Oct 012002
 

Francisco Rivero.

Desde hace años, este cronista de la villa de Las Brozas viene exponiendo en los Coloquios Históricos de Extremadura, celebrados en esta ciudad de Trujillo, diversos aspectos de la biografía del brocense Nicolás de Ovando, quien desde 1502 hasta 1509 fue el gobernador de los Reyes Católicos en la isla de la Hispaniola, que conforman hoy dos naciones hermanas: República Dominicana y Haití. Al celebrarse ahora el 500 aniversario de su llegada al Nuevo Mundo, hemos querido divulgar las labores de exploración y conquista de las nuevas tierras recién descubiertas por el Almirante Colón y puestas bajo la protección de la Corona española.

Durante estos años (1502 – 1509) numerosos personajes que hoy forman parte de la pléyade de conquistadores y descubridores españoles en el Nuevo Mundo estuvieron bajo lAs órdenes de Ovando. Mientras que en 1505, fray Hernán Suárez funda la primera escuela americana en el recién creado convento franciscano, Sebastián de Ocampo (que nació en Galicia en la segunda mitad del siglo XV y murió en 1514 en Sevilla) realizó el bojeo (circunnavegación de la isla de Cuba) de la que se creía que era una gran península de un cercano continente. A su vez, por el este su lugarteniente del gobernador español, el vallisoletano Juan Ponce de León comenzó en 1508 a descubrir y conquistar para la Corona española la isla de Borinquén, la actual Puerto Rico. Ponce de León, hombre inquieto, se desplazó con el tiempo a la península Florida, donde “descubrió” la fuente de la eterna juventud, uno de los atractivos turísticos de la ciudad de San Agustín, la ciudad más antigua de los actuales Estados Unidos de América. Jamaica, otra de las grandes Antillas, que fue descubierta por Cristóbal Colón en mayo de 1494, perro fue conquistada para España por su hijo Diego en 1509, año de la partida de Ovando de la isla de la Hispaniola y sucesor suyo en la gobernaduría del Nuevo mundo.

Ya los ingleses, al enterarse del descubrimiento de otras tierras enviaron al italiano Giovanni Gaboto (conocido en el Reino Unido como John Cabot) a reconocer algunas tierras por el Nuevo Mundo. Su expedición salió en mayo de 1497, tras tocar territorio americano el 24 de junio de ese año retornó a Inglaterra al mes siguiente. Al año siguiente volvió a las nuevas tierras en compañía de su hijo Sebastián desde la latitud de Gibraltar hacia el norte. Como en 1501 Catalina, la hija de los Reyes Católicos, se casó con el heredero del rey de Inglaterra, éste no quiso molestar a sus suegros españoles y decidió que Cabot dejara de navegar por América. Desde entonces, el hijo expedicionario, Sebastián Gaboto, puso sus conocimientos en beneficio de España.

Los barcos españoles iban y venían por el Océano Atlántico. Si bien no transportaban algo tan valioso como para ser atacados, los corsarios franceses eran el único peligro. Peralonso Niño y Cristóbal Guerra zarparon en 1499 y volvieron en 1500 sin ninguna noticia de interés. Rodrigo de Bastidas exploró el Golfo de Darién en 1500. Américo Vespucio hizo sus dos viajes exploratorios. Vicente Yáñez Pinzón y Diego de Lepes exploraron en distintos viajes la costa occidental portuguesa volviendo en el año 1500. Juan de la Cosa hizo viajes exploratorios y comerciales en 1501, 1505, 1507 y 1509. Vicente Yáñez Pinzón y Juan Díaz de Solís salieron hacia lo que hoy es Honduras y Yucatán en 1508. Ese mismo año, Sebastián de Ocampo circunnavegó Cuba. En 1509 Juan Ponce de León comienza la conquista de Puerto Rico, isla que los indios llamaron Borinquén. Juan Esquivel se establece en Jamaica por orden del segundo gobernador, sustituto de Ovando, Diego Colón. Todo era pura rutina. De tanto en tanto naufragaba algún barco, o era atacado por los franceses. En esta ocasión sólo nos vamos a fijar en dos grandes hechos: La conquista de Cuba y de Puerto Rico, para dejar para otros años la expansión por otras tierras insulares o continentales.

EL BOJEO DE CUBA

Discurría plácidamente el año 1508, cuando los Reyes Católicos solicitaron al gobernador que explorara la isla Juana, a la que hoy se le llama Cuba. El mandatario real se lo encargó al gallego Sebastián de Ocampo y según cuentan las crónicas este navegante procedió en sólo ocho meses «… a descubrir del todo la Isla de Cuba, porque hasta entonces no se sabía si era isla o tierra firme, ni hasta donde su longura llegaba, y también a ver si era tierra enjuta, porque se decía que lo más era lleno de anegadizos».

En su Historia de Las Indias, el padre Bartolomé de Las Casas, cuyo proceso de beatificación ha comenzado este año, cuenta que «uno de los navíos, o ambos, tuvieron necesidad de carena (…) entraron en el puerto que llamamos de La Habana y allí se la dieron, por lo cual se llamó aquel puerto, Puerto de Carenas».

Partió de Baracoa con dos navíos, algunos marineros y sin tropa alguna, y salió hacia el norte para llegar al Cabo de San Antonio y después de enfilar hacia el sur navegó hasta una pequeña bahía que lleva por nombre el del gobernador Ovando, al oriente. En esta ocasión sí dobló el cabo de San Antonio y dejó aclarado el hecho de ser una isla. Pero tampoco en esta ocasión se plantaron los españoles quedarse en Cuba.

Es una pena que se haya perdido el cuaderno de navegar de Sebastián de Ocampo, pues nos hubiera dado muchos datos de su bojeo por la isla de Cuba. Pese a todo se conocen algunos y los propios cubanos consideran a Ocampo como su verdadero descubridor, aunque ya navegaran por sus aguas otros, incluso el propio Almirante Colón tocó sus costas y las dejó por considerar que era el gran continente que él había pensado. Era el 27 de octubre de 1492. Dicen los cronistas que se aburrió de su litoral que no se acababa nunca, al fin y al cabo esta lista, con más de 1.000 kilómetros de longitud, es una de las mayores del mundo. Colón creyó que ya había llegado a Catay; es decir, la actual China para conseguir, por un nuevo camino, sus especias. Incluso hay documentos que perfilan la isla de Cuba en los primeros años del siglo XVI, antes de la circunnavegación de Ocampo, lo que indica que otros tal vez lo hicieron antes.

LA CIRCUNNAVEGACIÓN DE OCAMPO

Cuando Sebastián de Ocampo intentó el bojeo o circunnavegación de Cuba en el año 1508, ésta se encontraba poco poblada, con no más de 100.000 almas. Los primeros habitantes eran conocidos como Guanahatabeyes , que procedían de América del Sur, aproximadamente del río Orinoco y también por el norte proceden de la Florida y llegaron en el 3.500 antes de cristo hasta aquí en rudimentarias canoas. Después fueron dominados y desplazados por otros -que fueron los que se encontró Ocampo- como los taínos, saboneyes y otras tribus indias. Estas personas vivían cerca del mar y de los ríos, que le servían como aprovisionamiento de alimentos, además de ayudarse en la recolección de los frutos de los árboles silvestres que se criaban en las feraces tierras caribeñas, más una incipiente agricultura, según explica el doctor Ramiro Guerra en su libro de la Historia la Nación Cubana (Tomo I. Página 228)

En otros Coloquios Históricos de Extremadura, ya se ha contado la organización social de los taínos, como los habitantes con los que se encontró el brocense Nicolás de Ovando durante su estancia en la isla de la Hispaniola como gobernador. Los taínos de Cuba eran los indígenas relativamente mas avanzados, contando con elementos de organización a nivel familiar y tribal con las divisiones de funciones típicas de un jefe, soldados, agricultores, artesanos, funciones estas ultimas que realizaban tanto hombres o mujeres de la categoría social mas baja. La función de curandero la cumplía el jefe y en algunas tribus un personaje diferente con la misma categoría que la de los jefes.

Los Taínos fueron capaces de trabajar el barro, sus viviendas eran el bohío (rectangular) y el caney (circular) construidos con bambú (caña brava) y madera de palma con techos de hojas de palma (guano).Sus vestidos eran muy sencillos, ya empleaban tejidos de algodón, aunque el nudismo era frecuente por lo benigno del clima.

A pesar de que las tribus de indios Caribes, pueblo guerrero que se deformaba el cráneo y adiestraban a sus jóvenes en artes militares comenzaban a realizar visitas de saqueo a la isla, no habían llegado a establecer muchas poblaciones permanentes.

La razón del retraso de la exploración de la isla se debió a que poseía mucho menos oro que la Hispaniola, donde se encontraba aposentado desde 1502 el nuevo gobernador: Ovando.

Bien es verdad que Cuba, como ya se ha dicho, fue el segundo territorio americano descubierto por Cristóbal Colón en su primer viaje, el 27 de octubre de 1492. Los castellanos al mando del almirante arribaron en una zona del norte de la isla, actual provincia de Oriente, explorando el Puerto de Nuevitas y continuando por el norte hasta llegar a la isla de la Hispaniola.

La conquista de Cuba la realizaron a partir de 1512 Diego Velázquez, que ya estuviera con Ovando en la Española, al que le acompañó como lugarteniente Hernán Cortés, el conquistador de México.

Los nativos que habitaban en Cuba, que fue originalmente conocida como Juana y también como la Isla Grande del Caribe, no opusieron resistencia al comienzo de la conquista lo que facilitó la creación de varias villas permanentes. Entre las primeras villas que se fundaron se encuentran Baracoa (primera villa, fundada en 1512), Báyamo, Trinidad, Sancti Spiritus, La Habana y Santiago de Cuba.

Hubo reconocimientos de la isla por mar y por tierra. El hecho de que se hiciera por mar en 1508 se debió a que su enorme longitud (más de 1.000 kilómetros de punta a punta) hizo que se pensara que aquella isla, a la que Colón llamó Juana, en nombre de la hija de los Reyes Católicos, fuera una península. Más bien se creía que era todo un continente. De hecho, Ocampo navegó también por las costas de la provincia de Matanzas, situada al este de La Habana y según recogen las crónicas, actualizadas ahora por los historiadores locales.

LA FUNDACIÓN DE LA HABANA

Y en lo que es hoy La Habana, Ocampo descubrió el canal de entrada del Puerto de Carenas, donde hoy se halla la enorme fortaleza de San Carlos de la Cabaña, el Cristo de La Habana y el pintoresco poblado de Casablanca. Más al oeste los castillos del Morro y de La Punta, y luego, el Malecón habanero a todo lo largo. En la hermosa bahía de entonces desembocaban numerosos arroyos de agua dulce, que hoy bajan sucios por la contaminación. Allí, en su puerto protegido fondeó sus naves y las reparó.

La palabra Habana procede del término de territorios propiedad del cacique Habaguanex, según explicó en el periódico cubano “Granma” el 13 de noviembre de 199 el investigador Eusebio Leal Spengler en un artículo titulado “Tradición perpetua”.

Más tarde, en 1514, también estuvo por aquí Pánfilo de Narváez y ese mismo año Diego Velázquez, el lugarteniente de Ovando en la Española, fundó en la banda opuesta, cerca de Batabanó, la villa de San Cristóbal de La Habana, que no tardó en ser trasladada, junto a la desembocadura del río Almendares, y cerca del puerto que Ocampo llamó de Carenas. El primer gobernador, nombrado por Diego Velázquez con el título de teniente a guerra, fue Pedro de Barba. De aquí salió Hernán Cortés el 10 de febrero de 1519 partió para emprender la conquista de México. El 16 de noviembre de este año tuvo lugar la fundación definitiva de la villa en el Puerto de Cárenas.

MATANZAS

Las crónicas cuentan que en este territorio de la actual provincia de Matanzas, algunos náufragos españoles fueron atacados por los indios, que eran unas comunidades aborígenes pre agroalfareras. Sin embargo no fue hasta el bojeo de Ocampo cuando se descubrió para occidente la Bahía de Guanima, donde dos años más tarde; es decir, en 1510, los indios mataron a numerosos españoles, de ahí el patronímico de esta zona cubana

VARADERO

La famosa playa de Varadero también fue otro de los lugares que tocó este insigne navegante. El nombre de Varadero proviene de ser una costa arenosa de poco calado en la cual encallaban barcos llevados por la marea. El español la descubrió en 1508 durante su bojeo a la isla, y la primera mención aparece en 1540 en un mapa de Alonso de Santa Cruz.

POR LA CIUDAD DE CÁRDENAS

Algunos de esos paladines que se atrevieron a reconocer ese nuevo territorio fueron «los audaces navegantes de la metrópoli» como se puede leer en un texto sobre la historia de la ciudad cubana de Cárdenas, Andrés de Morales, Sebastián de Ocampo y Juan de Grijalba. El único que se acercó hasta estas tierras cardenenses fue el capitán Ocampo.

De alguna manera se quejan los historiadores de Cárdenas que no se les nombra en la famosa expedición del capitán Pánfilo de Narváez y de fray Bartolomé de las Casa, que fueron capaces de cruzar la isla de Cuba desde el este hacia el Oeste, pasando por los lugares hoy conocidos como Colón, Guacamaro y Matanzas.

No pudo ser hasta mediados del siglo XVI cuando se comienzan a conocer las costas cardenenses, como lo demuestran los mapas que se hicieron y que se conservan en la Sociedad Económica de Amigos del País» (Habana), fechados en 1555, 1564 y 1604 señalan con bastante perfección la punta de Hicacos, los cayos de la bahía y la misma bahía, que figura sin nombre determinado o con el de Matanzas, Hicacos y más tarde con el de Camarioca y Siguagua.

POR TIERA Y MAR DE CIENFUEGOS

Lo mismo se puede decir de Cienfuegos, una provincia industriosa, que no fue dada a conocer hasta que informó de su territorio Ocampo, aunque los lugareños puedan decir que Colón la visitó en su segundo viaje, no fue así.

Ocampo dio su apellido a un cayo interior de la bahía de Cienfuegos, donde descansó varios meses, informó al rey de España que “… este puerto que sus habitantes llaman Jagua es de los mejores y más seguros para mil naos que se puedan hallar en el mundo”. Al año siguiente, en los alrededores de la playa Rancho Luna, donde hoy está enclavado el hotel de ese nombre, se desató el primer combate entre aborígenes y españoles.

Andando el tiempo, se asentaron en paz colonos españoles en este lado de la bahía. José Díaz, en el lugar que hoy ocupa el hotel Jagua, procreó en su rancho con la hermosa y dulce india Anagueia una larga y feliz familia.

Otro español, de nombre Lope, se unió hacia 1528 con otra indígena, de la que tuvo una hija que llamaron Mari, y dio origen a la leyenda de Marilope, de la cual es símbolo la flor amarilla de intenso tono de azufre, conocida por ese nombre, típica de la región sureña donde nace silvestre en terrenos pedregosos y secos.

LA VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE

Cuenta la leyenda que la presencia de la Virgen María en la historia de Cuba y de la Iglesia se remonta al surgimiento de la primera comunidad de origen indio, nacida por la predicación de un anónimo soldado español de Sebastián de Ocampo, en 1509. Por inspiración del anónimo soldado levantaron los indios el primer templo cubano, desde el cual elevaban sus súplicas a Dios y en el que colocaron una imagen de la Virgen.

Por su parte las crónicas indican que los relatos se remontan el año 1687 e impresionan por su sencillez y belleza: «…estando una mañana la mar en calma, salieron de dicho cayo Francés para la dicha salina, antes de salir el sol, los dichos Juan y Rodrigo de Hoyos y este declarante. Embarcados en una canoa y apartados de dicho cayo Francés vieron una cosa blanca sobre la espuma del agua, que no distinguieron lo que podría ser, y acercándose más les pareció pájaro y ramas secas. Dijeron dichos indios, parece una niña, y en estos discursos, llegados reconocieron y vieron la imagen de Nuestra Señora de la Santísima Virgen con un niño Jesús en los brazos sobre una tablilla pequeña, y en dicha tablita unas letras grandes, las cuales leyó dicho Rodrigo de Hoyos, y decía: «YO SOY LA VIRGEN DE LA CARIDAD» y siendo sus vestiduras de ropaje se admiraron que no estaban mojadas, y en esto, llenos de gozo y alegría, cogiendo solo tres tercios de sal, se vinieron para el Hato de Barajauá.» La imagen de María de la Caridad fue encontrada por tres representantes de las clases más pobres y explotadas: dos indios y un negro esclavo, a quienes llena de alegría con su presencia.

PREMIO PARA EL BOJEO

Fue tal el éxito histórico del bojeo de Sebastián de Ocampo que la cubana Natasha Vázquez Ruiz realizó en 1995 un reportaje cinematográfico sobre este hecho histórico y que obtuvo el primer premio «Xanela» de vídeo, otorgado en 1996 por la Xunta de Galicia bajo el título de «Por la ruta de Sebastián de Ocampo»

Natasha Vázquez es graduada en la especialidad de Periodismo Internacional en el Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú en el año 1989.

Desde septiembre de 1989 hasta diciembre de 1990 trabajó en la emisora Radio Metropolitana, en La Habana. A partir de esa fecha labora en CHTV, el canal televisivo de la capital cubana, así como en la TV nacional. Durante este tiempo ha realizado cientos de noticias, entrevistas, reportajes, ha dirigido varios documentales y ha sido conductora o presentadora de diversos programas especiales. Algunas de sus obras han participado en muestras y festivales internacionales en España, Italia y Estados Unidos.

Pies de fotos

Foto 1.- Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Patrona de la isla de Cuba

Foto 2.- Playa Ancón, en Trinidad, la más espectacular playa de la isla

CRONOLOGIA (1502-1509)

(Época de Ovando como gobernador de la Hispaniola)

  • 1501-2.- Rodrigo de Bastidas reconoce la costa del Darién (Istmo de Panamá) hasta el norte de Brasil.
  • 1501-2.- Expedición de Portugal con Américo Vespucci por la costa brasileña y el Atlántico sur.
  • 1502.- El almirante Cristóbal Colon en su ultimo viaje a «Las Indias» llega al Cabo Gracias a Dios, el 12 de septiembre, buscando un estrecho para pasar a la otra parte equinoccial, creyendo estar entre Malaya y Sumatra. Rodea Corn Island, la cual bautiza con el nombre de Limonares, y naufraga frente al Río Escondido, fondea en Punto del Mono, Monkey Point, pasa frente a la Bahía de San Juan del Norte sin percatarse del Río san Juan debido a la barra de la bahía y llega hasta la costa colombiana.
  • 1502.- Miguel Corte Real parte en busca de su hermano Gaspar hacia América.
  • 1502-4 Cuarto viaje de Colon, explora el litoral de América Central.
  • 1502.- Segundo viaje de Vasco da Gama a la India.
  • 1503.- Otra expedición parte en busca de los hermanos Corte Real, pero no los encuentran.
  • 1504.- Muere Isabel I «La Católica», reina de Castilla y León. Le sucede su hija Juana I «La Loca», quedando como regente el esposo de ésta Felipe «El Hermoso».
  • 1506.- Los capitanes hispanos, Juan Díaz de Solís y Vicente Yáñez Pinzón navegan a lo largo de la costa atlántica centroamericana de sur a norte buscando el estrecho entre los dos océanos. Muere el Rey Regente Felipe «El Hermoso», queda como Regente Fernando II de Aragón y Cataluña, viudo de Isabel » La Católica»
  • 1508.- Sebastián de Ocampo realiza la primera circunnavegación de Cuba.
  • 1508 .- Juan Ponce de León coloniza Puerto Rico.
  • 1508-9.- Juan Díaz de Solís y Vicente Yáñez Pinzón recorren las costas de Guatemala, Honduras y Yucatán en busca de un estrecho.

img1Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Patrona de la isla de Cuba

img2Playa Ancón, en Trinidad, la más espectacular playa de la isla.

Oct 012002
 

Domingo Quijada González.

  • La celebración de San Blas

En el rico repertorio de las festividades religiosas extremeñas destaca una entre otras varias, no sólo por el elevado número de municipios afectados, sino también por la gran variedad de modalidades con que se ejecuta; ya sean de tipo religioso, o a través de elementos profanos: que conforman una perfecta síntesis cultural y del devenir histórico pues, a la vez que aparecen ritos que derivan o enlazan con antiguas etapas protohistóricas (se suelen generalizar en el argot popular como “origen celta, vettón, …”), se han ido enriqueciendo a lo largo de los años y siglos con numerosas aportaciones cristianas y populares. Ya ampliaremos este tema a lo largo de este trabajo.

Nos estamos refiriendo a la conmemoración en honor de San Blas: obispo armenio, asesinado el año 316; que en fases más avanzadas del Cristianismo (especialmente a partir de la Edad Media) se convertirá en patrono de los cardadores, dada la relación existente entre su muerte y ese colectivo laboral (dicho santo fue martirizado con peines de hierro, similares a los que usaba este gremio para preparar la valiosa lana).

Por esa circunstancia, y según veremos después, hemos podido comprobar cómo el culto a este prelado se generalizó en el pasado más o menos remoto entre los pueblos ganaderos, especialmente en aquéllos que estaban afectados por la transhumancia, por el paso de los ganados de la Mesta allá en la Baja Edad Media y Edad Moderna: que fue cuando surgen o se desarrollan la mayoría de los pueblos extremeños. Y, dado que esa actividad económica estaba muy generalizada en casi toda nuestra Comunidad, no nos extrañe la abundante expansión geográfica de esta fiesta tan popular entre nosotros. Como muestra de ello, veamos algunos casos significativos de los que tenemos noticia (es evidente que son muchos más…):

Provincia de Badajoz

  • Baterno: roscas de Candelilla.
  • Bodonal de la Sierra: patrón de la localidad.
  • El Risco: también lo festejan.
  • Fuentes de León: patrón del municipio.
  • Garbayuela: en ese lugar los hombres celebran el Baile del Paloteo (o Palillos) en honor del santo, en la Misa, en la Procesión y después en la Plaza; con cierta semejanza a como lo festejan en Montehermoso. Pero en este pueblo antes no tenían indumentaria fija (cada uno usaba la que podía y quería), al contrario que en el municipio cacereño.
  • Puebla de Sancho Pérez: aquí hacen unos dulces llamados «Los Perritos«, que se consumen ese día.
  • Segura de León: que yo sepa, cuenta con una ermita de San Blas.
  • Valencia del Ventoso: también cuenta con ermita, y elaboran las Roscas de San Blas en esa fecha.

Provincia de Cáceres

  • Cáceres: en la capital celebran Misa y Procesión (con Romería), en la que se nos muestra parte del folklore cacereño, con bailes y trajes típicos. Famosas son las Roscas de San Blas.
  • Campolugar: también se conserva la Romería de San Blas, con hornazos y bollas.
  • Carcaboso: aunque haya perdido cierto protagonismo, también celebraban actos en honor del santo.
  • Casatejada: de su antiguo esplendor perdura la celebración que los «quintos» mantienen hacia San Blas. Ellos son los que realizan los actos principales. Llegó a tener una Cofradía en el pasado, lo que no debe extrañarnos dada la relación de este pueblo con la ganadería: su floreciente industria textil en los siglos XVII y XVIII, o el tránsito por aquí del «cordel de las merinas» (que enlazaba el Campo Arañuelo con Plasencia).
  • Casillas de Coria: igualmente, sobre todo en el pasado, San Blas estuvo presente en este pueblo, como en casi todos los del Alagón.
  • Cilleros: caso similar al anterior, con culto destacado a San Blas.
  • Gata: también la Sierra de Gata celebraba (y aún lo hace) actos destacados en memoria de San Blas. Como en esta típica localidad, con romería, tamboril, el rito de «Tirar la Bandera» (muy típico en numerosos pueblos y en diferentes festejos religiosos-populares), el Ramo de San Blas, el Baile de «La Charrá» (que he escuchado en otros lugares también, caso de Montehermoso), etc.
  • Hurdes: como en el caso anterior, en esa zona montañosa, aislada, poco «contaminada» por las invasiones árabes, se mantienen influencias prerromanas, ganaderas, bélicas. En el siglo XIII hay repoblación con asturleoneses, lo que motivó la incorporación de ciertos elementos culturales procedentes del norte de España, que también aparecen en zonas próximas que sufrieron semejante aportación (Sierra de Gata y Valle del Alagón, por ejemplo).
  • Jerte: en el valle surcado por ese río encantador, destaca el culto a San Blas en este pueblo.
  • Las Mestas: festividad antigua la que aún perdura en esa localidad, por lo ya explicado referente a su comarca natural de Las Hurdes.
  • Montehermoso: importantes actos en honor de San Blas, con el protagonismo de Los Negritos (como veremos luego ampliamente).
  • Moraleja: entre el Alagón y la Sierra de Gata, participa de la celebración a San Blas (como es lógico, dada su ubicación).
  • Nuñomoral: se dice en el pueblo que es la fiesta más antigua de la localidad, de origen prerromano. Es natural, pues como sabemos es uno de los municipios más emblemático de Las Hurdes. Aquí celebran una danza en honor del santo en la Procesión y en la Plaza Mayor, con tres modalidades: Ramo de San Blas,Danza del Paleo (en la que imitan a guerreros) y Baile de los Cordones (que consiste en trenzar y destrenzar las cintas colgadas de un palo, danza que también se ejecuta en otros lugares, caso de Montehermoso o en la comarca de La Vera). Y me llama la atención la presencia en esta localidad (también en el cercano pueblo de Caminomorisco) de un personaje denominado «El Graciosu«, que (entre otras indumentarias) porta una especie de mitra de obispo con una clara alusión al cargo episcopal de San Blas); figura ésta que guarda cierta relación con la del «Palotero» de los Negritos de Montehermoso, según veremos más adelante.
  • Puerto de Santa Cruz: donde celebran una Procesión, con roscas y cordones de San Blas (como en tantos otros lugares).
  • Riolobos: otro municipio del Valle del Alagón que (especialmente en el pasado) también conmemoraba a San Blas.
  • Santibáñez el Bajo: otro más, aunque su ubicación se halle en la conexión de ese valle con Las Hurdes y Sierra de Gata. Pueblo siempre muy ganadero, por lo que el culto a San Blas estuvo presente en su evolución histórica. En los últimos años, los protagonistas son los «quintos«, quienes celebran diversos actos en honor del santo: incluyendo el «Macho Cabrío«, al que emborrachan, azuzan a los niños, sacrifican y comen. También hay procesión a S. Blas.
  • Torreorgaz: a partir de las 12 de la noche del día de San Blas, los jóvenes y quienes transiten por las calles en esas horas se tiznan con corcho requemado. Como veremos, este acto guarda cierta relación con el de Los Negritos de Montehermoso.
  • Valverde del Fresno: tuvo ermita y barrio, con procesión (en la que intervenían jinetes de ambos sexos). Famosa fue la canción de «La Chana», que desde niño yo escuchaba en Montehermoso (algo muy natural, pues el folklore se difundía entre zonas no muy alejadas).
  • La Vera: en lugar de individualizar, agrupo y resumo en esta comarca a diferentes pueblos veratos que siempre tuvieron presente a San Blas en su ciclo festivo anual. Me estoy refiriendo (sobre todo) a Aldeanueva de la Vera, Arroyomolinos de la Vera, Cuacos de Yuste, Garganta la Olla, Jaraíz de la Vera, Jarandilla de la Vera y Valverde de la Vera. En todos ellos (incluso en algunos más), el Cordón de San Blas preside estos actos: bailado (con las cintas) y con la tradición de portarlo al cuello (como prevención contra los «males de garganta«, costumbre generalizada y asociada a San Blas).
  • Campo Arañuelo, La Jara y Los Ibores: como en el caso anterior, casi todas las localidades de esa amplia zona, muy relacionada también con la ganadería y la Mesta, festejan a este mismo santo (protector, igualmente, de la garganta y los ganados), sobre todo en el pasado más o menos remoto. En los numerosos trabajos históricos o de investigación diversa que sobre esos pueblos he hecho (y continúo haciendo), el culto a San Blas aparece por doquier. En unos casos con iglesias bajo su advocación (como ocurre con Robledollano, Toril y Valdecañas), en otros con ermitas y cofradías (Carrascalejo, Casas de Miravete, Casatejada, Peraleda de San Román, Robledollano, Romangordo, Villar del Pedroso, etc.), o con imágenes del santo en la iglesia (caso de Navalmoral de la Mata).

· Otras fiestas de finales del invierno

Además de los actos religiosos y festivos en honor o con motivo de San Blas, antes o después de esa fecha se celebran en nuestra Comunidad (y en otras) otras conmemoraciones que, como en el caso anterior, guardan también otras connotaciones ajenas a las religiosas, ya que están relacionadas con los antiguos ritos que señalaban el final del invierno y el alborear de la primavera. Así pues, aunque se celebran en otra cronología, guardan cierto parecido con la de San Blas: nos referimos ahora a los actos en honor de otro santo muy querido años ha, ganadero también, San Sebastián (20 de enero), caso de Acehuche (Las Carantoñas) y Piornal (Jarramplás), que son los más destacados en el apartado religioso-profano.

Por cierto, ya que hablamos de este último santo, hemos podido comprobar con un elevado número de muestras (en la casi totalidad de los municipios del norte extremeño, que es lo que mejor conozco) lo siguiente: todos los pueblos ganaderos (incluyendo los serranos, como es obvio) rindieron culto (y aún lo hacen muchos de ellos) a San Sebastián, a San Blas, o a ambos conjuntamente. Veamos algunos ejemplos:

    • San Sebastián: como patrón de la localidad, con iglesia bajo su advocación (como Campillo de Deleitosa, Higuera de Albalat o el desaparecido Torviscoso); con culto destacado, en la mayoría de los casos con ermita, o al menos con Cofradía en el pasado (Deleitosa, Mesas de Ibor, Peraleda de la Mata, Saucedilla, Serrejón, etc.); e, incluso, hubo casos con Hospital en su honor (Villar del Pedroso).
    • San Blas: como patrón de la localidad, con iglesia bajo su advocación (según podemos apreciar en Toril, Robledollano y Valdecañas); con ermita, Cofradía y otras importantes manifestaciones (Casas de Miravete, Romangordo, todos los pueblos de la Vera, Sierra de Gata, la Jara cacereña, etc.).
    • Culto a ambos: Casatejada o Montehermoso, por poner dos ejemplos.

Como es natural, todo tiene su explicación y, en estos casos, también la posee:

  • Los pueblos ganaderos, más que el hecho de ser asaeteado, destacaban en San Sebastián el que hubiera sido respetado por las fieras cuando fue arrojado al Circo por primera vez, antes de que intervinieran los arqueros. Por eso motivo, los pastores buscaban en él protección para sus ganados ante el acoso de lobos y otras alimañas, tan abundantes entonces.
  • En términos parecidos, sabemos que San Blas fue el patrón de los cardadores, porque fue martirizado con peines de hierro, similares a los que usaba este gremio. Pero también podríamos incluir aquí algunos otros mundanos, entre los que sobresalen las numerosas ceremonias o ritos que se celebran en Extremadura con motivo del Carnaval (aunque algunos se entremezclan con los religiosos, incluyendo los ya citados):
  • Las botargas, carantoñas y mojigangas: figuras y grupos humanos revestidos, o figurados personajes chanceros y jocosos, construidos a base de madera, paja y trapos, en torno a los cuales se desarrolla la fiesta: Jarramplás (Piornal), Taraballo (Navaconcejo), Peropalo (Villanueva de la Vera), Bo o Zapanjino (Pasarón de la Vera), Las Carantoñas (Acehuche, Martilandrán y Fragosa), La Caratolla (Galisteo), Los Candelarios (Feria), Los Compadres(Ribera del Fresno), Los Pantarujas (Almendralejo), El Febrerillo (Cáceres), Marimanta (Badajoz, en Las Candelas), etc.
  • Tiznarse la cara: es (o era) costumbre usual en esas fiestas mundanas en Las Hurdes, Maguilla, Campolugar, San Vicente de Alcántara y Cedillo (Día del Tiznote, el Martes de Carnaval). Acerca de esa tradición, García Matos afirmaba que «es costumbre muy extendida en Extremadura la de enmascararse o embadurnarse la cara para ejecutar una danza».
  • Personajes del Carnaval hurdano: en esos festejos y en esa comarca proliferan las carantoñas, antruejus, diabrillus, obispus, mamarrachus, graciosus, etc. También existe una perfecta simbiosis hombre-animal, a los que imitan con pieles, movimientos, etc. Hay que tenerlos en cuenta también a la hora de comprender el rito de Los Negritos de Montehermoso. A pesar de que difieran en su repertorio con la que vamos a analizar con mayor profundidad, no debemos mantenerlas al margen pues guardan relaciones inseparables.
  • Igualmente, podríamos citar a Las Candelas: fiesta muy unida a la de San Blas, no sólo por el calendario, sino también por las tradiciones rituales de ambas (incluso, con el paso de los tiempos, elementos propios de cada una de esas dos celebraciones se han asociado). Aunque ahora vamos a centrarnos más en esta última, por motivos obvios, una vez que veamos antes un apartado cultural que es fundamental en la fiesta de Los Negritos y otras.

· La Danza

A través de este capítulo básico en el folklore pretendemos justificar una destacada parte del repertorio de Los Negritos, ya que nos pone en relación con una señalada manifestación cultural extremeña. Como es lógico, vamos a centrarnos en las que guardan cierta similitud con las ejecutadas en esta celebración montehermoseña.

Un buen número de las que perviven en Extremadura suelen ser ejecutadas por grupos de 6 u 8 hombres, más el que actúa como «guión» («botarga» o similar).

  • Existen numerosos bailes de «paloteo« en la Alta Extremadura, sobre todo en La Vera (Aldeanueva de la Vera, Arroyomolinos de la Vera, Cuacos de Yuste, Garganta la Olla, Jaraíz de la Vera, Jarandilla de la Vera, Majadas…), las Hurdes (como hemos citado) y Valle del Alagón (Guijo de Galisteo, Mirabel, Montehermoso, Riolobos y Torrejoncillo). Y también en la Baja, como los casos ya mencionados de Garbayuela y Peloche.
    Hacen referencia a comportamiento bélico, imitación a animales, oficios, etc. Más allá de la significación guerrera, también hacen alusión a otras connotaciones: expulsión del invierno y del año viejo, de la energía negativa (lucha con la positiva), estaciones, fertilidad, expulsión de seres antropomórficos (los danzantes mascarados hacen relación a Jano embadurnado).
  • Otros: además de los anteriores, y con algunas variantes (aunque en el fondo están relacionados), en Extremadura hallo sonadas manifestaciones deDanzantes del Corpus (también a ciertas Vírgenes): Fuentes de León (6 más uno, con indumentaria semimilitar, como en Montehermoso), Fregenal (Los Lanzaores, 8 más uno), Alconera (El Paso, a San Pedro de Verona), Peloche (6 más uno, con castañuelas en la manos y cascabeles en los pies), Villarta de los Montes (Danza de los Palos, en el Corpus y la Virgen), etc.
    Como adelantaba, en estos casos poseen destacadas diferencias con los anteriores, a pesar de sus semejanzas evidentes.

LOS NEGRITOS DE MONTEHERMOSO

De acuerdo con lo expuesto anteriormente, una de las celebraciones que con motivo de la festividad de San Blas tiene lugar en nuestra Comunidad Extremeña es la citada de Los Negritos de Montehermoso, que pasaremos a analizar con más detalles a continuación.

· Celebración

– Inicio de la fiesta, la Velá de San Blas: los actos comienzxan el 2 de Febrero, víspera de San Blas (coincidiendo con «Las Candelas«, pero con celebración diferente):

Al atardecer de ese día, se acude al domicilio de los mayordomos, que obsequia a los asistentes con vino, de la tierra, aguardiente (destilado del anterior) y buñuelos caseros (realizados para la ocasión artesanalmente).

Después, una vez que las campanas de la torre tocan a «La Velá«, salen los negritos y se encaminan a la iglesia: lo hacen sin tiznar y con indumentaria «natural», ataviados sólo con una antigua gorra militar de borla delantera (aunque en el pasado no la usaban, portando en su lugar un pañuelo que llamaban «Rocaol» y que ahora llevan al cuello, similar al que utilizan en otros lugares: como sucede en La Vera, por ejemplo); tocando un pasacalles al son de castañuelas, flauta y tamboril; mientras los mayordomos llevan unos velones encendidos, y algunos faroles los acompañantes.

En la puerta del templo se detienen, y allí bailan «La zapateta» (que es una danza de pie). Una vez finalizada, prosiguen su camino por las calles del pueblo, tocando sin cesar el pasacalles, hasta que llegan a la ermita de San Sebastián, donde repiten la danza anterior (el hecho de acudir a este lugar siempre me llamó la atención: tal vez porque antiguamente la imagen de San Blas se ubicó en esa ermita; o dada la interrelación existente entre ambos santos, sobre todo entre las antiguas sociedades pastoriles…).

Desde ese lugar se dirigen hacia la ermita que cobija hoy a San Blas (y que comparte con el patrón del pueblo, San Bartolomé). En la puerta de ese lugar reiteran la danza mencionada, tras lo que penetran en el citado templo, siempre acompañados por los mayordomos (con sus velones encendidos) y el resto de la comitiva (muchos de los cuales también portan faroles o similares).

En el interior de la ermita vuelven a bailar «la zapateta«, pero ahora individualmente: primero lo hace «el palotero«, pero cada uno de los seis danzantes se lo impide, empujándolo y quitándolo del medio, cayendo sobre los asistentes; después ejecuta el mencionado baile cada uno de los danzarines, acompañados al son de las castañuelas por sus otros cinco compañeros; y así sucesivamente, hasta que lo hacen los seis. Vuelve a intentarlo «el palotero«, pero los danzantes no le acompañan con las castañuelas, a pesar de que les pide colaboración (pues la suyas no suenan, ya que son de corcho…). Después pueden bailar los acompañantes, si así lo desean, a la vez que proclaman gritos de ¡»viva San Blas«! Podemos apreciar, pues, como interviene también el espectador, algo que es muy importante.

Una vez que finaliza el acto, regresan al pueblo al son del musical pasacalles con tamboril, flauta y castañuelas. Y, durante la noche, recorren los domicilios de los mayordomos de años anteriores, donde entonan tradicionales canciones denominadas «Floreas«, que son las más antiguas.

