Mar 032014
 

José Luis Barrio Moya.

Institución de Estudios Complutenses

       El dia 31de diciembre de 1738, y una vez ya casados, se firmaron las capitulaciones matrimoniales entre el caballero extremeño Don Josè Banfi y Parrilla y la dama madrileña Doña Manuela Montoya y Banfi, seguramente prima suya. Don Josè Banfi y Parrilla habìa nacido en la localidad cacereña de Trujillo, siendo hijo de Don Juan Bautìsta Banfi, natural de Madrid “del Consejo de Su Magestad, su oidor en el tribunal de la Contratacion de las Indias” y de Doña Josefa Parrilla y Montoya , nacida en la poblaciòn toledana de Escalona. Por su parte Doña Manuela Montoro era natural de Madrid, nacida en el seno del matrimonio formado por Don Marcos Antonio Montoro, natural de La Coruña “diocesis del arzobispado de Santiago, reino de Galicia”, quien fue ”secretario de Su Magestad y ofizial maior de la secretaria del Despacho Universal de la Guerra”, y de la dama madrileña Doña Laura Polonia Banfi, ambos ya difuntos cuando se hija contrajo matrimonio.

         En las citadas capitulaciones Don Josè Banfi confiesa que es “secretario de Su Magestad con ejercicios de decretos en la secretaria del despacho universal de Yndias”, cargo este que le producìa muy saneados ingresos. Asimismo declara que “cuando se trato el matrimonio con Doña Manuela Montoro, su tio y tutor, Don Germàn Parcelia y Montoya, “capitan de cavallos, cavallero de campo de Su Magestad y furrier mayor de sus Reales Cavallerizas le prometio que llevaria su sobrina como dote la cantidad de detecientos y veinte mill reales de vellon poco mas o menos” (1). En aquella cantidad se incluìa el valor de una casa “que sirve de cochera, cavalleriza y pajar” situada en la madrileña calle del Molino, asi como lo que importò la tasaciòn de los “trastos de omenage de casa, bestidos , ropa blanca de lana y seda, tapiceria, plata labrada, oro, diamantes, perlas, aljofar, china, charol, libros, reloxes, armas, trastos de cozina, coche, mulas, guarniciones, dinero y creditos”. A tenor de todo lo antecedentemente expuesto el caballero trujillano hizo una muy ventajosa boda.

Doña Manuela Montoro llevò en su dote una selecta colecciòn artìstica formada por 105 pinturas, una escultura de Santa Teresa de Jesùs, tasada en 1100 reales, un relicario de coral y bronce, ocho “targetas doradas con su figura de marfil en cada una” y dos paises o “fabulas bordadas en tafetan amusco”.

La temàtica de las pinturas era de lo mas variado puesto que se registraban escenas religiosas y de gènero, paisajes, bodegones, alguna mitologìa, batallas, seis cuadros con”los triunfos de Alejandro” y retratos, entre ellos uno de Felipe V a caballo “hecho en plima a pergamino” y los muy curiosos de Alfonso X el Sabio, Pedro el Cruel y Maria de Padilla. Singular importancia tenìan “dos laminas en lapiz lazuli, la una del Bautismo de Xpto y la otra de la huida a Ejipto con piedras esquisitas en sus marcos de evano ochavados”, valoradas en la elevada cantidad de 3000 reales de vellòn. Por lo que respecta a los autores de las pinturas el anònimo tasador menciona originales de Mateo Cerezo, Lucas Jordan y David Teniers.

PINTURAS.-

– Primeramente una hechura de bulto de Santa Theresa de Jesus con tres angeles y su arco de diversas flores, 1100 rs.

– yd otra pintura de San carlos borromeo contemplando a Xpto en el sepulcro, de dos varas y media de alto y dos varas poco menos de ancho con su marco dado de negro y filete dorado, 200 rs.

– yd un retrato o pintura de la adultera, de dos varas de alto y tres de ancho con su marco negro y filete dorado, 1100 rs.

-yd otra pintura de Santiago, de dos varas y media de alto y siete quartas de ancho, con su mkarco negro y filete dorado, 240 rs.

 

– ytt una pintura de un Santisimo Xpto de Burgos orixinal de Matheo Zerezo, de dos varas y media de alto y siete quartas de ancho con su marco negro y filete dorado, con esquinazos y tergetas tanvien dorados, 400 rs (2).

– otra pintura de San Martin, de vara y dos tercias de alto y vara y quarta de ancho con su marco dorado, 240 rs.

– otra pintura del nacimiento hecha por Jordan, de vara y media tercia de alto y vara y octava de ancho con su marco dorado, 600 rs (3).

– unos patines, de tres quartas de alto y poco menos de vara de ancho con su marco dorado, 300 rs.

– un quadro de arboles, apaisado, de vara y media de ancho y tres quartas y media de alto con su marco negro a lo antiguo, 30 rs.

– una pintura de Santa Barbara prediziendo el martirio, de poco menos de dos varas de alto y vara y terzia de ancho con su marco negro a lo antiguo, 100 rs.

– otra pintura de Nuestra Señora, San Joseph y el Niño, de vara y media de alto y vara y quarta de ancho con su marco negro antiguo, 100 rs.

– otra pintura de un Santisimo Xpto en el sepulcro, de vara y media de ancho y cerca de cinco quartas de alto con su marco negro antiguo, 120 rs.

– otra pintura de San Antonio en el desierto apaisada, de vara y quarta de alto y vara y media de ancho con su marco negro y filetes de pino sin pintar, 120 rs.

– una pintura de la huida de Egipto apaisada, de zerca de dos varas de alto y vara y quarta de ancho con su marco negro antiguo, 30 rs.

– otra pintura del Dilubio universal apaisada, de vara y quarta de alto y una y dos tercias de ancho con su marco dorado a lo antiguo, 45 rs.

– un Exce omo mui maltratado, de zerca de dos varas de alto y poco menos de vara y quarta de ancho con marco negro antiguo, 60 rs.

– una pintura de Nuestra Señora con el Niño en los brazos, de dos tercias de alto y media vara de ancho con su marco negro y filete dorado, 60 rs.

– un quadro apaisado pintado en el unos ladrones, de media vara de alto y tres quartas de ancho con su marco negro y filete dorado, 100 rs.

– otro quadro de unos pastores igual en todo al antecedente, 100 rs.

– una pintura de Nuestra Señora dando de mamar al niño y San Joseph, de tres quartas de alto y media vara de ancho con su marco negro, 60 rs.

– otro quadro de unos ladrones apaisado pintura en tabla, de dos tercias menos dos dedos de alto y tres quartas de ancho, con su marco de evano, 120 rs.

– otra pintura del niño Dios y San Joseph, de vara menos dos dedos de alto y dos tercias de ancho con su marco negro y filete dorado, 60 rs.

– otra pintura de Nuestra Señora dando el pecho al niño correspondiente en todo a la antecedente, 50 rs.

– un retrato de Don Pedro el Cruel, de tres quartas menos dos dedos de alto y media vara y un dedo de ancho con su marco negro y perfil dorado, 120 rs.

– otra retrato de Doña Maria de Padilla del propio tamaño y marco que la antecedente, 60 rs.

– un quadro apaisado de unos pastores, de vara menos ochava de alto y vara y quarta de ancho con su marco negro y filete dorado, 200 rs.

– seis triunfos de Alejandro con sus marcos dorados, lamina de papel de ymprenta con vidrios de cristal por delante, 600 rs.

– una pintura de Santa Rosa de Lima en cobre con su marco de evano bronceado de medida regular, 300 rs.

 

– otra lamina en cobre del propio tamaño y marco que la antecedente del Nacimiento del niño Dios, 600 rs.

– dos laminas en lapiz lazuli, la una del Bautismo de Xpto y la otra de la huida de Egipto con piedras esquisitas en sus marcos de evano ochavados, 3000 rs.

– una lamina de la Encarnazion del hijo de Dios ochavada en piedra con su marco de evano, 200 rs.

– dos laminas de cobre con su vidrio delante, la una de San Marcos y la otra de San Luis, con marco de evano, de una tercia de alto y un jeme de ancho, 400 rs.

– una lamina de Nuestra Señora con su hijo difunto de un jeme de alto y medio palmo de ancho, 120 rs.

– otra lamina de Nuestra Señora y el niño Dios del mismo tamaño que la antecedente, 60 rs.

– otra lamina de Nuestra Señora del Sagrario con su vidrio, de una tercia de alto y palmo de ancho, con su marco negro de pino y filetes dorados, 120 rs.

– un relicario de coral y bronzes de la huida de egipto en su caxa con vidrio delante, 3000 rs.

– una lamina de Jesus, maria y Joseph, de una tercia de alto y quarta de ancho con marco negro antiguo ochavado, 100 rs.

– un frutero de abes, de dos terzias de alto y lo mismo de ancho, 15 rs.

– un pais de arboledas pintada una caza en ella, de una bara de alto y dos de ancho con su marco negro antiguo, 30 rs.

– otro pais antiguo en tabla pintado en el un bosque, de dos tercias de ancho y media vara de alto con su marco negro ancho, 30 rs.

– un paisito y en el pintado San Antonio predicando a los pezes, pintura en tabla con su marco dorado, 180 rs.

– otro paisito y en el pintado unos pasageros de la propia calidad que el antecedente, 280 rs.

– un retrato de un joben en lienzo, de una terzia de alto y un palmo de ancho con su marco dorado, 20 rs.

– una lamina de cobre pintado en ella San Antonio con su vidrio xptal, marco negro y filetes dorados, 120 rs.

– otra lamina de San Isidro labrador, de dos tercias de alto y media vara de ancho, con marco negro y filetes dorados a lo antiguo, 60 rs.

– un fruterito de un palmo de ancho y un jeme de alto en tabla, con marco negro y dos filetes dorados, 20 rs.

– dos fruteros con sus marcos encarnados y filetes dorados, de tres quartas de alto y dos de ancho, 200 rs.

– una pintura de un Santisimo Xpto en cobre con la Magdalena al pie de la cruz con su marco de evano, 180 rs.

– una pintura en vidrio de Nuestra Señora con su marco dorado y embutido en vidrio dado de negro con filetes dorados, 600 rs.

– otra pintura y en ella una batalla apaisada, con marco a la moda dado de negro con filetes dorados, 600 rs.

– dos marinas apaisadas, de una vara y dos tercias de alto y dos varas y quarta de ancho con su marco a la moda dado de negro y filetes dorados, 360 rs.

– otra pintura de Nuestra Señora de la Concepzion, de vara y quarta de alto y siete quartas de ancho con marco a la moda dado de negro y filetes dorados, 360 rs.

– un quadro apaisado de unos navios, con su marco dorado, de tres quartas de alto y vara y media de ancho, 100 rs.

 

– un retrato del beato Camilo de Lelis, de dos tercias de alto y media vara de ancho con marco dorado, 120 rs.

– una pintura de Nuestra Señora de la Concepzion de vara y ochava de alto y tres quartas de ancho con su marco azul, 100 rs.

– una pintura de Santa theresa de Jesus de a dos varas de alto y vara y quarta de ancho con su marco negro hecho a lo antiguo y filetes dorados, 50 rs.

– otra pintura de Santa Carthalina martir, de vara y media de alto y una menos dos dedos de ancho con marco a lo antiguo dorado, 60 rs.

– otra pintura de Nuestra Señora de Velen en tabla, de dos tercias de alto y media vara de ancho, con marco negro y filetes dorados, 50 rs.

– doze pinturitas en cobre apaisadas, de a tercia de ancho y un jeme de alto con sus marcos negro y filetes dorados, 720 rs.

– un retrato de Don Alonso el Savio en tabla, de media vara de alto y una tercia de ancho, con su marco dorado, 120 rs.

– yt el Dios de las aguas echo a pluma con su vidrio xptal por delante, de poco mas de una tercia de alto y una quarta de ancho, con su marco dorado, 100 rs.

– un Apocalipsis de miniatura de una sexma en quadro con su marco de evano y bronzes dorados, 1200 rs.

– una lamina en tabla de un Santisimo Xpto con sus vidrios delante, de una tercia de alto y una quarta de ancho con marco negro tallado de oro, 600 rs.

– una pintura de San Agustin en pergamino con vidrio delante y marco embutido en cristal con filete dorado, 50 rs.

– un retrato o pintura de un pobre pidiendo limosna, pintado en tabla por David teniel, de mas de tercia de alto y una quarta de ancho con su marco dorado, 600 rs (4).

– ocho targetas doradas con su figura de marfil en cada una , 4800 rs.

– un Exce omo en pergamino cortado, con marco dorado y vidrio delante, 15 rs.

– una pintura de Nuestra Señora de los Dolores en pergamino cortado con su marco dorado y vidrio delante, 15 rs.

– una papelera pintada en lienzo de vara de alto y tres quartas de ancho, 600 rs.

– una pintura de Nuestra Señora de Mejico en bastidor, sin marco, de vara y media quarta de alto y dos tercias de ancho, 50 rs.

– un retrato de un viejo bestido de garnacha con los guantes en una mano, de cinco quartas de alto y una vara de ancho con su marco negro cubierto de evano, 300 rs.

– un retrato de una vieja con una pluma blanca en la mano correspondiente en todo al retrato antecedente, 300 rs.

– otro retrato de una muger vestida de encarnado con su canastillo de rosas en una mano y en la otra una rosa, con su marco negro, de vara y media de ancho, 60 rs.

– un retrato de una muger bestida de blanco, sentada en una silla encarnada con un ramillete de flores y rosas en la mano del propio tamaño y marco que la antecedente, 60 rs.

– otro retrato de una muger bestida de negro con una rosa encarnada en la mano del propio tamaño y marco que la antecedente, 120 rs.

– otro retrato de una muger vestida de blanco recogiendose la falda, del mismo tamaño y marco que las antecedentes, 120 rs.

– un retrato de un hombre vestido de negro con espadin y baston, balona y bueltas de encajes, ygual a los antezedentes en alto, ancho y marco, 50 rs.

– un paisito en tabla y en el pintado un hilanderode media vara de ancho y una tercia de alto con  marco negro y filete dorado, 120 rs.

 

– un paisito en tabla pintado en el una batalla del propio tamaño y marco que la antecedente, 100 rs.

– dos paises o fabulas bordadas en tafetan amusco, de media vara de ancho y una quarta de alto con marcos dorados y sus xpistales delante, 360 rs.

– dos laminas barnizadas, de media vara de ancho y una tercia de alto con sus marcos dorados, 60 rs.

– dos paisitos de pluma, de una tercia de ancho y ocho dedos de alto con sus cristales delante y marcos delante, 60 rs.

– otros dos paisitos de pluma desiguales , en el uno un hombre dormido y en el otro varias frutas, con sus xpistales delante y marcos tallados y dorados, 60 rs.

– un retrato del señor Phelipe quinto a cavallo hecho en pluma, en pergamino, de media vara de alto y una tercia de ancho con su xptal delante, marco azul y filetes dorados, 40 rs.

– un fruterito en tabla con su marco negro y filetes dorados, 20 rs.

– un quadro de nueve dedos de alto y ocho de ancho pintado en el unos borrachos dandose puñadas, con su marco dorado, 360 rs.

MADERA.-

Doña Manuela Montero llevò a su matrimonio con el hidalgo extremeño toda una serie de muebles tales como sillas de red, tabuertes de estrado, bufetes de nogal embutidos en concha, papeleras asimismo de nogal, alacenas de pino, varias mesas, cofres, camas y catres. Destacaban por la riqueza de sus materiales los siguientes muebles:

– dos escriptorios de Valladolid embutidos en concha y bronceados con sus mesas y pies de nogal, 480 rs.

– dos escriptorios grandes embutidos en raiz de olivo con sus pies de pino dados de negro, 1000 rs.

– una arca de caoba con pie de pino dado de negro y sus tres vidrios cristales, la misma en la que esta metida Santa theresa, 1200 rs.

– una urna de evano con su vidrio y dentro de ella un Santisimo Xpto en piedra, 100 rs.

– un espexo de vara y tercia de alto la luna y vara menos tres dedos de ancho con su copete grande dorado embutido en el con su figura y un arbol, su marco dorado y colgados sus vidrios embutidos en ellas, 1800 rs.

– otros dos espexos yguales de vara y quatro dedos de alto la luna y tres quartas y tres dedos de ancho con sus marcos, copetes y colgaderos y flores de vidrio adiamantado con su figura en cada copete, 2400 rs.

CHAROL.-

– ytt doze platillos de charol con onze jicaras de lo mismo, 368 rs.

– una frasquerita encarnada de charol larga para diferentes chucherias, 120 rs y 16 maravedis.

– una caja redonda negra de charol, 48 rs.

– dos onzas de charol con sus tapas de lo mismo, 64 rs.

– dos escudillas de charol con sus tapas de lo propio, 48 rs.

– un tocador azul de charol con su espejo dentro y todos sus miriñaques, 256 rs.

– otro tocador de charol encarnado con su mesa y espejo correspondiente de lo propio, 830 rs.

– otro tocador de charol encarnado con su espejo y su mesa, 256 rs.

– una mesita cafetera encarnada, 60 rs.

– un ramilletero encarnado de charo, 150 rs.

– quatro ramilleteros de lo propio mas pequeños, 224 rs.

– otros quatro ramilleteros de charol encarnado medianos, 288 rs.

– dos vandejas verdes de charol ochavadas, 60 rs.

– otras dos vandejas negras de charol quadradas, medianas, 80 rs.

 

– dos vandejas negras de lo propio maiores que las antezedentes, 112 rs.

– otra bandeja negra de charol quadrada con sus pies, 180 rs.

No podìa faltar en la dote de una dama del siglo XVIII una gran cantidad de vestidos y ropa de casa y Doña Manuela Montero no era una excepciòn. De esta manera se citaban entre sus bienes colchones, sàbanas, servilletas, toallas, manteles, colchas, paños de mano, etc. De todo ello sobresalìan “un trage de casa y brial de raso de China, color de caña bordado de sedas de China”, tasado en 1000 reales y, sobre todo, “una colgadira de cama ymperial bordada sobre raso liso blanco perfilado de seda negra y formada con blanco, el campo bordado de una cadeneta con unas florezitas encarnadas de raso liso formadas con blanco y unos quadros redondos con dorado y toda ella sin forro como sale del bastidor”, que alcanzò una valoraciòn de 10000 reales de vellòn.

TAPICERIA.-

– una tapiceria fabricada en Amberes, bien tratada y buenos coloridos Historia de Dario, que tiene de caida cinco anas y de corrida cinquenta y siete anas y media, cuia tapiceria se compone de diez paños, 14275 rs.

– quatro sobrepuertas, que las dos estan cosidas una con otra y una columna pintada sobre tela de manteleria forrrado todo en Angulema y todas cinco piezas calen, 200 rs.

– un paño desermanado entrefino de figuras grandes que tiene de caida cinco anas y de corrida tres y media, 525 rs.

– un paño de gorrillas vien tratado, de cinco anas de caida y nueve de corrida, 675 rs.

– una alfombra turca entera de pelo y de buen colorido, que tiene de largo cinco varas menos tercia y de ancho quatro menos quarta, 875 rs.

– una alfombra de catalufa nueva forrada en Angulema que tiene quarenta y una vara de dicha tela, 984 rs.

– dos alfombras, la una grande y la otra pequeña, 300 rs.

– un retrato de Phelipe quinto de tapizeria fino, que tiene de alto una anna y de ancho annas menos sexma con su marco dorado, 360 rs.

Dentro del apartado de “china” se incluìan ensaladeras, jarros, cuencos, vinageras, jìcaras, platos, escudillas, frascos, dos vasos de porfidio, varios objetos de cristal, asi como dos tibores grandes de China, tasados en 15000 reales y “una fuente de alabastro quese compone de nueve piezas aconchada”, que lo fue en 90 reales. Se registraban ademas los siguientes “barros”.

– tres tinajas de barro de Guadalajara de las Yndias, 45 rs.

– dos dozenas de barros de distintos tamaños y colores, 240 rs.

– dos barros pequeños de sigilata, 30 rs.

LIBROS.-

Doña Manuela Montero llevò a su matrimonio una pequeña biblioteca formada por 90 tomos, y aunque se registraban en ella algunas obras de devociòn y varias vidas de santos, lecturas comunes a las mujeres españolas de los siglos XVII y XVIII, creemos que la librerìa en cuestiòn perteneciò a su padre, Don Marcos Antonio Montero, y que ella recibiò como herencia. Basamos esta hipòtesis en el hecho de que junto a las obras arriba mencionadas se encontraban otras con temas militares, jurìdicos, administrativos, matemàticos y genealogicos, entre ellas las Reflexiones militares, del vizconde del Puerto, que para nada se puede interpretar como lectura femenina.

Los autores representados eran Felipe de Comines, el padre Feijòo, Nicolas Caussìn, Sor Maria de Agreda, Juan de Ferreras, Josè Barcia, Antonio Alvarado, Diego de Castejòn, fray Francisco de los Santos, etc. Como algo curioso a destacar es la presencia de un libro manuscrito que lleva el sugerente tìtulo Mahoma y Lutero.

– yd tres tomos en quarto de la Explicacion de la doctrina xptiana dividida en platicas y puestos dichos tres tomos en pasta, en quarto, 50 rs.

 

– nuebe thomos en quarto puestos en pasta intitulados reflexiones militares del vizconde del Puerto (Alvaro NAVIA Y OSORIO, vizconde del PUERTO.- Reflexiones militares, Madrid 1724), 180 rs.

– un tomo en quarto puesto en pasta intitulado Historia ytaliana en el mismo idioma, 10 rs.

– otro libro intitulado traslazion del Santisimo Sacramento al templo de Nuestra Señora de el Pilar de Zaragoza asimismo en quarto, 6 rs.

– otro libro intitulado Primacia que goza la Santa Yglesia de Tholedo en marquilla puesto en tafilete (Diego CASTEJON Y FONSECA.- Primacia de la Santa Iglesia de Toledo defendida contra las impugnaciones de Braga, Madrid 1645), 50 rs.

– otro libro intitulado Cathalogo de los ilustres duques y condes de francia en quarto puesto en pasta, 12 rs.

– otro libro de a folio puesto en pasta intitulado Descripzion del real monasterio del Escorial (fray Francisco de los SANTOS.- Descripciòn brece el monasterio de San Lorenzo el Real del Escorial, Madrid 1657), 20 rs.

– otro libro en octavo puesto en tafilete intitulado Comercio de Olanda, 15 rs.

– otro libro en octavo puesro en pasta intitulado Ordenanzas de Luis dezimo quarto en idioma frances, 4 rs.

– otro libro instruccion de la navegazion en idioma ytaliano con sua mapas, de papel de marca, 6 rs.

– otro libro de a folio intitulado Abreu sobre bacantes en Yndias, 20 rs.

– otro libro intitulado las memorias de felipe de Comines, tomo primero (Felipe de la CLYTE, señor de COMINES.- Memorias, Paris 1529), 20 rs.

– otro libro Scritura de los servicios de veinte y quatro mill millones en folio del año de setezientos y diez y seis, 15 rs.

– otro libro en folio intitulado nuevo aranzel para secretarias y demas ofizinas de los Consejos, 12 rs.

– otro libro intitulado crisol de la verdad de la causa sin causa sobre la prision del duque de Osuna en folio, 8 rs.

– otro libro yntitulado Silva discurso predicables y politicos, en folio, 8 rs.

– otro libro de a folio intitulado Practica de rentas reales (Juan de la RIPIA.- Pràctica de la administraciòn cobranza de las rentas reales y viruta de los ministros que se ocupan de ella, Madrid 1676), 12 rs.

– otro libro de a folio yntitulado Fueros del señorio de Vizcaya, 10 rs.

– otro libro yntitulado Ypocrates defendido en quarto, 6 rs.

– otro libro en quarto que se yntitula los jovenes jesuitas, 6 rs.

– otros tres libros intitulados Luz de verdades catholicas, 20 rs.

– otro libro en quarto intitulado Teatro critico universal (fray Benito Jerònimo FEIJOO.- Teatro crìtico universal, Madrid 1726), 20 rs.

– otros dos libros en quarto intitulados las palabras de San Pablo (Francìsco de la CRUZ.- Cinco palabras del apòstol San Pablo, Nàpoles 1681), 30 rs.

– un libro en quarto vida de San Agustin por Gante (fray Francìsco Antonio de GANTE.- El monstruo del Africa indefinible. Vida de San Agustìn, Madrid 1720), 15 rs.

– otro libro de a folio intitulado el perfecto artillero, 60 rs.

– dos tomos en octavo yntitulados Historia Sagrada, 8 rs.

– otro libro intitulado ynstruzion de novizios, en octavo, 4 rs.

– otro libro en octavo intitulado avisos importantes a toda la juventud de los que siguen la malizia, 3 rs.

 

– tres tomos en quarto que se yntitulan Corte Santa (Nicolas CAUSSIN.- La Corte Santa, Parìs  1647, Madrid 1654), 12 rs.

– otro libro Mistica ciudad de Dios en quarto, thomo segundo (Sor Maria de AGREDA.- La mìstica ciudad de Dios, Madrid 1670), 8 rs.

– otro libro en octavo intitulado tregonometria para la navegazion, 4 rs.

– otro libro puesto en pasta intitulado bocabulario maritimo, 6 rs.

– seis thomos de a folio intitulados Cronica del Carmen Descalzo, 120 rs.

– otro libro de a folio yntitulado Sermones del padre Pedro del Espiritu Santo (fray Pedro del ESPIRITU SANTO.- Sermones de Jesùs, Maria y Joseph, Madrid 1717), 20 rs.

– otro libro en octavo puesto en pasta intuitulado antifoneras desagravios de fernan gonzalez, 4 rs.

– otro libro de a folio intitulado maoma y Lutero manuescripto, 30 rs.

– otro libro de a folio Regla y establecimiento de la cavalleria de Santiago del espada, 15 rs.

– dos thomos de a folio yntitulados Obras del maestro Alvarado (Antonio de ALVARADO.- Obras completas, Madrid 1717), 40 rs.

– otro libro en quarto intitulado origen de la excma. Casa de Sarmiento, 6 rs.

– otro libro en quarto intitulado Armonica vida de Santa theresa de Jesus escrita por el padre Butron y Mujica (Josè Antonio BUTRON Y MUJICA.- Armònica vida de Santa Teresa de Jesùs, Madrid 1722), 24 rs.

– otro libro que se yntitula Sermones varios de fray Pedro de la Conzepcion carmelita descalzo (fray Pedro de la CONCEPCION.- Sermones varios, Madrid 1717), 6 rs.

– otro libro septimo que se yntitula Reparos istoricos sobre los doze años primeros de la Historia de España (Juan de FERRERAS.- Reparos històricos a los doce primeros años del tomo VII de la Historia de España, Alcalà de Henares 1723), 6 rs.

– otro libro enoctavo que se yntitula Vida de San Millan, 4 rs.

– otro libro en octavo que se yntitula Tratado de la eleccion y metodo de los estadios, 6 rs.

– otro libro en octavo Oya penas de la malizia, 8 rs.

– dos thomos en octavo puestos en pasta intitulados Cartilla politica y cristiana (Diego Felipe de  ALBORNOZ.- Cartilla polìtica y cristiana, Madrid 1666), 20 rs.

– otros dos thomos en quarto que se yntitulan Teatro critico universal, 20 rs.

– otro libro en quarto puesto en pasta que se intitula Zertamen de San Juan de Mata, 8 rs.

– otro libro en quarto que se yntitula Regla de la Maestranza de Sevilla, 4 rs.

– otro libro en octavo dorado en encarnado intitulado ynfamia ilustrada, 10 rs.

– dos thomos de a folio que se yntitulan Sermones Doctrinales en latin por Barcia (Josè BARCIA Y ZAMBRANO.- Despertador christiano de sermones doctrinales, Granada 1677), 60 rs.

– otro libro yntitulado Coronica general de la orden de San Benito por Yepes tomo segundo, zenturia segunda en folio (fray Antonio de YEPES.- Crònica general de la Orden de San Benito, Irache 1607), 15 rs.

– otro libro de a folio intitulado vida de Sor Maria Angela Astarch, 12 rs.

– otro libro de a folio que se intitula Pregmatica de administracion y cobranza de rentas reales, 8 rs.

– otro libro en quarto intitulado Vida y milagros de San Benito (fray Nicolàs BRAVO.- Benedictina en que se trata la milagrosa vida del glorioso Sanb Benito, Salamanca 1604), 12 rs.

– otro libro en quarto que se yntitula las tres Musas de Quevedo (Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS.- Las tres Musas ùltimas castellanas, Madrid 1716), 8 rs.

– otro libro en quarto, thomo primero intitulado Dia espiritual del padre Puente, 6 rs.

 

– otro libro en quarto que se yntitula Panegirico historico moral sobre la vida de San Castrobono, 20 rs.

– otro libro en quarto intitulado Ypocrates aclarado del doctor Bois, 10 rs.

– otro libro en quarto que se intitula Vida del padre Camilo de Lelis (Sancio CHICATELI.- Vida y virtudes del venerable padre Camilo de Lelis traducida del italiano por Luis MUÑOZ, Madrid 1653), 8 rs.

– otro libro en quarto que se intitula Vida de San Felix de Cantalicio, 3 rs.

– otro libro en quarto intitulado Ylustraciones a las maravillas de san Vizente ferrer, 8 rs.

– otro libro en octavo intitulado gritos de las animas del Purgatorio, 2 rs.

– otro libro en quarto intitulado vida de San Serapio, 5 rs.

– otro libro en octabo yntitulado Ferreras contra Ferreras, 6 rs.

Pero ademas de todo lo anteriormente expuesto Doña Manuela Montero aportò a su uniòn con el hidalgo extremeño numerosos trastos de cocina, ropas de casa y vestidos, asi como escopetas, relojes , joyas y objetos de plata, estos dos ùltimos tasados respectivamente por Francìsco Beltràn de la Cueva y Josè Serrano.

ARMAS.-

– una escopeta con su caxa a la romana guarnecida de plata, cañon del maestro tres serras y la llave de Pasqual, 900 rs.

– dos pistolas de los mismos maestros guarnecidas de plata, 1000 rs.

RELOXES.- yd, un relox de sobremesa del maestro Joseph Vindismill, de ocho dias de cuerda con sus movimientos de campana, quartos, dias, de minutos y repetizion con su caxa de charol encarnado y bronzes dorados y sobre caja de camino, 2100 rs.

– un relox de Ginebra con su caxa y muestra de oro, la caxa de afuera tallada y zapeada que dize su autor Vindismill y la cadena con su gancho todo de metal dorado y es de muestra de minutos, quasi nuevo, 1410 rs.

– otro relox antiguo de Ynglaterra con sus dias del mes, pendola y cadena con su caxa y muestra de oro, 480 rs.

– otro relox de repetizion de Ynglaterra del maestro V. Villan Uberter consu cajon, mustra y guarda polbo, todo de plata y todo el vien tratado con su cadena y gancho de plata y nacar, 2100 rs.

PLATA Y JOYAS.-

Dentro de ese apartado se incluìan no sòlo numerosas alhajas, realizadas en oro con diamantes y esmeraldas, sino tambièn muchìsimos objetos de plata, tales como platos, bandejas, macerinas, cocos guarnecidos de filigrana, relicarios, cajas, cucharas, tenedores, vasos, candeleros, cazuelas, cabos de cuchillos, salvillas, flamenquillas, fuentes, escribanias, jìcaras, tinteros, salvaderas, jarros, manillas de aljòfar, rosarios de cocos, frascos, pomos, campanillas, agujas para el pelo, brazaletes, cruces, etc. Pero tal vez la pieza mas sorprendente era una firma de Santa Teresa guarnecida de oro.

El mismo dia 31 de diciembre de 1738 Don Josè Banfi y Parrilla priocedìa a inventarias y tasar los bienes que el mismo poseìa en el momento de contrarer matrimonio,cuya parte mas importante era una copiosìsima biblioteca amen de las pinturas siguientes y otros bienes (5).  PINTURAS.-                                                                                                              primeramente una pintura de Nuestra Señora de la Concepzion de miniatura, obalada, con su xptal y marco dorado, tallado y picado, 240 rs.

– yd otra pintura de Nuestra Señora de Mejico, de dos tercias de alto al olio con su marco dorado, 300 rs.

– yd otra pintura en papel de Nuestra Señora con su xptal y marco dorado, 80 rs.

– yd otra pintura de santa Getrudis en cobre pintada al olio con su marco dorado y cristal, 180 rs.

 

– yd una cara de Dios con su marco de plata, 300 rs.

LIBROS.-

La librerìa que Don Josè Banfi poseìa en el momento de su matrimonio estaba formada por un total de 457 tomos a los que habìa que sumar “diferentes libros de Cizeron” y “otros libros sueltos en pergamino”. A juzgar por sus libros el caballero trujillano fue un entusiasta de la cultura clàsica greco romana y asi se registran en su biblioteca las obras de Homero, Jenofonte, Aristòteles, Luciano, Tucìdides, Plutarco, Cornelio Tàcito, Lucano, Julio Cèsar, Justino, Trogo Pompeyo, Flavio Josefo, Tito Livio, Terencio, Cayo Plinio, Ovidio, Ciceròn, Quinto Curcio y todas las de Sèneca, incluidas sus tragedias, y la biografìa del filosòfo estòtico escrita por Juan Pablo Màrtir Rizo. 

Muy aficionado a la Historia se registraban en su biblioteca las obras de Ambrosio de Morales, Floriàn de Ocampo, Esteban de Garibay, Juan de Mariana, Pedro Abarca, Jerònimo Zurita, Hernando del Pulgar, Vicente Baccallar y Sanna, Enrico Caterino, Luis de Màrmol, Paulo Giovio, Bernardino de Mendoza, Carlos Coloma, Francìsco Manuel de Melo, Francìsco de Moncada, Martìn Martini, Juan de Palafox, Juan Haller, Pedro de Salazar, Pedro de Mendoza, Juan Botero, etc. Aquella aficion por la Historia se extendiò por la de Amèrica y demas posesiones españolas por lo que Don Josè Bafi coleccionò los libros de Antonio Herrera, Gonzalo Fernàndez de Oviedo, Alvar Nùñez Cabeza de Vaca, Bernal Dìaz del Castillo, Antonio de Solis, Luis Hennepin, Alonso de Ovalle, fray Bartolomè de las Casas, Francìsco Lòpez de Gòmara, Antonio de Morga, Alejandro Olivier, etc.

Muy numerosas eran las obras “lùdicas” en donde se englobaban poesìa y teatro,. Dentro de la primera figuraban las de los mas grandes poetas, españoles y europeos de los siglos XV, XVI y XVII, tales como Alonso de Ercilla, Pedro de Oña, Juan de Mena, Jorge Manrique, Juan Boscàn, Garcilaso de la Vega, Torcuato Tasso, Luis de Camoens, Fernando de Herrera, Gabriel Bocangel, Sor Juana Inès de la Cruz, Francìsco de Bances Candamo, etc. Por lo que respecta a  teatro poseìa las comedias de Calderòn y Solìs, la incalificable Celestina, de Fernando de Rojas y la Cinna de Corneille, entre otras. Asimismo se contabilizaban varias biografìas como la del romano Mecenas, Tomàs Moro, Carlos V, San Agustìn, Alejandro Magno, sin que faltase la de Diego Garcìa de Paredes, “el Sansòn extremeño”, escrita por Tomàs Tamayo de Vargas.

Apasionado por la literatura de viajes contaban con obras de aquel gènero tan significativas como las de Marco Polo, Pedro Teixeira, Fadrique Enrìquez de Rivera, Fernàn Mèndez Pinto y Juan de Persia.

Pero ademas de todo ello tuvo las obras de Cervantes, Lope de vega, Gòngora, Graciàn, Quevedo, Saavedra y Fajardo, Santa Teresa de Jesùs, varias novelas picarescas, como la Vida del escudero Marcos de Obregòn, de Vicente Espinel, la de Estebanillo Gonzàlez y La picara Justina.

Poseyò tambièn obras significativas de San Agustìn, San Ambrosio, Tomàs de Kempis, fray Antonio de Guevara, Bossuet, los Emblemas de Alciato, las Agudezas de Juan Owen, las Aventuras de Telemàco, de Fenelòn, la Mìstica ciudad de Dios, de Sor Maria de Agreda, el Catecìsmo històrico, de Fleury, la Arcadia, de Jacobo de Sannazaro, el Pastor Fido, de Guarini, los Proverbios Morales, de Juan de Barros y un largo etcetera que a continuaciòn reseñamos.

LIBROS DE A FOLIO.-

– yd la Biblia sacra dos thomos con sus laminas que manifiestan los mas misterios y al fin tablas geograficas cronologicas las del Breviario y otros con yndizes biblicos por el padre Lublin, 400 rs.

– otro Coronica general de España por Ambrosio de Morales continuando la de florian de Ocampo en tres thomos (Florìan de OCAMPO.- La crònica general de España continuada por Ambrosio de MORALES, Alcalà de Henares 1574), 240 rs.

 

– Historia general de España por estavan de Garibay quatro thomos (Esteban de GARIBAY.- Historia universal de todos los reinos de España, Amberes 1571), 200 rs.

– Coronica del Santo rey don fernando escrita por el arzobispo Don Rodrigo, 30 rs.

– Historia general de España por el padre Mariana onze tomos (Juan de MARIANA.- Historia general de España, Madrid 1608), 120 rs.

