquista : deseos de aventura, ascenso de posición social, y enriquecimiento fácil y rápido.

De la nómina de dramas basados en hechos históricos, personajes o ambientes del Nuevo Mundo, varias son las zonas geográficas y las figuras a las que se presta una mayor atención : la familia de los Pizarro en Perú, el marqués de Cañete en Chile, Hernán Cortés en Méjico o Colón en el Caribe.

En el caso del Perú, que es el que nos ocupa, puede justificarse el interés atendiendo a diversos aspectos. La importancia de sus tierras residía en gran parte en la ingente cantidad de riquezas descubiertas allí, hecho resaltado desde el comienzo por la mayoría de los historiadores de Indias, y que originó constantes desavenencias, traiciones y muertes entre los españoles. A través del teatro se pretende justificar, o cuando menos suavizar estos hechos, de manera que el sistema político que España extendía en el territorio americano mantuviera una buena consideración. Por otra parte, la presencia de los incas en el territorio peruano permitía presentar el paganismo de este pueblo frente a la religión cristiana, y de ese modo llevar a cabo una exaltación de la tarea evangelizadora de los conquistadores.

Tres de los grandes ingenios del Siglo de Oro, Tirso de Molina, Vélez de Guevara, y Calderón de la Barca, se ocuparon de dramatizar una serie de hechos relacionados con la conquista del Perú, respondiendo a intereses muy concretos.

Tirso en su trilogía de los Pizarro constituida por Todo es dar en una cosa, Amazonas en las Indias, y La lealtad contra la envidia se acerca las figuras de Francisco Pizarro y de sus hermanos, Hernando, Gonzalo y Juan, con una intención claramente laudatoria y propagandística.

El apellido del ilustre linaje trujillano se vio envuelto en numerosas luchas entre facciones, lo que de ninguna manera le reportaba buena fama. Carlos V concedió a Francisco Pizarro el título de Marqués (aunque sin denominación territorial) y tras los turbios asuntos en los que se ve envuelta su familia pierden dicho título. En efecto, Pizarro mantuvo abiertos enfrentamientos con su compañero Diego de Almagro, que fue apresado en la batalla de las Salinas (1538) y ajusticiado por orden de Fernando Pizarro. Años más tarde Francisco, muere a manos del hijo de Almagro ; y mientras tanto Fernando regresa a España y es encarcelado en el Castillo de la Mota bajo la acusación de haber ejecutado a Almagro sin pruebas suficientes (1540).

Por otra parte Gonzalo se alza con el gobierno general del Perú derrotando a las tropas reales. Unos años más tarde fue condenado y ejecutado por traición a la Corona (1548). Debido a la rebeldía de Gonzalo los Pizarro pierden por dos generaciones el título de marqués, situación que se prolonga hasta que Fernando es liberado sin cargos (1561) e inicia un largo proceso de recuperación del mayorazgo[3] que continúan sus descendientes.

Hacia 1625 Tirso de Molina se encuentra en Trujillo como Comendador de la Orden de la Merced y establece contacto con la familia Pizarro, que se relacionaba desde antiguo con esta orden. Por ello es muy probable que recibiera el encargo de escribir las comedias recogidas en su trilogía, con el propósito de limpiar el ilustre apellido y contribuir a la tarea de recuperación del título nobiliario.[4]

En fechas muy próximas aparece una comedia tardía de Vélez de Guevara, Las palabras a los reyes y gloria de los Pizarros, que según la tesis de Zugasti[5] respondería a los intereses propagandísticos de la familia trujillana en la corte. Como hacía Tirso, también Vélez de Guevara pretende favorecer la imagen del conquistador. Bien es cierto que los dramaturgos que se ocuparon de lo americano adoptaron una actitud de defensa de las hazañas de los españoles en el Nuevo Mundo frente a la leyenda negra que circulaba sobre la codicia y crueldad de los conquistadores difundida por autores como el padre Bartolomé de las Casas en su Brevísima relación de la destrucción de las Indias (1542). Para encubrir los aspectos negativos de la Conquista nuestros autores se centran en los beneficios del sistema político español que se extendía en América, y fundamentalmente en la evangelización cristiana de los paganos. Un claro ejemplo de estos ideales lo encontramos en la obra que constituye nuestro objeto de análisis, La Aurora en Copacabana de Calderón, que, frente a las motivaciones propagandísticas de los autores anteriores, responde a intereses claramente religiosos.

 

 

La comedia calderoniana.

La obra aparece publicada en la Cuarta parte de las comedias de Calderón en 1672[6], aunque es muy probable que la compusiera unos años antes, a mediados del siglo XVII[7].Se trata de una de las obras menos conocidas del dramaturgo que, en ocasiones, ha pasado desapercibida para la crítica.

La comedia se basa en los hechos históricos del descubrimiento y la conquista de las tierras peruanas por Francisco Pizarro, si bien las hazañas heroicas pasan a un segundo plano para dar paso a la verdadera intención del autor, la de la defensa de la religión cristiana frente a los cultos idolátricos.

La distribución argumental en las tres jornadas de las que consta la obra es como sigue. En la primera se produce la llegada de Pizarro y los suyos a la playa de Tumbes ante el asombro de los incas pobladores de esa tierra, que se encontraban celebrando la adoración al Sol. En ella se presentan los principales personajes : el inca Gualcar, y su vasallo Yupangui, ambos enamorados de Guacolda, virgen elegida para ser sacrificada a su dios.

Los españoles deciden postergar la conquista de este pueblo y proponen dejar una cruz en un monte como signo de su presencia allí. En ese momento se producen los primeros hechos milagrosos. Ni los indios ni las fieras pueden acometer contra el portador del símbolo divino al quedar paralizados por los resplandores de la Cruz. Los conquistadores parten en busca de ayuda llevando consigo a Tucapel para que aprenda su lengua.

En la segunda jornada se produce un nuevo desembarco de los españoles, en esta ocasión ya dispuestos a conquistar Cuzco. Los incas, sin embargo, ofrecen resistencia e incendian la ciudad, pero una nueva intervención divina, la de la Virgen, permite la salvación de Pizarro y sus hombres mediante una nieve celestial que sofoca el fuego.

La Idolatría, que ya había aparecido en la primera jornada, se vale entonces de Tucapel para impedir la extensión del cristianismo. Éste abandona a los españoles a los que servía de intérprete, y traiciona a Guacolda, al descubrir el escondite que Yupangui le había proporcionado para evitar el sacrificio. Cuando Gualcar descubre que éstos estaban prometidos, ordena matarlos pero en ese momento una desaparición milagrosa los salva.

Ya en la tercera jornada se produce un importante salto cronológico con el propósito de enfatizar la intención moralizadora y la temática religiosa de la composición. En Copacabana los indios están enfrentados por la elección de patronos : unos prefieren a San Sebastián y otros a la Virgen María, cuya imagen está esculpiendo Yupangui ahora con el nombre de Francisco. Ésta no satisface a la cofradía por su tosquedad y además es destruida por la Idolatría a través de Tucapel. Yupangui no se deja vencer por las adversidades e insiste en la creación de su escultura a pesar de las humillaciones. En ese momento se produce un nuevo milagro : los ángeles bajan del cielo y perfeccionan la imagen hasta que resulta similar a la aparición de la segunda jornada. Tras la conversión de Tucapel y con manifestaciones colectivas de júbilo, finaliza la comedia.

Calderón, para construir su obra maneja numerosas fuentes, tanto las históricas[8], como las religiosas[9], si bien cabe señalar que los acontecimientos históricos se subordinan al contenido religioso de la obra. Pasemos, pues, a analizar cuáles son los hechos en los que se basa y el tratamiento que éstos reciben al construir la composición.

En 1524 en Panamá, Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque concertaron la empresa de ir al descubrimiento y la conquista de nuevas tierras. Tras varias expediciones los hombres que viajaban con Pizarro y Almagro deciden abandonar, desanimados por los grandes trabajos padecidos. Almagro regresa a Panamá para alistar gente y Pizarro permite abandonar a aquellos que no quisieran continuar con él en busca de riquezas.

Así Pizarro y los que se conocieron como “los trece de la fama” desembarcaron en Túmbez en 1526 hallando el imperio de los incas. Una vez descubiertas las riquezas de la tierra, y al comprender que no poseían medios suficientes para emprender la conquista, decidieron volver a Panamá. Allí, ante las dificultades puestas a su empresa, Pizarro salió para España con el objeto de conseguir ayuda económica y en Toledo firmó con el rey Carlos V las capitulaciones para conquistar y poblar el Perú (1529). Con este propósito partió de España con más hombres, entre ellos sus hermanos. Tras nuevas expediciones y enfrentamientos con los incas llegó en compañía de Almagro a Cuzco (1533), lugar en el que unos años más tarde (tras los enfrentamientos con Atahualpa) fueron sitiados por los indios que se encontraban al mando del inca Manco Cápac hermano de Atahualpa  y de Huascar, y que finalmente son derrotados por los conquistadores.

Por otra parte, medio siglo después de la Conquista, un indio de la familia de los incas llamado Francisco Titu Yupanqui, natural de Copacabana y que se había convertido al cristianismo, decidió esculpir la imagen de la Virgen con el fin de dedicarla al culto y formar una cofradía. Aunque por su ignorancia invirtió numerosos años en Potosí y La Paz para hacer la escultura, al fin la obra fue acabada y se instaló en el santuario de Copacabana, a orillas del lago Titicaca, lugar en el que se hallaban los principales templos dedicados al dios Sol.

Todos estos hechos constituyen la base histórica sobre la que se sustenta la comedia, que se basa en una cuidadosa lectura de numerosas fuentes : desde las crónicas de Indias, hasta los fundamentos teológicos de los problemas derivados de la evangelización de América. Naturalmente, el dramaturgo lleva a cabo una tarea de condensación con el fin de conferirle unidad y tensión dramática a la pieza. Además la necesidad de síntesis obliga a modificar los hechos. Analizaremos, a continuación, los resultados del tratamiento que reciben los acontecimientos históricos, y las posibles fuentes utilizadas por Calderón.

 

 

El desembarco en Túmbez.

En la primera jornada se escenifica el desembarco en Tumbes y ya en él encontramos ciertas alteraciones. En primer lugar, la presencia de Almagro en el descubrimiento de las tierras peruanas. Los nombres de Francisco Pizarro y Diego de Almagro se presentan íntimamente unidos en el episodio de la conquista, por lo que Calderón decide no desvincularlos[10]. Aunque Almagro había partido de nuevo a Panamá con el propósito de alistar gente, el dramaturgo prefiere mantenerlo al lado de Pizarro y sus hombres, puesto que resultaría más familiar a los espectadores que cualquier otro de los participantes en el descubrimiento. Hay que tener en cuenta que la obra aparece cuando había pasado más de un siglo desde que sucedieron los hechos. Por otra parte la presencia de este personaje le sirve al autor para sugerir las desavenencias que surgieron entre ellos, circunstancia histórica también muy conocida que desembocó en el enfrentamiento armado que mantuvieron en la batalla de las Salinas y que acabó con la muerte de Almagro. Lo apreciamos en el momento de la composición en la que Pedro de Candía y Almagro discuten sobre quién será el primero en bajar a tierra y Pizarro le da la razón al primero. Así consigue un doble objetivo : introducir el episodio de los milagros de la cruz protagonizados por Candía, y aludir a la conocida rivalidad entre Pizarro y Almagro.

Existen además ciertos acontecimientos documentados en las crónicas que Calderón mantiene en la comedia porque responden a sus intereses. Así, la referencia a las penurias y trabajos padecidos por los españoles en anteriores expediciones :

 

Almagro. Gracias a Dios, gran Pizarro,

                que despues de tan deshechas

                fortunas, naufragios, camas,

                hambres, sedes, y tormentas

                como habemos padecido

                desde que abriendo las sendas

                del mar del Norte al del Sur,

                atravesamos la Nueva

                España, y en Panamá

                nos hicimos a la vela.[11]

                                                   

De este modo, al insistir en lo trabajoso de la empresa, se exalta el valor y la importancia del descubrimiento, aportando las primeras notas que contribuyen a presentar la conquista de forma positiva.

También encontramos documentada la decisión de volver a Panamá en busca de nuevos recursos para emprender la conquista[12], algo razonable si tenemos en cuenta que tan sólo trece hombres viajaban con Pizarro, los que se conocieron como “los trece de la fama”. El Inca Garcilaso de la Vega da cuenta de ello en la Historia general del Perú :

…Por sacarlos de confusiones, y también por ver los que se declaraban por amigos suyos, echó mano a la espada, e hizo con la punta della una larga raya en el suelo hacia la parte del Perú, donde le encaminaban sus deseos, y volviendo el rostro a los suyos, les dijo : Señores, esta raya significa el trabajo, hambre, sed y cansancio, heridas y enfermedades, y todos los demás peligros y afanes que en esta conquista se han de pasar hasta acabar la vida, los que tuvieren ánimo de pasar por ellos, y vencerlos en tan heroica demanda, pasen la raya en señal y muestra del valor de sus ánimos y en testimonio y certificación de que me serán fieles compañeros ; (…) Sólo trece compañeros quedaron con él.[13]

 

En otras ocasiones se plantea una leve modificación del material recogido en las crónicas. Nos referimos al hecho de que no se aluda a las riquezas existentes en el Perú, circunstancia resaltada por todos los historiadores de Indias. Se insiste en la abundancia de oro, plata y ropa. El Inca Garcilaso así lo señalaba :

 

…había un gran número de plateros que hacían cántaros de oro y plata, con otras muchas maneras de joyas, así para el servicio y ornamento del templo que ellos tenían por sacrosanto, como para el servicio del mismo Inca, y para chapar las plantas deste metal por las paredes de los templos y palacios. Y las mujeres que estaban dedicadas para el servicio del templo no entendían en más que hilar y tejer ropa finísima de lana, la cual hacían con mucho primor ;…[14]

 

Todos estos tesoros los apreciaron con rapidez los conquistadores y provocaron la codicia que fue el origen de muchos de los posteriores enfrentamientos. Calderón evita cualquier referencia que pueda llevar a pensar en la avaricia de los españoles, estableciendo claramente desde el principio el motivo religioso de la composición. Esta es la razón de que se mencione únicamente la fertilidad de la tierra y que, cuando están dispuestos a volver a Panamá, decidan llevar como signo de su presencia allí “…algunas señas, bien como/ frutas, arboles, o yervas,/ que allá no aya,…”[15], cuando la mayoría de los cronistas señala que llevaron principalmente oro, plata y ropa. Es evidente que la intención del autor es la de exaltar el propósito evangelizador de la conquista, por lo que se ocupa de reflejar en el texto, en boca de Candía, el completo desinterés material :

Noble Cazique, que bien

tu valor lo manifiesta,

no es de tus minas el oro,

no la plata de sus venas

me trae en su busca, el zelo

si, la Religión suprema

de un solo Dios, y sacarte

de Idolatría tan ciega

como padeces,…[16]

 

Por otra parte, los españoles de La Aurora en Copacabana apresaron al indio Tucapel para que aprendiera su lengua y sirviera de intérprete, hecho que también lo encontramos en los cronistas. Francisco de Jerez advierte : “…y trujeron seis personas para que deprendiesen la lengua de los españoles, y trujeron oro y plata y ropa.”[17]

En el primer encuentro entre ambos pueblos se observa ya la intención religiosa de los conquistadores. En esta primera jornada se concede especial importancia al milagro mediante el cual triunfa la fe cristiana. Y parece que Calderón se basa en la obra del Inca Garcilaso de la Vega, que da cuenta de la intención de Pedro de Candía[18], quien propone bajar a tierra para dejar una cruz como símbolo de su presencia en el territorio peruano :

“En esta confusión salió Pedro de Candía con ánimo varonil, y con fe y confianza de cristiano, y dijo : Yo determino ir solo a ver lo que hay en este valle ; si me mataren, poco o nada habréis perdido en perder un compañero sólo, y si saliere con nuestro deseo habrá sido mayor nuestra victoria.”[19]

 

Yupangui en el primer acercamiento al español intenta atacarlo, pero se ve paralizado por los resplandores de la Cruz :

 

Mas què es esto ? quien me pasma

la mano, que elada tiembla,

el coraçon, que no late,

y el suspiro que no alienta ?

Pero què mucho, què mucho

que todo (ay de mi !) fallezca,

si el resplandor que me abrasa,

carambano es, que me yela,

                     Caesele el arco.

Tronco, que despide rayos,

y à puras luces me ciega ?[20]

 

Posteriormente, los indios deciden soltar las fieras que tenían destinadas para el sacrificio y a las que aluden varias crónicas como las de Cieza de León o el Inca Garcilaso. No obstante, se vuelve a producir el milagro al perder éstas su ferocidad. El episodio es relatado con bastante minuciosidad en la Historia general del Perú del Inca Garcilaso ; en el capítulo que titula “Maravilla que Dios obró en Túmpiz”, leemos lo que sigue :

… aquellos fieros animales, viendo al cristiano y la señal de la cruz, que es lo más cierto, se fueron a él perdida la fiereza natural que tenían, y como si fueran dos perros que él hubiera criado, le halagaron y se echaron a sus pies. Pedro de Candía, considerando la maravilla de Dios nuestro Señor, y cobrando más ánimo con ella, se bajo a traer la mano por la cabeza y lomos de los animales, y les puso la cruz encima, dando a entender a aquellos gentiles que la virtud de aquella insignia amansaba y quitaba la ferocidad de las fieras ; con lo cual acabaron de creer los indios que era hijo del sol venido del cielo.[21]

 

Cieza de León, en el Descubrimiento y conquista del Perú, también recoge estos hechos, aunque con variaciones. Según él, fue un tiro de su arcabuz el que dejó amansados a un tigre y un león que habían soltado los indios para atacarle. No es muy probable que Calderón conociera este relato, no publicado en vida de Cieza ; de ahí que para construir su comedia se basara en el texto del inca Garcilaso.[22]

El episodio del desembarco en Túmbez, también dramatizado por Vélez de Guevara en Las palabras a los reyes y gloria de los Pizarros y lo acontecido en el primer encuentro entre las dos culturas pone de manifiesto desde el comienzo el motivo espiritual de la Conquista.

 

 

La conquista de Cuzco.

La intervención de los españoles en la segunda jornada corresponde a la ocupación de la ciudad de Cuzco, y en ella también encontramos imprecisiones.

Una de ellas es la salvación de Pizarro por invocar la ayuda de María, puesto que al parecer se refiere a la herida sufrida por su hermano Juan en el sitio de Cuzco[23], suceso que dramatiza Tirso en La lealtad contra la envidia. Al autor le interesa subrayar la salvación del héroe por la intervención mariana, preparando ya el terreno para la posterior aparición de la Virgen, por lo que está en función de la intención moralizadora.

Además Pages Larraya sostiene que resulta inverosímil la escena en que se presenta a Pizarro escribiendo a los reyes la crónica de sus hazañas, ya que tuvo secretarios que se ocuparon de esta labor Francisco de Jerez y Pedro Sancho de la Hoz.[24]

Lo que sí es cierto es la presencia de otro de sus hermanos en la conquista de la ciudad. Calderón alude a este hecho cuando hace manifestar a Pizarro su intención de solicitar la ayuda de Fernando, que, como quedo dicho, había llegado con él al Perú tras la firma de las capitulaciones en España.

En cuanto al incendio de Cuzco, éste tuvo lugar tres años después de la toma de la ciudad pero el dramaturgo une los hechos debido a la economía dramática, con el objeto de proporcionar dinamismo a la acción a pesar de que con ello se produce una alteración de los sucesos históricos.

Por esta misma razón se justifica la presencia de Huascar en el texto Gualcar en el sitio de los indios a los españoles. En realidad, los incas estaban dirigidos por Manco Cápac, ya que Huascar había muerto a manos de su hermano Atahualpa Atabaliba en la obra tres años antes, incluso éste último ya había sido asesinado por Pizarro. No obstante Calderón pone en escena al primero con el propósito de no ampliar la nómina de personajes y mantener la unidad y la cohesión de la pieza. Con ello Calderón omite los hechos que corresponden al proceso real de la conquista : la captura, el rescate y la muerte de Atahualpa en Cajamarca.[25]

Al igual que sucedía en la primera jornada, en ésta se concede una especial importancia a los hechos religiosos, en concreto, a la aparición de la Virgen para socorrer a los conquistadores, defensores de la fe cristiana. El milagro, aunque con variaciones, se relata en varias crónicas[26]. En la Historia general del Perú del Inca Garcilaso aparece recogido el hecho de la intervención divina en favor de Pizarro y sus hombres mediante dos milagros : el primero de ellos sucedió cuando los españoles se hallaban refugiados del ataque de los indios en una capilla, la cual “reservó Dios Nuestro Señor del fuego, que aunque le echaron innumerables flechas y empezaba a arder por muchas partes, se volvía a apagar como si anduvieran otros tantos hombres echándoles agua. Esta fue una de las maravillas que Nuestro Señor obró en aquella ciudad para fundar en ella su santo Evangelio,…” [27]. El segundo de los milagros consistió en la aparición del apóstol Santiago. El Inca nos lo describe de este modo :

“A esta hora, y en tal necesidad, fue Nuestro Señor servido favorecer a sus fieles con la presencia del bienaventurado Apóstol Santiago, patrón de España, que apareció visiblemente delante de los españoles, que lo vieron ellos y los indios encima de un hermoso caballo blanco, (…) Dondequiera que el Santo acometía, huían los infieles como perdidos y desatinados : ahogábanse unos a otros huyendo de aquella maravilla.(…) Así socorrió el Apóstol aquel día a los cristianos, quitando la victoria que ya los infieles tenían en las manos , y dándosela a los suyos.”[28]

 

Este texto parece ser la fuente en la que se inspiró Tirso de Molina en un pasaje de La lealtad contra la envidia en el que se escenifican dos apariciones divinas, la del apóstol Santiago que guarda una estrecha relación con el relato del Inca y la de la Virgen María, que aparece, igual que en el texto de Calderón, apagando el fuego originado por los indios :

Todo el fuego 

que el Cuzco empezó a encender,

ya ineficaces sus brasas,

volando sobre las casas

va apagando una mujer.