– Día 3 de Febrero, San Blas:

Ese día, por la mañana, el tamborilero acude al domicilio del Palotero para recogerlo, como jefe del grupo que es. Y ambos van a cada una de las casas del resto de los miembros del grupo, que ahora ya están ataviados con su indumentaria tradicional (el traje típico de Montehermoso, más el citado gorro militar; aunque el traje del palotero es diferente, como ya explicaremos en otro apartado), recogiéndolos.

Cuando están todos, se encaminan a la casa de los mayordomos, donde los siete se tiznan la cara con corcho quemado. Tras lo que repiten el acto de la víspera: beben vino o aguardiente, acompañados por buñuelos caseros; y bailan la típica «zapateta«. Y, cuando las campanas de la torre comienzan a repicar, la comitiva se encamina a la iglesia, donde recogen al párroco.

A continuación, se dirigen a la ermita del santo, bailando y tocando un pasacalles al son de castañuelas, flauta y tamboril. Y, en la puerta de ese lugar, ejecutan varias danzas.

Después entran en el templo, donde se inician los actos religiosos en honor de San Blas, con Misa incluida (hace años, llegado este momento, los negritos salían de la ermita hasta que finalizaba la ceremonia religiosa: según algunos, para no interferir en la misma con sus bailes y actos, que consideraban paganos; según otros, debido a sus propias creencias, ya que los hombres eran reacios a las Misas…). Y, llegado el momento de la Consagración, el tamborilero toca el himno nacional (la «Marcha Real» que, como es natural, se incorporó en fases posteriores al origen de esta celebración) con flauta y tamboril, acompañado también por las castañuelas de los negritos.

Cuando finaliza el Sacramento, la comitiva lleva al santo en procesión hasta la Plaza Mayor, siempre acompañados por los mayordomos y negritos, con sus bailes y música ya comentada.

Una vez en ese lugar, nuestros protagonistas ejecutan todo su repertorio de danzas, que suman diecisiete en total: la reiterada zapateta, la golondrina, el cardo, la zarza, el jaramago, el ama del cura, los oficios, la danza del pie, la culebra, la emperadora, la gascona, los vuelos, el mambrú, la moza gallarda, la sorda, el cordón y la zorrita; mientras el palotero realiza una serie de actos jocosos (saltos, muecas, etc.), con el fin de divertir a niños y mayores (aunque existen diversas versiones o interpretaciones acerca de su comportamiento, según analizaremos después); y, entre cada una de ellas, el palotero hace una reverencia al santo a la vez que grita ¡»viva San Blas«! Podemos apreciar cómo, en este momento, los actos religiosos dan paso a los profanos (aunque después regresan de nuevo).

Finalizado el repertorio, y tras un breve descanso, mayordomos y negritos recorren las calles del pueblo con el fin de «pedir la maná«: donativo para el santo, a cambio del popular «Cordón de San Blas» (típico aún en gran parte de Extremadura, como protector para las enfermedades de la garganta, recordando el martirio del santo armenio). Como siempre, al son de tamboril, flauta y castañuelas. Tema ya explicado en otros momentos.

· Fundamentos históricos

Una vez expuesto el ritual de esta fiesta, incluyendo las manifestaciones culturales y relaciones espaciales con otras celebraciones o localidades, también creemos oportuno añadir algunas otras notas de interés.

-Acerca de sus orígenes, y como es natural en estos casos dada su manifiesta antigüedad y ausencia de fuentes escritas, son diferentes las versiones referentes a la gestación y evolución de su conjunto ritual. De todos modos, es lógico que presentemos dos versiones:

Si nos atenemos a la tradición, desde niño nos contaban -al igual que al resto de paisanos- el supuesto origen de esta celebración, del propio grupo de «negritos» y de los festejos o ritos que ejecutan en esta fiesta. Como es natural, siempre lo creíamos así y, aunque hoy ponga en duda ciertos pasajes (propios de toda transmisión oral o de leyendas más o menos reales), todavía el pueblo recuerda o mantiene esta hipótesis como cierta: de ese modo, nos narraban que hace siglos hubo una familia muy pobre compuesta por siete hermanos, que cada año se acercaban al pueblo en busca de ayuda cuando llegaba la celebración de San Blas; y, cambio de la limosna solicitada, ejecutaban una danza ritual (diferente cada año, para evitar ser identificados). Pasados muchos años (dieciséis, según las fuentes orales que nos lo transmitieron), y una vez que habían agotado su repertorio, comenzaron a reiterarlo; pero ahora con la cara tiznada, para no ser reconocidos; a la vez que uno de ellos se adornaba con traje de bufón y se cubría con una especie de mitra episcopal, con la finalidad de hacer reír a los asistentes. Cuando bailaban delante de la autoridades presentes, y estando entre ellos el Obispo de la diócesis, éste los reconoció exclamando: «éstos son los negritos de Santo Tomé, que todos los años nos vienen a ver«…

Así nos lo contaban, y de este modo lo referimos. Sin embargo, recurriendo a los fundamentos históricos, etnográficos y cuanto hemos expuesto al principio, aunque pueda haber cierta aproximación a la realidad en esa versión popular, nos inclinamos por esta otra:

Tras la repoblación medieval que se lleva a cabo en el Valle del Alagón y sus alrededores, y una vez que los rebaños transhumantes de la Mesta inician sus seculares desplazamientos estacionales debido a la interrelación clima-vegetación, una serie de cultos y tradiciones populares se generalizan en esta zona y localidad, enriqueciendo el folklore y la cultura local y extremeña. Como sucede generalmente en este tipo de manifestaciones populares, partiendo de un fondo de elementos culturales propio, se enriquece gradualmente incorporando componente de otros lugares, a la vez que también se exportan hacia otros lares posteriormente. De este modo, y al cabo de muchos años, se llega a la situación actual: con numerosas coincidencias etnográficas, pero también con notorias diferencias. El aislamiento de Montehermoso (sin puente para vadear el Alagón hasta mediados del siglo XX…), unido a sus particularidades propias y riqueza cultural, han motivado que esta celebración (y otras) se haya conservado con gran pureza; aunque también hemos señalado que se han añadido ciertas variantes, como es el caso de la sustitución del antiguo «rocaol» por el gorro militar.

De todos modos, hay aspectos valiosos a tener en cuenta en ambos casos: la aparición de elementos ancestrales prerromanos, el típico añadido de principios religiosos (en este caso, dedicados a San Blas), la incorporación de ingredientes económico-sociales (las sociedades ganaderas), las tradiciones etnológicas seculares (tan ricas en Extremadura), nuestra singular pero variada gastronomía, la participación popular, y un largo etcétera.

· Valoración

Una vez analizado detenidamente todo lo que hasta ahora hemos expuesto, comprobamos cómo esta fiesta es una de las más antigua, identificadora y significativa de Extremadura; no sólo por el número de municipios que afecta o relaciona, sino por sus propios valores intrínsecos y expresivos. Quien ya haya asistido en vivo a su celebración, verá que es cierto cuanto exponemos.

De todos modos, como sucede con otras costumbres y manifestaciones tradicionales y culturales de esta localidad extremeña, la originalidad y riqueza antropológica destaca sobre las de otros lugares. Y, dentro de las numerosas variantes que en honor de San Blas se celebran —o del ciclo festivo de invierno-primavera, incluyendo las raíces protohistóricas— consideramos que ésta es —si no la más importante— una de las más representativa, ya que reúne todos los ingredientes para que sea muy apetitosa: antigüedad, variedad y cantidad de danzas, traje típico, tradiciones (como la velá, el cordón, …), gastronomía, originalidad, relaciones con otras fiesta y lugares, representación de la realidad cultural extremeña, número de vecinos participantes y asistentes, etc.

En los últimos años asistimos a una búsqueda incesante de festejos populares, casi siempre con una finalidad económica manifiesta. Sin embargo, ésta fiesta de Los Negritos de San Blas no hay que recuperarla o hallarla, ya que siempre estuvo vigente en Montehermoso (aunque no tuviera subvención…): prueba de ello es que (como presentamos, y según puede comprobarse en las Hemerotecas de aquellas fechas) el grupo de Los Negritos de Montehermoso (junto con «Las Italianas» de Garganta la Olla), fueron invitados para actuar con motivo de la Coronación de la Virgen del Puerto de Plasencia, el 27 de abril de 1952. Lo que se ha repetido 50 años después, en la misma fecha pero del presente año 2002. Entonces fueron considerados (en unión de las jóvenes veratas mencionadas) los más genuinos representantes del folklore religioso y popular del norte de Extremadura, y aún lo siguen reconociendo: en caso contrario no habrían sido invitados para coparticipar en una conmemoración tan trascendental para los placentinos, entonces y ahora.

Por todo ello, creemos conveniente que dicha celebración o fiesta debería ser declarada de Interés Turístico Regional (de acuerdo con el Decreto 152/1997, de 22 de diciembre). Lo avalan los datos y valores expuestos, así como el evidente hecho de ser una fiesta señera dentro del colectivo más representativo del folklore extremeño y que, aunque posee identidades propias, a su vez condensa o reúne otras que aparecen dispersas por la geografía regional: es, pues, una celebración singular y aglutinadora.

Otros aspectos también influyen en su favor: su propio vecindario (que supera los 5.500 habitantes); las infraestructuras con que cuenta esta localidad (locales y comarcales); su amplia riqueza natural, patrimonial, cultural y etnográfica, en el municipio o en el entorno más inmediato (Hurdes, Sierra de Gata, Coria, Plasencia, etc.); y un largo etcétera que quien lo visita conoce perfectamente (quien no lo haya hecho aún le aconsejo que no se lo pierda, especialmente en la citada celebración del 2-3 de febrero).

Lo que también asevera quien esto escribe, con manifiesto y natural cariño hacia el pueblo donde nació, pero con bastante objetividad.

Oct 012002
 

Luís Vicente Pelegrí Pedrosa.

Madrid, 22 de noviembre de 1598. Don Francisco Pizarro y Pizarro se dirige a la escribanía de Pedro de Prado para redactar inventario de sus bienes, sobre los que imponer los dineros que obtuviese prestados a censo. Como la mayoría de esos bienes se encuentran vinculados en el mayorazgo que heredó de sus padres, fundado en 1578, para hipotecarlos debía obtener facultad o autorización Real[1]. Los obligados dispendios de la vida cortesana llevaban con frecuencia a la nobleza a endeudarse para mantener su tren de vida en la Villa y Corte. Gracias a esta circunstancia podemos contar con la lista de bienes de uno de estos nobles, peculiar sin duda: era el único heredero del más importante linaje conquistador de las Indias, los Pizarro[2].

Don Francisco Pizarro y Pizarro, o Pizarro Inca, era hijo de Francisca Pizarro Huaylas, hija a su vez del conquistador del Perú y de la princesa indígena Inés Huaylas Yupanqui, y de Hernando Pizarro, hermano del mismo conquistador del Perú, que, por tanto, casó con su sobrina carnal para mantener unida la fortuna del clan familiar. Don Francisco Pizarro, unía sangre inca y española y la riqueza que sus progenitores lograron salvar de los pleitos con la Corona, además de la nobleza que le proporcionó la gesta americana de sus antecesores. Signo inequívoco de ello es el uso del don que siempre antecede a su nombre en los documentos.

En este trabajo, que forma parte de un proyecto más amplio que estamos realizando para la Fundación Pizarro, tratamos de acercarnos al estudio de los bienes de uno de los hombres más ricos de Extremadura en su época, en cuyas manos recayó la fortuna labrada por el último Pizarro de la conquista, Hernando Pizarro. Nos centramos en el análisis de cada una de las partidas de inversión de estos bienes, así como en las vicisitudes familiares que favorecieron su concentración en este singular personaje, del cual aún lo desconocemos casi todo, y su posterior zozobra e incluso dispersión en la generación siguiente.

RENTAS DE HIERBA

RENTA anual en maravedíes FINCAS-HEREDADES TÉRMINO Y LINDES
414.933 Ivanejo de Cerro Verde
La Fuente
Morenos
Ocecilla
Suerte de los Miniodos
Trujillo
Linderas en Pizarrales
283.286 Magasquilla
Ruigilejo
Trujillo
Linderas en Aguijones
156.208 Mengalozanas
Asperilla de Alvarnegas
Trujillo
Linderas en Aguijones
85.945 Gamas Trujillo
Lindera con Mengalozana en Aguijones
85.000 Mengabril el Largo Trujillo
Linde con heredad de Malpartida
66.640 Labrados de Tozo Trujillo
Linde con heredades Pero Blasco y Malpartida
56.000 Serrezuela, mitad Trujillo
Linde con Magascona
54.400 Balderresolla Trujillo
Aguijones
40.000 Solanilla de Aguijones, cuarto Trujillo
Heredad Sorda y Río Tozo
30.000 Boticojo(era de Francisco de Galte) Trujillo
Boticojo de Juan Casco
16.000 Atalaya de Francisco de Monroy Trujillo
Atalaya Diego de Vargas
Río Almonte
20.400 Boticojo de herederos Trujillo
Linde con demás Boticojos
18.360 Orrezillos de los Canarios Trujillo
Aguijones. Heredad Sanctiespíritu
14.182 Mariansolo Trujillo
Ejido de ZoritaHeredad Marivela
13.220 Aldea del Obispo Trujillo
Heredad de BurdallosHeredad Río de Toro
13.088 Sorda Trujillo
Aguijones. Solanilla. Valderresolla.
11.000 Guijarral de Marta Trujillo
Ejido. Saboyal
10.660 Mudionzilla Trujillo
Pizarrales. Heredad Herradero
10.000 Palazuelo Trujillo
Pizarroso y Palazuelo de don Pedro Calderón
8.333 Tomilloso de la Umbría Trujillo
Aguijones. Tomilloso de la Solana
9.000 Presas y Maleznas Trujillo
Pudraitilla y Alcairía
8.752 Malpartida Trujillo
Mingabril
12.000 Miguel Gómez Trujillo
Umbría. Capellanía de la Encarnación
6.000 Portera Trujillo
Dehesa de GarcíazHeredad de Valmesado
8.000 Galocha Trujillo
Heredad Rivilla. Torrecilla de la Tiesa
6.375 Ruigil de Aguas Viejas Trujillo
Ruigilón
7.600 Azuquen de los Hierros Trujillo
Hocino Álvaro de Escobar. Suerte Iglesia
8.500 Azuquen de Villasviejas Trujillo
Tierras frailes Santiseteban de Salamanca
6.800 Guadalperal Trujillo
Linde con Guadalperales
7.246 Campillo Trujillo
Dehesa de Ibahernando
5.000 Casillas de Cristóbal Pizarro Trujillo
Perales y Aldegüela
3.400 Solanilla de los Cabos Trujillo
Solanilla Cabos. Morenos
2.244 Encinahermosa Trujillo
Caballería de IbahernandoValhondo de Diego Vargas
6.700 Marivela Trujillo
Marialonso
5.000 Magasquilla de Rueda Trujillo
Magasquilla. Aldeanueva
5.100 Don Lucas Trujillo
Arroyo Bermejo
85.202 Helechoso Montánchez
Dehesa Boyal
124.822 Cuadrado
111 vacas y cuarto de hierba
Medellín
Linde otros Cuadrados
88.332 Cabeza Caballo
108 vacas, cuarto y octavo
Medellín
Dehesa lugar de la Oliva
84.000 Novillero
60 vacas y cuarto
Medellín
Novillero de Gonzalo Torres
73.500 Sierra Ortiga
100 vacas
Medellín
Río Ortiga
52.220 Jarilla
64 vacas
Medellín
Jarilla de don Juan Ibáñez. Tierras de Villanueva de la Serena
40.800 Torvisca
l40 vacas
Medellín. Torre Virote. Tierras de Medellín
37.400 Casillas de Remondo
33 vacas, dos quintos y diezmo
Medellín
Dehesa Boyal
28.200 Don Llorente
23 y media
Medellín
Río Guadiana. Vacas de la Casa de Guadalupe
26.833 Caballería
23 vacas
Medellín
Novillero de don Alonso Mexía
28.152 Cuadrado de Gómez Solís y Cañada de la Zarza Medellín
Linde demás Cuadrados
24.000 Casilleja de Toribio Moreno Medellín
Dehesa Boyal lugar de Don Benito
9.911 Torre Virote
18 vacas y tercio
Medellín
Torviscal. Tierras Casa de Guadalupe
9.500 Casas del Campo
9 vacas
Medellín
Dehesa Boyal del lugar de Miajadas
5.000 Aguijón de Contreras
5 vacas
Medellín
Dehesa del Aljibe
24.107 Casas Blancas de Abajo Cáceres
Casas Blancas de Arriba
359.623
Total en maravedíes: 2.257.351
Total en ducados: 6.019

Las rentas de hierba eran, como es sabido, participaciones del valor de arrendamiento de una dehesa, expresadas en maravedíes al millar. Esta era la forma más frecuente de la propiedad de la tierra en la penillanura cacereña y trujillana hasta el siglo XIX, cuando las desamortizaciones implantaron la tendencia a la plena propiedad privada de los usos de la tierra en coto redondo o cerrado.

CASAS Y TIERRAS EN TRUJILLO
SITUACIÓN LINDES VALOR CUALIDADES
Plaza D. Francisco AltamiranoCarnicerías 30.000
ducados
Casas principales con otras “que él compró y edificó”
Plaza Unas con otras y con otros linderos 12.000
ducados
8 pares de casas
Ejido de la Zarza 30.000
ducados
Casas principalesCon tierras de pan llevar, viñas, huertas, olivares, cercas
Sierra de Herguijuela Viña herederos de Felipe Díaz, mercader.Viña Antonio Méndez CarvajalCapellanía de Carrasco 3.000
ducados
Dos viñas con sus olivares

La lista de inmuebles nos muestra los bienes raíces vinculados por sus padres que él mismo acrecentó, como permite suponer la afirmación de otras “que él compró y edificó”, refiriéndose a las casas linderas con el palacio de la plaza mayor.

OFICIOS
OFICIO VALOR INTERÉS PRINCIPAL
Alférez Mayor perpetuo y dos regimientos 12.500 ducados
Tesorero perpetuo de alcabalas y rentas de Trujillo y su partido 400.000 mrs salario al año
(1.066 ducados)
42.400 mrs el millar
(2,39%)
16.960.000 mrs
(44.522 ducados)
Tesorero y receptor perpetuo, del servicio ordinario y extraordinario 177.281 mrs el millar
Tenencia perpetua de la fortaleza de Trujillo, situada sobre alcabalas 200.000 mrs
salario al año
(533 ducados)
30.000 mrs el millar
(3,33%)
6.000.000 mrs
(16.000 ducados)

Los cuatro oficios que disfrutaba don Francisco Pizarro le convertían en el receptor y tesorero de los principales impuestos cobrados por la Corona en Trujillo, como en cualquier otra población castellana. Los cargos de alférez, alcaide de la fortaleza y la posesión de dos regidurías, aseguraban una clara preeminencia en el Concejo y el manejo de sus asuntos. Con estos derechos perpetuos los Pizarro garantizaban junto a su patrimonio el control de importantes resortes del poder económico y político de la ciudad por parte de su linaje.

JUROS
SITUACIÓN PRINCIPAL RÉDITOS INTERÉS
Maravedíes el millar
Alcabalas de Cáceres y su partido 15.000.000 750.000 20.000
Alcabalas. Partido de Llerena 45.000.000 2.250.000 20.000
Alcabalas. Partido de Llerena 15.000.000 750.000 20.000
Alcabalas. Partido de Llerena 7.500.000 375.000 20.000
Alcabalas de Llerena 4.776.180 159.206 30.000
Alcabalas Fuente del Maestre y su partido 13.750.000 687.500 20.000
Alcabalas Fuente del Maestre y su partido 7.500.000 375.000 20.000
Alcabalas Guadalcanal y su partido 5.000.000 250.000 20.000
Alcabalas Guadalcanal y su partido 3.750.000 187.500 20.000
Alcabalas Trujillo y su partido 15.000.000 750.000 20.000
Alcabalas Trujillo y su partido 3.867.180 193.359 20.000
Alcabalas Trujillo y su partido 1.803.440 90.172 20.000
Alcabalas Trujillo y su partido 1.482.040 74.102 20.000
Alcabalas Trujillo y su partido 480.080 24.004 20.000
Almojarifazgo mayor de Sevilla 13.501.440 450.048 30.000
Almojarifazgo mayor de Sevilla 9.000.000 500.000 18.000
Almojarifazgo mayor de Sevilla 4.866.192 270.344 18.000
Almojarifazgo mayor de Sevilla 1.600.000 100.000 16.000
Alcabalas de Sevilla 4.946.100 164.870 30.000
Alcabalas de Sevilla 1.000.000 100.000 10.000
Tercias de Plasencia 421.200 23.400 18.000
Total, maravedíes 175.243.852 8.524.505
Total, ducados 467.316 22.732

Los 21 títulos de juros detentados por don Francisco Pizarro demuestran en la localización de las rentas de percepción el interés de éste y de su progenitor, Hernando Pizarro, por amortizar capitales en Extremadura. Los juros, como modo de participación en la deuda pública, eran garantía de renta segura, aún a un aceptable interés medio del 5%, veinte mil el millar, aunque ya se encontraban por debajo de la tasa moral y legal de los intereses de censo, que, por tanto, eran en esos años más rentables. En cuanto al riesgo, las quiebras de la Hacienda Pública, por los crecientes costes de las guerras del Imperio, se harían notar precisamente a partir de entonces, al comienzo del reinado de Felipe III.

CENSOS
CENSUALISTA PRINCIPAL RÉDITOS INTERESES
MARAVEDÍES EL MILLAR
D. Luís de Chaves Sotomayor, su mujer e hijos. Vecinos de Trujillo. 18.750.020 133.930 14.000
Don Diego de la Rocha, su mujer y suegra, vecinos de Trujillo 14.280.000 102.000 14.000
Gómez de Solís, su mujer e hijo mayor, vecinos de Trujillo 937.510 66.965 14.000
Pero Martínez Calero y Miguel Hernández Calero, su hermano, vecinos de Trujillo 937.510 66.695 14.000
Tristán de Morales, vecino de Mérida 777.112 53.508 14.000
Total maravedíes 34.744.642 423.098 14.000
Total ducados 92.652 12.444

Los cinco censos demuestran que los préstamos de don Francisco y sus progenitores buscaron prestatarios solventes entre la nobleza y la oligarquía cacereña. Como es sabido el censo al quitar es una forma de crédito hipotecario sin plazo fijo de amortización que en la época que nos ocupa, finales del siglo XVI, tenía un interés del 7%, es decir, una sustanciosa renta para una inversión segura y de poco riesgo.

Fortuna total de don Francisco Pizarro y Pizarro
(DUCADOS)
partidas Valor % sobre valor Rentas Interés
HIERBAS 240.784 20% 6.019 2,5%
JUROS 467.317 40% 22.732 4,8%
CENSOS 92.652 8% 12.444 7%
OFICIOS 73.022 6,3% 1.599 2,8%
CASAS Y FINCAS 75.000 6,5%
JOYAS 30.000 2,6%
VASALLOS 170.666 14,8%
Total 1.149.441 100% 42.794 4,2%

Como puede apreciarse en el cuadro anterior la fortuna de don francisco Pizarro consistía en 7 partidas de bienes: hierbas, juros, censos, oficios, casas y fincas, joyas y rentas de vasallos. Este panorama de inversión es, por cierto, muy parecido al practicado por el de otros ricos indianos cacereños, como Cristóbal Ovando Paredes, Juan Cano Saavedra, o Francisco Godoy[3].

No cabe duda que la mayor parte de estos cuantiosos bienes fueron heredados de sus padres, resultado del titánico esfuerzo desplegado por Hernando Pizarro, el último gran capitán de la Conquista, por salvar de las garras de la Real Hacienda los restos de un gran imperio económico peruano, repatriado e invertido en su mayoría en su Extremadura natal. Aunque aún no estamos en condiciones de afirmar que parte fue adquirida o acrecentada por don Francisco si tenemos algunas noticias por el inventario de sus bienes:

“Las joyas de oro piedras, plata blanca y dorada, que tiene, así de la que Hernando Pizarro, mi padre, quedó vinculadas en su mayorazgo, como las que él de nuevo ha comprado, que uno y otro vale más de treinta mil ducados”

“Sesenta cuentos de maravedíes de principal que se le dieron en el asunto que hizo con Su Magestad, en vasallos de iglesias” (en diversos lugares de obispados de Ávila, Burgos, Astorga, Toledo, Oviedo, Salamanca, Ciudad Rodrigo, Mondoñedo).

Especialmente relevante resulta esta cuantiosa inversión en rentas de vasallos que le garantizaron a don Francisco y sus sucesores cuantiosas rentas en derechos jurisdiccionales. Esta práctica fue continuada por los Pizarro en la adquisición de señoríos sobre pueblos del alfoz de Trujillo.

Como ya hemos dicho don Francisco fue el heredero de los cuantiosos bienes de Hernando y Francisca Pizarro, pero no fue el único de sus hijos. Tuvo dos hermanos más: Juan, e Inés, la más joven, casada con don Diego Mesía de Prado, un noble trujillano establecido en Montánchez. Posiblemente nació hacia 1553. Sus padres se casaron el año anterior, y Hernando Pizarro tenía prisa en dejar descendencia que garantizase la continuidad de su linaje. A pesar de ser don Francisco el primogénito no fue llamado a la sucesión inmediata del mayorazgo de sus padres, como era habitual. Hernando Pizarro hizo preterición de él en beneficio de su hermano Juan, sin que sepamos aún bien el porqué, tal vez las relaciones entre don Francisco y su heroico padre no fueron tan cordiales como parece que lo fueron con su madre.

Sin embargo, la fortuita muerte de sus hermanos y la temprana desaparición de su descendencia le convirtieron en heredero único. Inés había muerto en agosto de 1580, al poco de casarse, y su única hija, Aldonza, debió morir poco después. Juan, el mayorazgo, ya había desaparecido en diciembre de 1581, al poco tiempo de las bodas de su madre y de su hermano. Juan no llegó a contraer matrimonio, si bien su madre menciona en su testamento, realizado en 1598, a un posible hijo natural de éste, Hernando. [4]

Este azar biológico permitió la concentración del patrimonio de los Pizarro en una sola persona. Pero los cuantiosos gastos de don Francisco, posible causa del inventario que analizamos, y de su madre, mermarían sensiblemente la herencia. Habida cuenta de las atenciones que tuvo doña Francisca Pizarro con su esposo y suegros, venidos a menos por los pleitos que azotaban las propiedades de su condado.

Don Francisco tuvo una azarosa vida sentimental y matrimonial, como era frecuente en un noble que pretendía garantizar la continuidad de su estirpe. Casó con Francisca Sarmiento y Castro en 1581, meses antes de que su madre, doña Francisca Pizarro hiciera lo propio con el hermano de ésta, don Pedro Arias Dávila Portocarrero, hijo de los segundos condes de Puñonrostro. Con ello la nuera de doña Francisca se convirtió en su cuñada. Ambos matrimonios demuestran el interés de la nueva oligarquía indiana, representada por los Pizarro, por entroncar con la nobleza castellana, encarnada en los Puñonrostro, aunque en éste caso no muy antigua en cuanto a título y no muy boyante en cuanto a rentas[5] que así conseguían sanear.

Fruto de este primer matrimonio fue Juan Hernando Pizarro, que conseguiría el título de marqués de la Conquista, y otra hija llamada Francisca que no dejó descendencia. En segundas nupcias matrimonió nuestro protagonista con Estefanía de Orellana y Tapia, con quien tuvo un hijo, Gonzalo. El azar del destino y la alta mortandad de la época hizo que los hijos de estos matrimonios, o en el caso de Juan Hernando la hija de éste, murieran sin descendencia, y quedase como heredera de su fortuna, e incluso del título de marqués de la Conquista, Beatriz Pizarro, hija natural legitimada, nacida hacia 1606, fruto de su unión con Micaela Manrique con la cual convivió en Trujillo en la última etapa de su vida, tras haber enviudado dos veces.

Parece ser que don Francisco alternó su residencia en la Villa y Corte, donde fijó su residencia su madre tras su segundo matrimonio, con estancias en Trujillo, en los palacios construidos y remozados por sus progenitores de la plaza mayor y la Zarza, donde, según las crónicas de la época vivió con el fasto de una pequeña corte. Aquí se estableció para cuidar directamente de sus propiedades e intereses. En 1598, año de la realización del inventario de sus bienes, figuraba como vecino de Trujillo, y tal vez en esas fechas, tras la muerte de doña Francisca Pizarro, dejase definitivamente Madrid.

No es mucho más lo que sabemos de la vida privada de este personaje. Lo poco que traslucen los protocolos notariales, reflejo ante todo de actividades económicas y contratos. Sin embargo, contamos con una fuente inestimable, el Memorial de Tenuta de los mayorazgos de los Pizarro que, aunque redactado más de un siglo después de su muerte, en relación a la legitimidad de su hija, nos describe, en boca de varios testigos, rasgos de su personalidad[6].

Por testimonio del comendador Fray Francisco Vélez, de oídas al licenciado Huñez, cura de la parroquial de la Veracruz, de Trujillo y al padre Fray Rodrigo de Herrera, religioso de su convento: “don Francisco era un hombre muy grave, áspero y de terrible condición, y los caballeros más principales de aquella ciudad le veneraban y respetaban”.

El doctor Valverde, que le atendió en sus últimos momentos afirmaba: “si yo le voy con ese mensaje echárame con los diablos, y le temo tanto que cuando le tomo el pulso tiemblo, de manera que aún le juzgo de las calidades de él”. Y otro día, “estando el testigo instando a don Francisco para que tomase un poco de substancia, habiendo tomado dos cucharadas de ella, asomó la cabeza el doctor Valverde por entre los que se hallaban presentes, y viendo que dicho don Francisco había reparado en él, dijo: mucho me huelgo, señor don Francisco, de haber visto el buen ánimo con que vuestra merced ha tomado esa sustancia, y él respondio: ¿huélgase mucho?, pues porque no se huelgue no quiero tomra más, vayase de ahí” (Memorial: párrafo 166).

En 1621 aún vivía, pues con su hija, doña Beatriz, ingresó como hermano de la Cofradía de la Concepción de Trujillo, (Memorial: párrafo 157). Probablemente murió al año siguiente.


NOTAS:

[1] INVENTARIO DE PROPIEDADES DE DON FRANCISCO PIZARRO Y PIZARRO. PARA SERVIR DE HIPOTECAS DE CENSOS. Madrid, 22 de noviembre de 1598. Archivo Histórico de Protocolos Madrid. Escribano Pedro de Prado. Protocolo 1.359. Usamos la transcripción de VÁZQUEZ FERNÁNDEZ, L.: Tirso y los Pizarro. Aspectos históricos documentales. Cáceres, 1993, pp.323-334.

[2] VARON GABAI, R.: La ilusión del Poder. Apogeo y decadencia de los Pizarro en la conquista del Perú. Lima, 1996.

[3] PELEGRI PEDROSA, L.V.: Los Cano-Moctezuma. Un Linaje indiano entre Cáceres y México. Cáceres, 1998.

[4] ROWSTOWROSKY, M.: Doña Francisca Pizarro. Una ilustre mestiza. 1534-1598. Lima, 1989, pp.73-75.

[5] No sabemos si doña Francisca conoció a su futuro marido antes del matrimonio de su hijo o después. Para M. Rostworowsky tal vez fue una imposición de los Puñonrostro que Francisco se casara antes que su madre para asegurar una ventajosa boda a su hija, dada su débil situación económica. Y don Francisco pudo acceder a la voluntad de su madre de entablar esta política matrimonial, pues no puso ningún obstáculo ni a éste ni a otros de sus deseos, como sus cuantiosos gastos en Madrid. Rowstowrosky, cit. pp.68-70.

[6] Memorial Ajustado hecho con citación de las partes del pleito que pende en el Consejo. Publicado en Madrid en 17 de octubre de 1742. Recoge los argumentos y las consiguientes pruebas genealógicas de todas las partes en litigio. Archivo de la Fundación Pizarro, Trujillo.

Oct 012002
 

Ángel Paule Rubio.

Estas construcciones circulares en piedra. Los Muros, forman parte de un mundo paleozoico de características propias. Estamos en la Alta Extremadura, constituida a principios de la era Primaria, debido al levantamiento de la Orogenia Caledoniana.

Sus materiales son metamórficos y plutónicos. Los primeros están formados por pizarras, esquistos y algunas cuarcitas.

Este emplazamiento está entre la Comarca de la Sierra de Gata y Las Hurdes, al N. Por el S. Las Vegas del Alagón y las del Tajo. Paisaje alomado con pequeñas elevaciones recostadas en la eminencia de la Sierra de Dios Padre.

Económicamente depende del monocultivo del olivar y de una pequeña, hoy, cabaña ganadera de cabrío y lanar.

Hidrológicamente está regada por los ríos Trasgas y Pedroso. Arroyos de poca entidad, como son la de Santa María, Arroyo de las Vegas y Jarales, complementan el sistema hidrológico.

Villanueva es un nudo geográfico importante. Por carretera se comunica con Hurdes-Salamanca, con la N. 630 en Plasencia, con Cáceres por la carretera comarcal Coria-Hurdes y con Portugal por la también comarcal Hervás -Valverde. En Villanueva está el cruce de las carreteras citadas. Actualmente, todas ellas, están en óptimo grado para ser transitadas.

Sus coordenadas geográficas son: 40° 12′ 00 de latitud Norte y 6° 24′ 17″ de longitud Oeste.

Centrándonos en la Historia, hace 2500 años, los pueblos que habitaban el corazón de Europa, al S. de Alemania, E. de Francia, N. de Suiza y O. de Austria, compartían una serie de rasgos culturales: lengua, costumbres, organización social y económica, elementos materiales, ideas y creencias. Esta identidad fue reconocida por los escritores greco-romanos como la KELTIKE. Este pueblo centroeuropeo de finales de la Edad del Hierro, se expansionó y se adueñó de buena parte del continente europeo. Herodoto, el famoso historiador del S. V a. de C. En su Geografía (11,33,3 y IV, 49,3) sitúa a este pueblo más allá de las Columnas de Hércules, es decir, del Estrecho de Gibraltar, en el finisterre ibérico. Avieno, escritor del S. IV después de Cristo, ubica a los celtas, hacia finales de la Primera Edad del Hierro, como habitantes de la fachada atlántica europea.

Carpetanos, Vacceos y Velones, tienen substrato celta, formado por aculturación y evolución. La cultura vettona de «Las Cogotas» evidencian su celtización a partir del S. V. a de C. y posteriormente aparece en Extremadura. Esta expansión, la documenta Plinio al relacionar sus nombres, lengua y religión. Por ej.: Los topónimos en «briga» formados por nombres romanos, como lulóbriga, Augustóbriga, Lerábriga, Montóbriga y Tongóbriga.

La Cultura Castreña del NO, constituyó el área céltica por excelencia. Los castres, interpretados como túmulos funerarios, o como santuario de los dioses, era un pueblo en altura, fortificado, formados por sus viviendas circulares, de reducidas dimensiones.

Si examinamos la pervivencia de elementos léxicos populares, pudieran ser indicadores de la presencia célticas en nuestra Comarca: Aramio, tierra de labranza; labija, parte del arado; arado, carro, mijo, aliso, brio; cama, parte del arado; escombro, por citar unas cuantas.

Tratando de obras en piedra, los celtas muestran sus gustos por las construcciones curvilíneas, por dinteles y jambas de piedra. Tapiales, tierra apisonada, son sustituidos por el adobe, que para mayor consistencia embuten postes de madera. Divinidades celtas, encontradas en nuestra Comarca. Representaciones de cabezas humanas, esculpidas en piedra, de doble cara o bifronte, al igual que las cabezas cortadas célticas, como la hallada en Pino franqueado, las del N. Del Tajo, o las del castro de Yecla de Yeltes, en Salamanca.

Por último, citemos, como estudioso del «muro» a Robert Brown, un inglés, que allá por los años 1980-90 se impuso la tarea de hacer un estudio exhaustivo de las viviendas circulares, empezando por el norte, continuando, por donde la información que le llegaba, hasta nuestra Comarca, que en sus palabras, le pareció muy importante y sobre todo muy numerosa. Su trabajo iba dirigido al estudio singular del «muro» y sus relaciones con la K.ELTIKE, la cultura céltica.

Todos conocemos, que estamos dentro de un substrato celta. Por ello, los hombres, en virtud de la inercia, han seguido edificando de la misma manera que lo hiciesen nuestros antepasados. Las Hurdes, pródiga en construcciones circulares, con paredes y tejado de piedra. Los entramados de madera de Robledillo, paredes de tapial y adobes y hasta el gorro de montermoseña también son celtas.

Varios pueblos de esta comarca se resisten a perder sus ancestrales costumbres. Ahigal, Torrecilla de los Ángeles, Calzadilla, Villanueva de la Sierra, Monfragüe, no quieren perder su identidad, reconstruyendo sus muros, o construyendo en sitios visibles al viajero para lanzar su mensaje. Algo late en el interior que valora la etnohistoria de estas casas redondas que hemos recibido y queremos legarlas a la posteridad.

Mi objetivo, lo concretaré:

  1. Ofrecer líneas alternativas de desarrollo del mundo rural que complementen las formas tradicionales agrícolas y ganaderas, como el fomento del turismo rural.
  2. Mejorar la calidad de la comarca a través de nuestros pueblos, mediante la adecuación, restauración y conservación de sus vías pecuarias, corrales, y «muros».
  3. Intentar impulsar un desarrollo respetuoso con el medio ambiente.
  4. Crear en cada pueblo una Escuela-Taller, o «amigos de la Arqueología para reparar los daños que el tiempo ha producido en nuestro entorno.
  5. Adecentar los caminos pecuarios menores de cada localidad limpios y expeditos para poder hacer un relajante turismo agrario.

Hay una legislación vigente sobre vías pecuarias del 23-33-1995, que señala las medidas de estas vías. Cañadas, 90 varas; cordeles, 45 varas y veredas 25 varas. Además de abrevaderos, descansaderos y majadas. Amojonamiento, una vez, aprobado el deslinde y modificación de trazados por razones de interés público, son entre otras las Real Orden.

Vamos a ir perfilando y cimentando nuestro estudio. Las casas hurdanas de mampostería de pizarra, fueron en sus comienzos circulares, propias del estilo castreño o celta. Las alcobas no tenían puertas. Un poyo corrido, en su interior, que servía a la vez de «cantaera» o poyo para el agua, o para sentarse, según los estudiosos del celtismo. El sobrao, lugar para le leña y otros enseres. Así, este tipo de construcción se observa en muchos pueblos de la Sierra de Gata.

