José María González-Haba y Guisado.
Es mi intento sacar s la superficie de 2005, cuarto centenario de la publicación de la primera parte del genial QUIJOTE y de ciento cincuenta de la declaración como dogma de fe que MARÍA fue concebida sin mancha alguna. Dos realidades inseparables y muy a tener en cuenta en el ser y en el vivir de CERVANTES»
La devoción mariana de CERVANTES está engastada en el corazón de nuestro genio que utilizó de su pluma para difundirla y vive en la esencia peregrina por los senderos del mundo.
A su lado, el recuerdo s nuestra tierra, con singulares citas a Guadalupe y Trujillo. Evocaciones a amistades, su pensamiento, etc etc. que serán objetos de mi escribir,
EL CARIÑO DE CERVANTES A MARÍA.
Si deseas conocerle, lee detenidamente su obra y atiende al testimonio de cuantos le trataron.
La raíz documental brota luego de una gravísima acusación frente a CERVANTES, en un expediente que es dirigido por Fray JUAN GIL y e1 Notario Apostólico de Argel PEDRO DE RIVERA.
En sus folios vas a ver declarar a sus compañeros de Lepanto, de la Goleta y de Túnez, camaradas de esclavitud que confirman cinco años de cautividad, que vivió siempre como católico y fiel cristiano, confesándose y comulgando en el tiempo en que estos lo usan, su ofrecimiento para tratar con renegados y volverles al redil. Se ocupaba muchas veces, dice el Sacerdote ANTONIO DE SOSA, «en componer versos en alabanza de NUESTRO SEÑOR y de su BENDITA MADRE y del SANTÍSIMO SACRAMENTO, y otras cosas santas y devotas, algunas de las cuales comunicó particularmente conmigo y se las envió para que las viese…»
Se cuenta también, que en el baño de AZAN BAJA un espacioso aposento en el que se amontonaban, a veces, centenares de cautivos, y en el que aparecía un altarcito «para que los Sacerdotes dijesen Misa, sin más imagen que un escapulario o una estampa. Los cautivos se anunciaban unos a otros para cumplir sus obligaciones y comunicarse entre ellos.
Datos que se confirman por su compañero HAEDO, y tomo de ASTRANA MARÍN («Vida ejemplar y heroica de MIGUEL DE CERVANTES», 1951, Tomo III, Pág.10 y ss.)
Al lado de todo, «la nobleza de CERVANTES, que su responsabilidad asume y la de otros para liberarles de castigos».
P. NAVARRO LEDESMA («El ingenioso hidalgo MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA», 1960, pag. 123 y 125), -con la penetración y finura que le tipifican, en frase de JULIÁN MARÍAS («CERVANTES, clave española»,1990, pag. 205), luego de recordar lo terminado de escribir, sus conversaciones con el Dr. BECERRA y el mártir Fray JORGE DEL OLIVAR, destacan la influencia de las cárceles argelinas en el ánimo de MIGUEL, ya que crearon en él una devoción varonil y profunda, una adhesión honda en la vida cristiana que no la tuvo en su militar como soldado. Nada le inspiraba tanto como la VIRGEN MARÍA. Poetas puede que le superasen en calidad técnica, pero ninguno en amar a la REINA DE LOS CIELOS.
CERVANTES Y EL AVE MARÍA
CERVANTES conocía ser esta oración la más bella, tras el PADRE NUESTRO. Cada una de sus palabras encierra un latido del corazón y un piropo de los labios al ser más bello de la creación que automáticamente asume, -Quiso ser un nuevo Arcángel GABRIEL, con su boca presta a rezarla.
Repito algunos requiebros:
De El trato de Argel:
«Lo que te ruego, alma mía,
pues el verte se me impide,
es que nunca se te olvide,
rezar el AVE MARÍA». (pag 45)
De Los baños de Argel:
«Tengo yo el AVE MARÍA
clavada en el corazón,
y es la estrella que me guía
en este mar de aflicción
al puerto de la alegría».
«Acude al AVE MARÍA;
verás que fuerza que tiene…» (pag. 99)
La influencia del AVE MARÍA, en él mundo musulmán la destaco desde una nota de F. RICO en su QUIJOTE (1998, Volumen II. pag. 589), y es así:
«El AVE MARÍA, con la supresión de MADRE DE DIOS, que se atribuye al Papa VIRGILIO, era reconocido y recitado por los musulmanes como complementario y explanación del Corán… subraya en varias veces la veneración de los musulmanes por la VIRGEN…»
CERVANTES Y EL MISTERIO DE LA INMACULADA
Se ha dicho y escrito que España madrugó para cantar la gloria de la REINA DE LOS CIELOS, especialmente en el privilegio de su INMACULADA CONCEPCIÓN. Yo voy a ir más lejos. Creo no durmió hasta conseguir la proclamaci6n dogmática. Conocer y saber que en ELLA hizo DIOS maravilla, me llevan a tal decisión.
DIOS la distinguió con un amor por encima de todas las criaturas, «con una plenitud de cantidad e inocencia que, de DIOS abajo, no se puede entender mayor, y que fuera de DIOS, ninguna inteligencia puede calcular» dice la Bula definitoria del Papa Pío IX.
El momento de poder alabar a MARÍA, se remonta al instante de la predestinación, antes del tiempo. Así lo proclama CERVANTES en el PERSILES, y lo cantó de tal manera, porque lo sentía en el alma y en el corazón lo llevaba.
La disputa sobre el dogma de la INMACULADA concepción, encerró un doble matiz. Uno interno, que arde en los arcanos, en la intimidad de cada uno. Otro, teológico, desde las posiciones vividas en el Siglo XVII, con sus respuestas positivas y negativas, entre ellas las del pueblo.
Un mal día un predicador, sermoneó que MARÍA no gozó de tal privilegio en su concepción. El pueblo se enfureció y sé manifestó en este decir:
«Aunque le pese a MOLINA
y a los frayles de REGINA,
al prior y al provincial
y al padre de los anteojos,
sacados tenga los ojos,
él colgado de un peral,
fue MARÍA concebida
sin pecado original».
La reacci6n fue tan fuerte que llega hasta Roma, dando lugar a un Breve del pontífice Paulo V, (l6l7), que prohíbe la doctrina opuesta a la INMACULADA CONCEPCIÓN.
En este punto no puedo menos que destacar la conducta de las Universidades españolas. Año de 1617. Es elegido Rector de la Universidad hispalense, D. FRANCISCO DE FONTANILLA GIL, y se conviene que todos los graduados habían de jurar y defender, en toda ocasión la CONCEPCIÓN SIN MANCHA DE LA VIRGEN MARÍA. E igual, las de Granada, Alcalá, Santiago y Toledo.
l6l8. Lo prometen las de Baeza, Úbeda y Salamanca. En esta con tres opiniones en contra tres dominicos.
l6l9. Universidad de Huesca y Oñate.
¿Y CERVANTES? Había dejado de existir sobre la tierra, pero en ella había germinado la semilla de su querer y su defensa de la INMACULADA.
ALBERTO NAVARRO («El QUIJOTE español del Siglo XVII» 1964, pag. 263,) habla de esta manera: «interesante resulta que al entrar Don QUIJOTE, nuevamente en la vida de su, época fue para intervenir en visos y auténticos problemas religiosos, mostrándose defensor del palpitante y querido dogma de la INMACULADA… Aun cuando salga ridículamente armado, aparece sosteniendo seriamente la alta y noble causa antes citada, en medio del regocijo y simpatía general.»
He aquí unas muestras:
Universidad de Sevilla. Tras su estandarte, aparece Don QUIXOTE, con esta letra escrita en una tapadera de tinaja:
«Soy Don QUIXOTE el manchego,
que aunque nacido en la Mancha,
hoy defiendo a la SIN MANCHA».
Luego su escudero, y estos versos en la espalda
«Caballeros, esso mesmo
defiendo desde mi rucio,
Y del pecado abrenuncio.»
Tras los dos como final, caballeros armados de adargas y lanzas y esta letrilla:
«Hoy se deshace un gran tuerto
porque la caballería
dice que no hay mancha en MARÍA.»
