Oct 012003
 

José Luengo Solís.

Cofrade

img1Es de todos conocido, que Cáceres, capital de la Alta Extremadura, es una ciudad ancestral. Habitada desde hace miles de años. Cuna de culturas, pues ha estado poblada por hombres del Paleolítico, Iberos, Romanos, Visigodos, Árabes, Astur-leoneses y Castellanos. Ciudad abierta a todos, donde todos los que la moraron, dejaron impresa su huella de una u otra forma. Tiene cuevas paleolíticas donde se pueden hallar pinturas rupestres, castros celtibéricos, murallas romanas, vestigios visigodos, torres y murallas almohades, junto con aljibes musulmanes, así como esbeltas iglesias de principios del gótico y suntuosos palacios renacentistas, un barrio judío y ya en extramuros, unas colaciones y ensanches modernos y otros destacados monumentos, orgullo de todos cuantos nos visitan.

Sus estrechas callejuelas, pequeñas y recoletas plazuelas, hermosos palacios y esbeltas torres, que dominan el horizonte de la llanura cacerense, y se tornan cada primavera en un inmenso templo, para revivir y conmemorar la Pasión, Muerte y Gloriosa Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Es esta una celebración que se viene conmemorando durante siglos, pues se tiene constancia documentada de celebrar desfiles procesionales desde el año de 1609. Procesiones con imágenes que recorrían las calles empedradas de la vieja villa, para orar ante los sagrarios de las distintas parroquias, donde se entonaban algunos salmos del Miserere.

La Semana Santa cacereña, está entre la sobriedad castellana y el barroquismo andaluz, pero es diferente a ellas.

Es nuestra, es la Semana Santa cacereña.

En Cáceres, a diferencia de Sevilla, que van a costal, los pasos son portados a hombros por los propios cofrades, ayudados con las horquillas, que a la vez que les sirven de ayuda en los descansos o paradas, también les sirven para marcar el paso rítmicamente. Los pasos, van adornados con gran profusión de flores, siendo algunos, unas verdaderas obras de arte.

Actualmente, en la ciudad de Cáceres y agrupadas dentro de la Unión de Cofradías Penitenciales, están las doce Cofradías de Penitencia, algunas de ellas funcionando ininterrumpidamente desde su fundación, desde hace varios siglos; otras, antiguas pero con interrupción de varios lustros, han vuelto a resurgir renovadas, y otras nuevas, que datan de los últimos 50 años. Entre todas ellas, organizan 19 desfiles, con 40 pasos procesionales, todos ellos con una bella y cuidada ornamentación floral.

Las primeras reglas conocidas de la Pontificia y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Misericordia, datan del año 1464, conociéndose entonces como Cofradía de La Misericordia. Posteriormente, con la adquisición en 1609 de la talla de Jesús con la cruz a cuestas (Ntro. P. Jesús Nazareno), pasó a denominarse Cofradía de Nuestra Señora de la Misericordia y Nazarenos. Años después, se denominó Nuestra Señora de la Misericordia y Jesús Nazareno, pasando a Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Misericordia debido a la gran aceptación que tuvo la figura del Nazareno (popularmente conocido como el Cristo de Cáceres). Con motivo de la Bula Papal concedida en un Breve Pontificio, por el Papa Pío VII en 1806 y tener sancionadas las Ordenanzas por S.M. el Rey D. Fernando VII, en el año 1828, tiene los títulos de Pontificia y Real. La Fiesta de la Cofradía, según consta en las antiguas ordenanzas, se celebraba el 8 de Diciembre, fiesta de la Concepción de María Santísima. Los Cabildos Generales se celebraban la víspera de la fiesta. En cabildo del 15-XI-1771 se instaura como fiesta, el día de la Exaltación de la Cruz, el 14 de Septiembre, y mediante el Breve Papal de Pío VII, el día de la fiesta principal, es el día de la celebración de la Exaltación de la Cruz, y si no coincide en domingo, pasa al domingo siguiente.

Esta Cofradía, en sus comienzos estaba destinada a ejercer obras de misericordia, entre ellas, la de dar sepultura a los cofrades, a los pobres de solemnidad y a los reos y ajusticiados. La Cofradía entabló pleito con la de la Cruz, por querer enterrar ambas al mismo reo.

Las imágenes que actualmente procesiona la Cofradía en sus dos estaciones penitenciales, son:

El Domingo de Ramos por la tarde, procesiona el paso de Camino del Calvario, que es una bella composición, en la que figura el Cristo caído y a su lado la Santa Mujer Verónica limpiándole el sudor. A continuación, el esplendoroso paso de palio de la virgen Nuestra Señora de la Misericordia, luciendo un vestido morado con negro manto, imagen adquirida por la Cofradía en 1927.

En la madrugada del Viernes Santo, tiene lugar la procesión principal de la Cofradía, en la cual figuran ocho pasos.

A las cinco en punto de la madrugada, cuando aún no se ha escuchado el canto del gallo, se abre la puerta ojival de la iglesia de Santiago de los Caballeros para que tenga salida Nuestro Padre Jesús NazarenoSu salida se realiza bajo un impresionante silencio, donde solamente se oyen las instrucciones del Jefe de Paso, para que salga por la magnifica puerta gótica rozando las columnas que la enmarcan. Una vez que los hermanos sacan el tan esperado paso de Jesús al atrio de la iglesia y cogen las horquillas, suena en el silencio de la noche, el clarín con el toque de Oración. La trompeta rasga el velo oscuro de la noche y el sueño intranquilo, rompiendo el grave silencio, un silencio cortante, que se puede rasgar. Cesan los murmullos de admiración que suele despertar la salida de nuestro Nazareno, imagen que fue adquirida por la Cofradía a Tomás de la Huerta por la cantidad de trescientos reales, siendo Mayordomo D. Juan Martín Ojalvo, en 1609, y que porta una cruz de carey con los bordes y azucenas que rematan las puntas, de plata, realizada en los talleres de Pedro Barres, en Sevilla en el año 1765. El cuerpo se estremece viendo a ese Nazareno con su cruz a cuestas, como esa corona de espinas le atraviesa la frente y una de sus puntas se le clava en la ceja derecha, y en esas andas adornadas expresamente para la ocasión, portado por los cofrades más antiguos.

Cuando termina de sonar el lánguido llanto de la trompeta y los hermanos quieren comenzar a caminar con la imagen, se oye, en el silencio de la noche, el estremecedor canto de una saeta. Saeta que es cantada con todo el amor de cofrade que su autor le dedica, a su Nazareno. A esta oración cantada, le siguen dos o tres, y es cuando la imagen se pone en movimiento, con un pausado y cansino caminar, que para compensar el esfuerzo que supone la carga en sus hombros, los cofrades se ayudan con las horquillas, golpeando rítmicamente con ellas las viejas piedras del suelo, produciendo un sonido muy característico. Sonido que hace estremecer y no poco, a las personas que se aglomeran en esas estrechas y viejas calles para presenciar el paso de las procesiones.

El paso de La Magdalena, la mujer pecadora que estuvo a los pies de Jesús, es una talla en madera policromada, realizada en 1904, y es llevada a hombros por los más jóvenes cofrades de carga, hermanos que se inician en este capítulo y que suplen con coraje y entusiasmo, su falta de experiencia.

La Caída, es obra en escayola, que representa una de las tres caídas que sufrió Jesús en su recorrido por la vía dolorosa, siendo Jesús ayudado por el Cirineo, un judío le sujeta con una cuerda, mientras un sayón inhumano, le golpea con el látigo. Imagen adquirida en 1956, durante la mayordomía de D. Santos Floriano.

La Santa Mujer Verónica, imagen de talla en madera policromada, realizada en 1903 en los talleres valencianos de los Hermanos Bellido, fue regalada a la Cofradía por Dª Trinidad Cortina en 1916. Es como el paso de La Magdalena, portada por los más jóvenes cofrades de carga.

El paso de El Calvario, adquirido por la Cofradía en 1927 siendo Mayordomo D. Julián Murillo Iglesias, en los talleres barceloneses de Hijos de José Rius. Es un grupo escultórico en el que está Jesús en la cruz, mirando al cielo, junto con la Virgen María y San Juan, el apóstol amado. La cruz es arbórea sin desbastar, por lo que tiene un gran peso, siendo llevado a hombros de cuarenta cofrades.

Solo, exánime en su cruz, apenas alumbrado con las luces de los cuatro veleros de tulipas, rodeado de un monte de claveles rojos, se yergue el Cristo de las Indulgencias, imagen antiquísima, de finales del siglo XIII o principios del XIV. Es este uno de los Cristos más admirados de nuestra Semana Santa, siendo sin duda el Cristo gótico más antiguo de los que procesionan en nuestra ciudad. El Papa Gregorio XIII, concedió en una Bula pontificia, Indulgencias a la imagen en 1583, conservando la Cofradía dicho documento, al igual que el Breve pontificio sobre la fiesta principal de la Cofradía del Papa Pío VII.

Dando testimonio de toda la Pasión, el paso de La Exaltación de la Cruz, es un paso alegórico, realizado en 1953, representado por una cruz vacía, de la que pende un gran sudario y donde se apoyan dos escaleras, una lanza y un hisopo, y a sus pies, una corona de espinas, tres clavos, un martillo, una soga y un flagelo, utensilios utilizados en el Gólgota.

Cerrando este impresionante desfile procesional, aparece la imagen de la Virgen de las Angustias, una Piedad adquirida en una exposición de arte religioso en 1914 y donada a la Cofradía, realizada en los talleres de El Arte Cristiano, de Olot (Gerona). Maria, al pie de la cruz, de la que pende un sudario, sostiene en su regazo a su Hijo amado.

Esta procesión, cobra una dimensión distinta cuando pasa en el claroscuro del amanecer, por los adarves. Allí, en lo áspero de la empinada y empedrada cuesta, se hace más trabajoso y penitencial, más purgante, la voluntariosa carga de los pasos a hombros de los hermanos. Es allí, donde en su estrechez, las saetas rebotan en las paredes de las casonas y palacios, recorren la angosta calle y salpican las viejas piedras. En el Adarve, el Nazareno, mecido en sus andas, apenas vislumbrado por la claridad de la luz de las velas de los faroles, le pesa más su rica cruz de carey. La de Magdala, está más arrepentida y suplicante. Jesús, en su Caída, es ayudado por el de Cirene. La Verónica, esa santa mujer, limpia el rostro del Nazareno con un paño, quedando su rostro impreso en él. El Cristo del Calvario, está más suplicante, igual que su madre, María y su discípulo Juan. La silueteada y escueta imagen gótica del Cristo de las Indulgencias, sobre su esplendoroso monte de rojos claveles, justifica por sí solo la expectación de esta procesión. Y por último, María. María en sus Angustias, llevando en el regazo a su Hijo muerto, parece aún más muerto por las luces del nuevo día que le dan un tinte impreciso.

En el año de 1490, 15 hijosdalgos fundaron la Cofradía del Santo Crucifijo de Santa María de Jesús, siendo sus ordenanzas aprobadas en 1572

Esta Cofradía, a pesar de su antigüedad, desapareció y ha sido renovada el 30-VIII-1985, haciéndose penitencial, conservando su recorrido, que transcurre a través de los Adarves de la parte antigua, sin salir del recinto amurallado, denominándose en la actualidad Muy Solemne, Venerable y Pontificia Cofradía Hermandad Penitencial del Santo Crucifijo de Santa Maria de Jesús, conocida popularmente como Cofradía del Cristo Negro, debido al color de la madera en la que está tallada la imagen titular, el Santo Crucifijo de Santa Maria (Cristo Negro), talla en madera negra realizada por autor desconocido a finales del siglo XIII o principios del XIV, costando un importe de 1.500 marevedis.

La Cofradía tiene un número limitado de hermanos que procesionan, siendo unos cincuenta, todos con hachas encendidas, excepto los que portan la imagen del Cristo, los que llevan el gran incensario y los atributos de la Pasión. A este desfile solamente se acompaña el sonido de una esquila anunciadora y un atambor destemplado que anuncia el paso del Cristo Negro, imagen que sale inclinada en un soporte, alumbrada solamente por dos hachas de tea encendidas. Su uniformidad, difiere del resto de las demás cofradías, ya que utiliza una túnica negra franciscana con capucha y cordón de esparto ceñido a la cintura.

A las 24,00 horas del Miércoles Santo, salen por la puerta lateral de la Concatedral, que ha permanecido totalmente cerrada, tres cofrades con hábito negro franciscano, con la capucha echada y la cabeza baja en actitud de humildad, dos de ellos con hachas encendidas y el tercero, en el centro tocando una esquila; se dirigen a la puerta del mediodía y llamando con tres aldabonazos, al grito de: “Abrid al Cristo Negro de Santa Maria, ¡Dios lo quiere así!” , se abre la puerta para iniciar la procesión.

Nacida al abrigo de la orden franciscana, teniendo en sus principios como sede el Monasterio extramuros de San Francisco el Real, figura la Ilustre y Real Cofradía de la Santa y Vera Cruz, conocida en sus comienzos como Cofradía de la Cruz. En Mayo de 1521 se fusionó con la Cofradía de la Pasión, otorgando nuevas ordenanzas.

En sus comienzos, además de tener que dar sepultura a los reos ajusticiados, junto con la Cofradía de la Misericordia (con la que tuvo pleito por querer enterrar ambas al mismo reo), efectuaba la procesión de disciplinantes, que gozó siempre de mucha devoción y fervor popular en esta villa cacerense, desfilando en la misma, nobleza, burguesía y pueblo llano, si bien era la nobleza la encargada de ir con los hachones encendidos, en tanto que la burguesía y el pueblo llano, actuaban de disciplinantes, esto es, ir durante la procesión aplicándose disciplinas en las espaldas. Esta procesión de disciplinantes, no salía si había tempestad o peligro de invasión, efectuándose entonces por el claustro del monasterio, en tanto que un disciplinante con dos hachones, efectuaban el recorrido habitual, que era el recorrer las parroquias, donde hacían oración.

Actualmente, desfila procesionalmente en la tarde del Jueves Santo, con los pasos:

La Oración en el Huerto, grupo escultórico realizado en los talleres Arqués, de Barcelona, en 1898. Representa a Jesús apoyado en una roca, en el Huerto de los Olivos, recibiendo de un ángel, el cáliz de la amargura.

Salido de los talleres valencianos de Talleres Tena, El Beso de Judas, grupo escultórico realizado en 1934 y adquirido por la Cofradía, donde Jesús recibe el Beso del discípulo traidor, Judas, en presencia de los secuaces del Sanedrín y un oficial romano.

Realizado en 1913, por el barcelonés afincado en Madrid, Francisco Font, figura el paso de La Flagelación, donde Jesús está amarrado a una columna, donde ha sufrido los azotes, mirando compasivamente a sus flageladores.

El Cristo de la Salud, un crucificado anónimo en madera policromada del siglo XVI (se tiene la creencia de que es el que sacaba la Cofradía en la procesión de Disciplinantes).