– Reyes de Aragon por el padre Abarca primero y segundo tomo con un zelebre epitafio manuescrito del rey Don Pedro el zeremonioso (Pedro ABARCA.- Los reyes de Aragòn en anales històricos distribuìdos, Madrid 1682), 110 rs.

– Anales de Aragon por Geronimo Zurita y el yndize de toda su historia, siete tomos, (Jerònimo de ZURITA.- Anales de Aragòn, Zaragoza 1562), no se taso.

– Coronica de los Reyes catolicos de hernando del Pulgar (Hernando del PULGAR.- Chrònica de los muy altos y esclarecidos Reyes Catòlicos, Valladolid 1565), 90 rs.

– Comentarios al reinado de Phelipe quinto hasta el año de mil setezientos y onze por el marques de San Phelipe (Vicente BACALLAR Y SANNA, marquès de SAN FELIPE.- Comentarios a la guerra de España e historia de su rey Phelipe V el Animoso, Gènova 1725), 60 rs.

– Vida de la reina Doña Margarita de Austria escrita por Don Diego de Guzman patriarcha de las Yndias (Diego de GUZMAN.- Vida y muerte de Doña Margarita de Austria, reyna de España, Madrid 1617), 36 rs.

– Comentarios al señor de Alarcon (Alfonso SUAREZ DE ALARCON.- Comentarios de los hechos del señor Alarcòn, marquès de la Valle Siciliana, Madrid 1665), 15 rs.

– Guerras ziviles de francia por Henrique Catherino (Enrico CATERINO DAVILA.- Guerras civiles de Francia, Venecia 1630), 30 rs.

– Historia de Genofonte traducida de griego en castellano por Diego Gracian (Las obras de XENOFONTE trasladadas del griego al castellano por Diego GRACIAN DE ALDERETE, Salamanca 1552), 30 rs.

– Historia de Tucidides traducida por el mismo (TUCIDIDES.- Historia de la guerra del Peloponeso traducida por Diego GRACIAN DE ALDERETE, Salamanca 1564), 30 rs.

– Morales de Plutarco traduzidas por el mismo PLUTARCO .- Las Morales traducidas por Diego GRACIAN DE ALDERETE, Alcalà de Henares 1548), 30 rs.

-Ofizios de san Ambrosio traduzidos por Diego Gracian (San AMBROSIO.- Los Oficios traducidos por Diego GRACIAN DE ALDERETE, Toledo 1534), 36 rs.

– Anales de Cornelio Tazito con aforismos traducidos por Barrientos (Baltasar ALAMOS DE BARRIENTOS.- Tàcito español con aforìsmos, Madrid 1614), 40 rs.

– Rebelion de los moriscos de Granada por Luis del Marmol (Luìs del MARMOL Y CARVAJAL.- Historia de la rebeliòn y castigo de los moriscos de Granada, Màlaga 1600), 45 rs.

– la Descripzion general de Africa por el mismo,tres thomos (Luìs del MARMOL Y CARVAJAL.- Descripciòn general de Africa, sus guerras y vicisitudes desde la fundaciòn del mahometìsmo hasta el año 1571, 1º y 2º tomos, Granada 1573, 3º, Màlaga 1599), 250 rs.

– Seguro de Tordesillas por el conde de Aro (Pedro FFERNANDEZ DE VELASCO, conde de HARO.- Seguro de Tordesillas, Milàn 1611), 30 rs.

– Historia de Lucano traduzida por Martin Laso de Oropesa (LUCANO.- La Farsalia traducida al castellano por Martìn LASSO DE LA VEGA, 1544), 24 rs.

– Comentarios de Zesar en latin (Cayo Julio CESAR.- Commentariorum de bellu gallico, Burgos 1491), 10 rs.

– otros en castellano impreso el año de mill quinientos y quarenta y nueve (Cayo Julio CESAR.- Comentarios a la guerra de las Galias, traducidos por LOPEZ DE TOLEDO, Parìs 1549), 15 rs.

 

– Justino historiador general y abreviador (JUSTINO clarisimo abreviador de la historia general del famoso TROGO POMPEYO, Alcalà de Henares 1540), 12 rs.

– Trogo Pompeyo en latin y otro en castellano (Trogo POMPEYO.- El abreviador Justino. Historiarum Philippicarum et totius mundi originum, traducido en castellano por Jorge BUSTAMANTE, Amberes 1542), 45 rs.

– otro de la paz y la guerra por Ugo Grozio traducido del frances, dos tomos (Hugo GROOT o GROCIO.- De jure belli ac pacis libri tres, Paris 1613), 200 rs.

– Coronica del gran capitan escrita por Paulo Jobio traduzida en castellano (Paolo JOBIO o GIOBIO.- La vida y crònica de Gonzalo Hernàndez de Còrdoba llamado el Gran Capitàn, Zaragoza 1554), 30 rs.

– Guerra de flandes por don Bernardino de Mendoza (Bernardino de MENDOZA.- Comentarios de lo sucedido en las guerras de los Paises Bajos desde el año de 1567 hasta el de 1577, Madrid 1592), 12 rs.

– otro Comentarios de Don Carlos Coloma (Carlos COLOMA.- La guerra de los Estados Baxos desde el año de 1588 hasta el de 1599, Amberes 1625), 24 rs.

– el conde de Lucanor escrito por el principe Don Juan Manuel, nieto del santo rey Don Fernando (infante Don JUAN MANUEL.- El conde de Lucanor, Sevilla 1575), 40 rs.

– Movimiento y separacion de Cathaluña en tiempo de Phelipe quarto por Clemente Libertino (Francìsco Manuel de MELO con el seudònimo de Clemente LIBERTINO.- Historia de los movimientos, separaciòn y guerra de Cataluña en tiempos de Felipe IV, Lisboa 1645), 8 rs.

– Vida del rey de Portugal Don Sebastian por Juan de Baena (Juan de BAENA PARADA.- Epìtome de la vida y hechos de Don Sebastiàn, dècimo sexto rey de Portugal, Madrid 1692), 15 rs.

– Vida de Raphael de Espinosa pastelero de Madrigal que fingio ser el rey de Portugal Don Sebastian (ANONIMO.- Historia de Gabriel de Espinosa, pastelero de Madrigal, que fingiò ser el rey Don Sebastiàn, Càdiz 1595), 4 rs.

– Hechos de Garcia de Paredes por Don thomas Tamayo de Bargas (Tomàs TAMAYO DE VARGAS.- Diego Garcìa de Paredes y relaciòn breve de su tiempo, Madrid 1621), 12 rs.

– Historia de la Yglesia y del mundo desde la creacion hasta el dilubio por Don Gabriel Albarez de Toledo (Gabriel ALVAREZ DE TOLEDO.- Historia de la iglesia y del mundo que contiene los sucesos desde su creaciòn hasta el diluvio, Madrid 1713), 18 rs.

– Restauracion de la antigua abundancia de España por Miguel Caxa de Leruela (Miguel CAXA DE LERUELA.- Restauraciòn de la antigua abundancia de España, Nàpoles 1631), 12 rs.

– Historia de Phelipe terzero por Don Juan Isidro Faxardo, 15 rs.

– Vida del duque de Alba don fernando de Toledo escrita en latin por el padre Esterio, dos thomos, 30 rs.

– Expedicion de catalanes y aragoneses en Asis (Francìsco de MONCADA.- Expediciòn de catalanes y aragoneses contra turcos y griegos, Barcelona 1623), 12 rs.

– Historia del marques de Pescara y otros siete capitanes de su tiempo escrita por el maestro Valles (Paulo GIOVIO.- Historia del fortìsimo capitan Don Hernando de Avalos, marquès de Pescara y de otros siete capitanes recopilado por el maestro Pedro VALLES, Zaragoza 1555), 30 rs.

– Historia general de Yndias por Herrera, quatro thomos que son en pasta con muchas estampas (Antonio HERRERA Y TORDESILLAS.- Historia general de los hechos de los castellanos en islas y tierra firma del mar oceàno, Madrid 1601), 240 rs.

– Historia general de Yndias por Gonzalo de Obiedo (Gonzalo FERNANDEZ DE OVIEDO.- De la natural historia de las Indias, Toledo 1526), 60 rs.

 

– Historia de Mexico por Bernal Diaz del Castillo (Bernal DIAZ DEL CASTILLO.- Verdadera historia de la conquìsta de la Nueva España, Madrid 1632), 40 rs.

– Historia de Mexico por Solis (Antonio de SOLIS Y RIVADENEIRA.- Historia de la conquista de Mèxico, Madrid 1684), 18 rs.

– Descubrimiento de la florida del ynca Garcilaso (el inca Garcilaso de la VEGA.- La Florida del inca, Lisboa 1605), 30 rs.

– Conquista del Peru por el mismo, dos tomos (el inca Garcilaso de la VEGA.- Historia general del Perù, Còrdoba 1617), 60 rs.

– Historia de Chile por Oballe (Alonso de OVALLE.- Històrica relaciòn del reyno de Chile, Roma 1646), 60 rs.

– Comentarios y naufragios de Caveça de Baca que fue gobernador de Buenos Aires (Alvar NUÑEZ CABEZA DE VACA.- Naufragios de Alvaro Nùñez de Vaca, Valladolid 1555), 30 rs.

– Historia general de las Yndias por el obispo de Chiapas fray bartholome de las Casas (fray Bartolomè de las CASAS.- Brevìsima relaciòn de la destrucciòn de las Indias, Sevilla 1552), 15 rs.

– La conquista de Arauco por Don Alonso de Ercilla, tres tomos (Alonso de ERCILLA.- La Araucana, madrid 1569), 15 rs.

– Arauco domado poema (Pedro de OÑA.- El Arauco domado, Lima 1596), 12 rs.

– tratado del ympero universal de los reyes de Castilla en las Yndias por fray Bartholome de las Casas obispo de Chiapas (fray Bartolomè de las CASAS.- Tratado comprobatorio del Imperio soberano y principado universal que los reyes de Castilla y Leòn tienen sobre las Indias, Sevilla 1553), 8 rs.

– manifiesto sobre la yntroduzion de esclavos negros en Yndias, 8 rs.

– Gomara Historia general de Yndias y conquista de Mexico (Francìsco LOPEZ DE GOMARA.- Historia de las Yndias y crònica de la conquìsta de la Nueva España, Zaragoza 1552), 24 rs.

– Piratas de America de freire traduzido por Ajerdem (Alexandro OLIVIER EXQUEMELING “FREYRE”.- Piratas de la Amèrica, Colonia 1681), 45 rs.

– Conquista de las Molucas por Argensola (Bartolomè Leonardo de ARGENSOLA.- Historia de la conquìsta de las islas Molucas, Madrid 1609), 15 rs.

– Biblioteca oriental y occidental nautica y geografica por Antonio de Leon (Antonio de LEON PINELO.- Epìtome de la biblioteca oriental y occidental, naùtica y geogràfica, Madrid 1629), 30 rs.

– tartaros de China por el padre Mattoni Martino traduzido del latin por Don Estevan de Aguilar y Zuñiga (Martìn MARTINI.- De bello tartàrico historia, Roma 1564, traducciòn castellana de Esteban de AGUILAR Y ZUÑIGA, Madrid 1665), 8 rs.

– Tartaros de China escrito por Juan de Palafox (Juan de PALAFOX Y MENDOZA.- Historia de la conquìsta de China por el tàrtaro, Paris 1670), 15 rs.

– Livertad de la ley de Dios en la China, 4 rs..

– Historia y subcesos de las yslas Filipinas por el sr. Francisco de Morga (Antonio MORGA.- Sucesos de las islas Filipìnas, Mèxico 1609), 30 rs.

– Historia de las provincias orientales de Marco Paulo veneto traduzido al castellano (Marco POLO.- El libro del famoso Marco Polo de las cosas maravillosas que vio en las partes orientales traducido por Rodrigo SANTAELLA, Sevilla 1503), 15 rs.

– Josepho Guerra de los judios impresion de Flandes en castellano (Flavio JOSEFO.- Guerra de los judios, Amberes 1551), 40 rs.

 

– Josefo de antiquitate en latin y otro en castellano en que estan traduzidos los veinte libros de Antiguedades judaicas, otro del Ymperio de la raçon y martirio de los Macabeos y la vida del mismo Josepho (Flavio JOSEFO.- Los veinte libros de Flavio Josefo, de las antiguedades judaìcas y de su vida por el mismo escrita con otro libro suyo del imperio de la razon en el que trata del martirio de los Macabeos, Amberes 1554), 130 rs.

– Historia del cisma de Ynglaterra por el padre Ribadeneira, dos tomos (Pedro de RIBADENEIRA.- Historia eclesiàstica del scisma de Ynglaterra, Madrid 1595), 30 rs.

– Compendio de la Historia de España por Parra (Manuel Juan de la PARRA.- Compendio de la historia general de España, Madrid 1734), 4 rs.

– las Decadas de Tito Libio en castellano, dos thomos (Tito LIVIO.- Dècadas, Colonia 1553), 150 rs.

– Historia natural de Plinio en castellano, dos tomos (Cayo PLINIO.- Historia natural, Madrid 1599), 120 rs.

– Tejeira Relaciones de los reynos de Persia y de Armuz y de un viaje hecho por el mismo desde la Yndia oriental a Ytalia por tierra (Pedro TEIXEIRA.- Relaciones de Pedro Teixeira del origen, descendencia y sucesiòn de los reyes de Persia y de Harmuz y de su viaje hecho por el mismo autor desde la India oriental hasta Ytalia por tierra, Amberes 1610), 24 rs.

– Viaje a Jerusalen por el marques de Tarifa (Fadrique ENRIQUEZ DE RIVERA.- El viaje que hizo a Jerusalen desde XXIV de noviembre de MDXVIII hasta XX de octubre de MDXX, Lisboa 1580), 15 rs.

– Peregrinaciones de Fernan Mendez Pinto (Fernàn MENDEZ PINTO.- Historia oriental de las peregrinaciones de Fernàn Mèndez Pinto, Lisboa 1614, 1ª ed. castellana, Madrid 1620), 36 rs.

LIBROS EN OCTAVO.-

– Historia de los emperadores romanos, dos thomos, traducidos por Diego Villa Sante, 20 rs.

– yd Historia de Marco Antonio y Cleopatra, 4 rs.

– yd Vida de Numa Pompilio por el testo de Plutarco (PLUTARCO.- Vida de Numa Pompilio, Zaragoza 1667), 4 rs.

– yd. Discursos sobre la historia universal de Bossuet traduzidos del franzes por Don Andres Salzedo, dos thomos (Jacobo Benigno BOSSUET.- Discurso sobre la Historia Universal traducidos por Andrès de SALCEDO y Miguel Josè FERNANDEZ, Madrid 1728), 24 rs.

– yd Compendio del templo de Salomon sacado de la Sagrada Escritura, 10 rs.

LIBROS EN QUARTO.-

– Historia romana por el padre Haller (Juan HALLER Y QUIÑONES.- Compendio de la Historia Romana, Madrid 1735), 30 rs.

DE A FOLIO.-

– Conquista de la ziudad de Africa por Pedro Salazar de a folio (Pedro SALAZAR.- Historia de la guerra contra la ciudad de Africa, Nàpoles 1552), 40 rs.

– yd la liga de Smalcalda por el mismo de a folio (Pedro SALAZAR.- Historia de la guerra de Carlos quinto emperador contra los principes y ciudades rebeldes del reyno de Alemania, Nàpoles 1548), 40 rs.

LIBROS EN OCTAVO.-

– yd la vida de ferdinando segundo de Austria por Don Joseph Pellicer en octabo (Josè PELLICER DE OSSAU.- Vistudes y vida espiritual de Ferdinando de Austria, segundo del nombre, Zaragoza 1642), 4 rs..

– yd historia de Phelipe Cathania en castellano tambien en octavo, 4 rs.

– yd vida de Mezenas por Juan Pablo Martir Rizo en octabo (Juan Pablo MARTIR RIZO.- Historia de la vida de Mecenas, Madrid 1626), 10 rs.

– yd vida de Thomas Moro por fernando de Herrera en octabo (Fernando de HERRERA.- Tomàs Moro, Sevilla 1592), 8 rs.

 

– Historia de Alejandro escrita por Quinto Curzio traduzida en castellano por Don Matheo Ibañez de Segovia de a folio (Quinto CURCIO.- De la vida y acciones de Alexandro el Grande traducida de la lengua latina por Mateo IBAÑEZ DE SEGOVIA, Madrid 1699), 20 rs.

– las vidas de los hombres ylustres de Plutarco traducidas del griego en frances, en ocho thomos, en octabo, 100 rs.

– Vida de los emperadores romanos en franzes en tres tomos de a octabo, 45 rs.

OBRAS DEL CONDE DE LA ROCA.-

– Epitome de carlos quinto en quarto (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA, conde de la ROCA.- Epìtome de la vida y hechos del invicto emperador Carlos V, Madrid 1624), 12 rs.

– Don Pedro el Cruel defendido en quarto (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA, conde de la ROCA.- El rey Don Pedro defendido, Madrid 1647), 12 rs.

– el embajador en quarto (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA, conde de la ROCA.- El embajador, Sevilla 1620), 18 rs.

– La vida de Judas Iscariote poema en octabo (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA, conde de la ROCA.- Judas desesperado traducido de Guilio LILIANI, Madrid 1730), 4 rs.

– el Fernando orestaurazion de Sevilla poema en quarto (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA.- El Fernando o Sevilla restaurada, Sevilla 1623), 24 rs.

– la mejos lis de francia en octabo (Juan Antonio VERA Y FIGUEROA.- La mexor lis de Francia, Leòn 1655), 15 rs.

OBRAS DE DON DIEGO SAAVEDRA.-

– Empresas politicas ympresion de flandes en octabo (Diego de SAAVEDRA Y FAJARDO.- Idea de un principe cristiano representada en cien empresas, Munich 1640), 30 rs.

– Republica literaria en octabo (Diego SAAVEDRA Y FAJARDO.- Repùblica literaria, Madrid 1655), 4 rs.

– Corona gotica tres tomos en quarto (Diego de SAAVEDRA Y FAJARDO.- Corona gòtica, castellana y austriaca, Munster 1646), 80 rs.

OBRAS DE GUEVARA.-

– Epistolas dos tomos en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- Epìstolas familiares, Valladolid 1538), 30 rs.

– Marco Aurelio con relox de prinzipes tres thomos en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- Aureo libro del emperador Marco Aurelio con el Relox de Principes, Sevilla 1528), 60 rs.

– Menosprezio de Corte y alabanza de aldea, Arte de Marear y travajos de la galera en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- Menosprecio de Corte y alabanza de aldea, Valladolid 1539), 15 rs.

– Aviso de privados y doctrina de cortesanos en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- Libro llamado aviso de privados y doctrina de cortesanos, Valladolid 1539), 15 rs.

– Oratorio de religiosos en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- Oratorio de religiosos y exercicios de virtuosos, Valladolid 1542), 15 rs.

– Monte Calbario dos thomos en octabo (fray Antonio de GUEVARA.- El libro titulado Monte Calvario, Valladolid 1529), 75 rs.

– Historia de la vidade los diez Cesares en quarto (fray Antonio de GUEVARA.- Dècadas de las vidas de los diez Cesares emperadores romanos desde Trajano a Alejandro, Valladolid 1539), 15 rs.

OBRAS DE ZERBANTES.-

– Historia de Don Quixote dos thomos en quarto (Miguel de CERVANTES SAAVEDRA.- El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, madrid 1605), 15 rs.

 

– La Galatea en quarto (Miguel de CERVANTES SAAVEDRA.- La Galatea, Alcalà de Henares 1585), 8 rs.

– Nobelas en quarto (Miguel de CERVANTES SAAVEDRA.- Novelas ejemplares, Madrid 1613), 8 rs.

– Persiles y Segismunda en quarto (Miguel de CERVATES SAAVEDRA.- Los trabajos de Persiles y Segismunda, Madrid 1616), 8 rs.

OBRAS DE FELIX DE LUZIO.-

– Vida de Heraclito y Democrito en quarto (Felix Lucio ESPINOSA Y MALO.- Vida de los filosòfos Demòcrito y Heràclito, Zaragoza 1676), 30 rs..

– las Epistolas en quarto (Fèlix Lucio ESPIONOSA Y MALO.- Epìstolas varias, Madrid 1675), 24 rs.

– Vida de santa Rosalia en octabo (Fèlix Lucio ESPINOSA Y MALO.- Vida prodigiosa de Santa Rosalia, Palermo 1688), 6 rs..

– Ocios morales en quarto (Fèlix Lucio ESPINOSA Y MALO.- Ocios morales, Zaragoza 1693), 24 rs.

– Advertencias politicas y el Pincel en octabo (Fèlix Lucio ESPINOSA Y MALO.- Advertencias polìticas, Madrid 1722. IDEM.- El pincel, Madrid 1681), 6 rs.

OBRAS DE LORENZO GRACIAN (6).-

– el Discreto (Baltasar GRACIAN.- El Discreto, Hueca 1646), 4 rs.

– el Heroe (Baltasar GRACIAN.- El Hèroe, Madrid 1630), 4 rs.

– el Politica Fernando (Baltasar GRACIAN.- El polìtico Don Fernando el Catòlico, Zaragoza 1640), 8 rs.

– el Comulgador (Baltasar GRACIAN.- El Comulgador, Zaragoza 1655), 6 rs.

– el Criticon tres tomos en octabo (Baltarsar GRACIAN.- El Criticòn, Zaragoza 1651), 20 rs.

                                     – – – – – – – –

– Relaciones de Persia, guerras de persianos y tartaros por Don Juan de Persia (Juan de PERSIA.- Relaciones de Don Juan de Persia, Valladolid 1604), 15 rs.

– Descripcion del mundo por Olmo en folio (Josè Vicente OLMO.- Nueva descripcion del orbe de la Tierra, Valencia 1691), 40 rs.

– Descubrimiento de un gran pais mayor que la Europa entre el nuebo Mexico y el mar Glazial por el padre Henepin en octabo (Luis HENNEPIN.- Nuevo descubrimiento de un gran pais situado en Amèrica, entre el nuevo Mèxico y el mar glacial, Utrecht 1697, 1ª ed. castellana, Bruselas 1699), 6 rs.

– Descripzion de las provincias y reinos del munda sacada de las referencias toscanas de Juan Botero por fray Jaime Rebullosa en octabo (Juan BOTERO.- Descripciòn de todas las provincias y reinos del mundo sacada de las relaciones toscanas de Juan Botero por fray Jayme REBULLOSA, Barcelono 1603), 60 rs.

– Teatro de los principes del mundo sacado de las propias relaciones por el mismo autor con adicion a el libro de razon de estado en octabo (Juan BOTERO.- Theatro de los mayores principes del mundo sacado de las relaciones toscanas de Juan Botero por fray Jayme de REBULLOSA, Barcelona 1605), 45 rs.

– Conzeptos espirituales sobre el Magnificat traduzido por el propio autor en octabo, 20 rs.

– Historia eclesiastica de Europa por el mismo autor en octabo (Juan BOTERO.- Historia eclesiàstica y estado presente de la religiòn en todos los reinos de Europa, Asia y Africa sacada de las relaciones toscanas de Juan Botero por fray Jayme de REBULLOSA, Barcelona 1608), 20 rs.

 

– Razon de Estado de Botero traducio por Antonio de Herrrera en octabo (Juan BOTERO.- Los diez libros sobre la razon de Estado traducidos por Antonio de HERRERA, Barcelona 1599), 18 rs.

– Elementos de Euclides del padre Clavio en latin (Crìstobal CLAVIO.- Euclides elementarum  libri XVI cum scholiis, Roma 1574), 5 rs.

– Geografia de Cluberio en latin, 5 rs.

– Espejo geografico de Don pedro Urtado de Mendoza, dos tomos, en octabo (Pedro de la PUENTE HURTADO DE MENDOZA.- Espejo geogràfico, Madrid 1690), 60 rs.

– Resumen Nautico en octabo, 20 rs.

– el Athlas de Ajerdem en quarto, 50 rs.

– Descripcion del mundo dividida en sus quatro partes, cada una en un tomo con todos los mapas de San Son en quarto, 140 rs.

– un libro de a vara con veinte y siete estampas diferentes, 60 rs.

– Mapas de Mr. de l,Ysle que comprende noventa y seis en un libro casi de vara en quadro, 500 rs.

– la carta Ydrografica de todas las costas del Mediterraneo, de la misma medida, 50 rs.

– la geografia de Medrano, no se taso.

– Diccionario de la lengua española cinco tomos de a folio, 250 rs.

– Diccionario franzes y español por Sorbino de a folio (Francìsco SOBRINO.- Dictionnaire francaise et spagnol, Bruselas 1705), 60 rs.

– Bocabulario de Antonio de Nebrija con las mejores adiciones de a folio (Antonio de NEBRIJA.- Vocabulario Nebrissense, Venecia 1519), 30 rs.

– calepino de Salas igualmente con adiciones, en quarto, 30 rs.

– Tesauro de salas en quarto, 8 rs.

– Arte de la milicia española por Don sancho de Londoño, 15 rs.

– Ciencia de Corte seis thomos en quarto, 75 rs.

– todas las obras de Antonio Perez queson las relaciones, los aforisimos de estas y el memorial de su causa y la primera y segunda parte de sus cartas tambien con sus aforismos, dos thomos (Antonio PEREZ.-Relaciones, Pau 1591, IDEM.- Aforìsmos, Paris 1598, IDEM.- Cartas, Paris 1598), 60 rs.

– Ungenius de re militari y otros autores que comentan este en quarto, 30 rs.

– Avisos del parnaso de trajano Bocalini en castellano, el mas completo de todas las impresiones en quarto (Trajano BOCCALINI.-Avisos del Parnaso, Madrid 1653), 50 rs.

– Declamaciones geniales por Loredano dos tomos (Juan Francìsco LOREDANO.- Declaraciones geniales, Valencia 1731), 6 rs.

– Ydea y prozeder de la franzia desde las pazes de Nimega hasta el año de mill seiscientos ochenta y seis, 4 rs.

– Emblemas de Solorzano diez tomos en octabo (Juan SOLORZANO Y PEREIRA.- Emblemàtica polìtica, Madrid 1655), 110 rs.

– Certon apostolico de el bachiller Ziudad Real fuero de el rey Don Juan el segundo, en quarto, 30 rs.

– el Cortesano traduzido por Boscan en octavo (Baltasar de CASTIGLIONE.- El cortesano traducido en lengua castellana por Juan BOSCAN, Barcelona 1534), 24 rs.

– Emblemas de Alziato en castellano con estampas (Andrès ALCIATO.- Los emblemas traducidos en rimas españolas por Bernardino de DEZA PINCIANO, Lyòn 1549), 24 rs.

– Dialogos de Mejia (Pedro MEXIA.- Coloquios o Diàlogos, Sevilla 1547), 12 rs.

– Diaologos de Luciano traducidos por Don francisco de Herrera (LUCIANO.- Diàlogos morales traducidos por Francìsco de HERRERA, Madrid 1621), 24 rs.

– Viage de coches a Alcala por Salazar en quarto, 10 rs.

 

– Escuela de Daniel en quarto, 7 rs.

– el escudero Marcos de Obregon por Vizente Espinel en quarto (Vicente ESPINEL.- Relaciòn de la vida del escudero Marcos de Obregòn, Madrid 1618), 30 rs.

– Paragon de los dos Cronveles de Ynglaterra por Rodrigo Mendez Silva en octabo (Rodrigo MENDEZ SILVA.- Paragòn de los dos Cronveles de Inglaterra, Madrid 1657), 12 rs.

– David preseguido por el marques Virgilio Malvezzi en octabo (Virgilio MALVEZZI.- David perseguido traducido por Alvaro de TOLEDO, Milàn 1635), 8 rs.

– el Romulo del mismo en octabo (Virgilio MALVEZZI.- El Ròmulo traducido del italiano por Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS, Pamplona 1632), 8 rs.

– los Claros varones de España y las treinta y dos cartas de Hernando del Pulgar en octabo (Hernando del PULGAR.- Libro de las claros varones de España, Sevilla 1500), 18 rs.

– la glosa del mismo en las coplas de Mingo Rebulgo y las de Don Jorge Manrique traduzidas por un monge cartujo en octabo (Hernando del PULGAR.- Glosa de las coplas de Rebulgo, Burgos 1485), 15 rs.

– otra Zelebre glosa a las Coplas de Don Jorge Manrique en octabo, 12 rs.

– Cartas en refranes por Blasco de Garay en octabo (Blasco de GARAY.- Cartas de refranes, Toledo 1541), 10 rs.

– Doctrina de Epiteto traduzida del griego por el Brocense en octabo (EPICTETO.- Doctrina del estòico filòsofo Epicteto traducida del griego por Francìsco SANCHEZ DE BROZAS, Salamanca 1600), 6 rs.

– el filosofo de aldea en octabo, 6 rs.

– la Mogiganda del gusto en seis nobelas en octavo (Andrès del CASTILLO.- La Mojiganga del gusto en seis novelas, Zaragoza 1641), 4 rs.

– el Curso filosofico de Tosca cinco thomos en quarto (Tomàs Vicente TOSCA.- Compendium philosophicum, Valencia 1721), 75 rs.

– Alberto Magno de Secretis mulierum propietate que lapidum animalium et arborum en octabo (Alberto MAGNO.- Secretis mulierum traducido al castellano por Miguel Artacho (s.l), 1720), 36 rs.

– Abenturas de Telemaco en franzes en octabo (Francìsco de LA MOTHE FENELON.- Las aventuras de Telèmaco, Parìs 1717), 10 rs.

– Mentor moderno en franzes tres tomos en octabo, 30 rs.

– el Galateo en octabo (Lucas GRACIAN DANTISCO.- El Galateo español, Madrid 1599), 4 rs.

– Discurso sobre la campana de Velilla en quarto (Juan de QUIÑONES.- Discurso sobre la campana de Velilla, Madrid 1625).

OBRAS DE QUEVEDO .-

. tres tomos en que esta al fin el memorial dado a Phelipe quarto, yambien ay el quarto thomo de obras postumas desta ympresion y tamaño en quarto (Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS.- Obras, Madrid 1650), 75 rs.

– Providencia de Dios del mismo en quarto (Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS.- Providencia de Dios, Zaragoza 1700), 6 rs.

– Virtud militantante del mismo en octabo (Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS.- Virtud militante contra lascuatro pestes del mundo , Zaragoza 1651), 4 rs.

– Diferentes libros de Cizeron como son los de oficcis, de anuncia, de serenitate y otros en castellano, en quarto, 18 rs.

–  Epistolas de Zizeron traduzidas en castellano por Pedro Simon Abrill en quarto (Marco Tulio CICERON.- Epìstolas traducidas del latìn por Pedro Simòn ABRIL, Tudela 1572), 12 rs.

 

– Philosophia racional sacada de varios philosophos y de Aristoteles por Simon Abrill en quarto (Pedro Simòn ABRIL.- Primera parte de la filosofìa llamada lògica o parte racional, Alcalà de Henares 1587), 30 rs.

– Republica de Aristoteles en castellano por Simon Abrill (ARISTOTELES.- Los ocho libros de la Repùblica traducidos de lengua griega en castellano por Pedro Simòn ABRIL, Zaragoza 1584), 15 rs.

– las Politicas de Justo Lipsio traduzidas por Don Bernardino de Mendoza en quarto (Justo LIPSIO.- Los seis libros de las Polìticas traducidos por Bernardino de MENDOZA, Madrid 1604), 15 rs.

OBRAS DE SENECA EN CASTELLANO.-

– Seneca y Neron traduzido por Juan Francisco fernandez de Heredia en quarto (Sèneca y Neròn compuesto por Juan Francìsco FERNANDEZ HEREDIA, Lisboa 1642), 10 rs.

– Proverbios de Seneca traduzidos y explicados por Don Pedro Diaz de Toledo en folio (Lucio Anneo SENECA.- Proverbios glosados por el doctor Pedro DIAZ DE TOLEDO, Medina del Campo 1552), 36 rs.

– obras de Seneca traduzidas por el señor Pedro Diaz de Toledo y su vida bienaventurada, siete Artes liberales, Preceptos y doctrinas y dos tratados de la Providencia de Dios de a folio (Lucio Anneo SENECA.- Obras. De la vida bienaventurada. De las siete artes liberales. Preceptos y doctrinas, Amberes 1548), 36 rs.

– los siete libros de Seneca traduzidos por el licenciado Pedro Fernandez de Navarrete y son de divina providenzia, vida bienaventurada, tranquilidad de animo, constancia del sabio, brevedad de la vida, de consolazion y de la pobreza, en quarto (Lucio Anneo SENECA.- Los siete libros de Sèneca traducidos por Pedro FERNANDEZ DE NAVARRETE, Madrid 1627), 12 rs.

– los siete libros de seneca de veneficios, a ebucio liberal traduzidos por Pedro Fernandez de Navarrete en quarto, 12 rs.

– Espejo de bien hechores que contiene y es traduzion de los mismos siete libros de veneficios por fray Gaspar Ruiz Montiano en quarto (Lucio Anneo SENECA.- Espejo de bienhechores agradecidos que contiene los siete libros de beneficios traducidos por Gaspar RUIZ MONTIANO, Barcelona 1606), 24 rs.

– Vivir contra fortuna, escuelas politicas de Seneca explicado aunque no en rigurosa traduzion por el licenciado Don Geronimo de Molina alcalde maior de Murcia, en quarto (Vivir contra fortuna. Escuelas polìticas de SENECA traduciòn de Jerònimo MOLINA, Madrid 1652), 20 rs.

– los dos libros de Clemencia escriptos a Neron traduzidos por Don Alonso de Rebenga y Proaño en octabo (Lucio Anneo SENECA.- Los dos libros de clemencia traducidos por Alonso de REVENGA Y PROAÑO, Madrid 1626), 10 rs.

– Doctrina moral de las epistolas de Seneca a Luzilo traduzida por Don Juan Atelio de Sande en octabo ( Doctrina moral de las epìstolas que Lucio Anneo SENECA escribio a Luzilo traducidas por Juan MELIO DE SANDE, Madrid 1612), 10 rs.

– Flores de Seneca sacadas de las mas de todas sus obras, traduzidas del latin por Juan martin Cordero en octabo (Flores de Lucio Anneo SENECA traducidas por Juan MARTIN CORDERO, Amberes 1555), 12 rs.

– Las troyanas tragedia escripta en latin por Seneca y traduzida en verso castellano por Don Jusepe Antonio Gonzalez, tiene adjunto otro libro que es nueva ydea de la tragedia antigua o ilustrazion ultima a el singular libro de Poetica de Aristoteles stirgita por el mismo autor, en quarto (Lucio Anneo SENECA.- Las troyanas. Nueva idea de la tragedia antigua traducida por Juan Antonio GONZLEZ DE SALAS, Madrid 1633), 40 rs.

– Vida de Seneca escripta por Juan Pablo martir Rizo en quarto (Juan Pablo MARTIR RIZO,. Historia de la vida de Lucio Anneo Sèneca español, Madrid 1625), 20 rs.

 

– Desengaño del hombre en el tribunal de la fortuna y casa de descontentos en octabo, 8 rs.

– espejo del hombre criado en octabo, 8 rs.

– el horador cristiano en octabo, 8 rs.

– Oraculo de las Sibilas de Porreño en quarto (Baltasar PORREÑO.- Oràculo de las doce Sibilas, profetisas de Cristo nuestro señor, Cuenca 1621), 18 rs.

– el envajador politico y cristiano por Carlo Carrafa traducido al castellano, en quarto, 20 rs.

– Mistica ciudad de Dios por la venerable Madre Sor Maria de Jesus de Agreda, tres tomos, impresion de flandes y puestos en pasta de a folio (Sor Maria de AGREDA.- La mìstica ciudad de Dios, Madrid 1670), 100 rs.

– Oraciones reales predicadas al rey Don Carlos segundo por el padre Guerra trinitario calzado, de a folio (Fray Manuel GUERRA Y RIVERA.- Oraciones varias consagradas a Maria predicadas a Carlos II, Barcelona 1699), 30 rs.

– Sermones del mismo a todos los misterios y festividades de Nuestra Señora, dos thomos, de a folio (fray Manuel GUERRA Y RIVERA.- Festividades de Maria Santìsima, Madrid 1688), 60 rs.

– la Quaresma del padre Guerra dos tomos de a folio (fray Manuel GUERRA Y RIVERA.- Quaresma continua, Madrid 1699), 60 rs.

– Sermones a diversas festividades de Santos por el padre Guerra en quarto (fray Manuel GUERRA Y RIVERA.- Sermones de varios santos, Madrid 1677), 12 rs.

– Confesiones de San Agustin traduzidas en castellano por el padre Gante, dos thomos, en octabo (San AGUSTIN.- Confesiones traducidas por fray Francìsco Antonio de GANTE, Madrid 1733), 15 rs.

– Vida de san Agustin por el padre Gante en quarto (fray Francìsco Antonio de GANTE.- El monstruo del Africa indefinible. Vida de San Agustìn, Madrid 1720), 15 rs.

– Meditaziones de San Agustin traduzidas por el padre Ribadeneira (San AGUSTIN.- Meditaciones traducidas por fray Pedro de RIVADENEIRA, Amberes 1720), 10 rs.