Nuestra Señora, con una limeta

de agua, se aparece rociando las llamas

y volando por encima de los muros.

Su resplandor, su belleza

deidad soberana arguye,

a su hermosa presencia huye

el fuego : a su fortaleza,

reconocido, el Sol mismo

tiembla de ver su arrebol.

No es sol ya con ella el Sol,

que esta es de luces abismo ;

esta que Aurora se ensalza,

que en las armas es Belona

que de estrellas se corona,

 que sol viste y luna calza ;

enfrena los elementos,

postra ejércitos armados,

afemina mis soldados

llamas hiela y pisa vientos.[29]

 

Nuestro dramaturgo seguramente conoció ambas fuentes, y a partir de este material realiza un proceso de selección. Así, decide presentar únicamente la aparición de la Virgen y eliminar la del apóstol Santiago, que le restaría protagonismo. Además este episodio supondría poner en escena el enfrentamiento violento entre los dos pueblos pues, como hemos señalado, el apóstol aparecía luchando contra los indios, y Calderón procura evitar por todos los medios las alusiones directas a la violencia de los conquistadores. Por el contrario, le interesa resaltar que la Conquista no se impone por la fuerza sino por el poder divino, que en todo momento se muestra favorable a los héroes españoles. De este modo se refuerzan los contenidos religiosos : la causa de la extensión del mensaje de la Iglesia en el Nuevo Mundo está justificada por la intervención divina.

La elección del milagro de la aparición mariana responde al criterio constante de proporcionar unidad a la comedia, el mismo que lleva al autor a que sea ya la Virgen de Copacabana la que descienda acompañada de ángeles, en una visión similar a la que se presentará en la tercera jornada en el milagro de la imagen esculpida por el indio Yupangui. Se trata de una invención del autor, una leve variación del material recogido en las crónicas y leyendas de la conquista. En la acotación escénica se observa los detalles de la espectacularidad de la escenografía :

Tocan chirimías, y baxa de lo alto, donde estará la música, una nube hecha trono, pintada de Serafines, y en ella dos Angeles, que hincados de rodillas traerán la imagen de Nuestra Señora de Copacabana, con el Niño Iesús en las  manos. Y al tiempo que empieça a descubrirse, y todo lo que dura el passo, hasta desaparecerse, estará nevando la nube, y todo lo alto del tablado. [30] 

 

El texto presenta algunas similitudes con el de Tirso de Molina :

Y aun mas veo

pues veo que la nube baxa

(guarnecida a listas de oro,

y tornasoles de nacar)

es de una hermosa Muger,

que de Estrellas coronada,

trae el Sol sobre sus ombros,

y trae la luna a sus plantas ;

hermoso Niño en sus braços

trae tambien : quien vió que nazca

mejor Sol a media noche,

a quie con luzes mas claras,

Hijo de mejor Aurora,

mejores paxaros cantan ? [31]

 

Con este milagro el indio Yupangui inicia su conversión y, posteriormente, al final de esta jornada, junto a la sacerdotisa Guacolda, es salvado por un nuevo milagro : el poder divino oculta a la pareja de la vista de sus perseguidores, por lo que su conversión a la fe cristiana está asegurada.

 

 

La recapitulación de los hechos no dramatizados.

Por último, en la tercera jornada, se produce un considerable salto temporal. Ya aquí no intervienen Pizarro y sus hombres sino que el Conde de La Coruña, don Lorenzo de Mendoza, solicita información de los hechos al Gobernador de Copacabana, don Jerónimo Marañón. Éste da cuenta de cómo la mayoría de los conquistadores ha muerto, y cómo Gualcar murió prisionero, circunstancia que, como ya hemos señalado, tuvo lugar mucho antes del sitio de Cuzco dramatizado en la segunda jornada. Sin embargo, la muerte de Atahualpa a manos de Pizarro tras la promesa de darle libertad no se menciona en ningún momento, el gobernador manifiesta no conocer la causa de la muerte de Atabaliba[32]. Calderón soslaya, por tanto, los hechos más duramente criticados por los cronistas, al igual que ocurre con la omisión, también significativa, de las conocidas guerras civiles entre los conquistadores, eliminadas por completo al evitar los cincuenta años transcurridos entre los sucesos de la segunda y la tercera jornada que el gobernador recapitula lacónicamente con la simple alusión a las conquistas de Cuzco, Chucuito y Lima.

 Tras la información histórica, la composición se inclina claramente hacia su vertiente religiosa, y toda la jornada se centra en el motivo de la creación de la imagen de la Virgen de Copacabana por el indio Yupangui y en los milagros que se producen relacionados con este asunto.

 

 

CONCLUSIÓN.

Finalmente, podemos concluir advirtiendo que, a la hora de construir esta comedia, Calderón realiza dos procedimientos distintos, de selección y de alteración de los acontecimientos históricos.

Los hechos son seleccionados por su interés dramático. En una pieza que escenifica las hazañas de los españoles en el territorio peruano, los hechos más significativos presentados siguiendo una progresión cronológica y distribuidos en diferentes jornadas son, primero, el descubrimiento, que corresponde al desembarco en Túmbez ; y después, la conquista, representada por el sitio de Cuzco. Pero estas acciones no responden únicamente al interés dramático sino también a la intención adoctrinadora que preside toda la composición y que pretende exaltar la labor de difusión del mensaje evangelizador de España en el Nuevo Mundo : en ambas ocasiones se presentan hechos milagrosos documentados en las crónicas. Calderón elige, por tanto, los sucesos que posibilitan la apología del cristianismo y prescinde de aquellos que se refieren al enfrentamiento violento entre los dos pueblos, y a la codicia y rivalidad existente entre los conquistadores españoles tales como los relativos a Atahualpa o a las guerras civiles.

Por otra parte, el dramaturgo altera la historia en función de la unidad dramática y la cohesión de la pieza, algo que exige la síntesis y la búsqueda de verosimilitud, o debido a la intención religiosa de la comedia.

Para todo ello el autor se basa en las crónicas que resaltan el tono providencialista de las acciones de los conquistadores como la de Cieza de León, o en las que se sitúan en la corriente apologética y glorificadora en la que abundan las intervenciones divinas, cuyo exponente más destacado es el Inca Garcilaso de la Vega. El resultado es la caracterización de Francisco Pizarro y de sus hombres como figuras modélicas, esenciales en el proceso de evangelización cristiana de los incas.

 

 

 

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                                                            REYES NARCISO GARCÍA-PLATA.

                                                                                                    CÁCERES.



[1] Dille, Glen F.( “El descubrimiento y la conquista de América en la comedia del Siglo de Oro”, en Hispania, 71, núm.3, sep. 1988, pp.492-502 ) da a conocer una lista de catorce obras y Zugasti Zugasti, M.,  ( “Notas para un repertorio de comedias indianas del Siglo de Oro”, en Studia Aurea. Actas del III Congreso de la AISO (II. Teatro), I. Arellano, M.C. Pinillos, F. Serralta, M. Vitse eds., Toulouse, 1993, pp.429-442) propone una revisión de esta nómina, que él amplía añadiendo nuevas composiciones hasta alcanzar las dos docenas. Además sobre este aspecto vid. Ruiz Ramón, F., “El ‘Nuevo Mundo’ en el teatro español del Siglo de Oro”, en Primer acto, 2ª época, núm. 214, 1986, pp.115-128.

[2] Dille, G.F. y Zugasti, M., arts. cits.

[3] Sobre estos hechos, vid. Tirso de Molina, Hazañas de los Pizarros (Tres comedias), edición y notas de Cañas Murillo, J., introducción de Torres Nebrera, G., Mérida, Editora Regional, (Colección rescate, 8), 1993 ; Zugasti Zugasti, M.,  “Propaganda y mecenazgo literario : la Familia de los Pizarros, Tirso de Molina y Vélez de Guevara”, en Teatro, Historia y Sociedad (Seminario Internacional Sobre Teatro del Siglo de Oro Español), C Hernández Valcárcel ed., Univ. MurciaUniv. Autónoma de Ciudad de Juárez, 1996, pp.37-52 ; Fernández, T., “La imaginación americana en el teatro de Tirso de Molina”, en Edad de Oro, X, 1991, pp.87-95.

[4] Zugasti, “Propaganda …”, art. cit., p.43.

[5] Zugasti, “Las palabras a los reyes y gloria de los Pizarros : comedia olvidada, que no perdida, de Luis Vélez de Guevara”, en Luis Vélez de Guevara y su época, IV Congreso de Historia de Écija, Sevilla, 1996, pp.299-311.

[6] Cuarta parte de comedias nuevas. De Pedro Calderón de la Barca, Madrid, José Fernández Buendía, 1672.Existen varias ediciones anotadas de la obra : La Aurora en Copacabana, Pages Larraya, A., ed., Buenos Aires, Machette, 1956, y La Aurora en Copacabana, edited with introduction and notes by E.S., Engling, Londres, Tamesis Books, 1995. Nosotros citamos por ed. facs. preparada por D.W. Cruikshank and J.E. Varey, Gregg International Publisher Limited in a association with Tamesis Books Limited, 1973, pp.331-387.

[7] Unos, como Torres Nebrera (ed. cit.), aluden a la fecha de 1649 ; otros, en cambio proponen la de 1651 (Pages Larraya, A., “El Nuevo Mundo en una obra de Calderón”, Cuadernos Hispanoamericanos, 170, 1964, pp.299-319, y March, K. N., “La visión de América en La Aurora en Copacabana” , en Calderón. Actas del “Congreso Internacional sobre Calderón y el teatro español del Siglo de Oro”, L. García de Lorenzo dir., Madrid, CSIC, t. I, 1983, pp. 511-518.)

[8] Principalmente del Inca Garcilaso de la Vega : en sus Comentarios reales proporciona numerosos datos sobre las costumbres de los incas y las tierras peruanas, y en la Historia general del Perú sobre los hechos históricos de la Conquista.

[9] MacCormack, Sabine, (“La Aurora en Copacabana de Calderón. La conversión de los incas a la luz de la teología, la cultura y la teoría política españolas del siglo XVII”, en Calderón. Actas …, op. cit., pp.503-510) sostiene que nuestro dramaturgo se muestra conocedor de los argumentos de teólogos como Santo Tomás de Aquino y sus seguidores y, en general, de los Padres de la Iglesia de la tardía antigüedad cristiana.

[10] Pages Larraya, A., art. cit., p.313.

[11] Ed. cit., p.335.

[12] El Inca Garcilaso de la Vega en su Historia general del Perú (Barcelona, Sopena, 1971, p.22) afirma : “acordaron volverse a Panamá, pues no había para qué pasar adelante, habiendo hallado lo que deseaban y más de lo que pensaban.”

[13] Ibidem, pp.14-15.

[14] Ibidem, p.19.

[15] Ed. cit., p.336.

[16] Ibidem, p.338.

[17] Jerez, Francisco de, Conquista del Perú, en Historiadores primitivos de Indias, BAE, XXVI, Madrid, Atlas, t. II, 1947, p.321. Calderón alude a las diferencias lingüísticas entre los dos pueblos sin necesidad de acudir a deformaciones de vocablos o americanismos, sino mediante la necesidad de un intérprete, y mediante el empleo de frases relativas a la incomprensión y elementos gestuales en el diálogo que mantienen Yupangui y Pedro de Candía. No obstante, se aprecia la superioridad cultural del cristiano, que muestra una mayor comprensión del indio. Sobre este aspecto, vid. March, K. N.,  art. cit., p.517.

 

[18] Aventurero cretense que acompañó a Diego de Almagro y Francisco Pizarro en sus primeras exploraciones  a lo largo de la costa del Perú. Candía se reservó siempre la arriesgada misión de marchar en avanzada a las ciudades indias con objeto de reconocer sus medios de defensa.

[19] Inca Garcilaso de la Vega, Historia general del Perú, ed. cit., p.18.

[20] Ed. cit., pp.338-339.

[21] Ed. cit., p. 20.

[22] Laitenberger, H., “Historia y comedia : La conquista del Perú en La Aurora en Copacabana de Calderón de la Barca” en Lengua y literatura en la época de los descubrimientos. Actas del Coloquio Internacional, Würzburg,1992, T. Berchen, H. Laitenberger coords., Junta de Castilla y León, 1994, pp.135-136.

[23] March, K. N.,  art. cit., p.514.

[24] Pages Larraya, art. cit., pp.313-314.

[25] Laitenberger, H., op. cit., p.137.

[26] Guamán Poma de Ayala, Felipe, en su Nueva crónica y buen gobierno, recoge la aparición de la Virgen y la del apóstol Santiago, incluso en ilustraciones.

[27] Ed. cit., p.103.

[28] Ibidem, p.106.

[29] vv. 1758-1778, ed. cit., pp.422-423.

[30] Ed. cit., p.359.

[31] Ed. cit., p.359.

[32] Ed. cit., p.369.

Mar 012014
 

Daniel Curado Fuentes.

 El opϊsculo anσnimo «Las Vitas» del siglo VII nos informa de la existencia de los primeros planes de «pensiones»[1] en la ιpoca de los obispos Fidel y Mausona. Se ha enfocado nuestra investigaciσn en estas pensiones, y creemos haber acumulado datos histσricos suficientes para confirmar su existencia.  Manejamos, entre otros el trabajo del doctor Aquilino Camacho Macνas, El libro de las Vidas de los Santos Padres de Mιrida .

[2La prαctica de hacer entrega de los bienes al obispo o a la Iglesia[3] para recibir a cambio la seguridad de una renta periσdica vitalicia parece haberse convertido en costumbre para muchos laicos, especialmente para el colectivo de las viudas.  Este compromiso financiero, que nos sugiere, en cierto modo, una forma genιrica anαloga al actual Plan de Pensiones,existe ya al final del siglo VI, en la provincia de Lusitania.

 

El Concilio IV de Toledo del aρo 633, Canon XXXVIII, trata el tema de la ayuda que ha de prestarse a los fundadores de las iglesias y a sus hijos: «Cualquier fiel que por su devociσn cediese algo de sus bienes a la Iglesia, si luego ιl mismo o sus hijos se vieren reducidos a la miseria, deberαn recibir de la misma Iglesia lo necesario para vivir segϊn las circunstancias, pues si sσlo por amor a la religiσn se concede el disfrute de los bienes eclesiαsticos, a los monjes, a los clιrigos, a los peregrinos, o a cualquier otro que padece necesidad, Ώ cuαnto mαs ha de mirarse por aquιllos a los que se les debe una obligaciσn de justicia?».[4]

     En este trabajo esperamos demostrar que en la zona de Mιrida  se llevaron a cabo una serie de operaciones de ayuda financiera en relaciσn con el pueblo y en especial con las viudas durante el siglo VI. Estas operaciones equivaldrνan hoy dνa al llamado Plan de Pensiones.

 

La Lusitania en la ιpoca visigoda

 

Mιrida es fundada en el aρo 25AC y XV de la era de Cιsar con el nombre de Colonia Augusta Emιrita. Es la capital de la Lusitania creada por Octavio Augusto.

El aporte ιtnico mαs fuerte de Mιrida proviene de la poblaciσn visigoda que penetra en el aρo 494. La presencia de obispos arrianos en Mιrida es todo un sνmbolo en lo que se refiere a la existencia de un nutrido nϊcleo visigodo. En concreto, a partir del ϊltimo cuarto del siglo V, reinando Eurico, hasta finales del siglo VIII, cercana la invasiσn sarracena, comienza lo que Camacho ha llamado el «largo perνodo de esplendor de casi doscientos cincuenta aρos».[5]

 

La Edad de Oro de la Iglesia Emeritense viene marcada por los obispos Paulo, Fidel y Mausona. La ciudad recibe visitas de grandes prelados como es el caso de Gregorio de Tours y San Fractuoso de Braga, atraνdos por los milagros de la mαrtir Santa Eulalia. «Se podrνa reconstruir la imagen de la urbe como la de una ciudad que gira en torno a una monarquνa absoluta, aunque electiva, con el papel que en todos los αmbitos desempeρan sus personajes eclesiαsticos».[6]

 

La funciσn del Obispo en la Iglesia Emeritense

Recadero convierte al pueblo Emeritense al catolicismo(586-601). Fue en el Concilio III de Toledo del aρo 589 donde se confirma la conversiσn al catolicismo. En ιste se reϊnen 65 obispos y cinco vicarios presididos por el obispo Mausona de Mιrida; es obvia la importancia del catolicismo Emeritense en la Iglesia de su ιpoca.

 

Los ΄Obispos`[7] visigodos mantienen en la Iglesia Emeritense una tarea no sσlo religiosa, sino tambiιn social. No se trata de  un rasgo exclusivo del perνodo de denominaciσn visigoda, ya que las bases se asentaron en el Bajo Imperio Romano a mediados del siglo IV.

 

Vemos, por tanto, que la actividad episcopal adquiere un matiz fuerte en cuestiones sociales, superando los lνmites del marco religioso. Segϊn Fernαndez Ortiz de Guinea, «la manifestaciσn prαctica de estas tareas de protecciσn social se cristalizan en dos αmbitos convergentes: la administraciσn de justicia junto a los jueces civiles, y el amparo de los grupos mαs desfavorecidos frente a los potentes y la propia Administraciσn Civil».[8]

Los obispos actϊan como un juez civil, solo en causas no criminales, ante la comunidad cristiana. Las condenas impartidas por los obispos poseen un carαcter eclesiαstico y su cumplimiento queda garantizado por la amenaza de la excomuniσn. De este modo, el tribunal es compartido por un obispo y un juez civil, lo cual permite un apoyo mutuo tanto en las faltas religiosas como en  las civiles.

 

La segunda funciσn del obispo dentro de la Iglesia viene a ser la de la defensa de la comunidad ciudadana como grupo y de la protecciσn particular de los individuos de dicha comunidad. «Es de importancia mencionar la especial protecciσn de huιrfanos, viudas y pobres, junto a la vigilancia sobre la gestiσn de los tutores, la ejecuciσn de testamentos y la justicia fiscal de los recaudadores».[9]

El obispo es el defensor de la paz, por lo que interviene en acciones diplomαticas; es defensor de la fe, como representante de la comunidad religiosa. Finalmente, es defensor del pueblo ante los poderosos.

 

Los obispos tambiιn ejercνan actividades financieras o econσmicas dentro de la Iglesia. Segϊn lo dicho en «El Primer Banco conocido en la Historia de Extremadura»[10], los obispos Emeritenses, y en especial el obispo Mausona de Santa Eulalia de Mιrida, creσ una forma de banco para ayuda a los sectores mαs empobrecidos de la ιpoca: «Mausona dispone de un sistema administrativo-financiero dirigido a una clientela de bajos niveles econσmicos y alto riesgo de morosidad o de incapacidad de pagar la deuda, con una capacidad asombrosa de gestiσn de crιditos sin trabas ni demoras y sin limitaciσn de cantidad a entregar a los clientes».[11]

 

Marco de referencia econσmico-fiscal

 

No es la intenciσn de este trabajo un estudio exhaustivo de la historia socio-econσmica de Mιrida durante el siglo VI. De hecho, como anuncia Garcνa Moreno, «estαn todavνa por hacer numerosos estudios parciales para que una obra tal pueda llevarse a cabo con ciertas garantνas de ιxito».[12]

El reino visigodo heredσ todos los problemas fiscales sufridos durante el Bajo Imperio Romano, en cuanto a que ambos regνmenes basaban su economνa monetaria en el oro; de ahν que se viesen entregados a la intensa bϊsqueda de dicho metal.»La

 

posesiσn del oro era la ϊnica forma posible de hacer frente a todos los gastos que las guerras ocasionaban y a las rebeldνas internas de los grandes propietarios, asν como al mantenimiento de todo el aparato burocrαtico heredado del Bajo Imperio y que los visigodos se empeρaban en continuar».[13]

 

Durante el siglo sexto los visigodos intentaron hacer frente a estos problemas fiscales aumentando la presiσn fiscal y consintiendo la existencia de prαcticas abusivas en la recaudaciσn de impuestos. Sin embargo, la realidad socio-econσmica existente en aquel momento era contradictoria, pues los grandes propietarios territoriales no perdieron en nada su poder, y ιsto, unido a la presiσn fiscal existente por parte del estado visigodo, dio lugar al auge del patronato. En el siglo VII se estableciσ lo que podemos llamar un «prefeudalismo hispano-godo»[14] que permitiσ una soluciσn ante dichas contradicciones mediante reorganizaciσn total del estado.

 

Suponemos que la base de la riqueza y la productividad de Mιrida era la agricultura, al igual que en ιpocas anteriores. El latifundio se mantiene en manos de los hispano-romanos, cristianos o judνos. Tambiιn es importante el modesto trαfico fluvial en el Guadiana. Mιrida era un centro comercial, frecuentado sobre todo por orientales y judνos.

Mιrida recibiσ directamente las corrientes bizantinas, quizαs debido al interιs personal demostrado por el Obispo Paulo y despuιs por su sucesor Fidel, que eran de procedencia oriental.