Universidad de Baeza; Don QUIJOTE, luce dos motes. Uno:
«Del Toboso DON QUIJOTE
ha venido en un solo trote
a probar que es cosa llana
que de la primera manzana
MARÍA no pagó escote».
«Hoy olvida a DULCINEA
el de la Triste Figura,
por la que es VIDA y DULZURA».
Universidad de Utrera. Don QUIJOTE, porta esta letra:
«Todo el mundo hay por cierto,
que yo, DON QUIJOTE sabio
por desfacer este agravio
y enderezar este entuerto».
«A mi me toca SANCHO, el defendella
pues soy su caballero y voto hice
de defender su virginal pureza».
(Notas extraídas de F. RODRÍGUEZ MARÍN» Estudios cervantinos» 1947, Págs. 115 y ss., ALBERTO NAVARRO, lugar citado y A. RIVAS HERNÁNDEZ -Lecturas del QUIJOTE «, 1998, pag. 71 y Stes – L. ASTRANA MARÍN, en obra citada. Tomo VI, Volumen II 1958, pgs. 479.)
Dejo discurrir el tiempo y llego a 1893, donde el querer de la INMACULADA en CERVANTES, brilla siglos más tarde en el escribir de BENIGNO PALLOL. En 1895, en su obra «Interpretación del QUIJOTE dice así: «Sólo una mujer ha tenido el privilegio de parir sin macula, siendo único resquicio por donde ha entrado la luz del cielo, en el mundo sin mezclarse con las impurezas terrestres…» Datos que tomo de la obra «Lecturas del QUIJOTE»
Maravillosas son las palabras cervantinas en e1 Rufián dichoso, que pronuncia Fray CRISTÓBAL DE LA CRUZ:
…»a la PURA,
sacrosanta, rica y bella,
que fue madre y fue doncella,
crisol de nuestra ventura;» (pag, 424)
Así aconteció en nuestro Trujillo, con la TODA PULCRA, LA SIN MANCHA, la PURÍSIMA.
Un día hablé así: «Piedras de Trujillo, que en 1555, elevasteis el Convento de la PURÍSIMA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN. Granito de este pueblo que en 1570 fuiste convertido en el convento de SANTA MARÍA DE LA CONCEPCIÓN JERÓNIMA, con tu Virgen de piedra y que con tus Hijas marchaste a TU nueva sede. Piedras de la Lanchuela que cobijaste bajo el nombre de SANTA MARÍA DE LA CONCEPCIÓN un hospitalillo. Piedras que os conferisteis en VIRGEN DE la INMACULADA, para encerrarse en, una hornacina del Hospital allá en la Plazuela de los Descalzos…
Y el agradecimiento acá, no del pueblo a MARÏA, sino de ELLA al pueblo, cuando en la época de la exclaustración, todos los religiosos fueron expulsados, sólo aquellas recogidas bajo el nombre de la INMACULADA, fueron respetadas. MARÍA así premió a su MISTERIO. (J. Mª GONZÁLEZ-HABA Y GUISADO.«Trujillo, sinfonía en piedra a MARÍA». Comarca, nº 131, de abril de 1994.)
Y los ecos de los juramentos de nuestros concejales que tiene lugar ante la INMACULADA, con el que Corregidores y Regidores prometen defender tal misterio con la ofrenda de su sangre. Así lo recoge D. JUAN TENA FERNÁNDEZ («Trujillo, histórico y monumental» 1967, pag. 251):
«…véanse aquellos libros capitulares en cuyo primer folio Campea la laude AVE MARÍA PURÍSIMA» y los juramentos de todos sus representantes»
CERVANTES PEREGRINO MARIANO
CERVANTES, por ser hombre, homo viator, nace peregrino, y lo fue hasta el instante de morir. Peregrino, símbolo del hombre cristiano mientras vive sobre la tierra.
Tan ello es verdad, que el epitafio de Don FRANCISCO DE URBINA A CERVANTES, dice así:
«Caminante, el peregrino
CERVANTES aquí se encierra,
su cuerpo cubre la tierra,
no su nombre, que es divino…»
Este caminar-peregrino-romero se ve reflejado en los escritos cervantinos como incesante cantilena. Como si su destino fuere visitar Santuarios de MARÍA.
RODRÍGUEZ MARÍN («EL QUIJOTE», 1916, Tomo IV, pag. 457), cita a PERO JUAN DE VILLUGA, con estas expresiones: «Asímesmo puedan visitar las seys casas angelicales de NUESTRA SEÑORA… por donde quiera que andeys, NUESTRA SEÑORA DE MONSERRATE, a NUESTRA SEÑORA DEL PILLAR (sic) de Zaragoza, a NUESTRA SEÑORA DEL SAGRARIO de Toledo, o NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE y a NUESTRA SEÑORA de FRANCIA y a NUESTRA SEÑORA LABLANCA en Burgos…»
Vamos a introducirnos en Los trabajos de PERSILES y SIGISMUNDA, dejando en principio a Guadalupe, que merece por extremeña un análisis especial.
De Trujillo salieron los peregrinos, a Talavera, donde se preparaban las fiestas de la Monda, esto es las de la VIRGEN DEL PRADO, en su ermita, que a juicio de FELIPE II era la reina de las ermitas,
Pero siguieron adelante (pag. 312), sin satisfacer sus deseos. Quien esto escribe, un día se acercó a ELLA, donde leí estas impresionantes palabras escritas en un azulejo, que jamás olvidaré:
«Si deseas convertir,
tus penas en alegría,
no te olvides pecador
de saludar a MARÍA».
¡Qué fácil es ser alegre al lado de la MADRE!
Seis leguas habían caminado desde Talavera, cuando vieron a una peregrina sola, a la que interrogan cuál era su peregrinación.
Su respuesta: Voy a la gran Ciudad de Toledo a visitar la devota imagen de la VIRGEN DEL SAGRARIO, Patrona de la capital castellana, (pag.314)
Valdivieso dice de esta imagen es la primera imagen de MARÍA, adorada en el mundo. («Guía para visitar los Santuarios marianos de Castilla-La Mancha», 1995, pag. 313).
Más tarde, el destino de la peregrina era acudir a las entrañas de Sierra Morena, en las fiestas de la VIRGEN DE LA CABEZA, el último domingo de Abril, y de cuya imagen hay un cuadro muy bello en el palacio de Madrid (pag. 314)
Pasaron por Aranjuez, cuya vista por ser tiempo de primavera, en un mismo punto les puso la admiración y la alegría, sierras de agua, admiraron el concierto de jardines y la diversidad de flores.
Seguidamente pasan a Ocaña, y desde allí a Quintanar de la Orden, donde visitan a NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA y «se les alegró el alma.»
Llegan a Valencia, en la cual no quisieron entrar, siguiendo la derrota del peregrinaje, y cuando salen de Villareal de los Infantes, encuentran une zagala que les dejó admirados con esta pregunta: «¿Señores, pedirlos he o darlos he?» (pag. 360)
Más adelante, nos dirá CERVANTES, de MONSERRAT, antes de llegar a Barcelona,» al ver de lejos las santísimas montañas…que adoraron con devoción cristiana sin querer subir a elles, por no detenerse» (pag. 360).
G. SEVILLA ARROYO y A. REY HAZAS («Los trabajos de PERSILES Y SIGISMUNDA» 1999, XXXV) ponen de relieve que el hecho de no entrar en Monserrat fue a causa de haberlo hecho con anterioridad el peregrino de LOPE DE VEGA, y El PERSILES pretendía competir con la novela del FÉNIX.
Llegan a Barcelona y desde ahí a Roma.
DE QTRAS VISITAS O PEREGRINACIONES A LA VIRGEN EN LA OBRA DE CERVANTES.
Valgan estos recuerdos;
En La Gitanilla, se describe el impresionante lugar del Monasterio de la VIRGEN DE LA PEÑA DE FRANCIA. COVARRUBIAS («Tesoro de la lengua castellana o española» 1987, pag. 860) dice que la Peña de Francia es «una sierra entre Salamanca y Ciudad Rodrigo, donde cerca de los años 1490 se halló una imagen muy devota de NUESTRA SEÑORA, y en el mismo lugar se edificó una iglesia y se fundó un Monasterio de Frayles dominicos». El padre MARIANA fija el descubrimiento en 1409.