– Empresas sacras por el padre Nuñez de Zepeda con estampas muy finas en quarto (Francìsco NUÑEZ DE CEPEDA.- Idea del Buen Pastor, copiada por los Santos Doctores y representada en Empresas Sacras, Lyon 1682), 36 rs.

– Vida interior del señor Palafox en ydioma castellano y toscano copiada de la original que escrivio el mismo con el titulo de Confesiones y confusiones en quarto (Juan de PALAFOX Y MENDOZA.- Vida interior, Sevilla 1691), 30 rs.

– Umitazion de Cristo del padre Kempis con reflexiones del padre Nieremberg (Tomàs de KEMPIS.- Imitaciòn de Cristo traducida por fray Juan Eusebio NIEREMBERG, Amberes 1656), 10 rs.

– Yntroduzion a la vida devota de San francisco de Sales en octabo (San Francìsco de SALES.- Introducciòn a la vida devota, Bruselas 1618), 12 rs.

– Cathecismo historico compuesto por el cardenal Fleuri dos thomos en octabo (Claude FLEURY.- Cathecìsme historique, Parìs 1682), 15 rs (7).

– Conzilio tridentino de la ultima impresion hecha en Roma, en octabo, 15 rs.

– Luz conzionatoria de Don Joseph de Renteria y Montiano, dos tomos en quarto, 20 rs.

– El pastor de Noche Buena de palafox en octabo (Juan de PALAFOX Y MENDOZA.- El pastor de Noche Buena, (s.l), 1644, 4 rs.

– las questiones del tostado de a folio (Alonso de MADRIGAL llamado el TOSTADO.- Libro de las cuatro cuestiones vulgares, Salamanca 1507), 30 rs.

– Vida de Santa Margarita de Cortona de Cornejo en octabo, 5 rs.

 

– Vida del venerable Contreras natural de Sevilla en octabo (fray Gabriel de ARANDA.- Vida del siervo de Dios, el venerable padre Francìsco de Contreras, natural de esta ciudad de Sevilla, Sevilla 1691), 8 rs.

– Vida de la venerabla madre Juana de la Encarnacion agustina descalza en Murcia, 4 rs.

– Pasion de Xpto comunicada a esta religiosa en quarto, 10 rs.

– Vida de la venerable Sor Maria Angela Astorch fundadora de las capuchinas de Murca de a folio, 18 rs.

– oficio de Nuestra Señora tres tomos en tafetan, en octavo, 60 rs.

– Semana santa puesta en tafilete, en octabo, 24 rs.

– otro ofizio de Nuestra Señora con otros ofizios y oraciones puesto en tablas de tafilete, mas que en quarto, 60 rs.

OBRAS DE LOPE DE VEGA.-

– la Jerusalen conquistada de ympresion bien gruesa, en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- la Jerusalèn conquistada, Madrid 1604), 36 rs.

– La Corona tragica en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- Corona tràgica, Madrid 1627), 14 rs.

– Rimas sacras o triunfos divinos en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- Triunfos divinos con otras rimas sacras, Madrid 1625), 20 rs.

– Pastores de Velen en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- Pastores de Belen, Madrid 1612), 18 rs.

– Poema de la vida de san Ysidro (Fèlix LOPE DE VEGA.- El Isidro, Madrid 1599), 18 rs.

– Autos Sacramentales en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- Autos Sacramentales, Madrid 1644), 24 rs.

– el Peregrino en su patria en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- El peregrino en su patria, Sevilla 1604), 10 rs.

– la Hermosurade Angelica en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- La hermosura de Angèlica, Madrid 1602), 24 rs.

– la Dragontea en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- La Dragontea, Madrid 1598), 24 rs.

– La Filomena con la Andromeda la tapada y otros asumptos en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- La Filomena con la Andròmeda y otras diversas rimas, Madrid 1621), 30 rs.

– La Dorotea en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- La Dorotea, Madrid 1632), 8 rs.

– La Arcadia en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- La Arcadia, madrid 1598), 18 rs.

– Romanzero espiritual (Fèlix LOPE DE VEGA.- Romancero espiritual, Pamplona 1619), 12 rs.

– Rimas dos tomos (Fèlix LOPE DE VEGA.- Rimas, Madrid 1609), 20 rs.

– La gatomachia de thome de Burguillos en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- La gatomaquia poema èpico burlesco publicado bajo el nombre de Tomè de Burguillos, Madrid 1634), 12 rs.

– Soliloquios divinos en octabo (Fèlix LOPE DE VEGA.- Solìloquios, Valladolid 1612), 30 rs.

– La zirze con otras obras en quarto (Fèlix LOPE DE VEGA.- La Circe con otras rimas, Madrid 1624), 60 rs.

OBRAS DEL CONDE DE REBOLLEDO.-

– Silba militar y politica = la selba segrada = la contanzia victoriosa = los ozios y las silbas danicas = todas quatro en quarto (Bernardino de REBOLLEDO.- Silva militar y polìtica, Amberes 1661.- IDEM.- Selva sagrada o misas sacras, Amberes 1661.- IDEM.- La constancia victoriosa, Colonia 1655. IDEM.- Ocios, Amberes 1650.- IDEM.- Selvas dànicas, Copenhague 1655), 80 rs.

OBRAS DE CRISTOBAL DE MESA.-

– Las eglogas y georgicas de Virgilio traduzidas por Xtobal de Mesa a que estan añadidas las rimas deste y el poema de el Pompeyo = la Eneida de Virgilio traduzida por el mismo = Las nabas de Tolosa = el Patron de España = las rimas varias, todas como en octabo (Cristobal de MESA.- Las navas de Tolosa, Madrid 1594.- IDEM.- Las Eglogas y Geòrgicas de Virgilio con las Rimas y el Pompeyo, Madrid 1618.- IDEM.- El patròn de España, Madrid 1612), 120 rs.

 

– obras de garcilaso de la Vega (Garcilaso de la VEGA.- Obras, Salamanca 1568), 20 rs.

– obras de Boscan en octabo (Juan BOSCAN.- Obras, Barcelona 1543), 30 rs.

– Rimas de Camoens (Luis de CAMOENS.- Rimas varias, Lisboa 1685), 30 rs.

– obras del bachiller de la Torre (Francìsco de la TORRE.- Obras, Madrid 1631), 18 rs.

– obras de fray Luis de Leon en octabo (fray Luis de LEON.- Obras, Salamanca 1589), 30 rs.

– obras de Gongora dos tomos en octabo (Luis de GONGORA.- Obras, Madrid 1633), 50 rs.

– obras del principe de Esquilache mas que en quarto (Francìsco de BORJA Y ACEVEDO, principe de ESQUILACHE.- Obras en verso, Madrid 1619), 45 rs.

– la Ulisea de Omero traduzida del griego en castellano por Goznalo Perez en octabo (HOMERO.- La Odisea traducida del greigo al castellano por Gonzalo PEREZ, Salamanca 1550), 30 rs.

– Poesias de fernando de Herrera en quarto (Fernando de HERRERA.- Poesias, Sevilla 1582), 15 rs.

– el pasto Fido traduzido por Doña Isabel Correa (Juan Bautìsta GUARINI.- Il pastor Fido traducido del italiano en metroespañol e ilustrado con reflexiones por Doña Isabel CORREA, Amberes 1694), 20 rs.

– el original de este en ytaliano y franzes en octabo (Juan Bautìsta GUARINI.- Il pastor Fido, Venecia 1590), 15 rs.

– la Farsalia traduzida por Don Juan de Jauregui (Marco Anneo LUCANO.- La Farsalia traducida por Juan de JAUREGUI, Madrid 1684), 50 rs.

– Las rimas sacras y profanas deste en quarto (Juan de JAUREGUI.- Rimas, Sevilla 1618), 20 rs.

– las Heroticas amatorias de Don Estevan Manuel de Villegas en quarto (Esteban Manuel de VILLEGAS.- Las Eròtica o Amatorias, Madrid 1618), 15 rs.

– las Heroydas de Obidio y ymbectiba contra Ybati en castellano en quarto, 20 rs.

– las Metamorfosis y transformaciones de Obidio en castellano en octavo (Publio OVIDIO NASON.- Las matamorfosis traducidas en verso castellano por Antonio PEREZ SINGLER, Salamanca 1580), 8 rs.

– la Diana de Jorge de Monte mayor dos thomos en octabo (Jorge de MONTEMAYOR.- Los siete libros de Diana, Valencia 1559), 60 rs.

– el Cancionero obras poeticas del mismo en octabo (Jorge de MONTEMAYOR.- Cancionero, Zaragoza 1562), 24 rs.

– La picara Justina o la montañesa en octabo (Andrès PEREZ.- La pìcara Justina, Medina del Campo 1605), 8 rs.

– la Eufrosina en castellano en octavo, 10 rs.

– las trescientas de Juan de Mena con la glosa del comendador fernan Nuñez en octabo (Juan de MENA.- La trescientas glosadas por Fernàn NUÑEZ DE TOLEDO, Sevilla 1499), 24 rs.

– otras Comentadas por el Brozense en octabo (Juan de MENA.- Las trescientas glosadas por Francìsco SANCHEZ DE BROZAS, Salamanca 1582), 15 rs.

– la Jerusalen livertada de torquato tasso traducida por Antonio Sarmiento y Mendoza (Torcuato TASSO.- La Jerusalen libertada traducida por Antonio SARMIENTO DE MENDOZA, Madrid  1649), 15 rs.

– Poesias de Don Antonio de Solis en quarto (Antonio de SOLIS.- Varias poesias sagradas y profanas, Madrid 1692), 8 rs.

– Comedias del mismo en quarto (Antonio de SOLIS.- Comedias, Madrid 1681), 8 rs.

– Poesias de Don Agustin de Salazar en quarto (Agustìn de SALAZAR Y TORRES.- Cithara de Apolo, varias poesias divinas y humanas, Madrid 1681), 10 rs.

 

– las Comedias del mismo en quarto (Agustìn de SALAZAR Y TORRES.- Comedias, Madrid 1681), 10 rs.

– el robe de Proserpina de Cayo Lucio Claudiano traducido del latin por Don Francisco Faria en octabo (Cayo Lucio CLAUDIANO.- El robo de Proserpina traducida por el doctor Don Francisco FARIA, Madrid 1608), 12 rs.

– otro poema moderno de la Proserpina por Don pedro Silbestre que es anagrama del nombre del autor, en quarto (Pedro SILVESTRE.- La Proserpina poema heròico jocoso, Madrid 1721), 15 rs.

– La Arcadia de San Nazaro traducida en español en quarto (Jacobo de SANNAZARO.- La Arcadia, Venecia 1502, 1504. 1ª ed, castellana traducida por Diego LOPEZ DE AYALA, Toledo 1547), 24 rs.

– La Cintia de Aranjuez en octabo, 16 rs.

– Theagenes y Cariclea en quarto (HELIODORO.- Historia etiòpica de Teàgenes y Cariclea. Salamanca 1581), 10 rs.

– la Cruzada de Monzon en quarto, 12 rs.

– Geroglificos varios de nuestra Señora por Solis (Luìs de SOLIS VILLALUZ.- Geroglìficos varios sacros y divinos epitetos en que se cifran algunas de las eminetìsimas glorias de Nuestra Señora, Madrid 1734), 12 rs.

– Vida de Carlos quinto poema por Zapata, en quarto (Luìs ZAPATA.- Carlo furioso poema, Valencia 1566), 15 rs.

– Vida de Nuestra Señora por Mendoza en octabo (Antonio HURTADO DE MENDOZA.- Vida de Nuestra Señora Maria Santìsima, Madrid 1650), 15 rs.

– Las Moschea en octabo (Josè de VILLAVICIOSA.- La Moschea, poètica inventiva en octava rima, Cuenca 1615), 8 rs.

– obras de Don Juan Oben dos thomos en quarto (Juan OWEN.- Epigramàtica, Londres 1600, 1ª ed castellana, Madrid 1679), 14 rs.

– obras del conde de Villamediana en quarto (Juan de TASSIS, conde de VILLAMEDIANA.- Obras, Madrid 1635), 15 rs.

– obras de Geronimo Canzer en quarto (Jerònimo CANCER.- Obras varias, Madrid 1651), 36 rs.

– la lira de las Musas de Dan gabriel Bocangel en quarto (Gabriel BOCANGEL Y UNZUETA.- La lira de las musas de humanas y sagradas voces, Madrid 1635), 30 rs.

– Rimas de Lupercio y Bartolome Leonardo de Argensola en quarto (Lupercio y Bartolomè LEONARDO DE ARGENSOLA.- Rimas, Zaragoza 1634), 12 rs.

– obras de Don Luis Ulloa en que esta el poema de la Raquel del rey Don Alonso, en quarto (Luìs ULLOA Y PEREIRA.- Obras, Madrid. IDEM.- Alfonso octavo prinicpe perfecto divertidopor Raquel hebrea (s.l.), 1643, 15 rs.

– Donayres del parnaso en octabo, no se taso.

– Proberbio de barros en octabo (Alonso de BARROS.- Proverbios morales, Madrid 1608), 15 rs.

– Comedias de Calderon nueve tomos (Pedro CALDERON DE LA BARCA.- Comedias, madrid 1637-1677), 90 rs.

– Comedias de terencio en latin y en castellano en quarto (Publio TERENCIO.- Comedias, Strasburgo 1470, 1ª ed, castellana, Las seis comedias de Terencio escritas en latìn y traducidas en castellano por Pedro Simòn ABRIL, Zaragoza 1577), 30 rs.

– la tragicomedia de los jardines y campos sabeos, primera y segunda parte pr Doña pheliziana Enriquez de Guzman en quarto (Feliciano ENRIQUEZ DE GUZMAN.- Tragicomedia de los jardines y campos sabeos, Coimbra 1624), 15 rs.

 

– la Zelestina tragicomedia de Calisto y Melibea sin nombre de autor en octabo (Fernando de ROJAS.- La Celestina, Burgos 1499), 20 rs.

– las obras de Sor Juana Ines de la Cruz religiosa de la Concepcion Geronima de la ziudad de Mejico, tres tomos en quarto (Sor Juana Inès de la CRUZ.- Poemas de la ùnica poetisa americana, musa dècima, Zaragoza 1682), 48 rs.

– el Nuevo Testamento traduzido fielmente en castellano del original griego, en octavo, 100 rs.

– Seneca tragedias cum notis variorum, en quarto (Lucio Anneo SENECA.- Tragedias cum notis, Amsterdan 1632), 12 rs.

– Doctrina cristiana por fray Bartolome de los Martires en quarto (fray Bartolomè de los MARTIRES.- Catecìsmo o doctrina cristiana traducida de lengua portuguesa en castellano por Juan de ARISTIZABAL, Madrid 1653), 30 rs.

– retrato politico del rey Don Alonso el octabo, en quarto, 3 rs.

– Abisos de cortesanos en quarto, 6 rs.

– el secretario del rey por Pedraza en quarto (Francìsco BERMUDEZ DE PEDRAZA.- El secretario del rey, Madrid 1620), 20 rs.

– obras de Boscan y Garzilaso en quarto (Las obras de BOSCAN y GARCILASO, Barcelona 1543), 24 rs.

– el templo de la fama por Valdecebro en quarto (Andrès FERRER DE VALDECEBRO.- Rl templo de la Fama, Madrid 1680), 24 rs.

– Carta pastoral de Valero en quarto (Francìsco VALERO Y LOSA.- Carta pastoral acerca de la ignorancia de las verdades cristianas, Madrid (s.a), 4 rs.

– Historia del gran chaco en quarto, 10 rs.

– Vida de Cristo y maria de a folio, 40 rs.

– opera fratis Josephi a Santo Benenicto de a folio (Josè de SAN BENITO.- Fratris Josephi a Sancto Benedicto, madrid 1725), 24 rs.

– Representazion al rey nuestro señor Don Phelipe quinto dirigida al mas seguro aumento de su real herario por Don Miguel de Zavala y Auñon en pasta, de a folio (Miguel de ZABALA Y AUÑON.- Representaciòn al rey nuestro señor Felipe V dirigida al mas aumento del real erario, madrid 1732), 80 rs.

– Memorial de Chumacero en quarto (Juan de CHUMACERO Y CARRILLO.- Memorial de Su Magestad Catòlica a nuestro muy santo papa Urbano VIII por Don fray Domingo Pimentel y Don Juan de Chumacero y Carrillo, Madrid 1643), 12 rs.

– el espejo de la muerte por don carlos Bundetto en pasta y mas que en quarto (Carlos BUNDETO.- El epejo de la muerte, Amberes 1700), 30 rs.

– tratado de reclutas, quintas y lebas por Don francisco de oya y ozores en pasta y mas que en quarto (Francìsco de OYA OZORES.- Tratado de levas, quintas y reclutas de gente de guerra segùn las Ordenanzas y cèdulas modernas, Madrid 1734), 15 rs.

– Cienca heroica dos thomos en pasta por Don Joseph de Abiles en octabo (Josè de AVILES.- Ciencia heròica, Barcelona 1725), 45 rs.

– Vida de santa Genobeba en pasta y traducido en español por el señor Corisius en octabo, 8 rs.

– La Araucana quarta y quinta parte en dos thomos por Osorio en octabo, 24 rs.

– Estudios monasticos dos thomos en octabo, 18 rs.

– Politica de Dios por Quevedo en octabo (Francìsco de QUEVEDO Y VILLEGAS.- Polìtica de Dios, gobierno de Cristo, tiranìa de Satanàs, Zaragoza 1626), 8 rs.

– Vida de Alejandro Magno por don fernando de Biedma en octabo (Fernando de BIEDMA.- Vida de Alejandro Magno, Madrid 1634), 8 rs.

– obras liricas por Don francisco antonio de Bances Candamo (Francìsco Antonio de BANCES CANDAMO.- Obras lìricas, Madrid 1720), 10 rs.

 

 – Delizias del Carmelo por fray Joseph de la Virgen y herrera, 4 rs.

– Dezimas a la muerte, 2 rs.

– Viage del rey Don Sebastian a Africa en octabo, 10 rs.

– tragedia de Cinna traducida en castellano por el marques de San Juan en octabo (Pierre CORNEILLE.- Cinna tragedia traducida por el marquès de SAN JUAN, Madrid 1713), 4 rs.

– Estevanillo Gonzalez en octavo (ANONIMO.- Vida y hechos de Estevanillo Gonzàlez, hombre de buen humor, Amberes 1646), 4 rs.

– tratado de cometas por el padre Casari en octabo, 4 rs.

– el pastor Fido en español en pasta, en octabo (Juan Bautìsta GUARINI.- El pastor Fido traducido del italiano en verso castellano popr Crìstobal SUAREZ DE FIGUEROA, Nàpoles 1692), 15 rs.

– Gramatica franzesa en octabo, 12 rs.

– Vida de la venerable madre Paula de la Madre de Dios de a folio, 18 rs.

– Historia eclesiastica de Rebullosa en octabo, 18 rs.

– las Republicas del mundo por fray Geronimo Roman, la ultima ympresion añadida, tres tomos en folio (Jerònimo ROMAN.- Repùblicas del mundo, Madrid 1575), 200 rs.

– las obras del padre Kempis en latin, quatro tomos en quarto, marquilla, en pasta (Tomàs de KEMPIS.- Obras, Amberes 1648), 80 rs.

– obras de Santa theresa en quarto marquilla impresion de Amberes (Santa Teresa de JESUS.- Obra, Salamanca 1588), 150 rs.

– Argenis por Pellizer primera parte en pasta (Josè PELLICER DE OSSAU.- Argenis, Madrid 1626), 40 rs.

– las obras de Gongora en pasta, quarto marquilla, ympresiond de Bruselas (Luìs de GONGORA.- Obras, Madrid 1633), 45 rs.

– Juego de armerias y baraja, ordenanzas militares en pasta y folio y folio las militares y guardias, 55 rs.

– de otros libros sueltos en pergamino, 70 rs.

– OBRAS DE MEDRANO.-

yd la geografia en dos thomos = el perfecto artillero y bombardero = el perfecto arquitecto de militar y zivil = y otra Geografia puesta en verso, todos quatro en octabo, 150 rs.

– el laurel de Apolo (Fèlix LOPE DE VEGA.- El laurel de Apolo, Madrid 1630), 15 rs.

Aunque lo mas valioso de los bienes de Don Josè Banfi y Parrilla era su biblioteca, tambièn llevò a su boda algunas joyas y objetos de plata y diversas armas, ropas de casa, muebles, entre ellos una silla poltrona, las guarniciones de los caballos, una berlina nueva tasada en 8000 reales y un coche con siete vidrios, forrado de tercipelo carmesì, tambièn nuevo, que lo fuè en 14500 reales, asi como 24000 reales mas en diferentes monedas.

PLATA Y ORO.-

– una bandeja de plata sobre dorada con sus flores de filigrana, 900 rs.

– yd una arquita de plata sobre dorada, guarnezida de piedras, porzelanas y filigrana, 1230 rs.

– una palancana y jarro y bocado, 1420 rs.

– un espadin con guarnizion de plata sobredorada, 240 rs.

– una caxa de oro y nacar y esmaltada, 2000 rs.

– otra caxa de tumbaga quadrada prolongada, 750 rs.

– un estuche de matematica con todas sus erramientas guarnezidas de plata, 720 rs.

– un estuche de concha con tigeras y nabaja, todo guarnezido de plata, 240 rs.

– una pluma y compas de plata con su caxa de zapa, 120 rs.

RELOX.-

 

– un relox de plata de repeticion, tallado y burilado, 1200 rs.

ESCOPETAS.-

– una escopeta hecha por Joseph cano, 2000 rs.

– otra escopeta con llave hecha por el dicho Joseph Cano y el cañon sevillano, 1000 rs.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

JOSE LUIS BARRIO MOYA

INSTITUCION DE ESTUDIOS COMPLUTENSES

 

NOTAS.-

(1).- ARCHIVO HISTORICO DE PROTOCOLOS DE MADRID.- Protocolo = 16853, folº. 796-848.

(2).- Mateo Cerezo naciò en Burgos en 1637. Discìpulo de Juan Carreño de Miranda, tiene su pintura un punto de distinciòn que le aproximan a Van Dyck, a la vez que un càlido colorido que le acercan a Ticiano. Cultivò la pintura religiosa y el bodegòn, falleciendo prematuramente en Madrid, en 1666, cuando sòlo contaba veintinuevo años. (Vid.- Josè Regelio Buendia e Isamel Gutièrrez Pàstor.- Vida y obra del pintor Mateo Cerezo (1637-1666), Burgos 1986).

(3).- Luca Giordano conocido en España como Lucas Jordàn naciò en Nàpoles en 1634, ciudad en la que falleciò en 1705. Discìpulo de Ribera en su Nàpoles natal, fue un artìsta de prodigiosa facilidad de ejecuciòn, lo que le valiò el apodo de “fa presto”. En 1692 llegò a España llamado por Carlos II para decorar la basìlica de El Escorial. En los diez años que Lucas Jordàn permaneciò en España realizò una obra aburmadora, tanto en grandes ciclos de frescos como en cuadros de caballete.

(4).- David Teniers (Amberes 1610 – Bruselas 1690) se dedicò, sobre todo, a la pintura de gènero, en la que destacò tanto que fue muy conocido en toda Europa, siendo sus obras muy solicitada.

Cuadros de Teniers se mencionan con cierta frecuencia en invetarios españoles de los siglos XVII y XVIII.

(5).-ARCHIVO HISTORICO DE PROTOCOLOS DE MADRID. Protocolo = 16853, folº. 850-867.

(6).- Baltasar Gracìan siempre publicò sus obras bajo en nombre de Lorenzo.

(7).-Esta obra fue prohibida y colocada en el Indice.

Feb 202014
 

   Alonso J. R. Corrales Gaitán.                 

   Creo que ni este es el lugar, ni por supuesto ante ustedes es necesario ponerse a hablar largo y tendido sobre Cáceres, pues por muy amplia que hiciese esta explicación, sin duda me quedaría corto. Seguro que otras personas que me han precedido, han hecho esta descripción mas completa y detallada.

                        En este trabajo lo único que voy a tratar de aportar, son unas pocas ideas de cómo hacer mas entretenida la visita a Cáceres. Para ello se me ha ocurrido apuntar unos itinerarios o rutas, fáciles de seguir que cualquiera, acompañado por una libreta para tomar notas de lo que consideramos interesante, y llevar una cámara fotográfica, eso sí con varios carretes de repuesto.

                        Partimos de la base que el supuesto visitante va a pasar en Cáceres como mínimo un fin de semana, de no ser así este entretenido estudio no podría ser aplicable.

                        Antes de continuar tengo que decir que particularmente he seguido una a una todas las rutas, que aquí voy a tratar y por ello puedo asegurar que cualquiera las puede recorrer, disponiendo únicamente del tiempo necesario y de ropa cómoda.

                        Las rutas que propongo son las siguientes:

                       

          Ruta de la muralla.

          Ruta de la heráldica.

          Ruta de los palacios.

          Ruta de las fuentes.

          Ruta de los museos.

          Ruta de las ermitas.

          Ruta de los tesoros.

          Ruta de las leyendas.

          Ruta del subsuelo.

Y    Ruta de las casas con nombre propio.

                       

                        De esta manera podemos hacer nuestra visita más entretenida y completa, pues es mas que evidente que si nos limitamos a acceder a la ciudad monumental, aunque en ello empleemos varias horas, lo más probable es que se pasen muchos casos por alto.

                        Lo verdaderamente positivo que tiene este sistema que yo apunto, es que puede conocerse bastante bien un tema o ruta, sin necesidad de dedicar mucho tiempo  otro que a lo mejor no nos agrada tanto. Es como si estudiásemos una carrera, en este caso Cáceres, tomando asignatura por asignatura, que en este caso concreto son las distintas rutas.

                        A falta, hasta este preciso instante de un libro que sirviéndonos de guía, contenga todas las rutas aquí señaladas, nos deberemos ayudar con otras publicaciones que ya iremos apuntando a lo largo de este trabajo.

 

                        RUTA DE LA MURALLA.- Es recomendable realizar este itinerario en dos ocasiones, una de día y otra de noche, en ambos casos se podrá disfrutar de la belleza de tan magnífico conjunto monumental.

                        Este itinerario se debe iniciar por el Arco de la Estrella o Puerta Nueva, y continuarlo hacia la derecha subiendo los denominados Adarves, de esta sencilla manera conoceremos las distintas entradas a la ciudad monumental y sus numerosas torres defensivas.

                        Lo ideal sería poder hacer este paseo por encima de la muralla, pero como esto no es posible nos conformaremos con hacerlo por la parte interior de la misma. Esta primera ruta puede durar algo mas de la hora. No podemos olvidar que son dos kilómetros aproximadamente de longitud.

 

                        RUTA DE LA HERÁLDICA.- En este tema, es Cáceres una  de las  ciudades mas ricas y completas, pues están registrados varios centenares de escudos heráldicos y de armas, tanto en los exteriores como en los interiores de los edificios civiles y religiosos de la ciudad. Es una manera relativamente sencilla de estudiar las familias que representan, así como los estilos de los mismos y la influencia en las distintas zonas del recinto medieval.

                        En esta gran variedad de escudos heráldicos se puede encontrar el visitante, a familias originarias de prácticamente todos los lugares de España, así como de zonas de Portugal, Francia o Italia, que intervinieron o bien en la Reconquista de la ciudad, en el siglo XIII, o que en fechas posteriores aquí se asentaron levantando su palacio o casa familiar.

                        Recomendamos iniciar este itinerario partiendo de la entrada ya mencionada anteriormente del Arco de la Estrella, y desde allí partir a través de la Plaza de Santa María hasta la parte mas alta del recinto amurallado, hasta así recorrerlo todo, pero para ello debemos de ir con los ojos bien abiertos, pues cientos de escudos están situados en los lugares mas insospechados además de los clásicos de sobre puertas o ventanas.

 

                        RUTA DE LOS PALACIOS.- Considerando que en Cáceres existen mas de medio centenar de estos nobles edificios, que poseen toda la riqueza histórica de un conjunto monumental único, declarado Patrimonio de la Humanidad, se pueden llegar a encontrar infinidad de elementos muy interesantes, formando parte de esta gran variedad de construcciones.

                        Por desgracia no todos los palacios están abiertos al público, existiendo no obstante un elevado número de ellos que lo están únicamente por la mañana, por ubicarse allí organismos oficiales, pero en algunos casos determinados, a pesar de ser casas particulares, dada la buena disponibilidad de los ciudadanos cacereños y su carácter abierto y agradable, es muy posible que dejen acceso limitado a su casa-palacio. Algo que sin duda el turista no olvidará.

                        La visita a estos edificios puede prolongarse por varias horas, dado que existe un elevado número de detalles arquitectónicos o de mero adorno, además de permanente lugar de custodia de no pocas obras de arte de todo tipo.

 

                        RUTA DE LAS FUENTES.- Para poder realizar una visita a estas tan peculiares construcciones, es necesario que sepan desplazarse algo mas libremente por nuestra ciudad, ya que las fuentes se encuentran diseminadas por distintas y distantes zonas de Cáceres, destacando muy especialmente las que aún se conservan próximas a la denominada Ribera de Cáceres, algunas de las cuales han sido restauradas en los últimos años.

                        En sus mejores tiempos nuestra ciudad llegó a contar con una docena de estas fuentes, ubicadas en las proximidades del recinto amurallado y alguna mas a pocos kilómetros. Siendo aún utilizadas en la primera mitad del presente siglo para abastecer a la población cacerense, especialmente en los años de fuertes sequías.

                        En la actualidad son un simple recuerdo de aquellas épocas, conservando su nombre originario y alguna historia o anécdota curiosa, entre las mas conocidas o las más importantes por encontrarse más cercanas al núcleo urbano, tenemos:

 

                        Fuente del Concejo.- Situada en la Ribera, cerca de la Puerta y Arco del Cristo, fue construida en el siglo XV por iniciativa de Alfonso Golfin, como consecuencia del ensanche que se ha producido en aquella zona con relación al tráfico rodado, ha sufrido numerosas transformaciones, la más significativa en los años ochenta del siglo XX. Hasta la década de los años sesenta los cacereños bebíamos de sus aguas y muchas familias la utilizaban para guisar.

                        Fuente del Rey o del Marco.- Se encuentra mas arriba del Convento de San Francisco El Real, es encauzada en 1501 y se cierra con un muro en 1570. Durante los años treinta, cuarenta y cincuenta era frecuente ver allí a infinidad de jóvenes cacereños bañándose, pescando o cogiendo ranas y culebras. No hace muchos años todo aquel entorno ha sido profundamente remodelado por la escuela taller municipal, convirtiéndose en un atractivo lugar.

                        Fuente Nueva y Pilar de San Francisco.- La primera es arreglada en el siglo XV, y los pilares son reconstruidos en el año 1683, de los dos que originariamente se encontraban en aquella zona, el mas bonito se trajo en los años setenta al Foro de los Balbos, junto al Ayuntamiento.

                        Fuente Fría. Situada entre el Puente de San Francisco y el Convento que lleva este mismo nombre, se construyó en el siglo XV, ha pasado por épocas muy malas en las que estuvo a punto de desaparecer por la suciedad y el abandono municipal, hasta hace cuatro o cinco años su agua seguía utilizándose por numerosas familias cacerenses para guisar y beber. Afortunadamente desde hace algunos años todo aquel terreno ha sido remodelado y no peligra su existencia.

                        Fuente de Aguas Vivas.- También fue canalizada en el siglo XV, durante la época de los reyes católicos se le conocía como “fuente de las arañas”, por la gran cantidad de esos bichos que siempre tenía en sus inmediaciones.

                       

                        Otras fuentes y manantiales que existieron en las  afueras y dentro de la población, fueron: de la Concepción, del Paseo Alto, Valhondo, Hinche, Balincero; Santa Ana, Santa Olalla, Arropez, etc. Algunas de estas aún existen en la actualidad aunque o no dan agua o ya no es potable.

                         La gran mayoría de ellas daban un agua sabrosa y muy buena para guisar, existiendo algún manantial que según la opinión ciudadana de la época, daba un agua que curaba ciertos males del cuerpo y del alma.

 

                        RUTA DE LOS MUSEOS.- Los visitantes no deben ignorar que en esta ciudad hay media docena de museos de contenido  muy variado, así como la existencia de otras exposiciones complementarias situadas en distintos lugares de la ciudad.

                        Entre otros tenemos: El Museo Provincial situado en el Palacio de las Veletas; el Diocesano de la Concatedral de Santa María; el Museo Municipal Permanente en la Casa Mirón; el Museo de la Casa Pedrilla; el instalado en la Casa ärabe; y el  Palacio de Carvajal.

                        No obstante y desde mi particular punto de vista, en una ciudad como la nuestra podrían existir algunos museos más, ya que se dan una serie de características adecuadas para ello, incluso hay gran variedad de elementos y objetos que podrían exponerse, como por ejemplo el patrimonio de las cofradías penitenciales, de la cofradía de la Virgen de la Montaña, de pintura costumbrista, de maquetas de distintas construcciones de la ciudad, etc.

                        Con la observación detenida de todo lo contenido en estos lugares, se puede hacer un completísimo estudio histórico-cultural de la ciudad, y de las distintas generaciones que nos han precedido.

 

                        RUTA DE LAS ERMITAS.- No obstante y a pesar de lo hasta ahora apuntado, existen muchos temas que en Cáceres se dan en una gran medida, como es el caso que nos ocupa.

                        A lo largo de nuestra dilatada historia, han llegado a pertenecer al término municipal de Cáceres, un total de 44 ermitas de todos los tipos y estilos, de las cuales 17 han desaparecido totalmente; 8 se han transformado en iglesias o con otra finalidad; siendo en la actualidad otras 8 las ermitas que como tal se conservan en la ciudad. Y en los cercanos alrededores quedan otras 11 algunas en completa ruina.

                        Desde el punto de vista artístico e histórico, sería muy interesante que el visitante pudiese conocer estar construcciones, levantadas al más puro estilo cacerense y que a pesar del tiempo transcurrido desde su creación, aún conservan el encanto popular de sus remotos orígenes y el particular trabajo de las personas que vivieron relacionadas con ellas.

                        Incluso de disponer de mas tiempo, se podría estudiar todo el patrimonio que las ermitas poseen y las cofradías que se hicieron cargo de su cuidado, además de sus celebraciones y origen.

                        Afortunadamente para todos nosotros,  con el inicio de la década de los años noventa del siglo XX, se despertó un general interés por la recuperación de determinadas ermitas que se encontraban en un estado lamentable, desgraciadamente aún quedan algunas otras en completa ruina. En el año 1998 publiqué el libro titulado “Ermitas Cacerenses”, donde están todas estas 44 construcciones y su historia, obra que puede resultar apropiada para conocer estas populares construcciones.

 

                        RUTA DE LOS TESOROS.- A partir de este punto, iniciamos el recorrido por un apartado muy especial que muy bien podríamos subtitular “Paseo por el Cáceres mágico”.

                        En este primer paso se pueden visitar aquellos lugares donde según la tradición oral o de las leyendas populares, en distintos momentos de la historia fueron escondidos tesoros, con la esperanza de recuperarlos, una vez hubiesen llegados tiempos mejores.

                        Y así tenemos los siguientes casos:                                                                                      – Una de las historias más curiosas que aún merodean  por la ciudad de Cáceres y que por desgracia es desconocida para una gran mayoría de sus ciudadanos, es que esta ciudad sirvió en varias ocasiones como lugar donde se ocultaron distintos bandoleros  y sus seguidores, además de ocultar aquí sus tesoros.

                        Dicho esto debemos recordar que en las inmediaciones del Santuario de la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres, es decir en lo alto de la llamada Sierra de la Mosca, el bandolero  martín Paredes, liberal, polígamo, ladrón de templos y conventos, poseía un espléndido escondite, con capacidad para media docena de caballos y jinetes, y que solía utilizar gran parte de su valioso botín.

                        Esta cueva-refugio era un lugar abierto por la naturaleza y que a principios del siglo XIX, oculta su entrada por una alta vegetación sirvió de importante almacén de variadas joyas y objetos valiosos, hasta que el año 1823 fue detenido el bandolero por la autoridad, y a partir de ese momento nada más se supo de toda aquella riqueza.

                        Desde el mes de octubre de aquel año fue encarcelado hasta que falleció de un infarto en 1840 cuando era trasladado camino del patíbulo instalado en la Plaza Mayor.

                        Durante años fueron muchos los aventureros que vagaron la totalidad de la Sierra de la Mosca en busca del tesoro del bandolero, accediendo a las distintas cuevas que allí existían, nada se sabe del resultado de dichas excursiones.

                        Hasta el principio de la década de los setenta del siglo que finaliza, estaba a la vista la boca de una cueva que según los viejos del lugar era la cueva de Martín Paredes, posteriormente su entrada fue ocultada con toneladas de escombros.

                        Hoy el tesoro continua sin aparecer.

                       

                        – Una historia increíble.

                        Lo que en la actualidad es Colegio Infantil de San Antonio, de los padres franciscanos, edificio que se encuentra adosado al templo de Santo Domingo, se construyó en el año 1493 como Convento de Nuestra Señora del Rosario, de la orden de los dominicos predicadores y bajo cuyo cuidado permaneció el edificio hasta el año 1822, en que dichos religiosos se marcharon de Cáceres.

