José Luis Barrio Moya. El día 6 de junio de 1744 y ante el escribano madrileño José de Gaviria, don Manuel Bernardo Álvarez de Toledo Lobato, secretario del rey Felipe V y natural de la ciudad de Badajoz, declaraba su intención de contraer matrimonio con su sobrina doña María Teresa …
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La biblioteca del hidalgo trujillano don José Bafi y Parrilla, secretario del rey Felipe V (1738)
José Luis Barrio Moya. Institución de Estudios Complutenses El dia 31de diciembre de 1738, y una vez ya casados, se firmaron las capitulaciones matrimoniales entre el caballero extremeño Don Josè Banfi y Parrilla y la dama madrileña Doña Manuela Montoya y Banfi, seguramente prima suya. Don Josè Banfi y…
Aportaciones a la biografía de Juan Mateos, ballestero mayor de Felipe IV, retratado por Velázquez
José Luis Barrio Moya. En España la afición a la caza de reyes y nobles tiene una muy larga tradición, siendo buena prueba de ello el conocido lance del monarca asturiano Favila con el oso que le quitó la vida. Esta afición hizo que desde la Edad Media aparecieran…
Libros impresos y manuscritos en la biblioteca del caballero emeritense Don Pedro Gordillo y Zambrano, destacado funcionario de Fernando VI (1756)
José Luis Barrio Moya El estudio y análisis de las bibliotecas que acumularon las diferentes clases sociales españolas de los siglos pasados están conociendo en la actualidad un singular interés por parte de historiadores e investigadores, que ven en ellas el método más eficaz para explicar la atmósfera intelectual y…
Don José Sánchez de Nieva, un fabricante de instrumentos musicales, extremeño en el Madrid de Felipe V y Fernando VI
José Luis Barrio Moya. El siglo XVIII se inició en España con dos hechos históricos que sacudieron a la atomizada sociedad hispana de la época, adormecida durante el agónico reinado de Carlos II. Aquellos acontecimientos fueron la guerra de Sucesión, motivada por la muerte sin hijos del último Austria y…
Aportaciones a la biografía de don Juan Delgado, un boticario extremeño en el Madrid de Felipe IV
José Luis Barrio Moya. Tras la muerte de Fernando VII, el 29 de septiembre de 1833, la corona de España va a recaer en las frágiles sienes de su hija mayor, la futura Isabel II, que a la sazón tan solamente contaba tres años de edad. La nueva reina fue…
La dama extremeña Doña María Dolores Sánchez de Castro, madredel escritor Mariano José de Larra y sus capitulaciones matrimoniales (1806)
José Luis Barrio Moya En este año de 2009 se cumplen doscientos años del nacimiento de un genio de la literatura hispana del siglo XIX: Mariano José de Larra, quien en palabras de Juan Luis Alborg constituye el valor más permanente, más vivo y más actual de todo el Romanticismo…
D. Manuel González Garrido, un boticario extremeño al servicio de Fernado VI y Carlos III.
José Luis Barrio Moya. Durante la baja Edad Media la ciencia farmaceútica en España funcionaba de manera diferente en los distintos reinos peninsulares. Así en la corona de Aragón la farmaciaquedaba al margen de las otras ramas de la sanidad. Por el contrario en el reino de Castilla, y al parecer desde el siglo XIV, la farmacia estaba supeditada a la medicina a través deunos representantes conocidos con el nombre de protomédicos. Con la unión dinástica de Castilla y Aragón porel matrimonio de los Reyes Católicos, aquellos monarcas trataron deunificar las diferentes lesgislaciones médicas de sus reinos, creando para ello el Tribunal del Protomedicaro1. En 1477 los Reyes Católicos dictaron unas ordenanzas en las queestipulaban “… que por los protomédicos y alcaldes examinadores que de nos tubieren poder, lo sean de todos nuestros reynos y señorios que agora son o fueren de aquí en adelante para examinar los físicos y cirujanos y ensal- madores y boticarios y especieros, hervolarios y otras personas que en todo o en parte usaren deestos oficios, y en oficios a ellos, y a cada uno de ellos anexo….. para que si los hallaren idóneos y pertenecientes les den carta de examen y aprobación, y liciencia para que usen los dichos oficios libres y des- embargadamente”2. Según se desprende de aquellas ordenanzas tanto los pro- tomédicos como losalcaldes ordinarios, que asimismo eran médicos, podían examinar a los boticarios. Pero esto planteó desde el principio un agudo pro- 1 El Tribunal del Protomedicaro estaba formado por toda una serie de profesionales que tenían como misión examinar a todos aquellos que deseaban dedicarse a cualquier rama del arte de curar asi comoconceder las licencias oportunas para ejercerlas. La bibliografía sobre aquella institución es abundante, destacándo los trabajos de Pascual Iborra.