Dic 122021
 

José Antonio Ramos Rubio

Pascual Riesco Chueca

 

A 2,5 km de Trujillo, donde el arrabal de Huertas de Ánimas sale al encuentro de la carretera de Plasencia, un caserón de hermosa traza y robustos muros se alza ruinoso. Es la llamada Casa del Recuerdo, por la inscripción que aún corona su fachada. El indeterminado aliento de su nombre ha trenzado para los vecinos de Huertas una guirnalda de ensoñaciones: allí habría vivido un sombrío coronel, remoto retornado de guerras perdidas, que quiso erguir un vergel de rosas para rescatarse de sus pesadillas; allí le dio alcance una enfermedad incubada en los trópicos, que se lo llevó consigo, a él y a los restos de su familia, hasta vaciar aquel intentado paraíso. Pervivieron en el caserón, de ventanas profanadas por las tormentas, arcanos ajuares traídos de ultramar. En un cobertizo anejo dormía un coche de época, enfático y tenebroso, callando pertinaz los misterios de la familia. Un piano viejo se oía aún teclear en noches de luna, entre el ondear de visillos maltratados por el viento. En los arriates de rosas, en las fuentes cegadas, en los senderos de gravilla, las zarzas tapaban el rostro risueño de la casa; pero algo en aquella arquitectura insistía en mirar hacia lejanías inabarcables, como aún declara hoy la inscripción del frontispicio, imperiosa admonición a los viajeros en ruta hacia Plasencia.

 

La casa y sus visitantes

 

Acatando esta llamada al recuerdo, sondeemos a los actores que movieron su vida en torno a aquella arquitectura, empezando por el coronel Gabino Gil Sainz. Un visitante que frecuentó en su niñez la casa, entre 1917-1925, lo describe así: «Era enjuto, seco, de considerable altura y facciones correctas y con ojos teñidos de una vaga tristeza que, de vez en cuando, restallaban con fulgores de acero, para hundirse luego en la misantropía. Estaba viejo y solo; le acompañaba un respetuoso asistente filipino que, con la pérdida de las islas, le había seguido hacia lo desconocido. El tío Gabino había sido coronel médico en el ejército de Filipinas y se había caracterizado por su abnegación y su valor».[2] Recuerda el entonces niño, aproximado sobrino de Gabino,«una casa cuadrada como un torreón de cal blancuzca con persianas verdes», y una frondosa parra en la fachada. La casa, por la que erraba en raros momentos la ronca voz de fumador del coronel, estaba rodeada por un jardín que «más que jardín era una huerta a varios niveles separados por muretes de ladrillo». El interior, contrastando con la lisonjera apacibilidad de los exteriores, era «un verdadero museo de objetos orientales que el tío Gabino, no sé cómo, se las había arreglado para traer de Filipinas. Por la noche daban miedo, aquellas máscaras como de cuero barnizado con cerdas en las cejas y en las filamentosas barbas y bigotes, y con sus ojos vacíos, cuyas pupilas ponía nuestra imaginación. Había también grandes panoplias con armas propias de aguerridos samurais, lanzas y espadas de corvas hojas con empuñadura de marfil labrado».

 

La conclusión de Fernando Chueca Goitia, pergeñador ochenta años después de esta inspirada semblanza, ahorma el presente artículo: «era [yo] muy niño y entonces no comprendía que todo aquello eran despojos arrojados por el mar tras nuestra infausta derrota. De esta manera el tío Gabino era, él mismo, un despojo de aquel malhadado 1898». ¿Qué parentesco unía a Gabino con los Chueca de Tarazona en Aragón?, ¿qué azar llevo al riojano Gil Sainz a asentarse en tierra trujillana? La respuesta a estas preguntas queda en parte velada por la ausencia total de descendientes directos de Gabino. Ofrecemos seguidamente un intento de explicación, no por incompleto menos amueblador de lo desconocido.

 

Gabino nació en Barcelona el 12 de agosto de 1860, hijo de Vicente Gil y de Petra Sainz, de familia riojana. Este dato sobre su nacimiento pudiera sugerir que ya su padre fue militar, con destino, probablemente efímero, en la ciudad condal. Pero los vínculos con La Rioja no se quebraron. Consta que Gabino Aniceto Gil Sainz obtuvo el título de bachillerato, expedido el 30 de diciembre de 1877, por el Rectorado de la Universidad de Zaragoza, habiendo hecho los ejercicios en septiembre de 1877 en el Instituto de Logroño. Parece ello indicar que su carrera de Medicina la cursa en la capital aragonesa.[3] Recién licenciado, ejerce primero en la provincia de su linaje, pues está destinado en Cenicero (La Rioja) cuando envía en 1883 una nota a El Siglo Médico.[4] Había acudido, en la mañana del 21 de marzo, a una finca del conde de Hervias, donde un joven criado, al caer de su caballería, había recibido un fuerte golpe en la cabeza, que lo dejó desvanecido. Atendido por Gabino, el joven se recuperó plenamente. Demuestra la contribución una precoz ambición que, bajo diferentes facetas, se manifestará durante su agitada y enérgica vida.

 

Ya al año siguiente se ha consumado una mudanza cargada de destino, pues el joven médico es titular en Huertas de Ánimas, desde donde remite una carta a Carlos J. Christie, de Londres, felicitándolo por la utilidad de las píldoras de la casa Burroughs, Wellcome y cía. para la tuberculosis; la firma se entroniza con altivas omisiones que contrastan con la contundenteindicación toponímica: «el sr. Dr. D. Gabino Gil Sainz, Doctor en Medicina, etc., etc., Huertas de Ánimas (Trujillo)».[5] Muchos años después seguía asombrando a su sobrino Fernando Chueca este inexplicado desplazamiento. ¿Por qué, sin lazos familiares conocidos, se traslada Gabino de La Rioja a Trujillo? Algo en la personalidad de Gabino lo hacía proclive a vigorosos golpes de timón, como muestran lances posteriores de su biografía. Es cierto que Trujillo contaba a finales del xix con una nutrida colonia de riojanos, en su mayoría comerciantes procedentes de la comarca de Cameros. Así Eustasio, Valentina y Agapito Artaloitia, Valeriana de la Calle, Norberto Vidarte, Fidel Sánchez Crespo o León Moreno, de Villoslada de Cameros; Eugenio Sáez, de Nieva de Cameros; o Juan Ulecia Lacalle, de Aldeanueva de Cameros. Por la identidad de apellidos sorprende encontrar a una Carolina Gil Sainz, natural de Zaragoza, que enviuda de Antonio A. Burgos antes de 1898; ocupaba un pabellón municipal en 1904, probablemente en el mercado. ¿Pudo acudir el joven Gabino a Trujillo al señuelo de algún miembro de esta colonia riojana, algún familiar o amigo?

 

Pero a la luz del carácter agitado de Gabino, cabe imaginar que algún topetazo político o alguna desventura amorosa lo hizo cambiar de escenario, abruptamente, recién inaugurada su vida profesional. Es significativo el hecho de que cuatro años tras asentarse en Trujillo, Gabino funda allí en 1888 un casino librepensador y republicano.[6] Entroncaba con el arraigado liberalismo de una parte de su familia, en particular de su antecesor Ruperto Sainz. Merece la pena glosarlo, pues en él se aprieta el broche que engarza a ambas familias, la Gil Sainz y la Chueca Sainz. En efecto, Fernando Chueca, visitante reiterado de la Casa del Recuerdo al final de la década de 1910, era hijo del ingeniero industrial Ángel Chueca Sainz (Tarazona 1883-Madrid 1960),[7] nieto por el lado materno de Ruperto Sainz Bonel, logroñés de Alfaro. Parece que Gabino Gil Sainz, conocido en la familia de Ángel como «el tío Gabino», era también descendiente próximo de Ruperto, aunque no podemos precisar más: probablemente era sobrino de él.

 

La biografía de don Ruperto muestra los perfiles combativos y el impulso fundador que monumentaliza a los liberales decimonónicos. Casado con Mariana Bonel y Giménez de Novallas, fue industrial e inventor; emprendió vigorosas iniciativas renovadoras. En 1867 Nicanor Escalona y Ruperto Sainz son los mayores contribuyentes de Alfaro por el ramo industrial.[8]En la Exposición Aragonesa de 1868, Ruperto Sainz Bonel y compañía recibieron premio por el rubro de paños.[9] Ruperto vivía en Tarazona en 1875, cuando figura como inventor, según real cédula de 5 de abril, de unas «Máquinas para limpiar ríos, canales y acequias»; las Juntas de Aguas del río Ebro en Alfaro y en Rincón de Soto probaron el invento tres veces en cauces contiguos a ambas poblaciones, con resultados alentadores, pues la solera del canal quedó perfectamente limpia; el privilegio o patente caducaba a los diez años.[10] En 1883 le fue concedida autorización para establecer dos fuentes y un lavadero en Alfaro, mediante una toma en el Ebro.[11] Se recordaba en la familia Chueca que Ruperto viajó a Nueva York, fascinado por el dinamismo temprano de aquella metrópolis, cuando la travesía se hacía en barco de vela.