PRECIOSA, el delicioso personaje de La Gitanilla (pgs. 64/65) un día, ante la imagen de SANTA ANA, que existía en la desaparecida iglesia madrileña de SANTA MARÍA, entonó estos versos
«…madre de una HIJA
en quien quiso y pudo
DIOS mostrar grandezas
sobre el humano curso».
En otra ocasión, (pag. 70) cantó nuevamente, y de su texto entresaco estas estrofas:
«A la imagen de le vida,
a la del cielo SEÑORA,
a la que por ser humilde
las estrellas puso agora,
a la MADRE y VIRGEN junto,
a la HIJA y a la ESPOSA de DIOS…»
GONZÁLEZ DE AMEZUA Y MAYO («CERVANTES creador de la novela corta española», 1952, pag. 122) dice:
Que CERVANTES frecuentaba el Monasterio de la VIRGEN DE ATOCHA, en Madrid para visitar y venerar su famosa imagen, y lo recoge en la Adjunta elViaje al parnaso (pag.290).
N. ALONSO CORTES («Casos cervantinos que tocan a Valladolid», 1917) recoge la devoción a la VIRGEN DE SAN LLÓRENTE, citada en El casamiento engañoso (pag. 200).
En RINCONETE y CORTADILLO se encuentran estas palabras:
«RINCÓN, al entrar en una sala baja, en casa del Señor MONIPODIO, ve en la pared frontera una imagen de NUESTRA SEÑORA» (pag, 209).
En otro lugar se nomina a la VIRGEN DE LAS AGUAS que estaba ubicada en la iglesia parroquial de SAN SALVADOR (pag.219).
En El Licenciado VIDRIERA, se cuenta que éste visitó la casa de la VIRGEN DE LORETO
Los autores discuten si el visitante fue o no CERVANTES. ASTRANA Y MARÍN («Vida ejemplar y heroica de MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA», 1949, Tomo II, pgs.221 y 222) piensa que si bien tal novela esta plena de recuerdos autográficos este dato no es de aplicar a CERVANTES, ni tampoco que llevase e1 Libro «Recuerdos de NUESTRA SEÑORA», o devocionario de las horas de la VIRGEN. En sentido opuesto, esto de la asistencia de MIGUEL, sirva la cita de F. MEREGALLI («Introducción a CERVANTES», 1992, psg, 14).
La ilustre fregona recoge el recuerdo del desaparecido Monasterio de NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
En el patio de la casa donde trabajaba CONSTANCIA, en una de sus paredes existía una imagen de NUESTRA SEÑORA, ante la cual se persignaba, santiguaba y hacía una reverencia, (pag.156)
A tal devota joven se la describe literalmente así: Ella, lo primero y principal, es devotísima de NUESTRA SEÑORA; confiesa y comulga cada mes. (pag.189).
En EL PERSILES, la bárbara RICLA, cuenta que ANTONIO, a la par que le enseñaba el español lo hacía con la ley católica. Detalla los principios de esta religión -que son los del CREDO tridentino. Al llegar a MARÍA, la siempre VIRGEN la denomina «REINA DE LOS CIELOS y de los ANGELES y NUESTRO TESORO DEL PADRE, RELICARIO DEL HIJO y AMOR DEL ESPÍRITU SANTO, amparo y refugio de pecadores» (pag. 82).
PEREGRINACIÓN A GUADALUPE Y LA PRESENCIA DE TRUJILLO.
Volvemos al PERSILES. La llegada de los «peregrinos peregrinantes» a Portugal, fue para diez días, tras los cuales se pusieron en camino de Castilla. Hasta llegar a Badajoz donde estuvieron tres días. Todo para llegar a Guadalupe, visitar a MARÍA de tal nombre.
De esta VIRGEN diré, como M. MUÑOZ DE SAN PEDRO (Extremadura, «La tierra en que nacían los dioses», 1961, pag. 525 ) que «SAN LUCAS talló la venerada imagen …oposando para él la propia VIRGEN MARÍA, antes de su glorioso tránsito; que la escultura fue a Roma donde hizo el milagro de cortar una epidemia, en tiempos del Papa SAN GREGORIO, quien la envió luego al Arzobispo de Sevilla SAN LEANDRO; que al huir los cristianos de la invasión sarracena, trajeron consigo la imagen , y la enterraron… que entre los años 1312 y 1322 a GIL CORDERO vecino de Cáceres, que apacentaba sus vacas en estos parajes y aparecióse la VIRGEN anunciándole ser aquí enterrada aquella imagen suya, la cual encontraron el Concejo y el Clero cacereños, comenzando desde entonces a recibir culto en una pequeña ermita, cerca de un riachuelo llamado Guadalupe.»
ALFONSO XI, se encomendó a esta milagrosa VIRGEN, el día 29~10-1540, fecha de la batalla del Salado. Desde entonces Guadalupe va a ser el foco mariano español a la patrona de Extremadura y a la REINA DE LA HISPANIDAD.
Doy la palabra a CERVANTES, para que él nos lleva de su mano al eje del tema:
«Apenas hubieron puesto los pies los devotos peregrinos en una de las entradas que guían al valle que forman y cierran altísimas tierras de Guadalupe, cuando con cada paso que daban, nacían en sus corazones nuevas ocasiones de admirarse; pero allí llegó la admiración a su punto cuando vieron el grande y suntuoso monasterio, cuyas murallas encierran la santísima imagen, otra vez que es libertad de los cautivos, lima de los hierros y alivio de sus pasiones; la santísima imagen, que es salud de las enfermedades, consuelo de los afligidos, madre de los huérfanos y reparo de las desgracias. Entraron en su templo y donde pensaron asilar por sus paredes pendientes por adorno, las púrpuras de Tiro, los damascos de Siria, los brocados de Milán, hallaron en lugar suyo las muletas que dejaron los cojos, los ojos de cera que dejaron los ciegos. brazos que colgaron los mancos, mortajas que se desnudaron los muertos, todos después de haber caído en el suelo de las miserias, ya vivos, ya sanos ye libres y ya contentos merced a 1a larga misericordia de la MADRE DE LAS MISERICORDIAS, que en aquél pequeño lugar hace campear a su benditísimo HIJO con el escuadrón de sus infinitas misericordias.
De tal manera hizo aprehensión estos milagrosos adornos en los corazones de los devotos peregrinos, que volvieron los ojos a todos los lados del templo, y les parecía venir volando por el aire los cautivos envueltos en sus cadenas, a colgarlas de las santas murallas, y a los enfermos arrastrar sus muletas, y a los muertos mortajas, buscando lugar donde ponerlas, porque ya en el sacro templo no cabían; tan grande es la suma que las paredes ocupan»(pag.305)
Aquí, hago un inciso, con esta interrogante ¿Estuvo CERVANTES en Guadalupe?
CERVANTES no inventa, refleja lo que antes vio, maravillas desde su genial pluma y de su portentosa memoria. He aquí un muestrario de testimonios:
La serie de detalles que entrega en su peregrinaje por Extremadura obligan a pensar con tintes de certeza, que estuvo en estos lugares en su regreso de Portugal en fechas anteriores.
El conjunto de precisiones que recoge de Trujillo, de personas y cargos no tienen otro destino que el estar preñadas sus obras, dice V. BARRANTES, precisas para completar la historia de Extremadura, a lo que me permito añadir para la vida de CERVANTES.
GONZÁLEZ DE AMEZUA y MAYO («CERVANTES creador de la novela corta española», 1952, pag, 25, nota 44) trae al recuerdo como F. RODRÍGUEZ MARÍN le manifestó que es muy posible que CERVANTES hubiere actuado en estas tierras como Comisario de Abastos.
Extremadura fue el escenario de paso para la obra La Gitanilla, y así lo afirma nuestro escritor.
J. A. CABEZAS («CERVANTES, del mito al hombre», 1967 pag. 448), repite ser autógrafas las descripciones de Lisboa, del Mesón de Badajoz, de Trujillo donde son agasajados por los PIZARROS Y ORELLANAS, del Santuario de Guadalupe, de su obra en el PERSILES.