- “Memoria sobre la institución del Real Protomedicato premiadaen el concurso de 1884” en Anales de la Real Acedemia de Medicina, Madrid 1985-1986.- María Soledad Campos Díaz.- El Real Tribunal del Protomedicato castellano (siglos XIV-XIX), Cuenca, Universidadde Castilla-La Mancha, 1999. 2 Cit. por Guillermo Folch Jou: Historia de la Farmacia, 3ª edic., Madrid 1972, pág. 161. blema puesto que los médicos conocían la teoría farmaceútica, pero la práctica quedaba en manos de los boticarios, y ello creaba dos opciones contradicto- rias.En 1588 FelipeII decidió poner fin a aquel estado de cosas, promulgando una prágmatica en la que establecía que los aspirantes a boticarios fueran exa- minados por profesionales de aquellaespecialidad asi como que tenían que ser menores de 25 años, contar con cuatro años de práctica junto a un boticario examinado y aprobado y conocer obligatoriamente lalengua latina. Esta última exigencia no se debía, como en el caso de los cirujanos, “… a una pretensión de elevar el nivel de formación , sino más bien a la necesidad de entenderperfec- tamente las recetas de los doctores en medicina redactadas en aquel idioma”3. También quedaba estipulado las revisiones periódicas de las boticas a traves de lasvisitas que, en la Corte y cinco leguas alrededor de la misma estaban a cargo de los miembros del Tribunal del Protomedicato, mientras que en los demas territorios de lamonarquía era tarea de los corregidores y regidores a quienes tenían que acompañar un físico aprobado. Uno de los inspiradores de aquella prágmatica fue el burgalés Francisco Valles, famoso médico de Felipe II y protomédico de Castilla. Fue Valles “… quien organizó lavisita de las boticas situadas en su radio de acción como protomédico, visita que sería problemática desde sus inicios y cuyos resultados finales nadie habría sido capazde vislumbrar” 4. Ello fue debido a lo que en un principio iba a ser una tarea rutinaria acabó con un violento enfrentamiento entre el protomédico y los boticarios, contrariosestos últimos a las diferentes medidas que Valles quería imponerles a la hora de elaborar sus compuestos, sobre todo en lo referente a la forma de destilar las aguasmedicinales que se vendían en los boticas. Los boticarios, una vez finalizados sus estudios y aprobado el correspon- diente examen podían iniciar su carrera perofesional, tanto en las ciudades co- mo en hospitalesy monasterios de todo el reino, aunque para la inmensa mayo- ría de ellos sus máxima aspración era la de entrar al servicio del rey. Con res- pecto a esto último hay que subrayarque Felipe II acordó que en el Alcázar de Madrid funcionasen dos boticas. Una dedicada exclusivamente a los miembros de la familia real y otra para los criados y servidores depalacio.El personal de ambas instituciones estaba formado por un boticario mayor a cuyas órdenes trabajaban tres ayudantes, otros tantos mozos y dos encargados de lalimpieza, un destilador y varios profesionales encargados de recoger hierbas medicinales. …
La madrileña capilla del obispo de Plasencia según un inventario de 1661.
José Luis Barrio Moya. Instituto de Estudios Madrileños. Muchos años antes de que Felipe II eligiera en 1561, a Madrid como capital de su Monarquía, la villa castellana tenía a sus espaldas una larga historia, que con relativa frecuencia ser ha querido obviar. En efecto a lo largo de la…
Doña Ana María Velasco y de la Cueva, X Condesa de Siruela y el inventario de sus bienes (1680)
José Luis Barrio Moya. Institución de Estudios Complutenses La localidad extremeña de Siruela, de muy larga historia, se constituyó en señorío, por donación real, a favor de Don Fernán Pérez de Portocarrero a mediados del siglo XIV. A partir de ese momento la villa pasó a poder, sucesivamente, de diferentes…