 

     La Iglesia de Mιrida encontrarνa un respaldo consolidado en la riqueza material de su sede. Sin duda, las iglesias incrementaban sus fondos a base de donaciones y de rentas posteriores: «Un tνpico caso de donaciσn lo tenemos en la inmensa fortuna de Paulo, obispo de Mιrida. Este hizo heredero a su sobrino Fidel, el cual al ser admitido a la sede de Mιrida hizo entrega de todos sus bienes a la Iglesia Emeritense, por lo que llegσ a ser la mαs rica de Espaρa».[15]

El obispo Mausona fundσ monasterios y basνlicas de gran bellleza arquitectσnica. Asν mismo, puso en funcionamiento un hospital, ordenando que la mitad del patrimonio eclesiαstico fuera νntegramente a los enfermos acogidos en ιl.[16]

 

Las fuentes

 

Nos basamos sobre todo en el modesto opϊsculo de las Vitas Sanctorum Patrum Emeritensium, obra anσnima del siglo VII. «No se tienen noticias de esta obra hasta Alfonso III de Leσn (866-980), en una carta fechada en el 906».[17]

«Esta obra cuyo autor fue anσnimo hasta el siglo XVI, comienza a atribuνrsele a un tal Paulo Emeritense»[18]. La fecha exacta de la composiciσn es dudosa, ante la que se formulan distintas hipσtesis. Segϊn Camacho, podemos fecharla en el pontificado de «Esteban I entre los aρos 633 al 638».[19]

 

     Resulta de gran relevancia para nuestra investigaciσn la informaciσn derivada del libro de los Concilios Visigσticos e Hispano-Romanos del siglo VI, una ediciσn preparada y dirigida por Josι Vives y Tomαs Marνa del aρo 1963: «Esta ediciσn toma como base el Vigiliano, el Emilianense, algunos textos de los Monumenta Germaniae, el Matritense, la ediciσn de Recadero al papa Gregorio, y las profesiones de fe contra el Priscilianismo de Sαenz de Aguirre».[20]

Por ϊltimo, nos basamos en las Leyes Visigσticas anteriores al siglo VII.

 

El Obispo Fidel(560-571)

 

Fidel hereda la silla episcopal de la ciudad de Mιrida y la herencia de su tνo el obispo Paulo; la fortuna de ιste ϊltimo permite la fαcil ocupaciσn del obispado por parte de su sobrino, algo milagroso segϊn algunos:»El sobrino fue obedientνsimo a su tνo y tales virtudes tuvo, que se aventajσ a todo el clero en santidad, caridad, paciencia y humildad, y se hizo en ιl una morada del Espνritu Santo, y de todos era tenido por un αngel en la condiciσn y vida; asν lo dice Paulo Diαcono».[21]

 

El obispo Fidel era dadivoso con los pobres y cautivos, vinculαndose a ciertas actividades econσmico-financieras dentro de la Iglesia. Camacho lo recoge en su obra del siguiente modo: «Al decir esto, presintiendo que iba a morir, debilitαndosele sus miembros por una repentina enfermedad, ordenσ que lo llevaran a la basνlica de la santa virgen Eulalia. Primero con muchas lαgrimas de arrepentimiento llorσ allν sus pecados. Luego repartiσ abundantes limosnas entre pobres y cautivos. Por ϊltimo, devolviendo comprobantes, a muchos condenσ sus deudas. Despuιs de haberlos devueltos a todos, quedaba aϊn una cauciσn de cierta viuda que no habνa sido devuelta y que ella misma esperaba que se le devolviera; pero la pobre mujer, por la muchedumbre que rodeaba al obispo, no podνa acercαrsele».[22]

El propio Fidel entregσ dicho recibo a la viuda despuιs de  que ιsta hubiese llegado apresurada hasta la basνlica de Santa Eulalia y, con lαgrimas en los ojos, implorando perdσn ante la Santa por su negligencia a visitar las basνlicas pertenecientes a Fidel.

 

El Obispo Masona o Mausona(571-605)

Otro de los calificados como Santos,el Obispo Masona, hereda una Iglesia opulenta del obispo Fidel; se trata, quizαs de la Iglesia mαs rica de la Espaρa Visigoda.

Nada mαs llegar al obispado funda monasterios, hospitales y basνlicas; tambiιn se encarga de administrar un fondo de ayuda para los pobres.[23]

 

 

 

Masona repartνa entre los pueblos todo cuanto podνa agenciarse. Segϊn A. Camacho, nuestro obispo ayuda a una viuda muy desconsolada que habνa conocido en el exilio. El obispo Mausona, no disponiendo de nada que darle, pues habνa despachado todos sus recursos en obras de talante parecido, preguntσ a sus criados si alguno de ellos tenνa algo con que ayudar a la viuda. Uno de ellos, de nombre Sagato, tenνa un sσlido[24], mαs no se hallaba muy convencido para donarlo. Mausona, sin titubeos, le ordenσ que le diera todo: «el citado Sagato entregσ el sσlido a la mujer, pero al momento corriσ tras la misma y le rogσ con sϊplicas que, pues nada le quedaba con que comprar comidas, le devolviera al menos del sσlido que le habνa entregado, una tremise con la que remediar su necesidad. Ella sin contrariarse le dejσ una; y se llevσ las otras dos con gran contento».[25]

 

Poco despuιs, por la llamada gracia divina le fueron entregados a la Iglesia del obispo Mausona unos doscientos asnos cargados de alimentos. El obispo ordenσ que se le acercara el tal Sagato y le preguntσ: «ΏCuαnto diste a la mujer que pedνa limosna? Sagato respondiσ que por mandato tuyo le hice entrega del sσlido completo que tenνa. Pero porque urgνa la necesidad, recibν luego de ella una tremise. Y el varσn de Dios dijo: Que el Seρor te perdone hermano, porque anduviste dudando y desesperaste de su misericordia; es mαs, has perjudicado a muchos pobres. Diste dos tremises. He aquν que recibes dos mil sσlidos y doscientos asnos cargados de muchos alimentos. Pero si hubieras recabado la devoluciσn de la tercera tremise, sin duda que hubieras recibido trescientos borriquillos cargados».[26]

 

Abad Nancto o Nuncto

Se cuenta que durante el reinado de Leovigildo (567-586), vino de regiones africanas a la provincia de Lusitania un abad llamado Nancto, devoto de la Santa Virgen Eulalia. Hoy dνa yacen sus restos en la Iglesia de Santa Eulalia.

El abad Nancto evitaba a las mujeres por temor a caer en la tentaciσn de su hermosura. Tal era su precauciσn que ordenaba a los monjes que tomaran medidas para que ninguna mujer lo viera cuando salνa de noche hacia la Iglesia desde su celda.

 

El rey Leovigildo estimaba al abad Nancto por su humildad, fama y virtudes, llegando a confiarle la hererencia de uno de sus nobles. El abad aceptσ, aconsejado que asν lo hiciese y contrariando  sus ideas. Los propios habitantes que fueron entregados al abad por orden del rey Leovigildo le darνan muerte al negarse a servir a tan humilde seρor.

 

 

Despertσ un gran interιs en una viuda de sangre noble[27] el ver al abad Nancto, pero ιste no lo consintiσ, por lo que la viuda ordenσ al diαcono Redempto[28] que encendiera un cirio en torno al abad cuando este volviera a la celda para poder verlo al menos desde lejos. «Mαs cuando la mirada de la mujer le alcanzσ, sin saberlo ιl, se postrσ en tierra con grandes lamentos, como si hubiera sido herido gravemente por el tiro de una pesada piedra. Luego comenzσ a decir al diαcono: «Que el Seρor te perdone, hermano. ΏQuι es lo que has hecho?».[29]

 

El poder econσmico de la Iglesia Emeritense

La Iglesia Emeritense incrementa su patrimonio considerablemente cuando Paulo es elegido dιcimo obispo del Episcopologio Emeritense.

Paulo tuvo suerte de encontrarse en la situaciσn lνmite de intervenir quirϊrgicamente a la esposa de un senador,»noble y principal seρor de la ciudad, de la clase senatorial; descendiente ella misma de ilustre estirpe, noble prosapia».[30]

 

Esta se encontraba embarazada y el niρo habνa muerto en su seno, los mιdicos no la pudieron salvar y la muerte se acercaba. Acuden a Paulo, que habνa sido mιdico de profesiσn, para atenderle. Este, despuιs de dudas y recelos por su condiciσn de sacerdote, incompatible con el ejercicio de la medicina[31], ayudado por la mαrtir Santa Eulalia, y segϊn Camacho, «avisado por una voz interior», se dirigiσ sin vacilar a atender a la paciente:

 

«Hizo una tercera incisiσn de bisturν con singular maestrνa; extrajo en pedazos los miembros del niρo ya putrefactos; y sin dilaciσn entregσ al marido su mujer, antes casi muerta y desahuciada, salva ya con el favor de Dios»[32]. Quisieron, por tanto, agradecerle su alegrνa, y para ello, segϊn Camacho: «Inmediatamente dispusieron de todos sus bienes de modo que el Santo Varσn dispusiera de presente la mitad de cuanto poseνa; y la otra mitad, νntegra y sin descuentos, se le acumulara despuιs de la muerte de ambos».[33]

se trata, en efecto, de datos vαlidos, en nuestra opiniσn, sobre una donaciσn que harα ricos entre los ricos al obispo Paulo y a la Iglesia Emeritense.

 

El obispo Fidel, sobrino de Paulo, se encontrσ con el obispado de Mιrida, como vimos, gracias a su tνo. Paulo pensarνa que, a no ser que Fidel fuese su descendiente en el trono eclesiαstico su fortuna personal quedarνa fuera de la Iglesia. Esta condiciσn ejercerνa una gran presiσn sobre aquellos miembros del obispado que se hubieran manifestado en contra: «Algunos hombres malvados, segϊn lo que el varσn de Dios habνa previsto, comenzaron a difamarle con sus lenguas maldecientes al Santo obispo Fidel, con αnimo de arrojarlo de su puesto en la mejor oportunidad. Mas cuando ιste hubo recapacitado, al querer alejarse de tales invectivas con sus bienes, descubrieron que si se retiraba recaudo, segϊn derecho, las posesiones de la Iglesia, nada absolutamente les iba a dejar; y a la fuerza, mαs que de propia voluntad, se postrara a sus pies y le pidieron con muchos ruegos que no les abandonara».[34]

 

Existen muchos deudores avalados por un comprobante o una cauciσn por parte de la Iglesia. La existencia de estos datos nos orienta hacia el uso del patrimonio de la Iglesia para prestar dinero a la gente de toda clase social, con un control administrativo dirigido, al parecer, por el obispo. Tal como testimonia el suceso de una viuda que se prestaba a que se le devolviera su comprobante temiendo la muerte del obispo: «El Santo obispo estuviera con el propio recibo en sus manos esperando que lo retirara».[35]

El obispo Mausona se encuentra con un gran patrimonio, lo que le permitirα construir basνlicas y hasta un hospital para peregrinos.

 

Las Viudas

Las mujeres participaron muy activamente en la Iglesia durante esta ιpoca. No sσlo repartνan donativos a travιs de la Iglesia; ademαs construyeron iglesias, que ellas mismas proveνan econσmicamente, y hospitales que ellas mismas dirigνan.

 

Esta influencia de las mujeres en la Iglesia se tradujo en una consideraciσn especial por parte del clero e incluso les llevσ a participar en la organizaciσn interna de las iglesias. He aquν donde creemos que debe situarse al grupo de mujeres conocido como «viduae ecclesiae».[36]

La Iglesia visigσtica consagraba a las viudas, pues se obligaban a perseverar hasta la muerte en la viudez: «En Roma, una noble viuda, Marcela, abrazσ este gιnero de vida α instancias de San Atanasio, que habνa venido α la capital del mundo cristiano huyendo de la persecuciσn de los arrianos. Esta matrona fuι la primera en establecer un monasterio propiamente dicho».[37]

 

Estas viudas consagradas a Dios o tambiιn asν llamadas viudas cristianas, tenνan una importancia prαctica en la Iglesia. Desempeρaban funciones de asistencia social a niρos huιrfanos y peregrinos, estaban encargadas de la instrucciσn de los catecϊmenos; velaban porque los matrimonios marcharan bien dentro de lo religioso, preparaban a las mujeres para la penitencia pϊblica; tomaban parte en la salmodia de los clιrigos y llevaban a las prisiones auxilios y consuelos.

 

Estas viudas cristianas estaban mantenidas a expensas de la comunidad y, a menudo, eran auxiliadas por la Iglesia en calidad de pobres. Se diferenciaban de las otras viudas de una manera muy particular, y segϊn el Concilio X de Toledo en su Canon IV, » recibiendo del obispo el hαbito adaptado a las costumbres de la religiσn, lo usarα continuamente, sea mientras estα descansando en el lecho, sea andando por cualquier lugar. Y este hαbito peculiar no serα de varios colores, o de varios paρos, sino un hαbito religioso, y no confundible, que carezca de variedad en el color y de diversidad en el gιnero, de manera que sin dejar lugar acerca de su traje, ιste sea siempre solamente el propio de la santa religiσn y adecuado a su sexo, para testimonio de su honradez. Y con objeto de que en adelante no quede alguna duda, cubrirα su cabeza con un velo de color rojo o negro, desde el mismo instante en que haya abrazado la religiσn, para que mientras lleve este signo de santidad aprobada, allν donde nadie puede dejar de verlo, en ninguna parte se cometan osadνas detestables».[38]

 

Las viduae ecclesiae han sido frecuentemente confundidas con las viudas cristianas. Estas ϊltimas constituνan una categorνa diferenciada y particular. Es cierto que tambiιn eran mantenidas por la Iglesia, pero los subsidios que recibνan eran considerados como una renta o estipendio, que los obispos les pagaban sobre los bienes que las viudas habνan donado previamente a las iglesias.[39]

 

Durante el Bajo Imperio Romano ya existνa la necesidad entre los obispos de proteger los bienes de las viudas. «Ambrosio de Milαn, en una epνstola, nos dice que habνa logrado librar de las existencias arbitrarias del fisco a una viuda que pertenecνa a una distinguida familia. La salvaciσn consistiσ, tal como ιl nos relata, en la entrega por parte de la mujer a Ambrosio de su patrimonio, a cambio del compromiso de ιste a pagarle el usufructo de las propiedades».[40]

Por tanto, los obispos visigodos ejercieron sobre estas viudas una protecciσn de tipo jurνdico-polνtico. El obispo actuaba como un tutor de las viudas, a cambio de la percepciσn de los bienes de ιstas.[41]

 

Este estado de las viudas se vio sometido a una serie de condiciones exigidas por los obispos: las viudas debνan perseverar en su condiciσn de viudas, excluyιndose de entre ellas a mujeres menores de cincuenta aρos,[42] pues el riesgo de volver a casarse entre este ϊltimo grupo de mujeres era mayor. Se les impuso un tipo de vida regulado canσnicamente; la entrega a la oraciσn, la vida meritoria y la vestimenta recatada y modesta eran algunos de los formulismos ιticos que se les imponνa.

 

Conclusiσn

 

El Concilio IV de Toledo, Canon 38, comenta que todos cuantos hubieran imvertido su dinero en los monasterios, a modo de donaciσn, obtendrνan a cambio, un subsidio en la vejez, incluso antes en el caso de invalidez. Dicho canon confirmaba y legitimaba la regulaciσn por parte de los obispos del plan de pensiones de las viudas.

Estamos ante un plan de pensiones de modalidad de «renta vitalicia»[43] en la que la Iglesia recibe el patrimonio de la viuda y ιsta, de forma instantαnea, recibe el cobro de la misma en forma de renta o estipendio.

 

El obispo Mausona de Mιrida, al crear «el primer Banco de Extremadura»[44], en la basνlica de Santa Eulalia de Mιrida dotado de dos mil sueldos de oro, auxiliσ a todos aquellos en apuro econσmico, entre ellos a las viudas cristianas, «pudiendo retirar, contra recibo, cuanto quisiera, sin demoras ni trabas, y remediar asν sus estrecheces».[45]

Como vimos, el obispo Fidel ayuda a una pobre viuda cristiana hundida econσmicamente. Esta recibe un dinero sin recibo por parte de la Iglesia para hacer frente a sus problemas financieros.

 

Desde nuestro criterio, nos encontramos ante dos tipos de planes de pensiones: En primer lugar, un Plan de Pensiσn de mνnimos o no contributivo, tal como se le denomina en la actualidad, donde nuestra viuda pobre o cristiana, sin entregar a la Iglesia nada, recibe una ayuda en forma de especies o dinero. Fidel dona dinero al pueblo, pero entrega un recibo que despuιs cobrarα. Mausona dona todo tipo de especies: vino, aceite, miel… y mediante la creaciσn de un banco o monte de piedad, presta dinero a los necesitados sin cobrar intereses.

En segundo lugar, un Plan de Pensiones de renta vitalicia para viudas ricas o de la Iglesia, como la mencionada Eusebia en el capνtulo del abad Nacto, quien dona sus propiedades a la Iglesia de Santa Eulalia, ejerciendo un alto poder en ella y viviendo posiblemente en el monasterio anexo a la Iglesia de Santa Eulalia, donde se la mantenνa.

 

 

 

 

 

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Daniel Curado Fuentes

M.B.A.

17 Terreza del Este

Harvey L.A.(7OO58)

USA

 

 

 

 

 

 

 



[1] Cantidades asignadas al asegurado por una entidad financiera, en una serie de situaciones concretas como jubilaciσn, invalidez, viudedaz, orfandaz, ect. (Tamames, Ramσn. Diccionario de Economνa. <l99l> pp 297)

[2] Camacho Macias, Aquilino. El Libro de las Vidas de los Santos Padres de Mιrida. Mιrida, l988.

       Existen otros trabajos de traducciσn de este opϊsculo: Sαnchez Loro, Domingo.Libro de la vida y milagros de los Padres emeritenses. Cαceres, l951.

       Florez de Setien y Huidobro, Enriquez. Espaρa Sagrada, Madrid, l747, reimpresiσn, l816.

       Moreno de Vargas, Bernabι. Historia de la ciudad de Mιrida. Madrid, l633, reimpresiσn cuarta, l984.

[3] El patrimonio de la Iglesia era designado «patrimonium pauperum» en el regimen fiscal romano y despuιs visigodo, y la Iglesia podνa recibir los bienes del pueblo a cambio de una renta vitalicia. (Bajo Alvarez, F. Las «viduae ecclesiae» de la Iglesia Occidental. Hispania Antiqua. Vol XI-XII.<1981-85>.

pp 82-87).

[4]Vives, Josι. Concilios Visigσticos e Hispanos-Romanos. Madrid,l963, pp 2O6.

[5] A, Camacho. Op. Cit. pp l2.

[6] Ibid. pp l3.

[7] El nombre de ΄obispo`, que corresponde al latνn inspector o speculator, designaba entre los Atenienses a un magistrado, que visitaba anualmente las ciudades de Αtica, para informarse de los abusos que debνera reprimirse y para administrar justicia. La Iglesia adoptσ este nombre para calificar a aquιllos que dirigen la Rιpublica cristiana, vigilando y reformando las costumbres. El obispo era el primero en la jerarquνa eclesiαstica; tenνa bajo su jurisdicciσn, ademαs de a los laicos,a los clιrigos, diαconos y  presbνteros. No respondνa ante nadie mαs que Jesucristo(Diccionario de Antiguedades Cristianas. Madrid,l894,pp 566).

[8]Fernαndez Ortiz de Guinea, Lina.»Funciones Sociales del Cuerpo Episcopal en el Reino Visigodo Hispano». Revista de Historia Antiqua,2O (l996):pp451.

[9] Ibid. pp46O

[10] Curado Fuentes, Daniel. «El primer banco conocido en la historia de Extremadura». Revista La Frontera. Caja de Badajoz. NΊ 27, Mayo de 1996,pp 62-68.

[11] Ibid. pp68

[12] Garcνa Moreno, L.A. «Algunos aspectos fiscales de la Penνnsula Ibιrica durante el siglo VI». Rev. Hispania Antiqua (l971):pp 251.

[13] Ibid. pp 254

[14] Ibid. pp255

[15] Curado Fuentes, Daniel. «El Banco del Obispo Mausona(571-605)». Revista Mιrida, NΊ66, Diciembre (1994)pp 26-29; Coloquios Histσricos de Extremadura. Trujillo(1993)pp 121-128. Para mαs informaciσn ver el «Estudio de la Obra Socioeconσmica del Obispo Mausona» de Vanesa Curado Fuentes publicado en Nueva Etapa del Real Colegio Universitario Maria Cristina. El Escorial (1993-94) pp 193-202.

[16] Este punto lo estudia extensamente Curado Garcνa, Blas. «Los hospitales de Mιrida». Rev. Extremadura Mιdica,lO,l,(l997)pp42-5O

[17] A.Camacho.Op.Cit. ppl7

[18] En la copia del obispo Juan Bautista Pιrez, y en dos cσdices que usσ Tamayo de Vargas. Ibid, pp29

[19] Ibid, pp3O

[20] Vives, Josι. Op. Cit. pp IX.

[21] Moreno de Vargas, B. Op.Cit. pp 247

[22] Camacho, A. Op.Cit. pplOO

[23] Las obras de caridad desde un principio son las caracterνsticas del cristianismo. Los obispos son los encargados de los necesitados de todas clases. El Cσdigo Teodosiano lo confirma especνficamente:»Puesto que incumbe a nuestra clemencia el ayudar a los menesterosos y no dejar que falten alimentos a los pobres, debe darse a la Iglesia, como se ha hecho hasta aquν, todo lo que para ello necesite». El Concilio de Cartago(398) ordena que los obispos tuvieran una posada no muy lejos de la Iglesia, donde se pudieran albergar los pobres y necesitados. El sνnodo de Tours(567) extiende esta ayuda a los pobres enfermos, huιrfanos y viudas, y a toda clase de menesterosos.(Bernardino LLorca. Historia de la Igesia Catσlica. I,Madrid,B.A.C.,l95O, pp 928-29)

Sobre este mismo tema, el trabajo de Garcνa Iglesias refiere:»En cuanto a las tierras no cedidas, aseguraban una alta renta de la que salνan los prιstamos a necesitados ocasionales y las beneficencias a fondo perdido».(Garcνa Iglesias, Luis. «Las posesiones de la iglesia emeritense en ιpoca visigoda».Geriσn. anejos II ,l989) pp 394.