J. TENA FERNANDEZ («Trujillo histórico y monumental», 1967 pag. 21), de manera literal dice; «MIGUEL DE CERVANTES DE SAAVEDRA estuvo en Trujillo…Quería informarse del matrimonio de su hija ISABEL CERVANTES DE SAAVEDRA con FRANCISCO SANZ DEL ÁGUILA, según unos, y al parecer de otros, cuando en 1582 caminaba de Portugal a Madrid. Se hospedó en el palacio de Don JUAN PIZARRO DE ORELLANA. A su estancia en Trujillo se refiere lo que CERVANTES cuenta en su obra póstuma…»
El P. CARLOS C. VILLACAMPA («Grandeza de Guadalupe», 1924) sostiene la visita, al igual que opinan V. BARRANTES, M. MUÑOZ DE SAN PEDRO («Extremadura. La tierra en que nacían los dioses», 1961, pag. 362) afirma tal estancia.
M. GALIANA NUÑEZ («Guía turística de TRUJILLO y Vida de PIZARRO», 1994, pag. 78), afirma la llegada a Guadalupe «a dejar las cadenas de cuando estuvo preso en Argel…había hecho una promesa s la VIRGEN DE GUADALUPE».
En nuestro criterio, la descripción literal hecha hace unos instantes es la solución positiva.
Terminado el inciso, sigamos la exposición.
Asombrados los peregrinos, no se hartaban de mirar lo que veían, ni de admirar lo que imaginaban: «y así, con devotas y cristianas muestras, hincados de rodillas, se pusieron s adorar a DIOS SACRAMENTADO y a suplicar a su SANTÍSIMA MADRE».
L. M. HERRAN («Mariología poética española», 1988, pag. 911), califica la categoría moral, humana y devota de MARÍA, de CERVANTES, así: «Ni un teólogo describiría con mayor exactitud el «iter» de una auténtica devoción que sabe escalonar la adoración al SANTÍSIMO SACRAMENTO, la petición a su MADRE a la que por atención a su imagen atendiera a sus demandas».
Anteriormente el tantas veces nominado GONZÁLEZ DE AMEZUA y MAYO (Obra Citada, pag. 115). Comentando las palabras de CERVANTES transcritas abre estas interrogantes: ¿Cabe decir más? ¿Puede hallarse prueba más patente y conmovedora de la fe profunda de CERVANTES y de su sincera religiosidad?
La categoría impresionante de la cultura mariana de CERVANTES, el brotar espontáneo de un cariño a MARÍA, el agradecimiento a lo que su ayuda fue, su amparo y esperanza me obligan a recoger literalmente esta obra maestra que llevan en sí el corazón de CERVANTES, y que sus versos entregó en su totalidad FELICIANA DE LA VOZ, pero que fue interrumpida en su interpretación, cuando llevaba entonadas cuatro estancias. Es así:
«Antes que de la mente eterna fuera
saliesen los espíritus alados,
y antes que la veloz o tarda esfera
tuviese movimientos señalados,
y antes que aquella oscuridad primera
los cabellos del sol viese dorados,
fabricó para sí DIOS una casa
de santísima, limpia y pura masa.
Los altos y fortísimos cimientos,
sobre humildad profunda se fundaron;
y mientras más a la humildad atentos,
más la fábrica regia levantaron.
Pasó la tierra, pasó el mar; los vientos
atrás como mas bajo se quedaron;
el fuego pasa, y con igual fortuna
debajo de sus pies tiene la luna,
Doy fe son los pilares, de esperanza,
los muros de esta fábrica bendita
ciñe la caridad por quien se alcanza
duración como DIOS, siempre infinita;
su recreo se aumenta en su templanza,
su prudencia, los grados facilita
del bien que ha de gozar, por la grandeza
de su mucha justicia y fortaleza.
Adornan este alcázar soberano
profundos pozos, perennales fuentes,
huertos cerrados cuyo fruto sano
es bendición y gloria de las gentes;
están a la siniestra y diestra mano
cipreses altos, palmas eminentes,
altos cedros, clarísimos espejos
que dan lumbre de gracia cerca y lejos.
El cinamomo, el plátano y la rosa
de Jericó se halla en sus jardines,
que aquella color, y aún más hermosa,
de los más abrasados querubines.
Del pecado la sombra tenebrosa,
ni llega, ni se acerca a sus confines;
todo es luz, todo es gloria, todo es cielo,
este edificio que hoy se muestra al suelo.
De SALOMÓN el templo se nos muestra
Hoy, con la perfección a DIOS posible,
donde no se oyó golpe que la diestra
mano diese a la obra convenible;
hoy, haciendo de si gloriosa muestra,
salió del sol inaccesible; la luz del
hoy nuevo resplandor ha dado al día
la clarísima estrella de MARÍA.
Antes que el sol, la estrella hoy da su lumbre;
prodigiosa señal, pero tan buena,
que sin guardar de agujeros la costumbre,
deja el alma de gozo y bienes llena.
Hoy la humildad se vio puesta en la cumbre;
hoy empezó a romperse la cadena
del hierro antiguo, y sale al mundo aquella
prudentísima ESTER, que el sol más bella.
Niña de DIOS, por nuestro bien nacida;
tierna, pero ten fuerte, que la frente,
en soberbia maldad enfurecida,
quebrantasteis de la infernal serpiente.
Brinco de DIOS, de nuestra muerte vida,
pues VOS fuisteis el medio conveniente,
que redujo a pacífica concordia
de DIOS y el hombre la mortal discordia.
La justicia y la paz hoy se han juntado
en VOS, VIRGEN SANTÍSIMA, y con gusto
e1 dulce beso de la paz se han dado,
arra y señal del venidero AUGUSTO.
Del claro amanecer, del sol sagrado
sois la primera autora; sois del justo
gloria; del pecador, firme esperanza;
de la borrasca antigua, la bonanza,
sois la paloma que al eterno fuiste
llegada desde el cielo, sois la esposa
que el sacro VERBO limpia carne distes,
por quien ADÁN la culpa fue dichosa;
Sois el brazo de DIOS, que detuviste,
de ABRAHAM la cuchilla rigurosa,
y para el sacrificio verdadero
nos distes el mansísimo cordero.
Creced, hermosa planta, y dad el fruto
presto en sazón, por quien el alma espera
cambiar en ropa rozagante el luto,
que la gran culpa le vistió primera.
De aquel inmenso y general tributo
la paga conveniente y verdadera
en VOS se ha de fraguar: creed, SEÑORA,
que sois universal remediadora.
Ya en las empíreas sacrosantas salas
el paraninfo aligero se apresta,
o casi mueve las doradas alas,
para venir con la embajada honesta;
Que el olor de virtud que de Tí exhalas,
VIRGEN bendita, sirva de recuesta,
y apremio, a que se vea en Tí muy presto
del gran poder de DIOS echado el resto».
Una síntesis poética, con imágenes y signos escriturísticos del ser y misión de MARÍA en el misterio de CRISTO y su obra.
Prescindiendo de otros aspectos, dice L. Mª HERRAN («Mariología poética española», 1988, pag. 95) nos fijamos sólo en esa anterioridad al tiempo en el que el poeta contempla la obra maestra de DIOS; MARÍA, SU MADRE.
Vamos a la derrota del viaje Badajoz-Guadalupe, en el que aparecen dos episodios: La historia de FELICIANA DE LA VOZ, que hemos ya nombrado y el episodio de Don DIEGO PARRACES.
Telegráficamente, son así:
Un caballero se acerca a los peregrinos y les entrega un recién nacido, advirtiendo no ser aún bautizado, para que sea llevado a unos amigos de Cáceres. Más tarde aparece la madre y tras ella el padre de ésta y un hermano con el fin de matar a la mujer. Por último aparece el padre de la criatura que fue quien lo trajo y entregó. ¿Razón de la persecución?, la negativa a casarse la madre con el elegido por la familia.