 

Fervoroso liberal, de inclinación republicana, participa en la tercera guerra carlista (1872-1876): su nombre figura entre los firmantes de una vibrante alocución, dirigida a «los voluntarios republicanos de España». Como voluntario, en efecto, Ruperto se sumó, sin recibir heridas, a la defensa de Cirauqui, asediada por los carlistas en 1873.[12] El año siguiente, en represalia, una partida de seis hombres asaltaron un molino suyo, en Alfaro, y tras pedir armas y caballos mataron a dos empleados.[13] En 1874 era del Casino de la Amistad en Tarazona, y se incluye en una cuestación a favor de los liberales heridos en la carlistada, donando 100 reales.[14]Consta Ruperto aún como republicano federal en 1884; había acudido a Madrid, al tiempo que se celebraba una reunión en Toledo, en la que apareció Pi y Margall.[15] Esta semilla republicana prendió en otros descendientes de Ruperto. Su hijo Benito Sainz Bonel, tío carnal de Ángel Chueca Sainz, completó con laureles la carrera de Derecho en Zaragoza. Ejerció como abogado en Tarazona; fue vocal de la Junta Provincial Republicana por Tarazona.[16] Un próximo pariente de Gabino, probable primo, si no hermano, Crisanto Gil Sainz, emigrado a Antofagasta (Chile), la Perla del Norte, se adhería con nostalgias de la patria ausente a la prensa republicana española, declarándose librepensador y «enemigo de los comerciantes de sotana».[17] Años más tarde, reafirmaba desde el lejano Chile su adhesión a los periodistas republicanos federales Ramón Chíes y Fernando Lozano Montes.[18]

 

¿Cuál era la razón de las visitas de su sobrino Ángel Chueca Sainz a Trujillo? Chueca había casado primero con Carmen Goitia Ajuria, de prócer linaje vasco,con quien tuvo a Carmelo(1913-1971, ingeniero industrial) y Fernando Chueca Goitia (1911-2004, arquitecto), quienes, siendo niños, vinieron repetidas veces a Trujillo y a Huertas. Fallecida Carmen en 1913, en el parto de Carmelo, Ángel volvió a casar el 29 de junio de 1916 con Dánae Cavallierato Burniá (1898-1975), griega de cuna y origen, de quien tuvo a sus otros dos hijos, Miguel Ángel y Elena Chueca Cavallierato.[19] Recién casado, acude Ángel con su esposa Dánae a conocer Trujillo y su tierra. Allí la ateniense, educada en Constantinopla y Londres, descubre un mundo para ella insólito, con toros bravos errabundos entre encinas; con grandes casas de campo, al abrigo de gigantes chimeneas, donde el refrigerio improvisado se hace despachando a un zagal a la caza de lagartos en las grietas de los canchos o en los troncos de la dehesa.

 

Las visitas de Ángel a Trujillo combinaban trabajo y recreo. Ingeniero industrial por Bilbao, titulado en 1903, a Ángel, valeroso y emprendedor liberal, soberbio degustador de la vida, «no le faltaban pujos señoriales. Era bien parecido, fuerte, de porte distinguido, de faz abierta y comunicativa, con una barba ligeramente rubia».[20] Fue uno de los fundadores del race yera desde 1913 director en España de la casa Saurer, fabricante suizo de camiones. Presidía asimismo la Sociedad para la Industria y Comercio del Automóvil. De entonces, tal vez por mediación de Gabino, data su amistad con un ilustre trujillano, como él ingeniero, gran viajero y admirador de Francia: don Paco Marroquín Pérez-Aloe (1887-1957), hijo del gran propietario y concejal de Trujillo Fernando Marroquín Marroquín. Vivió don Paco tras la primera guerra mundial en Ginebra y redactaba en 1919 interesantes crónicas en la sección «Carta de Suiza» para el Correo de la Mañana, periódico de Badajoz, con el alias de René de Marthenay; denuncia en ellas el enriquecimiento escandaloso de los suizos gracias a la guerra; también retrata la Alemania de posguerra. Regresaba periódicamente a Trujillo, donde coincidía con los Chueca: «vestía muy bien, siguiendo en la moda las pautas de Alfonso XIII, y siempre llevaba una elegante pitillera con sus iniciales grabadas según costumbre muy extendida entonces».[21] En 1922 redacta sus «Carta[s] de Alemania» desde Berlín; publica columnas de tema libre hasta 1923 y alguna «Carta de la Costa Azul» en 1924. Los destinos de Ángel y Paco se enlazan, pues el primero visitaba regularmente Suiza, desde 1913, para conferenciar con los dueños de la casa Saurer.[22] Pero ya en Trujillo, cuya frecuentación había avivado Ángel por el doble estímulo de las visitas a su tío y el trabajo conjunto con Marroquín, se añade un tercer elemento, pronto espoleador de los afanes empresariales de ambos. Una poderosa familia de industriales salmantinos, los Mirat, de origen francés, tenía vínculos trujillanos. El 10 de febrero de 1908, Gregorio Mirat (1879-1966), hijo de Juan Casimiro Mirat y Nieves Domínguez, había casado en la parroquia de Santa María con Mª de la Asunción Fernández de la Pelilla y de la Santa. Gregorio y su hermano Juan habían de ser socios de Ángel Chueca en los años 20; Chueca y Juan Mirat viajaron a Bruselas y París en 1925, intentando hacerse con las representaciones de Delaunay, Belleville y Truck & Tractor.[23]

 

En 1917 se constituye la Casa de Tracción Chueca y Marroquín, sucesora de la Sociedad General de Montajes, para llevar el mineral de Logrosán a las más próximas estaciones ferroviarias, Cáceres y Navalmoral. Eran camiones con capacidad de cuatro toneladas de carga.[24] En los albores de dicha sociedad, se celebró en Trujillo una becerrada para los chauffeurs de las casas particulares y personal de garajes el 2 de septiembre de 1917, lidiándose dos becerros; don Paco donó 25 ptas, unos cigarros y cedió un camión para el desplazamiento.[25] Ese mismo año la empresa Chueca y Marroquín puso coches a disposición de los aficionados taurinos para ir a una corrida en Cáceres, con toros de Albarrán, para los diestros Antonio Alvarado «Alvarito de Córdoba» y José Zarco.[26] Los Mirat, interesados en el mineral cacereño para sus fábricas, terminan constituyendo en 1922 la sociedad Fosfatos de Logrosán. Los inicios de la relación entre Chueca y la firma salmantina se habían producido antes; derivan de la venta a Mirat de camiones Saurer para asegurar el transporte entre Salamanca, Logrosán y otros puntos. Consta en 9 de enero de 1918 la compra de un camión de la marca suiza por Hijos de Mirat. El año anterior se suscribe un contrato para el transporte de camiones entre la casa Mirat y la empresa Chueca y Marroquín. Este último llegaba a Trujillo en 1917 conduciendo un camión con 4.000 kg de mineral.[27] Muchos vecinos de los pueblos por donde pasaban los transportes pedían subirse a la caja del camión para viajes de su conveniencia, por lo que pronto el negocio se expande, y ya en 1918 la casa Chueca y Marroquín cubre el transporte de viajeros y mercancías entre Cáceres, Trujillo, Logrosán y Navalmoral.[28]

 

Posteriormente, al establecerse Marroquín en Suiza, la empresa, con el nombre Automóviles de Trujillo, pasa a depender de Ángel Chueca, quien estrecha durante los primeros años 20 su colaboración con Hijos de Mirat, hasta alcanzar en 1925 una asociación al 50 % entre ambas sociedades, bajo la razón Automóviles del Oeste S.A., de la que Chueca pasa a ser gerente; ese mismo año la empresa se hace concesionaria de la línea Cáceres-Trujillo-Navalmoral con la hijuela Logrosán, luego ampliada con otros destinos, y el domicilio social pasa de Trujillo a Salamanca.[29] Ya en 1922 un ómnibus Saurer cubría la línea Navalmoral-Trujillo, de Chueca y Juan Mirat; en aquel año, por encargo de Chueca, vino a Trujillo un técnico suizo, Anton Diethelm Kesseler (1895-1979) —popularmente, el maestro Toni—, encargado del mantenimiento de los autobuses Saurer amarillos de la línea.[30] La línea de Cáceres a Trujillo salía en 1924 de Cáceres en calle Ezponda esquina a Concepción a las cuatro de la tarde.[31] El 8 de octubre de 1924, cuatro saures, como se denominaban localmente los coches de la marca suiza, cubren una peregrinación a Guadalupe desde Huertas.[32] En 1925, un coche de la empresa participa en la bienvenida al general Primo de Rivera en Trujillo.[33]