[24] La moneda visigσtica se ajustσ a los mσdulos del sistema romano fundado sobre el «sσlido», la moneda de oro creada por Constantino. El sσlido equivalνa a 1/72 libras de oro, con un peso de 4,54 gramos de oro. El tremise o triente equivale a un tercio de sσlido. El valor de la siliqua era de 1/24 de sσlido.

Los reyes Toledanos acuρaron exclusivamente tremises. Para mαs detalles ver Josι Orlandis. Historia de Espaρa. Madrid, 1987,pp 185-1889.

[25] A.Camacho. Op.Cit. ppllO

[26] Ibid, ppllO

[27] Segϊn Camacho, esta viuda llamada Eusebia era la esposa del general Claudio de Mιrida; no reparara, sin embargo este autor, en que, viviendo el esposo en tiempos de Recadero(586-601), como lo muestran sus intervenciones en los hechos a que se refiere nuestro anσnimo emeritense, la esposa no pudo quedar viuda en el reinado de Leovigildo(567-572). Segϊn Moreno de Vargas, se trata de Eusebia Patricia, que supone viuda de Estrategio, personajes repetidos en la correspondencia epistolar de S. Gregorio Magno.(A,Camacho. Op. Cit. pp l25)

Joseph W. Garvin en sus Vitas Sanctorum Patrum Emeritensium, cita a la viuda Eusebia y coincide con Salazar y Moreno de Vargas en la procedencia de ιsta.(J.W. Garwin. Vitas Sanctorum Emeritensium. <Washington D.C.:The Catholic University of American Press, l946>,pp265)

Es de notable curiosidad el error de Luis Garcνa Iglesias en su obra «Aspectos Econσmico-sociales de la Mιrida Visigσtica». Revista E. Extremeρos. T.XXX, II, 1974.; tratαndose de la misma viuda:»Nobles hispanorromamos eran Sala y Claudio, ambos duces, el marido de la matrona curado por Paulo, y quizαs tambiιn el de la nobilissima Eugenia, la viuda que protagonizσ un incidente con el abad Nuncto».(pp322)

[28] Camacho cita en su trabajo la posibilidad de la  existencia de varios Redemptos o una misma persona.  Existe una carta de San Isidro de Sevilla al Diαcono Redempto a quiιn se identifica con este Diαcono Emeritense.(A. Camacho. Op.Cit. pp322)

La palabra Diαcono designa a todos aquellos que estaban empleados en el santo ministerio, incluidos los obispos y sacerdotes. Pero su significaciσn concreta y propia se aplica a los clιrigos ubicados en el tercer estamento de la jerarquνa, y que asistνan a los obispos y a los sacerdotes en las funciones sagradas.(Diccionario de Antiguedades. Op.Cit. pp 262)

[29] A.Camacho. Op. Cit. pp92

[30] A. Camacho. Op.Cit.,pp 93

[31] Este pasaje, recogido por Camacho en su trabajo, nos orienta sobre el ejercicio de la medicina y su prohibiciσn a los clιrigos. Cabe la posibilidad de que se trate del testimonio mαs antiguo que se tiene sobre este tema. (Ibid., ppl25)

[32] Ibid. ,pp 94

[33] Ibid., pp 94-95

[34] Ibid.,pp97

[35] Ibid. ,pp lOO

[36] Segϊn F.Bajo Alvarez en las «Viduae Ecclesiae» de la Iglesia Occidental recogido en la Hispania Antiqua (Revista de Historia Antigua). Vol. XI-XII de 1981-85, el tιrmino «viduae ecclesiae» viene a ser traducido por el propio autor como «viudas de la Iglesia» o «viudas establecidas» – las cuales constituyeron una ιlite entre el conjunto no sσlo de las viudas, sino de las mujeres cristianas, y disfrutaron de una consideraciσn especial, e honor, dentro de la Iglesia.(pp 84)

[37] Diccionario de Antiguedades. Op.Cit.,pp 856

[38] Vives, J. Op. Cit.

[39] La prαctica de hacer entrega de los bienes al obispo, en definitiva,segϊn Bajo Alvarez, es a la Iglesia ya que su patrimonio era designado «patrimonium pauperum». Este autor lo define como «seguro de vida». La Iglesia, al ser declarable «patrimonium pauperum» su patrimonio ante el fisco, el de las viudas, pasaba finalmente a estar exento de impuestos, lo que favorecerνa a la Iglesia y podrνan pagar la renta vitalicia a las viudas.(F. Bajo Alvarez. «Las viduae ecclesiae de la Iglesia occidental». Hispania Antiqua,vol XI-XII. Valladolid:Universidad Valladolid,l981-85,pp 84)

[40] Ibid., pp 84

[41] La Ley V,1,1 (Liber) confirma que las donaciones reales o de personas particulares y las donaciones de muebles e inmuebles eran declaradas irrevocables.  (Menιndez Pidal R. Historia de Espaρa. Tomo IV. <Barcelona,1963>. pp 303).

[42] A esta mujer de los cincuenta aρos alude Bajo Alvarez en su trabajo; en cambio, segϊn el Diccionario de Antiguedades Cristianas, las viudas cristianas o viudas consagradas a Dios deben tener no menos de sesenta aρos, casadas una sola vez y ser madre.

Garcνa Bellido refiere en su investigaciσn epigrαfica que el promedio de vida en la antigόedad es de 40 aρos. Por tanto, la Iglesia no tendrνa que soportar por mucho tiempo este peso econσmico de las viudas, al ser aceptadas sσlo a partir de 5O σ 6O aρos de edad, habνan superado ampliamente el lνmite biolσgico esperado para la ιpoca. (Garcνa Bellido, A. «El Promedio de Vida en la Espaρa Romana». Arch.E.y A.XXVIII.<1954>.pp 254-259).

[43] La renta vitalicia consiste en asegurar el pago de la renta durante un perνodo mνnimo, de manera que se garantiza la recuperaciσn de al menos una parte de los importes. Segϊn el momento en el cual se inicia el cobro se denomina de renta inmediata, que supone el comienzo del cobro de la pensiσn, cuando se formaliza el contrato, de una manera casi instantαnea. Este es, al prσximo mes, trimestre…Esta modalidad no es excesivamente frecuente hoy dνa, ya que la cantidad que debe desembolsar el asegurado puede ser considerablemente elevada. (Planes y Fondos de Pensiones. Banco Atlαntico. Estudios Econσmicos y Financieros. <Madrid, 1987> pp 38).

[44] Para mαs informaciσn ver trabajos y estudios propios ya referidos en notas nΊ

 

[45] A. Camacho. Op. Cit. pp lO3

Mar 012014
 

José Joaquín Pérez Guedejo.

 En tiempos pretéritos el Concejo de Almendral poseyó cuantiosos bienes en tierras, de los que posteriormente perdió buena parte.

            Incluida en los Propios del Concejo se hallaba la finca de la Jara, de la cual nos han llegado noticias desde el siglo XVII; lo mismo que de la  llamada el Carrascal que era sembrada por los vecinos[1] y en donde encontramos pastores transhumantes en los siglos XVII[2] y  XVIII[3].       Otra tierra en posesión del Concejo fue la Dehesilla, cuyas  hierbas se arrendaban; así consta en 1699, que se pregonó por nueve días las yerbas de la Dehesilla y se le dio a un vecino para su ganado lanar en 375 reales de vellón[4]. También hay constancia de plagas de langosta en el término, como la de septiembre de 1754 que incidió en la finca la Jara, acordando los munícipes de Almendral que el …, Sindico General otorgue esta villa poder para acudir a Su Magestad y señores de su real y supremo consejo de Castilla y donde corresponda para que esta villa se libre real facultad para rromper y labrar la expresada dehesa de la Jara y demas partes…”[5] Digamos como nota aclaratoria que se labraba y en ocasiones se liberaban piaras de cerdos para extinguir la perniciosa plaga.

            En el auto de buen gobierno de 1814, artículo undécimo, se expone Que en las Dehesas del Medio Jara y Dehesilla no puedan entrar otros ganados, que los de su respectiba Dotación bajo las penas impuestas, en los Articulos aprovados por el Consejo y que en los Valdios solo puedan pastar los Ganados de vecinos y comuneros, en las oras señaladas en quanto a estos quando no esten acotados pues estandolo sufriran unos y otros las penas impuestas.[6]

 

            Pascual Madoz alude a estas dos fincas en el siglo XIX , aclarando que ya eran de dominio particular, … se cuentan en su recinto las 6 del tituladas de la jara de 300 fanegas, dehesilla de las monjas, por haber pertenecido á uno de de los conventos suprimidos de 100 del campo 300; son de dominio particular; Valmojado, Monrivero y del Medio que son propios y surten de leña y madera para los aperos de labranza y carreteria; en el centro de la ultima, á 1 leg. dist. del pueblo se halla el convento de Nuestra Señora de Roque Amador …[7]

            Las fincas citadas de Valmojado y Monrivero tenían la consideración de baldías.

            Hierbas y bellota de la Dehesilla se arrendaban, como consta en un acuerdo de 1738 : Dijeron que por quanto acumplido el arrendamiento de la dehesilla desta villa acordaron se saque al pregon dicha Dehesilla y se arriende su yerba y vellota por tiempo de quatro años que an de empezar a correr y contarse desde San Miguel venidero deste año con las mismas clausulas y condiciones que constan del arrendamiento antezedente y se admitan las posturas y mejoras que se hicieren en dicho arrendamiento y para su remate se traigan a esta villa para señalar dia y enesta conformidad lo acordaron y se formen autos aparte para su arrendamiento y asi lo acordaron y firmaron.[8]

            Tanto la Dehesilla como la Jara fueron enajenadas; así nos lo revela un acuerdo de 1813, en el que se abunda en el motivo de la venta  … fue movida en este acto su venta por los apuros escasez y miseria absoluta á que se hallaba reducido este vecindario por las exacciones violentas de los enemigos…[9]

            Pascual Madoz nos brinda un dato para saber las dimensiones de la Dehesa del Medio, que aún pertenecía al Ayuntamiento en casi su  totalidad, aunque se transfirieron bastantes trozos. Afirma que el convento de Rocamador estaba en el centro de la finca por lo que nos imaginamos que tuvo que debió alcanzar la rivera del Fraile.

            Otra finca que sabemos que  fue de Propios, es la llamada de Las Navas. En el año de 1689 se acuerda acoten las nabas para la conserbacioon de los ganados y se le lleven las penas de las ordenancas y firmaron.[10]

            En la documentación municipal del siglo XX encontramos pertenecientes a  Propios unos almendros en el sitio denominado La Hoya[11], lo mismo que una alameda en el lugar denominado San Matías.[12]

            En la actualidad las posesiones rústicas del Ayuntamiento son los Ejidos, un trozo de tierra en el sitio de San Matías, otro en el Tomillar, en el Forraja y el Descanso, que puede ser considerada parte de la Dehesa del Medio de la que a continuación trataremos con más profundidad.

            A través de Un Real Decreto Ley del 7 de enero de 1927, el Estado expropia las fincas de la Dehesilla, Valdío de Monrivero y Peñuelas y las reparte entre los vecinos en 1949.

            En adelante centraremos nuestra atención en la Dehesa del Medio que es la finca con más entidad que aun conserva el Ayuntamiento de Almendral.

            La dehesa Boyal llamada del Medio o Enmedio, tiene  286,9389 Ha. De extensión según el Catastro de Rústicas de 1997 y según el ingeniero técnico agrícola, Ángel Luis Torrescusa Sánchez, la extensión es de 368 Ha. 90 a. Esta última cifra se obtiene al calcular con planímetro topográfico unos planos realizados recientemente por la Junta de Extremadura mediante fotografía aérea.[13] Su vegetación es de encinas, alcornoques y monte bajo.

            Finca cargada de historia al pertenecer desde tiempo inmemorial, a los Propios del Concejo, al que le ha servido como desahogo económico, lo mismo que  a los vecinos de Almendral que tanbién han aprovechado sus recursos. Cuenta la gente mayor, que ha conocido la finca aparcelada para sembrarla, que a cada vecino se le reservaba una parcela.

            Cuentan, igualmente, que esta dehesa fue más extensa que en la actualidad y que parte de ella fue vendida.

            Comenzaremos el desarrollo histórico de la finca en la época de la  guerra de Portugal de la Restauración. En 1653 se cortan quinientos alcornoques para que el Cabildo pudiera obtener beneficios, y poder afrontar los gastos originados por los vigías y la leña que suministraba al fuerte de la Albuera.[14] La situación se repite en 1656.[15]

            La situación se agravó en 1654 con la falta de lluvias. Para resolver la  situación el Concejo acordó vender mil alcornoques y que se hiciera cabildo abierto con los vecinos para que votaran y expresaran su opinión[16]. El recurso del corcho de los alcornoques lo encontramos , de nuevo, en 1659, afectando a 300 o 400 unidades.[17]

            En este mismo año de 1654 se acordó, en presencia del Gobernador romper y sembrar la finca para poder saldar una deuda que tenía la villa con don Juan de Villalobos, vecino de Almendralejo.[18]

            En 1655 encontramos noticias sobre el aprovechamiento del corcho de los alcornoques: y asi mismo acordaron que el domingo benidero catorce deste mes se haba cabildo abierto en la plaza publica desta villa y se mande a progonar para que se vea si combiene se haga descorque de algunos alcornoques en la dehesa del medio por quanto el año pasado se gastaron de los propios del (sic) catorce mil y tantos Reales por tener este (sic) mucho gasto y no tener de presente donde poder balerse y aliviar los becinos de cargas de rrepartimiento y se hayan de la villa y se conserven en ella (sic) si sera mas combeniente que se haga repartimiento por los becinos y (sic) en dicho cavildo lo que mas combenga a el bien publico y sea conocido por experiencia que los arboles de dicha dehesa los descascan los vecinos de barcarrota y los cortan y asi mismo los fuegos por los grandes pastos que ay los abrasa todos los años sin poderse remediar y se van perdiendo todos los arboles por esta causa sin tener la villa util ninguno.[19]

           

            En 1669 aún debía el Concejo a los herederos del mencionado don Juan de Villalobos, 200 ducados al año, derivados de  un censo. El cabildo para poder pagar acuerda se venda la yerba de la dehesa de medio por el tiempo que bastare para la redencion del dicho principal y paga de sus reditos y para ello se traiga al pregon (sic) asi lo acordaron y firmaron los que supieron y los que no, los señalaron y prosiguiendo el dicho acuerdo dixeron que para que lo que procediere de dicha yerba no se convierta en otro efecto alguno escepto por el fin por que se aplica que es la redencion de dicho censo.[20]

            En 1671 obtenemos la información de que la villa tenía concedida la facultad para poder vender las hierbas de la Dehesa y también para romper la Jara. La facultad le fue concedida por doce años para redimir un censo de cuatro mil ducados del principal, poco mas, de que se pagan reditos a los herederos de don Juan ortiz de villalobos vezino de la villa de Almendralexo y se ympuso sobre dichas dehesas para la paga de la compra de la juridicion de esta villa, como constara por testimonio o por yñigo con persona que a de yr a conferir lo contenido eneste acuerdo y cantidad demaravedis con que esta villa de servicio a su magestad por dicho donativo.[21] Pero, también se nos dice que esta villa no á usado de la dicha facultad en la vente de yerba de la dehesa demedio hasta el dicho año de sesenta y nueve; y aunque sea (sic) y sembrado la dicha dehesa de la xara, suprocedido, hasta el año quarenta y tres que el exercito de Portugal derroto, quemo, y saqueo esta villa..[22]

            En 1671 el Gobernador concedió el poder  utilizar el dinero de las hierbas de la Dehesa del Medio que se destinaba a los herederos de Villalobos,  para seguir con el pleito que se tenía con la ciudad de Badajoz a causa de los aprovechamientos de la bellota y rescalvados del Romo y Prado Ruano.[23]

            En 1672 se nos cuenta la presencia de un huracán que trajo consigo terribles destrozos ayre huracan que arranco y destroco la mayor parte de los motes y echo abaxo toda la bellota; y para que no se perdiese el fruto caido acuerdan que los vecinos trasladen sus cerdos a la dehesa del Medio, abonando lo pertinente por cada cabeza.[24]

            Almendral tuvo ordenanzas propias. Por un acuerdo de 1672 sabemos que una de ellas tenía relación con la Dehesa del Medio dixeron que en algunos capitulos de las ordenanzas de esta villa algunas vacas, por algun tiempo de gracia sin pagar yerva, y otras pagando por ellas cierta cantidad de maravedis, y porque no estan inteligibles los dichos capitulos proveyendo de remedio, acordaron que todos los vecinos de esta villa (sic) y habitantes en ella que tuvieren vacas las traigan en la vacada del Concejo aymbernadero este presente año en dicha dehesa pagando por cada res dos Reales sin reservar ninguna, el un Real por pascua de navidad deste año, y el otro Real (sic) de abril del año que viene de seiscientos setenta y tres en cuyo precio va compensado las reses que se permitía por dichas ordenanzas que entrase de gracia porque el quenellas esta señalado alos que an de pagar es mas crecido, assi lo acordaron y firmaron.[25]Queda reflejada también en la ordenanza la pena derivada de cortar leña en la dehesa.[26]

            Hay constancia documental de que ganaderos transhumantes de la villa de Villoslada venían con sus ganados a esta Dehesa del Medio en los siglos.XVII y XVII.[27]

            En un acuerdo de 1674 se refleja como se  aprovechaba la bellota de esta Dehesa :

            Dijeron que por quanto se a visto y moderado la Bellota de la dehesa de medio de esta villa y es ya tiempode venderla para pagar muchas deudas que este concejo deve y por que por las moderaciones de las Personas que an visto dicha Bellota; Parece hace Doscientos lechones de carne y Para que se acomoden los vecinos desta villa acordaron se haga aforo de dichos Doscientos lechones de carne algunos mas o menos con calidad que Aian de pagar por cada cabeçala mitad luego aconforme salieren y por dichos Doscientoos lechones ande pagar a dicho concejo cinco mil y quinientos reales que ade cobrar el mayordomo del y sino ubiere dichos Doscientos lechones de carne se aian de acomodar ganado de mal andar a dos por uno hasta cumplir el dicho numero.[28]

            También en 1677 obtenemos información sobre el aprovechamiento de la bellota, estiomada en cinco varas de lechones de carne y otro tanto de ganado de mal andar. El costo se trató en diez mil reales, especificándose que  se haga aforo entre los dichos  vecinos y se le acojan sus ganados de carne y mal andar ygualmente y se repartan dichos diez mil reales entre dichos vezinos para que los paguen; y se haga cargo dellos el depositario o mayordomo deste dicho concejo y por aora se fenecio este acuerdo y firmaron.[29]

            El aprovechamiento de la bellota de la Dehesa del Medio le servía al Cabildo como desahogo económico. Así en 1678, se decía que por cuanto se le esta debiendo a su magestad del servicio ordinario y estraordinario ocho mil quinientos reales y a Don francisco villalobos veinte y seis mil reales y mas de los reditos caidos que se paga del censo que tiene sobre los propios de este concejo y no ai recurso donde pagar dicha cantidad mas que solamente la bellota de la dehesa del medio y por escusar gasttos befaciones salarios de ejecutores acordaron de que la dicha vellota se ponga en pregon los terminos del (sic) y se venda a personas que mas diere y la cantidad en que se rematare se entregue en Alonso (sic) (sic) Mayordomo de este concejo el qual (sic) distribuia a persona como no sea con yntervencion lo pagara de su casa aunque lo distribuia en gastos de el Concejo por quanto se bende para pagar dichos efectos. Y que se despachen Requisitorias a las Villas y lugares çircumbeçinos para su hubiere quien quiera hacer postura a que da y enesta Conformidad assi lo acordaron y   firmaron .[30]

            En 1678 se realizó un aforo de todo el ganado de cerda de la localidad para introducirlo en la Dehesa y para que aiga el gobierno y conservación que se requiere acordaron de que acada persona que se topare bareando en dicha dehesa sea ombre o zagal se le lleve de pena doce reales por la primera vexz y veinte y quatro por la segunta y aqualquiera persona que se topare o aberiguare que tiene palo(sic) aqualquiera alcornoque o encina se le lleve de pena seis reales por cada pedrada que tirare y se entienda que la mitad de la pena a de ser para el denunciador y su otra mitad para el conçejo y qualquiera lechon que se hallare en dicha dehesa por aforar o ferrar se le llebe de pena seis reales por cabeça y   porque la bellota como si estubiera (sic) y ademas tenga de pena personas quatro dias de  carcel [31]

            La bellota se tasaba para su aprovechamiento y  una vez valorada se pregonaba y se despachaban requisitorias a las villas circunvecinas, por si hubiera alguna persona que quisiera participar en la subasta. Solía ocurrir no encontrar postores. Entonces, los vecinos pagaban un canon por cada cabeza que deseasen trasladar a la finca[32], que en 1685 era de 11 reales.[33]                               El elevado precio impuesto en 1696, 34 reales de vellón, provocó que ningún vecino que entrara su ganado, viéndose obligado el Concejo a rebajarlo a los 28 reales.[34]

            Ya que coincidía el ganado de los vecinos de Almendral y los de Barcarrota en la Dehesa del Medio , el Cabildo acordó en 1689 nombrar un guarda  que tenía la misión de vigilar el sitio del Valdi , percibiendo por todo este mes quatro ducados y dos fanegas de cebada (sic) por cinco semanas; que todo se le a de pagar de los propios de este concejo.[35]

            En 1690, se vendió la hierba a Francisco Escudero Serrano, suficiente para doscientas cabezas de ganado lanar, que  las mantuvo en la Dehesa desde diciembre de este año hasta abril del siguiente. Se ajustó el precio en trescientos setenta y cinco reales de vellón.[36]

            En 1701 se había tasado la bellota de la Dehesa del Medio 300 puercos, que se otorgó a los vecinos, pero sobraron 40 concediéndoseles a un vecino de Barcarrota en 37 reales de vellón por unidad.[37]