Realizada en madera policromada en 1951, por el artista vallisoletano Antonio Vaquero, la Dolorosa de la Cruz es una imagen que es copia mejorada de la existente en Valladolid debida a Gregorio Fernández, cierra este desfile procesional. La Dolorosa es escoltada en su recorrido por las Damas de la Dolorosa, ataviadas con la tradicional mantilla española.

Otra Cofradía antigua es la Cofradía del Stmo. Cristo del Humilladero y María Corredentora, con ordenanzas del 18 de Junio de 1584, denominándose con anterioridad del Espíritu Santo, fue creada en Marzo de 1493, desapareciendo en el año 1808 como consecuencia de la Guerra de la Independencia, por la invasión de las tropas francesas que destruyeron su ermita y la mayoría de las imágenes, resurgiendo en 1833 y volviendo a desaparecer en 1848, restaurándose nuevamente, ya en época moderna, bajo los auspicios del obispo de Coria-Cáceres D. Manuel Llopis Iborra, procesionando por primera vez en 1950, delante de la Cofradía de la Vera Cruz.

El paso de El Señor Amarrado a la Columna, fue donado a la Cofradía de la Vera Cruz en 1656 por Francisco Martín Carrasco, a la sazón Alférez de la Corona en las Indias. Es de escuela sevillana y se cree que perteneció a la escuela de Pedro Roldán, si no fue el mismo el autor. La Cofradía de la Vera Cruz, lo abandonó cuando le regalaron el paso de La Flagelación en 1916.

El Santísimo Cristo del Humilladero del Espíritu Santo, es una bella talla gótica del siglo XIV.

El paso de María Stma. Corredentora, salió de la gubia del artista cacereño Venancio Rubio en 1960, en el que María con las manos entrelazadas, mirando al cielo, suplica una oración.

Otorgadas en 1582 por el entonces obispo de Coria, D. Pedro García de Galarza, tiene sus ordenanzas la Ilustre y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro. En su principio se denominó Cofradía de Nª Señora de la Soledad del Monte Calvario, y tenía lugar una procesión el Domingo de Lázaro, desde la hoy Concatedral, entonces arciprestal iglesia parroquial de Santa María la Mayor hasta el Calvario, donde se predicaba un sermón, volviendo a Santa María. El Viernes Santo, tenía otro desfile procesional, el del Descendimiento, que saliendo de Santa María con el Cristo Yacente y la Virgen de la Soledad hasta el Calvario, donde se celebraba la ceremonia del descendimiento y se predicaba el sermón de la Soledad, volviendo la procesión con el Santo Sepulcro y la Virgen.

Ya en los tiempos modernos, tiene lugar en la tarde del Viernes Santo la procesión del Santo Entierro, donde el nuevo Cristo Yacente, realizado en 1968 y donado por la Caja de Ahorros de Cáceres, un Cristo muerto, yace sobre la fría losa de piedra del sepulcro, estando alumbrado por cuatro hachones.

La Virgen de la Soledad, es una imagen de candelero de finales del siglo XVI, con su cara atormentada de dolor, con manto negro y cuajada de flores blancas, que estremece a su paso por las calles de este Cáceres milenario.

En la mañana del Domingo de Resurrección, esta Cofradía procesiona con los pasos del Cristo Resucitado, obra de escayola y la Virgen de la Alegría, imagen de candelero. Cada paso tiene un recorrido inicial distinto, juntándose ambos en la Plaza Mayor, donde la Banda Municipal interpreta el Himno Nacional y hay sueltas de palomas, globos y cohetes, para continuar con ambos pasos la procesión hasta su ermita.

Hacia la mitad del siglo XX, concretamente en el año 1946, se funda la Cofradía de los Ramos, Cristo de la Buena Muerte y Virgen de la Esperanza, que ha pasado a la titulación de Fervorosa Hermandad de Nazarenos y Cofradía de los Ramos, Cristo de la Buena Muerte y Ntra. Sra. de la Esperanza.

Su primer desfile procesional, lo realizó en la Semana Santa del año 1947, iniciándolo con el paso de Entrada de Jesús en Jerusalén, conocido popularmente por La Burrina. El grupo escultórico fue adquirido por la Cofradía a la Casa Bayroda Basols, de Casabó de Olot (Gerona), siendo diseñado por el imaginero catalán Jaime Martrús i Riera.

En los prolegómenos del inicio de la procesión, donde todo son nervios y movimiento, pues no en vano van a dar comienzo los desfiles procesionales de nuestra ciudad, donde los directivos de la Cofradía, agobiados por la responsabilidad, tratan de colocar a los Hermanos de Escolta, y los Hermanos de Carga, a las órdenes del Jefe de Paso, se colocan por turnos para llevar sobre sus hombre el paso. Son momentos de gran intensidad para los cofrades, pues están dando comienzo a sus aspiraciones, que han tardado todo un año para salir de su corazón. El cofrade tiene un gran sentimiento de amor hacia esta Semana Mayor, que es algo muy especial para él. Se siente protagonista, sin serlo en absoluto, de este acontecimiento que sucedió hace más de dos mil años y que ha cambiado el sentimiento de la humanidad. La Pasión, Muerte y Gloriosa Resurrección de Jesucristo, el Hijo de Dios vivo.

Esta Cofradía, procesiona el Martes Santo, el paso de Ntro. Padre Jesús del Perdón, cuya imagen es un antiguo Nazareno al que se le ha suprimido la cruz que portaba al hombro, efectuando una iconografía de Exce-Homo, es propiedad del Obispado y perteneció en su día a la extinta Parroquia de Granadilla, población que fue inundada al efectuar las obras de construcción del pantano de Gabriel y Galán.

En la tarde del Miércoles Santo, efectúa su tercer desfile procesional esta Cofradía, con el paso del Cristo de la Buena Muerte, un crucificado anónimo del siglo XVII y el paso de palio de la Virgen de la Esperanza, imagen de candelero realizada en 1949 por el cacereño afincado en Madrid, José García Bravo. Es esta una talla inspirada en la Virgen de la Macarena sevillana, pero más niña. Ha sido durante muchos años la única imagen de virgen que ha posesionado con palio. El paso de la Virgen, con su canastilla plateada y su bonito repujado manto de color verde, es acompañado por numerosas mujeres, ataviadas con la típica mantilla española, dándole escolta y realce durante todo su recorrido por las calles de la ciudad.

La Cofradía del Santísimo Cristo de las Batallas, fue fundada el 24-X-1951 por los Excombatientes y Caballeros Mutilados de la Guerra Civil y en ella engrosaron sus filas numerosos militares. Posesionaba únicamente con el Santísimo Cristo de las Batallas (Nazareno en su 1ª caída), imagen realizada en 1951 por el imaginero abulense Antonio Arenas Martínez, siendo una copia de la talla que se encuentra en el Convento de la Iglesia de Mosén Rubí de Bracamonte, en Ávila.

Era una cofradía de corte militar y a su desfile penitencial, asistía casi todo el Regimiento de guarnición en la plaza, siendo portado el Stmo. Cristo por soldados pertenecientes al mismo, estando acompañado por todos los mandos y tropa que se encontraban libres de servicio. En 1971 queda extinguida por los Excombatientes y Mutilados y se refunda en 1985, agregándose la Cofradía de la Virgen de los Dolores que existía desde 1820, tomando carácter penitencial y pasando a la denominación de Exma. e Ilustre Cofradía-Hermandad Penitencial del Stmo. Cristo de las Batallas y María Stma. de los Dolores, con sede en la S.I. Concatedral de Santa María.

A la imagen del Stmo. Cristo de las Batallas, se suma en el desfile procesional, el Cristo del Refugio, crucificado anónimo del siglo XVIII (1780), que estuvo al culto en el Convento de San Francisco el Real y fue hallado en unas dependencias de la Diputación Provincial, en estado de abandono.

Cierra la procesión la imagen de la Virgen de los Dolores, de autor anónimo del siglo XVIII, siendo propiedad de la familia Mayoralgo, que la habían adquirido en Madrid en 1874, recibía culto en una capilla lateral de la S.I. Concatedral.

En la tarde del Sábado Santo, procesiona con la imagen de Ntra. Sra. Del Buen Fin y Nazaret, imagen de candelero, con vestidura de corte hebreo. La Virgen delante de la Cruz vacía, de la que cuelga un sudario, lleva en sus manos una corona de espinas, estando adornada por unos claveles rojos.

En la mañana del Viernes Santo, tiene su estación penitencial la Cofradía del Vía Crucis y del Santísimo Cristo del Calvario de los Estudiantes, con sede en la Iglesia Conventual de Santo Domingo, que regentan los Padres Franciscanos. Surgió de las filas de los Antiguos Alumnos del Colegio de San Antonio de Padua, de los PP. Franciscanos y debido al gran entusiasmo del Padre Bonilla y del antiguo alumno y profesor de esa institución, además de gran amante del deporte, D. Jesús Asunción, en 1959.

Procesiona una talla del siglo XVI, el Santísimo Cristo del Calvario de los Estudiantes, perteneciente a la escuela de Gregorio Fernández. Sale adornado con una gran profusión de claveles rojos, con la cruz tumbada sobre las andas, en posición inclinada, e impresiona siempre por su majestuosidad. Las figuras de María y San Juan, que completan el Calvario, no procesionan. En las filas de la procesión figuran infinidad de mujeres, ataviadas con la mantilla española, llevando en sus manos un ramo de claveles rojos, que le arrojan al entrar el Cristo en la iglesia.

Fundada en 1989, la Cofradía Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amor, procesiona en la tarde del Domingo de Ramos, con el paso de Nuestro Padre Señor de las Penas, que representa a Jesús ante Pilatos. Data de finales del siglo XVI o principios del XVII, siendo obra del vallisoletano Pedro de la Cuadra, según consta en los documentos existentes en los archivos de la Cofradía. La figura de Cristo, flagelado, coronado de espinas, maniatado y con una caña entre las manos, lleva sobre el cuerpo una clámide que le cubre la espalda y un paño de pureza.

La procesión que realiza en la tarde del Jueves Santo, figura la imagen del Cristo del Amor, que es obra de escayola, realizado entre 1930 y 1940 en los talleres de Arte Cristiano, de Olot, representando a un Cristo sin expirar, dirigiendo la mirada hacia lo alto, en expresión de pedirle al Padre perdón por todos nosotros y nuestras culpas.

Le sigue el paso de la Virgen de la Caridad, de autor desconocido, de finales del siglo XVII o comienzos del XVIII. Procede la imagen de la Parroquia de Santiago del Campo, donde figuraba como Virgen de la Soledad, adquiriéndola la Cofradía.

También fundada en el año 1989, figura la Cofradía Penitencial del Santo Cristo del Amparo, Cofradía Penitencial, en su más estricto cumplimiento, donde los cofrades juran antes de salir, guardar absoluto silencio durante todo el recorrido del desfile procesional, silencio que solamente es roto por el sonar de una esquila que anuncia el paso de la procesión y el sonido hueco de un atambor destemplado que acompasa los movimientos de los hermanos de carga que soportan el peso del Stmo. Cristo del Amparo. El silencio que manifiestan los cofrades en todo su recorrido, es contagiado al público expectante, y al paso de la procesión, la gente adquiere un carácter más formal y serio, cesando todos los ruidos.

La imagen del Stmo. Cristo del Amparo, fue realizada en 1671 a partir de una cabeza de Nazareno que se había traído a Cáceres un escribano que venia de otras tierras (D. Diego Durán de Figueroa). Se le habilitó una capilla en el Humilladero del camino de la Montaña, donde ha recibido culto hasta nuestros días. Durante su recorrido, se van meditando las últimas Siete palabras que Jesús pronunció estando clavado en la cruz.

En el silencio de la noche del Martes Santo, y en su recorrido, se oye el arrastrar de las cruces penitenciales que llevan los cofrades, el sonido lúgubre del atambor destemplado que marca el paso de los hermanos, el golpear de las horquillas sobre el pavimento y el silencio, ese silencio que se puede sentir. Cuando la procesión efectúa una parada, ese silencio que envuelve al cortejo, un silencio denso, cortante, se manifiesta en toda su grandeza. Es entonces cuando se oye el comentario de una de las siete palabras.

En la mañana del Viernes Santo, la Ilustre Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús de la Expiración y Ntra. Sra. de Gracia y Esperanza, fundada en 1992, efectúa su estación de penitencia, que dura desde las 11,00 hasta las 15,00 horas (la hora nona), en que efectúan la ceremonia de la Expiración, con el paso del Cristo gótico Ntro. Padre Jesús de la Expiración, talla de gran envergadura, con los brazos rectos, paralelos a la cruz, con una Cruz arbórea, de madero redondo, con un faldón de terciopelo cubriendo su pureza que le llega hasta la rodilla. Mientras la ceremonia de la Expiración, el Cristo es inclinado en una reverencia, sostenido a pulso por los cofrades de carga, mientras se oye “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.

Fundada en el mes de Mayo de 1996 la Cofradía de la Sagrada Cena y Ntra. Sra. del Sagrario, desfila por primera vez al año siguiente en la mañana del Jueves Santo con los pasos de La Sagrada Cena (incompleto) y Ntra. Sra. del Sagrario. El paso de la Sagrada Cena, ha sido diseñado y está siendo ejecutado por el artista sevillano Antonio J. Dubé de Luque, que lo comenzó en 1994. En la Semana Santa de 1995, procesionó solamente la figura central de Jesús (El Señor de la Eucaristía), talla completa, y al año siguiente, se incluyeron los apóstoles San Judas y San Juan. Estos dos años en el desfile procesional de la tarde del Domingo de Ramos con la Cofradía de Jesús Nazareno, junto con la Virgen de la Misericordia. En los años siguientes, al ser creada la Cofradía, realiza su desfile procesional en la mañana del Jueves Santo y se les han ido incorporando las figuras de otros apóstoles: San Pedro, Santiago el Mayor, San Andrés, San Bartolomé, San Felipe, Santo Tomás y Santiago el Menor. Todos ellos, figuras de candelero, de vestir.

La imagen de Ntra. Sra. del Sagrario, de candelero, es también obra del mismo autor sevillano, realizada en 1994.

En este Cáceres, y en los albores del tercer milenio de la era cristiana, vemos pasar por nuestras calles y plazas, portados a hombros de nuestros cofrades: Ramos, Misericordia, Batallas, Amparo, Perdón, Buena Muerte y Esperanza, Santo Crucifijo, Eucaristía y Sagrario; Amor y Caridad; Vera-Cruz; Humilladero, Nazareno, Expiración, Calvario estudiantil; Sepulcro y Soledad; Buen Fin, y para término y culminación, Resurrección y Alegría. Este es un pequeño resumen de las Cofradías cacereñas, con los pasos que procesionan en nuestra Semana Santa. Semana Santa que sigue siendo Santa y cacereña, sin tener parangón con las de otras poblaciones, y que cada vez es más nuestra.

img2Ntro. P. Jesús Nazarenoimg3

Cristo de las Indulgencias

img4La Caída

img5Entrada de Jesús en Jerusalén (La Burrina)

img6Cristo Negro

img7Cristo del Calvario de los Estudiantes

Oct 012003
 

Luís Vázquez Fernández  O. de M.