 

Las periódicas visitas de Chueca a Trujillo hallaban en la casa de Gabino un lugar de anclaje y reposo. De julio de 1918 es una serie de fotos que muestran a la pareja Ángel y Dánae, con los niños Carmelo y Fernando, de cinco y ocho años entonces, en la Casa del Recuerdo. Han venido con ellos la suegra de Ángel, Helena Burniá, y su cuñada Rubis, hermana de Dánae; ambas viven por entonces en París; los anfitriones son Gabino y su esposa Antonia Parejo Benito. Vestidas las damas de blanco, se solazan en el jardín, junto a los pozos, uno de manubrio, otro de garrucha. En una foto, Helena, recostada al pie de un olivo, se complace en la lectura de un libro: la suegra —taconcito y falda corta— viste más atrevida que sus hijas, refrenadas por el exigible decoro. Una excursión en coche lleva a visitantes y anfitriones a un paisaje de ribera, en el que deseamos adivinar la orilla del Tajo cerca de Monfragüe. Se deslizan a bordo de un espléndido torpedo, el Hupmobile de Ángel, modelo K, 1915, descapotado. Luceasí el gallardo ingeniero sobre el pardo bastidor cacereño damas distinguidas y coche de rumbo —también pintado de claro—, en soberbio contraste con los atónitos y sombríos árboles fluviales. Otras visitas, de 1917 y 1919, muestran vislumbres de un brumoso e indistinto Trujillo, escotado entre berruecos; escenas de asueto y cotidianía casera —el baño de los niños, en barreños; una criada en la fuente, llenando de agua una tinaja; la carretera de Trujillo, flanqueada por árboles invernizos—

 

La agitada trayectoria de Gabino

 

Ya desde 1884 es Gabino médico en Huertas de Ánimas, procedente, como sabemos, de Cenicero en La Rioja. La relación contractual sin duda se fue renovando. Gabino es activo políticamente, pues además de la intentada creación de un casino librepensador y republicano en 1888, había solicitado dos años antes su derecho como elector, para diputados a Cortes, por mediación de Manuel Pérez-Aloe, pariente próximo de don Paco Marroquín.[34] Las inclinaciones republicanas de Gabino pudieron herir alguna sensibilidad en su entorno en Trujillo. No menos vigorosa era la impronta conservadora de Huertas, donde en 1913, animados por su párroco Juan Manuel Barrero, una abrumadora mayoría de los feligreses locales suscriben una petición obligando a la enseñanza de la doctrina cristiana en las escuelas. Entre ellos, la familia de Antonia Parejo, con quien Gabino contraería nupcias hacia 1885.[35]

 

Fue contratado por el ayuntamiento de Trujillo, el 11 de marzo de 1892, según acuerdo plenario del 13 de febrero, que repartía servicios facultativos entre varios licenciados en Medicina y Cirugía para servir las tres plazas de médicos titulares vacantes en aquella ciudad,[36] entre las que se encontraba la asistencia médica en Huertas de Ánimas, en cuyas cercanías había de construir en fecha posterior su casa. Tenía la patente de médico/cirujano, con clase 3ª, en 1894 y 1895,[37] residiendo por entonces en Trujillo. Había sido suspendido de empleo y sueldo en el puesto de médico en Huertas el 1 de febrero de 1893, pero el 6 de noviembre de 1894, tras un recurso de alzada de Gabino, se había revocado la medida, exigiendo el abono de los haberes que le correspondiesen.[38] El argumento esgrimido por quien motivó la suspensión, el concejal José Montalvo Martín, en Trujillo, en sesión del 22 de enero de 1893, alegaba incompatibilidad, porque Gabino desempeñaba a la vez la titularidad de Trujillo y la de Aldea del Obispo; resultó que Gabino tenía la segunda titularidad, la de Aldea, por cuatro años (15 de mayo de 1889 a 15 de mayo de 1893).

 

El 20 de enero de 1893 Gabino había renunciado a ser titular en Aldea, por motivos de salud. La reposición se basó en que ambos municipios habían consentido la doble titularidad, que Gabino desempeñaba escrupulosamente, y en que renunció a la segunda.[39] Posteriormente hubo recurso en contra de la revocación, en febrero de 1895, que no prosperó.[40]

 

Ya con anterioridad a estas turbulencias había querido el siempre inquieto Gabino ampliar sus horizontes. En 1889 tiene expediente como alumno de la Facultad de Farmacia en Madrid; no sabemos, sin embargo, si llega a completar los estudios allí. Tras su revocación, sintiéndose sin duda profundamente herido, no demora la busca de un mejor destino. Había solicitado en octubre de 1893 una plaza de médico supernumerario en el cuerpo de directores de baños y aguas minero-medicinales, presentándose a los tres ejercicios de la oposición, el 6 de noviembre de 1893, el 16 y 21 de febrero de 1894.[41] El 3 de julio del año 1894 Gabino aprueba la Reválida en el Instituto Homeopático y Hospital de San José de Madrid, aunque luego no solicita el título.[42] Daba con ello continuidad a su interés por la hidrología médica, que luego explotaría durante su carrera militar. Por otro lado, el Instituto era un centro de activa innovación, vinculado a personalidades políticas abiertas a las novedades más prometedoras de la praxis del momento.[43]

 

Hacia 1885, poco después de asentar en Trujillo, Gabino había contraído matrimonio con Antonia Parejo Benito, de vieja familia de Huertas. La pareja se instala inicialmente en una casa del casco de Trujillo. Ella es una joven instruida y de buena posición, nacida el 15 de junio de 1865,[44] hija de Juan Parejo Donaire.[45]En 1889, Antonia es lectora de La Moda Elegante Ilustrada, semanario madrileño, donde acierta en la solución a un salto de caballo (30 de mayo de 1889). Tiene dos hermanas que fallecieron jóvenes, y un hermano mucho menor que ella, Nicolás, que por influjo de Gabino estudiará Medicina. Aunque en 1894, tras su suspensión de empleo y sueldo en Huertas, el contrato se había restablecido, algo se había roto sin remedio[46] y Gabino da en 1895 un paso importante: ingresa como médico en el cuerpo de sanidad militar, el 30 de noviembre de 1895, tras aprobar oposición.[47]Inmediatamente fue ascendido a médico segundo, dada la apremiante necesidad de personal médico por la guerra de Cuba. Al año siguiente, es destinado a Filipinas.[48] Poco antes de su marcha a las islas, su esposa y tres hijos viajan de Trujillo a Ceuta, pagando para ello 223,24 pesetas; Gabino solicita su reintegro el 12 de marzo de 1896. De Real Orden, dada en Madrid el 23 de abril de 1896, se accede a abonar la cantidad, siempre que acredite que satisfizo de su peculio el pasaje de referencia.[49]

 

Llega el tremendo embarque, desde Barcelona a las remotísimas islas. Embarca en el vapor «Isla de Luzón», procedente de Liverpool y La Coruña, el 21 de junio de 1896, llegando a Manila un mes más tarde, el 21 de julio. Iba solo, sin su esposa e hijos, por la ruta Barcelona, Puerto Saíd, Colombo y Singapur.[50] Tardaría tres años en regresar. Su familia parece incorporarse más tarde, pues Gabino acompaña a Antonia y sus hijos desde Manila a Iloílo, en la isla de Panay; tras reclamaciones posteriores consigue que en 1904 le abonen el pasaje, por importe de 120 pesos, que él abonó de su bolsillo.[51]Ese mismo año se le compensa con dos pagas de resarcimiento por pérdida de equipaje en Filipinas.[52] Recién llegado a las islas, va pronto a pisar el campo de batalla.

