José Ángel Calero Carretero (et al).
La tercera campaña de excavaciones de urgencia en la zona que será cubierta por el casi ya finalizado pantano de Alange se ha centrado en los sondeos del sector XI («El Borril»), en la margen izquierda del río Matachel, donde ya habíamos señalado una importante concentración de materiales en superficie de época romana. En el área a excavar se veían abundantes fragmentos de tégulas, sigillatas, dolias y cerámicas comunes.
Como consecuencia de los trabajos de excavación hemos podido determinar la existencia de una serie de estructuras domésticas y parte de una necrópolis. Desgraciadamente, el empleo de aperos agrícolas mecánicos en los últimos años casi han arrasado el yacimiento por lo que lo conservado se halla a nivel de cimentación y la estratigrafía se presenta revuelta.
Las estructuras domésticas, dispuestas con una orientación Noroeste-sureste, se componen de tres grandes edificios anejos de fábrica de piedra y barro en la que no faltan elementos reutilizados. Su funcionalidad en el momento actual de nuestras investigaciones es algo impreciso aunque los hallazgos materiales, una gran dolía por ejemplo, nos permiten apuntar una dedicación agrícola o de servicios que, con seguridad, estaba en pleno rendimiento en el s. IV d.C.
Junto a las estructuras domésticas hemos excavado 10 tumbas de incineración con un rico y abundante ajuar en el que destacan un buen número de piezas de vidrio, desgraciadamente muy deterioradas, platos y cuencos de t.a.h., lucernas de disco decoradas y boles, con o sin asa, de paredes finas. Estos materiales nos permiten fechar este conjunto de enterramientos, al que se asocia una edificación con pavimento de opus signinum, en los primeros años del s. II d.C.