De la Real Academia de Doctores de España

“Sobrevinieron las guerras inacabables de Felipe II, y, para sostenerlas, hubo de apelar, por parte del Estado, al arbitrio de acudir al caudal de las familias opulentas del reino, con cargo de rentas y de censos nunca redimidos. La de los Pizarros fue una de ellas”Rómulo Cúneo-Vidal

“En 1566 sus bienes y los de su mujer fueron embargados, y costó tiempo y dinero sostener innumerables juicios”. María Rostworowski

“En 1566 sufrieron nuevos embargos de sus bienes, de modo que iniciaron una serie de procesos legales para recuperarla”. Álvaro Vargas Llosa

INTRODUCCIÓN

Deseo unirme al homenaje que este año dedican los XXXII Coloquios Históricos de Extremadura a la ilustre figura de esta excelsa mestiza -“la mestiza de Pizarro” acaba de convertirse en título de una obra reciente de Álvaro, hijo de Mario Vargas Llosa, Premio Cervantes y Príncipe de Asturias, entre otros-, y ofrezcoun trío de documentos del año mismo en que Francisca y Hernando pasan por estos imprevistos apuros económicos, cuando la Corona embarga gran parte de sus bienes. Excepto las posesiones de Gonzalo, que ya poseía, desde que sucumbió bajo La Gasca, y sus tesoros fueron requisados en gran medida; aunque no en todo.

Francisca era la heredera universal de Francisco Pizarro; y Hernando tenía en sus manos la hacienda inmensa del resto de los Pizarro. Es cierto que “fueron afectados por las gravosas cargas fiscales, durante las campañas militares de Felipe II”.[1] Cierto, también, que Hernando se defiende legalmente, tanto de lo suyo, como de lo de Francisca, pues ambos eran muy conscientes del peligro grave que corrían, dado que -tanto los almagristas como la misma Corona- ansiaban apoderarse de su inmensa fortuna, venida del Perú, que el Padre de Francisca y sus hermanos, entre ellos Hernando, ahora su esposo, habían logrado crear a base de trabajos inauditos y una muy sutil dosis de astucia personal. Si siempre firme, y muy lúcido, Hernando está defendiendo los bienes de ambos cónyuges. En el tercer documento cita, varias veces a Francisca Pizarro, expresamente como esposa, y cuyos derechos defiende, conjuntamente, como gananciales.

Cierta cruda realidad ronda siempre: la proverbial “Fortuna bifronte”, que lo mismo eleva que derriba, enriquece y hunde en el abismo. Por eso, ellos, conscientes de lo que estaba en juego, se defienden. Hernando y Francisca, además, heredaban -insisto- los bienes de Gonzalo y Juan, al mismo tiempo que los que les pertenecían personalmente. Al unirse en matrimonio, habían unido asimismo sus fabulosas fortunas. No van a permitir la pérdida de lo que poseían, desde un tiempo, pacíficamente. Además, ya estaban iniciadas las obras del gran Palacio de la Conquista, según se deduce de los maestros canteros, que aparecen en el “Libro de acuerdos del Ayuntamiento de Trujillo”: Sancho de Cabrera y Pedro de Marquina. Ellos son requeridos para dar su opinión sobre el enorme peso de la obra levantada sobre las antiguas “carnicerías”.[2]

Hacía tan sólo 5 años que habían abandonado el Castillo de La Mota, y, ahora, gozosos y disfrutando de su amor de esposos y de su libertad, desde La Zarza -donde comenzaron a edificar para residir- soñaban ya con ver pronto terminado su famoso Palacio, en la entrada a la Plaza central de Trujillo, cuando empiezan, de modo inesperado, a sufrir cargas fiscales, e incluso embargos, que ponían en peligro el final de la magna obra y la felicidad venidera.

Pues bien, es en este instante preciso, el año 1566, cuando se defienden ante la Justicia. Los documentos notariales que aporto datan del 4, 6 y 22 de noviembre de dicho año. Siguen otros, que, ni el tiempo, ni la oportunidad, de una comunicación breve a estos Coloquios, hacían posible su presentación. Quedarán para años sucesivos, Deo volente. Comenzaré por ofrecer la transcripción literal, para finalizar con unas oportunas anotaciones aclaratorias.

No es necesario advertir que este tipo de trabajos -aunque parecen menos brillantes que las narraciones o estudios sintéticos- tienen la ventaja de ofrecer al estudioso la base documental indispensable para fundamentar estudios a partir de ellos. Y descifrar la letra del XVI no es tarea muy fácil, como saben bien quienes tienen experiencia de ello. Además, juzgo que, hasta fechas bastante recientes, no era común esta suerte de trabajos, considerados hoy de gran interés y actualidad. Piénsese en la existencia de obras enteras con el texto único de los documentos. Y suelen ser las más valiosas y apreciadas por cuantos desean partir de una investigación sólida y objetiva. Humildemente, eso pretenden estas sucesivas entregas documentales a estos ciertamente eruditos, en gran medida, Coloquios de Extremadura.

Primera “Carta de Poder” firmada por Hernando Pizarro: Madrid, 4 de Noviembre de 1566[3]

Sepan quantos esta Carta de poder vieren cómo yo, Hernando Piçarro, vezino de ziudad de Truxillo, rresidente en esta Villa de Madrid y Corte de su Magestad, otorgo y conozco, por esta presente Carta, que doy y otorgo todo my poder cumplido, libre, llenero y bastante, según que yo lo tengo y de derecho mejor puede y deve valer a vos, Francisco Durán[4], vezino y Regidor de la dicha ziudad de Truxillo, y estante al presente en la ziudad de Sevilla, espeçialmente para que por my y en my nombre, y como yo mismo, os podáis concertar y conçertéis con el señor Melchor de Herrera, Tesorero general de su Magestad, en razón de la cantidad de dineros y oro que su Magestad manda que se tome prestado, para su serbiçio[5], de la cantidad de dineros que al presente a venido en esta Armada que últimamente vino del Perú, y está en la ziudad de Sevilla, señaladamente de lo que vino dirigido y consignado para my. El qual conçierto pagado sobre la cantidad que se le a de prestar, como mejor viéredes que conbiene; y dello sacar los rrecaudos que convenga y sean neçesarios para que se pagara a los plazos y por la horden y forma que con él asentáredes, y mandándolo sytuar en algunos juros o rrentas destos rreynos; sacar y rreçivir en vos la situaçión que de ello se me diere para la parte y lugar donde ansí me fuere situado y hecho pedir en my nombre, se le acuda con la cantidad que ansy se le prestare; y rreçivir y cobrar por my y para my de la persona, o personas, a cuyo cargo fuere de lo pagar, toda la dicha cantidad de pesos de oro, y otras qualesquier cosas que para my vinieron en la dicha Armada. O lo que quedare y rrestare después de aver hecho el dicho empréstido[6] y todo lo demás que de aquí adelante para my viniere dirigido y consignado de las dichas Provinçias del Perú, o de qualquier parte dellas, hasta el fin del año que verná[7] de myll e quinyentos y setenta; y todo lo demás que dello yo hubiere de aver y me perteneçiere, y de lo que rreçiviéredes y cobráredes podáis dar y otorgar Cartas de pago e de finiquito. Las quales valan[8] y sean firmes, como si yo las diese y otorgase.

E lo que de[ll]o[9] se rreçiviese y cobrase. Y, para que si fuere neçesario, sobre la dicha cobrança, o parte della, entrar en pleyto y contienda de juiçio, podáis pareçer y parezcáis ante todas y qualesquier justiçias, que dello puedan conoçer, y poner y haçer qualesquier demandas, pedimyentos, rrequerimyentos, embargos, secrestos[10], çitaçiones, autos y diligençias neçesarios, pedir entregas, exençiones, prisiones, ventas y rremates de bienes, y jurarlas en my ánima, y otro qualquier juramento neçesario, y presentar testigos y escrituras y probanças y toda otra manera de prueba, y rreprobar las contrarias en dichos y personas; y tomar posesión de qualesquier bienes y çerca de lo que dicho es, y de cada cosa y parte dello podáis haçer y hagáis todo lo demás que convenga y sea neçesario de se haçer, e que yo mysmo haría e haçer podría syendo presente, que quan cumplido poder yo tengo para lo que dicho es, y cada cosa dello, otro tal y tan cumplido bastante y aquel mysmo doy e otorgo a vos, el dicho Francisco Durán, con sus ynçidençias y dependençias, y con libre e general admynystraçión, y para que podáys sustituir sobre todo lo que dicho es qualquier parte dello que vos quisiéredes, un preçio, dos o más, y los rrebocar y haçer otros de nuebo, e a vos e a ellos rrelievo en forma de derecho.

Y para la firmeza de lo que hiziéredes y otorgáredes, obligo mys bienes y rrentas, que fue fecha y otorgada en la Villa de Madrid a quatro días del mes de nobiembre de myll y quinientos y sesenta y seis años.

Testigos que fueron presentes a lo que dicho es: Diego Parra y Pedro Parra y Juan del Castillo, vezinos y estantes en esta Villa. Y el dicho Hernando Piçarro, que yo, el presente escrivano doy fee que conozco, lo firmó de su nombre.

Hernando Piçarro [Firmado y rubricado] Pasó ante mí, Francisco Hortiz, escrivano [Firmado y rubricado][11]

Segunda “Carta de Poder” firmada por Hernando Piçarro: 14 de Noviembre de 1566

Sepan quantos esta Carta de poder vieren cómo yo, Hernando Piçarro, vezino de la cibdad de Truxillo, resydente en esta Villa de Madrid, otorgo e conozco por esta presente Carta que dy e otorgué todo my poder cumplido, libre e llenero e bastante, según yo lo he e tengo, e de derecho mejor puede e deve valer, a vos Diego Parra, vezino de la cibdad de Truxillo, espeçialmente para que, por my y en mi nombre, e para my mismo, podáys demandar e reçibir, aver e cobrar en juyzio, e fuera dél, de Gerónimo Urbano, vezino de la zibdad de Los Reyes en el Perú, y de los demás, sus fiadores, e de otra qualquier persona e personas a cuyo cargo fuere e está, de lo pagar, e de sus bienes, todos los maravedís e pesos de oro, e otras cosas. Lo qual dicho Gerónimo Urbano está condenado a me dar e pagar, de my pedimyento, por escrituras e Carta, e derecho Real de su Magestad, librado de su Real Consejo de las Indias, según por ella público le será, e las hazer, e hagáys notificar a quyen se diese, pudiendo, y aviséis; e, no los pudiendo aver e hazer, proveher sus bienes, de oír defensas conforme a derecho, donde quyera que estos bienes estuvieren, al qual se notifique, e asy rrezebido e cobrado, de lo que rrezibiéredes e cobráredes podáys dar e otorgar vuestras Carta o Cartas de pago e fynyquyto, las quales valan e sean firmes como sy yo mysmo las diese e otorgase e lo que dicho es rrezibiese y cobrase.

E para que, si fuere neçesario sobre la dicha cobrança, o qualquier parte della, entrar en pleyto y contyenda de juyzio, podáys pareçer e parezcáys ante todas y qualesquier justizias de su Magestad e otras qualesquier que dello puedan conoçer, de qualesquier partes que sean, e antellas, e qualesquier dellas, hazer qualesquier demandas, pedymyentos e rrequyrimyentos, embargos, secrestos, autos, e diligençias, pedir entregas, execuçiones, presyones, ventas e rremates de bienes. E las jurar en my ányma, e otro qualquier juramento neçesario, e presentar testigos, escrituras e provanças, y toda otra manera de prueba, e rreprobar las contrarias, e dichos e preguntas, e tomar posesyón de qualesquier bienes, e la tener e contynuar en my nombre; y en caso que de las personas contra quyen se a de proçeder estén ausentes, hagáys proveher los dichos bienes, de los defender; a dos o más, o los que convenga, con su justa causa se oyga, e acabéys con ellos e qualquier dellos, e asta guiar, feneçer y acabar; o, sy los pagó, no será en quien los dichos bienes executados se rremataren, o qualquier parte dellos, quisyeren hazeros traspaso dellos, por el preçio que se los fueren rrematados podáys en my nombre e para mí cobrar el dicho traspaso o traspasos que dello se hiziere, e tomar la posesyón dello, y lo tomar, tener y contynuar y benefiçiar en my nombre, e cerca dello e de cada cosa o parte dello podáys hazer e hagáys, en juizio e fuera dél, todos los demás autos e diligençias, judiçiales y estrajudiçiales, que convengan y sean necesarios de se hazer, e todo aquello que yo haría o hazer podría, presente seyendo[12], que quan cumplido poder yo tengo para todo lo que dicho es, y para cada cosa o parte della, otro tal e tan cumplido bastante y aquel mismo doy e entrego a vos, el dicho Diego Parra, con sus ynzidençias e dependençias, y con libre e general admynystraçión en lo que dicho es; y para pedir costas e las jurar e rreçebir e constytuyr un preçio, dos o más, e los revocar, en todo o en la parte que dello os apeteçiere, e hazer otros de nuevo; y a vos e a ellos relievo en firme de derecho acostumbrado; e para que que, siendo neçesario dar de my parte, agáys fianças conforme a la ley de Toledo para cobrar lo que dicho es, vos e los dichos sostytutos los podáys dar e ofreçer todas las vezes que sean neçesarias, e contratar e tratar con los que dello neçesario fuere que lo hagan, o fíen obligándome a my e mys bienes e rrentas, a que por rrazón dello no pagarán cosa alguna, ny les verná daño ny perjuizio alguno; y quien los sacare aparte o a salvo dello, según e como e quando, e so las penas e de la forma e manera que con ellos a quitar dé e conçertardes, y dellos en su favor otorgar en my nombre las escrituras neçesarias, obligándome a my e a mys bienes e rrentas a lo que dicho es, o conforme a la ley de Toledo para las dichas execuçiones, quyriendo reçebir my obligaçión por tal fiança, con las fuerças e firmeças e poder o sumysyón a las justiçias de sus Magestades e rrenunçiaqçión de my fuero y de todas e qualesquier leyes que para su validaçión convenga e será más neçesaria, que, según como e quan bastantes por vos en my nombre fueren otorgadas, yo las otorgo desde ahora para entonçes, como sy aquy fuesen ynclusas y esplicadas.

E para ello obligo mys bienes e rrentas, avydos e por aver, e doy poder a qualesquier justiçias de sus Magestades de qualesquier partes que sean, para que me compelan y apremyen a lo ansy cumplir e pagar, como sy contra my fuese pasado por sentençya difynytiva en cosa juzgada e por my consentydo, sobre lo qual rrenunçio todas e qualesquier leyes, fueros e derechos que en my favor sean, y la ley e derecho que dize que general rrenunçiación de leyes non vala.

Que fue fecha e otorgada en la Villa de Madrid, a seis días del mes de nobiembre de myll e quynyentos e sesenta e seys años. Testigos que fueron presesentes a lo que dicho es Urtado de Collantes y Alonso Vázquez de Berrío e Pedro Hernández, criados del dicho señor Hernando Piçarro. E yo, el presente escrivano, conozco, lo firmó de su nombre.

Va testado, enmendado: De Truxillo / e cada / pedir / e cada/ octubre de mi/ No vala.