                        En 1873 el Convento era adjudicado al  Ministerio de Hacienda, instalándose allí la Tesorería de la misma, y resulta que el funcionario responsable, en determinadas ocasiones se quedaba hasta altas horas de la noche, contabilizando las grandes sumas de monedas en oro que la caja de seguridad guardaba. Ocurrió que una de estas veces, según cuentan las crónicas de la época, varias personas accedieron a dichas dependencias sin que de ello se percatase el confiado tesorero, dándose el inexplicable  caso policial que tanto el funcionario como la gran cantidad de oro que allí se guardaba desapareciesen sin dejar rastro alguno.

                        Vinieron expertos de distintos puntos de España, tanto policiales como seguidores de pistas, pero el misterio de la desaparición continuó sin ninguna pista. Lo que sorprendió a cacereños, extremeños y a todos cuantos conocieron dicho suceso.

                        En el año 1902 un enorme incendio daba fin a la ubicación de la Delegación de Hacienda en lo que fue Convento de los Dominicos. Los años fueron pasando con más o menos suerte para el edificio en su conjunto, pero no fue hasta el año 1936 cuando se realizaron unas profundas obras de restauración en toda la construcción, lo que sacó a la luz infinidad de objetos y elementos arquitectónicos y artísticos de todo tipo.

                        En un determinado lugar del destrozado edificio apareció un esqueleto completo, corriéndose inmediatamente la voz de que se trataba sin duda del desaparecido tesorero. Aprovechando la disculpa del hallazgo varios aventureros descendieron por el pozo que tiene el patio principal del citado edificio, ello en busca de las sustanciosas monedas. Pero lo encontrado nada tenía que ver con aquel magnífico tesoro. Se sacaron una docena de monedas de todo tipo, un rosario y poco más.

                        Lo desaparecido ascendía a varios millones de pesetas, según valoración de aquella época, Aún en la actualidad no ha aparecido nada de nada. ¿Estará oculto en el pozo? ¿Será cierto que existen galerías subterráneas de comunicación entre el pozo y otras construcciones próximas?

                        Lo mas seguro es que nunca lleguemos a saber la verdad de este misterioso asunto.

 

                        En la ciudad de Cáceres existen una docena de historias por el estilo,            relacionadas con “tesoros escondidos”. Existiendo edificios que durante siglos se han conocido como Casa del Tesoro; la Huerta del Tesoro; los tesoros encontrados en la Calle de Pintores; Calle Machacona; Cuesta de Aldana o Torre de Bujaco, etc- Son algunos de los casos más populares referidos a esas sumas de dinero o joyas escondidas y que fueron encontradas por distintas personas. Sin duda todo esto puede representar una nueva atracción para los turistas que visitan nuestra ciudad. Para poder seguir mejor esta pista, no haya nada como adquirir la obra “Aproximaciones a los Tesoros escondidos en la provincia de Cáceres y Badajoz”, publicado en el año 1995, o consultar la obra titulada: “Leyendas y curiosidades de Cáceres”.

 

             – Y siguiendo por este camino del “Cáceres mágico”, apunto un tema que me parece tremendamente atractivo tanto para los visitantes como para los propios cacerenses, me estoy refiriendo al titulado Ruta de las Leyendas. Para ello además de conocer la propia historia de las mismas, sería muy interesante estar en el lugar exacto donde se produce la leyenda, así podremos estar mejor en situación de comprender esa misteriosa historia..

                         Hasta este preciso instante he podido recuperar de prácticamente el olvido histórico, una treintena de leyendas de todos los tiempos y épocas, que agrupadas pueden darnos una idea clara de la riqueza cultural  sobre la que se asienta la ciudad de Cáceres.

                        Como consecuencia de la limitación lógica de este trabajo, nos vamos a limitar a relacionar algunas de las leyendas más curiosas. De interesar a alguien este apartado nos agradaría mucho profundizar largo y tendido en él

.

                        La leyenda de la Galería de la Reconquista, vinculada en una gran parte al patio del Museo de las Veletas, de Cáceres; la leyenda de mansa Alborada, encantamiento que se produce próximo a la denominada Huerta del Conde, en una pequeña callejuela junto al Convento de San Francisco El Real; el trono regio de piedra, asiento pétreo único superviviente del desaparecido alcázar de la ciudad, que era utilizado por la Reina Católica en sus sesiones con el Concejo; el pendón de San Jorge, estandarte originario de la reconquista de la ciudad en el siglo XII y guardado celosamente en el Ayuntamiento de Cáceres; la Casa de los Trucos, comprada por el Obispo Galarza a la familia hebrea de los Cohen, donde existen infinidad de secretos; el pozo de los enamorados, existente en la carretera de Cáceres a Trujillo y donde se suicidaron dos enamorados hace varios siglos; la existencia y el recorrido real de Río verde,  corriente subterránea de agua que transcurre bajo gran parte de la ciudad antigua y que inunda numerosas ruinas y desvanes de la ciudad; la autentica fundación del Convento de San Francisco El Real, hoy Complejo Cultural dependiente de la Diputación Provincial; la existencia de la Ermita de la Excomunión o del  Lignum Crucis, levantado en el patio interior del palacio de los Duques de Abrantes; restos de la ermita de la Magdalena y sus accesos, construcción existente bajo el Convento de San Pablo; contenido del amplio terreno conocido popularmente como Huerta del Conde o Calerizo desde la época de la reconquista de la ciudad; la existencia en Cáceres de un personaje misterioso llamado Ceresole; la vida de un ermitaño muy especial Astrágalo;; y un largo etcétera son algunas de esas leyendas que pueden ser un importante atractivo de la ciudad.

                        Y así llegamos hasta la:

 

             – RUTA DEL SUBSUELO.- Sin lugar a dudas esta es la mas complicada de recorrer, pues aunque se conoce un gran número de estancias que transcurren bajo el suelo de la ciudad de Cáceres, muy pocas pueden llegar a ser conocidas o vistas por el curioso y menos por el turista.

                               Desde mi particular punto de vista este es uno de los más grandes atractivos que tiene hasta este preciso momento mi ciudad, la existencia de numerosas construcciones subterráneas. Su ubicación ha sido dada a conocer en muchas ocasiones, pero sobre todo con mis dos publicaciones aparecidas en 1993 y en 1997 respectivamente y actualmente agotadas, además de innumerables conferencias y artículos periodísticos.

                        Todo lo cual puede dar una idea bastante clara al visitante de la demostrada ubicación de este interesantísimo mundo subterráneo que muchas veces parece sacado de las obras de Julio Verne. Medio centenar de casos vienen a respaldar todo lo dicho, con la gran posibilidad de que queden otros muchos hoy desconocidos incluso para los investigadores del tema.

                        Ciertamente es un tema muy de actualidad pues rara es la ocasión que se comienzan las obras en alguna casa antigua y no aparece alguna construcción de este tipo, desgraciadamente la gran mayoría de las veces se oculta el hallazgo a la autoridad correspondiente pero en otras ocasiones da tiempo a verla incluso a fotografiarla, a pesar de que seguidamente desaparezca, la mayoría de las veces para siempre.

                        Me estoy refiriendo a pasadizos, aljibes, habitaciones, escaleras, bodegas, mazmorras y un variado etcétera. De fácil construcción dado lo irregular del terreno y las distintas alturas sobre las cuales está levantada toda la ciudad monumental de Cáceres.

                        El origen de las mismas es bastante variado, destacando muy especialmente las realizadas en la época musulmana, hebrea o incluso de tiempos posteriores.

                        Una visita a una construcción subterránea que puede muy bien servir de modelo para este gran número de casos, es en el Restaurante Bodega  Medieval, existente desde hace unos en la parte mas alta de la ciudad medieval dentro del Palacio de los Aldanas, originariamente llamado de los Gaitán. Allí se conservan perfectamente arregladas varias habitaciones que se utilizan de comedor, con infinidad de elementos originarios de la época en que se construyó, en el siglo XIV.

                        En la calle Ancha, en el conocido popularmente como Palacio del Vino, existen igualmente dos habitaciones bajo el nivel del suelo que también pueden dar una idea clara de todo este tipo de construcciones repartidas por nuestros Palacios y edificios históricos. Así como el aljibe existente debajo de la Iglesia de la Preciosa Sangre, junto a la Plaza de San Jorge, o las dependencias bajas de la Diputación Provincial y sus pozos. Estos son los casos más fáciles de observar en todo el recinto amurallado, el resto están únicamente para el uso particular y en casos muy concretos  para el curioseo del investigador de turno.

                        Sería algo muy positivo el hacer un plano de la ubicación y situación actual de todas estas construcciones, algo que serviría para ofrecer otro atractivo mas de Cáceres. Inexplicablemente algo así aún no ha interesado a las autoridades y lo mas probable es que no llegue nunca a interesar dada su aparente poca repercusión económica.

                       

                        Y la última ruta que por ahora apunto, es la de aquellas viviendas que han llegado hasta nosotros con nombre propio, ello motivado por alguna particularidad , actividad ocurrida en las mismas o por el simple  apodo de las personas que en algún momento la ocuparon..

                        Así nos podemos encontrar con:

–          Casa de los trucos.

–          Casa del Tesoro.

–          Casa del Mono.

–          Casa de los Judíos.

–          Casa de los aljibes.

–          Casa de las culebras.

–          Casa de los Palomares.

–          Casa del águila.

–          Casa de los Sarmientos.

–          Casa quemada.

–          Casa del gigante.

–          Casa del Sol.

–          Casa de los caballos.

–          Casa de los Crehuet.

–          Casa del candelabro.

–          Casa del duende.

–          Casa de la Virgen.

 

             En un trabajo como el que estamos presentando aquí, en el que contamos con un espacio y tiempo limitado, nos es francamente imposible el desarrollar abiertamente todo lo apuntado en el mismo, por tal motivo nos vamos a limitar a apuntar brevemente la ubicación de cada una de las casas relacionadas.

Se da el nombre de Casa de los Trucos, al edificio es conocido oficialmente como Palacio del Obispo Galarza, se levantó en el siglo XV. Está situado en la calle general Ezponda, próximo a la Plaza de la Concepción y frente a la Plaza Mayor. Tal y como ya hemos apuntado en otro apartado del presente trabajo, en sus orígenes el edificio fue levantado por la familia hebrea Cohen, siendo comprado por el Prelado en el año 1492. Desde el inicio de los años noventa del siglo XX está deshabitado. Es propiedad del  Obispo.

A la casona de la Duquesa de Fernan Núñez, se le conoce popularmente como la Casa del Tesoro, como consecuencia de la superstición local de creerse allí enterrado un fabuloso tesoro dentro de varios cántaros de barro desde el siglo XV.

La situación de dicho edificio, es en las proximidades del Ayuntamiento de Cáceres, en la Plazuela de las Piñuelas, se conoce también a este edificio como Casa de D. Publio Hurtado Pérez, por haber vivido durante muchos años en aquel  lugar, el insigne investigador, quien la compró el año 1870.

Originariamente este conjunto de lo que hoy parece un solo edificio, es el resultado de tres construcciones unidas por el tiempo.

La más próxima físicamente al Ayuntamiento fue construida en el año 1909, la central que compró el Sr. Hurtado Pérez y la que da a la Gran Vía, que sufrió una profunda reforma en el año 1932, colocándole ka galería acristalada y la fachada curva.

Desde hace un par de años ocupan dicho edificio distintas dependencias del Ayuntamiento.

“De ore leonis liberame” (de las fauces del león defiéndeme), es el lema del escudo principal de est Palacio, que se construyó en el siglo XV y que está situado a mediados de la conocida Cuesta de Aldana, calle que transcurre desde el Palacio de su mismo nombre hasta la Plaza de Santa María. Con el paso del tiempo a este edificio también se le ha llamado Palacio de Espadero Pizarro, Cáceres Andrada y Cáceres Nido, como consecuencia e tener en sus muros escudos heráldicos de mencionadas familias.

Se le conoce como Casa del Mono por un simio encadenado que se encuentra esculpido en el arranque de su escalera interior.

Desde el año 1971 y hasta 1989  como museo de pintura, albergó distintas obras de arte religioso, para convertirse desde entonces hasta nuestros días en la sede de la biblioteca de D. Alonso Zamora Vicente.

Hay que aclarar que en la actualidad no se conserva en nuestra ciudad ningún edificio que se llame Casa de los Judíos, esta fue una denominación popular por haber levantado inicialmente el edificio varios miembros de esta religión, pues allí estaba ubicada la sinagoga nueva, lo que ocurría en el siglo XV.

Se le conoce oficialmente como Palacio de la Isla y está ubicado próximo a la Plaza de la Concepción, el edificio que hoy se contempla fue construido en el siglo XVI por la familia Blázquez. En los años veinte del siglo XX fue una casa de huéspedes, para ser vendido en 1948 al Ayuntamiento, quién poco después lo convertiría en Biblioteca Pública y  Archivo Histórico Cultural. En el año 1992 finalizaba esta tarea cultural en dicho edificio.

El edificio histórico que hace varios siglos se conoció como  Casa de los Aljibes, posteriormente se llamaría Casa de las Veletas que es la denominación con la que ha llegado hasta nuestros días. Se trata de la sede del  Museo Provincial de Cáceres, desde el mes de diciembre del año 1931.

La Casa de las Veletas es lo que queda del que fue Alcázar árabe, cuyo origen se remonta al siglo XIII, esta emplazado en lo mas alto de la ciudad medieval cacerense, cerca de la Iglesia de San Mateo. Mencionado baluarte ocupó prácticamente la totalidad de aquel terreno y fue destruido en tiempos del monarca Enrique, para ser reedificado por los descendientes de Vasco Porcallo de Ulloa.

Con la denominación de Casa de las Culebras se han mantenido hasta los años cincuenta como denominación a una vivienda existente en las cercanías de la Real Audiencia de Extremadura, construida en el siglo XVIII y cuyo título se lo comenzaron a dar a partir del siglo XIX cuando un domesticador de serpientes ocupó las habitaciones de la planta baja y como consecuencia de que se le escaparan varios de dichos reptiles,  el vecindario comenzó a llamar el lugar con dicho calificativo.

Los cacereños de varias generaciones han llamado Casa de los Palomares, a la casa número 3 de la calle Sancti Spiritu, de antiguo aquel lugar había sido enfermería de los religiosos dominicos del próximo Convento de Santo Domingo, con el que estaba y está unido mediante un pasillo elevado sobre la Calle Río Verde. Y el título tan peculiar le viene dado por vivir durante muchos años en dicha casa la familia apellidada Palomares.

La casa del Aguila fue construida en el siglo XV por la familia Sande, y está  ubicada detrás de la Iglesia de San Mateo cerca de la Casa del Sol y pegada a la Casa de Los Aldanas o Bodega Medieval.

Recibió hasta hace poco el nombre de Casa de Los Sarmientos, la vivienda que con el número 2 se levanta en la calle Moreras, que fue construida en el siglo XVII, y reedificada casi en su totalidad en el siglo XVIII por sus propietarios, la familia Sarmientos.

 A la Casa Quemada, oficialmente se le conoce como Palacio de Carvajal, que fue construido en el siglo XV, adosándolo a la torre cilíndrica árabe del siglo XI-XII, que se conoce popularmente como Torre de la Higuera, siendo su primer propietario D. Pedro de Carvajal, que casó con Doña María de Mayoralgo.

A finales del siglo XIX se produjo un misterioso incendio que dañó totalmente determinadas zonas del palacio, motivo por el que comienzan a llamarlo Casa Quemada, este hecho acompañado de varias curiosas leyendas supuestamente ocurridas en este edificio, lo hacen sumamente interesante tanto para los cacerenses como para los foráneos.

Tenemos que desplazarlos por la Calle de Caleros, más allá de la Ermita del Vaquero, en la parte derecha en una pequeña plazoleta camino de Fuente Concejo, allí  durante varios siglos existió una casa que los vecinos conocían como casa del Gigante, esto era como consecuencia de vivir allí  en el siglo XVII, Juan Pérez, que con casi dos metros de altura, era la atracción de aquella zona. Procedía de Segovia y estaba casado con Juana Jiménez, de estatura normal. Ni que decir tiene que los propios muebles, tales como sillas y cama eran de proporciones especiales, además de su ropa y demás objetos particulares, lo que motivó que a su muerte tanto sus descendientes como amigos recogieron todos estos objetos y por su particularidad los guardaron como verdaderas reliquias.

Pero tal y como hemos señalado al comienzo de este apartado de las Casa, en Cáceres existen otros muchos edificios que por una serie de particularidades se conocen popularmente con otro adjetivo distinto al  nombre oficial, así podemos visitas Casa del Sol, o residencia de los Solís, hoy ocupada desde el siglo XIX por los Religiosos de la Preciosa Sangre y se encuentra detrás de la Iglesia de San Mateo, en la facha principal aparece un espléndido sol, de ahí su título.

También tenemos a la denominada Casa de los caballos por recordar que en su interior durante algún tiempo se reguardaron varios de estos animales, utilizados por las tropas militares, en la actualidad es una dependencia más adjunto al Palacio de las Veletas por la parte de las traseras o de la judería.

 Con el fin de no cansar a los presentes solamente diremos que nos quedan: la casa de los Crehuet, la del candelabro, del duende, o la de la Virgen. Siendo algunas de las más conocidas, pero no cabe duda que otras muchas viviendas con un nombre especial existen en Cáceres, que con el mero hecho de visitarlas y conocer parte de su historia peculiar, puede significar otro atractivo turístico para la ciudad.

Además señalar que junto a las rutas aquí tratadas podemos también añadir la Ruta de las reliquias, la de los libros o alguna otra.

Tal y como puede ver cualquiera, todo un amplio abanico de posibilidades.

Por todo esto y por otros muchos atractivos más, Cáceres bien merece una detenida visita.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                        D. PUBLIO HURTADO PEREZ   (1850-1929).

 

 

 

                        Antes de comenzar a desgranar los datos referidos a este insigne investigador cacerense, he de confesar a todos los presentes que es mi investigador preferido. Sí, D. Publio ha sido para mí durante todos estos años una auténtica enciclopedia del saber de nuestra tierra, lo admiro profundamente y he leído todo cuanto de él se puede leer, lo publicado y lo inédito. Prácticamente todos mis temas de investigación tienen un apoyo documental en los trabajos que en su día realizó el Sr, Hurtado.

            Mi amistad con dos de sus descendientes, D. Alfonso Artero Hurtado y D. Miguel Hurtado Urrutia, me han ayudado especialmente en muchas de mis tareas, y ha servido para que amplíe notablemente mis conocimientos sobre esta tierra.

            Tanta admiración siento por D. Publio Hurtado Pérez, que mi anterior libro titulado: “Ermitas Cacerenses”, decidí dedicárselo a él, a quién tal y como ha ocurrido con otros tantos investigadores o artistas en vida, no se le ha dado el valor  que merece, ni prestada la atención que necesita.

            Este admirado cacerense nació el día 21 de enero de 1850, siendo el mayor de cinco hijos, tres varones y dos hembras, que tuvo el matrimonio formado por D. Antero Hurtado Valhondo, Relator de la Real Audiencia de Extremadura, y Rosalía Pérez Sandoval, los dos naturales de esta ciudad.

                               Nació en la por entonces Calle de Grajas, hoy Donoso Cortés, lugar donde con el paso del tiempo se levantó la que por muchos años fue la sede de Correos y Telégrafos, y que desde hace algunos años ocupan unas dependencias primero de la Universidad de Extremadura y después de la Junta. Fue bautizado D. Publio el 25 de enero de 1850 en la Iglesia parroquial de San Juan bautista, por el sacerdote D. Blás Gómez Durán, siendo su padrino el abuelo paterno, D. Ignacio Hurtado y Grande de Vegas, y por costumbre de la época le impusieron los siguientes nombres: Publio, Fructuoso, Ignacio, Ramón y Antonio.

                        En honor a la verdad hay que decir que según sus notas parece que no fue un estudiante brillante aunque no es menos cierto que al menos aprobaba las asignaturas en junio, sin tener necesidad de examinarse en septiembre. Y se da la circunstancia de que obtenía las mejores notas en Ciencias que en Letras.

                        En 1864 contrajo unas denominadas fiebres nerviosas, que tardaron bastante tiempo en curar, pero que le dejaron secuelas durante toda su vida. Esto le complicó bastante el finalizar sus estudios, pero no impidió que se dedicase casi plenamente a la lectura, e investigación, además de escribir algunos poemas.

Su primer trabajo en verso  aparecería en el año 1866, titulado “Ilusiones

de una noche”. Cursó Estudios de Derecho en Salamanca y Madrid. Después de no pocas interrupciones como consecuencia de sus continuas fiebres, consigue el grado de Licenciado en derecho Civil y Canónico el 26 de enero de 1872. Tal y como era de esperar dado su interés por todo lo que significaba cultura, durante su estancia en Salamanca participó en cuantas tertulias pudo, escribiendo y dirigiendo el periódico “El Independiente”. Una vez finalizados sus estudios regresa a Cáceres incorporándose al Colegio de Abogados el 3 de febrero de 1872. En el mes de junio de dicho año es nombrado Vice-Consul de Portugal en la provincia de Cáceres, cargo que debió de desempeñar con gran clase dado que el Rey Lusitano le nombró por ello Caballero de la Real Orden Militar de Nuestro Señor Jesucristo, primer galardón que recibía.

                        Como otros muchos ciudadanos es llamado a filas por estar desarrollándose en  aquellos  momentos la tercera guerra carlista, pese a sus fiebres y a su gran miopía le dan aquí en Cáceres apto para el servicio de armas, pero afortunadamente en un nuevo reconocimiento que se le realiza en Badajoz es dado definitivamente por no apto, con fecha 20 de noviembre de 1874. Y es en este mismo año cuando edita una obra en Lisboa, titulada: “Amor y Martirio”.

                        En el año 1877 contrae matrimonio con  Doña María del Sagrario Muro y Muro, pasando a vivir la pareja a la casa con el número 10 de la Plaza de Concepción. Pero dada la pequeña fortuna que había logrado reunir D. Publio, le permitió comprar una casa en el año 1881 a la Duquesa de Fernán Núñez, ubicada en la denominada Plazuela de las Piñuelas Altas, dicha compra ascendió a la nada por entonces despreciable cantidad de 40.000 reales, allí viviría hasta el día de su fallecimiento en el año 1929.

                        Ya en su hogar, es nombrado por el Ayuntamiento como Cronista de la venida a Cáceres de los monarcas de España y Portugal, con motivo de la inauguración del ferrocarril Madrid- Lisboa. Todo lo que sucedió fue magníficamente narrado y detallado por D. Publio, fue un acontecimiento muy importante para nuestra ciudad y sus vecinos.

                        Y es a partir de este año 1881 cuando se intensifica la actividad literaria de nuestro insigne cacerense, apareciendo tanto obras literarias incluidas en revistas de tirada nacional como algunos poemas. Pero a toda esta creación se van uniendo poco a poco trabajos de investigación que sin duda es lo que más le gusta a nuestro protagonista, todo esto motivado por la relativa facilidad que tiene para poder acceder a los archivos tanto públicos como privados, ojeando todo papel que cae en sus manos, dándose la particularidad que llegó a anotar los extractos de los libros de acuerdos hasta el año 1837, algo que hoy es imposible de hacer por haber desaparecido los correspondientes tomos. Otra de las prácticas que solía utilizar con bastante frecuencia era el interrogar a cuantas personas mayores vivían por entonces, quienes les facilitaron muchos de sus datos por haberlos vivido en primera persona.

                        Casi paralelo a la aparición de sus obras, le fueron dados los distintos nombramientos, tales como: Académico Correspondiente de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Académico de la Historia, Vocal de la Junta Promotora del IV Centenario del Descubrimiento de América, y es aquí donde presenta su primer trabajo serio titulado: “Indianos Cacereños”. Que fue premiado y publicado por la Diputación Provincial de Cáceres.

                        En 1905 presentaría su obra titulada “Los extremeños en América”, que quedó sin publicar y que ha salido a la luz en 1993 gracias al empeño de sus herederos (D. Alfonso y D. Miguel). Pero junto a la aparición de estas obras, continúan los malestares de D. Publio, por lo que las visitas a los balnearios es algo habitual, además de aparecerle otras muchas complicaciones tanto externas como internas. En el año 1894 escribe la novela titulada “Alonso Golfín”.

                        Fue D. Publio Hurtado Pérez uno de los promotores y fundadores de la Revista de Extremadura, lo que ocurría en febrero de 1899; en estos años de existencia de la mencionada Revista comienzan a aparecer los trabajos literarios que ascienden a mas de una docena, pero además va dando a conocer poco a poco sus investigaciones como por ejemplo: “Historia de Cáceres”, “Supersticiones Extremeñas”, “Alonso Ramos o un poeta concepcionista”. De la primera obra mencionada, decir que en la actualidad permanente inédita, ya que por aquel tiempo se limitó a presentar un simple apéndice titulado “Los Carvajales” ; otra obra también escrita en su día, pero no publicada  es “Recuerdos cacereños del siglo XIX”, hoy se encuentra en preparación y posiblemente salga a la luz a finales del año 1999. Luego vendrían las obras “Tribunales y Abogados Cacereños (1910)”; “Castillos, Torres y Casas Fuertes de la provincia de Cáceres”, cuya primera edición apareció el año 1912, apareciendo la segunda edición mas completa y salvando los errores correspondientes en el año 1927. En febrero del año 1915 puso a disposición del Ayuntamiento una gran obra de investigación  que durante cinco años había realizado  en el Archivo Municipal, esta se llamó “Ayuntamiento y familias cacerenses”, en la actualidad se ha convertido en un auténtico tesoro bibliográfico imposible de encontrar un original, pero que durante muchos años los ejemplares que sobraron, se utilizaban por el personal del Ayuntamiento para encender las estufas, motivo por el que desaparecieron por lo menos una veintena de los mismos, así como para calzar las mesas o armarios, claro nos estamos refiriendo a hace mas de cincuenta años, A partir de estos momentos, tanto por su avanzada edad, así como por la variedad y riqueza de sus obras, comienza a ser llamado por todos  “Patriarca de las Letras Extremeñas” .

                        La Real Academia de la Historia le encargó en el año 1912 la reorganización de la Comisión de Monumentos, lo que aceptó hasta el año 1920 coincidiendo con el descubrimiento del  tesoro de Aliseda.

                        En 1914  D. Publio Hurtado fue nombrado Académico Correspondiente de la Real Academia de Declamación, Música y Buenas Letras de Málaga, y en 1918 de la de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, ya era desde 1915 Presidente de la Junta Provincial de Turismo, y en 1917 lo era como Presidente de la Junta del Patronato del Museo de Bellas Artes.

                        Pero continúan las publicaciones con la obra “La Parroquia de San Mateo y sus agregados”, aparecida en 1918, según no cuentan sus descendientes, los datos aquí aparecidos venían de una obra inédita de D. Publio, y a la que dedica prácticamente toda su vida, titulada “Cáceres histórico monumental”, En 1920 aparecía “Extremadura en Toledo”.

                        La figura de D. Publio Hurtado Pérez había calado tanto en la sociedad cacerense d aquella época, que sus habitantes solicitaron a la Corporación Municipal un reconocimiento oficial hacia su figura, bautizando con su nombre la plazuela donde estaba su casa, al mismo tiempo que se solicitaba a la Diputación la concesión de la medalla al Mérito Provincial, actos estos promovidos fundamentalmente por el escritor D. Federico Reaño García (1878-1927).

                        Poco después era creado el Ateneo de la ciudad de Cáceres, el cual comenzó sus actividades el lunes 12 de octubre de 1925, y fue en aquel mismo día cuando se descubrió una bella placa hecha con azulejos, que afortunadamente hoy se conserva, por la cual se daba el nombre de Publio Hurtado Pérez a aquella plazuela llamada hasta entonces como de las Piñuelas. Acto al que acudió todo el vecindario y autoridades de Cáceres bajo la presidencia del Sr. Alcalde D. Arturo Aranguren , agradeciéndolo emocionado D. Publio desde uno de los balcones de su casa con unas entrañables palabras. Por la tarde en el salón de actos de la Diputación Provincial se inauguraba el Ateneo y se imponía la medalla al Mérito Provincial al gran cacerense “patriarca de las Letras Extremeñas”, quién ya por entonces estaba medio ciego, presidía el acto el Presidente de la Diputación D. Gonzalo López Montenegro y Carvajal.

                        En señal de agradecimiento hacia las autoridades y todos sus paisanos, el Sr. Hurtado dedicó la fantasía mitológica “El Cinturón de Afrodita”, primero en el periódico El Noticiero y posteriormente en separata. Y fue en este mismo año de 1925 cuando la Comisión Provincial de Monumentos propuso que se le concediese el ingreso en la Orden Civil de Alfonso XII, lo que fue secundado por la Diputación y el Ayuntamiento de Cáceres, así como los doce periódicos de la època, por lo cual se le concedió dicho galardón el 22 de enero de 1926.

                        A partir de estos momentos tan felices, su trabajo va decreciendo como consecuencia de su falta de vista así como su elevada edad, pero a pesar de ello concluye el trabajo titulado “Apodos Cacereños”, además de pronunciar algunas conferencias y atender tal y como siempre ha hecho siempre en su casa, a cuantas personas inquietas quieren saber algo de Cáceres. En 1928 aparecería su obra titulada “Nobleza cacereña”, lo que ocurre en la revista malagueña Blasón.

                        Junto a su familia pasa los últimos años de su vida en su casa, realizando pocas actividades y aún menos viajes. En uno de estos marcha en 1928 a Badajoz, para pasar unos días con su hijo Manuel, donde contrae una fuerte gripe, la cual continua padeciendo a su regreso a Cáceres, sin que los médicos consigan recuperarle, lo que precipita su fallecimiento el día 3 de enero de 1929.

                        Así fallece el insigne D. Publio Hurtado Pérez, pero los cacereños continuarían varios meses después, recordándole tal y como lo demuestran distintas actividades culturales que se realizaron en nuestra ciudad, de todo tipo.

                        Hoy, habiendo transcurrido ochenta años desde su fallecimiento, afortunadamente se le sigue recordando y si cabe se le valora cada día más. Sus  libros son verdaderas piezas documentales, muy apreciadas por los investigadores incluso por los bibliófilos.

 

                        A la vista de todo lo expuesto y de infinidad de datos inéditos, que aún permanecen guardados en su archivo y biblioteca, podemos afirmar rotundamente que la influencia cultural que ha ejercido D. Publio en Cáceres y provincia, e incluso me atrevería a decir que en toda Extremadura, es enorme.

            Es mas que probable que en los próximos años, salgan publicados algunos trabajos que en su día fueron realizados por este fructífero investigador, y que en la actualidad se conservan inéditos gracias a la especial dedicación de su biznieto D. Alfonso Artero Hurtado, quién guarda tan impresionante fondo documental en Huelva, su lugar habitual de residencia.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

                        COLOQUIOS    HISTORICOS   DE   EXTREMADURA

 

 

 

 

 

            TRUJILLO   1999 .-

 

 

 

 

 

 

 

                               Comunicaciones de  D. Alonso J. R. Corrales Gaitán.

 

 

 

 

 

                               CACERES  Y  SUS  RUTAS.-

 

 

 

 

 

                        Buenas Tardes.  Creo que ni este es el lugar, ni por supuesto ante ustedes es necesario ponerse a hablar largo y tendido sobre Cáceres, pues por muy amplia que hiciese esta explicación, sin duda me quedaría corto. Seguro que otras personas que me han precedido, han hecho esta descripción mas completa y detallada.

 

                        En este trabajo lo único que voy a tratar de aportar, son unas pocas ideas de cómo hacer mas entretenida la visita a Cáceres. Para ello se me ha ocurrido apuntar unos itinerarios o rutas, fáciles de seguir que cualquiera, acompañado por una libreta para tomar notas de lo que consideramos interesante, y llevar una cámara fotográfica, eso sí con varios carretes de repuesto.

 

                        Partimos de la base que el supuesto visitante va a pasar en Cáceres como mínimo un fin de semana, de no ser así este entretenido estudio no podría ser aplicable.

 

                        Antes de continuar tengo que decir que particularmente he seguido una a una todas las rutas, que aquí voy a tratar y por ello puedo asegurar que cualquiera las puede recorrer, disponiendo únicamente del tiempo necesario y de ropa cómoda.

 

                        Las rutas que propongo son las siguientes:

 

                       

 

          Ruta de la muralla.

 

          Ruta de la heráldica.

 

          Ruta de los palacios.

 

          Ruta de las fuentes.

 

          Ruta de los museos.

 

          Ruta de las ermitas.

 

          Ruta de los tesoros.

 

          Ruta de las leyendas.

 

          Ruta del subsuelo.

 

Y    Ruta de las casas con nombre propio.

 

                       

 

                        De esta manera podemos hacer nuestra visita más entretenida y completa, pues es mas que evidente que si nos limitamos a acceder a la ciudad monumental, aunque en ello empleemos varias horas, lo más probable es que se pasen muchos casos por alto.

 

                        Lo verdaderamente positivo que tiene este sistema que yo apunto, es que puede conocerse bastante bien un tema o ruta, sin necesidad de dedicar mucho tiempo  otro que a lo mejor no nos agrada tanto. Es como si estudiásemos una carrera, en este caso Cáceres, tomando asignatura por asignatura, que en este caso concreto son las distintas rutas.

 

                        A falta, hasta este preciso instante de un libro que sirviéndonos de guía, contenga todas las rutas aquí señaladas, nos deberemos ayudar con otras publicaciones que ya iremos apuntando a lo largo de este trabajo.

 

 

 

                        RUTA DE LA MURALLA.- Es recomendable realizar este itinerario en dos ocasiones, una de día y otra de noche, en ambos casos se podrá disfrutar de la belleza de tan magnífico conjunto monumental.

 

                        Este itinerario se debe iniciar por el Arco de la Estrella o Puerta Nueva, y continuarlo hacia la derecha subiendo los denominados Adarves, de esta sencilla manera conoceremos las distintas entradas a la ciudad monumental y sus numerosas torres defensivas.

 

                        Lo ideal sería poder hacer este paseo por encima de la muralla, pero como esto no es posible nos conformaremos con hacerlo por la parte interior de la misma. Esta primera ruta puede durar algo mas de la hora. No podemos olvidar que son dos kilómetros aproximadamente de longitud.

 

 

 

                        RUTA DE LA HERÁLDICA.- En este tema, es Cáceres una  de las  ciudades mas ricas y completas, pues están registrados varios centenares de escudos heráldicos y de armas, tanto en los exteriores como en los interiores de los edificios civiles y religiosos de la ciudad. Es una manera relativamente sencilla de estudiar las familias que representan, así como los estilos de los mismos y la influencia en las distintas zonas del recinto medieval.

 

                        En esta gran variedad de escudos heráldicos se puede encontrar el visitante, a familias originarias de prácticamente todos los lugares de España, así como de zonas de Portugal, Francia o Italia, que intervinieron o bien en la Reconquista de la ciudad, en el siglo XIII, o que en fechas posteriores aquí se asentaron levantando su palacio o casa familiar.

 

                        Recomendamos iniciar este itinerario partiendo de la entrada ya mencionada anteriormente del Arco de la Estrella, y desde allí partir a través de la Plaza de Santa María hasta la parte mas alta del recinto amurallado, hasta así recorrerlo todo, pero para ello debemos de ir con los ojos bien abiertos, pues cientos de escudos están situados en los lugares mas insospechados además de los clásicos de sobre puertas o ventanas.

 

 

 

                        RUTA DE LOS PALACIOS.- Considerando que en Cáceres existen mas de medio centenar de estos nobles edificios, que poseen toda la riqueza histórica de un conjunto monumental único, declarado Patrimonio de la Humanidad, se pueden llegar a encontrar infinidad de elementos muy interesantes, formando parte de esta gran variedad de construcciones.

 

                        Por desgracia no todos los palacios están abiertos al público, existiendo no obstante un elevado número de ellos que lo están únicamente por la mañana, por ubicarse allí organismos oficiales, pero en algunos casos determinados, a pesar de ser casas particulares, dada la buena disponibilidad de los ciudadanos cacereños y su carácter abierto y agradable, es muy posible que dejen acceso limitado a su casa-palacio. Algo que sin duda el turista no olvidará.

 

                        La visita a estos edificios puede prolongarse por varias horas, dado que existe un elevado número de detalles arquitectónicos o de mero adorno, además de permanente lugar de custodia de no pocas obras de arte de todo tipo.

 

 

 

                        RUTA DE LAS FUENTES.- Para poder realizar una visita a estas tan peculiares construcciones, es necesario que sepan desplazarse algo mas libremente por nuestra ciudad, ya que las fuentes se encuentran diseminadas por distintas y distantes zonas de Cáceres, destacando muy especialmente las que aún se conservan próximas a la denominada Ribera de Cáceres, algunas de las cuales han sido restauradas en los últimos años.

 

                        En sus mejores tiempos nuestra ciudad llegó a contar con una docena de estas fuentes, ubicadas en las proximidades del recinto amurallado y alguna mas a pocos kilómetros. Siendo aún utilizadas en la primera mitad del presente siglo para abastecer a la población cacerense, especialmente en los años de fuertes sequías.

 

                        En la actualidad son un simple recuerdo de aquellas épocas, conservando su nombre originario y alguna historia o anécdota curiosa, entre las mas conocidas o las más importantes por encontrarse más cercanas al núcleo urbano, tenemos:

 

 

 

                        Fuente del Concejo.- Situada en la Ribera, cerca de la Puerta y Arco del Cristo, fue construida en el siglo XV por iniciativa de Alfonso Golfin, como consecuencia del ensanche que se ha producido en aquella zona con relación al tráfico rodado, ha sufrido numerosas transformaciones, la más significativa en los años ochenta del siglo XX. Hasta la década de los años sesenta los cacereños bebíamos de sus aguas y muchas familias la utilizaban para guisar.