            En febrero de 1710 se presentó en la Dehesa el problema  de la langosta, y para subsanarlo mandaron que se labrase.[38]

            En 1711 se tienen noticias de la venta de la rastrojera, adjudicada al mejor postor a causa de las  necesidades financieras del Ayuntamiento[39]. Por las mismas también se anuncia el aprovechamiento de la bellota  por quanto la dehesa del medio propia de esta villa se a tasado por dos personas nombradas sus bellotas y sea tasado en cien puercos los que se cedia los bezinos para que metan sus matanzas y gozen deste beneficio por lo mucho que an padezido pago por cada puerco de tasacion a prezio de beynte reales de vellon de que se a de azer cargo el mayordomo y asi lo acordaron y firmaron.[40]

            En 1745 se constata el arriendo de hierbas y pastos de la dehesa del Medio a ganaderos serranos transhumantes, vecinos de Villoslada, comenzando la obligación en 1742 y concluyendo a finales de marzo de 1747, con la condición de ceder a los vecinos el fruto de la bellota[41]. Sin embargo, el Ayuntamiento lo vuelve a arrendar antes de que finalice el plazo y lo hace con  vecinos de Montenegro, también ganaderos transhumantes. Parece ser que el arriendo anticipado responde a que el Concejo mantenía un pleito con el duque de Feria , que le reportaba enormes gastos. Con el dinero de la cesión se proseguía el pleito. Además, la villa se veía afectada por otro pleito en el tribunal de la Intendencia General de Extremadura a causa de  la real renta de salinas. El contencioso con el Duque de Feria tenía su origen en el derecho a la propiedad de la escribanía del Ayuntamiento. Para afrontar desembolsos se arrendaron las hierbas de la dehesa de la Jara y del Medio a ganaderos transhumantes. Así se especificaba en 1746: y que la dehesa que llaman del medio, tambien de este conzejo se hallan arrendadas sus yerbas y vellotas, a don Pedro Andres, y don Matias de la Camara, tambien ganaderos transumantes, vecinos de Montenegro y reila, que espira Abril del año que viene de mil setezientos quarenta y siete, emprezio cada invernadero de treze mil ochocientos y zinquenta reales, con las condiciones, de la carga de vacas de Conzejo de esta villa, y yeguas de sus vezinos con la de el ganado de esta carniceria, del agostadero enteramente para estos ganados, y el fruto de la vellota que diere esta dehesa tomarselos para los vecinos de esta villa a el prezio que se vendiese las vellotas de la dehesas de su magestad en la ziudad de Xerez de los Cavalleros, cuyo Ympte. se a de rebajar de la cantidad del arriendo. Acordaron sus merzedes que con las mismas condizion y demas, o menos que sean convenientes a el veneficio de esta villa y su comun, se arrienden nuebamente estas dehesas con antizipazion de paga hasta (sic) del onze mil u doze mil reales que respectibamente y a proposicion se deben (sic) en los años para que nuebamente se arrendaren, yaprorrata lo que le corresponda encauno; cuya cantidad prudencialmente se considera bastante para el desempeño del aogo que se padeze para esta villa; para lo qual y que tenga efecto se ocurra primero y ante todas cosas a representarlo de su magestad (que Dios guarde) Sres. de su real y supremo consejo de castilla a fin de que se digne su magestad conzeder a esta villa su real Provision, lisencia y facultad para el nuevo arrendamiento de estas dehesas con la anticipacion de pagas referidas por las causas expresadas que lo son util y (sic) a esta villa y su comun por no tener caudales para el seguimiento preziso de estos pleytos que zeden en su veneficio y utilidad y para ello se de por el preente año testimonio con inserzion a este acuerdo por el que asi lo providenzia acordaron y firmaron sus mercedes de que doy fee.”[42]

            Y más adelante se nos desvela que era costumbre satisfacer el arriendo por anticipado:    Acordaron sus merzedes se den en renta y para arrendamiento a estos ganaderos serranos y a sus aparceros las yerbas de esta dehesa con la anticipazion de paga referida a de rengar prorrata lo que le correspondiere en los años por que se arrendare (segun y como a sido y es estilo practica y costumbre en esta villa arrendar sus dehesas con anticipacion de pagos por los aogos que se le ofrecieren con el presente)…[43]

            Al inciarse  la montanera, el Ayuntamiento nombraba  unas personas para tasar  la bellota y conocer el número de cabezas de ganado porcino que podía engordarse en la Dehesa del Medio. En 1714 los nombramientos de tasadores recayeron en Francisco Domínguez Zambrano familiar del santo oficio y bezino de esta villa y en el mayordomo del Concejo, Sebastián Burgos. La bellota se dio a los vecinos para sus matanzas.[44]

            El año 1737 fue malo para el ganado de la Dehesa del Medio, las cabezas de vacuno de los vecinos se morían y se acordó el corte de alcornoques y encinas para paliar, en algo, el desastre.[45]

            Las encinas de esta Dehesa eran aprovechadas, en muchas ocasiones, por los vecinos para

obtener madera. En 1746, José de Fonseca solicita, y obtiene , del Concejo autorización  para cortar madera necesaria para su molino de aceite.[46]

            Ocasiones hubo en que la esta Dehesa sirvió al Ayuntamiento para abonar parte del sueldo del profesor de Gramática. En 1747 se acogió a Don Francisco Rodríguez Falcato, profesor de Gramática, a cambio de 550 reales y dos cabezas de escusa en vellota para engordar en la dehesa de este Concejo.[47]        

            Un guarda vigilaba esta dehesa Boyal desde, por lo menos,1749.[48]

            En 1752, en unas normas para gobernar la villa, encontramos Que ninguna persona sea osada a segar la yerba de las lindes de las suertes sembradas que en la Dehesa del Medio y Dehesilla se prohive la entrada de Ganados como no sea el de la labor solamente.[49]

            A finales del siglo XVIII, concretamente en 1791, hallamos información sobre el reparto de  suertes de tierra a los vecinos para que las cultivasen pero que en el tiempo que se labro no pudieron la labor en estos sitios y por el daño que causavan los labradores a los arboles con el fuego y con el acha de lo que hubo algunas denuncias, como por un acotado cerrado que se mando hazer para las yeguas, fue preciso mandar suspender la labor por la villa y posezion por el ganadero que aprovecha sus yervas con preferencia por su antiguedad, segun orden del Consejo por punto general;[50]

            También se incidía en la limpieza de la  vegetación que se había ejecutado en algunos parajes de la Dehesa  se han echo algunos desmontes o desbrozes en la sierra llamada del Jacho y en la de Santa Maria que abundan en malezas de todas especies, y asi en estas como en el sitio que llaman La Casa de los Barqueros caiendo a la fuente que llaman de Erica, se han quedado limpios y olivador porcion de azebuches, los que an cortado y talado despues las jentes, siendo utiles tanto para el ganado como para qualquiera otro uso.[51] También se especifica que la Dehesa del Medio contiene mil ochocientas y cinquenta fanegas de sembradura y cuatrocientas de monte bajo.[52] Igualmente nos verifica que habitaban en la Dehesa lobos y zorros. [53]  En 1791 el terreno de la Dehesa se hallaba arrendado a un vecino que disfrutaba de los beneficios[54] mientras que el resto de los habitantes no conseguían aprovechamiento alguno.

            En 1791 los labradores intentaron crear una vacada común en la Dehesa. [55]

            En 1793,  la Dehesa del Medio estuvo arrendada a don Francisco Gerónimo de Uribe y Figueroa, que fue alcalde durante cuatro años (1775-79). Le siguió un hermano suyo, en el cargo durante algunos años más. Suponemos que estas circunstancias le valdrían  para aprovecharse de la situación. Los vecinos, indignados al no poder aprovechar su dehesa Boyal y baldío de Valmojao, lo pusieron en conocimiento de la Audiencia Territorial de Extremadura por aprovecharse como se ha aprovechado de todas las yerbas de la Dehesa al espacio de muchos años talandola con toda especie de ganados sin reserva de acotados para las Yeguas[56]. Se abundaba sobre el estado de pobreza en que se encontraba el vecindario El Comun de vecinos constituido en el estado mas deplorable por hallarse en ruina su principal ramo de industria clamo por el remedio a la Audiencia territorial en el año de noventa y uno…[57] También se indicaba desde cuándo se aprovechaba el tal Uribe de la bellota con sus excesivos ganados de cerda desde el año de setenta y quatro, ô setenta y cinco hasta el de noventa, privando al Comun de vecinos del veneficio que les franquean las Reales disposiciones del particular de poder engordar los zerdos de su matanza[58] Podemos intuir, así mismo, el ambiente de temor en que se encontraba la población : los vecinos a quienes ha tenido arrollados y constituidos en miseria esclavitud, sin atreverse a respirar alguno por que bien pronto expreimentaba los efectos de la enemiga y del poderio del dicho Uribe.[59]

            En un decreto del Intendente, fechado en 1794, se desvela la injusta situación derivada de la montanera de 1792 de la dehesa Boyal y del baldío de Pimpollar con arreglo al remate mediante la subasta que prezedio, y no por la tasazion como se digno mandarlo el Consejo en su Real Provision de 29 de Abril de 1793 de la que me han presentado testimonio en consequencia de ello, prebengo á vas. que en observancia y cumplimiento de lo mandado por el mismo consejo no se haga por ahora ni se cobre otra cantidad por dichas vellotas que la de la tasacion que me ynformen vas. el motibo que tengan para lo contrario: y que deviendo vas. estrechar sus providencias para que pague Don Francisco Gerónimo de Uribe, los 4200 reales que deve sin admitirle pretextos que lo embarazen, y pasar sus oficios al correxidor de esta ciudad a lo concerniente al descubierto en que este se halla para que se puntualize el pago de lo que deve á esa villa por alimentos con el fin de atender correspondientemente a las obligaciones de esa misma villa, me manifiesten vas. lo que hayan practicado en razon de esto.[60]

            Encontramos vigilancia en la Dehesa ante la posibilidad de robo de algunos de sus recursos.

            En 1811 se hallaron árboles dañados por lo que se situaron dos capitulares y varios vecinos en el lugar, sorprendiendo a cuatro personas descorchando alcornoques, a las que se le impuso la multa individual de dos ducados[61]. Hay que tener en cuenta que ese fue un díficil año porque las inmediaciones de Almendral fue el escenario de la batalla de La Albuera, que dejó empobrecida la población.

            En la Dehesa del Medio se han ubicado y se ubican hornos en los que se fabricaba la cal para la construcción. Así consta que, en 1884, un vecino,  Ignacio Ambrosio Rebollo solicitaba  al Ayuntamiento el horno de cal que existía de tiempo inmemorial en la dehesa Boyal, en el sitio llamado Cabeza de la Madre del Agua. El Ayuntamiento se lo cedió.[62]

            El expediente de subasta de los pastos de agostadero de Picapez y Valtravieso de la Dehesa del Medio, en 1861, nos da la pauta para conocer el desarrollo de ese trámite. Se acordó que el aprovechamiento del mencionado agostadero tuviese lugar desde primeros de abril hasta el 29 de septiembre. Se desiganaban  dos peritos, y ese año el Consistorio se decidió por Juan Martín Rodríguez y Juan Soto Pérez, que antes de tasar la bellota debían realizar un juramento. La subasta se hacía saber al pueblo mediante edictos y pregones, y se ejecutaba en la Casa Consistorial. Los dos peritos tasaron los pastos del agostadero de tal manera que el de  Picapez se elevaba a 460 reales vellón, y el de Valtravieso en 340 . El remate de la subasta se celebró el 22 de marzo de 1861 y se adjudicó a D. Manuel Uribe aprovechará con su ganado lanar la mitad del Cuarto de Valtravieso pagando al fondo de Propios ciento setenta reales mitad del precio de su tasación D. Francisco Mendoza aprovechará el otro medio Cuarto de Valtravieso y pagará igual cantidad de ciento setenta reales vellon. D. José de Vera y Gordillo aprovechará también con su Ganado lanar la mnitad del Cuarto de Picapez pagando al fondo de Propios la mitad del precio de su tasacion o sea doscientos treinta reales vellon. D. Juan José de Thovar aprovechará con el mismo ganado de su propiedad la otra mitad del indicado Cuarto de Picapez pagando al fondo de Propios doscientos treinta reales vellon…[63]

            Una vez ofrecida la suma por los ganaderos se sacó a subasta por segunda vez expresando la cantidad dada. A la convocatoria no se presentó nadie para superar la suma ya ofrecida, y por lo tanto, se adjudicó definitivamente a los ganaderos ya dichos.[64]

            A mediados del siglo XIX se seguía tasando la bellota para su aprovechamiento. Así, en 1868, tenemos que :

            Am bisto y reconocido el monte de la Dehesa Boyal y graduan puede engordar prosimamente 160 puercos y valor de la bellota atendiendo a el estado a que se encuentra el monte valen sus vellotas 15.000 reales segun su inteligencia.”[65]

            El inventario del Ayuntamiento de 1889 describe la dehesa Boyal de esta manera, Fincas rusticas. Dehesa boyal. Una Dehesa, llamada del Medio, procedente de los Propios de esta villa, situada en su termino municipal á la parte del Sur, poblada en su casi totalidad de arbolado de alcornoque y encina. Fué esceptuada de la desamortizacion, previa la resolucion del oportuno espediente y destinada al mantenimiento del ganado de labor de estos vecinos que son los que la disfrutan. La cabida total aproximada de esta finca es de quinientas cinquenta fanegas del antiguo marco real. Linda por Norte con tierras de diferentes vecinos, por Sur con otras de varios propietarios, por Levante con Dehesas del Palacio y de la Bejarana y por poniente con camino viejo de Almendral á Barcarrota. No hay dentro de su perimetro casa ni edificio alguno ni otra otra propiedad publica ó particular. Su valor aproximado es de setenta y cinco mil pesetas. Respecto á sus rentas ó aprovechamiento solo utiliza el Muicipio la enagenacion de fruto de bellota y del corcho de su arbolado que asciende por termino medio á quinientas dos mil pesetas anuales cada uno, por disfrutar las yerbas gratuitamente el ganado vacuno de labor de estos vecinos.[66]

            Como ejemplo de subasta de la bellota del Talancal y Fuente de Maura, tenemos el de 1899-1900, pertenecientes a la Dehesa Boyal :

            Acta de subasta. En la villa del Almendral á veinte y seis de octubre de mil ochocientos noventa y nueve; siendo las once de la mañana se reunieron en las Casas Consistoriales los Señores Concejales Don Manuel Uribe Barriga y Don Francisco Torre bajo la presidencia del Sr. Alcalde D. Cipriano martinez, designados po la corporacion para la celebracion de la subasta del aprovechamiento de bellota de la Dehesa boyal con la carga del ganado de labor de estos vecinos. Por orden del Sr. Presidente yo el Secretario di lectura al pliego de condiciones y anuncio inserto en el Boletin oficial d esta provincia. Seguidamente y previa la voa por el Peon público Antonio Silvero Perez, llamando licitadores se admitieron durante la primera media hora dos depositos correspondientes, cubriendo la tasacion Don José Menacho Corral. En este estado y no habiendo quien mejore dichas proposiciones que fue repetidas varias veces por el referido Peon público, siendo con esceso pasada la hora de las doce la comision adjudicó provisionalmente espresados aprovechamientos al don José Menacho corral por la cantidad de seiscientas pesetas al que se hizo saber la obligacion de ingresarlas en Arcas Municipales luego que le sea notificada la adjudicacion definitiva, quedando enterado y firmando con dos testigos presenciales del acto y los Señores de la Comision, de todo lo cual yo el Secretario, certifico.

                                               C. Martinez[67]

            Hay expedientes de la roturación y siembra de la parte de la dehesa Boyal conocida como Descanso, a finales del siglo XIX.[68]

            Encontramos en 1907 que un grupo de vecinos solicitaron al Ayuntamiento que acuerde conceder para siembra y repartir por el procedimiento acostumbrado la otra mitad de la Dehesa de este Municipio. La Corporacion acuerda estudiar esta reclamacion antes d tomar acuerdo respecto de la misma.[69]  Parece ser que la Corporación accedió a la petición. [70] Para sembrar, el terreno se dividía en parcelas que se distribuían mediante sorteo, entre los vecinos interesados.

            El aprovechamiento de la bellota, en 1907, también se materializaba por repartimiento vecinal, mediante sorteo organizado por el Ayuntamiento.[71] Los acuerdos municipales desvelan su desarrollo : por el Señor Alcalde fue dada cuenta de que la tasacion hecha por Peritos para el aprovechamiento de bellota de los dos lotes de la Dehesa Boyal denominada Talancal y Fuente de Maura juntandose con el del Puerto del judio, cuyo arbolado pertenece á la Junta del Banco Agrícola de esta Villa por haberse cedido por este Ayuntamiento como es costumbre para practicar este aprovechamiento mancumunadamente, ha sido (sic) el número de cerdos en ciento diez para engorde. El Ayuntamiento enterado de esta tasacion acuerda que se celebre el oportuno sorteo de igual número de vecinos de los comprendidos en la lista de aforo el sia diez y ocho del actual bajo la Presidencia del Señor Alcalde y del concejal don Celedonio Leon sanchez; acordandose al propio tiempo encargar de la administracion del aprovechamiento al Regidor Sindico son Ramón Verdascoi Galeas, haciendose la rectificacion de corral, majadas y cuantos gastos crea convenientes con cargo al producto del aprovechamiento, y estipulandose como pago de cada entrada de cerdo en el monte la suma de veinte y cinco pesetas y tres celemines de trigo, que es la cuota que ha venido cobrando en años anteriores.”[72]

            También, aprovechamiento del pastizal a través de subasta. En 1907 se le adjudicó, por 1200 ptas. a  Don Francisco Vélez Merino.[73]

            Esta Dehesa fue exceptuada, por Real Provisión del  29 de octubre de 1865 de la venta, en concepto de aprovechamiento común y gratuíto del arbolado y abrevadero[74] .Una sesión de 1910 aclara que la gestión de la suspensión  se debió en gran parte al alcalde, don Cipriano Martínez.[75]

            Por un acuerdo de 1873, sabemos que a la clase jornalera se le cedía, con preferencia, parcelas de terrenos en la Dehesa del Medio para su cultivo. En ese mismo acuerdo se refleja la creación del Banco Agrícola y la delimitación de dicha institución hacer tantas suertes como opcionistas de dicha clase haya; pero separando en los Puntos que el Ayuntamiento le designe á dicha Comision de la Sociedad del Banco Agricola, se dispuso en la Sesion del dia primero del pasado. [76]

            También a finales del siglo XIX encontramos información sobre el aprovechamiento del corcho que era subastado.[77] El corcho reportaba ganancias sustanciosas a las arcas municipales. En 1910, se hallaban vigentes normas que regían su aprovechamiento :

            Primera. No es objeto del Arriendo el arbolado que vejeta en terreno llamado Puerto del Judio, lindante por Naciente con terreno llamado Fuente de Maura, por Este con sobrante de la Dehesa Boyal y por el Sur y Oeste con dehesa Social. Este lote fue vendido por el Estado como precedente de los Propios de esta Villa, á la Sociedad Banco Agricola de esta localidad, segun resulta de escritura fecha seis de Marzo de 1898.[78]

            Como nota aclaratoria, en este primer reglamento hagamos hincapié en la sección,  Puerto del Judío  vendida al Banco Agrícola local. Según la tradición y las fuentes documentales, sólo le fue enajenado el arbolado, quedando la tierra en posesión del Ayuntamiento. En la actualidad pertenece el arbolado a la Sociedad Cooperativa de San Mauro y aún se conoce este paraje como el del Banco

            Segunda. Son objeto del arriendo solamente y han sido objeto de la tasación el corcho del Arbolado de Alcornoque de los Lotes denominados Talancal y Fuente de Maura, que son los que constituyen el Arbolado de la Dehesa Boyal de este pueblo, conocida por Dehesa del Medio.

Tercera. El pago de la cantidad en que con aprobación superior se adjudique este aprovechamiento se verificará por el Rematante de una sola vez dentro de los primeros quince dias del mes de Enero del proximo año de mil novecientos once.

Cuarta. Será de cuenta del Rematante los gastos de otorgamiento de Escritura, anuncio en el Boletin oficial y derechos del Expediente hasta su total terminación.

Quinta. Esta subasta estará sujeta á cuanto establece la Institucion de contratos de servicios provinciales y Municipales de 24 de Enero de 1905.[79]

            En 1902 se transfiere la propiedad de un trozo de la finca  a don José Macías Contreras, vecino de Salvaleón, concretamente 31 fanegas.[80] La tradición oral cuenta que la Dehesa fue mucho más extensa y que se vendieron varias partes. El anterior ejemplo es indicativo.

            En el interior de la Dehesa existen cuatro fuentes:  Maura, Madre del Agua, Piojo, y  Erica. En 1900 se acuerdó arreglar la cañería de la de Maura, obstruida por el trancurso del tiempo[81] y , asimismo, construir pilares para caballerías y ganados[82]. En 1917 se determinó también levantar un abrevadero para ganados, siendo el albañil Andrés Domínguez Gómez y  con un costo de 200 ptas. [83]

            También en este año acordó la Coorporación tasar la bellota para la montanera y realizar el repartimiento vecinal como en años anteriores anunciandose por bandos al aforo de vecinos.[84]

            La leña vendida en el año de 1918, reportó 100 ptas. de beneficios para los fondos municipales.[85]

            Septiembre de 1919, era  el tiempo apropiado para tasar la bellota de la Dehesa, teniendo en cuenta el fruto del lote del Puerto del Judío cuyo arbolado pertenecía a la Sociedad del Banco Agrícola, que siempre lo cedía para disfrute mancomunado. Se acordó que, como en años anteriores se repartiera entre los vecinos, y la tasación fuese realizada por el guarda de la finca. También se determinó el arreglo de chozos para guardas y majadas de cerdos.[86]

            Una vez concluida el aforo de la bellota, 155 cerdos, se anunciaba al vecindario el sorteo de las entradas de animales a engorde en la Dehesa, al precio de 50 ptas. cada uno, más una cuartilla de trigo cuyo acto ha de tener lugar el dia catorce de los corrientes á las nueve horas en esta Casa Consistorial presidido por el Señor Alcalde ó por el Teniente en quien (sic).[87]

            En ese mismo año de 1919, tenemos un claro exponente de como se  sembraba la Dehesa del Medio resaltándose la necesidad de solicitar de la Dirección general de propiedades é Impuestos la devida autorización para roturar una porción de terreno de la dehesa del Medio de este Municipio Subdividiendola en parcelas de media fanega para repartirlas gratuitamente entre los vecinos pobres de esta localidad, evitandose asi infectos de langostas y proporcionando beneficios a la clase trabajadora y pobre de este pueblo.[88] Se deseaba  repartir por tres años, uno de barbecho y dos de siembra cincuenta Hectareas de terreno del expresado Monte…[89]

            En la actualidad el Ayuntamiento  subasta el terreno de la Dehesa cada cuatro años.