E va entre rrenglones: “Los rreyes en el Perú”/ Vala.

Hernando Piçarro [Firmado y rubricado] Pasó ante mí, Francisco Hortiz [Firmado y rubricado][13]

Tercera Carta-Poder de Hernando Pizarro, en nombre de Francisca Pizarro, su esposa (Madrid, 22 de Noviembre de 1566)

Sepan quantos esta Carta de poder vieren cómo yo, Hernando Piçarro, vezino de la zibdad de Truxillo, estante en esta Villa de Madrid y Corte de su Magestad, por my mismo, y en nombre y como marido e conjunta persona que soy de doña Francisca Piçarro, my muger, e por lo que a my y a ella de nos e ambos juntos toca, otorgo e conozco por esta presente Carta que doy e otorgo my poder cumplido, libre y bastante, según que yo por my y en el dicho nombre le he e tengo, e de derecho mejor puede e deve valer, a vos, Antonio de Figueroa, mi mayordomo, rresydente al presente en las Provinçias del Perú, espeçialmente para que, por my y en my nombre, e de la dicha doña Francisca Piçarro, mi muger,, y de qualesquier de nos, y como nosotros mesmos, podáys rrevocar y rrevoquéys todos e qualesquier poder e poderes que yo, o ella, o ambos juntos, e qualquier de nos, hasta el día de oy, ayamos dado e otorgado, asy a Martín de Ampuero, hermano de la dicha doña Francisca Piçarro, my muger, e vezino de la zibdad de los Reyes[14], como a otras qualesquier persona o personas de qualesquier partes, e para qualesquier partes que sean, e a sus sostytutos o sostytutas, asy para cobrar como para benefiçiar nuestros bienes e haçienda, e rrentas, e de qualquier de nos, como para autos, pleytos y causas, y cobrar nuestros bienes e rrentas, e tomar quentas a otros nuestros mayordomos o personas, que de los dichos nuestros bienes, hazienda e rrentas, an tenydo y tienen cargo, como para otra qualquier cosa, que nosotros, o qualquier de nosotros, les ayamos dado e otorgado los dichos poderes, en todo lo en ellos contenydo, syn que a ellos, ny a otro alguno de los que de nos e de qualquier de nos tuviere poder, le quede facultad ny poder para husar dellos ny de alguno dellos en cosa alguna dellos, ny de lo en ellos contenydo, desde oy, día de la fecha désta en adelante, no embargante que de los dichos poderes, e de qualquier dellos, ayan husado o començado a usar en qualquier manera.

Y los dar e déys por nyngunos e de nyngún valor y efecto, en qualquier manera que pareçiere, que de nos, o de qualquier de nos los tyene o an tenydo ansy permanente, qualesquier a quien o a quienes se los ayamos dado o otorgado como de palabra, o por çédulas firmadas de nuestros nombres, o de qualquier de nos; e despedir e despidáys qualesquier letrado o letrados, abogado o abogados, público o públicos, que nos e qualquier de nos ayamos tenydo, o tengamos en las dichas Provinçias del Perú, o en qualesquier parte o partes della, y les rrevocar e rrevoquéys los salario, o salarios que de nos, e de qualesquier de nos, les van de tales fiscos, abogados e procuradores, e les hazer notyficar en dichas rrenunciaçión o rrenunciaçiones que nos hiziéredes, por escrito o por palabra, o en otra qualquyer manera, e lo pedir e sacar por testymonio, así en lo uno como en lo otro, para que ny hagan más de los dichos poderes, ny gozen de los dichos salarios.

E rrezebir e rrecibáys otros letrados, abogados, e otros procuradores, de nuevo asentándoles y pagándoles los salario o salarios que con ellos conçertáredes, y por el preçio o preçios, tiempo o tiempos que vos pareçiere, o bien visto vos fuere, que nos obligar a la paga dello. E otrosy para que podáys rrevocar e rrevoquéys una Çédula que yo, el dicho Hernando Piçarro di al dicho Martyn de Mampuero, para que en cada un año, por el tiempo que fuese my voluntad, huviese o llevase de my quynyentos pesos de oro, para sý e para quyen él quysyese. Lo qual huviese, llevase o cobrase de los alquyleres de las casas que yo tengo en la dicha zibdad de Los Reyes, su fecha, en el lugar de Villaverde de la jurisdiçión desta Villa de Madrid, a veynte e syete días del mes de março de myll e quynyentos e sesenta e quatro años, que al pie della está signada de Françisco

Hortiz, escrivano público del número de la dicha Villa de Madrid, para que no pueda husar ny huse más della, ny lleve ny goze ny cobre más los dichos quynyentos pesos, desde[15] el día que ansí le hiziéredes la dicha rrevocaçión, porque ansy es my voluntad, y de la dicha doña Françisca Piçarro, my muger. Que, sy es neçesario, a mayor abundamyento yo, desde ahora para entonçes, por my y en el dicho nombre rrevoco[16] dello e lo doy por nynguno y de nyngún valor y efecto, como sy los dichos poderes ny alguno dellos, ny la dycha Çédula, nunca se lo hubyéramos dado ny lo hubiéramos fecho ny otorgado, para, como dicho es, no huse nunca más dello, ny de los dichos pesos ny salarios, ny de cosa alguna dello, ny lo gozen ny lleven, desde el día que se les notificáre la dicha rrevocaçión, que adelante, dexando como dexo al dicho Martín de Ampuero e a los demás que, como dicho es de my e de la dicha my muger, e de ambos, o de qualquyer de nos, tiene los dichos poder o poderes e salario o salarios con honrra e buena forma, y dexando, como por my y en el dicho nombre de la dicha doña Francisca Piçarro my muger dexo en su fuerça e vigor todos o qualesquier poder o poderes, que hasta el día de oy yo e la dicha mi muger juntos, e qualquier de nos por sy ayamos dado e otorgado a vos, el dicho Antonio de Figueroa, nuestro mayordomo, asy para entender en las cosas de suso declaradas, como para todo lo demás a ellos y en qualquyer dellos contenydo, syn alterar ny mudar cosa alguna dellos. E, syendo neçesario, de nuevo os lo doy e otorgo tales y tan cumplidos e bastantes como por ellos pareçiere, e para todo lo en ellos contenydo. E otrosy voy doy el dicho poder para que podáys tomar, e toméys quentas al dicho Martyn de Ampuero, e a todos los demás que de my hazienda y bienes e rrentas, e de la dicha doña Françisca Piçarro, mi muger, y de qualquier de nos, an tenydo cargo y admynystraçión, en qualquyer manera que sea, asy por rraçon de los dichos casos, poder o poderes, como por vía de la tutela y curaduría[17] de la dicha my muger, como que aya entrado y metido a ellos, o en qualquyer parte dello, por su autoridad, y en otra qualquyer manera, e a los que por sus poderes o sostytuçiones que por los casos se les an hecho, contenydo e tienen a su cargo, asy en la dicha zibdad de Los Reyes y sus términos e jurisdiçión, como en otras qualesqyer parte o partes de las dichas Provynçias del Perú, y les hazer cargos e descargos de todo ello, y de los frutos o rrentas que an rrentado, o benefiçios que dello an avydo y cobrado, e huviere e cobrare, hasta que con efecto vos lo mandado y pagado rreçibyendo, al dicho Martyn de Ampuero, en quenta del dicho su cargo, los dichos quynientos pesos del oro que de my tiene y lleva, en cada un año, por la dicha Çédula desuso declarada, hasta el día de la rrenovaçión della e notificaçión que le hiziéredes; e a él, e a todos los demás, todo lo demás que os pareçiere e viéredes que de justiçia y de derecho se les deve de rreçibir, que verdadero y justo será. E hazerles alcançes de lo que nos rrestare devyendo, e, sy fuere neçesario, nombrar por my parte, e de la dicha my muger, e de ambos juntos, e de qualesquier de nos, contador e contadores, que se junten con los que nombraren las partes contrarias, o nombraros a vos mysmo, que, sy es neçesario, yo, por la presente os nombro y he por nombrado, e hazer e hagáys que haga las dichas quentas, e fecharlas consentir; e aprovar; e, pareçiéndoos que no son justas e buenas, rreclamar dellas y las contradeçir, o pedir que se rrevean, e haga e alegar de nuestra justiçia, e de qualesquier de nos, hasta que se hagan e acaben bien e justamente, e como viéredes que nos conviene.

E rrezibir e cobrar los alcançe o alcençes que les fueren hechos dellos, e de qualqyer dellos, e de sus bienes, o de quyen, con derecho, nos lo devan pagar. E dello le dar Carta o Cartas de pago, lasto[18] e fynyquito; conseguir dé actiones, y las quales valan e sean firmes, como sy yo e la dicha my muger, e ambos juntos, e qualquier de nos, las diésemos e otorgásemos, e lo que dicho es rreçibiésemos e cobrásemos; y, si alcançe o alcançes oviéredes últimos, lo pagar o paguéys de nuestra hazienda; y, syendo neçesario sobrello, o qualquyer cosa o parte dello, podáys pareçer, e parezcáys ante todas e qualesquyer justiçias del dicho Reyno y Provynçias del Perú, e de qualquyer parte dél, que dello puedan conoçer, o venir dellos o qualquyer dellos, hazer qualesquyer pedymyentos, requyrimyentos, demandas, embargos, secrestos, pedyr entregas execuçiones, presyones, ventas e rremates de bienes, e los jurar ansy a injuria, e otro qualquyer juramento neçesario; y en prueva presentar testigos, escrituras e provanças, e toda otra manera de prueva, e rreprovar las contrarias en derechos o personas, y tomar posesyón de qualesquyer bienes, e la tener o contynuar a my nombre y de la dicha my muger; y concluyr, cerrar rrazones, e pedyr e protestar costas, e las jurar, e rreçibir, cerca dello y de cada cosa dello, hazer e haga, y, en juyzio, o fuera dél, todo lo demás que convenga o sea neçesario de se hazer, y que yo mismo haría, e hazer podría syendo presente.

Que, quan cumplido poder yo, por my y el dicho nombre, he y tengo, para lo que dicho es, y para cada cosa o parte dello, otro tal y tan cumplido, bastante e aquel mysmo, doy e otorgo a vos, el dicho Antonio de Figueroa, con todas sus ynçidençias e dependençias, anexidades y conexidades, y con libre y general admynystraçión, en lo que dicho es; e para que podáys sostytuyr mi poder cumplido e más, y los rrevocar con semejante e lymytado poder, o lo desuso contenydo, e en la parte en que a vos os pareçiere, e hazer otros de nuevo, tomando seguridad de las posesiones, y ansy gozedes; e a vos para ello rrelievo de toda carga de satisfaçión, cauçión e firmeça para la cláusula del derecho, fuerça, vista, juizio [?], con todas sus cláusulas.

Que fue fecha, otorgada, en la Villa de Madrid, a veynte e dos días del mes de noviembre de myll y quinyentos e sesenta e seys años. Testigos que fueron presentes a lo que dicho es: Pedro Parra e Hernando de Collantes e Françisco de Esquyvel, criados del dicho señor Hernando Piçarro[19], el qual yo, el escrivano conozco; e lo firmó de su nombre.

[Se señala lo que va entre renglones y lo que vale y no vale]

Hernando Piçarro [Firmado y rubricado] Pasó ante mí, Francisco Hortiz [Firmado y rubricado][20].

doc1ANOTACIONES Y CONCLUSIONES

Este año preciso de 1566 es cuando se produce la rebelión calvinista en los Países Bajos. Felipe II, preocupado por el futuro de la presencia española allí, solicita refuerzos y manda que ayuden las familias y personas con grandes recursos económicos, entre ellas, los Pizarro, Hernando y su esposa Francisca.

No ignoraba que los Pizarro habían tenido, y seguían teniendo en el Perú gran parte de su fortuna, pues los indios tributarios seguían colaborando. Desde La Zarza contactan con sus incondicionales. Siete años después de esta fecha, López de Velasco nos ofrece cifras que no podemos menos de tener en cuenta. Así, en Lima había 300.000 indios -se nos afirma y confirma- tributarios; y en Las Charcas, 100.000. Una parte muy sustancial de esos tributos recaían sobre Hernando y Francisca.[21]

La explotación de la minería de la América Peruana fue proveyendo a Hernando y su esposa de grandes recursos financieros, que percibían en España. Estaba, además, el famoso Cerro del Potosí, manantial irrestañable de plata para los Pizarro, incluyendo el quinto real consabido. Pero también se explotaban las minas de Guanajuato, desde 1548 y Durango, desde 1562. Y, sobre todo, las de Porco, que ya Pizarro había comenzado a explotar, dieron su fruto, del que buena parte llegó a Hernando. Consta, pues, que Potosí, Zacatecas y Guanajuato seguían explotándose en 1564 y años siguientes. Corren, además, a la par, técnica y legislación. Piénsese en que Las Ordenanzas Mineras para el Perú se dan en 1561. Mucho caudal llegaba a Sevilla, Canarias y luego a Cádiz: Esta última ciudad será lugar de partida y llegada de las flotas, sobre todo, a partir de 1680.

Pero ya en 1565 se crea en Lima, y se generaliza, el peso fuerte o duro, que durará bastante.

Y es en 1566 cuando en Trujillo (Cáceres) se terminan las obras de la Alhóndiga, siendo Corregidor don Juan de Lodeña, y Regidores Visadores don Pedro Suárez de Toledo y don Juan Pizarro de Orellana. Así Trujillo se va consolidando como sede de una organización de acopio de frutos, a la vez que de recepción de metales preciosos, coincidiendo con la presencia activa de Hernando y su esposa Francisca.[22]

Enmarcado en estas aclaraciones y presupuestos históricos, se comprenden mejor los poderes de estos documentos, escuetos y que hablan por sí mismos, en su lenguaje manido de escribanía.

Hernando, hijo legal del coronel Gonzalo Pizarro y de doña Isabel de Vargas[23] fue -comosabemos- el único que sabía leer y escribir, y el único sobreviviente, de quien dependen -por parte de Isabel Mercado y de Francisca Pizarro Yupanqui- todos sus herederos.Fue también elmás sagaz, que supo salvar, no solamente su vida, sino también la mejor parte de su hacienda, ya desde su prisión de La Mota(Valladolid); y, de modo persistente, una vez casado con doña Francisca Pizarro Yupanqui, y viviendo en Trujillo, con frecuentes viajes a la Corte madrileña de su Majestad Felipe II. Hoy nos fijamos en estos poderes del año 1566.

Los tres poderes los firma Hernando Pizarro, estando en la Villa y Corte, durante el mes de noviembre del año 1566. La primera carta de poder la hace en favor de Francisco Durán, vecino y regidor de Trujillo, pero que se encontraba entonces en la ciudad de Sevilla, adonde llegaban los dineros peruanos, para él y su familia.¿Razón de este poder? Para que pueda cobrar de Melchor de Herrera, Tesorero del rey, “dineros y oro que su Majestad manda que se le tomen prestados para su servicio”. Felipe II estaba debiendo dinero a Hernando, y éste quiere recuperarlo.