 

Se destacó su bravura en un hecho de armas en Binacayán (Cavite el Viejo, actual Kawit) el 9 de noviembre de 1896, en el ataque a posiciones fortificadas de los insurrectos filipinos.[53] Era teniente y médico segundo. Formaba parte de la columna del coronel de infantería José Marina Vega (1850-1926), que hubo de atacar las posiciones enemigas sin apoyo artillero, teniendo que escalar muros y trincheras; Gabino avanzó «curando a los heridos en la misma línea avanzada en que caían y bajo un fuego nutrido, certero y próximo al enemigo […] a pecho descubierto, a cincuenta metros de los parapetos que ocupaban los rebeldes […] curó a un oficial de la misma escala que estaba apoyado en la trinchera enemiga».[54] Una bala le atravesó el sombrero. La operación de asalto al pueblo, comenzada a las 5 de la madrugada, se dio por concluida a las 10 de la mañana; al pueblo «se le pegó fuego de punta a punta».[55] En 1898 recibe por ello la Cruz de San Fernando de primera clase y una pensión de 250 ptas. Su nombre es eternizado por el mármol a la entrada de la Academia de Sanidad Militar: «Gabino Gil Sainz, médico segundo (9 de noviembre de 1896 – Binacayán, Filipinas)».

 

Se añaden otros honores. Como recompensa por su comportamiento en la toma de la localidad de Pérez-Dasmariñas, en Filipinas, le había sido concedido el título de médico primero, pero prefirió canjearlo por el de la Cruz de primera clase de María Cristina, que recibe oficialmente el 6.12.1897.[56]En 1897 estaba destinado en el regimiento de Joló, 73, en el primer batallón, cuyo teniente coronel era Ramiro Guadiana Laplaza.[57] Gabino Gil fue repatriado en el vapor correo Cataluña, de la Compañía Trasatlántica, que llegó de Manila a Barcelona, pasando por Malta (donde se proveyó de carbón), el 5 de junio de 1899 a las 6:15 de la mañana; seguía destino a Liverpool.[58] Venían en el fatiga do barco 749 pasajeros, numerosas esposas e hijos; durante la travesía hubo varias defunciones por paludismo;[59] el desembarco, al que antecedió un cuidadoso examen médico por la Cruz Roja, fue presenciado por escaso e indiferente público.[60]

 

De vuelta a la patria, los primeros destinos son tentativos y efímeros. Asciende a médico primero, con efectividad del 4.4.1898.[61] En 1899 es destinado como médico militar al segundo batallón del regimiento de Infantería de la Lealtad, en comisión,[62] y luego al batallón Cazadores de Montaña 3, de Jaca.[63] Recibe ese año la cruz de primera clase del mérito militar con distintivo rojo.[64] En Jaca, donde asciende a capitán de Sanidad Militar, le llueven elogios: «tiene la cruz de San Fernando y otras, todas ellas ganadas a pulso».[65] En 1900 estaba destinado en la guardia facultativa del hospital de Zaragoza; solicita ser trasladado a la quinta región, cosa que se le concede[66]. En 1900 consta como médico primero en la tercera compañía (Valencia) de la Brigada de Tropas de Sanidad Militar[67]. Siguen pendientes liquidaciones por su destino en las Filipinas: todavía en 1907, siendo médico primero, es acreedor de 210,65 pesetas en concepto de haberes personales por obligaciones de la última guerra de Ultramar; la reclamación era de 15 de mayo de 1901, referida a mayo de 1899.[68] En 1911 cobraba la pensión de una cruz de María Cristina.[69]

 

Disfruta pues Gabino, a su vuelta de Filipinas, de honores y relativa afluencia. Ello le permite acometer la obra que da título al presente estudio, la Casa del Recuerdo. Cabe estimar su construcción en el entorno de 1900. Ocupa el edificio una zona privilegiada en la tierra de Trujillo, próxima al arrabal de Huertas de Ánimas. La casa se construye en una cerca de la familia Parejo Benito, cerca del pozo de Valfermoso, situado en una calleja que, desde el Llano de la Coja, atravesaba la carretera de Plasencia y seguía hacia el molino de las Cañas, sobre el río Magasca. De planta cuadrada, incorpora retazos de lenguaje modernista en embocaduras y remates. Su fachada principal, con hastial, mira hacia Trujillo; va precedida de un pórtico sostenido por columnas de hierro colado, de estilizado fuste, cilíndrico y estriado, y capitel con decoración vegetal, que se levantan sobre pedestal y sustentan un ligero entablamento rematado en terraza cerrada por balaustrada de forja. Se conforma un pórtico que acoge al visitante, con escalinata de cantería dando acceso por ambos lados. Tras el pórtico se alza la fachada de mampostería enlucida; un frontón, con dos aletones triangulares, la remata; en él campea la lacónica leyenda «El Recuerdo». El tramo principal —puerta de entrada y balcón— es flanqueado por sendos cuerpos simétricos, con una ventana en cada piso. Cuerpos y pisos se dividen con molduras planas, repetidas en la guarnición de huecos. Atravesada la puerta de entrada, se accede a un vestíbulo desde el que arranca una escalera, elemento definidor del interior. Hay habitaciones a ambos lados del pasillo. La fachada trasera se organiza con un quincunce de ventanas; la central da luz a la escalera. El tejado, ya caído, es a cuatro aguas, pero se evita la presencia de limatesas; en efecto, el tramo central, sobre el balcón, enlaza con el tramo homólogo de la fachada trasera mediante una cubierta a dos aguas, de caballete paralelo a la fachada principal; esta cubierta descansa sobre dos muretes triangulares, con ojos de buey de iluminación, que apean en las vertientes, simétricas, de los cuerpos laterales. La casa, en muy mal estado de conservación, constituye un muestrario de sobrios ingredientes modernistas, combinados con otros que confieren al edificio cierto aire ecléctico.

 

Parece sonreír la vida a Gabino, quien alcanza un destino más consistente ya en 1904, como médico cirujano en la Academia de Infantería de Toledo[70] y en la Comisión Mixta de Reclutamiento.[71] Su hijo Vicente Gil Parejo, heredero del nombre del abuelo, tras aprobar los exámenes de ingreso en 1903 y ser beneficiado con una pensión de 1,5 ptas diarias, es cadete de Infantería en la misma institución. Lo golpea entonces con saña el infortunio: fallece con 18 años, el 22 de octubre de 1904.[72]Pocos meses antes había fallecido otra hija, hermana de Vicente, en la flor de la edad. Se trata deEloísa Gil Parejo, fallecida en Toledo el 12 de marzo de 1904 con 16 años.[73] Doble y devastador golpe para Gabino, «a quien tenazmente persigue la desgracia»; en vano intentan consolarlo sus viejos conmilitones republicanos de La Idea. ¿Venían Vicente y Eloísa ya tocados por alguna enfermedad tropical mal curada? Con ellos pierden Gabino y Antonia toda su progenie, pues del tercer hijo, que viaja a Ceuta en 1895 con su madre y hermanos, y parece embarcar a Filipinas con ellos, nada consta ya en 1904: o bien murió en las islas, o poco después del retorno.

 

Toledo se le vuelve insoportable. En diciembre de 1904, es enviado a la Remonta en Extremadura,[74] hasta que en 1905 pasa a ejercer, hasta 1907, como médico en el Regimiento de Húsares de Pavia 20ª de Caballería, en Alcalá de Henares,[75] prestando también servicios en el Regimiento de Caballería de la Reina.[76] Entre 1907 y 1910 era médico de la Remonta en Córdoba. Disfruta de largos permisos, que le permiten descansar en Huertas de Ánimas.[77] En 1909, acompaña en tren, entre Málaga y Granada, a una expedición de heridos de la guerra de Melilla: tardan dos horas en recorrer el camino de la estación al hospital militar, retenidos por la muchedumbre enfervorizada. Acude el todo Granada. En dos vagones llegan los heridos y, con ellos, Gabino; al apearse este del vagón, le comunican el lugar donde estaban prestas las camillas; «el sabio cirujano» y «soldado heroico» tranquiliza al público diciendo: «no hacen falta; solo necesito coches o tranvías»; los heridos fueron paseados por la ciudad en desfile triunfal. Gabino salía ese mismo día a Málaga, donde tenía que hacerse cargo de otra expedición, esta con destino a Córdoba; venían los enfermos y heridos con variopintos achaques, que la prensa divulgaba con total franqueza: balazos, patadas de mulo, paludismo y alguna que otra blenorragia. Regresa inmediatamente Gabino a Málaga para sumarse a otra expedición, ahora destinada a Córdoba.[78] Ese mismo año, en abril, viaja en comisión a Pueblo Nuevo del Terrible, a reconocer a un recluta.[79] Asciende a médico mayor en 1910 y es destinado al hospital militar de La Coruña.[80]