Las majadas, para el ganado cabrío, construidas de mampostería a piedra seca., estaban formadas por un complejo pastoril: Corral para el ganado asnal o mular. «Córrala » para el ganado cabrío. Chivitero, para los chivos, hasta su destete. Por último el «muro» a vivienda del pastor. Esta es nuestra Arquitectura Negra.

Los pastores y sus andanzas.

Estos hombres y mujeres, dormían en el campo. Su vida era una entrega total por sus ganados. Se levantaban muy temprano para ordeñar y «echar los chivos». Se llevaba la leche al pueblo y después a «sacar el ganao» Esto comentado así era común para estos pueblos de la Sierra de Gata y el Valle del Alagón.

VILLANUEVA DE LA SIERRA Y SUS MUROS.

Con este título, pretendemos adentramos en el estudio del chozo, edificación circular, de uso en casi toda la Península Ibérica.

Estos chozos, en general, son construcciones de materiales pobres y, claro está, concordantes con el entorno. Material de pizarra y granito y estructuras totalmente vegetales.

Suelen ubicarse en el campo, a media ladera, junto a cañadas, cordeles y caminos locales, nuestro caso. Por ellos pasaba el ganado al lugar de descanso, por la noche o, a campear, por el día

El ganado puede ser cabrío o lanar, en las modalidades de fijo y trashumantes.

Por su tipología, los chozos, los vamos a clasificar en:

  1. Por los materiales arquitectónicos:
    1. Chozo de planta circular, con muros de piedra o pizarra y con cubierta vegetal, de escobas o bardo.
    2. Chozo de planta circular, que desde el suelo, está formado por varios postes de madera, «cabrios » formando cono y revestido de escobas y bardos.
    3. Chozo circular de piedra, formando un círculo hasta la altura de 1,50 y, a partir de ahí una cubierta cónica, por aproximación de hiladas cerrando el hueco, denominada falsa cúpula.
  2. Por sus funciones:
    1. Chozo-vivienda para ganaderos trashumantes.
    2. Chozo-vivienda para ganaderos fijos.

El chozo, objeto de estudio, que vamos a estudiar, responde al chozo núm 3-a, por su tipología y al chozo núm 2-b, por sus funciones.

Esta arquitectura responde a la denominación de «muru», en casi toda la comarca de la Sierra de Gata y del Río Alagón. Son puntos muy importantes, por su riqueza en número, conservación y esbeltez y, no menos, por su estructura los muros de Ahigal, Mohedas, Santibáñez y Villanueva de la Sierra.

Abandonando ya, el nombre de chozo, en general por el de «muro» en particular, nos centraremos en los muros encontrados en Villanueva de la Sierra. Hasta el momento, el autor del trabajo, ha localizado en este término de Villanueva de la Sierra, diez y siete. Todos de piedra pizarrosa, por lo general o granítica, de falsa cúpula y con la misma funcionalidad y tipología

Este complejo ganadero está en el campo, a una distancia de un a cinco km. del núcleo urbano. Todos han tenido, en el siglo XVII- XIX, el mismo motivo, albergue de pastores de ganado cabrío. Se levantan en lugares protegidos del viento, en solanas y orientados según las condiciones meteorológicas del lugar.

Tomando como centro el «muro», habitáculo para pastores de cabras, sus anexos serían:

El corral: Una construcción de pared de piedra superpuesta asentadas sobre barro, o sin él. Sus dimensiones oscilan entre 50 a 100 m. de longitud, por 40 a 60 de ancho, formando un rectángulo.

La pared de dimensiones 1,30 a 1,50 m. de altura y un grosor de 0,60m. todo de piedra, rematada por la parte superior con un piedra de mayores dimensiones como coronación de la obra, un poco salidiza para protegerla del salto del ganado y darle mayor solidez. El interior de este recinto, importante, está poblado de encinas, que servía de agostadero y de invernadero, protegiéndolo de vientos y lluvias El chivitero:

Un reducido espacio, al lado del muro, donde se metían los chivos por el día, ya que no iban al campo con sus madres y esperaban el momento del regreso de sus madres para mamar. Este hecho, que el pastor, llamaba «voy a ahijar a los chivos», consistía en poner a cada hijo con su madre, pues no siempre, la madre «quería» a su hijo, y el pastor emparejaba y sujetaba a la madre para que le diera su leche. No siempre ocurría esto, ya que, por lo general, las madres e hijos compartían el amor del encuentro por la noche, con intensidad. Al día siguiente, los chivos iban a su chivitero, repitiéndose el idilio pastoril. -El «Muro»:

Allí, en su reducido espacio, dormía el pastor y la familia. Su camastro era de helechos que se ponían encima de unos » cabrios » y piedras. Un cobertor de los ladrones, en lenguaje pastoril, cubría los helechos y otro tapaba del frío a los durmientes. Al lado del lecho, el hogar, donde hacían su comida y servía para calentar la reducida estancia. El humo salía a través de pequeñas ventanas, que además servían para vigilar el exterior y cuidar del ganado. Unas pequeñas alacenas, donde ponían su ínfimo menaje. Colgado de una estaca la bandola o el zurrón (piel de cabra o chivo curtida atada por las patas) donde guardaba la vianda, el cuerno con aceite y vinagre, y otro más reducido donde se guardaba la sal. Ambos cuernos cortados por los extremos eran sellados con un corcho, uno fijo, el más delgado y otro, que servía de tapadera. Un caldero, una cazuela de barro, cucharas, en principio, de madera. El candil de aceite, iluminaba tenuemente el recinto

La comida era frugal. «Sopas canas» hechas con aceite, leche y pan. Los «tasajos», carne de cabra adobada con sal, pimiento y ajo, secados y colgado de una cuerda. «Leche miga», sin comentario, que el pastor, tomando su caldero, que siempre le acompañaba, echaba pan picado y después, se acercaba a la cabra, que para él, era la mejor, y ordeñaba directamente , de la «teta» al caldero, sin previa cocción, con temperatura propia que la Naturaleza pone al servicio de las crías, ni alta, ni baja, la óptima.

El pastor salía al campo, tocaba la flauta y el tamboril y, al anochecer, llegaba a su «muro». Su mujer o madre le llevaban la «vianda», cenaban juntos y, el calor de la lumbre y el calor humano, relajaban a aquel pastor y pastora en un adormecer profundo y lleno de felicidad, hasta un nuevo día La misma canción con tonadas distintas. Estampa pastoril. Costumbrismo del pasado. Escenas para el recuerdo.

Quiero rendir mi sincero homenaje y emocionado con el sentir de estas letras, a estas gentes, que día a día, superando obstáculos, nos han legado este acervo patrimonio cultural que, por justicia, no debemos dejarlo al capricho del olvido.

GANADERÍA. LA VIDA ECONÓMICA Y SOCIAL DE LOS PASTORES:

Se mueve en torno a la cabra y sus productos. La majada, está en tomo a 150-200 cabras. Una buena utilidad está en sus excrementos, que sirven para estercolar el olivar. Leche y queso forman parte de una economía de subsistencia. Las crías se venden para carne y con su importe se compra lo necesario para continuar el ciclo autárquico de su independencia económica.

Parte integrante son los perros con sus funciones bien definidas. Perro/para defender al ganado de las acometidas del lobo y, perros, para guiar y conducir el ganado, por donde el capricho del pastor le indicaba. Mulos y burros, animales de carga y transporte, adaptados al terreno, forman el complejo pastoril.

Remedios curativos:

El aislamiento del pastor en el campo, motivó una medicina natural. Usaba las plantas para combatir ciertas enfermedades, tanto en el hombre como en el animal.

La celedonya, le sirve para cicatrizar las heridas. La malva, como antinflamatorio. La torvisca, para combatir la diarrea, de apósito y de cuerda para atar los entablillados de las patas rotas. El saúco, para la infección de los ojos. Sólo por citar algunas plantas.

El aceite de oliva se usa para curar la hinchazón del hocico de las cabras. Esta enfermedad la llaman los pastores la «Zangarriana».

Una torvisca atada al rabo cura la cagalera o «zurria»

Cuando a una cabra tiene dañado un ojo y no ve, el pastor hace un agujero en la oreja e introduce una correa de 7 ó 8 cm de larga y 0,2 cm de gruesa. La anuda a ambas partes, para que no se caiga y, todos los días, como a los pendientes de los niños, se corre de un lado para otro. Esta enfermedad la llaman los pastores «La nube»

Saber popular:

El pastor, a través del ganado, diagnostica los fenómenos atmosféricos que se avecinan.

Los movimientos anormales de cabras y chivos, saltos y brincos, pronostican lluvia o viento. La pesadez del ganado para salir del corral, se entiende como si una fuerte tormenta se avecinara.

Entretenimiento.

El pastor toca la flauta y tañe el tambor. Ambos instrumentos los fabrica en las largas horas del día. La flauta la hace de madera de saúco, de olivo o de encina. Suele adornarla con incisiones que forman motivos caprichosos. El tamboril, formado por un cilindro de madera y cubierto en ambas partes por una piel, generalmente de perro, que el pastor ha curtido debajo del estiércol, en cocción, de sus propios animales. Castañuelas, de madera de encina, cachimbas de brezo, cucharas y tenedores de olivo o de alcornoque. Es propio para el momento el refrán » El vagar hace cucharas». Sólo necesita un instrumento, la navaja. Con ella decora los morteros con preciosas filigranas, con un barroquismo no aprendido en los libros.

Vocabulario:

  • Quea ajito com’un chivino con dos madres. Equivale a repleto.
  • Dati con manteca pa los tus jocicos. Contento.
  • Esta cabra está cogía, tapa o cubría. Cabra preñada.
  • Zangarriana .Enfermedad de las cabras.
  • A jincha pellejos. Comer mucho.
  • El lobo me apergolló la cabra. Apresar fuertemente.
  • Las cabras se bandean bien. Pastar bien.
  • Bandujo. Intestino de un animal.
  • Bemonda. Animal en celo.
  • Buraco. Agujero en el muro.
  • Betijo. Palo que se pone a los chivos en los bezos, entre la boca, para que no mamen.
  • Cagalutas. Excrementos de ganado cabrio
  • Caramanchón. Una superficie pequeña con mucho monte bajo.
  • Cascarrias. Bolas de excrementos pegadas en las vellosidades anales
  • Comisquear. Animal que come brizna a brizna. Comer con desgana.
  • Chinfonía. Fuego muy vivo
  • Despezuñar. Animal con pezuñas dañadas.
  • Embuchao. Animal que necesita evacuar.
  • Emberrinchinao. Encelado. Macho cabrío con furor genético
  • Espurriar. Sonido estridente que hacen los chivos al retozar.
  • Entripa. Indigestión por exceso de comida.
  • Farraguá. Llenar de frutos el hueco que queda entre la camisa y el cuerpo.
  • Fruncia. Hierba fina y aislada.
  • Fusca. Monte bajo y espeso, que ensucia el campo y sin utilidad.
  • Gandumbas. Testículos de un macho cabrio.
  • Jimplá. Hastiada de comida.
  • Jorra. Hembra que no procrea.
  • Lampar. Lamer.
  • Manganillo. Palo que se cuelga del pescuezo del ganado.
  • Manchoneá. Cabra de dos colores.
  • Rezumbal. Ruido producido por el viento al pasar entre árboles.
  • Verrionda. La cabra mueve el campanillo para atraer al macho.

MUROS. LOCALIZACIÓN, DIMENSIONES Y ESTADO DE CONSERVACIÓN

  1. Situación: Arroyo de la Degollá o el Corral del Herrador. Carretera de Villanueva a Pozuelo de Zarzón, junto a una fábrica de aceite de orujo derruida. Lado izquierdo a l00 m. Bien conservado.
  2. Laguna Vieja. El higueral. Hoy es una finca de Ernesto Paramio. Conservado
  3. Valle del Melonar. Junto al camino en la finca de Ernesto Paramio.
  4. Molino Tejao. Finca de Cásasela. Linda con el camino. Conservado.
  5. El Pinche. Madroñal de Duran. Conservado.
  6. El Bardal. Carretera dirección Hervás a 3 Km de Villanueva, al lado derecho. Conservado
  7. Río Pedroso. Finca de la Correa. Subiendo margen derecha. Semiderruido.
  8. Vega de los Cacheras. Los Jarales. Semiderruido.
  9. Laguna Vieja. Muro del Sordo. Derruido.
  10. Camino del Teso Lengo. Finca de Ceferino. Conservado.
  11. Las Reyertas. Vega de los Cacheras o muro del estanquero. Semiderruido
  12. Las Vegas. Finca de Paulino Martín. Muro de Vega Cachera. Conservado
  13. Vega Cachera. Las Vegas. Semiderruido

LEYENDA DE LOS MUROS ANTERIORMENTE CITADOS

Dimensiones: 1 2 3 5 6
Altura 2,50 m 3,50 m -3.00 m 2,80 m l,00 m
Diámetro 3 m 3 m 3,3 m 2,7 m 2,5 m
Grosor 0,6lll 0,7 m 0,8ni 0,7 ni 0.65 m
Puerta Adintelada Adintelada Adintelada Kn esviaje Adintelada
Ventanas 1 2 2 ^ 2
Orientación NW SW NW NW NE
Voladizo Si Si Si Si Si
Vasaleras 3 2 3 3 3
Cúpula Falsa Falsa Falsa Falsa Falsa
Material Granito Pizarra Pizarra Pizarra Pizarra
Conjunto Corral Corral Corral Corral Corral
Cercado Cercado Chivilero

NOTA: Todos los muros responden a las características descritas en la tabla anterior. La falsa cúpula está cubierta de tierra -‘que se apoya en el saledito. Las ventanas y vasaleras son de dimensiones aproximadas de 0,40 x 0,60 m. Generalmente las ventanas tienen forma de saeteras y finalidad de observación.

Todos los conjuntos pastoriles están formados por corrales poblados de encinas que protegen al ganado. Los chiviteros suelen ser pequeños para crear un ambiente adecuado a la cría del ganado. La falsa cúpula se inicia a partir de 1,5 m.

CONCLUSIÓN

Esta Arquitectura popular pastoril, llamada arquitectura negra, se repite por toda la geografía y especialmente por nuestra Sierra de Gata. El chozo de ramaje y forma cónica, en esta comarca ha desaparecido totalmente por perder su funcionalidad. En cambio el muro, construcción pétrea sigue desafiando el tiempo y nos está diciendo que lo miremos y mimemos para seguir manifestando una cultura celta, que fue la de nuestros ancestros velones. Conservemos los muros.

mapaMapa de la zona

img1Pasaje Arroyo de «La Degollá», construido de granito. Está en el límite de la unidad granítica de Bejar-Plasencia.

img2Paraje «Laguna Vieja», construido de pizarra areno-arcillosa.

img3Paraje «Valle del melonar», construido de pizarra terreno-aluvial.

img4Paraje «El Pinche», construido de pizarras carbonosas.

img5Paraje «El Bardal», piedras de arena arcilla.

img6Falsa cúpula del muro del Madroñal. Se aprecian las hiladas de piedra que cierran la cúpula.

img7Camino del «Teso Lengo». Pizarras y granitos. Zona límite entre la unidad granítica Bejar-Plasencia y la unidad platónica de Santibañez.img8

Las Vegas. Construido de pizarras.

Oct 012002
 

Roberto C. Montañés Pereira.

Licenciado en Geografía e Historia

1.- Introducción

Siempre que se evoca la comarca hurdana indefectiblemente aflora, como simple acto reflejo, la impresión paradigmática de miseria y pobreza extrema que la llevó al dudoso honor de ser considerada como “baldón de España” gracias a los inmensos ríos de tinta obra de cronistas, viajeros, científicos o simples curiosos que caminaron por sus valles angostos y percibieron su terrible miseria, personajes que sirvieron de estímulo para aquellos otros que desde los diarios nacionales se apuntaron a la moda de glosar las penalidades infrahumanas de Las Hurdes en la que, en no pocas ocasiones, daban cabida a sus propias aspiraciones novelescas. Y es que en el tratamiento del tema, ya sea desde un punto de vista periodístico, cientifista o simplemente moralista nos encontramos con perfiles difusos, una carga legendaria de tal calibre que uno tiene la impresión de perderse en un laberinto de impresiones confusas que lo sitúan entre el mito y la realidad positiva.

La presente comunicación tiene como modesto fin apuntar las claves que permitan desentrañar, tarea ciertamente compleja, las verdaderas intencionalidades que subyacen en los casos que se citan a la par de abordar de manera desapasionada las verdades históricas de tales asertos que consagraron más que configuraron la denominada ignominiosamente “leyenda negra” de las Hurdes.

2.- La “leyenda negra” de las Hurdes. ¿Mito o realidad?

Una leve mirada a la profusa bibliografía que versa sobre esta remota región norextremeña basta para comprobar la variedad de juicios y amplitud de comentarios de mas variopinto origen que de han vertido desde dispares campos de análisis. Y es que de Las Hurdes se ha dicho casi todo y desde todas las ópticas interpretativas. Desde posiciones nada fundadas, desde la más estricta fabulación teñida de un cientifismo vano se han formulado numerosas teorías para explicar el estado misérrimo de absoluto abandono e incomunicabilidad de la zona imprimiéndole su caracterización, su terrible losa de atraso y pobreza.

Estos exegetas del “infierno hurdano” partieron forzosamente de unas fuentes primarias, de todo un legado de comentarios rescatados del ámbito literario fundamentalmente que el uso frecuente y el otorgado valor testimonial transformaron en auténticos actos de fe.

Entre los primeros testimonios que mencionan las particularidades de esta zona incivilizada contamos con la obra de Alonso Sánchez “De Rebus hispaniae”, en la que ya se define el área de los valles de la Jurdes y las Batuecas como un ejemplo de abandono cultural, como un núcleo aislado de la civilización circundante, cuyos moradores, en un estado de salvajismo atroz tan sólo se alimentaban de bellotas. Parecidos caracteres se desprenden de la obra del genial dramaturgo Lope de Vega en su obra “Las Batuecas del duque de Alba” impresa en 1633.

Estos y otros escritos comienzan a configurar y por ende a difundir una imagen siniestra y misteriosa de las gentes hurdanas y de su comarca en sí como un islote arcaico y precultural poblado de seres extraños y en el que se dan cabida toda suerte de prácticas heterodoxas.

Numerosos intereses de carácter socioeconómico e institucional (el dominio feudal ejercido por el municipio de La Alberca, que alimentó todas estas leyendas para favorecer el hermetismo de la zona y continuar la explotación de sus escasos recursos apuntalando con ello la dominación de sus habitantes) fraguaron en el imaginario colectivo de la época una concepción mítica de la zona alejada de los patrones y los cauces formales de progreso social y material. En este sentido se insistía en que las Hurdes conocían un desarrollo histórico desigual (se argumentaba el estado de aislamiento atribuyéndolo a su escasa permeabilidad al trasiego de pueblos y culturas histórica), un tempo de evolución marcadamente pausado que había revertido en sus condiciones espirituales (predominio de la hechicería en sustitución de la cosmovisión religiosa) amén de otras circunstancias, causas y consecuencias a su vez del olvido institucional y del más abyecto abandono moral y material.

Las primeras iniciativas de regeneración de la miseria hurdana y restauradora de la dignidad de sus habitantes corrió a cargo de la Iglesia, para quien el estado de postración intelectual, material y sobre todo espiritual, tendente a la relajación más absoluta suponía una afrenta a la propia identidad nacional y ponía en entredicho el prestigio de las propias autoridades diocesanas. En suma, la institución eclesiástica se erigió en el primer organismo asociativo que se planteó como meta la lucha contra un ejemplo infame de desidia moral y física que diezmaba una población descarriada.

En este sentido destaca la fundación de dos instituciones piadosas: el Convento carmelita de San José del Monte de las Batuecas y el Convento de los Ángeles en las cercanías de Pinofranqueado. Sin embargo, el gran impulso de la labor de apostolado en la zona se debe al Obispo de Coria Juan Porras de Atienza, llamado “Ángel y Apóstol de las Hurdes”, quién encaminó una tarea ardua de construcción de edificios eclesiales y residencias de párrocos encaminados a dotarlos de ministros que bajo su abnegación reparasen el estado lamentable de desamparo espiritual de sus feligreses, acostumbrados durante largos años a la indolencia de un sacerdocio viciado y corrompido[1].

Su estela sería continuada años más tarde por otro ilustre prelado hurdanófilo, el Obispo de Plasencia, Francisco Jarrín, quién acompañado por el deán de la catedral placentina José Polo Benito, patrocinó un nuevo impulso regenerador en la comarca a partir de la fundación de la sociedad La Esperanza de Las Hurdes y de la publicación de la revista Las Hurdes, cuyo primer número apareció en 1904. Dicha publicación se convirtió en un foro de discusión y debate encaminado a plasmar las visiones que cualificados autores tenían sobre el país hurdano así como la centralización todas las iniciativas y llamamientos a la concienciación ciudadana sobre la terrible miseria que azotaba la zona y que no tenía parangón en cualquier país civilizado. Los artículos solían abordar distintos aspectos de la realidad hurdana, fundamentalmente aquellos de tipo etnológico o antropológico además de encauzar las críticas hacia la inacción e indolencia institucional y la dejadez administrativa achacando al caciquismo conservador la falta de resultados prácticos[2].

El siglo XIX es la centuria de la ciencia positiva y en consecuencia, diversas disciplinas científicas (Geografía y Antropología) van a encontrar en Las Hurdes, un filón virgen e inexplorado, como fuente de estudio e investigación, acentuado más si cabe por la aureola legendaria que envolvía la comarca. Estas investigaciones parten de un doble propósito: prospectivo y propedéutico. El primero basado en el estudio de campo, en el conocimiento de sus realidades y por ende en la desarticulación de todo el entramado mitológico que había alimentado la ignorancia y el desconocimiento de sus singularidades. El segundo es una consecuencia directa del objetivo anterior, pues dentro de las tesis productivistas tan en boga en la época que sintetizan conocimiento científico y progreso material se entiende que fruto de los estudios sistemáticos y los dictámenes correspondientes que arrojan luz sobre las oscuridades hurdanas pueden conocerse las causas del atraso y por lo tanto determinar los remedios más eficaces para combatir la enorme bolsa de miseria. Es decir, se parte de la idea de que el conocimiento es fundamental a la hora de revelar la génesis de los males que aquejan a la zona, la causa inmediata de sus problemas y la etiología de sus padecimientos, con lo que se podrían acometer la búsqueda de soluciones que atendieran las necesidades de su población. Francisco Pizarro y Capilla, maestro de Casar de Palomero e Inspector Provincial de Educación en la zona, consciente de la particularidad de Las Hurdes mostraba ya como clave redentora para la comarca un detallado estudio de las causas de semejante abyección humana en los siguientes términos:

“ inspira tal lástima el espectáculo terrible de la miseria en toda su desnudez, que el convencimiento y la compasión mueven y arrastran involuntaria e incontrastablemente el ánimo de la investigación ansiando encontrar el germen del mal para extirparlo y arrojar con sus raíces la savia gangrena que alimenta estas calamidades permanentes, cuyo lúgubre atavío nos sonroja y envilece”[3]

Sin embargo, lejos de lo que cabría esperar, dos de las más importantes aportaciones en este sentido estarán lastradas por visiones inveteradas y hondos prejuicios pasados que lejos de desmentir la imagen anterior la proclaman con más fuerza si cabe, contribuyendo notoriamente a la expansión de la ya conocida como “leyenda negra” de Las Hurdes, divulgando extensamente la visión deshumanizada de la misma que corrió como un reguero de pólvora a finales de la centuria decimonónica.

Nos estamos refiriendo a las realidades descritas por el eminente geógrafo Pascual Madoz en su magna obra “Diccionario Geográfico Estadístico de España”publicado a mediados de siglo y también al conocido antropólogo Pedro González Velasco, encargado de presentar esta estampa sombría a la comunidad científica de la Sociedad Española de Antropología y Etnografía.

Ambos autores van a presentar un cuadro sombrío, casi siniestro, de la comarca, sin advertir algunas tibias mejoras que se habían producido a medida que avanzaba el siglo, es decir sin separar lo contado de lo comprobado.

En definitiva, se va a conformar progresivamente una imagen del habitante jurdano caracterizada por las preconcepciones y prejuicios etnocentristas bajo los ideales de civilización y progreso situando como vértice paradigmático de lo censurable para el hombre moderno la realidad miserable de los pizarrosos valles hurdanos, hermético islote degradado de incivilidad presentando a sus habitantes como un atípico caso de salvajismo degenerado abandonado a su suerte.

Andando el siglo se van a modificar estas visiones apocalípticas que presentaba la comarca hurdana como un caso de irremediable realidad irredenta considerando tan sólo el drama de sus gentes, si bien no de una manera humanizada sino culpando al propio hurdano como responsable de su cotidianidad local. Sirva como ejemplo uno de los casos más conocidos, el de las prácticas de mendicidad que los hurdanos ejercitaban con verdaderos caracteres de profesionalidad dando lugar a la figura del “panaero limosnero”, como se designaba a aquella persona que recorría comarcas vecinas solicitando la caridad en forma de mendrugos de pan, con los que alimentar a los vecinos de las alquerías a su regreso.

Para los comentaristas de la época, lejos de entender esta práctica como una válvula de escape fruto de la hostilidad natural que impide e imposibilita el cultivo de cereales en la zona, se concebía esta dedicación como el summun del estado degenerativo de la población hurdana, como cima de su miseria espiritual, de su vagancia y abulia extrema.

Otro tema objeto de una honda controversia para los moralistas de la época fue la denominada “crianza mercenaria” de los niños expósitos, que procedentes de las inclusas de Plasencia y Ciudad Rodrigo eran enviados en masa a una de las zonas de mayores tasas de mortalidad infantil de toda España. El apremiante estado de necesidad y el ansia imperiosa de estas gentes famélicas por buscar fuentes de ingresos facilitaba la frecuencia y extensión de este oscuro capítulo de la Beneficencia provincial, que entregaba a los denominados “pilos” bajo la responsabilidad de nodrizas hurdanas con escasas posibilidades de éxito en su manutención y que en ocasiones suponía la aparición del terrible dilema moral de elegir el estipendio vital en detrimento del hijo natural.

En cualquier caso y por paradójico que parezca, lejos de plantearse una autocrítica institucional, que no llegará hasta los años 20, cuando esta práctica sea desterrada, la cuestión sirvió a su vez como argumento de la más absoluta reprobación humana para situar en este caso a la mujer hurdana como un ejemplo manifiesto de corrupción espiritual, desidia y marasmo que la conducían por el camino de la inhumanidad más absoluta. En este sentido, se cargan las tintas contra la mujer jurdana: “Mujeres que teniendo en la mano y en abundancia el agua, jamás se peinan ni lavan, mujeres que no cosen ni asean sus viviendas, no merecen el nombre de tales”[4].

Otro tema tremendamente explotado por la bibliografía antropológica fue el de la vivienda hurdana, sorprendiendo sobremanera a todos los observadores de la época las pésimas condiciones higiénicas y estéticas de los reducidos habitáculos pizarrosos en los que además se convivía con los animales criados. Tal visión conmovió hondamente a dos de las figuras más descollantes que investigaron las vicisitudes de esta comarca. J. Bide fue el primero que puso de relieve las deficiencias estructurales de la comarca y las glosó a la comunidad científica a finales del siglo XIX[5]. Ya a comienzos de siglo fue el humanista e hispanista Maurice Legendre el artífice del primer estudio científico y riguroso sobre la zona que tras largos años de permanencia en la región le sirvió para doctorarse en 1927 con el trabajo “Las Jurdes. Etude de Geographie humaine”, trabajo referencial para cualquier aproximación al tema.

3.- Marañón: Apóstol sanitario de Las Hurdes

La situación de abandono y miseria extrema de la comarca hurdana apenas experimentó variaciones sustanciales desde los profundos impulsos que bajo el patrocinio de la institución eclesiástica de Plasencia y los desvelos de su prelado y su deán José Polo Benito tuvieron lugar a principios de siglo y que se resumieron en la fundación de la publicación Las Hurdes, la fundación de la sociedad La Esperanza de la Hurdes y la convocatoria de un Congreso de carácter hurdanófilo en Plasencia en 1908. Todas estas iniciativas, que tenían la doble función de recabar ayudas para la zona y a la vez divulgar sus penalidades para la concienciación ciudadana e institucional, no borraron el cuadro de honda miseria que se desprendía de cualquier evocación de la comarca. Esta fue si cabe más acentuada por ilustres visitantes como Unamuno, fuertemente impresionado ante el aislamiento hurdano durante la visita que en 1914 realizó a la serranía pedregosa de Fragosa.

La publicación de la tesis doctoral del eminente humanista Maurice Legendre en 1927 reactualizó en los círculos académicos el viejo problema de la comarca cacereña y llamó la atención, despertó la curiosidad del Doctor Gregorio Marañón, quien conocedor a través del hispanista francés del estado calamitoso en materia sanitaria y las feroces patologías que diezmaban la zona de Las Hurdes fue conminado por el Ministerio de Gobernación para organizar una comisión médica que procediese a una urgente investigación de campo. Dicha comisión integrada además de por Marañón, por los doctores Goyanes y Bardají, dedicó la Semana Santa de 1922 a realizar un completo itinerario por toda la comarca, desde las suaves pendientes de Las Hurdes Bajas hasta las cresterías macizas de Las Hurdes Altas. Durante el viaje que realizaron en caballerías a estos ilustres urbanitas les conmovió las extremas condiciones de vida y las enormes carencias nutricionales de sus habitantes, causa última del rosario de enfermedades que depauperaban esta área infértil. El resultado y la impresión subsiguiente fue tan escandaloso que se apresuraron a resumir parcialmente sus dictámenes médicos y antropológicos en un Avance de la Memoria sanitaria que estaban preparando y que constituiría la base de la futura intervención en la zona para acometer sin dilación la resolución de sus carencias básicas. El objetivo de dicho Avance no era otro que el de desmentir las numerosas leyendas y exageraciones que circulaban en la prensa raíz de su viaje, determinar las causas científicas de la pobreza y a la vez estimular la intervención de los poderes públicos ante tanta degradación humana que envilece el espíritu y abochorna a cualquier nación civilizada: “Nosotros por el contrario hemos confesado que no hallamos en Las Hurdes ninguno de los elementos legendarios que sirvieron de tema a los cronistas, ni razas distintas, ni seres salvajes y de costumbres extrañas, ni pueblos de liliputienses, sino solo alquerías habitadas por pobres gentes, inteligentes y dulces pero asoladas, ignorantes y sobre todo, temiblemente hambrientas y enfermas de gravedad”[6].

Marañón en su Avance sanitario se muestra dotado de una gran bondad y una gran humanidad a la ahora de abordar el espinoso tema del espantoso estado de miseria colectiva que asola esta comarca. Sus intenciones o mejor dicho estampas curiosas y rico anecdotario que recoge en sus anotaciones manuscritas de letra casi ininteligible por las que fluyen ideas, curiosidades antropológicas y sensaciones cautivadoras amén de sus certeros diagnósticos entroncan claramente con el género de la literatura de viajes y transmiten un encanto que sobrecoge por la fuerza de sus sentencias telegráficas que a modo de pinceladas van conformando el cuadro de paupérrima existencia humana que transmite.

Sobre este esbozo de estampas deshilvanadas que grosso modo titula con el escueto Viaje a Las Hurdes, traza Marañón de manera metódica su Memoria sanitaria en la que transmuta sus impresiones de curioso observador a verdaderas y fundadas valoraciones científicas[7].

De entrada, como premisa axiomática, Marañón se encarga de desmitificar las leyendas y las conjeturas sensacionalistas que se han vertido sobre la zona, declarando como base de su trabajo que pese a todo lo que se ha dicho la miseria colectiva de Las Hurdes, que se concreta en ramales y campos como la incomunicación, la falta absoluta de instrucción , la infecundidad de la tierra, y el abandono religioso-social no son sino manifestaciones profundas y externas de una raíz más profunda y aguda que le conduce a afirmar que el problema jurdano es pura y simplemente un problema sanitario.

Después de caracterizar de manera sintética los rasgos de tipo geográfico y de realizar una breve introducción, se repasan los indicadores numéricos que perfilan los problemas y necesidades de la zona entre los cuales sobresale una tasa de mortalidad escandalosa que induce a pensar en una atención sanitaria tremendamente deficitaria. A continuación se determinan las principales causas de los variados males patógenos que asolan las sierras hurdanas: el paludismo, que reviste los caracteres de verdadero endemismo y la insuficiencia nutritiva, el hambre crónica como principal afección y fuente primaria de la aflicción de sus gentes.

Con respecto al paludismo, destaca su notable extensión que adquiere el carácter de plaga pese a que no se dan las condiciones idóneas para su difusión al no conocer apenas estancamiento de las aguas rápidas. En cambio, parece evidente que el endemismo es fruto de la permanente presencia de gérmenes que encuentran en los ya afectados su matriz incubadora. La virulencia de sus manifestaciones es mayor si cabe debido al absoluto abandono medico y farmacológico pues la quinina es desconocida prácticamente.

El paludismo va a afectar a todos los estratos de población, manifestándose de manera esporádica en forma de accesos febriles en el caso de las personas adultas y provocando cuadros de anemia en la población infantil.

El segundo gran problema es de la alimentación exigua e hipocalórica, que da lugar a una dolencia de carácter endémico, mal de Las Hurdes, o lo que es igual, hambre aguda y que se manifiesta con esporádicos dolores estomacales y pérdida momentánea de conciencia.

El hambre lleva como secuela dramática todo un ramillete de deficiencias fisiológicas y aparición de enfermedades con las que guarda relación. En este sentido, se manifiestan también la anemia y la tuberculosis.

Enfermedades menos frecuentes pero también presentes son el bocio, consecuencia de la escasa mineralización del agua, y en los casos más severos enanismo cretínico en diversos grados, desde estaturas ligeramente inferiores a la media hasta casos extremos de falta de degeneración endocrina que conduce al enanismo e incluso a manifestaciones neuróticas de histerismo.

Sin ser connaturales con la región hurdana, numerosas enfermedades de tipo infecto-contagioso van a encontrar oportunidad de instalarse en la zona a partir solamente del estado de abandono médico y la total ausencia de medidas de tipo preventivo para evitar su aparición. Marañón alude a procesos infecciosos de tipo tifoideos como los más frecuentes.

Después de trazar a grandes rasgos el estado sanitario de la comarca, el trabajo de Marañón incide en perfilar algunos datos e informaciones de tipo antropológico a partir de su propio valor testimonial y de las fuentes que ha consultado. En este sentido no puede sustraerse a hacer mención del conocido fenómeno de la “crianza mercenaria”, condenando tal práctica como “baldón infame de nuestra beneficencia”[8], explicando la mecánica de tales negocios de dudosa licitud ética si bien reconoce el aporte de sangre nueva que combate los funestos efectos de una endogamia abrumadora y peligrosa para la salud. También retrata las dificultades que existen de cara al traslado de los cadáveres para ser enterrados ya que existen tan sólo cementerios en las cabezas municipales, motivando la persistencia y prodigalidad de los cadáveres insepultos ante un tormentoso trayecto fúnebre que se dificulta todavía más durante los rigores invernales.

En este repaso por las costumbres populares y los caracteres de tipo antropológico, se refiere a la alimentación hurdana, a la vida sexual de la mujer, el estado de las viviendas y finalmente a los rasgos morales que caracterizan la comarca.

Sobre estos últimos aspectos, excesivamente comentados y manidos por los estudios sociológicos que se venían realizando desde fines del siglo XIX, Marañón apenas se detiene, pero además tenemos que argüir otra razón y es el enojo que parece sentir fruto de la mirada bondadosa y humana que hace en torno a sus gentes, consciente de lo delicado de los temas y de las repercusiones nocivas que para la dignidad de los hurdanos puede constituir un tratamiento de interesada morbosidad ante el mismo, como exhiben los columnistas desde la tribuna periodística, los corifeos del “salvajismo hurdano”.

En cualquier caso, su inclinación científica le impide negar una verdad positiva como la relajación de las costumbres morales que se detectan y que no trata de ocultar, sino más bien de minusvalorar justificándolas como fruto lógico de otras carencias más elementales para la propia supervivencia: “Pero, contemplando aquellas viviendas y aquella pobreza inconcebible, se comprende que ciertas normas éticas que parecen fundamentales en la vida espiritual de los pueblos han de ser allí lujos exquisitos que no hay derecho alguno de exigir”[9].

En suma, la aportación de Marañón al conocimiento de la realidad hurdana va a tener un inestimable valor pero sobre todo tiene la virtud de volver a situar el problema de la incivilidad de los pueblos y más aún de la integración de comunidades arcaizadas en el disparadero institucional, llamando la atención hacia situaciones de insostenible continuidad y de infame consentimiento, reclamando en consecuencia medidas urgentes que pongan fin a un estado de lucha y desesperanza secular por salir de una condenación miserable, la cárcel existencial de unas gentes cuya grandeza reside en su obstinación por salvar las adversidades de un entorno hostil.

En este sentido, tenemos que entender la exploración científica de Marañón como la antesala y el antecedente inmediato de una visita de mayor enjundia e importancia, la de Alfonso XIII, tan solo dos meses después, cargada de repercusiones y de paso iniciativas redentoras como el Real Patronato.

Marañón, en sus conclusiones finales, entre las que figuran solicitudes y medidas de regeneración urgente, apunta soluciones entre las que baraja la de dotar con la máxima celeridad de vías de comunicación y una red de caminos a las Hurdes, facilitando la comunicación entre los valles y con las zonas adyacentes, la organización de escuelas o centro religiosos que se encarguen de la instrucción así como la dotación de un equipo mínimo de asistencia sanitaria para cubrir precariamente toda la amplitud de los valles.

Estas medidas, junto a otras más coyunturales como el envío de alimentos y de medicinas para combatir el paludismo aliviarían enormemente el penoso estado de los moradores de estos lugares inhóspitos. Sin embargo, el propio Marañón se pregunta si la solución más razonable sería la más contundente, el desalojo y abandono definitivo de estos parajes y la reinstalación de sus hordas famélicas en el llano, donde se les aseguraría una vida libre de privaciones tan elementales y de sufrimientos tan holgados.

4.- Buñuel y Las Hurdes: un matrimonio problemático

Uno de los episodios más controvertidos de la “leyenda negra” de las Hurdes es el protagonizado por el genial cineasta aragonés Luís Buñuel, quién desde su particular mirada fílmica ofreció una interpretación personal del denominado problema hurdano.