Tiene, en este momento, una oportunidad preciosa, pues acaba de llegar del Perú a Sevilla una Armada, y viene en ella dinero de Hernando. El empréstito hecho a su Majestad duraba hasta el año 1670. Pero, al recibir este dinero peruano, el Rey puede tomar dicho empréstito en Sevilla, a través del poder que recibe Durán. Hernando firma este poder el 4-11-1566., siendo testigos Diego Parra y Pedro Parra -probablemente hermanos- y Juan del Castillo, que vinieron con él a la Corte madrileña, y son amigos de confianza de Hernando, en la ciudad de Trujillo.

El segundo poder lo otorga al mismo Diego Parra -uno de los anteriores testigos-, para que pueda cobrar de Jerónimo Urbano, vecino de la Ciudad de los Reyes -llamada así, como sabemos, por haberla fundado Francisco Pizarro el día de los Reyes Magos; después se llamará Lima, deformación española, que permanece hoy día, derivación del río Rimac-, la cantidad de dinero que le está debiendo. Son testigos del poder ahora Hurtado de Collantes, Alonso Vázquez de Berrío y Pedro Hernández, criados de Hernando, quien lo firma en Madrid el día 6-11-1566.

Y, finalmente, el tercer poder es el único de los tres en que lo hace Hernando, pero también en nombre de su esposa doña Francisca Pizarro Yupanqui, pues que se trata de bienes de ambos. Diego Parra podrá cobrar de Jerónimo Urbano, vecino de la Ciudad de los Reyes, el dinero que les debe.

Nos cuenta Cúneo-Vidal que “Hernando Pizarro fue rico en el Perú, y siguió siéndolo en España. Desde los primeros años de la conquista recibió tributo de los indios de las parcialidades de Chincha, Tarija, Chayanta, Moyobamba, Coama, Calca y Cañari, a lo que habría que agregar los 50.000 pesos que le producían en cada año las ricas minas de Porco”. Desde entonces su poder económico se fue acrecentando. Aunque, al ser enjuiciado, y prisionero en La Mota, lo que rendían dichas encomiendas fue cobrado por el fisco, “y depositado en la Caja de Comunidades”.

A los tres años de estar en España, sumaban aquellas encomiendas el total de 38.070 pesos.[24]

No olvidemos tampoco que el hermano de doña Francisca Pizarro Yupanqui, don Francisco Pizarro Yupanqui -casado, en 1559 con su prima hermana, doña Inés Yupanqui, “hija de Gonzalo Pizarro, la cual, en 1549, había sido enviada a España en compañía de su prima hermana doña Francisca Pizarro; era hija de Juan Pizarro, y viene a España por mandato del presidente de la Gasca, en cumplimiento de órdenes de Felipe II”[25]-, el cual el año 1570 hace testamento poco antes de fallecer, y deja por heredera a su mujer doña Inés, a no ser que se case de nuevo, en cuyo caso “pierda todo -señala, claramente- y en todo ello suceda como heredera universal doña Francisca Pizarro”, su hermana. Los bienes, en cualquier caso, que, ya desde el Perú aporta la esposa de Hernando Pizarro no son desdeñables, independientemente de los que le lleguen por otras donaciones.

Por eso Hernando, al desposarla, reúne un gran patrimonio. Libre ya de sus prisiones de Madrid y La Mota, puede reorganizar su vida. Cada etapa nos interesa, ciertamente, para ir viendo hasta qué punto a la hora de su fallecimiento, pese a todas sus deudas y embargos, tenía un fondo económico muy importante, que va a acrecentar doña Francisca Pizarro Yupanqui, quien -como sabemos, envejecido y muerto Hernando- al enviudar, tardará muy poco en casarse, en segundas nupcias con don Pedro Arias Portocarrero: Sucedía este evento el 30 de noviembre de 1581, en la iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo. Ya antes, a principios de año, había casado a su hijo Francisco con la hija del Conde de Puñoenrostro. Se hizo esta boda por poderes, en la Villa y Corte. Ahora es ella, doña Francisca quien se casa con el hermano de la mujer de Francisco, su hijo, convirtiéndose -como subraya Álvaro Vargas Llosa- en la “cuñada de su propia nuera”.[26] Y es Francisca, sin duda alguna, quien aporta a su segundo matrimonio aquello de lo que carecía el conde de Puñoenrostro, cuya familia había venido a menos. Abandona el nuevo matrimonio, poco después, Trujillo y su Palacio (1582), para venir ambos a residir a la Corte madrileña, en cuya calle del Príncipe compra la célebre mestiza una casa para ellos y otra en los Relatores, para sus suegros, los Portocarrero. Pero este final, inesperado en vida de Hernando, que va a tener lugar 16 años después, no nos interesa hoy, al desvelar una mínima parte de los bienes que poseían ella y su esposo Hernando Pizarro, el año preciso de 1566, cuando era la esposa de su tío, el sobreviviente superador de todos los riesgos de la fortuna, de las trampas de los almagristas y de los intentos de la propia Corona, por desposeerle de su inmensa riqueza, en él unificada.


NOTAS:

[1] Ver Siegfried Huber, Pizarro, Grijalbo, Barcelona, 1966, p.355, nota 1.Los dos primeros “poderes” se refieren a bienes de Hernando; el tercero a “bienes de Hernando y de Francisca.

[2] A.M.T., 1569-1576, Leg. 29, fol. 33v. Cit. por José Antonio Ramos Rubio, El Palacio del Marqués de la Conquista en Trujillo, Trujillo, 1992, p. 19.

[3] Ninguno de estos tres documentos fue publicado en mis obras anteriores:: << Los Pizarro, la Merced, el Convento de Trujillo (Cáceres) y Tirso>>, enHomenaje a Guillermo Vázquez [1884-1984], Estudios, Madrid (1984), pp.203 – 427; convertido en libro autónomo, muy ampliado documentalmente, en L. Vázquez Fernández, Tirso y los Pizarro: Aspectos histórico-documentales, Fundación Obra Pía de los Pizarro, Trujillo (Cáceres) / Kassel, Edition Reichenberger 1993, 486 pp. Y es fruto de posteriores investigaciones, como otros, hasta ahora inéditos.

[4] Habían sido editados otros dos documentos posteriores de poderes a Francisco Durán: los del 9 de julio de 1568 y 10 de julio de dicho año. Ver Tirso y los Pizarro..., pp.241-242

[5] “En el brusco naufragio de su fortuna, Hernando logró rescatar una parte de sus propios bienes y de los de su esposa. La parte más grande, allá en las Indias, rentas, minas, dineros secuestrados por la justicia, no eran aquel momento nada más que una esperanza nunca perdida. Con todo, lo conservado y aumentado en la península era más que suficiente para instituir con estos bienes raíces y muebles un importante mayorazgo”. L. Fernández Martín, Fernando Pizarro en el Castillo de la Mota, Junta de Castilla y León, Valladolid, 1991, p.60.

De hecho el “mayorazgo” se fundó el año 1557, por Hernando y Francisca, su mujer, en favor de su segundo hijo, Juan Pizarro: Significaba el tercio y quinto de los bienes que tenían en España e Indias. Véase Rómulo Cúneo-Vidal, Vida del conquistador del Perú, Don Francisco Pizarro, y de sus hermanos Hernando, Juan y Gonzalo Pizarro, y Francisco Martín de Alcántara, Casa Editorial Maucci, Barcelona, 1925, p.611. Disponen que los sucesores en este mayorazgo “para siempre jamás se llamen Hernando Pizarro, de nuestro nombre y apellido de Pizarro”. Y, si faltan hijos y herederos directos, “sea Patrón de ambas fundaciones -iglesia y hospital- Hernando Pizarro, nieto del fundador, hijo segundogénito de doña Francisca Pizarro Mercado, hija del dicho fundador, mujer de Hernando de Orellana”. Ob. cit., p. 613.

[6] “Empréstido o empréstito: el acto de emprestar, o lo que se ha prestado, como la cantidad de dinero” (Diccionario de Autoridades, t. III, 1º732, p. 417, l. 2ª. Citaré en adelante como “Aut”).

[7] verná: vendrá. Vocablo corriente en los siglos XVI-XVII. Es una “metátesis” arcaizante, sin la “d”, del verbo “venir”.

[8] valan: valgan. Forma arcaica, notarial.

[9] en el original: “deyo”.

[10] secrestos: “lo mismo que secuestros” (Aut).

[11] AHPM, Comunidad de Madrid, Pº 450, fols. DIIII r – DIIII v.

[12] Seyendo: forma verbal de época, “siendo”.

[13] AHPM, Comunidad de Madrid, Pº 450, fols. DVIr -DVIIr.

[14] “Los bienes de Francisco -el hermano de Francisca Pizarro Yupanqui, muerto el 31-3-1557- fueron reclamados, en 1560, por su media hermana y única heredera. Sin embargo, el 27 de agosto de 1564 figura entre los protocolos notariales de Sevilla un poder especial otorgado por Hernando Pizarro y su mujer a Martín Alonso Ampuero Yupanqui, medio hermano de doña Francisca, para realizar una transacción con doña Angelina Yupanqui, madre del difunto Francisco”. Mª Rostworowski, ob. cit., p. 52. Doña Inés Huaylas Yupanqui, y su esposo, Francisco Ampuero, fueron enterrados en La Merced de Lima, en 1575 y 1578, respectivamente. Cfr. Primer Libro de defunciones del Sagrario de la Catedral de Lima, años 1567 y ss.

[15] En el original reitera “desde”. Errata del escribano, que no copio.

[16] Ciertamente, éste es el vocablo, aunque se escribe “rrevoto”.

[17] Curaduría: cuidado y defensa jurídica de una persona menor de edad, por orden de juez.

[18] Lasto: “el recurso que se da al fiador o persona que ha pagado por otro, para que repita su acción contra el verdadero deudor por quien ha pagado” (Aut).

[19] Todas las cursivas de los tres poderes son mías.

[20] AHPM, Comunidad de Madrid, Pº 450, fols.513r -514v.

[21] Véase Geografía y descripción universal de las Indias (1574).

[22] Datos precisos los recoge don Clodoaldo Naranjo Alonso en su obra, reeditada, Trujillo, sus hijos y monumentos, Espasa-Calpe, 3ª edición, Madrid, 1983. Aquí nos interesa, sobre todo, la página 187.

[23] Fernando Pizarro y Orellana, en su obra Varones ilustres del Nuevo Mundo…, Madrid, 1639, p. 245, dice ser su madre doña Elvira de Mendoça y Vargas.

[24] Ob. cit., pp.527-531.

[25] Ibídem, pp.590-591.

[26] Ob. cit., p. 242.

APÉNDICE

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Valentín Soria Sánchez.

Licenciado en Filosofía y Letras. Universidad Complutense de Madrid. Licenciado en Derecho Canónico y Filosofía. Universidad e Comillas. Cantabria.

INTRODUCCION

En la imprenta Moreno de Montijo, Badajoz, en su primera edición de abril de 1995 se imprimió el libro “Extremadura a finales de los tiempos modernos”. Miguel Ángel Melón Jiménez, profesor de la Universidad de Extremadura, en Cáceres, escribió la introducción y en su elaboración intervinieron los profesores de la UEX Gonzalo Barrientos Alfageme y Miguel Rodríguez Cancho, profesores de la UEX.

En estas notas sobre el culto a la Eucaristía en el Partido de Plasencia en el siglo XVIII pondré entre paréntesis la página del citado libro.

El texto correspondiente a Jarandilla he tenido ocasión de comprobar en fotocopia el contenido y lo he transcrito palabra a palabra. Del resto de los documentos de este libro de 1791 me he confiado en la trascripción que han realizado alumnos universitarios extremeños.

Se trata del Interrogatorio de la Audiencia de Extremadura de 1791.

He preferido en esta divulgación sobre el culto a la Eucaristía proporcionar datos para posibles trabajos. Se trata de abreviar el contenido de este importante documento de la Extremadura del siglo XVIII.

La limitación de espacio me ha hecho recurrir a acortar mucho el texto seleccionado.

El Partido de Plasencia comprende las comarcas de la Vera de Plasencia, el Valle del Jerte y parte de las Hurdes lindantes con las Batuecas y con la Alberca.

En este libro se dan referencia de poblaciones que ahora no existen. En otra ocasión en los III Coloquios Históricos del Campo Arañuelo, Cáceres, celebrados en Navalmoral de la Mata he estudiado las Ermitas de este Partido de Plasencia.

He dado las cifras de los fondos de esta Cofradía del Santísimo Sacramento y en algunas ocasiones he puesto las cantidades de los cofrades de otras hermandades para se vea la correspondencia económica de la Cofradía Eucarística.

Destaca la devoción popular hacia la Eucaristía con la celebración mensual de las procesiones internas en el templo parroquial.

En Guijo de Santa Bárbara el año 1953 he conocido la tradición de la celebración de las procesiones de Minerva. Ha desaparecido por completo en los pueblos tanto la procesión anual como la cofradía como tal.

En estas poblaciones pequeñas se advierte la costumbre religiosa de festejar la octava del Corpus Christi.

En el análisis de los fondos cofradieros se nota la importancia de los censos ofrecidos a favor del culto a la Eucaristía.

Por falta de espacio no he sacado la lista de menos a más de las cantidades dinerarias de estas cofradías.

Tampoco he dado los números que correspondería a céntimos de euro o de pesetas.

Es fácil deducir la importancia que tenían para los fieles las cantidades que aparecen en estas notas mías y que ahora nos parecerían irrelevantes y mínimas.

Hemos seguido la lista de pueblos del libro “Extremadura en los tiempos modernos”. Damos como referencia la página de este único libro estudiado.

UN RECUENTO DE POBLACIONES DE EXTREMADURA CON DEVOCION EUCARISTICA

Aldeanueva de la Vera. Cáceres. Hay en esta población las Cofradías de la Purísima Concepción, de la Pasión, de la Soledad y del Santísimo Cristo del Sepulcro. No hay cofradía del Santísimo Sacramento. (o.c.p. 50).

Almaraz. Hay siete cofradías en esta villa. La Cofradía del Santísimo Sacramento tiene como fondo cuatro vacas, unos olivos y un herrenal con cabida de una fanega cuyos productos ascienden a seiscientos reales.

El número de cofrades es de diez y ocho.

Su instituto es cuidar de la decencia y luces en las funciones del Santísimo Sacramento y administrar la hacienda. (p. 63)

Arroyomolinos de la Vera. Hay tres cofradías que solamente tienen para los gastos precisos y cuidan de su cumplimiento los alcaldes respectivos de ellas. A lo largo de este estudio se advierte la intención de disimular los gastos para que se note la falta de medios con que contaban estos pueblos en el siglo XVIII. Una especie de silencio se entreve ante la posible presión fiscal. (p. 76).

Asperilla. No hay cofradías ni hermandades. Ha desaparecido tal poblado.

Badillo. No hay más cofradía que la de la Vera Cruz. Sus fondos son dos capitales de censos redimibles cuyos réditos anuales son cincuenta y seis reales y seis maravedíes.

No existe en la actualidad tal poblado del siglo XVIII. (p. 97).