La otra historia sucede de esta manera; una noche, mientras duermen los peregrinos, son despertados por la llegada de un joven 53″ que solo tiene tiempo de exclamar: ¡DIOS sea conmigo! y llevaba el pecho atravesado a traición.
Escenas estas, dice CASALDUERO («Sentido y figura de los trabajos de PERSILES Y SIGISMUNDA», 1975, pags. 147} que tienen como fin, «un misterio de suspensión y al mismo tiempo un gran dinamismo que sirve para realzar el dramatismo de la vida, el dramatismo del nacimiento, de la llegada al mundo». La búsqueda de un interés sin que decaiga en ningún momento la llegada al Monasterio.
«El muerto quedó muerto», el delito sin castigo, y la libertad de los apresados por tal causa.
El caso de FELICIANA, termina ya, dentro del Santuario. Mientras ella canta, es interrumpida por sus fa miliares, pero protegida por la VIRGEN, esta resuelve el problema y así el amante va a borre su error y la felicidad impera entre todos.
CERVANTES Y TRUJILLQ
Las amistades a las que ha de entregarse el niño eran los caballeros trujillanos «D. FRANCISCO PIZARRO y el otro D. JUAN DE ORELLANA; ambos mozos, ambos ricos, ambos libres y ambos en todo extremo», dice ASTRANA MARÍN («Historia ejemplar y heroica De MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA», 1958,Tomo II, Volum. II pags. 431 y 432). De buen número de documentos consta que D. JUAN DE ORELLANA y segundo apellido PIZARRO y D. FRANCISCO PIZARRO, eran hermanos, hijos de D. FERNANDO DE ORELLANA (vecino y regidor de Trujillo en 1607) y de Dª FRANCISCA PIZARRO. ORELLANAS Y PIZARROS habían emparentado en Trujillo, donde ejercía el cargo de Alférez Mayor D. JUAN PIZARRO y era Regidor D. PEDRO DE ORELLANA BEJARANO, Señor de la Villa de Orellana de la Sierra, que tenía por hermano a D. FRANCISCO FERNANDO DE CERVANTES y DE LA CERDA, uno y otro deudos de D. DIEGO PIZARRO DE HINOJOSA.
De este parentesco de los PIZARROS y ORELLÁNAS con los CERVANTES de Extremadura, se induce que MIGUEL DE CERVANTES debió tener con ellos conocimiento y relación amistosa, y noveló sucesos reales de los mismos. Así AVALLE-ARCE (PERSILES. pag. 288), afirma ser la historia del recién nacido real. rodeada del velo de la ficción y añade que existió tal relación citando el parentesco de los CERVANTES GAETE trujillanos, con MIGUEL DE CERVANTES. Cita un documento de 16-2-1608, donde, redactado en Madrid, aparecen Don GASPAR DE GAETE, vecino de Trujillo, firmando una fianza en la que daban testimonio Don JUAN PIZARRO, Don FELIZ ARIAS y MIGUEL DE CERVANTES.
La estancia de CERVANTES en Trujillo, dice J. TENA FERNANDEZ («Trujillo histórico y monumental«, 1967, pag. 21) de manera literal; «MIGUEL DE CERVANTES DE SAAVEDRA, estuvo en Trujillo…Quería informarse del matrimonio de su hija ISABEL CERVANTES DE SAAVEDRA con FRAECISCO SANZ DEL ÁGUILA, según unos, y al parecer de otros, cuando en 1582 caminaba de Portugal a Madrid. Se hospedó en el palacio de Don JUAN PIZARRO DE ORELLANA». Estancia a la que se refiere EL PERSILES.
EL EPISODIO DEL CAUTIVO
Quiero destacar aquí, la referencia constante a MARÍA, reflejo y eco de la devoción y amor de CERVANTES y a la vez su hondo agradecimiento por su libertad luego del largo cautiverio sufrido.
Estamos ante uno de esos injertos literarios que hace nuestro genio en su obra capital, que ha sido objeto de interesantísimos análisis, el último de los que conozco es el de ARTURO PEREZ-REVERTE («Galeras, puertos y corsarios», como capítulo de la obra «La ciencia y EL QUIJOTE», 2005, pag. 40), y donde es calificado como» novela marinera».
A nosotros nos interesa otro aire, el que destaca FRANCISCO AYALA («CERVANTES y QUEVEDO», 1974, pag. 70) y en donde se lee que la vuelta del cautivo a su casa «es un hermosísimo himno mariano, expresión de una fe abierta y combatiente…»
En el Cap. XXXVII de la 1ª parte del QUIJOTE, pag. 747, en una venta, entra un pasajero, al parecer cristiano llegado de tierra mora, que tira de un burro en el que monta una mujer, de rostro cubierto. Al preguntarle quién es ella, quien la conduce afirma que se llama ZORAIDA. A esto ella, contesta enérgicamente: «No, no ZORAIDA; MARÍA, MARÍA, ZORAIDA, macange, que quiere decir no».
La verdadera historia comienza en el Cap XL.
Era ZORAIDA una mujer preciosa, hija del jefe moro AGÍ MORATO. En su casa ventanas hay que dan el patio donde permanecían los Cautivos.
Desde allí conoció a un cautivo al que envió dinero dos veces, la última acompañada de una carta. Le dice que no ha conocido caballero como él. Que siendo niña, una esclava cristiana de su padre le enseño muchas cosas de LELA MARIEN, con el encargo que fuera a tierras cristianas para verla y que la quería mucho. Ruega al cautivo que la lleve allí y sea su marido. Y si no quisiera casarse, ELLA, le daría con quien contraer matrimonio. La despedida es con estas palabras: Que LELA y ALA te cuiden.
La respuesta fue de esta guisa: Que ALA te guarde, señora mía y que LELA MARIEN, verdadera MADRE de DIOS también. Si ELLA te ha puesto en el corazón tal ida a tierras cristianas, es porque te quiere bien.
Hazme entender como poner tal deseo en acción. Haremos lo posible para que todo salga bien, hasta morir. Si quieres ser mi mujer, lo prometo como buen cristiano. ALA y MARIEN, su MADRE sean tu guarda. (I-XL/703).
Hay una segunda carta de ZORAIDA: Yo no se como dar órdenes de que nos vamos a España, ni LELA MARIEM me lo ha dicho, aunque yo se lo pregunté. Si no serás mi marido, pediré a MARIEN que te castigue. (I-XL/793).
Tras una serie de sucesos que no son de este interés, un día llegan a Vélez-Málaga, y entran en una Iglesia, para dar gracias a DIOS por la liberación, y así como ZORAIDA entró «dijo que allí había rostros que se parecían a los de LELA MARIEN».(I-XLI/822 y 823).
Los comentarios a este episodio han dividido a los comentaristas.
Los expongo brevemente:
WILLAN B. GARCÍA («Algo más sobre el episodio del cautivo», Anales Cerv. 1973 Tomo XII, pag. 120), ve como centro del episodio el amor, más la motivación capital son las ansias de conversión al cristianismo, cosa imposible en Argel. MARÍA CATERINA RUTA («ZORAIDA, los signos del silencio en un personaje cervantino» Anales cerv. 19 83, pags. 128 y 129), dice que en ZORAIDA arde el deseo de hacerse cristiana y que está enamorada del prisionero.
Respecto a la atracción hacia el cautivo, en las dos cartas insiste en su condición de caballero y su calidad. Más el castigo pesará sobre él si se negare a ser su marido, porque lo pediré a LELA MARIEN, lo cual es un signo de la vanidad de ZORAIDA.
MEREGALLI («De los tratos de Argel y Los baños de Argel», en Libro homenaje al profesor CASALDUERO, 1972, pag, 405, es más fuerte el deseo del amor que el de conversión.
MONET, Citado por MORÓN ARROYO, admite el amor, más niega la motivación religiosa.
MÁRQUEZ VILLANUEVA («Personajes y temas del QUIJOTE», 1975, pag. 116), ZORAIDA es una taimada que no se enamora del cautivo. Ve en el proyecto de boda como un negocio: La mora es fría y calculadora.
PERCAS PONSETI («CERVANTES y su concepto del arte», 1975, pag. 117, ve que ZORAIDA es una aventurera, más impulsiva que sensitiva y sin las mas elementales nociones de la moral cristiana.