 

Tras una breve excedencia en 1911 pasa al Hospital Militar de Archena (Murcia), como director.[81] Es un destino placentero, pues Archena, con su balneario y hermosos paseos, era un enclave encantador, aparejado para el descanso de militares heridos o fatigados por la dura brega. Con feliz providencia, viene a colmar la acendrada vocación hidroterapéutica de Gabino que, años atrás, había aspirado a ser director de balneario. En 1912 es llamado a dirigir el hospital de Valencia, con consideración de jefe de clínica.[82] Entre 1914 y 1915 vuelve Gabino a ultramar, pues recibe una comisión en el consulado de España en Mogador, hoy Esauira, donde los aires marinos lo entonan y remozan.[83] Al término de la comisión, es nombrado en abril de 1915 Jefe de Sanidad Militar de Gran Canaria y director del Hospital de Las Palmas.[84] En verano de ese mismo año, está excedente en Valencia y regresa a Archena para ocuparse de la dirección de su hospital militar durante la temporada de baños.[85]Antonia lo acompaña fielmente. Consta que «el médico mayor don Gabino Gil Sanz (sic) ha obtenido reintegro del importe del pasaje de su esposa, que satisfizo de su peculio desde Cádiz a Madrid»; la petición de Gabino es del 2 de noviembre de 1915.[86]

 

Pasa luego al hospital de Algeciras, de donde es llamado en 1917 al Hospital Militar de Carabanchel en Madrid.[87] Es ascendido a comandante médico; estando en Carabanchel se le autoriza a llevar sobre el uniforme la medalla de oro de la Cruz Roja Española.[88] La monotonía del servicio es aliviada por esporádicas comisiones, que le permiten visitar su tierra de adopción: es vocal en la Comisión Mixta de Reclutamiento de la provincia de Cáceres y la de Ciudad Real en 1918 y 1919.[89] Vuelve a ascender, en 1919, a teniente coronel; se le da el mando de la sexta comandancia de tropas de Sanidad Militar.[90] En mayo de 1920, el viejo republicano es recibido en audiencia militar por el rey.[91] Poco después, estando en la primera región, enfermaba, volviendo al servicio a los dos meses.[92] Tomó posesión como director del Hospital Militar de Cádiz por R.O. del 27 de agosto de 1920.[93] Él y su esposa llegan de Madrid a Cádiz el 11 de septiembre de 1920 en el tren correo de Madrid. En 1921 pasa del Hospital militar de Cádiz al de Badajoz.[94] Allí recibe al nuevo gobernador militar, general Bazán, que visitó el hospital el 30 de noviembre de 1921.[95]

 

Y es en el Hospital General de Badajoz donde se jubila, con 61 años; una Real Orden, de 7 de enero de 1922, concede el retiro, con el empleo y sueldo de coronel y destino en Trujillo, al teniente coronel médico Gabino Gil Sáinz; su haber pasivo será de 900 pesetas mensuales.[96] Regresa pues en 1922 a su casa de Huertas, donde, absorto en el cultivo de sus rosas, aguarda la cita con la eternidad. Y recién cumplidos los 65 años, fallece el viejo coronel, el 18 de agosto de 1925.[97] El acta de defunción rinde cuenta sucinta de su marcha:

 

«En Huertas de Ánimas, Diócesis de Plasencia, provincia de Cáceres, término municipal de Trujillo, el día diez y nueve de agosto de mil novecientos veinticinco, yo el infrascrito presbítero Cura Coadjutor de esta parroquia, mandé dar sepultura eclesiástica al cadáver de don Gabino Gil Sainz, de 65 años de edad, natural de Barcelona, hijo legítimo de Vicente y Petra. Falleció en el día de ayer de muerte natural ocasionada según certificación facultativa [por] arterioescleriosis. Se hallaba en el acto de su fallecimiento casado con doña Antonia Parejo Benito. Recibió la Santa Penitencia y Extremaunción en esta parroquia; se le hizo entierro de 2ª clase con acompañamiento al cementerio y misa de cuerpo presente y oficio del Rosario. Testigos del sepelio José Andrade y Juan Casco. Para que conste firmo fecha ut supra. Matías de Dios Nogales».[98]

 

Un gesto final rubrica la despedida. Gabino, cofrade de la Virgen del Rosario, patrona de Huertas, ha puesto como cláusula tercera en su testamento lo siguiente: «al día siguiente de mi fallecimiento, lego a la Virgen del Rosario, que se venera en Huertas de Ánimas, arrabal de esta ciudad de Trujillo, las cruces, condecoraciones y bastón de mando, ganados durante el tiempo de mi servicio en el Ejército».[99] El republicano y librepensador de 1884 ha andado muchos caminos, y en la víspera de su último destino, se ha reencontrado con trono y altar.

 

Los años finales de la casa

 

Al fallecer Gabino, Antonia Parejo, su viuda, solicita pensión en despacho ordinario al Consejo Supremo: le fue concedida, por cuantía de 2.700 pesetas anuales. La primera fecha de pago era el 19 de agosto de 1925.[100]Hermano de Antonia era Nicolás Parejo Benito, n. 1876, quien heredará la casa. Era once años más joven que Antonia: parece haber nacido póstumamente por fallecimiento súbito de su padre Juan Parejo Donaire.[101] Nicolás había sido alumno en el Colegio Preparatorio Militar de Trujillo en 1889. Tras su admisión, debía presentarse en el colegio con uniforme y equipo el 30 de septiembre, para ser filiado y reconocido médicamente.[102] Probablemente no pasó las pruebas para la Academia. Estudió con los agustinos en El Escorial. El 26 de mayo de 1894 obtuvo título de bachiller por el Instituto de Cáceres.[103] Luego, tras la huella de Gabino, que parece haberse titulado allí, va a Zaragoza a cursar Medicina. ¿Se aloja Nicolás durante esta etapa en casa de familiares de su cuñado? No hemos logrado averiguarlo; en todo caso, debuta como médico en Alfaro, ciudad donde la familia Sainz estuvo asentada.

 

Sigue fielmente los pasos de su cuñado, de quien se constituye en heredero de profesión y destino. Desde 1905, al menos, era médico en Aldea del Obispo, como lo fue Gabino; en Trujillo consta desde 1909.[104] En 1913 es titular de Huertas de Ánimas, donde desempeña con gran entrega su ministerio hasta su jubilación, siendo muy querido en el pueblo; cobraba cuatro duros por las igualas, y prodigaba las visitas a sus pacientes, aun cuando ya estaban recuperados. Se le atribuye la orden de cegar el pozo de Valfermoso, a espaldas de la Casa del Recuerdo.[105]

 

Abnegadamente prestó servicios durante la gripe española en la Beneficiencia Municipal de Trujillo.[106] En 1948 solicitaba su jubilación, tras más de 35 años de servicios en Trujillo y Aldea de Trujillo.[107]

 

Nicolás fue de tendencia conservadora, suscriptor del diario La Nación, cercano a Primo de Rivera; en 1930 envió su pésame por la muerte del general y da su óbolo para la erección de su mausoleo.[108] En 1928 pertenecía a la junta parroquial de Huertas; en 1926 Nicolás y su esposa Ana Fernández Mateos apadrinaron a los niños confirmantes durante la visita pastoral del señor obispo.[109] La antigua calle de Manzanillo, en Huertas de Ánimas, lleva hoy el nombre Nicolás Parejo.[110]

 

Nicolás y Ana fueron padres de María Teresa, María Eugenia, Eloísa y Nicolás Parejo Fernández. María Eugenia falleció con 22 años en 1935; poco después falleció Eloísa.[111] Nicolás hijo, nació el 13 de julio de 1918, se enroló en la guerra por la Falange: en 1937 solicitaba madrina;[112] fue alférez provisional en Infantería, y tras la guerra, se incorporó a la Academia de Zaragoza, pasando luego al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Infantería Alhucemas.[113] En 1950 era teniente de infantería en el Protectorado Marroquí; en 1952 se le expide en Tetuán licencia de caza.[114] Casó con Teresa Cisneros Montemayor, de Alcántara. Se incorpora a la vida civil, llegando a ser subgobernador de Cáceres. María Teresa (1908-1994), vivió en la Casa del Recuerdo a partir de 1923, casi prohijada por sus tíos; conoció por lo tanto los años postrimeros de una Casa del Recuerdo aún habitada. La casa, a la muerte de Antonia, pasó a su hermano Nicolás, que vivía en una casa grande con portal en la plaza de Huertas. Casó María Teresa con Antonio Mateos Delgado.[115]

 

Las reiteradas muertes prematuras —entre ellas, la de los tres hijos de Gabino y las hijas de Nicolás—, tanto en la Casa del Recuerdo como en la de Nicolás en la plaza, contribuyeron al abandono de ambas. Corrió por el pueblo la idea de que alentaban en ellas perniciosas miasmas, tal vez traídas de ultramar, tal vez asociadas al misterioso asistente filipino, por lo que incluso el mocerío revoltoso evitaba saltar la tapia de la Casa del Recuerdo, pese a las próvidas higueras que albergaba su jardín.[116] A la muerte de Antonia Parejo, el caserón se precipitó hacia el más clausurado olvido. Solo la huerta, de muy buenas aguas y suelo, siguió fructificando en memoria de los difuntos: un hortelano se mantenía con la rica producción de aquella vieja cerca de los Parejos.

