Félix Gutiérrez Rabat.
INTRODUCCIÓN
Para hablar de arquitectura de interior, antes tenemos que hablar de los modos de vida que en la casa se llevaban, la misma tenía una doble función, vividera y laboral. Se tenía que dar cobijo a la familia, a los animales, a los aperos de labor y al almacenaje del grano, es decir, la convivencia era mutua y todo esto sin pensar en normas higiénicas y de salud. El burro, el mulo y el caballo eran los encargados de hacer la vida más llevadera, ejercían tareas de tiro para la preparación de la tierra y acarreo de la cosecha. El cerdo, apreciado por su rentabilidad, ya que con la matanza se conseguían productos de consumo inmediato, a corto, medio y largo plazo, obteniéndose parte del avío necesario para la continuidad de la prole.
MATERIALES
Tratándose de muros interiores lo normal en la planta baja es la utilización de mampostería, siendo de casi un metro de espesor, ya que tenían que aguantar todo el peso de la casa.
A medida que ascendemos los muros se estrechan, ganan altura y aligeran peso, para ello empleaban el adobe y el ladrillo. La casa, al ser individualizada las cargas se ejercían sobre las paredes linderas y maestra central, de esta manera se evitaba más de un conflicto vecinal. Además con la utilización de la roca madre, el granito, los cantos, la pizarra, la madera, la cal y la arena construían las llamadas viviendas bioclimáticas (tan de moda hoy) todos ellos materiales nobles y naturales. Muros gruesos y ventanas pequeñas evitaban la entrada de calor y frío, mantenían la temperatura ideal en cada estación, y lo más importante, dejaban respirar a la vivienda.
BÓVEDAS Y TECHUMBRES
El espacio que queda entre los muros es cubierto por la bóveda, para ello el zaguán, la sala y la alcoba se cubrían de arista, produciéndose ésta por el cruce perpendicular de dos de cañón. La de cañón, es originada por el desplazamiento de un arco de medio punto a lo largo de un eje longitudinal, ésta era empleada en cuadras. Para el pasillo, la escalera y la bodega la de medio cañón. Estos tipos de bóvedas eran utilizadas en la planta baja, correspondiendo la parte delantera al cuerpo de casa y la trasera a la ganadera.
La planta alta se cubría con entramado de chilla, cañizo o jara, de esta manera la techumbre estaba inclinada, y podía ser a una o dos aguas, perteneciendo el paño delantero a la cocina y cuartos y el trasero a las trojes y el pajar.
SOLADOS
Suelos de peña madre para el zaguán, el pasillo y la bodega, en este caso se le hacían unas estrías, de esta manera evitaban caídas a los animales y a los moradores. Lajas de pizarra para la cocina, lanchas de granito para las escaleras y zaguán, ladrillo para arcadas, bóvedas y cuartos, cal y arena para alcobas y excepcionalmente baldosas para salas. Empedrado de guijarros o cantos rodados para el pasillo, el corral y la cuadra.
CIERRES
Para el cerramiento de estancias se utilizaban puertas de madera, de una o dos hojas dependiendo del hueco a cubrir, de cuarterones, con celosía, con respiradero, lisas o mixtas. Todas disponían de cerradura de llave o cerrojo.
DECORACIÓN Y FUNCIONALIDAD
Para el embellecimiento de estancias se utilizaba la cal blanca, la morena y diferentes tonalidades azuladas, ocres y amarillas y como remate un pequeño encintado de color.
Para la decoración de zaguanes, pasillos y escaleras se utilizaba un zócalo, bien liso, geométrico o esgrafiado. El esgrafiado se realiza en su mayor parte sobre enfoscado de falsa cantería. Se decora con formas geométricas, florales, animales, militares o mezclados entre si.
Las cantareras de un cuerpo o de dos pueden ser exentas o embutidas en la pared. Las alacenas, los vasares y la cornisa constituían verdaderos elementos funcionales.
DISTRIBUCIÓN
El interior es muy simple, se hacía de acuerdo al espacio disponible y a las necesidades que se tenía en ese momento, de esta manera variaba el número de estancias tanto para la vida familiar como para la actividad laboral.
