Oct 011985
 

Reyes Sancho Curto

Autoridades, señoras, señores y simpatizantes del CIT aquí presentes. Mi más cordial saludo.

Como novel en éste Centro y en los Coloquios Históricos de Extremadura, me van ustedes a permitir disertar o exponer con humildad y mi poca elocuencia, unas palabras sobre el primer libro que he escrito titulado “Historias y Aventuras de la Caza”.

En él narro las aventuras ocurridas a un grupo de amigos durante la práctica del deporte de la caza en nuestra región extremeña durante los años de 1940 a 1960 y que, por aquél tiempo, se le llamó “el deporte rey”. Igualmente se narran en el libro historias y leyendas oídas a nuestros mayores; particularmente de pastores y hombres del campo. Abarca el tema de la caza menor en sus distintas variedades tan abundante en nuestra región de Extremadura, sobre todo al comienzo de los años cuarenta, tiempos en los que la caza, además de ser un bonito y sano deporte, fue el sustento y manutención de muchas familias antes de que en nuestro tiempo, terminara convirtiéndose en un deporte y, además, caro.

En el libro dedico especial atención a las aves migratorias, particularmente a la Paloma Torcaz por ser la más numerosa. Posteriormente, toco el tema de la Caza Mayor en sus distintas especies; particularmente la del Ciervo y Jabalí.

Algunas de las historias van acompañadas de acertijos y refranes castellanos y extremeños, con lo que pretendo dar a estas narraciones un interés y un gusto mejor que poco a poco va paladeando sin darse cuenta el lector.

Como colofón, lleva acoplada al final del mismo una poesía del insigne y gran poeta José María Gabriel y Galán; poesía que dedico a mi abuelo materno por la buena amistad que tenía con él, y porque además era un aficionado al deporte de la caza Ignoro si esta poesía está dentro de la colección del poeta o no, lo que sí puedo asegurar es que la citada poesía estuvo vagando por mi casa durante muchos años y que yo, que la leí varias veces, pude comprobar que la dedicatoria estaba rubricada de puño y letra de tan insigne poeta. Después pasó a manos de los hijos de mi Abuelo (q.e.p.d.) alguno de los cuales ya ha fallecido igualmente, y no he vuelto a saber más de dicha poesía, conservando por mi parte solamente una copia hecha por mí a máquina, por aquellos entonces.

Hablando nuevamente del libro, yo lo dividiría en tres partes. La primera comprende las narraciones de como unos adolescentes se aficionan al deporte de la caza; terminando con una narración donde uno de los adolescentes disfruta un permiso de verano en una finca situada entre las Sierras de las Villuercas y Sierras de Guadalupe, siendo tal su impresión de aquella flora y de aquellos parajes tan indómitos que le llevan a exclamar la frase de: “ Esto es el Paraíso Terrenal”.

La segunda parte del libro comprende desde las aves migratorias hasta la caza menor. Aquí se hace un estudio de porqué en los últimos treinta años, estas aves se han multiplicado y han entrado tantas a invernar en nuestra Península Ibérica, así como sobre los modos y maneras que hay de cazarlas. En la caza menor se dan consejos de cómo deber de cazarse, y cómo es fácil aumentar estas especies, particularmente en nuestra región.

La tercera parte en la que divido el libro, comprende el tema de la caza mayor; y en él estudio cómo y porqué se ha multiplicado tanto estas especies en nuestra Región extremeña, y analizo los motivos más principales que han influido en ello.

Al narrar una aventura vivida por el grupo de amigos cazadores en una finca de Extremadura donde un Jabalí salta de la cama -a unos veinte metros escasos de ellos- y dudan si es un Cerdo o un Jabalí; momento que aprovecha el animal para huir, les explico la bonita poesía a la que antes hacía referencia, del gran poeta que fue José María Gabriel y Galán y que viene a cuento con el caso del jabalí echado en la cama. La citada poesía se titula “Recuerdos de una Catástrofe”. En ella el insigne poeta narra cómo un cazador, que presumía de ser el mejor, tiró a un jabalí echado en la cama y se lo dejó ir, sin tan siquiera tocarlo.

Y para no cansarles más, queridos asistentes de estos coloquios, os diré que, particularmente, creo que el libro es comercial, que es entretenido, sobre todo para aquellos que les guste el campo y la caza; y que mi deseo es que si alguno de ustedes puede orientarme, me diga lo que tengo que hacer, o a quien tengo que dirigirme para poder publicarlo y después poder venderlo. Les quedaré sumamente agradecido.

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