 

En el cementerio de Huertas yacen Gabino y su mujer. El nicho del primero ostenta una lápida de mármol, aserrada en Zafra por Francisco Sabán Gil; sobre un pergamino rematado en volutas, se lee: «El excmo. señor D. Gabino Gil Sainz, condecorado con la cruz de San Fernando y otras varias por méritos de guerra, falleció el 18 de agosto de 1925, a los 65 años. Tu desconsolada esposa no te olvida». En el borde, con melancólico bucle, se enrosca una leyenda explicativa del rango: «coronel médico».[117] Descansen Antonia y Gabino, descanse el ultramar perdido, y sea la historia, por caudalosa y rica, por inacabable en sorpresas y matices, un reparador océano, con más que dolor consuelo.

 

 

 

Bibliografía:

 

Antigüedad Díez, Félix (1892) Estadística médico-farmacéutica general de España. Béjar: Viuda de Aguilar y Álvarez.

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Christie, Carlos J. (1884) Compilación de dictámenes de la Facultad de Medicina de España sobre el valor terapéutico de los últimos adelantos en química y farmacia: con fórmulas, notas terapéuticas é índice de enfermedades y remedios. Londres: Burroughs.

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Chueca Goitia, Fernando (2000) «Pío Baroja en el 98 y en Madrid». En: España: cambio de siglo. Madrid: Real Academia de la Historia; pp. 29-39.

Curiel Alvarado, Emilio (2003) Pueblo de Huertas. Navalmoral de la Mata.

Gallardo y Alcober, Arturo (1878) Discurso leído en la inauguración de la Universidad Literaria de Zaragoza. Zaragoza: C. Ariño.

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Íñiguez e Íñiguez, Bonifacio (1889) Memoria del estado del Instituto de segunda enseñanza de Logroño, curso 1888-1889. Logroño: Federico Sanz.

Lozano Ramos, José (1995) El automóvil en Trujillo. Navalmoral de la Mata: Gráficas de Santa María de Magasca.

Martín Oliver, Julián (2015) El Instituto Homeopático y Hospital de San José de Madrid y su entorno profesional en el último tercio del siglo xix. Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid.

Martínez Antonio, Francisco Javier (2006) «Tangerian Ghosts and Riffian Realities: The Limits of Colonial Public Health in Spanish Morocco (1906-1921)». En: Marie C. Nelson (ed.) Occupational Health and Public Health. Lessons from the Past – Challenges for the Future. Estocolmo: National Institute for Working Life; pp. 180-250.

Martínez Reguera, Leopoldo (1897) Bibliografía hidrológico-médica española. Segunda Parte. Madrid: Imprenta M. Tello.

Nakens, José (1900) Los crímenes del carlismo. Folleto 12. Madrid: Imprenta Plaza del 2 de mayo.

Olave y Díez, Serafín (1875) Reseña histórica y análisis comparativo de constituciones forales de Navarra. Madrid: Aribau.

Ordóñez, María; Zoder, Mark (2016) Mirat 1746. II parte (1908-1954). Salamanca: Sociedad Anónima Mirat.

Parroquia de Huertas de Ánimas (1955) Homenaje a un párroco, D. Ambrosio Tejado Granados. Huertas, recopilación de hojas parroquiales.

 

 

Revistas y boletines. Iniciales de las más citadas:

 

acima = Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración.Madrid: Bailly-Baillière.

Anuario Militar de España = Id. Madrid: Ministerio de la Guerra.

Anuario-Riera = Id.: Guía práctica de industria y comercio de España. Barcelona: Centro de Propaganda Mercantil.

Boletín de la Compañía Trasatlántica de Barcelona = Id.

bopcc = Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres.

bopcr =Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real.

boplo = Boletín Oficial de la Provincia de Logroño.

bopp = Boletín Oficial de la Provincia de Palencia.

boppr= Boletín oficial de la zona de Protectorado español en Marruecos.

bopt = Boletín Oficial de la Provincia de Tarragona.

Clínica Extremeña = Id.: Revista mensual de medicina y cirugía. Órgano oficial del Colegio de Médicos de la provincia de Cáceres.

Correo de la Mañana = Id. Badajoz: Imprenta de Mendoza.

Crónica Meridional = Id.:Diario liberal independiente y de intereses generales. Almería.

Diario de Burgos = Id.:de avisos y noticias.

Diario de Córdoba = Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos.

Diario de Reus = Id.:de avisos y noticias.

Diario de Tenerife = Id.:Periódico de intereses generales, noticias y anuncios.

domg = Diario Oficial del Ministerio de la Guerra. Continuado como Diario Oficial del Ministerio del Ejército.

El Áncora = Id.:Diario católico-popular con censura eclesiástica.

El Castellano (Toledo) = Id.:Periódico semanal, literario y de enseñanza.

El Correo de Cádiz = Id.

El Correo Español = Id.: Diario tradicionalista

El Correo Militar = Id.:Defensor de los intereses del Ejército y de la Armada.

El Defensor de Córdoba = Id.: diario católico.

El Defensor de Granada = Id.: diario político independiente.

El Eco de Navarra = Id.:Periódico liberal y defensor de los intereses de la misma.

El Heraldo Militar = Id.: Defensor de las escalas de reserva y retirados del Ejército.

El Heraldo Toledano = Id.:Periódico político, literario y de intereses morales y materiales.

El Imparcial = Id.: Diario liberal.

El Liberal = Id.: Región de Murcia.

El Noticiero [Cáceres] = Id.: Diario de Cáceres.

El Noticiero Gaditano = El Noticiero Gaditano.

El Progreso, diario liberal = Id.

El Progreso, diario republicano = El Progreso: diario republicano autonomista. Santa Cruz de Tenerife.

El Siglo Médico = Id.

España y Marruecos = Id.: diario independiente.

Gaceta de Madrid = Id. Posteriormente se convierte en el Boletín Oficial del Estado.

Guía Oficial de España = Id. Madrid.

Index Medicus = Id.: A monthly classified record of the current medical literature of the world. Nueva York: Leypoldt.

Jurisprudencia administrativa = Id.: Colección completa de las resoluciones dictadas por el Tribunal Supremo (Sala de lo Contencioso-Administrativo).

La Correspondencia de España = Id.: Diario universal de noticias.

La Correspondencia de Valencia = Id.: Diario de Noticias.

La Correspondencia Gallega = Id.: Diario de Pontevedra.

La Correspondencia Militar = Id.

La Crónica de León = Id.: revista científico-literaria de intereses morales y materiales, agena a la política.

La Época = Id. Madrid: Fortanet.

La Falange = Id.: Diario de la tarde. Órgano en Extremadura de Falange Española de las J.O.N.S.

La Farmacia Española = Id. Madrid: Pardo y Justel.

La Gaceta de Tenerife = Id.: Diario católico de información.

La Gaceta del Sur = Id.: diario católico de información.

La Iberia = Id. Madrid.

La Idea = Id.: Semanario Republicano. Toledo.

La Moda Elegante = Id.: Periódico de señoras y señoritas. Madrid.

La Montaña [Cáceres]: Id.: Diario de Cáceres.

La Montaña [Jaca]: Id.: Semanario liberal y de intereses morales y materiales.

La Nación = Id. Madrid.

La Publicidad[Granada] = Id.: Diario de avisos, noticias y telegramas. Eco fiel de la opinión y verdadero defensor de los intereses morales y materiales de Granada y su provincia.

La Publicidad = Id.: Edición de la noche. Barcelona.

La República = Id.: Órgano del Consejo Federal.

La Rioja = Id.: Diario imparcial de la mañana.

La Vanguardia = Id.: Diario político y de avisos y noticias.