Barrado. En este pueblo hay las cofradías de a Vera Cruz y la de Nuestra Señora del Rosario. (p. 101)

Belvís de Monroy. Existe en esta villa la cofradía del Santísimo Sacramento con el instituto de asistencia a Minervas, entierros y funciones de Semana Santa.

Con muy cortos fondos pues se hallan los hermanos cofrades obligados a pagar por hijuela sus cortos gastos.

Asciende el número de cofrades a cincuenta y ocho (p. 125).

Cabezabellosa. Aquí hay una Cofradía de la Vera Cruz cuyos fondos son doscientos reales de vellón (p. 139).

Cabrero. No hay cofradía alguna (p. 149).

Caminomorisco.

Esta zona de las Hurdes tiene en el siglo XXI poblaciones concretas y bien delimitadas. Antes existían alquerías o núcleos de población diseminada y comunicada por caminos.

Por lo que toca a la única Cofradía de la Vera Cruz hay en la iglesia parroquial de Cambroncino de siete años arriba sesenta y cinco, en la iglesia parroquial de Pinofranqueado setenta y tres, en la parroquia de Vegas de Coria diez y nueve, en la parroquia de Las Mestas treinta y uno.

Sus fondos son muy cortos. (p. 157)

Casas del Castañar. No hay cofradía alguna. (p. 169).

COFRADES DESDE LOS SIETE AÑOS

Casas del Monte. Solamente existe al presente la Cofradía de la Vera Cruz.

Tiene tantos cofrades como habitantes del pueblo en llegando a la edad de siete años así hombres como mujeres.

Sus fondos consisten en ciento setenta y cuatro reales de varios censos. (p. 185)

Casas de Millán. Hay la Cofradía General del Santísimo Sacramento. Su instituto es ganar las indulgencias concedidas por varios Sumos Pontífices a los cofrades de ella.

Las rentas y fondos de la Cofradía del Santísimo Sacramento tiene de renta anual de censos y olivos novecientos treinta y cuatro reales y treinta maravedíes y de carga cuatrocientos ochenta y cuatro reales y diez y ocho maravedíes.

Lo restante de emplea para cera para el gasto de las funciones (o.c.p. 199).

ASENTAMIENTO DE VIVOS Y DIFUNTOS

Casatejada. Hay la Cofradía del Santísimo Sacramento.

Sus principales fondos consisten en las limosnas que anualmente se recogen en los petitorios que se hacen por los hermanos diputados de las respectivas cofradías.

Se advierte que varias cofradías de la población tienen algunas reses vacunas, heredades y escrituras de censo todo provenido de mandas particulares o sobrantes de limosnas después de satisfechas las cargas de su instituto.

El número de cofrades de cada cofradía del pueblo resulta muy confusamente de sus asientos por estar mezclados los vivos con los difuntos, hombres, mujeres y niños y por lo mismo no se puede apurar.

Realmente son en bastante número por hallarse casi todo el vecindario comprendido bien en una como en otra cofradía y particularmente en la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad.

Además de la Cofradía del Santísimo Sacramento hay otra Hermandad que se dice de la Minerva compuesta de cuarenta y ocho hermanos a cuyo cargo está el suplir de cera en las festividades del Santísimo Sacramento, manifiesto y pagar los sermones de las cuenta y ocho horas todo de limosna.

Collado. Solamente hay la Cofradía del Nuestra Señora del Rosario. Son cofrades todos los vecinos.

Los fondos son la limosna de los fieles del pueblo y unas tierras de riego que su renta anual será por un quinquenio de ciento diez reales de vellón. Su instituto es rezar el rosario y asistir a los hermanos enfermos. (p. 242).

Corchuelas. Como municipio no existe en el siglo XXI. Solamente hay la Cofradía de Nuestra Señora de Almonfragüe.

Tiene cuatro huertos y una casa de arrendamiento y de arrendamiento anual vale trescientos cincuenta y cinco reales. Tiene un mayordomo para recaudar los bienes. (p. 262)

VIATICOS

Cuacos. La Cofradía del Santísimo Sacramento se fundó por los vecinos por los años de mil setecientos y nueve. Fue confirmada por el licenciado Gaspar Martínez de Benavides, canónigo doctoral de la Santa Iglesia de Plasencia, vicario general, sede vacante episcopal, en tres de agosto de mil y seiscientos diez.

No tiene al presente bienes algunos por haberse perdido las principales fincas con castañares.

Por trece procesiones y doce misas cantadas que tiene que celebrar el cura de dicha iglesia y el gasto que hace de cera para alumbrar el Santísimo en los días de Minerva, procesiones y cuando se lleva a los enfermos todo este coste lo suplen cuatro mayordomos que se nombran de los vecinos de este lugar exceptuando los cien reales que tendrá de censos la cofradía.

Entre las advertencias dice que para qué tantas cofradías, para que se disipen sus caudales y para que se los coman los mayordomos. (o.c.p. 276).

Garganta la Olla. No hay más cofradía que la de la Vera Cruz (o.c.p. 295)

Gargantilla. Solamente hay una cofradía, llamada la General de la Vera Cruz.

Sus fondos consisten en unos cortos réditos de censos y en unas escasas rentas de unas pocas heredades y lo más lucido en las limosnas que sus alumnos cofrades donan todos los años que por un quinquenio valen anualmente todos sus ingresos novecientos reales que se invierten en sufragios y otros usos precisos de cofrades. (294).

HASTA LOS PARVULOS ERAN INSCRITOS COMO COFRADES

Gargüera. Este pueblo tiene cinco cofradías. Sus fondos ascienden a cuarenta y cinco mil ochocientos cuarenta y un mil reales de vellón.

Los cofrades de la Cofradía de Nuestro Señor con veinticinco, y en las demás cofradías hay mas números de cofrades por admitir a todos hasta los párvulos.

Otras cofradías son muy pocos y en la de Animas no hay ninguno por ser de manda y no cofradía. (o.c.p. 325).

Grimaldo. No hay cofradía. (337)

Jaraíz de la Vera. Hay la Cofradía General del Santísimo Sacramento de todo el pueblo. El principal instituto de todas las cofradías es el culto divino en sus respectivas festividades.

Los fondos consisten en censos y algunos heredamientos todos de corta consideración.

No se pueden dar razón individual de los fondos de las cofradías por faltar los documentos conducentes que se hallan en sus respectivos archivos. (349)

Jarandilla. En la parroquia de la villa de Jarandilla se hallan fundadas cuatro cofradías con la advocación del Santísimo Sacramento, Pasión, Ánimas y Rosario.

Los fondos de la primera ascienden a seiscientos cincuenta reales poco más o menos. De la segunda a setecientos y cincuenta reales.

De la tercera a mil cien reales. La última a doscientos reales.

Tales cantidades producen varios capitales de censos y rentas de algunos bienes raíces con las que apenas alcanza a cubrir las cargas que contra sí tienen.

Si alguna cosa falta se suple por los mayordomos.

Los cofrades de las referidas cofradías llegan a doscientos poco más o menos. Se han fundado para el culto en las funciones que anualmente se celebran.

(p. 364)

Jarilla. En este lugar no hay más cofradía que una titulada de la Vera Cruz. 379

Jerte. Existen cinco cofradías antiguas todas instituidas por el pueblo.

A saber: la del Santísimo Sacramento, la de la Santa Vera Cruz, la del Dulce Nombre de Jesús, la de Nuestra Señora de la Asunción, y la de Nuestra Señora del Rosario.

Todas se sirven de limosna. Subsisten a expensas de la devoción La del Santísimo tiene de fondo treinta arrobas de cera, siendo el número de cofrades doscientos.

La de la Santa Vera Cruz, siete arrobas de cera y cofrades los mismos que la precedente.

La del Dulce Nombre de Jesús con cofrades sin tener fondo alguno.

La de Nuestra Señora de la Asunción dos arrobas de cera y doscientos cofrades. La de Nuestra Señora del Rosario trece mil reales de fondo y cofrades toda la vecindad. P. (393)

DOS COFRADÍAS PARA HONRAR AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Losar. Hay seis cofradías. Dos se nominan del Santísimo, una de doce cofrades y otra de diez y seis. Otra de Nuestra Señora del Rosario que se compone de diez y seis cofrades.

Otra Cofradía de Nuestra Señora del Carmen de diez y cofrades y otra de la Caridad o Vera Cruz que se compone de todo este vecindario a excepción de catorce vecinos.

Todas las cuales no tienen fondos algunos.

Costean su cera y festividades sus respectivos cofrades. Los mayordomos se nombran alternativamente por los cofrades.

Tienen cuidado de que asistan los cofrades a dichas festividades cuyas misas, procesiones y sermones satisfacen su limosna los respectivos mayordomos en los años que lo son. No tiene ordenanzas algunas aprobadas. (p. 412).

Madrigal de la Vera. Solamente hay la Cofradía de la Vera Cruz.

Todos estos vecinos son cofrades y contribuyen con su sudor y trabajo a sus gastos por no tener bienes algunos, que son los que son los que motivan los sermones de la Semana Santa, cera para los entierros, monumentos, viático a los enfermos, misereres de cuaresma.

Su instituto es inmemorial.

Los cofrades son veinticuatro varones y veinte mujeres que cada uno contribuye anualmente con cuatro reales. (p. 429)

Majadas. En esta villa hay la cofradía que denomina del Niño y es del Santísimo Sacramento.

Tiene unas tierras que rentan al año trescientos reales , dos casas de ciento veinte reales, un horno de cocer pan de treinta o cuarenta reales y diez o doce picos de ganado vacuno.

La Cofradía del Niño tiene la carga de diez y siete misas cantadas con Minerva, las dominicas correspondientes y sesenta y seis misas rezadas. (p. 442)

COFRADÍAS SIN ERECCIÓN POR REAL ORDEN

Malpartida de Plasencia. En este pueblo aunque hay algunas cofradías no están erigidas con real orden sino solamente con la aprobación del Obispo de Plasencia.

Unas solamente tienen fondos para la celebración de la misa, sermón y cera para el día de la función. Otras los cofrades suplen por devoción que lo son casi todos los vecinos. (p. 456).

Mesas de Ibor. Existe la Cofradía del Santísimo Sacramento. Los fondos de la Cofradía del Santísimo Sacramento son cuatro heredades de pan llevar pequeñas, siete olivos y un par de bueyes que uno y otro se arrienda anualmente de cuyo producto se pagan las misas de los cofrades, sufragios, cera y otros gastos.

No se puede poner cantidad fija de los productos.

Regularmente son quinientos reales anualmente. Los cofrades son sesenta. Su instituto es acompañar velar y asistir al Santísimo Sacramento en las funciones que ocurran la víspera y el día de la festividad.

Hay en esta cofradía un alcalde, dos diputados, un mayordomo y un escribano que cuidan y gobiernan lo necesario. (p. 472)

Millanes hay en esta villa solamente la cofradía o hermandad de San Francisco cuyo fondo consiste en las limosnas voluntarias de los fieles pero no tiene número determinado de cofrades y cuida de su cumplimiento el señor visitador eclesiástico de este obispado. (p. 487).

Mirabel. Hay en esta villa la Cofradía del Santísimo Sacramento sin más dotación que unos cortos réditos de censos. (p. 503)

Navaconcejo. En este pueblo solamente hay la Cofradía de la Vera Cruz. (p. 520)

UNICO LIBRO MAESTRO DE COFRADIA

Navalmoral de la Mata. Hay en esta villa cuatro cofradías, a saber: la del Santísimo Sacramento, la de la Pasión o de la Vera Cruz, la de Nuestra Señora con la advocación del Rosario y Angustias y la de las Animas Benditas del Purgatorio.

En ninguna de estas cofradías hay un número determinado de cofrades ni están sujetas a ordenanzas ni reglamento alguno.

Solamente tiene cada cofradía un libro maestro en que se asientan los devotos que quieren que por lo común sean todos los vecinos del pueblo.

Ninguna de las cofradías tienen bienes raíces algunos.

Tienen limosnas voluntarias de los fieles y de lo que se junta de la limosna en los ofertorios que cada una celebra en el día del año que tiene señalado cuyas limosnas entran en poder del mayordomo de cada cofradía a quien toma cuenta el señor visitador eclesiástico. (p. 540)

Oliva. Hay en este pueblo una Cofradía titulada del Santísimo Sacramento que no tiene cofrades.

Su fondo anual le consideran por quinquenio en novecientos reales. (554)

Pasarón de la Vera. Hay la Cofradía del Santísimo Sacramento que al presente se halla en noventa cofrades. Su estatuto es para la celebración de las minervas con manifiesto y procesión por el interior por de dentro de la iglesia los terceros domingos de cada mes y procesión general por el pueblo el día de la octava del Corpus Christi.

Tiene seis hachas que en dichas funciones y cuando sale a visitar a los enfermos y acompañar a Su Divina Majestad y velas para todos los cofrades en las referidas procesiones Los forasteros que se hallan en las procesiones.

El día de la octava del Corpus Christi se predica sermón y otro en la Minerva del mes de noviembre.

Los gastos los suplen de los censos y hacienda raíz que goza y reses vacunas que tiene en la boyada común que hoy ascienden a cuarenta picos.

Las rentas por quinquenio son 2. 821 reales (p. 573).

Peraleda de la Mata. La Cofradía del Santísimo Sacramento consiste sus fondos en algunos olivos y vacas. Produce por un quinquenio setecientos veintisiete reales.

Se invierten en limosnas que hacen los vecinos en el culto de Su Divina Majestad de cuya cofradía son hermanos todos los vecinos. (p. 594).

Piornal. La cofradía del Santísimo Sacramento tiene como cofrades a todos los varones mayores de quince años.

Se mantiene de limosnas que dan los hermanos y algún censo y heredades. (p. 610)

EN LA CIUDAD DE PLASENCIA NO HAY COFRADÍA DEL SANTÍSIMO

Plasencia. Hay en el día la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, San José, San Hipólito, San Crispín y Vera Cruz.

De tan cortas rentas que su producto anual aún no alcanza a los gastos de sus funciones.

Advirtiendo que aunque hubo en lo antiguo muchas más cofradías en el día se hallan sin uso por no tener rentas algunas y por consiguiente no hay cofrades. (p. 625).

Robledillo de la Vera. No hay cofradías. (p. 647)

DEFECTO DE ORDENANZAS

Saucedilla. Hay en la villa siete cofradías. La una nominada del Santísimo que se halla fundada en tierras de pan llevar y rentan cada año treinta reales. Sus cofrades son setenta y cinco.

Otra de la Vera Cruz fundada en un pedazo de tierra que renta veinte reales de vellón cada año. Tiene ciento sesenta y dos cofrades.

Otra del Nombre de Jesús fundada sobre un pedazo de tierra.

La renta anual es de cuatro reales y tiene diez y seis cofrades.

Otra del Rosario fundada sobre cuatro heredades de pan llevar y un pajar que la rentan anualmente cien reales y no tiene cofrades.

Otra de las Animas fundada sobre dos casas, nueve heredades de pan llevar y tres censos que todo renta anualmente doscientos trece reales.

Tiene treinta y ocho cofrades.

Otra de la Encarnación fundada sobre tres heredades de pan llevar que en cada año renta cincuenta reales. Sus cofrades son diez.