La distribución más común se hacía en dos alturas. La planta baja se destinaba al aposento familiar, recogida de animales y aperos, la segunda, utilizada para el desarrollo diario culinario, de reunión y almacenamiento de productos agrícolas.
ESTANCIAS
Haremos un recorrido por las diferentes estancias de la casa, así como su uso y ubicación.
Nada más traspasar el umbral nos encontramos con el zaguán, por lo general de forma cuadrilonga. En las paredes se hacían algunos huecos donde se colocaban los cántaros y tinajas para almacenar el agua, a otros huecos se les colocaba a veces unas cristaleras y servían de alacenas, bien para guardar enseres o loza decorativa, estas podían ser de uno, dos y hasta tres cuerpos. En ocasiones cuando la casa no disponía de pozo se colocaba el llamado “baño”, el cual hacía de deposito de agua para la limpieza. El mobiliario era escaso, alguna silla, una mesa y poco más, ya que era una dependencia de paso, hoy son verdaderos espacios museísticos.
Como pieza de dormir, tenemos la alcoba o cuarto, situado en el interior y sin ventilación a la exterior, tan sólo la luz y aire que recibe de la calle a través del zaguán. La cama, la mesilla, el baúl dispuesto sobre unas burrillas para evitar la humedad, la cómoda, el perchero y alguna imagen religiosa era el mobiliario utilizado.
Como lugar de estar o “respeto” por ser destinada a recibir las visitas y en ocasiones como dormitorio, tenemos la sala, casi siempre con ventana al exterior. Los muebles se limitaban a una camilla, sillas, cómoda, espejo y algún retrato familiar.
La sala y alcoba tenía una doble función, la de recibidor y dormitorio. Se comunicaban entre si, la sala da paso a la alcoba, éstas se separan por una cortina y en ocasiones se disponían dos alcobas gemelas o pareadas.
El pasillo recorre el espacio entre el zaguán y el corral, además hace de comunicador entre los moradores y la actividad laboral.
La bodega, que siendo anexo de la cocina no se sitúa junta a ella, está ubicada en la planta baja, normalmente la encontramos en el pasillo y sin ventilación exterior. En su interior se guardaba la chacina, el aceite, el vino y otros alimentos que tenían que estar en lugar fresco y seco, sobre todo en verano.
Para la obtención de aceite algunas casas tenían lagareta, de forma cuadrada, alargada o redondeada y dispuesta sobre la roca madre o de obra. Tenía una leve inclinación para evacuar mejor el producto, su localización era cercana al corral.
El corral no puede faltar como elemento imprescindible en una sociedad rural, ya que sus moradores serían poseedores de animales de labor y de sustento. Las medidas del mismo varia según el espacio, ya que albergaba la cuadra, zahúrda, pajar, pozo, portales y podía o no tener “puerta falsa”, en el caso de tenerla las bestias no tenían que entrar a través del zaguán. El corral además cumplía la función de servicio sanitario.
La cuadra podía estar dentro del “cuerpo de casa” o en el corral. La entrada a la misma se hace desde la casa a través del zaguán y el pasillo o a través de la puerta falsa. Alargada y no muy ancha, con pesebres embutidos en el muro, en este caso son de obra con arco de medio punto, y los exentos de madera, todos se disponen en hilera y cada uno de ellos lleva una argolla para atar a las bestias.
El agua necesaria para los quehaceres diarios de limpieza y abastecimiento animal procedía del pozo, elemento necesario pero no imprescindible, ya que muchas casas no disponían del mismo. Se localizaba en el corral o en el zaguán, procediendo el líquido preciado de manantiales o de lluvia, más conocido como de “canalones”.
En unos de los laterales del corral se disponía la zahúrda o “zajurda”de proporciones pequeñas, dividida en dos partes, una tapada para resguardo y otra descubierta, se colocaba una pila donde se le echaba agua y el pienso a los cerdos.
Durante el invierno los animales se alimentaban con la paja obtenida en la cosecha, la misma se almacenaba en el pajar, a él se accedía por unas escaleras desde el corral.