 

 

 

            José Joaquín Pérez Guedejo.

           

            Cronista oficial de la villa de Almendral.     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FUENTES DOCUMENTALES

 

            – Archivo Municipal de Almendral (A.M.AL.)

                        Libro de Acuerdos del cabildo

                                                Años :  (1646-1680)

                                                           (1681-1699)

                                                           (1700-1706)

                                                           (1706-1721)

                                                           (1722-1737)

                                                           (1738-1743)

                                                           (1744-1748)

                                                           (1749-1756)

                                                           (1788-1792)

                                                           (1792-1810)

                                                           (1811-1817)

                                                           (1865-1877)

                                                           (1877-1887)

                                                           (1887-1895)

                                                           (1907-1908)

                                                           (1909-1910)

                                                           (1916-1917)

                                                           (1918)

                                                           (1919-1920)

 

                                               Legajos: (1861-1909)

                                                              (1892-1868)

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

            – INTERROGATORIO DE LA REAL AUDIENCIA. EXTREMADURA A FINALES DE LOS TIEMPOS MODERNOS. PARTIDO DE BADAJOZ, 1791. Mérida, Asamblea de Extremadura, 1994.

 

            -MADOZ, Pascual. Diccionario geográfico , estadístico, histórico de España y sus posesiones de ultramar. Madrid, 1849. Tomo II.

 

            -TORRESCUSA SÁNCHEZ, Ángel Luis . Proyecto fin de carrera de mejora de la Dehesa de Enmedio. Almendral (Badajoz). Septiembre 1996.

 

 

           

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                                         

 

 

 

 



[1]Acuerdo del 12 de octubre de 1654. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 1 (1646-1680),  fol. 115 vto.

[2]Acuerdo del 29 de febrero de 1681. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº2 (1681-1699), fol. 11.

[3]Acuerdo del 24 de junio de 1749. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 8 (1749-1756), fol. 24 vto.

[4]Acuedro del 2 de octubre de 1699. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 2 (1681-1699),  fol. 548 vto.

[5]Acuerdo del 23 de septiembre de 1754. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 8 (1749-1756), fol. 168 vto,                          169.

[6]Auto de Buen Governo del 12 de septiembre de 1814. (A.M.AL). Libro de acuerdos  nº 22 (1811-                               1817), fol. 190.

[7]Madoz, Pascual. “Diccionario Geográfico, estadístico, histórico, de España y sus posesiones de                                   ultramar.” Madrid, 1849. Tomo II, pag. 95

[8]Acuerdo del 10 de agosto de 1738. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 6 (1738-1743), fol. 19.

[9]Acuerdo del 2 de junio de 1813. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 22 (1811-1817), fol. 129.

[10]Acuerdo del 13 de febrero de 1689. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 2 (1681-1699), fol. 202.

[11]Acuerdo del 10 de diciembre de 1911, celebrada el 12 .(A.M.AL). Libro de acuerdos (1912-1913),                      fol. 45.

[12]Acuerdo del 7 de marzo de 1815. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 22. (1811-1817), fol. 223.

[13]Torrescusa Sánchez, Angel Luis. Proyecto de mejora de la “Dehesa de Enmedio” de 368 Ha. 90 a.,                      en el término municipal de Almendral (Badajoz) septiembre de 1996.

[14]Acuerdo del 20 de julio de 1653. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 1 (1646-1680),  fol. 142 vto y                        

[15] Acuerdo del 14 de mayo de 1656. Ibidem, fol. 182.

[16]Acuerdo del 1 de junio de 1654. Ibidem. Fol. 134.

[17]Acuerdo del 14 de abril de 1659. Ibidem, fol. 238.

[18]Acuerdo del 8 de septiembrel de 1654. Ibidem, fol. 103.

[19]Acuerdo del 11 de marzo de 1655. Ibidem. Fol.164.

[20]Acuerdo del 26 de octubre de 1669. Ibidem. Fol. 407.

[21]Acuerdo del 12 de mayo de 1671. Ibidem. Fol. 420.

[22]Ibidem. Fol. 423.

[23]Acuerdo del 29 de octubre de 1671. Ibidem. Fol. 424.

[24]Acuerdo del 1 de octibre de 1672. Ibidem. Fol. 451 vto.

[25]Acuerdo del 10 de octubre de 1672. Ibidem. Fol. 452.

[26]Acuerdo del 1 de mayo de 1682. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 2 (1681-1699), fol                 53.

[27]Acuerdo del 16 de noviembre de 1672. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 1 (1646-1680), fol. 459.

[28]Acuerdo del 14 de octubre de 1674. Ibidem. Fol. 507 vto. 508.

[29]Acuerdo del 13 de octubre de 1677. Ibidem. Fol 532.

[30]Acuerdo del 25 de septiembre de 1678. Ibidem. Fol. 556.

[31]Acuerdo del 6 de noviembre de 1678. Ibidem. Fol. 570.

[32]Acuerdo del 3 de octubre de 1685. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 2 (1681-1699),  fol. 129.

[33]Ibidem.

[34]Acuerdo del 13 de octubre de 1696. Ibidem. Fol. 447.

[35]Acuerdo del 1 de septiembre de 1689. Ibidem. Fol. 218 vto.

[36]Acuerdo del 10 de diciembre de 1690. Ibidem. Fol. 251 vto.

[37]Acuerdo del 26 de octubre de 1701. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 3 (!700-1706), fol. 18.

[38]Acuerdo del 1 de marzo de 1710. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 4 (!706-1721),  fol. 110.

[39]Acuerdo del 13 de marzo de 1711. (A.M.AL). Ibidem. Fol. 127.

[40]Acuerdo del 23 de septiembre de 1711. Ibidem. Fol. 133.

[41]Acuerdo del 21 de octubre de 1745. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 7 (1744-1749),  fol. 96.

[42]Acuerdo del 21 de febrero de 1746. Ibidem. Fols. 102, 103.

[43]Acuerdo del 7 de marzo de 1746. Ibidem. Fol. 103 vto. 104.

[44]Acuerdo del 3 de octubre de 1714. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 4 (1706-1721),  fol. 184.

[45]Acuerdo del 26 de diciembre de 1737. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 5 (1722-1737), fol. 445.

[46]Acuerdo del 21 de febrero de 1746. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 7 (1744-1748), fol. 106

[47]Acuerdo del 14 de marzo de 1747. Ibidem. Fol. 141.

[48]Acuerdo del 11 de febrero de 1749. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 8 (1749-1756), fol. 122.

[49]Acuerdo del 2 de junio de 1752. Ibidem. Fol. 119.

[50]«Interrogatorio de la Real Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido de                          Badajoz. 1791.” Mérida, Asamblea de Extremadura, 1994. Pag. 221.

[51]Ibidem.

[52]Ibidem. Pag. 214.

[53]Ibidem. Pag. 220.

[54]Ibidem. Pag. 214.

[55]Acuerdo del 5 de mayo de 1791. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº20 (1788-1792)  fol. 338.

[56]Madrid 29 de abril de 1793. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 21 (1792-1810).

[57]Ibidem.

[58]Ibidem.

[59]Ibidem.

[60]Decreto del Señor Intendente General. Badajoz 5 de agosto de 1794. (A.M.AL). Libro de acuerdos                      nº 21 (1792-1810), fol. 36.

[61]Acuerdo del 30 de agosto de 1811. (A.M.AL). Libro de acuerdos nº 22 (1811-1817), fol. 16.

[62]Acuerdo del 16 de marzo de 1884. (A.M.AL). Libro de acuerdos (1877-1887), s,f.

[63]Expediente de subasta de los pastos de agostadero de Picapez y Valtravieso de la dehesa del Medio.                    Año 1861. (A.M.AL). Legajo C/34. (1861-1909).

[64]Ibidem.

[65]Acuerdo del 7 de octubre de 1868. (A.M.AL). Libro de acuerdos (1865-1877),s,f.

[66]Inventario del 29 de diciembre de 1889. (A.M.AL). Libro de acuerdos (1887-1895),  s,f.

[67]Subasta del aprovechamiento de la bellota de los lotes Talancal y Fuente de Maura de la dehesa                           Boyal.26 de octubre de 1899. (A.M.AL). Legajo C/34. (1861-1909).

[68]Expediente instruido para la roturación y siembra del terreno denominado Descanso y  abrevadero                      común de la dehesa Boyal. Año de 1898. Ibidem.

[69]Acuerdo del 11 de agosto de 1907, celebrada el 13. (A.M.AL). Libro de acuerdos  (1907-1908). S,f.

[70]Acuerdo del 15 de septiembre de 1907, celebrada el 17. Ibidem.

[71]Ibidem.

[72]Acuerdo del 13 de octubre de 1907, celebrada el 15. Ibidem.

[73]Acuerdo del 1 de diciembre de 1907, celebrada el 3. Ibidem.

[74] Acuerdo del 5 de abril de 1908, celebrada el 7. Ibidem.

[75]Acuerdo del 20 de febrero de 1910. (A.M.AL). Libro de acuerdos (1909-1910), fol. 59

[76]Acuerdo del 6 de julio 1873. (A.M.AL). Libro de acuerdos (1865-1877),fol. 45 vto.

[77]Expediente instruido para la enagenación en pública subasta del aprovechamiento del  corcho de la                              dehesa Boyal de estos Propios. Año forestal 1892-1893. (A.M.AL). Legajo C/36 (1892-1868).

[78]Acuerdo del 21 de agosto de 1910. (A.M.AL). Libro de acuerdos (1909-1910),fol. 59.

[79]Ibidem.

[80]Acta de deslinde, amojonamiento y entrega de 31 fanegas de tiera en la dehesa Boyal  a José Macías                            Contreras. 8 de junio de 1902. (AM.AL). C/34 (1861-1909).

[81]Acuerdo del 23 de septiembre de 1900. (A.M.AL). Libro de acuerdos (1895-1900),  s.f.

[82]Ibidem.

[83]Acuerdo del 1 de mayo de 1917, celebrada el 3. (A.M.AL). Libro de acuerdos (1916-1917)                                  fol. 30.

[84]Acuerdo del 2 de octubre de 1917, celebrada el 4. Ibidem. Fol. 48.

[85]Acuerdo del 26 de marzo de 1918, celebrada el 28. (A.M.AL.) Libro de acuerdos (1918), fol. 15                         vto. 16.

[86]Acuerdo del 30 de septiembre de 1919, celebrada del 2 de octubre. (A.M.AL). Libro de acuerdos                         (1919-1920), fol. 35.

[87]Acuerdo del 7 de octubre de 1919, celebrada el 9. Ibidem. Fol. 35 vto.

[88]Acuerdo del 14 de octubre de 1919, celebrada el 16. Ibidem. Fol. 37 vto.

[89]Ibidem.

Mar 012014
 

Martiria Sánchez López.

I.- INTRODUCCIÓN

Todos sabemos que el descubrimiento, la conquista y colonización de América es la más extraordinaria epopeya de la historia universal ya que en menos de medio siglo fue sometido la mayor parte del continente americano por un puñado de españoles. El heroismo, la decisión, el soporte moral del cristianismo y la diferencia cultural entre los europeos del renacimiento y el estado prehistórico en que se encontraban los pueblos, fueron las causas fundamentales de este impresionante hecho.

 

Trujillo y sus hijos fueron protagonistas esenciales de este quehacer histórico, destacando de una manera esencial Francisco de Pizarro, que conquistó para la corona española todo el imperio incaico. Loas quechuas eran los habitantes de gran parte de la zona andina y habían formado un gran imperio en el Perú, al frente del cual estaba el Inca o Emperador, que se consideraba descendiente del dios Sol. Fue un estado colectivista donde el soberano era dueño de todo, que distribuía a sus súbditos lo que necesitaban, tanto alimentos como tejidos, etc. Su capital era Cuzco, con una población de unos noventa mil habitantes y estaba muy bien comunicado con el resto del territorio por un red de cominos bien trazados.

 

La conquista se llevó a cabo desde Panamá por la costa del pacífico en unos pocos años, con un puñado de españoles capitaneados por Pizarro y con la ayuda de sus socios Almagro y Luque. Esta conquista destruyó el orden existente y obligó a los indios a someterse a las normas del imperio español.

 

 

Veamos a continuación como enjuicia la conquista del Perú y a su héroe un historiador de finales del siglo XVI, ya con medio siglo de perspectiva de los acontecimientos. Nos referimos al historiador placentino, Fray Alonso Fernández, que dedica un capítulo a Pizarro y a conquista del Perú en su famosa obra “Historia y Anales de la Ciudad y Obispado de Plasencia”. El capítulo es el número treinta y dos y se titula “De Francisco Pizarro, Marqués de Atabillos y de los Charcos, y servicios que hizo al emperador Carlos V y a monarquía de España en la conquista de los reinos del Perú”.

 

 

 

II .- EL CONQUISTADOR Y SUS CONQUISTAS SEGÚN FRAY ALONSO FERNÁNDEZ

 

El historiador nos describe en primer lugar la conquista con toda su crudeza, donde no omite la crítica al conquistador por su comportamiento con los indios y con su rey. Después ponderará sus cualidades tanto humanas como políticas.

 

Comienza dándonos unas pinceladas sobre la familia del héroe y su ciudad natal; habla de su padre natural, el Capitán Gonzalo Pizarro, y además detalles de sus hermanos. Nos comenta a continuación el gran valor que siempre le distinguió desde su juventud, prestando servicios a la corona, primero en Italia, y posteriormente cuando pasa a los indios, donde se destacó como “el primero en todas las ocasiones” en las diferentes campañas en que acompañó a Blasco Nuñez de Balboa, el descubridor del Pacífico. Cuando tiene conocimiento de la existencia del Perú, regresa a España y firma con el Emperador las capitulaciones por la que le concede “la Gobernación de Nueva Castilla y de la Provincias del Perú con el título de adelantado y Capitán general, año 1529”.  Sigue hablando de los personajes que le acompañaron, entre ellos sus hermanos y algunos religiosos, como fray Vicente de Valverde; con un total de 160 hombres, que partieron de Tumbez con dos navíos y llegaron a Perú, donde tuvieron noticia del gran Imperio Incaico, cuya capital era Cuzco. Inmediatamente envía la capitán Soto y a su hermano Hernando Pizarro a explorarlo, volviendo los dos asombrados de las grandes riquezas y tesoros que contemplaron: “Atabalipa, que así se llamaba el rey (…) venía en un litera de oro macizo, aforrada de plumas de papagayos. Traianle en hombros algunos caciques, grandes señores y el asiento era un tablón de oro que pesó 25.000 ducados y un cojín de lana finísima todo guarnecido de piedras preciosas”. Después nos dará más detalles de los inmensos tesoros que los españoles encontraron en el imperio incaico.  

 

Una vez conocidos éstos y otros detalles, Pizarro y los suyos se apoderan rápidamente del imperio y de su rey, después de una gran masacre sobre la población nativa que terminó con el asesinato Atahualpa, como todos conocemos.

 

El historiador se muestra sumamente crítico con los conquistadores y manifiestan que falsean la verdad de los acontecimientos para no provocar la inquietud y el desasosiego de la Corona. Así nos dice que tergiversaron los hechos sosteniendo que los españoles, llevados por su sed de oro al contemplar tanta riqueza, se apoderaron de su rey y realizaron una gran masacre entre los indios, con el pretexto de que Atahualpa había arrojado al suelo los Evangelios y la Cruz que portaba el misionero que había enviado a parlamentar, y que tenían que vengar esta afrenta; que el rey estaba dispuesto a pagar un tributo, pero que los españoles no llegaron ni a intentar pacto alguno sobre el sometimiento al imperio español, evitando tanta muerte injusta. A continuación Fray Alfonso, después de fundamentar bien sus aseveraciones, narra como sucedieron los hechos en realidad y como los conquistadores no querían bajo ningún concepto que esta realidad se supiera: “Estando Fray Vicente de Valverde hablando al rey, se alborotaron algunos españoles (…)  con codicia de las riquezas de oro y plata y piedras preciosas que los indios acompañaban al rey traían sobre sus trajes y que otros españoles habían subido a una torrecilla a despojar un ídolo de oro y plata (…) y que alborotaban mucho los indios, levantando los gritos como les robaban su ídolo. Y viendo el rey lo que pasaba (…) mandó no hiriesen ni matasen ningún español. Fray Vicente se turbó y se le cayó el libro y la Cruz, y alzándolos del suelo se fue a los españoles, dándoles voces que no hiciesen mal a los indios y que Atabalipa no negaba el tributo”. El historiador antes de seguir la narración dice que “Pizarro prohibe con grandísimo rigor y diligencia que nadie escribiese la verdad de lo que pasó…” y a continuación es cuando prosigue diciendo “… A este punto mandó Pizarro disparar la escopeta y arremetiendo todos los 160 españoles y disparando unos tirilllos de artillería que llevaban, con estruendo grande donde temían al rey Atabalipa comenzando a herir a los indios, Francisco Pizarro rompió por la multitud llegando a las andas del rey y dio con él en tierra. Los indios, así los de guerra que eran 5.000, como todos los demás, como vieran al rey caído en tierra, huyeron, escapándose por donde podían, sin que ninguno de ellos echase mano a las armas. Siguieron los de a caballo al alcance, matando gran número de indios. Fue esta batalla en 1533…”.

 

Después de esta batalla el imperio incaico habrá caído prácticamente en manos de los españoles hallando inmensas riquezas en las grandes ciudades, además del rescate pedido por la liberación de Atahulpa, que luego no se cumplió con el pretexto de haber matado a su hermano Huascar. Sigue el historiador criticando la actitud de los españoles, comparando este magnicidio con la muerte de Cesar y dándonos a entender el adagio “el que a hierro mata a hierro muere”, con las siguientes palabras “… su muerte (de Atahualpa) pareció injusta, y todos cuantos en ellos entendieran, murieron o por justicia o por puñaladas, como se refiere a la muerte de Cesar: Felipe murió ahorcado (fue el autor material del asesinato), el marqués Francisco Pizarro a puñaladas el año 1541, y Almagro, su competidor, dado garrote”.

 

Mientras se realizaba la conquista del Perú, el Padre Vitoria escribía en la Universidad de Salamanca su celebre obra “Relectio De Indiis”, impulsado por los acontecimientos para justificar estas conquistas, donde no hay que ocultar la crueldad y fanatismo de estos hombres, deseosos de satisfacer su hambre y sed de oro y su apetencia genérica.

 

Fue por esto por lo que Fray Bartolomé de las Casas y Fray Antonio de Montesino denunciaron estos hechos tan enormemente lesivos para la dignidad humana. El Padre Vitoria sostendrá en su obra que la colonización no podrá justificarse si su finalidad no era el mejoramiento de la suerte de los indios. La influencia del Padre Vitoria y de Fray Bartolomé de la Casas será decisiva para la redacción de las llamadas “Leyes Nuevas de Indias de 1542”, donde se aprecia este deseo de defensa de los indios al disponer la supresión progresiva de las encomiendas, la abolición de la esclavitud y el uso oficial de las lenguas autóctonas, etc. Estas leyes provocaron la sublevación de los colonos españoles por lo que los gobernantes tuvieron que contemporizar, y no pudieron cumplirse plenamente.

 

 

III.- EL BOTÍN Y SU REPARTO. CONSECUENCIAS.

 

La riquezas que los españoles encontraron en Perú fueron numerosas, nos la describe Fray Alonso así: “Con esto se abrió la puerta a las mayores riquezas que los hombres oyeron y pudieron imaginar (…) Al día siguiente saquearon los españoles los palacios de Caxamarca, y hallaron grandes riquezas de oro y cosas de plumas, y una vajilla que valía más de 2.000 ducados. En espacio de veinte días, les trajo Atabalipa por su rescate 1.025.000 ducados de oro y 52.000 marcos de plata … “ sobre los tesoros encontrados en Cuzco dice: “Había en aquella ciudad templos cubiertos de plata y tumbas llenas de grandes tesoros, en una de ellas encontraron 50.000 pesos de oro (…) Había una estatua de oro del sol en su principal templo que cupo a un capitán llamado Marcio Sierra, la cual la jugó una noche por donde quedó el adagio: juega el Sol antes nazca”. También que herraban a los caballos con herraduras de plata y que las planchas de oro que guarnecían el templo del Sol pasaba cada una 500 ducados. Se calcula que el tesoro de Cuzco se elevará a unos 2.537 Kg. de oro y 35.212 Kg. de plata, además de los 5.720 Kg. de oro y 11.041 Kg. de palta que sumó el rescate de Atahualpa.

 

En cuanto al reparto del botín, según el historiador, se hizo de la siguiente forma: “cupo la español de caballo 8.900 pesos de oro y a 360 marcos de plata, ya al infante la mitad. A los capitanes a unos dieron treinta y a otros cuarenta mil pesos. A Francisco Pizarro, además de su parte que como capitán general y gobernador se debía, dieron el tablón de oro en que venía sentado el rey”.