La Veu de Catalunya = Id.

Las Dominicales = Las Dominicalesdel Libre Pensamiento y Las Dominicales. Semanario Librepensador.

Las Provincias = Id.: Diario de Valencia.

Noticiero Salmantino = Id.: Diario imparcial de la tarde.

Nuevo Día = Id.: Diario de la provincia de Cáceres.

Revista de Sanidad Militar = Id.: Órgano de difusión del Servicio de Sanidad Militar y del Colegio Nacional de Médicos Militares.

 

APÉNDICE FOTOGRÁFICO

 

  1. En las afueras de la casa de Gabino, 1917, tras la carretera de Trujillo a Plasencia.

 

  1. Casa de Gabino Gil Sainz. Danae Cavalierato Burniá, recién casada con Ángel Chueca Gil.

  1. Helena Burniá Papadimitriou. Huertas de Ánimas, 27 de julio de 1918.

  1. 1917. Rubis Cavallierato y Carmelo Chueca Goitia paseando por la carretera de Trujillo a Plasencia.

  1. Helena Burniá Papadimitriou. Huertas de Ánimas, 1918.

  1. Noria de la casa de Gabino. Helena, Antonia, Ángel y los niños Fernando y Carmelo. Huertas de Ánimas, 1918.

  1. Julio de 1918, Trujillo, Hupmobile de Ángel Chueca Sainz. A su lado, Gabino Gil Sainz y detrás, Antonia Parejo Benito y Danae Cavallierato. En el pescante, Carmelo y Fernando Chueca Goitia.

  1. Casa de Gabino, 1918. De derecha a izquierda, Carmelo y Fernando Chueca Goitia, Rubis y Danae Cavallierato, Helena Burniá, Gabino Gil Sainz, Ángel Chueca Sainz.

  1. Lápida de Gabino Gil Sainz, Huertas de Ánimas.

  1. Vista actual.

 

[1] El excelente libro de Emilio Curiel Alvarado sobre Huertas de Ánimas (2003), extractado en la red, permitió a uno de los autores, PRC, enlazar oscuras conversacionesantiguas sobre su lejano tío Gabino con el pueblo de Huertas. En una visita al lugar, Miguel Mateos Broncano y Consolación Carvajal Corrales abrieron todas las puertas, con generosa acogida, y suministraron una llave a la memoria local. José Luis Hidalgo Mateos, descendiente de la última rama familiar que residió en la casa, ha ofrecido utilísimas referencias. Muy fervorosas gracias a todos ellos, así como al párroco de la localidad, don José Blanco.

[2] Chueca Goitia (2000: 30-31).

[3] Gallardo y Alcober (1878: 10). Años más tarde, desde Trujillo y siendo ya médico, le expiden el 17.6.1889 certificación de su título de bachiller, exigible para matricularse en Farmacia, en Madrid (boplo 8.4.1890, Íñiguez e Íñiguez, 1889:39).

[4] «Fractura del parietal derecho con penetración de los fragmentos en la masa encefálica» (El Siglo Médico, 3.4.1883; Index Medicus, 1883, 5: 320; Index-Catalogue of the Library of the Surgeon-General’s Office. United States Army. Vol. V, 1884: 900).

[5] Christie (1884: 168).

[6]Las Dominicales, 22 de abril de 1888.

[7] Del cual es nieto uno de los autores de este ensayo, PRC.

[8]boplo 2 de octubre de 1867.

[9]Exposición Aragonesa de 1868: Catálogo de los Expositores premiados a propuesta de la Junta General del Jurado. Zaragoza: Calixto Ariño, p. 60.

[10]El Eco de Navarra, 13 de junio de 1877; Industria e Invenciones, 17 de octubre de 1885; Gaceta de Madrid, 12 de septiembre de1885; La Crónica de León, 31 de marzo de 1875.

[11]boplo 8.3.1883.

[12] Nakens (1900: 26); Olave y Díez (1875: 313).

[13]La Correspondencia de España, 1 de julio de 1874; La Época, 2.7.1874.

[14]El Imparcial, 29 de abril de 1874.

[15]La República, 26 de junio de 1888.

[16]Las Dominicales, 29 de enero de 1904.

[17]Las Dominicales, 26 de octubre de 1886.

[18]Las Dominicales, 30 de junio de 1893.

[19] Goitia Ajuria (1979: 12, 13); Chueca Goitia (1996: 12).

[20] Chueca Goitia (2000: 32).

[21] Chueca Goitia (2000: 32).

[22] Ángel Chueca pasó su viaje de bodas con Danae en 1916 en el lago de Lucerna. Cabe mencionar otro sugerente paralelo, esta vez entre Marroquín y Gabino: don Paco casó en 1930 con Blanca Ordóñez Lecároz (1887-1971), hija del subsecretario del Ministerio de Ultramar y de una hermosa filipina.

[23] Ordóñez y Zoder (2016: 126).

[24]El Noticiero [Cáceres], 26 de noviembre de 1917, 5 de diciembre de 1917.

[25]Lozano Ramos (1995: 15, 16).

[26] Lozano Ramos (1995: 17).

[27] Ordóñez y Zoder (2016: 117)

[28]bopcc, 15 de abril de 1918.

[29] Ordóñez y Zoder (2016: 114, 121).

[30] Lozano Ramos (1995: 27, 29).

[31]La Montaña[Cáceres], 21 de noviembre de 1924.

[32] Curiel Alvarado (2003: 204).

[33] Lozano Ramos (1995: 49).

[34]bopcc19.11.1886. Todavía no existía el sufragio universal masculino, aprobado en 1890.

[35]El Correo Español, 22 de abril de1913.

[36]La Farmacia Española, 30.9.1897. Consta Gabino entre los titulares de Trujillo en 1892 (Antigüedad, 1892: 132).

[37]Con arreglo al art. 2 del R.D. de 13 de agosto de 1894; bopcc,  16 de enero de 1895.

[38]Jurisprudencia Administrativa (1902: 559 ss); La Farmacia Española, 30 de septiembre de 1897.

[39]La Farmacia Española, 7 de octubre de 1897.

[40]bopcc 26 de febrero de 1895.

[41]Martínez Reguera (1897: 856). Se presentan a la oposición 103 candidatos, para un total de 20 plazas; Gabino era el noveno por orden de presentación de solicitudes. Consta que aprobó el primer ejercicio; pero no logró ser seleccionado (Gaceta de Madrid, 27 de octubre de 1893, 27 de enero de 1894).

[42]La Época,13 de abril de 1898.

[43] Martín Oliver (2015: 355).

[44]Libro de Bautizados, parroquia de San José, Huertas de Ánimas. Nuestro agradecimiento a don José Blanco y don Emilio Curiel.

[45] Probablemente es la Antonia Parejo que en 1886 consta como maestra de niñas en Trujillo (acima, 1866: 960).

[46] En 1895 había cuatro médicos titulares en Trujillo: Guillermo Cáceres, Santiago Arias, Ignacio Guillén y Gabino Gil (bopcc, 16 de enero de 1895).

[47]El Siglo Médico, 15 de diciembre de 1895. El Correo Militar, 7 de abril de 1896.

[48]El Correo Militar, 15 de abril de 1896; La Correspondencia de España, 15 de abril de 1896.

[49]domg, 25 de abril de 1896.

[50]Boletín de la Compañía Trasatlántica de Barcelona, 30 de agosto de 1896.

[51]Revista de Sanidad Militar, 1 de mayo de 1904; domg, 22 de abril de 1904, 8 de febrero de 1906.

[52]domg, 8 de septiembre de 1904.

[53]El Correo militar, 23 de marzo de 1898; La Iberia, 23 de marzo de 1898; El Áncora, 20 de abril de 1898; La Unión Católica, 24 de mrazo de 1898.

[54]domg, 12 de abril de 1898; La Época, 13 de abril de 1898; Revista de Sanidad Militar, 1 de junio de 1898; El Siglo Médico, 12 de junio de 1898; La Correspondencia Militar, 14 de abril de 1898.

[55] Crónica de E. Lalaux en El Español. Véase Castillo y Jiménez (1897: 316); El Imparcial, 19 de diciembre de 1896; Revista de Sanidad Militar, 1 de junio de 1898.

[56]domg, 15 de septiembre de 1897, 10 de diciembre de 1897; El Correo Militar 11 de septiemmbre de 1897; La Correspondencia Militar, 11 de septiembre de 1897.

[57]Anuario Militar de España (1900: 631).