Elemento indispensable son las escaleras, todas siguen unos esquemas muy parecidos, pues se trata de comunicar las plantas entre si, tanto de subida como de bajada. Cada propietario las ejecutaba a su gusto y comodidad, se disponían a un lado de la entrada o enfrente para no quitar espacio a la casa, siempre adosada a la pared maestra central o maestras linderas, normalmente en forma de una letra L. En el llamado arco se aprovechaba para alguna alacena y en la caja para leñero de la cocina.
De uso polivalente estaba la cocina-hogar, de proporción similar al zaguán ya que se sitúa justo encina de éste, es el centro de reunión donde transcurre la mayor parte de la vida cotidiana del núcleo familiar, destinada a la manipulación, preparación y consumición de alimentos. Disponía de una gran chimenea de campana, la misma al ser grande albergaba a toda la familia, evacuaba los humos y servía de secadero de ciertas piezas de la matanza. El mobiliario era escaso, pero suficiente, cantareras, banquetas, una mesa y espeteras donde se colocaban los cacharros y enseres necesarios. Aprovechando la bóveda de la escalera se practicaba una alacena para guardar algunos productos alimenticios.
Los llamados cuartos situados al lado de la cocina, éstos tenían la función de dormitorios, salas o de desahogo, normalmente con ventilación al exterior.
Las trojes, lugar amplio y dividido en varias porciones con separación de unas “paredillas” y divididas entre si, en las mismas se almacenaba la cebada, el trigo, el centeno y las legumbres obtenidas en la cosecha.
REHABILITACIÓN
Los movimientos del campo a la ciudad, el progresivo abandono de usos y costumbres ha influido en la arquitectura popular, que ha sufrido y está resistiendo una importante renovación arquitectónica, llevadas a cabo por los “nuevos moradores”. Por un lado, los que tienen una nueva mentalidad urbana, bien porque han tenido contacto directo con ella o por influencia, y es aquí, donde entra el fenómeno de que lo moderno está por encina de lo tradicional. Con este progreso quieren dejar atrás los vestigios que le recordaban situaciones duras y de indeseado retorno.
Por otro lado, los que añoran el pasado, que partiendo de una construcción primitiva, quieren modernizar y adecuar a las nuevas necesidades familiares y del entorno, dejando de un lado los modos de vida tradicional y cambiar lo menos posible la estructura principal de la vivienda.
BIBLIOGRAFÍA
- Escuela Taller de Turismo y Medio Ambiente. Patronato Pedro de Ibarra. Diputación de Cáceres. Apuntes de Arquitectura Popular. 1991 y 1992.
- Tural Sociedad Cooperativa. Apuntes de Arquitectura Popular. 1993.
- Gran Enciclopedia Extremeña. Ediciones Extremeñas S.A. Madrid. 1989.
- Inventario del Patrimonio Artístico de España. Cáceres y su Provincia.
- Guillermo Fatás y Gonzalo M. Borrás. Diccionario de términos de arte y elementos de arqueología, heráldica y numismática. Alianza Editorial S.A. Madrid 1991.
- Rubio Masa, J.C. Arquitectura Popular Extremeña. Editorial Regional de Extremadura. Junta de Extremadura. 1985.
DISTRIBUCIÓN DE LA CASA POPULAR: CROQUIS
CATÁLOGO FOTOGRÁFICO
BÓVEDAS Y TECHUMBRES | |
Arista | Arista |
Arista | |
Cañizo | Chilla |
LOS SUELOS | ||
Lanchas | Guijarros | Granito |
Pizarra | Ladrillo | Baldosas |
LA DECORACIÓN | |
Esgrafiado 1 | Esgrafiado 2 |
EL PASILLO | |
Pasillo 1 | Pasillo 2 |
LA CUADRA | |
Pesebrera | Pesebre corrido |
EL POZO | |
Exento | Adosado |
LA PUERTA FALSA | EL PAJAR | |
LAS ESCALERAS | |
Subida | Bajada |
LA COCINA | |
Campana | Hogar |
Espetera y locero | Alacena |
LAS TROJES | ||
Trojes 1 | Trojes 2 | Trojes 3 |