 

La corona percibió, así mismo, unas riquezas enormes, ya que, según la Capitulaciones firmadas con el conquistador, le correspondía el quinto de los tesoros descubiertos. Como eran tan cuantiosos e importantes, Carlos V, en agradecimiento, le concedió el hábito de la Orden de Santiago y el Titulo de Marqués de la Charcas y Atabillos: “Despachó Francisco Pizarro a su hermano Hernando Pizarro a España con el quinto para el Emperador, que fue grandísima suma. Trajo relación de lo sucedido, justificando mucho los hechos y los servicios de Francisco Pizarro, que verdaderamente fueron muchos y de gran consideración, así el Emperador don Carlos le honró con el hábito de Santiago y le dio la gobernación de la Nueva Castilla o Perú y le crió marqués de la Charcas y Atabillos, año 1535”.

 

Estos títulos nobiliarios y las tierras en Señoríos eran las cosas que más apetecían los conquistadores, paro la corona solamente se las concedió a los más importantes, como era el caso de Pizarro, pues no quería que apareciese en América una nueva nobleza neofeudal.

 

Las consecuencias del botín fueron importantísimas tanto para Europa como para España y Trujillo. Como consecuencia de la arriada de oro y plata que vino de América se produjo una revolución en los precios y contribuyó de una manera especial a consolidación del capitalismo comercial europeo.  Aparte de las riquezas que hemos descrito, en el 1545 se descubrió Potosí y sus “riquísimas minas”, que según nuestro historiador en 1602 se habían sacado 200 millones de kilos de plata, registradas, y otros cien millones no registrados; además dice que basándose en datos consultados en el Consejo de Indias por el cronista Gil Gonzalo Davila, habrían venido a España mil quinientos millones de kilos de oro y plata hasta 1617. Esta inmensa riqueza provocó una enorme inflación en toda Europa, con una subida de precios desproporcionada, no sólo en España, sino en los demás países europeos. Todo esto no escapa al análisis de Fray Alfonso, que dice “las riquezas del Perú han venido a España, como es manifiesto de todos, han encarecido las cosas en subidísimos precios en toda Europa”.

 

Este tema ha sido estudiado a fondo por el Profesor Carande, poniendo manifiesto el fenómeno de la inflación. España no supo aprovechar esta inmensa riqueza, pues el oro y la plata que venía de América, pasaba a Europa, y España no era más que el puente de este trasvase, ya que aquí, en los puertos españoles, los grandes banqueros europeos, como los Függer, esperaban a los cargamentos de oro y plata para cobrar cuanto antes el dinero que tenían prestado al Emperador para sufregar sus empresa bélicas. Con esto se consolida el capitalismo mercantil europeo, en el que España se mantendrá un poco al margen.

 

En cuanto a la ciudad de Trujillo, sus hijos hidalgos se enriquecieron enormemente con la conquista de América, consiguiendo no sólo títulos de alta nobleza, sino villas, rentas, dehesas y vasallos, tanto en América como en la tierra de Trujillo, con lo que mermó mucho la jurisdicción de esta ciudad en favor de nobleza, que fue creando señoríos y mayorazgos. Además plasmaron su riqueza en los suntuosos palacios que contemplamos por toda la ciudad, con el escudo de sus linajes, siendo este aspecto más positivo que han legado a la posteridad. A partir del reinado de Felipe II, el municipio estaba ya arruinado, acentuándose la crisis en los siglos posteriores.     

 

IV.- El HOMBRE Y EL POLÍTICO SEGÚN FRAY ALONSO.

 

Así como cuando estudia el hecho de la conquista del imperio incaico por Pizarrro no escatima el historiador en críticas al héroe y a sus colaboradores, cuando habla del hombre exalta elocuentemente sus cualidades, como vemos a continuación :”Fue el Marqués Francisco Pizarro muy animosos y esforzado, gran sufridor de trabajos, amigo de hacer placer a todos, muy inclinado a hacer cosas de guerra, gran sufridor de trabajo y siendo muy humano y apacible con todos”. Exalta su liberalidad cuando dice que “tiene más atención a remediarla necesidad que a ganar honra”; a este respecto nos refiere la anécdota de que a un soldado suyo se le murió el caballo y cuando se enteró fue a obsequiarle con un “tejuelo de oro que pesaba diez libras” para reparar la pérdida, pero se lo dio a escondidas para no provocar recelos en sus compañeros. También nos relata que cuando jugaba, si alguno de su compañeros de juego tenía necesidad de ganar se dejaba ganar “para remediarla, porque no se afrentase se lo diere de limosna como a pobre”.

 

Nos habla igualmente del carácter afable y humilde , hasta el punto “que jamás dijo una mala palabra a ninguno, y jugando a la bola, no consentía que alguno la alcanzase del suelo para dársela”. Pondera además sus cualidades intelectuales, que aunque no sabrá leer ni escribir, nos dice “que tuvo un entendimiento y juicio de las cosas que habían de proveer, así de paz como de guerra y en ninguna cosa dejó de parecer persona noble”.

 

En cuanto a su vida sentimental y amorosa comenta “que fue templado y abstinente en refrenar la sensualidad. Solo tuvo amistad con una señora india, la cual dejó un hijo llamado Gonzalo, que murió de catorce años”. De su matrimonio nis dice que “casó con doña Inés Yupange, hermana del rey Atabalipa, de quien tuvo a Francisca Pizarro …” Y  sigue hablando de sus descendientes. También habla de la hija del primer matrimonio de Hernando Pizarro con doña Isabel Mercado, llamada también Francisca Pizarro y de sus descendientes, destacando la personalidad de don Fernando Pizarro de Orellana, con todos sus títulos y cargos, así como de una obra que escribió titulada “Apologético” en defensa de las órdenes militares. No se olvida de los Pizarro de Alcollarín, de los que también hace un breve estudio.

 

Como político, Fray Alonso, considera al conquistador un buen gobernante, siempre fiel al emperador sin extralimitarse en sus competencias. A este respecto nos dice “Pizarro fue muy aficionado al Emperador, respetando mucho a su majestad en tanto grado que se abstenía de hacer muchas cosas en que tenía poder, diciendo que no quería dijese su majestad que se extendía en la tierra”.

 

Como gobernador a Pizarro le correspondió la primera organización político-adminstrativa de las tierras conqusitadas, hasta que se funden las Audiencias y Virreinato del Perú, de aquí la fundación de las encomiendas, reparto de indios y reducciones, además de fundación de ciudades con sus edificios públicos tanto civiles como religiosos y culturales. También puso en explotación en aquellas tierras fomentando la agricultura, la ganadería, la industria y la explotación de minas. De todos estos temas nos da noticia nuestro historiador: “Fue muy aficionado a acrecentar aquella tierra, labrando y cultivándola. Fundó la ciudad de los Reyes en el año 1534 (…) En la misma costa 80 leguas más adelante fundó la ciudad de Trujillo, en memoria de su patria (…) Labró unas grandes casas en la ciudad de lo Reyes, y en el río della dejó dos paradas de molinos. En estos edificios empleaba todos los ratos desocupados dando industrias a los maestros que los hacían”.

 

 

V.- LA EVANGELIZACIÓN DE LOS INCAS

 

La tarea evangelizadora fue una de las justificaciones de la colonización que el Padre Vitoria pone de relieve. La iglesia fue la gran colaboradora de la corona, ya que aportó la protección activa de los indios que estaba contenida en la legislación, aparte de su culturización y evangelización.

 

Fray Alonso se congratula de la labor evangelizadora que llevaron a cabo los religiosos que acompañaron a Pizarro en la conquistas, especialmente la de Fray Vicente de Valverde del que nos dice: ”Por sus letras y virtudes le nombró el Emperador Carlos V Obispo de Panamá y después Obispo de la Ciudad de Cuzco”.

 

Cuando habla de la tarea evangelizadora, la considera más importante que las grandes riquezas que encontraron allí los españoles, por eso dice “y lo que más importaba es que se dió principio a la conversión de más tierras que hay desde España a Babilonia, donde se han convertido infinitos millares de gentes”. En otro punto nos habla de la conversión de Atahulapa, así: “Fray Vicente de Valverde tuvo cuidado de instruir en la fe muchos días a Atabalipa” y le bautizó”. Nos comenta que este religioso murió mártir, cuando Gonzalo Pizarro le desterró a una isla donde le mataron los indios cuando iba a evangelizarlos.

 

Exalta también la labor de colaboración con la Iglesia de Francisco Pizarro, ayudando todo lo que pudo a los religiosos para poder desarrollar su tarea misional:  “puso gran diligencia en edificar la Catedral de la Ciudad de los Reyes y los monasterios de Santo Domingo y de la Merced, dándole indios para su sustentación y para repaso de los edificios”.

 

 

VI.- CONCLUSIÓN

 

Con la conquista americana se destruyó el orden social existente y se obligó a los indios a someterse a la normas de imperio español. La Iglesia será la gran colaboradora del rey Carlos V y después de Felipe II, ya que aportó la protección activa de los indios por los religiosos, sobre todo jesuitas y dominicos; la cristianización favoreció la fusión de las razas  india y española, y también la culturización, cuyos máximos exponentes se plasman en la creación de colegios y especialmente en la fundación de universidades, como la de Lima en 1551.

 

Pero quizás, donde mejor se refleje el pensamiento de la monarquía con respecto a  América sea en las Ordenanzas promulgadas por Felipe II el 13 de julio de 1573 bajo el título de “El Orden que se ha de tener en descubrir y poblar”, que eran las que estaban vigentes cuando Fray Alonso Fernández escribe su historia.  En la introducción de estas Ordenanzas, el Rey justifica el fin de ellas con las siguientes frases: “Para que las tierras que estén por descubrir, poblar y pacificar, se haga con más facilidad y como conviene al servicio de Dios y nuestro, y bien de los naturales …”

 

Pese a que los ideales de la corona chocaran con los de los colonizadores, se garantiza la protección del indio, su desarrollo, el deseo de crear una economía saneada, su acceso a la cultura europea, y su integración sobre una base de igualdad con los blancos.

 

Con respecto al estado misional como justificación de la conquista y los derechos de los indios, defendidos por la corona, y por el Padre Vitoria y Fray Bartolomé de las Casas, entre otros, ha observado uno de los grandes investigadores y estudiosos del tema, Lewis Hanke, lo siguiente: “los ideales que intentaron poner en práctica algunos españoles en América, nunca perderán su brillante fulgor mientras existan hombres que crean que los otros pueblos tiene derecho a la vida, que se pueden hallar métodos justos para dirigir las relaciones entre las naciones, y que esencialmente, todas las gentes del mundo son hombres”.    

 

 

 

Mar 012014
 

José Luis Barrio Moya. 

      En España la afición a la caza de reyes y nobles tiene una muy larga tradición, siendo buena prueba de ello el conocido lance del monarca asturiano Favila con el oso que le quitó la vida.  Esta afición hizo que desde la Edad Media aparecieran en nuestro país numerosos libros de tema cinegético, en los que sus autores daban consejos para cobrar las mejores piezas y manejar con habilidad armas, perros, caballos y aves de cetrería, tal y como se ve en el Libro de la Montería de Alfonso XI, en el del infante Don Juan Manuel, en el Libro de la caza de las aves, del canciller Pedro López de Ayala o en el Libro de la caza de halcones, de Alonso Velázquez de Tovar.

      Durante los reinados de Carlos V y Felipe II, ambos monarcas muy aficionados a la caza, la publicación de obras sobre ese tema fue en aumento. Así Pedro Núñez de Avendaño escribio el Aviso de cazadores (Alcalá de Henares 1543), «que es un tratado legal y moral sobre la caza» (1), y en donde el autor defiende la tesis que la actividad venatoria es un derecho inherente a toda persona que ninguna autoridad puede prohibir.  En 1568 se publicó en Valladolid las Cualidades del can y del caballo, obra de Luís Pérez, mientras que en 1582 aparecía en Sevilla el famoso Discurso sobre la Montería del no menos famoso Gonzalo Argote de Molina.

      En tiempos de Felipe III el portugués Diego Fernández Ferreira publicó el Arte de la caza (Lisboa 1616), que constituye un clásico de la literatura cinergética, La obra está dividida en seis partes y aparece «salpicada de anécdotas que hacen su lectura sabrosa y entretenida en extremo» (2).

      A lo largo del reinado de Felipe IV (1621-1665). monarca tan aficionado a la pintura como a los escarceos amorosos, la caza se convirtió en el ejercicio favorito de todas las clases sociales.  El ejemplo lo daba la propia Corte, quien tres veces al año organizaba las famosas cacerías de El Pardo, que se prolongaban durante ocho dias y en las que se cobraban centenares de piezas.  Precisamente para descansar de esas hazañas, Felipe IV mandó levantar en el bosque de El Pardo la llamada To­rre de la Parada, decorada interiormente con grandes cuadros mitológicos de Rubens y sus discípulos.

Felipe IV fue un extraordinario cazador, «el mas audaz e incansable de su tiempo» (3).  Según el testimonio de su montero mayor, Alonso Martínez de Espinar, en 1644 Felipe IV había abatido 400 lobos, 600 ciervos Y 150 jabalíes.  La afición a la caza de Felipe IV se tradujo ademas en que durante su reinado se pintaran numerosos cuadros con escenas de montería y de esta manera Snyders, Velázque y Martínez del Mazo realizaron numerosas obras en las que figuraban tanto los reyes y su familía cazando en solitario, como otras escenas mas complejas donde aparecían los monarcas con toda la Corte en las llamadas cacerías del hoyo o del tabladillo.

      Logicamente y corriendo parejo con todo lo anteriormente dicho la literatura venatoria dió en época de Felipe IV dos interesantes obras el Origen y dignidad de la caza, del extremeño Juan Mateos (Madrid 1634) y el Arte de la ballestería y montería, de Alonso Martínez de Espinar, la cual se editó en Madrid en 1644, dedicada al malogrado principe Baltasar Carlos.

      Alonso Martínez de Espinar nació en 1588 y murió en Madrid en 1682.  Fue un hábil ballestero al servicio de Felipe IV y maestro de ese arte del principe Baltasar Carlos.  En 1644 publicó el Arte de ballestería y montería escrita con método para excusar la fatiga que ocasiona la ignorancia, que tuvo otra edición napolitana en 1739 (4).

      Por lo que se refiere a Juan Mateos es figura todavía poco conocida a pesar del meritorio trabajo que le dedicó Amalio Huarte y Echenique en el prólogo a la edición del Arte de la ballestería y montería que publicó la Sociedad de Bibliofilos Españoles en 1928 (5).

      Juan Mateos era natural de Extremadura como el mismo confiesa en su obra cuando al hablar de un jabalí que abatió durante una partida de caza declara «que en Extremadura (donde lo maté) que es mi tierra».  El lugar exacto donde Juan Mateos vió la luz tampoco se sabe con seguridad, aunque lo mas probable es que fuera en Villanueva del Fresno como acertadamente avanzó Huarte y Echeníque (6).  Tampoco estamos mejor informados sobre el año del nacimiento de Juan Mateos, aunque suele colocarse en torno a 1575.

      Desde muy joven Juan Mateos se familiarizó con el mundo de la caza, puesto que su padre, Gonzalo Mateos, era ballestero mayor de Don Juan de Portocarrero, marqués de Villanueva del Fresno.  Esto hizo que desde muy niño el joven Juan acompañara a su padre en las excursiones cinegéticas del marqués y que aprendiera rápidamente el manejo de la ballesta,

      La fama de Gonzalo Mateos como ballestero traspasó los confines de Extremadura llegando hasta la Corte. De esta manera, en enero de 1602 el duque de Lerma llamó a Gonzalo Mateos a Valladolid, que en esa época era la capital de la Monarquía, para que entrara al servicio de Felipe III. Gonzalo Mateos acompañado de su hijo Juan, llegó a Valladolid en el citado mes de enero de 1602, pero poco tiempo pudo disfrutar de su flamante cargo de ballestero del rey, puesto que falleció unos dias después de arribar a la ciudad castellana.

      Tras la muerte de su padre, Juan Mateos permaneció en Valladolid junto a la Corte, pasando después a Madrid cuando Felipe III decidió regresar de nuevo. Tanto en Valladolid como en Madrid, Juan Mateos ocupó el cargo de montero y ballestero de Margarita de Austria, esposa de Felipe III. A la muerte de la reina, acaecida en El Escorial en 1611, Juan Mateos pasó al servicio de Felipe III y posteriormente al de su hijo y heredero Felipe IV, quien lo apreció mucho y de quien el ballestero extremeño nos dejó una muestra fehaciente de su afición a la caza cuando declara que «he aprendido de Su Magestad mas que sirviendole». Sin embargo y a pesar del importante cargo que Juan Mateos ocupaba en la Corte de Felipe IV, su situación económica debió ser bastante precaria, por lo que a principios de enero de 1615 envió un memorial a Don Pedro de Aranada en el que le comunicaba sus muchas necesidades y carencias.  Don Pedro de Aranda remitió el memorial de Juan Mateos al marqués de Flores, primer caballerizo de Felipe IV, el cual cual le contestó lo siguiente:

      «V.E. me ha mandado remitir un memorial de Juan Matheos, vallestero de Su Magd. en que dize que esta muy pobre y con mucha necesidad a causa de las muchas enfermedades que de dos años a esta parte ha tenido, por lo cual pide y suplica a V.E. le haga merced de una ayuda de costa que en ello reciviera merced y remediara su necesidad.

      Por los libros de Veederia y Contaduría de la cavalleriza de Su Mag. pareze que al suplicante se le hizo merced del dicho oficio en cinco de marco del año pasado de 1602, y que Su Magd por cedula de 28 de septiembre de 1612 por el govierno y reformazion de su real caballeriza que como fueran vacando se vayan consumiendo hasta quedar en el numero de quatro vallesteros y en el asiento del suplicante esta puesto el mismo dia una nota que dize que esta plaza es supernumeraria y es notorio el haver tenido enfermedades el suplicante y estar muy pobre y ha servido a Su Magd y le sirve con muy buena voluntad y toda la merced que V.E. fuere servido de pedir a Su Magd. la mereze.  Nuestro Señor guarde a V.E. como sus criados deseamos. En Madrid a 13 de henero de 1615, El marques de Flores» (7)

      El 11 de abril de 1615, Don Pedro de Aranda enviaba al marques de Flores la siguiente nota «Su Magd. a visto esto y dize que adelante se tendra quenta con el. Dios guarde a V.S. De palacio a 11 de abril de 1615».

      El 2 de mayo de 1615, Don Pedro de Aranda notificaba al marqués de Flores que «a este ballestero siendo V.Exa. servido se le podria hazer merced por esta vez de licencia de saca de asta dos mill cueros de los de Yndias que por lo menos baldran ducientos ducados»

      El 7 de agosto de 1615, Don Pedro de Aranda insistía ante el marqués de Flores sobre la situación de Juan Mateos, informándole de que el ballestero extremeño sirbe muy bien y a mi me consta que pasa mucha necesidad y siendo esto asi suplico a V.E. suplique a Su Magd. le haga merced de los dos mill cueros que me parecen pocos para remedio de su necesidad». El l5 de agosto de 1615, Felipe IV concedía a Juan Mateos «licencia de saca de 2000 cueros de los que vienen de yndias».

      Felipe IV sintió un profundo afecto por el ballestero extremeño y así el 12 de abril de 1619 hizo merced a «Juan Matheos, montero de lebreles, de la plaza de montero de traylla que vaco por Estacio Garcia, vacando la que aora tiene de lebreles»

      El 9 de agosto de 1620, Juan Mateos «ballestero de Su Mgd.», en nombre de su hermano Alonso Mateos, que también era ballestero del rey, y de la mujer de este, Doña Jerónima Martínez, vendía los derechos de una parte de casa que el citado su hermano tenía en la madrileña calle de los Angeles» (8).

      El 10 de febrero de 1621, Felipe IV nombraba a Juan Mateos «montero de trailla de a cavallo de nuestra caza de monteria», cargo que estaba vacante por muerte de Cristobal Ponce. A Juan Mateos se le concedía aquel oficio «por la buena relacion que se nos a echo de la suficiencia y abilidad del dicho Juan Matheos» (9).

      El 19 de febrero de 1621. Don Antonio Pérez de Guzmán «alguacil de las telas de la monteria de Su Magd.» declaraba que «por mandado de Su Magd, y el marques de Flores llebe las redes al Escorial el primer dia de nobiembre del año de mill y seiscientos y beinte para la monteria que se hizo de los lobos que se mataron, en la qual monteria se hallaron algunos monteros y particularmente Juan Mateos como maestro de a cavallo, el cual sirbio con su persona y caballo como estaba obligado a ello desde el dicho dia hasta seis del dicho mes que Su Magd. nos mando despedir, la qual se me dio orden a mi por ausencia del sitamontero para certificar los monteros que llebe para el dicho efecto = y ansi mismo recíbio el dicho Juan Mateos como tal montero de a caballo en las dos montarías que se hicieron este dicho año por el mes de diziembre en el Pardo, y para que dello conste di esta zertificazion en Madrid a diez y nueve días del mes de febrero de mil seiscientos y beintiuno. Antonio Perez de Guzman» (10).

      El 19 de agosto de 1637, Don Jerónimo de Canencia «thesorero general de la media anata» declaraba «que en los libros de la razon deste derecho que estan a mi cargo parece aver recivido de Juan Mateos dos mil ciento y treinta y quatro maravedis de vellon, que tocan de la media anata, de la merced que Su Magd. le a hecho de que las plazas que goza de su ballestero y montero de a cavallo de la real caza de montería pueda pasar la de montero en una de sus nietas, la que nombrar el para despues de sus días, hecha la quenta por treinta y quatro mill ciento y noventa maravedí de gajes que tiene en cada un año y de dos en dos el bestuario acostumbrado que esta tasado en qunientos ducados, como todo se refiere en dicho villete y para que conste doy esta cetificacion advirtiendo de que cuando llegare el caso de entrar a gozar la nieta que nombrare, ha de pagar la media anata del entero balor del dicho oficio antes de ser admitida al uso y ejercicio del.