El fruto de su estancia en la comarca durante la primavera de 1932 fue el cortometraje “Las Hurdes: Tierra sin pan”, película de acogida desigual y no siempre bien explicada estructura argumental, pues fruto del apasionamiento con la que ha sido enjuiciada y la agria polémica que ha suscitado ha dado a lugar a un vehemente posicionamiento ante ella, a todo un torrente de opiniones encontradas difícilmente conciliables.

Para los detractores del filme, fundamentalmente los propios hurdanos, pero también destacadas personalidades de la intelectualidad como Caro Baroja o el mismo Marañón, la película es un deliberado atentado contra la dignidad de los hurdanos pues solamente la miseria que se plasma queda acentuada y dramatizada al presentar una realidad sesgada y parcial, excesivamente personalista y dependiente del objetivo artístico que se había fijado Buñuel, su total libertad creadora. Esta meta personal del realizador de Calanda forzosamente no refleja la realidad en toda su extensión, con sus innegables sombras pero en cualquier caso alejada del cuadro macabro que diseña Buñuel. Por el contrario, los escasos defensores de Tierra sin pan esgrimen como argumento la dureza de sus imágenes y su tremendo impacto visual desde la perspectiva de la denuncia social y en consecuencia el aldabonazo en la conciencia colectiva del país para remediar las lacras que en la película quedan reflejadas.

En vista de unas y otras apreciaciones parece evidente que debiera abordarse un estudio pormenorizado y un tratamiento sereno y sosegado que sintetizara dos aspectos esenciales: el acercamiento a la trayectoria profesional, estructura de pensamiento e ideales estéticos del propio realizador por una parte y el ahondamiento en la propia experiencia buñueliana en Las Hurdes. Solo a partir de dicha combinación podemos establecer el arco de consecuencias o inexactitudes y en virtud de ellas acercarnos a la verdadera intencionalidad de la película.

Las principales fuentes de las que bebe Buñuel a la hora de plantearse la realización de un film documental sobre las Hurdes se encuentran interconectadas, el laureado viaje de Alfonso XIII en 1922 y los ecos periodísticos que rodearon y siguieron la visita regia, acontecimiento que supuso la extensión definitiva y el conocimiento público de esta remota región atrasada, cuya pobreza fue puesta de relieve en la esfera nacional superando la fase de mera curiosidad en círculos académicos. La trascendencia del viaje y la curiosidad que despertó en el joven surrealista los relatos de estas tierras extremeñas le llevó a la lectura del trabajo antropológico de Legendre, que le confirmó su deseo de acercarse a las realidades descritas en el mismo.

La oportunidad propicia le llega en 1932 gracias a la altruista donación de un amigo anarquista para financiar el proyecto. Con un exiguo presupuesto, la presencia de un equipo reducido de colaboradores franceses y bajo condiciones técnicas de gran precariedad, Buñuel arriba en Las Hurdes en el mes de marzo con el objetivo de rodar durante dos meses la supervivencia y las formas de vida de sus moradores tal cual se desarrolla cotidianamente: “Mi intención al realizar esa obra fue transcribir los hechos que me ofrecía la realidad de un modo objetivo, sin tratar de interpretarlos y menos de inventar. Si fui con mis amigos a ese increíble país lo hice atraído por su intenso dramatismo, por su terrible poesía”[10].

De entrada, uno de los elementos más debatidos de la visión hurdana de Buñuel es su inclusión en el género cinematográfico documental, consideración ampliamente aceptada porque fue así como se presentó la película y porque en su trayectoria profesional Buñuel acababa de abandonar su etapa surrealista, presentando como contrapunto la crudeza del súper-realismo hurdano En efecto, formalmente, Tierra sin Pan obedece en su construcción estructural a los cánones del cine documental (claridad expositiva, voz en off, estructura descriptiva). Sin embargo, como queda reflejado en sus escritos de crítica y técnica cinematográfica, Buñuel marca su propia idea estética del cine documental, alejándose de los patrones convencionales que rigen la producción de tal género. En definitiva, se diría que Buñuel reinventa el género documental superando la frialdad aséptica de lo meramente objetivable llevando la muestra de realidad captada hacia el terreno del impacto emocional. Esta consideración, lejos de resultar baladí se muestra de esencial importancia a la hora de hacer una valoración de la película pues en ella se nos revela la verdadera intención del autor, suscitar una respuesta a la agresión provocadora del film mediático apelando al efecto psicológico del dramatismo hurdano[11]. Pese a que formalmente Buñuel declara abandonar la disciplina creativa del movimiento surrealista cualquier persona que conozca el cine del autor advertirá que en él siempre subsistirá una veta surrealista consustancial con todas sus realizaciones pese a que manifiesta la superación del mismo en cuanto a movimiento organizado. Si aderezamos esta consideración con los elementos de personalidad que plasma de manera permanente en sus películas (obsesiones freudianas, sadismo, sarcasmo antiburgués), tenemos como resultado un producto alejado de visiones asépticas e impersonales y comprobamos que cada fotograma lleva implícito la huella del creador en su más amplio sentido.

Esto lleva automáticamente implícito el cuestionamiento del supuesto sentido “comprometido” de la película dentro del más absoluto realismo de denuncia social para por el contrario orientar su sentido por los cauces expresivos de un surrealismo solapado a una cruda realidad[12]

En relación con esto, tenemos que constatar que el tratamiento psicológico que se quiere imprimir al documental sobre Las Hurdes se encauza a través de resabios de clara raigambre surrealista insertos en un escenario de tremenda fuerza realista resultando de tal combinación una ambigüedad de amplios vuelos estéticos basada en la indiferenciación entre lo real y lo mágico.

Todo ello nos obliga a hacer una relectura de Tierra sin pan a partir de las pinceladas del guión original. El propio Buñuel manifiesta su deseo de acudir a filmar lo más sobresaliente, curioso, raro y alejado de la “normalidad”, es decir, necesariamente escoge y filtra los aspectos más dramáticos y crudos de las gentes hurdanas. Deliberadamente acude a los cuadros de miseria más extremos tomando como escenario las alquerías en peor estado, las de las Hurdes Altas (Aceitunilla, Fragosa y Martilandran), incidiendo en las nefastas condiciones de vida y las patologías endémicas que azotan la zona, presentándolas como ejemplos de toda la comarca. Ciertamente, retrata un paisaje humano desolador y recrea aspectos de innegable veracidad, aunque no se preocupa de comprobar su verosimilitud con escrupulosidad, quedando patente a lo largo de la exhibición su enorme deuda con toda la literatura legendaria sobre la zona.

En cualquier caso, la piedra de escándalo que sumió en la más absoluta indignación a las gentes hurdanas fueron incorrecciones que lejos de ser fruto de la ignorancia del autor obedecieron a montajes claramente preconcebidos intercalados en el seno de su muestra pseudobjetiva, algo que invalida a todas luces su carácter documental. Concretamente nos estamos refiriendo a cuatro escenas muy conocidas y comentadas recogidas en el guión como “niñas mojando pan”, “mujer pelando papas”, “abejas” y “hombre con temblores”, todas ellas de escandalosa crudeza tanto por la fuerza de sus comentarios como por la dureza de las imágenes y que vienen a sintetizar el aspecto siniestro de la película y por ende alimentar la “leyenda negra”.[13]

Con todos estos elementos no sorprende la tibia acogida y las dificultades de exhibición con las que se encontró la película. Los medios oficiales, fundamentalmente los gubernamentales entendían que la filmación retrataba la realidad más lacerante y presentaba una visión de profunda inhumanidad que en último caso dañaba la imagen de la República, motivo que sirvió para prohibir la distribución de la cinta. Esta decisión contó con el respaldo moral de intelectuales de la talla de Caro Baroja, quien reprochó a Buñuel la búsqueda de un exotismo desmedido en pos de un retrato más equitativo o del mismo Gregorio Marañón, en representación del Patronato de Las Hurdes, indignado ante lo que consideraba un ataque irreparable a la identidad de los hurdanos.

Sin embargo, el freno institucional hacia Tierra sin Pan no hizo sino avivar la polémica cuando el documental, de nula repercusión pública en España, fue distribuido primero en Europa (Francia, Bélgica, Alemania) en 1937 y con posterioridad en EE.UU., donde se exhibe en círculos académicos en 1940[14]. Esto supuso la consagración definitiva del mito de la pobreza de Las Hurdes a través del vehículo del celuloide, ampliando notablemente las fronteras de la impresión de miseria que como un estigma ha traumatizado el devenir histórico de la comarca norcacereña.

5.- Albiñana. Crónica de la miseria hurdana en la II República

Las Hurdes, que a raíz de la visita de Alfonso XIII, había saltado a la opinión pública como un ejemplo claro de arcaísmo peninsular, volvió a la llegada de la II República a las primeras páginas de la prensa nacional bajo el ropaje de hondas disquisiciones judiciales y el fuego cruzado de irrefrenables enconos políticos en la figura del Doctor Albiñana, el fundador del primer partido de corte fascista fundado en España, el Partido Nacionalista Español y principal animador de la oposición vehemente hacia el nuevo curso de la vida política nacional iniciado con la proclamación del régimen republicano. Personaje dotado de una arrogante actitud altiva y una extraña pomposidad aristocrática, nostálgico empedernido de las excelencias hispanas, Albiñana encarna los ideales de la más rancia y abyecta españolidad ultramontana, desde un catolicismo trentino por toda identidad espiritual hasta un patrioterismo envolvente que subordina todas las manifestaciones vitales y las erige en causa suprema de su existencia.

La extrema fragilidad con la que nace el régimen republicano obliga a la promulgación de medidas de excepción encaminadas a garantizar la estabilidad del régimen y la protección de sus instituciones en casos de amenaza manifiesta. La principal medida extraordinaria de urgente aplicación en casos de rebeldía o sedición grave era la llamada Ley de Defensa de la República, norma alejada de los cauces formales de aplicación de la justicia ordinaria y que otorgaba poderes de gran arbitrariedad al gobierno republicano.

Una de las primeras víctimas de su aplicación fue el Dr. Albiñana, al que se le confinaría en el municipio de Nuñomoral por espacio de 10 meses, entre mayo de 1932 y marzo de 1933.

En este tiempo, Albiñana, hábil observador de la realidad circundante, retrata el desarrollo de la República en Las Hurdes desde su particular visión política y peculiar concepción vital. Pero eso si, testimonia su presencia en la comarca, de la que deja como huella literaria su obra Confinado en Las Hurdes ( Una víctima de la Inquisición republicana) publicada en 1933, desde una idea central que preside todo su desarrollo argumental: la critica furibunda y la tremenda hostilidad que tiene hacia la República , la repulsión que le provocan los dirigentes republicanos, a los que califica con lindezas del tipo” piara incivil de porcinos acomodados” y el estado de degeneración que las ideas liberalizadoras y socializantes imprimen a la tradición patriótica, de la que es celoso defensor.

Toda su obra por tanto es una condena apologética de la vida política nacional y de la institución republicana en particular, fuente de todos los vicios y corrompidas costumbres que impregnan un tejido social desarticulado por tres causas concretas: la desunión y la relajación de unas derechas desorientadas, la masonería extranjera que ha calado en la burguesía apartándola del catolicismo y el bolchevismo socializante de perversos efectos revolucionarios.

Gran parte del libro ni tan siquiera alude a la realidad hurdana pues se ensimisma en la concreción de su cruzada patriótica a través del intercambio de misivas que reproducen los periódicos sobre su destierro, reproduciendo numerosas polémicas y comentarios políticos en sus páginas. Por tal razón Albiñana desarrolla gran pasión sobre el medio escrito, pues es su única fuente de contacto con el exterior, con la “civilización”.

En definitiva podemos decir que su obra sobre Las Hurdes no trata de Las Hurdes en sentido estricto. Buena prueba de ello es que no hace un análisis centrado en las causas de su miseria ni se detiene en determinar los problemas que asolan la comarca. Tampoco los medios periodísticos afines (La Nación. El Debate, ABC) que refieren notas sobre el destierro abordan más informaciones que las apreciaciones técnicas, judiciales, que envuelven la reclusión de Albiñana y tan sólo mencionan la comarca, eso si, machaconamente, como lugar inhóspito e inhabitable para a continuación incidir en la injusticia y ensañamiento del proceder inhumano de las autoridades republicanas en el tratamiento dispensado a este eminente letrado. Curiosamente, en ningún caso, se cuestiona la ilicitud ética del abandono y postración de esta zona alejada de los focos de modernidad. Se tacha de violencia moral la “tortura” que dice sufrir Albiñana, quien predica a quien quiera oírle que la República le condena a morir de inanición gracias a la inhabitabilidad del paraje hurdano, cuya incivilidad en grado sumo es un insulto a su excelencia intelectual. La gravedad de tales asertos tan solo encuentra contestación en algún medio del republicanismo oficial, que se apresura a contestar diciendo que de los derechos humanos que Albiñana reclama para sí también son acreedores los vecinos de Martinlandrán, en ningún caso considerados.

No es difícil advertir un espíritu de enorme superioridad etnocentrista y una tremenda separación elitista en la concepción del hurdano que postula el líder españolista que revierte en una visión bondadosa, idealizada del “salvaje hurdano” a veces y de una áspera amargura otras bajo el ropaje literario del sarcasmo más hiriente que tiene en el punto de mira a las autoridades. Tal es la impresión que se desprende del retrato que hace del famélico alcalde de Martilandran cuando afirma: “En sus calzones de mil remiendos hay una tragedia de hambre y de incultura” o a la hora de ilustrar el olor que percibe al llegar a la alquería “como de cien letrinas desencadenadas”[15]. En síntesis, solamente se refiere a aspectos concretos de la pobreza hurdana cuando le impresionan cuadros de gran dureza primaria (le sobrecoge los enterramientos insepultos y el aparatoso traslado de los cadáveres desde las montañas a los cementerios de los valles y que le hace pensar sobre la indiferencia que los hurdanos sienten hacia la muerte, habituados a su constante presencia). Como norma general, va a servirse de estas estampas jurdanas como instrumento de crítica política, para crear una antinómia que opone progreso republicano al más absoluto abandono de sus habitantes.

La prueba más fehaciente de tal utilización y de la soledad hurdana es la concepción de una muestra de humorismo e ingenio punzante en clave de sátira mordaz antirrepublicana, La República Jurdana, apostillada como “novela románica de estructuración enchufícola”, en la que parodia a modo de relato disparatado el desarrollo del régimen en esta apartada región estableciendo una analogía entre la republica romana y la actual. En definitiva, todo un ejercicio de imaginación sibilina y crítica política sin límite que por momentos resucita en Las Hurdes el lenguaje del surrealismo buñueliano que parece connatural a ella[16].

Dentro de este contexto, refleja el malestar de los segadores de Las Hurdes a causa de los perniciosos efectos de la Ley de Términos Municipales, que les veta de la tradicional salida estival a las tierras castellanas hoz en mano y les recluye sin trabajo en los municipios respectivos, librándoles de su principal fuente de ingresos con los que afrontar los rigores invernales. Este poso de malestar, que aumenta con la paralización de las obras públicas, es rentabilizado con gran sagacidad por Albiñana, quien no desaprovecha la ocasión para desplegar su oratoria política a sus incautos convecinos con el fin de atraerlos a sus ideas. Esta tarea no fue difícil para un demagogo contumaz que supo aprovechar el tirón emocional que para los vecinos suponía la explotación de un monarquismo nostálgico en clara alusión a la labor paternalista y benéfica de Alfonso XIII de la que Albiñana se declaraba partidario y más que partidario, heredero. El recuerdo vívido de la visita regia es de nuevo reeditado por Albiñana por contraste con la actuación republicana y de esta forma contemplar las posibilidades de adoctrinamiento e incitación antirrepublicana, que se ve confirmada con la manipulación ética de una caridad teñida de populismo interclasista con claros fines de exaltación política personalista al utilizar la alimentación como moneda de cambio de la lealtad personal[17].

Resulta un episodio realmente triste asistir a un esperpento en el que el Doctor Albiñana alimenta de retóricas grandilocuencias los anhelos más perentorios de los hurdanos y la utilización política que de tal miseria realiza para concluir en un paroxismo patriótico de una exigua efectividad dado lo ajeno que para aquellas gentes significaba la controversias políticas de la época. Lo realmente tangible de la presencia de esta figura del nacionalismo ultra español es la impresión, la huella de miseria que le inunda y el agudo contraste que siente a medida que penetra en el espacio hurdano, especialmente en sus primeros momentos de su estancia, pues libre de ataduras políticas y de oscuras intenciones, Albiñana retrata hondamente el desolador paisaje humano en el que se encuentra. Sirva como ejemplo las palabras que emplea a su llegada a la alquería de Martinlandrán: “un puñado de chozas miserables, levantadas sobre estiércol secular, una breve humanidad enferma y harapienta, una promiscuidad repugnante de sexos y especies animales”[18].

6.- Conclusión

A lo largo de la Historia, viajeros, curiosos, cronistas e investigadores han dejado como huella impresa sus miradas personales sobre una realidad sorprendente y conmovedora que se revela a sus ojos con una plenitud absorbente, la comarca de Las Hurdes. El resultado de tales observaciones y la imagen conformada por intereses socioeconómicos dispares fue configurando una impresión sinistra de esta zona aislada geográficamente y desarticulada socialmente hasta el punto de forjar toda una aureola de leyenda que se levanta sobre elementos de una incuestionable realidad pero envueltos en una densa maraña fantasiosa que el paso del tiempo ha consagrado como una verdad insoslayable alumbrando todo un extraño misticismo de “leyenda negra” que convierte la comarca hurdana en paradigma de miseria y pobreza extrema.

La presente comunicación retrata las miradas particulares que tres personajes de enorme relevancia pública, trayectoria vital, actividad profesional y distinto sistema de creencias advierten de la comarca extremeña dejando interpretaciones de diverso enfoque pero de gran calado, dejando una estela tras de sí de gran repercusión en los trabajos que surgieron fruto de sus experiencias en la zona. Las visiones de Marañón, Buñuel y Albiñana ejemplarizan desde ópticas dispares y bajo intenciones contrapuestas los supuestos sobre los que se cimenta la imagen depresiva de Las Hurdes.

BIBLIOGRAFÍA:

  • Albiñana. Confinado en Las Hurdes (Una víctima de la inquisición republicana). Imprenta “El Financiero”. Madrid. 1933
  • Albiñana. La República Jurdana. Novela románica de estructuración enchufícola. Madrid. 1934
  • Hazañas y La Rua; Las Jurdes (Artículos publicados en “El Correo de Andalucía 21-30 de junio de 1922. Sevilla. Imp Sobrino de Izquierdo. 1922.
  • Iglesias Garrido, Antero; La Regeneración de Las Hurdes. Trabajo presentado al Tema 9º de los Juegos Florales celebrados en Cáceres el día 10 de junio de 1923. Cáceres, Topografía Extremadura- Acción Católica. 1923.
  • J.B. Bide; Las Batuecas y Las Jurdes. Conferencia leída en la Sociedad Geográfica de Madrid. Madrid. Librería Gutemberg. 1892.
  • López Villegas, Manuel (Ed); Escritos de Buñuel. Madrid, 2000.
  • Marañón, Gregorio: “El problema de Las Hurdes es un problema sanitario”. Avance de la Memoria sobre el estado sanitario de Las Hurdes, redactado de orden del Gobierno de su majestad por la comisión compuesta por los doctores Goyanes, Hoyos Sainz, Bardají y Marañón. Imp. Antonio. Madrid, marzo 1922
  • Memoria Relativa al Territorio de Las Hurdes. Inspección de Escuelas de la provincia de Cáceres. Visita del Inspector de escuela Francisco Pizarro y Capilla. Cáceres. imp. de Nicolás M. Jiménez 1880
  • Sánchez Vidal, Agustín Luís Buñuel . Madrid, 1994
  • VV.AA; Viaje a Las Hurdes. Madrid, 1993

NOTAS:

[1] Gran parte del estado de dejadez en cuestiones espirituales y morales que preside la realidad hurdana hay que buscarla en la pésima influencia que durante largos años ejerció la Iglesia cuando la administración diocesana dependía de La Alberca. Costumbre arraigada entre la institución eclesiástica era la de dotar la zona de ministros escasamente escrupulosos en el cumplimiento de sus preceptos y normas como castigo o forma de expiación. Esto significaba que no se combatía el relajamiento moral y se alimentaban el estado de desamparo espiritual de los vecinos, sumidos en sus prácticas heterodoxas y profanas tanto desde el punto de vista ético como religioso pero que el hábito las convertía en frecuentes o al menos así lo recogían científicos de la talla de Bide o Marañón (ambos hablaban de casos de inmoralidad en forma de amancebamientos e incesto).

[2] Las críticas institucionales se vertieron fundamentalmente contra la Beneficencia provincial encargada de la distribución de niños expósitos entre mujeres nodrizas hurdanas. Para la Iglesia, esta práctica escandalosa constituía una infamia moral que atentaba contra los derechos humanos de las gentes hurdanas, cuyo estado alarmante de necesidad les impulsaba a solicitar un beneficio económico de tales menesteres caritativos. Todo esto le lleva a afirmar a Polo Benito con indignación:“Aquí se trafica con la miseria, se negocia con el mendrugo de pan que incluye la Diputación en el presupuesto de Beneficencia”. Palabras recogidas del artículo “Notas sobre vieja bibliografía de historia extremeña” en Oeste Gallardo. 29-4-1999.

[3] Memoria Relativa al Territorio de Las Hurdes. Inspección de Escuelas de la provincia de Cáceres. Visita del Inspector de escuela Francisco Pizarro y Capilla. Cáceres. imp. de Nicolás M. Jiménez 1880 pp 5-6.

[4] Ibidem p 30.

[5] J.B. Bide; Las Batuecas y Las Jurdes. Conferencia leída en la Sociedad Geográfica de Madrid. Madrid. Librería Gutemberg. 1892.

[6] Gregorio Marañón: “El problema de Las Hurdes es un problema sanitario”. Avance de la Memoria sobre el estado sanitario de Las Hurdes, redactado de orden del Gobierno de su majestad por la comisión compuesta por los doctores Goyanes, Hoyos Sainz, Bardají y Marañón. Imp. Antonio. Madrid, marzo 1922 pp 6-7.

[7] Viaje a Las Hurdes se trata de un cuadernillo manuscrito, un deshilachado facsímil que portaba el médico durante su visita a la comarca en abril de 1922 y que fue sacado a la luz y coeditado por la Editorial El País- Aguilar y la Fundación Gregorio Marañón en 1993. El original y su trascripción forman el núcleo de la publicación, que como conmemoración del viaje hurdano, retrata el desarrollo del mismo y los ecos y el seguimiento que de su viaje y del que más tarde protagonizaría el monarca Alfonso XIII resonarían en los medios escritos de la época. VV.AA; Viaje a Las Hurdes. Madrid, 1993.

[8] VV.AA; op cit p 153

[9] Ibidem; p 153

[10] Buñuel estrenó Tierra sin Pan en Estados Unidos en 1940 dentro de un acto convocado por el Instituto de Artes y Ciencias de la Columbia University en el MacMillan Academy Theatre de Nueva York. Para la ocasión y previa a su visionado, Buñuel impartió una conferencia explicativa en la que ilustraba a los profanos americanos sobre la naturaleza, leyendas y realidad de una aislada comarca española, Las Hurdes. El texto ciertamente muestra una gran obra de recopilación documental a cargo del directos aragonés y un conocimiento bastante rico de sus costumbre y tradiciones, deudor de las enseñanzas de Legendre. El contenido de la conferencia está recogido en un trabajo recopilatorio de sus escritos realizado por Manuel López Villegas titulado Escritos de Buñuel. Págs 59-64.

[11] “En mi opinión, existen dos tipos diferentes de películas documentales, uno que puede ser llamado descriptivo, cuyo material está limitado a la trascripción de un fenómeno natural o social (…). Otro tipo, mucho menos frecuente, es el que, siendo a un tiempo descriptivo y objetivo, intenta interpretar la realidad. Puede, por esta razón atraer las emociones artísticas del espectador y expresar amor, tristeza y humor. Tal documental es mucho más completo, porque además de ilustrar, conmueve”. Autobiografía de Luís Buñuel. (1939). Recogido en Escritos de Luís Buñuel. Manuel López Villegas (Ed). Madrid, 2000. p 32

[12] “La arquitectura dramática del filme esta basada en la frase Si, pero…Es decir, que Buñuel presenta para empezar una escena que es insostenible, a continuación lanza una esperanza y termina destruyendo esa esperanza. Por ejemplo: el pan es desconocido, pero el maestro da de vez en cuando un mendrugo a los niños, pero los padres, que tienen miedo de lo que no conocen, tiran esos mendrugos”. Palabras del crítico del surrealismo Ado Kyrou citadas en la obra de Agustín Sánchez Vidal Luís Buñuel. Madrid, 1994 p 96.

[13] En la secuencia conocida como “niña mojando pan”, el narrador sostiene que el maestro obligaba a las niñas de las imágenes a comer un mendrugo de pan en su presencia ante la certeza de que en caso contrario los padres se harían con el mismo. Las secuencias denominadas “abejas” y “mujer pelando papas”, obedecen a un claro montaje. En la primera se simula un ataque de abejas a un burro previamente untado de miel para advertir la escasez de alimentación natural en Las Hurdes. En la segunda, que aborda el tema de la alimentación se dice que sólo se consume carne cuando las cabras se despeñan por los profundos barrancos hurdanos, presentando una muestra, no obstante, conseguida sacrificando al animal. Finalmente, se presentan los temblores de un presunto enfermo de paludismo, acentuados al parecer a través de la ingesta de alcohol. En el documental hay otra serie de comentarios incorrectos o deliberadamente sacados de contexto que ahondan en la visión deshumanizada de la película (Se dice que la zona carece de Folklore o que es un verdadero desierto cultural y material). Todo ello constituye el argumento principal de los habitantes de Las Hurdes para condenar por indigna la producción documental de Buñuel.

[14] Durante su estancia en EE.UU. Buñuel presentó ante un circulo reducido de intelectuales Tierra sin pan (Land without bread) causando un notable impacto entre algunos de los más importantes autores de cine documental americano, quienes entusiasmados se propusieron seguir sus pasos a partir de la filmación de las realidades y problemas agrarios autóctonos.

[15] Dr. Albiñana. Confinado en Las Hurdes (Una víctima de la inquisición republicana). Imprenta “El Financiero”. Madrid. 1933 pp 40-41.

[16] Dr. Albiñana. La República Jurdana. Novela románica de estructuración enchufícola. Madrid. 1934.

[17] Durante las frecuentes visitas de partidarios , simpatizantes y militantes de su formación política que llegaron a Las Hurdes desde distintos lugares, se producían repartos de alimentos para los vecinos más necesitados de las alquerías junto a propaganda política (banderas bicolores) y religiosa (material escolar y medallas de santos) con el propósito de revestir de caridad actos de exaltación nacionalista y de oposición antirrepublicana. El acto central de tales celebraciones se produjo el 25 de julio, día de Santiago, en el que se organiza un banquete y tiene lugar el reparto de diversos donativos entre los habitantes de las alquerías.

[18] Dr. Albiñana; op cit p 40

Oct 012002
 

Teodoro Martín Martín.

Hace aproximadamente treinta años, en el crepúsculo del régimen del general Franco, España, y por ende Extremadura, vivían momentos de esperanza no exentos de preocupación. Los hombres y mujeres que poblábamos estos pagos buscábamos con afán las formas más adecuadas y posibles para establecer la difícil convivencia entre los españoles.

En ese ambiente tuvo lugar, en 1973 y en Badajoz, el primer Seminario “Bravo Murillo” de desarrollo regional. Estaba organizado por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de la ciudad y por el Instituto “Pedro de Valencia” de su Diputación Provincial. El citado Seminario, que se reiteró en años sucesivos, contaba con el apoyo de un grupo de hombres extremeños vinculados al que luego sería Ministro Enrique Sánchez de León.

Estas fueron las coordenadas espacio-temporales en que tuve ocasión de conocer a Carmelo Solís Rodríguez, sacerdote pacense, consciente de su ministerio pero también abierto a los nuevos tiempos y las inquietudes que por la transición nos acechaban. Su asistencia a las conferencias y coloquios del Seminario denotaban el interés de Carmelo por los problemas de su tiempo, compatibles con el Concierto que dirigido por él tuvo lugar en Olivenza, teniendo como sede una de sus bellas iglesias manuelinas, y canciones de su querido polifonista Juan Vázquez de Badajoz.

Fueron aquellos años anteriores a 1975 los que sirvieron de marco cronológico a un conocimiento, estima y por último aprecio de este clérigo extremeño, doctor en Filosofía y Letras, canónigo archivero de la Catedral, Director del Real Conservatorio Superior de Música de su ciudad y destacado musicólogo. Aunque más que su currículum lo que sobresalía en Carmelo era su amplitud de conocimientos en línea con la mejor tradición del humanismo extremeño.

Las Artes, todas en su más amplia variedad de manifestaciones, estuvieron presentes en su biografía. Destacaré solamente unas muestras de sus colaboraciones en la Revista de Estudios Extremeños.

En 1972, en el Vol II del nº 28, publica “Un inédito de Morales en Montijo”. Se trata de un trabajo sobre el hallazgo de una tabla, obra de Morales o de su taller, sita en el monasterio de las Clarisas de Montijo. Se titulaba la obra “Cristo con la cruz acuestas” y la fechaba en torno a 1560. En ese mismo volumen aparecía, y no era casual, mi artículo sobre la desamortización en la Vera.

Un año después, en 1973, ve la luz un extenso y documentado análisis sobre otro gran extremeño, titulado: “El arquitecto Francisco Becerra: su etapa extremeña“, Vol II del nº 29. Lo dedicó al archivero y cronista de Trujillo Juan Tena Fernández y en él mostraba fehacientemente sus dotes como investigador, en las que el rigor en el tratamiento de las fuentes, el análisis documental de la metodología y la selección de fotografías hablaban de una sistemática en verdad universitaria.

En 1974, también en la citada revista, nos deleita con un estudio sobre un famoso polifonísta del XVI, según los fondos del Archivo Capitular de la Catedral. Se titula “Juan Vázquez en la catedral de Badajoz”, Vol I, nº 30. En este y el anterior número aparecen otras dos colaboraciones mías en la mencionada publicación. Parece que nos poníamos de acuerdo a la hora de publicar. Honor para mí, entonces un aprendiz de historiador.

En el mes de mayo de 1975 ve la luz en la revista “Bellas Artes” un interesante artículo suyo titulado “El retablo de Morales en Puebla de la Calzada”, que luego se inserta ampliado en el libro publicado por la Institución Cultural “Pedro de Valencia”, con el titulo “Los Morales de la catedral de Badajoz”. Precisamente sobre este gran pintor extremeño son dos trabajos de aquella época que publicó en 1977 y 1978, en los volúmenes 33 y 34 de la Rev. de E. Extremeños. Se trata de dos extensos y documentadísimos artículos titulados “Luís de Morales: nuevas aportaciones documentales”.

He citado aquí estas obras que me sirvieron para conocer a un hombre culto, amante de la Historia de su ciudad y su tierra, en el que las Artes eran su preocupación y actividad básica. El conocimiento de Morales, Becerra o Juan Vázquez es un ejemplo de lo que señalo. Posteriormente vendría una obra más extensa, más depurada y concretizada si se quiere, pero continuadora de las preocupaciones que le embargaban en la década de los setenta del siglo XX, época en la que le conocí y estimé. El último trabajo de Carmelo Solís de que he tenido conocimiento antes de su fallecimiento en el año 2001 fue su aportación a los XXVII Coloquios Históricos de Extremadura, celebrados en Trujillo en 1998. En aquella ocasión nos regaló con un análisis del Retablo Mayor de la iglesia de San Francisco como exponente de la escultura barroca en la ciudad de Pizarro. Como todo lo que salió de su pluma de excelente factura.

Amplia y variada es la temática que abordó nuestro llorado compañero y colega. El deseo de brevedad nos lleva a citar también su artículo “Los órganos en la catedral de Badajoz”, publicado en 1999 por el Museo Catedralicio en su colección de Hª y Arte. No podemos ignorar el discurso de contestación que pronunció en 1997 en la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes de la que era Académico de número y censor. En aquella ocasión nos deleitó con su “Torres para un paisaje”, sobre los campanarios de Extremadura. Fue publicado en 1999 en Badajoz por Tecnigraf.

Sirvan estas líneas para evocar la figura y obra de Carmelo Solís Rodríguez, un extremeño de pro, culto y afable, cercano y preocupado por todo lo que de verás interesa a los seres humanos. El concierto que en Septiembre de 2001 se celebró en el Monasterio de Yuste a cargo del Coro del Real Conservatorio Superior de Música de Badajoz, en homenaje a su figura, fue merecido y recordado por todos. Sean estas líneas una modesta recensión de su obra y sincera muestra de estima por Carmelo Solís Rodríguez desde La Vera.

En Aldeanueva, Mayo 2002

Oct 012002
 

Marcela Martín Jiménez.

Las Congregaciones e Instituciones Religiosas desde sus orígenes han funcionado como comunidad de emociones y no tanto comunidad intelectual. En los conventos, se entraba en ocasiones, sin formación alguna. Se daba la paradoja de ver dando clases a personas que no estaban tituladas para ello e incluso atendían a los enfermos sin conocimientos previos.

Empleaban el lenguaje emocional para hacer llegar el mensaje y así la comunidad de discípulas y discípulos, se constituía no en torno a una doctrina, o a un sistema filosófico ni tampoco a las enseñanzas de un maestro o de un sabio, sino en torno a una experiencia que daba sentido a la historia y ordenaba el caos de la injusticia: la llegada del Reino de Dios, la Resurrección, estas son las claves, comunicación emocional de la fe.

En Extremadura, como en el resto de las regiones españolas, las Congregaciones Religiosas han sido parte de las vivencias de nuestros antepasados, de las nuestras y hoy podemos afirmar que existen en la Provincia de Badajoz catorce Arciprestazgos con un total de trece Congregaciones Religiosas masculinas y noventa y cinco femeninas. En la Provincia de Cáceres hay dieciséis Congregaciones Religiosas masculinas y cincuenta y siete femeninas lo que hacen un total de ciento ochenta y una.

Como dato curioso, en la provincia de Cáceres las Congregaciones Religiosas masculinas se quedan en catorce al existir una Congregación en Cáceres, otra en Guadalupe y otra en Pedroso de Acín. Las Congregaciones Religiosas femeninas son cuarenta y cuatro: Hermanas Carmelitas de la Caridad se encuentran en Cáceres y Miajadas. Hermanitas de los Pobres en Cáceres Plasencia y Trujillo. Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en Cáceres, Coria, Membrio, Plasencia, Torrejoncillo y Valencia de Alcántara. Josefinas de la Santísima Trinidad en Cáceres, Cabezuela del Valle, Hervás y Plasencia. Hijas de la Virgen para la formación cristiana en Alcuescar y Valencia de Alcántara. Misioneras de Acción Parroquial en Casar de Cáceres y Huetre (Hurdes).

Como podemos ver se repiten como ya lo indico anteriormente y el total general cambia a cincuenta y ocho Congregaciones de ambos sexos.

En Badajoz ocurre otro tanto.

Ahora pasamos al estudio de algunas de estas congregaciones que nos ayudará a conocer aunque sólo sea unas simples pinceladas de su obra.

COMPAÑÍA DE JESÚS

San Ignacio de Loyola (1491-1556) Fundador de la Compañía de Jesús (Los Jesuitas). Iñigo López de Recalde nació en la casa solariega de Loyola, en Guipúzcoa (España). En su juventud fue militar, herido gravemente en un combate contra las tropas francesas; hubo de pasar muchos meses convaleciendo en Loyola y para mitigar su aburrimiento, abrió un volumen de las vidas con los Santos. Inmediatamente experimentó un gran cambio. Abandonando sus sueños de proezas caballerescas, decidió emprender una peregrinación a Jerusalén tan pronto como estuviera en condiciones para ello. Vestido de mendigo, asistió a las vísperas de la Anunciación en la capilla del Monasterio de Montserrat (1522), y allí colgó sus armas en señal de que abandonaba las glorias terrenales y se entregaba al combate espiritual. Después de muchos sinsabores visitó Jerusalén, donde predicó, con muy poco éxito, el Evangelio a los turcos. Regresó a España y estudió en Salamanca a fin de prepararse para la carrera que había elegido. Poco después se trasladó a París y allí fundó con cinco compañeros, la Compañía de Jesús (1534). Como su intención original de ir a Tierra Santa se vio frustrada por la guerra, los jesuitas decidieron consagrarse a combatir la Reforma. En 1539, San Ignacio pasó a Roma y al año siguiente consiguió que el Papa aprobara la Regla que había instituido. Permaneció en Roma como primer General de su Orden y allí murió, agotado por las penitencias y el exceso de trabajo. Fue canonizado en 1622 Jesuitas, la Sociedad o Compañía de Jesús es una Orden de clérigos regulares fundada por San Ignacio de Loyola. La Regla redactada por San Ignacio, no ha sido modificada nunca. Los jesuitas hacen los votos usuales de castidad, pobreza y obediencia, a los que se añade un cuarto voto: obediencia al Papa. El lema de la Compañía es Ad Maiorem Dei Gloriam. “A la mayor Gloria de Dios”

Hay cuatro grados en la orden: los profesos, que han pasado por todas las etapas preliminares (lo que requiere por lo menos diez años); los coadjutores, algunos de los cuales han recibido las sagradas órdenes y ayudan a los profesores en su obra espiritual, en tanto que otros son hermanos legos y ejecutan los trabajos meniales; los escolásticos, que se dedican al estudio y la enseñanza, y los novicios quienes después de dos años de prueba como postulantes, pasan otros dos en ejercicios espirituales y en preparación disciplinaria

La historia de la Compañía ha sido rica en vicisitudes; el triunfo de los primeros años fue seguido, en muchos países, por un periodo de represión (debido a la sospecha de que los Jesuitas se dedicaban a intrigas políticas), pero la orden resurgió y recobró sus antiguos prestigio e influencia. En el campo de la educación católica los jesuitas han alcanzado una señalada preeminencia. La compañía es una “autocracia” gobernada por un General electo. Los jesuitas están distribuidos por todo el mundo y cuentan más o menos con 25.000 miembros, repartidos en treinta y dos provincias, cada una bajo la dirección de un Provincial.