 

                        Fuente del Rey o del Marco.- Se encuentra mas arriba del Convento de San Francisco El Real, es encauzada en 1501 y se cierra con un muro en 1570. Durante los años treinta, cuarenta y cincuenta era frecuente ver allí a infinidad de jóvenes cacereños bañándose, pescando o cogiendo ranas y culebras. No hace muchos años todo aquel entorno ha sido profundamente remodelado por la escuela taller municipal, convirtiéndose en un atractivo lugar.

 

                        Fuente Nueva y Pilar de San Francisco.- La primera es arreglada en el siglo XV, y los pilares son reconstruidos en el año 1683, de los dos que originariamente se encontraban en aquella zona, el mas bonito se trajo en los años setenta al Foro de los Balbos, junto al Ayuntamiento.

 

                        Fuente Fría. Situada entre el Puente de San Francisco y el Convento que lleva este mismo nombre, se construyó en el siglo XV, ha pasado por épocas muy malas en las que estuvo a punto de desaparecer por la suciedad y el abandono municipal, hasta hace cuatro o cinco años su agua seguía utilizándose por numerosas familias cacerenses para guisar y beber. Afortunadamente desde hace algunos años todo aquel terreno ha sido remodelado y no peligra su existencia.

 

                        Fuente de Aguas Vivas.- También fue canalizada en el siglo XV, durante la época de los reyes católicos se le conocía como “fuente de las arañas”, por la gran cantidad de esos bichos que siempre tenía en sus inmediaciones.

 

                       

 

                        Otras fuentes y manantiales que existieron en las  afueras y dentro de la población, fueron: de la Concepción, del Paseo Alto, Valhondo, Hinche, Balincero; Santa Ana, Santa Olalla, Arropez, etc. Algunas de estas aún existen en la actualidad aunque o no dan agua o ya no es potable.

 

                         La gran mayoría de ellas daban un agua sabrosa y muy buena para guisar, existiendo algún manantial que según la opinión ciudadana de la época, daba un agua que curaba ciertos males del cuerpo y del alma.

 

 

 

                        RUTA DE LOS MUSEOS.- Los visitantes no deben ignorar que en esta ciudad hay media docena de museos de contenido  muy variado, así como la existencia de otras exposiciones complementarias situadas en distintos lugares de la ciudad.

 

                        Entre otros tenemos: El Museo Provincial situado en el Palacio de las Veletas; el Diocesano de la Concatedral de Santa María; el Museo Municipal Permanente en la Casa Mirón; el Museo de la Casa Pedrilla; el instalado en la Casa ärabe; y el  Palacio de Carvajal.

 

                        No obstante y desde mi particular punto de vista, en una ciudad como la nuestra podrían existir algunos museos más, ya que se dan una serie de características adecuadas para ello, incluso hay gran variedad de elementos y objetos que podrían exponerse, como por ejemplo el patrimonio de las cofradías penitenciales, de la cofradía de la Virgen de la Montaña, de pintura costumbrista, de maquetas de distintas construcciones de la ciudad, etc.

 

                        Con la observación detenida de todo lo contenido en estos lugares, se puede hacer un completísimo estudio histórico-cultural de la ciudad, y de las distintas generaciones que nos han precedido.

 

 

 

                        RUTA DE LAS ERMITAS.- No obstante y a pesar de lo hasta ahora apuntado, existen muchos temas que en Cáceres se dan en una gran medida, como es el caso que nos ocupa.

 

                        A lo largo de nuestra dilatada historia, han llegado a pertenecer al término municipal de Cáceres, un total de 44 ermitas de todos los tipos y estilos, de las cuales 17 han desaparecido totalmente; 8 se han transformado en iglesias o con otra finalidad; siendo en la actualidad otras 8 las ermitas que como tal se conservan en la ciudad. Y en los cercanos alrededores quedan otras 11 algunas en completa ruina.

 

                        Desde el punto de vista artístico e histórico, sería muy interesante que el visitante pudiese conocer estar construcciones, levantadas al más puro estilo cacerense y que a pesar del tiempo transcurrido desde su creación, aún conservan el encanto popular de sus remotos orígenes y el particular trabajo de las personas que vivieron relacionadas con ellas.

 

                        Incluso de disponer de mas tiempo, se podría estudiar todo el patrimonio que las ermitas poseen y las cofradías que se hicieron cargo de su cuidado, además de sus celebraciones y origen.

 

                        Afortunadamente para todos nosotros,  con el inicio de la década de los años noventa del siglo XX, se despertó un general interés por la recuperación de determinadas ermitas que se encontraban en un estado lamentable, desgraciadamente aún quedan algunas otras en completa ruina. En el año 1998 publiqué el libro titulado “Ermitas Cacerenses”, donde están todas estas 44 construcciones y su historia, obra que puede resultar apropiada para conocer estas populares construcciones.

 

 

 

                        RUTA DE LOS TESOROS.- A partir de este punto, iniciamos el recorrido por un apartado muy especial que muy bien podríamos subtitular “Paseo por el Cáceres mágico”.

 

                        En este primer paso se pueden visitar aquellos lugares donde según la tradición oral o de las leyendas populares, en distintos momentos de la historia fueron escondidos tesoros, con la esperanza de recuperarlos, una vez hubiesen llegados tiempos mejores.

 

                        Y así tenemos los siguientes casos:                                                                                      – Una de las historias más curiosas que aún merodean  por la ciudad de Cáceres y que por desgracia es desconocida para una gran mayoría de sus ciudadanos, es que esta ciudad sirvió en varias ocasiones como lugar donde se ocultaron distintos bandoleros  y sus seguidores, además de ocultar aquí sus tesoros.

 

                        Dicho esto debemos recordar que en las inmediaciones del Santuario de la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres, es decir en lo alto de la llamada Sierra de la Mosca, el bandolero  martín Paredes, liberal, polígamo, ladrón de templos y conventos, poseía un espléndido escondite, con capacidad para media docena de caballos y jinetes, y que solía utilizar gran parte de su valioso botín.

 

                        Esta cueva-refugio era un lugar abierto por la naturaleza y que a principios del siglo XIX, oculta su entrada por una alta vegetación sirvió de importante almacén de variadas joyas y objetos valiosos, hasta que el año 1823 fue detenido el bandolero por la autoridad, y a partir de ese momento nada más se supo de toda aquella riqueza.

 

                        Desde el mes de octubre de aquel año fue encarcelado hasta que falleció de un infarto en 1840 cuando era trasladado camino del patíbulo instalado en la Plaza Mayor.

 

                        Durante años fueron muchos los aventureros que vagaron la totalidad de la Sierra de la Mosca en busca del tesoro del bandolero, accediendo a las distintas cuevas que allí existían, nada se sabe del resultado de dichas excursiones.

 

                        Hasta el principio de la década de los setenta del siglo que finaliza, estaba a la vista la boca de una cueva que según los viejos del lugar era la cueva de Martín Paredes, posteriormente su entrada fue ocultada con toneladas de escombros.

 

                        Hoy el tesoro continua sin aparecer.

 

                       

 

                        – Una historia increíble.

 

                        Lo que en la actualidad es Colegio Infantil de San Antonio, de los padres franciscanos, edificio que se encuentra adosado al templo de Santo Domingo, se construyó en el año 1493 como Convento de Nuestra Señora del Rosario, de la orden de los dominicos predicadores y bajo cuyo cuidado permaneció el edificio hasta el año 1822, en que dichos religiosos se marcharon de Cáceres.

 

                        En 1873 el Convento era adjudicado al  Ministerio de Hacienda, instalándose allí la Tesorería de la misma, y resulta que el funcionario responsable, en determinadas ocasiones se quedaba hasta altas horas de la noche, contabilizando las grandes sumas de monedas en oro que la caja de seguridad guardaba. Ocurrió que una de estas veces, según cuentan las crónicas de la época, varias personas accedieron a dichas dependencias sin que de ello se percatase el confiado tesorero, dándose el inexplicable  caso policial que tanto el funcionario como la gran cantidad de oro que allí se guardaba desapareciesen sin dejar rastro alguno.

 

                        Vinieron expertos de distintos puntos de España, tanto policiales como seguidores de pistas, pero el misterio de la desaparición continuó sin ninguna pista. Lo que sorprendió a cacereños, extremeños y a todos cuantos conocieron dicho suceso.

 

                        En el año 1902 un enorme incendio daba fin a la ubicación de la Delegación de Hacienda en lo que fue Convento de los Dominicos. Los años fueron pasando con más o menos suerte para el edificio en su conjunto, pero no fue hasta el año 1936 cuando se realizaron unas profundas obras de restauración en toda la construcción, lo que sacó a la luz infinidad de objetos y elementos arquitectónicos y artísticos de todo tipo.

 

                        En un determinado lugar del destrozado edificio apareció un esqueleto completo, corriéndose inmediatamente la voz de que se trataba sin duda del desaparecido tesorero. Aprovechando la disculpa del hallazgo varios aventureros descendieron por el pozo que tiene el patio principal del citado edificio, ello en busca de las sustanciosas monedas. Pero lo encontrado nada tenía que ver con aquel magnífico tesoro. Se sacaron una docena de monedas de todo tipo, un rosario y poco más.

 

                        Lo desaparecido ascendía a varios millones de pesetas, según valoración de aquella época, Aún en la actualidad no ha aparecido nada de nada. ¿Estará oculto en el pozo? ¿Será cierto que existen galerías subterráneas de comunicación entre el pozo y otras construcciones próximas?

 

                        Lo mas seguro es que nunca lleguemos a saber la verdad de este misterioso asunto.

 

 

 

                        En la ciudad de Cáceres existen una docena de historias por el estilo,            relacionadas con “tesoros escondidos”. Existiendo edificios que durante siglos se han conocido como Casa del Tesoro; la Huerta del Tesoro; los tesoros encontrados en la Calle de Pintores; Calle Machacona; Cuesta de Aldana o Torre de Bujaco, etc- Son algunos de los casos más populares referidos a esas sumas de dinero o joyas escondidas y que fueron encontradas por distintas personas. Sin duda todo esto puede representar una nueva atracción para los turistas que visitan nuestra ciudad. Para poder seguir mejor esta pista, no haya nada como adquirir la obra “Aproximaciones a los Tesoros escondidos en la provincia de Cáceres y Badajoz”, publicado en el año 1995, o consultar la obra titulada: “Leyendas y curiosidades de Cáceres”.

 

 

 

             – Y siguiendo por este camino del “Cáceres mágico”, apunto un tema que me parece tremendamente atractivo tanto para los visitantes como para los propios cacerenses, me estoy refiriendo al titulado Ruta de las Leyendas. Para ello además de conocer la propia historia de las mismas, sería muy interesante estar en el lugar exacto donde se produce la leyenda, así podremos estar mejor en situación de comprender esa misteriosa historia..

 

                         Hasta este preciso instante he podido recuperar de prácticamente el olvido histórico, una treintena de leyendas de todos los tiempos y épocas, que agrupadas pueden darnos una idea clara de la riqueza cultural  sobre la que se asienta la ciudad de Cáceres.

 

                        Como consecuencia de la limitación lógica de este trabajo, nos vamos a limitar a relacionar algunas de las leyendas más curiosas. De interesar a alguien este apartado nos agradaría mucho profundizar largo y tendido en él

 

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                        La leyenda de la Galería de la Reconquista, vinculada en una gran parte al patio del Museo de las Veletas, de Cáceres; la leyenda de mansa Alborada, encantamiento que se produce próximo a la denominada Huerta del Conde, en una pequeña callejuela junto al Convento de San Francisco El Real; el trono regio de piedra, asiento pétreo único superviviente del desaparecido alcázar de la ciudad, que era utilizado por la Reina Católica en sus sesiones con el Concejo; el pendón de San Jorge, estandarte originario de la reconquista de la ciudad en el siglo XII y guardado celosamente en el Ayuntamiento de Cáceres; la Casa de los Trucos, comprada por el Obispo Galarza a la familia hebrea de los Cohen, donde existen infinidad de secretos; el pozo de los enamorados, existente en la carretera de Cáceres a Trujillo y donde se suicidaron dos enamorados hace varios siglos; la existencia y el recorrido real de Río verde,  corriente subterránea de agua que transcurre bajo gran parte de la ciudad antigua y que inunda numerosas ruinas y desvanes de la ciudad; la autentica fundación del Convento de San Francisco El Real, hoy Complejo Cultural dependiente de la Diputación Provincial; la existencia de la Ermita de la Excomunión o del  Lignum Crucis, levantado en el patio interior del palacio de los Duques de Abrantes; restos de la ermita de la Magdalena y sus accesos, construcción existente bajo el Convento de San Pablo; contenido del amplio terreno conocido popularmente como Huerta del Conde o Calerizo desde la época de la reconquista de la ciudad; la existencia en Cáceres de un personaje misterioso llamado Ceresole; la vida de un ermitaño muy especial Astrágalo;; y un largo etcétera son algunas de esas leyendas que pueden ser un importante atractivo de la ciudad.

 

                        Y así llegamos hasta la:

 

 

 

             – RUTA DEL SUBSUELO.- Sin lugar a dudas esta es la mas complicada de recorrer, pues aunque se conoce un gran número de estancias que transcurren bajo el suelo de la ciudad de Cáceres, muy pocas pueden llegar a ser conocidas o vistas por el curioso y menos por el turista.

 

                               Desde mi particular punto de vista este es uno de los más grandes atractivos que tiene hasta este preciso momento mi ciudad, la existencia de numerosas construcciones subterráneas. Su ubicación ha sido dada a conocer en muchas ocasiones, pero sobre todo con mis dos publicaciones aparecidas en 1993 y en 1997 respectivamente y actualmente agotadas, además de innumerables conferencias y artículos periodísticos.

 

                        Todo lo cual puede dar una idea bastante clara al visitante de la demostrada ubicación de este interesantísimo mundo subterráneo que muchas veces parece sacado de las obras de Julio Verne. Medio centenar de casos vienen a respaldar todo lo dicho, con la gran posibilidad de que queden otros muchos hoy desconocidos incluso para los investigadores del tema.

 

                        Ciertamente es un tema muy de actualidad pues rara es la ocasión que se comienzan las obras en alguna casa antigua y no aparece alguna construcción de este tipo, desgraciadamente la gran mayoría de las veces se oculta el hallazgo a la autoridad correspondiente pero en otras ocasiones da tiempo a verla incluso a fotografiarla, a pesar de que seguidamente desaparezca, la mayoría de las veces para siempre.

 

                        Me estoy refiriendo a pasadizos, aljibes, habitaciones, escaleras, bodegas, mazmorras y un variado etcétera. De fácil construcción dado lo irregular del terreno y las distintas alturas sobre las cuales está levantada toda la ciudad monumental de Cáceres.

 

                        El origen de las mismas es bastante variado, destacando muy especialmente las realizadas en la época musulmana, hebrea o incluso de tiempos posteriores.

 

                        Una visita a una construcción subterránea que puede muy bien servir de modelo para este gran número de casos, es en el Restaurante Bodega  Medieval, existente desde hace unos en la parte mas alta de la ciudad medieval dentro del Palacio de los Aldanas, originariamente llamado de los Gaitán. Allí se conservan perfectamente arregladas varias habitaciones que se utilizan de comedor, con infinidad de elementos originarios de la época en que se construyó, en el siglo XIV.

 

                        En la calle Ancha, en el conocido popularmente como Palacio del Vino, existen igualmente dos habitaciones bajo el nivel del suelo que también pueden dar una idea clara de todo este tipo de construcciones repartidas por nuestros Palacios y edificios históricos. Así como el aljibe existente debajo de la Iglesia de la Preciosa Sangre, junto a la Plaza de San Jorge, o las dependencias bajas de la Diputación Provincial y sus pozos. Estos son los casos más fáciles de observar en todo el recinto amurallado, el resto están únicamente para el uso particular y en casos muy concretos  para el curioseo del investigador de turno.

 

                        Sería algo muy positivo el hacer un plano de la ubicación y situación actual de todas estas construcciones, algo que serviría para ofrecer otro atractivo mas de Cáceres. Inexplicablemente algo así aún no ha interesado a las autoridades y lo mas probable es que no llegue nunca a interesar dada su aparente poca repercusión económica.

 

                       

 

                        Y la última ruta que por ahora apunto, es la de aquellas viviendas que han llegado hasta nosotros con nombre propio, ello motivado por alguna particularidad , actividad ocurrida en las mismas o por el simple  apodo de las personas que en algún momento la ocuparon..

 

                        Así nos podemos encontrar con:

 

–          Casa de los trucos.

 

–          Casa del Tesoro.

 

–          Casa del Mono.

 

–          Casa de los Judíos.

 

–          Casa de los aljibes.

 

–          Casa de las culebras.

 

–          Casa de los Palomares.

 

–          Casa del águila.

 

–          Casa de los Sarmientos.

 

–          Casa quemada.

 

–          Casa del gigante.

 

–          Casa del Sol.

 

–          Casa de los caballos.

 

–          Casa de los Crehuet.

 

–          Casa del candelabro.

 

–          Casa del duende.

 

–          Casa de la Virgen.

 

 

 

             En un trabajo como el que estamos presentando aquí, en el que contamos con un espacio y tiempo limitado, nos es francamente imposible el desarrollar abiertamente todo lo apuntado en el mismo, por tal motivo nos vamos a limitar a apuntar brevemente la ubicación de cada una de las casas relacionadas.

 

Se da el nombre de Casa de los Trucos, al edificio es conocido oficialmente como Palacio del Obispo Galarza, se levantó en el siglo XV. Está situado en la calle general Ezponda, próximo a la Plaza de la Concepción y frente a la Plaza Mayor. Tal y como ya hemos apuntado en otro apartado del presente trabajo, en sus orígenes el edificio fue levantado por la familia hebrea Cohen, siendo comprado por el Prelado en el año 1492. Desde el inicio de los años noventa del siglo XX está deshabitado. Es propiedad del  Obispo.

 

A la casona de la Duquesa de Fernan Núñez, se le conoce popularmente como la Casa del Tesoro, como consecuencia de la superstición local de creerse allí enterrado un fabuloso tesoro dentro de varios cántaros de barro desde el siglo XV.

 

La situación de dicho edificio, es en las proximidades del Ayuntamiento de Cáceres, en la Plazuela de las Piñuelas, se conoce también a este edificio como Casa de D. Publio Hurtado Pérez, por haber vivido durante muchos años en aquel  lugar, el insigne investigador, quien la compró el año 1870.

 

Originariamente este conjunto de lo que hoy parece un solo edificio, es el resultado de tres construcciones unidas por el tiempo.

 

La más próxima físicamente al Ayuntamiento fue construida en el año 1909, la central que compró el Sr. Hurtado Pérez y la que da a la Gran Vía, que sufrió una profunda reforma en el año 1932, colocándole ka galería acristalada y la fachada curva.

 

Desde hace un par de años ocupan dicho edificio distintas dependencias del Ayuntamiento.

 

“De ore leonis liberame” (de las fauces del león defiéndeme), es el lema del escudo principal de est Palacio, que se construyó en el siglo XV y que está situado a mediados de la conocida Cuesta de Aldana, calle que transcurre desde el Palacio de su mismo nombre hasta la Plaza de Santa María. Con el paso del tiempo a este edificio también se le ha llamado Palacio de Espadero Pizarro, Cáceres Andrada y Cáceres Nido, como consecuencia e tener en sus muros escudos heráldicos de mencionadas familias.

 

Se le conoce como Casa del Mono por un simio encadenado que se encuentra esculpido en el arranque de su escalera interior.

 

Desde el año 1971 y hasta 1989  como museo de pintura, albergó distintas obras de arte religioso, para convertirse desde entonces hasta nuestros días en la sede de la biblioteca de D. Alonso Zamora Vicente.

 

Hay que aclarar que en la actualidad no se conserva en nuestra ciudad ningún edificio que se llame Casa de los Judíos, esta fue una denominación popular por haber levantado inicialmente el edificio varios miembros de esta religión, pues allí estaba ubicada la sinagoga nueva, lo que ocurría en el siglo XV.

 

Se le conoce oficialmente como Palacio de la Isla y está ubicado próximo a la Plaza de la Concepción, el edificio que hoy se contempla fue construido en el siglo XVI por la familia Blázquez. En los años veinte del siglo XX fue una casa de huéspedes, para ser vendido en 1948 al Ayuntamiento, quién poco después lo convertiría en Biblioteca Pública y  Archivo Histórico Cultural. En el año 1992 finalizaba esta tarea cultural en dicho edificio.

 

El edificio histórico que hace varios siglos se conoció como  Casa de los Aljibes, posteriormente se llamaría Casa de las Veletas que es la denominación con la que ha llegado hasta nuestros días. Se trata de la sede del  Museo Provincial de Cáceres, desde el mes de diciembre del año 1931.

 

La Casa de las Veletas es lo que queda del que fue Alcázar árabe, cuyo origen se remonta al siglo XIII, esta emplazado en lo mas alto de la ciudad medieval cacerense, cerca de la Iglesia de San Mateo. Mencionado baluarte ocupó prácticamente la totalidad de aquel terreno y fue destruido en tiempos del monarca Enrique, para ser reedificado por los descendientes de Vasco Porcallo de Ulloa.

 

Con la denominación de Casa de las Culebras se han mantenido hasta los años cincuenta como denominación a una vivienda existente en las cercanías de la Real Audiencia de Extremadura, construida en el siglo XVIII y cuyo título se lo comenzaron a dar a partir del siglo XIX cuando un domesticador de serpientes ocupó las habitaciones de la planta baja y como consecuencia de que se le escaparan varios de dichos reptiles,  el vecindario comenzó a llamar el lugar con dicho calificativo.

 

Los cacereños de varias generaciones han llamado Casa de los Palomares, a la casa número 3 de la calle Sancti Spiritu, de antiguo aquel lugar había sido enfermería de los religiosos dominicos del próximo Convento de Santo Domingo, con el que estaba y está unido mediante un pasillo elevado sobre la Calle Río Verde. Y el título tan peculiar le viene dado por vivir durante muchos años en dicha casa la familia apellidada Palomares.

 

La casa del Aguila fue construida en el siglo XV por la familia Sande, y está  ubicada detrás de la Iglesia de San Mateo cerca de la Casa del Sol y pegada a la Casa de Los Aldanas o Bodega Medieval.

 

Recibió hasta hace poco el nombre de Casa de Los Sarmientos, la vivienda que con el número 2 se levanta en la calle Moreras, que fue construida en el siglo XVII, y reedificada casi en su totalidad en el siglo XVIII por sus propietarios, la familia Sarmientos.

 

 A la Casa Quemada, oficialmente se le conoce como Palacio de Carvajal, que fue construido en el siglo XV, adosándolo a la torre cilíndrica árabe del siglo XI-XII, que se conoce popularmente como Torre de la Higuera, siendo su primer propietario D. Pedro de Carvajal, que casó con Doña María de Mayoralgo.

 

A finales del siglo XIX se produjo un misterioso incendio que dañó totalmente determinadas zonas del palacio, motivo por el que comienzan a llamarlo Casa Quemada, este hecho acompañado de varias curiosas leyendas supuestamente ocurridas en este edificio, lo hacen sumamente interesante tanto para los cacerenses como para los foráneos.

 

Tenemos que desplazarlos por la Calle de Caleros, más allá de la Ermita del Vaquero, en la parte derecha en una pequeña plazoleta camino de Fuente Concejo, allí  durante varios siglos existió una casa que los vecinos conocían como casa del Gigante, esto era como consecuencia de vivir allí  en el siglo XVII, Juan Pérez, que con casi dos metros de altura, era la atracción de aquella zona. Procedía de Segovia y estaba casado con Juana Jiménez, de estatura normal. Ni que decir tiene que los propios muebles, tales como sillas y cama eran de proporciones especiales, además de su ropa y demás objetos particulares, lo que motivó que a su muerte tanto sus descendientes como amigos recogieron todos estos objetos y por su particularidad los guardaron como verdaderas reliquias.

 

Pero tal y como hemos señalado al comienzo de este apartado de las Casa, en Cáceres existen otros muchos edificios que por una serie de particularidades se conocen popularmente con otro adjetivo distinto al  nombre oficial, así podemos visitas Casa del Sol, o residencia de los Solís, hoy ocupada desde el siglo XIX por los Religiosos de la Preciosa Sangre y se encuentra detrás de la Iglesia de San Mateo, en la facha principal aparece un espléndido sol, de ahí su título.

 

También tenemos a la denominada Casa de los caballos por recordar que en su interior durante algún tiempo se reguardaron varios de estos animales, utilizados por las tropas militares, en la actualidad es una dependencia más adjunto al Palacio de las Veletas por la parte de las traseras o de la judería.

 

 Con el fin de no cansar a los presentes solamente diremos que nos quedan: la casa de los Crehuet, la del candelabro, del duende, o la de la Virgen. Siendo algunas de las más conocidas, pero no cabe duda que otras muchas viviendas con un nombre especial existen en Cáceres, que con el mero hecho de visitarlas y conocer parte de su historia peculiar, puede significar otro atractivo turístico para la ciudad.

 

Además señalar que junto a las rutas aquí tratadas podemos también añadir la Ruta de las reliquias, la de los libros o alguna otra.

 

Tal y como puede ver cualquiera, todo un amplio abanico de posibilidades.

 

Por todo esto y por otros muchos atractivos más, Cáceres bien merece una detenida visita.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                       

 

 

 

 

 

 

 

                       

Feb 202014
 

Enrique Cerrillo Cuenca

 RESUMEN

En este artículo se intenta sintetizar el conocimiento actual de una etapa mal conocida en el panorama arqueológico extremeño, el Neolítico, a través de los escasos datos que se poseen.  El conocimiento de tal periodo ha sido posible gracias a la revisión que se ha realizado de asentamientos como la cueva de El Conejar o Los Barruecos, que pueden relacionarse con asentamientos de otros ámbitos geográficos próximos. La integración de éstos dentro de la penillanura cacereña y su relación con otras áreas plantea nuevas vías de análisis que deben seguirse en un futuro.

 Introducción 

Aproximarse al conocimiento del Neolítico en la penillanura cacereña es adentrarse en lo que se denomina una edad oscura. El Neolítico es en la actualidad una de las fases peor conocidas en el panorama general de la Prehistoria en Extremadura, los inconvenientes para tal desarrollo han estado patentes de un modo u otro en los estudios llevados a cabo sobre dicho periodo. Pero no es menos cierto que el panorama se plantea esperanzador, y pueden abrirse nuevas vías de investigación a través de los materiales recogidos en las antiguas campañas de excavación.

El gran reto no es por tanto ampliar el conocimiento de esta etapa con nuevas excavaciones, sino racionalizar la investigación y orientarla hacia aquellos aspectos que nos son desconocidos. Para ello es necesario plantear diversos niveles de conocimiento sobre los que deben ejecutarse posteriormente proyectos de investigación, y es en esa misma línea en la que hemos orientado nuestro trabajo. En la actualidad nuestro conocimiento del Neolítico es bastante restringido, pues se ha limitado a un conocimiento arqueográfico, es decir, se ha planteado desde la descripción de los elementos que conforman la escasa cultura material de los asentamientos, y en contadas ocasiones se han elevado las conclusiones a un nivel de interpretación global.

 Con esta misma la intención de abrir nuevas vías de investigación, en 1998, comenzamos una labor de revisión de un conjunto de materiales que eran susceptibles de pertenecer a un Neolítico reciente que preludiaba la Edad del Cobre. Los materiales procedían de los asentamientos cacereños de El Conejar y Los Barruecos y con ellos ensayamos un sistema de ordenación tipológica que sirvió como telón de fondo de un trabajo más amplio[1]. Ambos asentamientos ya habían sido excavados durante la década de los 80, pero sus materiales habían sido asignados a periodos distintos, en parte por el escaso grado de conocimiento que en esa década se poseía del Neolítico. Así los materiales de El Conejar fueron adscritos a la Edad del Bronce[2] y los de Los Barruecos en sus niveles neolíticos al tránsito al Calcolítico[3].

 La investigación previa sobre el Neolítico.

A finales del siglo XVIII tenemos las primeras descripciones de las cuevas de Cáceres[4], pero no a los restos que en ellas se incluían. Durante el siglo XIX el florecimiento de las ciencias, unido a la difusión de las primeras noticias arqueológicas, impregnadas de cierto cientifismo, animaron a ciertos círculos sociales a aventurarse en la “exploración” de las cuevas. Así conocemos como hacia la mitad del siglo XIX se había fundado en Cáceres una sociedad para explorar las cuevas de las inmediaciones por un abogado de la localidad, D. Tomás Santibáñez. Desconocemos si estas investigaciones fueron suficientemente fructíferas, pues sólo poseemos una escueta mención en un artículo de V. Paredes[5]. A lo largo del siglo XX esta tradición de “exploraciones” debió seguir y fruto de ella tenemos las primeras referencias a materiales concretos.

 En 1916 Ismael del Pan efectuó excavaciones en la cueva de El Conejar recogiendo una cantidad abundante de cerámicas para las que propuso, entre otras, una cronología neolítica[6]. Las excavaciones revelaron en el mismo lugar un ídolo placa[7], propio de la Edad del Cobre. Por la misma época en Plasencia se excavaba la cueva de Boquique, y sus materiales se recogieron en un breve artículo de P. Bosch[8]. J.R. Mélida recoge, no obstante, multitud de cuevas entre las que se encuentran algunas con restos de poblamiento en su catálogo de monumentos de la provincia[9].

 

La puesta en marcha de la Universidad de Extremadura ya en los años 80 fomentó un rápido auge de la investigación y se desarrollaron excavaciones en distintos asentamientos entre los que se encontraban la cueva de El Conejar en Cáceres, Los Barruecos en Malpartida de Cáceres, y el Cerro de la Horca en Plasenzuela. No obstante algunos años antes M. Almagro Gorbea había excavado la cueva de Boquique[10] y algunos de sus materiales habían sido previamente estudiados por Cleofé Rivero[11]. Todos estos avances sirvieron poco al conocimiento del Neolítico, pues excepto en el caso del Cerro de la Horca, el nivel neolítico no fue reconocido en ninguno de los asentamientos.

 

Los primeros resultados vinieron de la mano de A. González Cordero, que identificó algunas de las cerámicas de los niveles más antiguos del Cerro de la Horca como neolíticas, al mismo tiempo que algunas cuevas en la zona de Montánchez y un asentamiento (Cerro Soladado) en la comarca de la Vera[12]. La importancia de las cerámicas del Cerro de la Horca es muy significativa pues habían sido halladas en un buen contexto estratigráfico que permitía fecharlas adecuadamente. Al mismo tiempo se podían relacionar con estos niveles los demás asentamientos a los que antes aludíamos que tenían entre sus materiales cerámicas muy semejantes, permitiendo establecer dos modelos muy distintos de ocupaciones: las al aire libre y en cueva, que habrían coexistido en un mismo tiempo. La excavación de la cueva de La Charneca en Oliva de Mérida confirmaba la presencia de este tipo de cerámicas en la provincia de Badajoz[13]. Ya en los años 90, A. González identifica Los Barruecos y El Conejar dentro de un momento que denomina “Neolítico Tardío”[14].

 

 

Un territorio neolítico.

 

Llegado este punto de la investigación emprendimos una revisión de los materiales que se habían obtenido tras la excavación de Los Barruecos y El Conejar, planteando alternativas al conocimiento que hasta entonces se tenía del periodo. Las grandes síntesis que se habían realizado no colaboraban en demasía para sistematizar una cronología[15]. Nuestra intención fue la de establecer el conocimiento del poblamiento en diversos niveles: el entorno ecológico, la actividad económica, la cultura material y las posibles relaciones que el poblamiento neolítico pudiese tener con otras zonas limítrofes. La cronología de estos asentamientos puede situarse a grandes rasgos en el IV milenio a.C., según las dataciones absolutas a las que haremos alusión.

 

El conocimiento del entorno natural planteaba bastante dificultades, pero era uno de los puntos que debían tenerse en cuenta en la interpretación global. La reconstrucción del paisaje se presentaba compleja, pues tan sólo se poseían datos referentes a la localización exacta de algunos asentamientos y análisis de fauna y malacología realizados durante el transcurso de las excavaciones. Otro tipo de datos que podrían contribuir al estudio de la flora o de las masas forestales, nos son desconocidos por el momento.

 

La penillanura cacereña es el marco geográfico en el que se ha analizado el poblamiento neolítico. La intención era hallar ciertas similitudes en la localización de los asentamientos que permitiese hablar de pautas. La penillanura cacereña se configura como un espacio extenso en el que conviven tres tipos esenciales de terrenos: la tierra llana, los riberos y los relieves residuales[16]. También pueden establecerse diferencias entre el tipo de materiales de las distintas zonas, que a grandes rasgos se pueden clasificar en las zonas de pizarras precámbricas que conforman la penillanura, los batolitos graníticos, las zonas calizas formadas en el Devónico y las formaciones cuarcíticas que pueden observarse en la Sierra de Cáceres. El territorio se enclava en la red hidrográfica del río Tajo, que se encajona profundamente en la Meseta, formando las zonas de ribero, caracterizadas por valles angostos. Los afluentes del Tajo, el Salor y el Almonte, se unen a éste por el Sur, regando la parte meridional de la penillanura.

 

Los asentamientos estudiados guardan una relación distinta con cada uno de los elementos señalados. En primer lugar parece que no existe una relación evidente entre los grandes cursos de agua y el poblamiento conocido, no se han atestiguado asentamientos en zonas próximas al Tajo o sus afluentes, por el contrario el poblamiento neolítico se localiza en zonas donde las corrientes de agua existen pero son reducidas.

 

En el caso de Los Barruecos el asentamiento se localiza al aire libre entre los bolos graníticos junto a los cuales discurre una corriente de agua. La evacuación de alteritas de esta zona ha provocado que en las inmediaciones del asentamiento se hayan instalado en época reciente dos pequeños embalses conocidos como el Barrueco de Abajo y el Barrueco de Arriba[17]. El Conejar es una pequeña cavidad donde el fenómeno kárstico proporciona el abastecimiento de agua de la gruta y sus inmediaciones. Esta cavidad, situada en las afueras de Cáceres se enclava en la zona conocida como Calerizo, una formación caliza establecida en el Devónico[18]. La formación de oquedades en esta zona es relativamente frecuente y tradicionalmente se han recogido algunas más, que hasta la fecha carecen de estudios detenidos[19]. El Cerro de la Horca posee una localización bastante similar a la de Los Barruecos, geomorfológicamente hablando, pues se localiza sobre el batolito granítico de Plasenzuela. Al mismo tipo de formaciones se asocian las cuevas de Atambores y Peña Aguilera en las inmediaciones de Montánchez.

 

El análisis de la fauna de Los Barruecos y el Conejar reveló como se conocían las especies domesticas básicas: el cerdo, la oveja y la cabra. No obstante junto a ellas aparece el caballo que no es una especie propiamente doméstica hasta el III milenio a.C., el estudio de la dentición de los restos de caballo reveló las conexiones que estos ejemplares mostraban con los ejemplares paleolíticos[20], por lo que pudieran ser producto de la caza. Otros ejemplares pueden relacionarse con actividades cinegéticas como el uro, el ciervo, etc.

 

Al mismo tiempo hay que unir los estudios malacológicos de El Conejar, que hasta el momento permanecían inéditos[21]. El estudio de las conchas de moluscos nos ha informado como la dieta se completaba con otro tipo de recursos, en este caso los moluscos de río. A ello hay que unir otras especies que proceden del mar de cuya integración en el asentamiento trataremos más adelante.

 

Por el momento las prácticas agrícolas no están bien documentadas. Las actividades agrícolas complementarían a la reducida cabaña ganadera y la recolección de frutos y moluscos, pero no hay evidencias directas. Con ello quiere decirse que no se poseen estudios de semillas, pero existen elementos líticos en sílex (microlitos) que pueden interpretarse como dientes de hoz, o algunas molederas de cereal. El tipo de agricultura, sobre el que sólo pueden realizarse conjeturas, debiera ser intensiva; es decir se prefería el cultivo localizado antes que las grandes extensiones de tierra, por lo que la calidad de las tierras no supondría un obstáculo excesivo.

 

 

La evidencia del poblamiento: cerámica, industria lítica e industria ósea.

 

La cerámica es el principal apoyo a la hora de identificar los asentamientos de este periodo. En el estudio que realizamos sobre las cerámicas neolíticas de El Conejar y Los Barruecos[22], se distinguieron tres vertientes a la hora de estudiar los recipientes: las formas de los recipientes y su tamaño, los elementos de prehensión y suspensión, y las decoraciones que presentaban. El objetivo de dicho estudio era diferenciar distintos tipos de recipientes, que probablemente fuesen empleados en actividades diferentes. Para ello se utilizaron técnicas matemáticas e informáticas que permitían describir los recipientes a partir de fragmentos del borde, técnicas que no expondremos aquí[23].