Otra de San Sebastián fundada sobre un pedazo de tierra de pan llevar que renta treinta reales de vellón cada año.

Tiene doscientos veintitrés cofrades.

El instituto de estas cofradías no consta por defecto de ordenanzas.

El juez eclesiástico diocesano cuida del cumplimiento de las cofradías y de sus cargas. (p. 659)

Segura de Toro. Solamente existe la Cofradía de la Vera Cruz de que son cofrades todos los vecinos y sus hijos pasando de siete años.

Su instituto es el de valer y asistir a los entierros de los cofrades.

Sus fondos consisten en sesenta y dos reales procedentes de las rentas de algunas heredades y censos que se destinan para sufragios de los difuntos. (p. 673).

Serradilla. Siete son las cofradías que hay en esta villa.

La del Santísimo Sacramento no tiene cofrades. Su renta consiste en siete escrituras de censo cuyos réditos importan cuarenta y cinco reales y veintiocho maravedíes.

Los cuales con muchos mas que suplen tres mayordomos que se nombran.

Se gastan en Minervas y en las demás funciones de iglesia que tienen. (p. 685).

Serrejón. El instituto de la cofradía del Santísimo Sacramento es para el culto del Señor y beneficio de los fieles. Se compone de setenta y seis cofrades cuyos fondos consisten en censos, heredades y ganado vacuno ascendiendo anualmente por quinquenio a dos mil setecientos sesenta y cuatro reales de vellón. (p. 702)

TODOS LOS DOMICILIARIOS EN LA COFRADÍA EUCARISTICA

Talaveruela. En este lugar hay cinco cofradías. La del Santísimo Sacramento cada tercer domingo de mes celebra misa y en las demás festividades.

Todos los domiciliarios son cofrades.

Sin tener mas fondos que dos morales que con la renta de éstos y limosnas de sus devotos se suplen los gastos de misas y procesión (el primer domingo de mes) y demás festividades de Nuestro Señor Jesucristo. (p. 718)

Talayuela. Hay en esta villa dos cofradías una de Nuestra Señora del Rosario y otra de la Pasión y del Santísimo Sacramento, reducidas a una por decreto de santa visita.

El fondo de la primera consiste en ganado vacuno cuyas cabezas y su número componen sesenta y también en unas heredades de prados y de pan llevar que entre todas componen diez. El fondo de la segunda cofradía solamente se reduce a unas cinco heredades de corta utilidad también de la misma especie que las anteriores. p. 733)

Tejeda. La Cofradía del Santísimo Sacramento tiene de caudal olivos y tierras de labor tres mil y trescientos reales, en reses vacunas mil seiscientos reales. Tiene treinta y seis cofrades.

Su instituto es la asistencia a las procesiones y festividades de Minerva en los terceros domingos de mes (p. 747)

Torviscoso. No hay en 1791cofradías en esta villa. Hasta 1935 existía como anejo atendido por don Julio Blanco coadjutor de San Andrés de Navalmoral de la Mata. Esta parroquia con su gran iglesia parroquial cerca del poblado de San Marcos entre Navalmoral y Talayuela

Toril. La única cofradía de Nuestra Señora del Rosario consta de veinticinco hermanos. No tiene fondos algunos mas que nueve o diez reses vacunas.

En este término municipal está el Palacio de Las Cabezas de los Marqueses de Comillas y condes de Montagut.

En estos parajes cacereños y en estas dehesas de ganado lanar y vacuno abundante y tierras de pan llevar hubo proyecto de haber construido el seminario de Comillas ideado para la instrucción de jóvenes de toda España.

Prevaleció la idea de instalarlo en 1892 en el pueblo santanderino de Comillas a orillas del Mar Cantábrico, donde nació el primer marqués de Comillas Antonio López.

Por aquellos años se funda en Roma el Colegio Español en el Palacio Altemps hasta la construcción del edificio de Torre Rossa, 2 no lejos de los solares de Don Guanella y de los Legionarios de Cristo y de la Conferencia Episcopal Italiana. El marqués de Comillas en el siglo XIX al construirse el ferrocarril sacó en condición que podía detenerse el tren en un apeadero de la extensa finca y que también el párroco del Toril, su capellán, pudiera acogerse a este privilegio de parada discrecional.

Cerca del Toril está la Bazagona donde paraban los trenes para echar agua a sus máquinas de vapor.

Se mantiene de las limosnas y cuida del cumplimiento de sus cargas con los mismos hermanos el señor cura teniente. (p. 772)

En 1989 Mons. Santiago Martínez Acebes, obispo placentino bendijo la ermita de San Blas junto a la gran diosa iglesia derruida y cerca del ayuntamiento nuevo construido por el alcalde Fernando Barona. Era cura encargado Leandro Sánchez Bote.

Tornavacas. Las cofradías de Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora del Carmen, del Santísimo Sacramento, del Dulce Nombre de Jesús, de San Antonio y San Ramón y la del Santísimo Cristo del Perdón son de devoción. El culto a San Ramón estaba muy extendido. Se celebraba el 31 de agosto cuando se recogen las cosechas.

Se sientan o se inscriben los cofrades que quieren, quienes pagan la función del día que se reduce a una misa cantada. (p. 797)

Torno. Aquí hay una cofradía de la Santa Vera Cruz. Sus fondos quinientos cuarenta y ocho reales de vellón.

El número de cofrades es de ciento ochenta. Su instituto es velar y enterrar a los muertos y pagar al predicador de cuaresma ciento cuarenta reales. (p. 813)

Torrejón el Rubio. En esta villa la Cofradía del Santísimo Sacramento tiene un huerto arrendado en cuarenta reales de vellón. Tiene varias reses. (p. 825)

Torremenga. Hay la nunca Cofradía del Señor Santiago de la que son cofrades todos los vecinos para asistir a los entierros. (p. 837)

UTILIDAD DE LAS INDULGENCIAS

Valdastillas. En este pueblo hay la cofradía del Rosario y la de la Vera Cruz de las que son cofrades todos los vecinos por la utilidad de las indulgencias y las misas de tabla a favor de sus cofrades las cuales no tienen más fondos más que para la ostentación de sus imágenes. (p. 850)

Valdecañas. Hay tres cofradías en esta villa de la Vera Cruz, de Ánimas y de San Blas.

Tiene muy cortos fondos.

Sus cofrades se hallan obligados a pagar por hijuelas treinta y cinco reales. (p. 863)

PAGOS POR HIJUELAS

Valdehúncar. Existen en esta villa las cofradías de la Cruz, de la Soledad y del Santísimo Cristo del Perdón. Se hallan los hermanos obligados a pagar por hijuela sus cortos gastos ascendiendo el número a sesenta cofrades. p. 875)

Valverde de la Vera. Hay en este pueblo la cofradía del Santísimo Sacramento que no hay razón ni asiento de su fundador por ser antiquísima sin tener mas bienes que unas escrituras censuales. (p. 893).

Viandar. No hay más cofradía que la de la Caridad. Sin otros fondos que lo que anualmente se reparte entre los cofrades para satisfacción del padre predicador de Semana Santa y sus oficios de iglesia.

Generalmente son cofrades todos los vecinos. (p. 908).

Villanueva de la Vera. En esta villa hay fundadas de inmemorial tiempo ocho cofradías. Una titular del Santísimo Sacramento que sus rentas y efectos son un labrado de pan sembrar, dos castañares, un linar, unas moreras y unos censos y el ofertorio que en su festividad se celebra por estos devotos. Anualmente mil reales de vellón.

Son cofrades todos los vecinos de esta villa. Misa y procesión que se celebra cada tercer domingo.

La cofradía paga subsidio y excusado, santa visita, derechos del cura y sacristán y cera que se gasta en su octava y festividades y cuando sale el viático a los enfermos. (p. 924)

Villar de Plasencia.

Hay en esta villa una cofradía de la Vera Cruz. No tiene fondo alguno.

Se mantiene de limosnas y repartimiento entre los cofrades. (p. 536)

COMPARACION DE CIFRAS ENTRE LAS COFRADÍAS DEL EL SIGLO XVIII Y UN DIEZMATORIO DEL SIGLO XXI

Recogemos algunas anotaciones sobre el diezmatorio diocesano placentino de 2003 para hacer unas comparaciones entre maravedises, reales, céntimos de euro y pesetas.

Se señalan las transferencias por entidades bancarias y las fechas de los envíos según se van recibiendo en las arcas diocesanas.

No es completo este catálogo parroquial placentino de diezmos. Es indicativo solamente.

17, 03. Aldea del Obispo. 2, 3, 4 Trimestre 2002. Euros. 180.

Aldeacentenera. 21, 1, 2003. 1. Trimestre. Euros. 114, 12.

Aldeacentenera 2. Trimestre. Euros. 114, 12.

Aldeacentenera. 18, 07, 2002. 3. Trimestre. Euros. 114, 12.

Aldeanueva de la Vera. 10, 12, 2003. Euros. 510.

Almaraz. 14, 02, 2003. Euros. 200.

Barquilla de Pinares. 1. Trimestre. Euros. 36.

Cantagallo. 5, 3, 2003. Euros. 60.

Casas del Monte. 19, 12, 2002. Euros. Euros. 30.

Casatejada. Diez por ciento de 2002. Euros. 150.

Conquista del Guadiana. Poblado de nuevos regadíos en la diócesis de Plasencia y provincia pacense. 14, 2, 2003. Euros. 90.

Cristina. 30, 12, 2002. Euros. 296, 83.

Don Benito. San Sebastián. 9, 3, 2002. Euros. 540.

Don Benito Santa María. 8. 5, 2002. Euros. 450.

Don Benito. Santa María. 1. Trimestre. 25, 6, 2002. 2. Trimestre. Euros. 450.

Don Benito. Santa María. 26, 12, 2002. Euros. 450.

Don Benito. Santiago Apóstol. 26, 12, 2002. 2. Euros. 470.

Escurial. 13, 2, 2003. Euros. 153.

Fresnedoso de Ibor. 20, 8, 2002. Euros. 365.

Garciaz. 1, 7, 2002. 1. Trimestre. 2002. Euros. 103, 6

Garciaz. 11, 4, 2002. 2. Trimestre. Euros. 103, 6

Garciaz. 1, 10, 2002. 3. Trimestre. Euros. 103, 6.

Garciaz. 2, 1, 2003. 2. Trimestre. Euros. 103, 6.

Garganta. 8, 7, 2002. 1 Semestre. Euros. 207.

Garganta la Olla. 2, 3, 12, 2002. 2. Semestre. Euros. 181.

Guareña. 17, 12, 2002. Euros. 202, 9.

Guijo de Santa Bárbara. 10, 2, 2003. Euros. 104.

Herguijuela. 3. Trimestre. Euros. 81, 29

Herguijuela. 9, 1, 2003. 4. Trimestre. Euros. 81, 29.

Hervás. San Juan Bautista. 9, 7, 2002. Euros. 600

Hervás. Santa María de la Concepción. 9, 7, 2002. Euros. 600.

Ibahernando. 26, 12, 2002. Euros. 180, 3.

Jarandilla. Santa María de la Torre. 24, 1, 2003. Euros. 961, 62.

Jerte. 25, 2, 2003. Euros. 660.

La Nava de Béjar. 5, 3, 2003. Euros. 25.

Los Navalperales. 13, 2, 2003. Euros. 65

Madrigal de la Vera. 28, 1, 2003. Euros. 901, 52

Madrigalejo. 8, 1, 2003. Euros. 850.

Madroñera. 23, 12, 2002. Euros. 330.

Majadas de Tiétar. 1, 4. 2002. 1. Trimestre. Euros. 155, 11.

Majadas de Tiétar. 1, 7, 2002. Euros. 2. Trimestre. Euros. 115, 33.

Majadas de Tiétar. 30, 9, 2002. 3. Trimestre. Euros. 121, 76.

Majadas de Tiétar. 31, 12, 2002. Euros. 4. Trimestre. Euros. 144, 16.

Manchita. 10, 9, 2002. 1. Semestre. Euros. 303, 46.

Manchita. 17, 12, 2002. 2. Semestre. Euros. 466, 6.

Mengabril. 29, 4, 2002. 1. Trimestre. Euros. 27.

Mengabril. 11, 7, 2002. 2. Trimestre. Euros. 22.

Mengabril. 7, 10, 2002. 3. Trimestre. Euros. 18. Mengabril. 30. 12. 2002. 4. Trimestre. 23

Mesas de Ibor. 6, 8, 2002. Euros. 210.

Navalmoral Nuestra Señora de las Angustias. 27, 12, 2002. 4. Euros. 640.

Navalmoral de Béjar. Euros.

Navalvillar de Pela. 4, 7. 2002. 1 Semestre. Euros. 1. 079. 70.

Navalvillar de Pela. 21, 1, 2003. 2 Semestre. Euros. 1. 063, 80.

Puebla de Obando. 21, 2, 2003. Euros. 240.

Peraleda de la Mata. 16, 4, 2002. 1. Trimestre. Euros. 262.

Peraleda de la Mata. 10, 12, 2002. 4. Trimestre. Euros. 524.

Plasencia. Cristo Resucitado. 11, 12, 2002. Euros. 1. 010.

Plasencia. El Salvador. 30, 12, 2002. Euros. 3. 000.

Plasencia. San Nicolás. 5, 11, 2002. 1. Semestre de 2002. Euros. 570, 96.

Plasencia. San Nicolás. 3, 1, 2003. 2. Semestre de 2002. Euros. 570, 96.

Plasencia San Pedro. 11, 2, 2003. Euros. 3. 000.

Pradochano. Poblado de Colonización de regadíos nuevos. 23, 1, 2003. Euros. 90, 15.

Puente Congosto. Provincia de Ávila y diócesis placentina. 22, 11, 2002. Euros. 60.

Purísima Concepción. 44, 4, 2002. Euros. 660

Purísima Concepción. 4, 4, 2002. Euros. 330.

Robledillo de Trujillo. 26, 12, 2002. Euros. 180, 3.

Rosalejo. Pueblo creado en la zona de Colonización del Pantano del Rosarito. Se ha independizado del Ayuntamiento de Talayuela. 2, 7, 2002. 1. Semestre. Euros. 150.

Rosalejo. 3, 2, 223. 2. Semestre. Euros. 150.

Jaraíz de la Vera. San Miguel. 29, 1, 2003. Euros. 1. 387. 94. Existe también la parroquia de Santa María.

San Clemente. 10, 2, 12, 2003. Euros. 573, 9.

San Gil. 2, 1, 2003. Euros. 90.

Santa Amalia. 14, 2, 2003. Euros. 600.

Santibáñez de Béjar. 22, 11, 2002. Euros. 330.

Segura de Toro. 19, 12, 2002. Euros. 10

Serradilla, 4, 4, 2002. Euros. 150

Serradilla, 3, 10, 2002. Euros. 150.

Santa Marta de Magasca. 3, 5, 2002. 1. Trimestre. Euros. 126, 24.

Santa Marta de Magasca. 15, 7, 2002. 2. Trimestre. Euros. 63, 1.

Santa Marta de Magasca. 19, 11, 2002. 3. Trimestre. Euros. 253, 4.