La Fórmula del Instituto, aprobada por los Papas Paulo III en 1540 y Julio III en 1550, dice: “Cualquiera que en nuestra Compañía quiera ser soldado para Dios… tenga entendido que forma parte de una Compañía ante todo… para emplearse en la defensa y dilatación de la Santa fe católica, en ayudar a las almas en la vida y doctrina cristiana, predicando, leyendo públicamente y ejercitando los demás oficios de enseñar la palabra de Dios, dando los ejercicios espirituales, instruyendo a los niños y a los ignorantes en la doctrina cristiana, oyendo las confesiones de los fieles y administrándoles los demás sacramentos para espiritual consolación de las ánimas. También es instituida para pacificar a los desavenidos, para socorrer y servir con obras de caridad a los presos en las cárceles y los enfermos en los hospitales, según sea necesario para gloria de Dios y el bien universal.

Este ideario ha movido durante cinco siglos la Compañía de Jesús.

Desde el siglo XVI, la Compañía e Jesús ha sido internacional en su composición, es decir desde sus orígenes.

Hay que destacar cuatro puntos como características de la espiritualidad ignaciana.

  1. Buscar y hallar la voluntad de Dios sobre sus vidas.
  2. Ensanchar el corazón a las dimensiones del mundo.
  3. Conocer la realidad de si mismos, cada uno.
  4. Discernir a la luz de la oración y de la razón iluminada por la fe para hacernos más evangélicos. Encontrar a Dios en todo lo creado, siendo contemplativos con Dios en la oración.

Decía Pablo VI y lo ha repetido Juan Pablo II, “aún en los campos más difíciles… allí están presentes los jesuitas.” Los jesuitas están abiertos al diálogo con los no católicos y con las grandes religiones mundiales y en el deber de encarnar la dimensión social del Evangelio mediante el amor preferencial por los pobres, anunciando la Justicia del Reino y denunciando las injusticias del mundo. En resumen, la misión de los jesuitas es el servicio de la fe.

CONGREGACIÓN DE SACERDOTES DE LA MISIÓN DE SAN VICENTE DE PAÚL

San Vicente de Paúl nació en la Gascuña en 1581, de padres pobres. Fue ordenado en 1600. Durante un viaje de Toulouse a Narbonne fue capturado por piratas berberiscos y enviado como esclavo a Túnez. En 1607, logró escapar y, después de pasar algún tiempo en Roma y en París, fundó la Congregación de Sacerdotes de la Misión, que llegaron a ser famosos con el nombre de lazaristas en 1625 y restablecida en 1832 en el Colegio de San Lázaro de París. Se les conoce también como paules o vicencianos; son sacerdotes seculares ligados por votos simples, y tienen misiones, seminarios, etc. en todas partes del mundo.

Falleció en San Lázaro en 1660 y canonizado en 1737. Su fiesta es el 19 de Junio.

Fundó también las Hermanas de la Caridad, siendo su gran colaboradora Santa Luisa de Marillac y la Hija de la Caridad (como son conocidas) es la sierva de los pobres, que tiene por monasterio las casas de los enfermos; por celda, cuarto de alquiler; por capilla la Iglesia Parroquial; por claustro, las calles de la ciudad y las salas de los hospitales; por clausura, la obediencia; por rejas, el temor e Dios; por velo, la santa modestia. Se consagran a la unión con Dios para servir a los pobres.

MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA

Anunciar a Jesucristo en el tercer milenio.

En Aix de Provenza (Francia), el 25 de Enero de 1816. San Eugenio de Mazenod, “figura gigante del movimiento misionero moderno” (Juan XXIII), “apasionado por Cristo e incondicional de la Iglesia” (Pablo VI), fiel a un ideal que le llevaría a una aventura evangélica cuyo desarrollo no se atrevería ni a soñar él mismo a causa de los mil obstáculos que surgieron en su camino” (Juan Pablo II), fue su fundador.

Eugenio, nacido en el seno de una familia noble, sufre en sus carnes, desde muy niño, los zarpazos de la Revolución francesa. Con solo 9 años se ve obligado a huir al destierro con su familia. Cuando regresa a los 20, muchas cosas habían cambiado sustancialmente en Francia. También en la Iglesia. A los 25, deslumbrado por el amor de Dios, que descubre en un Viernes Santo al adorar la Cruz, lo ve todo con ojos nuevos: el abandono del pueblo de Dios, escasos sacerdotes decrépitos física y espiritualmente, le empujan a optar por ser “el servidor y sacerdote de los pobres.” Quiere “enseñar a todos quien es Jesucristo”

Desbordado por la magnitud de la empresa, reúne en torno a si a algunos sacerdotes animados de su mismo celo ardiente y los impulsa a vivir “unidos por los lazos de la más íntima caridad, teniendo un solo corazón y una sola alma.” El prototipo de esa “comunidad apostólica” será Jesús con los apóstoles. Formados en esa escuela evangélica, los lanzará a los cuatro vientos para evangelizar a los pobres.

“Quisiera enviar misioneros a todo el mundo. Así nació un nuevo instituto religioso-misionero”.

“Incondicional a la Iglesia,” aceptará más tarde el episcopado. Primero como titular de una diócesis desaparecida en Argelia. Después debe regir la populosa y difícil diócesis de Marsella. Mazenod se entrega con pasión a su nueva diócesis; pero se desvela al mismo tiempo, como San Pablo, “por todas las iglesias” a donde ha enviado a sus oblatos.

“El oblato es, ante todo, el hombre de Jesucristo. Un día fue alcanzado por Cristo. Escuchó su invitación a dejarlo todo y a seguirlo. Dejó sus bienes, su familia, las posibilidades de situarse en el mundo, y se puso a seguir a Jesús viviendo su vida y participando en la misión. Se siente impulsado a decir a los hombres, sobre todo a los pobres, quién es Jesucristo.

El oblato es también el hombre de los pobres. Tiene los ojos muy abiertos al dolor del mundo y se siente muy afectado por el grito de los pobres.

El oblato es también el hombre de la Iglesia. Jesús y la Iglesia se identifican.

El oblato es el hombre de la Virgen María. Siguiendo a Cristo ha encontrado a María su Madre, la Inmaculada.

Reunidos todos estos “el oblato es,” hacen con su totalidad un verdadero oblato. Comparte con otros lo que les cautiva, comparte con otros su carisma.

Están trabajando en los cinco Continentes.

HERMANAS MISIONERAS FRANCISCANAS DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN

Es una Congregación poco numerosa, unas 400 hermanas y de poco renombre. Son un don del Espíritu Santo en la Iglesia. Su Carisma es seguir el Evangelio según lo veía San Francisco de Asís, conviven en fraternidad y tratando de producir en sus vidas a Cristo, Obediente, Pobre…

Desde sus comienzos pusieron a la Congregación bajo el patronazgo de la Purísima Concepción de María. Es su modelo y referencia imitándola en sus cualidades de Virgen Madre.

La Fundadora es la Madre Paula de Jesús Gil Cano que nace en Vera (Almería) el 2 de Febrero de 1849. De niña está acogida en la Casa de la Misericordia, en Cartagena. Siente la necesidad de prestar ayuda a los niños sin padres de la riada murciana de 1879.

Inicia una vida comunitaria con una responsabilidad tan llena de amor al servicio de las huerfanitas que es conocida por todos. El Obispo de Cartagena D. Mariano A. la aconsejó que hablara y se pusiera bajo la dirección del Franciscano P. Manuel Malo, y de sus manos reciben el hábito y les da la Regla Franciscana y crean los primeros Estatutos.

En vida de la Fundadora el Papa León XIII aprobó la Congregación el 6 de Julio de 1901 pasando a ser de Derecho Pontificio y en 1903 aprobadas las Constituciones por el Papa San Pío X. Madre Paula falleció en Murcia el 18 de Enero de 1913; el 14 de Octubre de 1995 se abrió el Proceso Diocesano de su Canonización en Murcia y se clausuró el 11 de Octubre de 1997, para continuarlo en Roma.

Carisma.

Servicio al pueblo, siendo lo más destacado de su apostolado vivir en verdad, sencillez y alegría, la vida del Evangelio. Sirviendo a los niños en Casas-Hogares y como principal hecho lo concerniente a la educación y a la labor de pastoral catequética con las parroquias y lugares de misión.

Son tres los Continentes en los que ejercen su servicio y entrega, Europa, América y África. Tienen 57 Casas. La Congregación está constituida por tres provincias, 2 en América y 1 en Europa.

MISIONEROS CLARETIANOS, SAN ANTONIO MARÍA CLARET

En 1849, cinco jóvenes sacerdotes, con el Padre Claret al frente, se lanzaron a crear una Congregación misionera. Era el 16 de Julio de 1849 cuando comenzó la Santa Congregación en una sencilla celda del Seminario de Vich (Barcelona). Los comienzos eran con escasez de medios y pocos componentes. Lo que si tenían muy claro es que su ideal sería ARDER, ABRASAR y ENCENDER. Para extenderse, para romper fronteras… Al escribir estas palabras arder, abrasar y encender, por unos instantes pensé deberían cambiarse los términos, primero encender, después arder y por último abrasar, esto en cuanto a una supuesta lógica más si lo analizamos como nos lo presenta el Padre Claret lo que nos está diciendo es que hay que arder en el amor de Dios, abrasarse en él y encender a otras personas, que el fuego multiplique. ¿Debería ser esta la definición de un misionero? Se ha dicho esto y creo que es esencial para poder llegar a ser realmente un misionero, al arder no te importa lo tuyo, te entregas hasta abrasarte para seguidamente encender a otros, y digo otros, porque no sólo serán esa media docena de personas las que vivirán ese carisma sino que a lo largo de los 152 años transcurridos, eso se ha realizado bajo la inspiración del Espíritu Santo y no solo en seminaristas como cuando empezaron, incluso hoy día están las mujeres sirviendo a los demás desde una entrega misionera, desde su ser sacerdotes, religiosas o simplemente laicos. El perfil misionero es de la persona que más se acerca a los valores del Evangelio, lo hace Palabra, lo hace vida y se encarna en él la verdad que todos buscamos. Porque todos tenemos un deseo grande de encontrar lo que nos colme y nos llene. La vida de un misionero suele estar llena, colmada, frente al vacío actual de quienes solo se preocupan por una vida más confortable y cómoda.

Nosotros no entendemos lo que es la humildad, esta palabra sencilla, la confundimos con necesitado y se puede ser humilde y ser lo más importante, precisamente por ello. ¿No podría ser esta, otra definición de misionero?

CONGREGACIÓN DE LOS SALESIANOS

San Juan Bosco, sacerdote de Turín (Italia) (1815-1888), fundó la Congregación de los Salesianos en 1861 para educar a la juventud y, luego, los Cooperadores Salesianos con este mismo fin. Estableció en 1876 la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora, a las que confió las muchachas. Fue canonizado por Pío XI el 1º de Abril de 1934.

San Juan Bosco es uno de los Santos que más han “soñado.” Es decir que Dios le manifestaba en sueños su voluntad y le decía muchas cosas. Su primer sueño fue a los 9 años. Bajo la alegoría de una turba de animales feroces, que se convierten en corderos y algunos en pastores, se le indica su misión en el mundo: educar la juventud, convertir a los no creyentes, perfeccionar a los buenos. Nacido de estas circunstancias Juan se hace sacerdote. Cuando era seminarista reunía a los niños para enseñarles a rezar.

Huérfano de padre, para ayudarse en sus estudios y el sostenimiento de la casa, se hace mozo de granjas, y en cafés, trabaja de sastre, zapatero, carpintero, herrero y sacristán, sin olvidar su apostolado. Para atraer a chicos y mayores al catecismo, se hizo hábil titiritero, atleta e ilusionista.

Siendo sacerdote, al ver a los chicos huérfanos y vagabundos por las calles, concibió la idea de crear los “oratorios,” lugares en los que se refugiaban los chicos y eran cuidados y educados. Pronto se le sumaron otros sacerdotes y con ellos fundó la Congregación de Padres y Hermanos Salesianos. Creó por la Santa Sede la “Pía Unión de los Cooperadores Salesianos,” que viene a ser como una Orden Tercera. A ella quiso pertenecer el mismo Papa Pío IX, quien aprobó las reglas de los Salesianos.

Carisma.

Estos religiosos se dedican por medio de sus miembros, sus iglesias y sus escuelas profesionales, a la educación de la juventud por todo el mundo. Apostolado que puso bajo la tutela de María Auxiliadora.

La actividad pastoral de San Juan Bosco abarcó además el campo de la prensa, con diversas publicaciones fijas y periódicas. Siempre tenía en sus talleres profesionales imprenta. Hasta llegó a fundar una fábrica de papel, la primera que funcionó en Piamonte (Italia).

Su fama se extendió muy rápida por todos los lugares así como el poder de hacer milagros.

Falleció en Turín el 31 de Enero de 1888. San Pío X lo declaró venerable. Lo beatificó el Papa Pío XI en 1929 y le canonizó el día de la Pascua de Resurrección, 1 de Abril de 1934.

Es Patrono del Cine, de las Escuelas de Artes y Oficios y también de los ilusionistas.

CONCLUSIÓN

Una vez hecho un estudio aproximado de las Congregaciones Religiosas, podemos destacar que son complementarias unas de otras, es decir, que entre todas forman el proceso a seguir para comprender y entender la llegada del Reino de Dios, y como decíamos al principio la Resurrección, siendo estas las claves esenciales para la comunicación emocional de la fe.

Oct 012002
 

Teodoro Agustín López López  Pbro.

Catedrático de Filosofía

Con motivo de la celebración del 50 aniversario del Plan Badajoz, presentamos este trabajo; como continuación del publicado en los XXVII Coloquios Históricos de Extremadura: “Las Parroquias pacenses del Plan Badajoz”.

Las Cortes, el 7 de Abril del 1952, aprueban la Ley del Plan de Obras, industrialización y electrificación de la Provincia de Badajoz, la transformación en riego de sus vegas y su colonización. Una visión de conjunto de los blancos y limpios poblados con sus feligresías respectivas, a la sazón, repartidas por las tierras bajo-extremeñas, nos hará comprender la gran transformación de los campos en regadío con una cincuentena de núcleos urbanos distribuidos en las diócesis de Badajoz y Plasencia. Desconocemos historias individuales publicadas y en casi todas las reseñas de divulgación se omiten la historia eclesiástica.

La diócesis de Plasencia con una extensión de algo superior a 10.000 Kilómetros cuadrados, está repartida en tres provincias: Cáceres, Salamanca y Badajoz. Sorprende que la Guía Diocesana no mencione a esta nueva zona pastoral, como lo hace con las ciudades badajocenses, forman parte de su territorio.

Las líneas de formas modernas y la funcionalidad, tanto de la fábrica propiamente dicha, o sea su arquitectura, como del tesoro de obras escultóricas y pictóricas, dan a propios y extraños un impacto nuevo si se relaciona con el patrimonio eclesiástico de los antiguos templos.

Las fuentes utilizadas son “Colonización y Desarrollo social. Estudio sobre Colonización en el marco del Plan de Badajoz”, de Miguel Siguan, 432 folios mecanografiados. Secretaría Gestora del Plan de Badajoz. Año 1963; Guía de la Iglesia de Plasencia 2002; Algunos datos sobre el Plan de Badajoz, de Antonio Ossorio Murillo de la Cueva, Año 1998; Archivo Parroquial de Balboa, carta del arquitecto D. Miguel Herrero Urgel, 15 de junio de 1988; Archivo de la Finca “La Orden” (Guadajira) y Servicio de Reforma de Estructuras Agrarias (Valdivia), hoy ubicados en la Conserjería de Agricultura de Mérida; y especialmente, el trabajo de campo en cada una de las parroquias.

¿Qué orden seguir? No es un trabajo de historia, de geografía, ni de arquitectura y además siembra confusión en los lectores. En un trabajo de nueva divulgación cultural como este, creemos más sencillo el orden alfabético de las parroquias para su búsqueda.

I. GENERALIDADES

Las Vegas Altas se llama así, en contraposición de la Vegas Bajas, que se extienden a los márgenes del cauce del Río Gaudiana desde Mérida hasta su salida por Badajoz.

Comprende la zona de Orellana 115 Km. de longitud, cuyas obras singulares son los acueductos de los ríos Gargáligas, Alcollarín y Burlado; y sifón de Ruecas; y la del Zujar 150 Km. de longitud cuyas obras singulares son el sifón del río Guadamaz y tomas de las elevaciones.

Sobre el río Guadiana se construyen las presas de Cíjara, García de Sola y Orellana. De esta última parte el canal de Orellana.

Sobre el río Zujar, se construyen las presas de la Serena y del Zujar de la que parte el canal del Zujar.

Todos 19 pueblos de las Vegas Altas son de la diócesis de Plasencia, excepto Valdivia que pertenece a la de Badajoz. Amen de los pequeños regadíos de Entrerríos y Docenario[1].

1. Aspectos materiales y culturales

Viviendas de colonos y obreros

Los colonos entran en la tierra “prometida”. Unos vendieron un trozo de tierra, otros una casita o animales o consiguen un préstamo del propietario en el que habían trabajado, otros nada llevan, solo lo puesto.

Alquilan a medias un camión y trasladan lo que poseían. Muebles: 1 cama, 2 catres, 3 colchones, 1 cómoda, 1 mesa-camilla, 6 sillas, 1 baúl y 1 panera. Ropa de cama: 5 sábanas, 3 almohadones, 5 mantas, 3 toallas (todo ello deteriorado). Ropa de vestir: exclusivamente lo que llevan puesto y una muda interior[2].

Con esos exiguos bienes transportados los colonos llegan al pueblo nuevo, que le han designado. Allí reciben el equipo inicial de colonización, igual para todos ellos: casa, parcela (en depósito), ganado de labor y de leche, arado, carro y aperos.

La vivienda de los colonos, no hace falta decir que en la inmensa mayoría de los casos son muy superiores a las que los mismos tenían en el lugar de procedencia. En algunos casos no están en funcionamiento ciertos servicios públicos (electricidad, agua…) pues se da por supuesto que este hecho es transitorio.

Se compone de cocina no independiente, sino que el fogón y el fregadero están en el comedor. Siempre hemos visto el inconveniente de que nada más abrir la puerta de entrada encontrábamos cocina-comedor. Algunos optaron por hacer una cocinilla en el espacioso patio.

Los servicios sanitarios son lavabo, ducha y WC. Los dormitorios son insuficientes para las familias de 8 hijos, pero acostumbrados a dormir tres o cuatro en la misma cama nadie da importancia a este hecho.

La dependencia para ganado según el número de cabeza se reducirá el espacio notablemente. Cuando los aperos y productos aumentan aún será más. No se pretende darle todo. Eran reaccionarios a muchas ampliaciones. Comentaban entre sí: «lo peor es que cuando llegue el momento de ser nuestra nos hagan pagar como si fueran nuevas».

Los obreros agrícolas son aquellos que se instalan con casa y huerto familiar, concedidos por I.N.C. Se distinguen del obrero agrícola de secano, puesto que tienen abundante trabajo y una media hectárea de tierra. La parcelación se hace en bienes de los Ayuntamientos o en tierras adquiridas con esta finalidad. Los fondos de lucha contra el paro se aplicarán principalmente a la constitución de estos huertos. Los Concejos vuelven a disponer de propios o comunales que arrendados individualmente o explotados cooperativamente puedan servir para mitigar los problemas sociales. Eran arrendatarios sin esperanza alguna de adquirir la propiedad, pero a final la consiguieron. También trabajaban en las parcelas de los colonos y en las reservas de los propietarios, que en parte habían sido expropiados para la creación de los poblados.

Edificios culturales: escuelas, polideportivos, hogares juveniles y cementerios.

De los 6 a 12 años, niños y niñas asisten normalmente a la escuela. Existía una escuela única o graduada según el volumen del pueblo y suficiente para sus necesidades. Sobre el grado de asistencia y los problemas escolares no faltaron. Se insiste en la escolarización que era baja. En esta edad, también comienzan a colaborar en la explotación familiar (llevan las vacas a pastar a la parcela, ayudan en la recolección, especialmente en el algodón). El perito podía imponer sanciones a los colonos que descuidaban el mandar sus hijos a la escuela.

A los 13 años termina el periodo escolar y se vinculan al trabajo. En la preadolescencia los muchachos van a la parcela y las muchachas se dedican exclusivamente al trabajo doméstico y la ayuda en las faenas agrarias de cogida. Algunos tenían la salida con Formación Profesional y después con estudios superiores.

Según avanza el nivel económico se despierta el interés por aprender. Veían a sus padres que la comunicación con I.N.C. por números y escritos, por ambas partes era necesaria.

Para los adolescentes se crea las “clase de adultos”. Algunos se motivaban al comentarse entre ellos que “quien no tuviera la suficiente instrucción no heredaba la parcela”. En cambio, para los pueblos que existía sección femenina o divulgadora rural, las chicas asisten con gusto a las clases, impartidas en los Hogares juveniles, que se organizan (economía domestica, cantos, bailes…). Las cátedras ambulantes de la misma Sección Femenina tienen una gran repercusión sobre la población en la que se instalan dos meses en cada uno. Van rotando por los distintos pueblos. También está el servicio de extensión agraria del Ministerio de Agricultura.

Los maestros forman una clase “distinguida” del pueblo. Encontraban cierta gratificación en el Plan nuevo: escuelas a estrenar, vivienda nueva, complemento de destino y un campo abierto a sus exigencias vocacionales. Llevaban algunos ciertas actividades secundarias como representante de Banco, arrendatario de cine, clases particulares y repasos[3].

En el periodo de tutela, durante los cinco primeros años desde la fundación, daban charlas de divulgación el sacerdote, maestro, médico y veterinario, organizadas por el perito.

Los cementerios municipales hasta la década de los 80 no empiezan a abrirse algunos, a pesar de estar construido hacía tiempo. Se enterraban en el del municipio correspondiente y algunos casos en los de los pueblos de origen[4].

Tabla I

Poblados Viviendas de Colonos Viviendas de Obreros Escuelas Hogares varones Hogaresmujeres Cementerios
Alonso de Ojeda 79 7 4
Casar de Miajadas 71 41 3 x x x
Conquista del Guadiana 83 2 x x
Gargáligas, 113 50 4 x x x
Guadalperales 198 27 4 x x x
Hernán Cortés, 118 55 7 x x x
Obando 43 24 2
Palazuelo 103 21 5 x x
Pizarro 93 19 4 x x x
Puebla de Alcollarín 111 15 5 x x x
Ruecas 60 140 3 x x x
Torrefresneda 87 4 x x
El Torviscal 85 66 4 x x
Valdehornilloss 140 58 7 x x x
Vegas Altas 88 37 4 x x x
Vivares 136 37 6 x x x
Yelbes 98 9 4 x x
Zurbarán. 159 61 6 x x x

2. Organizaciones socio-económicas

Edificios administrativos: ayuntamiento, vivienda secretario, dispensario médico y vivienda del médico.

Durante los primeros cinco años, colonos pagan los servicios al I.N.C., después lo harán estos a la Administración Municipal. La cotización de los poblados que han de tributar es más alta que los pueblos antiguos, en donde residen los organismos administrativos. Aquellos son más ricos y tienen menos necesidades. Estos no viven en el núcleo de Colonización y por tanto, son menos sensibles a los problemas de los colonos.

Se pensó en las “entidades locales menores”. Caso singular fueron los poblados del termino de Badajoz, que se opuso el Ayuntamiento y el Tribunal Supremo reforzó tal oposición con su dictamen. Siempre queda abierta al camino legal, pero su trámite administrativo muy largo, lleva a predecir un resultado cierto.

Lo cierto es que los poblados tienen una problemática específica y con medios suficientes para mantener la propia administración y servicios. No es menos cierto que hasta hoy sólo Valdelacalzada ha obtenido independencia, varios han conseguido la categoría de Entidad local menor con cierta autonomía y el resto continúa como poblados dependientes por carecer de medios necesarios al tener un volumen mínimo de población. Una nueva Ley sobre el futuro régimen administrativo de los pueblos de Colonización parece ser lo obvio. No obstante, el problema continúa abierto.

Edificios para la explotación: cooperativas, almacenes, central hortofrutícola, fábrica de piensos, cebaderos, secaderos, puestos de recogida de leche.

Los frutos producidos son cereales (cereal inv., arroz y maíz), hortícolas (tomate, pimiento, espárragos, patatas), frutales, sandia y melón, industriales (tabaco, remolacha y algodón), oleaginosas (girasol), proteoginosa (soja) y forrajeras (pradera y alfalfa)[5].

Otros productos de su propiedad fueron los ganados vacunos (vacas y novillos) y de cerda para autoconsumo y las gallinas de raza para fomentar la riqueza avícola, concretamente la producción de huevos.

La mejor manera de comercializar los productos era el cooperativismo, que tiene su antecedente en la “Junta de colonos”, una especie de asamblea de todos los que tienen esta condición. Fue creada en el periodo de tutela.

La pertenencia a la Cooperativa es voluntaria pero prácticamente están afiliados todos los colonos. Sus primeros pasos estuvieron bajo los auspicios del perito hasta que se inician. Los servicios son varios: maquinaria, utensilios de cultivo, semillas y sobre todo, la comercialización de los cereales. La Central lechera está constituida en plan cooperativo no sin graves problemas.

Edificios comerciales: artesanías para comercios, bares y cines.

En la infraestructura de los nuevos pueblos se prevé una serie de locales y viviendas para alojar algunos comercios y servicios esenciales de la vida colectiva ( tiendas de comestibles, despachos de bebidas…). Tales artesanías se conceden por concurso entre los que aspiran a su explotación.

Tardan en implantarse hasta que no cambia la situación económica de los colonos. Así atraen a candidatos a los concursos o subastas, una vez pasados los cinco primeros años. Al mismo tiempo comienzan a surgir actividades artesanas localizadas en domicilios particulares (modistas, zapatero, herrero…) y otras actividades de servicios (fonda, transporte, diversiones).

Estos constituyen un grupo diferente de los colonos, inexistente al comienzo, pero que se desarrolla y progresa con mayor celeridad que los propios colonos. Al término de la tutela algunos alcanzan mayores beneficios que la media de los colonos. No obstante, tienen sus límites definidos. Los colonos tienen los bienes de consumo esenciales y cuanto aumenta su capacidad de consumo, se incrementan los beneficios para los comerciantes. Pero las mercancías técnicas y servicios más elaborados recurren a las ciudades más cercana, especialmente al grupo Don Benito-Villanueva en la zona de la Serena. No faltaron los empresarios de cine y bares para el tiempo libre u ocio.

Tabla II

Poblados Ayuntamiento Cooperativas Dispensarios Comercios Cines Bares
Alonso de Ojeda Pedanía x 2
Casar de Miajadas Pedanía x
Conquista del Guadiana Pedanía x 2 1
Gargáligas Entidad Local Menor x 3 1
Guadalperales Entidad Local Menor x 3 1
Hernán Cortés Entidad Local Menor x x 3 1
Obando Pedanía 3 1
Palazuelo Entidad Local Menor x x 3 1 1
Pizarro Entidad Local Menor x x 2 1
Puebla de Alcollarín Entidad Local Menor x x 3 1
Ruecas Entidad Local Menor x 3 1
Torrefresneda Entidad Local Menor x 2 1
El Torviscal Entidad Local Menor x x 3 1
Valdehornillos Entidad Local Menor x 2 1
Vegas Altas Pedanía x 3 1
Vivares Entidad Local Menor x x 3 1 1
Yelbes Entidad Local Menor x x 2 1
Zurbarán. Entidad Local Menor x x 3 1

3. Jurisdicciones civiles

Esta zona pertenece a provincias y municipios distintos. Incluso un mismo poblado tiene parcelas que pertenecen a dos términos municipales diferentes. Lógicamente, lleva a registrar sus tierras en varios partidos judiciales.

Extremadura: Provincia de Badajoz: -Don Benito, cabeza de partido con los pueblos Guareña, Medellín y Santa Amalia. -Puebla de Alcocer, cabeza de partido, con Navalvillar de Pela. -Villanueva de la Serena, cabeza de partido con los pueblos de Acedera y Villar de Rena.

Provincia de Cáceres:-Logrosán, cabeza de partido con los pueblos Madrigalejo, Campo Lugar y Alcollarín.-Trujillo, cabeza de partido con los pueblos de Miajadas y Escurial.

Las expropiaciones en la zona de Orellana se hicieron a las zonas de Casa de Campo ( 938 has), Cerros Gordos ( 252 has.), Doscientas Ventoso ( 125 has.), Millar de Guijo ( 417 has.) y Quinto-Carneros ( 286 has.), Zujar-Don Benito (3982 has.) en Don Benito; Vivares ( 1200 has.) en Villar de Rena; Santa Amalia (3176 has.) en Santa Amalia; Zujar-Valdetorres ( 3000 has.) en Valdetorres; Zujar-Guareña (6000 has.), en Guareña; y Zujar-Villanueva (1365 has.) en Villanueva de la Serena[6].

Las fincas se escrituraron de modo sucesivo:

  • Agrupación nº 1: Don Benito, (Registro de Don Benito) Navalvillar de Pela (Registro de Puebla de Alcorcer), Villar de Rena, Villanueva de la Serena, Acedera (Registro de Villanueva de la Serena). Madrigalejo, Campo Lugar y Alcollarín (Registro de Logrosán) un total de 53 fincas, con una superficie de 7168 Hectáreas por un importe de 69626 millones. Las escrituras fueron firmadas el 30 diciembre de 1974.
  • Agrupación nº 2: Villar de Rena, (Registro de Villanueva de la Serena) Madrigalejo, Campo Lugar y Alcollarín (Registro de Logrosán), con un total de 39 fincas, 2758 de superficie, e importe de 34944 millones. Las escrituras fueron firmadas el de junio de 1975.
  • Agrupación nº 3: Villar de Rena (Registro de Villanueva de la Serena), Guareña, Medellín Santa Amalia y Don Benito (Registro de Don Benito), en un total de 200 fincas con superficie de 8994 Has. Importaron 129067 millones. Las escrituras fueron firmadas, el 21 de febrero de 1980.
  • Agrupación nº 4: Miajadas y Escurial (Registro de Trujillo), con 65 fincas, 1769 Has., cuyo importe ascendió a 27939 millones.

Los Nombres de los poblados fueron propuestos por la delegación provincial, utilizándose nombres de conquistadores y un prohombre del arte: Hernán Cortés, Pizarro, Obando, Alonso de Ojeda y Zurbarán, y otros por coincidir con los ríos de (Ruecas y Gargáligas) o lugares (Vallehornillo, Vegas Altas, Yelbes y Conquista); y otros con los nombres de las fincas expropiadas (Guadalperales, Palazuelo, Torrefresneda y Vivares).

Una breve referencia a los dos menos conocidos para los lectores: Alonso de Ojeda (1499-1502) nación en Cuenca. Hidalgo conquistador español. Conocidos son sus temerarios actos de acrobacia sobre un madero, desde lo alto de la Giralda en Sevilla, que atrajo la atenta mirada de la Reina Isabel, en demostración de atrevida osadía. Se vinculó a la empresa conquistadora desde el segundo viaje colombino. (1493). Fundada la ciudad de La Isabela, se le encomienda explorar la regiones de su interior. Por sus intervenciones se le encomienda al capitán Alonso de Ojeda el fuerte de Santo Tomás. Fue protegido por el Arzobispo hispalense Juan Rodríguez de Fonseca, presidente del Consejo de Indias. Llegó a las Islas de Trinidad y Curaçao y exploró las costas de América del Sur[7]. Sus rutas fueron muy útiles para el comercio. Murió Alonso, pobre y atribulado, victima de la traición de sus compañeros de armas, a finales de 1515 o principio de 1516, ordenando que le enterraran En Santo Domingo en el umbral de la iglesia de San Francisco. En el 1892 sus restos fueron trasladados al convento dominicano de la ciudad de Santo Domingo.

Frey Nicolás Obando[8], cacereño de naturaleza, ya sea en Broza y en la Capital, no hay pruebas decisoria. Vistió el hábito de la Orden de Alcántara, llegando ser Comendador Mayor[9]. En 1501 fue enviado por los Reyes Católicos como Gobernador de las Indias para restablecer el orden y la autoridad real. Supo demostrar sus dotes en La Española entre los años 1502 y 1509, fundando hospitales y diseñando el urbanismo e imponiendo a los indígenas a trabajar por salario. Ante el fracaso laboral de los mismos exportan negros africanos para las faenas agrícolas[10]. Falleció en Sevilla el 29 de mayo de 1511. Su cuerpo fue trasladado al Monasterio de San Benito de Alcántara donde inicialmente fue inhumado en una modesta sepultura. Unas décadas después se labraría en alabastro el sepulcro, obra del escultor Pedro de Ibarra, que hoy podemos ver.

Al 31 de diciembre de 1960, los colonos llegan a los poblados de Gargáligas (465 habitantes), Ruecas (311 habitantes), y Zurbarán (232 habitantes) en Don Benito; y 325 habitantes distribuidos en El Torviscal (180 habitantes) en Don Benito, y 159 habitantes en Villar de Rena; y a Guadalperales (325 habitantes) en Acedera y Vegas Altas (234 habitantes) en Navalvillar de Pela.

Tabla III

Poblados Término Municipal Municipio Partido Judicial Provincia
Alonso de Ojeda Miajadas Miajadas Trujillo Cáceres
Casar de Miajadas Escurial Miajadas Trujillo Cáceres
Villar de Rena Vª de la Serena Badajoz
Conquista de Guadiana Don Benito Don Benito Don Benito Badajoz
Gargáligas Vª de la Serena Don Benito Vª de la Serena Badajoz
Acedera Vª de la Serena Badajoz
Santa Amalia Don Benito Badajoz
Guadalperales Madrigalejo Acedera Logrosán Cáceres
Acedera Vª de la Serena Badajoz
Hernán Cortés Santa Amalia Don Benito Don Benito Badajoz
Medellín Don Benito Badajoz
Don Benito Don Benito Badajoz
Obando Navalvillar de Pela Navalvillar de Pela Puebla de Alcocer Badajoz
Palazuelo Don Benito Villar de Rena Vª de la Serena Badajoz
Campo Lugar Logrosán Cáceres
Villar de Rena Badajoz
Pizarro Campo Lugar Miajadas Logrosán Cáceres
Puebla de Alcollarín Villar de Rena Villar de Rena Vª de la Serena Badajoz
Ruecas Don Benito Don Benito Don Benito Badajoz
Villar de Rena Vª de la Serena Badajoz
Torrefresneda Santa Amalia Guareña Don Benito Badajoz
Guareña Don Benito Badajoz
El Torviscal Don Benito Don Benito Don Benito Badajoz
Villar de Rena Vª de la Serena Badajoz
Valdehornillos Santa Amalia Don Benito Don Benito Badajoz
Don Benito Don Benito Badajoz
Vegas Altas Navalvillar de Pela Navalvillar de Pela Puebla Alcocer Badajoz
Acedera Vª de la Serena Badajoz
Vivares Santa Amalia Don Benito Don Benito Badajoz
Don Benito Don Benito Badajoz
Miajadas Trujillo Cáceres
Santa Amalia Don Benito Badajoz
Yelbes Santa Amalia Medellín Don Benito Badajoz
Medellín Don Benito Badajoz
Zurbarán Don Benito Don Benito Badajoz
Vª de la Serena Vª de la Serena Vª de la Serena Badajoz

4. Jerarquía eclesiástica

El Obispo Dr. Zarranz ante esta nueva realidad pastoral procede a la creación las dieciocho nuevas parroquias. Nuestra investigación sobre el decreto de erección canónica no ha sido fructuosa. Martín-Romo, párroco antiguo me informa que sólo fueron creadas de “facto”; porque el obispo nombraba “curas regentes” y con el nuevo código de Derecho Canónico el Dr. Vilaplana comenzó a nombrar “curas párrocos”[11]. Esto explicaría el caso anecdótico de Zurbarán que me refería D. Antonio Ruiz Sanmiguel, ingeniero agrónomo emérito: El templo parroquial de la Sagrada Familia en su parte posterior (baptisterio) pertenece a la diócesis pacense y la anterior ( presbiterio) a la diócesis placentina, al ir la línea divisoria del límite territorial por el medio horizontal.

Siempre fueron dirigidas por un sacerdote varias parroquias. Exceptuando a Vegas Altas (Julián Sánchez), Guadalperales (D. Eusebio Serradilla Jiménez) y Zurbarán ( Jesús Mendo Sánchez), que residieron en los primeros años, ahora son todas atendidas por sacerdotes con otras ocupaciones pastorales, en algún caso civil, desde las ciudades de Miajadas, Don Benito o Navalvillar de Pela.

Santos Titulares. La elección de los Titulares al parecer, incluido los dos casos repetidos, es fácil explicar: el Sagrado Corazón de Jesús, de pujante devoción; en el grupo mariano figuran Ntra. Sra. de Guadalupe por la proximidad al Monasterio de la Patrona de Extremadura; las advocaciones más populares del momento, como Ntra. Sra. de Fátima, Ntra. Sra. del Pilar o Sagrado Corazón de María (ésta tal vez por la proximidad de los Claretianos); los santos arcángeles Miguel y Rafael; y del santoral el Patriarca José, Juan Bautista, Pedro y Pablo, Agustín de Hipona y Santa Teresa de Jesús, figuras de la Iglesia Universal y S. Fulgencio y San Isidro Labrador, patronos de la diócesis y del campo, respectivamente[12].

Autoridades eclesiásticas. Los Obispos diocesanos son Juan Pedro Zarranz y Pueyo (1945-1973), sede vacante (1973-76), Antonio Vilaplana Molina (1976-1987), Santiago Martínez Acebes (1988-1992), sede vacante (1992-94) y Carlos López Hernández (1994)[13].

Los arciprestes actuales figuran para Don Benito D. Pedro Sánchez Domínguez; Navalvillar de Pela D. Pedro de Alfonso Román y Miajadas D. Enrique Gómez Rodríguez quienes son representantes del Obispo en cada arciprestazgo. El Rectorologio de cada parroquia lo incluiremos en cada poblado.

El archivo parroquial lo forman los libros sacramentales de Bautismo, matrimonio y defunciones con la clasificación tomo I, excepto en Obando que hasta recientemente se inscribían sus feligreses en la parroquial de Navalvillar de Pela. Modernamente, en todas las iglesias, traslada la pila bautismal al presbiterio o capilla mayor. Las sacristías están dotadas de cajoneras para los ornamentos sagrados, libros litúrgicos, mobiliario, vasos sagrados y utensilios necesarios para el culto.