 

Durante la elaboración de nuestro estudio distinguíamos dos grupos de recipientes, de un lado los recipientes de tendencia abierta y de otro los de tendencia cerrada. Al mismo tiempo dentro de estos grupos se distinguieron tipos que representaban a recipientes con características comunes. Empleando las técnicas y divisiones citadas dentro del grupo de las formas abiertas se distinguieron platos, cuencos y vasos (denominaciones aproximadas de dichas formas) de distinto tamaño. El segundo grupo estaba compuesto fundamentalmente por ollas, y algunos vasos, todos ellos con tendencia cerrada. El denominador común de todas estas formas era su tendencia esférica. El almacenaje de líquidos y otros alimentos quedaba garantizado de esta manera.

 

También realizamos un estudio de los elementos de prehensión y suspensión: es decir de aquellos elementos que permitían el manejo de la pieza, mediante el aditamento de asas, mamelones o algunos apliques. La cerámica neolítica conserva en gran proporción elementos que son característicos de este periodo y que no están presentes en las cerámicas de etapa posteriores. Es frecuente en los recipientes la aparición de asas, probablemente, en un número superior a tres que permitían suspender la pieza en el aire con algún tipo de cuerdas. También resulta frecuente el añadido de mamelones, pequeñas protuberancias que contribuyen a su manejo y prehensión, algunos de ellos perforados. Otros elementos, menos numerosos, facilitan el manejo de los recipientes, es el caso de pequeños cordoncillos que se sitúan en sentido vertical u horizontal sobre las paredes del recipiente.

 

Las decoraciones son bastante frecuentes. La más común es la decoración conocida como “boquique” consistente en el arrastre de un punzón sobre la superficie del recipiente, aún fresco, dando la sensación de dibujar una línea continúa en cuyo interior se albergan puntos. Los motivos que se trazan con este tipo de técnica decorativa son variados: motivos rectos, líneas diagonales, guirnaldas, etc., que pueden combinarse en el mismo recipiente. La cerámica presenta también motivos realizados mediante la incisión, estos son generalmente combinaciones de líneas, que forman pueden formar “espigados”, chevrons, etc. Suele ser frecuente realizar incisiones radiales en el borde de los recipientes, generalmente de los de tendencia abierta.

 

Son frecuentes las cerámicas impresas, donde con un elemento denominado “matriz” se imprime un motivo de un modo recurrente sobre el recipiente. A veces las impresiones pueden hacerse con un punzón de sección circular, dando origen a bandas de puntos impresos, motivo muy frecuente. En otras ocasiones la matriz utilizada es la propia uña del artesano, que imprime insistentemente sobre la vasija. En ambientes próximos a la costa suele ser frecuente la utilización de conchas en la decoración de las vasijas. Sin embargo, no resulta frecuente en el interior, donde se cuentan con contados ejemplos. En el caso de la cueva de El Conejar encontramos en un fragmento impresiones que pudiesen pertenecer a una concha marina, algo que no debe extrañar, pues en el interior de la cueva se recogió el cardium, variedad de concha con la que se elaboran los motivos.

 

Los motivos decorativos no acaban aquí, podemos incluir pequeñas pastillas aplicadas, líneas bruñidas, cerámicas peinadas, o la combinación de varias técnicas decorativas. A veces pueden rellenarse incluso con una pasta blanca que resalta los motivos, aunque no es un motivo excesivamente frecuente.

 

En cuanto al acabado final de las piezas suele ser variable, en ocasiones el exterior se alisa o se bruñe cuidadosamente. A veces se trata con un baño a la almagra o a la aguada (ésta última es una solución más diluida), pero no es una técnica muy frecuente. Las cocciones de las cerámicas suelen realizarse en ambientes reductores, aunque no faltan cocciones oxidantes. Las pastas por lo general están poco decantadas y presentan desgrasantes de tamaño medio o grueso.

 

La industria ósea es poco conocida. Sólo se conservan algunos punzones que han sido convenientemente pulidos para ser usados. Otros punzones muestran una perforación en su cabeza que probablemente estén relacionados con actividades textiles rudimentarias. Algunos huesos pueden aparecer marcados con pequeñas estrías; en un caso a modo de decoración la cabeza del hueso había sido pulida y sobre ella se habían dispuesto pequeñas estrías en sentido radial.

 

La industria lítica es el apartado peor conocido de todos. Por un lado tendríamos la industria lítica tallada, compuesta generalmente de pequeñas piezas. La industria tallada suele realizarse sobre sílex, poco frecuente en este marco geológico, por lo que debía proceder de un cierto cauce comercial o de vetas muy localizadas. Las piezas son, por lo general de pequeño tamaño. Los microlitos son escasos en cuanto a hallazgos, se poseen muestras de pequeñas hojas fruto de una industria de tendencia laminar. Son muy frecuentes las piezas realizadas sobre lascas.

 

En cuanto a la industria lítica pulimentada, ésta es escasa, esta conformada por “hachas” de pequeño tamaño y de factura poco elaborada, como en los casos de Los Barruecos y El Conejar, generalmente reducidas a fragmentos.

 

 

La integración de los yacimientos en la evolución cultural de la cuenca extremeña del Tajo.

 

La penillanura cacereña se encuentra situada drenada por la red fluvial del Tajo y en este marco espacial más amplio hemos decido integrar el poblamiento. La cuenca extremeña del río Tajo presenta al mismo tiempo semejanzas con ámbitos costeros, meseteños o de las cuencas del Guadiana y Guadalquivir, que trataremos a continuación.

 

Las evidencias contemporáneas a este tipo de poblamiento son fundamentalmente dos: el arte rupestre y el megalitismo. Ambas manifestaciones son susceptibles de relacionarse con los asentamientos de esta época, pero las dificultades en la relación con los poblados resulta muy compleja, por dos causas:

 

No existe en ningún caso una vinculación física directa entre los dólmenes y los asentamientos de esta misma época.

 

Ausencia de cronologías absolutas en este tipo de manifestaciones.

 

El caso del megalitismo resulta especialmente problemático. Si bien el megalitismo es un fenómeno muy frecuente en la provincia de Cáceres, este se encuentra muy localizado en la zona occidental. En el estudio del fenómeno de la zona de Alcántara, Primitiva Bueno propuso como ciertos elementos presentes en los dólmenes presentaban una tradición arcaica que podía retraer estas construcciones hasta el IV milenio[24]. Aunque la zona occidental de la provincia es muy rica en este tipo de enterramientos, ninguno de éstas ha podido relacionarse con algún tipo de hábitat neolítico[25]. Este hecho ha llevado a establecer varias hipótesis de trabajo.

 

Eduardo Galán y Ana María Martín[26] propusieron que el emplazamiento de los dólmenes obedecía a un criterio de demarcación de las vías naturales de comunicación que atravesaban el valle del Tajo. Argumentaban que la inexistencia de asentamientos en las inmediaciones obligaba a estas sociedades a localizar las vías de tránsito de algún modo, a falta de poblados, lo más evidente serían los dólmenes.

 

Victor Hurtado exponía[27] razones similares. En un análisis social de estas manifestaciones entiende el dolmen como un esfuerzo colectivo de grupos humanos reducidos y unidos bajo una determinada solidaridad común. Estos grupos humanos tendrían una vocación pastoril, pues el terreno pizarroso de la zona occidental de la provincia era apto para esta práctica, de ahí la concentración de monumentos y la escasez de poblamiento.

 

Desde luego las interpretaciones sociales del megalitismo de la zona occidental son una propuesta interesante. Primitiva Bueno ha propuesto recientemente que la variabilidad constructiva de los en las plantas de los dólmenes se debe precisamente a variables de carácter social antes que temporal[28]. Sin embargo no queda resuelta aún la integración del poblamiento y los dólmenes. Evidentemente nuestro conocimiento de tal poblamiento es una cuestión de mera aleatoriedad, conocemos pocos asentamientos que no permiten análisis exhaustivos. En primer lugar, nunca se ha podido determinar la extensión de los asentamientos, que cabe pensar que es bastante reducida. En segundo lugar sólo se ha localizado este tipo de hábitat donde la sedimentación geológica es muy débil (caso de cuevas y abrigos), o fortuitamente en excavaciones. Cabe pensar que el poblamiento es un fenómeno más generalizado de lo que en principio pudiera pensarse, pero las condiciones favorables a su detección son muy reducidas.

 

Cabría tener presente como hipótesis de partida que no existen “zonas megalíticas” y “zonas de poblamiento” culturalmente distintas, sino una misma realidad social que comienza a asimilar formas novedosas de enterramiento como son los dólmenes, que se impondrán a las inhumaciones individuales. Estudiar la pervivencia de uno y otro caso es una cuestión de tiempo.

 

Cabe la posibilidad de establecer un estudio diacrónico de los asentamientos, pero las fases intermedias localizadas entre el final del IV milenio y la segunda mitad del III son mal conocidas, no sólo en la penillanura, sino en el resto de la Cuenca extremeña del Tajo.

 

 

 

Contemporaneidad con otras áreas limítrofes.

 

En este apartado van a estudiarse los ámbitos geográficos próximos y la posible relación de éstos con la Cuenca del Tajo, hablando en un sentido cultural. Para ello se han determinado algunas áreas de desigual extensión, que comparten una cierta homogeneidad. Éstas áreas no deben ser entendidas en ningún caso en el sentido de círculos culturales cerrados fácilmente definibles, sino como una organización previa que facilite la exposición.

 

La Cuenca Media del río Guadiana.

 

Grupo de Sierra Morena.

 

Andalucía Occidental.

 

La fachada atlántica.

 

El interior peninsular, con especial referencia a los asentamientos meseteños.

 

 

La Cuenca Media del río Guadiana cuenta con único asentamiento, éste es el de la Charneca. La cueva de la Charneca fue excavada por J. J. Enríquez Navascués[29] y supuso la primera referencia actual a este tipo de materiales dentro de Extremadura. Aunque su interior se encontraba bastante revuelto, su excavador estudio un interesante cuadro cerámico con las características anteriormente descritas. Este asentamiento es la única muestra que poseemos dentro de un territorio profundamente conocido en época calcolítica. Sin embargo pueden hacerse referencias a las cerámicas impresas halladas en otros puntos de la provincia de Badajoz, aunque en ámbitos ya muy tardíos: se trata de los casos de los yacimientos de La Pijotilla[30], donde se halló un fragmento con decoración de boquique, y el de Granja de Céspedes[31]. En estos últimos casos resulta difícil establecer una filiación neolítica para estos ejemplos.

 

En el grupo de Sierra Morena se han incluido aquellos asentamientos que han sido localizados en esta zona de sierra, cabe pensar en el estudio de un aprovechamiento de los recursos particularmente serrano. Los ejemplos engloban las provincias de Badajoz, Sevilla y Huelva. Los ejemplos de Badajoz se localizan en las estribaciones septentrionales de Sierra Morena y sólo se poseen las referencias que diese J. J. Enríquez[32] en su momento, se trata de dos asentamientos en cueva localizados en los términos municipales de Monesterio y de Fuentes de León. De bastante proximidad a Extremadura es el conjunto de cuevas de Santiago de Cazalla, donde Pellicer y Acosta[33] empredieron excavaciones que arrojaron cronologías controvertidas para algunos autores. El cuadro cerámico de esta cueva resulta paralelizable a los conjuntos anteriormente vistos, aunque hay ejemplos de cerámica cardial que parecen retrotraer la ocupación neolítica. Ya en la provincia de Huelva han comenzado a estudiarse algunos casos de ocupaciones neolíticas en cueva, caso de la cueva de la Mora en Jabugo[34] y asentamientos al aire libre, colecciones de El Judío y la Dehesa[35].

 

En la zona de Andalucía Occidental pueden incluirse algunos asentamientos excavados y otros reconocidos en prospección. Los ejemplos más antiguos son los situados en la zona de la provincia de Cádiz, con dataciones interesantes que pueden retrotraerse hasta el IV milenio. Son los casos de los asentamientos al aire libre de El Retamar, que han permitido una reconstrucción cultural muy fiable[36]. Al mismo tiempo, también pueden relacionarse cronológicamente los asentamientos del dolmen del Alberite, con dataciones de V milenio o la cuevas de la Dehesilla y El Parralejo[37]. En la zona de Córdoba no debe olvidarse la cueva de Los Murciélagos de Zuheros. La zona de Jaén posee un yacimiento de gran relevancia y similitud como la cueva del Nacimiento de Pontones, con discusiones en torno a su cronología[38]. Sevilla cuenta con otros asentamientos, tanto en cueva (caso de las cuevas de Santiago de Cazalla) o al aire libre, recientemente reconocidos en labores de prospección en el río Corbones[39]. En el yacimiento del Neolítico Final-Calcolítico Inicial de Papa Uvas, J. C. de la Cruz reconocía algunos materiales estratigráficamente situados en un momento anterior al III milenio, pero de difícil integración cultural y cronológica. En Granada pueden localizarse otros asentamientos que comparten ciertos paralelos culturales, como es el caso de la cueva de la Carigüela, que no trataremos aquí.

 

Las seriaciones de los distintos cuadros cerámicos en Andalucía no están uniformados, y existen ciertas dudas en cuanto a su correcta datación y prolongación en el tiempo. Las seriaciones más tradicionales comienzan a superarse, éstas incluían un primer momento con cerámicas cardiales o Neolítico Antiguo, un neolítico sin cardial o Neolítico Medio y por último un Neolítico Final, caracterizado por las cazuelas carenadas. Algunos de estos esquemas cronológicos han comenzado a ser puestos en entredicho, lo que dificulta la uniformidad, al mismo tiempo que facilita el reconocimiento de una realidad cada vez más compleja.

 

La fachada atlántica ofrece una problemática muy similar, las seriaciones tradicionales ofrecidas por Guilaine[40], muy propias del ámbito mediterráneo han sido puestas en entredicho. En la actualidad, J. Zilhâo[41] propone otras dataciones basadas en una división distinta. En primer lugar un Neolítico Antiguo caracterizado por los materiales más arcaicos como la cerámica cardial que daría paso a un Neolítico Antiguo Evolucionado con cerámicas decoradas con boquique, este ocuparía la primera mitad del V milenio, a grandes rasgos. El Neolítico Medio es mal conocido en los poblados y estaría caracterizado por las cerámicas lisas. Por último se llegaría al ya conocido Neolítico Final con una relativa abundancia de poblados, caracterizados por la cazuela carenada.

 

El área del cabo de San Vicente muestra una atractiva continuidad entre el Mesolítico y el Neolítico, aunque muy discutida, donde se plantean los problemas verdaderos del tránsito entre las etapas. Sin embargo son dos zonas las que más llaman nuestra atención, de un lado la zona de Estremadura y Évora, donde se han hallado ejemplos muy similares a los casos cacereños. En Estremadura se han localizado yacimientos con cerámicas a boquique como el caso de Penna d’Aigua y algunos otros recogidos por Zilhaô[42]. De bastante interés resulta la cueva de Caldeirâo, lugar donde se fechó en el VI milenio un vaso cardial de carácterísticas decorativas semejantes a un fragmento de El Conejar. La zona de Évora resulta prometedora, pues se han localizado varios asentamientos con cerámicas impresas, en algunos casos asociados a megalitos, y en otros con mínimos ejemplos de cerámica cardial[43]. Algunos autores han comenzado a plantear la continuidad existente entre el IV y el III milenio tipológicamente hablando, lo que debate las cronologías que defiende Zilhâo. Por otro lado se ha señalado en más de una ocasión el fuerte vínculo tipológico existente entre los asentamientos portugueses del Neolítico Antiguo Evolucionado y los extremeños.

 

El interior peninsular plantea problemas de otro orden. Hasta el momento se argumentaba que era una zona relativamente a los fenómenos culturales que se daban en las costas. Ello ha limitado tremendamente la investigación desfavoreciendo su estudio. En la provincia de Salamanca existen dos ejemplos muy interesantes: de un lado el poblado de las Peñas de El Bardal, publicado inicialmente por S. López como un asentamiento calcolítico con claras raíces neolíticas[44]; y que posteriormente ha sido confirmado como un ejemplo neolítico. De otro lado el dolmen del Torrejón, en Villamayor, ofreció un interesante fragmento de cerámica cardial, entre otros elementos arcaicos[45]. En Segovia se han realizado excavaciones en la Cueva de la Vaquera, único asentamiento que ha proporcionado dataciones[46], muy tardías con respecto a las fechas que Zilhâo propone para la cerámica con decoración a boquique en Portugal. La cultura material que ha proporcionado la cueva guarda paralelos muy interesantes con las cuevas extremeñas, lo que nos hablaría de una cierta homogeneidad. También se poseen dataciones antiguas en ambientes funerarios de Valladolid[47], o las dadas a conocer recientemente en Soria[48]. Igualmente se localizaron cerámicas antiguas bajo el túmulo de la Velilla en Osorno, ya en Palencia. Madrid cuenta con algunos asentamientos como el de la Cueva del Aire en Patones[49]. Recientemente se ha localizado en la provincia vecina de Toledo un asentamiento con cerámicas muy similares en cuanto a sistemas decorativos que sus excavadores fechan en el Neolítico[50]. En la provincia de Ciudad Real se ha localizado una inhumación individual con elementos muy característicos y que nos recuerdan al Conejar: de un lado conchas marinas y de otro cerámicas que sus autores denominan cardialoide[51]. Una referencia distinta merecen las elevadas cronologías de VII milenio del abrigo de Verdelpino en Cuenca.

 

 

Perspectivas: intensificación como modelo de explicación.

 

En este apartado se sintetizan nuestras impresiones acerca de los fenómenos culturales acontecidos durante el IV milenio en la zona de la penillanura cacereña. El desconocimiento tradicional del Paleolítico Superior en la provincia de Cáceres[52] y la perduración de los modos de vida durante una etapa posterior indefinida dificultan cualquier intento de aproximación a una reconstrucción cultural. Ello ha forzado que nuestra visión sea la del Neolítico como un elemento novedoso en este ámbito, y por tanto como un modo de vida plenamente importado y tardío en virtud a las dataciones que arrojan los asentamientos de otros ámbitos. Por otro lado el desajuste existente entre las dataciones de las distintas zonas no propicia una visión de conjunto y facilita la impresión de una realidad deslavazada.

 

La fragilidad del estudio del Neolítico en este ámbito geográfico es indiscutible. Nuestra intención actual es la de establecer vías para analizar la pervivencia de algunos elementos durante el III milenio. El problema vuelve a radicar en la presencia de una nueva fase mal conocida: el tránsito entre este Neolítico de cerámicas impresas y el Neolítico Final. En nuestra opinión este inconveniente se resuelve con una adecuada ordenación de materiales, como ya expusimos en otra ocasión[53] y desde la perspectiva de la “intensificación”.

 

A partir del III milenio parece iniciarse un aumento generalizado del poblamiento, que es común a otros ámbitos peninsulares. El primer tercio del III milenio en el Suroeste peninsular es conocido como Neolítico Final, momento en que se generaliza el uso de la cazuela carenada, recipiente de gran diámetro caracterizado por su escasa profundidad y la presencia de carena media-baja. El fenómeno de este tipo de poblamiento ha sido bien estudiado en la Cuenca Media del Guadiana por V. Hurtado[54] y J. J. Enríquez[55]. Sin embargo, la provincia de Cáceres no ha ofrecido por el momento evidencias significativas de este periodo. Los datos que se poseen son los de Sierra de la Pepa (Plasenzuela) donde A. Cordero estudió un interesante ejemplo de Calcolítico Inicial[56]. En nuestra revisión del material de Los Barruecos se localizaron ciertos elementos que eran susceptibles de pertenecer a esta etapa, precedidos estratigráficamente de otros que pudieran representar la conexión aparente entre ambas etapas.

 

Las pruebas son muy débiles dentro del panorama extremeño. Ello nos lleva a plantear el tránsito del IV al III milenio como un momento desconocido pero basado en la continuidad de muchos factores: cierta tradición en las formas cerámicas, la industria lítica de tendencia laminar, etc. Además la generalización de las actividades productivas debe ser entendida como el logro de un buen grado de conocimiento de las mismas. Para ello es necesario establecer una hipótesis de trabajo que hemos denominado intensificación. Esta hipótesis pretende reflejar las continuidades aparentes entre el IV y el III milenio y plantear un tránsito de larga duración antes que un cambio, en el sentido pleno de la expresión. La consecución gradual de las prácticas agrícolas y ganaderas será, pues, un proceso irreversible que se consolidará al mismo tiempo que otros aspectos culturales (sociedad, poblamiento, territorio, etc.) enmascarados en la cultura material. No hay que olvidar que algunas de las bases para la formación del sustrato cultural del III milenio estaban ya establecidas con anterioridad: poblamiento al aire libre, elementos ideológicos y religiosos, etc. En este sentido la tarea es determinar una secuencia cultural que debe comenzar con una correcta coordenación de la cultura material disponible.

 

Cáceres, agosto de 1999.

 

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J. R. Villa González y J. M. Rojas Rodríguez-Malo: “Aportación al conocimiento del Neolítico en la Cuenca Media del Tajo”. Rubricatum 1. Actes I Congrés del Neolític a la Península Ibèrica. Formació i implantació de les comunitats agrícoles. Vol. 2. Bellaterra, 1996. Pp. 707-714.

 

L. Zamora Canalleda: La Cueva de la Vaquera (Torreiglesias, Segovia). Madrid, 1977.

 

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J. A. de Zulueta Artaloyta: La tierra de Cáceres. Estudio geográfico I. Madrid, 1977.

 



* Este artículo resume brevemente algunas de las ideas recogidas en nuestra Memoria de Licenciatura, sobre las que se han añadido nuevas consideraciones: E. Cerrillo Cuenca: Orden tipológico en Arqueología. Aplicación metodológica para el análisis de la cerámica a mano. Cáceres, 1999. (Memoria de Licenciatura inédita, Universidad de Extremadura, Área de Arqueología).

** Licenciado en Historia, Universidad de Extremadura.

[1] E. Cerrillo Cuenca: op. cit.

[2] E. Cerrillo Martín de Cáceres: «Materiales de superficie de la cueva del Conejar, junto a Cáceres». Homenaje al profesor Martín Almagro Basch. Vol. II. Madrid, 1983. Pp. 37-44. M. I. Sauceda: «La cueva del Conejar (Cáceres). Una muestra de los materiales recogidos en 1981». Norba, 5. Pp. 47-58.

[3] M. I. Sauceda: «La secuencia cultural de «Los Barruecos» Malpartida de Cáceres (Cáceres)». Extremadura Arqueológica II. I Jornadas de Prehistoria y Arqueología en Extremadura (1986-1990). Cáceres, 1991. Pp.27-44.

[4] S. B. Boxoyo: Noticias históricas de la muy noble y leal villa de Cáceres provincia de Extremadura. Monumentos de la Antigüedad que conserva. Por un presbítero secular de dicha villa. (Edición a cargo de M. Muñoz de San Pedro, Cáceres, 1955).

[5] V. Paredes Guillén: “De la Sociedad Excursionista Extremeña y algo de Prehistoria de Extremadura”. Revista de Extremadura, XI. Cáceres, 1909. Pp. 418-427.

[6] I. del Pan: “Exploración en la cueva prehistórica del Conejar (Cáceres)”, Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, XVII, 1917, p. 185

[7] I. del Pan:  “Un recuerdo inédito de mi exploración de la cueva cacereña del “Conejar”. Ensayo paleontológico”, Homenaje al Prof. Eduardo Hernández Pacheco, Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, 1921, p.

[8] P. Bosch Gimperà: «La cova del Boquique a Plasencia». Anuari IEC, VI. Barcelona, 1915-1920. Pp. 513-516.

[9] J. R. Mélida: Catálogo Monumental de la Provincia de Cáceres. Madrid, 1924.

[10] M. Almagro Gorbea: El Bronce Final y el Periodo Orientalizante en Extremadura. B. P. H., 14. Madrid, 1977.

[11] C. Rivero de la Higuera: «Materiales inéditos de la Cueva de Boquique. Datos para una nueva sistematización de la Edad del Bronce en Extremadura». Zephyrus XXIII-XXIV. Pp. 101-130.

[12] A. González Cordero: «Asentamientos neolíticos en la Alta Extremadura». Rubricatum 1. Actes I Congrés del Neolític a la Península Ibèrica. Formació i implantació de les comunitats agrícoles. Vol. 2. Bellaterra, 1996. Pp. 697-702.

[13] J. J. Enríquez Navascués: «Excavaciones de urgencia en la cueva de la Charneca (Oliva de Mérida, Badajoz)». Noticiario Arqueológico Hispano, 28. Pp. 8-24.

[14] A. González Cordero: op. cit.

[15] F. Piñón y P. Bueno: «El Neolítico en el Suroeste» en P. López (ed): El Neolítico en España. Madrid, 1988. Pp. 222-244

[16] J. A. de Zulueta Artaloyta: La tierra de Cáceres. Estudio geográfico I. Madrid, 1977.

[17] D. Gómez Amelia: “Los Barruecos (Cáceres) unas formas modélicas sobre granitos”. Norba Geografía, V. Pp. 63-78.

[18] J. L. Gurría Gascón y Y. Sanz Tamayo: «Los fenómenos kársticos en los ‘calerizos’ de Cáceres y Aliseda». Actas del VI Coloquio de Geografía. Asociación de Geógrafos Españoles. Palma de Mallorca, 1983. Pp. 47-55.

[19] C. Callejo Serrano: “Las cuevas del Calerizo de Cáceres”. V Congreso de Estudios Extremeños. Badajoz, 1976.

[20] P. Castaños Ugarte: «Animales domésticos y salvajes en Extremadura. Origen y Evolución». R. E. E., XLVII. Pp. 9-67.

[21] Salvo algunas referencias que pueden encontrarse en E. Cerrillo Martín de Cáceres: «El tiempo pre y protohistórico». En G. Barrientos Alfageme, E. Cerrillo Martín de Cáceres y J. M. Álvarez Martínez: Historia de Extremadura. Tomo I: La Geografía y los tiempos antiguos. Badajoz. Pp. 61-100.

[22] E. Cerrillo Cuenca: op. cit.

[23] Análisis cluster y Análisis de Componentes Principales.

[24] P. Bueno Ramírez: Los dólmenes de Valencia de Alcántara. E. A. E., 155. Madrid, 1988.

[25] P. Bueno Ramírez: op. cit,

[26] E. Galán Domingo y A.  Martín Bravo: op. cit.

[27] V. Hurtado: «Interpretación sobre la dinámica cultural de la cuenca media del Guadiana del IV al II milenio a.C.» Extremadura Arqueológica, V. Homenaje a M. Gil-Mascarell. Cáceres, 1995. Pp. 53-80.

[28] P. Bueno Ramírez: La necrópolis de Santiago de Alcántara (Cáceres). Una hipótesis de interpretación para los sepulcros de pequeño tamaño del Megalitismo occidental. Universidad de Valladolid, Seminario de Estudios de Arte y Arqueología. Valladolid, 1994.

[29] J. J. Enríquez Navascués: Op. cit.

[30] J. J. Enríquez Navascués: El Calcolítico o Edad del Cobre de la cuenca extremeña del Guadiana: los poblados. Badajoz, 1990.

[31] J. J. Enríquez Navascués: El Calcolítico o Edad del (op. cit.)

[32] J. J. Enríquez Navascués: «El Neolítico en la Cuenca Media del Guadiana». Rubricatum 1. Actes I Congrés del Neolític a la Península Ibèrica. Formació i implantació de les comunitats agrícoles. Vol. 2. Bellaterra, 1996. Pp. 676-696.

[33] P. Acosta: «El Neolítico en Andalucía Occidental: estado actual». Homenaje a Luis Siret. Almería, 1984. Sevilla, 1986. Pp. 136-151.

[34] F. Piñón y P. Bueno: op. cit.

[35] F. Piñón y P. Bueno: «Estudio de las colecciones de materiales procedentes de la Dehesa (Lucena del Puerto) y el Judío (Almonte). Testimonios sobre la ocupación neolítica del litoral onubense». Huelva Arqueológica, VII.

[36] J. M. Gutiérrez López, F. Giles Pacheco, J. Ramos Muñoz y J: Aguilera Rodríguez: “Aportaciones al análisis macroespacial. El poblamiento de la Cuenca Media del Guadalete y Piedemonte de las sierras de Cádiz durante el Neolítico” en J. Ramos Muñoz y F. Giles Pacheco (eds): El dolmen de Alberite (Villamartín). Aportaciones a las formas económicas y sociales de las comunidades neolíticas en el noroeste de Cádiz. Cadiz, 1996. Pp. 341-351.

[37] J. M. Gutiérrez López et alii: op. cit. M. Pellicer y P. Acosta: «El Neolítico Antiguo en Andalucía Occidental». Le neolithique ancien Mediterranéen. Actes du Colloque International de Prehistoire. Montpellier, 1982. Pp. 49-60.

[38] M. D. Asquerino y P. López:  “La cueva del Nacimiento (Pontones). Un yacimiento neolítico en la Sierra del Segura”. T.P., 38. Pp. 107-138. G. Rodríguez: «La cueva del Nacimiento de Pontones -Santiago- Provincia de Jaén (España)» Le Néolithique ancien mediterranéen. Actes du colloque international de Prehistoire. Montpellier, 1981. París. Pp. 237-245.

[39] J. J. Fernández caro y B. Gavilán Ceballos: “Yacimientos neolíticos en el río Corbones (Sevilla)”. SPAL, 4. Pp. 25-67

[40] J. Guilaine: Premiers bergers et paysans de l’Occident mediterranéen. París, 1976.

[41] J. Zilhâo: “O neolítico do Maciço calcárico estremenho, crono-estratigrafía e povamento”. Rubricatum 1. Actes I Congrés del Neolític a la Península Ibèrica. Formació i implantació de les comunitats agrícoles. Vol. 2. Bellaterra, 1996. Pp. 659-671.

[42] J. Zilhâo: op. cit.

[43] M. Diniz y M. Calado “O Povado neolítico da Valada do Mato (Évora, Portugal) e as origens do megalitismo alentejano” en R. De Balbín Behrmann y P. Bueno Ramírez. (eds.): II Congreso de Arqueología Peninsular. Tomo II, Neolítico, Calcolítico y Bronce. Zamora, 1998. Pp. 23-31.

[44] S. López Plaza: “Aportación al conocimiento de los poblados eneolíticos de SO de la Meseta Norte española: la cerámica”. Setúbal Arqueológica, V. Pp. 76-102.

[45] J. Arias González y M. C. Jiménez González: “Ídolo-placa y otras piezas funerarias procedentes del dolmen de “El Torrejón” (Villamayor, Salamanca). Xábiga, 7. Pp. 7-17.

[46] L. Zamora Canalleda: “La Cueva de la Vaquera (Torreiglesias, Segovia), las dataciones de C-14 ofrecen una fecha de 3700. I. L. Rubio y M. C. Blasco: “Análisis cerámicos de la Cueva de la Vaquera (Torreiglesias, Segovia)”. Zephyrus, XLI-XLII. Pp. 149-160, las dataciones por termoluminiscencia en cambio dan una cronología de 3200 a.C.

[47] G. Delibes: “Ritos funerarios, demografía y estructura social entre las comunidades neolíticas de la submeseta norte”. Arqueoloxía da Morte. Arqueoloxía da Morte na Península Ibérica desde as Orixes ata o Medievo. Xinzo de Limia, 1996. Pp. 63-94.

[48] Caso de la Peña de la Abuela, enterramiento neolítico con una cronología de principios del IV milenio, M. A. Rojo Guerra y M. Kunst: “La Peña de la Abuela. Un enterramiento monumental neolítico sellado por el fuego”. Revista de Arqueología, 220. Madrid, 1999.

[49] M. D. Fernández-Posse: “Los materiales de la Cueva del Aire de Patones (Madrid)”, N.A.H., 10

[50] J. R. Villa González y J. M. Rojas Rodríguez-Malo: “Una inhumación individual de época neolítica en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real)”. Rubricatum 1. Actes I Congrés del Neolític a la Península Ibèrica. Formació i implantació de les comunitats agrícoles. Vol. 2. Bellaterra, 1996. Pp. 509-518.

[51] J. R. Villa González y J. M. Rojas Rodríguez-Malo: “Aportación al conocimiento del Neolítico en la Cuenca Media del Tajo”. Rubricatum 1. Actes I Congrés del Neolític a la Península Ibèrica. Formació i implantació de les comunitats agrícoles. Vol. 2. Bellaterra, 1996. Pp. 707-714.

[52] A excepción de las muestras de arte rupestre de Maltravieso y la Mina de Castañar de Ibor. M. I. Sauceda hace referencias a industria del Paleolítico Superior en las inmediaciones de Los Barruecos, M. I. Sauceda: “La secuencia cultural…” Op. cit.

[53] E Cerrillo Cuenca: op. cit.

[54] V. Hurtado Pérez: «Interpretación sobre la dinámica…” Op. cit.

[55] J. J. Enríquez Navascués: El CalcolíticoOp. cit.

[56] A. González Cordero, J. Castillo Castillo y M. Hernández López: «La secuencia estratigráfica en los yacimientos calcolíticos del área de Plasenzuela (Cáceres). Extremadura Arqueológica II. I Jornadas de Prehistoria y Arqueología en Extremadura (1986-1990). Pp. 11-26.

Oct 011999
 

Macario Díez Presa.

No es solamente historia. Trujillo es también estampa. Y es poema. El todavía recién editado Canto a Trujillo, en el que historia, estampa y poesía se han dado tan espléndida cita, viene a proclamarlo. Muy en tono mayor, por cierto.

Permítaseme dar eco, aquí a unas palabras, que han servido de introducción a dicho Canto, pero que fueron ya, desde el momento en que se emitieran, toda una llamada, que no tardaría en ir obteniendo una generosa y deslumbrante respuesta.

“La historia de Trujillo ya está escrita, pero el poema de Trujillo espera al hombre de la inspiración y del arrebato genial que cante la grandeza de una Ciudad que llenará el mundo con su nombre. Aquí no hay piedra sin misterio. Ni sombras sin leyenda. Pero lo más llamativo de Trujillo es su interior; es decir, el alma, la pasión, el empuje que vibra y salmodia en cada cosa. Y cada cosa no es sino la huella y la abultada sombra de un santo, un héroe, un conquistador, un virrey, un labriego o un pastor”.

Se llamó en vida Máximo González del Valle. Misionero claretiano. Y él fue quien, tras su primer emocionado encuentro y su avizor recorrido por esta señorial e histórica villa cacereña, pronunciara las palabras transcritas, con las que, hoy, aquí y ahora, nos place evocar su figura. Poeta entre los poetas, no se contentó con haber sabido apresar (tal vez como ningún otro) el misterio y el alma de tan señera noble villa extremeña. Quiso, además, darle resonancia. Pero con el único lenguaje capaz de traducir ese secreto y fascinante embrujo que sobre nosotros ejerce siempre toda realidad rebosante de alma y de misterio. Y, como la contraportada del espléndido y aludido Canto a Trujillo, “Trujillo tuvo ya al poeta, al juglar, que cantó generosamente sus grandezas. Tan generosamente, que llegó (si así es lícito expresarse) a codificar el alma y misterio de Trujillo nada menos que en ciento treinticinco sonetos, sesenta de los cuales se nos brindan hoy bellamente emparejados con la histórica imagen de sus respectivos fastuosos monumentos y sus más célebres personajes.

Decía Tolstoi que, sea cual fuere la sosa que describe el poeta, lo que buscamos, vemos o experimentamos nosotros es el alma del propio poeta. Pero no en su desnuda subjetividad (añadiríamos ahora nosotros), sino como alma contemplativa que sabe escuchar, acierta a traducir y logra transmitir la “música callada” de lo que encuentra a su paso. En efecto. En efecto el lenguaje poético no es sino el intento de hacer propias las cosas mismas en lo que tienen de más secreto, misterioso y trascendente. Una verdad palmariamente confirmada, con respecto a su juglar, en Canto a Trujillo. Por lo que no es, a su vez, menos verdad que asomarse, aquí y ahora, el alma de nuestro poeta puede enseñarnos a leer el presente poemario en empática sintonía con el pathos o pasión poética que lo inspirara. Asomémonos, pues, al alma de nuestro poeta.

González del Valle nació (“me nacieron”, diría él, evocando a su admirado Unamuno), en 1.913. En San Vicente de la Barquera, encantadora villa santanderina, hija por igual, del mar y de la tierra, esos “dos eternos hontanares de poesía”, como él los denominara. Y muere en 1´989. En Palencia, su hogar durante la más prolongada y, tal vez, más fecunda etapa de su vida.

¿Quién es González del Valle como poeta? A raíz de su muerte, se dijo de él ser un hombre “desmesurado”. Hiciéronle merecedor de tal calificativo su desbordante producción literaria, su “sobrecogedora y tremenda fecundidad, y su amplísimo elenco de premios literarios, entre los que figuran cincuenta flores naturales.

González del Valle parece mostrar ya desde muy pronto seguridad en sí mismo como poeta. Solo así cabe interpretar la osadía con que tan prematuramente se lanzase a la palestra. Lo cuenta él mismo. “Era por los años treinta. El río Ebro socavaba los cimientos del Pilar de Zaragoza. Y se convocó un concurso de poesía para llamar la atención sobre el tema. Tenía yo cariño por el Ebro, que nace cerca de mi tierra. Y tenía gran devoción al Pilar. Me salieron unos versos muy espontáneos. Y gané el concurso. Tenía entonces poco más de quince años”.