[58]La Correspondencia de España, 6 de junio de 1899; Diario de Reus, 6 de junio de 1899; La Publicidad, 5.6.1899, 6 de junio de 1899.

[59]Crónica Meridional, 9 de junio de 1899.

[60]La Veu de Catalunya, 6 de junio de 1899; Noticiero Salmantino, 6 de junio de 1899.

[61]domg, 5 de mayo de 1898; La Correspondencia Militar, 5 de mayo de 1898; Diario de Burgos, 21 de junio de 1899.

[62]El Correo militar, 20 de junio de 1899.

[63]El Correo militar, 26 de julio de 1899; La Correspondencia Militar, 25 de julio de 1899; La Montaña [Jaca], 29 de julio de 1899; Diario de Burgos, 27 de julio de 1899, 17 de agosto de 1899.

[64]domg, 27 de julio de 1899.

[65]La Rioja, 26 de agosto de 1899.

[66]domg, 20 de febrero de 1900.

[67]Anuario Militar de España, 1900, p. 308.

[68]Gaceta de Madrid, 5 de mayo de 1907; bopp, 14 de mayo de 1907. El organismo liquidador ostentaba el laberíntico nombre de Habilitación del Cuadro de Reemplazo y Excedentes de Filipinas.

[69]Revista de Sanidad Militar, 15 de julio de 1912.

[70]acima (1904: 1020).

[71]Anuario Militar de España (1904: 57, 95).

[72]La Idea, 29 de octubre de 1904.

[73]La Idea, 26 de marzo de 1904; El Heraldo Toledano, 18 de marzo de 1904.

[74] Revista de Sanidad Militar, 1 de diciembre de 1904; Anuario Militar de España (1905: 580).

[75]Revista de Sanidad Militar, 1 de julio de 1905; acima (1906: 735); Anuario Militar de España (1907: 201)

[76]Revista de Sanidad Militar, 1 de octubre de 1906.

[77]La Publicidad [Granada], 27 de febrero de 1907. Tiene distintos domicilios en Córdoba, donde vive con su esposa: c/ Encarnación, 4 (1907); Campo Santo de los Mártires, Caballerizas, 20 dupl. (1908); Gutiérrez de los Ríos, 19 (1910). Cf. Anuario Militar de España (1910: 28); El Defensor de Córdoba, 30 de julio de 1907; 20 de julio de 1910; Diario de Córdoba, 10 de septiembre de 1907; 31 de octubre de 1910.

[78]Gaceta del Sur, 5 de agosto de 1909; El Defensor de Granada, 6 de agosto de 1909; Diario de Córdoba, 10 de agosto de 1909.

[79]domg, 11 de noviembre de 1909.

[80]La Correspondencia Militar, 12 de enero de 1911; La Correspondencia Gallega, 24 de enero de 1911; Revista de Sanidad Militar, 1 de febrero de 1911; El Progreso, diario liberal, 22 de enero de 1911.

[81]El defensor de Córdoba, 28 de febrero de 1911; Diario de Burgos, 28 de febrero de 1911; La Correspondencia militar, 30 de mayo de 1911; El Heraldo militar, 30 de mayo de 1911; Revista de Sanidad Militar, 15 de junio de 1911; Anuario militar de España (1912: 103);Guía oficial de España (1912: 458).

[82]Revista de Sanidad Militar, 15 de noviembre de 1912; El Liberal, 7 de noviemmbre de 1912; La Correspondencia de España, 2 de noviembre de 1912; La Correspondencia de Valencia, 6 de enero de 1913.

[83] Martínez Antonio (2006: 206); Revista de Sanidad Militar, 1 de marzo de 1915; Anuario militar de España (1914: 540).

[84]La Correspondencia Militar, 27 de abril de 1915; La Gaceta de Tenerife, 14 de mayo de 1915; Diario de Tenerife, 5 de mayo de 1915; El Progreso, diario republicano, 28 de abril de 1815; La Correspondencia de Valencia, 29 de abril de 1915.

[85]El Heraldo Militar, 11 de junio de 1915; Las Provincias, 13 de julio de 1915; domg, 12 de julio de 1915. Sigue recibiendo comisiones intermitentes para Archena en años posteriores (domg, 29 de abril de 1917).

[86]domg,  19 de diciembre de 1915; La Correspondencia de Valencia, 21 de diciembre de 1915.

[87]domg 11 de julio de 1917; Anuario Militar de España, 1918, p. 84; España y Marruecos, 14 de julio de 1917, 18 de julio de 1917.

[88]Revista de Sanidad Militar, 1 de junio de 1919.

[89]Revista de Sanidad Militar, 15 de febrero de 1918; 1 de febrero de 1919.

[90]Revista de Sanidad Militar, 1 de septiembre de 1919; El Castellano [Toledo], 13 de agosto de 1919; Diario de Burgos, 17 de septiembre de 1919.

[91]El Imparcial, 27 de mayo de 1920; La Vanguardia, 27 de mayo de 1920.

[92]El Correo Español, 3 de junio de 1920; Diario de Burgos, 4 de junio de 1920; Revista de Sanidad Militar, 15 de junio de 1920, 1 de agosto de 1920.

[93]El Correo de Cádiz, 13 de diciembre de 1920, 17 de septiembre de 1920, 21 de diciembre de 1920; El Noticiero Gaditano, 17 de septiembre de 1920; Revista de Sanidad Militar, 1 de septiembre de 1920; Anuario Militar de España (1921: 115, 613).

[94]Correo de la Mañana, 5 de abril de 1921; Anuario Militar de España (1922: 109); domg, 27 de febrero de 1921.

[95]Correo de la Mañana, 1 de noviembre de 1921.

[96]domg, 8 de enero de 1922; Revista de Sanidad Militar, 15 de enero de 1922; La Correspondencia de España, 7 de enero de 1922.

[97]Revista de Sanidad Militar, 15 de octubre de 1925.

[98] Libro de Difuntos, nº 7, fol. 194, archivo de la iglesia parroquial de Huertas de Ánimas. Nuestro agradecimiento a don José Blanco, párroco actual.

[99] Parroquia de Huertas de Ánimas (1955).

[100]Se ajustaba al R.D. 22 de enero de 1924. Cf. La Montaña [Cáceres], 10 de octubre de 1925; domg, 18 de noviembre de 1925.

[101] Una hermana de Juan era Francisca Parejo Donaire, que casó con Ulpiano Ezequiel Pablos Mateos (n. 1848).

[102]domg, 13 de septiembre de 1889. Gaceta de Madrid, 13 de septiembre de 1889.

[103]Memoria de la Universidad de Salamanca 1893-1894, p. 89.

[104]acima (1905: 1673; 1906: 1802; 1909: 2014); Anuario-Riera (1908: 1451); Gaceta de Madrid, 9 de abril de 1907, 2 de julio de 1908.

[105] Curiel Alvarado (2003: 181).

[106]<http://lasllavesdelarca.blogspot.com/2020/05/1918-aquella-otra-pandemia.html>; bopcc, 25 de julio de 1919.

[107]bopcc, 10 de marzo de 1948. Solicitó su jubilación ya en 1946, pero no se le concedió hasta pasado más de un año (Curiel Alvarado, 2003: 241).

[108]Nuevo Día, 10 de octubre de 1930. Su hijo Nicolás participa en 1928, siendo niño, en un sorteo de libros de La Nación, 23 de julio de 1928, 20 de agosto de 1928, 27 de marzo de 1930. En 1929, Nicolás tomó parte en el homenaje al general Martínez Anido (Nuevo Día, 24 de octubre de 1929).

[109] Curiel Alvarado (2003: 202, 205).

[110] Curiel Alvarado (2003: 95, 181).

[111] Curiel Alvarado (2003: 225).

[112]La Falange, 20 de septiembre de 1937.

[113]domg, 15 de enero de 1938, 12 de diciembre de 1940, 7 de agosto de 1942, 24 de mayo de 1946, 25 de mayo de 1950.

[114]boppr, 30 de junio de 1950, 26 de diciembre de 1952.

[115] Nieto de ellos es José Luis Hidalgo Mateos, que ha prestado una muy valiosa orientación a este trabajo.

[116] Más atrevidos eran los niñoscon el porche de la casa de Nicolás en la plaza, donde jugaban a las canicas. Tras su abandono, sirvió este portal varios años como improvisada cartelera de los dos cines del pueblo, pues en él se colocaba, especialmente si amenazaba lluvia, el cartelón de las películas.

[117] Debemos su localización a la amabilísima y perspicaz labor de Miguel Mateos Broncano. La fotografía es de Consolación Carvajal Corrales.

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