 Madrid 19 de agosto de 1637″ (11). El 6 de julio de 1639 Juan Mateos, juntamente con su esposa otorgaron ante el escribano Diego Maroto su testamento,  debajo del cual murió Doña Mariana Marquet (12).  A el citado testamento añadío Juan Mateos un codicilo en el que mandaba que tras su muerte se dijesen por su alma y por la de su esposa «dos míll misas mas de las contenidas en el dicho testamento, y las duzientas misas dellas an de ser de almas en altares privilegiados y las demas ordinarias a do pareziere a mis albazeas».  Establecía también que se dijesen otras 400 misas mas por las almas de sus padres, legando diversas ropas a su criado Domingo, mientras que a su esclava Maria la mandaba «la ropa que tiene asi en la cama como otras cosas y un par de sabanas grandes y nuebas», encargando a sus hijas y yernos «que no desamparen a la dicha esclaba por lo mucho que la a querido su muger y lo bien que les a servido».

  Declaraba Juan Mateos que Felipe IV le había hecho merced de «una plaza de montero de a caballo para una de sus nietas», por lo que establecia que dicha prebenda fuera para Doña Ana Mateos, añadiendo que si es ta faltare pasase a su hermana Doña Mariana Mateos, y si ambas fallecieran antes de entrar en posesion de dicha merced, «fuere    para quien sus padres hordenasen y fuese su boluntad» (13)

      El 13 de marzo de 1642, Juan Mateos donaba una esclava negra de su propiedad a su hija Doña Antonia, mujer de Don Luis Montero Vallejo contador de consultas del rey Felipe IV (14).

El dia 6 de febrero de 1643 el conde de Grajal enviaba a Felipe IV la siguiente nota : «por memorial que V. Magd. a sido serbido de remitirme digo en nombre del conde duque que refiere que Juan Mateos, ballestero de Ve Magd. que a servido mas de quarenta años y que a su costa a cebado los lobos en muchas monterias = suplica a Ve Magd. se sirva de hacer le merced de una plaza de contador entretenido de la Contaduria mayor de quentas para remedio de una nieta, hija del contador Luis montero, que tiene otros hijos y sin tener con que los remediar y ansimismo suplica se le de alguna ayuda de costa por estar con necesidad. Ynforma que a 41 años que sirve y,que se le an hecho algunas mercedes, pareceme que V. Magd. se podria servir de hacersela de la plaza de contador entretenido que pide para el remedio de su nieta» (15). Felipe IV remitiò el mismo dia 6 de febrero de 1643 la carta del conde de Grajal al Consejo de Hacienda para que diera su parecer.

El 14 de agosto de 1643 Juan Mateos otorgaba el siguiente codicilo : «en el nombre de Dios nuestro señor. Sepan los que bieren esta es criptura de cobdicilo, como en la villa de Madrid a catorce dias del mes de agosto de mill y seiscientos y quarenta y tres años ante mi el presen te escrivano y testigos parecio Juan Mateos, ballestero mayor de Su Magd vecino desta villa de Madrid, estando enfermo en la cama y en su juicio y entendimiento natural : dijo que antes de aora tiene echo y otorgado su testamento y ultima boluntad y algunos codicilos ante el scrivano o scrivanos que por ellos pareciera a que se remite y dexandolo como lo dexa en su fuerza y vigor en lo que no fuera contrario a lo que aqui sera conthenido, aora por bia de cobdicilo ordena y manda que por quanto Doña ana marchan su nieta, hixa de Doña Cathalina Mateos su hixa y de Balthasar marchan, su marido, tiene el oficio de montero de Su Magd y a Doña Juana Ballexo ensimismo su nieta, hija de Doña Antonia Mateos y del contador Luis montero ballexo su marido, la tiene mandado una cama en la forma que se contiene en la cluasula que dello trata y por lo que es de mas balor uno que otro, aora nuebamente mando a la dicha Doña Juana Ballejo, su nieta, doscientos escudos de oro por una vez = y si qualquiera de ellas muriere lo hereden sus hermanos de aquella que muriere = y los dichos ciento y doscientos escudos de oro no entren en poder de las dichas sus nietas sino que los tengan de parte en su casa en que biben en la calle del desengano y el que entrare en ella tenga obligazion a entregar quando llegue el caso de que se cassen o tomen otro estado a cada una la cantidad que ha de haver, conforme a esta manda = y de las dichas cantidades se paguen a las dichas sus nietas o a quien por ellas sea parte reditos correspondientes a veinte míll el millar = y los reditos los bayan cobrando los dichos sus híernos pero no el principal como esta dicho.  Lo qual quiere se guarde y cumpla y lo contenido en los dichos testamento y cobdicilos en lo que contradijeron a este, y ansi lo dijo y otorgo siendo testigos el contador Manuel de Noriega y francisco Ybañez, criado del licenciado Don francisco de la Cruz y Joseph barcena, oficial de Simon Gutierrez, maestro de hacer coches, vezinos desta villa e yo el escrivano doy fee conozaco al otorgante y lo firmo = Juan Mateos. Ante mi = Pedro de Castro» (16).

Juan Mateos muriò en Madrid el 15 de agosto de 1643. inicándose a continuación el inventario de sus bienes, y una vez finalizado se procediò a la tasación de los mismos (17). De esta manera el 2 de septiembre de 1643, Alonso Díaz «maestro sastre» valoraba «lo tocante a su ofi-

 cio», en donde se incluían diversos vestidos, calzones, sotanas, ferreruelos, cortinas, capotes, albornoces jubones, colgaduras de cama y almohadas.

      El 7 de septiembre de 1643, Juan Vela «ensamblador y carpintero de esta villa que posa en la calle del desengaño tasaba las «cosas de madera».

– Primeramente dos cofres viexos, barreteados de yerro, 264 rs.

– un escriptorio de Alemania, viexo, con su pie hordinario de nogal abierto, 200 rs.

– quatro arcas de pino, viexas, dos grandes y dos pequeñas 50 rs,

– quatro sillas grandes de brazos derechos, de baqueta colorada, 88 rs.

– quatro sillas mas, viexas, de baqueta colorada, 72 rse

– quatro taburetes grandes de baqueta colorada, 80 rs,

– dos taburetes pequeños de baqueta colorada, 16 rs.

– dos bufetes de baqueta colorada, 66 rs.

-un bufete de nogal grande, 24 rs.

– otro bufetillo de nogal con su cajon, 22 rs.

– una cama entera de madera de nogal pequeña, 50 rs.

– una cama de cordeles de madera de pino, 8 rs.

– una caxa de brasero de madera de nogal con berjuelas torneadas, con su bacía de cobre viexa, 60 rs.

El 9 de septiembre de 1643 un desconocido Blas de Madrid «pintor vecino de esta dicha villa que posa en casas de el ospital de los franceses» valoraba los cuadros que quedaron a la muerte de Juan Mateos (18). El ballestero extremeño poseyò una pequeña pinacoteca compuesta por un total de diez obras, todas ellas de temática religiosa salvo dos retratos, uno del propio Juan Mateos y el otro de su esposa Doña Mariana Marquet, debidos con toda probabilidad, por lo menos el del marido, a Diego Velázquez.

– Primeramente un quadrito pequeño de un Crucifixo, San Juan y Maria, pin­tado en tabla de borne con su marco dorado, 12 rs.

– dos retratos de cuerpo entero pintados en lienzo, el uno de el dicho

Juan Matheos y el otro Doña Mariana Marquart su muger, 100 rs.

– un lienzo de pintura de San Juan en el desierto, de siete quartas poco mas o menos de alto, con su marco dorado y negro, 66 rs.

– otro lienzo del mismo tamaño de el Arcangel san Miguel con marco dorado y negro, 60 rs.

– un pays prolongado de San Antonio con el Niño Jesus, de dos baras de largo pintado en lienzo con marco dorado, 40 rs.

– una ymagen de nuestra señora, San Joseph, San Juan y el niño dormido, pintada en lienzo, de bara y quarta de alto con su marco dorado y negro, 44 rs.

– otra ymagen de nuestra señora con el niño Jesus, de poco mas de una bara de alto con marco dorado y negro, 33 rs.

– un San francisco pintado en lienzo, de bara y quarta de alto con marco dorado y negro, 1OO rs,

– una ymagen de nuestra señora con el niño Jesus en los brazos, pintada en tabla, del tamaño de una quartilla de papel, 22 rs.

      Al finalizar su trabajo Blas de Madrid declaraba «que las pinturas que a tasado a todo su saver y entender sin que aya fraude ni engaño alguno y asi lo juro a Dios y a una, cruz en forma de derecho».

      El 15 de septiembre de 1643, Ana Díaz «viuda de Yllan de Benavides, maestro de obras, que posa en la calle que llaman de Don Juan de Alarcon, en casas suyas propias» tasaba la ropa blanca : servilletas, sábanas, manteles, camisas, almohadas, paños de manos, peinadores, «lienzos de narices de una tela que llaman baptista», frazadas, mantas y «una colcha de la Yndia labrada», que Ana Díaz valoró en 150 reales de vellon.

Por último el 29 de diciembre de 1643, Tomás de Torrejón «maestro de obras y alarife de esta villa de Madrid», tasaba las casas en donde viviò y muriò Juan Mateos, ubicadas en la calle del Desengaño, «el qual haviéndo visto y tanteado por menor el sitio y edificio que tienen las dichas casas y considerando su balor y estimacion y cargas de censo perpetuo y tercia parte que tienen,las taso enteramente asi el sitio en que estan fundadas como lo en el labrado y edificado en cincuenta y nueve mill seiscientos y sesenta reales , el qual declaro ser su xusto precio y balor y lo que a todo su saber y entender pueden tener de estimacion las dichas casas».

      Como se puede apreciar por todo lo anteriormente descrito el patrimonío que Juan Mateos dejó a su muerte fue mas bien modestos lo cual no se corresponde con su cargo de ballestero real, ni con las numerosas prebendas que le concedió Felipe IV.  Tal vez el mantenimiento de su mucha familia y las enfermedades que sin duda padeciò consumieron sus recursos económicos de manera fulminante.  Nada hay en la casa de Juan Mateos de lujoso y suntuoso, faltan tapices y alfombras, muebles ricos, joyas, libros y objetos de plata, todo ello muy común entre los servidores cercanos a Felipe IV.  Sin embargo el ballestero extremeño poseyó una pintura impagable: su retrato, pintado con toda certeza por Díego Velázquez.

En la Galería de Pinturas de la ciudad alemana de Dresde, que cuenta con muy ricos fondos de pintura europea de los siglos XVII y XVIII, se conserva un soberbio retrato masculino, de inequívoca escuela española, el cual tras muchas dudas y vacilaciones con respecto a la identidad del efigiado y a su autor, en la actualidad casi toda la crítica especializada está de acuerdo en que el personaje es Juan Mateos y el artísta que realizó la obra Diego Velázquezo Es precisamente el cuadro de Dresde el que con toda seguridad se menciona entre los bienes del ballestero real, y que el modesto Blas de Madrid, al hacer la tasación, no supo decir el autor de tan magnífica obra.

El retrato de Dresde está pintado en lienzo, como también lo estaba el que se cita en la tasación de los cuadros de Mateos.  Blas de Madrid describe el retrato como de cuerpo entero, sin embargo el del Museo de Dresde el personaje aparece cortado por las rodillas.  Este hecho no implica necesariamente que no se trata de la misma obra, que con toda seguridad debiò ser amputada por alguna oculta razòn en una època indeterminada.

      La clave para identificar el retrato de Dresde con Juan Mateos la dió el busto del ballestero real que Pedro Perret grabó para la obra «Origen y dignidad de la caza», que aquel publicò en Madrid en 1634 (19).

      El retrato de Juan Mateos se fecha en torno a 1632, por lo que Velázquez nos presenta a un hombre de cierta edad – tendría entonces Mateos 57 años – y de aspecto un tanto pesado. Mateos viste un traje de tonos negros, ajustado por un fajín. La cabeza, potente y poderosa, aparace cubierta por cabellos grises, mientras que el rostro termina en una corta barba recortada en punta. Dentro del tenebrísmo del cuadro, unicamente el pequeño cuello blanco del traje de Mateos pone una nota luminosa (20).  Como signo de la importancia del cargo que Mateos ocupaba al servicio del rey, sostiene una espada con la mano izquierda.

      El retrato de Mateos debiò salir de España muy pronto, puesto que en 1685 y con la correcta atribución a Velázquez se encontraba en la Galeria Ducal de Mòdena. En 1748 la obra velazqueña pasó a Dresde, adjudicada a Rubens y calificada como «de manos esbozadas», alusión a que el maestro sevillano dejó aquellos miembros sin terminar. Algùn tiempo después la pintura se atribuyó a Tiziano.  En 1865 se devolvió la paternidad del retrato de Mateos a Velázquez.

      La llegada a Dresde de la pintura de Velázquez, junto con otras muchas de la riquísima pinacoteca de los duques de Mòdena, se debiò al afan coleccionìsta de Augusto III, duque de Sajonia y rey de Polonia (1696 – 1763). gran amante del arte y a quien retratò Mengs.

      Augusto III era un fervoroso admirador de la pintura italiana por lo que envió a aquel país a dos agentes con la orden de adquirir cuantas obras pudieran de aquella escuelas. Fueron estos el conde Francísco Algarotti y Ventura Rossi.

      El conde Francísco Algarotti (Venecia 1712 – Pisa 1764), fue un hombre culto y viajero que recorrió Inglaterra, Francia, Rusia y Alemania, siendo amigo de personajes tan diferentes como Voltaíre, Benedicto XIV, Augusto III de Sajonia y Federico de Prusia, quien le ennobleció. Escribió, entre otras obras, sus famosos «Saggi sopre le belle artill», publicados en 1769.  El gran conocimiento que Algarotti tenía del arte italiano hizo que Augusto III le comisíonara para adquirir en Italia pinturas para su colección de Dresde.

      Por lo que respecta a Ventura Rossi, éste era un intrigante sin escrúpulos, que no retrocedía ante nada para conseguir sus fines.  Gracias a estos dos personajes el duque de Sajonia pudi obtener para su colección la famosa Maddona Sixtina de Rafael.

      Sin embargo la compra mas excepcional que Augusto III hizo por mediación de Rossi fue los cien cuadros que formaban parte de la colecciòn de Francísco III de Este, duque de Mòdena. La compra se formalizò en 1745, a pesar de la energica protesta de los consejeros ducales, lle gando las pinturas a Dresde un año mas tarde.  Augusto III pagò a Francísco III, entonces con graves problemas económicos, la enorma suma de 100.000 zequines de oro, llevándose a cambio obras maestras de Parmiggianino, Correggio, Nicolás del Abate, Dosso, Ticiano, Veronès, Caravaggio, Carracci, Guercino, Guido Reni y Rubens, incluyéndose también el retrato de Juan Mateos por Velázquez.

      Pero ademas del retrato de Juan Mateos que Perret grabò para la portada de su libro sobre la caza y del conservado en el Museo de Dresde, todavia hay un tercero del ballestero extremeño en una curiosa pintura que en la actualidad pertenece a la colección del duque de Westminster en Londres.  Se trata de El principe Baltasar Carlos en el picadero.  Es obra muy discutiada en cuanto a su autor, atribuyéndose tanto a Velázque como a su yerno Juan Bautísta Martínez del Mazo.  La escena representa al malogrado Baltasar Carlos a caballo en posición de corveta, mientras que a su derecha se encuentra el conde duque de Olivares, a quien entrega una lanza Alonso Martínez de Espinar en presencia de Juan Mateos, cuyo parecido con el retrato de Dresde es innegable, A la izquierda del principe se encuentra un enano, tal vez Francísco Lezcano, el mal llamado Niño de Vallecas.  El fondo del cuadro esta ocupado por una de las alas del palacio de El Buen Retiro, apareciendo en un balcón, maravillosamente abocetados, Felipe IV e Isabel de Borbón padres del principe, junto con otros cortesanos (21)

      Por lo que atañe a la obra cinegética de Juan Mateos – «Origen y dignidad de la caza» – fue publicada, como ya se dijo en Madrid en 1634, dedicada al válido Don Gáspar de Guzmán, conde duque de Olivares, Se trata de un libro sumamente curioso, en donde se recoge toda la experiencia como cazador de su autor.  «Yo escribo solamente lo que he hecho, lo que he visto y lo que he visto hacer», es el lema que Mateos coloca en la dedicatoria de su libro al conde duque de Olívares, y dicha divisa nos remite a la auténtica paternidad de la obra.  Una atenta lectura del libro de Mateos nos informa que este no es enteramente suyo, si tenemos en cuanta que su padre, Gonzalo Mateos, dejó escrita una obra sobre ballestería.  Así lo confirma el propio Juan Mateos cuando, al final de su libro, confiesa que su progenitor «se atreviò a lo que no se ha atrevido ningún ballestero, que fue escribir el arte de la ballestería, asi que cuanto yo escribo todo es obra suta, que si no lo hallare hecho y dispuesto no me atrevería a intentar empresa tan ardua y providencia tan dificil» (22).  Pero si bien es cierto que muchos episodios venatorios que Mateos describe en su obra «estan tomados de las cacerías en los montes del marqués de Villanueva del Fresno, y algunos ocurridos hacia 1560» (23), otros por el contrario pertenecen a las hazañas cinegéticas de Felipe IV.  Por todo ello es lògico suponer que Juan Mateos ampliò con sus propias experiencias el tratado escrito por su padre.

      El estilo de la obra es, con frecuencia pesado y reiterativo, pero la inmediatez con que cuenta los sucesos en los que tomò parte y lo divertido de algunas situaciones, hacen que el libro se lea con agrado.

      Digamos para concluir que la literatura cinergética hispana del siglo XVII se cierra con un bien curioso libro : el «Compendio de las leyes expedidas sobre la caza, nuevamente defendida e ilustrada» (Madrid 1691), cuyo autor fue Gáspar de Bujanda, y que según la acertada opinión de Palau constituye «uno de los primeros libros españoles sobre legislación de caza y montes» (24).

 

                                                         JOSE LUIS BARRIO MOYA

          

 

 

NOTAS,-

 

(1).-Feliciano Delgado y Rosa Múñiz.- Los libros de caza de la biblioteca del palacio de Viana, Còrdoba 1982, pág. 12.

(2),- Pascual de Gayangos.- Introducciòn a la edición de El Libro de las aves de caza del canciller Pero Lopez de Ayala, Madrid 1869, pàg. XXVII.

(3).- Carl Justi.- Velazquez e il suo tempo, Firelze, Edit.  Sansoní, 1958 pag. 393.

(4).- Sobre Alonso Martínez de Espinar veáse marquès de Saltillo.- «Al margen de la Exposiciòn de Caza.  Alonso Martínez de Espinar» en Arte Español, Tomo XVIIII Madrid (1951), pàg.115-134.

(5).- Juan Mateos.- Origen y dignidad de la caza, Madrid, Sociedad de Bibliofilos Españoles, 1928.

(6).- Amalio Huarte y Echenique.- Pròlogo a la edición del Origen y dignidad de la caza,de Juan Mateos, Madrid, Sociedad de Bibliòfilos Españoles, 1928, pág.  VII.

(7).- Archivo General de Palacio.  Expediente personal C 654/24.

(8).- Alejandro Martìn Ortega.- Notas tomadas de escrituras del Archivo Històrico de Protocolos de Madrid.  Tomo V. Madrid 1991.  Fotocopia en el citado archivo, pág, 173 vlta.

(9).- Archivo general de Palacio.  Expediente personal C 654/24.

(10).- Ibidem.

(11).-Ibidem.

(12).- Desgraciadamente los protocolos de Diego Maroto no se conservan en el Archivo Històrico de Protocolos de Madrid, por lo que no podemos conocer el testamento de Juan Mateos, aunque si sus codicilo.

(13).- Alejandro Martín Ortega.- o, cito, Tomo I, Madrid 1990, Pág.- 334 vlta..

(14).- Alejandro Martín Ortega.- o. cit., tomo VI, Madrid 1991, pàg. 138.

(15).- Archivo General de Palacio. Expediente personal c 654/24.

(16).- Ibidem.

(17).- Archivo Històrico de Protocolos de Madrid.  Protocolo = 5763, folº.353-359- Una breve relación de los bienes que poseyò Juan Mateos la dió a conocer Alejandro Martín Ortega.- o, cito, tomo I, Madrid 1990. pág- 355 vlto.

(18).- Varias noticias familiares sobre Blas de Madrid pueden verse en Mercedes Agulló.- Noticias sobre pintores madrileños de los siglos XVI y XVIII Granada, Departamento de Arte de las Universidades de Granada y Autonòma de Madrid, 1978, pág. 185 y de la misma autora.- Mas noticias sobre pintores madrileños de los siglos XVI al XVIII, Madrid, Delegaciòn de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, 1981. Pàgs- 130-131.

(19).- Sobre Perret veáse Matilde Lòpez Serrano.- «El grabador Pedro Perret en El Escorial, 1563-1963» en IV Centenario de la fundación del monasterio de San Lorenzo el Real, Madrid 1963.

(20).- Henner Menz.- Tesoros de la pintura de la Galería de Dresde, Barcelona, Edit.  Daimòn, 1967, pág. 250.

(21).- Julian Gállego.- Velázquez.  Catálogo de la Exposiciòn, Madrid, Ministerio de Cultura, 1990, págs. 247-253.

(22).- Juan Mateos.- o, cit., pàg. 218.

(23).- Aurelio Huarte y Echenique.- o. cito, pág. XIII.

(24).-Antonio Palau.- Manual del librero hispanoamericano, Tomo II, Barcelona 1949, pág. 453.

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