Edificios religiosos: templo, casa rectoral y dependencias para actividades pastorales. Las escrituras de donación del patrimonio religioso a la diócesis de Plasencia, según nota manuscrita facilitada recientemente por el ingeniero emérito D. Antonio Ossorio Murillo de la Cueva, según los datos al 11 de octubre de 1988, todas las casas rectorales se escrituraron el 4 de noviembre de 1983, excepto la de Casar de Miajadas, que no existe. En el mismo día y fecha se escrituran los huertos parroquiales, excepto los correspondientes a los poblados de Vegas Altas, El Torviscal, Alonso de Ojeda, Conquista y Torrefresneda, por carecer de ellos. El del Casar de Miajadas, Casar de Miajadas fue entregado el 21 de marzo de 1985 sin escritura. En cuanto a las obras de arte, pinturas y esculturas, YRYDA, -hoy la Junta de Extremadura- reserva la propiedad para evitar la enajenación las mismas.

Tabla IV

Poblados Parroquia Arciprestazgo Diócesis
Alonso de Ojeda San Miguel Miajadas Plasencia
Casar de Miajadas Santa María del Pilar Miajadas Plasencia
Conquista del Guadiana San José Obrero Miajadas Plasencia
Gargáligas Ntra. Sra. de Guadalupe Navalvillar de Pela Plasencia
Guadalperales San Fulgencio Navalvillar de Pela Plasencia
Hernán Cortés Ntra. Sra. de Guadalupe Don Benito Plasencia
Obando San Agustín Navalvillar de Pela Plasencia
Palazuelo Santa Teresa de Jesús Miajadas Plasencia
Pizarro San Rafael Miajadas Plasencia
Puebla de Alcollarín San Juan Bautista Miajadas Plasencia
Ruecas Corazón de María Don Benito Plasencia
Torrefresneda Ntra. Sra. de Fátima Don Benito Plasencia
El Torviscal San José Obrero Navalvillar de Pela Plasencia
Valdehornillos San Pablo, Apóstol Don Benito Plasencia
Vegas Altas San Isidro Labrador Navalvillar de Pela Plasencia
Vivares San Pedro Apóstol Miajadas Plasencia
Yelbes Sagrado Corazón de Jesús Don Benito Plasencia
Zurbarán La Sagrada Familia Navalvillar de Pela Plasencia

II. RECORRIDO PARROQUIAL

1. ALONSO DE OJEDA

Miguel Herrero Urgel, arquitecto y José Arias, aparejador realizan las obras de construcción.

Los colonos, procedentes de Campo lugar, Carmonita, Fuente del Maestre, Miajadas, Oliva de la Frontera, Oliva de Mérida, Puerto de Santa Cruz, Trasierra, Usagre y Villamesías, llegan el 1969. Hoy forman la feligresía 446 habitantes.

El Patrono y Titular es S. Miguel Arcángel, cuya imagen de talla madera no policromada la compra el pueblo. Además de la procesión del mismo, en Semana Santa se tiene una procesión con una cruz penitencial (sin Cristo), meditándose el Vía Crucis.

La Iglesia es de planta circular La bóveda octogonal descansa en arquitrabes de hormigón y cuelga una gigante lámpara de hierro forjado. Las paredes son de piedra natural y en la parte superior vidrieras en juego al abovedamiento. En la cabecera y a los pies el presbiterio y el coro sobre el cancel y otras dependencias.

Al altar mayor se sube por una suave grada, donde hay un comulgatorio con una balustrada de hierro. Sobre dos peldaños más se halla la tapa-mesa de altar que descansa en cuatro columnas, dos anteriores y dos posteriores, de granito, traídos de Quintana de la Serena.

En el ábside rectangular está formado por un lienzo de pared al aire, de dos y medio metros, a modo de retablo con espacios abiertos laterales con tres gradas secundarias que comunican con la puerta de la sacristía. La luz natural entra por grandes ventanales laterales de cristales sin motivos ornamentales. Un Crucificado de tamaño natural y una Virgen María con el Niño en sus brazos, todos ellos de talla de madera, presiden la capilla mayor.

Dentro de la nave circular simétricamente se encuentran a la izquierda la escultura de S. Miguel sobre poliedro de mármol artificial y a la derecha la pila bautismal con forma de pirámide invertida, junto a un bajorrelieve del Bautismo del Señor.

El coro alto lo adorna una balaustrada semicircular de hierro. Debajo el cancel con puerta grande de madera plegable y dos puerta a uno y otro lado del mismo que da acceso a la antigua capilla del Bautismo y a la subida del coro y torre. Dentro de la capilla que se accede por una cancela baja de hierro, se encuentra la imagen del Nazareno de tamaño mediano, en cuya inscripción se lee: “Pozoblanco (Córdoba) Siglo XVIII, donado por el matrimonio Antonio Blanco Toro y Manuela Rodríguez Horrillo, vecinos de Madrid, por adquisición familiar”.

La fachada principal mira a una plaza abierta ajardinada. Sobrepuestas tres estratificaciones de cristales, dan luz natural. A la derecha la torre toda cerrada de piedra natural, excepto un pequeño hueco para la única campana flanqueada por una hermosa cruz saliente de hierro y en el costado izquierdo un patio porticado con la casa parroquial.

Rectorologio: Juan Agustín Conejo Sánchez (1969-1983); Enrique Gómez Rodríguez, José Manuel Rubio García; José María González Mena (1988-1999); Miguel Ángel Polo Conejero (1999-2001) y José María Pérez Tenorio (2001).

Cementerio cerrado. No hay huertos familiares para el cura ni obreros.

2. CASAR DE MIAJADAS

Los colonos, procedentes de Casa de Don Pedro, Escurial y Navalvillar de Pela, llegan el 1964. Hoy son 448 habitantes.

La Titular de la parroquia es Santa María del Pilar, cuya celebración litúrgica es festejada el 12 de octubre con misa y procesión. Las fiestas populares recientemente son el 25 de julio bajo el patrocinio de Santiago el Mayor. La religiosidad popular se completa con el Vía Crucis de Semana Santa. No tienen ni imagen ni fiesta de S. Isidro Labrador.

Resulta extraño que el patrimonio religioso de imágenes no fuera enviado por el Instituto de Colonización, único caso de los cincuenta núcleos urbanos del Plan Badajoz.

El Arquitecto de ejecución de obras fue D. Perfecto Gómez Álvarez y el aparejador D. José Luís Benito García con la Empresa: Mateo y compañía.

Sobre un pequeño montículo se eleva la Iglesia, que es divisada fácilmente por todos los feligreses. Entrando en ella nos encontramos con un cancel de mampostería cerrado con puerta, y seguido las subidas al coro y torre, respectivamente.

El interior cuerpo del templo es una nave con cinco tramos. A ambos lados en la parte superior están diez vidrieras rectangulares de gran colorido con motivos diversos, firmadas por R. Casillas. Año 1983. También en el coro alto otra apaisada de forma irregular con las figuras de la Virgen y el Niño.

La techumbre de escayola lisa esta recientemente colocada, y descansa pórticos sobre muros de hormigón. Además cuelgan 14 apliques de hierro forjado, regalo de D. David Carrasco, maestro de escuela y su familia.

Se llega al presbiterio por una escalinata de gran altura respecto al suelo en donde se encuentra el plano de la Palabra con un ambón y la pila bautismal, ambos de piedra de granito. En el plano superior o eucarístico el altar de piedra. En el ábside triangular, preside el Cristo de las Misericordias, talla madera de tamaño natural. A sus lados en respectivas ménsulas, el Sagrario y la Imagen de la Santa María del Pilar, de talla madera. Ambas esculturas adquiridas por el pueblo en los talleres Granda, de Madrid.

Rectorologio: Jesús Buenadicha Martín, Juan Sánchez López, Antonio de Luís Galán, Ambrosio Calle Díaz, José Casado Ortiz y Miguel Ángel Polo Conejo.

3. CONQUISTA DEL GUADIANA

Los colonos procedentes de Campo Lugar, Carmonita y Villanueva de la Serena, que llegan el 1972. Primero se le conoce sin el genitivo alguno, pero por los problemas de Correos con Conquista de la Sierra, se le añade “del Guadiana”. Hoy son 219 habitantes.

Arquitecto de ejecución de obras: Miguel Herrero Urgel y aparejador José Arias.

La parroquia está dedicada a S. José Obrero, y como titular y patrono le honran con procesión y misa en su fiesta, el 1 de mayo. En la plaza ajardinada hay una escultura de granito del Santo Patriarca, donada por YRYDA. S. Isidro no se celebra. No hay santos de Pasión, consecuentemente esta manifestación de religiosidad popular no existe.

En la traza de la iglesia es una nave rectangular. En la cabecera la capilla mayor a la que se accede por una grada al plano, y en los extremos dos balaustradas de madera, que hacen de ambones y junto la pila bautismal con forma de concha antigua, traída de su capilla. Por dos peldaños más se llega al plano del altar, formado por dos cilindros forrados de baldosines, -que fueron suplantados por otros más altos de granito- y una tapa de este último material. En el fondo un Crucifijo de tamaño natural sobre un dosel rojo y debajo el Sagrario empotrado en la pared de piedra vista. A ambos lados unos soportes sobre columnas de baldosines con las imágenes de S. José Obrero y la Virgen con el Niño, respectivamente. Dos vidrieras laterales de hormigón (4.80 por o.8o) en la parte superior, con figuras del Señor y de la Virgen, permiten la pasar la luz natural a la capilla mayor. Una puerta comunica con la sacristía y salones parroquiales.

En el lado de la epístola dos vidrieras con una cruz y cuatro círculos entre los dos tramos, próximos al techo. Un confesionario. En el lado del evangelio otras dos vidriera similares a las anteriores. Una puerta auxiliar con su pequeño pórtico y tajado y por dentro una pila de agua bendita similar a la bautismal. Al final la capilla del Bautismo, donde estuvo la pila, permaneciendo sólo un medio relieve de piedra con el Bautismo del Jesús. Se comunica a la Iglesia -por una cancela de madera- y otra al cancel.

Un vía crucis sin valor, regalo de un colono se distribuye por el templo, así como 14 apliques de hierro, formados por dos cilindros cada uno de ellos para dos luces. La techumbre plana con un dibujo triangular a penas pronunciado. Seis vidrieras de hormigón de 1.3 por 1.3

A los pies el cancel de mampostería con dos pequeñas puertas de madera y en el medio una pequeña pila para el agua bendita, en juego con las otras. Dentro del mismo la puerta al amplio coro con balaustrada, con forma de cuadrados de madera y vacíos, y en la pared central una gran vidriera imitando la baranda.

La fachada principal con su puerta del perdón mira a una gran zona ajardinada, seguida de la pared lateral del Baptisterio y la torre con escalera metálica vista por dos de sus costados y las otras dos de mampostería de color blanco, con dos huecos para sus dos campanas, y rematada con una cruz de hierro.

Casa parroquial y cementerio cerrado. No hay ningún huerto familiar, consecuentemente, tampoco la parroquia.

Rectorologio: José Casado Ortiz (1976) durante 20 años lo asiste desde Escurial. Y luego desde el Casar de Miajadas; y Teófilo Castaño Castaño lo hace desde Miajadas en el 1996 y actualmente es coopárroco de Santa Amalia.

4. GARGÁLIGAS

Los colonos procedían de los pueblos de Orellana de la Sierra, Madrigalejo, Navalvillar de Pela, Higuera de Vargas, Alconchel, Higuera la Real, Carmonita, Campanario, Orellana la Vieja, Casa de Don Pedro, llegando 465 habitantes como población de hecho, compacto, para 127 viviendas. Hoy asciende a 592 habitantes

La Titular de parroquia y patrona es la Santa María de Guadalupe y el patrón S. Isidro Labrador, cuyas fiestas son el día 8 de septiembre y 15 de mayo, respectivamente, con misa y procesión. Además de la romería al Santo protector de los campos.

Arquitecto de obras: D. Miguel Herrero Urgel y aparejador D. José Arias.

En una zona ajardinada se levanta la Iglesia, sobre la portada principal un gran frontispicio rectangular de los pies del templo con el alto relieve de la Virgen Coronada y dos angelotes. Remata una espadaña, adornada por una gran cruz de hierro y dos campanas a cada lado. En el centro sondea una bandera blanca que anunciaba, el 29 de junio de 2002, al misacantano Eugenio Antonio Albalate Gonzalo, vocación tardía, que deja los surcos de la parcela y otros trabajos del sector servicio, a los veinticuatro años de edad, al ser llamado por Dios al sacerdocio. Es el primero y único caso en la historia de todos los poblados.

Independiente un monolito, hecho con dos láminas entrecruzadas de piedra vista. Sobresale en una visión del conjunto de sus blancas casas. No deja de darle un colorido panorámico original.

La única nave esta reforzada por muros contrafuertes exteriores de piedra natural entre los cuatro tramos que llevan grandes ventanales rectangulares de cristal. En la cabecera está el presbiterio, y un frontón exterior de piedra vista.

Dos tablas de la Adoración de la Virgen de 2.50 por 1.20, obra de Justa Pagés[14]. Pintura, hoy en paradero desconocido. Otras obras de la autora se encuentran en la parroquia de la Sagrada Familia de Valdelacalzada.

En el centro del ábside un insinuado camarín con la imagen de Santa María de Guadalupe, titular de la parroquia sobre una ménsula saliente de granito. Debajo el Sagrario. Recientemente los cuadros de medio valor recogen las leyendas de San Lucas, construyendo la imagen de la Virgen en el taller y la aparición de la Señora al pastor cacereño en las Villuercas después de la reconquista. Obra de F. Masas. M. 1994. En los laterales la imagen de San Isidro, de pasta madera y la Virgen, de talla madera. Preside el presbiterio una hermosa mesa de altar, no consagrada, formada por la tapa y dos cilindros como soporte, de granito sobre una sencilla plataforma. Dos grandes ventanales rectangulares con cristales opacos dejan entrar la luz natural. Se descienda a la nave por dos gradas.

El cuerpo de la iglesia se divide en cinco tramos, ocupando el posterior el coro y cancel. Están separados por muros de piedra natural vista, adosados a la pared. En los espacio intermedios ventanales como las anteriormente descritas.

En los lienzos de la pared contigua a las vigas frontales están colocados el Crucificado y la Virgen Dolorosa sobre unos pobres soportes. De adelante hacia atrás se encuentran por el lado del evangelio, la puerta de la sacristía, a la que sigue un confesionario, mientras que en el de la epístola, están la puerta del salón parroquial, el Cristo Yaciente y otro confesionario.

A los pies el candil de hierro y en la parte alta el coro con su semicircular balaustrada de maderas. En el interior a uno y otro lado la subida al coro y el baptisterio con el Bautismo de Jesús en piedra, ambos lugares abiertos y separados por una sencilla cancela de hierro.

Las esculturas de la titular de talla madera y de S. Isidro, de Talleres Granda. Esta desapreciada debido a su mal estado de conservación. Un vía crucis con estampas de la pasión y encima una cruz adornan las paredes.

La feligresía adquirió las imágenes procesionales de pasta madera Cristo Yaciente que se salen a la calle el jueves y viernes santo.

¿Quién fue el autor de los planos del conjunto parroquial? se sabe que el arquitecto Manuel Pemml? (ilegible) hizo los de la casa rectoral y dependencias de la Acción Católica en julio de 1956 y el arquitecto José Mancera Martínez en noviembre de 1963 los salones parroquiales, huerto y cementerio, abriéndose éste en la década de los 90.

Rectorologio: Eusebio Serradilla Jiménez, José Manso, Joaquín Bohoyo Vicente, Fermín Solano Casero, Fernando Sánchez Cordero, Juan Manuel de Miguel Sánchez, Bernabé Marcos Marcos; Alfonso José Aizpún Viñes y Roberto Martín Santos.

5. GUADALPERALES

El nombre del lugar, se debe a las dos fincas expropiadas, llamadas Guadalperal de abajo y de arriba, en donde está ubicado el poblado. Según referencias de los labradores recuerdan los perales salvajes, dulces pero ásperos. Sus tierras son regadas por río Gargáligas.

Los colonos, procedentes en un 80% de Orellana la Vieja, llegan en el 1960. La población de hecho es de 325 habitantes, entre ellos 301 viven en 47 viviendas y 24 en otras 9. Hoy tiene 865 habitantes.

Su religiosidad es notoria debido a la labor pastoral del recordado D. Ramón, antiguo párroco del pueblo de origen. La parroquialidad de Guadalperales es una de las más pobladas, al cuadriplicase en feligreses en relación al municipio de Acedera al que pertenece.

El proyecto de la iglesia y casa rectoral fue hecho por el arquitecto Julián Luís Manzano-Morris en noviembre de 1956, y los salones parroquiales en el mismo mes del 1967 por el arquitecto A. Fendulmo. El cementerio se abre en 1984.

La única nave del templo es anchurosa. Empecemos por la capilla mayor o presbiterio. En él se colocaron en la pared de fondo un conjunto pictórico de Arcadio Blasco, formado por cinco cuadros: uno con la imagen de San Fulgencio, obispo y confesor, posteriormente se rompe el emplazamiento primitivo, pasando la pintura central del Santo a la nave del templo y fue sustituida en su lugar por su escultura sobre una ménsula. Otros dos cuadrados, representando las funciones episcopales y otros dos en forma rectangular son dos ángeles con laudes, a la altura del Sagrario, no se trasladan.

En los extremos dos ménsulas de granito con la Virgen y S. Isidro, de madera tallada, procedentes de YRYDA. Unos ventanales dan luz natural y una puerta que se comunica con la sacristía.

Sobre tres gradas de granito cuasi semicirculares se encuentra un digno altar de piedra de granito, no consagrado: el ara sobre cuatro soportes. Un Cristo de hierro sobre la mesa de altar, obra de José Luís Sánchez. Colonización. Junto al pórtico central en simetría el ambón y la pila bautismal.

El abovedamiento es ondulado en cuyos extremos figura un adorno simple en forma de triángulo partido. Del techo cuelgan dos grandes lámparas de hierro forjado con ocho bombillas y otra central. Diez vidrieras altas en los lienzos de pared de cada lado y otra grande que coge toda la pared del coro alto. En él las imágenes del Cristo Yaciente y las procesionales de S. Isidro y S. Fulgencio se recogen.

En el muro de la Evangelio, volviendo hacia atrás el retablo de madera no policromado, es obra de Manuel Rubio. Trujillo. Año 1995. En el centro la imagen del Cristo del Perdón. Flanqueando dos cuadros apaisados sobre el trazo horizontal de la cruz con el busto de adoración de un ángel y en la vertical inferior otros dos rectangulares de Santa María Magdalena y San Juan Evangelista contemplando al Crucificado. El 12 de marzo de 1994, fue inaugurado, siendo cura párroco D. Juan Manuel de Miguel Sánchez. Avanzando hacia atrás un Confesionario hasta situarnos ante San Antonio sobre una columna de piedra y una imagen pequeña de Ntra. Sra. de Fátima.

En el muro de la Epístola simétricamente un dosel con la Virgen de Guadalupe, una puerta auxiliar al exterior, confesionario, el Cristo Amarrado sobre una columna dórica de piedra. La cerámica de S. Juan Bautista, de 1.40 por 1.20, de Carpe, trasladado del antiguo baptisterio, que hoy sirve para recoger los santos procesionales del Nazareno y Dolorosa. Una pequeña imagen del Corazón de Jesús en una repisa.

A los pies la puerta de subida al coro. Se sale al exterior por la puerta principal, con su cancel de mampostería. La torre es una espadaña con su escalera de hierro a la vista por la parte trasera, que arranca del coro alto por una puerta.

Rectorologio: Eusebio Serradilla Jiménez (1960), Fernando Sánchez Cordero (1980), muere en el cargo de regente, Miguel Galeano Pérez y Teófilo Castaño Pérez, ecónomo (1984), Francisco Martín-Romo Díaz, administrador parroquial (1985) y párroco (1996) hasta nuestros días, Juan Manuel de Miguel Sánchez, párroco (1990) y (1993), Bernabé Marcos Marcos, administrador parroquial (1992)

Entre los nombres propios son dignos de mención Carmen González, cuyo nombre lleva la escuela y el médico D. Antonio Gervás Camacho, durante muchos años hasta su jubilación, hoy reside en Badajoz, que colaboraron en la tarea pastoral a los sacerdotes.

6. HERNÁN CORTÉS

Los colonos procedían de Zarza Capilla, Sancti Spiritus, Puebla de Alcocer y Don Benito, llegando en el año 1966. El río Ruecas riega sus tierras. En la actualidad tiene 951 habitantes.

El proyecto fue hecho por el arquitecto Manuel Rosado Gonzalo, natural de Don Benito y vecino de Madrid desde marzo de 1962. El arquitecto de la ejecución de obras: D. Miguel Herrero Urgel, aparejador Francisco Ramírez Aguado y la empresa constructora “Gridilla”, inaugurándose en 1969.

En una visión exterior de conjunto contrasta la piedra natural de las paredes laterales de la capilla mayor, las capillas adyacentes y el cuerpo inferior y medio de las torres y el encalado blanco de cinco tramos con grandes ventanas rectangulares y los cuerpos de campanas.

Entrando la techumbre va ascendiendo hasta terminar en la capilla mayor, a cuyo ábside de piedra natural se llega por una escalinata. Dos grandes rosetones laterales traslucen claridad. Originariamente presidía la Virgen de la bola, de talla madera con dos ángeles grandes en actitud de veneración. Posteriormente la Virgen es sustituida por un Crucificado de tamaño natural, de 1.80. Escultura de talla madera. Talleres “Félix Granda”. Madrid. Debajo tres ménsulas en forma de pirámides invertidas, de granito para las imágenes de la Virgen de Guadalupe, de pasta de madera, San Isidro y otro Santo. El sagrario de metal en la parte inferior con fácil acceso al mismo. En el espacioso presbiterio el altar de granito, con ara no consagrada sobre dos soportes, que sirvieron de inspiración a las anteriores ménsulas. A los lados un ambón de hierro y la pila bautismal con un medio relieve de madera del bautismo del Señor. Talleres Arnada. Seguida la puerta que comunica con la sacristía.

En la nave se cuelgan tres lámparas grandes de hierro forjado. La luz natural entra a través de cinco vidrieras a cada lado y el gran rosetón del coro alto. En el lado de la epístola una capilla abierta con las imágenes de Cristo Yaciente, Virgen Dolorosa y María Magdalena, de talla madera, obra de A. Reyes; otra capilla cerrada, separada por una puerta auxiliar. En el lado opuesto recorre la pared el vía crucis de cerámica talaverana, pintado por Antonio Carpe, y enmarcado y coronada cada estación una mediana cruz de madera con el número romano en metal. Rompe su continuidad otra puerta auxiliar. A los pies del templo, el coro con un gran rosetón y debajo un cancel de madera con dos pequeñas puertas de entrada. La fachada principal se compone de tres pórticos con sus puertas y en la parte superior un gran rosetón protegido por una celosía de hormigón, y rematando tres cruces de hierro. Además es flanqueada por dos torres gemelas cuadrilongas, revestidas de piedra natural en su 3/3 partes con sus respectivos blancos cuerpos superiores cerrados de modo irregular por un balcón, en donde voltean las campanas.

La Religiosidad popular se patentiza en las procesiones de la titular y patrona la Virgen de Guadalupe (8 de septiembre) y el patrono de los campos San Isidro Labrador(15 de mayo), así como el viernes santos en que salen los santos de Pasión, cuando las mujeres lucen la mantilla y peineta.

Rectorologio: Pedro Hernández Estar (1966-1975), regente, Francisco García Sánchez, encargado (1975-1980) y Francisco Martín-Romo Díaz (1980-2002).

Tiene casa rectoral, salones y huerto parroquiales. El cementerio se abre en 1995.

7. OBANDO

Colonos procedentes de Navalvillar de Pela, Orellana, Barcarrota y Peloche. Hoy son 220 habitantes

Llevan a cabo las obras de ejecución el arquitecto Perfecto Gómez Álvarez, el aparejador Monroig y empresa constructora “Gridilla”.

La planta de la iglesia es de salón cuadrilongo. Una sola nave de testeros planos con seis tramos de la misma anchura y longitud siendo el principal el presbiterio, en el que está un conjunto pictórico de autor desconocido con cinco tablas, la central de S. Agustín de Hipona, obispo y doctor de la Iglesia, adornada con otras dos con un ángel cada una sobre la anterior y otras dos debajo alusivas al Santo conversando con varios frailes y a Su Madre Santa Mónica, respectivamente. Pero la relación de YRYDA dice: “Seis tablas de San Agustín. Pintura”[15].

En los extremos de la pared absidal dos ménsulas de granito con dos tallas de madera, la Virgen con el Niño en el brazo izquierdo y S. Isidro Labrador. En el centro una lámpara de hierro forjado y cadenas con seis lámparas eléctricas. Dos ventanas neogóticas hacen posible una buena luz natural.

En la década de los años 90, con los últimos estragos del modernismo litúrgico se rompe el conjunto pictórico primitivo y se suprime el cuadro del Titular de la parroquia por una imagen de pasta madera del Santo y junto con los dos alusivos a su vida son reemplazados desacertadamente por otra Virgen María con el Niño en el brazo derecho y S. José, sin valor artístico. Los tres cuadros se colocaron en los lienzos de pared de la nave. La escultura de S. Agustín y los dos ángeles son enmarcados en su conjunto con madera no policromada.

Del suelo del presbiterio arrancan tres peldaños y en la plataforma sobre un basamento descansa un enorme bloque macizo de granito, que hace de altar.

A los lados de la viga toral dos taburetes de madera con las imágenes de Ntra. Sra. de la Esperanza o Dolorosa y S. Isidro. Junto la pila cuadrada de granito con un cuadro del bautismo del Señor, no enviado por YRYDA. Seis ventanas con vidrieras en cada lienzo de pared en forma neogótica permiten una buena iluminación natural. De los muros cuelgan apliques de hierro con dos velas eléctricas cada uno. Una puerta auxiliar de salida. A los pies la antigua capilla bautismal y la subida al coro con una pequeña imagen del Sagrado. Corazón de Jesús sin valor artístico, con el cancel de mampostería. Encima la gran balaustrada del coro.

El blanco frontispicio o fachada de la iglesia destaca del resto. La puerta principal con su hondo porche ocupa la parte inferior, y un gran rosetón u ojo de buey en la superior, reservándose el extremo izquierdo para el angosto hueco de la pequeña campana y una sencilla cruz de hierro sobrepuesta.

Al lado izquierdo por unos soportales se llega a la torre cuadrangular de piedra vista con un solo cuerpo y tres ventanas asimétricas superpuestas para terminar en otra central donde se coloca una campana. Remata una gran cruz de hierro. En las partes laterales las dos esferas del reloj y sobre una de ellas otra campana.

La religiosidad popular se manifiesta en las procesiones del Santo Titular y del patrono del pueblo S. José. La Virgen Dolorosa o de la Esperanza recorre las calles el primer domingo de cuaresma y el viernes santo.

Rectorologio: Julián Sánchez López (1962), Eduardo Martín Herrero, Juan José Palomero, Bernabé Marcos Marcos (1976), Juan Bravo Jiménez (2002) y Manuel Arenas Sanz.

8. PALAZUELO

Los colonos, procedentes de distintos pueblos extremeños y algunos andaluces, llegan el año 1964. De los 600 habitantes primeros se incrementa en el 1981 a los 797 para descender en la actualidad a los 621. El Río Ruecas riega sus parcelas. El canal de irrigación procede del pantano de Orellana. Hoy son 651 habitantes

La iglesia de Palazuelo, según los planos, que realiza el arquitecto D. Perfecto Gómez Álvarez y el aparejador José Luís Benito García, comenzó el año 1961, concluyéndose dos años después. No obstante, la misa se celebraba en unos almacenes de YRYDA.

En una amplia zona ajardinada que se cierra con la Iglesia y el Ayuntamiento sobre una de las calles principales. Frente una galería porticada para los salones parroquiales y en centro la torre que es un bloque rectangular con ventanas cuadradas y el hueco para el reloj. El cuerpo de campanas tiene un balcón de hierro y en el vacío una campana.

La fachada principal la forma la puerta y balcón porticados con un rosetón. Una cruz de hierro remata el frontispicio triangular. Se entra por dos pequeñas puertas que forma parte del cancel de mampostería y otra por la que se tiene acceso al antiguo baptisterio con su pila de granito, un cuadro pintado por Julio Antonio y dos pequeñas vidrieras, a la vez que se comunica con la iglesia por una pequeña cancela y a la subida del coro.

Una lámpara de hierro cuelga en el coro alto con su balaustrada de hierro, que se prolonga en los tramos 4,3 y 2 sobre una capilla abierta, adornada por una celosía rectangular. Los confesionarios, una pequeña imagen de la Virgen de Fátima y la Virgen Dolorosa se ubican allí.

La nave está decorada por ocho vidrieras de hormigón de 0.9 por 0.9 con los motivos: cáliz, estrella, lámparas…. distribuidas en ambos lados. Las estaciones del vía crucis consisten en unas sencillas cruces en madera natural con el número romano correspondiente a la estampa de la Pasión, esparcidos por todo el templo. Del techo cuelgan dos grandes lámpara de hierro forjado con ocho bombillas y una central en cada una de ellas. Ocho apliques sencillos de pared con dos bombillas cada uno se distribuyen ordenadamente.

Por tres gradas se llega al angosto presbiterio que estuvo originariamente decorado por cuatro cuadros pintados por J. Antonio, cuyos temas son un Crucificado, un Niño Jesús y las monjas en el claustro con su pozo; la Santa mística y doctora arrodillada escribiendo y un ángel que le ayuda, y en situación perecida la Santa, sentada en un sillón pero bajo la figura de la paloma, símbolo de Espíritu Santo, que la ilumina. Dos vidrieras rectangulares laterales hacen posible la luz natural. Posteriormente, los cuadros han pasado a la nave de la iglesia, junto al presbiterio.

En el ábside se coloca una escultura de la Santa Doctora, de talla madera sobre una ménsula. Dos ménsulas de hierro en forma triangular se sitúan en los extremos para las imágenes de la Virgen María y S. Isidro, respectivamente. Debajo el Sagrario y separado de la pared un espacioso altar de piedra granito. A la sacristía se tiene acceso desde este plano.

Las fiestas patronales del 15 de octubre y el viernes santo con la Virgen Dolorosa son vividas con misa y acción litúrgica, seguidas de procesión. Últimamente San Isidro no es festejado.

Rectorologio: Jesús Mendo Sánchez, Agustín Jiménez Cordobés, cura residente, Julián Sánchez López, Nereo Ramírez Durán y Miguel Ángel Polo Conejero.

Actualmente no hay casa rectoral. En la pastoral rural actúan las Religiosas del Santo Ángel.

9. PIZARRO

Los colonos procedentes de Escuriel, Campo Lugar, El Risco, Quinta de la Serena, Abertura… llegan el 1964. Hoy son 520 habitantes

La parroquia esta dedicada al Arcángel San Rafael, cuya fiesta siguen celebrándose el 24 de octubre, aunque los festejos populares se pasan al 2º domingo de julio para poder asistir los emigrantes. Resulta extraño no encontrar una imagen del titular y excepto una pequeña imagen de pasta madera, donada .por Concepción Villar Bravo en el 1987 para la procesión. La romería al campo es el lunes de Pascua.

El arquitecto de la ejecución de las obras fue D. Miguel Herrero Urgel, el aparejador Monrroig y la empresa constructora “Gridilla”.

En la fachada principal hay un pórtico con una columna al aire y dos puertas por la que accede a la Iglesia. Los distintos lienzos son de pared con piedras de pizarra encaladas en las ¾ partes, con una gran vidriera de 32 rectángulos. El resto está encalado y remata tres cruces iguales de hierro. En la parte posterior la casa rectoral y salones parroquiales, junto a los cuales se halla la torre de 32 m. formando un cuerpo cerrado con un único hueco para la campana.

El presbiterio lo preside un Crucifijo de talla madera, obra de L. Marcos. Escultura de tamaño natural posteriormente barnizada sin éxito por los feligreses. A los lados la Virgen con el Niño, de talla madera (barnizada) sobre una repisa de hierro y el relieve del Bautismo del Señor junto a la pila con forma cuadrangular. Vidrieras con racimos de uva y manos orantes decoran la parte superior de la capilla mayor. En el centro está el baldaquino y el altar, construido sobre un sencillo plano los dos soportes y una gran tapa de piedra de granito,

Por tres gradas se desciende a la nave, que es decorada de adelante atrás con ocho vidrieras: por un lado, en las que la anteriores aparecen San Rafael, patrono de los caminantes, a la que siguen otras con figuras de árboles con una serpiente, el crismón del Pax Christi, el triángulo con la representación del Padre en el triángulo; y por otro, S. Miguel, el Príncipe de la Milicia Celestial con las siguientes decoradas con motivos de nubes, sol, ovejas en el abrevadero, la tabla de los diez mandamientos, rosa y espiga.

Un vía crucis de cerámica de nueve baldosines de 10 por 10 cm se reparte entre sus muros. Diez apliques sencillos de hierro con bombillas cuelgan de sus paredes. De la bóveda penden dos grandes lámparas de hierro con forma de dos círculos no concéntricos unidos por cadenas.

A los pies el cancel de mampostería y el antiguo baptisterio y las escaleras al coro, cuya forma triangular se cierra con una balaustrada.

Rectorologio: Jesús Buenadicha Martín, Enrique Gómez Rodríguez (1979-1990), Manuel Velarde Ruiz (1992-1995) y Miguel Ángel García Durán y Juan Agustín Conejo Sánchez (1995), desde Miajadas.

10. PUEBLA DE ALCOLLARÍN

Colonos procedentes de Feria, Villar de Rena, Pasaron, Llerena, Villanueva de la Serena, Sancti Spiritus…. llegan en 1963. Hoy son 480 habitantes

El Patrono San Juan Bautista se celebra el 24 de junio y la Patrona la Virgen Dolorosa en sus gozos gloriosos el 15 de septiembre con misa solemne y procesión. El jueves Santo sale la procesión de Pasión con el Nazareno y la Dolorosa, imágenes comprados por el pueblo en los talleres de arte sacro de Valencia (1995) y Madrid (1978) y colocadas durante el año en un rincón y en capilla abierta, respectivamente.

La Iglesia comenzó a construirse en 1959; aunque no se concluye hasta el 1963. El ábside está ornamentado con un bajo zócalo de mármol oscuro y sobre él un conjunto de tablas del Precursor del Señor, de forma muy original al ser las figuras y los textos explicativos, imitando mosaico de tarecea. Se distribuyen del modo siguiente: en el centro San Juan Bautista: “Tú serás profeta del Altísimo porque irás delante del Señor a preparar sus caminos” a su lado el Bautismo del Señor: “Desde el seno de mi madre me llamó Dios con mi nombre” y la escena de Zacarías e Isabel: “Y hubo un hombre enviado por Dios llamado Juan Bautista”. En dos ménsulas de granito la Virgen María y San Isidro Labrador. El altar de granito compuesto de tapa y dos soportes, que se alza del suelo sobre tres gradas de terrazo, recientemente reparadas.

Un crucifijo comprado por Antonio Calvo Horrillo y su esposa Rosa Horrillo Redondo como obsequio del premio obtenido en el cupón de los ciegos en diciembre de 1990.

Los cinco lienzos de las paredes laterales están divididos con muros adosados de piedra de pizarra vista y entre ellos varias vidrieras sin dibujos. En el lado del evangelio una puerta auxiliar. Un vía crucis con cruces pequeñas de madera y un pequeño número romano indicativo. Del techo cuelgan dos grandes lámparas de hierro forjado y cadenas con 13 bombillas y otra más pequeña en el coro.

A los pies de la iglesia el coro con una vidriera en forma circular de gran rosetón y debajo un cancel de hierro con algunas partes del conjunto de tablas antes descritas en la parte superior que sirve desgraciadamente como tablón de anuncio. Antes de entrar en el cancel dos puertas pequeñas una que lleva al coro y otra a la antigua capilla bautismal donde se encuentra un mosaico de azulejos, la pila y una vidriera, que da luz natural. Se sale por la puerta principal a una espaciosa plaza ajardinada.

En el costado lateral izquierdo un hermoso patio rectangular porticado inicia las dependencias parroquiales, cerrando otro pórtico abierto a la plaza. Asimétrico a la cabecera de la iglesia la torre con su cuerpo de campanas y balcón con balaustrada. Contigua está la casa parroquial.

Una escultura de San Juan Bautista, talla en madera de 1,45 a., comprada en la casa de Santa Rufina, de Madrid y un bajorrelieve en cobre sobre tabla, que se utiliza para la procesión.

Rectorologio: Agustín Jiménez Cordobés (1965), Julián Sánchez López (1973), Juan José Pastor Serrano (1984), Nereo Ramírez Durán (1989) y José Manuel Pérez Cáceres (1995), desde Don Benito. Religiosas del Santo Ángel son colaboradoras de la pastoral parroquial.

11. RUECAS

Debido a la riada del año 1960, llegan los colonos pacenses, en su mayoría obreros. Forman un total de 311 la población de hecho que habitan las 51 viviendas. Actualmente lo forman 879 habitantes.

Su nombre se debe al río Ruecas que proporciona sus aguas para regar. La Titular de la parroquia es el Inmaculado Corazón de María. La religiosidad popular se reduce a la procesión del miércoles santo.

Los planos realizados en los servicios centrales de Madrid fueron ejecutados por el arquitecto de obras D. Perfecto Gómez Álvarez y el aparejador. José Luís Benito García con la empresa constructora “Internacional”[16].

El presbiterio se encuentra diferenciado por el plano de la Palabra que se eleva del suelo por gradas y el de la Eucaristía se sube más por tres gradas, donde se encuentra un hermoso altar de granito, formado de dos patas y un enorme ara. En el fondo un conjunto pictórico, colocados en un tríptico con la imagen del Corazón de María y a los lados dos grupos de ángeles. Debajo otra pintura rectangular con el milagro de la boda de Caná de Galilea.