Finalmente C. MORÓN ARROYO («Para entender el QUIJOTE 2005», pag 128), y con él comulgamos, ZORAIDA se enamoró del caballero aunque él no ha podido verla aún. Se enamora de su alma cristiana y de la hermosura de como ella se describe.
El cautivo lo dice de manera explícita: «por haberme hecho el cielo compañero de ZORAIDA, me parece que ninguna otra suerte me pudiera venir, por buena que fuera, que más la estimaría. La paciencia con que ZORAIDA lleva las incomodidades de la pobreza lleva consigo y el deseo que muestra tener de verse ya cristiana… me admira y me mueve a servirla todo el tiempo de mi vida». (I-XLI/824).
Desde luego el amor al cautivo cristiano está sometido a la transformación religiosa, pero eso no es extraño: «un amor cristiano lo supedita todo a la voluntad de DIOS» (pag.129).
La decisión de bautizarse y vivir como cristiana lo siente como una obligación, por haber aprendido esto al haber sido educada en el cristianismo. Y además de por la esclava, ésta se la había aparecido apoyándola para su marcha a tierras de cristianos a ver a LELA MARIEN, la VIRGEN MARÍA que la quiere mucho.
«Plega a ALA, padre mío que LELA MARIEN, que ha sido la causa de que yo sea cristiana, ELLA te consuele en tu tristeza» (I-XLI/816) por la marcha de su hija.
Este relato que he realizado, no es nada más que la conversión en novela de la representación teatral de Los baños de Argel, respondiendo a una realidad, de los versos finales de la Comedia:
«No de la imaginación,
que este trato se sacó,
que la verdad lo fraguó,
bien lexos de la ficción».
Con su carne CERVANTES hace literatura, quizá para que lo escrito sea siempre suyo.
Esta trascripción de la realidad en palabras es reconocida de consuno por la mayoría de la doctrina, y así OLIVER ASÍN, RODRÍGUEZ MARÍN, ASTRANA Y MARÍN…
Deliciosas manifestaciones cervantinas deseo extraer de otras obras suyas, de valor irremplazable para conocer y saber cosas de CERVANTES.
EL TRATO DE ARGEL
Cronológicamente esta es la primera de las comedias cervantinas, donde el cautivo SAAVEDRA es un trasunto de su autor y viene a ser, en palabras de MEREG-ALLI («Introducción a CERVANTES», 1992, pags. 39, 40 y 85) «un fuerte componente de devoción católica, especialmente del culto mariano».
Es también una manera de saldar CERVANTES su deuda con los Sacerdotes católicos dedicados al rescate de cautivos y testimonio vivo de su existencia.
El final de la obra recoge un paralelismo al episodio del cautivo, y el entonar un himno con la llegada de Fray JUAN GIL.
«Vuelve, VIRGEN SANTÍSIMA MARÍA,
tus ojos que dan luz y gloria al Cielo,
a los tristes que lloran noche y día
y riegan con sus lagrimas el suelo». (Pag.174)
Al llegar aquí nos encontramos con dos textos que recogemos (tomados de las Obras completas de CERVANTES, Aguilar 1992, pags.167 y 168) así:
«REINA de las alturas celestiales,
MADRE y MADRE DE DIOS,
VIRGEN Y MADRE,
espanto de las furias infernales,
MADRE y ESPOSA de TU mismo PADRE,
remedio universal de nuestros males».
El otro texto ya recogido, al que añadimos estos versos:
«VIRGEN BENDITA que del PADRE ETERNO
fuiste escogida para dar el FRUTO
que quebrantó las puertas del infierno
y del primer pecado quitó el luto». (Pag.174)
Socórrenos, BENDITA VIRGEN PÍA…
REINA de las alturas celestiales,
MADRE y MADRE DE DIOS; VIRGEN y MADRE…
MADRE Y ESPOSA DE tu MISMO PADRE;…
En VOS, VIRGEN DULCÍSIMA MARÍA,
Entre DIOS y los hombres MEDIANERA…
VIRGEN entre las Vírgenes primera;
en VOS, VIRGEN y MADRE…
O estas palabras lindísimas:
«… es que nunca se te olvida
rezar el AVE MARÍA….» (pag. 45)
LOS BAÑOS DE ARGEL
Recoge un episodio paralelo a los anteriores, con una evasión, y feliz término y el durísimo recuerdo de España, recogido en estas expresiones: «cual cara eres».
Si en el caso del cautivo este era el Capitán RÚIZ PÉREZ DE BIEDMA, acá es Don LOPE, SORAIDA, en ZAHARA. De esta obra se ha escrito que es un intento de rivalizar con LOPE DE VEGA.
Se recuerdan oraciones a DIOS, a MARÍA, el AVE MARÍA y la SALVE.
«¡Válgame SANTA MARÍA!
Esa SEÑORA es aquella
que ha de ser mi luz y estrella
en el mar de mi agonía». (pag.121)
«Ya veo, LELA MARÍA,
como en mis remedios andas». (pag.128)
«…júrame por MARIEM.
¡Juro por la VIRGEN PURA;
y por su HIJO también…» (pag.151)
LA GRAN SULTANA.
Acá hay un dato distintivo capital, en la historia de Doña CONSTANTINA DE OVIEDO, llegada a Constantinopla cautiva que enamora al Sultán AMURATES III.
Estos son los versos dedicados a MARÍA:
«VIRGEN, que el sol más bella;
MADRE DE DIOS, ¡que es toda tu alabanza;
del mar del mundo estrella,
por quien el alma alcanza
a ver de sus borrascas la bonanza!
En mi aflicción te invoco,
advierte, oh, GRAN SEÑORA!, que me anego
pues ya en las sirtes todo
del desvalido y ciego
temor, a quien el alma entrego.
La voluntad que es mía
y la puedo guardar, esa os ofrezco,
SANTÍSIMA MARÍA;
Mirad que desfallezco;
dadme SEÑORA, el bien que no merezco». (pag.85)
EL RUFIÁN DICHOSO
Dice J. A. CABEZAS («CERVANTES, del mito al hombre», 1967, pag. 406) que es obra inspirada en un hecho real: la vida azarosa del estudiante, pícaro y rufián sevillano CRISTÓBAL DE LUGO cuyas picardías, antes de su arrepentimiento fueron famosas.
Antes de la conversión, era devoto de la oración y de las almas en penitencia.
«Y, aunque peco de ordinario,
pienso y ello será así
dar buena cuenta de mí,
por las de aqueste Rosario».
La personalidad de CRISTÓBAL se desarrolla de manera ascendente. Así un amigo le dice:
«O se es rufián o se es santo;
mira lo que más te agrada.» (pag.99).
Reflexiona, y decide hacerse dominico.
«VIRGEN, que MADRE DE DIOS
fuiste por los pecadores;
ya os llaman los salteadores;
oídlos SEÑORA, VOS.» (pag.100)
En México toma el hábito de dominico con el nombre de Fray CRISTÓBAL DE LA CRUZ.
Su vida asombra por la observancia de las reglas y por el rigor de sus penitencias.
Un día, una mujer a punto de morir rehúsa la confesión. Fray CRISTÓBAL acude a su lado y consigue con ella este pacto: a cambio de los pecados de la enferma, el dominico ofrece todos los merecimientos de su vida religiosa, poniendo como testigos fiadores a CRISTO y a su MADRE (pag. 141).
La enferma muere confesada. Es que, como dice CERVANTES, «no hay arnés que se iguale al del Rosario». (pag. 172).
Como dice PATRICIA VARAS («El rufián dichoso; una comedia de Santos, diferente» Anales Cer. 1991, pag. 9 y ss), es una composición única en CERVANTES. Y a ello es de unir la presencia de personajes reales, cual TELLO DE SANDOVAL, y ficticios, como LAGARTIJA.
EL CABALLERO DEL VERDE GABAN
Uno de los personajes que más dudas han creado entre los cervantistas del QUIJOTE, es este Caballero, Don DIEGO DE MIRANDA.