Santa Marta de Magasca. 13, 1, 2003. 4. Trimestre. Euros. 70, 27.

Serrejón. Diez por ciento 2002. Euros. 75.

Talaván. 4, 4, 2002. 1. Semestre. Euros. 100.

Talaván. 3, 10, 2002. 2. Semestre. Euros. 100.

Tiétar del Caudillo. 17, 2. 2003. 1. Trimestre de 2002. Euros. 54.

Trujillo. San Martín. 24, 1, 2003. De 2002. Euros. 870, 3.

Trujillo. Santa María. 13, 5. 2002. Euros. 572, 22.

Santa María de Trujillo. 24, 7, 2002. Euros. 836, 79.

Santa María de Trujillo. 18, 10. 2002. Euros. 682, 94.

Trujillo. Santa María la Mayor. 30, 12. 2002. Euros. 630, 97.

Vegas Altas. Poblado nuevo de los regadíos de Badajoz en la diócesis placentina. 8, 1. 2003. Euros. 80.

Villanueva de la Vera. 10, 12, 2002. Euros. 1. 219.

Villar de Plasencia. 19, 12, 2002. Euros. 20.

Zorita. 30, 12, 2002. Euros. 466, 5

Zorita. 10, 1, 2003. Euros. 98, 38.

Oct 012003
 

Valentín Soria Sánchez.

En el seminario de Plasencia al venir de la Universidad Gregoriana de Roma Francisco Fernández Serrano explicó lecciones de lengua latina. También tuvo clases de lengua francesa. Sus alumnos recuerdan lo exigente que se mostraba para el aprendizaje de verbos irregulares, vocabularios y traducciones que restaban tiempo a la preparación de otras asignaturas.

Coincidió en el seminario con el rector Ceferino García Vidal hijo adoptivo de Plasencia y deán del Cabildo que edificó una ermita en San Pedro de Trones pueblo donde nació su sobrino Felipe Fernández, Obispo de Avila y Tenerife.

Durante varios años predicó el novenario de Sagrado Corazón de Jesús en Jaraíz de la Vera, donde estudió la Hoja Parroquial de primeros del siglo XX editada por Marcelo Giraldo Buhavén e investigó en su importante archivo parroquial buscando la partida de bautismo de Gonzalo Correas catedrático de hebreo, de griego y de latín en la Universidad de Salamanca en el siglo XVI, siguiendo ,la documentación de la casa de recreación de los jesuitas de Plasencia en la finca denominada de La Magdalena junto en el camino viejo desde Jaraíz a Garganta la Olla Yuste. Esta comarca era la provincia de la Vera en expresión de Gabriel de la Berrueza del siglo XVII.

Fue destinado a la iglesia de San Francisco de Trujillo.

Al ganar las oposiciones de archivero de Zaragoza se trasladó en 1951 a Zaragoza. En el Congreso Internacional de Pueri Cantores le acompañé en itinerarios monumentales y artísticos por Aragón. Obtuvo la licenciatura de Filosofía y Letras en dicha Universidad.

Asistió con el extremeño Rodríguez Moñino, de quien era entrañable amigo, a la primera asamblea de Historia de Extremadura que fue el comienzo de los Congresos de Estudios Extremeños orientados y programados por el conde de Canilleros desde Cáceres.

Francisco Elías de Tejada de Granja de Torrehermosa desde su cátedra de Filosofía del Derecho Salamanca mantuvo amistad con Fernández Serrano. Con Mons. Giusti, director del Archivo Secreto Vaticano mantuvo permanente amistad y perteneció a la Asociación Archivística Italiana publicando un artículo sobre el modo de archivar de la Conferencia Episcopal Española.

Recogió bibliografía martirial española y fundando la Asociación Iglesia Mártir instalada en el Seminario metropolitano zaragozano. Editó una lista “Mi biblioteca de Garciaz”, siempre actualizada bibliográfica interesante con cierta periodicidad.

Por los años cuarenta en el barrio Moncloa de Madrid conoció a San José María Escrivá de Balaguer interesándose por la investigación sobre la Abadesa de las Huelgas de Burgos.

Con Fray Antonio de Lugo, prior del Monasterio de Yuste y del Monasterio jerónimo de Javea siguió la biografía y las fundaciones jerónimas de la Madre Cristina de Arteaga que había defendido una tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid sobre el obispo de Puebla en Méjico, Mons. Juan de Palafox muerto en Burgo de Osma y enterrado en Soria. De manos de Antonio Ortiz Muñoz, periodista de Ya y autor del libro de los Caballeros enclaustrados sobre los jerónimos de Yuste entró en la Asociación de Escritores de Turismo de Madrid y luego en la Federación Internacional de Periodistas y Escritores de Turismo con sede en Paris.

Recogió en un libro las condiciones del contrato de edificación de la iglesia de Garciaz en el siglo XVI. Catalogó en un libro la bibliografía que archivaba en su domicilio de Garciaz.

Donó sin compromiso económico alguno un buen lote de libros al archivo municipal trujillano siendo secretario del ayuntamiento de Trujillo Abelardo Muñoz Sánchez.

Como correspondiente de la Real Academia Española estaba preparando temas del Diccionario Biográfico que prepara la Real Academia de la Historia. Varias veces celebró misa en la Real Academia de la Historia por encargo de su secretario el marqués de Salvatierra de Alava, Dalmiro de Válgoma.

El ocho de julio de 1961 en Zaragoza Francisco Fernández Serrano imprimía Yuste, libro de los Caballeros de Yuste, en la página 41 anotaba los Priores del Monasterio de Yuste. Estas cifras y estos nombres los recogemos aquí.

1408. Comienzos de los Ermitaños de Yuste que llegan de Convento de San Francisco de Plasencia a la ermita del Salvador entre Garganta la Olla y Cuacos. Juan de Robledillo. 1415-1417.Fernando de Madrid. 1442. Alonso de Trujillo. 1459-65. Fernando de Valladolid. 1477-83. Nuño de Arévalo. 1508. Fernando de Trujillo. 1534. Jerónimo de Plasencia. 1540. Miguel de Villahoz. 1558. Martín de Angulo. 1567. Antonio de la Carrera. 1568-70. Juan de San Martín. 1576. Miguel de Alaejos. 1580. Bartolomé de Ribera. Finales del siglo XVI. Diego de San Jerónimo de Zúñiga.

Siglo XVII. Juan de Fuensalida. Siglo XVII. Antonio de Belvís. 1620. Luís de Santamaría.1695.Bartolomé López de Aguilar.

1723. Antonio de San Juan.1732. Alonso de la Concepción. 1743-47. José de Santa María. 1768. Rafael de Zorita. 1587. Antonio de la Encarnación.

Siglo XIX. Francisco de San José. 1806. Francisco Parras. 1836. Eugenio Delgado.

Restauración del Monasterio de Yuste. 1958. Antonio de Lugo. Francisco de Córdoba. Ángel de Bilbao. José María de Madrid. Ignacio de Madrid. Francisco de Andrés. Rafael. Francisco Vázquez. Ignacio de Madrid. Rafael. Francisco de Andrés.

Francisco Fernández Serrano en el libro Yuste, Zaragoza, 1961 en la página 41 copia la carta que el obispo de Plasencia dirige el ocho de julio de 1706 desde el Monasterio de Yuste. Entresacamos algunos datos. Actualizamos a veces la ortografía.

Dice así el texto recogido por Francisco Fernández Serrano en el Archivo Capitular de Plasencia:

Presente tiene V.S. como aviendo desamparado nuestro exército en los últimos de abril essa Ciudad (de Plasencia) con la zercanía de las tropas de los Cooligados se dio por V.S. la obediencia al mismo señor Archiduque(de Austria, contrario a Felipe V de Borbón)y que se bolbió el nuestro a la Ciudad y entonces ratificó V.S. su obediencia y fidelidad al Rey nuestro Señor en cuio estado le encuentra: V.S. el asunto de las cartas faltando oy el motivo que en la ocasión antezedente precisó V.S. a dar la obediencia al Señor Archiduque por hallarse muy apartados sus exércitos. Esto supuesto soi de sentir que V.S. responda a las cartas expresando en ellas su deseo y resinazión en obedecer y proclamar por su Rey al Príncipe que Dios, rey de los reyes, dispusiese por su altísima providencia y que para deliberar en el contenido delas cartas y hazer participante del a toda la tierra y Jurisdicción necesita V.S. algunos días y que así suplica a Sus Excelencias tengan por bien conceder a V.S. el corto término de otro correo en que se dará positiva respuesta. Deberá V.S. despachar persona de toda diligencia a la posta al Rey Nuestro Señor dándole cuenta V.S. y remitiéndole copia de las cartas para que sirva ordenar a V.S. lo que deba executar en este caso. San Jerónimo de Yuste, julio ocho de1705. Joseph Gregorio, Obispo de Plasencia.

Francisco Fernández Serrano en el libro Yuste de 1961 en la página 47 habla de las reinas viudas de Francia y Hungría hermanas del Emperador que residían en Yuste. Se trata de la narración de un viaje desde Zaragoza a Yuste de un enviado del arzobispado zaragozano para cumplimentar al Emperador Carlos V y Leonor de Francia y María de Hungría. Escribe de su llegada a Yuste:

Volví a palacio y me fui a las Reynas a donde me guió Rentería capellán de la Princesa y por su medio otro capellán que estaba para dezir missa a las Reynas me informó dónde me devía poner para cuando saliesen a la missa y cómo la de Francia estava vestida de blanco y la de ungría de negro.

Y así como salieron antes que se arrodillasen en el sitial a donde las dos juntas oyan la missa y hecho mi acatamiento dixe lo que era mandado.

Su Magestat no dava en la cuenta de la persona del Arzobispo hasta que yo le dixe cuan próximo pariente de Su Majestad y nieto del Rei Católico y opido esto y el nombre de D. Fernando de Aragón la reyna de Francia luego diño en la cuenta y hecho señal por la de ungría para que la de Francia respondiese, que es la mayor, dixo:

Tenemos bien creido que el Arzobispo se ha holgado con la venida de Su Magestat en estos Reynos y con la nuestra y le agradecemos su visita y si alguna cosa le cumpliera se hará con toda voluntad.

Ya las havía dado a cada una su carta y así hecho mi acatamiento me aparté y ellas oyeron su missa.

Yo después de haver estado en la primera missa de la princesa la cual ella no oye sin o sus damas fuime a la asignación del emperador.

A donde luego aquel alabardero me opuso en la cuadra a donde Su Magestat havía de oir la missa y con el capellán que aguardava para la decir al qual entre otras cosas pregunté si su majestad oya bien. Respondió: Todos sus sentidos tiene tan vivos y tan enteros quanto jamás los tuvo, essos y el pico no hay mas que pidir.

Antes de que Su Majestat saliesse a oir la missa salió aquel camarero que me havía asignado la hora y preguntó si estaba yo allí y luego me fue dicho: Que Su Majestat enviaba a lo saber y assí cundo ovo de sallir Su Majestat yo me salí a otra pieza mas afuera porque dicen que no huelga que cuando salle haya sino los del servicio en aquella.

Luego que se ovo sentado ya que por sus indisposiciones oye la missa sentado, él mesmo me mandó llamar.

Entré y hecho mi acatamiento puesto de rodillas le poden la mano. Tenía puestas las manos en las mangas y no me la dando después de pidido dos vezes besele el brazo y dixe lo que me fue mandado. Dile la carta la qual tomó con su mano y luego que yo me ove levantado la leyó y yo me salí muy pagado.

Y su majestat oída su missa comió y luego después de comer se partió, que la gente había ya antes que su majestat comido.

El Emperador Carlos Quinto de retruxo al monasterio de Yuste en la Vera de Plasenzia que es de la Orden de Sant Jerónimo no con hábito ni profesión de fraile sino con hábito de un viejo lego con una repeta como sotana de paño negro afforrada le vi yo y las manos puestas por las mangas sin guantes.

Yo me partí de Valladolit para Zaragoza, jueves a doze del mesmo (noviembre) con respuesta por carta y de palabra de las reynas de Francia y de ungría para el Arzobispo mi señor con sobrescripto que dizía: Al Ilustre y muy Reverendo in Christo padre, el Arzobispo de Zaragoza, nuestro caro primo y amado tío.

Llegué a Zaragoza a 19 de noviembre con mucha nieve y salud gracias por todo al Señor y el Señor Arzobispo mostró quedar contento de lo hecho.

BIBLIOGRAFÍA:

Artistas del libro litúrgico en Plasencia. Valladolid. 1950

La imprenta de Plasencia hasta la muerte de Fernando VII (Badajoz, 1952)

Mons. Benavides Checa Historiógrafo.

Montaña y turismo. Navalmoral de la Mata. 1964.

L’insegnamento dell’archivistica ecclesiastica della Spagna e del Portogallo. Roma. 1963.

Conferencias episcopales y archivos eclesiásticos. Roma. 1964.

Cinco cartas escritas en Trento durante el Concilio de Trento. Trento, Italia. 1965.

Cinco canónigos cesaraugustanos. Zaragoza. 1966.

Un poeta español del siglo XVI. Hernando Afrodiseo de Aragón. Zaragoza. 1969.

Obispos Auxiliares de Zaragoza. Hispania Sacra. 1969. CSIC. Madrid.

Ermitaños en Extremadura después de la Reconquista. Pamplona. 1970.

Fray Ramón Pané, primer ermitaño del Nuevo Mundo. Pamplona. 1970.

Obispos auxiliares de Plasencia. Hispania Sacra. CSIC. Madrid. 1971.

El último obispo de Telde. Fray Jaime Olzina en 1411. Las Palmas de Gran Canaria. 1971.

Nuevos datos sobre obispos auxiliares de Plasencia. Hispania Sacra. CSIC. 1972.

Yuste. Real Asociación de Caballeros de Yuste. Editorial El Noticiero. Zaragoza. 1961.

Historia de la Virgen del Puerto, patrona de Plasencia. En colaboración con Antonio Sánchez Paredes y José María Barrio. Zaragoza. 1962.

Prólogo al Resumen de Derecho Canónico de Valentín Soria. Editorial El Noticiero. Zaragoza. 1962.

Prólogo al libro Israel, hoy de Valentín Soria. Editorial El Noticiero. Zaragoza. 1967.

Yuste. Libro de Homenaje a Francisco Fernández Serrano por Medalla al Mérito Turístico. Impreso Tanagra por Tico Medina. Madrid. 1964.

El médico Felipe León Guerra Cumbreño. (1807-1890). Escritor guadalupense. Guadalupe. 1995.

Quattro canonici cesaraugustani al concilio de Trento. En colaboraciñon con Cesare Malfatti. Trento. 1970.

Preparaba Francisco Fernández Serrano los siguientes trabajos de investigación.

Monasterios catalanes en el obituario del Pilar de Zaragoza.

Cronología de las fundaciones cistercienses catalanas en un manuscrito de Hernando de Aragón, arzobispo de Zaragoza.

Hernando de Aragón, arzobispo de Zaragoza, escritor y virrey de Aragón. Tesis de licenciatura en la Universidad de Zaragoza.

Escritores de Guadalupe del siglo XIX.

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