Junto a la viga frontal de la nave dos hornacinas acogen al Inmaculado Corazón de María, escultura en madera de 1.60 y a San Isidro Labrador. De adelante hacia atrás en el muro del evangelio se ubican la imagen de S. Diego de Alcalá, una puerta auxiliar y un medio relieve del Nacimiento de Jesús; y en el de la epístola un púlpito de mampostería, las imágenes de San Blas, Sagrado Corazón de Jesús ( pequeño), otra puerta auxiliar y un medio relieve de Ntra. Sra. de Guadalupe. Una Dolosa procesional junto a un cancel abierto.

Salimos por la puerta principal con su pórtico abovedado. En el cuerpo superior se levanta la espadaña-campanario, formado por seis huecos en que se distribuye en la parte superior una campana entre dos vanos y en la inferior un vano entre dos campanas.

Próximo y rodeado de zona ajardinada se hallan la casa rectoral y las dependencias de Acción Católica. El cementerio se abre el año 1996.

Rectorologio: Padre Pascual CFM., Pedro Hernández Estar (1966-1975); Teófilo Castaño Castaño (1975-1977), José Manuel Pérez Cáceres (1977.-1985); Francisco Martín-Romo Díaz, desde el 1985 hasta hoy.

12. TORREFRESNEDA

Su nombre se debe al río Fresneda, conocido como lugar de muchos fresnos. A la vez ocasionará el que todas las calles lleven el nombre de torres: Atalaya, Giralda, Belén, Hércules, Homenaje, Pisa, Oro…

Los colonos procedentes de Arroyo de San Serván, Puebla de Alcocer, Puebla de la Calzada, Hornachos, Almendral, Fuente de Cantos, Valdelacalzada, Feria, Mirandilla, Guareña… llegan el 1970. Actualmente lo forman 419 habitantes.

La patrona es Ntra. Sra. de Fátima, que se celebra el 13 de octubre, en conmemoración de la 5ª y última aparición de la Virgen a los pastorcitos en Leiria (Portugal), con misa y procesión. Al no existir santos de Pasión, en la Semana Santa sólo se celebran las acciones litúrgicas.

El arquitecto D. Miguel Herrero Urgel, el aparejador Jesús Jiménez de la Fuente y la Empresa: “Ginés Navarro” llevan a efecto los planos y proyectos, que las oficinas centrales crearon.

La iglesia es planta de cruz latina con su crucero no muy pronunciado, en cuyo testero el presbiterio se eleva sobre cuatro gradas, donde se ubica un altar de granito (la tapa sobre dos bloques).Una puerta comunica el presbiterio con la sacristía. Al pie del altar un ambón de madera y la pila bautismal en forma de cono. En el fondo una talla de Crucificado, de Villoldo. Debajo el Sagrario en una ménsula de granito. En el crucero las tallas de madera de San José con Niño, de 1.60 a. Talleres Granda. Madrid y la de San Isidro Labrador, y el Niño Jesús en respectivas ménsulas, así como la Virgen de Fátima en sus andas procesionales artísticamente talladas. Unas hermosas vidrieras rectangulares con motivos eucarísticos (espigas, racimos, cáliz, formas) ocupan la pared de arriba abajo, que dan luz al crucero.

El cuerpo de la iglesia lo forman tres tramos con tres vidrieras sin motivos, colocadas a ambos lados. El abovedamiento es de madera barnizada, colgando en el crucero una lámpara de hierro con ocho brazos de luces, donación de Jacinto González y esposa. El vía crucis de cerámica (10 por 10 cm.), enmarcado en madera se distribuye como es costumbre, igual que los once apliques de hierro con dos tubos cada uno para dos bombillas en los muros interiores

A los pies el coro con su balaustrada de hierro y en el fondo un gran rosetón con una vidriera circular 3,70 a. de hormigón, representando la Paloma, símbolo del Espíritu Santo. Debajo la puerta principal con rejas protectoras y otra auxiliar con su pórtico en el tercer tramo.

Junto a la puerta principal hay dos pequeños canceles con entradas por uno de los costados, con salida doble a la iglesia y subida del coro, mientras que el otro será a la iglesia y la capilla del baptisterio antiguo.

El aspecto exterior del templo destaca su grandiosidad al ser de piedra natural vista en medio de jardines. La blanca torre es un cuerpo único con un balcón, en cuyo hueco no saliente cuelga la única campana para voltear.

Rectorologio: Pedro Romero Vivas (1969) y Teófilo Castaño Castaño (1995) y Miguel Galeano Pérez, desde Santa Amalia.

13. EL TORVISCAL

Los colonos proceden de Acedera, Alburquerque, Casas de Don Pedro, Burguillos del Cerro, Maguilla, Lechosa, Higuera de la Serena, Navalvillar de Pela, Orellana de la Sierra. A pesar de pertenecer su territorio de dos partes jurisdiccionalmente distintas, todos sus habitantes forman un compacto, sin viviendas diseminadas del siguiente modo: El Torviscal (Don Benito) con 180, en 54 viviendas y El Torviscal (Villar de Rena) en similar distribución con 159 con 25. Actualmente lo forman 879 habitantes.

Titular de la parroquia es S. José Obrero y Patrona del pueblo la Virgen del Pilar, que se celebran respectivamente el 1 de mayo y 12 de octubre con misa solemne y procesión. El viernes santos un vía crucis con la Cruz y S. Isidro con el tiempo pierde su fiesta.

El arquitecto de ejecución de obras fueron D. Perfecto Gómez Álvarez y el aparejador D. José Luís Benito García con la empresa “La Asturiana”.

Resalta la trilogía de edificios rojizos de ladrillo visto que la diferencia notablemente de las otras iglesias. Recuerda la distribución espacial de la catedral de Pisa. El templo y sus dos capillas separadas están en una plaza ajardinada.

La fachada principal con una de puerta de acceso al templo y dos altas ventanas a los pies del templo. Remata un frontispicio triangular perforado por un óculo o rosetón con una vidriera estrellada y termina con una cruz de hierro. Contiguo la torre-espadaña de ladrillo visto con un único cuerpo de campanas, donde suenan ocho esquilones pequeños y uno mayor.

A la izquierda un pasadizo porticado comunica con la capilla bautismal. Detrás un patio en torno a la cual se sitúa la sacristía, casa rectoral y salones de Acción Católica.

A la derecha una galería o antecapilla de cuatro metros comunica con la capilla del Santo Cristo. Hay seis vidrieras policromadas con los siguientes motivos: panes y peces, Cáliz y Sagrada Forma, Paloma del Espíritu Santo, por un lado; y lucerna, peces y una cruz con dos alianzas matrimoniales, por otro. Tiene la capilla siete metros con forma circular y cúpula o linterna, en cuyo centro se levantan dos basamentos de granitos superpuestos, en donde se encuentra el Santo Cristo en sus andas procesionales. Luce hermosas vidrieras: al fondo, tres que representan a San Pedro y dos ángeles, y los laterales San Pablo y dos ángeles y San Lucas y dos ángeles, respectivamente.

Hay cuatro tramos y el último lo ocupa el coro el coro alto con el rosetón = estrella y otras dos vidrieras con santos, cruces y flores. Debajo del cancel de mampostería con tres puertas pequeñas, detrás otras dos que dan acceso al coro y al cuarto trasero. En la nave cuelgan tres grandes lámparas de hierro forjado. Una puerta auxiliar y otra que va al Baptisterio.

La capilla mayor es iluminada por grandes ventanales con cristales blancos y azules. El ábside lo preside una trilogía de cuadro formando un retablo con la Sagrada Familia, la anunciación y la revelación del ángel a San José. En una ménsula de granito está una policromada escultura moderna de San José Obrero con el Niño y los utensilios simbólicos de carpintería, talla madera, de 2.25 a. A los lados las tallas de madera no policromadas de la Virgen Reina con su Hijo y San Isidro Labrador, de grande dimensiones. Sobre dos gradas del plano de la Palabra el altar con dos soportes de mampostería y una tapa de granito. Dos balaustradas y junta a una de ellas la pila de bautismo con un bajorrelieve en piedra del Bautismo del Señor, de 1.60 por 0.90.

Rectorologio: Jesús Mendo Sánchez, José Martín Martín, Pedro Fuentes López, Ambrosio Calle Díaz, Miguel Ángel Polo Conejero.

El cementerio se abrió en febrero del año 2000.

14. VALDEHORNILLOS

Su nombre lo toma del arroyo Hornillos, de aquí Valle de Hornillos y Valdehornillos. Los colonos proceden de Santa Amalia; aunque la mayoría eran de hijos de antiguos colonos de Valdelacalzada, cuando llegan el año 1970. Hoy son 677 habitantes.

El arquitecto D. Miguel Herrero Urgel, aparejador D. Francisco Ramírez Aguado y las empresas: Gridilla y Pérez y Pérez, que la termina, fueron los ejecutores de las obras.

El titular y patrono es San Pablo, con fiesta y ferias y la Patrona Ntra. Sra. de la Merced, donada por Dª. Nieves Pañero, maestra nacional. San Isidro no se celebran y por tanto, los jóvenes se trasladan para festejarlo al pueblo cercano de Santa Amalia. Hay las procesiones de San Pablo (29 de junio), Ntra. Sra. de la Merced (24 de septiembre) y el Viernes Santo (Jesús Nazareno y La Virgen Dolorosa).

La fachada principal se compone de una portada principal con dos cuerpos iguales, una con la puerta y otra con seis vidrieras rectangulares unidas, todo ello a modo de “capilla” con su pequeña cruz de hierro. A la izquierda la torre cuadrangular, cuya escalera interior es vista por dos costados laterales hasta llegar al cuerpo superior con un balcón saliente y una campana entre hierros para voltear, ceñida por una celosía hasta el tejado. La iglesia es una enorme nave rectangular, simulando un gran buque, que se va elevando progresivamente su bóveda en sus cinco tramos hasta topar con la capilla mayor, que tiene una ventana de ojo de buey y el remate de tres cruces de hierro. Las capillas laterales de piedra vista y galería de celosías cuadradas con distintos motivos contrastan con el blanco del resto del edificio.

El interior de esta iglesia lo forman los muros de piedra natural, que ellos los lienzos de pared y una vidriera rectangular sin motivos decorativos, que abarca todo la parte superior de cada tramo, pegando al techo. De las cinco vigas maestras de cada una de ellas dos tubos negros en forma de cilindros, y otro alumbrado más moderno.

La capilla mayor destaca por sus amplias dimensiones y el ábside de piedra natural, donde cuelga una talla de Crucificado y dos ángeles adoradores, en dos medio relieves de talla madera, provenientes de YRYDA. Tres grandes vidrieras circulares en cada lado proporcionan la serena luminosidad y belleza. Cuelgan cuatro tubos negros para el alumbrado eléctrico. Debajo dos tablas de altos relieves con las figuras de San Pedro y San Pablo, obras firmadas por A. Reyes. Año 1988. Fueron compradas por la feligresía. En los extremos dos ménsulas de granito con la Virgen María sedente (talla madera vestida) con el Niño en el brazo izquierdo (YRYDA) y Ntra. Sra. de la Merced, del escultor A. Reyes, comprada en el curato de D. Francisco Martín-Romo. Un vidriera central circular de hormigón y dos laterales dan luz natural al presbiterio.

En el centro la mesa de altar, sobre dos gradas de granito que lo circunda. Es un bloque granítico macizo sobre una base más pequeña. Delante un ambón y la pila bautismal, con el relieve del Bautismo del Señor y la sacristía. A la derecha el original coro abierto que arrancando del suelo tiene cinco amplísimas gradas en forma ascendente para situarse los cantores. Del plano de la Palabra se desciende por la escalinata a la solera de la iglesia.

En el lado de la epístola hay una capilla que coge dos tramos con seis vidrieras cuadradas sin motivos ornamentales. Preside el Sagrario colocado sobre un altar de piedra en forma de bloque y detrás una ménsula con la escultura de madera de San Pablo, de A. Reyes y la Dolorosa del mismo autor. Año 1992. También una imagen grande del Nazareno, regalo de la parroquia de Santiago de Don Benito. Del techo cuelgan dos lámparas pequeñas de latón pintado en negro.

En el lado del evangelio, un vía crucis de cruces de madera con un número romano y en la estación 12 dos cruces pequeñas. La sacristía, dos lienzos de pared, puerta auxiliar con sus portales y la antigua capilla bautismal se van sucediendo.

Rectorologio: Antonio Ávila Fernández, regente (1970-1975), y los ecónomos, Teófilo Castaño Castaño (1977-1977) Antonio de Luís Galán (1977-1985), Julio Pérez González (meses), y párroco Francisco Martín-Romo Díaz, desde el 1985 hasta nuestros días.

No hay casa parroquial. El cementerio se abre en el 1996.

15. VEGAS ALTAS

Los colonos vienen desde Villarta de los Montes, Cabeza del Buey, Siruela, Helechosa, Usagre, Alconchel, Almendral, Oliva de Mérida, Llerena, Bancarrota. Forman una población de hecho con un total de 234, 220 compacto y 14 diseminado, instalados en 48 viviendas, según las estadísticas al 31 de diciembre de 1960. Hoy son 420 habitantes.

El arquitecto del proyecto fue D. Luís Vázquez de Castro en octubre de 1956. El arquitecto de obras, D. Miguel Herrero Urgel y aparejador, Monrroig, con la Empresa constructora “Gridilla” lo ejecutan. También los planos de la casa rectoral, que fue enajenada en 1990 para reparaciones del templo y las dependencias de la Acción Católica. No tuvo huerto parroquial y el cementerio no está aún abierto.

El Patrón del pueblo es San Isidro Labrador, celebrado con misa y procesión. El viernes Santo, la procesión de la Dolorosa es la única celebración popular de Pasión.

El interior de la Iglesia es muy original. El ábside lo preside el Titular de la parroquia S. Isidro, imagen grande de bronce y veinte viñetas con la vida del Santo. El mural de cerámica (9.00 por 3.00 m.) recoge estos versos:

1. S. Isidro Labrador al campo le da esplendor.
2. De Vargas la hacienda cuidas para ganarse la vida.
3. La Virgen de Atocha es de quién se postra a los pies.
4. Ante Iván se le rebaja si por rezar no trabaja.
5. Pero el amo vigilando encuentra su ángel arando.
6. Bondadoso corazón da a las aves su ración.
7. Que el Manzanares sencillo cruza sobre su mantilla.
8. El Niño al pozo cayó y el agua lo devolvió.
9. De los moros la intención le revela la oración.

1. Vida de casado empieza con María de la Cabeza
2. La Virgen de la Almudena sabe su amor y su pena.
3. Los lobos hacen morir y a su burra revivir.
4. Como el milagro lo enseña saca el árbol de la peña.
5. Su mano en la sementera el trigo por mil prospera.
6. La insidia siempre celosa le dice mal de su esposo.
7. La Iglesia de San Andrés le ve morir en sus pies.
8. Dios a San Francisco alumbra de San Isidro la alumbra.
9. El Rey Felipe II del Santo Padre pidió que al bueno de San Isidro del campo hiciese patrón.

Debajo en ménsulas de granito el Sagrario, de metal dorado con las letras Alfa y Omega, el Corazón de Jesús y la Virgen con el Niño. En el centro del presbiterio sobre una plataforma el hermoso altar con el anagrama de María incrustado en el bloque y una tapa, todo de granito. Sobre el mismo un crucifijo de hierro, obra de José Luís Sánchez. Dos apliques de hierro con tres brazos a cada lado.

La luz natural entra por un gran ventanal de cristales opacos (3 por 3 m) y seguido la sacristía y la subida a la torre. A la única nave se baja por una escalinata de mármol.

El techo es sostenido con arquitrabes de hormigón, que separan los cinco tramos más el del coro. Los tramos 2, 3 y 4 tienen cada uno tres vidrieras con motivos ornamentales de hojas, peces, cruces…

En el lado de la epístola, tres apliques y debajo ocho estaciones de vía crucis de hierro forjado. Una ménsula de madera con la Dolorosa.

En el lado del evangelio, siguiendo la nave de delante hacia atrás, hay dos capillas abiertas de forma de chaflán con un S. Isidro procesional de pasta madera y un confesionario en cada una de ellas. Termina con la capilla cerrada del Baptisterio, con una pintura d San Juan Bautista bautizando al Señor en baldosines de 10 por 10, distribuidos estos en un cuadro de 18 de alto por 10 de ancho. En el fondo una vidriera sin motivo alguno y en el centro la pila cuadrada sobre cuatro cilindros de base granítica. Dos cancelas de hierro comunican a la iglesia y al cancel.

Dos pilas cuadradas de mármol sobre una columna cilíndrica para de agua bendita, junto al cancel de aluminio, con entrada al coro. Dos pequeñas dependencias de desahogo. En la parte alta de este último tramo está el coro alto con una baranda de mampostería.

Toda iglesia en su interior y su exterior es de ladrillo visto. La fachada principal tiene una puerta con un gran pórtico y la siguiente inscripción: “Parroquia de San Isidro Labrador”. En la parte superior un rosetón con una cruz, por la que pasa la luz a través de una vidriera emplomada de 3.00 por 3.55. A su derecha la torre rectangular de ladrillo visto y con el cuerpo de campanas cerrado y dos balcones

Rectorologio. Serafín Manzano Manzano, desde Navalvillar (1960-61), Julián Sánchez

López (1963) Juan Antonio Andrades Mateos (1974) Eduardo Marín Herrero, José Luís Hermoso Borrajo, Julián Sánchez López (1990) de nuevo, Juan Bravo Jiménez y Emilio Bravo Jiménez (2000), desde Madrigalejo.

16. VIVARES

El lugar primitivo era una finca, llamada los “Vivares” en donde había muchos vivares de conejos. Poblado limítrofe, a 4 Km. de la provincia de Cáceres. Su escudo en sus tres cuartiles recogen tres conejos, dos mazorcas de maíz y agua, todo una simbología de su vivir. La población actual es de 760 habitantes, con un ligero aumento de la población al duplicarse los nacimientos sobre las defunciones.

Los colonos procedentes de Helechosa de los Montes, Villarta de los Montes, Abertura, Valverde de Llerena, Esparragosa de Lares, Zorita, Usagre, Alcollarín, Campo Lugar, Hornachos, Madrigalejo, Miajadas, Bancarrota… llegan en una primera promoción en los años 1964-65 y otra en los años 1966-67.

Las obras de ejecución se llevaron a cabo por arquitecto D. Perfecto Gómez Álvarez, el aparejador D. José Luís Benito García y la empresa catalana “Federico Valles”.

El titular de la parroquialidad es el Apóstol San Pedro y el patrono de los campos San Isidro. Las fiestas populares se han trasladado a San Miguel por ser la fecha más propicia; porque la recolección de los productos del verano ya ha terminado.

Las líneas de innegable traza funcional, en conjunto y en detalles, son patentes. Por los pies o frontispicio la puerta principal, y un tejadillo que separa el segundo cuerpo que lo ocupa un rosetón estrellado de hormigón. A ambos lados dos porches simétricos y en el de izquierda está la torre sobre cuatro pilares al aire libre con balcones en dos de sus costados y los otros dos cerrados en el cuerpo de campanas. Todo ello abierto a una gran zona ajardinada.

Entrando en el templo encontramos el cancel de mampostería y sobre él el coro alto con su balaustrada de hierro.

De frente la capilla mayor con su ábside, que preside una escultura de talla madera del Crucificado y dos ángeles, en postura de adoración. Debajo en una ménsula el Sagrario. En el centro del presbiterio la mesa de altar sobre un bloque de granito. A los lados un pedestal de madera con la Virgen Orante, de talla madera y la entrada a la sacristía, seguido los salones y casa parroquiales. En un plano inferior sobre dos gradas del suelo la pila bautismal de granito y un ambón de madera.

La nave arranca con una viga toral, junto dos hornacinas: una escultura de San Pedro y otra con San Isidro Labrador, ambas de talla madera. Próximo un medio relieve del Bautismo del Señor.

El cuerpo interior esta formado por seis tramos, incluido el coro alto. En el lado de la epístola, los tramos 1 y 5 son ciegos y los intermedios son capillas abiertas, en donde se encuentran las imágenes de San Miguel, Ntra. Sra. de Fátima y Santa María de Guadalupe, compradas por el pueblo. Al final, la subida al coro.

El lado del evangelio lo ocupan en la parte alta de cada tramo tres ventanales rectangulares de policromadas vidrieras, rompiéndose espacio central con una puerta auxiliar. En el último tramo la antigua capilla bautismal.

Al modo tradicional está esparcido por la nave un vía crucis de mosaico y sobre cada una de las estaciones una cruz de hierro. Del techo cuelgan cuatro lámparas con seis luces y una central cada una de ellas.

Rectorologio: Pedro Hernández Estar, Teófilo Castaño Castaño, Antonio de Luís Galán, José Manuel Pérez Cáceres, Miguel Galeano Pérez, Rodrigo Zambrano Lavado CFM (2001). Religiosas del Santo Ángel ayudan en la pastoral parroquial.

17. YELBES

Está situado en las inmediaciones de la Sierra de Yelbes, de donde toma el nombre.

Los colonos son llegan de Guareña, Valle de Santa Ana, Medellín, Miajada del Tietar, Garganta de la Olla, Mengabril, Villagarcía de la Torre, Don Benito Santa Amalia…, el año 1969. Hoy son 351 habitantes.

La parroquia está dedicada al del Sagrado Corazón de Jesús, que es su titular. Fomentan la religiosidad popular las procesiones de San José (1 de mayo), San Isidro (15 de mayo), el miércoles y jueves santos, Jesús Nazareno y Virgen Dolorosa, respectivamente, Corazón de Jesús (fiesta movible de junio), de la Virgen de Fátima en recuerdo de su última aparición (13 de octubre) y la Inmaculada (8 de diciembre).

Los artífices de las obras fueron el arquitecto D. Miguel Herrero Urgel y el aparejador D. Francisco Ramírez Aguado.

Entrando en el interior de la iglesia destaca el presbiterio con el ábside, que preside una gran talla del Crucificado, de madera en tamaño natural entre dos angelotes en adoración, de 1.60 a., obra de P. Martín. Debajo el Sagrario empotrado en una hornacina con su soporte saliente de granito hasta el suelo, formado un conjunto que le ensalza. El ara del altar es una gran placa sobre dos patas de granito y el ambón de madera en un plano superior, y a ambos lados dos soportes de madera con una Virgen con el Niño y S. José en el plano inferior. También la pila bautismal con forma de pirámide invertida y la entrada a la sacristía, y al costado opuestos los salones parroquiales. Iluminan el espacio cuatro vidrieras de hormigón de 2.00 por 1.00, obra de Atienza. Representa los motivos decorativos de un triángulo y ojo, que representa al Padre y cruces, indistintamente.

A los lados de la viga frontal, sobre un soporte con patas de granito la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, y la Inmaculada Concepción. Ambas imágenes son de talla madera. Todo el cuerpo de la iglesia va formando un zigzag, con insinuadas capillas abiertas donde se colocan las imágenes de la Virgen de Fátima, el Nazareno, un Crucificado y la Dolorosa; y en simetría el Niño Jesús, un confesionario, un cuadro de Ntra. Sra. de Guadalupe, San Isidro Labrador, que son tallas de medio tamaño.

La techumbre esta formada por vigas sin los muros vistos que las sustenten. Un conjunto de diez vidrieras policromadas con motivos figurados de peces y espigas se esparcen por todos los lienzos de pared. Los apliques de hierro con sus brazos y el vía crucis de cerámica, obra del ceramista Carpe, enmarcado con cañas doradas, decoran la nave. La puerta lateral derecha con pilas de granito para el agua bendita.

En el pórtico de la puerta principal dos lienzos de cerámica con motivos del Señor y de la naturaleza, hoy toda la parte inferior restaurada sin gusto por baldosines ordinarios debido al mal estado de los azulejos originales. Un cancel grande de madera con tres puertas de acceso a la iglesia. En el coro luce una hermosa vidriera con la Paloma y una lámpara con cinco velas para bombillas. Dos apliques en consonancia con los otros.

A los lados de la fachada principal unos porches y la torre con tres ventanas cuadradas y el cuerpo de campanas cerrado con un balcón saliente para dos campanas de volteo.

Rectorologio: Desde su creación el único cura párroco es D. Francisco García Sánchez, cura de Medellín.

18. ZURBARAN

Los colonos llegan el 1960 desde los pueblos de Peñalsordo, Orellana de la Sierra, Peloche (anexo), Herrera del Duque, Jerez de los Caballeros….entre otros. La población de hecho es de 232, compacto 228 y 4 diseminado, en 45 viviendas unidas y una diseminada. Hoy son 845 habitantes

La Titular y Patrona es la Sagrada Familia, celebrada litúrgicamente el último domingo de diciembre, con misa y procesión. Las fiestas del pueblo se trasladan a agosto para agradecer a Dios las cosechas recibidas. El viernes santo sale la procesión del Jesús Amarrado.

Las obras de ejecución la realizaron el arquitecto D. Perfecto Gómez Álvarez y el aparejador D. José Luís Benito García con la empresa de construcción “Entrecanales”.

En una amplia zona ajardinada hay un patio interior con su porche: en el extremo derecho encuentra la Iglesia tres puertas auxiliares dan acceso al patio interior y a la izquierda la torre cuadrada de un solo cuerpo cerrado, con cuatro campanas. En parte posterior del jardín están las dependencias parroquiales. Pasada la calle colindante se halla la casa parroquial.

La fachada principal del templo lo compone un esbelto pórtico abierto y en las paredes laterales del mismo se lee en dos mosaicos de ladrillos con dos ángeles, en cada uno de ellos el texto del evangelio lucano: “Ave María gratia plena Dominus tecum Benedicta tui mulieribus” y “et benedictus fructus ventris tui Jesu. Amen”, respectivamente.

En la cabecera o capilla mayor tres cuadros presiden el presbiterio: en el centro la Sagrada Familia y a los laterales la Anunciación y San José, enmarcados en un sencillo forjado. A los lados dos peanas con S. Isidro y la Virgen María, ambas imágenes de talla madera.

Sobre el plano superior de gradas el altar privilegiado reviste cierta originalidad: tapa de madera sobre un bloque revestido de mosaicos del siguiente modo: el frontal representa el Nacimiento de Jesús en la cuna, junto a la mula y el buey y una zambomba y muchos angelitos; el reverso carece de tema alguno; y en los costados laterales aparecen una paloma y una flor, respectivamente. En el plano inferior, que arranca del suelo por una escalinata, se ubican dos ambones de hierro en forma de púlpito y junto la pila de bautismo con una pintura del Bautismo del Señor. Seis vidrieras rectangulares policromadas en cada lado. A la izquierda una puerta comunica con la sacristía.

Los arcos de pilastra de hormigón descansan sobre muros de granito, resultando cinco tramos, y en el último el coro con vidriera en forma de ojo de buey. En él hay tres lámparas pequeñas con cuatro velas cada una. Las paredes del edificio son de ladrillo visto y rematadas por dos ventanas rectangulares con coloridas vidrieras en cada lienzo de pared. La nave es decorada por dos grandes lámparas de hiero forjado de ocho, cuatro y una bombilla, en círculos superpuestos y cogidos con cadenas, diez apliques con tres brazos de luz cada uno, dos pilas de agua bendita con una cruz de hierro y un vía crucis de madera con un pequeño número de metal indica la estación.

Los santos comprados por los feligreses son: La Inmaculada, el Niño de Praga de tamaño pequeño, El Amarrado y la Milagrosa de tamaño natural, todos colocados en distintas mesas de madera cubiertas con sábanas blancas por la única nave.

En el año 2000 se construye una ermita, a expensas y decisión del Ayuntamiento pedáneo, que ocasionó los consabidos problemas. En ella se venera la imagen de la Virgen de Gracia, proveniente de una familia sevillana a instancia de otra de Pasarón.

Hay un huerto parroquial desde julio de 1975, según plano de Miilgilde? El cementerio se abrió el 1990.

Rectorologio: Jesús Mendo Sánchez, único cura residente, Julián Sánchez Sánchez, Eusebio Serradilla Jiménez, Pedro Fuentes López, Ambrosio Calle Díaz e Isaac Izquierdo Galán.


NOTAS:

[1] López López, Teodoro-Agustín. Las parroquias pacenses del Plan Badajoz. XXVII. Coloquios históricos de Extremadura. Trujillo. Año 1998.

[2] Miguel Siguan. Colonización y desarrollo social. Estudio en el marco de Plan de Badajoz. Secretaría Gestora. Año 1963. fol. 73.

[3] Ibídem, fol. 242-243.

[4] Hoja del lunes. Periódico Hoy. Ultimo número publicado. 1981.

[5] Ossorio Murillo de la Cueva, Antonio. Algunos datos sobre el Plan de Badajoz. Año 1998. Folios mecanografiados s/c.

[6] Ibídem s/c.

[7]Szászdi León-Borja, István. Los viajes de rescate de Ojeda y las rutas comerciales indias. Ediciones Fundación García Arévalo. Santo Domingo. República Dominicana. Año 2001. págs.11-21.

[8] Dentro de la única rama genealógica algunos miembros se firman Obando, como es el gentilicio, que comentamos.

[9] Mayoralgo y Lodo, José Miguel de, La casa de Ovando. Estudio Histórico-genealógico. Real Academia de Extremadura.1991.

[10] Mira Caballos, Esteban. Nicolás de Ovando y los orígenes del sistema colonial español. 1502-1509. Año 2001.

[11] Visita a Don Benito, 5 julio de 2002.

[12] Guía diocesana de Plasencia. Año 2002.

[13] Anuario Pontificio. Varios años.

[14] Ossorio.o.c.

[15] Ibidem.

[16] Entrevista personal con D. José Luís de Benito, en Badajoz el 18 de octubre de 1998.

Oct 012002
 

Pablo Iglesias Aunión.

INTRODUCCIÓN: LAS FUENTES, SU INTERPRETACIÓN Y LAS NUEVAS “ESTRUCTURAS”.

“A partir del segundo viaje de Colón, en 1493, se pasó al descubrimiento y colonización, como lo demuestra la profusión de medios utilizados y la creación de una administración elemental. Se acometió la explotación de las nuevas tierras de un modo rápido y brutal.”[1]

Cuando en 1492 Cristóbal Colón descubría el Nuevo Continente, se abría no sólo una puerta hacia un conjunto de expectantes tierras. Se abría también un campo en el terreno historiográfico de innumerables posibilidades. Estudios que se centraron en los grandes conquistadores pero que han evolucionado de la misma forma hacia aquellos que utilizaron algo más que únicamente las armas y el caballo para dar a España unas nuevas tierras. Sobrepasará el pleno de la rivalidad entre las principales “potencias ibéricas” de Portugal y Castilla.

El acercamiento entre culturas tan dispares y sociedades tan encontradas, hicieron que los individuos que las ocuparon, vivieran y transformaran un espacio y un territorio determinado. La movilidad poblacional supuso desde un principio la regulación desde la Corona por medio de un conjunto de medidas destinadas al buen gobierno de estos reinos ahora patrimonio de la corona de Castilla. Una de las primeras medidas fue la de prohibir que los indios fueran reducidos a esclavitud, salvo como castigo de delitos graves: canibalismo, asesinato, etc.

El conjunto de medidas arbitradas primero por los Reyes Católicos, después por Carlos I con la ayuda del Consejo de Indias, y finamente, por Felipe II, fueron recopiladas en tiempo de este último rey con el título Recopilación de las leyes de Indias; puestas en orden en 1634. En total, constan de 6.336 leyes.

El presente estudio intenta reflejar la realidad de estas leyes en el caso extremeño y en concreto, a la hora de iniciar la “gran aventura hacia las Indias Occidentales”, qué se regulaba sobre los pasajeros a Indias; de qué trataban los llamados informes de limpieza de sangre; cómo se concedía una licencia o se denegaba; las dificultades para los matrimonios, donde en primer lugar partía el esposo y posteriormente se solicitaba licencia y consentimiento para que su mujer pasase al Nuevo Mundo y las actitudes cuando la decisión era claramente de permanecer en Las Indias. Todo ello, como indico, con casos extremeños, apoyados en una rica documentación de diferente procedencia que más adelante analizaré.

Los casos de los trujillanos que se vieron sometidos a estos controles así como, el traslado de familiares con la concesión de las autorizaciones matrimoniales o de heredad, me ha permitido tener un conocimiento más exacto del complejo proceso de emigración al Nuevo Mundo.

Primero en cuanto a un conjunto de fuentes apoyadas esencialmente en los estudios de documentos inéditos relativos al descubrimiento, conquista y organización de antiguas posesiones españolas en Ultramar publicados en Madrid (1985); la colección de documentos inéditos para la historia de Hispanoamérica, igualmente publicados en Madrid, Barcelona y Buenos Aires (1930-1986); indudablemente la Recopilación de las Leyes de los Reinos de las Indias, mandadas imprimir y publicar por la Majestad Católica del rey don Carlos II, consistente en cuatro volúmenes en edición de facsímil (Madrid, 1973) y la obra De Veitia y Linaje titulada Norte de la Contratación de las Indias, en facsímil (Madrid, 1981).

Ha sido y es necesario para ello, tener con cierta precisión en todo lo referente a la legislación de pasajeros a Indias especialmente para no caer en el error de pensar que, unas imperaban sobre otras o que aquéllas eran menos relativas que éstas.

Desde aquí, el salto al manejo e interpretación de los documentos[2] que se articulan especialmente en tres grandes bloques:

img1Con todo, lo que pretendo presentar en este estudio es esencialmente la idea de un Nuevo Mundo nada fácil en su acceso y muy poco dado en la prontitud a una bonanza económica. El viaje hasta el continente recién descubierto entrañaba a parte de innumerables peligros para los viajeros, un complejo proceso burocrático y administrativo que exigía por ejemplo, el poder demostrar que el individuo estaba “limpio” y no trasladaba hasta el lugar de destino unas estructuras que pudieran ser dañinas por un Estado que en ese mismo año había finalizado la reconquista con la toma de Granada y firmado el decreto de expulsión de los judíos.

Una primera aproximación al tema, nos exige pues acercarnos a un entorno histórico en el que se están asentando las bases para la creación del Estado Moderno a través de una progresiva centralización del poder y de una política de expansión territorial, tanto fuera como dentro de los límites peninsulares. Esa idea de “Estado” fue de la misma manera trasladada a Indias:

  • Rey de Castilla
    • Consejo de Castilla: Audiencias con la función de asesorar al virrey o gobernador. Su autoridad prevalece sobre la del virrey. Además garantiza el respeto de los derechos de los indios como tribunal de justicia. Existía uno en cada capital. Consejo de Indias, como máximo organismo legislador con el rey y máximo organismo ejecutivo pues propone y nombra todos los altos cargos de la administración de los nuevos territorios, civiles e incluso eclesiásticos. Es el máximo tribunal de apelación. Su sede estaba en la Corte de Castilla. Casa de Contratación (1503) desde donde se centralizaba y organizaban todos los asuntos económicos (flotas, comercio americano, etc. Se impulsaban las investigaciones y las nuevas exploraciones. Su sede: Sevilla.
    • Virreinatos: con la función de representar al Rey, por debajo de las decisiones de la Audiencia. Existían cuatro importantes virreinatos: Nueva España, Nueva Granada, Perú y de la Plata. En las regiones donde no hubo virrey, se nombró un capitán general o un gobernador.
    • Cabildos: que tuvieron la función de dirigir la vida municipal y su término. Estaban compuestos por un corregidor, varios consejeros, varios subalternos, notarios, alguaciles, escribanos, etc. La sede se ubicaba en cada ciudad de nueva o vieja fundación.
    • Encomiendas: señoríos de carácter jurisdiccional sobre cierto número de indios. En encomendero protegía e instruía, pagando un salario a los encomendados a cambio de sus servicios personales. Ante los abusos producidos en 1542, Carlos I prohíbe cualquier tipo de trabajos forzados en tierras, minas o pesquerías. En 1549 prohíbe la sustitución del pago de impuestos por trabajos forzados. Las encomiendas al principio no fueron hereditarias, más que “por dos vidas”; los caciques nativos se respetaron muchas veces a modo de encomenderos de sus antiguos indios. Sin embargo, pronto fueron duramente criticadas, y dieron lugar a abusos, que la legislación tuvo que corregir.

P.2. TRUJILLO EN LA EMIGRACIÓN DEL SIGLO XVI: ÍNDICE Y FICHEROS DE EMIGRANTES.

2.1. La emigración atendiendo al sexo en Trujillo: 1499-1609.

Basándome en la obra de la doctora Rocío Sánchez Rubio[3], donde se recoge el impresionante trabajo de elaboración del denominado Fichero de emigrantes, Trujillo se alza como uno de los núcleos poblacionales más importantes en su aportación al Nuevo Mundo en la cuestión de los emigrantes, desde todas las condiciones sociales y económicas que podamos entender que se produjo la mencionada emigración y atendiendo esencialmente a esos dos parámetros que la doctora Sánchez Rubio maneja, es decir, emigraciones de carácter forzosa y voluntarias.

Antes de adentrarnos en los casos especiales que aporta este estudio en relación a las condiciones de obtención de licencias para los trujillanos estudiados, resulta importante que podamos tener una idea amplia y aproximada del cómo y de qué manera emigró la población trujillana en la centuria del Quinientos.

Trujillo aportó a lo largo del siglo XVI[4] un total de 1.546 individuos según las fichas de emigrantes manejadas. De ese total, un 17,91% fueron mujeres lo que representa en valores un total de 277. El resto, es decir, el 82,02% unos 1287 individuos, fueron hombres. El siguiente gráfico nos permite ver comparativamente estos datos:

Gráfico nº1. Total de hombres y mujeres.graf1

Interesa incorporar esta visión general desde el punto de vista neurálgico del presente trabajo en relación a las licencias para pasar a Las Indias, porque en ella quedan perfectamente reflejadas la legislación anteriormente analizada y porque, dicha emigración hemos de realizarla en función no ya sólo al sexo, en el que claramente la emigración masculina supera a la femenina por razonamientos y causas que más adelante expondré, sino también en función a las profesiones y a los períodos en los que emigraron, concentrándose a partir de la segunda mitad del siglo XVI, cuando la legislación estaba perfilada y en funcionamiento y los efectos que ellos tuvo.

Podemos en relación al sexo decir que, cabe preguntarse en líneas generales si, la emigración a Las Indias atendiendo al sexo fue proporcional. La respuesta con los valores delante nos responde claramente que no. La mujer contaba con enormes dificultades a la hora de desplazarse, desde el interior y a nivel peninsular, máxime hacia el exterior. Una primera causa en el tema tocante a la emigración indiana reside en la travesía y las condiciones de viaje, mucho más duras para la mujer que para el hombre. Algunas de las cartas estudiadas lo reflejan, como el caso del poder otorgado en 1574 para una mujer que quiere viajar a Cuzco. Se llegan a registrar viajes de mujeres en estado, lo que aumentaba el peligro por las nefastas condiciones de éstos.