La primera es la de su identidad» Así lo plantea G. MALDONÁDO PALMERO («¿Quien es quien en el QUIJOTE?», 2004, pag.109). Nuestro problema es muy limitado a la autodefinición que se hace cuando sienta que «soy devoto de NUESTRA SEÑORA y confío siempre en la infinita misericordia de DIOS NUESTRO SEÑOR» (II-XVI/259).
GONZÁLEZ DE AMEZUA («CERVANTES creador»… pag. 109) entiende ser ésta una expresión del propio CERVANTES, puesta en boca de su personaje.
G. MORÓN ARROYO («Para entender el QUIJOTE» pag. 162), califica a Don DIEGO como un «dechado de buen católico seglar, según los mandamientos y consejos tradicionales de la religión católica.»
EL PENSAMIENTO DE CERVANTES
Dijo AZORIN, y acertó, («Lecturas españolas» 1912) que «un autor clásico es un autor que siempre se está formando. No han escrito las obras clásicas sus autores: las va escribiendo la posteridad. No ha escrito CERVANTES el QUIJOTE…»
Tan verdad es, y lo acredita con el ejemplo de manera palpable A. RIVAS HERNÁNDEZ («Lecturas del QUIJOTE. Siglos XVII-XIX», 1998), no con palabras, y sí con las reales interpretaciones en tales espacios temporales.
G. MORÓN ARROYO («Nuevas meditaciones del QUIJOTE», 1976, pag. 15), que precisamente por ello es necesario centrar, tras la búsqueda, cual es el lugar que ocupa CERVANTES en el pensamiento español de cada época.
Una dirección de la crítica, maltrata a CERVANTES. En ella, ORTEGA Y GASSET («Meditaciones del QUIJOTE», edición de J. MARÍAS, 1984, pag. 184) tacha a CERVANTES de «hipócrita», pese a ser una «plenitud española», y en cuanto a moralidad es «el mas profano de nuestros escritores» y la moralidad «que vierte sobre sus cuentos pertenece a la heroica hipocresía ejercida por los hombres superiores del siglo XVII».
Tras él, con una diferencia de poco más de 10 años surge la obra de AMERICO CASTRO («El pensamiento de CERVANTES«, 1925), que encuadró a nuestro genial escritor en el Renacimiento italiano, interpretado por los racionalistas o desde el racionalismo del pasado. en una zona intermedia entre el determinismo y el ateísmo, precisamente por tal razón CERVANTES y DESCARTES son laicos «genialmente hipócritas» que ocultan sus obras en peregrinaciones a Loreto o vistiendo el habito de Esclavo del SANTÍSIMO SACRAMENTO.
J. MARÍAS, en los comentarios a su edición (nota de la pág. 184), afirma la no coincidencia de los dos autores nominados, ya que ORTEGA Y GASSET tiene presente sobre todo la reacción de los hombres superiores del siglo XVII, ante las presiones de ciertos grupos sociales, y de las sociedades temporales en las que vivían, el ajuste entre la situación histórica y su vocación personal, citando los casos de GALILEO y DESCARTES.
En medio de los dos pensamientos. temporalmente, SATURNINO CERREJÓN publicó un libro titulado «Anticlericarismo» que careció de seguidores y cuyo título referido a CERVANTES no merece comentario.
C, MORÓN ARROYO reacciona ante el adjetivo de hipócrita, a la vez que recuerda la rectificación posterior y limitada de A. CASTRO.
SALVADOR MUÑOZ IGLESIAS («Lo religioso en EL QUIJOTE», 1989 pág. 325), luego de repudiar la obra de CERREJÓN, que califica a CERVANTES DE furibundo anticlerical, entiende que más tarde CASTRO sustituye «hipocresía» por ironía, en los «prólogos del QUIJOTE» y afirma que en CERVANTES los misterios de la SANTÍSIMA TRINIDAD, las creencias comunes sobre la VIRGEN, JESUGRISTO, peregrinaciones, romerías no encierran burla alguna. Lo que sí criticó fueron ciertas costumbres de clérigos o laicos que se alejaban del auténtico cristianismo.
En 1972, CASTRO publica una nueva edición de su obra, en un hacer de RODRÍGUEZ PUÉRTOLAS, donde las novedades son las notas recogidas durante cuarenta y cinco años y la actualización de la biografía y que como dice ANIANO PEÑA («AMÉRICO CASTRO y su visión de España y CERVANTES» 975, pag. 207) mejor hubiera sido reeditar el texto integro.
J. AGUIRRE BELLVER («El borrador de CERVANTES», 1992, pág.33), es así de terminante; AMERICO no enjuició a CERVANTES. Lo increpa y desafía. Se empeña que CERVANTES piense como él y va en busca de un heterodoxo.- Lo peligroso de su actitud y criterio es que desvirtúa la Contrarreforma, presentándola como una mera imposición totalitaria de dogmas y mitos. Lo cierto es que recibió un a poyo popular solidísimo y dejando un amplio margen al espíritu creador.
Más aun, luego de llamar hipócrita erasmista a CERVANTES, no puede por menos de reconocer CASTRO que el Renacimiento tardó más en dar fruto en los países protestantes que en los católicos. La nueva fe cristiana se populariza y se convierte en fenómeno de masas.
En 1982, ALBAN K. FORCIONES, se enfrenta al problema con la compañía de nuevos conocimientos y los avances de la técnica literaria así como su espíritu revisionista. Al contrario que (CASTRO FORCIONES trata de alejar a CERVANTES del erasmismo.
ERASMO era un autor cristiano, pero no para la España oficial de entonces, y el libro de FORCIONES vendrá a ejercer un efecto liberalizador o catártico. Así lo que ayer era un caso de conciencia de un CERVANTES, más o menos disidente o «del otro lado», se encuentra destinado a caer como un bálsamo sobre ciertos doctores de opinión, y reducido sin más a un problema técnico.
El citado MORÓN ARROYO («Para entender el QUIJOTE», 2005, pag. 306 ) recuerda la escena de la imprenta, (II- LXII / 896), donde se imprime el libro«Luz del alma», que se ha identificado con la del dominico FELIPE DE MENESES denominada «Luz del alma cristiana», obra que según A. CASTRO, es un dato más a añadir al erasmismo de CERVANTES, pero en él, dice MORÓN ARROYO, no se percibe huella alguna que invite a ver en el texto de MENESES erasmismo alguno ni A. CASTRO da pista alguna de tal dirección.
Para BATAILLON, no hay mas que restos del erasmismo diluido. No se puede considerar erasmista a CERVANTES. Hablar de ello es una mera ilusión quijotista. «Ningún dogma, ningún culto fundamental le pone en tela de juicio, ni en el de los Santos, ni en de la VIRGEN… la fe de CERVANTES, lejos de ser la del carbonero, es una fe que se refiere al Evangelio y que está iluminada con el sentimiento de la gracia» Así escribe en ERASMO y España.
El Citado MUÑOZ IGLESIAS, (pag. 319) escribe ser necesario y deber de justicia identificar a CERVANTES con las afirmaciones católicas que hace. La fe de CERVANTES es la de RICLE,» aquella que le enseñó su marido español, la «ley católica cristiana y entre ellas «díjome grandezas de la SIEMPRE VIRGEN MARÍA, REINA DE LOS CIELOS y SEÑORA NUESTRA Y DE LOS ANGELES, TESORO DEL PADRE, RELICARIO DEL HIJO Y AMOR DEL ESPÍRITU SANTO» (PERSILES, pago 82).
RODRÍGUEZ MARIN, citado por GONZÁLEZ DE AMEZUA Y MAYO (Obra citada pags 98 y 99), recuerda el ingente número de citas cervantinas del ANTIGUO y NUEVO TESTAMENTO, prueba rotunda de la asidua lectura de los textos sagrados.
CELSO BAE2A ROMÁN («Instituciones y costumbres eclesiásticas en CERVANTES». Anales cerv. 1991, XXIX, pag. 91,) literalmente escribe que «un cúmulo de detalles de la vida y costumbres eclesiásticas,..no se deben a pura casualidad o a una observación del escritor. Sólo cabe la explicación de un CERVANTES cristiano, conocedor en la práctica de la liturgia eclesial, de los ritos y ceremonias de todos los Sacramentos; poco o nada anticlerical y más relacionado íntegramente con el clero, con la virtud conventual y seguidor de los Decretos Tridentinos sobre estos aspectos»»
CERVANTES era un cristiano practicante y difícil sería conocer cuanto dijimos sin dominarlo.