Y, a partir de ese momento, más que simple y gradual progreso fue el suyo un correr “acelerado” y un fluir “torrencial”. “Hoy he compuesto cuatro sonetos y otras tantas cancioncillas”, exclama González del Valle tan pronto como viera aparecer a unos reporteros que se disponían a entrevistarle con ocasión de un premio nacional que se le había otorgado. “A las cinco de la tarde, me recluyo en mi habitación conventual; desconecto el teléfono interior; y, contemplando el sol poniente, me viene la inspiración”.

Y, como un sol poniente que arrebola todo lo que toca, la inspiración de González del Valle lo coloreó todo de poesía. Porque lo contempló, tocó, escuchó y vivió todo poéticamente. ¡Qué penetrantes “ultra-ver” y “ultra-oir” los de su imaginación poética, cuyas creaciones hacen crecer la realidad de las cosas! S, como bien alguien ha dicho, “sólo lo expresado existe”, con su inspirada y creadora forma de verlo, tocarlo, escucharlo, vivirlo y expresarlo todo, estaba González del Valle no sólo descubriendo sino dando, incluso, a todo una nueva existencia. Por lo que, aunque pudiera parecerlo, no es, no, ninguna tautología afirmar que nuestro poeta respondiera poéticamente, es decir creatívamente -poesía significa creación a su inspiración poética. En efecto, en los poemas de González del Valle se da una lograda sintonía entre esa numinosa poesía que lleva en sí cualquier cosa (real o soñada) y el númen creador, que sabe, por un lado, descubrirla y acierta, por otro, a expresarla poéticamente. Ya hemos dicho que el lenguaje poético no es sino un intentar apropiarse las cosas o hacerlas propias. González del Valle parece saber por propia experiencia (y son palabras suyas) que:

“Detrás de cada cosa, hay otra cosa….
Todo oculta un misterio. No reposa
la vida en apariencias. Lo no cierto
concha es, a veces, del radiante acierto;
la noche…estuche de alba prodigiosa.
Por eso, la esperanza. Y la esperanza
dardo hacia Dios, áncora que alcanza
fondos intactos….”

(Luz en la luz), Bilbao, sin fecha, p. 32.

Más aún: parece, incluso, convencido nuestro poeta de que, aun sin el cultivo de técnicas literarias, agraciados hemos sido todos con ese númen poético. ¿No será por eso por lo que nos invita a todos a lanzarnos por tales sendas de “aventura?”

“Salgamos a vivir: a la aventura
de robar un misterio a cada cosa…
Ver, abrir, oler todo. La criatura,
siendo nuestra, es más suya, más dichosa:
desde nosotros va, piensa, reposa…
Cada ser nos reserva una tonada.
Cada punto es un pórtico de gloria.
No seamos cobardes. ¡Al camino!
¡A llegar por lo humano a lo divino,
y en el riesgo aparvar gozo y victoria!”

(Ibis. p. 11)

Los sesenta sonetos de Canto a Trujillo no son sino eso: “Un robar su misterio a cada cosa…”. Se fraguaron, sí, en la fantasía (ese privilegio sentido del misterio y del alma de las cosas), pero, como confiesa el mismo González del Valle, “brotaron del corazón, en su lento y continuo contacto con ellas”. “¿No es esto la poesía?, se pregunta él y nos pregunta. “Pues, si lo es, para ti mi poesía”, sigue diciendo. “Y, si no lo es, perdona lance al viento los frutos de mi fraternidad con el universo”, ese “vasto símbolo de Dios”, en expresión de otro poeta (Carlyle), que González del Valle hace también suya. “Yo (sigue diciendo nuestro poeta) acaricio, beso, diálogo con todo ese “vasto símbolo. No puedo, no sé olvidar que la creación es la voz del Verbo, y que todas las cosas son como un coro de voces que lo van repitiendo. De ahí que a mí (como a todos los poetas) me resulte gratísima tarea intimar con las cosas, sumergirme en ellas, barruntar lo eterno y absoluto a través de ellas” (Oraciones de barro, Palencia 1972, solapas).

Tal es, a grandes rasgos dibujada, la estampa de nuestro poeta, por él mismo versificada en el siguiente soneto:

“Soy todo lo que soy por ser nacido
de raíz muy cristiana, y en un monte
donde Dios es color, paz, horizonte,
sorpresa para el alma y el sentido.
Desperté en la belleza. Fui invadido
por la gracia del mirlo y del bisonte.
Me encontré elemental y cuatrifronte
sobre cualquier misterio, flor o nido.
Todo me supo bien. En todo hallé
la música de Dios. Y el universo
me injertó en todo, para todo, en todo.
Creí, amé, esperé. Fiel a mi fe,
busqué una luz más alta y me hice verso
para todos, en todo, y a mi modo”.

(Flor y raíz, Palencia 1.970, p. 107).

Muy acertadamente, pues, ha podido decir de González del Valle la crítica literaria que “es un gran poeta, de cuerpo entero, que busca dentro de sí mismo y se hunde en el mundo de las cosas con verdadero amor, con apasionado afán, con humildad y grandeza”.

González del Valle cultivó casi todas las formas de expresión poética. Pero mostró su clara preferencia por el clásico soneto. Poemarios nos ha legado cuyas composiciones son solamente sonetos, como Cúspide y abanico, con ciento cuarenta y tres; Juventud, es tu hora, con treinta y uno; Luz en la luz, con cuarenta y uno. Y ahora su póstumo: Canto a Trujillo, con sus sesenta sonetos.

El 23 de Marzo de 1.974, el crítico literario del diario nacional “Ya” emitía el siguiente juicio: “Hay una gran vitalidad en la poesía de González del Valle y un excelente dominio del lenguaje y de la preceptiva. Como suele suceder en poetas de su temperamento y disciplina, los sonetos son las composiciones más rotundamente logradas”. Canto a Trujillo no deja de ser una magnífica muestra (por no decir demostración) de tan acertado juicio crítico-literario. El impactante y seductor embrujo de Trujillo desató torrencialmente la inspiración de González del Valle. Y de su inagotable vena poética brotó este efluvio de poemas, como otros tantos pálpitos del alma trujillana y su misterio.

¿No es, pues, ahora más fácil ya también para nosotros apresar ese misterio que respiran, por una parte, y esa alma que, por otra, informa los sesenta sonetos de Canto a Trujillo?

¿Quién consideraría, por tanto, exagerado afirmar que Trujillo no ha tenido intérprete ni cantor tan generoso, ni tan inspirado, como González del Valle? ¡Qué poemas ten rebosantes de musicalidad y con colorido! Como nacidos de un vate audaz y enamorado, que supo plasmar en ellos belleza a raudales, filigrana, originalidad y calor humano, incluso colosalismo verso a verso. Su lectura nos trae a la memoria una feliz expresión de E. Deschamps, tal vez pocas veces, como en este caso, hecha tan plástica realidad, y que reza así: “La poesía es la pintura o imagen que se mueve y la música que piensa”.

En Canto a Trujillo, González del Valle aparece trascendiéndose a sí mismo, ya que su inspiración poética so se agota nunca ni en la pura imagen ni en su simple expresión verbal. En este poemario es su poesía algo así como un místico parentesco de realidad y percepción, de experiencia y de lenguaje, de palabras y de cosas, de misterio y de fantasía adivinadora.

Si se nos permite la analogía, diríamos ser aquí González del Valle un orfebre que, con el diamante de su creadora fantasía y su mágica palabra, talla y pulimenta la realidad sensible en lo que de más diamantino lleva ya ésta en sí misma. En su Tratado de orfebrería, dice el famoso Benvenutto Cellini que “no puede tallarse un diamante si no se dispone de otro con el que tallarlo”. Un recorrido por Trujillo: “La encina secular”, “Las Chumberas”. “Las Huertas de Ánimas”. “La Alberca”. “El Pago de San Clemente”. “Las Murallas”. “Las Puertas del Triunfo”, “De San Andrés” o “De Santiago”, “El Rollo”, “La Alhóndiga”, “La Torre de los Bejaranos”, “El Alcazarejo”,”La Torre del Alfiler”, y todo un largo etc., son como diamantes al natural, cuyos más secretos reverberos (que no todos aciertan a descubrir), nos ha alumbrado González del Valle con el diamante de su pasión por la belleza, incentivada dicha pasión por su musa poética. Diríase que su lirismo poético brota aquí de su realística, pero hipnotizadora contemplación de las cosas con que, por Trujillo, fuera tropezando ensoñadoramente.

En Canto a Trujillo, González del Valle es, sí, un idealizador; pero que, lejos de restar realismo a los personajes, monumentos, plazas y calles; les confiere, no sólo, como ya hemos dicho, nueva, sino incluso numinosa existencia. Numinosa, sí: Porque su contemplación de tales realidades es algo así como una visión a lo divino, en la que no se sabe ya donde termina lo subjetivo y dónde empieza lo objetivo, y viceversa. En pocos poemas, como en Canto a Trujillo, se hace tan patente lo que el mismo González del Valle expresara en un poema suyo, que reza así:

“Yo solo, casi nada. Conjugando
desde mí, puedo ser (soy) universo.
Yo penetro en las cosas,
las cosas me penetran:
ellas se me hacen yo, yo nazco en ellas…
Son la vida de mi vida.
quieren, piensan y adoran desde mí,
por mí son ellas;
y en ellas guiña el OTRO.
Por esta conjugación -¡Qué gozo, hermanos! –
yo comulgo las cosas, las cosas me comulgan:
Dios, el hombre, las cosas… ¡Unidad!”.

(Vértice y corazón, Palencia 1.974, p. 44)

Subrayemos este último verso: “Dios, el hombre, las cosas. ¡Unidad!”, por lo que, como sería fácil de adivinar, tiene de cumplimiento en nuestro caso concreto.

En Canto a Trujillo, cada personaje, cada monumento, cada plaza, cada cosa reciben (si así vale expresarse) un rebautismo poético, que ni la historia ni la imagen, como tales, con sus aguas podías conferirles, pero que esperándo estaban se lo confiriese con las suyas un inspirado poeta, tras haber dado renacimiento a esa misma historia, perpetuada en la piedra y objetivada en la imagen, ¿Quién, si no un poeta, podía rebautizar a Francisco Pizarro como

“centauro y fuego— (p. 76)

Y a Francisco Becerra con el sobrenombre de

“padre de catedrales, mayoral
de la piedra y el hierro… ”
? (p. 84).

¿Quién, más que un poeta, contemplando a Francisco de Orellana, puede dirigirse a él y decirle:

“….Tus ojos, amarillos
de polvo, de trigales y esteperas,
sueñan un mar azul sobre riberas
de enormes cactus y rosados brillos”
? (p. 78).

Y solamente un poeta ha podido rebautizar a un Juan de Tena con el sobrenombre de:

“Buzo de pergaminos. Concha, fuente
de la historia dormida. Bieldo y viento
de sombras. Luz mas luz. Hombre aliento
de Trujillo en la piedra perviviente”
 (p. 88).

Y seguimos con los ejemplos. Sólo un poeta es capaz de contemplar el Castillo como:

“Frente señera de la hispanidad,
ideas en sillares encarnadas,
anclas al sol y velas desplegadas
de la impaciencia de la cristiandad”
 (p. 32).

O unas Murallas, calificándolas de:

“Versos escalonados hacia el cielo,
pasos petrificados nube arriba,
costillares de un ímpetu que estriba
sobre las alas de su enorme vuelo”
 (p. 34).

Frente a una Puerta del Triunfo, con su arco agudo, solamente un poeta era capaz de darle el nombre de:

“…….saeta
del alma de Trujillo disparada,
y oración del camino y de la arada
con figura de arpón y fe secreta”
 (p. 36).

Y ante la Puerta de San Andrés, solamente un poeta era capaz de ver en ella:

“Más que puerta un abierto corazón
con rumor de amorosas despedidas,
con esquilas de llanto, con heridas
en la carne vivaz de la ilusión”
 (p. 38)

Frente a la Torre de los Bejaranos, sólo la creadora fantasía de un poeta podía denominarla:

“Lanza cuadrada sobre nube dura,
Cuarteto de un divino trovador,
Escala hacia la luna, erecta flor,
La más erecta al sol de Extremadura”
. (p. 50).

Nadie más que un poeta podía dar al Alcazarejo la bella denominación de:

“Cuadratura del sol, vela en el viento” (p. 54).

O al Palacio de los Orellana la no menos bella de:

“Platería de estrellas y de alas,
disfrazada de piedra; filigrana
del bulto y de la sombra; alta ventana
del alma y las pupilas españolas”
 (p. 60).

Solo un poeta, ante la Torre del alfiler, podía sintonizar con la tal vez más secreta imagen de su constructor, ya que los maestros del arte suelen tener siempre un común punto de partida y de referencia o de llegada:

“Alfiler desprendido de una estrella
se clavó, punto arriba, sobre el suelo,
Es de allá y es de aquí. Es tierra y cielo,
Torciendo y retorciendo una querella…
Es Trujillo que sube, poco a poco.
Tras un astro ideal…..”
 (p. 62).

Solamente un poeta, a lo González del Valle, podía dar al Templo de Santa María la inspirada calificación de:

“Palmeral de granito bautizado,
bosque de salmos con pasión de estrellas”
 (p. 110).

Y tan solo un poeta, como González del Valle, tal vez en oración contemplativa, dentro de su sagrado recinto, pudo en el Templo de San Martín exclamar:

“Oh nave capitana, oh palo y quilla
de este imperio de piedra que es Trujillo:
proa y timón a Dios, y un alto brillo
de luna y de bitácora amarilla.

Apuntas, más no llegas a la orilla
de un atrevido afán. Huele a tomillo,
no a juncos, tu costado. Y es sencillo,
casi humano, tu olor a maravilla.

Te quedas en la ruta, no madura
tu obsesión de llegar. Y es tu hermosura
querer ser y no ser, y ser no siendo.

Poco importan tu forma y tu color.
tu misterio está dentro. En tu interior
Dios está eternamente amaneciendo”
 (p. 114).

Y aquí es donde hay algo que no puede dejar de subrayarse. En efecto, como en los sonetos inspirados por El Berrocal, Huertas de Ánimas, Belén de Trujillo, Puerta del Triunfo, etc., etc., éste que acabamos de transcribir explícitamente fe de cómo en González del Valle (y según reza el último verso de un ya aludido poema suyo) “Dios, el hombre y las cosas… ¡unidad!”.

¿Por qué (preguntamos una vez más) todas estas intuiciones de la imaginación poética han de suponerse menos reales que las de la percepción sensible? Tales imágenes (que, por deslumbradoras, pudieran calificarse de “excesivas”, y que tal vez nosotros mismos no sabemos plasmar, pero que recibimos del poeta) ¿no vienen a ser algo así (valga la expresión) como “drogas virtuales” que nos abren o nos transportan a un mundo de ensueño, sí, pero cargado de realismo y rebosando historia? Alumbradas por el poeta, y por un lector o por un oyente percibidas, tales imágenes poéticas transmiten un supercontenido que (por efímero que pueda calificarlo un psicólogo) no deja de conferir panorámicas y horizontes de inmensidad a las cosas.

Y concluyamos ya. Frente a una poesía puramente virtuosista, nutra o sin horizontes hacia lo alto, la de González del Valle (y Canto a Trujillo no deja de ratificarlo) comporta una clara desvelación, revelación y sentido transcendente de todo lo real, por nuestro poeta intuido y cantado desde dentro y mirando hacia arriba. Cabalmente, por eso, llega, sin duda, Canto a Trujillo a hacer vibrar las más secretas cuerdas de nuestra sensibilidad.

No volverá ya nuestro poeta a inspirarse en ese fascinante misterio y esa volátil alma que definen lo mejor de Trujillo: “su interior”. Pero aquí queda su obra poética confiriéndole, más allá de su muerte, presencia en Trujillo y cercanía. Como Juan Ramón Jiménez, también González del Valle pudiera haber dicho: “Y yo me iré, y se quedarán los pájaros cantando”. No sólo los pájaros. En Trujillo seguirán todas sus cosas interpretando a coro sea “música callada”, que tan generosa y tan bellamente acertara a traducir nuestro poeta, para brindárnosla después en estos sesenta sonetos que han venido a dar cuerpo y alma a este ejemplar y modelo de elegancia editorial, titulado Canto a trujillo, que ahí queda también ya para siempre como una “ultra-visión” de tan noble y señorial villa extremeña.

Oct 011999
 

Pablo Iglesias Aunión.

– Introducción –

Cuando nos introducimos en la historia de Extremadura durante el período moderno y lo hacemos desde una perspectiva tan compleja pero tan rica como la de la expresión religiosa, no debemos olvidar que lo que estamos haciendo es diseccionar uno de los tejidos más apasionantes de nuestro pasado.

Quizás el tema del franciscanismo pueda ser un pretexto para adentrarme en este campo. Lo que sí es cierto es que, en la zona de la Baja Extremadura y concretamente en el área de influencia que tuvo el Convento de San Isidro de Loriana, aparecen rasgos, expresiones, comportamientos y actitudes, que movieron durante estos tres siglos a todo un conjunto de actividades que merecen enormemente la pena estudiar. Preciso será pues primero, entender el marco cronológico en que nos desenvolvemos para posteriormente adentrarnos con una mayor exactitud y un mejor detenimiento, el tema escogido.

Porque cierto es que, España seguirá muy lentamente todos los influjos que le van llegando de Europa, en lo religioso ocurrirá algo muy parecido máxime, si tenemos en cuenta el protagonismo español en el siglo XVI, cuando nuestro emperador Carlos V, se alza en la defensa de una unidad europea bajo la bandera del catolicismo[1] frente a las transformaciones que estaba planteando el protestantismo.

La centuria posterior del XVII, tendrá para nosotros una especial significación con la aplicación de las normas tridentinas, desde la exigencia en una mayor formación del clero, la residencia de los obispos en sus lugares de actuación, la formación catequética, la potenciación de la religiosidad popular por medio de la piedad, uno de ellos sería el tema de la pobreza donde el franciscanismo tendrá mucho que decir.

Lo cierto es que, el comienzo de la Edad Moderna, nos ofrece una serie de cambios importantes y transcendentales que se inician ya con la aparición del Nuevo Mundo (sin el ánimo de prefijar unas fechas) y que de esta forma, América se abre como terreno de gran exponente para el mismo tema que trato pero que, los congresos celebrados sobre la presencia franciscana en el Nuevo Mundo, especialmente importante el celebrado en La Rábida (21 al 26 de septiembre de 1987), han marcado la producción historiográfica sobre ello.

Estamos en los años del erasmismo, del humanismo, del luteranismo, de la reforma protestante y del Concilio de Trento, como aspectos que condicionan todo el siglo XVI, la centuria barroca del XVII y que no serán cuestionados hasta el intelectualismo del siglo de las luces con la ilustración del XVIII.

Los Tiempos Modernos han venido pues marcado por elementos esencialmente espirituales, acolmatados de movimientos (para algunos historiadores revoluciones), unas veces apoyadas en causas estrictamente religiosas y otras de carácter político (véanse las comunidades, germanías, Alpujarras, independencia de Portugal, etc.). En todo este panorama, nos hemos encontrado siempre con la actitud por parte del hombre, bien represora, por medio del Estado y de la propia Iglesia, bien de manera conjunta; igualmente un hombre reprimido, que buscó válvulas de escape y que lo encontró en la religión.

Sin embargo, sería enormemente imparcial, si quedara exclusiva esta visión de la Edad Moderna. A pesar de que la gran estructura de los Austrias, hizo de España una corona que a pasos agigantados fue perdiendo el tren de la aculturación, no permitiendo el desarrollo de las ciencias en su plenitud o al menos como estaba ocurriendo en otros lugares de Europa. A pesar de que, existía un índice de libros prohibidos (Códices de la Inquisición) y de que, se prohibió el paso de nuestras fronteras por parte de intelectuales que sin duda hubieran enriquecido nuestras universidades, a pesar de todo ello, hubo algo que escapó al control del estado: el espíritu y la mentalidad del hombre.

Es por lo que resulta imposible comprender estos siglos, si no entendemos el comportamiento mental del hombre desde el plano religioso, desde la espiritualidad que caracterizó a estos siglos. De esta manera uno es capaz de adentrarse en el humanismo del XVI, en las formas retorcidas y en la expresividad brusca y temerosa del XVII y en la fuerza racional del XVIII. En el plano religioso, el franciscanismo tendrá mucho que decir, especialmente en Extremadura y de una manera más parcial, en la zona de la Baja Extremadura.

El espíritu franciscano en la Edad Moderna extremeña: objetivo del trabajo.

Descendiendo al tema en concreto que refleja el presente estudio, la presencia franciscana en la Baja Extremadura por medio del ejemplo que llevaron sobre una amplia zona de ésta los conventuales y ermitas franciscanas levantados en el siglo XVI y sus transformaciones hasta la centuria del XVIII, lo que pretendo es esencialmente estudiar el impacto que provocó esta presencia franciscana en un núcleo geográfico que podemos dividir en dos partes:

1.- Siglos XVI y XVII: centro de actuación el convento de San Isidro de Loriana en la dehesa del mismo nombre y sus repercusiones en La Roca de la Sierra, La Nava de Santiago, Torremayor, Montijo, Puebla de la Calzada y Lobón.

2.- Siglo XVIII-XIX: la fundación del Convento del Santísimo Cristo del Pasmo bajo la rama franciscana femenina de las clarisas y procesos de elección de sacristán-capellán y abadesa.

Teniendo como fuentes primordiales las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada para los años centrales del XVIII, la situación en la que se encuentran los conventos de estas poblaciones.

Además, se añade una segunda fuente, el Censo de Floridablanca, con una situación que se abre a otros lugares tales como, Badajoz, Mérida, Zafra, Llerena, Fuente de Canto y Fuente del Maestre como cotejo general de la zona.

De esta manera, el período que hemos mencionado de Edad Moderna, en la zona dela Baja Extremadura estudiada, nos ofrece una impronta franciscana que resulta de enorme y extraordinaria importancia y sin la que muchos aspectos de nuestra historia no tendrían especial sentido.

Todo ello inserto en una realidad, la extremeña, que nos inicia en la idea de que la territorialidad descrita tiene que esta adscrita a un marco más general, a un ámbito espacial que le da un gran significado. Así, podemos hablar de una sociedad extremeña y de una espiritualidad franciscana.

Respecto a la primera, la sociedad extremeña en los Tiempos Modernos es una realidad bastante compleja por varios motivos. Desde su poblamiento diverso, heterogéneo, hasta su propio tejido que comprende grupos nobiliares, oligarquías locales, campesinado, desheredados de la tierra y pobres de solemnidad (importante en l mundo franciscano).

Precisamente el pilar sobre el que quiero fundamenta este trabajo es sobre el segundo de los aspectos, el religioso. La presencia de una idea de Dios, de la religión y de la fe católica, marcan los siglos de la modernidad. El profesor Julio Fernández Nieva afirma que quien da cohesión a la sociedad civil es la Iglesia.

Luego Extremadura, nos plantea un ámbito desde el Antiguo Régimen en la que, junto a las básicas estructuras económicas y sociales, se añade la especial relevancia de las formas religiosas. A cada momento, a cada siglo le corresponde un tipo de mentalidad y por tal un tipo de comportamiento y de respuesta religiosa, articulada en una economía señorial y una sociedad muy estamentalizada.

La presencia franciscana tiene igualmente su devenir en estos siglos. Los franciscanos, se verán envueltos ya desde el siglo XIV en la historia propia y singular de estas tierras extremeñas. Cuando la modernidad se acerca, toda Extremadura se había convertido en un auténtico telar sobre el que se comenzaban a tejer las edificaciones y las obras franciscanas. Se ha afirmado lo siguiente: “A finales del siglo XV, toda Extremadura se había convertido en una auténtico vivero de los más subidos fervores reformistas…la eterna tentación de la vida eremítica, siempre renovada y siempre superada en las reformas franciscanas.”[2]

Por ello, hablar del franciscanismo en este marco cronológico es hablar de fr. Juan de la Puebla, fr. Francisco del Campo, fr. Francisco de Oropesa, fr. Juan de Guadalupe, y toda una larga lista que irá engordando a lo largo de los años para analizar por parte de quien estudia este tema, las luchas entre observantes y descalzos, la obra de Pedro de Alcántara, las divisiones de las provincias de San Gabriel y San José, en la que no me adentro pues la producción historiográfica es amplia y completa.

No quiero por tal, centrarme en estos núcleos temáticos, que sin duda han generado ya, importantes publicaciones y, dado a la luz, estudios que sirven actualmente de punto de referencia para tales temas.

Sin embargo, el impacto del franciscanismo desde mediados del siglo XVI sobre la actual comarca emeritense, es de un acento elevado si miramos a un núcleo, a un eje que se convierte y transforma en centro de todo ello: el convento de San Isidro de Loriana.

Para su estudio, dentro de lo que podemos denominar como circuito franciscano, reitero la idea inicial de establecer dos ejes cronológicos: el primero de ello para los siglos XVI y XVII. El segundo, para la centuria del XVIII al nacer en la villa de Montijo, población de enorme influencia en la comarca emeritense durante la Edad Moderna, el convento del Santísimo Cristo del Pasmo, dentro de la rama femenina del franciscanismo: las clarisas.

El Convento franciscano de San Isidro de Loriana: su influencia en la Comarca Emeritense.

En primer lugar, hemos de señalar que, a la hora de hablar sobre la comarca emeritense, centro geográficamente esta área en una parte de ella es decir, en lo que hoy equivale a la zona de las Vegas Bajas del Guadiana: Montijo, Puebla de la Calzada, Lobón y Torremayor y, la zona de influencia dentro de la actual Comarca de Lácara: Esparragalejos, Puebla de Obando y La Roca de la Sierra.

Desde aquí, comenzamos a entender el nacimiento del convento franciscano de San Isidro de Loriana en la dehesa de su mismo nombre, cerca de la entonces Villa del Manzanete, actual Roca de la Sierra.

1.- Nace el convento franciscano de San Isidro de Loriana.

El estudio actual sobre el convento de Loriana se asienta sobre importantes y amplios estudios, a pesar de que, la parte final en la vida del convento, la tenemos muy pobremente estudiada y sin embargo, pudiera ser aquí, en el presente estudio para estos Coloquios, el momento de dar a conocer un evolución cronológica e histórica bastante completa.

San Isidro de Loriana es levantado en el año 1551 por fr. Alonso del Manzanete, dentro de la conocida dehesa de Loriana. El apoyo económico de fr. Alonso residió en el caballero Juan Velázquez Dávila, el cual, se ofreció para correr con los gastos de edificación del convento y atención a los religiosos, siempre y cuando, esa edificación fuera realizada en territorio de su propiedad[3].

Lógicamente, la oferta fue aceptada por fr. Alonso, el cual escogió para su construcción, una antigua ermita dedicada a San Isidro, muy próxima a la casa del caballero fautor. Fue una edificación humilde y pequeña: “que no avía en ella más que dos quartos pequeños de tapias, sin Claustro; cuyos altos se dividieron en siete celdas, y lo baxo en Receptorio, cozina, Deporfundis, oficina y Sacristía.”[4]

En el año 1551, quedó inaugurado el mencionado convento que iba a tener en toda la comarca una importancia extraordinaria ya que, la acción de los frailes, será visible en la casi totalidad de pueblos, especialmente en sus predicaciones de las que posteriormente, podremos ver claros ejemplos en diferentes instituciones religiosas. Además, desde este momento e insistiendo en la idea de la influencia, se levantarán otros conventos en la zona: “…se ofreció a hacerle un convento en una ermita que estaba en aquel despoblado, de la advocación de San Isidro, que se cree haber sido antiguamente de los templarios.”[5]

Fray Alonso fue Guardián del convento durante siete años, pasando posteriormente a vivir a Rocamador, Salvatierra y Alconchel, donde moriría en el año 1569. En el convento de Loriana se realizaron los Definitorios Provinciales de 1557 y 1559, siendo elegido Comisario Provincial, San Pedro de Alcántara. Fr. Alonso, ha pasado a la Historia extremeña por ser un hombre virtuoso, que tomó el hábito en el año 1526 en Badajoz. La dedicación a una vida marcada por austeridad, le permitió un Bula Papal de la cual nace la creación del convento de la descalces.

El convento se encuentra situado en la vertiente sur de las estribaciones de la Sierra de San Pedro, en una dehesa que en su momento estuvo poblada y que, a mediados del siglo XVIII, aparece ya como dehesa despoblada de Loriana. Muy cercano a la Roca de la Sierra, situado como ya he indicado en la dehesa que recibe el mismo nombre, en la finca del Vidrio, límite con la del Carnero, aparece hoy aún majestuosos, los restos del que fue este convento.

Esta dehesa que en el siglo XVI, comenzó a concentrar población, estaba adscrita jurisdiccionalmente a La Nava de Santiago. El nombre de Loriana proviene del riachuelo que pasa, el Lorianilla, afluente del río Alcazaba.

Hipólito Ámez Prieto, afirma que, a inicios del siglo XVI, en el año 1605, agravado arquitectónicamente por la humedad, el convento fu remodelado, reedificándose en un lugar mucho más alto y seguro. Nuevas modificaciones conocerá el convento si tenemos en cuenta, que la ubicación geográfica lo sitúa en las proximidades de la frontera con Portugal por lo que, en la centuria siguiente, sufrirá los efectos de la guerra de secesión.

El protector del convento fue el Marqués de Loriana, don Juan Vázquez Dávila, al que fr. Alonso recurrió para que éste, fuera levantado a sus expensas. En un estudio recientemente publicado por Ámez Prieto afirma que, su fábrica era pobre y pequeña, con unos muros de tapial, en cuyo interior, se encontraban siete celdas situadas en la parte alta, mientras que en la baja, aparecían el refectorio, cocina, sacristía y demás dependencias (actualmente son visibles los restos donde se encontraban dichas dependencias).

A partir de 1593, el convento pasó a la Provincia de San Gabriel, extendida por toda Extremadura, lo que trajo como primera consecuencia, una reedificación y reformas en él y que han sido expresadas anteriormente en relación con la humedad y proximidad al río. Entra así el conventual de Loriana, en el mismo circuito de poblaciones pertenecientes a la Orden de Santiago y que sufrieron problemas como edificaciones que aprovecharon (este es el caso de la antigua ermita de San Isidro) y que, por la proximidad a los ríos, tuvieron que ser reedificadas en otros lugares. Además, en el siglo XVII el convento –según han señalado ya algunos especialistas en diferentes estudios- sintió los estragos de la guerra con Portugal, siendo modificados algunas de sus partes por los daños sufridos en ese momento.

Nos situamos ante un edificio realizado en mampostería, ladrillo y sillares, cuya fábrica gira toda ella en torno al claustro central, reducido, muy apropiado en líneas generales con la obra de los descalzos. El mencionado claustro, tiene unos veinticinco metros cuadrados, que se ha levantado como imagen simbólica de las actuales ruinas del conventual. Igualmente destaca el patio, el pozo con su brocal –de forma cuadrada y realizado en cantería- En torno al claustro se organizan y distribuyen todas las demás dependencias: refectorio, coro, sacristía, biblioteca, sacristía, corredores y las doce celdas.

La iglesia del convento, que como el resto del convento, actualmente se encuentra en un estado realmente lamentable e incluso peligroso de ser visitado por su amenaza de derrumbe, es de la misma forma de reducidas dimensiones. Está levantada sobre una sola nave dividida en tres tramos, apareciendo en primer lugar el coro, con la cabecera absidal y toda ella, se encontraba cerrada y abovedada.

Pero si hay una imagen que define e identifica a Loriana desde el punto de vista arquitectónico es sin duda, los cinco grandes contrafuertes, macizos y escalonados que se encuentran en su lado meridional. Es una imagen que estructuralmente nos recuerda a la iglesia parroquial de La Nava de Santiago.

Lo cierto es que, hoy parece un edificio perdido y de grandes problemáticas para su recuperación. Sin embargo, no ya desde una visión artística, sino igualmente histórica, Loriana tuvo un empuje en la comarca de grandes herencias. Su misma evolución poblacional, nos relaciona la vida del monasterio con el de la propia dehesa, en la que debió de surgir un pequeño núcleo poblacional en torno a la vida que generaba la comunidad franciscana.

En el Catastro del Marqués de la Ensenada para mediados del siglo XVIII, se dice de esta dehesa: “En la dehesa villa despoblada de Loriana, a diez días del mes de enero, de mil setecientos y cinquenta y quatro año. El Señor Conde de Benajiar, ministro principal para el establecimiento de la única contribución en este Provincia…”[6]

Los datos demográficos en relación al número de frailes que tuvo el convento de Loriana desde 1587 a 1834, incorporando como datos inéditos a su estudio, son los que precisamente nos proporcionan el catastro de Ensenada y el Censo de Floridablanca y, permiten la realización del siguiente gráfico:

AÑOS NÚMERO DE FRAILES[7]
1587 10
1605 13
1628 16
1645 12
1675 16
1753 33
1821-1834 7

Comunidad de San Isidro de Loriana. Siglos XVI-XIX

graf1Para el año 1753, en la trigésimo novena respuesta del catastro de Ensenada se dice sobre el convento de Loriana: “…que en este término hay un convento de religiosos franciscanos descalzos que se compone su comunidad de catorze sacerdotes, quatro coristas, ocho legos y siete donados.”[8]

2.- La presencia de los franciscanos descalzos en la comarca.-

Sin el ánimo de caer en la repetición, las fuentes parroquiales de los diferentes pueblos de la comarca, recogen en sus diferentes instituciones, la presencia de los frailes franciscanos de Loriana así como, la de otros frailes igualmente franciscanos que, desde el siglo XVI y hasta el siglo XIX, llenan con sus predicaciones y sermones las fiestas, charlas cuaresmales, etc. Igualmente, el convento recogió individuos que fueron frailes naturales de las poblaciones cercanas, como se puede observar en la tabla siguiente.

He tomado como referencia la villa de Montijo, por extensión en cuanto a núcleo poblacional y por instituciones ya que, esta presencia franciscana la reflejo en relación a: iglesia parroquial; hospital de pobres; cofradías y patrona. Todo ello, a lo largo del siglo XVIII y parte del XIX, concretamente entre los años 1716 y 1815. El impacto franciscano es considerable, veamos:

Institución Año Predicador Motivo Pago
Parroquia de San Pedro Apóstol.[9] 1798 Fr. Juan de Rivera. Guardián del Convento de Loriana. Viernes Santo: entierro de Cristo. 60 reales v.
1799 Fr. Juan de Albalá. Descalzo[10] 45 r.v.
1800 Fr. Toribio del Barco. Observante. 45 r.v.
1801 Fr. Manuel del Montijo. Descalzo 45 r.v.
1802 Fr. Agustín Bonajera. Observante. 45 r.v.
1803 Fr. Pedro de Garrovillas. Descalzo. 45 r.v.
1804 Fr. Miguel de los Santos. Observante. 60 r.v.
1805 Fr. Juan de Torrecilla. Descalzo. 60 r.v.
1808 Fr. Fernando Vaca. Observante. 60 r.v.
1810 -13 Fr. Alonso Calvo. Observante 60 r.v.
1814 Fr. Juan Cano. Observante. 80 r.v.
1815 Fr. Toribio de Jesús. Descalzo 320 r.v.
Cofradía de la Vera-Cruz[11] 1723 Fr. Francisco Durán Romero. Observante. Predicación de un fraile la noche del Jueves Santo para los disciplinantes 15 r.v. de limosna
1725 Pedro Sánchez Barrena. Síndico del convento de Loriana.[12] 15 r.v. de limosna.
Ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno 1760 Fr. Francisco de Fermoselle. Descalzo. Sermón día de la festividad de la imagen. 40 r.v.
1761 Pagados al conventual de Loriana 40 r.v.
1762 Fr. Francisco Zeverino 40 r.v.
1763 Pagados al conventual de Loriana 45 r.v.
Nuestra Señora de Barbaño. Patrona 1814 Fr. Francisco Sierra. Descalzo. Día 8 de septiembre. Festividad imagen.

El Convento franciscano del Santísimo Cristo del Pasmo en la Villa de Montijo: antecedentes y evolución. Siglos XVI al XIX

Para tener una visión completa de la presencia franciscana en la villa de Montijo y acceder con total conocimiento a lo que es el convento franciscano de clarisas bajo la advocación del Santísimo Cristo del Pasmo, hemos de trazar la siguiente línea de evolución cronológica:

  1. Beaterio de la Orden Tercera Franciscana: años 1548-1617.
  2. Beaterio de Nuestra Señora de los Remedio: 1617-1699.
  3. Convento del Stmo. Cristo del Pasmo: siglos XVIII-XIX.

1.- Beaterio de la Orden Tercera Franciscana: años 1548-1617.-

Muestra ineludible de la influencia franciscana en la comarca emeritense está en, que a lo largo de todo el siglo XVI, tanto en la rama masculina como en la femenina, nacieron más de una docena de conventos, tanto en ciudades como en villas y aldeas. Las poblaciones conformadas sobre un núcleo demográfico importante, recogieron rápidamente este testimonio. Es el caso de la villa de Lobón, con un convento de franciscanos observantes o la de Montijo, con la presencia de la rama femenina de las clarisas.

Pero en los orígenes del actual convento de clarisas montijano, existe un devenir histórico rico, ameno y crucial para entender lo que ha sido y es, el franciscanismo extremeño.