La centuria del Dieciséis significa también conquista, exploración de territorios que aún no están dominados y que evidencia un cierto peligro y enfrentamiento con los nativos lo que a su vez, requiere una mayor presencia de hombres que de mujeres. Éstas aumentarán en la segunda mitad del siglo XVI cuando el peligro ha cesado: “Es cierto que los pueblos de Indias nuevamente poblados no se tienen por fijos o estables ni permanecedores hasta tanto que mujeres españolas entren en ellos, y los encomendadores y conquistadores se casen, por muchas causas y respetos buenos y saludables que para ellos hay.”[5]

2.2. Los ritmos a lo largo del período estudiado.

Los ritmos por tanto de emigración trujillana hay que analizarlos teniendo en cuenta los siguientes valores por tercios, quedando incluido en el último de ellos, la década desde 1600 a 1609, cerrándose así los mencionados valores:

Década Valores Porcentaje
Siglo XV 1.- 0,06%
1500-1539 227.- 14,68%
1540-1579 808.- 52,26%
1580-1609 502.- 32,47%
Sin especificar[6] 8.- 0,51%
Total 1546.- 100%

Si interesa especificar, que dentro de estos períodos, podemos destacar el período que va desde 1570 a 1579, pues sólo en él se dieron un total de 401 emigrantes (25,9% respecto al total y un 49,6% respecto al total del periodo 1540-1579).

Claramente es a partir de la segunda mitad del siglo XVI cuando se producen las cotas más altas de emigración: desde 1499 a 1549 emigran un total de 228 personas, mientras que desde 1540 a 1609 lo hacen 1318 individuos, disparándose desde el año 1569, pues sólo entre los años de 1570-1599 se dieron 903casos. El gráfico número dos nos acerca aún más a esta realidad.

Ahora bien, no podemos pasar alto (lo refleja el gráfico) que en los últimos años del siglo XVI, la emigración decreció, pues los requerimientos para obtención de las licencias de viajes dificultaron lo que antes había resultado hasta cierto punto fácil.

Trujillo queda inserto en lo s valores y en los ritmos propios de la emigración extremeña al Nuevo Mundo.

Gráfico nº.2 Emigración por periodos: 1499-1609

graf2Gráfico nº. 3. Emigración por periodos en %

graf32.3. La emigración trujillana en función a las profesiones.

Con respecto a las profesiones, el estudio se centra en aquellas que presentan un mayor número de casos, incidiendo en las de labores o tareas que les motivaba al viaje. La variedad profesional es amplia como la propia presencia española en Las Indias. Así podemos ver como desde Trujillo viajan criados, escribanos, militares, clérigos, herreros, labradores, hidalgos, canteros, mercaderes, cirujanos y médicos, abogados, pajes, licenciados, sederos, carreteros, plateros, sastres, zapateros, etc.

Algunos de los emigrados van con una misión determinada como pueden ser los casos de los clérigos y frailes o lo militares.

– Religioso y miembros de Órdenes –

Individuo Orden Religiosa Año Destino
Juan Alonso de Tapia Clérigo-Licenciado 1591 Cuzco
Juan Cabaña de Hinojosa Clérigo-Bachiller 1572 Río de la Plata
Jerónimo Loaysa Dominico 1529 Santa Marta
Juan de Madrazo Franciscano 1577 Nuevo Reino de Granada
Diego Monje Franciscano 1584 Tierra Firme y Perú
Juan Madrazo Franciscano 1577 Nuevo Reino de Granada
Martín de Olmos Capellán de la Orden de Santiago 1559 Cuzco
Miguel de Oro Dominico 1585 Guatemala
Juan de Orellana Franciscano 1592 Perú
Pedro de San Miguel Franciscano 1563 Santo Domingo
Diego de Torre Altamirano Franciscano 1568 Lima
Alonso Trueno Dominico 1541 Santo Domingo
Juan Trujillo Jerónimo 1588 Guadacalnal (Nueva España)
Juan de Trujillo Franciscano 1511 Isla de San Juan
Pedro de Valencia Franciscano 1577 Nuevo Reino de Granada
Alonso de Vargas y Carvajal Caballero de la Orden de Alcántara Lima
Diego de Vargas y Carvajal Caballero de la Orden de Santiago Lima

Al hablar de los religiosos que marcharon a Las Indias en el siglo XVI desde Trujillo, aparecen en los ficheros un total de 35 individuos, donde la Orden Franciscana ocupa el primer puesto seguido de los Dominicos y un único caso para los Jerónimos. Caballeros de las órdenes militares de Santiago y Alcántaraigualmente aparecen en esta emigración. Recordemos que América se convierte desde el mismo momento de su descubrimiento en un punto de referencia para los deseos evangelizadores de la Iglesia. La presencia de religiosos trujillanos es una vez más, el claro reflejo de la emigración extremeña en particular y de la española en general.

Otro sector socio-profesional interesante a la hora de marchar hacia las Indias fueron los militares, especialmente los capitanes:

Militares

Individuo Cargo Militar Año Destino
Pedro de Alonso de Hinojosa General 1534 Perú
Francisco Barrena Capitán 1550 Río de la Plata
Sancho Briceño Capitán Siglo XVI Venezuela
Pedro de Castro Capitán 1599 Santiago de Chile
Martín García Capitán 1569
Diego García de Paredes Capitán 1527
Jerónimo Márquez Capitán 1600 México
Martín de Meneses Capitán 1536 Santa Marta
Martín Meneses Capitán 1567 Cuzco
Francisco Pizarro[7] Capitán 1504
Hernando Rodríguez Chacón Capitán 1572 Cuzco
Juan Serpa Altamirano Capitán 1602 Valdivia
Francisco Serrano Capitán 1569 Anserma
Pedro Soto de Altamirano Capitán 1600 Cartagena
Alonso Sotomayor Capitán 1581 Chile
Luis Sotomayor Capitán 1581 Chile
García Suárez de Figueroa Capitán 1599 Nuevo Reino de Granada
García de Torres Carvajal Capitán 1569 Oforno
Pedro de Valencia Capitán 1595 Potosí

Pero sin duda la profesión más solicitada en Las Indias fue la de criado con un total de 126 casos. Sin embargo el sector primario fue escaso, dos labradores. Por su parte el sector servicio estuvo bien representado en canteros (9); sastres (8); mercaderes (7); herradores (6); para posteriormente aparece todo un conjunto de profesiones entre tres y un individuo: escribanos, cerrajeros, cirujanos, sastres, zapateros o plateros como fueron los casos de Francisco Elvas que marchó a Victoria en el Nuevo Reino de Granada en el año 1568 o Francisco de Hervás, también al Nuevo Reino de Granada en 1569.

Destaca igualmente el caso de los hidalgos, con un total de siete, sobresaliendo el caso de un hidalgo, Antonio Ribera de Torres que marchó en el año 1594 al Perú. Representando gráficamente las principales profesiones, obtenemos el siguiente cuadro:

Profesión Número de individuos
Criados 126
Militares 19
Clérigos y Religiosos 35
Canteros 9
Hidalgos 8
Sastres 8
Mercaderes 7
Herrador 6
Licenciados 4
Médicos-Cirujanos 2
Plateros 2
Escribanos 1
Pajes 1

Gráfico número 4. Ocupaciones Socio-Profesionales

graf41: criados. 2: militares. 3: clérigos y religiosos. 4: canteros. 5: hidalgos. 6: sastres. 7: mercader. 8: herrador. 9: licenciado. 10: médico. 11: platero. 12: escribano. 13: paje

P.3. LA LEGISLACIÓN SOBRE “PASAJEROS A INDIAS.”

Para poder viajar hasta las Indias, era necesario la obtención de una licencia es decir, estaban obligados a obtener un permiso de la Corona, que era dada a título personal e intransferible. Esta era una obligación que de manera continuada se recordaba lo que ha hecho pensar en la existencia de una emigración que podemos considerar como ilegal.

Tanto la salida de España como la rigurosa y estricta vigilancia sobre la entrada, eran recogidas por los funcionarios, pudiendo mostrarse en cualquier momento para comprobar su legalidad. Las mencionadas licencias tenían una validez de dos años, plazo que se les deba para poder embarcar, puesto que estamos ante un viaje nada fácil y que exigía un periodo amplio de preparación.

Ciertamente existieron licencias con carácter especial que exigían determinadas condiciones como podía ser, el paso hacia lugares prefijados por la Corona como podían ser Chile, Filipinas, La Florida o Río de la Plata, zonas poco apetecidas por los emigrantes pero que eran necesarias poblar, obligándose a residir entre seis y ocho años para posteriormente dar una cierta libertad de movimientos.

Especial eran también aquellos viajes que se solicitaban en función al ejercicio de determinados oficios y que podían necesitar un asentamiento, un sedentarismo que conllevaba la reproducción de la vida peninsular.

De la misma manera nos encontramos con las llamadas licencias temporales es decir, concedidas para un periodo y que estaban motivados por ejemplo, por una herencia, mercadurías, etc. Lo normal era concederlas por un período de tres años. Fuera a parte de estos casos, en líneas generales, el titular debía depositar una fianza de manera obligada que luego podía recuperar.

Obtener una licencia para el Nuevo Mundo no era nada fácil. Exigía un completo y complejo proceso de información sobre el demandante que comenzaba con la obligatoriedad de informar sobre la limpieza de sangre es decir, acreditar la naturaleza y calidad social, el no pertenecer a grupos sociales prohibidos. Se realizaba en el lugar de origen y se presentaba en la Casa de Contratación. Respecto a ello, la legislación decía lo siguiente:

  • “Ninguno nuevamente convertido a nuestra Santa Fe Católica de Moro o Indio, ni sus hijos puedan passar a las Indias sin expresa licencia nuestra.”[8]
  • “Mandamos, que ningún reconciliado, ni hijo del que públicamente huviere traído sambenito, ni hijo, ni nieto de quemado, o condenado por herética pravedad, ni apostasía por línea masculina, ni femenina, pueda passar, ni passe a nuestras Indias, ni islas adjacentes, penda de perdimiento de todos sus bienes para nuestra Cámara y fisco, y sus personas a nuestra merced, y de ser desterrado perpetuamente de las Indias, y si no tuvieran bienes, les den cien azotes públicamente…”[9]

En la limpieza, aparecían verdaderas genealogías de familiares, descripciones físicas de emigrante para que no hubiera una suplantación. Únicamente dos grupos sociales quedaron exentos de la limpieza de sangre. Los primeros, denominados provistos que viajaban para ejercer un cargo y función especial. Los segundos, loseclesiásticos.

La legislación recogía también la preferencia de la Corona por una emigración de tipo familiar. La preocupación residía especialmente en que el marido lo hiciera sin su mujer, imperando en ello unos criterios más propios del ambiente socio-religioso y cronológicamente en los años iniciales del siglo XVI para con Carlos I, aparecer una legislación en la que los varones casados que marchaban a Indias, eran seguidos y controlados, especialmente para que no se produjeran casos de abandono familiar o bigamia. Así, sobre la Legislación General podemos destacar:

  • “Mandamos, que no se consienta llevar, ni enviar a nuestras Indias, todos los casados, y desposados que sea, esclavos negros, siendo casado en estos Reynos, si no llevaren consigo a sus mujeres e hijos…”[10]
  • “Declaramos por personas prohibidas para embarcarse y passar a las Indias, todo los casados, y desposados de estos Reynos, si no llevaren consigo sus mugeres, aunque sean Virreyes, Oidores o Governadores, o que fueren a servir en qualesquier cargos, y oficios de Guerra, Justicia y Hazienda: porque es nuestra voluntad, que todos los susodichos lleven a sus mugeres: y asimismo concurra la calidad de llevar licencia nuestra para sus personas, mugeres y criados.[11]
  • “Habiendo reconocido cuanto conviene al servicio de nuestro señor, buen gobierno y administración de justicia de nuestros vasallos casados o desposados en estos reinos y ausentes en las Indias, donde viven y pasan apartados mucho tiempo de sus propias mujeres, vuelvan a ellos y asistan en lo que es su obligación…los hagan embarcar y venir a estos reinos sin dispensación.”[12]

De manera especial y, configurándose en el eje central del presente estudio, será la limpieza de sangre y el caso de los matrimonios, los que con un mayor detenimiento analizaré y serán presentados para el Trujillo del siglo XVI.

Pero además, la legislación amplia y como he indicado anteriormente, preocupada por no dejar ningún aspecto suelto, tocaba el tema de la mujer soltera, que un principio no se presentó como un problema pero que rápidamente comenzaron a llegar las quejas, especialmente por la proliferación de prostíbulos. Con Felipe II se inicia el control el llegar la obligatoriedad de marchar siempre acompañada de algún familiar.

Pensar que esta legislación funcionó correctamente sería un error o mejor dicho, hemos de pensar que existió una emigración ilegal. Ilegalidad desde el embarque de grupos que estaban expresamente prohibidos (no podemos conocer el grado que llegó a alcanzar, pero la misma legislación recuerda e incluso aumenta las penas porque denota la existencia de este tipo de emigración), sino de pasajeros que no cumplían los requisitos exigidos pues no podemos olvidar, que las licencias y el viaje suponía una aventura costosa y de mucho tiempo, elementos de los cuales se solía carecer.

Entre las formas habituales de realizar el viaje escapando a la legalidad nos encontramos por ejemplo, la falsificación de documentos, pues existía en torno a ello un auténtico “mercado”, tanto en la Corte como en Sevilla (tampoco podemos saber el grado que alcanzaron). Otra manera habitual era en las plazas de soldado o marinero en buques que daban facilidades en el reclutamiento y que posteriormente no regresaban a España con ellos. Sobornos a capitanes u oficiales encargados de la vigilancia se daban también con frecuencia.

Un último recursos era, el de partir de puertos que no fueran Sevilla o Cádiz, los lugares reconocidos como únicos oficialmente para el traslado de pasajeros y para el tráfico comercial. Canarias o Lisboa se convertían en centros de atracción para esta emigración ilegal que con el tiempo, obligo a la Corona a nombrar funcionarios para su control.

Todo este proceso de emigración ha dado lugar documentalmente a los Catálogos de Pasajeros, convirtiéndose en un complemente a la documentación general que se encuentra en el Archivo General de Indias.

3.1. El caso de la limpieza de sangre: Alonso Ramiro, vecino de Trujillo. Año: 1575.

Como he indicado anteriormente, uno de los aspectos más importantes en cuanto a la obtención de la licencia para pasar a Indias era la denominada información de limpieza de sangre. Estudiado en el caso del trujillano Alonso Ramiro, que solicita pasar al reino de Nueva España se nos pone de manifiesto cómo era el proceso y de cuantas partes constaban dichos informes: “En la çibdad de Truguillo en diez y nueve días del mes de Março de mill e quienientos e setenta e cinco años, antel ylustre Juan de Henao, corregidor de la dicha çibdad, e ante mi, Alonso Rodríguez, escribano público y del ayuntamiento desta dicha çibdad, por aprobación de su majestad, paresçió Alonso Ramiro, vecino de esta çibdad, e presentó el pedimento del tenor siguiente…”[13]

Obtenida licencia ésta no tenía validez si no aparecía el informe de limpieza de sangre y así lo expresa el dicho Alonso Ramiro: “…que yo digo que tengo çierta información ad perpetuam rey memoriare, por quanto yo tengo licencia de su Majestad para pasar a los Reynos de Nueva España y llevar conmigo a mi muger e hijos, conforme la dicha çédula real, tengo necesidad de hacer información de cómo soy el que va en dicha licencia y de la limpieza de mis padres e avuelos, y de cómo no somos prohibidos a pasar a aquellas partes y de cómo, ansi mismo, los dichos mis hijos no lo son, y de cómo son solteros y no sujetos a religión y de las señas de nuestras personas.”

La información expresa un primera parte donde aparece lo que podemos decir que tras la exposición por parte del demandante, se solicitaba al ayuntamiento la ratificación de lo que había sido expresado, llegando en el parentesco hasta sus abuelos, indicando si todos ellos son libres de delito relacionado con la fe, dando el nombre y los apellidos de los padres por parte de su mujer (Juan García Cerrajero y Francisca López) y los suyos (Pedro Ramiro y María Alonso). A continuación, el proceso de descripción continuaban con los abuelos tanto paternos (Pedro Ramiro e María Sánchez, Alonso Hernández y María Alonso) como maternos (Francisco de Salamanca y Teresa Álvarez, Juan de Escobar y Francisco López). La fórmula utilizada era la siguiente: “Yten, si saben y conocieron a Pedro Ramiro e Mari Sánchez, aguelos del dicho Alonso Ramiro de parte de padre, e si conocieron a Alonso Hernández y a Mari Alonso, aguelos del dicho Alonso por parte de madre…”

A continuación, en una segunda parte, la información solicitada giraba en torno a demostrar si estaban casados según mandaba la Santa Iglesia Católica, y los hijos fruto del dicho matrimonio: “Yten, si saben que dicho Alonso Ramiro y la dicha Inés García, su muguer, son marido e muguer legítimos, casados e velados según precepto de la Santa Madre Iglesia y que del dicho matrimonio, ovieron e procrearon a Alonso y a Francisco y Pedro, sus hijos legítimos avidos e procreados del dicho matrimonio y que por tales sus hijos los ven y an visto criar e mantener e llamadlos hijos, digan lo que saben.”

La sexta pregunta de la información nos introduce en la tercera parte, la descripción física del matrimonio, tanto del hombre como de la mujer y de sus hijos. Tengamos en cuenta que no existía otra forma de poder comprobar que la licencia presentada había sido expedida al pasajero que la mostraba. La descripción física era la una de las maneras de evitar que dichas licencias fueran pasadas a otros individuos y por tal, falsificadas: “…el dicho Alonso Ramiro de hedad de trinta e nueve años o quarenta años y alto de cuerpo barbirrubio y tiene una señal grande en el cornejal del ojo derecho. Y la dicha Inés García es de hedad de veinte e çinco años, poco más o menos, alta de cuerpo y blanca de rostro e oxos negros y tiene un lunar en la frente negro…” Lo hijos eran de dieciocho, quince y dos años.

La última parte de este procedimiento trata de la presentación de testigos. En nuestro caso, María Alonso, viuda; Diego Alonso, clérigo y Alonso Hernández, tejedor. Todos ellos, vecinos de la ciudad de Trujillo. El orden de respuesta de los testigos es el siguiente:

  • 1. Confirmación de que conocen a los dichos Alonso Ramiro e Inés García.
  • 2. De que no están sujetos a religión alguna que no sea la católica.
  • 3. No están perseguidos por la Inquisición: “…ni tampoco an sido castigados ni penitenciados por el Santo Oficio de la Santa Inquisçión…”, así como no son conversos sino cristianos viejos: “…son avidos e tenidos a esta çibdad de Trujillo por cristianos viejos de limpia generación, no moros ni judíos ni de los nuevamente convertidos a nuestra Santa Fee cathólica…”
  • 4. Que la descripción física de todos ellos concuerda.

Una vez finalizado este procedimiento, el escribano del ayuntamiento ratificaba todo lo anterior: (…) Yo Alonso Rodríguez, escribano público del número y ayuntamiento de esta çibdad de Triguillo que presente fui a lo susodicho, lo fize sacar y escribir según que ante mi pasó y demandamiendo del dicho señor Arenguer que aquí firmó su nombre e de pedimento del dicho Alonso Ramiro que doy yo fee que le conozco e a su muger por ende en fe e testimonio de verdad hize mi signo acostumbrado ques atal.
Alonso Rodríguez, escribano (rúbrica)

Pero el proceso no había terminado. Obtenida la información y con la licencia firmada en Madrid en 1574, formando parte del conjunto de documentos exigidos para pasar a Indias, el demandante tenía que presentarse en la Casa de Contratación de Indias en Sevilla y que allí, le fuera aceptada y concedida definitivamente la licencia para pasar: “En Sevilla en la Casa de la Contratación de las Indias, a diez y ocho del mes de Mayo de mill e quinientos y setenta y çinco años, los señores juezes, officiales de su majestad en la dicha Cassa, dixieron que davan y dieron licencia a el dicho Alonso Ramírez para que pueda pasar y pase a Nueva España y llebar consigo a Inés García, su muger y a Alonso Ramiro y Francisco y Pedro, sus hijos solteros, conforme a la licencia de su majestad que presentaron poniendo en la licencia que se le diere, la edad y señas de sus personas.”

doc1Rúbrica del secretario del ayuntamiento de Trujillo que pone final al informe de “Limpieza de sangre.”

P.4. CUANDO NO SE REGRESA A ESPAÑA.

Hay un interesante aspecto referente al regreso desde Las Indias a España, es decir, el proceso contrario al anteriormente estudiado. Salvo raras excepciones, resulta complicado saber si quien emigraba a América, lo hacía con intenciones de volver. Volver dependía por ejemplo, de la experiencia vivida en Las Indias y del nivel de éxito alcanzado por las empresas allí desempeñadas. Como señala la doctora Sánchez Rubio[14], quienes se convierten en exponente más claro de todo ello, son los que gozaron de licencias temporales, por ejemplo los mercaderes, y que debían de regresar expirados el plazo concedido.

Vuelven en ocasiones, aquellos que tiene ya intención de permanecer en su lugar de origen o tiene también la intención de regresar una vez más a Las Indias y lo han hecho para cobrar un testamento, visitar parientes, solicitar algún cargo o mercedes al Rey, inversiones en sus propiedades.

Pero existían casos, por diversos motivos, en los que las intenciones no eran claramente las de volver. He escogido para ello, las muestras de dos trujillanos que por diferentes motivos no puede uno y posiblemente no quiere el otro regresar a España. El primero, por tener problemas con la justicia del Perú y además verse obligado por la ley a reclamar a su esposa. El segundo, deja ver claramente que sus intenciones son desprenderse de todo lo que posee en España.

Referencias documentales para los casos en que se envían dinero con claras intenciones están perfectamente estudiadas por ejemplo para los casos de lasfundaciones donde el dinero es la base económica de la fundación como requisito necesario para que el capellán destinado, normalmente pariente del fundador u otra persona amiga o conocida, pudiera cumplir con las cargas impuestas por el mismo[15]. Así conocemos hoy los casos del doctor don Marcos Ramos, natural de la Coronada, donde mandó fundar una Capellanía, siendo canónigo de la catedral de Trujillo[16].

4.1. Poder otorgado en el Cuzco para llevar una esposa desde España. El caso de Alonso Castro y Leonor López.

Sabemos que la Legislación de pasajeros a Indias expresaba y regulaba todo lo relacionado al paso a éstas de varones casados sin sus mujeres y de mujeres solteras. Ya se ha mencionado, que el control y la vigilancia exigía, que en el caso de pasar al Nuevo Mundo sin su mujer, el marido quedaba obligado pasado un cierto tiempo a mandar por ella. Fue el caso de Alonso de Castro, que en el año 1586 da poder para que su mujer, Leonor López pueda viajar hasta Cuzco ante la imposibilidad de realizar dicho viaje él mismo, al tener problemas con la justicia en el Perú en relación con sus posesiones y haciendas.

Gozó con la ventaja de que en el momento de solicitar la licencia, en Trujillo se encontraban el capitán Martín Meneses[17], vecino de la ciudad de Cuzco y natural de Trujillo, así como el hermano del demandante, Pedro de Castro y Juan Gómez, al que entrega la cantidad de quinientos ducados para cubrir los gastos del viaje y poder realizar todas las diligencias necesarias, “…Y sobre ello hagan las diligencias que convengan…representando mi persona puedan parecer y parezcan ante su Majestad y señores de su rreal Audiencia e ente qualesquier sus justicias e juezes e puedan e requieran a la dicho Leonor López, mi muguer…”

Comparecen ante las autoridades competentes para obtener la licencia, exponiendo los motivos por los cuales el marido no realiza las gestiones personalmente: “Y sobre ello hagan las diligencias que convengan atento que en estos rreynos soy lolestado y agraviado por las justicias de este dicho rreyno, para que vaya a los dichos rreynos de España al dicho efecto. Y me tienen tomados y secuestrados mis bienes e yo al presente no puedo yr por no tener recogidas mis haziendas y si fuese perderían todos.”

El poder fue concedido en Cuzco el 16 de enero del año 1586, siendo testigos Francisco de Morales, presbítero y don Melchor Maldonado y Alonso Paniagua. Dio fe de ello, los escribanos Alonso de Castro y Sebastián de Vera.

4.2. Poder de “otorgamiento y consentimiento” para vender y heredar.

El último de los casos que traemos hasta este estudio, hace referencia a Cristóbal Fernández, vecino de la ciudad de México en Nueva España, el cual entrega una carta por medio de la cual da licencia y concede todos sus bienes a los familiares que se encuentran en Trujillo: “Sepan cuantos esta carta vieren, como yo, Cristóbal Fernández, vecino de la ciudad de México en la Nueva España, natural de Trujillo en Extremadura de Castilla. Hijo legítimo de Gonçalo Fernández, difunto y de Juana Rodríguez Barroso su mujer, vecino y naturales de la ciudad de Trujillo…”[18]

La mencionada carta da poder a Gonzalo de las Casas, Juan Fernández, Alexo González de San Pedro, presbítero y a Cristóbal de Amarilla así como a Juana Rodríguez Barroso, su madre, para que en su nombre “…puedan recibir y enviar en juicio y fuera de todas y cualquier personas, todos los ducados y maravedíes y pesos de oro y otra cualquier bienes…”[19] De la misma manera, en su nombre y con el mencionado dinero, puedan pagar todo lo que se deba, renunciando además a cualquier herencia por parte de él: “para que reciban cualquier peso de oro, plata y otras cosas que son en enviar de esta Nueva España…así como por herencia de los dichos mi padres y hermanos y de otras personas como por escripturas censuales, cuentas de libros y cartas misivas y en cualquier manera y ansí mismo, e de lo que recibieran, puedan dar en sus cartas de pagos este finiquito.”

El mencionado poder termina concediendo licencia para que en su nombre, puedan vender cualquiera de los bienes, tanto muebles como raíces que le pertenezcan.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Trujillo se configura pues como espacio natural, social y económico que sirve de modelo y ejemplo en el estudio de la emigración a Las Indias. El mencionado fenómeno, queda claramente –difícil sería de no ser así su comprensión- inserto dentro de la importante emigración realizada desde Extremadura.

El fenómeno de la emigración atendiendo a los parámetros que se han ido estableciendo y ratificado en casos específicos, nos hablan con toda claridad de un trasvase de población que buscó insistentemente las mejoras de sus incomodas condiciones de vida en la región o en los lugares determinados movidos por una tarea específica o un viaje programado con unas claras intenciones sociales.

El proceso de América es algo amplio, que bajo mi punto de vista, refleja con claridad el deseo de trasladar los modelos españoles en sociedad, política, cultura, religión y administración, sin quedarnos en viejas retóricas que mal forman una visión de este acontecimiento que marcó el inicio de una nueva edad histórica y del propio hombre.

Los intereses de una Corona que consideraba como suya la tierras descubiertas y que como tal se portó. El conocimiento de todo ello es imprescindible y obligatorio para cualquier historiador o persona interesada en el pasado. Subsistieron más que notables factores para que este hombre extremeño, tipificado en el presente estudio a través de los ejemplos de trujillanos del siglo XVI, se determinara en buscar una salida hacia el Nuevo Mundo.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA:

  • Archivo Municipal de Trujillo: legajos 53 y 34. Años: 1575 y 1585.
  • Conjunto Documental Inédito procedente de la Casa de Contratación de Indias. Curso de Doctorado: Documentación y Fuentes Inéditas en la Emigración a Las Indias. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Extremadura. Departamento de Historia Moderna. 1995-1996. Cáceres. A esto mismo pertenecen:
  • Documentos inéditos relativos al descubrimiento, conquista y organización de antiguas posesiones españolas en Ultramar. Madrid (1985).
  • Documentos inéditos para la historia de Hispanoamérica. Madrid, Barcelona y Buenos Aires (1930-1986).
  • Recopilación de las Leyes de los Reinos de las Indias, mandadas imprimir y publicar por la Majestad Católica del rey don Carlos II, consistente en cuatro volúmenes en edición de facsímil (Madrid, 1973) y la obra De Veitia y Linaje titulada Norte de la Contratación de las Indias, en facsímil (Madrid, 1981).
  • Cardialliaguet Quirant, M.: Historia de Extremadura. Biblioteca Popular Extremeña. Editorial Universitas. Badajoz, 1988.
  • Hernández Bermejo, M.A.; Santillana Pérez, M. y Testón Núñez, I: El contexto familiar de la emigración a Indias en el siglo XVI. Separata Studio Historia. Salamanca.
  • Iglesias Aunión, P.: La emigración a Indias en la Comarca de Lácara. Historia de la Comarca de Lácara. Del Medievo a los Tiempos Modernos.Excma. Diputación Provincial de Badajoz. Adecom-Lácara. Puebla de la Calzada, 2001.
  • Méndez Venegas, E.: Fundaciones de indianos badajocenses. Badajoz, 1987.
  • Mörner, M.: Movimiento Migratorio a Hispanoamérica. Suplemento de A.E.A., tomo XLVIII. Historia y Bibliografía, nº.2- 1991.
  • Pérez, J.: Historia de España. Editorial Crítica. Barcelona, 1999.
  • Sánchez Rubio, R.: Ficheros de emigrantes. La emigración extremeña el Nuevo Mundo. Sociedad Estatal Quinto Centenario. Ediciones Siruela, S.A. Madrid, 1993.

INFORMACIÓN DE LIMPIEZA DE SANGRE. CONJUNTO DOCUMENTAL I

doc2PODER OTORGADO EN EL CUZCO PARA LLEVAR A UNA ESPOSA DESDE ESPAÑA

doc3ARCHIVO MUNICIPAL DE TRUJILLO. I

doc4ARCHIVO MUNICIPAL DE TRUJILLO. I

doc5


NOTAS:

[1] Pérez, J.: Historia de España. Editorial Crítica. Pág. 140. Barcelona, 1999.

[2] Quiero reconocer desde estas páginas, mi más sincero y profundo agradecimiento a la doctora Rocío Sánchez Rubio la cual, me proporcionó en el curso de doctorado del año 96, un conjunto de fuentes documentales sobre las que ha podido basar este presente estudio.

[3] Sánchez Rubio, Rocío: La emigración extremeña al Nuevo Mundo. Exclusiones voluntarias y forzosas de un pueblo periférico en el siglo XVI. Junta de Extremadura. Sociedad Estatal del Quinto Centenario. Madrid, 1993.

[4] En el número total de individuos que marcharon a Las Indias, aparecen incluidos un grupo de diez que lo hacen en los años iniciales del siglo XVII, para cerrar mejor los datos estadísticos al igual que el único individuo que lo hizo en el siglo XV (año 1499).

[5] Sánchez Rubio, Rocío: op.cit. pág. 139.

[6] Al expresar el término “sin especificar” quiere decir que las fuentes utilizadas para la elaboración del fichero de emigrantes de la doctora Sánchez Rubio, únicamente aparecen que emigra en el siglo XVI sin aclararse el año concreto en el que lo hace.

[7] Respecto a los Pizarros, en el fichero de pasajeros a Indias aparecen Hernando Pizarro en el año 1530 al Perú como hidalgo y Juan Pizarro de Orellana en 1531, también al Perú.

[8] Recopilación, Ley XV.

[9] Recopilación, Ley XVI: según Veitia estas prohibiciones se ratificaron por cédulas de los años 1518, 1522, 1530 y 1539.

[10] Recopilación, ley XXII.

[11] Recopilación, ley XXVIII.

[12] Real Cédula del año 1544.

[13] Curso de Doctorado: Documentación y Fuentes Inéditas en la Emigración a Las Indias. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Extremadura. Departamento de Historia Moderna. 1995-1996. Cáceres. Para el mencionado Informe, las citas textuales o literales proviene siempre de esta misma fuente.

[14] Op.cit. pág. 351.

[15] Méndez Venegas, EladioFundaciones de indianos badajocenses. Badajoz, 1987. Pág. 53

[16] Ibíd. Pág. 168.

[17] Hemos estudiado en capítulos anteriores que este capitán marchó a la Isla de Santa Marta en el año 1536

[18] Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 53. 17/10/1575.

[19] Ibíd.

Oct 012002
 

Félix Gutiérrez Rabaz.

Asentada en una eminencia granítica, Brozas destaca su gallarda silueta sobre el abierto paisaje, semejando un navío de cal, tejas y piedras, anclado en un mar de llanuras pardas y onduladas. Con origen antiquísimo parece que Brozas se formó por la unión de diversas poblaciones célticas de los alrededores.

Durante la Edad Media los maestres alcantarinos concedieron a Brozas generosos privilegios que redundaron en aumento de su población y prosperidad de la misma, hasta ser la más importante de las poblaciones del territorio de la orden por la que se convirtió pronto en cabecera de su Encomienda Mayor.

Con la absorción por Fernando el Católico de los maestrazgos de las órdenes militares, pasó a la Corona el de Alcántara, con lo que Brozas comenzó a depender de la autoridad Real. En esta época fue independizada del Concejo de Alcántara, concediéndoles el Título de Villa.

Durante el reinado de Carlos I, por una Real Cédula dada en Madrid el 24 de marzo de 1537, y en compensación por el servicio que de 7.500 ducados hizo Brozas a la Corona, se ratifica el Título de Villa y el de su independencia, añadiéndose el escudo heráldico, según el cual, Brozas ostentaría en su emblema las armas de Castilla y León y el águila bicéfala del Imperio.

Entonces se inicia una prosperidad que tarda poco en convertir a la pequeña aldea en pueblo importante, con amplísimo término, y en uno de los primeros solares de nobleza de Extremadura, de lo que aún nos dan fe los palacios y casas solariegas alzados por ilustres linajes. En este aspecto, Brozas ocupa en la región el cuarto lugar, pues están delante en conjunto de mansiones señoriales, Cáceres, Trujillo y Plasencia, y llegó a contar hasta trece títulos nobiliarios.

Una rica nobleza y clero promovieron importantes construcciones palaciegas y eclesiásticas que todavía hoy mantienen con orgullo la hidalguía de antaño. Construcciones fortificadas, enormes casas palacios, ermitas, conventos, forman un rico patrimonio artístico que hace de Brozas uno de los emplazamientos extremeños más atractivos para el visitante.

Por sus calles y plazas, el viajero puede recorrer contemplando la arquitectura militar, religiosa, civil y popular, manteniendo aun las fachadas restos de su pasado.

Como es propio de una población que fue centro de la Encomienda Mayor, tiene su fortificación y castillo, notable construcción defensiva situada en lo más elevado de la villa, conocido popularmente como “palacio”.

En cuanto a los edificios civiles, contamos con un buen número de ellos, destacando en todas las construcciones palaciegas, las balconadas y rejerías de generosas proporciones, los blasones familiares, las maderas, los sillares… Así durante los siglos XVI, XVII y XVIII, desfilaron los más importantes arquitectos para la edificación de sus casas palacios. La nobleza dejó profundas muestras de su poder, tanto en la dotación de capillas funerarias, como sobre todo, en la construcción de sus casas, contando con un buen número de ellas, teniendo todas gran interés artístico, como el palacio de los Bravos, Argüelles o Condes de la Torre del Fresno, de los Flores, Gutiérrez-Flores, Porres Montemayor, Mendoza-Escalante, Paredes y Arces- Marqueses del Reino, Tejada, Francisco Lizaur, El Brocense, Encomienda, de la Inquisición, todas ellas fiel testimonio de un pasado glorioso.

La arquitectura religiosa tiene una sobresaliente representación en las ermitas de San Juan, Santa Bárbara, Santa Lucía, El Humilladero, San Antón, La Soledad, El Buen Jesús, y San Gregorio y el Padre Eterno que se encuentran en los alrededores, así como los cruceros de la Soledad, San Juan, San Antón… y en los conventos de la Encarnación o de los Remedios, el Franciscano de Nuestra Señora de la Luz y el de las Comendadoras o Caballeras de la Orden.

La iglesia de los Santos Mártires tiene su origen en una ermita dedicada a San Fabián y San Sebastián que fue ampliada en 1495, por una Real Cédula de los Reyes Católicos y terminada en 1964, sobresaliendo la parroquia de Santa María la Mayor, conocida como la catedralina por sus proporciones, del s. XVIII, declarada Bien de Interés Cultural.

Brozas ha sido cuna de importantes hombres ilustres, de la cultura, la religión, la milicia, la arquitectura, el derecho, los nobles oficios, citarlos a todos sería una ardua tarea, destacando sin duda a Francisco Sánchez de las Brozas “El Brocense”, Humanista del s. XVI y a Frey Nicolás de Ovando Primer Gobernador de Indias y Comendador Mayor de la Orden Militar de Alcántara.

De Brozas arranca el gran periodo de apoteosis extremeña, ya que aquí nació Nicolás de Ovando, el que encauza hacia las Indias los bríos de la región. Cierto que el temple y resistencia de los hombres de Extremadura, su espíritu aventurero y audaz, fueron las bases de aquellas inigualadas gestas conquistadoras de las tierras americanas pero era preciso que se diese a la causa ocasional, que alguien abriera las puertas de Extremadura frente a los mares. El nombramiento de Ovando en 1501 como Gobernador de Indias, fue la providencial designación de las tierras extremeñas para la gloriosa gesta universal, siendo el clarín que puso en pie a la región, porque con Ovando o a su amparo pasaron a las nuevas tierras muchos extremeños.

Bueno es dejar bien sentado que, aparte de la intervención directa de los hijos de la villa, toda esa gesta forjadora del Imperio español tuvo su raíz en Brozas y fue posible porque un brocense, Ovando, abrió para sus paisanos los extremeños el camino de las remotas latitudes indianas.

BIBLIOGRAFÍA:

  • Revista Cultural “Aldehuela”. Asociación Cultural Francisco Sánchez de las Brozas.
  • Gran Enciclopedia Extremeña. Ediciones Extremeñas S.A.
  • Hijos Ilustres de la Villa de Brozas. Eugenio Escobar Prieto.
  • Inventario del Patrimonio Artístico de España. Cáceres y su Provincia.
  • Rutas Cacereñas de las Chimeneas. Antonio Rubio Rojas.
  • Junta de Extremadura. Consejería de Obras Públicas y Turismo.

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