MORENO BAEZ («perfil ideológico de CERVANTES», en «SUMA CERVANTINA», 1973,) afirma que cuanto se sabe de CERVANTES es que era un profeso sincero del catolicismo. Nada hay en su vida ni en sus obras que permitan la duda de la sinceridad de sus costumbres y convicciones.
Si ellas fueron inalterables, se agudizaron en dos fases de su existencia:
En su cautiverio y en los últimos años de su vida, preparándose a bien morir.
D. ORDOÑEZ GARCÍA («El PERSILES, en el siglo XVIII», Anales cervan. 1995-7, Tomo XXXIII,) dice terminantemente: CERVANTES es paradigma de la Contrarreforma, un peregrino andante, dechado de virtudes cristianas, moralizador conforme al Concilio de Trento.
EL FINAL DEL PEREGRINAJE CERVANTINO
CERVANTES, que vivió dos veces su vida la real y la de los recuerdos cuando refleja ella en la genialidad de sus obras.
Ahora, con el pie en al estribo, como escribió, va a recordar desde sus personajes, cual RICAREDO, el de La española inglesa (pag. 280) que ante el peligro de la muerte pide «confesión y todos los Sacramentos como católico cristiano», o como DON QUIJOTE,»quiero confesarme y hacer mi testamento», (II-LXXIV / 1034). Y llegó el fin de duro peregrinar «después de recibidos todos los Sacramentos», (II-LXXIV / 1040).
Como él dijo en el prólogo de las Novelas Ejemplares, «mi edad no está ya para burlarse con la otra vida» (pag.52) Lo repite en EL PERSILES cuando dice que ayer me dieron la extremaunción y hoy escribo esta, el tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan y con todo esto llevo la vida sobre el deseo de vivir.
El DIA 18 de abril de l6l6 esto escribe: «El día 22 termina la romería, en brazos de MARÍA».
NOTAS DE INTERÉS.
PRIMERA LAS CITAS DE LAS OBRAS DE CERVANTES.
Son de esta manera:
«EL QUIJOTE», Edición de V. GAOS, 1987.
«EL PERSILES», AVALLE-ARCE, 1986.
«NOVELAS EJEMPLARES», Ediciones Cátedra.1986.
«EL RUFIAN DICHOSO», Edición de E. NAGY, 1981.
Resto de obras, F. SEVILLA ARROYO y A. REY HAZAS.
SEGUNDA De una manera general recojo citas cervantinas que hacen referencia a temas extremeños, así como la página en la que se encuentran, sirvan estos ejemplos:
Extremadura; EL QUIJOTE: 113, 389, 391, 646, 925.
LA GITANILLA Gitanilla: 88, 107, 108, 117.
Trujillo: EL QUIJOTE; 648
PERSILES: 288, 297, 304
Badajoz PERSILES: 283,287
TRATO DE ARGEL: 134
Cáceres: PERSILES: 302
Guadalupe: PERSILES: 288,304
Plasencia: CASAMIENTO ENGAÑOSO
Personajes: GARCÍA DE PAREDES: QUIJOTE, I: 645, 648, 926.
EL RUFIÁN: 7
HERNÁN CORTÉS: QUIJOTE: II: 134.
LORENZO RAMÍREZ PARNASO 43.
ANTONIO DE MONROY 43.
ANTONIO PAREDES 43.
FERNANDO BERMÚDEZ 47.
J. A VERA ZÚÑIGA 51.
CRISTÓBAL DE MESA 65.
ALONSO ACEVEDO 158.
F. SÁNCHEZ EL BRÓCENSE. GALATEA 400
B. TORRES NAHARRO 572.
J. DE ORELLANA PIZARRO PERSILES 288.
P. PIZARRO ORELLANA 288.
Vinos Descargamaría: Licenciado VIDRIERA
Peregrinaciones: Guadalupe: Casamiento engañoso 289.
Ilustre fregona 187.
Monserrat: Las dos doncellas 222.
TERCERA: Por tratarse de tema trujillano recojo estos extremos desde dos trabajos que tomo de los Anales Cervantinos:
- El Cardenal GASPAR DE CERVANTES Y GAETE, año de 1952, páginas 337 a 358, original de AMALIA BILLI DI SANDORNO.
- «Dos notas cervantinas», de la que sólo utilizaré la primera, año de 1961, páginas 247 a 252, original de JOSÉ LÓPEZ NAVIO.
Dice la escritora que todos lo que han leído si quiere una de las muchas biografías de CERVANTES saben y admiten sin duda alguna que fue un antepasado del inmortal MIGUEL el Cardenal JUAN DE CERVANTES. «Prueba de ello, el escudo de las dos ciervas en campo verde», la una que pace y la otra que duerme.» Fue Arzobispo de Burgos y se Sevilla, siendo hecho Cardenal por el Papa MARTÍN X EN 1426.
Existió otro Cardenal con el mismo apellido y escudo, el Cardenal GASPAR DE CERVANTES Y GAETE, contemporáneo de MIGUEL DE CERVANTES, nacido en Trujillo en 1511 y verdadero protector del Príncipe de los Ingenios.
Este Cardenal era hijo de FRANCISCO GAETE DE VIVERO y de MARIA ALONSO DE CERVANTES, que formaba una de las familias más ilustres y ricas de Extremadura.
San FRANCISCO DE BORJA, un día escribió a FELIPE II, diciéndole de oficio que «el Licenciado CERVANTES es hombre limpio y de mucha virtud y celo y es tenido por muy letrado».
El Cardenal trujillano, es mandado por el Papa, en 1561, al Concilio de Trento donde manifestó sabiduría, elocuencia y carácter. San PIO V le designa para la Sede Metropolitana de Tarragona. De ahí es llamado a Roma para utilizar su imparcial juicio en el proceso seguido al Arzobispo CARRANZA.
El 1570, al renovar San PIO V el Colegio cardenalicio, nombre Cardenales al trujillano junto a Monseñor JULIO ACQUAVIVA era súbdito del Rey de España, por se natural de Nápoles.
El embajador de FELIPE II en Roma, D. JUAN DE ZÚÑIGA, relata como fue a visitar al Papa para mostrar tal falta. La respuesta de su Santidad así: «No hacía Cardenales a petición de los Príncipes sino sólo por los méritos…»
Del trabajo del autor Sr. NAVIO, resulta que Don GASPAR DE GAETE CERVANTES, vecino de Trujillo solicitó permiso para pasar a las Indias. Más el Consejo exigió una fianza, en señal de regreso a España, en término de tres años.
Fiador fue Don JUAN PIZARRO, vecino de Trujillo y estante en la villa de Madrid, el día 16 de febrero de 1608. Hijo de Don FRANCISCO PIZARRO, vecino y Alférez de Trujillo. Fueron testigos Don FÉLIX ARIAS GIRÓN, MIGUEL DE CERVANTES Y Don ANDRÉS ROCHA.
Don GASPAR GAETE DE CERVANTES, «parece ser sobrino-nieto del Cardenal de Tarragona, hermano de Doña FELICIANA DE CERVANTES casada con Don PEDRO ORELLANA PIZARRO, cuyo descendientes entroncaron con los Marqueses de Sofraga».
LÓPEZ NAVIO, literalmente «se inclina a creer que es hijo del Oidor de Granada D. GARCÍA DE CERVANTES, uno de los principales herederos del Cardenal, hijo de su hermana LEONOR…»
En la Iglesia de SANTA MÁRIA, de Trujillo a finales del Siglo XVI, se construye el sepulcro dedicado a HERNANDO CERVANTES Y LEONOR DE GAETE, para cuyo altar mandaron confeccionar un retablo, escribe J. GODOY BARRADO (XXI Coloquios históricos de Extremadura», 2000, página 115/116). Sito en el presbiterio, lado del Evangelio.