El origen arranca en el primer beaterio que existió con referencias cronológicas al primer cuarto del siglo XVI, sobre el año 1548. Mujeres que por su condición social no podían ingresar en conventos, imposibilitadas de entregar las dotes o por propios obstáculos familiares, decidían enclaustrarse de manera voluntaria en sus casas tomando en este caso, la regla franciscana. Así, han pasado a engrosar las listas de nombres en nuestros pueblos dentro del capítulo de las beatas. Vistiendo el hábito religioso pero, sin pertenecer a ninguna orden ni comunidad, viven en sus casas un vida de recogimiento y dedicadas a obras de virtud.

Las primeras referencias para Montijo como he indicado anteriormente, nacen a la altura del año 1548, cuando la familia de Beatriz Jiménez decide trasladarse a Elbas, desprendiéndose de una media casa que poseía en la villa montijana. Dado poder a Juan Rodríguez, su padrastro, el 21 de febrero del año 1548, se firma el antedicho poder que es refrendado por el escribano portugués Arias Gomes.[13]

La casa fue comprada por las beatas Isabel Alonso, Catalina Enterey y Juana Gómez, a las que podemos considerar como fundadoras del primer beaterio en Montijo, situado en la calle Badajoz.

Un segundo momento importante es el testamento de Marina Sánchez. Esta mujer, que no vivía en el beaterio ni pertenecía a comunidad alguna, testó una casa a favor de las beatas que daría lugar al segundo de los beaterios, el de Nuestra Señora de los Remedios. Gracias a un libro de mandas testamentarias existente en el Archivo Parroquial de San Pedro Apóstol, hemos podido recuperar una buena parte del mencionado testamento que ahora, por su importancia, reproduzco en este estudio[14]:

María Sánchez, hija de Diego García. Es de las Monjas de esta Villa.

“Yn dey nomine amén. Sepan quantos esta carta de testamento, última y postrímera voluntad vieren, como yo, Marina Sánchez, hija de Diego García del Miradero, vecina de esta villa.

Estando enferma del cuerpo y sana de la voluntad en toda misma memoria y entendimiento natural a la que Dios Nuestro Señor fue servido darme, creyendo firmemente creo en este misterio de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres personas y un solo Dios verdadero. Y en todos los demás que tiene y creo y confiesa la Santa Madre Iglesia Romana. Y baxo de esta fe y creencia que tengo confesada, profeso vivir y morir y, si lo que Dios Nuestro Señor no quiere ni permita por persuasión del demonio o demencia grave o en otra manera, ahora en otro cualquier tiempo alguno lo dijere o pensare contra lo que tengo dicho y confesado, quiero que no valga y para que me guíe en las cosas tocantes a este servicio de Dios Nuestro Señor, tomo por abogada a su gloriosa madre, Nuestra Señora a la qual suplico interceda por mi y contra inmolación divina. Hago y ordeno mi testamento y última voluntad en la forma siguiente:

– Cláusula:

Y para que Dios Nuestro Señor sea servido y la salvación de mi alma, quiero y es mi voluntad que después de cumplido y pagado este mi testamento, mandas y legados en el contenidas las dichas tierras que yo tengo a razón de las tierras que hacen veinte fanegas de trigo de sembradura poco más o menos que a por linderos, tierra de Bartolomé Sánchez de Pablos Gutiérrez y otros. Y una casa que es en la qual al presente vivo, que está en esta villa en la calle del Miradero, linde con casas de Alonso Guisado y de los herederos de Sancho García, todo libre de diezmo y tributo. Los cuales lleven y hereden las beatas de esta villa que al presente son unas y estan recogidas en una casa de la calle de Badajoz que son: Inés Dominguez, beata mayor y María de la Cruz y María de los Ángeles. Con todos los demás bienes atrás recibidos y otros que a ser quiera míos, que estén de mis puertas adentro y por míos se hallaron en esta villa y en otras partes.

Porque todo uniéndose, quiero que se asíen y lleven en cargo y fundación que sea declarada y desposeídos sus días de los susodichos y las que en sus días entraren en su compañía y se recogiesen y estuviesen como las susodichas están y como adelante están declarados perpetuamente para siempre jamás.

Así lleven y hereden lo susodicho siendo usufructuarias de ello, no pudiendo vender, ni enajenar la dicha tierra y casa, quedando los demás bienes a su albedrío común, bien goze en utilidad y provecho de su religión, con cargo de que en cada un año, perpetuamente y para siempre jamás, sean obligadas hacer, decir cinco misas rezadas; la una de ellas, el día de Nuestra Señora de Agosto, de cada un año, por el ánima de mi padre, Diego García y otra, en la Natividad de Nuestra Señora de septiembre, por el ánima de mi madre, María Mateos y otra, el día de San Miguel de septiembre, por el ánima de Miguel Pérez, mi hermano y otra, el día de los finados, que es un día después de todos los Santos. Por las Ánimas del Purgatorio. Y otra, el día de Santiago, de cada un año, como dicho quedan por Diego García, mi hermano, que al presente es vivo.

Las quales misas quiero y es mi voluntad las diga Rodrigo Gragera, clérigo atrás referido, durante los días de su vida. Y después de sus días, el capellán, que la madre mayor de las dichas beatas, que es o fuere nombrare principal capellán y se le de e pague al dicho Rodrigo Gragera y, después al dicho capellán arriba referido en limosna en cada un año, diez reales por las dichas cinco misas, que es a dos reales cada una. Las cuales son obligadas las dichas beatas y religiosas a pagar luego como las fueren diciendo de la renta que produciese de la dicha tierra y de la dicha casa.

Y si Dios fuese servido que la dicha casa heredera de beatas, se hiciere clausura y hubiese iglesia y altar, teniendo licencia para decir misa en dichos altares y iglesia, se digan allí, que para eso después de aver avido la dicha iglesia y altar, mando se le de así mismo, la casulla, estola y amiso, y manípulo y alba amarillo de Damasco y otras que da este referido, para que allí se sirva a Nuestro Señor y durante que no lo hubierelo, se le de y se digan dichas misas en la iglesia mayor del Señor San Pedro de esta Villa. Y para que mejor se cumpla lo dicho y cada cosa de ello, es mi voluntad que sea administradora de la dicha fundazión, la dicha Inés Domínguez beata y después, de sus días, subzeda en dicho cargo en María de la Cruz y Menzía de los Ángeles, o qualquiera que fuera, viva.

Y si ambas fueren vivas, lo tenga la más antigua y de allí para sobreiendo en las beatas y religiosas que estubieren recogidas en la dicha casa y en otras se hiciere y no en otras algunas, aunque las dichas fueran de la dicha casa en esta villa.

Y si hubiere clausura sea la que tenga el dicho cargo de administración y administradora de la dicha fundación, la abadesa mayor que fuere nombrada por el prelado para la dicha religión a las cuales y a cada una de ellas ynsolidem, les encargo la conzienzia para que tengan, que se guarden y cumpla los dicho, haziendo dezir las mismas y para las dezir sean obligadas a dar más de la dicha limosna, vino y zera y todo lo demás que sobre y sobrare de las rentas de la dicha casa y tierra con los demás bienes que están ynventariados y por míos se hallaron como dicho queda al tiempo de mi muerte son para las dichas beatas religiosas en la dicha casa, para su administración y vestido a dispensación de la dicha su madre y mayor persona de ellas que es por administrada.

Y que si la dicha casa y iglesia tubiere nescesidad de reparar beneficio alguno, la dicha venta se convierte en ellas y en las cosas que más utilidad y provecho fuese de la dicha religión e albedrío y administrazión como dicho queda de dicha mayor que es de las dichas beatas fuere de manera que todo baya en aumento y no en disminución para que de ello se sirva mejor, más.

Las quales, las dichas misas se entiendan se han de comenzar a dezir después de yo fallecida, en cada un año perpetuamente que para ello, siendo neszesario como mejo ha lugar de derecho de juro de dicha tierra y casa de los demás vienes muebles, hago herederas y nombro y establezco por tales, a las dichas Inés Domínguez y María de la Curz y Menzía de los Ángeles y a las demás, que se acojan en la dicha casa, a las que les llamo por tales personas que representan la dicha religión y quiero que asíen todos los dichos mis bienes y casas, y tierras y otros qualesquiera derechos y acciones que tengo y me pertenecen.

Y para que el dicho Diego García, mi hermano es vivo, le mando en manda la dicha misa y lo desheredo y he por desheredado de todos los mis bienes, ni parte de ellos que quiero que los haia tan solamente el dicho sufragio, al cual pongo perpetuo silencio para que no baia contra lo contenido en esta escriptura ni parte de ella.

Lo cual hago y ordeno en la forma que es dicho para servicio de Dios nuestro Señor, a quien se lo encomiendo en la mejor vía que aia lugar de derecho y le doy poderes al qual convenga a las dichas beatas y religiosas para que después de mis días y aver cumplido este mi testamento para lo cumplir luego que sea fallecida, entren en mi casa y tomen y lleven los bienes suso dichos y los demás que hallaren en la posesión de ellas y de cada tierra por ellas, o por procurador, acudiendo con los bienes que fueren menester para cumplir las dichas mis mandas, a los dichos mis albaceas a los que les encargo las conciencias para que defiendan y amparen a las suso dichas y hagan cumplir lo dicho que es mi voluntad.

Y se guarde y cumpla y llegue a debido recaudo y para que todas las cosas perecen y así se pueden alavar y no aia duda sobre ese mi testamento y las dichas fundación, que digo que si Dios fuese servido que la dicha casa heredera de beatas, se hiciere clausura y hubiese iglesia y altar, teniendo licencia para decir misa en dichos altares y iglesia, se digan allí, que para eso después de aver avido la dicha iglesia y altar, mando se le de así mismo, la casulla, estola y amiso, y manípulo y alba amarillo de Damasco y otras que da este referido, para que allí se sirva a Nuestro Señor y durante que no lo hubierelo, se le de y se digan dichas misas en la iglesia mayor del Señor San Pedro de esta Villa. Y para que mejor se cumpla lo dicho y cada cosa de ello, es mi voluntad que sea administradora de la dicha fundazión, la dicha Inés Domínguez beata y después, de sus días, subzeda en dicho cargo en María de la Cruz y Menzía de los Ángeles, o qualquiera que fuera, viva.

Y si ambas fueren vivas, lo tenga la más antigua y de allí para sobreiendo en las beatas y religiosas que estubieren recogidas en la dicha casa y en otras se hiciere y no en otras algunas, aunque las dichas fueran de la dicha casa en esta villa.

Y si hubiere clausura sea la que tenga el dicho cargo de administración y administradora de la dicha fundación, la abadesa mayor que fuere nombrada por el prelado para la dicha religión.

A las cuales y a cada una de ellas ynsolidem, les encargo la conzienzia para que tengan, que se guarden y cumpla los dicho, haziendo dezir las mismas y para las dezir sean obligadas a dar más de la dicha limosna, vino y zera y todo lo demás que sobre y sobrare de las rentas de la dicha casa y tierra con los demás bienes que están ynventariados y por míos se hallaron como dicho queda al tiempo de mi muerte son para las dichas beatas religiosas en la dicha casa, para su administración y vestido a dispensación de la dicha su madre y maior persona de ellas que es por administrada.

Y que si la dicha casa y iglesia tubiere nescesidad de reparar beneficio alguno, la dicha venta se convierte en ellas y en las cosas que más utilidad.

La aparición de esta mujer dejando todos sus bienes al beaterio supone, un giro importantísimo en este devenir vocacional. Entre los bienes, aparece una casa en las que van a poder vivir las beatas de una manera más holgada y con una transformación económica evidente. El testamento les dejaba igualmente unas tierras que producían veinte fanegas de tierra en sembradura y que aparecían localizadas en el denominado Arroyo del Ciervo. Las cargas por las misas de su alma y el surgimiento de una capellanía que contaba con don Rodrigo Gragera como primer capellán, reportarán beneficios cuantiosos al beaterio. Su administradora, Inés Domínguez, beata mayor.

2.- El nuevo beaterio de Nuestra Señora de los Remedios: 1617-1699.

El traslado del beaterio desde la casa en la calle Badajoz, a la casa dejada por Marina Sánchez en 1583, en la calle Santa Ana, supone desde un principio un crecimiento no sólo en los aspectos espiritual y cuantitativo sino, también en el material.

Prueba de ello es que, en el nuevo beaterio, en el año 1617 se pudo levantar una nueva iglesia, lo que demuestra esa bonanza económica. Obviamente, una obra de estas características conlleva la previsión de que, en las fuentes económicas que sufragaron los gastos de fábrica de la iglesia, entraron las limosnas de los vecinos y el propio conde de Montijo, don Cristóbal Portocarrero y Osorio. Este nuevo edificio se levantó, a expensas de la rehabilitación de la ermita de Ntra. Sra. de los Remedios.

La comunidad la formaban un total de once personas[15]:

Nombre Cargo
Sor Elvira de San Juan Beata presidenta
María de San Juan
Juana María de San Francisco
María de Santiago
María de San José
Leonor de Jesús
Mariana de la Concepción
Catalina de San Marcos
Isabel de San Agustín
Constanza de San Bernardo

La forma de vida, especialmente estudiada por Navarro del Castillo expone que, vestían de religiosa, con manto y hábito de extremeña como los que usaban las monjas clarisas, de aquí que posteriormente, abrazaran la orden franciscana de Santa Clara. Diariamente rezaban dos horas de oración mental, una de prima y otra después de completas.

De forma diaria, realizaban el rezo del oficio a la Virgen en el coro, al igual que se acostumbraban en otros conventos. Ayunaban en la festividad de todos los Santos hasta Navidad, días de Cuaresma y algún día de la semana de manera voluntaria.

La organización social resultaba interesante, por cuanto, no hemos de olvidar que la entrada en las comunidades religiosas, exigía presentación de lo que conocemos como estatuto o limpieza de sangre, en la que se demostrase estar libre de toda sospecha de tener ascendencia morisca o judía. Una vez dentro, se iniciaban con un noviciado y al final, profesaban tres votos de la Orden Tercera de San Francisco, guardando la clausura de manera voluntaria.

Como he indicado anteriormente, el beaterio debió de crecer en número y en bienes. Sin embargo, documentalmente ha existido un enorme vació, especialmente entre la fecha del testamento de Marina Sánchez y la fecha del erección del convento (1704). Una vez más, el estudio de una parte de las fuentes documentales que se encuentran en el Archivo Parroquial de San Pedro Apóstol de Montijo, permiten dar algo de luz a través de los libros de Mandas Testamentarias. Por medio de él, podemos conocer y estudiar los testamentos de algunas de las beatas y de vecinos de la villa que dejaron parte de sus bienes al mencionado beaterio.

El 9 de febrero de 1649, hacía testamento la beata Catalina de San Marcos, la cual expresaba en su encabezamiento: “Catalina de San Marcos, beata recogida en la casa de beatas profesas de la orden de San Francisco y vecina de esta villa…”[16] El testamento continua informándonos de una importante cantidad de dinero que se le entrega al beaterio y que alcanza la cantidad de sesenta ducados: “…para alabar a Nuestra Señora de los Remedios que rezamos en nuestra casa…”[17]. Dicha cantidad se asienta sobre unas cargas de tres misas rezadas durante un año: “…la primera por las ánimas del purgatorio el día de los difuntos. La segunda por mis pariente pobres que no tienen quien rueguen por ellos. Y la otra, por los cautivos que están en tierra de moros y sean christianos.”[18] El dinero debía ser entregado a la madre beata, siendo siempre su beneficio para la comunidad, seguro dentro del sostenimiento de estas asociaciones religiosas.

Otro de los testamentos de gran interés para este estudio es el de la beata María de los Ángeles, realizado el 8 de febrero de 1662. En este caso, la persona encargada de testar, deja una casa a su hermano, el cual no puede en los primeros cuatro años tras la muerte de ésta, más que alquilarla y los beneficios de dicho alquiler han de ser entregados al beaterio de Nuestra Señora. Una vez pasados esos años, queda obligada a decir misa perpetuamente cada un año: “…la una a Nuestra Señora de la Anunciación. La otra el Jueves Santo. La otra el día del señor San Miguel…”[19]

Incluso la funcionalidad del propio beaterio va creciendo. El 10 de julio de 1693, Catalina del Espíritu Santo manda sea enterrada en la casa de beatas, al que ya comenzaba a denominar bajo el término de convento: “Catalina del Espíritu Santo, beata profesa en el convento de Nuestra Señora de los Remedios de esta villa de Montijo…es mi voluntad, sea sepultada en el dicho convento, en la sepultura que les paresciera a mis albaceas…”[20].

Igualmente podemos destacar que, el beaterio se convirtió con el paso del tiempo, en un importante punto de referencia espiritual y material para los vecinos de Montijo. Los testamentos, no sólo se refieren desde las beatas como testamentarias propiamente sino que, los mismo montijanos comienzan a dirigirse a él como lugar de refugio ante la muerte. El 13 de noviembre de 1678, Isabel Sánchez Piedehierro deja al ya denominado convento de betas el beneficio correspondiente a las cargas de una casa en censo que arrojaba la cantidad de treinta ducados, tendiendo ducado y medio de rédito en cada año: “…con la obligación que han de dezir dos misas rezadas, la una el día de Ildelfonso y la otra, el día de la Aszensión, por el alma de Alonso Sánchez, mi hermano.”[21] Igualmente dejó al convento de beatas un “…codizilo y unas escripturas de cien ducados de principio a la cual paga el licenciado Bartolomé Rodríguez Presal, con cargas de que se me han de dezir al año diez misas rezadas perpetuamente.”[22]

3.- El convento bajo la advocación al Santísimo Cristo del Pasmo. Convento de las Clarisas: máxima expresión del franciscanismo en Montijo. Siglos XVIII-XIX.

El actual convento de clausura bajo la advocación del Santísimo Cristo del Pasmo, regentado desde la orden femenina del franciscanismo, las clarisas, es sin duda para la villa de Montijo el máximo exponente de la presencia durante siglos, desde que los primeros frailes franciscanos de Loriana vinieron a este lugar, del mundo franciscano.

No sólo fue levantado en el siglo XVIII este convento sobre el antiguo beaterio de Nuestra Señora de los Remedios. Igualmente Montijo conoció la creación del hospicio de San Antonio pero, quedamos fuera de la órbita de estudio este edificio, tan emblemático por otro lado en la comprensión de la caridad y la asistencia en la comarca montijana junto a los hospitales de pobres y de viandantes.

El convento, más concretamente su erección, fue realizada en marzo del año 1703, entrando prácticamente un año después a funcionar como tal. En todo el proceso de erección, jugó un papel fundamental e importantísimo, el conde de Montijo don Cristóbal Portocarreo y Guzmán, a quien se le puede considerad prácticamente como fautor de todo el proceso de reconocimiento y otorgamiento del título del convento, así como sostenedor económico en sus inicios, pues no en vano fue erigido a sus expensas.

Tuvo don Cristóbal una hija que abrazó la fe franciscana, doña María Portocarrero, quien ingresó en el convento de religiosas de San Francisco de Madrid, tomando el nombre de Sor María Dominga de Jesús[23]. Sabemos que renunció a la dote que le correspondía por herencia, unos veinte mil ducados a favor de su padre el cual, desde un principio deseo fueran para el beaterio montijano y así, pudiera levantarse un convento de clausura. Aquel dinero rentaba al año unos mil ducados que servirían como una de las formas de subsistencia de las monjas.

La primera de las dotaciones por parte del conde consistió en un total de cien fanegas de trigo estipuladas en el año 1699. Dos arrobas de cera anuales y dos reales diarios de aceite, para la iluminación del convento. Igualmente y de manera paralela a la dotación, el conde se preocupó de gestionar a Roma el permiso para poder levantar el mencionado convento, con el deseo de que éste no tuviera más que veintisiete monjas, de las cuales, cuatro podrían ser legas, reservándose él como patrono y el derecho de poder presentar dos sin dote.

El 11 de marzo del año 1703 era concedida la licencia para la erección del convento. De ella se deduce la presencia, el dominio y patronazgo de la nobleza montijana: “Hacía más de cien años que existía en la villa de Montijo un Conservatorio de religiosas, que tiene el título de beatas, las cuales han vivido siempre dando ejemplo conforme a la tercera Orden de Seráfico Padre San Francisco, observando ahora de su voluntad la clausura, y en este estado el fervoroso celo del señor Conde de Montijo había fabricado un convento con su iglesia, no muy grande y de grande capacidad, costoso. Y ricamente alhajado, de tal suerte que no hay otro mayor en toda Extremadura, la cual habrá ahora más de ocho años, la perfeccionó con dota y capital de veintemil ducados, que han de rentar al año mil ducados y otra cosas.”[24]

La licencia además concedía que fuera levantado bajo la advocación del Santísimo Cristo del Pasmo y bajo la rama femenina del franciscanismo, las clarisas:“…bajo la advocación de Nuestro Señor Jesucristo, que vulgarmente se llama del Pasmo y de la jurisdicción del Prior de San Marcos de León, con el establecimiento o estatuto de la verdadera clausura y hacer los votos acostumbrados y profesar la Orden de Santa Clara y todas sus constituciones y reglas y que para tal efecto puedan pasar dos monjes, de las que quisieran de los Conventos de la misma orden o regla de la Provincia de Extremadura…”[25]

Respecto a lo que supone artísticamente algunas de las piezas que actualmente posee el convento, caben destacar en primer lugar, la propia imagen delSantísimo Cristo del Pasmo, traída por el IV Conde de Montijo desde Fuentidueñas en Valladolid. La autoría de esta obra apunta al escultor Juan de Juni, entrando así en las líneas artísticas del Renacimiento bajo los parámetros de la escuela vallisoletana. La talla, de magníficas proporcionas, se encuentra situada en la capilla-oratorio del convento, visible al público pues en ella se oficia diariamente la Eucaristía. (las medidas de la talla son de 1,80 por 1,30 en lo que respecta a la figura. La cruz, 2,10 por 1,50[26]).

La mencionada imagen fue restaurada en 1991 por García Sánchez Herrero y Ángeles Penis Rentero, gracias a la contribución de la Junta de Extremadura y a las gestiones realizadas por las monjas.

Otra de las joyas artísticas que posee el convento de las clarisas de Montijo es, el cuadro de Luis de Morales. Se trata de un Nazareno sobre el que ha recaído un importante estudio realizado por don Carmelo Solís[27]. El motivo de encontrarse en el conventual montijano es, por la donación que realizó en el año 1752 don José de Olías y Zabala, sobrino y heredero de don Miguel de Zabala y Auñón, Superintendente General de Fueros de su Majestad en Extremadura y familia de la entonces madre abadesa.

4.- Algunos aspectos del devenir del convento en el siglo XIX: 1803-1860.

De la misma manera indicar, que esa presencia franciscana de Loriana en la villa de Montijo, a la que he hecho referencia desde los primeros momentos de este trabajo, se demuestra y se prolonga en el mismo y secularizado siglo XIX. Lo muestra un documentado fechado el 1 de mayo del año 1803. Se trata de una solicitud realizada por fr. Toribio de Jesús y Montijo, Guardián del Convento de Loriana, al Ilustrísimo Señor Obispo y Prior del conventual de San Marcos de León, para obtener licencia con la que poder asistir espiritualmente a las monjas:

“Señor ilustrísimo, don Toribio de Jesús y Montijo, el mismo que se expresa en los papeles que incluyo, con todo respeto y sumisión dice a vuestra Señoría Ilustrísima que, en primero de noviembre del año pasado, llegué al Convento de San Isidro de Loriana de Guardián, y siendo la villa de Montijo ya mi patria y uno de los principales pueblos de este Guadiana, me ha sido preciso el visitarle, por una causa que me han suplicado varias veces las Religiosas de dicha villa, que solicitan licencia para confesar, pues algunas lo desean. Suplico a Vuestra Santidad Ilustrísima, haga lo que sea de su agrado, que yo siempre quedaré gustoso y afecto. El Capellán.”[28]

Sin duda, la asistencia espiritual y por tal, la existencia de un capellán para el convento, se constituía en uno de los elementos fundamentales a lo largo de la historia de éste. En el año 1859, hay una solicitud por parte de don Fernando Rodríguez Luengo, presbítero de la villa, solicitando asistencia espiritual para el convento de franciscanas de Montijo. Junto a esta solicitud, también la de un sacristán, pues parece que llevaba varios años el convento sin este tipo de prestación: “Que hace muchos años que la comunidad de religiosas clarisas, intramuros de esta población y de la obediencia de Vuestra Santidad, se hallan sin sacristán, por lo que en las festividades, tienen que valérselas de algún eclesiástico para que asistan a los divinos oficios y además, que en ellas se celebran, sin que hasta el presente hayan formalizado nombramiento por parte del Gobierno Eclesiástico del digno cargo de V.S.”[29]

La respuesta afirmativa conllevó el nombramiento de don Fernando Rodríguez Luengo como capellán-sacristán del conventual de las clarisas, tomando posesión de ello el 1 de Octubre del año 1859 ante el presbítero de la villa don Pedro Reinoso: “En la villa de Montijo a primero de octubre de mil ochocientos cincuenta y nueve años. Habiéndome requerido con un oficio el señor Gobernador Eclesiástico de este Obispado-Priorato, por don Fernando Rodríguez Luengo, presbítero, para dar posesión de la sacristía del convento de religiosas de esta villa. Me dirigí a la iglesia del dicho convento y, entrando por la puerta principal, cogiendo de la mano al dicho don Fernando, le conduje al altar mayor, en cuya grada se arrodilló. Cogió las llaves de la iglesia y abrió y cerró sus puertas.

Igual operación verificó con las puertas de la sacristía y comulgatorio, e hizo otros actos y ceremonias en señal de posesión, que recibió tranquilamente, sin la menor oposición, quedando poseído de memorada sacristía con la solemnidad legal. Siendo las diez de la mañana de hoy, en presencia de don Toribio Bautista Pérez, don Pedro Bautista Guzmán y don Blas Quintana, presbíteros de esta Villa.”[30]

Por último, antes de finalizar el estudio sobre el convento franciscano de Montijo bajo la advocación de Nuestro Señor del Pasmo, quiero resaltar para inicios del siglo XIX, la población de monjas y el nombramiento de superiora según documentación a la que he podido localizar en el Archivo Diocesano del Arzobispado de Mérida Badajoz.

Para los años difíciles de la Guerra de la Independencia, existía un total de catorce monjas en el convento (año 1809, inicios de la mencionada guerra). Éstas se dividían entre las que tenían voto activo y pasivo y las de únicamente voto activo. Entre las primeras encontramos en estas fechas a: Sor Orosia de la Concepción; Sor Juana de San Matheo; Sor Vicenta de San Juan; Sor María de los Dolores; Sor María de San Miguel; Sor Theresa de San Nicolás; Sor María de San Rafael; Sor Maura de Santa María de los Ángeles; Sor Ana de Santa Buena Ventura y Sor Josefa de San Gabriel.

Con voto activo únicamente: Sor María de Santa Clara; Sor María de Santa Ana; Sor María de Santa Isabel y, Sor María de San Onofre.

Dicho listado aparece adjunto a la solicitud de elección de nueva abadesa ante el fallecimiento de Sor Antonia de Santa Teresa, anterior abadesa. En primer lugar aparece la súplica de nueva elección a don Gonzalo Vélez de Guevara, cura de la parroquia de San Pedro Apóstol de Montijo.

El procedimiento era sencillo. Cada una de las monjas procedía a votar: “Recibirán voto de cada una de las religiosas, que estarán en la reja y sitio acostumbrado, sin entrar en la clausura.”[31]Además, para poder optar al cargo de abadesa, se exigía un mínimo de cinco años de profesa: “…los de edad competente y haber vivido loablemente según lo dispuesto por el Santo Concilio…”[32] A continuación la solicitud era aprobada por el párroco, “…siendo conveniente se le haga saber a la madre y señora Sor María de Santa Clara, Vicaria del Convento de Santa Clara de esta villa, se preparen su comunidad para que en el día de mañana, se haga elección de abadesa, haciendo que confiesen y comulguen sus religiosas, y que se celebre misa de Espíritu Santo. Y ansí mismo, entreguen lista de individuas de dicha comunidad, con expresión de las que tengan voto activo y pasivo. Y de las que solamente tengan el voto activo, por la que se arreglen las cédulas que han de servir en dicha elección.”[33]

La expresión de la dignidad hacia la persona elegida, nos pone de relieve la solemnidad y la responsabilidad del cargo electo. Ello aparece en este conjunto documental perfectamente recogido: “Habiendo amonestado sobre ella y obligación de votar por la más digna a las religiosas, a quienes por la cratícula[34]del comulgatorio, por no haberlas en el coro baxo, se fue recibiendo el juramento necesario, conforme a derecho, distribuyéndoles la lista que en zédulas contenían los nombres de las religiosas, que tienen voto pasivo con arreglo a la pregunta que les fue leída y que, aseguraban estar conforme.

Y pasando el escrutinio con asistencia de don Toribio Pérez Barroso, presbítero; don Juan Caballero, clérigo diácono y, don Agustín Gragera, clérigo subdiácono, a quienes su merced nombró por testigos presenciales, se contaron los quince votos recibidos de las religiosas. Y registrado el resultado, haber salido electa canónicamente con once votos la madre y señora Sor Osoria de la Concepción; con tres la señora Sor Vicenta de San Juan y con uno, la señora Sor María de los Dolores.”[35]

El acto finalizaba dando a conocer públicamente a la comunidad de religiosas el resultado y entonando el Te Deum. La persona elegida tomaba posesión: “Sentada en la silla le rindieron todas la obediencia y recibió de su merced, los sellos con que se concluyó tal acto. Notario, don Escobar y Domínguez. Dado a don Gonzalo Vélez de Guevara.”[36]

Los mismos procedimientos quedan recogidos para años posteriores, como son los casos de la elección en 1823 de Sor María de los San Miguel o el de Sor Gabriela de Jesús.

Fuentes Documentales Inéditas:

Archivo Histórico Provincial de Badajoz.

  • Sección: Hacienda. Catastro del Marqués de la Ensenada. Dehesa Despoblada de Loriana. Folio 244. Año: 1754. Mc.: 5.

Archivo Histórico Diocesano. Arzobispado Mérida-Badajoz.

  • Legajo número 810. 1 de mayo de 1803. Convento de San Isidro de Loriana.
  • Nº.: 28701. Legajo número 810. Solicitud, nombramiento y toma de posesión de sacristán y capellán del convento de las Clarisas de Montijo. Años: 1858-1859.
  • Nº.: 20178. Legajo número 509. Proceso de elección de abadesa para el convento de clarisas de Montijo. Año 1809.

Archivo Parroquial de San Pedro Apóstol. Fondo Histórico.

  • Libro Primero de Mandas Testamentarias. Recopilatorio perteneciente a los siglos XVI al XIX.
  • Cuentas y Fábrica. Libro Primero de la Fábrica Parroquial: 1795-1851.
  • Sección: Cofradías y Hermandades.
    • Libro Primero de Fábrica del Hospital Ermita Nuestro Padre Jesús Nazareno: 1716-1774.
    • Libro Primero de Fábrica de la Cofradía de la Vera-Cruz:1716-1836.
    • Libro de Fábrica de la Hermandad de Nuestra Señora de Barbaño: 1795-1832

Fuentes Bibliográficas utilizadas:

  • Navarro del Castillo, Vicente: Montijo. Apuntes históricos de una villa condal. Mérida, 1974.
  • Ámez Prieto, Hipólito: La provincia de San Gabriel en la descalces franciscana. Comunidad Franciscana de Guadalupe. Madrid, 1999.
  • Solís Rodríguez, CarmeloLuis de Morales. Fundación Caja de Ahorros de Badajoz. Badajoz, 1999.
  • Abad Pérez, Antolín (OFM): La espiritualidad franciscana en Extremadura. Historia de la Baja Extremadura. Tomo II. Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes. Badajoz, 1986. Pág. 348.
  • Santa María, J.: Crónica de la Provincia de San José de los Descalzos de la orden de los menores franciscanos. Madrid: Imprenta Real. 1615-1618. pág.37.
  • Zamora, H.: Los descalzos. Fundaciones extremeñas (1563-1835). San Pedro de Alcántara un hombre universal. Congreso de Guadalupe, 1987. Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Extremadura.
  • Iglesias Aunión, Pablo: Montijo en el siglo XVIII. Una visión según Tomás López. Revista de Feria y Fiestas. Edita: Excmo. Ayuntamiento de Montijo. Septiembre, 1988.

NOTAS:

[1] No olvidemos los intereses políticos y económicos que igualmente movieron al emperador, pues los príncipes alemanes que abrazaron el protestantismo, supieron rápidamente levantar la voz de la independencia de sus estados.

[2] Abad Pérez, Antolín (OFM): La espiritualidad franciscana en Extremadura. Historia de la Baja Extremadura. Tomo II. Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes. Badajoz, 1986. Pág. 348.

[3] Gómez Prieto, Hipólito: Los descalzos de San Francisco en Extremadura desde fray Juan de Guadalupe hasta fray Pedro de Alcántara. San Pedro de Alcántara, hombre universal. (Guadalupe: Ediciones Guadalupe. Congreso de Guadalupe. Comunidad franciscana de Guadalupe, 1998. p.210).

[4] Ibíd. Nota 3.

[5] Santa María, J.: Crónica de la Provincia de San José de los Descalzos de la orden de los menores franciscanos. Madrid: Imprenta Real. 1615-1618. p.37.

[6] A.H.P. de Badajoz. Sección: Hacienda. Catastro del Marqués de la Ensenada. Dehesa Despoblada de Loriana. Folio 244. Año: 1754. Mc.: 5.

[7] El Censo de Floridablanca, otorga en el año 1787 para la ciudad de Mérida, un total de cuarenta y un frailes, clasificados como franciscanos descalzos entre los que parecen estar incluidos los del conventual de Loriana. No pudiendo ser identificados los que exclusivamente pertenecen a Loriana, he preferido no incluirlos en el mencionado cuadro.

[8] Ibídem. Nota 6.

[9] Archivo Parroquial de San Pedro Apóstol. Fondo Histórico. Sección: Cuentas y Fábrica. Libro Primero de la Fábrica Parroquial: 1795-1851. Montijo.

[10] Cada vez que aparezca el término descalzo, se refieren a los franciscanos de Loriana. Cuando aparece el término observante, lo hace en relación a los franciscanos venidos desde el conventual de la villa de Lobón.

[11] Las cofradías bajo la advocación de Vera-Cruz, tienen unas enormes reminiscencias franciscanas por lo que, la presencia de estos frailes es una nota característica. Las fuentes utilizadas pertenecen al Archivo Parroquial de San Pedro Apóstol. Fondo Histórico. Sección: Cofradías y Hermandades. Libro Primero de Fábrica: 1716-1774. Montijo.

[12] De la misma manera y en otras ocasiones, aparece el pago al Síndico del Convento de Lobón.

[13] Navarro del Castillo, Vicente: Montijo. Apuntes históricos de una villa condal. Mérida, 1974.

[14] El original, se encuentra en el archivo del convento de las clarisas. La negatividad de las clarisas a que pueda ser visitado a los seglares, ha privilegiado su uso. Finalmente, la recuperación del mencionado libro, nos permite conocer con exactitud documental el citado testamento.

[15] Navarro del Castillo, op.cit.

[16] Archivo Parroquial de San Pedro Apóstol. Fondo Histórico. Sección: Mandas Testamentarias. Testamento de Catalina de San Marcos. 9 de febrero de 1649. Libro Primero Recopilatorio. Montijo.

[17] Ibíd.

[18] Ibíd.

[19]A.P. Fondo Histórico. Testamento de María de los Ángeles. Beata. 8 de febrero de 1662. Libro Primero Recopilatorio. Montijo.

[20] A.P. Fondo Histórico. Testamento de Catalina del Espíritu Santo. Beata profesa. 10 de julio de 1693. Libro Primero Recopilatorio. Montijo.

[21] A.P. Fondo Histórico. Testamento de Isabel Sánchez Piedehierro. Vecina de Montijo. 13 de noviembre de 1678. Libro Primero Recopilatorio. Montijo

[22] Ibíd.

[23] Navarro del Castillo, op.cit.

[24] Navarro del Castillo, op.cit.

[25] Ibíd.

[26] Serrano Pascual, J.: Un Juan de Juni en Montijo. El Cristo del Pasmo, talla de Juan de Juni. Revista de Feria y Fiestas de Montijo. Edita: Excmo. Ayuntamiento de Montijo. Pág. 71. Montijo, 1996.

[27] Solís Rodríguez, Carmelo: Luis de Morales. Fundación Caja de Badajoz. Págs. 162-163. Badajoz, 1999.

[28] Archivo Diocesano. Arzobispado de Mérida-Badajoz. Legajo número 810. 1 de mayo de 1803. Convento de San Isidro de Loriana.

[29] Archivo Diocesano. Arzobispado de Mérida-Badajoz. Nº.: 28701. Legajo número 810. Solicitud, nombramiento y toma de posesión de sacristán y capellán del convento de las Clarisas de Montijo. Años: 1858-1859.

[30] Ibíd.

[31] Archivo Diocesano. Arzobispado de Mérida-Badajoz. Nº.: 20178. Legajo número 509. Proceso de elección de abadesa para el convento de clarisas de Montijo. Año 1809.

[32] Ibíd.

[33] Ibid.

[34] La cratícula es, una ventana pequeña por donde se da comunión a las monjas.

[35] Ibíd. Nota 31.

[36] Ibíd.

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